Manual Del Facilitador

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SIGLAS Y ABREVIATURAS

MANUAL DEL FACILITADOR

SIGLAS Y ABREVIATURAS

LIBROS BBLICOS

Am Ams

Col Colosenses1 Cor 1 Corintios2 Cor 2 CorintiosEf EfesiosEx xodoGn GnesisGal GlatasHeb Hch Is Jr Jn 1 Jn

Lc

Mc

Mt HebreosHechos de los ApstolesIsaasJeremasJuan1 Juan Lucas Marcos MateoOs Oseas

1 Pe 1 Pedro

Rom Romanos

2 Tim 2 Timoteo

DOCUMENTOS DEL CONCILIO VATICANO II

LG

DV

GSLumen Gentium. Constitucin Dogmtica sobre la Iglesia.Dei Verbum. Constitucin Dogmtica sobre Divina Revelacin.

Gaudium et Spes. Constitucin Dogmtica sobre la Iglesia en el mundo actual.

DOCUMENTOS PONTIFICIOS Y EPISCOPALES

CFL

DA

DI

DG

DSD

ECUCIM

HP

IL

OPPE

OPFA

OPFV OPFM

PPCP

PP

RMi

IPOCChristifideles laici. Exhortacin apostlica de Juan Pablo II sobre la vocacin y misin de los laicos en la Iglesia y en el mundo (30.12.1988).

Documento de Aparecida. V Conferencia general del episcopado latinoamericano. Aparecida. Brasil 2007.

Discurso inaugural de Aparecida.

Decreto General del II Snodo de la Arquidicesis de Mxico 1993.

Documento de Santo Domingo. IV Conferencia general del episcopado latinoamericano.

Santo Domingo. Repblica Dominicana 1992.

Evangelizacin de las culturas de la Ciudad de Mxico, II Snodo Arquidiocesano de la Ciudad de Mxico (04.05.1995).

Hacia el plan pastoral de la Arquidicesis de Mxico. Proceso Arquidiocesano del II Snodo y del Gran Jubileo del ao 2000.Instrumentum Laboris. XII Asamblea general ordinaria del snodo de obispos.

Orientaciones Pastorales 2006, El Proceso Evangelizador como seguimiento de Jess. Arquidicesis de Mxico.Orientaciones Pastorales 1996, Acerca de la Formacin de Agentes Laicos para Acciones Especficas. Arquidicesis de Mxico.

Orientaciones Pastorales 2008, Formacin para la vida cristiana, Arquidicesis de Mxico.Orientaciones Pastorales 2009, Formarnos para continuar la Misin en la ciudad,Arquidicesis de Mxico.

Plan Pastoral 2002, Consolidar el Proceso Misionero, Arquidicesis de Mxico.

Plan Pastoral para 1998. Arquidicesis de Mxico.

Redemptoris Missio (La misin del Redentor). Carta encclica de Juan Pablo II (1.05.1990).

Instruccin pastoral sobre la oracin cristiana, Arquidicesis de Mxico, 1999.

NDICE

3PRESENTACIN

MARCO TEORICO

4Tema 1. Formar al estilo de Jess

8Tema 2. La formacin, un proceso que toma en cuenta a toda la persona

12Tema 3. Formar para llevar a cabo el proyecto pastoral de la Arquidicesis

16Tema 4. La formacin, un itinerario a recorrer

20Tema 5. La formacin bsica: crecer en conversin, comunin y actitud de servicio

24Tema 6. La Palabra de Dios y el Magisterio, fuentes de la formacin

DESTINATARIOS

28Tema 7. Los laicos, como destinatarios de la formacin

32Tema 8. La vocacin de formador

36Tema 9. Ser y crecer como formador

40Tema 10. El formador como facilitador del aprendizaje

METODOLOGA44Tema 11. Estructura general de los Manuales

48Tema 12. Taller: Aprovechar los primeros elementos

51Tema 13. La sntesis

56Tema 14. La Palabra y otros textos

58Tema 15. Taller: El desarrollo de los contenidos

62Tema 16. Taller: Las actividades y la Evaluacin

66Tema 17. Los recursos didcticos

70Tema 18. Taller: Formar para la vida cristiana, integrando criterios y objetivos

74Tema 19. Taller: Dinmica de la sesin

AMBIENTES

78Tema 20. Centros de Formacin, escuelas de comunin y misin

Error! Marcador no definido.BIBLIOGRAFIA:

Aprendan de m que soy manso y humilde corazn.

Mateo 11, 29 b

PRESENTACIN

El MANUAL PARA EL FACILITADOR es un subsidio que se propone para atender la formacin de agentes formadores de discpulos misioneros, desea ser un medio eficaz y respuesta a la realidad de la Arquidicesis de Mxico. Toma como lineamientos para su preparacin, las orientaciones pastorales para ste 2009.

El Manual desarrolla en veinte temas un proceso que consolida y da continuidad, para sistematizar lo aprendido y vivido por el futuro facilitador. Cada tema aborda de manera breve, sencilla y clara, la informacin fundamental necesaria, que posibilite un crecimiento gradual de todas las dimensiones de la persona, directamente a quien se forma como facilitador e indirectamente, a sus futuros interlocutores.

El Modelo, Persona, Contenido y Pedagoga es Jesucristo; el Manual invita a tener este modelo, en el centro de la formacin cristiana, que abarca a toda la persona: las actitudes, los valores, los compromisos Adems del ser, tiene presente en los elementos de la estructura, el crecimiento en: el saber, saber hacer, saber compartir

El objetivo general del Manual, sintetiza las intenciones para esta etapa formativa de los facilitadores, que insertos en sus parroquias, sean levadura para muchos ms.

OBJETIVO GENERAL

Proveer en su despeo, con los elementos doctrinales y pastorales, del aprendizaje de adultos, culturales y pedaggicos, a quienes participan como facilitadores de la FORMACIN BSICA, en la Arquidicesis de Mxico.

3 de Julio de 2009, fiesta de Santo Toms, apstol.

Tema 1. Formar al estilo de JessFormar discpulos es acompaar a otros en su proceso de conversin y seguimiento de Cristo.

ENLACE Toda formacin cristiana tiene su fuente en Jesucristo vivo y resucitado. Sin una referencia a l, la formacin podra ser humana, ms no cristiana.

Jess el es Camino que habremos de recorrer, la Verdad que hemos de buscar y la Vida que obtendremos. Por ello, este primer tema nos invita a buscar en Jess los fundamentos que iluminen la importante tarea apostlica que realizamos: acompaar a otros en su proceso de formacin.OBJETIVO

Descubrir en Jess al Maestro, contenido y modelo de todo proceso formativo.

Seguir la pedagoga que utiliza Jess para formar a sus discpulos, como itinerario para la formacin cristiana.

Desarrollo del tema

LA PALABRA

Pasando Jess junto al lago de Galilea, vio a Simn y a su hermano Andrs que estaban echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jess les dijo:

Vengan conmigo y los har pescadores de hombres. Ellos dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron.

Marcos 1, 16-18

Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece unido a m, como yo estoy unido a l, produce mucho fruto; porque sin m no pueden hacer nada.Juan 15, 5

OTROS TEXTOS: Jn 1, 29-421. La formacin cristiana consiste en seguir a Cristo Formacin viene del latn formare y significa dar forma. Refirindonos a nuestra propia persona, supone dejarnos moldear de acuerdo a algo o alguien. La formacin abarca muchos aspectos de nuestro ser: la persona, las actitudes, los valores, los compromisos.

Para los cristianos, la formacin consiste en hacernos cada vez ms como Jess:

Aprendan de m, que soy sencillo y humilde corazn (Mt 11, 29).Aprendan de m, sean como yo, he aqu nuestro programa de formacin! La existencia cristiana consiste precisamente en el seguimiento de Cristo, en responder al llamado de Jess que dice: Sgueme! (cf. Lc 5, 27b).

La formacin cristiana implica un crecimiento personal y comunitario por el que vamos adoptando los valores, las preferencias y los compromisos de Jess y, va ms all de saber o conocer cosas acerca de Dios o la Biblia. 2. Jess, Maestro, contenido y modelo del proceso formativo

En diversos pasajes del Evangelio, Jess es llamado Maestro (cf. Mc 9, 5; 10, 51). Los discpulos y la gente lo reconocieron as y verdaderamente lo era. l es Camino, Verdad y Vida (cf. Jn 14, 6).Pero Jess era un Maestro especial, diferente, ya que enseaba con autoridad (cf. Mc 1, 22) y con verdad:

Maestro, sabemos que eres sincero y que no te dejas influir por nadie sino que enseas con verdad el camino de Dios (Mc 12, 14).

Al ensear, Jess no expona su propio conocimiento, sino lo que el Padre le comunicaba: Yo no hago nada por mi propia cuenta, solamente enseo lo que aprend del Padre (Jn 8, 28b).As, Jess se convierte en un modelo para toda persona que quiera acompaar a otros en su acercamiento a Dios. Ms aun, l es el verdadero Maestro, lo dems (mtodos, programas) son solamente medios. Es a l a quien comunicamos y, por tanto, es tambin el contenido. 3. Formar al estilo de Jess

Jess emple un estilo especial para formar a sus discpulos. Su pedagoga fue gradual y estuvo llena de sabidura y de un conocimiento profundo de la respuesta humana (cf. Jn 2, 25):Subi despus a la montaa, llam a los que l quiso y se acercaron a l. Design entonces a Doce, a los que llam apstoles, para que estuvieran con l y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios (Mc 3, 13-15).En el proceso de formacin de los apstoles, destacan: la iniciativa de Jess que llama, el encuentro, la conversin, el discipulado, la comunin y la misin. Este es el mismo itinerario que estamos llamados a recorrer todos los discpulos y misioneros de Jesucristo. Un camino que consiste en vivir en intimidad con l, imitar su ejemplo y dar testimonio (cf. DI 3).4. El encuentro con Jesucristo

El punto de partida del proceso formativo es el encuentro con Jess. El seguimiento de Jess parte de la experiencia fascinante de haber hallado a Cristo. Los Evangelios muestran muchos ejemplos en los que despus del encuentro con Jess ya nada vuelve a ser igual. Andrs y Juan al ver pasar a Jess le preguntan: Maestro, Dnde vives? (Jn 1, 38b); sorprendidos, acogen la invitacin de Jess Vengan y lo vern - y, pasan aquel da con l (cf. Jn 1, 39). Este momento fue una experiencia nica, que dej a los discpulos marcados para siempre. Toda formacin buscar llevar a la persona al encuentro con Jesucristo y renovarlo constantemente:

El itinerario del discpulo misionero tiene un carcter personal: se trata de que cada uno se encuentre con Jess. Para el que quiera seguirlo no existe otra fuente alterna de conocimiento (OPFV 23).5. La conversin

El encuentro suscita una respuesta. Para quien se abre a la accin de Dios, lo siguiente es la conversin.

Convertirse es decidir ser amigo de Jess e ir tras de l, cambiar la forma de pensar y de vivir (cf. DA 278). La cercana con Jess hace a Pedro descubrir sus limitaciones y exclamar:

Aprtate de m, Seor, que soy un pecador (Lc 5, 8b).

Pero la conversin no es un momento, es el punto de partida de un proceso y el mismo Pedro reconocer que necesita volver nuevamente a los criterios de Jess:Jess, dirigindose a Pedro le dijo: Eres para m un obstculo, porque no piensas como Dios, sino como los hombres (Mt 16, 23).

El itinerario de formacin requiere retornar constantemente a la conversin personal y comunitaria.

6. El discipuladoJess llam a sus discpulos y los instruy de modo cercano, personal, concedindoles el privilegio de estar cerca de l y comprender:

A ustedes Dios les concede conocer los misterios del Reino de los cielos Dichosos ustedes por lo que ven sus ojos y por lo que oyen sus odos (Mt 13, 11. 16).

Los discpulos aprendieron mirando, escuchando y atestiguando: el camino de las Bienaventuranzas, el amor, el servicio, la fraternidad, la misericordia, la bsqueda de la justicia en suma, los valores y los criterios de Jess (cf. Mt 5-6).

Jess tambin les mostr que el camino de la cruz era parte de su discipulado:

Si alguno quiere venir detrs de m, que renuncie a s mismo, cargue con su cruz y me siga (Mt 16, 24).

El discipulado es un proceso de toda la vida. Quien acompaa a otros en el camino del discipulado, tendr que mantener presente que solo viviendo profundamente su propio discipulado ser capaz de atraer a otros al seguimiento de Cristo. 7. La comunin

Jess les hizo un llamado personal y a la vez comunitario a sus discpulos. El nmero Doce, representa el Nuevo Israel, la ekklesa o comunidad de bautizados. El vivir la experiencia de fe en comn-unin con otros es esencial al cristianismo:

Quiso Dios santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados entre s, sino constituirlos en un pueblo que le conociera en la verdad y le sirviera santamente (LG 9). En el seguimiento de Cristo crecemos con los otros y a travs de los otros. Una formacin autnticamente cristiana llevar a fortalecer la experiencia comunitaria, tal cual fue el deseo de Jess:

Te pido que todos sean uno lo mismo que lo somos t y yo, Padre (Jn 17, 21).8. La misin

Los que entraron en contacto con Jess se sintieron movidos a anunciarlo, y a dar testimonio del encuentro. Tal ha sido la experiencia de la samaritana quien va a decir a su gente: Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho (Jn 4, 29).

Jess prepara a sus seguidores para que sean misioneros y tambin vayan a anunciar el Reino (cf. Lc 9, 1-6). Esto ser un mandato despus de la resurreccin y el envo del Espritu Santo (cf. Mt 28, 19-20). As, ser discpulos y misioneros son dos rostros de la misma tarea (cf. DA 146).

La misin es inseparable del discipulado, por lo cual no debe entenderse como una etapa posterior a la formacin (DA 278).

9. La fuerza del Espritu

Jess sabe que el itinerario del discpulo y misionero no es fcil, por lo que nos ha enviado el Espritu Santo. Desde Pentecosts, el Espritu fecunda a la Iglesia, y la llena de dones y carismas (cf. 1 Cor 12, 1-11). Es, por medio de esos mismos dones, que la comunidad de discpulos se fortalece en el tiempo.

El Espritu contina suscitando misioneros decididos y valientes como Pedro y Pablo (cf. Hch 4, 13; 13, 9) y contina guiando la misin de la Iglesia (cf. Hch 13, 2) (cf. DA 149-150).La tarea formativa habr de ser una experiencia que deje su lugar al Espritu, el Maestro interior:

El Consolador, el Espritu Santo, a quien el Padre enviar en mi nombre, har que recuerden lo que yo les he enseado y les explicar todo (Jn 14, 26).

ACTIVIDADESINDIVIDUALES

Lectura reflexiva de los nmeros 129-163 del Documento de Aparecida.

Reflexiona si tu discipulado es lo suficientemente convincente para formar a otros en el discipulado y misin de Jess.GRUPALES

Comentar las siguientes preguntas:

Cul es la diferencia entre formar y dar clases?

Qu tendramos que hacer para que la formacin que impartimos lleve a las personas a un autntico discipulado y compromiso cristiano?

EVALUACIN

En qu consiste la pedagoga de Jess? Confrntala con tu propia manera de aprender-ensear.

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO

Documento de Aparecida. V Conferencia General del Episcopado latinoamericano. Aparecida. Brasil 2007. nn. 129-163 y 276-278. N. Cardenal Rivera Carrera, El proceso Evangelizador como seguimiento de Jess, Orientaciones Pastorales, 2006, Arquidicesis de Mxico, nn. 12-49.

Tema 2. La formacin, un proceso que toma en cuenta a toda la personaFormar discpulos es tomar en cuenta las

diferentes dimensiones de la persona humana.

ENLACE

En el tema anterior vimos que Jess es el Maestro, modelo y contenido de todo proceso formativo cristiano. En l habremos de inspirarnos para acompaar a otros hermanos en el seguimiento de Cristo. Ahora veremos, que formar personas, requiere considerar la complejidad del ser humano y atender a sus dimensiones de desarrollo.OBJETIVO

Descubrir que la formacin consiste en acompaar a la persona para que integre, de manera armnica, todas las dimensiones en su relacin fe, vida y servicio.

Valorar cmo la formacin ha de incidir en cada una de las dimensiones de la persona.

Desarrollo del tema

LA PALABRA

A este Cristo anunciamos nosotros, corrigiendo e instruyendo a todos lo mejor que sabemos para que podamos presentar a todos plenamente maduros en su vida cristiana. Por eso me fatigo y lucho, sostenido por la fuerza de aqul que acta poderosamente en m.

Colosenses 1, 28-29

OTROS TEXTOS: Ef 1, 17-19; 3, 14-19; Col 1, 9-101. La persona humana, unidad biolgica, psicolgica, social y espiritual

PERSONA :

Ser bio-psico-social-espiritual.

Bio (biolgico), sus funciones la asemejan a los dems seres vivos.

Psico (psicolgico), presenta conductas y emociones diversas.

Social, es un ser comunitario.

Espiritual, es capaz del dilogo con Dios.

Cuando nos acercamos a una persona o nos descubrimos a nosotros mismos podemos ver que cada uno somos seres nicos y complejos. Tenemos funciones vitales, emociones, nos relacionamos con la naturaleza, con las dems personas, podemos entrar en nosotros mismos y hablar con Dios.

La persona no es un ser meramente espiritual, ni solamente material, sino una sntesis de ambas cosas (cf. GS 14). Hoy, la ciencias antropolgicas o humanas no tienen reparo en afirmar que la persona es unidad bio-psico-social-espiritual*.

Frecuentemente se piensa que la religin solo busca formar a la persona en su dimensin espiritual. Esto no es as, cuando Jess se acercaba a los enfermos, les proporcionaba la salud fsica y la espiritual. Jess mostr una preocupacin por la persona entera: cuerpo y espritu (cf. RMi 14).

2. La persona entera es llamada a vivir su experiencia de feCada persona es amada por Dios e invitada a entrar en comunin con l, desde su condicin concreta: su cultura, su presente, su ambiente Todo lo que la persona es y hace, entra en el designio divino de Dios (cf. CFL 59).Ser cristiano no significa llevar dos vidas paralelas: una secular o mundana, ocupndose de todo lo que no tiene que ver con Dios y otra espiritual. La Iglesia ha hecho nfasis en que la formacin ha de abarcar todas las dimensiones de la persona y su contexto particular; de lo contrario, la formacin contribuira a ahondar la separacin entre fe y vida y, lo que se busca es fomentar la unidad (cf. CFL 59-60).La formacin de comunidades ha de tomar en cuenta estos mismos criterios. Es necesario considerar los procesos y la situacin particular de cada quien. Por todo ello se afirma que la formacin ha de ser integral.

3. La formacin como proceso integral

El documento de Aparecida (cf. DA 279-285), muestra las diferentes dimensiones que es preciso tomar en cuenta en la formacin: la humana, comunitaria, espiritual, intelectual, pastoral y misionera. Estas dimensiones han brotado del mismo proceso pedaggico que Jess sigui con sus discpulos.Para que la formacin sea verdaderamente integral habr de incidir en todos estos aspectos de manera armoniosa. Aunque sabemos que la formacin espiritual ha de ocupar un puesto privilegiado en la vida de cada uno (cf. CFL 60), el crecimiento de la persona no sera armnico si no la acompaamos y respetamos en la integracin de todas sus dimensiones de desarrollo. 4. La dimensin humanaFormar la dimensin humana es acompaar a la persona para que reconozca, acepte, valore, sane, viva en equilibrio y alcance la plenitud en los siguientes aspectos: corporalidad, sexualidad, afectividad, libertad, historia personal, ambiente, intereses, capacidades... En suma, todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la personalidad para forjar hombres y mujeres maduros y libres, capaces de entablar relaciones armnicas con sus semejantes, en su realidad y abiertos a Dios.

5. La dimensin comunitaria

El ser humano es un ser sociable por naturaleza. En medio de una comunidad crece, se desarrolla, vive y forja sus valores. Desde el principio, el hombre ha sido llamado a integrar una comn-unin de mujer y varn (cf. Gn 2, 24).

Como imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,27) la persona madura en la medida que se da a los otros. Esto es la esencia del Amor, porque Dios es amor (cf. 1 Jn 4, 16).

Formar la dimensin comunitaria es acompaar para vivir no como individuos aislados, sino en funcin de un proyecto comunitario; es armonizar las necesidades de la persona y los objetivos de la comunidad, avanzar juntos, perseguir objetivos comunes, fomentar valores comunitarios. En suma, formar para ser y hacer Iglesia.

6. La dimensin espiritual

La persona es un ser espiritual porque ha sido hecha a imagen y semejanza de Dios, es capaz de dialogar con Dios como un amigo (cf. Ex 33, 11), es invitada a vivir la vida eterna (cf. Jn 3 16).Despus del bautismo, el Espritu habita en los cristianos (cf. Jn 14, 17).

Formar la dimensin espiritual es un cometido de primer orden, significa acompaar a la persona y a la comunidad a vivir segn el Espritu, abierta a su accin, a sus dones, a sus mandatos (cf. Gal 5, 16-26).

Es acompaarla a crecer en la intimidad con el Seor, a vivir cada vez ms conforme a la voluntad del Padre mediante la entrega a los hermanos por la caridad y la justicia (cf. CFL 60).7. La dimensin intelectual

El hombre es un ser capaz de nutrir su inteligencia y crecer en conocimiento y sabidura de Dios. Aqu es donde entra la formacin cultural, doctrinal, bblica y teolgica. Crecer en lo anterior capacita a la persona para el discernimiento, el juicio crtico y el dilogo sobre la realidad y la cultura (cf. DA 280). Esto es muy necesario en la poca actual, especialmente tratndose de los laicos:Se revela hoy cada vez ms urgente la formacin doctrinal de los fieles laicos, no slo por el natural dinamismo de profundizacin de su fe, sino tambin por la exigencia de dar razn de la esperanza que hay en ellos, frente al mundo y sus graves y complejos problemas (CFL 60).

Aunado a ello se insiste en la importancia de conocer tambin la Doctrina social de la Iglesia.8. La dimensin pastoral y misionera

La formacin cristiana nos lleva a ser mejores personas y a desarrollar una vida autnticamente cristiana, nos prepara tambin para ser misioneros y fermento en el mundo de hoy. Jess dirigi sus esfuerzos con sus discpulos para que fueran como l, misioneros. Por ello, formar la dimensin pastoral y misionera es esencial al cristianismo. La Iglesia recuerda hoy ms que nunca, que ha nacido para ser enviada, y, por tanto, cada uno de los cristianos estamos llamados a desarrollar y poner en prctica esta dimensin, como actitud, independientemente de la actividad que realizamos.

Dado que muchas de las personas a quienes se destinan estos Manuales son cristianos comprometidos en alguna tarea apostlica, es necesario apoyarlos para desarrollar las dimensiones pastoral y misionera. Dichas dimensiones son los cometidos principales de esta formacin.9. La formacin, respetuosa de los procesos

Precisamente porque la formacin est llamada a ser integral, que considere las mltiples dimensiones de la persona, ha de ser respetuosa de los procesos individuales y comunitarios:

Llegar a la estatura de la vida nueva en Cristo, identificndose profundamente con l y su misin, es un camino largo, que requiere itinerarios diversificados, respetuosos de los procesos personales y de los ritmos comunitarios, continuos y graduales (DA 281).

10. Formar es acompaar

La experiencia de los primeros siglos de la Iglesia, en la que tuvo su apogeo el catecumenado, nos recuerda que formar no es ensear o adoctrinar, sino acompaar, apadrinar a otros en hacerse cada da ms como su Maestro, es ser un herman@ mayor en la fe, crecer en comn con los dems miembros de la comunidad eclesial y comprometerse con ella en su tarea de extender el Reino de Dios aqu y ahora. ACTIVIDADES

INDIVIDUALES

Te conoces? Prepara una radiografa de tu persona identificando tus rasgos fsicos, psicolgicos, sociales y espirituales (relacin con Dios). Descrbete.

Qu rasgos de mi persona tengo que desarrollar o fortalecer para ser una persona que vive de forma integral sus dimensiones?

GRUPALES

Cundo formamos a las personas, qu dimensiones de las mencionadas en el desarrollo del tema hemos olvidado?

Cmo podramos integrarlas en el proceso de formacin que realizamos?

EVALUACIN

Cundo formo a otros, enseo, acompao, ayudo, cmo?

Busco integrar todas las dimensiones de la persona, cmo?

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO

Christifideles Laici. Exhortacin apostlica de Juan Pablo II sobre la vocacin y misin de los

laicos en la Iglesia y en el mundo, nn. 59-61.

Documento de Aparecida. V Conferencia General del Episcopado latinoamericano. Aparecida. Brasil 2007, nn. 279-285. E. Pea, Los laicos, discpulos. Folleto A la luz de Aparecida n.12, CELAM, Bogot 2008. pp. 19-34.

Tema 3. Formar para llevar a cabo el proyecto pastoral de la Arquidicesis

Nuestra principal tarea: formar laicos que inculturen el Evangelio en la pluralidad de culturas de la ciudad y lleguen a las familias y jvenes, a los pobres y alejados.

ENLACE

En el tema anterior vimos que la formacin ha de ser integral, es decir, desarrollar todas las dimensiones de la persona.

Ahora veremos, que los cristianos vivimos nuestra fe insertos en una comunidad eclesial concreta, y que la formacin ha de tomar un tinte especial, el de las necesidades de la iglesia particular.

La formacin de agentes de pastoral es una de las prioridades de la Arquidicesis de Mxico y sta se integra a su proyecto pastoral. Por ello, vamos a conocer, en qu consiste el plan pastoral de la Arquidicesis y el papel que tiene la formacin.OBJETIVO

Identificar las principales lneas del proyecto pastoral de la Arquidicesis.

Valorar la importancia de la formacin en el proyecto pastoral.

Descubrir las directrices que se han dado acerca de la formacin de los laicos.

Desarrollo del temaLA PALABRA

Vayan y hagan discpulos a todos los pueblos y bautcenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, ensendoles a poner por obra todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los das hasta el final de los tiempos. Mateo 28, 19-20

OTROS TEXTOS: Mt 5, 14-16; Rom 12, 4-5; Jn 15, 161. La Iglesia arquidiocesana se rene para reflexionar sobre su caminar: El Snodo

SNODO

Es una reunin convocada y presidida por el Obispo para tratar asuntos relacionados con una iglesia local (dicesis) de un conjunto de iglesias (pas o continente).

En 1992 se llev a cabo un Snodo* en nuestra Arquidicesis, en l obispos, presbteros, religios@s, diconos y laic@s se reunieron para reflexionar sobre el caminar pastoral de nuestra iglesia particular. El propsito de la reunin fue encontrar caminos para un nuevo proyecto evangelizador en la Ciudad de Mxico. El gran tema de reflexin del Snodo fue:

Los grandes Desafos de la ciudad de Mxico a la Nueva Evangelizacin de la Iglesia Particular que est en Ella (DG 4).IGLESIA EN ESTADO DE MISIN

He aqu uno de los ejes ms importantes del proyecto pastoral.

2. Un proyecto misionero para una iglesia misioneraLa Iglesia se sabe enviada por Jess a hacer discpulos a todos los pueblos (cf. Mt 28, 19). Como Jess, el Misionero por excelencia, ella quiere anunciar la Buena Nueva del Reino en todas partes (cf. Mc 1, 15).Porque la Iglesia es esencialmente misionera, y vive para evangelizar, nuestra Arquidicesis se declara como una iglesia en estado de misin permanente* (cf. DG 35). De esta manera, uno de sus cometidos en cuanto a la formacin es contribuir al desarrollo de la conciencia misionera de todos sus miembros, especialmente de aquellos cristianos laicos, dispuestos a comprometerse en la misma misin de Jess, anunciar el Reino.

3. La Nueva Evangelizacin, un proyecto misionero que busca hablar a la cultura actualHablar de Nueva Evangelizacin es llevar a cabo la tarea esencial de la Iglesia, pero con una caracterstica especial, evangelizar la cultura. La accin no es novedosa, ya San Pablo tuvo la habilidad de saber predicar a los hombres de su tiempo (cf. ECUCIM 43).

El Papa Juan Pablo II plante la necesidad de emprender una Nueva Evangelizacin: nueva en su ardor, en sus mtodos y en su expresin (cf. DSD 28). La Iglesia arquidiocesana, adopta la Nueva Evangelizacin, como otro de los ejes clave de su proyecto pastoral (cf. DG 5).En trminos de la formacin implica acompaar a los agentes de pastoral para renovar sus mtodos y saber encarnar el mensaje del Evangelio en su cultura propia y en las culturas presentes en la ciudad de Mxico.4. Un proyecto misionero que busca llegar a la cultura de la ciudad

La pluralidad de culturas de la ciudad de Mxico es el ambiente en el que se ha de desarrollar el proyecto pastoral (cf. DG 25). Esto requiere tomar en cuenta los valores, expresiones, cosmovisin de las personas de la ciudad. Surge as otra lnea clave del Snodo: la inculturacin del Evangelio en la pluralidad de culturas de la ciudad de Mxico (cf. DG 5, 6).

En el plan pastoral, lo anterior implica encauzar a la persona para dialogar con la cultura de la ciudad, reconocer sus valores y dejarse enriquecer por ellos, llevar el Evangelio como fermento a la cultura (cf. ECUCIM 166-167). Lo anterior supone conocimiento y comprensin de la cultura y de los factores que la influyen. 5. Los destinatarios del proyecto misioneroJess anunci el Reino de Dios a todos los hombres sin distincin, privilegiando en su mensaje a los pobres y alejados. Es por eso que el proyecto misionero de la Arquidicesis busca llegar de manera especial a esos grupos. En la actualidad, la familia y los jvenes manifiestan, un preocupante derrumbe de valores humano-cristianos y reclaman con urgencia una Nueva Evangelizacin (cf. DG 63-66).La formacin de los agentes tiene la tarea de prepararlos para que atiendan a los destinatarios prioritarios.

6. Caractersticas del proyecto

La naturaleza del proyecto misionero requiere que la pastoral se distinga por ser: Encarnada. Capaz de insertarse en la vida, a ejemplo de Jess que se encarn entre nosotros (cf. DG 42). Testimonial. Que las acciones, personales y comunitarias, estn acompaadas de la prctica de los valores evanglicos. Social. Que la pastoral social est presente como caracterstica y compromiso de todos (cf. DG 58).

Dialogante. Como herramienta para poder inculturar el Evangelio. Este habr de darse con diversos interlocutores (DG 52-60): la cultura, otros hombres de buena voluntad y, otras confesiones cristianas (ecumenismo).

La formacin buscar que quienes se formen desarrollen estas caractersticas como actitud, compromiso y habilidad.7. Los agentes

El proyecto misionero requiere que los agentes de pastoral desarrollen ciertas cualidades, las cuales habrn de ser tomadas en cuenta en la formacin (cf. DG 293 ss.):

Identidad: poseer una clara conciencia de su identidad, vocacin y misin evangelizadora; trabajar en comunin con los dems miembros de la Iglesia de forma corresponsable y fraterna.

Actitudes: sensibilidad apostlica, apertura al cambio, actitudes positivas frente a s mismos y a los dems, disponibilidad para una formacin permanente.

Espiritualidad: experimentar el encuentro con Jesucristo, ser testigos del Reino de Dios, llevar una vida espiritual slida y en constante proceso de conversin.

8. El papel de los laicos en el proyecto misionero

Los laicos juegan un papel fundamental en el proyecto misionero ya que, junto con los presbteros y religios@s, son corresponsables de llevar adelante este plan pastoral. Por su condicin, de vivir inmersos en la familia, el trabajo, comunicaciones, educacin, su contribucin es invaluable. Los fieles laicos son, a la vez, agentes de la evangelizacin de la cultura y destinatarios de la misma.

La formacin de laicos es una tarea prioritaria dirigida a: acompaarlos a descubrir la grandeza de su vocacin y misin y, promoverlos para que se transformen en apstoles capaces de actuar en la sociedad (cf. ECUCIM 2469 ss.).

9. Los medios

Son los recursos, actividades o ambientes, con los que contamos para llevar a cabo el proyecto misionero. En el Snodo, la palabra Medios pide tomar en cuenta el proceso gradual de crecimiento de la fe, que va, desde su despertar, hasta el compromiso misionero evangelizador. Entre los medios ms importantes se tienen: (cf. ECUCIM 2745 ss.). El testimonio. La religiosidad popular.

El anuncio explcito de la fe en Jesucristo.

Una catequesis graduada, renovada y adaptada a los destinatarios.

La oracin, personal y comunitaria. La liturgia, con una renovacin de la prctica de los sacramentos. La promocin del laicado. La educacin.

El conocimiento de la Doctrina social de la Iglesia. El uso de los medios masivos de comunicacin social.10. La formacin para el proyecto misionero

El proyecto misionero requiere contar con agentes bien formados (cf. DG 293 ss.), por lo que, la formacin es prioritaria en este plan pastoral. Sin agentes debidamente formados, el proyecto no adelantar.

La formacin tendr que desarrollar los siguientes rasgos: Ser una formacin cristiana. Con sentido social. Apostlica y misionera.

Eclesial, es decir, que desarrolle el sentido comunitario, llevando a superar el aislamiento y anonimato e individualismo de muchos cristianos.

Adecuada, permanente e integral.ACTIVIDADES

INDIVIDUALES

Leer en ECUCIM los nmeros 2469-2506 correspondientes a los agentes laicos.GRUPALES

Por parejas elegir una parte del Documento Decreto general y exponerla en el grupo, utilizando alguno de los siguientes recursos didcticos:

Cartel

Esquema

Dilogo Representacin

EVALUACIN

En la formacin en la que participas como facilitador, tienes presentes las caractersticas del proyecto pastoral, cmo las aplicas? Qu medios puedes integrar en tus acciones como formador de agentes laicos?

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO Evangelizacin de las Culturas de la Ciudad de Mxico (ECUCIM). II Snodo arquidiocesano de la Ciudad de Mxico. 1995, nn. 2469 2506 en http://www.vicariadepastoral.org.mx/doc_ecucim/default.htm.

Tema 4. La formacin, un itinerario a recorrerSer discpulo y misionero requiere de un proceso gradual de maduracin en la fe.ENLACE

En el tema anterior vimos que la formacin constituye parte integral del proyecto misionero: la Evangelizacin de las culturas en la ciudad de Mxico.

La formacin es un proceso gradual, que posee varias etapas. En este tema de estudio, clarificaremos cada una de ellas.

OBJETIVO

Identificar cada una de las etapas que integran el itinerario de formacin, clarificando sus momentos y contenidos.

Descubrir en el propio itinerario de formacin las necesidades que hemos de cubrir para crecer como discpulos y misioneros, formadores de otros discpulos.

Desarrollo del tema

LA PALABRA

As pues, ya que han aceptado a Cristo Jess, el Seor, vivan como cristianos, enraizados y edificados sobre l, firmes en la fe, como se les ha enseado, y permanentemente den gracias.Colosenses 2, 6

Oren tambin por nosotros, a fin de que el Seor nos facilite la tarea de anunciar el plan salvfico de Dios en Cristo, por el cual yo estoy encadenado, y pueda darlo a conocer con las palabras oportunas.

Colosenses 4, 3-4

OTROS TEXTOS: Ef 6, 18-201. La formacin en la Arquidcesis

El plan pastoral de la Arqudicesis imprime caractersticas peculiares al proceso de formacin. Para esta iglesia particular la formacin propone:

El necesario desarrollo cristiano de los laicos en su dimensin personal y comunitaria, con las actitudes evanglicas, las aptitudes y las habilidades prcticas que los capaciten para ser portadores de la Buena Nueva del Reino, no solo en los lugares donde habitan, sino tambin en los sectores o ambientes humanos que brotan del trabajo, de la vida cultural, del esparcimiento, de la vida social, de las situaciones econmicas y polticas... (OPFA 9).2. La formacin responde a un proceso gradual Jess fue llevando a sus discpulos, poco a poco, del encuentro a la misin. Se trat de un proceso gradual, que, como vimos, conlleva diferentes momentos.

Cada persona es invitada a vivir con intensidad estos momentos, por lo que el proceso se convierte en un itinerario a recorrer.

Atendiendo a la manera de como se llega a ser cristiano y al proceso gradual de la fe, la Arquidicesis ha delineado la formacin a travs de las siguientes etapas (cf. OPFV 50): inicial, bsica, especfica y permanente.3. La formacin inicialDesde los tiempos apostlicos, el llegar a ser discpulo se realiza mediante un itinerario de iniciacin cristiana que comporta varias etapas esenciales: el anuncio de la Palabra, la acogida del Evangelio que lleva a la conversin, la profesin de fe, el Bautismo, la efusin del Espritu Santo y el acceso a la comunin eucarstica (OPPE 29).

La formacin inicial tiene muchos y variados momentos, como:

La Pre-evangelizacin, se refiere a la preparacin de la persona para recibir la Buena Noticia, incluye la religiosidad popular, la amistad con algn cristiano, los valores culturales, la familia El primer anuncio o kerigma. Es la proclamacin de que el Reino de Dios se ha hecho presente en Jess (cf. PPCP 48). Dirigida a los no creyentes y a los que viven la indiferencia religiosa; es un llamado a la conversin (cf. PP 41). La Catequesis kerigmtica o pre-catequesis, est inspirada en el catecumenado, es una propuesta de la Buena Nueva en orden a una opcin slida de fe (cf. PP 42).

La Catequesis de adultos. Distinta del primer anuncio, promueve y hace madurar la conversin inicial educando en la fe, e incorporando a la comunidad cristiana (cf. PP 41).

La catequesis pre-sacramental, es el proceso que preparara a las personas para la recepcin de los sacramentos, especialmente: bautismo, confirmacin y eucarista. La reiniciacin cristiana. Es el camino que recorre el que ya ha sido bautizado, para dirigirse a la reconversin y llegar a un verdadero proceso de crecimiento y maduracin cristiana (HP 29, PPCP 49). 4. La formacin bsica

Es una formacin sistemtica de la fe, a partir de la primera respuesta que el discpulo ha dado a Jess, y que le da continuidad, para llevarlo hacia el compromiso apostlico. La meta es motivarlo a crecer en conversin, comunin y afianzar su compromiso apostlico.

Para llegar a esta etapa, es preciso haber pasado por alguno(s) de los momentos de la formacin inicial. Slo as tendr cimientos y har posible que la formacin bsica d continuidad al primer encuentro con Jesucristo. 5. La formacin especfica o diferenciada

Prepara a los evangelizadores para una misin en los distintos ambientes culturales. Toma en cuenta las necesidades peculiares de cada decanato o vicara y, en funcin de ellas, capacita a los laicos para el servicio que se requiera (cf. HP 22).Esta formacin puede estar encaminada a formar catequistas, misioneros, equipos de animacin litrgica, animadores juveniles, familiares, del servicio de caridad, ministros extraordinarios de la eucarista, visitadores de enfermos, accin social poltica..., que influya en diferentes campos del desarrollo social. 6. La formacin permanenteEl discpulo y misionero que ha recorrido las etapas anteriores, contina buscando formarse, consciente de que la formacin es un proceso que dura toda la vida:

Cuanto ms nos formamos, ms sentimos la exigencia de proseguir y profundizar tal formacin; como tambin cuanto ms somos formados, ms nos hacemos capaces de formar a los dems (CFL 63).

El campo para la formacin permanente es amplio, es un llamado a seguir creciendo en los aspectos que ha sealado el Documento de Aparecida: humano, comunitario, intelectual, pastoral, espiritual, doctrinal, socialy, seguir reforzando las reas que nos permitirn realizar de la mejor manera posible el plan pastoral de la Arquidicesis.7. Los lugares y responsables de formacin Cada uno de los momentos del itinerario formativo posee sus lugares y responsables propios (OPFV 53-55):

A la formacin inicial se accede a travs de la familia, la parroquia, la escuela, un movimiento, u otros espacios comunitarios pequeos. La parroquia es el espacio ms importante que suscita esta formacin. La formacin bsica y especfica se alcanza a travs de instancias diocesanas intermedias, el decanato y las comisiones diocesanas.

A la formacin permanente se ingresa de acuerdo a las necesidades de cada persona o comunidad. Existen diversas instancias, entre otras, se cuenta con Institutos superiores de formacin teolgica-pastoral.8. La relacin entre las diferentes etapas

Podemos observar que cada etapa se encuentra interrelacionada con las dems. Se trata de:

Eslabones de una cadena, que aprendiendo a entrelazarlas consecutivamente, le dan consistencia a nuestra labor evangelizadora porque se convierten en un proceso que va madurando al bautizado como discpulo y misionero (OPFV 47).

9. Formar para la vida cristiana

Aunque cada una de las etapas anteriores posee caractersticas propias, todas ellas concurren a un solo propsito: formar para la vida cristiana. El Documento de Aparecida lo ha expresado as:

Misin principal de la formacin, es ayudar a los miembros de la Iglesia a encontrarse con Cristo, y, as, reconocer, acoger, interiorizar y desarrollar la experiencia y los valores que constituyen la propia identidad y misin cristiana en el mundo La formacin es permanente y dinmica, de acuerdo con el desarrollo de las personas y al servicio que estn llamadas a prestar, en medio de las exigencias de la historia (DA 279).

10. El itinerario evangelizador, un proceso a recorrer por todo agente misioneroLas etapas descritas, constituyen el programa de formacin y la esencia de nuestro apostolado (OPPE 51-54):

Quienes ya tuvimos la experiencia de proclamar el kerigma, hemos de hacer parte de nuestro propio proceso los contenidos de este kerigma, para que la conversin producida por dicho anuncio, cambie nuestro modo de vivir y actuar. Que nosotros evangelizadores vivamos las etapas de la reiniciacin cristiana, har que renovemos el compromiso que adquirimos a travs de los sacramentos del bautismo y confirmacin, y, recibamos la Eucarista, como alimento y centro inspirador de lo que realizamos. Tambin estamos llamados a profundizar en la fe, a travs del contacto progresivo con la Palabra escrita, la celebracin comunitaria de los sacramentos y acciones concretas de pastoral misionera. ACTIVIDADESINDIVIDUALES:Analiza tu propio itinerario de formacin

En qu etapa te encuentras?

Has vivido las etapas completas?

En qu aspectos te hace falta formarte?

Qu tipo de formacin permanente llevas?GRUPALESCompartan en el grupo:

Cmo han vivido cada etapa?

Qu aprendizajes, actitudes y acciones lograron en cada una de ellas?

Qu imagen les dejaron aquellas personas que los formaron?

Qu limitaciones o carencias han encontrado en su propio proceso de formacin?

Cmo facilitar a las personas el acceso a todas las etapas?

EVALUACIN

Qu etapa de mi propio camino de formacin he decidido fortalecer?

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO:

N. Cardenal Rivera Carrera, La Misin permanente en nuestra Iglesia local 2000, Arquidicesis de Mxico 2000, nn. 43-82. N. Cardenal Rivera Carrera, El proceso Evangelizador como seguimiento de Jess, Orientaciones Pastorales 2006, Arquidicesis de Mxico, nn. 50-54.

Tema 5. La formacin bsica: crecer en conversin, comunin y actitud de servicioEl discpulo misionero consolida su compromiso apostlico de modo ordenado,

sistemtico y catequtico durante la formacin bsica.

ENLACE

En el tema anterior vimos que la formacin es un itinerario con varias etapas, de las cuales la formacin bsica es el segundo momento.

Dado que esta serie de formacin est enfocada a la etapa bsica nos detendremos a revisar las caractersticas de este plan de formacin.OBJETIVO

Identificar los objetivos, las caractersticas y los planes de la formacin bsica.

Reconocer en la formacin bsica el itinerario que recorre todo discpulo y misionero que desea crecer en espritu de conversin, comunin y actitud de servicio.

Desarrollo del temaLA PALABRA

En lo que a m toca, hermanos, cuando vine a su ciudad para anunciarles el misterio de Dios, no lo hice a base de elocuencia o sabidura. Mi palabra y mi predicacin no consistieron en sabios y persuasivos discursos; fue ms bien una demostracin del poder del Espritu, para que fundamenten su fe, no en la sabidura humana, sino en el poder de Dios.1 Corintios 2, 1. 4-5

OTROS TEXTOS: 2 Cor 10, 15-16; 1 Cor 4, 1-21. Los objetivos de la formacin bsica

La formacin bsica es un proceso que posee objetivos muy concretos. Busca lograr que los discpulos de Jess (cf. OPFM 72):

Afiancen su conversin y seguimiento de Cristo.

Profundicen en su fe de modo ordenado, sistemtico y catequtico.

Crezcan como miembros de una comunidad eclesial.

Fortalezcan su relacin con Dios a travs de la vida de oracin.

Consoliden su compromiso apostlico.

2. Conversin, comunin y apostolado, los tres ejes de la formacin bsica

Partiendo de los objetivos que busca lograr la formacin bsica, resaltan tres actitudes a desarrollar: la conversin, la comunin y el apostolado. Ellas son la columna vertebral que sostiene toda la estructura de la formacin. De esta manera, la formacin bsica se ha dividido en tres grandes ciclos:a) Formar para la conversin. Es acompaar y fortalecer el proceso personal de conversin que tiene su origen en el encuentro con Jesucristo vivo, por ello esta formacin seguir siendo experiencial (cf. OPFM 56).

b) Formar para la comunin. Es conducir al discpulo a vivir una experiencia de comunin desde una comunidad de fe, donde tome races su pertenencia a la Iglesia (cf. OPFM 57).

c) Formar para el apostolado. Es acompaar a la persona a desarrollar su potencial misionero que la lleve al encuentro del Seor presente en la ciudad, dispuesta a poner sus dones al servicio de los dems (cf. OPFM 58-59).

Estos ejes atraviesan todo el proceso de formacin bsica. El programa est diseado para trabajar por partes cada etapa, pero los tres ejes estn presentes con mayor o menor intensidad, durante todo el proceso.

3. Los contenidos y criterios de la formacin

Los contenidos de la formacin se despliegan a travs de 20 Mdulos, que para el estudio y reflexin se apoyan en los Manuales de la Formacin bsica.

Los temas de estudio estn organizados en tres ciclos, correspondientes al desarrollo de las actitudes de conversin, comunin y apostolado. Los contenidos necesarios para la formacin se desarrollan bajo los siguientes criterios (cf. OPFA 37-40):

Teolgicos. Fidelidad a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia; a las orientaciones del Episcopado latinoamericano y al proyecto misionero.

Pastorales. Parten del conocimiento de la realidad para conducir a una efectiva evangelizacin de las culturas de la ciudad; capacitan en la metodologa pastoral del ver, juzgar y actuar; conducen a fomentar el servicio pastoral, desarrollan la espiritualidad y suscitan las habilidades y actitudes pastorales necesarias para que los agentes en formacin puedan ser participantes activos y comprometidos con la Iglesia y la sociedad.

Pedaggicos. Se abordan de manera gradual, de acuerdo a las etapas de formacin, con especial atencin al trabajo colaborativo y van formando al discpulo misionero para ser un buen acompaante de otros.4. Primer ciclo: Conocer y seguir a JesucristoEl primer ciclo parte de un acercamiento a la Biblia como fuente privilegiada que nos lleva a la amistad con Dios, a la oracin y al apostolado. Pasa a un acercamiento a Jesucristo, que muestra el rostro del Padre e introduce en la realidad de su Reino, invitndonos a pertenecer y a colaborar en la misin de extenderlo. En este proceso nos acercamos a la persona de Mara, la servidora del Seor por excelencia que nos lleva a Jess; terminamos con dos pilares fuertes que sostienen la vida cristiana: la oracin y los sacramentos de iniciacin. El ciclo enfatiza el proceso de conversin. 5. Segundo ciclo: Iglesia, comunidad de bautizados

El segundo ciclo busca fortalecer la experiencia de comunin. Para ello, partimos del modelo de las primeras comunidades apostlicas, pasando a una reflexin sobre el caminar histrico de la Iglesia, en la que descubrimos a la vez, la presencia humana y del Espritu Santo. Continuamos acercndonos al modelo de Iglesia que queremos formar: una iglesia misterio de comunin y misin. Reflexionamos en los distintos modos como la Iglesia sirve al Reino, en la vivencia de las bienaventuranzas como programa de vida comunitaria y de accin. El ciclo culmina con otros de los pilares de la vida cristiana: los sacramentos de la salud y del compromiso de vida.

6. Tercer ciclo: Ser persona humana en Cristo

El ltimo ciclo de la formacin bsica busca afianzar la dimensin de servicio y apostolado. Partimos de una profundizacin de la vocacin y espiritualidad laical, que llevar a tomar conciencia del papel esencial del laico en la Iglesia y el mundo de hoy. Contina con un acercamiento a la persona humana, a la luz de Dios, que llevar a valorar la grandeza de la dignidad humana. Se aproxima a la evangelizacin de la cultura urbana, la cual permitir adentrarnos en el fenmeno urbano y prepararnos para renovar nuestros mtodos, modos y formas de hablar con la gente de la ciudad; asimismo, nos adentramos en la pastoral social y familiar, como dos de las prioridades latentes en el proyecto pastoral de la Arquidicesis. Por ltimo, culminamos con la liturgia, como la fuente y cumbre de la experiencia de Dios y de la exigencia misionera. 7. Los laicos: destinatarios de la formacin bsicaQuines son los sujetos de esta formacin? La formacin bsica est destinada a todos los fieles laicos cristianos, que han tenido un encuentro con Jesucristo y se sienten llamados a crecer en su fe y a comprometerse en el proyecto del Reino en la Iglesia y en la sociedad.

A las personas que han descubierto la grandeza de su vocacin y misin y quieren ser autnticos discpulos misioneros.

8. Los Agentes

Quines pueden coordinar esta formacin? Llamamos agentes, facilitadores o formadores, a todos aquellos que han de acompaar a otros en su proceso de formacin bsica: Laic@s comprometidos, que, habiendo pasado por las diferentes etapas de formacin, han elegido este apostolado como camino de servicio a la Iglesia.

Religio@s y sacerdotes, que siendo conocedores de las etapas del proceso y las necesidades pastorales de la Arquidcesis, deciden colaborar, desde su propio carisma y/o ministerio a esta formacin.

9. Una formacin flexibleEsta propuesta de formacin quiere ser flexible para que llegue con facilidad a todos los interesados. La manera en que habr de realizarse es adaptable a las circunstancias, tiempos e intereses de cada persona y/o comunidad. Por su flexibilidad atiende a las siguientes modalidades de formacin:

En los Centros de Formacin de Agentes Laicos (CEFALAEs), distribuidos en las diferentes vicaras de la Arquidcesis y en donde se imparte la formacin por medio de facilitadores.

En comunidades parroquiales o grupos apostlicos, que se organizan para profundizar en cada uno de los contenidos, acompaados, ya sea por un sacerdote, religios@ o laic@.

De forma autodidacta, manteniendo el espritu de Iglesia.10. Un plan para ser adaptado a los procesos personales y comunitariosAunque el plan de formacin bsica es un itinerario a recorrer propuesto para todos, que pretende unificar criterios, ste tendr que ser adaptado a las circunstancias, contexto y necesidades de cada comunidad que busca formarse. De esta manera, los contenidos y actividades podrn ser trabajados con cierta flexibilidad, adecundose a sus destinatarios, as la formacin podr ser encarnada.La meta es la misma, el recorrido podr ser particular y flexible. Probablemente el punto de partida no sea el mismo para todos, pero s el de llegada: formar para crecer en la conversin, comunin y el servicio, para poder hablar a la cultura de nuestro tiempo.

ACTIVIDADESINDIVIDUALES

Realiza una encuesta entre la gente a la que acompaas en la formacin y pregunta:

Qu lograste al participar en esta formacin?

Has cambiado en algo?

Has crecido en tus relaciones comunitarias?

Te ha llevado al compromiso?

Compara sus respuestas con los objetivos que busca la formacin bsica y reflexiona si se han logrado.GRUPALES

Comentar las respuestas de la encuesta.

EVALUACIN

Cmo va mi propio proceso: conversin, comunin y apostolado?

Hay crecimiento o estancamiento?

Qu he de reforzar?

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO

N. Cardenal Rivera Carrera, Formarnos para continuar la Misin en la ciudad, Orientaciones Pastorales 2009, Arquidicesis de Mxico, nn. 71-75.

Tema 6. La Palabra de Dios y el Magisterio, fuentes de la formacin

La Sagrada Escritura es, con la Tradicin, fuente de vida para la Iglesia y alma de su accin evangelizadora (DA 247).

ENLACE

En el tema anterior vimos cules son los objetivos, contenidos y planes de la formacin bsica.

Revisamos que la formacin se rige por unos criterios teolgicos, pastorales y pedaggicos.

Ahora veremos, que de entre los criterios doctrinales la Palabra y el Magisterio poseen un lugar preeminente, ellas son las fuentes principales de la formacin.OBJETIVO

Reconocer el lugar privilegiado de la Palabra de Dios en el proceso de formacin.

Descubrir que el formador es alguien que ha de nutrirse cotidianamente de la Palabra y saber proponerla, interpretarla y actualizarla para los dems.

Valorar la importancia del Magisterio de la Iglesia en la formacin.

Desarrollo del tema

TEXTOS:

Es condicin indispensable el conocimiento profundo y vivencial de la Palabra de Dios. Por esto, hay que educar al pueblo en la lectura y la meditacin de la Palabra: que ella se convierta en su alimento para que, por propia experiencia, vea que las palabras de Jess son espritu y vida (cf. Jn 6, 63). De lo contrario, cmo van a anunciar un mensaje cuyo contenido y espritu no conocen a fondo? Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios.

Documento de Aparecida 247

OTROS TEXTOS: Heb 4, 12; Mt 13, 19-23; 2 Tim 3, 16-17; Lc 11, 281. La Palabra de Dios en la formacin

La Palabra de Dios es la fuente por excelencia para el encuentro con Jess.

La Sagrada Escritura es, con la Tradicin, fuente de vida para la Iglesia y alma de su accin evangelizadora. Desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo y renunciar a anunciarlo (DA 247).

Por ello, la Palabra es una de las fuentes privilegiadas para la formacin de agentes de pastoral de la cual hemos de extraer el agua viva que quita la sed (cf. Jn 4, 14).

La formacin ha de buscar proponer la Palabra de Dios como don del Padre, para el encuentro con Jesucristo (cf. DA 247).

La Palabra ilumina todos los contenidos, dejando que Jess, Palabra hecha carne (cf. Jn 1, 14), sea el Maestro que gue el proceso de formacin.

2. Formar a otros para ser atentos oyentes de la PalabraLa formacin ha de encauzar a que los discpulos y misioneros sean oyentes fieles de la Palabra, para que hagan de ella su propia fuente:

Ser deber de los pastores ayudar a los fieles a tener esta visin armnica de la Palabra capacitndolos para ser atentos oyentes de la Palabra, donde sea que resuene, y estimulndolos a gustar tambin las palabras ms simples de la Biblia (IL 10).3. La Palabra, alimento del discpulo misioneroLa formacin llevar a los discpulos misioneros a anhelar nutrirse con el pan de la Palabra, prepararse para saber interpretar adecuadamente los textos, para inculturarlos y actualizarlos, emplearlos como mediacin de dilogo con Jesucristo y que sean alma de la propia evangelizacin y del anuncio de Jess a todos.

El acercamiento a la Sagrada Escritura no ser solo intelectual e instrumental, sino con un corazn hambriento de or la Palabra del Seor (Am 8,11) (cf. DA 248).

4. La Lectio Divina, forma privilegiada de acercarse a la Escritura

La formacin habr de conducir a los discpulos misioneros a hacer de la lectio divina su estilo de vida y de oracin, su alimento cotidiano.

Esta lectura orante, bien practicada, conduce al encuentro con Jess-Maestro, al conocimiento del misterio de Jess-Mesas, a la comunin con Jess-Hijo de Dios, y al testimonio de Jess-Seor del universo. Con sus cuatro momentos (lectura, meditacin, oracin, contemplacin), la lectura orante favorece el encuentro personal con Jesucristo, al modo de tantos personajes del Evangelio (DA 249).

5. El Magisterio de la Iglesia en la formacin

El Magisterio es el medio por el que la Iglesia, bajo la autoridad de los obispos, sucesores de los Apstoles, ensea la fe bajo la autoridad del Sumo Pontfice, sucesor de Pedro, Vicario de Cristo y cabeza visible de la Iglesia catlica. El Magisterio incluye la enseanza de la doctrina, la moral y las costumbres.El Magisterio no est por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para ensear solamente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este nico depsito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser credo (DV 10).El Magisterio constituye otra de las fuentes principales para la formacin. Entre los documentos del Magisterio ms utilizados en esta formacin sobresalen:

Del Magisterio universal, los del Concilio Vaticano II, el Catecismo de la Iglesia Catlica, las Exhortaciones apostlicas Evangelii Nuntiandi, Christifideles laici y la Encclica Redemptoris missio. Del Magisterio latinoamericano, las Conferencias latinoamericanas (Puebla, Santo Domingo y Aparecida).

De la Iglesia local, los documentos de la Arquidicesis de Mxico. 6. Documentos del Concilio Vaticano II

En la formacin se hace una referencia constante a los Documentos del Concilio especialmente a las Constituciones:

Dei Verbum, sobre la divina revelacin. Este documento describe qu es la revelacin divina, cules son los medios por los cuales Dios la ha transmitido, cmo la Revelacin est contenida en la Sagrada Escritura, en la Tradicin de la Iglesia y el servicio que presta el Magisterio a sta. Lumen gentium sobre la Iglesia, de sta ya se ha hablado ampliamente en el Manual 9, la Iglesia misterio de comunin y misin. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo. Consta de dos grandes partes. La primera habla sobre la Iglesia y la vocacin del hombre, pasando por la dignidad de la persona, la comunidad humana, el valor de la actividad humana en el mundo y la misin de la Iglesia en el mundo contemporneo. En la segunda parte se detiene a reflexionar en algunos problemas ms urgentes como son la dignidad del matrimonio y la familia, el fomento del progreso cultural, la vida econmica social, la poltica y la paz. Sacrosanctum concilium, sobre la sagrada liturgia. Describe los principios generales para el fomento de la liturgia, habla de la Eucarista y de los otros sacramentos, toca el tema de los sacramentales, el oficio divino, el ao litrgico, la msica sagrada, el arte y los objetos sagrados.7. Catecismo de la Iglesia Catlica

El Catecismo de la Iglesia Catlica (1992) es una referencia imprescindible en toda formacin puesto que contiene el compendio de toda la doctrina catlica en cuestiones de fe y moral. Presenta fiel y sistemticamente la enseanza de la Escritura, de la Tradicin viva en la Iglesia y del Magisterio autntico, as como la herencia espiritual de los Padres de la Iglesia, de los santos y santas; su exposicin est adaptada a la vida actual de los cristianos. Se considera como un instrumento especialsimo al servicio de la comunin eclesial y una norma segura para la enseanza de la fe.8. Conferencias Latinoamericanas, Puebla y Santo Domingo, Aparecida

Las Documentos de Puebla (1979), Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007) contienen directrices importantes para nuestro Continente. En ellas se ha puesto de relevancia la necesidad y los retos que presenta la Evangelizacin a los pueblos de Amrica Latina. Los documentos de Puebla y Aparecida fueron redactados bajo la metodologa del ver, juzgar y actuar (cf. DA 19); ellos nos remiten a constatar los hechos positivos y negativos que aquejan a las culturas latinoamericanas, a reflexionar los hechos, a la luz de la Palabra y del Magisterio, y a abrir lneas pastorales que asuman los retos de la Iglesia en este Continente.9. Exhortaciones Evangelii nuntiandi y Christifideles laiciEvangelii nuntiandi, exhortacin de Pablo VI (1975), trata sobre la Evangelizacin del mundo contemporneo. Para quienes formamos discpulos y misioneros este documento constituye una referencia esencial. El documento habla sobre los aspectos que giran en torno a la Evangelizacin, su origen, su naturaleza, contenidos, medios, destinatarios, agentes y espiritualidad.

Christifideles laici, exhortacin de Juan Pablo II (1988), se refiere a la vocacin y misin de los laicos en la Iglesia y en el mundo. Es el primer documento en el que el Papa escribe ampliamente acerca de los laicos, por lo que es imprescindible conocerlo. Presenta la dignidad de los fieles laicos en la Iglesia-Misterio, la participacin en la vida de la Iglesia comunin y la corresponsabilidad de los laicos en la Iglesia-Misin. Los ltimos captulos estn dedicados a las diferentes formas de vivir la vocacin laical y a la importante tarea de su formacin.10. Redemptoris missioLa Redemptoris missio es una carta Encclica de Juan Pablo II (1990) sobre la permanente validez del mandato misionero. Presenta los fundamentos del envo misionero que parten de Jesucristo, como el nico salvador, la predicacin del Reino y el envo del Espritu Santo, protagonista de la misin. Despus describe los horizontes de la misin ad gentes, los caminos de la misin, los responsables y agentes de la pastoral misionera, la cooperacin en la actividad misionera y culmina con la espiritualidad misionera. 11. Documentos de la Arquidicesis

La Arquidicesis cuenta tambin con diversos documentos que dan lineamientos importantes a seguir en nuestra iglesia local. Entre ellos podemos destacar el Documento conclusivo del Snodo de 1992, que se encuentra en el ECUCIM y las Orientaciones Pastorales que se emiten cada ao desde 1996.Algunas cartas pastorales como Animo no tengan miedo! Nuestra misin es Evangelizar (2002), la Instruccin Pastoral sobre la Oracin Cristiana (1999) y el Directorio Pastoral de los Sacramentos de Iniciacin (2003). 12. Crecimiento doctrinal de los formadoresLa comprensin cada vez ms profunda de la Palabra de Dios y el conocimiento de algunos de los documentos del Magisterio que ms se abordan durante la formacin constituyen un itinerario para el crecimiento doctrinal del formador.ACTIVIDADES

INDIVIDUALES

GRUPALES

Elegir en el grupo un documento del Magisterio de los mencionados en el tema que sea de especial inters al grupo.

Dividir sus captulos entre todos los miembros.

Preparar cada quien su parte y exponerla en la siguiente sesin.

EVALUACIN Qu te aport el Documento que leyeron en grupo?

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO

Catecismo de la Iglesia Catlica

N. Cardenal Rivera Carrera, Acerca de la Formacin de Agentes Laicos para Acciones Especficas Orientaciones Pastorales 1996, Arquidicesis de Mxico.

N. Cardenal Rivera Carrera, Instruccin pastoral sobre la oracin cristiana, 1999, Arquidicesis de Mxico.

N. Cardenal Rivera Carrera, Animo no tengan miedo! Nuestra misin es Evangelizar, Arquidicesis de Mxico, 2002.

N. Cardenal Rivera Carrera, Directorio Pastoral de los Sacramentos de Iniciacin, Arquidicesis de Mxico, 2003.

Dei Verbum. Constitucin dogmtica sobre Divina Revelacin. Documentos del Concilio Vaticano II.

Lumen Gentium. Constitucin Dogmtica sobre la Iglesia. Documentos del Concilio Vaticano II.

Documento de Puebla. III Conferencia general del episcopado latinoamericano. Puebla. Mxico 1979.

Documento de Santo Domingo. IV Conferencia general del episcopado latinoamericano. Santo domingo. Repblica Dominicana, 1992.

Documento de Aparecida. V Conferencia general del episcopado latinoamericano. Aparecida. Brasil 2007.

Evangelizacin de las Culturas de la Ciudad de Mxico (ECUCIM). II Snodo arquidiocesano de la Ciudad de de Mxico. 1995.

Christifideles Laici. Exhortacin apostlica de Juan Pablo II sobre la vocacin y misin de los laicos en la Iglesia y en el mundo, 1988.

Redemptoris Missio (La misin del redentor). Carta encclica de Juan Pablo II, 1990. Evangelii Nuntiandi. Exhortacin apostlica de Pablo VI acerca de la evangelizacin en el mundo contemporneo, 1975.

Tema 7. Los laicos, como destinatarios de la formacin

Formar laicos para llevarlos del encuentro con Jesucristo al compromiso evangelizador, a travs de un proceso que desarrolle el ser, saber y saber hacer.ENLACE

En el tema anterior vimos que la Palabra y el Magisterio son las fuentes principales de donde brotan los contenidos de la formacin. En temas previos, habamos mencionado que los destinatarios principales de la formacin bsica son los laicos.

Ahora revisaremos con mayor amplitud, qu implicaciones tiene el formar laicos hoy, y cul es el perfil del laico que buscamos formar. OBJETIVO

Clarificar qu aspectos ha de tomar en cuenta la formacin de los laicos.

Identificar a los laicos de nuestra iglesia particular.

Delinear los perfiles de ingreso y egreso de la formacin bsica.

Desarrollo del tema

LA PALABRA

Ahora bien, ustedes forman el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de ese cuerpo. Y Dios ha asignado a cada uno un lugar en la Iglesia: primero estn los apstoles, despus los que hablan de parte de Dios, a continuacin los encargados de ensear, luego viene el poder de hacer milagros, el don de curar enfermedades, de asistir a los necesitados, de dirigir la comunidad, de hablar un lenguaje misterioso.1 Corintios 12, 27-28

OTROS TEXTOS: Rom 12, 4-8; Ef 4, 11-121. Los laicos

En el pasado se tena como nicos responsables de la accin evangelizadora a los sacerdotes (clericalismo); a partir del Vaticano II, se recupera el papel del laico como miembro del pueblo de Dios y se ve como miembro corresponsable. Es por eso que todo este esfuerzo formativo est dirigido a los laicos. El Concilio Vaticano II ha descrito a los laicos como:

Los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el Bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partcipes a su modo del oficio sacerdotal, proftico y real de Cristo, ejercen en la Iglesia y en el mundo la misin de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos les corresponde (LG 31).

Esta descripcin de los laicos sirve como punto de partida acerca de la identidad a formar, y afirma que Dios necesita de todos y de cada uno, para la construccin del Reino, sin que nadie pueda ocupar el hueco dejado vacante.2. La vocacin de los laicos en la Iglesia-comuninEl papel del laico est fuertemente unido a la visin de una Iglesia que se percibe a s misma como misterio de comunin. Por tanto, la comprensin de la vocacin y misin de los laicos no est aislada de esa perspectiva de Iglesia.

Iglesia comunin quiere decir diversidad y complementariedad de vocaciones, ministerios y carismas. De tal manera que cada laico se encuentra en relacin con los dems miembros de la Iglesia y est llamado a ofrecer su aportacin desde lo que es.

3. Lo especfico de los laicosEn temas anteriores mencionamos que uno de los cometidos de la formacin de los laicos consiste en ayudarlos a crecer en la conciencia de su vocacin y misin. Por ello, en la formacin es necesario tomar en cuenta lo especfico de la vocacin laical.

El Concilio Vaticano II, ha dicho que:

El carcter secular es propio y peculiar de los laicos A los laicos pertenece por propia vocacin buscar el reino de Dios tratando y ordenando, segn Dios, los asuntos temporales. Viven en el siglo, es decir, en todas y a cada una de las actividades y profesiones, as como en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social con las que su existencia est como entretejida. All estn llamados por Dios a cumplir su propio cometido (LG 31).4. Las consecuencias de la dimensin secular de los laicosSabemos que toda la Iglesia est inserta en el mundo y es enviada al mundo. El estar en medio de las realidades temporales es la caracterstica especial de los laicos. El hecho de que un laic@ sea una persona que trabaja, lleve vida familiar y social y est inserto en una comunidad eclesial concreta (parroquia), implica que la formacin habr de encaminarlo a vivir su cristianismo y a testimoniar su fe, en el corazn de su realidad. La formacin no busca sacarlo de su medio, sino ayudarlo a integrar fe-vida, a ser un apstol en el mundo. El testimonio y la actividad de los laicos han de colaborar a transformar los ambientes en los que se desenvuelven, como el de la cultura, la poltica, la economa De la importancia de sus acciones nace la necesidad de ser sujetos que reciban una formacin humana, doctrinal y pastoral con programas adecuados (cf. DA 210).

5. La formacin de los laicos

Christifideles laici ha mencionado que el objetivo fundamental de la formacin de los laicos consiste en:

El descubrimiento cada vez ms claro de la propia vocacin y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia misin (CFL 58).

Este objetivo est en sintona con lo que hemos venido diciendo acerca de la formacin. En otras palabras, la formacin habr de lograr que los laicos posean una clara conciencia de su identidad y su misin en el mundo y en la Iglesia, y estn dispuestos a hacerla realidad.

Esto es algo esencial en la configuracin de la Iglesia. De ah la prioridad de la formacin de laicos. En la medida en que los laicos alcancen la estatura que les corresponde, la Iglesia marchar ms como una comunidad en la que las vocaciones se complementan. La madurez de la iglesia, depende tambin de la madurez de su laicado.

6. Los laicos en nuestra iglesia particularEn nuestra iglesia particular, existen diferentes tipos de laicos, que podramos identificar de la siguiente manera: Bautizados no practicantes. Conforman la mayora de nuestro pueblo catlico. Bautizados, que asisten a sacramentos ocasionalmente con motivos festivos. Son creyentes que viven su experiencia de fe a travs de un contacto mnimo con otros cristianos. Algunos de ellos han descartado, en su manera de vivir y pensar, a la Iglesia y a sus orientaciones. Bautizados, practicantes que asisten con regularidad a la celebracin dominical, y espordicamente a otras iniciativas. Forman un grupo poco exigente, agradecido por los servicios que se les presta y confan en los responsables de la comunidad. Entre ellos hay gente que posee una adecuada conciencia moral, arraigada en la pertenencia a la Iglesia, pero formada en una tradicin religiosa individualista. Bautizados, practicantes comprometidos deseosos de comprometerse en algn servicio a la Iglesia o a la sociedad. Estn conscientes de su vocacin al seguimiento de Jess; celebran conscientemente los sacramentos; estn abiertos al Espritu y tratan de iluminar su vida con el Evangelio.7. El laico al que queremos formar, perfil de ingresoLos laicos a los que buscamos fortalecer o formar son todos aquellos bautizados, practicantes, comprometidos o deseosos de servir y de conocer su fe. Ellos sern como el fermento en la masa, los futuros agentes de pastoral que llevarn la Palabra a otros laicos a travs de una accin pastoral, cvica o social. Esto proporciona la pauta para describir los rasgos generales de un posible perfil de inicio a la formacin bsica: Ser. Una persona, que desde su estado, en la familia y la sociedad, se ha encontrado con Cristo y lo toma como modelo de lo que tiene que llegar a ser; est dispuesta a crecer en su seguimiento y a comprometerse.

Saber. Como mnimo el Kerigma (que en Jesucristo est la salvacin). Saber hacer. Haber desarrollado en lo elemental los talentos y habilidades con los que fue dotada.8. El laico al concluir la formacin bsica (perfil de egreso)Al concluir la formacin bsica los laicos estarn preparados para continuar con una formacin especfica que los llevar a convertirse en agentes de pastoral.

El proceso de formacin bsica ayudar a desarrollar e integrar los diferentes planos (ser, saber y saber hacer) y dimensiones de la persona (humana, comunitaria, espiritual, intelectual, pastoral y misionera), as como tambin su condicin laical, y el proyecto pastoral de nuestra iglesia particular.

9. En el plano del ser

Corresponde a la dimensin humana-comunitaria-espiritual:

Convertido a Cristo y nutrido de su espritu.

Convertido a la Iglesia en comunin y comunidad.

Una persona madura, equilibrada, convertid@ al mundo, comprometindose con su destino.

Dispuesto a servir en alguna pastoral, principalmente, de la familia, los alejados, los pobres o los jvenes. Con fuerte conciencia laical y misionera.

Con una espiritualidad slida, inserta en el mundo, conforme a su condicin laical.

10. En el plano del saberCorresponde a la dimensin intelectual: Conocedor de la realidad socioeconmica y poltica.

Capaz de identificar los valores y antivalores de la cultura actual y de la religiosidad popular. Comprender la realidad de alejados, pobres, familias y jvenes. Conocimiento bsico de: Jesucristo, Mara, la Iglesia, los Sacramentos, la vida de Oracin, la identidad laical, la persona humana, la Doctrina social cristiana; los principios bsicos de la pastoral social, familiar y urbana. 11. En el plano del saber hacerCorresponde a la dimensin pastoral-misionera: Irradiar con sencillez y alegra su Fe y su amor a Cristo en santidad de vida.

Saber hacer de la Biblia la fuente de su vida espiritual y apostlica. Orar y celebrar con intensidad los sacramentos.

Capaz de llevar el Reino de Dios a la familia, al trabajo y al campo de la poltica y de la empresa. Formar y construir comunidad.

Guiado por el Espritu Santo, capaz de trabajar en sanear las estructuras y ambientes de la sociedad.

Dialogar con otros.

Dar testimonio.

ACTIVIDADES

INDIVIDUALES

Pregunta a algunos laicos de tu entorno si han reflexionado acerca de su vocacin y misin.

Cmo entiendes tu propia vocacin laical? Descrbela.

Identifica tu propio perfil de laico dnde te encuentras?:

Ser. Quin soy?

Saber. Cules son mis conocimientos?

Saber hacer. Qu habilidades tengo?

Identifica los rasgos dbiles de tu propio perfil qu es necesario fortalecer?GRUPALES

Cmo podemos colaborar para que cada vez un mayor nmero de laicos tomen conciencia de su vocacin y misin?

Cmo podemos integrar la fe con la vida?

En nuestros centros de formacin hemos logrado que el laico alcance el perfil deseado? En donde tenemos qu poner ms nfasis?

EVALUACIN

Describe con tus propias palabras cmo es el laico que ingresa a la formacin bsica y cmo ha de salir despus de todo el proceso.

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO

G. Bilbao, Comunidades para Evangelizar, PPC, Madrid 2007, pp. 94-106.

Catequistas en formacin. Curso bsico, PPC, Madrid 2005, pp. 133-138.

Christifideles Laici. Exhortacin apostlica de Juan Pablo II sobre la vocacin y misin de los laicos en la Iglesia y en el mundo. 1988, nn. 9-17.

Evangelizacin de las culturas de la Ciudad de Mxico (ECUCIM), II Snodo Arquidiocesano de la Ciudad de Mxico. 1995, nn. 2035- 2083; 2469-2506.

Tema 8. La vocacin de formador

Dios llama a algunos discpulos misioneros

para acompaar a quienes inician su camino en el discipulado.

ENLACE

En el tema anterior vimos que el proceso de formacin bsica lleva a los laicos a afianzar su vocacin y misin, y les proporciona los elementos para colaborar en el proyecto misionero de la Arquidicesis.

El formador es la persona que habr de acompaar a los laicos en ese crecimiento, por lo que nos detendremos a profundizar en su vocacin. OBJETIVO

Descubrir que todo formador posee una vocacin, es llamado y enviado por Dios para colaborar en la tarea de acompaar a otros en su camino de discipulado. Reflexionar en las actitudes y cualidades cristianas y humanas que requiere desarrollar un formador.

Desarrollo del tema

LA PALABRA:

Pero cuando Dios, que me eligi desde el seno de mi madre y me llam por pura bondad, se complaci en revelarme a su Hijo y en hacerme su mensajero entre los paganos, inmediatamente () me dirig a Arabia y de nuevo regres a Damasco.Glatas 1, 15-17Ahora bien, cmo van a invocar a aqul en quien no creen? Y cmo van a creer en l, si no les ha sido anunciado? Y cmo va a ser anunciado si nadie es enviado? Por eso dice la Escritura: Qu hermosos son los pies de los que anuncian buenas noticias!Romanos 10, 14-15

OTROS TEXTOS: Jer 1, 4-10; 1 Cor 4, 1-2; 2 Cor 8, 16-22; Hch 8, 26-401. La llamada humana y divinaUn formador empieza a serlo por diversos motivos, una invitacin por parte de algn sacerdote u otros formadores, una motivacin o decisin personal.

Si vemos las cosas desde nuestra experiencia creyente, sabemos que Dios no es ajeno a nada de lo que ocurre en nuestra historia personal. Detrs de las diferentes circunstancias que nos llevan a aceptar un servicio como formadores u otro apostolado concreto, est una llamada. Dios nos llama para colaborar en esta hermosa misin: formar a otros.2. Llamados y enviados por DiosA lo largo de la historia de salvacin, Dios llam a varios hombres y mujeres a realizar algn servicio (Moiss, Jeremas, Isaas, Ams, Mara, Pedro, Pablo, Felipe). En el origen de la misin de cada uno de estos grandes personajes bblicos destaca la iniciativa divina. As, Pablo, al igual que Jeremas, (cf. Jer 1, 4-5) se sabe elegido desde el seno de su madre y llamado por pura bondad de Dios a predicar el Evangelio (cf. Gal 1, 15-17). Los Hechos de los apstoles muestran que es Dios, a travs de su ngel quien le dice a Felipe, Ponte en camino (cf. Hch 8, 26) para evangelizar al etope.Un formador se reconoce llamado y enviado por Dios para esta misin. Su eleccin como formador va ms all de un deseo personal, es una vocacin.3. Llamados con todos nuestros talentos y limitaciones

Cuando nos adentramos en la tarea de formar a otros, nos damos cuenta de que poseemos talentos, disposicin e inclinaciones para ste servicio, pero tambin reconocemos que somos limitados. Incluso algunos preferiramos no ser llamados puesto que sabemos que hay personas con ms cualidades que nosotros. Tal es el caso de Moiss, quien al saberse llamado por el Seor le insiste:

Te lo suplico, Seor, enva a cualquier otro (Ex 4, 13).

Hay cosas que nos sabemos o habilidades que no tenemos y es necesario desarrollar. Cuando Dios nos llama, l sabe quienes somos y qu nos hace falta. Su llamada es proporcionada porque con ella, nos da los medios para salir adelante en la tarea que nos ha confiado. As Moiss le dice al Seor:

Perdona, Seor, pero yo no tengo facilidad de palabra. No la tena antes, ni tampoco la tengo desde que t me hablas; soy lento para hablar y lo hago con dificultad. El Seor le respondi: Quin ha dado al hombre la boca?... As pues, vete; yo estar en tu boca y te ensear lo que debes decir (Ex 4, 10-11).4. Responder confiados en Dios

Frente a la invitacin que Dios nos hace, est la respuesta agradecida y confiada. Como Isaas hemos de responder:

Aqu estoy yo, envame (Is 6, 8).

No vale cerrarse a las propias limitaciones o incapacidades personales. Es posible superar los temores con la certeza de la presencia y asistencia de Dios. Como a Jeremas Dios nos dice:

No les tengas miedo, pues yo estoy contigo para librarte (Jr 1, 8).

Confiar en Dios no significa que dejemos de esforzarnos, sino hacer todo de nuestra parte, sabindonos auxiliados y fortalecidos por Dios.5. La misin del formador, una colaboracin al anuncio del Reino

Formar a otros es realizar la misin que Jess encomend a sus discpulos:

Vayan y hagan discpulos a todos los pueblos (cf. Mt 28, 19).

Es una actividad encaminada a colaborar en el anuncio del Reino de Dios, en la evangelizacin de la Iglesia. Se trata de una gran misin, un imperativo de la poca actual:

La vocacin y el compromiso de ser hoy discpulos y misioneros de Jesucristo en Amrica Latina y El Caribe, requieren una clara y decidida opcin por la formacin de nuestras comunidades, en bien de todos los bautizados, cualquiera sea la funcin que desarrollen en la Iglesia (DA 276).

6. El formador, un creyente convencido

La vocacin del formador se encuentra delineada por una serie de caractersticas comunes a otras vocaciones o servicios al interior de la Iglesia. La primera de ellas es que, para ser formador hace falta ser un creyente convencido. Esto significa que la persona: Ha optado libre y decididamente por Jesucristo, en el que ha encontrado el sentido pleno a su vida.

Posee experiencia de Dios. Est en constante conversin.

7. El formador, miembro de la comunidad cristianaEl formador no acta aisladamente, ni por su cuenta; es aqul que se sabe llamado, junto a otros miembros de la comunidad eclesial a colaborar en esta tarea:

Est efectiva y afectivamente incorporado a la comunidad cristiana, como hermano entre hermanos.

Crece en una comunidad eclesial concreta (grupo de formadores, movimiento apostlico)

Comparte su vida con los dems; acepta responsabilidades, compromisos y servicios.

8. El formador, un testigo de la fe

Los autnticos discpulos de Jess han sido testigos de la fe. Es necesario dar testimonio de santidad. Como dice la Primera carta de Pedro:

Mantnganse alerta; sean sobrios, pongan toda su esperanza en la gracia que les traer la manifestacin de Jesucristo. Como hijos obedientes, no se dejen llevar por las pasiones de antes, cuando vivan en la ignorancia. Por el contrario, sean santos en todo su comportamiento como es santo el que los ha llamado (1 Pe 1, 13-15).Ser un testigo de la fe implica:

Reconocer a Cristo como Seor, anunciar con gozo la verdad en la que cree y la salvacin en la que espera. No limitarse a decir lo que sabemos, sino sentir lo que decimos y hacer lo que decimos y sentimos. En otras palabras, ser coherentes.9. El formador, un profetaQuien forma a otros est llamado a actuar como profeta, a examinar los signos de los tiempos, encarnando el mensaje en el tiempo y cultura actuales: Habla en nombre de Dios y de su Hijo Jesucristo. Es atento oyente de la Palabra y la comunica. Ilumina a los hombres de hoy con la problemtica actual. Anuncia los valores del Reino, que dan sentido y trascendencia a su vida. Denuncia la mentira, la injusticia y el pecado.

10. El formador, una persona de oracin y comunin frecuenteEl formador es alguien que ha de permanecer adherido a Jess, la Vid verdadera de donde brotan todos los frutos:

Ninguna rama puede producir frutos por s misma, sin permanecer unida a la vid, y lo mismo les ocurrir a ustedes si no estn unidos a m (Jn 15, 4).

La unin a Jess se realiza de mltiples maneras, la oracin y la vida eucarstica frecuente son espacios privilegiados para ello; constituyen el alimento y la fuente para la importante tarea de la formacin de discpulos misioneros.ACTIVIDADES

INDIVIDUALES

Reflexiona en tu propia vocacin como formador. Descubre los momentos del llamado, el envo, la misin, la respuesta.

Cundo me llam Dios a ser formador, cmo percib mi llamado?

Cundo me envi Dios?, cmo fue mi primera experiencia como formador?

Cmo concibo mi misin?, cmo me ayuda Dios para el desempeo de mi misin?

Cmo le respondo a Dios?

Mi proceso es semejante al de alguno de los personajes bblicos vistos en el tema?

Descubr que ser formador es una vocacin?

En qu actitudes cristianas estoy llamado a crecer como formador?

GRUPALES

Que cada uno de los participantes elija un personaje bblico: Moiss, Isaas, Jeremas, Mara, Pedro, Pablo u otro, busque los textos relativos a su vocacin y presente al grupo una reflexin acerca de su proceso vocacional a la misin.

EVALUACIN:

Descubr que ser formador es una vocacin?

En qu actitudes cristianas y humanas estoy llamado a crecer como formador?

PARA SEGUIR DESCUBRIENDO

Catequistas en Formacin, PPC, Madrid 2004, pp. 11-24.

Tema 9. Ser y crecer como formador

El formador ha de ser un facilitador que requiere de preparacin permanente

para crecer en: ser, saber y saber hacer.

ENLACE

En el tema anterior vimos que ser formador de discpulos misioneros es una vocacin a la que Dios nos llama. Ahora reflexionaremos, que adems de la llamada divina, es necesario poner en prctica nuestros talentos humanos.

Formar a otros no es actividad que se improvisa, requiere desarrollar ciertas habilidades o cualidades. OBJETIVO

Descubrir cul es la tarea del formador en el proceso de crecimiento en la fe.

Reconocer que el formar a otros es un servicio que requiere de preparacin.

Valorar las cualidades, conocimientos, actitudes y habilidades que ha de poseer y desarrollar un buen formador.

Desarrollo del tema

TEXTOS:

Para que se d una pastoral verdaderamente incisiva y eficaz hay que desarrollar la formacin de los formadores, poniendo en funcionamiento los cursos oportunos o escuelas para tal fin. Formar a los que, a su vez, debern empearse en la formacin de los fieles laicos, constituye una exigencia primaria para asegurar la formacin general y capilar de todos los fieles laicos.

Christifideles laici 63

OTROS TEXTOS: Mt 25, 14-30; Lc 19, 11-27.1. De expositor a formador de discpulos y misioneros

El formador es alguien que realiza una actividad importante dentro de un proceso de aprendizaje. El desempeo de cualquier formador, independientemente del campo de que se trate, ha variado de forma significativa. De ser un expositor maestro, hoy acta como orientador, mediador, gua, acompaante...

En el caso concreto de la formacin bsica, es el mediador del proceso de crecimiento en la fe de otras personas, el que acompaa en la construccin de identidad cristiana y de pertenencia a la iglesia; un gua en el camino de discipulado y del compromiso cristiano.

2. El formador, alguien que conoce el proceso global

La formacin no se improvisa. El formador ha de ser una persona preparada y con ciertas caractersticas que le permitan influir en las personas para generar un crecimiento en la fe.

Es alguien que habr de conocer el proceso global de la formacin, es decir, el marco de referencia, el qu, cmo y cuando de la formacin bsica:

Marco de referencia. Se refiere a los aspectos doctrinales y de pastoral que fundamentan toda la formacin. Est esbozado en los primeros seis temas de este Manual.

Claridad en los objetivos y contenidos de la formacin. Qu buscamos al formar, cules son nuestras metas, qu esperamos obtener? Tema 5. Claridad sobre los destinatarios y su proceso. Tema 7.

Claridad sobre la funcin del formador en el proceso. Temas 8-10. Poseer las habilidades y cualidades necesarias para ser formador. Temas 8-10. Conocimiento y dominio de la metodologa, criterios pedaggicos y contenidos, bajo los cuales se realiza la formacin. Temas 11-19.3. El apostolado de la formacin, perfil de ingreso

Quien se siente llamado a formar a otros, sabe que se trata de un servicio, un apostolado. Para llegar a ser formador, se requiere algo ms que buena voluntad y disposicin:

En el plano del ser, saber y saber hacer es necesario como mnimo, las cualidades que ha logrado un laico que ha pasado por una formacin inicial y bsica u otra equivalente (cf. Tema 7, puntos 9, 10 y 11).

Actitudes y aptitudes. Estas sern el punto de partida para hacerse formador en el camino. Una mujer o un hombre: responsable, respetuoso, con gusto por la enseanza, ordenado, dispuesto a seguir formndose, abierto, adaptable, fiel a los contenidos, con amor a la verdad y a la Iglesia, sencillo, de relaciones humanas cordiales, interesado en aprender con otros.

Los rasgos mencionados llevan a la conclusin de que el formador se construye con ayuda de otros. No nace siendo formador, ste se hace con la prctica y el estudio.

4. Crecer como formador, cualidades y habilidades a desarrollar

Un formador crece en el camino en los siguientes aspectos:

Ser. Cristiano comprometido, maduro, equilibrado, en constante proceso de conversin, con espiritualidad slida; con iniciativa, creatividad, abierto a la crtica constructiva, capaz de contagiar el espritu de conversin, comunin y servicio.

Saber. Dominio de los contenidos, formacin pedaggica y psicologa de adultos, conocedor del proceso formativo y contexto sociocultural.

Saber hacer. Aplica la formacin pedaggica y psicolgica en planear, desarrollar y evaluar la sesin; alcanzar los objetivos de su materia, coordinacin del grupo; motivar, guiar, acompaar, dialogar, estar formndose continuamente; habilidades de comunicacin

5. El formador, un lder en el grupo

La formacin es un proceso de acompaamiento, por lo que el formador