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Sonidos de burla, tonos de luz: apropiación, robo y parasitismo en la de Roisin Byrne “Myths can be demystified and signs rewritten” -Space Hijackers’ Manifesto ¿Qué usamos para la construcción histórica?, ¿Para la de nuestra propia identidad?, ¿Es la construcción de identidades un robo o un préstamo? La práctica histórica que he venido desarrollando me ha llevado a interesarme por los procesos en los que las grandes interrogantes apuntan a la construcción de nuevas estrategias que estudian cómo la gente común entiende al mundo a través de formulaciones lógicas que parten de los elementos culturales que tienen a su disposición 1 ; al mismo tiempo, creo que esto cubre un gran espectro de connotaciones políticas en tanto cómo construimos relaciones con y de poder, así como la forma en la que definimos el lugar en el que estamos parados en relación a él. Jan Verwoert propone que la realidad histórica se manifiesta a través de ciertos gestos, elementos pertenecientes a un inventario de formas de expresión disponibles en cierto tiempo, transformándose así en signos de su propio momento histórico; al mismo tiempo, son contemporáneos por que requieren de una respuesta directa del “testigo” creando una presencia al situarnos en un intercambio. 2 1 Robert Darnton, La gran matanza de gatos, 2 Jan Verwoert, “Getures towards a new life: The Avant-garde as historical provocation” en Utopia, Documents of Contemporary Art 1

Ponencia Final, Sounds of Laughter, Shades of Light

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Art, Roisin Byrne

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Sonidos de burla, tonos de luz: apropiacin, robo y parasitismo en la de Roisin Byrne

Sonidos de burla, tonos de luz: apropiacin, robo y parasitismo en la de Roisin Byrne

Myths can be demystified and signs rewritten

-Space Hijackers Manifesto

Qu usamos para la construccin histrica?, Para la de nuestra propia identidad?, Es la construccin de identidades un robo o un prstamo? La prctica histrica que he venido desarrollando me ha llevado a interesarme por los procesos en los que las grandes interrogantes apuntan a la construccin de nuevas estrategias que estudian cmo la gente comn entiende al mundo a travs de formulaciones lgicas que parten de los elementos culturales que tienen a su disposicin; al mismo tiempo, creo que esto cubre un gran espectro de connotaciones polticas en tanto cmo construimos relaciones con y de poder, as como la forma en la que definimos el lugar en el que estamos parados en relacin a l.

Jan Verwoert propone que la realidad histrica se manifiesta a travs de ciertos gestos, elementos pertenecientes a un inventario de formas de expresin disponibles en cierto tiempo, transformndose as en signos de su propio momento histrico; al mismo tiempo, son contemporneos por que requieren de una respuesta directa del testigo creando una presencia al situarnos en un intercambio.

Acercarme a estas nociones desde una plataforma como lo es la prctica curatorial, me ha permitido percibir a los lmites desde otra manera: no slo espaciales o temporales, o incluso contextuales sino ms bien, se asemejan ms a los roces entre la ficcin y la no-ficcin y a la construccin de posibilidades para la invencin de identidades a partir de nuevos cuestionamientos y de estrategias fuera de lo que se considera como polticamente correcto. Es ah, desde donde quiero partir para reflexionar sobre cmo dichos elementos juegan un papel bsico en la invencin de una nueva identidad a travs del cuestionamiento del rol femenino en el arte teniendo en mente a la prctica artstica que tiene como ejes bsicos a la apropiacin, en tanto estrategias parasitarias y a nuevas posibilidades de integracin y elaboracin de archivos como elementos inquisitivos.

Es importante que la idea y el recurso de la apropiacin en el arte va ms all del simple prstamo de elementos culturales: involucra al aislamiento de un objeto discreto, un objeto encontrado (en el sentido mas amplio de la palabra) para poder llevar a cabo una recontextualizacin de la misma accin que encuentra su justificacin en la presentacin del objeto una vez ms.

Una postura como la del neo-objetivismo en la que se entiende a lo real como una ficcin (es decir una construccin creativa), experimentada como verdadera pero, que no reconoce que los elementos a estudiar estn sujetos a mltiples determinaciones y lugares de poder en el que las narrativas de y sobre los problemas sociales sean producidas y diseminadas. Tal postura, argumenta Avery Gordon, no permite avanzar ms all de si los actores histricos son buenos o malos, a excepcin en relacin a un proceso histrico normalizador (la creacin de una tabula rasa) que ayuda a explicar porqu ciertos comportamientos son psicolgica, legal y retricamente conocidos y frecuentemente experimentados como desviaciones de la norma.

En 1949, Simone de Beauvoir, en The Second sex, us la siguiente cita:

Sin embargo, no hay una ventaja que la mujer pueda ganar de su propia inferioridad. Desde que, en un principio, es menos favorecida que el hombre, ella no siente que debe de ser culpada a priori por las faltas que a l le aquejan; no es su responsabilidad redimir la injusticia social, y a ella no se le pide hacerloLa cita anterior nos permite recordar al nuevo espritu por una historia ms incluyente; reescritura que debe de considerar un anlisis de las alternativas que pueden estructurarse a travs de la posibilidad que el cambio de reglas y del comportamientos, pueden ejercer dando luz ms clara sobre diferentes problemas, especialmente sobre los que estamos abordando aqu, relacionados a las posibilidades de la construccin de gnero.

Pero es ah en las lineas, entre los intersticios y los espacios de la invencin del da a da, en los espacios en los que Beauvoir habla de las faltas que se cometen en contra del hombre, en el que se han construido estrategias que no quiebran las reglas del juego completamente sino que, encuentran sus puntos ciegos , o crean unos nuevos y los usan a su favor.

El cuerpo de trabajo de Roisin Byrne (Irlanda, 1981) nos hace cuestionarnos ms all de la validez de la propiedad intelectual, especialmente aquella inherente al arte. De acuerdo con ella, El artista es un hombre-mujer comn, un silo de referencias histricas y un ttere involuntario de las estructuras de poder. Un productor y consumidor cotidiano atrapado en los marcos econmicos similares a aquellos situados fuera de la industria artstica no-regulada. El planteamiento anterior se convirti en el punto de partida de sus proyectos en los que, a travs de la apropiacin y de la construccin y de la toma de identidades, se ha dado a la tarea de relatar una versin extendida de algunas de las piezas de arte contemporneo ms conocidas con la ayuda involuntaria de sus creadores originales.

Desde Santiago Sierra pasando por Roberto Cuoghi y llegando hasta Simon Starling, todos han participado, mas bien, sido cmplices involuntarios de la prctica de Byrne.

En su trabajo, las ideas se convierten en propiedad comn, mismas que pueden ser apeladas, adaptadas y absorbidas; al mismo tiempo, la manera en las que las presenta, nos hace reflexionar en los elementos que utilizamos en la construccin de nuestra propia historia.

Un sin fin de correos electrnicos, intercambiados entre los protagonistas de sus piezas, conjuran una historia de personajes invisibles, recontextualizados, que nos recuerdan tanto las dinmicas de propiedad (robo, prstamo, notas al pie o ninguno de los anteriores) as como las del intercambio de informacin y la veracidad de los hechos.

Para mi, el arte, as como las dinmicas de poder requieren de un acto de confianza, ceder un poco para darle una oportunidad para argumentar; articulando lo anterior, de acuerdo con Gordon, aceptar a estas construcciones como objetivas, mismo que puede significar el reconocimiento y el actuar basado en el entendimiento de que otros tienen una estrategia propia.

Con esto, artistas preocupados por unan construccin histrica menos obsesionada con los hechos y ms interesado en lo que convierte a la evidencia en verdadera o le otorga criterios de validez, busca encontrar narrativas que nos recuerden que los hechos histricos son una abstraccin formada por distintos discursos, por varios modos de asimilar la informacin del mundo pero, sobre todo es una serie fantasas culturales construidas sobre la memoria colectiva.

La pieza Goldenie Brown (2010), retrata la bsqueda y la obsesin de Byrne por convertirse en una pieza de arte, lo que ha sido denominado una chica Sierra. No siendo un tema novedoso en el inventario de recursos del arte contemporneo. Lo que me interesa recalcar aqu son las estrategias por las que Byrne, de alguna manera, logr su cometido y, al mismo tiempo, cuestion tanto el doble discurso de un artista por medio del uso y de la reversin de sus propios mtodos.

La descripcin de la pieza es la siguiente:

Byrne se nos presenta en una foto de sus vacaciones con un significado escondido. Durante los meses de Abril, Mayo y Junio del 2010, Byrne comenz a interesarse en la idea de convertirse en una pieza de arte. Presentndose ante el aclamado Santiago Sierra preguntndole acerca de una de sus piezas del 2000 en el que l les pag a cuatro mujeres por participar en una de sus instalaciones; tatuando una lnea horizontal a lo largo de las cuatro espaldas, Byrne viaj inmediatamente a Espaa [] y una obra de arte fue transferida de un cuerpo a otroLa aventura de Byrne con Sierra (y con su pieza 160 cm line tatooed on the back of four people (2000) es revelada a travs de un archivo integrado por la correspondencia electrnica que intercambiaron, tarjetas de presentacin de la tatuadora original, recibos , boletos de avin utilizados por la artista, todos acompaados de un video en el que se muestra la transferencia de arte de un cuerpo a otro y una artista que se transform no slo en pieza, sino en archivo vivo.

Goldenie Brown (2010) no es solamente el surgimiento, la alteracin o el robo de arte, es un proceso que nos hace cuestionarnos sobre las dinmicas de acceso, posesin y de propiedad as como de la actualizacin de un pasado fijo, uno que fue reescrito a partir de un ejercicio de citar y tomar prestado. Hecho que ha sido interpretado como una forma de desafi a la autoridad patriarcal, irrumpiendo en las formas de escritura histrica.

Anna Watkins, quien tambin ha estudiado y sufrido las tcticas de Byrne, ha propuesto el trmino arte parasitario, como un modo de apropiacin tctico para poder superar, discursivamente, puntos muertos en la teora feminista del arte en un momento en el que las tcticas de apropiacin han sido, al mismo tiempo, tomadas por espacios en los que iban en contra, como la publicidad, se gener una repuesta tctica en la que cierta subversin invisible facilit nuevas narrativas mientras, cortaba las posibilidades de sobrevivencia de la historia original.

Es as como Goldenie reconoce y pone en evidencia el papel grandes nombres y hombres en el mundo del arte contemporneo, intercambiando constantemente papeles, en un juego de explotado-explotador, admirador-imitador; as como Sierra se ha declarado como nuestra consciencia, Byrne se convierte, de algn modo en la del mismo artista al poner en evidencia las reglas del mundo del arte en el que no todos participan, ni ganan de igual manera.

La seleccin de la obra de Byrne es un recordatorio fresco de cmo el rol femenino sigo luchando por espacios tanto en la construccin histrica como en el reconocimiento de espacios. Al encontrar que el terreno ya estaba lleno de declaraciones obvias y fuertes, la artista decidi recurrir a la invisibilidad de una plataforma (la comunicacin electrnica), el anonimato de la emergencia (en tanto su relacin con figuras consolidadas), as coomo al robo para recordarnos que el pasado tambin es nuestro y tenemos la posibilidad de apropiarlo, y como Roisin se convirti en arte y archivo, nosotros reconocer nuestros actos como histricos, para transformarnos en gestos de nuestra contemporaneidad.

Robert Darnton, La gran matanza de gatos,

Jan Verwoert, Getures towards a new life: The Avant-garde as historical provocation en Utopia, Documents of Contemporary Art

Ibarra and Kitsuse en Vernacular Constituents of Moral Discourse: An Interactionist Proposal for the Study of Social Problems.

Avery Gordon, Twenty Two Theses on Social Constructionism: A Feminist Response to Ibarra and Kitsuses Proposal for the Study of Social Problems (1993) en James A. Holstein and Gale Miller (editores), Reconsidering Social Constructionism: Debates in Social Problems Theory, Aldine de Gruyter, 1993, pp. 301-26.

Walid Raad, Lets be honest, the rain helped en Charles Merewheter, Archive, Documents of Contemporary Art, UK, MIT Press 2006, pp. 179-180.

Fabiola Iza, Contranarrativas en Reflexiones marginales, HYPERLINK "http://v2.reflexionesmarginales.com/index.php/articulos-15/347-contranarrativas" http://v2.reflexionesmarginales.com/index.php/articulos-15/347-contranarrativas (Vlido al junio.7.2012)

Ana Watkins, Feminist Impositions: Performing Parasites in Contemporary Art and Media, tesis de B.A Duke university.

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