Upload
others
View
1
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
ANALISIS DEL FINANCIAMIENTO DEL INSTITUTO DE CREDITO AGRICOLA Y PECUARIO A LAS ORGANIZACIONES
ECONOMICAS CAMPESINAS UBICADAS EN EL MUNICIPIO SUCRE DEL ESTADO YARACUY
DURANTE EL PERIODO 1990-1997
FRANCISCO LUGO
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL "LISANDRO ALVARADO"
BARQUISIMETO
ANALISIS DEL FINANCIAMIENTO DEL INSTITUTO DE CREDITO AGRICOLA Y PECUARIO A LAS ORGANIZACIONES
ECONOMICAS CAMPESINAS UBICADAS EN EL MUNICIPIO SUCRE DEL ESTADO YARACUY
DURANTE EL PERIODO 1990-1997
Por
Francisco Lugo
Trabajo de grado para optar al grado de Magister Scientiarum
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL "LISANDRO ALVARADO" Decanato de Administración y Contaduría
Maestría en Administración Mención Planificación Administrativa
Barquisimeto, 1998
iii
ANALISIS DEL FINANCIAMIENTO DEL INSTITUTO DE CREDITO AGRICOLA Y PECUARIO A LAS ORGANIZACIONES
ECONOMICAS CAMPESINAS UBICADAS EN EL MUNICIPIO SUCRE DEL ESTADO YARACUY
DURANTE EL PERIODO 1990-1997
Francisco Lugo
RESUMEN
La ineficiencia del crédito dirigido a las Organizaciones Económicas Campesinas es un componente determinante que influye en su actividad productiva dentro del sector agrícola. Para establecer las causas que la producen, se analizaron las características que definen la eficiencia del mismo durante el período 1990-1997, mediante una investigación descriptiva con diseño de campo y usando como instrumento metodológico la aplicación de encuesta. Los resultados obtenidos indican que el crédito agrícola presenta limitaciones relacionadas con su planificación, suficiencia y oportunidad, que no le han permitido alcanzar su objetivo social y económico; recomendando una serie de alternativas tendente a mejorar su eficiencia, para así convertirlo en un verdadero instrumento de desarrollo y consolidación del sector campesino.
iv
INDICE DE CONTENIDO
Capítulo
AGRADECIMIENTO .................¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO. CURRICULUM VITAE.............¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO. RESUMEN ......................................................................................................III INDICE DE CONTENIDO ...........................................................................IV INDICE DE CUADROS................................................................................VI INDICE DE GRAFICOS ............................................................................VIII INTRODUCCION............................................................................................9
I. EL PROBLEMA ...........................................................................................11 Planteamie nto del Problema ..........................................................................11 Objetivos del Estudio......................................................................................12 Justificación, Alcance y Limitaciones..........................................................13
II. MARCO TEORICO.....................................................................................15 Marco Histórico...............................................................................................15 Bases Teóricas .................................................................................................33 Bases Legales ..................................................................................................38 Glosario de Términos .....................................................................................42
III. MARCO METODOLOGICO....................................................................45 Tipo de Investigación .....................................................................................45 Población y Muestra .......................................................................................46 Levantamiento de la Información.................................................................46 Validación del Instrumento............................................................................48 Obtención de la Información.........................................................................48 Procesamiento de la Información..................................................................48
v
IV. ANALISIS E INTERPRETACION DE LOS RESULTADOS ..........50 Información Obtenida en el Ambito de las OEC estudiadas .....................50 Información Documental ...............................................................................58 CONCLUSIONES Y RECOM ENDACIONES ......................................67
Conclusiones ..........................................................................................67 Recomendaciones..................................................................................69
REFERENCIAS BIBLIOGR AFICAS .....................................................71
vi
vi
INDICE DE CUADROS
Cuadro
1. Relación entre el Presupuesto de Inversión Programado y la Demanda Crediticia Presentada en el Período 1990-1997 (MBs.)..........................................................................................................30
2. Relación entre el Presupuesto de Inversión Programado para
las OEC a Escala Nacional y su Demanda Crediticia. Período 1990-1997 (MBs.) ......................................................................................31
3. Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados en un
Noventa Por Ciento (90%) de los Costos de Producción del Rubro Maíz, con los Patrones de Financiamiento Otorgados por el ICAP para ese Cultivo. Período 1990-1997................................32
4. Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados en un
Noventa Por Ciento (90%) de los Costos de Producción del Rubro Caña de Azúcar (plantilla), con los Patrones de Financiamiento Otorgados por el ICAP para ese Cultivo. Período 1990-1997 .....................................................................................33
5. Planificación del Crédito entre el Instituto que lo Otorga y el
Beneficiario .................................................................................................51
6. Suficiencia del Monto del Crédito para Cubrir los Gastos de Explotación del Cultivo .............................................................................51
7. Suficiencia del Crédito para Cubrir los Gastos de
Alimentación, Educación y Salud ............................................................52
8. El Crédito Como Elemento de Subsistencia y No de Producción...................................................................................................52
9. El Crédito Como Elemento de Incremento de Producción en la
Unidad de Explotación ..............................................................................53
10. Oportunidad del Crédito ............................................................................53
11. Oportunidad de las Partidas del Crédito..................................................54
vii
vii
12. El Crédito como Instrumento de Mejora del Nivel de Vida del Campesino ...................................................................................................54
13. La Baja Recuperación del Crédito es Debido a la Insuficiencia
de los Montos Otorgados...........................................................................55
14. Incide Negativamente la Inoportunidad del Crédito sobre la Recuperación del Mismo ...........................................................................56
15. Articulación del Crédito con la Asistencia Técnica ...............................56
16. Es Eficiente la Asistencia Técnica Prestada por las Empresas
o Instituciones Contratadas .......................................................................57
17. Diversificación de la Producción en la Unidad de Explotación a Través del Financiamiento .....................................................................57
18. Decide la Organización a que Agroindustria Coloca el
Producto de su Cosecha .............................................................................58
19. Distribución del Presupuesto de Inversión con Relación a las OEC a Escala Nacional y las Objetos de Estudio (MBs.).....................61
20. Superficie y Beneficiarios Atendidos con el Financiamiento
Programado a las OEC del Municipio Sucre del Estado Yaracuy. Período 1990-1997 ....................................................................63
21. Colocación de Recursos al ICAP por Parte del Ejecutivo
Nacional.......................................................................................................66
viii
viii
INDICE DE GRAFICOS
Gráfico
1. Relación del Presupuesto de Inversión Programado y la Demanda Crediticia. Período 1990-1997 ................................................60
2. Relación entre el Presupuesto de Inversión Programado para
las OEC a Escala Nacional y su Demanda Crediticia. Período 1990-1997 (MBs.) ......................................................................................62
3. Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados para
el Rubro Maíz, con Respecto a los Patrones de Financiamiento Otorgados por el ICAP para ese Cultivo. Período 1990-1997 .....................................................................................64
4. Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados para
el Rubro Caña de Azúcar (plantilla), con Respecto a los Patrones de Financiamiento Otorgados por el ICAP para ese Cultivo. Período 1990-1997 ......................................................................65
INTRODUCCION
Inicialmente la economía venezolana estaba basada exclusivamente en la
explotación de productos agrícolas, como lo eran el café y el cacao; con el
transcurrir de los años, estas bases económicas se debilitaban a raíz de la
aparición del petróleo, desapareciendo la Venezuela agropecuaria, y
transformándose en un país eminentemente petrolero. La condición del país
monoproductor y la característica de recurso natural no renovable, que tiene el
petróleo, crean la necesidad de diversificar la economía y se plantea como
posible alternativa volver a la agricultura y ganadería.
Venezuela por ser un país que dispone de condiciones ecológicas óptimas
para el desarrollo agropecuario, debe aprovecharse de esta situación y dotar al
campesino de tierras adecuadas y complementar esta medida con el
otorgamiento de créditos suficientes, los cuales serán no sólo un elemento para
lograr beneficios económicos en el sentido de lograr producción y
productividad, sino también una vía de alcanzar el bienestar integral de la masa
campesina.
No obstante, para llegar a tener una economía diversificada y retomar la
condición de país agropecuario, es necesario adaptar el crédito agrícola a las
características de la agricultura y a la situación socioeconómica del pequeño
productor, condicionando su otorgamiento al empleo de la asistencia técnica
como vehículo idóneo para incorporar los avances tecnológicos del campo.
10
Actualmente el sector campesino organizado es beneficiado por el
Programa de Crédito Colectivo que otorga el Instituto de Crédito Agrícola y
Pecuario (ICAP), sin embargo, el bienestar económico y social de este sector
no se ha logrado, razón por la cual debe estudiarse el crédito en función del
pequeño productor, al que se pretende modificar positivamente,
incorporándolo al desarrollo como ente activo y capaz, no sólo de aceptar
cambios y proponer soluciones a sus problemas.
Con el presente estudio se pretende analizar el financiamiento concedido
por el Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario a las Organizaciones
Económicas Campesinas ubicadas en el municipio Sucre del estado Yaracuy,
durante el período 1990-1997. El tipo de investigación fue descriptiva, con el
diseño de campo, basada en el análisis de las características del crédito y
tomando como base la revisión de elementos bibliográficos, así como también
la información suministrada por el campesino organizado a través de la
aplicación de encuestas.
11
CAPITULO I EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
La agricultura es uno de los factores principales para el desarrollo
económico de todo país, hecho que cobra singular importancia en aquellos
países no industrializados, como el caso específico de Venezuela, donde el
abastecimiento agroalimentario está ligado a las importaciones, lo que ha
originado un desplazamiento progresivo de la actividad agrícola. Dentro de
este contexto no existe una política que convierta a la agricultura en un factor
dinámico y moderno, que busque no sólo la ampliación de la frontera agrícola,
sino también el crecimiento sostenido de la producción, el auto-abastecimiento
y el aumento de ingresos de la población rural, cónsonos con la exigencia del
proceso social.
La política estatal debe asignar primordial importancia al financiamiento
agrícola, concebido como instrumento de desarrollo que contribuya a la
activación del sector agrícola, actualmente decaído como consecuencia de
concepciones erradas que han perturbado su aplicación, orientación y
concesión. En este orden de ideas debe definirse la política crediticia,
orientando suficientes recursos al sector comprendido por el pequeño
productor agrícola, el cual se encuentra en desventaja por la serie de
limitaciones intrínsecas, tales como: la titularidad de la tierra, bajo poder ad
adquisitivo, bajo nivel cultural y desconocimiento tecnológico que lo colocan
en condición de sujeto de alto riesgo ante la banca privada.
12
En este sentido, cobra singular importancia el Instituto de Crédito
Agrícola y Pecuario (ICAP), el cual ha venido cubriendo la demanda crediticia
de este sector desde el año 1975, atendiendo tanto a productores individuales
como a las Organizaciones Económicas Campesinas (OEC), observando como
con el correr de los años los créditos colectivos han perdido vigencia,
desconociéndose las causas que la originan.
Objetivos del Estudio
General
Analizar las características del financiamiento agrícola del Instituto de
Crédito Agrícola y Pecuario (ICAP), hacia las Organizaciones Económicas
Campesinas (OEC) localizadas en el municipio Sucre del estado Yaracuy.
Específicos
§ Determinar la cuantía de los créditos concedidos por el Instituto de
Crédito Agrícola y Pecuario (ICAP) a las Organizaciones Económicas
Campesinas (OEC) localizadas en el municipio Sucre del estado Yaracuy.
§ Determinar la oportunidad en la entrega de los créditos concedidos
por el Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario (ICAP) a las Organizaciones
Económicas Campesinas (OEC) localizadas en el municipio Sucre del estado
Yaracuy.
13
§ Evaluar la percepción del crédito agrícola por el sector campesino
organizado.
Justificación, Alcance y Limitaciones
Desde que el crédito aparece como instrumento para el desarrollo de un
sistema productivo, a través del suministro de recursos financieros, se han
intentado introducir programas que orienten todas las actividades hacia el
beneficio del campesino organizado, como sujeto de desarrollo. Sin embargo,
no se ha concebido un modelo crediticio en el cual se consideren todos los
aspectos necesarios, para lograr una mayor participación del sector campesino
en la vida económica del país; donde el crédito no se visto como un simple
medio de subsistencia, sino que busque lograr una mayor producción,
traducida no sólo en las recuperaciones del crédito otorgado, sino en la
producción de excedentes que constituyen un estímulo tanto para la institución
que lo otorga, como para el campesino.
La investigación persigue analizar las características del financiamiento
concedido por el ICAP a las OEC, determinando su cuantía y oportunidad
como factores fundamentales que definen su eficiencia y le permiten ser un
verdadero instrumento de desarrollo económico y social de pequeño productor.
Entre las limitaciones presentadas en el estudio se tienen las siguientes:
§ La falta de financiamiento por parte del Instituto de Crédito
Agrícola y Pecuario en los últimos dos (2) años para el rubro caña de azúcar,
14
ocasionó un total rechazo de la junta directiva de las Organizaciones
Económicas Campesinas cañeras para responder la encuesta aplicada.
§ El bajo nivel educativo de algunos integrantes de las juntas
directivas encuestadas, obligó a dar una explicación precisa sobre los objetivos
de la encuesta, detallándose el contenido de cada pregunta, lo que se tradujo en
un mayor tiempo de dedicación que permitiera obtener una información más
cercana a la realidad.
§ El mal estado de las vías de acceso a la unidad de explotación de
cada organización ocasionó retardo en el levantamiento de información
§ En el ámbito del instituto financiero existe incongruencia en la
presentación de las estadísticas por las unidades involucradas en la
planificación y concesión de los créditos, lo que obligó a comparar la
información reflejada en la memoria y cuenta del instituto, y la información
suministrada por las unidades antes mencionadas para tomar la decisión de
trabajar con lo reportado por la Gerencia de Planificación y Presupuesto, como
responsable para tramitar ante el Ejecutivo Nacional los recursos anuales y
distribuirlos de acuerdo a las metas del instituto.
15
CAPITULO II MARCO TEORICO
Marco Histórico
Durante la tercera década del presente siglo, Venezuela era esencialmente
una sociedad rural y la agricultura la principal actividad económica, siendo el
único medio de subsistencia para la mayor parte de la población.
Los sistemas tradicionales de explotación para esa época los constituían
el latifundio y las propiedades rurales. La única fuente de financiamiento
estaba representada por las casas comerciales, quienes les otorgaban crédito al
agricultor con cargo al valor de la cosecha, siendo establecido una crónica
relación desigual agricultor-comerciante, que generaba por una parte
acumulación de capitales para las firmas extranjeras y por otra,
descapitalización de los productores del campo.
A raíz de la primera guerra mundial (1926-1929), Europa suspendió las
importaciones de café, cacao y demás frutos, lo que llevó a una saturación de
productos a nivel del país, que por su poca población urbana no podía cubrir el
consumo interno de la producción, generando una crisis económica, dado que
los precios no alcanzaban a cubrir los costos de producción. La baja en los
precios hizo que los agricultores no cumplieran con el compromiso contraído
con las casas comerciales, por lo que fueron hipotecadas las fincas. Aunado a
esto, las nuevas oportunidades creadas por el auge petrolero causaron un efecto
16
distorsionaste en la economía venezolana, en la cual la agricultura se quedó
rezagada en el proceso de crecimiento económico. Como medida aislada para
tratar de evitar el derrumbe de la agricultura, el Gobierno Nacional en el año de
1928 crea el Banco Agrícola y Pecuario (BAP), asignándole como
contribución primaria el rescate de las hipotecas en manos de las casas
comerciales, para iniciar así un sistema de financiamiento a largo plazo y a
bajos intereses. Lamentablemente esta nueva institución fue puesta
inicialmente al servicio de los grandes productores, actuando exclusivamente
como instituto hipotecario territorial.
En la década de 1930-1940 el desarrollo de nuestra industria petrolera
incide de una manera notable en la vida económica del país, evidenciándose un
crecimiento del mercado interno como consecuencia del aumento progresivo
del poder adquisitivo de la población, la cual generó una demanda cada vez
mayor de bienes y servicios. Con relación a la demanda de productos
agropecuarios, debemos señalar que el predominio de un sistema de
producción tradicional basado en el latifundio, imposibilita una oferta
adecuada de rubros agrícolas, abriendo paso esta situación a la
implementación de políticas de importación de esos bienes.
El aumento de la demanda de productos agrícolas, fue también factor
determinante en la formulación y ejecución de planes tendentes a estimular
formas modernas de producción. El estado canalizó recursos económicos
provenientes de la renta petrolera hacia el sector agrícola, mediante la
inversión directa (programas de vialidad, infraestructura) y el financiamiento a
17
los productores a través del BAP, concediéndose los primeros créditos de
suministro al sector empresarial del campo.
Ante la fuerte dependencia de las importaciones en que se encontraba
Venezuela, el Congreso Nacional promulgó en septiembre de 1945 una Ley
Agraria, que si bien era tímida, reconocía a los campesinos el derecho de ser
dotados de tierra, pero que al mes siguiente un golpe de estado derrocó el
gobierno y derogó la ley, la cual fue sustituida por otra, que perseguía el goce
usufructo de las tierras que se entregarían a las comunidades agrarias,
buscando sólo aumentar la producción y no el desarrollo de la población
campesina marginada social, económica y culturalmente por una estructura
agraria injusta e inhumana.
Por esos años el BAP, otorgó por primera vez en su historia (años 47 y
48) algunos créditos que se caracterizaron por ser de bajos y sin servicio de
asistencia técnica, por el cual el crédito no tuvo más enlace que el de mantener
el status del campesino. Aún con esos créditos campesinos podría decirse que
el BAP seguía siendo un instituto financiero del sector empresarial, dado que el
monto total del crédito campesino alcanzó para el año 1947 la suma de seis
millones de bolívares (Bs. 6.000.000) de los ochenta y dos millones (Bs.
82.000.000) concedidos por el banco.
Cabe señalar que la estructura productiva interna del país muestra para
1950 un marcado crecimiento del sector capitalista industrial, estimulado por la
ayuda financiera del estado y con participación directa de capitales extranjeros,
situación ésta que lo vincula al comercio importador de bienes intermedios y al
18
mercado nacional de productos manufacturados. En el campo se acentúa la
instauración de modos capitalistas de producción caracterizados por fuertes
inversiones de capital, modernización de los medios de producción y empleo
de mano de obra asalariada.
Sin embargo, es a partir de 1959 cuando el BAP comienza a otorgar
créditos de una manera sistemática, aceptándose la prenda agraria como
garantía, lo que hizo el crédito más accesible a los pequeños productores. Estos
primeros créditos para la producción no contaron con la supervisión y la
asistencia técnica necesaria para inducir o estimular al campesino en el uso de
nuevas técnicas, por otra parte, la mayoría de estos productores no estaban
preparados para usar esas nuevas fuentes de financiamiento en término de
racionalidad agrícola y sus necesidades perentorias aún no satisfechas fue el
factor para drenar el crédito hacia el consumo.
Con el derrocamiento del gobierno de Pérez Jiménez en 1958 y el
advenimiento de un régimen de gobierno reformista institucional, se dio inicio
en 1960 a nuestro proceso de Reforma Agraria, proceso que tuvo como
preludio una situación social altamente conflictiva en el campo, protagonizada
por las masas campesinas (cuya acción principal era la invasión de fincas)
contra los terratenientes, muchos de ellos vinculados estrechamente al régimen
dictatorial depuesto.
Con la promulgación de la Ley de Reforma Agraria se estableció de
utilidad pública el servicio de crédito agrícola, por lo tanto quedó obligado el
Estado a organizar dicho servicio en beneficio de los dotados de tierra. Así
19
mismo se delimitó en un principio que los problemas fundamentales
concernientes al factor tierra, eran de inherencia primordial del Instituto
Agrario Nacional (IAN); los concernientes al factor capital en lo que respecta
al aporte de recursos financieros, son inherentes al Banco Agrícola y Pecuario
(BAP) y el mejoramiento de los recursos de trabajo y empresa a través de la
asistencia técnica, son facultad del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC).
La Reforma Agraria que se inicia entonces en Venezuela en la década
de los sesenta (60), no se podía limitar únicamente a consolidar grupos
campesinos a través de la dotación de tierras, sino que debió darles los recursos
financieros necesarios y contar con una asistencia técnica permanente y eficaz,
que les permitiera incorporarse en forma segura al proceso de desarrollo
agropecuario. Se dan los primeros cambios en el Banco Agrícola y Pecuario,
separando su programación en dos (2) programas estratégicos:
§ El Programa Campesino: Contemplaba créditos ordinarios
caracterizados por ser individuales de bajo monto (5.000 Bs./campesino), no
planificados y a una tasa de interés del 3% anual, de acuerdo a lo establecido
en la Ley de Reforma Agraria.
Por estar orientados a financiar operaciones a corto plazo, es un crédito
estático, ya que el campesino luego de pagar los intereses y la deuda, no
mejora su condición económica y social, sus bienes y capacidad de producción
y consumo permanecen iguales.
20
La acción de reforma con sus altos costos, no recogía buenos frutos, la
acción crediticia sólo cooperaba para mantener el status del campesino. Los
resultados eran un lento desarrollo de pequeños productores y muy baja
recuperación de los créditos, así como un alto porcentaje de nuestros
campesinos se habían convertido en deudores morosos del BAP, razón por la
cual este instituto dejaba de prestarles servicios.
Dentro de este marco referencial histórico, Meléndez R. (1975), señala:
La Reforma Agraria venezolana que se inicia en 1960, tuvo motivaciones predominantemente socio-políticas. Nuestro campesino explotado, bajo formas de producción, algunas con marcados rasgos semi-serviles y otras capitalistas, eran protagonistas de un proceso, que en poco tiempo demostró ser muy corto en su alcance y significación, donde el Estado al darle tratamiento superficial a la necesaria transformación de la estructura agraria del país, frustró el hondo contenido de redención social que animaba a dicho proceso.
§ El Programa Empresarial: Contemplaba créditos ordinarios por un
monto de veinte mil trescientos cincuenta bolívares por empresario (Bs.
20.350/empresario), destinados al financiamiento de rubros agrícolas y
pecuarios a corto plazo y el subprograma BAP-MAC, orientado al fomento de
cultivos de mediano y largo plazo, como eran el café y cacao.
Para la puesta en marcha de estos dos programas, se contaron con los
fondos del Banco Agrícola y Pecuario (cuenta propia del instituto) y los
provenientes del Gobierno Nacional, principalmente para el sector empresarial.
21
Es oportuno señalar que para el año 1963, la demanda crediticia del BAP
alcanzó las cifras de sesenta y dos mil doscientas setenta y cinco (62.275)
solicitudes de crédito, de las cuales el sesenta y seis por ciento (76%)
provenían del sector campesino y el veinticuatro por ciento (24%) del sector
empresarial, llegándose a aprobar cuarenta y un mil ciento treinta y nueve
(41.139) créditos, correspondiendo la mayor parte de los mismos, al sector
campesino negado. Ante el hecho de que la población campesina seguía
estando relegada de las fuentes de financiamiento del Estado, el pequeño
productor comienza a organizarse, conformándose las primeras asociaciones y
sindicatos agrarios. Pero es durante la década de los sesenta con la
promulgación de la Ley de Reforma Agraria, cuando en verdad surgen las
primeras estructuras de organización bajo la modalidad de cooperativas, lo que
permitió el parcelamiento de fundos que estaban en manos de la burguesía
agraria.
De acuerdo con Guillory, M. (1972), en su Propuesta de Modificaciones
al Programa Crediticio, afirma que:
Las cooperativas agrícolas han permitido la incorporación masiva de los pequeños productores, no sólo a los instrumentos institucionales (Asistencia Técnica, Crédito y Mercadeo), sino también a los recursos naturales, representando una forma de organización capaz de emular a la gran empresa agrícola, fundamentalmente en cuanto a volúmenes de producción, muy significativos en comparación con la pequeña empresa individual.
Aparece así la primera “Unión de Prestatarios”, agrupados por
beneficiarios de la Reforma Agraria con dotación individual y regidos por un
22
órgano interno denominado Junta Directiva. Posteriormente se dio inicio a la
conformación de las “Empresas Campesinas”, pero con dotación colectiva.
Con el surgimiento de estas estructuras asociativas, el pequeño productor
organizado comienza a tener acceso no sólo a los instrumentos institucionales,
sino también a participar en la ejecución de proyectos de relevancia para el
sector agropecuario. La incorporación de estas organizaciones a los programas
de crédito, implicó la adopción de nuevas formas operativas en lo referente a la
modalidad crediticia a regirse tanto al nivel colectivo, como individual.
El crédito colectivo así concebido, se constituía en un intento adicional
para fortalecer la organización campesina, mediante la activa participación de
los pequeños agricultores, con el fin de que socialmente conexionados y
económicamente fuertes, éstos se incorporen en forma masiva a la vida
nacional. No obstante, desde el punto de vista de inversión y capacidad de
pago, no existe diferencia alguna entre el crédito individual y el crédito
colectivo.
De acuerdo a Vélez, J. (1974), en su obra Crédito rural, señala que:
El crédito colectivo debe reunir las mismas condiciones de crédito individual en lo referente a: oportunidad, costo, plazo, garantía y articulación con otros instrumentos de política agraria, como lo son la asistencia técnica y tecnológica. Con ello se asegura la inversión sana y la recuperación del capital otorgado en crédito.
23
Otro autor como Meir, G. (1966) en su obra Crédito Agrícola Adaptado a
un Asentamiento, afirma lo siguiente:
El crédito agrícola aplicado a las formas asociativas permite la producción de prácticas mejoradas, mediante el financiamiento y asistencia a grupos de pequeños productores, que utilizan en común los factores de producción (tierra, capital y trabajo) mediante una sociedad.
Se implanta para 1963, mediante convenio suscrito entre el Banco
Agrícola y Pecuario y la Agencia Interamericana de Desarrollo, el programa de
crédito supervisado, por considerar que la modalidad crediticia es la que reúne
las mejores condiciones, que permite eficazmente la consolidación de la
familia campesina.
A diferencia del programa de crédito ordinario, esta modalidad se
caracterizó por ser una combinación de recursos monetarios y asistencia
técnica, orientados hacia los créditos de corto, mediano y largo plazo,
planificados y entregados en tres (3) partidas pagadas en efectivo. El
financiamiento en un principio se realiza en un mayor porcentaje, noventa y
siete por ciento (97%) en forma individual y un tres por ciento (3%) en forma
colectiva, obteniéndose en este último resultados satisfactorios por las
repercusiones socioeconómicas que se dieron en beneficio del pequeño
productor.
El crédito supervisado tal como fue concebido por el Banco Agrícola y
Pecuario, por su característica de selectividad en cuanto a endeudamiento y las
condiciones de las parcelas fueron creando problemas de estratificación,
24
limitando su ejecución especialmente en lo relativo a la garantía por los
problemas existentes en la tenencia de tierra, presentándose casos en los cuales
se podía aplicar a algunos asentados, pero no a todos. Sin embargo, puede
anotársele a su favor que se lograron mayores índices de recuperación y el
mejoramiento en el nivel de vida de los productores que fueron beneficiados
por ese tipo de crédito. Uno de los aportes que se dan con el programa de
crédito supervisado, lo que constituye la Asistencia Técnica Integral del
campesino, factor indispensable para hacer transcendente y perdurable la
transformación de la estructura agraria.
Heilman, J. (1983), en su obra El Crédito Planeado y Supervisado, cita lo
siguiente:
El crédito supervisado es el sistema crediticio más racional y conveniente al sector campesino, por cuanto su principal finalidad radica en el mejoramiento integral del hogar campesino, condición que se logra desde luego, con mayores ingresos que se derivan de las unidades de producción, sometidas a nuevas técnicas agrícolas.
Frente al hecho de la poca participación del sector campesino en el
programa de crédito supervisado, el Banco Agrícola y Pecuario de acuerdo a
los beneficios de este sistema crediticio, considera necesario someterlos a
ciertas modificaciones, que permitan su simplificación y ampliar su radio de
acción e incorporar progresivamente a los sujetos de crédito ordinario,
cumpliendo con lo dispuesto en la Ley de Reforma Agraria, en su artículo 111.
25
Es así como para 1964, el Banco Agrícola y Pecuario conjuntamente con
la Fundación CIARA y el Instituto Agrario Nacional, inician el programa de
crédito dirigido a través de las Uniones de Prestatarios, como sistema piloto de
las Organizaciones Económicas Campesinas para los beneficiarios de la
Reforma Agraria.
La finalidad principal de este programa fue la de incorporar al campesino
al proceso productivo y elevar su nivel de vida, además de estimular el espíritu
cooperativo; adicionalmente se utilizó para subsanar el grave problema de
endeudamiento masivo, que existía a nivel del campesino.
Esta modalidad crediticia se distorsionó en sus objetivos, pues en lograr
de desarrollar la habilidad del campesino en el manejo de sus parcelas,
desarrolló en él su capacidad de espectador, por cuanto los factores que han
debido conjugarse para el éxito del programa, tales como asistencia técnica y
construcción de obras de infraestructura rurales, no se conjugaron
paralelamente. Aún desde el punto de vista cooperativo, sus logros fueron
escasos. El programa se inicia en forma experimental durante el año 1964 y es
a partir de 1968 cuando el BAP comienza a otorgar créditos bajo esta
modalidad con mayor amplitud, para satisfacer las necesidades crediticias de la
Uniones de Prestatarios organizadas por el IAN.
Entre las razones que privaron para que el programa no fuera lo ventajoso
que se pensó inicialmente, se tiene por una parte, a la falta de preparación
previa de los integrantes de la Unión y por otra, que el programa fue impuesto
por los técnicos como requisito para la obtención del crédito.
26
Análisis aislados que se han realizado, han detectado fallas que van desde
la falta de infraestructura necesaria para los asentamientos donde se aplicó el
programa, hasta fallas en los servicios de asistencia técnica. Así mismo, el
programa se orientó hacia el financiamiento de cultivos de corto plazo, lo cual
no les permitió aumentar la capacidad productiva e la finca.
En una época se consideró que el crédito dirigido podría complementar y
aún sustituir el crédito supervisado con más éxito, por cuanto podría servir a
un número mayor de productores, facilitar la prestación de una asistencia
técnica permanente y eficaz y estimular el espíritu de cooperativismo del
campesino.
Para el año 1970 se abre una nueva etapa para el Banco Agrícola y
Pecuario, que lo define como una institución al servicio de los usuarios de
crédito campesino, es decir, los sujetos preferentes de la acción de Reforma
Agraria. A tal fin, en 1969 se le transfiere al Banco de Desarrollo
Agropecuario (BANDAGRO) los créditos llamados empresariales, con una
cartera de un poco más de seiscientos millones de bolívares (Bs. 600.000.000),
el cual incluía los recursos del plan MAC – Banco Agrícola y Pecuario; se
acometen en el Banco Agrícola y Pecuario reformas administrativas
pertinentes y se comienzan a ejecutar un conjunto de programas con recursos
propios, como el crédito dirigido, y con recursos mixtos como el caso del
Programa Integral de Desarrollo Agrícola (PRIDA). El programa de crédito
supervisado que si bien se inició en 1963, se continúa en una primera etapa con
fondos aportados por la Agencia Interamericana de Desarrollo y
posteriormente se financia con las recuperaciones de la cartera crediticia.
27
Seguidamente para 1974 desaparece el Banco Agrícola y Pecuario y se
crea por decreto de la Presidencia de la República el Instituto de Crédito
Agrícola y Pecuario (ICAP), para atender las necesidades crediticias del
pequeño productor individual y organizado, sujetos de la Reforma Agraria.
Como consecuencia de la creación del ICAP, se elimina la función
bancaria que tenía el Banco Agrícola y Pecuario, a fin de dedicar todos sus
esfuerzos a la atención del crédito dirigido a los productores campesinos.
Fue en 1976 por disposición contenida en el Decreto 1426 de la
Presidencia de la República, mediante el cual se reglamentan el artículo 111 de
la Ley de Reforma Agraria y los artículos 7 y 38 del Instituto de Crédito
Agrícola y Pecuario, por medio de los cuales el Instituto Agrario Nacional se
constituye en mandatario del ICAP para el otorgamiento de los créditos
agrícolas a las Organizaciones Económicas Campesinas; este mandato se
estipuló por dos años, terminado el convenio en marzo de 1978, cuando ICAP
vuelve a cumplir funciones NETAMENTE FINANCIERAS Y EL Instituto
Agrario Nacional con funciones de organismo dotador de tierras.
Durante el mandato del Instituto Agrario Nacional, el ICAP trabajó con el
programa de crédito ordinario, destinado a parceleros individuales y el IAN
con programas de créditos para las OEC.
Para 1982 el Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario crea el programa de
Organizaciones Económicas Campesinas, con la finalidad de dar
financiamiento a aquellas unidades de producción conformadas por
28
agrupaciones de beneficiarios, ya sean Uniones de Prestatarios o Empresas
Campesinas, para su aplicación se contó con el IAN como organismo
encargado de promover y planificar las organizaciones y el Ministerio de
Agricultura y Cría en dar la asistencia técnica a través de la Unidad de
Desarrollo Agropecuario.
La estructura de financiamiento aún vigente dirigida a las OEC, se
orientó en función de los diferentes ciclos de producción agrícola, quedando
distribuido de la forma siguiente:
El ciclo invierno cuya vigencia comienza en marzo y culmina en agosto,
el norte-verano que abarca el período comprendido desde septiembre hasta
febrero, contemplándose en ambos cultivos de ciclo corto como el maíz, sorgo,
hortalizas, caraotas, etc., el ciclo anual donde se incluye la caña de azúcar y el
café mantenimiento y por último el ciclo mediano y largo plazo, el cual
contempla los renglones pecuario, pesca, frutales, maquinarias agrícolas, etc.
Durante el período comprendido desde 1982 hasta 1990, la mayor parte de los
recursos económicos contemplados en el presupuesto de inversión crediticia se
orientaron hacia el ciclo productivo invierno, siendo el rubro maíz donde se
asignaron los mayores recursos.
Para el financiamiento de estos ciclos productivos, se contó con dos
fuentes (aún vigente) de recursos: los aportados por el Ejecutivo Nacional y los
recursos provenientes de las recuperaciones crediticias obtenidas de las
gestiones de cobranza realizadas trimestralmente por el Instituto.
29
En 1990 se dan ciertos cambios al programa de crédito dirigido a las
OEC, pasando la asistencia técnica a ser prestada por instituciones, empresas y
universidades contratadas por el ICAP, descontadas de crédito. Se establece
sobre el interés ordinario tres por ciento (3%) que devenga el Instituto y un
porcentaje adicional del tres por ciento (3%) por servicio. Así mismo para ese
año queda definido por la Junta Directiva del ICAP, la cobertura del crédito
agrícola a través del patrón de financiamiento que cubre un noventa por ciento
(90%) de los costos reales de producción para cada rubro, garantizándose con
ello el normal desarrollo de la actividad agrícola y quedando obligado el
productor en aportar el diez por ciento (10%) restante como aporte a la
actividad productiva.
En la distribución de la estructura de financiamiento del ICAP durante los
años 90-97, se refleja como la mayor parte de los recursos económicos
asignados al presupuesto de inversión se asignaron hacia el ciclo invierno,
representando un promedio del cuarenta por ciento (40%) del presupuesto de
inversión programado, seguido de un veinticinco por ciento (25%) para el
norte-verano, veinte por ciento (20%) para el ciclo mediano y largo plazo y
quince por ciento (15%) para el ciclo anual.
Respecto a la actividad financiera del ICAP se contempla a través de su
presupuesto de ingresos y gastos, quedando conformado por los aportes del
Ejecutivo Nacional, las recuperaciones de créditos y la venta de activos. Por
Otro lado en el presupuesto de gastos donde se contemplan los gastos
corrientes de inversión y de capital reflejados para cada ejercicio económico.
30
Para la Gestión financiera del Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario,
durante el período 1990-1997, la demanda crediticia a escala nacional se situó
en ciento once mil cuatrocientos siete millones de bolívares (Bs. 11.407.000),
reflejándose un presupuesto global programado para ese período de cuarenta y
cinco mil novecientos cuarenta y un millones quinientos setenta y seis mil
bolívares (45.945.576.000), del cual el setenta y dos por ciento (72%) fueron
aportados por el Ejecutivo Nacional y el veintiocho por ciento (28%) de las
recuperaciones de la cartera de crédito del Instituto, tal como se refleja en el
Cuadro Nro. 1.
Cuadro Nro. 1 Relación entre el Presupuesto de Inversión Programado y la Demanda
Crediticia Presentada en el Período 1990-1997 (MBs.)
Presupuesto de Inversión Programado Años Demanda
Crediticia Aporte del Ejecutivo Recuperaciones Total
% Demanda Insatisfecha
1990 7.436.740 4.720.000 1.090.000 5.810.000 22
1991 8.805.882 3.980.000 1.460.000 5.440.000 32
1992 9.723.404 3.480.000 1.580.332 5.060.332 48
1993 11.208.833 3.150.183 1.833.343 4.983.526 56
1994 12.105.040 3.050.114 1.688.020 4.738.134 61
1995 14.018.122 2.661.800 1.998.300 4.660.100 67
1996 19.348.350 5.000.000 1.082.724 6.082.724 69
1997 28.761.238 7.133.310 2.033.450 9.166.760 69
Total 111.407.000 33.175.407 12.766.169 45.941.576 - Fuente: Memoria y Cuenta del ICAP. Gerencia de Planificación y Presupuesto.
31
Respecto al presupuesto programado para las Organizaciones
Económicas Campesinas existente en el ámbito nacional, se observa que el
mismo alcanzó la cifra de doce mil cuatrocientos cuatro millones ochocientos
catorce mil bolívares (Bs. 12.404.814.000) con respecto a su demanda, que se
situó en treinta y tres mil cuatrocientos cinco millones seiscientos ochenta y un
mil bolívares (33.405.681.000), tal como se refleja en Cuadro Nro. 2
Cuadro Nro. 2 Relación entre el Presupuesto de Inversión Programado para las OEC a Escala Nacional y su Demanda Crediticia. Período 1990-1997 (MBs.)
Años Presupuesto de Inversión Programado OEC Demanda Crediticia % Demanda
Insatisfecha
1990 1.843.945 2.364.032 22
1991 1.650.000 2.426.471 32
1992 1.366.289 2.627.478 48
1993 1.148.674 2.823.685 60
1994 1.042.389 3.268.361 68
1995 932.020 3.424.643 73
1996 1.946.472 6.951.685 74
1997 2.475.025 9.519.326 74
Total 12.404.814 33.405.681 - Fuente: Memoria y Cuenta del ICAP. Gerencia de Planificación y Presupuesto.
Referente a los rubros explotados por la Organizaciones Económicas
Campesinas objetos de estudio durante el período 1990-1997, se les concedió
financiamiento para el desarrollo de los cultivos de maíz y caña de azúcar
32
(plantilla), liquidándose dichos créditos en tres partidas distribuidas de la
forma siguiente:
Un cuarenta por ciento (40%) para realizar las labores de mecanización,
un cuarenta por ciento (40%) para la adquisición de insumos y un veinte por
ciento (20%) para la cosecha.
Para los casos de los rubros del maíz y la caña de azúcar (plantilla) los
patrones de financiamiento aprobados por el ICAP durante este período, se
establecieron sobre la base del noventa por ciento (90%) del costo de
producción real para cada cultivo, otorgándose en ambos patrones de
financiamiento por debajo de lo establecido por la Junta Directiva del ICAP,
tal como se refleja en los Cuadros Nro. 3 y 4.
Cuadro Nro. 3 Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados en un Noventa Por Ciento (90%) de los Costos de Producción del Rubro Maíz, con los Patrones de Financiamiento Otorgados por el ICAP para ese Cultivo.
Período 1990-1997
Años Costo de Producción (Bs./ha)
Patrones de Financiamiento
Ajustados (Bs./ha)
Patrones de Financiamiento
Concedido (Bs./ha)
% de Cobertura
1990 18.900 17.010 14.000 82 1991 22.800 20.520 16.500 80 1992 25.100 22.590 18.000 79 1993 31.500 28.350 22.000 77 1994 48.608 43.747 33.000 75 1995 91.160 82.044 60.275 73 1996 156.359 140.723 106.617 75 1997 379.900 341.910 293.000 85
Fuente: ICAP - MAC. Anexo V.
33
Cuadro Nro. 4 Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados en un Noventa
Por Ciento (90%) de los Costos de Producción del Rubro Caña de Azúcar (plantilla), con los Patrones de Financiamiento Otorgados por el ICAP
para ese Cultivo. Período 1990-1997
Años Costo de Producción (Bs./ha)
Patrones de Financiamiento
Ajustados (Bs./ha)
Patrones de Financiamiento
Concedido (Bs./ha)
% de Cobertura
1990 22.614 20.353 16.700 82
1991 30.315 27.284 21.400 78 1992 41.709 37.538 29.600 78 1993 69.205 62.285 47.060 75
1994 119.092 107.183 77.410 72
1995 344.369 309.902 216.452 69 1996 522.346
1997 986.100 Fuente: ICAP - MAC. Anexo VI.
Bases Teóricas
Con el desarrollo del concepto de inversión productiva en la agricultura y
en particular con los problemas de financiamiento que ello implica, es como el
crédito agrícola ha ido evolucionando en tiempos relativamente recientes en
Venezuela, aunado a estos hechos el proceso de transformación de una
producción de consumo a una producción de mercado y la adopción de
tecnologías cada vez más avanzadas, han sido factores fundamentales para su
expansión, en la búsqueda de la industrialización de la actividad agrícola. La
agricultura deja de ser una simple actividad de subsistencia para transformarse
en una empresa comercial, apareciendo la necesidad del financiamiento para el
34
sector campesino, el cual envuelve múltiples y variados aspectos que han
originado diferentes enfoques del concepto e importancia del crédito.
Del Reglamento de la Ley de Reforma Agraria de Venezuela (1967)
sección IV, artículo 122 establece “El crédito agrícola que se conceda será de
cuantía suficiente para garantizar la estabilidad económica, social y cultural del
productor beneficiario y su familia, mediante la consolidación de la pequeña y
mediana propiedad rural”.
Vélez, J. (1974) en su obra El Crédito Rural lo define como un
instrumento de desarrollo, destinado a suplir recursos económicos
complementarios al pequeño productor que carece de capital propio, suficiente
para llevar a cabo su actividad agrícola.
Meléndez, R. (1975) dice que el crédito agrícola representa la ayuda
financiera que se otorga a los productores, a fin de que conjugada con los otros
factores de la producción (Tierra, Trabajo – Tecnología), produzcan los efectos
de producción tanto en renglones básicos de consumo directo, como de materia
para la agroindustria.
Francioni, M. (1976) en su obra El Crédito para la Producción
Agropecuaria, afirma que:
“El crédito es un cambio de bienes jurídicamente confinados, por la promesa que formula el deudor de entregar en el porvenir al acreedor, una cierta cantidad de dinero en retribución de que la recibe de éste en el momento presente”.
35
Araujo, E. (1978), en su obra Crédito Agrario, define el crédito como un
instrumento no sólo para poner en marcha el sistema de producción, sino
también para introducir en él los elementos referentes al cambio de tecnología
y el equilibrio social, que la falta de recursos económicos por lo general
impiden.
Otro autor, Cárdenas, A. (1981), enfoca el crédito como aquel otorgado al
agricultor o al ganadero para el desenvolvimiento de sus líneas de producción,
la colocación de sus productos, la adquisición y el mejoramiento del fundo que
trabaja y elementos de labor, con la garantía de sus aptitudes personales o
capital de explotación.
Ortiz, P. (1985) en su obra Ensayos sobre una Política Agrícola en
Venezuela, cita:
“El crédito agrícola es un instrumento institucional de apoyo a la agricultura, destinado a suministrar recursos financieros complementarios y no sustitutivos al pequeño agricultor que carece de capital suficiente para el mejoramiento de su unidad de explotación y de sus condiciones de vida y empleo; además es un factor de mejoramiento de la agricultura, como objetivo económico, mediante el incremento de los rendimientos y la productividad económica de los demás factores de producción (Tierra - Trabajo y Organización).
Es indudable que el crédito es uno de los instrumentos más importantes
para el logro de los objetivos sociales en los procesos de desarrollo,
especialmente si se planea su uso en forma adecuada y se orienta con gran
amplitud de distribución y eficiencia, a fin de compensar las condiciones
36
desfavorables en que se realiza toda actividad agrícola, a través del empleo de
nuevas tecnologías y la explotación de nuevos rubros.
En este sentido, es fundamental destacar la importancia de las
características que hacen eficiente al crédito, para llegar a cumplir sus
funciones de desarrollo económico y social del pequeño productor, entre las
cuales se tienen: la oportunidad, la suficiencia, el control a través de la
supervisión – asistencia técnica y la garantía.
§ La Oportunidad: Es una de las características más importantes que
determina la eficiencia del crédito, más aún en la agricultura, está sujeta a
condiciones mesológicas variables, con épocas de mayor o menor peligrosidad.
Se hace necesario que exista una relación directa entre el calendario agrícola
que rige la fecha de siembra y cosecha para cada cultivo de cada región y los
lapsos para el otorgamiento y liquidación de los recursos económicos
concedidos en el crédito, lo que permite no sólo realizar la inversión en el
momento más oportuno, sino aplicar los insumos tecnológicos en las fechas
propicias.
§ Con respecto a la suficiencia, el monto o cuantía del crédito debe
estar ajustado a los costos reales unitarios de cada cultivo, con la finalidad de
cubrir la totalidad de las prácticas agrícolas requeridas para el desarrollo del
mismo, garantizando así una mayor producción por unidad e explotación.
§ La supervisión como mecanismo de control se aplicará a lo largo de
la vigencia del crédito de manera periódica, con el propósito de medir la
37
evolución del mismo, garantizando así la inversión realizada y la recuperación
del capital financiado.
§ La garantía del crédito debe ser adecuada y estar en función del tipo
del bien financiado, permitiendo al organismo financiero el resguardo del
capital otorgado en el crédito.
En otro orden de ideas, aún cuando algunos autores consideran al crédito
como un medio complementario para el desarrollo de actividades
agropecuarias en nuestro país, sólo puede ser aceptable y encausada tal
hipótesis para el universo representado por la banca comercial, la cual dada su
condición de sus beneficiarios (medianos y grandes productores), otorgan en
créditos montos que contemplan los gastos de inversión de la unidad de
producción.
El estrato representado por el pequeño productor sólo tiene como fuente
de financiamiento al ICAP, instituto creado con el objetivo de satisfacer las
demandas crediticias de dicho sector. Por tal razón su Ley de creación y la Ley
marco de Reglamento de Reforma Agraria establece que la oportunidad y la
cuantía de los créditos a otorgar son obligantes. El ICAP para mantener la
vigencia del espíritu de las leyes, prevee actualización periódica de los
patrones de financiamiento de los diferentes rubros a contemplar en la
programación crediticia, ajustándolo en un noventa por ciento (90%) de los
costos reales de producción, garantizando así la total realización de la actividad
agropecuaria.
38
Bases Legales
El crédito agrícola constituye dentro del derecho agrario uno de los temas
más importantes al que los ordenamientos jurídicos de todo el país les ha dado
especial significado. Para el caso concreto de Venezuela, cuando se revisa la
normativa legal y muy particularmente la Ley de Reforma Agraria, en lo
relativo al crédito agrícola, nos encontramos con elementos suficientes que
confirman el valor que se le concede en el marco estratégico global de la
Reforma Agraria, tal como se señala en el Título III de los siguientes
Artículos:
Artículo 109. A los fines de Reforma Agraria, el servicio de crédito agrícola será organizado por el estado en forma de que se aplique preferentemente para satisfacer las necesidades de crédito de los Pequeños y Medianos Productores, de las Cooperativas y Organizaciones Económicas Campesinas.
Este artículo nos permite inferir que será obligación del estado organizar
y prestar el servicio de crédito en beneficio de los sujetos de la Reforma
Agraria, atendiendo la demanda crediticia de los pequeños y medianos
productores, así como de las cooperativas agrícolas.
Artículo 112. El servicio de crédito agrícola se orientará por las normas siguientes: 1. Se consideran sujetos con derecho a estos créditos los
pequeños y medianos productores, sean o no beneficiarios de las dotaciones realizadas de acuerdo a la Ley.
39
2. Los créditos serán individuales o colectivos, entendiéndose por estos últimos, los otorgados a las Cooperativas Agrícolas o ab las Uniones de Prestatarios.
3. La concesión de estos créditos deberá ser oportuna y
con un plazo adecuado a la capacidad productiva de la explotación y de la vida útil de la inversión, a objeto que cumplan su finalidad específica. Dichos créditos no podrán devengar un interés mayor del tres (3%) anual, cuando se trata de pequeños productores.
4. Los créditos responderán a las necesidades siguientes:
§ Créditos de ejercicio: A cubrir los gastos de vida de la familia campesina, la adquisición de ganado, aves de corral, semillas, fertilizantes, insecticidas, fungicidas, preparación de tierras, siembra, cultivo, cosecha, seguro y pequeñas reparaciones.
§ Créditos complementarios: Para atender gastos
urgentes inaplazables en la vida familiar, que se estimará en función de las necesidades y posibilidades de pago del solicitante.
§ Créditos para mejoras mobiliarias: Destinados a
la adquisición de máquinas, útiles, aperos de labranza y animales de labor para ceba o recría.
§ Créditos para mejoras permanentes: construcción
de viviendas, silos, galpones, caminos y drenajes.
En este artículo se consideran claramente cinco (5) aspectos
fundamentales, en cuanto: primero, podrán ser sujetos a crédito todas aquellas
personas que fuesen o no dotados de tierras por el Estado; segundo, la
modalidad, podrán ser sujetos a crédito el productor individual o el organizado
40
en cooperativas y asociaciones, beneficiarios de la Reforma Agraria; tercero, la
concesión y entrega del crédito deberá ser oportuna, de acuerdo a lo pautado
en el artículo 115 de la misma Ley, los plazos estarán en función del monto y
la vida útil de la inversión; cuarto, el crédito deberá ser suficiente en cuantía,
no sólo para cubrir los gastos de la explotación, sino también los gastos de vida
del producto y su familia, garantizando así la estabilidad económica y social
del hogar campesino; y finalmente, quinto, el interés a devengar por el
instituto crediticio público no podrá ser mayor al tres por ciento (3%) anual,
cuando se trate de pequeños productores.
Artículo 113. Estos créditos podrán ser otorgados individualmente si lo tramita una persona par sí, bajo su responsabilidad o colectivamente cuando son tramitados por una Cooperativa o Uniones de Prestatarios, sin perjuicio de lo establecido en la Ley de Sociedades y Cooperativas. Cinco o más agricultores o criadores, pequeños o medianos, podrán organizar una Unión de Prestatarios o una Cooperativa, las cuales tramitarán los créditos que consideren convenientes, en las condiciones que establece la Ley.
Como puede observarse, el productor podrá solicitar y tramitar el crédito
tanto en forma individual, como colectiva, formando cooperativas o uniones de
prestatarios agrupados por cinco (5) o más socios beneficiarios de la Reforma
Agraria.
Artículo 114. Estos créditos deberán ser garantizados con prenda agraria o industrial, constituida a favor del instituto que lo otorgue sobre los bienes siguientes:
§ Plantaciones, Cultivos
41
§ Frutos de cualquier clase, pendientes o cosechados.
§ Animales de cualquier especie. § Maderas. § Vehículos, maquinarias y demás instrumentos
rurales.
La fianza del crédito se aplicará bien financiado, variando desde una
garantía prendaria sobre cultivos, frutos animales, etc. A una industrial sobre
maquinarias, vehículos e instrumentos rurales, los cuales serán propiedad del
instituto que otorgue el crédito hasta su debida cancelación.
Artículo 115. La tramitación de los créditos agrícolas, ya sean individuales o colectivos, se harán ante la dependencia del Banco Agrícola y Pecuario, las cuales serán autorizadas expresamente para ello, dichas solicitudes deberán ser resueltas en un plazo no mayor de veinticinco (25) días hábiles, si la dependencia bancaria que ha de conceder el crédito tuviese su sede en el lugar de domicilio del solicitante; de cuarenta y cinco (45) días hábiles, si estuviese en la capital del Distrito o del Estado de la jurisdicción y noventa (90) días, si estuviese en la Capital de la República.
Queda establecido en este artículo el tiempo que tiene estipulado la
institución crediticia en dar respuesta a la solicitud de crédito formulada por
los productores individuales o colectivos, lapso que estará en función del
domicilio de la institución con respecto al lugar de habitación del solicitante.
42
Glosario de Términos
ACREEDOR. El que posee los recursos financieros. Conocido también como mutante. AGRICULTURA. Técnica para el cultivo de la tierra. BIEN. Es toda aquella cosa tangible o intangible, susceptible a valorarse y ser sujeta a derechos y obligaciones. CALENDARIO AGRICOLA. Instrumento de seguimiento y evolución del plan de producción. COBERTURA. Cantidad, posición o garantía que se tiene disponible o fácilmente utilizable para disponer de una deuda o compromiso. CREDITO. Posición contable que resulta contra el deudor de un contrato de préstamos. CREDITO CORTO PLAZO. Es aquel crédito que tiene una duración de un año, destinados a la preparación de tierras, siembra y adquisición de insumos para cultivos de ciclo corto. CREDITO DIRIGIDO. Modalidad del crédito supervisado, caracterizado fundamentalmente por otorgarse a pequeños productores para la producción. CREDITO LARGO PLAZO. Crédito cuya duración va desde cinco (5) hasta doce (12) años. CREDITO MEDIANO PLAZO. Crédito que va desde dos (2) hasta ocho (8) años y que sirve para cubrir ciertas necesidades que el corto plazo no satisfaga. DEUDOR. El que ha de recibir el crédito. Es conocido también como usuario, propietario o sujeto pasivo. EFICIENCIA. Virtud para lograr algo.
43
EMPRESA CAMPESINA. Sociedades civiles sin fines de lucro, organizadas o integradas por beneficiarios de la Reforma Agraria, con dotación colectiva y regidas por Juntas Directivas. FINANCIAMIENTO. Provisión de capital otorgado a determinadas tasas de interés y plazo específico para la ejecución de un plan de inversión. GARANTIA. Es el respaldo que asegura el cumplimiento de la obligación, es decir, las cualidades, cosas u objetos que el prestatario ofrece al acreedor para responder al pago del préstamo que se hace. INTERES. Valor monetario que el deudor paga al acreedor por el uso del dinero. LIQUIDACION. Entrega del monto total o parcial del crédito concedido a un prestatario. MONTO. Cantidad en crédito. El valor monetario de lo entregado por el acreedor al deudor. PATRON DE FINANCIAMIENTO. Es el monto de los costos directos de producción financiados por el instituto crediticio, que comprende: mano de obra, insumos, mecanización y cosecha. PARTIDAS. Montos parciales que se establecen para amortización del crédito. PLAZO. Lapso de tiempo que va desde el inicio del crédito hasta su vencimiento. PRESUPUESTO. Es el conjunto de ingresos y egresos de una compañía privada o de un organismo público de un estado, para un período determinado. PRODUCCION. Acción de producir, en la agricultura se expresa en rendimiento esperado del cultivo por el número de hectáreas sembradas. PRODUCTIVIDAD. Incremento simultáneo de la producción y del rendimiento, debido a la modernización del material y a la mejora de los métodos de trabajo.
44
UNION DE PRESTATARIOS. Sociedades civiles sin fines de lucro, organizadas e integradas por beneficiarios de la Reforma Agraria con dotación individual y regidos por un órgano interno denominado Junta Directiva.
45
CAPITULO III MARCO METODOLOGICO
Para cumplir con los objetivos de trabajo se procedió a revisar las
organizaciones económicas campesinas ubicadas en el municipio Sucre del
estado Yaracuy, que estuviesen activas y beneficiarias del programa de crédito
que otorga el Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario, en virtud de que en la
zona no sólo existen las dos modalidades de organización (Unión de
Prestatarios y Empresas Campesinas) sujetas a estudio, sino también que está
representando el instituto que otorga el crédito (Anexo I).
Tipo de Investigación
La investigación corresponde a un estudio de campo de carácter
descriptivo.
Es descriptivo por cuanto se describen algunas características
fundamentales de la realidad del objeto de estudio, utilizando criterios
sistemáticos para destacar los elementos esenciales de trabajo.
S dice que esta investigación tiene un diseño de campo por cuanto los
datos fueron obtenidos directamente de la realidad, lo que garantiza un mayor
nivel de confianza para el conjunto de información obtenida, habiéndose
46
utilizado en este caso la aplicación del instrumento metodológico representado
por la encuesta.
Población y Muestra
Se consideró como población y muestra de estudio a las Organizaciones
Económicas Campesinas ubicadas en el municipio Sucre del estado Yaracuy,
beneficiarias el programa de crédito agrícola que otorga el Instituto de Crédito
Agrícola y Pecuario para los rubros maíz y caña de azúcar. Aplicándose el
instrumento de investigación a las juntas directivas de las organizaciones, al
igual que a los técnicos de campo encargados de la supervisión del crédito de
las OEC.
Levantamiento de la Información
Observación Directa
Se realizaron visitas de reconocimiento a partir del mes de marzo, con la
finalidad de iniciar el trabajo de campo.
Observación Documental
Para llevar a cabo la realización del estudio, se hizo necesario una
revisión bibliográfica relativa al crédito agrícola en Venezuela, estableciendo
especial énfasis en el financiamiento dirigido a las OEC, para ello se hizo uso
de los anuarios estadísticos, memorias y cuentas, documentos institucionales
47
correspondientes al Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario, tales como:
demostraciones de cuenta, contratos, récord crediticio y solicitud del crédito
(Anexo II).
Entrevista
Se realizaron entrevistas abiertas al personal técnico que labora en el
ICAP a nivel de oficina, en las áreas de supervisión, recuperación,
planificación y crédito.
Encuesta
Con propósito de recolectar la información se utilizó la técnica de
encuesta, por ser la más recomendada en los estudios de campo de carácter
descriptivo. El cuestionario diseñado para tal fin fue aplicado a los integrantes
de las juntas directivas de las organizaciones muestreadas (como
representantes y socios de los entes beneficiarios del crédito), así como
también a los seis (6) técnicos de campo asesores de las OEC, para reforzar la
información suministrada. Es de hacer notar que cada junta directiva está
conformada por cuatro (4) socios que actúan como representantes de la
organización, estando integrado por un (1) presidente, un (1) secretario, un (1)
tesorero y un (1) vocal (anexo III).
48
Validación del Instrumento
La validez del instrumento se determinó a través de la revisión
bibliográfica, con la finalidad de adquirir conocimientos sobre aspectos
relacionados con la variable de estudio. Este instrumento fue sometido a juicio
de personas con conocimientos en el área de crédito dentro del ICAP, así como
personas especialistas del agro y metodólogos.
Obtención de la Información
Para obtener una mejor información se tomaron las siguientes
previsiones:
§ El cuestionario fue aplicado mediante la entrega directa a cada uno de los
sujetos que integraron la muestra, a quienes se les facilitaron las
explicaciones precisas de lo que se deseaba.
§ Se aplicaron las tres alternativas (siempre, casi siempre, nunca)
presentadas en cada ítem, dejando a libre decisión la selección de la
misma.
Procesamiento de la Información
Una vez finalizada la recolección de datos se diseñó una matriz,
separándose la información recabada tanto de los integrantes de las juntas
directivas, así como también del técnico asesor y luego se analizaron
comparativamente las respuestas obtenidas.
49
A cada pregunta formulada se le ubicaron todas las respuestas asignadas
por los informantes y basándose en ello se formaron diversas categorías,
elaborándose posteriormente un análisis porcentual.
La información obtenida por el personal técnico que labora dentro de las
oficinas del ICAP se procesó directamente, es decir sin ninguna tabulación,
debido a que fueron pocas las personas entrevistadas.
50
CAPITULO IV ANALISIS E INTERPRETACION DE LOS RESULTADOS
El objetivo de este estudio es analizar las características del
financiamiento concedido por el Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario a las
Organizaciones Económicas Campesinas, con énfasis en las localizadas en el
municipio Sucre del estado Yaracuy.
Los resultados se presentan en dos fases: una primera referente a la
observación directa obtenida en el área de estudio y una segunda, relativa al
procesamiento y análisis de la información estadística existente en el ente
financiero.
Información Obtenida en el Ambito de las OEC estudiadas
Se corresponden con la información obtenida a través del levantamiento
de la encuesta aplicada a los miembros de las juntas directivas de las OEC
sujetas a estudio y a los técnicos asesores de las mismas, como elementos de
referencia de la información suministrada, cuyo análisis se representa a
continuación en los siguientes cuadros.
51
Cuadro Nro. 05 Planificación del Crédito entre el Instituto que lo Otorga y el Beneficiario
Juntas Directivas Técnico Asesor
Alternativas Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre 10 28 3 50
Nunca 26 72 3 50
Fi 36 100 6 100
Mas de la mitad de los encuestados consideran que la planificación
agroeconómica del crédito no se realiza de manera conjunta entre los
integrantes de la junta directiva (como representantes y socios de la
organización) y el técnico asesor de la institución crediticia, siendo elaborada
unilateralmente por este último sin contar con la participación del campesino.
Cuadro Nro. 06 Suficiencia del Monto del Crédito para Cubrir los Gastos de Explotación
del Cultivo
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre 2 5
Nunca 34 95 6 100
Fi 36 100 6 100
Se puede observar que casi la totalidad de los encuestados opinan que los
montos otorgados en crédito para los diferentes rubros agrícolas son
insuficientes, haciendo imposible realizar la totalidad de las prácticas agrícolas
52
requeridas por el cultivo, adquirir y aplicar los insumos necesarios para el
logro de su desarrollo normal y cosechar el producto obtenido.
Cuadro Nro. 07 Suficiencia del Crédito para Cubrir los Gastos de Alimentación,
Educación y Salud
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre
Nunca 36 100 6 100
Fi 36 100 6 100
Todos los encuestados estiman que el crédito no cubre los gastos de
alimentación, educación y salud, viéndose el campesino organizado en la
obligación de realizar otras actividades para cubrir sus necesidades mínimas,
en deterioro de la explotación agrícola.
Cuadro Nro. 08 El Crédito Como Elemento de Subsistencia y No de Producción
Juntas Directivas Técnico Asesor
Alternativas Fi % Fi %
Siempre 33 92 5 83
Casi Siempre 3 8 1 17
Nunca
Fi 36 100 6 100
53
La percepción que se tiene del crédito agrícola, aparece en un alto
porcentaje como un medio de subsistencia y no como un instrumento de
producción, por lo que no contar con ayuda financiera el campesino se vería
obligado a realizar otras actividades fuera de su unidad de producción.
Cuadro Nro. 09 El Crédito Como Elemento de Incremento de Producción en la Unidad de
Explotación
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre 3 8
Nunca 33 92 6 100
Fi 36 100 6 100
La gran mayoría opina que el crédito agrícola no ha ayudado a
incrementar la producción del rubro explotado en la parcela, debido no sólo a
la insuficiencia e inoportunidad del monto otorgado, sino también a la
aplicación de una asistencia técnica poco eficiente.
Cuadro Nro. 10 Oportunidad del Crédito
Juntas Directivas Técnico Asesor
Alternativas Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre 6 16 1 16
Nunca 30 84 5 84
Fi 36 100 6 100
54
El ochenta y cuatro por ciento (84%) de los encuestados consideran que
el crédito agrícola y la entrega de las partidas correspondientes para la
implementación de las diferentes fases del proceso productivo, es inoportuno y
extemporáneo, dificultando la ejecución de las labores en la época apropiada,
lo que repercute negativamente en los rendimientos.
Cuadro Nro. 11 Oportunidad de las Partidas del Crédito
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre 5 14 1 16 Nunca 31 86 5 84
Fi 36 100 6 100
Sobre el ochenta y cuatro por ciento (84%) de los encuestados estiman
que las partidas correspondientes al crédito son inoportunas, lo que repercute
en un retardo en el inicio de las labores culturales del cultivo y por ende en los
bajos resultados en la producción y de los ingresos esperados en la unidad de
explotación.
Cuadro Nro. 12 El Crédito como Instrumento de Mejora del Nivel de Vida del Campesino
Juntas Directivas Técnico Asesor
Alternativas Fi % Fi %
Siempre Casi Siempre Nunca 36 100 6 100
Fi 36 100 6 100
55
Todos los encuestados coinciden en que el crédito no ha sido un
verdadero instrumento de mejoría del nivel de vida del campesino, debido a
fallas en el monto y ejecución del crédito, y por la falta de participación del
campesino en la planificación del mismo.
Cuadro Nro. 13 La Baja Recuperación del Crédito es Debido a la Insuficiencia de los
Montos Otorgados
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre 32 89 6 100
Casi Siempre 4 11
Nunca
Fi 36 100 6 100
Sobre el ochenta y nueve por ciento (89%) de los encuestados consideran
que la insuficiencia de los montos otorgados incide de manera negativa en la
recuperación del crédito, debido a la no-ejecución de todas las labores
agrícolas requeridas para el desarrollo normal del cultivo, lo que se traduce en
una baja producción y por ende en una baja en los ingresos esperados en la
explotación.
56
Cuadro Nro. 14 Incide Negativamente la Inoportunidad del Crédito sobre la Recuperación
del Mismo
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre 29 81 4 60
Casi Siempre 7 19 2 40
Nunca
Fi 36 100 6 100
Se aprecia como la mayor parte de los encuestados opinan que la
inoportunidad del crédito incide de manera negativa en la recuperación del
mismo, dado las repercusiones desventajosas en la producción y en los
ingresos esperados.
Cuadro Nro. 15 Articulación del Crédito con la Asistencia Técnica
Juntas Directivas Técnico Asesor
Alternativas Fi % Fi %
Siempre 28 78 6 100
Casi Siempre 8 22
Nunca
Fi 36 100 6 100
Un alto porcentaje consideró que el crédito agrícola debe llevar implícito
la asistencia técnica como instrumento idóneo, que permite mejorar la
producción y la productividad a través de la mayor receptividad hacia técnico,
57
lo que ayuda en su función y trae como consecuencia un desarrollo adecuado
de la explotación.
Cuadro Nro. 16 Es Eficiente la Asistencia Técnica Prestada por las Empresas o
Instituciones Contratadas
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre 8 22 2 33
Nunca 28 78 4 67
Fi 36 100 6 100
La mayor parte de los encuestados consideran que la asistencia técnica
prestada por las empresas o instituciones contratadas por el ICAP ha sido
deficiente, lo cual no ha permitido que los recursos disponibles sean
aprovechados en toda su magnitud.
Cuadro Nro. 17 Diversificación de la Producción en la Unidad de Explotación a Través del
Financiamiento
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre
Nunca 36 100 6 100
Fi 36 100 6 100
58
Se aprecia como todos los encuestados consideran que el financiamiento
agrícola del ICAP no ha contribuido a estimular la diversificación de cultivos,
situación que se ha presentado comúnmente en el ámbito de las Organizaciones
Económicas Campesinas.
Cuadro Nro. 18 Decide la Organización a que Agroindustria Coloca el Producto de su
Cosecha
Juntas Directivas Técnico Asesor Alternativas
Fi % Fi %
Siempre
Casi Siempre
Nunca 36 100 6 100
Fi 36 100 6 100
Todos los encuestados coinciden que las organizaciones no deciden a que
agroindustria colocan el producto cosechado, siendo esta medida adoptada por
el cuerpo directivo de la institución crediticia.
Información Documental
Se corresponden con las informaciones obtenidas de las memorias y
cuentas del Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario y los anuarios estadísticos
llevados por el Instituto, las cuales se analizan a continuación.
Del análisis que se realiza a la gestión financiera del ICAP durante el
período 1990-1997, se observa con especial particularidad el comportamiento
59
del presupuesto de inversión, determinándose como el mismo llegó sólo a
cubrir en promedio el cuarenta y siete por ciento (47%) de la demanda
crediticia presentada a escala nacional para ese mismo período, situación que
se ha reflejado negativamente en los últimos tres (3) años, donde la demanda
crediticia insatisfecha se situó aproximadamente en sesenta y nueve por ciento
(69%). Así mismo, los aportes del Ejecutivo Nacional durante el lapso de
estudio representaron aproximadamente un treinta por ciento (30%) de la
totalidad de las necesidades crediticias reflejadas, lo cual no ha permitido
satisfacer la demanda de crédito de los pequeños productores a cabalidad, tal
como lo establece la Ley de su creación, en concordancia con lo pautado en la
Ley de Reforma Agraria, cuando establece que el Instituto tiene como objetivo
satisfacer las necesidades de crédito del pequeño productor rural y sus
organizaciones, sean o no beneficiarios de la Reforma Agraria.
En efecto, esta diferencia entre los recursos demandados y los destinados
al financiamiento, ha venido aumentando en los últimos ocho (8) años de
manera negativa para el instituto financiero y en detrimento del pequeño
productor, tal como se refleja en la Gráfica Nro. 1.
60
Gráfica Nro. 1 Relación del Presupuesto de Inversión Programado y la Demanda
Crediticia. Período 1990-1997
Fuente: Memoria y Cuenta del ICAP. Gerencia de Planificación y Presupuesto.
En cuanto al aporte de los recursos propios (recuperación de créditos)
para completar los fondos requeridos para las inversiones crediticias, los
mismos han sido insuficientes, cubriendo sólo el once por ciento (11%) de la
demanda crediticia.
Por otra parte, cabe señalarse que el Ejecutivo Nacional no aporta fondos
para los gastos operativos del Instituto, los cuales deben ser autofinanciados a
través de las recuperaciones, por lo que aproximadamente el cincuenta y cinco
por ciento (55%) de los mismos se destina para el gasto de funcionamiento del
ICAP.
Para el lapso comprendido entre 1990-1997, el ICAP programó un
presupuesto global de inversión de cuarenta y cinco mil novecientos cuarenta y
0
500010000
1500020000
2500030000
90 91 92 93 94 95 96 97
Años
Demanda Crediticia Presupuesto de Inversión Programado
MBs.
61
un millones quinientos setenta y seis mil bolívares (Bs. 45.941.576.000), de los
cuales destinó el financiamiento de las OEC a escala nacional la suma de doce
mil cuatrocientos cuatro millones ochocientos catorce mil bolívares (Bs.
12.404.814.000), correspondiendo aproximadamente a tres punto cero nueve
por ciento (3.09%) al presupuesto programado de las OEC estudiadas, tal como
se refleja en el Cuadro Nro. 19.
Cuadro Nro. 19 Distribución del Presupuesto de Inversión con Relación a las OEC a
Escala Nacional y las Objetos de Estudio (MBs.)
Años Presupuesto de Inversión Presupuesto de las OEC Nacionales
Presupuesto de las OEC Objetos de Estudio
1990 5.810.000 1.843.945 57.097
1991 5.440.000 1.650.000 51.816
1992 5.060.332 1.366.289 42.822
1993 4.983.526 1.148.674 35.971
1994 4.738.134 1.042.389 33.116
1995 4.660.100 932.020 27.477
1996 6.082.724 1.946.472 59.952
1997 9.166.760 2.475.025 76.129
Total 45.941.576 12.404.814 384.380
Fuente: Memoria y Cuenta del ICAP. Gerencia de Planificación y Presupuesto. Anexo IV.
Respecto al presupuesto para las OEC existentes a escala nacional, no fue
suficiente para cubrir las demandas crediticias de las mismas, presentándose un
déficit promedio para el lapso estudiado del cincuenta y seis por ciento (56%),
situación esta que ha repercutido en la disminución de la frontera agrícola
62
atendida por el Instituto y por consiguiente en el número de productores a
beneficiar, tal como se refleja en la Gráfica Nro. 2
Gráfica Nro. 2 Relación entre el Presupuesto de Inversión Programado para las OEC a Escala Nacional y su Demanda Crediticia. Período 1990-1997 (MBs.)
Fuente: Memoria y Cuenta del ICAP. Gerencia de Planificación y Presupuesto.
Para el período estudiado, a las OEC del municipio Sucre del estado
Yaracuy se les programó la siembra de nueve mil trescientos ochenta y nueve
hectáreas (9.389 ha), distribuidas entre los rubros maíz y caña de azúcar
(plantilla) correspondientes a los ciclos invierno y anual respectivamente,
beneficiándose un total de mil doscientos sesenta y nueve (1269) productores
durante el lapso en estudio. Es de hacer notar como durante este período se
observa una reducción drástica en la superficie financiada y por ende una
disminución en el número de productores atendidos a través del programa de
crédito colectivo, como consecuencia de la insuficiencia presupuestaria, tal
como se refleja en el Cuadro Nro. 20.
0
2.000
4.000
6.000
8.000
10.000
90 91 92 93 94 95 96 97
Años
Presupuesto Programado OEC Demanda Crediticia
MBs.
63
Cuadro Nro. 20 Superficie y Beneficiarios Atendidos con el Financiamiento Programado a
las OEC del Municipio Sucre del Estado Yaracuy. Período 1990-1997
Años Presupuesto de Inversión Programado (Bs.)
Superficie (ha)
Beneficiarios Atendidos (Nro.)
1990 57.097.000 1.876 249
1991 51.816 1.702 225
1992 42.822.000 1.407 186
1993 35.971.000 1.181 157
1994 33.116.000 1.088 144
1995 27.977.000 919 122
1996 59.952.000 757 103
1997 76.129.459 459 83
Total 384.380.000 9.389 1.269
Fuente: Memoria y Cuenta del ICAP.
Para los casos específicos de los rubros por el ICAP a las OEC ubicadas
en el municipio Sucre del estado Yaracuy, se tiene que para el maíz, los
patrones de financiamiento otorgados durante el período de estudio sólo
llegaron a cubrir en promedio el sesenta y ocho punto veinticinco por ciento
(88,25%) de los patrones de financiamiento, ajustados a un noventa por ciento
(90%) de los costos reales de producción de ese cultivo establecidos por la
junta directiva del Instituto para ese mismo período, siendo insuficiente para
llegar a cumplir la totalidad de las labores agrícolas requeridas por el cultivo,
según se refleja en la Gráfica Nro. 3.
64
Gráfica Nro. 3 Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados para el Rubro Maíz, con Respecto a los Patrones de Financiamiento Otorgados por el
ICAP para ese Cultivo. Período 1990-1997
Fuente: ICAP – MAC. Anexo V.
En relación de caña de azúcar (plantilla), se tiene que los patrones de
financiamiento otorgados por el ICAP durante el período 1990-1997 sólo
llegaron a cubrir en promedio un setenta y cinco punto sesenta y seis por
ciento (75,66%) de los patrones de financiamientos, ajustados en un noventa
por ciento (90%) de los costos reales de producción para ese cultivo, según lo
establecido por la junta directiva del Instituto durante ese período, siendo esta
situación más crítica respecto al anterior por las condiciones semi-intensivas de
explotación de la caña de azúcar, creándose problemas de insuficiencia para la
realización de las actividades agrícolas requeridas por el cultivo, según Gráfica
Nro. 4.
050.000
100.000150.000200.000250.000300.000350.000
90 91 92 93 94 95 96 97
Años
Patrón de Financiamiento AjustadoPatrón de Financiamiento Concedido
Bs./ha
65
Gráfica Nro. 4 Cobertura de los Patrones de Financiamiento Ajustados para el Rubro
Caña de Azúcar (plantilla), con Respecto a los Patrones de Financiamiento Otorgados por el ICAP para ese Cultivo. Período 1990-1997
Fuente: ICAP – MAC. Anexo VI.
En otro orden de ideas, se observó en el ámbito del instituto financiero
que durante los dos primeros años del período de estudio, la colocación de los
recursos económicos para la inversión crediticia por parte del Ejecutivo
Nacional se hizo bajo la figura del dozavo, permitiendo el flujo de capital
permanente y constante durante todo el año. A partir de 1992, a pesar de estar
establecido que la solicitud y colocación de los recursos se haría en lapsos
bimestrales, se observa como durante los cinco (5) primeros meses el Instituto
no cuenta con los recursos económicos aportados por el Ejecutivo, que le
permita iniciar la actividad crediticia correspondiente a los ciclos anual e
invierno, cuyos inicios se establece para los últimos del mes de febrero y
segunda quincena del mes de marzo respectivamente, lo que trae como
consecuencia un retraso en el otorgamiento y liquidación de los créditos, y por
050.000
100.000150.000200.000250.000300.000350.000
90 91 92 93 94 95 96 97
Años
Patrón de Financiamiento AjustadoPatrón de Financiamiento Concedido
Bs./ha
66
consiguiente un desfase en la realización de las prácticas agrícolas requeridas
para los cultivos, tales son los casos de los rubros financiados a las OEC
sujetas a estudio, como lo son el maíz y la caña de azúcar (plantilla), cuyas
fechas topes de siembra definidas para la zona por el MAC se establecen, para
el primero, máximo quince de mayo y el segundo, finales de marzo. Ver
Cuadro Nro. 21.
Cuadro Nro. 21 Colocación de Recursos al ICAP por Parte del Ejecutivo Nacional
% de Colocación de los Recursos
Años Asignación de Presupuesto
(MBs.) Ene Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
1990 4.720.000 15 15 15 10 11 10 5 5 5 3 3 3
1991 3.980.000 15 15 15 10 10 5 5 5 5 5 5 5
1992 3.480.000 34 33 23 20
1993 3.150.000 56 11 27 6
1994 3.050.114 43 13 24 20
1995 2.661.800 30 25 35 10
1996 5.000.000 34 12 44 10
1997 7.133.310 41 22 22 15
Fuente: ICAP – MAC. Anexo VI.
67
CAPITULO IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
§ El sector campesino organizado percibe al crédito como un medio de
subsistencia y no como un medio de producción lo que hace que el
pequeño productor aumente su dependencia con el estado, ya que la baja
productividad del negocio agrícola dentro de su escala de producción le
impiden obtener ingresos suficientes para atender sus necesidades
mínimas y cancelar las obligaciones contraidas.
§ Existe deficiencia en la planificación crediticia, por ser la misma
realizada unilateralmente por los técnicos de la institución crediticia sin
un diagnóstico previo de las unidades de producción y sin promover la
participación activa y consciente de los socios de la organización, en la
programación de las actividades agrícolas implícitas en la explotación de
cultivo. Así mismo un alto porcentaje de los recursos financieros
destinados para la actividad crediticia se ha orientado en los últimos ocho
(8) años hacia la planificación de cultivos de ciclo corto, como lo son el
maíz y sorgo, los cuales se convierten en materia prima para la
agroindustria a un bajo costo y en detrimento del pequeño productor.
§ La deficiencia de los servicios de asistencia técnica prestada por las
empresas o instituciones contratadas, es un factor que ha influido
negativamente sobre el crédito, lo cual no ha permitido que los escasos
68
recursos económicos disponibles sean aprovechados en toda su magnitud
en función de mayores índices de producción y productividad.
§ La colocación irregular de los aportes del Ejecutivo nacional, así como la
extemporaneidad de las cobranzas realizadas por el Instituto contribuyen
a la inoportunidad en la entrega del crédito, lo cual repercute
negativamente en la ejecución de las diferentes labores culturales de los
cultivos financiados, reflejados en los bajos rendimientos de los mismos.
Situación esta que ha ido en detrimento del sector conformado por los
pequeños productores organizados.
§ La escasez de los recursos financieros del ICAP en los últimos ocho (8)
años han determinado la insuficiencia presupuestaria para cubrir la
demanda crediticia, lo cual se ha hecho más marcado en el ámbito de las
OEC, al observar no sólo una deficiencia en la cuantía de los patrones de
financiamiento otorgados, sino también una contracción de la superficie
financiada, la cual ha disminuido drásticamente en los últimos tres (3)
años.
§ Del estudio realizado se concluye que el financiamiento agrícola por el
ICAP a las OEC localizadas en el municipio Sucre del estado Yaracuy, es
ineficiente por no satisfacer las características que definen la eficiencia
del crédito agrícola, lo cual se determina por la insuficiencia de los
montos otorgados, la inoportunidad en la liquidación de la partida y la
casi nula asistencia técnica y supervisión crediticia programada por el
Instituto.
69
Recomendaciones
§ Realizar la planificación de presupuesto de inversión crediticia anual,
contemplando todos los programas de financiamiento y los ciclos de
producción agrícola. La misma debe ser presentada al Ejecutivo Nacional
dentro de la segunda quincena del mes de junio, de acuerdo al Artículo
Nro. 22 de la Ley Orgánica del régimen Presupuestario, solicitar los
recursos necesarios y disponer de los mismos de una manera oportuna
para el cabal cumplimiento de las programaciones establecidas.
§ Establecer un mecanismo que permita crear un fondo de reserva con
recursos provenientes de las recuperaciones obtenidas en el último
trimestre del año, que permita cubrir la deficiencia presupuestaria cuando
el ejecutivo no coloca los recursos a tiempo.
§ Realizar la programación del presupuesto de inversión crediticia sobre la
base de los patrones de financiamiento acorde a cada cultivo, es decir,
considerar lo normado por la Junta Directiva de otorgar patrones de
financiamiento sobre la base del noventa por ciento (90%) de los costos
reales de producción existentes para el momento.
§ Estudiar la posibilidad de suscribir convenios de financiamientos y
ampliar los ya existentes con los otros entes gubernamentales otorgantes
de crédito, lo que permitirá obtener fuentes de financiamiento que
aumentará la disponibilidad de recursos para cubrir la demanda crediticia
en un cien por ciento (100%).
70
§ Reorientar la actual política de financiamiento a las OEC de tal manera
de favorecer la diversificación de la producción y promover la
incorporación de nuevos cultivos a la programación crediticia partiendo
de una adecuada zonificación de rubros.
§ Establecer la planificación del crédito de las OEC conjuntamente con los
socios que la conforman, tomando en consideración la incorporación de
nuevos rubros que contribuya a la diversificación de la producción.
Para lograr cumplir con las recomendaciones antes indicadas se propone
al Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario promover la creación de un comité
de planificación conformado por las Gerencias de Crédito, Planificación y
Presupuesto, Cobranzas y Gerencia General, el cual tendrá bajo su
responsabilidad trazar los lineamientos a seguir en la elaboración de la
programación crediticia, teniendo como base la demanda de crédito a escala
nacional, los aportes del Ejecutivo Nacional y las políticas macro establecidas
por el MAC como organismo rector.
71
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
ALVAREZ, A. (1990). Metodología y Técnicas de Investigación. Interamericana. Barquisimeto (Venezuela).
ARAUJO, E. (1978). El Crédito Agraria. AEDA. Bogotá. BOLIVAR, Y. (1991). Financiamiento Agrícola. Bibliografía
Agroalimentaria Fundación Polar. Caracas (Venezuela). BUSOT, A. (1988). Investigación Educacional. Universidad del Zulia.
Maracaibo (Venezuela). CARDENAS, A. (1993). Crédito Agrícola. Ediciones CVF. Caracas
(Venezuela). CARTEY, M. (1993). Resolver un Problema sin Comprenderlo. Caso del
ICAP. Fondo de Crédito agropecuario. Caracas (Venezuela). CIARA (1985). Empresas Agrícolas de Producción. Caracas (Venezuela). _____. (1988). Modelos Organizativos. Caracas (Venezuela). FAO (1975). Crédito para la Agricultura en el Mundo de Desarrollo.
Roma. ___. (1983). El Crédito Agrícola Mediante Cooperativas y Otras
Instituciones. Roma. FERNANDEZ, R. (1979). Una Estructura Institucional Ideal para el
Crédito Agrícola. Limusa. México D.F. FRANCIONI, M. (1976). El Crédito en la Producción Agropecuaria. El
Ateneo. Buenos Aires. GONZALEZ, A. (1974) Problemática del Crédito Agrícola en el Desarrollo
Agropecuario. Composter ILCA. San José de Costa Rica.
72
GUYLLORI, M. (1977). Propuesta de Modificación al Programa Crediticio para Organizaciones Económicas Campesinas. FUDECO. Barquisimeto (Venezuela).
HELLMAN, J. (1983). El Crédito Planeado y Supervisado. Caracas
(Venezuela). ICAP. (1975). El Crédito Agrícola para Pequeños Productores.
Barquisimeto (Venezuela). ____. (1981). Instructivo para el Programa de Financiamiento de las
Organizaciones Económicas Campesinas. Barquisimeto (Venezuela). ____. (1987). Documento Sobre el Financiamiento al Pequeño Productor.
Barquisimeto (Venezuela). ____. (1996). Normas y Procedimientos del Crédito Agropecuario.
Barquisimeto (Venezuela). ILCA (1984). Tecnología para el Pequeño Productor Agropecuario. San
José de Costa Rica. LEY DE REFORMA AGRARIA (1961). Gaceta Oficial Nro. 611 de fecha 19
de Marzo. Orientación. Caracas (Venezuela). MEIR, G. (1966). Crédito Agrícola Adaptado a un Asentamiento. II Censo
de Agroeconómia y Crédito. CIARA. Caracas (Venezuela). MELENDEZ, R. (1975). El Crédito Agrícola Campesino. Caracas
(Venezuela). ORTIZ, p. (1985). Ensayos sobre la Política Agrícola en Venezuela. 2da. Ed.
Academia Nacional de Ciencias Económicas. Caracas (Venezuela). REGLAMENTO DE LA LEY DE REFORMA AGRARIA (1967).
Orientación. Caracas (Venezuela). ROJAS, R. (1985). La Reforma Agraria, una Visión Evolutiva del Proceso
Nacional en la Región Central. Caracas (Venezuela).
73
SANCHEZ, V. (1985). Planeamiento y Análisis de Investigaciones. Ediciones UCV. Caracas (Venezuela).
VELEZ, J. (1974). Crédito Rural. Composter ILCA. San José de Costa Rica.
A N E X O S
75
ANEXO I
Relación de las Organizaciones Económicas Campesinas Ubicadas en el Municipio Sucre del Estado Yaracuy, Beneficiarias del Programa del
Programa de Crédito a Través del ICAP
Tipo de Organización Nro. de Socios
Superficie (ha) Rubro Financiado
Empresa Campesina El Rocío 25 212 Maíz
Empresa Campesina El Llovizno 34 282 Maíz
Empresa Campesina El Aguacero 25 129 Maíz
Empresa Campesina Sol Naciente 22 204 Maíz
Empresa Campesina El Resplandor 40 504 Maíz
Empresa Campesina El Amanecer 14 50 Caña de Azúcar (plantilla)
Empresa Campesina La Rosa 67 245 Caña de Azúcar (plantilla)
Unión de Prestatarios Los Yaracuyanos 17 116 Maíz
Unión de Prestatarios Los Abuelos 12 60 Maíz
Unión de Prestatarios Los Primeros 10 74 Maíz
Fuente: Jefatura de Crédito ICAP. Sucursal San Felipe
76
ANEXO II
ENCUESTA
SEÑORES INTEGRANTES DE LA JUNTA DIRECTIVA Y TÉCNICO ASESOR DE CAMPO
La presente encuesta ha sido diseñada con la finalidad de obtener
información referente al crédito agrícola dirigido a las Organizaciones
Económicas Campesinas, durante el período 1990-1997.
Se les agradece leer detenidamente y responder todas las preguntas que
aparecen a continuación, para lograr que sus resultados sean válidos y
confiables.
La información que suministre será tratada confidencialmente, el
instrumento es de carácter anónimo, por lo tanto no requiere su identificación.
De antemano le agradecemos la colaboración prestada para cump lir con
los objetivos trazados.
77
ENCUESTA APLICADA A LA JUNTA DIRECTIVA
1. ¿Se planifica el crédito entre su organización y el técnico de campo asesor
de la OEC?.
Siempre Casi siempre Nunca
2. ¿El monto otorgado en crédito es suficiente para cubrir las diferentes fases
de explotación del cultivo?.
Siempre Casi siempre Nunca
3. ¿Los montos otorgados en el crédito le permiten cubrir sus gastos de
alimentación, educación y salud?.
Siempre Casi siempre Nunca
4. ¿El crédito es más un medio de subsistencia que de producción?.
Siempre Casi siempre Nunca
5. ¿Ha ayudado el crédito a aumentar la producción en su parcela?.
Siempre Casi siempre Nunca
6. ¿Es oportuno el crédito?.
Siempre Casi siempre Nunca
7. ¿Son oportunas las partidas del crédito?.
Siempre Casi siempre Nunca
8. ¿Ha mejorado su situación desde que recibe el crédito?.
Siempre Casi siempre Nunca
9. ¿La insuficiencia del monto financiado ha incidido negativamente en el
pago del crédito?.
Siempre Casi siempre Nunca
78
10. ¿La inoportunidad del crédito ha incidido en forma negativa para el pago de sus obligaciones con el ICAP?.
Siempre Casi siempre Nunca
11. ¿Considera importante que el crédito esté complementado con una
asistencia técnica?.
Siempre Casi siempre Nunca
12. ¿Ha sido eficiente la asistencia técnica prestada por la empresa o
institución contratada por el ICAP?.
Siempre Casi siempre Nunca
13. ¿El financiamiento del ICAP le ha permitido diversificar la producción en
su parcela?. Siempre Casi siempre Nunca
14. ¿Decide su organización a que agroindustria colocará el producto de su
cosecha?. Siempre Casi siempre Nunca
79
ENCUESTA APLICADA AL TECNICO ASESOR
1. ¿Planifica Usted el crédito conjuntamente con la junta directiva de la
organización a su cargo?
Siempre Casi siempre Nunca
2. ¿Es suficiente el monto otorgado en crédito para cubrir las diferentes
labores agrícolas implícitas en el desarrollo del cultivo?.
Siempre Casi siempre Nunca
3. ¿Alcanza el monto del crédito para que el campesino cubra sus
necesidades de alimentación, educación y salud?.
Siempre Casi siempre Nunca
4. ¿Ha sido el crédito más un instrumento de subsistencia que de producción
para el campesino?.
Siempre Casi siempre Nunca
5. ¿Es oportuna la entrega del crédito?.
Siempre Casi siempre Nunca
6. ¿Se asignan oportunamente las partidas del crédito?.
Siempre Casi siempre Nunca
7. ¿Ha contribuido el crédito a mejorar el nivel de vida del campesino?.
Siempre Casi siempre Nunca
8. ¿Ha ayudado el crédito a incrementar la producción en la unidad de
explotación?.
Siempre Casi siempre Nunca
80
9. ¿Incide negativamente la inoportunidad del crédito en la recuperación del mismo?.
Siempre Casi siempre Nunca
10. ¿Incide negativamente la insuficiencia del monto otorgado en crédito en la
recuperación?.
Siempre Casi siempre Nunca
11. ¿El servicio de asistencia técnica presentada la las OEC es eficiente?.
Siempre Casi siempre Nunca
12. ¿Considera importante que el servicio del crédito lleve implícito la
asistencia técnica?. Siempre Casi siempre Nunca
13. ¿La organización decide a que agroindustria coloca el producto de su
cosecha?. Siempre Casi siempre Nunca
14. ¿El financiamiento del ICAP ha promovido la diversificación de la
producción en la unidad de explotación?. Siempre Casi siempre Nunca
ANEXO IV
Actividad Crediticia de las Organizaciones Económicas Campesinas Sujetas a Estudios,
Ubicadas en el Municipio sucre del Estado Yaracuy. Período 1990-1997 (MBs.)
Monto/Años 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
Programado 57.097,00 51.816,00 42.822,00 35.971,00 33.116,00 27.977,00 59.952,00 76.129,00
Concedido 57.097,00 51.816,00 42.822,00 35.971,00 33.116,00 27.977,00 59.952,00 76.129,00
Liquidado 52.567,00 45.917,60 36.914,62 31.141,00 27.910,16 24.551,43 57.746,65 73.010,75
Revocado 4.530,00 5.898,40 5.907,38 4.830,00 5.205,84 3.425,57 2.205,35 3.118,25
Recuperado 43.600,00 36.734,08 29.531,69 24.601,39 21.490,82 18.413,57 44.464,92 56.218,27
% Recuperación Respecto al Pagado 83 80 80 79 77 75 77 77
Fuente: Jefatura de Crédito ICAP. Sucursal San Felipe