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López Estrada, F. (1974). Poética, Retórica, Tópica y Temática Medievales. En Introducción a la literatura medieval (pp.148 - 164). Madrid, España: Gredos. REPRODUCCIÓN EXCLUSIVA PARA FINES EDUCACIONALES. C apítulo V POÉTICA, RETORICA, TÓPICA Y TEMATICA MEDIEVALES LA POÉTICA Y RETÓRICA ANTIGUAS Y MEDIEVALES La teoría que había guiado la formulación y realización del arte literario en la Antigüedad pasó, convenientemente adaptada, a la época medieval; esto ocurrió al mismo tiempo que, a través de las copias manuscritas, perduraba la obra que se había escrito de acuerdo con dicha teoría. La Poética (en términos generales, señalando las bases de la constitución del hecho lite- rario) y la Retórica (reuniendo en forma ordenada los formu- lismos expresivos caracterizadores de este hecho) constituyeron desde la época griega sistemas organizados de los recursos con que la lengua se perfeccionaba mediante el ejercicio de un arte que podía enseñarse y aprenderse para luego ser reconocido en la obra literaria; esta correspondencia entre teoría poética y realización de la obra representó el principio de la crítica lite- raria en Europa *. Las Poéticas, las Retóricas, las Artes de Poe- sía y los libros sobre la composición literaria cuyo fin era el cultivo artístico de la lengua latina, pasaron de la Antigüedad a la Edad Media, y fueron la base de las nuevas adaptaciones 1 Planteamiento de conjunto sobre el campo románico en Paul ZuM- thor , Rhétorique et poétique latines et romanes, en GRLMA, 1, 1970, pá- ginas 57-91; bibliografía en las págs. 658-659.

Lopez Estrada F. 1974 - Poetica Retorica Topica y Tematica Medievales

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Poética

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  • Lpez Estrada, F. (1974). Potica, Retrica, Tpica y Temtica Medievales. En Introduccin a la literatura medieval (pp.148 - 164). Madrid, Espaa: Gredos.REPRODUCCIN EXCLUSIVA PARA FINES EDUCACIONALES.

    Captulo V

    POTICA, RETORICA, TPICA Y TEMATICA MEDIEVALES

    LA POTICA Y RETRICA ANTIGUAS Y MEDIEVALES

    La teora que haba guiado la formulacin y realizacin del arte literario en la Antigedad pas, convenientemente adaptada, a la poca medieval; esto ocurri al mismo tiempo que, a travs de las copias manuscritas, perduraba la obra que se haba escrito de acuerdo con dicha teora. La Potica (en trminos generales, sealando las bases de la constitucin del hecho literario) y la Retrica (reuniendo en forma ordenada los formulismos expresivos caracterizadores de este hecho) constituyeron desde la poca griega sistemas organizados de los recursos con que la lengua se perfeccionaba mediante el ejercicio de un arte que poda ensearse y aprenderse para luego ser reconocido en la obra literaria; esta correspondencia entre teora potica y realizacin de la obra represent el principio de la crtica literaria en Europa *. Las Poticas, las Retricas, las Artes de Poesa y los libros sobre la composicin literaria cuyo fin era el cultivo artstico de la lengua latina, pasaron de la Antigedad a la Edad Media, y fueron la base de las nuevas adaptaciones

    1 Planteamiento de conjunto sobre el campo romnico en Paul ZuM- t h o r , Rhtorique et potique latines et romanes, en GRLMA, 1, 1970, pginas 57-91; bibliografa en las pgs. 658-659.

  • Potica y Retrica 149que sirvieron fundamentalmente para tres cometidos, encauzados por los gneros o corrientes retricas de la Edad Media2: el Ars poetriae, el Ars dictaminis y el Ars praedicandi, o sea el arte de la poesa, el destinado a escribir las cartas, y el que toca a la predicacin; respectivamente iban orientados a la composicin literaria (sobre todo, en verso), a la labor de las Cancilleras y a cuanto poda comunicarse por cartas (pequeos tratados, etc.), y a la formacin de los oradores para la comunidad cristiana, que recoga la tradicin escrituraria juda. Segn J. J. Murphy el proceso de cada modalidad se desarroll a travs de una serie de pasos: identificacin de la fuente de origen (Cicern o Donato); adaptacin inicial sin abandono de la fuente; despus, establecimiento de la modalidad con conocimiento pero poco uso de la fuente; luego, apartamiento total de la fuente; ms tarde, cruce entre los tratados anlogos; seguida, por fin, de una reiterada repeticin y decadencia 3. Cada arte estableci un sistema retrico, de carcter fundamentalmente preceptivo, que buscaba el alto grado de una elocuencia, signo de la dignidad formal y esttica de la obra. Hay que subrayar, sobre todo, el valor educativo que tuvo esta disciplina artstica de la lengua, y que sirvi, desde la enseanza de las primeras letras, para preparar la formacin del gusto en los hombres cultos de Europa sobre unos principios artsticos comunes, en particular en la Romanidad y, por tanto, en Espaa. Escribe P. Zumthor: La forma, bella y buena, del lenguaje, fundada en la retrica, ennoblece y exalta al hombre entero (orador y oyente) como si las relaciones a que daba lugar, ejercieran un efecto sobre el mismo contenido, cribando la significacin y no dejando pasar sino la parte ms digna de considerarse. Pese al efecto mecnico que su uso adopta en los escritores mediocres, la retrica se funda en la fuerza primordial de la palabra, que pretende poner

    2 En ei campo medieval, vase James J. M u r p h y , Rhetoric in the Middle Ages: a History of rhetorical Theory from Saint Augusnne to the Renaissance, Berkeley, University of California Press, 1974; del m ism o , Mediaeval Rhetoric: a select Bibliography, Toronto, University Press, 1971.

    3 Idem, Rhetoric in the Middle Ages..., pgs. 362-363.

  • 150 Literatura medieval espaolaun orden en las cosas 4. Si esto fue as para la lengua comn de la literatura medieval, el latn, result que cuando los hablantes de las lenguas vernculas juzgaron que poda aplicarse a ellas un arte consciente, que las elevase en el mismo sentido que el latn, una anloga teora literaria se aplic con igual fin, realizando las convenientes adaptaciones. Esta intencin se llev a cabo en confluencia con los procedimientos artsticos que en las propias lenguas se haban creado para sealar el uso potico de las mismas, procedentes de los convencionalismos y frmulas reconocidos por el pblico a travs de una tradicin. La aplicacin de la teora literaria de origen culto5 fue creciendo a medida que los autores demostraron una ms acusada conciencia de la creacin potica, y fue una de las causas del enriquecimiento de la literatura medieval. Las obras de teora literaria se encuentran en las bibliotecas de la Espaa medieval, y su contenido fue conocido y tenido en cuenta por los escritores de obras literarias en lengua verncula6.

    El proceso desde la Retrica antigua a las Artes medievales, establecido segn indiqu antes, tuvo como punto de partida unas obras bsicas; sobre todo destacan en relacin con la Edad Media los tratados De inventione y Tpica de Cicern, y tambin el De oratore, de importancia en el fin del perodo. Estos libros recogan las ideas de Aristteles sobre la oratoria en relacin con la filosofa y la lgica, y formulaban los principios ciceronianos. La Rhetorica ad Herennium, atribuida a Cicern, establece una teora del estilo y una exposicin amplia de los tropos.

    4 P. Z u m t h o r , Rhtorique et potique..., artculo citado, pg. 62.5 Vase Heinrich L ausb erg , Manual de retrica literaria [1960], Madrid,

    Gredos, 1966, en tres volmenes. Se trata de la exposicin sistemtica ms completa sobre el asunto, si bien referida principalmente a la situacin de la antigedad; existe una versin reducida, til para los estudiantes, Elementos de retrica literaria [1963], Madrid, Gredos, 1974. En cuanto al p a so e n tre la r e t r ic a y la interpretacin literaria, vase W oifgang B ab ilas , Tradition und InterpretationK Munich, Max Hueber, 1961.

    6 Vase el libro de Charles F a u lh a b e r , Latn Rhetorical Theory in Thirteenth and Fourteenth Century Castile, Berkeley, University of California Press, 1972; y el importante complemento del mismo autor, Retricas clsicas y medievales en bibliotecas castellanas, Abaco, 4,1973, pgs. 151-300.

  • Potica y Retrica 151La Institutio oratoria de Quintiliano traza una imagen del orador completo, su educacin y el uso de ia retrica para sus fines. El Ars potica de Horacio y el Ars minor y el Ars maior de Eiio Donato completan el cuadro antiguo de las fuentes bsicas. Desde San Agustn hasta el ao 1050 existe un perodo de adaptacin, seguido por el gran desarrollo de la retrica medieval, cuyo lmite establece J. J. Murphy en 1416, cuando se descubre por parte de Poggio Bracciolini (o Florentinus) un ejemplar, con un texto ms satisfactorio, de la Institutio oratoria de Quintiliano, y otro tanto ocurre con un manuscrito ciceroniano, que, entre otras obras retricas, contena un texto completo del tratado De oratore, descubrimiento realizado por Gerardo Lan- driani.

    Estos libros estaban destinados originalmente al cultivo de la palabra hablada, u oratoria, y Alonso de Cartagena, autor de la primera traduccin castellana del De inventione (Libro I), hacia 1422, identific al orador antiguo con lo que ms se le pareca en su tiempo; despus de reconocer que, en principio, la funcin de la Retrica consiste en dar doctrinas especiales para escribir o hablar o trasmudar u ordenar las palabras, seala que se ocupa en ensear cmo deben persuadir y atraer a los jueces en los pleitos y otras contiendas y a las otras personas, en otros hechos, cuando acaecen, y acaba diciendo que el oficio que entre nos tienen los juristas que llamamos abogados, se era principalmente el de los retricos antiguos7. Cartagena registra en este caso la funcin profesional de los letrados, sealada en el captulo anterior, que en la ltima poca de la Edad Media aplican sus conocimientos retricos tanto en su ejercicio como juristas cuanto para afirmar la obra literaria en cualquiera de sus aspectos.

    La Potica y la Retrica se entendieron de manera complementaria, junto a la Gramtica, y se reunan con el fin de establecer los comentarios sobre los autores latinos, conservando

    7 Alfonso de Cartagema, La Rethrica de M. Tullio Cicern, edicin de Rosalba M ascagna, Npoles, Universit di Napoli, 1969, pgs. 32-33.

  • 152.)

    Literatura medieval espaolaas el valor pedaggico de los antiguos8. En Espaa San Isidoro compil el sentido de estos libros en breves frmulas, muy tiles en tiempos en que el saber se prefera en Sumas. Por haber florecido en la poca en que la lengua vulgar comienza a adquirir el carcter literario, hay que sealar la funcin que en este dominio realiz el Renacimiento francs de los siglos xi al x m 9. En estos siglos la vida poltica de los Reinos espaoles fue muy movida, tanto en guerras interiores como en la lucha secular contra los rabes, pero no dej por eso de llegar la influencia de la clase clerical europea, con sus efectos, sobre la literatura. Por eso son importantes las obras de ndole retrica de Godo- fredo de Vinsauf, Hugo de San Vctor, Juan de Saiisbury, Vicente de Beauvais, Brunetto Latini, Mateo de Vendme, Eberardo el alemn, Juan de Garlande, Alano de Lille, Buoncompagno de Bolonia, Guido Faba y otros 10. Estos autores rehicieron las viejas teoras y prcticas de la Retrica y les dieron una forma ms acorde con el gusto de ios tiempos 11 y con los fines concretos que he indicado, resultando con ello un beneficio para la literatura contempornea. As, por citar un ejemplo, la descripcin de las retricas antiguas resulta en extremo realzada en las nuevas hasta convertirse en uno de sus elementos fundamentales. La literatura medieval corrobora con numerosos ejemplos esta preferencia de la retrica, expuesta en teora en las Artes, y los casos de descripcin abundan en las literaturas europeas

    8 Informacin fundamental en Charles S. B aldw in , Medieval Rhetoric and Poetic (io 1400) [1928], Gloucester, Mass., Peter Smith, 1959.

    9 Ya me refer en el captulo anterior a la importancia pedaggica de este Renacimiento; vase tambin la obra de J. de G h ell in c k , L'Essor de la Littrature Latine au XIIe sicle [1946], Bruselas-Brujas, 1954. Hay datos abundantes en el libro de P. R en ucci, Laventure de VHumanisme europen au Moyen Age, antes citado.

    10 Resulta bsica la obra de Edmond F aral, Les A rts potiques da XIIe et du X III sicle [1923], Pars, H. Champion, 1962.

    11 Ernst G a llo , The Poetria nova and its sources in early rhetorical Doctrine, The Hague-Paris, Mouton, 1971, estudiando la organizacin de esta Potica, establece la relacin entre la obra de Godofredo de Vinsauf y sus fuentes antiguas, as como tambin publica el texto latino con versin inglesa.

  • )Potica y Retrica 153y, como era de esperar, en la espaola12. Otro tanto ocurre con la alegora13, que de ser un procedimiento accesorio en la Retrica antigua, se convierte en una de las modalidades bsicas de la expresin del pensamiento en Europa, y as se encuentra en la literatura espaola. La comparacin ha sido objeto de un estudio especial de K. Whinnom 14 en relacin con el uso que de ella hicieron los poetas religiosos de fines de la Edad Media, y a travs del mismo llega a la conclusin siguiente: Tal vez ningn predicador mendicante se salve del todo de alguna formacin retrica, pero s se puede afirmar que, cuando utiliza recursos retricos, su propsito no es nunca puramente esttico, y'seala la finalidad de este uso: Las emociones que trata de despertar la predicacin franciscana son la ternura, el espanto, el amor, la compasin, la alegra, y estas emociones triunfan sobre el decoro 15. De esta manera, pues, los distintos elementos retricos refuerzan determinados sentidos de la creacin potica, adaptando sus diversas modalidades a la intencin del poeta y del gnero, y tambin de la ocasin 16.

    El hecho fue que estos libros de la teora y prctica poticas valieron para la educacin literaria de la sociedad en la que vivan autores y lectores de las obras escritas con arte en las literaturas vernculas de Occidente; tales tratados, en ltimo

    12 Quise mostrar el efecto de estos esquemas en la estructura literaria de una obra en mi artculo La retrica en las Generaciones y semblanzas de Fernn Prez de Guzmn, Revista de Filologa Espaola, XXX, 1946, pgs. 329-330, en especial en cuanto a la descriptio; Carlos Clavera, Notas sobre la caracterizacin de la personalidad en Generaciones y semblanzas, Anales de la Universidad de Murcia, X, 1951-2, pgs. 481-526, cree que la clave est en los sistemas medievales de virtudes.

    13 Vase ms adelante la bibliografa del estudio de la alegora, pginas 217-220.

    14 Keith W h in n o m , El origen de las comparaciones religiosas del Siglo de Oro: Mendoza, Montesinos y Romn, Revista de Filologa Espaola, XLVI, 1963, pgs. 263-235. La cita, en la pg. 281.

    15 Idem, pg. 284.16 Vase, para el pero d o fina l de la Edad Media, Karl K o h u t , Las teo

    ras literarias en Espaa y Portugal durante los siglos XV y XVI, Madrid, CSIC, 1973.

  • 154v )

    Literatura medieval espaolatrmino, no fueron sino la sistematizacin de los principios y de las tcnicas artsticas presentes en las obras de las nuevas literaturas. No hay que olvidar que el trivium se compona de retrica, gramtica y dialctica. La sucesiva ampliacin del mismo con el estudio de la Potica, la filosofa en el sentido moral y el conocimiento de la historia como ejemplo de vida, fue creando los studia humanitatis; la disciplina de las Humanidades que se desarrolla en el lmite de la Edad Media y del Renacimiento se apoya, al menos inicialmente, en esta teora literaria; la conciencia cada vez ms acusada de la misma y su refinamiento, y el descubrimiento de los antiguos tratados es una de las causas por las que desde la clereca se pasa al Humanismo, dentro del cual estas Humanidades literarias encuentran un cauce.

    Desde el siglo x m la literatura latina escrita segn las formas y gneros de la Edad Media fue perdiendo fuerza creadora, en tanto crecan los estudios de las Humanidades en los crculos cultos europeos; as se mantuvo y aun aument el conocimiento de esta teora literaria que resultaba ser, en cierto modo, comn a ambas situaciones. La enseanza del latn y el desarrollo de la literatura medieval y su comentario sobre la base de esta teora literaria, resultaron un factor integrador de primer orden y de una gran eficacia. E. Faral, autor de libros fundamentales sobre este asunto, escribi: por dbiles que resulten en el aspecto de la teora, estas doctrinas tienen una importancia histrica incuestionable. No han sido elucubraciones estriles. Los escritores las han utilizado, y cuando se conozcan mejor las repercusiones que han tenido estas teoras sobre las obras, la historia literaria habr logrado un apreciable avance. Se tendr uno de los resortes ms importantes de la creacin artstica: el oficio al lado del genio este oficio que en la Edad Media ha tenido como en ningn otro tiempo una tan gran importancia 17.

    !: E. F a r a l , Les Arts potiques du XII* et du X IIIe siecle, o b ra c ita d a , pg. XVI.

  • iPotica y Retrica 155

    LA TEORA DE LA POESA NUEVA EN LAS LENGUAS VERNACULAS

    Ai lado de este desarrollo de una conciencia del arte literario medieval, procedente de los antiguos y de su renovacin por los escritores latinos de la poca, existi tambin la formulacin de una teora del arte nuevo, tocante sobre todo a la poesa proven- zal y a la que se derivaba de su expansin europea. Las diferencias entre ambos sistemas se establecieron considerando que esta poesa era de ndole nueva en relacin con la antigua; esto constitua la aplicacin del principio crtico del encuentro entre los antiguos y los modernos, uno de los conceptos ms eficientes para el progreso de la literatura europea. El planteamiento fue sobre todo eficaz para asegurar la idea de que un autor moderno (que en este caso era el que se vala de la lengua verncula ennoblecida por el arte) poda lograr una obra que compitiera con la antigua, y aun llegase a vencerla en el favor del pblico. El propsito de tales tratados era declarar los principios del arte tanto para los autores como para el pblico, que de esta manera dispona de una formulacin de los objetivos poticos. As lo declaraba Juan del Encina, al fin de la Edad Media, en su Arte de la poesa castellana: acord de hacer un Arte de poesa castellana por donde se pueda mejor sentir lo bien o mal trovado; y para ensear a trovar en nuestra lengua, si ensear se puede 18. El Marqus de Santilla- na, despus de haber manifestado las alabanzas de los autores antiguos, escribe: Mas dejemos ya las historias antiguas por allegarnos ms cerca de los nuestros tiempos 19; y a continua

    18 Prlogo al Prncipe don Juan, folio II de la edicin facsmil del Cancionero de Juan del Encina, 1496, edicin citada.

    19 En la carta que sirvi de Prohemio a un manuscrito que con sus obras envi el Marqus al condestable don Pedro de Portugal. Puede verselo que le dedica Rafael Lapesa en La obra literaria del Marqus de Santi- llana, Madrid, nsula, 1957, pgs. 247-255. Fue editada en varias ocasiones, y anotada; as en las Obras de Santillana, edicin de Jos Amador de los

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    cin trata de los que segn esta percepcin histrica se presentan como nuevos (o sea de los provenzales, franceses, italianos y espaoles).

    En efecto, la poesa nueva se caracteriza por exponer una teora literaria que le es propia, y esto se plantea inicialmente con la aparicin de la literatura provenzal en el marco de la Europa occidental en los siglos x n y xiii. Ms adelante me he de referir a esta literatura como a una de las que se relacionan sustancial mente con la espaola, y despus tratar de la poesa que sigue esta lnea en Espaa. Aqu toca indicar slo la base retrica de la misma, en cuanto que por ello se prestigiaba la obra potica; en efecto, Dante, en su De vulgari eloquentia, cuando indica las tres variedades de habla (francs, italiano y provenzal), de la ltima dice que quod vulgares eloquentes in ea primitus poetati sunt tanquam in perfectiori dulciorique loquela, ut puta Petrus de Alvernia et alii antiquiores doctores20; esto es, los vulgares elocuentes (que aplicaron la elocuencia a la lengua verncula) escribieron en ella (la provenzal) considerndola como lengua ms perfecta (perfeccin del arte) y ms dulce, como ocurri con Peire d'Alvernha (hacia 1149-1168) y otros antiguos doctores (esto es, un trovador se considera como doctor porque escribe con ciencia, retrica en este caso). La opinin de Dante muestra este prestigio de la Retrica, concebida como una eloquentia o arte de la palabra que se aplicaba a la lengua vulgar de Provenza, convertida as en potica. La rela-

    156 Literatura medieval espaola

    Ros, Madrid, Rodrguez, 1852; en el Apndice III de la Historia de las Ideas E stticas en Espaa de Marcelino Menndez P elayo, tomo I de las OC; Luigi S orrento lo hizo en la Revue Hispanique, LV, 1922, pginas 1-49, edicin crtica por la que citar (la mencin en la pg. 27). Los trminos que usan estos autores medievales para referirse a las diferentes piezas y concepciones de la retrica (y de la versificacin implicada con ella), muchas veces en alusiones hechas de pasada, resultan confusos, y sujetos a diversa y controvertida explicacin; no existe una codificacin unitaria. Vase tambin Francis F erjrie, Aspiraciones de! humanismo espaol del siglo XV: Revalorizacin del Prohemio e Carta de Santillana, Revista de Filologa Espaola, LVII, 1974-5, pgs. 195-209.

    20 Dante Al i g h ie r i , Tutte le Opere, edicin de Fredi C h ia pf .ll i, Miln, U. Mursia, 1965, tratado De vulgari eloquentia, I, X, pg. 664.

  • )Potica y Retrica 157cin que pudiera existir entre esta potica y retrica proven- zales se plantea as en L. M. Paterson: Al considerar la eloquen- tia de los trovadores, es imposible ignorar el ms amplio contexto de la eloquentia medieval en general [...]. No hay duda que existe alguna influencia, directa o indirecta, sobre los trovadores desde la Retrica de las escuelas medievales [...]. Pero los mismos trovadores son un punto de partida, y no una servil imitacin de las ideas y mtodos escolsticos que pudieran haber recogido21. La cuestin, muy debatida, se presenta como una confluencia del saber retrico medieval y su aplicacin a una poesa que resulta nueva; como dice M. de Riquer, estos poetas por lo que se refiere a su estilo y a su tcnica artstica, se hallan estrechamente vinculados a la formacin que recibieron en las escuelas medievales, cuyas artes poticas estudiaron y luego llevaron a la prctica en su creacin literaria 22.

    Esta corriente de potica y retrica viene a parar sustancialmente en lo que llamaremos lrica cancioneril. Santillana, que es el que establece la primera potica medieval en Espaa, entiende que el origen de esta poesa se radica en Provenza: Extendironse, creo, de aquellas tierras y comarcas de los lemosines estas Artes a los glicos y a esta postrimera y occidental parte que es la nuestra Espaa, donde asaz prudente y hermosamente se han usado23. El prlogo del Cancionero de Baena representa

    21 Vase el estudio de esta elocuencia y de las clases poticas que crea, en Linda M. Paterson , Troubadours and Eloquence, Oxford, Claren- don, 1975. La cita, en pgs. 5-6. Una exposicin general sobre la teora de la lrica medieval como forma y en cuanto a su inspiracin y valor didctico (poesa ars, poesa exemplum, poesa gratia), se encuentra en el captulo IV del estudio de Wolf-Dieter L ange, El fraile trovador. Zeit, Leben und Werk des Diego de Valencia de Len (13507-1412?), Frankfurt, Vittorio Kloster- mann, 1971.

    22 Vase el prlogo de Martn de R iq uer , Los trovadores. Historia literaria y textos, I, Barcelona, Planeta, 1975, en especial pgs. 70-77, con referencias bibliogrficas a las obras de Dimitri Scheludko y Bezzola, que se mencionan ms adelante (la cita, en la pg. 77).

    23 Marqus de Santillana, Prohemio, edicin citada de L. S orrento , pgina 30.

  • 158 Literatura tuedievl espaola ._ _ . . _ . _

    una de estas exposiciones de teona literaria que comento en el estudio de la lrica cancioneril.

    La Divina Comedia de Dante fue una de las obras que ms pronto irradi la concepcin de una teora potica renovadora, sobre todo a travs de los comentarios de Benvenuto d'Imola; partiendo del nuevo significado de Comedia, fue crendose una interpretacin potica para esta obra, cuya grandeza e importancia pronto se reconocieron. De ella se beneficiaron las obras que le siguieron en las varias literaturas vernculas.

    Estas teoras no supusieron un rompimiento radical con las normas antiguas y del latn medieval; muchas veces se aprovechan y matizan unos mismos conceptos, que se adaptan a las nuevas condiciones. Se tra ta ms bien de libertad de interpretacin, apoyada en la evidente realidad de la nueva poesa; a veces estos esfuerzos tericos hubieron de enfrentarse con los intrpretes de un humanismo ms severo, ms filolgico en la interpretacin de la teora y de la obra de los antiguos. De todas maneras queda patente el esfuerzo de los tericos que abrieron estas vas y defendieron la literatura verncula; los posteriores planteamientos de los Renacimientos europeos pudieron contar con estas experiencias en su base.

    LOS TPICOS DE LA EDAD MEDIA

    La consideracin de las relaciones entre la literatura antigua y la medieval se ha visto tambin favorecida por el estudio sistemtico de los tpicos (o tpica, conjunto de ellos), que se han llamado en algunos tratados lugares comunes y lugares oratorios. Conocidos y reiterados a travs de la prctica del arte literario desde la Antigedad hasta el Romanticismo, se usaron siempre (lo mismo que la mencin de las autoridades y sus citas, y de los ejemplos) para elevar el tono potico de la obra. E. R. Curtius 24 verific su estudio dndoles el valor potico

    24 Vase E. R. Curtius, Literatura europea y Edad Media latina, obra citada, en especial cap. V Tpica, pgs. 122-159. Vase tambin G. S im n ,

  • Potica y Retrica 159que les era propio y sealando su persistencia y evolucin dentro del cuerpo general de la literatura europea, con su base en la antigedad. Los tpicos son de una gran variedad; a veces proceden de una obra potica, y son expresiones que por algn motivo se independizan y cobran valor por s mismas para integrarse en otras obras. Curtius busca sobre todo los casos en que halla una repeticin sistemtica de una base elemental o pieza de expresin; entonces seala el perfil ideal de su contenido, que se mantiene persistentemente en diversos autores. As reconoce y asla el tpico que representa una enunciacin expresiva de lo que ha sido esta pieza o base dentro del curso de la fluencia literaria de la obra en la que se encuentra formando parte del todo creado. Slo el investigador de la literatura puede aislar el tpico a travs de la perspectiva histrica conociendo la cadena de reiteraciones a que pertenece. El tpico es parte de la integridad de la obra, y slo es reconocible en el caso de que se haya establecido antes y despus en otras obras la continuidad de su uso.

    El tpico se encuentra en estado activo en un determinado perodo histrico. Cada uso del mismo representa una reiteracin y, a la vez, una aplicacin diferente que depende en cada caso de un nuevo contexto. El estudioso de los tpicos ha de considerar ambos aspectos. Cuando un escritor medieval usa un tpico, se rene, las ms de las veces sin saberlo, con la tradicin de los antiguos. No existi propiamente una codificacin sistematizada de los tpicos 2S, pero pudieron llegar al escritor

    Untersuchungen zur Topik der Widmungsbriefe mittelalterlicher Geschichts- schreiber bis zum Ende des 12. Jahrhunderts, Archiv fiir Dipomatik, 1958, 4, 52-119; 1959/60, 5/6, 73-153.

    25 Recoger aqu una breve mencin de los ms importantes y reiterados: as el de las armas y las letras (que muestra que el cortesano no es una novedad cultural del Renacimiento, sino un nuevo aspecto de una vieja tradicin, abundantemente documentada en el Medievo); el de la donna angelicata (bsico para la lrica italiana, y despus para la europea, que exalta la idealizacin de la mujer); el del locus amoenus (o paisaje de primavera); la descriptio y la laudado (de personas, animales, cosas y lugares), mdulos sin un contenido intrnseco, convertibles con l en

  • 160 Literatura medieval espaolade muchas maneras: por las enseanzas de las Poticas, Retricas y Artes poticas, en los ejercicios de la escuela, a travs de Florilegios y Sumas, por los comentarios de textos latinos, etctera. El tpico pudo haberse asegurado como resultado del proceso de una seleccin establecida por cualquier razn del oficio literario: por el uso reiterado de un consejo, desprenderse de un grupo de obras por la reiteracin de una parte, quedar como la frmula expresiva de una situacin, ms a mano para el escritor y con ms prestigio que la invencin libre de la misma, etc.

    El tpico puede ser de contenido o argumento, o ser de expresin o frmula determinada. En gran parte proceden de la Antigedad y a veces se crearon en la transmisin de su herencia. Quintiliano trat de los loci communes en el arte de la composicin literaria, y de estos se aprovecharon los tericos del arte medieval. Otros tpicos no aparecen como tales hasta pocas tardas. En su estudio el investigador tiene que recoger la aparicin de su uso en los escritores y establecer el desarrollo que tuvieron como tales piezas de expresin, y qu significacin se les confi y cmo la mantuvieron, y su paso del latn a las lenguas vernculas. Hay que tener tambin en cuenta que las nuevas literaturas los siguen utilizando adaptndolos a sus intenciones, reformndolos y creando otros nuevos. No hay que creer tampoco que los tpicos resulten siempre expresiones neutras de emotividad, desprovistas de fuerza creadora; una adecuada valoracin literaria de su funcin ha de verificarse teniendo en cuenta el contexto en que, en cada caso, el tpico fue usado, tanto en relacin con el escritor que lo utiliza, comot p ic o s ; la o p o s ic i n puer-senex (o a rm o n a entre el ardor de la juventud y la prudencia de la vejez, con sus variantes del joven prudente y del v ie jo audaz); la aplicacin de este ltimo para establecer el contraste e n t r e j v e n e s y v ie jo s, con las modalidades d e la rebelin de la juventud c o n ira los v ie jo s; la s f rm u la s de e x p re s i n humorstica del mundo al reves; io s impossibilia (o cosas imposibles por la contradiccin que llevan a n e ja ) ; la dedicatoria con la afectada modestia del autor; el motivo del Ubi sunt?, que se da tanto en el verso como en la prosa; la invitatio ( in v ita c i n a l amor); el vituperittm (o invectiva), etc.

  • Potica y Retrica 161en lo que se refiere a la obra de la que forma parte irrempla- zable .en cuanto qued inserto en la expresin potica de la m ism a26. El gran uso de un tpico no hace que pierda su prestigio, sino que lo convierte en un signo de poca.

    En el punto extrerdo de esta organizacin se encuentran ios formulismos que se crean dentro de grupos genricos precisos (pica medieval, romancero, lrica cancioneril, historia, etc.), y que constituyen una situacin en que tales expresiones estn dentro de un lenguaje establecido; son las piezas ms condicionadas del grupo, y sirven como indicio de los estilos respectivos de conjunto27.

    REFRANES Y PROVERBIOS

    Junto al tpico sito la mencin de los refranes y los proverbios en cuanto que tambin fueron piezas que se incorporaron a la expresin literaria en determinadas condiciones. Su procedencia es distinta, pues mientras la del refrn es folklrica, la del proverbio se origina en la literatura clerical, sobre todo en relacin con el espritu moralizador que anima los proverbios bblicos. Actan como una frmula de pocas palabras, cuya sentenciosidad aprueba o confirma lo que se est diciendo en el contexto literario. Ambos aparecen desde bien pronto en la literatura medieval, sobre todo en la castellana que se relaciona con la griega u oriental. E. OKane distingue entre re-

    26 Vanse algunas observaciones sobre la metodologa de su valoracin en el artculo de Dmaso Alo n so , Berceo y los topoi, en OC, edicin citada, II, pgs. 321-333; Ramn MENNDEZ P idal, Frmulas picas en el Poema del Cid [1951], publicado en En torno al Poema del Cid, Barcelona, Edhasa, 1963, pgs. 95-105; J. F. Gatti, El ubi sunt en la prosa medieval castellana, Filologa, VIII, 1962, pgs. 105-121, que menciona tambin la extensa bibliografa que tuvo la versin potica.

    27 As ocurre, para citar un caso muy claro, con el uso de las expresiones dobladas o binomios lxicos que aparecen en los autores de la pica heroica y de la narrativa clerical; puede verse la ordenacin que propone C. S m ith , Realidad y retrica: el binomio en el estilo pico, en E studios cidianos, obra citada, pgs. 161-217.lit. medieval. 11

  • 162J

    Literatura medieval espaolafranes y proverbios: La mxima erudita evoca ei tono grave de la meditacin libresca; el dicho popular capta la nota de frescura inherente en la observacin espontnea del pueblo. El propio espaol de la Edad Media senta hondamente esta diferencia... 2B. El valor absoluto de la comunicacin establecida por el refrn poda convertirse en una breve pieza lrica29, de la misma manera que el proverbio poda constituir por s una poesa de tono sentencioso, en relacin sobre todo con el desmenuzamiento didctico de las Sum as30. Por eso, aade O'Kane, el trmino romance proverbio [se usa en la lengua] para la sabidura sentenciosa, y se decide por refrn para designar el dicho popular. El refrn puede describirse como un proverbio de origen desconocido, generalmente popular y frecuentemente de forma pintoresca, estructuralmente completo en s mismo e independiente de su contexto. Emparentada con l est la frase proverbial, que slo difiere del refrn en que, siendo gramaticalmente incompleta, depende para alcanzar plena significacin de su contexto31. La conciencia literaria de estas piezas de expresin lleg a constituir colecciones de ellas, si bien la importancia de su funcin literaria radica en su uso dentro de la obra en prosa o en verso (como en el Cifar, el Libro de Buen Amor y sobre todo en la Reprobacin o Corbacho del Arcipreste de Tala- vera); este uso qued tan arraigado que tales menciones fueron en los tiempos posteriores una caracterstica propia de la litera

    23 Eleanor S. O 'K ane, Refranes y frases proverbiales espaolas de laEdad Media, Madrid, Real Academia Espaola, 1959, pgs. 14-15. Vase tambin W. M ettm ann , Spruchweisheit und Spruchdichtung in der spanischenund katalanischen Literatur des M ittelalters, Zeitsshrift fr RomanischePhilologie, LXXVI, 1960, pgs. 94-117.

    29 Margit F renk Alatorre, Refranes cantados y cantares proverbializa-dos, Nueva Revista de Filologa Hispnica, XV, 1961, pgs. 155-168.

    30 As en los Proverbios de Santillana, glosa de Pedro Daz de Toledo [1494], Valencia, -

  • Potica y Retrica 163tura espaola y vali como argumento para subrayar el sentido popular de la m ism a32.

    ESTUDIOS TEMTICOS S0- . - BRE LITERATURA MEDIEVAL

    En los casos vistos hasta aqu, las piezas literarias estudiadas (tpicos, frmulas, refranes, proverbios) posean una constitucin potica propia. En otros casos el aislamiento de los temas es resultado de la erudicin y crtica literarias, sin que exista un motivo intrnseco en la misma obra. Por eso el criterio de tales estudios exploratorios resulta casi siempre arbitrario, y su aprovechamiento es propio de la historia literaria para fijar coincidencias, contrastes y diferencias; se establece con las concepciones de fondo, las situaciones literarias, aspectos del tratamiento de los elementos de la Naturaleza, la condicin de los personajes, etc. La Edad Media ha ofrecido un abundante repertorio de estos estudios, que van desde los generales hasta los ms especficos33. Su valor depende de que los datos en juego

    32 Giovanni Mara Bertini, Aspetti culturali del refrn, Homenaje a Dmaso Alonso, I, Madrid, Gredos, 1960, pgs. 247-262.

    33 Vase una relacin de estos estudios en H. Se r s , Bibliografa de la literatura espaola, ob. cit., I, pgs. 32-37; y J. S imn, BLH, I, pgs. 433- 461, y el Manual, pgs. 32-37. Otras referencias: amor: C. S. Le w is , La Alegora del amor [1953], Buenos Aires, Eudeba, 1969; Johan Chydenius, The Symbolism of Love in Medieval Thought, Helsinki, Commentatones Humanarum Litterarum, 44, 1, 1970; bestiarios: Spurgeon B aldwin, The Medieval Castilian Bestiary from B. Lattinis Tesoro, Exeter, University, 1982; caza: Marcelie Thibaux, The Stage of Love, Ithaca, Cornell University Press, 1974 (la caza en la narrativa, como imagen de amor y uso alegrico en las literaturas francesa, inglesa y alemana), y Juan Ura Rlu, La caza de la montera en Len y Castilla en la Edad Media, Clavileo, IV, 35, 1955, pgs. 1-14; cuerpo: Dinko Cvitanovic, y otros, La idea del cuerpo en las letras espaolas, Baha Blanca, Universidad, 1973 (referente a la Disputa, Disciplina clericalis y Juan Ruiz en la parte medieval); deseo: F. C. Gardiner, The Pilgrimage of Desire. A Study of Theme and Genre in medieval Literature, Leiden, B rill, 1971; destino: Ricardo Ar ias y Ar ia s , El concepto del destino en la literatura medieval espaola, Madrid, Insula, 1970; fbula platnica: Peter Dronke , Fbula: explorations into uses of m yth in medieval Platonism, Leiden, Brill, 1974; fortuna: Juan de Dios M endoza N eguillo , Fortuna y Providencia en la literatura castellana del siglo XV, Madrid, Real Academia

  • 164 Literatura m eval espaolase hayan tratado de la manera conveniente, sobre todo en rea* cin con los contextos de las obras a que pertenecen y su grupo genrico, as como en cuanto a la fidelidad de los datos implicados y el nmero de los mismos, segn los casos.Espaola,, 1973; Jerusaln: Mara Rosa Lida de M a lk ie l , Jerusaln. El tema literario de su cerco y destruccin por los romanos, Buenos Aires, Universidad, 1972; locus amoenus: Dagniar Toss, Studien zum locus amoenus im M ittelalter, Viena, Braumller, 1972 (en las artes poticas, en la literatura medieval latina y en a verncula, en especial en cuanto a Larris y Meung); mar: Alberto N a v a r r o G o n z le z , El m ar en la literatura medieval castellana, La Laguna, Universidad, 1962; mundo del hombre: Francisco Rico, El pequeo mundo del hombre. Varia fortuna de una idea en las letras espaolas, Madrid, Castalia, 1970; naturaleza: George E c o n o m u , The Goddes Natura in Medieval Literature, Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1972 (sobre Boecio, los autores del Renacimiento francs y Chaucer); Emilio O ro z c o Daz, Sobre el sentim iento de la naturaleza en la poesa espaola medieval, en Paisaje y sentimiento de la naturaleza en la poesa espaola, Madrid, E . del Centro, 1974, pgs. 15-48; del m ism o y en la m ism a obra: Sobre el sentimiento de la naturaleza en el Poema de! Cid, pgs. 49-61; del mismo y en la misma obra: El huerto de Melibea iPara el estudio del tema del jardn en la poesa del siglo XV), pgs. 63-76; nmero: Henk de V k ies , Materia mirabile, Groningen, V.R.B., 1972 (sobre el Cartujano con exploraciones del tema en el Cid, Laberinto y Vita Christi de Montesino); Orjeo: John B. F ried m an , Orpheus in the Middle Ages, Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1970; tiempo: Juan Mara Lope B l a x c h , La determinacin popular del tiem po durante la Edad Media, Anuario de Letras, I, 1961, pgs. 33-73; Los tres vivos y los tres muertos: Margherita M o r r e a le , Un tema no documentado en Espaa: el Encuentro de los tres vivos y los tres m uertos, Boletn de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, XXXV, 1973-1974, pgs. 257-263,

    Y otros ms, posteriores: ambigedad: Alan Deyermond, La ambigedad en la literatura espaola, Actas del 7.a Congreso de la A. I. de Hispanistas, Roma, Bulzoni, 1982, I, pgs. 363-371; amor'.^El amor y el erotism o en la literam ra medieval, ed. Juan V ic tq r io , Madrid, Ed. Nacional, 1983; color: R. M. Duncan, Color Words in Medieval Spanish, Studies in honor of LL A. Kasten, Madison, University, 1975, pgs. 53-72; eternidad, Jos Ftlgueira Valverde, Tiempo y gozo eterno en la literatura medieval [1935], Vigo, Ed. Xerais de Galicia, 1982; fealdad, Harriet G o ldberg , The Several Faces of Ugliness in Medieval Castilian Literature, La Cornica, VII, 2. 1979. pgs. 80-92; humor: Wido Hempel, Sobre el concepto del humor en espaol, en Entre el Poema de Mi Cid y V. Aleixandre, Barcelona, Alfa, 1983, pgs. 21-60; muchedumbre: del mismo, Sobre la representacin de la muchedumbre en la literatura espaola, del mismo libro, pgs. 5-20.

  • Lpez Estrada, F. (1974). Potica, Retrica, Tpica y Temtica Medievales. En Introduccin a la literatura medieval {pp.148 - 164). Madrid, Espaa: Gredos.REPRODUCCIN EXCLUSIVA PARA FINES EDUCACIONALES.

    Captulo VI

    ESTILISTICA Y MTRICA DE LA LITERATURA MEDIEVAL

    LA ESTILSTICA MODERNA Y SU APLICACIN A LA LITERATURA. MEDIEVAL

    Desde comienzos de este siglo la Estilstica se propone describir y caracterizar el estilo de las obras y, en un propsito ms amplio y complejo, el de los autores, los grupos genricos, las generaciones de escritores y aun los perodos y los estilos de poca. A esta variedad de propsitos se une una diversidad de mtodos; estos diferentes mtodos en sus principios pretendan sobrepasar los lmites del mtodo histrico, el nico aplicado hasta entonces a los estudios literarios. Por eso apareci como una modalidad renovadora, en parte en relacin con las antiguas obras de la teora literaria, a veces referida a las cuestiones sicolgicas del proceso creador y su resultado, y otras subrayando determinados aspectos de la expresin potica en relacin con el sistema lingstico. Los mtodos reunidos bajo el mismo nombre de Estilstica son, pues, varios y, a veces, contradictorios, pues su enfoque parte del propsito que se propone el crtico de acuerdo con su concepto del estilo 1.

    1 Puede verse un planteamiento general de la Estilstica establecido de una manera amplia, en conexin con la Potica y retricas antiguas, y con las nuevas propuestas de una crtica estilstica en Jos Luis Martn, Crtica estilstica, Madrid, Gredos, 1973.