Misticas Medievales Alemanas

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Vidas de Santas

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  • Anuario Filosfico, 1993 (26), 599-620 599

    ESCRITORAS ALEMANAS EN LA LITERATURARELIGIOSA MEDIEVAL

    ELISABETH REINHARDT

    Within medieval women's literature it is worthwhile mentioning the poetessHrotsvit (10th c.), Hildegard of Bingen (12th c.) and, in the 13th century thenuns of the monastery of Helfta: Mechthild of Hackeborn, Gertrude the Greatand Mechthild of Magdeburg. Although the motives for writing were diverse,their works express a rich content and literary quality.

    1. Introduccin.

    Si queremos examinar el trabajo literario de la mujer en la edad me-dia, en centroeuropa, tendremos que acercarnos al ambiente de los mo-nasterios y conventos, ya que stos eran los lugares principales de edu-cacin de la mujer. Hay que tener en cuenta que la cultura era anprivilegio de pocos -de pocas-. Su transmisin se encontraba princi-palmente en manos de los monjes, y tena lugar en la corte -en la edu-cacin de prncipes y princesas- y en los monasterios.

    Normalmente las nias nobles eran encomendadas, con pocos aosde edad, a las monjas de algn monasterio para ser educadas all. Erafrecuente que despus se despertase en ellas la vocacin religiosa ypermaneciesen en el claustro. A las alumnas ms aventajadas, una vezconcludos los estudios, se les designaba magistrae. La magistra de unmonasterio se podra comparar con una directora de escuela, ya que eraresponsable de la enseanza que se imparta, enseaba personalmente ysegua de cerca los progresos de las alumnas. La magistra poda haberrecibido su propia preparacin de un monje encargado de la educacinde prncipes en la corte, o bien en uno de los llamados monasterios d-plices: se trataba de dos construcciones separadas, una para monjes yotra para monjas, donde los monjes intervenan en el trabajo de ense-anza de la escuela del monasterio femenino.

    En estas escuelas femeninas, las nias aprendan latn, gramtica, re-trica, dialctica, msica, as como los rudimentos de astronoma, ma-

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    temtica y geometra. A propsito del latn, se narra de Santa Adelaida,abadesa de Vilich a orillas del Rhin, cerca de Bonn, que sola teneralgn dulce en el bolsillo para recompensar a las alumnas que habanaprendido bien la gramtica latina1.

    En este estudio no se pretende exponer con detalle la educacin fe-menina en la edad media2, sino considerar la personalidad y obra de al-gunas mujeres que destacan en la Alemania de los siglos X a XIV. Atravs de lo que se dir de ellas, se podrn sacar conclusiones no slosobre su talante, sino tambin sobre el nivel de cultura que haban al-canzado.

    2. Hrotsvit, la primera poetisa alemana.

    Es preciso situarnos en la poca de los Otones. Con la muerte deLuis IV el Nio, en 911, se haba agotado la poca carolingia yAlemania haba quedado fragmentada en cinco grandes ducados:Sajonia, Baviera, Franconia, Suabia y Lorena. Despus del reinado deConrado I, de la casa de Franconia, seran los duques de Sajonia quie-nes entraran en escena, con Enrique I el Cazador, que haba sidoconsejero de Luis el Nio. Enrique I consolid la monarqua y le de-volvi su prestigio. Ya durante su reinado prepar como sucesor a suhijo Otn I, que empez a reinar en 936. Este logr no slo superar elpeligro de los hngaros y los eslavos, sino que sigui una poltica deexpansin que continuaron despus su hijo Otn II, que rein de 973 a982, y el hijo de ste, Otn III, que obtuvo la corona imperial en 996 yrein hasta 1002.

    En esta poca nos encontramos con Hrotsvit3. Naci alrededor de935 y la fecha de su muerte se sita cerca de 1002. De familia noble

    1 Edith Ennen, Frauen im Mittelalter, C.H. Beck, Mnchen, 1987, 79.

    2 Rgine Pernoud, La mujer en el tiempo de las catedrales, Granica, Barcelona,1982, 73 ss.3 Ella misma se llama "Hrotsvit", pero el nombre adquiere distintas escrituras:Hrosvitha, Hrotsvith, Hrosvit, Roswitha. Hay diversas teoras sobre el significadodel nombre, por ejemplo Rosa blanca. Es ms probable que tenga el significadoque ella misma da a su nombre, cuando en el prefacio a las seis comedias se

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    sajona, fue llevada al monasterio benedectino de Gandersheim cercade Hildesheim para su educacin. Quin la educ? La primera que lainstruy fue Rikkardis, la magistra. Sin embargo, quien realmente seilusion con su instruccin intuyendo el talento de la alumna fue laculta Gerberga o Gerbirg. Era hija del duque Enrique I de Baviera,hermano de Otn I el Grande. Era ms joven que Hrotsvit y entr en elmonasterio ya con una amplia cultura clsica, adquirida muy probable-mente de los monjes del monasterio de San Emerando de Ratisbona.Fue constituda abadesa, como Gerberga II, en 954. A travs de ella,Hrotsvit se familiariz con la cultura clsica, y conoci las obras deVirgilio y Terencio entre otros autores clsicos, adems de escritos pa-trsticos, historias de santos y otra literatura religiosa.

    Segn las crnicas del monasterio, Hrotsvit no fue nunca abadesa deGandersheim, como pretenden algunos historiadores entre ellos,Rgine Pernoud4. Se le confunde a veces con otra Hrotsvit llamadatambin Rodeswinda que fue abadesa del mismo monasterio alrededorde 900, autora de un libro de lgica, y que muri antes de nacer la poe-tisa Hrotsvit5.

    Las obras de Hrotsvit estn escritas en latn. De ellas existen variasediciones6. Estn agrupadas segn sus gneros literarios:

    denomina a s misma Ego, Clamor Validus Gandershemensis (la etimologaalemana, segn Jakob Grimm, es "hruot" = clamor y "sui(n)d" = validus). Nosabemos si se trata de un nombre de pila o de religin. Biografa EclesisticaCompleta, Gmez Fuentenebro, Madrid, 1855, t. IX, 1178, (cit. Biografa); W.Kosch - B. Berger, Deutsches Literaturlexikon, Francke, Bern, 1963 (cit.Literaturlexicon); Lexikon fr Theologie und Kirche, Herder, Freiburg, 1960 (cit.Lexikon).4 Rgine Pernoud, 50.5 J.P. Migne, introduccin a las obras de Hrotsvit, PL 137, 939-956; Biografa,1178; Dictionnaire d'Histoire et Gographie Ecclesiastiques, XIX, Letouzey,Paris, 1981, 1079 (cit. D'Histoire); este amplio artculo de H. Gtting aportamuchos datos sobre el monasterio de Gandersheim (col. 1066-1081).6 J.P. Migne, Hrotsuithae opera, PL, T. 137, 939-1210. Esta edicin contiene elprefacio del poeta Conrado Celtes, que encontr alrededor de 1500 el manuscrito ylo edit por orden del Prncipe Elector de Sajonia, Federico III. Hrotsuithae opera,recensuit et emendauit Paulus de Winterfeld, Monumenta Germaniae Historica (...),Hannoverae, Imp. Bibliopolii Halmiani, 1878-1966, XXXIV. Hrotsvithae opera,ed. Helene Homeyer, F. Schningh, Mnchen, 1970. Para otras ediciones: W.Kosch - B. Berger, Literaturlexikon, y Lexikon.

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    a) Ocho leyendas en versos hexmetros leoninos: Maria, De As-censione Domini, Gongolfus, Pelagius, Theophilus (la primera redac-cin potica medieval de la leyenda de Fausto), Basilius, Dionysius,Agnes.

    La primera de estas obras Maria se basa en un escrito apcrifo (elEvangelio de Santiago) como dice la propia autora y presenta conbelleza potica la virginidad y maternidad de Mara, su relacin fami-liar con Jos y el Nio, sin caer en el sentimentalismo.

    Gongolfus, Pelagius, Dionysius, Agnes, son historias de mrtires, yBasilius narra la conversin de un esclavo por intervencin de SanBasilio. En estas narraciones encontramos contrastes entre mujeresvirtuosas como Santa Ins, y la esposa de San Gandolfo, adltera, quees castigada por Dios. Todas estas obras resaltan las virtudes cristianas,en particular fe, fidelidad, fortaleza, castidad.

    b) Lo ms novedoso en la obra de Hrotsvit son los seis dramas, es-critos a imitacin de Terencio, pero con un contenido cristiano:Gallicanus, Dulcitius, Paphnutius, Sapientia, Callimachus, Abraham7.No sabemos con certeza si deban ser representados o no, ya queexisten distintas teoras al respecto8. Es ms probable que fueran ledoscon intonacin y mmica, aunque por las caractersticas de sucomposicin quiz pudieran ser representados. Por qu imitabaHrotsvit al autor latino? No es que se creyera un nuevo Terencio, sinoque como dice en su prefacio a las comedias, quiso "sustituir la li-viandad de las mujeres paganas por las historias edificantes de vrgenespuras, segn mi escasa capacidad (iuxta mei facultatem ingenioli)".Hay que tener en cuenta que las obras de Terencio pertenecan a lostextos clsicos que se lean en las escuelas monsticas y a Hrotsvit lepareca que el contenido poda perjudicar a las alumnas. Por eso queradestacar "las victorias de la castidad, particularmente aquellas en quetriunfa la debilidad de las mujeres, y queda vencida la brutalidad de loshombres". Confiesa con sinceridad, a propsito de la materia de losdramas, que a veces siente vergenza ante determinadas conversa-

    7 Sobre detalles del contenido se puede consultar: Biografa, 1184-1191.8 Patricia Demers, Women as Interpreters of the Bible, Paulist Press, New York,1992, 38; Otto Mann, Geschichte des deutschen Dramas, A. Krner, Stuttgart,1960, 35.

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    ciones que incluye, pero dice sin ambages que "si hubiese evitado estassituaciones por pudor, no habra alcanzado mi objetivo, que era de-mostrar la gloria de la inocencia en toda su claridad".

    Se trata de historias y leyendas de primeros cristianos, y las fuentessuelen ser martirologios y biografas de santos de los primeros siglosdel cristianismo. Representan cierta variedad, tanto en el contenidocomo en la forma, y aunque tienen algunas deficiencias, queda patenteel talento de la autora.

    Dos de los dramas Abraham y Paphnutius son muy similares. Enel primero, Abraham, un ermitao, se expone a toda una aventura paralograr la conversin de su sobrina que haba ido detrs de los placeresde la corte; en el segundo, Pafnucio otro ermitao se propone y lograconvertir a una cortesana.

    Tambin existe un parelelismo entre Gallicanus y Dulcitius. En elprimero de estos dramas, Constancia, hija de Constantino, influye en laconversin de su pretendiente pagano, Galicano, que despus llega aser mrtir. En el segundo, Dulcitius, oficial de palacio, persigue a trescristianas que logran burlar las maquinaciones de su perseguidor y lodejan en ridculo. Aunque esta obra tiene acentos dramticos las tressufren el martirio, presenta tambin escenas cmicas porque los ver-dugos y perseguidores aparecen como hombres ineptos y son ridiculi-zados ante la proteccin, a veces milagrosa, que Dios dispensa a lascristianas.

    Callimachus, en cambio, es un drama amoroso donde aparece la pa-sin ciega y desenfrenada de un pagano por una cristiana, que pide aDios morir antes que caer en la tentacin. Contrastan los acentos de pa-sin con los sentimientos nobles y delicados de una mujer virtuosa.

    Completamente diferente y quiz la obra ms original, es Sapientia,un drama alegrico de creacin fantstica, con una finalidad morali-zante: una mujer extranjera Sapientia llega a Roma con sus tres hijasFides, Spes, Caritas para propagar el cristianismo. Despus de sermartirizadas las tres hijas, la madre no tiene ms deseo que morir enJesucristo despus de elevar un cntico a Dios, que expresa todo susentir.

    Los dramas de Hrotsvit estn escritos en un estilo gil, con gracia, demodo que siempre queda mal la maldad y son puestos en ridculo, a ve-

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    ces, los malhechores. Quiz por estos acentos cmicos se los haya lle-gado a denominar "comedias" (se empiezan a llamar comedias slo va-rios siglos ms tarde). Es realista y natural en su lenguaje. Se muestrainmune a la crtica que tampoco deba de faltar cuando dice: "Si mimanera de alabar lo gracioso no gusta a nadie, me complace a m(meipsam tamen iuvat quod feci)".

    Como dice Gilson, "es curioso que el teatro cristiano haya comen-zado en un monasterio de benedictinas y bajo los auspicios de Teren-cio, pero es ms curioso todava el ambiente que necesitamos imaginarpara explicar este hecho"9. Efectivamente, la obra de Hrotsvit apunta aun nivel cultural alto en el monasterio de Gandersheim, favorecido sinduda por los Otones en lo que se refiere a medios de cultura.

    c) El tercer bloque de sus obras est formado por dos poemas picos,escritos en versos hexmetros.

    Uno, titulado Panegyris sive historia Oddonum, fue escrito a peti-cin de Otn II, terminado en 968 y entregado a la Abadesa GerbergaII, para que lo hiciese llegar al emperador. Comienza con el duqueOtn, padre de Enrique I y abuelo del emperador Otn I, y abarca lavida de ste. Viene a ser como las memorias de la familia ducal e im-perial de Sajonia, basadas probablemente en noticias confidencialesque le llegaran sobre todo a travs de la propia Gerberga. Quiz poreso no sea tan imparcial como cabe esperar de una obra histrica. Detodos modos es interesante, entre otros motivos porque aporta datossobre las mujeres de esta familia que directa o indirectamente inter-vinieron en los destinos del pas. La autora alaba a Edith, primera es-posa de Otn I, y destaca sus cualidades que le hacan ser muy queridaen Inglaterra, su pas natal: bondad, dulzura, capacidad de gobierno, yelogia tambin su vida casta. Refirindose a su relacin con el pueblo,dice de ella a su muerte: "flevit plebecula cuncta, quam plus maternaefovit pietatis amore, quam dominatricis iussis confringeret artis".Hrotsvit, sin dejar de apreciar la belleza, valora ms an la bondad enlas mujeres, como al hablar de Judith, esposa del duque Enrique deBaviera, hermano de Otn I. Destaca tambin el talante de Adelaida,segunda esposa de Otn I, y describe su actitud valiente y decidida antelas insidias sufridas por parte del rey Berengario.

    9 E. Gilson, La filosofa en la Edad Media, Gredos, Madrid, 1976, 215.

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    El otro poema pico narra la construccin del monasterio deGandersheim (Carmen de constructione coenobii Gandershemensis).Abarca el tiempo desde la fundacin por Liudolfo y Oda bisabuelosde Otn I y las primeras abadesas, hijas de los fundadores, hasta lamuerte de la abadesa Cristina en 919. Junto a las virtudes de estasmujeres, que adems destacan por su cultura, aparecen los valores delmatrimonio en Liudolfo y Oda.

    A travs de las obras de Hrotsvit se trasluce una persona inteligente,creativa, imaginativa, con un carcter definido y firme, pero al mismotiempo delicado, con una gran preocupacin por dar a conocer y alabarlas virtudes cristianas, especialmente en las mujeres. Su piedad aparecede modo natural, como una actitud que inspira su vida y su creacinliteraria.

    3. Santa Hildegarda de Bingen.

    Naci en 1098, en Bermersheim sede de los barones de Bermer-sheim cerca de Alzey, en Franconia-Renania. A la edad de ocho aosfue confiada a la abadesa Jutta de Spanheim, en el convento de be-nedictinas de Disibodenberg, que fue tambin su magistra. Era un mo-nasterio dplice, y consta que en la instruccin de Hildegarda intervinotambin el monje Volmar, que despus le ayudara a redactar sus escri-tos. Hildegarda arraig en la comunidad y en 1136 sucedi como aba-desa a Jutta. En 1147 fund el monasterio de Rupertsberg, cerca deBingen, adonde se traslad la comunidad de Disibodenberg, y unosveinte aos ms tarde, otro monasterio en la localidad cercana deEibingen. Muri en el monasterio de Rupertsberg, en 1179.

    Su vida fue enormemente fecunda, en mltiples aspectos. Antes deentrar en el motivo y los temas de sus escritos, es preciso considerarlaen el contexto de su siglo. Fue una poca llena de tensiones intelectua-les, religiosas y polticas.

    En el terreno intelectual, se perfilaron las dos grandes tendencias delpensamiento cristiano: la corriente aristotlica, al conocerse en occi-dente no slo la Lgica sino tambin las otras obras de Aristteles atravs de la conexin con la filosofa rabe-juda; esta corriente irrum-

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    pi en la tradicin platnico-agustiniana, ms propensa a la experienciareligiosa y mstica.

    En el terreno poltico, nos encontramos con las luchas entre gelfosy guibelinos, tras las cuales alcanz el poder la casa de Hohenstaufen,de modo que el gran representante del poder poltico en centroeuropa,en la segunda mitad del siglo vino a ser Federico I Barbarroja, poderque pretendi extender ms all de sus lmites: su poltica expan-sionista lleg a interferir en el mbito propio de la Iglesia. De ahsurgieron no pocos conflictos con el papado.

    La situacin de la Iglesia en ese siglo estuvo marcada por gravesdificultades: la hereja ctara-albigense que arrastr tambin a unaparte del clero, las relaciones conflictivas con el poder poltico y fi-nalmente el cisma provocado por la actuacin de Federico I.

    Para acercarnos a la obra literaria de Hildegarda, es preciso sealarel motivo por el cual escribe. En 1141 tuvo su primera experienciamstica, que le llen de temor y confusin, y que en un primer mo-mento confi nicamente al monje Volmar y a la monja Ricarda.Escribi por encargo de Dios, ya que se saba llamada a anunciar alclero y al pueblo lo que Dios le manifestaba y quera que hiciera.

    La primera de sus obras es Scivias, que recoge el contenido de susprimeras visiones y mensajes recibidos de Dios. Consta de tres librosen los que expone, de manera orgnica y ordenada, los misterios desalvacin: creacin, encarnacin y redencin, historia de la salvacin.Es una obra cristocntrica, con aspectos interesantes de eclesiologa,todo ello expuesto de manera imaginativa y grfica, con gran pro-fundidad doctrinal mostrando la conexin de los misterios10. En el se-

    10 Los textos originales de Santa Hildegarda estn recogidas en PL 197, T. 197,col. 383-1124, Paris, 1882: Scivias, Liber divinorum operum, Epistolae, Physica(Liber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum). "Analecta SanctaeHildegardis Opera Spicilegio Solesmensi parata", ed. J.B. Pitra, en Analecta Sacra,Monte Casinense, 1882 (8), Liber Vitae Meritorum, Carmina, ExpositionesEvangeliorum Scivias y Epistolarium se encuentran tambin en ContinuatioMediaevalis, 91, Brepols, Turnhaut, 1991. Una coleccin de textos de la obra deSanta Hildegarda es: Hildegard von Bingen. Mystische Texte der Gotteserfahrung,herausgegeben und eingeleitet von Heinrich Schipperges, Walter Verlag, Olten undFreiburg Br., 1978. Un estudio sobre la persona y obra de Santa Hildegarda, conamplia nota bibliogrfica, se encuentra en el artculo de Marianna Schrader, en

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    gundo libro, por ejemplo, muestra la relacin entre el misterio de Cristoy el de la Iglesia, diciendo que en la Cruz se realizan las nupcias entreel Hijo de Dios y la Iglesia, su Esposa, y que la fecundidad virginal dela Iglesia da a Dios, en el amor del Espritu Santo, innumerables hijos;el "regalo de nupcias" son los sacramentos por los que es edificado elCuerpo Mstico de Cristo a lo largo de los siglos hasta la consumacinescatolgica. La relacin entre Cristo y la Iglesia contina como temade fondo en el tercer libro, pero resaltando la cooperacin de loshombres en el cumplimiento de los planes de Dios quien dirige lahistoria.

    En 1147, esta obra fue examinada por el Papa Eugenio III en elSnodo de Trveris y autorizada su publicacin; adems, el Papa leanim a seguir escribiendo el contenido de sus experiencias msticas.

    Entre 1158 y 1163 escribi el Liber vitae meritorum , de contenidomoral. En l contrasta virtudes y vicios desde la ley de Dios y muestracmo vence la virtud, para pasar luego a contemplar la victoria final dela Iglesia, que es transformada en la Iglesia celeste.

    Durante los diez aos siguientes, hasta 1173, escribi el Liber divi-norum operum, inspirado en el prlogo del Evangelio de San Juan,sobre la Trinidad, la creacin y la encarnacin; contiene tambin unaantropologa basada en la verdad revelada de que el hombre ha sidocreado a imagen y semejanza de Dios. El tema de fondo de esta obra esel amor de Dios.

    Su antropologa ofrece aspectos de gran inters actual. Destaca noslo la unidad del hombre con una distincin clara entre materia y es-pritu, sino tambin la unin con los dems seres creados por Dios.Hildegarda considera al hombre como un microcosmos dentro de lacreacin, con la que debe guardar una actitud tica respetando el ordenestablecido por Dios. En esta obra encontramos expuesta tambin laigualdad y complementariedad de hombre y mujer11. A propsito de la"ayuda semejante" (cfr. Gen. 2, 18-25), comenta que Dios dio al primerhombre, como un "espejo" humano (Spiegelgestalt) en el que estaba la-

    Dictionnaire de Spiritualit, VII, Beauchesne, Paris, 1969, 506-522 (cit.Spiritualit).11 Regine Kather, "Die Kosmologie del Hildegard von Bingen", Geist und Leben,1992 (6), 446-447.

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    tente toda la humanidad. Hombre y mujer tienen una dependencia mu-tua, de modo que sin la mujer el varn no sera tal, y sin el varn lamujer tampoco podra ser tal. Desde este punto de vista considera tam-bin el matrimonio para el que exige una madurez fsica y de carcter.

    Una referencia paralela a este tema se encuentra en el Liber vitaemeritorum, donde explica que la madurez y perfeccin de la personaconsiste precisamente en unir de manera armnica las caractersticastradicionalmente masculinas y femeninas: la blandura femenina quetiende a la debilidad necesita del complemento de la fuerza, mientrasque la fuerza masculina necesita de la mansedumbre y clemencia parano degenerar en dureza y crueldad. Para Hildegarda, la sabidura es unamujer fuerte que representa este ideal y la base de esta vida sabia esten la contemplacin12.

    Su consideracin de la mujer parte de la Madre de Dios y est refe-rida a Ella, as como tambin a la Iglesia, Esposa de Cristo, pero ex-cluye a la mujer del acceso al ministerio de la Iglesia bajo cualquierforma13.

    Estas tres obras Scivias, Liber vitae meritorum, Liber divinorumoperum forman como una triloga de tema teolgico, que ofrece as-pectos interesantes, ms all de la consideracin histrica de sus obras.

    De menor importancia es el melodrama Ordo virtutum obra para laque ella misma compuso la msica, pero es interesante el modo de ex-poner la relacin entre las distintas virtudes, en forma de una tica dia-lgica.

    Existe un epistolario de Hildegarda, de unas trescientas cartas quemanifiestan su correspondencia con personas muy diversas: varios Pa-pas, obispos, abades y monjes entre ellos San Bernardo, abadesas ymonjas, un telogo de Pars que le consulta acerca de la cuestin de lasimplicidad divina y las relaciones trinitarias, por nombrar slo partede las personas con las que mantuvo correspondencia. Contesta siem-pre desde su vida de unin con Dios, expresando de diversas manerasque habla de parte de Dios, como se ve en los frecuentes incisos "laLuz Viviente me dijo", "la Fuente del Agua", "el Espritu me dijo", etc.

    12 Regine Kather, 447.13 B. Newman, Sister of Wisdom, St. Hildegarde's Theology of the Feminine,University of California Press, Aldershot, 1987.

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    Los temas estn siempre relacionados con la situacin de la Iglesia, lavida recta en los distintos ambientes, o determinados problemasdoctrinales.

    Otras obras, que no parten de una visin como tema central, son:Expositio Evangeliorum, donde comenta el Evangelio siguiendo el aolitrgico; Solutiones triginta octo quaestionum, sobre problemas teol-gicos que le propusieron los cistercienses de Villers de Brabante; y elLiber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum dividido des-pus de su muerte en dos ttulos, Physica y De causis et curis, que escomo un tratado de medicina naturista. No deja de ser sorprendenteesta ltima obra, si tenemos en cuenta que est escrito por una mujer enel siglo XII. Para Hildegarda, la tarea de la medicina consiste enfomentar el equilibrio de cuerpo y espritu en el hombre, y con respectoa su entorno. Para ella, la ruptura del equilibrio, en definitiva, tiene suorigen en el pecado, que ha ensombrecido la imagen de Dios en elhombre, ha afectado a toda la creacin y a la relacin del hombre conlas dems criaturas. Por eso, la solucin definitiva de esa disonanciaest en Cristo, en quien se renueva todo lo creado.

    Aparte de stas y algunas obras menores, Hildegarda tena talento ysensibilidad musical. Aparte de la msica de Ordo Virtutum, hizo 77composiciones en forma de antfonas, himnos y otros cnticos. Paraella, la msica no era un simple acompaamiento de la liturgia, sino ex-presin de la armona del cosmos que el hombre percibe en su expe-riencia esttica. As puede hablar de la "sinfona de las revelaciones ce-lestes" cuando se refiere a su experiencia mstica y de la "sinfona delalma"14. Nos encontramos nuevamente con una visin unitaria, sin sermonista, de Dios Creador y todo lo creado donde ocupa un lugar espe-cial el hombre.

    Se ha dicho que la enorme creatividad de Hildegarda aparte de susindudables dotes naturales tena su fundamento en la oracin, ya queviva constantemente en presencia de Dios y le buscaba de continuo,

    14"Anima hominis symphoniam in se habet et symphonizans est", dice en el

    Liber vitae meritorum, Regine Kather; artculo de Marianna Schrader, col. 514,448.

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    pero no para sentir esa cercana ni para obtener gracias extraordina-rias15.

    Los colaboradores de Hildegarda fueron el ya mencionado monjeVolmar y despus de la muerte de ste, acaecida en 1173, el monjeGuibert de Gembloux. En gran parte escriba ella misma o dictaba.Como su latn no era perfecto, dejaba a sus colaboradores la correccindel estilo y de la gramtica.

    La personalidad de Hildegarda se nos presenta con rasgos enrgicosy a la vez delicados, interesada por las necesidades espirituales y ma-teriales de las personas, con un amor especial por los enfermos.Inteligente, culta, tambin con talento artstico, como lo manifiestansus composiciones musicales. Segua con atencin e inters los movi-mientos polticos y espirituales de su poca, con capacidad de pene-tracin e intuicin. A pesar de su salud precaria, actuaba con decisin ydesafiando el cansancio cuando lo exiga as el encargo recibido deDios.

    Por eso no slo escribi, sino que su amor a la Iglesia le llev en1160 a salir de la clausura, hasta entonces estrictamente observada,para recorrer el pas predicando en tres viajes hasta 1163, y a realizarun cuarto viaje en 1170, a la edad de 72 aos. Instrua al pueblo en lavida cristiana, hablaba con fortaleza a los clrigos que descuidaban susobligaciones, pona en guardia contra la hereja ctara, visitaba mo-nasterios para exhortar a monjes y monjas a observar su regla. Adems,al final de su vida, tuvo que luchar para que se levantase el entredichoque el obispo de Maguncia haba pronunciado en 1179 contra elmonasterio de Rupertsberg.

    Entre sus contemporneos era conocida, ya en vida, como prophe-tissa teutonica, sin que ella lo pretendiese, porque su nico inters eraactuar y hablar en nombre de Dios.

    4. Las msticas del monasterio de Helfta.

    15 Adelgundis Fhrktter, "Wie Hildegard von Bingen betete", Geist und Leben,1979 (52), 330.

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    Para mencionar solamente a las mujeres ms destacadas en estos si-glos, nos centramos en el siglo XIII. Destaca en esta poca el monas-terio cisterciense de Helfta16, cerca de Eisleben, en Sajonia. En reali-dad, el monasterio comenz en Rodersdorf y se traslad a Helfta en1258. Se observa tambin influencia franciscana y dominica los con-fesores eran, por lo general, dominicos. Como caracterstica generalse puede sealar la piedad litrgica y una espiritualidad fuertementemarcada por la liturgia. Junto a esto, el monasterio destacaba por unnivel cultural elevado, debido a la formacin clsica y, en el terrenoreligioso, por el amplio conocimiento de la Sagrada Escritura, lostextos patrsticos y las obras de los principales telogos. En este am-biente encontramos a varias msticas, cada una, como es lgico, con suscaractersticas personales.

    a) Santa Mectildis de Hackeborn.

    Naci en 1241, de la familia de los barones de Hackeborn, provistosde grandes bienes en Turingia y en el Harz. A la edad de siete aos,Mectildis fue llevada al monasterio de Rodersdorf (el posterior Helfta),donde su hermana mayor, Gertrudis, era abadesa. Gertrudis, que desta-caba por sus dotes pedaggicas y estuvo al frente del monasteriodurante 40 aos, hizo dar una educacin esmerada a su hermana. Ladireccin espiritual de las monjas estaba en manos de los dominicos,por lo que Mectildis desde joven conoci y admir los escritos de losdos grandes telogos de la Orden: San Alberto Magno y Santo Toms.Mectildis pronto fue magistra y por sus dotes musicales cantrix del

    16 Se encontraba cerca de Eisleben, en Sajonia. Estaba dedicado a la VirgenMara. En realidad, el monasterio fue fundado en Mansfeld (1229), luego setraslad a Rodersdorf en 1234, y posteriormente en 1258 a Helfta por falta deagua. Se ha dudado de si Helfta era un monasterio benedictino o cisterciense.Sabemos que estas monjas vivan conforme a la Regla de San Benito, pero dentrode la corriente de renovacin espiritual cisterciense, sin que se pueda concluir poreso una jurisdiccin cisterciense. La direccin espiritual de las monjas estabaconfiada a los dominicos de Halle: Spiritualit, VI, 332; Dictionnaire de ThologieCatholique, VI, Letouzey, Paris, 1915, col. 1332 (cit. Thologie); Histoire, XXIII,894-896.

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    convento. En 1261 recibi como alumna a una nia de cinco aos, quellegara a ser Santa Gertrudis y a la que le unira una profunda amistad.

    Mectildis tena desde joven experiencias msticas, que ocult hastalos 50 aos. Durante los ltimos ocho aos de su vida de 1291 a1299 en que tuvo que guardar cama a causa de una enfermedad, fuecontando sus revelaciones que fueron recogidas principalmente porGertrudis la Grande; posteriormente, Mectildis confirm la exactitudde lo escrito. Se conserva su obra como Liber specialis gratiae17. Ellibro contiene revelaciones siguiendo el ao litrgico sobre losmisterios de la fe, sobre el culto divino y la prctica de las virtudes, eldestino eterno de ciertos difuntos, y anotaciones sobre la vida y muertede la abadesa Gertrudis.

    La obra de Mectildis refleja una espiritualidad trinitaria, cristolgicay eclesiolgica, como afirma Margot Schmidt. Su mstica est centradaen Cristo, especialmente en la devocin al Sagrado Corazn; a su modode ver, en el amor y la alabanza de Dios deben intervenir todos lossentidos, en una semejanza creciente con el Hombre-Dios18. Tieneconciencia clara de la comunin de los santos y de la caridad que debeextenderse a los dems miembros de la Iglesia. Por sus visionesfrecuentes del Sagrado Corazn de Jess y sus oraciones, ha ejercidojunto con Santa Gertrudis la Grande una influencia notable en lapiedad catlica.

    b) Santa Gertrudis la Grande19.

    17 El texto original fue redactado en alemn, pero esta versin se ha perdido.Solamente se conserva la versin latina como "Liber specialis gratiae", enRevelationes Gertrudianae et Mechtildianae, Paquelin, Paris, 1877. Existe unaversin alemana como Das Buch der geistlichen Gnaden, Manz, Regensburg,1857. Otras ediciones y bibliografa as como datos sobre su vida, ver el artculo deMargot Schmidt en Spiritualit, X, 874-876.18

    El artculo de M. Schmidt, en Spiritualit.19 Adems de esta Gertrudis, denominada La Grande, existen varias Gertrudis quea veces se han confundido con sta: Santa Gertrudis de Nivelles en Francia,abadesa, muerta en 569; Gertrudis de Hackeborn (1220-1291), abadesa de Helftade 1241-1291; Beata Gertrudis de Altenberg (1227-1297), abadesapremonstratense; Santa Gertrudis de Delft o Gertrudis van Oosten, muerta en 1358.

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    Naci en Eisleben, en 1256. No se sabe nada de su procedencia, sloque con 5 aos fue llevada a Helfta, donde permaneci toda su vida. Ensu vida espiritual se pueden distinguir claramente dos pocas separadaspor una fecha: el 27 de enero de 1281, cuando despus de una crisis in-terior de varias semanas tuvo una visin de Cristo que le hizo cambiartotalmente. Hasta entonces desarrollaba sus facultades naturales, alritmo de su afn de cultura que se centraba en la literatura y la filosofa,sin olvidar el arte, ya que tena aptitudes musicales y era buena minia-turista; en ese tiempo, como ella misma dice, no se preocupaba apenasde sus relaciones con Dios. A partir de ese da, sin embargo, empez allevar una vida de oracin y contemplacin, acompaada de fenmenosmsticos extraordinarios; dej los estudios clsicos y se centr en laSagrada Escritura, los textos de los Padres y telogos. Tena pocasalud, pues padeca una enfermedad que le produca muchos dolores yque llevaba con gran paciencia y serenidad. Aconsejaba a muchaspersonas que acudan a ella, atradas por su prudencia y caridad. Murien 1302.

    Su experiencia mstica est unida a la liturgia, por ejemplo los textosdel Oficio divino y la vivencia espiritual de las fiestas litrgicas; de he-cho, la mayora de sus xtasis parten de un texto litrgico. Tena unagran devocin al Sagrado Corazn de Jess y a la Eucarista. Se tratade una espiritualidad amable y espontnea, que por su base doctrinalresulta al mismo tiempo slida. Se ha dicho que sus obras recuerdan lariqueza del Pseudo-Dionisio y la precisin de Santo Toms20.

    Cules son sus obras? Sus revelaciones estn recogidas bajo el t-tulo Legatus divinae pietatis, que consta de cinco libros21. Comenz aescribir estas vivencias por encargo expreso recibido de Dios en 1289.

    Otra obra suya lleva el ttulo Exercitia spiritualia, que es una seriede siete meditaciones y constituye un pequeo tratado espiritual quepretende mover a una unin con Dios cada vez ms perfecta22.

    20 F. Vernet, en Thologie, 6, 1334-1338.21 El Libro II fue escrito por ella misma, el Libro I fue escrito despus de sumuerte por una monja de su entorno, y los tres restantes fueron escritos segn notastomadas a su dictado.22 La primera edicin latina de sus obras es de J. Lanspergius (Johann Gerecht, deLandsberg), Insinuationes divinae pietatis, Colonia, 1536; "Legatus divinae pietatisy Exercitia" en Revelationes gertrudianae et mechtildianae , editadas por los

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    Escriba en latn; nicamente los pequeos tratados de comentarios ala Sagrada Escritura y florilegio de los Padres los escribi en alemn,pero estas obras se perdieron.

    c) Santa Mectildis de Magdeburgo.

    Dentro del ambiente de Helfta encontramos a otra mstica: Mectildisde Magdeburgo. Se le confunde a veces con Mectildis de Hackeborn.Nacida de familia noble alrededor de 1210, abandon el mundo a laedad de veinte aos para vivir en Magdeburgo como beguina23, bajo ladireccin de los dominicos, en rigurosa penitencia. Parece haber reci-bido una buena instruccin en su familia. Aunque ella se considera "sininstruccin", esto parece referirse slo a la Sagrada Escritura y losPadres que las alumnas de Helfta estudiaban desde pequeas. Pasunos treinta aos en la comunidad de beguinas. Desde muy joven tuvoexperiencias msticas que ocult durante aos. Cuando las manifest asu confesor, el dominico Enrique de Halle, ste le mand escribirlas; lohizo a partir de 1250 y Enrique de Halle orden sus escritos en un vo-lumen de seis libros.

    Tena una conciencia viva de lo que llama Gottesminne (el amorcorts dirigido exclusivamente a Dios) y bajo esta perspectiva conside-raba todo lo que suceda en su propia vida y a su alrededor.

    bendictinos de Sollesmes, Pequelin, Poitiers, 1875. Tambin se encuentran enSources Chrtiennes, Gertrude d'Helfta, Oeuvres spirituelles, Editions du Cerf,Paris, 1967-78, I-IV, en espaol: Un Padre Benedictino, El heraldo del amordivino, Barcelona, 1945, y T. Ortega, Embajador de la divini piedad: revelacionesde Santa Gertrudis la Magna, Silos, Burgos, 1932.23 Se ha discutido sobre el origen de las beguinas. Lo ms probable es que setrataba de asociaciones piadosas de mujeres que bajo de direccin de una"Maestra" hacan vida comn siguiendo una espiritualidad religiosa; se dedicaban ala oracin, al trabajo manual y al cuidado de enfermos y nios. Este modo de vidasurgi a finales del siglo XII, cuando gran nmero de mujeres que buscaban la vidareligiosa ya no podan ser acogidas por los monasterios. Posteriormente algunascomunidades de beguinas y de begardos, la forma masculina de este modo devida se dejaron influir por ideas pantestas y quietistas, de modo que el Conciliode Vienne, en 1311, orden la supresin de estas asociaciones.

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    Su obra es sorprendente, distinta de la de las otras msticas de Helfta.La escribi en bajo-alemn, ya que no dominaba el latn. Es unlenguaje espontneo, independiente de todo gnero literario y figuraretrica, sencillo y difano, de gran belleza de expresin. No pretendauna creacin literaria, sino que como manifiesta constantementeescriba bajo la gua interior de Dios. Tampoco el ttulo de su libro esinvencin suya, sino "recibido": Das fliessende Licht der Gottheit (Laluz rutilante de la divinidad)24.

    La Minne (el amor), de gnero femenino en alemn, es personificadaen la obra de Mectildis, de modo que la llama Frau Minne. Es especial-mente bello y profundo el dilogo entre Frau Seele (el alma) y FrauMinne, al comienzo de la obra. Tambin personifica, en otro dilogo, laconciencia (Frau Gewissen) y el conocimiento (Frau Erkenntnis). Lasvirtudes son consideradas como vrgenes que sirven a la personahumana a la que llama "reina", para que sta sirva a Dios y haga suVoluntad. Como todas las msticas de Helfta, tena una devocinespontnea, profunda y estticamente bella a la Virgen Mara, a la queconsideraba modelo de mujer.

    El contenido de la obra comprende el misterio trinitario, el amor mi-sericordioso de Dios en Cristo, temas de eclesiologa, referencias a laescatologa, los sacramentos como fuentes de gracia25. Al referirse alos misterios de la fe, lo hace con fuerza potica y con fervor, sinperder por eso claridad doctrinal.

    Parece haber entendido la relacin estrecha entre conocimiento yamor, que en ella viene a ser una actitud, cuando dice: "Amor sin cono-cimiento parece oscuridad al alma sabia. Conocimiento sin fruicin leparece pena del infierno. Fruicin sin morir, nunca puede apenarle

    24 El original est perdido. Existe una traduccin latina de finales del siglo XIV,que no es muy fiel al original. La traduccin alemana (mittelhochdeutsch),encontrada en Einsiedeln en 1861, que es la base principal para la edicin alemanaactual, a cargo de Margot Schmidt: Mechthild von Magdeburg, Das fliessendeLicht der Gottheit, Eingefhrt von Margot Schmidt, mit einer Studie von Hans Ursvon Balthasar, Benziger, Zrich, 1956.25 Un estudio detallado de su vida y obra se puede encontrar en: Margot Schmidt,en Spiritualit, X, 877-885.

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    bastante"26. Como dice H. Urs von Balthasar, el libro de Mectildis nose puede incluir en ningn sistema, sino que "es uno de los raros librosque estn y permanecen abiertos hacia todos los lados"27. La propiaMectildis recomienda al lector que lea el libro nueve veces, si quiereentenderlo28. El libro fue difundido en el siglo XIV, sobre todo en losconventos de dominicos del sur de Alemania. Es indudablemente untestimonio de la mstica y la cultura femeninas en la Alemaniamedieval.

    El amor intenso a Dios llevaba a Mectildis a preocuparse por la si-tuacin de la Iglesia en su tiempo. No se le ocultaba el relajamiento decostumbres, tambin entre clrigos y religiosos, sufra con esta situa-cin y la denunciaba claramente en sus escritos, insistiendo al mismotiempo en la necesidad de reforma de la Iglesia. Su sinceridad y va-lenta en este aspecto provoc reacciones hostiles a su alrededor, sinque faltasen tampoco las burlas acerca de su propia experiencia inte-rior. Despus de sufrir mucho con estos ataques tambin por parte dealgunas beguinas pas los ltimos aos de su vida (desde 1270 o1271) en el monasterio de Helfta, donde era abadesa Gertrudis deHackeborn; all coincidi tambin con Mectildis de Hackeborn y la otraGertrudis, y encontr un ambiente adecuado a su propia vida espiritual.All aadi un sptimo libro a su obra y muri con fama de santidad, yaanciana y ciega, hacia 1294.

    5. Consideracin final.

    Si comparamos entre ellas a estas figuras femeninas de la alta edadmedia, encontramos aspectos en comn y tambin notables diferencias.

    En primer lugar, es preciso sealar un hecho evidente, y es que todasellas son monjas y son cultas. Es difcil precisar la relacin que existeentre "religiosas" y "cultas": lo primero condiciona lo segundo, o vice-

    26"Minne ohne Erkenntnis / dnkt die weise Seele Finsternis. Erkenntnis ohne

    Genuss /dnkt sie Hllenpein. Genuss ohne Tod / kann sie nie genug beklagen" (I,21).27 Mechthild von Magdeburg, 45.28 Mechthild von Magdeburg, 53.

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    versa? Es claro que, al haber sido educadas en monasterios que eran fo-cos de cultura y ellas eran mujeres dotadas, alcanzaron un nivel culturalalto. Pero tambin hay que conceder que haba mujeres cultas fuera delclaustro; por ejemplo, Gerberga que instruy a Hrotsvit posea ya unnivel cultural alto antes de su entrada al monasterio de Gandersheim.Lo que es evidente es que la cultura fuera de la vida religiosa eraprivilegio de la alta nobleza. En cualquier caso, las escritoras aquseleccionadas eran religiosas y tenan un nivel cultural alto, tanto en loque se refiere al saber clsico como al religioso.

    Las hemos llamado "escritoras". Lo son realmente? Parece que s,porque sus escritos han llegado hasta nosotros. Si consideramos a cadauna de ellas y su obra, hemos de establecer una diferencia fundamentalque arranca de la pregunta: por qu escriben? Contestar esta preguntanos obliga a agruparlas en dos bloques: por una parte, Hrotsvit; porotra, Hildegarda y las msticas de Helfta.

    Hrotsvit escribe indudablemente porque le gusta, tiene algo que deciry sabe decirlo en prosa rimada o en versos hexmetros. Su imagina-cin creativa le lleva a expresar valores nuevos con las formas aprendi-das de los clsicos. Los valores nuevos son los ideales de la vidacristiana que le interesa comunicar, que implican adems una visinnueva de la mujer. En este impulso creativo influye una intencinmoralizante, de la que habla claramente en el prefacio a las comedias.Tambin influye el ambiente propicio que encuentra para una creacinliteraria, sobre todo por parte de Gerberga que le anima a escribir ytambin le proporciona temas, por ejemplo las gestas de los Otones, ola fundacin del monasterio de Gandersheim, relacionada a su vez conla familia de los Otones.

    Otro es el motivo que lleva a escribir a las msticas. Como ellas mis-mas manifiestan, escriben por encargo de Dios, confirmado despuspor los respectivos confesores o por quien presida la comunidadreligiosa; como hemos visto en el caso de Hildegarda, es el Papamismo quien, despus de examinar su primera obra, le anima a escribir.Entra en juego, en estos casos, un inters pastoral: lo que tienen quedecir puede ser para bien de otras personas y de la Iglesia. Podemosllamarlas escritoras? Efectivamente, el contenido material de sus obrasno es fruto de su imaginacin o de su propia creatividad, ni tampoco essuyo el impulso que les mueve a escribir; por tanto, desde este punto de

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    vista habra que restringir la nocin de "escritoras" al aplicrsela. Sinembargo, en lo que se refiere a los aspectos formales, todas ellas ponende su parte la capacidad creativa y el bagage cultural de que disponen.A veces, como en el caso de Hildegarda, parece que escriben al dictadolo que conocen en la revelacin privada, pero indudablemente son ellasmismas quienes ponen el lenguaje. Aqu entra en juego la personalidadde cada una. Por eso son tan distintos los escritos de Gertrudis, de losde Hildegarda o de las dos Mectildis.

    Un aspecto que influye tambin en la expresin de contenidos es lalengua que utilizan. Es indudable que cuando escriben en latn, no es supropia lengua por mucho conocimiento que tengan de ella; adems, aveces son conscientes de su deficiente estilo y se dejan ayudar en la re-daccin por algn monje, como nos consta en el caso de Hildegarda.En este aspecto difiere la obra de Mectildis de Magdeburgo, ya queescribe en su propio idioma. Su lenguaje es bellsimo en la expresin,aunque en la traduccin al alemn actual a veces se ha perdido algo dela belleza potica original, como seala Margot Schmidt29.

    Otro aspecto que cabe sealar como diferencia entre Hrotsvit y lasmsticas, es la conciencia de la consideracin de la mujer en su poca.Si en Hrotsvit se observa cierto complejo para lanzarse a escribir, enlas msticas esta actitud apenas aparece, porque para ellas se trata decumplir un encargo de Dios; s que se trasluce cierta conciencia deindignidad, porque consideran como don de Dios las revelaciones quereciben, sin ningn mrito de su parte, pero claramente no se ve enellas ningn complejo ante la realizacin de algo que no es corrientepara una mujer de su poca y condicin.

    Este acercamiento a la literatura religiosa medieval en Alemania dejaabierto mucho espacio para posteriores estudios, tanto en lo que se re-fiere al contenido de sus obras como a la forma. Tambin sera intere-sante estudiar con detalle el ideal femenino que se deja entrever en susobras. Y, aunque medien siglos entre ellas y la poca en que vivimos,estas escritoras tienen mucho que decir a la mujer actual en aspectosque trascienden la estructura social concreta en que las encontramos.

    29 Mechthild von Magdeburg, 8.

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    BIBLIOGRAFA

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    Hildegard von Bingen, Welt und Mensch (Liber divinorum operum). bersetzt underlutert von H. Schipperges, Otto Mller, Salzburg, 1965.

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    Mechthild von Hackeborn, Das Buch der geistlichen Gnaden. Aufzeichnungen ausdem beschaulichen Leben der gottseligen Jungfrau Mechtildis von Helfeda.Manz, Regensburg, 1857.

    Mechthild von Magdeburg, Das fliessende Licht der Gottheit. Eingefhrt vonMargot Schmidt, mit einer Studie von Hans Urs von Balthasar, Benziger,Einsiedeln, 1956.

    Otras traducciones:

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    Gertrudis de Helfta, Le rivelazioni, ed. lit. Cecilia Tirone, Cantagalli, Siena, 1973.Un Padre Benedictino (ed.), El heraldo del amor divino, Barcelona, 1945.

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    Ursula Peters, Religise Erfahrung als literarisches Faktum. Zur Vorgeschichteund Genese frauenmystischer Texte des 13. und 14. Jahrhunderts, Niemeyer,Tbingen, 1988.

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    Elisabeth ReinhardtFacultad de TeologaUniversidad de Navarra31080 Pamplona Espaa