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, BoJetin m en sual i lu stra do. - Dir e ct or- propieta ri o: D. SALVADOR CASTELL'Ó y C A RR ER AS Revista premiada con Diploma de Ho nor y Medalla de flata en la Exposición Internacional de Avic ultura de Brusefo:. ( 1897) Y de Oro en la In ternacional de Madrid (1902) Órgano de la Real Escuela oficial de Avicultura y de la "S ociedad Nacional de Avicultores Españoles" España. al llño. 8 pesetas REDACCi ÓN y ADMIN ISTRACiÓN REA .L GRANJA PARAí so, ARENY $ DE MAR ( BARC ELONA) Extran¡ero, 10 pesetas Año XIV ----------- -- Extraord,'lIario de ellero de 1909 _____ Núm . 150 DON ALFONSO XIII EN LA «REAL GR ANJA ESCUELA PARA I SO" S. M. el Rey en la terraza de la « Real Granja Escuela Paraíso» con t emplando el vuelo de más de :,000 palomas, solladas en su obse quio por la « Real Sociedad Colombófila de Catal uña Real Escuela de Avicultura. La Avicultura Práctica. 1909

enero 1909

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Page 1: enero 1909

17ICUn(UI\~; 4i2~RCTIC

,

BoJetin m ensual ilustrado . - Director -propietar io: D. SALVADOR CASTELL'Ó y C ARRERAS

Revista premiada con Diploma de Honor y Medalla de flata en la Exposición Internacional de Avicultura de Brusefo:. ( 1897) Y de Oro en la In ternacional de Madrid ( 1902 )

Órgano de la Real Escuela oficial de Avicultura y de la " Sociedad Nacional de Avicultores Españoles"

España. al llño. 8 pesetas RED ACCi ÓN y ADMIN ISTRACiÓN

RE A.L GRANJA PARAíso, ARENY $ DE MAR ( BARCELONA) Extran¡ero, 10 pesetas

Año XIV ------------ - Extraord,'lIario de ellero de 1909 ---~ _____ ~_ Núm . 150

DON ALFONSO X III EN L A «REAL GRANJA ESCUELA PARA ISO"

S. M. el Rey en la terraza de la « Real Gra nja Escuela Paraíso» con templando el vuelo de más de :,000 palomas, solladas en su obsequio por la « Real Sociedad Colombófi la de Cataluña "»

Real Escuela de Avicultura. La Avicultura Práctica. 1909

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2 LA AVICULTURA PRÁCTI C A

R eal Escuela Oficial de Avicultura

de Arenys de Mar

CURSO ORDINAR IO DE '909

CONVOCATORIA

La Dirección de la Rea l Escuela Oficial de Avi­cu ltura previene á los señores av icultores, agriculto· res y á <.: uantos se crea n interesados, que desde esta fecha queda abierta la matrícula prtra el curso de « :\ vicultura é Industrias a nexas », correspondien te a l presente año, cuya apertura tendrá lugar el día l." de abril, te rminá ndo~e el 30 de junio.

Las condi ciones d~ la matríc ula y el plan y bases de la enseñanza, establecidos de acuerdo con el Re ­g lamen to inte rior de la Escuela, se faci li ta rán, á c.: uantos lo soliciten de la Secretaría, antes de l 31 de marzo.

La e nseñanza se rá completa mente gratuita para los a lumn os que pru eben ca r ecer de recursos y para los pensionados de co rporac iones y entidades ofi­cial es .

Para los alumnos extranj eros que no conozcan el idioma español se dará un c urso es pecia l en lengua francesa.

Para más detalles é informes, los interesad os pue· den d irig irse á la Secretnría .

A renys de Mar, 15 de enero de 1909.

El Director

SALVADOR C ASTELLÓ

NUEVO CU RS ILLO DE AVICULT URA

PAR,' SEÑORAS y SEÑORITAS

Teniendo en cuenta las indicaciones formuladas á la Real Escuela Oficial de Avicultura por el Minis t e. ri o de Fome nto, enca minadas á que se propague la enseñanza de la cria de aves y a nimal es de corral en la muj er, la Dirección ha resuelto crear, á título de en ­sayo, un cursi llo espec ial para señoras y señoritas mayores de diez y ocho años, consis tente en 24- lec­ciones teó rico~prác ti cas, que tendrán luga r los sába· dos de los próximos meses de abril, mayo y junio .

La e nseñanza será co mple tamente gra tuita, y las seño ras y seño ritas matr iculadas a ntes del 3 1 de marzo re.cibiril n un diploma acred itativo de habe r segu id o dicho c ursillo .

Para más inform es y deta ll es, las interesadas po­drán solicitarlos de la Secretaría .

A renys de MHr, 15 de entro ne 1909,

El Director

SA LV A DO R CASTELLÓ

----.----

Visita de S . M. el Rey D. Alfon so XIII á la «Real G ranja E scu ela Paraíso» y al distrito de Arenys de M ar

El 5 de noviembre de 1908 será para siempre la fecha me morable cuya crónica llena rá la más brillan­te pág ina en los anales de la his toria de la «R e:!. l Granja Escuela Paraíso».

S . M. el Rey D, Alfonso XIII e n compañía de l E xcmo. S r. D, Antonio Maura, Preside nte del Con­sejo de Ministros, de su Cuarto Milita r y de las auto­ridades Civiles y Militares de la provin cia de Ba r ce­lona, del Ilmo . Sr. Obispo de la Diócesis de Gerona y de las Autoridades locales de Arenys de Mar, se­g uido además de un brillantísimo acompañamiento, se digno honra l' co n su augusta vis ita la Real Escu e­la de Avicultura y nuesta propia morada .

D, Alfo nso XIII con su real presencia nos indem­nizó de una vez los 16 años de continuas la bores y de incesantes trabajos llevados á cabo para e l foment<> de la Avicultura e n España y compensó los s insabo­res que pudo causarnos la indi fe re ncia con que por lo general se viero n nuestros trabajos en el país ,

En efec to, no se aconseja al Rey vis ite una casa ó una industria s i para ello no se re unen méritos qu e lo justifiquen, no se acepta un ofrecimiento por es ­pontáneo que sea si no se sabe de a nte man o que 1<> que al Rey debe mos trarse es digno de ser puesto de manifiesto al J efe del Estado, y co mo quiera que a ) tra tarse de la vis ita del Monarca á la Real Granja Par:!.íso de A renys de Mar, así e l Gobern adol' civil de Barcelona como el Presidente del Co nsejo de Mi­ni stros mostráronse conformes desde el primer mo­mento, <: abe afirmar, s in fal sa modestia, que debíaD juzgar la cosa digna de tal honra ,

Dedicado por completo este núm ero á perpetuar el recue rdo de la visita de S, M, e l Rey D. Alfon­so XIII á la Casa Cuna de la Avic ultura es pañola,. stanos permitido erigirnos en fieles cr onis tas de la regia visita al partido de A r enys de Mar, pues aqué­lla constituyó de por si la base principal de la excu r­s ión de S . M, el R ey á la Costa de Levante del Prin­cipado ca ta lá n,

Sabida es la efic:!.z distinción que desde los albores de nuest ra obra dispensó la Casa Real á la e ntonces naciente Granja Paraíso, poco tiempo desp ués de su c reación elevada á la categoría de Escuela particu­la r de Av icultura y hon rada inm ed ia tame nte pOI'

S, M. la Reina R egente del Re in o D,I María Cri sti­na co n e l va li oso títul o ele Real Granja Escuela, g ra­cia con la q ue la Augusta Sobe r:!.na qlliso "social'se á la pa tri ótica la bo r por la b:sc uclH <te Avicul tura emprendida .

Sobnldamente es cOllocid:!. la protecc ión que Doiia María Ct'istilla sigu ió lH'cs tando il la «Rea l Gnlll ja EscuelH Pa r;¡iso» y á la Soc iedal! N~c i olla l de Avi­cultores, á S il sombra nBcida y el e fic;¡z apoyo que les

I

Real Escuela de Avicultura. La Avicultura Práctica. 1909

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LA AV I C ULTUR A PI< ÁC TI CA

pres tó a l llevarse á cabo en Madrid la primera Ex­posición I n ternacional de Avicultu ra que en mayo ele 1902 dedicó á su Presidente Honorario el Rey D. Alfonso XIII con motivo de su Augusta Coro­nación .

Nadie ignora tampoco que en cuantas ocasiones rué necesario, todas la s gracias obtenidas po,- la Real Escuela de Avicu ltura y e n especial por mí, como director fu ndador de la misma, fueron clelJHos a l fa"or particular de SS. MM. cua ndo nO á su es­pontánea magnanimidad .

De ahí que, al presentar.se ocasión oportuna, la aprovechara el Rey para visitar aqt:élla y apreciar por sí mismo el uso que bicimos de su ,'egia p ro­tección.

De larga fecha sabíamos cuáles eran las favcrab les dispos iciones de S . M.; de sus propios labios había­mos oído var ias veces la expres ión de sus rea les de· seos y teníamos la firme convicción, la seguridad más absol uta de que, en cuanto el momento fuera propicio, D. Alfonso XIII nos hont·aría co n su vis ita .

l"lIé el Rey á Barcelona con motivo de la inaugu. ración de las obras de la reforma interior de la ciu­dad en marzo de 1908, y ya entonces se c reyó llegado el momento oportuno . L a ex te nsión del programa oficinl y In corta permanencia de S . M . en la ca­pita l del Pr inci pado, no dieron lugar á que se renli ­zaran nuestras esperanzas, si bien el Rey se dignó alentarme manifestándome procuraría cum plir sus deseos en su próxima visita á Cataluña.

Esa se r~alizó, como es sabido, á fines de l pasado octubre, acompañándole S. M. la Reina, y la estan­cia del Rey eu nuestra r egión se prolongó hasta los primeros días de noviembre, e n los cuales, después de sepa,·al·se de su A ugusta esposa en Zaragoza, re­gresó a l Principado para recorrer algunas de sus co ­marcas que atm le eran desconocidas.

H abía llegado el momento por nosotros t:10 de­seado.

Preparativos

Acep ta ndo la honrosa mi sión que el Excele ntísi mo Sr. D. Angel Osso ri o Gallardo, Gobernador civi l de Bar celona, se dignó confiarme de acuerdo co n el Excmo. Sr. P residente del Conseio de Ministros, to­mamos sobre nosotr os la g rata labo r de dispo ner lo necesario para que el recibimie nto de S . M. en la vi· ll a de Arenys de Mar y sus cercanías resultara dig. na del Augusto huésped que con ella la favorecería.

En un p rincipio se creyó debía limitarse el pro­grama á la sal utación del Monarca á la Sma. Vir­gen de la Misericord ia, patrona de la Costa en s~ Santual"io de Canet y la vis ita á la Real Granja Es­cuela Paraíso, pero ap robadas las bases de la ex­cursión por S . M., vióse luego que cabía disponer de mayor tiempo y el Rey podría aún pernoctar en el dis trito.

Se nos presentaba hasta ocas ión de hospedar en la G ranj a Paraíso al Rey de España, y esto era mu-

e ho mús de lo q ue jamás soñá ,·amos, pero c reímos que ni aqu élla estaua ¡{ la altul'a del regio huésped, ni debíamos llevar nuestro egoísmo al punto de pri­var al Rey de alojarse donde se reu nieran mejores condiciones y se con tara con más poderosos ele men­tos para recibirle.

En este punto nac ió la idea de que S . M. visitara el antiguo é histórico Castillo de Santa Florentina, sito en Canet á poca distancia del menciunado San · tuario y propiedad de su afortunado castellanu don Ramón de Montaner que, auuque con su proverbial modestia trató en un principio de excusa r las defi · ciencias de su señorial mansión, púsola lu ego in con­dic ionalmente á disposición de S. M., que aceptó el aloja miento y la fiesta que en SI[ honor quis ieron luego o'·ganizarle el Sr. de Montaner y sus hi jos, ba­jo la di recció n artística de su hijo político D. Ricar· do Campmany que, di cho sea por adelantado, demos­tró una vez más su buen gusto y su savoir faire en materias artíst icas.

E l Rey y su séquito debían llegar ú Canet el día 4-de noviembre á las t res de la t arde, y después de c um plirse e n aq uell a villa las diversas part~s de l programa, debía venir á Are nys e l día 5 por la Ola·

ñana, permaneciendo en esta v illa hasta cerca del mediodía. Eran, pues, más de 20 horas que S. M. con­ced ía al distrito de Arenys de Mar , de las cuales quedaban hábiles unas doce pal'a festejade .

El distrito de Arenys de Mar, salvo algunos nú­cleos d iseminados e n algunas, aunque escasas pobla­cio nes de l mismo, es y fu é siempre em inentemente monárquico, pues si bien al impulso de las corrien ­tes y de los ideales nun ca separatistas como se ha

dado en llamarles, hoy tiene en el Congreso y en el Senado representación soli da ria, la gran masa del distrito, con quere r mucho á Cataluña corno región española, fué s iempre leal y ad icta á las Institucio· nes y por lo tanto tocio fue,·on éxitos y facilidades en la prepa raci/m del recib imiento que á S. M. debía tributarse.

Debemos citar e n prim er término la corrección y cortesía del Ilm o. S r. Alcalde de la vill a de Arenys D. Juan Córdoba y de su Ayuntamiento, que á pesa,· de tener en su seno mayoría poco favorabl e, desde el primer momento d i spu~i érollse á recibi r como e ra debido a l Jefe del Estado, y en cuanto al Alcalde de Canet, D. Juan Fornés y ~I Ayuntamiento que pre­side, sólo cabe deci r que desplegaron tales iniciati­vas y en tusiasmos, que de un principio se pudo dar como asegurado el exito de la vis i ta de S. M. á ambos lugares.

Como entidad política de l distrito desplegó su ban­dera el Círculo Monárquico de Arenys de Ma r, que reunido en ju nta, bajo la preside ncia dt D. Joaquín Cod.erch, diputado provincia l por el distrito y presi. dente de «quél, acordó por unan imidad, y entre grandes pruebas de en tusiasmo, abrir una suscrip­ción pa ra engnlanar la calle de la R iera, hermosa rambla q ue forma la principal a,'e nida de la pobla-

Real Escuela de Avicultura. La Avicultura Práctica. 1909

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LA AVIC\JLT \J RA PR AC TI C A

Vi:,>ta exte ri or de l San tuario de Nafa. Sra. de la Misericord io.

en Cane t de Mar

ClOn , y leva nta r en e lla un a rco de triun fo, cuya di­rección se confi ó luego al arquitec to barcelonés don J osé M. ¡. .... ont y Bla nco , al p ropio ti empo q ue trae" una banda militar para que tri buta ra a l Rey los ho­nore. co rrespondientes.

In útil deci r que en pocos momentos la susc ripción cubrió el cos te de l p resupues to calc ulado y todo pudo lleva rse á cabo confo rme los deseos de la pa trióti ca y leal sociedad .

Para la realización de los acuerdo's tomados por la Junta gene ra l de socios se nombró un a co misión,

• compuesta de los señores vi cepresidente de l Círculo D. Gabi no Taixone ra , el Dr . D. Francisco Cal be­lO , D . F r::mcisco R ovira y el q ue es tas lín eas escri­be, 1 ... cu al tuvo la satis facción de ve r cu mplida con éxito la mis ión q ue se le confi ara .

No fu é menos impo rtante la re unión de in dustriales

de Arenys de Mar , convocada por el alca lde D. Juan Córdoba, e n la que, a l dá rscles cuenta de la préxi ma vis ita de l R ey , se les pu so de ma ni fiesto la convenien­cia de ex te riorizar la produ cción de la villa por me­dio de un a exhi bició n de los a l,t ícu los fab ricados ó manufac tu rados e n la mis ma , idea que después de se r tomada en conside ración has ta por fab ricantes cuya fi li ación pol ítica les d istancia del régim en monárqui­co y de la dinastía de D. Alfonso XII, p udo verse ta mbié n realizada , ins ta lándose los pr odu ctos en el Baln eario L IO\'e ras , espaciosa de pendencia mu nici ­pal donde debía también celebra rse la r ecepción de

ay unta mientos , eleme nto j udicia l de l di s trito y e nti ­dades y dist ing uidas pe rso nas delllli s l1l o.

Alg un os ind ustr iales de Ca net, á su vez, toma ron también el ac ue rdo de levanta¡' un arco á la e nt r<lda de la villa , asociándose co mo los de Are nys de Ma r a l j úbilo genera l de la comarca ante la p róxi ma vis i­ta de l So berano .

L a Cá ma ra o fi cial agrícola de l distrito de Are ny s de Mar, re unid a e n j un ta direc ti va bajo la presiden­cia de D. Franci sco Sola , iniciado r y fun dador de la misma, no pod ía perm anece r ¡inac ti va, y acordó ig ualmen te coope rar a l éx ito de las fies tas leva ntan­do un arco e n la Rie ra, q ue ded icó «A l p rimer agr io C UltO l' de E spaña », co mo demostración del ag r<ldo con q ue fue recibida la conocida frase de. D, Alfon­so XIII, cuando resolvió dedicar g ran parte de s u r eal patrimoni o á explo tac iones rurales e n g ran es­ca la . La dirección de d icho arco fu é confiada a l maes tro de ob ras de la vill a de A renys de Mar D. Juan Dotres .

Co mple tó el éxito de los t I-abajas p reparator ios , el gene ral regocijo de los veci ndarios de Are nys y de Cane t refh'jaclo e n toclos los se mbl antes y ú cada mome nto hecho os tensible a l ve r cómo iban lleván­dose á cabo los trabaj os proyectados .

Con tan b ue nas disposici ones, g ra to y fá cil nos fué poder comunica r a l Gobern ador civil de la p ro ­vincia los entus ias mos de la coma rca de Ar enys de Mar para recibir á S . M.

Al anuncio de las mismas, el Excmo . S r. D. Angel Ossorio, acompañado de l coro nel jefe del tercio de la G ua rdia civil, qu e presta su s ser vicios en Barcelona, del capitán ayudante y del ingenie ro de caminos, se­ñor Memb rillera ) g iró una vis ita de inspección á los lug ares por donde de bía pasar S . M., dig nándose acepta r el a lmu erzo que tuvimos el hono r de ofre­cerle e n el res tau rant del Monte Calva rio de Arenys de Mar , y al c ual asi s tie ron, ad emás de las personas que formaban su séq uito, los señores a lcaldes de Arenys y Canet , el j uez interino de primer a ins tancia D. Franci sco Espriu, e l diputado provinci al y presi­dente de l Círc ulo Moná rqui co D . J oaq uín Cocle rch , el subdelegado de Sanidad Dr. D . F rancisco Calbetoj cumplim entándole los Sres . D. Francisco S ola y don Manuel Armengol, en rep resentación de la Cáma ra

Agrícola . Ultim ado el programa determinóse és te en la sí­

g uiente fo rm a y or den: Día 4 de noviembr e . - Llegada de S . M. á Canet

de Mar, e n tre n, á las tres de la ta rde . Visita de S. M. al Ayuntamiento é ina ug uraci ón

del nuevo Matadero público de la villa de Canet. Lwtclt ofrecido por el Ayuntamiento e n la terra za,

j unto al mar. Visita de S . M. al Santua rio de Nues tra Señora de

la Miseri co rdia , pa trona de la costa de L e\'ante de

Cata luña. Llegada de S. M. a l cas tillo de Santa F lore ntina á

las seis de la ta rde .

Real Escuela de Avicultura. La Avicultura Práctica. 1909

Page 5: enero 1909

LA AVI C ULTURA t' RÁ C T I C A 5

A las ocho, co mi da de S . NI. con as is tencia t.Ie las a lltOl:idades provinciales y locales }' alg unas s ig nifi ~

cadas pe ¡-so l1 <t l idades de l disri to, honradas al efecto po r el Rey.

A las nueve, iluminac iones y fi es ta e n el castillo de Santa Flo ren tina en honor de S . M., y bailes, ilumi· naciunes y regocijos públicos en la villa de Ca net.

Día 5. - Llegada de S _ NI. á A¡-e nys de Mar á la s ocho de la maña na .

Visita a l Ay unta mie nto e n el Bal near io L1oven:ls po r Ca lta de ca¡wc idad en el Saló n Co nsisto ria l y re­cepció n tle auto¡- idades provinciales, TlIuni cipales, judiciales, eclesi;'ls ti cas, milita res y llla ríti :l:as, cor­po raciones, sociedades y pa n icula res e n el salón centra l del baln ea ri o, ha bi li t:tdo como sala del Trono.

Visita de S . 1\01. á la exhibic ión de Industr ias l o~

ca les . Visita de S . M. ú la R eal Esc uel a oficia l de Av i­

cultur<t. Batalla de f1 o n :s t: 1l la G ranj a Pa raíso . Despedida de S . M_ y salida de la regia com iti va

e n automóvi l pa ra Vich . Desde luego pode mos ade lanta r qu e t:I p rogr<'llll a

pudo cumplirse en todas y cad a u na de sus pa rtes, á , cuya reseña mi nuciosa va mos á consagrHr el res to de la p resente crónica_

Dada la ac tivid ad desplegada por todos los ele­mentos c0ng r egados pa ra fes teja r la regia visita , e l día +, antes del mediod í<1, todo se ha llaba dispues to para recibir a l a ug us to huésped, notándose, así en Arenys como en Canet, inu sitado mov imie nto de Co­ra s teros que invadían las fondas , co ncentrándose en el H otel Monte Calvario lo más selec to de la bue na sociedad barcelonesa que , invitada pa ra las fies tas del castillo de Santa F lo rentina y de la Granja Pa­ra íso, llegó e n espléndidos auto móviles, que a l s i­g uiente día debían escolta r á S _ M. e n s u excursiún a l Vallés y llan o de Vich.

Llegada de S . M . á Ca net de Mar

A las dos y med ia se anunció por teléfono la salida dd tren rea l de Ba rcelona , y á las tres y media p rú­xim ame nte pasó aq uél po r Arenys s in de tenerse, sie ndo acla mado e l Rey á su paso por la Playa, el paseo Xifré y el Mome Calva r io.

Pocos mo mentos desput!s D. Alfonso XIII, aco lll ­pañado del Presidente del Con sej o de minis tros , ex­celentísimo Sr. D. An tonio Maura i de s u Cua r to milita r, del capitán gene ra l de Ca ta luña , Excmo _ se­ñor te niente gener<'l l D . Arse nio L inares, de l Gober. nador civil Excmo . S r . D. Angel Ossorio Gallardo y varias a ltas pe rso nal idades relacionadas con la co ma rca y el dis trito , ll egó á la es tación de Can et s iendo recibido con los honores correspondi entes por las a utoridades locales, e l Ay unta miento , el Ilmo . S r. O bispo de la Diócesis y las más s ig nifica­das entidades y pe rsonas de la vill a .

Después de una salutación dirig ida a l Mona rca por el S r. Alcalde , S. M. salió de la es tación, s ie ndo

In ter io r de l Santuario de Ntra . Sra. de la Miserico rdia

acl amado por el pueblo, y tomó as iento en el ca­rruaje de los S res . de Montane ¡- ) pu es to por ellos á dis posición del Rey .

E l séq uito regio oc upó otros carruajes dispuestos por la Real Esc uela de Avic ultu ra , poniéndose e n marcha la co mitiva , á cuya cabeza fig uraba n el Go­bernado r y los jefes de la g ua rdia civil que manda b <'l n las fue rzas de aq uel in s titu to que cubrían la carrera , s iendo escoltado e l R ey por fu erzas de los So mate­nes a rmados de 1a coma rca y p recedido el ca rruaj e del es ta nda rte del Soma té n de Sa n Acisclo de Va­lIa lta, rega lo de D. Ramón de Montane r con motivo de l centeoa rio de la he roica de fe nsa de aquel pueblo durante la gue rra de la Indepe nd encia.

Al sa lir de la es tació n D. Alfo nso x nr se dig nó ace rca rse á noso tros, y de mostrand o su vivo in te rés por vi sitar la R eal G ra nja Paraíso, se in fo rm ó de la hora en que tendr ía lugar y nos r e pitió ansia ba tt ne r

e l g usto de conoce rla . Desde aqu el mo me nto has ta la ll egada de Si, Ma­

jes tad al castillo de Santa Flore ntina tu ve e l h OI1 01-

de marchar a l es tribo de l carru aje, dando á S . M. y al Presidente del Co nsejo de Ministros c uantas expli· caciones deseaban, dig nánd ose S . M. sos tene r con­migo famil iar conve rsación y ponie ndo á cada mo­mento de ma ni fiesto el agrado con q ue empre ndía la

excurs ión. Así e n la Casa Consis to ria l, donde un coro de ni­

ños en tonó himnos á España yal Rey , como en e l

Real Escuela de Avicultura. La Avicultura Práctica. 1909

Page 6: enero 1909

6 LA AV I CULTUR A PR Á CT I C A

F lo r t! llt in:l y po r e nU-t! do ble fi la de los mismos, s ie :np re e~coltauo po r el soma té n, lIeg-óse á la señorial mo­

rada de los señores de Mo ntane l-,

s iempre entre a clamacio nes , v íto res

y apla usos. El Cas tillo ofrecía un as pec to des­

lum b ra dOl- . Ilum inado con g randl!s focos de acetil eno colocados e n sus tQ lTeo nes y alme nas) su prim e ra vis ta

ofreciú á S . 1\<1. un aspec to fantá s ti co

y esp lénd ido :1 la n~z.

Exterio r dd Castil lo de ~ ta. F!o rent in3 en Cane t de Mar

Como seguía mos ma rcha nd o al p ie

dt1 es tr ibo dd coche real , repe­tid i\S \'cces oím o!ol , s in que red o , el ca mbi o de im p resio nes entl-e el jo­ve n i\ll o n ~lrca y el Preside nte li d Co nsejo de ~ I illis tros, que en:¡Jtcl:Ían

I<'! esp l e n d i d ~z del c uadro que lc ní;1 1l

á 1:1 vi s t<l.

J\ lata dero públit:o, donde se si rv ió á S . M. un es plt:n­d ido lunch, y en todo e l t r<>.yt: cto ha s ta S ant a Fl o ren­

t ina D . Alfu nso X I I [ ru é calur osam ente ovacio nado .

D. Alfonso X lJI en el Santuario de Ntr a . Sra . de l a M ise r ico r dia

A l ll ega r a l sa ntua ri o de N:lest ra Se ño r a de la Mi­~eri co rd i a, c:I gentío q ue oc upaba las inmed iaciones

f;. ra inme nso . E l Ilm o. S r . Obispo de la Diócesis, Dr . D. Fran­

( iseo de Poi y Bct ra lt, hijo de la villa de Arenys de Ma r , reves tido de po ntifi c.al y as is tido de l cle ro pa­

r roq ui al y del Rdo. Pá r roco de l Sa ntuar io , espera ­ban á S . Iv!" q ue desp ués de a dora r la Cruz q ue le presen tó e l ilu s tre prelado, hi zo su e nt rada e n

el te mplo bajo palio, y a l termina r t:l Tt: Dcullt q ue en acc ió n

de g rac ias se cantó , e nca minóse a l ca ma rín de la Virgell, ado ran­do la S ag rada Imagen y prometi endo enviade

una ofre nd<l, voto flll e á los pocos (lías dejó cu mpli do ded icando a l Sa ntuario un es plén­d ido Ca li z co n la s Ar­mas Reales y u lla ex­pres i,:a ded ica tor ia ,

e n la q ue se rec uer da su vhita.

Ll egada del R ey a I Ca s ti llo d e Sa nta F l 'u cr. tina

Al penelr3r el Rey e n el Castillo, desde lo :d to de la to rre del hOlllenClje, di spart'Jse U Il nu t rido y vis to­so ramille te de fu egos a rti ficia les , los deudos , co lo ­

nos y o b reros de la hac ie nda del SI". de MOll tH ne r acla ma ro n á S . M_ desde los to rreones del Ca stillo y en tre salvas fué izado e n lo a lto de la torr~ e l pen­d ón mo rado de Cas tilla.

A l p ie de la escale ra de ho no l" espe ra ba n a l Mo ­

narca D. Ramón de Montan e r) rodeado de sus bi­jas y nietos , y despu és tI c da l- a qu él la cordia l b ie n­

ve nida á D. A lfo nso XIII, e l meno r de sus nietos, ("1 lindo y g racioso ni ño Ramó n Ca mpma ny y de

MOl1 té\ner, e ntregú a l Rey ¡ilS do r rt c! as llaves del

Co mo a l sa lir del templo había ya a no ­checido, g ra n nú mero de pea tones con a 11 -

to rchas iluminaball el ca mino que cond uce al Cast illo de S a nta Claust ro y pa tio del ca!l t illo d~ Sta. F.orclllin a

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LA AVICULTURA PRÁCT J CA 7 .. - ....... , ..

Castillo, que el Mo ­narca tOmó de ri co

cojín, depositándolas en Illanos del dueño de la Casa.

Segu ida mente y á los acordes de una or quest<l que ejecu­taba la Marcha R eal fusil era, la que oye el Rey de s u gua¡'dia alabardera al pene trar en Palacio) D. Alfonso hizo su entrada e n e l sa lón gótico de la Casa) donde le sal u­daron algunas com i­siones, entre ell as una

de los J efes del Soma­tén armado que ofre­cieron las fuerzas que mandaban para da rl e g uardia de hono,- d u"'

¡-ante la noche. Des­La Cámara r~sia en el Cas tillo de Sta. Florentina

pués de haber conte mplado el hermoso cuadro al óleo , en el que se representa la institución del Escullo de las cuatro ba rras de sangre, que es el de Cataluña y del a ntig uo Reino de Aragón, cuya leyenda el antes citado niño recitó en hermosos versos catalanes, y de formul a r atinadísimas observaciones que pu ­s ieron en relieve los conocimi en tos que en heráldi­ca posee el joven Monarca, éste y su séquito retirá­ronse á las habitaciones que se le tenian preparadas, c uya maguificenci<1, buen gusto y valo r artístico fueron por todos a ltamente celebrados.

Desde aquel mOmento en el C:-Jslillo se notó in­usitado movimiento. En el Pa tio central profusamen­te iluminado y adornado con artísticas guirnaldas de flores y ricas colgadura~ en los antepechos de la galería y de las ventanas, quedó un retén de fuerzas de los Somatenes en tanto se despejaban los alrede­do res de la casa, na permitiéndose el paso más que á los inv itados.

En e l semblante de cuantos allí se ha llaban refle­jábase igual contento que en tos dueños de la casa, que al recibirles, con la amabilidad que les ca~

racte ri za, no ocu lta­ba n su natural satis­facción ;tl vei" tan al­tamente honrada su

morada.

Comedor del Castillo de Sta. Florentina con lu· mesa dispuesti.l pardo el desayuno de S. M.

A poco más de las ocho el Rey sal ió nue­vamente de sus habi­taciones con t·l Presi­dente del Consejo y su

Cuarto militar y bajó á la Cripta, donde los señores de Montaner tienen su Panteón de fam ilia, admirando la he rmosísi ma esta tua yacente de Blay, en la que el famoso esculto r supo reproduci¡' ar­tís tica y fie lm ente la efigie de la difunta ca ~ te lb!lla que [ué es· posa del Sr. de ]\Il onta­llt'r, ;.', cuyos piad osos

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8 LA }\ V ¡ 'e l ) L ~ .tJ"I<}\ P I< ÁCTI C A

eha e n la contienda entre Pedro IV de Aragón y Ped ro 1 de Castilla , a r ­ma ndo galeras e n deCens ... del p rim ero .

F. o el año de 1400 do n Fe rn a ndo de ArHeq uer a d ispuso se ena rbola ra S il

pendón e n la to rre del Castill o de Ca net en seña l de p ro tecc ión á la j ove n castella na dd mis mo , do­ña Scu ri s munda de Oms, cuyo hijo Felipe pimas de Monta ne r , ciudadano de Ba rcelo na , he redó e l Cast illo á fi nes del si ­g lo X," , s iendo s u ac tua l poseedor D . Ra món de Monta ne r , descendiente de aqué l.

Salón gó tico de l Castido de Sta. Florentina, dispues to para la velada en hono r de S. M. Banquete ofi ci al

sentimi entos se debió la réÍnstitución de la rome­r ía á la capilla del Cas tillo donde a nu alme nte se ,'e­unen nume rosos jóvenes y niñas de las cercan ías , ves tidas de blanco, que deposita n flo res a nte la imagen de San ta Flo ren tina, patrona y protecto ra de la Casa .

L uego volvió e l Rey a l salón gót ico, cuya ri · queza ad miró, y co mo le fu e ra p resen tado e l señor González H ur tabise , bibliotecario de l Archivo de la Corona de Aragón , le rogó le hi cie r a un resumen his tó ri co sobre e l C;:¡s tillo , del qu e se desprenden los siguien tes da tos:

Ese a ntiguo Castillo debió constr ui rse sobre las r uinas de ti na an tig ua fo rta leza romana, de la q ue se conservan aun ves ti g ios e n aq ue l luga r, y es cono­ci do e n la his to ria con el nombre de C:¡s till o dd Valle de Canet, figu ra ndo sus poseedores e n dive rsos mome ntos de aquélla e n sus relaciones can los co n­des de Barcelona,'y más adela nte con los Reyes de A ragó n.

P o r los Hños de 1 130 su propieta ri o Gelabe rt de Canet aparece sos teni endo a mistosas re laciones co n la condesa A rmesind is, de Barcelona; en 1 200, los sf'ñores de Ca ne t tomaron pa rte muy act iva en la conq ui sta de Mallo rca , y en ' 3 15 Fe rrar i de Canet fué nombrado ca ma rlengo del R ey D . J a im e de Ma­ll o rca y po5:te rio rmen te embajado r de Ped ro I V de Aragón pa ra la paz de GénOVtl , donde puso de ma­ni fi es to sus relevantes dotes d iplomá ticas.

E n el período de Ferra ri de Cane t se fun dó la a n­tig ua Ca pill a de Sa nta F lo rentin a , e n la que quedó ins tituído el culto á las once mil Ví rgenes , o rigen de la trad iciona l romería a l Cas tillo ,

E n 1360 Ar na l de Canet, bija de Fe rra ri , lu-

A las nu eve me n os cuar to si rvióse la ce na

á S u Majes tad á cuya mesa sentáronse 32 come n­sales, oc upa ndo as ie nto po r el o rden s igu iente:

A la de r echa de D. Alfonso se colocan D.' Julia r'i'Ionta ne r de Campm a ny, el S r . Ma ura , n,a E ul alia Doménech , e l capitán gene ra l S r. Lin ares , D. Joa­quín de Monta ner, el gene ra l Milan s del Boscb, don G us tavo Pey ra} e l co ndede Ayba r, e l S r . Pa lomino, D . J oaqu ín Sagnier, el ay lldaote del capitán gene ra l S ". Gra nde, D . J oaquín N ieto, el S r. Gonzil lez H ur­tab ise, e l rey df' arm as D. Luis Ru bio , el S r. Goyti y D. Sal vador Caslelló .

A la izquierda, la S r a . F lo rit de O ssorio , el conde del Serrallo, D. R amón Monta ner , el Sr . O bispo de Ger ona , e l co ronel S r. E lorriaga, D . Ricard o Campma ny , el doc to r Ala be rn, el ma rqués de Alell", el preside nte de la A udi encia Provin cial, S r. Enciso, el alca lde de Canet, S r. FOl'l1 és, el p residente de Sa la de es ta Audiencia, S r. Ce receda, el j uez de p rim era ins tancia de Arenys, S r. Four ni er, los di­putados prov inciales S res. Code rch y Ba rtrin a , el j uez municipa l de A renys , S r. E spriu, y el secretario pa rticul a r del Go ber nador civil.

E n es ta ncia veci na d is¡)l'lsose o tra mesa pa ra la prensa y var ias pe rso nas Íntim ;¡s de la casa , en la que to ma ron as iento un;¡s 40 perso nas , s ir viéndose en a mbas mesas un esplénd irl o Me11ú . Durante la comida una o rq uesta dejó o ir los melod iosos aco rdes de ~scog idas y de licadas composiciones.

Ló fiesta medio eval en el Casti110

Al fin a li za r la cena la g-a lería g ó tica , e l fÚ1Iloir y va rios salones de la casa hall il.banse ya ocupados por selec ta concu rrencia de invi tados, luc iendo las da-

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LA AVICULTURA PRÁCTICA 9

mas elegantes IOt'/elles y ricas joyas} vistiendo los caballer os de un ifo rme ó rig urosa e tiqueta .

L os invitados penetraron en la sala de fi es tas, mientras el Rey pasaba al fttmoir) donde se s irvió el café} y poco des pués á la galería donde fumó varios cigarrillos} co nversando afablemente con cuantos a t i se acercaban .

En s u se mblante se renejaba s u sa ti s facc ión y el placer que sentía a l verse e n aquella soberbia mo­rada que le recordaba los esplendores señorialt:s del siglo X IV, no faltando quien aseguró lu ego haber le oíd,o decir que no se sentía Rey s in o señor fe ud ¡.d de aquellos tie mpos .

No le faltaba motivo } pues de improv iso y cua ndo menos se pensaba) pudo ve l- apearse en el patio una comparsa de trovadores q ue entre pnjes y he ra ld os ri camen te ataviados y usando trajes de la tpoca) llegaban) ya e n cabalgad uras cubiertas de hermo­sas g ua ldrapas, ya e n pa­lanquín ) de l que se vió des­ce nd er una hermosa dama

qll e con sus ncompaña ntes salud a ron desde el pie de la escalera de hono r á S il Majestad y pidieron s u venia para cantarle.

/ La sala de fi estas pre-sen taba en Clquel momento des lum b rado r aspec to.

Ci ncue nta y dos damas hall ábanse sentadas en ricos banquillos dispuestOs en for­ma de U, te ni endo g ua rda­das S lIS espaldas por doble fila d e caballeros q ue se mantenían respetuosamente de pie. La espléndida ilu­minación bacía resal ta ¡- los lin dos rostros y los va lio­sos tr<l.jes de aquéllas) ofre­c iend o un co njunto tan difí­ci l de descr ibi r co mo impo­sible de olv idar. L os altos personajes palat in os que acompañaban á S. M., mos­tráb<l.nse sorprendidos yafir­maban no tene r recuerdo de fie sta alg una se mejante en la mo rada de un simple par ­ti cular.

versando más ex te nS::llllen te con la marquesa de Comill as, to mó asiento en el trono que se le ten ía dispuesto, sen tá ndose á su lado el Obispo de la d iócesis y las señoras de la casa.

En aquel instante el salón del Cas tillo de Sa nta F lor entina r ecordaba en absoluto un a de esas fiestas medioevales que los pinto res representaron en tela y reprod uj eron las ri cas tapicedas de los siglos pa­sados _

Los Sres _ de Montaner y en especial D. Ricardo Ca ll1pmally con su bu e n g us to, su sentimie nto ;! rtí sti­ca y su acertada di rección supie ron volver aq uéll os á la rea li dacl e n pleno s ig lo xx .

Descorridos los co rtin ajes que c ubrí .. n la boca de l que bien pud ihamos llamar escenario, la ilu­s ión se completó con el cuadro que á la vista de los circunstantes se ofrecía _

En el centro del mismo, el acto r D. Fernando Vi-

L a o rquesta , desde la ga­le ría alta del salón señaló con la Marcha Real la pre ­sencia del R ey} Que después de r ecibir un saludo colec­tivo de toda la conc urrencia y de di rig ir algunas pala­bras á va rias damas que le eran ya conocidas, con- Arcos de triunfo levantados en Aren ys de Mllr en honor á D. Alfonso XIlI

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10 LA AVICULTURA PRÁCTICA

S. 1\L el Rey D. Alfonso X III

Señor En el sepul cro , do yació

ex tenuado por su gloria, el paladín se estremeció cual presintiendo una victoria. Que de la muelte el sueño eluda; co rra á tus pies, Rey de Aragón; venga á humillarte su pendón.

Rey, el cast il lo te saluda.

Brillan los aires de placer j suenan trompet:l.s y añilfilt!s; lucen las flámulas doquier; )' trovadores ministriles, en la morada linajuda han ren o vado su canción; hiende los aires un halcón.

Rey, el castillo te sal uda.

Ojos de lu z, garganta en flor "uelve n las damas á porfía; en la sutil corte de amor d iclan la ley de corteslo ; al con tcmpl1\ rt e, se deslluda la m1s ge ntil aparición de la fantás tica visióll.

R ey. el castillo te saluda.

De un ti empo heroico de valor, todo el ejército esforzado, en hOlllen¡,je á su Sciior se alz:l del po lvo del pawJo . No hay en su fe cansancio Ó dUlb : hOI', á la busta evocación II<!nanse almena y torreóll.

Todo el castillo tI! saluda

Quiero loar .y saludar á una b,dla soberana, hoy ap:lr tada de este mar, lejos de tierra cata lana. NUéstra aiioranZ3 es mu y "l:phla; dila, Señor, con emoción al recordar vuestra visión:

Réina, el cl~till0 h:: sltlud" (1).

Cunla la pied ra ildorme y ruda, como U:l amante corazón j lodo el castillo es hoy canción,

Rey, el castillo te saluda .

Fotografia de E. Fcrnilndez ( Napoleón ), publicada por la !lu5lraciÓn.-t ,'list¡ea Seguidamente , los demás ~Irtistas

festejaron á S u Majest;l o con el si­g ui en te programa 1 hábilm en te dis­

puesto po r el ilus trado maestrO D. J lIa n Bo rrás de Pabll¡ auto r de a lguna de las composiciones que

de Bal'celo/la

llalonga en t raje blanco del siglo XIV, mantenÍ3.se de pie y cerca de él, forma ndo artístico grupo los de­más ar tistas enca rgados de dis trae r con sus cantos y poesías a l a ug us to castel lano . En el fondo hera ldos y pajes r icamen te ataviados, completaban e l cuadro al que servía de marco e l arco gótico que limitaba el escenario.

Adelantúse el actor y después de sal udar r eve re n­teme nte a l Rey dirigióle la s ig uiente é in spirada sa­lutación á é l dedicada por d lauread o poeta catalá n don J osé Carner:

se ejecu ta ron: ¡Angel méll!. letra de Joaquín Rubió y OI"S, mÍlsica de 80-

rrás de Palau. Andante dd rondó de Lucía di Lammel 11100", de: I.>onizeui,

can ladas por Maria Sáenz de S!ntmenat. Balada, poesía de Angel G uimerá. leída por Ramón Tor. \fissi d'AI· te (Tosca), de Puccini. La FarigO/!I, letra de Mossén Jacinto Verlhguer, música de

(11 Al llegar el trovador á CSIC punto resonó en el salón un j hu­rra la Reina !, calurosamente contestado.

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LA AVICULTURA PRÁCTICA !I

Borrás de Pa lau, cantadas por Francis­ca Correa de Alba.

El mal ca~ado,., poesía de Juan 1\1arlLgall. leída por R'l.mÓn Tor.

Deseximent, letra de Lu is Carlos Vidpa y Lluch, música de Borr.!is de Palau .

• ,L Granada, letra de Francisco Gras y Elías, cantadas por Conrado Giralt.

Durante la representación, así el Rey como la conCl:1Tencia toda per­manecieron abso r bidos por el del i~

caelo ambiente de ctrte y poesía que embalsamaba el castillo, en el que se resucitaban aquellas Cortes de amor de que nos hablan <lún los poetas .

Sólo un defecto t uvo la fiesta, y fué el de saber á poco, pues por larga que hubieso sido, s iempre pareciera co rta á cuantos tuvimos la dicha de asistir á ella.

A su terminación, S. M. el Rey llamó al poeta D. José Carner, <:1 11 í presentel felicitálldole así como á los artistas y al Sr. Borrásde Palau, que por una callsa imp,'evista no pudo hallarse presente,

Luego, entre aclamaciones ele las bellas damas y señoritas que con sus encantos dieron realce á la fiesta, y á los acordes de la Mél.rcha real, el Rey se retiró á sus habitaciones pa­sando ent re dos la rgas filas ele caba­lleros, á los que tendía afectuosa­mente la mano á Illt'!dida que los ib:t conociendo.

Abierto el bulfe/, los invitados fllf'::~ ron obse'luiados con una espléndida cenD., retirándose lodos altamente complacidos de la fiesta y agrade­cidos á las atenciones y obse'lu ios recibidos de los dueños del cast ill o, que á su vez podían sentirse satisfe­chos y orgullos)s de su brillante éxito.

S. M. la Reina D.a Victor ia Eugenia

El castillo quedó poco después sumido en profundo s ilencio, sólo

Fotografiade E. FCfD3ndcz ( Napolo::ón) , publicada por la /lustr.Tción Ártiaica

interrumpido por el ir y veDir de los centi nelas , que al relevar las guardias mon­tadas por fuerzas de la Guard ia civil y de los So­matenes daban á la señorial mansión e l aspecto de una fortaleza resucitando aquella noche sus antiguas grandezas.

D. Ricardo Campmany, verdade ro héroe y orga­nizado r de la hermosa fiesta, a tento á cuanto pudiese ocu rrir durante la permanencia dI'! S . M. en la casa, permaneció á su vez alerta, velando por sí mismo y para bien decirlo, el sueño del Sobera no.

de Ba)'ce{oua

En Arenys de Mar

La mañana del s iguiente día ama neció Densos nubarrones y el lejano rugir de truenos presagiaban inevitable bor rasca.

lluviosa. seguidos

Esta no tardó en descél.rgar con inu sitada flll·jél., y cuando el Rey y las personas que fo rm aban su sé­quito aba ndonaron el lechal Iél. lluvia era torrencial, y las rieras de Canet y de Arenys traían agua en abundancia.

Las cosas habían cam biaelo, y á la v illa de A renys de Mar pareda haber tocado mala jornada.

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1 2 LA AV I CU LTURA PH. ÁC TICA

Edificio mU:1icipal dond e S . M. recib ió á las Com ision es oficiales d el Distrito de Arenys de Mar y donde se instaló la Exposición de Indu st rias locales

A pes;H" de elloJ pudo tan to el deseo de ver a l Rey por parte d e los habitantes de la comarca, que los prime ros t!'Clles ll egaron atestados de ge nte, y e n toda clase de veh íc ulos pudo ve rse ll ega r nutridas com isiones de los ve intitrés Ay untamie ntos que for-

ma n el d istrito de Areny s de Mal' , de todo el ele- ­me nto jud icial y demás Hutorid;¡des de l mis mo y nu­merosos propietarios y personalida<:les dis ting uid<ls del part ido, los cnales dirigiéronse al f\yuntam iento y a l local donde tenía que celebrarse la r ecepción.

E;{posición de Industrias locales de Aren ys de Mar. - Sala de la de recha

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LA AV I CUL1'URA PRÁCT i cA

Exposición de Industrias locales de Arenys de Mar. - Sala de la izquierda

Vista de la «Real Granj .. Paraíso» tomada desde la villtl de Arl!n ys Je Mar

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14 LA AVICULTURA PRÁCTICA

Vista de la Vi lla de Aren ys de Mar, tomada desde la «Real Granja Paraí&o »

La G ranja Paraíso " ióse también in vad ida desde las primeras bOI'as por numerosa y dis tinguida concurre ncia auto ri zada pa ra asistir a l ac to de la vis ita de Su Majestad.

E l desa liento era general; considerábase ya im po­s ible la vis ita del Rey, á quien el P I esiden te de l Consej o y el Gobernado r aconsejaban, previo in fo r­me de l ingeniero de Caminos S r. Membrillera, que desistiese de la excurs ión y regresara en tren á Bar­celona, y por nuestra parte inútil es decir nos sen­tíamos ve rdaderamente descorazonados.

A las ocho de la mañana conferenciamos por telé.:. fono con D. J"\lltonio Mau ra, qu ien nos d ijo que, ínteri n no calmara e l aguacero, nada podía resol­verse .

Por nuestra parte le ma nifes ta mos que con g ra n pesar nos resignábamos á nuestra suerte y á no ver á S . . M. honrando nu estra casa, pero le rogamos viera si de un modo ó de ot¡·o era posible que se ce­leb rara la Recepción y que el Rey pudiese ver la Exposición de p rod uctos locales en su obsequio d is­puesta.

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LA AVICULTURA I'KÁCTICA

S. 1\1, tI Rey D. Alfonso;.X¡¡"¡ entra:ndo en la Real Escuela~Ojkia l de Avicultura

Pocos momentos después, el Gobernador civ il me ll amó de nu evo al teléfono y me comun icó que ú pe­sa r de l tiempo el Rey insist ía e n venir á Arellys, aún cuando fuese á caballo si e l estado de los caminos no le pe rmitía i r e n carru<lje; y que en cuanto á la vis ita á la G ranja Paraíso, que sz"?lO podia vlsitarla se re­sigilaría á ello, pero que de todos tltodos tleg''tcria ¡tasta ella siquiera fuese para Ilacerltos una visita y descallsar 1t1J.OS momentos (textual).

Por fo rtuna el tiem po a bonanzó a lgo, y á las nue­ve pudo ponerse e n ma rcha la comitiva reg- ia, que ll egó á la Casa Ayuntam iento de es ta villa entre es­tru endosas acla maciones y vítores al Rey vaHelt/e, pues en verdad valor se necesitaba para comenzar la jo rnada e n tan fata les condiciones .

Recepción oficia l y v isita á la Exposición de Industrias locales

D espués de recibir la salutación del Ilmo. S r. Al­calde de Arellys de Mar, D. Juan Có rdoba y de ser cumpl imentado por el I lmo. Sr. fue z de I.

a In s tan­cia, D. Juli o Fournier, S . M. el Rey apeóse, diri­g ié ndose la Co mitiva al Balnea rio Lloveras, donde acto seg uido se organizó la Recepción, desfilan do an te S . M. todos los Ayuntam ientos y el elem ento jud icial del dist ri to, Obispo de la Diócesis, Clero, Ordenes r e lig iosas, Círculo iVI oná rqui co, Cámara Agrícola y otras varias entidade .s y asociaciones de la

población , as í co mo nume rosos prop ietarios y ag ri­culto res hasta el número de más de 300 pe rsúna~ á las q ue S. M. devolvió afec tuosamente sus sal udos.

A la sa lu tación y discurso de l Alca ld e , contes tó el Presidente de l Consejo e n nombre de S . . M.

Luego D. Alfonso XIII pasó á visitar la Exhibi­ción de productos locales; co nve rsa ndo afableme nte con los expositores, entre los que recorda mos los siguie ntes : ,

Sala de la de recha :

D. J osé Nicola u. - Objetos de made ra curvada. D. Jaim e J ubany. - Mosaicos hidrá ulicos . Var ios prod uctos de la {( Manufac tura q uími ca»

de E. y J. Rie ra. D. ~ Ana Soler. - Confecc iones para se ñoras y

niños . D. Sa lvadol' Nie1la. - « Terebinto », loció n ve-

ge tal hig ién ica. D. R . S oler y Puig. - Géneros de punto. Viuda de J osé Riera. - Medias de punto. D. Rosendo Juli á . - Géne ros de punto. D . Luis Ubach. - Faroles para fe rroca rril es y

ma rina. D. Magín Mollfulleda. - Li co r Calisay. D. Mig uel Vida!' - V idr io bueco. Dr. D. J osé Calbeto . - Productos farm acé uticos. Sa l.¡ de la izqu ierda:

D. SegiSll1undo Cata lá . - Pieles curtidas .

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16 LA AV I CULTURA PRAcTICA

S. 1\1 . 8n la Real Escuela de Avicultura

Sr. Roselló Mulá y Tapias. - Ob jetos de corcho. D. Francisco CasteHó. - Pastas para sopa para

el país y ex portación . D. L eandro Lloveras.- E labo ración y extra~­

ción de las primeras mate-rias para sombreros.

Sres. Fontrod o na herma­nos . - Objetos y utensil ios de a lfarería barnizada .

«La Sultana». - Produc­tos de esta fáb¡' ica de cho­cola te.

D. J. Ferrán. - Alme n­dras de Arenys.

Sra . Viuda de D. Fran­cisco Bosch. - T oallas r u­sas con figuras.

« Auxilia r de la Indus tri a textil » . - Algodones abri­llantados y blanqueo.

Sres. José Nogueras, Is i­dro Grau, Fulgencio Hibas y Pedro Canals. - Almen­tiras de Arenys .

En el t es tero :

tdls. - F ra g ment o d e otra q ue llevó el Pa pa L eó n XIII, dibuj ado y p icado por dicha se ñora Viuda . - Pañuelo de boda de la Reina Victoria, di­bujado por A . Rique r, y picado por la exposito ra. - ] uego de cama Luis XV.- G uipul' espe· cia l de la casa . - Blusa de 44-

piezas, co nstruidas por 22 aure­

ras . Esta instalación e ra riq uí­s ima é importante .

Los exposito res S res . D. Nra­g ín Mollfulleda, fabricante del conocid o li cor Calisay y otros exqu isitos li coresj los fabri can­tes de Almendras de Aren)"s,

Sres. Ferrán, Nogue ras, Grau, Ribas y Canals y la Sra . Viuda de Castells, fabr icantes de blo n­das catalanas, bicieron á S . M. ricos presentes en productos de sus respecti vas fábdcas, muy bien presentados en eSluch es de gra n valor, los cuales fueron aceptados con singula r com­placencia por el MOlJarca.

Después de felicitar á todos los exposito res y a l Alcalde de Arenys, S . M. volvió á subir al carruaje haciendo que el Alcalde de la Villa tomara asiento

en el ITli ~mo.

\ '

Viuda de Castell s . - Blon­das y encajes: Manta-toalla y mantilla madrileña finísima <le blonda legitima del Llo­bregat . - Alba dibujada por el difunto D. Mariano Cas- Visita de S. At. á las dependencias de la Real Escuela de Av icultura

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LA AViCULTURA PRÁCT I CA 17

Agasajos en las ca lles de l a Vi lla

Entre apiñada multitud que desafiando las incle­mencias del día ocupaba las call es y los paseos, llegó la comitiva regia á la Ave nida de la Riera, vistosamente engalanada así como los balcones del Ayun tam ien to, del Juzgado de 1,· Insta ncia , del Circulo Monárquico, otros v:1dos ce ntos re­c rea tivos y las casas de los parti c ul<l.I'es. En la Hiera se levantab:w los dos mag nífi cos ar­

cos de tr iunfu! costea­do po r el Círculo Mo­nárquico y la Cámara Agrícola del dist ritO de Arellys de M<lr.

bonito ramo de flores con cintas de los colores na­cionales .

En la Real Granja-E~cue la P a raíso

Desp ués de su tr i lVilfal paso pOI' la Rie ra, Su Ma­jestad llegó á la G ra nja Paraíso , donde Se le recibió con un e ntus iasmo indescriptible .

A la entnHIa dc la C<l.sa espe rába lllos ft

S, lvI. rodeados de los pro feso res, de Illlln e­''osos exnlull1llos de bt

Rell l Esc uela de A vi­cultura y de nUlr i,l:!s comisiones dr. la So­ciedad Nacionéd de

E n el pri mero, obra del arquitecto D. j osé María Font, p re domi­naba un rico tapiz con la inscripción : «El Cí r c:lio Monárquil:O,

;l S. M. el R~y» apa­reciend o en el centro del mi smo un esplén­dido escudo Real, sos­tenido todo él pOI: es­bel tos mástHes de los que colgaba n g randes gallarde tes españoles y catalanes, decorán­dose aquéllos con los escudos de las cuatro o rdenes militares, de la s cuatro provincias catalanas y graciosas g uirna rdas de flores y follaje. La base del

arco, que se emplazó fl'ente al local que or. upa e l Círcu lo 1\'10-

S, M, conversando con los señores Juez de 1 . 1. Instancio. y Juez Municipal del distrito , Sres. F'ournier y Espriu

Avic ultores y de la I~ea l Sociedad Colorn­vI'dila de Cata lu ña, V<1jo la presidenc ia de D , Diego de la L bve . corH.: u:-ri endo tarnLi?n el S r.Jefede Fomento

de la provincia de Ge­rOlla D. Eusebio dt! Puig , el S r,Ingen ie ro

agrónomo, director tle la Escuela de Agri­cultura de Ba rcelon n D. Hermenegildo Go­rria, y los ingenie­ros agrónomos seño­res Aguiló y Nonell , el Ilustrís imo señor Obispo de la Diócesis , Cle ro p a l' roqui a l r Ordenes r eli g iosas, el Ayuntamiento y Juz­gado de Arenys d~

Mar, el Círcu lo Mo­nárq uico en pleno ba­jo la presidencia del

ná rqui co , la form aba n bonitos grupos de pla ntas tropical es, S u aspecto era r ico y majestuoso.

El arco de la Cá ma ra Agrícola, todo él de ramaje con adornos de corcho y atr ibutos de la Agricultura, res ultó taro b ién espléndido, s iendo su a utor e l maes­Ira de o bras D. luan Datres, y, co mo ya se d ij o al habla r de su proyecto, ostentaba la dedicatoria de la Cámara «Al prim e r agdcultor de España.»

El trozo de la Riera comprendido entre a mbos arcos se ad o rn<'l con más tiles , escudos, banderas, gallardetes y guirnaldas de flores y follaj e , presen­ta ndo bonito y alegre aspecto .

Al pasar e l R ey frente al Círculo Monárquico , fué calurosamente aclamado y en aquel momento la bella señorita D. a Francisca Gual acompañada de o tras no menos bellas j óvenes de la población, le ofreció un

diputado provi ucial D. Joaquín Coderch , una nutrida Comisión de la Cámara Agrícola del distrito y o tras muc has e nti­dades y particulares, hallándose ocupados los jal'd i­nes y e l Parque por numerosa y selecta concurrencia.

A la llegada de D. Alfonso XIII le tributa ron los

honores ctJrrespondien tes la escuad ra de batidores, la banda de música del Asilo Naval Español y los socios de la Nacional de Avicultores y de la Rea l Sociedad Colombófi la de Ca taluña , q ue presenta ron ante S. M. sus respectivos estandartes, izá ndose e n lo alto de la tone el Pendón Morado de Castilla .

Después de recibir nues tro saludo y bie nvenida , entre g randes acla maciones y á los acordes de la Marcha Real, e l Rey hizo su e ntrada en la Granja Paraíso y en el Parque. Al pasar entn~ las dos tri bu­nas levantadas para las seño ras, éstas deja ron caer

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18 LA AVICULT URA ~I{ÁCTICA

Mesa en la que S. M. tirmó en el Album de la te Real Granja Paraíso»

soure D. Alfonso XI n una verdadera ll uvia de cri­santemas que en lm mo mento convirtió el suelo en preciosa alfombra de flores .

Seguidamente comenzó la visita á las dependen­cias de la Real Escuela de Avicultura exa minando Su Majestad la Exposición permanente de aves de raza, los Parques de reproducción y Selección, los gran­des gall ineros de Producto, el Museo, la Sala de incu­bación, el Laboratorio y el Aula, donde así S. M" co­mo el Presidente del Consejo nos dirigieron atinadas preguntas sobr e la organización y las condicio­nes en que funci ona el es tabl ecimiento.

Durante la reg ia visita el jo\'en Soberano puso de manifiesto que co noce bien cuan to afecta á la crianza de aves, hablándonos de los criaderos que posee en E l Pardo y en La Casa de Campo y de los apara tos que emplea para la incubación artificia l de la que se mostró part idario , estableciendo comparaciones en­tre varias razas que demostrú co noce r perfectamente, en relación con el núm ero de huevos que suelen dar. L uego nos reco mendó muy e ncarecidamente agregá­ramos á nuestras crías las del Avestruz y la Abu­tarda, c uyos productos en plum a ó ca rn e celebró en gran manera.

Al pasar nuevamente por entre las tri bu nas donde recibió nuevas ovacio nes y o tra lluvia de flore.s , acercóse á S . M. la dis tinguida S rta. D. ft Carmen Cal­betó, hija de D. Francisco Calbetó, exalca lde de esta

villa, la cual llevando de la mano á la niña Alfo nsa Soler nacida el mismo día de la jura de D. Ai­fonso XIII y como el Rey hija póstuma, presentóla á S. M. que, tomando de sus infan tiles manos un ramo de flores con que le obseq uiaba, oyó de sus labios una tierna salutación que, emocionando visiblemente al Soberano, hízole secar una lágrima que, a l recor­dar el hecho de no haber é l tampoco conocido á su augusto Padre, b rotó de sus ojos.

Luego S. M. se dignó hon rar nuestra mo rada donde aceptó el lmzc/¡. que se le tenía preparado , conversando desp ués afablemen te con las personas de la famil ia.

En el salón de la casa, D. Alfonso XIII qui o honrar el Album de visitas con su augusta firma y lo p ropio hicieron el Presid ente de l Consej o de Minis­tros y los gene rales é individ uos del Cuarto Militar que le acompañaban .

Allí le fu é presentado MI'. Carlos Butlín, au tor del nu evo y utilísimo libro para la enseñanza de la lengua ing lesa, por un procedi miento propio de l autor á quien S. M. favoreció aceptando el libro que lujo­samente encuadernado se le presentaba, conversando largamente en corr ec to ing lés con el citado au tor .

Asomándose luego á la terraza desde la que se domina la població n de Ar enys de Mar y un esplén­dido panorama, fué calurosamen te aclamado por todo el pueblo , que desde las inmed iaciones de la casa

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LA AV I CU LT U RA PRA C TI C A

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Ovación á S. M. y ll uv ia de flores en el Parqu e dela « Real Granja Pa rai:.o »

y desde la Rie ra, espe raba de un momento á otro ve rl e "parecer e n aq uel luga r oyé ndose calurosos i Vivas! a l R ey y á la Reina .

E n aquell os mome ntos y habiendo mej o rado nota· ble mente e l t ie mpo, la Real Sociedad Colombófi la de

Cataluña op e ró un a s uelta de 1,000 palom as que en compacto vuelo permanecie ron largo rato revolo­teando sobre la población como s i inte nc ionadamen­te tardara n e n o r ienta rse pa ra as í lucir mejo r su vue­lo a nte e l Sobera no .

A pesar de lo avan zado de la ho ra y de l esc::¡so ti empo q ue qued a ba para que la comitiva regia ll e­ga ra á Vi eh e n hora oportuna , S . M. parecía no recordarlo y recrearse en la contempla ción de l espectáculo que admiraba desde las a lturas de la quinta .

H ac iendo po r fi n un mov imiento sig nificat ivo ca· 01 0 para retira rse} díjome muy bajo yen tono a lta­mente ca r iñoso : «Po r lo vis to} es tas pa lo mas no

quieren marcharse ! po r-qu e , C0 l11 0 yo } se encuentra n muy bien aqu L . ,»

Brill ante d espedida á S _ M . e l Rey é impres iones

Después de despedi r'se de todos, S. M . )' s u b r-i­lla nte séq uilo , ocupa ron lrllev alll e n te los C: uTulljes y co n ig ua les bonores y acla lll :\ciones que á la llegada r e tir-ú ronse segui dos, hasta e l pueblo, de c ua ntos les

ha bíamos a compañado du rante su esta ncia e n Arenys de Ma r} toma ndo en e l llano los ... utomóviles en que debían proseguir s u exc ursión á Vicb .

L as pobla ciones de A renys de Ma r y de Ca net podrá n contar entre los fas tos de s u h is toria la jornada q ue consig na mos en es te núme ro .

Verd ade ram ente es dig no de notar q ue , a parte el entus ias mo co n q ue los vec inda rios cele bra ron el paso de S. M" hasta aq uellos ele mentos q ue po r sus ideale s políti cos no s im pa tizan con las I ns tituci ones , mos trá l-o nse a lta mente co rrectos , nu sólo n o dando lug ar á no tas disco rdantes , s í que ta mbié n coo pera n· do en d ive rsos modos á los ag asajos que se ct:l ebra­ron en hono r a l J e fe del Es tado.

A nte la p r esenc ia de S. M. vimos calm ar se odios y re nCOl-es inevitables en tre los políti cos y los hom­

b res d ista nciados po r sus idea les , olvidándose in ­cluso o fe nsas y renci llas pe f'sonales y j uot ;'lI1 dose todos pa ra el mejo r éx ito de la ¡¡ tsta .

Ese he r moso rasgo es digno de consignarse} pu es p OI' sí solo pone de man ifiesto el alto criterio y c ultlJ­"a de los habi tantes de esta comarca.

Pocos días después de la visita regia la In tenúen­cia Genentl de Palacio nos envió por orden de Su l''I'Ta jtstad un:1 {'¡¡Illidad para distribuir entré alg u­nos nect!siwdos que ,-ec urri t IOIl con 1II t! lIIoriales á su in agotable car idad .

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2Q LA AV IC ULTURA Pl< AC TlCA

D. Alfonso XIII despidiéndose del Alcalde de Arcn)'s de Mar, 1) , Juan Córdobil

La impresión dejada en nuestro ánimo por la vi­sita del consta nte protector de la Real Escuela de Avicultu ra , e l Rey D. Alfonso XIII, no se borrará amás de nuestro corazón y de nu estra 1. 1em o ri (l,

l.a Real Granja Escuela Paraíso ha escrito ya con tal reseña la más brillante página de su his toria, y sus trabéljos y desvelos en favor de la Agri cultura española re <..: ibieron, como dije al empezar, la mayor

recompensa que podía concedérsele, honrándola el Rey con su personal vis ita ,

Aún nos parece sueño cuanto ocu­rrió en aquel memorable dí<l, yaún no volvemos en nosotros de la dicha experim entada .

Al contemplar desde la terraza el panorama que poco an tes viera el regio vis itante, aú n nos parece llega á nosotros e l eco de las mon tañas, trayendo nuevamente al oído las in­cesantes aclamaciones que durante más de dos horas resonaron en estos lugares. Co n ellos volvemos á gritar con mayor fuerza que nunca, s i cabe, y como expresión de nuest ro j úbilo y anhelo por la paz y la prosperidad del país bajo el reinado de D . Al­fonso XIII: i Viva España! i Viva e1 "Rey!

SALV ADOR CASTELLÓ

Tipol!ra{ia L.a Academica. de Serra hermanns y Russrll.' ROfIda de la Universidad, numero 6. Barcelona. Teléfono 86 1

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MEMORIA

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LA LECHERÍA

MANTEQUERÍA y QUESERÍA y LA

AVICULTURA y APICULTURA EN 1 ... \

EXPOS ICI ÓN UN IVERSAL DE PA I{ÍS

D E 1 900

MEMORIA DI(

D . SALVADOR CASTELLÓ y CARRERAS

I'E:'\:::.IOX:\lJO E:::.I~EC[AL'IE::\'TE ['OR 1.'\ CO.'IISIÓX PROVI!\"CI/\L DE l:IAltCELOXA

]>..\IU LA EXI~OS[C[Ú."\' USI\·ERSAL DE l'ARís EN 190U

I>ARA sU ESTUD:O y REDACC IÓN

I:l ARCELONA

REDACCIÓN y AmllNISTI<ACIÓN DE « LA AVICULTURA PRÁCTICA »

CAL LE DE l.A DII'UTA C¡Ó=", 373

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EXCMO. SEÑOR:

Terminado el trabajo que me fué co nfiado por la Comisión Provincial de Barcelona para la Exposición Universal de París en 1900, que V. E. tan dignamente preside, tengo la honra de cumplimentar el deber que me impuse al aceptarlo, consig nando en la sig ui ente MEMORIA lo que, sobre los puntos que fu eron ob­jeto del cuestionario á mí encomendado, pude indagar durante mi permanencia en el mencionado Certamen universal .

Comprendiendo el programa de referencia, el estudio de los progresos realizados en materia de Industrias rurqles de origen animal (Leches, Quesos y Mantecas) en Avicultura y en Apicul­tura, he debido fijar mi atención en las clases 37 y 40, grupo VII del Programa ge neral de la Exposición y reunidos los datos nece­sarios para formular conclusiones, divido mi trabajo en las tres partes sig uientes : 1 : , Leches, Quesos y Mantecas; 2 .

6, Avicul­

tura é industrias anexas; 3:, Apicultura; cuyos adelantos perfec­tamente manifiestos en' la reciente E xposición Universal de París , tengo la honra de someter, como sig ue, á la consideración de V . E.

Dios g uarde á V. E. muchos años. Barcelona, Diciembre de 1900.

Excmo. Sr. Preside nte de la Comis ión pr'ovin cia l de Barcelona. para

la Expos ición Ulliver'sal de París en /goo.

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Concurso Universal de Animales reproductores. - París, 1900

PARTE PRIMERA

Productos derivados de la ganadería Leches , Quesos y Mantecas

Grupo VII. - Clases 37 y 40

:,RI,SC:INDIENDO de los demás productos de origen animal comprendidos en aquel grupo y ateniéndome á lo que se me señaló en el programa, puedo desde luego con­

signar, previo estudio de las enseñanzas que la Expo­sición Universal de París me ha proporcionado, las

siguien tes afirm&ciones que apoyaré con venien temen te. 1" Las industrias derivadas de la lechería (quesería y mantequería ), hállanse en un estado de adelanto bien manifiesto, son objeto de la mayor atención por parte de

casi todos los gobiernos de Europa y de América, yen condiciones especiales de clima y localidad, pueden constituir una importan­tísima ra}na de la producción rural en determinadas comarcas españolas, pero en otras, como en Cataluña, resultarían de escaso porvel1lr.

2: Los procedimientos modernos por los que se trata la leche y el empleo general de determinados aparatos usados para la se­paración de aquélla, de ciertos elementos que sirven de base á

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otras industrias, si bien favorecen á éstas y han aumentado en g ran manera la producción y el consumo, pueden ll egar á perjudi­car en tal forma al público consumidor, que el ramo de higie ne debiera preocuparse seriamente de a minorar sus efectos.

Apoyo mi primera afirmación en el testimonio de los siguien­tes datos:

Hace cuarenta años la industria lechera y sus derivados hallá­banse en un atraso manifiesto y apenas se conocían de ella otras prácticas , que las usadas por nuestros antepasados.

El Congreso de Lechería celebrado en Milán en 1874, inició un movimiento de progreso que no tardé> en repercutir en todas las naciones más adelantadas.

En aquella época , naciones que, como Francia, marchan á la . cabeza del adelanto en todas las ramas de la industria y del humano saber, desconocían en absoluto el incremento que iba tomando la industria que nos ocupa. Me afirma en tal creencia, el hecho de que M. Poirieu, delegado del Gobierno francés en aquel Congre­so, sefiala en su Memoria la existencia en ciertos países como Bél­gica, Suiza y Hung ría de Estacioltes lecheras y Escuelas de Le­clzería , cuya creación recomendaba encarecidamen te al Gobierno de la vecina República, significándole la conveniencia de que en el "Concurso general del siguiente año (1875) se preswtara1t al pú­blico los progresos que se venían realizando en aquella industria. »

Así fué que, respondiendo el Gobierno al oportuno llamamien­to de M. Poirieu, ordenó la organización de una Exposición de Mantequería, Quesería y Comercio de leches , que se celebró bajo la dirección de dicho señor en aquel mismo año, exposición á la que siguió la creación de un curso y un museo de Lechería y de sus industrias derivadas, en la Escuela de Agricultura de Grignon y posteriormeute la implantación de "Escuelas lecheras)) en dis­tintos puntos de la República.

Preciso es reconocer, que al impulso dado á las industrias rura­les que nos ocupan, por la creación de centros especiales de ense­ñanza, hay que agregar 10 que predispuso á la gente del campo la

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baja del precIO de los cereales y la destrucción de los viñedos filoxerados, que, franqueando tierras al prado, ya fuese natu­ral ó a rtificial y obligando el cultivo de los forraj es, predispusie­ron al agricultor en favor de la ganadería y le hicieron fijar la atención en todos sus productos.

No debió dejar de contribuir al aumento de la producción las exigencias del consumo, el cual en el último tercio del finido siglo, ha aumentado en tales proporciones, que hasta en poblaciones españolas que me son muy conocidas y donde hace treinta años bastaban una ó dos vacas y veinte cabras para atender á las ne­cesidades de un vecindario de 5,000 almas, hoy tienen más de treinta vacas y cinco ó seis rebaños de cuarenta cabras en el tér­mino municipal, y el consumo, lejos de decrecer aumenta progre­sivamente . En las grandes capitales y desde luego en Barcelona, el incremento que va tomando la industria lechera es tal, que ex­cusa en absoluto el apoyo de mis conclusiones .

Barcelona tiene, en efecto, algunos centenares de vaquerías enclavadas en plena ciudad y numerosos establecimientos rurales ó granjas surten de leche nuestros mercados , donde momentos hay en que no dan el abasto para sus necesidades. Hay también comarcas que hacen de la recría de vacas una verdadera especia­lidad, y semanalmente llegan á esta capital vago nes enteros car­gados de vacas suizas, holandesas ó italianas, destinadas á cubrir las bajas ó reemplazar á las que ya no dan producto en nuestras vaquerías .

Toda la importancia de la industria lechera fué apreciada por Francia desde que se vió el impulso que había tomado en otras naciones, y desde 187 S hasta la fecha, ha venido demostrándolo al sostener doce Escuelas departamentales de Lechería y sus deriva­dos y una Gran Escuela Nacional ó Estación central lechera, creada enr888 en Mamirolle, en las inmediaciones de Besan<;:on.

Expuesto lo que antecede para demostrar lo que en Francia se viene protegiendo la enseñanza lechera, sintetizaré el mani­fiesto adelanto realizado en estos últimos años en aquella industria, fijándome prefere ,Jtemente en los dos puntos siguientes: 1.°, en la conservación y tran sporte ele la leche; 2.°, en el despojarla de la nata Ó C1'ema, primera materia en la fabricación de las

mantecas . ,

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No hago aquí mención a lg una referente al arte de hacer buenos quesos, por se r muy poco lo que en esa especialidad se ha progre­sado , como más adelante procuraré demostrar,

ADELANTOS EN LA CONSERVACIÓN Y TRANSPORTE DE LA LECHE,

La necesidad de abastecer los mercados de las grandes capita­les, y la facilidad con que el tiempo, los envases defectuosos y los medios de comunicación descomponen la leche ó provocan la apa­rición ó inmediato desarrollo de ciertos microbios, que c01110 el Tyrotlzrix tennis, la pueden coagular á los pocos momentos de or­deñada, ha hecho necesario el empleo de ciertos agentes esenc ial­mer te conservadores, ó el de dar á la leche determinados trata­mientos para que se conserve en buenas cond iciones durante algún tiempo, lográndose así, que en París pueda consumirse leche orde­ñada á 250 Y 300 kilómetros de distancia , Estos proced imientos son principalmente cinco, á saber: Eufriamiellto, Calefac­áÓIt , Esterz'lizaáólt y Adzúón de substanáas c01Zser7ladoras ,

Se obtiene el En(n'Q7Itie1tto sumerg iendo la leche en vasijas especiales, en corrientes de agua fría, ó empleando aparatos refri­gerantes ya bastante generalizados en el comercio,

Demostrado lo muy perjudicial que resulta á la leche su enva­se y expedición en caliente, la teoría del enfriamiento debiera po­nerse en práctica hasta en las g ranjas menos adelantadas,

E l sistema de la Calefacción tiene por base la elevación del lí­quido á la temperatura de 75 ú 85 centíg rados, enfriándola luego lentamente¡(sistema suizo y a lemán), ó llevarla hasta 107 ó ro8 gra­dos, enfriándola bruscamente (sistema Duclaux), Para la' práctica de ese procedimiento, se empl ean aparatos especiales conocidos bajo el nombre de Pasteurizadores en honor al insig ne M, Pas­teur, y entre los cuales es sistema que sirve de patrón á casi todos los constructores, el modelo de Laval , tipo de casi todos los exhi­bidos en la Exposición,

La base del aparato, es la de una caldera de vapor que lanza un chorro sobre un recipiente que contiene la leche, rodeándolo y elevando bruscamente su temperatura, hasta su ebullición por bre­ves momentos, después de los cuales pasa al refrigerante , donde merced á una serie de discos superpuestos y por cuyos bordes ex­ternos va cayendo la leche á manera de una cascada y siempre

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enfriados por el contacto con el agua fría .que corre por su super­ficie interior, aquélla pasa bruscamente del calor al frío.

La Esterilizaúón conserva la leche por mucho tiempo, pues como en ella se obtiene la destrucción completa de las baclerzús

que la descomponen, puede envasarse en frascos ó botes que, ce­rrados herméticamente , permiten su transporte á larguísimas dis­tancias.

Esos tres procedimientos son ya conocidos y em pleados en nuestro país y especialmente en esta capital. En cambio la Conden­saúón nos es totalmente desconocida, aunque de poco nos serviría, dado el precio de la leche fresca y el extraordinario consumo ele nuestro mercado . Por la Condensaúó7¿ se elimina de la leche el agua que contiene, recluciéndose extraordinariamente su volumen, que luego se le vuelve á dar mediante la adición de agua al tiempo de consumirla. Se conserva y envasa en botes de metal y lleva consigo gran cantidad de azúcar qu e asegura mayormente su con­servación .

La preparación de la leche condensada, es sólo admisible en países donde, como en Suiza, no puede consumirse á diario toda la leche que se produce. En Francia y otros países se ha intentado sin resultado, y en España sería una verdadera aberración.

Hay finalmente quien conserva la leche adZÚ07talZdole ciertas substancias que, como el bórax y el acúlo bórico, son antifer­mentescibles, y no falta también qui en acude al áúdo salicílico, práctica nociva y prohibida en muchos países, y en Francia desde luego, por la ley de 7 de Febrero de 1881.

Sean cuales fueren los meelios de conservación, es indudable que, por ellos , se ha aumentado tan considerablemente la producción lechera y el consumo, que sólo en Francia, según las estadísticas oficiales de 1897 Y 1898, se producen anualmente más de 82.000,000 de hectolitros cuyo valor no baja ele 1,234.686,950 francos, consumiéndose, sólo en París, 450,000 litros diarios.

Como antes he indicado , en Barcelona estamos ya bastante adelantados sobre el particular, pues son varios los granjeros que producen en gran escala, refrigeran, pasteZtriZll71 yesteriliza7l,

pero conviene se propag uen esos procedimientos á la par que se eviten por todos los medios las adulteraciones mediante la adición de ingredientes, que son siempre más ó menos nocivos.

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ADELANTO EN LA FABRICACIÓN DE MANTECA Y MAN TEQUILLA

DE VACA. - Si tanto ha aumentado el consumo de leches , nada tiene de particular siga iguales proporciones el de mantecas, y de ahí que el industrial haya ten ido que acudir al empleo de ciertos medios excepcionales que le procurarán, con economía de tiempo, la mayor cantidad posible de nata Ó crema, primera materia para la elaboración de aquélla.

E l verdadero progreso en ese particular consiste en el invento y aplicación de aparatos centrifugas, que, separando de la leche su parte de crema mediante una acción mecánica de pocos mo­mentos, evitan el tener que recurrir al enfriamiento y al reposo, practicado antiguamente, y que, tras de ser largo y pesado, no daba el máximo de producción.

Dióse el primer paso, por medio del empleo de vasijas planas que con tenían la leche y por cuyas paredes exteriores corría una fuerte cantidad de agua fría que aceleraba la separación de la parte cremosa. Los americanos inventaron luego algunos aparatos ya . más perfeccionados , aunque no dieron resultados del todo favora­bles, pero el verdadero progreso, como antes he dejado consigna­do, inicióse hace cincuenta años, aunque no ll egó á su perfección hasta por los de 1879, en que el profesor sueco M. Laval, de Sto­kolmo, presentó el.primer modelo de la Desnatadora moderna, con la que se causó una verdadera revolución, pues hoy no hay esta­blecimiento bien montado sin Des7wtadoras centrífugas, y hasta son útiles en la economía doméstica, pues se las construye de pe­queña cabida que un niño puede mover á mano, con las que se obtiene crema suficiente para la elaboración á diario de la man­tequilla necesaria al consumo de la casa.

Todos los modelos expuestos en la clase 37 de la Exposición U ni versal presentan singulares analogías, variando sólo unas de otras en la forma más ó menos fácil de dar impulso á la centrífu­ga ó en la composición de las piezas interiores del aparato.

En términos generales, consiste la Deslla tadol'a cenl1'ífuga en un aparato, en cuya parte superior se halla un recipiente metá­lico, de mayor ó menor cabida , en el que se vierte la leche que va luego cayendo paulatinal'nente en un cuerpo central donde una pequeña turbina imprime al líquido una fuerza rotativa tal, que no da menos de 6,500 á 7, 000 vueltas por minuto, con lo que

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se logra que la crema se separe de la parte líquida, escapándose por un tubo de salida, en tanto que la leche desnatada la tiene por otro distinto é inferior. El aparato se mueve á mano ó por trans­misión de fu erza de algún motor.

Una observación debe hacerse con respecto á los productos elaborados con crema procedente de las desnatadoras centrífugas, y es que la manteca, á pesar de lo que se afirma en contra, no suele ser tan dulce, por lo cual cuando se trata de elaborar clase

TORO HEREFORD Premio de Honor en el Concurso de animales reproductores de la Exposición Universal de París de 1900

dulce ó mantequilla para ser consumida en crudo, es más estimada la que procede de nata extraída por el sistema antiguo.

Continuando el examen de lo que la Exposición de París nos ha ofrecido en materia de adelantos en los utensilios para la ela­boración de la manteca , debo consignar que, aparte de lo dicho en cuanto á las desnatadoras centrífugas, en lo demás, ha ofrecido pocas novedades, pues en materia de Baüdorqs, poco más se ha logrado de lo que, desde tiempo ya muy antiguo se viene haciendo con el modelo danés de Pilter, gen,eralizado en casi todos los países . En cuanto á Amasado y ¡!1oldaje , siempre los mismos aparatos y utensilios y los añejos moldes de madera, que al fin yal cabo la experiencia viene demostrando son los mejores .

Hago en cambio excepcional me nción de algunos progresos realizados con las Desleídoras, apa ratos que lavan la manteca ya precipitada y que evitan deba ser manoseada, como suele hacerse,

3

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en detrimento del género . La base de estos utensilios es también la utilización de la fuerza centrífuga y casi todos los exposito­res de utensilios de lechería exhibieron modelos más ó menos perfectos.

Esto es cuanto en punto á mantecas pude 1J1 quJnr en mIs VI­sitas á la Exposición.

ESCASOS ADELA NTOS EN LA FABRICACIÓN DEL QUESO Y QUE­SERtAS. - En la fabricación del queso , después de lo que inciden­talmente dij e más arriba, no eran ele esperar gra ndes progresos , y en realidad, así ha ocurrido.

El qu esD es, en efecto, un producto cuy a bondad estri ba, más qlle en la parte mqterial de su fabricación, en la intelige ncia del qu esero y en las condi ciones climatológicas del país productor ó de los locales donde se conserva, elabora ó afina. De ahí qu e, después de citar únicamente la prese ntación de algunos modelos de prensas y calderas para hervir la leche en gran escala y no pudiendo extenderme en mayores consideraciones por la falta material y momentánea de aquellos datos, pase á contestar á dos preguntas que categóricamente me formula el programa que me fué encomendado, referentes á las diversas clases de queso , de consumo más generalizado en el mercado francés y á .su prepara­ción, pudiendo co nsignar lo siguiente :

Los quesos se dividen, en Francia, en tres grupos , á saber: quesos blandos, quesos secos y quesos agrios.

QUESOS BLANDOS. - El g rupo de quesos bla71dos se sub­divide en otros dos de quesos blandos frescos y quesos blandos pasados . Los del primer sub-grupo suelen llamarse quesos á

la C1'enza Ó tÍ la doble crema (quesos de nata), y entre los de esta categoría son los de mayor circulación las clases sig uien­tes: <iVlalakoffs ' , . Neufchatel ~ , . Coulommier, , • Gournay , y ,Mont-d 'Or , .

Las clases más corrientes en el g rupo de quesos blalldos pa­sados ó afinados (q ue también así se les llama) son el • Maroilles , , , Compiegne , , • Camen bert. , ' Livarot , , , Pont-Evéque , , ' Mignon , , • Brie" , Troyes , , • Erv)' " ,Chaource ' , , Epoisses " • Langres , , , Saint-Marcelin " e Sasse nage " «Senecterre , y • Gérardmer ' .

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En otros ¡:aíses son célebres los quesos blandos de . Rahma­tour., .Limbourg., . Gorgonzola . y .Stracchino . y otros, entre los que pudieran citarse algunos tipos españoles poco conoci­dos fuera de España.

QUESOS SECOS. - Subdivídese también este grupo en otros dos, á saber : prensados JI cocidos. Figuran entre los tipos de queso prensado el • Holanda . , • Inglés. , • Bergues . , «Cantal., • Auvergnien " • Septmoncel . , "Gex., • Mont-Cenis ., • Géromé., • Port-du-Salut . , cl~oquef0rt> y • Gruyere " todos ellos de fabrica­ción francesa, aunque imitando algunos tipos extranje ros. Son también corrientes, aunque no fabricados en Francia, el • Chester . y los ti pos italianos • Parmesans . y • Caccio-cavallo • .

QUESOS AGRIOS . - Son poco estimados y de reducida fabri­cación en Francia, donde sólo se acepta preferentemente el tipo suizo de . Schabziger , proceden te de! cantón de Glaris, al que se colorea y aromatiza por medio de la adición de hojas secas y pulverizadas del lVfelzwtus cazntiea.

Son también conocidos y circulan algo en el mercado francés los quesos agrios de Bélgica, Silesia, I-1arz, Mayence, Nieheim, Holstein, Chiavari , Olmütz, Noruega, Voralberg, Broccio de Cór­cega y algunos otros tipos procedentes de los Estados Unidos y de Venezuela.

FABRICACIÓN DE QUESOS. - El queso, como es ya sabido, se fabrica, en términos general es, coagulando la leche , eliminando la parte acuosa ó suero y prensándolo ó colocándolo en tales condi­ciones que el prod ucto pueda conservarse por n)ás ó menos tiempo, según el tipo objeto de preparación .

Se obtiene la coagulación mediante la acción de un agente de origen animal, denominado cuajo ó por medio de la de ciertas plantas que tienen idénticas propiedades. La parte más difícil en la fabricación del queso es la de saberlo co nservar y hacerle tomar el sabor y caracteres propios de cada tipo, y comq quiera que ello me llevaría mucho más allá de 10 qu e puede permitir la índole de esta MEMORIA, ya que pudiera fácilmente convertirse en un verda­dero y largo tratado de esta especialidad, debo forzosamen te desis­tir de entrar en mayores detalles y limitarme á señalar que la fabri-

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cación de quesos puede hacerse con leche de vaca, de oveja y de cabra yen algunas especies mezclarse dos de ell as y hasta las tres .

Como prototipo del queso de leche de vaca, puede presentarse el Gruyere; de oveja, el Roquefort, y de cabra, el queso Noruego es el más corriente.

En España abundan los tipos de queso de oveja y cabra, clase ordinaria ó entrefina, pudiendo casi afirmarse que son los únicos de fabricación genuinamente española , pues los de leche de vaca que hoy se fabrican en alg unas poblaciones del Norte, tratan de imita r y aun imitan con regular fortuna las clases más comunes en el extranj ero.

Como tipo de queso de leches mezcladas, el más corriente en los mercados fran ceses es el . ],fOll t-d' or.

Pregúntaseme también en el programa las clases de queso cuya fabricación mejo r pudiera recomendarse en nuestro país, y en rea­lidadla pregunta resulta poco menos que imposible de ser bien contestada, sin hacer antes un estudio especial de las condiciones cl imatológicas de cada región y de la producción lechera de la comarca donde se tratare de ela borarlos.

Tratando de obtener mayores datos para esta MEMORIA, me trasladé desde París á Fribourg , donde de fama conocía su acre­ditada Estación lechera, y allí pude convencerme de lo muy difíci l que ha de ser el pronunciarse de una manera defini tiva sobre aquel extremo .

Allí, sobre el terreno y recorriendo las cuevas donde el queso va efectuando las evoluciones necesarias hasta ll egar al buen punto en que ha de ser consumido, me convencí de que no basta querer fabri car una clase determinada si el clima y los locales · no son á propósito para ello, y de ahí que resulte ser tarea inútil tratar de producir un tipo en condiciones poco apropiadas. Aún es más : son muchos los quesos que para que salga á cuenta fab ricarlos, de­ben fabricarse en regulares cantidades, y así , el Gruyere casi nunca se prepara en panes que no pesen por lo menos 30 kilos. Ahora bien: como para que resulten 30 kilos de Gruyere precisan por lo menos 300 litros de leche, dígase (por recomendable que resul­tare su tipo en nuestro país), cuando podrían reunirse diariamente esos 300 litros á un precio lo suficientemente bajo para que fu era provechosa su transformación en queso? ..

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De ahí, pues, que al consignar el adelanto manifiesto de las industrias derivadas de la lechería, deba afirmar que, aun sin dejar de reconocer su posible productibilidad en determinadas comar­cas españolas donde la leche abunda y es escaso el consumo, en otras, como por ejemplo Cataluña, no ha de tener ningún gran porvel1lr.

En efecto: ¿cómo en un sitio donde la leche de vaca se paga á 50, 60 Y hasta 80 céntimos de peseta el litro, al detall, y 35 á 40 al por mayor, ha de resultar beneficiosa una industria que,

CARNE RO l\lERINO DE RAMBOUILLET Premio de Hon or en el Concurso de animales reproductores de la Exposición Universal de París de 1"900

pagándose tan sólo la leche á 25 céntimos el litro , ya no sale á cuenta? ..

En Suiza se compra la leche para las queserías á 13 ó 15 cén­timos el litro, y así se comprende que allí dé resultado transfor­mar un producto poco menos que invendible, en otro de asegu­rado consumo y de fácil exportación.

y si esto ocurre con la leche de vaca, tanto más puede de­cirse de la de cabra, que casi le dobla el precio, y de la ce oveja, que no la hay más que en determinadas comarcas del Principado.

Puede, pues, afirmarse, en conclusión, que la industria quesera y aun la mantequería, es patrimonio exclusivo de aquellas regiones que, por la abundancia de los pastos, por ser esencialmente ganade­ras y estar en el espíritu del país la afición á la cría del ganado y al aprovechamiento de sus productos, vienen designados por la na­turaleza para dedicarse con fruto á aquella industria. Por esto Es­paña tiene ya indicados los puntos donde aquélla puede prospe-

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rar, y véase sino como afluyen ya hacia ellas los capitales y las inteligencias extranjeras que vienen á explotarlas.

Créense en buena hora centros de enseñanza y estaciones lecheras en poblaciones adecuadas; enséñese al montañés á mejo­rar sus quesos; aliéntese á los labradores y granjeros para que, asociándose, puedan producir leche suficiente para el sostenimiento de una estación en regular ó g ran escala, y se verá como por sí sola y sin que sea necesario fomentarla en otras regiones donde sería por demás exótica, la lechería y las industrias de ella deriva­das, irán haciendo su camino donde convenga y España aumen­tará, perfeccionará y dará sa lida á sus productos.

Después de lo que acabo de exponer, sobre la primera de las dos afirmaciones formuladas al empezar esta parte de la MEMORIA

réstame probar lo más rápida y brevemente posible la segunda, ósea: que cuanto más Iza venido prosperando la industrza lechera y sus derivados, mayores perjuicios se hán ido cau­sando al público consumidor.

En efecto: la aparición de los modernos y rápidos medios de transporte , es cierto que facilitaron el envío á los grandes centros, de leches ordeñadas, dos días antes de ser consumidas, hasta en los más encrespados picachos de los Alpes y del Pirineo; mas no deja de serlo también que habiéndose conocido los medios de que se puede valer el ve ndedor para conservarlas, el líquido, que muchas veces ha de servir para criar al tierno infante privado por causas especiales de su madre natural, ó al enfermo para reconstituir sus fuerzas perdidas, llega á sus delicados estómagos saturada de subs­tancias extrañas que, aun no siéndoles momentáneamente nocivas, á la larga no pueden menos que resultarles perjudiciales.

No deja de ser igualmente cierto que, al instalarse las modernas lecherías con sus mecanismos de vapor, sus cañerías metálicas y conductos esp¡::ciales, por lo general de difícillim pia, ha dado lugar repetidas veces á graves conflictos por casos de intoxicaciones 6 por

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lo menos promoción de trastornos en el aparato digestivo del con­sumidor, de los cuales no faltan ejemplos.

Mas, si grave es el fraude ó perjuicio mencionado, no deja también de serlo cuando se expende lec/te desnatada, esto es: despojada de la parte más substanciosa y nutritiva que puede con­tener, y con la aparición y el empleo de las modernas desnatadoras es casi siempre de temer que se la venda en aquel estado. Tanto es así, que en las grandes capitales, donde la crema de leche es tan necesaria, no sólo para la elaboración de mantequillas frescas, sí que también para usos culinarios y la pastelería, suelen existir grandes establecimientos provistos de abundantes y enérgicas turbinas, donde se detiene al campesino que viene cargado con algunos jarros de leche, y á manera de un molino donde se le devolvería el grano hecho harina, se le paga un tanto por dejar que se le desnate la leche que conduce, operación que practicada en breves momentos le aumenta considerablemente el valor de la mercancía. Así se ha logrado prostituir la buena fe del campesino que á no mediar la tentación jamás hubiera pensado en cosa seme­jante. Nada hay que añadir respecto á las grandes lecherías donde, por lo general la leche se somete á toda suerte de operaciones antes de darla al consumo.

Conocido el fraude, se trató de evitarlo por medio del examen ó análisis de la leche, pero como para que el dictamen pueda ser verdad, precisa que aquellas operaciones se lleven á cabo muy de­tenidamente y esto no es posible, más que cuando se tienen ya sospechas bien fundadas de que el fraude existe, de ahí que con componer la leche desnatada, en tal forma que, por su apariencia, semeje no estarlo, ya es lo bastante para que aquél pase desaper­cibido.

Entiéndase que no hago aquí referencia al fraude constante en la adición de agua, que es el más frecuente, á la par que el menos perjudicial; aludo á los fraudes que se cometen para espesar la leche, darle color, etc., cuya base está en mezclarle substancias más ó menos dañinas, pero siempre extrañas á la natural compo­sición del producto.

El análisis ha revelado en varios grandes centros de consumo los diversos ingredientes de que echan mano los fal sificadores y como algunos son ya conocidos y empleados aquí, este es pre-

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cisa mente uno de los puntos sobre los cuales más alerta deben estar nuestras autoridades para el día en que se vayan generali­zando en nuestra ciudad.

Sábese, pues, ya, que el almidón, la albúmina, el almíbal' , las papillas' de harina, la clara y la yema de huevo, la goma, la cal, el yeso, el agua Jabonosa y hasta el amasijo de sesos de buey que se disuelve facilmente en la leche, son todos ingredientes corrientes y tan fáciles de adicionar á la leche. como difíciles de conocer por parte del simple consumidor.

Es, pues, indudable, que sin la aparición de las centrífugas que han facilitado el desnate, no se hubieran generalizado tanto y tanto esas adulteraciones, que las autoridades toleran, ya que no se atre­ven á perseguirlas, al extremo de que, como senté al empezar á tratar de ese particular, urge que el ramo de higiene se preocu­pe seriamente del asunto.

L/breme Dios de acusar á ninguno de los granjeros ni vaque­ros de esta capital, entre los cuales, aun que no es desconocido, no está todavía muy generalizado el desnate mecánico, ni aun de aludir á ninguno de ellos; cumplo un deber al señalar el peligro, por si el mal llegara á Barcelona, poder atajarlo desde el primer momento.

Añadiré paFa terminar esta materia que, las mantecas se adulteran también tan fácilmente como la leche y hasta más á sa­biendas del público y á la vista de las autoridades. La adultera­ción se lleva á cabo entre otros medios, mezclando la manteca con un producto que allá por los años de 1869, descubrió M. Mége­Mouriez y al que llamó mal'garÚta y más adelante óleomal'garz'­na, el cual no siendo más que un residuo de grasas animales, de las que se ha separado ya el sebo, se adiciona á la manteca de leche y hasta se consume sola bajo el denominativo de IJWldeca de pobre. Para dar una idea del incremento que va tomando la elaboración de las óleo-margarútas, basta saberse que ha habido años en que únicamente París ha consumido 3.000,000 de ki­logramos, con 10 cual, dicho está lo mucho que se habrá fal­sificado.

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Las industrias lecheras en la Exposición Universal de 1900

Después de lo que acabo de exponer, era de esperar que los progresos realizados tendrían en la Exposición Universal una bri­llantísima representación y en efecto, así ha ocurrido.

Bajo dos formas han sido expuestos los géneros relacionados con esas industrias. En primer lugar, los constructores de apara-

VERRACA CRAONESA Premio de Il onor en el Concurso de animales reproductores de la Exposición Universal de París de 1900

tos y utensilios hicieron sus instalaciones permanentes en el Pala­cio de la Agricultura y la Alimentación, ocupando una extensa zona de la parte baja del mismo, donde no sólo exibieron sus apa­ratos sino que los pusieron en marcha á la vista del público, entre el cual vendían luego los productos elaborados. En segundo lugar los expositores de quesos y mantecas además de presentar sus gé­neros en el antedicho palacio, efectuaron concursos especiales en el parque de Vincennes donde se vieron reunidos en noble compe­tencia los más importantes y variados tipos de quesos y mantecas

del mundo entero. Además de esto, hubo también un Concurso especial de ani­

males reproductores , donde las vacas lecheras jugaron un Impor­

tantísimo papel. 5

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En la imposibilidad de reseñar minuciosamente todas y cada una de las muchas instalaciones que se presentaron en el ramo que nos ocupa, forzoso es entre por lo menos á indicar la repre­sentación que tuvo cada uno de los países que en él concurrieron, y desde luego acabe por hacer resaltar el nombre de los que más se distinguieron.

En cuanto á material de lecherías, queserías y mantequerías, planos y vistas de it1stalaciones, trabajos estadísticos, etc., etc., Francia tuvo 32 expositores, Alemania 5, Bélgica 30, Dinamar­ca la, Estados Unidos 23, Inglaterra 2, Austria-Hungría 1, Ita­lia 2, Holanda 45 fábricas, que afiliadas á la 'Unión cooperativa de queserías y mantequerías de la Frise" en Lennwarden, con­sumen diariamente la leche de 46,000 vacas; Rumanía 3, Suecia 4 y Suiza la.

En materia de leche, manteca y quesos, Francia tuvo 44 ex­positores y sus colonias 6, Alemania 19, Bélgica 2, Bulgaria 2,

China 2, Dinamarca 2 y en España se inscribieron 8, entre éstos 1 .

de Cataluña. Los expositores españoles que figuraron en el Catálogo, fue­

ron los siguientes, dejando tal vez de concurrir alguno.

Sr. Marqués de Camps (Gerona), Quesos de cabra. D." Micaela Aparicio Navarro (Madrid), Mantecas. D. Saturnino Díaz Fernández (Lugo), Mantecas. D. Fidel García Tegerina (León), Mantecas. D. Manuel Mañueco Villalobos (Valladolid), Quesos. Srs. Vda. é Hijos de Eusebio Pérez Conde (Oviedo), Quesos. D. Esteban Lladó Pascual (Oviedo), Quesos.

Entre estos señores expositores fueron agraciados con Medalla de plata los Sres. Mañueco Villalobos y Lladó Pascual, ambos por sus quesos asturianos.

Grandes Premios de Honor

Los obtuvieron en esta clase por quesos, mantecas ó leches los expositores franceses: Sociedad francesa para el fomento de la industria lechera, Lecherías cooperativas de las Charentes y del

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Poitou, Quesería del Franco Condado, Etienne Pommel de Gour­nay-en-Bray, Sociedad de Agricultores de Bayeux, Unión de los propietarios de Isigny y Rigal de A veyron.

Los expositores ingleses que más se distinguieron obteniendo también Premio de HOIl01', fueron: la Colectividad del Canadá, el Ministerio de Agricultura en las provincias de Quebec y Ontario, y la • London and Provincial Dairy Company'.

Igualmente se distinguieron con la más alta recompensa la Asociación de lecherías de Surmsdoof y la "Natura Mi\ch Expor­gesellschaft Bosch & C.a, de Alemania, el Ministerio de Agri­cultura. y la ,Borden's Condensel milk Company" de los Estados únidos, y el Marqués de Praia y Monforte, de Portugal.

La representación española en esa clase 40 fué, pues, muy débil y las recompensas escasas y medianas.

En material de industrias lecheras, esto es: en la clase 37 del programa, fueron grandes premios las casas yen tidades sig uientes:

Egrot & Granje, de París, por sus calderas para lechería, y Simon freres, de Cherbourg, por el conjunto de su excelente ma­terial para industrias lecheras; la Sociedad sueca ,Separator" invento Laval, de Stockholmo, por sus desnatadoras centrífugas; la Administración de los bienes de la Corona de Rumanía, por su material de lechería y quesería; una Hacienda de la Corona y otra de! Estado de Hungría, por los planos y fotografías de sus ins­talaciones, y las desnatadoras danesas de Burmeister & Wain, de Copenhague.

España no tuvo expositores de material lechero ó de indus­trias lecheras de ningún género.

Datos estadísticos

Para completar lo que entiendo debo dejar consignado en la primera parte de esta MEMORIA, réstame transcribir algunos datos estadísticos tomados de trabajos oficiales y recogidos por mí mis­mo entre el personal empleado en los mercados, datos que, á la par que resultan de verdadero interés el darlos á conocer, contes­tan á la pregunta que sobre el comercio y tráfico de leche, quesos y manteca se me formuló en e! programa.

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PRODUCCIÓN DE LECHE EN FRANCIA. - En 1882 se calcula había 5.019,670 vacas, que dieron 68.205,965 hectolitros, ósea un promedio de 15 hectolitros por vaca.

En 1892, el número de vacas aumentó hasta 5.407,126, que dieron 77. o 1 3,379 hectolitros, ó sea un promedio de 16 hectolitros por vaca, lo cual demuestra un gran adelanto en el perfecciona­miento de las razas de vacas lecheras, á las que en diez años se logró aumentaran en rendimiento, un hectolitro por año.

En 1897 la producción fué ya de 80.761,036 hectolitros y la última estadística de 1898 arroja una producción de 82.039,000 hectolitros, cuyo valor fué de 1,234.686,950 francos.

A la producción de leche de vaca hay que añadir la de 8.804,401 ovejas y 1.335,736 cabras, cuyo producto en leche se eleva á 3.349,160 francos para la de oveja, y 24.119,657 para la de cabra. .

CONSUMO DE MANTECAS. - En la estadística de 1882 el con- . sumo fué de 73.045,308 kilogramos, que representan un valor de 164 .071,676 francos y en la de 1892 el consumo se elevó á 132.022,660 kilogramos, cuyo valor fué de 295.070,983 francos. Desde aquella fecha no se han vuelto á hacer nuevas estadísticas en ese ramo, pero en cambio una de 1898, nos revela nuevamente el movimiento comercial de la mantequería, que fué el siguiente:

1 m portación. .

Exponación ..

f Manteca fresca, . tManteca salada, . f Manteca fresca, l Man teca salada,

6.636,623 kilogramos; valor, 18,914,376 francos. 134,753 » » 33°,145 »

1. 64°,53 2 » » +839 ,569 » 23· 339,672 » » 66,518,065 »

de lo que resulta que Francia exporta por valor de 7I .357,634 francos é importa por 19.244,521 francos, quedando, pues, á su favor una diferencia de 52. 1 ¡ 3,1 13 francos.

Los países que más envían á Francia son Bélgica, Italia y los Países Bajos.

Los que mayores cantidades de manteca fresca consumen son los siguientes: Inglaterra, 20.300,581 kilogramos de manteca salada y 6,312 kilogramos de manteca francesa; Brasil, 1.999,980 kilogramos de la salada, y Bélgica, 80,846 kilogramos, salada también.

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Los principales centros de producción francesa, son los de­partamentos del Calvados, Norte é Ille-et-Vilaine_ Algunas co­marcas como las de Gournay é Isigny, en Normandía, elaboran clases que goza n de fama universal.

En Francia se ha generalizado ya la fabricación de mantecas por establecimientos cooperativos, donde gran número de vaque-

Concu rso uni\'crsa l de An imales Reprodu ctores de Parls en 1900. - El ba ño an tiséptico

(Apun te del natural)

ros concentran -la leche de su ganado, que se trabaja luego en co­munidad. En 1887 se creó la primera mantequería cooperativa en Chaille (Charente-Inferior) , y desde aquella época funcionan ya más de ciento.

La calidad de la manteca, varía en cada comarca según las cualidades de la raza que se explota, y sobre todo de los pastos. Influye también la época en que se elabora el producto, y así la manteca fabricada en Septiembre se considera como la mejor, atri­buyéndose á que, en esa época, las vacas comen mejores alimentos .

La variada coloración que tiene la manteca, según su proce­dencia, depende principalmente de la materia colorante que se le ailade, materias que por proceder del jugo de determinadas plan­tas inofensivas, no altera, por lo general, las condiciones higiénicas de la manteca.

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PRODUCTOS DE LAS QUESERíAS. - En las estadísticas de 1882 se determinó la producción quesera para Francia en 112.539,729 kilogramos, valor 117.858,364 francos, y en la última estadística decenal correspondiente al año 1892 figuran las cifras siguientes:

Quesos blandos. ¡Quesos grasos, 41.5°7,643 kilogramos; valor, 43.9°9,896 francos. t Quesos magros, 34-631 ,831 » » 22.453,297 »

f

GrUl'ere l' sus imitaciones, 18.580,077 » »20.777,898»

Quesos secos .. . Quesos grasos, 17.8°3,950 » » 20.989,128 »

Quesos magros , 24. 13o,J36 » »20. 116.738 »

Totales . . . ....... 136.653,637 kilogramos; "a la r, 128.246,957 francos.

La producción del Gruyere francés ha aumentado en tal forma desde la última estadística, que hoy se eleva á más de 20 millones de kilogramos, habiendo disminuído, en cambio, la importación suiza, que hoy ha quedado reducida á 6.200,000 kilogramos.

En 1896 se fabricaban en Francia l37.000,000 de kilogramos en quesos de diversos tipos y procedencias, para cuya elaboración se requerían 21 .600,000 hectolitros de leche y casi toda la pro­ducción la daban los departamentos del Jura, Sena y iVlarne. Su valor era de 128.000,000 de francos.

En el mercado de París, según datos tomados en la Plaza Cen­tral, puedo afirmar que los quesos franceses más aceptados son el Comanber, Brie, Livarot, Coulommieres, Port-Salut y Mont-d'or, cuyo consumo, que en 1898 fu é de 9.080,622 kilogramos, se re­montó en 1899 á 9-414,855, acusando, pues, un aumento de 334,233 kilogramos.

Los quesos secos de mayor consumo son el Gruyere, el Ho­landa y R oquefort, los de la Auvernia y el Ródano y el Cantal, cuyo consumo, que fué en 1898 de 561 ,849 kilogramos, aumentó en 1899 hasta 708,430, acusando una diferencia de 146,620 ki­logramos.

El origen de la fabricación del queso, se pierde en la más remota antigüedad, y en Francia parece haber tomado ya ex­traordinario incremento en 1288, época en la que se sabe ya positivamente que, en el actual departamento del Jura, existían asociaciones de vaqueros para la fabricación del queso . Las aso­ciaciones queseras suizas, nacieron en la frontera francesa, y prin­cipalmente en los cantones de Vaud y Neufchátel.

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La historia de Francia revela lo mucho que los antiguos mo­narcas se preocuparon en el fomento y protección de la industria quesera, y como quiera que los modernos gobernantes han seguido las mismas disposiciones, nada tiene de particular que la produc­ción arroje hoy las cifras que he dejado consignadas y de las cuales puede fácilmente colegirse la importancia de la fabricación y comercio del queso en Francia, así como el creciente aumento en el consumo y en la producción, deduciéndose también de aque­llos datos que, los quesos blandos, ya sean grasos ya magros, ti e­nen siempre mayor aceptación que los de pasta seca ó dura.

En los demás estados de Europa, salvo en España, todos los gobiernos apoyan resueltamente á los particulares, ya patroci­nando la enseñanza privada, ya creando centros es,peciales donde se enseña teórica y prácticamente la fabricación de quesos y man­tecas, así como todo lo que se relaciona con la industria lechera , sobresaliendo e ntre los que mayor protección le conceden, Bélgi­ca, Italia, Austria-Hungría y Suiza.

En América, los Estados Unidos del Norte han log rado pro­gresar en tal manera, que aventajan en muchos casos á los gran­des centros europeos.

En el Canadá se ha llegado también á un g rado de perfeccio­namiento extraordinario.

En la América del Sud se van ya fomentando esas industrias, y g racias á ser un país ge nuinamente ganadero, es de esperar se elevarán á gran altura.

Esto es cuanto he podido ;ndagar en lo concerniente á la pri­mera parte del programa cuyo desarrollo me fué encomendado.

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SEGUNDA PARTE

Avicultura é Industrias anexas

Grupo VJI. - Clase 37

"-I""'w,·",,", L tratar de consig nar en esta Memori a los progresos \~~. que, en el terreno de la Av icultura, nos ha puesto

~ de manifiesto la última Exposición U niversal de Pa­~~ rís , creo oportuno hacerlos preceder de algun as con­

sideraciones sobre el estado en que halló el a rte de criar gallinas y aprovechar sus productos , el llamado siglo de las luces y el estado en que lo ha dejado al extinguirse.

Los numerosos escritos de los especialistas que, recogiendo noticias curiosísimas, nos han legado datos preciosos sobre el es­tado de la Avicultura en el sig lo XIX, y su progreso y adelanto, de los que han s ido brillantísimas manifestaciones la Exposición y Concursos recientemente celebrados en la Exposición Universal de París , sirven de inagotable fu ente de conocimientos para fij a r­nos en el estado en que actualmente se halla aquella industria y desde luego puedo consig nar que, el m ayor pl'ogl'eso , se Iza l'ea­/izado en la creación de esas úlltumerables razas de gallillas que hoy pueblalz los corrales , ó sirven de 1'ureo á millares de aficionados , qzte las cultivan ell todos los países .

En efecto : si referente á la cría natural, consérvanse aún casi invariables las antiquísimas prácticas narradas por el inmortal Co-

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lumela, pOCOS años después de la ven ida del Mesías, en materia de incubación artificial, las revelaciones del P. Fray Juan González de Mendoza sobre los malllals egipcios ú hornos de incubación artificial existentes ya en tiempo de los F araones y los escritos de Réamur y el abate Copineau que datan de fines del s iglo xvrrr, nos revelan que ya en aquel entonces se ocupaban seriamente del-asun­to, al que aquellos sabios di eron extraordinari o impulso, prepa­rando el terreno á los Dubois y Bonnemain, Bir, Adrien y Trico­chet, Gerard y otros que fueron en F rancia los precursores de Roulli er, Odile Martin, Voitelli er y los que con ellos más han tra­bajado en generalizar la incubación artificial; trabajos compartidos en otros países, así de Europa como de América, por otros tantos investigadores que, como aquéllos, han obtenido justa glori a y logrado muy ventajosos resultados con sus aparatos , más ó menos perfectos.

No quiere esto decir qu e regatee méritos uni versalmente re­conocidos á los inventores y constructores de nuestros ti empos ; ­antes por el contrario, á ell os corresponde el laurel de la victoria. Mas si á todos cabe en conjunto, difícil sería averiguar á qu ien al­canza mayor parte, ya que nadie es capaz de saberlo, y esto es tanto más difícil, en cuanto si pudieran verse reunidos los innu­merables aparatos de incubación, hoy lanzados al comercio ó con s­truídos por los particulares, tal vez el gran premio correspondería á un inventor ó constructor obscuro y de todos desconocido .

Baste saberse, pues, que si el siglo X IX no ha logrado compe­tir con la civi lización egipcia, que co n sus monumentales 11¿amals

le lleva aún hoy día la ve ntaj a en cuanto á número , si le ha ve ncido en el modo de ge neralizar el empleo de las incubado­ras artificiales por los particulares y el problema se halla tan re­suelto que, prescindiendo de los estableci mientos existentes fuera de España, que aunque siéndome co nocidos, no he tratado á fondo, yaun de mis propias incubadoras que no dejan de producir anual­mente algunos miles de polluelos, puedo dar fe, de que, en las cer­canías de Barcelona dond e escribo estas líneas, existe un estable­cimiento justamente celebrado, dotado de 84 aparatos modelo Roullier modificado, que produce anualmente de 35 á 4 0,000 po­lluelos, los cuales , ve nd idos al tiempo de nacer, dejan á sus pro­pietarios los señores Martí Codolar, tal vez el mayor beneficio que

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en Europa se obtiene por aquella simple especialidad, ya que di­chos señores no vendiendo ni construyendo aparatos, sólo se de­dican á la verdadera fabricación de polluelos.

Con orgullo hago esta cita, que ha causado la admiración de los más afamados avicultores del extranjero y que demuestra que . la in€ubación artificial bien entendida, es un problema resuelto y

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Yista general de la. Sección de AYCs de corral, en el Concurso Cnil·crsal de Paris de 1900

una industria de extraordinario rendimiento; problema é industria que, C01110 antes he consignado, fueron ya resueltos por las pasa­das generaciones, aunque en cierto modo hoy se hayan mejo­rado.

No ocurre otro tanto con lo que se refiere al perfeccionamiento de las ya conocidas razas, ó á la creación é introducción de otras nuevas, tarea que parecía reservada al siglo que ha expirado .

. Es indudable que nuestros abuelos conocieron, C01110 los que vivieron en tiempo de Jesucristo, ciertas razas de ·gallinas domés­ticas, que C01110 la común, la de cinco dedos, las moñudas y las de pelea, vienen mencionadas ya en las obras de Plinio y Columela; C01110 no cabe tampoco dudar de que, al empezar el siglo pasado, (ya que viene en mi ayuda el testimonio de Buffon y otros natura­li stas de su época), se conocían algunas nuevas, de las cuales

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bastantes cultivadas en Europa. Pero esas nuevas razas más que producto de la inteli ge ncia del av icultor, procedían de lejanas tierras y en su mayor parte, casi podría decirse en su totalidad, eran variedades salvajes ó semidomésticas del tronco común y se tenían, más que en co ncepto de animales de corral , como aves de adorno ó estudio , para los parques zoológicos ó los museos de Historia Natural.

El descubrimiento y aplicación universal de los modernos me­dios de comunicación y la rapidez de los transportes, as í como la mayor faci lidad con que se llevaron á cabo los viajes, y por 10 tan­to, el co nocimiento de las innumerables variedades de razas, ya salvajes, ya comunes, diseminadas en todo el globo; dió pie á que, concentrándose en países más adelantados, se apreciara su justo valor ya conse rvándolas ó aplicándolas, ya empleándolas á ma­nera de pasta para la obtención de mestizos, cuyos caracteres , 'per­petuados por la consang uinidad más pura, quedaron fij os, creán­dose nuevas razas hoy del todo generalindas .

El hecho es tanto más exacto, en cuanto nadie ig nora que, las variedades más apreciadas y especialmente las grandes razas asiáticas, sólo ll egaron á Europa á mediados ó en el último tercio del siglo X IX; Y como qui era que esas entraron en la f()J'maciói1. de muchas de las que hoy existen, no puede caber la menor duda de que al siglo que expiró se debe excl usiva mente el haberlas gene­ralizado.

Auxiliar poderoso de los fáciles y rápidos medios de transpor­te, 10 han sido los modernos adelantos del arte de acli matar y criar animales exóticos y, gracias á ellos , hoy vemos que en Europa se hallan casi totalmente generalizadas, así las razas gigantes de Co­chinch ina, de Langshan y del Brahma Pootra, como las enanas de Bantam y otras regiones oceánicas, las americanas de Plimouth Rook y tantas otras de climas muy distintos del nuestro ; en tanto que en América se cultivan con éxito los Dorkings, Houualls, 1'a­duas, Españolas y cuantas razas figuran allí como indígenas, siendo creaciones ó perfeccionamientos propios de nuestro continente.

Lo que he dicho referente á gallinas, puede aplicarse á las pa­lomas y toda clase de aves de lujo ó producto .

Mas como no hay efecto sin causa, tal vez no sea inoportuno señalar, la que á mi humilde juicio ha debido motivar ese progreso ,

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base de la riqueza de numerosos criadores, que en pocos años su­pieron hacer fortuna.

Si en los tiempos antiguos y en la Edad Med ia predominó el spor t corporal, y el dominio de la fu erza y la bravura ofuscó al de la inteligencia y el trabajo manual, al siglo XIX parecía reservada la gloria de rehabilitar los peculiares dotes del hom brc y si n obli­gar á éste á que abandonara el desarrollo físico de su cuerpo, dis­poner las cosas en tal forma, que la parte intelectual dominara siempre á la corporal.

De ahí, pues, la aparición de numerosas ramas del sport en las que la intelige ncia del hombre desempeña el papel más impor­tante y entre ellas las que nacen de la cría de gallinas en miras de producir but nos tipos para las exposiciones, ó vigorosas palomas para los concursos.

Nadie se atreverá á afirmar que sólo pueda deberse á la ca­sualidad la aparición de las variedades nuevas que anualmente se exhiben en las Exposiciones de ambos continentes, ni que, si n in­teligencia y trabajo, algunos amateur s haya n logrado monopoli za r las más altas recompensas en tal ó cual raza , ó alcanzar varios pri­meros premios en un concurso de velocidad de palomas mensaje­ras, con una misma paloma ó con individuos de su misma sangre, sobre 4 ó 5,000 concurrentes y en trayectos de 1,000 kilómetros.

Es, pues, evidente, que el sport radica , aparte, que en el estí­mulo y en el amor propio inherente á todas sus manifestaciones, en la inteligencia del que lo ejercita, y en verdad timbre de gloria es , como he dicho, para nuestro siglo, el haberlo logrado.

Por otra parte , el espíritu de asociación, la proteccion oficial que todos los gobiernos vienen concediendo á la Avicultura, que estimulando á los productores facilita al agricultor el medio de me­jorar las razas y aumentar sus prod uctos; la ge neralización de las exposiciones donde el aficionado puede lucir los productos de su labor é inteligellcia; los concursos de palomas mensajeras favore­cidos por su transporte en ferrocarriles y que tan en boga van estando en todas partes , y el manifi esto interés de todas las po­tencias en criar y sostener servicios militares de telegrafía alada, han colocado, así aquella industria como aquel sport en tan ele­vado puesto , que difícilmente hubieran podido soñarlo los granje­ros y rrllZllte1l1'S de los siglos antepasados.

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. A todo esto, hay que añadir las exigencias del mercado y del gastrónomo que ha hecho de los productos del corral los platos más exquisitos de su refinada mesa ; la aparición de numerosas revistas y periódicos que en todos los países ilustran al granjero, alientan el comercio y sostienen el fuego sacro de las aficiones ; los escritos de buen número de autores, que haciendo públicos los resultados de sus investigaciones , han faci li tado el estudio teórico de algunos puntos que, en otros tiempos, sólo la práctica ó una larga expe­rien cia podían resolver , y finalmente, la creación de escuelas de Avicultura, donde, además de proporcionarse á cada uno los co­nocimientos teóricos y la práctica que se desee adquirir, se forma personal apto para ponerse al frente de las explotaciones, escuelas que, como no puede ser menos, han sido siempre patrocinadas por los centros oficiales, y están dando espléndidos resultados; ele­mentos todos ellos de que carecieron nuestros abuelos.

Mas á mi modo de ver, no hemos ll egado aún al período de apogeo. Hay ciertamen te en el mundo avícola y colombófilo, . g randes talentos y personalidades muy sal ientes que en co ncepto de clases directoras guían y encauzan las aficiones, mas en la g ran masa no hay aú n aquella dosis de conocimie ntos y buena voluntad necesarias para que los trabajos de aquéllos resulten ve rdadera­mente fructíferos, y de ahí la necesidad de propagar aquéll as por medio del libro y del periódico que, sensata y desinteresadamente, div ulg uen conocimientos prácticos y prediquen la unión en tre los que, por sentir idénticas aficiones, aun siendo de nacionalidad clis­tinta, resultan ser tanto más hermanos entre sí, que con el resto de la humanidad.

Debiera tambiél l desaparecer ese espíritu de interés y mercan­tilismo peculiar á muchos, as í como la mala fe ó por lo menos el poco escrúpulo característico de otros. Sería también de g ran il11 ~

portancia que en lo tocante á la Avicultura, los gobiernos íueran fir­memente proteccionistas y que reinara una paz octaviana últre las asociaciones de un mismo país y aun entre las de varias naciones , as í como que en lo referente á la Colombófila, los gobiernos euro­peos comprendiesen cuan exageradas resultan esas medidas de extremado rigor, con que tratando de prevenir peligros que, si existen verdad eramente, con nada podrán salva rse, coartan las actividades y energías de las sociedad es , qu e sin trabas, harían la

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educación de sus palomas más desahogadamente y más completa. Mas todos estos puntos y otros muchos quedan pendientes de reso­lución para el siglo xx, y mucho será que, con constancia, los que hoy vivimos y los que nos seguirán, no puedan lograrlo , comple­tándose así la obra del siglo pasado.

He aquÍ, pues, en resumen el estado en que ha quedado la Avicultura al finalizar el siglo XIX. Miles de sociedades dedícanse

"ista p;eneral dc 13$ instalacioncs avícolas de la So.:icdad X3cional dc Avicultorcs de Francia á orillas del lago Dourncsnil. cn la Exposicicin t'ni"crsal de Paris de 1900

co n ahinco á su sostenimiento y progreso; los esplendores de la más perfecta unión empiezan á iluminar todas las fronteras ; la in­dustria avícola tiene ya su prensa, sus autores y sus centros el e en­señanza al alcance de quien quiera aprovecharse de sus beneficio s; la incubación artificial, resuelta ya como se ha visto, ha encontrado en los modern os aparatos el modo de pon erse al alcance elel parti­cular ó elel pequeií.o avicultor, y sus ventajas son un hecho indis­cutible si hay conocimientos suficientes para llevarla á buen tér­mino. En cuanto al cultivo de razas , el adelanto es extraordinario; la productibilidad de la cría industrial de la ga llina y sus productos, viene demostrada por la gran producción y el extraordinario con­sumo de nuestros tiempos ; los adelantos patológ icos y terapéuticos

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de los tiempos modernos aseguran el buen estado de los estableci­mientos, y, por 10 tanto, todo se encuentra en condiciones venta­josísimas para que el ge neral esfuerzo sea coronado con el éxito más completo.

Veamos ahora como se ha demostrado todo eso en la E xposi­ción Universal de París.

La Avicultura en la Exposición Universal de 1900

Atendido lo que acabo de exponer y la importancia que de treinta años acá se viene dando á la cría industrial de la gallina y al ap rovechamiento y mejoramiento de sus productos, nada tiene de particular que en el programa ge neral de la Exposición se re­se rvara á la Avicultura un lugar especial y señalado.

Como en la mayor parte de las clases comprendidas en el Gru­po VII, fué necesari o que la Junta orga;lizadora de la Exposición _ se preocupara de que, ciertos géneros, qu e por su índole especial no podían permanecer de continuo á la vista del público, pudiesen ser conocidos por aquél, cuando menos en concursos temporal es . De ahí que, la Avicultura y las industrias que de ella nacen ó se derivan, tuviesen en París como otros productos del mismo g rupo , dos manifestaciones, una temporal y otra permanente.

E sta última, la podemos aún subdiv idir en dos secciones, una que comprendió el material y toda clase de utensilios y accesorios de una explotación avícola, y otra en la que tuvieron representa­ción las aves de corral de diferentes razas, que relevadas por el in­termedio de una entidad competente, permitieran al visitante no tener que acudir precisa mente el día del concurso general y tem­poral para apreciarlas.

Las instalaciones de material, aparte de algunas que por pro­ceder de distintos países quedaron diseminadas en sus respectivas secciones , tuvieron su principal asiento en uno de los locales cOn­tig uos al Palacio de la Agricultura, donde se puede decir que la colectividad de los constructores franceses, sentó sus real e:; y re­unió todos sus productos.

Las instalaciones permanentes para la exhibición de aves vivas, corrieron á cargo de la Sociedad Nacional de Avicultura de Fran-

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cia y se emplazaron junto al lago Doumes nil, en el parque de Vin­cennes, y, por lo tanto, en el anexo de la Exposición.

Fijando la atención en la sección de material, no puedo me­nos de hacer constar lo mucho que dejó que desear y el deplorable efecto que produjo .en todas las personas medianamente peritas en la materia.

Es ya cosa sabida que, en la vecina lZepública , existen numero­sos industriales que, llamándose avicultores, sin estudio alguno que los ponga en condiciones de ser conocedores del terreno que pisan y sin la menor práctica en la cría de aves de corral, explotan la buena fe del público ignorante vel1diéndole aparatos ¿¿amados por ellos incubadoras artzfiúa!es y toda clase de aparatos y utensi­lios más ó menos útiles al corral, pero casi s iem pre de construcción tan mezquina y defectuosa, que causa verdadera pena pensar la forma como se le suele engañar.

A cualquiera se le hubiera ocurrido que, aun los que habitual­mente construyen mal, llegada la Exposición Universal, procura­rían siquiera presentar en ella algo bueno y si no bueno de siste­ma, por lo menos de buena y sólida construcción; pues bien, nada de eso ha ocurrido y asi estuvo aquella sección que, salvo rarísi­mas excepciones, daba lástima visitar.

Los más raros é inverosímiles sistemas de incubadoras , hidro­madres y demás artefactos de la industria avícola, tenían allí cabi­da y sobre ellos se trataba de realiza r una propaganda deplorable á todo serlo para el buen nombre de la Avicultura formal y razo­nada. A todo se le daba el nombre de incubadora, bastando para ello que se juntaran cuatro tablas mal unidas y peor cepilladas , una caldera de cinc y un calefactor ·cualquiera, fuese como fuese. De ahí aquel enjambre de farsantes con sus aparatos brevetes (privilegiados) á los que se atribuían maravillas en el terreno de la práctica.

Conocedores, los elementos serios , de cuanto iba á ocurrir, tra­taron de poner las cosas en claro yen. bien de los constructores honrados , obtuvieron del gobierno la autorización necesaria para organizar un concurso de incubación artificial bajo la dirección de M. Charles Couvreux, el cual hubiera dado por resultado el abso­luto é inmediato descrédito de todos aquellos aparatos que, ya por su sistema defectuoso, ya por su mala construcción, no podían dar

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nacimiento más que á un insig nificante número de polluelos; pero se vió el peligro de cerca y se opusieron tales dificultades, que el Concurso, fijado ya para empezarse el 23 de Junio , debió suspen­derse abandonándose luego el proyecto.

Prescindiendo del estar más ó menos bien construídos, no se presentó en la Exposición ningú n sistema nuevo , ó que por lo menos no fuera ya conocido del mundo avícola . Siempre el tipo de las hidro-incubadoras Roullier Arnoult y Odile Martin con ligeras vari antes; alg unas imitaciones del sistema de aire caliente de Gom­bault y más ó menos afortunadas del sistema inglés de Herson ó del americano. Reliable, y nada más de particular, como no cite un COlZato de incubadora eléctri ca, sin pies ni cabeza, pero de la que, por atraer con la novedad, no debieron dejarse de vende r al­gunas.

España estu vo representada en esta sección por los aparatos que D. Pedro Claparols construye en Barcelona, sobre la base de un sistema americano; pero cúpoles la mala suerte de se r enviados al que debió ser pabellón espaíiol en el anexo de Vincennes y como no se acabó de construir, quedaron allí abandonados y en tan deplorable estado , qu e el Jurado sólo quiso co ncederles una mención honorífica.

Yo pude haber expuesto los que son de mi construcción y sis­tema particular, pues fu eron inscriptos á su debido tiempo y aun figuran en el programa general del Grupo VII; mas suspendido el Concurso de incubación, al que me disponía á concurrir con el mayor entusiasmo, desistí por completo de enviarlos, ya que no les hubiera correspondido mejor suerte que á los de mi colega señor Claparols quedando abandonados al antojo de un Jurado en el que ni au n España tuvo representación.

En la sección correspondiente a l material avícola, Francia tuvo 17 expositores , Estados Unidos 2, Hung ría 9 aunque algunos no expusieron apa ratos y sí trabajos y planos de instalaciones avíco­las, Portugal 2 y España l.

E l lamentable estado de esta sección hállase de manifiesto al poder consignar que no se conced ió en ell a ningú n Gran Premio y las más altas recompen sas fu eron dos medallas de oro á casas que ya de antiguo han dado á conocer sus gé neros, quedando la ma­yo r parte de los expositores sin el menor premio.

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Es también cosa de hacer nota r el abandono en que quedó todo lo referente a l ramo del comercio av ícola para el que existen me­dios especiales de transporte y envases que hubieran pod ido dar vida y movimiento á la clase 37 en lo referente á Avicultura y sobre lo que naela fu é inscrito en la Exposición.

Como novedades merecen únicamente ser mencionados los huevos en conserva por procedimientos de refri geración ó en botes,

ü n detalle C1 la $ccdón 3vicola de [a Exposición Universal de París de 1(}00

debidos á los norteamericanos y á los comerciantes franceses ele la Inelochina, los cuales, si bi en pueden tener excepcional interés en países elonde la producción sea exuberante, en el nuestro no ti e­nen la menor aplicación, pues siendo el obj eto de aquéllos el faci­litar la expor tación , en E spaña ésta es escasísima y en al g unas comarcas , como la de Cataluña , completamente nula.

No el iré otro tanto ele la parte encomendaela á la Socieela el Na­cional de Avicultura ele F rancia , que supo brillar singul a rm ente en el elesempeño de su cometido .

En efecto: las bonitas instalaciones que esa Sociedael hizo junto al lago Doumes nil, en Vincennes, las cuales á la par que intere­santísimas, pues aelornaron en gran manera y dieron vida á aquel rincón ele la E xposición, resultaron ele vereladera utilidael práctica ,

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ya que los avicultores de todos los países, por el módico precio de 18 francos por períodos de quince días, pudieron exhibir en aque­llos improvisados parques, lotes de un gallo y cuatro gallinas que el mismo Comité organizador se ocupó de vender á quien quiso comprarlos, con lo cual pudieron se r muchos los que allí expusie­ron sus productos.

De España sólo figuró Cataluña con tres lotes de D. José Ca­sasayas, de D. Francisco Sala y de mi pertenencia, los tres de la típica raza del Prat, á los que se premió con el tercer premio entre más de cuatrocientos ejemplares de diversas razas extranj eras, sien­do de notar el hecho de haber sido vendidos desde el primer día de expuestos á los avicultores alemanes, que por delegación espe­cial de su gobierno fueron á visitar y estudiar aquella Exposición, promoviendo con ello la ven ta de otros muchos lotes de esa misma raza, que con posterioridad se han enviado al extranjero.

En los parques de la Sociedad Nacional de Avicultura de Francia, pudieron verse ciertamente existen tes tipos de volatería · de diversos países, pero donde hubo una verdadera é imponente manifestación de cuanto bueno se produce en el mundo avícola, fué en la sección temporal á que hice referencia al empezar y que vino determinada por el Gran Concurso Internacional de animales re­productores, al que el Gobierno francés , que lo organiza anualmen­te con carácter nacional, le dió en 1900 el de Universal. En él, las aves y animales de corral tuvieron su representación en más de 5,000 ejemplares de diversas nacionalidades y procedencias.

Entre las innumerables razas allí expuestas en jaulas adecua­das cuya simple colocación costó al Estado la respetable suma de 12,000 francos, forzoso es me limite á hacer una ligera reseña de las más salientes y conocidas, tarea que ha de resultar menos di­fícil formando dos grupos, á saber: uno con las razas genuinamente francesas, y otro con las de origen extranjero fueren ó no criadas en la vecina república.

Las razas de gallinas francesas en la Exposición

Predominaron como buenas las Houdans y Faverolles; las de la Fleche, Mans y la Bresse, fueron sólo regulares, así como .Ias Barbezieux, Mantes, Gournay y Gatinais, siendo muy flojos los

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Crevecceurs, á los que-de otra parte el Jurado concedió el Premio de Honor en razas del país , sin duda porque en ning uno de los anteriores concursos se le había asignado; pero resultando de todo punto defectuosas las gallinas y muy poco recomendable el gallo.

Hubo, en cambio, gallos y gallinas I-Ioudan, de Mme. Durand, y Faverolles , de M. Duperray, irreprochables, y en otras razas y del mismo dueno, tipos mucho más acreedores que los Creve­cceurs al Premio de Honor. Este es mi franco parecer, inclinán­dome , sin embargo , ante el fallo del Jurado, del que formaron parte los más conocídos avicul tores de Francia .

L as razas de galJinas extranjeras en la Exposición

En esa sección hay también que distinguir dos subg rupos , á saber: el de las razas prácticas ó de producto y el de las de puro lufo .

En el primero, descollaron espléndidas Brahmas arminadas, de M. Favez-Verdier, al que cupo el Premio de Honor por el co njunto de razas extranje ras; magníficas Cochinchin as, de Perpigna y Del­mas ; alguno que otro Dorking y Malinas de plumaje delicado y buenas formas, buenos Langshans ; Hamburgos delicadís imos, de M. Neubarth; Campines menos buenas de lo que era de esperar; Andaluzas y Minorques, algo más que regulares , sin llegar á ser cosa en extremo büena, y desastrosas Caras blancas, mal llamadas Españolas, con carnosidades asquerosas en los gallos y algo más pasables en las galli nas, pero al fin malas, sin que por esto de­jara de concederse algún primer premio en este g rupo.

E ntre las razas llamadas americanas, las Plimouth Rook y Wiandottes fueron verdaderamente sorprendentes, descollando un gallo de la primera de esas razas, de M. Hofmann, y unas galli­nas de la mis ma variedad de M. Marsi llach y Favez-Verdier, y en­tre las vViandottes , deli cados tipos de M. Lemoine y Amherst . Los Leghorns resultaron flojos y poco cuidados .

De los variados tipos de gallinas alemanas sobresalieron las razas de Ramersloher, Lakenfelde y Bergecraher, yaun que se me pueda tachar de inmodesto, cita ré también entre las extranjeras los gallos y gallinas catalanas del Prat, de que antes hice mención, y que quedaron esa vez fu era de co ncurso por no haberse podido

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incluir en el programa, dado 10 tarde que se inscribieron, por no haberse tramitado la invitación oficial á su debido tiempo.

E n el grupo de razas de lujo, después de recordar con fruición la bonita sección de Paduas en sus múltiples va riedades, y desca r­tando sólo las Holandesas, en cuyos · negruzcos moños había co­rrido demasiado la tij erilla del preparador, pudo co ncederse el laurel de la victoria á las razas enanas, especialmente á las de pelea de diminuto volumen, entre las que se vieron verdaderas monadas, algo como figurillas de adorno , para cuyo destino pare­cía mejor un rinco ncito de un salón, que el cotral. Enjaulas espe­ciales fueron exp uestos dos soberbios gallos Fénix, del Japón, del expositor alemán Mr. IiViehn sann, cuya cola med ía dos metros de largo, y á los que se concedió como recompensa especial, una me­dalla de oro.

Hubo también tipos de las razas de pelea Malaya, Gran com­batiente inglesa, y del Norte de Francia, de excepcional valor, pero preciso es tener que consignar que, dado el extraordina- . rio número de ejemplares, esperábase ver más lotes escogidos, hallándose tal vez la explicación elel error en el hecho de que son muchos los que, siendo gratis la inscrip ción y libre de todo gasto el concurrir, van al Certamen con cualquier bicho, y sólo por tener derecho á una entrada. De ahí la necesidad de los Jura­dos de admisión y sus ve ntajas para el buen efecto del conjunto de un Certamen.

OCAS, PATOS, PAVOS, PINTADAS, P,\LOiVIAS y CONEJOS. - Mu­cho fué aún 10 expuesto en este g rupo, siendo de notar los exce­lentes patos de Ruan, de M. Delmas y Ramé, buenas ocas de Amherst, de Perpigna, y Favez-Verdier y pavos de Indias desco­munales , de MM . A1 bertin, Ludwig, Amherst y algunos otros; quedando menos bien representado el g rupo de Pintadas, donde, por se r en realidad todas poco ó mucho defectuosas, se dieron po­cos premlOs.

Si e n gallinas y las aves citadas, la tarea resultaba difícil, es ya imposible continuarla al tratar de reseñar lo que en palomas se expuso . Sobresalieron, sin embargo, algunos tipos, pudiendo ci­tarse las Romanas y Mundanas, de Mme. Daudré; las Montaubans y Bagadais, de Roybet; los Colipavos, de W etter; va rias razas de

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lujo expuestas por los alemanes, y en tre todos en el gru po de men­sajeras , mejor dicho, siendo lo único que en el mismo lIamabajus­tamente la atención de los verdaderamente inteligentes, dos pare­jas de pico corto y cabeza redonda, perfectos tipos de la an ti gua paloma mensajera belga (raza de Verviers) , hoy casi desaparecida, las cuales fu eron expuestas por los alemanes, después de haber ob-

GALLO RAZA BRAH?llA-POQTRA

Premio de I-Ionor en el Concurso Universal de Parls de 1900

tenido ya primeros premios en Francfort y otras ciudades alema­nas , y que tuve la dicha de poder adquirir para ver si se logra su introducción en España.

Para dejar algo más completo este bosquejo , de lo que pudo admirarse en el gran Concurso de París en materia de aves y an i­males de corral, citaré finalmente los conejos Beliers, Rusos y Plateados, de Robert; los Angoras, del Marqués de Chauvel in ; los Gigantes de F landes, de Delmas, y los Japoneses, de madame Sten:q-Lombard, premiados todos con primeros primeros, pero junto á los cuales, placer causa consignarlo , la colección Sirés, de Barcelona, ya de todos conocida siquiera sea por su fama, les hu­biera dejado atrás en casi todas sus clases.

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Conclusiones de carácter práctico sobre las razas exhibidas

en la Exposición

Concretándome ahora á contesta r un punto del programa qu e me fu é confiado, debo formular conclusiones de carácte r prácti co sobre las razas de produ cto extranj eras cuyo fom ento ofrezca ma­yores ve ntajas en nuestro país .

Para ello, forzoso es determinar a ntes el producto que de las m isma~ se tra te de saca r, esto es , si se quiere á la gallina por su puesta ó por su carne ya que por ambos extremos puede se r con· siderada .

S i se trata de aves de puesta buena y abundante, sin temor á equi vocarme afi rmaré desde luego que ning una puede aventajar á nuestra g allina negra de Castilla , Baleares y Anda lucia ya repu­tada en el extranj ero como reina entre las castas ponedoras , aun que conocidas bajo el nombre de ¡Vfinorques con que ha n sido · uni versalmente bauti zadas.

La gallina castellana, como por acá ll ama mos á la de esa raza, da, en efecto, un huevo g ra nde y blanco como pocos, su puesta alcanza hasta IS O y 170 huevos anuales y como quiera que ésta es la puesta máxima en galli nas rústicas y de raza ya extendida en delerminadas comarcas, no hay para que buscar fuera de casa lo que tan bueno tenemos en ella.

No ocurre así en cuanto á razas precoces productoras de carne fina y abundante, pues si bien algo bueno se hace tomando como base de explotación nuestra gallina catalana del Pra t, en el resto de España domina po r lo ge neral la diminuta y escuálida raza del país, de carne amarill enta y refracta ria siempre al cebo, y por lo tanto es innegable que su perfeccionamiento ó su substitución pu­diera reportar muy señaladas ve nta jas .

Pa ra mejorar , pues, nuestras castas en el sentido de aumentar su volumen y a fi nar sus carn es, las razas extranj eras que merecen ser introdu cidas, descartadas aquell as que la experiencia de los av i­cul tores españoles ha ven ido señalando como delicadas ó de difícil acli matación, son las asiáticas de Brahma-Pootra y L angshan , am bas gigantes, la raza belga de Malinas, la americana de Pli­mouth Rook, y las francesas de la Bresse y Faverolles.

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Esas razas, en su pureza de sangre, se crían ya regularmente bien en España, pero si las recomiendo en el terreno industrial, más que para conservarlas puras, es para cruzarlas con las razas del país, obteniéndose mestizos de gran producto.

Las citadas razas de Brahma-Pootra, Langshan, Malinas y Fa­verolles, no deja de se r cierto que peljudicarían algún tanto al cruce resultante, porque harían que sus huevos fuesen roj izos y menos grandes que los que habitualmente dan las gallinas de casta me­ridional, pero en cambio son elementos todos ellos qüe aumen­tando el volumen y la finura y blancura de sus carnes, las harían más apreciadas para el consumo de clase extra, de la que, aparte, como se ha dicho, de la raza del Prat, que es ya de regular calidad, se carece en absoluto en el resto de España.

La raza americana Plimouth R ook, aun teniendo la carne amarilla, es de las más fina s y tal vez para el cruce con el tipo ga­llego, leonés y vulgar de Castilla en que predomina aquel carác­ter, sería altamente recomendable, pues daría un tipo grande y de mucho peso , sosteniendo el color propio de la carne en la raza del país que en el mercado de la cap ital es, según parece, el preferido.

La raza de Faverolles y de la Bresse pudiera muy bien servir para afinar la raza catalana del Prat y aun la Castellaua negra, pues como son ambas de carne blanca y exquisita y las dos nues­tras también de carne de ig ual color, aun cuando la Faverolles le daría mayor volumen , a mbas las predispondrían mayormente al cebo, y como he dicho, afinarían notablemente sus carnes.

Por lo que afecta á las innumerables razas de lujo que fueron exhibidas en la Exposición y de las que aunque ligeramente algo he dicho , entiendo que sólo en el terreno del deporte merecen ser generalizadas, pues costando mucho aclimatarlas y bastándonos con las citadas para los fin es industriales , no hay para qué echar mano de ellas para el mejoramiento de nuestras razas.

En pavos de Indias tiene España el tipo negro de Castill a y Baleares y el bronceado más generalizado en Cataluña. Este es siempre preferido, pero no llega ni en tamat'io ni en finura de car­nes al tipo negro común en el Mediodía de F ra ncia. Si posible fuera, ese es el elemento con el cual debiera mejorarse .

En ocas ó gansos y patos nuestras razas son pequeñas , por lo cual no hay que pensar con ell<is en que den margen á ciertas 111-

1 ,

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dustrias, que, como las de las conservas y el foie-gras, tanto pro­ducen en Francia. Las ocas de Tolosa y los patos de Ruan, siendo los más rústicos , los más co rpulentos y los que más se re­comiendan por su buen cebo y la finura de sus carnes , son las ra­zas que á mi juicio más debieran fomentarse .

En cuanto á palomas de producto, es innegable que España no tiene ninguna raza qu e pueda competir con la cas ta francesa de Montauban , que debiera ser res ueltamente criada en nuestro país, pues, á mi juicio, es la única que puede y debe servir de base para mejorar la raza de nuestras palomas de consumo.

Respecto á palomas mensajeras , España las tiene ya tan bue­nas como las mejores del extranjero, y desde luego puedo afi rmar que la Colombofilia está mucho más adelantada en Barcelona que en todo Francia. No estará de más , sin embargo, aproveche la ocasión para señalar de paso la conveniencia de que se proteja, bajo todos conceptos, á las sociedades que á ella se dedican.

En conejos no cale dudar que el tipo ó raza más digno de ser fomentado en nuestro país es el Gigante de Flandes, ya conoci ­do, yal que los cun iculicultores vienen ya dispensando si ng ular atención.

Cuanto se haga por parte de las Corporaciones provinciales y los Municipios para favorecer 10 que acabo de recomendar, es y será siempre una obra patriótica que las en tidades oficiales no de­ben regatear á los particulares y asociaciones de avicultores que á ellas acudan, debiendo has ta preocuparse de la forma y modo como de su propia cuenta pueden alentar la creación de asociacio­nes competentes para encomendarles aquellos trabajos .

La enseñanza avícola española en la Exposición de París

El Cong reso Ornitológico Internacional celebrado en París del 26 al 30 de Jun io y al que me cupo la honra de asistir ostentando la representación del Gobierno español , me proporcionó ocasión de someter al estudio de los primeros avicultores extranj eros reu nidos en la Sección Avícola del mencionado Congreso, bajo la presiden­cia del Duque Ferry d'Esclands, el plan de estudios que bajo los auspicios de la Excma. Diputación Provincial de Barcelona vengo explicando en su Escuela Provincial de Agricultura, plan que co n

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su correspondiente libro de texto tuve la altísima honra de ver sancionado y aprobado por la antedicha Sección Avícola del Con­greso, por el que fuí oficialmente felicitado por considerarse el más completo de cuantos se siguen en las escuelas de Avicultura crea­das hasta la fecha en diversos países y que, por ser patrocinado por la Excma. Diputación provincial de Barcelona me permito transcribir á continuación:

ESTUDIOS TEÓRICOS. - Los forman una serie de conferencias que desenvuelven un programa de 60 lecciones por el orden si­guiente:

PRIMERA PARTE

Anatomía, fisiología y descripción de razas

Generalidades. - Formas y exterior del ave. - Funciones de nutrición. - FUIl­

ciones de reproducción. - Funciones de relación. - Clasificación. - Descripció n y estudio detallado de todas las razas conocidas, así de producto como de lujo, seña­lando sus caracteres y cualidades más salientes y la ulilidad que cada una de ellas puede ten er para el avicultor ó el simple aficionado al sport avícola.

SEGUNDA PARTE

Gallinocultura industrial

Generalidades sobre el gallinero . - Construcción de parques y gall ineros.­Accesorios del gallinero. - De la alimentación en el orden cienlÍfico. - Econ omía de la alimenta¡;ión. - De la alimentación en ellerreno económico. - De la alimen­tac ión en el terreno de la práctica. - De la productibilidad de la gallina. - Genera­lidades sobre la producción de huevos. - Parte económica en la produ cció n de hue­vos. - De la productibilidad del huevo en el terreno industrial. - De la producción y venta de pollue los . - De la incubación artificial. - Teoría y mecanismo de la incu­ba.ción anificial. - De la cría artificial de polluelos. - Para lelo entre la in cu­bación natural y la artificial y productibilidad de esta última. - Base y organiza­ción de una exp lo tación para la producción y venta de polluelos. - De los modernos aparatos de incubación y cría arti6cial. - Produccióu y recría de polluelos para ven­derlos como pollería tierna ó vieja de clase ordinaria para el consumo y al precio co­rriente del mercado. - Producción de volatería fina . - eehamiento de pollería fina .­Consejos y conclusiones económicas y prácticas sobre el cebo. - Sacrificio, prepara· ción y embalaje de pollería fina. - Generalidades sobre varios puntos interesantes en materia de reproducción. ~ Prod.lIcción y venta de huevos, polluelos y aves de raza para la reproducción. - Del sport avicola. - Del orden, buena admini stración é hi­giene en el gallinero. - Del comercio avícola.

TERCE I~ A PAI\TE

Industrias anexas á la Gal1inocultura

Columbicultura. - Cría de pavos de Indias . - Cría de ocas y patos. - Cría de aves de lujo. - Cuniculicul tura.

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CUARTA PARTE

Enfermedades de las aves de corral y su tratamiento

Enfermedades de los órganos de la respirac ión. - En fe rm edades de los órganos de la digestión. - Enfermedades del aparato circulatorio y de la sangre. - Enfer me­dades del aparato génito-urinario. - Afeccio nes nervi osas y enferm edades de la vista y de la piel. - Otras afecciones y enfcnnedades de la infancia. - Noc ion es de algunas operaciones quirúrgicas y de la intoxi cación de las aves de corral por los alimentos. -De la enfermería y sus prácti cas . - De los enemigos del corral .

ApÉNDICE y CONCLUS IÓN

Bibliografía avícola

Reseña de las prin cipales obras escritas sobre Avicultura é índo le de su conte nido.

TRABAJOS PRÁCTICOS. - Consisten en ejercicios de incu bación y cría natural y artificial de polluelos de gallina y recría hasta ha­llarse en disposición de pasar al consumo; trabajos de castración , cebamiento natural y forzado de capones y pou/ardes y su sacri­ficio y presentación al mercado en co ncepto de pollería de primera · calidad; conocimiento de razas extranj eras y exóticas; ejercicios de enfermería y cuantas manipulaciones debe conocer el buen avi­cultor.

Atendida la importancia del asunto y reco nocida por la Sec­ción Avícola la influencia que la v ul garización de los estudios me­tód icos sobre Avicultura ti ene en el aumento de la producción de un país, y para evi tarse el fracaso de muchos avicultores que por falta de centros especiales de enseñanza se estrellan de continuo en sus empresas , la mencionada sección formuló al Congreso en ple­no, en su sesión de clausura , una proposición aprobada por una­ni midad, segú n la cual se recomendaba á los señores Delegados o fi ciales de los gobiernos extranjeros , llamaran la atención de sus respectivos gobiernos sob re la co nveniencia de fom entar la ense­fianza avícola, ya como complemento de los estudios zootécni cos que se explican en las Escuelas de Agricultura, ya impulsando á los particulares para que, bajo sus propias iniciativas y con el apo­yo oficial, crearan centros especiales de esa enseñanza, sobre las ba­ses y planes que los tiene hoy España.

Pláceme, pues, tener la dicha de poder consignar esta nota favorable á nuestro país, que tan míse ro papel ha· desempeñado en

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ese Gran Certamen Universal de la Capital de Francia, y reitero mi profundo agradecimiento á la Corporació n provincial de Bar­celona, pues gracias á su eficaz apoyo me fu é po~ible ostentar si­quiera una nota favorable á sus enseñanzas , con lo que doy por pagados con creces los trabajos qu e en ese ramo vengo realizando de algunos afias á esta parte y merced á los cuales tengo hoy la honra de poder redactar esta Memoria.

El comercio y consumo de pollería en el mercado de París

Ciñéndome á uno de los puntos cuyo estudio se me encargó con mayor interés y que constituyeron, por lo tanto, parte in­tegrante del programa, pasé á estudiar lo referente al comercio y co nsumo de pollería en la g ran capi tal cerca de M. Ch. Scelle, encargado de las ve ntas al por mayor en el Mercado central y en las estadísticas del municipio, habiendo podido recoger datos más que suficientes para dejar que aquel ex.t remo resulte cumplida­mente contestado.

Aparte de los pequeños envíos que reciben directamente los comercios , las ventas al por mayor de productos del corral se veri­fican desde el 26 de Diciembre de 1866 en el pabellón n .o 4 del Mercado central , anchuroso local de 2,906 metros cuadrados que ha substituído á la antigua plaza de la Vall ée junto al muelle de los Grands-Augustins, donde se venían celebrando las ventas de aquellos productos desde el 3 de Junio de 1679.

Los productores ó acaparadores en los g randes centros avíco­las , expiden, pues, sus productos á los comisionistas encargados de proceder á las ventas que tienen lugar ó en partidas según ajuste á la amigable, ó al por mayor y a l mejor postor, siendo luego de cuenta del adquirente la reventa á los detallistas por cuyo inter­medio llega á manos del consumidor .

Esta forma de venta, aunque expedita, resulta verdaderamente perjudicial para el productor y el consumidor, pues como son los intermediarios los que suelen beneficiar en el negocio, el primero cobra poco por lo que produce y el segundo paga mucho por lo que consume.

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Por lo que afecta á las aves de corral y á los conejos , el regla­mento de aquel mercado previene qu e, sólo podrá venderse como mínimo en pequeñas partidas, bajo la forma sig uiente :

Pollos, célpo nes pOlllm"des y patos cebados. . . . . . . Pinlad as y faisanes, ocas y pavos de Indias s in cebar . . . Po llos y gallinas ordinarias, ga llos adultos, patos y cone jos . Pd VOS cebados. . . . . . Pd.l omas y pichones muertos . . Palomas y pichones vivos . . . Hígados de oca cebad. ( joie.gras) .

3 piezas. 4 » 6 »

2 " 8 »

50 »

2 kil os.

Exceptúanse de esa reglamentación los géneros siguientes: r. o Los pollos el/. f Ul/.tÍrl que pueden venderse en sus mismos

embalajes sea cual fu ere su número . 2. 0 Los envíos de cualquier género compuestos de una sola

pIeza. 3. 0 Los saldos que queden á los co misionistas. Los prod uctos del corral sa ti sfacen a l entrar en el mercado los

siguientes derechos por im puesto de co nsumos y aduanas si pro­ceden del extranj ero:

Pavos , patos, pollería, pintadas y palomas. Faisanes, cn:stas y rjj'io nes de pollos y gal linas y

joie·gras . . . Ocas do mésti cas . . Conejos do mésticos. .

F rancos 30 los 100 ki los.

" »

"

" " "

La pollería y las palomas vivas ó muertas que proceden del extranjero devengan además un derecho de aduana de 20 francos los 100 kil os ( tarifa del 1. 0 de Feb rero de r892).

Las demás especies no satisfacen derechos de ad uana . En nuestro país la tarifa aduane ra es extraordi na riamente ele­

vada, pues la poll ería y palomas devengan un derecho de 80 y 100 pesetas los roo kilos, según su procedencia.

El impuesto de ·consumos se paga en Barcelona y casi en toda España por piezas y no por su peso , y es más red ucido que en París; pero aqut, en cambio, se cobra lo que se ha dado en ll amar derec!to de sa1lidad (que mejor debiera llama rse i l/l p uesto) por el que percibe el municipio algunos céntimos, según el ave que se entra, como si en el caso de efectuarse la inspección (que no se hace , pero se cobra) costase más inspeccionar un pavo que una

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gallina, una lJaloma que una oca. A la parte siempre odiosa del impuesto de consumos, se agrega en el de sanidad la parte lastimo­samente jocosa de la forma autoritaria, á la par que ridícula en que . se cobra y con el respeto que siempre se debe y yo guardo á la autoridad, no puedo menos que aprovechar esta ocasión para dejar consignada la imperiosa necesidad de abolirlo ó de

GALLO RAZA FAVEROLLES

Primer premio en el Concurso Uni\'crsa l de París de 1900

que se haga efectiva la inspección, situando en los fielatos personal competente y no simples cobradores, que no miran la mercancía y aunque la mirasen no sab rían apreciar su buen ó mal estado. S i esto no es posible, búsquese otra forma de recaudación que no re­sulte tan odiosa y algo más justificada .

Mas volviendo al pabellón de la Vallée, así ll amado al que lleva el n.o 4 como recuerdo de su anterior emplazamiento, agregaré aún como detalle, que abre sus puertas á las siete y trei nta de la ma­ñana, de Noviembre á F ebrero inclusive; á las siete, en Marzo y Octubre y á las seis y treinta, de Abril á Septiembre inclusive, y que las ventas duran hasta las nueve de la mañana, de Abril á Septiembre inclusive y las diez del L ° de Octubre al 31 de Marzo .

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En cuanto á productos del corral, el mercado pat'isién se surte principalmente de 10 que le envían los departamentos ll1 éís produc­tores, sin que por esto deje de pagar su tributo á la importación extranjera, que por otra parte viene compensado por las cifras totales de la exportación, como más adelante se verá.

Las comarcas y mercados que surten principalmente las nece­sidades del de la capital SO I1 los siguientes:

Bresse y jWa co1t7tais . - Louhans, Gournay, Saint-Germain du Bois, Bourg, Macan y Pierre-en-Bresse (pollos tiernos, muertos y enfundados, capones /Jou/ardes, patos cebados, pollería viva y palomas).

T 01waine. - Sainte-Maure, Ligueil, Montbazon, Saint-Bra­che, Vendome, Villeperdue, Blois y Montmoreau (pollos de la Turena y pavipollos) .

iYantais e t R oltil1ma /s. - C hallons , Machecoul, Aizena y, Montaigu, La Roche sur Von, Marans, Nantes , Pont Rousseau, La Langon y Rouen (pullos tiernos , patos nanteses y de Ruan ó tou(fés y pavipollos) .

Poz'tou. -Poitiers, Chauvigny, Chatellerault, Limoges, Neu­ville au Poitou, Chessereiuil, Saint Jean de Sauves, Port de Piles y Parthenay (ocas, conejos, ga llinas y pavas).

OrlealtS et Gatillais.-Beaune la Rolande, Ladon, Bellegar­de, Neuville au Bois, Moutargis, Pithiviers, Arthenay, Gien, Me­reville, Chateauneuf sur Loire, Saint-Amand (Cher) Aubig ny, As­nieres, Bourges , La Ferté, Saint-Aubin, Saint-Amaud de Mon­traud, Salbris, Issouclun y Romorantin (pollos del Gatinais, polJos comunes, conejos vivos y muertos, y pavos).

Sartlze et Or/le . - Le Mans, Mortagne, Caen y La Fleche (ocas, pollos, capones y poulardes cebados) .

¡Widi (Slld Oltest). - Agen, Auch, iVIirande, Fleurence, Mon­tauban, Yalence Sto Agen, Vie de Bigorre, Pau y Tarbes (pollos y pavipollos especialmente en Enero, Febrero, NIazo y Abril).

Bea1tce. - Houda n, Dreux , Nogent le Rotron, Chartres, Ver­neul, La Soupe y Laigle et Brou (pollos cebados, tipo Faverolles aunque generalmente llamados /Jou/e/s de ¡-{oudall, pollos tiernos ó jou/ets de grai/l, ocas, pavos y conejos).

PÚ·ardz'e.- Thennes , Bertancourt y Amiens (palomas ).

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Según la moderna división política de Francia , el orden por el cual lo ; principales departamentos contri buye n al sostenimiento de las necesidades del mercado de París es el sigui ente : Loiret, E ure et Loire, Loire Superieure, Indre, Eme, Loire et Cher, Vendée, Indre et Loire, Vienne, Seine et Oise, Ain, Cote d 'Or, Yonne, Saone et Loire, Haute Vienne, Cher, Deux Sevres, Sa rthe y Ome.

Para dar una idea del co nsumo pari sién en cuanto á productos del corral, basta considera r los datos estadísticos sig ui entes reco­gidos personalmente cerca de los empleados que mejor podían faci-litármelos. .

Las compañías ferroviarias transportaron en 1898 productos del co rral por el sig uiente orden:

Lín ea de Orleans . kilog ramos 973 5,689 » del Oeste » 5·920.293 » de Lyon . » 5.327,058 » del Este . » 966,'33

Según los elatos com probados referentes á los años de 1897, 1898 Y 1899, entraron en el mercado central ele París los produc­tos que seguidamente expreso :

Por piezas

Pollos) gallinas pou lardes y c<lpo ne s Pavos. Patos. . . . . . . . . O.:as . . . . . . . . . Pintadas (ga llinas . .1 e Guinea) Palomas. . . . . . . .

1897

7. 27 ' ,339 3°7,492 783. 8 '9 6,8. " ,

83. ,63 2.050,93'

1898 1899

7. 233 .559 8.°4 1,20 1

226,693 247,°79 653.'93 759.799 5,5.33 5 594,' 06 79. 279 8" ,64

'. 9°9,675 ',960.605

No pueden continuarse los datos sobre fai sanes y co nejos do­mésticos , por incluirse en las cifras correspondien tes á los de bosque.

Con referencia al peso , tomando los datos del último quinque­nio resulta que, en 1896 entra ron en París 23.444, ISO kilogramos de volatería; en 1897, las crías no se v ieron tan favorecidas como el año anterior y habié,l dose prod ucido menos, solo entraron 2 1.867 ,536 kilogramos .

En 1898 siguió decreci endo por causa del mal ti empo hasta ,[ 19 .216,984, pero en 1899, última es tadística que obra en mi poder, se aumentaro n nuevamente las entradas en París, á kilo­gramos 24.572,369, valor 44.670,426 '89 fran cos , cantidades que debieron su pera l' co nsiderablemente en 1900 por efecto del mayor

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co nsu mo interior de la capital debido al aumento de extranjeros y foraste ros que la han visitado con motivo de la Exposición.

España no contribuye en lo más mínimo á las iritroducciones de volatería en el mercado de París, pero sí le auxilia en lo refe­rente á aves de caza, como perdices, grivas , alondr:ls y otras espe­cies que abundan en nuestro país, pero no en grandes cantidades, pues en 1898 solo se introdujeron unas 104,000 piezas y en 1899 quedó aú n más rezagada, llegándose apenas á 50,000 piezas.

Además de la caza, Italia envía él Francia palomas y galli­nas de Guinea; Rusia, pollería ti erna; Holanda y Bélgica pollos y conejos; Inglaterra, fai san es ti ernos, y Alemania y Austria pollos tiernos de Hamburgo y co nejos.

Para terminar esta seri e de datos que dan idea completa del movimiento del mercado parisién en cuanto él pollería, debo con­signar el extraordinario consumo de huevos que se hace en la ca­pital y que según las notas que he podido recoger referentes á las dos últimas estadísticas, nos dan los sig uien tes datos. En 1898 en traro n 26.914,956 kilogramos y en 1899,27.242,922, lo cual da un aumento en favor del último año de 327,916 kilogramos pu­diendo servir de base para el cálculo de los huevos introducidos en el mercado central, los datos siguientes . En un kilo entran como término medio de 18 él 20 huevos según su tamaño y éste regula su precio , clasificándose por medio de unas anillas por donde se hace pasar el huevo en tres categorías, á saber, grandes, medianos y pequeños, clasificación en la que en Francia se interviene oficial­mente al revisa r las medidas y que en E spaña se hace él ojo y al puro capricho del acaparador.

Sub-prod~ctos de la Avicultura

Para de jar completa esta segunda parte, tal vez debiera exten­derme en consideraciones sobre dos industria s derivadas de la avi­cultura que en Espai'ia son totalmell te desconocidas.

Aludo á la fabricación del foic -gras y á la preparación y apro­vechamiento de las plumas y plumones; sin embargo, puede ' ex-

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cusarm e ele hacerl o , respecto á la primera , el hecho ele que !l O es­ta ndo generalizado en nuestro país el co nsumo de pato y oca en conserva, la fabricación elel foie -grrTs no puede salir á cuen ta, pues extraído el hígado de un a de esas aves, hay qu e aprovechar sus cam es que, no pudiendo co nsu mirse á diario , se pone en con­se rva , vendiénd ose luego en latas y en su propia g rasa que luego se emplea preferentemen te hasta pa ra dete rmi nados li SOS culina rios.

No puedo, sin emba rgo , pasar por alto lo que a tañe al imper o donable olvido en que aquí se tiene al rendim ie nto que todas las aves puede n dar co n el aprovechamien to de su plum a .

E n E spaña casi nun ca se aprovecha y va en g ran pa rte á los este¡'coleros para abono. La poca que se recoge, se la llevan los extranj eros á bajo precio y en su país se lim pia y elabora, volvién­dose luego á importar arreglad a pa ra la confección de almohadas y edredones .

No toda la pl um a va des tinada á este simple uso, sino que mucha par te, las g randes plumas de la cola de los gallos y las del cuel !o y alas en ciertas razas , tienen g ran aplicación en la confec­ción de so mbreros de señora y aun penachos para cascos y som­breros de uniformes civiles ó militares, y, por lo tanto , es un verda­dero dol or que en E spaña se tenga tan a bandon ada esta industria.

En F rancia y en casi todos los países donde la explotación de los prod uctos del corral está ya ge nerali zada , no sólo no se pierde ni lIna plu ma de las que proceden del desplum e de las razas dest i­nadas al consum o, sino qu e hasta ciertas aves , como las ocas , al­g un as variedades de patos y dete nninadas razas de gallinas repu­t adas por la belleza de su plumaj e, quedan sometidas á cierto tratamiento en virtud del cua l se les obli ga á rendir produ cto en vida . Por este trata miento se las despoja de las plumas que más puede n valer, dos ó tres y hasta cuatro veces al año, y como qui era que sabiéndose prac ticar aquell a op.erac ión , el animal apenas si siente otra molestia que la de los primeros momentos, de ahí q ue sin gran perjui cio pa ra el mismo se aum en te su produ cto.

Por lo general , la pluma se clasifica en ca tegorías, seg ún pue­da servir para adorno , pa ra almohadas ó edredo nes (plumón). El precio de la pluma cambia , pues, según su catego ría y su color , sien­do la blanca y g ri s las más apreciadas , y la menos , la rojiza ó de colores variados .

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O pino firm emente q ue vale la pena de q ue en Espafl a se fom en­te esta ind ustria q ue puede orig in ar un comercio muy importa nte de cuyos be nefi cios, co mo antes dije, hoy sólo se aprovechan los extranj eros.

y con estas indicacio nes creo dejar cum plida mente co ntestado cuanto en ma teria de Av icultura se me encomendó estud iar en la Exposición Uni versal de l últim o alío.

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j

TERCERA PARTE

Apicultura

Grupo VII. - Clase 42

ÉSTAME dar cuenta de la representación que tuvo el cultivo metódico de la abeja y sus productos en la última Exposición Universal de París.

No habiéndome dedicado hasta hoy más que al estud io de algunas generalidades. sobre esa impor­

tante industria, nada tiene de particular que en esta tercera parte mi trabajo resulte escasamente interesante . Sin el auxilio de la prensa especialista extranjera, que ha robustecido mis apreciaciones par­ticulares con su autorizada opinión, hasta añadiré que me hubiera sido preciso renunciar á tratar de ese asunto, que especialistas hay en España, y particularmente en Barcelona, que lo hubieran desarropado con mayor fortuna.

Impuesto, pues, el tema en el programa que me fu é encomen­dado, he aquí lo que sobre el particular creo debe consignarse.

La Sección Apícola fué una de las que, como la de material avícola, más se resintieron de la organización defectuosa de aquel Certamen.

La necesidad de que cada producto fu era cobijado bajo las banderas de su país originario, obligó á mantener alejados unos de otros los productos de distintos países, que de estar reunidos

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según su índole, hubieran permitido apreciar cuales eran mejores y deducir los que más se distinguían por un si mple trabajo de com paración.

En la forma que se expusieron, hasta muchos pasaron desaper­cibidos y tanto más en esa clase donde las colmenas, como las incubadoras, por ocupar poco sitio apenas si son vistas.

Los únicos expositores que hicieron algo, fu eron los france ses , que instalaron colectivamente sus productos en el anexo de la Avenida de la Motte-Piqner y los de Hungría, que los presentaron admirablemente en su anchurosa y espléndida instalación, casi palacio, cobijado bajo las anchurosas naves del llamado ele la Agricultura y Alimentación, en el Campo de Marte.

En materia de colmenas, puedo decir, pues así lo afirman los más conoceelores del asunto, que no se ha introducido ningún perfeccionamiento notable y que los sistemas co rrientes de cua­dros horizontales y verticales según los modelos de los cons­tructores ya conocidos y de los que Barcelona tiene uno de sus más expertos represe ntantes en la personalidad de D. Enrique de Mercader Belloch, siguen siendo los mismos sin novedad alguna que facilite su manejo ni aumente apenas su natural producción.

Tengo á la vista la opinión de la prensa Apícola, de nuestro país , El Collllmero EsjJa1lol, y las noticias y juicios publica­dos por la R evlt"- Internation,,1 d'AjJicztlture, de Suiza; los periódicos franceses L e Miel, L' UniOlt AjJicoJe, La R evue éclec­tique d' Apiculture, y algunos otros periódicos extranjeros, y en todos ellos veo reflejada, no sólo la opinión que sustento, sí que también la general , de que fu é mísera la representación que, en casi toda la Exposición, tuvo esa industria, por demás floreciente y digna de la mayor atención por parte de todos los gobiernos.

La clase 42 del programa general, comprendiendo no sólo la Apicu ltura, sí que también el cultivo de todas las especies de in­sectos útiles y sus productos, no dejó sin embargo de resultar bastante nutrida en su conjunto, pero debe tenerse en cuenta aquella unión y no suponer que todos los. que figuran en el Catá­logo general so n Apicultores.

En aquella clase, Francia tuvo 17I expositores; las colonias francesas, 113; Alemania, 3; Bélgica, 2, una de ell as, la Federa-

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ClOO Apícola, represen lada por numerosas Sociedades; Bosnia­I-Icrzegovi na , 4; Bulgaria, 24; China, 3; Corea, 1; Ecuador, 1; Es­paña, 18; Estados Unidos, 12; Cuba, 1; Inglaterra, 13; Grecia, 13; Guatemala, 3; Hungría, 57; Italia, 68; Japó n, 4; Luxemburgo, 1; Méjico, 22; Noruega, 1; Perú, 6; Portugal, 58; Rumania, 28;

Rusia, 24; República de San Merino, 3; Servia, 11; Suiza, 1, Y República del Transvaal, l.

La gran concurrencia de esas naciones se explica por la fa cilidad · co n que pueden mandarse esos, productos, pues un simple bote de miel ó una plancha ó barra de cera, es suficiente para llenar una hoja de inscripción y, por 10 tanto, no es que tan gran número de expositores se oponga á 10 que antes afirmé.

En concepto de g randes recompen sas, se concedieron los si­guientes Grandes premios de hOltol' á los expositores siguientes:

Sociedad de Apicultores de Saravejo (Bohemia); Ministerios de Agricultura de los Estados Unidos y de Hungría; á MM. Fer­rand et Guintrand y al Laboratorio de estudios sobre la seda de Lión (Francia); á los señores Monzini e Figli (Italia); á tres Cen­tros oficiales de Italia; á dos Centros oficiales de, Rusia, y uno alemán; á la F ederación de Apicultura de Bélgica; á la estación Sericícola de Montpeller; á M. Darbouse (Francia); á M. Ambrozi, de Hungría y á la estación bacteriológica de Turín.

Como puede verse, casi todos ellos recayeron más en el ramo de Sericicultura que en el de Apicultura.

Además de los mencionados premios de Honor, se otorgaron en esa clase , 32 Medallas de Oro; 79 de plata; 88 de bronce, y 43 Menciones honoríficas ; y á pesar de tanta profusión de recom­pensas, teniendo España 18 expositores, no pudo obtener ni la más insignificante, 10 cual demuestra cuán abandonados debieron quedar nuestros intereses en aquella Sección, pues siendo España de los países que mejores mieles producen, y existiendo casas tan importantes como algunas de las que figuran en el Catálogo, no se explica pudieran pasar desapercibidas por el Jurado.

Donde la Apicultura pudo tener ocasión de mostrarse al pú­blico en toda su importancia, fué en el Congreso Internacional de aquel ramo, reunido en París en los días 10, I I Y 12 de Septiem­bre, pero según parece no tuvo aquella reunión la importancia

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que era de esperar, y con mayor ó menor entusiasmo y concu­rre.ncia, fu eron aprobadas las s igui entes conclusiones:

l. " Que las Sociedades ele Apicultura de todos los países establezca n exposiciones con mercado de miel, y que la venta sea protegida por los gobiernos, evitando las falsificaciones, como se hace con la leche.

2." Que los Gobiernos acuerden la franquicia para cierta cantidad de vendimia, no considerándose al apicultor C0l110 comer­ciante en hidromiel es y vinos de miel.

3. " Que las mieles coloreadas tengan franquicia y que se pa­g ue doble por las superfinas.

4." Que todos los api.cultores adopten el principio de la des­trucción de los zánganos en toelas las colmenas débiles ó desorga­nizadas .

5." Que las entidades competentes de cada país, adopten el principio de la plantación de árboles frutales en todos los caminos.

6." Que los Gobiernos patrocinen la enseñanza apícola y la introduzcan en sus colonias, favoreci endo la introducción de col­menas. 7" Que,la Apicultura figure en todas las Exposiciones y Concursos agrícolas oficiales.

8." Que los expositores que en un Certamen no esté n sujetos al fallo del Jurado, se digan fuera de Concurso sin aceptar por esto la mención de < fuera de Concurso >.

9." Que se creen colmenares-escuelas en las Granjas experi­mentales, Escuelas normales y de Agricultura.

10. Que se hagan extensivas esas instalaciones á los colegios y Sel11lnanos.

II Y último. Que se creen profesores regionales de agri­cultura.

En concepto de complemento y para terminar esta tercera parte con que va á dar fin esta Memoria, transcribo á conti Ilua­ció n algunos datos que extracto de la última estadística publicada por el Gobierno francés y que ponen de manifiesto la producción melífera de aquel país.

En 1852: Había 1.956,241 colmenas que produjeron miel por 6.272,184 de kilos, que valieron 6.094,696 francos, y

1.452,5°3 kilos de cera que valió 2.722,087 francos.

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En 1362: Aumentaron las colmenas hasta 2.426,578, que produjeron miel por 14.023,522 de kilos, valor 18.063,166 fran­cos, y cera 2.512,331, valor 6.141,878 de francos.

En 1882: Sólo se registraron 1.974,559 colmenas que dieron miel por kilos 9.78[,822, valor 13.743,002, Y cera, kilos 2.632,742 valor 6.165,660 francos.

En 1892: Siguió decreciendo el número de colmenas hasta 1.603,572, la cantidad de miel, hasta kilos 7-498,691, valor 10.760.430, Y la de cera hasta 2.394,582, que valieron, francos 5. 09[,5 65.

En 1896: Año de la última estadística, había 1.623,054 col­menas que produjeron 7.820,498 kilos de miel, por valor, francos 10.638 ,662, y 2.250.462 kilos de cera, que valió 4.180,307 francos.

De esta estadística, pues, se deduce, que á partir de 1862 la producción decreció, siendo un hecho verdaderamente digno de notarse que á medida que se ha ido perfeccionando la industria y sus procedimientos, la producción, si bien es mejor, ha dismi­nuído, lo cual prueba que los agricultores franceses modernos, no concediendo á la Apicultura la importancia que se le daba en otros tiempos, van abandonándola sin tener en cuenta que, si antes ya producía, mucho más daría hoy con los adelantos modernos.

A pesar de que la producción no está á la altura de lo que de­biera, hay algunos departamentos mucho más productores que otros.

Seg ún datos oficiales, los departamentos que mayor cantidad de miel producen, son los de las Cótes-du-Nord, Ille et Vilaine, Eure·et-Loire, Morbihan, Finistere, Aude , Héraul, Seine-et-Oise, y Loiret.

Las mieles más apreciadas son las de Narbona, Gatinais, Beauce y Savoya.

Los censos recientemente practicados para averiguar el número de personas ocupadas en la industria apícola y sus decivados , revela que en Francia hay unas 600 personas ocupadas constan­temente en los trabajo ; del colmenar, y unas 30 que dedican su trabajo exclusivo á la construcción de colmenas, lo cual, como se ve, resulta en consonancia con la escasa producción que revelan los datos antes anotados.

En España, la Apicultura podría constituir una de las pe­queñas industrias rurales de mayor porvenir, pues, á pesar de lo

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muy atrasados que estamos y de utilizarse generalmente los anti­g uos.colmenares, figuramos entre las naciones que más producen; y en cuanto á bondad de las mieles , pocas pueden rivalizar con las de la Alcarria y otras comarcas, que de otra parte dejan mucho que desear por ser mal extraídas y peormente elaboradas.

Convendría, pues, que por todos los medios posibles y utili­zando las actividades é inteligencias que ya vienen mostrándose de algún tiempo á esta parte, se fomentara el progreso de esta industria.

y con lo expuesto, doy por terminada esta Memoria, en la seguridad de que, si no responde á lo que al encomendarse se es­peraba, no será por falta de estudio y buenos deseos, pero sí por no corresponder mis alcances á la honrosa distinción de que me vi agraciado.

Barcelona, Diciembre de 1900.

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Indice

PRIMERA PARTE

Productos derivados de la ganadería Leches, quesos y mantecas

Gtllt: ra lidades Importancia de la industr ia lechera. Adelantos en la cansen"ación y transporte de la leche.

» » rab ricación ~de man teca y mantequilla. » » »de quesos.

Clas ifi cación de los quesos. F'abricaciún de q uesos . Perjuicios de l prs>greso de la indust ria lechera L as in dus trias lecheras en la Exposición de París dI; 190U

Casas que obtuvieron las más altas recumpensas

Datos estadísticos (Producción y consumo) .

SEGUNDA PARTE

Avicultura é industrias anexas

Generalidades y estado en que se ha llaba la Avicu ltura al IInaliz.ar el siglo XIX .

La Avicultura en la Exposición Uni ve rsal de París en 19°0 . Las razas de ga llinas fran cesas .

» » » extranjeras .

7 ~

,o

'" '4 , 5

'5 ,8

2'

23

Las ocas, patos, pavos, pintadas, pa lomas y t:onejos 42 C;onclusiones de ca rác ter prác ti co . 44 La enseñanza Avícola en la Exposición y en la Escuda provincial de Agrit:ultura de

Barcelona . +6 Comercio y cons"umo de volatería en el mercado francts, y especialmente en el de París . 49

TERCERA PARTE

Apicultura

La Apicultura en la Exposición Unh-er sal de Pa rís_ Conclusiones del Congreso de Apicu ltores Datos cstadísti.cos s.obre producción de miel y cera en Francia. Conclusión.

58 60 60 62

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LA AVICULTURA PRÁOTICA

INDICE DEL TOMO XIV AÑO DE 1916.

TEXTO

EDITORIALES

lResurrexit (Escrito de reaparición) A las Sociedades de A vicultura y colombofilia hisp ano ame­

ricanas . El Patriarca de la Avicultura española La Revolución avlcola en e l siglo XX.

• • • •

1 11

111 IV

Coope'ración del Instituto Agríco la Cata hin de San Isidro, de la Cámara Agrícola de Are nys de Mar y de la Prensa de Barcelona en la o bra de fomento avícola nacional

-Sorteo de tres premios a los suscriptores del periódico. El S indicato avícola nacional de Barce lona Carta ab ierta al Señor Alcalde de Barcelona sobre la venta

de gallinas a peso en el mercado de aque lla capital Los Vampiros de la Avicultura Sobre el Censo A vicola de 1916 . Sob re la carta abierta al Alcalde de Barcelona Na\'idad

SECCIÓN OFICIAL

Convocatoria para el curso ordinario de 1916 Enseñanza por correspondencia . Censo avícola españo l en 1916 Segunda convocatoria para el cu rso de 1916 Censo Avícola nacional en 1916 . Curso de 1916 y Enseñanza por correspondencia Censo avícola de 1916 Curso de 1916 (Tratado de IR catedra 8 Barcelona) . Vigesimo aniversario de la fundación de la Real Escuela

de A viculturR de Arenys de Mar Curso de Avicultura en 1916.- Aviso de la inauguración Trabajos Experimentales de utilidad pliblica Inaugu ración del curso de ¡916en Barcelona Clausura del Curso de J9l6 . Estado de la Ellsei\anza por correspondencia 'Campaña de fomento avico la nacional en Cataluña. La Sección de Avicultura en la CámarA Agrícola de Arenys

deMar Modificación de la matricula en la Enseñanza por co rrespon-

dencia , La Semana Avícola en Zaragoza Trabaj os prepara torios de la Semana avícola en Santander,

Bilbao y Pamplona El Censo avicola de 1916. Reseña de la Semana avíco la en Zaragoza La Semana avíco la montañesa Proyecto de Confe rencia en Bilbao Enseñanza por corresPolldencia.-A vi so de exámenes 'Cátedra ambulante.- Suspensión de la campaña en el No rte

y aviso del proyectado cursillo en Valencia

SECCION DOCTRINAL

ESDsija y Ame rica avicolas El Pavo de Navidad. Las aves de Raza Consejos para el mes de Enero Buenos consejos sobre incubación Hrtificial Notas útiles . - Compra de hue\'os

Fecundac ión del huevo El Baño de polvo. La cOllchilla de ostras y el pimentón La limpieza de las patas

2

3

• l' 26 38 65

75 76 77

98 106 111 111 135

3 3 3

44 14 26 26 38

50 53 63 e.1 74 86 99

100

11 0 110

111 131 122 123 124 134

134

5 7 9

10 17 18 18 18 18 18

Notas útiles. - Las bo lit as en las patas de los pollue lOS )l » Nidos para cluecas, e n el suelo

Las ga llinas como máquinas ponedoras Consejos para el mes de Febrero. Conservación de huevos por los Combinados Barral Notas út iles y preocupaciones. - La Pepita

)) La Barra de azufre )l» )l Nüme ro de huevos en la

hechadura Notas útiles y preocupaciones.-Huevos fértiles e infértil es

» El sexo en la fo rma de l huevo

Consejo!! para el mes de Marzo Las Plymouth Rock I Reglas para la crianza a rtifi cial Consejos para el mes de Abril Las Plymouth Rock 11 Notas títiles. - Sobre huevos cla ros

)) ,. polluelos monstruos O defectuosos » )l embri ones muertos

Consejos para e l mes de Mayo Las Plymoulh Rock JII Los huevos de ga llo. Consejos para el mes deJunio Las Plymouth Rock IV . So bre los fracasos y éxitos en Av icu ltura. Notas IÍtiles. - Sobre obtención de pOlladas fuertes

JI Sobre obtención de pasto o a limento verde todo el año

Notas títiles. - Las cre~ tas exageradas en relación COIl el vi· gor de los ga ll os y 111 postura de las hembras

Consejos para e l mes de Julio La Raza CatHlana del Prat I . Consejos para el mes de Agosto. La Raza Cata lH na del Pral 11 . Trata miento de los re producto res e n t iempo de muda Consejos para el mes de Septiembre. Las Ga llinas de Aretes Ch ilenüs. La Pa loma Romana. El Conejo g igante de F landes Consejos para t:lmes de Octub re. La Raza Catalana del Prat 111 P repa rativos pa ra la campaña de 1917 La RAza La F leche. Consejos panl el mes de Nov iembre. La Raza Catalana del Prat IV y ultimo Los huevos claros, las Dolladas débiles, y los embriones

muertos en cáscara Consejos para el mes de Diciembre

CONSULTAS

Sobre las plumas en las patas de las Plymouth hllta de pico e n pollos de 6 meses pequeñez en gallinas Caste llaTléls apPlldicesen la cresta de los gallos Prat alimentación en las gal linas recién ll egadas de viaje. Ofta lmia aguda en las gllllinas. la pepita de las ga ll inas

» L-ttngSh8l1S modernos. ,. alimenlHción de las ga ll inas ,. producción de 50 gallinas .

huevos cla ros las bolitas en las patas de los polluelos. tratamiento de tos polluelos en la G ranja Paraíso

19 19 20 22 30 33 34

3. 34

34 35 40 42 46 53 57 57 57 58 67 68 69 78 80 82

82

83 83 87 93

101 101 107

11 2 113 11 4 119 12'1 126 127 129 138

143 144

23 23 23 23 . 23 23 23 23 60 GO 60 60 GO

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Sobre el insecticida Pratt el cólera en las gallinas la debilidad en las patas de los polluelos

» los huevos llamados de gallo . la Raza Faverolles aclan¡miento del color en las razas leonadas

» alimentación blanda y seca » palomas buchonas

selección de las gallinas . la puesta de una g.Hllilla los tumores en la planta del pié de las Coch inch inas. terreno para 300 gallinas

» el hierro en el agua el moquillo pollitos mnertos en cascara mejoramiento de las Castellanas Incubaciones.

NOTICIAS

Falleci11li~lIto del General de La Llave Homenaj~ al C;oronel Vives . La importació}l de Aves. Exposiciones avicolas ell SudamCrica. Exportación de volatería Sudameric HUI.

La prensa avícola con motivo de la Guerra europea Gallinas de 300 huevos . Sobre la !;:xposicióu H\'icola de to"\ontivideo La Cluecfl Perpetl,a. La Cftlupaiia avícola de HHH. LaudHble ini ciativ.1 de \111 peqllei\o r.luuicipio (ExposiciulI de

60 (JO

00 60 70 70 70 70

119 119 120 120 120 120 120 120 120

11 11 11 12

1" 12 12 23 H 41i

Porriño). LAS grandes exposiciones de Avicultura en los Estados Uni­

dos. M ensaje dellnstltllto Agrícola Cata lan de S. Isidro al Presi­

den te de IH Mancomunidad CatalanA sobre el fomento de la Aviculturll

La Avicultura en FrHncia El gHllinero Ideal Paraiso Suspensión de la Exposición Avi co la en PorriilO La Guerra europea y In producción uvico lH fnmcesa La Prensa y el fomento A vicola .

FOLLETOS

Crianza progresiva de las gallinas por E. W. Philo.

Introduccidn I Los CQ11liellZOScn AviCllltllnl. Il El terreno . 111 La selección d~ lus polladas

La selecci QIJ de hts pOlladas (continuación) IV Elección pjtnl volateria joven de COIISIl11l0, V Elección de reproductores VI Heproducción y crias VII Fert ili dad . VIII Feni)idnd:r cOlldiciolles del huevo de il1cubnción

El Gallinero Casero

Comienza en Sigue para terminar en

GRABADOS

Pavo bronceado rnode~llo (~ipo inglés) Una lección de avicullu.ra práctica en Chile Plulllaje del pRVO mRcI~o.

» » hembra ., Ca llo y gallinas Orpington blancoS y negr os Las g"PIIldes Exposiciones de Avicultura en Belgica Una lección de A vicultllr"l en Buenos Aires Gallineros de reproducción Gallo y Gltllilla CRstellaIlA-Millorque. IlIcubll.dora Philipp .

Gombault Hoschile Hall IlIcllbato r \Voreds CIHlIlIpioll X Hay

» Cycle » MsmollthCypher.

COlllbina4os Barrlll (conse~vadores de huevos) » l»)

Ejemplares premiados en I~ Exposición de San Francisco de CaliforniH

La Clueca Per peluR cQnjuII.to »» con secadero

Gallo y GRllina Plymolllh barrHdo o cuco La Cl ueca Perpetua con trípode (abierta ) .

» (cerrada) . » » sin secadero

Cu i as Pililo para la cri anza en fria Recuerdo de la visitii Regia a lA Granja ParAíso Las Plymouth Rnck (EvolUCIón del lipo) Gran Exposición de Avicultura en S<ln Luis (E. U.).

en New York (Müdison SqllAre) El Curso de Avicll ltur¡¡ de 191 6 en Barcelona Vigéj':imo aniversario de la fundación de la Granja Escuela

Paraíso.

;; 7 8

13 15 J!)

22 25 26 'n 27 27

e'" 28 2!l 30 31 32

33 37 3!)

41 42 ·13 ·15 47 49 55 58 59 H1

62

Vigesimn é1niversH,rio de la fundaci(l1l de la (JnwjH Escuela PHraíso.

l.itS Plymc;mt Rock bHrrados (tipo moderuo) , blullcos .' ;) . lemlados ~

UI1H leccitin pr,ictiCH en la GrH1lj¡¡ Paraíso. l1rupn de alumnos dcl Cur::o de Wl6 Gfillo Slandllrd PI .\'lIIouth barrado GallinH Standllrd Plymoulh barrada (1¡¡llo y Galliuus rHZH Pl'<lt El /.!Hllinero I ~cal Para iso CDelau terol

»..... (Parle posterior) (Cierre posterior)

» (Abierto) Las PHlomas de la Plaza de San Marcos de Venecia Gallinero inteu;;ivo moderno A[lIIl1tes ~otográfjcos de establecimientos de Avicultura

norteamericanos. GH110 y QHl1iuJl de aretes chilenas Paloma Homana Conejos gigantes de Fhllldes (dibujo demostrativo)

» )) tipo de la raza Tipo de gallinero lIorteameriCilllO. Gall inero CHsero parH jardín.

. para Calltl)O_ . , Tipo de gnlljllero iuglés FotogrHfía de una instaJaciÓlIlIlodelo pEra aves de raza JIIHIlj.!uracióTI de la Semana avicola en Zaragoza . GHllo y Gallina La Fleche Grupo de p.wos de Sologne de producción nacional CaSA de IIn vendedor de ocas de St rasburgo Pavera catHlana Capones del Pral vivos.

IItllertos y preparados para lél. venta

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NOTA.- Tfllgase en cuenta Que las pfi¡¡illaS 13 H ~4 viencu represel1tadas ¡lor hls I a 12 del ¡hes de Febrero, por efecto de ulla dis- ". __ . tracción de caja que no corrió la numerución después del nümero de Enero.

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