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CORRIENTE PEDAGÓGICA POPULAR De la crítica a la acción, apostamos por la transformación LA PEDAGOGÍA ES UN ARMA PARA TRANSFORMAR LA SOCIEDAD AFINEMOS JUNTOS LA PUNTERIAÚNETE A LA CORRIENTE El Neoliberalismo, como patrón de acumulación y dominación, trae aparejado una inclusión ideológica y una exclusión material del mundo popular. Instalando la falsa idea de estabilidad, exitismo y un individualismo gigantesco que se ha ido desarrollando en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad, llegando a crear el imaginario de que ésta es la única forma de vivir. Partiendo por entender esto, es que nos hemos nos hemos propuesto la tarea de construir el perfil del profesor que queremos, aportando desde nuestra trinchera pedagógica a la lucha por la conquista de una vida digna y la construcción una nueva sociedad, antagónica al Neoliberalismo, donde LA SOLIDARIDAD, EL TRABAJO COMUNITARIO, LA DIGNIDAD HUMANA Y LA IGUALDAD sean su piedra angular. Las características que consideramos necesarias para un profesor constructor y transformador, son las siguientes: IDENTIFICACIÓN CON LA CLASE POPULAR Las condiciones materiales del/la sujeto docente son PROPIAS DE LA CLASE POPULAR, ya que a diario vende su fuerza de trabajo enfrentando interminables jornadas laborales, que no acaban al sonar el timbre que marca el fin de la jornada escolar, sino que se extienden a su tiempo libreperjudicando su desarrollo familiar, social y político dentro de la sociedad. El/la profesor(a) VIVE MATERIALMENTE EXCLUIDO EN EL MODELO, recurriendo al endeudamiento para intentar llevar una vida digna o para satisfacer necesidades suntuosas, que el mismo modelo se ha encargado de generar en sus vidas. ESTA INCLUSIÓN IDEOLÓGICA Y EXCLUSIÓN MATERIAL DEL/LA PROFESOR(A) nos llama a generar un trabajo que permita develar estas contradicciones dentro del seno docente para posteriormente subvertirla. UN/A PEDAGOGO(A) DEBE LOGRAR ROMPER CON SU CONCIENCIA INDIVIDUALISTA, es decir, que no vea en el colega su competencia, sino un compañero de clase que afronta y carga con las mismas problemáticas y precariedades. Desde este sentimiento de alteridad, es que UN(A) PROFESOR(A) DEBE ENTENDER SU POSICIÓN DESDE UN ORIGEN COLECTIVO Y NO INDIVIDUAL, ya que las injusticias que vive las comparte con sus pares. Creemos humildemente que el/la profesor(a) se desarrollará como un sujeto constructor(a) y transformador(a) de la sociedad, cuando seamos capaces de PASAR DEL RECONOCIMIENTO (COMO PARTE DE LA CLASE POPULAR) A LA ACCIÓN; como protagonista en la transformación de su realidad y de la sociedad en su conjunto. EL/LA DOCENTE COMO SUJETO TRANSFORMADOR(A) El Neoliberalismo se alimenta de profesores(as) que solo conciben a la educación como una transmisión de conocimiento y que se desligan de lo político y lo ideológico. En el Neoliberalismo se vive un proceso de sistemática despolitización, por lo cual el rol del/la docente transformador(a) debe resistir a ellos de forma frontal, imprimiendo en sus prácticas su carga moral, política e ideológica; sin que esto signifique la imposición de una postura, sino que por el contrario, sirva para abrir el debate y develar las contradicciones que se dan dentro del modelo. Solo así se apostará a construir estudiantes que reflexionen y actúen sobre su realidad. PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD, ES NECESARIO QUE TRANSFORMEMOS LOS VALORES PROPIOS DEL MODELO Competencia, desinterés social, individualismo, vacío moral, consumismo, cosificación humana, humanización material, machismo, hipocresía, etc. Asi también como transformadores de la realidad, debemos buscar ser los/las mejores profesores (as). Debemos ser sujetos capaces de influir con nuestras acciones e ideas en las vidas de nuestros estudiantes y en el contexto en el que se desarrolla nuestra labor, para así ir rompiendo con la pasividad y el individualismo que el neoliberalismo nos impone. DEBEMOS SER CAPACES DE HACER LA REVOLUCIÓN DESDE LAS PROPIAS SALAS DE CLASES, sin perder la perspectiva de transformar la sociedad en su conjunto, ya que al interior de éstas se dan relaciones sociales y de poder que debemos subvertir. LA TRANSFORMACIÓN QUE DEBEMOS LLEVAR ACABO NO VA POR HUMANIZAR EL CAPITALISMO SINO POR CAMBIARLO DE FORMA RADICAL. VOCACIÓN E INICIATIVA El/la profesor(a) constructor(a) y transformador(a) debe poseer un gran INICIATIVA Y VOCACIÓN EN SU DESARROLLO. Estos dos elementos son esenciales en el quehacer docente, para que nos vayamos erigiendo como CATALIZADORES DE ORGANIZACIÓN Y CONDUCTORES POLÍTICOS de esta labor. La vocación no debemos entenderla como la abnegación, sino como la pasión por enseñar que se levanta con ímpetu para afrontar y transformar la realidad. Es por eso que debemos asumir con gran iniciativa el desarrollo académico, social y organizativo de nuestra labor. EL/LA PROFESOR(A) DEBE TENER LA INICIATIVA DE PARTICIPAR EN TODOS LOS ESPACIOS DE ORGANIZACIÓN que respondan a sus intereses como parte de la clase popular, que surjan tanto dentro del establecimiento, como fuera de él. Esta participación no debe ser de forma pasiva, sino que PROTAGÓNICA EN LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVAS RELACIONES SOCIALES Y DE APRENDIZAJE. Es por eso que no debemos dejar de lado la necesidad de buscar ampliar nuestros conocimientos y mejorar nuestras prácticas educativas, por lo que tenemos que estar en constante formación para, de esa forma, transformarnos en educadores integrales de nuestros estudiantes. Estos elementos entre sí dan paso a una vocación constructora en donde el docente es capaz de transformarse en un militante de su quehacer, siendo cada vez más un maestro que en, el lugar donde se encuentre, logra desarrollar su labor, reflexionando sobre sus conocimiento y prácticas educativas que terminan siendo políticas. Es por eso que, al momento de pensar la pedagogía que pretendemos construir debemos tener en cuenta que nuestra condición de profesores (as) constructores (as) y transformadores (as) nos exige una entrega total a la hora de luchar por una nueva educación y sociedad. PERFIL DEL PROFESOR CRÍTICO Y TRANSFORMADOR

Corriente Pedagógica Popular

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A continuación te invitamos a leer nuestro boletín, donde damos cuenta de nuestro trabajo y propuestas

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Page 1: Corriente Pedagógica Popular

CORRIENTE PEDAGÓGICA POPULAR

De la crítica a la acción,

apostamos por la transformación

LA PEDAGOGÍA ES

UN ARMA PARA

TRANSFORMAR LA

SOCIEDAD

AFINEMOS

JUNTOS LA

PUNTERIA…

ÚNETE A LA CORRIENTE

El Neoliberalismo, como patrón de acumulación y dominación, trae aparejado una inclusión ideológica y una exclusión material del mundo popular. Instalando la falsa idea de estabilidad, exitismo y un individualismo gigantesco que se ha ido desarrollando en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad, llegando a crear el imaginario de que ésta es la única forma de vivir. Partiendo por entender esto, es que nos hemos nos hemos propuesto la tarea de construir el perfil del profesor que queremos, aportando desde nuestra trinchera pedagógica a la lucha por la conquista de una vida digna y la construcción una nueva sociedad, antagónica al Neoliberalismo, donde LA SOLIDARIDAD, EL TRABAJO COMUNITARIO, LA DIGNIDAD HUMANA Y LA IGUALDAD sean su piedra angular.

Las características que consideramos necesarias para un profesor constructor y transformador, son las siguientes:

IDENTIFICACIÓN CON LA CLASE POPULAR

Las condiciones materiales del/la sujeto docente son PROPIAS DE LA CLASE POPULAR, ya que a diario vende su fuerza de trabajo enfrentando interminables jornadas laborales, que no acaban al sonar el timbre que marca el fin de la jornada escolar, sino que se extienden a su tiempo “libre” perjudicando su desarrollo familiar, social y político dentro de la sociedad.

El/la profesor(a) VIVE MATERIALMENTE EXCLUIDO EN EL MODELO, recurriendo al endeudamiento para intentar llevar una vida digna o para satisfacer necesidades suntuosas, que el mismo modelo se ha encargado de generar en sus vidas. ESTA INCLUSIÓN IDEOLÓGICA Y EXCLUSIÓN MATERIAL DEL/LA PROFESOR(A) nos llama a generar un trabajo que permita develar estas contradicciones dentro del seno docente para posteriormente subvertirla.

UN/A PEDAGOGO(A) DEBE LOGRAR ROMPER CON SU CONCIENCIA INDIVIDUALISTA, es decir, que no vea en el colega su competencia, sino un compañero de clase que afronta y carga con las mismas problemáticas y precariedades. Desde este sentimiento de alteridad, es que UN(A) PROFESOR(A) DEBE ENTENDER SU POSICIÓN DESDE UN ORIGEN COLECTIVO Y NO INDIVIDUAL, ya que las injusticias que vive las comparte con sus pares.

Creemos humildemente que el/la profesor(a) se desarrollará como un sujeto constructor(a) y transformador(a) de la sociedad, cuando seamos capaces de PASAR DEL RECONOCIMIENTO (COMO PARTE DE LA CLASE POPULAR) A LA ACCIÓN; como protagonista en la transformación de su realidad y de la sociedad en su conjunto.

EL/LA DOCENTE COMO SUJETO

TRANSFORMADOR(A)

El Neoliberalismo se alimenta de profesores(as) que solo conciben a la educación como una transmisión de conocimiento y que se desligan de lo político y lo ideológico. En el Neoliberalismo se vive un proceso de sistemática despolitización, por lo cual el rol del/la docente transformador(a) debe resistir a ellos de forma frontal, imprimiendo en sus prácticas su carga moral, política e ideológica; sin que esto signifique la imposición de una postura, sino que por el contrario, sirva para abrir el debate

y develar las contradicciones que se dan dentro del modelo. Solo así se apostará a construir estudiantes que reflexionen y actúen sobre su realidad.

PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD, ES NECESARIO QUE TRANSFORMEMOS LOS VALORES PROPIOS DEL MODELO Competencia, desinterés social, individualismo, vacío moral, consumismo, cosificación humana, humanización material, machismo, hipocresía, etc.

Asi también como transformadores de la realidad, debemos buscar ser los/las mejores profesores (as). Debemos ser sujetos capaces de influir con nuestras acciones e ideas en las vidas de nuestros estudiantes y en el contexto en el que se desarrolla nuestra labor, para así ir rompiendo con la pasividad y el individualismo que el neoliberalismo nos impone.

DEBEMOS SER CAPACES DE HACER LA REVOLUCIÓN DESDE LAS PROPIAS SALAS DE CLASES, sin perder la perspectiva de transformar la sociedad en su conjunto, ya que al interior de éstas se dan relaciones sociales y de poder que debemos subvertir.

LA TRANSFORMACIÓN QUE DEBEMOS LLEVAR ACABO NO VA POR HUMANIZAR EL CAPITALISMO SINO POR CAMBIARLO DE FORMA RADICAL.

VOCACIÓN E INICIATIVA El/la profesor(a) constructor(a) y transformador(a) debe poseer un gran INICIATIVA Y VOCACIÓN EN SU DESARROLLO. Estos dos elementos son esenciales en el quehacer docente, para que nos vayamos erigiendo como CATALIZADORES DE ORGANIZACIÓN Y CONDUCTORES POLÍTICOS de esta labor.

La vocación no debemos entenderla como la abnegación, sino como la pasión por enseñar que se levanta con ímpetu para afrontar y transformar la realidad. Es por eso que debemos asumir con gran iniciativa el desarrollo académico, social y organizativo de nuestra labor.

EL/LA PROFESOR(A) DEBE TENER LA INICIATIVA DE PARTICIPAR EN TODOS LOS ESPACIOS DE ORGANIZACIÓN que respondan a sus intereses como parte de la clase popular, que surjan tanto dentro del establecimiento, como fuera de él. Esta participación no debe ser de forma pasiva, sino que PROTAGÓNICA EN LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVAS RELACIONES SOCIALES Y DE APRENDIZAJE. Es por eso que no debemos dejar de lado la necesidad de buscar ampliar nuestros conocimientos y mejorar nuestras prácticas educativas, por lo que tenemos que estar en constante formación para, de esa forma, transformarnos en educadores integrales de nuestros estudiantes.

Estos elementos entre sí dan paso a una vocación constructora en donde el docente es capaz de transformarse en un militante de su quehacer, siendo cada vez más un maestro que en, el lugar donde se encuentre, logra desarrollar su labor, reflexionando sobre sus conocimiento y prácticas educativas que terminan siendo políticas. Es por eso que, al momento de pensar la pedagogía que pretendemos construir debemos tener en cuenta que nuestra condición de profesores (as) constructores (as) y transformadores (as) nos exige una entrega total a la hora de luchar por una nueva educación y sociedad.

PERFIL DEL PROFESOR CRÍTICO Y TRANSFORMADOR

Page 2: Corriente Pedagógica Popular

EDITORIAL

Desde la Formac ión In ic ial hasta el

Ejerc ic io Docente . . .

nos preparamos para vencer La Corriente Pedagógica Popular es un espacio de organización de

distintos estudiantes de pedagogía de la V región, que mediante tres

áreas de trabajo (Formación Inicial Docente, Escuelita Popular y

Trabajadores de la Educación) buscamos ser un aporte concreto en la

construcción de un conocimiento que esté al servicio de la

transformación tan necesaria de la sociedad actual.

Por lo anterior es que rescatamos el rol fundamental que jugamos los

y las estudiantes de pedagogía, donde a partir de nuestra vocación

social y transformadora, nos construyamos de manera consecuente

con nuestros más profundos anhelos de entregar una educación de

calidad a l@s futuros estudiantes que tendremos que formar. De ahí

la importancia de levantar espacios de discusión y reflexión en torno a

la sociedad, el rol de la escuela, la producción del conocimiento en las

Universidades, la dignidad docente, entre otros, con el fin de que a

partir de la organización y la batalla de ideas, pasemos a la ofensiva y

seamos nosotros mismo los que erijamos conocimiento contra –

hegemónico al sistema económico – social actual, el cual de manera

mezquina nos entrega un conocimiento cada vez más técnico y

fragmentado, funcional a las necesidades de acumulación de capital

de la clase dominante.

Nuestra propuesta por lo tanto es simple: Que los y las estudiantes de

pedagogía se interesen por participar en espacios como la Corriente

Pedagógica Popular, donde a partir del estudio, la reflexión, la crítica

y auto crítica nos empoderemos con la necesidad de aportar aquí y

ahora, pasando de manera crítica a la acción con el fin de transformar

la sociedad.

Es por lo anterior, que te invitamos fraternalmente a trabajar codo a

codo con los y las compañer@s de pedagogía de la V región en pos

de ir robusteciendo este proyecto, aportando desde las ideas,

experiencias y capacidad organizativa, uniendo y fraguando nuestros

sueños por una educación que se construya desde nuestras

necesidades como pueblo, el cual rabia y canta al son de la rebeldía

consecuente de conquistar una vida digna.

Finalmente te invitamos a leer el presente boletín, el cual tiene como objetivo dar a conocer nuestro trabajo,

nuestras proyecciones e ideas, las cuales durante este 2014 han sido cada vez más intensas, más alegres,

más llenas de consecuencia. Te invitamos además a escribir a nuestro e–mail

[email protected] para que envíes sugerencias y comentarios.

REFLEXIONES EN TORNO A LA

DIGNIDAD DOCENTE

Para comprender de mejor forma el concepto de

Dignidad Docente, nosotros creemos

indispensable desarrollar tres pilares o ideas

fundamentales que le dan cuerpo y

consistencia, estas son:

Es un proceso de construcción a través

de sujetos políticos.

Al considerar la dignidad como un proceso de

construcción evidenciamos un posicionamiento

ideológico antagónico al modelo, ya que

creemos que la dignidad no es algo que va a

ser otorgado por el modelo neoliberal, sino que

debe ser conquistada desde la lucha cotidiana,

la cual debe ir más allá de la las peleas por

mejoras salariales o de horarios dentro el

mundo docente. La Dignidad debe ser el

resultado de un proceso de concientización

sobre la realidad en la cual vivimos, proceso

que nos permitirá cuestionar al capitalismo, para

lograr así actuar sobre sus bases y así

transformarlo de raíz.

Siguiendo a Freire “La educación verdadera es

praxis, reflexión y acción del hombre sobre el

mundo para transformarlo”. Es tras esta

transformación donde la dignidad se hace

inherente al ser humano.

El carácter colectivo de la Dignidad.

El proceso de construcción que describimos

sucintamente en la primera idea debe ir

acompañado de un carácter inminentemente

colectivo, ya que la dignidad debe ser pensada

como un desarrollo integral del individuo como

ser social, es decir que tenemos la

necesidad de entendernos con otro y en dicha

integralidad del individuo debemos concebir el

cuerpo y la mente como un todo y no de una

forma disociada. Solo construyendo en

colectividad y concibiendo el proceso educativo

como un acto colectivo podemos pensar la

dignidad como algo que nos pertenece a todos

y por ende todos en conjunto debemos

conquistar.

La Dignidad con la superación del

capitalismo

Por cómo se estructuran las relaciones

productivas en un sistema capitalista debemos

entender que el trabajador es desarraigado de

su dignidad al momento de perder su

autonomía, ya que debe hacer lo que le dicen y

cómo le dicen.

Las consecuencias de la enajenación del acto

educativo desarrollado por el docente, se han

materializado y expresado en el malestar como

un sentimiento transversal de todos los

profesores, teniendo como consecuencia el

aumento de enfermedades laborales,

padecimientos psicológicos. Comprendiendo

este panorama adverso en donde la dignidad es

pisoteada y estrangulada por un sistema

sumamente violento, surge la necesidad de

pensar la dignidad como una conquista de la

humanidad, que se alcanzará con la

transformación de la sociedad en su conjunto

como hombres y mujeres, profesores y

profesoras logren desarrollarse de forma plena

y feliz.

DIGNIDAD DOCENTE EN LA BATALLA COTIDIANA...LA VICTORIA SEGURA

Page 3: Corriente Pedagógica Popular

Lo segundo, en relación al ejercicio docente el profesor señala que “los profesores están agobiados no por el trabajo que hacen, sino por las condiciones en que se desarrolla su trabajo, las escuelas están siendo el receptáculo de todas las problemáticas sociales que tiene nuestro país, la segregación salvaje que vivimos no puede ser un elemento obviado dentro de todo esto, nosotros en el fondo tenemos un sistema donde se educa de acuerdo a

los estratos socio – económicos, donde inciden otros aspectos como el individualismo extremo, la competitividad, el racismo la xenofobia, todos esos males sociales están presentes en los escenarios educativos, por lo tanto llamar la atención de los jóvenes y niños de esas escuelas, para que luego alguno de éstos se forme como profesores y vuelva a dichos establecimientos es un desafío mayor. A partir de lo anterior, lo relevante hoy es dejar de pensar en que la educación es un fenómeno particular, la educación es parte integrante de la sociedad, o sea, la educación no es algo externo a la sociedad misma, el sistema educativo, reacciona y se comporta tal cual se comporta la sociedad…Cuando se produce un fenómeno como el que ocurrió en Santiago hace pocos días con el metro, y la gente se apiñaba en torno a las micros, se golpeaban, se agredían, gritaban, vociferaban, etc., etc., ese mismo fenómeno de compulsión social se produce en las escuelas, cuando tiene lugar un evento crítico, por lo tanto, nosotros vemos en la sociedad, cuestiones que se ven en las escuelas.

Para cerrar y no menos importante, es lo que advierte el académico que “las escuelas están conflictuadas en todo nivel, están más preocupadas de acumular conocimientos y menos preocupadas de formar personas, el SIMCE y la “Simceficación” ha hecho mucho daño al sistema, porque todo el mundo está pensando en que lo van a medir, los profesores en que le van a hacer una prueba a sus alumnos y van a salir malos resultados, los estudiantes que conscientes o inconscientemente, sobre todo los más chiquitos, asumen el SIMCE como una prueba en donde se demuestra la calidad de ellos y la calidad de la escuela, los padres están preocupados de tomar decisiones de donde matricular a sus hijos de acuerdo a los resultados del SIMCE, no eligen los colegios por la calidad en sí de la educación, la eligen por los rendimientos” A partir de lo anterior, es que surge la sentencia de que “Educar no es solo una responsabilidad o tarea que les corresponde exclusivamente a las escuelas, o a los profesores, es a la sociedad en su conjunto, yo no sé, se excusa a la familia, porque el modelo obliga a la familia ir a trabajar, aunque creo eso no debe significar

que la familia deba abandonar su rol educador, ahora en las poblaciones periféricas, en la pobreza, la marginalidad, pedirle a los padres que eduquen cuando están invadidos por las drogas y el alcohol, la promiscuidad, la precariedad es mucho pedir, y por su parte lo que me parece imperdonable es que el Estado como tal, que no asuma su labor educativa que le corresponde me parece crítico, me parece demasiado abandonar la tarea que le corresponde, yo creo que todo debería estar dispuesto. Ya que el Ministro fue a Finlandia debería decirnos cómo funciona la multiplicidad de acciones en función de promover el desarrollo educativo, promover el acceso de las personas a la vida cultural, por ejemplo”

El profesor Eusebio Nájera de la PUCV, respecto al escenario actual de las Universidades y la Formación Inicial Docente señala que, éstas pasan en estos momentos por un proceso complejo enmarcado en dos elementos: Primero en la Sociedad de Conocimiento, que lo podemos definir como la producción de conocimiento centrado, en el tecnopoder, que significa en lo concreto que las grandes

empresas transnacionales manejan y orientan el sentido del conocimiento, es decir establecen el conocimiento que nosotros necesitamos, así como también las tecnologías, por lo tanto no hay zonas o territorios de liberación democrática que determine qué conocimiento y para qué.

Autores como Giroux y otros han estado estableciendo una cierta denuncia, dentro de su pensamiento crítico, respecto a la direccionalidad en términos de cuáles son las competencias que necesita una persona desarrollar, cuáles son las habilidades que entran en juego, etc., y además el tipo de contenido, o la ausencia de éste, ósea hoy día mas bien se plantea la base de que hay un saber en desecho que es necesario renovar permanentemente.

Y por lo tanto, en la actualidad una persona en una Universidad, o en cualquier Centro Educativo, lo que aprende lo tiende a dejar sin utilidad, así la tendencia es que éstos centro de educación se centren en obtener habilidades y no en el aprender algo. Entonces por lo tanto, hay una corriente donde la Universidad tiene muy poco que decir, porque depende de su conexión con ese tecnopoder ya sean los contenidos y aprendizajes que se deben desarrollar en éstas.

No estamos haciendo maquiavelismo del tecnopoder, puede que ese conocimiento nos sirva, pero lo relevante es que no estamos haciendo en las Universidades ninguna deliberación, entonces ésta se termina debatiendo en encontrar un sentido, donde la mayoría lo termina encontrando al entrar en las lógicas del Mercado. Universidades como la PUCV o la UPLA se ven sometidas en la necesidad de instalarse en ese mercado para sostenerse, sino no tienen llegada o incidencia en dicho mercado, por ejemplo esta Universidad está bajando el número de inscritos porque se están yendo a las privadas, de ahí que debe ir asumiendo cada vez más fuerte un discurso de inclusión en dichas lógicas, entonces por ejemplo la UPLA se debate en la falta de calidad, porque tiene seis meses a sus alumnos en las calles, entonces comienza a armarse de un discurso donde es necesario contratar marketing, para aumentar el ingreso, por lo tanto van quedando fuera del escenario de debatir lo importante (la sociedad del conocimiento), así finalmente son sólo algunas Universidades las que logran el sentido más profundo, lo cual depende de su contacto con el tecnopoder, como por ejemplo Massachusett donde su conexión es tal, que el conocimiento, la tecnología y sus profesionales aportan decididamente en la creación de conocimientos en pos de las necesidades del Mercado.

Pero en Chile el saber, que sería la deliberación en la Universidad, es decir tener grupos de deliberación en las carreras de formación de educadores, no existe, no tenemos tiempo, porque estamos debatiéndonos entre responder a los requerimientos burocráticos, administrativos, de hacer informes, de investigar en pos de la acreditación, además se va incorporando curricularmente lo que alcance, es decir, tenemos 30 créditos “podemos encajar esto y sacamos lo otro” entonces ¿qué vamos sacando? Los contenidos que permiten reflexionar entorno a lo que precisamente estamos conversando, porque el tecnopoder pide habilidades, no pensar.

Lo segundo dice relación con la necesidad del diálogo en la Formación Incial Docente. La crisis social se produce, dice Gramsci, cuando las generaciones

adultas no logran comunicar la actualidad de la época a las nuevas generaciones y estas dejan de creer en los adultos. Por lo tanto, hacer el lazo entre las nuevas y las viejas generaciones es vital para perfilar la utopía. Aquí es donde el rol del profesor toma relevancia, ya que es el gran comunicador de las experiencias pasadas y las nuevas generaciones. Hay un diálogo epocal que no se hace entre jóvenes y adultos y que conlleva a la carencia de espacios de comunicación permanente con el fin de mejorar los procesos de aprendizaje.

Ahora bien, respecto a la perspectiva de docentes recientemente egresados una profesora que trabaja actualmente en el Liceo Industrial de Santiago, y que realizó sus estudios en la U. Silva Henríquez señala que “el día de hoy me siento muy conforme con ella, siento que me entregaron las competencias necesarias para desempeñarme como profesora, pese a lo anterior en los primeros años de ejercicio docente me encontré con la dificultad para bajar los contenidos de manera simple a los estudiantes, así como también una profunda debilidad en como planificar, elaborar instrumentos de evaluación, pero donde lo relevante fue que en la práctica misma logré revertir dichas falencias”

Una profesora, del INSUCO de Valparaíso asegura que “inicialmente, en mis en mis primeras experiencias pedagógicas, principalmente en mis dos últimas prácticas profesionales me sentía un tanto frustrada sobre mis formación inicial ya que percibía que existían elementos que jamás había escuchado siquiera, como por ejemplo el trabajo con grupos numerosos, el dominio de grupo, etc. Decidí, entonces intentar formarme para poder llevar a cabo una mejor práctica profesional y fue en ese momento cuando me di cuenta que eso es justamente una de las labores de la universidad: entregarnos autonomía y capacidad crítica para así buscar ciertas herramientas que nos permitan reflexionar y mejorar nuestras prácticas docentes” Agrega además que “no tan solo las habilidades formadas en la universidad son las que me fueron haciendo profesora sino que fue en la misma practica que siempre estuve receptiva a aprender del otro y de la otra, es decir, el liceo ha sido mi segunda universidad, tanto a nivel de colegas como a nivel de estudiantes, quienes son bastante críticos y honestos cuando se les da la posibilidad de realizar procesos metacognitivos que vayan en pos de las mejoras de las prácticas de sus profesores”

Si bien existe consenso de que a partir de la experiencia que entrega el ejercicio docente se logra mejorar y profundizar en las herramientas y técnicas pedagógicas, creemos necesario desarrollar una mirada crítica respecto a dicha situación, ya que consideramos, que algo ocurre en la FID que no permite que los recién egresados de pedagogía logren desenvolverse de manera integral y segura en el ejercicio docente. De ahí la necesidad de seguir abriendo espacios de discusión y organización entorno a dicha problemática, que nos permita comprender y ubicar los fenómenos pedagógicos y educativos en nuestro país, con el fin de tomar una posición, en tanto sujetos políticos, y de esta manera perspectivar nuestro ejercicio docente con la necesidad de transformar la sociedad, única posibilidad de construir una educación donde los y las estudiantes de pedagogía desde su Formación Inicial comprendan el sentido, rol y proyección del estudio acabado de la disciplina pedagógica.

Page 4: Corriente Pedagógica Popular

ESCUELITA POPULAR

prácticas al servicio de las necesidades populares

Con la pedagogía desde la población,

apostamos por la transformación

Hace ya varios meses comenzamos un proyecto el cual nos permitiera poner en práctica nuestros

conocimientos pedagógicos. Partimos de la premisa de que la educación es un instrumento que utilizan los

poderosos con el fin de reproducir la sociedad actual centrada en un modelo capitalista que solo los beneficia a

ellos y no a nosotros, que somos parte de la clase popular. Es por esto que vemos la pedagogía como una

herramienta de concientización y transformación social y que esta se posicione a favor de las necesidades

populares para su liberación, recomponiendo relaciones sociales y materiales destruidas por este sistema.

En base este análisis es que en mayo del presente año comenzamos un trabajo de educación popular en

un cerro de Valparaíso con el fin de superar problemáticas y recomponer socialmente una población azotada por

el gran incendio.,

En base a dichas problemáticas y necesidades es que nace

este grupo de trabajo llamado “Escuelita Popular” en donde todas

las semanas vamos aprendiendo, jugando y construyendo, así

paso a paso le damos batalla a este sistema que nos violenta y

segrega. Pero ¿Qué significa para nosotros poner nuestras

herramientas pedagógicas al servicio de las necesidades

populares? Asumimos que no somos grandes teóricos de la

pedagogía, pero si estamos seguros que debemos construir el

conocimiento que no se nos entrega en las universidades, por lo

que a partir del contexto en el cual trabajamos debemos desarrollar

elementos básicos del quehacer pedagógico, por lo que la

planificación, la didáctica y la evaluación están presentes en cada

actividad llevada a cabo.

Las viviendas precarias, la falta de agua potable, los

problemas de movilización son problemáticas que conforman

nuestro contexto y que son determinantes a la hora de planificar ya

que creemos en una escuela popular activa dentro de la población

y así vamos transformando desde el territorio la sociedad, por

medio del compañerismo, organización y solidaridad.

Sabemos que el desafío es grande, ya que dentro de

muchos compañeros prima el individualismo y una mirada exitista

de la educación. Sin embargo debemos hacerle frente al sistema e

ir generando cotidianamente herramientas y conocimientos

pedagógicos que aporten a la construcción de un movimiento

popular que transforme la sociedad. Partiendo desde crear esta

postura en los más pequeños de la población, para que así que en

un futuro logren identificar lo perjudicial del sistema y trabajen

para combatirlo desde la raíz con sus propios conocimientos en

favor de mejorar la calidad de vida de la población.

Grupo de trabajo “La Escuelita”

FORMACIÓN INCIAL DOCENTE

El área de trabajo FID tiene como objetivo abrir un

espacio de debate, discusión y organización entorno a

nuestra formación como estudiantes de pedagogía. A

partir de dichos encuentros, conversaciones y

actividades es que hemos sentenciado que hoy la FID

dentro del actual modelo educativo contiene una

contradicción fundamental, que dice relación con la

Formación de Docentes Integral v/s la Competencia en

el Mercado, es decir, las Universidades al entrar en la

lógica de la oferta y la demanda, se pierde primero, en

su rol en la sociedad y por lo tanto lo que interesa es

sobrevivir frente a las demás Universidades, Institutos

Profesionales y Centros de Formación Técnica y

segundo, como consecuencia de lo anterior y bajo un

sistema educativo donde priman estándares y

rendimiento, la FID de igual manera pierde su sentido

más profundo y su cuestionamiento crucial: ¿Para qué

nos educamos para educar?

A partir de lo anterior, es que nuestra área de trabajo ha

entrevistado a dos profesores formadores de futuros

docentes, y tres docentes en ejercicio, en torno a la

pregunta ¿Cómo cree usted que es la Formación Inicial

Docente en la actualidad?

El profesor Javier Vergara

de la Universidad de Playa

Ancha ha señalado que:

“La formación de

profesores, a partir de fines

de los 80’ y principios de

los 90’ con el Foro Mundial

de Educación, se produjo

una definición de que la

educación es un pivote

fundamental en el

desarrollo de las personas

y consecuentemente en el

desarrollo integral de los

países. Se asume, por lo

tanto a la educación como una cuestión de política de

Estado. Así los países, entran en una espiral de mejoras

y de revisión de los procesos de FID”

Ahora bien, en Chile y tras el fin de la Dictadura Militar

se lleva a cabo una Reforma Pedagógica “centrada en la

calidad de los procesos, a partir de la equidad. El

siguiente paso por lo tanto, era mejorar la calidad, esto

comprendió una serie de reformas y sus expresiones

fueron: Mejora en infraestructura, dotación de elementos

educativos, acompañamiento de los profesores

(Capacitaciones) y pasantías, apoyo financiero a través

de proyecto, pero donde lo controversial o aspecto

negativo es que la reforma se centra demasiado en la

Escuela y abandona la FID”

Más tarde, con la llegada del nuevo milenio y el

comienzo de la sociedad del conocimiento es que en el

año 2000 “ocurre una inflexión en el sistema, porque

después del Segundo Foro se produce un giro donde la

cosa pedagógica queda subliminada por la cuestión

administrativa, por lo tanto hay una fuerte incidencia en

lo que era la gestión de la Escuela”. Ahora bien, más

específicamente en cuanto a la FID el profesor señala

que un elemento primordial en la formación docente es

la práctica misma, entendida ésta como una proceso,

“con una alternancia en la Escuela y la Universidad,

porque se entiende, fundamentado en las teorías que

sostienen este proceso, que ahí es donde la FID se

produce de mejor manera” agrega además que este

punto si bien es muy positivo ya que admite que el

terreno de la vivencia es fundamental, “dicho proceso

tiene que ser acompañado por los profesionales que

tengan capacidad técnica y profesional, ya que involucra

cuestiones como la significación que hacen los

estudiantes de la observación, es ahí donde en general

las Universidades declaran su falencia en término de

contar con los profesionales capaces de guiar dichos

procesos, en nuestro caso, tenemos equipos de

profesores que están ligados con el sistema y a su vez

trabajan para la Universidad” .

Finalmente, el profesor se

detiene en dos puntos o

elementos trascendentales que

inciden en la FID, planteándolos

como una preocupación, lo

primero dice relación con “las

condiciones en las que se

trabaja particularmente en las

escuelas públicas, con un

escenario de violencia

constante, por lo tanto, los

escenarios de práctica que

vivencian los estudiantes, tan

conflictuados, también inciden

la FID, para enfrentar dicha

situación, necesitamos crear

competencias, habilidades

específicas para afrontar de

buena manera esta realidad”