Baltasar Gracian - Arte de La Prudencia

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  • 8/3/2019 Baltasar Gracian - Arte de La Prudencia

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    Orculo manual y arte de prudencia

    Gracin, Baltasar(1601-1658)

    Escritor espaol. Naci en Belmonte, cerca de Calatayud (Zaragoza), 8-1-1601 ; fue hijo de unmdico. A los dieciocho aos ingres como novicio en la Compaa de Jess. Estudi enTarragona, Calatayud y Zaragoza. En 1628 se orden de presbtero. Fue profesor en diversoscentros de la Compaa. Trasladado a Huesca (1636) acontece un hecho decisivo en su vida:conoce a don Vincencio Juan de Lastanosa, prcer de gran fortuna y refinada cultura, que en supalacio, haba reunido una gran biblioteca y numerosas obras de arte. All acuda un nutridogrupo de intelectuales y artistas, a los que se sum el jesuita. Fue entraable su amistad conLastanosa, que estimul su vocacin de escritor y que coste la publicacin de todas sus obrasA partir de las primeras que public (siempre con seudnimo porque la censura de la Compaale hubiera impedido escribir de asuntos que no fueran estrictamente religiosos), comenz a seratacado y denunciado por sus propios compaeros de religin, y sufri numerosas sanciones. En

    Madrid, consigui un gran xito como orador sagrado: miles de personas quedaban en laspuertas de los templos donde predicaba, sin lograr entrar. Mostr gran valor personal en labatalla para arrebatar Lrida a los franceses Los soldados lo llamaban "Padre de la Victoria".Contina su vida de profesor por distintos lugares, y siempre en pugna contra sus detractores alos que se sumaron varios de sus antiguos amigos de Huesca. Y en 1658, el General de laCompaa ordena que se le encierre y se le prohba escribir. Solicita salir de aquella observanciapara hacerse franciscano. Pero la muerte le sobrevino en Tarazona (Zaragoza), el 6 dediciembre de dicho ao.

    Esta obra, por su carcter prctico, especfico y a la vez moderno y universal constituye la mejorayuda para el hombre y la mujer de hoy que quieren afrontar los desafos con pericia ydeterminacin. Este libro completo consta de 300 sentencias que son cpsulas de sabiduracondensada

    1 Todo est ya en su punto, y el ser persona en el mayor. Ms se requiere hoi para un sabio queantiguamente para siete; y ms es menester para tratar con un solo hombre en estos tiemposque con todo un pueblo en los passados.

    2 Genio y Ingenio. Losdos exes del lucimiento de prendas: el uno sin el otro, felicidad a medias.No basta lo entendido, desase lo genial. Infelicidad de necio: errar la vocacin en el estado,empleo, regin, familiaridad.

    3 Llevar sus cosas con suspensin. La admiracin de la novedad es estimacin de los aciertos.El jugar a juego descubierto ni es de utilidad ni de gusto. El no declararse luego suspende, y msdonde la sublimidad del empleo da objecto a la universal expectacin; amaga misterio en todo, ycon su misma arcanidad provoca la veneracin. Aun en el darse a entender se ha de huir la

    llaneza, ass como ni en el trato se ha de permitir el interior a todos. Es el recatado silenciosagrado de la cordura. La resolucin declarada nunca fue estimada; antes se permite a lacensura, y si saliere azar, ser dos vezes infeliz. Imtese, pues, el proceder divino para hazerestar a la mira y al desvelo.

    4 El saber y el valor alternan grandeza. Porque lo son, hazen inmortales; tanto es uno quantosabe, y el sabio todo lo puede. Hombre sin noticias, mundo a escuras. Consejo y fueras, ojos ymanos; sin valor es estril la sabidura.

    5 Hazer depender. No haze el numen el que lo dora, sino el que lo adora: el sagaz ms quierenecessitados de s que agradecidos. Es robarle a la esperana corts fiar del agradecimientovillano, que lo que aqulla es memoriosa es ste olvidadizo. Ms se saca de la dependencia quede la cortesa: buelve luego las espaldas a la fuente el satisfecho, y la naranja esprimida cae deloro al lodo. Acabada la dependencia, acaba la correspondencia, y con ella la estimacin. Sea

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    licin, y de prima en experiencia, entretenerla, no satisfazerla, conservando siempre ennecessidad de s aun al coronado patrn; pero no se ha de regar al excesso de callar para queyerre, ni hazer incurable el dao ageno por el provecho proprio.

    6 Hombre en su punto. No se nace hecho: vase de cada da perficionando en la persona, en elempleo, hasta llegar al punto del consumado ser, al complemento de prendas, de eminencias.Conocerse ha en lo realado del gusto, purificado del ingenio, en lo maduro del juizio, en lodefecado de la voluntad. Algunos nunca llegan a ser cabales, fltales siempre un algo; tardanotros en hazerse. El varn consumado, sabio en dichos, cuerdo en hechos, es admitido y aundeseado del singular comercio de los discretos.

    7 Escusar vitorias del patrn. Todo vencimiento es odioso, y del dueo, o necio, o fatal. Siemprela superioridad fue aborrecida, qunto ms de la misma superioridad! Ventajas vulgares sueledisimular la atencin, como desmentir la velleza con el desalio. Bien se hallar quien quieraceder en la dicha, y en el genio; pero en el ingenio, ninguno, qunto menos una soberana! Esste el atributo rei, y ass qualquier crimen contra l fue de lessa magestad. Son soberanos, yquieren serlo en lo que es ms. Gustan de ser ayudados los prncipes, pero no excedidos, y queel aviso haga antes viso de recuerdo de lo que olvidava que de luz de lo que no alcan.Ensannos esta sutileza los Astros con dicha, que aunque hijos, y brillantes, nunca se atreven alos lucimientos del Sol.

    8 Hombre inapassionable, prenda de la mayor alteza de nimo. Su misma superioridad le redimede la sugecin a peregrinas vulgares impressiones. No ai mayor seoro que el de s mismo, desus afectos, que llega a ser triunfo del alvedro. Y quando la passin ocupare lo personal, no seatreva al oficio, y menos quanto fuere ms: culto modo de aorrar disgustos, y aun de atajar parala reputacin.

    9 Desmentir los achaques de su nacin. Participa el agua las calidades buenas o malas de lasvenas por donde passa, y el hombre las del clima donde nace. Deven ms unos que otros a suspatrias, que cupo all ms favorable el Cenid. No ai nacin que se escape de algn originaldefecto: aun las ms cultas, que luego censuran los confinantes, o para cautela, o paraconsuelo. Vitoriosa destreza corregir, o por lo menos desmentir estos nacionales desdoros:

    consguese el plausible crdito de nico entre los suyos, que lo que menos se esperava seestim ms. Ai tambin achaques de la prosapia, del estado, del empleo y de la edad, que sicoinciden todos en un sugeto y con la atencin no se previenen, hazen un monstro intolerable.

    10 Fortuna y Fama. Lo que tiene de inconstante la una, tiene de firme la otra. La primera paravivir, la segunda para despus; aqulla contra la invidia, sta contra el olvido. La fortuna sedesea y tal vez se ayuda, la fama se diligencia; deseo de reputacin nace de la virtud. Fue, y eshermana de Gigantes la Fama; anda siempre por estremos, o monstros, o prodigios, deabominacin, de aplauso.

    11 Tratar con quien se pueda aprender. Sea el amigable trato escuela de erudicin, y laconversacin, enseana culta; un hazer de los amigos maestros, penetrando el til del aprendercon el gusto del conversar. Altrnase la fruicin con los entendidos, logrando lo que se dize en elaplauso con que se recibe, y lo que se oye en el amaestramiento. Ordinariamente nos lleva aotro la propria conveniencia, aqu realada. Freqenta el atento las casas de aquellos HroesCortesanos, que son ms teatros de la Heroicidad que palacios de la vanidad. Ai Seoresacreditados de discretos que, a ms de ser ellos orculos de toda grandeza con su exemplo y ensu trato, el cortejo de los que los assisten es una Cortesana Academia de toda buena y galantediscrecin.

    12 Naturaleza y arte; materia y obra. No ai velleza sin ayuda, ni perfeccin que no d en brbarasin el reale del artificio: a lo malo socorre y lo bueno lo perficiona. Dxanos comnmente a lomejor la naturaleza, acojmonos al arte. El mejor natural es inculto sin ella, y les falta la metad alas perfecciones si les falta la cultura. Todo hombre sabe a tosco sin el artificio, y ha menesterpulirse en todo orden de perfeccin.

    13 Obrar de intencin, ya segunda, y ya primera. Milicia es la vida del hombre contra la maliciadel hombre, pelea la sagazidad con estratagemas de intencin. Nunca obra lo que indica,

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    apunta, s, para deslumbrar; amaga al aire con destreza y executa en la impensada realidad,atenta siempre a desmentir. Echa una intencin para assegurarse de la mula atencin, yrebuelve luego contra ella venciendo por lo impensado. Pero la penetrante inteligencia la

    previene con atenciones, la azecha con reflexas, entiende siempre lo contrario de lo que quiereque entienda, y conoce luego qualquier intentar de falso; dexa passar toda primera intencin, yest en espera a la segunda y aun a la tercera. Augmntase la simulacin al ver alcanado suartificio, y pretende engaar con la misma verdad: muda de juego por mudar de treta, y hazeartificio del no artificio, fundando su astucia en la mayor candidez. Acude la observacinintendiendo su perspicacia, y descubre las tinieblas revestidas de la luz; desifra la intencin,ms solapada quanto ms sencilla. Desta suerte combaten la calidez de Pitn contra la candidezde los penetrantes rayos de Apolo.

    14 La realidad y el modo.Nobasta la substancia, requirese tambin la circunstancia. Todo logasta un mal modo, hasta la justicia y razn. El bueno todo lo suple: dora el no, endula laverdad y afeita la misma vejez. Tiene gran parte en las cosas el cmo, y es tar de los gustos elmodillo. Un vel portarse es la gala del vivir, desempea singularmente todo buen trmino.

    15 Tener ingenios auxiliares. Felicidad de poderosos; acompaarse de valientes deentendimiento que le saquen de todo ignorante aprieto, que le rian las pendencias de ladificultad. Singular grandeza servirse de sabios, y que excede al brbaro gusto de Tigranes,aquel que afectava los rendidos Reyes para criados. Nuevo gnero de seoro, en lo mejor delvivir hazer siervos por arte de los que hizo la naturaleza superiores. Ai mucho que saber y espoco el vivirlo, y no se vive si no se sabe. Es, pues, singular destreza el estudiar sin que cueste,y mucho por muchos, sabiendo por todos. Dize despus en un Consistorio por muchos, o por suvoca hablan tantos sabios quantos le previnieron, consiguiendo el crdito de Orculo a sudorageno. Hazen aqullos primero eleccin de la licin, y srvenle despus en quintas essencias elsaber. Pero el que no pudiere alcanar a tener la sabidura en servidumbre, lgrela enfamiliaridad.

    16 Saber con recta intencin. Asseguran fecundidad de aciertos. Monstrosa violencia fuesiempre un buen Entendimiento casado con una mala voluntad. La intencin malvola es unveneno de las perfecciones y, ayudada del saber, malea con mayor sutileza: infeliz eminencia laque se emplea en la ruindad! Ciencia sin seso, locura doble.

    17 Variar de tenoren el obrar. No siempre de un modo, para deslumbrar la atencin, y ms simula. No siempre de primera intencin, que le cogern la uniformidad, previnindole, y aunfrustrndole las acciones. Fcil es de matar al buelo el ave que le tiene seguido, no ass la que letuerze. Ni siempre de segunda intencin, que le entendern a dos vezes la treta. Est a laespera la malicia; gran sutileza es menester para desmentirla. Nunca juega el tar la pieza que elcontrario presume, y menos la que desea.

    18 Aplicacin y Minerva. Noai eminencia sin entrambas, y si concurren, excesso. Ms consigueuna mediana con aplicacin que una superioridad sin ella. Cmprase la reputacin a precio detrabajo; poco vale lo que poco cuesta. Aun para los primeros empleos se dese en algunos laaplicacin: raras vezes desmiente al genio. No ser eminente en el empleo vulgar por querer sermediano en el sublime, escusa tiene de generosidad; pero contentarse con ser mediano en el

    ltimo, pudiendo ser excelente en el primero, no la tiene. Requirense, pues, naturaleza y arte, ysella la aplicacin.

    19 No entrar con sobrada expectacin. Ordinario desaire de todo lo mui celebrado antes, nollegar despus al excesso de lo concebido. Nunca lo verdadero pudo alcanar a lo imaginado,porque el fingirse las perfecciones es fcil, y mui dificultoso el conseguirlas. Csase laimaginacin con el deseo, y concibe siempre mucho ms de lo que las cosas son. Por grandesque sean las excelencias, no bastan a satisfazer el concepto, y como le hallan engaado con laexorbitante expectacin, ms presto le desengaan que le admiran. La esperana es granfalsificadora de la verdad: corrjala la cordura, procurando que sea superior la fruicin al deseo.Unos principios de crdito sirven de despertar la curiosidad, no de empear el objecto. Mejorsale quando la realidad excede al concepto y es ms de lo que se crey. Faltar esta regla en lo

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    malo, pues le ayuda la mesma exageracin; desmintela con aplauso, y aun llega a parecertolerable lo que se temi extremo de ruin.

    20 Hombre en su siglo. Los sugetos eminentemente raros dependen de los tiempos. No todos

    tuvieron el que merecan, y muchos, aunque le tuvieron, no acertaron a lograrle. Fueron dignosalgunos de mejor siglo, que no todo lo bueno triunfa siempre; tienen las cosas su vez, hasta laseminencias son al uso. Pero lleva una ventaja lo sabio, que es eterno; y si este no es su siglo,muchos otros lo sern.

    21 Arte para ser dichoso.Reglas ai de ventura, que no toda es acasos para el sabio; puede serayudada de la industria. Contntanse algunos con ponerse de buen aire a las puertas de lafortuna y esperan a que ella obre. Mejor otros, passan adelante y vlense de la cuerda audacia,que en alas de su virtud y valor puede dar alcane a la dicha, y lisonjearla eficazmente. Pero,bien filosofado, no ai otro arbitrio sino el de la virtud y atencin, porque no ai ms dicha ni msdesdicha que prudencia o imprudencia.

    22 Hombre de plausibles noticias. Es municin de discretos la cortesana gustossa erudicin: unpltico saber de todo lo corriente, ms a lo noticioso, menos a lo vulgar. Tener una sazonada

    copia de sales en dichos, de galantera en hechos, y saberlos emplear en su ocasin, que sali avezes mejor el aviso en un chiste que en el ms grave magisterio. Sabidura conversable valilesms a algunos que todas las siete, con ser tan liberales.

    23 No tener algn desdoro. Elsino de la perfeccin. Pocos viven sin achaque, ass en lo moralcomo en lo natural, y se apassionan por ellos pudiendo curar con facilidad. Lastmase la agenacordura de que tal vez a una sublime universalidad de prendas se le atreva un mnimo defecto, ybasta una nube a eclipsar todo un Sol. Son lunares de la reputacin, donde para luego, y aunrepara, la malevolencia. Suma destreza sera convertirlos en realces. Desta suerte supo Csarlaurear el natural desaire.

    24 Templar la imaginacin. Unas vezes corrigindola; otras ayudndola, que es el todo para lafelicidad, y aun ajusta la cordura. Da en tirana, ni se contenta con la especulacin, sino que obra,y aun suele seorearse de la vida, hazindola gustosa o pessada, segn la necedad en que da,porque haze descontentos o satisfechos de s mesmos. Representa a unos continuamentepenas, hecha verdugo casero de necios. Propone a otros felicidades y aventuras con alegredesvanecimiento. Todo esto puede, si no la enfrena la prudentssima sindresis.

    25 Buen entendedor. Arte era de artes saber discurrir: ya no basta, menester es adevinar, y msen desengaos. No puede ser entendido el que no fuere buen entendedor. Ai zaores delcoran y linces de las intenciones. Las verdades que ms nos importan vienen siempre a mediodezir; recbanse del atento a todo entender: en lo favorable, tirante la rienda a la credulidad; en loodioso, picarla.

    26 Hallarle su torcedor a cada uno. Esel arte de mover voluntades; ms consiste en destrezaque en resolucin: un saber por dnde se le ha de entrar a cada uno. No ai voluntad sin especialaficin, y diferentes segn la variedad de los gustos. Todos son idlatras: unos de la estimacin,otros del inters y los ms del deleite. La maa est en conocer estos dolos para el motivar,conocindole a cada uno su eficaz impulso: es como tener la llave del querer ageno. Hasse de ir

    al primer mbil, que no siempre es el supremo, las ms vezes es el nfimo, porque son ms en elmundo los desordenados que los subordinados. Hsele de prevenir el genio primero, tocarle elverbo despus, cargar con la aficin, que infaliblemente dar mate al alvedro.

    27 Pagarse ms de intensiones que de extensiones. No consiste la perfeccin en la cantidad,sino en la calidad. Todo lo mui bueno fue siempre poco y raro, es descrdito lo mucho. Aun entrelos hombres los Gigantes suelen ser los verdaderos Enanos. Estiman algunos los libros por lacorpulencia, como si se escriviessen para exercitar antes los braos que los ingenios. Laextensin sola nunca pudo exceder de mediana, y es plaga de hombres universales por quererestar en todo, estar en nada. La intensin da eminencia, y heroica si en materia sublime.

    28 En nada vulgar. No en el gusto. O, gran sabio el que se descontentaba de que sus cosasagradassen a los muchos!: hartazgos de aplauso comn no satisfazen a los discretos. Sonalgunos tan camaleones de la popularidad, que ponen su fruicin no en las mareas suavssimas

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    de Apolo, sino en el aliento vulgar. Ni en el entendimiento, no se pague de los milagros del vulgo,que no passan de espantaignorantes, admirando la necedad comn quando desengaando laadvertencia singular.

    29 Hombre de entereza. Siempre de parte de la razn, con tal tesn de su propsito, que ni lapassin vulgar, ni la violencia tirana le obliguen jams a pisar la raya de la razn. Pero quinser este Fenis de la equidad?, que tiene pocos finos la entereza. Celbranla muchos, mas nopor su casa; sguenla otros hasta el peligro; en l los falsos la niegan, los polticos la dissimulan.No repara ella en encontrarse con la amistad, con el poder, y aun con la propria conveniencia, yaqu es el aprieto del desconocerla. Abstrahen los astutos con metafsica plausible por noagraviar, o la razn superior, o la de estado; pero el constante varn juzga por especie detraicin el dissimulo; prciase ms de la tenacidad que de la sagacidad; hllase donde la verdadse halla; y si dexa los sugetos, no es por variedad suya, sino dellos en dexarla primero.

    30 No hazer professin de empleos desautorizados. Mucho menos de quimera, que sirve ms desolicitar el desprecio que el crdito. Son muchas las setas del capricho, y de todas ha de huir elvarn cuerdo. Ai gustos exticos, que se casan siempre con todo aquello que los sabiosrepudian: viven mui pagados de toda singularidad, que aunque los haze mui conocidos, es mspor motivos de la risa que de la reputacin. Aun en professin de sabio no se ha de sealar elatento, mucho menos en aquellas que hazen ridculos a sus afectantes, ni se especifican, porquelas tiene individuadas el comn descrdito.

    31 Conocer los afortunados, para la eleccin; y los desdichados, para la fuga. La infelicidad esde ordinario crimen de necedad, y de participantes: no ay contagin tan apegadiza. Nunca se leha de abrir la puerta al menor mal, que siempre vendrn tras l otros muchos, y mayores, encelada. La mejor treta del juego es saberse descartar: ms importa la menor carta del triunfo quecorre que la mayor del que pas. En duda, acierto es llegarse a los sabios y prudentes, que tardeo temprano topan con la ventura.

    32 Estar en opinin de dar gusto. Para los que goviernan, gran crdito de agradar: realce desoberanos para conquistar la gracia universal. sta sola es la ventaja del mandar: poder hazerms bien que todos. Aqullos son amigos que hazen amistades. Al contrario, estn otros puestos

    en no dar gusto, no tanto por lo cargoso quanto por lo maligno, opuestos en todo a la divinacomunicabilidad.

    33 Saberabstraher, que si es gran licin del vivir el saber negar, mayor ser saberse negar a smesmo, a los negocios, a los personages. Ai ocupaciones estraas, polillas del precioso tiempo,y peor es ocuparse en lo impertinente que hazer nada. No basta para atento no ser entremetido,mas es menester procurar que no le entremetan. No ha de ser tan de todos, que no sea de smesmo. Aun de los amigos no se ha de abusar, ni quiera ms de ellos de lo que le concedieren.Todo lo demasiado es vicioso, y mucho ms en el trato. Con esta cuerda templana se conservamejor el agrado con todos, y la estimacin, porque no se roza la preciosssima decencia. Tenga,pues, libertad de genio, apassionado de lo selecto, y nunca peque contra la Fe de su buen gusto.

    34 Conocer su realce Rei: la prenda relevante, cultivando aqulla, y ayudando a las dems.Qualquiera huviera conseguido la eminencia en algo si huviera conocido su ventaja. Observe elatributo Rei, y cargue la aplicacin: en unos excede el juicio, en otros el valor. Violentan los mssu Minerva, y ass en nada consiguen superioridad: lo que lisongea presto la passin desengaatarde el tiempo.

    35 Hazer concepto. Y ms de lo que importa ms. No pensando se pierden todos los necios:nunca conciben en las cosas la metad; y como no perciben el dao, o la conveniencia, tampocoaplican la diligencia. Hazen algunos mucho caso de lo que importa poco, y poco de lo quemucho, ponderando siempre al rebs. Muchos, por faltos de sentido, no le pierden. Cosas ai quese devran observar con todo el conato y conservar en la profundidad de la mente. Hazeconcepto el sabio de todo, aunque con distincin caba donde ai fondo y reparo; y piensa tal vezque ai ms de lo que piensa, de suerte que llega la reflexin adonde no lleg la aprehensin.

    36 Tener tanteada su fortuna: para el proceder, para el empearse. Importa ms que laobservacin del temperamento, que si es necio el que a quarenta aos llama a Hipcrates para

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    la salud, ms el que a Sneca para la cordura. Gran arte saberla regir, ya esperndola, quetambin cabe la Espera en ella, ya logrndola, que tiene vez y contingente; si bien no se lepuede coger el tenor, tan anmalo es su proceder. El que la observ favorable prosiga con

    despejo, que suele apasionarse por los osados; y aun, como vizarra, por los jvenes. No obre elque es infeliz, retrese, ni le d lugar de dos infelicidades. Adelante el que le predomina.

    37 Conocer ysaber usar de lasvarillas.Es el punto ms sutil del humano trato. Arrjanse paratentativa de los nimos, y hzese con ellas la ms dissimulada y penetrante tienta del coran.Otras ai maliciosas, arrojadizas, tocadas de la yerva de la invidia, untadas del veneno de lapassin: rayos imperceptibles para derribar de la gracia, y de la estimacin. Cayeron muchos dela privana superior y inferior, heridos de un leve dicho dstos, a quienes toda una conjuracinde murmuracin vulgar y malevolencia singular no fueron vastantes a causar la ms levetrepidacin. Obran otras, al contrario, por favorables, apoyando y confirmando en la reputacin.Pero con la misma destreza con que las arroja la intencin las ha de recibir la cautela yesperarlas la atencin, porque est librada la defensa en el conocer y queda siempre frustrado eltiro prevenido.

    38 Saberse dexar ganando con la fortuna. Es de tares de reputacin. Tanto importa una vellaretirada como una vizarra acometida; un poner en cobro las hazaas quando fueren vastantes,quando muchas. Continuada felicidad fue siempre sospechosa; ms segura es la interpolada, yque tenga algo de agridulce, aun para la fruicin. Quanto ms atropellndose las dichas, correnmayor riesgo de deslizar y dar al traste con todo. Recompnsase tal vez la brevedad de laduracin con la intensin del favor. Cnsase la fortuna de llevar a uno a cuestas tan a la larga.

    39 Conocer las cosas en su punto, en su sazn, y saberlas lograr. Las obras de la naturalezatodas llegan al complemento de su perfeccin; hasta all fueron ganando, desde all perdiendo.Las del Arte, raras son las que llegan al no poderse mejorar. Es eminencia de un buen gustogozar de cada cosa en su complemento: no todos pueden, ni los que pueden saben. Hasta enlos frutos del entendimiento ai esse punto de madurez; importa conocerla para la estimacin y elexercicio.

    40 Gracia de las gentes. Mucho es conseguir la admiracin comn, pero ms la aficin; algo

    tiene de estrella, lo ms de industria; comiena por aqulla y prosigue por sta. No basta laeminencia de prendas, aunque se supone que es fcil de ganar el afecto, ganado el concepto.Requirese, pues, para la venevolencia, la beneficencia: hazer bien a todas manos, buenaspalabras y mejores obras, amar para ser amado. La cortesa es el mayor hechizo poltico degrandes personages. Hase de alargar la mano primero a las hazaas y despus a las plumas, dela oja a las ojas, que ai gracia de Escritores, y es eterna.

    41 Nunca exagerar. Gran asunto de la atencin, no hablar por superlativos, ya por no exponersea ofender la verdad, ya por no desdorar su cordura. Son las exageraciones prodigalidades de laestimacin, y dan indicio de la cortedad del conocimiento y del gusto. Despierta vivamente a lacuriosidad la alabana, pica el deseo, y despus, si no corresponde el valor al aprecio, como deordinario acontece, rebuelve la expectacin contra el engao y despcase en el menosprecio delo celebrado y del que celebr. Anda, pues, el cuerdo mui detenido, y quiere ms pecar de cortoque de largo. Son raras las eminencias: tmplese la estimacin. El encarecer es ramo de mentir,

    y pirdese en ello el crdito de buen gusto, que es grande, y el de entendido, que es mayor.42 Del Natural Imperio. Es una secreta fuera de superioridad. No ha de proceder del artificioenfadoso, sino de un imperioso natural. Sugtansele todos sin advertir el cmo, reconociendo elsecreto vigor de la conatural autoridad. Son estos Genios seoriles, Reyes por mrito y Leonespor privilegio inato, que cogen el coran, y aun el discurso, a los dems, en fe de su respeto. Silas otras prendas favorecen, nacieron para primeros mobles polticos, porque executan ms conun amago que otros con una proligidad.

    43 Sentir con los menos y hablar con losms. Querer ir contra el corriente es tan impossible aldesengao quanto fcil al peligro. Slo un Scrates podra emprenderlo. Tinese por agravio eldisentir, porque es condenar el juizio ageno. Multiplcanse los disgustados, ya por el sugetocensurado, ya del que lo aplauda. La verdad es de pocos, el engao es tan comn como vulgar.Ni por el hablar en la plaza se ha de sacar el sabio, pues no habla all con su voz, sino con la de

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    la necedad comn, por ms que la est desmintiendo su interior. Tanto huye de ser contradichoel cuerdo como de contradezir: lo que es pronto a la censura es detenido a la publicidad della. Elsentir es libre, no se puede ni debe violentar; retrase al sagrado de su silencio; y si tal vez se

    permite, es a sombra de pocos y cuerdos.44 Sympata con los Grandes varones. Prenda es de Hroe el convinar con Hroes: prodigio dela naturaleza por lo oculto y por lo ventajoso. Ai parentesco de coraones, y de genios, y son susefetos los que la ignorancia vulgar achaca bevedios. No para en sola estimacin, que adelantabenevolencia, y aun llega a propensin: persuade sin palabras, y consigue sin mritos. Ailaactiva, y la ai pasiva; una y otra felizes, quanto ms sublimes. Gran destreza el conocerlas,distinguirlas y saberlas lograr, que no ai porfa que baste sin este favor secreto.

    45 Usar, no abusar, de las reflexas. No se han de afectar, menos dar a entender. Toda arte seha de encubrir, que es sospechosa, y ms la de cautela, que es odiosa. sase mucho el engao;multiplquese el rezelo, sin darse a conocer, que ocasionara la desconfiana; mucho desobliga yprovoca a la vengana, despierta el mal que no se imagin. La reflexin en el proceder es granventaja en el obrar: no ai mayor argumento del discurso. La mayor perfeccin de las accionesest afianada del seoro con que se executan.

    46 Corregir su Antipata. Solemos aborrecer de grado, y aun antes de las previstas prendas. Y talvez se atreve esta inata vulgarizante aversin a los varones eminentes. Corrjala la cordura, queno ai peor descrdito que aborrecer a los mejores: lo que es de ventaja la simpata con Hroeses de desdoro la antipata.

    47 Huir los Empeos.Esde los primeros assuntos de la prudencia. En las grandes capacidadessiempre ai grandes distancias hasta los ltimos trances: ai mucho que andar de un extremo aotro, y ellos siempre se estn en el medio de su cordura; llegan tarde al rompimiento, que es msfcil hurtarle el cuerpo a la ocasin que salir bien della. Son tentaciones de juizio, ms seguro elhuirlas que el vencerlas. Trae un empeo otro mayor, y est mui al canto del despeo. Aihombres ocasionados por genio, y aun por nacin, fciles de meterse en obligaciones; pero elque camina a la luz de la razn siempre va mui sobre el caso: estima por ms valor el noempearse que el vencer, y ya que haya un necio ocasionado, escusa que con l no sean dos.

    48 Hombre con fondos, tanto tiene de persona.Siempre ha de ser otro tanto ms lo interior quelo exterior en todo. Ai sugetos de sola fachata, como casas por acabar, porque falt el caudal:tienen la entrada de palacio, y de choza la habitacin. No ai en estos donde parar, o todo para,porque, acabada la primera salutacin, acab la conversacin. Entran por las primeras cortesascomo cavallos Sicilianos, y luego paran en silenciarios, que se agotan las palabras donde no aiperenidad de concepto. Engaan stos fcilmente a otros, que tienen tambin la vista superficial;pero no a la astucia, que, como mira por dentro, los halla vaciados para ser fbula de losDiscretos.

    49 Hombre juicioso y notante. Seorase l de los objectos, no los objectos dl. Sonda luego elfondo de la mayor profundidad; sabe hazer anotoma de un caudal con perfeccin. En viendo unpersonaje, le comprehende y lo censura por essencia. De raras observaciones, gran desifradorde la ms recatada interioridad. Nota acre, concibe sutil, infiere juicioso: todo lo descubre,advierte, alcana y comprehende.

    50 Nunca perderse el respeto a s mismo. Ni se roze consigo a solas. Sea su misma enterezanorma propria de su rectitud, y deva ms a la severidad de su dictamen que a todos losextrnsecos preceptos. Dexe de hazer lo indecente ms por el temor de su cordura que por elrigor de la agena autoridad. Llegue a temerse, y no necessitar del ayo imaginario de Sneca.

    51 Hombre de buena Eleccin. Lo ms se vive della. Supone el buen gusto y el rectssimodictamen, que no bastan el estudio ni el ingenio. No ai perfeccin donde no ai delecto; dosventajas incluye: poder escoger, y lo mejor. Muchos de ingenio fecundo y sutil, de juicio acre,estudiosos y noticiosos tambin, en llegando al elegir, se pierden; csanse siempre con lo peor,que parece afectan el errar, y ass ste es uno de los dones mximos de arriba.

    52 Nunca descomponerse. Gran assunto de la cordura, nunca desvaratarse: mucho hombrearguye, de coran coronado, porque toda magnanimidad es dificultosa de comoverse. Son las

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    importancia se requiere la total seguridad. Merecen stos la asistencia al governalle, o paraexercicio o para consejo.

    61 Eminencia en lo mejor. Una gran singularidad entre la pluralidad de perfecciones. No puede

    aver Hroe que no tenga algn extremo sublime: las medianas no son assunto del aplauso. Laeminencia en relevante empleo saca de un ordinario vulgar y levanta a categora de raro. Sereminente en professin Humilde es ser algo en lo poco; lo que tiene ms de lo deleitable, tienemenos de lo glorioso. El excesso en aventajadas materias es como un carcter de soberana:solicita la admiracin y concilia el afecto.

    62 Obrar con buenos instrumentos. Quierenalgunos que campee el extremo de su sutileza en laruindad de los instrumentos: peligrosa satisfacin, merecedora de un fatal castigo. Nunca labondad del ministro desminuy la grandeza del Patrn; antes, toda la gloria de los aciertos recaedespus sobre la causa principal, ass como al contrario el vituperio. La fama siempre va con losprimeros. Nunca dize: aqul tuvo buenos o malos ministros, sino: aqul fue buen o malArtfice. Aya, pues, eleccin, aya examen, que se les ha de fiar una imortalidad de reputacin.

    63 Excelencia de primero. Ysi con eminencia, doblada. Gran ventaja jugar de mano, que gana

    en igualdad. Huvieran muchos sido Fenis en los empleos a no irles otros delante. lanse losprimeros con el mayorazgo de la fama, y quedan para los segundos pleiteados alimentos; porms que suden, no pueden purgar el vulgar achaque de imitacin. Sutileza fue de prodigiososinventar rumbo nuevo para las eminencias, con tal que assegure primero la cordura losempeos. Con la novedad de los assuntos se hizieron lugar los sabios en la matrcula de losheroicos. Quieren algunos ms ser primeros en segunda categora que ser segundos en laprimera.

    64 Saberse escusar pesares. Escordura provechosa ahorrar de disgustos. La prudencia evitamuchos: es Lucina de la felicidad, y por esso del contento. Las odiosas nuevas, no darlas,menos recebirlas: hnseles de vedar las entradas, si no es la del remedio. A unos se les gastanlos odos de or mucho dulce en lisonjas; a otros, de escuchar amargo en chismes; y ai quien nosabe vivir sin algn cotidiano sinsavor, como ni Mitrdates sin veneno. Tampoco es regla deconservarse querer darse a s un pesar de toda la vida por dar plazer una vez a otro, aunque sea

    el ms proprio. Nunca se ha de pecar contra la dicha propria por complazer al que aconseja y sequeda fuera; y en todo acontecimiento, siempre que se encontraren el hazer plazer a otro con elhazerse a s pesar, es licin de conveniencia que vale ms que el otro se disguste aora que no tdespus y sin remedio.

    65 Gusto relevante. Cabe cultura en l, ass como en el ingenio. Reala la excelencia delentender el apetito del desear, y despus la fruicin del posseer. Concese la altura de uncaudal por la elevacin del afecto. Mucho objecto ha menester para satisfazerse una grancapacidad; ass como los grandes vocados son para grandes paladares, las materias sublimespara los sublimes genios. Los ms valientes objectos le temen y las ms seguras perfeccionesdesconfan; son pocas las de primera magnitud: sea raro el aprecio. Pganse los gustos con eltrato y se heredan con la continuidad: gran suerte comunicar con quien le tiene en su punto. Perono se ha de hazer professin de desagradarse de todo, que es uno de los necios extremos, yms odioso quando por afectacin que por destemplana. Quisieran algunos que criara Dios otro

    mundo y otras perfecciones para satisfacin de su extravagante fantasa.66 Atencin a que le salgan bien las cosas. Algunos ponen ms la mira en el rigor de la direccinque en la felicidad del conseguir intento, pero ms prepondera siempre el descrdito de lainfelicidad que el abono de la diligencia. El que vence no necessita de dar satisfaciones. Noperciben los ms la puntualidad de las circunstancias, sino los buenos o los ruines sucesos; yass, nunca se pierde reputacin quando se consigue el intento. Todo lo dora un buen fin,aunque lo desmientan los desaciertos de los medios. Que es arte ir contra el arte quando no sepuede de otro modo conseguir la dicha del salir bien.

    67 Preferir los Empleos plausibles. Las ms de las cosas dependen de la satisfacin agena. Esla estimacin para las perfecciones lo que el favonio para las flores: aliento y vida. Ai empleosexpuestos a la aclamacin universal y ai otros, aunque mayores, en nada expectables: aqullos,por obrarse a vista de todos, captan la benevolencia comn; stos, aunque tienen ms de lo raro

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    y primoroso, se quedan en el secreto de su imperceptibilidad, venerados, pero no aplaudidos.Entre los Prncipes, los vitoriosos son los celebrados, y por esso los Reyes de Aragn fueron tanplausibles por guerreros, conquistadores y magnnimos. Prefiera el varn grande los clebres

    empleos que todos perciban y participen todos, y a sufragios comunes quede imortaliado.68 Dar entendimiento. Es de ms primor que el dar memoria, quanto es ms. Unas vezes se hade acordar y otras advertir. Dexan algunos de hazer las cosas que estuvieran en su punto,porque no se les ofrecen; ayude entonces la advertencia amigable a concebir las conveniencias.Una de las mayores ventajas de la mente es el ofrecrsele lo que importa. Por falta desto dexande hazerse muchos aciertos. D luz el que la alcana, y solictela el que la mendiga: aqul condetencin, ste con atencin; no sea ms que dar pie. Es urgente esta sutileza quando toca enutilidad del que despierta. Conviene mostrar gusto, y passar a ms quando no vastare; ya setiene el No, vyase en busca del Scon destreza, que las ms vezes no se consigue porque nose intenta.

    69 No rendirse a un vulgar humor. Hombre grande el que nunca se sugeta a peregrinasimpressiones. Es licin de advertencia la reflexin sobre s: un conocer su disposicin actual yprevenirla, y aun decantarse al otro extremo para hallar, entre el natural y el arte, el fiel de lasindresis. Principio es de corregirse el conocerse; que ai monstros de la impertinencia: siempreestn de algn humor y varan afectos con ellos; y arrastrados eternamente desta destemplanacivil, contraditoriamente se empean. Y no slo gasta la voluntad este excesso, sino que seatreve al juizio, alterando el querer y el entender.

    70 Saber negar. No todo se ha de conceder, ni a todos. Tanto importa como el saber conceder, yen los que mandan es atencin urgente. Aqu entra el modo: ms se estima el no de algunos queel sde otros, porque un no dorado satisfaze ms que un s a secas. Ai muchos que siempretienen en la voca el no, con que todo lo desazonan. El no es siempre el primero en ellos, yaunque despus todo lo vienen a conceder, no se les estima, porque precedi aquella primeradesazn. No se han de negar de rondn las cosas: vaya a tragos el desengao; ni se ha denegar del todo, que sera desauciar la dependencia. Queden siempre algunas reliquias deesperana para que templen lo amargo del negar. Llene la cortesa el vaco del favor y suplan lasbuenas palabras la falta de las obras. El Noy el Sson breves de dezir y piden mucho pensar.

    71 No ser desigual, de proceder anmalo: ni por natural, ni por afectacin. El varn cuerdosiempre fue el mismo en todo lo perfecto, que es crdito de entendido. Dependa en su mudanade las causas y mritos. En materia de cordura, la variedad es fea. Ai algunos que cada da sonotros de s; hasta el entendimiento tienen desigual, qunto ms la voluntad, y aun la ventura. Elque ayer fue el blanco de su s, hoi es el negro de su no, desmintiendo siempre su proprio crditoy deslumbrando el ageno concepto.

    72 Hombre de resolucin. Menos daosa es la mala execucin que la irresolucin. No se gastantanto las materias quando corren como si estancan. Ai hombres indeterminables, que necessitande agena premonicin en todo; y a vezes no nace tanto de la perplexidad del juizio, pues lotienen perspicaz, quanto de la ineficacia. Ingenioso suele ser el dificultar, pero ms lo es el hallarsalida a los inconvenientes. Ai otros que en nada se embaraan, de juicio grande y determinado;nacieron para sublimes empleos, porque su despexada comprehensin facilita el acierto y el

    despacho: todo se lo hallan hecho, que despus de aver dado razn a un mundo, le quedtiempo a uno destos para otro; y quando estn afianados de su dicha, se empean con msseguridad.

    73 Saber usar del desliz. Es el desempeo de los cuerdos. Con la galantera de un donairesuelen salir del ms entrincado laberinto. Hurtsele el cuerpo airosamente con un sonriso a lams dificultosa contienda. En esto fundava el mayor de los grandes Capitanes su valor. Cortstreta del negar, mudar el verbo; ni ai mayor atencin que no darse por entendido.

    74 No ser intratable. Enlo ms poblado estn las fieras verdaderas. Es la inaccessibilidad viciode desconocidos de s, que mudan los humores con los honores. No es medio a propsito parala estimacin comenar enfadando. Qu es de ver uno destos mostros intratables, siempre apunto de su fierea impertinente? Entran a hablalles los dependentes por su desdicha, como alidiar con tigres, tan armados de tiento quanto de rezelo. Para subir al puesto agradaron a todos,

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    y en estando en l se quieren desquitar con enfadar a todos. Aviendo de ser de muchos por elempleo, son de ninguno por su aspereza o entono. Cortesano castigo para stos: dexarlos estar,hurtndoles la cordura con el trato.

    75 Elegir ideaHeroica. Ms para la emulacin que para la imitacin. Ai exemplares de grandeza,textos animados de la reputacin. Propngase cada uno en su empleo los primeros, no tantopara seguir, quanto para adelantarse. Llor Alexandro no a Aquiles sepultado, sino a s mismo,aun no bien nacido al lucimiento. No ai cosa que ass solicite ambiciones en el nimo como elclarn de la Fama agena: el mismo que atierra la invidia alienta la generosidad.

    76 No estar siempre de burlas. Concese la prudencia en lo serio, que est ms acreditado quelo ingenioso. El que siempre est de burlas nunca es hombre de veras. Igualmoslos a stos conlos mentirosos en no darles crdito: a los unos por rezelo de mentira, a los otros de su fisga.Nunca se sabe qundo hablan en juizio, que es tanto como no tenerle. No ai mayor desaire queel contino donaire. Ganan otros fama de dezidores y pierden el crdito de cuerdos. Su rato ha detener lo jovial, todos los dems lo serio.

    77 Saber hazerse a todos. Discreto Proteo: con el docto, docto, y con el santo, santo. Gran arte

    de ganar a todos, porque la semejana concilia benevolencia. Observar los genios y templarse alde cada uno; al serio y al jovial, seguirles el corriente, haziendo poltica transformacin: urgente alos que dependen. Requiere esta gran sutileza del vivir un gran caudal; menos dificultosa alvarn universal de ingenio en noticias y de genio en gustos.

    78 Arte en el intentar. La necedad siempre entra de rondn, que todos los necios son audazes.Su misma simplicidad, que les impide primero la advertencia para los reparos, les quita despusel sentimiento para los desaires. Pero la cordura entra con grande tiento. Son sus batidores laadvertencia y el recato, ellos van descubriendo para proceder sin peligro. Todo arrojamiento estcondenado por la Discrecin a despeo, aunque tal vez lo absuelva la ventura. Conviene irdetenido donde se teme mucho fondo: vaya intentando la sagacidad y ganando tierra laprudencia. Ai grandes vaxos hoi en el trato humano: conviene ir siempre calando sonda.

    79 Genio Genial. Sicon templana, prenda es, que no defecto. Un grano de donosidad todo losazona. Los mayores hombres juegan tambin la piea del donaire, que concilia la graciauniversal; pero guardando siempre los aires a la cordura, y haziendo la salva al decoro. Hazenotros de una gracia atajo al desempeo, que ai cosas que se han de tomar de burlas, y a vezeslas que el otro toma ms de veras. Indica apacibilidad, garavato de coraones.

    80 Atencin al informarse. Vvese lo ms de informacin. Es lo menos lo que vemos; vivimos defe agena. Es el odo la puerta segunda de la verdad y principal de la mentira. La verdadordinariamente se ve, extravagantemente se oye; raras vezes llega en su elemento puro, ymenos quando viene de lejos; siempre trae algo de mixta, de los afectos por donde passa; tiede sus colores la passin quanto toca, ya odiosa, ya favorable. Tira siempre a impressionar: grancuenta con quien alaba, mayor con quien vitupera. Es menester toda la atencin en este puntopara descubrir la intencin en el que tercia, conociendo de antemano de qu pie se movi. Seala reflexa contraste de lo falto y de lo falso.

    81 Usar el renovar su lucimiento. Es privilegio de Fnix. Suele envejezerse la excelencia, y con

    ella la fama. La costumbre desminuye la admiracin, y una mediana novedad suele vencer a lamayor eminencia envejecida. Usar, pues, del renacer en el valor, en el ingenio, en la dicha, entodo: empearse con novedades de vizarra, amaneciendo muchas vezes como el Sol, variandoteatros al lucimiento, para que en el uno la privacin y en el otro la novedad soliciten aqu elaplauso, si all el desseo.

    82 Nunca apurar, ni el mal, ni el bien. Ala moderacin en todo reduxo la sabidura toda un sabio.El sumo derecho se haze tuerto, y la naranja que mucho se estruja llega a dar lo amargo. Aun enla fruicin nunca se ha de llegar a los extremos. El mismo ingenio se agota si se apura, y sacarasangre por leche el que esquilmare a lo tirano.

    83 Permitirse algn venial desliz. Que un descuido suele ser tal vez la mayor recomendacin delas prendas. Tiene su Ostracismo la invidia, tanto ms civil quanto ms criminal. Acusa lo muiperfecto de que peca en no pecar; y por perfecto en todo, lo condena todo. Hzese Argos en

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    buscarle faltas a lo mui bueno, para consuelo siquiera. Hyere la censura, como el rayo, los msempinados realces. Dormite, pues, tal vez Homero, y afecte algn descuido en el ingenio, o en elvalor, pero nunca en la cordura, para sossegar la malevolencia, no rebiente ponzoosa: ser

    como un echar la capa al toro de la invidia para salvar la inmortalidad.84 Saber usar de los enemigos. Todas las cosas se han de saber tomar, no por el corte, queofendan, sino por la empuadura, que defiendan; mucho ms la emulacin. Al varn sabio msle aprovechan sus enemigos que al necio sus amigos. Suele allanar una malevolencia montaasde dificultad, que desconfiara de emprenderlas el favor. Fabricronles a muchos su grandeza susmalvolos. Ms fiera es la lisonja que el odio, pues remedia ste eficazmente las tachas queaqulla disimula. Haze el cuerdo espejo de la ojeriza, ms fiel que el de la aficin, y previene a ladetraccin los defectos, o los enmienda, que es grande el recato quando se vive en frontera deuna emulacin, de una malevolencia.

    85 No ser Malilla. Achaque es de todo lo excelente que su mucho uso viene a ser abuso. Elmismo codiciarlo todos viene a parar en enfadar a todos. Grande infelicidad ser para nada; nomenor querer ser para todo. Vienen a perder stos por mucho ganar, y son despus tanaborrecidos quanto fueron antes deseados. Rzanse destas malillas en todo gnero deperfecciones, que, perdiendo aquella primera estimacin de raras, consiguen el desprecio devulgares. El nico remedio de todo lo extremado es guardar un medio en el lucimiento: lademasa ha de estar en la perfeccin y la templanza en la ostentacin. Quanto ms luze unaantorcha, se consume ms y dura menos. Escasezes de apariencia se premian con logros deestimacin.

    86 Prevenir las malas vozes. Tiene el vulgo muchas cabeas, y ass muchos ojos para la maliciay muchas lenguas para el descrdito. Acontece correr en l alguna mala voz que desdora elmayor crdito; y si llegare a ser apodo vulgar, acabar con la reputacin. Dsele piecomnmente con algn sobresaliente desaire, con ridculos defetos, que son plausible materia asus hablillas, si bien ai desdoros echadizos de la emulacin especial a la malicia comn; que aivocas de la malevolencia, y arruinan ms presto una gran fama con un chiste que con undescaramiento. Es mui fcil de cobrar la siniestra fama, porque lo malo es mui creble y cuestamucho de borrarse. Escuse, pues, el varn cuerdo estos desaires, contrastando con su atencinla vulgar insolencia, que es ms fcil el prevenir que el remediar.

    87 Cultura, y alio. Nace brbaro el hombre, redmesede bestia cultivndose. Haze personas lacultura, y ms quanto mayor. En fe della pudo Grecia llamar brbaro a todo el restante universo.Es mui tosca la ignorancia; no ai cosa que ms cultive que el saber. Pero aun la misma sabidurafue grossera, si desaliada. No slo ha de ser aliado el entender, tambin el querer, y ms elconversar. Hllanse hombres naturalmente aliados, de gala interior y exterior, en concepto ypalabras, en los arreos del cuerpo, que son como la corteza, y en las prendas del alma, que sonel fruto. Otros ai, al contrario, tan grosseros, que todas sus cosas, y tal vez eminencias, lasdeslucieron con un intolerable brbaro desaseo.

    88 Sea el trato por mayor, procurando la sublimidad en l. El varn grande no deve ser menudoen su proceder. Nunca se ha de individuar mucho en las cosas, y menos en las de poco gusto;porque aunque es ventaja notarlo todo al descuido, no lo es quererlo averiguar todo de propsito.

    Hase de proceder de ordinario con una hidalga generalidad, ramo de galantera. Es gran partedel regir el dissimular. Hase de dar passada a las ms de las cosas, entre familiares, entreamigos, y ms entre enemigos. Toda nimiedad es enfadosa, y en la condicin, pesada. El ir yvenir a un disgusto es especie de mana; y comnmente tal ser el modo de portarse cada uno,qual fuere su coran y su capacidad.

    89 Comprehensin de s. En el Genio, en el Ingenio; en dictmenes, en afectos. No puede unoser seor de s si primero no se comprehende. Ai espejos del rostro, no los ai del nimo: salo ladiscreta reflexin sobre s. Y quando se olvidare de su imagen exterior, conserve la interior paraenmendarla, para mejorarla. Conozca las fueras de su cordura y sutileza para el emprender;tantee la irascible para el empearse. Tenga medido su fondo y pesado su caudal para todo.

    90 Arte para vivir mucho: vivir bien. Dos cosas acaban presto con la vida: la necedad o laruindad. Perdironla unos por no saberla guardar, y otros por no querer. Ass como la virtud es

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    premio de s misma, ass el vicio es castigo de s mismo. Quien vive aprisa en el vicio acabapresto de dos maneras; quien vive aprisa en la virtud nunca muere. Comuncase la entereza delnimo al cuerpo, y no slo se tiene por larga la vida buena en la intensin, sino en la misma

    extensin.91 Obrar siempre sin escrpulos de imprudencia. La sospecha de desacierto en el que executaes evidencia ya en el que mira, y ms si fuere mulo. Si ya al calor de la passin escrupulea eldictamen, condenar despus desapassionado a necedad declarada. Son peligrosas lasacciones en duda de prudencia; ms segura sera la omissin. No admite probabilidades lacordura: siempre camina al medioda de la luz de la razn. Cmo puede salir bien unaempressa que, aun concebida, la est ya condenando el rezelo? Y si la resolucin ms graduadacon el nemine discrepante interior suele salir infelizmente, qu aguarda la que comentitubeando en la razn y mal agorada del dictamen?

    92 Seso trascendental: digo en todo. Es la primera y suma regla del obrar y del hablar, msencargada quanto mayores y ms altos los empleos. Ms vale un grano de cordura que arrobasde sutileza. Es un caminar a lo seguro, aunque no tan a lo plausible, si bien la reputacin decuerdo es el triunfo de la fama: vastar satisfazer a los cuerdos, cuyo voto es la piedra de toquea los aciertos.93 Hombre universal. Compuesto de toda perfeccin, vale por muchos. Haze felicssimo el vivir,comunicando esta fruicin a la familiaridad. La variedad con perfeccin es entretenimiento de lavida. Gran arte la de saber lograr todo lo bueno; y pues le hizo la naturaleza al hombre uncompendio de todo lo natural por su eminencia, hgale el arte un universo por exercicio, y culturadel gusto y del entendimiento.

    94 Incomprehensibilidad de caudal. Escuse el varn atento sondarle el fondo, ya al saber, ya alvaler, si quiere que le veneren todos. Permtase al conocimiento, no a la comprehensin. Nadiele averige los trminos de la capacidad, por el peligro evidente del desengao. Nunca d lugara que alguno le alcane todo: mayores efectos de veneracin causa la opinin y duda de adndellega el caudal de cada uno que la evidencia dl, por grande que fuere.

    95 Saber entretener la expectacin: irla cevando siempre. Prometa ms lo mucho, y la mejoraccin sea envidar de mayores. No se ha de echar todo el resto al primer lance: gran treta essaberse templar, en las fueras, en el saber, y ir adelantando el desempeo.

    96 De la gran sindresis. Es el trono de la razn, basa de la prudencia, que en fe della cuestapoco el acertar. Es suerte del Cielo, y la ms deseada por primera y por mejor: la primera pieadel arns con tal urgencia, que ninguna otra que le falte a un hombre le denomina falto; ntasems su menos. Todas las acciones de la vida dependen de su influencia, y todas solicitan sucalificacin, que todo ha de ser con seso. Consiste en una conatural propensin a todo lo msconforme a razn, casndose siempre con lo ms acertado.

    97 Conseguir y conservar la reputacin. Es el usufructo de la fama. Cuesta mucho, porque nacede las eminencias, que son tan raras quanto comunes las medianas. Conseguida, se conservacon facilidad. Obliga mucho y obra ms. Es especie de magestad quando llega a ser veneracin,por la sublimidad de su causa y de su esfera; pero la reputacin substancial es la que vali

    siempre.98 Cifrar la voluntad. Son las passiones los portillos del nimo. El ms pltico saber consiste endissimular; lleva riesgo de perder el que juega a juego descubierto. Compita la detencin delrecatado con la atencin del advertido: a linces de discurso, xibias de interioridad. No se le sepael gusto, porque no se le prevenga, unos para la contradicin, otros para la lisonja.

    99 Realidad y apariencia. Las cosas no passan por lo que son, sino por lo que parecen. Sonraros los que miran por dentro, y muchos los que se pagan de lo aparente. No basta tener razncon cara de malicia.

    100 Varn desengaado: Christiano sabio, Cortesano filsofo. Mas no parecerlo, menosafectarlo. Est desacreditado el filosofar, aunque el exercicio mayor de los sabios. Vivedesautorizada la ciencia de los cuerdos. Introdxola Sneca en Roma, conservse algn tiempo

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    cortesana, ya es tenida por impertinencia. Pero siempre el desengao fue pasto de la prudencia,delicias de la entereza.

    101 La metad del mundo se est riendo de la otra metad, con necedad de todos. O todo es

    bueno, o todo es malo, segn votos. Lo que ste sigue, el otro persigue. Insufrible necio el quequiere regular todo objecto por su concepto. No dependen las perfecciones de un solo agrado:tantos son los gustos como los rostros, y tan varios. No ai defecto sin afecto, ni se ha dedesconfiar porque no agraden las cosas a algunos, que no faltarn otros que las aprecien; ni aunel aplauso destos le sea materia al desvanecimiento, que otros lo condenarn. La norma de laverdadera satisfacin es la aprobacin de los varones de reputacin, y que tienen voto en aquelorden de cosas. No se vive de un voto solo, ni de un uso, ni de un siglo.

    102 Estmago para grandes vocados de la fortuna. En el cuerpo de la prudencia no es la partemenos importante un gran buche, que de grandes partes se compone una gran capacidad. No seembaraa con las buenas dichas quien merece otras mayores; lo que es ahto en unos eshambre en otros. Ai muchos que se les gasta qualquier mui importante manjar por la cortedad desu natural, no acostumbrado ni nacido para tan sublimes empleos; aedseles el trato, y con loshumos que se levantan de la postiza honra viene a desvanecrseles la cabea. Corren granpeligro en los lugares altos, y no caben en s porque no cabe en ellos la suerte. Muestre, pues, elvarn grande que aun le quedan ensanches para cosas mayores, y huiga con especial cuidadode todo lo que puede dar indicio de angosto coran.

    103 Cada uno la magestad en su modo. Sean todas las acciones, si no de un Rei, dignas de tal,segn su esfera; el proceder Real, dentro de los lmites de su cuerda suerte: sublimidad deacciones, remonte de pensamientos. Y en todas sus cosas represente un Rei por mritos,quando no por realidad, que la verdadera soberana consiste en la entereza de costumbres; nitendr que invidiar a la grandeza quien pueda ser norma della. Especialmente a los allegados altrono pgueseles algo de la verdadera superioridad, participen antes de las prendas de lamagestad que de las ceremonias de la vanidad, sin afectar lo imperfecto de la inchan, sino lorealado de la substancia.

    104 Tener tomado el pulso a los empleos. Ai su variedad en ellos: magistral conocimiento, y que

    necessita de advertencia; piden unos valor y otros sutileza. Son ms fciles de manejar los quedependen de la rectitud, y ms difciles los que del artificio. Con un buen natural no es menesterms para aqullos; para stos no basta toda la atencin y desvelo. Trabajosa ocupacingovernar hombres, y ms, locos o necios: doblado sesso es menester para con quien no le tiene.Empleo intolerable el que pide todo un hombre, de horas contadas y la materia cierta; mejoresson los libres de fastidio juntando la variedad con la gravedad, porque la alternacin refresca elgusto. Los ms autorizados son los que tienen menos, o ms distante, la dependencia; y aqules el peor que al fin haze sudar en la residencia humana y ms en la divina.

    105 No cansar. Suele ser pessado el hombre de un negocio, y el de un verbo. La brevedad eslisongera, y ms negociante; gana por lo corts lo que pierde por lo corto. Lo bueno, si breve,dos vezes bueno; y aun lo malo, si poco, no tan malo. Ms obran quintas essencias quefrragos; y es verdad comn que hombre largo raras vezes entendido, no tanto en lo material dela disposicin quanto en lo formal del discurso. Ai hombres que sirven ms de embarao que de

    adorno del universo, alajas perdidas que todos las desvan. Escuse el Discreto el embaraar, ymucho menos a grandes personajes, que viven mui ocupados, y sera peor desazonar uno dellosque todo lo restante del mundo. Lo bien dicho se dize presto.

    106 No afectar la fortuna. Ms ofende el ostentar la dignidad que la persona. Hazer del hombrees odioso, bastvale ser invidiado. La estimacin se consigue menos quanto se busca ms;depende del respeto ageno; y ass no se la puede tomar uno, sino merecerla de los otros yaguardarla. Los empleos grandes piden autoridad ajustada a su exercicio, sin la qual no puedenexercerse dignamente. Conserve la que merece para cumplir con lo substancial de susobligaciones: no estrujarla, ayudarla s, y todos los que hazen del hazendado en el empleo danindicio de que no lo merecan, y que viene sobrepuesta la dignidad. Si se huviere de valer, seaantes de lo eminente de sus prendas que de lo adventicio; que hasta un Rei se ha de venerarms por la persona que por la extrnseca soberana.

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    107 No mostrar satisfacin de s. Viva ni descontento, que es poquedad, ni satisfecho, que esnecedad. Nace la satisfacin en los ms de ignorancia y para en una felicidad necia, que,aunque entretiene el gusto, no mantiene el crdito. Como no alcana las superlativas

    perfecciones en los otros, pgase de qualquiera vulgar mediana en s. Siempre fue til, a msde cuerdo, el rezelo, o para prevencin de que salgan bien las cosas, o para consuelo quandosalieren mal; que no se le haze de nuevo el desaire de su suerte al que ya se lo tema. El mismoHomero dormita tal vez, y cae Alexandro de su estado y de su engao. Dependen las cosas demuchas circunstancias; y la que triunf en un puesto, y en tal ocasin, en otra se malogra; perola incorregibilidad de lo necio est en que se convirti en flor la ms vana satisfacin, y vabrotando siempre su semilla.

    108 Atajo para ser persona: saberse ladear. Es mui eficaz el trato. Comuncanse las costumbresy los gustos. Pgase el genio, y aun el ingenio sin sentir. Procure, pues, el pronto juntarse con elreportado; y ass en los dems genios, con ste conseguir la templana sin violencia: es grandestreza saberse atemperar. La alternacin de contrariedades hermosea el universo y lesustenta, y si causa armona en lo natural, mayor en lo moral. Vlgase desta poltica advertenciaen la eleccin de familiares y de famulares, que con la comunicacin de los extremos se ajustar

    un medio mui discreto.109 No ser acriminador. Ai hombres de genio fiero, todo lo hazen delito, y no por passin, sinopor naturaleza. A todos condenan, a unos porque hizieron, a otros porque harn. Indica nimopeor que cruel, que es vil, y acriminan con tal exageracin, que de los tomos hazen vigas parasacar los ojos: cmitres en cada puesto, que hazen galera de lo que fuera Elisio; pero si media lapassin, de todo hazen estremos. Al contrario, la ingenuidad para todo alla salida, si no deintencin, de inadvertencia.

    110 No aguardar a ser Sol que se pone. Mxima es de cuerdos dexar las cosas antes que losdexen. Sepa uno hazer triunfo del mismo fenecer; que tal vez el mismo Sol, a buen lucir, sueleretirarse a una nube porque no le vean caer, y dexa en suspensin de si se puso o no se puso.Hurte el cuerpo a los ocasos para no rebentar de desaires; no aguarde a que le buelvan lasespaldas, que le sepultarn vivo para el sentimiento, y muerto para la estimacin. Jubila contiempo el advertido al corredor cavallo, y no aguarda a que, cayendo, levante la risa en medio lacarrera. Rompa el espejo con tiempo y con astucia la belleza, y no con impaciencia despus alver su desengao.

    111 Tener amigos. Es el segundo ser. Todo amigo es bueno y sabio para el amigo. Entre ellostodo sale bien. Tanto valdr uno quanto quisieren los dems; y para que quieran, se les ha deganar la voca por el coran. No ai hechio como el buen servicio, y para ganar amistades, elmejor medio es hazellas. Depende lo ms y lo mejor que tenemos de los otros. Hase de vivir, ocon amigos o con enemigos. Cada da se ha de diligenciar uno, aunque no para ntimo, paraaficionado, que algunos se quedan despus para confidentes, passando por el acierto deldelecto.

    112 Ganar la pa aficin, que aun la primera y suma Causa en sus mayores assuntos la previeney la dispone. ntrase por el afecto al concepto. Algunos se fan tanto del valor, que desestiman ladiligencia; pero la atencin sabe bien que es grande el rodeo de solos los mritos, si no se

    ayudan del favor. Todo lo facilita y suple la benevolencia; no siempre supone las prendas, sinoque las pone, como el valor, la entereza, la sabidura, hasta la discrecin. Nunca ve lasfealdades, porque no las querra ver. Nace de ordinario de la correspondencia material en genio,nacin, parentesco, patria y empleo. La formal es ms sublime en prendas, obligaciones,reputacin, mritos. Toda la dificultad es ganarla, que con facilidad se conserva. Pudesediligenciar, y saberse valer della.

    113 Prevenirse en la fortuna prspera para la adversa. Arbitrio es hazer en el Esto la provisinpara el Invierno, y con ms comodidad. Van varatos entonces los favores, ai abundancia deamistades. Bueno es conservar para el mal tiempo, que es la adversidad cara, y falta de todo.Aya retn de amigos y de agradecidos, que algn da har aprecio de lo que aora no haze caso.La villana nunca tiene amigos: en la prosperidad porque los desconoce, en la adversidad ladesconocen a ella.

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    114 Nunca competir. Toda pretensin con oposicin daa el crdito. La competencia tira luego adesdorar, por desluzir. Son pocos los que hazen buena guerra, descubre la emulacin losdefectos que olvid la cortesa. Vivieron muchos acreditados mientras no tuvieron mulos. El

    calor de la contrariedad aviva o resucita las infamias muertas, desentierra hediondezes passadasy antepassadas. Cominase la competencia con manifiesto de desdoros, ayudndose dequanto puede y no deve; y aunque a vezes, y las ms, no sean armas de provecho las ofensas,haze dellas vil satisfacin a su venganza, y sacude esta con tal aire, que haze saltar a losdesaires el polvo del olvido. Siempre fue pacfica la benevolencia y benvola la reputacin.

    115 Hazerse a las malas condiciones de los familiares; ass como a los malos rostros: esconveniencia donde tercia dependencia. Ai fieros genios que no se puede vivir con ellos, ni sinellos. Es, pues, destreza irse acostumbrando, como a la fealdad, para que no se hagan de nuevoen la terribilidad de la ocasin. La primera vez espantan, pero poco a poco se les viene a perderaquel primer horror, y la reflexa previene los disgustos, o los tolera.

    116 Tratar siempre con gente de obligaciones. Puede empearse con ellos, y empearlos. Sumisma obligacin es la mayor fiana de su trato, aun para varajar, que obran como quien son, yvale ms pelear con gente de bien que triunfar de gente de mal. No ai buen trato con la ruindad,porque no se halla obligada a la entereza; por esso entre ruines nunca ai verdadera amistad, nies de buena lei la fineza, aunque lo pareza, porque no es en fe de la honra. Reniegue siemprede hombre sin ella, que quien no la estima, no estima la virtud; y es la honra el trono de laentereza.

    117 Nunca hablar de s. O se ha de alabar, que es desvanecimiento, o se ha de vituperar, que espoquedad; y, siendo culpa de cordura en el que dize, es pena de los que oyen. Si esto se ha deevitar en la familiaridad, mucho ms en puestos sublimes, donde se habla en comn, y passa yapor necedad qualquier apariencia della. El mismo inconveniente de cordura tiene el hablar de lospresentes por el peligro de dar en uno de dos escollos: de lisonja, o vituperio.

    118 Cobrar fama de Corts, que basta a hazerle plausible. Es la cortesa la principal parte de lacultura, especie de hechizo, y ass concilia la gracia de todos, ass como la descortesa eldesprecio y enfado universal. Si sta nace de sobervia, es aborrecible; si de grosera,

    despreciable. La cortesa siempre ha de ser ms que menos, pero no igual, que degenerara eninjusticia. Tinese por deuda entre enemigos para que se vea su valor. Cuesta poco y valemucho: todo honrador es honrado. La galantera y la honra tienen esta ventaja, que se quedan:aqulla en quien la usa, sta en quien la haze.

    119 No hazerse de mal querer. Nose ha de provocar la aversin, que aun sin quererlo, ella seadelanta. Muchos ai que aborrecen de valde, sin saber el cmo ni por qu. Previene lamalevolencia a la obligacin. Es ms eficaz y pronta para el dao la irascible que laconcupiscible para el provecho. Afectan algunos ponerse mal con todos, por enfadoso o porenfadado genio; y si una vez se apodera el odio, es, como el mal concepto, dificultoso de borrar.A los hombres juiziosos los temen, a los maldizientes aborrecen, a los presumidos asquean, alos fisgones abominan, a los singulares los dexan. Muestre, pues, estimar para ser estimado, y elque quiere hazer casa haze caso.

    120 Vivir a lo pltico. Hasta el saber ha de ser al uso, y donde no se usa, es preciso saber hazerdel ignorante. Mdanse a tiempos el discurrir y el gustar: no se ha de discurrir a lo viejo, y se hade gustar a lo moderno. El gusto de las cabeas haze voto en cada orden de cosas. sse se hade seguir por entonces, y adelantar a eminencia. Acomdese el cuerdo a lo presente, aunque leparezca mejor lo passado, ass en los arreos del alma como del cuerpo. Slo en la bondad novale esta regla de vivir, que siempre se ha de platicar la virtud. Desconcese ya, y parece cosade otros tiempos el dezir verdad, el guardar palabra; y los varones buenos parecen hechos albuen tiempo, pero siempre amados; de suerte que, si algunos ai, no se usan ni se imitan. O,grande infelicidad del siglo nuestro, que se tenga la virtud por estraa y la malicia por corriente!Viva el Discreto como puede, si no como querra. Tenga por mejor lo que le concedi la suerteque lo que le ha negado.

    121 No hazer negocio del no negocio. Ass como algunos todo lo hazen cuento, ass otros todonegocio: siempre hablan de importancia, todo lo toman de veras, reduzindolo a pendencia y a

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    misterio. Pocas cosas de enfado se han de tomar de propsito, que sera empearse sin l. Estrocar los puntos tomar a pechos lo que se ha de echar a las espaldas. Muchas cosas que eranalgo, dexndolas, fueron nada; y otras que eran nada, por aver hecho caso dellas, fueron mucho.

    Al principio es fcil dar fin a todo, que despus no. Muchas vezes haze la enfermedad el mismoremedio, ni es la peor regla del vivir el dexar estar.

    122 Seoro en el dezir yen el hazer. Hzese mucho lugar en todas partes, y gana de antemanoel respeto. En todo influye, en el conversar, en el orar, hasta en el caminar; y aun el mirar en elquerer. Es gran vitoria coger los coraones. No nace de una necia intrepidez, ni del enfadosoentretenimiento, s en una decente autoridad nacida del genio superior y ayudada de los mritos.

    123 Hombre desafectado. A ms prendas, menos afectacin, que suele ser vulgar desdoro detodas. Es tan enfadosa a los dems quan penosa al que la sustenta, porque vive mrtir delcuidado, y se atormenta con la puntualidad. Pierden su mrito las mismas eminencias con ella,porque se juzgan nacidas antes de la artificiosa violencia que de la libre naturaleza, y todo lonatural fue siempre ms grato que lo artificial. Los afectados son tenidos por estrangeros en loque afectan; quanto mejor se haze una cosa se ha de desmentir la industria, porque se vea quese cae de su natural la perfeccin. Ni por huir la afectacin se ha de dar en ella afectando el noafectar. Nunca el Discreto se ha de dar por entendido de sus mritos, que el mismo descuidodespierta en los otros la atencin. Dos vezes es eminente el que encierra todas las perfeccionesen s, y ninguna en su estimacin; y por encontrada senda llega al trmino de la plausibilidad.

    124 Llegar a ser deseado. Pocos llegaron a tanta gracia de las gentes, y si de los cuerdos,felicidad. Es ordinaria la tibieza con los que acaban. Ai modos para merecer este premio deaficin: la eminencia en el empleo y en las prendas es segura; el agrado, eficaz. Hzesedependencia de la eminencia, de modo que se note que el cargo le huvo menester a l, y no l alcargo; honran unos los puestos, a otros honran. No es ventaja que le haga bueno el que sucedimalo, porque esso no es ser deseado absolutamente, sino ser el otro aborrecido.

    125 No ser libro verde. Seal de tener gastada la fama propria es cuidar de la infamia agena.Querran algunos con las manchas de los otros dissimular, si no labar, las suyas; o se consuelan,que es el consuelo de los necios. Huleles mal la voca a stos, que son los albaares de las

    inmundicias civiles. En estas materias, el que ms escarba, ms se enloda. Pocos se escapande algn achaque original, o al derecho, o al travs. No son conocidas las faltas en los pococonocidos. Huiga el atento de ser registro de infamias, que es ser un aborrecido padrn y,aunque vivo, desalmado.

    126 No es necio el que haze la necedad, sino el que, hecha, no la sabe encubrir. Hanse de sellarlos afectos, qunto ms los defectos! Todos los hombres yerran, pero con esta diferencia, quelos sagazes desmienten las echas, y los necios mienten las por hazer. Consiste el crdito en elrecato, ms que en el hecho, que si no es uno casto, sea cauto. Los descuidos de los grandeshombres se observan ms, como eclipses de las lumbreras mayores. Sea excepcin de laamistad el no confiarla los defectos; ni aun, si ser pudiesse, a su misma identidad. Pero pudesevaler aqu de aquella otra regla del vivir, que es saber olvidar.

    127 El despejoen todo. Es vida de las prendas, aliento del dezir, alma del hazer, realce de losmismos realces. Las dems perfecciones son ornato de la naturaleza, pero el despejo lo es delas mismas perfecciones: hasta en el discurrir se celebra. Tiene de privilegio lo ms, deve alestudio lo menos, que aun a la disciplina es superior; passa de facilidad, y adelntase a vizarra;supone desembarao, y aade perfeccin. Sin l toda belleza es muerta, y toda gracia,desgracia. Es trascendental al valor, a la discrecin, a la prudencia, a la misma magestad. Espoltico atajo en el despacho, y un culto salir de todo empeo.

    128 Alteza de nimo. Es de los principales requisitos para Hroe, porque inflama a todo gnerode grandeza. Reala el gusto, engrandeze el coran, remonta el pensamiento, ennoblece lacondicin y dispone la magestad. Dondequiera que se halla, se descuella, y aun tal vez,desmentida de la invidia de la suerte, rebienta por campear. Ensnchase en la voluntad, ya queen la possibilidad se violente. Reconcela por fuente la magnanimidad, la generosidad y todaheroica prenda.

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    129 Nunca quexarse. La quexa siempre trae descrdito. Ms sirve de exemplar de atrevimiento ala passin que de consuelo a la compassin. Abre el passo a quien la oye para lo mismo, y es lanoticia del agravio del primero disculpa del segundo. Dan pie algunos con sus quexas de las

    ofensiones passadas a las venideras, y pretendiendo remedio o consuelo, solicitan lacomplacencia, y aun el desprecio. Mejor poltica es celebrar obligaciones de unos para que seanempeos de otros, y el repetir favores de los ausentes es solicitar los de los presentes, es vendercrdito de unos a otros. Y el varn atento nunca publique ni desaires ni defectos, sestimaciones, que sirven para tener amigos y de contener enemigos.

    130 Hazer, y hazer parecer. Las cosas no passan por lo que son, sino por lo que parecen. Valery saberlo mostrar es valer dos vezes. Lo que no se ve es como si no fuesse. No tiene suveneracin la razn misma donde no tiene cara de tal. Son muchos ms los engaados que losadvertidos: prevaleze el engao y jzganse las cosas por fuera. Ai cosas que son mui otras de loque parecen. La buena exterioridad es la mejor recomendacin de la perfeccin interior.

    131 Galantera de condicin. Tienen su vizarra las almas, gallarda del espritu, con cuyosgalantes actos queda mui airoso un coran. No cabe en todos, porque supone magnanimidad.Primero assunto suyo es hablar bien del enemigo, y obrar mejor. Su mayor lucimiento libra en loslances de la venganza: no se los quita, sino que se los mejora, convirtindola, quando msvencedora, en una impensada generosidad. Es poltica tambin, y aun la gala de la razn deestado. Nunca afecta vencimientos, porque nada afecta, y quando los alcana el merecimiento,los dissimula la ingenuidad.

    132 Usar del reconsejo. Apelar a la revista es seguridad, y ms donde no es evidente lasatisfacin; tomar tiempo, o para conceder, o para mejorarse: ofrcense nuevas razones paraconfirmar y corroborar el dictamen. Si es en materia de dar, se estima ms el don en fe de lacordura que en el gusto de la presteza; siempre fue ms estimado lo deseado. Si se ha de negar,queda lugar al modo, y para madurar el No, que sea ms sazonado; y las ms vezes, passadoaquel primer calor del deseo, no se siente despus a sangre fra el desaire del negar. A quienpide aprisa, conceder tarde, que es treta para desmentir la atencin.

    133 Antes loco con todos que cuerdo a solas: dizen polticos. Que si todos lo son, con ninguno

    perder; y si es sola la cordura, ser tenida por locura: tanto importar seguir la corriente. Es elmayor saber a vezes no saber, o afectar no saber. Hase de vivir con otros, y los ignorantes sonlos ms. Para vivir a solas: ha de tener o mucho de Dios o todo de bestia. Mas yo moderara elaforismo, diziendo: antes cuerdo con los ms que loco a solas. Algunos quieren ser singularesen las quimeras.

    134 Doblar los requisitos de la vida. Es doblar el vivir. No ha de ser nica la dependencia, ni seha de estrechar a una cosa sola, aunque singular. Todo ha de ser doblado, y ms las causas delprovecho, del favor, del gusto. Es trascendente la mutabilidad de la Luna, trmino de lapermanencia, y ms las cosas que dependen de humana voluntad, que es quebradiza. Valgacontra la fragilidad el retn, y sea gran regla del arte del vivir doblar las circunstancias del bien yde la comodidad: ass como dobl la naturaleza los miembros ms importantes y msarriesgados, ass el arte los de la dependencia.

    135 No tenga espritu de contradicin, que es cargarse de necedad y de enfado; conjurarse hacontra l la cordura. Bien puede ser ingenioso el dificultar en todo, pero no se escapa de necio loporfiado. Hazen estos guerrilla de la dulce conversacin, y ass son enemigos ms de losfamiliares que de los que no les tratan. En el ms sabroso vocado se siente ms la espina quese atraviessa, y eslo la contradicin de los buenos ratos; son necios perniciosos, que aaden lofiera a lo bestia.

    136 Ponerse bienen las materias, tomar el pulso luego a los negocios. Vanse muchos o por lasramas de un intil discurrir, o por las ojas de una cansada vervosidad, sin topar con la substanciadel caso. Dan cien bueltas rodeando un punto, cansndose y cansando, y nunca llegan al centrode la importancia. Procede de entendimientos confusos, que no se saben desembarazar. Gastanel tiempo y la paciencia en lo que avan de dexar, y despus no la ai para lo que dexaron.

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    137 Bstese a s mismo el sabio.l se era todas sus cosas, y llevndose a s lo llebava todo. Siun amigo universal basta hazer Roma y todo lo restante del Universo, sase uno esse amigo des proprio, y podr vivirse a solas. Quin le podr hazer falta si no ai ni mayor concepto ni

    mayor gusto que el suyo? Depender de s solo, que es felicidad suma semejar a la entidadsuma. El que puede passar ass a solas, nada tendr de bruto, sino mucho de sabio y todo deDios.

    138 Arte de dexar estar. Yms quando ms rebuelta la comn mar, o la familiar. Ai torbellinos enel humano trato, tempestades de voluntad; entonces es cordura retirarse al seguro puerto del darvado. Muchas vezes empeoran los males con los remedios. Dexar hazer a la naturaleza all, yaqu a la moralidad. Tanto ha de saber el sabio mdico para recetar como para no recetar, y avezes consiste el arte ms en el no aplicar remedios. Sea modo de sossegar vulgares torbellinosel alar mano y dexar sossegar; ceder al tiempo aora ser vencer despus. Una fuente con pocainquietud se enturvia, ni se bolver a serenar procurndolo, sino dexndola. No ai mejor remediode los desconciertos que dexallos correr, que ass caen de s proprios.

    139 Conocer el da aziago, que los ai: nada saldr bien; y, aunque se vare el juego, pero no lamala suerte. A dos lances convendr conocerla y retirarse, advirtiendo si est de da o no lo est.Hasta en el entendimiento ai vez, que ninguno supo a todas horas. Es ventura acertar a discurrir,como el escrivir bien una carta. Todas las perfecciones dependen de sazn, ni siempre la bellezaest de vez; desmintese la discrecin a s misma, ya cediendo, ya excedindose; y todo parasalir bien ha de estar de da. Ass como en unos todo sale mal, en otros todo bien y con menosdiligencias. Todo se lo halla uno hecho, el ingenio est de vez, el genio de temple, y todo deestrella. Entonces conviene lograrla y no desperdiciar la menor partcula. Pero el varn juiziosono por un azar que vio sentencie definitivamente de malo, ni al contrario, de bueno, que pudo seraquello desazn y esto ventura.

    140 Topar luego con lo bueno en cada cosa. Es dicha del buen gusto. Va luego la aveja a ladulura para el panal, y la vvora a la amargura para el veneno. Ass los gustos, unos a lo mejory otros a lo peor. No ai cosa que no tenga algo bueno, y ms si es libro, por lo pensado. Es,pues, tan desgraciado el genio de algunos, que entre mil perfecciones toparn con solo undefecto que huviere, y esse lo censuran y lo celebran: recogedores de las inmundicias devoluntades y de entendimientos, cargando de notas, de defectos, que es ms castigo de su maldelecto que empleo de su sutileza. Passan mala vida, pues siempre se zeban de amarguras yhazen pasto de imperfecciones. Ms feliz es el gusto de otros que, entre mil defectos, toparnluego con una sola perfeccin que se le cay a la ventura.

    141 No escucharse. Pocoaprovecha agradarse a s, si no contenta a los dems, y de ordinariocastiga el desprecio comn la satisfacin particular. Dbese a todos el que se paga de s mismo.Querer hablar y orse no sale bien; y si hablarse a solas es locura, escucharse delante de otrosser doblada. Achaque de seores es hablar con el bordn del digo algo? y aquel e? queaporrea a los que escuchan. A cada razn orejean la aprobacin o la lisonja, apurando lacordura. Tambin los hinchados hablan con Eco, y como su conversacin va en chapines deentono, a cada palabra solicita el enfadoso socorro del necio bien dicho!

    142 Nunca por tema seguir el peor partidoporque el contrario se adelant y escogi el mejor. Ya

    comiena vencido, y ass ser preciso ceder desairado: Nunca se vengar bien con el mal. Fueastucia del contrario anticiparse a lo mejor, y necedad suya oponrsele tarde con lo peor. Sonstos porfiados de obra ms empeados que los de palabra, quanto va ms riesgo del hazer aldezir. Vulgaridad de temticos, no reparar en la verdad, por contradezir, ni en la utilidad, porlitigar. El atento siempre est de parte de la razn, no de la passin, o anticipndose antes omejorndose despus; que si es necio el contrario, por el mismo caso mudar de rumbo,passndose a la contraria parte, con que empeorar de partido. Para echarle de lo mejor esnico remedio abraar lo proprio, que su necedad le har dexarlo y su tema le ser despeo.

    143 No dar en Paradoxo por huir de vulgar. Los dos extremos son del descrdito. Todo assuntoque desdize de la gravedad es ramo de necedad. Lo paradoxo es un cierto engao plausible alos principios, que admira por lo nuevo y por lo picante; pero despus con el desengao del salirtan mal queda mui desairado. Es especie de embeleco, y en materias polticas, ruina de los

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    estados. Los que no pueden llegar o no se atreven a lo heroico por el camino de la virtud, echanpor lo paradoxo, admirando necios y sacando verdaderos a muchos cuerdos. Arguyedestemplana en el dictamen, y por esso tan opuesto a la prudencia; y si tal vez no se funda en

    lo falso, por lo menos en lo incierto, con gran riesgo de la importancia.144 Entrar con la agena para salir con la suya. Es estratagema del conseguir. Aun en lasmaterias del Cielo encargan esta santa astucia los Christianos maestros. Es un importantedissimulo, porque sirve de zebo la concebida utilidad para coger una voluntad: parcele que vadelante la suya, y no es ms de para abrir camino a la pretensin agena. Nunca se ha de entrara lo desatinado, y ms donde ai fondo de peligro. Tambin con personas cuya primera palabrasuele ser el No conviene desmentir el tiro, porque no se advierta la dificultad del conceder,mucho ms quando se presiente la aversin. Pertenece este aviso a los de segunda intencin,que todos son de la quinta sutileza.

    145 No descubrir el dedo malo, que todo topar all. No quexarse dl, que siempre sacude lamalicia adonde le duele a la flaqueza. No servir el picarse uno sino de picar el gusto alentretenimiento. Va buscando la mala intencin el achaque de hazer saltar: arroja varillas parahallarle el sentimiento, har la prueva de mil modos hasta llegar al vivo. Nunca el atento se dpor entendido, ni descubra su mal, o personal o heredado, que hasta la fortuna se deleita avezes de lastimar donde ms ha de doler. Siempre mortifica en lo vivo; por esto no se ha dedescubrir, ni lo que mortifica, ni lo que vivifica: uno para que se acabe, otro para que dure.

    146 Mirar por dentro. Hllanse de ordinario ser mui otras las cosas de lo que parecan; y laignorancia que no pass de la corteza se convierte en desengao quando se penetra al interior.La mentira es siempre la primera en todo, arrastra necios por vulgaridad continuada. La verdadsiempre llega la ltima, y tarde, coxeando con el tiempo; resrvanle los cuerdos la otra metad dela potencia que sabiamente duplic la comn madre. Es el engao mui superficial, y topan luegocon l los que lo son. El acierto vive retirado a su interior para ser ms estimado de sus sabios ydiscretos.

    147 No ser inaccessible. Ninguno ai tan perfecto, que alguna vez no necessite de advertencia.Es irremediable de necio el que no escucha; el ms esento ha de dar lugar al amigable aviso, ni

    la soberana ha de excluir la docilidad. Ai hombres irremediables por inacessibles, que sedespean porque nadie osa llegar a detenerlos. El ms entero ha de tener una puerta avierta a laamistad, y ser la del socorro; ha de tener lugar un amigo para poder con desembarao avisarle,y aun castigarle. La satisfaccin le ha de poner en esta autoridad, y el gran concepto de sufidelidad y prudencia. No a todos se les ha de facilitar el respeto, ni aun el crdito; pero tenga enel retrete de su recato un fiel espejo de un confidente a quien deva y estime la correccin en eldesengao.

    148 Tener el arte de conversar, en que se haze muestra de ser persona. En ningn exerciciohumano se requiere ms la atencin, por ser el ms ordinario del vivir. Aqu es el perderse o elganarse; que si es necessaria la advertencia para escrivir una carta, con ser conversacin depensado, y por escrito, qunto ms en la ordinaria, donde se haze examen pronto de ladiscrecin! Toman los peritos el pulso al nimo en la lengua, y en fe de ella dixo el Sabio:Habla, si quieres que te conozca. Tienen algunos por arte en la conversacin el ir sin ella, que

    ha de ser olgada, como el vestir, entindese entre mui amigos; que quando es de respeto ha deser ms substancial, y que indique la mucha substancia de la persona. Para acertarse se ha deajustar al genio y al ingenio de los que tercian. No ha de afetar el ser censor de las palabras, queser tenido por gramtico, ni menos fiscal de las razones, que le hurtarn todos el trato y levedarn la comunicacin. La discrecin en el hablar importa ms que la eloqencia.

    149 Saber declinar a otro los males. Tener escudos contra la malevolencia, gran treta de los quegoviernan. No nace de incapacidad, como la malicia piensa, s de industria superior, tener enquien recaiga la censura de los desaciertos, y el castigo comn de la murmuracin. No todopuede salir bien, ni a todos se puede contentar. Aya, pues, un testa de yerros, terrero deinfelizidades, a costa de su misma ambicin.

    150 Saber vender sus cosas. No basta la intrnseca bondad dellas, que no todos muerden lasubstancia, ni miran por dentro. Acuden los ms adonde al concurso, van porque ven ir a otros.

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    Es gran parte del artificio saber acreditar: unas vezes celebrando, que la alabana es solicitadoradel deseo; otras, dando buen nombre, que es un gran modo de sublimar, desmintiendo siemprela afectacin. El destinar para solos los entendidos es picn general, porque todos se lo piensan,

    y quando no, la privacin espolear el deseo. Nunca se han de acreditar de fciles, ni decomunes, los assuntos, que ms es vulgarizarlos que facilitarlos; todos pican en lo singular porms apetecible, tanto al gusto como al ingenio.

    151 Pensar anticipado: hoi para maana, y aun para muchos das. La mayor providencia estener horas della; para prevenidos no ai acasos, ni para apercibidos aprietos. No se ha deaguardar el discurrir para el ahogo, y de ir de antemano; prevenga con la madurez delreconsejo el punto ms crudo. Es la almohada Sibila muda, y el dormir sobre los puntos vale msque el desvelarse debaxo dellos. Algunos obran, y despus piensan: aquello ms es buscarescusas que conseqencias. Otros, ni antes ni despus. Toda la vida ha de ser pensar paraacertar el rumbo: el reconsejo y providencia dan arbitrio de vivir anticipado.

    152 Nunca acompaarse con quien le pueda desluzir, tanto por ms quanto por menos. Lo queexcede en perfeccin excede en estimacin. Har el otro el primer papel siempre, y l elsegundo; y si le alcanare algo de aprecio, sern las sobras de aquel. Campea la Luna, mientrasuna, entre las Estrellas; pero en saliendo el Sol, o no parece o desaparece. Nunca se arrime aquien le eclipse, sino a quien le realce. Desta suerte pudo parecer hermosa la discreta Fabula deMarcial, y luci entre la fealdad o el desalio de sus donzellas. Tampoco ha de peligrar de mal delado, ni honrar a otros a costa de su crdito. Para hazerse, vaya con los eminentes; para hecho,entre los medianos.

    153 Huiga de entrar a llenar grandes vazos.Y, si se empea, sea con seguridad del excesso. Esmenester doblar el valor para igualar al del passado. Ass como es ardid que el que se sigue seatal que le haga deseado, ass es sutileza que el que acab no le eclipse. Es dificultoso llenar ungran vaco, porque siempre lo passado pareci mejor; y aun la igualdad no bastar, porque esten possessin de primero. Es, pues, necessario aadir prendas para echar a otro de supossessin en el mayor concepto.

    154 No ser fcil, ni en creer, ni en querer. Concese la madurez en la espera de la credulidad: es

    mui ordinario el mentir, sea extraordinario el creer. El que ligeramente se movi hllase despuscorrido; pero no se ha de dar a entender la duda de la fe agena, que passa de descortesa aagravio, porque se le trata al que contesta de engaador o engaado. Y aun no es sse el mayorinconveniente, quanto que el no creer es indicio del mentir; porque el mentiroso tiene dos males,que ni cree ni es credo. La suspensin del juizio es cuerda en el que oye, y remtase de fe alautor aquel que dize: Tambin es especie de imprudencia la facilidad en el querer; que, si semiente con la palabra, tambin con las cosas, y es ms pernicioso este engao por la obra.

    155 Arte en el apassionarse. Si es possible, prevenga la prudente reflexin la vulgaridad delmpetu. No le ser dificultoso al que