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UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
FACULTAD DE PSICOLOGA
Departamento de Psicologa Bsica, Psicobiologa y
Metodologa de las Ciencias del Comportamiento
TESIS DOCTORAL
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el
Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa
GERARDO PRIETO ADNEZ, y ANA R. DELGADO
GONZLEZ, catedrticos de Metodologa de las Ciencias del
Comportamiento. Departamento de Psicologa Bsica, Psicobiologa y
Metodologa de las Ciencias del Comportamiento. Facultad de
Psicologa. Universidad de Salamanca.
CERTIFICAN:
Que el trabajo titulado Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo
mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin, realizado bajo su
direccin por D. JOANA BRITES ROSA, licenciada en Psicologa y alumna del
Programa de Doctorado de Neuropsicologa Clnica, rene los requisitos
necesarios para optar al GRADO DE DOCTOR por la Universidad de
Salamanca.
Salamanca, Octubre de 2011
Fdo.: Gerardo Prieto Fdo.: Ana R. Delgado
Agradecimientos
Joana Brites Rosa iii
Agradecimientos
Me gustara agradecer en primer lugar a todos los individuos que
participaron en la presente investigacin, a los que presentaban diagnstico de
trastorno obsesivo-compulsivo y a aquellos que no lo presentaban. A los
tcnicos que trabajan con los sujetos con diagnstico de TOC, les debo un
especial agradecimiento. Sin su colaboracin, paciencia y voluntad no sera
posible realizar la recogida de los datos; Dra. Ana Pereira, Dr. Godinho, Dr.
Luiz Gamito, Dra. Patrcia Pascoal, Dra. Ftima Lory, Dr. Antnio Martins, Dra.
Susana Banha, Dr. Vasco Mendes, Dr. Roldo Vieira, Dra. Sofia Santos y Dr.
Paulo Sargento.
Agradezco a Teresa Almeida por el incentivo y apoyo en el contacto con
tcnicos de salud mental y a Paulo Lopes por las indicaciones clave en el
trabajo con el modelo de Rasch.
A Amrico Baptista e Isaura Loureno, profesores y amigos que admiro
desde el ingreso en Psicologa, por su ejemplo como psiclogos y como
personas. A Fernando Passos, un jefe comprensivo.
Agradezco a los directores del presente trabajo por sus indicaciones,
espritu crtico, sabidura y disponibilidad.
Por ltimo, a toda mi familia que siempre me incentiv y apoy en mis
intentos en hacer ms y mejor.
Obrigada/Gracias
Resumen
Joana Brites Rosa iv
Resumen
El objetivo de este trabajo ha sido analizar, con el modelo de Rasch para
escalas de calificacin, el inventario obsesivo-compulsivo (IOC), que tiene el
potencial de ser utilizado como instrumento de screening en la poblacin
general. El IOC original fue desarrollado por la autora y Baptista, en 2008 y
est compuesto por 105 tems de sntomas caractersticos del trastorno
obsesivo-compulsivo. Participaron en la investigacin 220 sujetos, 87 con
diagnstico de Trastorno Obsesivo-Compulsivo y 133 sin el citado trastorno. En
un primer paso se corrobor que las categoras de respuesta eran adecuadas,
aunque 27 tems han tenido que ser eliminados por presentar funcionamiento
diferencial entre grupos (clnico o normal) y entre sexos. Se presenta la versin
final del inventario compuesto por 78 tems con 5 categoras de respuesta, que
ha cumplido los criterios de ajuste y mostrado una adecuada calidad
psicomtrica. El anlisis del impacto muestra que no existen diferencias
asociadas al sexo y s al grupo, lo que permite una adecuada discriminacin.
Aunque el IOC puede considerarse unidimensional desde el punto de vista
estadstico, algo que comporta ventajas psicomtricas, el contenido de sus
tems permitira tambin tomar en consideracin las diferentes facetas del TOC
en un anlisis individualizado de las respuestas de los pacientes gracias a la
informacin proporcionada por el escalamiento conjunto.
Palabras Clave: Trastorno Obsesivo-Compulsivo, Inventario Obsesivo-
Compulsivo, Modelo de Rasch
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa v
ndice
AGRADECIMIENTOS iii
RESUMEN iv
LISTA DE TABLAS vii
LISTA DE FIGURAS viii
LISTA DE APNDICES viii
INTRODUCCIN 2
I - REVISIN TERICA 5
1. Ansiedad 6
1.1. Teoras psicolgicas 6
1.2. Bases biolgicas 8
1.3. Clasificacin de los trastornos de ansiedad 16
2. El Trastorno Obsesivo-compulsivo 20
2.1. Descripcin y clasificacin 20
2.2. Funcionamiento cognitivo 30
2.3. Memoria 31
2.4. Procesamiento de Informacin 33
3. La neurobiologa del Trastorno Obsesivo-compulsivo 37
3.1. Neurobiologa 37
3.2. Alteraciones neuroqumicas 39
3.3. Estudios con imagen cerebral 41
4. Evaluacin del Trastorno Obsesivo-Compulsivo 51
5. Modelo de Rasch 61
5.1. Caractersticas del modelo de Rasch 63
5.2. Funcionamiento diferencial de los tems (DIF) 65
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa vi
5.3. Modelo de escalas de calificacin 66
II - METODOLOGA 70
1. Participantes 71
2. Materiales 72
3. Procedimiento 74
III RESULTADOS Y DISCUSIN 75
1. Resultados 76
2. Discusin 107
IV - Conclusiones 112
Referencias 116
Apndices 135
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa vii
Lista de Tablas
Tabla 1 Caracterizacin de la muestra por edad y escolaridad 72
Tabla 2 Frecuencia y porcentaje de participantes por gnero y
grupo
72
Tabla 3 Calidad psicomtrica de las categoras de respuesta al IOC
(Linacre, 2002)
77
Tabla 4 Resumen de los resultados del IOC, con 105 tems 79
Tabla 5 Funcionamiento diferencial de los tems del IOC asociados
al grupo (normal o patolgico)
81
Tabla 6 Funcionamiento diferencial de los tems del IOC asociados
al sexo
84
Tabla 7 tems eliminados del IOC (N=22) 88
Tabla 8 Funcionamiento diferencial de los tems del IOC reducido
(83 tems) asociados al grupo (normal o patolgico)
90
Tabla 9 Lista de los cinco tems eliminados 92
Tabla 10 Funcionamiento diferencial de los tems del IOC reducido
(78 tems) asociados al grupo (normal o patolgico)
93
Tabla 11 Anlisis del funcionamiento diferencial de los tems por
sexo para el IOC78
95
Tabla 12 Caractersticas psicomtricas de las categoras de
respuesta del IOC78
97
Tabla 13 Resumen de los datos del IOC78 100
Tabla 14 Valores promedio (logit) de las facetas 104
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa viii
Tabla 15 Estadsticos descriptivos y diferencias entre las medias en
logit del grupo clnico y del grupo patolgico
105
Tabla 16 Estadsticos descriptivos y diferencias entre las medias en
logit de los varones y de las mujeres
105
Tabla 17 Correlacin con las sub-escalas de la SCL-90R 106
Lista de Figuras
Figura 1 Escalamiento conjunto de tems y personas 102
Lista de Apndices
Apndice A Versin original del Inventario Obsesivo-compulsivo 136
Apndice B Traduccin libre al espaol del Inventario Obsesivo
Compulsivo
141
Apndice C Adaptacin portuguesa de la SCL-90-R 147
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
INTRODUCCIN
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 2
Introduccin
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) ha sufrido alteraciones en su
designacin a lo largo del tiempo, pero actualmente con la globalizacin de los
manuales nosolgicos, sus caractersticas son ampliamente conocidas. Es un
trastorno que puede adquirir manifestaciones extraas y comporta, para el
individuo que vive con este trastorno, una calidad de vida deficitaria y con
gran sufrimiento.
Las tentativas de explicacin del trastorno son variadas, desde las
diversas versiones psicolgicas (psicodinmica, cognitiva, cognitivo-conductual,
etc.) hasta las bases biolgicas, en concreto la neurobiolgica. Si el tratamiento
psicolgico es eficaz, como reportan Franklin y Foa (2011), se podra pensar
que la explicacin del TOC debera ser psicolgica. Sin embargo, no todos los
pacientes se recuperan con intervencin psicolgica y son frecuentes las
recadas.
Por otro lado, las investigaciones en el campo biolgico y neurobiolgico
proporcionan evidencia de problemas en el funcionamiento de elementos
cerebrales o circuitos cerebrales en individuos con este trastorno. Pena-Garijo,
Ruiprez-Rodrgues y Barros-Loscertales (2010) concluyen que a pesar de que
existen varios estudios garantizando implicaciones neurobiolgicas del TOC, se
han encontrado algunas discrepancias en la conceptualizacin de un modelo
del trastorno obsesivo-compulsivo.
El camino para llegar a una explicacin de dicho trastorno est an
siendo construido y, afortunadamente, hay investigadores que lo hacen con
determinacin, ayudados por medios cada vez ms perfeccionados.
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 3
La evaluacin del TOC por medio de pruebas psicolgicas fue
especialmente activa en las dcadas de los 80 y 90 del siglo pasado. Se
desarrollaron varios cuestionarios, entrevistas y tests conductuales,
centrndose cada uno de ellos en las manifestaciones del TOC que se
consideraban ms importantes para sus autores. La clsica divisin entre
verificadores y limpiadores se va manteniendo en los tests, pero muchas otras
dimensiones o facetas de contenido se reflejan en las medidas existentes.
Por todo esto, en 2000, se cre una medida, el Inventario Obsesivo-
Compulsivo, que pretenda captar una gran amplitud de sntomas. Evala la
sintomatologa obsesivo-compulsiva, en 9 dimensiones caractersticas del
TOC; Contaminacin, Verificacin, Impulsos sobre daarse a uno mismo o a
terceros, Lentitud obsesiva, Ordenacin y simetra, Almacenamiento,
Neutralizacin, Duda e indecisin, Pensamientos sobre daarse a uno mismo o
a terceros. Este inventario ha sido estudiado en distintas investigaciones de
carcter acadmico y se ha mostrado eficaz en la deteccin del TOC y en la
distincin entre individuos enfermos y no enfermos (Rosa, & Baptista, 2008).
Sin embargo, sus propiedades mtricas no eran bien conocidas. Un anlisis
inicial ha hallado una correlacin elevada entre las dimensiones de contenido y
un valor de consistencia interna elevado para el total del inventario, por lo que,
pese a la diversidad de contenido de sus facetas, podra tratarse de un
constructo unidimensional lo que permitira su anlisis mediante un modelo de
tipo Rasch.
Actualmente, existen nuevos modelos psicomtricos que permiten
resolver algunos de los problemas presentes en la Teora Clsica de los Tests.
As, se pretende con la presente investigacin analizar con el modelo de Rasch
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 4
las propiedades del Inventario Obsesivo-Compulsivo, poniendo a prueba si es
efectivamente una medida adecuada para la evaluacin de este trastorno. En
Portugal hay una gran falta de instrumentos validados. Dada la necesidad de
los tcnicos de tener a su disposicin medidas de evaluacin que permitan la
comparacin con valores normativos, se pretende obtener una prueba
adecuada y eficiente.
El trabajo se divide en cuatro captulos: la revisin terica, la
metodologa, los resultados y las conclusiones. En la revisin terica se
presenta brevemente la ansiedad, a travs de los modelos psicolgicos y
biolgicos, as como una breve descripcin de sus trastornos, segn el DSM-
IV-TR (APA, 2002). En la segunda parte del primer captulo, se describe y
clasifica el TOC y se presentan sus correlatos neuropsicolgicos.
Posteriormente se caracteriza la neurobiologa del trastorno, mediante estudios
que especifican las alteraciones anatmico-funcionales en individuos con
diagnstico de trastorno obsesivo-compulsivo. Se describen a continuacin
tcnicas e instrumentos de evaluacin del TOC y el capitulo termina con la
descripcin del modelo de Rasch.
En el captulo metodolgico se describen los participantes, el
procedimiento de recogida de datos y el protocolo de evaluacin.
La presentacin de los resultados y su discusin se efecta en el tercer
captulo. Se detallan los anlisis mediante el modelo de Rasch y la versin final
del inventario IOC con 78 tems. Finalmente, las conclusiones del presente
trabajo estn reflejadas en el ltimo captulo.
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 5
I - Revisin Terica
1. Ansiedad
2. El Trastorno Obsesivo-compulsivo
3. La neurobiologa del Trastorno Obsesivo-
compulsivo
4. Evaluacin del Trastorno Obsesivo-Compulsivo
5. Modelo de Rasch
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 6
I. Revisin Terica
1. Ansiedad
1.1 Teoras Psicolgicas
Algunas teoras psicolgicas fundamentales como la psicoanaltica o
psicodinmica, la teora conductual y las teoras cognitivas se han empleado
en la descripcin de la ansiedad. Las teoras psicodinmicas se centran en los
sntomas como indicadores de la expresin de conflictos. Aunque no existan
estudios empricos que fundamenten estas teoras, ya que no pueden ser
empricamente contrastadas, algunos terapeutas las consideran tiles
(Eysenck, 2000).
Teoras conductuales ms recientes enfatizaron la importancia de dos
tipos de aprendizaje: el condicionamiento clsico y el aprendizaje por
observacin o vicario. Estas teoras ya cuentan con suficiente evidencia
emprica. En el condicionamiento clsico, un estmulo neutro adquiere la
capacidad de producir una respuesta de miedo despus de repetidos
emparejamientos con un estmulo amenazador (incondicionado). En el
aprendizaje vicario, el comportamiento de miedo es adquirido a travs de la
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 7
observacin de las reacciones de los otros a los estmulos amenazadores
(Westbrook, Kennerly, & Kirk, 2007).
Adems, los factores cognitivos, especialmente la forma en que las
personas interpretan los eventos perturbadores o estresantes, desempean un
papel crtico en el desarrollo de la ansiedad (Hawton, Salkovskis, Kirk & Clark,
1997), ya que pueden intensificar o disminuir la respuesta. Una de las
cogniciones negativas a destacar en la ansiedad es la sensacin de
incontrolabilidad, es decir, el desamparo debido a una incapacidad percibida de
predecir, controlar u obtener los resultados deseables. Las cogniciones
negativas se encuentran frecuentemente en individuos con ansiedad. Algunos
modelos actuales de la psicologa incorporan el papel de la vulnerabilidad
individual, que incluye predisposiciones genticas y adquiridas (Eysenck,
2000).
El modelo cognitivo-conductual enfatiza la normalidad de la respuesta de
ansiedad, que es vital en la reaccin a estmulos amenazadores. Cuando el
sujeto siente peligro, el cuerpo produce adrenalina, permitiendo responder a las
situaciones de peligro (Westbrook, et al., 2007). hman (2000) refiere que el
sistema de respuesta puede ser activado mediante tres niveles diferentes de
procesamiento de la informacin. En el primer nivel, existe una activacin
directa del sistema de arousal, relacionado con el sistema autnomo, el
segundo nivel se refiere a un sesgo no consciente relacionado con esquemas
de peligro y por ltimo el tercer nivel trata del efecto que la expectativa y
activacin fisiolgica tienen en la actividad cognitiva-interpretativa.
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 8
Las referencias al peligro tienen que ver con la distincin bsica entre la
lucha (fight), donde el individuo intenta confrontar directamente el miedo, o lo
que produce el miedo, y la fuga (flight), donde hay un intento de escapar al
miedo o al estmulo amenazador. Este modelo, segn Westbrook et al. (2007),
atribuye gran relevancia a los procesos de mantenimiento de la ansiedad. En
su revisin acentan los comportamientos de seguridad, el foco atencional, la
visualizacin mental espontnea, la racionalizacin de las emociones, los
procesos de memoria y las interpretaciones o reacciones a eventos
amenazadores.
1.2 Bases Biolgicas
Entre las reacciones de un organismo ante un estimulo que amenaza su
integridad, el miedo y la ansiedad dependen de mecanismos semejantes e
implican probablemente estructuras comunes (Habib, 2000). Estas estructuras
fueron estudiadas mediante el uso experimental de sustancias qumicas cuyo
efecto especfico sobre la ansiedad es conocido, los ansiolticos o
tranquilizantes (en especial la familia de las benzodiacepinas). Gray (1987)
atribuy particular importancia al hipocampo en su abordaje de la ansiedad. De
acuerdo con sus experimentos, concluy que el sistema septo-hipocmpico (las
fibras que salen del hipocampo y llegan, por la va semicircular del frnix, a la
regin septal) desempea un papel de prediccin y de balance de lo que se
espera y lo que ocurre. Cuando el evento es de naturaleza adversa o no
corresponde a la expectativa, este sistema produce un efecto estereotipado de
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 9
inhibicin conductual asociado a la acentuacin de la vigilancia, efecto abolido
por los ansiolticos, y por lo tanto semejante a la ansiedad. La ansiedad es
descrita en estos casos como una consecuencia de estmulos que pueden ser
naturalmente adversos, por condicionamiento, castigo, no recompensa, o por
estmulos simplemente nuevos.
Estudios sobre el procesamiento emocional en ratas (Davis, 1997) y en
humanos con lesiones cerebrales identificaron la amgdala como parte crtica
en las respuestas al miedo. La informacin sensorial llega a la amgdala lateral,
y a partir de la misma, la informacin es procesada y transmitida al ncleo
central. A su vez, el ncleo central la proyecta hacia los mltiplos sistemas
cerebrales implicados en las respuestas fisiolgicas y conductuales al miedo.
Proyecciones a distintas partes del hipotlamo activan el sistema nervioso
simptico e inducen la segregacin de las hormonas del estrs. La produccin
de algunas de estas hormonas en el ncleo paraventricular del hipotlamo
activa el proceso que conduce a la liberacin de los glucocorticoides de la
corteza adrenal. Proyecciones del ncleo central inervan distintas partes de la
sustancia gris periacueductal que inicia una respuesta analgsica descendente
que suprime el dolor. En una emergencia tambin se pueden activar
respuestas defensivas tpicas de distintos tipos: por ejemplo, algunos animales
se paralizan cuando sienten miedo (Davis, 1997).
Otros investigadores han propuesto que la ansiedad activa una amplia
gama de estructuras, y nombran la existencia de dos centros reguladores
fundamentales el hipocampo y la amgdala. Se cree tambin, que estos
centros, a su vez, activan el eje hipotalmico-pituitario-adrenocortical (Coplan,
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 10
& Lydiard, 1998). El hipocampo y la amgdala regulan el almacenaje de la
memoria y de las emociones, respectivamente. El hipocampo es considerado
importante en la memoria verbal, especialmente en el tiempo y espacio de los
hechos con fuerte impacto emocional
El hipocampo y la amgdala son ncleos importantes del sistema lmbico,
una conocida va de soporte de las emociones. Existen proyecciones
anatmicas entre el hipocampo, la amgdala y el hipotlamo (Coplan, &
Lydiard, 1998).
En una revisin de investigaciones previas efectuada por Domschke y
Dannlowskil (2010), presentan un panorama de los estudios por imagen que
han investigado los efectos genticos sobre la capacidad de respuesta de la
amgdala, con especial nfasis en los ltimos hallazgos en los rasgos
relacionados con la ansiedad, trastorno de pnico y fobia social. Los estudios
existentes muestran de manera consistente un gran efecto gentico sobre la
capacidad de respuesta del circuito del miedo; en particular de las variantes
genticas como las de potencial susceptibilidad para la ansiedad.
La literatura cientfica ha establecido diferencias entre la ansiedad y el
miedo, pero, en la anticipacin del peligro, la misma vigilancia, activacin,
preparacin fisiolgica, afectos y cogniciones negativas ocurren tanto para la
ansiedad como para el miedo. Distintos tipos de factores internos o externos
(triggers) producen los sntomas de ansiedad del trastorno de pnico,
agorafobia, trastorno por estrs postraumtico, fobias y ansiedad generalizada.
Un frecuente objeto de investigacin es determinar si los problemas de
regulacin de estas vas conducen a los sntomas de los trastornos de
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 11
ansiedad. En un estudio con individuos en los extremos del continuo de
ansiedad, Li, Li y Luo (2005) han corroborado que el sesgo atencional hacia
estmulos de amenaza es capaz de modular los inputs visuales en estadios de
procesamiento precoz y este mecanismo, a su vez, est asociado al nivel
individual de ansiedad.
Aunque pueda hablarse de diferencias entre ansiedad y miedo (p.ej., con
respecto a las caractersticas del estmulo) se ha establecido, utilizando
neuroimagen no invasiva, que la amgdala humana est implicada en ambos.
En estudios con imagen por resonancia magntica, expresiones faciales
amenazantes activan la amgdala en sujetos normales (Whalen, et al., 1998).
Para investigar los circuitos neuronales especficos que estn implicados en los
trastornos de ansiedad, se realizaron estudios de imagen funcional, como los
estudios con PET (Positron Emission Tomography), donde se verific la
activacin cerebral en las fobias (Rauch, et al., 1995).
La amgdala es tambin relevante en los procesos de aprendizaje y
memoria que contienen un componente emocional (Rosenkranz, Moore y
Grace, 2003)
La funcin de la amgdala en el miedo ha sido estudiada ampliamente en
animales. Los resultados de la investigacin efectuada con ratas indican que
representa un papel clave en el condicionamiento pavloviano del miedo y
contribuye a la consolidacin de la memoria de evitacin (Wilensky, Schafe &
LeDoux, 2000).
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 12
Blair, Schafe, Bauer, Rodrigues y LeDoux (2006) describen que el
condicionamiento del miedo es una forma de aprendizaje asociativo en el cual
los sujetos expresan su respuesta defensiva a un estimulo neutro condicionado
emparejado con un estmulo incondicionado adverso. Las investigaciones
sugieren que las alteraciones neuronales que ocurren en la asociacin entre el
estmulo condicionado y el estmulo incondicionado se dan en el ncleo lateral
de la amgdala.
Otras investigaciones se centran en el hecho de que la neuroimagen ha
aportado evidencia directa en los humanos de los efectos destructores de los
glucocorticoides. En personas con PTSD, los estudios de neuroimagen
revelaron una reduccin en el tamao del hipocampo. La reduccin del
volumen parece reflejar una atrofia de las dendritas en una zona especfica del
hipocampo, del mismo modo que los animales expuestos al estrs crnico
desarrollaron una atrofia en la misma regin del hipocampo (McEwen, 1998). El
aumento de los glucocorticoides por el estrs podra ser la causa de la atrofia.
Y, si existe dficit en el hipocampo, el individuo podr ser menos capaz de
recurrir a la memoria para evaluar la naturaleza del agente de estrs.
Por otra parte, Runyan, Moore, y Dash (2004) subrayan el papel que la
corteza prefrontal representa en las conductas que requieren un elevado nivel
de integracin mental, regulando la seleccin, representacin e interpretacin
de estmulos multimodales.
Rosenkranz y colaboradores (2003) enfatizan que la corteza prefrontal
puede regular los procesos afectivos por inhibicin del ncleo lateral de la
amgdala. Los pacientes con dificultades en la interaccin entre la corteza
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 13
prefrontal y el ncleo lateral de la amgdala han demostrado en variados
ocasiones una incapacidad de regular las respuestas afectivas.
Interacciones anormales entre la corteza prefrontal y la amgdala
demostraron estar implicadas en la depresin, la esquizofrenia y otros
trastornos psiquitricos (Rosenkranz, et al., 2003). Pacientes con dficit en el
funcionamiento del lbulo frontal revelan con frecuencia una regulacin no
adecuada en la conducta afectiva. Los sntomas afectivos de muchos
trastornos psiquitricos son consistentes con una mala regulacin de la
amgdala por la corteza prefrontal, que resulta en una conducta emocional
desinhibida. Estudios en humanos muestran que la activacin de la corteza
prefrontal y el mayor procesamiento cognitivo estn recprocamente
relacionados con la actividad de la amgdala. Los autores sugieren que la
corteza prefrontal, en particular la medial, son importantes en la regulacin de
las conductas afectivas, algunas mediadas por el sistema basolateral de la
amgdala.
Blackmon y colaboradores (2011) han sugerido que anormalidades
estructurales en el circuito amgdala-corteza orbitofrontal estn asociados a
valores superiores de ansiedad. Han verificado del mismo modo, en adultos
sanos, que los volmenes de la amgdala izquierda predicen la ansiedad, con
disminucin del volumen de la amgdala asociado a una mayor ansiedad tanto
en el estado como en el rasgo de la ansiedad. Una correlacin negativa entre el
volumen de la amgdala izquierda y el grosor cortical se superponen con una
correlacin positiva entre la ansiedad y el grosor cortical en la corteza
orbitofrontal lateral izquierda. Estos resultados sugieren la existencia de una
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 14
red estructural de la ansiedad que se detecta fiablemente mediante pruebas de
neuroimagen funcional.
Los resultados de una investigacin con humanos sobre el grosor de la
corteza prefrontal ventromedial sugieren que cuanto ms ancha es la corteza
medial rbitofrontal ms grande es la memoria de extincin. El tamao de la
corteza prefrontal ventromedial podra ayudar a comprender diferencias
individuales en la capacidad de modular el miedo (Milad, et al., 2005).
Una de las herramientas de investigacin psicolgica ms empleadas
actualmente en estudios sobre la interferencia de la ansiedad en tareas
cognitivas es la tarea de Stroop. Esta se basa, en su formulacin original, en el
uso de palabras que representan colores (verde, rojo, etc.) escritas en colores
distintos, solicitando al sujeto que lea lo que est escrito y no el color de la
palabra. Esta tarea se est adaptando a distintos contenidos, incluso
modificando palabras con contenidos relacionados con la investigacin que se
realiza, como estmulos amenazadores.
McNally y colaboradores (1994) realizaron un estudio con pacientes con
trastorno de pnico, TOC y sujetos normales donde se emple una tarea de
Stroop computarizada de denominacin de colores. Estos colores tenan
contenidos positivos, neutros, de amenaza general y de amenaza de pnico.
Los pacientes con trastorno de pnico demostraron mayor interferencia en las
palabras de amenaza (relacionadas con pnico o generales) que en las
positivas o neutras.
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 15
La interferencia de Stroop parece ser ms grande en pacientes con
trastorno de estrs postraumtico, especialmente en los traumas de abuso
sexual (Kaspi, McNally & Amir, 1995). Los datos sugieren que el procesamiento
selectivo de la amenaza, utilizando el paradigma de Stroop, no ocurre de igual
modo para los distintos trastornos de ansiedad, sino que es ms notable en los
trastornos donde hay marcada perturbacin cognitiva (e.g. intrusiones,
flashbacks). Los autores sugieren que la ansiedad crnica podr disminuir la
capacidad cognitiva, incrementando la distraccin. Esta disminucin de la
capacidad podr, a su vez, ser mantenida por una reduccin de la activacin de
la corteza prefontal, al contrario de los circuitos lmbicos.
Las bases de la ansiedad se intentan explicar entonces apoyndose en
diversas teoras. La concordancia entre las distintas teoras psicolgicas es a
veces imposible, ya que hay abordajes que utilizan conceptos muy distintos; en
el caso de las bases biolgicas, aunque se estudien distintos componentes y
circuitos, los resultados se pueden complementar si se parte de un vocabulario
comn. A medida que se va analizando la literatura, los resultados van
variando, pero parecen unnimes en lo que respecta a la contribucin de la
amgdala, el hipocampo y la corteza prefrontal en la ansiedad y sus
perturbaciones
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 16
1.3 Clasificacin de los Trastornos de Ansiedad
As como existen distintos modelos para la explicacin de la ansiedad y
sus mecanismos, tambin se hallan distintas explicaciones para los trastornos.
Todava se recurre a designaciones comunes para caracterizarlos: es til que
cuando hablamos de alguna perturbacin, estemos hablando del mismo
conjunto de sntomas. Las clasificaciones internacionales de los trastornos
psiquitricos /psicolgicos comnmente utilizadas son la International
Classification of Diseases de la Organizacin Mundial de Salud (WHO, 1992) y
el Manual Diagnstico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-R) de la de la
Asociacin Americana de Psiquiatra (APA, 2002). La clasificacin de la APA
suele encontrarse en la literatura con ms frecuencia y, segn la misma, son
varios los trastornos de ansiedad. A continuacin se describen brevemente.
El ataque de pnico y la agorafobia se caracterizan por separado una
vez que pueden ocurrir en el contexto de otros trastornos de ansiedad. El
ataque de pnico se caracteriza por durar un corto periodo de tiempo y para su
diagnstico debern existir por lo menos cuatro de los siguientes sntomas
somticos o cognitivos: palpitaciones, sudores, temblor, dificultades en respirar,
sensaciones de ahogo (disnea), molestia o dolor torcico, nauseas o malestar
abdominal, sensaciones de desequilibrio, desrealizacin o despersonalizacin,
miedo a perder el control o a volverse loco, miedo a morir, parestesias y
sensaciones de calor o frio.
La agorafobia puede darse en el mbito del trastorno de pnico (esto
es, trastorno de pnico con agorafobia) o en el contexto de la agorafobia sin
historia de trastorno de pnico. Se caracteriza por la existencia de ansiedad
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Joana Brites Rosa 17
frente a locales o situaciones donde la fuga sea difcil o el auxilio sea
complicado. Los miedos agorafbicos incluyen estar solo o en una multitud,
cruzar un puente y viajar en transportes pblicos, entre otros. Las situaciones
temidas se enfrentan con malestar o miedo a tener un ataque de pnico, y
requieren, con mucha frecuencia, la presencia de alguien de confianza.
El trastorno de pnico se caracteriza principalmente por la presencia de
ataques de pnico, inesperados y recurrentes, y con preocupacin a volver a
padecer un nuevo ataque de pnico. Este trastorno, como ya se ha indicado,
puede existir con o sin agorafobia.
Las fobias especficas o aisladas se caracterizan por un miedo notorio
y persistente desencadenado por la presencia o anticipacin de un objeto o
situacin especfica. Este miedo es excesivo o irracional (el propio sujeto lo
reconoce), y provoca casi siempre una respuesta de ansiedad que podr tener
forma de ataque de pnico. La situacin u objeto es evitada o enfrentada con
intenso malestar, por ello hay interferencias significativas en la vida cotidiana
de los sujetos.
En la fobia social existe un miedo continuado a estar en situaciones
sociales o de desempeo en las cuales se puede sentir vergenza. En tales
situaciones, hay casi siempre una respuesta de ansiedad que puede tener
forma de ataque de pnico. La mayora reconoce que su miedo es excesivo o
irracional y tiende a evitar dichas situaciones.
El trastorno por estrs postraumtico se caracteriza por un conjunto de
sntomas que surge despus de que el sujeto se haya enfrentado a una
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 18
situacin de estrs intenso, que implique muerte, amenaza de muerte, lesiones
graves u otra amenaza a la integridad fsica, sea la suya o la de otro. La
respuesta al hecho estresante podr implicar un miedo intenso, sentimiento de
incapacidad de obtener ayuda, la sensacin de volver a experimentar lo
ocurrido, evitacin de las situaciones asociadas al trauma y sntomas
persistentes de activacin aumentada.
En el trastorno agudo de estrs surge un conjunto de sntomas de
ansiedad, disociativos u otros en el periodo de un mes despus de la
exposicin a un evento traumtico extremo. Durante o despus de la
exposicin al evento el sujeto podr experimentar ausencia de reaccin
emocional, disminucin de la conciencia en relacin al ambiente,
desrealizacin, despersonalizacin o amnesia disociativa. El evento es
rememorado una y otra vez, hay evitacin de estmulos que desencadenen su
recuerdo y sntomas evidentes de ansiedad o molestia.
La ansiedad marcada y la preocupacin exagerada por los
acontecimientos, que ocurre ms de la mitad de los das por un periodo de por
lo menos seis meses, es la caracterstica principal de la ansiedad generalizada.
El sujeto tiene dificultad en controlar su preocupacin y podr sentir agitacin,
fatiga, dificultades de concentracin, irritabilidad, tensin muscular y
dificultades en el sueo. Aunque, a veces, no piensen que interpretan la
preocupacin como excesiva, la misma les causa dificultades en la vida
cotidiana.
En el DSM-IV-TR (APA, 2002) se presenta adems el trastorno de
ansiedad secundaria a un estado fsico general (donde los sntomas de
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Joana Brites Rosa 19
ansiedad estn comprobadamente explicados a travs de un mecanismo
fisiolgico) y el trastorno de ansiedad inducido por substancias (donde los
sntomas de ansiedad son explicados por el uso/abuso de drogas, medicacin
o exposicin a txicos).
Una vez presentadas brevemente las distintas perturbaciones de
ansiedad, se describe el Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 20
2. El Trastorno Obsesivo-compulsivo
2.1. Descripcin y clasificacin
Los fenmenos obsesivos empiezan a obtener reconocimiento mdico a
partir de finales del siglo XVIII, siendo utilizado por primera vez con su
significado actual por Wartburg, en 1799 (Vallejo, 1994). Autores franceses y
alemanes, como Pinel, Esquirol, Krafft-Ebing y Westphal, en el siglo XIX, han
contribuido con variados conceptos a la clasificacin de estos fenmenos. En
1903, Janet publica Las obsesiones y la psicastenia, una obra considerada
fundamental para la comprensin de este trastorno (Vallejo, 1994). El trastorno
surge en la primera versin del DSM, en 1952 (APA, 1952) con la designacin
de reaccin obsesiva-compulsiva, incluida en los trastornos psiconeurticos.
En la segunda versin el trastorno se designaba neurosis obsesiva-
compulsiva y se inclua en el captulo de las neurosis (APA, 1968) y en la
tercera versin adquiere la designacin actual de trastorno obsesivo-
compulsivo y se encuadra en el campo de los trastornos de ansiedad (APA,
1980).
El TOC, por la variedad de sntomas que puede presentar, por su
extraeza y por el tiempo o importancia que el individuo atribuye a sus
pensamientos o conductas estereotipadas, es un cuadro con serias
consecuencias en la calidad de vida del sujeto y en el impacto que tiene en la
familia o ambiente social (Franklin, & Foa, 2011). Como la designacin indica,
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 21
tiene dos componentes: las obsesiones, que se refieren a pensamientos,
imgenes o impulsos vividos de forma intrusiva y repetitiva y las compulsiones
con respecto a conductas o actos mentales que tienen como objetivo reducir la
ansiedad provocada por la experiencia de las obsesiones (WHO, 1992).
A nivel de las obsesiones es forzoso evaluar sus distintos contenidos,
su intensidad, frecuencia, intrusividad y tiempo. Rachman y de Silva (1978)
nombran varios contenidos de las obsesiones, como el pensamiento de
provocar algn dao a nios o personas mayores; los pensamientos de
blasfemia durante la oracin; los pensamientos de los actos sexuales "contra
natura"; los impulsos de atacar o matar violentamente (por ejemplo a un perro)
y los impulsos de actuar de forma disruptiva durante una reunin de personas
(e.g. gritando obscenidades).
Yaryura-Tobas y Neziroglu (1997) aadirn a estos ejemplos las
obsesiones morbosas, o sea, pensamientos de muerte, enfermedad, tragedia;
obsesiones sobre el recuerdo de conversaciones, como revisar exactamente lo
que se mencion en una discusin; la necesidad de conocer o saber, es decir,
pensar acerca de cuestiones intrusivas que no son relevantes para el
funcionamiento actual del sujeto; obsesiones somticas, que se refieren a la
preocupacin excesiva por la enfermedad; las obsesiones sobre lo correcta o
incorrecto; obsesiones con los lugares relacionados con la dificultad de
reconocer dnde se encuentra y obsesiones con la luz (centrar la atencin en
los objetos brillantes).
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 22
Salkovskis y Kirk (1997) tambin indican contenidos obsesivos similares
a los descritos y se han referido tambin a las obsesiones acerca de la
ordenacin y la contaminacin.
Por lo general, asociados con estos pensamientos, estn determinadas
conductas o acciones que parecen orientadas a disminuir el grado de angustia
y ansiedad causada por la experiencia de las obsesiones. Rachman y Shafran
(1998) reportan la existencia de tres tipos de comportamientos asociados con
las obsesiones; de evitacin, compulsivos y de neutralizacin. Los
comportamientos de evitacin tienen una clara relacin con el contenido de las
obsesiones, por ejemplo, una persona con obsesiones de daar a los nios,
evita el contacto con ellos. Adems de la evitacin, la mayora de los sujetos
realizan conductas compulsivas hacia la prevencin de los daos o reducir el
grado de sufrimiento causado por las obsesiones. La conducta compulsiva, en
general, no se considera apropiada por los propios individuos, pero como acta
como un reductor de la ansiedad, resulta reforzada.
Con respecto a la neutralizacin, esta tiene similitudes con conductas
compulsivas, ya que son tambin intentos de reducir la ansiedad. La
neutralizacin, como la necesidad de "deshacer" un pensamiento se repite
cada vez que se produce una obsesin y es en este sentido que se considera
compulsiva (Rachman y Shafran, 1998).
As como en las obsesiones, las compulsiones pueden aparecer de
distintas formas (Rachman y Shafran, 1998): compulsiones de lavado, que
comparten algunas similitudes con las fobias, la verificacin, por ejemplo, de
los grifos o electrodomsticos, la bsqueda de apoyo en terceros (a veces pedir
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 23
que realicen con ellos verificaciones) y acumulaciones, es decir, la necesidad
de recoger y almacenar objetos.
Yaryura-Tobas y Neziroglu (1997) presentan otra clasificacin de las
compulsiones en ideacionales y motoras. Las ideacionales son realizadas
mentalmente sin componente motor observable, y las motoras, que incluyen
acciones observables y rituales. Compulsiones ideacionales son: contar, hacer
listas (de actividades, compras o rutas) o rezar.
Las compulsiones motoras son: agresivas; verbales o fsicas como en la
auto-mutilacin; fisiolgicas, como defecar, orinar o escupir; de movimiento,
como tocar, apretar o saltar; de limpieza, por ejemplo, el bao o lavado de
manos excesivo; de verificacin de las cerraduras o de los grifos; de repeticin,
volver a escribir o releer; de conteo (semejante a ideacional, pero con
comportamiento observable); de orden, por ejemplo colocar objetos en
determinado orden; de acaparacin, es decir, apilar peridicos o guardar
basura o bolsas; de necesidad de preguntar o confesar, como la necesidad de
preguntar informaciones o pedir apoyo y somticas, o sea, verificar
continuamente el pulso o procurar en el cuerpo seales de enfermedad.
Finalmente, los rituales son actividades realizadas de acuerdo a creencias o
convicciones, necesarios para "deshacer" pensamientos inaceptables o
prevenir que ocurran daos (Yaryura-Tobias y Neziroglu, 1997).
Los mismos autores refieren que los rituales estn asociados al
pensamiento mgico, o sea el paciente cree que la realizacin de determinados
rituales le protege de las terribles consecuencias de sus pensamientos
obsesivos. Segn los autores, los rituales son, en parte, actos compulsivos.
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 24
Salkovskis y Kirk (1997) refieren que, al nivel de los comportamientos
compulsivos, estos pueden variar entre el lavado, las verificaciones asociadas
con los contenidos de las obsesiones, la evitacin y rezar, entre otros.
En un estudio europeo (Fullana, et al. 2010) se investigaron la
prevalencia de las dimensiones de los sntomas obsesivo-compulsivos y sus
correlatos sociodemogrficos y psicopatolgicos. Se utiliz una submuestra
aleatoria (n = 2.804) de individuos que participan en un estudio transversal de
la poblacin general adulta de seis pases europeos.
Se verific que la prevalencia (a lo largo de la vida) de cualquier sntoma del
trastorno obsesivo-compulsivo era del 13%. Dao / Comprobacin fue la
dimensin ms frecuente (8%), seguido de las obsesiones somticas (5%) y
simetra (3%). Las mujeres eran ms propensas a presentar sntomas de
obsesiones de contaminacin / limpieza y somticas.
Los sntomas del TOC cubren un rango muy extenso de manifestaciones
que designamos como obsesiones y compulsiones. El ms comn es que los
comportamientos compulsivos estn directamente relacionados con las
obsesiones, pero pueden existir independientemente.
El modelo funcional del TOC explica que las compulsiones no puedan
existir sin las obsesiones, pero es posible que estas existan sin las
compulsiones (Rachman, 1997).
Segn la Clasificacin Internacional de las Enfermedades (ICD-10;
WHO, 1992) para el diagnstico del TOC deben estar presentes sntomas
obsesivos o actos compulsivos o ambos, en la mayor parte del da, durante por
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 25
lo menos dos semanas. Segn esta clasificacin, tanto las obsesiones como
las compulsiones, son consideradas sntomas obsesivos funcionalmente
equivalentes, apenas se distinguen por su modo de expresin y son
caracterizados como pensamientos o impulsos que deben ser reconocidos
como pertenecientes al propio paciente. Adems, debe existir al menos un
pensamiento o acto al que el paciente resista; el pensamiento de practicar el
acto no debe ser en s mismo agradable y los pensamientos, imgenes o
impulsos deben ser desagradablemente repetitivos.
Segn el criterio de diagnstico A de la DSM-IV-TR (APA, 2002), las
obsesiones son definidas como pensamientos, ideas o impulsos persistentes,
experimentados como intrusivos o inapropiados y son causantes de marcada
ansiedad. Existe un intento por parte del sujeto obsesivo de intentar neutralizar
o suprimir las obsesiones con otros pensamientos o acciones y an, el sujeto
reconoce que son producto de su mente.
Las compulsiones son definidas por la DSM-IV-TR (APA, 2002) como
comportamientos repetitivos o actos mentales, los cuales la persona se siente
conducida a realizar como respuesta a una obsesin o de acuerdo con un
patrn rgido de conducta. El objetivo de este comportamiento es la reduccin
de la ansiedad o prevencin de una situacin que se teme, sin embargo las
compulsiones son o irrealistas o claramente excesivas. El criterio B para el
TOC, detalla que el sujeto reconoce sus sntomas como excesivos y poco
razonables. Los sujetos que sufren de esta patologa experimentan altos
niveles de ansiedad y pueden dejar de realizar las actividades cotidianas, como
trabajar, para poder realizar los rituales con el intento de reducir su sufrimiento.
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 26
En algunos casos el problema est fundamentalmente relacionado solo con las
compulsiones o solo con las obsesiones, pero lo ms frecuente es que ambos
elementos estn presentes (Rachman & Shafran, 1998).
Los mismos autores refieren que experimentar una obsesin es
generalmente vivido como algo perturbador, llevando al sujeto a intentar
reducir o neutralizar ese sentimiento, a travs de compulsiones observables o
comportamientos de evitacin. Es frecuente hallar en la literatura asociaciones
entre obsesiones de contaminacin y compulsiones o rituales de limpieza y
entre la duda o responsabilidad obsesiva y rituales de verificacin.
La cantidad de referencias en la literatura a estos sntomas se debe, por
una parte, a la publicacin de resultados de investigaciones (muchas de estas
detallan el desarrollo de instrumentos de evaluacin) y, por otra parte, a la
descripcin de tratamientos, Los tratamientos psicolgicos, sobre todo los
basados en modelos de tratamiento conductual (exposicin y prevencin de
respuesta) y cognitivo se revelan eficaces en la mejora significativa de los
sntomas (Franklin & Foa, 2011).
Prevalencia y Evolucin
Segn los datos del DSM-IV la prevalencia de este trastorno a lo largo
de la vida es de 2,5 por ciento. La edad de inicio del trastorno suele ser la
adolescencia o inicio de la edad adulta, aunque en los varones el inicio sea
ms precoz (entre los 6 y 15) que en las mujeres (entre los 20 y 29). El inicio de
los sntomas tiende a ser gradual, aunque existan relatos de inicios agudos. El
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 27
incremento de los sntomas suele estar asociado con periodos ms
problemticos de la vida de los sujetos (APA, 2002). Segn la APA este
trastorno suele aparecer de forma idntica tanto en los varones como en las
mujeres. Pero Riggs y Foa (1993) han referido una prevalencia ligeramente
superior entre las mujeres.
Antony, Downie y Swinson (1998) sugieren que el contenido y
expresin clnica de los sntomas suele variar segn factores socioculturales,
ya que las mujeres presentan ms sntomas relacionados con limpieza y
verificacin y los varones presentan obsesiones sexuales. De todas formas, en
su revisin, los mismos autores encuentran una prevalencia superior, aunque
mnima, en las mujeres.
Bekker y van Mens-Verhulst (2007) indican una prevalencia (12 meses)
ms grande en las mujeres en el rango de edades entre los 18 y 34 (1.0:0.4)
aos y entre los 50 y 65 aos (0.8:0.3). En el rango entre 35 y 49 aos la
prevalencia se revel superior en los varones (1.0:0.9). Este resultado est de
acuerdo con lo que se presenta en otras investigaciones.
En una investigacin del OCD Collaborative Genetics Study (Samuels,
et al, 2008) se evalu la asociacin entre el almacenamiento/acaparacin, con
las categoras de obsesiones y compulsiones, trastornos psiquitricos,
dimensiones de la personalidad y otras caractersticas clnicas por separado en
151 hombres y 358 mujeres con TOC. Se hall que el almacenamiento est
relacionado con obsesiones agresivas, sexuales y religiosas y con las
compulsiones de comprobacin en los varones. En ellos, el almacenamiento se
asocia tambin con el trastorno de ansiedad generalizada y los tics, mientras
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 28
que entre las mujeres, la acumulacin/almacenamiento se asoci con la fobia
social, trastorno por estrs postraumtico, el trastorno dismrfico corporal,
morderse las uas, y pellizcar la piel. Estos hallazgos indican que la correlacin
clnica especfica de la acumulacin/almacenamiento en el TOC es distinta en
hombres y mujeres y el sexo puede reflejar las diferencias especficas en el
curso, la expresin y / o la etiologa de los comportamientos de
acumulacin/almacenamiento en el TOC.
An sobre las diferencias entre hombres y mujeres con TOC en varias
caractersticas demogrficas y clnicas, se ha conducido una investigacin con
330 pacientes ambulatorios con TOC que buscaron tratamiento en tres
universidades pblicas de Brasil y en dos clnicas en la ciudad de So Paulo.
Esta investigacin tuvo como objetivo valorar las diferencias basndose en las
dimensiones demogrficas y clnicas. Cincuenta y cinco por cien de los
pacientes (n = 182) eran varones; los resultados indicaron que tenan mayor
propensin que las mujeres a vivir solos as como a presentar obsesiones
sexuales, religiosas, de simetra y rituales mentales.
Los varones presentaron tambin un inicio ms temprano de los
sntomas y ms interferencia de los sntomas anteriores en el funcionamiento.
Las mujeres, adems de presentar las puntuaciones medias significativamente
ms altas en la escala de Depresin de Beck y los inventarios de ansiedad,
tenan ms probabilidades en presentar comorbilidad con fobias simples;
trastornos de la alimentacin en general y en los trastornos de la anorexia en
particular; del control de impulsos en general, y en la compra compulsiva y
pellizcar la piel en particular. En este estudio se corrobora la presencia de
diferencias entre sexos, relacionadas con el hecho de que el TOC con inicio
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 29
ms precoz, probablemente tendr un impacto grave en los hombres
(Torresan, et al, 2009).
Un estudio en India investig las diferencias entre sexos en el TOC con
respecto a las caractersticas sociodemogrficas, perfil de sntomas y la
comorbilidad entre los trastornos del espectro. Doscientos treinta y una
personas diagnosticadas fueron incluidas en el estudio (166 varones y 65
mujeres). Los sujetos fueron evaluados mediante entrevista clnica
semiestructurada y por expertos psiquiatras clnicos, por lo que el diagnstico
se hizo por consenso. Los varones con este trastorno tienden a tener un inicio
ms temprano y con ms simetra/obsesiones y compulsiones religiosas
diversas. Los varones tambin presentaron una tendencia al dficit de atencin
e hiperactividad. Los sujetos del sexo femenino eran en su mayora casados y
presentaban ms compulsiones de limpieza. Los resultados detallados apoyan
la hiptesis de que existen diferencias entre sexos en el TOC, pero los
resultados son apenas parcialmente comparables con otros estudios, lo que
sugiere que la expresin fenotpica del TOC es, posiblemente, dependiente de
una compleja interaccin entre los factores biolgicos, personales y culturales
(Jaisooryaa, Reddya, Srinath & Thennarasu, 2009). En todo caso, ninguno de
los estudios anteriores se ha llevado a cabo con muestras representativas, por
lo que la epidemiologa del trastorno est an por investigar.
En relacin a la posibilidad de un componente gentico en la transmisin
del TOC, Mercadante, Rosario-Campos, Quarantini, y Sato (2004) reportan
estudios que presentan una mayor concordancia entre gemelos monocigticos
que entre los dicigticos, aunque no se haya podido establecer el modelo de
transmisin. Se verifican tambin ms casos entre familiares directos, pero sin
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 30
conseguir comprobar su transmisin (Macedo & Pocinho, 2000, Mercadante, et
al., 2004, APA, 2002, Chamberlain, Blackwell, Fineberg, Robbins, Shakian,
2005).
2.2. Funcionamiento cognitivo
Macedo y Pocinho (2000) subrayan que los estudios iniciales con tests
psicomtricos han hallado que los pacientes con TOC tendran un nivel de
inteligencia superior a la media. Sin embargo, en estudios con la Weschler
Adult Inteligence Scale (Coryell, Keller, in Macedo y Pocinho, 2000) en
poblaciones de adultos y nios no se verificaran diferencias entre los controles
y los sujetos con TOC con respecto al cociente de inteligencia.
En un reciente estudio con 26 pacientes comparados con controles se
procur averiguar diferencias en dominios cognitivos especficos, es decir,
motor, memoria verbal, resolucin de problemas, velocidad de procesamiento y
lenguaje. En general, presentaban peores rendimientos que los individuos sin
trastorno. Se hallaron diferencias estadsticamente significativas a nivel motor,
de memoria visual y velocidad de procesamiento, pero los grupos no diferan a
nivel del lenguaje, memoria verbal y resolucin de problemas (Burdick,
Robinson, Malhotra, & Szeszko, 2008).
Tambin Kim, Jang y Kim (2009) publicaron un estudio, con sujetos
obsesivo-compulsivos (subclnicos), evaluando memoria verbal y no verbal,
atencin y funciones ejecutivas. Aunque controlando los efectos de la
depresin y ansiedad, el grupo subclnico present dficits en el
funcionamiento ejecutivo. Los autores proponen que estos resultados refuerzan
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 31
la teora de que estos dficits ejecutivos podrn contribuir, como mecanismo
fisiolgico, en el desarrollo del TOC.
La escasa flexibilidad mental y el fracaso en planificacin podran
explicar la dificultad en la utilizacin de estrategias de aprendizaje efectivas,
segn Tukel y colaboradores (2011). Las diferencias encontradas entre
individuos con TOC y sin TOC con respecto a la memoria visual, atencin
global, velocidad psicomotora y funciones visuoespaciales y ejecutivas
indicaron peores resultados en individuos con TOC.
Aunque las investigaciones hayan encontrado resultados que sealan
dficits en el funcionamiento cognitivo, resulta necesario profundizar ms el
tema, dado que se supone que los sujetos con perturbaciones emocionales
pueden presentar alteraciones en aspectos cognitivos.
2.3. Memoria
Sher, Frost y Otto (1983) realizaron un estudio, con el intento de
averiguar si las dificultades de memoria podran estar asociadas con la
verificacin compulsiva. Los resultados sugieren que existe peor memoria en
acciones acabadas de completar y ms dificultad en distinguir memorias de
hechos reales o imaginados en sujetos verificadores cuando se comparan con
los limpiadores y normales.
Tambin Sher, Mann y Frost (1984) hallaron un dficit de memoria de
acciones en los sujetos con elevados niveles de verificacin, en particular, en el
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 32
subtest de memoria lgica de la Wechsler Memory Scale. Los verificadores han
mostrado dificultades en recordar detalles de secuencias con significado.
Resultados semejantes han sido encontrados por Sher, Frost, Kushner, Crews
y Alexander (1989).
En relacin con las habilidades de memoria de los verificadores, y
utilizando los tests de memoria de Wechsler y de recuerdo de figuras, Tallis,
Pratt y Jamani (1999) hallaron dificultades ms marcadas en individuos
verificadores al compararlos con los controles. A pesar de ello, no encontraron
asociaciones entre el ndice de severidad del trastorno y los resultados de los
tests de memoria.
Con el objetivo de comprobar si los pacientes con TOC muestran
deterioro de la memoria de trabajo en relacin con su comportamiento de
verificacin, Jaafari y colaboradores (2011) evaluaron los componentes verbal y
visual-espacial de los pacientes y de los controles. Los resultados mostraron
que el comportamiento de control en el TOC est relacionado con una
reduccin general de la amplitud de la memoria de trabajo verbal y visual-
espacial.
Respecto a los obsesivos-compulsivos con miedo a la contaminacin,
Radomsky y Rachman (1999) condujeron un experimento con objetos
contaminados y no contaminados. El grupo de los limpiadores mostr mejor
memoria para los objetos contaminados, lo que no se hall en los grupos
control. Los resultados de los tests neuropsicolgicos no han encontrado
diferencias en la capacidad de memoria entre los sujetos con TOC, ansiosos o
normales. El resultado es concordante con el de Bouvard, Dirson y Cottraux
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 33
(citado en Radomsky y Rachman, 1999) que refiere que los dficits en el
procesamiento visual estn ms asociados con la verificacin compulsiva que
con el lavado compulsivo.
Adems de los trabajos realizados con limpiadores y verificadores,
existen otros con individuos con TOC que tienen preocupaciones de
almacenamiento (Hartl, et al., 2004). Los sujetos con elevados niveles de
almacenamiento y normales completaron tests de aprendizaje y de memoria
que exigan planeamiento y organizacin. Los resultados indican que los
sujetos con almacenamiento compulsivo tienen peor memoria, aprendizaje y
confianza en su memoria.
Una investigacin realizada en Turqua con obsesivo-compulsivos y
controles intent determinar diferencias en la memoria y/o en la confianza en la
memoria. Los sujetos con TOC, verificadores o no, revelaron ndices
semejantes a los de los normales, pero sentan menos confianza con respecto
a su memoria (Karadag, Oguzhanoglu, Ozdel, Atesci y Amuk, 2005). Los
autores sugieren que las dificultades que los pacientes experimentan con
respecto a memoria, se podrn deber ms a la ausencia de confianza que a
dficits primarios de la memoria.
2.4. Procesamiento de la informacin
Los sesgos atencionales fueron objeto de estudio por Lavy, Oppen y
Hout (1994) en una investigacin con 33 individuos, con trastorno obsesivo-
compulsivo y 29 sin el trastorno. El estudio concluy que las palabras con
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 34
contenido negativo relacionado con el TOC provocaban ms interferencia en
los individuos con el diagnstico.
En otro trabajo, que comparaba sujetos con TOC y sujetos con altos
niveles de ansiedad (Tata, Leibowitz, Prunty, Cameron & Pickering, 1996) se
observ ms vigilancia en palabras de contenido de contaminacin en los
sujetos obsesivos. Relativamente a las palabras de amenaza general, se
encontr una interferencia en los dos grupos, sugiriendo que los sesgos
atencionales en el TOC son paralelos a los de los trastornos de ansiedad.
En una revisin de los trabajos experimentales sobre los sesgos
cognitivos en el TOC, Summerfeldt y Endler (1998) han referido que las
evidencias de los sesgos cognitivos son ms evidentes en los limpiadores que
en los verificadores. Adems existen muchas preocupaciones distintas en torno
al TOC y un individuo con ese diagnstico puede no sufrir obsesiones o
compulsiones de limpieza o verificacin.
Segn Hartston y Swerdlow (1999) el procesamiento de informacin
competitiva puede ser estudiado utilizando una tarea de priming visuoespacial.
En este paradigma, el tiempo de reaccin es normalmente facilitado o inhibido,
dependiendo de la localizacin del estmulo. Por ejemplo, en pacientes con
Sndrome de la Tourette, existe una reduccin de la inhibicin y excesiva
facilitacin.
Comparando los tiempos de latencia que sujetos con TOC, limpiadores y
no limpiadores, demostraron para nombrar palabras de un Stroop modificado,
se verific que los limpiadores tardaban ms en palabras de contaminacin que
en palabras neutras (Foa, Ilai, McCarthy, Shoyer & Murdock, 1993).
Anlisis del Inventario Obsesivo-Compulsivo mediante el Modelo de Rasch para Escalas de Calificacin
Joana Brites Rosa 35
Cincuenta pacientes (23 limpiadores y 27 verificadores) y 50
participantes sanos fueron examinados mediante una versin optimizada de la
prueba de Stroop emocional (es decir, con palabras lxicamente emparejadas)
y la prueba de color de Stroop. Veinte y cuatro pacientes, fueron clnicamente
sintomticos y 26 fueron asintomticos. En los pacientes con TOC, se
encontraba un sesgo significativamente mayor de atencin, solo hacia los
estmulos negativos, pero no hacia los estmulos neutros o emocionales. Los
pacientes sintomticos demostraron un sesgo estadsticamente superior que
los asintomticos, que no lo presentaron. No se encontraron correlaciones
significativas con otras enfermedades relacionadas con las variables (edad de
inicio, duracin de la enfermedad, y la dosis del medicamento) y el rendimiento
en el test de Stroop. Los resultados del estudio sugieren la presencia de un
sesgo selectivo emocional frente a los estmulos relevantes en estos pacientes,
sesgo que estara potencialmente relacionado con el estado sintomtico (Rao,
Arasappa, Reddy, Venkatasubramanian, & Reddy 2010).
La tarea de Stroop tambin se ha empleado para evaluar el
procesamiento de informacin competitiva. Estudios con sujetos con TOC han
identificado un aumento en la interferencia cuando las palabras se relacionan
con las obsesiones y con miedo. El estudio de Hartston y Swerdlow (1999)
revel que los pacientes con TOC son sensibles al efecto que la primera
presentacin (priming) tiene y esta vulnerabilidad puede contribuir a la
automaticidad y perpetuacin de las obsesiones y compulsiones.
Hay evidencia de que los problemas en la memoria no verbal de los
pacientes con TOC estn mediados por un procesamiento estratgico
debilitado. En un estudio con la Figura Complexa de Rey y el California Verbal
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Learning Test (Savage, at al., 2000) se evaluaron sujetos con y sin TOC
relativamente al desempeo de la memoria verbal y no verbal de las medidas
de organizacin estratgica y recuerdo libre. Los resultados indican que el
recuerdo libre se ve afectado por las dificultades en el procesamiento espacial.
As, los autores sugieren que existe concordancia con otros estudios donde se
propone una disfuncin en el sistema fronto-estriado.
Resultados semejantes fueron encontrados por Shin y colaboradores en
2004. Comparando individuos con y sin TOC, se hall que, los pacientes
mostraban peor capacidad estratgica, mayor fragmentacin y peor
desempeo en las condiciones de recuerdo.
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Joana Brites Rosa 37
3. La Neurobiologa del Trastorno Obsesivo-
Compulsivo
3.1. Neurobiologa
Bajo este ttulo se presenta un conjunto de investigaciones que detallan
alteraciones neuroqumicas, estructurales y funcionales en individuos con el
referido trastorno.
La hiptesis biolgica para el origen del TOC se fundamenta en la
observacin de la presentacin de sntomas obsesivo-compulsivos en
enfermedades neurolgicas que afectan los ganglios basales (GB). Esta
asociacin ha sido observada en el trastorno de tics, o trastorno de la Tourette,
y especialmente en la que ocurre en la Fiebre Reumtica (Leckman, et al.,
2000).
La etiologa del TOC fue revisada por Macedo y Pocinho (2000), quienes
indican que hay estudios sobre el TOC en los que se ha demostrado la
existencia de asociaciones con enfermedades infecciosas y neurolgicas como
es el caso de la encefalitis, meningitis, epilepsia y Corea de Sydenham.
En un estudio con 50 nios que haban presentado TOC o tics en una
edad precoz, fue detectada una asociacin entre infecciones por el
estreptococos beta-hemoltico del Grupo A (EBHGA) y agudizacin de
sntomas obsesivo-compulsivos, as como labilidad emocional, ansiedad de
separacin, miedos nocturnos, rituales a la hora de acostarse, dficits
cognitivos y comportamiento de oposicin. Se observaron tambin
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anormalidades neurolgicas, como alteraciones en el examen neurolgico, tics
e hiperactividad motora (Swedo, et al., 1998).
La hiptesis consiste en que infecciones estreptoccicas podran
desencadenar respuestas autoinmunes, provocaran lesiones a nivel del
estriado, causando o exacerbando sntomas obsesivos compulsivos originados
en la infancia (Gonzlez, 2001). En una serie de 12 estudios de caso de nios
se hallaron sntomas de TOC (como el lavado excesivo de manos y
preocupacin con grmenes) de inicio abrupto despus de amigdalitis agudas
causadas por el EBHGA. Posteriormente al tratamiento efectivo de las
amgdalas con antibiticos y la erradicacin del estreptococo, los sntomas del
TOC disminuyeron (en un corto espacio de tiempo). Estos hallazgos refuerzan
la teora de que existen mecanismos semejantes que estn implicados en las
infecciones por el EBHGA, Corea de Sydenham y el TOC. Esto ocurre
especialmente cuando el inicio es precoz, y se encuentra, probablemente
relacionado con mecanismos de autoinmunidad. Segn Gonzalez (2001) no
han sido identificados anticuerpos en las zonas de la lesin (ncleo caudado y
los ncleos subtalmicos), permitiendo la confirmacin de la hiptesis.
En la revisin realizada por Coetzer (2004) fue posible asociar el inicio
del TOC con traumatismos craneoenceflicos y otras lesiones craneales. Pero
estos estudios no son concluyentes y no es posible establecer relaciones
causales entre los dos (Coetzer, 2004).
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Joana Brites Rosa 39
3.2. Alteraciones neuroqumicas
Segn Karno, Golding, Sorenson y Burnam (1988) los beneficios
obtenidos con el incremento de la neurotransmisin serotoninrgica no
determinan necesariamente que eventuales anormalidades en este sistema
sean la causa de los sntomas obsesivos compulsivos ya que las neuronas
serotoninrgicas modulan funciones de otros sistemas, donde puede estar
localizada la verdadera causa.
Los mismos autores han concluido que una evidencia en este sentido
est en la falta de respuesta a los ISRS de los pacientes con TOC y
comorbilidades asociadas (Trastorno de la Tourette, tics, personalidad
esquizotpica, etc.) que responden a los neurolpticos. Lo expuesto sugiere que
la dopamina tambin puede desempear algn papel en estas patologas. Es
importante recordar que anormalidades relacionadas con la serotonina se
hallan en otros trastornos como depresin, pnico, trastornos de la
alimentacin y esquizofrenia.
Hollander, et al. (1990) detallan que uno de los factores que ms ha
contribuido a favorecer la hiptesis biolgica sobre el TOC ha sido la
constatacin de que antidepresivos que inhiben la recaptacin de la serotonina
(5-HT) (como la clomipramina y los inhibidores selectivos de la recaptacin de
la serotonina) reducen sus sntomas. Los psicofrmacos que no tienen esta
accin, como la imipramina, no son eficaces. Estas observaciones
fundamentan la hiptesis de que existe una disfuncin serotoninrgica central
en el TOC. Tambin se ha observado que agonistas serotoninrgicos como el
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Joana Brites Rosa 40
agonista parcial, m-clorofenilpiperazina (m-CPP), y el agonista selectivo 5-
HT1D agravan los sntomas del TOC.
Sin embargo, hay autores que estn en desacuerdo, refiriendo que
algunas inconsistencias persisten, por ejemplo, el agravamiento de los
sntomas con la administracin de agonistas no ocurre con todos los pacientes,
y varios estudios relatan resultados negativos. Por otra parte, la reduccin de la
intensidad de los sntomas con el uso de ISRS, especficamente con la
clomipramina, es parcial la mayora de las veces y, eventualmente, nula o
insignificante. Tratamientos que no impliquen el uso de frmacos
serotoninrgicos, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), pueden eliminar
por completo los sntomas de la enfermedad, y estudios con marcadores
perifricos de la funcin serotoninrgica en la sangre y en el liquido
cefalorraqudeo (LCR) no son concluyentes en la comprobacin de alteraciones
(Hollander, et al., 1990).
Szeszko, et al. (2004) describen que los inhibidores de la recaptacin de
la serotonina (SRI) estn relacionados con la amgdala, un elemento importante
en la patologa del TOC. A 11 pacientes peditricos con TOC (M =11.8,
SD=3.0) se les administraron SRI tras medir el volumen de la amgdala.
Cuando empez el tratamiento, la amgdala izquierda era mayor que la
derecha, hecho que no se verific en los 11 nios normales (m=13.3, DP=2.4).
Diecisis semanas despus, con tratamiento complementario, el volumen de la
amgdala izquierda disminuy en esos pacientes. Los autores sugieren que la
asimetra de la amgdala podra tener un papel en la patognesis del TOC.
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En todo caso, la revisin de las investigaciones que efectuaron
Chamberlain et al. (2005) detalla inconsistencias entre los resultados relativos a
los procesos neuroqumicos asociados a este trastorno.
3.3. Estudios de imagen cerebral
Las investigaciones con neuroimagen estructural y funcional en el TOC
apoyan la hiptesis que el TOC es una perturbacin neuropsiquitrica que
apunta hacia una disfuncin cerebral (Lacerda, Dalgalarrondo, & Camargo,
2001).
En la neuroimagen estructural se encuentran los estudios por tomografa
axial computarizada (TAC) y los de imagen por resonancia magntica (IRM). La
resonancia magntica funcional constituye una tcnica sensible a los cambios
locales de la concentracin de deoxihemoglobina, de modo que, cuando existe
un incremento del flujo sanguneo cerebral en determinada zona con mayor
actividad, la oferta de oxgeno supera el consumo con una reduccin de la
deoxihemoglobina (Lacerda et al. 2001).
Utilizando estos mtodos se puede acceder a alteraciones anatmicas
que podran explicar disfunciones en los individuos con TOC, aunque la
resonancia magntica sea ms detallada que la tomografa (Pinheiro, 2005). En
la neuroimagen funcional se encuentran las tcnicas de espectroscopia por
resonancia magntica, imagen por resonancia magntica funcional, el PET
(Positron Emission Tomography) y el SPECT (Single Photon Emission
Computed Tomography) (Lacerda, et.al., 2001). La introduccin de tcnicas
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Joana Brites Rosa 42
que permiten la visualizacin del cerebro como la tomografa computarizada
por emisin de fotn nico (SPECT) y la tomografa por emisin de positrones
(PET) ha facilitado la identificacin de las zonas cerebrales implicadas, as
como el planteamiento de hiptesis sobre los circuitos neuronales implicados
en el TOC. Estas tcnicas han permitido la identificacin de zonas cerebrales
ms activas tanto en reposo, como en la invocacin de los sntomas, as como
la observacin del efecto de tratamientos mdicos y psicolgicos sobre esta
hiperactividad (Lacerda, et al. 2001).
Con el objetivo de proporcionar una visin global de los hallazgos de las
investigaciones de carcter neurobiolgico del TOC, se describen a
continuacin algunos estudios en los que se han utilizado tcnicas de
neuroimagen. Algunos de ellos fueran llevados a cabo con nios, aunque la
mayora han sido realizados con adultos. Friedlander y Desrocher (2006)
sugieren que las diferencias en la maduracin cerebral entre nios y adultos
podrn explicar los resultados distintos que muestran los estudios por
neuroimagen. Se destaca que el lbulo frontal y el caudado suelen ser
identificados en estudios con adultos y que el estriado y tlamo parecen estar
ms implicado en los nios.
Sobre la implicacin de reas cerebrales especificas, Pitman (1982)
demostr que los modelos animales que incluyen lesiones hipocmpicas
bilaterales en ratas producen conductas repetitivas y dificultades en la extincin
de conductas. Esta conducta, similar a los sntomas obsesivo-compulsivos,
sugiere que habr que tomar en consideracin las lesiones en el sistema
lmbico cuando se estudia la etiologa del TOC.
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En referencia a la intervencin del sistema lmbico, Breiter et al. (1996),
han observado que cuando se procede a una provocacin de los sntomas,
surge una activacin de 70% o ms en los pacientes en las siguientes
regiones: rbitofrontal medial, frontal lateral, temporal anterior, anterior del
cngulo, corteza de la nsula, ncleo caudado, ncleo lenticulado y amgdala
cerebral. Los controles no mostraron activacin significativa en ninguna de las
regiones de inters. Los autores concluyeron que los resultados son
compatibles con los encontrados con otras tcnicas de neuroimagen funcional
y destacan activaciones ms prominentes en los sistemas lmbico y
paralmbico.
Con respecto a las alteraciones estructurales, se observ a travs de
Resonancia Magntica, en una comparacin entre 26 pacientes con TOC y 26
controles, un menor volumen del ncleo caudado en los pacientes con TOC,
pero no se hallaron diferencias entre el tamao de la corteza prefrontal o en los
volmenes del tercer ventrculo o ventrculos laterales (Robinson, et al., 1995).
Ya Rosenberg, et al. (1997) encontraron un aumento del tercero ventrculo en
nios con TOC.
En relacin con las alteraciones anatmicas de la amgdala, se detect
una reduccin del volumen de las amgdalas cerebrales y de las regiones
rbitofrontales (Szeszko, et al., 1999),
A propsito del tlamo, un estudio ha relatado un incremento de los
volmenes talmicos en nios con TOC sin historia de tratamiento previo,
seguido de una reduccin tras el tratamiento con paroxetina (Gilbert, et al.
2000).
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En otro estudio con pacientes con TOC (usando morfometria basada en
voxel), se ha verificado que estos sujetos tenan ms volumen en la sustancia
gris que el grupo de control en el tlamo izquierdo. Los enfermos se
subdividieron en dos grupos: un grupo con depresin y un grupo sin depresin,
y se verific que el grupo sin depresin presentaba ms sustancia gris talmica
y dorsolateral prefrontal en el hemisferio derecho, lo que se correlacion con
peor funcionamiento motor y velocidad de procesamiento (Christian, et al.,
2008).
Siguiendo con las alteraciones estructurales, Aylward, Schwartz,
Machlin, y Pearlson (1991), Kellner, et al. (1991) y Bartha, et al. (1998) no han
encontrado diferencias en el tamao de los ncleos caudados en relacin a los
controles sanos. Al contrario de otros estudios describen alteraciones
localizadas como el incremento del volumen de los ncleos caudados
(Scarone, et al., 1992).
En una revisin sobre la neuroim