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Revista e-mailnautica en

Revista e-mailnautica en cadena

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Revista e-mailnautica en cadena. La Revista GOLEM presenta, A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:. La Revista GOLEM presenta, A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:. El secretario,. La Revista GOLEM presenta, A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:. - PowerPoint PPT Presentation

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Page 1: Revista e-mailnautica en cadena

Revista e-mailnautica en cadena.

Page 2: Revista e-mailnautica en cadena

La Revista GOLEM presenta,A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:

Page 3: Revista e-mailnautica en cadena

El secretario,

La Revista GOLEM presenta,A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:

Page 4: Revista e-mailnautica en cadena

El secretario,

DEl secretario,

La Revista GOLEM presenta,A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:

Page 5: Revista e-mailnautica en cadena

DEl secretario.

DEl secretario,

El secretario,

La Revista GOLEM presenta,A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:

Page 6: Revista e-mailnautica en cadena

Ilustraciones y diseño por Eric List “”Pino” Asistencia editorial de Nery Lòpez.

El secretario,

DEl secretario,

DEl secretario.

La Revista GOLEM presenta,A Germán List Arzubide actuando y escribiendo:

Page 7: Revista e-mailnautica en cadena
Page 8: Revista e-mailnautica en cadena

Si para fundar mi denuncia

Klik

Page 9: Revista e-mailnautica en cadena

Si para fundar mi denuncia, la policía requiere datos sobre la persona

Klik Klik

Page 10: Revista e-mailnautica en cadena

Si para fundar mi denuncia, la policía requiere datos sobre la persona del primer ministro, puedo proporcionárselos

KlikKlik

Klik

Page 11: Revista e-mailnautica en cadena

Si para fundar mi denuncia, la policía requiere datos sobre la persona del primer ministro, puedo proporcionárselos ampliamente…

Klik

KlikKlikKlik

Page 12: Revista e-mailnautica en cadena

Si para fundar mi denuncia, la policía requiere datos sobre la persona del primer ministro, puedo proporcionárselos ampliamente…

Klik

KlikKlikKlik

Klik

Ding!

Page 13: Revista e-mailnautica en cadena

Puedo hacer una descripción completa de su persona, dando altura aproximada, color de los ojos, del pelo, de la piel, del rostro, sus señas particulares y hasta algunos detalles que ocasionalmente obtuve en mis frecuentes charlas con dicho señor, antes de que fuera designado Ministro.

Page 14: Revista e-mailnautica en cadena

Lo conocí mucho. Lo traté íntimamente y tuve oportunidad, antes de que ocupara el alto puesto de Ministro –perdón por esta insistencia, necesaria para el fin que me propongo-, de saber que era, o es, ya no sé si existe, persona sin enemigos, que no frecuentaba cantinas, cabarets, ni casas innombrables y donde es tan fácil ser herido a mansalva.

Bla

bla

blaJAjajaja

Joy

joy

Ñaca Ñaca

¿!

¿¿

$

Page 15: Revista e-mailnautica en cadena

Se trata de un hombre sereno, correcto, fácil a la charla y que de pronto ha desaparecido para sus amigos y conocidos, coincidiendo esta desaparición con su nombramiento, o exaltación como dicen los diarios, al alto puesto de Ministro. Pero, ¿Cómo ha sido todo esto?

Bla bla bla

Bla bla bla

$!

?

Blaber blaber

Huuuuu

uuyyy

ÑikiÑikiñiki

Page 16: Revista e-mailnautica en cadena

Bla

bla

blaJAjajaja

Joy

joy

Ñaca Ñaca

¿!

¿¿

$

La noticia de que mi amigo –entiéndase bien, ¡mi amigo!, porque yo no trato de sorprender a nadie haciéndome pasar como amigo de una persona porque ha sido designado Ministro- ocuparía lugar tan prominente, me llegó por el conducto obligado de los periódicos. Días antes había estado conversando con él y no sabía que fuera a ser llamado a un cargo de tanta confianza.

Page 17: Revista e-mailnautica en cadena

Bla bla bla

Bla bla bla

$!

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Blaber blaber

Huuuuu

uuyyy

ÑikiÑikiñiki

Ese día acudí al ministerio y me recibió rodeado de esos habituales a toda recepción, que saluda uno como personas conocidas, porque está seguro de haberlas encontrado ya en otras fiestas de recepción ministerial.

Page 18: Revista e-mailnautica en cadena

Bla bla bla

Bla bla bla

$!

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Blaber blaber

Huuuuu

uuyyy

ÑikiÑikiñiki

Bla

bla

blaJAjajaja

Joy

joy

Ñaca Ñaca

¿!

¿¿

$

Nos cambiamos las frases de rigor y nos despedimos, seguros de volvernos a ver muy pronto. Y aquí da principio mi denuncia. Jamás he vuelto a ver al señor Ministro, mi antiguo y noble amigo.

Page 19: Revista e-mailnautica en cadena

A los diez días, de su exaltación, me presenté con el fin de tratarle algún asunto. Un asunto sin importancia que era más bien un pretexto para conversar un rato con él. En la antesala, un mozo de rostro taciturno y frío continente me indicó:

Page 20: Revista e-mailnautica en cadena

El señor Ministro no recibe hoy..

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Me marché pensando que un Ministro tiene siempre mil ocupaciones que atender y que algunas veces no puede, aun cuando lo desee, recibir ni siquiera a sus amigos. Volví días después y el mismo mozo, con el mismo frío talante me informó:

Page 22: Revista e-mailnautica en cadena

El señor Ministro no ha llegado..

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Esperé por espacio de media hora, llenando con mi impaciencia el locutorio y haciendo la reflexión de que las horas que más envejecen a los hombres son las de las antesalas, porque son las horas más inútiles. Al fin, cuando comenzaron a desfilar los que esperaban, que habían llegado antes que yo y tenían horas de tal suerte, me marché un tanto apenado. Regresé a los pocos días y el mozo con terca voz dijo:

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El señor Ministro ha salido y no volverá.

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Y entonces me propuse insistir en verlo y fui diez, quince veces, y el mozo, con voz de hielo, que no permitía interrogar más, me informaba:

Page 26: Revista e-mailnautica en cadena

El señor ministro está en acuerdo y no recibe.

Page 27: Revista e-mailnautica en cadena

El señor ministro está en acuerdo y no recibe.

El señor ministro ha salido a una recepciòn.

Page 28: Revista e-mailnautica en cadena

El señor ministro está en acuerdo y no recibe.

El señor ministro ha salido a una recepciòn.

El señor ministro está enfermo.

Page 29: Revista e-mailnautica en cadena

El señor ministro está en acuerdo y no recibe.

El señor ministro está enfermo.

El señor ministro ha salido a una recepciòn.

El señor ministro está fuera de la ciudad.

Page 30: Revista e-mailnautica en cadena

El señor ministro está en acuerdo y no recibe.

El señor ministro está estudiando la ley·número 5.

El señor ministro está fuera de la ciudad.

El señor ministro está enfermo.

El señor ministro ha salido a una recepciòn.

Page 31: Revista e-mailnautica en cadena

¿No era posible ver al señor Ministro? ¿A mi amigo el señor Ministro?No era posible. Pasaron tres meses y yo ignoraba que sucedía con mi

amigo.

Page 32: Revista e-mailnautica en cadena

Al fin, cansado de tales respuestas me decidí a dar una paso en firme y un día le grité al mozo:

-¿Pero no sabe usted quién soy

yo?

Page 33: Revista e-mailnautica en cadena

El mozo no sabía quién era yo, pues me miró con sus fríos ojos de estatua y no se dignó responderme.

-Soy un amigo del señor Ministro y necesito verlo.

El mozo se inclinó ceremoniosamente y me dijo:

Page 34: Revista e-mailnautica en cadena

El mozo no sabía quién era yo, pues me miró con sus fríos ojos de estatua y no se dignó responderme.

-Soy un amigo del señor Ministro y necesito verlo.

El mozo se inclinó ceremoniosamente y me dijo:

Si usted quiere que le informe al señor. Ramos…

Page 35: Revista e-mailnautica en cadena

Acepté y el mozo me hizo pasar a

una sala enorme, pero que se veía estrecha por la

altura desmesurada del

techo. Un hombre pequeño, sentado

detrás de un escritorio muy

grande, se puso de pié al verme llegar.

Page 36: Revista e-mailnautica en cadena

-Quisiera saber con quién tengo el honor de hablar-, dije cohibido por el silencio de muerte que reinaba en la sala. Me miró con unos ojos tan ausentes que me dio la impresión de que eran ojos de ciego.

Page 37: Revista e-mailnautica en cadena

-Quisiera saber con quién tengo el honor de hablar-, dije cohibido por el silencio de muerte que reinaba en la sala. Me miró con unos ojos tan ausentes que me dio la impresión de que eran ojos de ciego.

Yo soy el secretario…

Page 38: Revista e-mailnautica en cadena

-Quisiera saber con quién tengo el honor de hablar-, dije cohibido por el silencio de muerte que reinaba en la sala. Me miró con unos ojos tan ausentes que me dio la impresión de que eran ojos de ciego.

Yo soy el secretario…

…del Secretario…

Page 39: Revista e-mailnautica en cadena

-Quisiera saber con quién tengo el honor de hablar-, dije cohibido por el silencio de muerte que reinaba en la sala. Me miró con unos ojos tan ausentes que me dio la impresión de que eran ojos de ciego.

Yo soy el secretario…

…del Secretario…

…del SECRETARIO.

Page 40: Revista e-mailnautica en cadena

-Quisiera saber con quién tengo el honor de hablar-, dije cohibido por el silencio de muerte que reinaba en la sala. Me miró con unos ojos tan ausentes que me dio la impresión de que eran ojos de ciego.

Yo soy el secretario…

…del Secretario…

…del SECRETARIO.

Me informó subiendo el tono de la voz a medida que designaba a las personas. Me incliné confundido y por un momento no acerté a decir nada, envuelto en la red de título tan extraordinario.

Page 41: Revista e-mailnautica en cadena

Al fin comprendí quién era, entonces modulé con voz temblorosa mi petición de ver al Ministro o al SECRETARIO, como lo llamaba el secretario del Secretario.

Page 42: Revista e-mailnautica en cadena

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

Page 43: Revista e-mailnautica en cadena

?

Page 44: Revista e-mailnautica en cadena

Su voz era igual a la del mozo, y parecía ser el eco de otra voz que se iba repitiendo por

los salones del Ministerio. Salí ahogándome de la angustia.

Tampoco allí encontraba la respuesta.

Page 45: Revista e-mailnautica en cadena

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

Page 46: Revista e-mailnautica en cadena

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

Page 47: Revista e-mailnautica en cadena

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

Page 48: Revista e-mailnautica en cadena

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

El señor SECRETARIO o Ministro no recibe hoy.

Page 49: Revista e-mailnautica en cadena

Volví como un autómata, como un

poseso, como un demente que tiene

una idea fija y la obedece muy a su pesar. El mozo se limitó a abrirme la puerta y hacerme pasar al salón del

secretario, del Secretario, del

SECRETARIO, quien antes de que pudiera

siquiera hablar me dijo:

Page 50: Revista e-mailnautica en cadena

El señor SECRETARIO o Ministro ha salido.

Page 51: Revista e-mailnautica en cadena

Y esta escena se repitió tantas veces

cuantas acudí al Ministerio, hasta que

desesperado, violento, frenético, le

grité un día al secretario, del Secretario, del SECRETARIO:

Page 52: Revista e-mailnautica en cadena

¿Pero es que no llegaré a ver nunca al señor Ministro o SECRETARIO? Soy su amigo, ¿sabe usted? Quiero verlo, saber como se encuentra, oír su voz, sentir su presencia.

Y esta escena se repitió tantas veces

cuantas acudí al Ministerio, hasta que

desesperado, violento, frenético, le

grité un día al secretario, del Secretario, del SECRETARIO:

Page 53: Revista e-mailnautica en cadena

El secretario, del Secretario, del SECRETARIO, se inclinó y me preguntó:

Page 54: Revista e-mailnautica en cadena

¿Si usted quiere que le informe al

Secretario del SECRETARIO?

El secretario, del Secretario, del SECRETARIO, se inclinó y me preguntó:

Page 55: Revista e-mailnautica en cadena

Yo acepté y El secretario, del Secretario, del

SECRETARIO, me hizo pasar a una sala más grande

aún, más desierta, de paredes más altas y donde el

silencio oprimía y pesaba.

Page 56: Revista e-mailnautica en cadena

Detrás de un escritorio inmenso, un hombre más pequeño todavía me miraba avanzar por la desolada alfombra. Me encaré con él y sin preguntarle quién era, puesto que ya lo sabía, le grité furioso:

Page 57: Revista e-mailnautica en cadena

Quiero ver al Secretario o Ministro, a mi amigo, al hombre que ya no se si existe o está muerto. Quiero verlo ahora mismo. ¡Ahora mismo! ¿Entiende usted?

Page 58: Revista e-mailnautica en cadena

Pero el Secretario, del SECRETARIO no entendía, porque con su voz opaca, la voz que hacía eco en las otras salas y se estiraba hasta el corredor donde el mozo guardaba la entrada, me respondió:

Page 59: Revista e-mailnautica en cadena

El SECRETARIO o Ministro, no recibe hoy. Venga usted mañana.

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¿Maña

na?

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¿Maña

na?-grité-

Page 62: Revista e-mailnautica en cadena

¿Maña

na?-grité-

¡Mañana! Para que diga usted que no ha llegado, que está enfermo, que ha salido, que está en acuerdo, que se halla estudiando, que está de viaje… ¡Y tres meses después todavía no logro verlo! No señor. ¡Quiero verlo hoy mismo, hoy mismo, en este momento!

Page 63: Revista e-mailnautica en cadena

El Secretario, del SECRTARIO, indiferente a mi furia se limitó a repetir:

Page 64: Revista e-mailnautica en cadena

El SECRETARIO o Ministro, no recibe hoy. Venga usted mañana.

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Entonces ya no pude más…

Page 66: Revista e-mailnautica en cadena

…y le grite lo que era mi sospecha, lo que venía pensando hacía seis meses, desde los primeros días de tan extraña conducta del mozo, del secretario del Secretario del SECRETARIO y de él mismo:

Page 67: Revista e-mailnautica en cadena

Ustedes lo han asesinado. Mi noble amigo, el hombre que nos recibía con su amable sonrisa y

que gustaba de nuestra conversación ya no existe.

Page 68: Revista e-mailnautica en cadena

Entre usted y su secretario y el mozo lo han ASESINADO. Han cortado su cuerpo en pedazos y para seguir cobrando el sueldo, mienten diciendo que no puede

recibir a los que venimos a buscarlo.

Ustedes lo han asesinado. Mi noble amigo, el hombre que nos recibía con su amable sonrisa y

que gustaba de nuestra conversación ya no existe.

Page 69: Revista e-mailnautica en cadena

Entre usted y su secretario y el mozo lo han ASESINADO. Han cortado su cuerpo en pedazos y para seguir cobrando el sueldo, mienten diciendo que no puede

recibir a los que venimos a buscarlo.

Ustedes lo han asesinado. Mi noble amigo, el hombre que nos recibía con su amable sonrisa y

que gustaba de nuestra conversación ya no existe.

Mi amigo ya no existe y ustedes son unos

asesinos…

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¡¡¡¡ASESINOS!!!!

Page 71: Revista e-mailnautica en cadena

aSESINO

Mis gritos hacían pedazos el silencio rebotando contra las paredes. Subían hasta el techo altísimo y se dejaban caer sobre el hombre que se

iba empequeñeciendo azotado por ellos.

Page 72: Revista e-mailnautica en cadena

aSESINO

¡¡¡¡ASESINOS!!!! ¡¡¡¡A

SESINOS!!!!

¡¡¡¡ASESINOS!!!! ¡¡¡¡ASESINOS!!!!

¡ASESIN

OS!

Page 73: Revista e-mailnautica en cadena

aSESINO

Page 74: Revista e-mailnautica en cadena

aSESINO

¡¡¡¡ASESINOS!!!! ¡¡¡¡A

SESINOS!!!!

¡¡¡¡ASESINOS!!!! ¡¡¡¡ASESINOS!!!!

¡ASESIN

OS!

Page 75: Revista e-mailnautica en cadena

aSESINO

Page 76: Revista e-mailnautica en cadena

No respondía nada. Se acercó al extremo de la mesa y oprimió un botón y su secretario y el mozo aparecieron. Me señaló con el dedo:

Page 77: Revista e-mailnautica en cadena

Echadlo fuera, está loco.

Page 78: Revista e-mailnautica en cadena

Intenté gritar, más la mano del mozo cayó sobre mi boca y agarrotado por los dos, fui arrastrado por la alfombra a través de los salones que habían recobrado un silencio cómplice y cobarde y me arrojaron del corredor a la calle, desde la cual, ahora, formulo mi denuncia.

Page 79: Revista e-mailnautica en cadena

Señores de la

policía:mi amigo

el señor Ministro ha sido asesinado. Ya sabeis quienes son sus victimarios.

Page 80: Revista e-mailnautica en cadena

¡Aprendedlos!

Page 81: Revista e-mailnautica en cadena

NOTA BENE: Antes de entregar mi denuncia a la policía, la he leído a algunos amigos, que me han manifestado sus sospecha en el sentido de que tal vez los hombres a quienes yo acuso no sean culpables sino de haber ocultado la desaparición del señor Ministro, el cual, en realidad se suicidó. ¿Será verdad? Tal cosa deberá ser aclarada por la policía.

VALE.

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En 1922 responde a la convocatoria de Manuel Maples Arce, el “ACTUAL No.1” y fundan el Movimiento Estridentista. Este inicia como un grupo poético, pero rápidamente atrae a sus filas a jóvenes con inquietudes vanguardistas de todas las disciplinas artísticas, convirtiéndose en un movimiento multi e interdicipliario. Germán List es autor de no menos de 60 Libros de poesía, novela, ensayo, histórico, cuento, teoría pedagógica, teatro infantil, entre otros géneros.Su permanente postura rebelde y opositora, siempre de lado de las clases oprimidas le valió una campaña de años de silencio oficial. Poco a poco, sin embargo, la originalidad de su obra ha ido conquistando el interés de los lectores inteligentes. El el año 1998, cuando Germán cumplía 100 años, el clamor de múltiples sectores de la sociedad, sobre todo de jóvenes creadores, logró al fin que se le otorgara el Premio Nacional de las Artes. Pocos meses después de esto, murió.

Acerca de Germán List Arzubide

Es uno de los autores más prolíficos, rebeldes, originales e incomprendidos de Latinoamérica.

Después de pelear en la Revolución mexicana al lado del General Rojano, funda algunas de la primeras revistas de literatura de vanguardia de México: la revista Vincit y la revista Ser. Esta última estaba afiliada al movimiento Ultraista español.

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Esta revista que está ante tus ojos, pretende usar el espacio de las “cadenas en los e-mails” que normalmente se dedican al esoterismo , la superación personal, las oraciones, las promesas de buena y las amenazas de mala suerte, para transmitir algo de buena literatura. La idea es que, si te late, la mandes a tus contactos. Con ello nadie ganará nada y nadie perderá nada. Solamente se distribuirá un esfuerzo cultural aprovechando un medio y un lenguaje desperdiciado para fines creativos.

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Algunos Testimonios:

Juan Pérez recibió esta cadena y se la mando a diez contactos en el transcurso de tres días. A la mañana siguiente compró un boleto de lotería y desde luego no se la ganó.

Josefina Ramírez, en cambio, recibió esta cadena y como no le latió, la borró de su “inbox”. A los dos días se le perdió simplemente una moneda de a peso. Esperamos que no nos eche la culpa.

La buena o la mala fortuna no tienen nada que ver con esta revista. Aseguramos, que, como todo buen arte, no tiene ninguna utilidad práctica más allá de ser una buena lectura y pretender expresar belleza.Por favor reenvíala a tus amigos.Atte. La redacción

Escribe a [email protected]