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* Reincidente no incluye sección de Sociales Año VI, Número 106, 2da. quincena de agosto de 2015 A nte tal diversidad es necesario interrogarse sobre el interés, los límites y la trascendencia de la noción de imagen. Existen tantas defi- niciones de la imagen como disciplinas que utilizan esta noción. Desde hace algunas décadas, se ha vuelto muy im- portante la imagen en casi todos los ámbitos de nues- tra vida pública o privada, ya sea, por ejemplo, como imagen virtual, imagen de la publicidad o imagen de la televisión o el cine, estas últimas, imágenes en mo- vimiento. Como dice Maffesoli, tomando en cuen- ta que cualquier cosa se puede dar como espectáculo, buscando –y encontrando- a sus propios espectadores, para caracterizar el fenómeno se puede sugerir que vi- vimos el (re)nacimiento de un “mundo imaginal, una manera de ser y de pensar enteramente atravesado por la imagen, lo imaginario y lo simbólico, lo inmaterial” (Maffesoli, 2007). Dicho en otros términos, en nues- tro mundo actual el papel esencial de la imagen es su funcionamiento como mesocosmos, es decir, elemento fundacional primordial del lazo social. Lo interesante para la psicología social y también para otras discipli- nas es que se haya vuelto un elemento constitutivo del ser-juntos, más allá del ámbito privado e individual. La importancia y trascendencia de las imágenes en nuestro sistema social presente se puede observar de manera más o menos clara en estudios realizados por George Gerber y sus colaboradores (citado por Pra- tkanis, 1994), quienes hacen un análisis amplio de la televisión desde fines de los años sesenta: han grabado en video y examinan minuciosamente miles de pro- gramas y de personajes de la televisión, en los hora- rios de mayor audiencia. Sus hallazgos indican que el mundo presentado en la TV constituye una represen- tación de la realidad totalmente errónea; su investiga- ción sugiere además que, en gran medida, considera- mos lo que vemos como reflejo de la realidad. Otro ámbito en donde las imágenes juegan un papel relevante es el de la religión: tiene un significa- do importante para una vasta mayoría de hombres de todas las razas y de todas las épocas, hasta nuestros días, -con excepción de protestantes, hebreos y mu- sulmanes- que han usado las imágenes, más o menos antropomórficas, como auxiliares y hasta elemento fundamental de la devoción. Nos encontramos con todo tipo de historias acerca de imágenes que ha- blan, hacen reverencias o lloran; imágenes que reci- ben ofrendas materiales o servicios, de los que se ase- gura que “disfrutan”. También encontramos reaccio- nes violentas de parte de sus adoradores y defensores cuando alguna de esas imágenes es alterada o usada con otros fines. Esta importancia de las imágenes ha motivado es- tudios, algunos contradictorios, que provienen de di- ferentes disciplinas, como la lingüística, la semiótica, la filosofía, la psicología, por mencionar algunas. Por ejemplo, para Gombrich “la iconicidad es la base de la imagen visual, podemos leer la imagen porque la reco- nocemos como una imitación de la realidad” (Gom- brich, 1981). Desde una postura diametralmente opuesta, Gre- imas afirma que “reconocer que la semiótica visual es una inmensa analogía del mundo natural es perderse en los laberintos de los presupuestos positivistas, con- fesar que sabemos lo que es la ‘realidad', que conoce- mos los ‘signos naturales’ cuya imitación producirá tal o cual semiótica es negar la semiótica visual en tanto que tal” (1979). Desde la postura de Gombrich, no hay lugar para la existencia de una semiótica de los mensajes icónicos, puesto que podemos ver la realidad y nuestra visión no nos engaña. Este supuesto del sentido común se basa en que la fisiología del sistema de la visión no puede tener muchas diferencias entre individuos de diferen- tes sociedades o de diferentes épocas; en todos ellos los objetos del mundo producen por reflexión una cierta distribución de la luz en el ojo; esta luz entra a través de la pupila, se filtra por la lente del cristalino y se proyecta en la retina... etc. Hasta este punto, el sis- tema de percepción visual es relativamente uniforme para todos los seres humanos; hasta allí es un fenóme- no natural, pero a partir de este punto se convierte en un fenómeno cultural, es decir, es algo construido: el cerebro interpreta esos datos de luz y color de acuer- do con mecanismos aprendidos, esquemas, categorías, hábitos y representaciones sociales que dan a las com- plejas informaciones provenientes del ojo una estruc- tura y una significación. La visión humana no es un simple reflejo neuro- lógico de una cadena causal que empieza con un haz de luz sobre el ojo y termina en el córtex cerebral. La visión humana es algo construido, es el producto de nuestro propio hacer, de nuestro contexto histórico y cultural, creado y transformado por nuestras represen- taciones sociales. La representación, concebida como una imitación de lo real, no presenta ningún problema: el hombre, desde esta perspectiva, se encuentra inmerso en un mundo de hechos brutos, para conocer los cuales sola- mente tiene que recurrir a ciertos procedimientos, ta- les como la observación y la detección de regularida- des. Pero, considerar la representación como imitación de lo real es una hipersimplificación, pues los seres humanos, en tanto que seres sociales, nunca estamos frente a lo real, frente a los hechos brutos. Como seña- la Lévi-Strauss, los fenómenos existen solamente con- ceptualizados y filtrados por normas lógicas y afectivas que participan de la cultura (Lévi-Strauss, 1970). Cassirer, por su parte, señala la existencia en el hombre –y solo en él– de un sistema simbólico, que transforma la totalidad de la vida humana y hace que su realidad, no solamente sea cuantitativamente más amplia sino que, de hecho, habite en otra dimensión de la realidad. El lenguaje, el mito, el arte, entre otros sistemas, son los hilos que tejen la red simbólica, la urdimbre de la experiencia humana. Según este filó- sofo, el hombre no se enfrenta a la realidad de modo directo e inmediato, no puede verla cara a cara; en lu- gar de tratar con las cosas del mundo, está envuelto en formas lingüísticas, imágenes artísticas, ritos religiosos, símbolos míticos, de manera tal que no se puede ver o conocer nada si no es por la interposición del aparato simbólico (Cassirer, 1979). En los últimos años, el papel de los medios tiene un lugar importante en la transmisión y elaboración de las representaciones sociales a través de la difusión de imágenes y sonidos. Gracias a la tecnología –la In- ternet, el CD, el iPod, la tableta– las vemos rodear, en- volver, penetrar nuestra vida en cada instante. Los medios de comunicación de masas pintan un mundo imaginario y las imágenes obtenidas a partir de estos medios influyen en lo que los hombres y mu- jeres hacen y dicen en cualquier momento dado. Por eso nos preguntamos: ¿en qué medida las imágenes que vemos en la televisión, el cine y en otros medios de comunicación de masas influyen en nuestra forma de ver el mundo y de disponer el orden de importancia de las cosas en nuestra vida? En la búsqueda de una respuesta se encuentra el trabajo interdisciplinario de las disciplinas humanistas que las utilizan y las con- ceptualizan. Referencias bibliográficas Cassirer, E. (1979). Antropología filosófica, México: FCE. Gombrich, H. E. (1981). « Image and code: scope and limits of conventionalism in pictorial representations”, en W. Steiner (ed.) Image and code, Ann Arbor: Michigan studies in Hu- manities. Greimas, A. J. (1979). “Pour une sémiotique topologique” en F. Nef, Sémiotique de l´espace. Paris: Denoël/Gonthier. Lévi-Strauss, C. (1970). Antropología estructural, Buenos Aires: Eudeba. Maffesoli, M. (2007). Posmodernidad. Puebla, México: UDLA. Moscovici, S. (1961). El psicoanálisis, su imagen y su público, Bue- nos Aires: Huemul. Pratkanis, Anthony y Aronson, E. (1994). La era de la propagan- da. Uso y abuso de la persuasión. Nueva York: Paidós. **El autor es Doctor en Psicología Social por la Uni- versidad de Caen, Francia; actualmente se desempeña como docente en la Facultad de Psicología de la BUAP. El concepto de imagen, a pesar de su omnipresencia en numerosos campos, es difícil de asir. El término de imagen no recubre siempre la misma realidad. Según como esté empleada en la semiología, en la antropología o en la psicología social, para unos, la imagen es la prolongación de una percepción, para otros es un conjunto de informaciones memorizadas o el efecto en cada receptor de la comunicación orquestada por los emisores, para otros más, la imagen es una metáfora de un discurso. PUEDE NO SER LO MISMO PARA TI QUE PARA MÍ Eulogio Romero Rodríguez MEMORIA DE PAPEL María de Lourdes Herrera Feria CONTEMPLACIÓN DE LA CALAVERA Claudia Caicedo Vilariño DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista EFECTO PANÓPTICO Octavio Spíndola Zago ENGAÑO Enrique Condés Lara DE PLANTAS Y ANIMALES Cecilia Vázquez Ahumada REINCIGRAMA Fernando Contreras AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín ARITMOMANÍA Gabriela Breña TABLA DE SUELDOS

Reincidente 106

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Page 1: Reincidente 106

* Reincidente no incluye sección de Sociales* Reincidente no incluye sección de Sociales

Año VI, Número 106, 2da. quincena de agosto de 2015

Ante tal diversidad es necesario interrogarse sobre el interés, los límites y la trascendencia de la noción de imagen. Existen tantas defi-niciones de la imagen como disciplinas que

utilizan esta noción.Desde hace algunas décadas, se ha vuelto muy im-

portante la imagen en casi todos los ámbitos de nues-tra vida pública o privada, ya sea, por ejemplo, como imagen virtual, imagen de la publicidad o imagen de la televisión o el cine, estas últimas, imágenes en mo-vimiento. Como dice Maffesoli, tomando en cuen-ta que cualquier cosa se puede dar como espectáculo, buscando –y encontrando- a sus propios espectadores, para caracterizar el fenómeno se puede sugerir que vi-vimos el (re)nacimiento de un “mundo imaginal, una manera de ser y de pensar enteramente atravesado por la imagen, lo imaginario y lo simbólico, lo inmaterial” (Maffesoli, 2007). Dicho en otros términos, en nues-tro mundo actual el papel esencial de la imagen es su funcionamiento como mesocosmos, es decir, elemento fundacional primordial del lazo social. Lo interesante para la psicología social y también para otras discipli-nas es que se haya vuelto un elemento constitutivo del ser-juntos, más allá del ámbito privado e individual.

La importancia y trascendencia de las imágenes en nuestro sistema social presente se puede observar de manera más o menos clara en estudios realizados por George Gerber y sus colaboradores (citado por Pra-tkanis, 1994), quienes hacen un análisis amplio de la televisión desde fines de los años sesenta: han grabado en video y examinan minuciosamente miles de pro-gramas y de personajes de la televisión, en los hora-rios de mayor audiencia. Sus hallazgos indican que el mundo presentado en la TV constituye una represen-tación de la realidad totalmente errónea; su investiga-ción sugiere además que, en gran medida, considera-mos lo que vemos como reflejo de la realidad.

Otro ámbito en donde las imágenes juegan un papel relevante es el de la religión: tiene un significa-do importante para una vasta mayoría de hombres de todas las razas y de todas las épocas, hasta nuestros días, -con excepción de protestantes, hebreos y mu-sulmanes- que han usado las imágenes, más o menos antropomórficas, como auxiliares y hasta elemento fundamental de la devoción. Nos encontramos con todo tipo de historias acerca de imágenes que ha-blan, hacen reverencias o lloran; imágenes que reci-ben ofrendas materiales o servicios, de los que se ase-gura que “disfrutan”. También encontramos reaccio-nes violentas de parte de sus adoradores y defensores cuando alguna de esas imágenes es alterada o usada con otros fines.

Esta importancia de las imágenes ha motivado es-tudios, algunos contradictorios, que provienen de di-ferentes disciplinas, como la lingüística, la semiótica, la filosofía, la psicología, por mencionar algunas. Por

ejemplo, para Gombrich “la iconicidad es la base de la imagen visual, podemos leer la imagen porque la reco-nocemos como una imitación de la realidad” (Gom-brich, 1981).

Desde una postura diametralmente opuesta, Gre-imas afirma que “reconocer que la semiótica visual es una inmensa analogía del mundo natural es perderse en los laberintos de los presupuestos positivistas, con-fesar que sabemos lo que es la ‘realidad', que conoce-mos los ‘signos naturales’ cuya imitación producirá tal o cual semiótica es negar la semiótica visual en tanto que tal” (1979).

Desde la postura de Gombrich, no hay lugar para la existencia de una semiótica de los mensajes icónicos, puesto que podemos ver la realidad y nuestra visión no nos engaña. Este supuesto del sentido común se basa en que la fisiología del sistema de la visión no puede tener muchas diferencias entre individuos de diferen-tes sociedades o de diferentes épocas; en todos ellos los objetos del mundo producen por reflexión una cierta distribución de la luz en el ojo; esta luz entra a través de la pupila, se filtra por la lente del cristalino y se proyecta en la retina... etc. Hasta este punto, el sis-tema de percepción visual es relativamente uniforme para todos los seres humanos; hasta allí es un fenóme-no natural, pero a partir de este punto se convierte en un fenómeno cultural, es decir, es algo construido: el cerebro interpreta esos datos de luz y color de acuer-do con mecanismos aprendidos, esquemas, categorías, hábitos y representaciones sociales que dan a las com-plejas informaciones provenientes del ojo una estruc-tura y una significación.

La visión humana no es un simple reflejo neuro-lógico de una cadena causal que empieza con un haz de luz sobre el ojo y termina en el córtex cerebral. La visión humana es algo construido, es el producto de nuestro propio hacer, de nuestro contexto histórico y cultural, creado y transformado por nuestras represen-taciones sociales.

La representación, concebida como una imitación de lo real, no presenta ningún problema: el hombre, desde esta perspectiva, se encuentra inmerso en un mundo de hechos brutos, para conocer los cuales sola-mente tiene que recurrir a ciertos procedimientos, ta-les como la observación y la detección de regularida-des. Pero, considerar la representación como imitación de lo real es una hipersimplificación, pues los seres humanos, en tanto que seres sociales, nunca estamos frente a lo real, frente a los hechos brutos. Como seña-la Lévi-Strauss, los fenómenos existen solamente con-ceptualizados y filtrados por normas lógicas y afectivas que participan de la cultura (Lévi-Strauss, 1970).

Cassirer, por su parte, señala la existencia en el hombre –y solo en él– de un sistema simbólico, que transforma la totalidad de la vida humana y hace que su realidad, no solamente sea cuantitativamente más

amplia sino que, de hecho, habite en otra dimensión de la realidad. El lenguaje, el mito, el arte, entre otros sistemas, son los hilos que tejen la red simbólica, la urdimbre de la experiencia humana. Según este filó-sofo, el hombre no se enfrenta a la realidad de modo directo e inmediato, no puede verla cara a cara; en lu-gar de tratar con las cosas del mundo, está envuelto en formas lingüísticas, imágenes artísticas, ritos religiosos, símbolos míticos, de manera tal que no se puede ver o conocer nada si no es por la interposición del aparato simbólico (Cassirer, 1979).

En los últimos años, el papel de los medios tiene un lugar importante en la transmisión y elaboración de las representaciones sociales a través de la difusión de imágenes y sonidos. Gracias a la tecnología –la In-ternet, el CD, el iPod, la tableta– las vemos rodear, en-volver, penetrar nuestra vida en cada instante.

Los medios de comunicación de masas pintan un mundo imaginario y las imágenes obtenidas a partir de estos medios influyen en lo que los hombres y mu-jeres hacen y dicen en cualquier momento dado. Por eso nos preguntamos: ¿en qué medida las imágenes que vemos en la televisión, el cine y en otros medios de comunicación de masas influyen en nuestra forma de ver el mundo y de disponer el orden de importancia de las cosas en nuestra vida? En la búsqueda de una respuesta se encuentra el trabajo interdisciplinario de las disciplinas humanistas que las utilizan y las con-ceptualizan.Referencias bibliográficasCassirer, E. (1979). Antropología f ilosófica, México: FCE.Gombrich, H. E. (1981). « Image and code: scope and limits of

conventionalism in pictorial representations”, en W. Steiner (ed.) Image and code, Ann Arbor: Michigan studies in Hu-manities.

Greimas, A. J. (1979). “Pour une sémiotique topologique” en F. Nef, Sémiotique de l´espace. Paris: Denoël/Gonthier.

Lévi-Strauss, C. (1970). Antropología estructural, Buenos Aires: Eudeba.

Maffesoli, M. (2007). Posmodernidad. Puebla, México: UDLA.Moscovici, S. (1961). El psicoanálisis, su imagen y su público, Bue-

nos Aires: Huemul.Pratkanis, Anthony y Aronson, E. (1994). La era de la propagan-

da. Uso y abuso de la persuasión. Nueva York: Paidós.

**El autor es Doctor en Psicología Social por la Uni-versidad de Caen, Francia; actualmente se desempeña como docente en la Facultad de Psicología de la BUAP.

El concepto de imagen, a pesar de su omnipresencia en numerosos campos, es difícil de asir. El término de imagen no recubre siempre la misma realidad. Según como esté empleada en la semiología, en la antropología o en la psicología social, para unos, la imagen es la

prolongación de una percepción, para otros es un conjunto de informaciones memorizadas o el efecto en cada receptor de la comunicación orquestada por los emisores, para otros más, la

imagen es una metáfora de un discurso.

PUEDE NO SER LO MISMO PARA TI QUE PARA MÍ Eulogio Romero Rodríguez

MEMORIA DE PAPEL María de Lourdes Herrera Feria

CONTEMPLACIÓN DE LA CALAVERA

Claudia Caicedo VilariñoDESDE LA FACULTAD

Mariano Torres BautistaEFECTO PANÓPTICO

Octavio Spíndola ZagoENGAÑO

Enrique Condés LaraDE PLANTAS Y ANIMALES

Cecilia Vázquez AhumadaREINCIGRAMA

Fernando ContrerasAQUÍ, PUROS CUENTOS

Paco RubínARITMOMANÍA

Gabriela BreñaTABLA DE SUELDOS

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Mariano E. Torres Bautista*

“Se celebran los 70 años de la transformación del Colegio del Estado en Universidad de Guanajuato, justamente a siete décadas de la publicación -el 25 de marzo de 1945- en

el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Gua-najuato, del Decreto número 82 donde se expide la Ley Orgánica de la Universidad de Guanajuato. Con ese motivo, fue depositada en el antiguo colegio je-suita una cápsula del tiempo para ser abierta en cin-cuenta años, la cual contiene objetos representativos de la actualidad de la Institución y simbólicos para la comunidad universitaria…”.

“La Asamblea Nacional de Diputados aprobó en Tercer Debate el Proyecto de Ley que autoriza la acu-ñación de Monedas Conmemorativas del Septuagé-simo Quinto Aniversario de la Universidad de Pana-má…”.

“Con la realización de una sesión solemne culmi-nó la celebración del aniversario 147 de creación de la Universidad de Guayaquil. El Secretario de Edu-cación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, René Ramírez, en representación del Presidente de la República, Rafael Correa, participó de la entrega de reconocimientos a profesores honorarios y estudian-tes destacado. El acto se dio la noche del lunes 1 de diciembre en Paraninfo Simón Bolívar, Casona Uni-versitaria, ubicado en el centro de Guayaquil y contó con la presencia de autoridades universitarias, docen-

tes, empleados y estudiantes. En este espacio se des-tacó que hasta el 2015 este centro de estudios tiene la visión de integrar la formación superior al desarrollo académico, tecnológico y científico que exige el actual sistema nacional de educación superior…”.

“Prof. Víctor L. Pérez Vera, Rector de la Universidad de Chile, y Prof. Sonia Montecino Aguirre, Vicerrecto-ra de Extensión, saludan atentamente a usted y tienen el agrado de invitarle a la Ceremonia de Lanzamiento de la Revista "Anales de la Universidad de Chile", oca-sión en la cual se presentará la versión digitalizada de toda la colección, a cargo de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos. La actividad se enmarca en el 170º Ani-versario de nuestra Casa de Estudios…”.

Estas fueron algunas celebraciones y formas de conmemorar aniversarios académicos en América La-tina, por no citar otras latitudes. Evidentemente, sería muy difícil, por no decir imposible, para una Facul-tad universitaria, la acuñación de una moneda conme-morativa. Aunque este tipo de distinción puede darse desde una institución bancaria, también es obvio que implica un esfuerzo mayúsculo en tramitología.

La entrega de reconocimientos a docentes, investi-gadores y estudiantes destacados no implica en ningu-na latitud un gasto exorbitante. Un poco más costosa es la implementación de una revista que comience a testimoniar el quehacer anual y los retos y logros de sus integrantes.

Aunque es presumible que siendo universidades latinas seguramente tuvieron también una gala con-memorativa con todas las de la ley: vinos espumosos, comida de alta cocina o representativa de las tradi-ciones locales, música, baile, algarabía… ¿Por qué no? Eso se ve hasta en los países nórdicos aún con su tra-dición de austera seriedad.

No obstante, en la mayoría de las instituciones universitarias, el bailongo es el final de una agenda de actividades académicas. Extraña entonces que una Fa-cultad del tamaño y la trayectoria de la de Filosofía y Letras de la BUAP no haya demostrado su inser-ción en el mundo académico científico de alto nivel, el que -salvo el escucharse entre sí- no haya celebrado un Congreso Internacional, alguna serie de ensayos re-presentativos de la investigación realizada por sus do-centes-investigadores, o aprovechando la oportunidad para reflexionar sobre una trayectoria de 50 años y la prospectiva para sus próximos 5, 10 y ¿por qué no? sus siguientes 50 años, toda vez que la filosofía, las hu-manidades y la investigación social estarán entre las actividades disponibles para humanos en un mundo robotizado literalmente.

**El autor es Doctor en Historia por la Universidad de París I, Phantéon-Sorbonne; actualmente se des-empeña como docente/investigador en el programa de Maestría en Antropología Social de la BUAP.

El ilustre pensador (¡supersic!) y primer man-datario mexicano, Enrique Peña Nieto, de-cía en 2014: "Estoy convencido de que el problema que tenemos para enfrentar la co-

rrupción parte, primero, de reconocer que es una de-bilidad de orden cultural que no es privativa de Méxi-co." Pero, en realidad, la corrupción no es un elemento cultural global, es parte de grupúsculos concretos que enquistan este mecanismo de súper-vivencia en las estructuras políticas y lo convierten en un código de comunicación universal.

Es cierto que no es privativo de una nacionalidad o esfera particular. De acuerdo con Transparencia In-ternacional “la corrupción es un problema de todas las economías”, es un elemento común en todas las len-guas. Entre los casos más escandalosos en la prensa internacional que evidencian la podredumbre multini-vel podemos hacer mención a algunos. ¡Cómo olvidar a uno de los maestros mundialmente reconocidos en temas de corrupción! Silvio Berlusconi se lleva las pal-mas por sus escándalos, que van –y lo digo en tiempo presente porque no han sido cerrados los casos- desde la compra de senadores -¿suena a PRI?- hasta el abuso de poder y pagar las prostitutas -¿será PAN?

Dirigiendo nuestra mirada al orbe latinoamerica-no, la cosa no es menos alarmante. Una administra-ción brasileña estremecida por el Caso Petrobras que involucró a una red de más de 200 políticos de pri-mer y segundo orden implicados con el exdirector ge-neral Paulo Roberto Costa –cuestionando la integri-dad moral de la propia Dilma Rousseff-; una Michel Bachelet empujada por la opinión pública a renovar a su gabinete debido a las múltiples corruptelas sabidas y por saber; en la vecina Guatemala la vicepresidenta Roxana Baldetti presentó su renuncia el pasado 5 de mayo, pero el hecho, lejos de satisfacer y tranquilizar, empoderó a la población, que ahora exige la cabeza del presidente Otto Pérez Molina por un millar de con-tratos anómalos, eso que casi no pasa en México, infla-ción de cifras, robustecimiento de cuentas, discrecio-nalidad en procesos públicos.

En el imperio de la libertad nadie escapa. Ese país tan profundamente racista ha logrado legalizar los me-canismos de corrupción a modo de que pasen desaper-cibidos ante los ojos mundiales. Acercando la lupa, dos focos rojos emiten una luz demasiado evidente: Richard Nixon, más allá del Escándalo Watergate, se vio impli-cado en cuantiosos casos de desvíos ilícitos y auditorias fiscales inadecuadas; en segundo puesto está nuestro

siempre bien querido George W. Bush, fácilmente se-ñalable de responsable por corrupción gubernamental, especulación con la guerra y billones de dólares de los desaparecidos –en tanto su hermanito Jeb anuncia su candidatura presidencial para el 2016, apoyada por la mafia de los especuladores de Wall Street.

Sin embargo, la política no es el único espacio de corrupción. El mundo del deporte de alta categoría ha pasado de organizar la convivencia saludable y fo-mentar la activación física, a ser un mecanismo más para enriquecerse a costa de la explotación de las cla-ses trabajadoras y para lucrar con el ejercicio del poder. Blatter puede ya no estar al frente de la FIFA, pero su mafia está lejos de ser desterrada. Su maquinaria de corrupción está bien aceitada con mecanismos de do-naciones para el desarrollo –sobornos- y el desfalco de los países sedes drenando las cajas públicas.

La religión es también el negocio preferido des-pués de la banca. Brevemente, podemos apuntar a un Norberto Rivera, arzobispo de la Ciudad de México, en contubernio con Marcial Maciel, encubriendo ca-sos de pederastia y solapando enriquecimientos ilíci-tos; o a los dos más altos funcionarios del Instituto de Obras Religiosas (Banco Vaticano), Paolo Cipriani y Massimo Tulli, liados en acusaciones por lavado de di-nero y forzados a renunciar en julio de 2013. Entre las sectas e iglesias cristianas y protestantes el común de-nominador no se ve alterado, como muestran la Iglesia de los Santos de los Últimos Días y los Testigos de Jehová.

Finalmente, el mundo sindical mexicano con un SNTE avenando la educación, un STFRM ya seco por tantas décadas consumiendo a los ferrocarriles y un ST-PRM que dejará a su suerte a miles de petroleros, no tiene nada que envidiar al mundo sindical español con una Unión General de Trabajadores y su compinche la Confederación Sindical de Comisiones Obreras com-pletamente manchadas por expoliaciones y desvíos.

Indudablemente, el tema de la corrupción es una serie de escándalos perpetuos. Tristemente, su media-tización ha convertido a la corrupción en un medio plausible y una meta de vida. ¿Cómo mantener en pie el discurso de que la democracia busca la transparencia cuando fomenta la corrupción como modus vivendi-operandi? ¿Será que el humano pasa de hommo sapiens a hommo corruptius?

** El autor es estudiante de la licenciatura en Historia de la FF y L de la BUAP.

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“El lenguaje tiene que expresar nuestra participación, como hablantes, en la situación del discurso; los papeles que asumimos nosotros mismos y que imponemos a los demás”, remarca M. A. Halliday en El lenguaje como semiótica social, siguiendo de cerca a Saussure sobre el lenguaje como hecho social propio de los individuos.

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Las cifras oficiales de los censos son contunden-tes: en 1953, la población total de China con-tinental era de 582,603,417 habitantes; tan solo una década después, era de 694,581,759;

en 1982 era ya de 1,008,175,288 personas; luego de ocho años, esto es en 1990, sumaban 1,133, 628,501 habitantes; al llegar el nuevo siglo, eran 1,265,830,000 y en el año 2010 fueron contabilizados 1,339,724,852 chinos. Cerró el año 2014 con 1,367,820,000 de po-bladores. En resumen, en apenas 60 años, el incremen-to fue de casi ¡mil millones de individuos!

Pero los números habrían sido mucho mayores si, en 1979, el gobierno chino no hubiese decretado la política de un solo hijo. Naciones Unidas calcula que en la actualidad habrían poco más de 1,700 millones de chinos, es decir, unos 400 millones más de los que existen. No obstante y a pesar de que distintos son-deos aseguran que una amplia mayoría de la pobla-ción apoya la política de un solo hijo, altas autoridades de Pekín anunciaron recientemente que preparan una modificación en busca de que cada pareja pueda pro-crear más de un hijo. “Haremos ajustes y mejoras en la política, según los procedimientos legales”, dijo en marzo último Li Keqiang, el primer ministro de Chi-na. “Sopesaremos las ventajas y las desventajas antes de tomar decisiones, según las condiciones, para nues-tro contexto de desarrollo”.

Ya en noviembre de 2013, un Pleno del Comité Central del PCCh había decidido permitir tener dos hijos a las parejas en las cuales el padre o la madre no tuvieran hermanos. Fue el primer indicio de cambio en la política del hijo único.

El envejecimiento de la población es la principal razón que hay detrás de la reconsideración de tal po-lítica demográfica. A inicios de 2014, el 15.5% de la población económicamente activa (212.4 millones de personas, 10 millones más que en 2013), tenía más de sesenta años. De seguir vigente la norma, en 2030 más de un 25% de la población tendría más de 65 años de edad.

No ha sido fácil la política demográfica de la Chi-na contemporánea. Por la dimensión de la población, pero también por cuestiones ideológicas. En octu-bre de 1949 cuando, tras de 22 años de lucha arma-da, triunfó la Revolución y Mao Tse Tung anunció en Pekín la constitución de la República Popular China, ese vasto país era uno de los más atrasados del plane-ta: devastado por las guerras interiores y por la lucha contra la ocupación japonesa; saqueado por las poten-cias imperiales de la época: Inglaterra y Japón en pri-mer término; asolado por el bandolerismo y bandas contrarrevolucionarias; con sus vías de comunicación y transporte destrozadas, y una inmensa proporción de sus habitantes en el analfabetismo, etc., la ortodo-xia anti-maltusiana del marxismo llevó a los nuevos dirigentes no solamente a contemplar con buenos ojos el tamaño y las altas tasas de crecimiento de la población (eran apenas 541,670,000 habitantes), sino a fomentarlas. La modificación de las relaciones de producción crearía riqueza suficiente para todos, por encima, con mucho, de la multiplicación de seres que alimentar, educar, dar trabajo, techo, sanidad, etc. Ade-más, eran necesarios para enfrentar y derrotar al im-

perialismo y a los reaccionarios del mundo. Y no es broma. En la Conferencia de Partidos Comunistas y Obreros celebrada en Moscú, en noviembre de 1957, Mao Tse Tung dijo que no había por qué asustarse por una guerra atómica puesto que tal conflicto llevaría al imperialismo a la tumba. Convencido de que la histo-ria marchaba inexorablemente hacia el triunfo definiti-vo del comunismo en todo el mundo, pensaba que por más desastrosa que pudiera ser una confrontación nu-clear, los cien o doscientos millones de chinos que se pudieran salvar, ¡vivirían en la nueva sociedad! “

Meses antes había escrito: “En todos los países se discute ahora si estallará o no una tercera guerra mun-dial… si los imperialistas insisten en desencadenar una guerra, no debemos sentir temor… Después de la primera Guerra Mundial apareció la Unión Sovié-tica, con doscientos millones de habitantes; después de la Segunda Guerra Mundial surgió el campo socia-lista, que abarca a novecientos millones de seres. Pue-de afirmarse que si, a pesar de todo, los imperialistas desencadenan una tercera guerra mundial, otros cen-tenares de millones pasarán inevitablemente al lado del socialismo, y a los imperialistas no les quedará ya mucho espacio en el mundo; incluso es probable que se derrumbe por completo todo el sistema imperialis-ta.” (Sobre el Tratamiento Correcto de las Contradiccio-nes en el Seno del Pueblo. 27 de febrero de 1957. Obras Escogidas. Tomo V. Ediciones en lenguas extranjeras, Pekín).

Sin embargo, la edificación de la nueva sociedad se presentó mucho más complicada y difícil de lo que en teoría suponían, y la fuerza de los hechos les hizo cambiar.

Atenuando su anti-maltusianismo, a fines de 1959 iniciaron una campaña propagandística para contro-lar la natalidad que resultó poco exitosa. A mediados de los sesenta le siguió una cruzada de promoción del matrimonio tardío, también de limitadas consecuen-cias. Hasta que, en 1972, el Partido Comunista Chino advierte la necesidad nacional de controlar el aumento de la población, otorga gran valor al control de ese au-mento y organiza una amplia campaña de carácter na-cional: se explica a la población, principalmente rural, la importancia del asunto, se distribuyen masivamente anticonceptivos, se otorgan estímulos a quienes se ad-hieren al control poblacional y se imponen sanciones administrativas a las parejas que tienen muchos hijos. Finalmente, siete años después, establecen la política de un solo hijo.

Hay que decir que la política del hijo único no fue inflexible y de igual aplicación para toda la población. Se permitió más de un hijo en las minorías étnicas; en las zonas rurales se admitió que las parejas tuvieran dos hijos en caso de que el primero fuera niña; se dis-pensó de la regla a los niños nacidos en ultramar y a los chinos que retornaran del extranjero se les permi-tió tener un segundo niño.

Pero, si la política del hijo único hubiera hecho ta-bla rasa, dejando a un lado los elementos económicos y poblacionales, existen aspectos sociológicos y psi-cológicos de amplio alcance derivados de ella que no han sido suficientemente analizados y valorados. En-tre ellos, la desaparición de la familia tal y como la

conocemos, de muchos lazos consanguíneos y de los vínculos afectivos que de ellos surgen.

En una primera generación, los hijos únicos aun-que no tendrán hermanos, si gozarán de los afectos, juegos y vivencias compartidos con primos y primas; conocerán también a los tíos y tías, aunque ya no ten-drán sobrinos.

En la siguiente generación, cuando ellos tengan pareja y procreen, su hijo único no conocerá lo que son hermanos, primos y primas, tíos y tías, sobrinos y sobrinas. Crecerá, madurará y vivirá sin esos afectos, amores, experiencias, complicidades y, también, rivali-dades, envidias e intrigas que han llenado, a lo largo de siglos, capítulos importantes de la literatura y la histo-ria amorosa de la humanidad. Asimismo, los ancestra-les problemas testamentarios y de herencia al interior de las familias desaparecerán.

La modificación de afectos, comportamientos, ma-duración sentimental, experiencias y valores en esos nuevos hombres y mujeres será sustancial y de gran al-cance. ¿En qué dirección? ¿Cómo se relacionarían unos con otros?; ¿qué vínculos establecerían entre sí? Es di-fícil saberlo. ¿Serán los lazos de amplia solidaridad, hu-manidad, desinterés y amor al prójimo, pregonados por la utopía comunista, en lugar de los salpicados de egoís-mo, los condicionados por la consanguinidad y por la obsesión por la preservación de propiedades y privile-gios, los que prevalecerían en esas circunstancias? No es posible asegurarlo. Y ya no tendremos la oportunidad de conocerlo.

*El autor es Doctor en Sociología Política por la Uni-versidad de Granada, España y director del Museo de la Memoria Histórica Universitaria de la BUAP.

Enrique Condés Lara*

Muchos indicadores señalan que el siglo XXI será el siglo de China. No tendremos que esperar mucho para que se convierta en la primera economía del mundo, ni tampoco para que sus fuerzas armadas alcancen, en tecnología, preparación, organización y movilidad a las de Japón, Francia, Inglaterra, Rusia y los Estados Unidos. Por tanto, lo que suceda en ese coloso asiático nos atañe a todos. Entre otras cosas, inclusive, lo que ocurra con su demografía.

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Aunque esta definición de ‘documento’ y la toma de conciencia sobre la importancia de su conservación son relativamente recientes, para los historiadores es un tema recurrente,

siempre asociado a su formación y práctica profesio-nal, que mueve a la reflexión y al debate. Mientras que algunos argumentan la obsolescencia de su uso y uti-lización para fundar interpretaciones y explicaciones sobre el pasado de la sociedad, otros, los más por cierto, recurren a ellos para fundar sus investigaciones sobre ese pasado. De cualquier forma, el documento con va-lor testimonial siempre estará en el foco de atención de los historiadores y su conservación será motivo de preocupación.

Al margen de las disputas académicas, para la co-munidad internacional la conservación, organización y puesta en servicio de la documentación representa la salvaguarda de un patrimonio inmaterial que contri-buye al desarrollo sostenible.

Sin embargo, esas ideas directrices no siempre lo-gran influir en las acciones de gobierno de nuestras autoridades locales. La administración gubernamen-tal del Estado de Puebla se ha distinguido por un tra-to displicente e inconsistente, por decir lo menos, a la documentación con valor histórico. Confirmando en los hechos que aunque universalmente se recono-ce el valor de los documentos, algunas culturas tienen más prácticas “documentales” que otras, esto es, que no siempre se procura su rescate, conservación y orga-nización y que, cuando esto se logra, no siempre serán acciones sostenidas a lo largo del tiempo.

La acción del gobierno estatal poblano sobre los documentos tiene un antecedente ominoso: siendo gobernador de Puebla, Maximino Ávila Camacho au-torizó la venta, por kilo, de los papeles de la adminis-tración estatal y, aunque no existe evidencia fehaciente del hecho, la anécdota ha sido recuperada por la narra-tiva: “Mi primera gran decepción fue cuando me visitó un señor muy culto para contarme que se pretendía vender el archivo (…) a una fábrica de cartón. Todo el archivo (…) a tres centavos el kilo de papel. En la noche fue el primer asunto que traté con Andrés. No quiso ni detenerse a dis-cutirlo. Nada más dijo que esos eran puros papeles inútiles, que lo que necesitaba Puebla era futuro, y que no había dónde poner tanto recuerdo (…) Además ya era tarde por-que su secretario de gobierno ya lo había vendido, es más, el dinero me lo iba a dar para el hospicio. Al día siguiente tuve que pasar la vergüenza de explicarle mi fracaso al señor Cordero. Total que el dinero de la venta ni siquiera fue para el hospicio porque la Asociación de Charros vi-

sitó a Andrés la mañana en que lo tenía sobre su escrito-rio y junto con el cheque del gobierno del Estado les dio lo del archivo como donativo personal” (Ángeles Mastretta; Arráncame la Vida. Seix Barral, México, 1986. pp.: 24-25). Verdad o ficción, las evidencias muestran que el patrimonio documental de la administración estatal acusa un enorme faltante: ciertamente que la historia de la administración del vasto territorio poblano, fun-dado desde el período colonial, había generado mu-chos recuerdos materializados en papel…

El reconocimiento unánime de que los archivos se constituyen como fuentes esenciales de información acerca del pasado y del presente de la vida institucio-nal y social, ya que el documento es evidencia, prueba y testimonio de la actividad humana y por ello se han generado incuantificables documentos, no es suficien-te para que todas las estructuras gubernamentales o particulares se den a la tarea de proyectar y estable-cer la debida traza de sus archivos. Así, a pesar del gran valor que pudieran llegar a tener los documen-tos depositados en los repositorios, esta información es inútil para el Estado, los servidores públicos o la ciudadanía, si dicha información no está debidamente sistematizada, descrita y es accesible para su consulta.

Los antecedentes para regular los archivos del Es-tado de Puebla no tienen una historia muy larga. Las leyes que norman la vida institucional y salvaguardan los archivos datan de 1978, 1985, 2009 y, más recien-temente, 2015. Esta última determina que las disposi-ciones para proteger y promover el patrimonio docu-mental deberán ser atendidas por todos los servidores públicos; garantiza el acceso oportuno a la informa-ción, la conservación y difusión del contenido de los acervos y establece que el Archivo General del Estado deberá contar con espacio propio y adecuado que le permita garantizar la preservación de los acervos que custodia y la posibilidad de recibir mayores acervos históricos; asimismo, que contará con la estructura fí-sica, de personal y presupuestal necesaria para cumplir con sus funciones.

Pero en una sociedad donde el imperio de la ley está sujeto al capricho del gobernante en turno, esas disposiciones son retórica pura: el acervo del Archivo General del Estado, dificultosa y pacientemente recu-perado fue trasladado a un espacio inapropiado. Sin ventilación, la documentación del siglo XVIII y XIX pronto acusara deterioro; buena parte del personal que mediante un largo proceso se habilitó en su preserva-ción y manejo fue despedido, los más, y jubilados, los menos, y al mismo tiempo desapareció la mención a

las cualidades profesionales que debe reunir el perso-nal directivo. Huelga decir que en estas condiciones, la calidad del servicio y las atribuciones de la institución quedan señaladamente mermadas a pesar de lo que diga la ley.

El negativo saldo para la conservación del patri-monio documental no le quita el sueño a las autorida-des gubernamentales. Tan es así que ahora tienen en la mira de sus futuras acciones al Centro de Documen-tación e Investigación Ferroviarias (CEDIF), funda-do en 1997 para difundir y divulgar el conocimiento relativo a la cultura ferrocarrilera y, con la conniven-cia de las autoridades federales, de las que depende, se planea su reubicación para hacer lugar a los faraónicos proyectos del actual gobierno. Al parecer, en materia de conservación de archivos, la historia se repite y el actual gobierno pone en marcha la máxima avilacama-chista: lo que necesita Puebla son proyectos para el fu-turo, los viejos papeles testimonio de tantos recuerdos, ahora no tienen cabida, son inútiles.

Afortunadamente, el rico acervo del archivo histó-rico municipal se ha mantenido a salvo de esas erráti-cas políticas y desastrosas prácticas.

* La autora es Doctora en Historia por la Universidad Libre de Berlín; actualmente se desempeña como do-cente de tiempo completo en el Colegio de Historia de la FF y L de la BUAP.

Para la UNESCO, un documento es “aquello que consigna algo con un propósito intelectual deliberado”. Se considera que un documento consta de dos componentes: el contenido informativo y el soporte en el que se consigna. Ambos elementos pueden presentar una gran variedad de formas y ser igualmente

importantes como parte de la memoria. Producidos en el marco de la actividad humana, los documentos pueden tener características relevantes y ser símbolos de la memoria colectiva de un pueblo, nación, región o sociedad. A través de su soporte y contenido, los documentos reflejan la diversidad de los

pueblos, las culturas y los idiomas, pasando a ser parte del patrimonio de la humanidad (www.unesco.org).

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María de Lourdes Herrera Feria*

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HORIZONTALES1. Reforma del gobierno de Peña

Nieto que más expectativas ha creado.

12. (Electoral), reforma cuyo obje-tivo consiste en mayor colabo-ración entre los poderes ejecuti-vo y legislativo.

13. Diosa griega de la luna nueva.14. Isla francesa en el océano At-

lántico.16. Forma de pronombre.17. Símbolos del estaño y de resis-

tencia eléctrica.18. Composición poética.19. Vendió varios de sus activos con

motivo de la reforma en ma-teria de telecomunicaciones y radiodifusión.

21. Se ha desplomado estrepitosa-mente.

22. Símbolos del gauss y uranio.23. Más malos.25. Animal cuadrúpedo.26. Comediante.28. Cita, trae uno a favor de su

propósito algún hecho, dicho, ejemplo, etc., como prueba, dis-culpa o defensa.

30. Se consume con el fuego.31. Primer varón y progenitor de

la humanidad, en la mitología hindú.

32. Acechan desde un lugar alto.33. Se atreverá.35. Cincuenta y uno en números

romanos.36. Puta, suripanta.40. Movimiento involuntario de

algún músculo del cuerpo.41. Impuesto que continúa gene-

rando polémica.42. Miembro del gobierno de López

Obrador en el DF, sorprendido en pleno acto de corrupción.

43. (Eugenio Garza), empresario y filántropo mexicano, fallecido en 1973.

44. Se dirige a un lugar.46. Nota musical.48. Sistema de Administración Tri-

butaria.

49. (Políticos), concertaciones con diferentes actores, le valieron a Peña llevar a cabo las reformas.

54. Esta reforma es por la que más han protestado los empresarios.

VERTICALES2. Símbolos del nitrógeno y fósfo-

ro.3. Diosa griega de la aurora.4. Abreviaturas de roentgen y de

litro.5. (Dorfles), crítico de arte, pintor

y filósofo italiano.6. Del verbo reír (invertido).7. Símbolo del titanio.8. Departamento de Perú.9. Símbolo del calcio.10. Que se retrasa en el pago de

una deuda11. Es uno de los graves problemas

de México.13. En lugar de disminuir ha creci-

do desmesuradamente.15. Esta reforma se propone que

ofrezca un servicio integral.17. Música que se interpreta en la

calle y durante la noche, para festejar a una persona (plural).

19. Tranquilizar, sosegar.20. Forma de pronombre.23. Quitar las ramas superfluas de

los árboles.24. País que se independizó de

Nueva Zelanda en 1962, su ca-pital es Apia.

27. Símbolos del tesla y renio.29. Artículo determinado.32. Árbol de las oleáceas. 34. Acatar una orden.37. Mezclen dos licores.38. Desequen, desagüen un lugar

(invertido).39. Nota musical.45. Mil doscientos en números ro-

manos.47. Signo de la multiplicación.49. Alcohólicos Anónimos.50. Unión Europea (iniciales).51. Obsequia, regala.52. Afirmación.

HUÍDAEl vestido se aburrió de llevar siempre puesta a la

misma dama. Así que un día de cualquier noche, abrió el armario, se

puso zapatos de tacón y salió a la calle. El vestido caminó el camino pero sin mujer.Caminó hasta el cansancio y dos calles más. Se quitó

los tacones, caminó descalzo.Encontró una casa con la puerta abierta y entró el

vestido sin pedir permiso. Encontró una escalera y la subió de puntillas para no

hacer ruido con sus pies que ni siquiera el vesti-do tiene.

Vio una habitación y el vestido entró y se encontró una cama con sábanas haciendo olas como la ma-rea brava. Debajo de la sábana dos cuerpos, uno de mujer y otro de hombre.

Y el vestido sintió alivio porque la mujer desnuda iba a necesitarlo, y entonces pensó que podría vestir-se con otra dama.

AGUACEROIban tres marzos de abril y en Imaginación no

dejaba de llover. Quizás porque ahí siempre llueve. Y llovían mariposas y llovían sueños y palabras y llo-

vían risas y llovía lluvia.También llovían hojas desmargaritadas y signos de

interrogación. Y la niña peinada de trenzas con un vestido verde

tomó un signo de interrogación con su mano iz-quierda, lo puso de cabeza y el signo de interro-gación se convirtió en paraguas.

Y la niña del paraguas caminó y se mojó los pies, pero no la cabeza ni los pensamientos.

Caminó y en Imaginación continuó lloviendo. Lloverá toda la lluvia.

Cecilia Vázquez Ahumada*

En general las aves se consideran anima-les benéficos para los humanos. Las pa-lomas (Columba spp) son mensajeras y son bien vistas como parte de los paisa-

jes urbanos, siempre y cuando las poblaciones sean controladas, porque un crecimiento desmedido de estos animales se constituye en un problema. Y como su excremento es corrosivo para edificios y autos, y contaminan fuentes de alimentos huma-nos, es que se les ha llamado “ratas del aire”.

Las palomas son originarias de Europa, África y Asia. Fueron domesticadas hace cinco mil años, en el Oriente Medio, cuando comenzaron a desa-rrollarse asentamientos permanentes. Por ello, se sabe que las palomas urbanas son resultado de la selección artificial. Primero se les usó como ali-mento para los dioses y como mascotas, pero al descubrirse su capacidad de regresar a casa, no im-portara lo lejos que viajaran, comenzó el proceso de hacerlas mensajeras. La arqueología ha mostra-do que el pueblo sumerio de la antigua Babilonia (Irak) fue el primero en domesticarlas; le siguie-ron los egipcios y los persas. Las palomas fueron el medio de comunicación más veloz hasta que se inventó el telégrafo (Samuel Morse, 1838).

La paloma es descendiente de los dinosaurios, animales dominantes en el planeta en el Jurási-co (hace chorrocientos millones de años). Hoy sa-bemos que muchos dinosaurios poseían plumas y eran capaces de volar. Las aves para volar necesi-tan un esqueleto ligero y músculos de vuelo muy potentes. Sus músculos necesitan de grandes can-tidades de oxígeno, por lo que además de los pul-mones disponen de nueve sacos aéreos posteriores y anteriores. En dichos sacos se mantiene un alto flujo de aire que hace que la respiración de las pa-lomas sea más eficiente que las de los humanos.

El secreto de la vuelta a casa de las palomas no ha sido explicado del todo, pero hay tres teorías que tratan de revelar cómo se desarrolla este fe-nómeno: A) utilización del campo magnético de la tierra para orientarse. B) se cree que las palo-mas utilizan marcadores visuales para orientarse, es decir, ríos, caminos, montañas y c) su sentido del olfato.

Lo cierto en que en las guerras, las palomas han jugado un papel muy importante como co-rreos. “Tirios y troyanos” las han usado a lo largo de los conflictos bélicos. Tan es así que la Meda-

lla Dickin, honor norteamericano para animales durante la guerra, se entregó a la paloma G. I. Joe (1943-1961) por sus servicios, ya que informó a los mandos aliados el hecho de que los británicos habían tomado la localidad de Calvi Vecchia (Ita-lia), justo antes de cumplir la orden de bombar-dear el sitio, por los mismos aliados.

A Norteamérica se les introdujo en el siglo XVII. Y como algunos ejemplares se volvieron fe-rales, dicen los estudiosos (Olalla, Ruíz, Ruvalcaba y Mendoza 2009. Conabio 82:7-10) que por ello su distribución es desigual en ciudades, granjas y el campo. Ferales, en México, existen en zonas ur-banas y semiurbanas, como en la base del Cerro del Chiquihuite, D.F. y el Salto de San Antón en Morelos.

Las palomas son un elemento común en las ciudades, pero los estropicios que procuran en edificios históricos, en la contaminación de ali-mentos o fuentes de agua, son un mal que debe ser combatido. Sin embargo, la población en ge-neral se inclina por su presencia lo que hace ne-cesario controlar su crecimiento a través de di-ferentes métodos, como el uso de aves rapaces, de esterilizantes químicos y aun de captura. Las enfermedades que producen poblaciones de pa-lomas sin control son: Histoplasmosis, aspiración de esporas del hongo Histoplasma capsulatum, presentes en las heces; Salmonelosis, ingesta de la batería Salmonella spp., presente en lugares don-de anidan y que puede llegar a fuentes de alimen-tos humanos; Psitacosis, enfermedad producida por la bacteria Chlamydia psittaci, presente en el polvo fecal y secreciones nasales de las palomas; Criptococcosis, inhalación del hongo Cryptococ-cus neoforman, igual presente en las heces de las palomas. Estudios hechos en Hawai demuestran que no solo afectan a humanos, sino que fueron portadoras de un virus que se transmitió a través de la picadura de un zancudo y acabó con el 75% de la avifauna nativa.

Seamos precavidos y exijamos que las autori-dades que mantengan un riguroso control de es-tos animales –de los que tanto disfrutan infantes y adultos— en los espacios urbanos.

*La autora es Licenciada en Antropología Social por la BUAP; actualmente adscrita al INAH-Puebla.

“Acepta que algunos días eres la paloma y otros días la estatua”.Dilbert de Scott Adams (1957), refrescante humorista norteamericano que se burla

de la burocracia y de las empresas privadas.

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Sobre el buró de una librería, el escritorio de un médico, como un modelo en las clases de anatomía o en una pintura sobre lo trascendental, la calavera me-

dita.

Con aire solemne sobre su rostro descansa el silencio, sombra cansada después de recorrer todas las paredes del

mundo. En su nariz el tiempo se ha hecho túnel para el paso del

espíritu del airey sus dientes como tumbas atesoran las memorias de los

caídos del mundo y por el mundo.

Es el rostro de todos, de la multitud desnuda que ha en-contrado tras el viaje las respuestas,

es el retrato de la libertad sin la piel de fuego o nubes inmaculadas,

el rostro más allá del polvoriento murmullo de demonios o ángeles.

La Calavera se sabe todos los monólogos, a ella le quedan todas las máscaras pero prefiere no usar

ninguna y ser fiel al silencio que estira eternamente su sonrisa, ese silencio que es sangre coagulada de la nada.

Calavera, calaverita, siempre tan feliz que ya no puede extinguir su sonrisa,

vestigio perenne de una estrella bajo tierra. Calavera, calaverita, se le acabaron todas las lágrimas

como los dulces del Halloween y guarda entre sus dientes el cantar de un pájaroque es el cantar de todas las lenguas y de todos los seres, silbido de lumbre que se apaga en el horizonte.

Sobre el buró de una librería, el escritorio de un médico, como una modelo de las clases de anatomía o en una pintura sobre lo trascendental,la calavera es una luna en el mundo de la oscuridad.Es, simplemente es, sin el maquillaje de la pretensión en el rostro, sin el descascaramiento de los ideales, es, solo es, como una luna poblada en sus fisuras por los

sueños de la humanidad.

Con sus cuencas en negro contemplando la vida no recibe reflejos de ella, es la calavera la mente de los días con sus noches, es astro que vigila espejismos.

Calavera mía y de todos, déjame, cuando me sienta triste, adentrarme en los porta-

les vacíos de tu rostro custodiado por arañas y enredarme en esos hilos que tejen y ser yo también

como una hebra del universo.

*La autora forma parte de los talleres de cuento, poesía y dramaturgia de la Casa del Escritor de la ciudad de Puebla.

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Rodeado por sus familiares más cercanos, sedado para evitarle dolores físicos, conser-vando su grado de General de la República, asistido en uno de los hospitales con mayor

cantidad de recursos técnicos para la sobrevivencia, muere el genocida Manuel Contreras Sepúlveda.

Para la Agrupación de Familiares de Detenid@s Desaparecid@s, la breve descripción anterior deja en evidencia lo que aún es Chile, a más de 42 años del gol-pe de Estado y a 25 años de transición a la democracia, y hablamos de transición pues si esta fuera una verda-dera democracia, otro sería el tenor de este encabezado. 529 años acumulados por condenas por violaciones a los derechos humanos, por crímenes de lesa huma-nidad. Desapariciones forzadas, ejecuciones políticas, torturas son el prontuario de quien fuera el creador de la DINA, Dirección de Inteligencia Nacional, mano derecha del dictador con quien sostenía reuniones diarias para informarle del genocidio.

Cabecilla de la coordinación en América Latina del extermino no solo de connacionales sino también de luchadores por la libertad de esta América sitiada por el golpismo en los años 70. Bajo su responsabili-dad operan los servicios de inteligencia responsables de miles de víctimas que hasta hoy claman por justicia. Nada diremos de su muerte, solo queremos analizar y entregar nuestra opinión acerca de las circunstan-cias que la rodean. A pesar de ser condenado bajo los cánones de justicia tradicionales, muere sin ser degradado; muere sometido a tratamientos especia-les de reclusión; muere en una sofisticada impunidad que ni le impide reunirse con su familia ni amistades; muere, hasta hace poco, asistido por abogados cos-teados mediante descuentos por planilla a funciona-rios de las FFAA; muere como el máximo represen-tante del llamado pacto de silencio, todo esto con la anuencia de quienes aceptaron la creación de cárce-les especiales para los violadores de derechos huma-nos, por quienes se han negado a degradarlos a pesar de los crímenes horrendos cometidos, por quienes han aceptado se les realicen homenajes y gratifique con medallas alusivas al golpe a quienes se suponen merecedores por servicios a la Patria, por quienes en una actitud que refuerza el pacto de silencio, legislan a favor del mismo imponiendo 50 años de resguardo de los nombres de los perpetradores.

La muerte de Manuel Contreras Sepúlveda nos conecta con el Chile que no quiere más impunidad, que siente que las autoridades del Poder Ejecuti-vo, Legislativo y Judicial tienen el imperativo moral de articular todas las medidas necesarias para que NUNCA MÁS, el país se vea enfrentado a una dic-tadura cívico militar como la que sufrimos.

Creemos que no se cierra una etapa, más bien se abre otra cuya responsabilidad histórica está en sus manos. Es el momento de implementar las medidas legislativas, políticas, militares, éticas y humanas que den la seguridad a las presentes y futuras generacio-nes, que den la certeza que hechos de la naturaleza practicada por Manuel Contreras Sepúlveda y otros, serán imposible de repetirse.

AGRUPACIÓN DE FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS

Santiago de Chile, 7 de agosto de 2015

MUSEO REGIONAL DE PUEBLAAv. Ejércitos de Oriente s/n

Centro Cívico 5 de mayo. Los Fuertes.

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Director y editor: Enrique Condés LaraConsejo Editorial: Mariano E. Torres Bautista, Juan Lozada León, José Fragoso Cervón,

María de Lourdes Herrera Feria, Hugo López Coronel, Ernesto Licona Valencia, Gabriela Breña, Cecilia Vázquez Ahumada y Eulogio Romero Rodríguez, Octavio Spíndola Zago

Corrección: Enrique Condés BreñaDiseño: Israel Hernández Cedeño

Correo electrónico: [email protected]*No incluye sección de Sociales

RE~INCIDENTE. Año 6. No. 106. Segunda quincena de agosto de 2015. Es una publicación quincenal editada por el C. Enrique Condés Lara, domicilio Costado del Atrio de San Francisco 22 bis. Cuadrante de san Francisco, Delegación Coyoacán, CP. 04320, tel. (55) 55-17-76-63. Correo electrónico: [email protected]. Editor responsable: Enrique Condés Lara. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2011-032210460200-101. ISSN: 2007-476X. Otorgados por el Instituto Nacional del Dere-cho de Autor. Certificado de Licitud y Contenido No. 15198 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en los talleres de El Errante, Editor. Privada Emiliano Zapata No. 5947, San Baltasar Campeche, Puebla Pue. C.P. 72550. Este número se terminó de imprimir en agosto de 2015 con un tiraje de 5000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Que-da estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de RE-INCIDENTE.

Solución alReincigRama de eSte númeRo

Morir sin dolor debiera ser un derecho en nuestro país. Un de-recho inalienable en el planeta. Para ello funciona la morfina. Pero...

El 83% de la población mundial no tiene acceso alguno a opiáceos con fines terapéuticos.

El 89% del consumo de morfina con fines terapéuticos ocurre en Norteamérica y Europa.

6% de la morfina con fines terapéuticos es consumida en paí-ses pobres o en desarrollo, aunque son el hogar del 50% de los enfermos de cáncer y 95% de quienes padecen SIDA.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas que padecen dolor crónico están 4 veces más en riesgo de padecer depresión y ansiedad.

El dolor persistente altera nuestras vidas: las de quienes lo pa-decen y las de quienes les rodean. Interfiere con las habilida-des de comer, dormir, pensar. Compromete el sistema inmu-nológico y reduce la movilidad.

La morfina fue descubierta en 1804 y nombrada a partir de Morfeo, el dios griego del sueño. En 1817, comenzó a comer-cializarse con fines terapéuticos contra el dolor. Actualmente, aparece en el cuadro básico de medicamentos de la OMS.

Frente al panorama que estima la OMS de 30 millones de personas viviendo con cáncer en el año 2020; de los más de 4 millones de personas que se infectan con VIH y de las cuales mueren 3 millones anualmente; y sin mencionar otros muchos males dolorosos que nos aquejan día con día, se hace impera-tivo pensar y actuar respecto al control del dolor.

Sin el cuidado apropiado de los enfermos, el cual requiere un cambio de actitudes frente a los paliativos del dolor (entre ellos el uso de la morfina), el futuro de muchos que están su-friendo seguirá siendo una dolorosa realidad inexcusable.

http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/75837/1/9789243564173_spa.pdf?ua=1https://www.care2.com/greenliving/morphine-around-the-world-infogra-phic.html

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SUELDO CEBOLLA Lo ves, lo agarras y te pones a llorar.

SUELDO CANALLA No te ayuda en nada, sólo te hace sufrir

pero no puedes vivir sin él.

SUELDO DIETÉTICO Te hace comer cada vez menos.

SUELDO AGNÓSTICO Cada vez dudas más de su existencia.

SUELDO MAGO Haces un par de movimientos y desaparece.

SUELDO TORMENTA No sabes cuando va a venir ni cuanto va a

durar.

SUELDO HUMOR NEGRO Te ríes para no llorar.

SUELDO PRESERVATIVO Te quita la inspiración pero no hay remedio

más que apoyarte en él.

SUELDO IMPOTENTE Cuando más lo necesitas, te abandona.

SUELDO MENSTRUACIÓN Viene cada mes y te dura tres días. SUELDO WALT DISNEY Te lo presentan maravilloso pero no es real.

SUELDO EYACULACIÓN PRECOZ Apenas ingresa y... ya se acabó.

Para estos tiempos económicamente difíciles, Reincidente elaboró una tabla para clasificar con objetividad los sueldos que perciben trabajadores y empleados.

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