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Colombia agradecida plasma a través de la presente emisión filatélica, que busca estrechar los vínculos entre los colom- bianos y su patrimonio histórico, un testimonio visual des- tacando la entrega y valor de 10 grandes ideólogos: Andrés Rosillo y Meruelo, José Félix De Restrepo, Camilo Torres Tenorio, Juan Fernández de Sotomayor y Picón, Antonio Villavicencio y Berásteguí, Antonio Morales Galavis, José María Carbonel Martínez, José Ramón de Leyva, Nicolás Mauricio de Omaña y Rodríguez, Juan de Dios Morales y Leonín Estrada. Las estampillas son y seguirán siendo un eficiente canal grá- fico de comunicación que visualiza la historia y la convierte en herramienta de consulta permanente sobre la cual los pueblos pueden construir y proyectar su propio futuro. Juan Ernesto Vargas Uribe Presidente Servicios Postales Nacionales S.A. Bogotá D.C., martes 24 de noviembre de 2009 Especificaciones técnicas Presentación Héroes del Bicentenario, testimonios vivos de libertad La historia es la suma de muchas vivencias que se expe- rimentan a diario y construyen el pasado de nuestros pueblos, con base en el cual abonamos para el futuro. Ad portas de cumplir 200 años de vida republica- na, el Gobierno colombiano ha organizado diversos eventos conmemorativos, en los cuales ha honrado la memoria de numerosos héroes de la independencia nacional, quienes con sus nobles propósitos, claras ideas, estrategia, genialidad y sacrificio, unieron sus voces e ímpetus hacia el objetivo común de consoli- dar nuestra gesta emancipadora. No fue fácil recorrer ese camino hacia la democracia por parte de tan ilustres hombres, poseedores de un juicioso sentido común, respeto por los intereses y derechos de nuestra Patria y sus ciudadanos y una amplia visión del mundo reforzada por las ideas de la Ilustración, que orientaron su talento y esfuerzos para alcanzar la anhelada libertad. Fueron gente de ciencia, académicos, filósofos, juris- tas, ensayistas, sacerdotes y hasta “oficiales de plu- ma”, a quienes seguramente les habría gustado llevar una vida más común en el seno familiar. En cambio, sellaron un hondo compromiso social y decidieron entregar su alma y corazón para defender a todo un país, hoy soberano y libre. Primera Serie del Bicentenario de la Independencia El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en su programa de sensibilización de la opinión pública y de promo- ción a las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia Nacional, ha establecido en la programación filatélica con la empresa oficial de correos, Servicios Postales Nacionales S.A. que opera bajo la marca 4-72 La Red Postal de Colombia, la emisión de la Primera serie del Bicentenario de la Independencia, como un medio de difusión de las imágenes de aquellos ideólogos de la revolución libertaria y de los ac- tores mismos de los procesos de formación de la primera República. Sin duda el movimiento de independencia tuvo una base popular que se movilizó en las diferentes provincias del Nuevo Reino, agitada por las élites granadinas, esa escasa población letrada formada en las uni- versidades de Santafé y en el Colegio Seminario de Popayán, movida por un anhelo de cambio y luego de autodeterminación e indepen- dencia política de España, y que después de múltiples dificultades se convirtió en un movimiento político y militar que desembocó en la formación de los primeros ejércitos patriotas, en las declaraciones de las actas juntistas y se materializó en las Actas de Independencia Abso- luta y la formación de la primera República. Estos movimientos prerevolucionarios de independencia correspon- dieron a la movilización en Nueva Granada, ya conocidos los sucesos de orden público, los levantamientos que se dieron en 1809 en Cara- cas, Quito y Socorro. Por el fusilamiento en Pore de los jóvenes Vicen- te Cadena y Rosillo, por presiones del cabildo de Santafé y amenazas de encarcelamiento de los líderes santafereños. Todo ello fue precipitando en la Nueva Granada la formación de Jun- tas Patrióticas en las capitales de las provincias, algunas anteriores a la de Santafé: Pore 15 de febrero de 1810, Cartagena 22 de mayo, Cali 3 de julio, Socorro 10 de julio, Santafé 20 de julio, Tunja 26 de julio y Mompox 6 de agosto. Más no fue sólo un movimiento local o de las provincias granadinas. Con la invasión napoleónica a la Península, las colonias americanas se movilizaron en diferentes direcciones y fue tomando cuerpo un movimiento continental de independencia Fue entre una minoría letrada educada en los Colegios Mayores de San Bartolomé, Nuestra Señora del Rosario y en el Seminario de Popayán, donde se gestó el movimiento de nuevos ideales libertarios y fueron sus maestros quienes infundieron en sus alumnos aquellas ideas de igualdad, antiesclavistas, de libertad de pensamiento y los ideales de cambio que marcaron nuevos rumbos a las juventudes granadinas. El clero y en algunos casos oficiales formados en los ejércitos del rey migraron con simpatía hacia el movimiento patriota. Estudiantes, juris- tas, curas y canónigos, frailes, priores de conventos, oficiales, maestros, burócratas, comerciantes y un grupo de valientes mujeres impulsadoras de tertulias o apoyo a los movimientos clandestinos confluyeron en sus ideales en la búsqueda de la libertad política de las provincias y movili- zaron las gentes en diversas localidades de la Nueva Granada. Aquellos ideólogos del movimiento independentista y actores de la re- volución eran vástagos de entronques familiares de españoles que casa- ron con damas criollas santafereñas, quiteñas, payanesas, cartageneras, momposinas, tunjanas y pamplonesas. Se fue tejiendo un entramado social que trascendió las fronteras geográficas de las capitanías, presi- dencias y virreinatos. Como los amores y la sangre, corrieron también por nuevos rumbos los movimientos ideológicos y las nuevas ideas. La América movilizó voluntades y recursos de diverso origen y condición. La presente emisión filatélica Esta emisión ha permitido vincular por lazos de fraternidad, de iden- tidad de ideales, actores de la revolución de diversos lugares de lo que más tarde se constituyó como República de Colombia. Socorranos, santafereños, quiteños, rionegreños, payaneses, cucuteños, cartagene- ros, en fin, hijos de estas provincias o de otras lejanas, bañaron con su sangre y como sacrificio de libertad los años de la reconquista. Quite- ños que dieron su vida por la causa libertaria en Santafé, granadinos que lucharon en Quito en los movimientos populares y los pocos que sobrevivieron, marcharon con los ejércitos y luego ocuparon cargos diplomáticos en representación de las nuevas repúblicas. En Venezuela, Ecuador y Colombia dieron el último aliento de vida por esos ideales un puñado de ideólogos y líderes de opinión. De estos 10 actores de la revolución pocos lograron ver las luces de la Repú- blica, pues murieron en los patíbulos de la reconquista monárquica en su lucha por consolidar un Estado libre y soberano o fallecieron en el exilio. Sus vidas nos hacen invocar esos anhelos de fraternidad, de solidaridad que inspiró su lucha, sus ideales y sus esfuerzos. Fueron hombres de su tiempo, nacidos en pleno régimen colonial pero vislumbraron otros horizontes, movilizaron con su pluma y su voz a un pueblo que supo resistir y luchar. De las aulas salieron e integraron los primeros ejérci- tos. Los supervivientes del régimen del terror acompañaron a Bolívar y a Santander en la ampliación del horizonte continental en las batallas de la libertad y luego en misiones diplomáticas. Algunos de sus nombres están inscritos entre los firmantes del Acta de la Revolución de Independencia de Santafé, para entonces capital del Virreinato, otros desde las provincias agitaban los ideales libertarios y generaban movimientos juntistas. Con ocasión de las conmemoraciones del Centenario en 1910 y del Sesquicentenario de 1960 los Correos de Colombia rindieron home- naje a un puñado de próceres entre ellos: José Acevedo y Gómez y Policarpa Salavarrieta, primera mujer en aparecer en un sello en Amé- rica. En el sesquicentenario se homenajeó a otros más. En esta emisión se amplía esa galería de granadinos y con ellos un quiteño, Antonio Villavicencio, y un español, José Ramón de Leyva, afecto a la causa patriota, ambos fusilados en 1816. En este pliego se ha intentado una representación de las provincias por sus exponentes más destacados en la historia de los procesos de independencia nacional. La configuración del pliego obedeció a una consulta entre los histo- riadores del Comité de Honor del Bicentenario y a la Academia Co- lombiana de Historia, órgano asesor del Gobierno Nacional. Primó la representatividad de las provincias de origen y la accesibilidad de obra pictórica, no muy copiosa en el caso de Colombia. Agradecemos las imágenes amablemente cedidas por la Universidad del Rosario y el Museo de la Independencia, Casa Museo 20 de Julio del Ministerio de Cultura. De los más destacados José María Carbonel sólo se conoce un retrato a lápiz cuyo original no se localizó. Corresponde a los estudiosos de la historia profundizar y recapitular lo que hizo de estos territorios nuevas repúblicas y el papel de estos exponentes de la ideología y la acción. Andrés Rosillo Y Meruelo (Socorro 1758 – Santafé 1835): Fue entre los eclesiásticos granadinos uno de los más persistentes agitadores de la emancipación y estuvo sometido a prisiones. Vistió la beca del Colegio del Rosario como colegial porcionista de filosofía 1773-1775. En junio de 1776 se graduó de bachiller. El 5 de septiembre de 1776 fue nombra- do colegial formal en una de las quince becas de primera fundación, entre 1776-1778 colegial de teología. El 8 y 16 de octubre de 1779 se graduó de bachiller y licenciado en teología en la Universidad Santo Tomás. Ejerció como abogado de pobres y de la Real Audiencia y fue ordena- do sacerdote por el arzobispo Antonio Caballero y Góngora en Tunja en 1782. Años antes el arzobispo manifiesta al rector del Rosario, Dr. Agustín Manuel de Alarcón su sorpresa al conocerlo por su extravagan- cia en su beca encarnada y su cabellera, signos tempranos de su rebeldía y singular existencia, casi novelesca, según su biógrafo Horacio Rodrí- guez Plata. Fue capellán de la ermita de Monserrate párroco de Simaco- ta y Fómeque. Canónigo de la Catedral, 1788. Rector del Rosario, ele- gido entre 1802 hasta 1806. Se integró a la Sociedad Patriótica fundada por José Celestino Mutis, germen de futuros líderes del movimiento de independencia y vinculado desde la revolución de los pasquines. Tuvo mucho de patriota y de luchador en pro de la independencia. Cooperó con el movimiento de Cadena y Rosillo en Pore y Casanare. Son recordadas sus proclamas, una “a los españoles europeos”, cartas y visitas a los curas en sus correrías por los pueblos del oriente. Desde 1809 con ocasión de los sucesos de Quito en los que participa el gra- nadino Juan de Dios Morales, concurre a tertulias y círculos revolucio- narios en el Observatorio y luego los acoge en su casa. Fue recluido por las autoridades realistas en el Convento de los Capuchinos en enero de 1810 y liberado el 21 de julio por el pueblo que lo aclamó. Ya había sido desterrado durante el Régimen del Terror por Morillo, puesto preso en la cárcel de la Inquisición en Valladolid, España y había salido libre en la revolución de Rafael Riego. Sus actuaciones fueron siempre controvertidas. El Congreso Nacional por ley 90 de 1936 honró su memoria. Ilustración del sello: Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Imagen Villegas Editores. José Félix De Restrepo (Sabaneta, Antioquia 1760 - Santafé 1832): Considerado uno de los ideólogos más destacados de la emancipación. Profesor en el Colegio Seminario de Popayán, formó en los ideales libertarios a sus discípulos: Francisco José de Caldas, Camilo Torres, José Hilario López y Francisco Antonio Zea. Impulsador temprano de la libertad de los esclavos. Escribió ensayos de lógica, matemáticas, física, filosofía política, ciencias naturales y gramática. En la Reconquista española conocida como “Régimen del terror” se estableció en Buga en el Cauca, allí tuvo que conciliar con Juan Sá- mano y jurar lealtad al rey. Fue colaborador del virrey Ezpeleta, luego se instaló en Antioquia y se desempeñó como síndico procurador del gobernador realista, allí redactó un reglamento para escuelas públicas. Después del triunfo de Boyacá (1819) dirigió la Imprenta de Antio- quia y la Gaceta Departamental. Tuvo el privilegio de ser constituyen- te y firmar la Constitución que dio vida a la República de Colombia en Villa del Rosario de Cúcuta en 1821. Asistió a la Convención de Ocaña, 1828, al Congreso Admirable y al Congreso que constituyó la República de Nueva Granada, después de la separación de Venezuela y Ecuador. Ilustración del sello: óleo Museo de la Independencia, Casa Museo 20 de Julio. Imagen Enrique Mendoza. Camilo Torres Tenorio (Popayán 1766 - Santafé 1816): Bajo la orien- tación de José Félix de Restrepo estudió en el Colegio Seminario de Popayán matemáticas, derecho, filosofía e idiomas. Se trasladó a San- tafé de Bogotá e ingresó al Colegio Mayor del Rosario donde se recibió de abogado, fue catedrático y vicerrector. Asesor del Ca- bildo. Formó parte de la Junta de notables que analizó la rebelión de Quito en 1809. Con la invasión napoleónica se le encomendó redactar la Repre- sentación del Cabildo de Santafé a la Suprema Junta Central de España donde subrayó las inequidades entre los españoles penin- sulares y los nacidos en América. Formó parte de la terna para re- presentar las provincias de Nueva Granada, pero fue seleccionado Azoula, quién no viajó. Aquel texto suyo es más conocido como “Memorial de Agravios” y se reprodujo muchas veces, a pesar de haberlo prohibido por el Virrey. Participó en las reuniones del Observatorio que organizaron los chisperos del 20 de julio. Fue con José Acevedo y Gómez y otros, de los redactores del Acta de Independencia, tribuno y designado en la Comisión de Relaciones Exteriores. Para entonces se desem- peñaba como abogado de la Audiencia. Partidario del Federalis- mo fue redactor y firmante del Acta de la Confederación de las Provincias Unidas en 1811. Como Presidente del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada de 1812 a 1814 hizo oposición a Nariño entonces Presidente del Estado de Cundina- marca. Era Presidente cuando la invasión de Morillo, renunció y se dirigió al suroccidente, fue detenido y traído a Santafé. El 5 de octubre en la Plaza Mayor fue fusilado con Rodríguez Torrices, el Conde de Casa Valencia y José María Dávila. Luego los cadáveres fueron colgados de la horca y decapitados. Su cabeza fue puesta en picota en la Alameda Vieja hoy carrera 13 hasta el día 14 que fue sepultada. Se le ha denominado “el verbo de la revolución”, por su destacada formación jurídica y elocuencia. Ilustración del sello: Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Óleo atribuido a José Celestino Figueroa. 89.2x73.0. Imagen Villegas Editores. Juan Fernández De Sotomayor y Picón (Cartagena 1777 - 1849): Estudió en el Seminario de San Carlos de Cartagena. El 22 de octubre de 1793 ingresó a cursar filosofía en el Colegio Mayor del Rosario como capista alumno de filosofía. 1793-1794, cole- gial porcionista de filosofía. 1794-1795 y 1795-1796, colegial porcionista de derecho. 1796-1798, maestro, colegial porcionista de derecho canónico. 1798-1799, maestro, colegial porcionista de derecho canónico. El 1, 5 y 7 de agosto de 1800, bachiller licenciado y doctor en derecho canónico; fue alumno de Camilo Torres y del Pbro. Fernando Caicedo y Flores. Consagrado sacer- dote en 1801 en Cartagena por el obispo Jerónimo Gómez de Liñana. Párroco de Mompox (1804-1815), levantó al pueblo el EMISIÓN POSTAL Primera Serie del Bicentenario de la Independencia Emisión: Primera Serie del Bicentenario de la Independencia Motivos: Diez (10) Valor facial: $ 6.000 pesos Cantidad: 10.000 unidades por cada motivo. Total 100.000 estampillas Tamaño: 40 X 30 mm. Presentación: Pliego de diez (10) estampillas Color: Policromía Papel: Sopal Goma: Tropicalizada Sobres de primer día: 3 motivos, 1.000 unidades numeradas por cada uno. Total 3.000 sobres Dirección editorial: Marianella Garzón Vergara Directora de Comunicaciones 4-72 La Red Postal de Colombia Textos boletín informativo: Luis Horacio López Domínguez. Diseño: Milena María Monguí Estupiñán Fotografía: Universidad del Rosario Casa Museo 20 de Julio Universidad Católica de Quito. Impresión: Offset Impresor estampilla: Thomas Greg & Sons de Colombia S.A. Impresor piezas complementarias: JH Impregraf Ltda. Primer día de circulación: Bogotá D.C., 24 de noviembre de 2009

plegable BICENTENARIO copy - 4-72.com.co · del Rosario como colegial porcionista de fi losofía 1773-1775. ... José Hilario López y Francisco Antonio Zea. Impulsador temprano

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Colombia agradecida plasma a través de la presente emisión fi latélica, que busca estrechar los vínculos entre los colom-bianos y su patrimonio histórico, un testimonio visual des-tacando la entrega y valor de 10 grandes ideólogos: Andrés Rosillo y Meruelo, José Félix De Restrepo, Camilo Torres Tenorio, Juan Fernández de Sotomayor y Picón, Antonio Villavicencio y Berásteguí, Antonio Morales Galavis, José María Carbonel Martínez, José Ramón de Leyva, Nicolás Mauricio de Omaña y Rodríguez, Juan de Dios Morales y Leonín Estrada.

Las estampillas son y seguirán siendo un efi ciente canal grá-fi co de comunicación que visualiza la historia y la convierte en herramienta de consulta permanente sobre la cual los pueblos pueden construir y proyectar su propio futuro.

Juan Ernesto Vargas UribePresidenteServicios Postales Nacionales S.A.

Bogotá D.C., martes 24 de noviembre de 2009

Especifi caciones técnicas

Presentación

Héroes del Bicentenario, testimonios vivos de libertad

La historia es la suma de muchas vivencias que se expe-rimentan a diario y construyen el pasado de nuestros pueblos, con base en el cual abonamos para el futuro.

Ad portas de cumplir 200 años de vida republica-na, el Gobierno colombiano ha organizado diversos eventos conmemorativos, en los cuales ha honrado la memoria de numerosos héroes de la independencia nacional, quienes con sus nobles propósitos, claras ideas, estrategia, genialidad y sacrifi cio, unieron sus voces e ímpetus hacia el objetivo común de consoli-dar nuestra gesta emancipadora.

No fue fácil recorrer ese camino hacia la democracia por parte de tan ilustres hombres, poseedores de un juicioso sentido común, respeto por los intereses y derechos de nuestra Patria y sus ciudadanos y una amplia visión del mundo reforzada por las ideas de la Ilustración, que orientaron su talento y esfuerzos para alcanzar la anhelada libertad.

Fueron gente de ciencia, académicos, fi lósofos, juris-tas, ensayistas, sacerdotes y hasta “ofi ciales de plu-ma”, a quienes seguramente les habría gustado llevar una vida más común en el seno familiar. En cambio, sellaron un hondo compromiso social y decidieron entregar su alma y corazón para defender a todo un país, hoy soberano y libre.

Primera Serie del Bicentenario de la Independencia

El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en su programa de sensibilización de la opinión pública y de promo-ción a las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia Nacional, ha establecido en la programación fi latélica con la empresa ofi cial de correos, Servicios Postales Nacionales S.A. que opera bajo la marca 4-72 La Red Postal de Colombia, la emisión de la Primera serie del Bicentenario de la Independencia, como un medio de difusión de las imágenes de aquellos ideólogos de la revolución libertaria y de los ac-tores mismos de los procesos de formación de la primera República.

Sin duda el movimiento de independencia tuvo una base popular que se movilizó en las diferentes provincias del Nuevo Reino, agitada por las élites granadinas, esa escasa población letrada formada en las uni-versidades de Santafé y en el Colegio Seminario de Popayán, movida por un anhelo de cambio y luego de autodeterminación e indepen-dencia política de España, y que después de múltiples difi cultades se convirtió en un movimiento político y militar que desembocó en la formación de los primeros ejércitos patriotas, en las declaraciones de las actas juntistas y se materializó en las Actas de Independencia Abso-luta y la formación de la primera República.

Estos movimientos prerevolucionarios de independencia correspon-dieron a la movilización en Nueva Granada, ya conocidos los sucesos de orden público, los levantamientos que se dieron en 1809 en Cara-cas, Quito y Socorro. Por el fusilamiento en Pore de los jóvenes Vicen-te Cadena y Rosillo, por presiones del cabildo de Santafé y amenazas de encarcelamiento de los líderes santafereños.

Todo ello fue precipitando en la Nueva Granada la formación de Jun-tas Patrióticas en las capitales de las provincias, algunas anteriores a la de Santafé: Pore 15 de febrero de 1810, Cartagena 22 de mayo, Cali 3 de julio, Socorro 10 de julio, Santafé 20 de julio, Tunja 26 de julio y Mompox 6 de agosto. Más no fue sólo un movimiento local o de las provincias granadinas. Con la invasión napoleónica a la Península, las colonias americanas se movilizaron en diferentes direcciones y fue tomando cuerpo un movimiento continental de independencia

Fue entre una minoría letrada educada en los Colegios Mayores de San Bartolomé, Nuestra Señora del Rosario y en el Seminario de Popayán, donde se gestó el movimiento de nuevos ideales libertarios y fueron sus maestros quienes infundieron en sus alumnos aquellas ideas de igualdad, antiesclavistas, de libertad de pensamiento y los ideales de cambio que marcaron nuevos rumbos a las juventudes granadinas.

El clero y en algunos casos ofi ciales formados en los ejércitos del rey migraron con simpatía hacia el movimiento patriota. Estudiantes, juris-tas, curas y canónigos, frailes, priores de conventos, ofi ciales, maestros, burócratas, comerciantes y un grupo de valientes mujeres impulsadoras de tertulias o apoyo a los movimientos clandestinos confl uyeron en sus ideales en la búsqueda de la libertad política de las provincias y movili-zaron las gentes en diversas localidades de la Nueva Granada. Aquellos ideólogos del movimiento independentista y actores de la re-volución eran vástagos de entronques familiares de españoles que casa-ron con damas criollas santafereñas, quiteñas, payanesas, cartageneras, momposinas, tunjanas y pamplonesas. Se fue tejiendo un entramado social que trascendió las fronteras geográfi cas de las capitanías, presi-dencias y virreinatos. Como los amores y la sangre, corrieron también por nuevos rumbos los movimientos ideológicos y las nuevas ideas. La América movilizó voluntades y recursos de diverso origen y condición.

La presente emisión fi latélica Esta emisión ha permitido vincular por lazos de fraternidad, de iden-tidad de ideales, actores de la revolución de diversos lugares de lo que más tarde se constituyó como República de Colombia. Socorranos, santafereños, quiteños, rionegreños, payaneses, cucuteños, cartagene-ros, en fi n, hijos de estas provincias o de otras lejanas, bañaron con su sangre y como sacrifi cio de libertad los años de la reconquista. Quite-ños que dieron su vida por la causa libertaria en Santafé, granadinos que lucharon en Quito en los movimientos populares y los pocos que sobrevivieron, marcharon con los ejércitos y luego ocuparon cargos diplomáticos en representación de las nuevas repúblicas.

En Venezuela, Ecuador y Colombia dieron el último aliento de vida por esos ideales un puñado de ideólogos y líderes de opinión. De estos 10 actores de la revolución pocos lograron ver las luces de la Repú-blica, pues murieron en los patíbulos de la reconquista monárquica en su lucha por consolidar un Estado libre y soberano o fallecieron en el exilio. Sus vidas nos hacen invocar esos anhelos de fraternidad, de solidaridad que inspiró su lucha, sus ideales y sus esfuerzos. Fueron hombres de su tiempo, nacidos en pleno régimen colonial pero vislumbraron otros horizontes, movilizaron con su pluma y su voz a un pueblo que supo resistir y luchar. De las aulas salieron e integraron los primeros ejérci-tos. Los supervivientes del régimen del terror acompañaron a Bolívar y a Santander en la ampliación del horizonte continental en las batallas de la libertad y luego en misiones diplomáticas.

Algunos de sus nombres están inscritos entre los fi rmantes del Acta de la Revolución de Independencia de Santafé, para entonces capital del Virreinato, otros desde las provincias agitaban los ideales libertarios y generaban movimientos juntistas.

Con ocasión de las conmemoraciones del Centenario en 1910 y del Sesquicentenario de 1960 los Correos de Colombia rindieron home-naje a un puñado de próceres entre ellos: José Acevedo y Gómez y Policarpa Salavarrieta, primera mujer en aparecer en un sello en Amé-rica. En el sesquicentenario se homenajeó a otros más. En esta emisión se amplía esa galería de granadinos y con ellos un quiteño, Antonio Villavicencio, y un español, José Ramón de Leyva, afecto a la causa patriota, ambos fusilados en 1816. En este pliego se ha intentado una representación de las provincias por sus exponentes más destacados en la historia de los procesos de independencia nacional.

La confi guración del pliego obedeció a una consulta entre los histo-riadores del Comité de Honor del Bicentenario y a la Academia Co-lombiana de Historia, órgano asesor del Gobierno Nacional. Primó la representatividad de las provincias de origen y la accesibilidad de obra pictórica, no muy copiosa en el caso de Colombia. Agradecemos las imágenes amablemente cedidas por la Universidad del Rosario y el Museo de la Independencia, Casa Museo 20 de Julio del Ministerio de Cultura. De los más destacados José María Carbonel sólo se conoce un retrato a lápiz cuyo original no se localizó.

Corresponde a los estudiosos de la historia profundizar y recapitular lo que hizo de estos territorios nuevas repúblicas y el papel de estos exponentes de la ideología y la acción.

Andrés Rosillo Y Meruelo (Socorro 1758 – Santafé 1835): Fue entre los eclesiásticos granadinos uno de los más persistentes agitadores de la emancipación y estuvo sometido a prisiones. Vistió la beca del Colegio del Rosario como colegial porcionista de fi losofía 1773-1775. En junio de 1776 se graduó de bachiller. El 5 de septiembre de 1776 fue nombra-do colegial formal en una de las quince becas de primera fundación, entre 1776-1778 colegial de teología. El 8 y 16 de octubre de 1779 se graduó de bachiller y licenciado en teología en la Universidad Santo Tomás.

Ejerció como abogado de pobres y de la Real Audiencia y fue ordena-do sacerdote por el arzobispo Antonio Caballero y Góngora en Tunja en 1782. Años antes el arzobispo manifi esta al rector del Rosario, Dr. Agustín Manuel de Alarcón su sorpresa al conocerlo por su extravagan-cia en su beca encarnada y su cabellera, signos tempranos de su rebeldía y singular existencia, casi novelesca, según su biógrafo Horacio Rodrí-guez Plata. Fue capellán de la ermita de Monserrate párroco de Simaco-

ta y Fómeque. Canónigo de la Catedral, 1788. Rector del Rosario, ele-gido entre 1802 hasta 1806. Se integró a la Sociedad Patriótica fundada por José Celestino Mutis, germen de futuros líderes del movimiento de independencia y vinculado desde la revolución de los pasquines.

Tuvo mucho de patriota y de luchador en pro de la independencia. Cooperó con el movimiento de Cadena y Rosillo en Pore y Casanare. Son recordadas sus proclamas, una “a los españoles europeos”, cartas y visitas a los curas en sus correrías por los pueblos del oriente. Desde 1809 con ocasión de los sucesos de Quito en los que participa el gra-nadino Juan de Dios Morales, concurre a tertulias y círculos revolucio-narios en el Observatorio y luego los acoge en su casa. Fue recluido por las autoridades realistas en el Convento de los Capuchinos en enero de 1810 y liberado el 21 de julio por el pueblo que lo aclamó. Ya había sido desterrado durante el Régimen del Terror por Morillo, puesto preso en la cárcel de la Inquisición en Valladolid, España y había salido libre en la revolución de Rafael Riego. Sus actuaciones fueron siempre controvertidas. El Congreso Nacional por ley 90 de 1936 honró su memoria. Ilustración del sello: Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Imagen Villegas Editores.

José Félix De Restrepo (Sabaneta, Antioquia 1760 - Santafé 1832): Considerado uno de los ideólogos más destacados de la emancipación. Profesor en el Colegio Seminario de Popayán, formó en los ideales libertarios a sus discípulos: Francisco José de Caldas, Camilo Torres, José Hilario López y Francisco Antonio Zea. Impulsador temprano de la libertad de los esclavos. Escribió ensayos de lógica, matemáticas, física, fi losofía política, ciencias naturales y gramática.

En la Reconquista española conocida como “Régimen del terror” se estableció en Buga en el Cauca, allí tuvo que conciliar con Juan Sá-mano y jurar lealtad al rey. Fue colaborador del virrey Ezpeleta, luego se instaló en Antioquia y se desempeñó como síndico procurador del gobernador realista, allí redactó un reglamento para escuelas públicas. Después del triunfo de Boyacá (1819) dirigió la Imprenta de Antio-quia y la Gaceta Departamental. Tuvo el privilegio de ser constituyen-te y fi rmar la Constitución que dio vida a la República de Colombia en Villa del Rosario de Cúcuta en 1821. Asistió a la Convención de Ocaña, 1828, al Congreso Admirable y al Congreso que constituyó la República de Nueva Granada, después de la separación de Venezuela y Ecuador. Ilustración del sello: óleo Museo de la Independencia, Casa Museo 20 de Julio. Imagen Enrique Mendoza.

Camilo Torres Tenorio (Popayán 1766 - Santafé 1816): Bajo la orien-tación de José Félix de Restrepo estudió en el Colegio Seminario de Popayán matemáticas, derecho, fi losofía e idiomas. Se trasladó a San-

tafé de Bogotá e ingresó al Colegio Mayor del Rosario donde se recibió de abogado, fue catedrático y vicerrector. Asesor del Ca-bildo. Formó parte de la Junta de notables que analizó la rebelión de Quito en 1809.

Con la invasión napoleónica se le encomendó redactar la Repre-sentación del Cabildo de Santafé a la Suprema Junta Central de España donde subrayó las inequidades entre los españoles penin-sulares y los nacidos en América. Formó parte de la terna para re-presentar las provincias de Nueva Granada, pero fue seleccionado Azoula, quién no viajó. Aquel texto suyo es más conocido como “Memorial de Agravios” y se reprodujo muchas veces, a pesar de haberlo prohibido por el Virrey.

Participó en las reuniones del Observatorio que organizaron los chisperos del 20 de julio. Fue con José Acevedo y Gómez y otros, de los redactores del Acta de Independencia, tribuno y designado en la Comisión de Relaciones Exteriores. Para entonces se desem-peñaba como abogado de la Audiencia. Partidario del Federalis-mo fue redactor y fi rmante del Acta de la Confederación de las Provincias Unidas en 1811. Como Presidente del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada de 1812 a 1814 hizo oposición a Nariño entonces Presidente del Estado de Cundina-marca. Era Presidente cuando la invasión de Morillo, renunció y se dirigió al suroccidente, fue detenido y traído a Santafé. El 5 de octubre en la Plaza Mayor fue fusilado con Rodríguez Torrices, el Conde de Casa Valencia y José María Dávila. Luego los cadáveres fueron colgados de la horca y decapitados. Su cabeza fue puesta en picota en la Alameda Vieja hoy carrera 13 hasta el día 14 que fue sepultada. Se le ha denominado “el verbo de la revolución”, por su destacada formación jurídica y elocuencia. Ilustración del sello: Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Óleo atribuido a José Celestino Figueroa. 89.2x73.0. Imagen Villegas Editores.

Juan Fernández De Sotomayor y Picón (Cartagena 1777 - 1849): Estudió en el Seminario de San Carlos de Cartagena. El 22 de octubre de 1793 ingresó a cursar fi losofía en el Colegio Mayor del Rosario como capista alumno de fi losofía. 1793-1794, cole-gial porcionista de fi losofía. 1794-1795 y 1795-1796, colegial porcionista de derecho. 1796-1798, maestro, colegial porcionista de derecho canónico. 1798-1799, maestro, colegial porcionista de derecho canónico. El 1, 5 y 7 de agosto de 1800, bachiller licenciado y doctor en derecho canónico; fue alumno de Camilo Torres y del Pbro. Fernando Caicedo y Flores. Consagrado sacer-dote en 1801 en Cartagena por el obispo Jerónimo Gómez de Liñana. Párroco de Mompox (1804-1815), levantó al pueblo el

EMISIÓN POSTAL

Primera Serie del Bicentenario de la Independencia

Emisión:Primera Serie del Bicentenario de la Independencia

Motivos: Diez (10)

Valor facial: $ 6.000 pesos

Cantidad: 10.000 unidades por cada motivo.Total 100.000 estampillas

Tamaño: 40 X 30 mm.

Presentación: Pliego de diez (10) estampillas

Color: Policromía

Papel: Sopal

Goma: Tropicalizada

Sobres de primer día:3 motivos, 1.000 unidades numeradas por cada uno. Total 3.000 sobres

Dirección editorial: Marianella Garzón VergaraDirectora de Comunicaciones4-72 La Red Postal de Colombia

Textos boletín informativo:

Luis Horacio López Domínguez.

Diseño: Milena María Monguí Estupiñán

Fotografía: Universidad del Rosario Casa Museo 20 de JulioUniversidad Católica de Quito.

Impresión: Offset

Impresor estampilla: Thomas Greg & Sons de Colombia S.A.

Impresor piezas complementarias:

JH Impregraf Ltda.

Primer día de circulación: Bogotá D.C., 24 de noviembre de 2009

Álvaro Uribe VélezPresidente de la República de Colombia

María del Rosario GuerraMinistra de Tecnologías de la Información

y las Comunicaciones

Junta Directiva Servicios Postales Nacionales S.A.Ramón Angarita Lamk

Rubén Darío Mestizo Reyes Gabriel Gómez Mejía

José Fernando Torres Fernández de Castro

Juan Ernesto Vargas UribePresidente Servicios Postales Nacionales S.A.

Sonia Patricia Cáceres MartínezSecretaria General Servicios Postales Nacionales S.A.

Ana Cristina Ortiz JaramilloV. P. Comercial Servicios Postales Nacionales S.A.

Martha Lucy Giraldo DuqueJefe Nacional de Filatelia Servicios Postales Nacionales S.A.

www.4-72.com.cofi [email protected]

Tel. (571) 4199299 y 4199292 ext. 1505 en Bogotá 01 8000 111 210 a nivel nacional

Casa Museo 20 de Julio a su Director Daniel Castro la asesoría en la localiza-ción de los óleos de los posibles candidatos y su autorización para su reproduc-ción en esta emisión y las imágenes digitales del fotógrafo Enrique Mendoza.

En la Academia Colombiana de Historia, a Enrique Gaviria Liévano Presi-dente e integrante del Consejo Filatélico y el apoyo documental de la Biblio-teca Eduardo Santos y el académico Rodrigo Llano Isaza.

La documentación, sustentación histórica y coordinación de la emisión son responsabilidad de Luis Horacio López Domínguez en su calidad de asesor fi latélico del Despacho del Sra. Ministra de las TIC. Los textos aquí reunidos son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen ni al Ministerio, ni a la Comisión de Honor del Bicentenario ni a la Academia Colombiana de Historia.

Referencias Bibliográfi cas

Guillén de Iriarte, María Clara. Los estudiantes del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario (1773-1826). Bogotá, Centro Editorial Rosarista, 2006.

Guillén de Iriarte, María Clara. Rectores y rectorías del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario 1653-2003. Bogotá: Academia Colombiana de Historia, 2003.

Lozano y Lozano, Fabio y Hernández de Alba. Guillermo, Próceres de la Independencia. Bogotá: Imprenta Banco de la República.

Moreno de Ángel, Pilar. Santander, Bogotá: Planeta editores, 1989.

Ocampo López, Javier. Andrés María Rosillo, en: Gran Enciclopedia de Co-lombia, Bogotá: Círculo de Lectores, 1991.

Ocampo López, Javier. Juan Fernández de Sotomayor, en: Gran Enciclope-dia de Colombia, Bogotá: Círculo de Lectores, 1991.

Ortega Ricaurte, Daniel. Álbum del Sesquicentenario. Academia Colombia-na de Historia. Bogotá: Aedita Editores Ltda., Cromos, 1960.

Pacheco, Luis Eduardo y Molina Lemus, Leonardo. La familia de Santander. Cali: Biblioteca Banco Popular, 1978, pp. 83-84.

Tisnés, Roberto M. Juan de Dios Morales. Prócer colombo-ecuatoriano. Biblio-teca de Historia Nacional, Bogotá: Academia Colombiana de Historia, 1996.

Universidad del Rosario. Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario 350 años. Villegas Editores S.A.

sinodal del Arzobispado, cura de la Capilla del Sagrario, consultor del Santo Ofi cio y defensor de obras pías. Fue Rector de San Bartolomé y profesor en 1812. Firmante del Acta del 20 de julio, cuando era cura rector de la catedral y designado Secretario Presidente de la Sección de Negocios Eclesiásticos.

Enviado para negociar en el exterior dos imprentas y adquirir armas para el movimiento de independencia se trasladó con los patriotas Pedro de Lastra y José María del Real a Estados Unidos. De regreso a Cartagena coinciden con el movimiento de Declaración de Independencia Absolu-ta y las armas son utilizadas en este movimiento. Retornó a Santafé don-de continuó apoyando la causa patriota. Asistió al Colegio Electoral de Cundinamarca y a las cámaras legislativas de 1812, las que presidió en 1814. Al llegar Murillo a Santafé, lista en mano, es apresado por las in-trigas de Villabrille y el cura de Tocancipá. Se le envía a la cárcel y luego se le expulsa y es trasladado a la cárcel de La Guaira en el litoral Caribe de Venezuela. Allí fallece el 05/04/1817 y es enterrado en la parroquia de San Pedro de La Guaira. Pablo Morillo anotó sobre Omaña; Cura del Sagrario, muy joven inclinado al juego y enemigo de todo lo español, peor no es el peor. Fue mentor de Francisco de Paula Santander, su sobrino.

Agradecimientos

Esta emisión ha sido posible gracias a la colaboración de las siguientes entidades y personas:

A los integrantes de la Comisión de Honor del Bicentenario, historiadores En-rique Gaviria Liévano, Armando Martínez, Javier Ocampo y Lyda Inés Muñoz Cordero en la identifi cación de los candidatos.

Alexandra del Castillo delegada de la Señora Ministra a la Comisión intersec-torial del Bicentenario en Presidencia de la República, coordina las actividades promovidas por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunica-ciones y tuvo a su cargo conjuntamente con Luis Horacio López la programación y diseño de esta emisión, con el apoyo del grupo de asesores postales del ministe-rio que coordina Santiago Peláez y Martha Giraldo Jefe Nacional de Filatelia de Servicios Postales Nacionales S.A.

Camilo Orbes en Bogotá y Jorge Núñez en Quito, en la localización de los re-tratos de Juan de Dios Morales en la Cancillería del Ecuador y de la Universidad Católica de Quito.

En la Universidad del Rosario el apoyo logístico del Secretario General Luis En-rique Nieto, en la documentación histórica Adriana Alzate y Radamiro Gaviria Yara. Las imágenes Villegas Editores y Juan David Giraldo Segura.

ocupó otros cargos en la administración virreinal, pero es destituido por su condición de americano.

Fue abogado litigante en Quito y participó con el Obispo José Cuero y Cayzedo (Cali 1735-1816) y su sobrino en el movimiento de Quito de 1809 con los patriotas quiteños Capitán Juan Salinas, Marqués de Selva legre. Fracasada la revolución del trágico 2 de agosto de 1809, promovió los levantamientos en Latacunga y la Sierra. Fue hecho pri-sionero por las tropas del virrey del Perú y en la cárcel es asesinado destrozando su cráneo a golpes de culata de fusil. Se le considera uno de los héroes colombo-ecuatorianos del movimiento de Quito. La inclusión en esta emisión a la par que con Antonio Villavicencio y Berástegui quiere subrayar la comunidad de intereses y los vínculos fraternos de la trayectoria de independencia de ambas naciones. Ilus-tración sello: óleo sobre tela. Universidad Católica de Quito. Amable gestión del Dr. Camilo Orbes y de Jorge Núñez, de la Academia Nacional de Historia del Ecuador.

José Ramón De Leiva (Cartagena de Levante 1747, Santafé 1816): Es-pañol nacido en Cartagena de Levante. Estudió en el Regimiento de In-fantería de Aragón, en Madrid. Participó en la expedición de Argelia y en el sitio de Gibraltar. Es ascendido a capitán por servicios distinguidos en la toma del Castillo de San Fernando, enviado al Virreinato de la Pla-ta, es trasladado a Santafé con el grado de teniente coronel, en el cargo de Secretario de Cámara del Virrey José de Ezpeleta y luego lo fue de los virreyes Pedro Mendinueta y Antonio Amar y Borbón. Sin autorización de la corona casó en Santafé con la dama criolla Antonia Millán.

Después del movimiento de Quito mostró simpatía por la causa pa-triota. En su casa organizó las primeras clases de formación militar para los jóvenes soldados Maza, Santander, Ricaurte, Girardot. En 1811 hizo parte de la Comisión de Guerra del Ejército de Cundina-marca y fue ascendido a Coronel. Nariño lo nombra Segundo Co-mandante de las tropas en la Campaña del Sur. Su intervención ante el ofi cial realista de la plaza de Pasto Melchor Aymerich salva la vida de Nariño. Tuvo luego a su cargo la guarnición de Popayán. Condenado al cadalso en 1816, su despedida a sus hijos fue: “muero tranquilo, con la convicción de que la patria será irrevocablemente libre e independien-te”. Se le considera el iniciador del ejército colombiano.

Nicolás Mauricio De Omaña y Rodríguez (Cúcuta 1780 - La Guaira 1816): Nació en la Villa de San José de Cúcuta 22/09/1780. Ingresó al Colegio Mayor de San Bartolomé en 1797 y estudió fi losofía y teo-logía. Se hizo sacerdote. Fue Vicerrector, profesor de derecho canónico y sagrada escritura. Más tarde fue designado canónigo de la Catedral Primada de Santafé. Abogado de la Real Audiencia. Fue examinador

21/09/1789 del Colegio Mayor de San Bartolomé, casó con una pa-rienta de Antonio Nariño y no tuvo descendencia. José Celestino Mu-tis, director de la Real Expedición Botánica lo designó a la muerte de su padre ofi cial de pluma.

Carbonel tiene un papel protagónico y decisivo en varios hechos polí-ticos en Santafé en la Revolución de Independencia del 20 de julio de 1810 y se constituye en el primer agitador político de Santafé: movilizó la población de los barrios populares. En el Diario Político de Santafé, se lee: “corría de casa en casa, sacaba gentes y aumentaba la masa popular...Carbonell ponía fuego por su lado al edifi cio de la tiranía y nacido con una constitución sensible y enérgica, rayaba en el entusiasmo y se embriagaba con la libertad que renacía en sus manos”.

Indujo al pueblo a pedir grillos para los virreyes. Impide que el patri-ciado criollo ceda a las presiones desde el Palacio Virreinal por Amar y Borbón y desde los cuarteles por Sámano. En los días posteriores al 20 de julio impulsa la formación de la Junta Popular de San Victorino y que Carbonel encabeza. El jueves 16 de agosto de 1810 se convierte en el primer preso político de la vida republicana colombiana, al ser disuelta la Junta Popular de San Victorino y es detenido por la caballería que comandaba José Miguel Pey. El 19 de septiembre de 1810 es artífi ce del primer golpe de Estado, al presionar la salida abrupta de don Jorge Tadeo Lozano y la imposición en el poder de don Antonio Nariño: partidario de su gobierno es designado en un alto cargo en hacienda. Cuatro veces es sometido a prisión, las primeras por orden del gobierno patriota. El 13 de diciembre de 1814, cuando Simón Bolívar lo libe-ra de su tercer encarcelamiento lo convierte en el primer Ministro de Hacienda del país unifi cado, con el cargo de Ministro del Tesoro. El barrio Chapinero se edifi có en terrenos donados por Carbonel. En la Primera República fue capitán de milicias de infantería, ofi cial de cajas y Tesorero de Hacienda de Cundinamarca.

Condenado a muerte por Morillo fue encerrado en el convento de los franciscanos, y luego ahorcado por un inexperto verdugo que no supo cumplir a cabalidad la ejecución, luego fue baleado y su cuerpo incen-diado causándole una dolorosa e inesperada agonía y luego es rematado. Fue enterrado en una fosa común y su recuerdo se perdió en la historia.

Juan De Dios Morales (Rionegro 1767 - Quito 1810): Sus padres fueron prósperos comerciantes de la villa de San Nicolás de Rione-gro. Realizó estudios de jurisprudencia en el Colegio Mayor de San Bartolomé. Viajó a Quito donde tenía parientes y había un núcleo de criollos granadinos, se vinculó allí a la burocracia española, ocupó los cargos de ofi cial mayor de la secretaria de la superintendencia, luego fue Contador de Rentas decimales del Arzobispado y posteriormente

5 de agosto de 1810 contra las autoridades españolas y el 6 Mom-pox declaró la Independencia absoluta de España. Fue diputado por Cartagena en el Congreso General de la Unión en 1814, y ese año publicó el “Catecismo o Instrucción popular” prohibido por la Inquisición de Cartagena.

Se salvó del patíbulo por su habilidad para ocultarse. Sus sermones fueron condenados a la hoguera y excomulgado por el Obispo de Cartagena, huye a Jamaica cuando la invasión de Morillo. Des-pués de constituida la República de Colombia se le restituye en Mompox. Retorna a Bogotá como congresista de 1823 a 1826. Designado Rector del Rosario el 19/12/1823 se posesiona el 26/01/ enero 1823 y ejerce hasta 1832. Formó parte de la So-ciedad Bíblica fundada por el General Santander. Canónigo doc-toral de la Catedral, provisor y vicario general del arzobispado. Fue delegado a la Convención de Ocaña y Granadina de 1832. Amigo del General Santander, éste invoca el Patronato y lo desig-na Obispo de Cartagena y desde allí impulsa la masonería entre el clero del Caribe. Ilustración del sello: Retrato Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Óleo de José Antonio Porras, 1822, 76.5x75.5. Imagen Villegas Editores

Antonio Villavicencio y Berástegui (Quito 1775 - Santafé 1816): Hijo de Juan Fernando, conde del Real Agrado, y madre santafere-ña, doña Joaquina Berástegui y Dávila. Por tradición se menciona que vivió en Santafé y estudió en uno de los colegios mayores, del Rosario o San Bartolomé. Se dirige a España e ingresa al Colegio de Nobles de Madrid y luego a la Marina Real. Como alférez lo envían a Cartagena de Indias, regresa a España en 1804. Participó en la ba-talla de Trafalgar donde los ingleses derrotaron la armada ibérica.

En 1810 fue enviado por el Consejo de Regencia de España como Comisionado Regio a buscar el apoyo en Nueva Granada y a la Presidencia de Quito Carlos Montúfar. Al llegar a Cartagena pre-senció la revuelta popular que condujo a la destitución del gober-nador y nombramiento de Blas de Soria. Simpatizó en Cartagena con las demandas de los criollos, conoció a Nariño en las bóvedas de Bocachica y solicitó lo liberaran de los grillos.

Los santafereños aprovechando su visita prepararon los “chispe-ros” del 20 de julio un viernes día de mercado. Villavicencio fue enterado en Honda por el alcalde a través de Miguel Pey Vicepre-sidente de la Junta. En Santafé supo del desconocimiento al Con-sejo de Regencia. Villavicencio acató a la Junta Suprema y declaró suspendidas sus funciones como Comisionado Regio y abrazó la causa de los patriotas granadinos. Nariño le designa en la Cam-

paña del Sur Comandante de un Batallón de Infantes santafereños; asesor militar de la Provincias Unidas en 1814; Gobernador de Tunja en 1815 y jefe militar de la Provincia de Mariquita.

Cae en una conspiración, es apresado y llevado a Santafé. Su antiguo subalterno Teniente general Pablo Morillo lo hace juzgar. Es degrada-do, despojado de sus insignias militares y fusilado por la espalda el 6 de junio de 1816. Fue el primer ejecutado por el Régimen del Terror. La capital del Meta desde 1850 lleva el apellido del quiteño en su homena-je. Ilustración del sello: Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosa-rio, óleo 60.0x47.6. Autor desconocido. Imagen Villegas Editores.

Antonio Morales Galavís (Santafé 1784 - Ciudad de Panamá 1852): Estudió jurisprudencia en la Universidad del Rosario. Vistió la beca como colegial porcionista el 28 de diciembre de 1795. El 4/09/1803 recibió el título de bachiller en derecho civil. 1803-1804 colegial por-cionista de derecho canónico se graduó como abogado ante la Real Audiencia. Se comprometió en la reunión del Observatorio, ante Ca-milo Torres de acosar al comerciante José María González Llorente y provocar un chispero el 20 de julio de 1810 en compañía de su padre Francisco Morales Fernández. Miembro del Cabildo, suscribió el Acta de la Independencia. Participó en la formación de los ejércitos y fue designado Capitán del Batallón Auxiliar de Infantería y Comandante del Batallón de Guardias de Corps.

En octubre de 1811 auxilia a la población de Ocaña y emprende campaña sobre la provincia rebelde de Santa Marta. En la reconquista huyó al Casanare con Santander y Serviez. Participó en las campañas de Venezuela al mando de Bolívar, en la de la Nueva Granada de 1819 fue subjefe de la Vanguardia al mando de Santander. En el combate de Gámeza ascendió a Coronel. Fue enviado a Socorro a sofocar la resistencia realista. En la negociación del armisticio en 1820 fue co-misionado con otros ofi ciales por Bolívar. En las campañas del Sur participó en la batalla de Pichincha que dio la independencia a Ecua-dor. También estuvo en el encuentro en Guayaquil de Bolívar con el General San Martín, fue ascendido a General de Brigada y designado Comandante de Guayaquil. En 1825 fue nombrado Ministro Pleni-potenciario ante el Gobierno de Guatemala. Ministro de Guerra de Ecuador en 1836, había casado con dama guayaquileña. Retornó al servicio de los ejércitos de la Nueva Granada. Designado Comandante de Armas de Panamá, muere en ejercicio del cargo en 1852 en ciudad de Panamá. Ilustración del sello: óleo Museo de la Independencia antes Casa Museo 20 de Julio. Imagen Enrique Mendoza.

José María Carbonel Martínez (Santafé 1775 - 1816): Hijo de pa-dre español, comerciante, y madre santafereña. Vistió la beca el

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24 de noviembre de 2009

Boletín informativo No. 15 de 2009

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República de Colombia

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