La Sana Doctrina 1

La Sana DoctrinaEnero-Febrero 2018

2 La Sana Doctrina

LA SANA DOCTRINA Revista bimestral publicada por asambleas

congregadas en el Nombre del Señor Jesucristoen Venezuela.

Año LVII Nº 353Enero-Febrero 2018

Redactores:

Guillermo Williams (Fundador: 1958-61)Santiago Saword (1961-76)Santiago WalmsleyAndrew Turkington (Redactor)

Tlf. (0416) 4373780 E-mail: andrewturk@cantv.net

Suscripciones: Joseph Steven Turkington a/c Carrera 6ª Nº12-61, San Carlos, Cojedes, Venezuela. Teléfono: (0416) 3020889 E-mail: jsturkington@gmail.com

Suscripciones para 2018

Para Venezuela: La suscripción es anual (seis revistas),y se paga en dos cuotas: 1. Bs. 40.000,00 para las tres primeras revistas2. Para las tres últimas revistas, se avisará después

Las suscripciones se hacen por asamblea, y puedencancelarse mediante un depósito o transferencia a lacuenta de ahorros No. 0105-0101-61-0101-10778-1 delBanco Mercantil a nombre de Joseph Steven Turking-ton, C.I. 17.890.560. Avisar por teléfono o utilizar elcódigo explicado en el Directorio de asambleas. Para el exterior: Se puede suscribir gratuitamente a la revista electrónica en la página web:

www.sanadoctrina.netY se le enviará un correo electrónico cada vez que secarga una nueva revista en la página.

Contenido

Artículos:

La Doctrina de Cristo (22)..................3

Samuel Rojas

Vasijas (4)..................................... 7

Gelson Villegas

La Introducción del Estudio

Bíblico.........................................10Bernardo Chirinos

El Activismo Político.......................11La Perspectiva Cristiana de Nuestra Sociedad (VII)A. J. Higgins

El Sermón del Monte (21)................16Estudios Bíblicos sobre Mateo 5-7David Gilliland

El Naufragio.....................................20 De: “Congregados en Mi Nombre”

Lo que Preguntan:.......................21

• En cuanto a la expresión “La ley de Cristo” • ¿Cómo es que venía de parte de ´Dios el matrimonio de Sansón?• ¿Sacar las cejas ayuda o perjudica el testimonio Cristiano?

Página Evangelística:

Coloque mi Nombre en ese Versículo..........................................24

De: “Palabras Fieles”

Portada: De: Pixabay.com

La Sana Doctrina 3

La Doctrina de Cristo (22)Samuel Rojas

ay 27 libros los cuales constitu-yen el Nuevo Testamento cuyaexistencia histórica se basa en la

resurrección del Cristo de Dios. Como untodo, proclaman y evidencian la gloriosaresurrección corporal de Jesucristo elSeñor. Si el Señor no hubiese resucitadono se habrían escrito; así de sencillo ycontundente. Desde el “Evangelio segúnMateo” hasta “El Apocalipsis” la resu-rrección de Cristo es su hecho primordialy principal. Estos libros fueron escritos30 o 40 años después de estar proclaman-do la muerte y resurrección del SeñorJesús oralmente por todas partes adondelograban llegar los cristianos.

H

Estos textos inspirados no pueden serrefutados. Muchos han pretendido ridicu-lizarlos, pero les ha pasado como a loshierros que usa el herrero en relación conel yunque: todos son doblados allí y elyunque se mantiene incólume, sin daños;firme. Los hombres se han esforzado porrefutarlos, y algunos hoy día todavía lointentan, pero solo quedan expuestos alridículo. Uno, quien examinó crítica-mente el relato de la resurrección en LosEvangelios (Mateo, Marcos, Lucas yJuan) con el objetivo de refutarlo,terminó con la convicción de que la

resurrección de Jesucristo era un hechoindiscutible.

Solo, como una muestra, analicemosahora el gran capítulo sobre la Resurrec-ción del Cuerpo en el Nuevo Testamento:1 Corintios 15. Tengamos un resumen delcapítulo en primer lugar. El trasfondoestá en el v.12: algunos estaban negandoque los muertos resuciten; negaban elhecho porque no entendían la manera.Así que el capítulo tiene dos partesprincipales:

I. La Verdad de la Resurrección, vv.1-34;

II. La Vía (modo, procedimiento) de laResurrección, vv.35-58.

Magistralmente, el apóstol comienzahablando de la resurrección de Cristopara demostrar que sí hay resurrección delos muertos. Su resurrección corporal esesencial, básica, clave, en esta exposi-ción.

Se sugiere el siguiente bosquejo:

A. vv.1-11, Contundentes Testimoniosde la resurrección de Cristo:

(i) el Testimonio de la Experiencia (1-2). No es documental ni evidencial, sinoexperimental; la experiencia viviente del

4 La Sana Doctrina

alma de cada creyente. El apóstol predicóel Evangelio; ellos lo escucharon, lorecibieron y perseveraban en éste: ¡“soissalvos”! Solo un Cristo que vive puedehacer esto.

(ii) el Testimonio de la Escritura (3-4). Las Escrituras referidas acá son las delAntiguo Testamento. Por ellas corre elprincipio de resurrección, de la vida apartir de la muerte, del triunfo a travésdel trabajo doloroso y laborioso. Esta fuela senda predicha para el Salvador (Isaías53:10-11). Esta es la prueba documental.

(iii) el Testimonio de los Encuentros(5-8). Es evidencial pues el Señor fuevisto vivo, después de haber estadomuerto y sepultado, por muchas personas.ÉL se hizo presente a ellos; ellos LEvieron, tuvieron un encuentro con ÉL. Lalista dada de ellos contiene a tresindividuos (Cefas=Pedro, Jacobo=Santiago, el medio-hermano del Señor,hijo de José y María; y, Pablo) y tresgrupos de personas (“los doce”=los 11más Matías, “más de quinientos hermnosa la vez”, “todos los apóstoles”). Ningunode estos eran personas enfermas odementes. ¡Ciertamente aquí haysuficientes testigos oculares paracualquier tribunal de justicia!

B. vv.12-19, Consecuencias si Cristo nohubiese resucitado.

El apóstol entra en el terreno de laLógica y muestra los (supuestos negados)terribles resultados si Cristo no resucitó.Enumerémoslos: (i) la predicación sería

vana (Gr. kenós = vacía, sin contenido);(ii) la fe sería vana (=kenós); (iii) lospredicadores serían unos mentirosos; (iv)la fe sería vana (Gr. mátaios = inútil,inefectiva, sin resultados); (v) loscreyentes estaríamos en nuestros pecados,condenados y perdidos; (vi) los creyentesmuertos estarían perdidos; (vii) loscreyentes aun vivos seríamos los mástontos de todas las personas,miserablemente engañados.

C. vv.20-28, Consecuencias en vista deque Cristo ha resucitado.

En el terreno de la Tipología, Cristo eslas Primicias, garantía de una cosechamayor: los que son de ÉL, quienes hanmuerto, resucitarán también, en Suvenida al aire (los de la Iglesia, oAsamblea, Dispensacional) y cuandovenga en gloria (los santos de AntiguasDispensaciones y los que morirándespués del Rapto). En el terreno de laProfecía, el apóstol da una mirada al plancompleto de las Edades, desde Adánhasta el momento en el cual Dios serátodo en todos (el Día de Dios). Laresurrección de Cristo asegura el perfectocumplimiento de los Propósitos eternos, yen el tiempo, de Dios.

D. vv.29-34, Consecuencias si loscreyentes en Cristo no resucitasen.

Sería inútil ocupar el lugar de loscreyentes que han muerto en eltestimonio público al Señor en esta tierra,si no resucitasen al fin. Sería ilógico

La Sana Doctrina 5

exponer diariamente la vida cada día,enfrentándose aun a personas feroces, porseguir siendo fieles a Cristo. En ese caso,el lema de la vida sería “comamos ybebamos que mañana moriremos”.“Bautizarse por (Gr., húper=en lugar de)los muertos” se refiere al bautismocristiano visto como ocupando el lugar,en la fila de los fieles a Cristo, de loscreyentes que han muerto y dejado elvacío en el testimonio público. Ejemplobíblico: Esteban fue muerto (Hch.7:60),pero Saulo fue convertido y bautizadopara llenar la brecha, el espacio vacío(Hch.9:15,18). Este es el terreno de laConfesión Pública del Nombre del SeñorJesucristo.

E. vv.35-58, Consecuencias en vista deque los creyentes sí resucitan:

(a) el cuerpo en resurrección (35-50).El apóstol responde dos preguntas que seplanteaban algunos: “¿Cómo resucitaránlos muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?”Ahora entra en los terrenos de la Botánica(la similitud con la siembra de unasemilla cualquiera y la planta que nace deesta, pues esta es diferente a la semillasembrada pero esencialmente lo mismo;la muerte es el preludio necesario para lavida), la Zoología (los cuerpos estánadaptados en creación al ambiente en elcual se desenvuelven los animales), laGeología (“cuerpos terre-nales”=estructuras geológicas comomontañas, volcanes, glaciares, acanti-lados, ríos, desiertos, islas, en proceso decambios constantes) y la Astronomía (la

gloria es la adecuada a cada ambiente y altipo de cuerpo; hay variedad en lacreación de Dios, pero cada cuerpo tienesu gloria peculiar).

(b) la secuencia de sucesos, y lavictoria, de la resurrección (51-58).Describe la transformación del cuerpo enresurrección, el momento de laresurrección y transformación, y eltriunfo final sobre la muerte y el sepulcro.Entonces, concluye con una Nota deAnimación pues la cosecha es ciertísimay el trabajo y la fatiga en servir a Cristoseguramente encontrará su recompensa.

4) Prerrogativas Indispensables delSeñor Jesucristo.

Hay facultades, atributos, poderes,competencias, derechos y preeminenciasen Cristo las cuales hacían ineludible eimprescindible Su resurrección. Elapóstol Pedro afirmó terminantementeque “era imposible que fuese retenido porla muerte” (Hch.2:24). Hallamos, a lomenos, siete razones: (i) Su Deidad; (ii)Su realeza; (iii) Su vida la cual imparte alque cree en Él; (iv) Su poder el cualopera en el creyente; (v) Su primacíasobre Su Iglesia, o Asamblea; (vi) Sugarantía de nuestra justificación; (vii) Suseguridad de nuestra resurrección ytransformación. Hemos, en seguida, decomentarlas brevemente.

(i) ÉL es el Hijo de Dios y tiene vidaen Sí Mismo (Juan 5:26). Esta no es lavida humana sino la que es Dios Mismo,la que dura desde la Eternidad. La muerte

6 La Sana Doctrina

no tenía dominio sobre ÉL; Él Se sometióvoluntariamente a morir pero, una vezsatisfecha la justa demanada sobre losculpables, no había razón para quequedase muerto. Por ser ÉL Quien es,tenía que levantarse de la tumba.

(ii) ÉL es el hijo de David según lacarne, y debía resucitar para podersentarse en el trono de David enJerusalén. Dios le prometió a David(Pacto Davídico) un trono eterno, un Reyeterno y un reino eterno. David habló deSu resurrección por eso mismo(Sal.16:10; Hch.2:30).

(iii) La vida que se imparte al que creeen ÉL es la vida de Cristo, la vida que esdespués de Su resurrección; no, la deantes de morir. Tenía que resucitar parapoder dar la vida que recibe cadacreyente al ser salvo, al ser colocado enÉL por Dios de modo que co-muere, esco-enterrado, y co-resucita con ÉL: Col.1:27; 3:1-4; Jn. 10:10-11; 1 Jn. 5:11, 12;Ef. 2:5-6.

(iv) El poder que operó en ÉLresucitándole de entre los muertos yexaltándole es el mismo que opera ennosotros desde que somos salvos. Suresurrección es la medida del poder queestá a la disposición de nosotros parapoder vivir en “vida nueva”. Ver Efesios1:19-21; Rom.6:4. Es el poder que nos dael Espíritu Santo, el Cual solo podía serdado después de Su resurrección yexaltación, Rom.8:2; Jn.7:39.

(v) Era necesario que Él resucitasepara poder ser la Cabeza de una NuevaCreación, de un Nuevo Hombre, de Un

Solo Cuerpo, la magna obra de Dios. LaIglesia, o Asamblea “la cual es Sucuerpo” es una entidad completamentediferente y aparte de cualquier otracompañía existente, sea de ángeles o deseres humanos, y su realización consti-tuye el plan supremo de Dios para estaera y de todos los tiempos. Efesios 1:20-23; 2:10; 4:12-16; 5:23,25-27,30.

(vi) Somos justificados “en Su sangre”(Rom. 5:9) pues Su muerte es la base dela Justificación de los creyentes en Él,pero Su resurrección es la prueba que Sumuerte fue eficaz y suficiente, pues Diosle “puso como propiciación...en Susangre” (Rom. 3:25). Así, pues, ÉL “fueresucitado para nuestra justificación”(Rom.4:25). Era obligatorio que ÉLresucitase para garantizar nuestrajustificación (Rom.8:33-34).

(vii) Si no aparecían los primerosfrutos (“las primicias”) no había garantíade la cosecha total. Era necesario que Élresucitase, para que los que duermen enÉl puedan resucitar (1 Cor.15:20-23). Lagavilla de los primeros frutos de lacosecha de cebada (la primera de todaslas cosechas de todo el año) era mecida“delante de Jehová” (Lev.23:10-11). Estorepresentaba la aparición de Cristo en elcielo como Precursor o Heraldo de losque siguen (Heb.6:19-20).

La Sana Doctrina 7

Vasijas (4)Gelson Villegas

(VII)“… he aquí Rebeca…la cual salía con

su cántaro sobre su hombro” (Gén.24:15).

Esta muchacha con su cántaro en elA.T. nos recuerda de, a lo menos, doscasos relevantes en el Nuevo Testamento:uno, el de Juan capítulo 4, nos remite almismo Señor Jesucristo pidiendo agua ala samaritana que llegó con su cántaro alpozo de Jacob. Realmente hay un contras-te impresionante: En Génesis tenemos auna joven que sacia con creces la sed delsiervo de Abraham (y se esfuerza para darde beber a 10 camellos) y en Juan capítu-lo 4 nos encontramos con una mujer queno es capaz de dar un vaso de agua alCreador de los ríos y de los mares. El otrocaso, es el del hombre sin nombre quelleva un cántaro y que sirve como unaseñal segura para guiar a los discípulos allugar de reunión con su Señor (Luc.22:10). Es, sin duda, esta segunda refe-rencia la conexión que nos une porsimilitud con la historia de la muchachadel cántaro de Génesis 24. Al respecto, esprobable que nunca haya sido usado uncántaro tan eficazmente como fue usadoen las manos de Rebeca. El cántaro delhombre del Nuevo Testamento sirviócomo señal para guiar a los discípulos al

lugar de la reunión pascual y el uso queRebeca hizo del cántaro que tenía parallevar agua a su casa mostró al damascenoEliezer la voluntad de Dios tocante a unaesposa para el hijo de su Señor Abraham.

Al considerar el caso, notamos que laprecipitación no es aconsejable cuando setrata de conocer la voluntad de Dios. Elsiervo de Abraham no se apresuró a pediragua a la muchacha cuando apenas ellaapareció. Esperó que descendiera a lafuente, que llenara su cántaro, que lopusiere sobre su hombro ¡y que semarchara! (Gén. 24:15,16). El que lamuchacha estuviese dispuesta a desandarel camino y a bajar su cántaro para dar debeber al criado fue un indicio muyimportante en el camino de conocer lavoluntad de Dios. También, el hecho deque la muchacha estuviera dispuesta a darde beber a los camellos (según loscálculos, se trataría de sacar del pozo conaquel cántaro cientos o hasta más de millitros) es indicación de que el siervo nopidió a Dios una señal sencilla y fácil,pues la verdadera fe sabe que no hay nadaimposible para Dios. Aparte de loanterior, aquel siervo actuó con muchodiscernimiento, pues él fue al lugarapropiado ( “junto a la fuente de agua”,Gén. 24:13) y en el tiempo apropiado (“ala hora de la tarde, la hora en que salen

8 La Sana Doctrina

las doncellas por agua”, Gén. 24:11). Porvía de aplicación al matrimonio, no es elmundo (en el sentido moral y espiritual)el lugar para encontrar esposa o esposo,sino el ambiente de una asamblea neo-testamentaria donde las aguas refrescantesde la gracia de Dios fluyen para el bien delos salvados. Igualmente, estar acordescon el tiempo de Dios puede asegurar laestabilidad y utilidad del matrimonioentre creyentes. Lamentablemente, hemosconocido algunos matrimonios prematu-ros, casi niños (que requieren la autoriza-ción de sus padres) llegando almatrimonio sin un claro entendimientodel paso que han dado. En este sentido,Noemí le recomendó paciencia a la jovenRut: “Espérate, hija mía, hasta que sepascómo se resuelve el asunto” y la alientadándole a entender que todo está en lasmanos de “aquel hombre”, quien “nodescansará hasta que concluya el asuntohoy” (Rut. 3:8).

VIII“… cántaros vacíos con teas ardiendo

dentro de los cántaros” (Jueces 7:16) loscuales, en su momento, serían quebradosy trompetas las cuales, en sincronía conlos cántaros rotos y las teas alumbrando,debían ser tocadas fue toda la panopliacon la cual Dios dotó a aquel ejércitopequeño y atípico de Gedeón.

En los anales de las guerras acaecidasen el mundo, la batalla que dio al trastecon la hegemonía madianita sobre Israeldebe ser tomada muy en cuenta porque,precisamente, fue planificada por Jehová

Sabaoth (El Señor de los ejércitos), cuya“lógica de guerra” no encaja, ni encajará,en la dinámica militar de ningún tiempo.Veamos: Primeramente comenzó diez-mando los efectivos de 32.000 a 10.000cuando, contrariamente, para dar unabatalla es preferible tener superioridadnumérica contra el enemigo (a menos quesea una operación tipo comando). En esteprimer momento Dios despidió a loscobardes (“Quien tema y se estremezca,madrugue y devuélvase”, 7:3); luegodespide a los descuidados, 9.700, quienesdoblaron sus rodillas para beber, quedan-do solo 300 hombres para la batalla.Gedeón y sus hombres derrotaron a losmadianitas sin disparar una flecha y sinlanzar una piedra, pues las armas queDios utilizaría la tenían los enemigos, lascuales fueron usadas por ellos contra ellosmismos. En los cántaros vacíos sellevaban las teas, pero estas no dieron suluz plena hasta que los cántaros fueronquebrados. De pronto, es la falta dequebrantamiento por nuestras faltas y porla ruina moral y espiritual de los perdidoslo que está impidiendo mayores victoriasdel pueblo de Dios. El ejército que abatiólas huestes madianitas era pequeño, peroaltamente disciplinado. Tenían que tocarlas trompetas al unísono, quebrar loscántaros al mismo tiempo y levantar lasteas todos a la vez. Esto hizo posible quelos madianitas oyesen el terrible sonidode trescientas trompetas, percibieran elextraño ruido de 300 cántaros rompién-dose al mismo tiempo y viesen de prontoel enorme resplandor de trescientas teasjuntas. Sin duda, todo ello causó unimpacto tan terrible que hizo al enemigo

La Sana Doctrina 9

entrar en una gran confusión y trastorno.Las trompetas nos hablan deproclamación, la luz nos sugiere untestimonio muy claro del pueblo de Diosen medio de tanta tiniebla y, como ya seha sugerido, los cántaros quebradosconnotan genuino quebrantamiento denuestras almas. Los hombres de Gedeónno cuestionaron las instrucciones, lasacataron al pie de la letra y vieron lavictoria. El secreto de la victoria cristianaestá en conocer y cumplir lasinstrucciones de nuestro Salvador y Señorexpresadas claramente en su Libro.

IXEn Eclesiastés capítulo 12 tenemos,

entre otras cosas, la referencia (v. 6) alcántaro que se quiebra junto a lafuente”, lo cual está en relación a lasexpresiones “el hombre va a su morada eterna” (v. 5) y “el polvo vuelva a latierra, como era, y el espíritu vuelva aDios que lo dio” (v. 7). No cabe duda deque es una figura que viene de unaactividad muy cotidiana, es decir, de lacostumbre en la vida campechana de iruna y otra vez al manantial en eltranscurso de la vida a buscar el preciosolíquido en un frágil cántaro de barro. Sepuede ir a la fuente con el cántaro hastapor muchos años, pero siempre llegará elmomento que, junto a la fuente, el cántaromojado se resbalará de la mano delusuario y esto será el fin de aquel cántaro.De aquí el famoso refrán: “Tanto va elcántaro al agua hasta que se rompe”. Así,pues, el hecho extraído de la vida real, se

convierte en una figura de la muerte, delfin del accionar de la vida humana: ya enel cántaro que se quebró no se podrállevar agua a ninguna parte.

Lamentar que el cántaro se rompió noes nuestra intención presente, pues haylecciones de valor en cuanto a la hechura,uso y final de este cántaro. Dios es elGran Alfarero, y Él no estarásatisfecho hasta que el cántaro en el cualtrabaja quede enteramente conformado asu voluntad (Jeremías 18:4), de maneraque el Dios que al principio todo lo hizo“bueno en gran manera” (Gén. 1:31), nova a desmejorar su calidad creativacuando se trata de una pieza individual.Así las cosas, si el cántaro no llega a serútil, no será por culpa de su Hacedor.También, el barro, la materia prima con lacual se hace un cántaro, no es un materialque tenga la fortaleza del bronce y,menos, del hierro, pero ello es apropósito, pues es de muy mal gusto paraEl Alfarero que la vasija se gloríe de algonoble en sí misma, o que piense que hayen ella algún poder inherente. Es lavoluntad de Dios que siempre recordemosque nuestro origen (del polvo venimos) ynuestro final (al polvo vamos) están ligados íntimamente al barro. Así lo hadispuesto Dios para su propia gloria:“Tenemos este tesoro en vasos de barro,para que la excelencia del poder sea deDios, y no de nosotros” (2 Cor. 4:7). También, no es la fortaleza del vaso (esoya el Gran Diseñador lo ha descartado),sino la limpieza del instrumento lo que aDios agrada: “Así que, si alguno se limpiade estas cosas, será instrumento parahonra, santificado, útil al Señor, y

10 La Sana Doctrina

dispuesto para toda buena obra” (2Timoteo 2:21).

Finalmente, es significativo que elcántaro se quebró junto a la fuente. Entérminos humanos, se diría que fallecióen el cumplimiento de sus servicios,como un soldado que muere en la batalla,en el cumplimiento de su deber. Recordarcuánta agua dispensó ese cántaro, cuántos

sedientos bebieron de su provisión,cuántos utensilios fueron lavados ycuántos jardines florecieron por susaguas, hace que el cántaro que se quebrósea visto como un don de Dios a loshombres y que, aun cuando se llore por sumuerte, se dé gracias a Dios por su vida.

La Introducción del Estudio Bíblico

Bernardo Chirinos

l provecho en un estudio Bíblicoen la asamblea depende mucho dela introducción que hace el

hermano que abre el estudio. Acontinuación, se mencionan algunosconsejos que serán útiles para hacer unaprovechosa introducción del estudioBíblico.

E

1. Debe ser breve.

Si el estudio dura una hora, entonceslo prudente es que la introducción no seamás de 10 a 15 minutos.

2. Debe ser básica.

Es como echar las bases o elfundamento de un edificio. El que hace laintroducción debe mencionar cuál es eltema básico o la idea central que trata laporción que se está estudiando. Porejemplo:

Si se está estudiando el capítulo 15 deLucas, es necesario mencionar que en

ese capítulo hay una parábola queconsta de tres partes: la oveja perdida,la moneda perdida y el hijo perdido, yque fue dicha por el Señor pararesponder a la crítica que le hacían losfariseos y los escribas.

Si se está haciendo la introducción aun libro de la Biblia, también esnecesario mencionar al menos trescosas:

a) cuál es el tema principal del libro,

b) quién lo escribió,

c) la fecha aproximada en que seescribió el libro.

Si es, por ejemplo, el evangelio deMarcos, mencione que su tema espresentar a Cristo como el siervoperfecto; que Marcos fue quien loescribió y que es el mismo mencionadoen Los Hechos y las epístolas, y que lafecha aproximada fue entre 50 y 60dC.

La Sana Doctrina 11

3. Debe ser bosquejada.

Eso quiere decir que después depresentar el tema o la idea central de loque se está estudiando, es buenobosquejar el tema y dividirlo en partespara seguir un orden en el estudio.

En el caso de Lucas cap. 15, se puededecir que:

a) del v. 1 al 7 se habla de la ovejaperdida.

b) del v. 8 al 10 se habla de la monedaperdida

c) del v. 11 al 32 se habla del hijoperdido.

En el caso del evangelio de Marcospudiera realizarse una división de estamanera:

a) La Preparación del Siervo (1:1-13)

b) La Predicación del Siervo en Galilea(1:14-9:50)

c) La Predicación del Siervo en Perea(10:1-52)

d) La Pasión del Siervo en Jerusalén(11:1-16:20)

Consejos adicionales:

Evitar en la introducción explicarversículo por versículo, ya que estaparte se deja para el desarrollo y loscomentarios durante el resto de la horade estudio.

Animar a que el estudio seaparticipativo.

Hable pausado para dejar que las ideasvayan siendo asimiladas por los queoyen.

Por encima de todo, ore previa yprivadamente para depender en todo dela ayuda del Señor.

La Perspectiva Cristiana de Nuestra Sociedad (VII)

El activismo políticoA J Higgins / Trad. D R Alves

Truth & Tidings, Worldview

n cristiano debería involucrarseen el mundo político? ¿Nuestrollamamiento como la “sal” es

una directriz a contrarrestar el crecientemal por acudir a las urnas o involucrarnosen cuestiones de política y práctica legis-lativa? ¿Qué debemos hacer cuando un

U candidato es “religioso” y el otro muy“seglar”? La premisa es que la políticacontrola lo cultural, ¿pero qué de si enrealidad lo cultural controla la política?El evangelio puede influir en la políticapero bastante poco hemos influido en lacultura por medio de la política.

12 La Sana Doctrina

Y, hay ocasiones cuando un gobierno anivel nacional, estadal o municipalsolicita la “opinión” de los ciudadanospor medio de un referendo o plebiscito.¿Los creyentes deben expresar su criteriode esta manera, ya que no se trata de“votar” por un candidato?

En muchos países las iglesiasevangélicas les dicen a sus congrega-ciones que es su obligación moral votar yelegir aquellos que endosan un programaconservador. Dejar de hacerlo se tilda deirresponsable o peor. ¡Nos reprenden condestacar que lo único requerido para queel mal impere es el silencio de hombresbuenos!

En el pasado se presentaban muchosargumentos para que los creyentes novotaran. Nos decían que si votamos porun candidato que perdió, habíamosvotado en contra la voluntad de Dios. Eserazonamiento, al ser aplicado a otrasáreas de la vida, resulta débil ysuperficial. Otros han dicho simplementeque su “Hombre” no era candidato, yellos esperan hasta que Él llegue paraestablecer su reino. Sin duda hay ciertarazón en ese modo de pensar, porqueFilipenses 3.20 nos recuerda que nuestraciudadanía está en los cielos. Todavíaotros en la comunidad evangélica asumenuna posición contraria, señalando quePablo apeló al centurión con base en suciudadanía romana, Hechos 22.25.¿Cómo resolvemos estas opiniones apa-rentemente contrarias? Así como con todaotra decisión, debemos guiarnos por laPalabra de Dios.

Mucho del ímpetu para el activismopolítico de parte de creyentes puede seratribuido a una comprensión errónea denuestro papel en el mundo. La teologíadel Pacto, que está viendo un resurgi-miento en algunas partes, percibe a laIglesia como influenciando en el mundoen preparación para el regreso del Señorpara reinar. Se descarta todo pensamientodel Rapto, la Tribulación y un futuro paraIsrael, dejando borroso el claro llama-miento del creyente a “salir afuera” en laedad presente. Un resultado es que ellosexhortan al cristiano a volver al mundo yhacer de él un lugar mejor, preparado parael regreso del Rey. En contraste, nosotrosaguardamos el Rapto y anticipamos unaumento en la corrupción de un mundorumbo al abismo de sus propias tinieblas,2 Timoteo 3.1 a 13.

La luz de la Escritura

Debemos tener presente siempre queel Altísimo Dios tiene dominio sobre elreino de los hombres, Daniel 5.21, ynunca ha renunciado a su autoridad. Estono quiere decir necesariamente quesomos espectadores pasivos del procesopolítico. Pero sí nos dice que a veces Diosconstituye sobre los reinos “al más bajode los hombres” y no siempre los candi-datos más rectos y éticos. La falla trágicaen una democracia es que a la larga lagente consigue lo que quiere. Si lamayoría desea algo moralmente malo,vota por ello.

El mensaje elocuente y perspicaz dePablo en Hechos 17.26 nos enseña queDios establece los precisos límites de

La Sana Doctrina 13

tiempo para las naciones y los reinos. Susoberanía en los asuntos de las nacionesno puede ser negada; todavía es “el Reyde las naciones”, Jeremías 10.7. Aquellosque abogan por la participación decristianos en la política son prestos aseñalar que la soberanía divina noinvalida la responsabilidad humana. Diosnos ha permitido voluntad propia comoagentes morales y es capaz de reorientaraun nuestros fracasos para efectuar supropósito.

Pero no dependemos de argumentos yrefutaciones para ser orientados. Hayvarios pasajes clave que indican nuestraresponsabilidad al Estado.

En 1 Timoteo 2, tal vez el pasajeprincipal, se nos manda a suplicar porreyes y todos los que están en autoridad.Nuestra mayor influencia en la arenapolítica se encuentra en la cámara deoración y en la oración colectiva de laasamblea. Que un creyente acuda alcentro de votación sin haber visitado ellugar de oración a favor de un gobiernoestable es hacer caso omiso del énfasis dela Escritura sobre nuestro privilegio deinfluenciar en el gobierno por oración. Escierto que no era el estilo romano “votar”por un emperador, pero la oración estásiempre “a tiempo” y es la prioridad delcreyente. La reunión de oración de laasamblea es el lugar para ocuparnos encuestiones políticas, pero aquel interés seve ante el trono de la gracia.

Pablo instruyó a Tito acerca de laconducta del pueblo de Dios en Creta. Enun tiempo se caracterizaban por flojera,anarquía y mentiras. Su redención y

regeneración trajo un cambio; sus vidaseran diferentes ahora, Tito 3.5 a 7. Lescorrespondía ahora buscar el bienestar deotros en la sociedad y ser ciudadanosobedientes. Se les exhortó a no hablarmal de los gobernantes, 3.2, ni deninguno, por cierto. Indudablemente, elactivismo político se nutre de la descargaverbal lanzada por los candidatos aquienes se oponen a ellos.

Las declaraciones políticas a favor decandidatos en las páginas de Facebook ydesde la plataforma, o, peor todavía,comentarios críticos en los mediossociales o desde nuestras tribunas haránpoco para ganar a los inconversos a lapersona de Cristo. Provocan solamenteuna reacción instintiva en ellos y losalejan si acaso difieren de los criteriosexpresados.

En su enseñanza en Romanos 13,Pablo no solamente hace énfasis en queun poder mayor pone a hombres en suscargos – “no hay autoridad sino de partede Dios” – sino también nuestra respon-sabilidad de honrarlos y someternos a lasordenanzas que aplican, con tal que nochoquen con los mandamientos de Dios.Afortunadamente, el Espíritu de Dios, pormedio de Pablo, nos ha instruido a pagarlos impuestos a quienes les corresponden.Esto descarta cualquier activismo en laforma de no aportar al gobierno por estaren descuerado con lo que hace con lostributos.

Finalmente, Pedro aporta a la discu-sión con su advertencia de someternos alas ordenanzas humanas. Debemos honrar

14 La Sana Doctrina

al rey (o cualquier gobernante) y temer aDios no más, 1 Pedro 2.13 a 17.

Con cierta razón se puede protestarque en tiempos bíblicos no se practicabanelecciones como se hace ahora en tierrasdemocráticas. Sigue, entonces, el supues-to que al ser permitidos votar, loscreyentes lo hubieran hecho a favor delos candidatos que más se identificabancon los principios bíblicos. Es un supues-to grande, y pone en tela de duda lasuficiencia de la Escritura en todo tiem-po. Dios ha insertado en su Palabraprincipios para guiarnos en todas lasopciones que tarde o temprano enfrentaráel pueblo de Dios en generacionesfuturas. ¿Hay estos principios en laEscritura?

Se nos presenta uno antes de avanzarmucho en el Nuevo Testamento. Mateo6.33 nos manda a buscar primeramente elreino de Dios. Es nuestra prioridad. Bajoningún concepto algún candidato opartido va a promover el Reino de Dios.El mejor de ellos tiene su propia agendapolítica, persigue su reino sobre la tierra yquiere asegurar su lugar en la historia.Puede que sea religioso o intente ganar elvoto religioso, pero no se ocupa deavanzar el Reino de Dios.

Tanto Mateo como Marcos concluyencon un énfasis en lo que debería ser laocupación de los discípulos – proclamarel evangelio. El activismo político enfocami atención en una dirección muydiferente, vinculándome con individuosque no tienen interés en asuntosespirituales.

En su primer escrito a Timoteo, Pabloacotó que el Señor Jesús “dio testimoniode la buena profesión delante de PoncioPilato”, 6.13. En aquella entrevistaemocional y tensa de Juan 18.36,37 elSeñor Jesús reconoció que su reino no erade este mundo, de manera que no estamosvotando para introducir ese Reino sobrela tierra. Uno no puede hacerlo en lasurnas. Dios establecerá su reino aquí,pero de una manera muy diferente, y alhacerlo resolverá la cuestión básica delpecado.

Damos fe del hecho que el mundo escorrupto y no se mejorará. El Rapto está ala puerta y solamente el regreso definitivode Cristo para reinar introducirá lajusticia. Pero con todo, parece quepensamos que el voto ofrece unarespuesta temporal.

El legado de la historia

¿Qué de los muchos que sirvieron agobiernos en el Antiguo Testamento? Joséestaba en la corte de Faraón; Esdras,Nehemías, Mardoqueo, Daniel y Abdíasen la corte de Acab. Sin duda estoshombres tenían que ver con laadministración pública. Trabajar por ungobierno dista mucho de estar activopúblicamente, abanderando sus virtudes ypromoviendo su continuidad. El papel deestos hombres era en gran parte involun-tario y orquestado por la soberana manode Dios. Ninguno presionó por un puestoni lo buscaba activamente.

Cuando Pablo se valió de suciudadanía romana para evitar serazotado, fue porque ellos querían obtener

La Sana Doctrina 15

por azotes información que él estabadispuesto a dar libremente. No hacía faltagolpearlo. En otras ocasiones, él sírecibió azotes y evidentemente no seaprovechó de su ciudadanía paraeximirse, 2 Corintios 11.24. Tenía heridasque justificaban su sufrimiento, aunsiendo romano.

Los males abundaban en los díasapostólicos: el aborto, el infanticidio, lapersecución y corrupción. Con todo, losapóstoles y creyentes no participaban enmanifestaciones, ni presentaban peticio-nes ni se rebelaban. Su empeño eracambiar hombres y mujeres, inculcandoen ellos los principios del Reino de Dios.

Las lecciones de la experiencia

Participar en la política es uncompromiso muy emocional para muchagente, como se evidencia en el fervor yentusiasmo furibundo que caracteriza amuchas concentraciones. Hay un tremen-do peligro de que en una asamblea lasposturas políticas se conviertan encristiandad partidista. Cuando introduci-mos la lealtad política en las relacionesentre creyentes, contamos con una fuerzapotencialmente divisiva. No todos loscreyentes son de hecho “conservadores”en sus puntos de vista sobre todo tema.Aquellos de menores recursos posible-mente favorecen un candidato quepromete mayores beneficios y laperspectiva de una redistribución deriquezas.

Debemos evitar cualquier cosa quetiene la potencialidad de dividir a loscreyentes. No nos congregamos por

tendencias políticas; nos congregamos auna Persona que fue rechazado por losconservadores (fariseos) y también porlos liberales (saduceos y herodianos). ¡Élno encajaba en ninguno de sus moldes!

Ha habido ocasiones cuando diferen-cias políticas se han “desbordado” a laasamblea, perjudicando la unidad de lossantos. Somos llamados a permitir que lapaz de Dios gobierne nuestros corazones,ya que fuimos llamados en un solocuerpo, Colosenses 3.15. No debe serpermitido nada que perjudique el sentidode unidad del cuerpo local.

El activismo político trae consigo elgran peligro de distraernos de lo quedebemos tener en la mira. Nuestracomisión es predicar el evangelio con elfin de que almas sean salvadas; no es lade cambiar la sociedad. Tener como metala mejoría de nuestro mundo es hacercaso omiso del problema fundamental, yes prescribir un remedio que no daresultados. La legislación promulgada porhombres bien intencionados para detenerla marea del mal puede ser eficaz por unlapso, pero estamos advertidos de quecon la marcha del tiempo “los maloshombres y los engañadores irán de mal enpeor”, 2 Timoteo 3.13.

Hay países donde por ley el pueblo deDios está obligado a votar. Algunos no lohacen por consciencia y son multados opagan otra pena. Aquellos que optan porvotar consideran que están obedeciendola ley, sometiéndose conforme a lasexhortaciones de Pablo y Pedro. Soncuestiones personales que uno decidesegún su propia consciencia. Ni el que

16 La Sana Doctrina

vota, ni el que se abstiene, está de hechopecando.

Mucha de nuestra vida cristiana esasunto de decidir entre lo que es neutro ylo que es mejor. Aquellos quevoluntariamente acuden a las urnas seidentifican con esperanzas y promesasterrenales. Muchos están intentandosinceramente detener la oleada del malque está inundando las tierras occiden-tales, destruyendo a la sociedad y vidafamiliar. La tragedia es que mirar en elespejo retrovisor hará manifiesto quemuchos de los “cristianos” que seinvolucraron en el proceso políticotrajeron deshonra al nombre del Señor ose quedaron frustrados en el proceso.Probablemente se han invertido miles demillones e incontable tiempo en intentos

de legislar la moralidad en diversasnaciones. La Palabra de Dios deja enclaro que la tarea es imposible.¡Imagínese si ese dinero y esfuerzo habríasido invertido en ver almas salvadas!¿Cuál hubiera tenido mayor impactosobre la sociedad? La respuesta es clara.

Conclusión

El activismo político niega lo queenseñamos. El mundo no tiene esperanzasin Dios y Cristo. Nos distrae de nuestraprioridad de evangelizar y procurar lasalvación de almas. Finalmente, nosquedamos desviados de nuestra mayorinfluencia, la de la oración, a cambio dela esperanza de que nuestro voto hará unadiferencia.

Estudio #8: Mateo 6:19-34 (cont.)

Ahora estamos dejando lasexperiencias en el santuario a lasexperiencias seculares, pero para elcreyente están íntimamente relacionados.

Es interesante notar las referencias alos cielos, en plural, y el cielo, ensingular, en el Sermón. “El cielo”,especialmente en la oración, tiene que ver

con la propia morada de Dios. “Loscielos” es una expresión más amplia.Habrá un lado celestial del reino futuroque será visible desde la tierra.

6:19-24. Las riquezas y su lazo

Podemos relacionar esto con la verdadexpresada en 1 Timoteo 6. “Porque nadahemos traído a este mundo, y sin dudanada podremos sacar”, v.7; y “A los ricosde este siglo manda que no sean altivos,

El Sermón del Monte (21)Transcripción de Estudios Bíblicos sobre Mateo 5-7

David Gilliland

La Sana Doctrina 17

ni pongan la esperanza en las riquezas,las cuales son inciertas, sino en el Diosvivo, que nos da todas las cosas enabundancia para que las disfrutemos. Quehagan bien, que sean ricos en buenasobras, dadivo-sos, generosos; atesorandopara sí buen fundamento para lo porvenir, que echen mano de la vida eterna”,vers. 17-19.

El almacén. Un almacén terrenal no esun lugar muy seguro. Mucho se puedeperder de ese almacén en un tiempo muycorto, resultando en desilusiones amargas.¡Hay ladrones! ¡Hay polilla y óxido! LosCristianos deben estar más interesados enel almacén celestial donde las cosas estánabsolutamente seguras, los beneficios sonbuenos, y las recompensas son eternas.

Se dice que el Templo de Diana enEfeso era uno de Las Siete Maravillas delMundo, y muchos de los tesoros delmundo estaban guardados allí porque seconsideraba muy seguro. ¡Pero no existetal templo hoy en día! Pablo podíaescribir a los Cristianos es esa mismaciudad acerca de “las inescrutablesriquezas de Cristo” (Ef. 3:8). Ellos teníanalgo mejor, porque ¡esas riquezas no eranvulnerables a cualquier ataque!

Los tesoros en el mundo antiguobásicamente eran de dos clases: vestidos,que podían ser atacados por la polilla, ymetales, que podían ser atacados por elóxido. Los ladrones también podíanentrar por la fuerza y hurtar otras cosas devalor. Las cosas materiales puedencorromperse, y se pueden destruir o serhurtados.

Es interesante notar que la palabra“corromper” es la misma palabra“demudar” en el ver. 16. Lo que puedeparecer muy grande ahora en este mundopuede ser desfigurado y tener un aspectomuy diferente en muy poco tiempo.

Moisés tuvo por mayores riquezas elvituperio de Cristo que los tesoros de losegipcios. Se sostuvo como viendo alInvisible (Heb. 11:26,27). Las grandestumbas de Egipto supuestamente eranmuy seguras, pero fueron forzadas ymuchas riquezas perecieron. De modoque Moisés tuvo un ojo bueno, y pudo verlo que los hombres en la tierra no puedenver. Pudo ver al Dios invisible (queparece una paradoja, y así lo es para elhombre natural). Esto afectó su actitud alas cosas materiales. Si tenemos unavisión correcta de Dios, nuestra actitud alas cosas de la tierra se ajustará para laeternidad. Él rehusó llamarse hijo de lahija de Faraón, por lo tanto, rehusó todala fama y la riqueza de Egipto. Perocuando estuvo en el Monte de laTransfiguración con Cristo y obtuvo unanticipo del reino venidero, ¡Egiptociertamente le hubiera parecido muypequeño!

“No os hagáis”, dijo el Señor. Élestaba condenando esa ambición egoístaque vemos todo el tiempo en el mundo, yen nuestros corazones naturales también.Automáticamente quisiéramos hacernoslo más cómodos posibles, y bien seguros.Pero, en contraste a esto, el súbdito delreino de Cristo estará pensando en otros.Al ayudar a otros, de hecho estaráreduciendo sus propios haberes en la

18 La Sana Doctrina

tierra, y al hacerlo estará aumentando sushaberes en el almacén celestial. Sinembargo, en todo esto se debe enfatizarque aquí no hay ninguna animación a serirresponsable con la familia o serdescuidado en lo material.

Abraham tuvo muchos bienes de estemundo (Gén. 13:2). Era muy rico, pero sucorazón buscaba otra ciudad (Heb.11:10), y vivía en vista de la eternidad.Lot se entregó a buscar lo material, ¡y alfin lo vio todo consumido por fuego yazufre! Perdió todo en este mundo,¡incluyendo su testimonio! Los deLaodicea también tenían prioridadesincorrectas en cuanto a lo material. Eracomo si estuviesen procurando servir ados señores. Debemos recordar quepodemos seguir con una apariencia muyrespetable al caer en la falta deespiritualidad y el materialismo. ¡Es muysutil! De hecho, ¡otros pueden estardiciendo que nos va muy bien!

El corazón. “Porque donde esté vuestrotesoro, allí estará también vuestrocorazón”, v. 21. El Señor Jesús estáhaciendo una declaración clara en cuantoa la condición del corazón.

El ojo. En el v. 22 el Señor Jesús presentael ojo, después de mencionar el corazón,v. 21. El ojo vincula el mundo afuera conel corazón, por medio de lo que vemos.Siempre debemos recordar que Eva (Gn.3:6) y Acán (Jos. 7:21) cayeron de estamanera, por medio de lo que vieron. Elojo no produce luz, sino que admite laentrada de luz. Es el canal por medio delcual entra al cuerpo. De modo que, si miojo tiene visión doble o se enferma, la

percepción de las realidades externas notendrá la claridad necesaria para elprogreso espiritual. Entonces podrétropezar y desviarme. Todo el cuerpodepende de lo que entra por nuestros ojos.

Si nuestro ojo es bueno (o sencillo),entonces toda nuestra vida será transpa-rente. Pero si nuestro ojo es maligno, enel sentido de estar viendo dos cosas a lamisma vez –un ojo puesto en acumularcosas en la tierra y un ojo puesto en elalmacén celestial– hay la posibilidad deque las tinieblas entrarán en nuestra vida.¡Generalmente nos entregamos de todocorazón a aquello en que ponemosnuestra vista!

En 1 Tim. 6 Pablo da instruccionesacerca de los ricos y los que “quierenenriquecerse”, y es importante notar queestos últimos son condenados. Que elcreyente posea riquezas no se condena enlas Escrituras. Es la obsesión con lasriquezas lo que se condena. Tenemos quetener cuidado que no siempre estemosprocurando conseguir lo que pueden vernuestros ojos. Esa clase de antojo por lascosas destruye la genuina espiritualidad.Tenemos que controlar nuestros ojos, yestar contentos de corazón. Si nuestrosojos no están controlados, y comenzamosa tener una visión doble, y no estállegando a la mente una imagen correctade la realidad, entonces la mentecomenzará a pensar cosas desviadas. Ysiempre hay el peligro de que si uncreyente comienza a antojarse por lariqueza material, comenzará a entreme-terse en cosas oscuras. ¡Hubiera sidomucho mejor para muchos Cristianos si

La Sana Doctrina 19

nunca hubieran visto algunas cosas en lavida!

Sirviendo nuestro Amo. Tambiéntenemos que decidir a quién vamos aservir, v. 24. El objeto del corazóncontrola el corazón, y la persona llega aser un esclavo a ese objeto. Por un rato lapersona puede tratar de dar a ambos amosun poco de servicio. Pero viene la crisis ytermina teniendo al uno y soltando alotro. Invariablemente sufre el lado espiri-tual. No podemos combinar un amor poreste mundo y hacer progreso para laeternidad. No podemos tener ambosmundos. Tenemos que decidir cuál amova a recibir nuestra lealtad y fidelidad.

En todos los aspectos principales de lavida llegará una crisis cuando tengamosque decidir dónde reside nuestra lealtad.Tal vez se tenga que rehusar un ascensoen el trabajo, u olvidarse de hacer unaextensión al negocio. Se necesitará elvalor de decir “No”, y depositar algo másen el almacén celestial. Tan pronto comoel creyente descuida su mayordomía, suspensamientos se vuelven más confusos.Cuántas personas dicen que ya no ven lascosas de esa manera. ¡Es porque sus ojoshan sido afectados, y están en lastinieblas!

“Raíz de todos los males es el amor aldinero” (1 Tim. 6:10). ¡Debemos recordarlo que alguien ha dicho: “¡Mientras másalto subimos en este mundo, más cercallegamos a su dios”!

Mamón. La palabra “riquezas” en eloriginal es “Mamón”. “No podéis servir a

Dios y a Mamón”. Mamón es ladeificación del materialismo. Se hasugerido que la palabra “Mamón” vienede una raíz que significa “algo quepuedes confiar (a otra persona)”. La razónpor qué el dinero se llamaba mamón eraporque la gente confiaba su dinero a unbanco para ser guardado con seguridad.Pero después comenzaron a confiar en sudinero en vez de confiarlo a otros, ycomenzó el problema. El dinero llegó aser un dios. No podemos ser leales a losdos. Si vamos a ser leales a uno, tendre-mos que comprometer nuestra lealtad alotro. Lo que el Señor Jesús está enfati-zando aquí es un servicio, entrega ylealtad total.

“Ganad amigos por medio de lasriquezas injustas, para que cuando éstasfalten, os reciban en las moradas eternas.”(Lc. 16:9). Es posible utilizar aquello queno tiene valor espiritual en sí mismo paraobtener una recompensa y reconoci-miento eterno para nosotros en el cielo.Debemos utilizar las riquezas como unsirviente, pero no permitir que llegue aser nuestro amo.

“No podéis servir a Dios y a lasriquezas”, v. 24. Esto nos hace pensar enotra Escritura que menciona dosimposibilidades: “No podéis beber lacopa del Señor, y la copa de losdemonios; no podéis participar de la mesadel Señor, y de la mesa de los demonios”(1 Cor. 10:21).

20 La Sana Doctrina

El NaufragioDe “Congregados en Mi Nombre”

n sus enseñanzas y exhortaciones elapóstol Pablo ocupa distintas figuras ymetáforas que ayudan eficazmente a

su entendimiento. En su primera epístola aTimoteo, versículos 19 a 20, utiliza unametáfora muy impresionante para advertir asu hermano más joven del peligro de terminarmal su vida y ministerio: habla de hacer“naufragio en cuanto a la fe”, y le instruye yaconseja acerca de cómo evitar tal desastreespiritual. Antaño los barcos que surcabanlos mares eran más frágiles que los de ahora.Hechos de madera e impulsados lentamentepor los vientos o por sus remos, estaban muyexpuestos al naufragio y a la pérdida de vidashumanas y de costoso y vital cargamento. Aunque las cartas marinas que utilizabansolían ser rusticas e imprecisas, debíanconsultarlas continuamente para no desviarsede su curso y evitar lugares peligrosos,corrientes y vientos contrarios, escollos, etc.Por otro lado, los marinos aprendieron adeterminar la posición de sus navesobservando con cuidado la posición del sol dedía y de las estrellas de noche. En tiemposmás recientes se inventó la brújula, con lacual el navegante puede precisar el norte, yasí darse cuenta si el barco esté en rumbocorrecto o no. Si no hiciera caso de taleselementos de orientación, el barco podríafácilmente naufragar.

E

Cada ser humano es cual frágil barquillaatravesando el océano de la vida – no solofrágil físicamente, también espiritual-mente. Si no está Cristo en el “barco”, nohay esperanza de salvación. Pero aun losque tienen al Hijo de Dios, y en Él la vidaeterna (1 Juan 5:11-12), aunque no pueden

perder el alma, si, pueden arruinar su vida,testimonio y servicio para Dios. Puedennaufragar. Aun un hombre de la estaturaespiritual de Pablo reconocía la necesidadde vigilancia continua y dominio propio“para que después de haber predicado aotros, yo mismo no quede descalificadopara el premio” (1 Cor. 9:27, NuevaVersión Internacional). Pero Dios haprovisto ampliamente para prevenir elnaufragio espiritual. El pasaje citado alcomienzo habla de la importancia demantener dos cosas vitales: “la fe” y la“buena conciencia”. “La fe” aquí significa,no el ejercicio de creer sino lo que creemos,el conjunto de verdades que constituyen elfundamento de nuestra fe, “la fe que Diosha confiado de una vez .por todas a lossantos” (Judas 3, N.V.I.). “La fe” es, enresumen, las Sagradas Escrituras. Ellas sonnuestra “carta marina” que nos señalanclaramente la ruta que nos conviene tomarpara llegar al puerto deseado (Salmo107:30), y que nos advierten y previenen delos peligros. “la corriente de este mundo”(Efesios 2:2), “todo viento de doctrina”falsa (Efesios 4:14), y “los (errores) que(nos) son ocultos” (Salmo 19:12). A ellasdebemos consultar continuamente, y noapoyarnos en nuestra propia prudencia(Proverbios 3:5). ¡Cuán vital es, pues, lalectura, estudio y meditación diaria de laPalabra de Dios para cada creyente, seanuevo o experimentado en la fe!

Pero la lectura bíblica por sí sola nobasta para preservar al creyente. Debeaplicar la Palabra a su propio corazón.

La Sana Doctrina 21

Gálatas 6:2 dice: “Sobrellevad los unoslas cargas de los otros, y cumplid así LALEY DE CRISTO” y 1 Corintios 9:21: “alos que están sin ley, como si yo estuvierasin ley (no estando yo sin ley de Dios, sinobajo LA LEY DE CRISTO), para ganar alos que están sin ley”; entonces, lapregunta es: ¿en ambos pasajes laexpresión LA LEY DE CRISTO tiene elmismo sentido, o, acaso, difieren ensignificado?

El contexto de Gálatas 6 tiene que vercon levantar, restaurar, al caído mostrando,de esta manera, el amor y compasión delCristo por los caídos. Entonces la ley deCristo aquí es la ley del amor y de lacompasión que el Señor Jesucristo practicóy predicó.

1 Corintios 9 presenta la condescen-dencia del apóstol hacia otros, sin que élniegue su condición y convicción de estarbajo la ley de Dios, que él llama, por igual,

Lo que preguntan

Necesita mantener una buena conciencia.Disertando delante del gobernador romanoFélix y autoridades de los judíos, Pablodeclaró: “...procuro tener siempre unaconciencia sin ofensa ante Dios y ante loshombres” (Hch. 24:16). Todo ser humanoestá dotado por su Creador de unaconciencia, la facultad de percibir en algunamedida la aprobación o desaprobación deDios, y de distinguir entre el bien y el malen su trato con los hombres. La concienciaes como la luz del sol y estrellas, o como labrújula, para el navegante, indicandonuestra “posición” espiritual, buena o mala.

El timonel del barco consulta las cartasmarinas y luego verifica la posición de sunave por el sol o las estrellas, y por subrújula. Luego hace las rectificaciones quecorresponden en la dirección del barco, suvelocidad, etc. y así toma las medidasprudentes para evitar el naufragio y llegar alpuerto deseado. Así nosotros, cada día, tras

el escrutinio piadoso de la Palabra de Dios,debemos consultar nuestra “posición” anteel Señor por medio de nuestra conciencia.Luego corresponde hacer las rectificacionesen nuestra vida, confesar a Dios nuestrospecados, corregir nuestros errores, yobedecer los mandatos del Señor.

El gran peligro para cada creyenteconsiste en desechar la buena conciencia.Pues el que desatiende la voz de suconciencia iluminada por la Palabra deDios, comienza a endurecerse y desviarsede la verdad, y termina como Himeneo yAlejandro, haciendo naufragio en cuanto ala fe.

Concluimos con la oración de David alfinal del Salmo 139, oración que bienharemos en hacer nuestra: “Examíname, ohDios, y conoce mi corazón; pruébame yconoce mis pensamientos. Y ve si hay en micamino de perversidad, y guíame en elcamino eterno.”

22 La Sana Doctrina

la ley de Cristo. Y todo a fin de ganarlospara Dios. De modo que mostrar el amor deCristo hacia los gentiles (los que están sinley) implicaba una condescendiente caridad,una profunda simpatía que atraía al pecadora la gracia, pero que, a la vez, no arrastrabaal apóstol a ceder en asuntos morales ydoctrinales. El mismo Señor dio el ejemplo,al recibir a los pecadores y comer con ellos(Lucas 15:2). Tocante a esto último,ejemplo tenemos en algunos misioneros desiglos pasados, quienes adoptaron la formade vestir del pueblo chino para derrumbarbarreras dañinas al adelanto de la obra enaquel país. Igualmente, en Venezuela, muytempranamente los siervos del Señoradoptaron la arepa venezolana en su dietadiaria y algunos se expresan con refranes ymodismos propios de la venezolanidad,siendo algunos de ellos catalogados, aúnpor los inconversos de “muy criollitos”,santa y sabia condescendencia que facilitael acercamiento hacia quienes se procuraalcanzar para Dios,

Concluyendo, al parecer, la expresión enambos pasajes comporta el mismo sentido,aplicado a dos contextos distintos.

Siempre es algo difícil entender cómopodía venir de parte de Dios (Jueces 14:4)el matrimonio de un hombre nazareo,como Sansón, y una mujer impía de losfilisteos, ¿cuál es el sentido aquí?

Quien escribe tiene por ciertas las dossiguientes aseveraciones: Primero, LaEscritura no puede contradecirse y, alrespecto, ella nos dice que “Dios no puedeser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie”(Santiago 1:13); segundo, la explicaciónque hemos oído durante años (de hombres

que conocen a Dios y conocen al Libro) estotalmente satisfactoria. Es decir, que lo quevino de Dios no fue la desobediencia deSansón, sino el usar soberanamente esadesobediencia (de la cual Sansón eraculpable, no Dios), para ejecutar su juiciocontra los filisteos, enemigos de Dios y desu pueblo.

Se nota cada vez más una tendencia aprácticas que antes eran muy pococonocidas. Por ejemplo, un gran númerode mujeres en comunión se sacan las cejasy uno se pregunta, ¿tiene esoimportancia? ¿Ayuda o perjudica altestimonio cristiano?

No sólo en cuanto al presente temaacerca del cual se indaga, sino en cualquierpráctica, hemos de tener en cuenta laprocedencia, ¿de dónde viene? Bien, laPalabra dice claramente que “los deseos dela carne, los deseos de los ojos, y lavanagloria de la vida, no proviene delPadre, sino del mundo” (1 Juan 2:16).También es necesario preguntarse cuál es elpropósito en la práctica de esto o aquello.Uno puede hacer las cosas para agradarse así mismo (de pronto la hermana piensa quedesnaturalizando sus cejas se ve mejor y esole proporciona autocomplacencia). Alrespecto, el Señor nos dice: “Niéguese a símismo” (Mateo 16:24). También es posiblehacer las cosas para agradar al mundo(amoldarse a sus modas, usos ycostumbres), cosa que Dios reprende en suPalabra como un adulterio espiritual(Santiago 44:4) y, por supuesto, es lonormal que los hijos de Dios practiquen unavida piadosa para agradar y glorificar a suDios (1 Cor. 10:31; Col. 3:17). Finalmente,otro elemento a tener en cuenta son las

La Sana Doctrina 23

Coloque mi nombre en ese versículo

(viene de la última página)

momento, muchacho; eso suena como algoque yo necesito; léalo otra vez.” Guillermovolvió a leer las benditas palabras: “El heridofue por nuestras rebeliones...” “Eso es bueno,hijo mío. Sí; eso es, sin duda.”

Sintiéndose animado por tales palabrasdel Capitán, Guillermo dijo: “Capitán,cuando leía este versículo en casa con mimadre, ella me hizo colocar en él mi nombre.¿Ud. me permite colocarlo ahora?”“Ciertamente, hijo: coloque su nombre en élcomo su madre le dijo, y léamelo otra vez.”Lentamente y con reverencia leyó elmuchacho otra vez el versículo, así: Él –Jesucristo– herido fue por las rebeliones deGuillermito Plato– molido por los pecados deGuillermito Plato,” etc. Terminada así latercera lectura del versículo, el Capitán, casisaliendo de la cama, alargó sus manos haciael muchacho, y le dijo: “Hijo mío, coloque minombre en ese versículo, y vuelva aleérmelo.”

El muchacho leyó lentamente otra vez, elversículo de esta manera: “El herido fue porlas rebeliones de Juan Costa; molido por lospecados de Juan Costa: el castigo de la paz de

Juan Costa sobre Él; y por Su llaga es curadoJuan Costa.” Al final de la lectura, dijo elCapitán: “Basta ya, hijo; ahora puedes ir.”

Luego el Capitán se echó otra vez, y consu cabeza en la almohada seguía repitiendouna y otra vez aquellas benditas palabras deIsaías 53:5, cada vez con su propio nombre.Mientras lo hacía, pudo creer la sencillaverdad que el Señor Jesucristo había sufridopara salvarle de sus pecados, fue salvo, y sellenó su alma del gozo del cielo.

Poco tiempo después salió el CapitánCosta de su barco al cielo. Su cadáver fueenvuelto en una lona, colocado sobre unatabla, y deslizado de la embarcación al agua,para nunca más ser visto hasta la venida delSeñor Jesucristo, cuando el mar tendrá queentregar sus muertos.

Antes de partir para estar con el Señor,Juan Costa había testificado a cada personaen su embarcación que el Señor Jesucristo, elHijo de Dios, el Hombre del Calvario, fueherido por las rebeliones de él; molido por lospecados de él; que el castigo que él tantomerecía cayó sobre su bendito Sustituto, en lacruz del Calvario; y que por la llaga de Jesús–lo mucho que Él sufrió en lugar del pecador–Juan Costa había sido sanado. Amado lector,¿puedes decir tú lo mismo?

De “Palabras Fieles”

consecuencias de nuestros hechos. Una deesas consecuencias es que las permisionesen cosas, aparentemente pequeñas,debilitan al creyente y lo predisponen parahacer cosas cada vez peores que pudieranser “como grieta que amenaza ruina,extendiéndose en una pared elevada, cuyacaída viene súbita y repentinamente”(Isaías 30:13). También es posible ser detropiezo a otros (1 Cor. 10:32) y aún crearescuela de desobediencia entre el amado

pueblo de Dios. Finalmente, una vida dedesobediencia y esterilidad espiritualllevará pérdida ante el Tribunal de Cristo.Es la ley de la siembra y la cosecha, comose menciona en Gálatas (aunque allí es otrocontexto) 6:8: “Porque el que siembra parala carne, de la carne segará corrupción; masel que siembra para el Espíritu, del Espíritusegará vida eterna”.

24 La Sana Doctrina

Coloque mi nombre en ese versículo

n capitán impío de la marina sehallaba muriendo en su camarote enalta mar; la muerte le asustaba. U

El capitán se encogía atemorizado enpresencia de la “guadaña de la muerte” y seapoderaba de él un miedo de entrar en laeternidad y no pudiendo aguantarlo más, elCapitán Costa envió a buscar a su primeroficial, y le dijo: “Guillermo, sírvase ponersede rodillas y orar a Dios por mí. He sido malocomo Ud. lo sabe, y esta vez estoy al fin de miviaje; tendré que irme.” “Señor Capitán, yo nosé orar; no soy hombre de esosque le piden favor a Dios todoslos días. Lo haría si pudiera, silo supiera hacer.” “Bueno; pues,traiga aquí una Biblia, y léameun poco de ella, porque mi vidano me va a durar mucho más.”“No tengo Biblia, Sr. Capitán;como Ud. sabe, no soy hombrereligioso.” “Dígale a Tomás,pues, al segundo,” dijo el Capitán, “quizás élpuede orar un poco.”

Pronto vino al camarote del Capitánmoribundo, su segundo oficial, y aquél le dijo:“Oiga, Tomás, temo que este viaje me lleva ala eternidad; arrodíllese aquí, y ore conmigo.Pídale a Dios que Él tenga misericordia de mipobre alma.” “Con buena gana lo haría, Sr.Capitán, si pudiera; quisiera podercomplacerle; pero no he orado nunca desdeque era muchacho.” “¿Tiene Ud. una Biblia,entonces, para poder leerme un poco?” “No,mi Capitán, no tengo Biblia.”

¡Ay del pobre capitán! ¡Qué terrible susituación! ¡Se encontraba en el umbral de laeternidad, y sin Cristo! Los oficiales buscaronpor toda la embarcación, queriendo hallar a unhombre que supiera orar; pero en vanobuscaron. También buscaban una Biblia, yninguna hallaron hasta que un marinero dijo

que en las manos de un muchacho que servíaal cocinero —un pequeño que se llamabaGuillermo Plato— había visto un libro queparecía una Biblia. “Manda en seguida,” dijoel Capitán, “a ver si aquel muchacho tiene unaBiblia.”

Allá fue el marinero en busca deGuillermito, y hallándole, le dijo: “Hijo,¿tienes una Biblia?” “Si, Señor; pero la leosolamente en mi tiempo libre.” “Eso está bien,muchacho; lleve su Biblia, y váyase alcamarote del Capitán. Él está muy enfermo, y

quiere una Biblia; cree que va amorir.” Guillermito fue con suBiblia al camarote del Capitán,quien le dijo: “¿Tienes unaBiblia, hijo mío?” “Si, señorCapitán.” “Bueno, pues:siéntese aquí, y busque en suBiblia algo que me puedaayudar, pues temo que voy amorir. Busque algo acerca de la

misericordia de Dios hacia un pecador comolo soy yo, y léamelo.

Hay un capítulo en la Biblia–el 53 deIsaías–que Guillermito amaba mucho; sumadre lo amaba, y a menudo lo habían leídojuntos. A este capítulo volvió el muchacho –capitulo bendito que tan claramente nosdemuestra la misericordia de Dios en dar a SuHijo por nosotros, y el amor del SeñorJesucristo al morir en nuestro lugar y en el detodo pecador arrepentido como lo estaba elCapitán Juan Costa. Guillermito empezó aleer en alta voz, y pronto llegó al versículo 5,que dice: “El herido fue por nuestrasrebeliones, molido por nuestros pecados, elcastigo de nuestra paz sobre Él; y por Sullaga (la llaga del Señor Jesucristo) fuimosnosotros curados.” El capitán, quiénescuchaba con suma atención, le dijo: “Un

(continúa en la pág. 23)