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8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
1/40
G O R D O N W. ALLPORT
P E R S O N L I D D
Su configuración y desarrollo
B A R C E L O N A
EDITORIAL HERDER
1986
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
2/40
X I I . L A P E R S O N A L I D A D M A D U R A
C R I T E R I O S D E M A D U R E Z P R O P U E S T O S .
EXTENSIÓN
D E L S E N
T I D O D E sí M I S M O .
RELACIÓN
E M O C I O N A L C O N O T R A S P E R S O N A S .
— S E G U R I D A D E M O C I O N A L ACEPTACIÓN D E S Í MISMO . P E R C E P
CIÓN R E A L Í S T I C A , A P T I T U D E S YT A R E A S .
AUTOOBJETIVACIÓN:
C O N O C I M I E N T O D E S Í M I S M O YS E N T I D O D E L H U M O R . —F I L O S O F Í A
U N I F I C A D O R A D E L A V I D A . —P S I C O T E R A P I A . —E N V E J E C I M I E N T O . —
R E S U M E N .
Nuestro prolongado examen del desarrollo del
sí
mismo, la moti
vación
y los estilos cognitivos nos conduce finalmente a la crucial cues
tión
de cómo es la^
personalidad' jnadura.
No podemos responder
a
esta pregunta
úncamene
en
térmnos
de psicologíapura. Para que podamos af i rmar de una persona que es
mentalmente sana, normal y madura, de be m os sab er qué son la salu d,
la normalidad y la madurez. La psicologíapor sí sola no puede
decír-
noslo. Estáimplicado hasta cierto punto el juicio
ético.
Preguntaron
a
Freud : «¿De
qué
debe ser capaz una
persona
madura?» Respondó
«Debe ser capaz de amar
y
trabajar.»
Estamos de acuerdo con esta afirmación pero
nos preguntamos: «¿Es esto
todo
lo que una persona
normal debe ser capaz de hacer?»Otro
médico
Richard
Cabot , presenó una l ista doble:
trabajar, amar, jugar
y
adorar. Étas
son las actividades por las que vive una per
sona normal
1
. Tanto si preferimos la primera lista, como
si adoptamos la segunda, nuestra elecciónse basa en con
sideraciones de tipo ético no en hechos científicos. L a
1 . R . C . C A B OT , What men Uve by, Houghton Mif f l in , Boston 1 9 1 4 .
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D e s a r r o l l o de la p e r s o n a l i d a d
ciencia por sí sola no nos
dirá
nunca lo que es sano,
normal
o
bueno.
La. concepciónde lo que es sano o normal difiere algo en las di-
versas culturas. En algunas regiones, úncamene son «normaes» las
personas que se pierden completamente a sí mismas siguiendo las tra
diciones y haciendo progresar el bienestar de la tribu. En el mundo
occidental se da más importancia a la individualidad, a la
realización
d e las potencialidades propias.
Afor tunadamente , en la cultura occidental existe bastante concor
dancia respecto alas normas de normalidad, salud
o
madurez (usa
remos estos
térmnos
indistintamente). Nos proponemos en este ca
pítuloexaminar y esclarecer esta áreade acuerdo general. Pero antes
conv iene fo rmula r cua t ro^bse rvac iones :
1. Existe en la actualidad un gran movimiento de ineréspor
este problema. Es estudiado y examinado por todos lados y por psi
qu ia t ra s ,
psicólogos y
ot ros
2
. Este aumento de inerés se debe en
par te ala aguda amenaza de trastornos mentales
y
perturbaciones
-emocionales que alarma actualmente
a
todas las naciones. Pero tam
bién se debe este inerés al deseo de hallar valores comunes entre Jas
personas sanas,
con el
objeto
de
hallar
una
base sobre
la que
pueda
edificarse
una
sociedad mundial
más pacífica.
2.
No es
fácil, describir
la
considerable riqueza
y
congruencia
de
una personalidad plenamente madura. Exis ten tantas maneras
de
des
arrollarse como individuos,
y en
cada caso
el
producto final
es único
A u n q u e
en
este
capítulo
t ra tamos
de
establecer criterios universales
de vidas adultas sanas,
no
debemos olvidar
la
amplia variedad
de
tipos
individuales.
3. Dfícilmentepodremos esperar hallar
un
modelo
de
madurez
en
una
persona concreta.
Nos
referiremos
más a un ideal que a per-
2 . Entre los estudios que sobre este tema se han publ icado, c i taremos los
s iguientes: M A R I E JA H O D A, Current concepts
of
positive mental health, Basic
B o o k s , N u e v a Y o r k 1958. L.B. COLÉ,
Hum an behavior: psychology
as a
bio-social
science, World Book , Yonker s , N. Y., 1953 . E. F R O M M ,
Man for himself
Holt ,
Reinehart and Winston . Nueva York 1947. G.W. A L L P O R T ,
Personality: normal
and abnormal,
«Socoogca
Rev»
6
1 9 5 8 ) 1 6 7 - 1 8 0 . En este último artículose
hace referencia
a la
importante
dstincón
entre
las
normas
estadsticas
cómo
son la mayoríade las personas) y las normas éticas
cómo
debe ser una persona
normal) .
M.B. S M I T H
afirma
que no
existe
la
sa lud mental como ent idad única
L a
cuestión
so lamente puede estudiarse examinando los principales valores cons
titutivos
que es el modo
segu ido
en el
presente capítulo .
Véasede
d icho
autor Research strategies toward a conceptlon of positive mental health, «Amer
Psychogst»
15
1 9 5 9 ) 6 7 3 - 6 8 1 .
330
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L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
sonas concretas. Es significativo que cuando invitamos a alguien a que
nos cite alguna persona a la que pueda considerarse como una perso
nalidad madura, casi siempre cita
a
alguien que no forma parte de
su familia y pertenece al sexo opuesto. ¿A
qué
se debe esto? La causa
consiste posiblemente en que la familiaridad con una persona nos hace
conocer sus flaquezas. Hay algunos que se aproximan a la verdadera
madurez. Pero ¿habrá alguien que la alcance por completo?
4.
La m adurez de la personalidad no guard a
necesariamente
rela-
cióncon la edad cronológica. Un niño de once años bien equilibrado,
«más
sensato de lo que corresponde a su edad» puede presentar
más
signos de madurez que muchos adultos centrados en
sí
mismos
y
neuróticos. Un estudiante universitario juicioso puede tener
más
m a
durez que su padre o que su abuelo. Claro estáque lo
más
frecuente
es que la experiencia y la continuada ocasiónde obstácuos y sufri
mientos que ha sido preciso superar confieran mayor madurez
a
m e
dida que jse progresa en eda d. Pe ro el paralelism o dista m uch o de
ser perfecto.
CRITERIOS
D E M A D U R E Z P R O P U E S T O S .
Una elegante definicióndice que una personalidad sana
domina
activamente
el ambiente, presenta una cierta
unidad y
posee la ca-
gacidad de percibir correctamente al mund o y a sí mismo. Una per
sona que ha alcanzado tal estado no pierde el contacto con la realidad,
no pide demasiado
a
lo s
demás
3
.
Esta
definición
es satisfactoria en
los aspectos que cubre.
Erikson nos ofrece una lista de criterios
más
completa. Este autor
especifica los atributos que deben alcanzarse normalmente en cada
períodode la vida:
L a c t a n t e : s e n t i d o báscod e c o n f i a n z a
P r i m e r a i n f a n c i a : s e n t i d o d e auonoma
Edad de l juego : sent ido de in i c ia t iva
E d a d e s c o l a r :
apicacón
yc a p a c i d a d
A d o l e s c e n c i a : i d e n t i d a d p e r s o n a l
J u v e n t u d : i n t i m i d a d
E d a d a d u l t a : g e n e r a t i v i d a d
E d a d m a d u r a : i n t e g r i d a d y aceptacón
3 . M A R I E J AHOD A ,
Toward a social psychology
of
mental health,
en M . J . E .
S E N N
dir.),
Symposium on the healthv personality,
Josiah M acy Jr. Fou ndation .
Nueva York 1950.
331
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Desarrollo de la personalidad
Erikson atribuye especial importancia al sentido de identidad,
cuya
formación
es un problema especialmente agudo en la adolescen-
J
cia. Sin un firme sentid o d e iden tidad
/.quién
soy yo?) no puede al-
^ can za r s e l a v e r d ad e r a m ad u r ez
4
.
Aunque en toda definiciónde salud, madurez o normalidad
psíquca
hay un juicio éticoo de valor, pueden sernos muy útilescomo
gua
y corrector de nuestro estudio las investigaciones clínicas y de labo
ratorio. Veamos un ejemplo.
Con referencia al concepto de
«normalidad»
el Centro
de Estudios eInvestigaciones sobre la Personalidad, de
la Universidad de California,
empeó
el
méodo
siguiente:
Miembros del profesorado de diversas secciones de la
universidad calificaron a estudiantes de la institucióna base
de una escala de nueve puntos para la evaluaciónde la
«soidez
onormalidad de la persona en sus diversos as
pecos»definida com o «el equ ilibrio y gr ad o de m ad ur ez
que muestra el individuo en sus relaciones con otras per
sonas»Se obtuvieron seis evaluaciones para cada uno
de los estudiantes y la fidelidad global era buena, con una
correlación de .68 entre las evaluaciones parciales, lo que
indica que este
méodo
es tan útil como las puntuaciones
corrientes. Un grupo de ochenta estudiantes, escogidos al
azar entre los evaluados, fue examinado intensivamente,
con
admnistración
de
tests,
duran te un
período
de dos
dascompletos, viviendo todos juntos. Los
psicóogos
que
los observaron
y
examinaron en estos dos
das
eran dis
tintos de los que
haban
administrado las primeras pruebas
e ignoraban las puntuaciones de «normalidad»que haban
obtenido en
aquélas Resutó
que
la correlación
entre
ambos exámenes fue de .41, que es significativa, pero en
modo alguno perfecta.
Lo que nos interesa aqu especialmente son las dife
rencias descubiertas entre los estudiantes considerados nor
males osanos y los considerados menos sanos.
En primer lugar, se encontraron, en conjunto, aprecia-
bles diferencias en el ambiente del hogar.
«En
general,
4 . E . H . E R I K S O N , Identity and the Ufe cycle: selected papers, «Psycho.
Issues,
Monogr»
n°
1
Int. U niv . Press, N ue va Y ork 1959).
332
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La personalidad madura
los sujetos con puntuaciones más altas habantenido un
desarrollo más regular, con menor frecuencia de enfer-
medades
o
t raumatismos importantes_en Ja^infancia. hg-
gares
más
estables y padres con maye* éxitôen la vida
y más res pet ab ilida d, qu e podanservir de patrónpara el
desarrollo del
muchacho»
Estas observaciones corroboran
nuestras conclusiones anteriores de que la seguridad y la
estabilidad en la infancia permiten formular un buen au
gurio sobre un continuado progreso en el desarrollo de la
personalidad. Sin embargo, hallaron los investigadores al-
gunas marcadas excepciones aesta regla, es decir, obser
varon diversos casos de jóvenes con personalidad muy
equilibrada que
haban
crecido en ambientes francamente
desfavorables. Estas excepciones nos enseñan que el se
creto de la madurez de la personalidad no consiste en
. habe r tenid o u na infancia fácil y suave. El secreto radica i
i cJL̂fiLJflPdode responder a los problemas planteados por I
) la vida». Un a infancia q ue tran scu rre en condiciones fa
vorables puede ayudar aque se dominen después los
problemas en que se
enconrará
el individuo, pero no lo
es todo.
Las principales diferencias halladas entre los estudiantes
con personalidad madura y los que tenanuna personali
dad menos madura (apreciada mediante tests, entrevistas
y evaluaciones) fueron cuatro:
1. Eficaz organización del trabajo dirigido a [os ob
jetivos. Lo s estudiantes con evaluaciones másaltas resul
ta ro n ser los más firmes, los más resis ten tes al
stress.
T e
nían másvitalid ad, era n más ad ap tab les y sabanutilizar
más recu rso s. E n los tests de percepcónpresentaban menos
fluctuaciones y errores visuales.
2. Correcta
percepción
de la realidad. Los sujetos
con puntuaciónal ta , no solamente mostraron mayor pre
cisión en los
tests
de
percepción
sino que
tenan
en general
mejor capacidad de juicio, un conocimiento de sí mismos
más
correcto
(self-insight)
y eran
más escépicos
respecto
a los acontecimientos «mlagrosos»
3. Carácter
e
integridad en el sentido ético. Se com
probóque los estudiantes con puntuaciónalta eran per-
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D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
sonas en las que poda con fiarse más, co n m ay or serie dad
y responsabilidad, más tolerantes. Los
«principios
inte
riormente
deermnados»
eran en ellos fuertes.
4 . Adaptación interpersonal
e
intrapersonal.
Los su
jetos de puntuaciónelevada eran menos defensivos, egos-
tas y desconfiados que los de
puntuación
baja. En general,
dicen de sí mi sm os qu e «se sienten felices la m ay or p ar te
del
tiempo»
Se observ an en ellos poco s indicios de ten
dencias anormales, neuróicas o de otra clase
5
.
E l
mérito
de este estudio consiste en permitirnos, en cierto grado
por lo menos, definir mediante algunos aspectos concretos y mensu
rables, los juicios sobre «normalidad»o «madurez» Aunque hay en
él algunas lagunas, presenta la gran ventaja de confirmar el juicio de
los profesores sobre la madurez con el análisis del laboratorio psico
lógico
En un estudio ulterior de Maslow se empeóun méodoalgo menos
objetivo, pero útil
6
. Este autor efecuóun
anáisis
intensivo de diver
sas personalidades, vivas unas e
hstóricas
otras, quedaran consideradas
maduras (o, como prefiere decir Maslow, «acuaizadorasde símis
mas» segúnjuicio de las personas corrientes. Se esforzóen excluir
a los individuos con fuertes tendencias neuróicas pero hallóque haba
pequeñas anormalidades incluso en las personas con más evidente
actualizaciónde símismas.
Resumiremos brevemente los atributos descubiertos por Maslow:
1.
Más eficiente
percepción
de la realidad
y
más
j d-
íes relaciones con ella.
Los sujetos estudiados, como los
estudiantes de mente madura de California, juzgaban de
las personas y las situaciones acertadamente. Quzáspor
esta razón, presentaban uniformem ente las características
de no sentirse amenazados y no tener miedo a lo desco
nocido. A diferencia de las personas inmaturas, no
senían
«unaterrible necesidad de certitud, seguridad, exactitud
y
orden»
2.
Aceptación
de sí mismo, de los
demás
y de la na-
5 . F . B A R R O N , Personal soundness in university gradúate students,
«Publi-
cations in Personality Assessment and Research» n° 1 Univ . ofCalifornia
Press,
Berkeley 1 9 5 4 ) .
6 . A . H . M A S L O W , Motivation and personality, Harper, N ue va York 1 9 5 4 .
334
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L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
turaleza.
Conocen bien aJos hombres y ala naturaleza
humana. Aceptan las necesidades
fisiológicas
y los proce
sos naturales sin
aversión ni
vergüenza
pero
también
aprecian las cualidades «eevadas» que completan la na
turaleza humana.
3. Espontaneidad. Maslow concede gran impo rtancia
a la capacidad de apreciar el arte, las oportunidades y la
aegría
de la vida, el sabor de la vida. Los que poseen una
personalidad madura no tienen el lastre de los convencio
nalismos ysaben ver las «experiencias culmnanes»d e
la vida.
4 Concentración en los problemas. Como en los estu
diantes de California con
puntuación
elevada, las personas
estudiadas por Maslow trabajan con eficacia y persistencia
en tareas objetivas. Pueden abstraerse en el estudio de un
problema sin preocuparse de sí mismas.
5 Independencia en las relaciones personales. Las
personas actualizadoras de sí mism as sienten la n ecesidad
de retiro, son autosuficientes. Sus relaciones con amigos
y familiares no son de tipo posesivo; no hay en ellas in
trusiónni aferramiento.
6. Independencia respecto ala cultura y el medio.
Estrechamente relacionada con la anterior, poseen la fa
cultad de aceptar o no los ídoloso modas dominantes en
el medio en que viven. El curso de su
evolución
no
está
fundamentalmente influido por halagos o críticas.
7. Apreciación
libre, no convertida en
rígida.
Tene
mos en esta característicaotro aspecto de la espontaneidad
y sentido de responsabilidad que presenta el sujeto frente
a experiencias nuevas.
8. Horizontes ilimitados. L a mayoríade estos sujetos
m uestra n más o menos
inerés
por la naturaleza últimade
la realidad. Maslow llama aesta característica «mstica»
u «oceánica» Es el factor religioso de la m adu rez .
9. Sentimiento social. Tienen un sentimiento
básico
de
«identificación
simpatía
v
afecto» a
pesar de los epi
sodios de ira o impaciencia que pueden presentar. La sim
patía por otras personas y su comprensiónparece ser uno
de los primeros signos de madurez.
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Desarrollo de la personalidad
10. Relaciones sociales profundas, pero selectivas. Co
mo complemento del at r ibuto de «independencia en las
relaciones
personaes»
hallamos que las personas actuali-
zadoras de sí mismas son capaces de relaciones personales
muy estrechas asociadas auna mayor o menor obl i tera-
ción
del
ego.
E l
círculo
de relaciones estrechas puede ser
reducido, pero incluso en las relaciones superficiales fuera
de esta
órbita
saben mantener un trato suave, con pocas
fricciones.
11 .
Estructura democráticadel carácter. ObservóM as
low que estos sujetos sienten
y
muestran generalmente
«respeopor todo ser humano precisamente porque es
un ser humano» Tambiénotras investigaciones revelan
que la tolerancia éncay religiosa se asocia a otras carac
terísticasde madurez
7
.
12. Certidumbre ética.
Ninguno de estos sujetos se
seníainseguro respecto ala diferencia entre lo justo y
lo injusto en la vida cotidiana. No confundíanel
fin
con
los medios y
tendían
firmemente
a
la
consecución
de los
fines considerados justos en sí.
13.
Hum or sin hostilidad.
Los juegos de palabras, los
chistes yel humor agresivo se hallan en estas personas
me nos frecuentem ente qu e «un hu m orism o
filosófico, que
sabe tener consideraciónpara con los
demás
que t iende
a gene rar la sonrisa más qu e la risa, qu e es
intrínseco
res
pecto ala
situación
más bien qu e añ ad id o a ella; esp on
táneono planeado. Es frecuente que no se preste ala
repetición»
14.
Creatividad.
Maslow destaca, como característica
global
típica,
un atributo que no falta nunca en estas per
sonas :
la creatividad. Su estilo de vida presenta, sin ex
cepción una cierta intensidad eindividualidad que da
carácera todo lo que hacen, sea un escrito o una compo
sición, la confecciónde calzado oel trabajo doméstico
No pretende Maslow que estos cri terios sean independientes unos
de otros. Evidentemente, no lo son, pero parecen emanar conjunta-
7. G.W.
A L L P O R T , The nature of prejudice,
Add ison-W esley, Cam bridge,
Mass . ,
1954, capít. 27.
336
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10/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
mente de la personalidad en los individuos con personalidad madura,
sana o normal, es decir, en las personas actualizadoras de sí misma s.
Un grupo de psiquiatras estaba charlando sin preocupaciones aca
démcas Alguien planteó la cuestiónde qué debaentenderse por
«saiud mental» Se.m encionaron num erosas cual idade s: buen hum or,
serenidad optimista, capacidad de disfrutar con el trabajo, capacidad
de disfrutar con el juego, capacidad de amar, capacidad de consecu
ciónde objetivos, ausencia de exceso en la manifestaciónde las emo-
.cjones,
conocimiento de sí mismo, adecuada reaccióna las situaciones,
responsabilidad social. Tengamos en cuenta que tales atributos fueron
mencionados por psiquiatras, acostumbrados atratar con personas
mentalmente enfermas. Pero precisamente es interesante esta l ista por
basarse en la experiencia profesional con personalidades no sanas.
Sin embargo, es lo cierto que las personalidades sanas no siempre
son tan felices
y
exentas de conflictos como parece deducirse de
la lista de los psiquiatras. Aceptar el sufrimiento, la culpabilidad y la
muerte y comportarse serenamente asu respecto forma parte de lo
que requiere la naturaleza humana. Shoben intenta derivar los crite
rios de normalidad de las cualidades esenciales del ser humano (tales
como el largo periodo de dependencia en las primeras edades de la
vida y la capacidad de operar con símbolos). Es te méodo de estudio
le conduce a destacar en la madurez el aspecto de seriedad. Para este
autor, normalidad significa «autodomnio responsabilidad, ̂ perso nal,
responsabilidad social,
inerés
social democrático ideales»
8
.
También los criterios propuestos por los existencialistas destacan
el aspecto serio de la madurez. Comprenden el sentido de la signifi
cación y la responsabilidad, la acepacióny «la valentíade
ser».
Las guerras del siglo xx, con la miseria que acarrearon, han pola
rizado la atenciónen el sentimiento humano. Parten del sufrimiento
dos caminos. Conduce el uno a la destrucciónde la personalidad; lleva
el otro a su consolidación Los t raumatismos físicos, las enfermedades,
la cárcel y el lavad o de cer ebro pro duce n frecuentemente un colap so
permanente y la desesperacón Pero otras veces estos mismos agentes
8. E .J .
S H O B E N ,
Jr.,
Toward aconcept of the norm al personality, «Amer
Psychoogst»
12 195 7) 183-1 89. Cf.,
además
P. H A L M O S ,
Towards a measure
of man: the frontiers of normal adjnstment,
Rout l edge and Kegan Paul , L on
dres 1957.
9. P. T I L L I C H , The courage tobe , Yal e Uni v . Press , New Haven, Conn. .
1952.
V .
F R A N K L . From death camp toexistentialism,
Beac on, Boston 1959.
Véase además
T.A. K O T C H E N ,
Existential mental health: an emp irical approach,
«J. indiv. Psycho»16 1960) 174-181.
337
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D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
i son causa de una m ayor firmeza, riqueza y fuerza del alma. A un qu e
nadie busca el sufrimiento ni lo desea para sus hijos, es dudoso que
una vida de comodidades pueda conducir a la madurez
10
.
Todos los criterios indicados se refieren a un tipo ideal, raramente
(o nunca) alcanzado por un individuo concreto. En la más firme de
las personalidades pueden hallarse puntos
débles
o momentos de re
gresión; la norma lidad depe nde en gran pa rte del apoyo de l medio.
De todos modos, es evidente que unas personas, a pesar de las circuns
tancias desfavorables en que pueden encontrarse, se mantienen
más
próxmas a
este ideal que otras.
Emprenderemos ahora la tarea de resumir de acuerdo con nuestro
punto de vista los criterios de madurez que acabamos de examinar.
Es arbitrario fijar su número en seis, pero la l ista que presentamos
parece un térmnomedio razonable, para nuestro propósito entre las
distinciones demasiado finas y las poco precisas.
EXTENSÓND E L S E N T I D O D E S Í M I S M O .
El sentido de sí mism o se forma grad ualm ente en la infancia y no
s e j i a com pletado a. la edad de t res años ni tamp oco
a
la de diez.
Coninúa exendéndosea compásde la experiencia amedida que
se hace mayor el círculode participacióndel individuo. Como señala
Erikson, la adolescencia es una épocaespecialmente crítica. E n su.
lucha contra la «difusiónde la identidad» el mu chac ho quie re saber
quién es él. ¿Qué hechos, experiencias y papeles corresponden asu
proprium? ¿Cuáles son periféricoso no adecuados a su estilo de vida?
L os
amoros
transitorios del adolescente ilustran este punto. El
amorío
focaliza impulsos poderosos, pero discordantes: tonicidad sexual,
tendencias asertivas y sumisivas, ambiciones, intereses estéicos senti
miento familiar, incluso emociónreligiosa. Pero lo importante es que
esta íntimaoleada establece una conexónentre el individuo votra
persona, extendiendo
rápdamene
los límtesdel sí mism o. E l bien
de otra persona es tan importante para el sujeto como el bien pro
pio; mejor: el bien de la otra persona es idéntico con el bien propio.
Pero no es solamente el amor de adolescente lo que
amplía
la in-
10. N os presenta vivame nte este hec ho una
biografía
de Edward Sheldon,
escrita por E. B A R N E S con el título
The man who lived twice,
Scribner, Nueva
York 1956. Explica cómoShelton, el autor teatral , con una
paráisis artrítica
total
y
ceguera, se sobrepuso
a
esta situacón
y
se
convrtió
en el amigo
y
el
consuelo de muchos camaradas.
338
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L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
dividualidad. Se incorporan en el sentido del
sí
mismo nuevas ambi
ciones, nuevas, pertenenc ias .a .g ru p o s, nuevas ideas, nuevos am igos,
nuevos recreos y aficiones y, sobre todo, la
vocación
de cada individuo.
Son factores nuevos en la identidad propia.
Es necesario aplicar
aqu
el concepto de la
auonoma
funcional
capítulo
x). Pa ra la person a ma du ra, la vida es algo más que la co
mid a, la bebida, la seguridad y la sexualidad ; es más de lo qu e pu ede
explicarse, directa o indirectamente, por la reducciónde las tensiones.
Si no se desarrollan en una persona intereses
«fuera
de ella
msma»
(au nq ue fo rm an do pa rte de l sí m ism o), vive en un nivel más
próximo
al animal que al humano. Hablamos, claro
está
de
auonoma
fun
cional del
proprium,
no de la
auonoma
meramente perseverativa.
Consderémoso
de otro modo. El cr i ter io de madurez que exami
namos ahora requiere la
auénicaparticipación
de la persona en
algunas esferas significativas de la actividad humana. Ser
partícipe
no
es lo mismo que ser meramente
activo.
C o n s i d e r e m o s , p o r e j e m p l o , e l c a s o d e l c i u d a d a n o S a m , q u e v i v e
y
se
a g i t a e n l a g r a n m a q u i n a r i a q u e e s l a c i u d a d d e N u e v a Y o r k . S u s h o r a s d e
i n c o n s c i e n c i a , d e s u e ñ o , l a s p a s a e n agúnp u n t o d e l B r o n x . S e d e s p i e r t a
p o r l a m a ñ a n a
y
c o g e l a b o t e l l a d e l e c h e q u e l e h a d e j a d o a n t e l a p u e r t a
u n e m p l e a d o d e u n a g r a n e m p r e s a d e v e n t a
y
r e p a r t o d e p r o d u c t o s lác-
t e o s .
N o p i e n s a c o n s c i e n t e m e n t e e n l o s e m p l e a d o s d e e s t a e m p r e s a , d e
t a n v i t a l i m p o r t a n c i a p a r a s u s a l u d .
Después
d e s a l u d a r a p r e s u r a d a m e n t e
a l a p a t r o n a , c o r r e
a
s u m e r g i r s e e n e l v a s t o s i s t e m a d e t r a n s p o r t e s
pú-
b l i c o s d e l a c i u d a d , d e c u y o s m i s t e r i o s o s m e c a n i s m o s n a d a s a b e . E n l a
fábrica,
s e c o n v i e r t e e n u n a p i e z a d e u n a m a q u i n a r i a q u e e s c a p a
a
s u
comprensónP a r a
él,
c o m o p a r a s u s c o m p a ñ e r o s d e t r a b a j o , l a e m p r e s a
e n l a q u e
está
e m p l e a d o e s u n a
abstraccón
D e s e m p e ñ a u n p a p e l p u r a
m e n t e mcáncoen l a «creacónd e
excedenes»
s ea l o qu e fuer e ta l co sa )
y a u n q u e
é
n o los e p a , su c o n t i n u a a c t i v i d a d e n lam a q u i n a r i a
está
r e g u l a d a p o r l a «eyde l a o f er ta yla demanda»la «dsponblidadd e
p r i m e r a s
materias»
y «la ta sa de interés prevaecente»A l a s e m a n a s i g u i e n
t e ,
s i n que
é
s e e n t e r e , l e i m p o n e n u n a contribucónpara e l
«excedene
e n e l m e r c a d o d e l
trabajo».
U n ag en te o fi c i a l l e co br a l a cu ota , s in q ue
él se p a p o r qué. A mdodae n g u l l e l a c o m i d a q u e p r e p a r a ys i r v e a u t o
mácamneu n a m o n s t r u o s a organzacóne n l a q u e tambén
é
e s e n g u
l l i do auomáicamne Despuésd e v o l v e r at rabajar por l a tarde , entra
e n u n c i n e e n b u s c a d e u n a d e l a s p r o d u c c i o n e s p a r a s o ñ a r s i n d o r m i r
q u e f a b r i c a n e n s e r i e e n H o l l y w o o d , c o n e l o b j e t o d e d a r d e s c a n s o
a
s u
m e n t e , q u e n o h a r e a l i z a d o n i n g u n a l a b o r
útil,
p e r o
está
s o m e t i d a auna
g r a n
tensión
F i n a l m e n t e , e n t r a e n u n b a r
y
p i d e l o s p r o d u c t o s q u e s e
a n u n c i a n , vctimai n c o n s c i e n t e d e l c i c l o p u b l i c i t a r i o .
339
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
13/40
D e s a r r o l l o de lap e r s o n a l i d a d
Sam
h a desplegado m ucha actividad durante todo
el da
una tre
menda actividad, desempeñando el papel que le corresponde en diversas
áreas
deactividad impersonal. Ha pasado por varios mecanismos, ha
entrado en
relación
auomáca
con entidades que son
«personas
jurídicas»
pero no personas de carne y hueso. Las personas físicasjunto alas cuales
se hahallado eran, como émismo, piezas insertadas ensistemas de
transmsión demasiado cansadas p ara darse cuenta plenamente de lo
que estaban haciendo. Sam estáimplicado endiversas actividades du
rante todo el
da
pero ¿puede decirse que ha participado en ellas en el
sentido psicológco? Esáimplicado enciclos diversos, pero su yo no
está implicado
11
.
¿Qué es, exactamente, lo que no va bien en Sam? No ha extendido
su sentido de sí mismo aninguna área significativa de la vida. Como
ocurre con todos nosotros, entra en contacto con muchas esferas de
la act ividad humana: económca educativa, recreativa, política, do
méstica
y religiosa. Sam se relaciona con todas estas esferas superfi
cialmente, pero no incorpora ninguna de ellas en sí mismo.
Probablemente, sería pedir demasiado pretender que unindivi
duo,
aunque posea una personalidad madura, se interese apasionada
mente por todas estas esferas de actividad. Pero si no se desarrollan
intereses
auónomosen
algunas
de
estas
áreas
si
nuestro trabajo,
nuestros estudios yaficiones, nuestra familia ynuestra relacióncon
la
política
y la religiónno entran en laesfera del proprium, no po
demos decir que somos personalidades maduras.
Una
auénica
participación dji una dirección
a
lavida. La ma
durez progresa en la proporciónen que nuestras vidas dejan de estar
centradas en la inmediata proximidad del cuerpo y en el yo. El amor
a símismo es un factor preeminente eineludible, pero no es nece
sario que sea dominante. Todos tienen amor
a sí
mismos, pero
única-
mente ja exensióndel sí mismo es signo de madurez.
RELAaÓN̂ EMQCJWAL..CON
O T R A S P E R S O N A S .
La
adapacón
social de lapersonal idad madura sedenota por
dos_diferentes clases de
relación
emocional. En virtud de la
exensión
de sí mism o, tal persona es capa z d e un a gran /intimidad ? en su capa
cidad de amar, ya sea en la vida familiar, ya en una profunda amistad.
Por otra parte, huye de la murmuraciónv se abstiene de intromisiones
1 1 .
G . W . A L L P O R T , The
psychology ofparti'cipation,
en
Personality
and
social encounter,
B eacon , B os ton
1 9 6 0 , capít.
1 2 .
340
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
14/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
y de todo intento de dominar a los
demás
incluso dentro de su propia
familia. Tiene en sus relaciones un cierto desprendimiento que
le
hace respetar y apreciar la
condición
humana en todos los hombres.
Este tipo de
relación
emocional puede muy bien llamarse
¡simpatía
n
.¡
La intimidad yla simpatíarequieren que el sujeto no sea una
carga oun estorbo para los
demás
ni les impida la libertad en la
búsquedade su identidad. Las constantes quejas y críticas, los celos
y los sarcasmos acúancomo tóxicosen las relaciones sociales. A una
mujer de marcada madurez le preguntaron cuál era a su juicio la regla
másimportante de la vida. Respondó«No em pon zoñ éis el aire qu e
otros han de respirar.»
El_respeto
a_
las personas com o tales personas se alcanza med ian-
te la exensiónimaginaria de las duras experiencias de la vida. Acaba
uno dándose cuenta de que todos los mortales se hallan en la misma
situaciónhumana. Vienen los hombres al mundo sin haberlo pedido;
se les impone el irresistible instinto de supervivencia; se ven asal
tados por impulsos ypasiones; encuentran fracasos ysufrimientos,
pero van siguiendo su camino de un modo u otro. Nadie conoce con
seguridad la
significación
de la vida; todos avanzan hacia un destino
desconocido y envejecen mientras lo hacen. Toda vida se halla conte
nida entre dos límtesdesconocidos. No es de extrañar que exclamase
el poeta:
«Aabemos
al Señor por cada
partícula
de
compasión
hu
mana»
Es oportuno consignar aqu dos ^ignos de m adure z frecuentemente
señalados: la tolerancia
y
la «estructura democráticadel carácter»
Las personas inmaturas, por el contrario, parecen creer que solamente
ellas tienen las típicasexperiencias humanas de pasión miedo y pre
ferencia. Al inmaturo solamente le importan
él
mismo
y
lo que es
de él. Su iglesia, su cas a, su fam ilia y su
nación
forman un firme bloque;
todo lo
demás
es ajeno, peligroso, excluido de su mezquina fórmula
de supervivencia.
Debemos decir algo
más
sobre los afectos personales
más
profun
dos. Puede afirmarse sin temor aequivocarse que nadie, maduro o
inmaturo, puede amar o ser amado suficientemente. Pero parece que las
personas menos maduras másquieren recibir amor que darlo. Cuando
el inmaturo da amor, lo hace por lo general en los
térmnos
que le con
vienen; no lo hace sin condiciones y el otro ha de pagar por el pri-
1 2 . En el original ingéseompassion No ta del Tr.) .
341
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
15/40
Desarrollo de la personalidad
vilegio. El amor posesivo y paralizante para el amado (como el que
muchos padres imponen a sus hijos) es muy corriente, pero no es bue
no para el que lo da ni para el que lo recibe. Es muy duro para los
padres (o para el esposo, la esposa, el novio, la novia o el amigo) apren
der adesear la compañía del amado y quererle bien acepándoo al
propio tiempo tal como es, sin ligarlo con
rígidos
lazos u obligaciones.
«Genitalidad». Algunos psicoanalistas acostumbran a equiparar la
madurez con lo que llaman «genitalidad» El sexo es un tema tan
dominante en la
mayoría
de vidas que
fácilmente
se comprende que
muchos teorizantes sostengan la tesis de que le consecuciónde una
completa
satisfacción
sexual
orgástica
es un importante signo de
madurez. Afirman que el libre ejercicio de la
función
sexual es la me
jor medida de la capacidad individual de superar las fuerzas repre
sivas de la sociedad y la presiónde las fijaciones sexuales infantiles.
Pero como los raptores
y
los que tienen perversiones sexuales son
capaces de experimentar una satisfacción orgásticacompleta, se hizo
necesario modificar este criterio limitando la
satisfacción
sexual pro
pia de la madurez ala experimentada «conuna persona amada de
sexo
opuesto»
Erikson establece esta tesis en la forma siguiente:
Los psicoanalistas han señalado la
genitalidad
como uno de los prin-'
cipales signos de una personalidad sana. La genitalidad es la capacidad
potencial de desarrollar potencia
orgástica
en
relación
con una persona
amada de sexo opuesto.
«Poencia orgástica»
no significa aqu descargar
los productos sexuales en el sentido de «vas de salida»(Kinsey), sino
la comunidad heterosexual, con plena sensibilidad genital y una descarga
de tensiónglobal, de todo el organismo... Su idea es, evidentemente, la de
que la comunidad de climax del orgasmo nos da el mejor ejemplo de la
mutua
regulación
de complicados patrones de
acción
que apacigua
la hostilidad generada en la continuada oposiciónde lo masculino y lo
femenino, de la realidad y la fanasía del amor y el odio, del trabajo
y el juego. Las relaciones sexuales satisfactorias hacen que lo sexual sea
menos obsesivo y convierten en superfluo el control sadista
13
.
El argumento es persuasivo, pero no por ello dejamos de darnos
cuenta de la existencia de excepciones. No se ha demostrado que un
individuo genitalmente maduro sea normal en todas las áreas de la
vida. Tampoco se ve claro que el impulso sexual
esté
tan estrecha-
1 3 .
E . H . E R I K S O N ,
Growth and crises of the healthy personality,
en
Identity
and the Ufe cycle: selected papers, «Psychoogca Issues»monogr .
n°
1 Inter
nat ional Universi t ies Press , Nueva York 1959 ,
pág
9 6 . C on
autorización
de los
editores.
34
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
16/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
mente ligado a todas las regiones de la personalidad como
requeriría
la teoría. Te nem os, finalmente, los innum erable s c asos de solteros y
solteras y aun personas con aberraciones sexuales cuyas obras y con
ducta son tan eminentes que no podemos considerarlas
«inmaturas»
¿Qué concluimos de todo ello? Parece justificado admitir que en
muchos indiyiduosJa_madurez genital se asocia a la madurez personal
general, Pero, posiblemente, no puede afirmarse que las personas ma
duras no experimentan frustraciones y desviaciones en su comporta-
miento relativo alos impulsos, incluyendo los ramificados impulsos
de la sexualidad. La dificultad deriva del intento de identificar la
moivación
adulta casi exclusivamente con el impulso sexual. Recono
cemos que tan importante impulsa regido por el individuo de un modo
maduro, puede armonizar bien con la madurez general y reforzarla,
pero no_esá justificado reducir todo el problema de la madurez a la
genitalidad.
SEGURIDAD E M O C I O N A L ACEPTACIÓN D E J S Í M I S M O ) .
Fácilmente observamos la diferencia que existe entre la persona
con equilibrio emocional y la que es emocionalmente exaltada y pre
senta accesos de ira ode apasionamiento. Incluimos en el segundo
grupo
a
lo s
alcohólicos
y
a
los que tienen arrebatos de blasfemia y
obscenidad. Los egotistas, los que se abandonan
a
sus pasiones, los
«infantiles» no han pasad o con éxitopor las fases de desarrollo
normales.
Todavía
se hallan preocupados con algunos fragmentos de
su experiencia emocional.
Muchos autores hablan de aceptaciónde sí mismo. Esta caracte
rística,
.dejnra dure z incluye la cap acid ad de evitar reacciones excesi
vas frente acosas correspondientes aimpulsos segmentarios. El ih~
diyiduo maduro acepta su impulso sexual y se esfuerza cuanto puede
en comportarse respecto al mismo de modo que se origine el
mnimo
de
conflicto consigo mismo y con la sociedad. No busca constantemente
lo libidinoso, pero tampoco es mojigato ni deprimido. Todos tenemos
miedo de algunas cosas, de la muerte v de peligros inmediatos, pero.
en general, el individuo hace frente
a
estos temores con
acepación
Si no ocurre
así,
se forma una
preocupación
neurótica,
que puede ser,
por ejemplo, de cuchillos
y
otros instrumentos cortantes, de puntos
elevados, de alimentos salubres
o
insalubres, de medicina, etc., con
supersticiones y rituales protectivos.
343
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
17/40
D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
Es especialmente importante lacualidad llamada «tolerancia a
la frustración» Cada
día
se producen cosas que irritan o
contrarían.
El adulto inmaturo, como el niño, reacciona alos contratiempos con
accesos de mal humor o
irritación;
se queja, culpa aotras personas,
se compadece a sí mism o. E n ca mb io, el individuo m adu ro tolera la
frustración. Si ha habido falta
o
error en
él,
sabe a ceptar este hecho
(¿iend^LjyjjíropunjUvo»). Espera unmomento oportuno, busca un
medio de sortear el
obstáculo y
en caso necesario se resigna
a
lo
inevitable. No es cierto que el individuo maduro esté siempre tran
quilo,
sereno
y
de buen humor, pero sus fases de mal humor son
transitorias. Hasta es posible que sea por temperamento pesimista y
deprimido. Pero ha aprendido a vivir sus estados emocionales de modo
que no le conduzcan
a
actos impulsivos ni perjudiquen jel bienestar
de otras personas.
Probablemente, no podríacomportarse de este modo si no hubiese
desarrollado un continuo sentido de seguridad en su vida. Las expe
riencias de
«confianza básica»
en
la
primera infancia tienen^algo
que ver con este desarrollo, Y en fases ulteriores ha aprendido más
o menos que no todo alfilerazo contra su orgullo es una herida mor
tal y que n o to do tem or es confirm ado po r un d esastre. Al_ expa nsio-
narse^jel sentido de
sí
mismo, se asumen .nuevos riesgos y nuevas posi-
bilidades de fracaso. Pero el individuo maduro considera tales inse
guridades con un sentido de la
proporción.
Aprende
a
ser cauto sin
dejarse dominar por el pánico E[ dominio de sí m ism o es reflejo del
sentido de la proporción. El sujeto m ad uro expresa sus opiniones y
sus sentimientos guardando
consideración
a las opiniones y los senti
mientos de los demás No se siente amenazado por sus propias ex
presiones emocionales o por las de otras personas. Este sentido de la
proporción no es un atributo aislado de la personalidad. Se forma
porque el modo de ver las cosas es ordinariamente de tipo
realístico
y porque el sujeto posee valores integrativos que rigen y encauzan los
impulsos emocionales .
PERCEPCIÓN R E A L Í S T IC A , A I T I H nis v T A R E A S .
Como se ha visto en
el
capítulo
precedente, el pensamiento es
parte integrante de la personalidad. Podramos decir que la vida de
los sentimientos ylas emociones es la urdimbre y los procesos men
tales elevados la trama.
344
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
18/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
También
hemos visto que en la personalidad sana, las percepcio-
nes _y los co nocim ientos cotidia nos se ca rac ter iza n. en „conjuntopor
la eficacia y la exactitud (pág. 322-3 34). L a per so na sana posee dis
posiciones
(sets)
que conducen a la verdad en mayor grado que en las
personas; inmaturas. El individuo maduro no tuerce la realidad para
acomodarla a las necesidades y las
fanasías
del sujeto.
¿Significa esto que nadie puede tener una mente sana y madura
sin un elevado cociente intelectual? Hay en esta afirmaciónuna parte
de verdad, pero es peligrosa.
- Se
requiere, evidentemente, un mni
mo de memoria, de capacidad verbal
simbólica)
y de capacidad general
de
solución
de problemas. Ser maduro implica la
posesión
de estas
capacidades intelectuales
básicas
Pero la
ecuación
no es reversible.
Son muchas las personas con una elevada inteligencia a las que falta
el equilibrio emocional
y
la
organización
intelectual que constituye
una personalidad madura.
E l
psicólogo
Terman estudióun grupo de niños super-
dotados cuyas puntuaciones en los
tests
de inteligencia eran
tan altas que cada uno de ellos era literalmente
«uno
en
tre ml». No solamente era grande su
doación
intelectual,
sino que, considerados en grupo,
posean
ventajosas con
diciones de salud, aspecto físico sociales y económcas
Examnándolos
veinticinco años después se
halló
que
las anormalidades en la organizaciónde la personalidad
no eran menos numerosas que en la
población
en general
del mismo grupo de edad. La proporciónde psicosis y de
alcoholismo era igual a la que presentaban los individuos
de la misma edad en el conjunto de la población Se obser
varon casos de mala adapación incluso graves, pero es
difícil
comparar su exensióncon la existente en la pobla
ción en general. Es cierto que en muchos de ellos se haba
realizado lo que prometíane n s u n i ñ e z P e r o , e n c o n
junto, preciso es admitir que una inteligencia excepcional
no garantiza por
sí
sola la m adu rez.
No solamente son más verídcas las percepciones y las operaciones
cognitivas exactas y realísticas, sino 4que el individuo maduro posee
1 4 . L . M . T E RM A N yM I L I T A H . O D E N ,
Genetic studies
of
genius:
ív
The
gifted child grows up, Stanford Univ. Press, Stanford, Calif., 1 9 4 7 .
345
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
19/40
D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
apti tudes apropiadas para la soluciónde los problemas objetivos.
Una persona, normal en otros aspectos, que no sabe conducirse acer
tadamente en su
profesión
(intelectual
o mecánica
de am a de casa
o de cualquier otra clase) no tiene la seguridad ni los medios que
requiere la madurez para la
exensión
de
sí
misma. Au nque vemos
frecuentemente personas hábilesque son inmaturas , no vemos nunca
personas maduras que no posean apti tudes orientadas
a
la
solución
de los problemas ante los que se encuentran.
Junto con la
percepción verídica
y la aptitud, debemos situar la
capacidad de perderse a sí mism o en la
realización
del trabajo. Ha
llamos consignada esta
condición
en Freud, en Maslow
y
en los
investigadores de California. La persona madura se centra en el
problema. Le gusta trabajar objetivamente. Significa esto que es capaz
de olvidar los impulsos egostasde la satisfacciónde los instintos,
el placer, el orgullo y la defensa durante largos períodos de t iempo
mientras
está
absorta en su tarea. Este criterio puede relacionarse
con el objetivo de «responsabhdad» en el que insisten los existen-
cia listas . Én el espíritudel existencialismo se hallaba Harvey Cushing,
el cirujano del cerebro, cuando dijo: «El
único
modo de soportar la
vida es tener una tarea por
completar.»
Una persona madura estáen estrecho contacto con lo que lla
mamos-«dm u n d o
real».
Ve los objetos, las personas y las situaciones
tales como son. Y tiene ante sí una imp ortante tarea.
Añadiremos algunas palabras sobre la «madurez económca»
Para la mayor parte de las personas, la lucha para ganarse la vida, para
ser solvente, para hacer frente a la dura competición económca es el
mayor requerimiento que encuentran en la vida. Exige muchos es
fuerzos yorigina amenudo crisis peores que las del sexo y de la
identidad consigo mismo. No siempre los estudiantes de universidades
y escuelas superiores se dan completa cuenta del porfiado combate
qu e deberánl ibrar para ganar dinero. Los jóvenes, antes d e entra r
en esta dura
competición
parecen a veces relajados e incluso serenos.
Pero poder sustentarse a sí mismo y a una familia a un nivel de vida
que aumenta constantemente es una empresa terrible. Hacer frente
a
esta difícil tarea sin ser dominado por el miedo, sin sentirse des
graciado y sin caer en una conducta defensiva
s
hostil y autoengaña-
do ra es un o de los más du ros
tests
de madurez.
346
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
20/40
La personalidad madura
AUTOOBJETIVACIÓN: C O N O C I M I E N T O D E S Í M I S M O Y S E N T I D O D E L H U M O R .
Deca
Sócraes
que hay en la vida una regla fundamental:
conócete
a ti mismo.
Pero no es tarea
fácil.
Santayana
escribió: «Nada
hay
que requiera tanto herosmo intelectual como ver escrita la
ecuacón
de uno msmo»Lord Chesterfield estaba quizádemasiado satisfecho de
su personalidad cuando escriba a su hi jo : «Me con ozc o a mí m ism o,
lo que pue do aseg urarte que no es corriente. Sé lo que pue do hacer
y lo que no puedo hacer y, por consiguiente, sé lo que debo hacer.»
Son muchos los que piensan que tienen un buen conocimiento de
sí mismos. En diversos cursos de filosofía se ha comp robad o que e l 96 %
de los estudiantes afirman poseer un conocimiento de sí mismo igual
o superior al térmnomedio. Solamente el 4 % admiten una posible de
ficiencia. Como la parte de nuestro tiempo que dedicamos
a
pensar
en nosotros mismos es muy grande, es confortador suponer que nues
tro pensamiento es verídico que conocemos verdaderamente e l tema.
E l
térmno
inglés insight o self-insight (conocimiento profundo de
sjLmismo) procede de la psiquiatría. Se dice que un paciente m ental
tiene
insight
(se da cuenta de la situación) cuando sabe que es él (no
otra persona) quien sufre
desorientación.
Extendiend o su em pleo
a
la poblaciónnorm al, diremos, qu e el conocim iento d e sí mismo es
una magnitud o escala etLJajjue; las^djyersas r^s^ma£ ocup^r¿_posj-
c iones que van desde un gran con ocim iento de sí mism o a uo_ci no-
cimiento muy escaso o nulo.
Son muy interesantes a este respecto las autobiografías.
Algunos escritores creen que tienen el deber de recono
cer sus defectos; lo consideran una virtud. Escriben sus
confesiones «objetivamente» pa ra qu e todo s las lean. Sin
embargo, es muy probable que reserven algunos taber
nácuossecretos en los que nadie puede penetrar, ni tan
sólo
ellos mismos. Hay en la vida algunos episodios de
bajeza
o vergüenza
q u e
sería
demasiado humillante des
cubrir o, simplemente, contemplar interiormente. Muchas
auobografías
no son otra cosa que elaboradas autojus-
tificaciones
15
.
1 5 .
Este prob lema se estudia
má
ampliamente en
G . W . A L L P O R T , The
use of personal docum enls in psychological science, Soc. Sci. Res. Cou ncil , Bull .
n.° 4 9 , N uev a Yor k 1942.
347
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
21/40
D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
¿En
qué
se basa el
psicólogo
para decir que un individuo tiene
o
no conocimiento de
sí
mism o? Se ha dicho qu e todo_ individuo es de
tres modos:
1. " tal como realm ente es,
2. ° tal com o
él
cree qu e es,
3. ° tal com o los otros cree n qu e es.
Idealmente, el conocimiento de símismo se mediríapor la rela
ción
entre el segundo y el primero, es decir, por lo que el hombre
cree que es en
relación
con lo que realmente es. Esto nos
daría
una
perfecta definición e
índice
del insight. Pero en la
práctica
es
difícil
obtener pruebas positivas de lo que un hombre es en el sentido bio-
físico Po r c onsiguiente, en definitiva, el índice másutilizable es la
relación
entre el segundo punto y el tercero, es decir, la
relación
entre
lo que un hombre cree que es y lo que los otros (especialmente el
psicólogo
que lo estudia) creen que es. Si el hombre objeta que todos
los demás (incluyendo al psicólogo)se equivocan, nada puede argürse
en contra de esta
opinión.
L a evaluacióndel conocimiento de
sí
mis
m o, en tal caso, no es asequible al hombre.
L os
psicóogos
saben que existen ciertas correlaciones referentes
al conocimiento de
sí
mismo o
insight.
Se sabe, por ejemplo, que las
personas conocedoras de sus cualidades desfavorables son menos pro
pensas a proyectarlas en otras personas que los individuos desconoce
dores de su existencia en ellos
16
.
Además
las personas con un buen
conocimiento de
sí
mismas son mejores jueces de otros individuos y
es
más
probab le que sean aceptadas po r e l l o s S e ha comprobado
que los individuos que tienen un buen conocimiento de sí mismos son
por
térmno
medio bastante inteligentes
18
. Recordemos que los estu
diantes que fueron evaluados como
«normaes» tenan
un buen cono
cimiento de
sí
mismos.
entido del humor. La másdestacada correlacióndel conocimiento
de
sí
mism o es tal vez el sentido del hum or. E n una
investigación
no
publicada en la que los sujetos se evaluaron unos a otros respecto
a
1 6 . R.R. S E A R S ,
Experimental studies
of
projection:
i.
The attribution of
traits,
«J.
soc .
Psycho»
7 1 9 3 6 ) 1 5 1 - 1 6 3 .
1 7 . R . D . N O R M A N ,
The interrelationships among acceptance-rejection
self-
other identity, insight into self and realistic
percepción of
others,
«Jsoc
Psycho»3 7 1 9 5 3 ) 2 0 5 - 2 3 5 .
1 8 . P.E. V E R N O N . Some characteristics
of
the good judge
of
personality,
«J. soc .
Psycho»
4 1 9 3 3 ) 4 2 - 5 8 .
348
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
22/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
un gran númerode características la correlaciónentre las evalua
ciones del conocimiento de sí mismo y las del sentido del h um or re
sultó
ser de 88. Ta n elevad o coeficiente significa qu e las perso nali
dades con un buen conocimiento de sí mismas poseen tambiénun
elevado sentido del humor o que los evaluadores no sabandistinguir
entre ambas cualidades.
En todo caso, el resultado es importante.
La personalidad de Sócraesnos muestra la estrecha
asocacón
de ambas características.Nos dice la leyenda
que en una
represenacón
d e
Las Nubes,
de
ARISTÓFANES
permanecó
Sócraes
de pie
a
finde que los divertidos
espectadores pudiesen comparar su rostro con la máscara
qu e
preenda
ridiculizarlo. Poseyendo un buen insight,
fue capaz de contemplar la caricatura de un modo objetivo,
contr ibuyendo a la broma
riéndose
de sí mismo .
¿E n
qué
consiste el sentido del hum or? El jtpvelista M eredith
dice que es la capacidad de
rerse
de lo que uno ama (incluyendo, na-
tura im ente , al̂ pro pio sujeto y atodo lo que le pertenece). El ver
dadero humorista percibe en cualquier acontecimiento
el
co ntraste
entre lo que se preenda alcanzar y lo que ha resultado.
EJ sentido del humor debe distinguirse netamente del mero sentido
de lo
cómco
Este últimolo posee casi todo el mundo, tanto los
niños como los adultos. Lo que se considera corrientemente cómco
(en la escena, en las historietas ilustradas, en la televisión), consiste
por lo general en absurdos, juegos de palabras o broma gruesa. En
su
mayoría,
se basa en ridiculizar a alguien. E l im pulso agresivo
está
muy poco disimulado.
Aristóteles,
Ho bbe s y otros autores han visto
en este «súbito
ensazameno»
del propio yo el secreto de toda risa.
Relacionado con lo cómcoagresivo (que ridiculiza
a
otros), hay la
risa provocada por las historietas «subdasde
tono»
que parece debida
a la liberaciónde las prohibiciones. Los instintos agresivo y sexual
se hallan, al parecer, en la base de gran parte de lo que se considera
cómco
El niño pequeño tiene un agudo sentido de lo
cómco
pero rara
mente o nunca se ríede sí mism o. Incluso en la ado lescencia, es más
fácil
que los defectos exciten en el muchacho dolor que risa. Se ha
comprobado que las personas menos inteligentes, que tienen bajos
349
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
23/40
D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
valores
estéicos
y
teóricos,
prefieren lo
cómco
y carecen del sentido
del humor basado en las relaciones reales de la vida
19
.
L a
razón
de que el conocimiento de sí mismo y el sentido del hu
mor se presenten asociados consiste probablemente en que se trata
en_el fondo de un mismo
fenómeno
que es la
autoobjetivaeión.
El_
hombre que tiene un gran sentido de la
proporción
relativamente a sus
cualidades y asus más apreciados valores es capaz de percibir sus ¡
incongruencias y absurdidades en ciertas situaciones.
Al igual que vimos
ocurría
con el
insight,
casi todo el
mundo afirma que posee un notable sentido del humor.
Los mismos estudiantes que
habían
evaluado su conoci
miento de sí mismos en comparacióncon el térmnomedio
de las personas fueron interrogados sobre la evaluaciónde
su sentido del humor. Noventa y cuatro por ciento res
pondieron que era tan bueno o mejor que el promedio.
STEPHEN LEACOCK ha observado el mismo hecho. En
My Discovery of England escribe: «Tenesiempre es
pecial
inerés
por el sentido del humor. Por ninguna otra
cualidad de la mente se muestra tan susceptible su pose
sor como por el sentido del humor. Un individuo recono
cerá
fácilmente que no tiene oídopara la
músca
o gusto
para juzgar las novelas y hasta confesaráque no se interesa
por la
religión.
Pero
todava
no he encontrado a una per
sona que afirmase no tener sentido del humor. Cualquier
individuo piensa de sí mismo que
está
excepcionalmente
dotado en este
aspecto..»
En honor de la verdad, debemos reconocer que, hasta ahora, los
psicólogoshan tenido muy poco éxitoen la evaluacióndel conoci
miento de sí mismo y del sentido del humor. Se trata de
a s p e c t o s m u y
sutiles de la personalidad, de una esfera en la que esperamos ten
gan los
psicólogos
en el futuro más
éxito
del obtenido en el pasado.
Afectación. En . el polo opue sto del criterio anterior hallamo s la
tendencia^ de algunas personas
a
aparecer exteriormente como lo que
no son. La persona en la que se presenta este fenómenono se da
19.
C .
L A N D I S
y
J . W . H .
R o s s ,
Hum or and its relation to other personality
traits,
«J. soc. Psycho»4 1933) 156-175. R. G R Z I W O K y A . SCODEL,
Some psy-
chological correlates of humo r pre ferences,
«J. co ns ul t.
Psycho»
20 1956) 42 .
350
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
24/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
cuenta de que su engaño es transparente , de que su «pose»no le va.
Vimos que el adolescente trata de imitar a otras personas para hacerse
más
importante . Pero
el
adulto sabe
que no
puede pasar
por
otro,
a
menos de hacerlo por juego.
Es cierto que la mayoría de las persona s procuran presentarse
en el aspecto másfavorable posible y que pretenden aveces poseer
buenas cualidades y obtener éxitos, exagerando la verdad. Pero el in
dividuo maduro no llega hasta el pun to de que esta tácticasocial cho
que^ dem asiado violentamente con la verd ad. EJ_ cono cim iento de sí
mismo y el sentido del humor mantienen un cierto freno sobre este
egotismo.
FjLQSjjgÍA U N I F I C A D Q R A DE LA V I D A .
Hemos afirmado que el sentido del h u m o r es indispensable para
ver la vida de un modo maduro . Pe ro no es suficiente. Una filosofía
de
la
vida exclusivamente humorista conduciría
al
c inismo. Todo sería
considerado trivial, desplazado eincongruente. No se confiaría en
la
razón y
se rechazaría
toda
solución
seria.
El
cínico
puede diver
tirse siguiendo este camino, pero
en el
fondo
se
siente solo, porque
le falta la compañía de un objetivo en la vida.
Dirección. Un estudio psicológicosobre este tema es el de Char
lotte Bühler dedicado al examen de la biografía de muchos individuos,
famosos unos y de t ipo medio otros
30
.
La investigadora
juzgó
necesario introducir el concep
to
de
Bestimmung,
palabra a lemana
que
puede traducirse
con cierta impropiedad al inglés por directedness (direc
ción).
A nalizan do unas doscientas
biografías, observó
que
cada vida estaba ordenada u orientada hacia uno o varios
objetivos. Hay en cada individuo algo especial por lo que
viyej un,
propósito
principal. Los objetivos
varían
en los
diversos individuos. Hay personas que se concentran en
un gran objetivo único; otras, tienen una serie de pro
pósitos
definidos. Un estudio paralelo en suicidas muestra
que la vida úncamene se hace intolerable a los que no
encuentran ningúnobjetivo al cual puedan orientarla.
20. C H A R L O T T E BÜHLER. Der mensch liche Lebenslauf ais psychologisches
Problem
H i r z e l , L e i p z i g
1933; ed. rev.:
H o g r e f e . B o n n
1959.
35
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
25/40
D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
En la infancia, faltan los objetivos al principio: en la
adolescencia estánvagamente esbozados: en la madurez,
pronto se definen. Pero todos encuentran
obstácuos
Si el
individuo no obtiene éxitoen los objetivos primeramente
fijados, quizálos trueque por otros másmodestos, con
descenso del «nivel de aspiración» Otras veces persevera
obst inadamente aunque tenga muy pocas esperanzas de
éxito. Algunas personas que ven deshechas sus aspiraciones
permanecen ligadas alavida por «mera indignación»
pero incluso esto les sirve de objetivo para el combate.
Empleando este concepto, podemos decir que en las personal ida
des maduras la Bestimmung es más m arc ad a, más en focada al ex terior,
que en las vidas menos maduras. Surge un problema en los jóvenesque
no tienen a la vista una dirección. En una investigaciónen estudiantes
universitarios
resutó
que aproximadamente la quinta parte de el los
«no sabanp or qué
vivían»
Parecanno tener ninguna moivación
excepto las circunstanciales del momento; no eran maduros ni felices
21
.
En algunos de estos
jóvenes
puede desarrollarse ulteriormente la di
rección aobjetivos, pero las perspectivas son desfavorables, ya que
es en la adolescencia cuando se encuentran generalmente altas ambi
ciones e idealismo.
Es corriente en los años consecutivos a la adolescencia una crisis
que es frecuentemente descuidada. Bühler observa que en el sexto
lüSirp
de la vida, cuando los ideales de la adolescencia han experi
mentado el choque con la realidad, aparece la
decepcón
En esta
época
de la vida, cuando el joven se aproxima
a
los treinta años, es
muy posible que vea la necesidad de aceptar la evidencia de un nivel
inferior al esperado en sus aptitudes y en las circunstancias de la vida.
Ya hemos señalado ladificultad que se encuentra en alcanzar la
«madurez
económca»
El sueldo puede no ser tan elevado como se
haba
supuesto; el matrimonio puede no salir tan bien; es posible que
el individuo no sea capaz de superar sus defectos y puntos flacos. Sin
¡embargo, a pesar de esta fase de desilusión, parece ser de mejor pro-«
¡nóstico en un joven tener al principio aspiraciones elevadas, para
¡disminuirlas máso menos después que carecer de una firme orienta
ción aobjetivos.
21. C.W.
H E A T H , What people are: astudy
of
normal young men,
Har
vard Univ. Press, Cambridge, Mass. , 1945.
352
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
26/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
El problema se presenta de un modo diferente en la vejez. Aunque
las personas ancianas emplean mucho tiempo en la
evaluación
de su
esfuerzo total,
todavía
quieren mantener su
orientación
a objetivos
a
pesar de que les es forzoso disminuir considerablemente su actividad.
EJ objetivo puede ser entonces muy modesto. Recordamos el caso de
una anciana, recogida en un asilo, que,
según
manifestaba,
tena
como
única aspiración
la de que
«alguien
la recordase con afecto cuando
se hubiese ido de este
mundo»
En general, constituye una pérdidapara
la sociedad impedir a las personas de edad que prosigan sus direcciones
de desarrollo,
retirándolas o aslándoas.
Cuando, finalmente, ya no
son capaces de trabajar, pueden ocupar el tiempo provechosamente
considerando en su conjunto los conocimientos de la vida que han
adquirido_y buscando un
patrón
ideal en el estudio y el pensamiento
filosófico y religioso.
Orientación
a valores.
Un modo de estudio de este criterio de ma
durez, estrechamente relacionado, consiste en buscar una filosofía
unificadora en
térmnos
de algún t ipo de clasificaciónde valores. Po
demos decir de una persona determinada que es, por ejemplo, un
comunista, un cristiano, un pacifista
o
un
beatnik.
Podríadeducirse
de esto que la unidad en la vida procede parcial
o
preponderan-
ternente de seguir la
orientación
de valores de uno u otro de estos
t ipos. Merecen citarse a este respecto dos investigaciones
psicológicas.
Morris
explicó
en un largo párrafotrece «tiposde
vida»
Se basan principalmente en la
ideología,
en el co ncep to
de la actitud ante el mundo. En una persona, por ejem
plo,
destaca
«el
inerés y la
simpatía
en
relación
con los
demás»en ot ra , «un esto ico autodomnio»; en una tercera,
«la activ idad d e gr up o y la
alegría
en la acción»; en una
cuarta , la «dinámca integraciónde la diversidad» Se
pregunó
a jóvenes de muchos
pases cuál
de estos trece
grupos
preferían. Resultó
que los jóvenes de Estados Uni
dos señalaban con mayor frecuencia que los de otros
pases
«la dinámca
integración
de la diversidad» mostrando con
ello que deseaban una vida rica y llena
y aborrecan
la
rutina y la
monoonía
en su existencia
22
.
22. C . W . MORRIS, Varieties
of
human valué U n i v .
of
Chicago Press ,
Chicago 1956.
353
Al l p o rt , 1 2
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
27/40
D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
Esta investigacióntiene el méritode mantener la proximidad a
la s ideologías culturales einvita aestablecer comparaciones entre
lo s jóvenes de diversos
pases
Es un méodo báscamene propio de
la antropologíacultural. La investigaciónde Morris yla que des
cribimos
a continuación
difieren de la
Bestimmung
de
Bühler,
que
permite considerar una infinita diversidad de direcciones en las vidas
humanas. Esta autora no predetermina el númerode modos de vivir.
Spranger,
anáogamene
aMorris, describe seis principales tipos
dejaloxes. Afirma que toda persona, en nuestra época puede consi
derarse
próxima
a una o a varias de estas direcciones de valores, aunque
no encaje perfectamente en ninguna. Existiríanen la vida humana
seis principales tipos de valores, que corresponden en grado variable
a los individuos que edifican la unidad de sus vidas a base de ellos.
Enéndasebien: Spranger no dice que existan seis principales
tipos de personas. Se trata de una tipologíade valores, no de perso
nas realmente existentes. Se usa a este respecto el térmno
tipo ideal.
Esta denomnaciónno significa que los tipos sean necesariamente
buenos ni que existan concretamente en su forma pura. Ün tipo ideal
es más bien un «esquema de comprensibilidad»,jinâedidaque nos
permite deterrnjnar^uá£_lejos ha ido una determinada persona en
la
organización
de su vida siguiendo uno o varios de estos esquemas
básjcps
23
.
1. El teórico. E l
inerés
pre do m ina nte del ho m br e teó-
rico «ideal»es el descubrimiento de la verdad. En la pro
secución de este objetivo adopta una actitud «cognitiva»
característica
busca identidades y diferencias y hace abs
tracción
de
sí
m ism o en los juicios sob re la belleza o la
util idad de los objetos, buscando úncameneobservar y
razonar. Como los intereses del teóricoson empíricos, crí
ticos y racionales, ha de ser necesariamente un intelectual,
frecuentemente un
científico o
un filósofo. Su principal
objetivo en la vida consiste en ordenar y sistematizar sus
conocimientos.
2. El utilitario.
El hombre util i tario
«ideal»
se inte
resa
caracerísticamene
por lo que es
útil.
Basado origi
nariamente en la satisfacción de necesidades corporales
2 3 . E. SPRANGER, Lebensformen,
N i em eyer , Hal l e
3
1 9 2 3 . Tí.
cast.
Formas
de vida.
Psicología
y éticade la personalidad.
Revista de Occidente , Mad rid
5
1 9 6 1 ;
tr.
ingl.
Types of men,
Stecker t, Nu eva York 1 9 2 8 .
354
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
28/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
(auopreservacón)
el
inerés
por lo útil se desarrolla, abar
cando los asuntos
prácicos
del mundo de los negocios:
producción
mercado, consum o de
mercancas
elabora
ción de crédito acumulaciónde riqueza tangible. Este
tipo es completamente
«práctico» y
concuerda bastante
bien con el concepto corriente del hombre de negocios
americano.
La actitud utilitaria entra frecuentemente ^n^conflicio
con otros valores. El hombre util i tario quiere que la edu- 4.
cación
sea prácticay considera el conocimiento no aplicado
como un despilfarro. Muchas realizaciones de
ingeniería,
de trabajos científicos técncos y de «psicología
apicada»
resultan de los requerimientos que hace al conocimiento
el hombre utilitario. El valor de utilidad también entra en
̂ .
conflicto con el valor estéico excepto cuando el arte t iene
finalidades comerciales. Es muy posible que el hombre uti
litario estropee un hermoso paisaje por conveniencias
industriales o ensucie el agua de un río con detritus de la
fabricación.
En su vida personal, es probable que confunda
el lujo con la belleza. En sus relaciones,
tenderá
probable
mente más aprocurar sobrepasar a los demás en riqueza
que
a
dominarlos, (valor
político) o
servirlos (valor so
cial). En algunas casos, puede decirse que el hombre uti
litario hace de su religiónun culto a Mammón En otros
casos, puede tener ciertos miramientos por el
_Dos„Jradi-
cjonal, pero se inclina a considerarlo como el que concede
los dones de
la
riqueza, la prosperidad
y
otros bienes
tangibles.
3.
El estético.
El hombre estéicoconsidera que los
va lor es más alto s son la forma y la armonía. Cada expe-
riencia es juzgada desde el punto de vista de la gracia^ la
simetría
y la finura. El estéicove la vida como un con
junto de numerosos acontecimientos y cada impresiónso-
lamente tiene valor en Jo que le afecta a él. No es necesario
que sea un artista creador; basta para calificarlo de
estéti
co que halle su principal
inerés
en los episodios
artísticos
de la vida.
El valor estéicoes en cierto sentido diametralmente
opuesto al teórico Concierne al primero la diversidad en
355
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
29/40
D e s a r r o l l o d e l a p e r s o n a l i d a d
las experiencias y al segundo la identidad. El hombre es
téticoconsidera, con Keats, que lo verdadero es equiva
lente
a
lo bello
o
afirma, con Mencken, que
«hacer
que
un a cosa sea her m osa es mil veces más im po rta nte que h a
cer que sea
verdadera»
En la esfera económca el
esté-
tico ve en los procesos de fabricación, anuncio y comercio
una
destrucción
en masa de los valores
más
importantes
para él. En lo qu e respecta
a
las cuestiones sociales, se
intereia por las personas, pero no por el bienestar de las
personas; tiende al individualismo y
a
la autosuficiencia.
Es frecuente que les gusten
a
los individuos
estéicos
las
hermosas insignias de la pompa y el poder, pero son opues
tos a la actividad políticacuando ocasiona una represión
de la individualidad. En el campo de la
religión,
es probable
que confundan la belleza con la experiencia religiosa pura.
4. El social.
Para este tipo ideal, el
más
elevado va
lor es el
amor
a otras personas, a una o a varias, conyu
gal,
filial, de amistad o
filantrópico.
El hombre social ama
a otras personas como fines yes amable, simpático sin
egosmo
Tiende
a
considerar
frías e
inhumanas las acti
tudes teórica, utilitaria y
estéica
E n oposiciónal tipo po
lítico,
el hombre utilitario considera el amor como la
única
forma adecuada de poder obien repudia completamente
el concepto de poder como atentatorio a la integridad de la
personalidad. En su forma máspura, el interéss o c i a l es
altruista y tiende a aproximarse estrechamente a la actitud
religiosa.
5. /•.'/ político. El hombre políticose interesa prima
riamente por el
poder.
Sus actividades no se limitan nece
sariamente a la política, pero sea la que fuere su
vocación
siempre busca el poder. Los dirigentes de cualquier campo
de acciónconceden gran valor al poder. Como la com
petición
y la lucha desempeñan un papel de gran impor
tancia en toda vida, muchos
filósofos
consideran el deseo
de poder como la
más
univ ersal y más fund am ental de las
motivaciones. Sin embargo, pueden distinguirse de las de
más las per son alid ad es en las qu e el dese o de un a expresión
directa
de esta moivaciónes .dominante, . personaEdad^s
que desean ante todo poder personal, influencia y fama.
356
8/18/2019 La Personalidad Madura. Criterios (Alport, XII)
30/40
L a p e r s o n a l i d a d m a d u r a
6.
El religioso.
E l másalto valor del hombre reli
gioso puede denominarse unidad. La persona perteneciente
a este tipo es msticay trata de comprender el cosmos como
un todo, arelacionar
a sí
mism a con la aba rcad ora tota
lidad. Spranger define el hombre religioso como el indi
viduo
«cuya
estructura mental
está
permanentemente orien
tada a la creaciónde la experiencia de valor
más
elevada
y absolutamente satisfactoria». Algunos hom bres de este
tipo son «msticos inmanenes» es decir, hallan su expe
riencia religiosa en la afirmaciónde la vida vsu activa
participación
en ella. U n (f iu st& con su ardo r y su entu
siasmo, busca una punta de divino en todo acontecimiento.
E l
«niístico
trascendena» por otra parte, busca la unión
de sí mis m o con un a más eleva da rea lidad ,
apartándose
de
la vida del mundo. Es un asceta y, como los ho