66
LA EDUCACIÓN POSTURAL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO Y SU CONTEXTO SOCIAL Marco teórico y estado de la cuestión en el ámbito de la educación para la salud, la sociedad y la educación formal CARLOS GARCÍA-ALÉN LORES

LA EDUCACIÓN POSTURAL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO · PDF file1 Índice 1. introducciÓn 4 2. objetivos 5 3. la postura en el contexto social 3.1. la espalda: mal endÉmico de la sociedad

Embed Size (px)

Citation preview

LA EDUCACIÓN POSTURAL EN

EL ÁMBITO EDUCATIVO Y SU

CONTEXTO SOCIAL

Marco teórico y estado de la cuestión en el

ámbito de la educación para la salud, la

sociedad y la educación formal

CARLOS GARCÍA-ALÉN LORES

1

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN 4

2. OBJETIVOS 5

3. LA POSTURA EN EL CONTEXTO SOCIAL

3.1. LA ESPALDA: MAL ENDÉMICO DE LA SOCIEDAD 6

3.2. LAS REPERCUSIONES DE LA PROBLEMÁTICA

POSTURAL EN LOS SECTORES SANITARIO Y

LABORAL 8

3.3. EL ÁMBITO DOMÉSTICO 9

4. LA RESPUESTA ANTE LA PROBLEMÁTICA SOCIAL DE

LA POSTURA

4.1. LA ERGONOMÍA 10

4.2. EN EL ÁMBITO LABORAL: LA LEY DE PREVENCIÓN

DE RIESGOS LABORALES 12

4.2.1. Exposición de motivos y objetivo 13

4.2.2. El Instituto Nacional de Seguridad e

Higiene en el Trabajo 14

2

4.3. EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

4.3.1. Los antecedentes de la educación postural:

Las escuelas de la espalda

4.3.1.1. Origen 15

4.3.1.2. La escuela de espalda en España 18

4.3.1.3. Conclusión 19

4.3.2. La educación postural en el ámbito

de la educación formal 20

4.3.2.1. Los destinatarios de la educación

postural en el contexto educativo 21

4.3.2.1.1. Principales problemas

de espalda en la

población escolar 21

4.3.2.1.2. Causas de los

problemas posturales en

la población escolar 23

4.3.2.1.3. Prevención y actuación

ante los factores de riesgo y

los problemas posturales

en la población escolar 30

4.3.2.2. El tratamiento de la salud desde

la escuela 33

3

4.3.2.2.1. El área de Educación

Física 34

4.3.2.2.1.1. La educación

postural en el aula de

Educación Física 36

5. CONCLUSIONES 44

6. BIBLIOGRAFÍA 46

4

1. INTRODUCCIÓN

Durante las últimas décadas, hemos asistido a una mejora de la

calidad de vida que no lleva consigo un proporcional aumento de los

estilos de vida saludables.

Nuestra sociedad está inmersa en el sedentarismo:

- En el ámbito escolar: Los alumnos pasan la mayor parte del

horario escolar sentados.

- En el ámbito laboral: El trabajo en el campo y en la industria

han cedido terreno a los empleos de tipo sedentario (oficinas,

despachos, ordenadores…).

El sedentarismo y el desconocimiento en materia de higiene postural

han dado lugar a la propagación de una epidemia demasiado

arraigada en la sociedad actual: los problemas de salud derivados de

malos hábitos posturales.

La zona del cuerpo más castigada por estas malas prácticas es, con

mucha diferencia, la espalda. De ahí que se le otorgue especial

importancia en el desarrollo de este trabajo.

Por otro lado, las administraciones son conscientes del problema

existente y sus reacciones no se han hecho esperar: leyes de

prevención de riesgos laborales, la presencia de la salud en los

currículos educativos, la distribución de información en forma de

folletos y anuncios, etc…

A lo largo de este trabajo, analizaremos el contexto social de la

problemática postural y en qué medida la educación postural debe

tener el tratamiento que se merece, en el contexto educativo. Para

ello, nos basaremos en el trabajo elaborado por María Elena Lorenzo

González para su tesis doctoral (Universidad de Vigo, 2007), cuya

extensa revisión bibliográfica hemos consultado y actualizado.

5

2. OBJETIVOS

1) Determinar el estado de la cuestión de la educación postural, a

través de una revisión bibliográfica en profundidad.

2) Examinar la problemática de la postura corporal y su incidencia a

nivel social.

3) Analizar las principales iniciativas que diversas entidades han

llevado a cabo al respecto, para atajar el problema social de la

postura: Principalmente, desde el ámbito laboral y educativo.

4) Indagar sobre la evolución de la preocupación social ante el tema

de la salud, en general, y ante la educación postural, en particular.

5) Examinar el tratamiento de la educación postural en el contexto de

la educación formal y, concretamente, desde la pespectiva del

área de Educación Física.

6

3. LA POSTURA EN EL CONTEXTO SOCIAL

3.1. LA ESPALDA: MAL ENDÉMICO DE LA POBLACIÓN

En el día a día de la vida cotidiana, encontramos un sinfín de

situaciones potencialmente peligrosas para nuestra salud que afecten,

específicamente, sobre la postura corporal:

- Situaciones de carácter emocional: Estrés por los exámenes;

introversión; etc…

- Situaciones de carácter laboral: lugares de trabajo incómodos;

movimientos repetitivos y/o mantenidos; etc…

- Situaciones de carácter doméstico: tareas que soliciten

posturas forzadas, posiciones estáticas incorrectas, etc...

- Situaciones de carácter climatológico: Sentir frío, por ejemplo,

provoca que, inconscientemente, adoptemos una postura

mantenida de encogimiento de hombros, lo cual puede derivar

en una sobrecarga de la zona.

La mayor parte de las consecuencias derivadas de estos malos

hábitos recaen sobre la parte del cuerpo que sustenta la mayor

cantidad de la carga física diaria: la espalda. Esto da lugar a que un

importantísimo porcentaje de la población padezca problemas en esta

zona.

Las afecciones más comunes de la espaldad repercuten sobre la

columna vertebral y son causadas, principalmente, por:

- Mantener la misma posición durante períodos prolongados de

tiempo.

- Soportar posturas que fuercen las curvaturas anatómicas de la

columna.

- Realizar movimientos repetidos, incluso con esfuerzos de bajo

nivel.

- Ejecutar movimientos bruscos.

7

Existe abundante bibliografía sobre la epidemiología de los problemas

de espalda.

Diferentes estudios afirman que la lumbalgia es el tipo más común de

las dolencias de espalda y tiene cada vez más incidencia y a edades

más tempranas: desde la infancia, el número de casos y la

prevalencia del dolor aumentan proporcionalmente a la edad y la cifra

de adolescentes afectados se acerca vertiginosamente a los datos

encontrados en adultos (Hanney et al., 2009; Cardoso y Gómez

Conesa, 2008; Groll et al., 2009; Martínez González et al. 2008;

Jeffries et al., 2007; Geldhof et al., 2006; Skaggs et al. 2006; Katz,

2006; Bejia et al., 2005; Jones et al., 2004).

No obstante, Briggs et al. (2009) recoge abundante bibliografía que

pone de manifiesto la prevalencia de problemas posturales, en otras

partes de la columna (principalmente, tórax y cuello), causadas por

factores posturales, sobrecargas y sedentarismo, entre otras causas.

Jeffries et al. (2007) realizaron un estudio epidemiológico sobre la

población adolescente que reveló una prevalencia del dolor de

espalda de hasta el 74%. En este mismo estudio, el 72% de los

encuestados afirmaron padecer lumbalgia o haberla padecido en

algún momento de su vida.

Cassidy et al. (2005) halló una prevalencia de la lumbalgia en el 71%

de la población general. Comparando esta cifra con los porcentajes de

adolescentes anteriores, se confirman la alta prevalencia de

lumbalgia infantil y la peligrosa proximidad con las cifras de población

adulta.

Según Hestbaek et al. (2006a y 2006b), padecer lumbalgias u otros

dolores de espalda en la juventud implican enormes posibilidades de

continuar sufriendo la dolencia en la edad adulta.

8

Las anteriores investigaciones obtuvieron resultados que no distan de

los datos de otros estudios menos actuales.

Walter et al. (2000) establecen un 84% de población adulta que en

algún momento de su vida sufrirán algún tipo de molestia de espalda.

Según González Viejo (1996), la lumbalgia es un mal padecido por

entre el 45%-85% de los habitantes de países industrializados y es,

además, uno de los principales focos de gasto sanitario, como

veremos en el apartado siguiente.

Por otro lado, Kortmann (2002) afirma que el 75% de la población

adulta sufrirá problemas de espalda, al menos una vez en la vida, y

que dos de cada cinco personas padecen dolores agudos en esa zona.

Este mismo autor establece en los 40 años el punto de comienzo de

la mayor parte de las dolencias de espalda.

3.2. LAS REPERCUSIONES DE LA PROBLEMÁTICA POSTURAL

EN LOS SECTORES SANITARIO Y LABORAL

La enorme incidencia social de los problemas derivados de una mala

postura viene inevitablemente acompañada de consecuencias

económicas, siendo los sectores sanitario y laboral los principalmente

afectados (Bell y Burnett, 2009; Hanney et al., 2009; Martínez

González et al., 2008).

Katz et al. (2006) constatan que la lumbalgia es la segunda causa de

consultas médicas, únicamente precedida por el resfriado común.

Hanney et al. (2009) afirman que las consecuencias económicas de

los problemas de espalda son superiores a los de las enfermedades

coronarias e incluso mayores que el conjunto de enfermedades

reumáticas, respiratorias, traumatismos, contusiones y diabetes.

Dagenais et al. (2008) y Walter et al. (2000) destaca el enorme coste

económico de la lumbalgia, para la sanidad pública, pero es aún

9

mayor el coste en la productividad laboral, por las bajas e

incapacidades.

Respecto al ámbito laboral, Katz et al. (2006) estiman en 66 mil

millones de dólares la cuantía a la que ascienden los costes indirectos

(bajas laborales, reducción de productividad, limitaciones físicas,

etc…), derivados de problemas de espalda, en Estados unidos.

En el caso de nuestro país, Viejoa y Huertab (2000) señalan una

media de 55338 bajas laborales al año, las cuales sitúan a España

como el país de la Unión Europea con los mayores costes económicos

derivados de problemas de espalda.

González Viejo y Condón (2000) valoran el gasto total de los seguros

en este tipo de dolencias y lo establecen en un 70-90% del

desembolso total de las entidades. Según estos mismos autores, las

actividades con mayor número de bajas e incapacidades laborales son

aquellas relacionadas con la industria y los servicios, siendo la

sedestación y la manipulación y transporte de objetos pesados las

posturas principalmente originarias de patologías y molestias de

espalda.

3.3. EL ÁMBITO DOMÉSTICO

Dentro de las paredes del hogar, tienen lugar multitud de situaciones

en las que ponemos a prueba a nuestro cuerpo y la postura. Uno de

los primeros estudiosos sobre la ergonomía doméstica fue Grandjean

(1973) que analizó los perjuicios posturales de las diferentes tareas

domésticas (planchar, cocinar, barrer, etc…) y sus consecuencias

sobre la espalda. Este autor encontró tres factores lesivos, ya

comentados anteriormente: La duración, la repetición y la ejecución

incorrecta de los movimientos.

10

Por otro lado, Aguado (1995) sometió a análisis a un heterogéneo

grupo de amas de casa de las cuales más del 80% reconocieron

molestias, al menos ocasionalmente, en la zona lumbo-sacra. Las

siguientes zonas más castigadas y doloridas, según los integrantes de

la muestra anterior, son el cuello, las piernas y la zona dorsal de la

columna.

Como vemos, la problemática de la postura no repercute únicamente

a un determinado número de sectores profesionales. Los empleados

del hogar encuentran un foco potencial de lesiones en su lugar de

trabajo. No obstante, es obvio que no es necesario ser empleado

doméstico para sufrir las consecuencias de los malos hábitos

posturales en el hogar. Como veremos más adelante, cualquier

miembro de una unidad familiar está expuesto a padecer dolencias

derivadas de la incorrecta ejecución de tareas aparentemente tan

simples como barrer, tender la ropa e, incluso, dormir.

La importancia de los programas escolares de educación postural

radica en la posibilidad de transferir los aprendizajes a las situaciones

de la vida cotidiana (Furtado et al., 2009; Oleske et al., 2006).

4. LA RESPUESTA ANTE LA PROBLEMÁTICA SOCIAL DE LA

POSTURA

4.1. LA ERGONOMÍA

Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, el

significado etimológico de la palabra ergonomía lo encontramos en el

griego: ergos (trabajo) y nomos (ley). “La ley del trabajo”.

11

Según Aguado (1995), sus orígenes se remontan a principios del siglo

XX, pero no adquiere la categoría de disciplina científica hasta pasada

la II Guerra Mundial. Según este autor, los primeros estudios

ergonómicos surgieron junto a las nuevas iniciativas de producción

industrial, de las que nacerían las primeras cadenas de montaje. Se

trataba de mejorar la productividad, mejorando la eficiencia de cada

trabajador. Este afán de exprimir las posibilidades laborales del

individuo fue desarrollado por Taylor, basándose en la idea de la

organización científica del trabajo. Los primeros albores de la

ergonomía jugaron, aquí, un papel crucial en la optimización y

racionalización del proceso de producción.

Tras la II Gran Guerra, se modificó la perspectiva de la producción

industrial. Hasta ese momento, el trabajador debía adaptarse a su

puesto de trabajo. Sin embargo, a partir de este momento, se trataba

de adaptar el lugar de trabajo a las características de la persona. De

este modo, surge, en Inglaterra, la ergonomía como ciencia.

Los pilares de la ergonomía, el afán por mejorar la calidad del puesto

de trabajo y reducir el esfuerzo del trabajador, se han extrapolado de

las cadenas de montaje de principios de siglo a multitud de contextos

de algún modo relacionados. Actualmente, este ámbito de

intervención lo protagoniza la biomecánica ocupacional, cuyo objetivo

es mejorar el rendimiento y evitar la fatiga, en contextos laborales,

escolares, domésticos, etc…

La entrada de la ergonomía y de la biomecánica funcional en la vida

cotidiana evidencian la preocupación institucional, por un lado, pero,

sobre todo, la concienciación social sobre el cuidado del cuerpo y la

adopción de hábitos y estilos de vida saludables.

La definición más amplia y difundida de “salud” fue redactada por la

Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1946. Este organismo

12

define “salud” como el estado de bienestar físico, mental y social. La

OMS también organizó, en 1986, un importante evento, en Ottawa

(Canadá), que supuso uno de los mayores impulsos internacionales

por la difusión social de la salud: la 1ª Conferencia Internacional

sobre Promoción de la Salud. De este simposio, surgió una

innovadora carta de acción que proponía las pautas para alcanzar un

ambicioso compromiso internacional: que los ciudadanos alcanzasen

un óptimo estado de salud, de cara al año 2000.

Las pautas a seguir incluían atajar temas tan diversos como: la

nutrición, la actividad física, el tabaquismo, el alcoholismo, seguridad

ocupacional, etc… Además, se elaboraron propuestas de actuación,

muchas de las cuales concedían a la actividad física un protagonismo

especial (Biddle y Mutne, 1991): Reducir estilos de vida sedentarios;

incrementar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad muscular;

aumentar la participación diaria de la Educación Física en las escuelas

y el nivel de actividad física de las clases; incrementar la orientación

hacia la actividad física a través de la incorporación de profesorado en

las escuelas de educación infantil y primaria; etc…

Como vemos, la Educación Física asume un importante papel como

elemento de prevención y favorecedor de salud. Además, se destaca

a las escuelas y a la población en edad escolar como uno de los

ámbitos de intervención prioritario.

4.2 EN EL ÁMBITO LABORAL: LA LEY DE PREVENCIÓN DE

RIESGOS LABORALES

Hemos comprobado la enorme incidencia de los problemas derivados

de lesiones de índole postural. Este problema social nos obliga, como

individuos responsables, a concederle una especial importancia a la

adopción de hábitos posturales, en general, y al cuidado de la

13

espalda, en particular, durante prácticamente todas las situaciones de

la vida cotidiana.

Este hecho no pasa desapercibido para las administraciones públicas.

Por un lado, la administración educativa ha tomado cartas en el

asunto y asume su función educadora, como veremos

posteriormente.

Por otro lado, en vista del gran número de accidentes y bajas en el

ámbito laboral, la administración competente en esta materia

también ha adoptado una serie de medidas de actuación. Veamos,

brevemente, el caso de nuestro país.

Sin lugar a dudas, el mayor avance en materia de prevención lo

supuso la aprobación de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de

Prevención de Riesgos Laborales.

4.2.1. Exposición de motivos y objetivo

En la Exposición de Motivos, esta ley apela al artículo 40.2 de la

Constitución Española, según el cual es competencia de los poderes

públicos “velar por la seguridad e higiene en el trabajo”. Por tanto y

basándose en ese extracto de la Carta Magna, en la presente ley se

reconoce que “este mandato constitucional conlleva la necesidad de

desarrollar una política de protección de la salud de los trabajadores

mediante la prevención de los riesgos derivados de su trabajo y

encuentra en la presente Ley su pilar fundamental”.

Cabe señalar, que en ese mismo apartado de Exposición de motivos,

se destaca que la prevención de accidentes no se limita al texto de la

ley, sino que conlleva un compromiso social que abarca todos los

sectores, incluido el educativo, en todas sus etapas.

14

Un aspecto importante de este documento se destaca en el artículo 2

de esta ley, que establece, como su objetivo fundamental, “promover

la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de

medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la

prevención de riesgos derivados del trabajo”.

4.2.2. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el

Trabajo

En ningún apartado de la ley, se menciona, de manera específica, el

tratamiento de la higiene postural o el cuidado de la postura corporal

en el ámbito laboral.

Sin embargo, a lo largo del documento legislativo, se destaca la

importancia de ciertos organismos (algunos creados ex professo) que

tienen competencia directa para colaborar en el cumplimiento del

texto, en el desarrollo de los aspectos en él contenidos y en la

revisión de posibles mejoras para el futuro:

- Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo y su

Red.

- Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.

- Comité de Seguridad y Salud.

- Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

- Ministerio de Trabajo e Inmigración.

- Ministerio de Educación.

- Ministerio de Sanidad y Política Social.

Nos interesa, particularmente, el Instituo Nacional de Seguridad e

Higiene en el Trabajo.

15

Este organismo está llevando a cabo una importante labor de difusión

de información referente a todo tipo de recomendaciones en materia

de prevención de riesgos laborales, incluidas, también, las que tienen

que ver, específicamente, con higiene postural: manipulación manual

de cargas; trabajo con pantallas de visualización; ergonomía; estrés;

etc…

Son de sobra conocidas por todos las campañas de difusión de

pósters y carteles de diferente temática:

- Ejercicios recomendados para aliviar tensiones producidas por

posiciones estáticas mantenidas.

- Higiene postural en el transporte manual de cargas.

- Postura correcta frente al ordenador.

- Etc…

Toda la documentación relativa a sus campañas de información y

difusión están disponibles en la dirección web de dicho organismo

(www.insht.es, consultada, por última vez, el 3 de agosto de 2009),

además de otra amplísima documentación específica de prevención

de riesgos laborales y legislación laboral.

4.3 EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

4.3.1. Los antecedentes de la educación postural: Las escuelas

de la espalda

4.3.1.1. Origen

Ya vimos, anteriormente, cómo las estadísticas alertaban sobre los

costes sanitarios debidos a las consecuencias de problemas

16

posturales. La zona más perjudicada, con diferencia, es la zona de la

espalda.

Uno de las soluciones que se consideran más eficaces para atajar

este problema es la prevención a través de la educación de la

población. Un individuo consciente de los problemas y peligros

asociados a diversas situaciones de su vida cotidiana será más

precavido y eficiente, a la hora de afrontarlas.

Bajo esta premisa y basándose en la enorme incidencia de lesiones

de espalda asociadas a problemas posturales, surgieron las primeras

escuelas de la espalda, en la segunda mitad del siglo XX:

- Escuela sueca de la espalda.

- Unidades canadienses de educación de la espalda.

- La escuela de espalda de California.

Aunque diferentes entre sí, todas ellas tienen en común el educar a

los participantes en la importancia de diferentes aspectos que

resumimos en el cuadro siguiente:

ESCUELAS

DE LA

ESPALDA

ADOPTAR POSICIONES

CORRECTAS EN ACTIVIDADES

COTIDIANAS:

Durante el descanso, las tareas

domésticas, en el trabajo…

FORTALECER LAS ZONAS

MUSCULARES MÁS

BENEFICIOSAS PARA LA

REEDUCACIÓN POSTURAL

CONTROLAR LAS EMOCIONES

Principalmente, el estrés VALORAR LA VIDA ACTIVA Y LA

ACTIVIDAD FÍSICA SALUDABLE

17

La metodología empleada por estas escuelas consistía en la

secuenciación de sesiones grupales, a cargo de diferentes

especialistas del ámbito de la salud, en las que se impartían, a nivel

teórico-práctico, recomendaciones para el cuidado y la atención de la

espalda, desde el punto de vista postural.

Las ideas fundamentales de estas escuelas se fueron incorporando,

poco a poco, a diferentes sectores, principalmente, el laboral, donde

se buscaba rebajar la elevada cifra de damnificados en accidentes

relacionados con el trabajo.

Cabe señalar que, paralelamente al nacimiento de estos movimientos

en pro de la espalda, surgieron numerosos estudios que trataron de

evaluar los beneficios reales de la educación impartida en estas

clases. Destacamos, de entre los demás, el trabajo de Sikorski

(1985): este autor diseñó un programa de educación cuyos

participantes valoraron, como principal factor de los beneficios

obtenidos, las pautas de cuidado recomendadas (69% de los

encuestados). En segundo lugar (64% de los participantes), la

prescripción de actividad física rehabilitadora y/o preventiva.

Resultados de estudios posteriores, como los de Hooper (1999),

afirmaban importantes beneficios sobre los sujetos analizados: por un

lado, reducción del dolor de la zona dañada y, por otro, el beneficio

psicológico que supone la mejora de la actitud del individuo.

Estudios más actuales, como los de Tavafian et al. (2008 y 2007) y

Tugcu (2008) hallaron, igualmente, exitosos resultados de mejora de

la calidad de vida, a través de este tipo de programas.

Sin embargo, existen, también, investigaciones que no hallaron

resultados tan satisfactorios como los anteriores y dejan lugar a

dudas sobre los verdaderos efectos sobre la salud de los programas

18

basados en escuelas de la espalda (Van Tulder et al., 2006; Andrade

et al., 2005; Heymans et al., 2005).

Otros autores hallaron confusos resultados que difieren en cuanto a la

efectividad de los programas de intervención. Jaroid (2004) halló

indicios de reducción del dolor lumbar en los individuos estudiados,

mejoría de la capacidad funcional y modificación satisfactoria de la

conducta ante la higiene postural.

Por otro lado, Betolaza et al. (2006) no encontraron mejoraría

significativa de la intensidad del dolor ni en la realización de

actividades de la vida cotidiana, en los sujetos de la muestra

analizada, pero sí ciertos efectos positivos en la calidad de vida.

4.3.1.2. La escuela de espalda en España

Con el objetivo de continuar las labores de las primeras escuelas de

la espalda y fundar un red de las mismas en nuestro país, se

constituyó, en 2003, la Escuela Española de la Espalda, gracias a la

acción de la Fundación Kovacs.

Desde este colectivo, se pretende fomentar la educación de la

espalda, en nuestro contexto nacional, implicando a numerosos

sectores asociados a la salud. El colectivo de incidencia prioritario son

los principales grupos de riesgo, tales como jóvenes, deportistas,

personas mayores y trabajadores.

A través de esta escuela, se quiere educar en aspectos sobre los que

incidían las primeras escuelas de la espalda: Normas de ejecución

higiénica de los movimientos; ejercicios de fortalecimiento muscular;

aplicación de los aprendizajes en supuestos prácticos; etc…

19

4.3.1.3. Conclusión

Tal y como hemos visto, las escuelas de la espalda suponen una

eficaz herramienta de intervención ante el problema de la postura en

la sociedad y asentaron las bases de lo que hoy podemos llamar

“educación postural”.

Su idea fundamental se basa en la educación como factor esencial

para paliar las consecuencias de los malos hábitos posturales y como

instrumento de prevención para afrontar futuras situaciones

potencialmente perjudiciales para la salud de la postura, en general,

y de la espalda, en particular.

En términos generales, destacamos un modus operandi similar en

todas las manifestaciones de la escuela de la espalda:

- Clases grupales teórico-prácticas.

- Aprendizaje de:

o Ejercicios de fortalecimiento de los grupos musculares

solicitados.

o Ejercicios de estiramiento de la musculatura más

“estresada”.

o Pautas de higiene postural y ejecución correcta de

movimientos, desde el punto de vista de la salud de la

espalda.

- Promover la utilización de los conocimientos adquiridos en las

diferentes situaciones de la vida cotidiana.

20

4.3.2. La educación postural en el ámbito de la educación

formal

Según Steel et al. (2006), los problemas de salud derivados de las

malas posturas alcanzan tal magnitud que se han trasladado a los

centros educativos estrategias de intervención.

Así pues, nos centraremos, ahora, en el contexto que realmente nos

interesa para el caso concreto de este trabajo.

Como hemos visto, tras la elaboración de la Carta de Ottawa, la

Organización Mundial de la Salud propuso una serie de

recomendaciones para alcanzar el ansiado y ambicioso objetivo

surgido de la conferencia. Entre ellos, fomentar la práctica de

actividad física desde las escuelas y otorgar a la Educación Física un

papel líder.

Los problemas de índole postural suponen una auténtica pandemia

social, por las importantes repercusiones que tienen, principalmente,

sobre la espalda. En vista de esta situación, la sociedad, en general, y

el sistema educativo, en particular, conceden especial relevancia al

cuidado y mantenimiento de esta parte del cuerpo, respecto a otras

zonas corporales mucho menos perjudicadas.

Kao (1976) fue el pionero en la introducción del concepto de

educación en ergonomía y uno de los primeros autores en defender la

inclusión de este tipo de contenidos, en la escuela.

21

4.3.2.1. Los destinatarios de la educación postural en el contexto

educativo

Cuando hablábamos de los colectivos sobre los que las escuelas de la

espalda pretendían incidir, se incluía a los jóvenes dentro de los

grupos de riesgo. Además, hemos visto, en apartados anteriores, las

alarmantes cifras de incidencia de problemas de espalda en esta

etapa de la vida.

4.3.2.1.1. Principales problemas de espalda en la población escolar

Los principales problemas de espalda presentes en la población en

edad escolar son: el dolor de espalda y las alteraciones de las

curvaturas naturales de la columna vertebral.

Respecto al primero de los problemas, ya hemos visto los resultados

de algunos estudios que exponen alarmantes resultados sobre la

prevalencia del dolor de espalda entre la población infantil.

Hakala et al. (2002) destacaron el aumento vertiginosa del dolor de

espalda, desde los años 90 hasta la actualidad.

Jones et al. (2004) encontraron un 40,2% de prevalencia de vida del

dolor de espalda en la muestra de escolares estudiada. En este

mismo estudio se destacaron las consecuencias discapacitantes del

dolor en el 13,1% de los sujetos, el absentismo escolar del 26,2% de

los alumnos convalecientes y la reducción de actividad física en el

30,8% de los casos.

En un estudio más reciente, Fraile (2009) registró un 62,3% de niños

de primaria que padecen o han padecido dolor de espalda sin causa

aparentemente justificada.

22

A pesar de las escalofriantes estadísticas, existen estudios, como el

de Pelissé et al. (2009) en el que destacan la poca relevancia que

tiene el dolor de espalda de los adolescentes en su calidad de vida.

Los resultados de estos autores contrastan con los de Roth-Isigkeit et

al. (2005), cuya investigación resaltaba las restricciones en

actividades de la vida cotidiana que padecían dos de cada tres niños y

adolescentes con dolor de espalda.

En el caso concreto de España, los datos se suavizan, pero no son

mucho más alentadores.

A finales de los años 90, Mendoza (1998) encuentra una prevalencia

del dolor de espalda del 16% de su grupo infantil de muestra.

Por otro lado, García Fontecha (2005), afirma que el porcentaje de

niños de 11 años con dolor de espalda es del 11,6%, mientras que la

cifra asciende considerablemente a los 15 años: 50,4%. En el caso

de este estudio, las causas del dolor no responden a factores

orgánicos en la mayoría de los casos (60%).

En cualquier caso, todos los estudios consultados al respecto

destacan a la zona lumbar como la más afectada por el dolor.

Respecto a las deformidades de la columna vertebral, en la edad

infantil, la mayoría de las alteraciones en el raquis se corresponden

con desviaciones de tipo actitudinal (actitudes cifóticas, lordóticas y

escolióticas).

Respecto a la prevalencia de este tipo de alteraciones, Molano (2004)

encontró algún tipo de deformidad en el 100% de los niños

integrantes de su muestra (22 niños). Por otro lado, Loots et al.

(2001), tras realizar un estudio similar, señalan que la alteración

postural más frecuente es la cifosis (casi en el 90% de los escolares

estudiados) y la lordosis (en el 93% de los niños del muestreo).

23

En vista esta situación, es evidente la necesidad de adoptar una

postura de prevención desde las primeras etapas escolares (Cardon

et al. 2007; Méndez y Gómez Conesa, 2001), además de llevar a

cabo la identificación temprana del problema (Hestbaek et al. 2006a

y 2006b; Cardon et al., 2000).

Gómez Conesa (2009) defiende la adopción de estrategias de

prevención e intervención en la escuela, fundamentándose en los

beneficios físicos que conllevan y en las consecuencias de ahorro

económico que suponen. A su vez, esta investigadora critica la

pasividad de las administraciones educativa y sanitaria por no tomar

cartas en el asunto, en vista de la obviedad del problema existente.

No debemos olvidar que los alumnos de esas edades pasan por una

etapa en la que los factores de crecimiento pueden ayudar a que

actitudes posturales inadecuadas se consoliden como modificaciones

estructurales de por vida.

Por otro lado, Molano (2004) señalan las etapas de la infancia y

adolescencia como las fases sensibles para la adquisición de hábitos

de vida saludables, dentro de los cuales, la educación en hábitos

posturales tiene un importante papel que desempeñar.

4.3.2.1.2. Causas de los problemas posturales en la población escolar

En apartados anteriores, ya adelantamos algunas causas de los

problemas posturales en adultos. Veamos qué sucede en el caso de

los niños y jóvenes.

Tradicionalmente, se han atribuido los problemas de espalda en niños

y adolescentes a factores tan diversos como el género, la edad, el

peso corporal, el tabaquismo, el nivel de práctica de actividad física,

la fuerza muscular, el mobiliario escolar, el modo de sentarse en

24

clase, el uso de la mochila y factores psicosociales, como estrés y

depresión (Fraile, 2009, Aparicio et al., 2004, Çakmak et al., 2004;

Cattalorda et al., 2003; Jones et al., 2003).

Concretamente, en el ámbito escolar, los alumnos se exponen

constantemente a factores de carga de mochilas (Geldhof et al.,

2007), posturas sedentes prolongadas (Knight y Noyes, 1999;

Murphy et al., 2004) y mobiliario escolar inapropiado (Limon et al.,

2004; Milanese y Grimmer, 2004; Panagiotopoulou et al., 2004;

Parcells et al., 1999).

Lindstrom-Hazel (2009) advierte de ciertos factores que deben ser

más estudiados, ya que su relación con los problemas posturales no

está del todo claro: el tiempo que los alumnos transportan la mochila

y suben/bajan escaleras con ella; las medidas antropométricas de

cada alumno; factores psicosociales.

Legg (2007) se da cuenta de la relevancia del contexto escolar en la

aparición de problemas posturales y centra su interés en el mobiliario

escolar (sillas y mesas), el transporte de la mochila y la relación de

ambos factores con la prevalencia de desórdenes

musculoesqueléticos.

Geldhof et al. (2006) critican la paradoja de aplicar un programa de

intervención basado en educación postural, en el contexto de un

centro escolar totalmente antiergonómico.

Lorenzo González (2007), en su tesis doctoral, compara los

resultados de los estudios más importantes sobre causas del dolor de

espalda infantil, realizados hasta la fecha. Veamos las causas que

alegan diferentes autores en el cuadro siguiente (se han coloreado de

un mismo color las causas relacionados entre sí):

25

CAUSAS DE MOLESTIAS DE ESPALDA EN ESCOLARES

Aguado et al.

(2001)

Watson et al.

(2002)

Fundación

Kovacs (2003)

Milanese y

Grimmer (2004)

Posición sedente

(inadecuada y

prolongada)

Posición

sedente

Posición sedente

(inadecuada,

prolongada)

Actividad física

inapropiada

Inadecuada

práctica deportiva

Transporte de

mochilas (incorrecto y

con carga excesiva)

Transporte de

mochilas (con carga

excesiva)

Posturas inadecuadas

(en actividad física)

Malos hábitos

posturales

Sedentarismo

Factores

psicosociales

Tabla adaptada de Lorenzo González (2007).

Cabe resaltar que, de las 4 referencias consultadas por esta autora,

tres coinciden en la postura sedente como uno de los principales

factores causantes de problemas de espalda. La Fundación Kovacs

discrepa del resto, aunque resalta un tema directamente relacionado,

como son los malos hábitos posturales.

Aguado et al. (2001) coinciden con:

- Milanese y Grimmer (2004), en el transporte de mochilas.

- Fundación Kovacs (2003), en la mala ejecución de posturas.

Watson et al. (2002) coincide con la Fundación Kovacs en afirmar la

mala práctica de actividad física como un factor importante, a la vez

que es el único grupo de autores que señala la relevancia de los

factores psicosociales.

26

La Fundación Kovacs (2003) es la única referencia que pone de

manifiesto la importancia del sedentarismo como factor de riesgo

ante los problemas posturales.

En Lorenzo González (2007), se detallan otros estudios que

analizaron, específicamente, las causas del dolor lumbar. De entre

estas, las más abundantes tienen que ver con la escasa práctica de

actividad física o el abandono del cuidado del propio cuerpo. Por eso,

sorprende, dada la incidencia del sedentarismo sobre la aparición del

dolor de espalda, que sólo la Fundación Kovacs encontrase relación

directa entre la inactividad física y los problemas posturales.

Además de los analizados por Lorenzo González (2007), existen

estudios recientes con interesantes resultados que caben destacar.

Burton (2005) no halló indicios de que el sobrepeso, el tabaquismo y

otros factores, como el alcoholismo o la alimentación, tuviesen

incidencia en la aparición de problemas o dolores de espalda.

Jones et al. (2005) determinó, como principales factores de riesgo de

lumbalgia, la flexibilidad lumbar, la musculatura abdominal y la

flexión lateral de tronco.

Geldhof et al. (2007), en vista de los múltiples factores de riesgo

encontrados en estudios anteriores al de ellos, afirman que es muy

complicada la labor de determinar los factores de predisposición y la

adopción de medidas preventivas.

Groll et al. (2009) achacan el enorme aumento de casos de

problemas de espalda en población infantil al sedentarismo y a la

práctica inadecuada de actividad física.

Estas mismas causas, junto al déficit de control motor, las esgrimen

Perry et al. (2009), pero este colectivo matiza que dicha afirmación

está mucho más clara en adultos que en niños y adolescentes, por lo

que aconsejan futuras investigaciones centradas en este grupo de

edad.

27

Fraile (2009) no encontró relación significativa entre dolor de espalda

y factores como el peso de la mochila o el sedentarismo, pero sí halló

indicios que vinculaban de manera directa la lumbalgia con la

inadecuada postura sedente y un inapropiado mobiliario escolar.

Por otro lado, el transporte de la mochila es uno de los factores que

más comúnmente se relacionan con los problemas de espalda en

escolares (Brackley et al., 2009; Han Jo Kim y Green, 2008) y es una

de las actividades diarias más interesantes desde el punto de vista de

este trabajo, ya que, al igual que sucede con la sedestación, los

escolares la llevan a la práctica todos los días del año académico.

Quintana et al. (2005) destacan la importancia de esta tarea, desde

la perspectiva postural, ya que supone transportar cierto peso, en

varias ocasiones al día y durante, aproximadamente, 180 días del

año, en un momento de plena etapa de crecimiento y maduración del

aparato locomotor.

Negrini y Carabalona (2002) analizaron una muestra de adolescentes

con dolor de espalda, cuyos resultados relacionaban las molestias con

el peso de la mochila en el 46% de los casos. Sin embargo, estos dos

investigadores afirman que el peso de las mochilas no es el factor

principal, sino que están asociados otros factores personales.

Con el objetivo de evitar problemas derivados del sobrepeso de las

bolsas escolares, la Fundación Kovacs (2003) recomienda que el peso

de la mochila no sea superior al 10% del peso del alumno que la

transporta.

Fraile (2009) destacó la importancia de que el alumnado aprenda la

postura correcta para la carga y transporte de la mochila. Su

investigación reveló que la mayor parte de los alumnos de primaria

que había analizado cargaba su mochila por encima del porcentaje

recomendado (10% del peso corporal).

28

Devís (2000) llegó a registrar escolares que cargaban, en algún

momento de la semana, más del 30% del peso corporal.

Quintana et al. (2005) concluyen que el peso de la mochila no guarda

relación significativa con el dolor de espalda e, incluso, aumentan el

peso recomendado a un 15% del peso corporal del alumno.

Brackley y Stevenson (2004) también aumentan el porcentaje

máximo recomendado hasta un máximo del 15%, pero critican la

poca aplicabilidad de este tipo de recomendaciones teóricas, ya que

la industria fabricante de mochilas escolares no favorece al respecto.

Han Jo Kim y Green (2008) recomiendan no sobrepasar el 20% del

peso corporal del alumno, lo cual es dato llamativo, puesto que

duplica los valores recomendados por la Fundación Kovacs (2003).

Por último, son muchos los autores que destacan la importancia de

utilizar un apropiado mobiliario escolar en el aula.

Fraile (2009) realizó un interesante estudio centrado, además de en

el transporte de la mochila, en la importancia de la adopción de una

adecuada postura sedente con un mobiliario escolar apropiado. Este

autor concluyó que el mobiliario escolar no se adapta al momento

evolutivo de cada alumno, a lo largo de los distintos cursos por los

que pasa, y opina que tanto la silla como la mesa son elementos

fundamentales para la comodidad del alumnado. De esto mismo, se

percataron, años antes, Knight y Noyes (1999) y Troussier et al.

(1994), que llevaron a cabo sendos estudios para tratar de

determinar las dimensiones óptimas del mobiliario escolar que

evitasen alteraciones o molestias musculoesqueléticas en escolares.

Milanese y Grimmer (2004) concluyeron que, sólo en los primeros

años de la escuela, el mobiliario se adapta a la antropometría del

alumno. A partir de ese momento, el desfase se va haciendo cada vez

mayor y aumenta el riesgo de lesiones por posturas inapropiadas.

Cabe destacar el importante número de horas que los escolares

pasan, cada día, sentados en su pupitre. En esta posición, la presión

29

sobre las vértebras lumbares es mayor que en bipedestación, ya que

en ésta última posición, se alivia la carga por la acción de la

musculatura erectora del tronco (Weineck, 1997). Además, el no

mantener una adecuada posición erguida del tronco sobre la silla,

puede derivar en una sobrepresión de los discos intervertebrales,

causada por el encorvamiento de la columna (Wilke et al., 2001).

Quintana et al. (2004a) realizaron un estudio sobre mobiliario escolar

y alumnos de primaria del que concluyó que la mayoría de los

alumnos no utilizaban un mobiliario adecuado a sus características

antropométricas, lo cual influía negativamente sobre su postura

corporal.

González Montesinos et al. (2004) van más allá en los resultados

obtenidos: mantenerse prolongadamente en sedestación, en sillas tan

rígidas como las de los centros escolares, provoca el acortamiento,

agotamiento y distensión de varios grupos musculares

(principalmente, del miembro inferior, cuello, cintura escapular y

espalda) estudio que llevaron a cabo, que un individuo que mantenga

prologadamente la posición sedente, en una silla

Quintana et al. (2004b) se encontraron con que un alumno de

primaria puede llegar a estar el 80% de la jornada escolar en posición

sedente, a lo que hay que añadir el tiempo que pasa estudiando,

comiendo, viendo la televisión, etc… En esta misma línea, Geldhof

(2006) advierte, en su tesis doctoral, que el alumnado de secundaria,

a diferencia que el de primaria, pasa más tiempo sentado

(estudiando, haciendo los deberes…) fuera de la escuela que dentro,

por lo que es necesario no sólo adoptar la postura correcta en la silla,

sino también concienciar a las familias de la importancia del

adecuado mobiliario para el estudio en el hogar.

30

4.3.2.1.3. Prevención y actuación ante los factores de riesgo y los

problemas posturales en la población escolar

La escasa movilidad articular, el poco desarrollo muscular y las

deformaciones del raquis son consecuencias típicas de la escasa

práctica de actividad física. Schiltenwolf y Schneider (2009), Han Jo

Kim y Green (2008) y Milanese y Grimmer (2004) son algunos de los

muchos autores que consideran el ejercicio físico y la adopción de

posturas correctas como las soluciones más eficaces para la

corrección de problemas derivados del sedentarismo.

Hanney et al. (2009) defienden que la actividad física juega un factor

fundamental en la prevención de los problemas posturales y apoyan a

las instituciones públicas en promocionar el estilo de vida activo como

herramienta eficaz. Estos autores también alertan de la errónea

tendencia generalizada a abandonar la práctica de actividad física tras

los primeros episodios de dolor o molestia. Además, destacan los

efectos positivos que la actividad física tiene sobre el estado de ánimo

y la autoestima (Mejora el humor, calma la ansiedad y reduce la

depresión).

Fanucchi et al. (2009) también obtuvieron resultados satisfactorios en

un estudio que pretendía analizar los efectos positivos del ejercicio

físico en adolescentes con lumbalgia. Tras la intervención, se redujo

la prevalencia y la intensidad del dolor. Resultados similares fueron

hallados por Jones et al. (2007), Ferreira et al. (2006) y Hayden et al.

(2005), que encontraron una fuerte evidencia entre ejercicio físico y

prevención de dolor.

Bell y Burnett (2009) defienden la inclusión del ejercicio físico dentro

de programas multidisciplinares de educación postural. Añaden,

además, que la bibliografía existente sostiene la idea de los efectos

beneficiosos de la actividad física, pero no hay consenso, entre los

diferentes autores, sobre el tipo de ejercicio más beneficioso.

31

Perry et al. (2009) analizaron la relación entre el estado de condición

física y la incidencia de dolor de espalda, en un grupo de

adolescentes. Este grupo de investigadores concluyó que los

individuos que presentaban menos prevalencia de algias de espalda

presentaban una mayor capacidad aeróbica, mayores niveles de

flexibilidad y un mejor grado de tonificación de la musculatura de la

espalda y del abdomen.

La Región Europea de la Confederación Mundial para la Fisioterapia

publicó, en 2009, los resultados de un programa de intervención

basado en ejercicio físico, llevado a cabo con estudiantes de

educación primaria. Los beneficios en cuanto a prevención del dolor

de espalda fueron evidentes.

Fernández et al. (2008) y Geldhof et al. (2007) también defienden el

ejercicio físico como elemento de prevención de problemas

posturales, sumado a programas de educación en el ámbito escolar.

Por otro lado, los niveles de sedentarismo en edad escolar alcanza

cifras realmente alarmantes, mitigados, principalmente por el

“hipertecnologismo” de nuestra sociedad. Stone (2008) resalta la

importancia de la ergonomía en una sociedad sedentarizada por las

nuevas tecnologías.

García Ferrando (2006) destaca que la práctica de actividad física, en

la población general de nuestro país se sitúa en el 30% del total de

españoles. En la edad adolescente, este mismo autor sitúa el

porcentaje de práctica en un 50%, aproximadamente.

Sin embargo, el mero hecho de hacer actividad física no implica salud

per se. La ejecución incorrecta de ejercicios o técnicas deportivas

ocasiona, frecuentemente, trastornos en el aparato locomotor y los

efectos del exceso de ejercicio pueden llegar a ser tan

contraindicados como la propia inactividad (Heneweer et al., 2009;

Sato et al., 2008). Debido a la importante labor de la espalda en el

32

movimiento del cuerpo humano, es una de las zonas más castigadas

por la práctica inadecuada.

López Miñarro (2000) en un intento por facilitar la labor del

entrenador/docente/deportista/alumno ha elaborado una interesante

propuesta con los pasos a seguir para seleccionar o descartar

aquellos ejercicios menos saludables. Para ello, se basa en factores

como la posición inicial del ejercicio y las articulaciones implicadas.

Por el contrario, Burton (2005), en una revisión de una guía europea

para la prevención de la lumbalgia, pone en entredicho los beneficios

de la actividad física, ya que afirma que no existen evidencias

significativas de que la práctica deportiva o el llevar un estilo de vida

activo sean medidas eficaces de prevención de problemas de espalda

en niños y adolescentes (pero sí en adultos).

Respecto a los malos hábitos posturales (dentro de los cuales,

incluimos la posición sedente y el transporte de mochilas,

anteriormente comentados), Loots et al. (2001) y Molano (2004)

coinciden, al igual que otros autores anteriormente citados, en

destacar la importancia de iniciar la educación en higiene postural

desde edades lo más tempranas posible. De esta manera, existen

muchas posibilidades de que se afiancen los hábitos y se transfieran,

posteriormente, a la vida adulta.

Geldhof (2006) destaca la importancia de la adopción de las posturas

correctas, durante la adolescencia, ya que tiene lugar la maduración

biológica. Durante este período de crecimiento, el cuerpo es muy

susceptible a cambios, lo cual adquiere especial relevancia en las

cargas que manejen los niños (Jordaan, 2005; Grimmer y Williams,

2000). Además, las consecuencias fisiológicas de la adopción de

posturas inadecuadas en la sedestación o el transporte de la mochila,

comentadas en el apartado anterior, justifican la importancia de

informar a los escolares sobre la necesidad de mantener la columna

33

cervical en una buena posición y fortalecer la musculatura que

interviene en la postura.

Por otro lado, el complemento ideal a la adopción de una buena

postura es el mobiliario escolar adecuado, que viene determinado y

supervisado por diferentes organismos internacionales (ISO, CEN,

AENOR…).

Aún así, resulta crucial que las familias y los centros escolares tengan

presentes las recomendaciones de los expertos, de manera que se

instalen taquillas personales en las escuelas y se promueva, desde el

hogar, el uso de mochilas más ligeras (Skaggs et al., 2006).

4.3.2.2. El tratamiento de la salud desde la escuela

Como ya dijimos anteriormente, la población en edad escolar se

encuentra en plena fase sensible para la adopción y consolidación de

hábitos de vida saludables. Puesto que los niños y jóvenes pasan una

importantísima parte de su infancia en la escuela, esta institución se

convierte en un potencial y eficaz instrumento de intervención.

Cardoso y Gómez Conesa (2008) señalan a la escuela y la familia

como los principales contextos de socialización infantil, de ahí, que se

conviertan en unos de los más adecuados entornos para llevar a cabo

intervenciones al respecto.

Con la aprobación de la Ley Orgánica 1/1990 de Ordenación General

del Sistema Educativo (LOGSE), la salud entra a formar parte, por

primera vez, dentro del currículo educativo oficial. Además, uno de

los temas transversales, que nacen de la mano de esta ley, lleva por

nombre “Educación para la Salud” y es definido, dentro de la propia

legislación LOGSE, como el “proceso de formación permanente que se

inicia en los primeros años de la infancia, orientado hacia el

34

conocimiento de sí mismo en todas sus dimensiones tanto

individuales como sociales y, también, del ambiente que le rodea en

su doble dimensión, ecológica y social, con la finalidad de poder tener

una vida sana y poder participar en la salud colectiva”. Es decir, la

promoción de la salud supone fomentar la adopción de hábitos de

vida saludables y reducir aquellos que perjudiquen nuestra salud.

El primer reconocimiento internacional de la labor de la escuela como

herramienta de intervención de primer orden surge de la Agenda de

Egmond (2000), que es una institución cuyo objetivo es fomentar la

promoción de la salud por parte de la comunidad educativa y,

específicamente, desde la escuela. Bajo ese objetivo, surge la Red

Europea de Escuelas Promotoras de Salud, a la que España

pertenece.

La actual Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE), no sólo no

continúa la senda de su predecesora, sino que hace de la salud uno

de los pilares fundamentales del currículo educativo, fortaleciendo su

presencia dentro de éste.

4.3.2.2.1. El área de Educación Física

Pese a que la educación para la salud es una tarea que incumbe a

toda la comunidad educativa (LOE), es indiscutible que la Educación

Física es el área del currículo que mejor puede llevar a cabo el

objetivo de promocionar la salud y de los estilos de vida activos.

Como ya dijimos en su momento, el hecho de que la Organización

Mundial de la Salud destacase la labor de la actividad física como un

factor de prevención de la salud de primer orden sitúa a la Educación

Física en un puesto privilegiado, respecto a otras materias del

currículo. Esta consideración también es sostenida por Devís y Peiró

35

(2001) y es una idea puesta de manifiesto por numerosos expertos

en diferentes congresos sobre actividad física y educación, como

Gargallo et al. (2000), Martínez de Haro (2001) y Ruíz (2001).

Así como, en épocas anteriores, se primaba la condición física y la

detección de talentos deportivos en el ámbito escolar, Generelo et al.

(2004) destaca la corriente actual de la Educación Física como

promovedora de actividad física desde un punto de vista saludable y

orientada a la mejora de la calidad de vida, en todos los ámbitos de

ésta.

Pérez y Delgado (2004) afirman que existen sólidas justificaciones

para abordar el tema de la salud en la escuela y, de manera

particular, desde el área de la Educación Física.

Por otro lado, Devís y Peiró (2001) diseñaron una serie de propuestas

para tratar la salud, en el ámbito educativo, partiendo de su

inevitable vínculo con la actividad física y la relación directa entre

ésta y las clases de Educación Física. Las denominaron “perspectivas

de la salud”.

En apartados anteriores, comentábamos la importancia del

sedentarismo como factor de aparición de problemas posturales. El

sedentarismo, que ya es una lacra social, puede y debe ser abordado

desde las clases de Educación Física, en la escuela.

Evidentemente, no se trata de poner al alumnado a hacer ejercicio

físico durante las dos horas semanales de las que disponemos, sino

de promover el gusto por la práctica de actividad física en los ratos

de ocio y dotar de las herramientas necesarias para realizarlo de

manera correcta y segura. De esta manera, los profesionales de la

Educación Física combatimos el problema de la inactividad física y

educamos en la ocupación constructiva del tiempo libre.

36

Según Casimiro (1999), la labor fundamental del profesor de

Educación Física, en materia de educación para la salud, es fomentar

actitudes, hábitos, destrezas y conocimientos que el alumno pueda

trasladar a la vida cotidiana, mejorando su nivel de bienestar.

Por otro lado, la administración educativa es consciente de la

preocupación y de la problemática social en torno a la salud y ha

tomado iniciativas al respecto. La más evidente es dotar al currículo

educativo de un hilo conductor, la salud, que se aborda desde todas

las áreas y constituye un Objetivo General de Etapa en sí mismo,

tanto en Educación Primaria, como en Secundaria.

Además, la legislación educativa señala al área de Educación Física

como principal protagonista de la educación para la salud y el

fomento de hábitos de vida saludables, donde se incluye la educación

postural, como contenido específico del currículo educativo.

Por último, cabe señalar que Armour (2005) reclama un mayor

consenso y unanimidad por parte del colectivo de profesores de

Educación Física, ante la formulación de los objetivos que proponen

para sus clases.

4.3.2.2.1.1. La educación postural en el aula de Educación Física

La inclusión en la escuela de contenidos relacionados con la

educación postural es defendida por un gran número de autores que,

a su vez, conceden al área de Educación Física el papel protagonista

para llevar a cabo la tarea. Es el caso de Castillo (2000), que destaca

los múltiples beneficios de la educación postural precoz, ya que fijan

37

hábitos y evitan problemas posturales futuros (lo cual es respaldado

por otros investigadores, como Delgado y Tercedor, 2002, y Latorre y

Herrador, 2003). Esta misma autora es partidaria de que, desde la

Educación Física, se fomente la actividad física saludable y, a su vez,

propone que se impartan contenidos educativos sobre la postura

correcta a adoptar, principalmente, en las siguientes situaciones:

- La bipedestación y sedestación.

- Los momentos de vestirse y asearse.

- El calzado adecuado.

- Los movimientos de inclinarse o agacharse.

- La manipulación de cargas, incluido el transporte de la mochila.

- La postura yacente: su importancia para dormir correctamente.

En la anterior propuesta, no se incluían aspectos interesantes, como

la higiene postural en el ejercicio físico y en las tareas domésticas,

que sí fueron destacados por Fraile et al. (1998).

Andujar et al. (1999) hacen hincapié en la importancia de la etapa

escolar como fase sensible para el aprendizaje de hábitos saludables,

debido, en gran parte, por la participación consciente del alumno.

Este mismo grupo de autores destaca las cualidades didácticas del

juego como recurso en educación postural.

El colectivo de investigadores de Aguado et al. (2000 y 2001) afirma

la relevancia de incluir, en educación postural, la higiene en las tareas

domésticas, laborales y ocio. Además, propone el descubrimiento

guiado, como la estrategia didáctica más apropiada, y la idoneidad de

relacionar este tema con la expresión corporal. Por otro lado, señalan

la interdisciplinariedad de este tipo de contenidos y la

transversalidad, lo que le confiere un tratamiento necesario desde

todas las áreas del currículo.

38

Resulta interesante la postura de Le Boulch (2001) sobre este tema,

ya que entiende la educación postural desde la perspectiva

psicomotriz. Para este autor, resulta fundamental la interiorización

del esquema corporal por parte del individuo, como base para una

efectuar una buena reeducación de la postura. Este aspecto también

lo destacan Delgado y Tercedor (2002), principalmente, en la etapa

de secundaria, momento en el que, por causa del crecimiento, tiene

lugar un desajuste del esquema corporal.

Latorre y Herrador (2003) ofrecen una interesante propuesta para

abordar la educación postural, desde las clases de Educación Física,

porque plantean una completa visión de las sesiones de este área.

Los aspectos a trabajar con los alumnos que estos autores consideran

relevantes son:

- El esquema corporal.

- El fortalecimiento de la musculatura postural.

- La expresión corporal.

- La higiene postural en las actividades de la vida cotidiana.

- El equilibrio estático y dinámico.

Alexander (2007) considera óptimo incluir, dentro de los programas

de educación postural, el fortalecimiento muscular, la respiración, las

posturas adecuadas durante el movimiento, la sedestación, la postura

ante el ordenador y el ratón, la carga de mochilas y el transporte de

objetos pesados.

Como vemos, esta perspectiva ofrece una visión multidisciplionar de

la educación postural, desde la materia de Educación Física, ya que

39

contempla temas tan diversos como la expresión corporal, el

acondicionamiento físico, la psicomotricidad y la higiene postural.

Lorenzo González (2007) analiza, en su tesis doctoral, las principales

investigaciones, llevadas a cabo hasta el momento, relacionadas con

programas de intervención escolar cuyo contexto específico es el

área de Educación Física. Las resumimos en el cuadro siguiente, al

que hemos añadido, también, los estudios más importantes sobre el

mismo tema, desde el punto de vista de Martínez González et al.

(2008), destacados en color gris. Los estudios citados, tanto por

Lorenzo González (2007), como por Martínez González et al. (2008),

se han diferenciado con un tono de gris más oscuro.

AUTOR ASPECTOS A TRABAJAR RESULTADOS

Spence et al.

(1984)

-Cómo levantar objetos del suelo

Tras 1 sesión (15 minutos),

aumentó el conocimiento

teórico sobre la postura,

pero no mejoró la conducta

práctica

Aguado

(1995)

- Manejo de objetos y cargas

- Relación con el mobiliario cotidiano

- Tareas domésticas.

Tras nueve sesiones, los

alumnos modificaron sus

actitudes posturales en la

vida cotidiana

Sheldon

(1994)

-Cómo levantar objetos del suelo

-Factores de riesgo de la lumbalgia

Tras 1 sesión (15 minutos),

mejoraron tanto los

conocimientos teóricos sobre

la postura, como las

conductas prácticas

Rodríguez

García

(1998)

- Flexibilidad de musculatura

isquiosural y de la espalda.

- Fortalecimiento de musculatura

postural.

Tras una intervención

durante todo un curso

escolar, se encontraron

mejoras significativas que

consolidan a la Educación

Física como contexto de

intervención por excelencia.

40

Güimaraes

da Silva

(1998)

- La postura sedente y yacente.

- La postura al agacharse.

- La marcha.

- Nociones anatómicas y biomecánicas

- Situaciones de la vida cotidiana.

- Fortalecimiento y estiramiento de la

musculatura de la espalda.

Se observaron cambios en la

actitud de los alumnos

respecto a la postura.

Cardon et al.

(2000)

- Levantarse de cama.

- Postura en el lavabo.

- Posición sedente.

- Posición al calzarse y descalzarse.

- Manejo de cargas.

Tras 6 sesiones (1 sesión

semanal de 60 minutos),

mejoraron los conocimientos

teóricos sobre la postura y

las conductas prácticas

Gómez

Conesa y

Méndez

(2000)

- Postura sedente y yacente.

- Postura en el aseo.

- Manejo de cargas.

- Fortalecimiento muscular.

- Respiración.

- Flexibilidad de la musculatura

isquisural.

Tras 8 sesiones (1 sesión

semanal de 60 minutos),

mejoraron los conocimientos

sobre la postura

Méndez y

Gómez-

Conesa

(2001)

- Postura sedente y yacente.

- Postura en el aseo.

- Manejo de cargas.

- Fortalecimiento muscular.

- Respiración.

- Flexibilidad de la musculatura

isquisural.

- Tras 11 sesiones (1 sesión

semanal de 60 minutos),

mejoraron los conocimientos

teóricos y las conductas

prácticas.

- Se comprobó mejoras la

prevención del dolor lumbar

en edad escolar (Los efectos

perduraron 4 años después

de la intervención).

Cardon et al.

(2002)

- Levantarse de cama.

- Postura en el lavabo.

- Posición sedente.

- Posición al calzarse y descalzarse.

- Manejo de cargas.

Tras 6 sesiones (1 sesión

semanal de 60 minutos),

mejoraron los conocimientos

sobre el cuidado de la

espalda, pero poco

perdurables en el tiempo

41

Feingold y

Jacobs

(2002)

- Transporte y carga de la mochila

Tras 1 sesión (30 minutos),

no se encontraron mejoras

cuantitativas, pero sí

cualitativas en la conducta

Fundación

Kovacs

(2003)

- Nociones anatómicas y biomecánicas

de la columna vertebral.

- Higiene postural en la vida cotidiana.

Se obtuvieron resultados

satisfactorios en cuanto a la

concienciación del cuidado

de la espalda y la adquisición

de conocimientos sobre

prevención de posturas

inadecuadas

Geldhof et

al. (2006)

- Nociones anatómicas y patológicas de

la columna vertebral.

- Higiene postural, principalmente

orientada a las situaciones del aula.

- Actividad física recreativa (Programa

de deportes, juegos y recreo activo)

Tras 6 sesiones (1 sesión

semanal de 60 minutos), se

obtuvieron mejoras en la

reducción del dolor de

espalda y un aumento de los

conocimientos sobre la

postura

Lorenzo

González

(2007)

- Conocimiento de la espalda.

- Conciencia corporal.

- Relajación.

- Higiene postural en la vida cotidiana,

incluidas las situaciones de clase.

- Importancia del acondicionamiento

físico

Los alumnos mejoraron sus

conocimientos sobre la

espalda y sobre higiene

postural en la vida cotidiana,

incidiendo en la importancia

del estilo de vida activo

como factor de prevención.

Cardon et al.

(2007)

- Nociones anatómicas y patológicas de

la columna vertebral.

- Higiene postural, principalmente

orientada a las situaciones del aula.

- Actividad física recreativa (Programa

de deportes, juegos y recreo activo)

Tras 6 sesiones (1 sesión

semanal de 60 minutos), se

obtuvieron mejoras en la

reducción del dolor de

espalda y un aumento de los

conocimientos sobre la

postura

42

Según Lorenzo González (2007) y Martínez González et al. (2008) los

arriba mencionados son los estudios sobre programas escolares de

intervención en educación postural más importantes de los últimos 25

años.

Aunque las propuestas elaboradas por los distintos autores guardan

rasgos comunes entre sí (La mayoría se centran en el transporte de

objetos; Suelen estructurarse en tres partes: Presentación de la

información, demostración práctica y repetición), destaca la

heterogeneidad de los distintos programas. Existen intervenciones de

una sola sesión, de tiempo máximo de 30 minutos (de 15 minutos en

dos de los casos expuestos), en la que los alumnos aprenden uno o

dos bloques de contenidos. Mientras que, por otro lado, cuando el

bloque de conocimientos a adquirir es más amplio, el número de

sesiones se eleva a 6-11, con una periodicidad de una sesión por

semana y de una hora de duración.

De este modo, Cardon et al. (2000 y 2002) conciben propuestas muy

completas, al igual que Méndez y Gómez Conesa (2000 y 2001),

quienes incluyen actividades de la vida cotidiana tan diversas como

escribir (sentado), comer, coger objetos de estanterías elevadas,

mover armarios, entrar y salir de un coche, etc…

Como contraste, cabe señalar los trabajos de Spence et al. (1984) y

Sheldon (1994) que se ciñen al levantamiento de objetos del suelo,

obviando la posibilidad de educar en el manejo de cargas a niveles

superiores del suelo.

No obstante, la mayoría de los estudios afirman haber obtenido

resultados satisfactorios.

Un criterio que generalmente adoptan los investigadores para evaluar

un plan de intervención es la retención de los conocimientos a lo

largo del tiempo. La mayoría de los estudios citados en el cuadro

anterior afirmaron que los alumnos analizados retuvieron los

43

conocimientos adquiridos durante, al menos, dos años después del

test, lo cual evidencia la eficacia de la intervención.

A pesar de la demostrada importancia social de este tipo de

intervenciones (Cardon y Balagué, 2004), Martínez González et al.

(2008) destacan la escasa existencia de bibliografía sobre programas

de educación postural en el ámbito escolar, frente a la abundante

información disponible sobre individuos en edad adulta.

Por otro lado, en vista de los buenos resultados obtenidos por

algunas de las más importantes investigaciones llevadas a cabo sobre

el tema, muchos autores (Herman, 2009; Legg y Jacobs, 2008;

Geldhof et al., 2007; Woodcock, 2007) resaltan la importancia de la

inclusión de los contenidos de educación postural, dentro del currículo

educativo y la necesidad de comenzar el aprendizaje de aspectos de

ergonomía desde los primeros años de la escuela.

Davó et al. (2008) critican la deficiente incorporación de la educación

para la salud, como tema transversal del currículo, en nuestro país, y

la inexistente integración sistemática y generalizada de este tipo de

contenidos, dentro de los proyectos curriculares.

Alexandre (2008) señala la importancia de la formación de los

profesores en materia de ergonomía (principalmente, relacionada con

el aula), para que, de esta manera, la intervención pueda ser mucho

más efectiva. Sobre este aspecto, Legg y Jacobs (2008) y Woodcock

(2007) añaden el escaso interés por la pedagogía de la ergonomía,

que se refleja en los pocos estudios específicos al respecto.

44

5. CONCLUSIONES

- En la sociedad actual, existe una importantísima incidencia de los

problemas derivados de las malas posturas, particularmente, los

que afectan a la espalda, los cuales, además, tienen consecuencias

económicas y laborales consideradas por varios autores.

En el ámbito laboral, cabía esperar una mayor incidencia en el

sector agrícola y la construcción. Sin embargo, los sectores

laborales más castigados son la industria y los servicios.

- La mayoría de investigadores coinciden en señalar, como

principales factores de lesión o dolencia postural, la duración, la

repetición y la ejecución incorrecta de los movimientos.

- A nivel institucional, la respuesta social ante el problema de la

postura lo canalizan, principalmente, las administraciones

educativa y laboral. Los avances en ergonomía resultan

fundamentales para adaptar las dimensiones antropométricas del

individuo con el espacio en el que interactúa.

La respuesta de las instituciones a la incidencia de los problemas

posturales en la sociedad responde a la evidencia de que “prevenir

es más barato que curar”, de ahí el importante impulso del factor

educativo como principal elemento de prevención. La muestra de

ello es el gran rol que juega la salud, dentro del currículo

educativo, y que, a su vez, es uno de los ejes vertebrales de la

legislación educativa actual.

- Las escuelas de la espalda fueron los pioneros en el fomento de la

salud postural y asentaron las bases para el desarrollo del campo

la educación de la postura. Priorizaban el fortalecimiento muscular,

los estiramientos y las pautas de higiene postural en la vida

cotidiana.

45

- A nivel escolar, la Educación física tiene un indiscutible papel

protagonista por las posibilidades de intervención de la etapa

escolar (La escuela es la única institución por la que,

teóricamente, pasa el 100% de la población, durante las primeras

etapas de la vida) y por la característica particular de la actividad

física, como factor de prevención de primer orden (Según la

Organización Mundial de la Salud).

La necesidad de intervenir no responde, únicamente, al objetivo

de corregir los defectos posturales ya existentes, sino de educar

para la prevención de futuras dolencias.

- El dolor de espalda es el problema postural más extendido en la

población escolar, sobre todo el dolor lumbar, originado en la

mayoría de los casos por malos hábitos posturales. La etapa

escolar es el momento ideal de intervención, ya que es cuando el

alumno mejor puede afianzar hábitos saludables con mayores

probabilidades de que perduren en la vida adulta.

- Las consecuencias del sedentarismo y la inactividad física es uno

de los factores de riesgo de los problemas de índole postural. La

escuela tiene un importante papel que desempeñar, fomentando

los estilos de vida activos, desde Educación Primaria, y

consolidándolos, en la Educación Secundaria.

- La gran cantidad de horas que los alumnos permanecen en la

posición de sedestación juega en contra de su salud. De ahí, la

importancia de educar no sólo en nociones de higiene postural,

sino en cómo afrontar los factores ajenos al control del alumno

(como el mobiliario escolar o el peso de la mochila).

46

6. BIBLIOGRAFÍA

Aguado, X. (1995). Educación postural de tareas cotidianas en la

enseñanza primaria, un enfoque ergonómico. Tesis doctoral.

Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona.

Aguado, X.; Fernández Ordoñez, A. (2000). Ergonomía, seguridad e

higiene. Unidades didácticas para primaria. Barcelona: INDE.

Aguado, X.; Riera, J.; Fernández Ordoñez, A. (2001). Educación

postural en primaria. Propuesta de una metodología y ejemplo de una

sesión. Educación Física y Deportes. 59: 55-60.

Alexandre, M. (2007). Teaching ergonomics to children and teachers.

10th Annual Applied Ergonomics Conference.

Andrade, S.; Ribeiro de Araújo, A.; Pereira Vilar, M. J. (2005). Back

School: Historical revision and its application in chronic low back pain.

Revista Brasileira de Reumatologia. 45 (4): 224-228.

Andujar, P.; Santonja, F.; García de la Rubia, S.; Rodríguez, PL. (1999).

Higiene postural del escolar: Influencia de la educación física. Revista de

educación integral del pediatra extrahospitalario, 2: 135-142.

Aparicio, E. Q.; Nogueras, A. M.; Iglesias, F. J.; Sánchez, R. M.;

Rebelatto, J. R.; Arenillas, J. I. (2004). Relación entre la postura

sedente y el mobiliario utilizado por una población escolar. Revista

Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología. 7: 22-34.

Armour, K. M. (2005). Indagando en el papel de los Maestros de

Educación Física en la promoción de la salud mediante la actividad

física: tres pasos a dar. En F. Ruiz, El Maestro de Educación Física ante

47

la convergencia europea. Posible paso atrás en la educación española

¿un maestro para todo? (páginas 59-66). Córdoba: Gymnos.

Bejia, I.; Abid, N.; Salem, K. B.; Lataief, M.; Younes, M.; Touzi, M.

(2005). Low back pain in a cohort of 622 Tunisian schoolchildren and

adolescents: an epidemiological study. European Spine Journal. 16:

331-336.

Bell, J. A.; Burnett, A. (2009). Exercise for the primary, secondary

and tertiary prevention of low back pain in the workplace: A

systematic review. Journal of Occupational Rehabilitation. 19: 8-24.

Betolaza, J. A., Pinedo, S.; Erazo, P. (2006). Escuela de Espalda.

Nuestra experiencia. Revista de la Sociedad Española de

Rehabilitación y Medicina Física. 40 (2): 59-66.

Biddle, S.; Mutne, N. (1991) Psychology of Physical Activity and

Exercise. London: Springer Vertog.

Briggs, A.; Smith, A.; Straker, L.; Bragge, P. (2009). Thoracic spine

pain in the general population: Prevalence, incidence and associated

factors in children, adolescents and adults. A systematic review. BMC

Musculoskeletal Disorders. 10: 77-88.

Brackley, H. M.; Stevenson, J. M.; Selinger, J. C. (2009). Effect of

backpack load placement on posture and spinal curvature in

prepubescent children. Work. 32: 351-360.

Brackley, H. M.; Stevenson, J. M. (2004). Are children´s backpack

weight limits enough? A critical review of the relevant literature.

Spine. 29: 2184-2190.

48

Burton, A. K. (2005). How to prevent low back pain. Best Practice &

Research Clinical Rheumatology. 19 (4): 541-555.

Cardon, G. M.; De Clercq, D. L.; Geldhof, E. J.; Verstraete, S.; De

Bourdeaudhuij, I. M. (2007). Back education in elementary

schoolchildren: the effects of adding a physical activity promotion

program to a back care program. European Spine Journal. 16: 125-

133.

Cardon, G; Balagué, F. (2004). Low back pain prevention´s effects in

schoolchildren. What is the evidence?. European Spine Journal. 13:

663-679.

Cardon, G.; De Bourdeaudhuij, I.; De Clercq, D. (2002). Knowledge

and perceptions about back education among elementary school

students, teachers and parents in Belgium. Journal of School Health.

72: 100-106.

Cardon, G; De Clercq, D., De Bourdeaudhuij, I. (2000). Effects of

back care education in elementary schoolchildren. Acta Paediatrica.

89: 1010-1017.

Cardoso, C.; Gómez Conesa, A. (2008). Lumbalgia. Prevalencia y

programas preventivos en la infancia y adolescencia. Revista

Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología. 11 (1): 32-38.

Casimiro, A. J. (1999). Comparación, evolución y relación de hábitos

saludables y nivel de condición física-salud en escolares, entre final

de educación primaria (12 años) y final de educación secundaria

obligatoria (16 años). Tesis doctoral. Granada: Servicio de

Publicaciones de la Universidad de Granada.

49

Cassidy, J. D.; Côte, P., Carrol, L. J.; Kristman, V. (2005). Incidence

and course of low back pain episodes in the general population.

Spine. 30: 2817-2823.

Castillo, Mª. D. (2000). La importancia de la educación postural en

escolares como método de prevención del dolor de espalda. Medicina

General, 0 (24): 464-466.

Cattalorda, J.; Rahmani, A.; Diop, M.; Gautheron, V.; Ebermeyer, E.;

Belli, A. (2003). Influence of school bag carrying on gait kinetics.

Journal of Pediatrics Orthopaedics B. 12: 357-364.

Chumillas, S.; Peñalver, L.; Moreno, M.; Mora, E. (2003). Estudio

prospectivo sobre la eficacia de un programa de la escuela de la

espalda. Rehabilitación. Madrid. 37 (2): 67-73.

Çakmak, A.; Yücel, B.; Ózyalçin, S. N.; Bayraktar, B.; Ural, H. I.;

Druöz, M. T. (2004). The frequency and associated factors of low

back pain among a young population in Turkey. Spine. 29: 1567-

1572.

Dagenais, S.; Caro, J.; Haldeman, S. (2008). A systematic review of

low back pain cost of illness studies in the United States and

internationally. Spine Journal. 8: 8-20.

Davó, M. C.; Gil-González, D.; Vives-Cases, C.; Álvarez-Dardet, C.;

La Parra, D. (2008). Las investigaciones sobre promoción y educación

para la salud en las etapas de infantil y primaria de la escuela

española. Una revisión de los estudios publicados entre 1995 y 2005.

Gaceta Sanitaria. 22 (1): 58-64.

50

De La Torre, M. L.; Domínguez, M. P.; Franco, M. A.; García, B.

(1998). Escuela de espalda en atención primaria. Rehabilitación. 20:

17-23.

Delgado, M.; Tercedor, P. (2002). Estrategias de intervención en

educación para la salud desde la Educación Física. Barcelona: INDE.

Devís, J.; Peiró, C. (2001). Fundamentos para la promoción de la

actividad relacionada con la salud. En J.Devís, La educación Física, el

Deporte y la Salud en el Siglo XXI (páginas 295-321). Alicante:

Marfil.

Devís, J. (2000). Actividad física, deporte y salud. Barcelona: INDE.

Fanucchi, G. L.; Stewart, A.; Jordaan, R.; Becker, P. (2009). Exercise

reduces the intensity and prevalence of low back pain in 12-13 year

old children: a randomised trial. Australian Journal of Physiotherapy.

55: 97-104.

Feingold, A. J.; Jacobs, K. (2002). The effect of education on

backpack wearing and posture in a middle school population. Work.

18: 287-294.

Fernandes, S. M. S.; Casarotto, R. A.; João, S. M. A. (2008). Effects

of educational sessions on school backpack use among elementary

school students. Revista Brasileira de Fisioterapia. 12 (6): 38-44.

Ferreira, P. H.; Ferreira, M. L.; Maher, C. G.; Herbert, R. D.;

Refshauge, K. (2006). Specific stabilisation exercise for spinal and

pelvic pain: a systematic review. Australian Journal of Physiotherapy.

52: 79-88.

51

Fraile, P. A. (2009). Dolor de espalda en alumnos de primaria y sus

causas. Fisioterapia. 31 (4): 137-142.

Fraile, A.; Arribas, H.; Gutiérrez, S.; Hernández, A. (1998). La salud

en las actividades físicas extraescolares. En M. Santos & A. Sicilia.

Actividades físicas extraescolares. Una propuesta alternativa (páginas

51-62). Zaragoza: INDE.

Fundación Kovacs (2003). El web de la espalda. Consultado, por

última vez, el 8 de agosto de 2009 en www.espalda.org/index.asp.

Furtado, R.; Jones, A.; Furtado, R. N. V.; Jennings, F.; Natour, J.

(2009). Validation of the Brazilian-Portuguese version of the gesture

behaviour test for patients with non-specific chronic low back pain.

Clinical Science. 64 (2): 83-90.

García Ferrando, M. (2006). Posmodernidad y deporte: Entre la

individualización y la masificación. Encuesta de hábitos deportivos de

los españoles 2005. Madrid: Consejo Superior de Deportes y Centro

de Investigaciones Sociológicas.

García Fontecha, C. G. (2005). Dorsolumbalgia en el niño. Enfoque

para el pediatra. Consultado, por última vez, el 30 de julio de 2009

en www.traumatologiainfantil.com.

Gargallo, E.; Dalmau, J. M.; Zabala, M. (2000). Una reflexión sobre el

tratamiento de la salud corporal en primaria. En Actas del II Congreso

Internacional de Educación Física y Salud (páginas. 505-514). Jerez:

FETE-UGT.

52

Geldhof, E.; Cardon, G.; De Bourdeaudhuij, I. ; De Clercq, D. (2007).

Back posture education in elementary schoolchildren: a 2-year follow-

up study. European Spine Journal. 16: 841-850

Geldhof, E. (2006). Back functioning: the effectiveneness o fan

intervention promoting good body mechanics in elementary

schoolchildren. Tesis doctoral. Gante (Bélgica): Servicio de

publicaciones de la Universidad de Gante.

Geldhof, E. ; Cardon, G. ; De Bourdeaudhuij, I.; De Clercq, D.

(2006). Effects of a two-school-year multifactorial back education

program in elementary schoolchildren. Spine, 31(17): 1965-1973.

Gómez Conesa, A. (2009). Dolor de espalda en niños y adolescentes.

Fisioterapia. 31 (4): 121-122.

Gómez Conesa, A.; Méndez, F. X. (2000). Programa escolar de

educación para la salud en el cuidado de la espalda. Revista

Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología. 3: 74-83.

González Montesinos, J.L.; Martínez González, J.; Mora J.; Salto, G;

Álvarez, E. (2004). El dolor de espalda y los desequilibrios

musculares. Revista internacional de medicina y ciencias de la

actividad física y del deporte nº13 marzo. Consultado, por última vez,

el 8 de agosto de 2009 en

http://cdeporte.rediris.es/revista/revista13/espalda.htm.

González Viejo, M. A. (1996). Dimensión socioeconómica. En Miranda,

J. Dolor lumbar. Clínica y Rehabilitación. Madrid: Grupo Aula Médica.

González Viejo, M. A. ; Condón, M. J. (2000). Incapacidad por dolor

lumbar en España. Medicina Clínica. 114: 491-492.

53

Grandjean, E. (1973). Ergonomics of the home. Londres: Taylor &

Francis.

Grimmer, K.; Williams, M. (2000). Gender-age environmental

associates of adolescent low back pain. Applied Ergonomics. 31: 343-

360.

Groll, C. ; Heine-Goldammer, B. ; Zalpour, C. (2009). Evaluation of a

prevention concept in the primary school setting: Prevent back pain

with “The Rücken Kult-Tour”. Pravention und Gesundheitsforderung.

4 (1): 51-57.

Güimarães da Silva, M. A. (1998). La confiabilidad de una tabla

analógica visual en la evaluación de la intensidad del dolor y la

prevalencia de lumbalgias en adolescentes. Revista Iberoamericana

de Fisioterapia y Kinesiología. 1(1): 60-64.

Hakala, P.; Rimpela, A.; Salminen, J.J.; Virtanen, S.M.; Rimpela, M.

(2002). Back, neck and shoulder pain in Finís Adolescents: nacional

cross sectional surveys. British Medical Journal, 325, 743-747.

Han Jo Kim, M. D.; Green, D. W. (2008). Adolescent back pain.

Current Opinión in Pediatrics. 20: 37-45.

Hanney, W.; Kolber, M.; Beekhuizen, K. (2009). Implications for

physical activity in the population with low back pain. American

Journal of Lifestyle Medicine. 3 (1): 63-70.

Hayden, J. A.; Van Tulder, M. W.; Malmivaara, A. V.; Koes, B.

W. (2005). Meta-analysis: Exercise therapy for non-specific low back

pain. Annals of Internal Medicine. 142 (9): 765-777.

54

Heneweer, H.; Vanhees, L.; Picavet, S. (2009). Physical activity and

low back pain: A U-shaped relation? Pain. 143: 21-25.

Hestbaek, L. ; Leboeuf-Yde, C. ; Kyvik, K. (2006a). Is comorbidity in

adolescence a predictor for adult low back pain? A prospective study

of a young population. BMC Musculoskeletal Disorders. 7: 1471-1474.

Hestbaek, L. ; Leboeuf-Yde, C. ; Kyvik, K. ; Manniche, C. (2006b).

The course of low back pain from adolescence to adulthood: Eight-

year follow-up of 9600 twins. Spine. 31 (4): 468-472.

Heyman, E. (2009). Ergonomics for children: An educational program

for elementary school. Work. 32 (3): 261-265.

Heymans, M.; Van Tulder, M.; Bombardier, C.; Koes, B. (2005). Back

schools for nonspecific low back pain: a systematic review within the

framework of the cochrane collaboration back review group. Spine.

30 (19): 2153-2163.

Hooper, P.D. (1999). Back school. En Liebenson, C. Manual de

rehabilitación de la columna vertebral (páginas 191-205). Barcelona:

Paidotribo.

Jeffries, L.; Milanese, S. ; Grimmer-Somers, K. (2007). Epidemiology

of adolescent spinal pain: a systematic overview of the research

literature. Spine. 32 (23): 2630-2637.

Jeroid Gaudes, R. (2004). Estudio inicial de la eficacia del programa

de escuela de espalda de la Fundación Hospital Calahorra aplicado en

la población de La Rioja baja. Medicina de rehabilitación. 17 (2): 6-

13.

55

Jones, M. A.; Stratton, G.; Reilly, T.; Unnithan, V. B. (2007). The

efficacy of exercise as an intervention to treat recurrent non-specific

low back pain in adolescents. Pediatric Exercise Science. 19: 349-

359.

Jones, M. A.; Stratton, G.; Reilly, T.; Unnithan V. B. (2005).

Biological risk indicators for recurrent non-specific low back pain in

adolescents. British Journal of Sports Medicine. 39: 137-140.

Jones, M. A.; Stratton, G.; Reilly, T.; Unnithan, V. B. (2004). A

school-based survey of recurrent non-specific low-back pain

prevalence and consequences in children. Health Education Research,

19 (3), 284-289.

Jones, G. T.; Watson, K. D.; Silman A. J.; Symmons, D. P.;

McFarlane, G. J. (2003). Predictors of low back pain in British

schoolchildren: a population-based prospective cohort study.

Pediatrics. 111: 822-828.

Jordaan, R.; Kruger, M.; Stewart, A. V.; Becker, P. J. (2005). The

association between low back pain, gender and age in adolescents.

The South African Journal of Physiotherapy. 61: 15-20.

Kao, H. S. R. (1976). On educational ergonomics. Ergonomics. 19:

667-681.

Katz, J. N. (2006). Lumbar disc disorders and low-back pain:

socioeconomic factors and consequences. The Journal of Bone and

Joint Surgery. 88 (2): 21-24.

56

Knight, G.; Noyes, J. (1999). Children´s behaviour and the design of

school furniture. Ergonomics. 42: 747-760.

Klein, B.P.; Roger, M.A.; Jensen, R.C.; Sanderson, L.M. (1984).

Assement of workers, compensation claims for back sprain/strains.

Journal of Occupational Medicine. 26: 443-448.

Kortmann, H. (2002). Nuestro apoyo. Ejercitar la columna vertebral,

fortalecer la espalda. Madrid: Témpora.

Latorre, P. A.; Herrador, J. (2003). Prescripción del ejercicio físico

para la salud en la edad escolar: Aspectos metodológicos, Preventivos

e Higiénicos. Barcelona: Paidotribo.

Le Boulch, J. (2001). El cuerpo en la escuela en el siglo XXI.

Barcelona: INDE.

Legg, S. J. (2007). Ergonomics in school. Ergonomics. 50 (10): 1-6.

Legg, S.; Jacobs, K. (2008). Ergonomics for schools. Work. 31 (4):

489-493.

Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del

Sistema Educativo (BOE Nº 238 del jueves 4 de octubre de 1990)

Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, (BOE Nº 106 del

jueves 4 de mayo de 2006)

Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales

(BOE Nº 269 del viernes 10 de noviembre de 1995).

57

Limon, S.; Valinsky, L. J.; Ben-Shalom, Y. (2004). Children at risk-

risk factors for low back pain in the elementary school environment.

Spine. 29: 697-702.

Loots, M.; Loots, J. M.; Steyn, B. J. M. (2001). An investigation into

essencial aspects of posture in primary school boys and male senior

executives. South African Journal for Research in Sport, Physical

Education and Recreation. 23 (1): 37-50.

López Miñarro, P.A. (2000). Ejercicios desaconsejados en la actividad

física. Detección y alternativas. Zaragoza: Inde.

Lorenzo González, M. E. (2007). La educación postural en el aula de

educación Física: Una experiencia de Investigación-Acción en la

Educación Secundaria Obligatoria. Tesis doctoral. Vigo: Servicio de

Publicaciones de la Universidad de Vigo.

Martínez de Haro, V. (2001). El profesor de educación física como

agente de salud. En XIX Congreso Nacional de Educación Física

(páginas 127-148). Murcia: Servicio de Publicaciones de la

Universidad de Murcia.

Martínez González, M.; Gómez Conesa, A.; Hidalgo Montesinos, M. D.

(2008). Programas de higiene postural desarrollados con escolares.

Fisioterapia. 30 (5): 223-230.

Méndez, F.; Gómez-Conesa, A. (2001). Postural Hygiene Program to

prevent low back pain. Spine. 26 (11): 1280-1286.

Mendoza, R. (1998). Los escolares y la salud. Estudio de los hábitos

de los escolares españoles en relación con la salud. Madrid: Ministerio

de Sanidad y Consumo.

58

Milanese, S.; Grimmer, K. (2004). School furniture and the user

population: an anthropometric perspective. Ergonomics, 47 (4): 416-

426.

Molano, N. J. (2004). Características posturales de los niños de la

escuela “José María Obando” de la ciudad de Popayán. Lecturas:

Educación Física y Deportes 10, (70). Consultado, por última vez, el

28 de julio de 2009 en www.efdeportes.com/efd70/postura.htm.

Murphy, S.; Buckle, P; Stubss, D. (2004). Classroom posture and

self-reported back and neck pain in schoolchildren. Applied

Ergonomics. 35: 113-120.

Organización Mundial de la Salud, (1986). Carta de Ottawa. Ottawa:

Organización mundial de la Salud.

Negrini, S.; Carabalona, R. (2002). Backpacks on! Schoolchildren’s

perceptions of load, associations with back pain and factors deter-

mining the load. Spine. 27(2):187-195.

Oleske, D. M.; Lavender, S. A.; Andersson, G. B. J.; Morrisey, M. J.;

Zold-Kilbourn, P.; Allen, C. (2006). Factors for recurrent episodes of

work-related low back disorders in an industrial population. Spine.

31: 789-798.

Panagiotopoulou, G.; Christoulas, K.; Papanckolaou, A.; Mandroukas,

K. (2004). Classroom furniture dimensions and anthropometric

measures in primary school. Applied Ergonomics. 35: 121-128.

59

Parcells, C.; Stommel, M.; Hubbard, R. (1999). Mismatch of

classroom furniture and student body dimensions. Journal of

Adolescent Health. 24: 265-273.

Pelissé, F.; Balagué, F.; Rajmil, l.; Cedraschi, C.; Aguirre, M.;

Fontecha, C.; Pasarín, M.; Ferrer, M. (2009). Prevalence of low back

pain and its effect on health-related quality of life in adolescens.

Archives of pediatrics and adolescent medicine. 163 (1): 65-71.

Pérez, I. J.; Delgado, M. (2004). La salud en secundaria desde la

Educación Física. Barcelona. INDE.

Perry, M.; Straker, L.; O´Sullivan, P.; Smith, A.; Hands, B. (2009).

Fitness, motor competence and body composition are weakly

associated with adolescent back pain. Journal of Orthopaedic and

Sports Physical Therapy. 39 (6): 439-449.

Quintana, E., Martín, A. M., López, N., Romero, A.B. & Sánchez, J.I.

(2005). Influencia del tipo de jornada escolar en el peso de las

mochilas escolares. Fisioterapia, 27(1), 6-15.

Quintana, E.; Martín, A. Mª; Barbero, F. J.; Méndez, R.; Rubens, J.;

Calvo J. I. (2004a). Relación entre la postura sedente y el mobiliario

utilizado en la población escolar. Revista Iberoamericana de

Fisioterapia y Kinesiología. 7 (1): 22-34.

Quintana, E.; Marín, A.; Sánchez, C.; Rubio, I.; López, N.; Calvo, J. I.

(2004b). Estudio de la postura sedente en una población infantil.

Fisioterapia. 26: 153-163.

Región Europea de la Confederación Mundial para la Fisioterapia

(2009). Pain in the back. Physiotherapy: moving forward health's

60

prevention and promotion. 21-24th April. Estrasburgo (Francia):

Región Europea de la Confederación Mundial para la Fisioterapia.

Reinhardt, B. (1997). La escuela de la espalda. Barcelona: Paidotribo.

Ribeiro, C.; Gómez, A.; Montesinos, M. D. (2006). Higiene postural

en escolares brasileños. IX Jornadas Nacionales de Fisioterapia en

Atención Primaria. Ponencias y Comunicaciones. 9-11 de noviembre.

Murcia.

Rodríguez García, P. L. (1998). Educación Física y salud del escolar:

Programa para la mejora de la extensibilidad isquiosural y del raquis

en el plano sagital. Tesis doctoral. Granada: Servicio de Publicaciones

de la Universidad de Granada.

Roth-Isigkeit, A.; Thyen, U.; Stöven, H.; Schwarzenberger, J.;

Schmucker, P. (2005). Pain among children and adolescents:

Restrictions in daily living and triggering factors. Pediatrics. 115: 152-

162.

Ruiz, R. (2001). Educar para la salud. En Actas del IV Congreso

Internacional La enseñanza de la Educación Física y el Deporte

Escolar (páginas 255-267). Santander: Asociación de Docentes de

Educación Física.

Sato, T.; Ito, T.; Hirano, T.; Morita, O.; Kikuchi, R.; Endo, N.;

Tanabe, N. (2008). Low back pain in childhood and adolescente: a

cross-sectional study in Niigata City. European Spine Journal. 17:

1441-1447.

Schiltenwolf, M.; Schneider, S. (2009). Activity and low back pain: A

dubious correlation. Pain. 143: 1-2.

61

Sheldon, M.R. (1994). Lifting instruction to children in a elementary

school. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy. 19: 105-

110.

Sikorski, J.M. (1985). A rationalized approach to physiotherapy for

low back pain. Spine. 10: 571-579.

Skaggs, D. L. ; Early, S. D.; D´Ambra, P.; Tolo, V. T.; Kay, R. M.

(2006). Back pain and backpacks in school children. Journal of

Pediatric Orthopaedics. 26 (3): 358-363.

Spence, S. M.; Jensen, G. M.; Shepard, K. F. (1984). Comparison of

methods of teaching children proper lifting techniques. Physical

Therapy. 64: 1055-1061.

Steel, E. J. ; Dawson, A. P. ; Hiller, J. E. (2006). School-based

interventions for spinal pain: A systematic review. Spine. 31 (2):

226-233.

Stone, N. (2008). Human factors and education: Evolution and

contributions. Human Factors. 50 (3): 534-539.

Tavafian, S.; Jamshidi, A.; Montazeri, A. (2008). A randomized

estudy of back school in women with chronic low back pain: quality of

life at three, six and twelve months follow-up. Spine. 33 (15): 1617-

1621.

Tavafian, S.; Jamshidi, A.; Mohammad, k.; Montazeri, A. (2007). Low

back pain education and short term quality of life: A randomized trial.

BMC Musculoskeletal Disorders. 8: Artículo número 21.

62

Troussier, B.; Davoine, P.; De Gaudemaris, R.; Fauconnier, J.; Phelip,

X. (1994). Back pain in school children. A study among 1178 pupils.

Scandinavian Journal of Rehabilitation Medicine. 26: 143-146.

Tugcu, I.; Onder, M.; Yazicioglu, K.; Mohur, H. (2008). The

effectiveness of functional back school concurrently applied with

exercise and physical therapy modalities in patients with chronic

mechanical low back pain-short term results. Turkish Journal of

Physical Medicine & Rehabilitation. 54 (2): 63-68.

Van Tulder, M.; Koes, B.; Malmivaara, A. (2006). Outcome of non-

invasive treatment modalities on back pain: an evidence-based

review. European Spine Journal. 15 (1): 64-81.

Viejoa, M. A.; Huertab, M. J. (2000). Incapacidad por dolor lumbar en

España. Medicina Clínica. 114:491-492.

Viel, E.; Esnault, M. (2001). Lumbalgias y cervicalgias de la posición

sentada. Consejos de ergonomía y ejercicios de fisioterapia.

Barcelona: Masson.

Walker, B. F. (2000). The prevalence of low back pain: A systematic

review of the literatura from 1966 to 1998. Journal of Spinal

Disorders & Techniques. 13: 205-217.

Watson, K. D.; Papageorgiou, A. C.; Jones, G.T.; Taylor, S.;

Symmons, D. P. M.; Silman, A. J.; Macfarlane, G. J. (2002). Low back

pain in schoolchildren: occurrence and characteristics. Pain, 97: 87-

92.

Weineck, J. (1997). La anatomía deportiva. Barcelona: Paidotribo.

63

White, L. A. (1991). The evolution of back school. Spine State Art

Rev. 5: 325-332.

Wilke, H. J.; Neef, P.; Hinz, B.; Seidel, H.; Claes, L. (2001).

Intradiscal pressure together with anthropometric data-a data set for

the validation of models. Clinical Biomechanics. 16 (1): 111-126.

Woodcock, A. (2007). Ergonomics, education and children: a personal

view. Ergonomics. 50 (10): 1547-1560.

OTRA BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Benedyk, R.; Woodcock, A.; Harder, A. (2009). The Hexagon-Spindle

Model for educational ergonomics. Work. 32: 237-248.

Carneiro, D. (2007). Que relação entre a aptidão física e a postura

corporal. Tesis doctoral. Penhafiel: Universidade do Minho.

Freburger, J.; Carey, T.; Holmes, G.; Wallace, A.; Castel, L.; Darter,

J.; Jackman, A. (2009). Exercise prescription for chronic back or neck

pain: Who prescribes it? Who gets it? What is prescribed? Arthritis &

Rheumatism. 61 (2): 192-200.

García Busto, O. (2007). La postura corporal y sus patologías.

Oviedo: No editado.

Gobierno de Canarias. Consejería de Empleo, Industria y Comercio.

Campaña de sensibilización escolar. Estudia y juega con seguridad.

Harringe, M.; Nordgren, J.; Arvidsson, I.; Werner, S. (2007). Low

back pain in young female gymnasts and the effect of specific

64

segmental muscle control exercises of the lumbar spine: a

prospective controlled intervention study. Knee Surgery, Sports

Traumatoly, Arthroscopy. 15 (10): 1264-1271.

Henchoz, Y.; Kai-Lik So, A. (2008). Exercise and non-specific low

back pain: A literature review. Joint Bone Spine. 75: 533-539.

Hides, J. A.; Stanton, W. R.; McMahon, S.; Sims, K.; Richardson, C.

A. (2008). Effect of stabilization training on multifidus muscle cross-

sectorial area among young elite cricketers with low back pain.

Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy. 38 (3): 101-108.

Koskelo, R.; Vuorikari, K.; Aniñen, O. (2007). Sitting and standing

postures are corrected by adjustable furniture with lowered muscle

tension in high-school students. Ergonomics. 50: 1643-1656.

Legg, S. J.; Cruz, C. O. (2004). Effect of single and double strap

backpacks on lung function. Ergonomics. 47: 318-323.

Little, P.; Lewith, G.; Weblwy, F.; Evans, M.; Beattie, A.; Middleton,

K.; Barnett, J.; Ballard, K.; Oxford, F.; Smith, P.; Yardley, L.;

Hollinghurst, S.; Sharp, D. (2008). Randomised controlled trial of

Alexander technique lessons, exercise and massage (ATEAM) for

chronic and recurrent back pain. BMJ. 42 (12): 965-968.

Lorenzo González, M. E.; García Soidán, J. L. (2004). Elaboración y

aplicación de un programa de educación postural en Educación

Secundaria. Revista de investigación en Educación, 2: 63-88.

Noda, W.; Tanaka-Matsumi, J. (2009). Effect of a classroom-based

behavioral intervention package on the improvement of children´s

sitting posture in Japan. Behavior Modification. 33 (2): 263-273.

65

Pazos, J. M. y Aragunde J. L. (2000). Educación postural. Barcelona:

INDE.

Perich, D.; Burnett, A.; O´Sullivan, P.; Perkin, C. (2007). Low back

pain in adolescent female rowers: a multidisciplinary intervention

study. XXI Congress of the Internacional Society of Biomechanics.

July. Taipei (Japón).

Vad, V. B.; Bhat, A. L.; Tarabichi, Y. (2007). The role of the back Rx

exercise program in diskogenic low back paion. Archives of Physical

Medicine and Rehabilitation. 88 (5): 577-582.

Zavarize, S. (2006). Qualidade postural em pré-adolescentes:

construção e validação de escala. Campinas: Pontifica Universidade

Católica de Campinas.