12
SUPLEMENTO CULTURAL DE EDITORIAL FUNDADORES 0.86 Domingo, 29 de enero de 2012 ORLANDO ORTIZ: ESCRITOR DE TIEMPO COMPLETO LA CUEVA DEL SUR UNA CAVIDAD EN LA SIERRA ES EXPERIENCIA ¡ DE PELÍCULA! REGRESAN LOS 80 LA OBRA LO SIENTO MI AMOR REVIVIRÁ UNA DÉCADA MUSICAL

Hojalata 0.86

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Suplemento cultural del periódico Líder Informativo de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Citation preview

Page 1: Hojalata 0.86

SUPLEMENTO CULTURAL DE EDITORIAL FUNDADORES

0.86

Domingo, 29 de enero de 2012ORLA

NDO

ORTI

Z:ES

CRIT

OR D

E TI

EMPO

COM

PLET

OLA CUEVA DEL SURUNA CAVIDAD EN LA SIERRAES EXPERIENCIA ¡DE PELÍCULA!

REGRESAN LOS 80LA OBRA LO SIENTO MI AMORREVIVIRÁ UNA DÉCADA MUSICAL

Domingo, 29 de enero de 2012

UAT, a la vanguardia en la formaciónde profesionales del arte y la cultura

La Facultad de Música se ha consolidado en el noreste de México como una institución sólida en el desarrollo artístico

EN LA FACULTAD DE MÚSICA DEL CU TAMPICO-MADERO…

A través de una formación integral y humanística, la Facultad de Mú-sica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas se ha consolidado en el noreste de México como una institución que nutre a la sociedad de profesionistas a la vanguardia en el desarrollo de la educación artística y la cultura.

La Facultad de Música ofrece en el Centro Universitario de Tampico-Madero, las Licenciaturas de Música y Educación Artística que se han consolidado como programas de calidad con el reconocimiento de los Comités Interinstitucionales de Evaluación para la Educación Superior (CIEES).

“Fuimos evaluados por el CIEES y estamos colocados con el 100 % de nuestra matrícula de licenciatura en programas reconocidos por su buena calidad a nivel nacional”, explicó el director del plantel, Mtro. José Edgar Zaragoza Loya, tras resaltar que ello ha representado un paso trascendente en la vida de esta institución que se fundó en el año de 1972, con el nombre de Escuela Superior de Música.

Teniendo fi rme los objetivos de preservar y difundir la cultura

educativa musical y artística con un alto nivel de calidad, el plantel ha encaminado sus esfuerzos al fortaleci-miento de la planta académica dentro de los apoyos que impulsa el Rector José Ma. Leal Gutiérrez.

En ese sentido, apuntó que más del 60 % de los maestros cuentan con el perfi l nacional de PROMEP, a la vez que un grupo de profesores se preparan para obtener su Doctorado con universida-

des de Sevilla y Granada, en España, lo cual permitirá sumarlos al Sistema Nacional de Investigadores.

Destacó que esta labor viene a forta-lecer el trabajo del Cuerpo Académico de investigación del plantel que impulsa proyectos en áreas como la Etnomusico-logía y Estudios Etnográfi cos, donde los investigadores han realizado diversas publicaciones y documentales sobre las expresiones culturales de comuni-

dades de Tamaulipas, mismas que se han presentado con éxito en foros en Italia, España, Estados Unidos.

Señaló que dentro del aseguramiento de la calidad educativa, se han forta-lecido también otros renglones como la infraestructura y equipamiento, las estancias de docentes, así como la movilidad académica estudiantil, donde a partir de este año, un grupo de 15 alumnos acudirán a estancias de un semestre en la Universidad de Washington del Este y la Universidad de Kentucky en los Estados Unidos y en la Universidad de Lulea en Suecia.

Agregó que una parte importante de la Facultad de Música ha sido la vinculación con la sociedad, ya que se participa con distintos sectores en programas de arte y educación, y el apoyo a las actividades culturales del estado, colaborando en eventos como el Festival Internacional Tamaulipas.

José Edgar Zaragoza Loya I Director del plantel

“Fuimos evaluados por el CIEES y estamos colocados con el 100 por ciento de nuestra matrícula de licenciatura en programas reconocidos por su buena calidad a nivel nacional”.

De la Facultad de Música de la UAT han egresado grandes talentos que enriquecen la escena artística del país y el extranjero.

Page 2: Hojalata 0.86

02

¡VA POR TAMAULIPAS!

Editor en JefeJhovanni Raga

Arte y DiseñoRoberto Lozano

ReporteroDamián Aviña G.

Director GeneralJosé Manuel Suárez López

Directora AdministrativaMelissa Suárez Lozano

Director EditorialDavid Dorantes Soriano

Gerente ComercialRoberto Viviano Vázquez Macías

Jefe de DiseñoMartín Sandoval De Anda

SUPLEMENTO CULTURAL DE EDITORIAL FUNDADORES

D I R E C T O R I O

HOJALATA. Copyright 2012. Editorial Fundadores,S.A. de C.V. Fecha de publi-cación: Domingo, 29 de enero de 2012. Suplemento editorial semanal, editado y pu-blicado por EDITORIAL FUNDADORES, S.A. DE C.V. Editor Responsable: José Manuel Suárez López. Certifi cado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: (En trámite). Número de Certifi cado de Licitud de Título: (En trámite). Número de Certifi cado de Licitud de Contenido: (En trámite). Publica-ción semanal editada, impresa y distribuida por Editorial Fundadores, S.A. de C.V. Ofi ci-nas y talleres en Simón Bolívar 1730. Colonia Zaragoza. 88000 Nuevo Laredo, Tamaulipas, México. Ventas: (867) 711-2222. Prohibida su reproducción parcial o total.

IMPRESO EN MÉXICO - PRINTED IN MEXICO. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS - ALL RIGHTS RESERVED. ©Copyright 2012.

UNA PUBLICACIÓN DE

De que Tamaulipas es semillero de artistas a nivel nacional, no hay duda alguna. Y en el terreno de

las letras, uno al que se le debía un reco-nocimiento -no sólo por su producción literaria, sino también como coordinador de tantísimos talleres para formar a nuevas generaciones en todo el país- era a Orlando Ortiz. El escritor, nacido el 19 de enero de 1945 en Tampico, ya lo recibió. Y fue en en la Palacio de Bellas Artes.

El homenaje se dio en días pasados como parte del ciclo Protagonistas de la Literatu-ra Mexicana, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Ahí, en la Sala Manuel M. Ponce, sus colegas Emma-nuel Carballo, Ana Clavel, Edith Negrín y J. M. Servín se dedicaron a halagar su trabajo y coincidieron en que “ya era necesario” un estímulo para el tampiqueño.

Para Orlando, lo necesario es que lea-mos. Y si es su obra, qué mejor. Apenas unos días después presentó su nuevo libro titulado Última Espera, en el cual reúne

p p

“historias casuales de salas de aeropuerto”. A propósito de ambos acontecimientos, en Hojalata nos dimos a la tarea de buscarlo y en este número ofrecemos un acercamien-to al merecidamente homenajeado.

Y si de letras se trata, es un gusto recibir noticias del programa nacional Salas de Lectu-ra que a nuestro estado ha llegado a través del

Paralibro. Los módulos, instalados en varias ciudades de Tamaulipas, están comenzando a funcionar en espacios públicos para que la lec-tura sea parte de la cotidianidad de la gente en calles, plazas, edifi cios o centros comerciales.

Es el caso de Altamira, Tampico y Madero, que entre viernes y sábado inauguraron sus Paralibros con lecturas realizadas por invitados especiales, según se pudo constatar gracias a la puntual infor-mación en la cuenta de Twitter de Libertad García Cabriales, directora general del Instituto Tamauli-peco para la Cultura y las Artes (ITCA).

Estas apuestas son las de las institucio-nes ofi ciales para elevar el bajísimo índice de lectura que hay en todo el país. Lo de-más, nos toca a nosotros: leamos e invite-mos a leer. Para ser sinceros, no hay discur-so que represente la riqueza que provoca este hábito. Eso lo descubrirá cada quien al estar en contacto con un libro.

El escritor Orlando Ortiz es originario de Tampico, Tamaulipas.

Agenda

Contacto

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

[email protected] @hojalatalider Hojalata Líder

hojalatalider.blogspot.com Hojalata Líder www.liderinformativo.comw

H@

H

DEL 29 DE ENERO AL 4 DE FEBRERO

29

FIESTA CARNAVALSangre Nueva de la UNAM e Impe-rial Banda de Marcha del CobatCentro Cultural,10:00 horas, entrada libre

PEEP SHOWArtes visuales de alumnos de la UANLGalería de Estación Palabra10:00 a 18:00 horas, entrada libre

31

4TALLERES ALTERNATIVOSFoto digital, break dance, dibujo de gis, serigrafíaMaquila Creativa,9:00 horas, entrada libre

Editorial

arolina Hernández

[email protected]

Ca

hoj

Domingo, 29 de enero de 2012

Galería MARÍA DEL ALMA, CAROLINA HERNÁNDEZ

Hoja libre MIENTE, MOÍSES H. CORTÉZ

Al paso del tiempoveo tu bocay la sigodeseando mía.

Tus ojossolos y acuososme parten el alma.

Y con esos recuerdosme detengoa soñar en otra vidacon tus labios en mícon tus piernaslargas…¡muy largas!y fi rmesen mi cintura¡mi gran cintura!

Y tus suspirosbendiciendo mis oídos¿No me crees?CréeloEsa bocasiempre a tus espaldasme ha pedido besosy tus ojos sólo lloranmi ausencia.

Créemete quieropero debo seguircaminandohasta otro recuerdo.

Qué mendigossomos los poetasQué desgraciadosy qué veletas.

Page 3: Hojalata 0.86
Page 4: Hojalata 0.86

¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

Enclavada en la Sierra de Cucharas, la Cueva del Abra ofrecía, hasta hace tiem-po, una aventura de película a turistas

04

Mochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPAS

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

Domingo, 29 de enero de 2012

Reseñas

Dichosa Sabina Berman que no teme jugar, que hace una danza de fuego sin quemar-se y jamás pierde el control de un sugestivo

universo producto de sus refl exiones sin excluir su imaginación. Admirable. Así la percibo en su novela La Mujer que Buceó Dentro del Corazón del Mundo. Además, es hoy por hoy una de las dramaturgas ac-tivas de mayor éxito y creatividad, aunque aquí la ve-mos en su faceta de novelista divertida y tremenda.

Sabina Berman ex-plora con éxito la primera persona; su personajeprincipal es tan rico queno existen vacíos en edesarrollo de la novelacuyo eje principal es etiempo. Un día Isabelleencuentra a Karen, quees un pequeño monstruo: “la cosa”, y le abrepuertas; años despuésKaren entierra a su tíacon absoluta normali-dad. Los círculos se cierran.

La narración es limpia, conversacional, y siem-pre va al grano; no se permite digresiones inútiles ni divagaciones innecesarias. Les encantará leerlo y experimentar la explosión de sabor en esta novela, escrita con solvencia intelectual y artística; seguro también les despertará la curiosidad por los autistas y estarán de acuerdo con Sabina Berman en que, “son las personas con capacidades diferentes las que aportan cosas diferentes a la humanidad”.

Este mundillo de hacer comentarios sobre películas es hipócrita y contradictorio. Algunas cintas, por cualquier cosita, son condenadas a arder en los más oscuros y pro-

fundos rincones del infi erno. En contraste, como si fuera divas, caciques o el Púas Olivares, a otras se les perdona todo.

“Sí, está medio rara, pero ¡capta el concepto, el genio del director! ¡Pura vanguardia!”.

En el caso que nos ocupa, entro en la segunda catego-ría: qué importa que parte del elenco no sepa actuar si lo valioso está en la historia.

Y claro que no me refi eroal desempeño de GustavoSánchez Parra ni a EvangelinaSosa. ¡Qué se les puede reprochar! Son profesionales y convincentes. Tampoco al enorme esfuerzo de producciónpara encontrar locacioneadecuadas, recrear vestimenta, fi lmar en el desierto, hacereal la sensación de estar enmanos de un par de polleros

7 Soles vale por el esfuerzo de su realización. Nos recuerda que, diariamente, ocurren esas travesías de tortura en la frontera México-estadouni-dense. Destaco el manejo de cámara de Vladimir Van Mau-le. Pedro Ultreras tuvo un gran acierto al colocarlo como el responsable de las imágenes. Es más, todo el resto del equipo hizo lo suyo y muy bien.

¿Les parece exagerado lo que se ve en la pantalla? Pregúntenle a la raza que lo tuvo que hacer para llegar a los Estados Unidos. No, mejor aún. Crucen con un polle-ro a ver si les parece tan divertido.

EL ARTE DE NOVELAR APUNTES DE CINÉFILOÉlmer Mendoza Joaquín Peña Arana

La Mujer que Buceó... Sabina Berman 7 Soles, Pedro Ultreras

[email protected] apuntesdecinefi lo.blogspot.com

[email protected] LA NETA DEL PLANETA, GUFFO

o o a

o-n-r-n

es n-er n .o

e-ee

el a,ele es-es,a i-

Dan Bajer es la mente creativa detrás de Destro-yer, que desde sus inicios en 1995 ha funcio-nado en algunas ocasiones como agrupación.

El canadiense es el responsable de uno de los álbumes más memorables del último año, lanzamiento que ha pasado casi completamente inadvertido por meló-manos y críticos alrededor del mundo: Kaputt.

El noveno LP de estudio de Destroyer es publica-do por Merge Record y está conformado por nueve tracks, completando un poco menos de una hora de música. Con Kaputt, Dan Bejar vuelve aun giro al estilo msical del proyectoponiendo el dedosobre un poco sofrock, jazz; algo máde disco funk y nwave y una granfl uencia en general dela escena a fi nales delos setentas. Aquí sevale generosamente de guitarras, trompetas y saxofones humedecidos en reverb y una actitud de Casanova retirado.

Kaputt habla de todo: de la vida nocturna, de des-amor, de la misma escena musical (haciendo un sinfín de referencias) y es increíblemente actual, a pesar de ser un ejercicio basado en lo ocurría sónicamente hace más de tres décadas y hacer uso de los recursos más estereotipados de la época. El resultado es completa-mente placentero, nunca se siente excesivo o kitsch… se lo creemos porque es real, porque sucede.

VESTÍBULOCesariván

Kaputt, Destroyer

p ,a dar

mu-o, o ft ás ew

n ine e e e

n-

vulo.blogspot.com

Page 5: Hojalata 0.86

Retuits Estatus

Bolígrafos

EL JARDÍN DE LA LIBERTADLibertad García Cabriales

UN ELEFANTE LLAMADO TAMAULIPASCarlos Manuel Juárez

[email protected]@cmanueljuarez

[email protected]@libertadgarcia

"A todos los escritores locales visiten este sitio: ESCRI-TORES POR NUEVO LAREDO".

Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón era su verda-dero nombre. El pueblo le apodaba “El quince

uñas”, pero a él le encantaba que le llamaran Alteza Serenísima. Amado por muchos e igualmente odiado por otros tantos, don Antonio es, sin duda, uno de los mandatarios más polémicos de nuestra historia nacio-nal. Por ello, hoy ha sido el elegido para este texto de nuestra serie acerca de los gobernantes.

Nacido en 1794 en Jalapa, Veracruz, en el seno de una familia española. Desde muy joven se interesó en lo militar donde sobresalió muy pronto en el Ejército Real Español, llegando a ser condecorado por el virrey por sus batallas contra de los insurgentes que se situa-ron, entre otros puntos, en las provincias del Nuevo Santander y Texas bajo el mando del temido Joaquín de Arredondo. Ya nombrado comandante en Veracruz por los realistas, deserta para luchar con los insurgen-tes uniéndose a Iturbide del quien tiempo después renegaría lanzando el plan de Casa Mata declarando ilegal al Imperio y proclamando su fe republicana.

Dentro de la carrera militar de Santa Anna, una victoria fue clave para catapultarlo a las grandes ligas de la política nacional: la de Tampico en 1829. Por-que junto al ilustre Manuel Mier y Terán y las valerosas tropas regionales, se frustró el último intento de re-conquista española en los mares del sur tamaulipeco. Con el triunfo en la bolsa, se hizo llamar “Benemérito de Tampico” al tiempo que su fama cundía por todo el territorio nacional favoreciendo su pelea por la pre-sidencia de México que alcanzó en 1833, iniciando así un largo período de intermitencias en la Silla del Águila donde se aposentó por varias ocasiones.

Y dentro de su práctica pública, don Antonio fue de todo: realista e insurgente, federalista y centralista, impe-rialista y republicano, anticlerical y católico, autoritario y condescendiente. Porque si algo defi nió el ejercicio del poder en Santa Anna fue su capacidad para cambiar de bando según se ofreciera, tal vez porque era ante todo “santannista”. Para muestra del culto desmedido a su

personalidad, es bien conocido cuando pidió se rindie-ran grandes honores a su pierna izquierda después de perderla en batalla y su decreto para ser llamado “alteza serenísima” celebrándolo con bombo y platillo.

Estuvo directamente relacionado con algunos de los más dramáticos y trascendentes acontecimientos de la historia nacional: la independencia de Texas y la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio frente a Estados Unidos. Después de la fatal derrota y el estigma eterno, se exilió en Colombia hasta donde los conservadores le escribieron suplicando volviera a la presidencia para res-taurar el centralismo, defender la religión y reorganizar el ejército. El llamado “Napoleón de América” volvió otra vez para encontrarse con un país devastado, desunido y en bancarrota, lo que le hizo tomar insólitas medidas, tales como cobrar impuesto a las ventanas y a los perros.

Mucho se ha escrito de su vida y obra. Lo mismo verdades que fantásticas leyendas. Mucho se cuenta de sus exilios voluntarios y forzosos, de su ser seductor, de su desmedida voracidad, de su concupiscencia, de sus apodos, de la fatal siesta que le hizo perder una de-cisiva batalla. Algunos dicen que le llamaban “El quince uñas” porque le faltaba una pierna, otros dicen que por su gusto por lo ajeno. Adolfo Aguilar Zinzer alguna vez escribió que al dictador no le bastaban ni las manos, ni los dedos, ni las uñas, ni el tamaño del tesoro nacional para saciar su voracidad. Además nunca se avergonzó por ello, al contrario se ufanaba con desfachatez, con audacia y picardía. Le fascinaban los bailes, los burdeles y las francachelas y era muy conocido por su insaciable afi ción a los juegos de azar donde apostaba todo lo que tuviera a mano, aunque no fuera suyo.

En un México que parecía ingobernable, en una sociedad que aún no se acostumbraba a la vida in-dependiente, en un territorio que no era todavía una verdadera república; Santa Anna gobernó, o desgo-bernó a sus anchas. Azotados por las brutales y su-cesivas guerras, los mexicanos parecían buscar en el llamado “Seductor de la Patria”, al padre, al soberano, al iluminado pero no al gobernante democrática-mente elegido. Vale la pena conocer su historia, no vaya a ser que como a don Antonio, en una siesta nos tomen desprevenidos. ¿No cree usted?

Paul Medrano nació en Ciudad Vic-toria pero hace muchos años se fue y no ha vuelto. Paul escribe de

la muerte de Paco Stanley, de música, otros temas de sangre y sombrero. Tam-bién hace periodismo visual y escrito, pe-ro los viernes se dedica a twittear versos de canciones norteñas con el hashtag #viernesdenorteñas.

Medrano es autor de dos libros. Uno de ellos es Flor de Capomo: un cancione-ro de jeans vaqueros y botas, un cuento a ritmo de acordeón, un fara fara de recuer-dos del norte, de la entraña del norte que e que vive en la mayoría de las casas de la fron-de la frontera con Estados Unidos de Norteamérica. NorteamérLa música popular de mayor penetra-ción en México.

Cuando le di la primera lectura a Flor de Capomo vivía en Pachuca. Aunque Paul no es-tablece un ambiente facilón, que sitúe al lector en cierta región del país, los prime-ros renglones que empiezan con versos de norteñas me ubicaron de cincho en Ta-maulipas. Incluso el “SI EL SAPO SALTA Y SE ENSARTA LA CULPA NO ES DE LA ESTACA”, líneas de Chico Che, que hizo a bien colo-car en el texto Qué Tal si te Compro, don-de empieza con una frase tan de ranchero cursi: PERO QUÉ TAL SI TE COMPRO PARA LLEVARTE CONMIGO, TE LLEVO LEJOS, MUY LEJOS, PARA PERDERME CONTIGO.

La primera lectura me llenó de recuer-dos familiares. En Puño de Tierra, clarito reconocí al chisqueado de mi’apá, duran-te sus tardes de botana en El Nevado de

Toluca, irónico nombre para una cantinaenclavada en una ciudad tan caliente -¡ojo!,hablo del clima-. Mientras avanzaba por las89 páginas, las referencias corrían por lascatorce fi cciones cotidianas. Dentro delséptimo texto, titulado La Banda del CarroRojo, miré al tío Ramón “El Loco”, le decían,chofer de tráiler que iba y venía a NuevoLeón en nueve horas, hasta que la diabeteslogró que le mocharan una pata.

Mención aparte debe tener el primerrelato del libro, de nombre Polvo Maldi-to. En él se narra la vida de un periodista,como muchos, debo de confesar que trasvarias atentas lecturas no pude reconocera ninguno de mis compañeros de redac-ción, y no es que no tengan las mañas queprecisa el texto, pero en las redaccionesen que estuve siempre hubo un abstemio

que parara los errores. Carezco de referencias

concretas acerca de la li-teratura que se ha escrito basada en el ajetreado mundo de los narquillos o la violencia que des-atan sus bisnes; no puedo

afi rmar si la narración que Paul Medrano elaboró se parece a tal o cual. En Flor de Capomo se encuentra la vida cotidiana de los afi cionados de la música norteña. No hay referencias de violencia extrema, ni apología del delito -para que no lo vayan a censurar los gobernadores que creen que así acabarán con el “problema”-.

Hace siete meses que regresé a Tampico leí en la portada de un diario: Policía militar captura a enferma mental que se hacía pa-sar por agente del FBI. La nota bien podría ser motivo para que Paul se pusiera a jalar en un texto, uno casi tan increíble como La Carga Ladeada, donde un campo de futbol es pintado con cocaína “de la buena”.

Flor de Capomo: fa-ra fara de recuerdos

Gobernantes: las quince uñas de Don Antonio

"Convocatoria Diplomado Práctica de Vuelo para el Noreste teatral mexicano, titulado: La Dirección de Nuestras Historias”.

@Juan_Melia Los Siete

08

Medrano nacióPaul MedraP l MVictoriaen Ciudad

uchos añospero hace mu añosha vuse fue y no uelto

Domingo, 29 de enero de 2012

Page 6: Hojalata 0.86

06 Domingo, 29 de enero de 2012

No hay cosa más prometedora que un inicio de año prometedor. Mejor forma no pudo encontrar

para dar la bienvenida al 2012 que con un homenaje a su trabajo dentro del ci-clo Protagonistas de la Literatura Mexi-cana. De escenario fungió la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y durante la noche fi guraron los más de 40 años de trabajo a favor de la literatura.

Es Orlando Ortiz, el escritor que nació tamaulipeco un 19 de enero de 1945, pero que tiene el corazón en todas partes donde haya letras. El renombra-do artista de la literatura fue anunciado en su reconocimiento con el título de “hombre de cultura apabullante”.

“Sí he leído mucho y no solamente literatura, siempre he tenido inclinación a publicaciones de divulgación científi -ca, tanto en biología como en cuestiones de física. Hay que tomar en cuenta que cuando llegué al Distrito Federal recibía muchos comentarios de que en la litera-tura me iba a morir de hambre, enton-ces ingresé a la Facultad de Ciencias, así que cuando tengo conocimiento de algo y puedo ayudar de inmediato respondo, pero así de decir ‘cultura apabullante’ creo que es exagerado”, dijo sin poder ocultar una risa modesta al cuestiona-miento sobre el título atribuido.

Por el contrario, y lejos de lo que el término “apabullante” pudiera remitir, al hablar con él se percibe a un hombre que resalta desde sus conocimientos un don de gente único, un grato con-traste para cualquier entrevistador.

El tampiqueño que salió de casa a los 18 años para viajar a la capital y es-tudiar Lengua y Literaturas Hispánicas en la Universidad Autónoma Metropo-litana concedió a Hojalata una entre-vista para conocer su sentir acerca del reconocimiento brindado por el INBA, su trabajo en la promoción de la cultu-ra y sus más de 30 títulos dirigidos a todo público.

Son más de 40 años trabajando a fa-Son más de 40 años trabajando a fa-vor de la literatura y, hasta el momento, vor de la literatura y, hasta el momento,30 publicaciones. ¿Qué signifi có este 30 publicaciones. ¿Qué signifi có este homenaje en vida como Protagonista homenaje en vida como Protagonista de la Literatura Mexicana?de la Literatura Mexicana?

Fue muy satisfactorio ver que, des-pués de 40 años de ejercicio, personas que tú has visto crecer reconocen que tu labor ha sido meritoria, tanto en la formación como en la obra que has he-cho. Y eso es importante, porque de al-guna manera u otra le da a uno ánimos para seguir en esto.

¿Fue Orlando Ortiz un niño inquie-¿Fue Orlando Ortiz un niño inquie-to por la literatura o sucedió como un to por la literatura o sucedió como un dictamen del tiempo?dictamen del tiempo?

No, tuve una infancia común y co-rriente. Se despertó en mí la afi ción por leer libros ya cuando estaba en secunda-ria. A partir de que fui a una puesta en escena en Tampico comencé a escribir teatro. Conocí a Raul Moncada y plati-cando con él vi que no era descabellado ser escritor. Yo pensaba que para serlo había que estudiar Leyes, porque todos los que escribían en periódicos y otros medios eran abogados, pero Raúl me hizo ver que no, que había una carrera de Letras. Me vine a la Ciudad de Méxi-

co y trabajé y estudié al mismo tiempo, así fue como comencé esta trayectoria.

¿Cuáles fueron sus puestos de traba-¿Cuáles fueron sus puestos de traba-jo en ese periodo de iniciación?jo en ese periodo de iniciación?

Trabajé para la Aseguradora Na-cional Agrícola y Ganadera, donde se aseguraban las siembras de ejidatarios y pequeños propietarios. Después no pude seguir ahí; mejor dicho: me co-rrieron. Cuando terminaba mi tarea me ponía a leer, porque en la facultad tenía que leer mucho, y continué ven-diendo libros, discos y de todo cuanto salía. Era para subsistir. No fue una carrera fácil, pero ni me arrepiento ni

creo que haya sido contraproducente u obstaculizado nada, fueron sólo expe-riencias que se van capitalizando.

Se le reconoce mayormente por su Se le reconoce mayormente por su trabajo en la narrativa, ¿continuó tra-trabajo en la narrativa, ¿continuó tra-jbajando en la dramaturgia?bajando en la dramaturgia?

No, me atrajo más la narrativa. Sí lle-gue a escribir una o dos cosas de teatro que se perdieron por ahí, pero comen-cé a tener éxito en la narrativa. Gané el segundo lugar en el primer concurso que convocó la revista de la universi-dad Punto de Partida y eso me puso en contacto con Emmanuel Carballo, quien era uno de los jurados y entonces

tenía la Editorial Diogenes que estaba convocando a un certamen para jóve-nes novelistas. Me puse a trabajar inten-sivamente, mi obra les gustó y así salió mi primera novela en 1968. Mi carrera comenzó fundamentalmente como na-rrador: novelista y cuentista.

Su primera publicación fue En Caso Su primera publicación fue En Casode Duda. Además de lo obvio, ¿qué be-de Duda. Además de lo obvio, ¿qué be-nefi cios trajo ser ya un autor publicado?nefi cios trajo ser ya un autor publicado?

Ponerme en contacto con muchos autores de la época, lo cual me permitió incursionar en suplementos literarios, periódicos, páginas culturales, inter-cambiar opiniones y demás, no sólo con

autores de mi generación, sino también con personas como José Emilio Pache-co y Carlos Monsiváis.

Acá en Tamaulipas es reconocido por Acá en Tamaulipas es reconocido por su labor como promotor cultural frente su labor como promotor cultural frente a la coordinación de talleres literarios. a la coordinación de talleres literarios.¿Cuándo llegó esta etapa para usted?¿Cuándo llegó esta etapa para usted?

En 1972. Me llamaron de la Univer-sidad Autónoma de Puebla, donde es-taba Oscar Oliva frente a la dirección de promoción cultural y me propuso el taller de cuento. No tenía experiencia en eso porque yo no había estado en cursos literarios. No estuve en el de Juan José Arreola, como fue el caso de muchos autores de mi generación, aunque lo im-partía en la facultad cuando yo estaba y fui en dos ocasiones como oyente. Él era p y y

una persona brillantísima, a tal grado de que si alguien leía un poema, eso bastaba para que dos horas hablaran al respecto, entonces yo sentí que no era algo que yo quería. Pero comencé con cierta noción e inquietud en el taller de Puebla, arman-do mi propia metodología. Después de eso fue cuando comencé a colaborar en Bellas Artes en 1979, y Miguel Donoso Pareja me llamó para tomar el taller que iba a a dejar Tito Monterroso. Yo acep-té de inmediato, era difícil que fuera a compararme con Monterroso pero pien-so que no estuvo tan mal mi actuación de esa época, porque fue precisamente cuando salió gente como Ana Clavel, una persona que ya está ocupando luga-res principales en nuestra literatura.

De estos talleres por todo el país, De estos talleres por todo el país,¿quiénes fueron los mayores descubri-¿quiénes fueron los mayores descubri-mientos de Orlando Ortiz?mientos de Orlando Ortiz?

Creo que en lo general todas las per-sonas tenemos en forma latente esa in-quietud y capacidad, yo lo que hago es

tratar de orientarlos, acelerar el proceso.De alguna manera sé que ellos solitos ha-brían encontrado todo lo que yo les pudedecir a medida que fueran evolucionan-do en su proceso si hubieran insistido,porque fue lo que pasó conmigo, yo nun-ca fui a un taller y poco a poco fui encon-trando procedimientos, técnicas, recur-sos para poder armar mis relatos. Estoy convencido de que una persona que va aser escritor, con el tiempo, hubiera o noasistido a un taller, pero si insiste, solitova a encontrar su camino.

¿Es cuestión de insistir y trabajar?¿Es cuestión de insistir y trabajar?Exacto. Porque incluso con la prime-

ra publicación no se puede decir que yallegaron. Yo creo que es más difícil el se-gundo, porque algunos se quedan en unlibro. Les aterra escribir el segundo, sobretodo si tuvieron éxito con el primero. Eslo que siempre les advierto: llegan a pu-blicar, pues ahora viene lo que sigue, ahíva a estar “lo más pelón”. Algunos hanperseverado, otros sí se han atorado. Hay casos de personas que tienen un talentotremendo pero la falta de trabajo los hahecho que se queden en el camino, otrosque parecía que no tenían nada extraordi-nario llegan a ocupar lugares importantesen la literatura, por eso estoy convencidodel trabajo y la perseverancia.

Al llegar al Distrito Federal, dondeAl llegar al Distrito Federal, dondese juntan creadores de todo el país, ¿else juntan creadores de todo el país, ¿elser tamaulipeco le dio una visión parti-ser tamaulipeco le dio una visión parti-cular a su trabajo literario?cular a su trabajo literario?

No fue cuestión de una mentalidad ta-maulipeca la que te hace tener una parti-cularidad. Más que otra cosa es la vida, esdecir, el tener que trabajar fue importantepara formar mi carácter, frente a personasque digamos tienen todo siempre fácil.Para mí no es cuestión de chovinismo,

sino fundamentalmente de trabajar. Yo estaba trabajando y no tenía tiempo de pensar si los chilangos eran diferentes o no, entraba a las 8:00 de la mañana, salía a las 2:30 y tenía que correr para llegar a clase a las 4:00 de la tarde. Salía a las 8:00 o 9:00 de la noche y descansaba un poco, leía, y hacía lo que tenía que hacer, y al día siguiente de nuevo a la chamba.

En todo ese proceso, ¿surgió en su En todo ese proceso, ¿surgió en su mente la posibilidad de desistir?mente la posibilidad de desistir?

Creo que esa duda se presenta a lo largo de toda la carrera. De repente el escritor tiene muchos problemas eco-nómicos. No se encuentra plaza de es-critor en una secretaría, en una direc-ción; es decir, si acaso sería en el ámbito universitario, pero nunca me ha caído la docencia, la he ejercido, pero no.

¿Cuál es la diferencia entre ser cate-¿Cuál es la diferencia entre ser cate-drático y coordinar talleres literarios?drático y coordinar talleres literarios?

La primera gran diferencia que yo siento cuando doy clases es que si no fui capaz de transmitir al alumno el entu-siasmo por la materia, es culpa mía, no de ellos, entonces para evaluarlos me cuesta mucho.Tienes que cumplir con un programa e imposiciones que de al-guna manera yo me revelo a aceptar, y en un taller yo los reoriento, no tengo que reprobarlos o aprobarlos.

Retomando la creación literaria, su Retomando la creación literaria, su trabajo se ha dirigido a diferentes públi-trabajo se ha dirigido a diferentes públi-cos: adultos, niños, jóvenes...cos: adultos, niños, jóvenes...

Lo del público infantil y juvenil es muy reciente. Creo que he escrito para diferentes públicos porque otra de mis áreas de subsistencia ha sido de guio-nista, en aquellos tiempos era de histo-rietas. Lo del ámbito infantil ocurrió en la presentación de mi libro Dile Adiós a los Señores, a donde fueron mis nie-tas y cuando se terminó se acercaron a felicitarme y me preguntaron: '¿Cuándo nos vas a escribir un libro a nosotras?'. Tenían razón, ya llevaba más de 20 li-bros; entonces comencé a escribir para niños y luego para jóvenes. Me gustó el género.

¿Por qué parte de su trabajo se trans-¿Por qué parte de su trabajo se trans-cribe en la violencia humana?cribe en la violencia humana?

En esta vertiente comencé a adentrar-me a partir de mi investigación de la vio-lencia en México, del libro que hice des-de la época prehispánica. Eso me hizo comenzar a leer, investigar y estudiar so-bre el carácter de la violencia. Posterior-mente se me hizo un tema interesante.

Su trabajo más reciente, Última Espe-Su trabajo más reciente, Última Espe-jra, ¿habla también sobre violencia?ra, ¿habla también sobre violencia?

Sí, la violencia de alguna manera es-tá implícita en todas mis obras. Lo no-vedoso en esta publicación es que to-dos mis cuentos son textos de dos, o a

lo más tres cuartillas, siempre me pon-go un reto, y ahora fue este, en lugar dehacer un libro con ocho o 10 cuentos,tiene más de 40. Además, hay ciertoscoqueteos con la ciencia fi cción, tam-bién con cuestiones de terror.

¿Qué hay con el halago, la renuencia?¿Qué hay con el halago, la renuencia?Fijate que soy muy parco. Casi no

halago, los comentarios que hago debenser objetivos, el denigrar también estáprohibido en mis talleres.

Nuevo Laredo ha sido sede de algu-Nuevo Laredo ha sido sede de algu-nos talleres de Orlando Ortiz...nos talleres de Orlando Ortiz...

En varias ocasiones estuve por allácoordinando talleres. Asistieron Mar-cos Rodríguez Leija, Cynthia Rodríguezy Marha Martínez; en fi n, varias perso-nas que creo tienen mucho talento, creoque hay tienen madera para hacer bue-nos narradores y poetas.

¿Cuándo lo tendremos de vuelta¿Cuándo lo tendremos de vueltapor Tamaulipas?por Tamaulipas?

Esa no es cuestión mía, cuando lasautoridades me llamen ahí estaré. Ocuando me manden. Pero es comoeso que digo en el último texto brevede Última Espera: “Promotor cultu-

q gq

ral: especie cuya extinción se inicióen el 2000”. Me han criticado, puesdicen que soy muy pesimista, peropara mí fue muy evidente y palpableque a partir del 2000 hubo un girobastante sensible en las políticas cul-turales, casi podemos decir que des-aparecieron los talleres.

¿Cómo resumir una trayectoria de¿Cómo resumir una trayectoria de40 años?40 años?

Fructíferos, satisfactorios. Han sidomás de 30 títulos y formar escritores detalla excelente. Creo que fundamental-mente, como comentaba en el homenaje,no sabía si estaban hablando de mí, por-que generalmente reconocen a quienesya están retirados. Yo sigo trabajando,sigo escribiendo, sigo publicando, y a ve-ces hasta le coqueteo a las chamaconas,de que no me hagan caso es otra cosa,pero yo sigo aquí dándole.

Ya prepara nuevos proyectos, puesnunca deja de trabajar y atribuye a esolos frutos cosechados. Orlando Ortizdice no ser “chambista”; siempre que in-cursiona en algo lo hace con seriedad.

“Espero que los paisanos vean quetarde o temprano se puede obtener al-go, que lo importante es trabajar y norefusilarse con un cuentito que ganó unconcurso, y siempre continúan dándolevuelta al mismo cuento, sino seguir tra-bajando”, concluyó el tamaulipeco.

EL ESCRITOR DE TIEMPO COMPLETOTras cuatro décadas de literatura, el tamaulipeco Orlando Ortiz nopara de trabajar. Eso lo ha llevado a ser homenajeado en Bellas Artes

Cortesía ITCAOrlando Ortiz comenzó el año recibiendo un homenaje en el Palacio de Bellas Artes y presentando su libro Última Espera.

El escritor tamaulipeco convivió con el público y autografi ó algunos libros.

Damián Aviña [email protected]@DamianAvina

Page 7: Hojalata 0.86

06 Domingo, 29 de enero de 2012

No hay cosa más prometedora que un inicio de año prometedor. Mejor forma no pudo encontrar

para dar la bienvenida al 2012 que con un homenaje a su trabajo dentro del ci-clo Protagonistas de la Literatura Mexi-cana. De escenario fungió la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y durante la noche fi guraron los más de 40 años de trabajo a favor de la literatura.

Es Orlando Ortiz, el escritor que nació tamaulipeco un 19 de enero de 1945, pero que tiene el corazón en todas partes donde haya letras. El renombra-do artista de la literatura fue anunciado en su reconocimiento con el título de “hombre de cultura apabullante”.

“Sí he leído mucho y no solamente literatura, siempre he tenido inclinación a publicaciones de divulgación científi -ca, tanto en biología como en cuestiones de física. Hay que tomar en cuenta que cuando llegué al Distrito Federal recibía muchos comentarios de que en la litera-tura me iba a morir de hambre, enton-ces ingresé a la Facultad de Ciencias, así que cuando tengo conocimiento de algo y puedo ayudar de inmediato respondo, pero así de decir ‘cultura apabullante’ creo que es exagerado”, dijo sin poder ocultar una risa modesta al cuestiona-miento sobre el título atribuido.

Por el contrario, y lejos de lo que el término “apabullante” pudiera remitir, al hablar con él se percibe a un hombre que resalta desde sus conocimientos un don de gente único, un grato con-traste para cualquier entrevistador.

El tampiqueño que salió de casa a los 18 años para viajar a la capital y es-tudiar Lengua y Literaturas Hispánicas en la Universidad Autónoma Metropo-litana concedió a Hojalata una entre-vista para conocer su sentir acerca del reconocimiento brindado por el INBA, su trabajo en la promoción de la cultu-ra y sus más de 30 títulos dirigidos a todo público.

Son más de 40 años trabajando a fa-Son más de 40 años trabajando a fa-vor de la literatura y, hasta el momento, vor de la literatura y, hasta el momento,30 publicaciones. ¿Qué signifi có este 30 publicaciones. ¿Qué signifi có este homenaje en vida como Protagonista homenaje en vida como Protagonista de la Literatura Mexicana?de la Literatura Mexicana?

Fue muy satisfactorio ver que, des-pués de 40 años de ejercicio, personas que tú has visto crecer reconocen que tu labor ha sido meritoria, tanto en la formación como en la obra que has he-cho. Y eso es importante, porque de al-guna manera u otra le da a uno ánimos para seguir en esto.

¿Fue Orlando Ortiz un niño inquie-¿Fue Orlando Ortiz un niño inquie-to por la literatura o sucedió como un to por la literatura o sucedió como un dictamen del tiempo?dictamen del tiempo?

No, tuve una infancia común y co-rriente. Se despertó en mí la afi ción por leer libros ya cuando estaba en secunda-ria. A partir de que fui a una puesta en escena en Tampico comencé a escribir teatro. Conocí a Raul Moncada y plati-cando con él vi que no era descabellado ser escritor. Yo pensaba que para serlo había que estudiar Leyes, porque todos los que escribían en periódicos y otros medios eran abogados, pero Raúl me hizo ver que no, que había una carrera de Letras. Me vine a la Ciudad de Méxi-

co y trabajé y estudié al mismo tiempo, así fue como comencé esta trayectoria.

¿Cuáles fueron sus puestos de traba-¿Cuáles fueron sus puestos de traba-jo en ese periodo de iniciación?jo en ese periodo de iniciación?

Trabajé para la Aseguradora Na-cional Agrícola y Ganadera, donde se aseguraban las siembras de ejidatarios y pequeños propietarios. Después no pude seguir ahí; mejor dicho: me co-rrieron. Cuando terminaba mi tarea me ponía a leer, porque en la facultad tenía que leer mucho, y continué ven-diendo libros, discos y de todo cuanto salía. Era para subsistir. No fue una carrera fácil, pero ni me arrepiento ni

creo que haya sido contraproducente u obstaculizado nada, fueron sólo expe-riencias que se van capitalizando.

Se le reconoce mayormente por su Se le reconoce mayormente por su trabajo en la narrativa, ¿continuó tra-trabajo en la narrativa, ¿continuó tra-jbajando en la dramaturgia?bajando en la dramaturgia?

No, me atrajo más la narrativa. Sí lle-gue a escribir una o dos cosas de teatro que se perdieron por ahí, pero comen-cé a tener éxito en la narrativa. Gané el segundo lugar en el primer concurso que convocó la revista de la universi-dad Punto de Partida y eso me puso en contacto con Emmanuel Carballo, quien era uno de los jurados y entonces

tenía la Editorial Diogenes que estaba convocando a un certamen para jóve-nes novelistas. Me puse a trabajar inten-sivamente, mi obra les gustó y así salió mi primera novela en 1968. Mi carrera comenzó fundamentalmente como na-rrador: novelista y cuentista.

Su primera publicación fue En Caso Su primera publicación fue En Casode Duda. Además de lo obvio, ¿qué be-de Duda. Además de lo obvio, ¿qué be-nefi cios trajo ser ya un autor publicado?nefi cios trajo ser ya un autor publicado?

Ponerme en contacto con muchos autores de la época, lo cual me permitió incursionar en suplementos literarios, periódicos, páginas culturales, inter-cambiar opiniones y demás, no sólo con

autores de mi generación, sino también con personas como José Emilio Pache-co y Carlos Monsiváis.

Acá en Tamaulipas es reconocido por Acá en Tamaulipas es reconocido por su labor como promotor cultural frente su labor como promotor cultural frente a la coordinación de talleres literarios. a la coordinación de talleres literarios.¿Cuándo llegó esta etapa para usted?¿Cuándo llegó esta etapa para usted?

En 1972. Me llamaron de la Univer-sidad Autónoma de Puebla, donde es-taba Oscar Oliva frente a la dirección de promoción cultural y me propuso el taller de cuento. No tenía experiencia en eso porque yo no había estado en cursos literarios. No estuve en el de Juan José Arreola, como fue el caso de muchos autores de mi generación, aunque lo im-partía en la facultad cuando yo estaba y fui en dos ocasiones como oyente. Él era p y y

una persona brillantísima, a tal grado de que si alguien leía un poema, eso bastaba para que dos horas hablaran al respecto, entonces yo sentí que no era algo que yo quería. Pero comencé con cierta noción e inquietud en el taller de Puebla, arman-do mi propia metodología. Después de eso fue cuando comencé a colaborar en Bellas Artes en 1979, y Miguel Donoso Pareja me llamó para tomar el taller que iba a a dejar Tito Monterroso. Yo acep-té de inmediato, era difícil que fuera a compararme con Monterroso pero pien-so que no estuvo tan mal mi actuación de esa época, porque fue precisamente cuando salió gente como Ana Clavel, una persona que ya está ocupando luga-res principales en nuestra literatura.

De estos talleres por todo el país, De estos talleres por todo el país,¿quiénes fueron los mayores descubri-¿quiénes fueron los mayores descubri-mientos de Orlando Ortiz?mientos de Orlando Ortiz?

Creo que en lo general todas las per-sonas tenemos en forma latente esa in-quietud y capacidad, yo lo que hago es

tratar de orientarlos, acelerar el proceso.De alguna manera sé que ellos solitos ha-brían encontrado todo lo que yo les pudedecir a medida que fueran evolucionan-do en su proceso si hubieran insistido,porque fue lo que pasó conmigo, yo nun-ca fui a un taller y poco a poco fui encon-trando procedimientos, técnicas, recur-sos para poder armar mis relatos. Estoy convencido de que una persona que va aser escritor, con el tiempo, hubiera o noasistido a un taller, pero si insiste, solitova a encontrar su camino.

¿Es cuestión de insistir y trabajar?¿Es cuestión de insistir y trabajar?Exacto. Porque incluso con la prime-

ra publicación no se puede decir que yallegaron. Yo creo que es más difícil el se-gundo, porque algunos se quedan en unlibro. Les aterra escribir el segundo, sobretodo si tuvieron éxito con el primero. Eslo que siempre les advierto: llegan a pu-blicar, pues ahora viene lo que sigue, ahíva a estar “lo más pelón”. Algunos hanperseverado, otros sí se han atorado. Hay casos de personas que tienen un talentotremendo pero la falta de trabajo los hahecho que se queden en el camino, otrosque parecía que no tenían nada extraordi-nario llegan a ocupar lugares importantesen la literatura, por eso estoy convencidodel trabajo y la perseverancia.

Al llegar al Distrito Federal, dondeAl llegar al Distrito Federal, dondese juntan creadores de todo el país, ¿else juntan creadores de todo el país, ¿elser tamaulipeco le dio una visión parti-ser tamaulipeco le dio una visión parti-cular a su trabajo literario?cular a su trabajo literario?

No fue cuestión de una mentalidad ta-maulipeca la que te hace tener una parti-cularidad. Más que otra cosa es la vida, esdecir, el tener que trabajar fue importantepara formar mi carácter, frente a personasque digamos tienen todo siempre fácil.Para mí no es cuestión de chovinismo,

sino fundamentalmente de trabajar. Yo estaba trabajando y no tenía tiempo de pensar si los chilangos eran diferentes o no, entraba a las 8:00 de la mañana, salía a las 2:30 y tenía que correr para llegar a clase a las 4:00 de la tarde. Salía a las 8:00 o 9:00 de la noche y descansaba un poco, leía, y hacía lo que tenía que hacer, y al día siguiente de nuevo a la chamba.

En todo ese proceso, ¿surgió en su En todo ese proceso, ¿surgió en su mente la posibilidad de desistir?mente la posibilidad de desistir?

Creo que esa duda se presenta a lo largo de toda la carrera. De repente el escritor tiene muchos problemas eco-nómicos. No se encuentra plaza de es-critor en una secretaría, en una direc-ción; es decir, si acaso sería en el ámbito universitario, pero nunca me ha caído la docencia, la he ejercido, pero no.

¿Cuál es la diferencia entre ser cate-¿Cuál es la diferencia entre ser cate-drático y coordinar talleres literarios?drático y coordinar talleres literarios?

La primera gran diferencia que yo siento cuando doy clases es que si no fui capaz de transmitir al alumno el entu-siasmo por la materia, es culpa mía, no de ellos, entonces para evaluarlos me cuesta mucho.Tienes que cumplir con un programa e imposiciones que de al-guna manera yo me revelo a aceptar, y en un taller yo los reoriento, no tengo que reprobarlos o aprobarlos.

Retomando la creación literaria, su Retomando la creación literaria, su trabajo se ha dirigido a diferentes públi-trabajo se ha dirigido a diferentes públi-cos: adultos, niños, jóvenes...cos: adultos, niños, jóvenes...

Lo del público infantil y juvenil es muy reciente. Creo que he escrito para diferentes públicos porque otra de mis áreas de subsistencia ha sido de guio-nista, en aquellos tiempos era de histo-rietas. Lo del ámbito infantil ocurrió en la presentación de mi libro Dile Adiós a los Señores, a donde fueron mis nie-tas y cuando se terminó se acercaron a felicitarme y me preguntaron: '¿Cuándo nos vas a escribir un libro a nosotras?'. Tenían razón, ya llevaba más de 20 li-bros; entonces comencé a escribir para niños y luego para jóvenes. Me gustó el género.

¿Por qué parte de su trabajo se trans-¿Por qué parte de su trabajo se trans-cribe en la violencia humana?cribe en la violencia humana?

En esta vertiente comencé a adentrar-me a partir de mi investigación de la vio-lencia en México, del libro que hice des-de la época prehispánica. Eso me hizo comenzar a leer, investigar y estudiar so-bre el carácter de la violencia. Posterior-mente se me hizo un tema interesante.

Su trabajo más reciente, Última Espe-Su trabajo más reciente, Última Espe-jra, ¿habla también sobre violencia?ra, ¿habla también sobre violencia?

Sí, la violencia de alguna manera es-tá implícita en todas mis obras. Lo no-vedoso en esta publicación es que to-dos mis cuentos son textos de dos, o a

lo más tres cuartillas, siempre me pon-go un reto, y ahora fue este, en lugar dehacer un libro con ocho o 10 cuentos,tiene más de 40. Además, hay ciertoscoqueteos con la ciencia fi cción, tam-bién con cuestiones de terror.

¿Qué hay con el halago, la renuencia?¿Qué hay con el halago, la renuencia?Fijate que soy muy parco. Casi no

halago, los comentarios que hago debenser objetivos, el denigrar también estáprohibido en mis talleres.

Nuevo Laredo ha sido sede de algu-Nuevo Laredo ha sido sede de algu-nos talleres de Orlando Ortiz...nos talleres de Orlando Ortiz...

En varias ocasiones estuve por allácoordinando talleres. Asistieron Mar-cos Rodríguez Leija, Cynthia Rodríguezy Marha Martínez; en fi n, varias perso-nas que creo tienen mucho talento, creoque hay tienen madera para hacer bue-nos narradores y poetas.

¿Cuándo lo tendremos de vuelta¿Cuándo lo tendremos de vueltapor Tamaulipas?por Tamaulipas?

Esa no es cuestión mía, cuando lasautoridades me llamen ahí estaré. Ocuando me manden. Pero es comoeso que digo en el último texto brevede Última Espera: “Promotor cultu-

q gq

ral: especie cuya extinción se inicióen el 2000”. Me han criticado, puesdicen que soy muy pesimista, peropara mí fue muy evidente y palpableque a partir del 2000 hubo un girobastante sensible en las políticas cul-turales, casi podemos decir que des-aparecieron los talleres.

¿Cómo resumir una trayectoria de¿Cómo resumir una trayectoria de40 años?40 años?

Fructíferos, satisfactorios. Han sidomás de 30 títulos y formar escritores detalla excelente. Creo que fundamental-mente, como comentaba en el homenaje,no sabía si estaban hablando de mí, por-que generalmente reconocen a quienesya están retirados. Yo sigo trabajando,sigo escribiendo, sigo publicando, y a ve-ces hasta le coqueteo a las chamaconas,de que no me hagan caso es otra cosa,pero yo sigo aquí dándole.

Ya prepara nuevos proyectos, puesnunca deja de trabajar y atribuye a esolos frutos cosechados. Orlando Ortizdice no ser “chambista”; siempre que in-cursiona en algo lo hace con seriedad.

“Espero que los paisanos vean quetarde o temprano se puede obtener al-go, que lo importante es trabajar y norefusilarse con un cuentito que ganó unconcurso, y siempre continúan dándolevuelta al mismo cuento, sino seguir tra-bajando”, concluyó el tamaulipeco.

EL ESCRITOR DE TIEMPO COMPLETOTras cuatro décadas de literatura, el tamaulipeco Orlando Ortiz nopara de trabajar. Eso lo ha llevado a ser homenajeado en Bellas Artes

Cortesía ITCAOrlando Ortiz comenzó el año recibiendo un homenaje en el Palacio de Bellas Artes y presentando su libro Última Espera.

El escritor tamaulipeco convivió con el público y autografi ó algunos libros.

Damián Aviña [email protected]@DamianAvina

Page 8: Hojalata 0.86

Retuits Estatus

Bolígrafos

EL JARDÍN DE LA LIBERTADLibertad García Cabriales

UN ELEFANTE LLAMADO TAMAULIPASCarlos Manuel Juárez

[email protected]@cmanueljuarez

[email protected]@libertadgarcia

"A todos los escritores locales visiten este sitio: ESCRI-TORES POR NUEVO LAREDO".

Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón era su verda-dero nombre. El pueblo le apodaba “El quince

uñas”, pero a él le encantaba que le llamaran Alteza Serenísima. Amado por muchos e igualmente odiado por otros tantos, don Antonio es, sin duda, uno de los mandatarios más polémicos de nuestra historia nacio-nal. Por ello, hoy ha sido el elegido para este texto de nuestra serie acerca de los gobernantes.

Nacido en 1794 en Jalapa, Veracruz, en el seno de una familia española. Desde muy joven se interesó en lo militar donde sobresalió muy pronto en el Ejército Real Español, llegando a ser condecorado por el virrey por sus batallas contra de los insurgentes que se situa-ron, entre otros puntos, en las provincias del Nuevo Santander y Texas bajo el mando del temido Joaquín de Arredondo. Ya nombrado comandante en Veracruz por los realistas, deserta para luchar con los insurgen-tes uniéndose a Iturbide del quien tiempo después renegaría lanzando el plan de Casa Mata declarando ilegal al Imperio y proclamando su fe republicana.

Dentro de la carrera militar de Santa Anna, una victoria fue clave para catapultarlo a las grandes ligas de la política nacional: la de Tampico en 1829. Por-que junto al ilustre Manuel Mier y Terán y las valerosas tropas regionales, se frustró el último intento de re-conquista española en los mares del sur tamaulipeco. Con el triunfo en la bolsa, se hizo llamar “Benemérito de Tampico” al tiempo que su fama cundía por todo el territorio nacional favoreciendo su pelea por la pre-sidencia de México que alcanzó en 1833, iniciando así un largo período de intermitencias en la Silla del Águila donde se aposentó por varias ocasiones.

Y dentro de su práctica pública, don Antonio fue de todo: realista e insurgente, federalista y centralista, impe-rialista y republicano, anticlerical y católico, autoritario y condescendiente. Porque si algo defi nió el ejercicio del poder en Santa Anna fue su capacidad para cambiar de bando según se ofreciera, tal vez porque era ante todo “santannista”. Para muestra del culto desmedido a su

personalidad, es bien conocido cuando pidió se rindie-ran grandes honores a su pierna izquierda después de perderla en batalla y su decreto para ser llamado “alteza serenísima” celebrándolo con bombo y platillo.

Estuvo directamente relacionado con algunos de los más dramáticos y trascendentes acontecimientos de la historia nacional: la independencia de Texas y la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio frente a Estados Unidos. Después de la fatal derrota y el estigma eterno, se exilió en Colombia hasta donde los conservadores le escribieron suplicando volviera a la presidencia para res-taurar el centralismo, defender la religión y reorganizar el ejército. El llamado “Napoleón de América” volvió otra vez para encontrarse con un país devastado, desunido y en bancarrota, lo que le hizo tomar insólitas medidas, tales como cobrar impuesto a las ventanas y a los perros.

Mucho se ha escrito de su vida y obra. Lo mismo verdades que fantásticas leyendas. Mucho se cuenta de sus exilios voluntarios y forzosos, de su ser seductor, de su desmedida voracidad, de su concupiscencia, de sus apodos, de la fatal siesta que le hizo perder una de-cisiva batalla. Algunos dicen que le llamaban “El quince uñas” porque le faltaba una pierna, otros dicen que por su gusto por lo ajeno. Adolfo Aguilar Zinzer alguna vez escribió que al dictador no le bastaban ni las manos, ni los dedos, ni las uñas, ni el tamaño del tesoro nacional para saciar su voracidad. Además nunca se avergonzó por ello, al contrario se ufanaba con desfachatez, con audacia y picardía. Le fascinaban los bailes, los burdeles y las francachelas y era muy conocido por su insaciable afi ción a los juegos de azar donde apostaba todo lo que tuviera a mano, aunque no fuera suyo.

En un México que parecía ingobernable, en una sociedad que aún no se acostumbraba a la vida in-dependiente, en un territorio que no era todavía una verdadera república; Santa Anna gobernó, o desgo-bernó a sus anchas. Azotados por las brutales y su-cesivas guerras, los mexicanos parecían buscar en el llamado “Seductor de la Patria”, al padre, al soberano, al iluminado pero no al gobernante democrática-mente elegido. Vale la pena conocer su historia, no vaya a ser que como a don Antonio, en una siesta nos tomen desprevenidos. ¿No cree usted?

Paul Medrano nació en Ciudad Vic-toria pero hace muchos años se fue y no ha vuelto. Paul escribe de

la muerte de Paco Stanley, de música, otros temas de sangre y sombrero. Tam-bién hace periodismo visual y escrito, pe-ro los viernes se dedica a twittear versos de canciones norteñas con el hashtag #viernesdenorteñas.

Medrano es autor de dos libros. Uno de ellos es Flor de Capomo: un cancione-ro de jeans vaqueros y botas, un cuento a ritmo de acordeón, un fara fara de recuer-dos del norte, de la entraña del norte que e que vive en la mayoría de las casas de la fron-de la frontera con Estados Unidos de Norteamérica. NorteamérLa música popular de mayor penetra-ción en México.

Cuando le di la primera lectura a Flor de Capomo vivía en Pachuca. Aunque Paul no es-tablece un ambiente facilón, que sitúe al lector en cierta región del país, los prime-ros renglones que empiezan con versos de norteñas me ubicaron de cincho en Ta-maulipas. Incluso el “SI EL SAPO SALTA Y SE ENSARTA LA CULPA NO ES DE LA ESTACA”, líneas de Chico Che, que hizo a bien colo-car en el texto Qué Tal si te Compro, don-de empieza con una frase tan de ranchero cursi: PERO QUÉ TAL SI TE COMPRO PARA LLEVARTE CONMIGO, TE LLEVO LEJOS, MUY LEJOS, PARA PERDERME CONTIGO.

La primera lectura me llenó de recuer-dos familiares. En Puño de Tierra, clarito reconocí al chisqueado de mi’apá, duran-te sus tardes de botana en El Nevado de

Toluca, irónico nombre para una cantinaenclavada en una ciudad tan caliente -¡ojo!,hablo del clima-. Mientras avanzaba por las89 páginas, las referencias corrían por lascatorce fi cciones cotidianas. Dentro delséptimo texto, titulado La Banda del CarroRojo, miré al tío Ramón “El Loco”, le decían,chofer de tráiler que iba y venía a NuevoLeón en nueve horas, hasta que la diabeteslogró que le mocharan una pata.

Mención aparte debe tener el primerrelato del libro, de nombre Polvo Maldi-to. En él se narra la vida de un periodista,como muchos, debo de confesar que trasvarias atentas lecturas no pude reconocera ninguno de mis compañeros de redac-ción, y no es que no tengan las mañas queprecisa el texto, pero en las redaccionesen que estuve siempre hubo un abstemio

que parara los errores. Carezco de referencias

concretas acerca de la li-teratura que se ha escrito basada en el ajetreado mundo de los narquillos o la violencia que des-atan sus bisnes; no puedo

afi rmar si la narración que Paul Medrano elaboró se parece a tal o cual. En Flor de Capomo se encuentra la vida cotidiana de los afi cionados de la música norteña. No hay referencias de violencia extrema, ni apología del delito -para que no lo vayan a censurar los gobernadores que creen que así acabarán con el “problema”-.

Hace siete meses que regresé a Tampico leí en la portada de un diario: Policía militar captura a enferma mental que se hacía pa-sar por agente del FBI. La nota bien podría ser motivo para que Paul se pusiera a jalar en un texto, uno casi tan increíble como La Carga Ladeada, donde un campo de futbol es pintado con cocaína “de la buena”.

Flor de Capomo: fa-ra fara de recuerdos

Gobernantes: las quince uñas de Don Antonio

"Convocatoria Diplomado Práctica de Vuelo para el Noreste teatral mexicano, titulado: La Dirección de Nuestras Historias”.

@Juan_Melia Los Siete

08

Medrano nacióPaul MedraP l MVictoriaen Ciudad

uchos añospero hace mu añosha vuse fue y no uelto

Domingo, 29 de enero de 2012

¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

Enclavada en la Sierra de Cucharas, la Cueva del Abra ofrecía, hasta hace tiem-po, una aventura de película a turistas

04

Mochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPAS

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

Domingo, 29 de enero de 2012

Reseñas

Dichosa Sabina Berman que no teme jugar, que hace una danza de fuego sin quemar-se y jamás pierde el control de un sugestivo

universo producto de sus refl exiones sin excluir su imaginación. Admirable. Así la percibo en su novela La Mujer que Buceó Dentro del Corazón del Mundo. Además, es hoy por hoy una de las dramaturgas ac-tivas de mayor éxito y creatividad, aunque aquí la ve-mos en su faceta de novelista divertida y tremenda.

Sabina Berman ex-plora con éxito la primera persona; su personajeprincipal es tan rico queno existen vacíos en edesarrollo de la novelacuyo eje principal es etiempo. Un día Isabelleencuentra a Karen, quees un pequeño monstruo: “la cosa”, y le abrepuertas; años despuésKaren entierra a su tíacon absoluta normali-dad. Los círculos se cierran.

La narración es limpia, conversacional, y siem-pre va al grano; no se permite digresiones inútiles ni divagaciones innecesarias. Les encantará leerlo y experimentar la explosión de sabor en esta novela, escrita con solvencia intelectual y artística; seguro también les despertará la curiosidad por los autistas y estarán de acuerdo con Sabina Berman en que, “son las personas con capacidades diferentes las que aportan cosas diferentes a la humanidad”.

Este mundillo de hacer comentarios sobre películas es hipócrita y contradictorio. Algunas cintas, por cualquier cosita, son condenadas a arder en los más oscuros y pro-

fundos rincones del infi erno. En contraste, como si fuera divas, caciques o el Púas Olivares, a otras se les perdona todo.

“Sí, está medio rara, pero ¡capta el concepto, el genio del director! ¡Pura vanguardia!”.

En el caso que nos ocupa, entro en la segunda catego-ría: qué importa que parte del elenco no sepa actuar si lo valioso está en la historia.

Y claro que no me refi eroal desempeño de GustavoSánchez Parra ni a EvangelinaSosa. ¡Qué se les puede reprochar! Son profesionales y convincentes. Tampoco al enorme esfuerzo de producciónpara encontrar locacioneadecuadas, recrear vestimenta, fi lmar en el desierto, hacereal la sensación de estar enmanos de un par de polleros

7 Soles vale por el esfuerzo de su realización. Nos recuerda que, diariamente, ocurren esas travesías de tortura en la frontera México-estadouni-dense. Destaco el manejo de cámara de Vladimir Van Mau-le. Pedro Ultreras tuvo un gran acierto al colocarlo como el responsable de las imágenes. Es más, todo el resto del equipo hizo lo suyo y muy bien.

¿Les parece exagerado lo que se ve en la pantalla? Pregúntenle a la raza que lo tuvo que hacer para llegar a los Estados Unidos. No, mejor aún. Crucen con un polle-ro a ver si les parece tan divertido.

EL ARTE DE NOVELAR APUNTES DE CINÉFILOÉlmer Mendoza Joaquín Peña Arana

La Mujer que Buceó... Sabina Berman 7 Soles, Pedro Ultreras

[email protected] apuntesdecinefi lo.blogspot.com

[email protected] LA NETA DEL PLANETA, GUFFO

o o a

o-n-r-n

es n-er n .o

e-ee

el a,ele es-es,a i-

Dan Bajer es la mente creativa detrás de Destro-yer, que desde sus inicios en 1995 ha funcio-nado en algunas ocasiones como agrupación.

El canadiense es el responsable de uno de los álbumes más memorables del último año, lanzamiento que ha pasado casi completamente inadvertido por meló-manos y críticos alrededor del mundo: Kaputt.

El noveno LP de estudio de Destroyer es publica-do por Merge Record y está conformado por nueve tracks, completando un poco menos de una hora de música. Con Kaputt, Dan Bejar vuelve aun giro al estilo msical del proyectoponiendo el dedosobre un poco sofrock, jazz; algo máde disco funk y nwave y una granfl uencia en general dela escena a fi nales delos setentas. Aquí sevale generosamente de guitarras, trompetas y saxofones humedecidos en reverb y una actitud de Casanova retirado.

Kaputt habla de todo: de la vida nocturna, de des-amor, de la misma escena musical (haciendo un sinfín de referencias) y es increíblemente actual, a pesar de ser un ejercicio basado en lo ocurría sónicamente hace más de tres décadas y hacer uso de los recursos más estereotipados de la época. El resultado es completa-mente placentero, nunca se siente excesivo o kitsch… se lo creemos porque es real, porque sucede.

VESTÍBULOCesariván

Kaputt, Destroyer

p ,a dar

mu-o, o ft ás ew

n ine e e e

n-

vulo.blogspot.com

Page 9: Hojalata 0.86

¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE ¡‘YA SE PUEDE

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

En el diario ir y venir de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, había un lugar que despertaba mi instinto de

aventura: la Cueva del Abra. La escena que imaginaba ahí se antojaba emocionante. De película. Mis amigos y yo, con trajes de exploradores, entrábamos a la gran ca-vidad y descendíamos hasta los ríos subte-rráneos, mientras decenas de murciélagos se elevaban sobre nosotros.

De la gruta enclavada en la bella Sierra de Cucharas había leído poco en las biblio-tecas de ambos municipios: que fue des-cendida por espeleólogos de San Antonio, Texas, en 1956, que el pasaje de entrada tenía 180 metros de longitud y que el tiro vertical de la claraboya natural era de 116 metros. Y conocía a pocos, muy pocos, que se habían aventurado a explorarla.

Aunque es parte de Antiguo Morelos, la Cueva del Abra fue promovida como atrac-tivo turístico de Ciudad Mante a principios de la década del 2000. Por aquellos años se abrió un camino que, con la altura, se convertía en una escalera con un pasamos color naranja, el cual se apreciaba desde la carretera. “¡Ya se puede subir, ya se puede entrar!”, conté a mis amigos.

Y entré por primera vez en 2002. Fue una tarde después de clases. Ni mis acompañantes ni yo portábamos trajes de exploradores. Subir la cuesta signifi có cansancio, pero la emoción por lo desco-nocido nos empujó. Al ingresar, la Cueva del Abra se descubrió como en la escena imaginada: grande, oscura, con sonido de agua en lo profundo y murciélagos volan-do por todos lados. De película.

Regresé unos años después para com-partir la aventura con otra persona. Para ese entonces la cavidad era muy visitada. La gente, en su mayoría jóvenes, no dudaba en plasmar su fi rma en las rocas con aerosol o marcador permanente. También había otros signos de daños en su interior. Pero seguía siendo emocionante ver y escuchar todo lo que ofrecía esa atmósfera.

Hace unas semanas, en el trayecto de Antiguo Morelos a Ciudad Mante, la vi otra vez. Parece ser que un particular se apropió del terreno y las autoridades no se han ocu-pado del asunto. No hay más camino ni es-calera ni pasamos color naranja. No hay más visitas. No hay más exploradores, como yo, disfrutando una experiencia de película.

Enclavada en la Sierra de Cucharas, la Cueva del Abra ofrecía, hasta hace tiem-po, una aventura de película a turistas

04

Mochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPASMochilazo ANTIGUO MORELOS, TAMAULIPAS

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

CortesíaLa Cueva del Abra se ubica en el sur de Tamaulipas.

Domingo, 29 de enero de 2012

Reseñas

Dichosa Sabina Berman que no teme jugar, que hace una danza de fuego sin quemar-se y jamás pierde el control de un sugestivo

universo producto de sus refl exiones sin excluir su imaginación. Admirable. Así la percibo en su novela La Mujer que Buceó Dentro del Corazón del Mundo. Además, es hoy por hoy una de las dramaturgas ac-tivas de mayor éxito y creatividad, aunque aquí la ve-mos en su faceta de novelista divertida y tremenda.

Sabina Berman ex-plora con éxito la primera persona; su personajeprincipal es tan rico queno existen vacíos en edesarrollo de la novelacuyo eje principal es etiempo. Un día Isabelleencuentra a Karen, quees un pequeño monstruo: “la cosa”, y le abrepuertas; años despuésKaren entierra a su tíacon absoluta normali-dad. Los círculos se cierran.

La narración es limpia, conversacional, y siem-pre va al grano; no se permite digresiones inútiles ni divagaciones innecesarias. Les encantará leerlo y experimentar la explosión de sabor en esta novela, escrita con solvencia intelectual y artística; seguro también les despertará la curiosidad por los autistas y estarán de acuerdo con Sabina Berman en que, “son las personas con capacidades diferentes las que aportan cosas diferentes a la humanidad”.

Este mundillo de hacer comentarios sobre películas es hipócrita y contradictorio. Algunas cintas, por cualquier cosita, son condenadas a arder en los más oscuros y pro-

fundos rincones del infi erno. En contraste, como si fuera divas, caciques o el Púas Olivares, a otras se les perdona todo.

“Sí, está medio rara, pero ¡capta el concepto, el genio del director! ¡Pura vanguardia!”.

En el caso que nos ocupa, entro en la segunda catego-ría: qué importa que parte del elenco no sepa actuar si lo valioso está en la historia.

Y claro que no me refi eroal desempeño de GustavoSánchez Parra ni a EvangelinaSosa. ¡Qué se les puede reprochar! Son profesionales y convincentes. Tampoco al enorme esfuerzo de producciónpara encontrar locacioneadecuadas, recrear vestimenta, fi lmar en el desierto, hacereal la sensación de estar enmanos de un par de polleros

7 Soles vale por el esfuerzo de su realización. Nos recuerda que, diariamente, ocurren esas travesías de tortura en la frontera México-estadouni-dense. Destaco el manejo de cámara de Vladimir Van Mau-le. Pedro Ultreras tuvo un gran acierto al colocarlo como el responsable de las imágenes. Es más, todo el resto del equipo hizo lo suyo y muy bien.

¿Les parece exagerado lo que se ve en la pantalla? Pregúntenle a la raza que lo tuvo que hacer para llegar a los Estados Unidos. No, mejor aún. Crucen con un polle-ro a ver si les parece tan divertido.

EL ARTE DE NOVELAR APUNTES DE CINÉFILOÉlmer Mendoza Joaquín Peña Arana

La Mujer que Buceó... Sabina Berman 7 Soles, Pedro Ultreras

[email protected] apuntesdecinefi lo.blogspot.com

[email protected] LA NETA DEL PLANETA, GUFFO

o o a

o-n-r-n

es n-er n .o

e-ee

el a,ele es-es,a i-

Dan Bajer es la mente creativa detrás de Destro-yer, que desde sus inicios en 1995 ha funcio-nado en algunas ocasiones como agrupación.

El canadiense es el responsable de uno de los álbumes más memorables del último año, lanzamiento que ha pasado casi completamente inadvertido por meló-manos y críticos alrededor del mundo: Kaputt.

El noveno LP de estudio de Destroyer es publica-do por Merge Record y está conformado por nueve tracks, completando un poco menos de una hora de música. Con Kaputt, Dan Bejar vuelve aun giro al estilo msical del proyectoponiendo el dedosobre un poco sofrock, jazz; algo máde disco funk y nwave y una granfl uencia en general dela escena a fi nales delos setentas. Aquí sevale generosamente de guitarras, trompetas y saxofones humedecidos en reverb y una actitud de Casanova retirado.

Kaputt habla de todo: de la vida nocturna, de des-amor, de la misma escena musical (haciendo un sinfín de referencias) y es increíblemente actual, a pesar de ser un ejercicio basado en lo ocurría sónicamente hace más de tres décadas y hacer uso de los recursos más estereotipados de la época. El resultado es completa-mente placentero, nunca se siente excesivo o kitsch… se lo creemos porque es real, porque sucede.

VESTÍBULOCesariván

Kaputt, Destroyer

p ,a dar

mu-o, o ft ás ew

n ine e e e

n-

vulo.blogspot.com

Page 10: Hojalata 0.86

EL REGRESO DE LOS 80

Jonathan HernándezFlor Peredo (centro) es una de las protagonistas de la obra que produce Emilio Gutiérrez (derecha).

Domingo, 29 de enero de 2012

La comedia musical Lo Siento Mi Amor, producida por el joven Emilio Gutiérrez, revivirá en Nuevo Laredo los éxitos y la moda de una década inolvidable

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

¡Los años 80 están de vuel-ta! Y vienen con todo in-cluido: sus canciones y su

moda. Por lo pronto esto su-cede en los ensayos de Lo Siento Mi Amor, El Musical, que en los próximos meses verá la luz en algún escenario de la ciudad.

El proyecto, que reúne a puro talento neolaredense, promete mucho. Para hablar de ello, el joven productor de la obra, Emi-lio Gutiérrez, y una de las actrices prota-gónicas, Flor Peredo, participaron en una emisión de Hojalata a través de Líder TV.

Muy joven y a punto de debutar como Muy joven y a punto de debutar comoy j yproductor. ¿Por qué apostarle al teatro? productor. ¿Por qué apostarle al teatro?

EG: El gusto por el teatro nació desde hace mucho tiempo, tal vez desde hace cuatro o cinco años que me di cuenta de que el subirme un escenario a interpretar un personaje me llenaba de satisfacción. También descubrí que, más que un hobbie, es un trabajo. Defi nitivamente es parte de mi vida, no podría seguir sin el teatro.

¿Fuiste un niño teatrero?¿Fuiste un niño teatrero?EG: Sí. Mi tía me cuenta que veía las te-

lenovelas y le decía que me iba a desmayar, así que ella se reía porque veía que me tira-ba. Teatrero y telenovelero, sin duda.

Y eso te llevó a iniciar una carrera en Y eso te llevó a iniciar una carrera en Monterrey...Monterrey...

EG: Sí, infl uyó mucho. Obviamente el apoyo de mis padres fue fundamental pa-ra que me pudiera ir a estudiar allá. Tengo alrededor de un año y medio y estoy muy contento. No es por menospreciar Nuevo Laredo, pero en Monterrey hay muchas op-ciones para teatro y para el arte en general.

Eres uno de los fundadores de la casa Eres uno de los fundadores de la casa productora Blackscreen. ¿Qué responsabi-productora Blackscreen. ¿Qué responsabi-lidades conlleva estar a la cabeza?lidades conlleva estar a la cabeza?

EG: Es mucha responsabilidad, porque debo estar concentrado en mis estudios sin descuidar la compañía. Somos cuatro pro-ductores los que estamos a la cabeza, pero cada uno tiene diferente área: los comercia-les, la escuela de teatro, la producción. Ade-más, hay que dejar tiempo para la familia.

¿Qué te movió a regresar a producir en ¿Qué te movió a regresar a producir en Nuevo Laredo?Nuevo Laredo?

EG: Desde el día en que me fui hice la promesa de regresar. No sabía cuándo ni por qué, pero se dio la oportunidad de traer como empresario una obra al Teatro del IMSS y ese fue el inicio. Entonces me puse la meta de convertir a Nuevo Laredo en una ciudad que haga teatro de calidad, porque aunque hay muchas opciones que-remos más.

¿Ves tu futuro en la producción teatral?¿Ves tu futuro en la producción teatral?EG: Sí. No puedo decir que es seguro, por-

que nada lo es en esta vida, pero sí me veo produciendo durante muchos años más.

En Nuevo Laredo hay un importante En Nuevo Laredo hay un importante ymovimiento teatral. Sin embargo, es ma-movimiento teatral. Sin embargo, es ma-yor la cantidad de actores y directores y yor la cantidad de actores y directores y ymuy escaso el número de productores. ¿A muy escaso el número de productores. ¿A qué le atribuyes la falta de esa fi gura?qué le atribuyes la falta de esa fi gura?

EG: A la cuestión económica. Siento que la gente que produce teatro le tiene miedo a esa parte, porque se necesita un buen pre-supuesto para los proyectos. Pero también hay mucha gente que quiere apoyar y de eso me he dado cuenta con esta obra. Hay que perder el temor a apostarle y perder, por-que en el teatro y en el arte siempre se gana, independientemente del dinero. Hagamos teatro, eso es lo importante.

Por otro lado, había que reunir un buen Por otro lado, había que reunir un buen elenco para este proyecto a través de una elenco para este proyecto a través de una audición…audición…

FP: En mi caso conozco a Emilio des-de hace mucho tiempo, pero no me había llevado tanto con él. Un día me habló pa-ra decirme que tenía una idea en mente y que le gustaría contar conmigo, así que me platicó de la audición y de cómo te-nía que prepararme. Decidí ir con otros amigos y al final me comunicó que quedé dentro del proyecto. Yo nunca he hecho teatro, pero desde chiquita siempre me

ha gustado cantar porque mi papá tam-bién lo hace y me lo heredó.

¿Qué tal la competencia en el casting? ¿Qué tal la competencia en el casting?FP: Cuando veía entrar a otras mucha-

chas sí me daban nervios de no quedar. Pero gracias a Dios estoy dentro del proyecto y lo mejor es que son muchos conocidos, así que nos llevamos súper bien y hay buena vibra.

¿Qué veremos en Lo Siento Mi Amor?¿Qué veremos en Lo Siento Mi Amor?EG: Es una obra musical muy divertida.

Tanto la trama de la obra como las cancio-nes son un placer. Son temas de cantantes que marcaron época en los años 80: Lupita D'Alessio, Yuri, Dulce, Amanda Miguel, Emmanuel, Mijares. Los papás se las saben y las nuevas generaciones también, porque los artistas de hoy se han encargado de ha-cer covers. Obviamente los arreglos musi-cales están adaptados a la actualidad, pero la historia sí se desarrolla en ese década.

¿Cómo les ha resultado este viaje de re-¿Cómo les ha resultado este viaje de re-greso a los años 80?greso a los años 80?

FP: Es una época que no viví, pero esmuy divertido remontarte a ese tiempo pa-ra interpretar un personaje y usar los ves-tuarios coloridos.

¿Hay fecha de estreno o sigue en planes?¿Hay fecha de estreno o sigue en planes?EG: Se va a ir planeando conforme avan-

cen los ensayos, pero sería para fi nales de marzo o principios de abril.

¿Consideran que esta obra marcará una ¿Consideran que esta obra marcará una pauta en Nuevo Laredo?pauta en Nuevo Laredo?

FP: Defi nitivamente sí. Todas las per-sonas que participamos en este proyecto somos muy responsables y queremos ha-cer las cosas bien. Confío en que va a ser un gran éxito.

¿Quiénes participan en la dirección, en ¿Quiénes participan en la dirección, en lo musical y en la producción?lo musical y en la producción?

EG: En el elenco están, además de Flor, Analú Ramírez, Ingrid Silva, He-riberto Jiménez, Alfonso Peredo y Mó-nica Parra, quien actúa y apoya en la dirección. En el piano está Alejandro Gaytán, en el bajo, Juan Ramírez, y en la batería, Juan Hernández. Y en la pro-ducción ejecutiva está mi papá, Jaime Gutiérrez. Es un gran equipo que le da seguridad al público de que verá algo de calidad porque no estamos jugando a hacer teatro.

¿Hay proyectos en puerta luego de esta ¿Hay proyectos en puerta luego de esta yobra musical?obra musical?

EG: Vienen muchas grandes sorpresas. A veces todavía no acabas algo cuando ya estás pensando en lo que sigue, así que ten-go otro proyecto que quiero hacer más ade-lante. Por mi parte, ¡hay teatro para rato!

Caja de ideas ARTURO TIERRA ENTONADA, ARTISTA PERFORMÁTICO

ArArArArArArArAArrArArA tetetetetteteeteetettet ss s sssss s vvvivivivivvvivisusususuuusus alalalallalaalallesesesesesesessess H H HHHHHHHHHayayayayayayayayya i ii iiiiidededededededeedeasasaasasassaa q q qq qqqq qqueueueueueueu v v vvvvvvvviviivivivivivivi eneneenenenenennnne mm m mmmmmmmmejejjejjejjeeejejjororororororo eee eeeeeeen n nnnnnn dodododdoododooddododododd s ss ss dididdidddidddid memmememmmmemmmmem nsnsnsnssnnssssnsioioioiiooiooneneneneeneneeees.s.s.s.s.ss.s.

TeTTeTeTTeTeTeeTeeTTeeTTeatatatatattattrorororororororoo A AAAAA AA AA vv vvv v vvvvececececececccee esesessesesesse e ee e eess s s ss memememememememeemeejojojojojojojojojojooor rrrrrrrr rererererereereprprprprprprrprprp eseseseeseesessse enenenneneneeee tatatatatatataataaaar rrrrr y y y yyyyyy y y eneneneneeneneneenenntrtrtrtrtrtrtrarararararr aa a aaaa a aa e e eee eeeeeeseseseseseseeseee e eeee eeespspspspspspspsps ejejejejejejejjo.o.oo.oooo

DaDaDDDaDaDDaaDaDaaanznznznznznzzzznzaaaaaaaa ueueueueueueueueueueeeuuuu veveveveveveveveveeeve aa a a aaaaa n n n n nnnn nnn nnueueueueeueueueueueeueestststststststststssstrorororororororoororror ToToToToToTooToTooododododododododdooodo v vv vvvibibibibbbrararaaarrar , , ,, tototototototoototott dodododdoooooddo s s sss s s sse ee ee e e mumumumumumumumummueveveeveveveveeveve.ee.eee.e.e ..... l l llllllaa aa aa aaaa rerererererereealalaalalaalaaallididididididididddi addadadadadadaddddad eeee e ee eesssss sss ss ununuunununununuu a a aaaaa a dadadaadadadadddadd nznznzzznznnznnzzaaa a aaa ququququuqquqquuee eeeeeeee e seseseseseesesseseesss mmm m mmmmmmuuuualalalaaalrerereereeeeeedededdededededdedd dddododododododdoor.r.r.rrr A AA AAAAAAlglglglglgggggunununnnu ososossoso bbbbbbb bb baiaiaiaiaailalalaalaaaaann nnnnnn nn y y y y yy yyyy ototototootottrorrororoor ssss s s sósósósósóósóssóóólolololololoooo eee ee eee espspspspspspspspps erereerererrereeeerre ananananananaann...

ePePPePePeeeerfrfrfrfrfffforororororororrmamamamamaaamaamamamancncccncncnncnnccn eeee eee ElEElElElElEE c c cueueeeueeu rppprpprpprprpppo o oo oo cococooccocooc momomomommom sssssssssssopopopopoopopopororrorooo ttetetetettteeete yy y yyyyy yy e ee eeejejejejejejecucucuucucuccutottotototooooot rr rr rr dededededeeedd l l ll l lll cocoococoocococ ncncncncncncepepepepepeepepeeptototototototttot ..

YoYoYoYoYoYoYoYoYYogagagagagagaggaga L LLLLLLLLLo ooo ooooo quququququqquuqqq e eee e eee memememememememmem uuuu uuuuneneneneneneeneee a a a aal l l ll l toototot dodododdoddo..

MoMoMooMoMoMoMoMMMoMM ddddadadaaddadaddadadddad ooooo oooo o oooooooooobjbjbjbjbjbjbjbjbjbjbjbjbbbb eteteteteteeteteeeteto o o ooo ooo o quququququququququququuq e e ee eeeeeeeeeeee esesesesesesesesesss L LL LLLL LLLa a a aaaaaa exexexexexexexalaalalalaaa tatatatatatattaacicciciicicicic óónónónónónónónó d ddddd de ee eeeee lalalalalallal bb bbbb belelelelellelelelelelelelelel zazazaaaza ddd d dddelelelelellle cc c cccccccueueueueueueueu rprrprprprrpprprppo ooo o huhuhuhuhuhuhuuuuuumamammamammmmammmanononononoononnnonn , ,, deddedededdeededdecocococcooccorararararrararr rrrr rrrrr eleleleelelelel ú ú úú úúúnninininiinn cocococococcoocovvevevevveveverdrddrddddadadadadadaaddada ererereerreerammamammamaammamameneneneneneneeee teteteteteetee nn nn nnnnnnueueueueueeuueueestststststststs rorororrrorr , , ,, nununuuuunuuuuuncncncnncncnn a aa a a cococococcocomomomomoommomomo uu uuuuu uuunaananananann tttttttteneeneenenee dedededdededdededd nncnccncncnncciaiaiaiaiaa..

PePeePePePeePePersrsrsrsrrsonononnnnonnaalalalalallalalaaaaa idididididddiiiididaadadadaddadadadadad seseseseseseesesese p p p ppppp p p ppppparararaararararararrrarrezeeezezezeezezezezeze cacacacacacacacacacaaaaa a a aaaaaaaaa l l l ll ll llo o o oooooo YYYY YYYYYY a aaaaaa lololollolooloo d dddddddijijjijijijjo o ooooo“L“L“L“LLLLa a a a a aaaaaa AgAgAgAAgAAAgAgAgAA rararaaaraaaadodododdododododododod ”:”:””” ““““UnUnnUUnUnnU a aaaaaa esesesesesssss m mmmmmásásásásáásás a aaaa aaaaututtutuuuténénénénénénénnéééénénntititititittiticacacaccaccac ccccc ccccuauauuauauuantntntntntntntoo oo oo mámámámámámámám s sss sss quququuquuquuque ee e seseseseseeeeseseesee hhh hhhhhhha aa aaa soososososooos ñañañañññañññadodododdodododdo d ddddddee eeeeee síísísísísssís m m mmmmiisiisisississssmamamamamammamama”.”.”””””

BúBúBúBúúúúBBúúBúúBúúsqsqsqsqqsqsqssqsqsqqueueueueuuueuuueedadadaadaadadd ii iiiiintntnntntntntnntttttereerereererere nnnannannnaa eeeeeeee b b bbb bbbbbbbusususuususususususuuussququququququququququuqueeseseseseseesesesseee s sssss sssssólólólólóólólólóólólóóóóólo o o ooooooo EEEEEEElll lllll quququuquququuqueee e e e e nononononooonnooonoooo bb bbb bb bususususususcacacacccacac , ,, ,, nononononononono eeeee eencncnccnnccncueueueueueueeeuentntntntntntttnntrararararrarr ; ;;; ; auaauauauaaauaaauunqnqnqnqqnqueueueueueueueue p pppp pp pppororororooo m m mmmmmmásáásásáss q q q qq qquuuuuupupupuppuupuupuupupuuuededededdededeedededdeeseseseseee e e eee ncncncnnccnccn onononooononoo trttrttrtrtrtrtrtrararaaarararteteteteteteteteeeeeee a aaaaaaaaaa ttt t tti i iii mimimimimimmimiismsmmsmmsmsmsmsmsmmmmoo.o.ooo

CrCCrrCrCrrCCrC ítítítítíítítíticicicciciccicaasaasassasasas uiuiuiuiuuiuiuiuuuiiu r.r.r.rrr.rrrr.r. S SSS SSSSSSSieieieieeieiieeempmpmpmppmpmmpmpm rerererereereeree h h hhhhh h haayayayayayaayayayy,, , eleelelelelelele p pppppunuununununnnnnnntotttotoott eeee eeeeees ss ssss sasasasasasasasas bebbebbebbebebebbb r r r r r qqq q qqqueueueeuueuueuuu dadaddadadaddarsrsrssrsrsse eeeee sósóssósóóóósóóólololloloolooooo c cc ccccconoononononn l l lllll lo o o o ooo útútútútútúútúúúúú ilillilillilill y y y y yy y y yy ss s sssegegegegegegeggg

ViViViViVVViiiVVVViajajajajajajaa esesesesesese mmmmmmmásásásásásásásásás e e ee eeeeeenrnrnrnrnrnnrnrnnn iqiqqiqqqiqiqiqiqqueueueueueueueueuueeueu cececececececececececceee.... S SSS SSSieieieieieieeieempmpmpmpmppppppprerereeee s sss sononoononononooono d ddd d ddosoosososososs::: elelelellelelell eeeee eeextxtxtxtxtxxxtx eererrnonononoononoon y yyyy y yy e eee eeeel lll l lll ininniininnninnnnteteteetteternrnrnrnrnnooo.o.oo.ooo. ÉÉÉÉÉÉÉÉstststtste eeee e úlúlúlúlúlúlúlú titititititiimomomomomomomomoo e e ee eeeess ssss elelellelellele q qqqq qq qqqqueueueuueueuuue mmmmm mmm

InInInInnnInIndedededededddddeededeepepepepeepepeepeeendndnddddddnddeeeeneneneneenenencicciciciciccc a aaa aaaaa erererererererereernanananananannannann i ii iiiizqzqzqzqqzqzqzqqzqzzqqzzquiuiuiuiuiuiuiiuu erererererrereeererrerdadadadadaddddada...UnUnUnUnnn a aa aaaveveveveveveeveveve m m mm mmmmeee eeeee rererererereeerr gagagaaggaggagagalólóólólólóó uu uuuunanananananaa p pppp ppppluluulululuuluuumamamamamama q qq qqqqqueueueueueueuuu a aaa aahohohohohohohooohohorararararaaarar v vvv v vivivvivvvivivvvi ee e eee e ee eneneneneeenenenenne mm mmmmmi iiiii pipipipipippippiipip eeeeee

FoFoFoFooFoFFoFoormrmrmrmrmmmmacacacacacaccccióióióióóióióóóiónnnnnn n nnn ararararrarrtítítítítítítíststtststststs iciciciciciciccaaaaaaaaaa ¡¡ ¡¡¡InInInnndiddiispsppspsppspeneneneneeeneensasasasaaasas blblblbbblblbbbb ee!e!e!ee! T TT TT TTodododddodddoddddo oo oooo o cucucuccucuuesesesesesesstatatatttatatat ..

InInnInInnnII flflflflflflfl flflflfl flueueuuuueueueueuuuencnccccncnccn iaiaiaaiiai ssssss tttttttttttisisisisisisssssmomomomomoomoommoommoo, , , ,, eleleleleleeell k k kkkkkkkitititititittitititittscscscscscscscccscscccs h h hh h hhhhhh E EE EEEE ll llll araraaraaaaaa teteteteteteee c cc cccccononnononooononoo cececececeptptppptptuauauaaauauauauauuau l,ll,ll,, e eee eeell l ll ararararararrarrrtetetetetetttt rrrrritititititii uauuauauauuaaau l,ll,l,ll,l, ee ee e e ll ll arararaaararrtettetetetteetetee ss sssss simimimimimimimimbóbóbóbóbóbóóólililillilililiicocococococoooc , , , ,, elelelelele t t t tttrarararararavevvevevvevvvesssssssmemeememememememmemexxixixixxxx cacacacacanononnooonno........ . ¡L¡LLL¡LLLa aaaa a a vivivivvivivivvv dadadadadadaa m m mm m mmmisisisiismamamamammma!!!!!

RuRuRuRuRuRRuumbmbmbmbmbmbmmbo oo oooooooo PrPrPrPrPrPPPPrimimimmimimimmmereereerereeeeree o oo oooo oo eleleleeleleleelelel iii ii intntntntntnnntnteererererree ioioioooioor,r,r,r,rr,rr l lll lllloo ooo oo oo dededededededdemamamamamaammaass ss sss yayayayayayayaayy v vv vvvvvenenenenenennnenndrdrdrdrdrdrrá.ááá.áá.ááá

EsEsEsEsEsEsEssEEscecececececcecececececenananananananaaan l lll lococcococcococcaalaalalllala AAAAAAAAunununununnunquququququququuquq e eee e e eee nonononononno l lll l looo o oo oo crcrcrcrcrc eaeaeaeaeaeaeaan,nn,n,nnn,n,n, ¡ ¡ ¡ ¡ ¡aúaúaúaúaúaúaúúúúúaúnnn n nn exexexexexexe isisissisississsstetetetetet !!!!!!!!

NaNaN cicició óó elel 7 7 d dde e ococoo tututuut brbrb e e deded 1 1198989 9 9 enenne N NNNueueuevovo L Larararededededoooo e e cocococonfnfnffíaíaí m mmmucucuchohohoo dd de e e lolos ss T TTTieieieeneneene 2 2 222,2,22 p pperere o o nonooo s ssseeeaañañoss ss “ ““esesestrtrtrucucuctutuurararas s ededucca-EsEstudidiabababa a DiDiseseseñoño G Grááráfi fificoco, , peperoror p prerer fi fiririió óó seses guguguuirirrr ccononoon s ssusus p proropipiipiasasasstit vaas””s EEEs s LiL brbra aa cuc anna dodo le e coc nvnvieienene mbmbm rere p ppororquqque e quiere AgAgreregógóg “ “TiTiererrara E Entntononadada”a” a a s su u nonoonon“ccomandaddar lala ssini crcrononíaía” ” cocomomo aartrtisistata enenen s s su u u susubcbccononciciene te el PPPieiei nsnssa a a quque e deded sdsde e ee niniñoñoñoo e e e ststababbaba a aaarara tete Suu abubuele a lolo pononíaía a aa ddibi ujujarar mimimiststticiccisisi momom a absbsurdo de AAAdmmdmiira a a elel a actctivivisismomom ddde e e BeBeeuyuys,s,s eel l mm

dddde ee FrFrFrieieiei dededebebergJodorowsskyky, , laa fifi nna exexcececentntriricicidadad d dede DD Dalalí í y y y elel b bararroroquququisismomo s sururrerealala isisstatataat DeeD no dededicaar r sus ttieiempmpmpo aal aaartrte e llolo o ocucucupaparíría a a enen l la a sasasananaciciónónónn o oo l lla a ecececolollogogggíaíaíaa

10

Page 11: Hojalata 0.86

02

¡VA POR TAMAULIPAS!

Editor en JefeJhovanni Raga

Arte y DiseñoRoberto Lozano

ReporteroDamián Aviña G.

Director GeneralJosé Manuel Suárez López

Directora AdministrativaMelissa Suárez Lozano

Director EditorialDavid Dorantes Soriano

Gerente ComercialRoberto Viviano Vázquez Macías

Jefe de DiseñoMartín Sandoval De Anda

SUPLEMENTO CULTURAL DE EDITORIAL FUNDADORES

D I R E C T O R I O

HOJALATA. Copyright 2012. Editorial Fundadores,S.A. de C.V. Fecha de publi-cación: Domingo, 29 de enero de 2012. Suplemento editorial semanal, editado y pu-blicado por EDITORIAL FUNDADORES, S.A. DE C.V. Editor Responsable: José Manuel Suárez López. Certifi cado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: (En trámite). Número de Certifi cado de Licitud de Título: (En trámite). Número de Certifi cado de Licitud de Contenido: (En trámite). Publica-ción semanal editada, impresa y distribuida por Editorial Fundadores, S.A. de C.V. Ofi ci-nas y talleres en Simón Bolívar 1730. Colonia Zaragoza. 88000 Nuevo Laredo, Tamaulipas, México. Ventas: (867) 711-2222. Prohibida su reproducción parcial o total.

IMPRESO EN MÉXICO - PRINTED IN MEXICO. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS - ALL RIGHTS RESERVED. ©Copyright 2012.

UNA PUBLICACIÓN DE

De que Tamaulipas es semillero de artistas a nivel nacional, no hay duda alguna. Y en el terreno de

las letras, uno al que se le debía un reco-nocimiento -no sólo por su producción literaria, sino también como coordinador de tantísimos talleres para formar a nuevas generaciones en todo el país- era a Orlando Ortiz. El escritor, nacido el 19 de enero de 1945 en Tampico, ya lo recibió. Y fue en en la Palacio de Bellas Artes.

El homenaje se dio en días pasados como parte del ciclo Protagonistas de la Literatu-ra Mexicana, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Ahí, en la Sala Manuel M. Ponce, sus colegas Emma-nuel Carballo, Ana Clavel, Edith Negrín y J. M. Servín se dedicaron a halagar su trabajo y coincidieron en que “ya era necesario” un estímulo para el tampiqueño.

Para Orlando, lo necesario es que lea-mos. Y si es su obra, qué mejor. Apenas unos días después presentó su nuevo libro titulado Última Espera, en el cual reúne

p p

“historias casuales de salas de aeropuerto”. A propósito de ambos acontecimientos, en Hojalata nos dimos a la tarea de buscarlo y en este número ofrecemos un acercamien-to al merecidamente homenajeado.

Y si de letras se trata, es un gusto recibir noticias del programa nacional Salas de Lectu-ra que a nuestro estado ha llegado a través del

Paralibro. Los módulos, instalados en varias ciudades de Tamaulipas, están comenzando a funcionar en espacios públicos para que la lec-tura sea parte de la cotidianidad de la gente en calles, plazas, edifi cios o centros comerciales.

Es el caso de Altamira, Tampico y Madero, que entre viernes y sábado inauguraron sus Paralibros con lecturas realizadas por invitados especiales, según se pudo constatar gracias a la puntual infor-mación en la cuenta de Twitter de Libertad García Cabriales, directora general del Instituto Tamauli-peco para la Cultura y las Artes (ITCA).

Estas apuestas son las de las institucio-nes ofi ciales para elevar el bajísimo índice de lectura que hay en todo el país. Lo de-más, nos toca a nosotros: leamos e invite-mos a leer. Para ser sinceros, no hay discur-so que represente la riqueza que provoca este hábito. Eso lo descubrirá cada quien al estar en contacto con un libro.

El escritor Orlando Ortiz es originario de Tampico, Tamaulipas.

Agenda

Contacto

Jhovanni [email protected]@jhovanniraga

[email protected] @hojalatalider Hojalata Líder

hojalatalider.blogspot.com Hojalata Líder www.liderinformativo.comw

H@

H

DEL 29 DE ENERO AL 4 DE FEBRERO

29

FIESTA CARNAVALSangre Nueva de la UNAM e Impe-rial Banda de Marcha del CobatCentro Cultural,10:00 horas, entrada libre

PEEP SHOWArtes visuales de alumnos de la UANLGalería de Estación Palabra10:00 a 18:00 horas, entrada libre

31

4TALLERES ALTERNATIVOSFoto digital, break dance, dibujo de gis, serigrafíaMaquila Creativa,9:00 horas, entrada libre

Editorial

arolina Hernández

[email protected]

Ca

hoj

Domingo, 29 de enero de 2012

Galería MARÍA DEL ALMA, CAROLINA HERNÁNDEZ

Hoja libre MIENTE, MOÍSES H. CORTÉZ

Al paso del tiempoveo tu bocay la sigodeseando mía.

Tus ojossolos y acuososme parten el alma.

Y con esos recuerdosme detengoa soñar en otra vidacon tus labios en mícon tus piernaslargas…¡muy largas!y fi rmesen mi cintura¡mi gran cintura!

Y tus suspirosbendiciendo mis oídos¿No me crees?CréeloEsa bocasiempre a tus espaldasme ha pedido besosy tus ojos sólo lloranmi ausencia.

Créemete quieropero debo seguircaminandohasta otro recuerdo.

Qué mendigossomos los poetasQué desgraciadosy qué veletas.

Page 12: Hojalata 0.86

SUPLEMENTO CULTURAL DE EDITORIAL FUNDADORES

0.86

Domingo, 29 de enero de 2012ORLA

NDO

ORTI

Z:ES

CRIT

OR D

E TI

EMPO

COM

PLET

O

LA CUEVA DEL SURUNA CAVIDAD EN LA SIERRAES EXPERIENCIA ¡DE PELÍCULA!

REGRESAN LOS 80LA OBRA LO SIENTO MI AMORREVIVIRÁ UNA DÉCADA MUSICAL

Domingo, 29 de enero de 2012

UAT, a la vanguardia en la formaciónde profesionales del arte y la cultura

La Facultad de Música se ha consolidado en el noreste de México como una institución sólida en el desarrollo artístico

EN LA FACULTAD DE MÚSICA DEL CU TAMPICO-MADERO…

A través de una formación integral y humanística, la Facultad de Mú-sica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas se ha consolidado en el noreste de México como una institución que nutre a la sociedad de profesionistas a la vanguardia en el desarrollo de la educación artística y la cultura.

La Facultad de Música ofrece en el Centro Universitario de Tampico-Madero, las Licenciaturas de Música y Educación Artística que se han consolidado como programas de calidad con el reconocimiento de los Comités Interinstitucionales de Evaluación para la Educación Superior (CIEES).

“Fuimos evaluados por el CIEES y estamos colocados con el 100 % de nuestra matrícula de licenciatura en programas reconocidos por su buena calidad a nivel nacional”, explicó el director del plantel, Mtro. José Edgar Zaragoza Loya, tras resaltar que ello ha representado un paso trascendente en la vida de esta institución que se fundó en el año de 1972, con el nombre de Escuela Superior de Música.

Teniendo fi rme los objetivos de preservar y difundir la cultura

educativa musical y artística con un alto nivel de calidad, el plantel ha encaminado sus esfuerzos al fortaleci-miento de la planta académica dentro de los apoyos que impulsa el Rector José Ma. Leal Gutiérrez.

En ese sentido, apuntó que más del 60 % de los maestros cuentan con el perfi l nacional de PROMEP, a la vez que un grupo de profesores se preparan para obtener su Doctorado con universida-

des de Sevilla y Granada, en España, lo cual permitirá sumarlos al Sistema Nacional de Investigadores.

Destacó que esta labor viene a forta-lecer el trabajo del Cuerpo Académico de investigación del plantel que impulsa proyectos en áreas como la Etnomusico-logía y Estudios Etnográfi cos, donde los investigadores han realizado diversas publicaciones y documentales sobre las expresiones culturales de comuni-

dades de Tamaulipas, mismas que se han presentado con éxito en foros en Italia, España, Estados Unidos.

Señaló que dentro del aseguramiento de la calidad educativa, se han forta-lecido también otros renglones como la infraestructura y equipamiento, las estancias de docentes, así como la movilidad académica estudiantil, donde a partir de este año, un grupo de 15 alumnos acudirán a estancias de un semestre en la Universidad de Washington del Este y la Universidad de Kentucky en los Estados Unidos y en la Universidad de Lulea en Suecia.

Agregó que una parte importante de la Facultad de Música ha sido la vinculación con la sociedad, ya que se participa con distintos sectores en programas de arte y educación, y el apoyo a las actividades culturales del estado, colaborando en eventos como el Festival Internacional Tamaulipas.

José Edgar Zaragoza Loya I Director del plantel

“Fuimos evaluados por el CIEES y estamos colocados con el 100 por ciento de nuestra matrícula de licenciatura en programas reconocidos por su buena calidad a nivel nacional”.

De la Facultad de Música de la UAT han egresado grandes talentos que enriquecen la escena artística del país y el extranjero.