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Green,Michael - La Evangelizacion en La Iglesia Primitiva

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  • LA

    EVANGELIZACION

    EN LA IGLESIA

    PRIMITIVA

    NUEVA CREACIONBUENOS AIRES - GRAND RAPIDS

    WILLIAM B. EERDMANS PUBLISHING COMPANY

    LA

    EVANGELIZACION

    EN LA IGLESIA

    PRIMITIVA

    NUEVA CREACIONBUENOS AIRES - GRAND RAPIDS

    WILLIAM B. EERDMANS PUBLISHING COMPANY

  • 1997 Nueva CreacinFilial de Wm. B. Eerdmans Publishing Ca.

    255 Jefferson Ave S.E., Grand Rapids, Michigan 49503, EE.UU.

    Nueva Creacin, Jos Mrmol 1734 (1602) Florida, Buenos Aires,Argentina.

    Ttulo original:Evangelism in the Early Church

    1970. Hodder and Stoughton, Londres.

    Traduccin: equipo de la Comunjdad Kairs------

    Reservados todos los derechosAH Rights Reserved

    Impreso en los Estados UnidosPrinted in the United States of America

    ISBN 0-8028-0946-4 (pbk.: alk. paper)

    Contenido

    Prefacio a la edicin castellanaPrlogo del autor

    1. Los caminos para la evangelizacin2. Los obstculos en la evangelizacin3. El evangelio4. La evangelizacin de los judos5. La evangelizacin de los gentiles6. La conversin7. Los evangelistas8. Los mtodos de evangelizacin9. Las motivaciones para la evangelizacin10. La estrategia de la evangelizacin

    Eplogo

    57

    113977

    133195257299347417451

    481

    AdministradorTexto escrito a mquinaEX LIBRIS ELTROPICAL

  • Prefacio a la edicin castellana

    Nos complace publicar en castellano, en un solo volumen,esta obra clsica sobre la evangelizacin. Es posible que muchoslectores la reconozcan tanto por el autor como por el ttulo, yaque otra editorial de Buenos Aires la public hace unos aos encuatro pequeos tomos. Sin embargo, sta es la primera vez queaparece la obra completa en nuestro idioma, virtualmente en unanueva traduccin.

    El autor, de reconocida trayectoria como evangelista, se hadistinguido por su vasto conocimiento de las cuestiones relacio-nadas con la comunicacin de las Buenas Nuevas de Jesucristoen el mundo moderno. Testimonio de ello es su obra La Iglesialocal, agente de evangelizacin, publicada por esta misma editorial.Sin embargo, la presente obra demuestra que dicho conocimientoest emaizado en un profundo estudio tanto de la historia de laevangelizacin en los primeros siglos como de la teologa queinspir a los primeros evangelistas. En el mundo de habla inglesaEvangelism in the Early Church se ha constituido en un textoindispensable para la considerac'in de este tema de permanenteactualidad para los seguidores de Jesucristo. Esperamos que estatraduccin de la obra cumpla la misma funcin en el mundo dehabla castellana, para la extensin del evangelio y la gloria deDios.

    Los editores

  • Prlogo del autor

    Hubo dos consideraciones que me animaron a escribir estelibro. La primera fue que todo el tema de la evangelizacin en laiglesia primitiva ha sido descuidado inexplicablemente en losltimos aos. Despus que se tradujo la gran obra de Hamack,The Mission and Expansion of Christianity, no se ha escritoprcticamente nada sustancial en ingls sobre este tema. AunqueHamack fue un escritor brillante y un erudito de conocimientosenciclopdicos, el hecho es que vivi hace mucho tiempo.Nuestro concepto del evangelio ha cambiado bastante desde lapoca del auge del liberalismo protestante que l representaba.Adems, hombres como C. H. Dodd y Roland Allen han hechocontribuciones significativas al estudio de diferentes aspectos deltema. Por lo tanto, pareca haber lugar para un libro que tratarade revalorizar algunos de los principales aspectos de laevangelizacin en la antigedad a la luz del estudiocontemporneo, y de investigar y reflexionar sobre todo el tema.

    La segunda consideracin fue ms personal. La mayor partede los evangelistas no tienen un gran inters en la teologa; lamayor parte de los telogos no tienen un gran inters en laevangelizacin. Yo estoy muy comprometido con ambas cosas,as que el estudio de este tema me pareci adecuado.

    Deliberadamente me he refrenado de definir los lmites deeste estudio con mucha precisin. Se concentra en el perodo delNuevo Testamento dado el carcter normativo que ste tienepara la evangelizacin posterior, y porque a la vez es el campoen que me siento menos ignorante. Pero sera un gran errorterminar el asunto cuando finaliza el perodo neotestamentario.As, pues, lo he prolongado hasta la mitad del siglo 3, tomandoa grandes rasgos los doscientos aos que se extienden desdePablo hasta Orgenes. El libro no intenta un examen exhaustivoni cronolgico de la evidencia relativa a los siglos 2 Y 3; elacercamiento es temtico y necesariamente selectivo. Sinembargo, he incluido muchas citas de fuentes primarias a fin depermitir que los miembros de la iglesia primitiva hablen porcuenta propia sobre el evangelio y su expansin.

  • 8 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    Tampoco trato de dar cuenta de la misin de la iglesia en susentido ms amplio. Este es un terreno que se ha cubierto confrecuencia y habilidad. Me he limitado a la evangelizacin en elestricto sentido de la proclamacin de las buenas nuevas desalvacin a hombres y mujeres, con miras a su conversin aCristo y su incorporacin en la iglesia. Consecuentemente, haymuy poco acerca de la pre-evangelizacin y la infiltracin de lainfluencia y los ideales cristianos en la sociedad pagana. Tambinhay poco acerca de las implicaciones sociales y polticas delevangelio, y acerca de la catequesis de los primeros cristianos ensu esfuerzo por continuar la labor despus de la evangelizaciny consolidad sus logros.

    Sin embargo, creo que el estudio de la evangelizacin, aun eneste sentido limitado, es de gran significacin para nuestros das.Si nos ayuda a entender de nuevo el evangelio que predicabanlos primeros cristianos, los mtodos que empleaban, lascaractersticas espirituales que traslucan, el grado en queestaban dispuestos a reflexionar sobre su mensaje a la luz de lasformas contemporneas de pensamiento, a proclamarlo con todosu poder, a vivirlo y a morir por l, entonces un estudio comoeste podra ser tal vez de alguna utilidad para llamar a la iglesiade nuestros das a su tarea principal.

    Quisiera aprovechar la oportunidad para expresar miprofunda gratitud al Consejo del London College of Divinity porconcederme un periodo sabtico en el verano de 1968 y a laTyndale Felowship for Bblical Research por permitirme vivirgratuitamente durante ese perodo en la Tyndale House Library,en Cambridge, cuyo bibliotecario, el Sr. Allan Millard, siempreha estado dispuesto a dejar de lado su trabajo a fin de ayudar alos dems. Estoy agradecido al Dr. J. M. C. Tonybee y al profesorH. E. W. Tumer por su ayuda en diferentes aspectos del libro.Debo ms de lo que puedo reconocer al Dr. Dacre Balsdon, delExeter College, Oxford, y al Dr. Henry Chadwick, en eseentonces del Queen's College de Cambridge, quienes dieronrespectivamente a su alumno un amor por los estudios clsicosy la teologa. Estoy especialmente agradecido al ltimo y al

    PROLOGO DEL AUTOR - 9

    profesor Maurice Wiles, de Londres, por leer todo el manuscritoy hacer muchas sugerencias y correcciones. El Sr. EdwardEngland ha sido el editor ms corts y alentador. Quieroagradecer a dos colegas, el Sr. Stephen Travis y el Sr. FranklynDulley, por su ayuda. La eficiencia de mi secretaria Judith Berrilly la paciencia de mi esposa e hijos han sido de enorme alientodurante un periodo muy ocupado en la preparacin del trasladodel College a Nottingham en 1970. Y estoy agradecido a losestudiantes de muchas universidades en mi pas y en el exteriorpor forzarme, con el desafo de las misiones evangelizadoras ensus planteles de estudio, a volver a los principios bsicos yexaminar nuevamente la importancia de la evangelizacin en laiglesia primitiva para la tarea de dar a conocer a Cristo hoy.

    E. M. B. Creen

  • 1Los caminos

    para la evangelizacinJess comision a un pequeo grupo de once hombres para

    llevar adelante su obra y difundir el evangelio por el mundoentero (Mt. 28.19). No se trataba de gente distinguida o b~it

    II.N~ilustrada, ni tampoco contaban con 12rotectores influyentes. En supropio pas no eran nadie y, de todos modos, su nacin no erasino una simple provincia de segunda clase en el extremooriental del mapa romano. De haberse detenido a considerar susposibilidades de xito en la misin -y esto aun concediendo queestaban convencidos de que Jess viva y que su Espritu losacompaara para capacitarlos en la tarea- sus corazonesseguramente tendran que haberse sumido en el desaliento. Tandesfavorables eran sus perspectivas. De qu manera, pues,podran tener xito? Pero, pese a todo, lo tuvieron.

    Resulta imposible exagerar los obstculos que se interponanen su camino, algunos de los cuales habremos de considerar enla prxima seccin. Pero es igualmente justo reconocer que nohubo, probablemente, perodo de la historia del mundo quemejor se adaptara para recibir al naciente cristianisI!!0 que elsiglo 1 d.C. Fue esa una poca en la cual, bajo un imperioliteralmente mundial, el campo para la ~n y elentendimiento de la fe lleg a ser enorme. La interaccin deelementos grieKos, rQJl1.anos Y~os en esta praeparatio euangeIicaes un hecho bien conocido; sin embargo, vale la pena que loconsideremos nuevamente para ubicar nuestro estudio en la

    ,-------

    debida perspectiva. En el relato ms antiguo que tenemos de ladifusill del cristianismo ---el libro de los Hechos de losApstoles-, la deuda con Grecia, con Roma y con el judasmoresulta evidente casi en cada pgina. All por el siglo 2 loscristianos comenzaron a volverse ms reflexivos y conscientesrespecto al mbito al que la iglesia se haba lanzado,} y ascomenzaron ~ostener que la divina providencia habapreparado al mundo para el advenimiento del cristianismo. No

  • 12 _ LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    todos esos argumentos son de igual valor,2 pero sera intil negarque el siglo 1 provey valiossimos senderos para la difusin delevangelio.

    l. La paz romana

    El primero y ms importante de esos senderos fue la paxromana. La expansin del cristianismo habra sido inconcebibleen caso de haber nacido Jess medio siglo antes. Tal comoocurrieron las cosas, la nueva fe entr en el mundo en un periodode paz sin paralelo en la historia. Todo el mundo conocido estabapor primera vez bajo el efectivo control de una sola potencia:Roma. Es cierto que tal situacin haba sido alcanzada ms de unsiglo antes cuando, luego de la victoriosa conclusin de laTercera Guerra Pnica, Roma se encontr a s misma como lanica potencia dominadora de la cuenca del Mediterrneo.Mediante la fuerza de las armas y la buena administracincolonial Roma introdujo una unidad poltica con la queAlejandro Magno solamente haba podido soar. Polibio escribisu Historia, que cubra los aos 220-145 a.c., con el objeto dedescribir para la posteridad cmo (dos romanos en menos decincuenta y tres aos haban logrado sojuzgar a casi todo elmundo ponindolo bajo su gobierno nico, logro este sinprecedentes en la historia. Pero tal situacin dur poco. Aunqueseora del mundo, Roma no era seora de s misma. Al pocotiempo de la destruccin de Cartago, en el ao 146 a.c., unaspirante a reformador romano, Tiberio Graco, fue apaleado amuerte durante un motn encabezado por el ex cnsul EscipinNasica. Su muerte inici una lucha interna que condujo a cienaos de guerras civiles. Mario, Sila, Pompeyo, Craso y JulioCsar -para no mencionar sino solamente a los ms famososparticipantes en este siglo de matanzas- tomaron las armas encontra de sus compatriotas y embarcaron al mundo entero enuna desastrosa lucha por el poder. En el ao 44 a.c. Julio Csarfue muerto por las dagas de Bruto y de Casio. Pareci entonces

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 13

    que el Imperium romano haba sido empujado un paso. ms endireccin de su muerte, y esto a pesar de que los conspIradoresaseguraban haber actuado solamente con objeto de dar ~uertea un tirano y revivir la repblica. El resultado fue una contIendaan ms sangrienta entre el Triunvirato formado por MarcoAntonio, Lpido y el sobrino nieto del csar muerto, CayoOctavio, por un lado, y Bruto y Casio, por otro. Esta contienda sedecidi en la batalla de Filipo. Luego sobrevino el eclipse deLpido, seguido por una titnica lucha entre Antonio y Octavioque culmin en la batalla de Actium (31 a.c.) y, un ao .despus,por la muerte de Antonio y de su amante, Cleopatra, Junto conla anexin de Egipto a Roma.

    La supremaca de Octavio resultaba ahora indiscutible. Lasagobiadas naciones se volvan agradecidas hacia quien las habaliberado de un siglo de guerra, aclamndolo con la mayorsinceridad como salvador del mundo.3 Los poetas Virgilio yHoracio proclamaron el comienzo de una nueva era: redeuntSaturnia regna.4 Por primera vez en dos siglos el templo de Janomantuvo cerradas sus grandes puertas como signo de paz. En elao 17 a.c. Augusto (ttulo que un agradecido senado le habaconcedido diez aos antes, en recompensa por haber restaurado-al menos en apariencia- al gobierno republicano)5 celebr lasLudi Saeculares en las que Horacio cant las hazaas del hijo deAnquises y de Venus,6 y la paz, la abundancia y la felicidad desu princip~o.Quiz ms impresionante que esta muestra depropaganda oficial sean las inscripciones que, por todas partesdel mundo antiguo, muestran la gratitud del pueblo por ~a E-~:romana que AUJ;ustoI:labajn-1l~111,do.Por ejemplo, en Roma,una inscripcin, que data aproximadamente del ao 6 a.c.,recoge el e..anegri~o que un doliente ~sposo hace de su d~funtaconsorte. No slo se refiere all a los felIces cuarenta y un anos dematrimonio, a los hijos y a las virtudes de su esposa sino que,apartndose del tema, rinde tributo a laragJ1.gsja: ((A partir dela pacificacin del universo y la restauracin d~ la repbli~a fuecuando, al fin, llegaron para noso~ros los tiempos felIces y

    '1 7tranquIOS.

  • 14 _LA EVANGELlZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    Augusto mantuvo esta paz valindose del ejrcito. E~te,. enlneas generales, se hallaba estacionado a lo largo de los lImitesdel Imperio de modo que, con las fronteras fuertementecustodiadas, los ciudadanos podan dormir en paz. La Galiahaba sido conquistada por Julio Csar, el Asia Menor porPompeyo, y Augusto se ocup de llevar las fronteras hasta el Riny el Danubio. Estos ros eran recorridos por legiones ypatrullados por escuadrillas navales. En el Oriente Augustoobtuvo xitos diplomticos a expensas de los partos (a quienes,por razones geogrficas y culturales, habra resultadoinconveniente incluirlos dentro del Imperio), y estableci lafrontera sobre el Eufrates. Dentro de esa rea todo quedpacificado y romanizado. No haba temor de que surgieranuevamente una contienda civil porque, valindose de unaastuta divisin del territorio entre l mismo y el senado, Augustose asegur el control de todas aquellas provincias que requeranuna presencia militar. Por el tiempo de su muerte haba una solalegin en una provincia senatorial: la del Africa. Bajo talescircunstancias, la paz, tanto interna como externa, parecaasegurada. Tcito no exagera cuando habla de hombressensibles que dicen: el Imperio estaba totalmente bordeado porel mar, por el ocano o por largos ros. Las legiones, las flotas, lasprovincias: todo se hallaba adecuadamente vinculado entre s.8Augusto haba tenido xito en la creacin de una unidadcorporativa del conjunto del mundo civilizado.

    El desarrollo del~ema vial march rpidamente. Augustomostr especial inters en los caminos e hizo del mantenimientode las rutas -la cura viarum- una responsabilidad imperialadministrada por una junta de senadores veteranos. La razn deesto es bastante obvia. No slo posibilitaba el rEido ~Q\'!mientode tr2Eas en apoyo de actividades policiales o de operaciones

    ~itare~: sino que, adems, facilitaba la pronta t.!:.ans}nisj.{>ll~eI)~cias a travs del correo oficial ----el cursus publicus-establecido por Augusto. Una verdadera red de caminosirradiaba desde la dorada Piedra Miliar de Roma hacia todaspartes del Imperio, y se la mantena en buen estado de

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 15

    d . 9conservacin. Este sistema vial tena otras gran es ventajas,especialmente el estmulo del~mercio, de los ~iajes y de lasrelaciones sociales entre las diferentes nacionalidades delImperio, fo:rj~do as una creciente ~ivilizacin homognea en elmundo del Mediterrneo. Las posibilidades para difundir elevangelio mediante esta forma de viajar rpida y segura fueronaprovechadas plenamente por los primeros cristianos. Tanto elNuevo Testamento como la literatura requeran la realizacin deviajes de enorme extensin que difcilmente habran sidoposibles despus de la cada del Imperio y hasta los tiemposmodernos. Una inscripcin mencionada frecuentemente,descubierta en Hierpolis, Asia Menor, en la tumba de unmercader, hace constar que ste viaj a Roma no menos desetenta y dos veces.1O No tena necesidad de pasaporte en lugaralguno del Imperio. Si no llevaba mercancas consigo, tampocotena que abonar derechos de aduana, aunque s estaba obligadoa pagar un pequeo peaje por el uso de los caminos., E~ laspginas de Hechos se advierte claramente que los cnstIanoshicieron pleno uso del sistema vial romano y que ste sirvicomo una especie de Qrientador inconsciente de su evan-gelizacin. Lo que poda realizar un mercader para su beneficioeconmico tambin poda hacerlo un cristiano para la causa delevangelio.

    2. La cultura griega

    El idioma griegoTambin Grecia contribuy significativamente a la divul-

    gacin del cristianismo. Quiz la contribucin ms importantehaya sido el propio idioma griego. Este se hallaba tan amplia-mente difundido a travs de toda la cuenca del Mediterrneo queserva casi como una lengua universal comn, La cautiva Greciacautiv a sus conquistadores, como lamentaba Horacio. Desde elsiglo 2 a.c., cuando Grecia cay bajo el control romano, el idiomagriego rivaliz con el latn. Ms de un siglo antes las conquistas

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    de Alejandro ya haban hecho del griego el idioma comn delOriente, y ahora el Occidente segua el mismo camino, aunqueEspaa continu utilizando la lengua latina. En poca tantemprana como 242 a.c., Livio Andrnico, un esclavo griego, fuellevado a Roma y liberado, y lleg a ser maestro de griego y deliteratura latina. Desde entonces, normalmente la educacinromana se imparta en griego. Los tutores griegos, muchos deellos distinguidos cautivos o, como Polibio, deportados polticos,tendan a mostrarse tan satisfechos con su cultura e idiomasuperior que, al igual que los ingleses con posterioridad, no sepreocupaban demasiado por aprender bien otros idiomas.Enseaban en griego y los romanos no slo toleraban esto sinoque lo disfrutaban.u Patriotas tales como los Escipiones yCicern eran expertos en griego; historiadores romanosprimitivos, como Fabio Pictor, escriban en griego. Quintiliano,el clebre educador del siglo 1 d.C., insista en que un muchachodeba comenzar aprendiendo griego,12 y muchas de lasinscripciones oficiales romanas de ese siglo estn en griego.Cincuenta aos antes, Cicern haba observado que el griego selea prcticamente en todo el mundo, mientras que el latn estabaconfinado a su propio territorio. Los satricos Juvenal y Marcialirnicamente sealaban que hasta las mujeres hacan el amor enlengua griega!13 Por todo ello, era bastante natural que Pablo, eljudo, se dirigiera en griego a los latinos de Roma, o que Ireneo,nativo de Asia Menor, escribiera en griego al llevar a cabo suobra misionera y su labor apologtica en Francia durante el siglo2. Resulta interesante notar que el capitn romano Claudia Lisiasle pregunt al apstol Pablo -de quien sospechaba que era unbandolero- sabes griego? (Hch. 21.37).

    Las ventajas de un solo idioma para desarrollar la misincristiana difcilmente pueden exagerarse. Ello hizo innecesariaslas escuelas de idiomas para misioneros. Estos, al usar el griego,no provocaban el odio que habran suscitado los misioneros dehabla inglesa en algunos pueblos no desarrollados. Al griego,idioma del pueblo cautivo, no se poda asociarlo con el impe-rialismo. Adems, se trataba de una lengua sensible, verstil,

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELlZACION - 17

    idealmente dotada para la propagacin de un mensaje teolgico.Esto se deba a que, durante siglos, el griego se haba utilizadopara expresar las reflexiones de algunos de los ms grandespensadores y, por lo tanto, ya constaba de un vocabulariofilosfico y teolgico. La ausencia de este vocabulario especia-lizado condujo a dificultades, unos doscientos cincuenta aosms tarde, cuando el latn reemplaz al griego como idiomacomn del Imperio de Occidente.

    El pensamiento griegoEl idioma griego no puede separarse del pensamiento griego.

    A travs de l, la literatura griega se difundi y sirvi comomodelo para los escritores romanos. As, La Eneida de Virgilio seinspir tanto en forma como en contenido en La Odisea deHomero y, en parte, en La Ilada. Ctulo y Horacio copiaron lapoesa lesbia del siglo 6 a.c., y as sucesivamente. Los poetaseran los telogos de la poca, y el pueblo comn deduca suconcepto de los dioses y de las actividades de stos partiendo delas sagas de Homero. Indirectamente, por lo tanto, estadivulgacin de la mitologa teolgica fue una preparacin realpara el evangelio. La gente pensante reflexionaba sobre lascrueldades, los adulterios, los engaos, las batallas y las mentirasatribuidos a los dioses y senta repulsin por todo ello. No fueronlos cristianos los primeros en lanzar un ataque contra el crudopolitesmo antropomrfico de las masas. Los filsofos griegos yalo haban hecho mucho tiempo antes. Nadie haba sido msdirecto que Platn en exponer las indignas acciones de los diosestradicionales,14 y sus ataques fueron divulgados a travs de lasenseanzas de los sofistas,15 que estaban en todas las principalesciudades del mundo antiguo. Tanto al aire libre como a puertascerradas enseaban a todo aquel que estuviera dispuesto apagarles. Platn, en su Protgoras, da una idea de la atraccin, lahabilidad y la superficialidad de estos hombres, as como unaimpresin de la influencia que ejercan. Los sofistas griegosejercieron una influencia tan grande sobre el pueblo comn comolos predicadores de la Reforma. Su ridiculizacin de los dioses

  • 18 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    tiene que haber preparado, en una medida no desdeable, elcamino para el mensaje cristiano. Sin lugar a dudas, losapologistas del siglo 2 edificaron sobre el fundamento puesto poraquellos y frecuentemente usaron las armas de los filsofosgriegos para denunciar a los dioses helenos. Un vistazo a laApologa de Arstides o al Discurso a los griegos de Justinomostrar que los cristianos usaban este mtodo de ataque. Debenhaber tenido una cantidad de antecedentes en sus manos pues noslo Platn sino tambin los estoicos, los epicreos y los cnicoshaban precedido al cristianismo en este ataque. El rigurosopensamiento griego y su bsqueda honesta de la verdad hicieronque el pueblo se impacientase a causa de las indignas deidadesque haban adorado tradicionalmente. Bien se ha dicho de losgriegos que no fue que los hombres se volvieron tan depravadosque abandonaron a sus dioses, sino que los dioses se volvierontan depravados que fueron abandonados por los hombres.

    En el siglo 1 no slo exista un movimiento que se apartabadel politesmo del mundo grecorromano (por supuesto, conmuchas dificultades, ya que el paganismo era todava una fuerzatemible en el siglo 4 d.C.) sino que tambin poda discernirse unacierta tendencia hacia el monotesmo. El problema del Uno y delo Mltiple haba fascinado por largo tiempo a los pensadoresgriegos y stos no se hallaban listos para aceptar una explicacindel universo que no diese adecuada razn, tanto de su unidadcomo de su diversidad. En poca tan temprana como la deJenfanes, en el siglo 6 a.c., los pensadores no slo atacaban lasleyendas homricas que hacan actuar a los dioses deshon-rosamente16 adoptando formas humanas sino que, adems,intentaban encontrar un camino hacia una deidad nica quegobierna todo el universo mediante el pensamiento. Expresionestales como conforme a la costumbre hay muchos dioses, peroconforme a la naturaleza hay solamente Uno o hay un Dios, elmayor entre los dioses y los hombres, distinto de los mortales enapariencia, distinto en pensamiento,l? tuvieron considerableinfluencia en la mentalidad griega. Aun la gente comn, quecrea en una multitud de dioses, frecuentemente consideraba a

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 19

    Zeus, el rey de los dioses, como la fuente de la deidad, el Padrede los dioses y de los hombres, como lo llamaba Homero.1B

    Tanto Platn como Aristteles imprimieron mpetu a estemovimiento hacia el monotesmo. El primero present como lams elevada de sus ideas la Idea de Bondad, que l identificabacon Dios, y este Dios era personal.19 Era el Demiurgo, aqul queimprima en el flujo de la materia informe las ideas que hallamoscopiadas en el mundo de la apariencia en el cual vivimos. En elTimeo se describe el proceso de la creacin y, obviamente, se loatribuye a la bondad de Dios.20 Tambin Aristteles se inclindefinidamente hacia el monotesmo. Los dioses subsidiarios quepudiera haber son expulsados al espacio interestelar; dentro denuestra esfera hay un Primer Motor, el cual, aunque no cre elmundo (que es eterno), sin embargo le da forma mediante elpensamiento. Por sobre el cambio y la decadencia, aqul estobrando incesantemente aunque en perfecto reposo. Este Dios esinmaterial; Aristteles ciertamente lo describi como pensa-miento del pensamiento: noesis noeseos.2l Sin embargo, aunquelogra evitar exitosamente el antropomorfismo de los poetas,Aristteles priva a su deidad de toda relacin personal con losseres humanos, si es que su dios era personal de algunamanera.

    22 La deidad que l concibe es una fra y matemticaCausa Final. En su Magna Moralia afirma expresamente que esmuy errneo pensar que puede haber amistad alguna entre Diosy la raza humana.23 No podramos decir que nosotros amamos aDios de modo alguno ni que Dios puede corresponder a nuestroamor.

    Es evidente que el Dios propuesto por estos filsofos griegoscarece de una conciencia intrnseca y de ninguna manera se lodebe confundir con el Dios personal, creador y redentor, es decir,el Dios de la tradicin judeo-cristiana. No obstante, el movimien-to general hacia cierto tipo de monotesmo o monismo entre losintelectuales de la poca (con la excepcin de epicreos yescpticos) se convirti en una importante praeparatio evangelicaque los cristianos no tardaron en aprovechar. Es un hechoreconocido que la primera actitud de los cristianos hacia la

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    cultura pagana fue de completo rechazo. Tertuliano es, quiz, elejemplo extremo: Qu tiene que ver Atenas con Jerusaln?,pregunt.

    Qu concordancia hay entre la Academia y la Iglesia? ...Fuera con todo intento de producir un abigarradocristianismo sobre la base de un compuesto de estoicismo,platonismo y eclecticismo! Despus de tener a Jesucristo noqueremos ninguna polmica elaborada; despus de disfrutardel Evangelio no deseamos ms indagacin. Aparte denuestra fe no queremos otra creencia.24

    Esta fue ciertamente una primera actitud cristiana, compar-tida por Tacian025 y por muchos otros cristianos primitivos. Sinembargo, result imposible sostenerla consecuentemente. Elpensamiento griego haba penetrado demasiado profundamenteen el mundo antiguo como para que pudiese ser exorcizadomediante el simple procedimiento de cerrar los ojos ante esarealidad. En consecuencia, en el Nuevo Testamento, encontramosa Pablo y a otros misioneros cristianos empleando aquello que esverdadero y til del paganismo;26 y durante el siglo 2 esteprocedimiento continu desarrollndose con entusiasmo. Se lollam despojar a los egipcios y lo utilizaron con gran aciertoJustino, Arstides, Atengoras, Tefilo y tambin los grandesalejandrinos Clemente y Orgenes. Platn y Aristteles, losestoicos, y aun Eurpides, son convocados como testigos paradefender las doctrinas cristianas acerca de Dios. Ejemplos comoel que sigue, de Justino, podran multiplicarse:

    Si en algunos puntos enseamos las mismas cosas que lospoetas y los filsofos que vosotros honris, y en otros puntossomos ms completos y ms divinos en nuestra enseanza,y si solamente nosotros aportamos pruebas de lo queafirmamos, por qu somos entonces injustamente odiadosms que todos los otros? Porque al decir que todas las cosashan sido producidas y ordenadas por Dios para formar elmundo, parece que estuviramos exponiendo la doctrina delos estoicos. Y al afirmar que las almas de los malvados,estando dotadas con sensibilidad luego de la muerte, son

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELlZACION - 21

    castigadas, y que las de los buenos son liberadas del castigo,parece que estuviramos diciendo las mismas cosas que lospoetas y los filsofos. y cuando afirmamos que los hombresno deberan adorar las obras de sus propias manos, decimoslas mismas cosas que han sido dichas por el poeta cmicoMenandro.27

    Este es un ejemplo representativo de cmo los cristianos usaronla preparacin para el evangelio que haba provisto -as locrean ellos- la religin griega.

    Los cultos de misterioSin embargo, la Idea del Bien de Platn, o el Primer Motor

    Inmvil de Aristteles resultaban insuficientes para satisfacer losinstintos religiQsos de los veleidosos griegos. De igual manera,los romanos, con su fra religin oficial y su :t:eligin familiarexcesivamente limitada/8 que no provea tica ni culto, eransumamente vulnerables a la influencia de los cultos emocionalesy entusiastas que pretendan ayudar al ser humano en susproblemas cotidianos, y darle inmortalidad y capacitarlo paracompartir la vida con el dios. Estos cultos tenan, adems, elatractivo de los crculos esotricos donde los devotos eraniniciados en los recnditos misterios del universo y cuyos ritosnunca era permitido divulgar. All por el siglo 1 d.C. el mundogrecorromano estaba inundado por esta clase de crculos demisterio. Los ms destacados eran el culto a Cibeles o la GranMadre (Asia Menor), a Dionisia (Grecia), a Isis, Osiris y Serapis(Egipto), a Mitra (Persia) y, dentro de la misma categora, losromanos aadan al judasmo y al cristianismo. Todas estas eransuperstitiones helensticas, cultos religiosos privados, y Romavacilaba en proscribirlos salvo en el caso de que sus adherentesdemostraran ser culpables de alguna ofensa contra la moral ocontra el estado. Servan como descarga de los sentimientosreligiosos y emocionales del pueblo, en particular de la gentecomn, cuyas necesidades no poda satisfacer la fra y hbildialctica de los filsofos.29 Para las clases inferiores el primitivo

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    Imperio poda resultar un lugar solitario y estos cultos atenuabantal condicin al proveer compaerismo, comidas ritualescomunitarias en el templo de la deidad madre, seguidasfrecuentemente por la actuacin de bailarinas y por fiestasdesenfrenadas. En tales ambientes, un esclavo encontraba ciertogrado de libertad; un liberto, igualdad, y un soldado, alivio. Porsu parte, las mujeres tenan all plena cabida, y, por cierto, en elculto de Isis desempeaban el papel ms prominente. Esos cultosgeneraban un entusiasmo muy grande. Los oficios religiososestaban a cargo de sacerdotes profesionales que explicaban elsignificado del ritual a los iniciados. No contaban con la ayudadel estado sino que eran sostenidos completamente por lascontribuciones de los devotos (la gente siempre valora msaquello por lo cual tiene que pagar). Aparte del sentido dehermandad generado por estos cultos y de la promesa que dabande una sepultura decorosa/o ofrecan tambin tres atractivose~ciales. -------

    Primero: prometan ocuparse del problema de la culRa. Seraerrneo suponer que el sentimiento de culpa era algo fuera de locomn en el mundo antiguo. Muy por el contrario. Desde eltiempo de la Orestada, de Esquilo -siglo 5 a.c.- y aun antes/1el pensamiento griego llevaba profundamente impresa la verdadde que los delitos seran castigados, que la culpa tena que serexpiada y que los seres humanos son responsables de sus actos.En el siglo 1 las guerras civiles agudizaron este sentido de larelacin entre el delito y el castigo. Abiertamente se lleg a laconclusin de que tales guerras tenan que ser un castigo por lanegligencia religiosa y por la indecorosa vida de los ciudadanos.En la esfera oficial, Augusto trat de rectificar tal situacinpromoviendo un despertar religioso; en el nivel literario,escritores sensibles como Virgilio y Sneca mostraron unverdadero sentido del pecado, mientras que el hombre de lacalle, deseoso de algo que pudiera aplicarse ms personalmentea l mismo, adhera a las religiones de misterio. No se necesitamucha imaginacin para componer un cuadro de los efectosperdurables que la ceremonia de iniciacin en el culto de Cibeles,

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 23

    por ejemplo, tiene que haber producido. Al iniciado se lo ponasobre una parrilla; cortaban sobre l el cogote de un toro o de uncamero, y as quedaba empapado en la sangre que simbolizabatanto el poder expiatorio como vigorizante del animal. Sala deall afirmando a grandes voces haber nacido de nuevo para laeternidad, literalmente, renatus in aeternum.32

    La lSJ;Qed-fk?~ridad era an mayor que la de pureza.y aqu nuevamente los misterios ofrecan una respuesta que elcristianismo iba a recoger y profundizar notablemente. El mundoera un lugar peligroso. Uno simplemente tiene que leer lasepstolas de Pablo a los Romanos, a los Glatas y a los Colo-senses, o cualquiera de los escritos de los apologistas, para vercun acosados estaban los seres humanos por el temor a losdaimonia, las fuerzas espirituales (generalmente malignas) queinfluan en su vida. A merced de los demonios, las personas sevean a s mismas como juguetes del destino. Esto sucedi con elsurgimiento y la divulgacin de la seudo-ciencia de la astrologa,en el ltimo siglo anterior a Cristo. Segn ella, el destino del serhumano estaba determinado por la situacin de las estrellas enel momento de su nacimiento, y los astrlogos pretendanconocer ese secreto. El emperador Tiberio fue notoriamenteinfluenciado por uno de tales astrlogos, Trasyllo. Por su parte,Claudia y Nern cayeron bajo el hechizo de un hijo de aqul,Tiberio Claudia Balbilio. Si personas de la talla de losemperadores eran engaadas por estos hombres, podemosimaginar fcilmente la vigorosa atraccin que ejerca laastrologa. Sin embargo, la parte oscura de este cuadro estconstituida por el sentido de determinismo que agobiaba enextremo a las gentes, el sentimiento de que nada podra liberarlasde las fauces del destino. Aqu es precisamente donde aparecenlos misterios. El culto de Isis, para tomar un ejemplo, se jactabade brindar a sus iniciados poderes sobre el destino, una manerade escapar a su frialdad. Cuando Lucio, en El asno de oro, deA puleyo, est dispuesto a hacerse devoto de Isis y suspiradesalentado por hallarse a merced del ciego destino, se le hace

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    esta promesa: te aguarda el da de la liberacin.33 Isis es mayorque el destino.

    El sentido de unin con un dios o con una diosa liberadoresse expresaba de diferentes maneras. Poda ser mediante unxtasis orgistico, como en el culto dionisaco; poda sermediante una comida sagrada, como en el culto de Serapis; oquiz, como en el Satiricn de Petronio, a travs de algnrepulsivo rito flico. Pero, aparte de los detalles rituales, labsqueda de unin con el dios constitua la nota dominante,dado que las personas queran encontrar seguridad.

    Purificacin, seguridad e inmortalidad. Esta ltima era latercera condicin de la que estaba hambriento el coraznhumano y ante cuyos reclamos la religin oficial nada tena queofrecer. La mayora de las religiones de misterio prometan al serhumano la inmortalidad; las de Cibeles, Dionisio, Mitra e Isisciertamente lo hacan y de ah su gran atractivo. La inmortalidadacerca de la cual haban argumentado los filsofos, aquella porla que haban suspirado los hombres de letras,34 era una realidad~ue se .demostraba en estos cultos, a veces mediante un grficoslmbohsmo. Por ejemplo, volviendo ahora a El asno de oro~pule~o cuenta cmo Lucio fue revestido con doce estolas par~slmbohzar las doce esferas celestes a travs de las cuales pasdurante su iniciacin en el culto de Isis. Acerca de estaexperiencia cumbre dice:

    Penetr hasta los lmites de la muerte. Pis los umbrales deProserpina y, luego de haber sido llevado a travs de todoslos elementos, regres a la tierra oo. habiendo estado en lapre~~ncia de los dioses de abajo y de los dioses de arriba yhablendoles hecho reverencia.35

    En los primeros tiempos el evangelio avanz a travs de lossenderos del idioma, del pensamiento y de los cultos griegos. Y,verdaderamente, tuvo un excelente progreso.

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 25

    3. La religin judaRomanos y judos

    Pese a lo que acabamos de expresar, el sendero ms ampliopara el avance del cristianismo lo provey, indudablemente, eljudasmo. Los judos se haban cgseminado bastante ms all delos lmites de Palestina mucho antes del siglo 1 y, adondequieraque iban, llevaban consigo su religin. La dispersin de losjudos en el Oriente comienza con la cada del reino del norte deIsrael, en el siglo 8 a.c., cuando las diez tribus perdidas fuerondeportadas. Este proceso se aceler durante el perodohelenstico con la migracin voluntaria de los judos hacia lasnuevas ciudades del Levante por motivos comerciales, siendoEgipto, Siria y Asia Menor sus tres regiones favoritas.36 Amediados del siglo 2 a.c. los judos ya tenan la suficienteimportancia como para asegurarse cartas de presentacinamistosas por parte del senado romano para Tolomeo de Egiptoy para los reyes de varios lugares del Asia tales como Panfilia,Rodas, Chipre y Cirene (1 Mac. 15.16-23). Otro indicio de laexpansin del judasl!lo aparece en la nmina de Hechos 2,donde se mencionan los lugares remotos y diversos como Cretay Arabia, Media y Egipto, Persia y Panfilia, que envan aJerusaln peregrinos representativos para asistir a la fiesta dePentecosts. Josefo nos dice que diez mil judos fueronsacrificados en un solo da en Damasco durante el principado deNern,3? y que los hebreos estaban muy esparcidos por todo elmundo, especialmente en Antioqua y en Siria.38 Filn nosinforma que en su tiempo (prximo a la poca de Cristo) huboms de un milln de judos en Egipto/9 exactamente la octavaparte de la poblacin. En el libro de los Hechos de los Apstolesobservamos claramente la importancia de los mismos en Greciayen el Asia Menor. En Roma haba una numerosa, y a vecesmolesta, colonia juda.

    Los primeros contactos conocidos entre Roma y los judostuvieron lugar durante la poca de los Macabeos. Judas

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    Macabeo, en 168 a.c., y Jonatn Macabeo, ms tarde, enviaronembajadores a Roma para entablar relaciones amistosas (1 Mac.8.17-32; 12.1-4). Una tercera embajada, en 139 a.c., trajo cornoconsecuencia un tratado con Roma. Esta es, quiz, la ocasinmencionada por el historiador Valerio Mximo,40 quien dice quelos judos fueron enviados de regreso por tratar de corromper lascostumbres romanas con el culto a Jpiter Sabatio. Aunque sehaba confundido la adoracin de Yav del Sabaoth con la deJpiter Sabatio (una deidad frigia), esta mencin temprana quehace el historiador pagano seala dos caractersticas deljudasmo que permanecieron inalterables: su estricto .mono-

    t~o y su celo proselitista. Pero, aparte de esta tenue conexin,los romanos poco tuvieron que ver con los judos hasta el tiempode las guerras de Pompeyo en el Oriente. El diminuto reinohebreo se encontr arrojado corno un corcho en medio de latempestad de las guerras civiles, y Aristbulo jug errneamentesus cartas, con el resultado de que Pompeyo captur a Jerusalnen el ao 63 a.c. Este iba decidido a penetrar en el templo y verqu haba en el lugar santsimo que se hallaba rodeado de tantomisterio. Pese a los gritos de Sacrilegio!, Pompeyo penetr y,para su asombro, no encontr absolutamente nada. Los romanosnunca pudieron olvidar esto. Les pareca algo fantstico que nohubiese ninguna imagen del dios en su santuario ms recndito.Esta fue una de las razones por las cuales los romanos tendieronposteriormente a considerar a los judos corno ateos. Susantuario estaba vaco; sus misterios no tenan significado,escribi Tcito.41

    Miles de judos fueron llevados a Roma junto con la triunfalprocesin de Pompeyo. Pero los romanos descubrieron que setrataba de esclavos poco convenientes debido a sus hbitosreligiosos. Por lo tanto, segn Filn, la mayora de ellos fueronliberados de su servidumbre y algunos hasta lograron obtener laciudadana romana.42 Formaron as una colonia en el Trastevere,suburbio de Roma, en donde crecieron numricamente yprosperaron.

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 27

    Aunque los romanos nunca entendieron a los judos, fueronen extremo tolerantes con ellos. La razn de esta actitud es quelos judos, al apoyar a Julio Csar, haban respaldado a unvencedor: fueron sus soldados y lo defendieron lealmente. Por suparte, l mostr su gratitud concedindoles notables privilegios,confirmados mediante estatuto. En Antigedades de los judos43Josefo transcribe con orgullo la lista completa de todas estasreglamentaciones. Nadie poda impedir a los judos quecumpliesen con sus sacrificios o con otros deberes religiosos. Nopodan ser obligados a quebrantar el sbado, ni aun estando enel servicio militar. Tampoco eran reclutados para el ejrcito:Dolabella los eximi expresamente del servicio militar.

    44Se les

    garantizaba el sumo sacerdote y se respetaban sus reglamen-taciones alimentarias. En las grandes ciudades corno R()m.,Babilionia, Alejandra y ~tioqua contaban con su propiagerousia o senado, encabezado por un ~rgt que eraconsiderado un importante personaje civil. Posean sus propiascortes de justicia, que no slo estaban autorizadas para imponermultas sino tambin para infligir castigos corporales.Ciertamente, su situacin protegida era muy envidiada, cornoobviamente lo demuestran los continuos desmanes queprovocaba la presencia de los judos en Alejandra. Tan ventajosaera su situacin que, posteriormente, cuando los cristianosfueron perseguidos, los judos que crean en Cristo estabantentados a~r por causa de los beneficios econmicos ysociales que posean en su carcter de judos.45

    La apelacin del judasmoLos judos no gozaban de la simpata popular, pero eranin~~~Tal in!l!1encia poda advertirse en los niveles msaltos de la sociedad. Poco despus de la muerte de Jess, la realfamilia de Adiabena, sobre el Tigris, se convirti a la fe juda. Elpropio Josefo fue un husped distinguido de tres emperadores.Popea Sabina, la amante de Nern, simpatizaba con la fe hebrea,y parece haber intercedido ante el emperador en favor de losjudos.46 En los estratos inferiores de la sociedad la influencia

  • , GLI;SIA PRIMITIVA28 _ LA EVANGELIZACION IoN LA 1, "

    . " t n bien documentada, tiene que haber sidoludIa, aunque no a. . ,

    .

    'd bl Se conserva una inscnpclOn de un cautIvo deconSI era e.. 47

    J 1" que fue esclavo de ClaudlO; la esposa de Augusto,erusa en 48l ' tena un sirviente judo, Akme, y Juvenal menciona en,IVIa,tres ocasiones (disgustado) las singulares peculiaridades de losjudos.49 No puede haber duda de que ellos causaron unaprofunda impresin. Hasta el propio Tcito, que no dice casinada bueno de ellos, se declara impresionado por su mono-tesmo. Los judos reconocen solamente un Dios, del cual tienenuna concepcin puramente espiritual. Creen que es profanohacer imgenes de dioses en forma humana, a base de materialesperecederos.5o Este elevado monotesmo, esta adoracin de unDios creador que ser el Juez de todos los seres humanos, ejerciuna poderosa atraccin en el mundo antiguo que, corno yahemos visto, estaba movindose -a causa de su descaradopolitesmo-- hacia el culto de un ser supremo. Y a diferencia delsemi-monotesmo de algunos filsofos, esta fe era sostenida eindudablemente divulgada por los ms humildes, por los menosinstruidos de entre los judos: no necesitaban la defensa de unFiln o de un Josefa para despertar inters.

    Adems, mientras los filsofos podan decir muy poco acercadel sublime Dios hacia el cual se movan dando tumbo.s, losjudos no experimentaban en absoluto esa dificultad. Platnhaba dicho: Hallar al Hacedor y al Padre del Universo es duratarea; y cuando t lo has encontrado, resulta imposible darlo aconocer a toda la gente.51 Pero el judo era consciente de haberhallado al verdadero Dios o, ms bien, de haber sido hallado porl. Dios no haba dejado a los hombres andar a tientas tras l enla oscuridad, sino que se haba revelado a s mismo en la historiadeIsrael y en las Escrituras. Estas Escrituras haban estado adisposicin tanto de griegos corno de hebreos para ser ledas. La~ta haba sido preparada para satisfacer las necesidadesde los juaos helenistas de Alejandra. En ella, si la personabuscaba seriamente la verdad, poda aprender acerca de Dios,aunque habra tenido dificultad con la brbara traduccingriega! Ah estaba el ms antiguo libro del~ ah estaban

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 29

    los orculos de Dios. En lo que se refiere al conocimiento griegoy romano, se derivaba de los libros de Moiss. Esta ln::a derazonamiento, que podernos observar en el Contra AplOn, deJosefa, fue tornada luego por los apologistas cristianos.

    Junto con la Septuaginta apareci ~1 hbito de la adorac~nregular, ya fueseen fa sinagoga, en un lugar de reunin o al airelTbre~oracin, salmos, canto, lectura de las Escrituras junto conla exhortacin basada sobre ellas. Este tipo de servicio era nicoen las religiones antiguas. Era ms interesante que asistir a .lasceremonias en un templo para observar a los arusplcesexaminando las entraas del sacrificio. Tena afinidad tanto conuna escuela filosfica corno con una actividad religiosa, y estoapelaba a la gente. Josefa, por ejemplo, nos dice que enAntioqua, donde habitaban muchos judos, un gran nmer.o degriegos se senta atrado por los servicios religioso.s y, e~ Cl:rt~sentido, llegaron a formar parte de la comumdad ludIa.Encontrarnos evidencias de esto en las pginas del NuevoTestamento. En la sinagoga podan hallarse judos de pura cepa,proslitos (debidamente circuncidados) y temerosos de Dios(incircuncisos pero adoradores devotos). Es interesante notarque, en ciertas ocasiones, la congregacin inclUa. ,militarespertenecientes a las fuerzas romanas de ocupaClon cornoCornelio. Tan impresionado qued otro oficial romano con lareligin de Israel en el lugar donde se hallaba cumpliendo suservicio activo que hizo edificar una sinagoga para ellos enCapernaum (Lc. 7.5).

    La misma gradacin de judos, proslitos, personas temerosasde Dios y simples gentiles fue una preparacin indirecta par~ elevangelio. Nadie poda ser un hijo de Abraham en su sentIdoms pleno a menos que hubiese nacido judo. La Mishn dice queel proslito deba orar as en la sinagoga: Oh Dios de vuestrospadres;53 l no era, ni nunca podra serlo, un igual con los judos.Por cierto que aun el judo de la dispersin descenda en su statuscuando se hallaba fuera de la Tierra Santa debido a que habaalgunos puntos de su religin, especialmente los sacrificios, queno era capaz de cumplir. Tambin las mujeres y los nios eran

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    ciudadanos inferiores de Israel, al menos para el varn judo quedaba gracias a Dios diariamente por no haber nacido mujer!Todas estas distinciones de clase fueron eliminadas dentro delcristianismo, lo que dio a la nueva religin un pujante comienzoen suelo romano. Despus de todo, por mucha admiracin quesintiera hacia la tica y la religin judas, resultaba muy duropara un ciudadano de Roma rebajarse a s mismo hacindoseciudadano de segunda clase de una despreciada y cautiva nacinoriental. Pero tal requisito no era necesario para ingresar en elcristianismo pues en ste todos eran hermanos y nadasignificaban las distinciones de raza, sexo, educacin y riqueza.Adems, al tiempo que retena todos los atractivos de la fe juda,el cristianismo eliminaba dos grandes piedras de tropiezopropias del judasmo, que aparecan como tales ante el mundogreco-romano: l~ circuncg,in y las reglamentaciones sobrealimentos. Estas ltimas eran consideradas por los gentiles comomotivo de risa. La cincuncisin era algo mucho peor: eramutilacin, la clase de acto que es posible esperar de sectariossalvajes y exticos tales como los devotos del culto a Cibeles, algoabsolutamente no romano. La utilizacin del bautismo en lugarde la circuncisin dio a los cristianos una enorme ventaja sobrelos judos, dado que el bautismo se pareca a las purificaciones alas cuales los paganos estaban acostumbrados.

    Hubo otro aspecto con el cual los judos contribuyeron apreparar el camino para el evangelio. Ellos acostumbraron almundo antiguo a la idea del]2!oselitismo, de la cOIlversin a unat'eligin monotesta exclusiva. Aparte del juda~ono-h~ba,enel mundo de la poca, religin que no hiciera lugar para otro tipode creencias. El lema de la antigedad respecto a los dioses eraVivir y dejar vivir. Despus de todo, poda resultar muyinconveniente ofender por negligencia a alguna poderosa deidadextranjera! Sorprendentemente, la prctica y el xito delproselitismo judo durante este perodo han suscitado algnescepticismo entre los eruditos. Sin embargo, el hecho est bienatestiguado, especialmente en la literatura no juda. Horaci054 yJuvenal55 hablan cnicamente del celo proselitista de los judos.

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 31

    Josefa se refiere al gran fervor por el culto judo mostrado atravs de todo el Imperio, a la _conversi~n de muchos griegos, ya lo cuantioso del tesoro provisto a Jerusaln como resultado delimpuesto de medio siclo que el Templo recaudaba entre losproslitos.56 Lo que el Evangelio de Mateo (23.15) registra con laspalabras recorris mar y tierra para hacer un proslito, no esuna exageracin. Exista todo un conjunto de lit~!~1UE:misionera, tal como los Orculos Sibilinos (propaganda juda condisfrazpagano), cuyo propsito era ganar gentiles para la fejuda.57 Pa@ el mejor tipo de judo ste era el resultado natural d~su fe; estaba tan convencido de la superioridad de su religinque deseaba compartirla. Muchos rabinos alentaban talinquietud misionera. Hillel exhortaba: S discpulo de Aarn,sigue la paz, ama a la humanidad y condcela hacia la Ley.58 Yel rabino Eleazar lleg a afirmar: Dios esparci a los israelitasentre las naciones con el solo objeto de que !()sl'~o~~li!o~e

    59 'tudvolviesen numerosos entre ellos. Por supuesto que esta actise enfri-~~I1;ide~ablement; cuando comenz seriamente lapersecucin de los judos. Las cosas fueron distintas luego de lacada de Jerusaln y del posterior aplastamiento de la granrebelin que estall bajo Adriano. Pero en lo que respecta a lamayor parte del primer siglo de nuestra era no hay duda de que

    60 O . d "d tel proselitismo avanz rpidamente. emaSla o rapl amen epara los funcionarios romanos que, aun reconociendo la posicinlegal de los judos, no vean con buenos ojos su proselitismo'1!nay otra vez leemos acerca de las expulsiones de que fueron objetoen Roma bajo sucesivos emperadores debido a que su nmeroaumentaba en demasa.61 Qu los impulsaba a este esfuerzomisionero? Por paradjico que pudiese parecer, era su

    ~smo.Cuanto ms seriamente se crea que Israel era loque ms le importaba a Dios (y desde el tiempo de AntocoEpfanes tal conviccin ciertamente aument), mientras que. lasnaciones segua siendo, como agudamente lo expresa el eSCrItorde 2 Esdras, como un escupitajo, tanto ms estaba unoobligado a tratar del~r del fuego algn tizn. Tenemosentonces una reaccin en cadena. La persecucin llev a los

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    judos a la apocalptica, segn la cual, en el reino mesinicovenidero todas las injusticias seran corregidas, Israel seravindicado y los impos gentiles, destruidos. Esto los llev alproselitismo, porque no era posible pensar~on la c()?~i~~ciat~anguila cun pocos eran los salvados LS~1 numer()sos losperdidos, y no hacer nada frente a tal si~uaci9n. De aqu elcreciente inters de ellos por atraer a los gentiles y ponerlos bajola proteccin del pueblo de Dios.

    Por supuesto que es riesgoso generalizar acerca de una fe tanheterognea como el judasmo. Los descubrimientos literarios yarqueolgicos realizados durante los ltimos cincuenta aos hanrevelado la asombrosa complejidad de fe y prctica quecontribuy a formar a Israel. Grupos heterodoxos y sincretistasflorecieron por todo el Levante; el pensamiento helenista y elpersa haban penetrado incluso hasta en los crculos msconservadores dentro de la propia Judea. Sin embargo, estoselementos de ITlol19te!iI!!9~o, circuncisin, sult~en lasinagoga, lectura de la Escritura y proselitismo figurab~significativamente en la mayora de los crculos que sedenominaban a s mismos judos. Y as, de todas estas maneras,el judasmo fue preparando el camino para la fe cristiana.

    El cristianismo se desarroll mejor y ms rpidamente ensuelo judo o, al menos, en un suelo que ya haba sido preparadopor el judasmo. La dispersin de los hebreos, su monotesmo,sus normas ti

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    4.26.8).3. Salvador del mundo y ttulos semejantes son frecuentes en lasinscripciones augustas.4. Virgilio, Eglogas 4.6.5. Res Gestae 34.6. Carmen Saeculare 50.

    7. Pacato orbe terrarum, restituta re publica, quieta deinde nobis et feliciatempora contigerunt (Dessau, Incriptiones Latinae Selectae 8393).8. Anales 1.9

    9. Vase el importante artculo de W. M. Ramsay sobre Roads andTravel en Hastings Dictionary of the BibIe (volumen extra), 1904, y M. P.Charlesworth, Trade Routes and Commerce in the Roman Empire.10. Corpus Inscriptionum Graecarum, n. 3920.

    11. Horacio habla de sermones utriusque linguae (Odas 3.8, 5), Y elemperador Claudia de uterque sermo noster (Suetonio, Claudio 42.1). Esevidente que, aun en Italia, el griego estaba ms que a la par con el latn,mientras que en el Oriente era la lingua franca.12. Institutio Oratoria 1.1.12.

    13. Juvenal, Stiras 6.186ss; Marcial, Epigramas 10.68.14. Por ejemplo, La Repblica, pp. 376ss.15. La crtica de los filsofos griegos al politesmo fue introducida en elmundo latino por Cicern mediante su De Natura Deorum, obrautilizada ampliamente por escritores cristianos latinos como TertulianoMinucia Flix, Arnobio y Lactancia. '

    16. Fragmentos 11.16 de Jenfanes muestra que tena inters no slo enexponer la locura intelectual del crudo politesmo sino tambin susdegradantes efectos morales.17. Jenfanes, Fragmentos 23.

    18. En Homero, Zeus es mucho ms fuerte que todos los otros diosesjuntos ~La Ilad118.18-27). En poca tan temprana como la de Hesodo, yasus aCCIones se identifican con las de los dioses (Obras 42 47) YE '1

    , , SqUIO,

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 35

    en el siglo 5 a.c., concibe noblemente a Zeus como el todopoderosodominador moral del universo (Agamenn 160ss.).19. Indudablemente caemos en una excesiva simplificacin al pretenderigualar la Idea del Bien, Dios y el Demiurgo en los escritos dePlatn. Ellos pertenecen ms bien a distintos niveles de pensamiento,de manera tal que se entremezclan y repiten en lugar de permitir unaidentificacin directa. En el platonismo posterior predominaron maticesabiertamente ms religiosos, y es precisamente sobre este trasfondo quese debe entender la predicacin primitiva.20. El era bueno, y el bueno nunca ha sentido celos de nada, de talmodo que quera que todo se volviese como l tanto como fuera posible(Timeo 2ge).21. Metafsica 1074b.22. En su utilizacin, Aristteles vara entre el neutro y el masculino.Los griegos no se preocupaban tanto como nosotros respecto a lapersonalidad de lo divino.23. Dando por sentado que se trata de una obra genuina de Aristteles,asunto sujeto a debate.24. De Praescriptione 7.25. Vase el cap. 2 del Discurso a los griegos, de Taciano.26. El discurso del Arepago (Hch. 17) es el ejemplo ms notable. Algosemejante ocurre con pasajes enteros del cuarto Evangelio y de Hebreos.27. 1 Apol. 20.28. Aparte del ceremonial de la religin oficial, la mayor actividadreligiosa tena que ver con los sombros penates, los espritus quecuidaban de la despensa, y los lares familiares, en su origenprobablemente deidades agrcolas que llegaron a considerarse como losespritus del hogar.29. El secreto de la supervivencia y la difusin de estas religionesorientales tiene que hallarse en la institucin de los collegia, de granimportancia para la vida privada del esclavo porque extenda susservicios ms all de lo religioso y, en muchos casos, tienen que haberprovisto la mayor parte de aquello que haca que la vida fuese para l

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    digna de ser vivida (R. H. 8arrow, Slavery in the Roman Empire, p. 164).Sin embargo, estos cultos orientales no slo fueron populares entre lagente comn, como puede observarse en los escritos de Juvenal, sinoque ascendieron rpidamente en la escala social. Un tauroboliumera una inversin muy considerable.30. y aquel beneficio final: un epitafio.

    3 l. Esquilo no fue, por cierto, un innovador en este tema, de hechosignificativo en Homero.

    32. Vase Inscriptiones Latinae Selectae 4152. Aunque el culto de Cibelesse extendi hacia occidente durante el siglo 2 a.e., hay dudas sobrecundo se introdujo el taurobolium en el culto. Es probabl~ que las ideasque ~a~en.tras estas ltimas inscripciones hayan sido influenciadas porel cnstiamsmo. Vase Prudencia, Peristrefanon 10.1011ss.33. Metamorfosis 11.5.34. Vanse los dos ltimos captulos de Agrcola, de Tcito, y tambinOdas 3.30, de Horacio.35. Metamorfosis 11.23.36. Por ejemplo, Antoco el Grande estableci no menos de dos milfamilias en Frigia yen Lidia (Josefo, Antigedades de los judos 12.3-4).37. Guerra de los judos 2.20.2. Josefa no es en absoluto preciso en susCIfras; lle~a.al nmero de 18.000 en G.f. 7.8.7. De todos modos, tiene quehaber eXIstido una enorme colonia juda en Babilonia.38. Guerra de los judos 7.3.339. In F/accum 6.40. I.iii.2-3.

    41. Tcito, Historias 5.9.

    42. Legatio ad Gaium 23.

    43. Antigedades de los judos 14.10, un captulo que constituye unalectura fascinante.

    44. Josefa, Antigeda~e.s de los judos 14.10.8. Se discute el hecho de quehayan prestado servICIos en el ejrcito romano.

    LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 37

    45. Vase Harnack, Mission and Expansion ofChristianty, p. 14.46. La evidencia, sin embargo, es precaria. Vase E. M Smallwood enThe Alleged Jewish Tendencies of Poppaea Sabina, J.T.S., 1959, p.329ss., quien le resta importancia. Josefo es enftico en cuanto a lasinclinaciones judas de la dama (Antigedades de los judos 20.8.11).47. Corpus Inscriptionum Latinarum 10.1971.

    48. Josefa, Guerra de los judos 1.32.6.49. Stiras 3, 6 Y 14.50. Historias 5.5.

    51. Timeo 28c, pasaje del cual los apologistas se apropiaron tenazmente.52. Guerra de los judos 7.3.3.53. M. Bikkurim 1.4.

    54. Stiras 1.4.142s.; y, como judos, harn de ti un proslito.55. Stiras 14.96-106 es una caricatura notablemente bien informada.56. C. Apin 2.10, 39; Guerra de los judos 7.3.3.57. Sobre todo este asunto, vase la seccin correspondiente en Schrer,Historia del pueblo judo en tiempos de Jess, Cristiandad, Madrid, 1985.58. M. Aboth 1.12.

    59. b. Pes. 87b.

    60. Aunque an en el siglo 1 la escuela de Shammai era escptica encuanto a la misin entre los gentiles. Vanse b. Shabb 31a, y la discusinen M. -J. Lagrange, La Messianisme, pp. 270ss.

    61. En cuanto a Tiberio, vanse Josefa, Antigedades de los judos 18.83y Suetonio, Tiberio 36; en lo referente a Claudio, vanse Hechos 18.2 ySuetonio, Claudia 25 (Casio Dio dice especficamente que la causa fue elrpido crecimiento de ellos; 60.6.6).62. Mission and Expansion ofChristianty, p. 15.

  • IILos obstculos

    en la evangelizacinEn vista de las innegables ventajas que hemos bosquejado en

    el captulo anterior, y de las cuales disfrutaron los primerosmisioneros cristianos, resulta peligrosamente fcil subestimar lamagnitud de sus logros. A quienes no hayan vivido nunca enuna sociedad pagana ganada para la fe cristiana, les cuestamucho imaginar cun monumentales son los obstculos que lareligin, el vicio, las costumbres y ellaissez-jaire abierto puedenplantear al cristianismo. Adems, damos casi por sentado quepara los primeros discpulos, fue mucho ms fcil evangelizar alprjimo en aquellos das tan poco rebuscados. En cambio, paranosotros, en nuestra compleja sociedad moderna, la tarea pareceser mucho ms difcil.

    Resulta totalmente estril especular sobre las dificultadescomparativas de la predicacin del evangelio en diferentespocas. Sin embargo, no puede haber duda de que en lascondiciones y circunstancias del siglo 1 aquella fue una tareasumamente difcil. Adondequiera que los cristianos iban eranresistidos como disolutos, ateos y depravados. Su mensajeproclamaba a un criminal crucificado y nadie podra haberimaginado algo peor para ganar conversos. Para los griegos esahistoria mostraba la estupidez de la nueva fe; a los romanos lessealaba la debilidad e ineficacia de la misma, mientras que losjudos no podan admitirla de manera alguna. Para judos y paragentiles por igual, los cristianos resultaban ofensivos tanto enrazn de sus doctrinas como a causa de la conducta que se lesatribua. Los cristianos tuvieron que soportar todo esto en arasde ganar a alguien para Cristo.

  • 40 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    l. Obstculos judosCristo, piedra de tropiezo

    Nunca ha sido fcil ganar judos para la religin cristiana. ytampoco lo fue en el siglo 1, pese a que el cristianismo habanacido de la matriz del judasmo.

    La primera y la mayor de las dificultades que los misionerosdebieron enfrentar fue su propio anonimato: ellos no eran nadie.Un puado de hombres sin preparacin rabnica formal estabaintentando corregir la teologa y la creencia -no hablemos de lasprcticas religiosas- de calificados lderes religiosos profesio-nales que, adems, se mantenan en la tradicin de la instruccinoral que se remontaba, supuestamente, a los tiempos de Moiss.!Qu insolencia! No es de extraarse que el partido sumos~cerdotallosconsiderara, con una mezcla de asombro y despre-CIO, como hombres sin letras y del vulgo (Hch. 4.13). Pero nofue ya asunto de risa cuando estos mismos laicos ignoranteslograron atraer a un numeroso grupo de seguidores (inclusoalgunos sacerdotes, como en Hch. 6.7) y comenzaron a revolverel avispero en tomo a las autoridades religiosas acusndolas deun c~en judicial. El movimiento tena que ser cortado en flor.

    Sm ,en:bargo, fue precisamente eso lo que result imposible.~os, cnstI~nos no er~ fciles de eliminar, de manera que losJudI?s tuVIeron que verselas con el mensaje que ellos predicaban.

    ~asI t?dos los puntos de este mensaje eran una afrenta para losIsraelItas. En primer lugar, y fundamentalmente, los cristianospretendan que Jess era el Mesas, cumbre y culminacin detodas las esperanzas de Israel, no importa la diversidad deexpresi?n que estas esperanzas pueden haber tenido. Si Jessreclamo o no reclam para s el ttulo de Mesas es algo quepuede discutirse. Pero no hay duda de que fue ejecutado comoun p,retendiente mesinico y que, despus de su muerte, sussegUIdores lo proclamaron abiertamente como Mesas. Hechos2.~6 ,r~presenta el nfasis de gran parte de la predicacinpnmItIva: Sepa, pues, ciertsimamente toda la casa de Israel,

    LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 41

    que a este Jess a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hechoSeor y Cristo. Este nfasis en el carcter mesinico de Jess fuetan bsico que, en pocos aos, Cristo (el equivalente griego deMesas) dej de designar la funcin de Jess, para convertirseen una especie de apellido. Ahora bien, todo esto resultabaparticularmente ofensivo para el judo. No era fcil pensar en unmaestro carpintero como la cumbre del desarrollo de Israel. Noera fcil pensar que alguien tan contemporneo encamara unasabidura mayor que la que haba tenido Moiss en tiemposlejanos. No era fcil creer que un rabino sin ordenacin, queentraba frecuentemente en conflicto con los expositores oficialesde la tora, pudiera ser el maestro divinamente autorizado deIsrael. Por esto fueron tan pocos los dirigentes religiosos que lecreyeron Un. 7.48). Pero, despus de su ejecucin, no erasolamente difcil sino que ya resultaba ridculo pensar en l comoMesas. Por definicin el Mesas era un liberador, un vencedor.Un ejemplo tpico de las esperanzas de aquel tiempo es eldecimosptimo Salmo de Salomn, escrito quiz medio siglo antesde Jesucristo:

    Mira, oh Seor, y levanta para ellos su rey, el hijo de David,Listo para el tiempo que t, oh Dios, elegiste para que lComience su reinado sobre Israel tu siervo,y celo con fortaleza para que sacuda a los gobernantesinjustos,y purifique a Jerusaln de los gentiles que la pisotean paradestruirla.

    El Salmo contina exaltanto, por cierto, otras cualidades msespirituales del Mesas: los pecadores sern expulsados, elorgullo reprendido, y la gloria de Israel engrandecida. Pero loms importante es el aspecto poltico de la obra del Mesas.Mientras que la Tierra Santa de Dios languideciera bajo ladominacin de un yugo extranjero, el propio Dios seguirasiendo afrentado diariamente. La liberacin tena que incluir laindependencia poltica. Y precisamente en esto Jess habafracasado de manera manifiesta. Su muerte en la cruz lo haba

  • 42 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    marcado como un charlatn fracasado, por lo menos en lo quetena que ver con sus pretensiones mesinicas. Lejos de vencer,haba sufrido la derrota. Por qu seguir a semejante hombre?

    Para colmo de males, la adoracin a un Mesas crucificado eraespecficamente blasfema. El Antiguo Testamento dejaba estable-cido perfectamente que cualquiera que hubiese colgado de unmadero permaneca bajo la maldicin divina (Dt. 21.22s.). Cmoera posible que el elegido de Dios hubiese sido llevado al lugarde la maldicin? Sabemos que esto constitua un problema casiinsoluble para un judo. Tanto en Hechos como en las cartas dePablo y de Pedro, se hace referencia a ello una y otra vez, y conbuena razn. Ambos haban encontrado una colosal piedra detropiezo en la doctrina de un Mesas crucificado hasta quellegaron a conocer el profundo significado de aqulla.2 Elproblema persisti para la mayora de los judos. Justino tuvoque dedicarle mucho tiempo a esto en su dilogo con el judoTrifn:

    Puedes tener la seguridad -subraya Trifn- que todanuestra nacin aguarda al Cristo. Yadmitimos que todas lasEscrituras que t has citado se refieren a l. Pero que Cristotuviera que ser tan vergonzosamente crucificado, eso es loque dudamos. Porque cualquiera que es crucificado, dice laLey que ser maldito; por eso que yo soy sumamenteincrdulo en este punto. Es muy claro, por cierto, que lasEscrituras anuncian que el Cristo tena que sufrir, peronosotros queremos saber si t puedes probarnos que talsufrimiento tena que ser mediante la maldicin de la Ley.3

    Ese era el problema que todo cristiano tena que resolver sideseaba hacer conversos entre los judos.

    Las cosas no habran ido tan mal si los cristianos se hubierancontentado con afirmar que Jess era el Mesas. Pero ellos ibanmucho ms lejos. La ms antigua confesin bautismal4 quepodemos identificar es la breve afirmacin que expresa:Jesucristo es Seor (Fil. 2.11). Es preciso recordar que Seorera el nombre especial dado a Dios en el Antiguo Testamento,

    LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 43

    que la Septuaginta traduce como Adona. No poda haberequivocacin en este asunto. Jess mismo, y posteriormente losprimeros cristianos, usaron muchsimo el Salmo 110.1, en el queDavid se dirige a mi Seor. Esto se interpretaba como unareferencia a Jess, quien resultaba, as, el Seor de David.

    5Es de

    admirarse, entonces, que los judos pensaran que los cristianosestaban predicando a un segundo Dios? Cmo podan ellos, consu monotesmo estricto, tener parte alguna en semejanteblasfemia? Todo el pasaje central del dilogo con el judo Trifngira alrededor de la pretensin cristiana acerca de la divinidadde Jess. Es claro que toda sugerencia de apoteosis y todo indiciode encamacin son por completo inaceptables para un judo. Encuanto al nacimiento virginal, lo consideraba un menospreciorepugnante hacia Dios, una historia parecida a la que los griegosrelataban acerca de Zeus y Dnae.6 Su supuesta base en un textode Isaas, He aqu que la virgen concebir, y dar a luz un hijo,responda a una interpretacin errnea del original.? Lo msprobable era que, si haba ocurrido algo inusitado en elnacimiento de Jess, se trataba del hijo de una soltera.8

    La piedra de tropiezo de la iglesiaPero no slo la cristologa de los cristianos provocaba tan

    apasionadas reac~nes entre los judos. Tambin su ecIesiologaera igualmente provocativa. Algunos de ellos, como Esteban,parecan hablar livianamente acerca del templo y de su ritual.Ciertamente la construccin del templo haba sido un gravsimoerror: David hall gracia delante de Dios, y pidi proveertabernculo para el Dios de Jacob. Mas Salomn le edific casa, yEsteban prosigui: si bien el Altsimo no habita en temploshechos de mano... (Hch. 7.46ss.). No es de sorprenderse que estetipo de predicacin enfureciese a los judos y determinase no slola muerte de Esteban sino tambin la primera de las persecu-ciones anticristianas promovida por aqullos.

    Al poco tiempo los seguidores de Cristo comenzaron a decirque la leyera demasiado dura para que la gente pudieracumplirla (Hch. 15.10). No importaba qu clase de alimento

  • 44 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    consumiera el ser humano: Dios no se preocupaba por talescosas. Ahora bien, cuando consideramos el lugar casi divinoconcedido a la ley en el judasmo, puede entenderse fcilmenteque la subestimacin, aunque ms no fuera de su parteceremonial, tena que producir indefectiblemente el alejamientode los judos. Peor todava: el rito sagrado de la cincuncisinpronto fue abandonado por este nuevo movimiento. La mismaseal del pueblo de Dios que haba permanecido desde los dasde Moiss, y aun desde Abraham, era arrojada impamente almontn de los desperdicios. El ingreso al pueblo de Dios seofreca ahora en trminos de igualdad tanto a los griegos comoa los brbaros. Yesto sin insistencia alguna en el costoso arrepen-timiento expresado simblicamente mediante la circuncisin, esdecir, el corte de la impureza gentil. Todo esto causaba unaverdadera consternacin. En vez de la devocin al antiguo Diosde la tora, este nuevo culto enseaba a adorar a un segundo Dios,nacido de una virgen y ejecutado como un criminal. En lugar delsbado, se guardaba el primer da de la semana, llamndoloprovocativamente da del Seor, como si ste no fuera elsptimo da, elegido especialmente por el Seor. Cmo podanestas personas, tan manifiestamente rebeldes a los mandamien-tos divinos, tener pretensin alguna de ser representantes deDios?

    Los sentimientos judos sobre este asunto pueden reconocersems claramente leyendo la primera acusacin de Trifn contralos cristianos:9

    Esto es lo que ms nos confunde: que vosotros, pretendiendoser piadosos, y suponindoos mejores que los dems, noestis de manera alguna separados de ellos, y no cambiisvuestro modo de vivir con respecto a las naciones, y noobservis ni fiestas ni sbados, y no cumpls con el rito de lacircuncisin y, adems, ponis vuestra esperanza en unhombre que fue crucificado y, aun as, esperis obtener algobueno de parte de Dios aunque no obedecis susmandamientos. No habis ledo que ser cortada de su

    LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 45

    pueblo el alma de todo aquel que no haya sido circuncidadoal octavo da?lO

    La fe juda nunca fue monoltica. En el judasmo internacionalse toleraba una amplia variedad de creencias y de prcticas. Alprincipio, segn parece, no se preocuparon mucho por el hechode que los nazarenos se reuniesen separadamente en lasdiferentes sinagogas. Tal era, despus de todo, la costumbreentre las muchas sinagogas que servan intereses diversos. Perocuanto ms conocan acerca del cristianismo, menos dudas habaen cuanto a que la nueva fe era por completo incompatible conla religin de Israel y que por eso mismo deba ser eliminadadefinitivamente. De all los alborotos relatados en el libro deHechos cuando los primeros misioneros predicaban el evangelioen las sinagogas. De all tambin la persecucin de los judos enJerusaln en el tiempo de Esteban (Hch. 8.1); en Damasco, bajoSaulo de Tarso (Hch. 9.2); en las ciudades asiticas en tiemposdel Apocalipsis (Ap. 2.9-10; 3.9); Y en la muerte de Policarpo enla hoguera, cuando los judos instigaron al procnsul. ll Esto eraperfectamente comprensible. Al margen de la cuestin de suheterodoxia, los cristianos constituan una amenaza puesto que,dondequiera que fuesen, causaban desrdenes. La vida de losjudos era de por s bastante precaria en el ambiente paganocomo para soportar adems estas provo-caciones gratuitas. Porqu deban ser incomodados por estos cristianos perturbadoresde la paz?12 El Papiro de Claudio,l3 conservado en Londres,muestra qu clase de conflictos tuvieron los judos con lospaganos de Alejandra. Y puede haber all un indicio de losproblemas causados por los cristianos, en la alusin de Claudiaa unos judos alborotadores que navegando desde Siria y Egiptodifunden, por as decirlo, una plaga comn por todo el mundo.14Existe una famosa afirmacin de Suetonio segn la cual Claudiaexpuls de Roma a los judos porque estaban causando excesivosdesmanes instigados por un tal Crestus (es decir, Cristo). Estoevidencia, aunque de manera distorsionada, que los cristianosestaban provocando problemas en el gueto.15 En las Antigedades

  • ( 'ELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA46 - LA EVAN, ~

    de los judos, luego de su famoso aunque breve informe sobre loscristianos, Josefa prosigue diciendo: Aproximadamente por esetiempo tambin otra desdichada calamidad puso en desorden alos judos.16 Resulta claro que l consideraba al cristianismosimplemente como otra infeliz amenaza para los judos. Despusde todo, el judasmo era una relgo lcita,17 y constitua unanacin a la que Roma reconoca su derecho a practicar su propioculto. Por qu tenan ellos que tolerar que los cristianos divulga-sen su hereja bajo auspicios judos? Por qu sus privilegios, tanduramente obtenidos, tenan que extenderse a estos malandrinesque no eran pueblo, sino un montn de judos renegados y degentiles crdulos? Acaso los cristianos haban levantado un solodedo para ayudar a la causa nacional de Israel en los oscurosdas de la rebelin juda (66-70 d.e.), o durante la gran rebelinbajo Adriano? No. Por lo tanto, era necesario repudiar porcompleto a los cristianos. Los denunciaran abiertamente en suculto pblico.

    IBLa separacin entre la iglesia y la sinagoga se

    haba vuelto absoluta.

    2. Obstculos grecorromanos

    Para apreciar los problemas de la evangelizacin entre lospaganos durante los tempranos das del Imperio, habr que teneren cuenta cierto nmero de factores.

    Los cultos privados y la religin estatalPrimeramente, el aspecto religioso. Los romanos hacan una

    distincin fundamental entre relgo y superstto. Relgosignificaba la religin oficial; principalmente, la religin delestado romano, vnculo formal entre los seres humanos y losdioses. En el caso de Roma, esta distincin fue concebida envirtud del contrato celebrado entre Numa, el primer sacerdote-rey de Roma, y Jpiter, rey de los dioses. Bajo los trminos deeste contrato, el dios cuidara de la seguridad y el progreso deRoma, mientras que el estado se ocupara de las necesidades del

    LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 47

    dios, proveyendo debidamente para los sacrificios y el culto. Talera el acuerdo. Y la causa primaria de las dificultades surgidasen el siglo que precedi a Augusto resida justamente all: elestado haba dejado de ocuparse de los dioses. En consecuencia,y como castigo, los dioses haban permitido que el estado cayeseen la completa ruina de las guerras civiles. De all elreavivamiento religioso -de corta duracin- hbilmenteaprovechado por la plataforma de Augusto. Este hizo resurgirlos antiguos sacerdocios y las vrgenes vestales. Encabez enpersona el culto oficial en su carcter de pontifex maxmus cuandoel cargo qued vacante en el ao 12 a.e. La importancia queAugusto le atribua a este ttulo est demostrada desde elmomento en que lo acu en su sistema monetario. Los LudSaeculares celebrados en el ao 17 a.e. tenan como propsitosealar la inauguracin de una nueva era en la que la religin y

    19la moral caracterizaran nuevamente a Roma. En la Res GestaeAugusto se jacta de haber reparado no menos de ochenta y dostemplos en Roma, sin omitir ninguno. Una vez ms Romaestaba rindiendo el debido respeto a los dioses; por lo tanto,poda esperarse que ellos ofreciesen nuevamente su proteccinal estado.20

    No era necesario que las personas creyeran en los diosesantiguos. La creencia era un asunto privado. Pero lo que seesperaba era la participacin en el culto oficial. El culto era unasunto pblico y la seguridad del estado dependa de l. Por esoJuvenal, con simpata y entusiasmo, detalla sus propiospreparativos para el sacrificio. Pero se trata de un entusiasmopor la vida de campo que los animales y el lugar del sacrificiosuscitan, y no por los dioses. 21 Acerca de estos ltimos y de susactos, Juvenal escribi as en otra parte: Tales cosas ni los nioslas creen, excepto aquellos que no tienen edad suficiente comopara pagar su moneda por un bao.22 Hasta un hombre comoLucrecio, enemigo declarado de la religin, a la que atacimplacablemente en su De Rerum Natura, era bien conocido porsu participacin regular en el culto de los dioses. La fe no eraimportante, pero el ceremonial y las ofrendas tenan que

  • 48 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    continuar. Tal actitud puede parecer por completo inconse-cuente; sin embargo, estaba arraigada profundamente en elmundo antiguo. Platn, en el siglo 4 a.c., abogando por el tesmole dice a su joven amigo agnstico: Puedo decirte que nadie queen su juventud haya adoptado la opinin de que los dioses noexisten ha continuado as hasta llegar a viejo. Mientras tanto, leaconseja que, aunque no deje de ser agnstico, contineofreciendo oracin y sacrificios, y que tenga cuidado de cometerimpiedad alguna contraria a los dioses!23 Es posible retrocedermucho en el tiempo, pero, aun as, encontraremos que el cultoera algo muy importante.. En su acercamiento a las religiones de otros pueblos, los

    romanos mostraban gran respeto. No estaban dispuestos adeclarar la guerra a ningn dios ajeno. Ms bien tendan aidentificar a la deidad extranjera con alguno de sus propiosdioses que cumpliese la misma funcin o, en caso de no haberningn candidato a la vista, simplemente aadan al pantenromano el dios en cuestin. El reconocimiento mutuo era lo quecaracterizaba la actitud de los romanos y de otras naciones hacialos dioses respectivos. Este sistema funcion bien hasta que seencontraron con los judos, quienes, como acrrimos monotestas,se negaron a permitir que Jehov fuese aadido al panten oidentificado con Jpiter. Jehov era Dios de toda la tierra y a lnicamente adoraran. Tal actitud les pareci muy ridcula yobtusa a los romanos, pues ellos eran gente prctica, verstil ytolerante en materia de religin como en tantas otras cosas.Permitieron pues que los judos fuesen una anomala y adorasena Dios a su propia manera, siempre que estuviesen dispuestos aofrecer oraciones en favor del estado romano. Pero las relacionesse hicieron ms tirantes a medida que fue pasando el tiempo.Despus de la cada de Jerusaln, en el ao 70 d.C., el impuestoque en todo el mundo pagaban los judos para su templo sedestin al culto de Jpiter Capitalino, de manera que, enrealidad, los judos llegaron a ser la nica nacin de todo elImperio a la cual se le impona un tributo por su religin. Pero,as y todo, no se los persigui por su fe. 24

    LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 49

    A qu se debi, entonces, que los romanos se volvieran encontra de los seguidores de Cristo? Por qu no ofrecieron a lanueva fe su tradicional tolerancia religiosa? La respuesta se hallaen la distincin entre religio y superstitio que hemos mencionadoantes. El cristianismo no era una religio. No se poda describirlocomo un vnculo que ligaba a los dioses con ninguna nacin enparticular. El cristianismo era una nueva fe que abarcaba apersonas de todas las razas y trasfondos, tanto brbaras comocivilizadas. Era una superstitio, una creencia privada. Teniendoantecedentes tan desfavorables deba ser juzgada, al igual queotras superstitiones, segn sus mritos.

    La actitud romana hacia las creencias religiosas privadas osuperstitiones, era por completo tolerante a condicin de que ladecencia y el orden pblico no resultasen menoscabados por elculto en cuestin. Las religiones orientales de misterio fueronsubestimadas por proletarias y entusiastas por las clases cultasde la sociedad grecorromana, pero no quedaron proscriptas,aunque quiz algunas de sus manifestaciones ms salvajestuvieron que ser romanizadas. As, por ejemplo, bajo el gobiernode Claudia, el culto de Cibeles se hizo ms aceptable alprohibirse la frentica emasculacin de sus sacerdotes, prcticaque haba conmovido a romanos sensibles como Ctulo yLucrecio. En lo sucesivo, el sumo sacerdote -el archigallus-tendra que ser ciudadano romano y no podra ser un hombrecastrado.

    Cuando los hechos as lo requirieron, otros cultos quedaronbajo prohibicin temporaria. Tal fue el notorio caso de Paulina,distinguida dama romana de la poca de Tiberio, que fue violadaen el templo de Isis por un admirador disfrazado del diosAnubis. Algo as no poda admitirse pese a que el culto de Isistena en Roma un considerable nmero de adherentes.2S Tiberiohizo crucificar a los sacerdotes implicados en esta intriga, manddestruir el templo y la imagen de la diosa fue arrojada al Tber.26Pero no se trataba del culto de Isis como tal, sino de los desmanesque provocaron la ira de las autoridades. El culto pudosobrevivir a ese contratiempo y continu floreciendo.

  • 50 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    Haba, sin embargo, una clase de superstitiones que Roma noestaba dispuesta a tolerar. Eran aquellas cuyos procedimientosnecesariamente implicaban una conducta antisocial o criminal.Consecuentemente, el senado elimin los bacanales ya en pocatan temprana como 186 a.c., y esto no slo por los excesos de susorgas, sino tambin por el perjuicio que este culto extranjeroocasionaba a la religin romana.27 Tiberio hizo de la magia -elconocimiento de la magia negra tanto como su ejercicio- unaactividad pasible de castigo.28 Se daba por sentado, razona-blemente, que nadie que conociese la magia dejara de empleartal conocimiento. El otro ejemplo de proscripcin de unasuperstitio es el de los druidas. Estos eran abiertamente antirro-manos y se les atribua la prctica de sacrificios humanos. Enconsecuencia, fueron perseguidos implacablemente y, bajo elreinado de Augusto, ningn romano poda pertenecer a ellos.Tiberio suprimi el sacerdocio druida y Claudio elimin porcompleto su cultO.29 Por lo menos esa era la intencin, ya que enla prctica la medida no result del todo eficaz. El culto de Bacocreci bastante durante los primeros siglos de la era cristiana. Enlos muros de Pompeya se han descubierto frescos querepresentan una orga bquica. La magia continu practicndoseprofusamente. En El asno de oro, de Apuleyo, obra que data delsiglo 2, hay reiteradas alusiones a las prcticas mgicas. Encuanto a los druidas, un cuarto de siglo despus de la muerte deClaudio todava continuaban promoviendo rebeliones enGermana.3D Casi lo mismo sucedi con el cristianismo. En el ao64 d.C. los cristianos cayeron bajo sospecha de haber provocadoun incendio premeditadamente y, en consecuencia, se lossometi a crueles torturas en los jardines de Nern.31 En losucesivo el ser miembro de una sociedad con reputacin criminaly antisocial podra ser, en cualquier momento, causa suficientepara una accin punitiva por parte del estado. Pero estalegislacin se pona en prctica espordicamente y Roma no tuvoms xito en proscribir el cristianismo que el que tuvo con losotros tres cultos declarados ilegales. Sin embargo, es poco lo quepuede haber ayudado a la causa del evangelio en el mundo

    LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 5 I

    romano el hecho de que su promotor haya sido un grupo cuyascreencias lo haca pasible de persecucin. Treinta aos despusde haberse fundado la nueva fe, unirse a los cristianos significabacortejar al martirio.

    Tres factores que ayudaron a los cristianosHubo, no obstante, tres factores que se combinaron para dar

    al cristianismo un lugar cada vez mayor. En-R~l!!gr lugar, losromanos no contaban con reglas legales estrictas de rpidaapliCaCin paragobernar las proviTIeIas.-Tci-administracin-dejustidaen ultramar era asumidapo?el procnsul o procuradorque gobernaba la provincia y a ste no se le requera elevar losasuntos a Roma para su decisin ni tampoco se lo obligaba aseguir las costumbres romanas. Adems, en Roma misma noexista un procedimiento especfico para entender en las causasjudiciales correspondientes a la mayora de los delitos. Lallamada ordo judiciorum publicorum o lista de cortes nacionales32se ocupaba de algunos de los crmenes ms graves y estabaespecialmente relacionada con la clase social alta, mientras quelos delitos cometidos por personas comunes eran examinadospor el prefecto de la ciudad o por los pretores elegidosanualmente. De cualquier manera, los delitos religiosos no caandentro de la esfera de la ordo y, por consiguiente, tenan que serjuzgados por el magistrado conforme a su criterio personal.Ellos administraban justicia mediante cognitio personal ydeterminaban su propia sentencia/3 lo que significaba que, alfaltar una ley general que proscribiera el cristianismo en todo elImperio,34 no haba uniformidad alguna en cuanto al tratamientoque reciban los cristianos. Plinio pudo utilizar su posicin legalpara tomar conocimiento de los cristianos. Galin pudo, porigual motivo, utilizar la suya para rehusarse a intervenir en elcaso. El asunto dependa nicamente de la discrecin personal.Es as como, por ejemplo, Tertuliano dirige su splica a Scapula,procnsul del Africa, y no al emperador.35 El remedio para cadasituacin quedaba dentro del arbitrium del gobernador.

  • 52 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA

    Un segundo factor protega a los cristianos. En las }Jrovinciasdel Imperio la atribucin de atender.!sJs casos ypronunci~rsentencia capital perteneca nicam~nte al procnsl.ll.36 Talfacultad no poda delegarse, aunque el procnsul tena la opcinde seleccionar un cuerpo o junta de provinciales para quecolaborasen con l en la administracin de justicia.37

    En tercer lugar, los procedimientos procesales de la leyromana favorecan a los cristianos. Como no haba fiscal pblico,los cargos tenan que ser formulados y fundamentados por unacusador privado. Por algn tiempo, durante los mandatos deTiberio y Domiciano, se admitieron las denuncias annimas, peroresultaron tan impopulares y tan ajenas a las costumbres roma-nas, que Trajano debi suprimirlas enseguida. Este emperadorle dijo expresamente a Plinio -quien le haba escrito pidindoleinstrucciones para encarar el problema de los cristianos- que nodeban admitirse alegatos annimos como evidencia.38 Era asuntomuy serio presentar una acusacin oficial ante un procnsul. Sise comprobaba la inexactitud de la denuncia, el responsablepoda hacerse acreedor a gravsimas penalidades. Estos factoresse combinaron para proteger a la mayora de los cristianosdurante un tiempo lo suficientemente prolongado como para quela iglesia pudiese establecerse a lo ancho y a lo largo de todo elImperio.

    Tal era, en sntesis, la posicin oficial. Sin embargo, en laprctica la situacin se complicaba por un cierto nmero defactores. Por un lado, los cristianos eran confundidos frecuen-temente con los judos de los cuales haban surgido, y los judosgozaban de la proteccin oficial del estado. Es casi seguro que losmotines ocurridos en el barrio judo bajo el reinado de Claudia,que Suetoni039 atribuye impulsare Cresto, hayan sido en realidadel resultado de la creciente conciencia de s mismos de los judoscristianos residentes en Roma. La severa denuncia de Claudiasobre los disturbios ocurridos en Alejandra debido al arribo dejudos procedentes de Siria y Egipto puede muy bien reflejar unaconfusin similar entre cristianismo y judasmo.40 Cualquierapuede pensar que el incendio de Roma dej bien en claro la

    LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 53

    diferencia entre judos y cristianos (y ms estando alli Papea paraprecisar la distincin). Sin embargo, en el ao 70 d.C. Tito podaopinar que la destruccin de Jerusaln sera un medioinvalorable para deshacerse tanto de la religin cristiana como dela juda porque, aunque eran hostiles entre s, ambas habansurgido de la misma raz -los cristianos del judasmo- y unavez que la raz hubiese sido extrada, el tallo pronto perecera.41Esta era la esperanza de un general bien versado en la cuestinjuda, pero su esperanza result vana, por cierto. La cada deJerusaln no tuvo efecto alguno sobre la difusin del cristia-nismo, por lo menos en el mundo pagano. Pero si un expertocomo Tito poda estar tan equivocado, no puede sorprendemosque muchos gobernantes de menos experiencia supusieran queel cristianismo era una rama del judasmo y, por consiguiente,acreedor a la tolerancia imperial.42 Este tipo de confusin noaadi ninguna popularidad a los cristianos, pero en cambio ssir