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Depósito Legal: NA3220/2010 ISSN: 2172-4202

NÚMERO 76, ENERO 2017 FUNDACIÓN ARISTA

FUNDACIÓN ARISTA REVISTA ARISTA DIGITAL

ISSN: 2172-4202 Depósito Legal: NA-3220/2010



ÍNDICE

1. Reorganización de los espacios de juego en el recreo…………………………………………….3



Desde el punto de vista de la coeducación y la igualdad, la reorganización de dichos espacios es relativamente sencilla si lo comparamos con otros aspectos como pueden ser la producción del material didáctico o los cambios curriculares.

Es por ello que vemos la necesidad de fomentar iniciativas respecto a la modificación de espacios que posibiliten la igualdad de oportunidades tanto para los niños como para las niñas.

Contenido

Introducción ¿Qué entendemos por recreo escolar? El espacio: concepto Legislación vigente Propuesta de intervención en el espacio escolar Páginas Web interesantes Conclusiones Bibliografía

AUTOR: Roberto Arrarte Jayo CENTRO TRABAJO: CPEIPS Santa María ISSN: 2172-4202

REORG ANIZ ACIÓN DE LO S ESP ACIOS DE JUEGO EN EL RECREO

INTRODUCCIÓN

Si nos fijamos un momento en los espacios comunes de nuestros colegios, podemos apreciar una distribución sexista de los mismos donde normalmente, y teniendo el fútbol como actividad principal, sitúa al niño en el espacio central y arrincona en las esquinas al resto del alumnado, especialmente a las niñas.

Las actividades realizadas en cada espacio son, en consecuencia, valoradas de manera diferente: Los niños emplean su tiempo a actividades socialmente valoradas, como el deporte y, principalmente, el fútbol. Las niñas, en cambio, dedican su tiempo a actividades que no están tan valoradas (saltar a la goma, bailar, cantar, hablar...)

Han pasado varias décadas desde la introducción de la educación mixta en nuestras escuelas, pero como podemos apreciar, apenas han variado los espacios de juego.

Desde el punto de vista de la coeducación y la

1/01/2017Número 76



¿QUÉ ENTENDEMOS POR RECREO ESCOLAR? Antes de introducirnos en la complejidad de diseñar, planificar y reorganizar los espacios de recreo, es conveniente aclarar el concepto de recreo. En primer lugar ¿qué entendemos por recreo? Pellegrini y Smith (1993) definen recreo como un rato de descanso para el alumnado, típicamente fuera del edificio. En comparación con el resto del día escolar, el recreo es un tiempo en el que gozan de más libertad para escoger qué hacer y con quién. Según Humberto Gómez (1995; citado por Pérez y Collazos, 2007) el recreo es un lapso de tiempo en el cual los escolares realizan espontáneamente actividades recreativas por gusto y voluntad propias y que merecen una esmerada atención por parte de los maestros de la institución. Chaves (2013), por su parte, cita “El recreo permite el desarrollo integral del alumnado ya que no sólo implica movimiento y actividad física, sino que pone en interacción al sujeto con los demás compañeros y compañeras de la escuela contribuyendo a su socialización. El recreo, en contraposición al aula, significa libertad” Nuestra práctica docente y la experiencia acumulada nos dice que, durante el tiempo de recreo, los alumnos y alumnas interactúan entre ellos, aprenden a negociar, a ceder, a jugar en equipo, a ganar y perder de forma libre, etc. El recreo es un elemento socializador muy importante dentro de la jornada escolar, ya que es el lugar donde los niños y niñas empiezan a practicar sus habilidades sociales, su afectividad y su empatía. Se aprende a compartir, se tiende a superar la timidez y a expresarse con propiedad, a trabajar en equipo y a participar en proyectos comunes. Además, es un momento perfecto para desarrollar su imaginación, inventar juegos y sus propias reglas, desempeñar distintos papeles y hacerlo, sobre todo de forma colectiva. Por otro lado, durante este tiempo, alumnos y alumnas están en constante movimiento, lo que les aporta importantes beneficios para su salud. Así mismo, tienen que ir aprendiendo de sus propios errores y creciendo como personas, poco a poco son más capaces de resolver conflictos. Conflictos como el que ha experimentado Pedro, cuando otro compañero de cuarto curso le ha amenazado, empujado y quitado tres de sus cromos. Numerosos estudios, entre los que destaca el de Ortega (1994) demuestran que es durante este espacio temporal cuando se producen las situaciones de maltrato y conflictos entre iguales.



EL ESPACIO Podemos definir el espacio como un área física delimitada por:

- Las actividades que se realizan en ella.

- Las personas que la ocupan.

- Los elementos que la delimitan.

- Los elementos o contenidos simbólicos que le asignamos.

Al mismo tiempo, el espacio condiciona…

- El rol que desempeñan las personas.

- La conducta y actitudes de las personas.

- Las actividades que se realizan.

- El significado de las actividades que se realizan.

Sin duda, el espacio sirve para dividir, para categorizar: las niñas allí, los niños aquí. El espacio nos habla de divisiones sociales, de jerarquías, de fronteras entre grupos de personas. Analizando el espacio, podemos descubrir las desigualdades de una sociedad.

Volviendo al caso que nos ocupa, si el espacio de recreo está ocupado en su mayoría por un campo de fútbol, lo estamos limitando a un tipo de actividad realizada mayoritariamente por los niños. Además, al dar al fútbol tal centralidad, se dejan de valorar otras actividades (por ejemplo, las que realizan las niñas) y consecuentemente, se las excluye de un espacio muy valorado.



La realidad nos dice que, detrás del diseño de un espacio y quizás de manera inconsciente, siempre hay una concepción con respecto a su uso. Para darnos cuenta de esas diferencias, debemos de hacer una observación sistemática que niños y niñas hacen del espacio escolar.

LEGISLACIÓN VIGENTE Según el Real Decreto 132/2010, de 12 de febrero, referente a los requisitos de instalaciones comunes a todos los centros que impartan la Educación Primaria, la Educación Secundaria obligatoria y/o el Bachillerato deberán estar provistos de al menos: Un patio de recreo, parcialmente cubierto, susceptible de ser utilizado como pista polideportiva, con una superficie adecuada al número de puestos escolares. En ningún caso será inferior 900 metros cuadrados. Además, se establece que, si el centro cuenta con alumnado de segundo ciclo de Educación Infantil, éste deberá contar con un patio de juegos, de uso exclusivo del centro, con una superficie adecuada al número de puestos escolares autorizados y nunca inferior a 150 metros cuadrados para cada seis unidades o fracción, con horario de utilización diferenciado en el caso de que se escolaricen alumnos de otras etapas educativas. Como podemos apreciar, dicho decreto describe someramente las características que deben poseer los espacios comunes. En cambio, la Orden de 5 de agosto de 2008 que desarrolla el currículo de Educación Infantil de Andalucía establece que “Todos los espacios de la escuela infantil deben considerarse potencialmente educativos. Los profesionales de la educación deberán planificar intencionalmente los distintos lugares y espacios del recinto escolar, por lo que todos los criterios y opciones planteadas deben afectar al conjunto de espacios interiores y exteriores con que contamos...” “Especial importancia se concede al espacio exterior, que deberá ir adquiriendo en nuestras escuelas un creciente protagonismo. El potencial educativo de este lugar, el tipo de actividades que en él suelen realizar los pequeños, el tiempo que permanecemos en el patio los modos de interacción que permite y potencia, etc. Los convierten en un escenario privilegiado de crecimiento y desarrollo para los niños y niñas y de observación para sus educadores”. Como vemos, el nuevo currículo de Educación Infantil de Andalucía pone de manifiesto una serie de cambios que benefician y deben activar una renovada visión sobre la intervención educativa con los más pequeños. El sentido que se le otorga al espacio exterior camina hacia un espacio funcional para el desarrollo de los niños y niñas, además de ser una fuente rica de información para guiar nuestro trabajo día a día.



PROPUESTA DE INTERVENCION EN EL ESPACIO ESCOLAR A partir de la bibliografía existente, se han elaborado una serie de propuestas con las que se pretende alcanzar los siguientes objetivos: -Mejorar la coeducación. -Potenciar la participación activa del alumnado y la toma de decisiones en la vida escolar. -Aumentar la participación de las alumnas en los recreos. -Atender a la diversidad de intereses, necesidades, motivaciones y capacidades del alumnado -Hacer un uso más justo y democrático de los espacios escolares -Prevenir conflictos entre los educandos, aportándoles recursos para afrontarlos pacíficamente. -Ofrecer alternativas de ocupación del tiempo libre. -Integrar al alumnado con riesgo de exclusión social. -Regular la conducta de manera más eficaz. -Mejorar las relaciones interpersonales. -Educar en el conflicto aprendiendo a dialogar, ser comprensivo, tolerante, etc. -Promover y enseñar al alumnado a asumir responsabilidades. -Mejorar las habilidades sociales del alumnado.

Propuesta: La propuesta que se presenta a continuación pretende ser un punto de partida que puede ser complementado con aportaciones imaginativas, variadas y ajustadas a las circunstancias de cada centro. Está dividida en varias partes:

a) Realizar un diagnóstico de situación

En esta primera fase debemos realizar una observación de los eventos, y de las conductas del alumnado sin olvidar los espacios en los que se producen. Podemos valernos de planos del colegio, observaciones directas, entrevistas con profesorado, alumnado, padres...

Se pueden realizar una serie de preguntas al alumnado con el fin de definir cuál sería el recreo ideal: ¿a qué te gustaría jugar durante el recreo?, ¿cómo te gustaría que fuera el recreo?, ¿qué es lo que más te gusta de la escuela? A partir de las respuestas a estas cuestiones, el recreo se convierte en uno de los escenarios más deseados del colegio, en el cual interactúan diferentes maneras de ser, pensar y comportarse. Por eso, surge la idea de hacer de los recreos momentos más divertidos, donde exista “algo que hacer”, y no un “a ver qué hago”. Se trata de hacer de este tiempo un juego, y de éste una aventura motriz en la que cada sujeto, voluntariamente, participe y pueda tener las máximas vivencias y experiencias educativas.



Si nos paramos un momento a observar el uso que niños y niñas le dan al espacio escolar, vemos una realidad que se repite en la mayoría de nuestras escuelas. Pero no por ello deja de ser preocupante, sino todo lo contrario. Entre otras, destacan:

- En espacios centrales, los chicos realizando actividades con balón (principalmente fútbol, y en menor medida, baloncesto.)

- En esquinas y zonas residuales, las chicas y algunos chicos que no les gusta el fútbol realizando actividades sin balón (persecuciones, carreras, peonza, saltar a la cuerda, escondite, bailar, cantar, jugar a cromos, hablar ...)

b) Diseñar el espacio de recreo

Con el diagnóstico en nuestras manos, y con el fin de diseñar nuestro espacio de recreo, debemos plantearnos una serie de preguntas: ¿Cómo diseñamos? ¿qué hay que tener en cuenta? ¿qué pretendemos? Al realizar el diseño de nuestro patio de recreo, podemos tener en cuenta las siguientes sugerencias:

- Canchas sin delimitaciones, zonas polivalentes de juego, no estructurado, no estereotipado, alternativo, estimulante y atractivo para el alumnado.

- Parques naturales y circuitos, donde los niños puedan correr, saltar, escalar, trepar.

- Zonas de reunión, para charlar, relajarse … - Zona de juegos populares (rayuela, tres en raya, las cuatro esquinas,

chapas, …) - Zonas cubiertas, para aquellos días en que el tiempo no acompañe,

para realizar actividades físicas, juegos…



- Espacios de interior, donde poder leer, hacer teatros, escuchar música, bailar, jugar a juegos de mesa.

- Facilitar materiales móviles que permitan un uso polivalente y flexible de los espacios (porterías, canastas, postes de vóley, …)

- Zona o almacén donde poder coger y guardar el material específico para realizar las diversas actividades.

- Transformar los espacios de cemento en lugares más agradables, introduciendo zonas verdes, madera, caucho, arena …

c) Uso del espacio

Lo principal es lograr un uso equitativo de los espacios, de tal manera que tanto chicos como chicas, grandes y pequeños, puedan hacer uso de los mismos. Aspectos que pueden ayudarnos a lograr un uso más a tener en cuenta:

- Pautar el tiempo de uso de forma que todo el alumnado tenga las mismas oportunidades.

- Valorar de la misma manera todas las actividades (tiene el mismo valor el fútbol, que saltar a la comba).

- Introducir juegos cooperativos, alternativos, mixtos, tradicionales, cuentos, teatros, bailes…

- Tratar de hacer grupos no muy grandes, para fomentar la participación del alumnado y que todos disfruten de la actividad.

- Algunas actividades o juegos pueden ser previamente trabajados en clase de Educación Física, de tal forma que los propios niños y niñas puedan participar sin la ayuda de un adulto.

- Contar con la figura de un dinamizador sería fantástico, especialmente al principio de curso. Más adelante, una vez que las actividades estén asentadas, se puede nombrar responsables de grupo que pueden desempeñar dicha labor.

d) Material

Utilización de materiales no convencionales, material no estructurado, es decir, que no tenga un fin concreto, que se pueda utilizar de manera creativa, que suponga un descubrimiento, que no sea sexista, material alternativo, reciclado (que haya sido transformado por los propios alumnos). Material obtenido en la naturaleza (piedras, palos, ramas, piñas, conchas…)

Por otra parte, esta propuesta de intervención puede ser complementada con los modelos de recreo que presentamos a continuación:



Recreo dirigido: Los docentes realizan con sus alumnos juegos previamente seleccionados con un objetivo específico, procurando que se proporcionen oportunidades y experiencias de aprendizaje que sean significativas para todos los alumnos, y transformando el patio de recreo en un espacio que mejora la convivencia. En el recreo dirigido el alumnado es distribuido en pequeños grupos, que rotan semanalmente por un circuito de actividades que los docentes han preparado de acuerdo a los juegos, condiciones y disposiciones del centro escolar. El patio se divide en zonas o espacios, en los cuales puede haber actividades culturales, artísticas, creativas, de fundamento deportivo, de motricidad gruesa y/o fina, de expresión corporal, de integración grupal, de comunicación, de resolución de problemas, incluso pueden ser juegos relacionados con la prevención de riesgos, u otros de interés del grupo de docentes y de los estudiantes que seleccionen los juegos. En principio se aconseja organizarlo una vez a la semana, tratando que sea siempre el mismo día, obviamente a la hora del recreo, de tal manera que se convierta en una rutina estimulante del gusto de todos y todas. Si los grupos son de diferente edad, adecuar la intensidad-habilidad-duración de las actividades. Recreo orientado: En el recreo orientado el alumnado tiene un papel más espontáneo ya que tiene la posibilidad de escoger las actividades a realizar, las cuales han sido previamente acordadas por los docentes y los propios alumnos. Las actividades pueden ser no sólo de índole deportivo y lúdico sino también artísticas, culturales, creativas, etc. Recreo supervisado: El docente se vuelve un líder organizado y orientador de los alumnos, para que guarden un mutuo respeto desde una perspectiva integradora que ponga de manifiesto la espontaneidad de los alumnos. Recreo libre

El juego libre es individual y autónomo, donde los lugares y espacios son elegidos por los sujetos (niños y niñas) y se desarrollan tanto en forma personal o con los otros. Este tipo de juegos tiene un sentido espontáneo e imaginario y cuando existen reglas son impuestas por los propios jugadores.

Sea cual sea el modelo de recreo utilizado, siempre que la actividad sea una novedad para el alumnado, es recomendable que previamente se haya practicado en las clases de Educación Física. Por eso, para una correcta organización de los patios, el/la especialista en Educación Física debe ser quien coordine dicha planificación junto con la implicación del resto del Claustro. Como norma general, las actividades deben estar organizadas de forma abierta, y ser



coeducativas y lúdicas; evitándose en la medida de lo posible los juegos de carácter competitivo. Respecto al profesorado que vigila el patio, éste deberá continuar velando por la seguridad del alumnado, únicamente deberán conocer las zonas de juegos y las normas de funcionamiento para garantizar su cumplimiento.

PÁGINAS WEB INTERESANTES

https://www.playlsi.com/en/playground-planning-tools/plan-your-playground

http://www.tierraenlasmanos.com/reformar-patio-escuela-en-espacio-

educativo/

http://www.ayudaparamaestros.com/2016/04/ideas-para-convertir-el-patio-de-tu.html

http://rejuega.com/blog/juego-aprendizaje/juego-educativo/ideas-para-crear-patios-de-escuelas-que-inviten-a-jugar-libremente-y-aprender/

http://www.play-scapes.com/

http://duncanandgrove.com/

http://www.pentagonplay.co.uk/news-and-info/is-your-playground-ready-fro-the-new-school-year



CONCLUSIONES La manera en la que se organiza un espacio condiciona su uso. Cuando un patio está diseñado de tal manera que prevé y respalda que los niños utilicen más espacio, o los espacios más centrales o importantes, y las niñas los más marginales, está transmitiendo y reforzando determinados modelos de comportamiento. Cualquier observador puede percatarse de la diferente utilización que niños y niñas le dan al patio de recreo. Las desigualdades entre ellas y ellos en su uso son flagrantes. Por ello, es fundamental una reorganización de los espacios de juego en el recreo. Además, el espacio exterior como elemento importante de la escuela, sirve como instrumento para la socialización y la individualización, entendiendo la socialización como un proceso por el cual el niño se incorpora al grupo social en que vive y presenta una doble dimensión: el sujeto recoge información que le permite adaptarse al contexto, y el sujeto a su vez emite determinadas formas de actuar con las que participa en la definición del colectivo al que se inserta. En definitiva, hay que darle una revaloración al espacio- tiempo de recreo, no sólo por los beneficios psicológicos y físicos que aporta al alumnado, sino por las ventajas educativas que se pueden extraer de él. Por ello, cabría darle más importancia a este tiempo como un medio a través del cual trabajar la convivencia entre los discentes, pues por medio de la realización de actividades planificadas, se fomenta el compañerismo, la cooperación, la responsabilidad, el respeto a las normas, el cuidado de material. También, se reducen las discriminaciones por género entre el alumnado (potenciando la coeducación), se favorece la participación, además de inculcar hábitos de higiene, salud y de comportamiento. En este estudio, se concluye que la administración escolar no debe verse ajena a la realidad de nuestros patios escolares y debe favorecer un proyecto que abarque la reorganización de los espacios de tal manera que se logre un uso más igualitario y más justo para todo el alumnado. Así mismo, debe de promover un proyecto que permita concatenar lo que se aprende en el aula, con las vivencias que se dan en los espacios de recreo, permitiendo a todos y a todas poder expresarse libremente en ese espacio tan importante como es el recreo. Como docentes debemos asumir que el recreo forma parte de la jornada lectiva y por ello debemos incidir en él, debiéndole sacar un rendimiento pedagógico.



BIBLIOGRAFÍA

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Burción, S. (2015). El recreo libre y el recreo dirigido. Comparación de las

conductas del alumnado para la mejora de la convivencia. Trabajo fin de grado. Universidad de Valladolid.

Gutiérrez Toca, Manuel (2014). Juegos Ecológicos con ruedas y otros objetos. Editorial INDE. Barcelona

Cantó, R. y Ruiz, L. M. (2005) Comportamiento motor espontáneo en el Patio de Recreo Escolar: Análisis de las diferencias por género en la ocupación del espacio durante el recreo escolar. Revista Internacional de Ciencias del Deporte. 1 (1), 28-45.

Pellegrini, A.D,y Davis, P.L. (1993). Relation between children’s playground and classroom behaviour. British Journal of educational psychology, 63 (1), 88-95.

Tortosa Ybáñez, M.T. (2007). Plan de actuación para la mejora de los tiempos libres y de recreo. Universidad de Alicante. Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica.

Jarret, O. y Waite-Stupiansky, S. (2009). Recess –It’s indispensable! (Play Policy and Practice Interest Forum, NAEYC).

Pérez, L. y Collazos, T. (2007). Los patios de recreo como espacios para el aprendizaje en las instituciones educativas. Sedes Pablo Sexto en el municipio de Dosquebradas. Universidad tecnológica de Pereira. Colombia.

Real Decreto 132/2010, de 12 de febrero. Boletín Oficial del Estado, 62, de 12 de marzo 2010.

Structured vs Unstructured Recess.https://peacefulplaygrounds.com/unstructured-recess/ (consultado: 29 de septiembre de 2016)



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