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 Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17 [1915-17])

Conferencias de Introducción Al Psicoanálisis - Freud

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Sigmund Freud, nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg (Moravia) y puede ser considerado el padre del psicoanálisis, abordaje terapéutico cuyo origen suele tener como fecha de referencia la aparición de su primera obra de envergadura La interpretación de los sueños (la primera edición es de 1900), la publicación de Freud y Breuer acerca del famoso caso de Anna O., o el año 1895, que corresponde a Estudios sobre la histeria, escritos estos que son el acta de nacimiento de dicho abordaje.

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  • Conferencias de introduccin al psicoanlisis (1916-17 [1915-17])

  • Introduccin

    Vorlesungen zur Einfhrung in die Psychoanalyse

    Ediciones en alemn

    1916 Parte I (publicada separadamente), Die Fehlleis-tungen. Leipzig y Viena: Heller.

    1916 Parte II (publicada separadamente), Der Traum. La misma editorial.

    1917 Parte III (publicada separadamente), Allgemeine Neurosenlehre. La misma editorial.

    1917 Las tres partes en un tomo. La misma editorial, viii + 545 pgs.

    1918 2? ed. (con ndice y lista de cuarenta correcciones). La misma editorial, viii -f- 553 pgs.

    1920 3? ed. (reimpresin corregida de la anterior). Leip-zig, Viena y Zurich: Internationaler Psychoanalytis-cher Verlag, viii + 553 pgs.

    1922 4? ed. (reimpresin corregida de la anterior). La misma editorial, viii + 554 pgs. (Tambin las par-tes II y III, publicadas separadamente bajo los t-tulos Vorlesungen ber den Traum y Allgemeine Neurosenlehre.)

    1922 Edicin de bolsillo (sin ndice). La misma editorial, iv -f 495 pgs.

    1922 Edicin de bolsillo (2? ed., corregida y con ndice). La misma editorial, iv -f- 502 pgs.

    1924 GS, 7, 483 pgs. 1926 5? ed. (reimpresin de GS). Leipzig, Viena y Zurich:

    Internationaler Psychoanalytscher Verlag, 483 pgs. 1926 Edicin de bolsillo (3? ed.). La misma editorial. 1930 Edicin en octavo. La misma editorial, 501 pgs. 1933 (Con licencia.) Berln: Kiepenheuer, 524 pgs. 1940 GW, 11, 495 pgs. 1969 SA, 1, pgs. 33-445.

    Vorrede zur hebrischen Ausgabe

    1934 GS, 12, pgs. 383-4. 1950 GW, 16, pgs. 274-5.

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  • Traducciones en castellano *

    1923 Introduccin a la psicoanlisis. BN (17 vols.), 4 (partes I-II) y 5 (parte III) . Traduccin de Luis Lpez-Ballesteros.

    1943 Igual ttulo. EA, 4 (partes I-II) y 5 (parte III). El mismo traductor.

    1948 Igual ttulo. BN (2 vols.), 2, pgs. 59-300. El mis-mo traductor.

    1953 Igual ttulo. SR, 4 (partes I-II) y 5 (parte III). El mismo traductor.

    1967 Introduccin al psicoanlisis. BN (3 vols.), 2, pgs. 151-392. El mismo traductor.

    1972 Lecciones introductorias al psicoanlisis. BN (9 vols.), 6, pgs. 2123-412. El mismo traductor.

    1955 Prlogo para la edicin hebrea. SR, 20, pgs. 193-4. Traduccin de Ludovico Rosenthal.

    1968 Igual ttulo. BN (3 vols.), 3, pgs. 320-1. 1972 Igual ttulo. BN (9 vols.), 6, pg. 2123.

    Este libro tuvo una circulacin ms vasta que cualquier otra obra de Freud, salvo quiz la Psicopatolcga de la vida cotidiana (1901b).1 Tambin se caracteriza por la cantidad de errores de imprenta. Como se indica en la nmina de edi-ciones, cuarenta fueron corregidos en la segunda, de 1918; pero haba muchos ms, y en las sucesivas ediciones puede observarse una cantidad considerable de leves variantes en el texto.**

    La fecha real de publicacin de las tres partes no es clara. La primera parte estaba con seguridad a la venta antes de fines de julio de 1916, como se desprende de una mencin de Freud en una carta a Lou Andreas-Salom, del 27 de

    * {Cf. la Advertencia sobre la edicin en castellano, supra, pg. xi y n. 6.}

    1 Las Conferencias fueron por cierto las ms traducidas de todas

    las obras de Freud. En vida de este aparecieron, adems de las tra-ducciones al ingls (Nueva York, 1920, sin indicacin de traductor; Londres, 1922, trad, por Joan Riviere; 2' ed. rev., 1929), versio-nes en holands (1917), francs (1922), italiano (1922), ruso (1922-23), espaol (1923), japons (1928), noruego (1929), he-breo (1930), hngaro (1932), servio-croata (1933), chino (1933), polaco (1935) y checo (1936). Probablemente haban aparecido tam-bin para entonces en portugus, sueco, y luego en rabe.

    ** {La presente versin ha sido traducida, como se aclara en la Advertencia (supra, pg. x y . 4) de las GW; el texto es idn-tico al de los CS. En las notas de Strachey se consignan las diver-gencias ms importantes respecto de las versiones anteriores.}

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  • julio de 1916 (cf. Freud, 1960a). En la misma carta dice que la segunda parte est a punto de aparecer. Una misiva de Freud a Abraham del 18 de diciembre de 1916 sugiere que en realidad no apareci hasta fin de ao. (Cf. Freud, 1965a.) La tercera parte parece haberse publicado en mayo de 1917.

    El ao acadmico de la Universidad de Viena se divida en dos partes: un perodo (o semestre) de invierno, de oc-tubre a marzo, y uno de verano, de abril a julio. Las confe-rencias fueron dictadas por Freud en dos perodos de invier-no sucesivos, durante la Primera Guerra Mundial: 1915-16 y 1916-17.2 En el segundo tomo tie la biografa de Jones (1955, pgs. 245 y sigs.) podr encontrarse una descripcin completa de las circunstancias que llevaron a su publicacin.

    Aunque la pertenencia de Freud a la Universidad de Viena haba sido slo perifrica como l mismo lo seala en el Prlogo a las Nuevas conferencias de introduccin al psicoanlisis (1933a), pronunci all muchas series de conferencias, desde la poca de su nombramiento como Pri-vatdozent {docente adscrito} en 1885 y como Professor Ex-traordinaria {profesor asociado} en 1902. De ellas no se ha conservado registro, aunque pueden encontrarse algunos relatos, por ejemplo de Hanns Sachs (1945, pgs. 39 y sigs.), Theodor Reik (1942, pgs. 19 y sigs.) y Ernest Jones (1953, pgs. 375 y sigs.). Freud decidi que la serie iniciada en el otoo de 1915 sera la ltima, y acord su publicacin a sugerencia de Otto Rank. En el Prlogo ya citado a las Nuevas conferencias, Freud nos dice que la primera mitad de las anteriores vale decir, las que aqu presentamos fueron improvisadas, y volcadas al papel inmediatamente despus, y que las de la segunda mitad fueron redactadas ese ao {1916} en las vacaciones de verano, en Salzburgo, y pronunciadas con fidelidad literal en el invierno siguiente. Agrega que en esa poca todava posea una memoria fono-grfica, ya que por ms que sus conferencias fueran pre-paradas con sumo cuidado, las pronunciaba directamente, sin leerlas,3 y por lo comn sin utilizar anotaciones. Hay acuer-do general acerca de su tcnica de conferenciante: nunca

    2 Segn Ernest Jones, la conferencia inaugural fue dictada el 23

    de octubre de 1915; pero segn una noticia contempornea (Int. Z. Psychoan., 3, pg. 376), lo fue el 16 de octubre. Hay consenso en el sentido de que las conferencias se dictaron los das sbado.

    3 Se ha registrado una nica excepcin a esta regla, en el caso de

    su artculo para el Congreso de Budapest (1919a); cf. Jones (1953, pg. 375.).

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  • era retrico y su tono era el de una conversacin tranquila e incluso ntima. Pero no debe suponerse por ello que fuera descuidado o desordenado. Sus conferencias tenan casi siem-pre una forma definida cabeza, cuerpo y cola y a me-nudo podan dar al oyente la impresin de poseer una uni-dad esttica.

    Se ha dicho (Rek, 1942, pg. 19) que a Freud le dis-gustaba dar conferencias; pero es difcil conciliar esto, no slo con la cantidad de conferencias que dict en el curso de su vida, sino con el hecho de que una proporcin notable-mente alta de su obra impresa tiene la forma de conferencias. Sin embargo, hay una explicacin posible para esta incohe-rencia. El examen muestra que las obras que aparecen bajo esa forma son sobre todo las expositivas: por ejemplo, la temprana conferencia sobre La etiologa de la histeria (1896c), otra algo posterior Sobre psicoterapia (1905a), y tambin, por supuesto, las Cinco conferencias dictadas en Estados Unidos (1910

  • de todo, no era ms que una extensin de una caracterstica esencial en la tcnica del mismo psicoanlisis.

    Las Conferencias de introduccin al psicoanlisis pueden considerarse con justicia como un inventario de los puntos de vista de Freud y de la posicin del psicoanlisis en la poca de la Primera Guerra Mundial. Las secesiones de Adler y Jung eran ya historia pasada, el concepto del narcisismo databa de varios aos atrs, el clebre historial clnico del Hombre de los Lobos haba sido escrito (con excepcin de dos pasajes) un ao antes de que comenzaran las Confe-rencias, aunque se public despus. Tambin la gran serie de artculos metapsicolgicos sobre aspectos fundamenta-les de la teora haba quedado terminada pocos meses antes, aunque slo tres de ellos estaban publicados. (Dos ms se publicaron poco despus de las Conferencias, pero los siete restantes desaparecieron sin dejar huellas.) Estas ltimas ac-tividades (y, sin duda, tambin la preparacin de estas Con-ferencias) se vieron facilitadas por la disminucin del tra-bajo clnico de Freud, impuesta por la guerra. Aparente-mente se haba alcanzado una divisoria de aguas y pareca llegado el tiempo para hacer un alto. Pero en realidad se estaban gestando nuevas ideas creativas, que habran de ver la luz en Ms all del principio de placer (1920g), Psicolo-ga de las masas y anlisis del yo (1921c) y El yo y el ello (1923&). Por cierto, no debe trazarse una lnea demarcatoria demasiado ntida. Ya pueden detectarse aqu, por ejemplo, indicios de la nocin de compulsin de repeticin (cf. 16, pg. 251), y son evidentes los comienzos del anlisis del yo (cf. 16, pgs. 384 y 389), mientras que las dificultades res-pecto de los mltiples sentidos del trmino inconciente (cf. pg. 208.) estn allanando el camino para la nueva versin estructural de la psique.

    En su Prlogo a estas Conferencias, Freud habla algo despectivamente acerca de la ausencia de novedad en su contenido. Pero nadie, por familiarizado que est con la li-teratura psicoanaltica, corre el riesgo de aburrirse al leerlas, ni dejar de encontrar en ellas muchas cosas que son inha-llables en otra parte. Las elucidaciones sobre la angustia (25* conferencia) y sobre las fantasas primordiales (24? confe-rencia) que el mismo Freud destaca, como material nuevo, en su Prlogo no son las nicas que podra haber men-cionado. El resumen del simbolismo, en la 10? conferencia, es probablemente el ms completo que haya producido. En ningn otro lugar ofrece una sntesis tan clara de la forma-cin de los sueos como en las pginas finales de la 14? conferencia. No hay comentarios ms lcidos sobre las per-versiones que los ofrecidos en las conferencias 20? y 21?. Por

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  • ltimo, el anlisis de los procesos de la terapia psicoanaltica, en la 28* conferencia, no tiene parangn. Y aun all donde los temas pareceran muy trajinados (p. ej., el mecanismo de las operaciones fallidas y de los sueos), se los aborda desde direcciones inesperadas, arrojando nueva luz sobre lo que podra haber resultado un terreno deprimentemente fa-miliar. Las Conferencias de introduccin al psicoanlisis se han hecho cabales merecedoras de su popularidad.4

    James Strachey

    4 Debido a su propia naturaleza, estas conferencias tocaron gran

    variedad de temas, en algunos de los cuales Freud no pudo penetrar muy profundamente (como l mismo lo aclara en el ltimo prrafo de la conferencia final). Muchos lectores, en especial los estudiantes que toman contacto por primera vez con el psicoanlisis a travs de este trabajo, se toparn probablemente con algn punto sobre el que querran aprender ms. Por eso hemos tratado, en las notas a pie de pgina, de hacer remisiones particularmente numerosas a otros escritos de Freud, donde el tema abordado en el texto se trata con ms extension.

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  • Prlogo [1917]

    Lo que aqu doy a la luz como Introduccin al psicoan-lisis de ninguna manera quiere entrar en competencia con las exposiciones de conjunto ya existentes sobre este mbito del saber: las de Hitschmann (1913), Pfister (1913), Ka-plan (1914), Rgis y Hesnard (1914) y Meijer (1915). Es la reproduccin fiel de las conferencias que di [en la Uni-versidad] en los dos cursos de invierno de 1915-16 y de 1916-17 ante un auditorio mixto de mdicos y legos de am-bos sexos.

    Todas las peculiaridades del libro que puedan resultar lla-mativas a sus lectores se explican por las condiciones de su gnesis. No era posible conservar en la exposicin la fra calma de un tratado cientfico: ms bien el orador deba proponerse mantener la atencin de los oyentes a lo largo de una conferencia de casi dos horas. El cuidado por el efecto del momento hizo inevitable que un mismo asunto se tratara repetidas veces; por ejemplo, primero en el contexto de la interpretacin del sueo y despus en el de los pro-blemas de la neurosis. El ordenamiento del material deter-min tambin que muchos temas importantes, como el del inconciente, no pudieran estudiarse exhaustivamente en un pasaje nico, sino que debieran retomarse una y otra vez para volver a abandonarlos hasta que se presentaba una nueva ocasin de aportar algo a su conocimiento.

    Quien est familiarizado con la literatura psicoanaltica hallar en esta Introduccin muy poco que no pueda serle conocido ya por otras publicaciones, ms detalladas. No obs-tante, la necesidad de redondear y de resumir el tema obli-g al autor en algunas secciones (la etiologa de la angustia, las fantasas histricas) a echar mano de un material que hasta entonces haba retenido.

    Viena, primavera de 1917

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  • Prlogo a la traduccin al hebreo1 [1930]

    Estas conferencias fueron pronunciadas en 1916 y en 1917. Respondan con bastante fidelidad al estado en que se en-contraba entonces la joven ciencia, y abarcaban ms de lo que enunciaba su nombre. No slo ofrecan una introduc-cin al psicoanlisis, sino tambin la mayor parte del con-tenido de este ltimo. Naturalmente, hoy ya no es as. En el nterin, la teora ha hecho progresos y se han agregado piezas importantes, como la descomposicin de la persona-lidad en un yo, un supery y un ello, una profunda modi-ficacin de la doctrina de las pulsiones e intelecciones sobre el origen de la conciencia moral y del sentimiento de culpa. Por tanto, las conferencias quedaron en alto grado incom-pletas; slo ahora tienen realmente el carcter de una mera introduccin. Pero, en otro sentido, tampoco han sido superadas ni estn envejecidas. Lo que comunican, excep-tuadas unas pocas modificaciones, se sigue creyendo y ense-ando todava en las escuelas psicoanalticas.

    Al pblico lector de hebreo, y en particular a los jvenes afanosos de saber, este libro es entrega el psicoanlisis en el ropaje de aquella antiqusima lengua que ha sido llamada a nueva vida por la voluntad del pueblo jado. El autor sabe bien del mprobo trabajo que debi realizar el traductor. No puede tampoco acallar esta duda: Habran hallado com-prensibles estas conferencias Moiss y los profetas? Pero a sus descendientes entre los cuales se cuenta el propio au-tor, a quienes est destinado este libro, les ruega que no se abandonen a una reaccin de rechazo siguiendo los pri-meros impulsos de crtica y disgusto. El psicoanlisis aporta tantas cosas nuevas, y entre ellas tantas que contradicen opi-niones consabidas y sentimientos hondamente arraigados, que no puede menos que provocar oposicin al comienzo. Pero si uno suspende el juicio y deja que el psicoanlisis como un todo lo impresione, quiz llegue a la conviccin de que aun eso nuevo indeseado merece conocerse y es indispensable si se quiere comprender el alma y la vida de los hombres.

    Viena, diciembre de 1930 1 [La traduccin al hebreo fue publicada por Verlag Stybel en

    Jerusaln, en 1930.]

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