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HASTA LA ESPOSA DEL JUNIOR HACÍA BOLETAS FALSAS Así funcionaba la máquina de evasión tributaria de los dueños del Grupo Penta Por : Pedro Ramírez y Matías Jara en Reportajes de investigaciónPublicado: 03.03.2015 COMPÁRTELO PUBLÍCALO SUSCRÍBETE A "REPORTAJES DE INVESTIGACIÓN" Investigacion Documentos asociados Comentarios (0) En los días previos a la audiencia para formalizar a Délano y Lavín, la presión sobre el SII y el Ministerio Público para evitar la prisión preventiva se intensificó. El expediente que llega al tribunal es explosivo. Allí se detalla cómo operó una verdadera máquina de evasión. Desde boletas falsas de la esposa del junior para pagar la bencina de los hijos de Lavín, a los aportes a políticos. Pero la verdadera amenaza son los contratos forward, donde se escondía la principal tajada por no pago de impuestos. EL SII está resuelto a seguir investigando una fórmula que usan muchos actores del mercado.

ASI FUNCIONABA LA MAQUINA DE EVASION TRIBUTARIA PENTA.doc

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HASTA LA ESPOSA DEL JUNIOR HACÍA BOLETAS FALSAS

Así funcionaba la máquina de evasión tributaria de los dueños del Grupo PentaPor : Pedro Ramírez y Matías Jara en Reportajes de investigaciónPublicado: 03.03.2015

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Comentarios   (0)

En los días previos a la audiencia para formalizar a Délano y Lavín, la presión sobre el SII y el Ministerio Público para evitar la prisión preventiva se intensificó. El expediente que llega al tribunal es explosivo. Allí se detalla cómo operó una verdadera máquina de evasión. Desde boletas falsas de la esposa del junior para pagar la bencina de los hijos de Lavín, a los aportes a políticos. Pero la verdadera amenaza son los contratos forward, donde se escondía la principal tajada por no pago de impuestos. EL SII está resuelto a seguir investigando una fórmula que usan muchos actores del mercado.

Cuando los dueños del Grupo Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos

Eugenio Lavín, decidieron declarar ante el fiscal Carlos Gajardo,

adquirieron un compromiso: colaborar con la investigación. Délano declaró

el 5 de enero pasado y Lavín lo hizo al día siguiente. Para entonces, habían

transcurrido siete meses desde el inicio de la investigación sobre Penta y la

Fiscalía había acumulado testimonios y documentos recogidos en

interrogatorios y allanamientos que daban cuenta no sólo de financiamiento

ilegal de políticos, sino también evidencia de diversos ilícitos tributarios.

Colaborar significó para Délano y Lavín quebrar su alianza histórica con los

dirigentes de la UDI, especialmente con el ex senador Jovino Novoa, al

reconocer el financiamiento ilegal de campañas  políticas. También

admitieron el uso de boletas fraudulentas para pagar a algunos de sus

familiares y operaciones irregulares para cancelar bonos y remuneraciones

a sus ejecutivos.

La estrategia apuntó a colaborar entregando la mayor información sobre los

ilícitos que habían provocado conmoción pública en los últimos meses (la

arista política), para así levantar un muro de contención sobre el nudo más

complejo y amenazante para su futuro judicial: los

contratos fordwardrealizados por Penta, y en especial los que se hicieron

con las empresas de Manuel Cruzat. Allí estaba la verdadera máquina

montada por los dueños del holding para una millonaria evasión tributaria.

Un mes después las

condiciones cambiaron radicalmente. A fines de enero la Fiscalía obtuvo

testimonios y pruebas que demuestran que el Grupo Penta realizó más de

un centenar de operaciones fraudulentas, a través de

contratos forward manipulados, que provocaron una multimillonaria pérdida

al Fisco. La evidencia obtenida reveló además, que Délano y Lavín no

habían entregado toda la información. Quebrado el compromiso de

colaborar con la investigación, la prisión preventiva volvió a rondar como

una posibilidad cierta para los dueños de Penta.

Los contratos forward que ahora están bajo la lupa de la Fiscalía y del

Servicio de Impuestos Internos (SII), fueron suscritos entre Penta y CB

Consultoría y Proyectos, una empresa deManuel Cruzat, amigo y

maestro de Délano y Lavín (vea el reportaje de CIPER “Délano, Lavín y

Bilbao: del ‘semillero’ de Manuel Cruzat al banquillo de los

acusados”). Las pruebas que tiene el Ministerio Público indican que

decenas de estos contratos fueron firmados en un mismo día. El hallazgo ha

provocado inquietud en todo el mercado financiero. La hebra que sigue la

Fiscalía apunta a que los forwards pueden ser un verdadero manantial de

ilícitos tributarios y que no sólo el Grupo Penta los ha ocupado para burlar el

pago de impuestos. El SII recién comienza a ponderar los alcances de esta

fórmula de evasión y sus responsables piensan poner bajo el microscopio a

todas las empresas que utilizaron este tipo de instrumentos financieros.

PRESIÓN SOBRE EL SIICon la posibilidad cierta de que Délano y Lavín enfrenten la prisión

preventiva tras la audiencia de formalización programada para este

miércoles 4 de marzo, las presiones sobre el SII arreciaron la semana

pasada. El lobby sobre sus máximos directivos buscaba retrasar la

ampliación de la querella del organismo fiscalizador contra los responsables

del Grupo Penta, acción judicial que se presentó finalmente este lunes 2 de

marzo. ¿La razón? Minimizar la posibilidad de que el tribunal, en la audiencia

del miércoles 4, aplique a los dueños de Penta la medida precautoria de

privación de libertad.

Para los dueños de Penta era crucial impedir que la ampliación de la

querella del SII se concretara antes de que el holding pagara $4.900

millones a la Tesorería General de la República por “impuestos adeudados” -

más reajustes, intereses y multas- en algunas de las operaciones que

realizaron para pagar bonos y remuneraciones de sus ejecutivos. La

devolución a la Tesorería se efectúo a fines de la semana pasada, antes de

que el SII ampliara su querella. De esta forma, el pago de los $4.900

millones puede ser presentado por la defensa de Délano y Lavín como una

atenuante a tener en cuenta por el tribunal, en la audiencia de este 4 de

marzo, para evitar la prisión preventiva de los imputados.

El ocultamiento de la mayor parte de las operaciones forward entre Penta y

CB y el monto del eventual fraude tributario involucrado en ellas,

terminaron de convencer a los fiscales de dos cosas: que la colaboración

que asumieron a principios de enero Délano y Lavín no fue más que una

maniobra dilatoria y que, bajo esta circunstancia y tomando en cuenta la

conmoción pública que ha generado la investigación judicial, pedir la prisión

preventiva está dentro de las posibilidades.

El equipo del Ministerio Público que lleva el proceso está ahora encabezado

por el fiscal nacional, Sabas Chahuán, quien asumió la investigación el

martes 24 de febrero, secundado por los dos fiscales que han llevado la

indagatoria desde sus inicios: Carlos Gajardo y Pablo Norambuena. La

irrupción del fiscal nacional, que fue presentada por el Ministerio Público

como carta de garantía de que la exhaustiva indagatoria del fiscal Gajardo

no sería minada por presiones externas, gatilló el reforzamiento del lobby

de Penta. La última ofensiva de los dueños del holding incluyó la filtración

del pago a la Tesorería efectuado la semana pasada, presentado por

diversas versiones de prensa precisamente como una atenuante para evitar

la prisión de los imputados.

SIETE VÍAS PARA EVADIR IMPUESTOSMás allá del gesto que involucra el pago de los $4.900 millones, la

investigación del Ministerio Público apunta a que los ilícitos tributarios del

grupo son tantos y de tan diverso orden, que la única conclusión posible, de

prosperar la acusación de la Fiscalía, es que Penta se constituyó en una

verdadera máquina de defraudar al Fisco. Las operaciones del grupo son

una muestra gráfica de lo que en el SII llaman “industria de la evasión”, la

que se origina en planificaciones tributarias “agresivas” diseñadas por

asesores especializados para burlar el pago de tributos.

CIPER revisó detalladamente todos los hechos investigados por el Ministerio

Público y pudo determinar que, a lo menos, son siete las fórmulas que

habría utilizado Penta y que eventualmente le permitieron burlar el pago de

impuestos y/o conseguir beneficios tributarios indebidos:

Contratos forwards manipulados para perjudicar al Fisco.

Boletas y facturas falsas para enmascarar bonos y

remuneraciones de ejecutivos.

Pagos de asesorías hechos por el Banco Penta para disfrazar

sus pérdidas.

“Arriendo” de acciones para rebajar el pago de patentes

municipales.

Pérdidas ficticias de las empresas productivas del holding.

Retiros y préstamos irregulares para beneficiar a familiares.

Boletas falsas para justificar gastos (incluyendo aportes a

campañas políticas) y pagar remuneraciones de familiares de los

controladores.

Fiscal Carlos Gajardo

De probarse finalmente la comisión de ilícitos, los infractores arriesgan

multas y penas que pueden llegar hasta los cinco años y un día. Por tratarse

de una penalidad baja, para evitar la privación de libertad será clave que el

tribunal pondere la colaboración de los imputados con los investigadores, su

voluntad de pagar los impuestos adeudados y su “irreprochable” conducta

anterior.

Délano y Lavín fueron multados con 1.000 UF por uso de información

privilegiada en la compra de acciones del Banco de Chile en el año 2000,

cuando pujaban con el Grupo Luksic por el control del banco. Gracias a que

la normativa vigente entonces así lo establecía, esa sanción fue catalogada

como “administrativa” y no ensució su hoja de antecedentes. Ambos

cuentan con la atenuante de la buena conducta.

Respecto de la voluntad de restituir lo defraudado, el pago de $4.900

millones corresponde a unos $2.090 millones en impuestos impagos, más

reajustes e intereses, por los bonos y remuneraciones canceladas a sus

ejecutivos entre 2008 y 2014. A esta cantidad hay que agregar otros $1.191

millones que Délano y Lavín pagaron en diciembre, y que se refieren a

impuestos impagos por $532 millones, más reajustes e intereses, originados

por boletas falsas detectadas por la Fiscalía y rechazadas por el SII.

LA FÓRMULA DEL ENGAÑO

Cuando a comienzos de enero Délano y Lavín declararon ante el fiscal

Gajardo, éste ya tenía en su expediente información sobre los forward. 

Hugo Bravo, uno de los imputados y ex ejecutivo de confianza de Délano y

Lavín, ya había mencionado en sus declaraciones la existencia de contratos

irregulares entre Penta y la consultora VSA. Los dueños de Penta no

pudieron negarlos. Pero como estos forward no pueden justificarse como

“errores de contabilidad”, pues se hicieron con la única intención de evadir

impuestos, trataron de controlar los daños. El efecto de esta información

podía ser demoledor en el juicio.

El arqueo del SII estableció que el Grupo Penta firmó cuatro

contratos forward con VSA entre enero y febrero de 2013, los que

involucraron transacciones por un total de $7.341 millones y

generaron una “pérdida ficticia” para las empresas de holding que

sumó $324 millones. Los forwards correspondían a una compraventa de

dólares a valor futuro que se liquidarían entre tres y cuatro meses después

de firmados los contratos.

En la práctica, al firmar estos contratos ambas empresas apostaban a que el

precio que tendría el dólar cuando se liquidara la compraventa les sería

favorable. La irregularidad es que las fechas de los contratos fueron

manipuladas. Así lo estableció la investigación de la Fiscalía y la reciente

ampliación de querella del SII: los documentos se redactaron después de la

fecha estipulada para la liquidación de los contratos, por lo que ambas

partes se coludieron para que Penta “perdiera” dinero.

Hugo Bravo

Una vez que Penta le pagó a VSA los montos fijados en los contratos, esa

empresa traspasó el dinero a los ejecutivos de Délano y Lavín. La fórmula le

permitía a Penta pagar los bonos y parte de las remuneraciones de sus

ejecutivos evadiendo impuestos. Para cobrar las sumas, los ejecutivos

hacían sus propiosforwards con VSA, los que también se manipulaban para

que fueran desfavorables a la consultora. VSA cobraba una comisión de

9,4% por prestarse al engaño.

Cuando Délano y Lavín transparentaron ante la Fiscalía los forwards con

VSA, intentaron responsabilizar de estas operaciones a Hugo Bravo. Al

enterarse del tenor de la acusación, en su siguiente declaración, el 30 de

enero, Bravo decidió dar un nuevo golpe: puso ante la mesa del fiscal la

información que conservaba sobre losforwards que Penta había suscrito con

CB Consultorías y Proyectos, la empresa de Manuel Cruzat.  Los dichos de

Bravo fueron explosivos. Porque fue entonces que el Ministerio Público

constató que los controladores de Penta les  estaban ocultando la veta más

potente de la evasión tributaria.

El mismo día en que Hugo Bravo entregó esta nueva hebra a los

investigadores, la defensa de los dueños de Penta informó a la Fiscalía la

existencia de 24 forward suscritos con CB entre 2008 y 2012, los que

involucran un monto global superior a los $103 mil millones. Pero la pista

que aportó Bravo le permitió al Ministerio Público conocer la existencia de

muchos más contratos de este tipo. De allí que fueron citados a declarar

ejecutivos de CB -como Iván Rojas y el propio Manuel Cruzat, cuyos

testimonios quedaron bajo reserva temporal- lo que destapó la existencia de

otras decenas de contratos.

Con este nuevo antecedente, de proyecciones insospechadas, el caso

adquirió un giro lapidario para Délano y Lavín. Eso explica el apuro por

pagar a la Tesorería antes de que el SII ampliara su querella, la que

incorporó algunos de los ilícitos con los forwards y pone en riesgo la

estrategia de los dueños de Penta para evitar la prisión.

LOS FORWARDS CON VSAImpuestos Internos alcanzó a incorporar en su ampliación de querella –

presentada el lunes 2 de marzo- sólo los forwards entre Penta y VSA. Los

contratos con CB Consultoría ya fueron informados por la Fiscalía al SII, y el

organismo tributario está en la etapa de recopilación de antecedentes. De

allí que en su querella el SII informó al tribunal que los

contratos forward suscritos entre Penta y CB “presentarían las mismas

características y condiciones de celebración” que los firmados con VSA.

De los cuatro contratos forward entre Penta y VSA en 2013, tres de ellos

fueron suscritos porEmpresas Penta. Estos arrojaron una “pérdida ficticia”

de casi $303 millones (vea imagen con los pagos hechos por Empresas

Penta a VSA). Dos de estos tres contratos fueron firmados por Carlos

Alberto Délano y Hugo Bravo, en representación de Empresas Penta, lo que

diluye la supuesta responsabilidad exclusiva de Bravo en estos manejos.

El cuarto contrato con VSA fue suscrito por Inversiones Penta III. En este

caso, la “pérdida ficticia” para esta empresa de Penta fue de $21,2 millones

(vea imagen con los pagos de Inversiones Penta III a VSA).

A su vez, el SII detectó que la Inmobiliaria Duero, sociedad que concentra

los negocios de la familia Délano, firmó también un contrato forward con

VSA en 2013, operación que le dejó una “pérdida ficticia” de $39,2 millones

(vea imagen con los pagos hechos por Duero a VSA). Este contrato fue

firmado, en representación de Duero, por dos hijos de Carlos Alberto

Délano: Macarena y José Luis Délano Méndez.

Por los forwards con VSA, el SII imputó a Hugo Bravo López, Manuel

Antonio Tocornal y Óscar Buzeta Undurraga (como representantes

legales de Empresas Penta); Carlos Eugenio Lavín y Marcos Castro

Sanguinetti (como representantes legales de Inversiones Penta III);

Carlos Alberto Délano (representante legal de Inversiones Penta III

e Inmobiliaria Duero); Pedro Ducci Cornu, Carlos Délano Méndez,

Macarena Délano Méndez, Pablo Délano Méndez y José Luis Délano

Méndez (representantes legales de Inmobiliaria Duero).

A todos ellos, el SII les adjudica el siguiente ilícito: “Haber presentado

declaraciones de impuesto a la renta (…) que contenían información falsa,

al dar cuenta de las pérdidas provocadas por contratos que (…) tuvieron

como causa de celebración la evasión deliberada del Impuesto de Primera

Categoría de la Ley sobre Impuesto a la Renta de las sociedades señaladas”.

Además, ni Penta ni VSA entregaron al SII las declaraciones juradas,

mensuales y anuales, que debían acreditar que los contratos efectivamente

fueron suscritos en las fechas estipuladas en los mismos documentos. Fue

este incumplimiento el que, precisamente, permitió la manipulación de las

fechas detectada por la Fiscalía y corroborada por el SII.

Según la querella presentada por Impuestos Internos, la manipulación de

los forward expone a los infractores a multas que van desde el 50% al 300%

del valor de los impuestos no pagados y presidio menor en sus grados

medio a máximo.

LA OPERACIÓN ABORTADA EN 2014La misma operación realizada en 2013 por los dueños de Penta para evadir

impuestos en concomitancia con VSA se habría concretado en 2014, de no

mediar la investigación judicial de Gajardo y Norambuena. La operación

para enmascarar los pagos de bonos y sobresueldos a través de contratos

con VSA ya estaba en marcha, aunque con algunas modificaciones. Según

Hugo Bravo, el año pasado los dueños de VSA rechazaron seguir

utilizando forwards y plantearon una nueva fórmula: que Penta les pagara

una asesoría falsa, dinero que luego serviría para cancelar  incentivos a sus

ejecutivos sin impuestos. Esa asesoría ficticia la brindaría Siglo

Outsourcing, empresa que encabeza el mismo controlador de VSA: Tomás

Roberto Carrasco.

Las asesorías falsas fueron contratadas por Penta en marzo de 2014. Pero,

cuando a mediados de ese año los fiscales cayeron sobre la contabilidad del

grupo, todos los contratos fueron resciliados y Siglo Outsourcing restituyó el

dinero. Las empresas del holding que pagaron estas asesorías fueronPenta

INF (a través de un contrato por $73 millones), Penta III ($27 millones)

e Inversiones Banpenta II ($19 millones). También se firmaron contratos

de asesorías ficticias de VSA a Penta III(por $83,5 millones), Inversiones

Banpenta II (por $83,5 millones) y Empresas Penta (por $103 millones).

En total, las asesorías falsas de Siglo Outsourcing y VSA al holding

Penta llegaban a $389 millones.

Como la investigación judicial abortó la operación, en agosto de 2014 Penta

liquidó los bonos de sus ejecutivos pagando todos los impuestos. Por

ejemplo, la liquidación de sueldo del gerente corporativo del holding

Penta, Manuel Antonio Tocornal, en agosto de 2014 registró haberes por

sobre los $200 millones, incluyendo un bono de $190 millones, por lo que

debió pagar $78 millones en impuestos. El gerente de Administración y

Finanzas, Óscar Buzeta, recibió ese mes un bono por $96 millones,

pagando $41 millones en impuestos. El gerente de Contabilidad, Marcos

Castro, tuvo un bono por $63 millones y pagó más de $27 millones en

impuestos.

BOLETAS Y FACTURAS PARA OCULTAR BONOSAdemás de los incentivos y remuneraciones cancelados mediante

los forwards, el Grupo Penta también pagó otros sobresueldos a sus

ejecutivos a través de boletas de honorarios y facturas por trabajos que

nunca se hicieron. Esto provocó una doble pérdida tributaria: por una parte

las empresas Penta disminuyeron su base imponible, al enmascarar estas

remuneraciones como gastos, y los beneficiados con los pagos no

cancelaron los impuestos asociados a sus remuneraciones reales.

Manuel Antonio Tocornal

El balance que arroja la investigación de la Fiscalía y las revisiones

realizadas por el SII, indican que entre los años 2008 y 2014 cinco empresas

del Grupo Penta registraron como gastos, respaldados con boletas o

facturas falsas, lo que en realidad eran sobresueldos de ejecutivos. Estas

empresas son: Inmobiliaria Los Estancieros, Inversiones Penta

III, Penta INF, Empresas Penta e Inversiones Banpenta (vea las

nóminas de todas lasboletas y facturas entregadas a empresas del

Grupo Penta y que ocultaron el pago de bonos y remuneraciones).

El detalle de estas operaciones, en cada una de las cinco empresas

involucradas, es el siguiente:

Inmobiliaria Los Estancieros: entre 2008 y 2014 registra 74

facturas otorgadas por cuatro sociedades para disfrazar el pago de bonos.

Una de ellas pertenece al actual gerente de Auditoría, Riesgo Operacional y

Tecnológico de BancoEstado: Rodrigo Muñoz Fontaine, ex contralor del

holding Penta. Las otras sociedades que facturaron a Los Estancieros son

de Héctor Concha Marambio, gerente del Área Salud del Grupo Penta, y

de Hugo Bravo. Los Estancieros también recibió una boleta de la cónyuge

de Raúl Schmidt, director de Finanzas Corporativas del Banco Penta (vea

el detalle de las facturas recibidas por Los Estancieros).

Inversiones Penta III: Entre 2008 y 2013 recibió 231 boletas de

honorarios y 98 facturaspresentadas como gasto, pero que ocultaban

bonos o remuneraciones. Entre los emisores de estas boletas se cuentan

cuatro familiares de Héctor Concha (su cónyuge, un hijo y dos nueras);  la

esposa de un empleado de Penta Carlos Calcagno Carvajal; la cónyuge

del subgerente de Empresa Penta, Francisco Astorga Silva; la mujer del

asesor de Penta, Jorge Molina Ossa, y un familiar de Óscar Buzeta. Las

facturas fueron extendidas por sociedades del gerente general corporativo

del Grupo Penta, Manuel Antonio Tocornal, y de los ejecutivos Héctor

Concha yHugo Bravo (vea el detalle de las boletas y facturas recibas

por Inversiones Penta III).

Penta INF: Recibió entre 2009 y 2012, 58 facturas que ocultaban el pago

de bonos o remuneraciones. Los documentos fueron extendidos por

sociedades del ex contralor del holding,Rodrigo Muñoz Fontaine; el

gerente general de Agrícola Mercedario, Arturo Miquel Armas;Manuel

Antonio Tocornal y Hugo Bravo (vea el detalle de las facturas

recibidas por Penta INF).

Empresas Penta: En su contabilidad de los años 2008 a 2013,

aparecen 91 boletas de honorarios falsas y 104 facturas. Las boletas

fueron extendidas por la cónyuge del empleado de Penta, Carlos

Calcagno; dos parientes del subgerente de Empresas Penta, Francisco

Astorga; la esposa del tesorero de Empresas Penta, Juan Carlos Armijo; 

una nuera de Héctor Concha y un familiar de Óscar Buzeta. Las facturas

las emitieron sociedades controladas por Héctor Concha,Arturo

Miquel y Hugo Bravo (vea el detalle de las boletas y facturas

extendidas a Empresas Penta).

Inversiones Banpenta: Pagó tres boletas y cinco facturas en los años

2009, 2010 y 2012. Las boletas fueron entregadas por la esposa del gerente

de Finanzas de Banco Penta, Daniel Subelman Alcalay;  una nuera

de Héctor Concha y un pariente de Óscar Buzeta. Las facturas fueron

extendidas por sociedades de Manuel Antonio Tocornal, Héctor

Concha y Hugo Bravo(vea el detalle de las boletas y facturas

pagadas por Inversiones Banpenta).

PAGOS DEL BANCO PENTAEl primer ejecutivo de Penta que concurrió a declarar a la Fiscalía, fue el ex

gerente general delBanco Penta y actual miembro de su directorio, Marco

Comparini. Lo hizo el 6 de octubre pasado. En esos días recién había

explotado el escándalo y la prensa se centraba en el financiamiento ilegal

de campañas políticas (vea reportaje de CIPER La Lista de las

donaciones a campañas del ex ejecutivo de Penta). Entonces, la

estrategia del Grupo Penta era desacreditar a Hugo Bravo, el ex ejecutivo

del holding que reconoció las irregularidades tributarias para evitarse las

sanciones más graves.

Bravo había declarado que el Banco Penta, para no afectar su imagen,

enmascaraba sus pérdidas contratando asesorías y servicios de empresas

del grupo, como Penta Corredora de Bolsa. El ex gerente general de

Empresas Penta afirmó que entre 2006 y 2010 se traspasaron $5 mil

millones al banco mediante facturas de empresas relacionadas.

Entre estas operaciones, mencionó asesorías de inversión prestadas por la

corredora al Banco Penta.

Comparini llegó a la Fiscalía con una presentación power point, diversos

gráficos y ejemplos de otros bancos a nivel internacional para demostrar

que las denuncias de Bravo no tenían asidero. Ante el fiscal afirmó que

estaba previsto que el Banco Penta, que inició sus actividades en 2004,

tuviese pérdidas en sus primeros años. En esa etapa de consolidación,

señaló, lo que afecta la imagen de un banco no son sus eventuales

pérdidas, sino otros indicadores: como su clasificación de riesgo o el “índice

de Basilea” (que también mide el riesgo al que están expuestos los bancos).

En este contexto, sostuvo Comparini, operaciones como las que describió

Bravo para disfrazar las pérdidas tendrían efectos marginales. Sólo aquellos

que no conocen el negocio bancario, dijo, podían prestar oídos a las

denuncias del ex ejecutivo.

Tras la exposición de Marco

Comparini, el fiscal Gajardo le exhibió dos correos electrónicos. Ambos

fueron enviados por el propio Comparini a Hugo Bravo, uno del 13 de

octubre de 2010 y otro del 20 de enero de 2009. En los dos correos

Comparini menciona operaciones dentro del holding para “subsidiar” al

banco:

“Don Hugo me tomé la libertad de aprobar estos cambios de fondos para

subsidiar al banco. Para Penta no es más que cambiarse de fondos y

prácticamente mantiene los mismos tipos de activos”, dice el correo de

enero de 2009.

El de octubre de 2010, señala: “La factura de 60 mm (millones) es el

segundo cobro del banco a Penta por Rucatayo… Rucatayo es solo la

pantalla para que subsidies al banco para que no salga con pérdidas”

(Rucatayo es un proyecto de generación eléctrica en el que Penta analizó

invertir).

Después de que el fiscal le exhibió estos correos, Comparini no siguió con su

académica exposición: “Lo que puedo decir de este correo lo manifestaré en

la próxima entrevista”. Ahí puso fin a su declaración.

Los ejecutivos de Penta no volvieron a declarar ante la Fiscalía. Aquellos que

fueron citados se acogieron a su derecho a guardar silencio. Probablemente,

enterados por Comparini del tenor de las pruebas y antecedentes que tenía

el Ministerio Público, decidieron no volver a hablar frente a los fiscales hasta

que lo hicieron sus jefes, Délano y Lavín, en enero de este año.

La revisión que hizo el SII y que fue expuesta en la denuncia que ese

organismo presentó el 8 de octubre de 2014, dos días después de la

declaración de Comparini, confirmó parcialmente lo expuesto por Hugo

Bravo. Aunque Impuestos Internos no pudo comprobar que los traspasos del

banco a otras empresas del holding sumaran $5 mil millones, como lo

denunció Bravo, sí acreditó que en los años 2009 y 2010 se traspasaron

$2.058 millones desde el Banco Penta a Penta Corredores de Bolsa

por servicios no prestados. Estos servicios ficticios, estableció el SII, eran

presentados como asesorías financieras.

El SII denunció que el efecto de estas operaciones fue que Empresas

Penta “rebajó de forma indebida la renta líquida imponible de su Impuesto

de Primera Categoría durante los años tributarios 2009 y 2010,  a través del

registro en su contabilidad de gastos correspondientes a servicios de

asesoría que no fueron prestados por Penta Corredores de Bolsa S.A. por

montos que alcanzaban los $1.450 millones en 2009 y $608 millones para

2010”.

“ARRIENDO” DE ACCIONESEsta no es la única irregularidad en la que está envuelta Penta Corredora de

Bolsa. Hugo Bravo denunció ante los fiscales que la corredora ofrecía a

clientes VIP, relacionados con Penta, “arrendar” acciones, operación que

permitía rebajar el pago de las patentes municipales. El servicio consistía en

que la corredora “vendía” acciones a estos clientes el último día hábil del

año y luego se las recompraba en el primer día hábil de enero. De esta

manera, los inversionistas cerraban el año aumentando sus activos en

acciones, que están exentas de pagar patente.

Bravo declaró que él utilizó este servicio y que le permitió rebajar su pago

de patente en un millón de pesos. También afirmó que en otros casos la

misma operación permitió a algunos inversionistas ahorrarse hasta $40

millones. Entre los clientes VIP que ocuparon esta fórmula mencionó a

Délano y Lavín.

La Fiscalía pidió a la Bolsa de Santiago que le informara sobre operaciones

de compraventa de acciones que reunieran las características mencionadas

por Bravo, hechas a fines de cada año. El informe enviado por la Bolsa al

Ministerio Público indica que se detectaron patrones de operaciones

similares a la descrita por el ex ejecutivo desde 2009 hasta 2013. El

documento no individualiza a los inversionistas que usaron esta maniobra y

señala que es una práctica realizada por 11 corredoras, aunque destaca que

la de Penta fue la que más operaciones similares realizó. El volumen total

de las transacciones efectuadas por la corredora de Penta en los

cuatro años revisados, según lo informado por la Bolsa, sobrepasa

los $100 mil millones.

RETIROS Y PRÉSTAMOS ENMASCARADOSHugo Bravo también declaró que en 2012 Carlos Eugenio Lavín formó

un family office con sus hijos -Carlos y Francisco- y su yerno, Cristián

Letelier Braun. Por sus servicios, según la versión de Bravo, Lavín les

entregó un incentivo de $500 mil mensuales a cada uno y un bono por los

negocios que excedieran la tasa de captación de los bancos.

En abril de 2014, el gerente de Contabilidad de Penta, Marcos Castro, le

informó a Bravo que los hijos de Lavín habían emitido seis facturas de sus

empresas personales por un total cercano a los $800 millones para que

fueran pagadas por las sociedades Concordia y Convento Viejo. La

primera era de los mismos hijos de Lavín y la segunda, de su padre. “Se

daba el absurdo que los hijos le estaban cobrando a su propia sociedad”,

declaró Bravo, quien, según dijo, sugirió que hicieran un retiro de utilidades

como correspondía, pero Carlos Eugenio Lavín lo rechazó porque esa

operación “desmejoraría” a su hija, María Angélica.

Bravo se opuso a estos pagos porque, a su juicio, no estaban justificados y

porque se trataba de personas relacionadas que no tenían contrato. Era

seguro, señaló Bravo a los fiscales, que el SII los rechazaría. Por esa misma

razón, el gerente de Contabilidad, Marcos Castro, ya lo había alertado.

Una vez que Bravo le puso luz roja a los pagos a los hijos de Lavín, se buscó

una nueva fórmula para poder retirar los dineros sin despertar sospechas en

el SII. Bravo declaró que esa solución la conversó con el abogado Alfredo

Alcaíno, cuyo bufete lleva los asuntos jurídicos del Grupo Penta y quien

cuenta con la máxima confianza de Délano y Lavín. Finalmente, se anularon

los traspasos de dinero ya ejecutados y se generó un contrato para

presentar el desembolso como una asesoría que sería prestada por la

sociedad L & L limitada (de propiedad de los hijos y el yerno de Lavín) a

las empresas Convento Viejo, Agrícola Santa Elena

Chimbarongo, Inversiones Concordia eInversiones Piedra Roja II,

todas empresas familiares de Carlos Eugenio Lavín.

Carlos Lavín Subercaseaux

Carlos Eugenio Lavín registra otra operación con un familiar que ha sido

incluida en los ilícitos que investiga la Fiscalía por burlar el pago de

impuestos. El relato de Hugo Bravo indica que Max Lavín Besa, primo de

Carlos Eugenio Lavín, quebró y perdió un fundo en Requinoa. Entonces,

Lavín compró el campo y prometió entregarle el 50% a su primo. Al mismo

tiempo le hizo un préstamo en el extranjero de US$500 mil para ayudarlo a

reiniciarse. El dinero fue ingresado a Chile acogido a las normas del Capítulo

XIV.

De acuerdo a la versión de Hugo Bravo, Carlos Eugenio Lavín pensaba que

su primo tenía giro de agricultor y pérdidas acumuladas por unos $600

millones, por lo que compró esas pérdidas y las traspasó a una nueva

sociedad –Pimpinela–, la que se adjudicó el fundo. Durante seis meses,

Max Lavín emitió facturas por $30 millones, las que eran visadas por los

contadores de Penta y pagadas, según recuerda Hugo Bravo, por una

sociedad de Carlos Eugenio Lavín. El 57% de los pagos por esas facturas

eran para Max Lavín y el resto, aseguró Bravo, se lo quedaba Carlos Eugenio

Lavín sin pagar impuestos. La operación funcionó hasta que el gerente de

Contabilidad de Penta, Marcos Castro, descubrió que en el SII no había

registro de las supuestas pérdidas previas de Max Lavín, por lo que los

retiros resultaban excesivos y la contabilidad de Pimpinela tendría graves

problemas con Impuestos Internos.

En su declaración ante la Fiscalía, Marcos Castro reconoció que le pidió al

martillero Jorge Valdivia -involucrado en el fraude al FUT que dio origen a la

investigación contra Penta- que utilizara sus contactos al interior del SII para

resolver el problema de Lavín Besa y Pimpinela: “Si esto no se solucionaba,

los herederos de Max Lavín iban a tener que pagar unos $300 millones en

impuestos”, declaró Castro.

Hugo Bravo afirmó ante los fiscales que el problema lo solucionó finalmente

el funcionario del SII Iván Álvarez, el principal formalizado por el millonario

fraude al FUT detectado al interior de Impuestos Internos.

PÉRDIDAS EN EMPRESAS PCRLa unidad de negocios con empresas productivas formada por Penta -Penta

Capital de Riesgo (Penta PCR)- ocupa otro capítulo en el expediente de

los fiscales. Entre las industrias que figuran bajo ese paraguas, se cuentan

fábricas de productos de vidrio (PH Glass), de envases de plásticos

(Burgos), de soldaduras (Soltec), de envases de poliuretanio (Pet

Packing) y de maquinaria para bodegaje (Arrimaq). La administración de

las empresas PCR ha estado en manos de Horacio Peña, socio histórico de

Délano y Lavín.

Las empresas PCR sólo han arrojado pérdidas para el Grupo Penta, las que

eventualmente también han sido usadas por el grupo para acceder a

beneficios tributarios. De acuerdo con la versión del socio minoritario de la

vidriera PH Glass, Jorge Charbín, los representantes del holding abultaron

los gastos de la empresa de manera artificial, contratando arriendos

innecesarios en la sede central de Penta (por $10 millones mensuales) y

asesorías financieras prestadas por otras empresas del grupo (por $15

millones al mes).

Una investigación de CIPER, publicada en octubre pasado, comprobó que

Penta hizo préstamos millonarios a estas empresas PCR, las que luego

aumentaban su capital por la vía de convertir esos créditos en una mayor

participación de Penta en la propiedad. De esta manera, el incremento del

capital de las empresas PCR no está relacionado con sus resultados

operacionales y no es más que el fruto de un fuerte endeudamiento con el

mismo holding (vea el reportaje “Radiografía a las denuncias de

Hugo Bravo sobre fraude tributario en las empresas PCR de

Penta”).

En sus primeras declaraciones ante el fiscal Gajardo, Hugo Bravo dijo que

estás empresas habían acumulado pérdidas por $80 mil millones. También

señalo que la empresa Penta INF hizo la mayor parte de los préstamos a las

industrias PCR, lo que le dejó una pérdida de $55 mil millones. Penta INF, ha

dicho Bravo, fue adquirida por otra empresa del holding y sus pérdidas se

valoraron en unos $20 mil millones, las que fueron utilizadas por el grupo

para acceder a beneficios tributarios por ese mismo valor.

Un correo del gerente de Contabilidad de Penta, Marcos Castro, que figura

en la carpeta de la Fiscalía, indica que las pérdidas de las empresas PCR a

diciembre de 2013 eran las siguientes: $7.500 millones de Pet Packing,

$9.100 millones de PH Glass, $5.600 millones de Arrimaq y $7.200 millones

de Plásticos Burgos. En total: $29.400 millones.

OTRAS BOLETAS FALSASLas prácticas destinadas a evadir el pago de impuestos estaban tan

extendidas en el Grupo Penta, que hasta la esposa del junior emitía boletas

falsas. Gilda Brunetto Flores es cónyuge del auxiliar que atendía las oficinas

centrales de Penta: Carlos Calcagno Carvajal. El tesorero de Penta, Juan

Carlos Armijo y el gerente de Contabilidad, Marcos Castro, declararon ante

los fiscales que la esposa de Calcagno hacía boletas por unos $800 mil

mensuales.

Los testimonios judiciales revelaron que el dinero boleteado por Gilda

Brunetto se utilizaba para pasar como gastos de la empresa la bencina que

ocupaban los hijos de Carlos Eugenio Lavín y los traslados habituales de los

dueños del holding. Una fórmula para financiar una suerte de “caja chica”

para gastos menores.

También se utilizaron boletas falsas para pagar gastos corrientes, como la

mantención de sistemas informáticos. En la revisión de la contabilidad del

grupo, la Fiscalía detectó múltiples pagos girados contra boletas de Jessica

Jara, esposa del ingeniero informático Omar Fonseca, el que durante años

brindó de manera regular el servicio de asistencia computacional a

Empresas Penta sin gozar de contrato. Jessica Jara emitió 16 boletas a

Empresas Penta, por un total de $8,1 millones.

Carlos Alberto Délano

Las boletas extendidas por las esposas de Délano y Lavín -Verónica Méndez

y María de la Luz Chadwick- por trabajos que nunca se hicieron, fueron las

primeras irregularidades tributarias detectadas por el Ministerio Público. El

SII determinó que entre 2009 y 2014 ambas emitieron boletas que

provocaron una pérdida fiscal de $408 millones. No obstante, el gerente

de Contabilidad de Penta, Marcos Castro, declaró que los pagos hechos a las

cónyuges de los dueños del holding sumaron más de $1.000 millones y que

sus boletas se vienen pagando desde 1996. El monto mensual que ambas

recibían era de unos $8 millones y eran depositados en las cuentas

personales de Délano y Lavín.

El expediente de las boletas por trabajos que no se realizaron también fue

utilizado por las sociedades de Carlos Alberto Délano y de Hugo Bravo. La

sociedad familiar de Délano, Inmobiliaria Duero, entre 2009 y 2014

registra 67 boletas emitidas por su hija, Verónica Délano Méndez (por un

total de $55 millones); y 66 boletas de su hermana, Carmen Delano Abott

(por un total de $162 millones). Por esta razón, ambas fueron incorporadas

en la denuncia criminal que el SII presentó a la Fiscalía en octubre pasado.

El gerente de Contabilidad de Penta, Marcos Castro, declaró que, en

realidad, los pagos a Carmen Délano iban dirigidos a su esposo, Samuel

Irarrázabal, como sobresueldos por sus servicios a la cabeza de los

negocios agrícolas de la familia.

Hugo Bravo se benefició del mismo sistema con sus sociedades

personales: Challico y Santa Sarella. Al respecto, el tesorero de

Penta, Juan Carlos Armijo, declaró que registran boletas mensuales por

$650 mil extendidas por Patricia Quezada (la esposa del mismo Armijo) y

por Verónica Winkler (cónyuge del subgerente de Empresas Penta,

Francisco Astorga). Para la sociedad Challico también boleteaban Paulina

Restovic (cónyuge de Bravo, que cobraba $1,9 millón mensuales) y Sergio

Riveaux (un sobrino de Bravo que cobraba $650 mil mensuales). Y para

Santa Sarella lo hacían Graciela Muller (por $ 2 millones mensuales) y Juan

Pablo Aris (por $650 mil). Armijo afirmó que todas estas boletas eran en

realidad retiros de dinero que no pagaban impuestos y confirmó que los

pagos que recibía su esposa (Patricia Quezada), él los depositaba en una

cuenta de Hugo Bravo.

Entre las boletas y facturas falsas pagadas por las empresas Penta, se

cuentan también las que permitieron financiar ilegalmente campañas

políticas. Entre los dirigentes y parlamentarios que están siendo

investigados por la Fiscalía por haber recibido de Penta aportes ilegales de

campaña, aparecen: Pablo Zalaquett, Jovino Novoa, Ena von

Baer, Pablo Longueira, Alberto Cardemil,Iván Moreira, Felipe de

Mussy, Laurence Golborne, Joaquín Lavín, el ex precandidato

presidencial Andrés Velasco, el ex subsecretario de Minería Pablo

Wagner y el actual ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.

La resolución que adopte el 8º Juzgado de Garantía respecto del futuro

inmediato de los dueños del holding Penta será mirado con extrema

preocupación por los principales actores del mercado financiero. Las

medidas cautelares serán un primer test de cómo viene la mano en una

investigación judicial que remece al país. Todos saben que el uso

de forwards, boletas y asesorías falsas y otras operaciones ilícitas, son

prácticas extendidas en una verdadera industria de evasión tributaria a la

que no se quiso poner atajo. De las cartas que jueguen los fiscales, los

directivos del SII y de la resolución del tribunal depende que este juicio siga

escalando.

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