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Rev Esp Anestesiol Reanim. 2012;59(Supl 1):3-24 Revista Española de Anestesiología y Reanimación 0034-9356/$ - see front matter © 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del dolor. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. www.elsevier.es/redar Revista Española de Anestesiología y Reanimación Spanish Journal of Anesthesiology and Critical Care www.elsevier.es/redar Órgano científico de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del dolor Recomendaciones – Guía clínica de neuroanestesiología en cirugía de fosa posterior Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiológico intraoperatorio Consideraciones y conducta neuroanestesiológica postoperatoria Volumen 59 | Extraordinario 1 | Noviembre 2012 ISSN: 0034-9356 ORIGINAL Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiológico intraoperatorio F. Iturri Clavero a *, C. Honorato b , I. Ingelmo Ingelmo c , N. Fàbregas Julià d , P. Rama-Maceiras e , R. Valero d , F. Buisán Garrido f , E. Vázquez Alonso g , A.M. Verger Bennasar h , R. Badenes Quiles i , L. Valencia Sola j , J. Hernández Palazón k y Sección de Neurociencia de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor a Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Universitario de Cruces, Bilbao, España b Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Universitario de Navarra, Pamplona, España c Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid, España d Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Clínic de Barcelona, Barcelona, España e Servicio de Anestesiología y Reanimación, Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, A Coruña, España f Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Valladolid, España g Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Virgen de las Nieves, Granada, España h Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Son Espases, Palma de Mallorca, España i Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Clínico Universitario de Valencia, Valencia, España j Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Universitario Doctor Negrín, Las Palmas de Gran Canaria, España k Servicio de Anestesiología y Reanimación, Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, Murcia, España PALABRAS CLAVE Anestesia; Neurocirugía; Neuroanestesia; Cirugía fosa posterior; Posición sedente; Embolia aérea venosa Resumen El manejo anestésico de los pacientes sometidos a procedimientos neuroquirúrgicos de fosa posterior presenta una serie de características particulares que deben ser conocidas por el anestesiólogo. Los cambios fisiopatológicos secundarios a la posición del paciente durante la cirugía, la relevancia del adecuado posicionamiento para facilitar el abordaje quirúrgico, la menor tolerancia a los cambios de elastancia de la región infratentorial, las escasas opciones terapéuticas ante un episodio de edema- hinchazón intraoperatorio y la presencia de complicaciones como la embolia aérea venosa condicionan la actuación intraoperatoria. Este primer apartado de las guías recoge las principales evidencias disponibles en la bibliografía respecto al abordaje preoperatorio e intraoperatorio de estos pacientes. © 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del dolor. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. * Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (F. Iturri Clavero).

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  • Rev Esp Anestesiol Reanim. 2012;59(Supl 1):3-24

    Revista Espaola de Anestesiologa y Reanimacin

    0034-9356/$ - see front matter 2012 Sociedad Espaola de Anestesiologa, Reanimacin y Teraputica del dolor. Publicado por Elsevier Espaa, S.L. Todos los derechos reservados.

    www.elsevier.es/redar

    Revista Espaola de Anestesiologa y ReanimacinSpanish Journal of Anesthesiology and Critical Care

    www.elsevier.es/redar

    rgano cientfico de la Sociedad Espaola de Anestesiologa, Reanimacin y Teraputica del dolor

    Recomendaciones Gua clnica de neuroanestesiologa en ciruga de fosa posterior

    Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio

    Consideraciones y conducta neuroanestesiolgica postoperatoria

    Volumen 59 | Extraordinario 1 | Noviembre 2012

    ISSN: 0034-9356

    Revista Espaola de Anestesiologa y Reanim

    acin Volum

    en 59. Exrtaordinario 1. Noviem

    bre 2012. Pgs. 1-X

    ORIGINAL

    Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio

    F. Iturri Claveroa*, C. Honoratob, I. Ingelmo Ingelmoc, N. Fbregas Julid, P. Rama-Maceirase, R. Valerod, F. Buisn Garridof, E. Vzquez Alonsog, A.M. Verger Bennasarh, R. Badenes Quilesi, L. Valencia Solaj, J. Hernndez Palaznk y Seccin de Neurociencia de la Sociedad Espaola de Anestesiologa, Reanimacin y Teraputica del Dolor

    aServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Universitario de Cruces, Bilbao, EspaabServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Universitario de Navarra, Pamplona, Espaa cServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Universitario Ramn y Cajal, Madrid, EspaadServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Clnic de Barcelona, Barcelona, EspaaeServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Complejo Hospitalario Universitario de A Corua, A Corua, EspaafServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Clnico Universitario de Valladolid, Valladolid, EspaagServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Virgen de las Nieves, Granada, EspaahServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Son Espases, Palma de Mallorca, EspaaiServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Clnico Universitario de Valencia, Valencia, EspaajServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Universitario Doctor Negrn, Las Palmas de Gran Canaria, EspaakServicio de Anestesiologa y Reanimacin, Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, Murcia, Espaa

    PALABRAS CLAVEAnestesia;Neurociruga;Neuroanestesia;Ciruga fosa posterior;Posicin sedente;Embolia area venosa

    Resumen El manejo anestsico de los pacientes sometidos a procedimientos neuroquirrgicos de fosa posterior presenta una serie de caractersticas particulares que deben ser conocidas por el anestesilogo. Los cambios fisiopatolgicos secundarios a la posicin del paciente durante la ciruga, la relevancia del adecuado posicionamiento para facilitar el abordaje quirrgico, la menor tolerancia a los cambios de elastancia de la regin infratentorial, las escasas opciones teraputicas ante un episodio de edema-hinchazn intraoperatorio y la presencia de complicaciones como la embolia area venosa condicionan la actuacin intraoperatoria. Este primer apartado de las guas recoge las principales evidencias disponibles en la bibliografa respecto al abordaje preoperatorio e intraoperatorio de estos pacientes. 2012 Sociedad Espaola de Anestesiologa, Reanimacin y Teraputica del dolor. Publicado por Elsevier Espaa, S.L. Todos los derechos reservados.

    * Autor para correspondencia.Correo electrnico: [email protected] (F. Iturri Clavero).

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  • 4 F. Iturri Clavero et al

    Introduccin

    Los procedimientos neuroquirrgicos representan un pe-queo porcentaje del total de cirugas. La encuesta reali-zada por la seccin de Neurociencia de la Sociedad Espao-la de Anestesiologa, Reanimacin y Teraputica del Dolor (SEDAR) en 2009 a todos los servicios de anestesiologa de los hospitales pblicos espaoles con actividad neuroqui-rrgica, revel que se realizaban craneotomas con una fre-cuencia inferior a 5 intervenciones por semana en el 43% de los centros respondedores1. Al especificar la posicin en la que se intervenan los pacientes, el decbito supino con la cabeza rotada era la ms utilizada (el 37% ms de 10 intervenciones mensuales), seguida por la realizacin de 1 a 5 intervenciones al mes en el 62% de los centros respon-dedores en hamaca o en decbito lateral, un 40% realizaba el mismo nmero de intervenciones en posicin sedente y un 32% en prono.

    Las patologas que motivan los procedimientos neuroqui-rrgicos sobre la fosa posterior o infratentorial suelen ser graves y pueden condicionar el estado vital de los pacien-tes. La ciruga presenta una serie de caractersticas que ha-cen particular su manejo neuroanestsico, entre las que se encuentran posiciones extremas del paciente, los cambios fisiopatolgicos que stas representan, y las complicaciones asociadas directamente a la localizacin de la neuropatolo-ga y la posicin quirrgica.

    La seccin de Neurociencia de la SEDAR ha elaborado unas recomendaciones para el tratamiento neuroanestsico de los pacientes que van a ser intervenidos de neuropato-loga infratentorial. Para este objetivo, se realiz una bs-queda sistemtica en castellano e ingls en las principales bases de datos bibliogrficos (PubMed, Excerpta Mdica, Embase, SciELO, Cochrane), con los artculos comprendidos entre 1966 y 2011. Adems se revisaron los manuscritos que se consideraron de relevancia en las pesquisas bibliogrfi-cas identificadas. Se usaron las palabras clave: anesthesia, neurosurgery, neuroanesthesia, sitting position, posterior fossa surgery, air embolism. Posteriormente se evalu el grado de evidencia cientfica (tabla 1)2. En el manuscrito se presentan los niveles de evidencia de las principales re-comendaciones recogidas, mientras que gran parte de la

    informacin se aporta en formato de tablas para facilitar el acceso estructurado a los contenidos.

    La gua clnica se ha dividido en 2 partes: la presente, so-bre valoracin preoperatoria y cuidados anestsicos intrao-peratorios, y una posterior que abordar las complicaciones postoperatorias.

    Valoracin preoperatoria

    La evaluacin preoperatoria de los pacientes sometidos a neurociruga de fosa posterior resulta compleja por la va-riedad de enfermedades y por el amplio espectro de situa-ciones cliniconeurolgicas, que van desde pacientes alerta y coherentes hasta otros con disfuncin neurolgica gra-ve. Debemos evaluar la medicacin que toma el pacien-te de forma crnica y manejarla de forma similar a cual-quier intervencin neuroquirrgica. En cuanto al captulo de alergias, los nios afectados por espina bfida abierta (meningocele, mielocele, mielomeningocele) son el grupo de mayor riesgo para la alergia al ltex, con una incidencia de hasta el 25%3 y pueden requerir la realizacin de tests especficos4.

    La neuropatologa infratentorial per se no suele asociar-se a dificultad en la intubacin endotraqueal (IET), la difi-cultad viene dada por otros factores (obesidad, diabetes, etc.). No obstante hay excepciones, como las malforma-ciones de la unin craneocervical, bien seas (impresin basilar/platibasia, sndrome de Klippel-Feil, luxacin at-loaxoidea, malformaciones del atlas y/o del axis, y mielo-pata cervicoartrsica), del romboencfalo (malformacin de Arnold-Chiari, siringomielia, encefalocele occipital y megacefalia) o vasculares (sndromes vertebrobasilares); as como la enfermedad de Lhermitte Duclos, la cual se asocia al sndrome de Cowden, y ste a dificultad en la IET. Deberemos identificar a los pacientes con va area difcil y planificarlos para realizar IET con paciente despierto (grado de recomendacin 1B).

    El sndrome de Klippel-Feil merece una mencin espe-cial. Consiste en la fusin congnita de 2 o ms vrtebras cervicales, y se define por la trada caracterstica de im-plantacin baja del pelo en la nuca, cuello corto y limita-

    KEYWORDSAnesthesia;Neurosurgery;Neuroanesthesia;Posterior fossa surgerySitting position;Venous air em; bolism

    Preoperative considerations and intraoperative neuroanesthesiologic management

    Abstract The anesthesiological management of patients undergoing neurosurgery of the posterior fossa has a series of characteristics that should be known by anesthesiologists. Intraoperative management is guided by a series of factors that include the physiopatho-logical changes secondary to the patients position during surgery, the importance of appropriate patient positioning to facilitate the surgical approach, the lower tolerance to changes in the elastance of the infratentorial region, the limited therapeutic options in episodes of intraoperative edema-swelling, and the presence of complications such as a venous air embolism. This first contribution to the guidelines discusses the main eviden-ce available in the literature on the pre- and intraoperative approach to these patients. 2012 Sociedad Espaola de Anestesiologa, Reanimacin y Teraputica del dolor. Published by Elsevier Espaa, S.L. All rights reserved.

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  • Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio 5

    cin de la movilidad del cuello. El tipo I presenta una fusin masiva en bloque de toda la columna cervical, mientras que el tipo II consiste en la fusin de solamente 2 vrtebras, y el tipo III corresponde al tipo I o al II asociado a anomalas de las vrtebras torcicas o lumbares5.

    La presencia de foramen oval permeable (FOP) es el mecanismo ms importante para desarrollar una embolia

    area arterial o paradjica6-12. La incidencia de FOP es de alrededor del 25%13 en la poblacin general y supera el 40% en pacientes adultos con antecedentes de accidente cere-brovascular isqumico criptognico14. Se recomienda una investigacin preoperatoria en busca de FOP en los pacien-tes que van a ser sometidos a ciruga de fosa posterior, de forma especial en posicin sentada (grado 1B). Puede valo-

    Tabla 1 Nivel de evidencia considerado en la realizacin de estas guas2

    Grado de recomendacin Riesgo/beneficio Calidad de la evidencia

    1A: Recomendacin fuerte. Evidencia de buena calidad

    Los beneficios superan claramente a los riesgos, o viceversa

    Evidencia consistente proveniente de ensayos clnicos aleatorizados bien desarrollados, o evidencia clara e innegable proveniente de otro tipo de investigacin. Posteriores investigaciones tienen pocas probabilidades de cambiar nuestra confianza en la estimacin de riesgo y beneficio

    Las recomendaciones fuertes sirven para la mayora de los pacientes en la mayora de las circunstancias. El mdico debe seguir este tipo de recomendaciones a no ser que exista una razn de peso contundente que aconseje un manejo diferente

    1B: Recomendacin fuerte. Evidencia de calidad intermedia

    Los beneficios superan claramente a los riesgos, o viceversa

    Evidencia proveniente de ensayos clnicos aleatorizados pero que tienen limitaciones importantes (resultados inconsistentes, problemas metodolgicos, imprecisiones) o evidencia clara e innegable proveniente de otro tipo de investigacin. Posteriores investigaciones (si se producen) podran influenciar nuestra confianza en la estimacin de riesgo y beneficio

    Es una recomendacin firme que sirve para la mayora de los pacientes. El mdico debe seguir este tipo de recomendaciones a no ser que exista una razn de peso contundente que aconseje un manejo diferente

    1C: Recomendacin fuerte. Evidencia de calidad baja o dudosa

    Los beneficios parecen superar a los riesgos, o viceversa

    Evidencia proveniente de estudios observacionales, experiencia clnica no sistematizada, o ensayos clnicos con limitaciones importantes. La estimacin de riesgo y beneficio es incierta

    Recomendacin fuerte, sirve para la mayora de los pacientes. Sin embargo hay que recordar que la evidencia que la apoya no es de buena calidad

    2A: Recomendacin dbil. Evidencia de buena calidad

    Beneficios y riesgos estn equilibrados

    Evidencia consistente proveniente de ensayos clnicos aleatorizados bien desarrollados, o evidencia clara e innegable proveniente de otro tipo de investigacin. Posteriores investigaciones tienen pocas probabilidades de cambiar nuestra confianza en la estimacin de riesgo y beneficio

    Recomendacin dbil; la mejor opcin puede depender de las circunstancias o de las preferencias culturales y sociales del paciente

    2B: Recomendacin dbil. Evidencia de calidad intermedia

    Beneficios y riesgos podran estar equilibrados; o existencia de una duda razonable sobre la estimacin

    Evidencia proveniente de ensayos clnicos aleatorizados pero que tienen limitaciones importantes (resultados inconsistentes, problemas metodolgicos, imprecisiones) o evidencia clara e innegable proveniente de otro tipo de investigacin. Posteriores investigaciones (si se producen) podran influenciar nuestra confianza en la estimacin de riesgo y beneficio

    Recomendacin dbil; otras alternativas pueden ser mejores para algunos pacientes, en algunas circunstancias

    2C: Recomendacin dbil. Evidencia de calidad baja o dudosa

    Incertidumbre clara sobre la estimacin de riesgo y beneficio; riesgo y beneficio estn muy probablemente equilibrados

    Evidencia proveniente de estudios observacionales, experiencia clnica no sistematizada, o ensayos clnicos con limitaciones importantes. La estimacin de riesgo y beneficio es incierta

    Recomendacin dbil. Otras alternativas pueden ser igualmente razonables

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  • 6 F. Iturri Clavero et al

    rarse el cierre de FOP percutneo en pacientes portadores de ste que precisen una ciruga en posicin sedente o des-cartar la colocacin en dicha posicin15 (grado 1B).

    Los pacientes portadores de una derivacin (vlvula) ven-triculoatrial o ventriculoperitoneal deben ser identificados. Se recomienda que en el paciente portador de una deriva-cin ventriculoatrial sta sea ligada antes de emprender una ciruga en posicin sentada16 (grado 1C).

    Las valoraciones general (sistmica) y especfica (neurol-gica) debern comprender y constatar el nivel de conciencia en la escala del coma de Glasgow, funciones de pares cra-neales, en especial los bajos (IX, X, XII), y las funciones mo-toras y sensitivas, as como la valoracin del lenguaje y las funciones cerebelosas. El neuroanestesilogo debe examinar tanto los estudios de neuroimagen como los neurofisiolgicos para poder evaluar la localizacin y tamao de la lesin, la relacin con otras estructuras y el grado de edema; as como la presencia y grado de hidrocefalia. En ciruga electiva es recomendable una revaluacin previa a la ciruga, ya que el cuadro clnico neurolgico puede haber cambiado.

    En la fosa posterior, la curva volumen-presin de Langfitt se desva a la izquierda y tiene mayor pendiente, por lo que el deterioro neurolgico es de instauracin rpida y precoz. En presencia de obstruccin a la libre circulacin del l-quido cefalorraqudeo (LCR), la insercin de una derivacin

    ventriculoperitoneal das previos a la ciruga electiva, o de la ventriculostoma externa (trpano de Frazier) previa a la cranectoma infratentorial, permite aliviar la hidrocefa-lia, disminuir la elastancia infratentorial intraoperatoria y controlar las vas ventriculares en el postoperatorio. En au-sencia de hidrocefalia obstructiva, la insercin consensuada con el equipo quirrgico de un drenaje lumbar de LCR tiene el mismo objetivo. Por otro lado, cualquiera de las 3 meto-dologas disminuye el riesgo potencial de fstula y/o fuga de LCR durante el postoperatorio.

    Un aspecto nico en la ciruga de fosa posterior es la decisin acerca de la posicin quirrgica. La posicin ideal es la que armoniza el confort quirrgico frente a los riesgos asociados a la postura elegida. Cada posicin quirrgica in-duce unos cambios determinados y requiere una valoracin y una preparacin adecuadas que deben llevarse a cabo ya desde la evaluacin preoperatoria. La decisin deber ser el equilibrio ideal entre:

    Las demandas tcnicas de acceso quirrgico (tabla 2)6,17-21. El estado fsico del paciente con respecto a la presencia

    de comorbilidad y las repercusiones fisiolgicas de la posi-cin neuroquirrgica (tabla 3)18.

    El riesgo de complicaciones asociadas a cada posicin (ta-bla 4)10,18,22-26.

    Tabla 2 Demandas tcnicas de acceso neuroquirrgico6,17-21

    Tipo de abordaje Va Indicacin Posicin

    Acceso directoinfratentorial

    Va suboccipital

    Es la va de acceso ms frecuente

    Incisin en lnea media (lesiones de vermis o hemisferios cerebelosos, patologa de la arteria vertebral)

    Prono o semisentada

    Incisin lateral o paramastoideaLesiones de ngulo pontocerebeloso o hemisferios cerebelosos

    Lateral o banco de parque o semisentadaSupina con cabeza girada (menos frecuente)

    Supracerebelosa-infratentorial

    Acceso a glndula pineal Semisentada

    Transtemporal Lesiones del ngulo pontocerebeloso para neurootlogos (translaberntica)

    Lateral o banco de parque

    Transoral Acceso a la parte inferior del clivus y expone la parte anterior del tronco y la arteria basilar

    Supina (semi-Fowler)

    Acceso supratentorial

    Occipital transtentorial

    Acceso a lesiones de la superficie superior del cerebelo

    Lateral o semisentada

    Subtemporal transtentorial

    Acceso a la porcin superior del clivus, arteria basilar, ngulo pontocerebeloso, y pednculos cerebelosos

    Lateral

    Acceso combinado Supra-infratentorial Para lesiones con componentes infra y supratentorial

    Lateral o semisentada

    Acceso endoscpico Endonasal o transoral

    Para lesiones del clivus o del tronco o de la basilar y anomalas de la unin craneocervical (odontoides)

    Supina (semi-Fowler)

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  • Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio 7

    Tabla 3 Repercusiones fisiolgicas de la postura neuroquirrgica

    Posicin Cardiovascular Respiratorio SNC Beneficios Riesgos

    Decbito supino con mximo grado de rotacin y flexin del cuello

    Modificaciones semi-Fowler

    Comparado con bipedestacin, despierto y anestesiadoRV, VS, GCFCRVS

    Comparado con bipedestacinCRF, CPT, Atelectasias de zonas dependientes, Qs/Qt Desequilibrio V/Q

    Comparado con bipedestacinFSYRVYPPC

    Posicin ms sencilla y rpida de establecer

    Estabilidad hemodinmica

    Posicin til en paciente joven y menos en anciano (rigidez cervical)

    Requiere mximo grado de rotacin lateral y flexin del cuello para tumores del ngulo o descompresin microvascular

    Neuropata (plexo braquial, cubital). La excesiva rotacin dificulta el retorno venoso cerebral (congestin cerebelosa)

    Disminuye el RV desde las extremidades inferiores

    Mejora la ventilacin de las zonas dependientes pulmonares

    Mejora el drenaje venoso cerebral, as como el de LCR

    til en ciruga del hombro (omartrosis) y neurociruga funcional (estereotaxia, Parkinson)

    Inestabilidad hemodinmica, lesin neurolgica (PPC) y reflejo paradjico de Bezold-Jarisch en ciruga del hombro

    Embolia area en ciruga

    Sedente (clsica), semi-sentada (hamaca), en W

    Comparada con supino (despierto)RV, VS, GCFC, RVS, RVPPAS, PAM

    Comparada con supinoCPT, CRF Qs/QtAlteracin V/Q Menos cantidad de atelectasias

    Comparada con supinoFSY, RVYPICPPCMenor riesgo de disfuncin de pares craneales

    Mejor acceso al paciente, a la va area y a la monitorizacin

    Abordaje ptimo de la fosa posterior

    Mejor visibilidad de las estructuras del lecho microneuroquirrgico por drenaje gravitatorio de sangre, LCR y detritus (acorta el tiempo neuroquirrgico)

    Menor hemorragia que en la horizontal o variantes (lateral, oblicua, prono)

    Preservacin de pares craneales

    Minimiza el riesgo de congestin/edema cerebeloso

    Embolia area venosa y/o paradjica

    Hipotensin PPC Migracin del tubo

    traqueal Neumoencfalo Macroglosia Edema de cara o

    cuello Neuropatas

    perifricas: plexo braquial, cubital, citico (sndrome piriforme), peroneo comn

    Paraplejia, tetraplejia

    Decbito lateral

    Comparado con supino, anestesiadoRV, VS, COFC RVS, RVPPAS, PAM

    Comparado con supinoCRF, CPTQs/QtDesequilibrio V/Q Atelectasias de pulmn dependiente

    Comparado con supinoFSYRVYProblemas de rotacin, flexin o extensin del cuello y cabeza con respecto al trax

    Acceso a lesiones del ngulo pontocerebeloso, del clivus o foramen magnum

    En neurootologa para acceso translaberntico

    Facilita la insercin y vigilancia del drenaje lumbar de LCR

    Lesin de la oreja y/o del ojo

    Neuropatas (plexo braquial, nervio supraescapular del hombro dependiente)

    Riesgo de amaurosis o de swelling cerebeloso

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    Tanto la posicin horizontal como la sedente y sus res-pectivas variantes pueden usarse de modo seguro para la ciruga de fosa posterior23. Ambas posiciones muestran ven-tajas y desventajas que deben conocerse, sin que una po-sicin u otra sea manifiestamente mejor o ms segura18-27

    (grado 1B). La eleccin debe ser una decisin consensuada entre neurocirujano y neuroanestesilogo de acuerdo con las caractersticas y necesidades del paciente. La forma ms prudente de minimizar riesgos es una seleccin ade-cuada de los pacientes basada en: a) el equilibrio de riesgos

    Tres cuartos (banco de parque)

    En distintos grados remeda a la lateral y/o a la prono

    Asemeja en distintos grados a la lateral y a la prono

    Asemeja en distintos grados a la lateral y a la prono

    Menor riesgo de EAV que en la sedente

    Mejor acceso a va area y a monitorizacin en comparacin con la prono

    Posicin difcil de establecer

    Rotacin de cuello-cabeza

    Riesgo de edema, amaurosis y lceras de presin

    Baja perfusin y/o sndrome compartimental del miembro superior dependiente

    Lesin del nervio pudendo

    Decbito prono

    Modificacin posicin concorde

    Comparado con supino, despiertoRV, VSFC RVS, RVP PAS, PAM

    En paciente anestesiadoRV, VS, GC, PICFC, RVS, RVP PAS, PAM

    Comparado con supino incrementa la resistencia en la va area superiorCRF, CPTDesequilibrio V/QMenos atelectasias en los pulmones

    Comparado con supinoa) Cabeza en plano neutral respecto a corazn FSYRVY

    b) Cabeza inferior respecto a corazn:FSY, RVYCongestin venosaPIC

    Abordaje ptimo de la columna vertebral

    Es la posicin ms comprometida: Dificulta el acceso

    a la va area y la monitorizacin

    Aumenta el sangrado y el riesgo de congestin del cerebelo

    Amaurosis Decbitos y lceras en

    tejidos blandos Riesgo de extubacin

    por despegamiento del sistema de sujecin del tubo

    Semeja a la prono

    Equiparable a la prono

    La cabeza en plano inferior respecto a corazn:FSY, RVYCongestin venosaPIC

    Abordaje medial a fosa posterior

    Hiperflexin de cabeza y cuello (cuadriplejia, migracin y/o acodamiento del tubo endotraqueal)

    Dificultad al drenaje venoso cerebral y/o cervical (tumefaccin cerebral, edema facial, epistaxis, amaurosis, necrosis mandibular)

    CPT: capacidad pulmonar total; CRF: capacidad residual funcional; FC: frecuencia cardaca; FSY: flujo sanguneo yugular; GC: gasto cardaco; PAM: presin arterial media; PAS: presin arterial sistlica; PIC: presin intracraneal; PPC: presin de perfusin cerebral; Qs/Qt: shunt intrapulmonar; RV: retorno venoso; RVP: resistencias vasculares pulmonares; RVS: resistencias vasculares sistmicas; RVY: resistencia venosa yugular; V/Q: ventilacin /perfusin; VS: volumen sistlico; : aumento; : disminucin; sin cambios. Los cambios de los parmetros fisiolgicos en los sistemas cardiovascular, respiratorio y nervioso central son presentados como se observan en pacientes anestesiados. Los cambios en el sistema cardiovascular se presentan en pacientes despiertos y anestesiados.Adaptada de Rozet y Vavilala18.

    Tabla 3 Repercusiones fisiolgicas de la postura neuroquirrgica (continuacin)

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  • Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio 9

    y beneficios en cada patologa y en cada individuo; b) el cribado preoperatorio en busca de FOP; c) la utilizacin de monitorizacin adecuada, y d) la utilizacin de tcnicas que reduzcan riesgos.

    Deberemos encaminar la entrevista preoperatoria a ali-viar los principales factores que generan ansiedad, y a la educacin de pacientes y familiares28 (grado 1B). Si va a usarse cualquier sedacin, capaz de producir depresin res-piratoria, debe hacerse en un entorno donde pueda monito-rizarse al paciente y donde pueda revertirse la sedacin y/o manejar la va area16 (grado 1A). Debe optimizarse el con-fort trmico, aunque ste no es ansioltico como se ha haba postulado29 (grado 1A). Otras opciones, como la dexmede-tomidina30,31, la gabapentina32 o la melanotonina33, pueden ser relevantes en el futuro, aunque en este momento no puede recomendarse su uso en el paciente con disfuncin neurolgica (grado 2A).

    Intraoperatorio

    Colocacin del paciente

    Existen diferentes posiciones del paciente para el abordaje de la fosa posterior (sedente, lateral y prono, con sus res-pectivas modificaciones). Los cambios bruscos de postura pueden inducir grandes cambios hemodinmicos, de modo que el posicionamiento debe realizarse de forma gradual, observando la adecuada tolerancia a la maniobra. Las dife-rencias entre las posiciones y su balance riesgo-beneficio se describen en la tabla 318.

    La movilizacin de la cabeza y del cuello puede tener consecuencias muy graves, ya que puede producir fuerzas mecnicas sobre las arterias y venas que nutren el encfalo

    y la mdula espinal34. La cabeza puede ser girada con segu-ridad aproximadamente 45 con respecto al cuerpo. Si fuera necesaria una rotacin mayor se recomienda colocar una al-mohada o un rollo de paos bajo el hombro ipsilateral35. Se debe prestar atencin especial a la flexin de la cabeza so-bre el cuello, de modo que debe permitir introducir 2 dedos entre el mentn y el esternn, como forma posible de evitar la hiperflexin que puede causar isquemia medular con te-traparesia/tetraplejia posoperatoria. sta es una recomen-dacin generalizada, pero no hay una evidencia rotunda a su favor (grado 1C). Adems, una posicin de la cabeza que produzca una obstruccin del drenaje venoso cerebral indu-ce elevaciones de la presin intracraneal (PIC). Si dispone-mos de catter lumbar o ventriculostoma externa de LCR, la cabeza y el cuello deben posicionarse respecto al trax de modo que la PIC se mantenga < 20 mm Hg (grado 1C). Si se dispone de un catter en el golfo de la vena yugular interna, la posicin de la cabeza no debe inducir cambios en el gradiente de presiones entre la aurcula y el golfo18.

    La posicin debe ser lo ms fisiolgica posible, con el fin de evitar decbitos en partes blandas y lesiones nerviosas perifricas. Se recomienda apoyar los brazos para evitar le-siones sobre el plexo braquial, flexin de las caderas y de las rodillas para evitar lesiones del citico, evitar la presin sobre los globos oculares, etc.18 (grado 1C). Por otro lado puede resultar til realizar lo que se ha dado en llamar un test de tolerancia a la posicin, que consiste en mantener al paciente despierto en la posicin que va a ser intervenido durante 5-10 min mientras se monitoriza la aparicin de parestesias, dolor cervical o vrtigo.

    La fijacin de la cabeza mediante craneostato tipo May-field se asocia a un efecto estimulante intenso, producien-do taquicardia e hipertensin. En pacientes con la autorre-gulacin alterada, un aumento de la presin arterial como

    Tabla 4 Complicaciones asociadas a la posicin quirrgica10,18,22-26

    Complicacin Sedente Horizontal

    EAV-EAP Mayor incidencia Su uso no elimina la posibilidad

    Prdida sangunea Mayor prdida sangunea y necesidad de transfusin

    Inestabilidad hemodinmica No hay diferencias

    Duracin de la intervencin Reduce el tiempo de intervencin

    Funcin de los pares craneales Mayor tasa de preservacin funcional de pares craneales

    Necesidad de VM postoperatoria No hay diferencias en la incidencia

    Complicaciones postoperatorias No hay diferencias significativas

    Convulsiones postoperatorias Mayor incidencia pero sin diferencia significativa

    Neumoencfalo Mayor incidencia

    Hinchazn infratentorial Reduce significativamente la PIC frente a otras posturas

    Necesidad de una mayor retraccin

    EAP: embolia area paradjica; EAV: embolia area venosa; PIC: presin intracraneal; VM: ventilacin mecnica.

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  • 10 F. Iturri Clavero et al

    respuesta a un estmulo doloroso puede traducirse en un incremento de la PIC por aumento del volumen sanguneo cerebral (VSC). Los pinchos o tornillos del craneostato no deben insertarse hasta que hayamos tratado de forma pre-ventiva la respuesta simptica que provocan (grado 1B). El bloqueo regional o la infiltracin con anestesia local del cuero cabelludo en los puntos de fijacin reducen los re-querimientos analgsicos, pudiendo disminuir tambin el dolor postoperatorio36-39 (grado 1A). La dexmedetomidina ha demostrado ser til en este aspecto40.

    Induccin anestsica

    La monitorizacin preinduccin ser mayoritariamente no in-vasiva, tanto en lo referente a la sistmica (electrocardiogra-fa [ECG], pulsioximetra, presin arterial no invasiva, capno-grafa) como a la especfica neurolgica (ndice biespectral, entropa, monitorizacin neuromuscular, espectrofotometra cercana al infrarrojo, etc.) (tabla 5)10,17,41-43. No obstante, se-gn las caractersticas del paciente y el tipo de proceso, y en funcin de la posibilidad de que se pudieran producir cambios hemodinmicos que resultaran crticos para mantener una adecuada perfusin cerebral, la canalizacin de una arteria perifrica, previa infiltracin local, o aplicacin de pomada anestsico EMLA, es una opcin a considerar. El transductor debe enrasarse a la altura del meato auditivo externo (pol-gono de Willis) para una estimacin fidedigna de la presin de perfusin cerebral, de lo contrario debe recordarse que a cada 2,5 cm de diferencia en altura vertical entre el punto de referencia y el corazn se produce un cambio de presin de aproximadamente 2 mm Hg en direccin opuesta18,44,45.

    La monitorizacin neurofisiolgica multimodal con elec-troencefalograma, potenciales evocados (auditivos de tron-co, somatosensoriales, motores) y electromiografa espon-

    tnea y/o evocada, se ha considerado ms eficaz que la monitorizacin unimodal a la hora de realizar la cada vez ms frecuente evaluacin funcional neurolgica intraope-ratoria46 . La utilidad de cada tcnica y sus implicaciones anestsicas aparecen resumidas en la tabla 646-49.

    En anestesiologa, la opcin ms segura para el paciente con va area difcil prevista es la intubacin fibroptica50 (grado 1A). La anestesia de la va area debe ser ptima para llevarla a cabo en el paciente neuroquirrgico despier-to50-52 (grado 1B). El remifentanilo es superior al propofol en la sedacin para este procedimiento53 (grado 1B).

    La eleccin de un determinado frmaco inductor no es una decisin crtica y debe basarse en la habilidad para mantener un perfil de anestesia estable, evitando la respuesta simptica asociadas a la laringoscopia y a la IET (grado 1B). Es deseable que la estimulacin larngea de la IET sea lo ms leve y con-trolada posible. La administracin de un bolo de esmolol o lidocana intravenosa (i.v.) (1,5 mg kg1) reduce la respuesta a la manipulacin larngea de la laringoscopia y la intubacin.

    Clsicamente se ha aconsejado el uso de una perfusin continua y variable de bloqueador neuromuscular (BNM) que impida los movimientos del paciente, ayude a optimi-zar la relajacin cerebral y evite tener que utilizar presiones elevadas en la va area para la ventilacin mecnica54. En los pacientes sometidos a monitorizacin electromiogrfica intraoperatoria de los nervios motores se ha recomendado no utilizar ningn tipo de BNM en el intraoperatorio o, a lo sumo, la succinilcolina para la IET en pacientes con actividad colinestersica normal y sin evidencia clara de hipertensin intracraneal. Sin embargo, la necesidad anestsica de este estado puro no se ha publicado, y puede ser satisfactorio el uso de una perfusin continua y variable de BNM no despo-larizante que mantenga constante un bloqueo moderado (1-2 respuestas del tren de cuatro o el 35% de la altura de la T1)

    Tabla 5 Monitorizacin para ciruga de fosa posterior10,17,41-43

    Preinduccin e induccin Electrocardiograma de 5 derivacionesPresin arterial no invasivaPulsioximetraCapnometra/capnografaBloqueo neuromuscular (tren de cuatro)Profundidad anestsica: ndice biespectral, entropa, etc.Espectrometra cercana al infrarrojo (niroscopia)

    Postinduccin Catter venoso central multiorificio (posicin adecuadaa)Presin arterial invasiva (alinear el transductor al conducto auditivo externo)Doppler precordial (posicin apropiadab)Estetoscopio esofgico y/o sonda nasogstricaTemperatura esofgica/nasofarngea y musculocutneaNitrgeno espirado final (si se dispone)Sonda vesical (diuresis/horaria)ETE (si se dispone)Doppler transcraneal (si se dispone)Neuroelectrodiagnstico (EEG, potenciales evocados, electromiografa)

    EEG: electroencefalograma; ETE: ecografa transesofgica. aPara aspirar aire en el caso de embolia area venosa, el catter venoso central debe haberse insertado hasta 2 cm distal a la unin de la vena cava superior y auriculada. bEl Doppler precordial se coloca entre el 2. y 6. espacios intercostales derechos (test de Tinker)241.

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  • Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio 11

    de la contraccin muscular en la monitorizacin del bloqueo neuromuscular perifrico49 (grado 2B). En pacientes que en el intraoperatorio requieren evaluacin neurofisiolgica y en los que se ha usado rocuronio como BNM, el sugammadex puede ser una opcin que permita recuperar un bloqueo neuromus-cular apropiado para el electrodiagnstico55 (grado 2A).

    Mantenimiento anestsico

    No hay una tcnica, inhalatoria o i.v., que haya demostrado superioridad56-60, y tanto una como otra muestran ventajas e inconvenientes (tabla 7)59-161; de modo que deberemos indi-vidualizar y adaptar la tcnica a cada paciente (grado 1B).

    Si la elastancia craneoespinal del compartimiento infra-tentorial es normal, la tcnica apenas influye en el resulta-do. Si la elastancia es alta (paciente semicomatoso, signos de enclavamiento, etc.), la eleccin del anestsico es rele-vante. En este sentido, los anestsicos i.v. no elevan la PIC, por lo que se consigue (junto a otras medidas), un cerebro ms relajado a la apertura dural.

    El halogenado ms recomendable, en caso de elegir un frmaco inhalatorio para mantenimiento, es el sevofluora-no59 (grado 1A). El desfluorano, por su rpida eliminacin, es idneo para el despertar rpido y poder llevar a cabo una evaluacin neurolgica precoz, ms an en neurociru-ga prolongada. Adems eleva la presin tisular de oxgeno (PtiO2) ms que el sevofluorano o el isofluorano, de ah sus

    indicaciones en la enfermedad de Moya-Moya o en presencia de vasospasmo cerebral. Sin embargo, el desfluorano debe utilizarse con precaucin en pacientes con PIC inestable, debido a su mayor propiedad vasodilatadora cerebral162,163.

    No hay contraindicacin absoluta para el uso de xido nitroso (N2O) en patologa de fosa posterior (grado 1A) (ta-bla 8)164-182. Sin embargo debe evitarse su uso en reinter-venciones, al menos en las 6-8 semanas siguientes tras una craneotoma con apertura dural, e interrumpir su adminis-tracin en el caso de que se presente alguna evidencia de hipertensin intracraneal durante su utilizacin (grado 1C). Asimismo debe suspenderse su administracin inmediata-mente ante la sospecha de embolia area183.

    En caso de utilizacin intraoperatoria de monitorizacin neurofisiolgica debemos tener en cuenta que los poten-ciales evocados somatosensoriales se afectan significativa-mente con los anestsicos inhalatorios y los motores trans-craneales, sobre todo los de pulsacin nica, con la tcnica anestsica. Estos conceptos se detallan en la tabla 646-49.

    Educcin anestsica

    El mantener a un paciente intubado o no al finalizar la in-tervencin depende de una serie de factores preoperatorios identificables durante la valoracin preanestsica, como: grado elevado en la clasificacin de la ASA, enfermedad pulmonar conocida, consumo de cigarrillos y sndrome de

    Tabla 6 Monitorizacin electroneurofisiolgica y anestesia46-49

    Tcnica Influencia de la anestesia Utilidad

    Potenciales evocados auditivos de tronco

    Poco influenciables por el tipo o profundidad anestsica

    Su uso en la reseccin de schwannoma del VIII par ayuda a preservar su funcin

    Los cambios bilaterales son sugestivos de compromiso de tronco

    Su normalizacin durante la descompresin de emergencia de la fosa posterior se ha usado para guiar el tratamiento postoperatorio y el momento de la extubacin

    Potenciales evocados somatosensoriales

    Muy afectados por los halogenados

    Afectados por N2O Propofol es el ms adecuado

    Se ha utilizado para monitorizar la aparicin de embolia area venosa o de neumoencfalo

    Se ha empleado para monitorizar el desarrollo de compromiso medular isqumico en relacin con la posicin (compresin o sobreestiramiento)

    Potenciales evocados motores

    Muy afectados por los bloqueantes neuromusculares

    Se utilizan para monitorizar el compromiso medular isqumico en relacin con la posicin (sobreestiramiento o compresin)

    Son ms relevantes que los potenciales somatosensoriales en la lesin medular

    Electroencefalograma Muy influenciable por los anestsicos inhalatorios o intravenosos

    Aunque no monitoriza directamente el romboencfalo (cerebelo) si recoge la bioactividad del tronco y corteza telenceflica

    Su uso en ciruga de fosa posterior servira para monitorizar la profundidad hipntica

    Un cambio brusco sin modificaciones farmacolgicas puede ser sugestivo de isquemia cortical supratentorial

    Electromiografa (evocada, espontnea)

    Se ve afectada por un bloqueo neuromuscular profundo

    Ayuda a identificar y preservar los pares craneales que tienen componente motor

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  • 12 F. Iturri Clavero et al

    Tabla 7 Resumen de farmacologa del mantenimiento anestsico59-161

    Parmetro Halogenado Propofol

    Tiempo de educcin61-65 El tiempo hasta la apertura ocular y la extubacin fue significativamente inferior con sevofluorano, pero no hay diferencia en el tiempo de alcanzar un Aldrete 9

    Estabilidad hemodinmica65-68 Sin diferencias significativas

    Emesis59,66,67,69-75 En general mayor incidencia de emesis Hay estudios con resultados contrarios o

    indiferentes

    Paso transpulmonar de aire76-89 Se ha demostrado que el uso de halotano rebaja el umbral para el paso de aire a travs de los pulmones

    Efectos txicos90-101 Puede producir hipertermia maligna - Sndrome de infusin del propofol

    Relajacin cerebral66,68 Aunque hay estudios en craneotoma supratentorial en los que el propofol reduce la PIC y la tumefaccin cerebral ms que el sevofluorano, el mayor estudio aleatorizado, multicntrico, controlado muestra que no hay diferencias

    Electrodiagnstico59,102-109 Tanto los halogenados como el propofol, afectan al registro de los potenciales evocados, pero la afectacin es significativamente menor con propofol

    En caso de que se plantee registro electroneurofisiolgico deberamos elegir propofol

    Autorregulacin60,110-125 Mantiene la autorregulacin con dosis de entre 0,5-1 CAM

    Parece que valores elevados de PaCO2 pueden abolir la autorregulacin con sevofluorano

    Mantiene la autorregulacin tanto a dosis altas como bajas en pacientes sanos, sin embargo parece que puede alterarla a dosis altas en pacientes con lesin cerebral

    Preserva la autorregulacin con hipercapnia elevada, (hasta PaCO2 de 55 mm Hg)

    Flujo sanguneo cerebral111,126-128 Efecto vasodilatador directo y vasoconstrictor indirecto

    Mantiene un perfil ptimo entre 0,5-1 CAM Disminuyen el valor de presin de perfusin

    cerebral al que comienza el flujo sanguneo cerebral (o presin de perfusin cero)

    Disminuye de modo similar el flujo y el metabolismo cerebrales

    Aumentan la presin de perfusin de flujo cero

    Volumen sanguneo cerebral y PIC59,129

    Con concentraciones por debajo de 1 CAM carece prcticamente de efectos sobre el volumen sanguneo cerebral y la PIC

    Disminuye la PIC Puede ser el frmaco de eleccin

    cuando hay alta elastancia craneoespinal o se precisa mxima relajacin cerebral

    Epileptognesis130-132 En el EEG los cambios seizure like bajo anestesia con sevofluorano son ms frecuentes en individuos susceptibles

    Parece seguro, incluso en epilpticos, a concentraciones menores a 1 CAM

    Presenta episodios seizure like, sobre todo con los cambios bruscos de concentracin asociados a induccin o educcin anestsica

    No ha demostrado efecto proconvulsionante en epilpticos con respecto al tiopental

    Saturacin del golfo de la yugular133-136

    El sevofluorano parece incrementarla, lo que podra convertirle en frmaco de eleccin en el caso de pacientes en riesgo de hipoperfusin cerebral

    Cuando se asocia a hipotermia con hipocapnia, los valores de saturacin yugular son menores con propofol, de ah que se recomiende una hiperventilacin asociada a propofol exquisitamente cuidadosa

    En un estudio aleatorizado posterior, no consiguieron reproducir estos datos

    Neuroproteccin137-161 A ambos se les atribuyen mecanismos neuroprotectores en modelos experimentales con animales, aunque es un efecto neuroprotector no mantenido que evite la muerte celular tarda (apoptosis)

    CAM: concentracin alveolar mnima; EEG: electroencefalograma; PIC: presin intracraneal.

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  • Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio 13

    apnea obstructiva del sueo, as como de una serie de fac-tores relacionados con la neuropatologa y el desarrollo de la ciruga (tabla 9)184-186.

    La educcin y la extubacin producen una descarga simp-tica que debe evitarse para minimizar el riesgo de edema o el sangrado infratentorial. Parece lgico emplear bloqueado-res beta, destacando por su corta vida media el esmolol (gra-do 1C), y evitar el uso de antagonistas del calcio o nitratos (nitroprusiato o nitroglicerina), todos ellos vasodilatadores cerebrales, capaces de generar un aumento del VSC y de la PIC. El urapidilo es un frmaco vasodilatador con poco efecto sobre la PIC en pacientes sanos, pero que puede generar in-

    crementos de la PIC en pacientes con hipertensin intracra-neal185 (grado 1B). La administracin de un bolo de lidocana i.v. es otra opcin a considerar para reducir la respuesta a la manipulacin larngea de la extubacin.

    Complicaciones intraoperatorias

    Embolia area venosa

    La embolia area venosa (EAV) se produce cuando la presin dentro de una vena abierta es subatmosfrica. Esta situa-

    Tabla 8 Efectos del N2O en neuroanestesia164-178,180-182,242

    Parmetros Efectos

    Neuroelectrodiagnstico164,174-180 Presenta mnimos efectos sobre el EEG y el BIS

    EEG estndar y/o computarizado (BIS, entropa) Puede utilizarse incluso en altas concentraciones durante los casos que se empleen respuestas evocadas auditivas de tronco, o monitorizacin EMG del componente motor de los pares craneales

    Potenciales evocados (tronco, sensitivos)

    EMG (evocada, espontnea)

    La prctica actual es aadir N2O a los anestsicos utilizados en el caso de monitorizacin de potenciales evocados y, en menor medida, durante el EEG puede alterar el ritmo basal

    Flujo sanguneo cerebral165 Aumenta

    Volumen sanguneo cerebral 164,165,173 Aumenta o no produce efectos

    Presin intracraneal173 Es capaz de producir un incremento en los pacientes en los que no se controla la ventilacin

    Tasa metablica164,165,173 Produce un pequeo aumento o no afecta la tasa metablica cerebral

    Neumoencfalo164, 166-170 No hay una evidencia convincente de que cause neumoencfalo postoperatorio por s mismo

    Embolia area venosa171,172 No hay una evidencia clara de que aumente la incidencia detectable o el volumen percibido

    Neuroproteccin181 En una serie de modelos de neuroisquemia, la accin antagonista NMDA ha sido equiparada, en su efecto neuroprotector, a la del xenn

    Efectos generales164,182 El xido nitroso tiene la capacidad de expandir el contenido gaseoso de las cavidades cerradas con aeroceleEn algunas cirugas incrementa las complicaciones posoperatorias

    BIS: ndice biespectral; EEG: electroencefalograma; EMG: electromiografa; NMDA: N-metil-D-aspartato.

    Tabla 9 Condiciones para una educcin precoz en la ciruga de fosa posterior184-186

    Condiciones sistmicas Condiciones cerebrales

    Temperatura prxima a la normalidad Normovolemia Normotensin (70 mm Hg > PAM < 120 mm Hg) Ventilacin espontnea sin hipercapnia (PaCO2 < 50 mm Hg) Normoglucemia (70-120 mg dl1). No hipoosmolalidad (> 280 mOsm kg1) Hematocrito > 25% Coagulacin normal Ausencia de edema facial o de lengua

    No edema cerebeloso o de protuberancia al final de la ciruga Nivel de conciencia preoperatorio adecuado No lesin enceflica mayor Ciruga enceflica limitada Profilaxis anticomicial si hay indicacin Integridad de los reflejos protectores de va area superior

    (IX, X, XII pares)

    PAM: presin arterial media.Adaptada de Fbregas y Bruder185.

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    cin se puede presentar en cualquier posicin, siempre que la herida quirrgica est por encima del nivel del corazn (concepto de fuerza gravitacional de Senn)187, aunque su incidencia es ms elevada en posicin sedente (20-40%).

    La EAV puede producir clnica cardiovascular, pulmonar y neurolgica. El volumen de gas capaz de producir la muerte en el ser humano por paso intravascular se ha estableci-do entre 200 y 300 mL de aire o 3-5 mL.kg1. Tambin, el flujo (velocidad) con que entra el aire es importante, as como otros factores, por ejemplo si se produce en venti-lacin espontnea10,188. Tanto el volumen como la cantidad de aire que se acumula dependen del tamao del vaso que permite la entrada. Los focos embolgenos ms frecuentes son la incisin medial, el msculo, el hueso (venas emisa-rias y diploicas), la exresis del tumor y los senos venosos transverso, sigmoide y sagital, al no ser colapsables por su fijacin dural. La baja frecuencia de la posicin sedente ha disminuido la incidencia de embolia area, pero no la ha eliminado.

    Para conseguir una reanimacin eficaz de pacientes con EAV es imprescindible realizar un diagnstico precoz y un rpido tratamiento. La ecocardiografa transesofgica es el monitor ms sensible para diagnosticar la EAV, siendo ca-paz de detectar burbujas de aire tan pequeas como 0,02 mL.kg1. Sin embargo, muchas de esas burbujas detectadas no presentan repercusin clnica. El Doppler precordial es el ms sensible de los monitores no invasivos. Es capaz de detectar 0,25 mL de aire o de 0,05 mL.kg1, debiendo de ser un estndar de monitorizacin. La sonda del Doppler debe situarse a nivel de la unin de la vena cava superior con la aurcula derecha, en la regin paraesternal derecha, a nivel del 3-4 espacio intercostal, aunque en un 20-30% de pacientes puede no obtenerse buena seal en esa localiza-cin. En ese caso puede colocarse en la regin paraesternal izquierda, aunque dicho emplazamiento no es especfico para el aire proveniente de la vena cava superior.

    Un cambio brusco de 2 mm Hg en la capnometra puede ser indicativo de EAV. Si el descenso es lento y progresi-vo suele atribuirse a hipotensin o bajo ndice cardaco. Tambin en relacin con la EAV se ha descrito un cuadro insidioso de inestabilidad hemodinmica con descenso del ndice cardaco e hipotensin, relacionado con volmenes de aire pequeos o con ritmos lentos de entrada de aire en el sistema cardiovascular10,189.

    Se recomienda la utilizacin conjunta de al menos un monitor de elevada sensibilidad (p. ej., Doppler precordial) y otro que determine la relevancia clnica (p. ej., capnome-tra) para la deteccin del EAV190. El nivel bajo de la alarma del capngrafo debe ajustarse para detectar incluso cam-bios mnimos, especialmente en procedimientos de riesgo (grado 1B). Las ventajas y desventajas de cada tcnica de monitorizacin se resumen en la tabla 106,10,15.

    Las medidas preventivas de la EAV comienzan con la eleccin adecuada de la postura quirrgica. Se ha comu-nicado un aumento de la incidencia de EAV en pacientes con baja presin venosa central (PVC)5. Por ello se ha pro-puesto mantener una PVC moderadamente alta, entre 10 y 15 mm Hg, dependiendo del grado de elevacin de la cabe-za6 (grado 1C). Hay una amplia bibliografa que desaconseja el uso de N2O en ciruga de alto riesgo de padecer EAV. El N2O incrementa dramticamente el tamao del mbolo ga-

    seoso y, con ello, su repercusin clnica183,187,188. Cualquier beneficio terico es superado por el riesgo de EAV (grado 1C). En la posicin sentada, no es aconsejable el uso de presin espiratoria final positiva en la profilaxis de la EAV, ya que su presencia favorece la embolia paradjica; de ah que solamente debe utilizarse, con precaucin, como me-dida para mejorar la oxigenacin, en el caso de que fuese necesaria10. El abordaje teraputico de la EAV se resume en la tabla 116,7,10,17,191-204.

    Cuando se sospeche EAV se debe impedir la entrada de aire, solicitando al cirujano que inunde el campo quirrgico con suero fisiolgico y que aplique cera sea a los bordes de la cranectoma hasta que se identifique el sitio de pe-netracin, adems de realizarse una compresin temporal bilateral de las venas yugulares10 (grado 1B). Debe admi-nistrarse O2 al 100% y no se reintroducir el N2O, en caso de que se est utilizando, hasta un mnimo de 60-120 min tras el episodio de EAV193,194 (grado 1C). Otras medidas van encaminadas a reducir la obstruccin del tracto de salida del ventrculo derecho. Entre ellas, la aspiracin de aire a travs del catter venoso central durante un episodio de EAV puede ser til. El dispositivo ms eficaz disponible es el catter multiorificio de Bunegin-Albin, con tasas de xito de entre el 30 y el 60%195. El catter debe haberse insertado hasta 2 cm distal a la unin de cava superior y aurcula187,196 (grado 1C). Para una correcta localizacin del catter ve-noso multiperforado puede usarse el control radioscpico o la ecocardiografa transesofgica, una vez colocado el paciente en la posicin definitiva. El ECG intracavitario no es adecuado para catter fenestrado205. No hay evidencias de que el cambio de posicin a decbito lateral izquierdo (maniobra de Durant)198 mejore la respuesta hemodinmica a la EAV197,199. No obstante, esta maniobra sigue siendo pro-puesta en gran nmero de textos sobre el tratamiento de la EAV grave y se debe considerar como una sugerencia. Deben valorarse, tambin, las compresiones torcicas en una EAV sintomtica, aun sin asistolia, ya que facilitara la rotura de las burbujas10,200 (grado 1A).

    En la EAV con repercusin clnica hay un aumento de la poscarga del ventrculo derecho, produciendo un fallo ven-tricular derecho agudo. En el caso de EAV sintomtica pare-ce conveniente el apoyo inotrpico (efedrina, dobutamina) y/o vasopresor (noradrenalina, fenilefrina)10,201-203 (grado 1B). Debe instaurarse la reanimacin cardiopulmonar con compresiones torcicas para el tratamiento de la asistolia causada por una EAV masiva10-200 (grado 1A).

    No hay estudios prospectivos acerca de la eficacia de la terapia con oxgeno hiperbrico y tampoco est claro el mo-mento ptimo para comenzar esta terapia una vez que se ha producido la embolia area arterial o paradjica (EAP). Se sugiere que podran beneficiarse claramente de ella los pacientes con EAP en los que se inicia la terapia dentro de las 6 primeras horas. Sin embargo, no suele observarse mejora en los que haban sufrido un EAP cerebral, inde-pendientemente del momento en que se iniciara la tera-pia188,190,204.

    Alteraciones hemodinmicas

    El desequilibrio hemodinmico intraoperatorio se puede deber a 3 causas fundamentales: cambios de posicin, es-

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  • Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio 15

    Tabla 10 Tcnicas de monitorizacin para el diagnstico de embolia area venosa6,10,15

    Mtodos de deteccin Sensibilidad (mL.kg1) Disponibilidad Invasividad Limitaciones

    Ecocardiografa transesofgica

    Alta (0,02) Baja Media Requiere experiencia y observacin atenta de la pantalla

    Es caro e invasivo Incrementa el riesgo potencial de

    macroglosia o edema de vas altas Es una monitorizacin intermitente

    Doppler precordial Alta (0,05) Moderada No Pacientes obesos Deformidad torcica Interferencias con bistur elctrico

    Catter de arteria pulmonar

    Alta (0,25) Moderada Alta Distancias fijas Orificios muy pequeos para aspirar

    Doppler transcraneal Alta Moderada No Se requiere experiencia Ausencia de ventanas Deteccin de foramen oval permeable

    y de embolia paradjica, no de embolia area per se

    N2 espirado Moderada (0,5) Baja No - Uso de N2O o episodios de hipotensin - La desnitrogenacin es ineficaz - Utilizacin de aire en mezcla inspiratoria- Entrada de aire ambiente al circuito

    anestsico

    Capnometra Moderada (0,5) Moderada No - Patologa pulmonar - Hipotensin

    Pulsioximetra Baja Alta No - Cambios muy tardos

    Visualizacin directa por parte del neurocirujano

    Baja Alta No - No datos fisiolgicos

    Estetoscopio esofgico Baja (1,5) Alta Baja - Cambios tardos

    Electrocardiografa Baja (1,125) Alta Baja - Cambios tardos

    Tabla 11 Esquema de tratamiento de la embolia area venosa (EAV)6,7,10,17,191-204

    Medidas preventivas Eleccin de la postura quirrgica Mantener una presin venosa central moderadamente alta, entre 10-15 mm Hg, dependiendo

    del grado de elevacin de la cabeza Evitar el uso de N2O o interrumpir su administracin cuando se diagnostique un EAV Evitar reanudar la administracin de N2O entre 60-120 min tras un episodio de EAV No utilizar PEEP como profilaxis de EAV

    Mtodo diagnstico Utilizar la monitorizacin de forma combinada y de acuerdo a la disponibilidad El nivel bajo de la alarma del capngrafo debe ajustarse para detectar incluso cambios mnimos El Doppler precordial es el ms sensible de los monitores no invasivos, debiendo ser un estndar

    de monitorizacin

    Manejo del EAV Frenar la entrada de aire Inundar con suero del campo quirrgico Compresin temporal de la vena yugular

    Reducir la obstruccin del tracto de salida del ventrculo derecho

    Aspirar aire por va central multiorificio situado en posicin apropiada previamente

    Maniobra de Durant Compresiones torcicas para romper burbujas

    Soporte vital Administrar oxgeno al 100% Brindar soporte inotrpico si es preciso RCP en el caso de asistolia Oxgeno hiperbrico (embolismo paradjico)

    PEEP: presin espiratoria final positiva; RCP: reanimacin cardiopulmonar.

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  • 16 F. Iturri Clavero et al

    timulacin quirrgica y desencadenamiento del reflejo tri-geminocardaco.

    La inestabilidad hemodinmica con hipotensin y com-promiso consecuente de la perfusin enceflica y carda-ca puede producirse asociada a la posicin sedente206,207, aunque en prono tambin se ha descrito una reduccin del ndice cardaco208. La inestabilidad hemodinmica asociada a la posicin sedente incluye descenso de la presin arterial media, del ndice de volumen latido y del ndice carda-co, lo cual viene producido por una marcada reduccin en la precarga cardaca. Adems, los efectos hemodinmicos pueden verse magnificados por la tcnica ventilatoria y los cambios que induce sobre el retorno venoso la ventilacin mecnica209.

    Es precisa una estrecha monitorizacin de la perfusin enceflica durante todo el procedimiento18,45. Su estima-cin con el transductor enrasado a nivel del meato auditivo es lo ms apropiado para evitar el gradiente gravitacional (the vascular waterfall concept)210. Otras medidas, como la espectrometra cercana al infrarrojo (no invasiva) o la satu-racin del golfo de la yugular (invasiva), pueden darnos un reflejo del balance correcto entre aporte y demanda. Aun-que estos parmetros son ms tiles y representativos del territorio supratentorial, tambin pueden ser tiles para guiar nuestra conducta en la ciruga infratentorial211-213.

    La administracin de una carga de coloides de 10 mL.kg1 30 min antes de la induccin de la anestesia general reduce la inestabilidad hemodinmica postural214 (grado 1B). Puede ser necesaria la administracin de pequeas dosis de efe-drina o fenilefrina para corregir la hipotensin transitoria. El uso de dispositivos de compresin neumtica intermiten-te puede reducir la aparicin de hipotensin asociada al cambio postural, reduciendo la incidencia desde un 64 a un 28%. Deberemos usar sistemas de compresin secuencial en los pacientes que vayan a ser intervenidos en posicin sedente o en una de sus modificaciones215,216 (grado 1B).

    En cuanto a la inestabilidad asociada a la manipulacin quirrgica, la estimulacin del suelo del IV ventrculo o de la formacin reticular provoca hipertensin y bradicardia217 (grado 1A). Deberemos valorar la posibilidad de lesin del sistema reticular ascendente o de centros respiratorios cuando la ciruga del tronco enceflico o en su proximidad produce respuestas cardiovasculares bruscas218 (grado 1A).

    La importancia clnica del reflejo trigeminocardaco219, desencadenado por la estimulacin de una rama sensitiva del V par, viene dada porque su presentacin clnica oscila entre el inicio brusco de una bradicardia sinusal, de una bradicardia que termina en asistolia, asistolia sin bradi-cardia previa, o bien hipotensin, apnea e hipermotilidad gstrica. Los cambios cardiovasculares asociados al reflejo trigeminocardaco son invariablemente transitorios sin que se hayan comunicado complicaciones clnicas o neurol-gicas posoperatorias significativas, como neuroisquemia o dficit neurolgico. Se han propuesto varios factores pre-disponentes a dicho reflejo, entre los que se incluyen: a) la hipercapnia; b) la hipoxemia; c) la anestesia superficial; d) los nios con elevado tono vagal en reposo; e) la ad-ministracin de fentanilo o sufentanilo, aunque podra ser el remifentanilo ms proclive a desencadenarlo. Tambin se ha asociado al consumo preoperatorio de bloqueado-res beta o de antagonistas del calcio. Dado que el reflejo

    trigeminocardaco cede con el fin de la estimulacin, una monitorizacin hemodinmica estrecha que nos permita identificarlo de forma precoz puede ser de gran ayuda para su tratamiento, por medio de la interrupcin temporal de la estimulacin (grado 1B). La secuencia teraputica ante un reflejo trigeminocardaco ser: cese de la estimulacin, atropina y frmacos vasoactivos (grado 1B)219-221, no debin-dose administrar atropina intramuscular profilctica219 (gra-do 1B). Esta secuencia tambin es vlida para el tratamien-to de la inestabilidad asociada a la estimulacin quirrgica.

    Edema/congestin cerebelosa

    En la fosa posterior, una pequea cantidad de efecto masa puede ser rpidamente fatal, debido a la escasez de espacio y a la inmediata transmisin de la compresin sobre vasos y tronco, lo que ocasiona isquemia y distorsin ana-tmica. Este efecto, a su vez, obstruye la libre circulacin del LCR en el acueducto de Silvio o en el cuarto ventrculo, y produce hidrocefalia aguda con riesgo inminente de her-niacin tonsilar cerebelosa. Aparte del dao neurolgico, el edema o congestin intraoperatorio puede conducir a una finalizacin precoz del procedimiento neuroquirrgico. El manejo de la hipertensin intracraneal intraoperatoria es un reto en ciruga infratentorial debido a que la relacin continente/contenido de la fosa posterior es estrecha. La presin endocraneal est compartimentada y la supraten-torial no refleja la infratentorial, siendo mayor el gradiente en presencia de neuropatologa. No obstante, al igual que en ciruga supratentorial, una PIC previa a la duratoma in-fratentorial < 10 mm Hg raramente se asocia al desarrollo de hinchazn de las estructuras infratentoriales222,223. La hi-pertensin intracraneal infratentorial es relativamente re-sistente a la terapia, de ah que sea preferible la profilaxis, adems de las medidas generales (posicin, temperatura, presin arterial, etc.) y algunas de primer nivel (anestesia adecuada, bloqueo neuromuscular, drenaje LCR, hipocap-nia moderada, etc.) que otras de segundo nivel, como la hipocapnia intensa, el coma farmacolgico y la hipotermia (tabla 12)17,22,222,224-228. La medida ms rpida y eficaz para control de la PIC infratentorial es el drenaje controlado ex-terno (ventricular, cisternal, lumbar) de LCR227.

    El edema cerebeloso es ms frecuente en posicin ho-rizontal (prono, lateral, oblicua) que en sedente (clsica, semisedente, en W)18-24. No est indicada la corticoterapia en el tratamiento del edema cerebeloso intraoperatorio227.

    La hipocapnia no optimizada y prolongada no es efectiva en disminuir la PIC y se considera peligrosa por incremen-tar el riesgo de neuroisquemia229. Sin embargo, con auto-rregulacin conservada, la hiperventilacin puntual en un momento agudo (p. ej., anisocoria) puede salvar la vida del paciente230. Los autores estn de acuerdo en que si se emplea la hiperventilacin debe hacerse guiada y juiciosa (espectrofotometra cercana al infrarrojo, saturacin yugu-lar de oxgeno, PtiO2, etc.)

    231. La hipotermia inducida es efectiva para reducir la PIC de

    mltiples causas, mediante la supresin de las actividades metablicas cerebrales, disminuyendo con ello el flujo san-guneo cerebral. Los efectos secundarios asociados al uso de hipotermia y comunes a todas las tcnicas son las alte-raciones de la coagulacin, el aumento de la infeccin res-

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  • Consideraciones preoperatorias y manejo neuroanestesiolgico intraoperatorio 17

    piratoria y la disfuncin miocrdica. Otro efecto frecuente y pernicioso es el edema cerebral de rebote durante el re-calentamiento232. En el estudio sobre la hemorragia suba-racnoidea por rotura espontnea de aneurisma cerebral, el enfriamiento inducido no mostr beneficio alguno de la hipotermia leve-moderada profilctica durante la ciruga de pinzamiento aneurismtico233. En el caso de usar hipoter-mia, el recalentamiento pasivo a lo largo de 24 h es funda-mental para evitar el edema de rebote y las complicaciones electrolticas234. La hipertermia debe ser evitada y tratada.

    Lesin enceflica causada por la ciruga

    En cada procedimiento neuroquirrgico hay ciertos elementos de dao agudo infringido sobre el encfalo funcionalmente normal (incisin a travs de tejido normal, lesin por termo-coagulacin y lesin por retractores cerebrales). Los retracto-res cerebrales (p. ej., esptulas, sistema de retraccin de Le-yla, etc.) son responsables habituales (3-9%)226 de esta lesin secundaria de origen isqumico. La etiopatogenia se atribuye a la presin ejercida por la hoja del retractor sobre el enc-falo, lo que provoca, adems de una distorsin del tejido, la reduccin o incluso el cese de la perfusin local235. La presin de retraccin utilizada por la mayora de los neurocirujanos oscila entre 20 y 40 mm Hg. La contusin o el infarto focal son dependientes del tamao y del nmero de retractores, as como de la presin y de la duracin de la retraccin. Las lesio-nes secundarias a la ciruga, de modo paralelo a lo demostrado en el neurotrauma, estn favorecidas por una serie de con-diciones sistmicas, como la hipotensin, la hipoxemia, etc.

    Para garantizar la proteccin cerebral en cirugas de larga duracin precisamos de una monitorizacin adecuada que nos alerte acerca del posible desarrollo de una isquemia cerebral por retraccin236. La monitorizacin de la presin de retraccin, especialmente en la fase precoz del proce-dimiento intradural, es til para prevenir el dao cerebral y el edema-hinchazn cerebral postoperatorio. Se han uti-lizado distintos mtodos, entre ellos el Doppler-lser que ha demostrado ser muy sensible en detectar cambios de flujo. Sin embargo se mantienen algunas dudas en cuanto a su precisin en los valores absolutos. Por su fcil disponibi-lidad, la monitorizacin electrofisiolgica es una de las ms factibles. Se ha demostrado que la actividad cerebral elc-trica (espontnea y evocada) se altera hasta perderse a un nivel de flujo sanguneo cerebral de 1015 mL.100 g1.min1.

    En cuanto al tratamiento, no hay medidas neuroprotecto-ras ideales. Se han recomendado medidas no farmacolgi-cas, como una posicin adecuada, que reduzca la necesidad de retraccin activa, la extraccin de LCR, mantener una presin de perfusin entre 50 y 70 mm Hg, la normocapnia y una oxigenacin adecuada. Las terapias neuroprotectoras farmacolgicas son ms discutibles y, en muchos casos, se encuentran todava en estudio204,237-240.

    Conclusiones

    En este primer apartado de las recomendaciones-gua cl-nica se han resumido las principales evidencias disponibles respecto al abordaje preoperatorio e intraoperatorio de los

    Tabla 12 Manejo de la hipertensin intracraneal grave infratentorial17,22,222,224-228

    Posicin quirrgica - Posicin horizontal (prono o lateral) o sedente (semisedente) optimizada

    Volumen sanguneo cerebral - Favorecer drenaje venoso cerebral (anti-Trendelenburg, alineacin cabeza-trax, bloqueo neuromuscular adecuado, alta compliancia toracopulmonar, baja presin intraabdominal)

    Volumen de LCR Drenaje externo (lumbar, cisternal, ventricular) de LCR Disminuir produccin de LCR (acetazolamida)

    Presin de perfusin cerebral en la fosa posterior Adecuada al metabolismo cerebral Transductor enrasado a meato auditivo Plano anestsico apropiado Baja presin de retractor quirrgico

    Efecto masa en fosa posterior - Evacuacin quirrgica

    Hidrocefalia aguda - Ventriculostoma expeditiva

    Neumoencfalo Sin repercusin neurolgica: permitir la reabsorcin espontnea, con ligero grado de Trendelenburg y oxigenoterapia

    Con repercusin clnica: neumoencfalo a tensin: evacuacin y profilaxis de rebote

    Edema-hinchazn infratentorial refractario, Hipoplasia del condrocrneo (Chiari)

    - Cranectoma infratentorial descompresiva con duraplastia

    Fstula LCR (percutnea, otolicuorrea, rinolicuorrea) Normalizacin hidrodinmica del LCR Elevar cabecero Drenaje subaracnoideo lumbar Correccin quirrgica

    LCR: lquido cefalorraqudeo.

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  • 18 F. Iturri Clavero et al

    pacientes sometidos a procedimientos neuroquirrgicos de fosa posterior, haciendo especial hincapi en las particula-res caractersticas fisiolgicas de dicha fosa posterior y sus implicaciones para el anestesilogo, en lo referente a la colocacin del paciente, complicaciones intraoperatorias y medidas teraputicas. En un segundo apartado se revisarn las complicaciones posoperatorias.

    Conflicto de inters

    Los autores declaran no tener ningn conflicto de intereses.

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