SALESIANOS DON BOSCO · 2017-08-08 · más, la institucionalización de nuestro trabajo educativo y evangelizador en Bolivia. “El Proyecto Laico” quiere ser un esfuerzo corresponsable,

Inspectoría nuestra señora de copacabanabolIvIa

SALESIANOSDON BOSCO

Proyecto Laicos2016 - 2020

Inspectoría Nuestra Señora de Copacabana - Bolivia

PROYECTO LAICOS2016-2020

Participantes del proceso (2016):

P. Diego Villalobos sdb – Encargado Proyecto Laicos

P. Juan Aparicio sdb – Delegado de la Pastoral Juvenil Salesiana

P. Luis Torrez sdb – Director de Escuelas Populares de Don Bosco

Gonzalo Valverde – Pastoral Juvenil Salesiana

Mabel Mantilla – Pastoral Juvenil Salesiana

Susan Vargas – Universidad Salesiana de Bolivia

Rosalynn Motiño – Oficina de Proyectos para Bolivia

Lorenzo Marfisi – Voluntariado Internacional para el Desarrollo

Fuente: Elaboración propia en base al esquema referencial propuesto en el“Cuadro de Referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana”, 2014.

Impreso en: Editorial Don Bosco

www.editorial-donbosco.com

Villa Tejada Rectangular,

Av. La Paz, # 3742

(02) 2816655, 2818099, 2817325

El Alto - Bolivia

ContenidoPresentación ......................................................................................................... 5

1. Introducción .................................................................................................. 7

2. La Vocación Laical al servicio del Reino de Dios y de la Iglesia ....................9

3. Vocación Corresponsable: Laicos y Salesianos al servicio de la Juventud ...... 23

4. Proyecto Laicos Inspectorial ....................................................................... 39

5. Anexos (ANS Cochabamba) ........................................................................ 53

TablasMetodología del Cuadro de Mando Integral (CMI) .......................................42-44

Análisis del contexto Interno y Externo (metodología FODA) .....................45-47

Proyecto Laicos 2016 - 2020 ......................................................................... 48-49

IlustracionesProyecto Orgánico Inspectorial (POI) ..................................................................41

Inspectoría nuestra señora de copacabana - bolIvIa

proyecto laIco 106 - 20205

Queridos hermanos:

Les presento un nuevo número de nuestra colección de fascículos sobre docu-mentos importantes de nuestra Inspectoría destinado a coadyuvar, cada vez más, la institucionalización de nuestro trabajo educativo y evangelizador en Bolivia.

“El Proyecto Laico” quiere ser un esfuerzo corresponsable, entre salesianos y laicos, para formarnos, planificar y trabajar juntos en la gran misión salesiana, que nos legó Don Bosco, en bien de nuestra niñez y juventud bolivianas.

A partir del Concilio Vaticano II y a través de algunos Capítulos Generales de la Congregación, reuniones regionales y documentos inspectoriales se ha llegado a concretar este documento que llega a tus manos.

El P. Ángel Fernández Artime, nuestro Rector Mayor, nos dijo, en su visita a nues-tra inspectoría, con ocasión del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, año 2015, que el trabajo con los laicos no es opcional ni por la falta de vocaciones de salesianos consagrados ni por la gran cantidad de obras que tenemos, sino que responde a la esencia misma del carisma salesiano.

Algunas Inspectorías de la Región Interamérica y de la Congregación en general ya nos llevan ventaja en el aprender a trabajar con los laicos; no sólo teniéndo-los como colaboradores, sino como “corresponsables” en la misión salesiana.

Esta vez nos hemos valido de la experiencia que tiene la Inspectoría hermana de Colombia, Bogotá, y de la presencia en medio de nosotros de nuestro hermano el P. Diego Villalobos para poder llegar a estructurar el Proyecto, socializarlo con los laicos de todas nuestras obras y llevarlo a cabo en cada una de ellas.

Les pido a cada uno de los salesianos que abramos nuestra mente y nuestro corazón a acoger en nuestra obra a los laicos para trabajar juntos y corresponsa-blemente en la difícil tarea educativo-pastoral de los jóvenes. Propicien, al equi-po encargado de este Proyecto, los lugares, tiempos, medios y personas para su

resentaciónP



socialización. Los salesianos estamos invitados a dar el primer paso para estar presentes y aprender junto a los seglares en esta aventura llamada “Proyecto Laico”.

Pongo este Proyecto bajo el manto de nuestra querida Madre, María Auxiliado-ra, para que ella lo lleve a buen término como hizo con la obra de Don Bosco en Turín.

Gracias por acogerlo con gran expectativa y por asumirlo con mucha valentía

P. Javier Ortiz Rodríguez

Inspector



El laicado, como nos ayudará a comprender la dinámica del PROYECTO LAICOS, es una vocación al servicio del reinado de Dios, de la Iglesia y de los jóvenes, tan válida como la vocación a la vida religiosa y sacerdotal. Es más, es una misma vocación que da plenitud a nuestra condición de bautizados, discípulos y misio-neros del Señor. Hoy más que nunca se comprende que Religiosos y Laicos son inseparablemente complementarios y necesarios para llevar adelante el anuncio del Evangelio.

Jesús, desde la humildad de la cuna hasta la gloria de la Cruz contó con la corres-ponsabilidad de tantos personajes providenciales: Juan Bautista, María y José, los apóstoles, Zaqueo, Marta y María. Y justo en el momento definitivo estuvieron con el hombro a hombro su madre, las Marías, Herodías, las mujeres de Jerusa-lén, la Verónica, el Cirineo, Juan junto a la cruz. Sin ellos el cumplimiento de la voluntad de Dios en Jesús se habría visto más complicada de lo que fue de hecho.

No fue distinto para Don Bosco. Cómo olvidar a Don Calosso, a Luis Comollo, a Don Cafasso, a la Marquesa Barollo, o el Marqués de Cavour que haciéndole la vida imposible termina indicándole cómo realizar la fundación de la congrega-ción con la figura jurídica de Sociedad. No sobra recordar todo el apoyo recibido del Papa Pio Nono, León XIII o incluso el voto de Pio XI para ser reconocido como santo. Desde Jesús hasta nosotros, nada se puede sin el laicado y el laicado nada podría sin nosotros.

En ambos casos, el de Jesús y el de Don Bosco, no se trata de simple empatía, simpatía, colaboración, o un apego, una amistad o un afecto especial. Ellos están unidos por una vocación común, se han formado juntos y juntos han sido corres-ponsables en la misión. Juan Pablo II en la exhortación Apostólica post – sinodal Christifidelis Laici divide el documento justamente en tres partes que correspon-den a lo mismo: Iglesia – Misterio; Iglesia – Comunión; Iglesia – misión. En el trabajo realizado por más de un año en el equipo delegado por el inspector para ésta tarea, y luego en el consejo Inspectorial, teniendo en cuenta múlti-ples experiencias de otras inspectorías y diócesis, hemos visto que el camino de

I ntroducción



este proyecto debe tomar evidentemente ese rumbo, el rumbo de descubrir la vocación Salesiana juntos, formarnos juntos y servir corresponsablemente a la misión Salesiana.

El camino, la reflexión, la elaboración y la proyección están recogidos de mane-ra sintética justo en el presente material, con el deseo de que sea ahora en las comunidades educativo – pastorales concretas donde se empiece a recorrer el mismo camino vivido en el equipo Inspectorial. Es el primero de varios materia-les que nos irán acompañando inicialmente hasta el 2020, puesto que este es un trabajo permanente.

Por tanto invita los Salesianos de Don Bosco, de manera especial al director y encargado de la Pastoral y a los laicos directivos, administrativos, docentes, técnicos, pastoralistas etc., a que nos arriesguemos con el impulso del espíritu Santo y el espíritu Salesiano a esta enriquecedora experiencia que urge en nues-tra inspectoría Salesiana.

Ponemos todo en manos de Dios por quien finalmente se hace todo esto para que Él mismo lleve el PROYECTO LAICOS de su mano y nos conduzca hacia los jóvenes, en quienes servimos al Señor y que son y serán siempre, la razón de nuestra vida salesiana. María Auxiliadora y Don Bosco nos asistan siempre.

P. Diego VillalobosDelegado Inspectorial Proyecto Laicos.



La Vocación Laical al servicio del Reino de Dios y de la Iglesia





LA IGLESIA Y LOS LAICOSMIRADA DEL CONCILIO VATICANO II HACIA LOS LAICOS

Constitución dogmática Sobre la Iglesia Lumen Gentium.Numerales 30 – 38.

CAPÍTULO IVLOS LAICOS

30. El santo Concilio, una vez que ha declarado las funciones de la Jerarquía, vuelve gozoso su atención al estado de aquellos fieles cristianos que se llaman laicos. Porque, si todo lo que se ha dicho sobre el Pueblo de Dios se dirige por igual a laicos, religiosos y clérigos, sin embargo, a los laicos, hombres y muje-res, por razón de su condición y misión, les atañen particularmente ciertas co-sas, cuyos fundamentos han de ser considerados con mayor cuidado a causa de las especiales circunstancias de nuestro tiempo. Los sagrados Pastores conocen perfectamente cuánto contribuyen los laicos al bien de la Iglesia entera. Saben los Pastores que no han sido instituidos por Cristo para asumir por sí solos toda la misión salvífica de la Iglesia en el mundo, sino que su eminente función consis-te en apacentar a los fieles y reconocer sus servicios y carismas de tal suerte que todos, a su modo, cooperen unánimemente en la obra común. Pues es necesario que todos, «abrazados a la verdad en todo crezcamos en caridad, llegándonos a Aquel que es nuestra cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo, trabado y unido por todos los ligamentos que lo unen y nutren para la operación propia de cada miembro, crece y se perfecciona en la caridad» (Ef 4.15-16).

31. Con el nombre de laicos se designan aquí todos los fieles cristianos, a excep-ción de los miembros del orden sagrado y los del estado religioso aprobado por la Iglesia. Es decir, los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes, a su modo, de la función sacer-dotal, profética y real de Cristo, ejercen en la Iglesia y en el mundo la misión de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos corresponde.

El carácter secular es propio y peculiar de los laicos. Pues los miembros del orden sagrado, aun cuando alguna vez pueden ocuparse de los asuntos seculares inclu-so ejerciendo una profesión secular, están destinados principal y expresamente al sagrado ministerio por razón de su particular vocación. En tanto que los reli-giosos, en virtud de su estado, proporcionan un preclaro e inestimable testimo-



nio de que el mundo no puede ser transformado ni ofrecido a Dios sin el espíritu de las bienaventuranzas. A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios. Viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes y ocu-paciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, con las que su existencia está como entretejida. Allí están llamados por Dios, para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espíritu evangélico, contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermen-to. Y así hagan manifiesto a Cristo ante los demás, primordialmente mediante el testimonio de su vida, por la irradiación de la fe, la esperanza y la caridad. Por tanto, de manera singular, a ellos corresponde iluminar y ordenar las realidades temporales a las que están estrechamente vinculados, de tal modo que sin cesar se realicen y progresen conforme a Cristo y sean para la gloria del Creador y del Redentor.

32. Por designio divino, la santa Iglesia está organizada y se gobierna sobre la base de una admirable variedad. «Pues a la manera que en un solo cuerpo tene-mos muchos miembros, y todos los miembros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros» (Rm 12,4-5).

Por tanto, el Pueblo de Dios, por El elegido, es uno: «un Señor, una fe, un bautis-mo» (Ef 4,5). Es común la dignidad de los miembros, que deriva de su regenera-ción en Cristo; común la gracia de la filiación; común la llamada a la perfección: una sola salvación, única la esperanza e indivisa la caridad. No hay, de consi-guiente, en Cristo y en la Iglesia ninguna desigualdad por razón de la raza o de la nacionalidad, de la condición social o del sexo, porque «no hay judío ni griego, no hay siervo o libre, no hay varón ni mujer. Pues todos vosotros sois “uno” en Cristo Jesús» (Ga 3,28 gr.; cf. Col 3,11).

Si bien en la Iglesia no todos van por el mismo camino, sin embargo, todos están llamados a la santidad y han alcanzado idéntica fe por la justicia de Dios (cf. 2 P 1,1). Aun cuando algunos, por voluntad de Cristo, han sido constituidos doctores, dispensadores de los misterios y pastores para los demás, existe una auténtica igualdad entre todos en cuanto a la dignidad y a la acción común a todos los fie-les en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo. Pues la distinción que el Señor estableció entre los sagrados ministros y el resto del Pueblo de Dios lleva consigo



la solidaridad, ya que los Pastores y los demás fieles están vinculados entre sí por recíproca necesidad. Los Pastores de la Iglesia, siguiendo el ejemplo del Señor, pónganse al servicio los unos de los otros y al de los restantes fieles; éstos, a su vez, asocien gozosamente su trabajo al de los Pastores y doctores. De esta ma-nera, todos rendirán un múltiple testimonio de admirable unidad en el Cuerpo de Cristo. Pues la misma diversidad de gracias, servicio y funciones congrega en la unidad a los hijos de Dios, porque «todas... estas cosas son obra del único e idéntico Espíritu» (1 Co 12,11).

Los laicos, del mismo modo que por la benevolencia divina tienen como hermano a Cristo, quien, siendo Señor de todo, no vino a ser servido, sino a servir (cf. Mt 20,28), también tienen por hermanos a los que, constituidos en el sagrado mi-nisterio, enseñando, santificando y gobernando con la autoridad de Cristo, apa-cientan a la familia de Dios, de tal suerte que sea cumplido por todos el nuevo mandamiento de la caridad. A cuyo propósito dice bellamente San Agustín: «Si me asusta lo que soy para vosotros, también me consuela lo que soy con voso-tros. Para vosotros soy obispo, con vosotros soy cristiano. Aquel nombre expresa un deber, éste una gracia; aquél indica un peligro, éste la salvación» [112].

33. Los laicos congregados en el Pueblo de Dios e integrados en el único Cuerpo de Cristo bajo una sola Cabeza, cualesquiera que sean, están llamados, a fuer de miembros vivos, a contribuir con todas sus fuerzas, las recibidas por el beneficio del Creador y las otorgadas por la gracia del Redentor, al crecimiento de la Iglesia y a su continua santificación.

Ahora bien, el apostolado de los laicos es participación en la misma misión sal-vífica de la Iglesia, apostolado al que todos están destinados por el Señor mismo en virtud del bautismo y de la confirmación. Y los sacramentos, especialmente la sagrada Eucaristía, comunican y alimentan aquel amor hacia Dios y hacia los hombres que es el alma de todo apostolado. Los laicos están especialmente lla-mados a hacer presente y operante a la Iglesia en aquellos lugares y circunstan-cias en que sólo puede llegar a ser sal de la tierra a través de ellos [113]. Así, todo laico, en virtud de los dones que le han sido otorgados, se convierte en testigo y simultáneamente en vivo instrumento de la misión de la misma Iglesia en la medida del don de Cristo (Ef 4,7).

Además de este apostolado, que incumbe absolutamente a todos los cristianos, los laicos también puede ser llamados de diversos modos a una colaboración



más inmediata con el apostolado de la Jerarquía [114], al igual que aquellos hom-bres y mujeres que ayudaban al apóstol Pablo en la evangelización, trabajando mucho en el Señor (cf. Flp 4,3; Rm 16,3ss). Por lo demás, poseen aptitud de ser asumidos por la Jerarquía para ciertos cargos eclesiásticos, que habrán de des-empeñar con una finalidad espiritual.

Así, pues, incumbe a todos los laicos la preclara empresa de colaborar para que el divino designio de salvación alcance más y más a todos los hombres de todos los tiempos y en todas las partes de la tierra. De consiguiente, ábraseles por doquier el camino para que, conforme a sus posibilidades y según las necesidades de los tiempos, también ellos participen celosamente en la obra salvífica de la Iglesia.

34. Dado que Cristo Jesús, supremo y eterno Sacerdote, quiere continuar su tes-timonio y su servicio por medio de los laicos, los vivifica con su Espíritu y los impulsa sin cesar a toda obra buena y perfecta.

Pues a quienes asocia íntimamente a su vida y a su misión, también les hace partícipes de su oficio sacerdotal con el fin de que ejerzan el culto espiritual para gloria de Dios y salvación de los hombres. Por lo cual los laicos, en cuanto con-sagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, son admirablemente llama-dos y dotados, para que en ellos se produzcan siempre los más ubérrimos frutos del Espíritu. Pues todas sus obras, sus oraciones e iniciativas apostólicas, la vida conyugal y familiar, el cotidiano trabajo, el descanso de alma y de cuerpo, si son hechos en el Espíritu, e incluso las mismas pruebas de la vida si se sobrellevan pacientemente, se convierten en sacrificios espirituales, aceptables a Dios por Jesucristo (cf. 1 P 2, 5), que en la celebración de la Eucaristía se ofrecen piadosí-simamente al Padre junto con la oblación del cuerpo del Señor. De este modo, también los laicos, como adoradores que en todo lugar actúan santamente, con-sagran el mundo mismo a Dios.

35. Cristo, el gran Profeta, que proclamó el reino del Padre con el testimonio de la vida y con el poder de la palabra, cumple su misión profética hasta la plena manifestación de la gloria, no sólo a través de la Jerarquía, que enseña en su nombre y con su poder, sino también por medio de los laicos, a quienes, consi-guientemente, constituye en testigos y les dota del sentido de la fe y de la gracia de la palabra (cf. Hch 2, 17-18; Ap 19, 10) para que la virtud del Evangelio brille en la vida diaria, familiar y social. Se manifiestan como hijos de la promesa en la medida en que, fuertes en la fe y en la esperanza, aprovechan el tiempo presente



(Ef 5, 16; Col 4, 5) y esperan con paciencia la gloria futura (cf. Rm 8, 25). Pero no escondan esta esperanza en el interior de su alma, antes bien manifiéstenla, in-cluso a través de las estructuras de la vida secular, en una constante renovación y en un forcejeo «con los dominadores de este mundo tenebroso, contra los es-píritus malignos» (Ef 6, 12).

Al igual que los sacramentos de la Nueva Ley, con los que se alimenta la vida y el apostolado de los fieles, prefiguran el cielo nuevo y la tierra nueva (cf. Ap 21, 1), así los laicos quedan constituidos en poderosos pregoneros de la fe en la cosas que esperamos (cf. Hb 11, 1) cuando, sin vacilación, unen a la vida según la fe la profesión de esa fe. Tal evangelización, es decir, el anuncio de Cristo pregonado por el testimonio de la vida y por la palabra, adquiere una característica especí-fica y una eficacia singular por el hecho de que se lleva a cabo en las condiciones comunes del mundo.

En esta tarea resalta el gran valor de aquel estado de vida santificado por un es-pecial sacramento, a saber, la vida matrimonial y familiar. En ella el apostolado de los laicos halla una ocasión de ejercicio y una escuela preclara si la religión cristiana penetra toda la organización de la vida y la transforma más cada día. Aquí los cónyuges tienen su propia vocación: el ser mutuamente y para sus hijos testigos de la fe y del amor de Cristo. La familia cristiana proclama en voz muy alta tanto las presentes virtudes del reino de Dios como la esperanza de la vida bienaventurada. De tal manera, con su ejemplo y su testimonio arguye al mundo de pecado e ilumina a los que buscan la verdad.

Por consiguiente, los laicos, incluso cuando están ocupados en los cuidados temporales, pueden y deben desplegar una actividad muy valiosa en orden a la evangelización del mundo. Ya que si algunos de ellos, cuando faltan los sagrados ministros o cuando éstos se ven impedidos por un régimen de persecución, les suplen en ciertas funciones sagradas, según sus posibilidades, y si otros muchos agotan todas sus energías en la acción apostólica, es necesario, sin embargo, que todos contribuyan a la dilatación y al crecimiento del reino de Dios en el mundo. Por ello, dedíquense los laicos a un conocimiento más profundo de la verdad re-velada y pidan a Dios con instancia el don de la sabiduría.

36. Cristo, habiéndose hecho obediente hasta la muerte y habiendo sido por ello exaltado por el Padre (cf. Flp 2, 8-9), entró en la gloria de su reino. A El están sometidas todas las cosas, hasta que El se someta a Sí mismo y todo lo creado al



Padre, a fin de que Dios sea todo en todas las cosas (cf. 1 Co 15, 27-28). Este po-der lo comunicó a sus discípulos, para que también ellos queden constituidos en soberana libertad, y por su abnegación y santa vida venzan en sí mismos el reino del pecado (cf. Rm 6, 12). Más aún, para que, sirviendo a Cristo también en los demás, conduzcan en humildad y paciencia a sus hermanos al Rey, cuyo servicio equivale a reinar. También por medio de los fieles laicos el Señor desea dilatar su reino: «reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia, de amor y de paz» [115]. Un reino en el cual la misma creación será liberada de la servidumbre de la corrupción para participar la libertad de la gloria de los hijos de Dios (cf. Rm 8, 21). Grande, en verdad, es la promesa, y excelso el mandato dado a los discípulos: «Todas las cosas son vuestras, pero vosotros sois de Cristo, y Cristo es de Dios» (1 Co 3, 23).

Deben, por tanto, los fieles conocer la íntima naturaleza de todas las criaturas, su valor y su ordenación a la gloria de Dios. Incluso en las ocupaciones secula-res deben ayudarse mutuamente a una vida más santa, de tal manera que el mundo se impregne del espíritu de Cristo y alcance su fin con mayor eficacia en la justicia, en la caridad y en la paz. En el cumplimiento de este deber universal corresponde a los laicos el lugar más destacado. Por ello, con su competencia en los asuntos profanos y con su actividad elevada desde dentro por la gracia de Cristo, contribuyan eficazmente a que los bienes creados, de acuerdo con el designio del Creador y la iluminación de su Verbo, sean promovidos, mediante el trabajo humano, la técnica y la cultura civil, para utilidad de todos los hombres sin excepción; sean más convenientemente distribuidos entre ellos y, a su mane-ra, conduzcan al progreso universal en la libertad humana y cristiana. Así Cristo, a través de los miembros de la Iglesia, iluminará más y más con su luz salvadora a toda la sociedad humana.

Igualmente coordinen los laicos sus fuerzas para sanear las estructuras y los am-bientes del mundo cuando inciten al pecado, de manera que todas estas cosas sean conformes a las normas de la justicia y más bien favorezcan que obstaculi-cen la práctica de las virtudes. Obrando de este modo, impregnarán de valor mo-ral la cultura y las realizaciones humanas. Con este proceder simultáneamente se prepara mejor el campo del mundo para la siembra de la palabra divina, y a la Iglesia se le abren más de par en par las puertas por las que introducir en el mundo el mensaje de la paz.



Conforme lo exige la misma economía de la salvación, los fieles aprendan a dis-tinguir con cuidado los derechos y deberes que les conciernen por su pertenencia a la Iglesia y los que les competen en cuanto miembros de la sociedad humana. Esfuércense en conciliarlos entre sí, teniendo presente que en cualquier asunto temporal deben guiarse por la conciencia cristiana, dado que ninguna actividad humana, ni siquiera en el dominio temporal, puede substraerse al imperio de Dios. En nuestro tiempo es sumamente necesario que esta distinción y simul-tánea armonía resalte con suma claridad en la actuación de los fieles, a fin de que la misión de la Iglesia pueda responder con mayor plenitud a los peculiares condicionamientos del mundo actual. Porque así como ha de reconocerse que la ciudad terrena, justamente entregada a las preocupaciones del siglo, se rige por principios propios, con la misma razón se debe rechazar la funesta doctrina que pretende construir la sociedad prescindiendo en absoluto de la religión y que ataca y elimina la libertad religiosa de los ciudadanos [116].

37. Los laicos, al igual que todos los fieles cristianos, tienen el derecho de recibir con abundancia [117] de los sagrados Pastores los auxilios de los bienes espi-rituales de la Iglesia, en particular la palabra de Dios y les sacramentos. Y ma-nifiéstenles sus necesidades y sus deseos con aquella libertad y confianza que conviene a los hijos de Dios y a los hermanos en Cristo. Conforme a la ciencia, la competencia y el prestigio que poseen, tienen la facultad, más aún, a veces el deber, de exponer su parecer acerca de los asuntos concernientes al bien de la Iglesia [118]. Esto hágase, si las circunstancias lo requieren, a través de institu-ciones establecidas para ello por la Iglesia, y siempre en veracidad, fortaleza y prudencia, con reverencia y caridad hacia aquellos que, por razón de su sagrado ministerio, personifican a Cristo.

Los laicos, como los demás fieles, siguiendo el ejemplo de Cristo, que con su obediencia hasta la muerte abrió a todos los hombres el dichoso camino de la libertad de los hijos de Dios, acepten con prontitud de obediencia cristiana aque-llo que los Pastores sagrados, en cuanto representantes de Cristo, establecen en la Iglesia en su calidad de maestros y gobernantes. Ni dejen de encomendar a Dios en la oración a sus Prelados, que vigilan cuidadosamente como quienes deben rendir cuenta por nuestras almas, a fin de que hagan esto con gozo y no con gemidos (cf. Hb 13,17).

Por su parte, los sagrados Pastores reconozcan y promuevan la dignidad y res-



ponsabilidad de los laicos en la Iglesia. Recurran gustosamente a su prudente consejo, encomiéndenles con confianza cargos en servicio de la Iglesia y den-les libertad y oportunidad para actuar; más aún, anímenles incluso a emprender obras por propia iniciativa. Consideren atentamente ante Cristo, con paterno amor, las iniciativas, los ruegos y los deseos provenientes de los laicos [119]. En cuanto a la justa libertad que a todos corresponde en la sociedad civil, los Pasto-res la acatarán respetuosamente.

Son de esperar muchísimos bienes para la Iglesia de este trato familiar entre los laicos y los Pastores; así se robustece en los seglares el sentido de la pro-pia responsabilidad, se fomenta su entusiasmo y se asocian más fácilmente las fuerzas de los laicos al trabajo de los Pastores. Estos, a su vez, ayudados por la experiencia de los seglares, están en condiciones de juzgar con más precisión y objetividad tanto los asuntos espirituales como los temporales, de forma que la Iglesia entera, robustecida por todos sus miembros, cumpla con mayor eficacia su misión en favor de la vida del mundo.

38. Cada laico debe ser ante el mundo un testigo de la resurrección y de la vida del Señor Jesús y una señal del Dios vivo. Todos juntos y cada uno de por sí deben alimentar al mundo con frutos espirituales (cf. Ga 5, 22) y difundir en él el espíri-tu de que están animados aquellos pobres, mansos y pacíficos, a quienes el Señor en el Evangelio proclamó bienaventurados (cf. Mt 5, 3-9). En una palabra, «lo que el alma es en el cuerpo, esto han de ser los cristianos en el mundo» [120].

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EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POST –SINODAL CHRISTIFIDELIS LAICIDE SS JUAN PABLO II.

Sobre las vocaciones y misionera de los laicos en la Iglesia y el mundo.

TEXTO BÍBLICO: ID TAMBIÉN VOSOTROS A MI VIÑA Mc 12, 1ss; Mt 21,28 ss

I. La dignidad de los fieles Laicos en la Iglesia – ministerio.

II. La participación de los fieles Laicos en la Iglesia – comunión.

III. La corresponsabilidad de los fieles laicos en la Iglesia – misión.

IV. Buenos administradores de la multiforme gracias de Dios.

V. La formación de los fieles Laicos.



¡¡ Para iniciar este encuentro fraterno y formativo es importante un lugar adecuado, disponibilidad de tiempo y disponibilidad del material para todos los participantes.

¡¡ Conviene que haya siempre un coordinador que anime el encuentro y la reflexión.

¡¡ El coordinador inicie el encuentro preparando alguna breve pero sentida oración.

¡¡ Es importante por parte de algún secretario ir tomando nota de las re-flexiones que van surgiendo a lo largo del encuentro.

1. De manera personal realizar una primera lectura. En las líneas que en-cuentras a continuación ve tomando nota de aquellos aspectos que te llaman la atención.

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2. De manera participada realizar una segunda lectura en grupo del docu-mento.

3. Responder personalmente las siguientes preguntas

a. ¿Qué te llama la atención del documento?

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Guía de trabajo 1Avisos previos

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b. ¿qué entiendes al escuchar y leer la palabra “laico”?

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c. ¿Qué te pide Dios a través de la lectura que acabas de realizar?

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d. ¿Cómo puedes responder en tu labor diaria al llamado que Dios te hace, desde tu vocación como laico?

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Guía de trabajo 1

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5. Abrir el espacio para el compartir grupal.

a. ¿Qué llama la atención del documento del Concilio Vaticano II?

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b. ¿Qué retos le plantea el Concilio a nuestro trabajo educativo y pastoral?

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c. ¿Qué elementos podrían empezar a aplicarse? ¿Cómo hacerlo?

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Guía de trabajo 1

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Vocación Corresponsable: Laicos y Salesianos al servicio de la Juventud.





REFLEXIONES EN LOS DOCUMENTOS DE LA CONGREGACIÓN SALESIANA

CONSTITUCIONES SALESIANAS.ART 13. De nuestro amor a Cristo nace inseparablemente nuestro amor a la Igle-sia, pueblo de Dios, centro de unidad y comunión de todas las fuerzas que trabajan por el Reino. Nos sentimos parte viva de ella, y cultivamos personal y comunitaria-mente una renovada conciencia de Iglesia. La demostramos con nuestra filial fide-lidad al sucesor de Pedro y a su magisterio, y con la voluntad de vivir en comunión y colaboración con los obispos, el clero, los religiosos y los laicos.

ART 47. En la comunidad educativa los seglares asociados a nuestro trabajo apor-tan la originalidad de su experiencia y de su modelo de vida. Acogemos y fomen-tamos su colaboración y les ofrecemos la posibilidad de conocer y profundizar el espíritu Salesiano y la práctica del sistema preventivo. Favorecemos el crecimiento espiritual de cada uno…y le proponemos compartir de cerca nuestra misión en la familia salesiana

ART 55. Corresponde al director extender su solicitud a los jóvenes y laicos para que crezcan en la corresponsabilidad de la misión salesiana.

REG 148. CONSCIENTE DEL IMPORTANTE PAPEL DE LOS COLABORADORES LAI-COS, EL Inspector ponga mucho interés en su cualificación Salesiana, y vea cómo están integrados a nuestras obras

EL RECORRIDO DE LOS LAICOS EN LOS CAPITULOS GENERALES DE LOS SALESIANOS DE DON BOSCO

CAPITULO GENERAL ESPECIAL XX(Renovación de la vida de la Congregación Salesiana y su misión a la luz del

Concilio Vaticano II)N. 60: Como pastores debemos formar y estimular a los laicos para que se com-prometan a favor de la justicia.

N. 99: En su deseo ardiente de acrecentar el Cuerpo de Cristo, Don Bosco siente como más apremiantes, loa problemas recientes de las vocaciones Sacerdotales, a la animación de los laicos para el apostolado y al trabajo por las misiones.

N. 363: la colaboración con los laicos enriquecerá nuestra presencia entre los jó-venes.

N. 393: los laicos deberán asumir funciones administrativas, ejercidas actualmen-te por nosotros.



N. 459. La congragación Salesiana considera, como uno de los elementos impor-tantes de su renovación en la Iglesia, la promoción del laicado…

N. 753 d: Una institución educativa como la Salesiana, debe aportar su contribu-ción a la renovación promovida por el Concilio en el campo específico de la prepa-ración de los laicos. Y, dado que la historia de la Iglesia se caracteriza, en nuestros tiempos, por la presencia activa y responsable de los laicos, habrá que llevar acabo también la renovación de la congregación una más estrecha y eficiente colabora-ción con ellos.

CAPITULO GENERAL XXILOS SALESIANOS EVANGELIZADORES DE LOS JÓVENES

N. 66 - 67: tenemos necesidad de laicos que sean colaboradores nuestros, cons-cientes y hábiles, para completar nuestra obra educativa, pastoral y evangeliza-dora. Una conciencia viva, a nivel de mentalidad y de actuación, de la necesidad pastoral y pedagógica de obrar corresponsablemente. Lo cual supone apertura, confianza y lealtad para los colaboradores, su mundo, su posición particular e in-sustituible; la búsqueda de formas múltiples de colaboración y de mutua forma-ción que respeten la vocación y el aporte específico de cada uno.

N. 79. A nivel Inspectorial redáctese un estatuto del colaborador laico, en el que se tracen las características de nuestro ambiente educativo y las cualidades hu-manas, cristianas, profesionales, cristianas y salesianas que el papel de educador exige en tal ambiente.

N. 133: Unir a nivel Inspectorial, a los colaboradores laicos de nuestras obras para hacerlos más corresponsables de nuestra misión.

(En lo numerales 387 – 388 y 427 – 428 el capítulo General realiza cambios en la re-dacción de los artículos de las constituciones Salesianas referentes a los laicos. Ya no se les llama “militantes seglares” sino laicos formadores de Cristianos comprome-tidos. Que comparten con nosotros el trabajo apostólico, viven el sistema preventivo y conocen y estudian a fondo el espíritu salesiano)

CAPITULO GENERAL XXIIEL SALESIANO COADJUTOR

N. 8: Cuando en la Iglesia se habla de “hora del laicado”, da la impresión que los institutos de vida activa – y entre ellos – nosotros – no han sabido tener en cuenta etc. aspecto en el proceso de renovación de la comunidad religiosa. Los salesianos cuanto más nos dirigimos a nuestros destinatarios preferidos – sobre todo lo del tercer mundo – más sentimos la angustia del impacto negativo causado por el descenso numérico de coadjutores. El capítulo invita a los hermanos a responder a este “grito de alarma”.



CAPÍTULO GENERAL XXIII. N. 223: Prepare la inspectoría salesianos formadores de laicos.

N. 232- 233: donde quiera que trabajemos, realizamos la comunidad educativo – pastoral… Construir comunidad educativo – pastoral significa lograr envolver directamente a todos los miembros y hacerlos corresponsables de la experiencia educativa y de la formación cristiana. No resulta fácil. Es, por tanto, urgente el cambio de mentalidad en cuantos la componen; ante todo, en los salesianos.

Tal cambio se refiere, sobre todo, a la valorización de los laicos. Numéricamen-te son la parte más consistente en las comunidades educativo – pastorales. Es necesario crear con ellos relaciones de corresponsabilidad madura. Es sobre todo urgente emprender un camino de formación. Las experiencias hechas hasta ahora garantizan, a pesar de ciertas dificultades, resultados satisfactorios.

N. 237: La inspectoría prepare un programa de formación para los laicos que pro-mueva su profesionalidad, capacidad educativa y testimonio con miras a la educa-ción en la fe. Ofrezca iniciativas de conexión, establezca criterios de corresponsa-bilidad y participación para todas las obras, y experimente formas particulares de gestión de la obra mediante la colaboración de los laicos.

N. 354: Las principales y nuevas fronteras de los laicos abiertas en la exhortación Christifidelis Laici y la aplicación que la Congregación debe realizar en el trabajo corresponsable con los laicos.

CAPÍTULO GENERAL XXIV.SALESIANOS Y LAICOS

Es en definitiva en Capítulo General de la corresponsabilidad de los Salesianos y Laicos en la vivencia del espíritu Salesiano, la formación conjunta y la misión co-rresponsable. Prácticamente a partir de éste capítulo ha surgido en muchas ins-pectorías de la congregación lo que hoy conocemos como PROYECTO LAICOS en-tre otras tantas iniciativas. Será un documento de particular estudio a lo largo de los itinerarios lanzados por la inspectoría a lo largo de los siguientes años.

CAPÍTULO GENERAL XXVLa comunidad Salesiana comparte la vida fraterna y espiritual con los jóvenes y los laicos (11,30,31,46,68) y es escuela de oración para ellos (61)

Es indispensable implicar a los laicos en la misión y el la animación de la Comuni-dad Educativo Pastoral. (37,39,79,80,84,142)

CAPITULO GENERAL XXVIN. 10 – 11: Favorecer momentos específicos de formación y actualización en sale-sianidad para los laicos.



N. 15. Implicar a los laicos en la práctica de la Asistencia Salesiana

N. 20: El SDB comparte con los laicos su fe, la espiritualidad salesiana y la acción apostólica corresponsablemente.

N. 38 -39. Los laicos preparados para ser educadores de la fe y para el ejercicio de la pastoral Juvenil.

N. 96. 121: Gestión de los laicos en nuestras obras y con funciones incluso de Ecó-nomo Local

CAPÍTULO GENERAL XXVIIN. 70.2: Es necesario pasar de considerar a los laicos como colaboradores a sentir-los corresponsables en la única misión.

N. 71.5: Integrar en el proyecto educativo – pastoral, la pastoral de familia, pre-viendo la formación de los laicos como animadores.

N. 71.7: Garantizar el cuidado de la pastoral de las familias y la formación de los laicos en todos los niveles y de la formación que favorezcan a coordinación de reflexiones y actuaciones.

N. 73.2: Asumir, junto con los laicos, el Marco de referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana.

EL CUADRO FUNDAMENTAL DE REFERECIA DE LA PASTORAL JUVENIL SALESIANA

El servicio específico de animación: el núcleo animador: CAPÍTULO V (1.3) El núcleo animador es un grupo de personas compuesto por salesianos y laicos que se identifica con la misión, el sistema educativo y la espiritualidad salesiana, y asume solidariamente la misión de convocar, motivar e implicar a todos aquellos que se interesan en la obra; de esta ma-nera, forma con ellos la comunidad educativa y lleva a término el proyecto de evangelización y educación de los jóvenes.

CAPITULO VIII (1.2): Todos los hermanos, juntamente con los laicos, están comprometidos dentro de la CEP en el análisis y elaboración de los criterios y de las decisiones pastorales, así como en su ejecución.

La respuesta a la llamada de Dios para servir a los jóvenes, necesita la ad-hesión a procesos de formación…la formación pastoral pide el acompaña-miento de los salesianos y de los laicos para la profundización de su voca-ción educativa y la puesta al día de su capacidad operativa.



LA FORMACIÓN CONJUNTA EN LA CEPConclusiones del II Encuentro Regional de Formación de Laicos

Centro Salesiano Regional de Formación permanenteQuito, 3-9 de Octubre de 2010

1. Presentación.

Este aporte tiene el ánimo de contribuir a la reflexión sobre las experiencias de formación de Seglares que se realizan en las Inspectorías de la Región Interamérica. En este segundo encuentro regional hemos valorado nueva-mente esas experiencias y proyectos. Desde ese estudio presentamos una reflexión que quiere ayudar a una mejor comprensión de lo que se nos ha pedido a los Salesianos en los últimos capítulos generales, respecto a la corresponsabilidad con los Seglares en la misión salesiana.

Elemento importante de esa comprensión es el paso de una formación para los Seglares, a una Formación conjunta entre los Salesianos y los Seglares que compartimos la responsabilidad de la misión salesiana. Por esa razón el título de este aporte es “La Formación conjunta en la CEP”.

De igual modo es importante precisar que estos procesos formativos con los Seglares forman parte del así llamado “Proyecto Seglares” (cfr. CG23, 238) que consta de cuatro aspectos: la implicación, la corresponsabilidad, la comunicación y la formación (cfr. CG24, 106).

La Congregación ha asumido el reto de relanzar el vasto movimiento de ca-ridad impulsado por el mismo Don Bosco y en el cual se implican correspon-sablemente los Seglares (cfr. CG24, 107). De ahí la necesidad de una forma-ción conjunta en la Familia salesiana, de modo especial entre SDB y Seglares (cfr. CG23, 23; 233).

A veinte años de las primeras exigencias presentadas en el CG23, constatamos la urgente y vital necesidad de asumir e impulsar con calidad estos procesos.

2. La formación conjunta en la CEP

La comunión entre Salesianos (= SDB) y Seglares que en cada Comunidad Educativa Pastoral (= CEP) comparten la misión de educar en la fe, la común vocación a la santidad cristiana y la participación en el carisma salesiano, exige procesos de formación conjunta.



La Congregación presentó en el CG23 la formación de SDB y Seglares como exigencia de una CEP que hace camino de fe con los jóvenes (cfr. CG23, 232). En ese contexto de acompañamiento en la fe se entiende también la ges-tión corresponsable con los Seglares en la misión salesiana. Ambos aspec-tos, la formación y la gestión, son las perspectivas que orientan el llamado Proyecto Seglar (cfr. CG23, 233; CG24, 106).

La Inspectoría asume su responsabilidad de coordinar a todas las obras, di-señando un proyecto de formación conjunta de SDB y Seglares para orientar la animación local que en cada obra impulsa la comunidad salesiana con el Consejo de la CEP (cfr. CG23, 237). Cada CEP es el sujeto de sus propios procesos de formación conjunta, corresponsable y permanente, particular y específica (cfr. CG23, 235, 236).

3. Desafíos para un Proyecto de formación conjunta

Asumir esta realidad nos enfrenta a unos desafíos.

3.1 La conciencia de la corresponsabilidad vocacional y carismática entre SDB y Seglares es el horizonte de la conversión y el cambio de mentalidad para la formación y la gestión compartidas en el desarrollo de la misión sa-lesiana (cfr. CG24, 101; CG25, 29; CG26, 31).

3.2 La construcción de una CEP cohesionada en torno a un proyecto que le oriente orgánicamente en su servicio educativo pastoral, es la condición funda-mental para la propuesta de formación de todos sus miembros (cfr. CG24, 144).

3.3 El desarrollo de un discipulado misionero en América que, desde el en-cuentro personal con Cristo, sea profecía a favor de los jóvenes más pobres en una cultura marcada por el secularismo, el relativismo, el individualismo y las estructuras de violencia, corrupción y exclusión (cfr. CG26, 24; 103).

3.4 La significatividad social y credibilidad evangélica de una obra se garan-tiza con la calidad de vida de los agentes de la CEP y con los criterios que orientan el proyecto educativo pastoral.

3.5 El vasto movimiento de caridad que convocan la misión y la pedago-gía salesianas, exige la opción institucional de la formación y el acompaña-miento en la escuela espiritual de san Juan Bosco.

3.6 Un proceso de formación conjunta requiere la mentalidad pedagógica de itinerarios progresivos, graduales, continuos, acompañados y evaluados, que tengan que ver con la maduración personal y vocacional, más que con



la compilación de temas y transmisión de conceptos.

3.7 La variedad de propuestas de formación que se ofrecen a los SDB, a los Seglares y miembros de la Familia salesiana en las Inspectorías requiere una articulación que tenga en cuenta las diferencias de las personas y los grupos: edad, niveles de formación, pertenencia y compromiso en la propia CEP, la gradualidad de experiencias y contenidos específicos.

3.8 El desarrollo orgánico del proyecto de formación conjunta entre Salesia-nos y Seglares necesita la articulación y la coordinación entre las instancias de animación Inspectorial: la Pastoral, la Comisión Inspectorial de Forma-ción y la Familia salesiana.

3.9 La sustentabilidad del proyecto de formación conjunta requiere la opti-mización del talento humano, de los recursos didácticos, administrativos, estructurales y financieros.

3.10 Un trabajo en red que permita a las instancias de animación local, Ins-pectorial y regional el intercambio de metodologías, contenidos, talentos y mecanismos de evaluación.

4. Criterios pedagógicos de formación conjunta

Para compartir el espíritu y la misión de san Juan Bosco, el CG24 nos presen-ta unos criterios de formación.

“Formarnos juntos (CG24, 101)

Vivir en comunión y compartir el espíritu y la misión de san Juan Bosco su-pone, para nosotros, SDB y seglares, respetando siempre las normas de la Iglesia, (Cf. Código de Derecho Canónico, canon 652; canon 654 ss.) un cam-bio en nuestro proceso de formación. Hace falta un cambio de mentalidad: crecer juntos, formarnos juntos. San Juan Bosco recomendaba a los Coope-radores: «Debemos unirnos unos con otros y todos con la Congregación. Unámonos, pues, buscando el mismo fin y empleando los mismos medios para conseguirlo. Unámonos como una sola familia mediante los lazos de la caridad fraterna». (Boletín Salesiano, enero de 1878). Creemos que de este nuevo método depende buena parte del fruto que esperamos.

Pedagogía del corazón oratoriano y de la misión (CG24, 102)

“El primer paso para los SDB y los seglares es conocerse y apreciarse en lo que tienen de común y en sus diferencias. El punto de encuentro es compar-tir el corazón oratoriano y el estilo del Buen Pastor. Tal corazón y estilo es



fuente profunda de unidad para todos los llamados a trabajar con san Juan Bosco. El espíritu salesiano, vivido con sensibilidad y acentuaciones diver-sas, debemos explicarlo a todos en sus elementos esenciales. Pero no basta la reflexión teórica. Como san Juan Bosco, creemos que el trabajo compar-tido nos ofrece las mejores oportunidades metodológicas para formarnos juntos. Al compartir la misión, cada persona, cada comunidad educati-vo-pastoral y cada grupo salesiano hace experiencia concreta del Sistema Preventivo, adquiriendo la capacidad de aprender de la vida (Cf. Const. 119)”.

Inspirados en estos criterios se señalan las siguientes características:

4.1 Es un itinerario de fe, progresivo, gradual y continuo, que parte de la experiencia de la propia vida y tiene como meta la maduración integral has-ta alcanzar la estatura en Cristo (cfr. Ef. 4,13); se desarrolla a través de la vivencia de valores y actitudes favorecidas con el compartir grupal, el acom-pañamiento y la evaluación (cfr. CG24, 103, 104, 252; CG26, 53).

4.2 Es integral porque atiende a la persona en todas sus dimensiones: hu-mana, social, cultural y religiosa; con la pedagogía del “criterio oratoriano” para la maduración personal, la competencia educativa, la identidad sale-siana y el testimonio cristiano (cfr. CG24, 164).

4.3 Es contextualizada porque se vive desde la propia coyuntura histórica personal, social y comunitaria, con el aprendizaje de una lectura e interpre-tación creyente de la vida y sus signos (cfr. CG23, 235; 236; CG24, 55; CG25, 11; CG26, 101) y desde la realidad juvenil y popular (cfr. CG23, 103).

4.4 Es sistemática porque cuenta con ritmos graduales y tiempos progra-mados, experiencias y contenidos organizados, planificados con mentali-dad proyectual (cfr. CG26, 29).

4.5 Es acompañada pedagógicamente mediante una evaluación formativa integral continua y tiene como su mejor indicador, el testimonio de vida, personal y comunitario.

4.6 Es celebrativa porque narra la vida y la expresa con símbolos ante Dios y la comunidad, como fruto de la asimilación progresiva de los valores en la propia vida, fuente interior de satisfacción y celebración.

4.7 Es comunitaria porque en el dinamismo de la CEP todos viven la madu-ración en Cristo, la competencia educativa y la salesianidad (cfr. CG24, 157), testimonio de santidad que se comparte con los destinatarios de la misión.



4.8 Es corresponsable porque construye el sentido de pertenencia a la CEP, lugar de crecimiento auténtico en lo cotidiano, mediante la animación y gestión compartidas del proyecto.

4.9 Es participativa en todas las fases del proceso (la motivación, la informa-ción, la asimilación, la vivencia y la evaluación) porque con el protagonismo de todos construye aprendizajes cooperativos y prepara multiplicadores.

4.10 Es sustentable porque es parte esencial del Proyecto Orgánico Local (POL) y cuenta con el talento humano, los recursos didácticos, administra-tivos, estructurales y financieros para su desarrollo.

5. Instancias para la animación del proyecto de formación conjunta

5.1 El Inspector y su Consejo animan la elaboración y la articulación del pro-yecto de formación conjunta de Salesianos y Seglares desde las opciones del POI que orientan los proyectos de pastoral, de formación, de familia salesiana y de comunicación social (cfr. CG24, 145).

5.2 La Inspectoría cuenta con un Coordinador que con su equipo (SDB y Se-glares) animan, acompañan y evalúan el desarrollo del proyecto de Forma-ción conjunta en las comunidades locales.

5.3 El Coordinador inspectorial del Proyecto de Formación conjunta se man-tiene en comunicación con la comisión regional para una mejor animación y coordinación.

5.4 Cada comunidad cuenta con un coordinador y equipo local de anima-ción (SDB y Seglares) para animar, acompañar y evaluar los procesos de la formación conjunta desde las opciones del propio proyecto de la Obra (cfr. CG24, 144).

5.5 El equipo local cuenta con un plan de desarrollo, con fases, experiencias, contenidos, tiempos, metodologías y evaluación para la formación conjun-ta en la CEP.

5.6 La Región cuenta con un Equipo regional avalado por el Consejero Re-gional con el fin de coordinar el fortalecimiento del Proyecto de formación conjunta en cada Inspectoría.

6. Algunos indicadores de evaluación

Se presentan a continuación algunas constataciones que permitan un me-jor diagnóstico Inspectorial y regional.



6.1 Entre Salesianos y Seglares se percibe un cambio de mentalidad para la formación y la gestión compartidas.

6.2 Las comunidades locales cuentan de una CEP cohesionada con un pro-yecto.

6.3 Se ha incrementado el entusiasmo por la vivencia de la espiritualidad salesiana.

6.4 La Inspectoría cuenta con un Proyecto de formación conjunta.

6.5 La animación Inspectorial tiene definida la persona para la coordinación específica del Proyecto.

6.6 Cada CEP cuenta con un Coordinador y un equipo de animación local del proyecto.

6.7 El proyecto local de formación conjunta se plantea con la metodología de un itinerario de fe.

6.8 El programa local de formación conjunta atiende todas las dimensiones de la persona con la pedagogía del “criterio oratoriano”.

6.9 Las experiencias y los contenidos del proceso se inspiran en el contexto de la CEP y de la realidad juvenil y popular.

6.10 El programa local se desarrolla sistemáticamente con ritmos y tiempos programados.

6.11 El programa local se acompaña con una evaluación formativa integral y continua.

6.12 El programa local incluye experiencias de convivencia y celebración.

6.13 El programa local incide en la calidad de vida cristiana y en la compe-tencia educativa.

6.14 Se ha incrementado el sentido de pertenencia a la CEP.

6.15 El programa local ha implicado a nuevos multiplicadores.

6.16 El programa se presenta con sustentabilidad.



VISITA DEL RECTOR MAYOR A BOLIVIA

No me pidan nuevo personal para las obras. No les voy a enviar. Aprendan a traba-jar con los laicos y activen en la Inspectoría el trabajo corresponsable con ellos a través del PROYECTO LAICOS. (Abril de 2015)

“El modo de referencia hacia la cual se apunta, que se debe intentar realizar en los planes inspectoriales de reestructuración y de nueva programación, es el de una comunidad salesiana presente, en número y calidad suficientes, para animar, jun-to con los laicos, un proyecto y una comunidad educativa” (ACG 363)

En síntesis… ¿Qué es el proyecto Laicos?

Es un camino de asimilación de la única vocación salesiana que viven salesianos y laicos quienes impulsados por el Espíritu asumen corresponsablemente la forma-ción, programación y misión salesiana garantizando la construcción del Reino de Dios en medio de los jóvenes especialmente los más pobres y abandonados.

Lo que pide la Congregación Salesiana.

¡¡ Una política Inspectorial de animación conjunta SDB – Laicos asumida por el inspector y su consejo y los directores con las comunidades locales.

¡¡ Implementar a nivel Inspectorial y local un camino de animación mutua y com-plementaria para la misión salesiana con los jóvenes.

¡¡ Un delegado Inspectorial para la animación del proyecto laico que acompaña, en dialogo con el inspector, los procesos de las con unidades locales desde la animación Inspectorial.

¡¡ Establecer itinerarios de formación conjunta entre Sdb – laicos.

¡¡ Las inspectorías abran sus centros de estudios a la formación de los seglares.





¡¡ Establecer los campos de animación de los laicos en la Inspectoría y en las obras de acuerdo a las necesidades de los lugares y los jóvenes.

¡¡ Asumir junto con los Laicos, el “Marco fundamental de la Pastoral Juvenil” acti-vando procesos de renovación, valorando las fuerzas del voluntariado existen-tes y teniendo en cuenta las nuevas fronteras existenciales y geográficas de los jóvenes más pobres.

Inspectoría Nuestra Señora de Copacabana - BoliviaProyecto Laicos 2016 - 2020





Guía de trabajo 2

1. De manera personal realizar una primera lectura de la recopilación de documentos salesianos relacionados con el laicado. En las líneas que encuentras a continuación ve tomando nota de aquellos aspectos que te llaman la atención.

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2. De manera participada realizar una segunda lectura en grupo del docu-mento.

3. Responder personalmente las siguientes preguntas

a. ¿Qué te llama la atención del documento?

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b. ¿Qué te pide DON BOSCO a través de la lectura que acabas de realizar?

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37



Guía de trabajo 2c. ¿Cómo puedes responder en tu labor diaria al llamado que te hace

Don Bosco, desde tu vocación como laico salesiano?

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4. Abrir el espacio para el compartir grupal.

a. ¿Qué llama la atención de los documentos salesianos leídos?

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b. ¿Qué retos le plantea la Congregación salesiana a nuestro trabajo educativo y pastoral?

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c. ¿Qué elementos podrían empezar a aplicarse en nuestras obras? ¿Cómo hacerlo?

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ProyectoLaicos Inspectorial





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Metodología del Cuadro de Mando Integral (CMI)El Cuadro de Mando Integral (CMI) es una metodología de planificación desarro-llada por Norton y Kaplan en los años 90´s que consiste en:

üIdentificar, formular y coordinar estrategias consistentes y transparentes.

üComunicar las estrategias a la organización.

üIdentificar objetivos comunes a las diversas unidades organizacionales.

üConectar las estrategias con la planificación financiera y presupuestaria.

üMedir de un modo sistemático el logro de las estrategias, proponiendo acciones correctivas oportunas (oportunidades de mejora).

Metodológicamente, el CMI propone analizar a la organización o institución des-de 4 perspectivas y. en función a los hallazgos. elaborar Objetivos Estratégicos coherentes y complementarios. Las 4 perspectivas propuestas por el CMI son:

La perspectiva del DESTINATARIO se refiere a cómo la organización identifica y se relaciona con sus “benefi-ciarios”, cómo identifica sus necesidades y las expec-tativas que sus destinatarios tienen sobre los servicios prestados por la organización, en la búsqueda del “va-lor agregado” que los diferencie de prestadores de ser-vicios similares.

La perspectiva de los PROCESOS INTERNOS se refiere a la forma en la que la organización brinda su servicio con miras a la “satisfacción de las necesidades de sus destinatarios”, para lo cual se analizan los procesos in-ternos (Ej. Políticas, Procedimientos, Normativas, etc.) además de los medios y recursos necesarios para la prestación del servicio.

Destinatario

Procesos internos



En base a la experiencia previa de aplicación del CMI en el PE 2009-2013 (2014), y considerada la contextualización realizada por la Inspectoría Salesiana de Bo-livia en el ámbito del nuevo Proyecto Orgánico Inspectorial (POI) 2015-2020, se decidió adaptar 2 de las 4 perspectivas del CMI para adecuarse mejor a la realidad de la organización salesiana en Bolivia. En este sentido, las perspectivas que han sido adaptadas respecto a la metodología original del CMI son:

üLa perspectiva de los PROCESOS INTERNOS y la perspectiva FINANCIERA fueron absorbidas bajo una nueva perspectiva denominada FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL.

üSe creó una nueva perspectiva denominada INCIDENCIA EN EL CONTEXTO.

En este sentido, el CMI utilizado en la elaboración del presente POI se compone de las siguientes perspectivas:

La perspectiva de APRENDIZAJE Y CRECIMIENTO se refiere a la habilidad de una organización para mejorar y aprender en base a la experiencia. En ella, se toman en cuenta las prioridades para crear un clima favorable al cambio, la innovación y el crecimiento, además del relacionamiento con otros actores en el contexto con miras a un beneficio mutuo.

La perspectiva FINANCIERA se refiere a la manera en la que la organización se sostiene; ésta incluye las fuentes de ingresos económicos y los sistemas de ges-tión financiera (Ej. Contabilidad, Presupuestos, etc.). En ella se analizan elementos claves como ser las políticas institucionales referidas a la gestión financiera, la sos-tenibilidad y la mitigación de riesgos y la recaudación de recursos financieros.

Aprendizaje y crecimiento

Financiera



La perspectiva del DESTINATARIO se refiere a cómo la organización identifica y se relaciona con sus “benefi-ciarios”, cómo identifica sus necesidades y las expec-tativas que sus destinatarios tienen sobre los servicios prestados por la organización, en la búsqueda del “va-lor agregado” que los diferencie de prestadores de ser-vicios similares.

La perspectiva de APRENDIZAJE Y CRECIMIENTO se refiere a la habilidad del personal de una organización para mejorar y aprender en base a la experiencia. En ella, se toman en cuenta las prioridades para crear un clima favorable al cambio, la innovación y el crecimiento.

La perspectiva del FORTALECIMIENTO INSTITUCIO-NAL se refiere a: Procesos Internos (Ej. Estructura, Procedimientos, Normativas internas, etc.); Recursos Humanos (Ej. Politica de gestión de Personal); Recursos Técnicos (Ej. Gestión de activos, adquisiciones, etc.); Recursos Económicos (Ej. Administración y Finanzas, Contabilidad, Sustentabilidad Financiera, etc.)

La perspectiva de INCIDENCIA EN EL CONTEXTO se re-fiere al nivel de relacionamiento que la organización tie-ne con otros actores (públicos y/o privados), el nivel de participación en asociaciones y redes para poder incidir en temas de interés común, la capacidad de intercam-biar conocimientos y experiencias con otros actores.

A lo largo del presente documento, los colores serán utilizados para referirse a la Perspectiva respectiva.

Aprendizaje y crecimiento

Financiera

Fortalecimiento institucional

Destinatario



Análisis del contexto Interno y Externo (metodología FODA)Para el análisis del contexto interno y externo utilizamos la metodología FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). Cada elemento del análisis FODA fue analizado respecto a cada una de las 4 perspectivas del CMI – es decir que, por ejemplo, pensando en el DESTINATARIO se analizaron las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas y así sucesivamente con cada perspectiva –, esto para facilitar el análisis y la construcción de los Resultados.

Los resultados del análisis FODA Consolidado se presentan a continuación:

FODAFortalezas Oportunidades

En algunas Obras se tienen sistemas de formación en salesianidad ejm: EPDB

Existen experiencias de trabajo a nivel de Inspectorías de otros países

Existen proyectos de formación a los lai-cos según determinados periodos

Existe experiencias a nivel de las obras que pueden ser socializadas, compartidas y enriquecer el trabajo en las comunida-des

Concientización de la importancia de los seglares en la misión Salesiana

Ampliar el trabajo con Instancias públi-cas y privadas

Sensibilidad por Don Bosco en los trabaja-dores de las diferentes obras

Deseo de formación en el personal de las Obras

Apertura e inversión para la formación de laicos por los salesianos

Existen identidad carismática compromi-so y sentido de pertenencia de los Sale-sianos

Laicos cualificados en nuestras obras

Incremento de los laicos en el trabajo educativo pastoral

Laicos comprometidos con la formación de los jóvenes

Construcción de Planes y Proyectos entre laicos y Salesianos



Debilidades AmenazasDocumentos (Planes, Proyectos, planes de formación) desactualizados a nivel Ins-pectorial: Quien?, ¿qué?, cómo? (claridad de conceptos Proyecto Laicos - Corres-ponsabilidad)

La población “laicos” en instituciones sa-lesianas son diferentes y tienen intereses y características diferentes

No se tienen sistematización e intercam-bio de procesos y experiencias de forma-ción

Interés económico de los laicos “principal-mente”

Falta de acompañamiento en los proce-sos de formación y a nivel espiritual

Contexto Político: Leyes laborales, Edu-cativos

Ausencia de un Plan formativo Integral acorde a la realidad múltiple: protagonis-mos de laicos

Aspectos ideológicos acordes a la línea gubernamental

Absorción de tiempo en temas adminis-trativos de los Salesianos y Laicos

Algunos Salesianos y laicos tienen una visión de una relación netamente contrac-tual y no así de compromiso

Desactualización de los Salesianos en los procesos que tiene la congregación

Falta mayor vivencia espiritual en los am-bientes salesianos

Relaciones laborales irregulares: horarios, uso de activos, bonos

A partir del análisis FODA, se procedió a construir los Objetivos Estratégicos (OE) siguiendo los siguientes pasos:

- Primero, se realizó una lectura crítica de los hallazgos en base al análisis FODA a partir del cual se identificaron Desafíos concretos a ser abordados.

- Posteriormente, los Desafíos fueron agrupados en Áreas de intervención.

- Finalmente, a partir de las Áreas identificadas se formularon los Resultados.

A continuación se presentan los resultados:



AREAS N DESAFIOS

1COMPROMISO LAICOS Y SALESIANOS CON LA MISION SALESIANA

1Recuperar la Visión de Don Bosco del Salesiano Externo

2

Concientizar a los SDB - Laicos (CEP)en la impor-tancia de sentirse corresponsables en la Misión Salesiana

3Formalizar la Comisión de Laicos a nivel Inspec-torial

2 PLAN DE FORMACION INTEGRAL Y MULTIPLE

4Institucionalización del Proyecto Laicos vivencian-do la corresponsabilidad

5

Desarrollar, Implementar el Proyecto Laicos in-tegral y múltiple Inspectorial con un enfoque en derechos humanos

3 ACOMPAÑAR Y EVA-LUAR LOS PROCESOS

6El Proyecto Laicos deberá ser efectivamente socia-lizado y asumido en las Obras Salesianas

7 Acompañar y evaluar los procesos formativos

4ARTICULACION E INTER-CAMBIO DE EXPERIEN-CIAS

8Fortalecer el intercambio de experiencias y de las buenas practicas

9

Acompañar el Plan de Reestructuración (A través del resultado de la implementación del Proyecto Laicos)

5 TRABAJO COORDINADO CON LA CEP

10Coordinar y tomar en cuenta la importancia de normas y directrices internas administrativas

11Proyecto Laicos refleje indicadores de evaluación de desempeño del personal



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Vinculación del Proyecto Laicos al POI – Proyecto Orgánico Inspectorial 2015-2020, al Plan de Restructuración Inspectorial 2016-2020 y al PEPSI – Proyecto Educativo Pastoral Salesiana

Inspectorial 2016-2020.El Proyecto Laicos ha sido elaborado teniendo en cuenta el POI - Proyecto Orgá-nico Inspectorial 2015-2020. De hecho, el Proyecto Laicos está vinculado al POI.

En particular, el Proyecto Laicos contribuirá a conseguir algunos objetivos estra-tégicos del POI:

OE 4: Fortalecer la formación permanente y sistemática de Salesianos y Laicos (Proyecto Laicos)

OE 3. Recuperar a nivel personal y comunitario la centralidad de Cristo y la fide-lidad al carisma salesiano

OE 7: Fortalecer la Corresponsabilidad y Accionar de la Comunidad Educativa Pastoral para coadyuvar el objetivo 1 caminar al encuentro de los destina-tarios preferenciales en lo nuevos patios de evangelización, inculturando nuestro carisma.

OE 8. Reestructurar significativamente las obras y frentes salesianos

OE 9: Promover e implementar la visión de trabajo en red

Al mismo el Proyecto Laicos se propone de contribuir a cumplir con el Plan de Restructuración de la Inspectoría y en particular a dos resultados, cada uno con metas relevantes:

Resultado 2: Presencia de religiosos SDB y de laicos comprometidos reorgani-zada de acuerdo a la misión y a los signos de los tiempos. En particular, el Pro-yecto Laico contribuirá a lograr las siguientes metas del resultado 2 del plan de restructuración:

2.2 Mayor presencia de religiosos SDB en actividades pastorales, de misión y de opción preferencial.

2.3 Laicos competentes y comprometidos con el carisma salesiano en funcio-nes directivas, administrativas y de captación de recursos.

2.4 SDB formados carismáticamente y profesionalmente para la misión sa-lesiana.



2.5 Consejos de las Comunidades Educativas Pastorales (CEP) conformados en cada Frente/Obra, con número significativo de sus miembros capacitados.

Resultado 4: Se refuerza y renueva el estilo de trabajo salesiano.

El Proyecto Laico apoyará en lograr la meta 4.2 del Plan de Restructuración:

4.2 Se refuerzan los momentos contemplativos, (…) a realizarse en cada Obra, especialmente en momentos litúrgicos significativos (Adviento, Cuaresma, Mes de Mayo) y abiertos a colaboradores laicos, adolescentes y jóvenes, (…).

No menos importante es la vinculación del Proyecto Laicos a todos los resulta-dos del PEPSI 2016-2020. En lo específico a los siguientes resultados y metas del PEPSI:

Resultado 1. La Pastoral Juvenil Salesiana es procesual y sistemática, y en parti-cular la siguiente meta:

1.4 Las Obras sdb cuentan con sdb y laicos-educadores capaces de comunicar el Evangelio, interpretando la realidad juvenil, dialogando con los jóvenes, usando sus lenguajes y los medios de comunicación actuales.

Resultado 2. La Pastoral Juvenil Salesiana es integrada con una PASTORAL FA-MILIAR Inspectorial, y en particular las siguientes metas:

2.2 Itinerario formativo en Pastoral Familiar para sdb y educadores laicos or-ganizado e implementado

2.5 En los diferentes ambientes de las Obras Salesianas se desarrollan itine-rarios formativos y actividades con y para las familias

Resultado 3. Las Obras sdb promueven y viven una CULTURA VOCACIONAL, y en particular las siguientes metas:

3.2 Los miembros de la CEP concientizados sobre la importancia y necesidad de la CULTURA VOCACIONAL

3.4 Nuestros jóvenes tienen la posibilidad de hacer experiencias de servicio voluntario social y/o religioso, especialmente en nuestras Obras sdb

“El laico cristiano es un miembro de la Iglesia en el corazón del mundo y un miembro del mundo en el corazón de la Iglesia” (Puebla)



Guía de trabajo 3Tras haber vivido el recorrido de elaboración, aprobación, contenido y pro-yección del PROYECTO LAICOS,

1. ¿Qué sugerencias haces para su aplicación?

________________________________________________________________________

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2. ¿Qué elementos, contenidos, deben ser tenidos en cuenta a nivel espiri-tual para la elaboración del plan formativo?

________________________________________________________________________

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3. ¿Qué elementos, contenidos, deben ser tenidos en cuenta a nivel de la formación salesiana conjunta para la elaboración del plan formativo?

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4. ¿Qué elementos, contenidos, deben ser tenidos en cuenta a nivel de co-rresponsabilidad en la misión, para la elaboración del plan formativo?

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________________________________________________________________________

________________________________________________________________________

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52



Anexos(ANS Cochabamba)





ANEXO(ANS – Cochabamba)

PUBLICADO EL 31 DE MARZO DE 2016.

– Una de las tareas pen-dientes de la Iglesia es la de redescubrir la voca-ción del laico en la Igle-sia. El Concilio vaticano II invitó a los pastores de la Iglesia local a “abrir espacios de correspon-sabilidad en la vida y la misión de la Iglesia”. Los

Salesianos acogiendo esta exhortación de la Iglesia y a sabiendas de que en los orígenes de la Familia Salesiana Don Bosco contó con Laicos y consagrados para llevar adelante el carisma, reconocieron la necesidad de descubrir la vocación y la misión junto a los laicos y con especial énfasis en el CG XXIV se han dado claras orientaciones al respecto.

Es así como en muchas inspectorías del mundo Salesiano nació “El Proyecto Lai-cos” comentó el P. Diego Villalobos, coordinador del proyecto. El Coordinador del Proyecto Laicos en colaboración con el Delegado de la Pastoral, el VIS (Volontaria-to Internazionale per lo sviluppo), el OFPROBOL (Oficina de proyectos para Boli-via) realizaron la “Planificación Proyecto de Laicos” el día sábado 12 de marzo en ambientes de la Inspectoría Salesiana, ubicada en la ciudad de Cochabamba.

“Este proyecto no solo tiene la intención de preparar a quienes tienen sensibilidad por el carisma salesia-no en nuestras obras, o para que ayuden a llevar adelante los servicios. El sentido



es más profundo. Es redes-cubrir juntos la vocación a la vida Cristiana y Salesiana. Es formarse mutuamente y sentirse enviados a ser sig-nos y testimonios del amor de Dios a los jóvenes espe-cialmente a los más pobres y desfavorecidos” - expresó el P. Diego Villalobos.

La Inspectoría de Bolivia Salesiana está dando pasos importantes para responder a este llamado de la Iglesia, la Congregación y los jóvenes y por ello el Inspector y su Consejo, han creado el equipo Inspectorial del “Proyecto laicos”, que hoy se reconoce como fundamental.

“El año 2016 tiene como compromiso la implementación del POI (Proyecto Orgá-nico Inspectorial), que incluye los proyectos y los planes Coyunturales, a saber: el Plan de Reestructuración, el Proyecto Laicos y la Opción Preferencial”, expresó Rosalynn Motiño.

Sin duda, la presencia de los laicos en la vida y en la misión salesiana revitalizará profundamente nuestro actuar en beneficio de los jóvenes pobres a quienes so-mos enviados. En síntesis los “salesianos consagrados - expresó el CG 24 - y los laicos compartimos el mismo espíritu y la misma misión”.

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SALESIANOSDON BOSCO

Proyecto Laicos2016 - 2020

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