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RESEÑA Similitudes y diferencias entre países de América LatinaMaestría en Estudios Contemporáneos de América Latina Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de la República. Sociología de América Latina Danilo Ferreira Prof. Gerónimo de Sierra En el texto al que alude la presente reseña, titulado Similitudes y diferencias entre países de América Latina, escrito por Gerónimo de Sierra, el autor se propone señalar la importancia y la necesidad de partir de un marco analítico que enfatice tanto las semejanzas como las diferencias a la hora de comprender y conocer la realidad de América Latina y las naciones que lo conforman. En tal sentido, la dualidad una/múltiple recorre el texto en tanto principio metodológico necesario para analizar países concretos o regiones de América Latina, y por tanto como herramienta metodológica imprescindible para abordar el estudio ella. De esta forma, a la hora de analizar una problemática concreta de un país o subregión de América Latina, se hace necesario para de Sierra pensar tanto en los aspectos comunes con otros países o regiones, como pensar las mismas a partir de los procesos históricos concretos y las estructuras particulares de cada Estado-nación. Para realizar el propósito mencionado, el autor estructura al texto en tres grandes momentos. Primeramente presenta la visión metodológica que ha de enfatizar, para en un segundo momento establecer algunos principios generales de diferenciación y convergencia en toda la región. Finalmente, y al parecer a modo de ejemplo, trabaja brevemente sobre las particularidades de los países andinos, Brasil y el cono sur, para reafirmar la necesidad de pensar en la unidad y la diversidad como dualidad metodológica necesaria para pensar América Latina. Pues bien, en el primer momento del texto, señala de Sierra que si bien la unidad aparece en primer momento bajo la mirada de aspectos superficiales y generales, “salta a la vista la necesidad de ahondar en las particularidades socio-históricas de cada país” (de Sierra, s/d: 2), y por tanto la necesidad de comprender la diversidad de la región. Esto no quiere decir abolir el análisis de aspectos comunes, ya que si no estaríamos hablando de una simple agregación de países, sino de profundizar y articular el estudio de las semejanzas y las particularidades. En este sentido, queda claro desde un primer momento la dualidad propuesta por el autor, que busca al decir de él mismo, evitar caer en simplificaciones generalizantes o particularistas. Al decir del autor, “cualquiera de las dos posturas, sea pensar a América latina como unidad de análisis total, o de fraccionarla al extremo, empobrecen la comprensión de los procesos reales y la propia riqueza de los mismos” (de Sierra, s/d: 2), y por tanto son restringidos como método de análisis de las estructuras y procesos históricos concretos. En tal sentido, pensar en la dualidad uno/múltiple no es un mero capricho para el autor, sino un principio metodológico para estudiar a América Latina. Se hace necesario por tanto ver tanto las diferencias socio-históricas, como analizar los elementos convergentes que determinan los procesos y estructuras sociales de los países particulares. En consonancia con la idea central del texto, los dos siguientes puntos del trabajo se centran en la necesidad de jerarquizar las diversidades, y de reconocer las convergencias. En torno de las primeras, señala el autor que quien dice diversidades refiere primeramente a la necesidad de reconocer a las unidades societales que conforman cada sociedad nacional como particularidades históricas, con sus estructuras políticas, sociales y culturales, que tienen consecuencias sobre las conductas sociales individuales y colectivas. La particularidad, construida históricamente, tiene por tanto consecuencias concretas en todos los planos de la realidad social. En este sentido, el autor deja clara la importancia de analizar la particularidad, no caer en la ilusión de la unidad histórica reciente, fruto de la conquista, el idioma, o la ubicación geográfica. Invita además a jerarquizar la

RESEÑA similitudes y diferencas America Latina

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RESEÑA similitudes y diferencas America Latina

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RESEÑA “Similitudes y diferencias entre países de América Latina”

Maestría en Estudios Contemporáneos de América Latina

Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de la República.

Sociología de América Latina

Danilo Ferreira

Prof. Gerónimo de Sierra

En el texto al que alude la presente reseña, titulado “Similitudes y diferencias entre países

de América Latina”, escrito por Gerónimo de Sierra, el autor se propone señalar la importancia y la

necesidad de partir de un marco analítico que enfatice tanto las semejanzas como las diferencias a la

hora de comprender y conocer la realidad de América Latina y las naciones que lo conforman. En

tal sentido, la dualidad una/múltiple recorre el texto en tanto principio metodológico necesario para

analizar países concretos o regiones de América Latina, y por tanto como herramienta metodológica

imprescindible para abordar el estudio ella. De esta forma, a la hora de analizar una problemática

concreta de un país o subregión de América Latina, se hace necesario para de Sierra pensar tanto en

los aspectos comunes con otros países o regiones, como pensar las mismas a partir de los procesos

históricos concretos y las estructuras particulares de cada Estado-nación.

Para realizar el propósito mencionado, el autor estructura al texto en tres grandes momentos.

Primeramente presenta la visión metodológica que ha de enfatizar, para en un segundo momento

establecer algunos principios generales de diferenciación y convergencia en toda la región.

Finalmente, y al parecer a modo de ejemplo, trabaja brevemente sobre las particularidades de los

países andinos, Brasil y el cono sur, para reafirmar la necesidad de pensar en la unidad y la

diversidad como dualidad metodológica necesaria para pensar América Latina.

Pues bien, en el primer momento del texto, señala de Sierra que si bien la unidad aparece en

primer momento bajo la mirada de aspectos superficiales y generales, “salta a la vista la necesidad

de ahondar en las particularidades socio-históricas de cada país” (de Sierra, s/d: 2), y por tanto la

necesidad de comprender la diversidad de la región. Esto no quiere decir abolir el análisis de

aspectos comunes, ya que si no estaríamos hablando de una simple agregación de países, sino de

profundizar y articular el estudio de las semejanzas y las particularidades.

En este sentido, queda claro desde un primer momento la dualidad propuesta por el autor,

que busca al decir de él mismo, evitar caer en simplificaciones generalizantes o particularistas. Al

decir del autor, “cualquiera de las dos posturas, sea pensar a América latina como unidad de

análisis total, o de fraccionarla al extremo, empobrecen la comprensión de los procesos reales y la

propia riqueza de los mismos” (de Sierra, s/d: 2), y por tanto son restringidos como método de

análisis de las estructuras y procesos históricos concretos. En tal sentido, pensar en la dualidad

uno/múltiple no es un mero capricho para el autor, sino un principio metodológico para estudiar a

América Latina. Se hace necesario por tanto ver tanto las diferencias socio-históricas, como analizar

los elementos convergentes que determinan los procesos y estructuras sociales de los países

particulares.

En consonancia con la idea central del texto, los dos siguientes puntos del trabajo se centran

en la necesidad de jerarquizar las diversidades, y de reconocer las convergencias. En torno de las

primeras, señala el autor que quien dice diversidades refiere primeramente a la necesidad de

reconocer a las unidades societales que conforman cada sociedad nacional como particularidades

históricas, con sus estructuras políticas, sociales y culturales, que tienen consecuencias sobre las

conductas sociales individuales y colectivas. La particularidad, construida históricamente, tiene por

tanto consecuencias concretas en todos los planos de la realidad social. En este sentido, el autor deja

clara la importancia de analizar la particularidad, no caer en la ilusión de la unidad histórica

reciente, fruto de la conquista, el idioma, o la ubicación geográfica. Invita además a jerarquizar la

diversidad según el estudio de que se trate, pero buscando siempre evitar caer en los clivajes

demográficos, idiomáticos, o geográficos (entre otros) como deterministas, sin buscar en los

procesos históricos y las estructuras sociales resultantes diferencias mas sustanciales para el análisis

social y político.

En cuando a la necesidad de reconocer similitudes y convergencias, el autor señala al idioma

y el catolicismo (sobre todo en el periodo de conquista), asi como la presencia de negros esclavos

en la colonia y de las poblaciones indígenas originarias. Esta diversidad poblacional no interesa

según el autor por meras consideraciones folclóricas, sino por los efectos sociales y políticos de la

exlucsion sistematica de los blancos (europeos y criollos después) hacia dichas poblaciones. Por

otro lado señala De Sierra que tal vez la semejanza mas importante refiere al carácter dependiente

de las economías Latinoamericanas con respecto a las economías centrales, lo que resulta en un

desarrollo histórico determinando del modo de producción y del modelo de acumulación.

Como resultado de la construcción dependiente de la economía de los países de América

Latina, estos siempre se encontraron a merced de lo que sucedía en las economías más

desarrolladas. Todo ello influyó sobre la estructura de clases y la estructura interna de dominación,

siendo un factor de convergencia central para pensar a América Latina, siempre analizando dicho

proceso bajo el tamiz, al decir del autor, de las particularidades nacionales. Finalmente, y en

relación a lo anterior, se señala como otro punto de convergencia las sucesivas presiones imperiales,

desde conquistas y guerras de invasión, hasta las contemporáneas presiones financieras.

Una vez enfatizada la importancia de pensar en las diferencias y similitudes dentro de

América Latina, y presentadas en forma general alguna de las convergencias posibles, el autor

señala algunas de las diferenciaciones posibles y clásicas dentro de la región. Entre ellas menciona

el tamaño de los países, el predominio lingüístico, el tipo de vínculo con las economías centrales, el

grado de desarrollo industrial, la composición étnica, y el desarrollo político e institucional.

Finalmente el autor propone que la diferenciación ya clásica, geográfica y cultural, entre los países

andinos, los centroamericanos, el Caribe insular, el cono sur, y México y Brasil, agrupa un buen

número de variables, que si se piensan con fronteras flexibles, son muy útiles para el análisis. Es

claro que se debe evitar caer en unificaciones simplistas, o conclusiones deterministas, pero es para

el autor una clasificación útil para ahondar después en las particularidades nacionales. Vale decir

además que se señala claramente en el texto, que en suma a ello en cada país muchas veces existen

diferencias que necesariamente deben tomarse en cuenta.

En las últimas paginas del texto, De Sierra presenta a modo de ejemplo tres de las regiones

anteriormente nombradas, destacando cuales son algunas de sus particularidades con respecto al

resto, y por tanto cual es la validez de su unidad como sub-región. Menciona así a la región andina

y la demografía étnica como gran principio diferenciador; a Brasil, con sus masas de negros

esclavos y su particular proceso de independencia y unidad territorial ante la fragmentación de la

América hispánica; y al Cono Sur, con la prevalencia de la inmigración del oeste europeo, sus

estructuras sociales menos excluyentes, y la positiva distancia con respecto a EEUU.

El autor presenta así a lo largo del texto la necesidad de pensar a América Latina desde la

dualidad una/múltiple, en tanto mirada analítica. Asimismo señala de Sierra su preferencia por la

clasificación en las subregiones mencionadas, siempre teniendo en cuenta la dualidad ya varias

veces mencionara, y por tanto, buscando dentro de cada subregión, las convergencias históricas y

las particularidades de las estructuras sociales, políticas y culturales. Dicho razonamiento se puede

claro esta repetir para el estudio de un país concreto, pensando su unidad, y la diversidad de sus

regiones. El principio metodológico propuesto es por tanto no más ni menos que eso, una

herramienta metodología necesaria para comprender la región y sus naciones particulares, y

dependerá su uso concreto (las convergencias y diferencias que interesen) de cada objeto de estudio

particular.