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Titular Original Don`t ask about him

Fotocomposición Edición Urano, S. A.

Depósito Legal B-25.186-2012

Impreso en República Dominicana

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María Christina Luciano

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Dedicado a mi familia, mis amigos,

y todo aquel que forme parte de mis

días, que me dieron ánimo para

realizar este proyecto y creyeron en

mí.

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Habían pasado dos años desde que mis padres se

divorciaron. En cambio yo, aún no sentía la soledad

que me esperaba.

Mi madre tenía un carácter rígido, espontáneo y no

cualquier hombre tenía la suerte de poder

convencerla de algo que ella no se atrevía a hacer.

Decidieron darse un tiempo, pero supongo que el

tiempo viajó hasta New York y no se movió de allí.

A veces siento que todavía está conmigo, pero la

dejaré con la misión de vivir con la compañía de mi

hermana Sofía; apenas empezaba a cursar su último

grado y se rinde. Decidió trabajar desde que se

mudó con mi madre.

El Sr. Boster, mi progenitor, como le gustaba que le

llamasen, vivía conmigo en Hialeah.

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DONDE YO VIVO

«Caminar hace bien a la mente, al cuerpo y al

espíritu. Quiero aprender a caminar sobre piedras

que no se muevan, y tener pasos inquietos»

En realidad, estaba hablando de cómo dejar de

ser valiente «piedras que no se muevan», ¿Acaso

los obstáculos nos tendrán compasión?, ¿Solo

hay que hacer los primeros pasos bien y luego

el resto de la vida sería más fácil?...

Boster estaba allí, sentado al frente de la casa,

esperando que el atardecer se despidiese.

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Quizás las noticias lo tenían aturdido, una

persona no era tan fuerte como para mirar

catástrofes todos los días, fuera y dentro de la

televisión.

El tiempo se iba muy rápido en estos días,

apenas ayer estaba esperando la llamada de mi

madre para el envío de los papeles de la

universidad. New York era un estado

maravilloso, pero nunca me interesó ir de viaje.

Mi padre era un hombre honesto, de él aprendí

a no asombrarme sobre las sorpresas de la vida,

sorpresas que todos queremos esperar con los

ojos semiabiertos teniendo cuidado con lo que

miramos.

Siempre había tenido una visión de esperanza,

no sé lo que espera, pero de lo que sí estoy

segura es que hacía eso solo cuando sentía que

necesitaba la presencia de la soledad en sí

mismo para despegar su mente.

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Para él la vida era una obra de teatro, donde

todos tienen un papel importante, y al fin al

cabo tu misión es esperar a que el director diga

‘corte’; mientras eso pasa, esperamos que la

vida de otra persona sea la escena en la que más

eres capaz de pensar.

Lo llamé a cenar a la mesa, había preparado

puré de papas con jugo de naranja,

aprovechando que el árbol al fin dio sus frutos.

-¡Papá!...- grité- ven a cenar. Lo vi muy

concentrado leyendo una revista que yo había

dejado en la mesa de la sala, hasta lo pensé dos

veces antes de llamarlo.

-Ya voy hija- respondió.

Estábamos allí, los dos sentados uno al frente

del otro, escuchando las ramas que sobresalían

de las ventanas chocando con el viento…

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-¿Y qué ha dicho Sofía sobre su trabajo?-

preguntó rompiendo el silencio-.

-He sabido que trabaja como secretaria en una

empresa donde venden cosméticos.

-Me alegro, espero que le vaya bien, y que siga

creciendo para un cargo mayor aunque ya

sabemos por qué no lo ha tenido aún,…

supongo.

-Sí, espero que algún día comience la

universidad porque ni siquiera sé por qué no lo

ha hecho.

-Cosas de jóvenes desesperados por crecer, ¿no

crees?-.

-¡No se pierde de nada!, ¿trabajar sin una base?,

no creo que eso me convenza…

Luego de otro momento de silencio, cruzaron

por mi mente aquellos momentos de mi

juventud cuando visitaba el colegio, aquellos

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amigos que decían que nunca te iban a

abandonar, y aquellas promesas…la mayoría

de enamoramientos absurdos.

Y luego me vino una imagen de aquel momento

mágico donde todas las cosas estaban en su

lugar, una familia unida literalmente, hermanos

que eran como amigos, y una sonrisa en mi

rostro. También estaba lo más importante, Dios,

el único que sabe sobre el dónde y cuándo de las

cosas, y el que me saca de dudas y oscuridad.

Encendí la TV, me recosté sobre el sofá, y cerré

los ojos. Todo en tiempo pasado, como si

estuviese leyendo mi diario y pensara en lo que

escribo, y no en el momento en que lo hago.

Subí las escaleras luego de lavar los platos,

necesitaba descansar un poco, mi habitación es

el único lugar donde me encuentro, sé lo que

hago, y sé a dónde estoy.

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VIEJAS INFLUENCIAS

Mi cabello rojizo y largo volaba acorde con la

dirección del viento mientras me quedaba

meditando mirando la noche en la ventana.

Hacía frio en octubre.

Miré mi diario. Estaba en una pila de libros, era

tan azul como antes, y aún se podían notar los

dibujos en la portada.

Lo abrí. Respiré. Y miré todo lo que había

escrito allí. Era mágico revivir el pasado, tus

pensamientos, la forma de escribir, y el sentido

que tenía tener un diario. Hoy ya no tiene.

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La mayoría de veces escribía porque mis

amigas lo hacían.

Jone siempre lo llevaba, desde que estábamos

juntas en Middle school , en octavo grado, es

una forma de desahogarse.

Jone tenía el cabello corto y castaño, siempre

sonreía. Las personas se conocen. Se escuchan.

No porque sonría debes creer que no tiene

problemas en su vida. O por lo menos por

sonreír en esos momentos supongo que tenía

muy pocos.

En mi grupo de la secundaria éramos seis. Seis

con historias, personalidades, e historias de las

que era imprescindible hablar. Hablar. Y hablar.

Roz, inteligente, pero pesimista. Chanel,

graciosa. Jone, realista. Raul y Javier, los más

guapos y astutos.

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Leí una de las páginas del diario, tenía un

dibujo al lado de cuando estaba en High School,

en 3ro de la secundaria.

2 de abril, 1995

Una mañana cualquiera, caminaba al colegio con

mis amigas, los chicos aún no estaban listos, nada de

que sorprenderse.

Me desperté esperanzada de que este día no sería

como los demás, sino un día con nuevas

oportunidades.

Al llegar al colegio subimos las escaleras, Sandy La

repugnante estaba corriendo hacia el pasillo para no

llegar tarde a clases. No sé si le apretaron más los

frenos ese día. Nadie casi le ponía atención.

Dariel El rudo, con su típica chaqueta negra,

estaba sentado en las escaleras, no le importa ni

llegar tarde ni lo que piensen lo raro que es.

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Pues bien, ahí estaba, visto por mis propios

ojos…James Wanner.

Mi sueño compartido. Besaba a su novia Chelsea. Yo

lo sé todo. Lo que piensa, lo que no quiere.

Y definitivamente ella es eso…algo que él no quiere.

A veces quisiera tener su cabello oscuro entre mis

manos, tan suaves como me imagino sus labios.

Llegamos al aula. Él se sentaba dos sillas frente a mí.

Vista casi perfecta. Hoy nos tocaba exponer sobre los

átomos, y de repente pasó algo que ni yo pude

creer…

Jone terminó de exponer. Me paré frente al

proyector, y cuando finalicé me comenzaron a

hacerme una serie de preguntas sobre el tema.

Él fue uno de ellos. Sus ojos y los míos se

conectaron, como si lo hacía a propósito para que yo

notara su presencia .

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Cuando terminó la clase me llamó para, según él, le

preste el cuaderno de física, ya que él no pudo asistir

ayer. ¿Chelsea no copió nada? ¿O tal vez él no quiso

pedírselo a ella y a mi sí?...Ok, lo admito, exagere

con lo de paso algo que ni yo pude creer.

-Sonreí-mientras reía por lo que pensaba en

aquellos tiempos. Habían pasado ya 4 años.

Mi hermana Sofía me llevaba 3 años, cuando

ella dejó de estudiar en 3ro yo estaba ya hace

dos años en la universidad.

Antes de dormir revisé mi Facebook.

-Hola, ¿cómo te fue en el examen de mate?-

preguntó Jone-.

-Bien, ¿y a ti cómo te va en Italia?

-Un poco mal…no entiendo nada de Cálculo

amiga.

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-Bueno-dije entre risas-creo que te puedo echar

una mano.

Ella siempre fue así en el colegio, le expliqué

varias cosas importantes que debía de saber.

Luego me fuí a dormir, pero antes…

-Hi, Do I know you?

-Mmm, no, I think so-respondí.

Era un desconocido, al menos por el momento,

su foto me pareció linda…Su nombre era Alex

Delgado.

No le di importancia, ya es tarde le dije, debo

descansar.

Al día siguiente, era sábado por la mañana.

Preparé el desayuno y terminé de recoger un

poco.

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Boster estaba trabajando, solo faltaba medio

día para que llegara. La fábrica quedaba a unas

cuantas horas de la casa.

Sonó el teléfono.

-¿Hola?

-Hola Jovany-respondieron.

-Ah, bendición, ¿Qué tal?

-Bien, necesito que me mandes unos papeles,

están en el armario de tu padre…es un

pasaporte.

Colgué, y seguí en búsqueda del pasaporte.

Abrí la puerta, luego el armario. Había tantos

papeles. Me senté y revisé uno por uno.

Mientras tanto encontré la revista del día de

ayer, tenía una historia de esas que ponen para

reflexionar

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Eranse una vez dos ratoncitos y dos hombrecillos

que uunan en un laberinto. Comían queso para

alimentarse y ser felices.

Vivieron un tiempo muy contentos. Pero un buen

día el queso desapareció.

By Spencer Johnson.

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Un pasado ajeno

Encontré fotos de mis padres, y el pasaporte.

Pero hubo un papel que no debía ver. Un acta

de divorcio. ¿Por qué habrán terminado? La

respuesta estaba justo ahí. En las fotos de las

mujeres, era la misma mujer, se llamaba Paula

Wanner, al menos eso decía atrás de la imagen.

-¡Wanner!- exclamé- ¿James?...no lo puedo

creer.

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Ayer brotó una lagrima hacia mi mejilla al

pensar que mi padre estuvo con la madre de mi

sueño compatido James.

No le mencione nada a nadie. Porque nadie me

dio explicaciones, pero las buscaré.

Eran las 2 de la tarde del domingo. Revise otra

vez mi página.

-So, where are you from?-preguntó Alex

Delgado-.

-Hialeah, and you?

-New York

-Oh, cool my mom too.

Hable con él largas horas, reía, dudaba, y tenía

un presentimiento de que debía conocerlo.

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Tres meses más tarde

Alex y yo somos muy buenos amigos. Él era

doctor, se veía muy joven. Era apuesto, pero

muy vanidoso.

Pero no importaba, hay que aceptar y querer.

Casi no tenía tiempo para terminar nuestras

conversaciones, por su trabajo.

Hubo una conversación que me dejó

confundida, que bueno que hablaba un poco

español, por parte de su madre.

-¿Y qué tal tu vida amorosa?-preguntó-.

-Todavía no tengo a nadie, pero aún pienso en

mi pasado.

-¿Y quién es tu pasado?

-No lo conoces, se llama James-respondí-creo

que tuve la intuición de que lo que yo decía era

incorrecto, pero continué.

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-Interesante, ¿y qué tiene él que no tienen los

demás?

Empecé a contarle todo lo que había pasado

luego de ese día, el día que tenía la primera

duda sobre James.

Le conté sobre cuando terminó con Chelsea por

mi culpa, aún así los dos éramos felices, lo

conocí más a fondo, decidí hablarle. Él era

sincero conmigo, honesto, amoroso. Pero nunca

quiso una relación conmigo, ahora sé por qué.

Nuestros padres.

James no tenía facebook, por eso creo que me

ha olvidado. Lo busqué varias semanas.

Hasta que un día revise la pagina de Alex, y vi

una publicación de James…

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El que cuida, MATA

Su plato estaba frio sobre la mesa. Segundo día de febrero, 4 de la madrugada. ¿Ha llegado borracho…otra vez?

Fui a buscarlo, estaba aclarando un poco el cielo, fui camino a su trabajo, lo encontré a mitad del camino.

Estaba despierto. Tenía una botella en la mano. El carro estaba en la orilla de la calle desierta, con la puerta del chofer abierta, donde él estaba, casi cayéndose.

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-¿Qué haces aquí?, ¿Qué te pasa?-le dije.

No respondió. Sus ojos estaban frisados. Muy lejos de aquí. Estaba recordando algo, pensé. Lo recosté sobre el asiento de atrás. Lo lleve a casa, hubo mucho silencio.

No sería la última vez. Dos semanas después pasó lo mismo. Casi lo mismo.

Caminé hacia el mismo sitio de nuevo. Él me estaba esperando. Subí al auto, pero seguía ebrio. Le sugerí que yo podía conducir, pero él quería salvarme la vida a mí.

Conducía tan velozmente que apenas podía mantener los ojos abiertos. No condujo hacia la dirección de la casa, cruzó varios hoteles, algunos ríos, le grité hacia dónde iba…pero él tampoco sabía. Cruzamos un primer puente lejos de la casa. Estamos a salvo. El segundo puente, no nos perdonó.

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Caímos en un pequeño barranco, cuando abrí los ojos mucha sangre se posaba en mi rostro. Me sentía algo mareada. Mi cabeza me explotaba. Mire hacia el lado izquierdo. El corazón de Boster bombeaba muy rápido, llame al 911. A los 5 minutos, murió.

Llegaron policías, y ambulancias. Ya no ce podía hacer más. Lloré. Me aislé de todos. No escuchaba nada de los que decían. Me miraban mientras me ahogaba en el presente. El presente que nunca quise vivir.

Me llevaron al hospital, le conté todo a mi madre cuando llamó. Me dijo que cogería un vuelo para que me fuera a mudar con ella, lo más que podía hacer.

No entiendo la razón de por qué mi padre se embriagaba en estas últimas semanas. Eso lo descubriré.

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Mi corazón se sentía solo, solamente latía y no sabía la razón. Siento que nací para aprender sobre esta prueba. Lo que siento ahora es peor que el moretón que llevo en la cabeza, me duele más el corazón, el alma, y la nostalgia. Mis ojos hinchados queriendo tirarse al mar. Para sentir la vida…para sentir lo que he perdido.

Me llevaron a casa, ahora estaba sin padre y sin carro.

-Padre-decía-creo que ninguno de los dos hizo su rol bien. Siempre he creído que el consejo

aprovecha el día como si fuera el último está mal. Si aprovechamos el tiempo ¿luego qué?, te irás también, y será mayor el dolor. Porque al pasar más tiempo con tus seres queridos más te extrañaran.

Los hombres que se encargaron del cuerpo me preguntaron si quería verlo por ultimas vez, les dije que sí , mientras sollozaba. Fuimos al cementerio más cercano y lo enterramos. Y aprendí lo que unos llaman dolor…donde se va

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la mirada, el viento, y los paisajes, porque las nubes grises también son parte del entorno.

Cuando la vi en el aeropuerto tenía una blusa negra, al igual que yo, la abrasé junto a mi hermana y continuamos el camino a mi nuevo hogar. Todo el camino me sentí como si tenía un imán que me ataba a mi casa en Hialeah, pero tenía que dejarlo ir, y así haya espacio para cosas mejores.

Me conecté por mi celular para despejar todos estos sentimientos que brotaban desde mis adentros, al ver personas ausentes y al dejar a las que estaban. La última vez que abrí mi página descubrí que Alex era primo de James…

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LA MIRADA DEL PASADO

Nunca me lo dijo por celos, según él, por todo

lo que yo le contaba.

Luego de dos semanas salí a pasear. El parque

era hermoso. Lleno de flores y aves. Tenía una

fuerte obsesión con las rosas. Tardé un rato allí

sentada, cuando me fui alguien me cruzó por el

lado. Giré y era un chico. Era cabello castaño

claro, e iba deprisa.

La casa era de dos plantas. En el balcón se

podía ver el jardín de algunos vecinos, me

quedé allí arreglándole unos tarros a mi madre.

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A la izquierda se veía un vecino bronceándose,

mientras a la derecha estaba otro rociando

matas.

-Espera! Es el mismo chico que vi-pensé-estaba

de espaldas como lo recordaba…y cuando giró,

no lo pude creer, se me calló el tarro, solté una

lágrima de las que apenas me quedaban, era

James.

¡Mi vecino!-pensé sonrojada-¿qué hago?, mi

corazón palpitaba a toda velocidad. No sabía si

estar parada ahí como una inútil, como Sany, o

ser fuerte, como Dariel.

Le conté a mi madre lo que estaba pasando, y

decidió organizar un compartir el fin de

semana.

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En el compartir estaban los vecinos, y se

podrían contar algunos familiares, él aun no

llegaba…

Una hora más tarde sonó el timbre, solo yo lo

escuché debido al ruido que causaba la música.

Abrí la puerta, mi corazón se quería escapar de

mí, mis manos me temblaban ante aquel acto.

Era un chin con camiseta de rayas moradas.

Pero cuando este pasó, detrás de él estaba

James.

Nuestras miradas se cruzaron, él llevaba una

camisa negra, tan negra como la noche que

había caído durante el compartir.

-Pasen-les dije-.Creo que a lo que más le temía

era a que no me reconociera.

-Gracias-respondieron.

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Buscó una bebida y se sentó a platicar con su

hermano, el de las rayas moradas, al que nunca

llegué a conocer.

Las personas se estabas hiendo, y los que iban

quedando se unían aproveché y me senté

frente a él.

Hablamos toda la noche, comimos y reíamos,

eran tan lindo, y no solo por fuera.

Cuando nos despedimos lo comencé a extrañar,

pero vivía a tan solo segundos de mí.

A la mañana siguiente abrí mi cuenta de

Facebook para ver si tenía el valor de agregarlo,

pero revisé un mensaje anónimo

Nunca olvidaría esos ojos, ni esa cabellera roja

como tu corazón.

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No sabía qué hacer ni que pensar. Luego recibí

una solicitud de amistad de él. Lo acepte y me

habló. Me decía cosas dulces, y luego de varias

horas había olvidado que tenía años sin saber

de él.

Me contaba sobre lo que había hecho

últimamente, lo mucho que pensó en mí.

Todo era como un sueño del que jamás quería

despertar. Y recordé lo que nos separó, o mejor

dicho, lo que nunca nos unió.

Fuimos a un museo de artes. Todo el camino

íbamos sonriendo un poco nerviosos. Y creo

que me intentó sostener las manos.

Después, comimos helado, hasta que nos

acercamos tanto que nos besamos. Un beso tan

intenso como si estuviésemos desahogando

todo este tiempo perdido.

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Sus labios con los míos…donde debieron haber

estado siempre.

Cinco meses más tarde

James y yo al fin somos novios. Salimos al cine,

al parque y a ver cosas relativas al arte.

Una tarde soleada lo visité. Pero me topé con su

madre, en ese momento recordé lo que había

encontrado en el armario de Boster.

Ella me explicó que fue una equivocación, y me

pidió que la perdonara, que todo lo que le

importaba solo era la felicidad de su hijo junto a

mí.

El amor todo lo puede. Y si logras pensar en

él aun sin verlo, lo encontraras a ciegas a

mitad del camino.

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Hoy somos inseparables. Es muy detallista y da

todo su mundo por mí.

Alex…bueno, fuimos a visitar a Alex, pude ver

la envidia que le tiene a James. Pero que más

da, nadie es perfecto porque no a todos les caes

bien.

Pude olvidar la nostalgia sobre el accidente que

tuve, muchas personas me ayudaron a

superarlo, solo hay que dejarse llevar del amor.

Cierra los ojos mientras esperas amor

siempre con las manos extendidas, para

que todo aquel que quiera bien para ti las

perciba, y al que no, pues, hagas un

reflejo.

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Nunca pensé que mi vida cambiaria así. Soy

muy feliz. Me casare el 5 de agosto.

Somos dueños de en una empresa llamada

Wr.Luciano, nuestra empresa…

A veces la vida es dura pero las decisiones las

pones tú. Mientras sigues con la frente fija

esperando que tu vida regrese a la normalidad,

sigue creyendo en el amor, o mejor aún, ve tras

él.

Porque el ayer pasó anoche, y hoy te amo más…mi

sueño compartido-Jovany

-Anuario de Secundaria.

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Jovany era una chica soñadora, hasta

que tuvo que lidiar con la muerte de su

padre.

Pero esa prueba la ayudó a conocer

realmente a su amado, solo si se deja llevar

del Amor!

En las manos te llevarán, para que tu

Pie no tropiece en piedra.

Salmos 91,12

El amor exige estar con la persona

amada

Paulo Coelho