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ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y ARQUEOLÓGICOS DEL MONTE TLALOC, ESTADO DE MÉXICO Osvaldo Roberto Murillo Soto Estudiante Lic. Arqueología, ENAH Teóricamente existen cuatro razones que pudieron motivar a los hombres del México antiguo a subir a las montañas: la primera de ellas fue el acceso a las minas, una segunda fue la explotación de los recursos que ofrecían los bosques como la madera y la caza, la tercera el establecimiento de rutas de intercambio (limitado a zonas de paso) y la cuarta la religión, esta última, fue probablemente la razón más importante según se documenta en el amplio acervo de fuentes históricas que describen las múltiples ascensiones de carácter ritual y la evidencia arqueológica procedente de distintos sitios en las montañas (Iwaniszewski, 1986); (Montero, 1988, 2004, 2005); (Arribalzaga, 2005). Los cerros y las montañas son espacios sacralizados por el hombre, se les vincula con aspectos divinos, prueba de ello son las abundantes ofrendas depositadas en sus cuevas, laderas, barrancas, lagunas, manantiales y cimas, sean estas antiguas o contemporáneas. El paisaje adquiere cierta ritualidad y cada sociedad brinda jerarquías a su entorno, para Broda los lugares de culto en los cerros [durante la época prehispánica] conformaban un paisaje ritual, es decir, un paisaje culturalmente transformado a través de la historia (Broda, 2007: 296). Rivas añade “al adoptar el paisaje natural, el hombre lo transforma en paisaje cultural”, citando a Broda plantea que los sitios que revelan actividades de culto en los montes fueron elegidos por sus características topográficas, posiblemente para la observación de calendarios de horizonte, para controlar el acceso a recursos explotables y para la celebración de fiestas del calendario agrícola, entre otras actividades (Rivas, 2007: 269-270). En el México prehispánico los rituales efectuados en los montes generalmente eran destinados para fungir como medios propiciatorios de un cambio climático favorable para realizar la práctica de la agricultura, es decir, se efectuaba la petición de lluvias que fuesen necesarias para el sano crecimiento de las plantas cultivadas, sin que estas se tornasen excesivas o dañinas a los cultivos, en especial al del maíz; o bien, las ofrendas vinculadas al ciclo agrícola se entregaban como muestra de agradecimiento por la acción vivificante de la lluvia en los campos y por las provisiones recibidas durante el año. Figura 1. Representación de Tláloc durante la veintena de Eztalqualiztli. [Códice Vaticaus (3738) A: 50r].  En el Códice Florentino se enfatiza la naturaleza e importancia que poseían los montes para los pueblos mesoamericanos:

Monte Tláloc

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    ANTECEDENTES HISTRICOS Y ARQUEOLGICOS DELMONTE TLALOC, ESTADO DE MXICO

    Osvaldo Roberto Murillo SotoEstudiante Lic. Arqueologa, ENAH

    Tericamente existen cuatro razones que pudieron motivar a los hombres delMxico antiguo a subir a las montaas: la primera de ellas fue el acceso a lasminas, una segunda fue la explotacin de los recursos que ofrecan los bosquescomo la madera y la caza, la tercera el establecimiento de rutas de intercambio(limitado a zonas de paso) y la cuarta la religin, esta ltima, fue probablemente larazn ms importante segn se documenta en el amplio acervo de fuenteshistricas que describen las mltiples ascensiones de carcter ritual y la evidenciaarqueolgica procedente de distintos sitios en las montaas (Iwaniszewski, 1986);(Montero, 1988, 2004, 2005); (Arribalzaga, 2005).

    Los cerros y las montaas son espacios sacralizados por el hombre, se les vinculacon aspectos divinos, prueba de ello son las abundantes ofrendas depositadas ensus cuevas, laderas, barrancas, lagunas, manantiales y cimas, sean estasantiguas o contemporneas.El paisaje adquiere cierta ritualidad y cada sociedad brinda jerarquas a suentorno, para Broda los lugares de culto en los cerros [durante la pocaprehispnica] conformaban un paisaje ritual, es decir, un paisaje culturalmentetransformado a travs de la historia (Broda, 2007: 296). Rivas aade al adoptar elpaisaje natural, el hombre lo transforma en paisaje cultural, citando a Brodaplantea que los sitios que revelan actividades de culto en los montes fueronelegidos por sus caractersticas topogrficas, posiblemente para la observacin de

    calendarios de horizonte, para controlar el acceso a recursos explotables y para lacelebracin de fiestas del calendario agrcola, entre otras actividades (Rivas, 2007:269-270).En el Mxico prehispnico los rituales efectuados en losmontes generalmente eran destinados para fungir comomedios propiciatorios de un cambio climtico favorablepara realizar la prctica de la agricultura, es decir, seefectuaba la peticin de lluvias que fuesen necesariaspara el sano crecimiento de las plantas cultivadas, sin queestas se tornasen excesivas o dainas a los cultivos, enespecial al del maz; o bien, las ofrendas vinculadas al

    ciclo agrcola se entregaban como muestra deagradecimiento por la accin vivificante de la lluvia en loscampos y por las provisiones recibidas durante el ao.

    Figura 1.Representacin de Tllocdurante la veintena de Eztalqualiztli.[Cdice Vaticaus (3738) A: 50r].

    En el Cdice Florentino se enfatiza la naturaleza e importancia que posean losmontes para los pueblos mesoamericanos:

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    La gente de aqu de Nueva Espaa, los ancianos decan: Estos [ros]

    vienen de all, de all parten haca ac, de Tlalocan, por que son de

    propiedad, por que salen de ella, de la diosa llamada, Chalchiuhtli

    Icue.

    Y decan que los cerros tienen naturaleza oculta; solo por encima son

    de tierra, son de piedra; pero son como ollas, como cajas estn llenas

    de agua, que all est. Si en algn momento se quisiera romper la

    pared del cerro, se cubrira el mundo de agua...... .....(CdiceFlorentino, Lib. XI, cap. XII, prrafo 1, fol. 223v).

    Desde esta perspectiva se consideraba que los montesgeneraban vida desde el interior de la tierra al fungir comorecipientes de agua vital, as mismo, se convertan en la

    Figura 2.Representacin de Tllocsobre un monte del que provienen

    ricas fuentes de agua en la veintena

    de Atlcahualo.[Cdice Vaticanus (3738) A: 42v].

    entrada propicia al Tlalocan, por lo tanto, las ofrendas que se depositaban en talesaccesos, deban conferirse a las deidades respectivas en tiempo y formaespecficos (Sahagn, 1981, Lib VI, Cap. VIII: 85).Por procedimiento metodolgico, Rivas propone clasificar los lugares de culto yritual del Mxico antiguo en: 1) lugares macroregionales centrales y 2) sitios

    perifricos, siendo los segundos complementarios a los primeros (2007: 271-272).El Monte Tlloc ubicado en el Estado de Mxico se convirti en un sitio ceremonialcentral, tal vez, el ms importante entre la Cuenca de Mxico y el Valle de Puebla-Tlaxcala (Duran, 1967, Lib. I, cap. VIII: 83). Debido a la importancia de estesantuario de montaa a continuacin se expone su historia y el aporte de lasinvestigaciones arqueolgicas llevadas a cabo hasta el momento.

    Ubicacin geogrfica

    El Monte Tlloc es un viejo estrato volcn que se formo hace 5 millones de aos afinales del Mioceno, terminando su formacin a principios del Pleistoceno hace

    dos millones de aos (Montero, 2004: 153). Pertenece a la provincia fisiogrficadel Eje Neovolcnico Transversal Mexicano y su subprovincia es la de Lagos yVolcanes del Anhuac (Arribalzaga, 2005:12).Se localiza en la llamada Sierra de Ro Fro en el Estado de Mxico, dentro delParque Nacional Izta-Popo-Zoquiapan, oficialmente posee una altura de4,125msnm, sin embargo, se ha propuesto que esta montaa alcanza los 4,150msnm (Iwaniszewski, 1994: 159). Las coordenadas UTM1promedio que delimitanal cerro tomadas a partir de la cota de los 3,500 msnm son: E 0525 000 a 0535000 y N 2143 500 a 2152 000 (Arribalzaga, 2005:10); (Se recomienda ver la CartaTopogrfica del INEGI escala 1 : 50 000, CHALCO E14B31).

    El Poyauhtcatl y sus otros nombres

    Monte Tlloc ha recibido otros nombres por los cuales tambin debe seridentificado uno de ellos es el de Poyauhtcatl [El que habita entre nieblas], asmismo, ha sido llamado Poyauhcan, Poyauhtla, Poyauhtitlan Poyauhtlan [Lugarde Nieblas], el hecho que se le haya otorgado estos nombres podra aludir a quese le considera como el sitio mtico donde habita el Seor Tlloc y el otro por ser el

    1Unidades Transversales de Mercator, basadas en el Sistema Mtrico Decimal

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    lugar terrestre donde se verifica lo dicho por el sentido etimolgico (Montero: 2004:68), cabe mencionar que al Pico de Orizaba tambin ha sido llamado Poyauhtcatl(Torquemada, 1969, Lib. XIV, Cap. XLI: 618). Otros han nombrado al Monte Tlloccomo: Tlalocan, Sierra de Texcoco, Tlalocatepetl, Serrana de Tlloc, Sierrade Tlaloca, Sierra de Tlalocan, Sierra de Tlloc (Iwaniszewski, 1994: 160);(Montero, 2005: 78); (Alva, 1985: 294); (Xolotl, 1951: 21).

    Fray Diego Duran aporta una interesante descripcin alusiva al nombre otorgado aesta montaa por parte de los naturales de estas tierras en el siglo XVI, nos dice:

    Llamaban el mesmo cerro de este dolo (Tlloc) a un cerro alto que est en trminos de Coatlinchan

    y Coatepec y, por la otra banda, parte trminos con Huexotzinco. Llaman hoy da a esta sierra

    Tlalocan, y no sabr afirmar cul tom la denominacin de cul: si tom el dolo de aquella sierra, o

    la sierra del dolo. Y por lo que ms probablemente podemos creer es que la sierra tom del dolo,

    por que como en aquella sierra se congelan nubes y se fraguan algunas tempestades de truenos y

    relmpagos y rayos y granizos, llamronla Tlalocan, que quiere decir el lugar de Tlloc (1967, Lib.

    I, Cap. VIII, t.6: 82).

    Juan Bautista Pomar en su Relacin de Tezcoco (Siglo XVI) seala: Llamse este

    cerro donde antiqusimamente estaba este dolo, Tlloc, de manera que el dolo sellamaba Tlloc, y el cerro y la montaa lo mismo... (1975: 14).Diego Muoz Camargo en su obra Historia de Tlaxcala (Crnica del Siglo XVI)menciona el arribo de tribus chichimecas que se establecieron en un sitio llamadoPoyauhtlanen las faldas de la sierra y montaa de Tetzcuco (1982: 26, 27). Porotro lado, Morante refiere a Fray Juan de Torquemada quien llama Poyauhtla a laregin oriental del Monte Tlloc, y agrega que en ella se encuentra una ayauhcallicasa de la niebla, es decir, un adoratorio dedicado a Tlloc (1997: 121).

    La Mtica Montaa

    En la Plancha I del Cdice Xolotl [documento consideradode tradicin Acolhua Chichimeca, con un posible sustratootom] (1980), se expone la primer representacinpictogrfica y alusin histrica del monte sagrado, en ellaaparece Nolpatzin [hijo del mtico caudillo chichimeca Xolotl]sobre una montaa algo ms alta que las dems [es laSierra de Tlloc] . Los ojos (que se distinguen cuatro)indican, que desde la altura del Tlloc, Nopaltzin vio losvalles y se fijo en las ruinas que haban dejado sus antiguoshabitantes. Inmediatamente despus bajo de la montaarumbo a Texcoco (Cdice Xolotl, 1980: vol. 1, pp. 21).

    Estos sucesos fueron previos a la toma de posesin dedistintos sitios en la Cuenca de Mxico por parte de estepersonaje y sus familiares (Alva, 1985: 294-298).

    Figura 3.Nopaltzin sentado sobre

    la cima del Monte Tlloc.[Cdice Xolotl: Plancha I).

    La visita de Nopaltzin a la montaa fue un suceso muy importante para la historiade los acolhuas y chichimecas, probablemente este sitio mtico e identitario loconverta en un lugar propicio para legitimar el poder de sus gobernantes(Morante, 1997: 121); (Arribalzaga, 2005: 48); (Montero, 2005: 82); (Iwaniszewski,2007:124,125). En Los Anales de Cuauhtitln(fol. 36) se narra un incidente con unsignificado mticopoltico acontecido durante la juventud de Nezahualcyotl:

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    As se entretena jugando Nezahualcyotl,

    pero, una vez, se cay en el agua.

    Y dicen que de all lo sacaron

    los hombre-bhos, los magos;

    vinieron a tomarlo, lo llevaron

    all, al Poyauhtcatl2,

    al Monte del Seor de la niebla.All fue l a hacer penitencia y merecimiento.

    Estando all, segn se dice,

    lo ungieron con agua divina,

    con el calor del fuego.

    Y as le ordenaron, le dijeron:

    t, t sers,

    a ti te ordenamos, ste es tu encargo,

    as, para ti, en tu mano,

    habr de quedar la ciudad..............

    Este hecho fue definitivo en la vida del futuro gobernante texcocano el visitar la

    montaa sagrada de los ancestros y el hacer penitencias en ella le reditu en laobtencin del favor de las deidades que ah habitaban y le garantiz el xito ensus empresas polticas futuras.Por otra parte, en la descripcin de la fiesta ritual celebrada en la cima del Tllocdurante el Huey Tozoztli, Fray Diego Duran enfatiza la peregrinacin al Tlalocande toda la nobleza de la tierra, as de prncipes y reyes como de grandesseores, as como, la existencia de un estricto orden jerrquico en la presentacinde los gobernantes ante la deidad, dicho orden de carcter ritual estaba vinculadodirectamente con la forma y la entrega de las ofrendas, mismo que deba serrespetado por todos los peregrinos (1967, Lib. I, cap. VIII: 83-85). La recreacinde hechos mticos por parte de los gobernantes en presencia de ellos durantelos rituales agrcolas refleja sin duda la poltica del estado dominante de justificar ylegitimar su podero (Iwaniszewski, 2007:124).

    El Santuario y sus dolos

    Constituyndose como un sitio ceremonial central prehispnico en la cima delTlalocan se encuentra la construccin arquitectnica con las mayores dimensionesconocidas hasta el momento de todos los adoratorios prehispnicos en lasmontaas de Mxico, es Duran quien la describi ampliamente:

    En este cerro, en la cumbre de el, haba un gran patio, cuadrado, cercado, de una bien edificada

    cerca, de estado y medio [se trata del llamado tetzacualco], muy almenada y encalada, la cual se

    divisa de muchas leguas. A una parte de ese patio estaba edificada una pieza mediana, cubierta demadera, con su azotea, toda encalada de adentro y de fuera. Tena un pretil galano y vistoso En medio

    de esta pieza, sentado en un estradillo, tenan al dolo Tlloc, de piedra...........

    A la redonda de l haba cantidad de idolillos pequeos, que lo tenan en medio, como a principal

    seor suyo, y estos idolillos significaban todos los dems cerros y quebradas que este cerro tena a la

    redonda de s....... (1967, Lib. I, Cap. VIII: 82)

    2 Muy probablemente el Poyauhtcatl citado en Los Anales de Cuauhtitln se refiere a la cima del MonteTlloc (Montero, 2005: 82); (Morante, 1997: 121); (Arribalzaga, 2005: 48).

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    Figura 4.La cima del Monte Tllocmuestra la espectacular calzada que conduce al tetzacualco.

    (Tomado de Montero, 2005: 81)

    Es hasta el ao de 1880 que la nacin mexicana motivada por los descubrimientosde Dsir Charnay en la Iztacchuatl, que mostr inters por la ruinasarqueolgicas del Tlalocan, informaba La Libertadel 15 de noviembre:

    Jeroglfico descubierto en Tlalo

    A principios del corriente mes ha visitado las montaas de Tlalo una comisin de la Sociedad de

    Geografa y Estadstica, con el fin de estudiar las ruinas antiguas que all se encuentran, y que segn

    sabemos, representan una especie de fortaleza. Los descubrimientos hechos parecen ser de alguna

    importancia, pues se han encontrado algunos jeroglficos que denotan la poca de aquellas

    construcciones. Parece ser que el Sr. Vicente Reyes, que es una de las personas que formaba dicha

    comisin, publicar el informe que rendir la Sociedad de Geografa (Daz, 1990: 46)

    Despus de ese primer reporte se han realizado mltiples ascensiones con el fin

    de profundizar el conocimiento arqueolgico del sitio, entre los investigadores seencuentran Leopoldo Batres (1903, 1904 y 1905); en 1929 la cumbre fueinvestigada por Constantine Rickards; posteriormente en 1953 y 1957 por Wicke yF. Horcasitas; Eduardo Noguera (1964); Robert F. Heizer y Hower Williams (1963y 1965); J. R. Parson (1971); Fernando Corts de Brasdefer (1979); StanislawIwaniszewski (1986, 1994 y 2004); Arturo Montero (1988 y 2004); Anthony F.

    Aveni (1988); Ivan Sprajc (2001); Felipe Sols, Richard Townsend, HernandoGmez Rueda y Alejandro Pastrana (1989); Johanna Broda (1991); RichardTownsend (1991); Rubn Morante (1997); Victor Arribalzaga (2004, 2005, 2006 y2007); entre otros (Arribalzaga, 2005: 67). Algunas de estas investigaciones hanaportado valiosas representaciones planimtricas del templo, las cuales nos

    muestran la dinmica de los cambios que ha sufrido el mismo, durante latemporada de campo 2006 del Proyecto Arqueolgico Cerro Tlloc el Arqlgo. HansMartz de la Vega encabez un arduo y meritorio levantamiento topogrfico del sitioel cual se recomienda revisar para futuros trabajos, una vez que este disponible.

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    Figura 5.Croquis elaborado por C. Rickards en 1929(Tomado de Rickards, 1929: 198)

    Figura 6.Croquis elaborado por F. Horcasitas en 1953(Tomado de Whicke, 1957: 92 )

    Figura 7.Plano elaborado por H. Gmez Rueda en 1989(Tomado de Arribalzaga, 2005: 99 )

    Figura 8.Plano elaborado por S. Iwaniszewski en 1994(Tomado de Iwaniszewski, 1994: 163 )

    Iwaniszewski seal que la calzada mide aproximadamente 150.5m de largo en elexterior y por la parte interior hasta la entrada 152.30m, con un ancho de 5m, enalgunos lugares los muros an conservan una altura de 1.30-1.70m de alto conuna ancho de 2.30m, el tetzacualcoesta constituido por un muro doble en el queel muro exterior mide 50m de largo x 60m de ancho siendo los lados mas largoslos ubicados al este y el oeste, las dimensiones del muro interior son 47m de largox 34m de ancho con un espesor aproximado de 1.5m, estas medidas se tomaroncon los muros derrumbados. As mismo, propone que el muro interior puedecorresponder a una primera fase constructiva, mientras que el muro exterior a unasegunda la cual muy probablemente se efectu durante el Periodo Posclsico(1994: 161-165). En 2006 el Proyecto Arqueolgico Cerro Tlloc inici los trabajosde restitucin de los muros exteriores del templo y la entrada de la calzada(alrededor de 28m restituidos a la fecha), se recomienda revisar los informestcnicos aportados por el Arqlgo. Victor Arribalzaga una vez que estn disponiblespara actualizar la informacin sobre la arquitectura y dimensiones del adoratorio.Las fuentes histricas no aportan demasiada informacin sobre aquellos quienesedificaron el templo, Pomar seal hay sospechas que lo hicieron un gnero degentes que llamaron Tulteca que hubo antiguamente en esta tierra (1975: 15).Ixtlilxchitl (1985, I: 273) menciona que el santuario que estaba en lo ms alto dela Sierra de Tetzcoco, era visitado por los toltecas antes de la llegada de losmexicanos.La evidencia arqueolgica postula en base a los materiales expuestos ensuperficie que los tiestos cermicos mas antiguos pertenecen a un periodo ToltecaTardo y a un Azteca Temprano (Iwaniszewski, 1994: 165), sin embargo, Sols yTownsend (1991: 28-29) sealan la existencia de material cermico del PeriodoClsico (Teotihuacan), Tolteca Temprano (A.D. 950-1150) y Azteca Temprano

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    (A.D. 1150-1350) aunque la mayora de los tiestos en superficie pertenecen alsiglo XV y XVI (tipos Azteca III y Azteca IV de Vaillant), es decir, el sitio fueutilizado desde principios de nuestra era hasta el final del dominio Mexica,inclusive es muy probable que se siguiera utilizado hasta principios del periodocolonial. Arribalzaga (2005: 66, 122-125) detect un sitio con ofrendas cercano altemplo y con la presencia de tiestos Azteca IV y coloniales junto con navajillas de

    obsidiana, es importante mencionar que no se descarta la idea de que el templofue usado en distintos periodos y abandonado en otros.Las primeras representaciones planimtricas del templo evidencian la existenciade un dolo dentro del tetzacualco, Duran citado anteriormente escribi sobre laexistencia de dolos en el mismo, por su parte en la obra de Pomar se lee:

    El dolo y estatua llamado Tlaloch es ms antiguo en esta tierra, por que dicen que los mismos

    culhuaque le hallaron en esta tierra, y no haciendo caso de l los chichimecas le comenzaron adorar

    y reverenciar por dios de las aguas. Estaba en el monte mayor y ms alto de esta ciudad... ....

    ......era de piedra blanca y liviana, semejante la que llaman pmez, aunque algo mas dura y ms

    pesada, labrado la figura y talle de un cuerpo humano, sin diferencia ninguna. Estaba sentado sobre

    una losa cuadrada, y en la cabeza, de la misma piedra, un vaso como lebrillo, bien proporcionado y

    capaz de caber en l como seis cuartillos de agua ..............Estaba el dolo el rostro al Oriente..................y que Nezahualpitzintli, su sucesor, por mejorar el dolo de piedra que estaba en el monte, mand

    hacer otro mayor, de piedra negra y mas dura y pesada, de la grandeza y estatura de un cuerpo

    humano, y quitar el antiguo y poner este en su lugar. Y que andando el tiempo fue hecho pedazos por

    un rayo que dio en l, y atribuyndolo milagro, tornaron poner el otro antiguo, desenterrndolo de

    donde lo tenan enterrado cerca de all (1975: 14,15).

    En 1929 Constantine Rickards tom fotografas de un fragmento de un dolo quese encontraba en el tetzacualco (actualmente ese dolo esta perdido).Posteriormente en 1953 F. Horcasitas y C. Whicke realizaron otra investigacin enel templo, en su reporte se incluye una fotografa de un dolo (fig. 9), al parecer setrata del mismo dolo que se report en 1929 (Arribalzaga 2005: 90, 91). Ruben

    Morante (1997: 126, 127) (fig. 10) efectu un anlisis comparativo del dolo delMonte Tlloc (basado en una fotografa de 1928 propiedad de un informante denombre Francisco Soto) con un dolo (que presentan los atributos de Tlloc)recuperado por Roberto Garca Moll en 1968 en la cumbre del Cerro La Malinchede Naucalpan, Estado de Mxico, el cual actualmente se exhibe en el Museo deTlatilco, Naucalpan, Estado de Mxico y que probablemente pertenece al PeriodoEpiclsico (750-950 d. C.) con un estilo escultrico regional que utiliza las formasde la tradicin tolteca (Rivas, 2007: 283).Montero (2004:138,139) menciona que en 1967 montaistas reportaron lapresencia del dolo (Leal, 1976: 149):

    .....esa cumbre fortificada por un muro de piedras toda una ciudadela improvisada por los remotosancestros aztecas ya que en la planicie que es la cspide la de la montaa hay un dolo, pequeo y

    desgarbado, y para colmo cado y rodado fuera del trono, y se el famoso Tlloc (Leal, 1976: 149).

    Es hasta el ao 2001 que Arribalzaga recuper en la ladera meridional de lamontaa a 4,180msnm una escultura con los atributos de Tlloc (fig. 11) con unpeso de 25Kg, y una altura ligeramente superior al medio metro (Montero, 2004:139)

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    Figura 9. Escultura con los atributos deTlloc citada por C. Rickards (1929) y F.

    Horcasitas (1957)

    (Fotografa F. Horcasitas 1953)(Tomado de Arribalzaga, 2005: 91)

    Figura 10. Esculturas en piedra de Tlloc.Halladas en: A) Cerro La Malinche, segn Garca

    Moll y B) El Monte Tlloc basado en una foto de

    Francisco Soto tomada en 1928.(Dibujo de Morante, 1997: 127)

    Figura 11. Escultura con los atributosde Tlloc

    (Fotografa V. Arribalzaga 2001)

    Por otro lado, Arribalzaga ha reportado la

    existencia de pocitos oxicallis en rocas conevidencia de manufactura humana, ubicadasen distintos sitios sea que estn cerca deladoratorio de la cima, o bien, se encuentrenen otros lugares de la Sierra de Ro Fro(2005: 137, 138, 141, 142, 144-146), estaalteracin del paisaje resulta sugerente yaque en el Tratado de las supersticiones ycostumbres gentilicias que oy viuen entre losindios naturales desta Nueua Espaa, deHernando Ruiz de Alarcn se lee:

    Figura 12. Roca con pocito labrado (xicalli)

    (Fotografa V. Arribalzaga 2003)

    se sacrificaua derramando su sangre, para lo qual llebaua un punon hecho de vna rajita de caa

    agudo, y con el se picaua las orejas hasta derramar mucha sangre, y hechauala e unos vasitos que

    hazian en las piedras a modo de saleros (1987:138-140).

    De las conmemoraciones y otras solemnidades

    La gran fiesta en el templo del Monte Tlloc era celebrada a finales de la veintenaHuey Tozoztli (Duran, 1967, Lib. I, Cap. VIII: 84). Sin embargo, en este trabajopropongo que el Tlalocan es el cerro sagrado Poyauhtla (lugar donde seofrendaban sacrificios de infantes durante la veintena de Atlcahualo) al que aludeSahagn:

    A estos nios llevaban a matar a los montes altos, donde ellos tenan hecho voto de ofrecer; a uno de

    ellos sacaban los corazones en aquellos montes, y a otros en ciertos lugares de la laguna de

    Mxico.............

    El cuarto monte sobre que mataban nios se llama Poyauhtla (y) es un monte que est en los trminos

    de Tlaxcala, y all, cabe Tepetzinco, a la parte oriente tenan edificada una casa que llamaban

    ayahucalli, en esta casa mataban nios a honra de aquel monte y llambanlos Poyauhtla, cmo al

    mismo monte, que esta acull en los trminos de Tlaxcala; componianlos con unos papeles rayados

    con aceite de ulli (1981, Lib. II, Cap. XX: 139,140).

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    Existen crnicas (citadas anteriormente) que asignan el nombre Poyauhtlcatltanto al Cerro Tlloc como al Pico de Orizaba una de ellas para este ltimoproviene del siglo XIX de Joaqun Arrnz, esta se expone en elAtlas Arqueolgicode la Alta Montaa Mexicana, parte de ella relata :...fueron llevados al punto msalto de la montaa ardiente Volcn de Orizaba....Desde entonces elPoyauhtcatl, en cuya blanca cima descansa aquel astro, se llam Citlaltepetl,

    esto es, Monte de la Estrella(Montero, 2005: 68).Recapitul la cita de Sahagn donde seala que el Poyauhtla est en los trminosde Tlaxcala (desde cierta perspectiva el Pico de Orizaba esta ubicado en lostrminos de Tlaxcala), y que en su flanco oriental se encontraba una ayauhcalli.En la porcin oriental del Pico Orizaba (Sitio OR-13 Torrecillas Rojas de ArturoMontero)Stanislaw Iwaniszewski ha apuntado basndose en una prospeccin conalumnos de la ENAH en la ladera este a 4140 msnm alejado de las rutas deascenso que existe un amplio pramo desolado dominado por tres promontoriosnaturales en donde hall gran cantidad de tiestos. Montero encontr cermicacompuesta de sahumadores tubulares con mango y engobe rojo, cajetes, ysoportes entre otros fragmentos muy erosionados localizados en partes muy

    especficas del rea. Y al parecer hay restos de una estructurapero la densa capade nieve que cubra el lugar durante la prospeccin que realiz el arquelogoVctor Arribalzaga no permiti esclarecer la posibilidad. As mismo, es pertinentemencionar que existen imgenes que muestran un sugerente acomodo de piedrasen forma cuadrangular en la porcin poniente de esa montaa y que existe elreporte de un adoratorio en la cima del cerro Sillatepec a 4.000 msnm (Montero,2005: 63, 64).

    Figura 13.Ortofoto del flanco poniente del Pico de Orizabaal interior del crculo una estructura rectangular, posiblemente un tetzacualco.

    Retcula de 500 m en coordenadas UTM.(Tomado de Montero, 2005: 64)

    Por tales motivos el simple hecho de sugerir que el Poyauhtlacitado por Sahagnes el Monte Tlloc parecera aventurado y ms an por que el Poyauhtlasera unnombre relativamente comn para designar cualquier lugar cumbre alta dondehaya niebla [como el Cofre de Perote] (Alva, 1985:296); (Xolotl, 1951: 27);(Torquemada, Lib. VIII, cap. XII: 147), sin embargo, debe considerarse parafuturos trabajos que los lugares mencionados por Sahagn (1981, Lib. II, Cap.

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    XX:139-141) estaban localizados relativamente cerca de las orillas de la laguna, obien, dentro de ella, con la ciudad de Tenochtitlan en el centro, en otras palabrasse puede sugerir la existencia de una paisaje ritual de la Cuenca de Mxico,Broda expone que los sitios sagrados pudieran asociarse con un cronograma delas direcciones cardinales, o rumbos del universo, plasmado en la geografa de laCuenca (2007: 300,301).

    Dentro de ese paisaje ritual de la Cuenca de Mxico la situacin geogrfica delMonte Tlloc o Poyauhtcatl (que desde cierta perspectiva tambin se encuentraen los trminos de Tlaxcala) es an ms privilegiada a aquella que ocuparan elPico de Orizaba el Cofre de Perote, bien puede decirse que estas cumbres sonajenas a la regin.La Sierra de Tlalocan pudo haber delimitado una de las direcciones cardinalesdentro del sugerido Paisaje Ritual de la Cuenca de Mxico, por otra parte, lasenriquecedoras propuestas de otros investigadores relativas a la probable ysugerente existencia de alineamientos de tipo arqueoastronmico con otros sitiosde la Cuenca que incluyen el sagrado Cerro Tepetzinco (Iwaniszewski, 1994: 166-173); (Sprajc, 2007); (Aveni, 1991) dan pauta a valorar su importancia.

    Keiko Yoneda en su anlisis cartogrfico de los Mapas de Cuauhtnchan, enparticular en el Mapa de Cuauhtnchan No. 2 ha identificado el Poyauhtla comouna montaa ubicada al norte de la Sierra Nevada, en la posicin que seencuentra el Monte Tlloc, mientras que el Pico de Orizaba (Poyauhtecatl) sedistingue claramente hacia la porcin oriente de la misma (1991: 184).3Otro fundamento para sustentar lo planteado debe apoyarse en el cotejo defuentes histricas, Duran escribi:

    En este mes dieciocho [el ltimo] celebraban la solemnidad de Izcalli y Xilomaniztli y la

    conmemoracin de Tlloc, que era el dios de las aguas y rayos y truenos y relmpagos, y en el fin de

    este mes, antes de los das sin provecho y demasiados, celebraban la conmemoracin de

    Cuauhuitlehua (1967, Lib. II, Cap. XXI: 291).

    En el Cdice Magliabechiano tambin encontramos informacin valiosa sobre lafestividades celebradas durante la primer veintena:

    Esta fiesta llamanla los indios Xilomaniztli y los mexicanos algunos

    otros llamanla alcaualo..................

    Y llamanla Xilomanixtli por que la pintan con unas mazorcas de maz

    en el puo los cuales antes de criarse el grano llaman xilotl. De donde

    sale xilomanixtli que quiere decir que tiene en la mano xilotes. En esta

    fiesta se sacrificaba nios, el demonio se llama tlaloc, en mxico

    ahogaban en canoas estos nios. (1983: lam. 29)

    Por su parte en la obra de Sahagn se expone:

    En las calendas del primer mes del ao, que se llama cuauitleoa, y los

    mexicanos le llamaban atlcahualo, el cual comenzaba segundo da de

    Figura 14.Representacin de laveintena de Atlcahualo

    [Cdice Magliabechiano: 29].

    febrero [actualmente 12 de febrero]4, hacan gran fiesta a honra de los dioses del agua o de la lluvia

    llamados Tlaloque (1981, Lib. II, Cap. XX: 139).

    3El Dr. Arturo Montero actualmente est trabajando con las representaciones de montaas en los Mapas de

    Cuauhtinchan.4Debe considerarse la correccin gregoriana del calendario occidental en 1582.

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    Duran seal que la fiestaXilomaniztli[que quiere decir estar la mazorca en leche empezar a brotar y a nacer la espiga del maz] se celebraba el primer da de laltima veintena del ao, el otro nombre que reciba era Izcalli [que quiere decircriarse], ambos aludan al crecimiento de la mazorca que se va dando poco apoco, aade que durante este mes empezaba la siembra en montes y collados. El

    ltimo da de este mes era celebrada la conmemoracin de Cuahuitl ehua [quequiere decir retoar y empezarse a alegrar los rboles], sin embargo, aclara quela fiesta real se efectuaba en la primer veintena, despus de los das nen on temi[que quiere decir das sin necesidad y provecho] (1967, Lib. II, Cap. XXI: 291-293). Por otro lado, seala que el primer da del ao (1 de marzo) reciba cuatronombres entre ellos el de Xilomaniztli y el Cuahuitl ehua adems, de que seconsagraba un da para estirar a los infantes similar a una ceremonia de Izcalli(Ibid ,1967, Lib. II, Cap. IV: 239-241). El Cdice Magliabechiano en parteconcuerda con Duran al sealar que el primer mes se llama Xilomaniztli o

    Atlcahualo (1983: lam. 29) y Sahagn escribi que el primer mes se llamaAtlcahualoo Quauitleoaeste iniciaba en el actual 12 de Febrero posterior a los

    das Nemontemi (1981, Lib II: 132,133, 139). Son evidentes las discrepanciasentre los cronistas del siglo XVI en cuanto al calendario solar y al da de inicio delao utilizado por los naturales de estas tierras (ibid, 1981, Lib VII, Cap. XIII: 274).Por otra parte, sabemos que una veintena poda tener muchos nombre y a su vezestar dedicada a distintas deidades, por ejemplo para Sahagn la veintena Izcalliestaba consagrada al Seor del Ao Xiuhtecutli (1981, Lib II, Cap. XXXVII y Cap.XXXVII), y aunque existe informacin confusa es cierto que tambin existenciertas similitudes en sus aportaciones que nos permiten suponer que es duranteel periodo comprendido entre el ltimo y primer mes que se efectuabanceremonias en el Monte Tlloc, Duran escribi sobre la ltima veintena :

    La segunda fiesta [posterior a la de Xilomaniztli Izcalli] era la conmemoracin de Tlloc y deMatlalcueye, los cuales eran dos cerros solemnes que hay en esta tierra, donde se arman aguaceros.

    El uno es el que est en Tlaxcala y el otro en el que dijimos estaba el dios de los rayos y tempestades

    [alude al Monte Tlloc]......

    Mataban en esta conmemoracin un nio y una nia en honra de estos dos cerros; iban a ofrecer a los

    montes y las cuevas y quebradas sacrificios, as de ofrendas de comida, como de sangre de sus

    cuerpos (1967, Lib. II, Cap. XXI: 292).

    Lo que se ha expuesto nos da fundamentos para sustentar la propuesta de que elMonte Tlloc era el sagrado Poyauhtladescrito por Sahagn, as las festividadesen esa montaa iniciaran desde el principio del ao en la veintena del Atlcahualocuando se entregara una de las ofrendas mas hermosas a las deidades del agua

    y los mantenimientos la vida de un chaval. Por otra parte, la propuesta deIwaniszewski (1994), y desarrollada por Morante cobrara an mayor importancia:

    En el Monte Tlloc podemos ver que las salidas del sol vistas desde la cspide recorren el macizo

    Pico de Orizaba-Malinche en cinco das de gran importancia en el calendario mexica (de acuerdo con

    Sahagn) haca la poca de la Conquista. Se trata de los nemontemi, que terminaban el xihuitl (7 a 11

    de febrero gregorianos)......

    Los ritos a la lluvia y a Tlloc se relacionan en este punto geogrfico con un evento astronmico que

    indica el inicio del ao, su frescor y el retoar de las plantas, aqu las distintas acepciones de la voz

    xihuitl se hacen patentes (Morante, 1997: 118).

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    Figura 15.Procesin haca un monte durante la veintenaAtlcahualo, puede apreciarse que en la cima hay un patio

    cercado [tetzacualco] (Sahagn Cdice Matritense,

    Primeros Memoriales, ms. del Real Palacio, 250r)

    Figura 16. Posible conexin entre Tlloc y los das nemontemi(Cdice Magliabechiano: 92r)

    Figura 17.Salidas solares sobre el macizo Pico de Orizaba / La

    Malinche. La observacin se hace desde el Monte Tlloc

    (Iwaniszewski, 1994: 167 )5

    Figura 18Salidas solares en cinco das consecutivos de Febrerosobre el macizo Pico de Orizaba-La Malinche. La observacin se

    hace desde el Monte Tlloc

    (Morante, 1997: 119)

    Era durante la estacin de sequa cuando se celebrada la solemne fiesta principalen el santuario del Cerro Tlalocan a finales de la veintena Huey Tozoztli (29 de

    Abril), en Duran se lee:

    Enderezbase esta fiesta para pedir buen ao, a causa de que ya el maz sembrado estaba todo

    nacido.

    De donde el da, luego en amaneciendo, salan todos estos reyes y seores, como toda la dems gente,

    y tomaban un nio de seis o siete aos y metanlo en una litera, por todas partes cubierto, que nadie lo

    viese, y ponanlo en los hombros de los principales y, puestos todos en ordenanza, iban como en

    procesin hasta el lugar del patio, al cual lugar llaman tetzacualco. Y llegados ah, delante de la

    imagen del dolo Tlloc mataban aquel nio dentro en la litera, que nadie no lo vea, al son de

    muchas bocinas y caracoles y flauitillas.....

    ......Y as, entraban todos a ofrecer: cual manta, cual joya, cual piedra o plumas......

    Vestido ya el dolo y los dems idolillos........... sacaban luego la suntuosa comida que cada rey haba

    mandado a aderezar......... entraban al aposento donde estaba el dolo y, administrndole sus grandes

    la comida, henchan lo restante de la pieza de aquellos potajes de aves y cazas, con muchos cestillo de

    pan hecho de muchas diferencias, y de jcaras de cacao; todo muy bien aderezado y guisado tanto y

    tanto en abundancia, que no caban en la pieza y as ponan por ac de fuera.

    Acabado de poner la comida venan los sacerdotes que haban degollado aquel nio, con la sangre en

    un lebrillejo y el principal de ellos, con un hisopo en la mano, el cual lo remojaba en aquella sangre

    5En Pomar (1975: 15) se lee que dolo principal tenael rostro al Oriente, la perspectiva de observacindesde el templo hacia ese rumbo es precisamente para el Pico de Orizaba, La Malinche y la Sierra la Negra.

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    inocente y rociaba al dolo y a toda la ofrenda y toda la comida, y si alguna sangre sobraba, base al

    dolo Tlaloc y lavbale la cara con ella y el cuerpo y todos aquellos idolillos sus compaeros y el

    suelo. Y dicen que si aquella sangre de aquel nio no alcanzaba que mataban otro, u otros dos para

    que se cumpliese la cerimonia y se supliese la falta. (1967, Lib. I, Cap. VIII: 83-85).

    Figura 19. Procesin que se dirige al Templo de Tlloc ubicadoen la cima de una montaa, durante la veintena deHuey Tozoztli

    (Cdice Borbnico: 25)Figura 20. Las variadas ofrendas consagradas al Seor Tlloc

    (Fragmento del Cdice Borbnico: 08)

    Los nios preferidos para ofrendar eran aquellos que tenan dos remolinos en lacabeza, que hubiesen nacido en buen signo y se tena por buen pronostico quelloraran demasiado cuando eran trasladados a los lugares de sacrificio (Sahagn,1981, Lib I: 109, 110, 139). Segn las fuentes histricas, los nios tenan diferenteprocedencia: unos eran comprados (ibid, 1981, Lib I :114), otros eran esclavos(Pomar 1975: 18); (Motolinia, 1984: 35, 36) y por ltimo siguiendo el mito de lania Quetzalxochtzin, se trataba de hijos de la nobleza (Motolinia, 1967: 63).Sahagn (1981, Lib I, cap. XX: 139) narra que despus de sacrificados los nioseran posteriormente cocinados y comidos, Pomar (1975: 18) y Motolinia (1984:35, 36) refieren que eran degollados y envueltos en mantas para ser depositadosen una cueva. Debe considerarse que los muertos que estaban destinados alTlalocan deban ser enterrados ntegros (Sahagn,1981, Lib III, cap. II: 297).Diferente propuesta tiene Kingsborough (nota al Cdice Vaticanus (3738) A,1964:130) del eplogo de esta inmolacin: abran una entraa de aquellos niossacrificados y metan dentro de ella masa de maz y frijoles, y la ponan as en unacasa de piedra. Pasados cuatro das venan a sacarla y miraban, si la masaestaba putrefacta y se haba esponjado, era signo de buen ao, y si no, de malo.Duran escribi sobre las solemnidades finales para la fiesta en el Huey Tozoztli:

    ...Lo cual todo concluido, constituan una compaa de cien soldados...... y dejbanlos en guarda de

    toda aquella rica ofrenda y abundante comida que all se haba ofrecido.......

    .Esta guardia duraba hasta que toda aquella comida y cestillos y jcaras se podran y las plumas se

    podran con la humedad. Todo lo dems, lo enterraban all y tapiaban la ermita hasta otro ao ......

    (1967, Lib. I, Cap. VIII: 85).

    Es en la veintena del Tepehhuitl [que quiere decir fiesta de cerros] que la genteveneraba una vez ms al Monte Tlloc y algunos otros por medio de maquetasque posteriormente eran sacrificadas ritualmente (Arnold, 1999: 107-111) , se lee

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    en Duran: toda la multitud de la gente que en la tierra haba, se ocupaba de molersemillas de bledos y de maz, y de aquella masa hacer un cerro, que representabael volcn (Popocatpetl). Al cual ponan sus ojos y su boca y le ponan en un

    prominente lugar de la casa, y alrededor de l, ponan otros muchos cerrillos de lamasa de tzoalli, con sus ojos y su boca, los cuales todos tenan sus nombres, queera el uno Tlloc......(1967, Lib. I, cap. XVIII: 165).

    La destruccin del Santuario

    La Santa Inquisicin recibi una denuncia el 22 de Junio de 1539, en la que seargumentaban actos de idolatra en la Sierra que se dice Tlalocatepetl dondeestaba un dolo, es a Don Carlos Chichimecatecotl6a quien se le imputan esosactos de idlatra entre otros cargos (cabe mencionar que nunca se presentevidencia directa que le fuera imputada y por otra parte le fueron incautadasmuchas propiedades), ese personaje fue encarcelado el 4 de Julio de ese ao ypresentado ante fray Juan de Zumrraga, en el proceso inquisitorial en su contranunca se mencion que l estuviera involucrado directamente en algn ritual en la

    montaa, aunque si posea un cdice ..un libro o pintura de indios, que dijeron serla pintura o cuenta de las fiestas del demonio que los indios solan celebrar en suley!Finalmente es sometido a un acto publico de fe (la hoguera) en la Plaza deMxico (hoy la Alameda Central de la Ciudad de Mxico) el Domingo 30 deNoviembre de 1539 (Montero, 2005: 199, 200); (Arribalzaga, 2005: 63-65). Lasintenciones del juicio corresponden ms a un caso de avaricia que a la defensa dela fe, Pomar nos habla del dolo que los enviados de la Santa Inquisicinencontraron en el templo:

    y a este hallaron (se refiere al dolo de piedra blanca quebrado por los Huexotzinco) en tiempo de D.

    Fr. Juan de Zumrraga, primer Arzobispo de Mxico, pegado el un brazo con tres gruesos clavos de

    oro y uno de cobre: que hacindolo pedazos por su mandato se lo quitaron(1975: 13).

    La visita de esta comisin no solo destruyo al dolo (del que se obtuvieron sietebarras de oro y otras piedras preciosas, que se adjudico la Iglesia Catlica), sinotambin, el Santuario de Tlloc y dems dolos.Es evidente que el Monte Tlloc es la montaa mas documentada del pas y, sinembargo, an se desconoce mucho de ella. Esto debera motivar a futurosinvestigadores interesados en el tema a desarrollar nuevas propuestas deinvestigacin en las distintas ramas de la antropologa ya sea en esta montaa ysus parajes o bien en alguna otra, antes que sea demasiado tarde ya que en todomomento debe tenerse presente la intemperie a la que estn sometidos losmateriales arqueolgicos, el saqueo, la perdida de tradiciones y valores, y ms en

    un pas que se ha olvidado del campo y se ha enfocado al fomento de la industriade maquila de productos industriales.

    6 El procesado se llamaba Don Carlos Ometochtzin, aunque segn otros se apellidaba Yoyontzin, en su

    lengua, y Mendoza en la castellana, pero l se design como Chichimecatecutli, que era el ttulo que se dabanlos seores de Tetzcoco, era nieto de Netzahualcoyotl e hijo de Netzahualpilli.

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