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1 La supervivencia de la democracia en América Latina, 1945-2005 Aníbal Pérez-Liñán, University of Pittsburgh ([email protected] ) Scott Mainwaring, University of Notre Dame ([email protected] ) ¿Por qué las democracias sobreviven o se quiebran? En este trabajo retomamos esta clásica pregunta haciendo foco en América Latina entre 1945 y 2005. Nuestro argumento difiere de los resultados de los estudios cuantitativos y de buena parte de los análisis cualitativos sobre supervivencia y quiebre de los regímenes democráticos. Sostenemos que las variables estructurales como el grado de desarrollo y de desigualdad no han tenido mayor impacto en la supervivencia de la democracia en América Latina. De la misma manera, el desempeño de la economía tampoco ha tenido una incidencia importante en la supervivencia de los regímenes competitivos, contrariamente a lo que afirma una parte de la literatura sobre el tema. En cambio, nos centramos en el entorno político regional y en las preferencias normativas de los actores sobre la democracia y la dictadura, y en su moderación o radicalismo político. Sostenemos que: 1) un mayor nivel de desarrollo económico no aumentó la probabilidad de supervivencia democrática en América Latina durante el período analizado; 2) si los actores tienen una preferencia normativa a favor de la democracia, es más probable que sobreviva; y 3) la moderación política contribuye a la supervivencia de la democracia. Próximo a publicación, América Latina Hoy (Universidad de Salamanca)

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    La supervivencia de la democracia en Amrica Latina, 1945-2005

    Anbal Prez-Lin, University of Pittsburgh ([email protected])

    Scott Mainwaring, University of Notre Dame ([email protected])

    Por qu las democracias sobreviven o se quiebran? En este trabajo retomamos esta clsica pregunta haciendo foco en Amrica Latina entre 1945 y 2005. Nuestro argumento difiere de los resultados de los estudios cuantitativos y de buena parte de los anlisis cualitativos sobre supervivencia y quiebre de los regmenes democrticos. Sostenemos que las variables estructurales como el grado de desarrollo y de desigualdad no han tenido mayor impacto en la supervivencia de la democracia en Amrica Latina. De la misma manera, el desempeo de la economa tampoco ha tenido una incidencia importante en la supervivencia de los regmenes competitivos, contrariamente a lo que afirma una parte de la literatura sobre el tema. En cambio, nos centramos en el entorno poltico regional y en las preferencias normativas de los actores sobre la democracia y la dictadura, y en su moderacin o radicalismo poltico. Sostenemos que: 1) un mayor nivel de desarrollo econmico no aument la probabilidad de supervivencia democrtica en Amrica Latina durante el perodo analizado; 2) si los actores tienen una preferencia normativa a favor de la democracia, es ms probable que sobreviva; y 3) la moderacin poltica contribuye a la supervivencia de la democracia.

    Prximo a publicacin, Amrica Latina Hoy (Universidad de Salamanca)

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    Por qu las democracias sobreviven o se quiebran? En este artculo retomamos

    esta pregunta clsica haciendo foco en Amrica Latina entre 1945 y 2005, y aplicamos

    una nueva estrategia de investigacin para responder esta pregunta. A partir de una rica

    y extensa literatura cualitativa, entendemos la dinmica de los regmenes en trminos de

    los actores histricos concretos. La supervivencia o cada de los regmenes competitivos

    depende del comportamiento de los lderes y partidos polticos, los militares y otros

    actores clave. Asimismo, las fuerzas estructurales y los patrones culturales tambin

    influyen en estas acciones y comportamientos, aunque no los determinan. La literatura

    cualitativa que nos inspir ha encontrado importantes limitaciones a la hora de probar

    sus argumentos y teoras debido a la dificultad de para llevar los estudios de caso a una

    mayor escala. Por este motivo, y con el aporte adicional de la rica y extensa literatura

    dedicada a los regmenes polticos, el anlisis que presentamos en este artculo es

    fundamentalmente cuantitativo, a fin de determinar en qu medida es posible

    generalizar algunas de las ideas clave desarrolladas por la literatura cualitativa.

    Sostenemos que el nivel de desarrollo de una sociedad no ha tenido un impacto

    directo en las probabilidades de supervivencia democrtica en Amrica Latina De la

    misma manera, y contrario a los hallazgos de una parte de la literatura, el desempeo

    econmico tampoco ha afectado la supervivencia de los regmenes competitivos.. En

    cambio, nos centramos en el entorno poltico regional, en las preferencias normativas de

    los actores polticos sobre la democracia y en su moderacin o radicalismo poltico. Las

    democracias tienen mayores probabilidades de sobrevivir cuando los actores polticos

    poseen fuertes preferencias normativas por este rgimen y cuando los actores muestran

    moderacin en sus opciones de poltica. La evidencia emprica tambin muestra que los

    regmenes democrticos son menos vulnerables a los quiebres cuando el entorno

    poltico regional contribuye a la proliferacin de valores democrticos a nivel local.

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    Nuestro artculo se sustenta en tres importantes aportes de Guillermo ODonnell.

    Primero, el clebre libro Modernizacin y Autoritarismo (1973), donde ODonnell

    criticaba la Teora de la Modernizacin por establecer una relacin demasiado lineal

    entre el nivel de desarrollo y los regmenes polticos. Aqu replicamos el argumento de

    ODonnell que afirma que el nivel de desarrollo no ha tenido un impacto directo en la

    supervivencia de los regmenes competitivos en Amrica Latina y lo verificamos para

    un perodo de tiempo ms extenso y una mayor cantidad de pases de la regin.

    Segundo, tanto en Modernizacin y Autoritarismo como en otros trabajos

    publicados en los aos setenta e inicios de los ochenta, ODonnell sostuvo que la

    amenaza representada por los sectores populares movilizados para las elites

    dominantes (especialmente capitalistas) fue un detonante importante para el quiebre de

    la democracia en la regin (ODonnell 1978a). En este artculo elaboramos un

    argumento relacionado con el de ODonnell y afirmamos que la moderacin o el

    radicalismo poltico de los actores tienen un impacto importante en la supervivencia o el

    quiebre de los regmenes competitivos.

    En los aos ochenta ODonnell reemplaz el foco en los quiebres democrticos

    que haba caracterizado el comienzo de su carrera, y se concentr en el estudio de las

    transiciones a la democracia, un esfuerzo que culmin con su famosa obra escrita en co-

    autora con Philippe Schmitter (1986). Este trabajo enfatizaba el rol de las elites

    polticas, sus compromisos y decisiones estratgicas. En la Introduccin a los casos de

    Amrica Latina, incluida en el volumen II de Transiciones desde un gobierno

    autoritario, ODonnell expona varios de los obstculos que enfrentaban las

    democracias estables en la regin. El tercer aporte sobre el que nos centramos consiste

    en la salvedad que introduce a continuacin:

    Mis esperanzas se basan en un factor sutil, aunque potencialmente poderoso. En la mayora de los pases latinoamericanosha aparecido un nuevo

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    elemento. En gran medida como consecuencia del aprendizaje doloroso provocado por el fracaso de esos regmenes (autoritarios) y su represin y violencia sin precedentes, la mayora de las fuerzas polticas y culturales de importancia ahora le atribuyen un alto valor intrnseco a la consolidacin de la democracia poltica. Eso es, sin dudas, una novedad. (ODonnell 1986: 15)

    Otros analistas, como Berman (1998), Lamounier (1980), Ollier (2009) y

    Weffort (1984), tambin han sostenido que las actitudes de los actores hacia la

    democracia y la dictadura ayudan a explicar la supervivencia y el quiebre de las

    democracias. A partir de la perspectiva de ODonnell y de otros trabajos relacionados,

    sostenemos que cuando los actores valoran normativamente (es decir, intrnsecamente)

    la democracia en tanto que rgimen poltico, sus chances de supervivencia se ven

    fortalecidas. En las pginas siguientes testeamos este argumento de manera innovadora.

    En este artculo ofrecemos una explicacin de la estabilidad o el quiebre de

    regmenes competitivos desde el ao 1945 hasta 2005.1

    A lo largo de este perodo,

    veinte pases latinoamericanos vivieron en total 644 aos bajo regmenes competitivos.

    Aunque nuestro estudio incluye tambin casos de semi-democracia, para evitar la

    repeticin, ocasionalmente nos referiremos a esos casos como democrticos

    (aclaramos esta diferencia en la siguiente seccin). Estos 644 aos-rgimen sufrieron 26

    quiebres. Nuestro anlisis explora por qu (y cundo) se quiebran los regmenes

    competitivos o, a la inversa, qu factores contribuyen a su supervivencia.

    Clasificacin de los regmenes polticos en Amrica Latina, 1945-2010

    En trabajos previos clasificamos los regmenes polticos de Amrica Latina en

    democracias, semi-democracias y autoritarismos, una simple escala tricotmica que

    desarrollamos con Daniel Brinks (Mainwaring et al. 2001, 2007). En este artculo

    agrupamos las democracias y semi-democracias en una categora amplia de regmenes

    competitivos.

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    Nuestra clasificacin de regmenes polticos parte de una definicin de

    democracia que abarca cuatro dimensiones. Primero, el jefe de gobierno y la legislatura

    deben ser electos a travs de elecciones abiertas, justas y competitivas. 2

    Segundo, hoy en da la definicin de ciudadana debe incluir a la gran mayora

    de la poblacin adulta. Para el perodo contemporneo, esto significa que debe existir

    algo aproximado al sufragio universal para las personas adultas .

    Las elecciones

    deben ofrecer la posibilidad de alternancia en el poder, incluso si esa alternancia no se

    produce efectivamente durante un perodo prolongado, como en el caso de Japn.

    Tercero, las democracias deben proteger los derechos civiles y polticos, como la

    libertad de prensa, de expresin, de organizacin, el derecho al hbeas corpus, etc. Si el

    gobierno es elegido en elecciones libres y justas con un alto nivel de participacin

    electoral, pero no se garantiza efectivamente la proteccin de los derechos civiles y

    polticos, el rgimen no es democrtico. El componente liberal -la proteccin de las

    libertades individuales- es un elemento necesario de toda democracia contempornea.

    Cuarto, las autoridades electas deben ejercer efectivamente el poder, lo cual no

    ocurre cuando los funcionarios elegidos son eclipsados por los militares o por cualquier

    otra figura poltica no electa (J. S. Valenzuela 1992). Si las elecciones son libres y justas

    pero resultan en un gobierno incapaz de controlar las principales polticas pblicas

    porque estas son dominadas por los militares u otros actores, entonces el gobierno no es

    democrtico.

    A partir de estas cuatro dimensiones, clasificamos los gobiernos como

    competitivos (democrticos y semi-democrticos) o autoritarios usando una simple

    regla de agregacin. Cuando los gobiernos no cometen ninguna violacin importante de

    ninguno de los cuatro criterios, los codificamos como democrticos. Cuando violan de

    manera parcial pero no flagrante alguno de los principios, los tratamos como semi-

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    democracias. Por ltimo, los consideramos autoritarios cuando violan de manera

    flagrante uno o ms criterios. En otros trminos, para determinar el nivel general de

    democracia (completo, parcial o nulo) empleamos el menor puntaje de las cuatro

    dimensiones .

    Las olas de democratizacin en Amrica Latina, 1945-2010

    El Grfico 1 presenta la evolucin del proceso de democratizacin en Amrica

    Latina desde 1945, sobre la base de nuestra clasificacin de los regmenes polticos. El

    grfico muestra la abrupta cada de la cantidad de regmenes competitivos que tuvo

    lugar a mediados de los aos sesenta y que en parte estimul los primeros trabajos de

    ODonnell sobre el autoritarismo burocrtico, as como el extraordinario aumento del

    nmero de regmenes competitivos que se registra a partir de 1978 y que motiv su

    trabajo sobre las transiciones desde gobiernos autoritarios.

    Los ciclos histricos representados en el Grfico 1 se sustentan en una

    transformacin importante. Si hasta 1978 la mayora de los regmenes competitivos eran

    dbiles, se tornaron mucho ms resistentes a partir de ese ao. Pese a que la mayora de

    los pases latinoamericanos experimentaron al menos un perodo democrtico o semi-

    democrtico antes de los aos setenta, muchos de esos regmenes colapsaron poco

    despus de su establecimiento. Pero a partir de 1978, las nuevas democracias

    comenzaron a sobrevivir crisis importantes , por lo que la cantidad acumulada de

    regmenes competitivos fue en aumento, a medida que se produjeron nuevas

    transiciones. Para el ao 1991 esta tendencia acumulada ya se haba estabilizado y 18 de

    los 20 pases en la regin contaban con regmenes competitivos. Esta transformacin

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    ocurri principalmente porque la tasa de quiebre de los regmenes competitivos (es

    decir, el nmero de quiebres dividido por el nmero de aos con competencia poltica)

    se redujo de 9,3% en 1945-77 a 0,8% en 1978-2005 (la tercera ola de democratizacin).

    El radicalismo y las preferencias normativas por la democracia de los actores

    Debido a que el quiebre de las democracias depende de actores histricos

    concretos, nos centramos en la forma en que sus preferencias y actitudes afectan la

    supervivencia del rgimen. En contraste con las teoras estructurales, argumentamos que

    la estabilidad o cada de un rgimen competitivo depende de dos causas relativamente

    prximas : si los actores muestran una preferencia por las polticas radicales y si tienen

    lo que denominamos preferencias normativas por la democracia.

    Las preferencias de polticas de los actores van desde la moderacin hasta el

    radicalismo, y algunos tambin desarrollan preferencias normativas por la democracia.

    El radicalismo o la moderacin en las preferencias de polticas pblicas y las

    preferencias normativas sobre el rgimen son componentes clave, razonablemente

    especficos, y empricamente medibles de las creencias polticas de los actores. Los

    actores no responden automticamente a su ambiente: sus creencias afectan sus

    respuestas ante una determinada situacin en un determinado ambiente. stos forman

    sus preferencias de polticas pblicas y sus preferencias normativas sobre el rgimen en

    un contexto histrico donde interactan con otros actores. Aunque sus preferencias no

    son histricamente inmutables, como argumenta Berman (1998), generalmente tienden

    a ser relativamente estables. 3

    Los actores son radicales cuando sus objetivos de poltica pblica estn

    ubicados en uno de los polos del espectro poltico (v.g., hacia la izquierda o la derecha

    si el espacio poltico es unidimensional) y cuando expresan urgencia para alcanzar estos

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    objetivos (en aquellos pases donde no representan el statu quo) o defienden esas

    posiciones de manera intransigente (cuando estas posiciones representan el statu quo).

    Si bien las preferencias radicales no tienen que ser necesariamente de extrema izquierda

    o de extrema derecha, su distancia de las preferencias de otros actores relevantes debe

    ser tal que se genera polarizacin entre ellos. Se trata de preferencias intensas: los

    actores radicales no estn dispuestos a negociar o a esperar para alcanzar sus objetivos

    de poltica pblica.

    Nuestra primera hiptesis afirma que la presencia de actores radicales poderosos

    dificulta el sostenimiento de los regmenes competitivos. El nivel de radicalizacin y el

    poder de estos jugadores determina cun amenazados se sienten otros actores arraigados

    en el sistema poltico por el establecimiento de la democracia poltica. Algunos actores

    poderosos estn dispuestos a subvertir el rgimen competitivo para proteger sus

    intereses en caso de un nivel elevado de radicalizacin, ya sea que sta se produzca en

    el gobierno o en la oposicin.

    Este argumento tambin aplica para el propio gobierno. Cuando los actores

    temen que el rgimen competitivo pueda destruirlos u ocasionarles grandes prdidas

    porque el gobierno tiene una agenda poltica radical (sea transformadora o reaccionaria),

    aumenta el costo de tolerar el rgimen existente. En este caso es esperable que la

    disposicin de estos actores a respetar las reglas del juego democrtico disminuya y que

    la probabilidad de que el rgimen sobreviva decrezca. En cambio, cuando los actores

    poderosos consideran improbable que un rgimen competitivo genere prdidas

    permanentes, aumenta la probabilidad de que stos acepten la democracia poltica.

    Cuando existe una alta incertidumbre sobre las consecuencias que puede generar un

    rgimen competitivo y la percepcin de que los costos de la competencia poltica es alta

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    debido a la existencia de actores radicales, la probabilidad de que ese rgimen sobreviva

    disminuye (Bermeo 1997; Figueiredo 1993; D. Levine 1973).

    Una preferencia normativa por la democracia significa que un actor valora

    intrnsecamente la democracia, ms all de las polticas pblicas que sta genere. Estos

    actores tienen un compromiso ideolgico con la democracia por considerarla el mejor

    tipo de rgimen poltico, y este compromiso se expresa en su disposicin a incurrir en

    costos polticos para defender el rgimen competitivo. Muchos acadmicos han

    argumentado que la democracia posee un valor intrnseco (Dahl 1971; Dahl 1989;

    Lamounier 1981; Przeworski 1999; ODonnell 2010a; Weffort 1984, 1989). Si los

    acadmicos consideran que la democracia tiene valor inherente, entonces los lderes

    polticos y otros actores tambin pueden considerar la democracia del mismo modo. Las

    preferencias normativas por la democracia son diferentes de los comportamientos de

    tipo estratgico, coyuntural u oportunista segn el cual un actor apoya el rgimen

    dependiendo de los resultados de las polticas implementadas.

    El reconocimiento de la derrota electoral, en lugar del cuestionamiento del

    resultado adverso, es uno de los indicadores de compromiso con los principios del

    rgimen democrtico . Asimismo, cuando los gobernantes de turno aceptan la derrota en

    un debate legislativo sobre un asunto importante, en lugar de manipular las reglas del

    proceso legislativo para imponer su proyecto de ley, demuestran un compromiso con los

    procedimientos establecidos. Estas seales son crebles para los otros porque tienen un

    costo. Estos comportamientos coinciden con lo que Max Weber denomin racionalidad

    con arreglo a valores.

    Nuestra segunda hiptesis se centra en que una fuerte preferencia normativa por

    la democracia fortalece a los regmenes competitivos. Una fuerte preferencia normativa

    por la democracia limita la forma de perseguir objetivos polticos: si los actores valoran

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    el rgimen de manera intrnseca, entonces tendrn mayor propensin a tolerar polticas

    que perjudiquen sus intereses porque las perciben como decisiones vinculantes y

    legtimas. Asimismo, tendrn una mayor propensin a rechazar polticas que los

    beneficien si estas no son implementadas por un rgimen legtimo.

    Nuestro nfasis en las actitudes normativas de los actores hacia la democracia se

    basa en mltiples tradiciones de la ciencia poltica y la sociologa. Lipset (1959) destaca

    la importancia de la legitimidad para la supervivencia de la democracia: la legitimidad

    democrtica significa que los actores tienen una preferencia normativa (intrnseca) hacia

    la democracia, es decir, que valoran a la democracia por s misma. La distincin de Linz

    (1978a, 1978b) entre la oposicin leal, semi-leal y desleal, se centra en las diferentes

    actitudes de los actores hacia el rgimen. La oposicin leal siempre se comporta segn

    las reglas del juego democrtico: acepta y valora la democracia. En el presente trabajo,

    consideramos que estas diferencias actitudinales hacia el rgimen tienen un impacto

    importante en el comportamiento de los actores y, en consecuencia, en la dinmica del

    rgimen y sus resultados. Otros trabajos tambin han demostrado que las actitudes de

    los actores hacia la democracia y la dictadura inciden en los resultados del rgimen

    (Berman 1998; Dahl 1971: 124-188; ODonnell 1986: 15-18; Stepan 1971: 153-187;

    Walker 1990; Weffort 1984).

    Aunque muchos trabajos han enfatizado la importancia de las preferencias

    normativas de los actores, la demostracin emprica de este argumento resulta compleja

    cuando se estudia una gran cantidad de pases y largos perodos de tiempo. No existe un

    anlisis cuantitativo previo en esta lnea debido a problemas de conceptualizacin,

    medicin, recoleccin de datos y endogeneneidad.

  • 11

    La codificacin del radicalismo y de las preferencias normativas por la democracia

    Uno de los desafos crticos que enfrentamos para testear nuestras hiptesis fue

    la medicin de las variables y la recoleccin de los datos. Necesitbamos lograr una

    combinacin de anlisis cuantitativo, para determinar si los argumentos podan

    generalizarse en veinte pases durante un largo perodo de tiempo, con estudios de caso

    cualitativos, a fin de probar los mecanismos causales con mayor profundidad. El mayor

    desafo del anlisis cuantitativo fue encontrar una forma de determinar quines eran los

    actores ms importantes en esos veinte pases y luego codificar su radicalismo y sus

    preferencias normativas de rgimen.

    Para ello conformamos un equipo de diecinueve asistentes de investigacin,

    quienes investigaron exhaustivamente cada uno de los pases en estudio a partir de

    reglas de codificacin detalladas y elaboraron extensos informes .4 El equipo identific

    los principales libros y artculos que hacan referencia a la historia poltica de cada pas,

    y cada informe describa a los principales actores polticos en cada una de los gobiernos

    entre 1944 y 2010. Un investigador (y en ocasiones dos o tres) cubri cada uno de los

    veinte pases bajo estudio (algunos investigadores codificaron ms de un pas). En los

    informes se identific al conjunto limitado de actores (generalmente entre 3 y 7 por cada

    perodo de gobierno) que aparecan de forma prominente en la historiografa de cada

    perodo. La lista de actores incluy a individuos, organizaciones o movimientos que

    controlaban suficientes recursos polticos para ejercer una influencia importante en la

    competencia por el poder. En conjunto, los informes identificaron un total de 1.460

    actores polticos en 290 perodos de gobierno. Adems del presidente, casi siempre

    identificado como un actor poderoso (a excepcin de algunos pocos presidentes tteres),

    tambin se incluyeron partidos polticos (n=573), las fuerzas armadas (175),

  • 12

    asociaciones empresariales (82), grupos guerrilleros (56), organizaciones populares y de

    la sociedad civil (53) y sindicatos y sus federaciones (52).

    A partir de reglas de codificacin detalladas, los investigadores procuraron

    detectar instancias de radicalismo y de preferencias normativas por la democracia. Para

    evitar una posible contaminacin de la codificacin de la variable dependiente y las

    variables independientes de nuestro estudio, el equipo no codific la escala tricotmica

    de regmenes.

    La codificacin se bas en tres principios globales. Primero, suele existir una

    cantidad sustancial, y a veces masiva, de informacin disponible en torno a las

    preferencias de los actores. Segundo, para afirmar que un actor tiene una preferencia

    normativa por la democracia, su discurso y comportamiento deben estar en consonancia

    con los principios democrticos. Tercero, dada nuestra definicin de democracia,

    esbozada anteriormente, muchos discursos y comportamientos representan una clara

    violacin a los principios democrticos. A partir de estos principios generales es posible

    lograr una codificacin vlida de las preferencias normativas, si: (a) las reglas de

    codificacin son claras, explcitas y razonables; y (b) los actores se codifican

    correctamente , de acuerdo a esas reglas. Aunque ninguna de estas dos tareas es trivial,

    ambas son posibles.

    Los investigadores codificaron a los actores polticos como radicales cuando

    satisfacan alguna de las siguientes condiciones: (1) el actor expresaba una preferencia

    inflexible por las polticas de izquierda o de derecha en el corto plazo, o por preservar

    estas polticas extremas cuando ya hubieran sido adoptadas; o (2) expresaba su deseo de

    subvertir el orden legal para alcanzar sus objetivos de poltica pblica. El gobierno

    tambin fue codificado como radical si: (3) implement polticas que polarizaron a la

    sociedad y que impusieron costos significativos a otros actores de manera deliberada

  • 13

    (por ejemplo, las expropiaciones sin compensacin, o las normas laborales represivas

    para aumentar la oferta laboral). Los actores no gubernamentales fueron codificados

    como radicales si: (4) emprendieron acciones violentas destinadas a imponer o impedir

    un cambio significativo en las polticas pblicas. Cuando los actores se encontraban

    internamente divididos o tuvieron una actitud ambigua en torno a estas cuestiones,

    fueron codificados como parcialmente radicales. Cuando no se cumpli ninguna de

    las condiciones enunciadas, los actores fueron codificados como no radicales.

    La mayora de los actores rinden algn tipo de tributo a la democracia, de modo

    que el equipo de investigadores document principalmente la ausencia de una

    preferencia normativa por la democracia. Los actores fueron codificados como carentes

    de esta preferencia si mostraban al menos una de las siguientes caractersticas: (1)

    expresaron ambivalencia acerca de la democracia o cuestionaron el carcter burgus,

    liberal o formal de la democracia; (2) expresaron hostilidad hacia las instituciones

    democrticas (partidos polticos, legislaturas, cortes de justicia, organismos electorales)

    en lugar de desafiar sus decisiones concretas; (3) cuestionaron la validez de los procesos

    democrticos cuando produjeron resultados desfavorables; (4) afirmaron ser los nicos

    representantes del pueblo; (5) cuestionaron la legitimidad de toda oposicin externa a

    algn movimiento mayoritario nacional; o (6) constantemente acusaron a los opositores

    pacficos de ser enemigos del pueblo o del pas.

    Los funcionarios del gobierno tambin fueron codificados como carentes de

    preferencias normativas por la democracia cuando: (7) introdujeron programas de

    adoctrinamiento partidario en el sistema de educacin pblica o en los crculos

    militares, y cuando (8) manipularon frecuentemente las reglas institucionales para

    obtener ventajas polticas. Los actores no gubernamentales fueron considerados carentes

    de preferencias normativas por la democracia cuando: (9) expresaron su intencin de

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    subvertir el orden constitucional; o (10) cuando aceptaron el uso del fraude, de la

    exclusin poltica o de la violencia con objetivos polticos.

    Cuando los actores polticos no manifestaron ninguno de los diez

    comportamientos enunciados, fueron codificados como portadores de preferencias

    normativas por la democracia. En cambio, si mostraron ambigedad respecto de

    cualquiera de los diez indicadores, fueron codificados como relativamente fuertes pero

    no enteramente consistentes en su apoyo normativo. Por ltimo, fueron codificados

    con una completa ausencia de preferencias normativas por la democracia si cumplieron

    decididamente con al menos uno de estos criterios.

    Estas reglas proporcionaron un protocolo comn para generar informacin

    comparable para veinte pases durante un perodo histrico extenso. Asimismo, fueron

    elaboradas de modo tal que la codificacin de ambas variables fuese conceptualmente

    independiente de la codificacin del rgimen poltico. As, las posiciones de los actores

    respecto de las polticas radicales y sus preferencias normativas por la democracia no

    afectan la clasificacin de los regmenes. Las reglas de codificacin tambin aspiran a

    filtrar el discurso democrtico poco sincero e instrumental, y se basan en

    comportamientos y discursos observables y susceptibles de ser documentados ms que

    en evaluaciones puramente subjetivas. Aunque los indicadores utilizados para codificar

    el radicalismo y las preferencias normativas por la democracia no reemplazan la

    necesidad de juzgar histricamente las preferencias de los actores, s proporcionan un

    terreno ms firme.

    Agregamos esta informacin de una manera sencilla. Asignamos a todos los

    actores un valor de 1 (si son radicales), 0,5 (medianamente radicales) o 0 (no radicales)

    para la primera variable; y un valor de 1 (una preferencia normativa por la democracia

    fuerte y consistente), 0,5 (una preferencia relativamente fuerte pero no enteramente

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    consistente) o 0 (una opinin inconsistente, ambivalente u hostil de la democracia

    liberal) para la segunda variable. Posteriormente, estimamos el valor promedio de cada

    variable, para cada pas, en cada ao observado. De esta forma, en trminos generales

    nuestra variable radicalismo puede ser interpretada como la proporcin de actores

    polticos con preferencias radicales; y nuestra variable preferencias normativas por la

    democracia puede ser interpretada aproximadamente como la proporcin de actores con

    un compromiso normativo por la democracia en cada pas entre los aos 1945 y 2010.

    El argumento de que las preferencias normativas de los actores afectan la tasa de

    supervivencia de una democracia no es tautolgico. A nivel conceptual, las preferencias

    normativas de los actores refieren a sus creencias y a las visiones que stos tienen del

    mundo; a nivel emprico la pregunta es de qu forma esas creencias afectan los

    resultados. Algunos actores con preferencias normativas pueden verse sometidos por

    otros actores con mayor poder relativo. Por otro lado, muchos actores que no poseen

    una preferencia intrnseca por un determinado rgimen poltico, pueden unirse a una

    coalicin en apoyo al rgimen a partir de una lgica instrumental. Las reglas de

    codificacin de las preferencias normativas estn diseadas para distinguir si los

    actores dan sustento al rgimen poltico por razones normativas o instrumentales.

    El Grfico 2 representa la evolucin histrica de estas dos variables para los

    pases latinoamericanos en estudio. La mitad derecha del grfico resume la informacin

    para regmenes competitivos (el foco de este artculo), y la mitad izquierda (til a modo

    de comparacin), los casos de autoritarismo. Durante la segunda mitad del siglo XX la

    variable radicalismo muestra un descenso sostenido (aunque no monotnico) para los

    regmenes competitivos. , mientras que el apoyo normativo a la democracia tiende a

    aumentar con el correr de los aos. La distancia entre ambas series se estabiliza a

  • 16

    mediados de los aos 2000. Por el contrario, los casos de autoritarismo no muestran una

    tendencia similar.

    Una lectura detallada de la seccin derecha del Grfico 2 muestra la relevancia

    del radicalismo poltico y de las preferencias normativas para la supervivencia

    democrtica. En 1977, diecisiete de los veinte pases latinoamericanos que estudiamos

    eran dictaduras, y solo Colombia, Costa Rica y Venezuela eran regmenes competitivos.

    En torno a este ao, la serie de los regmenes competitivos presenta el nivel ms bajo de

    radicalismo y el ms alto de compromiso normativo con la democracia de todo el

    perodo bajo anlisis. Este patrn sugiere que cuando el ambiente internacional es

    hostil, los regmenes competitivos logran sobrevivir nicamente en aquellos pases

    donde los actores polticos se comportaron constantemente de manera moderada y se

    comprometieron con un imaginario democrtico.

    La comparacin entre ambas partes del grfico tambin permite descubrir un

    importante mecanismo de refuerzo: en los regmenes competitivos los actores poderosos

    muestran en promedio niveles de radicalismo bajo y niveles de preferencia normativa

    por la democracia altos, en comparacin con los actores en sistemas autoritarios. Esta

    diferencia es esperable, no solo debido a los efectos de seleccin descriptos en el

    prrafo anterior, sino tambin porque los regmenes polticos utilizan las capacidades

    estatales para proteger sus valores y eliminar potenciales amenazas. Mientras que los

    sistemas autoritarios pueden implementar medidas represivas sobre distintas formas de

    disenso, los regmenes competitivos pueden regular las actividades de los grupos

    radicales e invertir recursos en polticas de promocin de los valores democrticos. En

  • 17

    consecuencia, la naturaleza del rgimen en el poder suele reforzar la orientacin de los

    actores polticos dominantes.

    Explicaciones alternativas sobre la supervivencia y el quiebre de la democracia

    Las teoras sobre la estabilidad y las rupturas democrticas han desarrollado una

    gran cantidad de explicaciones alternativas. As, adems de las variables independientes

    ya enunciadas, consideramos tres grupos tericos de variables explicativas: los factores

    estructurales (desarrollo econmico, estructura de clases y dependencia de la

    exportacin de bienes primarios) y el desempeo econmico; el diseo institucional

    (fragmentacin del sistema de partidos y los poderes presidenciales); y las condiciones

    internacionales (nivel de democracia en el resto de la regin y la poltica de EE.UU.

    hacia Amrica Latina).

    Nivel de desarrollo. Uno de los hallazgos ms consistentes de la literatura sobre

    los procesos de democratizacin ha sido que el nivel de modernizacin tiene un impacto

    sustantivo en la probabilidad de que prospere la democracia (Diamond 1992; Lipset

    1959; Przeworski et al. 2000; Rueschemeyer, Stephens, y Stephens 1992). Medimos el

    nivel de desarrollo utilizando el PIB per cpita en miles de dlares estadounidenses

    (para el ao 2000, basndonos en indicadores del Banco Mundial [2012] y Penn World

    Tables [Heston, Summers, y Aten 2009]) y empleamos una especificacin cuadrtica

    para capturar efectos no lineales.

    Estructura de clase. Diamond (1992), Lipset (1959), Moore (1966), y

    Rueschemeyer et al. (1992), entre otros, consideran que las perspectivas futuras de las

    democracias dependen de manera significativa de la naturaleza de la estructura de

    clases. Rueschemeyer et al. sostienen que el desarrollo del capitalismo est asociado a

    la democracia porque transforma la estructura de clases: fortalece a las clases medias y

  • 18

    trabajadoras, y debilita a la clase alta terrateniente (p. 7). Utilizamos el porcentaje de la

    mano de obra en la industria manufacturera como un indicador general de la fuerza

    numrica de la clase trabajadora.

    Dependencia de recursos. Dado que algunos acadmicos han argumentado que

    la dependencia nacional de los recursos naturales (como el petrleo) va en detrimento

    de la democracia (Karl 1997; Ross 2001), incluimos una medida dicotmica de esta

    dependencia, y asignamos un 1 si las exportaciones de petrleo y minerales representan

    ms del 10% del ingreso nacional bruto. En Amrica Latina, los casos de dependencia

    de los recursos naturales son Bolivia, Chile, Venezuela entre 1945 y 2005 y Ecuador

    desde 1973 (computado a partir de los World Development Indicators).

    Desempeo econmico. Otros (Diamond 1999a: 77-93; Diamond y Linz 1989:

    44-46; Gasiorowski 1995; Geddes 1999; Haggard y Kaufman 1995; Lipset et al. 1993;

    Przeworski et al. 2000) han argumentado que es ms probable que los regmenes

    competitivos se quiebren cuando muestran un desempeo econmico pobre. Para medir

    el desempeo econmico utilizamos los cambios anuales en el ingreso per cpita (es

    decir, la tasa de crecimiento econmico basada en nuestros valores de PIB per cpita).

    Fragmentacin del sistema partidario. Existe una vasta literatura que ha

    enfatizado el rol del diseo institucional para crear condiciones estables para

    democracia. Uno de los argumentos se ha centrado en la naturaleza de los regmenes

    presidenciales: Linz (1994), Mainwaring (1993) y Stepan y Skach (1994) sostienen que

    los sistemas de partidos fragmentados en estos regmenes favorecen el quiebre

    democrtico. Cheibub (2002) cuestiona este anlisis y afirma que no existe una relacin

    significativa entre la fragmentacin del sistema de partidos y la supervivencia de la

    democracia en sistemas presidenciales. Pese a que este debate no es relevante a la hora

    de explicar las transiciones desde regmenes autoritarios, puede contribuir a explicar la

  • 19

    estabilidad de los regmenes democrticos y semi-democrticos. As, creamos una

    variable dicotmica de valor 1 cuando el nmero efectivo de partidos en la cmara baja

    (o en la nica cmara) es igual o mayor a 3,0 en un ao determinado. 5

    Poderes presidenciales. Shugart y Carey (1992) sostienen que los

    presidencialismos funcionan de modo ms efectivo cuando el presidente dispone

    poderes constitucionales ms dbiles. Una alta concentracin de poder en manos del

    presidente incentiva al titular del Poder Ejecutivo a soslayar el Congreso y genera

    tensiones institucionales en el rgimen. Para evaluar este argumento, utilizamos las

    medidas de Shugart y Carey (1992) sobre los poderes presidenciales.

    Empleamos esta

    variable dicotmica por razones tericas y debido a la falta de datos sobre la cantidad

    exacta de partidos en Ecuador en la dcada de los cincuenta y en Per a mediados de la

    del cuarenta.

    Ambiente poltico regional. Hasta los aos noventa, la investigacin sobre

    regmenes polticos se centr fuertemente en los factores locales (para una excepcin,

    ver Whitehead 1986). Desde entonces, sin embargo, los investigadores que analizan los

    cambios de rgimen y su estabilidad han comenzado a prestar mayor atencin a los

    factores internacionales (Brown 2000; Gleditsch 2002; Levitsky y Way 2010;

    Pevehouse 2005; Whitehead 1986, 1996). Mientras que un ambiente internacional

    favorable puede ofrecer ventajas a las democracias, cuando este es poco propicio, puede

    perjudicar al rgimen democrtico. Para explorar esta posibilidad, incluimos una

    variable (regin) para determinar el impacto del contexto poltico latinoamericano en la

    probabilidad de permanencia o cambio de los regmenes. Medimos el ambiente poltico

    regional como la proporcin de pases democrticos por ao, excluyendo al pas

    analizado. La codificacin de esta variable independiente se bas en nuestra medida

    tricotmica de la democracia (los pases semi-democrticos fueron computados como

  • 20

    medio punto). Los valores pueden variar tericamente desde 0, si ninguno de los otros

    19 pases en la regin era democrtico en un ao determinado, a 1, si los otros 19 pases

    eran democrticos ese ao.

    Poltica exterior de EE.UU. Debido a que Estados Unidos es un poder

    hegemnico en el continente americano, este pas puede afectar la probabilidad de que

    ocurran transiciones hacia regmenes competitivos y de su quiebre. Para determinar la

    orientacin de las administraciones estadounidenses hacia las democracias en Amrica

    Latina creamos una escala continua: a partir de fuentes histricas, respondimos ocho

    preguntas dicotmicas sobre la poltica exterior de Estados Unidos. Cuatro de estas

    preguntas capturan las polticas y actitudes perjudiciales para la democracia, 6 y las

    cuatro preguntas restantes destacan los comportamientos dirigidos a apoyar la

    democracia en Amrica Latina.7

    Cuando la respuesta era afirmativa, al primer grupo de

    preguntas se le asign un valor de -1 y al segundo grupo, un valor de +1. Adaptamos la

    escala de los puntajes obtenidos para cada administracin (que van del -4 al 4) para

    crear un ndice continuo denominado poltica de EE.UU., que va del 0 al 1 (donde 1

    indica el mximo de apoyo a la democracia).

    Estimacin y resultados

    Estimamos el riesgo de quiebre democrtico utilizando un modelo de

    supervivencia con unidades de tiempo discretas. La variable dependiente es un

    indicador dicotmico con un valor de 1 en aquellos aos en los cuales el rgimen

    competitivo se quebr y fue reemplazado por uno autoritario, y de 0 en aquellos aos en

    que el rgimen sobrevivi. De esta forma, una regresin que arroja un coeficiente

    positivo indica una mayor probabilidad de que un rgimen competitivo se quiebre

    cuando cualquiera de las variables independientes presente un valor mayor . Adems de

  • 21

    nuestras variables independientes, radicalismo y preferencia por la democracia, la

    ecuacin incluye ocho predictores que reflejan los tres grupos de variables descriptas en

    la seccin previa (factores estructurales y desempeo econmico, diseo institucional y

    condiciones polticas internacionales).

    A partir del anlisis de Carter y Signorino (2010), tambin controlamos si el

    riesgo de quiebre depende de la duracin previa del rgimen, utilizando una

    transformacin cbica de la edad del rgimen (medida en aos). Se trata de un factor

    relevante, tanto por razones economtricas como sustantivas. Rustow (1970) sostiene

    que tras una transicin, la fase de habituacin es crtica para establecer la

    supervivencia del rgimen en el largo plazo. La transformacin cbica de la edad del

    rgimen nos permite determinar si el riesgo para las democracias cambia a lo largo del

    tiempo y si stas efectivamente se consolidan en el largo plazo.

    El Cuadro 1 presenta estimaciones para el modelo de supervivencia basado en

    regresiones logsticas. El Modelo 1.1 excluye nuestras principales variables

    independientes para poder verificar si las variables estructurales y de desempeo

    econmico afectan la supervivencia democrtica antes de considerar los efectos del

    radicalismo y de las preferencias normativas por la democracia. Solo dos variables de

    control presentan efectos significativos: un ambiente regional ms democrtico reduce

    considerablemente el riesgo de quiebres democrticos, mientras que (en contra de las

    expectativas tericas) un Ejecutivo con mayores poderes tambin tiende a reducir el

    riesgo de inestabilidad.8 El ingreso per cpita no ha tenido impacto en las perspectivas

    de supervivencia de los regmenes competitivos en Amrica Latina entre 1945 y 2005,

    lo que se condice con el anlisis de ODonnell en Modernizacin y Autoritarismo.

  • 22

    Ninguna de las variables estructurales restantes tiene un impacto directo en la

    supervivencia democrtica. Aunque el multipartidismo y la poltica de Estados Unidos

    influyen en la direccin esperada, sus coeficientes no son estadsticamente

    significativos. La tasa de crecimiento econmico tampoco afect la probabilidad de

    supervivencia de los regmenes: muchos de ellos sobrevivieron en la tercera ola a pesar

    del psimo desempeo econmico, y hasta 1978 algunos se quebraron a pesar de

    presentar niveles respetables de desempeo econmico.

    Estos hallazgos se mantienen en el Modelo 1.2, que incluye nuestras medidas de

    radicalismo y de preferencias normativas por la democracia. Cinco de los resultados del

    Modelo 1.2 merecen comentarios aparte. Primero, el radicalismo de los actores tiene un

    impacto importante en la capacidad de supervivencia de los regmenes competitivos.

    Los actores radicalizados aumentan los costos de la competencia poltica: si acceden al

    poder estatal, pueden imponer costos muy altos a otros actores, lo que tienta a los

    perdedores a recurrir al golpe de Estado como una forma de prevenir las prdidas

    importantes e irreversibles. Por ejemplo, las polticas ms radicalizadas del gobierno

    chileno de Salvador Allende (1970-1973) y el discurso de la extrema izquierda

    impulsaron a las facciones dominantes de la Democracia Cristiana, a los Conservadores

    y a los militares a apoyar el golpe de 1973. Estos actores teman que la permanencia del

    gobierno de la Unidad Popular en el poder tuviera consecuencias desastrosas.9 A pesar

    de que este ejemplo especfico muestra el temor que generaba el radicalismo de

    izquierda durante el punto lgido de la Guerra Fra, la misma lgica se aplica para el

    radicalismo de derecha. A la inversa, la moderacin del Partido Socialista chileno luego

    del restablecimiento de la democracia en 1990 facilit la supervivencia del rgimen

    democrtico.

  • 23

    Este hallazgo es consistente con el trabajo de ODonnell (1973) sobre el nivel de

    amenaza a los actores poderosos como motor de los quiebres democrticos; con el

    anlisis de W. Santos (1986) sobre el impacto del radicalismo en el quiebre democrtico

    de 1964 en Brasil; y con el estudio de Berman (1998) sobre la incidencia indirecta del

    radicalismo o la moderacin de los partidos socialdemcratas en el quiebre o la

    supervivencia de la democracia en Suecia y Alemania en la dcada de 1930.

    Segundo, si los actores poseen preferencias normativas por la democracia, la

    supervivencia de los regmenes competitivos es ms probable. Aunque este hallazgo no

    es sorprendente, es un indicador de que ODonnell (1986: 15-18) anticip correctamente

    que las preferencias normativas de los actores podan permitirles superar numerosas

    adversidades, como los altos niveles de desigualdad, la ausencia de una cultura

    democrtica en la mayora de los pases latinoamericanos y las dificultades econmicas

    graves. El concepto de legitimidad democrtica de Linz (1978b) hace nfasis en una

    idea similar: la legitimidad permite que los regmenes compensen los problemas de

    desempeo.

    Diversos cientistas sociales analizan los procesos de democratizacin basndose

    enteramente en los objetivos instrumentales (especialmente los materiales) de los

    actores y se muestran recelosos frente a los argumentos que se basan en las preferencias

    normativas. Sin embargo, muchos trabajos en economa, psicologa, sociologa y

    ciencia poltica han demostrado que los individuos valoran los procedimientos justos y

    transparentes independientemente de los resultados que arrojen (Frey et al. 2004; Gangl

    2003; Levi et al. 2009; Tyler 1990). Tal como advierten Hofferbert y Klingemann

    (1999), en Europa Central y del Este los manifestantes se lanzaron a las calles en 1989 y

    1991 por la libertad, no por un estreo, por brcoli fresco o un auto nuevo. Las

    organizaciones, como los partidos polticos, las iglesias, las organizaciones de derechos

  • 24

    humanos y las fuerzas armadas tambin pueden tener preferencias normativas acerca del

    rgimen poltico.

    Argentina es un ejemplo de cmo las preferencias normativas de los actores por

    la democracia pueden tener una influencia positiva en la supervivencia del rgimen.

    Desde finales de la dcada de 1920 hasta el ao 1976 en Argentina pocos actores

    valoraban la democracia en trminos normativos. Los trabajos seminales de Dahl (1971:

    129-140), ODonnell (1973, 1978b), Potter (1981), Rouqui (1982a, 1982b), P. Smith

    (1978), Viola (1982) y Waisman (1987, 1989) coinciden en torno a este punto. Tal

    como destac Rouqui (1982b: 341), todas las fuerzas polticas prefieren obtener la

    victoria sobre el adversario que se encuentra en el poder antes que salvaguardar las

    instituciones.10

    Entre 1946 y 1973, los dos partidos polticos mayoritarios (el Partido Radical y

    el Partido Peronista) y los poderosos sindicatos de trabajadores rpidamente

    abandonaron sus respectivas coaliciones democrticas. En 1955, los lderes de la Unin

    Cvica Radical apoyaron el exitoso golpe de Estado contra Pern, y hasta 1969

    secundaron su proscripcin. En 1966, los peronistas y los sindicatos apoyaron el golpe

    contra un presidente de origen radical con la esperanza de retornar al poder. Durante

    esas dcadas, los actores poderosos toleraron la poltica competitiva solo cuando les

    permita alcanzar sus objetivos de polticas.

    Debido a que los regmenes competitivos nunca disfrutaron de un firme

    apoyo entre los actores poderosos, eran vulnerables al quiebre cuando estos ltimos no

    obtenan lo que buscaban (en trminos instrumentales). En 1930, los conservadores, los

    socialistas, los militares e incluso algunas facciones de su propio partido conspiraron

    contra Yrigoyen.

    Despus de la experiencia de 1976, los actores clave aceptaron la competencia

    democrtica como la va legtima para acceder a los cargos pblicos en juego. Esta

  • 25

    redireccin hacia las preferencias normativas por la democracia permiti la

    supervivencia del rgimen a pesar de las profundas crisis econmicas que tuvieron

    lugar en la dcada de 1980 y en el perodo 2001-02, la hiperinflacin de los aos 1989-

    91, un gran aumento de la desigualdad y un desempeo econmico generalmente pobre

    entre 1983 y 2003. Cuando la democracia se vio seriamente amenazada a fines de los

    aos ochenta, los sindicatos y los principales partidos polticos se movilizaron para

    protegerla. El sindicalismo continu apoyando al rgimen, a pesar de una cada del 35%

    del salario real promedio y del 73% en el salario real mnimo urbano entre 1984 y 1992

    (ECLAC: 44, 45), un marcado aumento del desempleo urbano desde el 5,9% en 1987

    hasta el 18,6% en 1995 y el 19,7% en 2002 (ECLAC 1995: 50; ECLAC 2009: 237), de

    la hiperinflacin y de un impactante aumento de los ndices de pobreza. A partir de

    1983 los empresarios, que hasta 1976 frecuentemente haban conspirado contra los

    regmenes competitivos (Acua 1995), comenzaron a apoyar la democracia, incluso

    durante perodos difciles, como en 1988-91 y 2000-02, cuando los valores de la bolsa

    cayeron un 65% (ECLAC 2006; Cuadro A-20). A pesar de que la lgica de los intereses

    instrumentales de los actores resulta suficiente para explicar los frecuentes quiebres

    democrticos que caracteriza el perodo previo a 1983, no explica la perduracin de la

    democracia a partir de entonces.

    Para mostrar el profundo efecto sustantivo de la moderacin poltica y las

    preferencias normativas por la democracia sobre la supervivencia del rgimen, es

    oportuno considerar la siguiente estimacin. Cuando mantenemos todas las dems

    variables en sus respectivas medias, si todos los actores fuesen radicales y ninguno de

    ellos tuviese preferencias normativas por la democracia, sera esperable que un rgimen

    competitivo durara aproximadamente un ao. En cambio, si todos los actores

    abandonaran sus posiciones radicales, la expectativa de vida del rgimen se

  • 26

    incrementara a seis aos. Adicionalmente, si todos los actores asumieran un

    compromiso normativo con la democracia, la longevidad predicha para el rgimen

    superara los doscientos aos. 11

    Tercero, un ambiente poltico regional ms democrtico reduce

    considerablemente la probabilidad de quiebre de los regmenes competitivos. Este

    resultado coincide con la importante literatura sobre la influencia internacional de los

    procesos democratizadores, que ha florecido a lo largo de los ltimos veintiocho aos .

    Un ambiente regional ms democrtico fomenta la difusin de ideales acerca de qu es

    posible y deseable en poltica, adems de que condujo a la adopcin de normas legales

    en la Organizacin de los Estados Americanos para salvaguardar los regmenes

    competitivos. En El Salvador, la finalizacin de la guerra civil, los tratados de paz de

    1992 y el establecimiento de un rgimen poltico competitivo contribuyeron a inspirar

    un desarrollo similar en Guatemala unos aos ms tarde. Antes de la tercera ola, algunos

    regmenes autoritarios haban inspirado golpes de Estado y autoritarismos populistas en

    diversos pases de la regin. Por ejemplo, el establecimiento de una dictadura militar en

    Brasil en 1964, su milagro econmico entre 1967 y 1974 y su capacidad para derrotar

    rpidamente a la izquierda revolucionaria y contener el avance de la izquierda poltica,

    contribuyeron a inyectar confianza en los militares y dirigentes polticos de derecha del

    Cono Sur acerca del potencial que tenan las fuerzas armadas para gobernar sus

    respectivos pases.

    En suma, los resultados del Cuadro 1 indican que la supervivencia de las

    democracias es ms que nada el resultado de la (ausencia de) radicalizacin, la

    presencia de fuertes preferencias normativas por la democracia y a un contexto poltico

    regional favorable (reflejado en la existencia de otros pases democrticos en la regin,

    y no necesariamente debido a las polticas adoptadas por Estados Unidos).

  • 27

    Finalmente, el Cuadro 1 tambin muestra que los factores estructurales no tienen

    consecuencias directas sobre la estabilidad democrtica en Amrica Latina. Los

    predictores estructurales no logran alcanzar niveles convencionales de significacin

    estadstica incluso en el Modelo 1.1, donde se excluyen las causas que ms impacto

    tienen en el quiebre de regmenes competitivos, medidas a travs de las variables

    radicalismo y preferencias normativas por la democracia. ODonnell (1973) estaba en lo

    cierto al juzgar con escepticismo el impacto que efectivamente tiene la modernizacin

    en la supervivencia de los regmenes competitivos latinoamericanos. Los resultados

    obtenidos con una muestra ms grande de pases que han llevado a afirmar que a

    mayores ingresos per cpita menos probabilidad de un quiebre democrtico (Epstein et

    al. 2006; Przeworski et al. 2000) no tienen asidero en Amrica Latina.12

    Aunque el Modelo 1.2 tambin sugiere que el riesgo estndar evoluciona a lo

    largo de los aos, los resultados se oponen a la nocin de consolidacin: el coeficiente

    para edad es positivo y significativo, lo cual demuestra un incremento progresivo del

    riesgo de quiebre. Se trata de un efecto no lineal: a pesar de que con cada ao adicional

    se incrementa el nivel de riesgo, esto ocurre a una tasa decreciente. A partir del dcimo

    ao, el efecto de la edad del rgimen sobre el riesgo de quiebre es no significativo a un

    nivel de 0,05.

    Quinto, contrario a lo que cabra esperar, y al contrario de algunos hallazgos de

    estudios realizados sobre una mayor cantidad de pases, entre 1945 y 2005 el

    desempeo econmico medido como crecimiento per cpita del PIB no tiene impacto en

    la probabilidad de supervivencia o quiebre de la democracia en Amrica Latina. Los

    regmenes competitivos latinoamericanos sobrevivieron a pesar de presenciar

    importantes recesiones econmicas, crecientes niveles de desigualdad e hiperinflacin

    en las dcadas de 1980 y 1990. Aunque en Argentina, Bolivia, Brasil y Nicaragua la

  • 28

    inflacin alcanz los cuatro o cinco dgitos en los aos ochenta, ningn rgimen

    competitivo se quebr. La regin resisti dos dcadas de tasas de crecimiento promedio

    anmicas (1982-2002), mientras la probabilidad de que se produjera un quiebre de

    rgimen declinaba.

    Los resultados de la regresin estn sujetos a una obvia preocupacin por el

    riesgo de endogeneidad: si un rgimen competitivo est en crisis, puede empujar a

    ciertos actores al radicalismo o al abandono de sus preferencias normativas por la

    democracia. Debido a una limitacin de espacio, en este trabajo no nos es posible

    ofrecer un tratamiento economtrico completo de este problema, pero un examen de los

    casos en perspectiva histrica nos muestra muchos ejemplos donde el radicalismo de los

    actores y sus preferencias normativas ayudan a explicar el destino del rgimen. Este

    resultado resulta claramente posterior, en trminos histricos, a las posiciones de los

    actores, por lo que no puede explicarlas. En Argentina, por ejemplo, despus del golpe

    militar de 1976 pero antes de la transicin democrtica de 1983 tuvo lugar un cambio

    profundo en las preferencias normativas de algunos actores : en ese caso, dado que el

    cambio en las preferencias normativas precedi a la estabilizacin democrtica que

    comenz en 1983, no podemos explicar el cambio en las creencias de los actores

    solamente como una respuesta estratgica a la supervivencia democrtica. El efecto de

    las preferencias normativas en torno al rgimen y el radicalismo no provienen

    simplemente de una reversin causal.

    Otros abordajes: clase, modernizacin y accin estratgica contingente

    Como una forma de subrayar lo ms destacable de nuestro anlisis, en esta

    seccin resumimos brevemente los abordajes de clase, la modernizacin y las acciones

    estratgicas contingentes para entender la supervivencia y el quiebre de regmenes

  • 29

    competitivos, y mostramos qu tomamos y en qu nos diferenciamos de estos estudios.

    Desde nuestra perspectiva, la democracia se quiebra cuando ciertos actores poderosos se

    movilizan en contra del rgimen y derrotan a quienes lo apoyan. En cambio, la

    democracia sobrevive cuando la constelacin de actores que la respaldan es ms

    poderosa que aquellos que se movilizan en su contra.

    A pesar de que los abordajes de clase, los de los actores estratgicos y nuestro

    estudio de los regmenes polticos coinciden en estas afirmaciones generales acerca de

    la supervivencia o el quiebre de las democracias, en otros sentidos difieren. Los

    abordajes de clase suponen la existencia de una relacin estrecha entre las posiciones

    estructurales de los actores y sus preferencias acerca del rgimen poltico. Desde esta

    perspectiva, algunas clases sociales tienen una mayor tendencia a ser pro democrticas,

    mientras que otras tienden a ser claramente pro autoritarias.

    Por ejemplo, Boix (2003) afirma que cuando la democracia es factible, la clase

    trabajadora siempre la preferir, porque sta distribuye el ingreso hacia las clases ms

    bajas. En sentido inverso, cuando es factible que se establezca un rgimen autoritario

    estable, los sectores con mayores ingresos lo preferirn, excepto en aquellos casos

    donde existe alta movilidad de capitales (lo cual reduce el costo de tolerar la democracia

    para estos sectores).13

    Por otro lado, los abordajes sobre la estrategia de los actores, como los de Linz

    (1978b), ODonnell y Schmitter (1986) y el nuestro, parten del supuesto de que las

    posiciones de clase tienen menor influencia en el apoyo de los actores a los regmenes

    democrticos o autoritarios. En tanto las clases sociales logren resolver problemas de

    De manera similar, Rueschemeyer, Stephens y Stephens (1992)

    argumentan que la clase trabajadora siempre prefiere los regmenes democrticos y que

    las clases dominantes se oponen a stos, nuevamente sobre la base de supuesto de que la

    democracia distribuye el ingreso entre las clases ms bajas.

  • 30

    accin colectiva y se constituyan como actores coherentes, su decisin de apoyar la

    democracia o el autoritarismo estn histricamente determinadas (Bellin 2000; R.

    Collier 1999). Las clases sociales no siempre prefieren la democracia o la dictadura,

    sino que apoyan uno u otro rgimen dependiendo de las ventajas y desventajas que

    ofrezca en un momento histrico especfico. Por ejemplo, en contra de lo que predicen

    los abordajes de clase, el movimiento sindicalista argentino apoy el rgimen autoritario

    de Juan Pern (1951-55) debido a los beneficios materiales, organizacionales y

    simblico-culturales que distribuy entre los trabajadores. 14

    Aquellas teoras que infieren las preferencias de los actores acerca del tipo de

    rgimen poltico a partir de sus posiciones estructurales de clase (por ejemplo, en tanto

    que terratenientes locales, capitalistas transnacionales o trabajadores industriales), o su

    posicin de clase condicionada por el grado de apertura de la economa nacional (Boix

    2003), reducen las preguntas empricas importantes (si, cmo, y en qu medida las

    fuerzas estructurales dirigen las posturas de los actores hacia la democracia) a una

    presuncin terica conveniente pero generalmente errnea. Los abordajes de clase

    niegan la formacin de preferencias de los actores acerca del tipo de rgimen como

    producto contingente de un contexto histrico determinado.

    Hasta 1983, el

    sindicalismo argentino se opona a las dictaduras de derecha pero tambin contribuy a

    desestabilizar a los regmenes semi-democrticos no peronistas (1958-62 y 1963-66) e,

    incluso, dio cierto apoyo inicial a la dictadura militar de Juan Carlos Ongana, quien

    derroc al rgimen semi-democrtico de Arturo Illia (1963-66).

    Nuestro abordaje terico tambin contrasta con la teora de la modernizacin,

    formulada por Lipset (1959, 1960: 27-63). Esta teora afirma que cuanto mayor sea el

    desarrollo econmico de los pases, mayor ser la probabilidad de que stos sean

    democrticos. Numerosos autores han demostrado que los niveles altos de desarrollo

  • 31

    estn fuertemente asociados con una mayor probabilidad de democracia. Otros trabajos

    recientes tambin han demostrado convincentemente que la probabilidad de quiebres

    democrticos disminuye cuando los ingresos per cpita son ms elevados (Epstein et al.

    2006; Przeworski et al. 2000).

    Pese a que la asociacin entre ingreso y democracia parece ser fuerte, esta no

    aplica para Amrica Latina para el largo perodo transcurrido entre 1945 y 2005. Tal

    como ODonnell (1973) anticip, el nivel de desarrollo no predice la supervivencia o el

    quiebre de los regmenes competitivos en Amrica Latina (vase tambin Mainwaring y

    Prez-Lin 2005). Durante este perodo, los regmenes competitivos con niveles de

    desarrollo alto y bajo fueron igual de vulnerables al quiebre democrtico. A menudo los

    regmenes polticos competitivos con niveles relativamente bajos de desarrollo han

    logrado sobrevivir y, tal como demuestra la experiencia de Amrica Latina a partir de

    1978, tambin han sobrevivido a pesar de presentar altos niveles de desigualdad.

    No consideramos que la teora de la modernizacin sea empricamente

    incorrecta en trminos generales, sino que la relacin entre el nivel de desarrollo y la

    democracia est lejos de ser determinante, hasta alcanzar un umbral en el que un alto

    nivel de desarrollo hace muy improbables los quiebres democrticos. La teora de la

    modernizacin generalmente no presta demasiada atencin a los agentes histricos

    concretos y privilegia el estudio cuantitativo a nivel macro, por lo que la mayora de las

    variantes excluye el anlisis de los actores. El hecho de que los hallazgos de la teora de

    la modernizacin no hayan tenido aplicacin en Amrica Latina genera la pregunta

    acerca de por qu se dio esta situacin. Una forma fructfera de responder a esta

    pregunta consiste en prestar atencin a los actores polticos que se esforzaron por

    establecer, preservar o deponer a las democracias de la regin.

  • 32

    Si aceptamos la premisa de que los actores polticos determinan la supervivencia

    o quiebre de un rgimen, entonces de ello se desprende que los factores estructurales

    (como el nivel de desarrollo) no tienen un impacto directo en la estabilidad de los

    regmenes competitivos. En cambio, estos factores influyen sobre la estructuracin de

    los actores polticos, sus recursos disponibles, y sus preferencias y elecciones

    estratgicas.

    Nuestro anlisis del quiebre o la supervivencia de los regmenes competitivos se

    sustenta en los estudios sobre las acciones contingentes, como los de Linz (1978b),

    ODonnell y Schmitter (1986) y Przeworski (1986, 1991). Al igual que estos

    investigadores, hacemos nfasis en la interaccin estratgica entre los actores, aunque

    nuestro enfoque difiere en algunos puntos. Aquellos trabajos se centraban en las

    coaliciones que apoyaban o se resistan el rgimen de turno, fuese ste democrtico o

    autoritario, sin detenerse mayormente a analizar los actores especficos que

    conformaban esas coaliciones. Determinados individuos, como los presidentes, u

    organizaciones, como los partidos polticos, los sindicatos de trabajadores, las

    asociaciones de propietarios y las fuerzas armadas, integran el principal cuerpo de

    anlisis de nuestro abordaje. Estos actores (principalmente organizaciones) conforman

    las coaliciones del rgimen. Se trata de una diferencia en unidades de anlisis, no un

    conflicto terico.

    ODonnell y Schmitter subrayaron la naturaleza indeterminada de las

    preferencias de los actores por el tipo de rgimen en situaciones de alta incertidumbre.

    Nuestra perspectiva se encuentra entre aquella y otra desarrollada por Berman (1998),

    que sostiene que los intereses y las identidades organizacionales (en trminos de la

    autora, sus preferencias programticas), y por ende cmo se posicionan los partidos

    frente a las disputas en torno al rgimen poltico, tienden a ser bastante estables a lo

  • 33

    largo del tiempo. Coincidimos con la idea de Berman de que en momentos de

    incertidumbre elevada y cambiante, las identidades y las preferencias de los actores

    (concretamente, su radicalismo y sus actitudes normativas acerca del rgimen poltico)

    determinan su comportamiento. En otras palabras, enfatizamos los efectos constrictivos

    de los actores organizacionales. Sin embargo, coincidimos con ODonnell y Schmitter

    al considerar que en un momento de profunda crisis y de posible cambio de rgimen, las

    posiciones de los actores estn ms sujetas a cambios que en situaciones de normalidad.

    Tambin compartimos su visin de que los lderes tienen opciones reales y que los

    resultados del rgimen suelen ser indeterminados (vase Linz 1978b y Stepan 1978).

    Al enfatizar el rol de las acciones contingentes y de los acuerdos polticos, esta

    literatura argumenta (contrariamente a los abordajes culturales y de modernizacin) que

    ni las precondiciones estructurales ni las tradiciones culturales son necesarias para

    construir nuevas democracias o para prevenir su derrumbe. Tanto para Rustow (1970)

    como para ODonnell y Schmitter (1986) la democracia es el resultado de un equilibrio

    estratgico entre actores rivales. Para Linz (1978b) la lealtad de la oposicin es ms

    relevante para entender el quiebre de la democracia que cualquier problema poltico que

    pueda enfrentar el rgimen. Hemos demostrado que las creencias normativas y las

    preferencias polticas de los actores son centrales para explicar la supervivencia del

    rgimen competitivo. A pesar de que estas orientaciones son relativamente estables en

    el mediano plazo, las preferencias de los actores no pueden ser reducidas a rasgos

    culturales fijos o a intereses de clase rgidos.

    En resumen, si bien no negamos el rol de las fuerzas estructurales (el nivel de

    desarrollo econmico, los patrones de dependencia, la estructura de clases y la

    desigualdad social) en la constitucin de los regmenes polticos, el efecto que tienen

    estas variables es contingente y difuso, y se manifiesta principalmente en la

  • 34

    organizacin de los actores polticos, en la distribucin relativa de sus recursos, y en las

    preferencias normativas en torno al tipo de rgimen, as como en la

    moderacin/radicalismo de estos actores. Toda explicacin sobre la estabilidad

    democrtica que omita un tratamiento independiente de los valores y las orientaciones

    de los actores polticos corre el riesgo de sobrestimar la relevancia de las fuerzas

    estructurales, como el desarrollo econmico o la desigualdad del ingreso.

    Conclusiones

    Hemos presentado una novedosa estrategia para el estudio de los quiebres y la

    supervivencia de rgimen: un abordaje especficamente centrado en los actores en una

    escala lo suficientemente importante como para posibilitar un anlisis cuantitativo. Los

    anteriores estudios cuantitativos sobre la supervivencia democrtica no indican quines

    son los actores clave, ni evalan proposiciones acerca de la supervivencia y el quiebre

    del rgimen a partir de las propiedades observables de los actores polticos reales. La

    mayora de las variantes sobre la teora de la modernizacin no mencionan de manera

    explcita ni los actores ni los mecanismos causales, por lo que las razones para vincular

    el alto nivel de desarrollo con una mayor probabilidad de supervivencia democrtica no

    son claras. Boix (2003) y Acemoglu y Robinson (2006) asumen que los sectores

    sociales con menos ingresos, la clase media y los de mayor ingreso determinan la

    naturaleza de los regmenes polticos, pero no demuestran que estas categoras sociales

    diferenciadas por nivel de ingreso de hecho superan problemas de accin colectiva y,

    consecuentemente, se convierten en actores polticos cohesivos. La teora cultural de

    Inglehart y Welzel (2005: 149-300) establece que la cultura poltica masiva determina al

    rgimen poltico, pero no especifica claramente quines son los actores y cules son los

    mecanismos causales a partir de los cuales la cultura poltica de masas influye sobre los

  • 35

    actores polticos. Dado que las luchas en torno al rgimen poltico involucran actores

    especficos, cuyas preferencias acerca del rgimen no son fcilmente predecibles sobre

    la base de variables estructurales o culturales, promovemos en cambio un abordaje

    centrado en el estudio histrico de los actores. Tambin en contraposicin a esta teora

    cultural, argumentamos que son los factores polticos (los fracasos y los xitos de los

    regmenes, la represin, las experiencias traumticas y las influencias internacionales) y

    no la modernizacin per se los que influyen sobre las preferencias de los actores.

    En contraste con esta tradicin sin actores en el estudio de los regmenes

    polticos, otra lnea de investigacin que incluye los trabajos sobre quiebres

    democrticos realizados por Linz (1978b) y sobre transiciones de regmenes autoritarios

    desarrollada por ODonnell y Schmitter (1986), al igual que otros enriquecedores

    estudios de caso cualitativos (Berman 1998; Figueiredo 1993; Hagopian 1996; D.

    Levine 1973; Stepan 1971; A. Valenzuela 1978; Viola 1982), se ha enfocado en las

    coaliciones de actores o en los actores histricos concretos. Los mejores trabajos en esta

    tradicin han enriquecido enormemente nuestra comprensin de la emergencia,

    estabilizacin y/o quiebre de las democracias. Nuestra hiptesis central surge de estos

    trabajos cualitativos previos. Sin embargo, debido al nmero limitado de observaciones,

    la posibilidad de generalizar los hallazgos de estos trabajos ha sido incierta. Nuestro

    trabajo se construye sobre ideas y conceptos elaborados en estos trabajos cualitativos

    pero, por primera vez, extiende el abordaje basado en actores a una amplia cantidad de

    pases durante un largo perodo de estudio.

    Nuestro nfasis est puesto en tres hallazgos sustantivos, que expanden la

    influyente contribucin de Guillermo ODonnell. Primero, el nivel de desarrollo no

    afect la probabilidad de quiebre de los regmenes competitivos latinoamericanos en el

  • 36

    perodo comprendido entre 1945 y 2005. Este resultado nulo confirma el anlisis de

    Guillermo ODonnell en Modernizacin y Autoritarismo.

    Segundo, el radicalismo de los actores hace ms difcil sostener los regmenes

    polticos competitivos. Cuando muchas fuerzas radicales compiten por el poder poltico,

    crecen las chances de que ciertos actores perciban que el costo de tolerar la democracia

    poltica es demasiado alto. Las amenazas radicalizadas fomentan el abandono del apoyo

    a los regmenes competitivos. En sentido contrario, una poltica moderada perseverante

    reduce el riesgo de la poltica democrtica.

    Tercero, al igual que Berman (1998), Dahl (1971), Linz (1978b), ODonnell

    (1986: 15-18), Ollier (2009), Walker (1990) y Weffort (1984), creemos que las actitudes

    normativas de los actores tienen un alto impacto en la permanencia o el quiebre de los

    regmenes competitivos. Algunos actores valoran intrnsecamente a la democracia, que

    puede soportar crisis severas y un mal desempeo extendido en el tiempo cuando la

    mayora de los actores estn comprometidos normativamente con el rgimen. En

    sentido contrario, ste es altamente vulnerable al quiebre en pocas difciles si los

    actores ms poderosos son indiferentes al valor intrnseco de la democracia liberal. Las

    preferencias normativas de los actores acerca del rgimen no pueden reducirse a su

    posicin estructural o a patrones socioculturales generales.

    La medicin del radicalismo de los actores y de sus preferencias normativas

    acerca del rgimen poltico es un enorme desafo, por lo que sera necio afirmar que

    hemos resuelto todas las dificultades derivadas de este anlisis. Sin embargo, si el

    radicalismo y las preferencias normativas de los actores son variables importantes que

    no pueden reducirse a factores estructurales o a patrones socioculturales generales,

    entonces los cientistas sociales deben incorporarlos a sus anlisis. Las investigaciones

    previas han realizado un abordaje similar desde una perspectiva cualitativa, y nosotros

  • 37

    creemos que es importante avanzar con estos estudios desde una perspectiva

    cuantitativa.

  • 38

    Cuadros y grficos

    Grfico 1. Evolucin de los regmenes polticos latinoamericanos, 1945-2010

  • 39

    Grfico 2. Evolucin del radicalismo y del apoyo a la democracia, 1945-2010

  • 40

    Cuadro 1. Modelos de supervivencia para los regmenes competitivos, 1945-2005

    Modelo 1.1 Modelo 1.2 Coef. (e. e.) Coef. (e. e.) Radicalismo 3,047 * (1,140) Preferencia por la democracia -3,686 * (1,534) PIB per cpita (t - 1) -1,071 (0,568) -0,043 (0,670) PIB per cpita^2 0,133 (0,078) 0,040 (0,091) Crecimiento, t - 1 4,990 (6,203) 2,663 (6,185) Fuerza de trabajo industrial, t - 1 -0,011 (0,035) 0,026 (0,039) Exportaciones de petrleo y minerales -0,673 (0,676) -0,884 (0,669) Multipartidismo 0,102 (0,462) -0,325 (0,519) Poderes presidenciales -0,216 * (0,074) -0,228 * (0,090) Regin, t - 1 -4,307 * (1,502) -4,901 * (1,929) Poltica de EE.UU., t -0,795 (0,768) -0,256 (0,865) Edad del rgimen 0,049 (0,127) 0,328 * (0,158) Edad del rgimen^2 -0,002 (0,007) -0,015 (0,009) Edad del rgimen^3 0,000 (0,000) 0,000 (0,000) Constante 3,667 * (1,801) -0,055 (2,279) N (aos-rgimen) 644 644 Pseudo-R 0,16 0,31

    Los valores (Coef.) son coeficientes de regresin logstica (e. e. indica error estndar). * Valores significativos al 5%.

  • 41

    Referencias bibliogrficas

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