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Prevención de trastornos de alimentación. Un primer programa de prevención en dos fases Eating disorders. A two step prevention program MARÍA ISABEL CASADO MORALES 1 MAYTE HELGUERA FUENTES 1 RESUMEN Se presenta la elaboración y puesta en marcha de un programa de preven- ción de trastornos de alimentación. El programa se desarrolla en dos partes, en un primer momento se interviene con un grupo de adolescentes de riesgo y se complementa posteriormente con una intervención con padres. Se trabaja en el marco de la prevención primaria indirecta, siendo éste un elemento a destacar por su importancia en esta área ya que sabemos que estos trastornos son de difícil detección y que por su naturaleza conllevan ocultamiento y rechazo de la ayuda, por lo que resulta mucho más eficaz la prevención que se desarrolla a partir del trabajo con los factores de riesgo asociados a los mis- mos. Así, el énfasis de este trabajo tanto con adolescentes como con padres, no recae directamente en modificar conductas de riesgo, sino principalmente en proporcionar estrategias personales que minimicen la influencia de los fac- tores de riesgo asociados a los trastornos de alimentación. ABSTRACT A program for the prevention of eating disorders was developed and imple- mented. The program is implemented in two stages, first there is a work with Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 1 5 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 1 - Págs. 5-26. ISSN: 1135-0806 ARTÍCULOS 1 Departamento de Psicología Básica II (Procesos Cognitivos). Facultad de Psicología. Campus de Somosaguas. Universidad Complutense de Madrid. Fecha de Recepción: 25-04-2007 Fecha de Aceptación: 26-03-2008

(M) 1. Prevención de trastornos - Conductitlan de A... · Eating Disorders, Anorexia, Bulimia, Prevention, ... Intervenciones sobre los estere-otipos culturales, adelgaza-miento

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Prevención de trastornos dealimentación. Un primer programa de

prevención en dos fases

Eating disorders. A two step preventionprogram

MARÍA ISABEL CASADO MORALES1

MAYTE HELGUERA FUENTES1

RESUMEN

Se presenta la elaboración y puesta en marcha de un programa de preven-ción de trastornos de alimentación. El programa se desarrolla en dos partes,en un primer momento se interviene con un grupo de adolescentes de riesgo yse complementa posteriormente con una intervención con padres. Se trabajaen el marco de la prevención primaria indirecta, siendo éste un elemento adestacar por su importancia en esta área ya que sabemos que estos trastornosson de difícil detección y que por su naturaleza conllevan ocultamiento yrechazo de la ayuda, por lo que resulta mucho más eficaz la prevención que sedesarrolla a partir del trabajo con los factores de riesgo asociados a los mis-mos. Así, el énfasis de este trabajo tanto con adolescentes como con padres,no recae directamente en modificar conductas de riesgo, sino principalmenteen proporcionar estrategias personales que minimicen la influencia de los fac-tores de riesgo asociados a los trastornos de alimentación.

ABSTRACT

A program for the prevention of eating disorders was developed and imple-mented. The program is implemented in two stages, first there is a work with

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 1 5

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 1 - Págs. 5-26. ISSN: 1135-0806

ARTÍCULOS

1 Departamento de Psicología Básica II (Procesos Cognitivos). Facultad de Psicología. Campus deSomosaguas. Universidad Complutense de Madrid.

Fecha de Recepción: 25-04-2007 Fecha de Aceptación: 26-03-2008

a group of high risk teenagers and then it is complemented with parentinvolvement. The work develops within the framework of indirect primary pre-vention –a key issue in this area since it is well known that these disorders aredifficult to identify and that their nature entails concealment and refusal ofhelp. Hence, prevention is very effective since it addresses the risk factorsassociated to eating disorders. Therefore, the emphasis of this work with ado-lescents and parents does not lie directly on modifying the risk behaviour butrather on providing personal strategies to minimize the effect of risk factorsassociated with eating disorders.

PALABRAS CLAVE

Trastornos de alimentación, Anorexia, Bulimia, Prevención, Factores de ries-go.

KEY WORDS

Eating Disorders, Anorexia, Bulimia, Prevention, Risk factors.

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Los aspectos relativos a la preven-ción de los trastornos de alimenta-ción se han abordado hace relativa-mente poco tiempo, cuando los pro-fesionales de la salud y la sociedaden general ha tomado conciencia dela magnitud que dichos trastornosestaban adquiriendo como problemasanitario de primer orden. En lo quese refiere a la prevención primaria, esdecir, al conjunto de intervencionesque pueden realizarse antes del des-arrollo de la enfermedad, se actúasobre los factores de riesgo, las prin-cipales estrategias son de caráctereducativo y se han centrado básica-mente en los siguientes aspectos:

a) Información a la poblacióngeneral y en particular a lapoblación de riesgo;

b) Identificación de grupos deriesgo;

c) Actuaciones dirigidas a modifi-car aquellas conductas quepodrían favorecer el comienzode la enfermedad, en particularen relación con la dieta,

d) Intervenciones sobre los estere-otipos culturales, adelgaza-miento y belleza.

Los resultados de las medidas deprevención primaria parece que sonmás eficaces si se combinan conpropuestas de prevención secundariadirigidas al diagnóstico y tratamientoprecoz. Desde esta perspectivahabría dos posibles enfoques deldiagnóstico precoz: el primero cen-trado en la detección de signos y sín-tomas de comienzo y el segundo diri-

gido a las características propias delos individuos de alto riesgo.

Un reciente meta-análisis de losprogramas de prevención en TCArealizado por Stice y Shaw (2004) dis-tingue tres generaciones de trabajosen prevención:

• Primera generación de progra-mas: centrados en proporcionarinformación acerca de los tras-tornos de alimentación a lapoblación general de adolescen-tes. Este tipo de iniciativas sefundamenta en la idea de que lasimple información acerca de lasconsecuencias de los trastornosdetendrá posibles conductas deriesgo.

• Segunda generación de progra-mas: dirigidos también a pobla-ción general y focalizados igual-mente en contenidos exclusiva-mente de carácter didácticopero incluyendo aspectos refe-rentes a la resistencia y al afron-tamiento de la presión socialhacia la delgadez. Estas inter-venciones se basaban en laasunción de que la presiónsocial juega un importantísimopapel en la etiología de los tras-tornos ya que provoca que losadolescentes se embarquen endietas restrictivas y en otrasconductas de riesgo para con-seguir bajar de peso.

• Tercera generación de progra-mas: dirigidos únicamente asujetos de riesgo y centradosexpresamente en trabajar conlos factores de riesgo que se

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han revelado determinantes enel desarrollo de estos trastornos.

En este mismo meta análisis Sticey Shaw (2004) encuentran que las ini-ciativas de prevención son más efica-ces cuando se dirigen exclusivamen-te a sujetos que presentan alto riesgode desarrollar un trastorno de alimen-tación ya que serían sujetos máscomprometidos con el desarrollo delprograma que cuando se dirige apoblación general. Pero es importan-te tener en cuenta que también se haencontrado que los programas queno son presentados explícitamentecomo programas de prevención detrastornos de alimentación producenresultados más positivos, de talforma que la aproximación indirecta alos trastornos evita que aparezcanactitudes defensivas en los adoles-centes y facilita su compromiso conel programa (Stice y Ragan, 2002).Además encuentran que los progra-mas más eficaces son aquellos quecombinan la psicoeducación con unformato interactivo y práctico, ya quefacilitan que los sujetos adquierannuevos conceptos y herramientasque promueven el cambio actitudinaly conductual. Por otra parte, los pro-gramas parecen ser más eficacescuando se trabaja con mujeres ado-lescentes de más de 15 años, ya queparece ser el periodo de mayor ries-go de desarrollo de un trastorno dealimentación. Los datos indican quelas mujeres adolescentes y jóvenesson la población de riesgo por exce-lencia en estos trastornos (Newman,Moffitt, Caspi, Magdol, Silva y Stan-ton, 1996). Algunos estudios hanencontrado que dentro de estecolectivo la edad de mayor riesgo

para el desarrollo de un trastorno dealimentación es de los 15 a los 19años (Lewinsohn, Striegel-Moore ySeeley, 2000). Por último, encuentranque los programas más eficaces sonlos que se desarrollan a lo largo devarias sesiones ya que permiten a losparticipantes interiorizar mejor loscontenidos y practicar las estrategiasaprendidas en el periodo entre sesio-nes.

Siguiendo a Stice y Ragan, (2002),y en consonancia con nuestra expe-riencia, nosotros consideramos queel trabajo preventivo en trastornos dealimentación ha de hacerse de formaindirecta, ya que acciones preventi-vas que pretendan trabajar conpoblación de riesgo o directamentecon el trastorno corren un alto riesgode rechazo por parte los sujetosimplicados, dadas las siguientescaracterísticas:

1. Refuerzos: el adolescente queempieza a desarrollar conduc-tas de riesgo obtiene grandesrefuerzos sociales y personalescon ello. A través del control ymanipulación de la comidacompensa su falta de valía per-sonal, su baja autoestima, laincapacidad de mantener rela-ciones interpersonales madu-ras, la ausencia de identidadpropia etc. La delgadez le pro-porciona una identidad exitosa,recibe atención y alabanzas ysuprime con ello, los sentimien-tos de inseguridad ante losdemás.

2. Ocultación: el adolescente quedesarrolla un trastorno de ali-

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mentación, especialmente ensus primeras fases, oculta lossíntomas ya que desea mante-ner el refuerzo social y personalmencionado anteriormente.Esto hace que la detección y eldiagnóstico sea tardío, lo quedificulta la intervención.

3. Negación: el adolescente queempieza con las primeras con-ductas de riesgo niega lo que lesucede a los demás y a símismo. La negación es la estra-tegia que encuentra para resol-ver la disonancia cognitivaresultante de la discrepanciaentre los riesgos que entrañanesas conductas para su salud yla valoración positiva que atri-buye al hecho de estar delgado(y que consigue manteniendoesas conductas) (Calvo, 2002).

4. Difícil detección: los primerossíntomas de los trastornos dealimentación pasan muy fre-cuentemente desapercibidospara las personas que rodean aladolescente (familia, amigos,profesores...) durante meses eincluso años en el caso de laBulimia.

Cuando hablamos de prevenciónindirecta nuestra propuesta es llegara los trastornos a partir de los facto-res de riesgo asociados a ellos. En elcaso de los trastornos de alimenta-ción, como sabemos, trastornos mul-ticausales, los factores de riesgo sonde muy diversa índole, destacando:perfeccionismo, autoexigencia eleva-da, déficit de autoestima, déficit deautorefuerzo, exceso de autocrítica,

impulsividad, intolerancia a la frustra-ción, necesidad de aprobación, insa-tisfacción corporal, relaciones socia-les insatisfactorias, modelos familia-res, actitudes hacia la comida... y porsupuesto la presión social. La multi-causalidad de estos trastornos impli-ca un abordaje terapéutico interdisci-plinar, que considere los múltiplescomponentes y que haga posible lasolución de las diversas áreas proble-máticas (Saldaña, 1994).

Teniendo como referencia el marcoteórico expuesto y con el objetivo deresponder y dar cobertura a la pro-blemática social de primer orden quesupone el incremento en el númerode casos de trastornos de alimenta-ción, desde hace años hemos venidodiseñado e implementado un progra-ma de prevención de trastornos de laconducta alimentaria que pasamos adescribir detalladamente. Nuestrapretensión no es otra que trasmitirnuestra experiencia en este campo,reflejo aplicado de todo lo expuestoanteriormente en el campo de la pre-vención de estos trastornos. El pro-grama ha sido llevado a cabo distin-tos centros educativos de EnseñanzaSecundaria de Madrid. El programacompleto se desarrolla en dos fasesconsecutivas en el tiempo: (1) la pri-mera enfoca la prevención de formaindirecta con adolescentes en riesgocomo población objetivo y (2) lasegunda fase enfoca la prevención através de los padres como agentesde prevención y detección precoz deprimera línea.

Para evitar actitudes en contra delprograma en la población objetivo,negativas a participar en él y esperan-

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do la mayor colaboración e implica-ción en los centros educativos, seoferta a los adolescentes su participa-ción en un programa denominado“Educación emocional en la ado-lescencia”. El objetivo fundamentalde esta primera fase de la interven-ción es realizar una prevención psico-educativa, dotando a los participantesde la información necesaria acerca delos trastornos de alimentación y delas variables relacionadas con losmismos. Además se trata especial-mente de minimizar la vulnerabilidademocional para desarrollar un trastor-no de alimentación proporcionandoestrategias de afrontamiento adecua-das en cada una de las áreas relevan-tes en la aparición y desarrollo deestos trastornos. En el marco de laprevención indirecta, se trabaja conuna selección de los factores de ries-go que consideramos relevantes: laadolescencia como etapa vital decambio, la autoestima, el estilo atribu-tivo, las habilidades sociales, la pre-sión social y los estereotipos. Se con-juga la teoría y la práctica en cadauno de estos puntos. El programa sedesarrolla en once sesiones de unahora y treinta minutos de duración,con periodicidad semanal. A cadafactor de riesgo se le dedica entre unay dos sesiones; también se incluye enel contenido del programa el Entrena-miento en Relajación Muscular Pro-gresiva de Jacobson, que se comple-ta a lo largo de cinco sesiones.

Finalizado el trabajo con adoles-centes se comienza el trabajo con lospadres. Esta segunda fase de laintervención se denomina “Escuelade Padres para la Detección y Pre-vención de Trastornos de Alimen-

tación”. En esta ocasión también setrabaja en el marco de la prevenciónprimaria a nivel psico-educativo. Eltrabajo con padres cubre un dobleobjetivo: en primer lugar, dotar a lospadres de la información y estrate-gias necesarias para poder detectaraquellos hábitos o conductas que seencontraran dentro de los factoresriesgo o estuvieran relacionadasdirectamente con el trastorno, y sa-ber actuar de la forma más adecuadaante su detección. En segundo lugar,conocer el perfil de conocimientos yactitudes sobre trastornos de alimen-tación de los padres de adolescentesen riesgo, de cara a diseñar en elfuturo acciones preventivas que seajusten totalmente a las necesidadesque presenta esta población. Cono-cer el perfil de conocimientos y acti-tudes, por otra parte, permitirá en elfuturo evaluar la eficacia de las accio-nes preventivas comparando el cam-bio en el perfil, al inicio y al final decada intervención.

Con los padres se abordan lostrastornos de alimentación y todoslos factores de riesgo implicados ensu origen y desarrollo. Se hace asi-mismo hincapié en el desarrollo dehabilidades sociales para manejarsituaciones cotidianas padres-hijos,con el objetivo de favorecer la comu-nicación y la empatía que facilite ladetección precoz por parte de lospadres de conductas de riesgo otrastornos incipientes, así como uncontexto familiar que actúe en símismo como agente protector en elposible desarrollo del trastorno. Elprograma se desarrolla en ochosesiones de hora y media de dura-ción, con periodicidad semanal.

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Tabla 1. Cronograma de actividades en el programa«Educación emocional en la adolescencia»

FASE I: EDUCACIÓN EMOCIONALEN LA ADOLESCENCIA

Método

Esta fase se plantea, como ya seha comentado, de forma eminente-mente práctica ya que el objetivofundamental es dotar a los adoles-centes de estrategias de afronta-miento en los factores de riesgo

asociados con los trastornos de ali-mentación.

Se lleva a cabo en primer lugaruna evaluación previa al programa,para establecer el perfil de ansiedadde cada una de las participantes yel perfil de predisposición o vulnera-bilidad hacia los trastornos de ali-mentación. Posteriormente se des-arrollan los contenidos del programa

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Tabla 2. Cronograma de actividades en el programa «Escuela de Padrespara la Detección y Prevención de Trastornos de Alimentación

y se finaliza con la evaluación postprograma de las mismas variablesevaluadas al inicio del mismo.

En cuanto al desarrollo de loscontenidos, se comienza presentan-do la adolescencia como una etapavital positiva; una etapa de cambiosfísicos, sociales y psicológicos queanuncian y sientan las bases de lapróxima etapa adulta, por lo que esnecesario primero conocer quécambios van a experimentar o estánya experimentando, por qué se dany cómo vivirlos con el menor costeemocional posible. Se trabajan lasemociones, tanto el reconocimientocomo la expresión de las mismas.Antes de abordar los trastornos dealimentación en sí mismos se abor-dan los factores de riesgo asocia-dos a ellos. En primer lugar los fac-tores de riesgo internos, donde seagrupan la autoestima, el estilo atri-butivo y las habilidades sociales. Sebusca, a través de ejercicios prácti-cos, la ruptura del círculo vicioso depensamientos negativos, sentimien-tos de ineficacia y baja autoestima.Se favorece asimismo el reconoci-miento de la valía personal centradaen otros valores diferentes del pesoy la figura y se promociona el cam-bio de atribuciones del valor de unomismo. Se seleccionan dinámicas yejercicios que favorezcan el des-arrollo de comportamientos aserti-vos con los iguales, así como técni-cas de manejo de conflictos y decomunicación constructiva paradotarles de herramientas parahacer frente a las críticas y los con-flictos interpersonales. Además setrabaja la empatía como actitudfundamental para entender a los

demás y establecer relacionesinterpersonales satisfactorias ymaduras.

Seguidamente se trabajan losfactores de riesgo “externos” dondeestán implicados los medios decomunicación, los cánones debelleza vigentes y las atribucionesque estos llevan asociados. Seenfatiza el rechazo a la presiónsocial arbitraria y el cuestionamientode estereotipos y modelos socialesque favorezcan conductas de ries-go.

Una vez abordados los factoresde riesgo el programa se centra enlos trastornos de alimentación, sussíntomas y características. Se anali-zan en pequeños grupos, varioscasos reales de pacientes anoréxi-cas y bulímicas, haciendo especialhincapié en detectar las primerasconductas de riesgo y los factorespersonales predisponentes y preci-pitantes implicados en cada caso.

Para finalizar la intervención sededica una sesión a la promociónde una nutrición sana y equilibrada.Se trata el tema de las dietas comoprincipal factor de riesgo precipitan-te en el desarrollo de trastornos dealimentación. Las participantesaprenden a confeccionar dietassanas, completas y equilibradas.

Se incluye en el programa elentrenamiento en relajación muscu-lar progresiva de Jacobson en laversión abreviada de Wolpe, que selleva a cabo a lo largo de cincosesiones. Se plantea la relajacióncomo una estrategia de afronta-

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miento más, ya que proporcionaautocontrol emocional y puedesuponer un factor protector ante eldesarrollo de estos trastornos.

Todas las sesiones incluyen unaparte de teoría donde se justifica elcontenido y una parte prácticadonde las adolescentes a través derole-playing, dinámicas de distintotipo y/o ejercicios específicos traba-jan el tema en cuestión.

Muestra

Cada programa se realiza en gru-pos pequeños. Hemos selecciona-do a modo de ejemplo uno de losgrupos más recientes en el que seha aplicado el programa del quepasamos a describir tanto la mues-tra como los resultados obtenidos.

La muestra participante en el pre-sente programa fue de 9 chicas deedades comprendidas entre los 15 ylos 18 años que se encuentran cur-sando Enseñanza Secundaria Obli-gatoria y Bachillerato. Las partici-pantes fueron seleccionadas por laorientadora del Centro en colabora-ción con los tutores de cada curso,en base a criterios como: haberdetectado preocupación excesivapor su aspecto físico, evidencia desobrepeso, cambios bruscos depeso, o peso por debajo de lo espe-rado según la talla y la edad, y elconocimiento a través de los padresde conductas de riesgo.

El programa se ofreció como untaller donde de forma lúdica iban aaprender a manejar y expresar

mejor sus emociones, aprenderíantambién a relajarse, a conocersemejor y a relacionarse mejor con losdemás y con ellas mismos. Comoya se ha dicho, la razón de que nose mencionaran los trastornos dealimentación en esta fase respondeal hecho de que, por la propia natu-raleza de estos trastornos, proba-blemente hubiera generado actitu-des en contra y por extensión nega-tivas a participar.

Los Índices de Masa Corporal(IMC) de las participantes al iniciodel programa se situaban entre18,38 y 31,18; en concreto seis delas participantes se encontrabanligeramente por debajo de los índi-ces fijados por la OrganizaciónMundial de la Salud (1998) comosaludables.

Instrumentos

Las participantes son evaluadasantes y después de su participaciónen el programa a través de dos ins-trumentos de evaluación, uno quenos permita evaluar una de lasvariables emocionales más relacio-nadas con los trastornos alimenta-rios, la ansiedad; y otro para esta-blecer el perfil de predisposición adesarrollar un trastorno de alimenta-ción. Los instrumentos son:

1. Inventario de Situaciones yRespuestas de Ansiedad -ISRA- (Miguel Tobal y CanoVindel, 1986, 1988, 1994) y suversión para adolescentes–ISRA J- (Pollo Pérez, MiguelTobal y Cano Vindel).

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Proporciona la puntuación delsujeto en ocho escalas. Las tres pri-meras mostrarían la reactividad delsujeto en los tres sistemas de res-puesta (C-cognitivo, F-fisiológico yM-motor) ante las distintas situacio-nes. Por otro lado ofrecería la medi-da del Rasgo o nivel general deansiedad. Y finalmente, las cuatroúltimas escalas evaluarían el ras-go específico del sujeto en cuatrograndes áreas situacionales: FI(ansiedad ante situaciones de eva-luación), FII (ansiedad ante situacio-nes interpersonales), FIII (ansiedadante situaciones de tipo fóbico), FIV(ansiedad ante situaciones de lavida cotidiana).

La versión de adolescentes pro-porciona prácticamente la mismainformación que la versión de adul-tos con la excepción de que propor-ciona una medida conjunta de larespuesta fisiológica y motora (R1),al igual que el ISRA de adultos pro-porciona una medida de la respues-ta cognitiva (R2) y de los factoressituacionales, siendo FI-AnsiedadInterpersonal, FII-Ansiedad Cotidia-na, FIII-Ansiedad Fóbica y FIV-Ansiedad de Evaluación.

2. Inventario de Trastornos de laConducta Alimentaria –EDI 2-(Garner, 1990)

Evalúa los síntomas que acompa-ñan a la Anorexia Nerviosa y BulimiaNerviosa. Puede util izarse paradetectar a las personas que presen-tan un trastorno de alimentación oque tienen el riesgo de desarrollarloen un futuro. Aunque no es unaherramienta desarrollada en España

está adaptado a la población espa-ñola y dispone de baremos demuestras normales y clínicas deesta población.

Mide 11 Escalas: DT (obsesiónpor la delgadez), B (Bulimia), BD(insatisfacción corporal), I (inefica-cia), P (perfeccionismo), ID (descon-fianza interpersonal), IA (concienciaintroceptiva), MF (miedo a la madu-rez), A (ascetismo), IR (impulsivi-dad), SI (inseguridad social).

Ambos instrumentos fueron relle-nados por las participantes deforma individual inmediatamenteantes y después de su participaciónen el programa.

Resultados

Antes de presentar los resultadosquisiéramos puntualizar dos hechosimportantes. En primer lugar, lo queestamos realizando es una interven-ción preventiva con población deriesgo y no de tratamiento con pobla-ción que presenta trastornos. Ensegundo lugar el número de integran-tes en estos programas es muy redu-cido. Ambos hechos limitan de formafehaciente el uso de análisis estadís-ticos, de hecho, el análisis exhaustivode las diferencias de medias entre lasmedidas pre y post no muestra dife-rencias estadísticamente significati-vas. Pero a pesar de ello los resulta-dos obtenidos muestran ciertas ten-dencias al cambio que hemos creídointeresante mostrarles. En los perfilesde ansiedad de las participantes apa-recen descensos en la medida posten prácticamente todas las escalas,

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tanto en el ISRA como en su versiónde adolescentes, ISRA-J, si bien eneste último las diferencias entre laspuntuaciones pre-post no son tanevidentes.

Los cambios más interesantesaparecen en el perfil de ansiedad deaquellas participantes mayores delgrupo que rellenaron el ISRA en suversión de adultos. En la respuestatotal de ansiedad o medida de rasgogeneral observamos que la puntua-

ción media al inicio del programa erade 221.83 y al final del mismo de 142.

En cuanto a los resultados relati-vos al triple sistema de respuestas,en la respuesta cognitiva de la ansie-dad la medida pre es 99.33 y lamedida post es 59, en la respuestafisiológica la medida pre es 59.17 yla medida post es 42.67 y en la res-puesta motora la medida pre es63.33 y la medida post es 40.33. Sedan cambios por tanto, en la direc-

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Gráfico I

ción esperada, en el triple sistema derespuesta de la ansiedad, esto esplenamente consonante con losobjetivos propuestos; parece ser quelas participantes aprenden a lo largodel programa a manejar su ansiedadde una forma más adaptativa.

Con respecto a las que rellenaronla versión de jóvenes y adolescen-

tes se observa un descenso mássuave, pasando de una media al ini-cio del programa de 100.67 a unamedia al final del mismo de 91.

En cuanto a las situaciones espe-cíficas, todas reflejan cambios inte-resantes en la línea de lo esperado,en ansiedad de evaluación (FI) lapuntuación pre es 109 y la post es

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Gráfico II

82.33, en ansiedad interpersonal(FII) la puntuación inicial de 24.33 setransforma al final del programa en18, en ansiedad fóbica (FIII) la pun-tuación pre es 31.67 y la post es 23,por último la puntuación del factorIV o ansiedad ante situaciones coti-dianas pasa de ser 31 a 11.33.Estos datos refuerzan la idea de quelas participantes saben, una vezfinalizado el programa, manejarsituaciones ansiógenas mejor que alinicio del mismo, parece ser portanto que una vez finalizado el pro-

grama despliegan las estrategias deafrontamiento aprendidas, lo quehace que su respuesta de ansiedadsea menor, tanto en lo que se refierea la respuesta de ansiedad en símisma con la diferenciación en cog-nitiva, fisiológica y motora, como loque se refiere a situaciones poten-cialmente ansiógenas.

En cuanto a los resultados en elEDI2 demuestran un descenso encasi todas las escalas. En algunasescalas los cambios entre la media

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Tabla 4. Puntuaciones medias en el ISRA-J y post programa(puntuaciones directas)

Tabla 5. Puntuaciones medias en el ISRA y post programa(puntuaciones directas)

pre y la post, son más leves comoen Bulimia (pre 1.83, post 0.80),Ineficacia (pre 6.83, post 5.40), Per-feccionismo (pre 7.67, post 6.20),Desconfianza Interpersonal (pre4.67, post 4.60), Miedo a la Madu-rez (pre 7.17, post 6.40) e Impulsivi-dad (pre 8, post 7). Los descensosmás acusados se pueden encontraren la Obsesión por la Delgadez (en

la que se pasa de una media de 13a otra de 9.6), en la escala de Con-ciencia Introceptiva (con una mediainicial de 10.67 para situarse en unamedia postratamiento de 6.8) y enAscetismo (la puntuación pre es7.17 y la post es 3.60). Cabría pen-sar, sin tener el respaldo de un aná-lisis estadístico exhaustivo como yase ha dicho, que ha aumentado la

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Gráfico III

capacidad de las participantes deintrospección para reconocer y res-ponder a sus estados emocionalesde forma correcta. Es muy impor-tante señalar el descenso producidoen Obsesión por la Delgadez, yaque es uno de los factores centralesabordados por el Programa y unacaracterística esencial de los tras-tornos de alimentación.

FASE II: ESCUELA DE PADRESPARA LA DETECCIÓN YPREVENCIÓN DE TRASTORNOSDE ALIMENTACIÓN

Método

La segunda fase de la interven-ción se centra en el trabajo conpadres de adolescentes en riesgo.Se lleva a cabo la “Escuela depadres para la detección y preven-ción de trastornos de alimentación”.Como ya se ha comentado el objeti-vo que fundamenta este trabajo con

padres es doble: un objetivo opera-tivo inmediato y un objetivo teóricoa medio y largo plazo. Por un lado,el objetivo más importante a niveloperativo es convertir a los padresen agentes de prevención y en sucaso, de detección precoz de estostrastornos, dotándoles del conoci-miento necesario acerca de estostrastornos y de las variables asocia-das con ellos. Por otro lado, otro denuestros objetivos es establecer elperfil de conocimientos sobre lostrastornos de alimentación que pre-sentan los grupos de este tipo, decara a diseñar futuras iniciativas deprevención para esta población quese ajusten plenamente a sus necesi-dades y sobre todo poder medir elcambio positivo en actitudes yconocimientos al final de la inter-vención. Para este objetivo se des-arrolló un cuestionario ad-hoc.

El programa se lleva a cabo enocho sesiones de hora y media deduración cada una. Se comienza

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Tabla 6. Puntuaciones medias en el EDI-2 y post programa(puntuaciones directas)

presentando la adolescencia comoetapa de cambio vital positivo, aligual que en la fase I de esta inter-vención, se muestra la adolescenciacomo una etapa en la que se sien-tan las bases de la vida adulta. Estácaracterizada por la aparición decambios en muchas áreas, estoscambios afectan tanto al adolescen-te como a los padres y para ambossupone necesariamente un periodode adaptación y de tránsito en elque el objetivo es minimizar el costeemocional que pueda tener. Portanto trabajamos fomentando laempatía y la comunicación cons-tructiva entre padres e hijos, en estecaso, se entrena a los padres entécnicas de manejo de conflictos ynegociación. Asimismo se presen-tan los trastornos de alimentación;síntomas, características, variablesrelacionadas, y se hace especialhincapié en el desarrollo de los fac-tores de riesgo, diferenciando estosen sociales, personales y familiares.Además se dedica un tiempo impor-tante a promocionar una nutriciónsana y equilibrada. Se analizansituaciones prácticas y cotidianasque ellos mismos proponen, en lasque trabajar los contenidos que seexponen de forma teórica.

Muestra

Como en el caso de los adoles-centes, por la metodología eminen-temente práctica, se trabaja en gru-pos pequeños. A continuación seexponen las características y losresultados de uno de los gruposmás recientes en el que se ha apli-cado el programa.

El programa se ofertó a todos lospadres de las adolescentes selec-cionadas por la Orientadora y lostutores en base a los criterios yamencionados. Asistieron voluntaria-mente y todos ellos manifestabanpreocupación por la posible vulne-rabilidad de sus hijos ante los TCA.Al tratarse de un centro educativosus hijos se encontraban cursandoEnseñanza Secundaria Obligatoria yBachillerato. La muestra final estuvoformada por 10 participantes: 9mujeres y 1 varón. Todos los partici-pantes asistieron con regularidadhasta el final del programa.

Instrumentos

Se elaboró un cuestionario ad-hoc “Cuestionario de Actitudes yConocimientos”, con un total de 35items, para determinar el perfil deactitudes y conocimientos de lospadres sobre las variables asocia-das a los trastornos de alimenta-ción. El cuestionario recoge ítemsde todos los contenidos trabajadosen el programa en cantidad propor-cional al tiempo dedicado a cadauno de esos contenidos, así incluyeítems sobre adolescencia, factoresde riesgo, habilidades sociales,nutrición y trastornos de alimenta-ción. La escala de respuesta alcuestionario es de tipo Likert de 5categorías (de totalmente en des-acuerdo a totalmente de acuerdo).Con esta herramienta pudimosvalorar al final del programa si sehabía producido un cambio positivoen los conocimientos de la muestraacerca de los trastornos de alimen-tación.

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Tabla 3. Relación de ítems del cuestionario de actitudesy conocimientos para padres

Resultados

Presentamos los resultados con elpropósito de mostrar el perfil “típico”de los padres usuarios potencialesde este tipo de programa, dato quenos parece importante para que laelaboración de este tipo de progra-mas responda a la información y acti-tudes de los usuarios reales. El análi-sis cualitativo de los resultados de laevaluación previa al programa indicaque al inicio del mismo la mitad delos padres manifestaron tener dificul-tades para ponerse en el lugar de sushijos adolescentes. Los padresmayoritariamente consideran que loscambios propios de la adolescenciano pasan desapercibidos para sushijos, entienden que estos cambiossuponen para ellos un periodo deadaptación en el que son los princi-pales protagonistas.

La mayoría de los padres (90%) alcomenzar el programa muestran sudesacuerdo en valorar tener buenafigura como elemento principal parala felicidad. En esta misma línea, el70% de los padres muestra su des-acuerdo en valorar como importanteque su hijo sea guapo y tenga “buentipo”. La creencia de que es másfácil tener éxito en la vida teniendobuena imagen es sostenida al iniciodel programa sólo por el 30% de lospadres. Más de la mitad de lospadres (60%) considera que el estiloeducativo permisivo no es positivoen la educación de los hijos.

Al inicio del programa el 40% de lospadres considera positivo inculcar elperfeccionismo en sus hijos. Un 70%reconocen que el tipo de alimentación

puede condicionar la aparición detrastornos de alimentación. La mitadconsidera que seguir dietas estrictases perjudicial para la salud. El 75%reconocen la Anorexia y la Bulimiacomo trastornos de alimentación.Además, la mayoría saben que sontrastornos graves, que pueden finali-zar con la vida de quien los padece.

En resumen podemos decir quelas actitudes y conocimientos departida de la muestra no evidencia-ban ideas erróneas importantes;tanto las actitudes como los conoci-mientos acerca de los trastornos dealimentación y las variables asocia-das, eran bastante ajustados a larealidad. Por ello nuestro programase centra no sólo en dar informa-ción, sino especialmente, como he-mos expuesto en dotarles de estra-tegias efectivas de prevención.

Pero hemos querido, no obstante,mostrarles algunos de los cambiosmás significativos que se producentras la experiencia del programa. Alfinalizar el programa todos lospadres opinan que tener una buenafigura no es el elemento principal dela felicidad. Aumenta también el por-centaje de padres que se muestra endesacuerdo en valorar como impor-tante que su hijo sea guapo y tenga“buen tipo”. Por el contrario se ob-servan descensos en el porcentajede padres que sostienen tanto la cre-encia de que es más fácil tener éxitoen la vida teniendo buena imagen asícomo la consideración de que espositivo inculcar el perfeccionismoen sus hijos. Con respecto a la ali-mentación aumenta entre los padresel conocimiento de que seguir dietasestrictas es perjudicial para la salud.

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Tabla 7. Resultados porcentuales en el Cuestionario de Actitudes yConocimientos por bloques de contenido e ítems seleccionados pre/post

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

El trabajo en prevención en tras-tornos de alimentación no es soloposible sino que se impone comonecesario. Tanto los profesionales dela salud como los ciudadanos de apie sabemos de la existencia y de lagravedad de estos trastornos, portanto ni unos ni otros podemos per-manecer con los ojos cerrados anteesta realidad. Parece que a los pri-meros nos corresponde la responsa-bilidad de poner al servicio de lossegundos las técnicas, conocimien-tos y recursos necesarios para quese conviertan ellos, especialmente sison padres, profesores, entrenado-res… o los propios adolescentes, enagentes activos de la prevención. Esnecesario minimizar entre todos losagentes implicados, los casos quellegan a las clínicas y consultas psi-cológicas con el trastorno fuerte-mente instaurado y con alteracionesfisiológicas importantes. Es necesa-rio trabajar en equipo desde los dis-tintos ámbitos donde se desenvuelvela principal población de riesgo: losadolescentes, así los escenarios másimportantes de prevención serían loscentros educativos y las familias.

Sin embargo, de todos es sabidoque dando tan sólo información deun problema no se consigue nece-sariamente evitarlo. Hay autores queseñalan incluso la posibilidad deque explicar estos trastornos y losriesgos que conllevan podría contri-buir en algunos casos a propagarprecisamente las conductas que sequieren evitar. Por esta razón, losprogramas de prevención han deestar cuidadosamente planificados

y ser realizados por profesionalesexpertos en colaboración con loseducadores habituales en los cole-gios y además, deben ser evalua-dos los resultados tras su imple-mentación.

Los programas de prevencióndeben abordar aspectos como lossiguientes: aceptación del propiocuerpo, desarrollo de intereses yvalores diferentes a los relacionadoscon la estética y la imagen, poten-ciación de una actitud crítica antelas influencias publicitarias y de lasociedad en general a favor deladelgazamiento y de la importanciade la imagen física, promoción deuna alimentación saludable y unoshábitos de vida adecuados, entre-namiento en habilidades sociales yen estrategias de afrontamientoante las dificultades, control y regu-lación de las emociones, gestión deconflictos interpersonales con ami-gos y con los padres.

Somos conscientes no obstantede las limitaciones que programascortos de este tipo tienen comoestrategia de prevención aislada delproyecto educativo global. Accionescomo esta que presentamos deberí-an formar parte del proyecto educa-tivo de los centros escolares yadaptarse progresivamente en suforma y contenidos a las edades delos niños y adolescentes a los quevan destinados.

Son de agradecer trabajos comoel de Stice y Shaw (2004), dondehaciendo un meta-análisis de losprogramas de prevención desarro-llados hasta el momento, arrojan

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datos de los “diseños” más eficacesen cuanto a características comotipo de participantes, edad, sexo,contenidos, etc.

Por nuestra parte, nuestro objeti-vo no ha sido otro que trasmitir unaexperiencia práctica que persigueser reflejo de las directrices marca-

das por la investigación en estaárea. Por ello, seguimos poniendoen marcha estos programas añotras año, tanto con padres comocon los propios adolescentes, incor-porando las mejoras necesarias quese deriven de la puesta en marchasucesiva y la consecuente evalua-ción de los resultados.

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