Los Movimientos Sociales. Touraine a

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    1/24

    Alain Touraine

    REVISTACOLOMBIANADE SOCIOLOgAISSN 0120-159X

    N 27. 2006pp. 255-278

    Los movimientos sociales

    Una nueva propuesta

    Hasta el pensamiento social ms alejado de la idea de lucha de clases tambin hacereferencia a la idea de conflicto. Los liberales ven en todas partes la competencia y lalucha por la supervivencia, otros dan mayor importancia al estado, a las relacionesinternacionales y a la guerra; finalmente, otros insisten sobre los valores de una comu-

    nidad, donde sus opositores necesariamente son desconocidos que amenazan desdeafuera o desde adentro. Pero la eleccin esencial consiste en situar el conflicto en lasfronteras de la sociedad o al contrario, en su corazn, articulando las relaciones socia-les ms fundamentales. Contra la primera orientacin, yo mantengo que el campocultural, la historicidad de una sociedad es el lugar de los conflictos ms importantes.La sociedad es produccin conflictiva de ella misma.

    La idea de conflicto, debe preferirse la de movimiento social. El campo dehistoricidad es el conjunto formado por los actores sociales y por elenjeu1 de susluchas, que es la historicidad de ellas mismas.El movimiento social es la conductacolectiva organizada de un actor luchando contra su adversario por la direccin so-

    cial de la historicidad en una colectividad concreta. No se deben separar jams lasorientaciones culturales y el conflicto social; esto no ha sido posible en las socie-dades pasadas. La separacin del orden social y del orden metasocial siempre ha

    1 N. de T. Trmino central de la teora de Touraine, el enjeu de un juego o una lucha es loque est en juego, aquello por lo que se juega o se lucha; como no hay trmino exacto enespaol que corresponda al francs y al uso que Touraine le da lo hemos traducido, enfuncin del contexto, por apuesta, objetivo.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    2/24

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    3/24

    257

    ALAIN TOURAINE

    interior de sus sociedades aparecen como desintegrados, atropellados o alineados poresta dominacin que viene del exterior. Es cierto que un movimiento popular no es unhroe armado, cabalgando a la cabeza de un ejrcito sobre un campo de batalla en donde

    los adversarios se oponen con armas iguales; tambin es cierto que la dominacin des-compone la capacidad de accin y de organizacin del dominado. Pero debe reconocer-se, en primer lugar, la existencia de una accin orientada por una clase que no es dominadasolamente, sino que participa de un campo histrico, que lucha por el control y lareapropiacin del conocimiento, las inversiones y el modelo cultural que la clase diri-gente ha identificado para sus propios intereses.

    En segundo lugar, las conductas colectivas reconocidas por el pensamiento social dela poca industrial son definidas histrica o naturalmente. Sus sentidos no se encuentranen la sociedad presente pero s en la del porvenir. El movimiento obrero no es solamenteanticapitalista, tambin prepara para una sociedad socialista que suceder a la sociedadcapitalista, y esta sociedad est definida ms por su desenvolvimiento de las fuerzasproductivas que como un proyecto social. No es slo la historia la que debe interpretarla lucha obrera como preparacin de una sociedad socialista, pero aqulla es vista comoun agente poltico que puede dar vida a una sociedad ms acorde con el estado de lasfuerzas de produccin. La separacin de las prcticas sociales y del orden metasocial haubicado al sentido de las grandes luchas a otro nivel diferente al de la accin, haciendoimposible pensar la sociedad en trminos de movimientos sociales. En particular, es

    imposible desde este pensamiento social clsico analizar con sus conceptos la accin delos dominantes y de aquellos que son dominados.Hablar de la burguesa remite a analizar los derechos y la evolucin del sistema

    capitalista, mientras que el estudio de la clase obrera es, por el contrario, una defensamaterial o una rebelin global. Lo que me impresiona, tal como a todos aquellos quehablan de movimiento social, es la torpeza/ligereza de querer implementar esta idea a lasclases dirigentes, al mismo tiempo que a las clases populares. Esto haba sido ya empren-dido por Weber, mas tarde por Schumpeter y por unas historias de la industrializacin;pero es por esta contrariedad que a menudo se otorga la preferencia al estudio del sistemacapitalista sobre el de la accin industrializada y dominadora de la clase dirigente.

    Reconozco que este libro no ser orientado slo hacia el estudio de los movimientospopulares y que ese desequilibro es peligroso.El camino que propongo slo podr serverdaderamente entendido y juzgado cuando hayan sido tambin explicadas las clasesdirigentes. Es decir, cuando se haya reinterpretado en trminos de accin social y enparticular de accin de clases, aquello que se presenta en general como lgica de unsistema y que no recurre a analizar las conductas de los dirigentes que tienen la idea deuna voluntad permanente y soberana de maximizar el beneficio, hiptesis en donde la

    pobreza estalla cuando intenta comprender las polticas econmicas o las lgicas de unempresa.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    4/24

    258

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    Sobre tres puntos esenciales se evidencia la oposicin entre la concepcin de losmovimientos sociales que son presentados aqu y aquella que gua los movimientos deinspiracin marxista.

    - En primer lugar y es el esencial defino los movimientos sociales como unas con-ductas socialmente conflictivas pero tambin culturalmente orientadas y no como lamanifestacin de contradicciones objetivas de un sistema de dominacin. No concibo elmovimiento obrero solamente como un levantamiento de los proletariados pero sicomo un contramodelo a la sociedad industrial inclinada por los trabajadores poseedo-res de la fuerza de trabajo.

    - En segundo lugar, la accin de los movimientos sociales no est dirigida fundamen-talmente frente al Estado y no puede ser identificada con una accin poltica por laconquista del poder; al contrario, es una accin de clases, dirigida contra un adversariopropiamente social. Puede haber convergencia o alianza, jams unificacin entre unmovimiento social y una accin de transformacin del poder del estado.

    - En fin, un movimiento social no puede ser el creador de una sociedad ms modernao avanzada que aquella que combate; l defiende, dentro de un campo cultural e histri-co dado, otra sociedad. Es necesario remplazar el tema de la superacin por el de laalternativa, dado que contradice las ideas evolucionistas que han liderado el pensamientoclsico social.

    Esta primera presentacin de los movimientos sociales puede parecer

    restrictiva.Cmo hacerla corresponder con la mayora de los movimientosreivindicativos, corrientes de opinin, de acciones contestatarias? Es cierto que en unasociedad dada, y en cierto sistema de accin histrica, no existe sino en un grupo/parejaprincipal de movimientos sociales antagonistas; pero estos movimientos sociales se ex-presan en un gran nmero de conflictos particulares o aparentemente menos relaciona-dos con la actividad econmica. Se debe procurar separarlos de otras formas de rechazo,de reivindicacin o de esperanza, sabiendo que existe en toda sociedad un campo propiode movimientos sociales de relacin de clases y de historicidad que se elevan hacia elmovimiento social, un conflicto acerca de las apuestas principales de la sociedad.

    El adversario y el enjeuUn movimiento social no es slo una afirmacin, una intencin; es una doble

    relacin, tiene un adversario y un enjeu. Jams alcanza una integracin perfecta deestos dos componentes y lo ms frecuente es que haya un nivel de proyecto bajo/implcito, es decir, una fiable integracin de su intencin de puesta cultural, de suconflicto con su adversario y de aquello que integra estas dos relaciones, parasaber la representacin que tienen de la dominacin ejercida por su adversario

    sobre elcampo cultural de la lucha. No se puede aceptar tan fcilmente el esquemaque tan a menudo utilizo y que parece puramente descriptivo:

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    5/24

    259

    ALAIN TOURAINE

    Totalidad

    Identidad Oposicin

    El movimiento social se presenta como la combinacin de un principio de identi-dad, un principio de oposicin y un principio de totalidad. Para luchar, no es necesa-rio saber en nombre de quin, contra quin o sobre qu terreno se lucha? Reducir aestas simples ideas el esquema aplica a todas las conductas sociales puesto que todascolocan al actor en una relacin y no hay relacin sin campo social. Aquello quecaracteriza al movimiento social es el enjeu y la historicidad misma, no la decisininstitucional o la norma organizacional en que los actores son los actores histricosdefinidos por sus relaciones conflictivas en la historicidad; es enseguida que la interde-pendencia del enjeu y de los actores es total, marcada en la forma triangular del esque-ma, la cual se da en otros tipos de conductas colectivas. En un sistema poltico los

    actores pueden estar definidos independientemente los unos de los otros, por lo me-nos en cierta medida, como diferentes categoras socio-econmicas que se esfuerzanpor obtener una subvencin de un Estado o un sistema fiscal que les sea favorable y elcampo de sus luchas de influencias est definido independientemente de ellas, por laley o por el Estado. En una organizacin las relaciones de autoridad se ejercen alinterior de normas generales; esto explica el hecho de que a este nivel se vea tentadouno a separar sistemas y actores, estructura y poder.

    Al contrario, no volver a decir que la historicidad y las clases sociales nopueden ser concebidas separadamente. Debe reconocerse en el esquema I-O-Tmucho ms que una descripcin aceptable por todos sin ninguna dificultad. Larelacin del actor con el adversario, dimensin conflictiva del movimiento social,asume un sentido diferente segn se ubique en relacin del actor con el enjeuo alcontrario con la relacin del actor hacia el adversario. En el primer caso, manifies-ta una relacin de produccin en el sentido ms preciso del trmino, relacionesentre trabajadores y clase dirigente; en el segundo es una desventaja marcada porlas relaciones de reproduccin. En otros trminos, esta relacin es a la vez dedirigente a contestataria y de dominante a dominado.

    Que el lector no vea en ella sutilezas intiles; estas palabras que se parecen lasunas a los otras recubren, de hecho, las diversas conductas sociales en donde cada

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    6/24

    260

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    una ocupa un lugar en la historia. Las relaciones de clase tienen una cara de luz yotra de sombra. En la primera se ve el enfrentamiento de clases opuestas por elcontrol de la historicidad, por ejemplo los patrones y los trabajadores por la direc-

    cin de la industrializacin, en la otra, la defensa del pueblo en contra del ordendominante.La relacin del actor con el enjeu no define el objetivo de la accin peros la puesta de una relacin. El enjeupuede ser reconstruido por el anlisis, a partirde la ideologa de los adversarios pero puede tambin ser separado al interior delmovimiento social como aquel que es reconocido como no ideolgico, como exte-rior a la accin social, como el lmite que se impone la ideologa.

    Es as como el movimiento obrero no se conforma con oponer una sociedad detrabajadores a una sociedad de patrones; pretende ser el servidor del progreso, del desa-rrollo de las fuerzas de produccin contra el despilfarro y la irracionalidad del beneficioprivado. El progreso industrial es ms bien el enjeu del conflicto de clases puesto que elpatronato habla tambin en nombre del progreso y del desarrollo de las fuerzas deproduccin y ataca las resistencias obreras a este progreso. La relacin del actor hacia elenjeu es doble. Una clase dirigente se identifica con la historia, a su vez con sus propiosintereses. Un movimiento social popular combate una cultura en tanto que es domina-do por la clase adversaria, pero reconoce tambin contra el dominador la objetividaddel campo en el que lucha. En particular haciendo un llamado a los intelectuales de lasagencias de historicidad. La sociedad industrial ha reconocido el rol de los sabios intrpre-

    tes y experimentadores de las leyes del desarrollo natural. El movimiento obrero cons-tantemente ha hecho llamado a ellos pero de doble manera. A veces defiende una cienciaal servicio del pueblo; a veces, por el contrario, el objetivo es defender la independenciade la ciencia contra el espritu capitalista y la brutalidad del beneficio.

    Si la relacin del actor con el enjeu se asla de su relacin con su adversario, estaapuesta no est ms definida socialmente en trminos de modernizacin. Alberto Melucciha criticado esta nocin que quita toda importancia a las luchas sociales. La lucha esconducida en nombre del progreso contra la tradicin, del universalismo contra elparticularismo y viene de la clase dirigente o de la clase popular; llega a ser socialmenteindeterminada. Pero no se debe en nombre de esta crtica, olvidar que las luchas socia-les han estado asociadas a menudo a los combates por la modernizacin, es decir, porla ampliacin de la participacin social. El movimiento de mujeres es antes que nadamodernizador; su voluntad de conquistar ms iniciativas y ms derechos para las mu-jeres es la tendencia central a partir de la cual se sitan las tendencias ms cercanas a laideologa de la clase dirigente y de otras, ms contestatarias y preocupadas por unirse aotros movimientos sociales.

    La relacin del adversario con el enjeu es en ella misma exterior al actor pero

    tambin le concierne, ya que ella indica la dominacin a la cual es sometida. Unmovimiento social reducido a este componente se limitara a la denuncia del orden

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    7/24

    261

    ALAIN TOURAINE

    dominante. Esto le otorgara al actor una definicin no social, en trminos de nece-sidades orgnicas o de principios morales, de subsistencia o de libertad. En un mo-vimiento ms completo es donde nace aquello que es negativo, el rechazo del orden

    o de la crisis, el deseo de la liberacin y sobre todo el movimiento revolucionario.Lo llamo negativo porque la afirmacin de un proyecto es remplazada aqu por lalucha contra el obstculo, convertido en no ms que un adversario, privilegiadoms que beneficiado. No existe movimiento social sin esta dimensin negativa; noexiste tampoco movimiento que se reduzca a sta. Una pura fuerza de destruccindel orden no puede ms que abrir el camino a una nueva clase dirigente o a un nuevopoder del Estado. Contrariamente, un movimiento sin fuerza de negacin se reducerpidamente a un conflicto institucionalizado, a una lucha de influencia entre gru-pos de inters al interior de un sistema de representacin poltica.

    Un movimiento social no puede ser jams definido por un objetivo o un prin-cipio. Este no es ms que la unin de estos tres componentes, juntos inestables,jams completamente coherentes y casi siempre mezclados a otros modos de ac-cin colectiva. Esto lo opone al desordenviolento sobre el cual Gary Marx hamostrado que no reposaba ni sobre una creencia colectiva ni sobre unos objetivosprcticos, sino que responda ms a una crisis de mecanismos de control social yen particular, de fuerzas de represin.

    Los tumultos o levantamientos pueden inscribirse en un movimiento social, pero se

    debe, ante todo, oponerlos a ste, que est siempre normativamente orientado y ubica-do en una relacin social real.Es ms difcil oponer movimiento social y revolucin, pero estas nociones han sido

    confundidas durante mucho tiempo, por lo que su diferenciacin resulta necesaria. Unmovimiento social no puede ser definido como el agente de un cambio bloqueado. Else sita al interior de un sistema social en donde cuestiona las fuerzas dominantes y susapoyos polticos o culturales. Como lo veremos, los movimientos sociales estn asocia-dos a las prcticas de lucha, a las formas del cambio social; pero su definicin selevanta sobre el anlisis del funcionamiento de las sociedades, no del conocimiento desus modos de desarrollo.

    Luchas

    Estas tres dimensiones de los movimientos (I-O, O-T, I-T) estn integradas lasunas con las otras e igualmente decimos que el nivel del proyecto de un movimien-to es mayor. Cuando el movimiento acta efectivamente segn la formula I-O-T,su capacidad de accin histrica es ms fuerte. Si al contrario, los tres componen-

    tes son separados: I, O, T su capacidad de accin es dbil, lo cual no quiere decirque este movimiento sea poco importante. El puede jugar en un momento dado

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    8/24

    262

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    un rol decisivo, pero es probable que ese rol sea limitado a una conjetura precisay por consecuencia, al movimiento fuertemente heternimo con relacin a agen-tes polticos, ideolgicos o a otro movimiento social. Un movimiento de nivel

    elevado es aquel que integra unas reivindicaciones organizacionales y unas pre-siones institucionales. Es aquel tambin el que hace triunfar la accin afirmativade clase sobre la accin critica de destruccin del orden en crisis.

    Un movimiento social no interviene solo y no est jams separado completamentede reivindicaciones y de presiones, de crisis y de rupturas que dan nacimiento a unostipos diferentes de luchas.Yo llamo luchas a todas las formas de accin conflictivas organizadasy conducidas por un actor colectivocontra un adversario por el control de un campo social.Unmovimiento social es el tipo particular de lucha ms importante. Una lucha slo puedeser reconocida como tal si responde a cuatro condiciones principales. En primera ins-tancia, sta debe ser conducida en nombre de una poblacinparticular. Existen unasluchas obreras o campesinas pero tambin unas luchas de consumidores o de habitan-tes de un barrio. Unos movimientos de ideas o de opiniones, un movimiento religiosoo unos movimientos de tolerancia, aunque todos importantes, no pueden servir direc-tamente de objeto para nuestra reflexin. En segundo lugar, estas luchas deben estarorganizadas y no pueden existir solamente al nivel de la opinin, puesto que es necesarioque exista cierta organizacin para que el conflicto se precise y para que el movimientoalcance cierta integracin. En tercer lugar, se debe combatir un adversario que pueda

    estar representado por ungrupo social,aun si como a menudo sucede, el adversario esdefinido en trminos ms abstractos: el capitalismo o el Estado.La ausencia de un adversario preciso reduce la lucha a una corriente modernizadora

    o antimodernizadora. El movimiento de mujeres, fuertemente marcado por su tenden-cia modernizadora, opuesto a tradiciones o principios, ha buscado definir su adversa-rio, oponiendo las mujeres a las no mujeres, es decir a los hombres. El xito de estaempresa est en liderar su importancia como lucha y, con ms razn, como movimien-to social. En fin, el conflicto con el adversario no debe estar especificado; ste debe serun problema social que concierna al conjunto de la sociedad; que separe una lucha deaccin de un grupo de presin en donde los objetivos son ms limitados. Ningunacategora social es natural e indefinidamente portadora de luchas o de movimientossociales. Uno de los temas ms ricos de la investigacin sociolgica es la emergencia denuevos actores ya sea a partir de corrientes de opinin, innovaciones modernizadoraso problemas sectoriales ms limitados.

    Es necesario clasificar las luchas a partir de los principios de anlisis ya dados. Porun lado, la distincin hecha entre los tres principales sistemas de accin: la historicidad,las instituciones y las organizaciones, y por otro lado, la oposicin entre las luchas

    afirmativas que buscan aumentar el dominio sobre un campo, y las luchas criticasde defensa contra una dominacin no legitimada por la sociedad en crisis.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    9/24

    263

    ALAIN TOURAINE

    Luchas afirmativas nivel de la historicidad: Movimiento social

    Este tipo de lucha es el centro de nuestras preocupaciones. Ha sido ya analizado y

    puede ser representado as:

    T

    I

    I OO

    Los dos actores (I e I) son cada uno un adversario para el otro (O y O) sin quenecesariamente coincida la definicin del actor por s mismo con aquella que su adver-sario le otorga. Los actores tienen en comn la puesta (T) de su conflicto.

    Luchas afirmativas nivel institucional: presiones institucionales o pol-ticas.

    El actor busca obtener su influencia sobre la toma de decisin en los lmites defini-dos por las orientaciones culturales de la historicidad y por una dominacin de clase.Esta lucha se sita al interior de instituciones y de procesos considerados como legti-mos, pero como toda estrategia no excluye el recurso de la fuerza. Los esfuerzos de lossindicatos de hacerse reconocer, para participar en las discusiones y otras decisiones enlos mbitos que afectan las condiciones de trabajo relevantes de estas luchas, formanun tipo de sindicalismo que yo nombre sindicalismo de control. ste no incluye elrecurso de la huelga o las diversas rdenes de presin que responden a la direccin dela empresa ejercida con los medios ms considerables sobre los trabajadores. Se puederepresentar as la presin institucional: el actor, su adversario. Se disputan la influenciapor obtener una decisin institucional.

    IO

    T

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    10/24

    264

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    El hecho de que las flechas salgan en parte del campo institucional recuerda quelos actores no se sitan completamente al interior del mismo pero su accin apuntaa modificar las decisiones que ah son tomadas. El sindicalismo obrero, despus de

    haber sido el movimiento social de la sociedad industrial, tiende en la mayor partede pases industrializados a limitarse a esta presin institucional. Es sobre todo cier-to que en los pases socio-demcratas, la participacin de sindicatos en las decisionesha sido organizada despus de mucho tiempo. Por tanto, existen mezclados a estasformas institucionalizadas de conflicto una conciencia de clase que intima fuerte-mente en el corazn de la produccin industrial as como otros tipos de luchas. Lapresin institucional que privilegia un nivel intermedio de accin colectiva y delsistema social es, en efecto, constantemente desbordada, de un lado por unas reivin-dicaciones ms inmediatas y por otro lado, por una accin de clase.

    Luchas afirmativas nivel organizacional: reivindicaciones

    Luchas por el mejoramiento de la posicin relativa del actor al interior de una orga-nizacin jerarquizada que lucha contra la autoridad. Los actores se sitan aqu al inte-rior de la organizacin. Ellos luchan por un mejor salario, unas condiciones de trabajomenos duras, un cambio en las formas de mando. Recordemos una vez ms que una

    reivindicacin concreta en una fbrica puede producir otras formas de lucha ms queuna accin reivindicativa. Esto justifica a la vez el rol de los sindicalistas que hacensubir las reivindicaciones hasta el nivel de la presin institucional y del movimientosocial y sociolgico que busca separar los componentes de un hecho histrico comouna huelga. La reivindicacin es representada por el siguiente esquema:

    OT

    I

    El esquema recuerda que toda organizacin figura aqu por el circulo T, que reposasobre un sistema de autoridad y que toda reivindicacin apunta a modificar la posi-cin relativa del actor (I) sobre una escala jerrquica generada por los dirigentes (O).

    Aquellos que reclaman la igualdad de derechos, de oportunidades o de remuneracio-nes por una categora considerada como un privilegio o vctima de una discrimina-

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    11/24

    265

    ALAIN TOURAINE

    cin no ven ms all de este nivel reivindicativo, aun si ellos defienden su causa con lamayor combatividad. Al contrario, ningn movimiento social se construye solidamentesi ste no reposa sobre una larga base reivindicativa a la cual l deja una gran autono-

    ma, al mismo tiempo en que el busca elevarse a un nivel mas alto de contestacin.

    Luchas crticas nivel organizacional conductas de crisis

    Restando todo al mismo nivel de las reivindicaciones, estas luchas son de una natu-raleza bien diferente. Ellas no apuntan ms que a mejorar la posicin relativa del actoren una unin pero a la defensa contra una crisis, por ejemplo, contra el desempleo ocontra cambios que amenazan las antiguas formas de organizacin social y cultural;por ejemplo despus de la incursin de nuevas formas de actividad econmica o nue-vas creencias. Una conducta de crisis no puede ser negativa; ella no concibe una nuevaorganizacin social, ella busca restablecer aquella que ya sido quebrantada, ya sea enlas actividades econmicas o en las normas sociales de funcionamiento, en las creen-cias y sus representaciones. El adversario es entonces aquel que separa al actor (I) de laorganizacin (T); l es un obstculo (O) ms que un enemigo; esto puede ser represen-tado as:

    O

    TI

    Luchas crticas nivel institucional: conductas de bloqueo

    Estas luchas son la contraparte de presiones institucionales. A menudo las unas ylas otras se orientan hacia la misma lucha. En una huelga en general, interviene ms elrecurso de la fuerza porque el actor no puede obtener un mejor acceso a la deci-sin en el marco de las instituciones existentes. En la movilizacin efectuada esnecesario utilizar expresiones militares para sealar que la accin no se ubica al

    interior de un campo de accin social.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    12/24

    266

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    Como en el caso precedente esta accin crtica apunta menos a transformar unsistema social, aqu es el sistema poltico que remplaza un vaco. En las sociedadesdependientes, los movimientos populares han sido en gran medida expresiones ejer-

    cidas por o para los marginados; los excluyen de participar en el sistema de deci-sin poltica. Participacin que es entonces concebida como un fin y no como unmedio al servicio, por ejemplo, de una lucha de clase. Accin puramente polticaque puede ser violenta como las conductas de crisis. Esto se opone a la orientacininstrumental de las presiones institucionales y reivindicaciones organizacionales.

    Charles Tilly ha hecho un anlisis general de la violencia poltica explicando lalucha de ciertos grupos sociales por adquirir o no perder un lugar en el sistema polti-co. Seala tambin la relacin entre la violencia y aquello que yo llamo la presininstitucional. La violencia toma unas formas limitadas en la situacin de bloqueo, esdecir del cierre limitado del sistema institucional. Si este es enteramente cerrado, comouna sociedad autocrtica, las luchas sern coaccionadas para subir inmediatamente alnivel ms elevado o, por el contrario, para disolver implcitamente el cuerpo de larepresin. Este tipo de lucha puede ser representada de la siguiente manera:

    O

    T

    I

    El actor (I) no puede acceder al campo de decisin (T); este es ocupado por el adver-sario (O), quien vigila las puertas. El actor est en lucha directa contra su adversario perobusca forzar la entrada de una institucin pues l no pone en tela de juicio la legitimidad.

    Luchas crticas nivel de la historicidad: accin revolucionaria

    A menudo llamo acciones crticas alas luchas enfocadas contra una privacin yacciones crticas revolucionarias las que se levantan contra una dominacin que no est

    asociada a una accin dirigente de la clase superior, que se opone a la historicidad y ladestruye. Estamos tentados a aadir que esta accin crtica se ejerce contra el Estado,

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    13/24

    267

    ALAIN TOURAINE

    contra el despotismo y la autocracia ms que contra una clase dirigente; desplazamien-to de una extrema importancia histrica que vamos a analizar en el prximo captulo;pero no debemos olvidar que la accin revolucionaria es la destruccin de una domi-

    nacin de clase y no solamente el ataque contra un poder del Estado, aun si ella seasocia fcilmente a la conquista del poder del mismo. Tal accin revolucionaria sloexiste si pone en tela de juicio la dominacin de la clase en nombre de una reapropiacincomunitaria de todas las formas de produccin de la sociedad.

    Pues como en los dos casos precedentes esta accin crtica apunta a restauraruna colectividad. Aspecto que se ve sobre todo en los pases colonizados o depen-dientes. Ellos viven bajo una doble dominacin, puesto que la dependencia man-tiene o refuerza una clase dominante nacional que mantiene privilegios arcaicos.La lucha contra esta dominacin tiene como objetivo principal la independencia,la liberacin del subdesarrollo y de la dependencia, pero ser falso dar a este obje-tivo un contenido nacional; este cambio de lucha de clase dirigido contra unaoligarqua esta ligado a intereses externos. Esta lucha contra una dominacin propia-mente social, contra una oligarqua, impide que se d una separacin completa entreun movimiento social y la accin revolucionaria, aun si son bien diferentes los unosa las otros. Estas son las dos caras de la lucha de clases y slo su mezcla crea lasgrandes luchas histricas. Una conciencia de clase absolutamente afirmativa corre elriesgo de deteriorarse en presin institucional y en reivindicaciones organizacionales,

    como lo muestra la historia del sindicalismo. Al contrario, una accin revoluciona-ria pura tiende a no ser ms que una forma de sacudida sin proyecto social o aun elpeldao de un nuevo Estado o de una nueva clase dirigente.

    O T

    I

    Esto quiere decir que la accin revolucionaria conducida por el actor (I) des-truye un orden social enteramente enfermo o una dominacin de clase (O) yapunta a crear un nuevo orden (T) enteramente orientado por su accin de cla-se; este objetivo no es ms queel enjeupara los adversarios: salimos completa-

    mente aqu de un campo de relacin y de movimientos sociales; esto expresaclaramente el tema de la dictadura del proletariado.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    14/24

    268

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    La ruptura de las relaciones de clases y su reemplazo por la antinomia del ordeny de la exclusin, del privilegio y de la miseria conduce a la oposicin de dos totali-dades en el conflicto maniqueo de la sociedad burguesa y proletaria; esto se convier-

    te en choque entre la no sociedad burguesa reducida a la reproduccin de privilegiosy la no sociedad proletaria, posrevolucionaria, vaca y remplazada por un agentepoderoso de transformacin histrica, Estado-partido que no conserva sino en sudoctrina la marca de su origen revolucionario. Las luchas sociales, a diferencia de lasposiciones polticas, no pueden ser ubicadas como fantasmas, yendo, por ejemplo,de la derecha a la izquierda.

    Oponer la actitud reformadora a la actitud revolucionaria es ms peligroso que til;es un lazo de luchas sociales en trminos puramente polticos. Se debe, al contrario,oponer controversia y ruptura, proyecto positivo y accin crtica, como las dos caras delas luchas y no como dos grados de radicalidad. Las luchas afirmativas asocian moder-nizacin cultural y conflicto social; stas hacen parte de las relaciones sociales de todoslos rdenes y defienden los derechos de un sujeto. Aquellos que hablan de democraciade base y de autogestin, que insisten sobre la independencia de los actores socialesconcretos y que otorgan a su accin los fundamentos morales estn del lado de losmovimientos afirmativos. Lo contrario a aquellos que luchan para liberarse de lo inso-portable, para colocar fin a un escndalo, al mismo tiempo que quiere romper unpoder, aceptando que su accin sea precisa en el cambio y dirigida por los agentes

    polticos, hasta los militares. Adems, ellos atacan los poderes de un Estado sobre unaforma ms o menos extrema; ellos se agitan al nivel de la cultura y de las formaselementales de las relaciones sociales: la autoridad, la influencia.

    Un proyecto afirmativo de transformacin tiende a veces a degradarse en la revoca-cin o adaptacin del poder combatido; una lucha crtica hace la rebelin o la ruptura,evita esta debilidad pero pone en riesgo el servir a la formacin de un nuevo poder y ala agravacin de la distancia entre los dominantes y los dominados. En muchas situa-ciones las dos orientaciones de las luchas sociales estn mezcladas pero jams se con-funden, lo mismo para los tres niveles presentes en cada una de ellas. Los debates entresocio-demcratas alemanes, austriacos y rusos antes de 1914 haban sido dominadospor la oposicin de la accin parlamentaria y de la lucha revolucionaria y adems de lamasa y del partido. La sucesin de los acuerdos y de las rupturas entre partidos dederecha que Francia ha conocido de 1972 a 1977, demuestran la oposicin profundaentre dos ordenes de luchas y de la dificultad de combinarlos slidamente en unaconjetura que llama a la vez a la modernizacin, a la transformacin y a la ruptura.

    Esta clasificacin de las luchas apunta, ms o menos, a separar las formas queaparecen en el Estado puro que ha aclarado las condiciones de formacin de los movi-

    mientos sociales, sntesis inestable de la accin de clase y de ruptura revoluciona-ria, de presin institucional y de rebelin contra la crisis. Tal anlisis puede chocar

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    15/24

    269

    ALAIN TOURAINE

    la sensibilidad de los actores, pues la ideologa construye una imagen simple, fuer-temente integrada, de la lucha que ellos orientan, pero no encuentra en su voz a lasociologa, pues se ha alejado de las ideologas.

    Esta multiplicidad de sentidos de lucha no debilita al actor: una accin de clase nose sita nunca enteramente a su propio nivel, ella no alcanza a ser en s misma sinocoloca en cambio reivindicaciones y presiones, aquello que supone que una accinorganizada, de dirigentes y de ideologas, interviene para hacer salir los problemasgenerales de las reivindicaciones particulares. Pero esta maquina tiende constantemen-te a convertirse en poder, un contra Estado, preparando un orden que el constituye alinterior del movimiento, que se convierte en parte armado y finalmente terror.

    En esta interdependencia de las formas de accin histrica, las ms opuestas explicanla importancia central de una reflexin sobre la violencia en el anlisis de los movimien-tos sociales. Nada es ms opuesto que el proyecto de un movimiento y la violencia queimpone una dominacin o las contradicciones de un orden social. En la historia delmovimiento obrero el sindicalismo como asociacin voluntaria, como proyecto poltico ysocial ha sido construido y sobre todo animado por los obreros cualificados, productoresy trabajadores que hablan en nombre del trabajo y del progreso contra el capitalismo, susopciones racionales al mismo tiempo injustas, la crisis y el paro de los cuales se nutre.Pero la accin obrera ha sido portadora de paros, por los manejosque estaban ms en losproletarios y los explotados que en los obreros y los compaeros. Menos capaces de

    organizarse ellos han formado, por tanto, la gran fuerza de los sindicatos en la pocamoderna, sin una accin positiva de clase y una accin negativa, ms dirigida sobre laintervencin poltica, sin alcanzar jams la unificacin completamente.

    El rol de la violencia es la base de un movimiento obrero, todava ms en los movi-mientos en lucha como un Estado desptico o contra una dominacin exterior. Lasrevoluciones son raramente hechas contra las clases dirigentes; ellas apuntan a comba-tir un poder de Estado desptico, difcil al cambio, en donde tienen que liberarse deuna dominacin militar y econmica extranjera. Esta forma de violencia es tantoms presente a medida que las relaciones de clase son ms dbiles, las instituciones sonms bloqueadas y la organizacin social est ms bien en crisis. Ella no es la simpleexpresin de tal crisis pero manifiesta la degradacin de un movimiento social que nose llega a constituir en tales situaciones y pues, la intencin de una puesta cultural, elproyecto, es remplazado por el deseo de poner fin a la ausencia de l enjeu y a la clausurapor el Estado del campo de las relaciones sociales. Ella es ambigua: es un llamadoa un movimiento social y muchas veces ayuda a formarse pero no puede conver-tirse en simple terrorismo, conducta extrema en crisis, en donde la aparicin esms probable cuando el actor no ocupa una posicin clara en las relaciones de

    clase y se define al contrario por su oposicin al Estado.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    16/24

    270

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    Por esto el terrorismo que ha jugado un rol muy restrictivo en el movimientoobrero es igual de importante en los movimientos nacionalistas. Debido a que seopone al Estado nacional o extranjero, no puede llegar ms all de la cabeza de

    Estado, de la violencia puramente poltica, pues l no est situado en las relaciones declases. En la violencia la gente tiene la imagen, la ms positiva y aquella que opone unpueblo a un Estado, porque ella es la ms asociada a un movimiento social, real ovirtual. Violencia revolucionaria del pueblo invadiendo los palacios, invirtiendo lasinstituciones al servicio de la clase dirigente o de la autocracia. Violencia que puede sermilitar, como los soldados en el ao II y de la campaa de Italia o aquella de la armadaroja de Trotsky. Cada una saba que Bonaparte lleg a ser Napolen y que Trostskyfue tambin partidario de atropellar las revueltas de Cronstadt: la violencia revolucio-naria est cerca del terror jacobino o del totalitarismo comunista. Pero frente a esto,nadie est tentado a olvidar, no impedirle a los ms nombrados- pues yo- estoy fasci-nado por los mas grandes fuegos de la historia, por esos momentos en donde el movi-miento social y la crisis revolucionaria se confunden antes de ser reducidas a las cenizaspor un poder absoluto. Nada es ms lejano de un movimiento social que la guerra ypor tanto, las ms grandes guerras han tenido su cambio de movimiento social; es poresta razn que ellas han sido mas extremas que los manejos estratgicos del siglo XVIII.

    Yo escribo en un pas que ha dejado de ser una gran potencia despus de haber sidouno de los elementos centrales del sistema de relaciones internacionales: un pas que

    olvida rpido el rol que el Estado y las guerras jugaron en su historia y que esttentado aun ms, si no se da cuenta de ello, por una imagen puramente civil de losmovimientos sociales, aunque el partido comunista sea en todo sentido una fuerzacreada y organizada por la revolucin y la guerra social. Es importante recordar que lasombra como la claridad, el proyecto pero tambin la ruptura, la esperanza y la rebe-lin, la guerra tanto como la libertad son los hijos de la historicidad. Que estas pala-bras sean dbiles por saciar las formidables realidades histricas que ellas designan!Pero a lo cual, construir hasta en detalle una escala de la lectura de los movimientossociales y revolucionarios.

    Una sociedad, un movimientoLa diversidad de luchas es grande, tanto que cada tipo de sociedad est animada por

    un solo movimiento social para cada clase social. A un sistema de accin histricacorresponde una relacin de clases principal y por consecuencia una pareja demovimientos sociales antagonistas. El sistema de accin histrica es el enjeu msdirecto de su conflicto. Movimiento social y lucha de clases son unas expresionessinnimas; la primera ser slo utilizada aqu, pues hablar de lucha de clases pare-

    ce indicar que unas clases definidas objetivamente entran en lucha para defenderunos intereses contradictorios. Hablar de movimiento social afirma, por el con-

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    17/24

    271

    ALAIN TOURAINE

    trario, que no existen relaciones de clase separables de la accin histrica de susorientaciones culturales como el conflicto social en donde ella esta ubicada.

    Me llegar a menudo el deseo de hablar de movimientos sociales o del movi-

    miento estudiantil, del movimiento occitano, o de movimientos de mujeres. Esdifcil, en efecto, rehusar las expresiones tambin corrientes; pero ellas no sonaceptables si uno no olvida los usos que ellas portan. La hiptesis del movimientosocial popular de sociedades programa se manifiesta en las luchas de los estudian-tes, de los occitanos o de mujeres. Pues la unicidad del movimiento social de cadaclase tiene por complemento su fragmentacin entre las diversas luchas. Nosotrosolvidamos a veces hablando del movimiento obrero que ha estado de la mismamanera presente en los sindicatos, en los partidos, las cooperativas, las mutualida-des, las municipalidades, las asociaciones culturales. La unidad del movimientoobrero no puede ser confundida con la existencia, siempre irreal, de una organiza-cin que englobara todos los aspectos de la accin obrera. Ella irrumpe sobre doscontrasentidos posibles en la concepcin de los movimientos sociales.

    1.Un movimiento social no es un fenmeno marginal o de conflicto extremo. Es ciertoque se manifiesta, sobre todo al comienzo de su historia, por rupturas ycontroversias fundamentales. Pero nada ser ms falso que reducir estoscomportamientos. Los movimientos sociales son la trama de la vida social

    asociados a las orientaciones de la historicidad; producen las prcticas so-ciales a travs de las instituciones, la organizacin social y cultural. En lasociedad industrial, el movimiento obrero es de los maestros de empresas,es decir, los actores del conflicto industrial son los actores histricos a par-tir de los cuales se debe comprender la unin de la sociedad. Las investiga-ciones de este artculo quieren aportar una respuesta a la pregunta: Cul esel movimiento social que ocupara en la sociedad posindustrial el rol centralque fue del movimiento obrero en la sociedad industrial y de aquel movi-miento de las libertades cvicas en la sociedad comercial?

    Otras investigaciones debern estudiar rpidamente el movimientotecnocrtico que ha tomado la ubicacin del movimiento de industrias yque como l, toma unas formas muy diferentes segn la ubicacin del mis-mo en un pas comunista o en un rgimen nacionalista.Si no se considera ms una sociedad pero s una formacin social, sepueden evidentemente encontrar all muchos movimientos sociales,correspondiendo cada uno a unos sistemas de accin histrica, pues lacombinacin constituye la formacin social. Todava es posible que

    slo el movimiento social correspondiente al sistema de accin hist-rica dominante pueda ser fuertemente constituido. l o los otros son

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    18/24

    272

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    manejados sea sobre la institucionalizacin, sea al contrario sobre lasconductas de crisis o de bloqueo.2. Otro error ser creer que los movimientos sociales son en su defini-

    cin misma los agentes del cambio histrico, las fuerzas de transforma-cin del presente y de construccin del porvenir. Interpretacin portanto ms tentadora y tanto ms peligrosa que ella se justifica a veceshaciendo un llamado al concepto de historicidad interpretado como laproduccin del porvenir, puede ser la misma una programacin generaldel cambio social. Tal uso de los conceptos de historicidad y de movi-miento social es completamente contrario a aqul que yo he hecho des-pus de numerosos aos y que no han variado. Insist fuertemente sobrela necesidad deseparar el anlisis sincrnico y el anlisis diacrnico, aquelde funcionamiento y de cambio, quitando todo evolucionismo. Unasociedad que posee una fuerte capacidad de intervencin sobre ella mis-ma debe estar seguramente en trminos de movimientos ms que deorden, pero ella constituye, como los otros tipos de sociedad histrica,un sistema de accin histrica particular y nada permite afirmar queeste sistema no ser remplazado por otro. Un movimiento social seubica al interior del campo de historicidad pues l est al interior de losactores principales. Nace y muere con la sociedad de la cual hace parte.

    Nada es ms vano que las grandes visiones evolucionistas que siguen lasubida de los trabajadores, aquellas de felicidad o de progresin delnivel de vida despus de la antigedad ms remota. Los movimientossociales de diversas sociedades pueden ser analizados a la idea de losmismos conceptos pero su contenido es diferente. Nosotros tuvimos lapena de reconocer en el momento, un movimiento social en la decaden-cia con el tipo de sociedad en donde l hace parte, pero guarda an unaimportancia poltica muy superior a aqullas de las primeras formas,contradictorias e inestables del nuevo movimiento social.

    Por encima y por debajo de los movimientos socialesEs necesario abrir ampliamente las investigaciones sobre los movimientos sociales

    y ms concretamente sobre las luchas. Estas ltimas se sitan en los diversos sistemasde accin, campo de historicidad, sistema institucional y organizacin, ms sobresu cara de luz que sobre su cara de sombra. Pero un movimiento social desbordasus lmites. De un lado, l se eleva hasta las orientaciones culturales de la sociedad;tan alto que a veces se separa de todo conflicto social; del otro, desciende profun-

    damente en las situaciones de crisis que a veces se descomponen y se pierden en lamarginalidad.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    19/24

    273

    ALAIN TOURAINE

    1. El movimiento social puede penetrar en el corazn de la historicidad; ade-ms, ste jams se separa enteramente de los conflictos de clases ni se ubica porencima de las relaciones sociales. El movimiento social parece entonces confun-

    dirse con una corriente modernizadora, crtica de tradiciones que han perdido surazn de ser. Lo que separa es que l combate una dominacin y por consecuen-cia, se sita notablemente en el campo de las relaciones sociales.

    Los movimientos culturales anuncian la aparicin de nuevos movimientos so-ciales, ellos no combaten directamente un adversario de clase, evitan convertirseen un simple terreno de aplicacin para otros movimientos sociales. Pero comba-tiendo all las formas arcaicas de dominacin social que son cristalizadas en laconciencia colectiva, Ellos debilitan a la clase dirigente que jams es independientedel bloque dominante. Pero una clase dirigente ascendente ataca tambin al pasa-do para sentar mejor su poder y su apoyo, de la misma manera sobre las corrienteso sobre los intelectuales modernizadores. De ah la ambigedad de estos movi-mientos culturales. Estos son orientados ms por la lite dirigente, salones dearistocracia o medios intelectuales, pero estos se alimentan tambin de las reivin-dicaciones populares, dirigidas contra los dobles puntos de dominacin de clase yde la transmisin de una herencia de desigualdades y de privilegios.

    Los movimientos culturales son inestables; ellos se dividen rpido. De un lado,una tendencia modernizadora que no escapa a la lite dirigente que se refugia en

    una crtica intelectual de puerta restringida; del otro, una tendencia contestataria,revolucionaria, puesto que ella lucha a la vez contra la muerte y contra lo vivo dela dominacin social. Frente a estos movimientos culturales progresistas se si-tan aquellos que, como todas las acciones crticas, luchan contra una crisis ybuscan restablecer los valores. Los modelos culturales del pasado flotan en nues-tra sociedad sin encontrar la expresin social directa. Ellos pueden ser comprendi-dos por grupos nostlgicos que querrn re encontrar la unidad de una civilizacinperdida, que sea la idea de Dios o del progreso; ellos son ms a menudoreinterpretados por los nuevos movimientos sociales y sobre todo por las accio-nes crticas, vidas de reencontrar un principio que remplace el vaco creado porla crisis. Es as como las conductas de crisis son reinterpretadas en Francia, enparticular en las clases medias, en trminos religiosos, esto da nacimiento a losmovimientos comunitarios mezclados y tiene un compromiso poltico ms cercade la espera escatolgica que de la estrategia y de la negociacin.

    Los movimientos culturales tienden a ocupar en la sociedad programada ellugar central que haban tenido los movimientos sociales en una sociedad indus-trial. Esto le da a la contracultura una gran importancia en la sociedad posindustrial

    sin buscar confundir, por tanto, movimiento cultural y lucha contracultural. Esta

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    20/24

    274

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    opone globalmente dos culturas, en donde la una se define por el rechazo de losprincipios de la cultura dominante.

    Al contrario, un movimiento cultural conlleva l mismo una oposicin social,

    es decir ligada a las relaciones de dominacin, que otorgan dos expresiones opues-tas a la misma accin general de transformacin cultural. Los ejemplos ms im-portantes hoy en las sociedades industrializadas son aquellos relacionados con elmovimiento de mujeres y el movimiento ecolgico. El movimiento de mujeres,en todas sus formas luchan contra la dependencia y la naturalizacin de la mu-jer, identificada con sus funciones de reproduccin y de transmisin cultural.Pero el feminismo ya sea moderado o radical busca obtener la igualdad de cam-bios para las mujeres y eliminar la referencia de gnero de la mayora de lasactividades sociales, en particular cvicas y profesionales, mientras que el movi-miento de mujeres (pero los americanos hablan aqu defeminismo para oponerseawomans liberation movement)concentra su lucha sobre la dependencia de lamujer a la consideracin del hombre, en nombre de la especifidad biocultural queno constituye de ningn modo, un nuevo llamado a la naturaleza femenina, endonde la defensa ha estado asociada a un movimiento contracultural lesbiano.

    Del lado de los ecologistas, el llamado a los deberes del hombre est frente a lanaturaleza, pensada como entorno, se opone a la defensa de los derechos de lanaturaleza que apunta a remplazar el humanismo clsico por un naturocentrismo

    que puede convertirse en una contra- cultura. En los dos casos se oponen lastentativas para re-pensar el sujeto humano en las relaciones con sus componentesnaturales y los anlisis que desconfan del llamado del sujeto y de la libertad delbeneficio de las leyes de la naturaleza o de la sociedad.

    Esta dualidad de orientacin interna pertenece a la definicin misma de losmovimientos culturales que combinan, tanto de otro modo los movimientos so-ciales, la unidad cultural y un principio de conflictualidad.

    2. Al extremo opuesto de los movimientos culturales, los fragmentos de movi-miento social descienden mas bajo que la crisis organizacional, all donde se di-funde la violencia y el conflicto. La frontera jams es ntida entre los movimientoscontestatarios y las conductas de rechazo o de rebelin debajo del proletariado. Esms difcil an situar el entorno de este rechazo o de esta rebelin alhperconformismo de la marginazacin, que vuela para alcanzar los objetos deconsumo que la sociedad le propone, rechazando todo los medios consideradoscomo legtimos de adquirir. Ambigedad por ejemplo, las rebeliones de prostitu-tas, encerradas en el desprecio y la represin pero tambin fascinadas por el dine-ro. En esta penumbra, se divisa casi siempre, del lado del anlisis, hablar con

    buena conciencia de desviar aquello que de manera mas religiosa que social opoltica, encuentran en la cada, la marca de lo sagrado y de la gracia. Nada es ms

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    21/24

    275

    ALAIN TOURAINE

    alejado de la contestacin y de la voluntad de transformacin social que las con-ductas provocadas por la ruptura de las relaciones sociales, el rechazo o el abando-no. Pero en toda lucha social se presenta tambin una contestacin contra una

    sociedad, una agresividad contra las personas y los bienes, un deseo, como decauno de los estudiantes con los que hemos trabajado en Amiens, de romper labarraca. Esto es solamente la reinterpretacin y la reanudacin por una luchasocial, con esto se comprende la solidaridad y la responsabilidad, de estas conduc-tas de destruccin y de autodestruccin que puede liberar all, aquellos que estnencerrados.

    La ideologa

    Un movimiento produce unaideologa, es decir, una representacin de sus re-laciones sociales; l produce tambin una utopa por la cual se identifica con laopcin de combate a la historicidad de ella misma, pero l no puede integrar estaideologa y esta utopa. Esto no es posible, aun si se ubica en el punto de vista dela relacin social y en el del actor. Solo la sociologa llega a alcanzarlo a travs desu anlisis. No se puede ser a la vez juez y parte. La ideologa se opone a la socio-loga como la visin que tiene el actor de la relacin que es opuesta al conocimien-to del actor a partir de dicha relacin.

    Un movimiento social no puede ser completamente su propio analista porqueest necesariamente organizado. Volvindose un personaje produce una ideolo-ga. Cuando la organizacin es fuerte, cuando un movimiento se ubica completa-mente al interior de una asociacin voluntaria, la resistencia ideolgica hacia elanlisis es muy fuerte; ella puede ser infranqueable. Al contrario, cuando unalucha desborda todas las asociaciones, este es el caso ms importante, indica lapresencia probable de un movimiento social, ella es mucho ms capaz de elaborarsu propio anlisis. Esta no se presenta como tal pero si sobre una forma ilumina-da, como una integracin de debates. El anlisis no puede pasar sino como elabismo que separa a un movimiento de su organizacin.

    Lautopa de la clase obrera es el socialismo, es decir, la sociedad de los trabaja-dores. La clase obrera y el progreso no hacen ms que destruir los obstculosirracionales que el beneficio y los privilegios privados dirigen sobre la ruta delprogreso colectivo. De repente la clase obrera se volvi menos una fuerza socialque una natural, nueva Garganta desbordante de vida. Su ideologa es al contra-rio la lucha, la oposicin de intereses que conducen a la guerra social, a la movili-zacin de las fuerzas populares, a la organizacin del combate por los estados

    mayores. La utopa es naturalista como la ideologa es poltica.

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    22/24

    276

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    En la sociedad programada, la utopa es el individualismo que identifica lacuestin con la persona de forma moralizadora y la ideologa es la liberacin quelucha contra todas las formas de control cultural en nombre del rechazo de todas

    las formas de normalizacin.Del lado de la clase dirigente, la utopa identifica de igual forma el actor con la

    historicidad. Ella proclama el movimiento, la innovacin y el enriquecimientoque triunfan sobre las resistencias opuestas por los prejuicios y las rutinas. Peroella hace menos un llamado a la naturaleza que a la razn, que le otorga a ladominacin social el garante de la objetividad. La misma diferencia se marca en laideologa. La de la clase dominante no exalta la lucha y su estrategia pero si, laracionalidad del orden, las leyes de la economa, del equilibrio o de la creencia.Marx ha hecho la crtica clsica de esta reduccin ideolgica por la burguesa de lasrelaciones sociales de las leyes de la economa poltica. Toda ideologa de clasedominante tiende a imponerse como ideologa dominante, a hablar en trminosuniversales, disponiendo de un poder particular. Pero su triunfo nunca es com-pleto. De una parte, porque no puede apoderarse enteramente de la historicidad:un modelo cultural o un modo de conocimiento nunca son puramente ideolgi-cos. La religin no es solamente la representacin de un pueblo. De otra parte,porque la resistencia de la clase popular no es jams abolida y la clase dirigente nopuede hablar en nombre de una sociedad enteramente integrada.

    Ella debe siempre recurrir a larepresin al mismo tiempo que a los discursosjustificadores. La burguesa est convencida de su rol progresista; es su utopa,pero cuando ella habla de racionalizacin y de leyes de economa, no olvidanunca que esas son las armas contra el movimiento obrero. El hecho de que laclase dirigente no tome ms parte que la clase popular, une completamente suutopa y su ideologa imposibilitada para aceptar la reduccin de las prcticassociales a los discursos de una ideologa dominante. Entre la utopa y la ideologade la clase dirigente se interponen siempre las luchas sociales. No todo es repro-duccin porque el conflicto y la represin estn siempre presentes.

    Paralelamente, la ideologa de la clase dominante no puede ser identificadacomo un garante metasocial del orden social. Este no es producido, ni utilizadoen su propio inters por la clase dirigente; l es el fundamento no social que unasociedad da a la accin sobre ella misma. Esta distancia de las relaciones sociales delos garantes metasociales explica que stas hayan estado siempre ligadas al Estado,principio de unidad no social, comandando la vida social. Se extiende el campo dela sociedad, al mismo tiempo que se debilitan los garantes metasociales. Y ademsel discurso que se esfuerza por fundar no socialmente, la historicidad y las relacio-

    nes sociales es producido directamente por el Estado, hasta el momento en dondeel Estado totalitario prohbe todo llamado, adems a la trascendencia que tiene la

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    23/24

    277

    ALAIN TOURAINE

    historicidad para imponerse ella misma arbitrariamente como fundamento nicode funcionamiento de la sociedad. Algunos nombran ideologa a estos fundamen-tos no sociales; esto solo puede ser admitido si es aclarada toda confusin entre la

    ideologa del actor y la ideologa del sistema. Tal confusin, ante los intereses de laclase dirigente y de una cultura, de una unin de sistemas simblicos, debe seractivamente combatida.

    Vida y muerte de los movimientos

    Todos los movimientos no tienen la misma historia pero todos nacen y mueren;en consecuencia todos se elevan a la vez que se reducen sobre la escala de los nivelesde proyecto; adquieren una integracin ms fuerte que pierden al envejecer.

    Yo hablo de la historia natural de los movimientos sociales, para recordar queellos no viven de un acto creador constantemente renovado. Adems, las relacio-nes de clase y al interior de ellas, las relaciones de produccin (ms bien de repro-duccin) ocupan un lugar central en la vida social, y ms cuando los movimientossociales llegan alcanzar un nivel elevado. Cuando las relaciones se institucionalizan,los movimientos sociales se degradan en presin poltica. Esto se produce en elmovimiento obrero cuando aparece la sociedad post industrial. Pasando de untipo de sociedad a otra, vemos que los movimientos sociales descienden de nivel o

    al contrario, las luchas reivindicativas se elevan y se transforman en movimientossociales. En las sociedades mercantiles, los movimientos sociales son movimien-tos urbanos; su base es la ciudad o el barrio y su objetivo principal es la libertaddel ciudadano, del habitante y de la comunidad contra el seor, el prncipe o losgrandes comerciantes. En las sociedades industriales los movimientos urbanos noson ms que presiones institucionales. Hoy los problemas urbanos son discutidosal nivel de la organizacin: de un lado, problemas de acondicionamiento, del otro,problemas de segregacin, de exclusin y de reproduccin de desigualdades. Enlos dos casos se est ms lejos del lugar de las relaciones de clase que se desplazan,primero sobre la empresa industrial y luego sobre la oposicin a las industriasculturales y los pblicos a las cuales imponen su poder.

    Inversamente, al momento de la formacin de un tipo de sociedad los conflic-tos de clase son enmascarados por las alianzas necesarias hacia la ruptura del ordenclsico. Cuando las relaciones de reproduccin pesan sobre las relaciones de pro-duccin, los movimientos sociales son ampliamente recubiertos por los movi-mientos modernizadores. Este es el caso en nuestra parte del mundo en donde elocaso del movimiento obrero tiene por contraparte la formacin, aun confusa, de

    nuevos movimientos, en simbiosis con las corrientes modernizadoras. Ser falsoreprochar a un movimiento social naciente o al contrario, viejo, un bajo nivel de

  • 7/27/2019 Los Movimientos Sociales. Touraine a.

    24/24

    278

    REVISTA COLOMBIANADE SOCIOLOgA

    proyecto; esto es olvidar que en cada situacin existe un mximo de accin histri-ca posible. Si la accin organizada se sita debajo de ese mximo, ella es completa-da y combatida por los movimientos salvajes. Si ella se sita debajo del mismo,

    ella esta amenazada por un exceso de utopa.

    ALAIN TOURAINE

    TRADUCIDOPOR: Alfonso Torres C. y Luz Quesada.