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Presidente de la Organización Latinoamericana y Caribeña de Centros Históricos From the SelectedWorks of Fernando Carrión Mena November, 2013 La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero Futbolístico Fernando Carrión Mena, Arq. Available at: hps://works.bepress.com/fernando_carrion/643/

La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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Page 1: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

Presidente de la Organización Latinoamericana y Caribeña deCentros Históricos

From the SelectedWorks of Fernando Carrión Mena

November, 2013

La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El PopulismoFinanciero FutbolísticoFernando Carrión Mena, Arq.

Available at: https://works.bepress.com/fernando_carrion/643/

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NUMEROS ANTERIORES

1. Julio 2009Crisis Global: 12 Miradas Polémicas y un Guiño

2. Noviembre 2009Grandeza(s) y Miseria(s) de la Educación en el Ecuador

3. Marzo 2010Enigmas del Liderazgo, los Caudillos y el Populismo

4. Junio 2010¿Tiene Futuro el Liberalismo Clásico?

5. Noviembre 2010Del Desarrollo Sustentable … a la Deforestación y los Tiburones

6. Febrero 2011Desarrollo: 12 Ensayos para un Debate de Varios Siglos

7. Junio 2011Deporte: Entre la academia, la pasión y el potrero

8 enero 2012Para que sirve la política

9 junio 2012Viejos y Nuevos Desafíos para las Empresas

LA CRISIS DEL FÚTBOLECUATORIANO Y MUNDIAL

Revista POLÉMIKA

Editores: Fernando CarriónPablo Lucio-Paredes

Diseño: GyR / USFQ

POLEMIKA es una publicación cuatrimestral del Instituto de Economía de la USFQ

ISBN: 978-9978-68-030-8

Page 5: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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EDITORIAL

Estimados lectores:

Hace unos meses Fernando Carrión me propuso dediquemos un número de la revista POLEMIKA al tema muy candente de la crisis del fútbol ecuatoriano. Me pareció muy acertado porque es un tema de discusión académica y empresarial muy interesante, pero además hace parte del debate, interés e incertidumbre del público en general. No faltan las bromas entre hinchas de distintos equipos “… ¿ya tienes listo el cheque para que tu equipito sobreviva?”.

Y aquí estamos, pero mientras tanto, por los importantes contactos de Fernando Carrión, el tema se amplió al fútbol mundial para poder entender la crisis ecuatoriana en el contexto internacional. Tan es así que hay casi un perfecto equilibrio, ocho artículos made in Ecuador (aunque uno llega desde Manchester, Inglaterra) y siete que provienen del exterior (por lo cual agradecemos una vez más a los amigos de Colombia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil e Italia).

En este amplio universo, vemos las diversas facetas del fútbol que enmarcan sus problemas (yo no se si los podemos llamar crisis, usted opinará estimado lector). La economía, las finanzas locales y el nuevo entorno internacional. La organización misma del fútbol tanto a nivel de clubs como de las federaciones y la propia FIFA. La violencia, la cultura, la pasión, los intereses personales o políticos, la corrupción. Y los problemas son muy similares en todas partes. Hay propuestas en esta publicación, desde las muy intervencionistas (hay que poner muchas reglas), hasta las muy “culturales” (la necesidad de una mayor participación de la hinchada) pasando por las visiones más liberales para las cuales derechos y responsabilidades claramente establecidos son suficientes.

Es un número de POLEMIKA de análisis y pasión. Es un gusto y un

honor compartirlo con ustedes.

Pablo Lucio Paredes

Director del Instituto de Economía USFQ

Por favor enviar sus comentarios a:[email protected]

Page 6: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

6-11La Crisis Eterna: Los Clubes Argenti-nos Y La Deuda Como PolíticaPablo Alabarces y Juan Branz

12-17Fútbol Ecuatoriano: Pasión Solidaria Y Pacífica…Carlos Marx Carrasco

18-27La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero FutbolísticoFernando Carrión

28-30El Fútbol En Italia: Entre La CrisisFinanciera Y El Obligado CaminoHacia Los Mercados IlegalesFrancesco Forgione

32-33La Crisis Económica Del Fútbol-Una Mirada Desde Uruguay- Nelson Inda

34-37Del Éxito Futbolero A Una Crisis Anunciada: 15 Años Mirando Al FútbolDiego Lituma

38-49Crisis Del Fútbol En El Ecuador … ¿Crisis?Pablo Lucio Paredes

50-53Paradojas Del Fútbol Chileno: Cambios Drásticos En Su Organización Y Mantención De Números RojosEnrique Oviedo

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Page 7: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

54-58El Colapso Del Fútbol Peruano, Los Clubes Y Su PrivatizaciónAldo Panfichi

60-65La Economía Del Fútbol Colombiano: De La Ilegalidad Y El Crimen Al Glamur GlobalizadoDavid Leonardo Quitián R.

66-69La Crisis Del Fútbol BrasileroHeloisa Reis, Felipe Tavaresy Mariana Zuanetti

70-75La Crisis DelFútbol EcuatorianoLuis Roggiero C.

76-80Microeconomía Del Fútbol Ecuatoriano: Algunos Supuestos Sobre Su FuncionamientoPablo Samaniego P.

82-86Crisis Económica Del Fútbol EcuatorianoAlfredo Stornaiolo P.

88-92Estabilidad En La Crisis: Casos Exitosos Y Cuentos De Hadas Trastocados En El Fútbol EcuatorianoJuan Jacobo Velasco

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Page 8: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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La crisis eterna:los clubes argentinos y la deuda como política

Pablo Alabarcesy Juan Branz*

[email protected]@yahoo.com.ar

* Pablo Alabarces es Doctor en Sociología, Profesor

Titular de las Universidades de Buenos Aires y La

Plata e Investigador Principal del CONICET (Argen-

tina).

*Juan Branz es Licenciado en Comunicación Social,

Profesor Auxiliar en la Universidad de La Plata, be-

cario doctoral del CONICET (Argentina) y Doctor-

ando en Comunicación (UNLP).

En el contexto general de la crisis económica extendida en todo el deporte en América Latina, la situación del fútbol argentino no puede escapar a ese cuadro. Se trata de un fútbol básicamente deficitario, en el que los ingresos, a pesar la expansión de los últimos años (especialmente en derechos televisivos), no alcanza a cubrir los cuantiosos egresos. Y además, se encuentra aquejado por una corrupción estructural que no hace más que agravar un estado de cosas de por sí complejo.

Las siguientes líneas exponen algunos datos, indicadores de los problemas de las estructuras financieras de los clubes profesionales del fútbol argentino. Aunque este panorama revela los desastres económicos, entre activos y pasivos, de todos los clubes de todas las categorías del fútbol argentino, nos centraremos en algunos ejemplos de las instituciones de Primera División.

Page 9: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

La aparición de Macri, en 1995, reintrodujo el modelo

del gran empresario exitoso…, pero ahora desligado

de las tradiciones políticas del club y marcando la

impronta neoliberal en boga: lo más importante

pasaba a ser la gestión de una marca exitosa, antes que

la preocupación por el rol social del club deportivo.

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Históricamente, los clubes argentinos de fútbol son entidades privadas sin fines de lucro. Durante los años 90, a tono con la oleada neoliberal hegemó-nica, hubo varios intentos de modificar esa tradición organizativa, especialmen-te motorizados por el empresario Carlos Ávila, organizador del monopolio de las transmisiones televisivas a través de Torneos y Competencias (en sociedad con el Grupo Clarín, un oligopolio me-diático), en alianza con el empresario Mauricio Macri, quien había llegado a la presidencia del Club Boca Juniors (el más popular de la Argentina) a través de elecciones entre los socios, como lo exi-gen los estatutos democráticos de todas las asociaciones deportivas. Este inten-to fue resistido por la mayoría de los clubes, y contó finalmente con la oposi-ción de Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que leyó rápidamente que esa propues-ta podía debilitar su poder (Grondona lleva, al día de hoy, 34 años como presi-dente de la AFA, entre 1979 y 2013).

La clasificación de “organismos sin fines de lucro” choca con la obvia condición de máquinas productoras de bienes materiales y simbólicos transables en el mercado, pero implica, entre otras condiciones, que los directivos no son remunerados por sus funciones, y ha acarreado, históricamente, la ausencia de cuadros profesionales entrenados en la gestión de instituciones deportivas. La tradición amateur de la dirigencia de-portiva argentina (no sólo en el fútbol: en todos los deportes) ha consagrado como líderes de las instituciones a pro-fesionales independientes o pequeños empresarios, en general ligados a los territorios de influencia. La aparición de Macri, en 1995, reintrodujo el modelo del gran empresario exitoso (que ya ha-bía pasado por la presidencia de Boca Juniors con la figura de Alberto J. Arman-do entre 1960 y 1980), pero ahora des-ligado de las tradiciones políticas del club y marcando la impronta neoliberal en boga: lo más importante pasaba a ser la gestión de una marca exitosa, antes que la preocupación por el rol social del club deportivo. Desde ese momento, la crisis financiera permanente de los clu-

bes llevó a la búsqueda de alternativas más o menos violatorias de la legisla-ción sobre las entidades deportivas, entre las que se cuentan el gerencia-miento y otras formas de privatización encubierta. El caso más conocido es el del club Racing de Avellaneda, uno de los llamado “grandes” del fútbol argen-tino, al que las bancarrotas económicas llevaron a su cierre por pocas horas en 1999, siendo rescatado por la sanción de una legislación ad hoc dictada por el Poder Legislativo nacional y luego por el gerenciamiento privado de sus activi-dades futbolísticas. Esta gestión volvió a desbarrancarse en la crisis económica (desde 2008, el club volvió a ser condu-cido por autoridades electas entre sus socios), señalando que el déficit no pa-rece corresponderse con la calidad de la gestión sino que es estructural.

La mayoría de las instituciones estuvo o está al borde de la quiebra financiera: por malversación de fondos, inequidad en la distribución de dinero por los de-rechos televisivos, operaciones sin éxito (venta de jugadores, por ejemplo), pro-yectos sin horizonte a mediano o largo plazo que logren estabilidad institucio-nal. Todos ellos son argumentos que ex-ponen una vieja, aunque todavía vigente problemática.

Informe de situaciónEn el año 2012 todos los clubes argenti-nos de primera división perdieron,como balance de sus ingresos y egresos, $50 millones, además que sus pasivos no paran de crecer, hasta alcanzar la cifra de $1655 millones.1 Esto supone un aumento del 27% con relación a 2011. Desde agosto de 2009 en que los clubes reciben el aporte estatal por la televisa-ción (volveremos sobre esto), las deu-das se incrementaron un 47 %. Pasaron de $ 1131 millones a la cifra actual.

1 Todas las cifras son en pesos argentinos. A septiembre de

2013, el cambio de pesos a dólares está cercano a los $ 6 por

cada dólar.

Page 10: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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En un informe del suplemento “Cancha llena”, del diario La Nación, se afirma que:

“Lejos de asumir la realidad, los clubes exprimen el ingenio para que sus cuentas no se desban-den. Los artilugios contables asoman en cada ejercicio. Algu-nos optaron por el revalúo y la escritura de nuevos activos (Ri-ver, Estudiantes de La Plata, Argentinos Juniors). Otros, por cubrir sus déficits operativos con las cuotas de las transferencias realizadas en períodos anteriores (Lanús). San Lorenzo, que está siendo auditado por la empresa Deloitte, e Independiente, que admitió un pasivo cercano a los $330 millones (y un patrimo-nio neto de apenas $3 millones), son los que están en peor situa-ción.

Aquí no hay plata que alcance. Ni los ingresos por ventas, ni el insuficiente aporte de la TV por cable, ni las moratorias impo-sitivas, el Fútbol para Todos. Nada consiguió equilibrar las cuentas. A fines de 2008 los clubes debían 700 millones de pesos. Hoy ya superan en dos veces esa cifra. Y nada hace su-poner que no siga creciendo.”2

Los números de algunos clubes de pri-mera división son los siguientes:

1. Boca Juniors:

El pasivo total es de $166,2 millones, de los cuales $150 millones están in-cluidos en el pasivo corriente. Es decir, son exigibles a corto plazo. El balance reconoce deudas por $87,3 millones, un aumento de $33,4 millones en relación al ejercicio anterior.

2 En “Canchallena”, “Los clubes de primera deben $1655,4 mil-

lones”. http://canchallena.lanacion.com.ar/1543539-los-clubes-de-

primera-deben-16554-millones. 07/01/2013.

2. San Lorenzo:

“San Lorenzo está saliendo del infierno, pero sigue al borde de la quiebra”, dijo el presi-dente Matías Lammens en una reciente entrevista con La Nación3. Lammens pro-yectó un pasivo total de $234 millones.

3. Independiente:

Al 30 de junio de 2012, la centenaria en-tidad de Avellaneda reconoce el pasivo más abultado de todo el fútbol argenti-no: $329,8 millones. Su presidente Héc-tor Cantero reconoció la ayuda de la AFA para salir del mal momento: “Hubo una ayuda al comienzo. Después, no. Ahora espera-mos comenzar a cobrar”.

4. Racing:

El club reconoce un déficit operativo anual de $31 millones, lo que equivale a $2,58 millones de pérdida por mes.

5. Colón

El club santafesino pagó la última cuota y levantó así un concurso de acreedores, convocado para disminuir el déficit. No se suministraron cifras actuales de su pasivo.

6. Quilmes

“Fue un buen balance. Reconce un plan de pagos con la AFIP (la agencia impositiva del estado nacional) y la deuda con AFA”, dice Carlos Coloma, vicepresidente del club. Asegura, además, que el pasivo de la institución “está controlado”, pero no reconoce ningún monto.

7. River:

Los libros contables de River reflejan un considerable aumento en los servi-cios financieros: recibió préstamos por $58,49 millones, cuando el año pasado la cifra era de $23,9 millones. Además, incrementó en casi $6 millones su deu-da con la AFIP, que ahora alcanza los $10 millones. El pasivo total se incrementó en $64,18 millones. “La deuda real es menos de $100 millones”, dice Diego Turnes, vice-presidente 1º.

8. Argentinos Juniors

3 Ibidem

Su pasivo aumentó en $12 millones, aunque afirma que su ejercicio da supe-rávit.

9. Vélez Sarsfield

La imposibilidad de seguir transfiriendo a sus mejores futbolistas al exterior, y el aumento de los costos internos hicieron que el último campeón del fútbol ar-gentino pierda $26,3 millones en el año. Sin embargo, disminuyó su pasivo total, que pasó de $85,74 millones, a $80,9 mi-llones. Se trata, según reconocen todos los interesados, del club con mejor ad-ministración…

10. All Boys

La entidad de Floresta reconoció $ 6,27 millones de pérdida en el último balan-ce. El pasivo trepó hasta los $35,7 millo-nes. El plantel ventiló sus reclamos por sueldos atrasados.

11. Belgrano de Córdoba

El club cordobés cerró con superávit su primer balance luego de volver a manos de los socios, tras un período de geren-ciamiento privado. “No hay deuda real, y no pasamos sobresaltos”, dice el presidente, Armando Pérez.

12. Newell’s Old Boys de Rosario

Como en 2011, sus cuentas cerraron en positivo. De los $120 millones de pasi-vo, sólo $90 millones serían exigibles.

13. Tigre

Las finanzas del club exhibieron un dé-ficit acotado y un pasivo de $8 millones, de los que $3,8 millones corresponden a la deuda con AFA y cerca de $3 millones con la AFIP.

14. Godoy Cruz de Mendoza

“A mí no me gusta hablar de números”, se excusa Mario Contreras, presidente del club. Pero admite que el club mendoci-no hizo obras con recursos propios por valor de $15 millones.

15. Lanús

Lanús tuvo un superávit de $22 millones pero el pasivo se incrementó en $13 mi-

Page 11: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… aunque los derechos televisivos se han incrementado, siguen

lejanos de los producidos por las Ligas europeas. Del mismo modo, se han incrementado las cifras de

sponsoring y merchindising, pero también son lejanas de las

producidas por las Ligas más poderosas, y chocan con

la realidad de un mercado periférico, en el que las

mercancías deportivas legítimas, de precios muy altos y orientadas

a un mercado de clases medias y altas, son duplicadas

clandestinamente en un mercado paralelo, destinado al público de las clases populares, y que

obviamente no reporta beneficios para los clubes y los licenciatarios

de las marcas …

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llones. “Hoy gastamos más que hace dos años en sueldos y eso es un problema. Muchos optan por no irse por lo que pagan acá. Hay que tener cuidado a futuro”, advierte Alejandro Ma-rón, presidente del club.

16. Estudiantes

Pese a los $173 millones que incluye el activo gracias a las nuevas cotizaciones de los inmuebles, su pasivo aumentó más de tres veces: pasó de $37 millones a $109,63 millones. De ellos, $71,8 mi-llones conforman el pasivo corriente.

Los top 5 de 2012

Clubes con mayores pasivos y los que tuvieron mejores resultados durante el último año.

Mayores Pasivos Globales

1. Independiente $329.812.688

2. River $297.842.795

3. Boca $166.180.169

4. San Lorenzo $159.289.949

5. Newell’s $120.000.000

Mayores Superávits del 2012

1. Argentinos Jrs. $54.074.057

2. Lanús $22.082.901

3. River $17.301.890

4. Racing $17.024.354

5. Belgrano $10.000.000

Las clavesLa cifra antes citada de $1655,4 millo-nes como pasivo total de las institucio-nes de la Primera División del Fútbol

argentino equivale a U$D 295,60 millo-nes, al cambio oficial de septiembre de 2013. Las razones son muy variadas, y responden a causales complejas que se agravan producto de las malas adminis-traciones.

En primer lugar, aunque los derechos televisivos se han incrementado, siguen lejanos de los producidos por las Ligas europeas. Del mismo modo, se han in-crementado las cifras de sponsoring y merchandising, pero también son lejanas de las producidas por las Ligas más po-derosas, y chocan con la realidad de un mercado periférico, en el que las mer-cancías deportivas legítimas, de precios muy altos y orientadas a un mercado de clases medias y altas, son duplicadas clandestinamente en un mercado para-lelo, destinado al público de las clases populares, y que obviamente no reporta beneficios para los clubes y los licencia-tarios de las marcas.

En relación con los ingresos por ventas de entradas, estos suelen estar casi ín-tegramente dedicados a cubrir los cos-tos de apertura de los estadios y los de seguridad policial: las policías, federal o provinciales según la jurisdicción, co-bran una suma por efectivo destinado a la seguridad durante los juegos, y la cantidad de efectivos es dictaminada por la autoridad policial en función de la mayor o menor conflictividad de las hinchadas de los contendientes. Desde agosto de 2013, y a raíz de nuevos e in-veterados sucesos de violencia –aunque en estos tiempos suelen ser internos a las hinchadas como producto de luchas de poder–, las autoridades prohibieron la concurrencia de públicos visitantes a los estadios. Esto implica que casi no hay ingresos por venta de entradas, ya que los socios de los clubes no abonan los tickets.

Respecto de las compras y ventas de los jugadores, los clubes se encuentran en una situación dilemática. En primer lugar: en muchos casos, los jugadores más jóvenes negocian sus ingresos a las divisiones formativas ya con porcenta-jes de sus pases en manos de interme-diarios o inversionistas, o los clubes van

Page 12: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

Respecto de las compras y ventas de los jugadores, los clubes se encuentran en una situación

dilemática.

… en muchos casos, los jugadores más jóvenes negocian sus ingresos a las divisiones formativas ya con

porcentajes de sus pases en manos de intermediarios o

inversionistas, o los clubes van vendiendo porcentajes a medida que los jugadores más destacados se acercan a la primera división. El resultado es que, producida una venta, no ingresa al club el

total de lo producido.

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vendiendo porcentajes a medida que los jugadores más destacados se acer-can a la primera división. El resultado es que, producida una venta, no ingre-sa al club el total de lo producido. En segundo lugar, el mercado de pases es básicamente dependiente de las ventas al exterior, en crisis a raíz de las mayo-res urgencias económicas europeas: las grandes transferencias por sumas millo-narias se han reducido, en el caso argen-tino, drásticamente. En tercer lugar, la avidez por la venta es tan grande que los clubes cada vez venden a sus jugadores más jóvenes, a veces con menos de una temporada en la primera división, por lo que las cifras son sustancialmente menores que por la venta de un jugador maduro con tránsito por el escenario in-ternacional (las Copas sudamericanas o el seleccionado nacional).

Simultáneamente, a pesar de la baja en lo producido por ventas, los clubes, especialmente los más grandes, se ven impulsados a gastar sumas ingentes en el mercado local o en la repatriación de jugadores veteranos por la presión de sus parcialidades frente a la ausencia de títulos o, como fue notorio en el caso de River Plate e Independiente, el riesgo del descenso de categoría.

Pero además se suma, como señalamos, la corrupción estructural en la dirigen-cia, los intermediarios, los empresarios, los representantes y los propios jugado-res. Además de los rumores que hablan de la cesión de porcentajes a, por ejem-plo, las propias barras bravas de las hinchadas (rumor insistente en el caso de River Plate, pero también notorio en la gestión del club Newell’s de Rosario hasta 2005). En 2012 la AFIP enjuició a varios jugadores, clubes y representan-tes a partir de detectar maniobras de triangulación de los pases: un jugador con el pase en su poder negociaba su ingreso a un nuevo club, pero antes de-claraba una venta a pequeños clubes de Chile y Uruguay que a su vez revendían el pase a la institución de destino final. Eso permitía evadir impuestos, pero además la generación de jugosas dife-rencias para todas las partes involucra-das, así como la violación del régimen

de control del mercado de cambios (al declararse como transferencias al exte-rior, se permitía la compra de divisas a cambio oficial).

Los derechos televisivosEn agosto del 2009 la AFA rescindió el contrato de exclusividad con Torneos y Competencias, empresa del Grupo Cla-rín propietaria de todos los derechos televisivos, dejando desmantelado el funcionamiento monopólico de las transmisiones deportivas. La medida fue tomada en el contexto de una crisis política más amplia: el gobierno, presi-dido por la peronista Cristina Fernán-dez de Kirchner, estaba envuelto en una dura pelea con el Grupo, un poderoso multimedios, propietario de televisoras y radios, del 90% de las operadoras de televisión por cable, del 85% de la pro-ducción de papel para diarios y del prin-cipal periódico, el diario Clarín; el Grupo poseía, así, una enorme capacidad de influencia en la opinión pública.

Desde poco tiempo antes, el Grupo se había distanciado de las posiciones oficialistas y volcado a la oposición. El gobierno argentino, entonces, pasó a la ofensiva: envió al Parlamento un proyecto de Ley de Servicios de Comu-nicación Audiovisual por la que se pro-hibía toda concentración monopólica de medios de comunicación, y obtuvo su aprobación en octubre de 2009. Si-multáneamente, apuntó sobre la televi-sación del fútbol: porque el contrato de exclusividad de la AFA con TyC de 1985 había sido sucedido, en 1991, por un contrato con TSC (Televisión Satelital Codificada), empresa en la que TyC se había asociado con el Grupo Clarín, por lo que éste también había adquirido el monopolio de la transmisión televisiva.

La posición monopólica del Grupo al-canzaba todos los niveles del hecho de-portivo: era socio de la AFA en el con-trato de televisión; era dueño de todos los derechos de transmisión del fútbol, lo que incluía los partidos de la selec-ción argentina; concentraba la transmi-sión en sus canales 13 (abierto) y TyC

Page 13: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

…La posición monopólica del Grupo alcanzaba todos los

niveles: era socio de la AFA en el contrato de televisión; era dueño

de todos los derechos de transmisión del fútbol, lo

que incluía los partidos de la selección argentina; concentraba la transmisión en sus canales 13

(abierto) y TyC Sports (por cable); negaba la señal de éste último a los operadores de TV por cable

que no le pertenecían...

...con lo que los ahogaba económicamente –ningún cable podía prescindir del fútbol en su oferta– para luego adquirirlos por monedas y monopolizar el servicio en casi todo el país; y

regulaba políticamente el deporte a través de la influencia del

diario Clarín…

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Sports (por cable); negaba la señal de éste último a los operadores de TV por cable que no le pertenecían, con lo que los ahogaba económicamente –ningún cable podía prescindir del fútbol en su oferta– para luego adquirirlos por mo-nedas y monopolizar el servicio en casi todo el país; y regulaba políticamente el deporte a través de la influencia del dia-rio Clarín, el de mayor venta en la Argen-tina –en el que, por ejemplo, se evitaba todo tipo de cuestionamiento de la figu-ra de Julio Grondona, presidente de la AFA desde 1979 y a la vez vicepresidente de la FIFA, continuamente sospechado de hechos de corrupción en ambas or-ganizaciones–.

En ese marco de enfrentamiento políti-co del monopolio Clarín con el gobier-no, éste aprovechó la crisis económica de los clubes. La empresa TSC pagaba 300 millones anuales a la AFA como canon destinado a los clubes; éstos re-clamaron el aumento a 720 millones, lo que fue negado. El gobierno ofreció entonces 600 millones de pesos anua-les, equivalentes entonces a 150 millo-nes de dólares, lo que fue rápidamente aceptado. La AFA canceló su contrato, que tenía vigencia hasta 2014, a pesar de las amenazas de juicios, y concedió el monopolio de las transmisiones al Estado, el que a su vez encargó al ca-nal de televisión pública la transmisión de lo que llamó “Fútbol para todos”: el fin del monopolio privado, centrado en la transmisión por cable y satélite codi-ficado, y el paso al monopolio estatal, orientado a la transmisión por televisión abierta, que debería garantizar la gratui-dad y transmisión de todos los partidos de los torneos locales de primera divi-sión a través de la Televisión Pública. Aunque no fue hecho explícito, el Gru-po Clarín mantuvo el monopolio sobre todo el fútbol de las ligas de ascenso. Desde 2011, producto del descenso de River Plate a la Segunda División, “Fút-bol para Todos” también se hizo cargo de las transmisiones de esa serie.

El contrato estipulaba que la suma abo-nada debía incrementarse anualmente en función del Valor Básico de Referen-cia del abono de la televisión por cable.

Aunque se estima que el mismo creció entre agosto de 2009 y marzo de 2013 un 71%, la suma abonada por el Estado ar-gentino a la AFA creció de los 600 millo-nes iniciales a 825 millones en noviem-bre de 2011, un 37,5%. Por ello, la AFA reclama continuamente un incremento de los fondos.

Sin embargo, entre las justificaciones iniciales de la operación estatal figu-raba la crisis económica de los clubes. Consecuentemente, el incremento en un 100% en relación a la cifra abonada por la televisión privada debía condu-cir al saneamiento financiero. Sin em-bargo, se estima que el pasivo de los mismo creció un 48% en el periodo de la gestión estatal de la televisación: nin-gún control se ejerció sobre el destino de los fondos, y ninguna auditoría de los órganos estatales (las asociaciones deportivas están sujetas al control de organismos reguladores generales, en-tre ellos la agencia impositiva) apuntó a desmantelar el mal manejo de los di-rigentes de fondos que, ahora, habían pasado a ser de origen público, proce-dentes de la recaudación estatal.

La conclusión necesaria de este cuadro es que parece no haber soluciones para la crítica situación financiera de los clu-bes. Algunos, con mayor presencia de sus comunidades territoriales en el con-trol de sus gestiones, escapan al cua-dro cíclico de pasivos descomunales, quiebras negociadas y fugas de dinero clandestinas. Pero no a lo que parece un destino manifiesto de todo el fútbol ar-gentino: el endeudamiento como único horizonte del pensamiento.

Fuentes revisadas “Los clubes de primera deben $1655,4 millones”. En “Canchallena”, Diario La Nación. http://canchallena.lanacion.com.ar/1543539-los-clubes-de-primera-deben-16554-millones. 07/01/2013

“Clubes quebrados y especulación, el verdadero descenso del fútbol “. En Tiempo Argentino. http://tiempo.info-news.com/notas/clubes-quebrados-y-especulacion-verdadero-descenso-del-futbol. 10/07/2011

“El fútbol del despilfarro viene asoman-do”. En Página 12.

http://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-181616-2011-11-20.html. 20/11/2011

Page 14: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

—El fútbol es así— suele justificarse el futbolista ante el micrófono, resignado porque aquel balón a la madera o ese penal que no vio el juez, les condenó a un nimio empate. Uno siente la tentación de refugiarse en este tópico por toda respuesta a la invitación de la Universidad San Francisco de Quito de preparar un artículo sobre la crisis del fútbol en el Ecuador… ¡son tantas las aristas que habría que considerar!

12

Fútbol ecuatoriano: pasión solidaria y pacífica…

Carlos Marx Carrasco*[email protected]

*Economísta. Maestría en Planificación y Financia-

miento del Desarrollo, Italia. Maestría en Desarrollo

en América Latina, Universidad Internacional de An-

dalucía -España. Director General del SRI.

Page 15: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… En modo alguno vivimos una crisis del fútbol en el Ecuador, nunca antes como hoy vemos más camisetas del Aucas, del Barcelona, del Cuenquita o de la Tri en las calles, la pasión se

desborda cada domingo ...

...Al parecer, estamos inmersos en una grave crisis del modelo económico que rige el fútbol y,

en particular, del que aplican los clubes … es una crisis de valores individuales: hay mucho (dinero) en juego como para fiarlo todo a los filantrópicos axiomas del

barón de Coubertin …

13

Debo, antes que nada, acotar el tema. En modo alguno vivimos una crisis del fútbol en el Ecuador, nunca antes como hoy vemos más camisetas del Aucas, del Barcelona, del Cuenquita o de la Tri en las calles, la pasión se desborda cada domingo, los jugadores ecuatoria-nos salen a defender con pasión y com-promiso los colores de sus escuadras, el país se paraliza en las horas en que compite la selección y las ligas barria-les (como manifestación del deporte de base) proliferan en cada municipio...Al parecer, estamos inmersos en una grave crisis del modelo económico que rige el fútbol y, en particular, del que aplican los clubes.

El fútbol es una industria que mueve as-tronómicas cantidades de dinero: al tra-dicional negocio de venta de entradas y membresías o de transferencia de juga-dores, le siguieron las apuestas depor-tivas, el mercadeo y la publicidad en el estadio, luego en las camisetas… Hoy, quizá sean los derechos de transmisión audiovisual con sus audiencias millona-rias (y el trampolín publicitario que ello significa) el principal sustento económi-co del fútbol nacional e internacional. Sólo una de sus expresiones comercia-les -el popular videojuego Fifa 13- alcan-zó una cifra de 14,5 millones de copias vendidas1, dato que nos da una idea de

1 A lo que debemos añadir el consabido, y nada desdeñable,

volumen de circulación de copias piratas.

la expansión del fenómeno futbolístico, y del negocio en torno al mismo.

El proceso de mercantilización del fút-bol, que se acelera cuando se da a los Estados Unidos -el mejor escaparate para la globalizar el fervor futbolísti-co- la organización de los Mundiales de 1994, ha erosionado el espíritu deporti-vo (lo que alguna vez llamamos caballe-rosidad) que imperaba en sus orígenes. Hoy el fútbol no es solo aquel juego donde se dilucidaban las diferencias lo-cales en una competencia en la que pri-maba la rivalidad entre eléctricos, asti-lleros, colorados o petroleros, y el sano escarnio del vencedor sobre el vencido. No lo es en el nivel profesional, donde los colores arrastran pasiones pero tam-bién plata. Enormes cantidades a cuyo rebufo se aglutinan legítimos intereses económicos, pero también aspiraciones de enriquecimiento sin límite, notorie-dad y poder. Esta, me temo, es la verda-dera crisis que vive el fútbol, una crisis de valores individuales: hay mucho (di-nero) en juego como para fiarlo todo a los filantrópicos axiomas del barón de Coubertin.

El Ecuador puede ser un laboratorio de fair play financiero. Una competición de doce clubes “A” y doce clubes “B”, puede fácilmente ser un espacio óptimo para un pacto de gobernanza responsable. Sin embargo, de cuando en cuando nos desayunamos con información sobre los “graves problemas económicos que

Cuadro 1. Signo de la cuenta de pérdidas y ganancias y consolidado de los ingresos, gastos y resultados reportados al SRI por los 12 clubes que en 2013 militan en Primera A (USD)*

Notas:

P = pérdida. G = ganancia.

Los datos consolidados se refieren a los clubes que en 2013 compiten en la primera categoría del campeonato ecuatoriano de fútbol, con exclusión de uno que, al momento de la toma de datos, fi-gura como contribuyente pasivo.

Fuente y elaboración: SRI, Centro de Estudios Fiscales.

Page 16: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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atraviesan alguno de nuestros clubes más importantes”. Una mirada general a los datos que se reportan en las declara-ciones tributarias, lleva a pensar -aún a riesgo de realizar odiosas generalizacio-nes- que el deporte con mayor repercu-sión nacional es muy deficitario: los gas-tos de los clubes casi siempre se sitúan por encima de los ingresos, a lo que se suma un preocupante crecimiento del pasivo societario paralelo a un grave va-ciamiento patrimonial2 no obstante que por expresas disposiciones legales, los clubes de fútbol son entidades exentas del pago del impuesto a la renta.

Los cuadros que ilustran estas líneas son sintomáticos: si revisamos las de-claraciones de ingresos y gastos de los ejercicios 2007 a 2012 de cada uno de los clubes que en 2013 militan en prime-ra A, comprobamos que los incrementos de los costos siempre son mayores que el de los ingresos (Cuadro 1), lo que pu-diera alimentar las sospechas que algu-nas voces expertas señalan: inexactos criterios de contabilización, realización de compras sin el debido apalanca-

2 Hay que tener en cuenta que todos los clubes se han con-

stituido como entidades sin fines de lucro, exentas del pago

del Impuesto a la Renta de Sociedades, dato que desdice la

explicación de quienes ven en la carga fiscal la raíz de los

problemas económicos de las sociedades.

miento patrimonial y financiero, signifi-cativas comisiones por fichajes, etc. Por otra parte, en 7 de cada 10 veces se re-portan pérdidas, por 3 casos de ganan-cias, lo que en el cómputo global arroja un valor consolidado de -24,3 millones de dólares en seis años (Gráfico 1).

Por su parte, las declaraciones de acti-vos y pasivos alertan de unos desmesu-rados ratios de endeudamiento que en 2011 alcanzaron un coeficiente global del 0,66 (Gráfico 2), y el análisis porme-norizado siembra inquietudes sobre el rigor con que se manejan los asuntos económicos.

Situaciones parecidas a las descritas han vivido competiciones de primer nivel. Durante años, la Liga Profesio-nal de Fútbol Profesional, en España, fue el campeonato que más invirtió en compra de jugadores extranjeros3. Hoy

3Un hecho al que contribuyó el Real Decreto 687/2005

(“Ley Beckham”), por el que se permitió a los trabajadores

extranjeros tributar como no residentes (al tipo fijo del 24%

en lugar del 43% que aplicaban los trabajadores con rentas

anuales superiores a 120.000 euros). La medida se justificó en

la intención de promover la llegada del mejor talento humano

en disciplinas científicas y técnicas, pero pronto se comprobó

que lo que alimentó fue la llegada de futbolistas galácticos. El

primero en hacerlo fue David Beckham, el aseado carrilero

Nota: Los datos consolidados se refieren a los clubes que en 2013 compiten en la primera categoría del campeonato ecuatoriano de fútbol, con exclusión de uno que, al mo-mento de la toma de datos, figura como contribuyente pasivo.

Fuente y elaboración: SRI, Centro de Estudios Fiscales.

Gráfico 1. Ingresos y gastos de los clubes de fútbol en Ecuador (millones USD). Ratio de liquidez.

Page 17: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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la tendencia ha cambiado radicalmente y sólo el Real Madrid y el FC Barcelona pueden mantener disparatadas “inver-siones” por encima del centenar de mi-llones de dólares para hacerse con fut-bolistas estelares. Los clubes modestos se han visto abocados a traspasar a sus mejores jugadores con destino a otras ligas europeas para reducir la deuda que mantienen con bancos, proveedores y, en particular, con la administración tri-butaria y la seguridad social

En este sentido, también es necesario estar alerta a los fenómenos que es-tán llegando -y seguirán haciéndolo- a nuestro fútbol: Es prioritario poner cer-co al auge de las barras bravas (“mer-caderes del aliento”, como les llama el periodista argentino Gustavo Grabia), verdaderos grupos organizados que, a veces, utilizan el fútbol como excusa

británico, de ahí el nombre con que se conoce la disposición.

Esta norma fue derogada en 2010 (a salvo sus disposiciones

de vigencia transitoria), pese a las amenazas veladas de algu-

nos clubes de paralizar la competición (los jugadores pactan

sueldos en neto, la inaplicación de la norma suponía un in-

cremento exponencial de las fichas de los jugadores estrella).

Pero España transitaba su tercer año de dura crisis económica

y en un contexto de subida de impuestos y recortes a las

clases medias era inconcebible sostener esa medida, injusta

e inequitativa.

para delinquir y extorsionar y que, en determinadas ocasiones en algunos paí-ses, en connivencia con las directivas, amenazan las buenas prácticas de ges-tión financiera, el decoro, la integridad del campeonato y de los mismos juga-dores, colegiados y aficionados. Venta-josamente, el peligroso surgimiento de esta situación, en nuestro país, se está cortando a tiempo.

Por otra parte, a nivel global (para nada me refiero específicamente en nuestro país) es fundamental conocer las téc-nicas de moderna ingeniería financiera que, con su complejidad, busca eludir el pago de impuestos en el negocio del fútbol; regular la fiscalidad de las casas de apuestas on line radicadas en paraí-sos fiscales -un negocio que mueve ci-fras multimillonarias-; seguir el riesgo de amaño de partidos vinculado a esas apuestas; prevenir la irrupción de fon-dos de inversión que buscan ganar di-nero con la movilidad de los jugadores; los conflictos de intereses que eso pue-de ocasionar, establecer limitaciones a las cantidades que se invierten en tras-pasos4, etc.

4El pasado mayo, el eurodiputado belga Marc Tarabella propuso intro-

ducir un impuesto al mercado de fichajes, cuya finalidad sería mejorar la

distribución de los fondos entre clubes ricos y modestos.

Nota: Los datos consolidados se refieren a los clubes que en 2013 compiten en la primera categoría del campeonato ecuatoriano de fútbol, con exclusión de uno que, al momento de la toma de datos, figu-ra como contribuyente pasivo.

Fuente y elaboración: SRI, Centro de Estudios Fiscales.

Gráfico 2. Activos y pasivos de los clubes de fútbol en Ecuador (millones USD). Ratio de endeudamiento.

Page 18: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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Regresando al panorama nacional, es necesario referirse a las finanzas de los futbolistas ecuatorianos. Hemos reali-zado un pequeño ejercicio con el plan-tel de jugadores que fueron convocados a la cita del pasado seis de septiembre contra la selección de Colombia. De los veinticinco jugadores convocados por el profesor Reinaldo Rueda, quince jue-gan en el campeonato nacional, son re-sidentes en el Ecuador y tendrían, por tanto, obligación de declarar sus rentas a la administración tributaria ecuatoria-na (Impuesto a la Renta Personal). Pues bien, un análisis del año fiscal 2012 en el que consolidemos los ingresos decla-rados como contribuyentes en relación de dependencia o en el libre ejercicio profesional, presenta unos números poco optimistas. Este artículo no pre-tende señalar a nadie (para eso están las auditorías tributarias, sin perjuicio de que existen muchos futbolistas que cumplen escrupulosamente sus obliga-ciones tributarias, como por ejemplo, por citar un caso destacado, el señor An-tonio Valencia), sino alertar sobre una realidad que ya está siendo tratada con seriedad, ética y profesionalismo por el Servicio de Rentas Internas.

En la dimensión deportiva, me confie-so el mejor admirador de la entrega y el talento de los muchachos. Aspiro que, en todos los ámbitos, incluido el fiscal, como ya está ocurriendo, se consolide esta actitud. El apoyo incondicional que reciben de la hinchada debe empatar con la solidaridad que ellos muestren por la vía del pago de impuestos (aun falta un poco) A todo nivel, para todas las personas (naturales y jurídicas) debe potenciarse la adecuada corresponden-cia entre el nivel de ingresos reales y el esfuerzo fiscal, como el mecanismo soli-dario indispensable para la satisfacción de las necesidades de toda la población.

La selección de Ecuador aspira a estar en Brasil 2014 (estoy seguro que lo es-

tará) y rivalizar así con las otras treinta y un mejores escuadras nacionales. Par-ticularmente, estoy persuadido de que el talento con el manejo del esférico no puede estar reñido con el crecimiento personal y la responsabilidad de unos futbolistas que son ejemplo para cien-tos de miles de jóvenes. Estoy persua-dido, también, de que seguir escalando posiciones en el escalafón de las gran-des potencias deportivas, y asentarnos en su élite, pasa por promover escuelas de fútbol base donde se cuide la con-dición física de los muchachos y se ex-pliquen las técnicas del balompié, pero también se les transmita que el fútbol es, sobre todo, un deporte.

Están los ejemplos de las canteras del Ajax en Holanda, del Barcelona en Es-paña, del Arsenal en Inglaterra, o de casi cualquier equipo alemán. El mimo a los jugadores, la transmisión de los valores del juego en equipo por encima del in-dividual, la responsabilidad y el respe-to por el rival, también la práctica de la ciudadanía fiscal; el desarrollo integral de la personalidad, en suma, es parte del entrenamiento para la convivencia antes, durante y después de la corta ca-rrera profesional que espera a los que lleguen, y un valioso bagaje formativo de aquellos quienes no consigan debu-tar en la élite. Detrás de esos grandes proyectos hay, de seguro, rigor y trans-parencia en la gestión de las finanzas corporativas y en el cumplimiento del marco jurídico en el que se desenvuel-ven los clubes.

Corresponde a los actores del fútbol, a las instituciones, y a los clubes, conti-nuar adelante en un pacto de juego lim-pio, deportivo, entendiendo también el sentido de esa pasión solidaria y pací-fica, que finalmente puede arrancarnos una tenue sonrisa, más allá de mascu-llar la derrota de uno de nuestros equi-pos. Será hasta el próximo Domingo…

Page 19: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

17

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Comisión Europea: tributo a pases para re-distribuir. Recuperado septiembre, 6, 2013 en http://historico.elpais.com.uy/130210/pecono-694758/economia/Comision-Europea-tributo-a-pases-pa-ra-redistribuir/

El blog de mi fútbol ecuatoriano. Varios posts consultados agosto, 2013 de http://mi-futbolecuador.wordpress.com/

Electronic Arts Reports Q4 FY13 and FY13 Financial Results. Rob Sison & Jeff Brown. Electronic Arts Inc. Mayo 2013.

Football Money League 2003 – 2010. Conclu-siones y un análisis desde la perspectiva Lati-noamericana. Deloitte & Co. S.R.L. Marzo 2011.

La crisis económica del fútbol. F. Carrión Mena. Recuperado septiembre, 7, 2013 de http://works.bepress.com/fernando_ca-rrion/591/

La Doce. La verdadera historia de la Barra Brava de Boca. Gustavo Grabia. Ed. Sud-americana. Buenos Aires 2009. ISBN: 9789500731058

La liga del éxodo. Recuperado septiem-bre, 6, 2013 en http://deportes.elpais.com/deportes/2013/08/16/actuali-dad/1376680079_516358.html

Latin America. Football Money League. 2da. edición. Deloitte Touche Tohmatsu. 2007.

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Salmon palangana. Sevilla, economía, futbol, derecho, fiscalidad. Varios posts consultados agosto, 2013 de http://www.salmonpa-langana.com/

Real Decreto 687/2005, de 10 de junio, por el que se modifica el Reglamento del Im-puesto sobre la Renta de las Personas Físicas, aprobado por el Real Decreto 1775/2004, de 30 de julio, para regular el régimen especial de tributación por el Impuesto sobre la Renta de no Resi-dentes, y se eleva el porcentaje de gas-tos de difícil justificación de los agricul-tores y ganaderos en estimación directa simplificada. Boletín Oficial del Estado (España) de 11 de junio de 2005.

Teradeportes.com. Varios posts consultados agosto, 2013 de http://www.teradepor-tes.com/

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¡Nunca la hinchada festejó el superávit de un balance anual!

Washington Cataldi

La economía del fútbol y, por lo tanto, sus momentos de excepción, como son las crisis, no han sido objeto de estudio en el país; en general lo que ha existido son visiones periodísticas parciales u opiniones venidas del sentido común. Es más complejo el asunto, porque la falta de transparencia reinante en el fútbol hace que no se cuente con información confiable para realizar análisis y sostener debates fundamentados. En otras palabras, la estructura del propio fútbol está construida de tal manera que impide su conocimiento y, por lo tanto, encontrar salidas o plantear políticas estratégicas para su modernización; en una sociedad fundada en el conocimiento, esto es inadmisible y un sin sentido.

La Crisis DelFútbol Ecuatoriano:El PopulismoFinanciero Futbolístico

Fernando Carrión*[email protected]

*Doctorando en Ciencias Sociales, U.B.A., Argenti-

na. Ex-Director de FLACSO-Ecuador. Ex-Concejal

de Quito.Académico del programa de Estudios de la

Ciudad de la FLACSO. Presidente de la Organización

Latinoamericana de Centros Históricos. Productor

del programa de radio”Futbologías” de Radio Quito.

Page 21: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… en el año 2013 la suma de los presupuestos de los 12

equipos de la primera categoría “A” llegó a una cifra de 54

millones de dólares, mientras el déficit acumulado rondaba

los 49 millones; lo cual expresa un desequilibrio global del

presupuesto consolidado de los clubes y también, siguiendo a Galeano, una política: “Debo,

luego soy”…

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La crisis económica y el popu-lismo económico

En este inicio de siglo el fútbol ecua-toriano ha logrado éxitos deportivos nunca antes vistos a nivel internacional, tanto con sus selecciones como con sus clubes. Allí están las clasificaciones his-tóricas a los mundiales de Corea-Japón y de Alemania, así como los triunfos in-ternacionales de Liga Deportiva Univer-sitaria en la Copa Libertadores de Amé-rica, la Sud-americana, las dos re copas y el Vice-campeonato mundial de clubes en la Copa Confederaciones.

Correlativamente se observa un impor-tante crecimiento económico en el pre-supuesto de los clubes1 y en los ingresos formales de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que han conducido en los últimos 5 años a un incremento sin precedentes de la economía vinculada al fútbol: mientras la economía nacional ha crecido a una tasa promedio anual del 4.5%, la del fútbol lo ha hecho en alrededor del 12%; esto es, tres veces más del promedio del país. En otras pa-labras, la crisis del fútbol nacional no es de ingresos.

Sin embargo de este boom económico del fútbol ecuatoriano, tenemos que –según Diario El Comercio de Quito- en el año 2013 la suma de los presupuestos de los 12 equipos de la primera catego-ría “A” llegó a una cifra de 54 millones de dólares, mientras el déficit acumulado rondaba los 49 millones; lo cual expresa un desequilibrio global del presupuesto consolidado de los clubes y también, si-guiendo a Galeano, una política: “Debo, luego soy”. Si bien este monto del déficit es muy alto, lo que más llama la aten-

1A ello habrá que añadir los movimientos económicos que se

generan en el fútbol amateur y barrial, así como los ingresos

producidos por los enlaces con otras actividades vinculadas

a este deporte, como son: la indumentaria deportiva, bares,

restaurantes, hoteles, agencias de viajes, propaganda,

televisión, automóviles, refrescos, cervezas, bancos y muchos

más.

ción es su composición: deudas con bancos para pagar deudas; no pago a fut-bolistas, a cuerpos técnicos y a personal administrativo; crecientes compromisos económicos con la FEF; proveedores que no pueden cobrar; juicios laborales perdidos o en proceso2; no cancelación de los tributos propios como tampoco de los impuestos que recaudan los clu-bes como agentes de retención del Es-tado; altos niveles de corrupción y la no cancelación de las transferencias de los deportistas a los clubes que los venden, la mayoría de las cuales son a corto y mediano plazo.

Esto lleva a pensar que la crisis no es de resultados deportivos ni tampoco de in-gresos económicos sino principalmen-te: de manejo administrativo y financie-ro de los clubes y de inadaptación a la nueva lógica económica que se impone mundialmente. Sin embargo, esta reali-dad empieza a desdibujarse; la crisis -fi-nalmente- le llegó al fútbol: la selección ha hecho “líquido” sus puntos ahorra-dos de la primera etapa, tanto que los 5 últimos partidos de las eliminatorias no gana (tampoco sus dos últimos partidos amistosos), el Deportivo Quito no se presenta a un partido y empieza a per-der, la participación en la Copa Sudame-ricana ha sido lamentable y hay partidos que se juegan sin público, entre otros.

En lo administrativo y financiero se observa la presencia de modelos de gestión anacrónicos y caducos, que se expresan, por ejemplo, en que ningún club del país tiene un plan estratégico de mediano plazo, tampoco un orgáni-co funcional, un presupuesto aprobado por sus socios, un balance de situación comparativa entre activos, pasivos y patrimonio; no existen contabilidades claras, así como la evidente ausencia de eficiencia. Si esto ocurre a nivel de los clubes, la FEF no es la excepción: no tiene capacidad reguladora más allá de la que surge en las instancias interna-cionales y, en menor medida, de la que viene del día a día del torneo nacional. A eso se debe sumar el manejo cliente-

2 Muchos de ellos sometidos a instancias de la justicia

nacional, de la FEF y de la FIFA.

Page 22: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

También se configura lo que se podría definir como populismo

económico futbolístico (PEF), que se asienta en un directivo que es más hincha que dirigente y que no tiene formación en gerencia

deportiva.

Sus objetivos son la obtención de campeonatos a corto plazo sin tener en cuenta los equilibrios presupuestarios, la ausencia

de transparencia en el manejo institucional que beneficia a

la corrupción, y la gestión más personalizada que institucional como herencia del modelo de

gestión anterior: el mecenazgo.

20

lar, patrimonialista y caudillista que ca-racteriza la gestión actual de la FEF. En otras palabras, existe una aguda debili-dad institucional en el fútbol nacional.

También se configura en un contexto de alta competencia lo que se podría defi-nir como populismo económico futbo-lístico (PEF)3, que se asienta en un di-rectivo que es más hincha que dirigente y que no tiene formación en gerencia deportiva. Sus objetivos son la obten-ción de campeonatos a corto plazo sin tener en cuenta los equilibrios presu-puestarios (ingresos y egresos)4, la au-sencia de transparencia en el manejo institucional que beneficia a la corrup-ción, y la gestión más personalizada que institucional como herencia del modelo de gestión anterior: el mecenazgo.

La crisis institucional y los mo-delos de gestión

La lógica de la crisis también se incuba en un contexto mundial de transforma-ción general del fútbol. El marco institu-cional de gestión del deporte en Ecua-dor se encuentra rezagado respecto de la velocidad del cambio que se experi-menta mundialmente; es más, esta asi-metría le lleva a subsumir su lógica de funcionamiento a lo que ocurre en otros países. Mientras en Ecuador impera la inercia como política, en otros lados rei-na la innovación continua.

Los cambios de la institucionalidad del fútbol pueden ser percibidos a través del siguiente recorrido histórico, compues-to por tres momentos superpuestos:

1)Inicialmente se parte con una organi-zación constituida alrededor del equi-

3Washington Cataldi, presidente de Peñarol en su época de

oro, justificaba esta acción mediante estas palabras: “Nunca

la hinchada festejó el superávit de un balance anual”

4 En muchos casos, por la falta de cierre presupuestario en el

ejercicio de una administración, se transfiere el déficit y las

deudas a los nuevos directivos.

po, como eje central de la actividad de-portiva, siendo el fútbol su única razón de existencia. El equipo se conforma alrededor de la figura del jugador-hin-cha-dirigente como un solo actor, que no encarna una división del trabajo ni especialización, que desarrolla la activi-dad deportiva solo en las horas libres5 y que se estructura sobre la base de orga-nizaciones espontáneas que nuclean a un grupo de amigos. Los equipos tienen jugadores locales y los torneos que se desarrollan siguen esta misma lógica; por eso, recién cuando se formalizan los torneos nacionales se constituyen los partidos que se juegan de local y de visitante, lo cual tiende a demandar ma-yores recursos económicos6 y una nueva institucionalidad7.

2)Un segundo momento ocurre cuando el club absorbe al equipo, convirtiéndo-se en la base institucional de la organi-zación, producción y representación del fútbol. Los antecedentes de ésta nueva fase se asientan en el proceso de nacio-nalización de éste deporte, que tiene que ver con dos hechos simultáneos: el desarrollo de una institucionalidad8 y el impulso de los campeonatos naciona-les9. Será a principios de la década del

5 Por eso los partidos se realizaban solo los fines de semana,

lo cual ahora es imposible porque el fútbol ha logrado

autonomizarse de la producción y convertirse en una

actividad económica permanente e independiente.

6“Cuando se ofreció el primer pago de entrada a personas

que querían presenciar un acontecimiento deportivo, nació

el profesionalismo” (Maisel, W. “The importance of being

amateur”, 1957)

7 En esta transición hubo algunos equipos que no lograron

modernizarse y se quedaron en el camino; allí están,

por ejemplo: en Quito el Crack, Gladiador o Titán y en

Guayaquil Unión, Sport Vicente Rocafuerte o Sport Santiago.

Posteriormente también: Patria y Everest, o América y

Politécnico.

8 En 1925 se crea la Federación Deportiva Nacional, en 1967

la Asociación Ecuatoriana de Fútbol como entidad rectora

-exclusiva- del fútbol y en 1976 la Federación Ecuatoriana

de Fútbol.

9 Los torneos nacionales empiezan a desarrollarse en 1957

y con más fuerza en 1961, gracias a la Copa Libertadores de

Page 23: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… se entra en una dinámica institucional perversa: mientras

los clubes son vitrinas de valorización del futbolista

y depositarios de las exigencias legales de los contratos, los

nuevos actores son los que se benefician de los derechos

deportivos de los futbolistas sin tener responsabilidad directa,

más allá del riesgo de la inversión, en un mercado

altamente volátil.

Por ello se produce una paradoja: los clubes pierden patrimonio, los

grupos empresariales obtienen utilidades y las dirigencias inflan los presupuestos para obtener

resultados deportivos de manera inmediata … De esta manera el fútbol se convierte en una actividad altamente

especulativa…

21

70 que se producen dos hechos coinci-dentes que sellan esta transformación estructural: por un lado, la llegada de Havelange a la Presidencia de la FIFA con una propuesta explícita: “Yo vendo un negocio llamado fútbol”, adscrita a la idea de la universalización de este de-porte, y, por otro, en la sociedad ecua-toriana se vive un agudo proceso de modernización venida de la explotación petrolera.

Esta coyuntura se caracteriza por la lla-mada profesionalización del futbolista, que no es otra cosa que la conversión del club en entidad organizativa del fút-bol (patrono), para lo cual requiere de la propiedad del denominado pase, ex-presión de una sujeción cuasi esclavista del jugador con el club, mediante el tra-bajo a tiempo completo y la dedicación exclusiva10. En esta fase la función del hincha-socio es clave, en tanto enarbola la bandera de adscripción al club, como sentido de identidad y de pertenencia (la camiseta), y, sobre todo, a través de su presencia en el estadio para aportar al financiamiento de la institución. Des-de este momento la profesionalización se sustenta en la taquilla, convertida en el elemento clave y casi único de la es-tructura de ingresos del club11.

América y se consolidan con la creación de la FEF en 1976.

10 El control del “tiempo libre” se vuelve central y es cada

vez más invasivo en el tiempo de los futbolistas, al grado que

ahora se lo llama militarmente “concentración”. Como señala

Eduardo Galeano: “en las vísperas de los partidos importantes, lo

encierran en un campo de concentración donde cumple trabajos forzados,

come comidas bobas, se emborracha con agua y duerme solo”.

11 En el país esta fuente de ingresos se mantiene hasta ahora,

mostrado la poca visión estratégica de las dirigencias, la

ausencia de diversificación de ingresos y la nula innovación

de los dirigentes actuales; tan es así que el presidente de la

FEF Luis Chiriboga dijo, ante las políticas de seguridad y de

transparencia implantadas por el Concejo Municipal de Quito

que:“Las comisiones que se formaron con esta ordenanza

se creen los dueños del espectáculo y creen que saben de

fútbol (…) Lo que han hecho es perjudicar al bolsillo de

Ecuafútbol en 150 mil dólares por partido”. La ordenanza

busca mejorar la seguridad de los estadios, que no haya

reventa de entradas, que no haya pases de cortesía por encima

3)Un tercer momento viene del agota-miento de la dinámica organizacional fundada alrededor del club para cons-tituir una estructura institucional tipo mall. Hemos adoptado esta metáfora, traída del gran centro comercial, porque grafica perfectamente lo que es hoy la organización del fútbol: el club se cons-tituye en una entidad ancla, que aglu-tina a su alrededor a varios grupos em-presariales a la manera de tiendas por departamentos, propios de los shopping centers.

En otras palabras, se pasa de una lógica de profesionalización de los futbolistas inscritos en un club (pase), hacia la li-beralización de la mano de obra –pie de obra- que conduce a una hiper mercan-tilización del fútbol, donde todos ganan menos el club, porque el elemento es-tructurador de la actividad deportiva no es el club sino el mercado (mall); lo cual genera nuevos actores que ven en la vic-toria la forma de potenciar utilidades. En la actualidad existen múltiples sec-tores sociales y económicos que medran alrededor del club y de los jugadores, entre los que están: los grupos empre-sariales, los fideicomisos, los agentes deportivos, los auspiciantes, las empre-sas de marketing y los medios de comu-nicación, todos los cuales solo buscan obtener utilidades económicas12.

De esta forma se entra en una dinámi-ca institucional perversa: mientras los clubes son vitrinas de valorización del futbolista y depositarios de las exigen-cias legales de los contratos, los nuevos

del aforo del estadio y que las circulaciones y asientos estén

claramente delimitados. Lo paradójico: en el siguiente partido

de la selección la FEF obtuvo más ingresos que en el partido

anterior…

12 En el fútbol nacional hay un florecimiento de los

“fideicomisos” y de los “grupos empresariales”. Hay un club

que tiene un solo fideicomiso y otro que tiene cuatro, que son

los dueños de los derechos deportivos de los futbolistas (los

más caros). Los grupos empresariales están en la mayoría de

los clubes y se forman para contratar un jugador caro, sin que

los inversionistas sean o no hinchas del club, porque lo único

que buscan son ganancias económicas.

Page 24: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

La transición se delinea desde fines del siglo pasado,

básicamente por los siguientes hechos históricos: … la

generalización de la televisión … la llamada Ley Bossman, desde 1995, deja atrás la lógica de la propiedad del pase (sujeción al club) y consolida el sentido del contrato por los derechos deportivos de los futbolistas,

permitiendo la libre movilidad del jugador, la libertad de

contratación de los deportistas y, sobre todo, la consolidación del mercado internacional de

futbolistas … el fortalecimiento de la FIFA …

22

actores son los que se benefician de los derechos deportivos de los futbolistas sin tener responsabilidad directa, más

allá del riesgo de la inversión, en un mercado altamente volátil. Por ello se produce una paradoja: los clubes pie-den patrimonio, los grupos empresaria-les obtienen utilidades y las dirigencias inflan los presupuestos para obtener resultados deportivos de manera inme-diata, debido a la presión de su histo-ria, de sus hinchas y de los medios de comunicación. De esta manera el fútbol se convierte en una actividad altamente especulativa.

Este tránsito empieza en la década de los años noventa, en el marco del pro-ceso de globalización. El fútbol pasa de una actividad deportiva a convertirse en una industria cultural de alcance plane-tario, tanto que la dinámica actual del fútbol exige que los clubes -a través de la modalidad de gestión que sea- gene-ren las condiciones de competitividad13 y no solo de competencia, partiendo de la re invención continúa de sus marcos institucionales porque, caso contrario, pueden quedarse históricamente reza-gados, como ocurre en el Ecuador.

La transición se delinea desde fines del siglo pasado, básicamente por los si-guientes hechos históricos:

1)Primero, la generalización de la televi-sión hace que un partido local se trans-forme en una actividad global14, pero también que los seguidores aumenten considerablemente, así como se con-viertan en una teleaudiencia que, ade-más, consume productos externos a la

13 La competitividad en el fútbol se refiere a la capacidad

de un club para obtener buenos resultados deportivos con

insumos de calidad y a bajo costo (jugadores, técnicos) en

relación a sus competidores; esto es, alta productividad propia

y comparativa con otros clubes.

14 En la actualidad los tamaños de los estadios son más

pequeños, porque los ingresos principales económicos

no provienen de la taquilla sino de los auspiciantes, de los

derechos de televisión, de la venta de futbolistas, entre otros.

actividad futbolística15. Hoy es mucho mayor el ingreso proveniente de los me-dios de comunicación que el de la taqui-lla, porque los medios llegan de mane-ra ubicua y masiva a diversos sectores sociales (alto rating), lo cual permite atraer financiamiento por publicidad y por auspicios.

2)Segundo, la vigencia de la llamada Ley Bossman, desde 1995, deja atrás la lógi-ca de la propiedad del pase (sujeción al club) y consolida el sentido del contrato por los derechos deportivos de los fut-bolistas, permitiendo la libre movilidad del jugador, la libertad de contratación de los deportistas y, sobre todo, la con-solidación del mercado internacional de futbolistas. Desde este momento se articulan los países importadores y ex-portadores de jugadores, dando lugar a un mercado mundial unificado que ha conducido al crecimiento expansivo de la economía del fútbol. La integración del mercado impuesta desde los países importadores de futbolistas (Europa) arrastra tras de sí a los países expor-tadores (América Latina, África), tanto que los mercados internos quedan sub-sumidos al externo16. La expresión más evidente termina siendo la inflación del precio de los futbolistas, en tanto el valor internacional fija el precio del jugador nacional, para beneficio de los actores paralelos (fideicomisos, grupos empresariales, empresarios deportivos, marketing), que tienen como fin único la maximización de la ganancia.

3)Tercero, la globalización del fútbol llegó con el fortalecimiento de la FIFA, sobre todo desde que llegan Havelange y Blatter a su presidencia, consolidando

15Hoy el club y sus jugadores son marcas que venden

productos distantes e, incluso, contradictorios al deporte,

como son: cervezas, licores, pañales, bancos y no se diga,

la política. Es que el fútbol genera una gran atracción que

permite amplificar demandas plurales.

16 Argentina tiene alrededor de 1.200 futbolistas en el

exterior, Brasil 900, Uruguay 330, Colombia 180 y Ecuador

alrededor de 30, que son los que fijan los precios de los

deportistas en cada uno de los mercados nacionales.

Page 25: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

23

una institución omnipresente en el pla-neta, que cuenta con una membresía de países superior a las Naciones Unidas. Actualmente existen una multiplicidad de torneos interconectados: los cam-peonatos nacionales están relacionados a la apertura de los mercados de futbo-listas en Europa, durante las épocas de Febrero (mercado de invierno) y Junio (mercado de verano)17; los torneos inter-nacionales de clubes se hacen al interior de las 6 Confederaciones y luego uno de ámbito mundial; las selecciones tam-bién compiten en sus respectivas con-federaciones y por eliminatorias a los mundiales que duran tres años. Como si eso fuera poco, existen las llamadas fechas FIFA que se realizan periódica-mente a nivel mundial. Todas estas ac-tividades están calendarizando la vida cotidiana de buena parte del mundo e integrando el mercado de futbolistas (pie de obra), de clubes (unidades em-presariales) y de torneos internaciona-les (mercados)18.

Las manifestaciones de la crisis

Como resultado de este conjunto de fac-tores explicativos se configura una pro-funda crisis del fútbol ecuatoriano, que se siente y manifiesta en las siguientes situaciones:

1. Por la modalidad tipo mall de ins-titución, se vive una aguda erosión patrimonial de los clubes; donde por

17 Mientras en Europa existe un solo campeonato nacional

que se juega durante todo el año, en América Latina existen

dos campeonatos o dos fases dentro de un mismo año, a fin de

abrir el libro de pases en las fechas que terminan los torneos

en Europa.

18 Se generalizan los torneos internacionales para clubes

como las Copas Libertadores de América y Sudamericana

y para selecciones con las eliminatorias a los mundiales que

se desarrollan durante tres años seguidos, la Copa América y

las Fechas FIFA. También están las copas Confederaciones

de selecciones y de clubes, amén de otras adicionales a nivel

formativo.

ejemplo, los futbolistas pertenecen a fideicomisos o grupos empresariales y no a los clubes. Estos actores paralelos descapitalizan a los clubes y suplantan a la membresía en la toma de decisio-nes. La plata de la comercialización de Antonio Valencia, de Fidel Martínez, de “Chucho” Benítez, de Jeferson Montero, de Nine Kaviedes, de Pedro Quñónez y de Narciso Mina, por poner algunos ca-sos, ¿dónde está?19

2. La mitad de los clubes no pueden pa-gar las plantillas mensuales de los fut-bolistas, técnicos y administrativos. Se-gún el diario El Comercio (18/09/2013) el Nacional debe 5 meses, el Quito 4 me-ses, la Liga de Loja, el Macará y el Cuen-ca 2 meses. El Quito jugó un partido con su equipo de reserva y en varias ocasio-nes no concentraron y no entrenaron sus jugadores. A ello se debe sumar la falta de respeto a los contratos con los futbolistas y cuerpos técnicos, que ha llevado al incremento del déficit de los clubes, a la inseguridad jurídica en este deporte y al desprestigio internacional de nuestro fútbol.

3. Las deudas al Servicio de Rentas In-ternas son de alrededor de 3 millones de dólares, siendo LDU el club que más pagado con el 57% de la totalidad de los impuestos; además este solo hecho muestra una inequitativa corresponden-cia entre los ingresos de los equipos y los impuestos cobrados (ver Anexos)20. A eso hay que sumar la evasión tribu-taria, que en muchos casos se logra fir-mando varios contratos: uno en Ecuador por exigencias de la FEF y otro en paraí-sos fiscales, como Panamá o la Florida.

4. Solo dos equipos de la serie “A” están

19Un caso muy ilustrativo se produjo en el partido de las

eliminatorias al mundial entre Ecuador y Argentina, jugado

en Quito: de los 11 jugadores titulares de la selección nacional

siete habían nacido en el club el Nacional. De aquí surgen dos

preguntas: ¿Dónde está el dinero de estas transferencias? Y

¿Por qué vendieron una generación completa de jugadores?

20 En la actualidad los futbolistas tienen dos y tres contratos,

algunos de los cuales se realizan en paraísos fiscales

(Panamá).

al día en sueldos y pagos al SRI: Inde-pendiente y LDU. El estadio de Barce-lona tiene orden de embargo del IESS y le cortaron la energía eléctrica. El club EMELEC corrió la misma suerte del em-bargo el año pasado.

5. Las deudas contraídas por ciertos clubes con la FEF han sido poco trans-parentes, en montos considerables y de manera reiterada, las cuales están trans-formando la misión de la Federación y pueden, si hay un colapso en algún equipo, comprometer la propia estruc-tura rectora del futbol nacional. Mucho más si no se saben los montos de los créditos, las tasas de interés, los plazos establecidos, las garantías depositadas y los clubes beneficiados, entre otros.

6. Las compras de los derechos deporti-vos de los jugadores generaron deudas con los clubes que vendieron y con en-tidades financieras formales e informa-les21 de tal manera que, si algún equi-po no las puede honrar, no solo que el equipo deudor puede perder la catego-ría sino que los equipos a los que se les adeuda también pueden caer en mora-toria22.

7. El 20% de los clubes de la categoría “A” han sido suspendidos temporalmen-te en sus derechos de participación en algunos partidos del campeonato nacio-nal, hasta que paguen sus deudas.

8. La contracción de los montos de in-versión en las divisiones formativas y en los equipos de reserva, produce los siguientes efectos: los equipos con ma-yores recursos económicos reclutan ju-gadores en los clubes que se encuentran en la mitad de la tabla de posiciones ha-cia abajo, lo cual dinamiza un mercado

21 Existe un caso paradigmático de un club, que tuvo que

recurrir al crédito usurario -porque se le cerró el sistema

formal de crédito- utilizando como garantía los derechos

deportivos de tres futbolistas, los que luego fueron vendidos

a otro club a un precio más alto del crédito inicialmente

solicitado.

22 Como ejemplo, este año el Deportivo Quito compró

derechos deportivos de 9 futbolistas, Nacional 11, Liga 13,

Barcelona 9; todos ellos en el mercado interno.

Page 26: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

24

interno de deportistas pero conduce -a mediano plazo- a una concentración de las posibilidades de éxito en pocos equi-pos. Adicionalmente hipoteca el futuro no solo de los equipos menos sólidos sino del fútbol nacional y, lo que es más complejo, producirá un efecto dominó cuando un club no pueda pagar al otro, arrastrando la crisis a todos los clubes. En otras palabras, si uno de los clubes compradores se cae económicamente, la cascada producirá una secuencia de impactos plurales.

9. El prestigio del fútbol nacional se vie-ne abajo, por el hecho de que muchos futbolistas y técnicos internacionales ya no ven al Ecuador como un destino in-teresante para trabajar. Las cadenas in-ternacionales de información deportiva empieza a difundir la situación econó-mica del futbol ecuatoriano, con lo cual la legitimidad e imagen de este deporte se erosiona considerablemente.

10. Lo que originalmente se pensó -que la crisis de los clubes era solo financiera y administrativa- da la impresión que ya le llegó al fútbol en sus distintos nive-les: la selección nacional no gana en sus últimos cinco partidos de las eliminato-rias, además de sus dos últimos com-promisos amistosos. La participación de los clubes en la Copa Sudamericana ha sido lamentable, mucho más si entre ellos estaba el campeón reinante (Bar-celona), el puntero del torneo nacional (Emelec), el exitoso Independiente y, la excepción que confirma la regla, la Liga de Loja que, sin embargo, pelea por el descenso en el torneo nacional.

Conclusión

El fútbol ecuatoriano se encuentra ante una inminente crisis estructural del sis-tema institucional que si no logra hacer algo rápido, profundo y bajo criterios de unidad de todos los actores, los re-sultados a corto y mediano plazo serán desastrosos. En otras palabras, la crisis económica es evidente y se puede pro-fundizar aún más; si, por ejemplo, se

produce un efecto dominó que arrastre a otros clubes y a la FEF a una crisis ge-neralizada23.

Pero como toda crisis es una oportuni-dad, ha llegado el momento de asumir la responsabilidad general de la proble-mática. De partida se requiere de verda-deras auditorías de cada uno de los clu-bes, de tal manera que se transparente lo ocurrido -al menos- en este siglo y los responsables asuman sus acciones. Es imprescindible realizar un gran ajuste de los presupuestos a la realidad de cada club. Y de allí ir hacia lo estructural, por-que si no se buscan cambios profundos y solo se incrementan los ingresos vía subsidios estatales, el tema crecerá aún más, porque ha sido comprobado que la crisis no es de ingresos, sino de proble-mas de fondo y, también, de corrupción.

Por ello la salida estructural que se perfila no es nada fácil, proviene de la necesidad de modernizar el fútbol na-cional, sobre la base de tres elementos interrelacionados: modelos de gestión modernos, presupuestos equilibrados y transparencia administrativa, lo cual demanda la formación de cuadros direc-tivos acordes a las nuevas realidades del fútbol nacional e internacional.

Las crisis son oportunidades; por eso hoy se presenta una coyuntura inigua-lable para modernizar al fútbol ecuato-riano desde su estructura general (FEF) y desde sus células básicas: los clubes. Ojalá no se la desperdicie.

Sugerencias de política

Las sugerencias de una propuesta se construyen sobre la base de soluciones coyunturales (corto plazo) y estructura-les (mediano y largo plazo), que deben

23 La FEF podría ser, dado lo complejo de este momento,

la promotora del financial fair play propuesto por la UEFA

y esta propuesta se convertiría en un paso inicial. Además,

se estima que tarde o temprano la propuesta de la UEFA será

asumida por la FIFA, para aplicarse a nivel mundial

conducir a un plan de acciones inmediatas y una estrategia de modernización del fútbol nacional que deberán desarrollarse de manera simultánea.

• Plan de acciones inmediatas

Debido a la necesidad y a la urgencia que plantea la crisis económica, se han definido acciones que deberán empren-derse urgentemente, de tal manera de obtener resultados lo más rápido po-sible. El objetivo de este plan es el de construir la viabilidad económico-finan-ciera y sentar las bases para la moder-nización del fútbol nacional; en otras palabras, encontrar un mecanismo para hacer un cambio significativo y radical en la forma de administrar los clubes.

Las acciones serán las siguientes.

• Realizar una auditoría económico-fi-nanciera de los 24 equipos de la primera categoría del fútbol nacional, de tal ma-nera de tener un estado de situación y un conocimiento cabal del manejo eco-nómico de cada uno de los clubes, así como de la Federación.

• La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) se beneficia directamente del aporte que hacen los futbolistas de los clubes a la Selección Nacional, para re-presentar al país. Los clubes son la base existencial de la FEF, y el origen princi-pal de financiamiento que recibe la FEF proviene de los derechos de transmisión de televisión de los partidos de la selec-ción y de los clubes. Por eso la FEF de-bería incrementar la transferencia de los recursos a los clubes, bajo formas trans-parentes de traspaso, de tal manera que los clubes puedan planificar mejor sus actividades, contar con más recursos para ser más atractivos para la pobla-ción, lo cual redundará en el incremento de los recursos de la propia Federación.

• Debido a la existencia de una impor-tante deuda en muchos clubes, se debe-ría gestionar para que los bancos priva-dos (Pichincha, Produbanco) y públicos (Pacífico) que auspician el fútbol creen un fondo destinado al otorgamiento de

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… Las manifestaciones de la crisis:

… aguda erosión patrimonial de los clubes … la mitad de los

clubes no pueden pagar las plantillas mensuales … las deudas

al Servicio de Rentas Internas … solo dos equipos de la serie “A” están al día … las deudas contraídas por ciertos clubes con la FEF … las compras de los derechos deportivos de los

jugadores generaron deudas … El 20% de los clubes de la “A” han sido suspendidos temporalmente en sus derechos de participación … la contracción de los montos de inversión en las divisiones

formativas … el prestigio del fútbol nacional se viene abajo … da la

impresión que ya le llegó al fútbol en sus distintos niveles …

25

préstamos para financiar los pasivos. Estos préstamos podrían ser de media-no plazo (10 años plazo), con las garan-tías necesarias y con intereses intere-santes, para destinarlos exclusivamente para gastos de capital de los clubes: mejorar la infraestructura deportiva, impulsar la seguridad de los estadios y las divisiones formativas. El mecanismo de inversión y de seguimiento (control y fiscalización) de estos recursos se defi-nirán de común acuerdo con el Ministe-rio de Deportes.

• La FEF podría generar una línea de financiamiento a los clubes siempre que se regule explícitamente esta com-petencia: montos (no mayor al 25% del presupuesto de la FEF), intereses, ga-rantías, plazos, y casos. En relación al Canal del Fútbol, la Federación deberá transparentar los montos que recibe y establecer claramente los índices a tra-vés de los cuales se transfiere esos re-cursos a los clubes.

• Los clubes deberían desarrollar pro-puestas de responsabilidad social, de tal manera que hayan lazos más estre-chos con la sociedad, para que no pasen exclusivamente por la identidad que ge-neran. Para eso se deberían establecer mecanismos de coordinación con los gobiernos locales, de tal manera que hayan aportes y beneficios conjuntos. Estos acuerdos deberían ser aprobados por la FEF.

• Debido a la poca calificación académi-ca existente en los cuadros directivos de los clubes, se solicitará a la SENESCYT un cupo de becas de estudios dentro de las universidades ecuatorianas e in-ternacionales destinado a cada uno de los clubes, con la finalidad de formar a mediano plazo entrenadores, prepara-dores físicos y dirigentes altamente ca-lificados.

• Estrategia de reestructuración del marco institucional

Los clubes son las células básicas del futbol profesional en el país y la FEF es el órgano rector del deporte a nivel na-

cional. Por eso hay que actuar urgente-mente sobre el sistema en su conjunto, teniendo en cuenta la necesidad de mo-dernizar la institucionalidad existente, bajo las siguientes directrices:

• Iniciar un debate respecto de la es-tructura del fútbol nacional: pasar de una federación con votos calificados a una asociación con representación di-recta de los actores principales (como en Argentina). Esto es, modernizar la relación de los clubes -como células constitutivas del sistema (bajo la forma de accionistas o de socios)- en relación a su órgano rector (asociación); esto es, definir los actores, su representación, los modelos de gestión, los vínculos y las funciones, entre otras.

• Conformar una comisión de juristas que estudie la normativa nacional y local con la finalidad de presentar propuestas de reformas a los marcos legales en el ámbito de la Asamblea Nacional.

• Establecer un sistema de información tipo Observatorio del Fútbol Ecuatoria-no, donde se divulguen permanente-mente los datos y los análisis que sirvan para diseñar políticas y hacer segui-miento de la actividad administrativa y deportiva.

• Diseñar una estrategia de seguridad del fútbol, siguiendo las directrices de las propuestas inglesas y en coordina-ción con los gobiernos local y nacional, así como otros actores.

• Crear el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) para que realice los estu-dios y genere los consensos necesarios para la modernización de la FEF. Esta instancia también dará seguimiento y asesoría en la transformación de los clu-bes, así como se le asignará la responsa-bilidad de velar el cumplimiento de las normas de este plan y de las sanciones cuando no se cumplan, para lo cual se responsabilizará de contar con un siste-ma de información que difundirá men-sualmente el índice de solvencia insti-tucional, similar al que usan los bancos. Este Tribunal estará compuesto por ex decanos de las facultades universitarias y por ex ministros de economía del país.

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26

En el caso de los clubes se deberá plan-tear un modelo de gestión institucional flexible e híbrido para que cada orga-nización diseñe el que crea más conve-niente, en atención a su historia, tradi-ción e intereses. Sin embargo deberían existir algunos puntos en común, que deberán ser de estricto cumplimiento, entre se puede mencionar a los siguien-tes:

• Reingeniería institucional que rompa con las formas rezagadas del mecenaz-go, la dependencia crónica a subsidios o la articulación con fideicomisos, para generar instituciones autónomas, sos-tenibles en el tiempo y eficientes en su gestión

• Cada club deberá presentar en enero del 2014 una propuesta de reingeniería que contenga un diagnóstico de situa-ción y una propuesta a mediano y largo plazo. Además presentará en la misma fecha los instrumentos técnicos que se detallan a continuación:

§ Un orgánico funcional24;

§ Un orgánico posicional:

§ Un plan estratégico para 5 años;

§ Un plan operativo anual.

• Al finalizar cada año -empezando en este 2013- todos los clubes presentarán:

§ Un informe de auditoría y los estados financieros, avalados por los socios o los accionistas y, pos-teriormente, registrado notarial-mente.

§ Un presupuesto con grandes ru-bros, donde: los ingresos deberán registrarse según grandes aparta-dos, tales como: taquilla, derechos de televisión, auspicios, venta de jugadores y otros, y los gastos de-berán ser especificados según in-versiones de capital (no deberían ser menores al 15% del presupues-to), personal administrativo y ho-norarios de jugadores (el valor de

24 Todos los clubes deberán contar con al menos las siguientes

áreas especializadas en su estructura organizacional: gerencia,

seguridad, marketing y comisión de fútbol, con responsables

directos.

la plantilla del primer equipo no superará el 70% del presupuesto), servicio de la deuda (que no será mayor al 50% del presupuesto); gastos de transporte, hoteles y otros.

§ Cada club registrará su Direc-tiva y señalará rigurosamente las responsabilidades que tendrán los directivos, tanto en la representa-ción del club, como respecto de las deudas que contraigan en el perío-do de su gestión que no deberá ser mayor al 50% del presupuesto del club.

• La FEF realizará de manera periódica reuniones para discutir temas relevan-tes del fútbol nacional e internacional: el arbitraje, la economía, la violencia, los torneos internacionales, el mercado de futbolistas y los modelos de gestión, entre otros.

• La FEF deberá acercarse inmedia-tamente al proceso que se sigue en la UEFA alrededor del llamado “fair play fi-nanciero”, porque tarde o temprano nos llegarán sus normas y mejor hacerlo lo más rápido posible. De hecho, una buen parte de estas recomendaciones han sido recogidas de sus grandes líneas es-tratégicas.

ANEXO

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28

El debate deportivo en Italia explica muy bien la relación entre la crisis finan-ciera del fútbol y la globalización. Uno de los clubes más prestigiosos a nivel mundial, el Inter de Milán, fue recien-temente comprado por el magnate de Indonesia Erick Thohir.

Thohir no es un conocido fanático del Inter, pero ha integrado su pasión por el business global con la del deporte; tan es así que tiene un patrimonio de 8.000 mi-llones de euros y es propietario del D.C. United Usa, del Nba Philadelphia 76ers y, ahora, del Inter. La compra del Inter no representa un simple cambio de ad-ministración; el presidente actual, el pe-trolero Massimo Moratti, vende el 70% de las acciones del Club porque tiene un déficit anual de 70 millones de euros. Hablamos de que el club es una socie-dad con 200 empleados que en el 2010 - año del éxito de la Champions League- ha empleado 235 millones de euros solo en el pago de sueldos y salarios.

En realidad, el nuevo propietario llevará a cabo un cambio de identidad del club: se pasará de un presidente fanático, a un presidente manager; para Thohir, que no vive en Italia y, por lo tanto, no participa de su vida deportiva, el Inter es solamente una parte de sus inversiones económicas y, por lo tanto, es parte de la diversificación de la organización del trabajo de su empresa global.

En el marco del fútbol europeo, Italia representa la condición de oveja negra: entre los fanáticos italianos 9 millones van al estadio, 20 millones se enteran del fútbol en los diarios y 25 millones lo ven por la televisión, que encarna el ingreso económico principal de las dife-rentes sociedades del fútbol en Europa.

Otros datos para la reflexión: la UEFA señala que en Europa, por sueldos a los futbolistas se emplean anualmente 5.600 millones de euros, pero los con-tratos de publicidad valen mucho más. Por ejemplo, Messi gana poco más de 10

El fútbol en Italia: entre la crisis financiera y el obligado camino hacia los mercados ilegales

Francesco Forgione*[email protected]

*Periodista y escritor, fue diputado de 1996 al 2008 y

presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia del

Parlamento Italiano y Profesor de Sociologia de las orga-

nizaciones criminales en la Universidad de L’Aquila.

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…. existe un mercado de artefactos de cada club de fútbol, que es muy extenso, compuesto

por una red comercial que ocupa todo el territorio nacional y que

se va expandiendo por el espacio europeo. Allí existen artefactos

tipo bufandas, indumentaria deportiva, camisetas, vasos, sellos, pelotas, fotografías y muchos más, que ayudan al financiamiento del club y a

inundar tiendas y calles con los colares de los clubes.

En este mercado, existe una red paralela, normalmente manejada

por la camorra (la mafia de Nápoles) que tiene el monopolio

europeo del contrabando de los productos falsificados…

…Como dice Eduardo Galeano, “...en la época de los productos, los futbolistas son productos que venden otros productos…”. Esta

modalidad del negocio ha creado un agujero negro en el fútbol: su crisis financiera, no solo por las consecuencias del fracaso del modelo neoliberal sino también por la crisis económica global …

29

millones por sus goles, además de los 26 millones de euros que obtiene por el patrocinio publicitario; su caso no es la excepción, allí están casi todos los ju-gadores más prestigiosos del fútbol eu-ropeo.

Y no es solo esto: existe un mercado de artefactos de cada club de fútbol, que es muy extenso, compuesto por una red comercial que ocupa todo el territorio nacional y que se va expandiendo por el espacio europeo. Allí existen artefac-tos tipo bufandas, indumentaria depor-tiva, camisetas, vasos, sellos, pelotas, fotografías y muchos más, que ayudan al financiamiento del club y a inundar tiendas y calles con los colores de los clubes. En este mercado, existe una red paralela, normalmente manejada por la camorra (la mafia de Nápoles) que tiene el monopolio europeo del contrabando de los productos falsificados; se habla de millones de euros, así como de millo-nes de euros que se mueven en el mer-cado de los derechos deportivos de la televisión, monopolizada por los clubes mayores de la primera serie quienes de-terminan los calendarios de los juegos de la Liga italiana de fútbol.

Por ejemplo, en este momento, el Mi-lan, el club que tiene como presidenta a Barbara -hija del líder de la derecha italiana y ex capo del gobierno, Silvio Berlusconi- tiene ingresos del 13% por las entradas al estadio, del 67% por los derechos de televisión y del 20% por los auspiciantes.. Y el Inter tiene un con-tracto con la multinacional Nike de más de 200 millones de euros, por un lapso de 10 años.

Como dice Eduardo Galeano, “...en la época de los productos, los futbolistas son productos que venden otros pro-ductos…”. Esta modalidad del negocio ha creado un agujero negro en el fútbol: su crisis financiera, no solo por las con-secuencias del fracaso del modelo neo-liberal sino también por la crisis econó-mica global, también está presente en el sector deportivo. Se cerró la inversión de dinero público en el deporte y sobre todo, en los deporte “inferiores”; es de-cir, en aquellos que no producen gran-

des ganancias económicas.

Por eso la nueva tendencia es construir estadios privados, como el de la Juven-tus de Turín, pero para esto se necesita mucho dinero y todas las sociedades deportivas tienen una contracción fi-nanciera, tanto que se puede afirmar que hay una crisis que hace que los clu-bes sea más vulnerables a la infiltración de las mafias, porque en este momento las organizaciones criminales y de nar-cotrafico son las únicas que tienen gran liquidez y requieren limpiar esos dine-ros en los mercados legales, tal como revelan muchas investigaciones de la Procuraduría Antimafia.

Hay muchísimos casos de lavado de di-nero en las sociedades de fútbol y en la compra de futbolistas: Italia y Europa representan el principal mercado para la importación de futbolistas sudameri-canos y en este negocio, las mafias no producen solamente riqueza si no, tam-bién, consenso social.

En Italia, otro factor de preocupación social, es el juego ilegal de apuestas, manejado por la criminalidad organi-zada transnacional, lo cual produce corrupción entre los clubes y los futbo-listas. No parece creíble, pero en este momento en Italia rigen dos procedi-mientos penales: unos vinculados a la justicia ordinaria y otros planteados por la justicia deportiva para sancionar la corrupción en el fútbol y por alterar los resultados.

Por eso, en el 2011 el gobierno italiano creó la “Unidad informativa del Ministe-rio de Interior sobre las apuestas depor-tivas” y la Unión Europea quiere crear una “Agencia para la Integridad y la Lealtad del Deporte”. En el mismo año, el Presidente del Comité Olímpico Eu-ropeo, Jacques Rogge afirmó: “tenemos países donde la confianza ha desapare-cido en las competiciones deportivas y en el público también se ha perdido el interés por la competición”.

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… En el mismo año, el Presidente del Comité Olímpico Europeo,

Jacques Rogge afirmó: “tenemos países donde la confianza

ha desaparecido en las competiciones deportivas y en el público también se ha perdido el

interés por la competición”…

30

En este sistema de corrupción y decai-miento de los valores del deporte hay un fenómeno muy preocupante, que está vinculado con el racismo que se manifiesta en los estadios por la presen-cia de fanáticos -que son organizaciones de extrema derecha, fascistas y nazistas- que tienen una red organizada a nivel europeo.

Son agentes de la violencia y el fútbol representa la ocasión para generar la oposición a toda la sociedad, incluidos los sectores de exclusión social y de marginación urbana y metropolitana. Es frecuente, que los domingos dos clubes juegan sin público, por la prohibición del Ministerio del Interior, como res-puesta a los coros racistas del domingo anterior contra un futbolista negro, afri-cano o sudamericano.

Sin embargo, la represión no es sufi-ciente para descubrir el espíritu de libre competencia, elemento básico dentro de cada deporte. Necesitamos recons-truir una ética del mercado y una mora-lización de los clubes de fútbol, ciegos en el correr tras la ganancia que insulta la pobreza de la mayoría de los consu-midores del espectáculo deportivo. Este es el desafío que tenemos vencer.

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32

El Uruguay es un país relativamente pe-queño en superficie, habitado por poco más de 3.000.000 de habitantes con un crecimiento demográfico prácticamen-te nulo en los últimos 50 años. Su ca-pital es Montevideo, con una población estable que corresponde en términos relativos a la mitad de la población del país. Históricamente es la capital políti-ca y administrativa, ciudad universitaria e industrial, centro turístico, cultural y deportivo.

La fundación de la antigua “League” a fines del XIX, permitió la realización del “Campeonato Uruguayo” que se dirime, hasta hoy, entre asociaciones deporti-vas localizadas en su inmensa mayoría

en Montevideo. La predominancia ab-soluta corresponde a Peñarol y Nacional cuya influencia en todo el país divide a los uruguayos en dos mitades.

El Ing. Buzzetti (1) sentenciaba: “Ningún deporte, como el futbol, interesa por igual al actor y al espectador…” y en el caso uruguayo desde las primeras épo-cas los jugadores, los dirigentes y los aficionados participan o han participa-do de esos tres estamentos, procurando el triunfo, la gloria y en menor medida la estabilidad económica.

“Nadie festeja un balance” enunciaba el inefable Cataldi. (1)

La crisis económica del fútbol-Una mirada desde Uruguay-

Nelson Inda*[email protected]

*Arquitecto, docente Universitario y Vicepresidente

de la Sociedad de Arquitectos.

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33

La participación de unos y otros en los frutos de la competencia deportiva es lo que ha variado en las sucesivas cri-sis que produjeron indudables y visibles cambios económicos institucionales y sociales.

La aparición en el último cuarto de si-glo de la televisión como la gran con-sumidora del espectáculo futbolístico y el empresario del futbol, transformado en gerenciador de los clubes inyectan-do inversiones redituables, introduce variables económicas, financieras, so-ciales e institucionales, superpuestas a la estructura anterior, que transforma al actor-jugador como el principal produc-to económico. (2)

La permanente situación de inestabi-lidad financiera por los costos que in-sume el espectáculo del futbol; de in-seguridad social por la introducción de métodos violentos a través de “barras bravas” y afines, y la dicotomía “em-presa rentable-asociación civil” ha sido soslayada y eludida en base a respues-tas coyunturales que no han modificado sustancialmente los pilares básicos de la competencia local.

Los nuevos equilibrios desarrollan, por causa y efecto, el vaciamiento calificado de la actividad local con la desaparición forzosa de los más talentosos futbolis-tas que emigran con corta edad.

Los equipos locales, principalmente Pe-ñarol y Nacional necesitados siempre de triunfos políticos y deportivos, se in-tegran con “repatriados” en el ocaso de sus carreras deportivas, o para ser nue-vamente colocados en el mercado inter-nacional. En la situación interna les es suficiente para alternarse en los títulos locales compitiendo por otra “Copa Uru-guaya”. En el plano internacional hay que remontarse a más de 35 años para

memorizar triunfos en las copas interna-cionales de la Conmebol.

Por otra parte, la necesidad de “mostrar” jugadores y la explicable presión de la historia, han permitido iniciar un proce-so de selección nacional inédito, apoya-do por todos los actores del fútbol.

La sub-15 está clasificada para el mun-dial, la sub-17 y sub-20 son actuales vi-cecampeonas del mundo, y la selección mayor, ostenta su 15ª. campeonato de América, es cuarta en el mundo y segun-da en el ranking FIFA en períodos del 2012.

Complementariamente, los requeri-mientos de la televisión han permitido a los clubes incrementar sus ingresos por derechos televisivos, y aportar a los es-pectáculos mejoras sustanciales en los espacios de juego, tanto desde el punto de vista visual como funcional, para que la pelota -que es redonda y veleidosa- pueda desplazarse sin sorpresas para actores y espectadores. (3)

Cara y contracara del “glorioso futbol uruguayo”.(4)

Referencias

(1) Ex -presidente de Peñarol

(2) Diario La República del Uruguay del 23 de agosto de 2013

(3) Detalle del “Gattamelata” de Do-natello. Copia en bronce locali-zada en las cercanías del Estadio Centenario.

(4) Expresión periodística laudatoria y crítica

La permanente situación de inestabilidad financiera por los

costos que insume el espectáculo del futbol; de inseguridad social por la introducción de métodos

violentos a través de “barras bravas” y afines, y la dicotomía “empresa rentable-asociación

civil” ha sido soslayada y eludida en base a respuestas coyunturales

que no han modificado sustancialmente los pilares

básicos de la competencia local.

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En estos quince años que ejerzo la profesión de periodista he tenido la suerte de vivir y compartir con miles de hinchas los me-jores momentos de la historia del fútbol ecuatoriano: tres clasifi-caciones al mundial con la selección; con Liga de Quito cuatro títulos internacionales, un Mundial de Clubes y una Copa de la Paz, donde el equipo Universitario jugó nada más ni menos que con el legendario y mítico Real Madrid de Cristiano Ronaldo.

El fútbol abre muchas puertas y oportunidades, en mi caso me permitió viajar por el mundo; conocer culturas distintas, ciuda-des hermosas, comidas exóticas y sobre todo personajes que han marcado un antes y un después en la historia de nuestro balompié.

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Del éxitofutbolero a una crisis anunciada:15 años mirando al fútbol

Diego Lituma*[email protected]

*Coordinador Periodistico TELEAMAZONAS.

Comentarista Radio La Red en Jornadas Depor-

tivas. Profesor de televisión en la UDLA. Licen-

ciado en Comunicación, Universidad Politécnica

Salesiana.

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… Mientras la selección hacía historia en el mundo, casa

adentro nuestro fútbol vivía una especie

de falso boom monetario. Con una economía dolarizada los

equipos comenzaron a inflar sus presupuestos, a pagar y

contratar jugadores con sueldos que no estaban acorde a sus

posibilidades…

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En agosto de 2002, un mes después de que Ecuador jugó su primer mundial en Corea y Japón, planificamos en el Pro-grama Día a Día hacer un reportaje es-pecial al capitán tricolor Alex Aguinaga, el 10 nacional fue elegido en México como el mejor jugador de la década del futbol azteca. Esta era una noticia que nos llenaba de orgullo, pues en esos tiempos eran pocos los jugadores que militaban en el exterior y sin duda Alex era el futbolista más conocido de nues-tro pequeño país.

La imagen que más recuerdo de aquel viaje a México fue en la famosa plaza del Zócalo del DF. Yo llevaba la camiseta de la selección nacional y mientras filmá-bamos una presentación, decenas de curiosos se acercaron para ver la graba-ción. Cuando terminamos el stand up, hinchas mexicanos nos recordaban que nos habían ganado en el mundial y que al güero Alex Aguinaga lo querían como a un mexicano más. Se me vino a la mente que mi papá siempre me contaba que el mejor jugador de nuestra historia era Alberto Spencer y que Pelé era mejor que Maradona; yo no los vi jugar, pero para mí Aguinaga era el más grande y Maradona el mejor del mundo.

Pero lejos de esta anécdota, lo que co-menzó a pasar es que Ecuador a través del fútbol se dio a conocer en el mundo y más jugadores fueron transferidos al fútbol internacional. Después del mun-dial del 2002 tres jugadores oriundos del Valle del Chota llegaron a la Premier League de Inglaterra: Ulises de la Cruz al Aston Villa, Kléber Chala y Agustín Delgado al Southampton, y Carlos Teno-rio al All Nassr de Arabia Saudita entre otros.

En las eliminatorias para el mundial de Alemania 2006 en el equipo titular de la tricolor figuraban seis jugadores que militaban en el fútbol internacional: Ivan Hurtado jugaba en España, Ulises de la Cruz en Inglaterra, Edison Méndez en México, Antonio Valencia en España, Agustín Delgado en México e Ivan Ka-viedes en Argentina. Las cosas habían cambiado en nuestro fútbol, la tri estaba a un paso de llegar su segundo mundial

consecutivo y en el mundo futbolero el nombre de Ecuador ya tenía otro peso.

En septiembre de 2005 viajé hasta Bir-mingham en Inglaterra. A esta ciudad se la conoció como la locomotora de la Re-volución Industrial en Reino Unido o la “Ciudad de los mil negocios”. Nosotros llegamos para ver en acción a nuestra locomotora de la cancha el gran Ulises de la Cruz. Ulises, oriundo de Piquiucho, se convirtió en nuestro guía en esta gran metrópoli; paseamos por sus plazas, pa-lacios y conocimos el estadio donde se forjó uno de los equipos más antiguos y ganadores de Inglaterra, el Aston Villa. El estadio de Villa Park fue inaugurado en 1874, en este mítico escenario se re-cuerda cómo nació el fútbol, los títulos y las hazañas alcanzadas por el equipo del barrio de Villa y en un rincón especial está la foto de nuestro defensa Ulises de la Cruz. En el pequeño museo los hin-chas no paraban de pedirle autógrafos, y él, con un inglés impecable, les contaba que estaba listo para jugar el partido del día domingo. El equipo debía viajar a Londres para jugar con otro de los gran-des de la Premier: “El Chelsea”.

Mientras Ulises preparaba su terno y corbata para viajar al partido y no ser sancionado con una multa de 2 mil li-bras, unos 2.500 dólares, nosotros com-pramos los pasajes de tren para trasla-darnos a la capital inglesa.

El estadio de Stamford Bridge, sede del partido, estaba abarrotado por 40 mil hinchas azules del Chelsea que alenta-ban al equipo del entrenador portugués José Mourinho que tenía en sus filas a grandes figuras: en el arco estaba Petr Cech, el defensa John Terry, los volantes Frank Lampard y los delanteros Didier Drogba y Hernán Crespo. El Chelsea era el actual campeón del futbol inglés y el Aston Villa estaba luchando por ocupar un puesto que lo clasifique a la Cham-pions League. Yo quería ver saltar a la cancha a Ulises, ese guerrero de mil ba-tallas que nos había llenado de orgullo a todos los ecuatorianos y que había devuelto la autoestima e identidad al pueblo negro del Chota. Cuando inició el partido, Ulises desbordó por la pun-

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Rubén nos cuenta una anécdota más: “En el año 1997 cuando

comencé mi carrera como director técnico en Barcelona

le dije a Xavier Paulson presidente del equipo que había

que corregir esa disparidad de criterios que había en el comportamiento económico entre el jugador nacional y extranjero, yo hice que los

sueldos se equipararan, se creía que lo extranjero siempre era

mejor”.

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ta derecha buscando el cabezazo de su amigo el colombiano Juan Pablo Angel, pero rápidamente Lampard llevó a sus compañeros al ataque y dos goles suyos sentenciaron el partido. A mi poco me importaba el resultado, ese día entendí cuanto había crecido el fútbol ecuato-riano, Ulises estaba en la cancha dispu-tando un partido con las estrellas más importantes del fútbol mundial y siendo protagonista. Pocos meses después el mismo Ulises junto a sus compañeros de la selección ecuatoriana enfrenta-ban a Inglaterra en los octavos de final del mundial de Alemania 2006, un gol de David Beckham nos dejaba fuera de aquella histórica cita mundialista.

Mientras la selección hacía historia en el mundo, casa adentro nuestro fútbol vivía una especie de falso boom mone-tario. Con una economía dolarizada los equipos comenzaron a inflar sus presu-puestos, a pagar y contratar jugadores con sueldos que no estaban acorde a sus posibilidades. En el 2007 Barcelona, por ejemplo, contrató al ex delantero de Boca Junior Marcelo el “Chelo” Delgado y un año después Rolando Zárate la con-tratación más cara de toda su historia. El club pagó $ 900 mil por comprar su pase, pero en quince meses el delantero argentino solo marco cinco goles, cada anotación suya le costó al equipo torero 180 mil dólares. Zarate y Delgado gana-ban cerca de 45 mil dólares mensuales. Otros equipos de la capital pagaron ese mismo año, a jugadores de la selección ecuatoriana, sueldos que superaban los 50 mil dólares, el costo para los equipos llevaba a una profunda crisis económi-ca.

En los últimos cinco años el Deportivo Quito ganó tres títulos nacionales; un sueño que esperó cuatro décadas, pero el precio que ha tenido que pagar ha sido muy alto, hoy está a un paso del abismo económico.

Hace pocas semanas llegué hasta el complejo del Deportivo Quito para en-trevistar a Rubén Darío Insúa director técnico del equipo capitalino. El argen-tino conoce muy de cerca la realidad de nuestro fútbol: fue ídolo de Barcelona

en la década de los 90, ganó un título con el equipo guayaquileño y ya como director técnico en 1998 llevó a los ama-rillos a disputar su segunda final de una Copa Libertadores. En el 2002 ganó la Copa Sudamericana con el San Lorenzo de Argentina y en el 2009 llevó al De-portivo Quito al bicampeonato. Rubén sabe que esta vez llegué para conocer la situación económica del equipo chulla. El poeta del gol como lo conocían cuan-do era jugador nos habla directo y sin tapujos: “no me pagan ocho meses y a los jugadores les deben cuatro, así no se puede jugar al fútbol, sentencia”

“Los rivales que nos toca enfrentar tienen una gran ventaja, afirma Insúa, ellos se concentran todos los partidos, les pagan puntualmente, ese tipo de ventajas que tiene el rival las hemos di-simulado con estrategia táctica y esencialmente con buenos jugadores que tiene el equipo”.

Mientras los jugadores responden al téc-nico en la cancha y a la hinchada en las gradas, Insúa intenta manejar el plantel desde la parte anímica y psicológica. Me cuenta que hay días que el jugador está triste, preocupado por su familia, esto es algo atípico, generalmente un equipo puede tener un problema circunstancial pero que se alargue ocho meses no es normal. Esto no se puede extender más en el tiempo; llegará el momento en que explote todo, si un equipo quiere ser campeón se le debe pagar a los jugado-res, al cuerpo técnico, a los médicos a todos, esto nunca lo he vivido me dice.

“Yo trato de predicar con el ejemplo de que la conducción del equipo sea honesta e inteligente, yo sé lo que piensa un jugador en estos momen-tos: en su familia, sus hijos en invertir de cara al futuro, en una casa, en un vehículo, en la educación de los suyos. En este primer semestre teníamos la oportunidad de llegar a disputar a la final del campeonato, clasificar a Copa Li-bertadores y sudamericana pero los conflictos no nos permitieron cumplir el objetivo. Nosotros competimos con equipos que tienen estabilidad económica, presupuestos altos, buenos juga-dores, entrenan siempre, concentran siempre, algunos equipos hicieron sus pretemporadas en el exterior, esa es una ventaja enorme”, mani-fiesta Insúa.

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La reflexión final al duro momento que vive el fútbol ecuatoriano me la cuenta el catedrático de la FLACSO

Fernando Carrión: “La salida a esta crisis proviene de la necesidad de modernizar el fútbol nacional sobre

la base de tres elementos interrelacionados: modelos de

gestión modernos, presupuestos equilibrados y transparencia

administrativa”.

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¿Y usted como ha mantenido a su fami-lia todo este tiempo que no ha cobrado un sólo dólar?

-Entre risas nos dice: “Tuve una buena ca-pacidad de ahorro cuando fui futbolista. Las cosas han cambiado, en los últimos 25 años el fútbol ecuatoriano no ha dejado de crecer y en la última década el salto fue mayor”.

Rubén nos cuenta una anécdota más: “En el año 1997 cuando comencé mi carrera como director técnico en Barcelona le dije a Xa-vier Paulson presidente del equipo que había que corregir esa disparidad de criterios que había en el comportamiento económico entre el jugador nacional y extranjero, yo hice que los sueldos se equipararan, se creía que lo extranjero siempre era mejor”.

Rubén nos cuenta una anécdota más: “En el año 1997 cuando comencé mi carrera como director técnico en Barcelona le dije a Xa-vier Paulson presidente del equipo que había que corregir esa disparidad de criterios que había en el comportamiento económico entre el jugador nacional y extranjero, yo hice que los sueldos se equipararan, se creía que lo extranjero siempre era mejor”.

Insúa cree que hay que puntualizar cuando se habla de la crisis en el fútbol ecuatoriano: “Hoy hay una crisis de algu-nos equipos; no de todos, hay equipos serios, yo nunca he escuchado problemas económicos en Liga, Emelec, Católica, Independiente del Valle y en la misma selección ecuatoriana”.

El entrenador del Deportivo Quito en-tiende que en esta crisis si hay una luz al final del túnel y de manera textual me comenta: “Con un poco de sentido común la crisis del Deportivo Quito puede mejorar, se ne-cesita una buena administración y autoridad. Hoy hay mucho dinero en el fútbol por publici-dad, derechos de televisión, venta de jugadores, cuando uno administra bien rápidamente, solu-ciona los problemas”.

Rubén no quiere despedirse sin una úl-tima reflexión: “Cuando yo voy por la calle, hablo mucho con los hinchas del Quito; y la gente está enojada, no le gusta que el Deportivo Quito sea noticia por cosas malas, que no le pa-gan a los jugadores, al cuerpo técnico, que tiene deudas con el SRI, con la FEF, a la gente no le gusta eso, la gente está muy feliz con el equipo

de fútbol pero enojada con sus directivos”.

Paradójicamente diez jugadores que no cobraron cuatro meses fueron separa-dos del plantel, unos por indisciplina y otros por bajo rendimiento. En esta lista están destacados jugadores como el arquero mundialista de la selección uruguaya Fabián Carini, el capitán del Deportivo Quito Luis Checa -que ganó tres títulos con el equipo- y Giovanny Espinoza ex zaguero tricolor que dispu-tó el Mundial de Alemania 2006.

Para el jurista Oswaldo Paz y Miño ni la indisciplina ni el bajo rendimiento son causales para un despido. La indiscipli-na tiene que ser probada y para romper una relación laboral se necesita un vis-to bueno en el Ministerio de Trabajo, además de debe fundamentar el visto bueno con pruebas y algo fundamental, el empleador en este caso el Deportivo Quito debe estar al día en los pagos con sus empleados. En el caso del bajo ren-dimiento es una causal que no admite la FIFA.

Para el Dr. Paz y Miño se está violando derechos constitucionales, laborales y hasta de derechos humanos.

La reflexión final del catedrático de la FLACSO Fernando Carrión:

“La salida a esta crisis proviene de la necesidad de modernizar el fútbol nacional sobre la base de tres elementos interrelacionados: modelos de gestión modernos, presupuestos equilibrados y transparencia administrativa”.

La reflexión final al duro momento que vive el fútbol ecuatoriano me la cuenta el catedrático de la FLACSO Fernando Carrión: “La salida a esta crisis proviene de la necesidad de modernizar el fútbol nacional sobre la base de tres elementos interrelacionados: mo-delos de gestión modernos, presupuestos equili-brados y transparencia administrativa”.

Esperemos que la buena salud regrese a nuestro fútbol, lamentablemente, un deporte cada vez más politizado y vio-lento.

Page 40: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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El planteamiento de esta publicación es muy claro: analicemos la crisis que vive el fútbol ecuatoriano (y también de otros países gracias a la colaboración profesional de variados expertos). Visión muy concreta … pero quizás vale la pena enfocarnos a la interrogante de saber si realmente hay una crisis del fútbol ecuatoriano, o es la crisis de algunos actores, o simplemente nadie está en crisis, esto, luego de analizar detenidamente el entorno empresarial, de la globalización y del propio fútbol lo que nos llevará naturalmente a conclusiones y propuestas.

Crisis del fútbol en el Ecuador … ¿crisis?

Pablo Lucio Paredes*[email protected]

*Director del Instituto de Economía Universidad San Francisco de Quito

Page 41: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… ¿qué distingue al deporte de otras actividades de intercambio

de bienes y servicios? Muy simple: si bien en el resto de actividades

es sano existan múltiples partícipes porque eso genera más competencia, incentivos y creatividad, eso no es

estrictamente necesario, un solo productor puede bastar para que

exista oferta. En el deporte no es así: se necesita un conjunto

de oferentes para que exista la competencia deportiva, un

equipo solo no puede sobrevivir …

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¿Cuándo podemos decir que una actividad cualquiera está en crisis?

Veamos la definición de la Real Acade-mia de la Lengua:

Crisis -

*Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.

*Momento decisivo de un negocio, gra-ve y de consecuencias importantes.

Sobre esta base entendemos que hay crisis de una actividad, como un mo-mento muy complejo que le puede llevar eventualmente a su desaparición y no solamente dificultades circunstan-ciales y razonablemente manejables y superables.

También cabe señalar que, en todos los casos la crisis puede afectar a la totali-dad de los partícipes o solo a algunos de ellos sean estas actividades muy de mercado (empresas productoras de bienes o servicios cuyo fin esencial es el desarrollo vía rentabilidad para sus due-ños) o actividades que parcialmente son de mercado pero también en parte pe-netran en otras esferas de las relaciones humanas como es el fútbol (sin fines de lucro, o donde la ganancia se mide de otra manera como el posicionamiento político o de prestigio, o acciones don-de el sentimiento individual o colectivo juega un rol, o donde el legado cultural es importante). La distinción es esen-cial, porque en un caso hablamos de “crisis de esa actividad”, en el otro caso solo de “crisis de algunos actores”. Las preocupaciones y las eventuales inter-venciones son muy diferentes en cada caso.

Tomemos la primera situación, la crisis global de una actividad en un país. Esta solo puede darse bajo algunas circuns-tancias:

1)Excesos financieros que llevan a una incapacidad global para cumplir con los

compromisos (deudas excesivas, precios o salarios desajustados etc…) y al mis-mo tiempo se da una de dos situaciones siguientes: o los acreedores estén dis-puestos a forzar la liquidación o cambio patrimonial vía tribunales, embargos o huelgas para recibir sus pagos, o los dueños ya no estén dispuestos a poner nuevos recursos. Cuando los acreedores aceptan (de buena o mala gana) retrasar el cobro de las obligaciones pendientes, o cuando los propietarios siguen apor-tando recursos, la situación de crisis se aminora fuertemente. Estas crisis pue-den ir desde crisis de liquidez hasta cri-sis estructurales mayores.

2)Falta de competitividad de esa activi-dad frente a actores similares en otros países de tal manera que las “importa-ciones” acaben con la producción local: salarios elevados, baja productividad (es decir en definitiva costos altos con calidad y eficiencia baja). En particular los problemas financieros pueden lle-var a eliminar o disminuir drásticamen-te los presupuestos de investigación y desarrollo de nuevos productos, con el consecuente efecto destructivo en el mediano plazo.

3)Actividad que ha perdido el atractivo para los clientes potenciales: ejemplo, en el momento en que se desarrollan las ventas por Internet y las opciones elec-trónicas, las empresas especializadas en comercialización de libros o música desaparecen si no se reinventan com-pletamente.

4)Entorno negativo que deteriora la ac-tividad como puede ser la violencia, la corrupción o influencias financieras ex-ternas que parecen positivas pero ter-minan siendo lo contrario. En los dos primeros casos, las actividades se tor-nan defensivas en lugar de proactivas y minimizan la inversión y la búsqueda de calidad, además de desviar recursos y atención gerencial a defenderse de es-tos fenómenos. En el tercer caso, se tra-ta por ejemplo de instituciones que de repente reciben cantidades inesperadas de recursos (en el fútbol, los equipos colombianos en la época de “esplendor” de los narcos traficantes, por ejemplo,

o los equipos que han multiplicado sus fondos por el aporte de magnates ára-bes, rusos o asiáticos … obviamente en-tre estas dos situaciones hay una enor-me brecha de legalidad) y el resultado es un desequilibrio enorme en el merca-do y en los incentivos hacia la calidad: poco esfuerzo de formación, equipos con plantillas que cambian constante-mente, sueldos astronómicos que pre-sionan a los demás actores etc…

En segundo lugar hay la situación críti-ca de ciertos actores en una actividad, cuyas razones son en algunos similares a las anteriores, en otros casos muy es-pecíficas a su accionar propio (errores administrativos, excesos, mala planifi-cación financiera, predominio de las va-riables personales sobre las económicas etc…).

Las dos deben ser cuidadosamente dis-tinguidas. En el primer caso ciertamen-te hay que preguntarse desde la globali-dad: uno, ¿qué condiciones de entorno mal planteadas o diseñadas afectan al conjunto de la actividad y deben ser modificadas?, dos ¿es esta una activi-dad que puede y debe mantenerse en el país?. En el segundo caso no se requie-re intervención global, estamos solo frente a un proceso normal de mercado, la destrucción creativa, que cambia a unos actores por otros, o se fortalecen unos en detrimento de otros, los que están mal a veces terminan reaccionan-do ante la adversidad, pero el conjunto de la actividad sigue su curso normal o, mejor aún, creciente.

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Sin embargo esta última conclusión merece, en el caso del deporte una acla-ración importante a partir de la pregun-ta: ¿qué distingue al deporte de otras actividades de intercambio de bienes y servicios? Muy simple: si bien en el res-to de actividades es sano existan múlti-ples partícipes porque eso genera más competencia, incentivos y creatividad, eso no es estrictamente necesario, un solo productor puede bastar para que exista oferta. En el deporte no es así: se necesita un conjunto de oferentes para que exista la competencia deportiva, un equipo solo no puede sobrevivir, e inclu-so cuando existen muchos, la excesiva fortaleza de uno o dos actores frente a los demás puede a la larga mermar la calidad y desarrollo de ese mercado.

En consecuencia reglas que mantengan un cierto equilibrio competitivo pueden o no ser importantes, por eso por ejem-plo en los EEUU, donde normalmente se aplican reglas más liberales en la eco-nomía que en otros países, en el depor-te hay reglas muy fuertes de equilibrio: límites salariales, sistema de draft don-de los equipos peor calificados pueden contratar a los jóvenes de mayor calidad etc…. Pero todo este esquema provie-ne de los propios actores y sus organi-zaciones deportivas, y no del Gobierno. Sorprendentemente en Europa las re-glas son mucho más liberales, aunque ahora a través de la UEFA es posible se intenten imponer las reglas del fair play financiero que tiende a disciplinar los comportamientos llamados “excesivos” en el mercado .

Economía y globalización

El mundo siempre ha vivido un conti-nuo proceso de globalización, desde que los primeros hombres salieron de Africa. Proceso que se acelera y amplia en ciertos momentos con los avances tecnológicos, especialmente en el cam-po del transporte y las comunicaciones, o de orden institucional y legal.

Y en ese contexto de ampliación de op-ciones y mercado, se profundizan los pros y los contras del proceso de inter-cambio y especialización (los pros siem-pre superan a los contras, salvo en casos muy específicos en que los afectados no tienen alternativas y son sujetos a pre-siones que no pueden evitar).

Tomemos un caso muy simple el del café. Los productores proveen de café, y generalmente otros manejan el resto del proceso: transporte, seguros, distri-bución, mayoristas, venta minorista al consumidor final, generalmente a través de una marca que diferencia a unos de otros En esta larga cadena, el produc-tor generalmente recibe una pequeña porción del valor total (probablemente entre 10 y 20%), el resto queda en ma-nos de productores de otros países. Ojo, esto no sucede solo con los bie-nes primarios, también en alta tecno-logía: Apple capta un valor mucho más alto de cada producto que vende, y deja una pequeña porción a los fabricantes asiáticos, porque la empresa americana aporta invención, diseño, creatividad y sobre todo marca que le permite vender productos relativamente similares con precios al menos un 20% más altos que sus competidores.

Sobre esta base cabe hacerse dos pre-guntas para entender la globalización:

1)¿Los productores de países que re-ciben un pequeño porcentaje del valor total, deben sentir que han sido perju-dicados por los demás? En realidad no, porque si no hubiera ese proceso de am-pliación de mercados, ellos no tendrían en general mercados internos suficien-tes para vender (¿acaso podemos ven-der en el Ecuador todas las flores, café o banano que producimos?), o venderían afuera cantidades más bien limitadas.

2)¿Quiere decir que estos productores nada pueden hacer y deben contentarse con ser proveedores de bajo valor? Por supuesto que no. Pueden hacer al me-nos dos cosas. La primera penetrar más en la cadena hacia el consumidor final, por ejemplo el café de Colombia que está presente en las calles del mundo a través de la marca de Café de Colombia

Page 43: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… Esta pirámide va cambiando con el desarrollo tecnológico

(el Internet, la TV y otros, permiten conocer mejor a los

jugadores casi directamente), con la ampliación de la capacidad

financiera de los grandes equipos (apuestan a la contratación de muchos jugadores jóvenes y los colocan en otros equipos para

observar su desarrollo), y con la creación de equipos cuyo objetivo

es formar jugadores para abastecer directamente a los

clubes al menos medianamente importantes…

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o Juan Valdez, floricultores ecuatorianos que mandan directamente sus produc-tos vía correo express a una familia que hace una fiesta en los EEUU y ahora acompañado de buen chocolate ecuato-riano. La segunda es obviamente desa-rrollar productos de más valor, ejemplo Samsung que ya no solo fabrica compo-nentes sino que ahora lanza productos finales muy apreciados por el consumi-dor, los productores de café que hacen café orgánico y lo venden a mejor precio o Starbucks que “reinventó” este nego-cio tradicional.

Estemos claros, todo esto se asienta en dos factores. Uno, cambios tecnológi-cos, por ejemplo, los floricultores ecua-torianos se apoyan en los avances como el Internet que les permite comunicarse directamente con el comprador final o la logística de transporte que permite lle-gar con productos frescos. Dos, cambios institucionales como los acuerdos de comercio que amplian mercados.

¿Y en el fútbol cómo se desa-rrolla esta globalización?

De la misma manera. Primero hay un mayor desarrollo del fútbol que se debe a cambios tecnológicos (ejemplo, la TV a nivel mundial) y a modificaciones ins-titucionales, ejemplo, la ley Bossmann en Europa, la liberación de los pases de los jugadores que ya no son propiedad de los clubes sino se negocian por pla-zos, o la armonización a través de las fe-chas FIFA etc….

Segundo, hay una especialización que lleva a los clubes o jugadores latinoa-mericanos, africanos o incluso ahora asiáticos, a ser la parte baja de la escala de valor, y los grandes clubes europeos la punta alta del iceberg. En una primera instancia, este proceso era bastante pi-ramidal: un pequeño equipo de un país latinoamericano formaba en sus prime-ros pasos a un jugador que era contra-tado (“comprado”) por un equipo de más prestigio de su propio país, luego

pasaba a otro país de “más nivel” ya sea en la misma América Latina o en equi-po de “segundo nivel” de Europa para eventualmente terminar en las grandes Ligas y/o grandes equipos Es el caso de Antonio Valencia: Lago Agrio, Nacional, Villareal y Wigan, Manchester United. O del propio Ivan Kaviedes: Santo Do-mingo, Emelec, Perugia y no dio el salto final solo por sus comportamientos ne-gativos, o Falcao vía River Plate. “Como en toda pirámide sectorial, detrás de las grandes empresas, hay un conglomera-do de empresas medianas y pequeñas que cumplen cada una su rol importan-te en la estructura de mercado”.1 Hay un proceso de “depuración y evaluación” de la calidad de los jugadores, de ir descu-briendo más información sobre la real calidad del jugador (no solo técnica que es relativamente fácil distinguir, sino temperamento, capacidad de adaptarse a otros medio, trabajar en equipo, asi-milar esquemas tácticos, crecer física-mente etc…).

Esta pirámide va cambiando con el de-sarrollo tecnológico (el Internet, la TV y otros, permiten conocer mejor a los jugadores casi directamente), con la ampliación de la capacidad financiera de los grandes equipos (apuestan a la contratación de muchos jugadores jóve-nes y los colocan en otros equipos para observar su desarrollo), y con la crea-ción de equipos cuyo objetivo es formar jugadores para abastecer directamente a los clubes al menos medianamente importantes (el caso del Independiente del Valle, aunque mantiene vivo su pro-pio proyecto al mismo tiempo). Así ya se pueden saltar etapas y negociar directa-mente con los jugadores o sus clubes iniciales, ahí tenemos casos como Ra-mirez o Renato Ibarra o muchos colom-bianos que ya no pasan por los grandes clubes locales. Por eso en Argentina el campeonato local es cada vez de menor calidad y los “grandes” son cada vez me-nos grandes.

1 Pablo Lucio Paredes, El Deporte es más que el Deporte,

Revista POLEMIKA, #7 Junio 2010, USFQ Quito

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Obviamente en todo este proceso pi-ramidal, la etapa inicial genera mucho menos valor que las últimas. Por ejem-plo, Antonio Valencia quizás pasó al Na-cional por algunas decenas de miles de dólares, luego fue a Europa por algunos millones, terminó el Manchester pagan-do más de 20 millones y podría haber una etapa adicional un poco más cara.

Todo esto tiene al menos tres conse-cuencias importantes:

1)Hay una presión al alza de los costos de los jugadores, como resultado de la mayor cantidad de dinero que se mueve en el fútbol. Precisemos que si no lle-gara ese dinero a los futbolistas, igual se quedaría en manos de alguien, sean estos intermediarios, medios de comu-nicación, anunciantes etc… El proble-ma en ciertos casos es que no llega su-ficiente dinero a los clubes formadores o “dueños” temporales de los jugadores, aunque ahora ya hay un porcentaje para los formadores. Por ejemplo, con la ven-ta de Ilarramendi al Real Madrid, su club originario recibió el equivalente a varios años de su presupuesto. Eso es lo que pasa en los mercados, las negociaciones entre partes van generando una repar-tición más amplia de los recursos, más aún cuando esas negociaciones se con-vierten en reglas.

2)Se aceleran los procesos. Los jugado-res salen cada vez más jóvenes, lo que implica que se genera menos valor en esta primera fase porque aún no desa-rrollan su potencial, y el mercado aún no puede tener la información para eva-luar su verdadero potencial. Y los equi-pos de cierto éxito no pueden mantener sus estructuras. Hace 50 años Santos y Peñarol compitieron con Real Madrid, Benfica o Internazionale casi con el mis-mo equipo durante una década, pero ahora es imposible por esa mayor movi-lidad de los jugadores: la Liga de Quito luego de ganar la Libertadores y el año siguiente la Sudamericana y la Recopa, no pudo retener a casi ningún jugador de los importantes (con la excepción de Norberto Araujo, todos salieron tempo-ral o permanentemente en los 2 años siguientes).

3)Atrae inversionistas y directivos, ex-traños al fútbol en muchos casos, con una visión peligrosa de corto plazo.

Y volvamos entonces a las dos pregun-tas anteriores sobre la globalización:

1)¿Los productores de fútbol (clubes, jugadores) que reciben un pequeño porcentaje del valor total, deben sentir que han sido perjudicados? En realidad no, la existencia del mercado globali-zado les permite tener más opciones y oportunidades (y, claro, también los problemas antes señalados), y una ma-yor presión competitiva y de calidad Si desaparece ese mercado, volvemos a una competencia más parroquial y de menor valor.

2)¿Quiere decir que los clubes y jugado-res nada pueden hacer y deben conten-tarse con ser proveedores de bajo valor? Para nada. Igual que en el resto de mer-cados, pueden hacer dos cosas:

Uno, penetrar más hasta el comprador final. Pero una característica del merca-do futbolístico complica este proceso: el cliente final es el hincha (sea por medio de la taquilla, la TV etc…) y a éste se accede directamente solo a través de una presencia física que está limitada porque las ligas son solo para equipos locales (el floricultor vende flores a una familia americana y puede abrir una em-presa allá, la Liga de Quito no puede ser parte de la liga española para vender su producto directamente a una familia española) y en consecuencia su presen-cia solo puede ser indirecta (y eso no es suficiente). Y lo mismo sucede con las competencias continentales que son parte importante del fortalecimiento de los equipos.

Dos, aumentar el valor de su producto. Innovar en el fútbol es difícil, aunque quizás es lo que ha sucedido en los úl-timos 10-15 años en que el fútbol se ha vuelto más ofensivo, abierto y dinámi-co (Barcelona y Bayern en estilos muy diferentes son un ejemplo). Pero ahí la pregunta sería ¿cómo lograr que el cam-peonato ecuatoriano sea atractivo no solo a nivel local? Es difícil, pero vemos

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que el fútbol colombiano ahora tiene programas especiales en la TV inter-nacional lo que no sucedía hasta hace poco. Sino la interrogante es ¿cómo lo-grar que las competencias continentales sean más atractivas? Una manera sería un acuerdo de las clubes para evitar que sus jugadores salgan muy jóvenes, y así mejorar el atractivo de los torneos lo-cales y del continente. ¿Realista?. Pero innovar puede ser tener una incubadora de jugadores y venderlos directamente al exterior, por ejemplo.

Y también hay que agregar otra pregunta importante: ¿por qué, si hay más dinero en el mercado, ciertos clubes en ciertos lugares reciben una parte pequeña e in-cluso cada vez menos pequeña de ese pastel? Hay al menos dos explicaciones.

1)La existencia de organizaciones sin fines de lucro. En cualquier sistema económico, los recursos fluyen hacia donde generan mejores incentivos y hu-yen de lo contrario, es así como huyen de las organizaciones sin fines de lucro y se dirigen alrededor de ellas hacia los incentivos positivos (fideicomisos por ejemplo).

2)Un principio de la economía nos dice que una parte importante de los fondos de un mercado van a los recursos fijos, es decir los que no se pueden reprodu-cir fácilmente, y eso significa dos cosas: los jugadores o entrenadores de talen-to especial, y los clubes que tienen las marcas más atractivas. La marca de alto prestigio es difícil de imitar y de crear, y esas marcas por diversas razones están en Europa.

¿Es el fútbol algo especial en relación a otras actividades?

Sí, porque nos apasiona … pero no, eso no es suficiente. La pregunta es más amplia: ¿es el fútbol un bien o servicio que tiene o aporta algo más que cual-quier otro bien o servicio a la sociedad, por lo cual debería tener un tratamiento

especial? La verdad yo no creo. Y quizás haciendo la pregunta más dramática: ¿cuándo desaparece un club es algo di-ferente que si desaparece una empresa X en el mercado de cualquier otro bien o servicio? La verdad tampoco lo creo … y hay que reconocer que en el Ecuador en el tiempo han desaparecido (o casi) equipos de cierto éxito y nada pasó (Everest el primer campeón, el América de los 70 al que muchos les teníamos un gran cariño y aportó mucha calidad y garra, el dos veces vicecampéon 9 de Octubre etc…).

¿Por qué? Un criterio, es que a pesar de ser un hincha apasionado del fútbol, creo que su cobertura social es bastante menor a lo que creemos, ¿cuánta gen-te va a los estadios? En el campeonato ecuatoriano de la A, hay 44 fechas de 6 partidos con un promedio de alrede-dor de 40.000 asistentes directos por fecha, pero no podemos multiplicar 44 por 40.000 para tener el número de in-teresados porque se repiten siempre los mismos (¡los que vamos al estadio regularmente nos encontramos siempre con las mismas caras!). Suponiendo (lo cual es quizás exagerado) que las perso-nas rotan cada 4 partidos, el número de personas diferentes que van al estadio podría ser de alrededor de 160.000. ¿Y cuantos miran los partidos por TV que sean diferentes de los que van al esta-dio?. ¿Otros 160.000? Es decir reales in-teresados hay 320.000 como mucho. ¿Y si ampliamos a los que realmente están al tanto de lo que sucede y le pueden decir el Lunes lo que pasó el fin de se-mana? Los mismos, más otros 300.000. Llegamos a 620.000. No está mal, pero tampoco es gran cosa, ¡4% de la pobla-ción! … Los que se emocionan con la selección o partidos llamativos sin sa-ber gran cosa de fútbol, son bastantes más, pero no se si realmente cuentan …la fidelidad y apoyo de los hinchas es bastante limitado.

Un segundo criterio más esencial, es que no creo hayan actividades más o menos importantes en la sociedad (sal-vo algunas básicas como educación, sa-lud o justicia). Todas se basan en cierto tipo de intercambio que se realiza por

…La pregunta es más amplia: ¿es

el fútbol un bien o servicio que tiene o aporta algo más que

cualquier otro bien o servicio a la sociedad, por lo cual debería

tener un tratamiento especial? La verdad yo no creo. Y quizás

haciendo la pregunta más dramática: ¿cuándo desaparece un club es algo diferente que si

desaparece una empresa X en el mercado de cualquier otro bien o servicio? La verdad tampoco lo

creo…

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razones muy diversas. Es importante el fútbol, como lo es el productor de arroz o el dueño de un cine. Solo cambia el nivel de pasión (¡aunque hay apasiona-dos del arroz!) pero no la esencia. Cier-tamente algunos expertos y no exper-tos estiman que es enorme el impacto cultural de los éxitos de la selección en generar un espíritu de confianza, y mi-rarnos frente al mundo de manera dife-rente y más positiva, quizás …. Pero no he visto estudios reales que lo corrobo-ren y tampoco creo que eso cambie la esencia de la sociedad más allá de los días siguientes al hecho emotivo.

Para mí el fútbol es un mercado de un bien o un servicio. ¿Y qué es el merca-do? Un espacio virtual de intercambio entre personas, donde cada uno llega con sus gustos, preferencias, necesida-des, deseos, iras, confusiones, historia, memoria, anécdotas, vivencias etc.., y decide participar en él, con todos los defectos que cualquier relación humana implica: intentos de aprovecharse, que-jas etc…El mercado no es ese monstruo devorador que algunos describen y que por sus incentivos monetarios estaría destruyendo al fútbol, creo que el fútbol es hoy muy atractivo y sin duda Messsi o Ronaldo juegan con el mismo entu-siasmo básico con que jugaban Pelé o Di Stefano.

Pero entiendo otras personas le den a estas preguntas una respuesta diferen-te: el fútbol sí es diferente porque gene-ra identidad, cohesión social, emoción colectiva, es un elemento de la cultura y que el mercado deforma. “Gústenos o

no, el fútbol es uno de los más pode-rosos fenómenos sociales de este siglo con capacidad para expresar uno de los mayores simbolismos en la comunica-ción del mundo2. “Robert Louis Steven-son y su breve ensayo sobre la filosofía que existe en el ocio, en la segunda mi-tad del siglo XIX, rescata todo el sentido de lo que conlleva disfrutar del tiempo ocioso como una emancipación de la cotidianidad, algo que se extiende y se corporiza en los hábitos de ver y practi-car deportes”3. Por ende los problemas de un club y de la estructura de conjunto del fútbol, se convierten en un problema que debe ser enfrentado desde la colec-tividad que se vería afectada por su des-aparición o insuficiente desarrollo.

La otra pregunta que se combina con las anteriores es: ¿quién debe enfrentar los problemas del fútbol?. Mi respues-ta es que en cualquier circunstancia los problemas los deben resolver los indivi-duos y sus organizaciones más cercanas, y solo escalar en casos muy específicos, y necesarios, hacia estructuras más am-plias. En el caso del fútbol ecuatoriano la solución debe venir de las organiza-ciones más inmediatas, esto es de los propios clubes. La siguiente etapa debe estar dada por el organismo que esos

2 Fabio Arévalo, Fútbol: Pasión y Contradicciones, Revista

POLEMIKA, #7 Junio 2010, USFQ Quito

3 Juan Jacobo Velasco, ¿De qué hablamos cuando hablamos

de deportes y ocio en el siglo XXI?, Revista POLEMIKA,

#7 Junio 2010, USFQ Quito

…La otra pregunta que se

combina con las anteriores es: ¿quién debe enfrentar los

problemas del fútbol). Mi respuesta es que en cualquier circunstancia los problemas los deben resolver los individuos y

sus organizaciones más cercanas, y solo escalar en casos muy

específicos, y necesarios, hacia estructuras más amplias. En

el caso del fútbol ecuatoriano la solución debe venir de las

organizaciones más inmediatas, esto es de los propios clubes…

¿CUÁNTOS SE INTERESAN EN EL FÚTBOL REALMENTE?-Una simple estimación personal-

¿Cuántos? Frecuenta los estadios

Juegay ve por Tv.

Está enterado de

lo que sucede

Se emociona con los grandes

eventos

El Super Hincha 160.000 x x x xEl muy interesado 320.000 x x x

El informado 720.000 x xEl “farandulero” 10´000.000 x

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clubes se han dado libremente para re-solver temas de conjunto, sería la FEF, pero en nuestro caso no es así, porque la Federación no es una organización de los clubes, sino una organización hete-rogénea y semipolítica, donde están los clubes profesionales pero también las asociaciones provinciales, y cada una con un derecho de voto similar. En cuan-to al siguiente escalón, es decir Muni-cipio o Gobierno, no creo deban tener rol alguno, y si se requiere una ley en la Asamblea Nacional, solo debe ser si es que la estructura funcional de los clubes necesita ajustes legales (lo cual no creo, pero puede ser una eventualidad).

Una vez más, entiendo que las personas que dan otra connotación a los clubes y al fútbol, planteen intervenciones ex-ternas de otra nivel, que van desde ac-ciones directas del Gobierno, hasta le-yes y regulaciones muy específica que obliguen a los clubes a manejarse de tal o cual manera (estructura, propiedad, obligación de comportarse financiera-mente de tal o cual manera etc…).

De esa “otra” visión del fútbol, surgen propuestas como la necesidad que la organización general y de los clubes sea más democrática y en particular integre más a los hinchas. Nadie duda que eso es cierto en la medida que estamos ha-blando de tomar más en cuenta las ne-cesidades de esos hinchas, que sin duda son los que mantienen el espectáculo vivo a través de los tiempos y la me-moria. Pero si se trata de integrarlos al manejo de los clubes, no entiendo. Pen-semos en lo siguiente: los fanáticos de las motos Harley Davidson constituyen un grupo cuya forma de vida gira alrede-dor de la vida personal y de grupo (ropa, pelo, integración de las esposas etc…), y que posiblemente son igual o más fa-náticos que los hinchas del fútbol más fanáticos, pero ¿alguien ha propuesto que participen en la organización y mar-cha de Harley Davidson (más allá de que estoy seguro, tienen un contacto muy cercano con la empresa en términos de marca, diseños etc…)?.

También se ha distorsionado mucho el término de democratización. Esta se

refiere a la vida política que debe ser democrática en el sentido de que las decisiones deben estar en manos de los ciudadanos, y deben existir contrapesos que mantengan ese poder en sus ma-nos. Nada más. La democracia no está para regir otras actividades, y en parti-cular las de mercado (y como lo he di-cho, el fútbol para mí es una de ellas), donde existen relaciones contractuales de otra naturaleza: hay unos que ofer-tan y otros que demandan y se relacio-nan vía el intercambio de un producto (el fútbol) que al mismo tiempo viene acompañado de intercambios simbóli-cos (pero no es el único, porque cuando alguien compra un auto de una marca que le apasiona, también hay un inter-cambio de un producto acompañado de un proceso simbólico). La línea debe estar clara entre los que ofertan y to-man ese riesgo, y los que disfrutan por el lado de la demanda creando además fidelidad, marca, memorias etc… Pero claro, siempre pueden los hinchas ser muy participativos como los del Bayern que financiaron en parte la compra de Podolski del Colonia, adquiriendo fotos suyas en la web!.

¿Y la crisis del fútbol ecuatoriano?

En un párrafo anterior hablamos de las crisis de conjunto y las crisis específicas en cualquier actividad. ¿Cuál de estos factores se puede aplicar al fútbol ecua-toriano?

*¿Excesos financieros?

Ciertamente los hay, hay deudas impa-gas importantes en varios clubes del país, visiblemente los más importante son Deportivo Quito, Nacional, quizás Barcelona, y otros más. Pero las siguien-tes preguntas importantes, para saber si se trata de una real crisis, son: ¿los acreedores están exigiendo sus pagos a través de mecanismos realmente coerci-tivos? ¿los dueños ya no quieren hacer nuevos aportes?

…La democracia no está para

regir otras actividades, y en particular las de mercado (y

como lo he dicho, el fútbol para mí es una de ellas), donde existen relaciones contractuales de otra naturaleza: hay unos que ofertan y otros que demandan y se relacionan vía el intercambio de un producto (el fútbol) que al mismo tiempo viene acompañado

de intercambios simbólicos (pero no es el único, porque

cuando alguien compra un auto de una marca que le apasiona, también hay un intercambio de un producto acompañado de un

proceso simbólico)…

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Sobre lo primero vemos que importan-tes acreedores como son los jugadores presionan de manera muy tibia y discre-ta, salvo en el caso del Quito que fueron muy lejos y quizás Nacional. Hay otro tipo de acreedores que probablemen-te difieren sus pagos, esperan. Solo el SRI y el IESS han ejercido acciones de embargo concretas (aquí mi opinión es clara, no es posible las entidades es-tatales actúen drásticamente cuando otros acreedores muestran paciencia: no corren riesgos ni son generadores de riqueza, y ciertamente no deben dar subsidios ni regalos, pero sí deben estar más atrás en la fila de prelación). Otros acreedores (sobre todo otros clubes o jugadores que ya no están en la plan-tilla) ejercen sus derechos a través de la Federación amenazando incluso con paralizar las actividades y así logran po-nerse al día. Pero así mismo vemos que nuevos potenciales acreedores todavía se siguen presentando: nuevos jugado-res o entrenadores aceptan venir a los clubes, empresas hacen aportes publici-tarios, entidades financieras se compro-meten etc…

Sobre lo segundo, todavía los dueños de los equipos hacen sus aportes sean es-tos personales o a través de instituciones financieras que los respaldan. Nuevos directivos aceptan entrar en el proceso, conociendo las dificultades y sabiendo que toman grandes riesgos. Solo nue-vamente el caso del Quito parece más grave, porque nuevas directivas dudan aparentemente en entrar al juego.

Todo esto nos haría pensar que quizás la crisis es localizada. Quizás …

*¿Falta de competitividad?

Todo lo contrario, el mismo proceso de globalización ha aumentado la compe-titividad de nuestro fútbol. Hay muchas medidas claras: por primera vez 3 clasifi-cacione casi seguidas al Mundial, mayor cantidad de jugadores nacionales contra-tados en el mundo, éxitos de los equipos locales (LDU campeón de América, y en promedio mejores resultados en torneos internacionales).

Incluso el fútbol es atractivo para la llega-da de jugadores o entrenadores extranje-ros de un nivel razonable de calidad.

*¿Falta de atractivo?

Quizás si uno mide en términos de asis-tencia a los estadios, sí. En promedio los equipos tienen apenas algo más de 5.000 espectadores por encuentro con entradas promedio que no deben superar los 4 dólares por persona. Con 40.000 dólares mensuales no se mantie-ne un equipo.

Pero el interés por el fútbol sí crece en conjunto: más gente viendo los partidos por TV, más programas radiales o tele-visivos, más sponsors interesados en apoyar etc... aunque cómo lo dijimos, es un público talvez más limitado de lo que se cree.

*¿Condiciones externas? Este tema es el más importante, quizás.

La violencia es un factor esencial. Cier-tamente lo genera el propio fútbol, pero también es algo “importado” desde la sociedad, de su manera de percibirse, de resolver sus conflictos, de entender sus inequidades y sus posibilidades de expresión.

La corrupción que, me atrevo a creer, es un asunto aún interno al fútbol en el Ecuador y no ha desbordado hacia (o desde) esferas del lavado de activos u otros.

Ciertamente la influencia de la burbuja futbolística nacional e internacional, en el fondo en todas partes alimentadas por el éxito del fútbol, pero además por los petrodólares. No tengo duda que si mañana se desinfla el petróleo también se desinfla hacia niveles razonables el mercado del fútbol.

Diría pues que el fútbol ecuatoriano debe resolver sus problemas casa aden-tro. Y ahí viene el tema esencial de su mala organización que genera los des-equilibrios económicos, que a su vez

Page 49: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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son la base de cualquier otra proble-mática (salvo la violencia que tiene otra lógica “La violencia es concebida a partir de una relación particular del conflicto, que nace de una compleja construcción social y política en un territorio y en un tiempo específicos. Una afirmación de este tipo nos lleva a comprender las violencias como consecuencia de la interac-ción de múltiples actores directos e indirectos, históricamente constituidos”4).

El esquema de funcionamiento de los equipos ecuatorianos se basa casi ex-clusivamente en:

1)Lo que se llama el mecenazo o el per-sonalismo: una persona o un pequeño grupo se hace cargo de los equipos (fi-nanzas, administración, área deportiva) generalmente en base a procesos poco transparentes, donde los llamados so-cios participan sin saber muchas veces cómo participan. O simplemente no hay socios y la transferencia se hace entre interesados

2)El interés de estas personas o grupos es muy variados: pasión por el fútbol y su club, deseo de llevar adelante pro-yectos exitosos, imagen personal que no pueden construir en sus actividades económicas exitosas que en general son anónimas, creación de una imagen polí-tica, intereses financieros de muy varia-do orden. Las dos primeras razones son las que potencialmente generan mejo-res resultados de largo plazo.

3)Los llamados socios son generalmen-te grupos muy pequeños (¿centenas?) que mezclan su afición con cierto inte-rés en ayudar a que el club funcione y se financie mejor. Pero normalmente están muy alejados de los procesos.

4)El punto quizás más grave. Es de in-terés de todos (los entrantes y los sa-lientes) mantener un esquema de muy poca transparencia, para así no asumir responsabilidades claras ni sobre las deudas que se dejan ni sobre las que se asumen.

4 Fernando Carrión, Fútbol y violencia: las razones de una

sin razón, Revista POLEMIKA, # 7 Junio 2010, USFQ

Quito

5)El interés (y a ratos necesidad) de éxi-to, empuja a privilegiar los resultados aunque sean de corto plazo en relación a la estabilidad financiera. Ojo: esta-bilidad financiera es muy diferente de equilibrio presupuestario. Lo primero señala la capacidad de seguir financia-do razonablemente los compromisos adquiridos sin acumular más proble-mas hacia el futuro, lo segundo tiende a establecer reglas que limiten los pre-supuestos o las deudas en base a un criterio externo de lo que es sensato, creyendo que por definición endeudar-se es insensato. Obviamente una parte de los clubes ecuatorianos no tienen ni estabilidad ni equilibrio, por eso los déficits y la acumulación de deudas que alcanzan casi el 100% del presupuesto de un año. Como además estas deudas son a plazos cortos, es evidente que la carga anual es inmanejable y solo lleva a ulteriores acumulaciones, más aún si el patrimonio de los clubes que son sus jugadores muchas veces no está en sus manos, sino d acreedores, fideicomisos, inversionista su otros.

6)Estructuras organizativas y de “pro-piedad” donde no están claros los dere-chos y responsabilidades.

Conclusión

Luego de este recorrido, creo que las conclusiones que voy a plantear son bastante lógicas (aunque quizás no compartidas):

1)No hay crisis del fútbol ecuatoriano, que seguirá existiendo y funcionando, a ratos mejor o peor, pero más en la primera dirección si las instituciones específicas mejoran (clubes sean estos los mismo actuales o diferentes, FEF re-formada).

2)Hay ciertamente crisis de algunas ins-tituciones (clubes y FEF en su formato actual, no por falta de fondos sino por cierta indefinición en su rol). Pero pocos de los factores son de origen externo a ellas, quizás los únicos son la burbu-

Ciertamente la influencia de la burbuja futbolística nacional e internacional, en el fondo en

todas partes alimentadas por el éxito del fútbol, pero además por los petrodólares. No tengo

duda que si mañana se desinfla el petróleo también se desinfla hacia niveles razonables el mercado del

fútbol

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ja de precios y salarios generada en el Ecuador por la forma como se han uti-lizado los enormes recursos que han in-gresado estos años, y la violencia.

3)Los clubes deben tener todas las for-mas de organización posibles que sus socios decidan. Ojo ser socios implica asumir derechos y responsabilidades, por eso hay que precisar qué es ser socios. Y las formas deben ir desde la decisión de tener o no tener fines de lucro (esta opción debe estar claramen-te abierta y es muy importante, lo cual implica obviamente que en esos forma-tos no deben tener exoneraciones tri-butarias), hasta los diversos formatos mismos de estructuración: mecenazgo, grupos familiares, instituciones basa-das en un amplio grupo de socios/hin-chas, sociedades anónimas, sociedades cotizadas en Bolsa etc…Las sociedades anónimas tienen la ventaja de ofrecer esquemas legales más claros, peor no hay razón de que sea un esquema ni úni-co ni obligatorio. No hay razón de “pri-vatizar” el fútbol solo en base a esque-mas “empresariales” cuando hay otras formas de asociación (… pero ojo estos esquemas alternativos son casi siempre menos claros, y más manipulables por su falta de definición de derechos y res-ponsabilidades). Y no hay razón de creer que con sociedades anónimas o simila-res, se evitan malas administraciones y manejos financieros desequilibrados, solo se potencia la posibilidad de ejer-cer responsabilidades para que los pro-blemas sean más claros y se resuelvan más transparentemente. Las fallas son la esencia misma de una economía de mercado y competencia.

4)Lo importante es que en cualquier caso exista un solo principio básico: la claridad de derechos y responsabili-dades. Es decir que al asumir un grupo el club en cualquiera de sus formatos, sepa por ejemplo qué activos tiene (in-cluyendo saber qué jugadores hacen parte del patrimonio del club y en qué condiciones, y cuales no … no es peca-do que haya jugadores manejados des-de afuera a través de fideicomisos, pero eso tiene que estar claro), qué deudas con quién (todas las deudas para existir

deben estar documentadas y ser reco-nocidas como tal, sino no existen y no pueden ser demandadas) etc… Esa cla-ridad de los balances es esencial para asumir responsabilidades. Lo que no es aceptado por las nuevas dirigencias o los socios en documentos legales, no existe. No se pueden simplemente tras-ladar problemas a terceros sin su acep-tación. Sin responsabilidades al final hay más corrupción y quizás infiltracio-nes del lavado de dinero.

Evidentemente la existencia de un mer-cado de capitales permitiría caminar en esa dirección al igual que las socieda-des anónimas, pero nuevamente eso no es un requisito indispensable. Al final los éxitos y los fracasos (incluyendo la quiebra) las deben asumir los que han aceptado las responsabilidades y deben encontrar mecanismos de salida como negociación de deudas, concursos de acreedores etc…

5)La responsabilidad en el tema de la violencia debe ser, de la misma manera, la base de la solución del problema. Los violentos deben ser castigados (a través de penas, prohibición de asistir a los estadios etc..) sean estos hinchas, es-pectadores o dirigentes (que a veces la fomentan en sus relaciones incestuosas con las barras bravas).

6)Debe existir la Asociación de los clu-bes (profesionales, semi profesionales o incluso amateurs si se han ganado ese derecho en la cancha) que participan en los torneos de primera y segunda categoría (¿hasta la segunda?). Ahí se deben tomar decisiones respecto a sus necesidades colectivas (horarios, ne-gociación individual o en grupo con la TV, incluso negociación sana con la FEF respecto a los costos que implican los jugadores cedidos a la selección etc…). La FEF como tal, debe ocuparse de otros temas: las federaciones provinciales, la selección, obviamente su relación con la Asociación de los clubes etc…

7)Los clubes deben libremente decidir sus estrategias, por ejemplo el ser for-madores o compradores de jugadores. En general las empresas tienen dos for-

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mas de crecer, internamente en base a sus propias fortalezas y recursos, o ad-quiriendo activos externos. Hay buenas y malas empresas con ambas visiones. Y lo mismo es en el fútbol.

El fútbol seguirá porque es maravilloso … para los apasionados como yo, es simplemente eterno Algunas institucio-nes desaparezcan quizás, pero la mayo-ría se ajustarán si las reglas de derechos y responsabilidades son más claras. Confiemos en que las personas y nues-tras instituciones, son más sensatos de lo que creemos.

La responsabilidad en el tema de la violencia debe ser, de la misma

manera, la base de la solución del problema. Los violentos

deben ser castigados (a través de penas, prohibición de asistir a los estadios etc..) sean estos hinchas,

espectadores o dirigentes (que a veces la fomentan en sus

relaciones incestuosas con las barras bravas)

Page 52: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

El fútbol más que un deporte que despierta la adhesión e inte-rés popular, es una actividad cada vez más gravitante en la vida social, política y económica de los países latinoamericanos. En Chile, en torno al fútbol —al igual que en el resto de la región—, se construyen identidades, generan relaciones sociales, ritualiza la interacción de grupos sociales y se crean instituciones, entre otros.

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Paradojas del fútbol chileno: cambios drásticos en su organización y mantención de números rojos

Enrique Oviedo*[email protected]

* Sociólogo de la Universidad de Chile. Máster en De-

sarrollo Urbano de la Pontificia Universidad Católica

de Chile. Candidato a Doctor de Ciencias Sociales de

la Universidad Radboud de Nijmegen, Holanda.

Page 53: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… El cambio desde clubes deportivos a sociedades anónimas … enfrenta a quienes ven al fútbol como una actividad social donde el lucro no tiene cabida y quienes

estiman que … por su carácter de espectáculo de masas que

mueve gran cantidad de recursos económicos debe ser tratado como cualquier otro tipo de

actividad económica dentro del sistema…

Hoy los 32 equipos profesionales de la Primera División y Primera B del fútbol chileno, son sociedades

anónimas. Con la misma organización, en el nuevo contexto

dado por el marco jurídico de 2005 implementado en 2006,

a algunos clubes profesionales les ha ido bien económica y

deportivamente y a otros mal.

Sin embargo, cabe destacar que según cifras disponibles de 2012 – 2013, después de más de

cinco años de desempeño, en general las sociedades anónimas mantienen las históricas deudas con el fisco, así como exhiben malos resultados económicos.

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En Chile, en el último tiempo, desta-ca como cambio estructural del fútbol la transformación de los tradicionales clubes (que nacen espontáneamente en el siglo XIX y comienzos del XX, por identificación con colonias o territorios, amparadas en las normas del Código Ci-vil1), en empresas privadas, guiadas por la lógica del mercado.

El cambio desde clubes deportivos a sociedades anónimas comienza en la primera parte de la década del 2000 en un proceso que hasta el día de hoy ge-nera controversias y enfrenta a quienes ven al fútbol como una actividad social donde el lucro no tiene cabida y quie-nes estiman que, el ámbito profesional del fútbol debe ser separado del ama-teur, por su carácter de espectáculo de masas que mueve gran cantidad de re-cursos económicos y, en consecuencia, debe ser tratado como cualquier otro tipo de actividad económica dentro del sistema. Es decir, dentro de esta lógica, manejada por empresas privadas, ase-gurando, entre otras cosas, las debidas responsabilidades jurídicas y financie-ras, así como una mayor transparencia del uso de los recursos y fiscalización de los mismos.

En el país, en 2005, se da el marco jurí-dico para la constitución de Sociedades Anónimas en el fútbol con la aprobación de la Ley 20.019 que regula las socieda-des anónimas deportivas profesiona-les (SAD)2. Entre otras cosas, con esta nueva modalidad de administración, se declaraba la intención de solucionar las pérdidas económicas de los clubes, los jugadores impagos y las deudas con el Servicio de Impuestos Internos, así como potenciar la actividad.

1 Domínguez, Mora (2001), El Deporte y sus vinculaciones

con el derecho nacional, en Vizcarra Pedro (2008).

2 La ley, entre otras cosas, obligó a los clubes deportivos

profesionales a transformarse en sociedades anónimas en un

plazo máximo de 16 meses. No obstante esto, cabe destacar

que en marzo de 1999 ya se había constituido la primera

Sociedad Anónima Deportiva del país con nombre Club de

Deportes Copiapó S.A. y su equipo participó en la Tercera

División de ese mismo año.

El paso de clubes deportivos a empre-sas fue en algunos casos simbólicos, traumático, manteniéndose en la me-moria la declaración de quiebra de los dos clubes más populares del país: Colo Colo en 2002 —que termina con el Pre-sidente de entonces en la cárcel— y Universidad de Chile en 2006. Tras su paso por síndicos de quiebra, Colo Colo es administrado, desde 2005, por la so-ciedad anónima Blanco y Negro S.A. y la Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile, desde 2007, por la sociedad anónima Azul Azul S.A.

Estos eventos en los clubes populares del país, unido a experiencias de clubes significativos en otras regiones, están a la base de la discusión todavía no aca-bada sobre la pertinencia de esta priva-tización para un mejor desempeño del fútbol en su labor comunitaria, social, así como en los ámbitos económicos y de éxitos deportivos.

En 2013, políticos, ex autoridades de go-bierno, periodistas deportivos, así como ex dirigentes y jugadores de fútbol3, se han manifestado desilusionados con el desempeño de las SAD. Entre otros argumentos se ha sostenido que: se ha desnaturalizando la actividad al primar el negocio por sobre lo deportivo; los clubes nacionales terminaron en manos de los principales grupos económicos, lo que no es de extrañar en un país de alta concentración del poder; la pro-piedad de los clubes no responde a la identificación con los mismos, sino a intereses de otro orden como el políti-co; los resultados deportivos tienden a reproducir las desigualdades de origen entre clubes con mayor y menor poderío económico; no existe un probado mejor desempeño económico4, así como tam-

3 Entre otros, el ex Ministro Secretario General de Gobierno

en tiempos del Presidente Lagos (2000-2006) señor Fran-

cisco Vidal; el ex Presidente del Club Universidad de Chile

(1991-2004), señor René Orozco; los periodistas y escritores

de libros sobre fútbol, señores Luis Urrutia O´Neil y Juan

Cristóbal Guarello.

4 De acuerdo al informe elaborado por la Tesorería General

de República en torno al estado de las deudas fiscales de los

Page 54: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… Estos eventos en los clubes populares del país, unido a experiencias de clubes

significativos en otras regiones, están a la base de la discusión todavía no acabada sobre la

pertinencia de esta privatización para un mejor desempeño del fútbol en su labor comunitaria, social, así como en los ámbitos

económicos y de éxitos deportivos.

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poco se ha demostrado un mayor éxito deportivo asociado a esta forma de or-ganización respecto de la del pasado. Hoy el ejemplo más visible, que genera mayor debate, es la gestión de Blanco y Negro al mando de Colo Colo.

Hoy los 32 equipos profesionales de la Primera División y Primera B del fútbol chileno, son sociedades anónimas. Con la misma organización, en el nuevo con-texto dado por el marco jurídico de 2005 implementado en 2006, a algunos clu-bes profesionales les ha ido bien econó-mica y deportivamente y a otros mal. Sin embargo, cabe destacar que según cifras disponibles de 2012 – 2013, después de más de cinco años de desempeño, en general las sociedades anónimas man-tienen las históricas deudas con el fis-co, así como exhiben malos resultados económicos.

El mal desempeño económico sucede en momentos en que el fútbol chileno diversifica e incrementa significativa-mente sus ingresos ya sea por venta de entradas del espectáculo, especial-mente referido a su televisación y el merchandising deportivo5. De acuerdo a información oficial de 2013, el ingreso

clubes deportivos profesionales pertenecientes a la Aso-

ciación Nacional de Fútbol Profesional, a solicitud desde el

Congreso del Diputado Gabriel Ascencio (ORD No. 1888 de

2012): algunos clubes mantienen deudas millonarias con el

fisco, que se arrastran desde que las sociedades anónimas se

hicieron cargo, en calidad de continuadoras legales, de algu-

nos clubes del fútbol profesional. Los dos clubes más grandes

del país (Colo Colo y Universidad de Chile) son los que más

dinero le deben al fisco. Sin embargo, hay clubes más compli-

cados, derivados de no pago desde el 2008.

5 Unido a las SAD se ha incrementado en algunos clubes el

fortalecimiento y comercialización de la marca. En 2007,

en promedio, el merchandising de los equipos de fútbol de

Chile representa apenas el 2 o 3 por ciento del presupuesto

anual, porcentaje que se logra básicamente con la venta de

camisetas. Cifra muy distante de la de clubes poderosos que

bordeaban el 40%. Los clubes más populares de Chile hace

más de cinco años se planteaban llegar con el merchandising

al 20% del presupuesto.

de los 32 clubes de fútbol por derechos de transmisión por televisión, alcanzó entre 2010 y 2012 a US$118 millones, ingreso equivalente a todos los ingre-sos registrados por los equipos por este ítem desde 1997 a 2009. Entre 2000 y 2009 este ingreso fue de US$83 millo-nes, mientras que en los 90 fue cercana a los US$50 millones. Del total de ingre-sos por derechos de transmisión (2010-2012), los tres clubes más populares de la capital (Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica) capturan el 25%, mientras el resto de los clubes de Primera División se quedan con el 57% y los de Primera B con el 18%.

Pero, a pesar que se observa en los clu-bes aumentos de ingresos significativos por venta de transmisión de derechos del fútbol, en algunos casos por borde-ró y venta de jugadores, aun no se logra cubrir las pérdidas por conceptos ope-racionales. De acuerdo a la información financiera del fútbol profesional (Diario Financiero)6, entre 2007 y 2011 el siste-ma acumulaba pérdidas por más de US$ 64 millones, déficit que era explicado por el lento ajuste de los equipos al sis-tema, proceso que debería llevar de 10 a 15 años.

Las cifras actuales de 2012 (Diario Fi-nanciero, 2013), no obstante exhiben situaciones levemente mejores, man-tienen la tendencia de una precaria si-tuación financiera en la mayoría de los clubes nacionales. De hecho, en 2012, un mayor número de clubes registraron pérdidas incluso mayores a las del 2011. El informe indica que los costos de ges-tión de los clubes aumentaron pero fue-ron compensadas por incrementos en la facturación por ingresos ordinarios, especialmente venta de jugadores. Los ingresos, como es de esperar, se con-centran en Colo Colo (Blanco y Negro), Universidad de Chile (Azul Azul) y Uni-versidad Católica (Cruzados), captando 66% por venta de pases y un 57% de ingresos ordinarios, así como también concentran un mayor porcentaje de los gastos (59%).

6 http://www.df.cl/

Page 55: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

53

Por el momento el fútbol en Chile, en términos económicos, no goza de bue-na salud. Los drásticos cambios en su organización, de los que aun se debate su pertinencia, no han cumplido cabal-

mente con la promesa.

Revisión de documentos1) Ascencio Gabriel, Diputado de

Chile por Chiloé y Palena (23 agosto de 2012), http://www.ga-brielascencio.com/web/?p=2518

2) Cambio 21 (03 de mayo de 2013), http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20130503/pags/20130503161415.html

3) Coloma Fernando (2011), Ámbito de fiscalización de organizaciones deportivas profesionales, Super-intendencia de Valores y Seguros, Presentación Comisión Especial de Deportes – Cámara de Diputa-dos. http://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CCsQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.svs.cl%2Fsitio%2Fpublicaciones%2Fdoc%2Fpresentaciones%2520Superintendente_Fdo_Coloma%2Fpresent_co-mision_deportes.ppt&ei=pKY3UuHQDc7qiQLT8ICABQ&usg=AFQjCNFvdAZ5uZUnv04ut59nxVrfRjOLbw&bvm=bv.52288139,d.cGE

4) Diario Financiero Online

o http://www.df.cl/el-fútbol-chileno-en-rojo-mas-de-85-de-los-clubes-registra-perdidas-desde-2007/prontus_df/2012-12-06/212544.html (sábado 8 de diciembre de 2012)

o http://www.df.cl/fútbol-chileno-redujo-perdidas-en-2012-por-mayores-ingresos-en-venta-de-jugadores/prontus_df/2013-07-08/204447.html (martes 9 de julio de 2013)

5) Economía y Negocios (16 de sep-tiembre de 2013), http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=105726

6) El Gráfico (2012), http://www.el-graficochile.cl/rene-orozco-las-sociedades-anonimas-estan-ma-tando-al-fútbol/prontus_elgrafi-co/2012-08-16/214305.html

7) El Mercurio On Line (25 de enero de 2007), http://www.emol.com/noticias/depor-tes/2007/01/25/243553/merchan-dising-las-cosas-del-fútbol.html

8) Misterio Secretaría General de Gobierno, Subsecretaría Gene-ral de Gobierno (2005), Ley No. 20.019, Regula las Sociedades Anónimas Deportivas Profesio-nales

9) Vizcarra Pedro (2008), Sociedades anónimas deportivas en Chile, implementación, funcionamiento y fiscalización al amparo de la ley 20.019. www.tesis.uchile.cl/hand-le/2250/106869

Page 56: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

54

La selección peruana de fútbol acaba de ser nuevamente eliminada del torneo clasificatorio al próximo Mundial Brasil 2014. Con esto serán 32 años que el Perú no asiste a la mayor competencia futbolera del mundo, y la decepción se procesa con virulencia entre los aficionados que piden cambios radicales y “que se vayan todos”. La eliminación va a acentuar sin duda el intento de privatizar los clubes de fútbol, proceso que se inició en marzo del 2012 cuando el gobierno intervino cinco clubes, a pedido del Sistema Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), los sometió a proceso concursal, suspendió la vigencia de sus dirigencias y nombró a empresas reestructuradoras como administradores provisionales.

La intervención se dio a través de la Ley 29862, denominada de “Reestructuración Económica de la Actividad Futbolística del Perú”. Dieciseis meses más tarde, en julio del 2013, el gobierno con el voto mayoritario de su bancada y grupos aliados aprobó la Ley 30064 “Complementaria para la Reestructuración Económica de la Actividad Deportiva Futbolística”, con la que busca seguir creando las condiciones favorables para avanzar en la privatización de los clubes.

El colapso del fútbol peruano, los clubes y su privatizaciónAldo Panfichi*

[email protected]

* Ph.D. in Sociology, The New School for Social Re-

search, Estados Unidos. Ha sido investigador visitante del

Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad

de Harvard. Es jefe y profesor principal del Departamento

de Ciencias Sociales y ha sido coordinador de la Maestría

en Ciencias Políticas de la PUCP.

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… Pero, ¿cómo se pudo llegar a esta situación tan crítica? …

De un lado el deterioro institucional de los clubes de futbol que pasan de ser

asociaciones civiles sin fines de lucro a espacios de disputa no-civiles, un aspecto que no debe soslayarse por consideraciones

emotivas u de otra índole …

Y de otro lado, por el avance de la prédica neoliberal

que, aprovechando un ciclo de crecimiento económico

excepcional, avanza sobre espacios o formatos institucionales que hasta el

momento estaban fuera de su alcance, como es el tramado

institucional del fútbol en el Perú …

55

Los clubes intervenidos Alianza Lima, Universitario de Deportes, Sport Boys (Callao), Cienciano (Cusco), y Melgar FBC (Arequipa), son significativamente los más populares del país. Sin embar-go, al momento de la intervención es-tos clubes se encontraban económica e institucionalmente quebrados. Es decir, con enormes deudas tributarias, sin re-cursos para cumplir con los pagos regu-lares a jugadores y empleados e incluso con los servicios básicos de luz, agua, y telefonía cortados por deudas. Clubes donde la informalidad campeaba en todos los ámbitos, con cuentas banca-rias embargadas, por lo que el dinero se manejaba en las cuentas personales del presidente y tesorero de turno sin entre-gar cuentas a nadie. Peor aún, sin poder mostrar balances contables o ni audi-torías independientes, pero sí dobles contratos, planillas fantasmas, y gue-rras legales y registrales entre dirigentes acusados de corrupción pero aferrados a sus cargos, y grupos de socios mora-lizadores que pugnan por derrocarlos a las buenas o a las malas.

Pero, ¿cómo se pudo llegar a esta situa-ción tan crítica? Creemos que aquí con-fluyen por lo menos dos procesos. De un lado el deterioro institucional de los clubes de futbol que pasan de ser aso-ciaciones civiles sin fines de lucro a es-pacios de disputa no-civiles, un aspecto que no debe soslayarse por considera-ciones emotivas u de otra índole. Esto produce el desprestigio de las dirigen-cias enquistadas en los clubes organiza-dos como sociedades civiles sin fines de lucro, creando condiciones necesarias pero no suficientes para imponer cam-bios. Y de otro lado, por el avance de la prédica neoliberal que, aprovechan-do un ciclo de crecimiento económico excepcional, avanza sobre espacios o formatos institucionales que hasta el momento estaban fuera de su alcance, como es el tramado institucional del fútbol en el Perú. Paradójicamente el Gobierno de Ollanta Humala que fue elegido con una agenda progresista, ha sucumbido a la prédica liberal de sus ministros y asesores de economía, y ha tomado la decisión política de privatizar el fútbol.

Clubes de futbol1

En principio consideramos que los clu-bes de fútbol son asociaciones autóno-mas de ciudadanos que forman parte del tejido organizativo de la sociedad civil. Sin embargo esta condición no es fácil-mente reconocida por los analistas que priorizan el aspecto meramente recrea-tivo y, por lo tanto, no lo consideran par-te de la sociedad civil ni de la sociedad económica. No obstante hay una pers-pectiva distinta que nos lleva por otros caminos. En efecto, Alexis de Tocquevi-lle, en su libro Democracia en América,2 argumenta que las asociaciones civiles que forman los ciudadanos son de enor-me importancia en el desarrollo de una cultura democrática capaz de sostener la legitimidad de la institucionalidad política. Poniendo su atención más en los hábitos y en las prácticas que en las leyes y en el funcionamiento de las ins-tituciones, Tocqueville señala que las asociaciones alientan la participación li-bre de los ciudadanos en asuntos de in-terés colectivo (en este caso el deporte), fomentan hábitos de sociabilidad ba-sados en la deliberación y respeto a lo acordado, y fortalecen el aprendizaje de las normas y la legitimidad de los pro-cedimientos democráticos electorales. Es decir, las asociaciones civiles pueden ser espacios de práctica democrática o reflejo de sus limitaciones.

Si trasladamos este razonamiento a nuestro continente, apasionado y pelo-tero por convicción, debemos reconocer que los clubes de fútbol son lugares privilegiados para el estudio del tipo de vida asociativa que tenemos, y la cultura política que predomina entre nosotros. Al respecto es pertinente recordar que la noción de club, como una asociación donde los individuos ejercen el derecho de reunirse y practicar libremente un deporte, nace en Inglaterra como parte del proceso de creación de la burguesía

1Aldo Panfichi, “Soccer Clubs Kicking Off Democracy in

Latin America”, Revista Harvard Review of Latin America,

(Cambridge, USA, 2012)

2 Alexis de Tocqueville, Democracy in America (New York:

Harper, 1969)

Page 58: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

… Tocqueville señala que las asociaciones alientan la participación libre de los ciudadanos en asuntos de

interés colectivo (en este caso el deporte), fomentan hábitos de sociabilidad basados en la deliberación y respeto a lo acordado, y fortalecen el

aprendizaje de las normas y la legitimidad de los procedimientos

democráticos electorales. Es decir, las asociaciones civiles pueden ser espacios de práctica

democrática o reflejo de sus limitaciones.

Si trasladamos este razonamiento a nuestro continente, apasionado

y pelotero por convicción, debemos reconocer que los clubes de fútbol son lugares privilegiados para el estudio

del tipo de vida asociativa que tenemos, y la cultura política que

predomina entre nosotros …

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moderna y la propia democracia. Como bien señala Norbert Elías, es significati-vo que el término club fuese adoptado por los revolucionarios franceses cuan-do se les permitió reivindicar el derecho a la libre asociación, independiente de consideraciones de estrato, raza u ocu-pación, un derecho ausente en los regí-menes autocráticos previos. Los clubes además han tenido un papel fundamen-tal en la transformación del fútbol, de un juego de pelota o pasatiempo a de-porte, sobre todo en la producción de las reglas e instituciones que regulan su práctica, y que consagran el principio democrático de competir en igualdad de condiciones.

Ahora bien, si aceptamos la premisa que los clubes de fútbol son un tipo de asociación de ciudadanos donde se forman y reproducen prácticas y hábi-tos sociales y políticos, no es descabe-llado pensar que el tipo de clubes que tenemos expresa además la fortaleza o debilidad institucional del sistema po-lítico en el que vivimos. En efecto, has-ta el momento, los clubes latinoame-ricanos son mayormente asociaciones civiles y en menor medida sociedades anónimas aunque esto está cambiando raudamente. Por lo tanto sus asociados son los propietarios colectivos del club. En Argentina, Brasil, o Uruguay los clu-bes más importantes tienen miles de socios, son instituciones que ofrecen una amplia gama de servicios, y además son considerados actores económicos y políticos de suma importancia. Según Carlos Forment, en Argentina los clu-bes de fútbol son las asociaciones de sociedad civil más numerosas y exten-didas del tejido social y aquellas que proveen elementos de identificación y diferenciación social a la mayoría de la población3. En suma, los clubes tienen un doble y contradictorio papel. De un lado promueven prácticas cívicas y de-mocráticas entre sus asociados pero, al mismo tiempo, reproducen prácticas no civiles en las disputas internas que le-gitiman una cultura política autoritaria

3 Carlos Forment “The Democratic Dribbler: Football Clubs, Neoliberal

Globalization and Buenos Aires Municipal Election of 2003”, en Public

Culture 19, Duke University Press

y caudillista. Disputas internas donde el uso de la violencia y la manipulación de las barras bravas son parte de los reper-torios de la lucha interna.

Esta situación es aún más desalentado-ra en el Perú, donde los clubes de fútbol más emblemáticos como Alianza Lima o Universitario no califican como espacios de aprendizaje democrático. Por el con-trario son asociaciones con un número reducido de asociados debido a que conscientemente durante años se ha colocado altos costos de la cuota de in-greso para impedir el crecimiento de la masa societaria, ya que esto significaría el fin de los pequeños grupos o clanes. Institucionalmente son organizaciones débiles, con poco incentivo a la vida asociativa y donde prima el secretismo, las relaciones conflictivas, la imposición y el uso arbitrario y no transparente del poder. Todo esto impide la construc-ción de vínculos horizontales a través de los cuales puedan circular y poner-se en práctica el ideal democrático. No sorprende, entonces, la arbitrariedad en la administración de los recursos y en la toma de decisiones. En otras palabras en la vida interna de los clubes se repro-ducen valores y comportamientos anti-democráticos y pocos civiles (una suerte de “uncivil society”), que también están presentes en la sociedad política, en los partidos y el estado.

En este contexto, muchas veces los clu-bes son vistos por algunos aventureros como una actividad que les permite sa-lir del anonimato, ser reconocidos por la opinión pública, y eventualmente saltar a una carrera política o mejorar sus negocios. Si en Inglaterra los clubes surgieron con la caída del feudalismo y como parte del proceso de surgimiento de la ciudadanía, en el Perú los clubes de futbol surgen vinculados al padri-nazgo de un patrón o padrino, quien aporta con las camisetas, la pelota, y los gastos. A los padrinos no les interesa la formalización ni la institucionalidad porque eso es distribuir las funciones y profesionalizar las funciones delegando y haciendo, con lo que se pierde autori-dad y poder. Esta tradición que se inicia a fines del siglo XIX e inicios del siglo

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…No sorprende, entonces, la arbitrariedad en la administración

de los recursos y en la toma de decisiones. En otras

palabras en la vida interna de losclubes se reproducen valores y comportamientos

antidemocráticos y pocos civiles (una suerte de “uncivil society”),

que también están presentes en la sociedad política, en los partidos

y el estado …

… en el Perú los clubes de futbol surgen vinculados al padrinazgo de un patrón o padrino, quien aporta con las camisetas, la

pelota, y los gastos. A los padrinos no les interesa

la formalización ni la institucionalidad porque eso es distribuir las funciones y

profesionalizar las funciones delegando y haciendo, con lo que

se pierde autoridad y poder…

Es el Ministerio de Economía y la agencia recaudadora de impuestos que impulsan dos

leyes que el congreso aprueba sin mayor discusión sometiendo

a los clubes deudores a un procedimiento concursal propio

de las empresas privadas en esta situación.

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XX ha permanecido vigente hasta hace muy poco, es mas, podríamos decir que este tipo de liderazgo tiene gran respon-sabilidad en el colapso actual del fútbol peruano

Los clubes de fútbol han sido un tram-polín para la política. Este es el caso de dirigentes convertidos en congresistas y alcaldes o abogados dispuestos a cruzar fronteras con el objetivo de aferrarse a sus puestos. Basta mencionar los casos de presidentes de clubes que en distin-tos momentos han usado el fútbol para convertirse en controvertidos congresis-tas como Juvenal Silva del Cienciano del Cusco, José Mallqui del Sport Ancash y Lánder Alemán del Alianza Atlético de Sullana. Presidentes regionales como Wilfredo Oscorima del Club Inti Gas de Ayacucho o Alcaldes provinciales y can-didatos presidenciales como Cesar Acu-ña del club Cesar Vallejo de Trujillo. En suma, los clubes deportivos en lugar de ser espacios de ejercicio y aprendizaje democrático, se han convertido en espa-cios reproductores del autoritarismo so-cial y el caudillismo arcaico. En el Perú este tipo de gestión de los clubes están profundamente desprestigiados, de allí que el terreno para las propuestas priva-tizadoras tiene el camino libre. Defender los clubes como asociaciones civiles tie-ne hasta el momento pocos defensores aunque la mayoría de aficionados per-manecen en silencio

Privatización de los clubes Desde hace poco más de una década el Perú vive un ciclo excepcional de creci-miento económico basada en el auge de las actividades extractivas exportado-ras. En efecto, entre el 2001 y el 2012, el producto bruto interno acumuló un crecimiento del 97.1%, con un tasa pro-medio anual de casi 7%. Este crecimien-to si bien ha venido acompañado de un incremento en la desigualdad también ha generado grandes procesos de cam-bio en distintos orden de actividad, con excepción del fútbol que ha permaneci-do al margen de este proceso. De alguna manera esto es resultado de la falta de

voluntad de los gobiernos de turno y de la agencias del estado de intervenir en una problemática políticamente compli-cada, haciéndose de la vista gorda con décadas de incumplimiento tributarios y practicas legalmente cuestionables. El desprestigio y los escándalos recu-rrentes alejaron también a los sponsors y más aun a potenciales inversionistas.

Cuando la bancarrota económica y el colapso institucional amenazaban in-cluso la participación de los clubes en el campeonato nacional, el gobierno de Ollanta Humala mediante el Ministerio de Economía y Finanzas y la SUNAT de-cide intervenir creando las condiciones para iniciar el proceso de privatización de estos clubes4. La decisión busca tam-bién conseguir réditos políticos, debido a la frustración de los aficionados y al desprestigio de los dirigentes del fút-bol que en las encuestas aparecen con un altísimo nivel de desaprobación. El Ministro de Economía, Luis Castilla, es después del Presidente Humala, una de las personas con mayor poder en el país ya que está a cargo de continuar con la política económica neoliberal que se viene aplicando con cambios menores desde 1990. Es este Ministerio y la agen-cia recaudadora de impuestos que im-pulsan dos leyes que el congreso aprue-ba sin mayor discusión sometiendo a los clubes deudores a un procedimiento concursal propio de las empresas priva-das en esta situación.

Ambas leyes buscan reconciliar proce-dimientos concursales propios de em-presas privadas pero aplicadas a aso-ciaciones civiles sin fines de lucro como son los clubes de fútbol. La primera es la Ley 29862 que en realidad aprueba

4 En abril del 2012 el club Alianza Lima si no pagaba medio

millón de dólares de sueldos atrasados descendía a segunda

división en forma automática aunque el campeonato na-

cional recién se iniciaba. El entonces presidente de Alianza

Lima, Guillermo Alarcón Menéndez había abandonado el

club desapareciendo los archivos contables, mientras cundía

la desesperación entre los hinchas. Un grupo de socios de

una denominada Promotora Blanquiazul, el último día de

pago, logró juntar el dinero adeudado y evitó la baja.

Page 60: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

58

en el Congreso el Decreto de Urgencia 010-2012 promulgado por el ejecutivo en Abril del 2012 a pedido de SUNAT. El motivo es el alto nivel de endeudamien-to de los clubes y su incapacidad de ob-tener recursos para pagar las deudas y una administración absolutamente in-formal que no garantiza los flujos nece-sarios para el funcionamiento regular de los clubes. Solo considerando las deu-das pasadas, el club Alianza Lima debe aproximadamente 50 millones de soles (más de 15 millones de dólares) y Uni-versitario 160 millones de soles (más de 50 millones de dólares). De acuerdo con esta Ley los clubes son intervenidos, todos sus órganos de gobierno suspen-didos incluso los derechos de los aso-ciados. Se nombra además empresas especializadas en procesos concursales como administraciones provisionales: Albaconsult en Alianza Lima y Right Bu-siness en Universitario.

Las administraciones provisionales tie-nen el mandato de organizar y formalizar la gestión del club, administrando sus activos (jugadores del primer equipo y de categorías menores, y su estadio), calificar las deudas según su grado de sustento para que otra dependencia del estado INDECOPI pueda instalar la Jun-ta de Acreedores, y preparar un plan de reestructuración del club con la lógica de una unidad de negocios. De inmediato grupos de inversionistas extranjeros apa-recen buscando aprovechar la oportuni-dad y, para ello, compran deuda laboral de jugadores y trabajadores (PEGASO CHILE) con el objetivo de estar presen-tes en la Junta de Acreedores o buscan comprarle a las administraciones los derechos de trasmisión de los partidos de futbol ofreciendo incluso aportar con jugadores (GOL TV de Paco Casal de Uru-guay). Frente a esto, grupos de empresa-rios locales que además son socios de los clubes anuncian también su decisión de luchar con los otros inversionistas por la administración y eventual compra de los clubes De esta manera, todo parecía indicar que se avecinaba una feroz pugna entre inversionistas.

Sin embargo la Ley 29862 tiene proble-mas para avanzar en la privatización, ya que es resultado de la aplicación de principios concursales propios a em-presas privadas, que incluye incluso la quiebra como solución, a clubes sin fi-nes de lucro, de mucho arraigo, y que por decisión política recogida en la Ley no pueden quebrar sino reestructurarse. La Ley 29862 además reconoce que los socios continúan teniendo el derecho de aprobar en asamblea los planes de rees-tructuración elaborados por las adminis-traciones provisionales y no dice nada si los socios se niegan a esto. Debido a estas consideraciones, los inversionis-tas hacen saber que no ven garantizada su inversión en pagar la deuda e inyectar capitales frescos y solicitan cambios en la legislación. El gobierno los escucha y accede a sus pedidos.

Quince meses después, en julio del 2013, el congreso aprobó una segunda ley complementaria a la anterior, ela-borada igualmente por el Ministerio de Economía, SUNAT e INDECOPI. Esta es la Ley 30064 que “corrige” haciendo sim-bólica la presencia de los socios y crea las condiciones legales para un proceso de subasta pública de la deuda de los clubes. Los ganadores de esta subasta deberán presentar un plan de reestruc-turación económica, con garantías exigi-bles, teniendo el camino expedito para asumir la administración del club por un número de años a definir al mismo tiempo que pueden comprar los dere-chos de los socios y transformar los clu-bes en sociedades anónimas.

Este es el proceso en el que actualmen-te estamos inmersos en el Perú, aunque el camino parece largo ya que aún no se nombra la junta de acreedores el primer paso en esta dirección. Sin embargo, la eliminación de la selección para asistir al próximo mundial es la oportunidad propicia para que los esfuerzos privati-zadores del gobierno continúen y ten-gan éxito. Mientras tanto los socios e hinchas de los clubes aparecen desbor-dados y desconcertados, aunque socios empresarios se aprestan a la disputa empresarial. Todo parece indicar que grandes cambios se avecinan.

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Page 62: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

Nunca ha sido un asunto menor. Esa fue una falacia exitosa de la academia militante de los años setenta. El fútbol nació tenien-do peso específico, por la estirpe de su cuna: en los albores del siglo XX fue traído por inmigrantes ingleses y por “criollos” que lo adoptaron como una práctica refinada en sus pasantías por el viejo continente y que mediante su ejercicio en el país (fundando guetos de clase, como los clubes sociales), consiguieron -en los términos de Bourdieu- una doble distinción: ante las clases populares que veían con embeleso la destreza de las técnicas corporales encarnadas en su realización y, de otro lado, ante sus propios padres que constituían la generación anterior, signa-da por el apego al mundo rural y la escasa alfabetización (Ruiz, 2010). La nueva burguesía leída en los términos de Nobert Elias (1988) como depositaria de un proceso civilizatorio, sustituía a la aristocracia rural.

60

La economía delfútbol colombiano: de la ilegalidad yel crimen al glamur globalizado

David Leonardo Quitián R.*[email protected]

• Sociólogo y Magister en Antropología, Universidad

Nacional de Colombia. Doctorante en antropología,

Universidad Federal Fluminense (Brasil). Fundador

de la Asociación Colombiana de Investigación y

Estudios Sociales del Deporte- ASCIENDE. Miembro

de ALESDE. Profesor de sociología de la Universidad

Nacional- UNAD.

Page 63: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

…Pasábamos de ser muchas comunidades de vocación

campesina, malamente identificadas por el mito

fundacional de ser la patria soñada de Bolívar,

a ser una sociedad urbana, progresivamente integrada por

prácticas como la Vuelta ciclística a Colombia creada en 1951 y el campeonato nacional de fútbol

que vio la luz en 1948… Ya otros eventos … habían logrado una

avanzada -en la idea de ser una sola nación- que el discurso

político no lograba y que más bien impedía …

… ¿Ese contexto, cómo impacto al fútbol? Sin duda, de muchas

maneras. Centrémonos en lo económico: en sus inicios, al no

existir un Estado fehaciente, reinó la informalidad.

El fútbol fue estrategia de “apaciguamiento” civil y su importancia gubernamental

puede entenderse con la perspectiva del marxismo

exacerbado de Gerard Vinnai (2003) que lo parangonaba como un factor de alienación social: el gobierno sólo fomentó la traída

de estrellas extranjeras para entretener al pueblo …

61

Eugenésico. De buen tono. Civilizado. Así, su presencia en los medios de co-municación siempre fue visible ¿Cómo no publicar una práctica que contribuía -en los términos de la discusión de esas calendas- al mejoramiento de la raza? Por eso no es difícil hallar rastros de su génesis y desarrollo en la prensa capita-lina y regional. De hecho, el registro más antiguo en Colombia (Diario El Telegra-ma), data de su nacimiento: en Bogotá, un 22 de junio de 1892, con presencia del presidente de la República (Miguel A. Caro) que presenció la partida de foot-ball entre dos equipos de la Escue-la Militar (Santos, 2005: 15).

Y al tener identidad noticiosa su prácti-ca tendió, como sucede con todo lo que aparece en los medios, a popularizarse. Con la prensa se mantuvo intacto su ca-riz de “sport” (práctica de caballeros); pero la radio -de mayor espectro en su alcance- consiguió “bajarle el tono” y fomentar su práctica en los estamentos de base. Vemos así una rápida transi-ción que, en menos de tres décadas (de 1910 a 1940), dejó de ser de coto bur-gués, confinado a los campos del Coun-try Club, el Polo Club y el Gun Club, para ser una práctica de dominio público que se tomó potreros y calles dada la sim-pleza de su juego. Difícil hallar una acti-vidad más democrática: que fuese recla-mada con igual vigor por ricos y pobres.

Y esa mudanza, vista con anteojos eco-nómicos, habla de un cambio en las relaciones sociales, apalancadas por gruesas transformaciones de la socie-dad y -en general- del sistema: del es-tablishment. Pasábamos de ser muchas comunidades de vocación campesina, malamente identificadas por el mito fundacional de ser la patria soñada de Bolívar, a ser una sociedad urbana, pro-gresivamente integrada por prácticas como la Vuelta ciclística a Colombia creada en 1951 y el campeonato nacio-nal de fútbol que vio la luz en 1948 (Qui-tián, 2009). Ya otros eventos, como los Juegos Olímpicos Nacionales de 1928 (en Cali) y las participaciones de atle-tas nacionales en certámenes como los Juegos Bolivarianos y los Centroameri-canos, habían logrado una avanzada -en

la idea de ser una sola nación- que el discurso político no lograba y que más bien impedía: era la patria liberal versus la patria conservadora en una guerra fra-tricida (Quitián, 2005: 58). O era, en el mejor de los casos, el “país político” y el “país nacional” al que se refería el caudi-llo liberal, Jorge Eliécer Gaitán, antes de ser asesinado, iniciando así la cruenta guerra civil conocida como “La Violen-cia” (1948- 1958).

Magnicidio que fue el pitazo inicial del torneo de balompié nacional, surgido como una intuición exitosa del régi-men político de entonces. Ellos no ha-bían leído a Norbert Elias (1992), pero sabían de su devoción popular y de la simpatía que generaba entre la dirigen-cia. Así, como un proyecto civilizatorio “desde arriba”, brotó la primera liga en el inusual mes de agosto de 1948 (lo que demuestra el afán por su debut, tan sólo 120 días después de la muerte de Gai-tán); inaugurada en un hipódromo de Medellín, que coronó campeón al cua-dro más plebeyo de la capital (el Santa Fe, que no es gratuito que vista el color rojo) y que contó con apenas 10 equi-pos.

De allá aquí, muchas cosas cambiaron. El binomio fútbol- radio logró “lo que el Estado no prestó” para decirlo en clave de Sarló y Alabarcés (1998). Pero lo hizo de forma hechiza, claro está. A medias. No somos una nación imaginada en el sentido andersoniano (1993). Todavía esa tal integración, expresada en elementos clásicos de la nación moderna como el que delega el uso legítimo de la fuerza en un ejército, es algo lejano: en el país subsisten tres cuerpos armados de al-cance nacional (las guerrillas de las Farc y ELN; los escuadrones paramilitares y las fuerzas regulares del Estado). Eso, además de las bandas del atomizado narcotráfico que controlan regiones y fracciones urbanas.

Lo anterior para, apenas, mostrar un elemento. Una síntesis de ese fracasado proyecto nacional es que aquí hubo una “modernización sin modernidad” (1992) o que existe una “modernidad posterga-da” (1998). Surge, entonces, la pregunta

Page 64: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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¿Ese contexto, cómo impacto al fútbol? Sin duda, de muchas maneras. Centré-monos en lo económico: en sus inicios, al no existir un Estado fehaciente, reinó la informalidad. El fútbol fue estrategia de “apaciguamiento” civil y su importan-cia gubernamental puede entenderse con la perspectiva del marxismo exacer-bado de Gerard Vinnai (2003) que lo pa-rangonaba como un factor de alienación social: el gobierno sólo fomentó la traí-da de estrellas extranjeras para entrete-ner al pueblo.

Así, la colombiana fue la primera liga “pirata” del mundo, por lo que fue desa-filiada de la FIFA y hubo que hacer una conciliación entre las partes (la Federa-ción argentina fue la más afectada por ese éxodo de jugadores hacia Colom-bia1). Y de ser declarada ilegal, pasó a ser la pionera del orbe en contar en las nóminas de los equipos participantes, hasta con todos los jugadores titulares de nacionalidades foráneas (Jaramillo, 2009). En Bogotá y Medellín destacaron los argentinos, en el eje cafetero y los santanderes los paraguayos; en Cali los uruguayos y peruanos y en Barranquilla los brasileros. No olvidemos que la últi-ma etapa del gran Heleno da Freitas fue en el Junior de Barranquilla.

Esa época exultante del balompié na-cional se desarrolló entre 1949 y 1954. Fue denominada “El Dorado” en clara alusión al mito indígena, que alentó la ambición de los conquistadores por descubrir ricos yacimientos auríferos. Todo fue ilusión. Sí hubo oro, pero no el soñado por los europeos. Esa metáfo-ra aplica para el fútbol nacional y hasta para el proyecto político de “apaciguar” mediante él: apenas se fueron las lu-minarias de pasaporte extranjero (en virtud del “tratado de Lima”), quedó un fútbol incipiente que no aprendió lo su-

1 La masiva venida de jugadores de Argentina a Colombia,

se dio por la huelga general de futbolistas en ese país, que

fue aprovechada por empresarios colombianos. Siguiendo

el ejemplo de los “albicelestes”, jugadores de Uruguay,

Paraguay y Brasil arribaron al país en el periodo entre 1949

y 1954.

ficiente y tardó mucho en desarrollarse con el vigor que tuvo en el cono sur del continente. Así mismo, el “fútbol como cortina de humo” mostró su fracaso con el paso del conflicto bipartidista a la guerra de guerrillas surgidas prome-diando los 60’s.

De 1954 a 1980 podemos hablar de una fase de consolidación nacional: con po-cas estrellas del exterior e influencia marcada de Argentina. Fue la época de inauguración de los estadios que fue-ron asumidos por los gobiernos locales (los municipios) que acogieron el fútbol como patrimonio de las ciudades e im-posibilitaron la consolidación econó-mica de los incipientes clubes que, de esa manera, se quedaron sin el principal sustento que podían explotar esas insti-tuciones en esos años: los ingresos por taquilla. Sólo un equipo del país fun-ciona de manera cabal como un club al estilo inglés: el Deportivo Cali que tie-ne 1600 socios y es el único con estadio propio; el imponente “Palma Seca” que tuvo que cerrarse porque tenerlo abier-to excedía las ganancias corrientes de la divisa vallecaucana.

Y de 1980 hasta finales de los 90’s se da el segundo gran momento futbolístico. Sólo que esta vez ya no de forma vica-ria, sino en cuerpo propio. Fue la épo-ca del ingreso de los dineros calientes del narcotráfico al negocio de fútbol que le era funcional: ante la negligencia paternalista del Estado de perdonar-le deudas a los equipos por canon de arrendamiento de los estadios y de ha-cerse el de la vista gorda ante sus malos manejos (principalmente en la evasión de impuestos y la violación sistemática del código sustantivo del trabajo), la en-trada de dólares obtenidos con la venta de cargamentos de cocaína fue asunto sencillo. Cero vigilancia y ausencia de contraloría. Pronto el Cartel de Medellín apadrinó a los equipos de esa ciudad y el de Cali hizo lo propio con los “diablos rojos” del América (Quitián, 2007).

“Fútbol como institución cero”. Así lo llama la antropóloga brasilera Simo-ni Lahud Guedes (1977). El fútbol es una estructura versátil que se vacía de

… Y de 1980 hasta finales de los 90’s se da el segundo gran

momento futbolístico. Sólo que esta vez ya no de forma

vicaria, sino en cuerpo propio.

Fue la época del ingreso de los dineros calientes del narcotráfico

al negocio de fútbol que le era funcional: ante la negligencia

paternalista del Estado de perdonarle deudas a los equipos

por canon de arrendamiento de los estadios y de hacerse el de la vista gorda ante sus

malos manejos (principalmente en la evasión de impuestos y la

violación sistemática del código sustantivo del trabajo), la entrada de dólares obtenidos con la venta de cargamentos de cocaína fue asunto sencillo …

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contenido y es susceptible de servir a regímenes de izquierda y derecha; a go-biernos democráticos y a mafias recalci-trantes. Los capos de la droga supieron interpretarlo bien: América de Cali ganó 5 títulos nacionales de forma consecu-tiva (1982 a 1986) y -con una verdade-ra selección sudamericana- (Falcioni, Bataglia, Cabañas, Gareca, Willington Ortíz, Rincón) disputó tres finales con-secutivas de la Libertadores que perdió; mientras que Atletico Nacional, de Me-dellín, fue su principal rival en el país y logró levantar la Copa Libertadores de 1989 que fue el año en que se suspendió el torneo en el país, por el asesinato de un árbitro por cuenta de la mafia.

Fue la época de mayor lumbre a nivel de selecciones: regresamos a un Mun-dial después de 28 años al clasificar a Italia 90. Y repetimos en USA 94 dónde comenzó el fin de ese segundo “dorado”: el narcotraficante Pablo Escobar fue abatido por la policía y se desvertebró el Cartel de Cali con la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela. Con esos mecenas fuera del negocio, los equipos nacionales se vinieron abajo; incluidos otros “grandes” como Santa Fe y Mi-llonarios que contaban con el auspicio generoso de narcos de menor pelambre (traquetos) que “blanqueaban” sus divi-sas invirtiendo en el glamoroso deporte de los guayos que, además, tenía un be-neficio inapreciable (el deporte siempre consigue evadir sospecha): su rápido ac-ceso al círculo de las élites económicas tradicionales.

Lo sucedido en el Mundial de Estados Unidos 1994 fue de un simbolismo trá-gico difícil de repetir. La maravillosa ge-neración de Higuita, Córdoba, del ‘Pibe’ Valderrama, Leonel Álvarez, Rincón, el “tren” Valencia, Asprilla… no sólo clasi-ficó con honores a esa Copa, sino que se colgó la chapa de favorita. Además, fue la generación del “parricidio”: la del 5 a 0 a Argentina en Buenos Aires y la que protagonizó el descalabro de perder contra la -entonces- “Cenicienta” selec-ción de Estados Unidos (lo que en el imaginario nacional suscitaba ira y ver-güenza: ¡perder ante los gringos!), la que sufrió la rápida eliminación y la que vio

morir acribillado al defensa Andrés Es-cobar (autor del autogol ante USA).

El Mundial de Francia 98 fue una lán-guida sombra de esa generación y la Selección salió eliminada en primera ronda. Desde ese momento el nego-cio del fútbol pasó por un progresivo cambio de manos que tuvo sanciones ejemplarizantes, de economía moral, como el ingreso del América a la “Lis-ta Clinton” donde el Departamento del Tesoro de EE.UU. congeló las cuentas y activos del club y lo dejó en condición leprosa (todos los sponsor se espanta-ron y hoy el equipo está en la categoría “B”) y de asunción por parte del Estado de acciones de los clubes por cuenta de la “extinción de dominio” a los bienes de narcotraficantes. Con esa “limpieza artificiosa” del fútbol, los emporios eco-nómicos se animaron a pasar de meros patrocinadores o accionistas menores, a propietarios en toda regla: Atlético Nacional fue comprado por la burgue-sía antioqueña encarnada en la familia Ardila Lulle (dueña del emporio de las gaseosas y del canal y la radio RCN) que no sólo lo catapultó -con el mismo vigor de la época de la mafia- a los primeros lugares (ganando tres campeonatos), sino que fue más allá y es el patrocina-dor exclusivo del torneo nacional que

pasó a llamarse “Liga Postobón”.

Lapso de tiempo de 1998 hasta nues-tros días, en que la vitrina colombiana se optimizó y el país ya es el quinto ex-portador de futbolistas del mundo (es-tamos en mora de establecer el peso de ello en la economía nacional) siendo su mercado el fronterizo -Venezuela, Ecua-dor, Panamá, Perú- y el regional -Cen-troamérica (México incluido), Argentina, Uruguay y Estados Unidos- dónde los colombianos son la mayor colonia de la MLS. En Europa Occidental las cifras son igualmente significativas: en la liga española la presencia de colombianos es la sexta y existen nacionales en casi todas las ligas del viejo continente, Asia e -inclusive- África. En pocas palabras: con el desaparecimiento de la estig-matización surgida por la cercanía con el crimen de las drogas, hubo una inte-gración al mercado global que hoy tiene

… Con esa “limpieza artificiosa” del fútbol, los emporios

económicos se animaron a pasar de meros patrocinadores o

accionistas menores, a propietarios en toda regla:

Atlético Nacional fue comprado por la burguesía antioqueña

encarnada en la familia Ardila Lulle (dueña del emporio de las gaseosas y del canal y la radio RCN) que no sólo lo

catapultó -con el mismo vigor de la época de la mafia- a los primeros lugares (ganando tres campeonatos), sino que fue más

allá y es el patrocinador exclusivo del torneo nacional que pasó a

llamarse “Liga Postobón” …

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indicadores como el de la totalidad de titulares del equipo mayor jugando en el exterior, en Europa principalmente.

Otros siguieron ese ejemplo y el Junior de Barranquilla -por citar el caso más notable- ahora es más un producto de la tradicional familia Char (y de la cade-na de supermercados Olímpica) que un mero capricho de tiempos anteriores. De igual manera, las alcaldías municipa-les y los mecenas locales con empresas legales han empezado a invertir y uno ve casos de patrocinios numerosos en las camisetas de los clubes, que nos hacen rememorar los antiguos uniformes de pilotos de la Fórmula 1 que tenían par-ches de sponsor por doquier.

En ese sentido, el caso colombiano -como acontece en la política- corre a la inversa de lo acontecido en el vecin-dario y en el entorno internacional: los números han mejorado gracias, en gran parte, a la desnarcotización de la so-ciedad y al “ajuste de tuercas” que las instancias del Estado han empezado a infligir a las gerencias de los clubes. Así el negocio salió de ese bache oscuro de informalidad y ya empieza a ver ré-ditos que cabalgan sobre promociones privilegiadas como la de la realización del Mundial Sub- 20 Fifa en Colombia, en el 2010, que mostró una cara distinta del país y que inyectó capital económi-co por valor de 250.000 millones de pe-sos (cifras de la presidencia) que le hizo decir a Joseph Blatter que “Colombia ya podía aspirar de nuevo a organizar una Copa que recompensara la renuncia que el país presentó para hacer el Mundial de 1986” que, finalmente, hizo México.

La historia de esa renuncia, es la de la oportunidad perdida.

Números que se reflejan en el encareci-miento de la liga nacional que es la del noveno patrocinio más caro del mundo, con 26 millones de dólares (superando a torneos como el portugués), en la que la totalidad de sus partidos se televisan (dos abiertos y los demás por PPV) y que al ser la tercera en importancia del surcontinente (detrás de Brasil y Argen-tina), según la International Federation of Footbal History & Statistics (IFFHS) nunca se sale de las 15 más importantes del orbe en el último lustro.

Puede ser que el fútbol, al ser un reflejo de la sociedad, se porte como los ma-cro-números del país que han creado el imaginario de que “Colombia es la eco-nomía más estable de la región” y eso sea tan así que ubique al país dentro del CIVETS (sigla creada por el economista Robert Ward para referirse a los merca-dos emergentes de Colombia, Indone-sia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfri-ca). Todo parece indicar que un mejor tiempo para el fútbol ha llegado. La clasificación al Mundial de Brasil es casi un hecho y eso puede ser la estela de un nuevo rumbo. Eso y el ambiente de firma de paz con la guerrilla de la Farc. Ese nuevo derrotero parece indicar que ya las narrativas de la guerra y la derrota perdieron su encanto y es el momento de obtener beneficios con otros relatos; en los que haya -al menos- una que otra victoria. En eso el fútbol y la economía se parecen: en que son sólo ilusión.

Números que se reflejan en el encarecimiento de la liga

nacional que es la del noveno patrocinio más caro del mundo,

con 26 millones de dólares (superando a torneos como el portugués), en la que la

totalidad de sus partidos se televisan (dos abiertos y los demás por PPV) y que al ser

la tercera en importancia del surcontinente (detrás de Brasil y Argentina), según la International Federation of Footbal History & Statistics

(IFFHS) nunca se sale de las 15 más importantes del orbe en el

último lustro.

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Page 68: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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La crisis delfútbol brasileroHeloisa Reis, Felipe Tavares

y Mariana Zuanetti*[email protected]

Gran formador de jugadores, y con la selección que más ve-ces ganó la Copa del Mundo, el fútbol brasilero es conocido y reconocido mundialmente. A pesar de eso, su estructura y organización legal son consideradas por muchos como amplia-mente inadecuadas, requiriendo de profundas reformas. Esta diferencia entre las conquistas obtenidas por nuestro fútbol en las canchas y su desorganización fuera de ellas, nos plantea la siguiente pregunta: ¿estamos pasando por una crisis?.

*Reconocida como la principal investigadora brasile-

ña en temas de la violencia asociada al fútbol.

Profesora de la Facultad de Educación Física de la

Universidad Estatal de Campiñas, Brasil

** Traducción: Pablo Lucio Paredes

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La palabra “crisis” tiene una larga historia de significados.

Coloquialmente, se refiere a una situación percibida como anormal o considerada grave. Cuando lo inesperado se hace presente, el presente es inesperado.

Situación que afecta cómo nos definimos y nos comprendemos.

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La palabra “crisis” tiene una larga histo-ria de significados. Coloquialmente, se refiere a una situación percibida como anormal o considerada grave. Cuando lo inesperado se hace presente, el presen-te es inesperado. Situación que afecta cómo nos definimos y nos comprende-mos. “Ser o no ser”, ya planteaba Ha-mlet (Outhwaite and Bottomore, 1996)1. No es ahora que la situación del fútbol brasilero es vista como “anormal”. Ya en la década de los 80, la prensa brasile-ra anunciaba que nuestro fútbol había entrado en crisis. Muchos de nuestros cracks habían ido a jugar a Europa. He-cho que, junto a la crisis económica por la que pasaba el país, llevó a la dismi-nución del interés del público por el fút-bol, al menos en términos de presencia en los estadios, reduciendo los ingresos financieros de los clubes2. Estos, por su lado, tuvieron cada vez menos condicio-nes para mantener a sus jugadores más hábiles y prestigiosos, generándose un círculo vicioso.

La llamada “crisis” del fútbol brasilero, iniciada en la década de los 80, fue ana-lizada por Helal (1997)3, quien conside-raba que, para superarla, el deporte de-bía modernizarse, tanto en la legislación como en su gestión, Según el autor, ese proyecto se habría frustrado con la ela-boración de la llamada “Ley Zico”4 (Ley

1 OUTHWAITE, William; BOTTOMORE, Tom. Dicionário

do pensamento social do século XX. Rio de Janeiro: Jorge

Zahar Ed., 1996.

2 HELAL, Ronaldo. Passes e impasses: futebol e cultura de

massa no Brasil. Petrópolis: Vozes, 1997. 133 p

3 iden

4 “En el año 1990, el ex jugador del Flamengo y de la selec-

ción brasilera Zico, fue nombrado por el Gobierno del Presi-

dente Fernando Collor de Mello, como Secretario Nacional

de Deportes. En esa época él formó un equipo de trabajo que

asumió el compromiso de elaborar un proyecto que estable-

ciera las bases para la reestructuración del sistema deportivo

nacional. La ley que en su honor fue bautizada “Ley Zico”

fue terminada recién en 1993 cuando Zico y su equipo habían

sido ya sustituidos en la Secretaria, y su proyecto sujeto a una

nº 8.6725, del 06 de Julio de 1993), don-de los cambios más necesarios -la crea-ción de clubes empresas y la extinción del vínculo del pase- fueron dejados de lado. Esta visión de la crisis ha sido am-pliamente difundida y ha influenciado a otros actores de los medios deportivos.

En la década de los 90, al mismo tiempo que la selección brasilera se consagraba tetracampeona del mundo, la exporta-ción de jugadores se acentuaba. Con los cambios en el contexto europeo, deriva-dos del caso Bossman, la globalización del mercado de trabajo del fútbol pasó a tener más espacio. Es en ese contex-to que, en 1998, la legislación brasilera fue alterada y la antigua ley de pases fue extinguida -lo que no ocurrió sin que algunas garantías fueran mantenidas para los clubes, como la multa en caso de recesión del contrato y prioridades y beneficios para los clubes formadores-. Esos cambios fortalecen un modelo de club empresa que, con todo, no trans-formó las relaciones estructurales no profesionales presentes en las agrupa-ciones futbolísticas nacionales.

Al cabo de 15 años de implementación de esa nueva legislación, en lo que ata-ñe a resultados, la selección nacional se consagró pentacampeón mundial y, en cinco oportunidades, nuestros jugado-res ganaron el premio al mejor del año, aunque cabe recordar que ninguno de ellos jugaba en clubes brasileros. Esta constatación evidencia el escenario del fútbol brasilero que, a pesar de tener ex-celentes jugadores y una de las mejores selecciones del mundo, a nivel de sus clubes y campeonatos enfrenta enormes dificultades, siendo estos en su mayoría deficitarios.

serie de distorsiones” (SOUZA Júnior, Osmar Moreira. Fute-

bol como projeto profissional de mulheres: interpretações da

busca pela legitimidade. Campinas: Unicamp, 2013 (Tese de

doutorado).

5 Disponíble en: http://www2.camara.gov.br/legin/fed/

lei/1993/lei-8672-6-julho-1993-349784-publicacaoorigi-

nal-1-pl.html Acesso en 14/08/2012.

Page 70: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

…Mientras tanto, esta situación no ha llevado al Estado a

presionar más a los dirigentes deportivos, a que mejoren la gestión financiera de sus clubes. Por el contrario, a

inicios de año, se discutió otro dispositivo legal que tiende a

subsanar la deuda de los clubes con el Estado.

Conforme prevé ese mecanismo, 90% del valor de cada deuda podría ser compensado con

proyectos sociales, apenas 10% deberá ser cancelado en dinero,

pero incluso eso de manera escalonada…

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Transferencias y finanzas de los Clubes

Cuando nos detenemos en el mercado de jugadores del fútbol brasilero, lla-ma la atención el gran contingente que emigra al exterior. Según Silva y colabo-radores6, de 2002 a 2008, creció en 76% la cantidad de jugadores exportados (de 616 a 1085). Los datos de la FIFA nos muestran que ese número creció aún más en 2011, alcanzando cerca de 1500. Si comparamos con 1997, antes de la aprobación de la “Ley Pelé” (Ley nº 9.615/98 del 24 de Marzo de 1998)7, el crecimiento es del 171%. De acuerdo a la FIFA, los clubes brasileros son los ma-yores beneficiarios de transferencias en el mundo, habiendo recibido en 2012, US$121 millones8.

En un primer momento, estos datos nos podrían llevar a creer que el fútbol bra-silero pasa por una fase de gran avan-ce. En realidad, por más que lideren el ranking internacional de valores recibi-dos por transferencias y que el éxodo de jugadores haya crecido en los últi-mos años, en general la situación de los clubes es de creciente endeudamiento. Juntos, 23 clubes brasileros sumaron R$ 4.723.700.000 de deuda en 2012 (más de 2.000 millones de dólares). De esto, cerca de 1.5 billones está en manos de Timemania, mecanismo que fue creado para desahogar la deuda de esos equi-pos con el Estado (deudas tributarias,

6 SILVA et al. Panorama das transferências de jogadores de

futebol de clubes brasileros para o exterior entre os anos de

2002 e 2007. In: Coleção pesquisa en educação física – vol.

7, no. 1, 2008.

7Disponíble en: http://www2.camara.gov.br/legin/fed/

lei/1998/lei-9615-24-marco-1998-351240-publicacaoorigi-

nal-1-pl.html Acesso en 28/08/2013.

8 WIER, K. Jogadores brasileros lideram transferências

internacionais. 16 abr. 2013. Disponível en <http://brasile-

conomico.ig.com.br/noticias/jogadores-brasileros-lideram-

-transferencias-internacionais_130980.html> Acesso en

agosto, 2013.

de INSS y FGTS)9. Es importante desta-car que cuando Timemania fue aproba-da en 2007, con el objetivo de disminuir la deuda de los clubes con el Estado, el nivel de deuda era de 1.1 billones de reales, lo que demuestra que la ley no ha servido para disminuir estas obliga-ciones con el Estado10.

En 2012, el Flamengo era el club más deudor del país, sumando RS 741.7 mi-llones, de los cuales RS 280 millones corresponden a deuda con el Estado. Otros clubes de Rio de Janeiro, como Fluminense, Botafogo o Vasco da Gama, están también entre los mayores deu-dores. Cuando se compara con el total de recetas de los clubes, las deudas son proporcionalmente más pesadas en el caso de Botafogo (9.5 veces más que los ingresos), Fluminense (5 veces), Atlético MG (3.6 veces), Vasco (2.8 veces) y Fla-mengo (1,9 veces)11. Vemos que, incluso con una intensa exportación de jugado-res y con incentivos legales, los mayores clubes nacionales no fueron capaces de eliminar o al menos disminuir significa-tivamente sus deudas.

Por un lado, esta situación lleva a que los equipos tengan la necesidad de ne-gociar sus jugadores más habilidosos, creando un escenario en el cual el Brasil desempeña un papel de exportador de “mano de obra” para los centros euro-peos, donde el fútbol-empresa está más consolidado. Por otro lado, eso no impi-de a los equipos aumentar cada vez más

9 GONÇALVES, E. Aumenta a dívida tributária brasilera.

24 abr. 2013. Disponível en: <http://globoesporte.globo.com/

platb/olharcronicoesportivo/2013/06/24/o-endividamento-

-dos-principais-clubes-brasileros/> Acesso en agosto, 2013.

10 GONÇALVES, E.Divida da Timenania de 25 clubes

atinge 1,4 bilhão de reais. 29 mai. 2013. Disponível en: <

http://globoesporte.globo.com/platb/olharcronicoesporti-

vo/2013/05/29/divida-da-timenania-de-25-clubes-atinge-14-

-bilhao-de-reais/>

11 ROCHA, A. Os clubes, suas dívidas impagáveis, a Caixa

e a Copa do mundo. Valorinveste. 30 jul. 2013. Disponível

en: < http://www.valor.com.br/valor-investe/o-estrategis-

ta/3216272/os-clubes-suas-dividas-impagaveis-caixa-e-

-copa-do-mundo> Acesso en agosto, 2013.

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sus gastos a través del paquete sala-rial. El regreso de “ex” vedettes al Brasil -como Roberto Carlos, Adriano. Deco, Juninho Pernambucano, entre otros- son ejemplos de proyectos de mercadeo que no dan réditos. Proyectos que, de-bido a sus altos costos, perjudican más aún el equilibrio de los clubes.

La respuesta de los clubes y de la sociedad

Mientras tanto, esta situación no ha llevado al Estado a presionar más a los dirigentes deportivos, a que mejoren la gestión financiera de sus clubes. Por el contrario, a inicios de año, se discutió otro dispositivo legal que tiende a sub-sanar la deuda de los clubes con el Es-tado. Conforme prevé ese mecanismo, 90% del valor de cada deuda podría ser compensado con proyectos sociales, apenas 10% deberá ser cancelado en di-nero, pero incluso eso de manera esca-lonada12. Esa es la situación paradójica del fútbol brasilero: al mismo tiempo que produce grandes jugadores, tiene una pésima estructura legal y adminis-trativa. Situación que no es nueva, y que tampoco parece estar próxima a su fin.

Según Proni (2000)13, la respuesta de los clubes brasileros teniendo en cuenta la necesidad de “modernizarse” e inte-grarse al mercado global del fútbol, es conservadora, reafirmando su situación de exportadora de mano de obra en de-trimento de la consolidación del espec-táculo deportivo nacional. Se han man-tenido gestiones poco democráticas, ex-tremadamente endeudadas y marcadas

12 REBELLO, A. Governo quer baixar MP para perdoar

90% de dívida bilionária de clubes. UOL esporte. 27 mar.

2013. Disponível en: < http://esporte.uol.com.br/futebol/

ultimas-noticias/2013/03/27/governo-quer-baixar-mp-para-

-perdoar-90-de-divida-bilionaria-de-clubes.htm> Acesso en

Agosto, 2013.

13 PRONI Marcelo, A metamorfose do futebol. Campinas:

Unicamp. Instituto de Economia, 2000. v. 1. 272 p

por corrupción e intereses sospechosos. Por otro lado el Estado brasilero ha sido cómplice, al permitir que las deudas se mantengan. Este escenario configura la llamada “crisis” del fútbol brasilero, que no es ni esporádica ni puntual, sino una condición perenne del fútbol en nuestro país.

En función de esa perennidad, es perti-nente problematizar aquí la propia no-ción de crisis. Como ya indicamos, el término “crisis” sugiere “anormalidad”. Pero, una “anormalidad” que se torna “normal”, se anula a sí misma. Esto es, la condición de exportador de jugadores parece ser mucho más un orden social del fútbol brasilero que una situación esporádica. Más aún, dentro del modo de producción capitalista, sería de ex-trañarse que un mercado periférico como el brasilero, consiguiera traer a los mejores jugadores del mundo. En reali-dad el Brasil sí ha importado jugadores, pero la mayor parte de ellos de poca no-toriedad o de mercados aún más peri-féricos. Jugadores que encuentren en el país, una posibilidad de ganar más visi-bilidad y dinero de lo que lograrían en sus empobrecidos países, y concretar el sueño de un día jugar en Europa. Todo absolutamente “normal” desde el punto de vista de la lógica capitalista.

Ante esto, tal vez, la pregunta no sea si el fútbol, brasilero vive o no una situa-ción de crisis, sino cómo ese diagnós-tico ha sido utilizado y a qué tipo de in-tereses se enfoca. Al final de cuentas, el término de “crisis” ha sido utilizado para defender los más distintos intereses. Dirigentes y políticos lo han utilizado para beneficiarse, justificando su invo-lucramiento con prácticas clientelares y clandestinas. Por su lado, académicos, periodistas, “especialistas” en gestión y otros paladinos del neoliberalismo han utilizado el término para defender la ins-titución del modelo de “club-empresa”, como si los intereses de los capitalistas fueran los mismos que de los hinchas. Modelo que no resuelve el problema de las deudas con el Estado, ya que el for-mato de empresa no garantiza un balan-ce superavitario. Más aún, constituye un retroceso ya que convierte a la gestión

de los clubes en aún menos democráti-ca. Al final, en este esquema, el hincha es colocado apenas en una condición de consumidor, sin derecho a voz ni poder político real.

Desde nuestro punto de vista, aunque sea conceptualmente problemático, el término crisis tiene una ventaja: cuan-do hablamos de “crisis”, implícitamente reivindicamos algún tipo de cambio. Y el fútbol brasilero sin duda tiene que cam-biar. Como ya sugerimos, para cambiar-lo más profundamente, sería necesario transformar el propio modo de produc-ción capitalista. Se trata, evidentemen-te, de un desafío enorme. Inmensidad que no puede, sin embargo, frenar la búsqueda de soluciones concretas e in-mediatas. Aunque de manera limitada, es posible mejorar la forma como el fút-bol brasilero se conduce institucional-mente. Mejora que no solo implicaría mecanismos para que nuestros mejores cracks se queden, sino sobre todo crear una estructura institucional más justa y democrática, en la cual los hinchas tengan la posibilidad de intervenir en los senderos de nuestro fútbol, hacien-do valer sus necesidades e intereses. Mientras tanto, es necesario estimular, entre otras cosas, la popularización del esquema de asociados de los equipos, y posibilitar la efectiva participación de los hinchas (y de los atletas) en la ges-tión de la CBF y las federaciones esta-tales. En suma, no se gana nada con cambiar la figura del dirigente deportivo lleno de intereses particulares (muy co-nocido como “cartola” en Brasil) por la del CEO (Gerente General) …

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70

La crisis delfútbol ecuatorianoLuis Roggero C.*

[email protected]

*Master en Gestión Empresarial, FLACSO Ecuador.

Presidente de la Comisión de Fútbol del Club Independiente

del Valle. Co-fundador de FUTBOLMETRICS.

El fútbol mundial y local cada vez moviliza más recursos. Se estima que los equipos europeos actualmente reciben ingresos cercanos a USD 23 mil millones al año, con un crecimiento del 5,6% anual en los últimos 5 años. En el caso del fútbol ecua-toriano, los equipos estiman gastar USD 54 millones en 2013, 8% más respecto al año pasado. Desde el punto de vista de-portivo, los resultados alcanzados por el fútbol ecuatoriano en esta última década son los mejores de su historia. Sin embargo, la mayoría de los equipos atraviesan serias dificultades financie-ras. Ocho de los doce equipos de la Serie A suman deudas de alrededor de USD 33 millones. Las dificultades de los clubes ecuatorianos no son ajenas a los equipos del resto del mundo. La deuda de los equipos ingleses supera los USD 4 mil millo-nes.

Esta crisis financiera de los equipos radica en la estructura orga-nizativa de las ligas de fútbol, que desde inicios de la profesio-nalización, se diseñaron bajo la premisa de que los clubes no debían perseguir fines de lucro. Con el objeto de comprender mejor el origen y causas de la crisis del fútbol nacional, a conti-nuación se repasa brevemente el inicio y evolución de la profe-sionalización del fútbol a nivel mundial y local. Posteriormente se expone el estado actual de las finanzas de los equipos ecuato-rianos. Finalmente se presentan las dos relaciones fundamen-tales que rigen la industria de los clubes de fútbol producto de la estructura de las ligas, y que explican la crisis.

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71

Breve historia del fútbol profe-sionalLa práctica formal del fútbol inició en 1863 con la creación de la Asociación de Futbol Inglés (FA). La FA se creó por un grupo de caballeros británicos, con el propósito de establecer un conjunto común de normas que permitiera difun-dir este pasatiempo, que se practicaba en los colegios y universidades de las élites británicas, para formar el carácter y transmitir los valores morales de la so-ciedad inglesa. Charles Alcock, una de las figuras más influyentes en su desa-rrollo inicial, dio origen al fútbol profe-sional con la institución de la FA Cup. El torneo se inició en 1871, incentivando la creación de equipos y motivando a que los aficionados paguen por asistir a los encuentros. Los clubes, para atraer una mayor cantidad de espectadores, em-pezaron a pagar a los jugadores a fin de reclutar a los mejores talentos.

A pesar de que los equipos demostra-ron tener un gran potencial para generar ingresos, la nobleza británica no pre-tendía que el fútbol se convierta en un negocio. En consecuencia, la FA impuso restricciones para evitar que los dueños de los clubes se apropiaran de los ga-nancias de los equipos. Creó, a través de un sistema de ascenso y descenso de categoría, una estructura de liga orien-tada a fomentar la competencia depor-tiva entre clubes y a restringir la capa-cidad de mantener monopolios geográ-ficos. Además, prohibió que los clubes paguen dividendos superiores al cinco por ciento del capital suscrito.

El modelo del fútbol inglés se populari-zó rápidamente por todo el mundo. La estructura organizativa de las ligas y el objeto sin fin de lucro de los clubes pre-cisamente fueron los principales impul-sores. El sistema de ascenso y descenso de categoría atrajo el interés de los afi-cionados de los equipos que disputaban los primeros puestos, así como el de los aficionados de los clubes que luchaban por evitar perder la categoría. Además, la misión social y sin fines de lucro de

los equipos motivó a que se involucren activamente en la promoción y difusión del deporte sin necesidad de buscar un retorno a su inversión. La misión social de los equipos también permitió que los Estados contribuyan en la construcción de estadios y rescates financieros de los clubes populares.

En el caso ecuatoriano, el fútbol tiene más de 100 años de historia. Juan Alfre-do y Roberto Wright introdujeron el fút-bol al país a finales del siglo XIX. Los primeros equipos se fundaron en Gua-yaquil, y en 1922 se creó la Federación Deportiva del Guayas a fin de formalizar su práctica. El fútbol profesional recién inició en 1950, año en el que la Asocia-ción de Fútbol del Guayas promovió el primer campeonato profesional de clu-bes. Siguiendo a Bustamante (2006), al igual que en Inglaterra, la profesiona-lización del fútbol nació por una opor-tunidad de mercado. Su popularidad condujo a que los equipos establezcan relaciones laborales con jugadores y en-trenadores. Remuneraciones a cambio de resultados.

A nivel mundial los equipos de fútbol no movilizaban grandes cantidades de dinero previo a los años ochenta. Sin embargo, la televisión revolucionó la industria. Producto de la desregulariza-ción y privatización de la televisión, los canales y cable operadores privados em-pezaron a competir por adquirir los de-rechos de transmisión de las ligas como medio para atraer suscriptores e incre-mentar la venta de publicidad, inflando y modificando la estructura de ingresos de los clubes. Además, la televisión permitió que los clubes exploten otras fuentes de ingresos comerciales, gracias a una mayor exposición de las marcas auspiciantes. En Inglaterra los ingresos por televisión pasaron de USD 23 millo-nes en 1991, equivalente al 9% del total de ingresos en ese año, a USD 1.622 mi-llones en 2010, equivalente al 51% del total de ingresos. El fútbol ecuatoriano, en 2013 ingresó cerca de USD 18 millo-nes por los derechos de televisión del campeonato, casi 80% más que en 2012.

Gráfico 1.

Crecimiento anual del presupuesto: Barcelona Sporting Club

Fuente: El Comercio.

Elaboración: Autor

El modelo del fútbol inglés se popularizó rápidamente por todo el mundo. La estructura organizativa de las ligas y el objeto sin fin de lucro de los

clubes precisamente fueron los principales impulsores.

El sistema de ascenso y descenso de categoría atrajo el interés de

los aficionados de los equipos que disputaban los primeros puestos, así como el de los aficionados de

los clubes que luchaban por evitar perder la categoría.

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Finanzas de los clubes ecua-torianos

El fútbol nacional no obtuvo mayores éxitos deportivos en sus inicios. Sin em-bargo, a partir de la clasificación al mun-dial del 2002, el fútbol profesional dio un giro en el país. La selección está a las puertas de clasificar a su tercer mundial, Liga de Quito ganó cuatro copas inter-nacionales, y varios jugadores salieron hacia las principales ligas del mundo. No obstante, a pesar del progreso de-portivo y la creciente disponibilidad de recursos, el fútbol ecuatoriano está en-vuelto en una profunda crisis financie-ra. Esta crisis también se replica en las principales ligas europeas, a pesar de que sus equipos disponen de mayores ingresos y de que en su mayoría son so-ciedades anónimas.

Tabla 1.

Ingresos y gastos totales anuales de la Serie A del fútbol ecuatoriano

Año

IngresoTotal

Promedio (USD)

Gasto Total

Promedio (USD)

Gasto Promedio /Ingreso

Promedio2002 1.167.945 1.156.500 99%2003 1.299.212 1.184.143 91%2004 2.466.824 2.458.147 100%2005 2.561.491 2.441.347 95%2006 2.189.919 2.405.538 110%2007 2.432.094 2.653.270 109%2008 3.320.905 3.458.264 104%2009 3.222.849 3.527.924 109%2010 3.608.336 3.625.055 100%

Fuente: Roggiero (2012)

El presupuesto de los clubes crece a ta-sas superiores a la economía del país. En los últimos tres años, el crecimiento del presupuesto de los equipos alcan-zó una tasa anual compuesta de 13%, mientras que la economía en valores nominales creció 1 o 2 puntos menos (una economía recordemos, empujada por un muy alto precio del petróleo, que

puede o no ser sostenible en el mediano plazo). En el caso puntual de Barcelona S.C., el presupuesto experimentó un crecimiento compuesto anual de 17% en los últimos 13 años, varios puntos anuales por encima de la economía. Sin embargo, los presupuestos no alcanzan. Los clubes gastan más de lo que ingre-san. La Tabla 1 muestra que entre el 2002 y 2010, el gasto promedio superó el ingreso promedió de los equipos, en seis de los nueve años.

Producto del excesivo gasto, año a año la mayoría de clubes acumulan más deudas (la mayor parte de corto pazo), que son resultado del déficit operacio-nal más otros requerimientos como el financiamiento de la compra de los pases de jugadores. Se estima que el pasivo de Barcelona ya alcanza USD 20 millones, aproximadamente dos veces su presupuesto del 2013. Por su parte el Deportivo Quito, otro de los clubes re-presentativos, acumula deudas estima-das en USD 5 millones, equivalente al 100% de su presupuesto para el presen-te año. Este tipo de deudas van contra las buenas prácticas de administración financiera, ya que no prevén una fuente de rembolso y superan la capacidad de pago de los clubes. Ocurriría lo opuesto si es que fueran producto de inversiones productivas, como para la construcción de estadios rentables y con capacidad de repago.

Este endeudamiento y la iliquidez im-pide que los equipos atiendan sus obli-gaciones, inclusive incumpliendo con el pago de remuneraciones a jugadores y entrenadores. A septiembre de 2013, los jugadores del Deportivo Quito están impagos desde abril, mientras que al cuerpo técnico le adeudan todo el año. En respuesta, el plantel principal deci-dió no presentarse a jugar, a pesar de ocupar el segundo lugar en la tabla de posiciones. Los jugadores de Barcelona y El Nacional tampoco se encuentran al día en sus haberes. El Servicio de Ren-tas Internas (SRI) es otro de los princi-pales acreedores del fútbol ecuatoriano. De los USD 33 millones que acumulan en deudas los clubes de la Serie A, casi USD 5 millones son con el SRI. Las orga-

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nizaciones deportivas están exoneradas del pago de impuesto a la renta, por lo que las deudas de los clubes con el SRI corresponden únicamente a las reten-ciones de impuesto a la renta e impues-to al valor agregado (IVA) que realizan a terceros.

Las dos relaciones fundamen-tales de la industria del fútbol

La crisis que actualmente atraviesan los equipos ecuatorianos no es nove-dad. Más bien, es casi inevitable. Bajo la premisa de que los equipos de fútbol no debían perseguir fines de lucro, las ligas no están diseñadas para proteger los intereses financieros de los dueños de los clubes:

1) se estructuran bajo un sistema com-petitivo de ascenso y descenso de cate-goría que no garantiza la presencia de un club en primera división, ni impide que nuevos equipos ingresen a un mis-mo mercado geográfico;

2) no obligan a que los equipos redistri-buyan sus ingresos;

3) no establecen topes a los salarios de los futbolistas;

4) no limitan la movilidad de los jugado-res entre equipos.

Consecuentemente, como bien señala Sloane (1971) en el primer artículo aca-démico que estudia la economía del fút-bol, el principal objetivo de los equipos es maximizar el éxito deportivo. Dirigen-tes, jugadores y aficionados tienen ese objetivo común. El problema subyace en que el éxito deportivo demanda gran-des cantidades de recursos

Dada esta estructura de las ligas, si-guiendo a Szymanski y Kuypers (1999), el fútbol se vuelve un concurso en el que la disponibilidad y efectividad con la que se utilizan los recursos influye significativamente en los resultados deportivos. Estudios de las principales ligas europeas muestran que el nivel de

gasto en sueldos de los jugadores deter-mina hasta en 92% la ubicación final de los equipos en la tabla de posiciones. A esta primera relación se le conoce como la función de producción de los clubes, que tiene al talento como principal in-sumo para alcanzar el éxito deportivo. El salario refleja la calidad de los juga-dores debido a que el talento es escaso, tiene libre movilidad y se negocia en un mercado competitivo.

La relación entre el desempeño depor-tivo y el gasto en sueldos también se cumple en el fútbol ecuatoriano. Rog-giero (2012), en base a los resultados deportivos y financieros de los clubes de la Serie A y Serie B en el período com-prendido entre los años 2002 a 2010, muestra que el gasto en sueldos deter-mina el 61% de la ubicación final de los equipos en la tabla de posiciones. Como se observa en el Gráfico 2, a mayor gasto mejor posición. La inferioridad del po-der explicativo respecto al caso europeo es atribuible principalmente a la falta de fuentes de información transparente. El estudio se basa en las declaraciones de los equipos al SRI, que suelen ser im-precisas.

En la industria del fútbol se cumple una segunda relación fundamental, nueva-

mente acentuada por la estructura de las ligas, especialmente ante la ausen-cia de mecanismos de redistribución de ingresos: la disponibilidad de recursos de los equipos está determinada por el desempeño deportivo. A esta relación se la conoce como la función de demanda de los equipos, ya que mientras mejor es el ranking, mayor la demanda de sus principales fuentes de ingresos: boletos, derechos de televisión, auspicios y pu-blicidad. Esta relación se produce debi-do a que, aun cuando los equipos tienen seguidores incondicionales, la mayoría de los aficionados son consumidores poligámicos que siguen al equipo ga-nador de turno. Siguiendo a Szymanski (2013), el mercado por capturar ingresos en tan competitivo como el mercado por capturar jugadores. Estudios de las principales ligas europeas demuestran que la ubicación de los equipos en la tabla de posiciones explica hasta el 89% de sus ingresos. Para el caso ecuatoria-no, Roggiero (2012) muestra que el des-empeño deportivo de los equipos deter-mina el 79% de sus ingresos. Como se observa en el Gráfico 3, mientras mejor posición, mayores ingresos.

Producto de estas dos relaciones, si-guiendo a Pérez-Cutiño (2007), para sostener la competitividad, los equipos

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-8 -6 -4 -2 0 2Gasto Relativo (log)

Gráfico 2. Relación entre el nivel de gasto en sueldos y el desempeño de-portivo de los equipos ecuatorianos de fútbol entre los años 2002 y 2010

Fuente: Roggiero (2012)

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tienen que entrar en un circulo virtuoso de ganar partidos, para generar ingresos y reinvertirlos en mejorar la calidad del plantel. La demanda por recursos para obtener triunfos es tan significativa, que ni siquiera terminar en los primeros puestos garantiza un superávit financie-ro. El Gráfico 4 representa la combina-ción entre el ranking y las ganancias de los equipos ecuatorianos, demostrando que no existe correlación entre ambas variables. Dada la estructura de las li-gas, como bien señala Kuper y Szymans-ki (2009), es improbable que los equipos generen superávits, ya que el hambre de gloria incentiva a que los rivales gasten lo que sea necesario para alcanzar su objetivo. Aun cuando signifique exceder sus presupuestos. El resto de equipos está obligado a por lo menos emparejar el gasto rival para no perder competiti-vidad.

Como se observa, el fútbol tiene sufi-cientes elementos sistemáticos para que los resultados deportivos y finan-cieros sean predecibles. Los títulos na-cionales obtenidos por Deportivo Quito en 2008, 2009 y 2011 fueron producto de incrementos significativos en las remu-neraciones de los jugadores, con el pro-pósito de armar un plantel de calidad. Así lo reconoce Fernando Mantilla, uno de los principales dirigentes del equi-po en ese período. Menciona que solo

en 2010, el aumento en sueldos fue de 25%, superando la realidad económica del equipo. El impacto del incremento salarial se refleja en el deterioro actual de las finanzas del club.

Hay pocos equipos en el mundo capa-ces de desafiar estas dos relaciones fundamentales de la industria del fút-bol. Ya sea constantemente obteniendo mejores resultados deportivos que los previstos por el costo de su nómina, o mayores ingresos que los determinados por su desempeño deportivo. El resto están condenados a que la persecución del éxito deportivo consuma todos sus recursos. Dada esta realidad, en Europa se están adoptando medidas sofistica-das, tales como el Financial Fair Play, que apuntan a frenar el manejo financiero irresponsable, pretendiendo que los clu-bes no comprometan recursos más allá de sus posibilidades. Sin embargo este tipo de medidas están sujetas a cuestio-namientos legales y deportivos, ya que atentan contra la libre movilidad del capital y trabajo, y acentúan el dominio de los grandes equipos. En Ecuador por lo menos se tiene que requerir mayor transparencia en la gestión administra-tiva y exigir que los clubes garanticen y cumplan sus obligaciones con terceros, penalizando con puntos o prohibiendo la participación de equipos que no es-tén al día en sus haberes.

Gráfico 3. Relación entre el desempeño financiero y la posición de los equipos ecuatorianos entre los años 2002 y 2010

-8-6

-4-2

02

Ingr

eso

Rela

tivo

(log)

-3 -2 -1 0 1 2 3 4

Posición en el Campeonato (log odds)

Fuente: Roggiero (2012)

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-200

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Posición del Equipo en el Campeonato

Gráfico 4. Diagrama de dispersión entre la utilidad y el desempeño de-portivo de los equipos ecuatorianos entre el años 2002 y 2010

Fuente: Roggiero (2012)

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Queremos honrar a la ex dirigente de Au-cas Mónica Gordón y esperar la plena re-cuperación del policía que fue arrojado al foso del Estadio Olímpico Atahualpa en el partido D. Quito–Liga a finales de agosto de 2013.

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Microeconomía del fútbol ecuatoriano:algunos supuestos sobre su funcionamiento

Pablo Samaniego P.*pesamaniego@ flacso.edu.ec

*M.A. FLACSO Ecuador. Investigador en FLACSO

Este año estalló el acumulado de un período de desaciertos en la con-ducción de la economía de algunos clubes de fútbol ecuatoriano. En parte porque se hizo pública la Auditoria solicitada por el Directorio del Barcelona S.C., se ha podido conocer con cierto detalle la forma cómo se gestó esta crisis, la que suponemos tiene rasgos comunes con la de otros equipos que están en la misma situación. La acumulación de deudas frente a un patrimonio mínimo es lo que, en términos generales, explica la crisis. Se estaría, por tanto, frente a un difícil problema de insolvencia, por lo que las soluciones por lo drásticas, serán complejas.

Este artículo pretende hacer un análisis general sobre dos modelos de gestión económica que al parecer dominan en la estructura de los clubes de fútbol profesional: uno es el modelo interno a los equipos, centralizado, el otro es el modelo descentralizado, que funciona en base a agentes externos que manejan activos y pasivos, por ejemplo la compra venta de jugadores. Suponemos que estos dos modelos son los más usados por-que eso se desprende de la información indirecta e informal. Por la falta de transparencia en el manejo económico tanto de los clubes como de la FEF, en este artículo no se hará referencia directa a ninguno de los equipos, pero ello no impedirá a los inteligentes lectores de qué equipos se trata. Es muy complejo escribir abiertamente sobre estos temas porque ellos están velados por un manto de secretismo que en algunos ámbitos, el periodís-tico por ejemplo, se convierte en secreto a voces.

Aunque en este texto se privilegia el análisis económico, es preciso recor-dar los últimos hechos ocurridos con personas ligadas al fútbol, hechos que dan indicios de que en este momento no se trata solamente de una crisis económica sino que la situación es más amplia pues se manifiesta en actos delictivos que son absolutamente reprochables.

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dos modelos de gestión económica que al parecer

dominan en la estructura de los clubes de fútbol profesional:

uno es el modelo interno a los equipos, centralizado, el otro es el modelo descentralizado,

que funciona en base a agentes externos que manejan activos y pasivos, por ejemplo la compra

venta de jugadores.

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La organización económica de los clubes de fútbolEn esta parte se tratará de reconstruir la forma como están organizados actual-mente los clubes de fútbol en el Ecua-dor. Se presentará, como se anticipó an-tes, dos modelos que son los que preva-lecerían. El funcionamiento concreto de la economía de los clubes estará en uno de esos dos extremos o, en otros casos, en el medio de los dos. Cada hincha, di-rigente o analista del fútbol podrá preci-sar cuál es el grado de correspondencia de cada equipo con tales modelos.

Como toda actividad económica o em-presa, los equipos de fútbol tienen in-gresos corrientes y de capital. Sobre la forma como se administran los recursos disponibles y cómo se emplean para el gasto, dependerá lo que hemos denomi-nado los modelos que predominan el en fútbol.

Los ingresos y gastos corrientes son to-dos aquellos que se generan en las ac-tividades normales que involucran esta actividad. En la Tabla 1 se señalan cuá-les son las principales fuentes de este tipo de ingresos y cuáles los principales egresos.

Tabla 1: Balance corriente de los equipos de fútbol

Ingresos corrientes Gastos corrientes

•Taquilla: •Salarios jugadores

- Depende del número de hinchas y la capaci-dad del estadio.

•Salarios cuerpo técnico

- Ventas en estadio •Transporte y aloja-miento

• Derechos de TV: •Implementos

- Dependía de la marca del equipo. Ahora de reparto de la FEF.

•Manten imien to sede

• Anunciantes en la vestimenta y estadio

•Mantenimiento o arriendo de esce-nario deportivo

• Venta de la marca: no todos tienen

•Gastos administra-tivos generales

• Otros •Pago de intereses

Resultado: superávit o déficit corriente

Los ingresos corrientes de los equipos no son muchos. En primer lugar se men-ciona a la taquilla pues esa era en esen-cia el principal ingreso que tenía este tipo de espectáculo público. Ahora las cosas han cambiado significativamente y pueden contar mucho más los dere-chos de transmisión en la televisión e incluso la “compra” que hacen las em-presas de un “espacio” en la camiseta o la venta de artículos de la marca-equipo.

La taquilla, a más de formar parte de los ingreso económicos, es un indicador muy importante de cómo está la relación entre hinchas y equipo, relación que no necesariamente está marcada por el éxi-to deportivo, sino por otros elementos sutiles y complejos que merecen otra discusión. Unas hinchadas son más fieles y maduras que otras, pues saben apoyar en épocas de gloria y en aquellas en las que el equipo no marcha.

Ahora bien, aunque en términos econó-micos se podría suponer que la asisten-cia a los escenarios deportivos es una función de los ingresos, es decir, de la situación económica por la que atravie-san los hogares, basta analizar las con-currencias para saber que esa relación no es unívoca y es muy inestable en el tiempo. Ello ocurre en Latinoamérica1 en comparación con otras zonas o re-giones; basta ver, por ejemplo, los lle-nos completos que tienen casi todos los equipos de la liga inglesa o alemana, sea cual sea su situación en la compe-tencia.

Además de la relación entre equipo e hinchada, el ingreso por taquilla está restringido por el tamaño del estadio en el que juega el equipo. Esa es una restricción de carácter físico que, sin embargo, no siempre se manifiesta por-que la concurrencia de los hinchas a los estadios sigue siendo débil en el país.

Según la Encuesta de Ingresos y Gastos de 2011-12 realizada por el INEC, los

1 Si se observan los partidos de la Copa Sudamericana y

la Copa Libertadores, y se los compara con la Champions

League y la Europa League, se puede notar la diferencia

sustancial en asistencia.

Page 80: La Crisis Del Fútbol Ecuatoriano: El Populismo Financiero

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hogares ecuatorianos gastan 16 millo-nes de dólares en el rubro denominado “Entrada a estadios deportivos”2. Des-contado lo que se puede gastar en otros deportes y lo que podría corresponder al fútbol amateur y a los partidos de la se-lección nacional de varones, y cotejando con información sobre taquilla publica-da en un diario, se podría estimar que los clubes profesionales tienen ingresos por 10 millones de dólares.3

En promedio los hogares ecuatorianos gastan mensualmente 12,5 dólares en asistir a estadios deportivos (aclarando que solo el 2,7% de los hogares registra gastos en este rubro, es decir alrededor de 100.000 hogares asisten a estos es-pectáculos). En Loja los hogares gastan en promedio 17 dólares, en tanto que en

2 Se supone que la casi totalidad del rubro corresponde a

partidos de fútbol. Lo que se desconoce es la proporción en-

tre partidos de la liga profesional y los de las ligas parroquia-

les, que son muy concurridos. La fuente de los ingresos por

taquilla es El Comercio, publicado el 28 de abril de 2013.

3 Ellos se distribuyen entre los 24 equipos de las series

A y B. Evidentemente, se supondría que la gran mayoría

corresponde a algunos equipos de la serie A y otros contados

de la serie B.

Guayaquil y Quito el gasto asciende a 16 y 15 dólares, respectivamente.

El segundo rubro de ingresos de los equipos, según lo señalado en la Tabla 1, son los derechos por la transmisión de los partidos de fútbol. Hasta el año pasado cada equipo negociaba con los canales de televisión que transmitían y obtenían por ello una suma que era proporcional al tamaño de la hinchada y prestigio de los clubes; en definitiva, al rating que tendría el canal que transmi-tía esos partidos.

Según uno de los principales diarios del país, la FEF negoció un contrato por 5 años principalmente con los canales es-tatales (TC, Gama, EcuadorTV), aunque extrañamente también pudieron entrar otros como UNO; además, todos los partidos son transmitidos por uno de los servicios de televisión pagada. En todo caso, lo que interesa es que a cada equipo de la serie B se le asigna 150 mil dólares mientras que se destinan 15,6 millones de dólares para los clubes de la serie A, sin que se conozca la regla que siguieron para hacerlo.

De hecho, si se compara con el presu-puesto anual, el Deportivo Quevedo fi-nancia el 46,7% del total de sus gastos

Fuente: INEC, Encuesta de Ingresos y Gastos 2011-2012 Elaboración: El autor

Gráfico 1: Distribución provincial y por dominio del gasto de los hogares en entrada a estadios deportivos

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con esta transferencia de la FEF, en tan-to que la LDU de Loja apenas alcanza a cubrir el 17,8% de la operación anual. Hasta ahora sabemos que los clubes de la serie A tienen un presupuesto para 2013 de 52,4 millones de dólares4 y que los ingresos por taquilla y derechos de televisión a lo sumo llegan a 26 millo-nes de dólares, lo que cubre el 51% del presupuesto. De ahí que los ingresos provenientes de los anuncios colocados en las camisetas y los estadios, además de la venta de camiseta y otros artículos deportivos de la marca del club, deben colaborar de manera importante para alcanzar los casi 26 millones que res-tan, cantidad no despreciable. Si no se logra financiar ese monto, entones los gastos corrientes generan un déficit, el que debe ser cubierto dentro de las

4 Según la revista Estadio, en 2007 el presupuesto de los

equipos fue de 30 millones de dólares. Esto quiere decir

que en comparación con 2013 el presupuesto ha crecido en

9,7% promedio anual, 1,7 puntos porcentuales superior al

crecimiento del PIB nominal por persona.

operaciones de financiamiento. En la úl-tima casilla de la derecha en la Tabla 1 tenemos ese resultado que no es sino el efecto de restar de los ingresos corrien-tes los gastos corrientes.

Hasta ahora hemos tratado a los equi-pos de fútbol como una empresa, es de-cir, con una administración centralizada. Ello quiere decir que todos los ingresos y gastos son gestionados por una ofici-na que hace los registros respectivos y que responde a las políticas emanadas de los dirigentes del club. Sin embargo, esta forma de proceder no siempre se aplica a los clubes de fútbol. Por ejem-plo, un defensa que jugó en un equipo en 2011 recibió su salario directamente de un patrocinador, según relata la cró-nica de un diario nacional.5 Es decir, en la práctica los clubes de fútbol muestran esquemas de gestión que pueden no te-ner como eje a los equipos.

5 El Universo, “Los más caros de la temporada”, http://

www.eluniverso.com/2012/01/22/1/1372/mas-caros-

temporada.html, revisado el 10-09-2013.

Estos esquemas de gestión descentrali-zados y a veces ajenos a las directivas de los equipos, se manifiestan en el ámbito del financiamiento de las operaciones. En la siguiente tabla se reproducen las principales operaciones financieras. Ella comienza con el resultado corriente que viene de la Tabla 1.

Los clubes tienen además como pasivos a las amortizaciones o pago parcial o to-tal de las deudas y a los recursos que se destinan para la compra de jugadores.

Tabla 3: Cuentas de financiamiento

Pasivo Activo

•Déficit (o superávit) corriente

•Contratación de nueva deuda

•Amortizaciones (pago de deudas)

Transferencia de jugadores

•Compra de jugadores •Otros

• Otros

Variación activos

Presupuesto Derechos TV Asistenciaa Derechos TV y asistencia Saldo Proporción

Barcelona S.C. 8.000.000 2.000.000 4.146.698 6.146.698 1.853.302 76,8%LDU Quito 8.000.000 1.800.000 1.622.398 3.422.398 4.577.602 42,8%

Emelec 5.500.000 1.900.000 1.133.369 3.033.369 2.466.631 55,2%

El Nacional 5.500.000 1.200.000 678.376 1.878.376 3.621.624 34,2%

Dep. Quito 4.700.000 1.200.000 942.921 2.142.921 2.557.079 45,6%

LDU Loja 4.500.000 800.000 1.199.550 1.999.550 2.500.450 44,4%

Dep. Cuenca 4.000.000 950.000 887.787 1.837.787 2.162.213 45,9%

Ind. José Terán 3.500.000 850.000 441.709 1.291.709 2.208.291 36,9%

Manta F.C. 2.700.000 850.000 298.215 1.148.215 1.551.785 42,5%

U. Católica 2.500.000 700.000 371.035 1.071.035 1.428.965 42,8%

Macará 2.000.000 800.000 563.240 1.363.240 636.760 68,2%

Dep. Quevedo 1.500.000 700.000 585.996 1.285.996 214.004 85,7%

Total 52.400.000 13.750.000 12.871.294 26.621.294 25.778.706 50,8%

Tabla 2: Presupuesto para 2013 y monto asignado por la FEF por derechos de TV (millones de dólares)

Fuente:El Comercio, http://www.elcomercio.ec/deportes/FEF-futbol-Ecuador-derechos_de_futbol_en_TV_0_843515851.html y http://www.elcomercio.ec/deportes/futbol/futbol-futbol_ecuatoriano-

Copa_Pilsener_2013_0_853714815.html

Nota: Los ingresos por asistencia de Macará, Católica y Dep. Quevedo fueron estimados a partir de la Encuesta de Ingresos y gastos. Elaboración: el autor

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Tal como ocurrió con la última crisis de EE.UU. y Europa, la falta

de regulación de los mercados hizo que se debilitara la viabilidad

de los sistemas financieros. Tomando ese como ejemplo, los

clubes se deben constituir para su propio desarrollo y crecimiento, y no para que sean empleados

como negocios que sirven a terceros. Por tanto, es un mercado que debe ser regulado de alguna

forma.

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El financiamiento proviene de la con-tratación de nueva deuda y los ingresos que genera la transferencia de jugado-res.

Los dos modelos del fútbol

La hipótesis principal de este análisis es que los dos últimos rubros son los que determinan buena parte de la sostenibi-lidad de los equipos.

Según el primer modelo que se supone está vigente en el fútbol ecuatoriano, la contratación de nueva deuda se realiza teniendo como contrapartida los activos del equipo, y los ingresos por la venta de jugadores se integran en su mayor parte o en su totalidad a las finanzas de los clubes. Es decir, el negocio del fút-bol sigue una administración centraliza-da en la que el directorio y la gerencia actúan a nombre del club para sostener su economía.

Sin embargo, se conoce que, en algu-nos casos, la compra de jugadores no se hace enteramente con recursos de los equipos o clubes, sino que parte es financiado por miembros del directorio o hinchas a título personal. Es así que cuando se produce la venta de un juga-dor no todos los recursos ingresan a las finanzas del equipo. En estos casos los inversionistas que apoyaron la compra a título personal deberían pagar al club una cantidad por el mantenimiento y ex-posición del jugador en el torneo. No se conoce si esa es la forma como se reali-zan este tipo de operaciones.

En el otro extremo está el segundo mo-delo. Suponemos que opera por fuera del club, es decir, los contratos con los jugadores no son su propiedad, sino enteramente de inversionistas, los que pueden ser directivos, hinchas, allega-dos o financistas. En estas circunstan-cias, si bien en la nómina del equipo aparecen tales y cuales jugadores, con el fruto de su venta no queda ni un centavo en el equipo. Lo que ocurre en este caso es que el patrimonio del club es mucho

menor al que se suponía. Pero lo más grave es que durante el campeonato los jugadores ganan valor6 y si se produce la transferencia a otra escuadra, no ingresa nada a las finanzas del club. Dependien-do de la cantidad de jugadores que es-tán inmersos en esta práctica, es decir, que son contratados a título individual por personas cercanas a los equipos, el activo que tienen los equipos será muy débil para afrontar el déficit corriente, la compra de nuevos jugadores o el pago de deudas anteriores.

Esta forma descentralizada de operar en el fútbol se ha dado a través de la crea-ción de fideicomisos, los que aseguran al inversionista pero no necesariamente al club y, por ello, hay equipos muy ca-ros, en términos del valor de sus juga-dores, pero raquíticos en términos patri-moniales. También parece haber ocurri-do que clubes han transferido jugadores a un precio inferior al que se realizó el negocio. En estos casos, ese excedente que no ingresó al equipo se pudo ha-ber quedado entre los que realizaron la operación de venta y los compradores. Es decir, se utiliza al equipo para lucrar de él.

Aunque la globalización del fútbol ha sido positiva en algunos aspectos, por ejemplo, para mejorar el nivel del jue-go, no es menos cierto que las grandes ligas ejercen una presión constante para que los mejores jugadores de cualquier país del mundo migren. Ello ha inflado el valor de las transferencias y ha hecho que sea un negocio muy lucrativo for-mar y mantener jugadores de buen ni-vel. Parecería que esto ha incidido para que la mercantilización promueva estas prácticas que debilitan la situación de los clubes. Tal como ocurrió con la úl-tima crisis de EE.UU. y Europa, la falta de regulación de los mercados hizo que se debilitara la viabilidad de los siste-mas financieros. Tomando ese como ejemplo, los clubes se deben constituir para su propio desarrollo y crecimiento,

6 También puede ocurrir lo contrario, que por una lesión

o por mal rendimiento el precio del jugador caiga y se

produzcan pérdidas.

y no para que sean empleados como ne-gocios que sirven a terceros. Por tanto, es un mercado que debe ser regulado de alguna forma.

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Todos comentan que el fútbol ecuatoriano está sufriendo una crisis económica. Sin embargo, primero deberíamos preguntarnos qué entendemos por crisis. Desde la teoría económica, una crisis está relacionada con la teoría de los ciclos económicos, es decir, habrá ciclos si se acepta la hipótesis de que el funcionamiento de una economía combina fases de expansión con fases de contracción. De acuerdo a esta teoría, la crisis ocurre cuando la contracción económica alcanza niveles intolerables en cuanto a escasez en la producción, comercialización y consumo de bienes y servicios. En este caso extremo el desenlace suele ser brutal: quiebras generalizadas de empresas, escasez de bienes y un altísimo nivel de desocupación.

También podríamos imaginar la crisis desde lo financiero, pensando en la famosa burbuja bursátil, que sobreviene cuando las acciones se negocian a un precio muy superior a su valor real hasta que dejan de ser compradas y su precio cae abruptamente. Entonces se revienta la burbuja y viene la crisis: pocos ganadores y muchísimos que lo perdieron todo, hasta la vida en algunos casos. Pero, ¿se podría afirmar que el fútbol ecuatoriano está sufriendo una crisis económica? Para tratar de contestar esta interesante pregunta voy a recurrir a la macroeconomía y a la economía política.

Crisis económica del fútbol ecuatoriano

Alfredo Stornaiolo P.*[email protected]

*Economista PUCE. Master en Economía FLACSO.

Ph.D.(c) en Economía del Desarrollo FLACSO. Inves-

tigador y docente en Historia del Pensamiento Econó-

mico, Macroeconomía y Economía de la Cultura

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… Entonces, no les queda más que pedir prestado.

Un banco difícilmente dará dinero y los dirigentes tendrán que recurrir a otras fuentes: su

patrimonio o algún “inversionista”. En los dos casos será necesaria

una garantía. ¿Qué garantía? Obviamente los derechos

deportivos de algunos jugadores.

Es en este momento, entonces, que se pone en funcionamiento

el mecanismo que mantiene en ascuas a varios equipos

ecuatorianos. Los “inversionistas” ponen una cantidad determinada

de dinero para cubrir gasto corriente y a fin de campeonato

son dueños de los derechos deportivos de algunos jugadores, y los negocian a otros equipos …

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Algo de macroeconomía

En macroeconomía lo primero que se aprende es la fórmula del Producto In-terno Bruto, que no es más que una ecuación de ingresos y egresos: PIB = C + I + G + X – M, la producción más las importaciones (oferta) es igual a su utilización en consumo, inversión, gas-to público y exportaciones (demanda). Enseguida se estudia el flujo circular del ingreso y se le va incorporando el sector gobierno, el resto del mundo y el aspecto intertemporal. En resumen, se podría afirmar que la macroeconomía es la teoría del equilibrio entre ingresos y egresos, sean estos reales, fiscales o de balanza de pagos, y sean estos pre-sentes o futuros. Se aprende que lo óp-timo en una economía es el respeto a la restricción presupuestaria, es decir, que los egresos de ninguna manera superen a los ingresos. Se vuelve evidente, en-tonces, que si hoy se gasta en exceso, mañana tendrán que pagar la cuenta las futuras generaciones. (Sachs y Larraín 2002, cap. 2, pp. 23 a 51)

Sin embargo, en muchos casos los egre-sos superan a los ingresos y se incurre en déficit. Entonces viene la pregunta: ¿cómo financia un gobierno su déficit? La respuesta es triple: imprimiendo bi-lletes (si tiene un banco central), utili-zando las reservas (si se ha preocupado en guardar) o pidiendo prestado (si hay alguien que le sobre y que le convenga prestar). Es claro que el Ecuador ya no puede imprimir billetes desde inicios del año 2000, tampoco ha acumulado reservas los últimos años y los organis-mos multilaterales que antes daban cré-dito ya no lo hacen, por lo que el país ha tenido que endeudarse con nuevos y más caros acreedores.

Lo dicho se podría aplicar a un equi-po de fútbol ecuatoriano a manera de analogía. Pensemos en el caso de que los ingresos por asistencia a partidos, socios cotizantes, publicidad y transmi-sión por televisión sean menores que la planilla de sueldos de los jugadores. En este caso a los dirigentes no les queda más que financiar el déficit. No pueden

emitir billetes y no pueden utilizar sus reservas (transferir jugadores) al menos en el cortísimo plazo. Entonces, no les queda más que pedir prestado. Un ban-co difícilmente dará dinero y los dirigen-tes tendrán que recurrir a otras fuentes: su patrimonio o algún “inversionista”. En los dos casos será necesaria una ga-rantía. ¿Qué garantía? Obviamente los derechos deportivos de algunos jugado-res. Es en este momento, entonces, que se pone en funcionamiento el mecanis-mo que mantiene en ascuas a varios equipos ecuatorianos. Los “inversionis-tas” ponen una cantidad determinada de dinero para cubrir gasto corriente y a fin de campeonato son dueños de los derechos deportivos de algunos juga-dores, y los negocian a otros equipos. En principio parecería un trato justo, sin embargo, las cifras nunca se trans-parentan y finalmente el equipo resulta perjudicado porque recibe un préstamo para gasto corriente con una garantía altísima. Al final del año los jugadores pasan a otros equipos (a veces del exte-rior) y el equipo, supuesto dueño de los derechos deportivos de los jugadores, no recibe nada, o una cantidad mucho menor que la ganancia recibida por el “inversionista”.

Entonces se vuelve evidente la falta de observancia de una restricción presu-puestaria en las finanzas de un equipo de fútbol de la misma manera que a ni-vel macroeconómico, y un desequilibrio obliga a endeudarse con terceros para poder cumplir con los compromisos contractuales. Es claro que en el largo plazo una situación de déficit no es sos-tenible, a nivel macro o a nivel micro: tanto un país deficitario y dependien-te de endeudamiento como un club de fútbol que gasta más de lo que genera, tendrán problemas financieros crónicos.

La economía política

También se puede analizar el tema fut-bolístico históricamente y con mayor amplitud desde la economía política, es decir, mirando los procesos de pro-ducción, reproducción y distribución, socialización de experiencias, difusión

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… Los consumidores somos todos aquellos que gustamos

del mencionado espectáculo y pagamos por él. De acuerdo a

Guy Debord somos una sociedad del espectáculo y consumimos, entre otras cosas, espectáculos (Debord 1967). Mario Vargas

Llosa también analiza la sociedad actual y la llama la civilización del espectáculo en su libro del mismo nombre (Vargas Llosa

2012) …

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de conocimiento, creación, cultura y afianzamiento del poder dentro del fútbol. Cuando se piensa en economía política, enseguida vienen a la mente relaciones de producción de mercancías entre clases sociales dentro del sistema capitalista, teorías del valor, distribu-ción del ingreso, excedente económico, acumulación de capital y concentración de poder.

El fútbol, como muchas otras activida-des culturales, forma parte del desarro-llo del capitalismo. Este deporte se ha convertido en una “industria cultural” (Horkheimer y Adorno 2007) dentro del mundo del espectáculo. Así como mu-chas otras expresiones deportivas, cul-turales y artísticas, el fútbol es parte de un sistema económico que produce mercancías para el consumo de la so-ciedad. Los consumidores somos todos aquellos que gustamos del menciona-do espectáculo y pagamos por él. De acuerdo a Guy Debord somos una so-ciedad del espectáculo y consumimos, entre otras cosas, espectáculos (Debord 1967). Mario Vargas Llosa también ana-liza la sociedad actual y la llama la civi-lización del espectáculo en su libro del mismo nombre (Vargas Llosa 2012).

Cuando se habla del desarrollo del ca-pitalismo enseguida se piensa en la hegemonía de la economía de merca-do, es decir, en la mercantilización de todo. Karl Polanyi en su obra publicada en 1944, La Gran Transformación (Polanyi 2009), describe las convulsiones socia-les y políticas producidas en Inglaterra durante el desarrollo de la economía de mercado. El autor relata históricamente el desarrollo del sistema capitalista ha-ciendo énfasis en la mercantilización y en la aparición de mercados autorregu-lados como el motor de la gran trans-formación social del mundo occidental.

El fútbol se adaptó al proceso de desa-rrollo del capitalismo, convirtiéndose en una mercancía, incluso a nivel global. De acuerdo a Fredrik Jameson, desde hace medio siglo vivimos una tercera fase del capitalismo (Jameson 1991), período denominado por Ernest Mandel

como capitalismo tardío (Mandel 1972). Luc Boltansky identifica para esta fase un tercer espíritu del capitalismo (Bol-tanski y Chiapello 2002), que está rela-cionado fuertemente con la sociedad de consumo y el capitalismo financiero. El primer espíritu del capitalismo había sido identificado por Max Weber en su obra La ética protestante y el espíritu del capi-talismo (Weber 2001), en la que atribuye el gran crecimiento del sistema capita-lista a la ética protestante. El segundo espíritu del capitalismo está relaciona-do con la producción en serie, es decir, con el Fordismo.

La fase actual del capitalismo está es-trechamente relacionada con la globali-zación, y el fútbol no ha sido una excep-ción, ya que de hecho es una mercancía que se consume globalmente, tanto por la altísima migración de futbolistas como por la inversión extranjera en los diferentes equipos. A esto se le suma su gran difusión por la televisión a ni-vel global a través de la televisión y el internet.

Dentro del desarrollo del capitalismo y de la conversión de casi todo en mercan-cía, es fundamental el concepto marxia-no de fetichismo de la mercancía (Marx 1981). Existe un doble carácter de las mercancías (valor de uso y valor), donde el valor constituye una dimensión so-cial: es el tiempo medio de trabajo so-cialmente necesario para la producción de las mercancías. El significado de fe-tichismo está relacionado con el hecho de que la mercancía posee la propiedad de encubrir su dimensión social e his-tórica. Al productor, la mercancía se le aparece como algo natural, dado, inmu-table, eterno y divino (es por eso lo de “fetiche”), como algo indestructible ante el embate de la historia, la mercancía es “un objeto endemoniado, rico en sutile-zas metafísicas y reticencias teológicas” (Marx 1981:87). El fútbol-espectáculo ha generado fetiches o ídolos que han per-mitido un “consumo masivo” por parte de los aficionados-consumidores. Estos ídolos creados por la economía de mer-cado han permitido ingresos millona-rios por venta de un espectáculo repre-

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… El fútbol-espectáculo ha generado fetiches o ídolos

que han permitido un “consumo masivo” por parte de los

aficionados-consumidores. Estos ídolos creados por la economía

de mercado han permitido ingresos millonarios por venta

de un espectáculo representado en una persona, en un equipo, en una marca e incluso en una

camiseta.

Estos grandes ídolos se han asociado con empresas

transnacionales que han vendido su producto “en combo”, es decir, mercancía más jugador-fetiche…

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sentado en una persona, en un equipo, en una marca e incluso en una camiseta. Estos grandes ídolos se han asociado con empresas transnacionales que han vendido su producto “en combo”, es de-cir, mercancía más jugador-fetiche.

Nuestro país no ha sido la excepción. El fútbol se ha globalizado de tal manera que se ha convertido en una mercancía al alcance de todos. La televisión y el marketing han traído a los mejores ju-gadores y equipos del mundo a nuestras casas, al punto que hemos podido com-parar a Maradona, Ronaldinho y Messi con nuestros Aguinaga, Valencia y Be-nítez. El Manchester United, el Milan y el Real Madrid nos son tan familiares como el Barcelona de Guayaquil, la Liga y el Deportivo Quito.

Pero junto con el fútbol televisado y las camisetas globalizadas, llegó también el negocio futbolero: las millonarias trans-ferencias y los grandes contratos. Ahora en el Ecuador los jugadores ganan muy buen dinero (en promedio, un jugador de Deportivo Quito gana US$ 15.000 mensuales) y los equipos nacionales compiten de igual a igual con los gran-des. Liga de Quito ganó algunas copas a nivel internacional y la selección ecua-toriana ya participó en dos campeona-tos mundiales ( y un tercero en el 2014).

Parecería que este progreso económico en nuestro fútbol ha sido concomitante con el progreso futbolístico. Las nómi-nas de los equipos han aumentado en similar medida al rendimiento depor-tivo. Lamentablemente los incumpli-mientos económicos por parte de algu-nos dirigentes también han crecido en el mismo sentido, además que actual-mente los actores del espectáculo – los jugadores – cuentan con más recursos legales para realizar sus reclamos y po-der cobrar sus millonarios contratos, es por esto que los jugadores prefieren firmar contratos altos porque a la lar-ga van a cobrar. El hecho cierto es que varios equipos ecuatorianos enfrentan problemas de flujo de caja que de al-guna manera hacen pensar que nuestro fútbol enfrenta una crisis económica.

Pero, ¿estamos en crisis?

Lo que hemos visto en el Ecuador es algo que sucede también a nivel mun-dial. El Borussia Dortmund tenía un pasivo de 60 millones de euros, pero igualmente logró jugar la final de la Champions League. Es cierto que este equipo tuvo (y tiene) problemas finan-cieros, pero de ninguna manera se pue-de hablar de una quiebra. Simplemente hubo que esperar un tiempo, transferir un jugador -Mario Götze pasó al Bayern München que desembolsó los 37 mi-llones de euros de su cláusula de resci-sión- y tapar el hueco del flujo de caja. Como este hay varios casos a nivel de equipos de primera línea en Europa, al punto que en la UEFA están imple-mentando mecanismos para limitar los grandes contratos. Pero las cosas segui-rán así porque el capital financiero es más poderoso que cualquier asociación de fútbol. También es claro que el ne-gocio del fútbol se ha multiplicado y se ha convertido en uno espectáculo muy lucrativo. A grosso modo, en dólares ac-tuales, las transferencias de Pelé y Ma-radona no llegarían a los 30 millones de dólares, cifra mucho menor que lo que actualmente se maneja. La transferencia del galés Gareth Bale al Real Madrid es de 100 millones de euros.

En Ecuador analizar la gestión de un equipo de fútbol es difícil porque el mo-delo de gestión utilizado no es transpa-rente: pocas veces se ha llegado a cono-cer el verdadero monto de una transfe-rencia, simplemente nos enteramos que tal o cual jugador se fue a algún otro país. Entonces, a la final los equipos de alguna manera cubren sus vacíos finan-cieros y siguen contratando jugadores. Se van unos dirigentes y llegan otros que asumen las deudas, pero también asumen las grandes ganancias. Vienen otros a “reconstruir” un equipo pero la esencia se mantiene, algo así como la “destrucción creadora” de Schumpeter.

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… Entonces, a la final los equipos de alguna manera cubren

sus vacíos financieros y siguen contratando jugadores.

Se van unos dirigentes y llegan otros que asumen las deudas,

pero también asumen las grandes ganancias. Vienen otros a

“reconstruir” un equipo pero la esencia se mantiene, algo así

como la “destrucción creadora” de Schumpeter…

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Conclusión

A manera de conclusión, creo que no

tenemos una crisis económica en el fútbol ecuatoriano. Desde la economía política se puede decir que el espectá-culo futbolístico se ha convertido en una mercancía que se compra, se ven-de y que permite especular. Desde la macroeconomía se podría decir que lo que vivimos en el ambiente futbolístico ecuatoriano es un irrespeto permanente de la restricción presupuestaria, porque los sueldos ofrecidos son superiores a los resultados económicos. En otras pa-labras, estamos dentro de una “burbuja futbolera” que podría reventar cuando alguno de los equipos no se presente a un partido y reglamentariamente pierda la categoría.

Se trata de un juego financiero de flu-jo de caja que no llega a convertirse en una crisis porque todavía hay gente que está haciendo buenos negocios. Pode-mos hablar de una figura clave: el tra-dicional “mecenas” que se ha converti-do en un “inversionista”, por lo general aliado del “empresario” y del dirigente (si no es el mismo), que es la persona que pone el dinero para tapar un hueco del flujo de caja a cambio de los dere-chos deportivos de jugadores. En los últimos años se ha visto que empresas “inversoras” están detrás de los clubes de fútbol, empresas paralelas que han tenido que crearse para suplir un vacío legal: reglamentariamente los equipos ecuatorianos no pueden constituirse en sociedades anónimas.

Creo que una solución a este problema financiero ya crónico en el fútbol ecua-toriano podría ser que los equipos se transformen en empresas para trans-parentar su gestión, porque lo que han generado estas sociedades “sin fines de lucro” es un modelo poco transparente que ha permitido a unos pocos lucrar con el fútbol en detrimento de un cre-cimiento orgánico del negocio futbolís-tico.

BibliografíaBoltanski, Luc y Ève Chiapello (2002),

El nuevo espíritu del capitalismo, Ediciones Akal S.A., Madrid.

Debord, Guy (1967), La sociètè du spectacle, Champ Libre, París.

Horkheimer, Max y Adorno, Theodor W. (2007), Dialéctica de la Ilustración, Akal, Madrid.

Jameson, Fredric (1991), “El posmoder-nismo como lógica cultural del capita-lismo tardío”, en Ensayos sobre posmoder-nismo, Ediciones Imago Mundi, Buenos Aires.

Mandel, Ernest (1972), El capitalismo tar-dío, Ediciones Era, México.

Marx, Karl (1981), El Capital, Siglo Vein-tiuno Editores S.A., México D.F.

Polanyi, Karl (2009), La gran transforma-ción: los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo, Juan Pablos Editor S.A., México D.F.

Sachs, Jeffrey y Larraín, Felipe (2002), Macroeconomía en la economía global, Pren-tice Hall – Pearson Education S.A., Buenos Aires.

Vargas Llosa, Mario (2012), La civilización del espectáculo, Alfaguara, Madrid.

Weber, Max (2001), La ética pro-testante y el espíritu del capitalismo, Alianza Editorial, Madrid.

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Estabilidad en la crisis: casos exitosos y cuentos de hadas trastocados en el fútbol ecuatoriano

Juan Jacobo Velasco*[email protected]

*Asesor en la OIT (Oficina Internacional de Tra-

bajo) en Chile. Profesor de la Universidad de Chile

y la Universidad de Talca. Ph.D. (c) en Manchester,

Inglaterra

Es interesante escribir sobre la crisis del fútbol en el Ecuador, porque en el título, y la tesis que lleva implícita, subyacen una serie de ideas y realidades que se amalgaman y son muy difíciles de separar para alcanzar el nirvana de un análisis equilibrado. En principio, por economía de recursos, uno puede empezar bo-rrando la expresión “del fútbol” e intentar desenhebrar esa ma-deja interminable que es la crisis ecuatoriana como paraguas del resto de crisis, la del fútbol una de ellas.

El nuestro es un país cuya inestabilidad ha sido una constante y cuyos descalabros institucionales, políticos, económicos y so-ciales, han sido la norma más que la excepción. Ese contexto ha marcado todos los aspectos de nuestra cotidianidad, puesto que con crisis e inestabilidad es muy difícil pensar en el mediano y largo plazo, en procesos, en estructuras institucionales perma-nentes, en un sustento que permita construir con fundamentos y mirando más allá del próximo año.

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… Es mucho más común la imagen de la figura dirigencial

redentora que llama a la salvación desde la sobrefiguración,

que el bajo perfil de los dirigentes empeñados en hacer bien las cosas, con criterio y visión de

largo plazo. En un país como el Ecuador, en donde la norma de crisis general dificulta aislarse mentalmente para planificar y

estructurar estrategias de mediano y largo plazo, los casos

en que eso ha ocurrido son escazos…

… Que esta iniciativa haya generado resultados

en un periodo de crisis, solo confirma que los procesos

que se separan del contexto general de inestabilidad

y que, por el contrario, tienen la impronta de una gestión

estratégica de largo plazo, pueden arribar a buen puerto

y sostenerse incluso en coyunturas más caóticas que lo habitual …

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El entorno del fútbol ecuatorianoEl ruido ambiental ha sido muy poten-te y perjudicial, en todos los ámbitos. Ese estado de crisis permanente ha ge-nerado una suerte de comportamiento cortoplacista que busca resultados in-mediatos y genera una clara propensión rentista. Los agentes (sociales, políti-cos, económicos, y también los deporti-vos), en un contexto de crisis constante del país, viven un estado de urgencia que marca sus decisiones, sus iniciati-vas y sus exigencias. La adrenalina que provocan los cambios intempestivos de gobierno, de sistema económico, la quiebra bancaria, etc., se retroalimentan en la incertidumbre sobre lo que vendrá más allá del próximo mes o de la si-guiente fecha de campeonato nacional.

Los aspectos culturales se retroalimen-tan con el sentido de urgencia propio de una sociedad en estado de alerta constante gracias a la crisis. Como los procesos y las construcciones institu-cionales permanentes son muy difíciles de realizar con éxito o de mantener en el tiempo, la búsqueda de logros en el cor-to plazo y la figuración espontánea se imponen como una moda que eventual-mente puede generar resultados, pero estos se difuminan y generan problemas de mediano plazo, a la postre sin solu-ción, porque muchas veces se constitu-yen en fuertes apuestas que no pueden ser sustentables en el tiempo. Así, la necesidad de convertirse en Presidente de un equipo importante y de conseguir títulos ha implicado, en muchos clubes de raigambre, una dinámica perversa en la que el déficit producto del desfinan-ciamiento comienza a ampliarse, con-forme cada nuevo salvador del equipo inicia su “camino de redención”.

Se puede decir que esta dinámica se ha vuelto la norma en el fútbol mundial (también se extiende a otros deportes profesionales), pero lo cierto es que se exacerba en una situación de crisis ge-neral e histórica como la que ha vivido el Ecuador. Es mucho más común la imagen de la figura dirigencial reden-tora que llama a la salvación desde la

sobrefiguración, que el bajo perfil de los dirigentes empeñados en hacer bien las cosas, con criterio y visión de largo pla-zo. En un país como el Ecuador, en don-de la norma de crisis general dificulta aislarse mentalmente para planificar y estructurar estrategias de mediano y lar-go plazo, los casos en que ello ha ocurri-do han sido escasos y curiosamente han tenido un impacto mayor al que uno hu-biera podido imaginar a priori.

Por de pronto, ha habido tres casos de procesos (todos, en mayor o menor me-dida, exitosos) que se distinguen del contexto general de crisis nacional y fut-bolística, porque han sido resultado de una planificación de largo plazo, ya sea desde una estructura institucional que lo facilitaba (El Nacional hasta media-dos de la década pasada), o desde deci-siones personales que lograron orientar un trabajo de largo plazo.

En esta última línea (las decisiones per-sonales que desembocaron en opcio-nes institucionales más permanentes) podrían circunscribirse los casos de la selección nacional del Ecuador y de la Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDU-Q). El ejemplo de la selección es particularmente llamativo porque con-siguió clasificarse a su primer mundial en 2002 (pocos años después del gran crash económico, político e institucio-nal que vivió el país a fines de los noven-tas), cosa que repitió y mejoró en 2006 (a poco de la crisis vivida en el Gobierno de Lucio Gutiérrez), cuando alcanzamos los octavos de final en la cita alemana. Cualquiera puede pensar que estos re-sultados refutan la hipótesis que plan-tea este artículo, pensando que estos logros fueron obtenidos poco después de periodos particularmente conflicti-vos y difíciles en la historia del país.

Pienso que, por el contrario, estos even-tos (la doble clasificación mundialista) fueron una excepcionalidad que se en-marca en otra: fueron resultado de un proceso de largo plazo que se inauguró con la contratación de Dusan Drasko-vic como entrenador de la selección en 1987, proceso que se mantuvo y se per-feccionó gracias a una bienvenida estra-

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… El equipo fue, quizás, el primer club de fútbol ecuatoriano

que nació y se desarrolló gracias a una dirección institucional

forjada en un norte existencial: sentido de pertenencia local,

inversión en jóvenes, un esquema adusto de manejo financiero y mucha disciplina. Cultivó

como ninguna otra institución el orgullo de tener deportistas

ecuatorianos.

Pero este caso de estabilidad y éxito institucional (lograr

tanto campeonatos y mantener la vigencia a pesar de sus

autorestricciones) de largo aliento comenzó a desmoronarse por

varios factores concomitantes …

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tegia permanente a cargo de la Federa-ción Ecuatoriana de Fútbol (FEF). Que esta iniciativa haya generado resultados en un periodo de crisis, solo confirma que los procesos que se separan del contexto general de inestabilidad y que, por el contrario, tienen la impronta de una gestión estratégica de largo plazo, pueden arribar a buen puerto y soste-nerse incluso en coyunturas más caóti-cas que lo habitual.

El caso de la LDU-Q también nace de una decisión dirigencial que desde fines de los noventas y durante toda la déca-da pasada, privilegió el mantenimiento de esquemas técnicos de similares ca-racterísticas, aciertos en las contrata-ciones foráneas y locales, creación de infraestructura deportiva propia con la construcción de la Casa Blanca, pero sobre todo estabilidad y autoregulación presupuestaria, que redundaron en una serie de éxitos a nivel local, pero sobre todo internacional, con la obtención, entre 2008 y 2010, de una Copa Liber-tadores, una Copa Sudamericana, y dos Supercopas. Esos logros se alcanzaron gracias a un proceso de largo aliento que se inició en medio de un contexto general de crisis que era poco propicio para la planificación estratégica. Que se haya mantenido tanto en su fondo como en su forma, y que haya obtenido seme-jante suceso, pone de relieve el valor de una visión que se desmarca del corto-placismo y la reacción impulsiva.

El caso de El NacionalLo de El Nacional se enmarca en su gé-nesis institucional. Fundado a fines de los sesenta al alero de las Fuerzas Arma-das (FFAA), el equipo se constituyó en el paradigma de estabilidad institucio-nal del fútbol ecuatoriano durante cua-tro décadas. Como su nombre lo sugiere y como su composición lo reafirma, fue el primer club (luego llegó Éspoli) que solo jugó con ecuatorianos.

La idea de apoyar a un club de puros criollos fue lo que me motivó, a los 9 años, a elegir a El Nacional como mi equipo. Fui el único fanático en mi cla-se, en mi curso y hasta en mi colegio.

Siempre fui blanco de la sorna del res-to. Pero sentía también que me miraban con una suerte de respeto: había optado por un equipo usando una razón filosó-fica nacionalista. Estaba orgulloso de los deportistas ecuatorianos y ese or-gullo se manifestaba en un sentido de pertenencia existencial.

Lo sorprendente fue el éxito deportivo - el equipo que más campeonatos ha logrado después de Barcelona- de El Nacional a pesar de sus grandes res-tricciones deportivas y financieras. Las primeras se derivan de la desventaja estructural al no poder contar con juga-dores extranjeros. Mientras el resto de equipos siempre pudo alinear al menos a tres foráneos, algunos de los cuales fueron exmundialistas y grandes estre-llas en las mejores ligas sudamericanas, el equipo de los puros criollos solo con-taba con figuras locales. Esa diferencia, individualmente, se notaba. El acierto de El Nacional fue que, como conjunto, dada su disciplina y buen estado físico, se imponía.

Aún recuerdo la gran alegría que me dio el gol de Dixon Quiñónez en 1992, cuan-do empatamos a Barcelona en Guaya-quil y ganamos el campeonato a pesar del presagio del todopoderoso Isidro Romero de que “vamos a hacer marchar a los soldaditos en el Monumental”. Diez guayaquileños fuimos a festejar al aeropuerto y a despedir a nuestros hé-roes. Ese año, el presupuesto de Bar-celona era muchas veces superior al de mi equipo, tal como ha sido la norma histórica. El presupuesto de las FFAA (y la asignación para El Nacional) era una restricción, porque los miembros de FFAA aportaban un porcentaje mínimo de sus salarios al equipo. El financia-miento tenía un techo que supuso limi-tar el sistema de sueldos de los jugado-res aunque garantizando el pago de los mismos, algo que ningún otro equipo hacía.

Es evidente que el presupuesto de El Nacional expresado en moneda local (sucres o dólares, según el periodo) de-bía ajustarse por la subvención implíci-ta que el equipo obtenía por parte de las

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El ejemplo de El Nacional, por el contrario, muestra que

incluso instituciones que tienen una impronta organizacional

tendiente a la estabilidad en el largo plazo, como ocurrió hasta

los noventas, en las circunstancias actuales del fútbol, constituyen un

anacronismo difícil de sostener.

La dicotomía estabilidad salarial-nivel salarial, entró en tensión

conforme los salarios generales comenzaron a incrementarse de forma exponencial, provocando

que muchos jugadores privilegien un mejor ingreso más allá de la

seguridad que les proporcionaba el paraguas institucional de las

FFAA.

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FFAA, sobre todo en cuanto a costo de instalaciones, transferencias en bienes y servicios (alimentación, vivienda) a los jugadores y beneficios de publicidad para el equipo, derivados de algunas empresas que estaban al alero de las FFAA. No obstante, haciendo el ajuste que sea necesario, el presupuesto final de los puros criollos era notoriamente inferior a los otros cuadros importantes, sobre todo al de los clubes de Guaya-quil. En ese sentido, la impronta de la visión y autogestión de El Nacional fue un ejemplo para el fútbol ecuatoriano, demostrando que, con poco, se podía conseguir mucho.

El equipo fue, quizás, el primer club de fútbol ecuatoriano que nació y se desa-rrolló gracias a una dirección institucio-nal forjada en un norte existencial: sen-tido de pertenencia local, inversión en jóvenes, un esquema adusto de manejo financiero y mucha disciplina. Cultivó como ninguna otra institución el orgullo de tener deportistas ecuatorianos. Pero este caso de estabilidad y éxito insti-tucional (lograr tanto campeonatos y mantener la vigencia a pesar de sus au-torestricciones) de largo aliento comen-zó a desmoronarse por varios factores concomitantes.

Uno de ellos, más estructural, guarda relación con el aumento del costo que implica tener una plantilla profesional de futbolistas en la actualidad. La es-tructura presupuestaria de El Nacional, por lo menos hasta comienzos de los ochenta, se ligaba con los salarios que las FFAA pagaban a sus miembros, ya sea de clase u oficiales. Los salarios de FFAA no eran muy altos (tampoco lo son en la actualidad) pero se completaban con los subsidios implícitos o explícitos que recibían en bienes y servicios. Los jugadores también entraban en la lógica de recibir unos salarios seguros (aun-que en términos relativos, menores a los que recibían jugadores de similares características en otros equipos), que se complementaba con acceso más barato a otros beneficios. La aparente dicoto-mía entre seguridad salarial versus nivel de salario, se resolvía al amparo del pa-raguas institucional que proporciona-

ban las FFAA en el mediano y largo pla-zos. Ante cualquier circunstancia de cri-sis en el país, los ciudadanos sabíamos que las FFAA iban a permanecer como actor institucional caracterizado por una estructura interna estable. Y, me imagi-no, los jugadores no estaban ajenos a esa observación.

El problema de gestión aparece cuando, desde fines de los ochentas y con clari-dad en los noventas, se produce una in-flación de salarios producto de los cam-bios institucionales (Ley Bossman en la Unión Europea) y de industria (como resultado de la mundialización y globa-lización del fútbol, acentuada desde el periodo que se menciona) que evidencia la necesidad de pagar mejores remune-raciones. Cuando los equipos entraron a competir urbi et orbi por las mejores fi-guras, el efecto estructural internacional tuvo un efecto de arrastre en las ligas lo-cales. Y Ecuador no fue la excepción. La estructura salarial de El Nacional (como en el resto de equipos del país) se vio afectada por esa corriente que implica-ba mejorar sustancialmente las remu-neraciones de los jugadores. La dico-tomía estabilidad salarial-nivel salarial, entró en tensión conforme los salarios generales comenzaron a incrementarse de forma exponencial, provocando que muchos jugadores privilegien un mejor ingreso más allá de la seguridad que les proporcionaba el paraguas institucional de las FFAA. Por ello, no es menor el hecho de que, comparadas con las dé-cadas precedentes, las de 1990 y 2000 fueron significativamente menos exito-sas en términos de títulos obtenidos por el club.

El aumento de salarios provocó una pre-sión importante en todos los clubes, en tanto se volvió necesario mejorar la ges-tión interna de los equipos. Esto entró en claro conflicto con la sui géneris es-tructura de la dirección de El Nacional. Dado que se cubría por el paraguas ins-titucional de las FFAA, la dirección del equipo le correspondía a un miembro de una de las ramas de las FFAA (ejér-cito, aviación o marina) independiente-mente de que el presidente designado fuera fanático o no del club, y con pres-

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cindencia de la calidad de las capacida-des de gestión organizacional-deportiva del dirigente.

Este particular esquema, en un contex-to de presupuesto controlado y auto restricción de los jugadores, pudo fun-cionar de manera relativamente estable hasta los noventas. Pero con la inflación de costos operativos, comenzó a dejar en evidencia sus disfuncionalidades, por cuanto el cambio periódico de di-rigentes, la mayor o menor adscripción de parte de algunos directivos al equipo (se menciona que hubo dirigentes que eran hinchas de otros clubes o que no tenían mucho interés en el fútbol), y la falta de responsabilidades de largo pla-zo, comenzaron a pasarle la cuenta a la gestión administrativa en la forma de déficit presupuestarios cada vez mayo-res.

Este problema se agravó cuando la obli-gatoriedad del aporte de los miembros de las FFAA (33% del presupuesto) al equipo terminó, a fines de la década pasada, por disposición del Gobierno de Rafael Correa, lo que sumado a las necesidades cada vez mayores de presu-puesto y la disfuncional estructura diri-gencial, llevaron al club a enfrentar las mismas complicaciones que la mayoría de equipos ecuatorianos han tenido que sobrellevar en un contexto de crisis. El cuento de hadas de la autorestricción y el orden administrativo exitoso llegó a su fin. Si bien el equipo cuenta con una estructura de divisiones inferiores que todavía tiene capacidad de generar ju-gadores de calidad en su cantera, esta le permite solventar la participación deportiva en el corto plazo y generar in-gresos que permiten subsistir, pero no resuelven el problema más estructural de gestión permanente y planificada

de más largo alcance que caracterizó al equipo a lo largo de su historia.

La historia de mi equipo es sintomática de varios fenómenos que se han susci-tado a lo largo de la historia más larga del país y del fútbol mundial. Sobrevivir indemne a esas tensiones ha sido muy complicado. Y los problemas actua-les, que ponen en evidencia la necesi-dad que tienen las instituciones como El Nacional de aggiornarse y anclarse nuevamente en visiones de más largo aliento (y operativamente más funcio-nales) para tener éxito, son una muestra innegable de que las crisis (y la crisis del fútbol en Ecuador, en particular) se ma-nifiestan en sutiles ámbitos, pero que están ahí, al acecho y a la vuelta de la esquina.

No obstante, lo que queda claro cuando se piensa en el tópico principal de dis-cusión, es que si se habla de crisis en el fútbol ecuatoriano, deslindarla de una matriz general de crisis, es muy compli-cado e injusto. Si el contexto general de crisis ha afectado la vida y cotidianidad de nuestra sociedad, no es difícil imagi-nar que cada contexto particular se ve impactado por los vaivenes, el corto-placismo, las quiebras y los conflictos. Pienso que si se mira con detenimiento, los éxitos que han vivido la selección nacional y la LDU-Q, ponen de manifies-to que cuando hay voluntad y visión de largo plazo, se puede tener éxito a pesar de la gravedad de las crisis. El ejemplo de El Nacional, por el contrario, muestra que incluso instituciones que tienen una impronta organizacional tendiente a la estabilidad en el largo plazo, como ocu-rrió hasta los noventas, en las circuns-tancias actuales del fútbol, constituyen un anacronismo difícil de sostener.