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el Nel Nel Nel Nel Neeeeevvvvvado del Huilaado del Huilaado del Huilaado del Huilaado del Huila*****
Recibido: jun. 19 / 06Aprobado: jun. 30 / 06
DIANA M. CORREA V.**
* Este artĂculo corresponde a una versiĂłn modificada del segundo capĂtulo de lainvestigaciĂłn adelantada para optar al tĂtulo de MagĂster en AntropologĂa Social en laUniversidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2005. Director: Francois Correa R.** Abogada, Universidad de Caldas. MagĂster en AntropologĂa Social, Universidad Nacionalde Colombia, Bogotá. Ex consultora del PNUD y Parques Nacionales Naturales. Docentede Derecho Ambiental y directora de la lĂnea de investigaciĂłn Derecho y Medio Ambiente,en el Centro de Investigaciones SociojurĂdicas de la Universidad de [email protected]
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RESUMEN
A partir de la descripciĂłn etnográfica dela relaciĂłn que existe entre losfuncionarios del Parque Natural y lospobladores que habitan en el Nevado delHuila, se analizarán las tensiones quesuscita la superposiciĂłn de dos figurasjurĂdicas complejas (Resguardo – ParqueNatural) creando dificultades para laconvivencia de las partes, elcumplimiento de los objetivos deconservaciĂłn ambiental, el respeto de laautonomĂa y el pluralismo jurĂdico en unárea protegida. Este ensayo tambiĂ©npone en evidencia la dicotomĂa entre dosenfoques de protecciĂłn de la naturalezay el papel de los financiadoresinternacionales en la construcciĂłn de undiscurso que incluya la participaciĂłnsocial en la conservaciĂłn, apropiadodesde la localidad.
Palabras clave: Medio ambiente,autonomĂa, conservaciĂłn, ParqueNatural, Resguardo
ABSTRACT
NATURAL PARKS, ANENDANGERED SPECIES?A case study in the Nevadodel Huila
The essay is an ethnographical descriptionon the relationship between the NaturalPark employees and the natives of the“Nevado del Huila”. The tensions created
by the superposition of two complexjuridical figures (Natural Park andindigenous reserve) generate difficultiesin the co-existence of these groups, therealization of the conservation objectives,the respect for autonomy, and the juridicalpluralism in a protected area. The articlewill also show the dichotomy between twonature protection focuses and the role ofthe international sponsors in theconstruction of a discourse that includessocial participation in the naturalconservation, appropriated from thelocality.
Key words: Environment, autonomy,conservation, Natural Park, indigenousreserve.
INTRODUCCIĂ“N
Por ser poseedora del 10% de labiodiversidad mundial, Colombia esconsiderada como un paĂs megadiverso.Con el fin de preservar sus recursosnaturales, el Estado creĂł los ParquesNacionales Naturales para administrar,proteger y conservar el medio ambienteen determinadas áreas geográficas quehoy abarcan el 9% del territoriocolombiano, representado en 51 áreasprotegidas1.
La definición y delimitación de las áreasprotegidas, asà como la definición deobjetivos y recursos para su proteccióny conservación, se ha logrado gracias alesfuerzo de los colombianos que
1 En: http://www.parquesnacionales.gov.co consulta realizada el 30 de septiembre de 2006.
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encuentran en esta figura la posibilidadde controlar la deforestaciĂłn, lasquemas, la extinciĂłn de los animales ylas plantas que habitan estos“santuarios”, asĂ como resaltar lasposibilidades de convivencia armĂłnicahombre - naturaleza y la visibilizaciĂłnde los pobladores que habitan losParques y su cultura2. Sin embargo,tales ideales de armonĂa y convivenciapacĂfica suelen aterrizar de formaabrupta por la dura realidad nacional: elconflicto armado, los cultivos ilĂcitos, lafumigaciĂłn aĂ©rea con glifosato, ladesnutriciĂłn de los pobladores, entreotras, más las dificultades logĂsticas yeconĂłmicas que hacen parte de lacotidianeidad de los servidores pĂşblicos.
A comienzos de 2000, los ParquesNaturales de Colombia se encontrabanen medio de una disputa filosĂłfica ymetodolĂłgica sobre el estilo másadecuado para realizar la funciĂłn deconservaciĂłn ambiental en estas áreas;el punto en discusiĂłn podĂa resumirse enlas siguientes preguntas: Âżse puedenadmitir pobladores en los ParquesNaturales? Y Âżpueden estos participaren la conservaciĂłn?
Basados en la legislación que alentó laexpropiación de la propiedad privada afavor del interés y el uso público (ley 2de 1959, Decreto 622 de 1977, Códigode los Recursos Naturales) durante másde 30 años, los funcionarios públicos
aplicaron un modelo de exclusiĂłn einvisibilizaciĂłn sobre los pobladoresnegros, indĂgenas y campesinos quehabitaban los Parques. Los funcionariosse resistĂan a reconocer los derechos yla legalidad de los pobladores y enconsecuencia se resistĂan tambiĂ©n alnuevo estilo de conservaciĂłn que laadministraciĂłn pretendĂa hacer valer:apoyar a los pobladores que habitabanlas áreas del sistema de ParquesNacionales en la conservaciĂłn del medioambiente, consolidando iniciativas deagricultura orgánica y la firma deconvenios. Desde los Parques seintentaron realizar planes y convenios conlos habitantes y para lograrlo se hainiciado un cambio discursivo en la formaen que el Estado definiĂł a los pobladoresde las áreas protegidas.
La siguiente investigaciĂłn se desarrolladurante los años 2003 y 2004, cuandotrabajĂ© como consultora del Programade las Naciones Unidas para eldesarrollo (PNUD) en el Parque Nevadodel Huila, trabajo que realicĂ©conjuntamente con un proyecto deinvestigaciĂłn intitulado: “Defensa delterritorio Nasa frente a un ParqueNatural”. Los resultados se obtuvieronmediante la aplicaciĂłn del mĂ©todoetnográfico que incluye el desarrollo deentrevistas, encuestas y talleres confuncionarios, campesinos e indĂgenas delNevado del Huila, asĂ como el análisisde discursos, leyes y polĂticas relativas ala conservaciĂłn del Parque Natural.
2 Este propĂłsito tambiĂ©n se encuentra en el encuentro mundial de Parques Nacionales Naturales deDurban. Otras recomendaciones similares se encuentran en la convenciĂłn de RĂo de Janeiro y elencuentro de Johannesburgo.
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CreaciĂłn de los parques:distanciamientos entre lainstituciĂłn y lascomunidades que viven enellos
Desde que en 1941 se firmĂł enWashington la convenciĂłn para lacreaciĂłn de áreas de conservaciĂłnambiental en AmĂ©rica, los paĂsesamericanos se comprometieron a aislaráreas de importancia ecolĂłgica para sufutura preservaciĂłn. Hasta hoy, la firmade tratados internacionales ha tenido unafuerte influencia en la creaciĂłn ydesarrollo del tema ambiental enColombia. A partir de la ratificaciĂłn deeste primer acuerdo, el Congresocolombiano creĂł la legislaciĂłn necesariapara su implementaciĂłn, dentro de la quese destacan la ley 2 de 1959, el Decreto622 de 1977, el Decreto 2811 de 1979(CĂłdigo de los Recursos Naturales) ylas resoluciones que crean los ParquesNacionales.
En mayo de 1977 se firmĂł la ResoluciĂłn013 de creaciĂłn del Parque NacionalNatural Nevado del Huila, que lo definecomo “patrimonio comĂşn de lahumanidad”. TenĂa como objetivos laconservaciĂłn y preservaciĂłn de la floray la fauna, asĂ como los ecosistemas depáramo y bosque alto andino.
Pero las primeras actividadesadministrativas del Nevado del Huilacomenzaron en 1981 con la construcciónde la cabaña de Alto Páez, sector deTierradentro y la contratación de los
servidores pĂşblicos, que vivĂan encabañas ubicadas en el Parque yrealizaban largos recorridos a pie paradeterminar los lĂmites del área protegiday ejercer tareas de preservaciĂłnambiental, en particular en la zonaintangible y el casquete nival.
Dentro de sus funciones habitualesdebĂan realizar recorridos para el controly vigilancia adquiriendo conocimientosespecĂficos sobre plantas y animales,promover la investigaciĂłn, cumplirlabores de autoridad ambiental y ejercerfunciones policivas enfocadas al controlde acciones vedadas que se realizabanallĂ, como la tala, la quema, la pesca fuerade temporada, las construcciones, entreotras (art. 30 del Decreto 622 de 1977.)Por tanto, el cumplimiento de susobligaciones les creĂł dificultades derelaciĂłn con los pobladores.
“En el nevado del Huila se me quisopresentar un caso con los indĂgenas,por acá en la cuenca del Páez porlos predios que ellos tienen dentro delParque. Nosotros les llamamos laatenciĂłn a unos indĂgenas y ellos sequisieron enojar con nosotros. Pero,afortunadamente, pudimos transar elproblema y no se alargĂł a mayores.Se trataba de unos bosques queestaban intactos y ellos querĂanejercer sus actividades allĂ, pero porel hecho de que estaban dentro delParque nosotros les dijimos que no.Ellos no hicieron caso.Afortunadamente con nosotrostrabajaba un indĂgena que se llama
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3 Un ejemplo de este estilo de conservación ambiental se encuentra en el libro “Gorilas en la niebla”de D. Foster. En Colombia las leyes 622 de 1977, 2811 de 1979 y la ley segunda de 1959 ya citadas,esbozan claramente las actividades de conservación en los Parques Naturales.
Regulo Paya y esto nos sirvió demucho”. Entrevista con GuillermoMedina (PNN-Nevado del Huila. 2003).
SegĂşn Antonio Andrade, quien iniciĂł suslabores como funcionario de ParquesNacionales desde 1980 en la Cueva delos Guacharos y actualmente coordinauno de los sectores del Nevado del Huila,durante sus primeros años de trabajohacĂa parte de su dotaciĂłn anual losuniformes y las armas de fuego. Antoniocuenta al cumplir sus funciones que lacoerciĂłn era tan fuerte, que provocĂł unatentado en contra del jefe del Parquela Cueva de los Guacharos:
“La distancia era el mayor problema,los caminos eran pĂ©simos y no habĂanni carros, ni motos, tocaba subir enmula desde Palestina hastaGuacharos, más o menos eran ochohoras por camino de herradura.Cuando lleguĂ© la gente sacaba muchamadera de la zona de amortiguaciĂłndel Parque y se estaba trabajandopara cambiar esto. Por tal motivo lasituaciĂłn estaba bastante tensa, yahabĂan abaleado al jefe y tocaba salirde a cuatro para poder pasar desdePalestina a Guacharos”. Entrevista conGuillermo Medina (PNN-Nevado delHuila, 2003)
Muchos de los habitantes de losParques no supieron de la existencia
de esta institución hasta que seencontraron con los funcionarios,uniformados y en algunos casosarmados. La creación de los Parquesfue silenciosa, sin concertación alguna,y realizada desde Bogotá por medio deresoluciones. Algunas de estas áreasprotegidas fueron criticadas ydenominadas por los servidores públicoscomo “Parques de papel”, por su origenunilateral, el abandono y la pocainversión de recursos que el Estadoinvirtió en ellas.
Con el tiempo a los funcionarios se lescapacitĂł y disciplinĂł bajo los conceptosde “biologĂa de la conservaciĂłn” vigentepara la Ă©poca, que buscaba distanciar alser humano de la naturaleza y a su vez,la naturaleza era aislada como algointocable que al contacto con el hombrepodĂa ser destruida y vista como unobjeto de estudio que debĂa ser analizado,medido, monitoreado y controlado3. Paracumplir con sus deberes los funcionariosdebĂan “permanecer largas temporadasen el monte alejados del contacto conlos pobladores y pasaban meses sin vera la familia”, como lo cuenta elfuncionario Antonio Andrade.
Los trabajadores del Parque NevadoHuila, consideran que esta manera depreservar el medio ambiente les brindĂłconocimientos sobre la geografĂa, elrelieve, los casquetes y los lĂmites del
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Parque Nacional, además de identificarcambios en los ecosistemas, el clima,el comportamiento de la faunasilvestre, entre otros. Sin embargo, esteestilo de conservación también génerodiferencias entre ellos y los pobladorescuando intentaron aplicar lasprohibiciones sobre el uso de losrecursos naturales de acuerdo con laley vigente.
Al aumentar la tensiĂłn con lospobladores, la sensatez y la experienciaadquirida en el campo les enseñó que eluso de la fuerza y la coerciĂłn no eran uncamino viable. Entonces enfocaron susesfuerzos hacia la educaciĂłn ambiental,dictando clases en las escuelas paradistender las relaciones con lospobladores; tambiĂ©n apoyaron lacontrataciĂłn de los funcionariosindĂgenas RĂ©gulo Paya y JosĂ© JairCuspián de Tierradentro y Nelson Lemusde ToribĂo porque conocĂan lascostumbres Nasa y daban pautas parala interlocuciĂłn entre la instituciĂłn y loshabitantes del Parque.
A travĂ©s de las leyes y resolucionesbasadas en los principios de interĂ©s, usoy utilidad pĂşblica, el Estado gendarme ysus funcionarios, debĂan vigilar elcumplimiento del “interĂ©s general, y elpatrimonio comĂşn de la humanidad”,mediante la expropiaciĂłn de los bienesparticulares. Actualmente, estoscriterios son cuestionados (DE SOUSA,1999: 38), asĂ como las fronteras
inamovibles entre el adentro y el afueradel Parque Nacional. Pero además, estosprincipios de ley son rebatidos por larealidad del Nevado del Huila: la guerrainterna, las dificultades econĂłmicas parahacer cumplir los preceptos, el cambioen el paradigma de la conservaciĂłnambiental, el Convenio Internacional deConservaciĂłn de la Biodiversidad, laConstituciĂłn PolĂtica de 1991, la actualpolĂtica de participaciĂłn social en laconservaciĂłn, la existencia de diferenteslenguajes y formas de interactuar con lanaturaleza por parte de los pobladores ylos funcionarios dentro del Parque, hanobligado a cambiar los mecanismos yacciones de protecciĂłn y conservaciĂłnambiental.
Caminando entre elCaminando entre elCaminando entre elCaminando entre elCaminando entre el“orden público” y el caos“orden público” y el caos“orden público” y el caos“orden público” y el caos“orden público” y el caosrealrealrealrealreal
El Parque Nacional Natural Nevado delHuila comprende ecosistemas de bosquealto andino, páramo y nieves perpetuas,con una extensiĂłn de 148.000 hectáreasaproximadamente. Su altura varĂa entrelos 2.600 y los 5.780 msnm. Su objetivose orienta a: “conservar muestrasrepresentativas de páramo, subpáramoy el bosque alto andino, mantenerpoblaciones viables de fauna y flora,sostener la oferta hĂdrica de lasprincipales cuencas que nacen en elParque y contribuir con el pueblo Nasaen su labor de preservaciĂłn de lanaturaleza”.
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La zona adyacente al Nevado del Huilaha sido el territorio ancestral de lacomunidad indĂgena Nasa en los sectoresde Tierradentro y ToribĂo (Cauca) yPlanadas (Tolima). En ella se hanentretejido mitos, leyendas, disputasentre los españoles y los Nasa, quemasde pueblos enteros, luchas yrecuperaciones. TambiĂ©n habitan en esaregiĂłn los campesinos de Iquira, Teruely Santa MarĂa (Huila), que durante losaños de la violencia fueron desplazadosdesde el interior del paĂs (Tolima, Cauca,Viejo Caldas y Antioquia, entre otros)hacia esas montañas.
A estas circunstancias sociales se sumala presencia estatal que se adapta condiferentes máscaras (ABRAMS, 1977:58-89). Actualmente, su papel másimpactante está en la guerra y el controlde cultivos ilĂcitos: el despliegue delbatallĂłn de alta montaña, losbombardeos, la utilizaciĂłn de aviones decombate y la aspersiĂłn aĂ©rea deglifosato que han arrasado con cultivos,animales, y páramos4. Esta faserepresiva y depredadora del Estado enocasiones es remplazada con unamáscara paternalista que aportarecursos para una carretera, brindaproyectos de vivienda, insumos paracultivos, etc.
En general, esta conducta represiva y/
o paternalista es ambivalente einconstante: los batallones hacen unaincursión relámpago, el avión fantasmadesaparece, los proyectos de desarrollocomunitario tienen un tiempo limitado eincluyen sólo a algunos beneficiariosdentro de la población total.
Por su ubicaciĂłn geográfica, lascondiciones climáticas, el difĂcil acceso,la inconstante presencia estatal, lasluchas por la recuperaciĂłn territorial, lapresencia de la guerrilla (FARC), entreotras circunstancias, este territorio sepuede considerar una zona perifĂ©rica.
“Como referente geográfico, polĂticoy cultural, la “periferia” alude aregiones menos pobladas, máscampesinas, menos integradas almercado, con menos poder polĂtico ya menudo discriminadas o explotadaspor el “centro”. Pero esta alusiĂłndebe matizarse en cuando menoscuatro sentidos: primero, “periferia”y “centro” no son categorĂas rĂgidas,sino atributos relativos y de grado;segundo, su extensiĂłn e intensidadvarĂan con el paso del tiempo; tercero,no son internamente homogĂ©neos sinoque admite diversas modalidades;cuarto, y en especial, no sonuniversos aislados sino queinteractĂşan de maneras muycomplejas” (PNUD, 2003: 9).
4 Al respecto, los indĂgenas Nasa de Gaitania denunciaron la quema del páramo por parte del ejĂ©rcitoen jurisdicciones del Parque ante la gobernaciĂłn del Tolima, Cortolima y la UAESPNN, en septiembrede 2003, sin obtener respuesta a sus demandas. Durante los meses de junio, julio y agosto, los Nasade ToribĂo, denunciaron la muerte de ganado y el arrasamiento de los cultivos durante enfrentamientosentre el ejercito y la guerrilla.
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Bajo este contexto, los servidorespúblicos del Parque han aprendido adesplazarse con suma cautela, evitar laszonas de conflicto, cuidar sus palabrasy sobrevivir dentro de “las lógicas deguerra” ya que ellos son los encargadosde representar al Estado, “colocándoseel uniforme y poniéndole el pecho a lasituación”.
Para poder desplazarse por los sectoresdel Parque tomando como punto departida la sede principal en Popayán, esnecesario realizar recorridos que puedendurar de 3 (Popayán – ToribĂo) a 20horas (Popayán – Gaitania). Durante lostrayectos el personal de Parques seencuentra expuesto a los diferentesactores armados. En manos de estosactores el Parque ha perdido dos carros:uno por hurto y el otro por la explosiĂłnde una bomba. Hasta el momento no seha determinado la autorĂa de lossiniestros, no se han restituido losvehĂculos, y se cuestiona la viabilidadde transportarse en carros coninscripciones del Estado o lacooperaciĂłn internacional.
A las pĂ©rdidas fĂsicas se suman lassicolĂłgicas; el “desorden pĂşblico” haafectado la salud y la tranquilidad de losempleados. En el 2002 uno de losfuncionarios presenciĂł 28 actos deviolaciĂłn de derechos humanos durantesus recorridos por el Parque: bombas,cadáveres abandonados en la carreteray tortura. Otros han tenido que soportarel fuego cruzado, las tomas guerrilleras,
los combates entre ejército y guerrilla.
Aunque la guerra aumenta odisminuye su intensidad porlocalidades, siempre se encuentrapresente en el sentir, pensar y actuarde los involucrados, quienesconsideran que Ă©sta no desapareceráen el mediano plazo, y han tenido queidear mecanismos de aler ta yprevenciĂłn para sobrellevarla. Poresta razĂłn en el Parque Nevado delHuila se han redactado protocolos deseguridad que intentan dar unosinstructivos mĂnimos de conductadentro de cada sector y se establecenacuerdos verbales con lasorganizaciones locales para buscar laprotecciĂłn conjunta: los servidorespĂşblicos deben entrar a los sectoresacompañados de representantes de lacomunidad, comunicar las entradas ysalidas a cada sector, desplazarseĂşnicamente durante el dĂa, ubicarseen sitios de hospedaje determinadospreviamente, e identif icar losorganismos internacionales para laprevenciĂłn y garantĂa de losDerechos Humanos.Aunque el conflicto “no respeta a nadie”,estas incipientes medidas han sidocreadas para exorcizar la guerra alinterior del Parque, puesto que losservidores pĂşblicos representan alEstado; además, en sus desplazamientosconstantes por los distintos sectores delParque, la entrada y salida en diferentesmunicipios hace que los servidorespĂşblicos sean un grupo vulnerable; en
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contraste la poblaciĂłn tiene movilidadrestringida a excepciĂłn de los lĂderes yun escaso nĂşmero de comerciantes.
Sobre la funciĂłn pĂşblica y lafinanciaciĂłn internacional
Con la casa al hombro como el caracol,repletos de carteleras e insumos parael campo, viajan los empleados delParque. Por lo general llegan en motos,rucios por el polvo del camino, o mojadosy golpeados en las empinadas yresbalosas rutas que se vuelvenazarosas en invierno. Estos hombres ymujeres hablan sobre el cuidado de losrĂos, el control de las basuras, la riquezanatural del paĂs y el cambio climático.Aunque a veces el asunto les parecelejano y un poco mĂstico, los campesinose indĂgenas escuchan con atenciĂłn, enespecial despuĂ©s de conocer que “losdel medio ambiente” traen consigosemillas, mangueras, curĂes,instrucciones para el abono orgánicohecho en casa y otros insumos quepueden servir para arreglar la finquita,o mejorar de algĂşn modo el escasoingreso familiar.
Mientras los campesinos del Huilareciben con sonrisas y naranjas a losviajeros, los indĂgenas Nasa de ToribĂosaludan con recelo y sin sonrisas a losreciĂ©n llegados. Sin embargo, todosquieren recibir las raciones alimentariasdel proyecto Ecoandino que alcanzanpara alimentar una familia de 5 personasy constan de aceite, arveja o frĂjol, arroz,panela, harina y sardinas Macarela,
conseguir insumos, aprender lafabricación del abono orgánico oparticipar en los intercambios entrepobladores del Parque del ProyectoBiomacizo.
Infortunadamente los escasos recursosestatales destinados a los Parques noalcanzan para beneficiar a la poblaciĂłnlocal de manera directa. El apoyo quese da en las veredas tiene origen en lafinanciaciĂłn internacional; los Recursospara el Medio Ambiente Global (GlobalEnvironmental Facility -GEF-) y elPlan Mundial de Alimentos (PMA) delas Naciones Unidas, que se hanutilizado en Colombia por medio delProyecto Biomacizo y el ProyectoEcoandino respectivamente.
Mediante dichos recursos econĂłmicos,el Parque ha promovido la realizaciĂłnde acuerdos entre las autoridadesambientales para la producciĂłn yprotecciĂłn del agua, la realizaciĂłn de unestudio predial, el desarrollo de sistemassostenibles para la conservaciĂłn, laintroducciĂłn de discursos de manejoautĂłnomo del territorio bajo criterios desostenibilidad y la investigaciĂłn deplantas, animales, ecosistemas etc., conparticipaciĂłn de los pobladores. Elproducto final y verificable de losproyectos GEF y PMA soncaracterizaciones de los recursosnaturales, los ecosistemas, lascomunidades, la generaciĂłn de acuerdosy convenios con los pobladores einstituciones, mapas, fotografĂassatelitales, sistemas de informaciĂłn
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geográfica, estadĂsticas detalladas,estudios de tĂtulos de propiedad ytenencia de la tierra. Por otra parte, losbeneficios para la poblaciĂłn son lacapacitaciĂłn, la entrega de insumos parael manejo orgánico de las fincas,pequeñas especies y el manejoadecuado de la ganaderĂa, el apoyo deeventos o intercambios entrelocalidades, el currĂculo escolar y laasesorĂa en el asunto ambiental paracomplementar asĂ los sistemas deplaneaciĂłn municipal en los Planes deOrdenamiento Territorial (POT) yplanes de vida indĂgena.
Y es que el sector ambiental en Colombiase ha vuelto impensable sin lacooperaciĂłn internacional. Estadependencia creciente contrasta con lareducciĂłn de recursos estatales que ElTiempo establece asĂ: “El medioambiente está a la deriva. El gasto eneste campo pasĂł de 613 mil millones enel 2002, a 473 mil millones el año pasado,una caĂda del 18 por ciento”5. LasituaciĂłn anterior obliga a institucionescomo los Parques Nacionales, acongelar y/o minimizar los recursos entodos los aspectos, desde planta depersonal, hasta gasolina,computadores6 y fotocopias. Amediados de la dĂ©cada de los noventala contrataciĂłn de personal al serviciodel Estado “por gastos defuncionamiento se congeló”, dando pasoa una contrataciĂłn flexible y de corta
duraciĂłn. A partir de allĂ, losrepresentantes del Estado se puedenclasificar como funcionarios ycontratistas.
En el Nevado del Huila, los 7funcionarios son muy respetados y seles denomina “la columna vertebral delParque” por la experiencia yconocimiento que tienen sobre todos lossectores del Nevado, asĂ como suestabilidad y antigĂĽedad dentro de lainstituciĂłn. Por otra parte, los 25contratistas se subdividen entreprofesionales y tĂ©cnicos. En el Tolima,norte del Cauca y Huila, los 7profesionales conforman un equipointerdisciplinario que apoya a los equiposlocales en asuntos de biologĂa de laconservaciĂłn, sistemas sostenibles parala conservaciĂłn, fortalecimiento de lascomunicaciones, fortalecimientoorganizativo, sistemas de informaciĂłngeográfica y cuencas hidrográficas.Deben desplazarse por los tres sectorespara apoyar a los equipos locales,orientándolos en el desarrollo de suslabores en campo.
Los equipos locales se encuentranconformados por tĂ©cnicos campesinose indĂgenas. Mientras los primerosrepresentan con orgullo el ParqueNacional en el sector Huila y tienen“puesta la camiseta”, los indĂgenas Nasade Tierradentro, RĂo Negro, Gaitania yToribĂo, evitan hacer alarde de su
5 El Tiempo, 6 de septiembre de 2004: 1-2. Según mis cálculos al respecto el descenso es del 22,8%6 Existen 4 computadores para los 32 servidores públicos en el Parque Nevado del Huila.
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vinculaciĂłn estatal ante sus coterráneos:actĂşan de manera cautelosa y silenciosadurante los comitĂ©s ampliados delParque, evitan dar opiniones personaleso simplemente expresan las dudas quelos asaltan sobre la situaciĂłn del Parque.La mayorĂa de los tĂ©cnicos del Parqueson personas que han nacido, crecido yestudiado en la regiĂłn, tienen capacidadde liderazgo y apoyan a la instituciĂłn enla puesta en marcha de los proyectosen cada vereda o localidad.
La vinculaciĂłn de los 25 contratistas serealiza con recursos de financiaciĂłninternacional, gracias a los aportes delGEF Macizo Colombiano y con losrecursos del PMA. Tales proyectoshacen Ă©nfasis en la participaciĂłn socialen la conservaciĂłn y apoyan a lascomunidades locales en el cuidado delmedio ambiente.
Los convenios
En algunos sectores del Nevado delHuila, existen convenios generales enque el Estado reconoce los derechos ydeberes de la comunidad y del Parque,tambiĂ©n existen convenios especĂficospara el manejo de los recursosinternacionales. La firma de aquellos hasido considerada como uno de losprincipales logros del Parque.
Los convenios marco o generales decooperaciĂłn interinstitucional buscanla coordinaciĂłn entre autoridadesambientales: AlcaldĂas, CorporacionesAutĂłnomas Regionales, ONG
ambientales y Cabildos IndĂgenas, parafortalecer la autonomĂa de lascomunidades locales que habitan en elParque Nacional. TambiĂ©n pretenden“amarrar la voluntad de los firmantes”en compromisos enfocados a laconservaciĂłn cultural y ambiental delterritorio.
El convenio más antiguo, se realizĂł entrela alcaldĂa de ToribĂo y los resguardosde ToribĂo, San Francisco y Tacuelo, yel Parque en diciembre de 2000, que ala letra dice:
Apoyar al pueblo Nasa en el manejoautĂłnomo, conservaciĂłn del territorio ysus recursos naturales y fortalecimientode la polĂtica de participaciĂłn social enla conservaciĂłn, propuesta desde laUAESPNN con el fin de construir unarelaciĂłn armĂłnica entre la conservaciĂłnde los ecosistemas estratĂ©gicosregionales y el desarrollo de lascomunidades que lo habitan.
LĂneas de acciĂłn: a) etno educaciĂłn einvestigaciĂłn participativa formal y noformal para la conservaciĂłn, b)planificaciĂłn ambiental, predial yordenamiento territorial, c) sistemas decontrol indĂgena, legislaciĂłn ynormatividad ambiental, d) sistemasagrarios sostenibles, sistemas deproducciĂłn tradicionales sostenibles e)gestiĂłn y manejo compartido de áreasprotegidas. f) conservaciĂłn, manejo yuso sostenible de la biodiversidad y laoferta hĂdrica de acuerdo a criterios yparámetros interculturales. g) ciclos de
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reciprocidad h) sistemas de informacióny comunicación intercultural orientadosa la conservación. l) el fortalecimientoa procesos socio ambientales.Principios de relacionamiento: 1)Construcción conjunta a largo plazo enel proceso del Plan de vida del puebloNasa, 2) Construcción comunitaria desdelo local hacia lo regional, 3) Construcciónconjunta con base en procesos socialesen marcha relacionados con laconservación y la sostenibilidadambiental, 4) Que los recursosfortalezcan los procesos comunitariosexistentes, generadores de continuidady sostenibilidad, a través de mecanismoságiles de cogestión y planeación, 5)Intercambio de saberes entre las partes,6) fortalecimiento de la organizaciónsocial, los entes territoriales y lasinstituciones, 7) reciprocidad entrediversidad biológica y cultural a partir dela cosmovisión y sus rituales dearmonización, en el manejo del territorioNasa y los objetivos de conservación delPNN Nevado del Huila, 8) cogestiónhacia la sostenibilidad financiera de losproceso.
Repletos de reconocimiento polĂtico entrelas partes, los acuerdos generales buscanlegitimar el trabajo conjunto de las“minorĂas Ă©tnicas y tĂ©cnicas” parafortalecerse mutuamente. Sin embargo,el desarrollo de los convenios especĂficosse cumple de manera diferente en cadauno de los sectores; por ejemplo, en elsector Huila la entrega de raciones delproyecto Ecoandino ha proporcionadotiempo libre a los pobladores y, de
acuerdo con la jefa del programa lasraciones alimenticias, “han generadoinstitucionalidad, amplio cubrimiento yreconocimiento del Parque Nevado delHuila. TambiĂ©n ha potencializado launiĂłn entre los pobladores y laproducciĂłn de una buena cantidad depactos socio-ambientales y reglamentosveredales”. En los sectores indĂgenas deGaitania, ToribĂo, e incluso en RĂo Negro,Huila, el proceso ha sido diferente; unacaracterĂstica del proceso ha sido ladesconfianza indĂgena frente a laspropuestas estatales.
La planeaciĂłn
Una de las actividades rutinarias en elNevado del Huila es la planeaciĂłnestratĂ©gica, lo que implica largasreuniones que pueden durar desde tresdĂas hasta tres semanas. Todo elpersonal debe analizar que hará elParque en el futuro, cuál es su misiĂłn,metas, objetivos, actividades ypresupuestos. Como resultado de estasreuniones o talleres se crean sábanas quebuscan dar un orden o equilibrio entrelos proyectos, el Parque, y las solicitudescomunitarias, evidenciando los diferentesintereses en juego.
Ampliar la participaciĂłn social en laconservaciĂłn y establecer conveniostambiĂ©n implica la planeaciĂłn conjunta;involucra la adecuaciĂłn y negociaciĂłn delos objetivos, los recursos y las accionesde los proyectos, entre los intereses delos pobladores locales y los intereses delParque, con un lĂmite claro: los
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presupuestos y conceptos de cadaproyecto. Después de largas reunionescon carteles, tiza y tablero, los planessuelen revisarse y reajustarse cuandoalgo sale mal.
Pero la planeaciĂłn está sujeta alimitaciones. De acuerdo con el nivelcentral de la UAESPNN, para el año2004 cada Parque Nacional debe escribiry protocolizar mediante resoluciĂłn suplan de manejo y se ha vuelto unaprioridad para la instituciĂłn su creaciĂłny cumplimiento. Resumir en uno lostreinta años de omisiones, es una difĂciltarea. El manejo del tiempo y losintereses institucionales a veces ocurrena destiempo con los intereses locales, ylas resoluciones unilaterales puedendebilitar y poner en entredicho elrelacionamiento recĂproco entre Parquesy pobladores.
La construcciĂłn del sujetoecolĂłgico: legislaciĂłn,cultura, economĂa y medioambiente
“En el ámbito cultural y ambiental“las regulaciones transnacionales ylocales, desafĂan el monopolio jurĂdicoestatal, de tal manera que las nuevasformas jurĂdicas pueden obedecer adiferentes lĂłgicas y variadasproducciones espacio - temporales”(DE SOUSA 1998: 19-30).
A partir de los estudios “Global 200” sepuso en evidencia que los denominadoshot pots (puntos de importancia en la
conservaciĂłn global por su megabiodiversidad) se encuentran habitadospor poblaciones que generalmenteposeen lenguas, costumbres, sistemasregulatorios y sistemas econĂłmicosdiferentes a los de la sociedadmayoritaria. En el ámbito internacional,organizaciones ambientales dereconocido prestigio, como la FundaciĂłnMundial para la ConservaciĂłn (WWFpor sus siglas en inglĂ©s) y la UniĂłnInternacional para la ConservaciĂłn dela Naturaleza (UICN), han propuestopolĂticas para la conservaciĂłn con laparticipaciĂłn de comunidades indĂgenasevidenciando mediante estadĂsticas “lasimbiosis entre diversidad natural ycultural”. Proponen que: “En los paĂsescon megadiversidad biolĂłgica en relaciĂłncon el endemismo lingĂĽĂstico, (resalto eluso de tĂ©rminos biolĂłgicos sobrepuestosen caracterĂsticas culturales de lospueblos aborĂgenes como lo es su lengua)se deberán formular propuestas para laconservaciĂłn de las prácticastradicionales de manejo a nivel deecosistemas, hábitats y especies,prevenciĂłn y control de impactosambientales en este tipo de territorios, yla creaciĂłn de incentivos y distribuciĂłn debeneficios para las comunidades”(OVIEDO, 1999: 1- 12).
Durante la convenciĂłn mundial sobre elmedio ambiente de RĂo de Janeiro(1992), una de las principales denunciasde los paĂses en vĂa de desarrollo y delas organizaciones de base fue laprofunda desigualdad econĂłmica entrelos paĂses del centro y los de la periferia,
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lo que afecta la protecciĂłn del medioambiente y acelera la destrucciĂłn de lanaturaleza. (SACHS: 1996 yCARRIZOSA: 1996, 44-47).
En la búsqueda de formulas equitativasy conciliadoras, el Convenio deBiodiversidad (CDB) puso precio a laconservación de la naturaleza, enfocandolo ambiental como un problemaeconómico que se irá solucionandosiempre y cuando “quien contaminepague” y sea posible la redistribución debeneficios entre los causantes de lacontaminación y los encargados de laconservación.
Los objetivos del Convenio buscan: laconservaciĂłn de la diversidadbiolĂłgica, la utilizaciĂłn sostenible desus componentes, la participaciĂłnjusta y equitativa en los beneficiosque se deriven de la utilizaciĂłn de losrecursos genĂ©ticos, además promuevela existencia del vĂnculo entreconservaciĂłn ambiental y cultural.(CDB, 1992. Arts. 1 y 8, j).
Organizaciones como las NacionesUnidas, el Banco Mundial, laOrganizaciĂłn de las Naciones Unidaspara la EducaciĂłn, la Ciencia, y laCultura (UNESCO), diversos gruposambientalistas y organizaciones de baseinsisten en la necesidad de reconocer yconsolidar la diversidad biolĂłgica con lacultural, a la que se encuentraindisolublemente ligada, de tal maneraque no se pueda considerar laconservaciĂłn de la naturaleza sin el
sustrato cultural (lengua, conocimientos,tradiciones, aplicados al control deecosistemas; selecciĂłn de cultivos,medicina, artesanĂas, entre otros) que haprotegido a la naturaleza por cientos ymiles de años.
Durante los Ăşltimos doce años estospreceptos se han instrumentalizado enColombia con rapidez a travĂ©s deprotocolos, acuerdos, convenios y leyes.En la PolĂtica Nacional de Biodiversidad7,se han retomado los tres objetivosconvenio y se han creado lineamientosdirigidos a la protecciĂłn de áreasestratĂ©gicas, la investigaciĂłn deecosistemas, poblaciones, especies y laprotecciĂłn-conservaciĂłn delconocimiento tradicional; en la decisiĂłnAndina 391 de 1996 se clasifica labiodiversidad en sus componentestangibles e intangibles.
Este vĂnculo entre naturaleza, economĂay cultura de los pueblos indĂgenas, se hanenfatizado hasta el punto que la CorteConstitucional de Colombia, estableciĂłen sentencia T-342 de 1994:
“... no serĂa aventurado afirmar queel reconocimiento de la diversidadĂ©tnica y cultural de la poblaciĂłnindĂgena guarda armonĂa con losdiferentes preceptos de laConstituciĂłn Nacional relativos a laconservaciĂłn, preservaciĂłn yrestauraciĂłn del ambiente y de losrecursos naturales que la conforman,si se considera que las comunidadesindĂgenas constituyen un recurso
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natural humano que se estima parteintegral del ambiente, más aĂşncuando la poblaciĂłn integralindĂgena habitualmente ocupaterritorios con ecosistemas deexcepcionales caracterĂsticas yvalores ecolĂłgicos que debenconservarse como parte integranteque son del patrimonio natural ycultural de la naciĂłn. De esta manerala poblaciĂłn indĂgena y el entornonatural se constituyen en un sistemao universo merecedor de la protecciĂłnintegral del Estado”.
Por medio de datos, estadĂsticas,experiencias, entrevistas, premios, etc.(ULLOA, 2001: 288-289) se hanvisibilizado y posicionado lascomunidades locales que tienenprácticas y conocimientos “pertinentes”a la conservaciĂłn ambiental, alentandoel respeto por la legislaciĂłn especial ylas instituciones de los grupos indĂgenasy promoviendo la distribuciĂłn equitativade los beneficios obtenidos por laconservaciĂłn ambiental. Influidas por elcontexto internacional, el Convenio 169de la OIT y los cambios constitucionales,las actuales polĂticas aplicadas en losParques Nacionales Naturalesconsideran que son compatibles losobjetivos de conservaciĂłn ambiental dedicha instituciĂłn con los sistemas deregulaciĂłn ambiental de las comunidadesindĂgenas, como se expone en la polĂticade participaciĂłn social en laconservaciĂłn:
“Será a partir de ese entendimientoque surgirá una respuesta deadecuación institucional para aplicarla interculturalidad de ambos sistemasde regulación, el nacional ambientaly el consuetudinario de la poblaciónhistóricamente asentada en las áreas,diferentes modelos de cogestión ymanejo que especializarán susdinámicas y contenidos de acuerdocon el fortalecimiento y laconsolidación del ejercicio autónomode las culturas, procurando apoyosa tradiciones vertebradas sobre laconservación de sus territorios”.(UAESPNN, 2001: 95-96).
A pesar de los logros obtenidos en laconstrucciĂłn de leyes, polĂticas y delreconocimiento en el ámbito internacionaly nacional en pro de las comunidadesindĂgenas en el campo discursivo, existenhoy impedimentos que no se compadecencon la realidad que las comunidadesindĂgenas enfrentan.
En Colombia las zonas en mejor estadode conservaciĂłn como el PacĂfico, laAmazonĂa y los famosos Parques de laSierra Nevada de Santa Marta,Paramillo y el Catatumbo BarĂ, seencuentran traslapados en buena partecon los resguardos y territorios indĂgenas.De las 51 áreas protegidas existentes,22 Parques Nacionales se encuentransuperpuestos con territorios indĂgenas.
7 En: MMA, www.humboldt.org.co consulta electrĂłnica realizada el 7 de septiembre de 2006.
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Pese a los muchos reconocimientossobre el papel de los pueblos indĂgenasen la conservaciĂłn, el auto desarrollo, laeconomĂa, la planeaciĂłn, etc.: si sesuperponen a los territorios indĂgenas lasáreas protegidas y las de mayor violencialos resultados son dramáticos8; deacuerdo al informe del relator especialde la ONU, Rodolfo Stavenhagen, “latasa de violencia es 100% mayor a lamedia nacional en los municipiosindĂgenas, siendo los más afectados lospueblos Kankuamo y Wiwa de la SierraNevada, el pueblo Kofán en elPutumayo, los Chimila en el Magdalena,asĂ como los pueblos KorevajĂş, Beyotesy Nasa, y los Tule y Embera KatĂos”.(ArtĂculo en El Espectador, 2004: 3).
“Menos evidentes para “el pĂşblico”son los efectos derivados del hechode que la gran mayorĂa de las áreasnaturales protegidas (ParquesNacionales, reservas y otras) seanescenarios de guerra, lo cual afectade manera grave la gestiĂłnambiental, la capacidad de losecosistemas para “prestarservicios” ambientales, lainvestigaciĂłn cientĂfica en losmismos, las posibilidades delecoturismo como alternativaeconĂłmica, y la supervivencia delas culturas Ăntimamente ligadas aesas áreas del paĂs” (WILCHES,2003: 112).
Infortunadamente, en vez de mitigar elconflicto, el gobierno invita a la poblaciĂłnindĂgena a tomar parte de Ă©ste por mediode programas como la “red deinformantes”, “soldados campesinos” y“soldados por un dĂa” (ArtĂculo en ElEspectador, 2004: 3) e involucra a losParques Naturales al crear el programade guardabosques dirigido a paramilitaresreinsertados.
El Estado ha hecho una promesainconclusa a las comunidades indĂgenas,porque los recursos con que cuenta paracumplir con sus obligaciones de ley soninsuficientes para su operativizaciĂłn oinstrumentalizaciĂłn. Adicional a esto,tampoco ha generado posibilidades dedistribuciĂłn equitativa de los beneficiosen la conservaciĂłn ambiental: las tasasde explotaciĂłn del agua, forestales,pesqueras, etc., además de las recientesleyes expedidas sobre el ordenamientodel agua, bosques y los acuerdos del TLCque comprenden al sector agrario, noincluyen ningĂşn acápite especial sobre laparticipaciĂłn equitativa de los beneficioseconĂłmicos para las comunidadesindĂgenas en la conservaciĂłn. De lasposibles fuentes de recursos econĂłmicosse omiten a los “nativos ecolĂłgicos”.(ULLOA, 2001: 288 - 289), y no hace elsalto del reconocimiento cultural nominala la creaciĂłn de derechos econĂłmicos yculturales reales; (FRASER, 1997: 251 -272). Por el contrario, enfoca los
8 Los términos conservación, conflicto, violencia, desarrollo y pobreza, son problemáticos y han sidodeconstruidos y problematizados por importantes teóricos como Escobar, y Sachs; (ESCOBAR:1997, 2001, 2004 – SACHS: 1996).
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beneficios hacia otros sectores; ydesequilibran la igualdad que los tratadosy la ConstituciĂłn PolĂtica buscanconsolidar a favor de las comunidadesindĂgenas.
ConclusiĂłn
Desde su creaciĂłn hasta hoy, losParques Naturales han estadoestrechamente relacionados jurĂdica,polĂtica y financieramente con otrospaĂses, quienes buscan constituir “unpatrimonio comĂşn de la humanidad” yestablecer bienes de uso y utilidadpĂşblica para lograr la protecciĂłn de lanaturaleza. De acuerdo con el discursointernacional, conservar los Parques esuna de las soluciones al problemaambiental global. Para apoyarlos esnecesario realizar transferenciastecnolĂłgicas y econĂłmicas a los paĂsesque más lo requieran.
La transferencia, asĂ como la valoraciĂłneconĂłmica de la conservaciĂłn ambientaly la distribuciĂłn de sus beneficios conlos pobladores locales, es promovida confuerza a partir del Convenio deBiodiversidad de RĂo de Janeiro. Desdeentonces, la biodiversidad se subdivideen componentes tangibles e intangibles,y se espera que la distribuciĂłn equitativade los beneficios derivados de laconservaciĂłn favorezca a lascomunidades locales.
En Colombia se implementa la polĂtica departicipaciĂłn social en la conservaciĂłn,incluyendo nuevos objetivos ambientalesy culturales para el manejo de los Parques.Se firman convenios con los pobladoreslocales, y en muchas áreas, se ha cambiadoel personal para incluir miembros de lacomunidad en sus equipos operativos.TambiĂ©n, se ha desplazado el personal dela zona intangible9 a la parte habitada delParque y se han implementado sistemassostenibles para la conservaciĂłn y eldiálogo intercultural buscando mejorar larelaciĂłn con la poblaciĂłn campesina, negrae indĂgena.
Dentro de los grupos humanos que habitanlos parques, ha sido seleccionada,esencializada y privilegiada la comunidadindĂgena como un sujeto conservacionistapor excelencia, visibilizando suscostumbres, tradiciones, lenguas,conocimientos, etc., y relacionándolos conel patrimonio natural y cultural deColombia. En los Parques traslapados concomunidades indĂgenas, se han firmadoconvenios, se han realizado planesconjuntos y se espera llegar a lacoordinaciĂłn entre dos autoridadespĂşblicas: las autoridades indĂgenas y losservidores de las áreas protegidas. Sinembargo, la mayorĂa de los Parquescolombianos aĂşn no cuentan con el recursotĂ©cnico, financiero, administrativo y deseguridad, necesarios para cumplir con suobjetivo: la conservaciĂłn.
9 Zona intangible. Zona en la cual el ambiente ha de mantenerse ajeno a la más mĂnima alteraciĂłnhumana, a fin de que las condiciones naturales se conserven a perpetuidad.
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En el caso concreto del Parque Nevadodel Huila existe la obligaciĂłn de preservarlos páramos, el agua, las especies de floray fauna más representativas y apoyar alpueblo Nasa en la conservaciĂłn de sussitios sagrados. Estos objetivos debencumplirse en medio de la guerra, el difĂcilacceso a los sectores del Parque, las motosen mal estado, los carros hurtados oquemados por los actores del conflictoarmado, las dificultades administrativas ypolĂticas, que hacen que los medios seaninsuficientes para lograr los objetivospropuestos.
Aunque el Parque cuenta con personalque ha vivido y trabajado en procesoscomunitarios de la regiĂłn antes de serservidores pĂşblicos, quienes quierenapoyar el proceso comunitario trabajandodesde lo local por medio de la polĂtica departicipaciĂłn social y la firma deconvenios entre las partes, la guerra, larealidad social, el proceso de“minimalizaciĂłn estatal” (SOUSA, 1999:34) y la “resistencia indĂgena”, lo hanconvertido en un intermediario entre losintereses locales y los financiadoresinternacionales (proyecto Biomacizo,Econadino), sin lograr concretarbeneficios econĂłmicos directos por partedel Estado para los pobladores.
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Los parques naturales ÂżUna especie en vĂa de extinciĂłn? Estudio de casoen el Nevado del Huila
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