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La investigación expone varios datos que permiten calibrar el nivel de implantación de la interoperabilidad en los países de la región iberoamericana. Se profundiza en cuestiones como el nivel de prioridad, el despliegue de estrategias, los órganos de coordinación interna existentes y las áreas de políticas públicas en que se han concretado proyectos de interoperabilidad hasta la fecha. Asimismo, se hace referencia a las percepciones sobre beneficios y retos de futuro acerca de la interoperabilidad en Iberoamérica. Finalmente, se recogen algunas reflexiones realizadas por los autores acerca de cuáles son los caminos a seguir en cuanto a interoperabilidad en la región citada.
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Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
Interoperabilidad de Gobierno electrónico en Iberoamérica. Estudio comparativo y
recomendaciones de futuro .
J. Ignacio Criado, Mila Gascó y Carlos E. Jiménez
Introducción
La adopción de la Carta Iberoamericana de Gobierno Electrónico (CIGE), aprobada por la IX
Conferencia Iberoamericana de Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado, significó
un hito en la construcción de una perspectiva regional para el desarrollo del Gobierno electrónico
(Gobierno-e), definido como el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en
el gobierno y las administraciones públicas con el fin de mejorar los servicios públicos, los procesos
democráticos y reforzar la gobernanza de las políticas públicas. La interoperabilidad se hace, así,
crucial tanto en los sectores públicos nacionales como con respecto a las relaciones entre diferentes
países.
La interoperabilidad, entendida al menos como la capacidad mediante la cual sistemas
heterogéneos, no sólo tecnológicos, pueden intercambiar información y procesos técnicos o datos, no es
algo completamente nuevo dentro del sector público. Sin embargo, cada vez más, este término toma
mayor importancia entre las administraciones públicas como consecuencia del propósito de satisfacer
de mejor manera las necesidades y expectativas del ciudadano y, por tanto, de implantar proyectos de
Gobierno-e más sofisticados y complejos que requieren la colaboración de dos o más órganos
administrativos (Gascó y Roy, 2006; Gil-García …[et al], 2007; Mayer-Schönberger, 2005; Scholl y
Klischewski, 2007).
Los países de Iberoamérica no son una excepción y, en los últimos años, importantes iniciativas
se han puesto en marcha, sobre todo en Brasil y Argentina. Así, en el primer caso, ya desde el año 2004
existe una arquitectura e-PING (Estándares de Interoperabilidad de Gobierno Electrónico) que define
un conjunto mínimo de premisas, políticas y especificaciones técnicas que reglamentan la utilización de
las TIC en la interoperabilidad de servicios de gobierno electrónico (Santos, 2008). Con respecto a
Argentina, el Decreto Presidencial 378/2005 exhorta a la implantación de estándares de
interoperabilidad. En este contexto, el Foro de Responsables Informáticos de la Administración Pública
Nacional redactó, en 2008, el Marco de Interoperabilidad para la Administración Pública Nacional y
sigue, en la actualidad, trabajando estas cuestiones como asesor en la coordinación del Componente de
Interoperabilidad para el Gobierno Electrónico, aprobado por la Resolución 99/2008 (Poggiese …[et
al], 2008).
A pesar de estos intensos y concentrados esfuerzos, el panorama de interoperabilidad en la región
no es homogéneo y, en este sentido, los diversos países han adoptado estrategias diferentes, lo que ha
dado lugar a resultados sólo parcialmente exitosos y, con frecuencia, desequilibrados (Corte, 2007;
CEPAL, 2007). En este contexto, el objetivo de este artículo es presentar, a través de diversas
dimensiones, el nivel de implantación de los proyectos de interoperabilidad de Gobierno-e en 16 países
de Iberoamérica para conocer cuál es la situación actual en la región.
Durante el año 2010, el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD)
encarga la elaboración del llamado Marco Iberoamericano de Interoperabilidad (MII). Los datos que se
expondrán son el resultado de la consulta que los autores realizaron a varios países, como parte del
trabajo exploratorio y paso previo de esta investigación. Dicho Marco estaría conceptualizado como un
mecanismo que ordene la producción de conocimiento en materia de interoperabilidad y constituiría
una guía en la que los países iberoamericanos puedan apoyarse a la hora de tomar decisiones
relacionadas con la colaboración entre Estados en este ámbito.
. Recibido: 24-04-2011. Aceptado: 16-06-2011.
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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El documento se divide en cinco secciones. En la primera se abordan las Bases para una
Estrategia Iberoamericana de Interoperabilidad. A continuación se exponen varios datos que permiten
calibrar el nivel de implantación de la interoperabilidad dentro de los países de la región
iberoamericana. Se profundiza en cuestiones como el nivel de prioridad, el despliegue de estrategias,
los órganos de coordinación interna existentes o las áreas de políticas públicas en que se han
concretado proyectos de interoperabilidad hasta la fecha. En una tercera sección se hace referencia a las
percepciones sobre beneficios y retos de futuro acerca de la interoperabilidad en Iberoamérica. La
información que aquí se presenta también es resultado de las consultas efectuadas y, por tanto, refleja la
opinión de los países analizados en este trabajo. Como consecuencia, el cuarto apartado permite
recoger algunas reflexiones realizadas por los autores acerca de cuáles son los caminos a seguir en
cuanto a interoperabilidad en Iberoamérica. Finalmente, en la quinta sección, se elabora un resumen de
los aspectos esenciales del artículo, las contribuciones más destacadas, así como ideas para futuras
investigaciones derivadas del mismo.
1. Bases para una Estrategia Iberoamericana de Interoperabilidad
Si bien hay cierta experiencia acumulada en relación con proyectos de interoperabilidad intra
administrativa, horizontal o, incluso, vertical, no ocurre lo mismo en el ámbito de la interoperabilidad
entre administraciones de diferentes países. En este campo, el paradigma de colaboración lo constituye
la Unión Europea, que ya en el año 2004 publicaba su Marco Europeo de Interoperabilidad, documento
revisado en el año 2010 en el que se presentó su segunda versión.
En Iberoamérica, no hay prácticamente precedentes de iniciativas de interoperabilidad entre
países, siendo los más consolidados el Acuerdo Complementario al Acuerdo de Cooperación Técnica
entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República Federativa del Brasil para la
Implementación del Proyecto “Interoperabilidad de Gobierno Electrónico”, suscrito por ambos Estados
en febrero de 2008, y el Convenio de Colaboración para la Prestación de Servicios de Validación de los
Certificados Electrónicos de España y Portugal, cuya firma tuvo lugar en septiembre de 2009.
La ausencia de proyectos de estas características en la región y, por tanto, la consecuente
necesidad de contar con una guía que pautara el actuar de los países en este campo dio lugar, en
septiembre de 2007, a la publicación del llamado Libro Blanco de interoperabilidad de gobierno
electrónico para América Latina y el Caribe. Su objetivo era programar una serie de actividades
prioritarias que aseguraran, en un corto tiempo, contar con un entorno y una plataforma de
interoperabilidad regional eficientes, que potenciaran el crecimiento con equidad de los países dentro
de mercados ampliados, con seguridad jurídica, en un ambiente de convergencia de normas y
disciplina, así como también, de avances en infraestructura y conectividad (CEPAL, 2007).
A pesar de constituir un importante aporte, el Libro Blanco no profundizaba en algunas
cuestiones y presentaba, sobre todo, deficiencias en relación con la interoperabilidad organizativa, la
gobernanza de la interoperabilidad y la evaluación de las iniciativas de interoperabilidad. Por ello, a
principios del año 2010, el CLAD encarga la elaboración de un Marco Iberoamericano de
Interoperabilidad (MII), que defina unos fundamentos básicos, aceptados colectivamente, para facilitar
que los gobiernos y administraciones públicas de la región, sea cual sea su nivel y tipo de relación,
puedan colaborar, si así lo desean, en el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones
para mejorar su desempeño, ofrecer nuevos servicios públicos o reforzar los procesos de gobernanza de
las políticas públicas que implican a dos o más Estados.
En la XII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Administración Pública y Reforma del
Estado (Buenos Aires, 1 y 2 de julio de 2010), se presenta como propuesta el documento del MII, pero
éste se aprueba con el título de “Bases para una Estrategia Iberoamericana de Interoperabilidad”.
Estas Bases definen la interoperabilidad como la habilidad de organizaciones y sistemas dispares
y diversos para interactuar con objetivos consensuados y comunes y con la finalidad de obtener
beneficios mutuos. En este sentido, la interacción implica que las organizaciones involucradas
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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compartan información y conocimiento a través de sus procesos de negocio, mediante el intercambio
de datos entre sus respectivos sistemas de tecnología de la información y las comunicaciones (Criado,
Gascó y Jiménez, 2010).
Así pues, en el contexto de las Bases, la interoperabilidad no es sólo una cuestión tecnológica.
Parte, por un lado, de principios que tratan de la variedad de componentes con la utilización de diversos
productos de múltiples proveedores en diferentes organizaciones; pero, además, tiene como objetivo la
definición de políticas, normas y estándares para la consecución de la cooperación entre los sistemas de
diferentes organizaciones públicas.
En concreto, las Bases persiguen:
1) Articular herramientas para el intercambio de experiencias de Gobierno-e y, específicamente,
de interoperabilidad que tengan un potencial efecto demostración y generen paradigmas y flujos de
ideas comunes en este ámbito.
2) Dotar de soluciones compartidas y reutilizables a las administraciones públicas
iberoamericanas para que puedan hacer frente a los nuevos retos que impone la cooperación
interadministrativa y, en particular, la interoperabilidad regional o transfronteriza.
3) Orientar, a través de la proposición de pautas, medidas, acciones y criterios, el diseño,
implantación y evaluación de las iniciativas de interoperabilidad que puedan tener lugar entre los países
de la región.
4) Ayudar a sentar las bases en la construcción de un espacio iberoamericano que promueva e
incentive iniciativas de interoperabilidad regional.
5) Servir de guía en la elaboración de marcos nacionales de interoperabilidad que, además de
hacer énfasis en cuestiones de interoperabilidad intra-administrativa, horizontal y vertical, recojan,
también, el espíritu de colaboración transfronteriza.
Para lograr estas metas, el documento elaborado en 2010 se estructura en los siguientes
apartados: 1) principios inspiradores de las Bases; 2) áreas clave de interoperabilidad (técnica,
semántica y organizativa); 3) gobernanza de la interoperabilidad; 4) implantación de las iniciativas de
interoperabilidad definidas en el contexto de las Bases; y 5) evaluación de las iniciativas de
interoperabilidad definidas en el marco de estas Bases.
2. La interoperabilidad de gobierno electrónico en los países iberoamericanos
Esta sección ofrece los datos disponibles sobre la interoperabilidad de Gobierno-e en Iberoamérica para
calibrar el nivel de su implantación en los países de la región citada. Los datos disponibles resultan
reveladores de un incipiente, si bien ya importante, nivel de implantación de iniciativas de
interoperabilidad de Gobierno-e en la región.
Nivel de prioridad de la interoperabilidad de Gobierno electrónico
Los gobiernos de la región han mostrado un nivel elevado de varianza en cuanto a las respuestas
ofrecidas, si bien se observa una media de prioridad elevada. Entre 10 y 3 han sido las puntuaciones
extremas ofrecidas; el resto de países estudiados ha dotado a la interoperabilidad de una calificación en
torno al “notable” en cuanto a la preferencia que los responsables de las iniciativas consideran que ha
merecido la cuestión en las agendas de gobierno de su país. De hecho, la puntuación media que se
obtiene del análisis roza el 7 (6,88). Con ello se confirma que todavía existen prioridades que requieren
un nivel más elevado de atención por parte de los responsables políticos nacionales, lo cual no impide
notar el interés que despierta, en términos generales, este tema en el conjunto de Iberoamérica.
Estrategias de interoperabilidad de Gobierno electrónico
En relación con lo anterior, la mayoría de los países que respondieron el cuestionario lo hicieron
afirmativamente a la pregunta sobre la existencia de una estrategia de interoperabilidad de Gobierno-e.
Tal y como se pone de relieve en el Gráfico 1, un 75% de los países cuenta con lo que consideran una
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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estrategia de interoperabilidad, al menos entendida como una línea dentro de una política más general
de Gobierno-e. Ello confirma la necesidad en aumento de una visión global sobre el papel de la
colaboración intergubernamental en materia tecnológica dentro de una buena parte de los países de la
región. Sin embargo, éste no es el único factor que nos permite observar el carácter estratégico que se
otorga a la interoperabilidad en los gobiernos de Iberoamérica.
Gráfico 1
Existencia de una estrategia de interoperabilidad
Fuente: elaboración propia.
En este plano, hay que mencionar que la mayoría de los países iberoamericanos han promovido
sus estrategias de interoperabilidad durante los últimos años. En particular, la segunda parte de la
primera década de este siglo ha servido como punto de arranque para la mayoría de las actuaciones de
los países de la región de cara a mejorar la colaboración intergubernamental en el ámbito del Gobierno-
e. De hecho, durante los dos últimos años se ha producido la mayor parte de las normativas en los
países de la región. A su vez, en aquellos casos en que todavía no se puede dar por comenzada una
estrategia de interoperabilidad, se ha reflejado una nítida voluntad de emitir actuaciones en breve lapso
de tiempo e, incluso, algún caso manifiesta que se encuentra en proceso de discusión dentro del
ejecutivo o el legislativo.
Referentes y documentos clave
Los países analizados han aprovechado, en la medida de lo posible, documentos y marcos de
interoperabilidad ya elaborados por otros, tanto dentro como fuera de la región. Con respecto al primer
elemento, tal y como muestra la Tabla 1, para la casi totalidad de los países son o han servido de
referencia el Libro Blanco de Interoperabilidad (87,5%) y el Marco Europeo de Interoperabilidad
(81,25%).
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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Tabla 1
Documentación considerada como referencia (%)*
Documentación %
Libro Blanco de Interoperabilidad 87,50
Marco Europeo de Interoperabilidad 81,25
Estrategia de un país específico 50,00
Guía interoperabilidad PNUD 43,75
Nada 6,25
Otros 12,50
Fuente: elaboración propia.
* Pregunta multi-respuesta.
En relación con los marcos ya elaborados u otros documentos de país, un 50% de los países
consultados afirman tener o haber tenido documentos de estrategia de un país específico como
referencia. En concreto y por orden de importancia, dentro de la región, han sido nombrados: Brasil
(62,5%), Chile (56,25%), España (43,75%) y Colombia (43,75%); mientras que los referentes externos
han sido: Reino Unido (43,75%), la Unión Europea (37,5%) y Canadá (37,5%).
Como se observa, la necesidad de encontrar referentes en la región es clara, tanto por lo que
respecta a documentos de alcance general (el Libro Blanco) como a instrumentos desplegados por otros
países iberoamericanos.
En cuanto a la agrupación de referencias, el 68,75% de los países refiere seguir tres o más de
estos documentos. Sólo un 6,25% de los países admite no haber utilizado ninguna referencia externa al
propio país.
Organismos responsables de la interoperabilidad
Otro de los puntos clave para conocer cómo se despliega la interoperabilidad en las administraciones de
Iberoamérica se refiere a los organismos impulsores de esta materia en los gobiernos nacionales. En la
segunda columna de la Tabla 2 se observa que todos los países estudiados, salvo Guatemala, cuentan
con una unidad responsable del fomento de la interoperabilidad de Gobierno-e. Ello confirma el interés
mostrado por los países en esta materia, que se ha abierto camino mayoritariamente en los
organigramas ministeriales. Asimismo, se pueden considerar otros aspectos, como la naturaleza de tales
organismos y su ubicación dentro del organigrama gubernamental.
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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Tabla 2
Denominación y adscripción de las unidades responsables de la interoperabilidad de Gobierno-e
Países Denominación de las autoridades responsables Adscripción orgánica
Argentina
Oficina Nacional de Tecnologías de Información,
Subsecretaría de Tecnologías de Gestión, Secretaría
de Gabinete
Jefatura de Gabinete de Ministros
Brasil Secretaria de Logística e Tecnologia da Informação Ministério do Planejamento, Orçamento
e Gestão
Colombia Programa Gobierno en Línea Ministerio de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones
Costa Rica Secretaría Técnica de Gobierno Digital Ministerio de Planificación Nacional y
Política Económica
Chile Área de Gobierno Electrónico, Secretaría Ejecutiva
de Estrategia Digital
Ministerio de Economía, Fomento y
Turismo
Ecuador Subsecretaría de Informática Secretaría Nacional de la
Administración Pública
El Salvador
Unidad de Gobierno Electrónico e Integración de
Sistemas, Dirección de Innovación Tecnológica e
Informática
Presidencia de la República
España Dirección General para el Impulso de la
Administración Electrónica Ministerio de la Presidencia
Guatemala* Unidad de Tecnologías de Información, Centro de
Apoyo Estratégico Vicepresidencia de la República
México Unidad de Gobierno Electrónico Secretaría de Función Pública
Nicaragua Dirección General de Tecnología Ministerio de Hacienda y Crédito
Público
Panamá Autoridad Nacional para la Innovación
Gubernamental Ministerio de la Presidencia
Perú Oficina Nacional de Gobierno Electrónico e
Informática Presidencia del Consejo de Ministros
Portugal
Agência para a Modernização Administrativa,
Secretária de Estado da Modernização
Administrativa
Presidência do Conselho de Ministros
Uruguay
Agencia para el Desarrollo del Gobierno de Gestión
Electrónica y la Sociedad de la Información y el
Conocimiento
Presidencia de la República
Venezuela Centro Nacional de Tecnologías de Información
Ministerio del Poder Popular para la
Ciencia, Tecnología e Industrias
Intermedias
Fuente: elaboración propia.
* En este caso se menciona expresamente en el cuestionario que la labor de la Unidad de Tecnologías de
Información, Centro de Apoyo Estratégico, de la Vicepresidencia de la República, se circunscribe al desarrollo
de proyectos concretos relacionados con tecnología; no es una unidad de dirección del Gobierno-e en el conjunto
de la administración nacional.
En primer lugar, se puede observar la diversidad en cuanto a denominación de los organismos y
unidades creadas para el fomento de la interoperabilidad de Gobierno-e en cada uno de los países.
Muchos de esos organismos incluyen en su nombre el concepto de gobierno electrónico, gobierno en
línea, gobierno digital, gobierno de gestión electrónica o administración electrónica, si bien no sucede
así en casos como el de Argentina, Brasil, Portugal o Venezuela, donde se opta por el término
tecnologías de la información dentro de las denominaciones seleccionadas. Además cabe apuntar el
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caso pionero de Panamá, donde se utiliza la acepción innovación gubernamental para caracterizar su
unidad directiva.
En lo que respecta a los departamentos ministeriales de adscripción, la variedad es también aquí
la nota predominante, si bien se puede encontrar algún patrón compartido. La idea central que se puede
observar es que la interoperabilidad de Gobierno-e se encuentra vinculada a ministerios próximos o
muy cercanos al entorno presidencial, demostrando con ello la importancia que conceden los máximos
dirigentes nacionales a esta vertiente de la actividad pública (ver tercera columna de la Tabla 2). En
efecto, esa dependencia de la Presidencia de la República o Ministerio de la Presidencia dota de
carácter sustantivo a las políticas de Gobierno-e, dado que desde ahí es mucho más factible su
diseminación al conjunto de la estructura gubernamental nacional. Al mismo tiempo, esto demuestra el
carácter transversal y horizontal de las políticas de interoperabilidad de Gobierno-e, que afectan al resto
de las políticas públicas.
Asimismo, queda por observar la existencia de organismos de coordinación interna de cara a la
consolidación de la interoperabilidad de Gobierno-e en todos los entes dentro del nivel central de
gobierno. En este sentido, no todos los países disponen de este tipo de organismos coordinadores, ni en
todos los casos se entienden de la misma manera, por lo que no se han podido identificar patrones
comunes o conclusiones cerradas sobre su alcance y contenidos (ver Tabla 3). Evidentemente, la propia
estructura interna de los gobiernos es diferente en cada país, así como las competencias atribuibles en
cada caso. Lo realmente importante es que la naturaleza de los organismos de este tipo manifiesta, al
menos en cierta medida, la capacidad para concertar actuaciones de interoperabilidad en el conjunto de
la administración nacional.
Tabla 3
Entes de coordinación de la interoperabilidad de Gobierno-e en la administración nacional
Países Órganos de coordinación interna
Argentina Comité Técnico Asesor
Brasil Coordenação e-PING, Secretaria de Logística e Tecnologia da Informação
Colombia Comisión Intersectorial de Políticas y Gestión de Información para la Administración Pública
Costa Rica Comisión Interinstitucional de Gobierno Digital
Chile Comités ejecutivo, jurídico, técnico, operativo y representantes del administrador de esquemas
y metadatos, Secretaría Ejecutiva de Estrategia Digital
Ecuador En construcción. Comité para la interoperabilidad de ámbito estatal que incorpore las cinco
funciones del Estado: ejecutiva, legislativa, judicial, electoral y participación ciudadana
El Salvador Foro RED-GOES. Directores de tecnologías de las dependencias del gobierno central
España Consejo Superior de Administración Electrónica
Guatemala
México Consejo Técnico, Comisión Intersecretarial para el Desarrollo de Gobierno Electrónico
Nicaragua Comisión de Gobierno Electrónico de Nicaragua
Panamá Consejo Nacional para la Innovación Gubernamental
Perú Comité de Interoperabilidad en la Administración Pública
Portugal ICT Network Board (con representantes de todas las administraciones portuguesas), Agência
para a Modernização Administrativa
Uruguay
Área de Normas y Estándares Tecnológicos, Agencia para el Desarrollo del Gobierno de
Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y el Conocimiento, y Consejo de
Informática Pública
Venezuela Centro Nacional de Tecnologías de Información
Fuente: elaboración propia.
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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Áreas de los proyectos de interoperabilidad de Gobierno electrónico
Un punto a considerar se refiere a los ámbitos de acción pública en que se han llevado a cabo proyectos
de interoperabilidad de Gobierno-e por parte de los países iberoamericanos. En este sentido, se pueden
identificar cuatro sectores de especial interés para desarrollar proyectos interoperables: Compras
públicas (81,3%), tributos (68,8%), seguridad social (62,5%) y trámites generales (62,5%) (ver Tabla
4). En este sentido, cabe subrayar que la mayoría observa las compras públicas como una oportunidad
para desarrollar sus primeras iniciativas de interoperabilidad, especialmente en aquellos casos en que se
dispone de menos recursos. Por otro lado, las áreas de tributos y seguridad social se encuentran también
entre las preferidas para desarrollar proyectos de interoperabilidad, lo cual no es una sorpresa, dado
que, en general, se trata de ámbitos en los que el Gobierno-e se ha desarrollado de una manera muy
notable. Finalmente, el caso de los trámites generales, tales como el anuncio del cambio de domicilio o
la incorporación al padrón municipal, también han alcanzado una buena cuota de interés en cuanto a
iniciativas desplegadas.
Tabla 4
Países que han desarrollado proyectos de interoperabilidad de Gobierno-e (%)*
Ámbitos en que se han llevado a cabo
proyectos de interoperabilidad %
Salud 43,8
Policía 37,5
Justicia 43,8
Trámites generales (cambio de domicilio, padrón, etc.) 62,5
Emergencias 0,0
Compras públicas 81,3
Tributos 68,8
Seguridad social 62,5
Otros 43,8
Fuente: elaboración propia.
* Pregunta multi-respuesta.
En el otro extremo se encuentra el caso de las emergencias (0,0%) y, en menor medida, otros
ámbitos como policía (37,5%), justicia (43,8%) o salud (43,8%) (ver Tabla 4). En estos casos, existen
sectores con una presencia importante de profesionales muy capacitados en cada uno de ellos y,
tradicionalmente, bastante reacios a la implantación de herramientas de Gobierno-e; a lo más,
colaboran con otros ámbitos gubernamentales en la administración de sus actividades operativas. Sin
embargo, resultaría interesante profundizar en esta cuestión en futuras investigaciones.
De manera complementaria se puede afirmar que, junto a lo anterior, los países perciben que
determinados sectores cuentan con un mayor potencial de beneficio como consecuencia de su
desarrollo. En particular, suelen incluirse áreas como la sanidad, la justicia, el comercio o los tributos,
aunque no existe al respecto una visión homogénea en todos los países. En definitiva, este último
aspecto es percibido aquí de una forma abierta, dado que será objeto de interés en la siguiente sección.
3. Percepciones acerca de los beneficios y retos de futuro de la interoperabilidad en Iberoamérica
Las consultas realizadas a los países permitieron, además de tener una visión general sobre el estado de
sus iniciativas de interoperabilidad, obtener información de los responsables de dichas iniciativas o de
los responsables de gobierno electrónico (hablando más ampliamente) acerca de sus percepciones sobre
los beneficios de la interoperabilidad, así como de los retos que ésta impone. Tres aspectos son
abordados en esta sección: 1) los beneficios según los encuestados, independientemente de que sean
potenciales o reales; 2) los retos de futuro, percibidos en la actualidad como barreras u obstáculos al
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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desarrollo de la interoperabilidad en los países objeto de análisis; y 3) los retos tecnológicos, por ser, a
corto plazo, uno de los aspectos determinantes del éxito o fracaso de las iniciativas.
Beneficios
Los beneficios estudiados por la literatura son también percibidos como tales por las administraciones
públicas que han puesto en marcha proyectos de interoperabilidad. Criado, Gascó y Jiménez (2010)
resumen algunas de estas oportunidades haciendo referencia a:
- La posibilidad de cooperar entre niveles de gobierno y agencias de la administración sin
distinción del nivel de desarrollo tecnológico; es decir, combinando diferentes tipos de tecnologías en
los back offices de los organismos implicados.
- La simplificación de la actividad administrativa y de los procesos de negocio/gobierno, lo que
tiene como consecuencia una mayor eficiencia en el quehacer de las administraciones públicas.
- La posibilidad de utilizar más fácilmente estándares abiertos y aplicaciones tecnológicas, lo
que puede llevar a una reducción del coste en tecnología.
- La reutilización de datos y funcionalidades que puede redundar en una disminución de los
costes de desarrollo de sistemas de información.
- La mejora de la toma de decisiones como consecuencia de la obtención de datos agregados y
de información de mayor calidad.
- La promoción de la cooperación internacional en ámbitos en los que se requieren nuevas
herramientas.
- La mayor sencillez en la realización de trámites por el ciudadano o usuario de los servicios
públicos (por ejemplo, ahorro de tiempo o de dinero).
- La mayor capacidad de promover la transparencia y la rendición de cuentas ante los
stakeholders.
- La consecución de una visión integral e integrada de los servicios públicos tanto por parte de
las administraciones públicas como de los beneficiarios y otros actores implicados, independientemente
del número de organismos o procesos que intervengan en su confección final.
Por otro lado, la Tabla 5 recoge las respuestas proporcionadas por los encuestados. Puede
observarse la coincidencia entre los beneficios potenciales señalados por los autores y los reales,
apuntados por los gobiernos consultados.
Además, en términos generales, también puede afirmarse que existe una amplia coincidencia en
relación con la percepción de los beneficios que conllevan las iniciativas de interoperabilidad. En este
sentido, la mayor parte de los países coincide en apuntar (con un 87,5%) una mayor rapidez en la
prestación de servicios, así como la visión integral e integrada de los mismos. A continuación, con algo
más de un 81%, se menciona la mayor comodidad para el ciudadano, seguido de una mayor
comunicación entre las administraciones (75%).
Tabla 5
Principales beneficios percibidos con la interoperabilidad (%)*
Beneficios %
Menores costes 62,50
Mejora de la calidad de la información 68,75
Más rapidez en el servicio 87,50
Mayor comodidad para el ciudadano 81,25
Mayor comunicación entre administraciones 75,00
Visión integral e integrada de los servicios 87,50
Otros 12,50
Fuente: elaboración propia.
* Pregunta multi-respuesta.
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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Si se analizan con mayor detalle las respuestas obtenidas, se observa que casi un 70% de los
países percibe que la interoperabilidad aporta cinco o más ventajas (ver Tabla 6).
Tabla 6
Porcentaje de países por cantidad de tipos de beneficios percibidos
Cantidad de diferentes
tipos de beneficios %
6 56,25
5 12,50
4 6,25
3 12,50
2 6,25
NC 6,25
Fuente: elaboración propia.
En íntima conexión con los beneficios señalados se encuentra la percepción acerca de cuáles son
los ámbitos de gobierno más relevantes para poner en marcha proyectos de interoperabilidad. En este
sentido, la Tabla 7 muestra que son tres las áreas más claramente identificadas por los encuestados:
comercio e intercambio de mercaderías (75%); aduanas, fronteras y movimientos migratorios
(56,25%); y seguridad (56,25%). Dada la escasa experiencia en materia de interoperabilidad entre
países, a priori, las respuestas proporcionadas parecen ser bastante lógicas puesto que tienen que ver,
por un lado, con el intercambio de bienes y servicios y migraciones de población entre países, algo que
ocurre frecuentemente, y, por el otro, con la posibilidad de aumentar la percepción de seguridad, lo que
es importante teniendo en cuenta el alto nivel de riesgo percibido que existe en algunos de los países de
Iberoamérica.
Criado, Gascó y Jiménez (2010: 35) afirman al respecto: “Los Estados iberoamericanos
experimentan una creciente circulación de personas entre ellos, así como con terceros países, de manera
que actuaciones de interconexión entre los sistemas aduaneros facilitará que estos procesos se realicen
de una manera ordenada y siguiendo los intereses de los respectivos actores involucrados, así como
evitando situaciones indeseadas. Además, todo ello facilitará un servicio más eficiente y cercano a la
ciudadanía y las empresas, en la medida que se dispone de una información más robusta y consistente”.
Asimismo, “las amenazas que experimenta la seguridad de los Estados iberoamericanos por parte de la
delincuencia internacional convierten esta dimensión en una de las más relevantes de cara a promover
iniciativas transfronterizas de colaboración. En particular, la posibilidad de compartir datos e
información sobre narcotráfico, terrorismo, trata de personas y demás amenazas a la seguridad que son
comunes a la mayoría de los países de la región resulta de especial interés, siempre teniendo en cuenta
que en este ámbito es donde se deben extremar las medidas de garantía para evitar el acceso de terceros
a los datos de las Administraciones Públicas involucradas en los intercambios” (p. 36).
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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Tabla 7
Áreas percibidas como relevantes para interoperar (%)*
Área %
Fronteras, aduanas y migración 56,25
Transporte 12,50
Seguridad 56,25
Seguridad social 12,50
Comercio y mercaderías 75,00
Salud y vigilancia sanitaria 12,50
Tributos 6,25
Otros 12,50
Fuente: elaboración propia.
* Pregunta multi-respuesta.
Retos de futuro
Como afirma Gascó (2011), las iniciativas de interoperabilidad no están exentas de riesgos o barreras
para alcanzar los objetivos pretendidos. Por un lado, se encuentran aquellos problemas específicos
asociados a la tecnología que son consecuencia de los diferentes momentos en términos de gobierno
electrónico por los que están transitando las organizaciones implicadas, lo que, a su vez, condiciona el
nivel de inversión de recursos y, por ende, las características de las infraestructuras tecnológicas de las
que se dispone. Pero, además, existe una serie de dificultades, de alcance más general, que trascienden
el ámbito tecnológico y de las que el éxito de las iniciativas de interoperabilidad depende, si cabe, con
más fuerza. La Tabla 8 recoge, en este sentido, los obstáculos que los países consultados perciben
como más importantes a la hora de desarrollar iniciativas de interoperabilidad entre Estados.
Tabla 8
Principales retos considerados para la interoperabilidad (%)*
Retos %
Barreras tecnológicas 68,75
Diversidad de idiomas 25,00
Demasiados actores 75,00
Cultura organizativa 87,50
Barreras legislativas/jurídicas 75,00
Barreras relacionadas con la seguridad y privacidad 50,00
Sistema político 62,50
Altos costes 12,50
Fuente: elaboración propia.
* Pregunta multi-respuesta.
El factor más apuntado es la cultura organizativa. No en vano se ha señalado en diversas
ocasiones que no existe cultura de cooperación en el sector público. Y es que sólo cuando el ciudadano
es considerado el verdadero foco, la prioridad absoluta, es que la cooperación deviene en valor. Sin
embargo, en la actualidad todavía imperan valores, creencias y rituales asociados a perspectivas buro-
tecno-céntricas sustentadas en la prevalencia de los intereses político-burocráticos por encima de los
del ciudadano. Como consecuencia de ello, suele dominar un principio de localidad, lo que implica
que, normalmente, los actores toman decisiones buscando maximizar, primero, sus beneficios
personales y, después, los de su unidad administrativa, los de su organismo, los de su sector, los de su
ámbito geográfico y los de su país, en ese orden.
Las barreras legislativas son otro importante elemento a tener en cuenta. Ciertamente, a pesar de
la aparición reciente de esquemas nacionales o marcos de interoperabilidad, en términos generales,
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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varios elementos normativos relacionados directa o indirectamente con el intercambio de información
se revelan obsoletos y no contemplan las necesidades actuales.
La pluralidad de actores es el tercer aspecto señalado por los encuestados. Sin duda, el gran
número de organismos e individuos implicados en iniciativas de interoperabilidad, tanto a nivel técnico
como político, dificulta la implantación de los proyectos, sobre todo aquellos de ámbito transfronterizo
en los que no sólo se tiene que hacer frente al número de actores sino, también, a sus diversas
características.
Retos tecnológicos
Como se recogió anteriormente, los obstáculos tecnológicos, si bien en cuarto lugar (el 68,75% de los
países los han mencionado), no dejan de ser una preocupación para los responsables de la
interoperabilidad. Por ello se ha considerado oportuno abordarlos separadamente.
Los resultados inequívocos que arrojan los análisis con respecto a esta cuestión es que
prácticamente todos los países coinciden en el principal problema: los datos (ver Tabla 9).
Disgregación de bases de datos, inexistencia de modelos de datos comunes y, en general, problemas
importantes con los datos son algunos de los aspectos mencionados por varios países.
Además, en este grupo de análisis se encuentran líneas bastante equilibradas que identifican las
problemáticas comunes. A excepción del apartado “otros”, la distribución de países gira en torno al
50% o más para cada problemática, y más de la mitad de los países señala siete tipologías o más, lo que
indica que un alto número de países coincide en las áreas en las que encuentran dificultades
tecnológicas (ver Tabla 10). Este aspecto es también interesante desde el punto de vista de las
soluciones, ya que la mayoría de los países estarán interesados en solventar las mismas tipologías de
dificultades y, por lo tanto, es terreno sobre el que la colaboración puede potenciar el impulso conjunto.
Asimismo, es interesante señalar qué problemáticas relacionadas con los datos (cualitativos y
cuantitativos) y su almacenamiento, con la seguridad y la privacidad, con los estándares o con la
discrecionalidad a la hora de definir soluciones son las más comunes, mientras que los aspectos
relacionados con infraestructuras poco desarrolladas están menos extendidos.
Tabla 9
Porcentaje de países que tienen una tipología de dificultad dada (%)*
Problemática %
Poco desarrollo de infraestructuras 43,75
Diversidad de opciones para la adopción de estándares 50,00
Disgregación de las bases de datos 81,25
Alta discrecionalidad en la definición de sistemas de información 62,50
Inexistencia de modelos de datos comunes 87,50
Problemas de seguridad informática 56,25
Baja práctica en el uso de estándares 75,00
Ausencia del principio de neutralidad tecnológica 62,50
Problemas con los datos 93,75
Desconocimiento sobre información generada 62,50
Otros 12,50
Fuente: elaboración propia.
* Pregunta multi-respuesta.
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Tabla 10
Porcentaje de países por número de tipologías-problemas (%)
Número de tipologías %
11 6,25
10 12,50
9 18,75
8 6,25
7 12,50
6 12,50
5 6,25
4 12,50
3 6,25
2 6,25
Fuente: elaboración propia.
4. Recomendaciones de futuro sobre la interoperabilidad en Iberoamérica
Esta sección abre la puerta a una reflexión más amplia acerca de una serie de recomendaciones de
futuro para promover la interoperabilidad de Gobierno-e en Iberoamérica. Las dos secciones anteriores
han ofrecido una nítida y amplia panorámica sobre los avances desarrollados hasta la fecha en esta
materia dentro de la región, así como de las principales percepciones de los responsables de su gestión
en los gobiernos nacionales, teniendo en cuenta las barreras y oportunidades que ofrece en el futuro
próximo. A partir del análisis de todo esto se ofrecen unas ideas y recomendaciones para desarrollar la
interoperabilidad de Gobierno-e en Iberoamérica, sobre todo a raíz de la relevancia que ha alcanzado
tras la aprobación de las Bases para una Estrategia Iberoamericana de Interoperabilidad en la XII
Conferencia Iberoamericana de Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado, así como
por su ratificación en la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, de Mar del
Plata en diciembre de 2010.
Recomendación 1. Los países iberoamericanos deberían promover una vertiente estratégica de
la interoperabilidad a través de una perspectiva integrada sobre el Gobierno-e, teniendo en cuenta
unas bases comunes a nivel regional. En este sentido, disponer de un documento a la manera de un
esquema o marco nacional de interoperabilidad resulta esencial de cara a dar a conocer, a todas las
entidades administrativas nacionales, los patrones y estándares técnicos, semánticos y organizativos
que deben seguir en los proyectos de Gobierno-e. Es por ello que los Estados iberoamericanos deberían
ser capaces de definir estrategias nacionales autónomas, pero subrayando al mismo tiempo aspectos
que puedan ser compartidos tanto dentro como fuera de las fronteras administrativas nacionales, de
manera que se proyecte en el futuro un potencial avance coordinado en la materia, ya desde la
definición de los lineamientos generales. Esto facilitará que a la hora de implantar iniciativas con otros
países, todos los organismos públicos involucrados estén listos para afrontar los proyectos compartidos
desde unas bases estratégicas comunes, previamente determinadas.
Casi todos los países iberoamericanos están siendo conscientes de la necesidad de establecer unos
lineamientos estratégicos en torno a la interoperabilidad de Gobierno-e para convertir la colaboración
interadministrativa en una vertiente más de su actividad. Esto ha supuesto una confirmación de la
madurez que la cooperación en materia tecnológica está adquiriendo en el quehacer de las
administraciones iberoamericanas. De hecho, se ha concretado de una forma importante en la creciente
presencia de este tema en foros y encuentros regionales o actividades de Gobierno-e en los que han
participado todos o algunos de los países de la zona, de manera que las conclusiones de los mismos se
orientan hacia una voluntad manifiesta de cooperación regional, de cara a mejorar el aprendizaje
compartido y desarrollar patrones comunes de desarrollo en esta materia.
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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Recomendación 2. Los organismos de coordinación interna deben orientarse en cada uno de los
países a facilitar la promoción de la interoperabilidad de Gobierno-e, considerando el carácter
transversal de las iniciativas y proyectos a implantar. Los casos apuntados anteriormente demuestran
la necesidad de consolidar el Gobierno-e de una manera concertada dentro del conjunto de las
administraciones públicas nacionales, teniendo en cuenta la variedad de organismos, áreas de políticas
y necesidades concretas de cada servicio público. Esto convierte en imprescindible el hecho de que
exista un espacio en el que todas esas perspectivas se puedan poner en sintonía, de una forma
concertada, de cara a mejorar los resultados e impactos de las actuaciones puestas en marcha. Entonces,
para lograr su sostenibilidad será necesario seguir unas pautas comunes que faciliten la colaboración en
el futuro con otros actores o entidades de gobierno.
De hecho, los países de la región iberoamericana ya están traduciendo el nivel de prioridad de la
interoperabilidad de Gobierno-e en la creación de unidades de coordinación interna dentro de sus
gobiernos, incluyendo organismos para su gobernanza. Lo anterior pone de relieve que el despliegue de
tecnologías de información y comunicación se ha convertido en una dimensión sustantiva de las
políticas públicas nacionales, que requiere de una adecuada gestión y, al mismo tiempo, de un decidido
apoyo político. Estos aspectos parecen estar cada vez más claros dentro de los países de Iberoamérica,
en la medida que los organismos creados para la dirección del Gobierno-e suelen posicionarse dentro
de la esfera presidencial o, en su caso, en ministerios con una elevada influencia política. Además, esos
organismos de coordinación interna pretenden desplegar su impronta en el conjunto de la
administración nacional.
Recomendación 3. Los países de Iberoamérica deberían trabajar en la configuración de una
instancia intergubernamental en el ámbito regional para la gobernanza de la interoperabilidad o bien
promover otros espacios de encuentro formalizados dentro de organismos multilaterales ya existentes.
En el primer supuesto se trataría de crear ex novo una instancia que pudiera aglutinar el interés de todos
los países de la región por promover la gobernanza de procesos de Gobierno-e. Ello implicaría la
dotación de los medios necesarios para definir y consolidar una estrategia regional de interoperabilidad,
así como los criterios de consulta, adopción de decisiones y actualización de todos aquellos
documentos o estándares que sus miembros decidan dotarse. El segundo caso, quizá más realista,
supondría la creación o fortalecimiento de comités o grupos de trabajo sobre interoperabilidad de
Gobierno-e dentro de instituciones multilaterales ya existentes, tales como la CEPAL, la OEA o el
CLAD, de cara a adoptar esas mismas decisiones compartidas. En cualquiera de los dos casos, sería
también deseable la consolidación de otros espacios e iniciativas de colaboración, tales como un
observatorio digital para la interoperabilidad en Iberoamérica, la difusión y aprendizaje de buenas
prácticas, el trabajo conjunto con universidades en proyectos de investigación o la creación de premios
a la interoperabilidad de Gobierno-e.
En ese sentido, la existencia de organismos de interoperabilidad de Gobierno-e para su
gobernanza debe orientarse a garantizar una adecuada implantación de proyectos transnacionales. La
dimensión de la gobernanza de la interoperabilidad descansa en la existencia de organismos
administrativos que lideren el Gobierno-e en los países de la región iberoamericana, algo que se halla
en una fase de alta consolidación. La gobernanza de la interoperabilidad requiere de la colaboración de
los organismos nacionales, siempre preservando la autonomía e independencia de las instituciones
nacionales, al mismo tiempo que asientan una colaboración transfronteriza para adoptar acuerdos de
manera conjunta. Esto exige, además de la voluntad política expresada por los responsables de
Gobierno-e nacionales, de un creciente dinamismo en el sistema de relaciones intergubernamentales
entre los organismos públicos participantes.
Recomendación 4. Resulta necesario el fomento de la cultura de la colaboración
interadministrativa e intergubernamental dentro de los sectores públicos nacionales, en todos sus
niveles y entre todos los empleados públicos. En este plano, resulta pertinente apuntar la necesidad de
atender factores de diversa índole, siendo los relacionados con la esfera legal/normativa y
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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personal/capital humano los más sustantivos. Del lado legal/normativo, la diversidad de partida dentro
del entorno iberoamericano es elevada. Sin embargo, se puede trabajar en el establecimiento de
criterios y plazos compartidos para evitar dilaciones en la implementación de actuaciones frente a
potenciales incompatibilidades legales. Del lado del personal/capital humano, resulta imprescindible
que los países de la región dispongan de empleados públicos con la capacitación requerida para
desarrollar proyectos de Gobierno-e con participación de agencias de diferentes países. De forma
complementaria, el fortalecimiento de una cultura administrativa orientada a la colaboración
interadministrativa e intergubernamental debe cimentarse sobre un liderazgo híbrido (habilitado para
gestionar tanto redes de políticas públicas como redes tecnológicas), que sea capaz de traducir las
aspiraciones políticas manifestadas por cada uno de los países, en actuaciones configuradoras de
servicios públicos digitales interoperables y de valor añadido para la ciudadanía.
En todo caso, tal como se ha puesto de manifiesto en las secciones anteriores, todavía se perciben
notables resistencias culturales e institucionales ligadas al despliegue de proyectos de interoperabilidad
de Gobierno-e. Este tipo de barreras suele ser más persistente que las de carácter técnico o, incluso,
relacionadas con el financiamiento de las iniciativas a llevar a cabo. Lo anterior pone de manifiesto,
una vez más, la importancia de las variables soft (frente a variables hard, de carácter técnico) en los
proyectos tecnológicos dentro de las administraciones públicas, más cuando se trata de actuaciones que
requieren de la colaboración de actores procedentes de diferentes administraciones e, incluso, de
distintos países. Por consiguiente, lo anterior pone de nuevo sobre la mesa la importancia del desarrollo
de una buena gestión pública en el ámbito de la interoperabilidad.
Recomendación 5. Desde un punto de vista tecnológico, si bien se han alcanzado importantes
logros, deben continuarse los esfuerzos por mejorar la seguridad y privacidad de las comunicaciones
entre diferentes administraciones, por desarrollar esquemas semánticos y técnicos asentados en
soluciones y plataformas abiertas, así como por promover un tratamiento organizado de los datos. El
conjunto de los países de Iberoamérica requiere que sus avances en Gobierno-e se consoliden sobre
unos soportes compartidos desde un plano tecnológico, si bien esta es la vertiente en la que se han
alcanzado mayores logros durante los últimos años. Por consiguiente, se recomienda atender de una
manera específica las necesidades más acuciantes a las que han de hacer frente las administraciones
públicas para mejorar la interoperabilidad de Gobierno-e, especialmente las siguientes: el
establecimiento de unos patrones comunes para facilitar la adquisición, procesamiento,
almacenamiento e intercambio de los datos, así como el fortalecimiento de mecanismos para consolidar
la confianza entre los actores administrativos participantes en los intercambios, incluyendo las
correspondientes garantías a la privacidad de los potenciales afectados.
Resulta imprescindible que en esta vertiente se desarrollen protocolos que faciliten la
estandarización de toda la dimensión técnica que supone la interoperabilidad de Gobierno-e que, si bien
se puede considerar ciertamente desarrollada, requiere de futuros tratamientos comunes. En este
sentido, se debe comenzar por establecer unos principios técnicos compartidos en materia de software
de fuentes abiertas, el establecimiento de estándares y arquitecturas abiertos, que se encuentren en
consonancia con el tipo de servicios públicos interoperables a implementar. Determinadas
organizaciones internacionales, tales como IEEE, IETF, ISO o W3C, suelen emitir directrices que
pueden ayudar a converger las políticas nacionales en diferentes materias técnicas. Con ello se puede
lograr el máximo nivel de homologación en cuanto a los componentes y recomendaciones sobre
normas, protocolos y estándares necesarios para la interoperabilidad de Gobierno-e en el ámbito
iberoamericano.
Recomendación 6. Los ciudadanos son los receptores últimos de las actuaciones en materia de
interoperabilidad de Gobierno-e; por esto es necesario, por un lado, identificar áreas de trabajo con
valor añadido para ellos, teniendo en cuenta también las propias necesidades de los gobiernos
nacionales, y, por el otro, evaluar las iniciativas implantadas con un espíritu de mejora continua.
Todos los asuntos apuntados, así como otros que puedan ir surgiendo, son especialmente relevantes
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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para generar servicios públicos transfronterizos de alto valor añadido para los ciudadanos, así como
para conformar información de interés regional a partir de datos procedentes de diferentes
administraciones. Las administraciones públicas iberoamericanas se encuentran desarrollando
proyectos de interoperabilidad en diferentes áreas clave a nivel nacional, singularmente, compras
públicas, tributos o seguridad social, mostrando una clara aproximación a las necesidades de la
ciudadanía. Al mismo tiempo, se ha evidenciado el interés por la promoción de proyectos
internacionales de interoperabilidad en ámbitos diversos, sobre todo, comercio y mercaderías,
fronteras, migración y aduanas, y en materia de seguridad, apareciendo como cuestiones emergentes
otras tales como el transporte, la salud, la vigilancia sanitaria o los tributos. En definitiva, existe un
conjunto de áreas de acción pública con claro interés para la colaboración intergubernamental.
Dada la diversidad de países y de los problemas a enfrentar, se sugiere iniciarse con el diseño de
actuaciones conjuntas en las que participen dos o varios países, sin necesidad de esperar por un acuerdo
en el conjunto de la región para llevar a cabo la interoperabilidad en un ámbito concreto. Ello se ha de
garantizar a través de los oportunos espacios de diálogo y mecanismos de colaboración, que deben
actuar de forma dinámica para adaptarse lo más rápidamente posible a las necesidades que puedan
identificarse en adelante. En definitiva, las experiencias prácticas nacionales en materia de
interoperabilidad implantadas en las administraciones públicas iberoamericanas deberían servir como
modelo para desarrollar iniciativas transfronterizas, teniendo en cuenta que se han identificado ya
cuestiones de interés común para algunos o todos los países de la región.
Pero, además, las iniciativas de interoperabilidad deben evaluarse en términos de las
innovaciones, concertaciones o implementaciones a las que den lugar, de la realización y grado de éxito
de éstas y de la satisfacción tanto de los stakeholders como de los destinatarios finales (especialmente
ciudadanos pero, también, organizaciones y empresas) con el objetivo de conseguir la sucesiva mejora
de los componentes de los proyectos puestos en marcha. La evaluación de resultados con base en
diferentes criterios (eficacia, eficiencia, equidad, pertinencia, sostenibilidad) se convierte, así, en una
herramienta de análisis fundamental que permite gestionar y dirigir adecuadamente las actuaciones en
materia de interoperabilidad, así como obtener enseñanzas y experiencias para futuros proyectos de
colaboración.
Recomendación final. Las Bases para una Estrategia Iberoamericana de Interoperabilidad
establecen un mecanismo esencial de cara a asentar unas bases comunes a partir de las cuales cada
país debería promover su propia concepción de la interoperabilidad de Gobierno-e, si bien ya con un
mínimo común denominador en el conjunto de Iberoamérica. Desde una perspectiva regional, las Bases
garantizan la existencia de unos fundamentos compartidos por todos los países, adoptados desde el
máximo nivel político y asentados en una visión común sobre la necesidad de trabajar de forma
coordinada para promover el Gobierno-e en el conjunto de Iberoamérica. Al mismo tiempo, las Bases
pueden servir de mecanismo de legitimidad para los países de la región de cara a adoptar iniciativas
internas y, al mismo tiempo, para lograr avances colectivos en materia de interoperabilidad,
independientemente de la variedad en el desarrollo tecnológico, económico, idiomático, cultural y de
sistemas administrativos en Iberoamérica. A su vez, la inexistencia de presiones normativas o
instancias supranacionales de adopción de decisiones colectivas en Iberoamérica, implica que la
voluntad para llevar adelante la interoperabilidad transnacional se ha de fundamentar en actuaciones
cooperativas e independientes. Éstas, no obstante, requerirán para su éxito de calendarios comunes para
lograr objetivos, configurar indicadores y puntos de referencia cuantitativos y cualitativos adaptados a
las exigencias de los distintos países, así como organizar periódicamente controles y evaluaciones entre
homólogos como proceso de aprendizaje conjunto.
Lo anterior también requiere de la existencia de unas lógicas compartidas que impidan una
diversidad de proyectos, incluso dentro de la propia política pública, que no estén sustentados en las
mismas bases técnicas, semánticas y organizativas. La existencia de un documento como las Bases
ofrece una excelente oportunidad a los países de la región para desarrollar proyectos
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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intergubernamentales de Gobierno-e desde diferentes puntos de vista, grupos de países o sectores de
políticas. De entrada, se puede confirmar que existe una voluntad claramente definida de colaborar
entre los países de la región. Esa voluntad se sostiene en las opiniones manifestadas en el cuestionario
que nutre este artículo por los responsables de la materia en cada gobierno nacional, en un desarrollo
estimable de lineamientos estratégicos que dota de sentido a la cooperación entre países, así como en
los diferentes hitos alcanzados hasta la aprobación de las Bases. En este último sentido, destacan la
Carta Iberoamericana de Gobierno Electrónico (CLAD, 2007), el Libro Blanco de la
Interoperabilidad de Gobierno Electrónico para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2007), los
indicadores compartidos para el 2015 dentro del Plan de Acción sobre la Sociedad de la Información
de América Latina y el Caribe (eLAC), así como los acuerdos básicos de colaboración entre diferentes
países ya vigentes al día de hoy. Estos documentos y acuerdos refuerzan una voluntad común que se
debe ir consolidando progresivamente con actuaciones concertadas con carácter regional.
5. Conclusión
Como consecuencia de la elaboración de las llamadas Bases para una Estrategia Iberoamericana de
Interoperabilidad durante el año 2010, se realizó una consulta a los países de la región con el propósito
de conocer el desarrollo de las iniciativas en materia de interoperabilidad en Gobierno electrónico que
habían emprendido, así como su percepción de los beneficios y retos implícitos. Fruto de dicha
consulta ha sido este documento, cuyo objetivo ha consistido en presentar el nivel de implantación de
los proyectos de interoperabilidad en 16 países de Iberoamérica para conocer cuál es la situación actual
en la región. A grandes rasgos, las conclusiones más importantes extraídas del análisis de los datos son:
- A pesar del interés que despierta la interoperabilidad en los gobiernos nacionales de la región,
todavía no es ésta una prioridad en todos ellos. Se requiere, en este sentido, un nivel más elevado de
atención a este cada vez más fundamental elemento del Gobierno electrónico.
- La mayoría de los países consultados afirman contar con una estrategia de interoperabilidad, y
aquellos que no la tienen prevén elaborarla en el corto plazo.
- En la mayor parte de los casos, la elaboración de dichas estrategias ha tomado como referente
documentos generales o marcos nacionales de otros países, tanto en la región como fuera de ella. Así,
entre los primeros destaca la utilización del Libro Blanco de Interoperabilidad o de la primera versión
del Marco Europeo de Interoperabilidad, mientras que, entre los segundos, cabe referirse a Brasil y
Chile en Iberoamérica y al Reino Unido en Europa.
- Si bien todos los países, excepto Guatemala, cuentan con una unidad responsable del fomento
de la interoperabilidad en Gobierno electrónico, existe una gran heterogeneidad en cuanto a la
denominación de los organismos y unidades, la adscripción a los departamentos ministeriales o la
existencia de organismos de coordinación interna. La variedad institucional es elevada, lo que puede
dificultar la puesta en marcha de proyectos de interoperabilidad transfronterizos.
- Los cuatro sectores en los que más se han desarrollado iniciativas de interoperabilidad son los
de las compras públicas, los tributos, la seguridad social y los trámites en general.
- Los países perciben que los programas de interoperabilidad aportan importantes beneficios,
entre los cuales destacan la rapidez en el servicio, la visión integral e integrada de los servicios, la
mayor comodidad para el ciudadano y la mayor comunicación entre administraciones. Asimismo,
señalan como áreas clave, a la hora de interoperar, el comercio y mercaderías, las aduanas, fronteras y
migración, y la seguridad.
- También apuntan importantes retos para el desarrollo de la interoperabilidad, entre ellos, la
cultura organizativa, las barreras legislativas, la pluralidad de actores y los retos de carácter
tecnológico. Entre estos últimos, coinciden los entrevistados en señalar que los principales problemas
que se encuentran están asociados a los datos.
A la luz de la situación descrita, el artículo hace énfasis en las siguientes seis recomendaciones:
Publicado en la Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 50. (Jun. 2011). Caracas.
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- Los países iberoamericanos deberían promover una vertiente estratégica de la
interoperabilidad a través de una perspectiva integrada sobre el Gobierno-e, teniendo en cuenta unas
bases comunes a nivel regional.
- Los organismos de coordinación interna deben orientarse en cada uno de los países a facilitar
la promoción de la interoperabilidad de Gobierno-e, considerando el carácter transversal de las
iniciativas y proyectos a implantar.
- Los países de Iberoamérica deberían trabajar en la configuración de una instancia
intergubernamental en el ámbito regional para la gobernanza de la interoperabilidad o bien promover
otros espacios de encuentro formalizados dentro de organismos multilaterales ya existentes.
- Resulta necesario el fomento de la cultura de la colaboración interadministrativa e
intergubernamental dentro de los sectores públicos nacionales, en todos sus niveles, y entre todos los
empleados públicos.
- Desde un punto de vista tecnológico, si bien se han alcanzado importantes logros, deben
continuarse los esfuerzos por mejorar la seguridad y privacidad de las comunicaciones entre diferentes
administraciones, por desarrollar esquemas semánticos y técnicos asentados en soluciones y
plataformas abiertas, así como por promover un tratamiento organizado de los datos.
- Los ciudadanos son los receptores últimos de las actuaciones en materia de interoperabilidad
de Gobierno-e, por ello es necesario identificar áreas de trabajo con valor añadido para ellos, teniendo
en cuenta también las propias necesidades de los gobiernos nacionales.
Estas reflexiones son coherentes con los conceptos y directrices establecidos en las Bases para
una Estrategia Iberoamericana de Interoperabilidad. Estas Bases establecen un mecanismo esencial de
cara a asentar unos fundamentos comunes a partir de las cuales cada país debería promover su propia
concepción de la interoperabilidad de Gobierno-e, si bien ya con un mínimo común denominador en el
conjunto de Iberoamérica.
En otro ámbito, es necesario seguir estudiando los programas de interoperabilidad en la región
citada y contribuir, así, a la reflexión teórica y al desarrollo práctico. En este sentido, algunas de las
cuestiones en las que debe seguir profundizándose incluyen el análisis de la formulación de estrategias
de interoperabilidad (qué las motiva, cómo se elaboran, qué actores están involucrados), las
implicaciones de la variedad institucional detectada a la hora de poner en marcha proyectos de
interoperabilidad transfronterizos, la superación de las barreras culturales y legales, o la evaluación de
los resultados de las iniciativas de interoperabilidad en términos de su eficacia, eficiencia, pertinencia,
equidad y sostenibilidad. Todo ello para seguir mejorando la acción de gobierno y la calidad de los
servicios que se prestan a la ciudadanía en todos los países iberoamericanos.
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