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ICAA-832022 Torres Garcia

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Registro ICAA: 832022

Fecha de Acceso: 2013-11-10

Cita Bibliográfica:

Torres García, Joaquín. “Lección 132. El hombre americano y el arte de América.” In

Universalismo Constructivo, 726- 732. Madrid: Alianza Editorial, 1984.

Resúmen:

En este texto, Joaquín Torres García teoriza sobre la visión que tiene sobre el futuro del arte

americano. Comienza argumentando que el arte americano está profundamente viciado porque

sus formas solamente se emplean para representar temas regionales. Torres García explica

que su teoría sobre el arte americano consta de dos elementos: la regla abstracta y lo viviente.

Al fijar lo viviente, es decir, la experiencia local vivida, dentro de la estructura de la regla

abstracta, lo local se verá conformado por lo universal. Según explica el autor, la regla abstracta

es una teoría sobre la estructura plástica ideada de forma independiente por el artista según sus

propias sensibilidades. La regla abstracta, según prosigue la explicación, es un lenguaje

constructivo tanto geométrico como intuitivo pero, tal y como recalca Torres García, uno que

está formado en base a la propia experiencia del artista mediante un proceso de

“descubrimiento personal”. Concluye que los artistas americanos deben alcanzar la regla

abstracta a través de un proceso de reduccionismo, esto es, deben comenzar en el vacío para

poder empezar a inventar sus propias formas.

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Leccion 132

El hombre americano y el arte de America

Para el hombre corriente, el arte es -cualquier cosa: una pintura o escultura naturalis-ta o decorativa. Porque .para ese hombre el arte es solo un medio (casi un oficio) dedesarrollar un tema; porque el tema lo es todo.

Entre estos hombres medios estin la mayoria de los pintores y escultores, loscuales satisfacen a maravilla las exigencies artisticas de los otros. Y asf todos sonfelices. Pero el arte no es eso.

Para toda esa multitud, pdblico y artistas, en realidad no existe un verdaderoproblema de arte. Una cosa tiene relation con la otra.

De existir problema, para esa gente es de fndole distinta que para el verda-dero artista. Es problema, o bien de oficio, y por esto solo de tecnica y casi mate-rial, o sea representar, imitar, crear un ilusionismo verista, o bien de orden pricti-co: dar trabajo a los artistas, o medios para el estudio, celebrar certimenes de arte,publicaciones, etc. Por esto, cuando se habla del problema del arte de America, sehabla solo de todo eso. Y hay que decirlo bien claramente, nada de eso tiene que vercon el arte. El arte esti mucho mis ally de todo eso; y tambien el problema delarte en el Nuevo Mundo.

Al proponernos nosotros hallar solution al arte de este hemisferio occidental,sea del Norte, Centro o Sudamerica, es excusado decir que nos situamos en eseplano del verdadero arte y no en esa vulgaridad. Por esto, quizis no interese mo-cha lo que digamos, pero hay que decirlo.

Y nadie se enoje por esto que acabamos de decir, pero saber sin estudiar, en-tender de arte sin un gran interes, un amor y un decidido emperio en penetrar sumisterio, eso no existe. Por esto son muy pocos los entendidos. Por esto, tambien,se esti en ese bajo plano del arte imitativo a base de tema, y en la poesia y masica sen-timental.

Pues bien: el problema del arte en America es un magno problema que re-quiere gran capacidad, en cualquier sentido, para resolverlo. Hasta cierto punto,nosotros estamos en condiciones de abordarlo con exit° (pues para algo han deservir los arios y el estudio), y es lo que estamos haciendo en estas conferencias. Ypara it al fondo de la cuestion, sin otro preimbulo, digamos en general puedeplantearse asi: una teorfa que contemple, de un lado, algo general que pueda dar uni-dad a todo el arte del continente, y del otro, que recoga, en la proportion debida, todoaquello local que deba recogerse y permita lo primero.

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El hombre americano y el arte de America 727

Se trataria, en cuanto a lo primero, de una regla abstracta (un concepto de es-tructura que abarcase todos los aspectos del problema plistico), y del otro, fijaraquel criterio o medida que debe determinar la forma en que lo viviente debe deentrar en maridaje con lo otro, y a fin de constituir una perfecta armonia. Y asitendriamos que lo local se fijaria en lo universal. Y con esto conseguirfamos en pri-mer termino la creacion de un arte fuerte y grande, y luego de esto, un arte, al fin,propio: el futuro arte de America.

Intentemos, pues, resolver tal problema.Si cualquier artista de Ame'rka quiere reconsiderar toda su obra, ?que puede

proponerse realizar, para lo futuro, sino algo ya por completo desligado de Euro-pa? ?El mismo y pensando en el europeo no debe de considerarse un hombrenuevo? Tal, a mi entender, debe ser la preocupacion de todo artista de este ladodel hemisferio. Y esto, como es natural, sin descontar ni lo que cads uno de nosotrostiene de universal, ni lo que el arte tiene de fundamental si es arte cierto.

Se que no depende de la voluntad el transformarse ni el crear una nueva estructurade arte, pues esto mds bien es obra del tiempo y hasta, a veces, de circunstanciasfortuitas. Es decir: que no debe pretenderse crear todo eso artificialmente. Pero,si esto es cierto, tambien lo es que ya tenemos conciencia de que hasta el presente nohemos hecho mds que imitar, y que ya hoy debemos proponernos otra cosa o decla-rarnos impotentes.

Despierta, pues, esa conciencia y, por otra parte, sabiendonos otra cosa que el euro-peo, esa doble idea debe trabajar en nosotros. Hago, pues, un llamado en estesentido, y que se dejen ya de lado y para siempre otras cuestiones que hasta ayernos preocuparon.

En una reciente conferencia tome a Walt Whitman como un puro tipo delhombre nuevo de America. Eso puede ser un punto de referencia y un punto departida. En tal sentido, y sin orgullo, debieramos decir como Camoens en Os Lu-siadas, y que citare de memoria:

Cesse tuto o que antigua musa cantaQue outro valer mais alto se alevanta.

Es decir, olvidar lo del Viejo Mundo y poner toda nuestra esperanza y nuestroesfuzrzo en crear esta nueva cultura que aqui tiene que producirse. Olvidar artis-tas y escuelas, olvidar aquella literatura y filosoffa, limpiarse, renovarse, pensar acompis de esa vida que nos circunda.

Di en otro momento unas normas para llegar a tal fmalidad, y que ni se consi-derarfan ni ya deben recordarse. Y en ellas decia esto mismo de hoy; y tambien(como antes dije) sin olvidar lo que es de todos los tiempos y lugares. (Vease lapigina 22 del fasciculo <500a. Conferencia4

Si es que debemos enderezar a tal finalidad, claro esti que para llegar a ella loprimordial es ser; es decir, que nosotros mismos ya seamos esa cosa nueva que de-berd manifestarse en nuestras obras. Debemos, pues, en cierto sentido rehacernos, ypara ell° lo primer() es que nuestro pensar sea otro, pues esto, sin duda, es lo quepor su virtud y operando desde adentro puede inmunizarnos de cualquier in-fluencia. Dejar, pues, autores y maestros que ya no pueden servirnos, puesto quenada pueden decirnos de lo que debemos descubrir en nosotros mismos. Y desde ahora ya

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no debemos contar con la ayuda de nadie y si solo con nosotros mismos. Este hade ser nuestro pensar.

Como debemos escribir? Eso debemos descubrirlo. tComo debemos pintar?Eso hay que encontrarlo. Y ya no mds precedentes, ya no ma's trabas a la creation ya la expresion. Poi esto, que nada nos asuste. Lo .inico que debe asustarnos sera elcaer en lo que se aprendid; en el remedo, en el plagio, voluntario o involuntario, enel prejuicio europeo, quiero decir en ese cOmodo apoyo de lo venerado y consagra-do; y si alguna vez lo hemos sometido a crftica, ha sido por pura petulancia y sinpoder oponerle nada, pues hasta el presente nada poseemos.

Pero quiero dar un toque de alarma: que lo que intentemos configurar comonuestro no sea un desborde romdntico. Tengo que explicar esto bien claramente. To-mar de lo nuestro, darnos cuenta de lo nuestro, darnos cuenta de lo que somos,llegar a esa conciencia. Todo esto si, en primer termino. Pero, luego, no hacercomo el mal actor, que a gritos se descompone en la escena, sino como el actorque posee un estilo, que conoce unas reglas. No demos, pues, ni un paso sin estefirme sosten. Y ahora tengo que advertir que ningdn academism° es una regla. Unaregla debe ser algo eterno, universal; y mas que eso, algo basado en la estructuradel hombre (el cual, a su vez, responde a la estructura del Universo), por esto detodos los tiempos y de todos. Y esta es la dnica regla que podemos admitir.

Plagiar a los maestros europeos de hoy o plagiar a los clasicos, seria lo mismo:no se trata de eso, se trata de hallar al hombre y al arte de America.

con tal regla abstracta, como he dicho y absoluta, podemosavanzar seguros, lo real entre que vivimos y hacia lo real de nuestro ser.

Entonces, por el momento, clausuremos nuestra biblioteca (y esto tomese enespiritu y no a la letra), sea para leer o para contemplar imagenes. eEs duro? Si, loes, y sin embargo es lo que deberiamos hacer.

Escribes? Pues hablame del lengucje, de su estructura (de su construction),htindete en la palabra, busca el ritmo, cuenta, mide, y cuando eso poseas, sin dartecuenta saldra eso que desfila por la calle y las ideas que te haya sugerido. Pues elque escribe toma su origen en la palabra; es su punto de partida y no la realidad, como secree. (Hay que fijarse mucho en eso). Porque un arte propio, ante todo, tiene queestar basado en una estructura propia.

Pintas? Pues ante todo hablame de valores plasticos, hablame tambien de es-tructura, y sea matematica o geometrica o intuitiva, pero siempre de construc-tion. Hablame de geometria. Pues solo partiendo de y no de la realidad,

hallaremos lo propio. Frente a ella ha de levantarse todo esto ese hecho plasti-co que la recoge para tomar su figura. Se ve, pues, que por el camino de la anec-dota y de la imitation jamas podra llegarse a una verdadera creation. Ademas, conmatices no se llega a eso. Primero es el esqueleto. Cantar la cuchilla o el hombrede la Pampa estilo poeta simbolista o sobrerrealista, no es lo que debe hacerse.Pintar gauchos con la vision de Cezanne, tampoco. iPobre pintor, pobre poeta,pobre mtisico, nada de lo que tienes te pertenece! Te has dado cuenta de eso?

Ahora aqui tengo que hacer un parentesis para decir que si debemos, al fin,partir de algo propio (y esto siempre a base de una estructura y no de motivos ti-picos ni cosas asi por el estilo), si al fin ser como es logico que seamos y ya noapoyandonos en modos y maneras o sistemas importados; es decir, buscando

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siempre el precedente como para hallar en el justificacion, y sea para el arte o paranuestra vida social; si al fin, desechando todo eso, con nuevo criterio, considera-mos a cada cosa nuevamente para reconstruirla ya de otro modo; si todo estohacemos, que no sea jamds pensando en un panamericanismo. Porque nuestro negocioes otro, y sin que tengamoS que decir nada contra esa politica intercontinental. Sidebemos proponernos todo eso que acabamos de decir, es, en primer lugar, por-que es logico, y luego porque, de no hacerlo, jams llegaremos a la verdaderacreacion. Y esto, como se ve, es capital.

(due el literato (aqui entre nosotros), el pintor y el mdsico creep pensar porcuenta propia cuando en realidad, estdn pensando a trave's de formas e ideas extranjeras,es hecho por demis cierto. En tal caso no es el hombre americano quien piensa,sino el europeo prolongindose en el americano, pues es el que da la materia delpensamiento. Seri un musico ruso o trances, sera un novelista ingles o espanol,sera un pintor post-impresionista o cubista, lo que se quiera; sera siempre entre todoeso que se pensard una novela, un cuadro o una composicidn musical. Y epor que nopensarla de nuevo, es decir, (sin olvidarlo) dejando de lado todo eso y sintiendose a sipropio y considerando a las cosas con toda independencia? No se hace eso. Encambio (y por parte de literatos y artistas) no solo se piensa, sino que ademis sevive el ambiente de aquellos libros, cuadros y mdsica; y mis adn, no se habla de otrarealidad artisrica que de esa, no se escribe sin citar de continuo, no se pinta sin ha-cer referencia a cualquier autor plistico de Europa. Los de alli, en cambio, thantornado jamas algo nuestro? Digo, si se except& el tango... Lo peor del caso esque se da por sentado que nada puede hacerse (exceptuando el escenario o tema,que varia) que no sea dentro del concepto europeo; es decir, partiendo de eso ycomo si no fuese posible hallar nada nuevo.

Se que hay una corriente que atraviesa todo el mundo y que es la que sefialauna epoca. Siempre ha sido asi. Y hasta cuando aparece un estilo bien caracterizado,este domina y se deforma segrin las diversas localidades. Por esto, que aqui no po-demos tener la pretension de querer sustraernos a esa corriente mundial. Enton-ces, que se pide? Pues se pide esto: que se este en esa corriente, pero que se resuelvalo que ella trae, no como lo resolvicl tal o cual autor, sino tal como si se resolviese porprimera vez, con un sistema o modo propio; es decir, de manera original y como uncaso nuevo. Sirviendonos en ese momento, no de reglas particulares de tal o cual autor,sino por el contrario (y como lo he dicho cien veces) de reglas abstractas, universa-les y que, por ser tales, no pueden ser de nadie.

Puede sentir un literato o music() lo que quiera, lo que quiera dentro de lascorrientes de nuestro siglo xx, pero al tomar de esa corriente y al tratar de con-figurar una obra, no piense en tal literato o mUsico de alld de Europa (y en esto estariala falla) sino en las palabras, en su estructura, en el ritmo que les dad, etc.. y si es mdsi-co, en la calidad de los instrumentos, en las sonoridades que podrd producir y en el ritmotambie'n; pues es de la palabra (y nadie se escandalice), o mejor, de la frase y su caden-cia en el ritmo, que tendrd que surgir el mundo: los personajes y los ambientes, y no a lainversa; y es de las sonoridades que ira surgiendo la melodia, y no a la inversa, y conella y como arrastrindola, la emociOn, si se quiere ya, humana del mdsico.

Hablo, como se ve, aqui de lo de siempre: de estructura. Y sea literaria, musicalo plistica. Pues en ella radica la creacidn.

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Hay que llegar, pues, a la idea, que es la clave de cam construiremos, de comoestructuraremos en un caso dado; dar en ese quid que dotard. de originalidad yunidad a la obra. Y esta debe de ser toda la preocupacio'n, pues lo demds es extremo.Hay que ser, pues, constructivo.

Ahora perdonen si tengo que aludirme. Siendo esa mi dnica preocupaciOn,aunque siempre he militado en terrenos de vanguardia, jams se me ha podidoclasificar como a otros en ningdn ismo. Y eso lo ha reconocido mss de un criticode valia. Pues pods un pintor estar sacudido por la misma corriente que sacudioa Cezanne o a Picasso, pero hace otra cosa; busca dentro de ella por cuenta propia. eYque buscas? Un modo de hacer (que es el arte, pues arte es hacer con las reglas), yque es una estructura que el debe hallar. Por esto he dicho otras veces que dondeno hay construction no hay arte. Y el creador se distingue por eso. Pues bien: deproceder asi (y es el caso de Whitman), aqui en America surgiria un nuevo arte.Y propiamente arte, pues solo el basado en una estructura lo es.

Cada jefe de escuela, en Europa, hallo la suya en el siglo en que estamos, y seaMonet o Cezanne, y ese descubrimiento personal es lo que se imito. Y lo que se fa-brico con eso crea un movimiento: cubismo, neoplasticismo, etc.

Hay que comenzar, pues, sea cualquiera el primero; y sigan los otros. Losotros seguirin; de eso no hay duda. Todo consiste en dar ejemplo.

Pared por medio, artistas ambos, dos individuos buscan lo mismo, pero cadauno, queriendo decir lo mismo, ha hallado una estructura distinta. Habrin produ-cido dos obras identicas en el fondo, pero diferentes en cuanto a arquitectura. Ylas dos construidas; fuertes por esto, y plisticas. Y lo demds sera divagar, sera estaren la traditional rutina, sera estar en la inconsciencia, o si se quiere mejor, en unavulgaridad estdpida.

Pero hay otro aspecto que considerar. En medio de esa mediocridad se levan-tars a lo mejor una personalidad con agallas de original; un artista con prurito derevolucionario. No estd mal, evidentemente mejor que los otros; pero 2sobreque rieles marcha? Serail Braque o Monet, si es pintor; serail Debussy o Stra-winsky, si es mdsico; seran Pirandello o Dostoievsky, si es literato. Y no estardmal todavfa; pues esa imitation, ese plagio, ya supone conocimiento de los mejores va-lores. Y es posible que, tras esto, los encuentre al fin a mismo por su cuenta. Peroaun en este caso no enfoca bien la cosa. eA que apropiarse de nada ajeno? eA queabdicar de lo propio? Pues el plagio supone eso.

Repito: enfocci mal el problema. Comience por pensar por cuenta propia. Analice;observe. Dese cuenta de las cosas y de si mismo. Y... (y aqui reclamo toda la aten-ciOn) y... piense, ante todo, que artista quiere decir ((constructor» (y sea poeta,mdsico, arquitecto o pintor), Si, constructor. zY entonces? Que lo primero que hade saber, que lo primero que ha de poseer es el arte de construir (y perdonese elpleonasmo, pues arte y construction son una misma cosa). Asi pues, cuando poseala regla (y dentro de ese termino creo comprender a toda la ciencia constructiva),entonces, y solo entonces, sera artista. Y esa regla tendrd que ser suya; es decir, quedentro de su concepto abstracto el la habri adaptado a su peculiar necesidadconstructiva. Y no crea nadie que ningdn maestro de los habidos dejase de po-seer esa regla suya. Y hoy, 2que artista la posee?

Pues bien: hoy, al enfocar el problema del arte de America, necesitamos ante

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todo de esa indispensable herramienta de trabajo. Sin ella, nada que valga podre-mos proponernos. Y cuanto intentemos en tal sentido sera un buen deseo quefallara. Y es a esa altura que debe de llevarse el problema del futuro arte de Ame-rica.

No es, pues, diciendo: wamos a aniquilarlo todo, vamos a hacer una revolu-ciOn, vamos a crear algo nuevog. No, no es diciendo eso que se Regard a talfinalidad, y ni aunque se ponga en prensa al cerebro. No; no es asf. El artista futu-ro de America existird cuando cada uno de nosotros quiera tomar todo de primeramano: el agua de la fuente con una vasija propia. De no hacer asi, es imitil queponga en su obra todo lo tfpico o color local, ni la obra sera suya ni de America.

Propongase, pues, no tomar modos ni maneras de Europa, y entonces, clue lequeda? Un vado; la nada. in duda. Pues bien: es dentro de esa nada que debe laborar;tiene la regla (que sera suya) y la naturaleza en que vive (que tambien lo es) y el;asi se hard el artista de America.

Si con lo dicho se ha comprendido que un arte no es de una tierra dada, sinopor la estructura, ya habremos establecido un primer punto de apoyo para la granobra.

Se me dira: 2por qu6 ha de ser la estructura lo que marque el arte propio deun pais y no el tema, lo tipico, o simplemente lo que el artista pueda tomar de sualrededor? Voy a responder a eso.

Cada tierra no solo tiene su alfabeto, sus palabras, sino, ademas, el ritmo y cantode su hablar; y esto sera la estructura de su lenguaje. Y to que puede obedecer talritmo constructivo? Pues pura y simplemente a algo de su alma, a los impulsos desu modo de ser intim°, es decir, a lo vital de aquel pueblo, que lo caracteriza. Y asitendra la estructura de sus danzas, de su mdsica; como tendra su modo de andar ode accionar. Y entonces se comprende que adoptando una estructura ajena nopueda darse jamas nada propio y pese al tema. Serfa, por ejemplo, el caso de que-rer hacer una opera criolla. La Opera naciO en Italia y para Italia. Pero, lo que de-bemos proponernos es mas que eso, es la expresion de un hombre nuevo: delhombre de America. Ya no se trata, pues, y como antes dije, de folklore o colorlocal, sino de algo de mayor dimension y que debe comprender a las mil razas deeste nuevo continente. Y por el momento y lo que puede caracterizar mejor aeste hombre es que mira al futuro. Quiere ser; quiere crecer. Sabe que sera y, poresto, su actitud es expectante. Confia en su porvenir. Siente, por esto, su juven-tud. El hombre de America mira hacia adelante, y lo que es lo debe a eso.

Pues bien, de ese deseo, de eso vital suyo es que tendri que surgir una estructu-ra y no de su pensar: la nueva vision de un mundo nuevo. Otra dimension en lascosas, otra proportion, otro ritmo, otra coordination estructural. Y como conse-cuencia, tendra que definirse su mentalidad.

Todo esto se gesta en lo profundo. Y nadie podria acelerar lo que el tiempodeba crear. Pero con todo, debe hacerse una cosa: si no podemos obrar positiva-mente, podemos y debemos proceder negativamente: eliminar todo lo adquirido,todo lo prestado, crear un vado, como antes dije. Porque si sabemos lo que no somos,no sabemos en cambio lo que somos. Ser nada, por el momento, es mas interesanteque pretender ser lo que no somos.

Tenemos ese vacio. Provisionalmente comencemos a construir en el con las

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formal logicas, universales; que, poco a poco, en ellas prenderi lo vital. El cuarti-to del poeta (o del mdsico), el estudio del pintor, ahora estan desnudos. Encimade la mesa hay solo los dtiles del trabajo. Y el poeta, el mdsico y el pintor, yenta-na abierta, miran al espacio, esperando las nuevas de... no se sabe donde.

Junio de 1941.

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