Emilio Rodriguez Demorizi - Poesia Patriotica en Santo Domingo

Poesapatriticaen SantoDomingo

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Emilio Rodrguez Demorizi

Poesa patritica en Santo Domingo

Emilio Rodrguez Demorizi

Poesa patriticaen Santo Domingo

Apuntes para su estudio

DIRECCIN GENERAL DE LA FERIA DEL LIBROSANTO DOMINGO, REpBLICA DOMINICANA

2008

2008; EDICIONES FERlLIBRO -No. 121ISBN 978-99934-42-76-9

DISEO y ARTE FINALAmado Alexis Santana Chalas

IMPRESINEditora Bho

Impreso en Repblica Dominicana

Poesa patritica en Santo Domingo.Apuntes para su estudio

En los lejanos tiempos de la Colonia, desde que e! amor a latierra nativa comenz a florecer en e! corazn de nuestros antepasa-dos, naci la poesa patritica en la Isla Espaola. Por encima de lahispanidad, en la incipiente poesa colonial predominaron los pri-meros grmenes de! sentimiento de la nacionalidad, an informe eimpreciso. En los versos de los poetas satricos contra la ineptitud delas autoridades, contra la lenidad de la Real Audiencia, ya est vivoe! amor de patria, e! ansia de mejor destino para la pequea patria,expresado en las punzantes stiras de Lzaro Bejarano contra e! gra-ve e indolente Alonso de Maldonado, Presidente de la Audienciahacia 1552.

Desde temprano, la poesa se hace eco de las grandes vicisitu-des de la Isla, ya siniestramente vulnerada desde 1586 por Sir FrancisDrake, y luego por los colonos franceses establecidos en la parteoccidental de la Isla. Contra las huestes de Cussy y de Fontenayganan los lanceros dominicanos, en 1691, la esplendente Batallade La Limonade. Con arrogancia inusitada, Francisco Morillas leconsagra una patritica glosa, de la que slo se recuerdan dos. .Jactan-closoS versos:

que para sus once miL ..sobran nuestros setecientos...

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'W' EMIuo RODIGUFZ DEMORIZI

Cerca de un siglo ms tarde, en 1763, -y ya comienza a popu-larizarse el gentilicio dominicano, -el olvidado versificador Luis JosPeguero recogi en patritico romance las gestas de los nativos de laIsla, de sus tremendas luchas contra invasores y piratas. El ttulo dela extensa composicin lo expresa todo: Romance en que se diceque los valientes dominicanos han sabido defender su Isla Espao-la. En el comienzo de los versos se invoca la lealtad a Espaa:

Suenen las sonoras trompas,las liras y los timbales,mientras que mi torpe acentova explicando las lealtadesque en la Espaola islahan tenido en las edadesde los ya pasados siglossus moradores leales.Pues querindola invadirlas naciones infernalesde ingleses y de francesespor sus crecidos metalespor sus aguas y sus montes,por sus selvas y sus valles,por sus ros y sus fuentes,por su cacera volante,sin reparar que es la Primade iglesias y catedrales,Presidencias y Gobiernosy tambin de Virreynatos.Prima de Amrica toda,y joya de gran cognato,en que tiene el Rey de Espaavinculado un Mayorazgo...

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Poesa patritica en Santo Domingo ....

Despus refiere el poeta la trgica invasin del rapaz FrancisDrake; el memorable triunfo contra las legiones britnicas de Penny Venables; el valor de los defensores de la Isla:

Pero el Conde de Pealvaque entonces la gobernaba,con los nobles caballerosbreve se puso en campaa,peleando bizarramenteMieses, Maruchos y Vargas,Payanos y Fuenmayores,Bastidas y nobles Asas,Maldonados y Martnez,Nietos, Paredes y Laras,Francos y Caravajales...

Por los versos de Peguero pasan patticas visiones de batallas ylos siniestros nombres de Lorencillo de Canarias y Monciur Mar-can. La voz patria, es algo ms que Espaa para el poeta nativo delterruo en que naci Mximo Gmez, Libertador de Cuba; tienems hondo significado para el que canta con tanto entusiasmo, enlas soledades de su hato de Ban, el herosmo dominicano:

...que son pocos y nosotrosmoriremos por la patria!

El final del romance es, en s, una actitud dominicanista, con-sagrada por la poesa patritica:

Dmosle todos las graciasal Seor de cielo y tierra,

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ya su madre soberanadel ttulo de Mercedespor patrono proclamada;la Santa Cruz de la Vegaya Domingo el gran Patriarca;pues tenindolos a ellosjams temeremos nada:aunque vengan con Holanda,juntas Inglaterra y Francia;que aunque los viejos han muerto,mucha gente hay reforzadade grande pujanza y bros,que de reir tienen gana:y esperrnoslos por horaspor matar tanta canalla...

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Mas, poco haba de valer, para espurios polticos de la MadrePatria, el herosmo de sus lejanos hijos; ni haban de reparar, conmengua de su honra, en los privilegios de la Espaola, la primera yms gloriosa de sus colonias. La noticia de la paz celebrada en 1795entre Espaa y Francia, cantada alborozadamente desde Juan PabloForner y el Conde de Noroa hasta Cienfuegos y Quintana, fuerecibida en Santo Domingo con dolor de los naturales y llanto depoetas. Haba motivos ms que justos para tan acerbas aflicciones, -elocuente manifestacin del espritu nacional,- pues de acuerdo conel Tratado de Paz de Basilea la antigua Metrpoli haba cedido aFrancia la parte espaola de la Isla, inslito acto que Menndez yPelayo calificara de odioso e impoltico. Cunta pesadumbre para

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Poesa patritica en Santo Domingo 'W'

los dominicanos! Las familias se aprestan a ausentarse, antes que sersbditos de Francia; y puesto que con ellas se van reliquias y tesoros,no han de quedar bajo extraa bandera los restos del inmonal Co-ln. Equivocadamente exhuman los de su hijo Diego, yen la msdoliente procesin los llevan al barco que ha de conducirlos a LaHabana. El pueblo adolorido ve la escena, clara y viva en la coplaque repite acongojado:

Llorar, corazn, llorar.Los restos del gran Coln,los sacan en procesiny los llevan a embarcar.

No cesa el llanto de los poetas. Desde el oscuro Meso Mnicahasta el letrado Muoz Del Monte en todas las liras hay las mismasamarguras y el mismo testimonio de amor a la tierra natal. Sus lgri-mas ruedan todava, amargamente, por las dolidas estrofas de losLamentos de la Isla Espaola de Santo Domingo, ovilleros anni-mos, muy malos pero muy patriticos, al decir de Menndez yPelayo. En el velado reproche al Rey que autoriz la infausta cesin,se trasluce el sentimiento de la dignidad nacional ofendida.

LAMENTOS DE LA ISLA ESPAOLADE SANTO DOMINGO

Cundo pens ver mi greysin Rey?Cundo mi leal y fiel portesin norte?y cundo oh pena feroz!

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sin Dios?Lloro yo mi suerte atroz,pues me veo en un instante,a la que era tan amante,sin Rey, sin norte y sin Dios.

Nunca consent en mis ejesherejes;siempre persegu con brosjudos,fuerte venc, muchas veces,franceses;bebo del cliz las hecesde la ms amarga hielpues me van a hacer infiel,herejes, judos, franceses.

No se vio en mi honestidadlibertad;no se ha notado en mi honorerror;ni menos en mi corduralocura;pero ya oh pena dura!ver, que mi ley tan justa,se hunde en la mas injusta,libertad, error, locura!

Ahora mi feliz fortuna,a una

har el orbe me proclame

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infameal ver mi fidelidad,igualdad.Oh! Qu terrible maldad!Que mi noble jerarquavuelve el francs a porfa,a una infame igualdad!...

La primera en Indias quefetuve; y con igual privanza,esperanzaEn mi Dios, yen realidadcaridad;y ahora, igualdad, libertad,y Fraternidad profana,me dan por la soberanaFe, Esperanza y Caridad,

Era mi muro y paredMerced;mi defensa en la desgracia,Altagracia,norte cierto de Jess,y Cruz;mas, ya me dejan sin luz,sin asistencia y favor,quitndome qu dolor!Merced, Altagracia y Cruz.

Sabe bien mi desconsueloel cielo;

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mis lgrimas van a inundarel mar,mis crueles penas encierrala tierray tan despiadada guerra,slo por consejo sigola obediencia, y me es testigoel cielo, el mar y la tierra.

Yo venc ms de una vezal ingls;llev de mis manos tanda,Holanda;nunca rindi mi constanciaFrancia.

Si ahora me doy en ranciaobediencia al soberano,spalo as el Mricano,el Ingls, Holanda y Francia.

Pierdo con mucho dolor,Pastor;con tormento de un infiernoGobierno;con indecible dolencia,Audiencia.Ah Dios! Qu terrible ausencia!Portillo, Urizar, Garca,todo me falta en un da,Pastor, Gobierno y Audiencia.

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Poesa patritica en Santo Domingo ...

Nadie podr murmurarlos,Carlos,

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mis SUSPiroS, que es constanteamantefe soy con gigante amor,Seor;y ahora, con mortal dolor,que me cedes al francs,te digo adis! de una vez,Carlos, mi amante y seor!...

La torpe e ingrata cesin haba de ser patritico motivo de ins-piracin para el genial improvisador Meso Mnica. Es la CiudadPrimada la que habla, la que dice sus desalientos en amargadas dci-mas que tienen sabor de elega:

El diez y ocho de Octubrelas cuatro el reloj tocy en un bando me descubre,que ya el rey me abandon.Quin jams se persuadique siendo yo la Primadaciudad la ms celebrada,como rosa entre las flores,me quitaran los honorescon que me vi tan honrada?

Da y noche lloraresta suerte desdichada,hurfana y desamparadaen pocos das ser,

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'W EMIuo RoORlGUEZ DEMORIZ/

ya mis hijos los versalir a peregrinar,y tantsimo llorarque en un mar me anegar.Seoras y caballerosfui dichosa en poseer,y piadosa en acogermis hijos y forasteros;soldados y marineros,de muy distintas regiones;mis costumbres, mis accionesa todos bien parecan,y gustosos me decan:nos robas los corazones!

Ay de m, que es lo que veo!Las esposas embarcar,fuentes, para ms llorarde sangre, es lo que deseo.Qu me queda? Qu poseo?Tengan lstima de m!Que en un instante perdcuanto se poda perdera mi rey a quien serv.

Ay! de m, qu situacin!Para mi mayor tristeza,servir la nacin francesame afligir el corazn.Puertas, ventanas, balcones,salones, calles y plazas,

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chozas, bohos y casasen un continuo lamento,me servirn de tormentotodas las horas que paso!

Triste ciudad, desgraciada,tus penas yo considero,y aunque consolarte quiero,no puedes ser consolada.Est justa y bien fundadaen toda ley de razn,que debemos tu afliccinno slo considerarcon ayes del corazn.

Oh! qu pena, qu dolorcmo lo podr sufriral llegarme a despedirde mi arzobispo y pastor;quedarme tan sin seor,cuya dignidad me honraba,cuyos ejemplos me dabade la mayor santidad;cuyo amor y caridadsu bondad sacrificaba.

y t, augusta, noble audienciaque has sido mi protectorapor qu no lo eres ahora?Acompame a llorar conlgrimas de afliccin

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al entregar el bastnque bien sabas empuar.

Cmo crecen las aflicciones del triste pueblo de Santo Domin-go! Ya no es slo el dolor de ver sobre los gloriosos monumentoserigidos por Ovando la extraa bandera de Bonaparte. Ahora serecrudece el espantoso desbordamiento de las invasiones haitianas, yhasta hay amenazas de depredacin inglesa. El Padre Vsquez, -pocodespus ser vctima de la saa haitiana, morir quemado en el altarde su propia iglesia en Santiago.-compendia todas esas vicisitudes enuna clebre quintilla:

Ayer espaol nac,a la tarde fui francs,a la noche etope fui,hoy dicen que soy ingls;no s que ser de m!

Tambin un poeta desconocido recogera en extenso romanceel recuerdo espantoso de las invasiones haitianas de Toussaint, Des-salines y Cristbal; la sangrienta cautividad de Santiago; el dramti-co asedio de Santo Domingo; el brbaro degello de Moca:

Cmo no se eclipsa el Soly se extremecen los cielos,la tierra tiembla de espantoal ver tantos sacrilegios?Oh Santo Dios que sufrstan execrable despecho,mirad con benignidady rostro afable y sereno

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Poesa patritica en Santo Domingo~

a todos los pecadores,y asentad en vuestro reinolas almas de tantos fielesque en estas guerras han muerto!

Mas, ni el horror de las dantescas invasiones, ni el poderososeoro de Francia aniquilan el herosmo dominicano ni destruyenen la inerme poblacin de Santo Domingo su arraigada hispanidad.Contra los franceses se alza Snchez Ramrez y abate en Palo Hinca-do, las soberbias guilas francesas. Los poetas celebran el suceso.Andrs Muoz Caballero escribe, en ocho octavas, una Representa-cin gratulatoria, as como otros versos ocasionales alusivos a unaalegora en que figuraba un monstruo con cabeza y rostro humanos,patas de len y cola de serpiente, y una ninfa con una bandera espa-ola, enfrenando la cabeza del monstruo:

Este bruto que aqu me veis domandotan cargado de corazas y de arneses,es el que en Espaa entr robando,el grande Emperador de los franceses.

III

Si, gracias a la Reconquista picamente realizada por Juan Sn-chez Ramrez, por voluntad de los dominicanos vuelve a seo-rear labandera de Espaa en la parte oriental de la Isla, no faltan patriotasque intilmente le insinen al hroe crear una Repblica, siguiendoel ejemplo de Venezuela. Entre ellos est el Dr. Jos Nez de Cce-res. Aunque sus esperanzas y empeos han sido frustrados, l es el

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~ EMIuo RODRlGUEZ DEMORIZI

que canta las glorias de la gesta memorable. Su canto no va dirigido aEspaa; su hispanidad es meramente externa, velo que cubre sus ocul-tas intenciones. Su patria, tantas veces mencio-nada, no es Espaa,sino la patria que l hara libre en 1821. Olor de tierra nuestra se alzade sus estrofas; amor de patria atormentado por comprimidas ansiasde redencin. Una y otra W:L, en sus versos, asoma la mgica palabra:

-Que al suelo patrio causa la memoria...-Que de extranjero yugo redimierona Patria, y dulce libertad le dieron .-El suelo patrio de opresin forzada .

-Hijos del Yuna, de Casuy, Almirante,que el natal suelo con valor rescatan!. ..

-A honor perpetuo de los naturales,el tiempo no grabare en los anales...

Ahora, los que lloraron en tristes versos la funesta cesin a Fran-cia, pueden enjugar su llanto. La patria ha sido rescatada, y la poesapatritica es corona de laurel para sus hroes. Insospechados; airesde libertad soplan en el clebre Epinicio:

A LOS VENCEDORES DE PALO HINCADO

En la accin del 7 de noviembre de 1808 Jos N ez de Cce-res dedica la siguiente Cancin.

Por ms que se atavaLa rubicunda aurora de colores

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Poesa patritica en Santo Domingo .....

Para anunciar la aparicin risueaDe tan plausible da,Sus varios y esmaltados resplandores,Son oscuro bosquejo, dbil seaDel almo gozo, del placer y gloriaQue al suelo patrio causa su memoria.

Otros sus perfiladasPlumas empleen, su talento agudo,En acertados planes y mejoras;Las espigas doradasAqul ensee al labrador forzudoA cortar con las hoces segadoras:Quien el desorden pblico y la intriga

Con la picante stira persiga.

Yo envidio el laboriosoMn de tanta abeja artificiosa,Sin poder competir con su desvelo;Ms de zngano ociosoPor evitar la nota indecorosa,Pedir a Clo con ardiente anhelo,Que, embocando su trompa, los campeonesCante de Palo-Hincado, y sus acciones.

Rogarla se quiteLa corona marcial de su cabeza,y entretejida de olorosas floresVenga, y la depositePor premio del valor y fortaleza.En la de estos heroicos vencedores,

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~ f..\UUO RODR!C;VEZ DEMORl;fJ

Que de extranjero yugo redimieronLa patria, y dulce libertad le dieron.

Si palaciega mano,O de grado, o por fuerza en BasileaFirm la esclavitud de la Espaola,Hoy el empeo vanoSe deshizo, ganada la peleaDe estos guerreros por la virtud sola:Que el ulico servil todo estipula,Yel patriotismo nunca capitula.

Los que pueblos oprimen,Perpeten su fama ensangrentada,En columnas, yen alto capitolioPara los que redimenEl suelo patrio de opresin forzada,Hay ms estable y apreciado solioErigido en el pecho, y por las manosDe sus reconocidos ciudadanos.

La tierna madre al hijoQue los pueriles aos an no alcanzaDe esta funcin le explica el aparato,Con cuidado prolijoLe habla de la emboscada, de la lanza,Cmo se venci luego en breve rato,Yel corazn as con lo que aprendeEn ardimiento blico se enciende.

Esta temprana escuela

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Poesa patritica en Santo Domingo ...

Ensea a hacer el noble sacrificioDel bien inapreciable de la vida.Por todo nos consuelaDe amada libertad el beneficioVenciendo con honor si es adquiridaQue habiendo de morir todo nos sobra,y todo con vencer despus se cobra n

En ella es que se bebeAquel lenguaje enrgico, aquel broCon que el jefe a sus tropas as arenga:Soldados, hoy se debePelear por la Patria, y yo confoQue nadie ceda, ni a partido venga:La vida pierda quien cobarde huyere,Matadme a m, si yo la espalda diere.

Los que con faz serenaA sus pies ponen la europea cervizEn Moscow tremolan su estandarte;Los laureles de Jena,Las palmas de Marengo y AusterlitzAqu marchitan con adverso Marte.Setecientos soldados aguerridosComo de un rayo al golpe son vencidos.

Collados eminentes,Quebradas y laderas y malezas,y gramas que alfombris a Palo Hincado,Dad muestras evidentes

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... EMnJo RODRGUEZ DEMORIZI

De sensibilidad por las proezasDe los que un nombre eterno os han ganado,Vestos de verdor alegre y varioA honor de tan glorioso aniversario.

Cuando pase el viajeroPor estas apacibles soledades,El pie detenga, y con odo atentoAl genio placenteroQue en torno aqu derrama amenidades,Oiga decir con armonioso acento:Snchez Ramrez, Carbajal, Mercedes,Vsquez y Sosa, Fras y Paredes.Gloria eterna a los bravosHijos de Yuna, de Casuy, Almirante,Que el natal suelo con valor rescatan!Yaceramos esclavosSi ellos con el acero rutilanteLas viles ataduras no desatan.Almas insignes, recibid por frutoDe nuestra gratitud el fiel tributo.

Que la historia perezcaSi no trasmite tan ilustres nombresA la posteridad ms apartada;Y la fama enmudezcaDe los Leonidas y trescientos hombres,Si el siete de Noviembre y su jornada,A honor perpetuo de los naturales,El tiempo no grabare en los anales.

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Poesa patritica en Santo Domingo W'

Qu eficacia, qu repercusin tiene el Epinicio de N ez deCceres en aquellos momentos en que Espaa no se decide aun asatisfacer la esperada recompensa prometida a los hroes de PaloHincado? Honda y grave. El da 10 de diciembre del 1821 el poetaproclama la independencia de la parte espaola de la Isla: junto a lestn los heroicos soldados de la Reconquista. Como siempre, la li-bertad ha tenido otra vez animadores grmenes en la poesa, la poe-sa patritica.

Nez de Cceres, deca Csar Nicols Penson, cantaba asun-to original y nacional, y daba la nota patritica, que ha sido la quems ha resonado siempre en nuestra poesa, porque esta patria nues-tra ha sido la ms infortunada de las patrias!. Infortunadamente,la cerrazn haitiana cay de sbito sobre el inerme Estado queacababa de crear N ez de Cceres, y el 9 de febrero de 1822 seinici el largo y ominoso cautiverio babilnico, segn la pintores-ca frase de la versificadora Doa Ana de Osocio. Por mucho tiem-po han de enmudecer las picas trompetas de la poesa patritica,aunque el alma dominicana, ora sacudida por hondos sentimien-tos de hispa-nidad, ora estremecida por renacientes impulsos dedominicanidad, rechaza y odia al oscuro dominador. Ni an pormedio de la poesa puede expresar sus dolores y sus ansias. Mien-tras tanto floreca en la Isla hermana, la Isla Mayor, ya en su sueloo ya en el destierro, el poeta dominico-cubano Jos Mara Here-dia, -bardo nacional de Cuba como fue Gmez su hroe mximo,-Cantor del Nigara y del Himno del Desterrado, cuya poesa pa-tritica sera luego la antorcha que ira de mano en mano, de Nar-ciso Lpez a Cspedes, y de Agramonte a Gmez, ya Maceo, reen-cendida por Mart.

Ya en 1830, un vil y torpe versificador extranjero, JoaqunGonzlez, escribi un pseudo-poema, La Haiciada o el Canto de lalibertad. La Maesada, lo llamaban los patriotas dominicanos. Nada

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~ &nuo RODRiGlJFZ DE.\foRIZI

hay de poesa en tan menguados versos, ni tiene acento patriticoalguno, a pesar del frustrado intento del coplero. De la palma de lalibertad, erguida en la Plaza de Armas, cerca de la Catedral, diceGonzlez, y basta esta muestra de su numen:

rbol el ms insigne hasta hoy plantado!Cuantas de tu poder muestras das bellascon ese tu ramaje matizado,y ese pensil subido a las estrellas!Por la paz me pareces cultivado,despus de haber lanzado mil centellas!La paz y guerra ocultas en tu seno,Oh de sublimidad smbolo lleno!

Otro poeta extranjero, morador de las riberas del Ozama, elciudadano francs Napolen Chevremont D'Albigny, le canta a ladiosa libertad. Sus versos, de diversa medida, se inician con estas dosestrofas:

Quand du sein de la nuit profondeLa volont du CrateurD'un seul mot eut produit le monde,Digne ouvrage de son auteur;Pour manifester sa puissance,A l'homme donnant l'existence11 le fit ro de I'Univers:Puis du haut des cieux qu'il domineDieu se leve et sa voix divineSe fait entendre dans les airs:Mortel, chtive cretureQue mon souffie vient d'animer,Homme, rgne sur la nature

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Poesa patritica en Santo Domingo 'W

Pour me servir et pour m 'aimer.Sois livre, au gr de ton envie,Tu peux, chaque instant de ta vie,Disposer de ta volont;Du bien et du malla semenceEst en toi: vis, travaille, pense,Je te donne la libert.

Por lamentables que fueran los versos de Gonzlez; por incom-prensibles que fueran para muchos las estrofas francesas de D'Albigny,de 1831, el sedimento de poesa patritica que no deja de haber ensus composiciones, produce ese fermento de ansias y de dolores que seagita en el alma del esclavo al conjuro de la palabra libertad. Cadacual la interpreta a su manera, y, por fortuna, la libertad cantada enLa Haiciada y en La Gregorienne no es la libertad porque suspiraangustiado el pueblo dominicano, hundido en el sombro cautiverio:es la libertad a punto de nacer, como luz encendida en noche impene-trable, en la mente y en el corazn de Juan Pablo Duarte.

Si en su propia patria los dominicanos apenas podan alzar lavoz sin riesgo mortal, los que conservaban, en playas extranjeras, elamor a la tierra nativa, volvan a ella los tristes ojos y le decan suspatriticas cuitas, como a una amada ausente y en afrentosa cautivi-dad. Entre esos dominicanos se cuenta el joven poeta Francisco Ja-vier Angulo Guridi, cuya familia fue a residir en Cuba a raz de lainvasin haitiana de 1822. En 1843 publica su primer libro, Ensa-yos poticos, en Puerto Prncipe, Camagey. El poeta no olvida a supatria: al par que muchos de los que, como Duarte, difunden portodo el pas las primeras ideas de libertad, ngulo Guridi la invocarepetidamente en sus versos. Son poesas del destierro, en que elpatriota expresa las desazones que le causa el angustioso estado de latierra natal, oprimida por oscuro dspota.

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'W EMIuo RODRlGUFZ DEMORIZI

En la obra del bardo adolescente abundan los temas dominica-nos. Las tres primeras composiciones, de 1839: El Homenaje, elptreo bastin de Nicols de Ovando; El ro Isabela; El Ozama;Maguana, de asunto indgena, y Al ro Yuna, de 1840. Ilusiones,de 1841, recoge reminiscencias de Santo Domingo, del Yabacao, deMaguana. De 1842 hay cuatro poesas: La cuita, de asunto indge-na, en que recuerda el Yuma y a Neiva; La gruta de Santa Ana, lascuevas de las cercanas de su pueblo natal; A mi Patria, versos enque llora los infonunios de Santo Domingo; y Esperanza, en la queexpresa sus ardientes ilusiones de retomo. El mismo acento patriti-co anima esas poesas; las mismas amargas pesadumbres de ver lapatria en manos de infieles arraeces; el mismo fervor por las cosas ylos nombres de la tierra amada: ros y montaas; el color local amo-rosamente guardado en las pupilas del infante que dej el Ozama enhora aciaga, cuando protervos lobos destrozaban el inerme conijo.

El Homenaje es, quizs, hasta ahora, la ms antigua poesa do-minicana del destierro que ha llegado a nosotros. Todava el poeta,que apenas cuenta diez y ocho aos, no tiene la maestra de queluego hara gala. En cambio, en sus versos no falta el fervor patriti-co expresado tempranamente:

EL HOMENAJE

Sobre un baluane musgosose eleva altivo homenaje,gallardo como el plumajede su ltimo campen.

Fuerte dique donde el tiempose debilita impotente

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coloso que hunde la frentedetrs de la azul regin.

Hele all... el navegantepor la tormenta azotado,llora al ver desarboladosu antes galano bajel;pero alienta cuando asomala torre su frente canacual nubecilla livianade la tierra en el nivel.

Las olas infatigablesque por llegar se atropellany all en la playa se estrellancon horrsono clamor;refrenan la torpe iracuando su base humedecen,y mansamente se mecenpor su inmenso rededor.

Hele all, que aunque gimieraa la voz de dos nacionescuyos raros pabellonesvio en sus muros tremolar,las falanges vencedorastemblaron al ver su frenteque enseoreada y lucientecon los cielos fue a chocar.

Yen mengua del tiempo audaz

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~ EMiLIo RODRlGLl'Z DEMORIZI

existes, fuene coloso,teniendo a tu pi sombrosoun pilago mugidor:y a la falda una ciudad,y tras la ciudad el llanodonde se agitaba ufanoun pueblo batallador.

Entonces, torre de siglos,donde mismo ests ahora,de la palma inspiradorael penacho se meci.y a su sombra apetecidapor las tardes de veranoel tostado americanosus privilegios cant.

Mas vinieron otros dasde fatdicos celajes,y cayeron los follajesde las palmas sin verdor:y los cardos germinaronsobre la tierra insolentes,alzando doquier las frentesinfestando con su olor.

T fuiste, hermosa torre,y a tu ser pas el Otoo,cada palma dio un retooy comenz otra estacin.y pronto se vio flotando

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sobre tu cpula, erguidode rojo y azul subidomatizado pabelln.

Dnde est...? Por qu mis ojosno admiran ya sus colores?De una aurora a los alboresmutilado cay al mar!Cay... y el asta desnudahora es juguete del viento,sin que nadie, nadie acudapor tornarla a engalanar!...

Sin embargo, eres un sueoque entre flores se concibe,cuando la luna describecon su luz tu majestad:y tremendo mensajerode la pavorosa nadacuando all, tu sien nevadase alcanza en la oscuridad.

Entonces se postra el hombre,el toro exhala bramidoy huracn tras un silbidollega en alas del horror:las nubes se van deshechas,atnito el mar se esconde,zumba el monte, y le respondela tierra en sordo temblor.

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'W' EMn.Io ROnIGL;EZ DEMORIZJ

Mas ay! Yo quisiera vertepacfico o turbulento

y en un hora de contentomil de penas olvidar ...!Quisiera besar los murospor do subes al Eterno,y tambin su tez de inviernoal caro patrio solar.

Veinte aos de expatriaciny de infortunio constantedescoloran mi semblantedando en l la palidez:veinte aos! Mas no han podidorobarme en su suelo tristela esperanza que me asistede saludarte otra vez.

Que aunque Cuba, tierna hermanade mi patria borrascosa,aliviara cariosami cruel peregrinacin,el Sol que nacer me vierano puede olvidar la mente,y espera alumbre fulgenteun hora de redencin.

Homenaje! Esbelta torre!la de nubes coronada:dnde ests ay! ocultadaque no te puedo encontrar?

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Dnde t, manso Isabela,con tus arenas de oro...?oh! nunca podr mi llorocon tus aguas, ro, mezclar.

Tambin en su poesa Esperanza, dedicada ms tarde a suhermano Bernardo, se duele de las desdichas de la patria, asola-da por el violento terremoto del 7 de mayo de 1842, y haceclaros vaticinios. Cerca de dos aos despus podan cumplirsesus anhelos:

ESPERANZA

A mi hermano B. A. Y G.

Tres lustros son, desventurado hermano,que de la patria el horizonte purodejamos al querer de un hado insanoperdido a espaldas del inmenso mar.Tres lustros ay! que sin cesar luchamospor llegarle a vencer en tierra extraa,llorando por tornar a la campaadel suelo do nacimos a penar.

Mas no te aflijas... furibundo el cieloYel implacable terremoto es cierto,que en un inmenso y rido desiertohan convertido nuestra patria ayer.Es cierto s, que el arrogante Yumaacab de cumplir mi profeca,

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W' EMn..Io RODRlGUEZ DEMORIZI

en hondo abismo trocarsla un da:mira qu resta de su antiguo ser!

No importa. Alerta, que talvez maanasobre tantos abiertos precipiciosfabricarn soberbios edificiosque recompensen el pasado mal.Alienta, alienta. El porvenir sombrolimpio de nubes a mis ojos brilla...tornaremos a ser, hermano mo,bajo la azul atmsfera natal!

v

Tambin en la patria, a raz del terremoto, los poetas ex-presan, frente al opresor, sus ideas de libertad. Nunca falta enla contienda el verso revolucionario, elemento de combate.Contra menguados versificadores, la musa popular agita su res-tallante ltigo:

Preguntas por la cuadrillade la loca independencia,para despus en su audienciair a mendigar la silla?T s que eres la polillaque con villano aguijnroe la nueva faccin,la que despus te engrandece,porque eso siempre aconteceal que no tiene opinin.

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En las postrimeras del 1843, en vsperas de la Separacin, cir-culan subrepticiamente las coplas y las dcimas patriticas del trini-tario Jos Mara Serra, estimulando el fervor nacionalista. El 27 defebrero de 1844, al ser proclamada la Repblica Dominicana, lapoesa patritica cumpla su altsimo destino.

Ya la Patria es libre y los humildes Tirteos dominicanos puedencantarla en voz alta. Las dolientes liras, que estaban como suspensasen un largo acorde, la elega de la dominacin haitiana, rompen encnticos de guerra. Se inicia entonces un nuevo ciclo de la poesapatritica dominicana. En el alba misma de la Repblica, el 29 defebrero, el soldado y poeta Flix Mara Del Monte, mientras hace suprimera guardia en la Fortaleza de la que acaban de ser expulsadoslos haitianos, escribe el primer Himno Nacional, canto de guerraque con msica de Juan Bautista Alfonseca se canta desde entoncesen los combates yen las fiestas patrias, hasta ser sustituido definitiva-mente por el Himno de Prud'homme y de Reyes. En el Himno deDel Monte el coro repite la palabra espaoles. Ello as no slo porestar viva nuestra hispanidad, sino tambin porque el haitiano nollamaba a sus vctimas dominicanos, sino espaoles:

CORO

Al arma, espaoles,Volad a la lid!Tomad por divisaVencer o morir!Nobles hijos de Santo DomingoErguid vuestra frente guerrera,Y saudos volad tras la fieraQue el solar de Coln devast;

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'V EMiuo RooRlGUFZ DFMORIZI

A sus huestes, cobardes e impas,El terror y exterminio llevemos;y los himnos de gloria cantemosSecundados del fiero can.

Al arma, patriotas...

Guerra a muerte sin tregua, patriotas!Si ser libres por siempre queremos,De la historia con sangre borremosCuatro lustros de llanto y dolor!Sepa el mundo que a nombres odiososAcreedores jams nos hicimosy que siempre que gloria quisimosNuestro carro la Gloria arrastr.


No hay piedad! El haitiano insolente,Penetrando en los patrios hogares,Profan nuestros templos y altaresNuestros fueros os atropellar;y el pudor de la cndida virgen,y las canas del msero anciano,y cuanto hay de sagrado en lo humanoUltraj con orgullo procaz.


Mas hoy tiembla convulso leyendoDe los cielos la justa sentencia

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y amenazan su odiosa existenciaDiez mil lanzas que afila el Honor.Compatriotas! que el xito es cierto!Libertad con valor conquistemos;y el cruzado estandarte plantemosDel haitiano en la oscura mansin.


Desde el comienzo de la lucha con Hait, la nota patritica es lapredominante en la lrica dominicana. En la ciudad, en loscampa-mentos, est presente la poesa patritica. Ella alegra el vivacen las horas de tregua y enardece al soldado en el combate. Las dci-mas que corren de boca en boca, que los soldados cantan al son deltriple, parecen joyas del romancero castellano:

Los bravos dominicanoscon un valor verdadero,el veinticuatro de enerovencieron a los haitianos.

Campos de Sabana Largatestigos de esta victoria.Para nosotros, la gloria!Para ellos memoria amarga!Con repetidas descargasen los bosques y en los llanosgran parte de esos tiranossucumben a nuestro empeo;y otra vez los cibaeosvencieron a los haitianos!

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~ EMn.Io RODRlGUEZ DEMoRJZI

Hasta en la poesa festiva, como en jocundos Aguinaldos de1845, est resonante y vivo el acento patritico, que trasciende a loscampos de batalla:

Mientras la pelonase est haciendo gestos,cantemos muchachasy alegres bailemos...

Mil cosas curiosasde muy buen agero,anuncian que el aono ser funesto.

Tendrn los soldadosms rpido ascenso,si empuan la lanzacon brioso denuedo.

Nuestros enemigosno alzarn el vuelo,pues ora llevaronun ala de menos.

Nuestra Repblicaen muy; breve tiempo,tendr relacionescon otros gobiernos.

y vendrn enviadose irn los nuestros,

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Poesa patritica en Santo Domingo..

y se har el solemnereconocimiento.

No es el Himno de Flix Mara Del Monte el nico queenardece al soldado. Abundan los Himnos de guerra: de FlixMota, de Antonio Delfn Madrigal, de Dvila Fernndez de Cas-tro. La musa popular patritica, recoge los episodios de la gue-rra. Desde Cuba, la dominicana Natividad Garay escribe su Cantoa los dominicanos despus de la batalla de las Carreras. Regresaal suelo natal el poeta Francisco Javier Angulo Guridi, en cuyosversos de 1839 ya expresaba sus esperanzas de retorno y de liber-tad para la tierra amada. Al llegar al Ozama escribi una de susms celebradas poesas. En ella se lee el ms bello serventesio denuestra lrica:

Quien te dijera, Grecia, que algn da,modesta virgen de la indiana zona,su delicada frente adornaracon el mismo laurel de tu corona!

En febrero de 1853, al acercarse al Ozama, ya tiene de nuevoante los ojos, como en sus tiempos infantiles, la marcial visin de laTorre del Homenaje:

A LA VISTA DE SANTO DOMINGO

El amo sol del ter se desprendeplido y tibio cual naciente luna;el leve encaje de la espuma hiendesepulcro hallando donde hubiera cuna.

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'!III.e EMiLIo RonRlGl"FZ Dr.\!(lRIZI

Algera la nave se deslizatrapos abriendo al aire vagabundo,v ondas y ondas con soberbia riza,y taja el manso mar del Nuevo Mundo.

Sobre la popa que se abate y subecomo una arista, que sacude el viento,sigo la marcha incierta de la nubeque rueda en el bruido firmamento.

Imagen fiel de la esperanza maque al punto mismo de tender el ala,de lo infinito entre la niebla fracomo el aroma de la flor se exhala!

Oh! Cunta soledad! Por Dios que el hombreno comprende el valor de su herosmo;qu hay en el orbe entero que le asombresi doma con su arrojo hasta el abismo?

Mas... Tierra! Tierra!, exclama el marineroque rara vez o nunca al verla siente,

y yo que ha tanto su visin esperosalto a la proa del bajel crujiente.

Oh Dios! Es cierto -en la flotante fajaque el horizonte plido semeja,hay una forma que la espuma taja,y finge adelantar, y al fin se aleja.

Ved,-repite el marino-, ved el puertodejad que rompa menos el oleaje

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Poesa patritica en Santo Domingo ..,.

y adusto cual las moles del desiertopodris reconocer el Homenaje.

S, le ver! Que el palpitar violentode m indomable corazn, el llantoque en transparentes lgrimas sin cuentobrota al comps de mi secreto encanto.

Este inefable gozo, esta alegraque embarga dulcemente mis sentidosno bien al largo de la mar bravamiro el fin de mis ayes y gemidos.

Todo concurre a persuadir a el alma,escptica al poder de la experiencia,que pronto, iY tarde! gustar la calma,de mis pasados das de inocencia!

He ah la torre a cuya libre sombrase agita sin estorbo un pueblo fuerte,que con sus triunfos a la Europa asombray alienta al dbil que suspira inerte.

La misma torre que en su oscuro senoviera a Coln entre pesados grillos,sufrir conforme y desafiar serenola envidia torpe de cien mil Badillos!...

Quin te dijera, Grecia, que algn damodesta virgen de la indiana zona,su delicada frente adornaracon el mismo laurel de tu corona!

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~ EMn.io RODRlGUEZ DEMORlZl

Cuatro lustros gimi... El Sol que apenasesmalta de los montes la verdura,se cans de quebrar en sus cadenaslos vivos rayos de su lumbre pura.

Mas por fortuna con potente manoel lbaro agit nuevo Leonidas,y fueron las enseas del tiranoen palmas y laureles convertidas!

Hijos de Cuba! Adis! La patria masaludo al fin al borde de los mares,la perla tropical que ayer gemay ora libre se ostenta al Mediodabajo el dulce rumor de sus palmares.

Por siempre viviris en mi memoriamientras dure mi ser, nobles cubanos;vuestros recuerdos formarn mi historia;y aunque tan lejos... mi placer, mi gloriaser llamaros ante el mundo hermanos!

Si, que a la lumbre de una misma estrellanuestra infancia y juventud pasaron,y una fue nuestra lnguida querella,y nuestras almas tras la sombra bellade una misma esperanza se lanzaron.

Voy a ver esa tierra de hermosura,que se dilata en vuestro mismo Oriente:a pisar de sus prados la verdura,

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y a vivir aspirando el aura puraque se aspira en un pueblo independiente.

Voy a llorar sobre las losas frasque cubren la mitad de mis abuelosya contemplar despus los claros dasque prfugo entre llantos y agonasvi del futuro tras los anchos velos.

Voy a escalar los muros vencedoresde la esplndida Roma americana,a saludar su Tito y sus Pretores;sus fuertes indomables defensores,orgullos y prez de la regin indiana.

Voy a pisar los campos ya gloriososdonde an la sangre del tirano humea,yal son de los torrentes sonorososque bajan a los mares procelososlos hechos a cantar de m Ydumea.

Empero de la nochelas tintes misteriosasdescienden presurosasa un tiempo confundiendolos cielos y la mar;y saltan de su brochemil tmidas estrellas,y doblan sus querellaslas olas, sacudiendola nave sin cesar.

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~ EMIuo RODRGUEZ OEMORlZl

Ya anda se distingueya todo se confunde:el blanco lino se hundebajo un espeso mantode fnebre color.

Y el aura suave extinguesu msico lamento,yel alma apresa sientodoblada ante el espantoque reina en derredor.

Hijos de Cuba! Adis! Cuando en Orienteel alba asome y nos revele el dallorando de placer la altiva frentedar en el polvo de la patria ma.

VI

As, de 1844 a 1856, aos de la jornada libertadora, la poesapatritica est en plena funcin civil, si a veces pobre y desmedrada,en cambio animada siempre por los ms vivos ardimientos del pa-trIotismo.

Desde antes de terminarse la guerra con Hait, en la poesapatritica dominicana se produce un interesante fenmeno. Conel comienzo de las luchas civiles ha cambiado de rumbo. Los poe-tas dominicanos, casi todos, son arrojados por Santana a playas ex-traas. Entonces, en esta nueva poesa del destierro, genuina, poe-sa patritica, se habla de independencia, frente al haitiano, se ha-

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bla de libertad, frente a Santana, a la vez que el color local animapor vez primera nuestra poesa. Por eso, con el mayor acierto, FlixMara Del Monte, Nicols Urea, Jos Mara Gonzlez, llaman asus poesas, aquellas en que aspiran a representar la Patria, Cantosdominicanos. Son los ms bellos das, ao de 1855, de nuestrapoesa patritica.

Tambin en el destierro hay otros poetas y versificadores queno cesan de cantarle a la tierra nativa, siempre con acongojado acen-to y con ansias de mejor ventura para la Patria: Duarte, Pedro Ale-jandrino Pina, Flix Mota, Encamacin Echavarra Vilaseca de DelMonte.

Observa Csar Nicols Penson que lo que se ha llamado en lospases de la Amrica latina poesa de la independencia, de que sonmuestras en el Ecuador el Canto a Junn, de Olmedo, yen Chile lasfogosas, desaliadas y declamatorias estrofas del fraile de la buenamuerte, Camilo Henrquez, no tuvo lugar de darse en Santo Domin-go por ocurrir la fundacin de la Repblica cuando se desarrollaba elmovimiento literario en Amrica bajo las banderas del romanticismo.

En efecto, naci la Repblica en plena poca romntica, en laque mal podan reproducirse, con toda su fuerza y colorido, los arre-batadores cnticos de la pica espaola, ni las blicas estrofas de lospoetas de la revolucin suramericana.

Mas, por lo comn, en la poesa patritica debe prescindirse dela calidad potica, del mrito rigurosamente literario, y aceptarlacomo factor de eficacia imponderable en la propaganda patritica,en la difusin de las ideas de libertad, en la vivificacin del senti-miento de Patria. Por eso ella atesora inapreciables testimonios de lahistoria, de su ntima esencia. Como casi siempre es hija del sentirpopular, hay en ella ms veracidad que en los documentos polticos,ms o menos convencionales, turbias aguas a cuyo fondo difcilmen-te llega la luz de la verdad.

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... EMJuo RODRGL"EZ DEMORlZI

Adems, en decadencia la poesa dominicana bajo el dominiode Hait, de las enmohecidas arpas apenas podan exhalarse dbilescantos. En la guerra con los antiguos dominadores, en la oscura IHa-da, faltaba Aquiles. No poda serlo Pedro Santana, desde tempranoodiado por los poetas de su tiempo. Ellos representaban elliberalis-mo, y Santana, desde 1844, encarnaba rigurosamente la organiza-cin y la fuerza, a lo que siempre se le dio el nombre de despotismo.

VII

La malaventurada anexin a Espaa, realizada en 1861, pro-dujo un interesante espectculo en la vida dominicana. Hasta losescasos poetas amigos de Santana se vuelven contra l y le apos-trofan sin piedad en sus versos patriticos. Dos poetas muerenentonces en el cadalso: Flix Mota, junto con Snchez, el 4 dejulio de 1861, y Eugenio Perdomo, el 17 de abril de 1863. Enlos campamentos de las legiones restauradoras, ya iniciada la gue-rra en Capotillo el 16 de agosto de 1863, los soldados repiten suspatriticos cantos:

A las armas, manigeroscantemos la libertad,que somos dominicanosdel Partido Nacional.

Algunas canciones de acento blico eran los himnos de losmambises:

Si es preciso morir, moriremos.Dominicanos, la espada empuad

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moriremos matando y gritandolibertad, libertad, libertad!

Libertad, libertad, sacrosantosiempre fue tu nombre y ser,podrs vernos morir en tus araspero morir en cadenas jams.

Cruz blanca es la divisaque nos constituye en Nacin,bajo esa cruz preferiremosla muerte o la Restauracin.

Al terminar la victoriosa guerra contra Espaa, la poesa patri-tica llega hasta el teatro. En la comedia Cacharros y manigeros, deFrancisco Javier Angulo Guridi, salen a la escena tocadores de triple,reluce el clsico machete, se habla en lenguaje campesino. Es unarepresentacin del drama de la Patria en que la poesa patritica esparte principalsima:

Espaa otra ve no geivaa pisai nuetro derecho...

Con la Restauracin se inicia un nuevo ciclo en la historia de laRepblica. En el proceso de depuracin de la idea nacional, deinteleccin, como la llama el Dr. Pedro Henrquez Urea, la poesapatritica es elemento esencial. Ella resuena entonces, como el msvibrante son del arpa dominicana, en los patriticos cantos en que seexpresan las nuevas ansias de progreso y libertad para la patria; yenque restallan virilmente los apstrofes contra los planes proditoriosde 1869, contra el despotismo, contra la guerra civil, y contra todo

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'W EMILIO RODRiGUEZ DEMORIZI

lo que entorpece el normal desarrollo de la Nacin. As contribuyela poesa a la formacin de la conciencia nacional.

Tras la nueva crisis del liberalismo, desvanecida en 1874, sereinicia la era de libertad. Todo respira libertad en la desventura-da Patria. Los infamantes grillos, smbolo de la tirana y la opre-sin, son arrojados al mar. Se organizan los partidos polticos. Sereafirma el concepto de Patria, contra todo antinacional empe-o. No slo hay libertad en la Repblica, sino que tambin selucha en suelo dominicano por la libertad de Cuba. Pasan por elGobierno Espaillat y Gonzlez; luego Billini. Y as, entre resplan-dores de libertad y aciagas sombras de opresin y caudillismo,llega la Repblica a las ltimas dcadas del siglo XIX, el siglo dela libertad.

En ese instante de la tumultuosa vida de la Nacin, la poesapatritica dominicana encuentra su mximo intrprete: Salom Ure-a. Los grandes poetas Jos Joaqun Prez y Gastn Fernando De-ligne comparten con ella, en su tiempo, las ms altas glorias delparnaso nacional: ambos le cantan a la Patria, desde la leyendaindgena hasta la exaltacin de la bandera. Las Fantasas indge-nas de Prez, como la poesa de los siboneyes del cubano Fornars,puede ser considerada poesa patritica indirecta. Galaripsos esla obra de un patriota, del verdadero patriota que fue Gastn De-ligne. Pero es la poetisa patriota la que, apartada de todo otro asuntopotico, hace de la Patria preferente, nico motivo de sus versos.Las desazones patriticas, sus afanes de civilizadora de la mujerdominicana, sus ilusiones de progreso, constituyen la suprema ar-mona de sus cantos.

Por eso Csar Nicols Penson dice de ella que fue poetisa vati-cinadora en cuyos picos cantos predominaba siempre la nota pa-tritica con los encendidos y vehementes anhelos y alientos de titn.Vidente como los grandes vates de las revoluciones del espritu, 01-

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medo, Heredia y Quintana, recogi la herencia de sus estrofas alti-vas y apasionadas y sorprendi a la Amrica y al mundo... Hostos,ciudadano de Amrica, que la conoci y admir profundamente,dice que la insigne aeda cant todo lo que senta la sociedad de queformaba parte; y lo cant con tal fuerza, con tal uncin, que pareceen sus versos la sacerdotisa del verdadero patriotismo. Y agrega elApstol: indudablemente, lo ms grande que hay en la poetisa do-minicana es la fibra patritica...

Nunca, como entonces, la poesa patritica tuvo entre noso-tros intrprete ms puro. Salom Urea vivi para la Patria en elexcelso mundo de sus versos, y as, a sus poesas ya sus nobles afa-nes del hogar y la escuela, les dio el ms alto de los destinos: servirlea la Patria.

Con Salom Urea, la poesa patritica dominicana llega a lams elevada cima. La trayectoria la marca la sinuosa lnea de nues-tros infortunios: glorias y cadas, luz y sombras. En sus comienzos lapoesa patritica evoluciona lentamente: primero, en tiempos de lacolonia, en ella se aspira a mayor bienestar para la olvidada posesin;con el inicio de las incursiones pirticas, comienza a expresarse elamor a la tierra nativa, a cantarse a los valientes dominicanos quela defienden con tan vivo denuedo; en el Epinicio de Nez deCceres asoman las primeras veladas notas de libertad poltica; yenlos versos del destierro de Angulo Guridi, y en las dcimas de losversificadores separatistas que difunden el pensamiento de Juan Pa-blo Duarre bajo la oscura dominacin haitiana, desasida de los viejosvnculos de la hispanidad, se manifiesta la determinacin de ser in-dependientes de todo poder extrao. As la poesa patritica llega asu primera meta, en 1844, con la creacin de la Repblica. Desdeentonces, la poesa patritica dominicana es una de las grandes ypoderosas armas de la nacionalidad. Ella es la primera en la luchacontra los enemigos de la Nacin; la primera en el dicterio contra el

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W' EMIuo RODRGUEZ DEMORIZI

dspota; la primera en expresar, como en los versos de Salom Ure-a, las ansias de progreso y de civilizacin para la Patria dominicana.

VIII

Quizs no haya un solo poeta nuestro que no le consagrara ala Patria alguno de sus cantos. En la Lira de Quisqueya, que JosCastellanos public en 1874; en las modernas Antologas de Baly de Contn Aybar, hay bellas y abundantes muestras de la poesapatritica dominicana. Tampoco falta, la nota patritica, en lapoesa popular. El Cantor del Yaque, el incomparable Juan An-tonio Alix, es tambin cantor de la Patria. Sus dcimas, de encen-dido nacionalismo, contribuyeron en su tiempo a formar la altafrontera entre lo dominicano y lo haitiano. Por eso, en su pueblonatal, las fiestas patrias del pasado se iniciaban a veces con esteacto, bien significativo y honroso para la poesa patritica: Dis-tribucin de dcimas nacionales del poeta popular Juan Anto-nio Alix.

Los poetas saben tambin dejar sus arpas y empuar la espa-da. Detrs de la cancin, que no es simple patriotismo plaidero,est el hombre viril, el hroe. Flix Mota, Eugenio Perdomo, Ma-nuel Rodrguez Objo, Juan Isidro Ortea, hallaron la muerte en elcadalso. Cayeron por la independencia o por la libertad; por lapatria cautiva, o cruelmente oprimida por un dspota. Por eso lahistoria, las ansias y desazones, los triunfos y reveses del patriotismodominicano, hay que buscarlos en nuestra poesa patritica, al parque en los relatos de las batallas y de las luchas civiles. En efecto, lapoesa patritica, dice Salvador Salazar, es el eco sordo o estruen-doso de los anhelos de libertad; es la crnica rimada de la picahazaa o de la frustrada tentativa; es el panfleto propagandista o la

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vlvula de salida a los grandes duelos ntimos por la miseria pavo-rosa de la patria.

En nuestra poesa patritica est ntegra y viva el alma de laPatria, con rodas sus glorias y desdichas, angustias y esperanzas. Enella est nuestra historia, como en ancho espejo iluminado por lainapagable luz del espritu, del resplandor celeste de la idea, diosainmortal, gua suprema en roda esfuerzo humano.

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Poesa patritica en Santo Domingo .....

EDICIONESFERILIBRO

1. Salom Urea de Henrquez. Poesas completas. 19972. SherezadaVicioso (Chiqui). Salom Ureade Henriquez(J850-1897).A cien aos de un magisterio. 19973. Daisy Coceo de Filippis. Tertuliando (Hanging out). 19974. FrankMoya Pons. Bibliografia de Id literatura dominicana 1820-1990(2 volmenes). 19975. Jos Chez Checo (compilador). Ideario de Lupern (J839-1897).19976. Bruno Rosario Candelier. Elsentido de Id cultura. 19977. Lupa Hernndez Rueda. La Generacin del 48 (2 volmenes). 19988. Mara Ugarre. Estampas coloniales: siglosXVI-XIX(2 volmenes). 19989. Manuel Valldeperes. Obra crtica en elperidico El Caribe, 1962-1969. (3 volmenes). 199810. Danilo de los Santos y Carlos Fernndez Rocha (relatores). Este ladodelpas llamado elNorte. 199811. OIga Martha Prez y Margarita Luciano Lpez. Cuentos infantiles(Coleccin Dienteleche 1). 199912. Enrique PrezyEleanor Grimaldi Sili. Cuentos infantiles (ColeccinDienteleche 11). 199913. Pedro Mir. Hay un pas en el mundo (Poema gris en varias ocasiones)(Edicin rstica). 1999

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14. Pedro Mir. Hay un pas en el mundo (Poema gris en varias ocasiones)(Edicin de lujo). 199915. Adolfo Castan. Trnsito de Oetavio Paz 0914-1998). Seguido deRecuerdos de Coyoacn. 199916. Coloquios 1998. 199917. Mxico y Repblica Dominicana. Perspectiva histrica y contem-pornea. 199918. Francisco l..pezSachayJos Rafael Lantigua. Islas en elsol(Antologadel cuento cubano y dominicano). 199919. Sonetos. 200020. Jos Rafael Lantigua. Buscando tiempo para leer (Los diez posiblesderechos del lector). 200021. Coloquios 1999. 200022. Guillermo Pia Contreras (editor). En primerapersona. Entrevistasconjuan Bosch. 200023. Carlos Esteban Deive. Recopilacin diplomtica relativa a las colonlsespaola y francesa de la isla de Santo Domingo 1684-1801. 200024. Juan Bosch. Cuentos. 200025. Enid Vian Audiven y Brunilda Contreras. Cuentos infantiles (Co-leccin. Dienteleche III). 200026. Ornar Felipe Maury Sierra yAda Bonelly de Daz. Cuentos infanti-les (Coleccin Dienteleche IV). 200027. Henri Meschonnic. Crisis del signo. Poltica del ritmo y teora dellenguaje/ Crise du signe. Politique du rythme et thorie du langage.28. Guillermo Pia Contreras. Bosch. Imagen, trayectoria y escritura (2volmenes). 200029. Enriquillo Snchez. Para uso oficialsolamente. 200030. Cuentos breves. 200031. Coloquios 2000. 200032. Franklin Gutirrez. Evas terrenales: bibliografias de 150 autoras do-minicanas. 2000

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V' Et.m..Io RODIUGlJEZ DEMORIZI

90. Alexandra Melndez, Magda Zabala y Avelino Stanley. Puente depalabras. Compilacin de cuentos costarricenses y dominicanos. 200691. Csar Snchez Beras, FelipeJ. Oliva, Reynaldo Disla yJos M. Espi-no. Cuentos infimtiles (Coleccin Dienteleche XI). 200692. Marcia Rodrguez. Mujer, discurso e ideologa, hacia la constrnecinde un nuevo sujetofemenino. 200693. Hetor Luis Martnez. San Pedro de Macors en el renacimiento de laindustria azucarera dominicana, 1870-1930. 200694. Miguel ngel Gmez. La casa del diablo. 200695. Herman Mella Chavier. Cantar bien, cantar como y otros cuentos.200696. Rafael Peralta Romero. Elconejo en elespejoy otros cuentos infantiles.200697. Rafael Jarvis. La Romana. Origen y fundacin. 200698. Isael Prez. A la sombra del caaveral antologa de cuentistasdelEste.200699. Isael Prez. A la sombra del caaveral antologa de poetas del Este.2006100. Delia Weber. Seleccin. 200610l. Gregorio Espinal. Noctambulario -Memorias de una prostituta-(Premio de Poesa Joven Feria del Libro 2006). 2007102. Frank Bez. Pgales t a lospsicoanalistas (Premio de CuentoJovenFeria del Libro 2006).2007103. Coloquios 2006-2007104.. Ivn Garca. Antologa Narrativa, 2007105 Franklin Mieses Burgos. ElAngeldestruido, 2007106. Franklin Mieses Burgos. Antologa Potica, 2007107. Juan B. Nina. Antologa potica del Sur, 2007108. Rafael Leonidas Prez y Prez. Apuntes Histricosy Geogrficos delmunicipio de Las Salinas, provincia de Barahona, 2007109. Amado Alexis Santana Chalas. Ciudad de Lodo. Una historia deayer, 2007

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110. Luis Enrique Matos /Jos Enrique Mndez/Carlos Vicente Casti-llo. San Juan de la Maguana. Una introduccin a su historia de cara alfUturo, 2007111. Ariel Acosta Cuevas. Por los caminos del Sur, 2007110. Luis Enrique Matos /Jos Enrique Mndez/Carlos Vicente Casti-llo. San Juan de la Maguana. Una introduccin a su historia de cara alfUturo, 2007111. Ariel Acosta Cuevas. Por los caminos del Sur, 2007112. Emilio Rodrguez Demorizi: Historia, Artey Cultura, Edicin enrstica de la seleccin de textos113. Coloquios 2007114. ReyAndjar. Amoricidio (Premio Internacional de Cuento JovenFeria del Libro 2007)115. Romina Bayo. Nos dolerd la noche (Premio Internacional de PoesaJoven Feria del Libro 2007)116. Ren Rodrguez Soriano Betn Melancola (Coleccin Cuentoscompletos)117. Dienteleche 2008 (Co-edicin con UNEAC)118. Dcimas premiadds de Radio Santa Mara119 Eulogio Javier. El cuerno de oro. Cuentos dominicanos de infidelida-des, (Co-edicin con Letra Negra Editores, de Guatemala)120. fJrO en torno a los Premio Nbel de literatura del Caribe (Ca-edicinconAEq.121. Historia del Caribe. Frank Moya Pons.122. Poesapatritica en Santo Domingo. Apuntespara su estudio. EmilioRodrguez Demorizi

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Esta obraPoesa patritica en Santo Domingo,

termin de imprimirse en el mes de abril de 2008dentro del programa de EDICIONES FERILIBRO, Nm. 121,

en Santo Domingo, Repblica Dominicana.

ITRII IBR() e.., Id \(1/ edilllri,lldt' Id Inid Inkrndl'i(ln,ll delI,ibnl de S,lIlh) 1)()lllingo,I)esdl' 1997 h,l rt',lli/ddoun,lLlbnr dl' difllsion que il1l'lu\l'1ll,1'" dt' cil'n tItUI(1'" t'ntrl' I().., qUl'l'S posibll' l'I1l'()J1tr,H und n(ltdblereprl'St'nt,llil)n dl' Id l,..,itnt,llilLlli de Il1', gl'Ill'I'l)'"likr,Hi(1'" l..,t,lS edilionl''''((lnstituyen un dpln'()bibli()gr J los que elevcnto sirve dc cumplidohl)Jl1l'nl jL'.Precisamente por su

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Emilio Rodriguez Demorizi - Poesia Patriotica en Santo Domingo