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Contratiempo 77. Julio-agosto 2010

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• Drogas y violencia • Saramago/Monsiváis: Recuerdos • Poemas de Jorge Montiel

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DirectivaGerardo Cárdenas, Gregory X. Gorman, Jochy Herrera, Félix Masud-Piloto, Moira Pujols, Rod Slemmons, Helen Valdez

Directora ejecutivaMoira Pujols

Director editorialGerardo Cárdenas

Consejo editorialGerardo Cárdenas, Raúl Dorantes, Eduardo Estala Rojas, Rafael Franco, Jorge García, Jorge F. Hernández, Catalina María Johnson, Stephanie Manríquez, Esmeralda Morales-Guerrero, Alejandro Ordóñez, Ana Rechtman, René Rodríguez Soriano, Febronio Zatarain

Directora de arteEsmeralda Morales-Guerrero

Diseño gráficoErin Beckman, Esmeralda Morales-Guerrero

FotografíaSantiago Weksler

Correctores de estiloJorge García y Laura Pujols

PortadaMiguel Cortezhttp://www.mcortez.com

Las opiniones expresadas por los escritores que colaboran en contratiempo no son necesariamente las de la revista, o de la entidad que la publica, contratiempo nfp, una entidad 501 (c)3 sin fines de lucro.

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Para envío de colaboraciones:Gerardo Cárdenas [email protected]

Raúl Dorantes [email protected]

miradacómplice

3. Editorial

4. México: ¿una causa perdida?, Raúl Dorantes y Febronio Zatarain

6. Evo Morales y Bolivia hacia una política antidrogas propia, Verónica Lucuy Alandia

7. Guerra en la Tierra del rebelde, Gerardo Cárdenas

8. Narcos mexicanos a la cabeza en Chicago, Fabiola Pomareda

9. Los anexos y la industria de la recuperación, Rafael Franco

11. Poemas de Jorge Montiel

14. La poesía con objetos de Abraham Cruzvillegas, Esmeralda Morales-Guerrero

19 Cantándole a Colombia Querida, Catalina María Johnson

20 Elizam Escobar, la independencia del espíritu, Luis Alejandro Ordóñez

21 La inextinguible llama de José Saramago, Jochy Herrera

22 Monsiváis: Hombre comprometido, Carlos Arango

23 ¿Comunidades seguras o inseguras? La Ley Arizona y sus hermanas, Ignacio Guevara

24 Arte poética. Decir lo artístico: Conversación con Tomás Segovia (Segunda Parte), Lilia Solórzano

25 Ocaso de utopías (Segunda Parte), Javier Perucho

26 El crimen del petirrojo, Gerardo Cárdenas

26 contrafoto, Rafael Franco

27 Latinidad. La crisis de la vivienda y los propietarios latinos en Chicago (Primera de tres partes),

Martha Argelia Martínez

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En una escena clave de la cinta El Padrino (parte I), Michael Corleone conversa con el capo de la mafia judía de Miami, Hyman Roth. Su diálogo gira en torno al dinero que hace falta para que ambos pacten una alianza que les dará el control sobre los casinos de La Habana. Roth hace un comentario a Corleone, haciéndole entender que el dinero servirá también para apuntalar la candidatura presidencial de John F. Kennedy. Roth termina su monólogo con la frase: “We are bigger than U.S. Steel”. En la noche siguiente a esa conversación, el triunfo de la Revolución Cubana derrumba los planes de Roth, de los que ya Corleone se había sustraído al no aportar su parte del dinero.

Pero el planteamiento que hace la película es claro: el crimen organizado tiene un mundo propio, que funciona con sus propias reglas, las cuales nada tienen que ver con el mundo de lo legal y lo jurídico. Ese mundo ha creado tentá-culos que se comunican con los poderes políticos, influyen en las decisiones globales, y cobran a precios altísimos – en vidas humanas – las transgresiones y desacuerdos.

El mundo de Corleone, Roth y otros personajes de la cinta de Francis Ford Coppola es ficticio. El mundo del narcotráfico es real, y las mafias que lo controlan, sean mexicanas, jamai-quinas, colombianas, estadounidenses o

hasta hace algunos años ubicado más allá de sus fronteras, ahora llega “a casa”: en estados como Illinois y muchos otros hay una industria creciente de producción de marihuana y metanfetamina, y en áreas fronterizas como Phoenix ya empieza a aparecer el fenómeno de los secuestros que imperan al sur de la línea divisoria con México.

Contratiempo se asoma, en su ejemplar de julio/agosto, al fenó-meno del narcotráfico, y su impacto tanto en Chicago, como en áreas específicas del continente.

Raúl Dorantes y Febronio Zata-rain se preguntan (y nos preguntan) si México será una causa perdida, luego de que desde el inicio de la guerra antidrogas declarada por el presidente Felipe Calderón en el 2006, han muerto casi 25 mil personas, la mayor cantidad de víctimas de violencia armada en ese país desde la Revolución, que irónicamente cumple 100 años el próximo noviembre.

Con sentido histórico, Veró-nica Lucuy Alandia explora los orígenes del movimiento cocalero

en Bolivia, que surge como alternativa a los conflictos internos de la nación andina, en mucho generados por la presión de Estados Unidos para erradicar el cultivo de la hoja de coca. Gerardo Cárdenas pone en tela de juicio las inten-ciones de Washington y las operaciones del gobierno de Jamaica orientadas a capturar a un “capo” de las drogas – operación que se saldó con la muerte de decenas de personas, la destrucción de barrios enteros, y una crisis política.

Fabiola Pomareda debuta en las páginas de contratiempo con un análisis a fondo de las rutas del narco en Chicago y su importancia a nivel nacional. Por último, Rafael Franco Steeves retoma una historia individual para mirar al poco conocido mundo de los anexos (cono-cidos en otras latitudes como “alber-gues”) de rehabilitación, y de la cultura clandestina de la ibogaína.

Hay un factor en común en todas estas caras del narcotráfico: la ausencia de una solución comprehensiva y multi-lateral, que abarque tanto la producción, como el consumo, la prevención y la rehabilitación. Las guerras antinarcóticos están dejando saldos rojos inaceptables, y aún si obtienen la victoria militar sobre los carteles, lo hacen al costo de mayor inestabilidad política, destrucción econó-mica, y terror, angustia y agotamiento de los ciudadanos.

EDITORIAL

nigerianas, crean un mundo de intriga, complot, violencia gratuita y poder político. Y un mundo que no es fácil de aniquilar porque millones de personas anónimas consumen drogas en ciudades, suburbios, y pueblos, y el dinero que genera ese tráfico sostiene infraestruc-turas clandestinas que, conectadas al poder, permiten la consolidación y repro-ducción de los carteles. Es decir, si en los años 80 eran los carteles colombianos quienes encabezaban a ese mundo para-lelo, a principios del siglo XXI son los cárteles mexicanos, y tal vez en 50 años sean los cárteles afganos, nigerianos, indonesios o chinos los que manden.

Estados Unidos, el principal consu-midor de drogas del mundo, mantiene su tradicional doble moral para hacer frente al problema: limitado combate a los mandos medios y bajos de las pandi-llas distribuidoras a nivel interno, fuerte presión política, diplomática y militar a los países productores, y continua dismi-nución de recursos y opciones para el tratamiento a las adicciones o para polí-ticas eficaces de producción.

Entretanto, los 50 estados y la fede-ración poco a poco se ven abrumados porque el fenómeno de la producción,

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Something is rotten in the state of Denmark.Horacio en Hamlet

El martes 8 de junio —antes de empezar este ensayo— revisamos las últimas noticias referentes a la narcoviolencia que recorre México: en Durango fueron encontrados 8 cadáveres decapitados y una mujer dego-llada; en Morelos hubo cuatro ejecuciones

y más tarde la policía estatal encontró tres cuerpos decapi-tados; en Chihuahua hubo 10 ejecutados, entre los que se encontraba el cadáver cercenado de Alejandro Rubalcaba; en Sinaloa los hermanos Raymundo, Juan Manuel y José Enrique Alcántar fueron ultimados y sus captores les dejaron el rostro parcialmente desollado; en Guerrero se terminaron de extraer del socavón de una mina de plata 77 cuerpos en estado de descomposición; en Tamaulipas 2 menores fueron acribillados por el Ejército en un retén por no obedecer la orden de alto hecha por los militares; en Quintana Roo fueron sacados de un pozo 5 cuerpos a los que les habían extraído el corazón... Y seguramente hubo más víctimas que no alcanzamos a rastrear en las páginas electrónicas o que los mismos medios de comunicación no habían registrado hacia las 7 de la tarde de ese martes 8 de junio.

A 100 años del inicio de la Revolución, no cabe duda que lo impera en México es el sadismo mostrado por un personaje real de El águila y la serpiente: Rodolfo Fierro, y un personaje de ficción de El llano en llamas: Pedro Zamora. Tanto Fierro como Zamora disfrutaban asesinando a sus prisioneros en un corral. El primero les decía que lograrían su libertad si alcanzaban a esquivar sus balas y saltar una barda de tres metro de alto. Al segundo le gustaba jugar a los toros: con un verduguillo atacaba al prisionero y éste, para salvar la vida, debía librar las “cornadas” con una cobija. Al general Fierro se le escaparon dos o tres; a Pedro Zamora ninguno. Pero la saña de estos personajes pasa desapercibida ante la violencia cotidiana que se vive en México.

La situación actual se torna sumamente preocupante cuando el gobierno mexicano minimiza a diario, ya sea por boca del ahora ex secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont o del mismo presidente Felipe Calderón, los trágicos resultados de su lucha contra el narco. El presidente y el secretario de Gobernación así como algunos columnistas insisten en señalar que los daños colaterales —el número de víctimas inocentes— son mínimos o que “por lo general se matan entre ellos”.

Una noticia que viene a contradecir la declaración antes señalada es el informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dado a conocer el mismo 8 de junio, en el que se informa que de diciembre de 2006 hasta marzo de 2010 habían muerto alrededor de 900 menores de 17 años; para la CNDH, casi todos estos asesinatos han quedado en la impunidad, y exige al gobierno de Calderón que en vez de estigmatizar a los jóvenes —al conectarlos a priori con bandas delictivas o pandillas— busque la manera de aclarar, caso por caso, dichos crímenes.

Una de las constantes exigencias a la sociedad civil por parte del secretario de gobernación es la colaboración con el Estado. Gómez Mont pedía a los ciudadanos que denuncien

aquellos crímenes de los que hayan sido víctimas o testigos. Esta exigencia es de dar risa, pues todo mexicano sabe que si no tiene “palancas” y se presenta ante cualquier autoridad policiaca para denunciar un atropello, corre el riesgo de ser objeto de extorsión ya sea por un judicial, un policía local o por el propio Ministerio Público; incluso sabe que puede terminar tras las rejas por la sospecha de un crimen que se le inventa en ese momento. Toda nueva ley restrictiva repre-senta en México grandes ganancias ilícitas para los agentes y funcionarios del sistema judicial.

Aplicación sesgada de la leyEl sistema de justicia mexicano en todas sus instancias

—aunque esté hecho para proteger a la ciudadanía— en la práctica se ve sesgado de una manera descarada por el dinero y el poder; y no sólo nos referimos al territorio de la segu-ridad física de los ciudadanos sino también a los territo-rios políticos y económicos. Las grandes corruptelas que se dieron en los noventa —sobre todo en las privatizaciones de las empresas paraestatales— fueron toleradas y apoyadas por jueces y magistrados en todos los niveles.

Y en las elecciones presidenciales de 2006, pese a que había irregularidades serias para anular el proceso —como las acciones no permitidas del presidente en turno a favor de un candidato—, el Tribunal Electoral declaró a un triunfador sin dar ningún argumento convincente, y los magistrados se valieron simple y llanamente del poder de su voto.

El pasado 5 de junio se cumplió un año del incendio de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, en el que murieron 49 niños y resultaron con quemaduras graves 70 niños más. Y el 16 de junio, el máximo tribunal del país declaró como involucrados en la grave violación de garantías sólo a funcio-narios de menor grado. Arturo Zaldívar fue el único ministro de la Suprema Corte que pidió responsabilizar al ex director y al director actual del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entidad que otorga las subrogaciones. El argumento de Zaldívar es que, como titulares del IMSS, estos altos funcionarios estaban obligados “a implementar las medidas necesarias a fin de que el servicio cumpliera con las dispo-siciones legales aplicables, se prestara en las mejores condi-ciones posibles y garantizara el desarrollo y la salud de los infantes”. Como era de esperarse, la propuesta de Zaldívar fue rechazada.

Los padres de las víctimas infantiles “consideraron que la Corte cedió a presiones de autoridades federales y estatales al emitir su fallo” y han decidido llevar el caso a la Organización de las Naciones Unidas.

Economía y narcotráfico

En este mismo mes de junio una comisión binacional informó que a México ingresan entre 20 mil y 29 mil millones de dólares anualmente por concepto del narcotráfico. Eso es posible gracias a que las leyes y los mecanismos que regulan el sistema financiero permiten el lavado de dinero.

Sosteniéndose en este mismo sistema judicial —infiltrado en sus entrañas por el narcotráfico— Calderón le declaró la guerra a los cárteles de la droga en diciembre de 2006, apenas a diez días de su toma de posesión… ¿En qué estaba pensando el presidente? ¿Qué país se imaginaba que iba a gobernar?

México: ¿Una causa perdida?Raúl Dorantes y Febronio Zatarain

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A tres años y medio del inicio de la guerra contra el narco-tráfico el saldo de los muertos se acerca a 25 mil. La muerte, la impunidad y la sensación de paranoia que se vivían con mayor intensidad en Ciudad Juárez se han ido propagando a lo largo y ancho del territorio nacional. Y el Ejército y la Marina, en vez de poner un alto a las fallas del sistema judicial, han caído también en el abuso de autoridad y en la corrupción.

Sin salidaLo más desesperanzador para México es que ninguna de

las tres fuerzas políticas representa una alternativa real para salir de esta situación abismal. Está claro que dicha situación se ha ido gestando tanto en los últimos sexenios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como en las dos admi-nistraciones del Partido Acción Nacional (PAN). Y se podría pensar que la alternativa se encuentra en la fuerza política aglutinada en torno al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Pero no es así.

El PRD no ha contado con la ética suficiente para decirle “no” a los coqueteos de la corrupción, y muy específicamente del narcotráfico. Mencionemos dos casos: en abril de 2009, Jesús Ortega, presidente nacional del PRD, anunció la candi-datura a la alcaldía de Agua Prieta, Sonora, del ex panista Nahum Acosta, a quien se le había acusado de filtrar infor-mación gubernamental de primer nivel al crimen organizado en 2005. Para la Procuraduría General de la República, las pruebas en su contra habían sido “serias y contundentes”. Pero pese a estas pruebas un juez liberó a Nahum Acosta “por falta de elementos para procesar”. Y cuando a Jesús Ortega se le cuestionó por apoyar la candidatura de una persona cuya integridad generaba dudas, simplemente respondió que Nahum Acosta era inocente, “ésa es la verdad legal”.

Ya en el presente año, el PRD apoyó a Gregorio Sánchez Martínez, “Greg”, como candidato a la gubernatura de Quintana Roo. Desde que era alcalde del municipio al que pertenece Cancún se rumoraba que Greg tenía nexos con el narcotráfico. Haciendo caso omiso a dichos rumores, el PRD postuló a Greg como candidato. A finales de mayo Greg fue arrestado, entre otros cargos, por lavado de dinero.

Obviamente, casos como el de Nahum Acosta y el de Greg se multiplican entre los funcionarios y políticos que responden a los intereses del PRI y del PAN. Pero mien-tras estos funcionarios y políticos no se contrapongan a los intereses de los capos de la política mexicana, podrán seguir haciendo de las suyas. No olvidemos que el sistema de justicia mexicano está viciado hasta la médula y por tanto se usa de una manera selectiva y bastante ladeada. Y tampoco olvidemos que en la fuerza política aglutinada en torno al PRD —pese a las fallas que hemos señalando— se encuentra gente que ha mantenido una actitud crítica ante el acontecer cotidiano.

El día más violentoEl 11 de junio, mientras el presidente Calderón disfru-

taba en Sudáfrica de la inauguración de Mundial de fútbol, 85 personas perdían la vida en hechos relacionados directa-mente con ajustes de cuentas entre bandas rivales, enfrenta-mientos y asesinatos con armas de fuego de grueso calibre.

Si los secuestros, los levantones, los ajustes de cuentas, los enfrentamientos entre bandas, las ejecuciones de mandos policiacos, las muertes de inocentes, etc., habían sido el pan de la mañana, de la tarde y de la noche durante los mil 235 días que llevaba esta guerra hasta la inauguración del Mundial, ¿cómo se le ocurre a Calderón abandonar el campo de batalla para participar en un acto meramente protocolario donde su presencia no era indispensable? (Cabe mencionar el gesto de Nelson Mandela, uno de los principales promo-tores del evento, quien ante la muerte repentina de una de

sus bisnietas optó por abrazarse al dolor familiar y ausentarse de la fiesta inaugural).

Estado en fase terminalEs obvio que las instancias primordiales del Estado mexi-

cano están gangrenadas. Se esperaría que, ante la difícil situación, el Poder Ejecutivo apelara a la mayor objetividad posible. Pero no es así: en entidades federativas como Nuevo León, Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas (donde gobiernan el PAN y el PRI) se sabe que el narcotráfico interviene apoyando a un candidato u otro sin importar el membrete sino el nivel de incondicionalidad. Sin embargo, el presidente, a través de la Procuraduría General de la República, ordena la deten-ción de políticos (el caso de los alcaldes de Michoacán) o de candidatos (el caso de Quintana Roo) de la llamada izquierda. Calderón sabe que este tipo de operativos no se pueden implementar en contra de políticos priístas: le costarían la Presidencia. Opta por golpear a las fuerzas más débiles (PRD, PT, Convergencia) sin importar que su partido (el PAN) lleve a cabo alianzas con las mismas.

Puebla y Oaxaca —gobernados por el PRI— son una prueba clara de la enfermedad letal que padece el Estado Mexicano. En dichas entidades se han dado alianzas entre fuerzas diametralmente opuestas con el objetivo de destronar a dos caciques, Mario Marín y Ulises Ruiz, políticos que en cualquier país democrático hubieran sido procesados y puestos en prisión. A Marín se le hallaron pruebas contun-dentes de haber incurrido en los delitos de estupro, secuestro y encubrimiento. A Ruiz se le ha acusado de ser el autor inte-lectual de diversos asesinatos. (En el estado de Illinois, por un delito mucho menor, tráfico de influencias, el ex gobernador Rod Blagojevich fue desaforado y ahora está siendo proce-sado por una corte federal).

El llano en llamas

La democracia electoral mexicana nació en 2000 con la elección de Vicente Fox, tuvo salud algunos meses, luego se fue enfermando y para julio de 2006 cayó herida de gravedad. Ahora en 2010 ha entrado en su estado de muerte.

El epígrafe de Juan Rulfo “Ya mataron a la perra, pero quedan los perritos”, adquiere relevancia en el México de nuestros días. La antidemocracia era la perra, que murió en el año 2000, pero nos olvidamos de la aguda advertencia.

¿Quiénes son los perritos? ¿Serán los partidos políticos? ¿Serán los gobernadores que se han convertido en patriarcas de sus estados? ¿Serán los carteles de la droga? ¿Serán los altos magistrados del sistema electoral y de la Suprema Corte? ¿Serán los líderes de opinión que nos hablan de un México que sólo existe en sus columnas y en sus programas televisivos? ¿Será la clase empresarial y financiera mexicana? ¿Quiénes son los perritos?

La barbarie de los personajes de El llano en llamas palidece ante la crueldad y la sevicia que se viven en Ciudad Juárez, en Cuernavaca, en Monterrey, en Mazatlán, en Cancún, etc. A estas alturas las imágenes de decapitaciones que nos llegaban de Irak se han vuelto juegos de Nintendo ante el sadismo y la imaginación de tortura de los cárteles mexicanos.

Altura éticaHoy por hoy es casi imposible hablar de una salida. Lo

único que nos puede salvar es la ética. Nos referimos a una ética comprometida con México en cada una de sus instan-cias. Sin duda, uno de los legados de Carlos Monsiváis fue su patriotismo ético. Con su sentido del humor, recalcaba que al parecer su destino era apoyar las causas perdidas. Monsi-váis leía los periódicos y veía la televisión, y no encontraba un mínimo de ética en los diferentes estamentos del poder. Pero sí la hallaba en los pequeños esfuerzos culturales y de valentía social, la vio en las jóvenes de la zona triqui que realizaban en Oaxaca un gran periodismo radial y que fueron asesinadas el 7 de abril de 2008, la vio en las madres de Ciudad Juárez que perdieron a sus hijos en un atentado el pasado 31 de enero y también la vio en los ojos de la Comandante Esther cuando se presentó ante el Congreso para defender los derechos de los indígenas. Para Monsiváis estas personas eran y son luciér-nagas perdidas en la gran oscuridad en que ha caído México.

¿Cómo demostrarle a Monsiváis que su paso por México no fue una causa perdida? ¿Cómo hacerle para que esas pequeñas luces empiecen a surgir en los partidos políticos, en las secretarías de Estado, en las procuradurías, en las cámaras empresariales y de comercio?

Raúl Dorantes y Febronio Zatarain, mexicanos, son miembros del Consejo Editorial de contratiempo y coautores del libro “Y nos vinimos de mojados….”

carteles: armados hasta los dientes.

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En el 2008 el “Estado colonial, republicano y neoliberal” que era la República de Bolivia fue refundado como el Estado Plurinacional de Bolivia, bajo la presidencia de Evo Morales. Este cambio ha redefinido sus relaciones sociopolíticas con el resto del mundo y, por

sobre todo, consigo mismo, al asumirse como un estado multicultural y plurinacional. Bajo esta óptica, no se puede hablar del tema de la hoja de coca sin una retrospectiva histó-rica adecuada, ni se puede mezclar el tema coca con narco-tráfico sin justificativos concretos. Esta nota tratará de sinte-tizar los fenómenos históricos del circuito hoja de coca vs. cocaína.

Primero veamos lo que la Nueva Constitución Política del Estado sostiene en relación a la coca. Dice el Artículo 384: El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patri-monio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; en su estado natural no es estupefaciente. La revalorización, producción, comerciali-zación e industrialización se regirá mediante la ley.

La coca, considerada sagrada por las culturas originarias, es utilizada desde hace más de tres mil años, en casi 200 varie-dades, con fines medicinales, místico-religiosos y sociales. Es sólo a partir de 1800 que científicos europeos, habiendo extraído un sulfato de las varias vitaminas, oligoelementos y alcaloides que posee la hoja, crearon la cocaína. A manera ilustrativa, quizá podría hacerse el siguiente juego: científicos descubren que una de las xantinas del café que todos desayu-namos sirve para producir una nueva droga, adictiva como todas, por tanto, queda cuestionado y censurado el consumo del café y se penaliza y criminaliza la producción exceden-taria del grano. El hecho es similar con la coca y coincide además que los originarios de África y América creen que el café y la coca fueron regalos de los dioses. Antes de la colonia el uso de la coca no estaba extendido, ni era indiscriminado; recién al ver el español, en rituales sociales y religiosos, que una variedad de la hoja masticada con ceniza producía un efecto mitigador del hambre y el cansancio, se extendió su uso; que resultaba ventajoso para ahorrarles los costos de alimentación, y un triste alivio para el esclavo indígena.

Otros fragmentos de la Constitución indican que: …las naciones y pueblos indígena originario campesinos gozan de los siguientes derechos: 5.A que sus instituciones sean parte de la estructura general del Estado. 9 .A que sus saberes y conoci-mientos tradicionales, su medicina tradicional, sus idiomas, sus rituales y sus símbolos y vestimentas sean valorados, respetados y promocionados. 17. A la gestión territorial indígena autónoma, y al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables existentes en su territorio sin perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos por terceros.

La visión de estos artículos no fue considerada al redac-tarse la primera Ley de Reforma Agraria de 1953, ni otras futuras leyes, por tanto se mantenía y extendía la pobreza y marginación de los pueblos originarios y campesinos. En 1964 se inician 20 años de dictadura militar. Restaurada la democracia, se promulga el Decreto Supremo 21060 en 1985, que si bien aportó parcialmente en la reversión de la crisis inflacionaria, la regulación eficiente de impuestos y permitió

la integración a la economía global a través de la regu-lación de las empresas y la inversión extrajera, también agudizó la pobreza e inicio el desmantelamiento de los grandes sindicatos de obreros y mineros.

Como alternativa empe-zaron a surgir movimientos cívico-sindicales y organi-zaciones campesinas. En este panorama surge Evo Morales, las palabras del antropólogo español jesuita Xavier Albó resumirán este párrafo: Morales emigró de joven, como muchos otros que abandonaban zonas áridas devastadas por el fenó-meno del Niño, a la región de Chapare/Chimoré, en el trópico de Cochabamba, una zona de fuerte producción de hoja de coca. Morales, como muchos campesinos quechuas y aymaras, se esta-blecieron en la zona no para participar en el narcotráfico, sino como agricultores de la hoja de coca. Tras esta migra-ción y asentamiento, surge el movimiento cocalero, que pronto ganará capacidad de participación política gracias a la Ley de Participación Popular, a mediados de los 90, y será liderado por Morales

Dejando esta parte de la historia latente, veremos que el narcotráfico en Bolivia fue introducido en la década de los 60 y mantenido durante 20 años de dictadura militar. Después de 1985, intervino con fuerza Estados Unidos con su “Guerra contra las Drogas”. Se dice que el gobierno de Washington prácticamente escribió la Ley 1008 (Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas) para Bolivia, una ley ambigua que reconoce la importancia de la coca en nuestra cultura, pero a la vez la criminaliza, exige su erradi-cación forzosa y culpa al campesino. Para ellos el cultivo de la coca significa sobrevivencia y el narcotráfico no es sino un elemento más que marca una economía, en este caso, favo-rable, aunque incluye una serie de riesgos. Como reacción a esta ley surgen protestas de organizaciones y federaciones campesinas y de las federaciones productoras de coca. El país vive la tensión del pulso sociopolítico, pero no la tensión ni la violencia del narcotráfico en sí, porque estos productores agrícolas de la coca no están, ni buscan estar, involucrados con el narcotráfico y hasta ahora no se ha podido probar esa relación.

El detonante que llevó la situación al extremo fue el decreto supremo 26415, en 2002, que prohibía incluso el secado y la comercialización de la hoja de coca del Chapare en los mercados locales para su uso medicinal y/o tradicional. Protestas y marchas fueron violentamente reprimidas por

el ejército; se produjeron muertos en ambos lados, el presi-dente Jorge Quiroga Ramírez se negaba a las negociaciones y a reconocer el liderazgo político de Morales, la cámara de diputados complotó una sesión para expulsar a Morales de su curul parlamentario. La Defensoría del Pueblo consideró el hecho y toda la violencia que el gobierno estaba ejerciendo como anticonstitucional. En febrero del 2002 se levantaron la mayoría de los sindicatos urbanos, organizaciones originarias y campesinas y federaciones de todo el país en apoyo al movi-miento cocalero. Ante la cantidad de muertos, heridos y dete-nidos intervinieron finalmente la Asamblea de los Derechos Humanos y la Iglesia Católica. El gobierno cedió espacio para negociaciones y tuvo que reconocer los derechos políticos y sindicales de Morales.

La presión para erradicar la coca sólo ha logrado forta-lecer a este movimiento cocalero, visto como un movimiento social de masas que adquiría un ingrediente antiimperia-lista. Uno de sus discursos decía que “en lugar de exigir coca cero, debería el mundo exigirse cocaína cero”. Esta carrera, de casi veinte años de liderazgo le ha servido a Morales de plataforma política para llegar el 2005, democráticamente, a la presidencia de Bolivia con una mayoría del 53.74% de los votos, frente al 28.59% de su principal opositor. Y en cuanto al país, esta carrera de 20 años de convulsiones sociales le ha servido, aparte de otros grandes cambios, para, por primera vez, tener la oportunidad de proponer una política antidrogas independiente de las presiones internacionales y equilibrada con respecto a la propia dinámica nacional.

Verónica Lucuy Alandia, boliviana, es miembro del Consejo Editorial de contratiempo.

Evo Morales y Bolivia

Hacia una política antidrogas propiaVerónica Lucuy Alandia

evo morales: presidente y cocalero.

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Los miles de muertos en México desde el inicio de la guerra contra las drogas en el 2006, y los miles más en América Latina muchos años atrás, así como los

cientos de miles de jóvenes en Estados Unidos cuyas vidas se pierden entre la violencia o la adicción: todas las bajas de esta guerra son locales, aunque el conflicto es global.

La localidad de la violencia generada por el narcotráfico pocas veces ha sido tan patente y absurda como en el reciente episodio en Jamaica, en el que decenas de personas murieron en cuestión de días, víctimas de las balas, debido a la obse-sión del gobierno de capturar a una sola persona.

La doble moral del gobierno estadouni-dense – incapacidad política para controlar o regular el consumo de drogas y presión diplomática o militar sobre los países productores – está detrás de los hechos de Jamaica: Washington quería extraditado al jefe del cártel jamaiquino, Christopher “Dudus” Coke, aunque el precio fueran 74 muertos.

Una vez conseguida la captura de Coke, el caso Jamaica ha sido barrido discreta-mente bajo la alfombra, y su espacio en los titulares mediáticos fue rápidamente ocupado por la guerra mexicana.

Su búsqueda, sin embargo, recuerda en mucho a la prolongada y aún infructuosa búsqueda de Osama bin Laden, el líder de la organización terrorista Al Qaeda, en las cuevas de Afganistán: una persecución de alto costo económico y humano, y cero réditos políticos.

Alertadas sobre la presencia de Coke en Tívoli Gardens, un área al sur de la capital, Kingston, las autoridades jamaiquinas

llevaron a cabo, a fines de mayo, una cacería sin reservas que, en el curso de unos cuantos días, dejó un saldo de 74 muertos y varias docenas de policías heridos. Absolutamente todos los muertos eran civiles e incluían a varias mujeres, pero la policía justificó los hechos: “tanto mujeres como hombres pueden ser gatilleros” de Coke, dijo a los medios informativos Glen-more Hinds, jefe adjunto de la Policía Nacional de Jamaica.

Además de los muertos, Tívoli Gardens quedó semidestruido. Los daños materiales no han sido cuantificados, y organizaciones huma-nitarias como la Cruz Roja han sido impedidas en sus labores de atención a los damnificados. Conforme se llevaba a cabo la limpieza de la zona afectadas por los combates entre la policía y los sicarios de Coke, abundaron los rumores de que el saldo rojo había sido mucho mayor que la cifra anunciada oficialmente, y que las autoridades habían llegado al extremo de quemar algunos cadáveres.

La batalla duró cuatro días. Pero Coke no fue capturado sino hasta casi un mes después, y apenas en la última semana de junio el hombre más buscado del Caribe llegó a Nueva York, donde la justicia estadounidense espera proce-sarlo por cargos de narcotráfico y tráfico de armas.

Robin HoodEl caso de Coke es un referente típico de

muchos casos en los que el gobierno estadouni-dense cree en que basta con cortarle la “cabeza” a un cartel para darle un golpe mortal a alguna rama del narcotráfico internacional.

Coke llevaba años operando como el jefe del tráfico de drogas en Jamaica. Y en la isla – donde Bob Marley labró su leyenda de artista rebelde cantando sobre una cultura ultraliberal donde el consumo de marihuana y otros narcóticos era parte de la cotidianeidad – Coke era consi-derado un héroe del pueblo, que lo llamaba “El Presidente”.

Guerra en la tierra del rebeldeGerardo Cárdenas

De la misma manera que en países como México ha surgido todo un movi-

miento y cultura musicales en torno al ‘narco’, el reggae, el ritmo afro caribeño salido de la isla y al cual Marley dio fama mundial, se ha concentrado en torno a Coke. Entre muchas otras empresas, Coke era dueño de un sello discográfico, Presidential Click, que promueve a varios de los artistas de reggae más conocidos en la actualidad, incluyendo a Elephant Man, Shaggy, Beenie Man, Queen Ifrica, Tarrus Riley y, en particular, a Bunny Wailer, uno de los miembros originales de los Wailers, la banda de Bob Marley. Wailer recientemente compuso un reggae titulado “Don’t Touch the President” (No toquen al Presidente), en clara alusión a Coke.

Días después de su captura, todavía podía verse a grupos de jamaiquinos bailando por las calles de Tívoli Gardens y cantándole a Coke canciones que incluían la estrofa “él era un Robin Hood”. Coke, como muchos jefes intermedios del ‘narco’, ganaba apoyo popular a nivel local repartiendo sus cuan-tiosas ganancias en numerosas obras caritativas.

Las autoridades estadounidenses – que comenzaron a presionar al gobierno de Jamaica desde agosto pasado para lograr su captura y extradición – pintan un retrato muy distinto de Coke. En vez del benefactor bené-volo del que hablan sus vecinos, Estados Unidos habla de un “asesino despiadado” que comandaba a una pandilla conocida como “La tribu de la regadera”, por su costumbre de “regar” de balas a sus víctimas, y que controlaba con mano de hierro el tráfico de drogas

entre Jamaica y la costa Este norteamericana a través de Nueva York. Coke, dicen las auto-ridades, ha ordenado o llevado a cabo direc-tamente más de mil 400 asesinatos desde que tomó el control de la “tribu” sucediendo a su padre, Lester “Lloyd” Coke, considerado el fundador de la ruta clandestina Kingston-Nueva York.

Como suele suceder en estos casos, una vez capturado su ‘hombre’, Estados Unidos se desentiende de las consecuencias que esas acciones puedan tener en la estabilidad del país afectado. El caso Coke estuvo a punto de provocar la caída del primer ministro jamaiquino Bruce Golding, del partido Labo-rista. Golding ha tenido que resolver la crisis traspasando la culpa a su principal aliada: la procuradora general y Ministra de Justicia, Dorothy Lightbourne. El Parlamento jamai-quino está por someterla a un proceso polí-tico que puede costarle el puesto. Su sacrificio puede calmar momentáneamente la agitada situación de Jamaica, pero el caso “Coke” todavía puede traer muchos problemas a la isla de Marley.

Gerardo Cárdenas, escritor y periodista mexicano, es director editorial de contratiempo.

“dudus: coke: robin hood en jamaica.

protestas callejeras.

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8 contratiempo J u L I O - A G O S T O 2 0 1 0

Hace dos años, el 16 de diciembre de 2007, el cuerpo de un estudiante de secundaria llamado Michael York apareció al lado de unos basureros en un nevado callejón del barrio de North Lawndale, en Chicago.

York era un chico de los suburbios y aparentemente murió de una sobredosis de heroína después de una larga juerga con otros adolescentes en una mansión del suburbio de St. Charles. Sus “amigos”, en pánico, abandonaron su cuerpo en el barrio a donde venían a comprar la droga.

La triste historia de York, que tenía 17 años, apareció hace poco en la revista Chicago Magazine y es una muestra de cómo la heroína ha invadido los suburbios.

Al igual que York, cada vez más jóvenes que se meten heroína vienen de áreas suburbanas a comprar la droga, como reporta el documento “Drug Market Analysis 2009”, el cual desmenuza la problemática en la zona de alta inten-sidad de tráfico de drogas en Chicago.

Las organizaciones mexicanas de tráfico de drogas lideran la mayoría de la venta, transporte y distribución de estupefacientes en la región de Chicago, según un reporte del Departamento de Justicia.

De acuerdo con el informe, emitido por el National Drug Intelligence Center del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el área metropolitana de Chicago es uno de los mercados de drogas más grande del país y un centro de distribución de cocaína, heroína y marihuana para el Medio Oeste y el este del país.

La región, se explica, tiene una infraestructura de trans-porte súper desarrollada, que facilita el tráfico de bienes lícitos e ilícitos: Chicago está cerca de las carreteras interes-tatales 55, 57, 80, 88, 90 y 94, que frecuentemente son usadas por narcotraficantes que traen mercancía de México y el suroeste de Estados Unidos. Y además de los aeropuertos O’Hare y Midway, los narcos también están usando trenes, autobuses y servicios de correo.

Organizaciones bien montadasLas organizaciones de narcos mexicanos

y otros grupos criminales aprovechan todas estas ventajas y dominan la venta, transporte y distribución de cocaína, heroína y marihuana, dice el reporte.

Uno de ellos es el cartel de Juárez. En septiembre del 2008 y después de una investi-gación de 10 meses, 11 supuestos miembros de dicho cartel fueron acusados de distribución de cocaína y marihuana en el área de Chicago, en una demanda federal interpuesta en el distrito norte de Illinois.

Durante la investigación, tres integrantes del cartel fueron hallados amarrados, amorda-zados y acribillados en una vivienda en la que se almacenaba la droga.

Luego, en febrero de este año, Jesús Vicente Zambada-Niebla, alias “El Vicentillo”, supuesto líder de alto rango en el cartel de Sinaloa, fue extraditado de México a Chicago.

Aquí, “El Vicentillo”, enfrenta cargos federales de cons-piración para tráfico de drogas y es uno de los supuestos narcos más famosos que han sido extraditados a Estados Unidos desde Osiel Cárdenas Guillén, ex-líder del Cartel del Golfo, extraditado en 2007, informó el FBI.

Zambada-Niebla es uno de más de 30 acusados en Chicago en agosto de 2009, entre ellos su padre, Ismael “el Mayo” Zambada-García y Joaquín “el Chapo” Guzmán-Loera. De acuerdo con el FBI, estas facciones actuaban de forma coordinada, bajo el nombre de “La Federación.”

“Gangueros” en pugnaLa lucha por las esquinas entre las pandillas que se

disputan la venta de droga también es otra característica de esta ciudad. En las calles dejan su marca -y su sangre- los Gangster Disciples, los Vice Lords y los Latin Kings. Según la sección de investigación de pandillas del Departamento de Policía de Chicago, en esta urbe hay unas 75 pandillas activas, con un estimado de cien mil miembros. Algunas de éstas, sobre todo las latinas, son suplidas de droga por las organizaciones mexicanas.

Hasta 31 mil dólares por kilogramoEn 2008, enumera el reporte, se decomisaron dos mil 479

kilos de cocaína, 122 kilos de heroína y diez mil 275 kilos de marihuana en esta región.

Pero aparentemente la disponibilidad de cocaína está bajando, según reportan autoridades, lo cual se evidencia en el aumento de precios. El reporte detalla que el precio de la cocaína en Chicago ha subido de entre 17 mil y 25 mil dólares por kilogramos en diciembre de 2007, a entre 25 mil y 31 mil dólares en diciembre del 2008. También se indica que la pureza de la cocaína disminuyó en ese período.

En cuanto a la heroína, la mayoría es provista por traficantes de Colombia, México y Nigeria y también se encuentra heroína café, proveniente de México, particular-mente en los barrios latinos, se lee en el informe.

El consumo de marihuana mexicana también es intenso en la región de Chicago y cada vez se demanda marihuana “más potente”, se indica.

Pequeña granjitaEl informe señala que la producción ilícita de estupefa-

cientes se limita al crack y a la siembra de marihuana, bajo techo y al aire libre.

Durante el verano del 2007, Bernardo Rangel y Juan Vera se dedicaban a vestirse con camuflaje para cuidar de sus aproximadamente 40 mil plantitas de marihuana, que tenían sembradas en una reserva forestal cerca de Barrington Hills, al noroeste de Chicago.

Ambos inmigrantes mexicanos fueron sentenciados a dos años de prisión. Las plantas estaban casi listas para ser cose-chadas cuando la policía descubrió la operación en la Crab-tree Nature Center Forest Preserve.

Al parecer las autoridades también descubrieron un sistema de riego casero y un pequeño campamento con comida enlatada, cerveza, repelente de insectos, y revistas. Rangel y Vera fueron arrestados en su pequeño campamento después de que un joven investigador que estudiaba zorros alertó a la policía.

Las autoridades estimaron que el valor de las plantitas era de unos 10 millones de dólares.

Transporte y lavadoLa infraestructura de transporte en la región es muy

bien aprovechada por las organizaciones criminales que trafican estupefacientes. Usualmente los narcos mexicanos transportan la droga en vehículos privados y comerciales, y a menudo en compartimentos especiales o camuflados con productos legales-.

Los traficantes colombianos a veces usan envíos courier para traficar pequeñas cantidades de heroína, en vuelos comerciales. También logran introducir la heroína en vuelos que llegan a Nueva York o Miami, y de ahí la traen a Chicago

en vehículos privados. Esta gente suela tener otros métodos como

enviar droga por correo regular, paquetes y encomiendas en buses y trenes.

Las autoridades estiman que anualmente pasan por esta región miles de millones de dólares producto del tráfico de drogas.

Los traficantes usan bancos, servicios monetarios, fraude hipotecario y el mercado negro de cambio del “peso” (Black Market Peso Exchange) para lavar este dinero; pero sobre todo, lo que hacen es aprovechar la infraestructura de transporte para sacar los fajos de efectivo rumbo a la frontera sur, explica el reporte.

Fabiola Pomareda es reportera del semanario La Raza.

Narcos mexicanos

a la cabeza en ChicagoFabiola Pomareda

narcoviolencia, también en chicago.

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9contratiempoN ú M E R O 7 7

Noviembre, 2008. Aeropuerto O’Hare

El hombre que sale del avión no puede pesar más de ciento veinte libras. Arrastra un bulto deportivo medio vacío y la ropa le queda tan holgada como la misma piel sobre los huesos. Al menos conserva cierto brillo en los ojos; tal vez quede algo del hombre que una vez fue,

al que yo conocí hace veinte años en las calles de San Juan. “Paco” llegó a Chicago a un anexo de 24 horas para tratar de romper su adicción a narcóticos como la heroína y el crack. Viene a Chicago porque siendo puertorriqueño se le hace fácil y porque esta ciudad es la única en los Estados Unidos que ofrece ayuda gratuita para los adictos a través de estos anexos clandestinos repartidos por el área metropolitana.

Octubre, 2009. Brooklyn, NYDimitri Mugianis, mejor conocido hoy día por su nombre

Bwiti Mobengo, se prepara para el ritual. Adopta y aplica las prácticas africanas del sacramento de iboga, un fuerte aluci-nógeno que contrarresta todas las adicciones conocidas por el hombre. Mobengo – que es también el nombre de un árbol de madera muy fuerte – tiene más de trescientas cincuenta sesiones a su nombre. Lo que empezó como activismo de justicia social en Nueva York en el 2002 ahora se convertía en una campaña de abierto desafío a la ley. La iboga – taber-nanthe iboga, de cuya corteza se extrae un alcaloide ilegal que puede contrarrestar cualquier adicción tras una dosis de alre-dedor de 20 miligramos – es ahora estandarte de un grupo de adictos que se ha dado la tarea de asumir su propia recupera-ción a través de la iboga, cansados ya de esperar la ayuda de la industria de la salud.

Ambos, Paco y Mobengo, son drogadictos que han encon-trado la única salida a su adicción a través de programas ilegales dentro de Estados Unidos. En este insuficiente espacio presento una introducción a estas dos modalidades que nada tienen de nuevas, pero de las cuales nadie sabe.

Por un lado, Mobengo pertenece a la religión Bwiti, la única religión que registra miles de adeptos constantemente en África y cuyo sacramento es la iboga. Los propulsores de la iboga llevan reclamándole al gobierno estadounidense la legalización de la planta desde la década de 1970. A estas alturas Mobengo prefiere continuar con las sesiones ilegales que buscar la aceptación del aparato legal.

“Secuestrarían la iboga y estaría sólo disponible para las personas adineradas”, dice Mobengo en entrevista con contratiempo a fines de junio. “Mejor lo ponemos a la mano de los propios adictos para que puedan usarlo al final del día”.

Mientras en años anteriores el acceso a la ibogaína ha sido limitado, algunos de los sectores involucrados en su legaliza-ción se han dado a la tarea de comenzar a entrenar nuevos adeptos para que estos a su vez entrenen otros adeptos y así por el estilo. Entretanto, existe un movimiento ligado a clínicas en diferentes países – como México, Tailandia, Marti-nica, Panamá, Holanda y otros – que pretenden convencer a las autoridades estadounidenses de permitir pruebas clínicas con ibogaína. Este movimiento, iniciado por el Dr. Howard Lotsof, quien descubrió las propiedades anti-adictivas en la década del 1960, ha estado activo en Estados Unidos por más de 30 años.

El cultivo de iboga se concentra en Gabón, África. Según la historia oral contada por los Bwiti, fueron los pigmeos los que le enseñaron al resto cómo usar la iboga. Hoy día se cosecha la iboga para alimentar la emergente industria de la recuperación y no se miran las consecuencias. Es en parte por esa razón que Mobengo ha desistido en el reclamo ante la Dirección Federal de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés); teme que las grandes farmacéuticas se apoderen de la ibogaína. La adicción es un mal que afecta principalmente las clases bajas de la sociedad, aunque haya penetrado todos los estratos sociales.

“La clandestinidad es la mejor vía para la iboga, lo mejor que puede pasar es que se propague”, opina Mobengo.

En Chicago, otro grupo de drogadictos también ha tomado su recuperación en sus propias manos. Importados de la capital de México, los anexos ofrecen albergue y apoyo a los adictos que lo han perdido todo. Utilizan los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos, como también sus tradiciones, para establecer albergues ilegales por todo Chicago, aunque su presencia se concentra más al sur de la ciudad.

Hoy día “Paco”, a más de año y medio de llegar al Grupo Segunda Vida, descansa en un hogar de la ciudad para pacientes médicos. Acaba de pasar por su segunda cirugía en torno a una cadera postiza. Aunque su condición física ha demorado su reintegración a la sociedad, el Grupo Segunda Vida le ha devuelto la oportunidad de continuar con su vida sin el caos de la adicción. Ya consiguió un taller y los materiales que necesita para regresar al arte; se gana la vida vendiendo diseños originales que pinta sobre distintos estilos de gorros. Ya tiene por lo menos dos tiendas interesadas en su producto, una en Chicago y otra en San Juan, de donde llegó.

Como el Grupo Segunda Vida hay más de 100 en la región, principalmente en Chicago, pero con presencia en Indiana y Ohio. Curiosamente son todos en español, sus integrantes

son mexicanos más que nada, aunque también hay puertorri-queños y de otros países centroamericanos representados en sus sillas. También hay miles de adictos como Paco que han llegado a Chicago para rehacer sus vidas. Todos se han tenido que sentar por 90 días a escuchar junta tras junta desde las 9 AM hasta la 11 de la noche. En resumidas cuentas, en eso consiste el programa. Someterse a 90 días sin ningún otro enfoque que los 12 pasos de AA y los diferentes testimoniales de los presentes.

Estos albergues se mantienen por cuenta propia. Los adictos que llevan tiempo en recuperación forman grupos llamados “conciencias”, que se reúnen todos los sábados para decidir los pormenores y las finanzas del grupo. Las contri-buciones de personas que no han estado sentados son cate-góricamente rechazadas.

“Se trata de valorizar las oportunidades que tenemos”, dice uno de los padrinos, que prefiere permanecer anónimo. “Solamente logramos valorizar nuestras vidas cuando nos cuesta de verdad. Lo fácil sale caro a la larga”.

De acuerdo con esta filosofía de responsabilizarse por sus acciones y asumir todas sus facturas, para el de afuera puede parecer un poco cruel el trato de los anexados. Pero es la estructura que les ha funcionado y hacen todo lo posible por mantenerse a sí mismos. Las controversias, por supuesto, abundan. Han habido robos de documentos personales para la venta en el mercado negro y la presencia de algunas mujeres en los grupos ha podido sembrar riñas y peleas, pero al final del día, el éxito de los anexos es innegable.

Mientras las opciones reales de rehabilitación perma-nezcan tan limitadas y costosas, la mejor alternativa para un adicto sin recursos sigue siendo ilegal, como la raíz del problema. Para parafrasear a Mobengo, sólo una reconcep-tualización del aparato legal y médico en torno a la adicción podría realzar la necesidad real que tiene la sociedad de tratar a sus adictos.

Rafael Franco es escritor y fotógrafo puertorriqueño. Radica desde 2008 en Chicago, a donde llegó a las puertas del Grupo Segunda Vida.

Los anexos y la industria de la recuperaciónRafael Franco

corteza de iboga

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Jaleos y Denunciasde Stanislaw Jaroszek

Nueva publicación de Ediciones Vocesueltasventas: [email protected]

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Jorge Montiel tiene un año

participando en el taller

literario de contratiempo

y, pese a ser uno de sus

miembros más jóvenes,

su forma de versar ha

influido: la obsesión por

eliminar todo pronombre

para afilar el verso, o la

omisión de preposiciones

con la intención de

dislocarlo e introducirlo

a la multiplicidad de

significados, se ha ido

volviendo parte del estilo

de otros participantes.

pero jorge, en los últimos

textos que ha sometido a

discusión, ha demostrado

además una gran capacidad

de absorber lo que los

otros escritores sugieren en

la hechura de sus poemas;

por ejemplo, la ruptura de

los límites entre el poema y

el relato.

el jorge poeta es como un

árbol silvestre: su fruto es

para quien lo recoja; y es

como un niño: descubre lo

que tiene enfrente.

sin más, lector, te dejamos

ante los frutos para que tú

los descubras.

Todas las images que ilusTran deshoras son esculTuras de alexander calder

The shaped vine, 1946.

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Por eso yo me reservo el te quiero

paso las horas como se avanza por un camino ciertocon la seguridad de los pies de plomoy el espacio abiertoCon paredes blandasmontañas de humoestructuras de acero hueso piedra y lodo

A veces también muero lentamente(Agonizo y muero)y se esparce de mis manos el polvo viejo de los valles largosMe tumbo en un colchón y hago que muero por unos días

Me ausentocuando estoy allá lejos de la razóny el desasosiego de la corduravolteo y me sonrío

Descansosin sandalias ni morralni la fuerza de ir corriendo a todos ladoscon mi espejo mudo bajo el brazosin saber quién eres

Alzarán los muertos un nombre a mi sepulcrose llenará la tierra de mi sedse agitarán las aguasy los montes caerán pedazos fuego a los pies del mundosoledad silencio tiempo

Yo escribo desde un sótano que se abre al espacio Un portal a los brazos del mundo entre palabrasUna casa un infiernoUna soledad a cuestas sobre el papelUna forma de vaciar rostros en una botellaacumularlos en un estanterociar las paredes con la mezclapara alejar el ruido

Yo miro con los ojos cerradosla larga sonrisa de tu rostro al espejoindefinidamente perplejade no saber quién eresguardar esa verdad como un tesoro entre tus cosasllevarla a todas partes repartirla en pedacitos por las callesy volver siempreal mismo espejoen el que ya no se mira nadamás que una muecasucia y fría de no saber quién eres

Yo siempre he de callar ante el caoshe de sembrar bajo mis pies raícesconstruir una casaresistirme a aletear con pies de cieloquedarme fuerte sobre el mundoaprender a decir te quiero

Sin embargote quiero es una soledad como una mentiraun no te vayas y muerauna fluctuación de emociones originadas en el estomagoque terminan eructando por los labiosfrágil como el momento y el aire mismo

Jor

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cae viento el atardecer al horizonte un mar de fuego al cielo hecho cenizas luz el cansancio del mundoy mis manos que no lo alcanzan

poison volanT, 1957.

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escribir a oscuras es una Magia no lo has probado preguntas

hago que no escucho aguzo la mirada a ver las letraste obligo a venir hasta el sillón para decírmelo en mi carapero eres cobarde mírate te acaba de dejar la novia y hace cinco días la conocíaslos empleados no te respetan altanero insulso despreciable sabandija del mal y tambiénrespetable señor caballero pase por aquí te abren las puertas y entrasadentro la maravilla la malévola risa que devoraespectro

que escribir a oscuras es una magia que si lo has probado

ah no

todos se han ido/nadie está conectado

en la pantalla el humo que llega hasta tu puertalas ganas de comerte a gritos abrazarte morderte la cintura

en esta soledad tan nuestra se encienden las redes interminables de la webla sintaxis del tx teo las muecas brillantes del messenger

espérame tantito amor voy a una junta/y te veo desaparecer en la pantalla

ahora me muerdo las uñas/veo tus fotos/llamo al victor a ver qué transa/enciendo otro cigarro/me arrojo a una borrachera por teléfono/me voy

(se dijo el amor por este día)

con los párpados al suelo

escapando al silencio hago aparecer un poemaque no le digo a una muchachaen el que mis huesos se tiendan y descansenUnas horas después lo doblo lo guardopara que si alguien necesita dormir un pocotenga donde recostarse

Jor

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Black: 17 doTs, 1959.

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El pasado 26 de junio el Museo de arte contemporeáneo de Chicago abrió la exposición Alexander Calder

Contemporany Art: Form, Balance, Joy. Una muestra del trabajo de Calder y de siete jóvenes artístas cuyo trabajo esta relacionado al legado de este gran escultor moderno.

Estos artístas contemporáneos trabajan directamente en la producción de sus esculturas, hacen un creativo reuso de materiales y exploran la forma, el equilibrio, el color y el movimiento. Su trabajo prioriza las cualidades visuales y vicerales de la escultura y al mismo tiempo renuevan el concepto del formalismo estético.

Entre ellos se encuentra el mexicano Abraham Cruzvillegas. El trabajo de Cruzvillegas sorprende por el uso aleatoriamente organizado de objetos que al reunirse crean una dinámica única, que explora nuevas formas de comunicación e interpretación entre ellos.

Contratiempo tuvo la opotunidad de hacerle a Abraham una breve entrevista:

Contratiempo: ¿Como te diste cuenta de que eras artista?

Abraham Cruzvillegas: No me di cuenta: decidí ser artista. En esencia todos podemos ser artistas, no existe cosa tal como el talento o la genialidad, todo es cosa de voluntad, de conciencia, de inteligencia y de práctica. La técnica no hace al artista, aunque a veces es necesaria para ciertas cosas, lo que es indispensable son las ideas y esas hay que cultivarlas.

Ct: Para gran parte de la gente, la instalación multimedia es un arte todavía muy nuevo e incomprensible. ¿Cómo describes tu arte?

AC: Yo soy escultor, no hago instalaciones multimedia. Pero

de cualquier manera, es verdad que el arte se ha transformado enormemente en los últimos ciento veinte años, muy apresuradamente, muy dinámicamente. Mucho del mejor arte contemporáneo exige de la gente un ejercicio de interpretación, no hay mensajes ocultos ni secretos para las élites. Muy al contrario, creo que, por ejemplo, el tipo de arte que yo hago apela a la capacidad de la gente de comprender su entorno más inmediato, de reconocerse en lo que está viendo, nuevamente, de realizar un ejercicio de conciencia. No hay que saber descifrar, sino hay que saber ser uno mismo frente a las obras; de esta manera se harán comprensibles.

Ct: ¿Hubo alguna transformación en tu arte después de las residencias en Inglaterra y Francia?

AC: He realizado residencias en Francia, Italia, Escocia, Estados Unidos y ahora en Alemania, pero he vivido la mayor parte del tiempo en la ciudad de México, cosa que ha afectado enormemente mi trabajo, mis ideas, mi manera de ser. Yo, como todo el mundo sigo transformándome, mi identidad es inestable y contradictoria, igualmente le sucede a mi obra donde quiera que voy, permanentemente, siempre sigo cambiando.

Ct: ¿Cual es la influencia de Alexander Calder en tu obra?

AC: No hay una influencia directa, más bien hay un afecto, me gusta su trabajo inestable -como mi identidad- su trabajo más lúdico, su carácter casi pueril. Aspiro a una sencillez en mi trabajo que podría emparentarse con Calder, una ligereza que sea transparente y leve: en movimiento.

Ct: Cuéntanos de tu proyecto “Autoconstrucción”

AC: Son varias exposiciones, libros, eventos, música, una película, un

la poesía con obJetos de abrahaM cruzvillegasEsmeralda Morales-Guerrero

documental y, más recientemente, una puesta en escena realizada en la galería kurimanzutto de la ciudad de México, en colaboración con el director teatral Antonio Castro y con el compositor Antonio Fernández Ros.

La información que nutre el corazón de esta serie de proyectos todos denominados Autoconstrucción, procede de la experiencia de haber nacido y crecido en un barrio de autoconstrucción, en la colonia Ajusco, en los pedregales de Coyoacán.

La idea es generar una metáfora subjetiva acerca de la inestabilidad, la colaboración, la improvisación, el reciclaje, atravesando diversos lenguajes, plataformas y herramientas disponibles en el arte contemporáneo, tanteando también un posible dislocamiento de las narrativas, hacia nuevos significados, ajenos a la autobiografía y a la anécdota, pero fuertemente fincados en lo individual, en el mito de la identidad.

Ct: ¿Crees que existe alguna característica común entre los artistas latinoamericanos contemporáneos?

AC: No, afortunadamente.

La exhibición en el Museo de Arte Contemporaneo de Chicago está abierta hasta octubre 17, 2010. 220 East Chicago Avenue, Chicago, IL 60611312.280.2660 | 312.397.4010Para más información sobre la obra de Abraham Cruzvillegas: http://www.kurimanzutto.com/espanol/artistas/abraham-cruzvillegas

Esmeralda Morales-Guerrero, diseñadora gráfica, directora de arte de contratiempo.

1. Bougie du isThmus, 2005.cañas de pescar, pañuelos, BoTellero.

2. auToconsTrucción 11, 2009. plinTo y BaTuTas de madera, dos piedras de morTero, vino.

3. auToconsTrucción 1, 2009. Bloques de madera, hojas de sansaveria y guirnalda de mimBre.

2.

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A Mariano Jiménez

escupe desde tu trono MaJestadpalabras a los hombresarroja carne a sus pies para que sean saciadosenamora a las mujeres por nosotros y no nos dejes caer en el error del pensamiento

Háganse las cosas como las ha dispuesto tu ley tú que siembras hermandad entre los hombrestú que con tus manos torpes acaricias sus cabezas blandas y los abandonas a su suerte después de una palmada

Cae el hombre al mundoy se pierde en la ciudadcamina descalzo como por un desierto

hambriento intenta hablar con un semejantepero no recibe respuesta

rompe a llorarmientras palabrea esta oraciónescupe desde tu trono Majestadpalabras a los hombresarroja carne a sus pies para que sean saciadosenamora a las mujeres por nosotros y no nos dejes caer en el error del pensamiento

Háganse las cosas como las ha dispuesto tu ley tú que siembras hermandad entre los hombrestú que con tus manos torpes acaricias sus cabezas blandasy los abandonas a su suerte después de una palmada

te he visto mujer desconocidaen la cuarta fila primer asiento a la derechapensando que quizás la historia del artedeba comenzar contigocomo con verte empieza todo

Y qué tristeza qué coraje no ser el Pericles moderno de esta ciudad victoriosano poder mandar la construcción de un templo a tu nombre(palabras piedra)Atenea de estos versosadónde fijar los ojos eternamenteah sin tocarte

ii Te he visto esta mañana mirando los cuerpos de los hombres griegos de la antigüedady pensaba que ojalá fuera mi cuerpo al que mirarasdel que tomaras notas en la libreta de tus deseos para leerlas después a solashasta alcanzar mi casi presencia el orgasmo o quien llegase primero

He visto también tus ojos grandes y pasmadosante la perfección humanay he reído un pocoal constatar la inocencia en tu miradacon sus latidos fuertes y pujantes y en tus mejillas rugiendo sangre

Cincuenta minutos te he observadoTe prometí mis manos y palabraslos pasos que he de dar e incluso los que he olvidadopero cuando te fuiste ah cuando te fuiste

Cinco minutos y me refugié con otrariendo como reiría contigo cayeron mis sonrisasMis manos la tocaron piel del ti se vendió el tactolas pupilas y todo

Pero quedaban las palabrasmas ahora te confieso que la despedí con un poemael potro de los cincuenta minutos el huracán y lo leí como si tú lo escucharas

Que algo quede de aquellos cincuenta minutos no lo sépero es tu culpa ingratapor no voltear a la tercer fila segundo asiento del lado izquierdodonde yo te esperabaY no te ufanes después de que estas letras te pertenezcanporque ya no son ni jardín ni templo para tisino para quien lleguey también para ella serán prestados mujer desconocida

A Guillermo Hernández Flores

aún si nada fuese convincente a tu piely las formas que estrellan imágenes ante tus ojos no hicieran eco en tu frente aúnhabría un poema cargado siempre de intuicionesde femeninos cuerpos al desnudode mundos que se estrechan vibrandoestremecidos ante la luz fría del horizonte atardeciendo para dejar sobre tus labios un cierto sabor a verdaderode aquellos mitos que yo te he dichoy que hasta ahora no habías creído

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qué piensa una MuJer a solas desnuda al borde del deseosabiéndose observadade indiscreción y de poesía

Cómo los artificios de la belleza se esparcen por susojos hasta enrojecer el airese posan en la punta de los senos una piruetay escurren blandas manos largas por el talle la cintura para dormir radiantes en las nalgas

el deseo se baña luego en el orgasmomanantial del mundo centro de mis ojoscaos palabrasfuerza henchida de placerpensamiento de una mujer a solasdesnuda al borde del deseo

pienso qué pasará cuando se acaben los poetaso si será posible decir semejante cosaque se acabe la poesíaes como si se acabara también el hombreporque entre sujeto y objeto hay correlaciónla existencia de uno no se entiende sin la del otropeculiar que el hombre siegue poesía para sus semejantes La poesía sin embargoes la existenciaSeñora brisa sobre los faros de una ciudad al albaseductora amanecepara encender de sangre a sus amantes los poetas

una vida hecha papel palabras escombro ofrenda a una ciudad de sordosde muladares carcomiendo el cielo que con trabajos Dios hablócomo de arcilla el hombre deambulando por las callesregando polvo sobre el polvo con la esperanza ciega de poseer el mundo

Han caído estos golpes sobre la mesa de los aquí reunidosgolpes susurro ante la muchedumbregolpes de voces blandas golpes de silencio golpesarrebatados alaridos del poemaescarnio para sus carnes de corderotorpes pasos a un camino equivocado

Se dirá con el tiempo que fueron un alma en penapoetas que con infinitas lenguas intentaron seducir al mundovacios de carne y llenos de espíritusus corazones marchitos rodarán ciudad abajopara ser carroña sobre el lodo en que se construirá un imperio

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el olvido es inherente al hoMbre te digo es elemento del conocimientotú llamas a mi hermana para saber cómo está la niñaella te responde que bien que si no vamos a ir esta semana

porque en el proceso de abstracciónse elimina todo lo que es de fenómeno un eventodice tu hermana que si vamos a ir esta semanadile que el jueves en la tardeque prepare la comida

dice que sí que el juevesya lo escuché que dijo de la comida

en el proceso de abstracción las sustancias llegan a ser palabras por el desprendimiento de todo aquello que les es contingente (se olvida lo contingente) sobre la base ontológica de la abstracción se prueba la posibilidad del olvido como inherente al conocimiento humano por la misma razón de que tendemos naturalmente a abstraer universalizar hacer palabras

qué hacescómoqué hacesdivagando en el olvido y túvoy a estar en la computadora

te miro y como te miro no te entiendodebería comprar otros ojosy cuando te miro también se enciende el fuegoporque en los ojos arde tu cinturaque se menea serpiente hacia la silla

aprobaron una nueva ley en Arizonacontra los inmigrantes ilegales

anoto tus palabras en una libreta de recuerdosa resguardo del olvido

on the first day you were beautiful and goodGisela Kraft

el priMer día fuiste la idea de un espacio abiertoperfectamente colocado en el centro del mundoagua y mineral fuistehabitante de un vientreEl gesto de alegría y extrañeza de una carne nuevabrotando del ombligo de tu madreUna orquídea a mitad de la ciudadLos ojos de todos te miraron germinando pujante y fuerteUn navío cortando el mar a media nocheFuiste tocado incertidumbreesperanza premonición una profecía a punto de ser cumplidaFuiste las horas agónicas del tiempo de tu nacimiento

El primer día brillaste luna en esta noche de mis ojoscabalgaste nubes y montañascon el viento por padre y por maestro aveRugieron las alas tersas de tu recuerdo a mitad de la jornadapalabras-presencia cayendo de la boca del poeta

iiEl segundo día abriste las piernas del mundogritando vida con el puñal de tu gargantaarrebataste un lugar en el magisterio de los hombresimponente ser magnifico música del tiempo

El segundo día te vi brotando de un volcán hijo del fuegofuiste proclamado heredero del sol y la tierra el segundo díate adueñaste del aire las piedras y los pechos de tu madreNombrado y conocido de todos eras ya erasla ruina del sin-consueloun horizonte de largos larguísimos cabellosabiertos al mar encendiste lumbre alba elsegundo día puerta del sersegundo día comienzo de un caminosegundo día luzsegundo día fuerza de mis palabrasoración y sangre a un dios enamoradoque te dijo soplo y se quedó bajo tu brazo

se levanta el telón el mundo en tinieblas respira despacio el señor mundo se mira en el espejo y se piensa a punto de la muerte pero se lava la cara y cinco minutos se encienden sus mejillas luego se apagan árido el mundo se va peregrino de la ruta del sol

el sol enardecido por la cobarde decisión del mundo de morir de a poco lanza sus temibles fuegos sobre él

pero una suerte lo protege

adentro en el mundo arden estos versos/sangre por sus venas

Jor

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kiTTy, 1967.

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tiempoextra

Tu suelo es una oración y es un canto de la vida

Cantando, cantando yo viviré, “Colombia tierra querida”

Fragmento de “Colombia, Tierra Querida” de Lucho Bermúdez

En una noche de sábado primaveral de Chicago, paseando por la calle junto al restaurante colombiano “Las Tablas”, se escuchaba el albo-

roto de parejas que en un intricado y apretado menear, bailaban al compás del sancocho musical criollo que es la cumbia colombiana, interpretada por el Grupo Cumbé.

En realidad el Grupo Cumbé tocaba como conjunto esa noche por primera vez, ya que fue fundado en parte para este año del bicentenario colombiano. Además, sus co-fundadores, Leo Suárez y Víctor García, tienen gran interés en no sólo preservar ciertos ritmos clásicos colombianos sino en incorporarles un toque jazzístico y chica-guense, e integraron a otros músicos recono-cidos del ámbito musical de la ciudad, como el pianista nicaragüense Darwin Noguera. Toman inspiración de la cumbia colombiana en su versión clásica, como la impulsada por Lucho Bermúdez en la década de los cuarenta —música que se difundiera y se arraigara en todas las Américas.

Al mismo tiempo, el grupo enlaza su sonido a las raíces del género, sonidos que surgieron hace cientos de años en la costa del Caribe colombiano. Por lo tanto, acom-pañan la instrumentación típica de la cumbia big band, con las diversas tamboras de percu-sión afrocolombianas, rindiéndole honor a su mismo nombre —“cumbé”— palabra afri-cana que significa “fiesta” o “celebración”.

Suárez es también uno de los organiza-dores del Primer Festival Anual de Música Colombiana, que se celebra todo el mes de julio en varios sitios de la ciudad. Además de su grupo, participarán en el festival más de una decena de ensambles locales y de agrupaciones que llegan directamente de varias partes de Colombia. En los siguientes párrafos comentamos la rítmica lección de

geografía musical que nos brindan algunas de las actuaciones del festival.

Ritmos de dos costas De Nueva York, Rebolú se especializa en

música afrocolombiana de la costa caribeña. Los músicos de Rebolú se caracterizan por mostrar los ritmos insistentes de instru-mentos de viento ancestrales de los indígenas Kogui de la Sierra Nevada de Santa Marta sobre un fondo de golpeada percusión.

Del otro lado de Panamá, en la otra costa, en contraste con la música afrocolombiana de la Costa Atlántica que tiene gran relación con África occidental, la música del Pacífico pareciera tener nexos directos con el centro de África, donde se toca la marimba/balafón de la misma manera. En el festival, Ecos del Pacífico, grupo local fundado por la familia Salazar, presenta en voz y percusión los ritmos de esa región.

Échale salsita (con un poco de boogaloo)Formado en Medellín en la década de los

noventa, La Sonora Carruseles ha presentado su salsa tropical en todo el mundo. Creada por el director musical del Discos Fuentes para grabar y de esa manera preservar la salsa clásica de la década de los setenta, la Sonora Carruseles ha cumplido y con ese cometido, ya que en sus quince años de existencia no sólo ha nutrido a varias generaciones con su nueva salsa clásica, sino que han permi-tido madurar al boogaloo, género musical que después de haber nacido en Harlem a fines de los sesenta, sólo se tocó por tres o cuatro años.

Desde Bogotá, traen su salsa y boogaloo los once miembros de La 33, agru-pación fundada en el 2001 y cuyo nombre se deriva de una de las avenidas principales de esa ciudad. Músicos jóvenes de gran talento y

energía cuyas experiencias con reggae, ska, rock, jazz y funk le dan una textura contem-poránea y especial a su salsa, con la cual incursionan frecuentemente y con gran éxito en los terrenos del funk y el boogaloo.

Acordeón de los valles y de las sabanas Traído a Colombia por marineros

alemanes, el acordeón encontró un lugar privilegiado en varios géneros colombianos. Lisandro Meza, el “Rey de la Sabana”, acor-deonista de gran trayectoria, domina con gran maestría toda clase de género tocado en el instrumento: cumbia, guaracha, mere-cumbé, merengue, el vallenato clásico y el denominado vallenato sabanero – música que habiendo nacido en el Valle de Upar (Valledupar) se desarrolla con su propio sabor en las sabanas. En cuanto al vallenato clásico, también gozamos de excelente expo-sitor en la ciudad, el grupo Juvenato, con lo que tendremos amplias muestras de lo que le bien que le fue al acordeón en su transplante a Colombia.

Llanos joropeadosLa región de los llanos no se localiza

exclusivamente en Colombia, ya que un poco más de la mitad del territorio que

abarca se encuentra en Venezuela. Región ganadera por excelencia, la vida y la música del llanero giran alrededor del ganado, los caballos y el llano. El Cuarteto

Arpa, encabezado por Diego Mosquera, nos brindará el

joropo de los llanos colom-bianos en el festival.

Cantándole a Colombia QueridaCatalina María Johnson

Melodías de los AndesLa música andina comprende una serie

de géneros clásicos como el bambuco y el pasillo, que nacen en algunos de los departa-mentos surcados por montañas de la majes-tuosa cordillera de los Andes, región favo-recida por los colonos europeos. La música de esta región toma elementos rítmicos africanos e indígenas, pero en sus instru-mentos típicos, en su mayoría de cuerda, se nota una fuerte influencia española. El Ad Hoc Ensemble tocará en guitarra y flauta los ritmos de esta región.

Electrocumbia global para el siglo XXIDesde Bogotá, Bomba Estéreo segura-

mente mantendrá al público en constante goce y movimiento con su cumbia psicodé-lica aliñada con toques rock y punk. Impul-sados por la voz y presencia electrizante de la extraordinaria Liliana Saumet, este joven grupo está conquistando públicos en todas partes del mundo, y nos aseguran que aun le quedan muchos siglos musicales a los colom-bianos para cantarle a su tierra querida.

Para mayor información sobre el Festival: http://www.colombianmusicfest.org/

Catalina María Johnson, Ph.D. es locutora y productora de programas de música latina para estaciones de radio pública. Para mayor información: www.encantolatinoproductions.com

Grupo Cumbé.Ecos del Pacífico.

Bomba Estéreo.

LIsandro Meza.

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Los puertorriqueños somos invisi-bles” fueron las primeras palabras de Elizam Escobar al dirigirse al público en la inauguración de su

exposición “Retros/Intros/Pectivas” en el Instituto de Arte y Cultura Puertorriqueñas (IPRAC) de Chicago. Pero la de Elizam es una invisibilidad especial, producto de haber pasado 20 años en la cárcel por sus actividades en favor de la independencia de Puerto Rico. Desde ahí, Elizam desarrolló el grueso de su obra, peleando con las autoridades peniten-ciarias para que lo dejaran pintar y teniendo que hacer de cada bosquejo la obra definitiva porque una vez que dejaba de trabajar en una pintura ésta no podía permanecer en la celda.

Con esas obras y documentos extraídos de su expediente, Elizam creó una especie de visión panóptica de su paso por la prisión. Así, recorriendo las paredes de la sala uno no sólo va observando las hermosas obras de Elizam sino el inexorable paso del tiempo, referenciado a través de las fotos que se tomó junto a su hijo cada vez que el niño-adoles-cente-adulto lo visitaba. La obra de Elizam Escobar está hecha en un pulso contra las autoridades. Por eso vemos las fotos de su

“ ficha de prisionero y las reseñas en prensa de su batalla por que lo dejaran pintar en prisión. Interesante poder leer una carta enviada a un periódico por una indignada estadounidense que cuestiona al sistema penitenciario por gastar el dinero de los contribuyentes en los materiales de pintura de Elizam, y le recri-mina a éste que si de verdad quiere tanto a Puerto Rico por qué no ha gestionado su extradición a la isla. Ser y no ser, el dilema hamletiano de todo puertorriqueño está en las paredes de la obra de Escobar.

Smile, Forget EverythingLa cárcel atraviesa todo el trabajo de

Elizam. Con ironía, interviene los retratos de su ficha policial y los titula “Smile”, pero la dureza de la prisión se impone y los subti-tula “Forget Everything”. Las pinturas de ese período tienen siempre el mismo punto de vista, el que su pequeña celda le permite. Para aquellos que hemos tenido la suerte de nunca haber tenido que vivir semejante expe-riencia, sus imágenes de la vida dentro de la celda adquieren un carácter onírico, casi surrealista.

Elizam Escobar, la independencia del espírituLuis Alejandro Ordóñez

En trabajos posteriores, la celda en sí misma se volvió el tema principal. Esculturas e instalaciones inspiradas en barrotes que de pronto desbordan los límites del espacio que cierran y se convierten en la vía de escape, como paradójica metáfora de la libertad.

El otro gran tema que aborda Elizam es su causa, la independencia de Puerto Rico. Retratos en distintos formatos de otros independentistas compañeros de lucha de Elizam, pero sobre todo una serie de diseños de estampillas celebrando hitos de la lucha independentista. La independencia de un país suele narrarse a través de batallas épicas, pero el día a día sólo se expresa en pequeños detalles que pasan desapercibidos para casi todos, excepto para aquellos que no pueden hablar de su propia independencia. Por eso, toda la transgresión, toda la rebeldía frente a un status quo que se considera injusto se expresa con una pequeña frase identificativa de una institución pero también de un sueño: Sello de la República de Puerto Rico.

Mucho del material que se exhibe estuvo a disposición de Elizam gracias a la recolección que las autoridades hicieron para alimentar las carpetas de subversivos que llevaban de él

y de otros independentistas puertorriqueños. Escobar sabe que, a pesar del perdón presi-dencial que le permitió salir de la cárcel tras haber cumplido 20 de los 68 años a los que fue condenado, siempre estará en la mira, siempre será observado, pero se lo toma con humor y al ponerse a la orden para cualquier dato que se necesite para esta nota, dice con una gran sonrisa: “escríbele al FBI, ellos me dan el mensaje”.

La exposición “Retros/Intros/Pectivas” estará hasta el 6 de septiembre en los espa-cios del IPRAC, en el Paseo Boricua, 2015 W. Division Street, en pleno Humboldt Park de Chicago.

Luis Alejandro Ordóñez es escritor venezolano residenciado en Chicago. Para más información visitar su página web: www.laoficinadeluis.com

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Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están

encantados con lo que hay.

En Portugal, en la aldea medieval de Monsaraz, hay un fresco alegórico de finales del siglo XV que repre-senta al Buen Juez y al Mal Juez, el

primero con una expresión grave y digna en el rostro y sosteniendo en la mano la recta vara de la justicia, el Segundo con dos caras y la vara de la justicia quebrada (...) la lección cívica que esas antiguas figuras nos trans-miten es clara e ilustrativa. Hay jueces buenos y justos a quienes se agradece que existan; hay

otros que, proclamándose a sí mismos justos, de buenos tienen poco, y finalmente, además de injustos, no son, dicho con otras palabras, a la luz de los más simples criterios éticos, buena gente. Nunca hubo una edad de oro para la justicia. Hoy, ni oro, ni plata, vivimos en tiempo de plomo”. Es de esta forma cómo José de Sousa Saramago (Azinhaga, Portugal, 1922) se refería al juez Baltasar Garzón cuyo destino, a su parecer, estaba en las manos del pueblo español y no de los malos jueces retratados en aquél fresco medieval hoy encarnados en los que le han suspendido por haberse atrevido a tocar la aún aparente viva llaga del franquismo. Cuatro meses después

La inextinguible llama de

José SaramagoJochy Herrera

de estas declaraciones ha muerto el cuerpo de Saramago, campeón de la dignidad y la solidaridad, la que aclamó en rincones tan apartados de la Península Ibérica como Haití, Palestina o Chiapas. Lugares donde ejerció con grandeza ejemplar un sui generis oficio de sonriente escritor infeliz que anunciaba a todas voces que “...los escritores viven de la infelicidad del mundo. En un mundo feliz, no sería escritor”.

Único Nobel portugués y autor de 39 obras en múltiples géneros, Saramago debuta con la novela Tierra de pecado en 1947. Después de décadas de silencio literario publica Manual de pintura y caligrafía y culmina su trabajo literario con Caín en 2009. Fue, no en este azaroso orden, poeta, editor, cerra-jero, periodista, mecánico, blogero, novelista famoso y más que nada, hombre justo que lleno de valentía nos acusó a todos de ser ciegos: ciegos de los “que pueden ver, pero que no miran”. Desafiaba y estremecía al lector la prosa del lusitano autoexiliado en España después de que el gobierno de su país se negara a presentar El Evangelio Según Jesu-cristo al Premio Literario Europeo; él, auto-definido “escritor lógico”, fue hacedor de una obra que en palabras del comité del Nobel: “mediante parábolas sustentadas con imagi-nación, compasión e ironía, nos permitía continuamente captar una realidad fugitiva”. Con la urgencia impuesta por la conciencia de su edad escribió seis últimas grandes novelas durante los nueve años posteriores al premio sin nunca descuidar el trabajo periodístico.

Fuera la muerte o su enemiga –la inmor-talidad narrada en Las intermitencias de la muerte- ; fuera la inquietud sobre la identidad del individuo --el ¿qué pasaría si?-- la ceguera total contada en las páginas del Ensayo sobre la ceguera; fuera la sacudida al Dios del poder católico en El Evangelio Según Jesu-cristo, aquella gran novela que días después de su muerte aún no le perdona el Vati-cano –el mismo inquisidor que en el diario L’osservatore Romano acaba de acusarle de ser “un banal desestabilizador de lo sagrado”-; fuera el recoger recuerdos infantiles en una única y última memoria –Las pequeñas memo-rias-- Saramago, a veces obsesivo y otras lleno de ternura, creó, a juicio de muchos, “textos fundidos entre una narración y oralidad desgarradoras y reflexivas que se convirtieron en referentes de una moral de compromiso”.

El teólogo Juan José Tamayo nos ha recor-dado en una reciente elegía aquella frase con la que Saramago explicaba su relación con lo místico: “Dios es el silencio del universo, y el ser humano el grito que da sentido a ese silencio”. Contrario a las ya mencio-nadas odiosas palabras de Claudio Toscani, amanuense del Papa Ratzinger publicadas en L’osservatore, Tamayo indica cómo “el Dios

asesino de la última novela de Saramago sigue presente en no pocos de los rituales bélicos de nuestro tiempo: en los atentados terro-ristas cometidos por supuestos creyentes musulmanes que en nombre de Dios prac-tican la guerra santa contra los infieles y en respuesta a dichos atentados por parte de dirigentes políticos cristianos que apelan a Dios para justificar el derramamiento de sangre de inocentes en operaciones que llevan el nombre de Justicia Infinita o Libertad Duradera”.

El corazón de José Saramago descansa hoy en las cenizas repartidas entre su aldea de la provincia de Ribatejo y bajo un olivo del jardín de la casa de Lanzarote que le vio partir; allí, quizás aguardando la oportu-nidad para alumbrarnos como la Vía Láctea que soñaba junto a su abuelo Jerónimo “en estas oscuras noches de la humanidad arro-pada por la mentira universal en lugar de las verdades plurales”, allí, yace un heterónimo posmoderno que despreocupado y conven-cido de su propia disolución en la nada, vivirá junto a la que siempre consideró la única defensa contra la muerte: el amor.

Justamente luego de una casimuerte provocada por la leucemia en la primavera de 2004, Saramago regresa -no resucita- para seguir contándonos urgentes historias una vez más presintiendo la desaparición física. De tal forma, satisfecho con el devenir de su vida tras publicar Caín, confesó hace unos meses que ya podía darse el lujo de reducir la velocidad: “cumpliré pronto 87 años. La vida es como una vela que va ardiendo, cuando llega al final lanza una llama más fuerte antes de extinguirse. Creo que estoy en el período de la última llamarada, antes de la extinción.”

Pilar del Río, compañera y traductora de Saramago, le confesó al diario español El País cómo “ella ansiaba que él regresara a ocupar la biblioteca, el sitio preferido de la casa”; penosamente, de acuerdo al periodista Juan Cruz, a Saramago “ya sólo le animaban las bromas, la persistencia de Pilar en continuar los hábitos cotidianos: el pan con aceite, las verduras, el bacalao portugués, la vida viva que siempre quiso”. Es la propia Pilar, nos alerta Cruz, quien en el funeral ha puesto bajo la cabeza de su marido un paño bordado con la frase enviada por un lector argentino: “estaremos extrañamente conectados a la bondad del mundo”. Es esa frase justamente la que en mis sueños yo escuché una vez en boca del más grande escritor del siglo XX.

Jochy Herrera, miembro de la mesa directiva de contratiempo y autor de Extrasístoles (y otros accidentes).

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Los medios masivos de comuni-cación mexicanos Televisa y TV Azteca formaron hace unos días La Iniciativa México con el objetivo

de cambiarle la cara al país. Estos monopo-lios, amarrados a la oligarquía mexicana, buscan una nueva forma de manipulación de la conciencia de los mexicanos. En realidad intentan cambiar la imagen de México por una que los medios puedan vender al mundo. Quieren cambiar a toda costa la imagen de este México Bárbaro que estamos viviendo día a día debido a la fallida guerra contra el narcotráfico que se ha empeñado en conti-nuar Felipe Calderón, el presidente de las mafias.

Carlos Monsiváis ya no alcanzó a escribir sobre esta nueva forma de utilizar el poder. Me refiero a la forma de auto elogio, de auto

satisfacción y de auto complacencia, todo para decir que los crímenes de la guerra no son tan trágicos y que el país marcha alegre-mente. El mensaje que ahora nos intentan vender los monopolios televisivos es que el Vasco (Javier) Aguirre, director técnico de la Selección Nacional, es el nuevo prototipo de México.

Mientras se iba consolidando La Iniciativa México, el gran cronista Carlos Monsiváis dejaba de existir a causa de un paro respira-torio, dejando uno de los huecos más grandes que un escritor o un activista haya dejado en la vida nacional.

Monsiváis se relacionaba con el poder burlándose de los excesos de los políticos y los ricos. Integrante de una generación nacida en los últimos años del Muralismo, Monsiváis, Carlos Fuentes, José Luis Cuevas y Fernando Benítez formaron la llamada “Mafia”, grupo de intelectuales que buscaban darle otra cara al México bárbaro.

A Monsiváis le correspondió vivir el México 68, que lo cambió para siempre; adquirió un compromiso mayor con la lucha por la democracia y la tolerancia al publi-carse su libro Días de guardar. Sus trabajos en las revistas Siempre y Proceso, así como sus colaboraciones en los diarios Excélsior, El Universal y La Jornada, entre muchos otros,

Monsiváis: Hombre comprometidoCarlos Arango

fueron y son denuncias llenas de una ironía única, con un lenguaje que reinventaba la realidad. Monsiváis mezcló lo altamente intelectual con la cultura popular; el libro Amor perdido habla de esa parte de la cultura mexicana que es parte de nosotros. Escribió sobre el cine nacional y vio películas de todo el mundo. Llegó a ser un hombre plena-mente universal, y un residente de la ciudad de México, metrópoli multicultural.

Monsiváis no era un nacionalista, dice Luis Hernández Navarro, y me llama la atención eso. Recuerdo que —en una de sus tantas visitas a Chicago— Connie Valdez y yo lo acompañamos a recorrer a pie el desfile de la calle 26, entre gritos de “Viva México”, carros alegóricos del queso Supremo, bandas de música estudiantiles, grupos de activistas marchando para protestar contra la represión migratoria. Desde luego, la gente se volcaba a la calle en un acto de contrición  patriótica, en una catarsis colectiva.

A Monsiváis lo habíamos invitado a dar el Grito de Independencia. Pero en vez de Grito, la noche del sábado nos ofreció una confe-rencia. Recuerdo que era también la fiesta de recaudación de fondos para Jesús García —el político más mexicano de Chicago— y Monsiváis nos fue recordando la forma en que los inmigrantes habían podido detener

la historia en los años cincuenta. “¿Y el grito, Monsi?”, le preguntábamos.

Ya el domingo, ondeando en su mano una pequeña bandera de México, cerró los ojos y se dijo para sí mismo “¡Viva México!”. Luego volteó y me dijo: “ya lo dije”.

Estando este pasado mes de junio de visita en México, veía un partido del Mundial al tiempo que hablaba con unos amigos de la realidad que le espera a México en 2012, en lo que ya se augura como un cataclismo. Entonces le llegó un texto a Juan Andrés en el que nos avisaban que José Saramago había muerto. Por supuesto, nos embargó la tristeza.

Y al día siguiente, a las 13 horas fallece Carlos Monsiváis.

Así de inmediato se armó un evento solemne para celebrarlo. Los asistentes acabaron cantando “Amor perdido”. La ciudad de México también se preparaba para ofrecerle un homenaje… La tristeza no se quedó atrás; me la traje conmigo. Pienso que la izquierda y la democracia perdieron a dos de los hombres más lúcidos de nuestro tiempo; todo en dos días. Entre tanto el Gobierno y los oligarcas nos quieren vender ese México que no existe.

Carlos Arango es director ejecutivo de Casa Aztlán

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287-g: la hermana mayor de la SB 1070

El programa 287 g existe desde el año 1996, pero no fue hasta el 2002 que fue puesto en práctica en Florida; este programa se especia-

liza en entrenar a oficiales de policía para que funjan como agentes de inmigración. Si los oficiales sospechan de un individuo, pueden detenerlo aún sin que este haya cometido ninguna ofensa. “Combatir el crimen” y velar por la seguridad de los civiles no es trabajo de medio tiempo, y estoy seguro que cualquier policía estará de acuerdo con esto, como lo afirma el concejal del Distrito de Columbia, Phil Mendelson: “Nuestro departamento de policía se mantiene muy ocupado comba-tiendo crímenes violentos, y el problema de inmigración no tiene por qué ser también nuestra responsabilidad”.

Comunidades Seguras: la hermana menor de la SB 1070

En octubre de 2008 los estados de Caro-lina del Norte y Texas implementaron el programa llamado Comunidades Seguras o Secure Communities. Este programa fue diseñado para identificar inmigrantes en las cárceles que serán posteriormente deportados, actuando en acuerdo con lo que manda la ley de inmigración. Bajo el programa Comunidades Seguras, las cárceles participantes someten las huellas digitales de los arrestados no solo a las bases de datos del FBI, como solía hacerse antes, sino también a las bases de datos del Departamento de Seguridad Interna, que contiene informa-ción capaz de identificar la situación migra-toria de la persona y que se comparte con la agencia ICE (Inmigration and Customs Enforcement) por medio de un sistema auto-matizado. Por consecuencia, el programa Comunidades Seguras le permite tener una presencia virtual a dicha agencia, en las prisiones participantes. De acuerdo con ICE el programa en este momento ha sido puesto en práctica en unas 169 jurisdicciones de 20 estados. Se planea que para 2011 esté imple-mentado en al menos un condado de cada estado, y que para 2013 funcione en todos los condados de todos los estados.

¿Qué tipo de delincuentes son los que persigue este programa?

La supuesta intención del programa Secure Communities, es el de identificar inmigrantes convictos por tráfico de drogas, asesinato, violación, robo y secuestro, los cuales serán deportados, una vez que se les juzgue. En otras palabras, el programa fue diseñado para identificar inmigrantes que han sido acusados de cargos criminales, y no para aquellos que solamente han sido arres-

¿Comunidades seguras o inseguras? La Ley Arizona y sus hermanasIgnacio Guevara

tados por una falta menor, y que en muchos casos no tienen ningún cargo; aún así, estos últimos, frecuentemente son procesados y deportados. Solamente el 7% de los identi-ficados por este programa, entre octubre de 2008 y febrero de 2009 fueron encontrados culpables de ofensas criminales serias. Esta cifra incluye individuos que probaron ser inocentes de tales cargos. El porcentaje restante, son personas acusadas de tener un estado migratorio ilegal y de haber cometido faltas de tránsito. Si la comunidad inmi-grante visualiza a la policía como un peligro y no como un ente donde acudir en caso de emergencia el volumen de delitos que queden en la impunidad hará mucho más difícil el trabajo de las autoridades encargadas de la seguridad.

Avanza silenciosamenteLa poca divulgación sobre lo que está

pasando con este programa a nivel nacional,

plantea pocos obstáculos para que even-tualmente sean una realidad los objetivos de que para 2013 esté operando en todas las cárceles de este país. Un elemento a favor del programa, es que no necesita un MOA o memorándum que el gobierno local envía al Departamento de Seguridad Interna, haciéndole saber que está de acuerdo o no en ejecutar dicho programa; como sí es el caso del 287 g que exige este requerimiento. Otra vela que propulsa a este programa, son los 146.9 millones de dólares, que la adminis-tración Obama pidió este mismo año para financiarlo.

Preguntas sin respuestas¿Tiene el ICE estadísticas para comprobar

que este programa se enfoca exclusivamente en criminales violentos que planteen una amenaza para la comunidad?

¿De qué manera el ICE asegura que la policía no realice arrestos basados en perfiles

raciales, y que esto no es simplemente un pretexto más para verificar la condición legal de los inmigrantes, bajo el nombre del programa Comunidades Seguras?

¿Tienen los departamentos de policía la opción de negarse a participar en este programa?

¿Se le realizan auditorias al programa?¿Con qué tipo de amparo o compensación

cuentan las personas que hayan sido identi-ficadas erróneamente por el Departamento de Seguridad Interna y posteriormente arres-tadas por el ICE?

¿Existe un proceso encargado de acoger las quejas de las personas arrestadas por error?

¿Podrá una persona quejarse de violencia doméstica ante las autoridades sin poner en peligro su situación migratoria?

¿Cuál serán los efectos de este programa en las políticas de la comunidad, y de qué manera afectará la confianza de víctimas y testigos cuando tengan que denunciar cual-quier crimen o abuso?

Estas y otras interrogantes planteó la Comisión de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados. En el sitio oficial de ICE que contiene la sección que se refiere al programa Comunidades Seguras, a ninguna de estas preguntas se les puede encontrar respuesta.

¿Qué pasa en Illinois?Illinois no ha sido la excepción; los

condados de DuPage y Kane lo pusieron en práctica en el 2009. Los de Lake, McHenry, Will y Winnebago anunciaron su participa-ción en abril de 2010, seguidos por St. Clair y Madison en el sur de Illinois.

Historia trágicaUn hombre que sufría de diabetes y

asma, pasó cinco años detenido antes de que pudiera conseguir ayuda legal departe del Centro Nacional de Justicia para el Inmigrante localizado aquí en Chicago; los abogados tuvieron que interceder desde lejos, cuando a esta persona se le negaron los servicios médicos al sufrir una crisis respi-ratoria. Este caso no es poco común en los centros de detención de ICE, donde al menos 112 personas han muerto desde el años 2003. Muertes que son atribuidas a la negligencia del cuerpo médico que labora dentro de esas cárceles.

Ignacio Guevara es escritor costarricense. Desde 2009 reside en Chicago, donde enseña teatro en una escuela pública.

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Tomás Segovia, poeta hispano-mexicano, siempre reacio a las clasificaciones y a las consignas de grupo, siempre permaneciendo en

ese no lugar de lo marginal, de la resistencia, por más que últimamente su obra haya mere-cido reconocimientos oficiales y galardones: el Federico García Lorca de poesía en 2009, el Juan Rulfo en 2005, el Octavio Paz en 2000 y otros en años anteriores, habla desde su sitio de morador de la palabra y de la vida, con esa habitual generosidad de pensamiento que lo distingue pero que al mismo tiempo lo hace común con la especie a la que pertenece y a la que constantemente da muestra de su amorosa filiación.

L.S. Aunque sí ha habido discusiones al respecto sobre todo desde los años finales de la ilustración, con su énfasis pedagógico. Educar el gusto era la propuesta y después se ha reconocido que el gusto tiene que ver con la época y su contemporaneidad.

T.S. Pues sí, va por épocas pero eso no resuelve el problema porque lo que hace es caracterizarlo. O sea, alguien puede decir que no es lo mismo el gusto del siglo XVIII que el del XX. Está bien. Pero ¿por qué el del XVIII es lo que es y el del XX igual? Eso lo único que explica es que hay diferencias, no su naturaleza.

Creo que el gusto es un gran misterio. Ahora, hay una clase de artesanía que sola-mente satisface el gusto: crear objetos bellos por bellos, que ni siquiera son útiles, que son bellos sin decir nada.

Yo creo que es inexplicable por qué nos gusta una corbata o un zapato. No puedo interpretar la elección de ese objeto más que históricamente, lo cual ya es otra cosa. Mi gusto no está dentro del objeto, el objeto está tomado como uno de los elementos de otro lenguaje, la historia. Entonces el zapato, el mueble y demás son significativos de momentos históricos. Pero el zapato como tal zapato nada más es bello; mientras que un cuadro, un poema, una sinfonía no sólo son

Arte poética.

Decir lo artístico: Conversación con Tomás Segovia (Segunda Parte)Lilia Solórzano

eso sino que nos colocan ante una exigencia de interpretación. Esa es la diferencia.

Lo que pasó es que más o menos en el Renacimiento empieza la idea de que la utilidad es el más bajo valor, que es supe-rior lo que no sirve para nada, el valor inútil, porque es más autónomo, se encierra más en sí mismo. Claro, un objeto que es útil se justi-fica por esa utilidad, mientras que el inútil es válido por sí mismo aunque no sirva para nada. El orgullo del arte lo empuja a querer distinguirse de la artesanía.

Entonces lo que empieza a buscar el hacedor de arte es “si nosotros no somos útiles, nosotros no hacemos cosas para usarse y consumirse, pues nosotros hacemos cosas inútiles, es decir sin sentido”, porque sentido es un uso y es ahí donde se confunde el uso con la utilidad. Un poema vanguardista es inutilizable, claro, pero además no se puede tampoco ‘usar’, aplicar a nada; ergo –piensan ellos-, si no se puede aplicar a nada, es autó-nomo y no es consumible como un martillo. No tiene sentido, luego es inatacable, inmortal, infinito. Sólo que… no se puede no tener sentido.

¿Qué sucede pues, cuál va a ser el sentido de un poema vanguardista, de un cuadro abstracto? Va a ser el poder, va a ser el que “los que pintamos cuadros abstractos somos superiores, los vendemos más caros que los que fabrican sarapes, etc.”. Un cuadro de verdad abstracto, que es ininteligible, que prohíbe ser interpretado, ¿es más bello que un quexquémetl? Literalmente no. Es más bello un quexquémetl. ¿Por qué el cuadro? Es una cuestión de poder. Eso es lo que se ve claramente en los ready-made de Marcel Duchamp. Él compró el mingitorio en el mercado y lo colocó en el museo, y por ese solo acto responde que se trata de una obra de arte.

Lo que hay que tomar en consideración es que

el museo es una institución de poder. Los museos pertenecen al Estado, al poder, o a los comerciantes de arte que igualmente son poderosísimos. Lo que Duchamp estaba diciendo es que lo que decide qué es la obra de arte no es la obra de arte misma, su conte-nido, su relación con el mundo, sino el poder.

L.S. En este sentido quisiera introducir también la mirada de la crítica, los inte-grantes de lo que se instituye como crítica, literaria, artística, etcétera. En algunos momentos de tu escritura has abordado, por ejemplo, la crítica literaria formalista deslin-dándote completamente de ella, de esa disec-ción donde se decide qué es y desde dónde es lo literario y cómo se puede analizar e inte-rrogar a través de esquemas. Pero que no es exclusiva de la literatura sino que se expande hacia otras expresiones artísticas, voces que deciden lo que hay que buscar en el arte y ponderar lo que vale. ¿Desde dónde hay que mirar para reconocer el ‘arte’?

T.S. Lo que hace la crítica actualmente sobre el arte moderno, incluyendo a la poesía, es que tienen que crear otro plano, una especie de metalenguaje. El significado de una obra vacía, la manera en que una crítica puede encontrarle un sentido es no buscar el sentido de lo que esa obra dice, ‘qué sentido tiene’. Porque hay diferencias entre decir y querer decir. Un mensaje que no quiere decir nada en un sentido –porque literalmente claro que dice- es vacío. A esa obra de arte vacía se la sitúa en un hiperespacio del arte: en escuelas, corrientes, etcétera. “Este cuadro no quiere decir nada”, ¿y qué puede decir la crítica sobre él? “Es no figurativo, es gestual…” o sea, lo único que puede hacer es caracteri-zarlo por fuera, como elemento de un súper lenguaje que es la historia del arte. Ese poema

no dice nada pero es un episodio dentro de la historia del arte, ejemplo

de

tal escuela, tendencia o incluso está en tal museo y cuesta tanto, rasgos que caracterizan la obra.

L.S. Estoy pensando, por ejemplo, en la música contemporánea que demanda otras formas de ser escuchada y de ser interpre-tada, nuevos instrumentos y nuevas maneras en las partituras. Sonidos que nos resultan bastante extraños. Algo pasa que también se vuelven ininterpretables en términos lingüís-ticos o de cualesquier otro lenguaje. Uno ya no sabe bien a bien qué es el arte.

T.S. A mí me parece que esto es paralelo al resto de la historia moderna, cómo han ido poco a poco vaciando el sentido. Cómo llega un momento en que son puras rela-ciones formales. El pensar que la democracia consiste en que exista y se practique el voto es sumamente insuficiente. Está bien el voto, pero ¿voto para qué? Es un vacío de sentido, y se va construyendo el poder sobre la forma política del sinsentido que es la impunidad. El poder se va construyendo sobre la impu-nidad que es el equivalente en el poder al sinsentido en el arte. Es decir, “A mí que nadie me pregunte. Yo declaro la guerra en Irak y nadie tiene derecho a pedirme explica-ciones”. La política moderna nunca da expli-caciones. Esa es la consigna. A un político, lo mismo que a un artista, le está prohibido dar explicaciones.

Lilia Solórzano, mexicana, es maestra en filosofía, Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 2007, periodista cultural y catedrática de la Universidad de Guanajuato.

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Natural herencia de la revolución mexicana, fue la cruzada de los libros con que intentó José Vasconcelos alfabetizar, además

de dotar de un libro a cada hogar mexicano, producto de sus visiones sociales cuando fue titular de Educación durante el mandato de Venustiano Carranza. Sin embargo, dados sus ímpetus y naturaleza de caudillo, Vascon-celos primero intentó fraguar sus afanes utopistas y, terminados los fragores del combate, verbalizó sus postulados sobre la raza cósmica, la sólida razón de utopía que aún ciñe el destino de los mexicanos.

José Vasconcelos, Alfonso Reyes y Octavio Paz, los tres pensadores más ilustres del siglo pasado, simpatizaron o defenestraron contra las tentaciones que ofrendaba la utopía. Reyes, atento al devenir de los conceptos, rastreó y ubicó en el magisterio de su ensayo “Utopías americanas” el germen de “la utopía política de los jesuitas entre los indios guaraníes” durante el siglo xvi, así como los empeños de don Vasco de Quiroga, “obispo de Utopía”, en la organización de “un sistema de pueblos que cambiaban entre sí sus industrias”. Dos de sus libros trazan las empatías alfonsinas por la utopía ameri-cana: Última Tule (1920-1941) fue el primero; en el segundo, eco recobrado de Quevedo, No hay tal lugar… —ambas aparecieron con intermitencias entre 1924 y 1959— formuló una reseña histórico literaria “para trazar el cuadro de la literatura utópica” que subyace en la literatura universal.

Por su lado, Paz en su ensayística de madurez política, abogó por la democracia mexicana, su fortalecimiento y consolida-ción como axis del sistema político mexicano. Baste con leer la prosa argumental con que formuló su análisis político en El ogro filan-trópico (1979), para entender que no hay nada más alejado del relato utópico que esta forma del pensar realista. Eso sí, la crítica de la razón utópica no estuvo presente en sus empresas culturales ni en sus empeños intelectuales; en contrapartida, su afán crítico e inquisiciones políticas se centraron en las modalidades de la transición, el arraigo y las prácticas de la democracia efectiva en México.

Más cercana a nuestro tiempo polí-tico, la consigna “Todos somos Marcos”, se desprendió de un relato milenarista y utópico que vio en el renacer de las culturas aborí-genes una vía de término a las injusticias reinantes: opresión, discriminación, subor-dinación, miseria, analfabetismo e inequidad económica. Aunque esa crítica al statu quo germinó armada con un fusil, algunas veces de madera, no obstó para que esa herra-mienta primigenia desmeritara la convicción al combate de sus portadores.

La invención de América fue otra de las utopías que nació del imaginario europeo, pues en ella radicaba su esperanza de cambio,

la crítica al statu quo; en tanto que utopía, según Norbert Elias, era “una contrai-magen de la sociedad existente” en el Viejo Continente.

Netamente americanista ha sido la idea bolivariana de la integración del Continente Americano. La frase “nuestra América”, acuñada por José Martí, también encerraba una utopía, que alentaba a sus habitantes a poseerla en pensamiento, palabra y hecho.

Desde los fervores de la Independencia, América Latina fue un caldo de cultivo natural para el pensar utopista. De ahí ha brotado una cantidad ingente de relatos contrafac-tuales opuestos a la más dura realidad social en la que se ha vivido longitudinalmente en el espacio geográfico continental. Tierra de promisión, esperanza, libertad e igualdad. Tales fueron los postulados sobre los que se asentaron las utopías decimonónicas ameri-canas, que en buena medida cristalizaron en la independencia de las colonias españolas en América.

Ahora bien, Europa fue la zona geográfica donde surgieron las más ardorosas utopías, con excepción de Asia Central, donde la Grecia clásica, país, cultura y civilización tuvo en la República de Platón el más remoto antecedente del pensamiento utópico.

Durante el siglo xix, el Viejo Continente vivió una centuria feraz en la concepción de sistemas utópicos, temporalidad apenas disputada por el Renacimiento, época de un

Ocaso de utopías (Segunda Parte)

Javier Perucho

florecimiento cultural donde irrumpieron las “utopías narrativas”, inauguradas por el relato madre que acuñó la palabra: Utopía (1515-1516) de Tomás Moro; proseguido de La ciudad de Dios (1623), de Tomasso Campanella. Subrepticiamente, éstas cons-tituyeron un reclamo y una crítica sagaz al orden político de las palabras, sus realidades y los hombres. De ahí proviene la utilidad de la utopía como relato metafórico; de ahí, también, su exportación y aclimatación al reino de la literatura.

Por su parte, los pensadores decimonó-nicos Fourier, Owen y Saint-Simon dise-ñaron “mundos sociales alternativos”, cuyas premisas residieron en la fundación de una república ideal donde el ser humano viviría en formas justas y armónicas. Sólo la imagi-nación literaria en su forma de exposición más pura, el relato del hombre íngrimo encallado en una isla, igualaría esas preten-siones de armonía comunitaria.

Aupado al sustrato evangélico, así como

a los pensadores renacentistas y decimo-nónicos, el puente estaba tendido para la inminente germinación del pensamiento marxista, cuyo autor, Karl Marx, postuló las bases ideológicas de la dictadura del prole-tariado. Uno de sus libros, El manifiesto del Partido Comunista, abre con el incipit más literario jamás escrito para un propósito político: “Un fantasma recorre Europa. El fantasma del comunismo.” Para la formu-

lación de esta doctrina, el comunismo, con su natural estilo literario, encapsuló la inven-ción utopista más aclamada y predicada por la humanidad. A partir de ese momento, los hombres se ufanaron en su realización sobre la Tierra como nunca hasta entonces en la historia de las doctrinas sociales; tal dise-minación apenas se igualaría con la propa-gación y conversión del cristianismo en la Antigüedad.

Asia, África, América Latina y Europa fueron las geografías continentales donde esa doctrina encontró su cristalización, no siempre en la forma política más benévola para los pueblos que las habitaban, donde aún hoy, a pesar de la utopía realizada, mantienen sus feudos las más diversas formas de la opresión, la discriminación, la miseria, el analfabetismo y la inequidad económica. Y donde la alternativa que ofrece la democracia, el relato antagónico de la ficción utópica, de ninguna manera logrará la abolición de esos modos de reproducción social, apenas los remediará con paliativos.

La democracia, y el progreso que entraña también son formas emboscadas de la acción utópica, al menos en lo que concierne a la historia de esos pueblos. Apenas en los países del Norte industrializado el sistema de la democracia ha encontrado sus espacios más idóneos de concreción política. Y también ahí, en esas geografías, nació el empeño por velar su aplicación en el septentrión subde-sarrollado. Aunque en los sistemas demo-cráticos quizá se encuentre la redención —vocablo utópico, si los hay— de las comu-nidades del Sur empobrecido.

El ocaso de las utopías en el siglo xxi, se desveló con el término de la Guerra Fría, se hizo patente su consunción con el desmem-bramiento del imperio soviético y se mostró como evidencia histórica con el derriba-miento de los ladrillos con que se erguía el muro de Berlín.

El declive de las utopías propició la orfandad ideológica del hombre, su desam-paro ante el credo; sin embargo, la historia del utopismo aún no ha concluido, su final llegará con la desaparición de las eras del hombre.

Las utopías sociales y literarias nutrieron el compendio de los afanes humanos contra la desgracia, el infortunio y la pena; y en tanto que relatos, forman parte de nuestra historia intelectual, la enciclopedia de las sociedades que nunca existieron y los acervos culturales de lo imposible.

Javier Perucho es historiador literario, ensayista y editor. Su libro más reciente, Dinosaurios de papel. El cuento brevísimo en México, apareció en 2009 (unam-Ficticia)

Foto: cAtAlinA mAriA johnson

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contrafotoEsmeralda Morales- Guerrero

Montado contra una pared de mi porche trasero, protegido contra viento y lluvia, a princi-pios de la primavera apareció

un nido de petirrojos. De los animales subur-banos que han escogido algún rincón de mi casa para anidar, estos pájaros de pecho rojizo y pico largo y puntiagudo resultaban los menos problemáticos. Mapaches y avispas habían establecido viviendas temporales en el pasado; los primeros en el ático y las segundas afuera del garaje. Su eliminación resultó ser un proceso dramático, complicado, sudoroso y riesgoso.

Pero el caso de los petirrojos parecía distinto. A nadie tenía que molestar la presencia del pequeño nido. El canto de macho, hembra y polluelos se uniría al de cardenales, gorriones, cúcunas, carpinteros y pinzones, que por mañanas y tardes armo-nizan el progresivo declive y avance de las sombras. Y tan pronto los polluelos tuviesen fuerzas para volar por su propia cuenta, aban-donarían el nido y podríamos derribarlo de un simple escobazo.

Por varios días observé el ritual de los petirrojos. La hembra es la que empolla los huevecillos, mientras el macho busca ramas para reforzar el nido. Nacidos los polluelos, ambos adultos toman turnos cazando insectos y lombrices, con los que alimentan a sus crías.

A la altura que habían montado los petirrojos su nido, no llegaba yo a ver a los polluelos. Pero con el paso de los días, por encima de su borde iba asomándose el pico siempre ansiosamente abierto, y luego la cabeza completa, y hasta parte del cuerpo del polluelo que engordaba y maduraba a la vista.

Fue entonces que noté algo inusual, algo que no encajaba. El petirrojo suele poner tres o cuatro huevos y, salvo ataques de depre-dadores, en un nido de petirrojos deben, entonces, criarse tres o cuatro polluelos, que permanecen juntos hasta su madurez.

Pero en este nido sólo se veía el pico de un polluelo. La primera respuesta al enigma apareció la mañana de un sábado en que me preparaba para podar la hierba. Al pie del nido, oculto en el pasto, agonizaba un polluelo rosado y sin plumas. Una extraña inflamación oscura en su bajo vientre indi-caba algún defecto congénito, alguna infec-ción, o tal vez el traumatismo derivado de la caída desde el nido, que se encontraba a más de cuatro metros de altura.

El polluelo boqueaba sus últimos resue-llos, mientras yo miraba hacia el nido. Cerca del nido, los dos adultos – el macho posado sobre la rama de un árbol y la hembra parada sobre la reja de mi vecino – me miraban y sopesaban. Mentalmente calculé mis movi-

El crimen del petirrojoGerardo Cárdenas

mientos, y me dirigí al garaje para sacar mi escalera extensible. Los petirrojos no me quitaban los ojos de encima.

Durante mi infancia, que tuvo un periodo de pasión por la zoología, había leído que el cuco acostumbra depositar sus huevos en los nidos de otros pájaros más pequeños. Al nacer, el polluelo del cuco es tan masivo, que termina desplazando hacia su inevi-table muerte a los otros polluelos, sin que sus padres puedan hacer nada. Al final, éstos terminan alimentando y criando al exigente invasor. Tal comportamiento, sin embargo, no es habitual entre los petirrojos.

La teoría de la selección natural habla de la supervivencia del más fuerte. Carente de criterios morales, el mundo natural abre espa-cios a los ejemplares más agresivos, rápidos, fuertes o astutos, y los cierra al resto. En ese nido, un polluelo sobraba. La ciencia nos indica también que el ser humano, curioso e impertinente, altera el orden natural por el afán de imponer su voluntad. El observador, al observar, altera lo observado, en tanto éste se sabe visto.

Consciente de que mi intervención alte-raría un orden, en aras de un equilibrio que los pájaros ni necesitaban, ni demandaban, me encaminé con mi escalera al pie del nido. Los petirrojos hacían como que cazaban lombrices, pero yo me sabía observado.

La segunda respuesta al enigma apareció al momento mismo en que la escalera se posó contra la fachada del porche. Como una bala, la hembra voló del césped al interior del nido. Eso debería haberme bastado como aviso. Pero para entonces, con mi mano izquierda enguantada, yo ya recogía el cuerpecillo tembloroso del ave caída.

Ascendí peldaño a peldaño, con los ojos de la pájara clavados en los míos; mi mano izquierda se extendía palma arriba, como mostrando a la madre que, al transportar de regreso al nido al polluelo victimizado por los principios de Darwin, mis intenciones eran buenas.

La tercera respuesta fue contundente y decisiva. Tan pronto mi mano se asomó sobre el borde del nido, la petirroja emitió un chillido agudo, salvaje, desgarrador, y voló con toda decisión contra mi mano, pero sin llegar a tocarla. En mi movimiento reflejo de defensa, el polluelo que yo llevaba se escapó de mi mano y cayó al césped, tras golpear en uno de los peldaños de la escalera. Fallida mi misión, alcé la vista. En el nido, la madre había sido sustituida por el padre, quien me miraba como preguntándome si quería más pelea.

EPILOGO DARWINIANO: No contaré aquí como dispuse del cadáver del polluelo. No viene al caso para esta narración. Los días pasaron y los pájaros, cortos de memoria, me ignoraban. Pasada una semana, una tarde soleada, sentado en mi jardín contemplé el nido, preguntándome si acaso tuvo en su interior más de dos huevos, y qué pudo haber pasado con ellos. Por toda respuesta, la cabeza del joven petirrojo se alzó sobre el nido, su cuerpo ya casi completamente cubierto de plumas, su graznido de hambre imperioso y urgente, su pico abierto esperando su ración de lombrices y moscas, sus ojos indiferentes clavados en mí.

Gerardo Cárdenas, escritor mexicano, es director editorial de contratiempo.

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la población latina ha sufrido esta crisis teniendo la menor proporción de propietarios de casa, si la comparamos con su contraparte afro-americana y anglosajona. los latinos también tienen mayor porcentaje de personas nacidas en el extranjero, inmigrantes recientes, y no ciudadanos. sobre todo si se le compara con la población anglosajona, hay mayor tendencia a ser una población joven, de bajos ingresos y nivel de estudios; por estas desventajas, también han tenido históricamente menos acceso al crédito.

durante el boom en el sector vivienda, los latinos pudieron obtener hipotecas, pero más bien aquellas que tenían la mayor probabilidad de ejecución: las llamadas “sub-prime” y de tasa de interés ajustable (Arm). la combinación de la vulnerabilidad socioeconómica y la aceptación del crédito riesgoso significaron que los latinos entraron en la crisis desde una posición desfa-vorecida. es lógico, entonces, que la crisis haya afectado seriamente a esta población aunque no haya estudios específicos que lo cuantifiquen.

este informe ofrece un panorama general de los efectos de la crisis en los barrios latinos en chicago y una comparación con su contra-parte afroamericana y anglosajona. el informe se concentra en tres dimensiones con aspectos comunes: disponibilidad de crédito hipotecario, niveles de ejecución de hipotecas, y valor de propiedades.

el estudio usa tres fuentes de datos: a) la ley de divulgación completa de Ventas de inmuebles (hmdA, por sus siglas en inglés) en solicitudes de crédito, b) información de realtytrac sobre ejecuciones hipotecarias, y c) datos de trulia sobre precios de propiedades. estas fuentes presentan la mejor información disponible, pero tienen ciertas limitaciones.

Solicitudes de préstamos hipotecarioslas tendencias generales en chicago

la política de concesión de crédito hipotecario es importante porque determina quién puede costear la compra de una casa. Además, solo con la disponibilidad de crédito es que las fami-lias pueden refinanciar los préstamos existentes cuando se encarecen, para regresar a niveles de pago razonables. la crisis de vivienda se ha traducido en requisitos más estrictos de conce-sión de crédito: los datos de la hmdA indican que este proceso comenzó en 2006 y continuó todo 2007. este cambio en el mercado se reflejó en el número de solicitudes de préstamos y en la proporción de concesión o denegación de crédito por parte de bancos y otras instituciones financieras. el gráfico 1 indica que el total de las

solicitudes se redujo en un 21 por ciento aproxi-madamente entre el 2005 y el 2007.

la simple dinámica del mercado puede

explicar parte del descenso. como indica el gráfico 2, comenzando en 2005, la tasa promedio en préstamos a interés fijo por 30 años, comenzó a subir. con tasas más altas, las hipotecas se hicieron más caras, y los posibles prestatarios reaccionaron conservadoramente, reduciendo la demanda de préstamos, y por tanto, la solicitud de éstos. sin embargo, este aumento en las tasas no puede explicar las drásticas reducciones en las solicitudes de préstamos en 2007. las tasas fluctuaron ese año debido a cambios en la polí-tica federal, pero en general permanecieron un poco más bajas que el año anterior a esa misma época. A pesar de esta estabilidad, las solici-tudes bajaron aun más drásticamente en 2007, año en que la población latina representaba cerca del 14 por ciento del total de solicitudes en el área metropolitana de chicago, lo que significa que las solicitudes no representaban fielmente la proporción de la población latina en la ciudad, cerca de un 20 por ciento (cmAP 2009).

los latinos también son diferentes en lo que toca al valor de préstamo que solicitan, de acuerdo con los datos salidos de la hmdA. en 2007, solicitaron préstamos que constituían un promedio de 2.9 veces los ingresos familiares, mientras que la población anglosajona solicitó préstamos de 2.4 veces sus ingresos. Pruebas más directas del efecto de mayores restricciones en la concesión de préstamos fue la denegación de préstamos una vez que una familia o individuo lo haya solicitado.

el gráfico 1 indica que aunque las solicitudes de préstamos bajaron en un 21 por ciento del 2005 al 2007, la denegación de préstamos se mantuvo relativamente estable, reduciéndose solo un 7 por ciento, la cual fue de 17 por ciento en 2004 y bajó al 21 por ciento en 2007.

si miramos más de cerca la información de la hmdA, veremos que las dos razones más comunes ha sido la misma para latinos y anglo-sajones: la razón ingresos/deuda y el historial crediticio. en 2007, el 19 por ciento de los prés-tamos negados se debían a que se exigía una mayor proporción de ingresos comparados con la deuda y el 16 por ciento al historial crediticio. en general, este historial se basa en la calificación (Fico) que reportan tres compañías: transunion, equifax, y experian. sin embargo, la hmdA no proporciona con exactitud la razón ingresos/deuda o la calificación crediticia, como tampoco los requisitos mínimos del banco.

el aumento en la tasa de denegación de prés-tamos no afectó a todos los grupos étnicos por igual. los latinos y los afroamericanos resultaron más afectados que los anglosajones y otras mino-rías. los datos indican que aunque ya existía esta diferencia antes de la crisis, la brecha aumentó drásticamente debido a los cambios recientes en las prácticas de suscripción de préstamos. la tasa de denegación de préstamos a latinos era 7 puntos porcentuales más alta en 2004 que la de los anglosajones; ya en 2007 esta brecha había aumentado a 15 puntos. sin embargo, fue la población afroamericana y no la latina que presentó el nivel más alto de denegación de prés-tamos, con un 37 por ciento, en 2007. ese mismo año, la tasa para los latinos fue de 31 por ciento.

Aunque los datos de la hmdA del 2008 no estaban disponibles al momento de este estudio, se pueden formular algunas suposiciones sobre las tendencias a futuro. Primero, dado que los precios de vivienda no comenzaron a bajar en chicago hasta fines del 2008, y que no se promulgó ninguna política respecto de la crisis de vivienda ese año, no hay porqué creer que la tendencia de reducción en el número de solici-tudes de préstamos y el aumento de casos de denegación haya cambiado. de hecho, dado que muchos bancos tuvieron problemas de capitalización en 2008 y que aunque recibieron dinero de rescate financiero, no se comprome-tieron a conceder mayores niveles de préstamos, podemos esperar una continua reducción de soli-citudes de préstamo y el aumento de las tasas de denegación. de igual manera, la brecha entre los grupos étnicos aumentará, o por lo menos seguirá al mismo nivel que en 2007.

(continuará)

martha Argelia martínez es profesora auxiliar de sociología en dePaul university y Fellow del instituto de estudios latinos de la universidad de notre dame. recibió su doctorado en socio-logía en 2005 por duke university.

La crisis de la vivienda y los propietarios latinos en Chicago (Primera de tres partes)

Martha Argelia Martínez

la presente baja económica nace de una crisis de vivienda que ha permeado otras áreas de la economía. si bien esperamos que indicadores como las cifras de empleo, los valores de bolsa, la disponibilidad de crédito y el consumo mejoren en el futuro cercano, las consecuencias negativas de la crisis se harán sentir a largo plazo en la adquisición de propiedades y acumulación de riqueza para las familias en general. como para muchos estadounidenses la compra de una casa es una gestión de ahorro con miras a la etapa de post-jubilación, la pérdida de propiedades por ejecución hipotecaria y la seria reducción del valor de aquéllas, impactará a estas familias por muchos años.

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