Boletin Abril 2013 #2

Número 1. Abril 2013

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CENTRO DE ESTUDIOS

ESTRATEGICOS Y POLITICOS

C.E.E.P.

BOLETIN INFORMATIVO N° 2

ABRIL 2013


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El Presidente Ollanta Humala anduvo por China en visita oficial, la Embajadora de la Quinua de la FAO y Primera Dama, Nadine Heredia, se paseó entre Madrid y Río de Janeiro, y la ex Primer Ministro, Margaret Thatcher, falleció poniendo sobre el tapete las voces a favor y en contra de su controvertido legado. En este número nos aprestamos a analizar estos hitos que evidencian el creciente empuje peruano en la esfera internacional que, como bien establece uno de nuestros miembros, resurgió a partir del segundo gobierno de Belaúnde Terry y el apoyo peruano a la causa de las Malvinas.

Además, proveemos guías para entender el alcance de la legislación en gobernanza electrónica que el Congreso ha aprobado recientemente y exploramos las “causas y azares” de los partidos políticos en el Perú desde el ojo de la ciencia política.

Sabemos que no incluimos en este número nada referente a las elecciones en Venezuela, pero lo hacemos con el propósito de analizar los eventos con una mayor cantidad de información disponible. En esta tarea nos hemos embarcado para que la próxima semana puedan contar con nuestra amplia perspectiva de lo que está ocurriendo en el hermano país, las implicaciones regionales y el reto que el nuevo presidente debe asumir para lograr superar la polarización social en la que se han sumido los venezolanos.

Como siempre, gracias por leernos.

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Editorial


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Tabla de Contenidos

Editorial 3

China, Perú y el Pacífico que nos une. 5

¿Alcanzará la quinua peruana para alimentar al mundo?

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La Dama de Hierro y el Perú por las Malvinas. 7

¿Hacia dónde apunta la brújula de la gestión pública en el Perú? 8

Crisis de legitimidad, dominación y gobernabilidad partidaria. 9


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China, Perú y el Pacífico que nos une

Luis Ponce Ruiz.

Los espectaculares índices económicos alcanzados en lo que va del Siglo XXI por las economías del Asia-Pacífico y Perú han inducido al despertar peruano vis-à-vis el Océano Pacífico. Largamente olvidado por el eurocentrismo que dominó - y que quizás aún domina a parte de la clase dirigente del país - la visión del Perú, haciéndolo volcarse hacia un Atlántico que no bañaba sus costas, hoy, por el contrario, nuestro país se ve, se construye y se desliza por lo largo y ancho del océano más grande de la Tierra como parte de su nueva geo-estrategia económica y política. Es en este marco que se ha dado la reciente visita oficial del Presidente Ollanta Humala a la República Popular China, con una cargada agenda de reuniones y firma de acuerdos que impulsarán el tráfico de bienes e inversión privada y pública entre ambos países. Lo más simbólico de la visita fue la audiencia que Ollanta sostuvo con el flamante presidente Xi Jinping, convirtiéndose en el primer líder hispanoamericano en así hacerlo. Una visita de esta índole no se organiza de un día para otro, por lo que la coordinación entre los equipos de Perú y China habrá durado varios meses y desarrollada en las más altas esferas jerárquicas. Esto es un indicio de lo importante que Beijing considera al Perú para reactivar su crecimiento económico, afectado en los últimos años por la crisis mundial. De lo económico se salta a lo político y el gran interés de inversionistas chinos en el Perú responde también a un cambio geopolítico en la región sudamericana, traído como consecuencia del giro de la política exterior estadounidense hacia el problema de la seguridad internacional y la Guerra Contra el Terror. Uno de los resultados más visibles de este nuevo reposicionamiento se dio con la firma de sendos TLC, primero con EE.UU. y luego con China. Este último acuerdo, sin embargo, dio pie a que tan temprano como en 2010 las estadísticas comerciales arrojaran que China se convertiría en el principal socio comercial del Perú, sobrepasando a los Estados Unidos. Desde entonces, las relaciones entre Lima y Beijing se han visto fortalecidas en todos los niveles, desembocando en la visita de Ollanta a China la semana pasada.

La relación Perú-China se encuentra en su momento más alto, si bien hay que explorar las facilidades para que más inversionistas peruanos entren al gigantesco mercado chino. En ese sentido, la empresa privada peruana y el Estado, mediante la educación y legislación, deben fomentar mayores intercambios entre las clases empresariales de ambos países y garantizar el éxito de la enseñanza del chino mandarín bajo el marco de los acuerdos firmados en esa materia. El Perú ha enfrentado bien el reto de acercarse a su mar natural y tratarlo como mare nostrum, en el sentido de

buscar a través de él nuevas y beneficiosas oportunidades, a la vez que se integra a una enorme cuenca que ya está trabajando mecanismos para acortar las distancias e incentivar el comercio. El Pacífico, no hay que


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olvidar, nos comunica con nuestros vecinos más cercanos, así como con México, y todo el Asia y Oceanía. En esta amplia geografía el Perú ha jugado bien sus cartas al insertarse en el foro APEC y crear el marco para la Alianza del Pacífico, que comparte con Chile, Colombia y México y, de este modo, convertirse en eje entre el Pacífico y el Atlántico, mediante el reciente firmado TLC con la Unión Europea y de la mano de la relación estratégica que ha desarrollado con Brasil. Así, en ruta al bicentenario de la independencia nacional, el Perú se encamina a asumir su rol como actor trascendental del Pacífico, con una amplia red económica y diplomática, y con la misión de enrumbar este despertar hacia el puerto seguro de la prosperidad.

¿Alcanzará la quinua peruana para alimentar al mundo?

Katerina Tarrillo Feria.

La historia del Perú, está marcada por la minería como su principal actividad económica. Quizá esta sea la razón por la cual, a pesar de contar con un territorio apropiado para la agricultura, la cantidad de quinua que se cultiva en este país es muy baja y la promoción mundial de este cereal, como alternativa para la disminución del hambre, sea elevadísima. Foros, congresos, ferias gastronómicas y demás actividades promocionales ponen al grano de oro en vitrina para el mundo. La causa es que el cereal, científicamente conocido como Chenopodium quinoa, contiene más proteínas que ningún otro: 16.2 % comparado con un 7.5 % del arroz, y con un 14 % del trigo. Además, posee todos los aminoácidos necesarios para el cuerpo humano y también es una fuente de almidón, azúcar, fibra, minerales y vitaminas. Incrementar el consumo de quinua en el mundo y en el Perú es uno de los objetivos del gobierno de turno pero, en la actualidad, el 80 % de este cereal se cosecha solamente en Puno, a pesar de que se conoce - por estudios de especialistas - que se puede sembrar en distintos tipos de suelo, a diferentes alturas y con variados tipos de clima. Cuzco, Ayacucho y Junín también producen esta gramínea pero en cantidades menores. Después de Bolivia somos el segundo productor de quinua en el mundo pero podríamos ser el primero. Ecuador, Chile y otros vecinos del sur también producen. En contraste, los países que más quinua consumen son: Estados Unidos - quien también la produce en pequeñas cantidades -, Alemania, Italia, Canadá y Australia.

La idea es muy buena: promoción nacional e internacional para lograr mayor demanda aunque se olvidan de la parte numérica. Las cifras aquí son muy importantes y el mayor riesgo que se corre es no poder abastecer el mercado internacional y convertir a la quinua en un producto de lujo para el mercado interno debido a las escasas tierras de producción dedicadas al cultivo de este insumo.

Para graficar un poco la situación, vale citar los resultados de un estudio realizado por el gobierno regional de Puno en el año 2011 el cual desarrolla una minuciosa


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investigación acerca del cultivo y demás etapas de la cadena de producción de este grano. Indica por un lado que durante la campaña agrícola 2010-2011 los pequeños productores individuales u organizados en asociaciones sembraron aproximadamente 27,189 hectáreas de quinua, con un rendimiento promedio de 1,118 kg/ha y una producción de 32,224 toneladas, mientras se exportaron alrededor de 12,500 toneladas.

Por otro lado es lamentable que las instituciones públicas y privadas, involucradas en el sistema de producción, intermediación y comercialización, así como los proveedores de insumos, máquinas y equipos, participen y compitan individualmente, demostrando ausencia de articulación entre los agentes productivos y de servicios que coadyuven al desarrollo integral del cultivo de este grano.

En contraste, el Ministerio de Agricultura ha señalado que el 67% de esta producción de quinua se va para Estados Unidos, y el 5% para Canadá, Australia y Alemania. Sin embargo, aún no se ha considerado el mercado chino que cuenta con más de 1500 millones de consumidores.

Durante la última reunión de la CEPAL en junio del 2012, el ex premier chino Wen Jiabao se mostró entusiasmado por el consumo de esta gramínea y ofreció establecer un Centro de Investigación Tecnológica en Agricultura orientado a granos andinos, especialmente a la quinua. Todo esto con la finalidad de incrementar la producción de la misma y asegurar su comercialización en el mercado asiático. Del mismo modo, durante la última visita del jefe de estado peruano a China, el administrador estatal de granos de país asiático, Ren Zhengxiao, reiteró que la quinua peruana es de sumo interés para el gobierno chino.

Cabe resaltar que lo importante es asegurar primero la nutrición interna y después la del mundo, así que es de vital importancia que el gobierno de turno promueva políticas y estrategias para implementar técnicas de maximización de la producción con la participación activa de los pobladores para, de ese modo, poder abastecer el mercado adecuadamente el mercado nacional e internacional.

La Dama de Hierro y el Perú por las Malvinas

Victor Guardia Fiestas.

Independientemente de lo loable o refutable que pueda haber sido su labor, Margaret Thatcher fue y será una de las mujeres más influyentes de nuestra época. A la cabeza del partido conservador británico –Tory– se hizo con el primero de sus tres premierships en 1979 enfatizando la necesidad de un cambio en el modelo económico. A través de políticas de libre mercado, monetaristas, y de privatización de industrias, logró aumentar la producción británica a niveles de los demás países capitalistas de la época y estabilizar la economía y el desempleo. En el plano internacional, las relaciones exteriores se vieron enmarcadas en el contexto de la bipolaridad de la Guerra Fría y en el proceso cambiante de la sociedad internacional. Thatcher auspició una política en contra del totalitarismo del bloque soviético junto a su homólogo americano Ronald Reagan, persiguió una política federalista en referencia a la integración europea y, posiblemente lo más recordado de sus tres mandatos, resolvió a favor del Reino Unido el conflicto de las Malvinas (Falklands), en el cual el nuestro país tuvo una participación activa, si bien discreta. El conflicto de las Malvinas se produjo en medio de un auge diplomático peruano en el escenario mundial, tras la reciente elección del embajador Javier Pérez de Cuéllar como Secretario General de las Naciones


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Unidas, y de la democratización nacional con el Arq. Fernando Belaúnde Terry a la cabeza del gobierno. De esta forma, por un lado, el Perú asimiló el conflicto como una causa de interés regional y otorgó todo su apoyo militar y logístico a la Argentina de Galtieri una vez consumada la invasión de las islas. Por otro lado, después de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Argentina e Inglaterra, Perú se convirtió en el representante de la nación suramericana y propuso en reiteradas oportunidades propuestas de resolución pacifica, a fin de evitar lo inevitable: un escalamiento del conflicto favorable al Reino Unido. Thatcher, sumida en críticas domésticas por sus políticas neoliberales y el aumento del desempleo, optó por no aceptar las propuestas peruanas, a la vez que Galtieri se refugiaba en su Junta Militar y en no desocupar las islas. El 5 de abril, la Primer Ministro inició el ataque que dos meses después devolvería el control de las islas a Inglaterra.

Como consecuencia de la guerra, Thatcher probó su capacidad de liderazgo y logró la reelección para afianzar su segundo mandato, sirviendo como un alegato más para la veracidad de su apodo: Dama de Hierro. Sin embargo, a días de su fallecimiento, el conflicto aún no acaba pues las islas se encuentran bajo administración inglesa como territorio autónomo pero, su soberanía sigue siendo disputada. El Perú, por su parte se mantiene firme y fiel, tras 20 años, a su posición de solidaridad latinoamericana a favor de la soberanía argentina de las Malvinas, a la

vez que busca mantener buenas relaciones diplomáticas y, sobretodo, comerciales con la potencia británica. Potencia que lleva consigo el legado económico y político de su única mujer Primer Ministro hasta la fecha, the Iron Lady: Margaret Thatcher. ¿Hacia dónde apunta la brújula de la gestión pública en el Perú?

Cristian Mesa Torre.

¿Hacia dónde apunta la brújula?, ¿cuál es la pieza que falta del rompecabezas? y ¿cómo se arma este cubo mágico? son preguntas que bien se podrían aplicar al pensar en estrategias, políticas, planes, programas o proyectos. Todas estas acciones buscan contribuir y dar un rumbo al Perú, encontrar la pieza - o piezas - que le falta y si ya se tiene los colores de la inclusión social, la reducción de la pobreza, la educación, entro otros, para decir que se al fin se armó correctamente el cubo o que va por buen camino.

En este sentido el Estado viene desarrollando algunas piezas claves como la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública, el Plan Nacional de Gobierno Electrónico, la Agenda Digital Peruana 2.0 entre otros. Lo trascendental de este conjunto de medidas es que cuentan con un componente de tecnología y cuyo espíritu es poner al ciudadano en el centro.

En enero de este año se aprobó la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública (D.S 004-2013). Esta política tiene como objetivo central orientar, articular e impulsar en todas las entidades públicas el proceso de modernización hacia una gestión pública para resultados que impacten positivamente en el bienestar del ciudadano y el desarrollo del país. Los ejes transversales de la política son: gobierno abierto, gobierno electrónico y articulación institucional.


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El Plan Nacional de Gobierno Electrónico, mientras tanto, considera cinco ejes estratégicos respecto al desarrollo de la interoperabilidad en las entidades del Estado, promoción de la transparencia y participación ciudadana, fomento de la inclusión digital y desarrollo normativo que asegure su cumplimiento para el despliegue del Gobierno Electrónico en el marco del desarrollo de la Sociedad de la Información. La Agenda Digital Peruana, por su parte, tiene como objetivos: 1) asegurar el acceso inclusivo y participativo de la población en áreas urbanas y rurales a la sociedad de la información y del conocimiento, 2) integrar, expandir y asegurar el desarrollo de competencias para el acceso y participación de la población en la sociedad de la información y del conocimiento, 3) garantizar mejores oportunidades de uso y apropiación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) que aseguren la inclusión social, el acceso a servicios sociales que permitan el ejercicio pleno de la ciudadanía y el desarrollo humano en total cumplimiento de las Metas del Milenio, 4) impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación sobre las TIC y su uso por la sociedad con base en las prioridades nacionales de desarrollo, 5) incrementar la productividad y competitividad a través de la innovación en la producción de bienes y servicios, con el desarrollo y aplicación de las TIC, 6) desarrollar una industria nacional de las TIC competitiva e innovadora y con presencia internacional, 7) promover una administración pública de calidad orientada a la población, y 8) lograr que los planteamientos de la Agenda Digital Peruana 2.0 se inserten en las políticas locales, regionales, sectoriales, y nacionales a fin de desarrollar la sociedad de la información y el conocimiento. Estos instrumentos permiten pensar en la tecnología desde miradas de desarrollo y derechos que lograrán revitalizar a la gestión pública para así generar una nueva gestión transparente, cerca de los ciudadanos y promotora de la participación, aspectos todos que urgentemente hacen falta en el Perú.

Crisis de legitimidad, dominación y gobernabilidad partidaria

Julio Ricardo Moscoso Cuaresma.

La última década ha sido testigo de un movimiento todavía inconcluso de cambios sin precedentes en la configuración contemporánea por la dominación y administración del Poder. El armazón teórico que subyace en la mayoría de estos cambios está formado por un conjunto de valores, principios y técnicas que se enmarcan en la democracia, sin embargo, en la praxis, el sistema carece de control y organización que permita crear un círculo de comunicación entre la ciudadanía y sus líderes.

En este contexto, este artículo tiene un doble propósito. Por una parte busca mostrar la relevancia de la organización política a la hora de dar respuesta a los retos de la modernización del sistema democrático, y por la otra delimitar el ámbito de aplicación de las técnicas de organización y legitimación en el entorno de las organizaciones políticas. Esto permitirá definir los contenidos y las líneas de desarrollo del acceso a la democracia.


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Para ello es preciso efectuar primero una breve retrospectiva sobre que es una organización política, constatando el escepticismo con que usualmente se han recibido sus doctrinas y el carácter restrictivo que se les atribuye.

¿Qué son los partidos políticos?

Una de las tantas definiciones que nos otorga la Ciencia Política, es aquella que define a “los partidos políticos como organizaciones que tienen como objetivo ejercer el poder en el seno de un Estado o ente políticamente autónomo”1. Los partidos políticos, por lo tanto, son instituciones de la sociedad que servirán para canalizar los intereses individuales hacia la administración del Poder en un Estado. Los mismos contarán con una doctrina bien cimentada y una organización jerarquizada que se sustente en bases populares para sostenerlos, es así que « la finalidad de los partidos políticos es el reconocimiento de la posibilidad, expresa o latente, de actuar en la escena política o de participar activa y hasta pasivamente en los procesos políticos”2.

Cuando se habla de partidos políticos se habla de organizaciones que compiten por ejercer el poder político a través de elecciones. “Al llamarlas a todas partidos, se realiza una operación de economía de lenguaje”3.

Durante la década de los ochenta, la organización política se presentó como un conjunto de doctrinas de aplicación general y universal caracterizado por rasgos de portabilidad y difusión, así como de dominación política. Esto significó, por una parte, que sus principios y técnicas se presentaran como una respuesta válida para los problemas de organización política de la sociedad en multitud de países, en diversos niveles de dominación y en los más variados sectores de actividad pública. Es así que, cuando realizamos un análisis histórico, podemos encontrar que los partidos políticos en el Perú poseen una estructura particular, tal como lo señala Duverger4 en relación a la gran cantidad de fenómenos sociales que son objeto de su origen. Por ello la importancia de analizar los conflictos sociales, ya que es a través de estos que se obtiene la representatividad como eje del equilibrio de Poder.

Crisis de representatividad democrática.

En el Perú, la relación de los conflictos sociales con los partidos políticos se concentra en la representatividad que se adquiere de las fuerzas sociales, tal como señala Samuel Huntington respecto a la mejor manera de interpretar las sociedades políticas modernas, es decir, la diversificación de las fuerzas sociales. Es así que, “la modernización implica, en gran medida, la multiplicación y diversificación de las fuerzas sociales”5.

Desde el inicio de la historia republicana hubo una falaz representatividad comprendida en el caudillaje, figura asimétrica en legitimidad que representaba características personales de liderazgo en la población. Los gobiernos caudillistas que han existido en el Perú tuvieron el apoyo de las Fuerzas Armadas y la oligarquía. Estas concentraciones anómalas de poder violentaron el equilibrio, causando debilidad representativa democrática.

La representatividad que existe entre el soberano y mandatario en nuestro país acusa de ineficacia democrática. Es en el año 2003 que se crea por primera vez una ley que sistematiza la organización de los Partidos Políticos, obligando prácticamente a las organizaciones políticas a participar en democracia representativa.

“El recién constituido marco normativo obligó a los partidos a adaptarse a nuevas reglas de juego, entre las que estaba la celebración de elecciones internas, supervisadas por la ONPE, con dinero público y realizadas

1 Alan Ware. Partidos políticos y sistema de partidos. Istmo Madrid 2004, 54. 2 Id., 78. 3 Rafael Roncagliolo - Carlos Meléndez. “La política por dentro” Cambios y continuidades en las organizaciones políticas de los países andinos. Biblioteca Nacional del Perú - Asociación Civil Transparencia 2007, 7. Lima – Perú. 4 Maurice Duverger. Los Partidos Políticos. Fondo de Cultura Económica. México. 1957. Primera Parte. La Estructura de los Partidos. Cap. 3 La dirección de los partidos, 164. 5 Ware, 58.


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de manera separada desde 210 hasta 180 días antes de la elección general »6. Si bien existe una Ley de Partidos Políticos en el Perú, esta sufre de ineficacia formal, teniendo al Partido Aprista como innovador, en 1985, por primera vez de un proceso de elecciones internas que eligió democráticamente a su candidato presidencial. Sin embargo, esto no eliminó el control monopólico de las cúpulas sobre las futuras elecciones de candidaturas presidenciales y parlamentarias, existiendo un conflicto de representatividad partidaria en la actualidad.

La ley N° 28094 incentiva una condición necesaria para obtener el poder de manera democrática. Por lo cual urge la necesidad de “transformar los espacios de decisión para que sean genuinamente competitivos y transparentes”7. Existen, así también, elementos que limitan el uso de la democracia interna como, por ejemplo, la inexistencia de padrones de afiliados actualizados, la inexistencia legal y pública del financiamiento partidario, la ineficacia del papel de los órganos electorales sobre la actividad de los partidos y la indisposición de las elites a llevar a cabo transformaciones para mejorar el funcionamiento partidista. Estas limitaciones deben ser vencidas progresivamente en nuestro país, incentivando a las organizaciones políticas y los ciudadanos a lograr equilibrar la balanza de poder. “Solo cuando los políticos perciban que el hecho de tener organizaciones democráticas participativas en términos electorales, se convertirán en los principales impulsores de las elecciones internas”8.

El financiamiento.

Los Partidos Políticos de nuestro país obtienen subsidios públicos directos, indirectos y subsidios directos permanentes, entregándose en tractos anuales. Sin embargo, estos subsidios no son totalmente adquiridos, salvo en época electoral; llevando a nuestras organizaciones políticas a no usar los subsidios a raíz del control moral riguroso de los ciudadanos. “El funcionamiento real de los mecanismos de financiamiento de las campañas es de los aspectos menos explorados y probablemente más controversiales de la actividad política”9. La sociedad peruana desea que exista un mejor sistema de representatividad, pero no desea que las organizaciones políticas reciban financiamiento directo estatal, imposibilitando la regulación del financiamiento público y obligando a la mayoría de organizaciones políticas a recibir financiamiento privado. Es por ello que muchas veces el financiamiento, al no poseer una rigurosa regulación, tiende a obtener recursos del crimen organizado, sobre todo, en época de campañas electorales.

El financiamiento público debería ser eficaz para perfeccionar nuestro sistema político; sin embargo, en nuestra realidad no logra frenar la financiación ilícita. Es mérito de la Ley Electoral haber fortalecido de alguna manera el financiamiento público indirecto a través de la Franja de Propaganda Electoral, pero al haber una gran cantidad de Partidos Políticos, esta se ve reducida y prácticamente ineficaz.

“En el Perú, la existencia de una robusta franja publicitaria asignada por la autoridad electoral en los medios privados con una inversión de casi seis millones de dólares para televisión y radio, limitó los desembolsos publicitarios de los partidos a un total de aproximadamente cuatro millones de dólares en la elección de 2006”10. Por otro lado, está el problema de administrar el dinero obtenido del financiamiento externo, llegando muchas veces los partidos políticos a no dar una explicación formal y contable de los ingresos y gastos que la organización hace uso.

Además de sufrir el conflicto social más grave de nuestra historia producto de la violencia social de las décadas de 1980 y 1990, nuestro país obtuvo como infeliz desgracia política la presencia del autoritarismo y corrupción, limitando la función de los partidos políticos de participar democráticamente en la administración de poder. Todo esto, sumado a la falta de liderazgo y al fenómeno de mediatización, destruyó el incipiente

6 Flavia Freidenberg. Democracia interna. Reto ineludible de los partidos políticos. Ponencia presentada en la XVIII Conferencia del Protocolo de Tikal, Asociación de Organismos Electorales de Centroamérica y del Caribe. Santo Domingo, 23 al 26 de septiembre de 2004, 111. 7 Id., 125. 8 Id., 129. 9 Fernando Tuesta Soldevilla. Representación Política: Las Reglas también cuentan - Sistemas electorales y partidos políticos. Fundación Friedrich Ebert – 2005, 89. 10 Id., 128.


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sistema político democrático que poseían nuestras organizaciones políticas. "Sin embargo, el problema fundamental de los partidos políticos consiste en que, en variación concomitante, los partidos han dejado de hacer política". 11

Esta crisis nos lleva a elegir personas no por sus planteamientos políticos, sino a base de la imagen política que el candidato posea (el que parezca más adecuado para ser gobernante), sin saber realmente qué intenciones se esconden detrás de la personalidad política y, más aún, desconociendo si el líder posee la representatividad de su propio partido.

Una triste y amarga realidad.

El siguiente problema es el de la relación de los jóvenes con los partidos políticos, tema que también es preocupante. Los partidos ven a los jóvenes como inestables emocionales y radicales que buscan bajarlos de sus tronos de poder. No desean que ellos tomen un liderazgo real dentro del grupo. La nula renovación de cuadros políticos hace que el sentir juvenil no se vea realizado y que las masas vean con descrédito a las instituciones que no les permiten ejercer un liderazgo real.

Las bases ideológicas de un partido deberían ser renovadas constantemente, rompiéndose en definitiva cualquier esquema de eternidad, y las ideas políticas deberían de pasar por una constante renovación que implique una revisión a las estrategias partidarias. Esta renovación solamente sería posible con la incorporación y promoción de nuevos liderazgos dentro de estas estructuras políticas, en un sentido lógico y de corto plazo se debería dar paso a generaciones jóvenes que renueven las estrategias practicadas por los partidos políticos.

La falta de descentralización es otro de los problemas que adolece nuestro sistema político. Al concentrar todo el poder en nuestra capital, nuestras provincias quedan relegadas, llegando incluso al caos político cuando se analizan instituciones partidarias. A nivel regional la descentralización parece también haber tenido efectos dañinos para los partidos, polarizando desproporcionadamente del poder en nuestras instituciones y peor aún al aparato partidario nacional, atomizando completamente el poder.

Crisis de legitimidad y gobernabilidad.

Actualmente hay una débil estructura legal protegiendo el sistema democrático, es por ello que, sin negar la importancia y necesidad de muchas reformas institucionales, es “imprescindible tener un diagnóstico claro de qué problemas se necesitan enfrentar en el caso peruano y qué efectos tendrían las reformas propuestas”.12 Sin embargo, muchas de las propuestas de reforma comparten un error de diagnóstico: atribuir los problemas del sistema político a los límites del presidencialismo o del régimen político en general, o a la supuesta cerrazón de una “clase política” que requeriría diversas formas de apertura.

A partir de tal error, existe también un sentido común bastante extendido, según el cual la clave de la democratización estaría en el cambio de las reglas de juego formales del régimen político, en la necesidad de cambiar las reglas propias de una “dictadura” para así pasar a una democracia “verdadera”, esto con el propósito de mejorar el juego político. En tal sentido, correspondería realizar cambios sustanciales en el plano institucional, buscando ampliar y renovar una representación política supuestamente cerrada y, por ello, carente de legitimidad, incorporando además mecanismos de democracia participativa y directa.

La precaria situación de los partidos políticos, a efectos de las últimas décadas nos demuestra que las únicas fuerzas políticas que participan activamente de la representación política son los Partidos que administran el poder legislativo, limitando de esta manera el acceso de otras fuerzas políticas al poder. Estas fuerzas políticas “son menos capaces de integrar el conjunto de las demandas de la sociedad peruana. Este fenómeno ha creado una ausencia partidaria, que se ha acrecentado claramente a lo largo de la última 11 Roncagliolo y Meléndez, 36. 12 Tanaka, Martín, Los partidos políticos, 1992-1999: estatalidad, sobrevivencia y político mediática, Lima: IEP, 1999, 15-16.


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década”.13 De tal forma, se debería realizar una completa reforma de nuestro sistema electoral, esto con el propósito de mejorar nuestro sistema democrático y de la misma manera mejorar la estructura política de nuestros partidos.

Pero al tener una magra especialización democrática, nuestro sistema legislativo adolece de representatividad de liderazgo, por lo que no existe un filtro que pueda separar a quienes deberían administrar el Poder. Tal vez esta figura se vería fortalecida por una reforma, además de otra al sistema de distribución del poder.

Al tener un sistema presidencialista, los partidos políticos quedan relegados al fenómeno mediático de la elección presidencial. Un sistema parlamentario, por otro lado, fortalecería el poder de los partidos políticos, sin embargo dada la costumbre nacional, sería casi imposible emplear tal sistema.

Conclusión.

Para finalizar, actualmente se discute la necesidad de volver al sistema parlamentario bicameral. Esta reforma podría equilibrar la balanza de poder, pero a más de ser una propuesta que genere una mejor distribución de Poder, esta favorecería, con una adecuada reforma, el sistema y el fortalecimiento de nuestros partidos políticos. La participación política, a través de los partidos, debería enfatizar cada vez más el uso de la democracia directa. Tal vez así, algún día, podamos alcanzar el grado de desarrollo político de las naciones más avanzadas y lograr el desarrollo democrático integral de nuestra nación.

13 Tuesta Soldevilla, 75.


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