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Durante los últimos años del siglo XIX, las ideas del positivismo ingresaron en el pensamiento de muchos países de América Latina que se encontraban en el proceso de modernización de su Estado. En ese contexto, el Perú bajo la dirección de una elite política e intelectual, también se vio en la necesidad de recurrir al empleo de este ideario, con el afán de restaurar la estabilidad política y conseguir la cohesión social que necesitaba. Particularmente, este nuevo influjo doctrinario se sustentaba en los ideales del progreso, el pragmatismo y el carácter científico. De esta manera, tras la afligida derrota del Perú en la guerra con Chile y su posterior restauración, se logra obtener una relativa estabilidad económica. El cual da paso a la configuración de una elite política civil, que justificaban su existencia en la necesidad de asegurar la estabilidad social para el progreso del país. De este modo, los grupos dirigentes se ven en la necesidad de usar los argumentos del positivismo en su ambición de modernizar el estado. A continuación esbozaremos brevemente algunas interpretaciones que se han realizado acerca del positivismo en el Perú. Asimismo, trataremos identificar los tipos de abordajes historiográficos y los puntos de encuentro que tienen los autores que tomaremos en cuenta en este apartado. Para empezar, tenemos al historiador de la república, Jorge Basadre, quien en algunas notas sobre el pensamiento filosófico, sociológico e interpretaciones de la realidad nacional, nos señala una gama de personajes que en algún momento estuvieron influenciados por el positivismo y esboza algunas ideas sobre el

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Durante los ltimos aos del siglo XIX, las ideas del positivismo ingresaron en el pensamiento de muchos pases de Amrica Latina que se encontraban en el proceso de modernizacin de su Estado. En ese contexto, el Per bajo la direccin de una elite poltica e intelectual, tambin se vio en la necesidad de recurrir al empleo de este ideario, con el afn de restaurar la estabilidad poltica y conseguir la cohesin social que necesitaba. Particularmente, este nuevo influjo doctrinario se sustentaba en los ideales del progreso, el pragmatismo y el carcter cientfico.

De esta manera, tras la afligida derrota del Per en la guerra con Chile y su posterior restauracin, se logra obtener una relativa estabilidad econmica. El cual da paso a la configuracin de una elite poltica civil, que justificaban su existencia en la necesidad de asegurar la estabilidad social para el progreso del pas. De este modo, los grupos dirigentes se ven en la necesidad de usar los argumentos del positivismo en su ambicin de modernizar el estado.

A continuacin esbozaremos brevemente algunas interpretaciones que se han realizado acerca del positivismo en el Per. Asimismo, trataremos identificar los tipos de abordajes historiogrficos y los puntos de encuentro que tienen los autores que tomaremos en cuenta en este apartado.

Para empezar, tenemos al historiador de la repblica, Jorge Basadre, quien en algunas notas sobre el pensamiento filosfico, sociolgico e interpretaciones de la realidad nacional, nos seala una gama de personajes que en algn momento estuvieron influenciados por el positivismo y esboza algunas ideas sobre el movimiento positivista en el pas. En particular se enfatiza el positivismo de Javier Prado y Manuel Vicente Villarn en contraste con las ideas de Bergson defendidas por Alejandro Deustua. En el primero, se hace evidente su orientacin positivista desde la presentacin de su tesis en la Facultad de Jurisprudencia (1999: 3523 3525). Por otro lado, en el segundo, se seala su idea de educacin para el progreso material vinculado a las clases medias y populares, polemizando con Deustua (1999: 3561 3562). Pero, en resumen, menciona que el positivismo universitario peruano qued, en conjunto, como un movimiento tenue o larvado. Su sostenedor ms resuelto se limit a publicar un tratado vigoroso pero aislado de sociologa para dedicar sus mejores energas a la poltica y la diplomacia (1999: 3534).

Luego, Augusto Salazar Bondy remarca que al iniciarse el siglo XX, el proceso de penetracin positivista se ha cumplido casi enteramente. La enseanza de la filosofa, como la de todas las ciencias, est bajo el signo de la nueva filosofa. El positivismo crea una atmsfera intelectual y doctrinaria que invade todos los crculos cultos; su huella puede percibirse en la literatura, el periodismo, la poltica y la vida (1965: 19). Asimismo, el positivismo tiene tinte poltico en la medida que se inserta como expresin singular de la crisis y tambin como una nueva arma con que los grupos dirigentes del pas buscan encararla (1965: 11). Adems, se delinea la particularidad del positivismo en el Per, que tuvo, en realidad, una suerte de spencerismo, es decir las ideas que exaltaban el darwinismo social. Frente a esto, Salazar Bondy, menciona que:

Es sabido que el Spencerismo fue solo a medias positivismo. En el Per, en cambio, resulta el positivismo genuino. Y es que la denominacin del positivismo, usada por los propios hombres de la poca, tiene entre nosotros una significacin ms amplia que en Europa. Cubre al mismo tiempo que la filosofa positiva en sentido estricto, todas las formas de naturalismo, comprendido el materialismo, y doctrinas de transicin hacia el espiritualismo del tipo de las de Fouillee, Guyau o Hoffding. Muchos de nuestros filsofos pudieron por eso declararse positivistas y, al mismo tiempo, abrazar francamente la fe catlica. (1965: 20)

Despus, David Sobrevilla seala que el positivismo ingres por primera vez a la medicina en 1870 con Juan Francisco Elmore y Jos Antonio Barrenechea. Posteriormente, se fue diseminando a las otras reas del conocimiento, como la sociologa, el derecho y la filosofa (1981: 121). Por una parte, subraya que el positivismo en el Per tiene de comn con el positivismo europeo su tendencia antimetafsica, su orientacin emprica, su afirmacin del progreso (1981: 155). Por otra, remarca el spencerismo del positivismo en el Per, lo cual explica que algunos pensadores peruanos pudieran ser al mismo tiempo positivistas y testas y abandonaran al fin de sus das el positivismo por el bergsonismo (1981: 155). Adems, menciona los aportes del positivismo peruano, en la medida que:

[] Con l comienzan entre nosotros cuando menos la medicina experimental, la sociologa, el derecho procesal civil y el estudio del pensamiento mtico. Puede sostenerse en general que el movimiento espiritualista subsiguiente, dentro de l sobre todo el arielismo, estuvo ms abocado a descubrir la realidad peruana; pero sera injusto afirmar que los positivistas peruanos no revelaron algunos grandes problemas nacionales []. (1981: 156)

Posteriormente, a finales de las dcada de los ochenta e inicios del noventa del siglo XX, aparecern estudios histricos que tienden a relacionar el ideario positivista con proyectos de las lites intelectuales y polticas en el pas, en contraste con los estudios hechos por la Nueva historia. Estos nuevas investigaciones enfatizan que si hubo un proyecto nacional que buscaba el desarrollo material del pas, en algunos casos ligados a la educacin y en otros a la ciencia. Pero, esto no haca referencia un proyecto inclusivo, en la medida que la nacin que imaginaban no era necesariamente democrtica.

En esta lnea, Marcos Cueto sita la recepcin del positivismo y el evolucionismo en el Per como estrictamente poltico, dado que ofrecieron a los intelectuales y polticos peruanos un esquema conceptual para situar a la historia y la sociedad en un marco de progreso. Ello permiti a la elite civil, que emergi luego de la guerra, reforzar una suerte de ideologa oficial (1989: 55). Al mismo tiempo se revaloraba a la ciencia como fuente de progreso y conocimiento prctico. Esto llev a que se desarrolle un amplia retrica en favor de la investigacin, pero que solo qued en el discurso (1989: 58). Aunque esto no se puede generalizar con facilidad, dado que faltan estudios ms detallados aun.

Aos ms tarde, Karen Sanders, plantea que el positivismo logr convertirse en la ortodoxia intelectual de la Universidad de San Marcos (1997: 146). De modo que, en esa poca se inicia la primera reflexin seria y anlisis sistemtico de los que es la nacin peruana y se fraguan lo que sern las lneas principales sobre toda una futura discusin sobre el tema (1997: 190). Aunque, tambin deja claro que los escritos de los positivistas sanmarquinos no estaban dirigidos a un pblico masivo, dado que en el Per (al igual que en el resto de la Latinoamrica de aquellos aos) alrededor del 90% de la poblacin era analfabeta (1997: 190).

Por ltimo, Marcos Garfias, menciona que los positivistas a inicios del siglo XX concluyeron que el carcter excluyente de la educacin , la falta de direccin y al desarticulacin de los distintos niveles educativos, la pesada tradicin colonial literaria y retrica ajenas a las necesidades de los nuevos tiempos, la endeble instruccin prctica, las limitaciones del cuerpo docente, significaban en suma el fracaso de la constitucin de un sistema de educacin funcional a la tarea modernizadora de la nacin peruana (2010: 145). Es as que [] la poltica educativa del estado oligrquico pareca no estar encaminada hacia algn objetivo especfico, no tena propsitos claros, pareca marchar a la deriva []. Se pona de manifiesto la dbil conexin entre los distintos niveles de la educacin (2010: 143). Pero los positivistas no fueron simplemente intelectuales sino tambin importantes figuras polticas importantes, dado que:

En aquellos aos los positivistas se constituyeron en autoridades acadmicas oficiales: catedrticos, decanos y rectores de la Universidad de San Marcos, y luego desde este espacio y como integrantes de las filas del partido civilista dieron el salto hacia el parlamento y los ministerios, hasta convertirse en alternativas presidenciables: es el caso de Javier Prado, que fue por algunos aos cabeza del partido civilista, y Manuel Vicente Villarn. (2010: 130)

En resumen, consideramos con todos los autores consultados que el positivismo peruano fue muy heterogneo, en la medida que se podan encontrar muchos contrastes entre las figuras de la lite intelectual y poltica que lo asumieron como su credo ideolgico. Asimismo, represent la revalorizacin de la ciencia y la educacin como fuente del desarrollo material de la sociedad, lo que fue atado a un proyecto nacional. Este ltimo, se conceba de manera excluyente y homogeneizadora, aunque los positivistas representaron lo ms progresista de la intelectualidad. Si bien es cierto, muchos autores mencionan que el proyecto positivista se qued solamente en la retrica intelectual, esto no se puede generalizar, dado que la fundacin del Museo de Historia Natural de la Universidad de San Marcos materializaba los ideales del positivismo, aunque este ya empezaba a ser desplazado paulatinamente por las corrientes espiritualistas.

Referencia bibliogrfica

Basadre, Jorge (1999). Historia de la Repblica del Per (1822 1933). Tomo XIV. Ediciones La Repblica.

Garfias, Marcos (2009). La formacin de la universidad moderna en el Per. San Marcos 1850 1919. Asamblea Nacional de Rectores: Lima.

Cueto, Marcos (1989). Excelencia cientfica en la periferia. CONCYTEC: Lima.

Salazar, Augusto (1965). Historia de las ideas en el Per contemporneo. vol. I. Francisco Moncloa, Editores S. A: Lima.

Sobrevilla, David (1981). Las ideas en el Per contemporneo. En: Historia del Per. Procesos e instituciones. Editorial Juan Meja Baca: Lima.

Sanders, Karen (1997). Nacin y Tradicin. Fondo de Cultura econmica: Lima