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    Esquem a para

    el

    a n l i s i s

    politico

    De D avid Easton en

    esta biblioteca

    Enfoques sobre teor a pol t i ca

    David Easton

    A m o r r o r t u e d i to r e s

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    Bibl io teca

    de soc io loga

    A

    Fram ew ork for Political Analysis

    David Easton

    Prentice-Ha l l , Inc. , 1965

    Pr ime ra e d ic in

    e n

    caste l lano , 1969;

    p r i m e r a r e i m p r e s i n ,

    1 9 7 3

    segunda reimpresin,

    1976;

    tercera reimpresin,

    1979;

    cuan.

    r e i m p r e s i n ,

    1982;

    q u i n t a r e i m p r e s i n ,

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    1992;

    s p t i ma r e i m p r e s i n ,

    1996;

    o c ta va r e im pres in,

    1999

    Traduccin, Anba l

    C. Le a l

    Revis in tcnica,

    Ricardo Murtagh

    Unica edic in en caste l lano autor izada por

    Prenticel1a14 Inc.

    N u e <

    ma. Nos veramos en apuros, empero, para describir

    a s

    exactitud qu implica la nocin de un sistema poltico 4r

    se "agota", ms o menos como la empleada en las cierra

    fsico-naturales, de las que se han tomado las ideas

    a

    sistema cerrado y entropa.

    Por poco sentido que tenga el trmino para un sistema

    p r

    ltico, nos obliga a conceptualizar la ndole de las relaciaaa

    entre un sistema y su ambiente, y este punto es vital.

    b

    decir, hace consciente lo que fue un supuesto latente,

    r

    modo que reconozcamos que en realidad concebamos

    Y

    vida poltica como sistema abierto. Debido a que esta z i.

    cin permaneca latente, sus implicaciones no fueron hes

    entendidas ni se explot de manera clara o cabal su siga

    ficado terico.

    Una vez elevada la idea de sistema abierto al nivel

    conciencia terica, debemos aclarar qu significa que>

    sistema es algo distinto de su ambiente. Decir que un sise-

    ma est abierto a influencias externas solo tiene sentida t

    distinguir lo interno de lo externo, y nunca lo

    mgraremos a satisfaccin si no examinamos las propiedades

    :e un presunto lmite entre ambos. Ms adelante, la lgica

    ra que se apoya la idea de sistema abierto obligar tambin

    a desarrollar conceptos que permitan analizar los inter-

    wrnbios entre un sistema y su ambiente. Veremos entonces

    iue las ideas de insumo y producto tienen un valor inapre-

    dable a este fin. Una vez ms, la nocin de intercambios

    o flujos de efectos tendra poco sentido si no pudiramos

    concebir lmites a travs de los cuales se produjeran dichas

    transacciones.

    Identificacin de variables dependientes

    En

    segundo lugar, la adopcin del concepto de lmites ser

    mmbin un paso estratgico hacia la simplificacin de la

    realidad, condicin indispensable para cualquier investiga-

    cin cientfica. Nos proporcionar un criterio para deter-

    minar qu elementos polticamente importantes deben ser

    investigados en profundidad como variables dependientes

    principales, y cules se pueden aceptar como dados en la

    brma de variables externas. Cada una de estas clases de

    elementos, los internos y los externos, ser de crucial inte-

    ola para comprender los problemas que se refieren a sis-

    tinas polticos, pero a su vez poseer un status terico

    oferente en el modelo conceptual que ahora construimos.

    Las propiedades generales de los

    Em ites sistmicos

    Cmo distinguir un sistema polt ico de su ambiente?

    z

    Tiene

    entido emprico y terico decir que un sistema poltico

    dtne un lmite que lo separa de su ambiente? En caso

    afirmativo,

    z

    cmo definir la lnea demarcatoria?

    L u

    dificultades con que tropezamos para contestar estas

    preguntas se pueden aclarar, en parte al menos, analizando

    heevemente otras clases de conducta o sistemas empricos,

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    para los cuales la existencia de lmites ofrezca muchas

    nos dudas. Al de scubrir el significado verdadero del concepas

    de lmites en estos sistemas, apreciaremo s m ejor la util idt+i

    de atribuir lmites en apariencia semejantes a sistemas cx

    interaccin social, como son, por ejemplo, los sistemas

    p d

    ticos. Tambin se ver que con este procedimiento no aa

    apartamos de la realidad.

    Los lmites de los sistemas fsicos y biolgicos

    Se ha comprobado que todas las clases de sistemas sal

    igualmente tiles para la investigacin en las ciencias nao

    rales, por lo menos en el sentido de que ninguno funciou

    en un vaco en el mundo fenomnico. Todos estn inca-

    porados a alguna clase de ambiente, aunque para fir

    heursticos deba excluirse provisoriamente la influencia de

    ambiente, como ocurre con el estudio de la gravedad a

    ausencia de rozamiento. Pero si bien todos los sistema

    estn en algn medio, pueden mantener su identidad col

    nitidez suficiente, de modo que es relativamente fcil s

    tinguirlos.

    Desde esta perspectiva, un guijarro es uno de los

    sistema

    fsicos ms simples. Su densidad lo separa del aire

    que

    rodea, y sus partes tienen un destino comn mientras cceo

    se

    rve su carcter de guijarro. As, cabe distinguirlo de otra

    guijarros contiguos y del suelo sobre el que descansa. E

    lmite entre el guijarro y otras cosas es claro e inequvc .

    Nuestro sistema solar, integrado por el Sol y sus satli:.ts

    representa igualmente (como lo dice su misma designacie:

    un sistema fsico de inters. En forma tanto imaginara

    como literal, gracias a la tecnologa, podramos trazar a

    s u

    alrededor una lnea que sealara su lmite fsico. Incl st

    cabe considerar la interaccin entre sus partes, como si fuera

    en ese m omento independiente del campo gravitatorio de

    s u

    propia galaxia o segmentos aun mayores del universo. S

    bemos, no obstante, que su destino est ineluctablemezzat

    vinculado al ambiente ms amplio que yace ms all de su

    l imites espaciales.

    Una cada de agua puede concebirse asimismo como sists.

    de conducta, aunque en este caso existe una complicacin:

    cada gota de lquido, tras una breve detencin, abandona

    el sistema para no retornar jams. Este rpido fluir del

    zzua a travs del sistema no nos lleva a confundir la casca-

    da con el precipicio al que cae, con el ro que trae el agua

    y se la vuelve a llevar, ni con los vientos que contribuyen

    a su turbulencia. En realidad, aunque en el sistema se pro-

    duzcan perturbaciones capaces de modificar el movimiento

    del agua, los lmites cambiarn, habitualmente, solo en las

    mrgenes: tienden a ser estables durante breves intervalos.

    Una manzana es un sistema orgnico aislado de su am-

    biente por la cscara. Concedamos que si nuestra intencin

    es comprender los procesos que se dan en la manzana misma

    a medida que madura y se pudre, debemos tomar en cuenta

    factores externos a la cscara. El suelo en que crece el man-

    zano, la naturaleza misma del rbol, y la humedad, tempe-

    ratura y circulacin de aire del lugar en que se conserva

    el fruto una vez separado de aqul, son elementos de im-

    portancia decisiva para la vida de la manzana como sistema.

    `o obstante, desde el punto de vista del horticultor, cons-

    tituyen variables externas a dicho sistema. El lmite est

    perfectamente definido por la cscara.

    El cuerpo humano es otro sistema biolgico cuyos lmites

    consisten, no en una lnea imaginaria, sino en una epidermis

    que parece aislarlo inequvocamente de su ambiente. En el

    curso de nuestra maduracin aprendemos muy pronto a no

    confundir las cosas que encierra nuestra piel con las ex-

    ternas.

    En cad a uno de estos sistem as fsicos o biolgicos, los lmites

    parecen sencillos de percibir. Ellos configuran las fronteras

    espaciales o materiales del conjunto de variables que nos

    interesa.

    A

    veces contienen efectivamente estas variables a

    modo de un sobre, como sucede con la epidermis de la man-

    una o del cuerpo humano; otras veces es preciso forzar

    un poco la imaginacin para concebir alguna clase de cu-

    bierta o corteza exterior, como ocurre con el guijarro, la

    cascada o el sistema solar. En el recipiente delimitado por

    dicha corteza quedaran decididamente aisladas las varia-

    bles relevantes de sus ambientes respectivos.

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    Pero un sistema de interacciones sociales (por ejemplo u:

    sistema poltico) suele estar tan esparcido a travs de toda

    una sociedad, que resulta muy difcil acomodar a esas accic

    nes, tomadas en conjunto, la misma imagen que aplicama

    sin inconvenientes a sistemas biolgicos y fsicos. N o es nece-

    sario que un sistema de interaccin social abarque todas

    las acciones de la persona o grupo; por lo comn ello ro

    sucede. Naturalmente, si pensamos en una organizacin

    poltica especfica, por ejemplo una legislatura, un partida

    poltico, un grupo de intereses o un tribunal, atribuir u:

    lmite fsico a cada una de estas organizaciones no desborda

    nuestra capacidad de imaginacin. Por lo menos podema

    imaginar que tomamos a todos los miembros identificada

    con estas organizaciones y los colocamos dentro de un ed:.

    ficio (suponiendo que logrramos construir uno suficiente-

    mente grande) .

    Nos consta, empero, que las interacciones polticas no te

    producen exclusivamente dentro de dichas estructuras de

    objetivos bien definidos. Gran parte de ellas se dan en

    otros contextos, ajenos por completo a una organizacin

    poltica (como vimos en nuestros ejemplos de la familia a

    de una organizacin econmica del tipo de un banco). E.

    posible, adems, que las personas acten e n roles polticos coa

    intermitencias, mientras lo hacen a la vez en un plano eco

    nmico o religioso, de modo que dan la impresin de

    e

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    de referirse fenomnicamente a lo incluido o excluido

    te

    un sistema. Si para sistemas en los que el espacio es u_a

    dimensin importante, podemos sealar una l nea o un red.

    piente, sabemos de inmediato que lo que est dentro force

    parte de ese sistema y lo que est afuera pertenece tal su

    a otros.

    Tratndose de sistemas en que la localizacin espacial ca

    est bien definida, o que no estn altamente diferenciarla

    con respecto a otros sistemas, y en los que pueda haber um

    confusin considerable de conductas correspondientes a la

    t intos sistemas, necesitamo s describir o identificar los l imita

    de otro modo. Puesto que no cabe separar cada sistema

    d e

    los dems en el espacio y de manera total, los lmites ve

    pueden identificar por medio de criterios que permitan de.

    terminar si cada interaccin pertenece o no a un sistema

    dado. Para el sistema poltico, como ya indicamos, acta a

    modo de prueba la relacin ms o menos directa de las inter-

    relaciones con las adjudicaciones autoritarias de valores

    ea

    una sociedad.

    En consecuencia, lo que incluyamos en nuestro sistema, la

    que coloquemos dentro de sus lmites, depender de lo que

    deseemos examinar en detalle; para fines cientficos se tu.

    pone, adems, que estas variables deben exhibir interrel-

    cin y coherencia considerables. Dejaremos fuera, como pi: .

    te de su ambiente, aquellos factores que podamos acepar

    como dados; ellos representan las variables independien=

    o parmetros del sistema. Al identificarlos nos eximimos de

    detallar cmo surgen y qu los induce a tomar los valonas

    que toman.

    En comparacin con las variables internas o dependienta

    las externas bien pueden tener consecuencias importar

    para el funcionamiento del sistema; el hecho de que bs

    consideremos parmetros no se debe interpretar como india

    de su irrelevancia o importancia secundaria para compre-,

    der aqul. Su exclusin a los fines del anlisis nada nos d:m

    sobre su aporte a la subsistencia o transformacin del u-

    tema; solo indica que lo que deseamos entender es la int r

    relacin de los elementos o variables incluidos en ste:u

    variables estrictamente polticas. Dejamos a los especialista

    en estas reas la explicacin de las variaciones de los pan-

    metros. Necesitamos conocer tales variaciones, pero por lo

    xmn las aceptamos como "dadas" y tratamos de averiguar

    et repercusin sobre las variables internas dependientes, o

    tariables polticas.

    N u e s t r a

    posicin metodolgica no difiere fundamentalmente

    mi este punto de la que adoptan los estudiosos de los sis-

    temas fsicos o biolgicos ya mencionados. Las fuerzas gra-

    vitatorias del universo componen parte del ambiente signi-

    ficativo relevante del sistema solar; si se producen grandes

    cambios en estas fuerzas puede destruirse el sistema. Sin

    embargo, para el anlisis del funcionamiento del sistema

    dar basta con dar por supuestos estos cambios, hacer caso

    omiso de sus causas y limitar nuestro inters a la conducta

    del sistema.

    Del mismo modo, la provisin insuficiente de alimento

    puede provocar la destruccin del organismo humano como

    estema biolgico. No obstante, para enfrentar la cantidad

    excepcional de problemas que se les plantean en su espe-

    calidad, los bilogos no necesitan convertirse en estudiosos

    profesionales de la agricultura ni del sistema de distribucin

    e intercambio de una sociedad.

    D e esta descripcin general de lo que implica la delineacin

    3e lmites, no se desprende forzosamente que una vez esta-

    blecidos queden fijados para siempre. Por una interpreta-

    d& errnea o tal vez falta de

    insight,

    o bien si queremos

    mejorar nuestra comprensin del sistema poltico, debemos

    incluir en l un elemento asignado antes al ambiente; pero

    rsto no nos plantea una crisis. Simplemente, volvemos a de-

    finir el sistema para satisfacer nuestras necesidades analti-

    .s. Cada vez que ampliamos nuestro sistema, restringimos

    s1 mismo tiempo el ambiente. Si esto parece introducir un

    demento de ambigedad en nuestra conceptualizacin, me

    amito a lo que entendemos por sistema: un recurso para

    liudarnos a entender un rea definida y redefinible de con-

    huta humana, no una camisa de fuerza que encierre en

    Firma permanente el anlisis dentro de un molde o modelo

    ?reconcebido.

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    Carcter engaoso de los lmites geogrficos

    Podra pensarse que exagero mis objeciones contra la de~:-

    neacin espacial de un sistema poltico. Al fin de cuenta;

    tenemos mapas de sociedades, y los lmites que aparecen e

    ellos representan restricciones reales a la conducta de lar

    personas de la sociedad. Acaso no son ellos los lmi

    t e

    fsicos de un sistema poltico? Con frecuencia se los denocri.

    na

    lmites geopolticos.

    Podra resultar plausible usar los lmites geogrficos codo

    coincidentes con los analticos; pero en realidad, no ser

    ellos a los que me refiero. Los lmites geopolticos tiene:

    obvias e importantes consecuencias para un sistema poltico,

    y en este sentido representan una variable de consideracie.

    Contribuyen a definir las demandas jurisdiccionales de on

    conjunto de autoridades y la aceptacin de esas demandes

    pero representan los lmites polticamente definidos pan

    toda la sociedad, ya no solamente los del sistema politiza

    de esa sociedad. Los lmites geopolticos no nos ayudan a

    diferenciar las interacciones polticas,

    dentro

    de la sociedad,

    de las econmicas, religiosas, educacionales, etctera. Nos

    dicen cundo una persona pasa de las demandas jurisdic.

    cionales de una serie de autoridades a las de otra, pero ca

    nos permiten comprender cundo esta persona pasa de la

    mbito econmico a un mbito poltico. Circunscriben toda

    los sistemas interconectados de la sociedad, no un sistema

    social especfico.

    Este examen debe llevarnos a la conclusin de que, en su

    status terico, los lmites de sistemas no siempre deben ser

    de naturaleza espacial. Desde el punto de vista analtico.

    se pueden interpretar como los criterios de inclusin en a

    exclusin de los sistemas en que se centra el inters. El

    hecho de que, empricamente hablando, un sistema de inter-

    accin poltica no pueda, sin mezclarse con otros sistema

    sociales, ser encerrado dentro de una lnea trazada en un

    mapa ni colocado simblicamente dentro de un sobre q.e

    lo separe de manera inequvoca de otros sistemas de inter-

    accin social, no reduce la utilidad del concepto de "lmite'

    como instrumento analtico. Solo nos obliga a reconocer quo

    os lmites fsicos no son el nico modo emprico de separar

    sistemas.

    Indicadores em pr icos de los l m i t es de

    sistemas polticos

    Al pasar de un sistema a otro no atravesamos ninguna lnea

    concreta; no obstante, la experiencia da sentido real a la

    existencia de un lmite entre el sistema poltico y los dems

    sistemas de una sociedad. La mayora de las sociedades nos

    ofrecen indicios que permiten averiguar cundo nos tras-

    ladamos de sistema, aunque la falta de seales notorias no

    prueba en forma concluyente que no haya tenido lugar

    un intercambio de esa ndole.

    Los indicios ms significativos aparecen en sociedades de

    alto grado de diferenciacin estructural, como en los siste-

    mas sociales modernizados. Suele haber en ellas una demar-

    cacin ntida de muchos roles polticos con respecto a otros

    roles. Los miembros de una sociedad tendrn expectativas

    diferentes acerca del modo de conducta de las personas en

    lbs roles polticos, en comparacin, por ejemplo, con los

    religiosos ,

    o familiares. Cuando pasamos de un mbito estric-

    tunente religioso o familiar a otro poltico, se prev que

    nuestras reglas de conducta cambiarn en alguna medida

    conocida. Dicho de otro modo: en una sociedad estructu-

    ralmente muy diferenciada, las pautas regularizadas de ex-

    pectativas acerca de cmo actuar en diferentes situaciones

    constituyen una prueba emprica de la existencia de lmites

    entre sistemas. Esto es tan claro que en la conversacin co-

    rriente solemos decir que alguien (un lder religioso, o un

    hombre de ciencia, pongamos por caso) "se sale" de su rol

    si se pone a actuar como profeta poltico o como poltico

    profesional.

    En muchas sociedades, sin embargo, las clases de conducta

    analticamente distinguibles pueden estar fusionadas en el

    plano emprico. Por ejemplo, en varias sociedades tradicio-

    nales, no alfabetizadas, es posible que unas pocas estructuras

    desempeen las tareas fundamentales. La estructura del pa-

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    atencin de nuestra parte. Cuando vamos ms all, hacia

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    los sistemas extrasocietales, nos ocupamos en realidad de lo

    que suele denominarse sistema poltico internacional.

    Esta parte intrasocietal del ambiente de un sistema poltico

    se puede clasificar de varios modos, pero ser til simplifi-

    carla y ordenarla dividindola en varios sistemas internos,

    de importancia para la subsistencia y cambio del sistema

    poltico; los sistemas ecolgico, biolgico, de la personalidad

    y sociales son algunos de los ms importantes.

    Este esquema no tiene nada de predeterminado ni de sacro-

    santo. Sera fcil bosquejar formulaciones alternativas. Te-

    niendo en cuenta que el modo de anlisis que pretendemos

    investigar no descansa mayormente en la categorizacin es-

    pecfica del ambiente del sistema poltico, no es preciso que

    nos detengamos mucho en l. Por el contrario, lo impor-

    tante es reconocer el hecho de la existencia del ambiente

    y los problemas tericos que plantea. Sin ello no podramos

    aclarar analticamente de qu manera pueden los sistemas

    polticos persistir y cambiar, o sea enfrentar las tensiones

    a que estn expuestos de continuo.

    Examinaremos a continuacin, de modo sucinto, los prin-

    cipales sistemas ambientales intrasocietales. El sistema eco-

    lgico abarca el ambiente fsico y las condiciones orgnicas

    no humanas de la existencia humana. En la parte fsica del

    sistema ecolgico se pueden incluir caractersticas geogr-

    ficas o espaciales como, por ejemplo, la ndole de los recursos

    fsicos, la topografa, la extensin del territorio, el clima y

    otras propiedades semejantes, que influyen en las condicio-

    nes de toda existencia, inclusive la poltica. Los aspectos

    orgnicos no humanos de los sistemas ambientales se refie-

    ren a la naturaleza, ubicacin y accesibilidad de la provi-

    sin de alimentos y otros elementos de la flora y fauna que

    utilicen los miembros de un sistema poltico. Es sabido

    que las variaciones en la provisin de alimentos afectan,

    tanto en las sociedades nmadas como en las sedentarias

    (y suponiendo que la tecnologa permanezca constante), la

    estructura y los procesos del sistema poltico.

    3

    3 E. R. Leach, Political Systems of Highland

    Burma, Cambridge,

    Harvard University Press, 1954, en que la estructura poltica parece

    1 0 7

    o

    o

    o

    .

    E

    y

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    0 .0

    M

    n 0 .

    :6 4

    m

    u ,

    El sistema biolgico del ambiente lleva a primer plano el

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    hecho de que, al procurar entender los procesos polticos.

    es

    fcil pasar por alto las propiedades hereditarias capaces

    de decidir en cierta medida las motivaciones humanas, tanta

    en contextos polticos como en otros contextos sociales. Se

    refiere al aspecto de las interacciones polticas determinado

    o influido por la constitucin biolgica de los hombres. Ea

    la medida en que las caractersticas genticas limitan la con-

    ducta de los individuos, ello puede traer consecuencias

    para la vida poltica. Se dice que la capacidad de compor-

    tarse pacfica o racionalmente, de cooperar en vez de pro-

    vocar conflictos, est relacionada con la herencia gentica.

    Los freudianos o rtodoxos han insist ido en que ningn orden

    social, inclusive el poltico, puede ignorar sin peligro los

    impulsos agresivos inherentes a los seres humanos.' No dis-

    cutiremos aqu la validez de este aserto; solo queremos so-

    alar que no es posible hacer caso omiso de los rasgos bio-

    lgicos polticamen te significativos com o parte del amb iente

    total en que opera un sistema poltico. El hecho de que la

    ciencia poltica proceda de ese m odo no reduce, por supuesto.

    la

    importancia terica y emprica de dichos rasgos.

    Los sistemas de la personalidad y los sistemas sociales haz

    sido objeto de cuidadoso anlisis en la literatura tradicional

    Estos ltimos se pueden clasificar en varios tipos: sistemas

    culturales, estructuras sociales, sistemas econmicos y demo-

    grficos. Una vez ms, carece de importancia definitiva la

    subdivisin precisa que se adopte.

    Hace tiempo que las variaciones en las personalidades r

    mo tivaciones adquiridas de los miem bros de un sistema pol-

    tico atrajeron la atencin de los estudiosos de la poltica. La

    ciencia de la etologa, hacia la que se encaminaba John

    desplazarse

    al

    ritmo

    del

    pasaje

    de la

    ag r i c u l t u ra

    de

    los l lanos

    a

    la de

    a l t u ra ; Schapera,

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    W a r

    Nueva

    York, Columbia University Press, 1939; y de

    estos lt ima

    en co laborac in

    con

    o t r o s a u t o r e s ,

    War

    and Democracy,

    L o n d r e s ,

    Routkdge

    Kegan Paul, Ltd., 1938.

    Stuart Mill, y los estudios recientes en torno al tema del

    arcter nacional y de tipos variables de conducta poltica

    supuestamente asociados a diversos tipos de personalidades,

    reflejan el firme reconocimiento del papel que desempea

    este parmetro esencial.

    5

    Se sabe que las fluctuaciones en la cultura social que plasma

    as personalidades y en la economa, los cambios en la es-

    tructura general de la sociedad o en algunos de sus aspectos

    especficos (por ejemplo, el nmero y tamao de los grupos

    e de las clases sociales) y las modificaciones del volumen,

    tasa

    de crecimiento, composicin y distribucin de la po-

    blacin son cruciales para lo que o curra en el sistema polt ico

    relevante. Los investigadores dedicaron una buena dosis de

    ss s esfuerzos a averiguar, por lo menos de manera informal,

    las relaciones entre el sistema poltico y estos sistemas am-

    bientales o paramtricos. Aunque no considero que el inten-

    so de extraer sistemticamente las verdaderas relaciones que

    hay entre cualquiera de ellos y el sistema poltico sea tarea

    propia de una introduccin al anlisis de sistemas, tratar

    por todos los m edios de de sarrollar un conjunto satisfactorio

    de categoras que permita lograrlo.

    S

    Vase

    N. J. Smelser y W. T. Smelser, comps.

    P.ersonality and

    facial Systems,

    Nueva York, John Wiley & Sons, Inc., 1963; J.

    S.

    Mill,

    A System of L ogic,

    libro

    VI, esp. cap. V,

    que lleva el

    isnificativo

    ttulo

    de "De la

    ec o log a ,

    la

    ciencia de la

    f o rmac in

    de

    carcter

    ; L. W. Pye,

    Politics, Personality and Nation Buil-

    ing, New Haven, Yale University Press, 1962; Lipset y Lowen-

    thai,

    Culture and Social Character;

    R. E. Lane,

    Political Life,

    Nueva York, Free Press of Glencoe, Inc., 1959, esp.

    Parte

    III y

    ras numerosas r e f er enc ias que

    se

    e nc u e nt r a n

    en particular en

    pgs.

    1 0

    y sigs.; A. Inkeles y D. J. Levinson, "National Character: The

    Study of Modal Personality and Sociocultural Systems", en G.

    Lindzey, comp.,

    Handbook of S ocial Psychology,

    Cambridge,

    M a s

    I,

    pgs.

    977-1020, con

    extensa

    51liografa; D. Tomasic,

    Personality and Culture in Eastern Eu-

    v

    ean Politics,

    Nueva York, George W. Stewart Publisher, Inc.,

    1948; F. L. K. Hsu, comp.,

    Psychological A nthropology: Appro-

    ches to Culture and Personality,

    Homewood, Illinois, The Dor-

    af Press, Inc., 1961, esp. el

    ensayo

    de A. Inkeles, "National

    Character and Modern Political Systems",

    pgs. 172-207.

    1 0 8

    1 0 9

    Sistemas extrasocietales

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    55/93

    Los sistemas que acabamos que mencionar forman pana

    de la misma sociedad de la que el sistema poltico es

    sistema. E n ta l sentido, son externos a este lt imo. C ualquier

    influencia que ejerzan sobre el sistema poltico, debe prr,

    ceder del hecho de que las acciones franquean los lmites

    que los separan. Esta es la primera acepcin del aserto de

    que un sistema es externo al sistema poltico o est contra,

    do en su ambiente.

    Pero hay tambin otra acepcin. Un sistema puede estar

    fuera de la sociedad de la que el sistema poltico es sub&

    tema y tener, no obstante, consecuencias importantes pass

    la subsistencia o cambio de ste. Ejemplos de ello son

    L ie

    sociedades y sistemas polticos diferentes de la sociedad 1

    sistema poltico en consideracin. Desde el punto de vista

    de los Estados Unidos, Francia es una sociedad e induu

    un sistema poltico cuyas acciones pueden tener consecuen-

    cias que, franqueando los lmites del sistema poltico norte-

    americano, contribuyan a conformar sus destinos.

    Si consideramos, adems, que la sociedad internacional

    a

    una unidad externa a cualquier sistema poltico dado, pode-

    mos ampliar notablemente esta imagen del ambiente exter-

    no. Cabe concebirla como parte esencial del ambiente extra

    societal. En realidad, es un modo sumario de designar

    totalidad de este ambiente, que comprende cada una Cx

    las sociedades como subsistemas de la sociedad internada

    nal. Desde esta perspectiva, encontramos entre los comp>

    nentes de la sociedad internacional un sistema ecolgica,

    un sistema poltico internacional y los sistemas socials

    internacionales representados po r una cultura internaciorsti,

    una economa internacional, un sistema demogrfico inter-

    nacional, etc., de modo exactamente anlogo a lo que

    oaus

    con las sociedades nacionales. La sociedad internacional e a

    conjunto o cualquiera de sus subsistemas podran constituir

    parmetros en el ambiente extrasocietal de un sistema

    ps

    l tico dado, y deberan ser tomado s en cuenta como posibles

    fuentes de influencia de lo que sucede en dicho sistema.

    Entre los subsistemas internacionales tendramos asimismo

    varias colecciones de subsistemas polticos como la OTAN

    ,

    SEATO, las Naciones Unidas o el bloque sovitico, cada

    uno de los cuales podra influir de manera separada sobre un

    sistema polt ico determinado.

    Nuestra tarea consistir en hallar la estructura conceptual

    que permita averiguar sistemtica y econmicamente los

    intercambios de los parmetros extrasocietales e intrasocie-

    tales con un sistema poltico dado. El Diagrama 1 ofrece

    una versin, muy simplificada, de las relaciones que acaba-

    mos de mencionar. Se trata de un modo distinto de inter-

    pretar la clasificacin del Cuadro 1, que proporciona una

    representacin espacial simple de los intercambios entre

    an sistema y los diversos componentes de su ambiente. Ms

    adelante modificaremos el diagrama para mostrar, primero,

    las relaciones dinmicas de un sistema poltico con su am-

    biente, y segundo, el flujo de las influencias del ambiente

    a travs del sistem a.

    Contestando las preguntas con que iniciamos este anlisis,

    timos que la vida poltica se puede describir como un con-

    ;

    junto o sistema de interacciones definidas por el hecho de

    que estn relacionadas en forma ms o menos directa con

    las asignaciones autoritarias de valores en una sociedad.

    Aunque en otras organizaciones se producen asignaciones

    s e m e j

    antes, estimo til ocuparnos solo de los sistemas poll-

    eros societales, y no de los sistemas parapolticos. No obs-

    ante, gran parte de nuestra estructura conceptual se puede

    aplicar igualmente, con las modificaciones necesarias, a los

    sistemas parapolticos de organizaciones.

    Lo que ocurra en un sistema poltico, su estabilidad o cam-

    bio, depender del funcionamiento de las variables internas,

    bis elementos que ms nos interesa comprender y explicar.

    Dicho funcionamiento, as como las exigencias que se les

    impongan y la respuesta a dichas exigencias, sern tambin

    producto de lo que suceda en el ambiente total del sistema

    poltico. Un sistema poltico es un sistema abierto, en el

    sentido de que est expuesto, en diversos grados, a lo que

    zurre en su ambiente. Los conceptos de "lmir" y "am-

    ente" ayudan a ordenar nuestro anlisis teniendo presen-

    t s

    estos

    desiderata.

    En breve se nos plantear la necesidad

    e

    hallar otra serie de conceptos, adecuados para simplificar

    y sistematizar el estudio de las

    relaciones

    entre un sistema

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    56/93

    su ambiente.

    Antes de emprender esta tarea, precisamos contar con ale

    nos elementos ms. He especificado ya la naturaleza de

    m .

    Int ercam bio

    i s t em a

    El

    ecolgico

    Sistema

    biolgico

    flujo

    t

    mbiente

    E l

    o

    F

    _

    Sistemas

    intrasocietal

    d e

    sistema

    de

    personalidad

    Sistemas

    efect o s

    sociales

    Sistemas

    I nter c a m b io

    polticos

    internacionales

    Sistemas

    eco lg ico s

    El

    flujo

    internacionales

    ambiente

    ext raso c ie t a l

    poltico

    d e

    Sistemas

    sociales

    internacionales

    fectos

    Diagrama

    I. Intercambios entre el sistema poltico y el am biente wat

    sistema como tal, identificado las caractersticas del sistema

    que denomino poltico y llamado la atencin sobre el mbins

    en el cual debe existir este sistema, que con tanta asiduicid

    se omite. Tras haber dado estos primeros y pequeos

    p a s s

    estamos habilitados para abrir ampliamente las puertas ap

    tipo de anlisis terico que es posible realizar. A meada

    que avancemos, podremos investigar otras propiedades

    ir

    nificativas del sistema poltico como sistema de conduela

    6. Pers is tencia en un m undo de

    estabil idad y cam bio

    Como se indic en el captulo anterior, un enfoque terico

    istmico puede compartir con otros tipos de anlisis el

    concepto de que su objeto de estudio es un sistema inserto

    ea un ambiente y expuesto a lo que ocurra en l. Dicho de

    otro modo: es un sistema abierto. En este captulo y en

    d

    siguiente descubriremos que la teora sistmica expuesta

    In este libro se distingue por presentar a la vida poltica

    tambin como un sistema reactivo o responsivo. Constituye

    m conjunto de conductas mediante las cuales se puede adop-

    tar una accin positiva para enfrentar a las influencias que

    aperan sobre l.

    la persistencia del sistem a

    La caracterstica peculiar de los sistemas polticos, compar-

    t ida con otros sistemas socia les y aun con a lgunos m ecnicos

    'biolgicos, es que no estn necesariam ente indefensos fren-

    te a las perturbaciones que los pueden afectar. Sus procesos

    estructuras no reciben impunemente los caprichosos em-

    bates del azar. Debido a los rasgos particulares del sistema

    poltico, sus miembros gozan de la oportunidad que no

    iempre aprovechan, no obstante de responder a las ten-

    dones de modo de asegurar la persistencia de algn tipo

    dt sistema, a fin de tomar y ejecutar decisiones obligatorias.

    Lee fenmeno que los sistemas polticos, gracias a sus

    acopias respuestas, pueden persistir incluso en un mundo

    fe rpido cambio plantea a la indagacin terica un pro-

    rema central. As corno la ciencia natural trata de entender

    a procesos fundamentales en que se basa la vida orgnica,

    tarea de una ciencia conductalista de la poltica consiste,

    t t i

    11 2

    tra indagar en los procesos generales, comunes a todas las

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    57/93

    a mi juicio, en formular interrogantes que revelen cem:

    estn protegidos los procesos vitales o funciones definitor.1

    de los sistemas polticos. Independientemente de la poca

    o lugar, qu es lo que permite a un sistema conservar alg'

    medio de asignar valores autoritariamente, es decir, per-

    petuarse? Cmo enfrenta las tensiones que amenazan des

    truirlo, de modo que aun estando minado hasta un puna

    crtico por hechos tan fuera de lo comn como una guerra

    civil, una revolucin o una derrota militar, logra resurgir u

    sistema de una u otra ndole?

    No se trata solamente de que un tipo determinado de s s .

    tema poltico pueda enfrentar sus dificultades y sobrevivir,

    o bien que siendo incapaz de ello sucumba y se transfort e

    en un sistema de otro tipo. Nuestro interrogante es rr.s

    amplio: A qu se debe que, frente a golpes continua

    procedentes del interior o del exterior, sean factibles siqui

    ra una organizacin mnima, la cooperacin, la utilizacia

    de recursos y energas y la obediencia a la autoridad? Sci

    estas condiciones sera imposible formular o hacer cumpLr

    decisiones obligatorias, ni podra perdurar vida poltica a -

    guna, cualquiera fuese la estructura o forma particu

    adoptada por el sistema.

    A los fines de lo que podramos llamar una teora de

    t i r a

    asignativo (la teora implcita en la investigacin poltia

    tradicional), a diferencia de una teora centrada en ;,a

    enfrentamientos y la persistencia de los sistemas, nos sea-

    riamos inclinados a formular otras preguntas: Cmo fur

    cionan los sistemas polticos? Cmo asignan realmente la

    valores? Qu fuerzas determinan la ndole y resultados de

    los diversos procesos y estructuras mediante los cuales se

    establecen y hacen cumplir las asignaciones autoritarias?

    Para el anlisis sistmico, sin embargo, tienen primaca

    l .

    gica ciertos problem as bsicos, referidos a las cond iciones es

    que pueden persistir estos procesos y estructuras asignativai

    Ellos constituyen los procesos vitales de todos y cada tia:

    de los sistemas.

    En el nivel terico, por ejemplo, es como si apartramos de

    nuestro inters por los sistemas de la personalidad, la inda-

    gacin de tipos especficos de la personalidad y de la conduc-

    ta de los individuos caracterizados por ellos. Nuestra misa

    estructuras

    de personalidad, mediante los cuales se manejen

    'as amenazas impuestas a la integridad del sistema. Del

    mismo modo, el anlisis sistmico nos obliga a dirigir nues-

    ra atencin a los procesos vitales mismos de los sistemas

    polticos, ms que a las estructuras o procesos particulares

    que hacen viable un tipo determinado de rgimen. Inicial-

    mente, y como punto de partida, ello aleja nuestro inters

    de la comparacin de diferentes tipos de sistemas polticos.

    Por el contrario, el anlisis sistmico nos orienta hacia los

    procesos comunes a todos los sistemas polticos que les per-

    miten enfrentar, con xito vario, las tensiones que amenazan

    destruir la capacidad de una sociedad para sostener un

    sistema poltico, de cualquier especie que fuera.

    Es preciso plantear cuestiones como stas a fin de llegar

    al ncleo a partir del cual habr de desarrollarse una estruc-

    tura conceptual para el anlisis de los sistemas polticos; el

    intento de resolverlas en su totalidad superara los lmites

    de esta obra, pero es esencial convencerse de su importan-

    cia. Si queremos entender en definitiva cmo persiste un

    sistema, debemos empezar por abordar varios problemas,

    que ayudarn a esclarecer el significado de la persistencia,

    tensin y las respuestas a la tensin.

    Esto nos lleva a los siguientes interrogantes: Cules son

    s fuentes de la tensin? Qu se entiende por "subsisten-

    da"? Qu quiere decir que la tensin amenaza dicha

    persistencia? Qu conceptos necesitamos para estudiar el

    modo como la tensin repercute en los sistemas polticos?

    Cuando hayamos contestado estas preguntas, habremos lle-

    vado a su fin nuestra indagacin de los fundamentos con-

    ceptuales indispensables en que se apoya un anlisis sist-

    mico de la vida poltica.

    Fuentes

    generales

    de tensin

    No siempre las fuentes de tensin revisten los rasgos espec-

    aculares de una guerra, revolucin u otros traumas sociales;

    ea realidad, suelen ser mucho ms prosaicas. Es muy pro-

    s

    bable que procedan de las presiones constantes, cotidianas.

    polticas, aunque solo signifique tener la opinin ms pode-

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    58/93

    de la vida poltica. Parecen capaces de poner en serio

    pela

    gro, sin el aditamento de crisis especiales, la capacidad de

    cualquier sistema poltico para sobrevivir o la capacidad

    de los miembros de una sociedad para lograr los arregla

    tendientes a formular y hacer cumplir las decisiones autori-

    tarias. Teniendo esto presente, resulta poco menos que mi-

    lagroso que se cumplan, de algn m odo, las funciones polt i-

    cas bsicas, a pesar de las grandes tensiones internas a quo

    cualquier sistema est expuesto de ord inario y de los cambia

    externos, con frecuencia abrumadores, que deben asimilar.

    Fuentes

    internas

    z Cules son las fuentes de esta tensin? Ms adelante, er.

    este mismo captulo, volveremos a tratar el significado

    d e

    la tensin. Por el momento, podemos aceptar como vlida

    cualquier apreciacin intuitiva. Segn se la define normal-

    mente, la tensin puede proceder de dos partes, una interra

    y otra externa; en este caso, tensin externa ser la (par

    procede del ambiente intra y extrasocietal.

    Si atendemos, en primer trmino, a las posibles fuentes ir-

    ternas recurrentes de tensin, desorgan izacin o d estruccicc,

    veremos que, debido a las mismas cuestiones sustantiva

    que los sistemas polticos deben tratar, las relaciones entre

    los miembros de un sistema tienden a convertirse en el foca

    de las formas ms agudas de antagonismo social. La escaso

    es quizs el fenmeno ms importante de todas las sociedy-

    des, no siempre en un sentido absoluto pero s en relacioi

    con las expectativas de los miembros. Toda sociedad posee

    medios diversos para regular o resolver las diferencias

    e

    criterio acerca de la distribucin y uso de los valores escasa.

    Pero cuando los m iembros no puedan zanjar estas diferencia

    privadamente, es decir en forma autnoma, o cuando a

    persecucin de un objetivo requiera la mo vilizacin de los re-

    cursos y energas de todos ellos, se torna inevitable acudir

    a alguna especie de asignacin poltica.

    En ninguna sociedad, por pequea y simple que fuera..

    perdi importancia el control sobre las instrumentalidaPxs

    1 1 6

    rosa en el cnclave de ancianos de una banda de bosqui-

    mano s. Rara vez el control sobre estos m edios se dej l ibrado

    1 1 azar; por lo comn fue asunto de gran preocupacin,

    generador de graves rivalidades. Desde las sociedades tradi-

    cionales ms pequeas y simples hasta las ms modernas y

    complicadas, hubo siempre al menos algunos individuos

    dispuestos a correr los riesgos ms serios y aun ansiosos

    por hacerlo con el objeto de tener voz en la fijacin de

    los arreglos polticos bsicos o de los objetivos y fines par-

    ticulares dentro de una estructura ya existente.

    No obstante, son asombrosamente pocas las sociedades que

    sucumbieron ante las tiranteces que provocan las pasiones

    a s

    desencadenadas, por incapacidad de proveer estructuras

    v procesos aptos para la asignacin autoritaria de valores.

    Caba esperar que con mucha frecuencia los sistemas pol-

    Wcos expuestos a una tensin tan constante entre sus miem-

    bros resultaran destruidos. La capacidad de ciertos tipos de

    sistemas polticos para perdurar nos provocara admiracin

    si no estuviramos tan acostumbrados a considerarlo com o el

    curso normal de los hechos.

    Fuentes ex ternas

    Tratndose de aquellos sistemas que se sustrajeron a las

    devastaciones del conflicto interno, o que se vieron libres de

    I . ms notable an resulta el hecho de que no se hayan

    fundido en las simas profundas y peligrosas del ambiente

    vital del sistema (en especial en pocas recientes) . La indus-

    trializacin, y todo lo que ella implica, ha llegado a ser

    a fuente de cambio ms poderosa en los ltimos tiempos.

    fistemas polticos de sociedades que antes haban cambiado

    ;entamente en algunos casos, tan lentamente que eran

    ?ocas las diferencias perceptibles en el transcurso de mu-

    ias generaciones se vieron de pronto expuestos a fuerzas

    pe aceleraron enormemente el ritmo de cambio. La natu-

    aleza y alcance de los problemas que hoy se plantean a

    e s t o s sistemas polticos se alteraron de modo radical. Los

    istemas polticos en proceso de organizacin se enfrentan

    1 1 7

    con la quiebra del orden fundamental, o con la tarea de

    iones bastante vitales, pero

    rara vez est en juego la super-

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    59/93

    lograr la unidad frente a lealtades internas

    en conflicto.

    la

    l lamad a revolucin de las expectat ivas crecientes, la nece-

    sidad de un pas de autodefenderse con recursos econm ica

    limitados, la movilidad horizontal y vertical recin desco.

    bierta dentro de estructuras sociales juzgadas hasta ento nen

    relativam ente im permeables, el tribalismo resistente al can>

    bio y o tros grupos pluralistas, opciones difciles en la esfera

    de las relaciones internacionales, todo se com bina para soy

    meter a graves tensiones externas a los miembros de I

    nuevos sistemas polticos.

    Esto es, en gran parte, producto del industrialismo y de sa

    repercusin sobre los sistem as tradicionales rurales, agraria

    y no alfabetizados. Pero en los lugares donde el industria

    lismo ya ha arraigado, la segunda revolucin industrial de

    med iados del siglo xx ha originado sus propios problem as,

    en relacin con el ritmo del cambio econmico y la cal

    cidad de las sociedades d e encontrar estructuras y m edida

    polticas capaces de hacerle frente.

    Histricamente, en casi todos los casos en que se dieres

    grandes .cambios econmicos y sociales, el sistema politiza.

    sufri tambin transformacin, originando a menudo enti+

    dades nuevas casi irreconocibles. Pero com o sucede

    con la

    fuentes internas de tensin, solo en casos excepcionales esto

    fuentes externas incapacitaron a la sociedad pa ra establecer

    alguna forma de sistema poltico, situacin que habra pro.

    vocado su derrumbe total. La estructura de la vida poltica

    puede cam biar; sus objetivos pueden revisarse de co ntiran

    y sufrir variaciones esenciales; las personas encargadas

    d e

    tomar las decisiones sustantivas pueden ser nuevas

    e iresr

    pertas y dar lugar a una ruptura con el pasado. Es tan rana

    que una sociedad sea incapaz de establecer procedimieraa

    y estructuras regularizados para la asignacin autoritaria

    t

    valores, que damos por descontado que, aun frente a ate

    revoluciones

    ms violentas, surgir en definitiva alguna as

    de sistema poltico.

    El conflicto originado en un sistema po ltico por influerz *

    ambientales suele versar sobre problemas como la clase

    6t

    sistema, el personal que debe ocupar cargos de autori

    o la orientacin poltica que ste debera seguir. Son

    ci}

    1 1 8

    vivencia del sistema. Puede haber un Congo librado a s

    mismo para salir del paso sin la preparacin adecuada para

    construir un orden poltico global; un Walter Bagehot puede

    ver en el tumulto poltico posterior al deceso de la Segunda

    Repblica en Francia, la amenaza de un franco caos, debido

    31 colapso inevitable de toda la organizacin poltica.' Pero

    solo en rarsimos casos en la historia esas situaciones han

    destruido y puesto trmino a una sociedad, por falta de un

    sistema mediante el cual tomar decisiones obligatorias.

    E l

    signi f icado de la persistencia

    Frente a la tensin provocada por perturbaciones y cambios

    amo los mencionados, y basndonos en meras conjeturas,

    podramos haber llegado a pronosticar que los sistemas po-

    3ticos solo pueden tener un lapso de vida muy breve. Y

    in

    embargo es evidente que muchos persistieron, aunque

    sn nmero sea tal vez menor que los que sucumbieron o

    fueron absorbidos por otros. Esto plantea el problema de

    sltriguar cmo algunos

    consiguieron persistir mientras

    rttos desaparecan. Para contestar esta pregunta debemos

    considerar los procesos vitales fundam entales de los sistem as

    polticos. Pero previamente corresponde aclarar qu enten-

    dernos por "persistencia".

    a desaparicin o no-persistencia de los sistemas

    ;

    Qu intentamos transmitir al afirmar que un sistema ha

    'asistido? Quiz resulte til examinar primero qu significa

    Y

    anttesis, o sea, cundo podemos decir que un sistema

    irj de persistir en realidad?

    ti decir que un sistema ha fracasado pueden entenderse dos

    zas: que cambi pero sigue existiendo de alguna forma,

    L Barrington,

    Works and Life of Walter Bag.ehot

    Londres,

    Lntgmans, Green & Co., Inc., 1913, vol. I, las siete Cartas sobre

    j

    4 golpe de Estado francs .

    1 1 9

    o

    que desapareci por completo. Como indica el pri: r

    :cticos tras los primeros das de una guerra atmica

    2 .

    La

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    60/93

    sentido de la expresin, de un sistema puede afirmarse qx

    subsiste aunque cam bie. A prim era vista, esto parecera bas-

    tante paradjico; no obstante dejemos de lado por ea

    momento esta enigmtica afirmacin. Ella nos ayuda, al me-

    nos, a enten der qu significa persistencia si interpretamos, ca

    el segundo sentido, que su anttesis indica que el sistema

    desapareci por completo. Para la correspondiente sociedg

    ya no se podran establecer asignaciones autoritarias ex

    valores.

    Este resultado no es imp osible ni inslito. Tal es lo ocurri4t

    cuando los m iembros de una so ciedad fueron destruidos toa ,

    mente por una catstrofe natural, por ejemplo un incen&

    o una epidemia, o cuando la sociedad dej de reproducirse

    biolgicamente, como aconteci tal vez con los indios ce

    Mesa Verde. Tambin es posible que suceda en el casi

    extremo en que, por cualquier razn, se desencadena

    guerra de todos contra todos (en el sentido de Hobbes

    )

    la cooperacin se hace imposible, aun para los fines mnima

    de establecer el orden y la ley. Al obtener su independencia

    nominal en 1960, el Congo belga se aproxim a este lmite

    como ninguna otra sociedad lo hiciera en el siglo

    x x . U s e -

    r a nte

    cierto perodo pareci dudoso que se lograra doce

    al pas de autoridades capaces de hablar y actuar per

    toda la sociedad o conseguir la adhesin de la mayora

    sus miembros. El Congo estuvo a punto de desintegrarse

    e a

    numerosos sistemas polticos menores, coextensos con la

    grupos tribales o algunos de los anteriores distritos admi-

    nistrativos belgas.

    Tambin desaparecieron los sistemas polticos cuando,

    i

    consecuencia de una guerra civil, revolucin o derrota mi-

    litar, se derrumb la unidad poltica existente para ser re-

    emplazada en forma temporaria por centros independier a

    observantes de la ley, o bien por bandas ilegales. Ilustra ese

    estado de cosas la situacin de Alemania posterior a la se-

    gunda guerra mundial, la de Francia durante el perodo t

    la Revolucin Francesa, la de Rusia durante el momea at

    culminante de la Revolucin Rusa y los pronsticos reta.

    tivos a la probable situacin de la mayora de los sistemas

    :istoria nos brinda otros casos de sistemas polticos desa-

    ;arecidos

    lgunos definitivamente, otros para recuperar su

    rtegridad a manos de conquistadores luego de ser absorbi-

    los por sistemas polticos extraos. Ejemplos de esta ndole

    son los sistemas polticos de los indios norteamericanos, de

    Escocia o d e las sociedades blticas.

    Por consiguiente, parece que la no-persistencia sugiere, ms

    que un simple cambio, la destruccin y evaporacin com-

    pletas de un sistema poltico.

    Sistemas absolutamente estables

    Veamos ahora el polo opuesto de la desaparicin franca, e

    interpretemos la subsistencia, tal vez, como que un sistema

    contina sin modificacin alguna, en un estado de estabi-

    lidad completa. Solo encontraramos un sistema de este tipo

    all

    donde un sistema poltico permaneci intacto durante

    an perodo determinado. Tal cosa podra suceder en dos

    circunstancias. En primer lugar, aparecera un sistema como

    el mencionado si el ambiente mismo no diera muestras de

    cambio, lo cual es bien posible a corto plazo, pero no a

    ;ergo plazo. Empricamente, no podemos sealar ningn

    sistema cuyo ambiente haya permanecido inalterado. Aun

    os sistemas tradicionales y tribales relativamente estticos

    de otrora, sufren en la actualidad una alteracin profunda

    por desplazamientos en algunos parmetros, como la cultu-

    ra y la economa.

    En segundo lugar, un sistema permanecera intacto si pu-

    diera protegerse a s mismo de todo trastorno de su ambien-

    te y tamb in de las presiones sobre sus estructuras y procesos

    generados dentro de l. O bien las pautas de conducta que

    lo constituyen tendran que ser inmodificables, o bien, lo

    que es igual, los miembros del sistema deberan estar en

    condiciones de evitar los efectos del cambio.

    Es verdad que hasta cierto punto todo sistema es capaz de

    2

    Vase

    Human. Organization,

    16, 1957, nmero especial dedicado

    il problema de la "Adaptacin humana frente a la catstrofe",

    con extensa bibliografa.

    1 2 0

    1 2 1

    aislarse, por lo menos en parte, de las perturbaciones exta-

    societales e intrasocietales del ambiente; no obstante, ni.-

    Unidos

    ha permanecido inalterable durante muchos aos,

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    61/93

    guno lo logr en forma permanente ni completa. Durara

    lapsos limitados, esto se intent con xito vario y con respect: ;

    a determinados parmetros. Suiza evit verse envuelta ea

    conflictos militares y alianzas polticas internacionales d.).

    rante siglos, con pocas excepciones (los perodos de la Re'.

    volucin Francesa y de la Sociedad de las Naciones). El

    Japn soslay el contacto con Occidente, y en consecuec

    cia, los efectos de la revolucin industrial, a lo largo de do

    centurias.

    Los sistemas lograron ponerse a cubierto de cambios pro-

    cedentes no solo de fuerzas extrasocietales sino tambin d e

    algunos parmetros intrasocietales. En los ltimos veinx

    aos, la gran amplitud de fluctuaciones en el ciclo comercial

    con las repercusiones polticas consiguientes, se redujo gra-

    cias a algunas medidas de xito pasajero, por lo menos c a

    las sociedades occidentales industrializadas.

    Sin embargo, es evidente que si un sistema poltico puede

    levantar eficaces murallas a su alrededor, esa proteccida

    solo rige para perodos breves o con respecto a aspectos

    restringidos de los trastornos externos. Ningn sistema se

    sustrae a todas las devastaciones originadas por los cam-

    bios internos o externos. Difcilmente cabra

    interpretar

    persistencia de un sistema como una inmutabilidad abete

    luta. No hay duda de que a la larga aparecen diferencio

    importantes en lo que se podra calificar de sistemas peas

    ticos permanentes.

    Persistencia con cambio y a travs del cambio

    Este enfoque introduce un elemento paradjico. Persiste:.

    cia no es lo mismo que estado perfectamente esttico: :u

    es incompatible con el cambio. En la mayor parte de a

    casos, incluso en los que tienen lugar en plazos no m's

    largos, un sistema debe poder cambiar o adaptarse a c.r-

    cunstancias fluctuantes para persistir. No cabe contar col

    que soslaye todas las perturbaciones.

    Ni siquiera un sistema tan estable como el de los

    F s t a . ; r : i

    un sin tomar en cuenta las enmiendas formales a la Cons-

    titucin. El sistema federal sufri transformaciones radicales

    en la dcada de 1930, durante la presidencia de Roosevelt,

    debido a los cambios introducidos en los usos y a decisio-

    nes de la Corte Suprema. Es obvio, empero, que durante

    varios aos subsisti en el pas un sistema poltico. Anlo-

    Lamente, aunque el orden imperial alemn sucumbi a

    a

    Repblica de Weimar, que a su vez fue suplantada por

    e l

    rgimen nazi y ste por un nuevo orden despus de la

    rgunda guerra mundial, es innegable que persisti alguna

    forma de sistema poltico. El cambio es a todas luces com-

    patible con la continuidad. Parece posible y necesario decir

    que un sistema dura si, al mismo tiempo, sufre alteraciones

    sustanciales y significativas.

    Veamos otro ejemplo: el sistema poltico britnico no per-

    maneci estancado durante siglos, sino que sobrellev di-

    versas y radicales modificaciones. Pero a pesar de todo,

    conserv su identidad bsica a travs del tiempo. La comu-

    aidad poltica inglesa primitiva (ncleo permanente a lo

    largo de los siglos) ampli su extensin geogrfica con la

    incorporacin de Escocia e Irlanda del Norte, hasta abar-

    car la totalidad de un imperio actualmente menguado.

    Tampoco se mantuvieron constantes e intactas las carac-

    eristicas de su rgimen de gobierno. Fluctu desde un con-

    unto de sistemas polticos diversos en la poca de los

    guerreros anglosajones rivales, hasta el comienzo de la cen-

    tralizacin con los Tudor. Ms tarde, aparecieron una dic-

    tadura semipopular (Cromwell) , un orden poltico monr-

    quico constitucional parcialmente representativo (siglos

    y

    xix) y una democracia popular en expansin (fines

    del siglo xix y el siglo xx) . En este proceso se fue confi-

    purando el sistema de gobierno de gabinete con partidos

    responsables y una prerrogativa real poco menos que en

    completa decadencia.

    Es evidente que sufri transformaciones fundamentales la

    forma primitiva del sistema poltico britnico (como quie-

    ra que la denominemos) con respecto a la cual el sistema

    poltico actual puede presentar una conexin material e

    histrica. Ciertamente exageraramos si sostuviramos que

    1 2 2

    1 2 3

    el actual sistema representa una continuacin de la miar

    Si consideramos sus autoridades, pueden variar con mucha

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    62/93

    lnea de sistemas polticos celtas originales o de los at

    menos numerosos sistemas polticos anglosajones. No oto-

    tante, es perfectamente sensato y til interpretar la r

    poltica inglesa como la persistencia de un modo de

    e s t s

    blecer asignaciones autoritarias de valores.

    La continuidad se pone de manifiesto en dos sentidos. Ea

    primer lugar, los miem bros actuales del sistema polt ico bel-

    tnico creen en su identidad histrica con los sistemas pa

    lticos anteriores, creencia muy firme que puede impulsarle

    incluso a la accin. Este elemento ideolgico tradiciou

    contribuye a mantener un sentimiento de identificacin m-

    tua , com ponente a su vez del insumo del apoyo a un sistema

    poltico.

    En el segundo sentido, hay una continuidad material t

    nuina con respecto a una comunidad poltica cuyos miem-

    bros han cambiado. En cada momento histrico mal

    sealar las transformaciones o alteraciones, en el sistema

    entonces existente, que permitieron continuar con la pa=

    de relaciones mediante las cuales fue posible tomar y hace

    cumplir decisiones obligatorias. En este nivel general, pera

    sinti en fa sociedad britnica alguna especie de sistema

    ps

    ltico, aunque esa sociedad misma cambiara de carcter t

    extensin. A lo largo de las edades se mantuvieron de alrsn

    modo los procesos vitales de un sistema poltico; siernprt

    hubo una serie de instituciones y usos que permitieron as>

    plir las funciones polticas bsicas.

    Este ejemplo podra aplicarse a cualquier otro sistema ps

    ltico actual, en la medida en que se haya adaptado de

    i

    guna manera a travs del tiempo y se pueda observar tal

    cierta conexin histrica con sistem as polt icos preexistente

    En este sentido, es mucho ms plausible afirmar que tia

    sistema puede perdurar aun sufriendo en algunos de sus

    aspectos cambios sustanciales y significativos.

    La persistencia y el nivel del anlisis

    Nuestra tesis es que la persistencia o no-persistencia de

    a lz

    sistema poltico depender del plano en que lo examine

    frecuencia; igualmente pueden variar su rgimen de go-

    hierno o la extensin de su comunidad. Si pasamos ms

    a l l

    de esto, al nivel ms general de un sistema, es decir

    aquel en que solo nos interesara la existencia de medios

    para establecer asignaciones autoritarias lo que podemos

    llamar procesos vitales fundamentales de un sistema pol-

    tico-- la persistencia frente al cambio en otros niveles es

    perfectamente plausible

    Ea cuanto al modo de anlisis que estamos elaborando, el

    nivel crtico adonde se dirige nuestra investigacin no es el

    le la forma o tipo particular de sistema. No nos interesa

    aber qu tensiones se ejercen sobre un tipo dado de sistema

    poltico (una democracia o un rgimen totalitario) o cmo

    gran

    esos sistemas sobrevivir o transformarse en algo di-

    rrente. Esta cuestin, por crtica y urgente que sea con

    aspecto a la orientacin poltica actual de un sistema o a

    lu necesidades inmediatas, resulta secundaria para analizar

    estemas.

    El problema nmero uno se refiere al modo como estn

    ihaguardadas en una sociedad las funciones fundamenta-

    :es necesarias para que los sistemas subsistan, y que se ex-

    presan por medio de tipos especficos de procesos y estruc-

    turas. Conocidos los diversos tipos de tensiones que podran

    aber obstaculizado la persistencia de cualquier sistema po-

    co, debemos averiguar cmo las manejaron sus miembros

    de modo de asegurar alguna clase de proceso autoritario

    la asignacin de valores.

    asistencia y cambio

    persistencia o supervivencia en virtud del cambio no es,

    , tan enigmtica como podra parecer a primera vista.

    edo lo que queremos decir con ello es que para que pueda

    urar en una sociedad cualquiera un sistema que cum-

    la funcin poltica bsica de adopcin y ejecucin de

    aciones obligatorias es preciso que los miembros estn

    arados para enfrentar las perturbaciones que llevan a

    tensin cualquiera sea su origen. En caso necesario, hasta

    124

    se pueden ver obligados a modificar el sistema en alzas

    ros ante situaciones nuevas, y sus aptitudes. La autorre-

    pilacin de un sistema poltico por parte de los miembros,

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    63/93

    de sus principales aspectos. La nica excepcin tiene

    f l X

    cuando los cam bios intrasocietales o extrasocietales no pm .

    ducen efecto en el sistema; tal lo que sucede cuando la

    miembros intentan provocar esta situacin aislando el si.

    tema de posibles perturbaciones. De lo contrario, los mies.

    bros podran tener que ceder parte de su condicin de ta.

    por ejemplo en una conquista militar en que los trmica

    de la rendicin exigieran la cesin de territorio. Si surgieras.

    diferencias internas profundas acerca de los objetivos per

    los que deben luchar los miembros del sistema, ya sea a

    forma colectiva o por medio de la estructura de la orp.

    nizacin apropiada para ello, quiz sean llevados a refor-

    mar el rgimen de gobierno. Otra solucin sera que mod-

    ficaran, no sus objetivos a largo plazo (que yo incluida

    dentro del rgimen) sino sus polticas de ms corto plus:.

    mediante la aceptacin de grupos variables de autoridades

    polticas, como ocurre en las democracias.

    Esto significa que la supervivencia de algunos de los media

    de tratar en una sociedad las diferencias no resueltas de

    otro modo, exigir a veces alterar en alguno de sus aspecta

    importantes (o en su totalidad, segn las circunstancias

    un sistema polt ico. Los miembros deben ser capaces de rr.c

    dificar el mbito, estructura y procesos, objetivos, o regL

    de conducta del sistema, y hasta su propia condicin e

    miembros; o bien deben poder manejar su ambiente de

    modo que se alivie la tensin. Solo cuando de algn mcr:

    pudieran soslayar totalmente los efectos de un cambio am-

    biental o cuando ese cambio fuera desdeable, cabra e.-

    perar que el sistema persistiera aun sin estar dotado de eia

    capacidad de adaptarse por autotransformacin o por ma-

    nipulacin del ambiente. Por otra parte, la persistencia de

    pautas de interaccin capaces de atender las funciones

    lticas fundamentales, requiere que los miembros que se de-

    dican a esta actividad puedan adoptar, corregir, reajusta:

    controlar o modificar el sistema o sus parmetros para ec-

    frentar los problemas que crea la tensin interna o exterr.ai

    Podemos contar con que para este fin se dispondr de me-

    dios variables, limitados n icamente po r las restricciones q..e

    impo nen los recursos, las tradiciones, el ingenio de sus m ies

    un al punto de la autotransformacin de estructura y ob-

    ytivos, representa una capacidad crtica que todos los sis-

    rmas sociales deben poseer

    3

    . Sin ella, el sistema poltico

    luedara a la deriva, desamparado frente a las tormentas

    Id

    cambio.

    Persistencia

    versus automantenintiento

    El hecho de que en la idea de persistencia pueda estar in-

    cluida la de cambio, vuelve indispensable diferenciar este

    concepto del de mantenimiento de sistemas. Mi anlisis no

    est encaminado a investigar de manera exclusiva o primor-

    dial este problema. Una cosa es preguntar por las condi-

    dones mediante las cuales un sistema es capaz de mante-

    nerse, y otra totalmente diferente tratar de averiguar las

    condiciones de la persistencia.

    El mantenimiento se pondera con la idea de salvar la pauta

    de relaciones existentes, y dirige la atencin hacia su con-

    servacin. La persistencia revela la importancia de conside-

    rar, no cualquier estructura o pauta particular, sino los

    :rocesos vitales mismos de un sistema. En este sentido, un

    sistema puede persistir aunque cambie continua y radical-

    mente todo lo asociado a l. La nocin de persistencia va

    mucho ms all de la de mantenimiento; se orienta a in-

    4estigar tanto el cambio como la estabilidad, pues ambos

    se pueden interpretar como soluciones alternativas para en-

    frentar la tensin.

    Si lo deseramos, podramos aplicar el concepto "manteni-

    m iento" a los procesos vitales mismo s; esto no causara darlo

    terico alguno, siempre que le atribuyramos el significado

    debido. Pero el imperativo de distinguir claramente entre el

    mantenimiento de una clase determinada de sistema, o con-

    ;unto de estructura y procesos polticos, y la perpetuacin de

    i c e

    funciones bsicas de la vida poltica lo que ms ade-

    ante describir como las variables esenciales de un sistema

    poltico nos obliga a adoptar otro concepto. El de man-

    1 Deutsch,

    The Nerves of Government,

    caps. 11-13.

    1 2 6

    1 2 7

    tenimiento est demasiado cargado con la idea de estabi .-

    Elite movilice recursos humanos y materiales y los destine a

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    64/93

    dad, y tal como se lo emplea normalmente es ajeno pcc

    completo a la idea de cambio. El anlisis sistmico busca.

    pues, una teora que explique la capacidad de un sistema

    para persistir, no para mantenerse en el sentido en que

    esto se suele entender. Busca una teora de la persistencia.

    no del automantenimiento o equilibrio.

    El apartamiento del anlisis del mantenimiento sistmico

    como tema central, se advierte tambin en otro aspecto

    Aunque se reconoce que los miembros de sistemas polticos

    pueden enfrentar la tensin y el cambio, esto no significa

    que todos los sistemas se tengan que comportar adaptad

    vamente, o que lo logren con el mismo xito. Para esta

    clase de anlisis no es necesario que haya una tendencia

    eufuncional 4

    o de satisfaccin del mantenimiento. Es posi-

    ble que algunos sistemas solo sean capaces de enfrentar re-

    laciones internas relativamente armnicas y relaciones ex-

    ternas constantes. Tal lo que ocurri, al parecer, con lo

    indios norteamericanos Fox, que destacaban el papel de la

    armona por oposicin a la eficiencia y el xito

    5

    ;

    unque

    hubieran .conservado su independencia, habran tropezado

    con dificultades para enfrentar a la cultura europea.

    Otros estarn mejor dotados quiz para ocuparse del cam-

    bio. Los sistemas polticos estructuralmente muy diferencia-

    dos, por ejemplo, poseen rganos especializados de adapta-

    cin en forma de lites polticas bien definidas, cuyos me-

    dios de vida estn asegurados mediante bienes patrimonia-

    les o prebendas, o mediante los impuestos, de modo que

    se pueden dedicar exclusivamente a las tareas polticas.

    prestando al sistema la atencin que necesite. Cuando se

    cuenta con que haya cambio pero ste es, no obstante, ea

    esencia imprescindible, como en las sociedades moderniza-

    das, dicha especializacin de la atencin resulta crucial. Lis

    tradiciones ya no sirven de gua para saber cmo enfrentar

    situaciones cambiantes. Otras estructuras polticas difere^-

    ciadas, por ejemplo los partidos polticos, proporcionan a'-

    gunos instrumentos para la accin eficaz. Permiten que

    4 Sobre este trmino vase Levy, (h.),

    Structure of Society,

    pl

    77.

    5

    W. B. Miller, "Two Concepts of Authority", en

    A merican

    da

    thropologist,

    57, 1955, pgs. 271-89.

    1 2 8

    los fines que exigen las nuevas circunstancias. Personal ad-

    ministrativo especializado y otros expedientes semejantes

    ayudan a alcanzar los mismos objetivos .

    6

    .Medios variables hacia la persistencia

    Esto no significa que las transformaciones reales que se pro-

    ducen sean forzosamente las nicas que permitiran la per-

    duracin de un sistema. Siempre quedarn los grandes

    "si..." de la historia. Aun cuando el sistema poltico ale-

    mn pas de la Repblica de Weimar a un rgimen tota-

    1

    Etario y de este modo se adapt a las tensiones resultantes

    de la derrota en la primera guerra mundial y a la inflacin

    subsiguiente, exista un gran nmero de alternativas. Se

    dispone de polticas, estructuras o innovaciones variables,

    igualmente capaces de lograr la persistencia de

    alguna

    pau-

    ta de asignaciones autoritarias. La senda particular que se

    decida seguir es funcin de algo ms que la capacidad de

    los miembros para enfrentar el cambio. Mi enfoque del an-

    lisis de sistemas polticos no nos ayudar a entender por

    qu los miembros polticamente relevantes de un sistema

    adoptan determinadas polticas. Por otra parte, la capaci-

    dad de adaptarse no impone que un modo especfico de

    hacerlo sea moralmente mejor o peor que cualquier otro,

    aunque en esas circunstancias alguien demostrara que es

    condicin necesaria y, por consiguiente, inevitable para la

    persistencia.

    Por el contrario, con respecto a cualquier accin que se pue-

    da adoptar, el anlisis sistmico est destinado a escla-

    recer las consecuencias correspondientes a la supervivencia

    continuada de

    alguna

    forma de vida poltica. En este sen-

    tido, operamos en el nivel ms elemental de anlisis. Nues-

    tra intencin es comprender cmo es posible que se cumpla

    la funcin poltica bsica de una sociedad su asignacin

    D. Apter, "Modernization in Ghana and Uganda", manuscrito,

    in

    fecha; vase adems

    The Political Kingdom in Uganda,

    Prin-

    crton, Nueva Jersey, Princeton University Press, 1961, caps. 14

    y

    sigs.

    1 2 9

    autoritaria de valores independientemente del lugar y

    a

    partir de un estado anterior que era en alguna forma fa-

  • 7/26/2019 276993620-Easton-David-Esquema-Para-El-Analisis-Politico.pdf

    65/93

    poca en que ello suceda.

    Tensin sobre un sistema

    Captaremos mejor el significado de la persistencia

    y

    c ;s

    repercusiones para nuestro anlisis si consideramos lo (p.c.

    est implcito en la idea de tensin, las circunstancias 92

    ponen a prueba la capacidad de un sistema para subsistir.

    He sugerido que la accin de tensiones y la incapacidad.

    para enfrentarlas lleva a un colapso del sistema. Este podz

    perpetuarse en caso de que sus miembros enfrenten adecua-

    damente la tensin. Si entendemos las condiciones generar

    les que origina la tensin, o lo que podramos calificar

    estado tensivo podremos averiguar todas las implicaciones

    de la persistencia como concepto central del anlisis ss

    tmico. 7

    La perturbacin como causa de tensin

    Cmo sabemos que un sistema est funcionando bajo ter-

    sin? Para contestar esta pregunta se necesitan dos obser-

    vaciones previas. En primer lugar, es posible que haya ha-

    bido tensin, y en tal caso no sera difcil documentara

    Pero el estado tensivo que ms nos interesa es el de

    t i p a

    potencial, -el que constituye una amenaza para el sistema

    pone en peligro su capacidad de sobrevivir, aunque no

    destruya forzosamente. Dicho estado ofrece a los miembros

    la oportunidad de regular o eliminar las circunstancias qx

    provocan la tensin o de poner al sistema a cubierto e

    ellas. Que eI estado potencial se concrete o no en perjuico

    del sistema, depender de la capacidad de los miembros

    para enfrentar tales circunstancias.

    En segundo lugar, la tensin puede significar un can..u.

    7 En este volumen, el estudio de la tensin se limitar a ta

    condiciones que la definen. No se investigarn las circunstanciar

    especiales que la fomentan.

    orable a la persistencia. Esto no se debe entender, sin em-

    bargo, en el sentido de que todo cambio interno o ambien-

    tal est de suyo cargado de tensin. Desde el punto de vista

    de las probabilidades de supervivencia de un sistema, los

    cambios pueden ser insignificantes, o llegar a ser muy be-

    nficos o perjudiciales, pasando por todos los casos inter-

    medios.

    Para identificar los hechos o sucesos de un sistema o su

    ambiente que es de esperar que produzcan, o han produci-

    do, un cambio en su funcionamiento, podemos reservar el

    concepto de

    perturbacin.

    Con l haremos referencia a

    todas las actividades del ambiente o del interior del sistema

    que cabe esperar que desplacen a un sistema de su pauta

    actual de funcionamiento (o que lo desplazan efectivamen-

    te), prescindiendo de si tal desplazamiento es o no tensivo

    para aqul.

    Las perturbaciones variarn enormemente en nmero y

    diversidad. Tambin variarn sus consecuencias; por consi-

    guiente, se pueden clasificar como neutrales, benignas o ten-

    iras segn el grado en que afecten las oportunidades de

    subsistencia de alguna clase de sistema poltico, o de todos

    ellos. En ciertos casos, habr una actividad que no afecta

    en lo ms mnimo el funcionamiento de un sistema poltico,

    o

    cuyos efectos son tan leves que se pueden desdear. En

    otros, la perturbacin ser de tal ndole que aumentar las

    perspectivas de que el sistema sobreviva de alguna manera.

    El descubrimiento d e nuevos recursos m ateriales en el sector

    econmico de la sociedad o el invento de tcnicas que me-

    oren sensiblemente el nivel general de vida, pueden con-

    tribuir de tal modo a la satisfaccin que se experimente con

    ttspecto al sistema, que se fortalezca la adhesin a l. Aqu

    nos ocuparemos sobre todo de las perturbaciones que ame-

    aazan con impedir que un sistema funcione, y que pueden

    calificarse de ten sivas.

    Amenaza o peligro son las palabras claves. Si se deja que

    uta perturbacin siga su marcha, puede llevar a la destruc-

    dn total del sistema y hasta impedir que resurja en cual-

    quier otra forma. Pero si un sistema sobrevive, es necesario

    que haya podido frustrar

    ipso facto

    esa tendencia. La

    per-

    13 0

    1 3 1

    turbacin, entonces, es ms bien una amenaza que un he-

    como la Unin Sovitica? Acaso la incorporacin de una

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    cho consumado; impuso una tensin al sistema sin destruir-

    lo. La mayor parte de los tipos de tensin que analizaremos

    son de esta clase.

    La

    tensin como variacin del margen

    normal de funcionamiento

    En principio hay que reconocer que la identificacin precisa

    de un estado tensivo suscita problemas importantes, insolu-

    bles algunos, teniendo en cuenta nuestro nivel de compren-

    sin actual y los datos de que disponemos sobre la vida

    poltica. Puesto que la misin de una teora es ensanchar

    las fronteras del cono cimiento y n o sim plemente codif icar la

    que ya conocemos, este inconveniente por s solo no nos La

    de disuadir.

    Podemos apreciar la utilidad del concepto de tensin si es-

    tamos dispuestos a reconocer que posee, al menos, buen

    sentido desde el punto de vista intuitivo. Este punto r

    partida es' suficiente, si no necesario siempre, para asignar

    un significado ms tcnico a un trmino. De modo cazo

    pero significativo tendemos a hablar de sistemas poltico

    sujetos a tensin; en estos casos pensamos en situaciones

    que pueden

    .

    llevar a la destruccin y transformacin

    un sistema. Se ha escrito mucho sobre la democracia en

    crisis, las estructuras polticas propias de la poca de la

    carreta en la edad de los jets, la incapacidad de los sistema

    polticos tribales para oponerse al impacto de las culturas

    colonizadoras, los peligros inherentes a las divisiones propaa

    de las sociedades pluralistas en una democracia, o las ame-

    nazas que se ciernen sobre los sistemas autoritarios y tota-

    litarios por las desavenencias de sus lites.

    Al

    caracterizar los sistemas de este modo, parece que,

    del-

    beradamen te

    o no, consideram os que en los tipos especficas

    de sistema

    en estudio ha sido desplazada alguna pauta

    no-

    mal

    de

    funcionamiento. Pero si se nos pide que indique=

    concretamente el nivel normal de funcionamiento as me.

    dificado, puede resultarnos difcil sealar una medida que

    goce de

    aceptacin general. Por ejemplo, cul es el

    m a r -

    gen normal

    de funcionamiento de un sistema totalitaria

    pauta ordenada y pacfica de sucesin de lderes creara en

    el sistema tensin suficiente para impulsarlo ms all de

    su margen normal, de modo que ya no se lo pudiera consi-

    derar totalitario? Desapareci el sistema democrtico fran-

    cs bajo la tensin del rgimen de De Gaulle, o bien sigue

    funcionando dentro de lo que podramos considerar el mar-

    gen normal de una democracia?

    La idea de una tensin que impulse a un sistema ms all

    de su margen normal de funcionamiento, es aplicable al

    menos a determinados tipos de sistema; sin duda, est im-

    plcita en gran parte del anlisis tradicional al respecto.

    En teora, la identificacin de un punto de tensin es rela-

    tivamente fcil para ciertas clases de sistema. En cualquier

    momento en que una perturbacin lleva a modificar las

    caractersticas esenciales de un sistema las que mejor de-

    finen su modo caracterstico de funcionamiento cabe de-

    cir que el sistema fue puesto en tensin y sucumbi a ella;

    empricamente tal vez resulte ms difcil establecer cundo

    se ha alcanzado ese punto. Aun en este caso, los contrastes

    principales resultan claros; lo nico que contina ambiguo

    son los umbrales. Si Espaa permitiera elecciones populares

    libres y hubiera en el pas libertad de expresin y asociacin

    segn el modelo occidental, o si el rgimen francs restau-

    rara el rol menos dominante del presidente, pasando los

    partidos a tener uno ms destacado, no hay duda de que

    estos sistemas caeran bajo lo que consideraramos explci-

    tamente, margen normal de variacin de un sistema de-

    mocrtico.

    Variables esenciales corno indicadores de tensin

    Si, por el momento, seguimos utilizando ciertas clases de

    sistemas como punto de partida, es evidente que al descri-

    birlos funcionando dentro de un margen normal, ms all

    del cual ppdran sufrir los efectos de una tensin, est la-

    tente la idea de que hay ciertas

    variables esenciales

    8des-

    Hemos tomado este concepto de W. R. Ashby,

    An Introduction

    te Cybernetics

    Nueva York, John Wiley & Sons, Inc., 1956, pg.

    197, introducindole algunos cambios.

    1 3 2

    1 3 3

    plazadas de este modo ms all de su margen normal. Pan

    .racionen dentro de cierto margen normal o crtico, se po-

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    las democracias, se las puede concebir como un grado rn,

    gamente definido de libertad de expresin y asociacin r t

    participacin popular, el poder en manos de una lite

    ?a `

    tema totalitario, un grado mnimo de eliminacin de

    participacin popular, el poder en manos de una lite pt.

    ltica, la coercin del individuo y una libertad de expi>Mt

    y asociacin controladas y muy restringidas. Pero nuestra

    criterios de clasificacin de sistem as polticos son suficiente

    mente imprecisos para dejar amplio margen a la discusihm

    sobre las variables esenciales que ayudan a distinguir

    a m

    tipo de sistema de otro.

    Prescindiendo de los problem as tericos de clasificacin osa

    que tropieza cualquier esfuerzo por develar tales variable,.

    partimos del supuesto de que se pueden identificar dos as-

    pectos diferentes de un sistema. Uno se refiere a los rastras

    que permiten a un sistema funcionar de modo caractersrc&

    y que, en consecuencia, lo distinguen fundamentalmente t

    otros sistemas. Clasificando los sistemas en democrtiosk

    autoritarios, totalitarios, tradicionales o modernizantes,

    atrs

    buimos .a cada clase de sistema modos caractersticos

    i r

    funcionamiento; la diferencia entre uno y otro puede pee

    suntamente especificarse mediante los tipos de relaciones a

    pautas de interaccin que juzguemos como propiedades as-

    trales del sistema. Cabe llamar variables esenciales a esos

    diferencias, cualquiera sea su carcter.

    En la mayora de los sistemas, ste conserva sus propiedades

    caractersticas (de sistema democrtico o totalitario, pee

    ejemplo) siempre que las variables esenciales se manten-

    gan dentro de un cierto margen, al que he llamado mares

    normal. Una vez ms, tal vez resulte difcil discernir

    e s a r

    pricamente cundo el sistema se acerca al punto crcar

    ms all del cual se transforma en un sistema diferer. .

    Para algunos observadores la Francia de De Gaulle E

    sobrepasado los lmites crticos de una democracia; pero lis

    opiniones sobre este lmite pueden diferir, al menos desdir

    el punto de vista emprico.

    En teora, es obvio que las variables esenciales no han de

    estar presentes o ausentes en forma total, sino que de ce-

    dinario lo estarn en mayor o menor grado. Solo cnar.;,r

    fr i

    decir que el sistema se amolda a los criterios propios de

    sn tipo determinado. Por ejemplo, si se quiere calificar a

    m sistema de democrtico, tal vez no baste la existencia de

    bertad de palabra o de una participacin popular en es-

    ala

    reducida. La cantidad es un factor crtico. Pocos sis-

    s eliminan toda libertad, y ciertas formas de partici-

    n popular resultan casi imperativas en las modernas

    'edades de masas.

    persistencia de un tipo determinado de sistema poltico

    uiere algo ms que la presencia de variables esenciales.

    necesario que stas operen por encima de cierto nivel.

    o

    de otro modo: existe un margen crtico, y si hay per-

    aciones que desplacen al sistema ms all de l, cam-

    de carcter en su totalidad.

    o

    corolario, los sistemas presentan un segundo aspecto

    puede cambiar sin que se altere el modo caracterstico

    funcionamiento de aqullos. Constar de los rasgos no

    ciales del sistema. Por ejemplo, a la luz de mi clasifi-

    'n habitual, los Estados Unidos seguiran funcionando

    o

    una democracia tpica pese a los muchos cambios que

    sucedieron en su estructura polt ica en los ltimo s cincuen-

    ta aos. Es posible que en un tipo de sistema poltico se in-

    troduzca gran cantidad de modificaciones sin que esto lleve

    t la transformacin del tipo.

    Tal vez un ejemplo tomado de la biologa sirva para aclarar

    diferencia entre las variables esenciales y las rlo esencia-

    ^is

    Si nos fijamos en el organismo humano (y esperamos

    poder hacerlo sin que se nos acuse de

    i stema

    poltico en la mayora de sus aspectos a este sistea biol-

    gico), vemos que se pueden producir cambios en ciertas

    ariables internas del sistema orgnico sin que se destruya

    d

    modo de funcionamiento del cuerp en su conjunte. La

    prdida de un ojo, una pierna o cualquier otrd rgano que

    t presente de a pares, reducir tal vez la flexibilidad con

    Tse el organismo enfrenta eventuales 'perturbaciones, pero

    so deteriora forzosamente el modo tpico de fLtncionami$n-

    a Cabe resumir esta situacin diciendo qui.la v

    ariabls

    xnciales del sistema orgnico se han mantenido 4, dentro

    ir su margen normal. Si la presin de la sangre "vara risas

    134

    all de cierto nivel o el contenido de azcar de la sangre

    dism inuye por debajo de cierto punto, las consecuencias po-

    mpedir