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;1] it!MFÁ’L’l;0] iQ distinto el Español que *3105 811 Sarriá anoche, del le jugara en los dos par- tos últimos en la anterior e&nlnatoria de Copa! Ahora, con la desventaja pdieamente insuperable, que a’rcaba desde el encuentro ¿e Ida, en el Estadio Villama *1, fué juguete de los modos y maneras que quiso imponer des la banda, el preparador de los verdiblancos. Y ese fué el grave error de los blanqui au1es. Dejarse ganar por los nervios, con lo que se hacía el juego al adversario, que era eso, precisamente, lo que se p.rpiynía con su tono y su es- tilo. Un fútbol enervante, con re- troceso constante hacia la pro- pía nieta. Un fútbol, en defi nitiva, de cangrejos, tan insos pechado, tan poco espectacular, tan sorprendente, que todavía no nos hemos repuesto de la sorpresa. Un fútbol que se ha sacado de la bocamanga. don Fernando, que si podía conve oir perfectamente a sus fines, no podía complacer al público de la Carretera de Sarriá, de- meso de ver correr el balón con elegancia, en evoluciones que caben dentro da las posi bilidades técnicas de los vein tidós jugadores que actuaron en el partido con sus medios ffsicos completos. .. hasta que la dureza, también impuesta por los verdiblancos, y conti nuada por los blanquiazules, fué dejando en cuadro_ los dos conjuntos, que terminaron la batalla con efectivos redudi. dísiinos. Cuatro bajas en el Español, una de ellas por expulsión, de- cretada por el árbitro a los ochenta minutos de juego al- guno tenía que pagar el pa- to y las otras tres de To rres, Aguirre y Argilés, y otras cuatro entre los visitantes, que renqueaban visiblemente : Ote ro, Grau, Ordaz y Martín Es- peranza. Ocho bajas en total, definitiva la de Dauder, en el último cuarto de hora largo porque el partido duró casi noventa y siete minutos —, y otras siete parciales, sobre el terreno, alguna de ellas como la del extremo españolista, que duró muchísimo más de me- dio partido. Pero sobre todo, la nota del encuentro, por encima de su dureza, fué la del fútbol sor- prendente hacia. las líneas de atrás de los jugadores béticos. Un fútbol de cangrejos, desco nocido, jamás visto, último in yente de don Fernando. Don Fernando Daucik, el padre de Yanko Daucik. LUIS LAINZ EVA EN EL FUTBOL —.—-------——--— ---.---- En ini palco adjunto al presi dericial, rivalizando en belleza, las hijas de don Victoriano Oliveras de la Riva, Marta y María Lui se, flanquean a Carmen Vilar, que atenta siguió las incidencias del juego para ser objeto del motivo informativo de esta sección. No sólo rivalizan en belleza es- tas tres señoritas, sino que, a cual más, sienten la causa del Es- pañol. —Y bien. ¿Impresión general? —El Betis ha jugado muy duro, muy brusco, y esto ha impedido el triunfo del Español. —áCree que el Español hizo ritos para ganar? —Nosotras siempre creemos que puede ganar el Español. —,Y cuando ello no ocurre co- mo hoy, rabieta? —Gran disgusto. —.Se trata de ver ganar al Es- pañol o de ver un partido de fút bol bonito, interesante? —Cuando gana el Español siem pre es un buen partido Por ejem- p10, los dos últimos que le ganó al Barcelona fueron magníficos. —El de hoy no merece tal ca- lificación... —No, no, pero no porque haya perdido el Español, sino por el vergonzoso espectáculo que ha da- do el Betis cori su comportamien to antideportivo. —j,Partidos como éste le harían perder la afición, no? —Seguro, pero afortunadamente no hay muchos Betis dispuestos a amargarnos la existencia. —,Qué decimos del árbitro? (A coro) —Que ha estado fatal. —Aparte del partido. ¿Principal atractivo del fútbol? —Los goles, y más si son mar- cados por el Español. —Preferencia por el fútbol a otros deportes, cine, teatro, bai le...? —Como espectadora no encuen tro otro deporte mejor. —Y como practicante? —Me gusta practicar con asi duidad el tenis, natación y equi tación. —.Cómo, si no, tan gentil fi- gura?... SAIJANOVA viaitantea Un portazo en las narices de los periodistas puso principio y fin al reportaje en los vestuarios del Betis. Creemos que la cosa entró en el plan «teatral)) que se trazo Fernando Daucik. Cuando termi el partido, desfilaron los juga dores béticos ante nosotros y al- gunos de ellos, antiguos conoci dos como Areta, Otero y el pro- pio hijo del entrenador. Yanko, nos saludaron. Cuando pasó el en- tronador bético, puso cara de cir cunstancias y mirándonos a nos- otiios chilló: «jLo que ha ocurri do esta noche en Sarriá, ha sido asqueroso !», y dió un portazo. Fueron desfilando el resto de ju gadores y algunos de los que oye- ron las frases de Daucik se en- cogieron de hombros, como des- entendiéndose de las mismas. Luego, ante la puerta de los vestuarios, Daucik, después de una larga espera, habló con los com pañeros de información y termi con otro portazo, cerrando a cal y canto los vestuarios del Be- tis. Había terminado la parte tea- tral del entrenador bético. Allá él con sus cosas. Pero creemos sin- ceramente que aquí, en Barcelo na, y que nos perdone Daucik, sa bernos apreciar lo que es teatro y lo que es deporte. Y de depor el Betis nos ha ganado, que a su victoria no hay que poner palia tivos, pero. creo sinceramente que por respeto a nuestro club, a la afición y a nosotros, los jugado- res, que somos tan profesionales como Daucik, no nos merecíamos toda esa farsa teatral montada en este partido. D O M 1 N G U E Z —Es francamen lamentable lo fo”e’-o.--.-.’.• ocosisdo esta no (Ile Cl11f, en Sa- . p s la flC(’fl1a’Je aun que .e , 1 ‘, si .tiiicciore’ de un enl 1 (-ri2dor. e 1 este e .o Dau ck. pueclun tener la colahorarión dci director del en- (lo-litio. En los casos de lesión evidente en las filns del Espado. Torres. Aguirre’. Argilós y yo mis- ri:i . l de ‘nitro ha dudado de es— tu’, u .0’lcS. Y en c’iIi)io. en las de silos lv,i ilaeiao ‘a 1icia1net o a los cncar”ados dCi botiquín del Betis. Pcia tu inI, laise’utable es nue recihiondo yo testarazos y vio- lencias del medio volante Ordaz, le he dicho : «Creo que no hay para tanto, pues peras incluso cuando no tengo el halón». Y el jugador bético me ha respondido: «Lo siento, chico, pero tengo ór densa de Daucik de jugar duro. Y si no juego duro, ya me ha dicho Daucik que dejará de ah- nearme». Creo que a Daucik no le gustará que a ru hijo le rom pan una pierna. Y esto debiera de- searlo para los demás jugadores de fútbol. O no? E. CAICEDO . —Ha sido un partido muy duro —- empieza diciéndonos el entre. nador accidental —. No se ha podido jugar al fútbol. —jPor qué? —Por los métodos reprobables utilizados por los jugadores del Betis. El portero pasaba el balón al defensa ; el defensa al portero. En vez de atacar, es decir, de marchar con el balón hacia adelante, hacía todo lo contrario, pasarlo atrás. Un absurdo... —Como recurso bien, ¿no cree? —Sí, como recurso, excelente la cosa. En el plan estratégicos pue de pasar. Como norma, exasperante para todos. Bueno, para todos menos para los jugadores del Betis. Han venido con la lección bien aprendida. Pero eso no es fútbol. Ni cosa que se le parezca. Por eso los jugadores del Español se han puesto nerviosos. Y natural también que en las gradas apareciera el nerviosismo. Estos métodos en fútbol son inadmisibles. .. . —,Los lesionados, amigo Patri? —Ahora los reconocerán los médicos. Tenemos «tocados» a San. tre, Aguirre, Torres y mañana se quejarán otros. Ya lo verá. Ahora, ere caliente, no salen has fuertes contusiones. —Si se hubiera jugado al fútbol, ¿hubiera sido otro el resultado? —Yo creo que se. No hubiéramos perdido a buen seguro. El bhico, además, nos jo hubiera agradecido. —gConfiaban en salvar la eliminatoria? —La eliminatoria prácticamente estaba perdida. Muy difícil remon: tar un margen desfavorable de cuatro goles. Pero como que en fútbol todo es posible, habíamos salido ccn mucha moral y si el acierto nos hubiera acompañado en los primeros compases de juego y liu hiéramos conseguido un gol quizá también la decoración hubiera sido otra... Y nos fuimos al otro vestuario. A intervinar o intentar intervluar él otrora gran amigo DAUCIK Llegamos tarde. Nuestros queridos colegas ruegan corno non. ctios a que Daucik nos atienda. Se abre la puerta, pero por ella aparece Bosch, el antiguo, internacional, quien nos dice que reo ha l)odidO jugar a causa de una lesión en la ingle. Se queda a pasar unos días con sus padres, aprovechando la fecha en blanco que dnja la Copa al jugarse en Sevilla, eh próximo domingo, el Espafia-.Ar gentina. Minutos después aparece por la puerta Daucik. Se le pregunta por el partido, y con palabra fuerte responde: —Partido de muchas agresiones. Las agresiones han surgido sólo de un bando. Creo que el Español se merecía que le expulsaran de cinco a seis jugadores. Hubo momento en que creí que iban a «ma- tar» a mis jugadores. En mi vida he visto otra cosa... Añadió otras frases altisonantes y destempladas y nos dió con la puerta en las narices. Fernando Daucik, ¡ cuán distinto al hombre serio, formal y sensa to que conocimos en su época de entrenadur del Barcelona! Ni este hombre que conocíamos pudo llegar a menos en esta ocasión, ni el orgulloso, el hombre creído de sí mismo, a más. JUAN NARBONA D. Federico Marimón - LE BERTRAN 3 EN EL PALCO ‘NTONIO ALTISENCH —Que era difícil para el Español remontar el tanteo de Sevilla, era innegable, lo que acre- citaba ya de antemano al Betis, aunque creo que los andaluces debieron intentar jugar más de lo que esta noche lo han hecho, en vez de recurrir a acciones poco agradables para el espectador que, en definitiva, tiene pleno de- recho a esperar algo más que juego negativo. Era lógico suponer sumas dificultades para .: los blanquiazules, y al no marcar en los co- mienzos del choque. ya se vió que le iba a .: resultar imposible remontar el tanteo de He- liópOlis. Luchó con fe, con ahinco, pero he :‘ fallaron los recursos decisivos, a los que di• elio sea de paso también, el dispositivo csviensi , yo bético se ha sumado en fornia decisiva. U que los nervios aparecieran con tanta. f re- cuencia, lo que motivó situaciones que debieron cortarse de raíz. Don PEDRO SALVAT —Mala cosa son lOS nervios para e buen fútbol. Entre esa circunstancia y la del fuerte «score» en contra que trajo el Español del Estadio Villarnarmn de Sevilla, nos ha privado de un semifinalista catalán. Era su- mamente dificil, por no decir imposible, nivelar si resultado de la eliminatoria a la vista del tanteo de Sevilla, por eso el Español ha de- bido jugar a la contra, tanto contra su con- trincante como contra sus propios nervios que le iban atenazando a medida que el tiempo transcurría y no rompía el luerte sistema de- fensivo bético. En otras circunstancias menos comprometidas, por la diferencia de goles, el Español quizás hubiera remontado . con su em puje y habitual tesón, la ventaja andaluza, pero esta noche ello era prácticamente inabm .. de todo es que nos hayamos quedado sin equipos catalanes al llegar a las semifinales de la Copa de 5. E. el Generalisimo. Decidida- mente, nuestro fútbol no ha estado muy afortunado en estos fines de temporada. Don LUIS MIRO —Enjuiciar el encuentro que acabamos de presenciar sería tarea sumamente fácil riicien do que a la vista de lo ocurrido en Sevilla, lo de hoy era casi de esperar. La táctica bética, basada en la organización defensiva, con Lasa de eje, ha contenido la presión españolista, que se ha visto obstaculizada en forma abru madora, y cuando el despeje de los zagueros y medios béticos llegaba a la delantera, siem pre encontraba ésta el punto de contrantaque, tan peligroso para cualquier equipo. Así llega- ron los dos goles del Betis, demostrándose, con ellos, la importancia del sistema adoptado, El Español se ha movido con su clásico ímpetu, pero le ha faltado suerte para romper el muro ,shlano, y claro, a medida que los minutos iban transcurriendo, la acción bética se asentaba más sobre el te- rreno, azriarada con sus ardides, poco elegantes, pero prácticos en la pérdida de tiempo. JOSE M.a MIEDES ¡EPTTMA PAGINA zLMvNflOnEPORTIVI . /. . .. ... .. A TRAVES . DEL OBJEIII’ : . . tameí, e unlo de 1961 . . , ... - - pin4n;1] ¿Que opina Vd. del partido’;0] Tiene buen aspecto. Dejó la presidencia, por motivos de salud. Pero nos alegramos de verle francamente recuperado. —,Optimista, señor Marimón? —Con el partido de hoy, difícilmente. —Me refiero a lo más importante. A usted. —Si. Afortunadamente. Pero... jQUé partido tan malo hemos visto esta noche! —Evidente. Ni el Español ha recordado al que eliminó al Barco- lona, iii el Betis ha hecho honor a su condición de semifinalista, con la escasa noción de deportividad que ha demostrado. —No comprendo cómo el árbitro permitió esos rodeos del defen sa central llevando el juego por atrás y burlándose del público que había pagado su localidad. Un jugador profesional d.ebe recordar que se paga una entrada para ver un partido. El público vino a ver a! Español y también al Betis. Muy poco le ha favorecido a su club el jugador que con tan poca seriedad se condujo. Cinco goles de margen, sumado el que se hablan apuntado aquí, no guardaban re- lación con tan absurdas e incorrectas pérdidas de tiempo. —Fué realmente una sorpresa la goleada encajada por el Español en Sevilla. —Yo estuve allí. La sorpresa fué para nuestros jugadores, al incu rrir en el error de suponer enemigo débil al Real Betis, por haber eliminado al Barcelona. Hoy el Barcelona se halla en muy mal mo- mento. Créalo usted. El Benfica es uno de los finalistas más débiles que han disputado la Copa de Europa. —Por supuesto, Y el Español poco enemigo para un Barcelona, de haber tirado fuerte, duro y de distintos ángulos. en lugar de tanto rodeo y tanto pase corto. Si el Betis le metió cinco goles disparando fuerte, también el Barcelona, sin absurda, habría goleado. —Visa no es mal guardameta. Nosotros, en Sevilla, tuvimos la des- gracia do un primer gol en frío y luego. .. Otros dos que Visa, en cualquier otra ocasión, habría parado. Porque Visa tiene estas irre gularidades. Al lado de una indecisión bloca una pelota difícil. —Esta noche lo hemos visto. Le metieron el segunçj.o gol por de- bajo de la barriga y en cambio, luego, hizo tres o cuatro paradones bonitos. —Ni más, ni menos. —Qué opina usted de este fin de temporada prematuro para la E. afición de Barcelona, sin partidos en ninguno de los dos campos, a principios de junio? —Que ambos han incurrido en el mismo pecado de empeñarse en el pase corto y no saber desprenderse cte él, por caduco y absur do, en una época en que se marca hombre por hombre y que exige pasar el balón al recibirlo y correr, sin pelota, a una zona libre para aprovechar el pase que pueda llegar de cualquier compañero. Nos empeñamos en hacer fútbol de Europa central, siendo futbolistas latinos. —De tividad, Daucik demostró muy po- ca. Porque deportividad es educa ción. No tuvo esto último, ni la suficiente alteza de miras del de- portista, que al término de un partido ha de sabor enjuiciar las cosas con suficiente serenidad. tanto regate y tanta premiosidad OPNA EL AR3ITRO 1 No fué el de ayer, en Sarri&, precisamente, uno de los encuentros que pasará a la historia del fútbol como ejemplo de bien jugar ni de corrección deportiva. Verdad es que la tónica que al juego impuso el Retís no fué la más apropiada en un partido al que impregnó de innecesaria dureza y en el que los incidentes menudearon más de la ; cuenta. Y como demostración de ello, ahí queda fielmente reflejado en el grabado uno de los múltiples incidentes provocados por la violencia de los visitantes y también ha falta de autoridad del árbitro. Esta circunstancia y la gran actuación del mata bético Otero una de cuyas intervenciones recoge el grabado superior —, fueron las netas más destacadas del choque disputado ayer noche por españohis tas y andaluces acuerdo, señor Marimón. SASTRE —No es posible jugar cuando al- go falla en el equipo. ¿El qué? . Pues no debimos perder en Sevilla por un 5-1, como tampoco hoy en Sarriá. Esto no es un paliativo a la. victoria del Betis, que nadie le discute. Ahora bien, creo que Dau cik no tiene necesidad. de impo ner urs juego violento en el pri mer tiempo para después, en el segundo, ordenar a sus jugadores que al mínimo choque con un jugador del Español se lanzaran al suelo y dieran una exhibición teatral tolerada por el árbitro dcl encuentro. Lo concreto es que ellos no tienen ni un solo lesionado y en cambio nosotros tenemos va- nos en la enfermería. DAUDER —Si lo que que- ría Daucik era destrozar los ner vios nuestros, lo ha conseguido en mi caso. Yo he salido a jugar a fútbol, no a ser protagonista de la payasada organi zada por este comediante que, por lo visto, no tiene en cuenta que en Barcelona hace muchísimos . años se j uega al fútbol que rio creemos haya descubierto el en- trezador del Betis. Reconozco que y HABLAN ‘LOS ENTRENAD ORES No sería porque el partido fue- ra de escaso terna para comentar desde el ángulo arbitral, que el señor González Echevarría renun cid categóricamente a nuestra amable invitación, formular nin gún comentario. —En nuestro cometido no pre tendernos ponerle en ningún apu ro. Unicamente complementar la hformación del partido bajo su punto de vista. Y perdone nuestra insistencia. —No tengo de qué perdonasle. Es más, agradezco su atención, pero me he impuesto la norma de no hacer declaraciones. —Sin embargo, dadas las dr constancias en que se ha desarro liado este partido, podría hacer una excepción. —Crea que lo siento, pero no puedo. —No quisiera molestarle ni eau sai su enojo, pero si me lo per mus, quisiera insistir de nuevo. Si cree formalmente que no pue ds responderme las preguntas que le pueda hacer, expóngame sine- plemente su impresión de carác ter general. —Comprenda, mi misión es ar bitrar, no hacer una labor crí- tira del partido. Me limito a cum plir ron iiei cometido en el te- rreno de juego, y creo que es lo mejor. De esta manera no hay lugar a interpretaciones equivocas. En fin, un poco mós de force . icó, siempre en tono correcto y aniabiepor ambas partes, incluso con amplia sonrisa por parte del señor colegiado, pero en cuanto al objetivo a cumplir por el que suscribe, conocido de los lectores de EL MUNDO DEPORTIVO, quedó sólo en un intento, por es- ta vez. —Usted sabrá sus razones para tan firme negativa... Y nos tendió la mano en señal de cordial despedida. E. N. S. Cuestión de principios. Sí, yo que esto de los prin. Cipios para muehos tendrá menos gracia que el estado de cuentas del Barcelúna para el futuro presidente. Pero la ley es ley y compite su cumplimiento a todos los ce! tíberos mayores de edad, y entre esos celtíberos mayores de edad, aunque no siempre lo aparenten, están los pro- 1 feslonales de nuestros primerísimos equipos. , ¿Acaso la nueva jornada labora! no implica una mi- fontana reducción? ¿O es que los literatos de cada do- , mingo de pantalón corto y camiseta no se hallan en- cuadrados en un régimen laboral? Si la respuesta es afir. mativa, a nadie puede extrañar que tanto Barcelona como Español, fieles cumplidores de la ley, hayan optado por su apreciación. Se acabó la temporada Y con razón, desde r septiembre, son muchas las patadas dadas. Porotra parte, no nos negarán, los amantes del fútbol , espectáculo, que ayer no lo tuvieron a raudales. Ade. más convendrú conmigo el forofo blanquiazul que sus pulmones son incapaces de soportar varias reediciones como la de ayer. Este también es otro de los motivos que nos alegra haber llegado al «finas» de la cuestión. r Volviendo al espectáculo, ustedes no me negarán que los «bombones» de don Fernando, con más caídas panto , mímicas que una vicetiple en día de estreno, eran propi. k ríos al regocijo. O es quizá que don Fernando supuso . que el público era de «claque», porque uno no llega a com prender lo que sucedena si a Doña Manolita, nuestra por. tera no Ja del Betis le venden aceite de importación r con esas mezclas propias a ingerir por los estómagos re- sistentes de los celtíberos. Nos imaginamos que se hu , biera sentido heroína de la guerra de la Independencia y le hubiera tirado al tendero el aceite hirviendo por la cabeza. En el fútbol, como otro de sus casos curiosos, no solamente ofrecen gato por liebre, sino que además no se admiten reclamaciones, como ayer hiciera don Fer , nando. Por lo demás, los «aguerridos» hombres del cuadro , blanquiazul, fueron los de siempre con lo cual quere snos excluir a los presentados en las ediciones del Bar- celona. Es decir, los que habitualmente necesitaban tres jornadas para marcar un gol y ayer, comprendámoslo, no era jornada de goles. Y en tales condieions no pueden marcar.se. Por lo demás, no queremos concluir nuestro margen de la temporada sin despedirnos de quienes fueron nues , tros inspiradores durante la misma. Antes queremos pro. clamar, públicamente, la falta de sentimientos de los «europazulgranas». No sólo sus, por lo visto y comprobado, deteriorados tobillos, han suscitado polémicas, sino que han suprimido la libre expansión lingüística de entrena dor, directivos, amigos de éstos, empleados y demás et céteras, adicionables. Que el socio pague religiosamente sus cuotas y le dejen a media temporada, pase. Pero impedir que el entrenador , no pueda objetar de ahora en adelante que «El árbitro ha derrotado al Barcelona. Nosotros les superamos neta- mente en todos los aspectos. Táctica, técnica y físicamen. e mientras que ellos únicamente fueron superiores en factor de tan relativa importancia cual es el de marcar , goles, por designios del destino, lo hicieron con más fre 1 cuencia que nosotros». , Tampoco los direcLivos podrán expansionar en frases tan cuajadas de humanidad y realismo, como aquellas de «Nosotros estamos por encima del bien y del mal, por ello nuestros hombres han encontrado definitivamente el ca- mino de la recuperación que les llevará a la cúspide, ya ! que todos los que comulgamos en la misma ideología y sentimientos». , Y al socio, por supuesto, por prescripción facultativa, le ha llegado e! momento del descanso. Nada de pensar , ya que en la Liga fueron veinte puntos de nada o que unos bomberos ingleses dejaron las mangas para elimi. narnos de la Copa de Ferias, porque nuestros jugadores tenían complejo de Copa de Europa. Se acabó ya la época de los complejos y ha llegado la hora del descanso. , —Necesitamos que la Copa se comprima al máximo exclamaba el señor Viola en la Gestora. —Sea contestaron los miembros de la Gestora. Y a los quince días la Copa había concluído para el Barcelona. Por lo demás, las distintas competiciones, no han ofre. , cido grandes cosas más. Salvo ese merecido y bien gana- do descanso a que se han hecho acreedores los jugado- res del Español y Barcelona. Mis queridos amigos, des- cansar sin complejos de ninguna clase. La recuperación ya la continuaremos la temporada venidera. VALLUGERA 1 Qs hombres de hoijhn adoptado KwSTAEFIX . ——.---I—--—_—-—-_--- —ir - —-, - tqn sinpeat da biUIO sin ensuciar •peinarse 1— ftJtO Øó LEA TODOS LOS VIERNES Página Especia1 Cinematogrtfica es comolleva,. w w w w w Información gráfica BERT y VALLS el fijador erfole

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it!MFÁ’L’l;0]iQ distinto el Español que

*3105 811 Sarriá anoche, delle jugara en los dos par-tos últimos en la anteriore&nlnatoria de Copa!

Ahora, con la desventajapdieamente insuperable, quea’rcaba desde el encuentro¿e Ida, en el Estadio Villama*1, fué juguete de los modosy maneras que quiso imponerdes la banda, el preparadorde los verdiblancos. Y ese fuéel grave error de los blanquiau1es. Dejarse ganar por losnervios, con lo que se hacíael juego al adversario, que eraeso, precisamente, lo que sep.rpiynía con su tono y su es-tilo.

Un fútbol enervante, con re-troceso constante hacia la pro-pía nieta. Un fútbol, en definitiva, de cangrejos, tan insospechado, tan poco espectacular,tan sorprendente, que todavíano nos hemos repuesto de lasorpresa. Un fútbol que se hasacado de la bocamanga. donFernando, que si podía conveoir perfectamente a sus fines,no podía complacer al públicode la Carretera de Sarriá, de-meso de ver correr el balóncon elegancia, en evolucionesque caben dentro da las posibilidades técnicas de los veintidós jugadores que actuaronen el partido con sus mediosffsicos completos. . . hasta quela dureza, también impuestapor los verdiblancos, y continuada por los blanquiazules,fué dejando en cuadro_ losdos conjuntos, que terminaronla batalla con efectivos redudi.dísiinos.

Cuatro bajas en el Español,una de ellas por expulsión, de-cretada por el árbitro a losochenta minutos de juego — al-guno tenía que pagar el pa-to — y las otras tres de Torres, Aguirre y Argilés, y otrascuatro entre los visitantes, querenqueaban visiblemente : Otero, Grau, Ordaz y Martín Es-peranza. Ocho bajas en total, definitiva la de Dauder, en el último cuarto de hora largo — porque el partido duró casinoventa y siete minutos —, yotras siete parciales, sobre elterreno, alguna de ellas comola del extremo españolista, queduró muchísimo más de me-dio partido.

Pero sobre todo, la nota delencuentro, por encima de sudureza, fué la del fútbol sor-prendente hacia. las líneas deatrás de los jugadores béticos.Un fútbol de cangrejos, desconocido, jamás visto, último inyente de don Fernando. DonFernando Daucik, el padre deYanko Daucik.

LUIS LAINZ

EVAEN EL FUTBOL

—.—-------——--— ---.----

En ini palco adjunto al presidericial, rivalizando en belleza, lashijas de don Victoriano Oliverasde la Riva, Marta y María Luise, flanquean a Carmen Vilar, queatenta siguió las incidencias deljuego para ser objeto del motivoinformativo de esta sección.

No sólo rivalizan en belleza es-tas tres señoritas, sino que, acual más, sienten la causa del Es-pañol.

—Y bien. ¿Impresión general?—El Betis ha jugado muy duro,

muy brusco, y esto ha impedidoel triunfo del Español.

—áCree que el Español hizo méritos para ganar?

—Nosotras siempre creemos quepuede ganar el Español.

—,Y cuando ello no ocurre co-mo hoy, rabieta?

—Gran disgusto.—.Se trata de ver ganar al Es-

pañol o de ver un partido de fútbol bonito, interesante?

—Cuando gana el Español siempre es un buen partido Por ejem-p10, los dos últimos que le ganóal Barcelona fueron magníficos.

—El de hoy no merece tal ca-lificación...

—No, no, pero no porque hayaperdido el Español, sino por elvergonzoso espectáculo que ha da-do el Betis cori su comportamiento antideportivo.

—j,Partidos como éste le haríanperder la afición, no?

—Seguro, pero afortunadamenteno hay muchos Betis dispuestosa amargarnos la existencia.

—,Qué decimos del árbitro?(A coro)—Que ha estado fatal.—Aparte del partido. ¿Principal

atractivo del fútbol?—Los goles, y más si son mar-

cados por el Español.—Preferencia por el fútbol a

otros deportes, cine, teatro, baile...?

—Como espectadora no encuentro otro deporte mejor.

—Y como practicante?—Me gusta practicar con asi

duidad el tenis, natación y equitación.

—.Cómo, si no, tan gentil fi-gura?...

SAIJANOVA

viaitanteaUn portazo en las narices de losperiodistas puso principio y final reportaje en los vestuarios delBetis. Creemos que la cosa entróen el plan «teatral)) que se trazoFernando Daucik. Cuando terminó el partido, desfilaron los jugadores béticos ante nosotros y al-gunos de ellos, antiguos conocidos como Areta, Otero y el pro-pio hijo del entrenador. Yanko,nos saludaron. Cuando pasó el en-tronador bético, puso cara de circunstancias y mirándonos a nos-otiios chilló: «jLo que ha ocurrido esta noche en Sarriá, ha sidoasqueroso !», y dió un portazo.Fueron desfilando el resto de jugadores y algunos de los que oye-ron las frases de Daucik se en-cogieron de hombros, como des-entendiéndose de las mismas.

Luego, ante la puerta de losvestuarios, Daucik, después de unalarga espera, habló con los compañeros de información y terminó con otro portazo, cerrando acal y canto los vestuarios del Be-tis. Había terminado la parte tea-tral del entrenador bético. Allá élcon sus cosas. Pero creemos sin-ceramente que aquí, en Barcelona, y que nos perdone Daucik, sabernos apreciar lo que es teatroy lo que es deporte. Y de depor

el Betis nos ha ganado, que a suvictoria no hay que poner paliativos, pero. creo sinceramente quepor respeto a nuestro club, a laafición y a nosotros, los jugado-res, que somos tan profesionalescomo Daucik, no nos merecíamostoda esa farsa teatral montada eneste partido.

D O M 1 N G U E Z

• —Es francamen

‘ lamentable lo

fo”e’-o.--.-.’.• ocosisdo esta no

(Ile Cl11f, en Sa-

. p s la

flC(’fl1a’Je aun que

.e , 1 ‘, si .tiiicciore’

de un enl 1 (-ri2dor.

e 1 este e .o Dau

ck. pueclun tener

la colahorarión dci director del en-

(lo-litio. En los casos de lesión

evidente en las filns del Espado.

Torres. Aguirre’. Argilós y yo mis-

ri:i . l de ‘nitro ha dudado de es—

tu’, u .0’lcS. Y en c’iIi)io. en las

de silos lv,i ilaeiao ‘a 1icia1net o

a los cncar”ados dCi botiquín del

Betis. Pcia tu inI, laise’utable es

nue recihiondo yo testarazos y vio-

lencias del medio volante Ordaz,

le he dicho : «Creo que no hay

para tanto, pues peras incluso

cuando no tengo el halón». Y el

jugador bético me ha respondido:

«Lo siento, chico, pero tengo ór

densa de Daucik de jugar duro.

Y si no juego duro, ya me ha

dicho Daucik que dejará de ah-

nearme». Creo que a Daucik no

le gustará que a ru hijo le rom

pan una pierna. Y esto debiera de-

searlo para los demás jugadores

de fútbol. O no? — E.

CAICEDO .

—Ha sido un partido muy duro —- empieza diciéndonos el entre.nador accidental —. No se ha podido jugar al fútbol.

—jPor qué?—Por los métodos reprobables utilizados por los jugadores del

Betis. El portero pasaba el balón al defensa ; el defensa al portero.En vez de atacar, es decir, de marchar con el balón hacia adelante,hacía todo lo contrario, pasarlo atrás. Un absurdo...

—Como recurso bien, ¿no cree?—Sí, como recurso, excelente la cosa. En el plan estratégicos pue

de pasar. Como norma, exasperante para todos. Bueno, para todosmenos para los jugadores del Betis. Han venido con la lección bienaprendida. Pero eso no es fútbol. Ni cosa que se le parezca. Poreso los jugadores del Español se han puesto nerviosos. Y naturaltambién que en las gradas apareciera el nerviosismo. Estos métodosen fútbol son inadmisibles. . . .

—,Los lesionados, amigo Patri?—Ahora los reconocerán los médicos. Tenemos «tocados» a San.

tre, Aguirre, Torres y mañana se quejarán otros. Ya lo verá. Ahora,ere caliente, no salen has fuertes contusiones.

—Si se hubiera jugado al fútbol, ¿hubiera sido otro el resultado?—Yo creo que se. No hubiéramos perdido a buen seguro. El pú

bhico, además, nos jo hubiera agradecido.—gConfiaban en salvar la eliminatoria?—La eliminatoria prácticamente estaba perdida. Muy difícil remon:

tar un margen desfavorable de cuatro goles. Pero como que en fútboltodo es posible, habíamos salido ccn mucha moral y si el aciertonos hubiera acompañado en los primeros compases de juego y liuhiéramos conseguido un gol quizá también la decoración hubierasido otra...

Y nos fuimos al otro vestuario. A intervinar o intentar intervluarél otrora gran amigo

DAUCIKLlegamos tarde. Nuestros queridos colegas ruegan — corno non.

ctios — a que Daucik nos atienda. Se abre la puerta, pero por ellaaparece Bosch, el antiguo, internacional, quien nos dice que reo hal)odidO jugar a causa de una lesión en la ingle. Se queda a pasarunos días con sus padres, aprovechando la fecha en blanco que dnjala Copa al jugarse en Sevilla, eh próximo domingo, el Espafia-.Argentina.

Minutos después aparece por la puerta Daucik. Se le pregunta porel partido, y con palabra fuerte responde:

—Partido de muchas agresiones. Las agresiones han surgido sólode un bando. Creo que el Español se merecía que le expulsaran decinco a seis jugadores. Hubo momento en que creí que iban a «ma-tar» a mis jugadores. En mi vida he visto otra cosa...

Añadió otras frases altisonantes y destempladas y nos dió con lapuerta en las narices.

Fernando Daucik, ¡ cuán distinto al hombre serio, formal y sensato que conocimos en su época de entrenadur del Barcelona!

Ni este hombre que conocíamos pudo llegar a menos en estaocasión, ni el orgulloso, el hombre creído de sí mismo, a más.

JUAN NARBONA

D. Federico Marimón

- LE BERTRAN

3 EN EL PALCO‘NTONIO ALTISENCH—Que era difícil para el Español remontar

el tanteo de Sevilla, era innegable, lo que acre-citaba ya de antemano al Betis, aunque creoque los andaluces debieron intentar jugar másde lo que esta noche lo han hecho, en vez derecurrir a acciones poco agradables para elespectador que, en definitiva, tiene pleno de-recho a esperar algo más que juego negativo.Era lógico suponer sumas dificultades para

.: los blanquiazules, y al no marcar en los co- mienzos del choque. ya se vió que le iba a

.: resultar imposible remontar el tanteo de He- liópOlis. Luchó con fe, con ahinco, pero he

:‘ fallaron los recursos decisivos, a los que di• elio sea de paso también, el dispositivo csviensi

, yo bético se ha sumado en fornia decisiva.U que los nervios aparecieran con tanta. f re-cuencia, lo que motivó situaciones que debieron cortarse de raíz.

Don PEDRO SALVAT—Mala cosa son lOS nervios para e

buen fútbol. Entre esa circunstancia y la del fuerte «score» en contra que trajo elEspañol del Estadio Villarnarmn de Sevilla, nosha privado de un semifinalista catalán. Era su-mamente dificil, por no decir imposible, nivelarsi resultado de la eliminatoria a la vista deltanteo de Sevilla, por eso el Español ha de-bido jugar a la contra, tanto contra su con-trincante como contra sus propios nervios quele iban atenazando a medida que el tiempotranscurría y no rompía el luerte sistema de-fensivo bético. En otras circunstancias menoscomprometidas, por la diferencia de goles, elEspañol quizás hubiera remontado . con su empuje y habitual tesón, la ventaja andaluza,pero esta noche ello era prácticamente inabm ..

de todo es que nos hayamos quedado sin equipos catalanes al llegara las semifinales de la Copa de 5. E. el Generalisimo. Decidida-mente, nuestro fútbol no ha estado muy afortunado en estos finesde temporada.

Don LUIS MIRO—Enjuiciar el encuentro que acabamos de

presenciar sería tarea sumamente fácil riiciendo que a la vista de lo ocurrido en Sevilla, lode hoy era casi de esperar. La táctica bética,basada en la organización defensiva, con Lasade eje, ha contenido la presión españolista,que se ha visto obstaculizada en forma abrumadora, y cuando el despeje de los zaguerosy medios béticos llegaba a la delantera, siempre encontraba ésta el punto de contrantaque,tan peligroso para cualquier equipo. Así llega-ron los dos goles del Betis, demostrándose, conellos, la importancia del sistema adoptado, El Español se ha movido con su clásico ímpetu, pero le ha faltado suerte para romper el muro

,shlano, y claro, a medida que los minutosiban transcurriendo, la acción bética se asentaba más sobre el te-rreno, azriarada con sus ardides, poco elegantes, pero prácticos enla pérdida de tiempo.

JOSE M.a MIEDES

¡EPTTMA PAGINA zLMvNflOnEPORTIVI

. /. . .. ... .— .

A TRAVES . DEL OBJEIII’

: . .

tameí, e unlo de 1961

. . , ... - -

pin4n;1] ¿Que opina Vd.del partido’;0]

Tiene buen aspecto. Dejó la presidencia, por motivos de salud. Peronos alegramos de verle francamente recuperado.

—,Optimista, señor Marimón?—Con el partido de hoy, difícilmente.—Me refiero a lo más importante. A usted.—Si. Afortunadamente. Pero... jQUé partido tan malo hemos visto

esta noche!—Evidente. Ni el Español ha recordado al que eliminó al Barco-

lona, iii el Betis ha hecho honor a su condición de semifinalista,con la escasa noción de deportividad que ha demostrado.

—No comprendo cómo el árbitro permitió esos rodeos del defensa central llevando el juego por atrás y burlándose del público quehabía pagado su localidad. Un jugador profesional d.ebe recordarque se paga una entrada para ver un partido. El público vino a vera! Español y también al Betis. Muy poco le ha favorecido a su clubel jugador que con tan poca seriedad se condujo. Cinco goles demargen, sumado el que se hablan apuntado aquí, no guardaban re-lación con tan absurdas e incorrectas pérdidas de tiempo.

—Fué realmente una sorpresa la goleada encajada por el Españolen Sevilla.

—Yo estuve allí. La sorpresa fué para nuestros jugadores, al incurrir en el error de suponer enemigo débil al Real Betis, por habereliminado al Barcelona. Hoy el Barcelona se halla en muy mal mo-mento. Créalo usted. El Benfica es uno de los finalistas más débilesque han disputado la Copa de Europa.

—Por supuesto, Y el Español poco enemigo para un Barcelona, dehaber tirado fuerte, duro y de distintos ángulos. en lugar de tantorodeo y tanto pase corto. Si el Betis le metió cinco goles disparando

fuerte, también el Barcelona, sinabsurda, habría goleado.

—Visa no es mal guardameta. Nosotros, en Sevilla, tuvimos la des-gracia do un primer gol en frío y luego. . . Otros dos que Visa, encualquier otra ocasión, habría parado. Porque Visa tiene estas irregularidades. Al lado de una indecisión bloca una pelota difícil.

—Esta noche lo hemos visto. Le metieron el segunçj.o gol por de-bajo de la barriga y en cambio, luego, hizo tres o cuatro paradonesbonitos.

—Ni más, ni menos.—Qué opina usted de este fin de temporada prematuro para la

E. afición de Barcelona, sin partidos en ninguno de los dos campos,a principios de junio?

—Que ambos han incurrido en el mismo pecado de empeñarseen el pase corto y no saber desprenderse cte él, por caduco y absurdo, en una época en que se marca hombre por hombre y que exigepasar el balón al recibirlo y correr, sin pelota, a una zona libre paraaprovechar el pase que pueda llegar de cualquier compañero. Nosempeñamos en hacer fútbol de Europa central, siendo futbolistaslatinos.

—De

tividad, Daucik demostró muy po-ca. Porque deportividad es educación. No tuvo esto último, ni lasuficiente alteza de miras del de-portista, que al término de unpartido ha de sabor enjuiciar lascosas con suficiente serenidad.

tanto regate y tanta premiosidad

OPNAEL AR3ITRO

1 No fué el de ayer, en Sarri&, precisamente, uno de los encuentrosque pasará a la historia del fútbol como ejemplo de bien jugar ni decorrección deportiva. Verdad es que la tónica que al juego impuso elRetís no fué la más apropiada en un partido al que impregnó deinnecesaria dureza y en el que los incidentes menudearon más de la

; cuenta. Y como demostración de ello, ahí queda fielmente reflejadoen el grabado uno de los múltiples incidentes provocados por laviolencia de los visitantes y también ha falta de autoridad del árbitro.Esta circunstancia y la gran actuación del mata bético Otero — unade cuyas intervenciones recoge el grabado superior —, fueron lasnetas más destacadas del choque disputado ayer noche por españohis

tas y andaluces

acuerdo, señor Marimón.SASTRE

—No es posiblejugar cuando al-go falla en el equipo. ¿El qué?

. Pues no debimos perder en Sevilla por un 5-1, como tampoco hoy en Sarriá. Esto noes un paliativo a

la. victoria del Betis, que nadie lediscute. Ahora bien, creo que Daucik no tiene necesidad. de imponer urs juego violento en el primer tiempo para después, en elsegundo, ordenar a sus jugadoresque al mínimo choque con unjugador del Español se lanzaranal suelo y dieran una exhibiciónteatral tolerada por el árbitro dclencuentro. Lo concreto es que ellosno tienen ni un solo lesionado yen cambio nosotros tenemos va-nos en la enfermería.

DAUDER

—Si lo que que-ría Daucik eradestrozar los nervios nuestros, loha conseguido enmi caso. Yo hesalido a jugar afútbol, no a serprotagonista de lapayasada organi

zada por este comediante que, porlo visto, no tiene en cuenta queen Barcelona hace muchísimos

. años se j uega al fútbol que riocreemos haya descubierto el en-trezador del Betis. Reconozco que

y HABLAN‘LOS ENTRENAD ORES

No sería porque el partido fue-ra de escaso terna para comentardesde el ángulo arbitral, que elseñor González Echevarría renuncid categóricamente a nuestraamable invitación, formular ningún comentario.

—En nuestro cometido no pretendernos ponerle en ningún apuro. Unicamente complementar lahformación del partido bajo supunto de vista. Y perdone nuestra insistencia.

—No tengo de qué perdonasle.Es más, agradezco su atención,pero me he impuesto la normade no hacer declaraciones.

—Sin embargo, dadas las drconstancias en que se ha desarroliado este partido, podría haceruna excepción.

—Crea que lo siento, pero nopuedo.

—No quisiera molestarle ni eausai su enojo, pero si me lo permus, quisiera insistir de nuevo.Si cree formalmente que no pueds responderme las preguntas quele pueda hacer, expóngame sine-plemente su impresión de carácter general.

—Comprenda, mi misión es arbitrar, no hacer una labor crí-tira del partido. Me limito a cumplir ron iiei cometido en el te-rreno de juego, y creo que es lomejor. De esta manera no haylugar a interpretaciones equivocas.

En fin, un poco mós de force. icó, siempre en tono correcto y

aniabie por ambas partes, incluso con amplia sonrisa por parte del señor colegiado, pero en cuantoal objetivo a cumplir por el que suscribe, conocido de los lectores de EL MUNDO DEPORTIVO, quedó sólo en un intento, por es-ta vez.

—Usted sabrá sus razones paratan firme negativa...

Y nos tendió la mano en señalde cordial despedida.

E. N. S.

Cuestión de principios. Sí, yo sé que esto de los prin.Cipios para muehos tendrá menos gracia que el estadode cuentas del Barcelúna para el futuro presidente. Perola ley es ley y compite su cumplimiento a todos los ce!tíberos mayores de edad, y entre esos celtíberos mayoresde edad, aunque no siempre lo aparenten, están los pro-

1 feslonales de nuestros primerísimos equipos., ¿Acaso la nueva jornada labora! no implica una mi-

fontana reducción? ¿O es que los literatos de cada do-, mingo de pantalón corto y camiseta no se hallan en-

cuadrados en un régimen laboral? Si la respuesta es afir. mativa, a nadie puede extrañar que tanto Barcelona como Español, fieles cumplidores de la ley, hayan optado por su apreciación. Se acabó la temporada Y con razón, desde

r septiembre, son muchas las patadas dadas. Por otra parte, no nos negarán, los amantes del fútbol

, espectáculo, que ayer no lo tuvieron a raudales. Ade. más convendrú conmigo el forofo blanquiazul que sus pulmones son incapaces de soportar varias reedicionescomo la de ayer. Este también es otro de los motivos que nos alegra haber llegado al «finas» de la cuestión.

r Volviendo al espectáculo, ustedes no me negarán que los «bombones» de don Fernando, con más caídas panto

, mímicas que una vicetiple en día de estreno, eran propi.k • ríos al regocijo. O es quizá que don Fernando supuso

. que el público era de «claque», porque uno no llega a com

prender lo que sucedena si a Doña Manolita, nuestra por. tera — no Ja del Betis — le venden aceite de importación

r con esas mezclas propias a ingerir por los estómagos re- sistentes de los celtíberos. Nos imaginamos que se hu, biera sentido heroína de la guerra de la Independencia y le hubiera tirado al tendero el aceite hirviendo por la cabeza. En el fútbol, como otro de sus casos curiosos,no solamente ofrecen gato por liebre, sino que además no se admiten reclamaciones, como ayer hiciera don Fer

, nando. Por lo demás, los «aguerridos» hombres del cuadro

, blanquiazul, fueron los de siempre — con lo cual quere snos excluir a los presentados en las ediciones del Bar- celona. Es decir, los que habitualmente necesitaban tresjornadas para marcar un gol y ayer, comprendámoslo, no era jornada de goles. Y en tales condieions no puedenmarcar.se.

Por lo demás, no queremos concluir nuestro margen de la temporada sin despedirnos de quienes fueron nues

, tros inspiradores durante la misma. Antes queremos pro. clamar, públicamente, la falta de sentimientos de los «europazulgranas». No sólo sus, por lo visto y comprobado,deteriorados tobillos, han suscitado polémicas, sino que han suprimido la libre expansión lingüística de entrenador, directivos, amigos de éstos, empleados y demás et céteras, adicionables.

Que el socio pague religiosamente sus cuotas y le dejen a media temporada, pase. Pero impedir que el entrenador

, no pueda objetar de ahora en adelante que «El árbitroha derrotado al Barcelona. Nosotros les superamos neta- mente en todos los aspectos. Táctica, técnica y físicamen.e mientras que ellos únicamente fueron superiores en factor de tan relativa importancia cual es el de marcar

, goles, por designios del destino, lo hicieron con más fre1 cuencia que nosotros»., Tampoco los direcLivos podrán expansionar en frases

tan cuajadas de humanidad y realismo, como aquellas de «Nosotros estamos por encima del bien y del mal, por ellonuestros hombres han encontrado definitivamente el ca- mino de la recuperación que les llevará a la cúspide, ya

! que todos los que comulgamos en la misma ideología y sentimientos».

, Y al socio, por supuesto, por prescripción facultativa,le ha llegado e! momento del descanso. Nada de pensar

, ya que en la Liga fueron veinte puntos de nada o queunos bomberos ingleses dejaron las mangas para elimi. narnos de la Copa de Ferias, porque nuestros jugadorestenían complejo de Copa de Europa. Se acabó ya la época de los complejos y ha llegado la hora del descanso.

, —Necesitamos que la Copa se comprima al máximo —

exclamaba el señor Viola en la Gestora. —Sea — contestaron los miembros de la Gestora. Y a

los quince días la Copa había concluído para el Barcelona. Por lo demás, las distintas competiciones, no han ofre.

, cido grandes cosas más. Salvo ese merecido y bien gana-do descanso a que se han hecho acreedores los jugado-res del Español y Barcelona. Mis queridos amigos, des-cansar sin complejos de ninguna clase. La recuperaciónya la continuaremos la temporada venidera.

VALLUGERA

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