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Venciendo la Resistencia por Medio del Martirio

Por Karen L. White

[Capítulo 8, “Overcoming Resistance through Martyrdom,” por Karen L. White, del libro, Reaching the Resistant: Barriers and Bridges for Mission, editor J. Dudley Woodberry, Pasadena: William Carey Library, c1998 (Evangelical Missiological

Society), pag. 155-79. Traducido del inglés al español por Marlhys Nóbrega para el Proyecto Canal, marzo 2001]

El presente trabajo trata sobre un medio que podría ser la llave para abrir la puerta al reino de los cielos a los pueblos musulmanes menos evangelizados que residen en la ventana 10/40, la cual se extiende desde el Oeste de África a lo largo del sur de Europa y del Medio Oriente hasta las costas occidentales de Asia1. Ese medio es el martirio que sufren aquellos que llevan el evangelio a esos lugares.

La gente define el término “martirio” de distintas maneras. James y Marti Hefley escogen una definición más bien general: un mártir es “uno que muere, sufre o sacrifica todo por un principio, causa, etc.”(1996:9). David Barrett, por otro lado, rigurosamente define martirio como “los creyentes en Cristo que pierden sus vidas prematuramente en situación de testigos como resultado de la hostilidad humana”(citado en Bridges 1996). La palabra inglesa ‘martyr’(mártir) proviene de la palabra griega martus. Está relacionada con la palabra martureo, que quiere decir testificar o dar testimonio. Sin embargo, un martus o mártir, es una persona que da testimonio hasta el punto incluso de sacrificar su vida. Para los propósitos de este trabajo, un mártir es una persona que ha tomado la determinación de ser la persona de Dios en el lugar al cual él/ella haya sido asignado y que está dispuesta incluso a morir si es necesario.

A pesar del hecho de que pasé veinte años como misionera en la ventana 10/40, de los cuales viví quince en una zona de guerra dominada por la guerrilla, nunca pensé en la idea que expongo en este trabajo- que la persecución severa y/o el martirio no es solamente una posibilidad distinta- sobretodo, para aquellos que llevan el evangelio a los menos evangelizados, sino que probablemente es un medio específico de Dios para traer a los perdidos a Sí mismo. Además de esto, mi punto de vista es que esta posibilidad debe considerarse como una estrategia por las agencias enviadoras misioneras y comprenderse (por los misioneros) como parte integral del llamado.

1 No se pretende denigrar la importancia de otros pueblos en la ventana 10/40, sino reconocer sencillamente los límites de tiempo y espacio requeridos por este proyecto particular.

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El martirio no es un concepto nuevo para la iglesia. David Barrett estima que cincuenta millones de creyentes probablemente murieron por su fe en Cristo durante los últimos veinte siglos (citado en Bridges 1996). David Hesselgrave señala que la empresa misionera siempre ha estado acompañada de peligro. En el siglo diecinueve la amenaza que prevalecía era la enfermedad; en el siglo veinte es la violencia.

El hecho de que la oposición a veces esté dirigida en contra de los cristianos nacionales en vez de dirigirse hacia los misioneros, y que no esté dirigida hacia los misioneros por ser misioneros, sino porque son blancos o americanos u occidentales realmente no cambia mucho la situación. El resultado es el mismo (1988: 202).Todavía no tenemos todos los hechos en cuanto a la proporción

de mártires del siglo diecinueve. Según Wilbert R. Schenk, “estimados preliminares indican que probablemente, éste es el siglo más sangriento y el más costoso en toda la historia del cristianismo” (1987: 62). El Dr. Thomas Wang, del Centro Gran Comisión en Texas, afirmó en una conversación reciente que es probable que la cantidad de mártires cristianos chinos correspondiente sólo al siglo veinte es mucho mayor que todos los mártires de todas las nacionalidades a través de los siglos después de Cristo.2

Los primeros misioneros de la era moderna, que siguieron los pasos de William Carey y de otros, salieron para campos extranjeros sabiendo que podrían morir dentro de unos meses o años como resultado de una enfermedad. Muchos de ellos nunca vieron su país natal de nuevo, fueron enterrados en las tierras a las que Dios les había enviado. Siguieron los pasos de los patriarcas de la Biblia, profetas, gente de Dios, y mártires a quienes el Espíritu Santo enumera en Hebreos 11. Ellos no consideraron su sacrificio como algo inusual. Muchos de ellos murieron completamente conscientes del valor de su sacrificio. Raimundo Lulio escribió antes de su martirio que las fortalezas del Islam serían conquistadas solamente por el “amor y las oraciones, y el derramamiento de lágrimas y sangre.” (citado en Bridges 1997). El padre de Betty Stam, a causa del martirio de Betty y John a manos de los chinos que les secuestraron en 1934, se animaba recordando la declaración de fe hecha por el padre de la iglesia, Tertuliano, cuando dijo: “No han muerto en vano. La sangre de los mártires aún es la semilla de la iglesia”(citado en Hefley y Hefley 1996: 57-60). Baker J. Cauthen con respecto al martirio de Bill Wallace en 1953 en China, dijo: “Los comunistas pensaron que se habían deshecho de él, en lugar de eso, lo inmortalizaron”(citado en Hefley y Hefley 1996: 72). Tuvo razón. Muchos misioneros bautistas del sur y otros que sirven el día de hoy, decidieron comprometer sus vidas al 2 Conversación personal, 7 de Marzo de 1997, en Dallas, Texas.

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servicio misionero como resultado del sacrificio de Wallace. Otra vez, Cauthen comenta, elogiando a Mavis Pate,

Su tumba silenciosa será un testigo permanente del llamado de Dios. Los misioneros la verán y recordarán hasta qué punto llegan los misioneros para compartir el amor de Dios. La gente inconversa la verá y recordará el amor de Dios que envió al Señor Jesús al mundo para nuestra redención, y ha continuado enviando a sus mensajeros para dar a conocer esa redención (Hefley y Hefley 1996: 361-362). El piloto Al Lewis, apenas unos días antes de su martirio, cuando

su avión se estrelló contra una montaña que daba hacia el valle donde los misioneros corrían para salvar sus vidas, había predicho lo siguiente: “Creo que va a costar mucho abrir este campo, pero estoy dispuesto a pagar el precio” (citado en Hefley y Hefley 1996: 181). Después de saber del martirio de sus compañeros de trabajo, debido a un derrumbe en el Valle Wusak en 1969, los evangelistas tribales de Nueva Guinea respondieron, “Debido a que nuestra sangre ha sido derramada en Wusak, se ha convertido en nuestra tierra, y seguiremos llevando el evangelio a ese lugar” (citado en Hefley y Hefley 1996: 183). Lubov Kosachevich, de la antigua Unión Soviética no estaba solo en su pasión por Cristo cuando dijo, “¡Amo a Dios! Estoy dispuesto a dar hasta mi vida para servirle a Él” (citado en Hefley y Hefley 1996: 258). Después de haber sido bañada en sangre y ejercitada en sufrimiento, la iglesia en la antigua Unión Soviética permanece firme y brilla vivazmente hoy en medio de la oscuridad caótica que todavía le rodea. Sí, muchos de los que sufrieron el martirio comprendieron el valor de su sacrificio.

Existen también muchos grupos étnicos en la actualidad que testifican que “la oscuridad que había en ellos se disipó sólo cuando un misionero fue asesinado allí” (Tson n.d.: 465). Escucha lo que sucedió en Argelia donde Dios se dio a conocer una noche de 1983 en una forma asombrosa:

Aquella noche en 1983 según testifican los habitantes del pueblo, el Espíritu Santo se movió de casa en casa, revelándose a Sí mismo en sueños, visiones y visitas de ángeles. Con el tiempo, unos 450 musulmanes llegaron a creer en Cristo como su Salvador.

Los cristianos no tuvieron nada que ver con este incidente- por lo menos eso fue lo que pensaron. Sin embargo, cuando los misioneros comenzaron a preguntarse cómo había sucedido un milagro como ése, descubrieron lo siguiente: hace más de seis siglos, el misionero español, Raimundo Lulio había sido apedreado a muerte por musulmanes a causa de la predicación en el lugar donde está el pueblo ahora (Bridges 1997).

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Mientras muchos misioneros, e incluso muchos pueblos han comprendido el valor del martirio para el reino de Dios, el concepto no ha estado de moda durante los años recientes cuando la estrategia de crecimiento de la iglesia ha gobernado el trabajo en el cual muchos de nosotros hemos invertido nuestras vidas. Yo, personalmente elaboré mi estrategia misionera durante el apogeo del movimiento de crecimiento de iglesias. En los años en los que trabajé en el campo misionero, a menudo tomé las decisiones en cuanto a dónde debía ir, qué tenía que hacer, y a quién debía ministrar, tomando en cuenta la paz y otros factores. El concepto que establecía la base para tales decisiones era intensamente práctico- uno tenía que hacer el mayor esfuerzo para permanecer vivo porque si uno moría no podría predicar el evangelio en ninguna parte. Yo no vivía con temor, y estaba lista para morir, pero no consideraba la muerte como una buena opción estratégica. El martirio podía haber sido, en el mejor de los casos, uno de esos males a partir de los cuales Dios podía traer algún bien (Ro.8:28). Por lo tanto, que el martirio podía ser una estrategia intencional de Dios era un pensamiento revolucionario para mí y que exigía una reflexión en serio.

El mundo está lleno de pueblos que han recibido con ansias el evangelio. A muchos nos pareció sabio concentrar nuestros recursos donde había mayor respuesta y donde los recursos podían maximizarse. Como resultado, hemos descuidado a muchos pueblos en la ventana 10/40, un área amplia donde 1.7 billones de personas no evangelizadas o casi no evangelizadas viven como miembros de por lo menos 2.161 grupos étnicos. Ciento ochenta y siete grupos de estos pueblos se han identificado como mega poblaciones los cuales juntos forman un total del noventa y cuatro por ciento de la población en la ventana 10/40.3 Sería sabio considerar el grado de respuesta y el tamaño de la población al tomar decisiones estratégicas en cuanto a dónde plantar nuestros recursos en esta región. La vida o la muerte de uno, cualquiera sea el caso, servirá para el mayor bien posible. Desde el punto de vista humano, pareciera que lo más sabio sería alcanzar a las mega poblaciones primero, porque éstas tendrían los recursos para producir un impacto significativo en los grupos más pequeños que les rodean.

Sea como fuere, este capítulo sencillamente nos llama a reconocer el hecho de que las probabilidades de martirio aumentarán a medida que se multipliquen los misioneros en la ventana 10/40.4

3 John Gilbert, director del departamento Global Research de la Junta de Misiones Foráneas de la Iglesia Bautista del Sur. Conversación telefónica, 3 de febrero de 1997. 4 De hecho, solamente en 1995, ciento cincuenta misioneros extranjeros fueron asesinados mientras desempeñaban su tarea (Bridges 1996).

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Lejos de ser una tragedia, el martirio será, en efecto, una de las estrategias de Dios para atraer a esta parte del mundo a Sí mismo.

Considerando este asunto del martirio como una estrategia para alcanzar a los menos evangelizados, este capítulo describirá brevemente la porción musulmana de la ventana 10/40, señalando algo sobre el estado de la iglesia en esa zona. A la luz de la situación en la ventana 10/40 y del mandato de Dios de predicar el evangelio a todos los pueblos cualquiera sea el costo, el presente trabajo revelará algunas de mis propias reflexiones teológicas en cuanto al martirio, y de qué manera la posibilidad del mismo encaja en el llamado a las misiones. Concluiremos planteando algunas preguntas en lo que concierne a estrategias para presentar la oportunidad de servir en misiones a nuestra joven generación de hoy.

MUSULMANES EN LA VENTANA 10/40Situación general

Existe más de un billón de musulmanes, la mayoría de los cuales vive dentro de la ventana 10/40, donde hay treinta y ocho naciones en las que más del cincuenta por ciento de la gente es musulmana. La mayoría de estos países se considera de manera oficial como islámicos. En estas áreas el Islam pretende permanecer como religión dominante. La gente influyente y poderosa que se encuentra en estas naciones tiende a resistir resueltamente los esfuerzos de aquellos que no son musulmanes y que llegan a evangelizar (Douglas 1994: 59, el énfasis es mío). Siendo así, está perfectamente claro que llevar el evangelio a los países musulmanes es un negocio arriesgado.5

Uno de cada tres pueblos inalcanzados es musulmán, “los musulmanes constituyen el mayor bloque de pueblos inalcanzados en el mundo de hoy…Más de novecientos treinta grupos en su mayoría etnolinguísticos necesitan que se planten iglesias entre ellos” (Douglas 1994: 59). Durante muchos años sólo unos pocos han escogido llevar el evangelio al mundo musulmán. El trabajo ha sido difícil y los resultados mínimos. Sin embargo, en los últimos años, los cristianos han comenzado a enfocar sus oraciones y su atención en estos pueblos. Una gran cantidad de obreros nuevos procedentes de diferentes lugares está saliendo hacia el mundo musulmán. El resultado: los musulmanes están llegando a conocer a Jesús en casi todos los países musulmanes (Mc Curry 1994: 99-104). Estos obreros

5 La mayoría del resto de la ventana 10/40 está habitada por hindúes o comunistas ateos. Cada una de estas religiones (el comunismo ateo se considera una religión), también pretenden permanecer dominantes dentro de su esfera de influencia. En la mayor parte de la Ventana 10/40 no se acepta el evangelio ni a los que lo llevan a esos lugares.

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informan que muchos de los que están llegando a Jesús lo hicieron al tener sueños o visiones de Cristo.

El año pasado, la publicación National and International Religion Report destacó los detalles de varios ejemplos de fenómenos como estos:

Miles de musulmanes del Norte de África escribieron a un servicio radial cristiano pidiendo información. Muchos informaron sobre el mismo sueño: Jesús se les aparece y les dice: “Yo soy el camino.”

Un joven musulmán muy enojado tomó un tratado de un obrero cristiano, lo rompió y amenazó de muerte al obrero. Al día siguiente, el mismo joven apareció en la puerta del obrero, no con un arma, sino con una petición: “tengo que leer otro folleto.” La noche anterior, cuenta él, sintió que dos manos lo sacudieron para despertarlo y escuchó una voz que le dijo: “has destruido la verdad.” El joven leyó el folleto y llegó a ser un creyente en Cristo.

En Nigeria, unos musulmanes golpearon salvajemente a un cristiano convertido de su tribu. Mientras agonizaba, le escucharon pedir a Dios que los perdonara. Aquella noche dos maestros musulmanes que habían participado en el ataque tuvieron visiones de Cristo. Ambos se arrepintieron, tomaron consigo a 80 seguidores y fueron a una iglesia cristiana para escuchar el evangelio (Bridges 1997).Además de la influencia de la oración, la nueva apertura en el

mundo islámico es un resultado de la crisis causada por el secularismo y el auge de la civilización occidental allí. Las palabras y obras de Muhammed fueron tomadas como absolutos esclavizando con éstas a todos los musulmanes. Se han convertido en el centro no sólo de la religión sino también de la ideología del gobierno. Como consecuencia, los musulmanes se encuentran encerrados en el patrón de conducta etnocéntrico árabe del siglo séptimo de Muhammed expresado en el Corán. Por tanto, para los ortodoxos Muhammed es el hombre modelo, no sólo para todos los musulmanes, sino para toda la raza humana. Todo lo que él dijo e hizo es la norma a seguir para el resto de la humanidad. Los musulmanes se encuentran en este momento,

..forzados a aceptar la supremacía de las sociedades tecnológicas modernas, por lo menos económica y militarmente, o a negar totalmente los logros de los países no musulmanes, especialmente el occidente, y buscar imponer de nuevo sobre todos los musulmanes, y por último por sobre la raza humana, el modelo absolutista de una cultura árabe correspondiente al siglo séptimo. Ninguna de las dos opciones es posible. Cuando los musulmanes asumen la posición de ajustarse a la cultura occidental, lo hacen en contra de la esencia de la enseñanza del Islam, debilitando así el poder del Islam sobre sus seguidores. Para aquellos musulmanes que eligen la opción de ignorar

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los logros del mundo occidental y volver otra vez a la versión árabe del estilo de vida del siglo séptimo como lo ejemplificó Muhammed, el dilema surge a continuación. Están forzados a usar las herramientas y las destrezas que ha desarrollado la misma gente que ellos sienten que han sido destinados a conquistar. Junto con esas herramientas y destrezas, llega el sistema de valores occidental (cosmovisión) que les dio a luz a ellos. Hoy, vemos al mundo musulmán luchando con esta controversia. La opción parece estar entre ajustarse a la cultura occidental o prepararse para declarar la guerra al occidente (y a todos los demás países no musulmanes) para imponer la supremacía del Islam (Bridges 1997: 102).Los mismos fundamentos del Islam son actualmente desafiados y

están sufriendo un desgaste, mientras Dios está obrando a través de un número cada vez mayor de obreros que está aprovechando la receptividad que emerge entre tantos musulmanes. Satanás está contraatacando, por supuesto, y hay persecución y martirio. Sin embargo, los musulmanes están llegando a conocer a Cristo en grandes cantidades (Bridges 1997: 104; ver también Hefley y Hefley 1996).

EL ISLAM FUNDAMENTALISTAEn una conferencia en 1986, en Lahore, los musulmanes retaron

a las naciones islámicas a liberarse de todos los cristianos para el año 2000 (Missionary News Service 1996, citado en Hesselgrave 1988: 202). Nabeel Jabour nos ayuda a comprender porqué a muchos musulmanes les atrae esta meta. En primer lugar, el Islam es un ente tanto político como religioso. Es un sistema que ha visto una rápida expansión en una diversidad más allá de las fronteras nacionales y geográficas en los últimos años. Este crecimiento ha inflamado el patriotismo de los estudiantes, particularmente en aquellos pertenecientes a las zonas rurales. Dichos estudiantes anhelan el regreso del califato islámico, la sucesión del Islam ortodoxo en todo el mundo musulmán. La esperanza de este grupo está centrada en el resurgimiento del fundamentalismo islámico en Irán como el modelo para todos. En segundo lugar, no todas las promesas en cuanto a la economía hechas por los gobiernos musulmanes se han cumplido debido a los conflictos bélicos intermitentes o continuos. La desilusión empuja a la gente a creer en los fundamentalistas quienes afirman ser capaces de hacer justicia. En tercer lugar, el movimiento fundamentalista atrae a los más desposeídos de la sociedad, un segmento de la población musulmana que está creciendo rápidamente a pesar de las fabulosas riquezas de los estados del Golfo. En cuarto lugar, la influencia de las ideas occidentales a través de la educación, las compañías multinacionales, y los medios de comunicación han traído consigo una desavenencia que llega en diferentes formas:

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aquellos que quieren emular al occidente usan vestimenta occidental. Esto no sólo les separa de sus compañeros musulmanes tajantemente, sino que también atrae la ira de los tradicionalistas. Por eso, este grupo experimenta el aislamiento en casa y también en la comunidad. Otros abrigan resentimiento y envidia porque no pueden encontrar un empleo con las compañías multinacionales. La riqueza se distribuye a una nueva clase social de millonarios de manera desproporcionada, lo que significa que un creciente número de personas está viviendo al nivel de la subsistencia. Esta situación produce un sentimiento y una forma de pensar en la vida como una jungla donde sobreviven los más fuertes y los más violentos (Jabbour 1994: 81).

Los fundamentalistas islámicos a veces hacen cumplir la ley de la apostasía. Esta doctrina permite dar muerte a aquellos que abandonan la fe en el Islam.

Hasta hace poco, estas doctrinas eran normalmente ignoradas por los gobiernos islámicos, o interpretadas con liberalidad. Pero, en el caso particular de los convertidos al cristianismo y de los evangélicos protestantes esta ya no es una realidad (Horowitz 1995)

En un discurso en 1984, el Ayatollah Khomeini expresó el punto de vista que establece el fundamento de la ley de la apostasía:

La guerra es una bendición para el mundo y para todas las naciones. Es Dios quien incita a los hombres a luchar y a matar. El Corán dice: “Luchen hasta que toda la corrupción y la rebelión hayan cesado.” Las guerras que el profeta encabezó contra los infieles fueron de bendición para toda la humanidad. Imagínense que pronto ganaremos la guerra. Eso no será suficiente, porque la corrupción y la resistencia al Islam todavía existirán. El Corán dice: “Guerra, guerra hasta obtener la victoria”…Los mullah (maestros) de corazón corrompido que dicen que esto va en contra de las enseñanzas del Corán son indignos del Islam. Gracias a Dios, ahora nuestros jóvenes están, en la medida que les es posible, poniendo en práctica los mandatos de Dios. Ellos saben que matar a los infieles es una de las misiones más grandes de un hombre (citado en Haught 1990: 203).

MARTIRIO Y PERSECUCIÓN

En Irán, en 1994, tres de los líderes evangélicos más prominentes fueron secuestrados y asesinados. El obispo Haik Hovsepian-Mehr fue sufrió el martirio en enero. En junio, su sucesor como representante del Concilio de Iglesias en Irán, el reverendo Tatavous Mikaelian, fue asesinado en una ejecución estilo asesinato, se le disparó tres veces detrás de la cabeza. En Julio, ocurre otro asesinato, el reverendo Mahdi Dibaj es ejecutado (ICI Report 1996: 15).

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A los convertidos al cristianismo se les prohíbe, en efecto, asistir a servicios de cualquier tipo, y grandes cantidades de convertidos y evangelistas han sido arrestados, encarcelados, torturados y forzados a renunciar a su fe. Otros más afortunados, sencillamente han perdido sus casas, empleos y negocios (Horowitz 1995) En 1990, el Rev. Hossein Soodmand, un iraní musulmán

convertido al cristianismo y pastor de una iglesia en Mashad, fue ejecutado en la horca. Cuando tres pastores cristianos apelaron al Ministerio de Dirección Islámica de la República Islámica de Irán para que no se llevara a cabo la sentencia de muerte del Rev. Hossein Soodmand, se les dijo lo siguiente: Pretendemos ejecutar a todos los musulmanes convertidos al cristianismo, y Soodmand es el primero” (ICI Report 1996: 20).

En 1995 se reportó en el periódico The Wall Street Journal que en Egipto, debido a la presión de los fundamentalistas en el gobierno,

Convertidos al cristianismo y evangélicos han sido encarcelados y torturados…La segregación religiosa existe extraoficialmente en las escuelas, y los estudiantes cristianos considerados “demonios” son golpeados. Esto ocurre regularmente. El incendio de iglesias y saqueo de negocios cuyos propietarios son cristianos van en aumento (Horowitz 1995).Greg Livingstone, el director general de Fronteras, agencia

misionera que se dedica a la evangelización del mundo musulmán, reportó los arrestos en Egipto de cuatro misioneros (tres norteamericanos y uno de Nueva Zelanda) involucrados en empleos legales, además de estar en el país como misioneros de Fronteras. El arresto ocurrió después del bautismo de treinta y cinco musulmanes convertidos a Cristo en el Cairo. “Cuando la gente comienza a bautizarse, el infierno se desata…” A pesar de que la libertad de culto está garantizada en la constitución egipcia, se prohíbe “la conversión de musulmanes“ y “desacreditar el Islam” (citado en Kennedy 1993: 55).

En Sudán, la conversión al cristianismo es un acto criminal que se castiga con azotes. Miles de niños han sido arrebatados a la fuerza de sus hogares cristianos para ser vendidos como esclavos en ese lugar. El Grupo Islámico Armado de Argelia hizo un llamado a la aniquilación de los cristianos. Pakistán tiene una ley para arrasar con la blasfemia que prohíbe hablar o actuar en contra del profeta Muhammed, la violación de esta ley es castigada con la muerte (Horowitz 1995).

La mayoría de los reportes específicos sobre sufrimiento y martirio en los estados islámicos provienen de Irán. Esto es probablemente cierto debido, por lo menos, a dos razones: la primera,

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es que Irán buscando ser el portador estándar del Islam Fundamentalista, estableció una persecución masiva de cristianos, y la segunda, es que la Asociación Internacional Cristiana Iraní está haciendo todos los esfuerzos posibles para documentar la historia de la persecución de los cristianos en Irán y para diseminar la información en lugares estratégicos. En cuanto a la condición de los cristianos en Irán, ellos han reportado lo siguiente:

Los musulmanes convertidos al cristianismo, o cristianos evangélicos, pastores y líderes de iglesias siguen siendo arrestados, encarcelados, y torturados, simplemente a causa de su religión. A algunos se les mantiene bajo estricta vigilancia, sus teléfonos están intervenidos y sus cartas generalmente son violadas; mientras que otros reciben amenazas de muerte orales y escritas. Algunos, incluso han escapado de atentados de asesinato. Otros han perdido sus empleos o se les ha negado empleos de provecho, vivienda y educación. Desde la muerte del obispo Hovsepian-Mehr’s en enero de 1994, los agentes del gobierno han concentrado sus esfuerzos en perseguir a aquellos que son musulmanes convertidos y/o a aquellos que animan a los musulmanes a convertirse al cristianismo. Los cristianos étnicos como los armenios o los asirios también continúan enfrentando discriminación que oficialmente debe ser sancionada, especialmente en las áreas de empleo, educación, vivienda, el sistema judicial y servicios publicos (ICI Report 1996: 14-15). Ni siquiera los cristianos iraníes que viven fuera de Irán,

sobretodo los que son líderes cristianos, están a salvo. Más de sesenta “disidentes” han sido asesinados fuera de Irán desde 1980 (ICI Report 1996: 26).

Estos creyentes , en Irán y en todo el mundo musulmán están aprendiendo en carne propia el significado de la cruz, de las maneras más gráficas; así lo aprendió una pequeña armenia refugiada, proveniente de la masacre de armenios a manos de los turcos en 1915. Cerca de seiscientos mil personas murieron cuando los musulmanes turcos determinaron arrasar con los cristianos armenios que estaban en las fronteras turcas. Solamente los más fuertes pudieron escapar a territorio ruso donde se habían establecido campamentos de ayuda norteamericana. Uno de esos pocos que escapó fue una jovencita de dieciocho años que entró en uno de estos campamentos norteamericanos.

“¿Tienes dolor?” le preguntó una enfermera a la chica cuando ésta llegó.

“No,”respondió, “pero, he aprendido el significado de la cruz”La enfermera pensó que la chica estaba afectada mentalmente y

le hizo más preguntas. Quitándose la ropa que traía puesta, la chica le mostró un hombro desnudo. En ese hombro, marcado con fuego en la piel, estaba la figura de la cruz.

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“Me atraparon con los demás en el pueblo. Los turcos me hacían ponerme de pie y me preguntaban, ‘Muhammed o Cristo’? Yo respondí, ’Cristo, siempre Cristo’. Durante siete días me hicieron la misma pregunta y cada día cuando yo respondía ‘Cristo’ marcaban con fuego una parte de esta cruz en mi hombro. El séptimo día ellos dijeron, ‘si mañana respondes ‘Muhammed’ vivirás. Si no lo haces, morirás.’ Fue entonces cuando escuchamos que los norteamericanos estaban cerca y algunos de nosotros escapamos. Así fue como aprendí el significado de la cruz” (Hefley y Hefley 1996: 343). Cuando los cristianos llevan el evangelio a los pueblos

musulmanes, despiertan el poder de Satanás que les da energía a algunos de estos musulmanes. “Satanás puede y, en efecto, incita a los musulmanes a asesinar a los nuevos creyentes, a destruir los negocios de los cristianos y a incendiar iglesias. Los ejemplos de acciones como éstas abundan desde el sur de Filipinas hasta África occidental (McCurry 1994: 103). Panya Baba, pastor y director de la Iglesia Evangélica de Africa Occidental, señala lo siguiente:

Si queremos tomar realmente en serio cumplir con la tarea de predicar el evangelio en las áreas del mundo donde sabemos que se encuentran los grupos menos alcanzados, tendremos que llegar a la conclusión de que estos grupos nunca serán alcanzados a menos que haya gente lista y dispuesta a ir a estos lugares y a sufrir, incluso a perder sus vidas (1994: 39).

¿CÓMO DEBERÍAN RESPONDER LOS CRISTIANOSANTE EL RIESGO DE SUFRIR MARTIRIO?

¿Cómo puede una persona decirle a otra lo que tiene que hacer cuando se trata de arriesgar la propia de vida? Ciertamente, yo no daría por sentado que haría eso. Es interesante, sin embargo, que algunas personas se hayan arriesgado a declarar algunas afirmaciones directas en lo que respecta a este tema. Por ejemplo, el Dr. Chris Marantika, el presidente de un instituto bíblico en Jokjakarta, Indonesia, señala que la presión que la iglesia enfrenta en la cultura islámica “le ha impulsado a asumir una posición a la defensiva hacia los musulmanes. Esta es la posición donde el diablo quiere que la iglesia esté, a fin de que la promesa del poder para quebrantar las puertas del infierno no surta efecto.” Continúa diciendo que,

los miembros de la iglesia están más preocupados por su propia seguridad y estabilidad que por atender al desafío de cumplir con el mandato para el cual ellos fueron adoptados como hijos de Dios…En algunos casos, es muy evidente la retirada o la huida como fugitivos. Muchos de los líderes y miembros de la iglesia se retiran a un recinto misionero occidental, o incluso se van a un país occidental donde la seguridad y la estabilidad pueden fácilmente estar garantizadas; y la

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iglesia occidental por amor, les recibe sacando así del mundo musulmán, los instrumentos y el poder divinos (1989: 106-107). El Dr. John Moldovan de Rumania reveló, en una conversación

reciente, la frustración que los cristianos en Rumania experimentaron cuando, bajo la presión de los comunistas, los cristianos defendían sus convicciones a un costo enorme. Cuando estos cristianos acudieron a los misioneros para pedir consejo y apoyo, los misioneros les respondieron que ellos trataban de mantenerse alejados para no involucrarse en cualquier cosa que les trajera conflicto con el gobierno. Los misioneros querían proteger su derecho a permanecer lo más que pudieran en el país. Sin embargo, su falta de disposición para arriesgarse a fin de apoyar a sus hermanos y hermanas rumanos en la lucha por la vida de la iglesia, causó una profunda herida.

Panya Baba, discutiendo sobre la situación actual de los cristianos árabes, y de la tendencia que tienen de huir en vez de permanecer en sus países y ejercer una influencia redentora aun cuando implique el martirio, señala que estos creyentes serían capaces de quedarse en sus países si recibieran mayor apoyo de parte de las iglesias occidentales. El está de acuerdo con la noción de que los occidentales deben servir de ejemplo en cuanto a ser encarcelado, y perseguido en el Medio Oriente antes de que las iglesias nacionales traten de hacer lo mismo.

Es muy difícil enseñar persecución, por eso es que lo menciono, porque sé que es necesaria. En Nigeria, debido a que se tuvo que pasar por persecución, nuestros ojos fueron abiertos. Hemos visto que sin la persecución, la iglesia en Nigeria carecía de fuerza espiritual y de valor. Pero, desde que nuestras iglesias comenzaron a ser bombardeadas por los musulmanes, se trata de una experiencia nueva, la iglesia está produciendo mucho fruto (Baba 1994: 39). Los creyentes en China, al orientar a los cristianos occidentales

que quieren ministrarles, les dicen lo siguiente:

‘En cuanto a nuestros pastores cada uno sirvió un promedio de 17 años y tres meses en prisión a causa de su fe, la mayoría del tiempo encerrados a solas. No venga a esta reunión a hablarnos o a hacer algo por lo que no estén dispuestos a morir.’ La forma en la que los misioneros responden ante el peligro es

un asunto de gran importancia. Es un tema que deben considerar cuidadosamente antes de invertir sus vidas en la evangelización de pueblos menos evangelizados del mundo.

REFLEXIÓN TEOLÓGICA

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¿Por qué necesitamos una teología del martirio? Probablemente, una razón es que el martirio siempre ha ocupado un lugar de gran importancia en la iglesia. De hecho, “algunos eruditos han sostenido que uno de los criterios en la formación del canon del Nuevo Testamento fue [crear] un documento para ayudar a preparar la comunidad de discípulos para el sufrimiento, incluso para la muerte” (Schenk 1987: 63). En el siglo veinte, por supuesto que la iglesia misionera querrá contar con una teología que le prepare para dar testimonio de Jesucristo, aun cuando le cueste la muerte. Otra razón para contar con una teología sobre el martirio es que ésta da sentido a experiencias como la descrita por la pequeña armenia que recibió una cruz marcada con fuego en el brazo al tratar de forzarla a negar a su Señor. ¿Podría haber una conexión entre el martirio y la cruz?

El lugar más obvio para comenzar a buscar una respuesta a esta pregunta se encuentra en Jesús hace dos mil años en el Gólgota. Humanamente hablando, la cruz que llevó Jesús representaba el castigo capital por haber rechazado retractarse de su posición como Hijo de Dios, Salvador, Mesías, y Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Por el otro lado, desde el punto de vista de Dios se trataba de la culminación de un plan que se había mantenido por mucho tiempo para traer redención a la humanidad. Ninguna de las partes de lo que ocurrió estuvo totalmente en manos de los hombres. Dios controló todo, aunque lo hizo a través del libre albedrío de los humanos. Para Jesús la cruz fue el martirio. Y verdaderamente Su sangre se convirtió en la “semilla de la iglesia.” El martirio siempre lleva en sí dos lados. Un lado representa lo que el ser humano le hace a los siervos de Dios. El otro lado representa lo que Dios logra intencionalmente a través del martirio. Ningún martirio es un accidente desde el punto de vista de Dios. Antes de que esos misioneros comprometieran sus vidas al servicio de Dios, Dios les estaba llamando a servir y a morir a fin de que la sangre de ellos se mezclara con la de otros para convertirse en “la semilla de la iglesia” en los lugares donde murieron.

EL MÁRTIR Y DIOSDios no llama a todo el mundo a sufrir un martirio literal; sin

embargo, Él sí nos llama a negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y seguirle. La palabra traducida como “negar” en este versículo es aparneomai, que quiere decir ‘negar completamente que es suyo.’ Casi todos los usos de esta palabra en el Nuevo Testamento se relacionan con la ocasión en la que Pedro niega al Señor. Cuando Pedro se sentó junto al fuego y negó conocer a Jesús, él estaba

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negando totalmente tener una relación con Jesús con el fin de protegerse. Él consideró que su relación con Jesús no tenía valor en comparación con salvar su propia vida. Por eso es que el remordimiento que sufrió después fue tan profundo. Por eso, también es que estuvo tan motivado a servir al Señor a cualquier costo. El hecho de haber negado a Jesús no fue cualquier cosa para Pedro. Jesús nos está llamando a considerar nuestras vidas como pérdida en comparación con lo que implica seguirle a Él. Y seguirle significa que debemos cerrar el trato antes de conocer los términos del contrato. Literalmente, ponemos nuestras vidas en Sus manos. Le damos el control total sea que vivamos o muramos.

Los cristianos en el mundo occidental han interpretado el concepto de tomar consigo la cruz como obedecer. Y no nos hemos equivocado en cuanto al sentido del mismo. Generalmente hablando, no hemos tenido que enfrentar la muerte a causa de nuestra fe en Cristo. Para que ese concepto cobre sentido para nosotros, debemos profundizar en cuanto al acto que se llevó a cabo en la cruz para descubrir qué fue lo que motivó a Cristo a llegar hasta ese lugar- la obediencia.6 “Tomar mi cruz significa obedecer a cualquier cosa que Dios me pida hacer.” Sin embargo, no muy a menudo consideramos que Dios nos pida morir a manos de gente violenta por el reino. “¡Espera un momento, Señor! ¿Qué va a pasar con mis hijos? ¿Qué va pasar con mi trabajo? ¿Qué va a pasar con mi carrera? ¡Todavía soy joven! ¡Tengo que vivir mi vida!” Tal vez vamos a sentir que una cosa es comprometernos con hacer cualquier cosa que Dios nos mande y otra totalmente distinta si nos pide morir.

Después de todo, creemos que se nos llama en Romanos 12:1 a ofrecernos a nosotros mismos como un “sacrificio vivo” con énfasis en la palabra “vivo.” No obstante, el énfasis de Dios está en la palabra “sacrificio.” Un sacrificio vivo sigue siendo un sacrificio. La palabra traducida aquí como “ofrezca” es paristemi que significa “poner a la disposición de Dios.” Un sacrificio vivo no tiene agenda personal, no posee planes a largo plazo, y no se aferra a un mañana en la tierra. Vive un día a la vez esperando su cita con la muerte.

En Lucas 14:33 Jesús nos llama a renunciar a todos nuestros bienes para ser sus discípulos. La palabra traducida como “renunciar” es apotassomai y quiere decir “despedir,” “decir adiós,”y “enviar lejos.” La mayoría de los misioneros se da cuenta de que las cosas materiales que poseen son perecederas, a pesar de tener un gran valor sentimental. Las llevan en las manos, no en el corazón. Pero, 6 Comprendo que esta no fue la única motivación de Cristo para ir a la cruz. Su amor por la humanidad y su deseo de redimirlos también le motivaron a sacrificar su vida. Sin embargo, la obediencia es probablemente lo que la mayoría de los cristianos entienden como el significado de “tome su cruz y sígame.”

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¿Qué pasa con las ambiciones personales en cuanto al futuro e incluso con las responsabilidades que Dios ha dado? ¿Las llevamos en nuestras manos también, o en el corazón? ¿Creemos realmente que Dios tiene el control, que su voluntad es buena y que Él tiene cuidado de todo aquello que necesita de cuidado cuando lo que parece ser un desastre nos ataca?

En el llamado a ser testigos en Hechos 1:8, la palabra traducida como “testigo” es martus, palabra de la que se deriva el término que conocemos como “mártir.” Los primeros cristianos comprendieron el significado de este término- ser un testigo es arriesgarse a sufrir y a morir. Constantemente enfrentaron peligro de muerte y una gran cantidad de ellos sufrió el martirio. De hecho, para el siglo quinto, el historiador de la iglesia Jerónimo ya había contado cerca de dos millones de mártires cristianos (Bridges 1996). Consideremos los testimonios de los apóstoles en todo el libro de Hechos. Casi siempre los testigos fueron liberados en un contexto de peligro, y todos menos uno de ellos murieron como mártires. En Efesios 6:13-20 se nos exhorta a usar la armadura para protegernos en la guerra espiritual que surge al llevar el evangelio a todos los pueblos. Y así debe ser. Pero, debemos comprender que el hecho de llevar la armadura espiritual no nos convierte en personas físicamente invencibles. La guerra espiritual irrumpe también en el mundo material. Los soldados que llevan armadura sufren heridas. Algunos mueren. Y algunos de nosotros también moriremos. Así como los generales militares toman decisiones por el bienestar de todo el batallón y exponen a algunos soldados a la muerte, así también Dios, por causa del reino, expone a algunos de sus misioneros a la muerte. Pablo enfrentó este peligro todos los días. Estar encadenado en el Imperio Romano traía consigo la gran posibilidad de morir. Pero, ¿Qué pidió Pablo en los versos 19 y 20? ¿Ser liberado? No, pidió valor para proclamar el evangelio sin temor, a pesar de que pudiera morir como consecuencia de esto.

LOS MÁRTIRES Y SUS COLEGAS

En Juan 15:13, Jesús nos llama a dar la vida por nuestros amigos. La palabra traducida como “dar” es tithemi que denota una condición pasiva, y que podría traducirse como “dejar caer, o hundirse.” Es la palabra que Jesús utilizó en Lucas 9: 44 cuando dijo a sus discípulos que prestaran atención. Literalmente, Él les decía que dejaran que dejaran caer Sus palabras en los oídos. Es la palabra que usó en Hechos 1:7 cuando les dijo que unos asuntos habían sido determinados por la autoridad del Padre. Era un “hecho,”no era dinámico, sino estático; había sido determinado. Es la palabra que Pablo empleó en Hechos 13: 47 cuando cita a Dios hablando en Isaías 49:6, “Te he puesto por luz para las naciones.” Este es un hecho determinado. Eso

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es lo que Jesús nos está diciendo en Juan 15:13. Dice que no hay mayor prueba de amor que ésta- que las personas pongan sus vidas en las manos de Dios por amor a sus amigos. Ya no exigen el derecho de decidir lo que les sucederá. Su destino se encuentra en las manos de Dios por amor a sus amigos.

Además, en Lucas 14:26, Jesús nos llama a aborrecer a nuestra familia para poder seguirle. La palabra que se traduce como “aborrecer” es miseo y quiere decir amar menos. No tiene la connotación de una emoción malévola, que sí tiene la palabra en español que conocemos como ‘aborrecer’. Jesús nos llama a amar a nuestra familia menos que a Él, y a poner sus asuntos en primer lugar antes que a ellos. Esta enseñanza debe mantener un equilibrio con los mandatos de las Escrituras sobre cuidar de nuestra familia. Sin embargo, con el fuerte énfasis contemporáneo que se hace sobre la familia cristiana es fácil para los cristianos de hoy poner los asuntos de la familia por encima de los asuntos de Dios. En Lucas 16:13 aprendemos por qué un creyente tiene que amar más a Jesús que a su familia- porque es imposible servir a dos señores a la vez. En efecto, amaremos a uno menos que al otro. Jesús debe tener el primer lugar aun cuando eso signifique sacrificar otras relaciones de mucho valor. En cuanto al martirio, Dios ha prometido ser Padre de huérfanos y esposo para las viudas. También le ha ordenado a su iglesia a cuidar de los huérfanos y de las viudas. ¿Podemos tomarle la Palabra a Dios y confiar en su amor? Eddie Carswell y Babbie Mason lo expresaron muy bien en la canción que escribieron, llamada “Confía en Él”[Dios] es demasiado sabio para equivocarse,Dios es demasiado bueno para ser cruel.Así que cuando no entiendas,Cuando no puedas ver cuál es Su plan, Cuando no puedas Su mano ver,Confía en El.

Cuando Jesús llamó a sus discípulos a seguirle, ninguno de ellos estaba desempleado. No andaban a la deriva buscando algo que hacer. Cada uno de ellos estaba ocupado trabajando para sostener a sus familias. Cuando Jesús los llamó, abandonaron de inmediato sus vidas de trabajo y le siguieron. Tuvieron que hacer un sacrificio. Seguir a Jesús implicaba abandonar sus oficios y los ingresos que obtenían para la familia. También implicaba separarse de sus seres queridos. Estos doce hombres dejaron a sus familias y siguieron a Jesús dondequiera que Él iba. No cabe duda de que hayan visto a sus familias de vez en cuando. Pero, las dejaron en las manos de Dios. Y ¿Con qué propósito? Para poder ir a los ‘pueblos cercanos’ donde había gente con pocas oportunidades o ninguna de escuchar el evangelio (Mc 1: 38). Jesús tenía en su corazón a los ‘pueblos

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cercanos.’ Él siguió el rumbo hasta alcanzarlos incluso cuando hacerlo, finalmente, le costaría la vida. Él llamó a sus discípulos, y nos llama a nosotros (1 Pe.2:21) a seguir sus pasos. ¿Estamos dispuestos a decir con los cristianos del primer siglo, “por tu causa siempre nos llevan a la muerte; nos tratan como a ovejas para el matadero [sacrificio vivo]. [Pero] en todo esto somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó” (Rom. 8: 36-37)?

EL MÁRTIR Y SU PROPIA VIDAEn Mateo 10:39 Jesús da una promesa: que cualquiera que

pierda su vida por Su causa, la encontrará. La palabra traducida aquí como “perder” es apollumi que literalmente quiere decir destruir totalmente. En sentido figurado, como se señala en este caso, significa “destruir, morir, perder, dañar o perecer.” Casi siempre se traduce como “matar,”como aparece, por ejemplo, en Mateo 2: 13 y 10: 28, o se traduce como “perder” en términos de una pérdida total, como aparece en Mateo 5: 29-30 o con algún eufemismo para expresar muerte. En una frase distinta sobre esa misma promesa en Juan 12: 25, Jesús dice que el hombre que aborrece [ama menos] su vida, la conservará. La promesa está en que cuando nos consideramos a nosotros mismos muertos a nuestros planes y sueños, y amamos más al Señor que a nosotros mismos, experimentaremos la vida como se diseñó que se viviera la vida- libre de ansiedad y de presión, llena de propósito divino, y llena de la libertad emocional para ser la persona de Dios en el lugar que estemos para su gloria cualquiera sea el costo. ¡Qué paz!

PRESENTANDO LA OPORTUNIDAD A LA IGLESIARecientemente, leí un aviso puesto por una agencia misionera

que decía lo siguiente:Se busca: Misioneros para trabajar con musulmanes. Frío intenso, calor abrasador, largas horas de camino. Enfermedad garantizada. Posible encarcelamiento. No se garantiza un regreso seguro. Se duda que haya reconocimiento de parte de otros. Recompensa eterna. Los interesados deben ponerse en contacto con… (IJFM 1994).

Esta es una invitación honesta. Los peligros se presentan junto con las recompensas. Quienes escribieron esto están buscando a aquellos a quienes Dios ha llamado y que estén dispuestos a asumir riesgos porque se han encomendado a sí mismos a Dios.

Cuando las agencias misioneras presentan las oportunidades de servir en lugares difíciles, deben considerar el grupo de misioneros potenciales y tratar de expresar la invitación con palabras y gráficos que captarán el interés de ellos y les estimulará a la reflexión.

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Se han escrito muchos libros que describen a la Generación X, ese grupo de la población del cual proviene la mayoría de los candidatos a misioneros de carrera. Las características de la Generación X pueden resumirse brevemente así: anhelan urgentemente tener relaciones personales significativas en sus vidas. Buscan una forma de vivir vidas libres de culpa. No quieren esperar por nada: más bien quieren una gratificación inmediata. Tampoco quieren pagar el precio por lo que obtienen; siempre esperan que las cosas les caigan del cielo. En conclusión, están sedientos por prosperar, pero la mayoría de ellos está destinada a vivir un estilo de vida mucho mas sencillo que el que pudieron costearse sus padres.7

Por supuesto, la presencia del Espíritu Santo en las vidas de los miembros de la Generación X que han nacido de nuevo marcará una gran diferencia en las características de sus vidas. No obstante, es probable que las características descritas propias de esa generación se hagan evidentes en las decisiones que ellos tomen en cuanto a cómo deben vivir sus vidas.

Dos aspectos de las características mencionadas que las agencias enviadoras deben considerar en particular son: el deseo de tener relaciones significativas y la búsqueda de la libertad de culpa. Una gran mayoría de personas correspondiente a la Generación X, incluso cristianos, ha crecido en hogares rotos donde las relaciones fueron distantes y/o dolorosas y donde el temor les obligó a levantar murallas para protegerse emocionalmente. Muchos de ellos han experimentado el abuso de un tipo o de otro, y están heridos profundamente. Anhelan tener relaciones significativas, pero se les hace difícil, si no imposible, derribar las barreras protectoras para que sus anhelos puedan ser satisfechos.

Esto trae consigo un impacto increíble en misiones. Presentar el evangelio a alguien más es una tarea personal muy intensa. Tiene que ver más con buenas relaciones interpersonales que con la habilidad de predicar, enseñar, dirigir, o escribir eficazmente. Esto es aun más importante en las misiones hacia los pueblos musulmanes donde está prohibido evangelizar abiertamente. Raimundo Lulio y Samuel Zwemer lo dijeron hace mucho tiempo, cada uno a su manera, y ahora más cierto que nunca antes: los musulmanes serán alcanzados a través del amor- el amor que estimula la oración, la carga y el sacrificio.

A las personas que tienen corazones heridos se les hace muy difícil amar a otros. Aun cuando sea a un nivel subliminal, se 7 Estoy en deuda con el Dr. O.S. Hawkins, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Dallas, por los conceptos que se registran aquí.

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preocupan constantemente por conservarse bien y protegerse a sí mismos. El enfoque está en sí mismo y no en la gente que les rodea. Este no es un problema que puede resolverse con conocer la doctrina correcta o con memorizar versículos de la Biblia. Aquellos que han rendido sus vidas a Cristo saben que Dios es amor y que Él les ha llamado a amar a otros por causa del reino. Estas personas quieren hacerlo, pero sus propias heridas a menudo han estado selladas por costras resistentes de represión, de manera que la infección sigue estando ahí pero ellos no pueden verla. Luchan por ser lo que ellos creen que Dios quiere que ellos sean, pero nunca pueden soltar lo que han reprimido y ser vulnerables. Si buscan de corazón ser gente de Dios en sus circunstancias, viven en un estado constante de frustración.

Personas como estas también está cargada de culpa. Mucha de la culpa que sienten es una culpa falsa que ha sido provocada por culparse a sí mismos de sufrir dolor por el rechazo. Creen que si solamente hubieran sido mejores hijos sus vidas no habrían sufrido tanto daño como han sufrido hasta ahora. Luchan con la necesidad de ser perfectos y de ganar de alguna forma el favor de Dios y de otras personas. Pero nunca sienten que han logrado la perfección necesaria, y la lucha continúa una y otra vez, con la culpa amontonándose sobre más culpa. La mayoría de los que luchan con estas heridas del interior no pueden discernir de inmediato de dónde proviene ese dolor. Lo único que saben es que están pasando por dolor.

La gente que lucha de esta forma, cuyo enfoque involuntariamente está en ellos mismos en vez de estar hacia fuera, experimentará un tiempo sumamente difícil soportando las diferentes tensiones que surgen de ministrar donde no se es bien recibido. Ya llevan consigo una carga completa de tensión emocional debido a heridas de la niñez que no han sido sanadas. Muchos, probablemente, no tendrán la fortaleza emocional para soportar una carga adicional. Algunos han tenido que abandonar el campo porque no pudieron manejar el estrés. Otros se quedaron hasta que sus familias se desintegraron. Otros, finalmente sufrieron un colapso nervioso. Es posible que otros puedan pensar en el martirio como un medio de liberación y por eso, viven de forma descuidada.

¿Cuánta importancia debe atribuirse a estos problemas con los que la generación X lucha en su vida personal? Ciertamente Dios puede sacar lo mejor de la cantidad de problemas personales de las vidas de sus embajadores. Ninguno de nosotros podría atreverse a negarlo, porque nosotros mismos somos los primeros ejemplos de este proceso. No obstante, sería una tontería ignorar problemas como esos por completo. Dios nunca va a permitir quedarse sin testigos, así que tampoco debemos perder las esperanzas. Por otro lado, tal vez ha

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llegado el momento en el que la iglesia tome en cuenta las necesidades de la generación más joven y descubra maneras de tratar con estas necesidades para ser realmente una iglesia para ellos, para buscar las formas de ministrar la paz de Dios a estos chicos a fin de que reciban sanidad interior. Luchar con estas preguntas correspondería más bien a otra ocasión.

CONCLUSIÓNHace casi treinta años, Joseph Kenny escribió lo siguiente:Cualquier esperanza de convertir más que un musulmán de vez en cuando es irreal. La adherencia de un musulmán a la religión implica una identidad social profundamente arraigada, apreciada de igual manera por el individuo y la comunidad. A pesar de que la comunidad musulmana tolera a ciertos individuos que están dispuestos a dejar los beneficios sociales de ser un musulmán al unirse a otra religión, ciertamente se resistirá activamente ante cualquier movimiento de conversiones en masa. Probablemente, con el tiempo será posible ver numerosas conversiones, pero esto sucederá sólo si generaciones de evolución social cambian la situación tradicional (Kenny 1970: 35).A pesar de esto, actualmente cientos de musulmanes están

llegando a Cristo en muchos países musulmanes. Alcanzar al mundo musulmán es una “tarea realizable, gracias al poder innato del evangelio, el poder del Espíritu Santo obrando en los corazones de hombres y mujeres, a y las manos y corazones dispuestos de los obreros del Señor” (Weerstra 1996: 161)

Sin embargo, el costo es muy alto. El martirio de misioneros probablemente no haya aumentado en grandes proporciones, pero, como señala David Barrett,

El hecho de que los creyentes nacionales hayan sido perseguidos, capturados e incluso asesinados, en las cantidades más altas que haya habido en los últimos años(y se calcula que esas cantidades aumentarán en el futuro) es igualmente significativo para las misiones (citado en Hesselgrave 1988: 203).Barrett estima que un promedio de 160.000 cristianos son

asesinados por su fe cada año (citado en Bridges 1996). Estos martirios seguirán sucediendo a pesar del hecho de que para el año 2000 no menos de 175.000.000 millones de personas adorarán y servirán al Señor como cristianos clandestinos.

El llamado es el mismo desde que nuestro Señor Jesucristo lo hizo a su iglesia desde hace casi dos mil años: “Ustedes serán mis testigos [martures] en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta lo último de la tierra.” Algunos serán llamados a ser mártires

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físicamente, otros lo serán en espíritu. Pero, al fin y al cabo serán mártires. Oremos y trabajemos para que obreros saludables sean llamados y enviados a los campos, para que tengan la energía que necesitan para cosechar los campos que el Señor está preparando en las tierras musulmanas y la disposición para pagar el último precio si están llamados a hacerlo.

Hace mucho tiempo, E.H. Hamilton escribió unas palabras poderosas como respuesta a la muerte de Jack Vinson, el primer mártir de la iglesia Presbiteriana del Sur en China:

¿Temeroso? ¿De qué?¡De sentir la jubilosa liberación del espíritu! ¡De pasar del dolor a la paz perfecta,Que cesen las luchas y las tensiones de la vida! ¿Temeroso? - ¿De esto?¿Temeroso? ¿De qué?¿Temeroso de ver el rostro del Salvador,de oír su voz al recibirme, y poder verla gloria que resplandece en sus heridas a mi favor?¿Temeroso? - ¿De esto?

¿Temeroso? ¿De qué?Un destello, un estallido, un corazón traspasado;Oscuridad, luz, ¡ El cielo es!¡Una de Sus heridas, la contraparte! ¿Temeroso? - ¿De esto?¿Temeroso? ¿De qué?De hacer en la muerte lo que no se logra en vida-¿Bautizar con sangre un terreno pedregoso,Hasta que las almas florezcan a partir de allí? ¿Temeroso? - ¿De esto?(citado en Hefley y Hefley 1996: 57)

REFERENCIAS

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Haught, James A. 1990. Holy Horrors: An Illustrated History of Religious Murder and Madness (Horror santo: una historia ilustrada de asesinato y locura religiosa) Buffalo, NY: Prometheus.Hefley, James and Marti Hefley. 1996. By Their Blood: Christian Martyrs of the Twentieth Century(Por su sangre: los mártires cristianos del siglo veinte)2nd edition. Grand Rapids: Baker.Hesselgrave, David J. 1988. Today´s Choices for Tomorrow´s Mission: An Evangelical Perspective on Trends and Issues in Missions (Opciones de hoy para la misión del mañana: una perspectiva evangélica sobre tendencias y temas sobre misiones) Grand Rapids: Zondervan.Horowitz, Michael. 1995. “New Intolerance Between Crescent and Cross” (Intolerancia nueva entre la luna creciente y la cruz) The Wall Street Journal A8 (July 5).ICI Report. 1996. The Continued Escalation of Persecution of Evangelical Christians in the Islamic Republic of Iran (La escalada continua de la persecución de cristianos evangélicos en la república islámica de Irán)Colorado Springs: Iranian Christians International.IJFM. 1994. Advertisement (Anuncio)International Journal of Frontier Missions 11: back cover.Jabbour, Nabeel T. 1994. “Islamic Fundamentalism: Implications for Missions” (El Islam Fundamentalista: implicaciones para las misiones)International Journal of Frontier Missions 11: 81.Kennedy, John W. 1993. “Frontiers on the Front Line” (Fronteras en el frente de batalla) Christianity Today 37: 55.Kenny, Joseph. 1970. “Reassessment of Apostolate among Muslims”(Evaluando de nuevo el apostolado entre los musulmanes) International Review of Mission 233.Lawrence, Carl. 1985. The Church in China: How It Survives and Prospers under Communism(La iglesia en China: Cómo sobrevive y prospera bajo el comunismo) Minneapolis: Bethany House.Marantika, Chris. 1989. “The Church in the Islamic Context” (La iglesia en el contexto

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islámico) In Christian Suffering in Asia: The Blood of the Martyrs Is the Seed of the Church. B.R. Ro, ed. Pp.106-107. Taichung, Taiwan, R.O.C.: Asia Theological Association.McCurry, Don. 1994. “What´s Happening among Muslims Today?” (¿Qué está pasando Entre los musulmanes hoy? International Journal of Frontier Missions 11: 99-104 Missionary News Service. 1986. 33 (February).Schenk, Wilbert R. 1987. “The Future of Mission” (El futuro de las misiones) International Review of Mission 76.Tson, Iosif. Suffering Martyrdom and Rewards in Heaven (Sufrimiento del martirio y La recompenses en el cielo). Unpublished manuscript. Weerstra, Hans M. 1996. “Editorial: The Challenge of the Muslim Frontiers” (Editorial: el reto de las tierras musulmanas) International Journal of Frontiers Missions 13.

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