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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)
E.A.P. BIBLIOTECOLOGÍA Y CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN
“LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA Y PÉRGAMO”
PROF. GUILLERMO NUÑEZ SOTO
Integrantes del grupo: Aquino Almendre, Isabel Chumbiauca Sánchez, César Antonio Arango Heinsohn, Aldo Hilario Vega, Ricardo
AULA:13-B
Ciudad Universitaria, 25 de junio de 2009 .
Universidad Mayor de San Marcos
CAPÍTULO ICONTEXTO HISTÓRICO
1. PERIODO HELÉNICO: Unificación política de la antigua Grecia.- Tras el fin de las Guerras
Medicas que enfrentaron a las ciudades-estado griegas contra el Imperio
persa aqueménida, el cual constituía la mayor potencia política de su
tiempo, se des encadenó una serie de conflictos en los estados griegos,
producto de las rivalidades en busca de la supremacía sobre la región.
Durante la Guerra del Peloponeso las ligas de ciudades capitaneadas por
Atenas y Esparta llevaron a las ciudades a una crisis económica y social, a
esto debemos sumarle el repentino azote de enfermedades que redujeron
la población considerablemente, acabando abruptamente con el siglo de
mayor esplendor de la cultura ateniense (siglo de Pericles). La zona se
volvió un lugar donde vivir se hacia cada vez más difícil lo que motivó que
muchos intelectuales griegos abandonaran la península y se asentaran en
zonas como la península itálica. El fin de la guerra determinó la supremacía
de Esparta en la península, victoria efímera, por los enormes gastos que le
supusieron sostenerse durante el conflicto, además de la mala
administración que realizaron1. Luego de otra serie de conflictos Tebas se
alza con la supremacía por una década. En medio de estas disputas que,
además de dividir a las ciudades, no hizo sino mermar a sus poblaciones
surge la figura de Filipo II, rey de Macedonia, una de las ciudades más al
norte, que si bien no era lo que podríamos llamar una civilización
helenizada, su corte si se interesaba por la cultura clásica.
1 Se decía que los espartanos estaban preparados para la guerra, no para la paz.2
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Luego de derrotar a una última alianza de atenienses y tebanos Filipo
consigue unir a todas las ciudades griegas en la Liga de Corinto, a la que
este llevaría a declarar la guerra la Imperio aquemenida en un intento por
sacar a las ciudades de la podredumbre en la que habían quedado en
comparación con el rico reino de los persas.
En el año 336 Filipo II es asesinado, antes que pudiera unirse al ejército
que partía a Asia, entonces le sucede en mando su hijo Alejandro. Entre
sus primeras acciones están el haber contenido a las tribus bárbaras del
norte y el destruir la ciudad de Tebas que había puesto en peligro la unidad
en Grecia.
Luego, en el año 334 Alejandro dejaría Grecia con cuarenta mil soldados
para conquistar Asia, en un inicio no supuso un problema para emperador
persa Darío el que dejo que se encargaran de vencerlo los sátrapas2 que
gobernaban las zonas occidentales. Estos son vencidos cerca del río
Gránico, luego los macedónios pasan a conquistar las ciudades de Sardes
y Efeso (en conde se encontraba el famoso Mausoleo de Halicarnaso).
Después de esto Alejandro vencería a la flota persa y con ello conseguiría
la supremacía en el Mediterráneo. Darío, ya preocupado por la situación,
decide enfrentarlo con buena parte de su ejército junto a la ciudad de Iso en
Siria, donde es vencido. Con esta victoria Alejandro conquista todo en su
camino a Egipto (Damasco, Trípoli, Sidón, Tiro y Gaza) donde es recibido
como el libertador de la opresión persa. Decide descansar cerca al Nilo
durante el invierno, entre algunas de sus acciones en la zona está el fundar
la ciudad de Alejandría, con miras a convertirse en un importante centro de
comercio. Tras esta serie de victorias Alejandro se había adueñado de la
costa oriental del mar Mediterraneo, con lo que había dejado satisfechos a
los griegos, los que no esperaban semejante éxito. Sin embargo, el joven
2 Encargados de la administración de las provincias persas, vendrían a ser una suerte de virreyes designados por el emperador, el único al que se subordinaban. Estos cargos los mantendría Alejandro luego de la conquista.
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conquistador aún no estaba satisfecho con lo que había conseguido y elige
rechazar una propuesta de paz de Darío en la que este le ofrecía una parte
de su reino y la mano de su hija.
Después de esto vuelve a penetrar en territorio persa y consigue vencer
definitivamente a emperador en Gaugamela, con ello consigue conquistar
las emblemáticas Babilonia y Persépolis (la cual termina destruyendo),
corría el año 331 a.c.
Alejandro continúa su avance hacia oriente, en busca del borde del mundo,
fundando multiples ciudades y conquistando extensos, aridos e inhóspitos
territorios, luego de varios años, su ejercito se revela contra él, cansados
por el largo viaje, no obstante el rey consigue aplacar la protesta y continua
su avance prometiéndoles a sus soldados el regreso próximo, llega hasta la
actual Pakistán, donde se enfrenta con el rey Poro en la batalla de
Hydaspes donde que sufre gran cantidad de bajas y algunos afirman que
muere su famoso caballo Bucéfalo, lo que consigue que detenga su
campaña y decida volver a administrar su imperio. Para entonces había
recorrido veinte mil kilómetros a caballo conquistado todo a su paso,
contaba treinta años.
Durante su periodo al mando Alejandro respetó la forma de administración
de los reinos persas, admiraba su sistema administrativo, e hizo trabajar
juntos a griegos y extranjeros en el gobierno (incluso promovió los
matrimonios entre sus paisano y los asiáticos para evitar un de instinto de
superioridad entre los griegos vencedores). El joven gobernante también
exigió que se lo tratara con las mismas formas que a los reyes persas, esto
es, postrarse de rodillas en su presencia, lo que disgustó a los griegos.
Murió en Babilonia en el año 323 a.c.
Desintegración del Imperio Macedonio.- La intempestiva muerte de
Alejandro dejó a la administración sin ningún heredero directo en el cargo. 5
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La organización en satrapías de la que dependía dio lugar a que los
generales a los que se les encargó la administración de las regiones
decidieran hacer suyos esos reinos, lo que llevó a un periodo de
enfrentamientos entre los reinos. Se disputaban el poder una serie de
sucesores conocidos como diádocos, entre ellos se encontraban algunos
generales y herederos indirectos. Para ese entonces los comerciantes e
intelectuales (que generalmente trabajaban al servicio de los reyes) de
origen griego trabajaban a en gran parte del territorio conquistado.
Alejandro había ordenado la edificación de muchas ciudades nuevas y
cambiado las antiguas, en estas los griegos (de los cuales podemos decir
no mostraban nada parecido a la xenofobia) habían conseguido implantar
su idioma, modo de vida y pensamiento, los que consideraban superiores a
los de los reinos asiáticos. Además se mostraron dispuestos a integrar a los
extranjeros en su educación según lo decía Isócrates años antes: “Nuestra
ciudad ha conseguido que el nombre de griego se aplique no a la raza, sino
a la inteligencia, y que se llame griegos más a los partícipes de nuestra
educación que a los de nuestra misma sangre”. Así es como podríamos
afirmar que nace el mundo helénico, cuando se difunden la historia,
filosofía, literatura y arte que habían cultivado los griegos en los siglos
previos.
En lo político el general Pérdicas asumió la tutela del hijo póstuma de
Alejandro con Roxana, tras lo cual se entregó los poderes de gobernante de
todas las regiones del imperio, para entonces la distribución era la que
sigue: Macedonia y Grecia le fue confiada a Antípatro, Lisímaco se encargó
de Tracia, Eumenes quedaría con Capadocia y Antígono estaba encargado
de Panfília y Pisida (Seleuco aun era comandante de la caballería de élite).
Todos ellos, en teoría, formaban parte de un solo imperio macedonio.
Tras veinte años de guerras entre los diádocos quedaron cuatro grandes
reinos independientes: la dinastía de los Casandros en Macedonia, que
luego serían remplazados por la dinastía Antígonida, los macedonios 6
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mantendrían su independencia hasta el 148 a.c. en que pasan a ser
provincia romana. Su último rey fue Perseo, hijo de Filipo V.
Seleucia, el reino de Seleuco, que tras derrotar a Antígono I Monóftamos
se apoderó de todos los territorios del lado oriental, en los que estaban las
ciudades de Babilonia, Persépolis, Damasco y Antioquia. Durante el reinado
de Antioco III los Partos fueron avanzando desde oriente consumiendo poco
a poco el territorio. Finalmente los romanos, con Pompeyo a la cabeza, los
invadieron desde el oeste hasta que tomaron Siria (todo lo que quedaba de
la basta zona oriental conquistada por Alejandro en el año 63 a.c. También
tenemos el reino de Pérgamo desde donde gobernó la dinastía de los
Atalos, que dispusieron de un inmenso tesoro el cual utilizaron para
embellecer su ciudad y dotarla de una corte de sabios, como sucedía en
Alejandría con la que iniciaron una rivalidad por ser el centro cultural más
importante de su momento. Uno de los ejemplos más claros de esto es que
llegaron a construir la segunda biblioteca más grande de su tiempo, la
Biblioteca de Pérgamo. Incluso se sabe que la rivalidad con Alejandría llegó
a tal punto que los reyes ordenaron detener la importación de papiros con la
intensión de evitar que sus rivales siguieran acumulando volúmenes, lo que
empujó a los atálidas a utilizar en pergamino (hecho de piel de animal).
Al ser este un reino pequeño basó su supervivencia (sus principales eran
los Macedonios y Seleucidas) en sus relaciones diplomáticas con los reinos
de la zona, hasta que se aliaron con los romanos, estos los trataron bien,
dejándoles libertad para gobernar su región hasta que el último rey (oficial)
Atalo III, que sería más interés por la botánica y medicina que por la
política, dejó en su testamento su reino a Roma, al no tener un heredero
directo. Sin embargo la demora en la reacción de los romanos dio pie a que
uno de sus hijos ilegítimos Aristónico se coronara como Eumenes III y
ofreciera libertad a todos los esclavos y ciervos a fin de conseguir ayuda
para evitar el dominio romano, incluso prometió fundar una ciudad,
Heliópolis, en la que todos serían libres. 7
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Utilizó para ello la flota real atálida y la dedicó a la piratería, después de
varias expediciones sería derrotado por un ejercitó romano al mando de
Marco Perpema, y ejecutado en Roma..
Arte y literatura helénicos.- La opulencia de los reyes de la época llevó
a que estos dispusieran de grandes cantidades para pagar a los artistas.
Entre las actividades en las que más dinero se invirtió esta el embellecer las
ciudades, con esto el urbanismo y la arquitectura se vieron beneficiados (la
civilización griega era fundamentalmente urbana). Muchas siguieron las
disposiciones del urbanista Hipódamo de Mileto que diseñaba las ciudades
basándose en dos grandes calles perpendiculares, durante el avance de
Alejandro se diseñaron muchas ciudades como estas (los historiadores
reconocen hasta dieciséis Alejandrías).
Las ciudades eran construidas con grandes teatros, gimnasios y ágoras
públicas; poseían muchas estatuas, durante ese periodo se hicieron las
representaciones antropomórficas de la naturaleza (por ello se crearon
representaciones del Nilo como un gigantesco anciano echado y jugando
con unos niños, que vendrían a ser los pequeños ríos que nacen en él, o el
mítico Coloso de Rodas). La diferencia fundamental entre el arte helénico y
el arte clásico está en que mientras el segundo busca exaltar el valor de los
héroes y de los dioses, el primero está orientado mostrar los sentimientos,
emociones, y sufrimientos de los seres comunes (premisa esencial de
grupo Laocoonte3 y El toro Farmesio4). Fueron abundantes en esta época
las esculturas de personajes famosos y aquellas que buscaban capturar la
escencia del movimiento.
En Atenas los filósofos se abocaron a estudiar la conducta, aquellos que
buscaban alejarse de las tentaciones se llamaron estoicos, y los que
3 Representación escultórica del sacerdote Laocoonte y sus hijos peleando contra unas serpientes marinas que intentan devorarlos.4 Escultura que representa el mito de Dirce atada a un toro salvaje por el maltrato inflingido a Antíope, madre de Zeto y Anfión.
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querían vivir para el placer se formaron los epicúreos. También en esta
ciudad se dio paso a la nueva comedia, con Menandro, que se
caracterizaba por la ausencia del coro y que representaba situaciones
comunes de gente modesta. Durante la época romana aparece la novela, la
que se hizo tremendamente popular, siendo leída principalmente por los
soldados o comerciantes, aunque no se la reconocía como literatura. Sus
autores principalmente provenían del mediterráneo oriental y la mayoría son
desconocidos; las histórias eran fundamentalmente sobre gente común y se
referían al amor de los jóvenes que padecían muchas dificultades hasta
terminar juntos. La gran mayoría lleva nombres de parejas, y entre las más
populares que nos han llegado están: Dafnis y Cloe, sobre amores y vida
campestre; Teágenes y Caricea, Quereas y Calínoe, Efesiacas y Leucipa y
Cliofonte, que se le atribuye a Aquiles Tacio, de los más destacados
novelistas ya entrado en siglo II d.c.
2. FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE ALEJANDRÍAAlejandría llamada "Ciudad de los Mil Palacios" fue la nueva capital de la
nueva dinastía y pronto se enriqueció y esta a su vez fue una de las ciudades
más célebres de la antigüedad, se hizo famosa por los grandes monumentos
que erigieron los Tolomeos, poseía un puerto muy activo con un dique de 13
kilómetros de largo que unía la costa con la isla de Faros donde se construyó
el faro de Alejandría un enorme faro de mármol con una llama que nunca se
extinguía. Por mucho tiempo fue también el centro cultural del mundo antiguo,
gracias a su vasta biblioteca donde frecuentaban diversos matemáticos,
geógrafos, poetas y tantos otros sabios.
Además, Alejandría, es la segunda ciudad más
grande en Egipto, que se encuentra al norte de
Egipto, y su principal puerto marítimo; fue
construida por indicación de Alejandro Magno en
los años 332 y 331 antes de Cristo por el
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Faro de Alejandría
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arquitecto griego Dinócrates donde se encontraba la antigua villa de Rhakotis.
Nombrada en honor a su fundador, quien nunca vio la ciudad construida, pero
fue enterrado en ella, la ciudad se convirtió rápidamente en un importante
centro cultural, intelectual, económico y político en la antigüedad.
Con una población actual de unos 3.5 millones de habitantes (1990), está
construida en un arenoso trecho de tierra entre el Mar Mediterráneo y el Lago
Mareotis en la extensión occidental del gran delta del Río Nilo. Si bien
Alejandría es una ciudad comercial e industrial, está acompañada por una serie
de canales de regadío en el área intensamente cultivada e irrigada del Delta
del Río Nilo. Alejandría debe su nombre a su fundador, Alejandro el Grande
(356-323 a.C.), cuyo deceso marca el comienzo de la Era Helenística.
Desde ese momento Alejandría se convirtió en el centro de la cultura griega en
la época helenística y contribuyó a helenizar al resto del país de tal manera
que cuando llegaron los romanos todo Egipto era bilingüe. El arte y la
arquitectura era lo único que se mantenía propiamente egipcio.
3. REINO DE LOS PTOLOMEOSDinastía reinante en el Egipto helenístico (305 -
330 a. C.). Al morir Alejandro Magno en el año
323 a. C., el imperio que había conquistado en
Oriente se repartió entre sus generales, conocidos
como los diádocos. En Egipto se hizo con el poder
Ptolomeo I Sóter (305-282 a. C.), que era hijo de un 10
Ciudad de Alejandría - Egipto
Ptolomeo I
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noble macedonio llamado Lago (razón por la que sus sucesores se conocen
también como los Lágidas). Para afianzarse en el poder hubo de sostener una
guerra contra Perdicas, el regente nombrado por Alejandro, que intentaba
mantener unido el imperio helenístico. Perdicas murió en el intento de
conquistar Egipto, y Ptolomeo afianzó su dominio mediante el Pacto de
Triparadiso (321) con los otros diádocos.
No acabaron ahí las luchas, pues en 315-281 tuvo lugar la Guerra de los
Diádocos, en la que Ptolomeo, Casandro, Lisímaco y Seleuco lucharon contra
Antígono, que pretendía monopolizar el poder. El resultado de aquella guerra
fue la formación de tres reinos independientes: el de los Ptolomeos en Egipto,
el de los Seléucidas en Persia y el de los Antigónidas en Macedonia. Ptolomeo
se instaló en el poder con el título de sátrapa de Egipto; y sólo a partir del 305
asumió el de rey, imitando el paso que habían dado Antígono y Demetrio y
dando por disuelto el imperio de Alejandro. Creó un reino de cultura greco-
egipcia, cuyo exponente más depurado fue la Biblioteca de Alejandría; la
propia ciudad de Alejandría, fundada por Alejandro en el 331 a. C., fue la
capital del reino y creció bajo los Lágidas hasta convertirse en una de las
ciudades más importantes del Mediterráneo. Ptolomeo, además, extendió el
reino con la conquista de Cirenaica y Chipre.
Al igual que en los otros reinos, los griegos y los indígenas convivieron juntos,
aunque no en un plano de igualdad. La gran documentación encontrada
gracias a los “papiros griegos” nos pone de manifiesto la singularidad de este
reino, pues los Ptolomeos emplearon la herencia faraónica sobreponiéndole un
sistema helénico. Fue un tal Demetrio quien aconsejó a Ptolomeo I que
Alejandría fuera también un gran centro intelectual, en el que se investigara y
preservara todo el conocimiento existente hasta ese momento, y es así como a
finales del III siglo a.C. surge nuestra querida Biblioteca, la cual estaba
integrada dentro de un complejo centro de investigación al que se llamó Museo
hecho de mármol con un gran jardín en el que había fuentes y estatuas.
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Fue una innovación del rey Ptolomeo I
Sóter y en él se reunía todo el saber de la
época. El museo tenía una gran
biblioteca. Cerca de este edificio se
levantaba el templo de Serapis, el nuevo
dios greco-egipcio.
Este museo se abrió para todo el público
y en el cual poseía un registro de las
obras que contenía en ella, fue también ahí donde trabajaron grandes figuras
de la ciencia y las letras de la antigüedad
como Calimaco, Zenódoto, Eratóstenes, Apolonio, Aristófanes y Aristarco. Donde a la vez estudiaron grandes
famosos como Euclides, Eratóstenes, Arquímedes y Herón ya que esta fue
la primera universidad del mundo.
Fueron en sus estantes donde existieron grandes piezas de la literatura entre
los que podemos reseñar los originales de las obras de Eurípides, Sófocles y
Esquilo. Egipto prosperó bajo su mandato y el de sus sucesores, Ptolomeo II
Filadelfos y Ptolomeo III Evergetes; más tarde, durante los siglos II y I a. C.,
cuando Roma comenzó a intervenir de modo creciente en los asuntos egipcios,
Egipto inicia una progresiva decadencia.
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Biblioteca en Alejandría
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13
ÁRBOL GENEALÓGICO DE LA DINASTÍA PTOLEMAICA
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Los ptolomeos se consideraron continuadores de los faraones y aunque
respetaron la iconografía, arte y cultura egipcia, conservaron la cultura y el
idioma griego, y solo Cleopatra VII Filópator aprendió y habló la lengua egipcia.
La dinastía adoptó el incesto entre hermanos e intentó dar una imagen de
armonía familiar, como se refleja en los nombres y títulos de los reyes:
Filadelfos (amante de su hermano), Filopator (amante de su padre), Filometor
(amante de su madre), pero, en realidad, a partir de Ptolomeo IV, en surgieron
en su seno una serie de intrigas y asesinatos, como medio de alcanzar el
poder.
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CAPÍTULO IILA ANTIGUA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA
1. FUNDACIÓNLa fundación de la biblioteca de Alejandría de desprende de la aparición del
Museo, ya que no tuvo edificio propio y se alojó en él. Al parecer ocupó
algunos espacios suficientes para depositar los libros. No hacía falta una sala
de lectura; recuérdese que los griegos leían en voz alta, por lo cual, dentro de
una sala de lectura, se imposibilitaba la concentración. Fue suficiente para
ellos usar los jardines del museo y uno que otro ambiente apto para la lectura.
Tampoco los depósitos eran gigantescos; al principio el material bibliográfico
no era mucho, así que los libros se guardaban en canastas y nichos dentro de
ciertas habitaciones.
Los arqueólogos han buscado restos de la biblioteca dentro de los que queda
de la construcción de Tolomeo III; pero apenas han hallado sitios en los que
suponen estuvo la biblioteca.
“De todas formas, los restos arqueológicos de la construcción de Tolomeo III
Evérgetes I, muestran un lugar formado por dos corredores largos a los que dan unas
habitaciones laterales, donde muy bien pudieron estar depositados los libros” (1).
La imagen que se tiene de la biblioteca se deduce de cómo eran las demás
bibliotecas helenísticas. Que ella quedaba dentro del museo es solo un
consenso entre los especialistas. Piensan que el museo brindaba instalaciones
administrativas, salas para el trabajo (seguramente para los copistas) y para
depositar los manuscritos.
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El geógrafo Estrabón, el cual, en una descripción que trata sobre los edificios
de la ciudad de Alejandría, no menciona a alguno que de haya erigido a la
biblioteca.
Sobre la fundación existen distintas versiones y posturas. El documento más
antiguo que brinda datos sobre la biblioteca es la “Carta a Aristeas a
Filócrates”, escrita aproximadamente en el siglo II a.C. con su hermana Arsinoe
II (276), la cual, según algunos autores, fundó el museo. En la carta se da la
explicación de la primera traducción al griego de la Torá. La idea fue de
Demetrio de Falera, quien fuera director de la biblioteca. Él pidió al rey que se
incorporaran a Alejandría los libros sagrados de los hebreos, como en el
Pentateuco y otros, todos los cuales eran aproximadamente 200.000. Para eso
fue menester la traducción al griego, por lo cual trabajaron en aquello setenta y
dos doctores de la ley judía; por eso la traducción fue llamada “Septuaginta” o
“Traducción de los LXX”. Sin embargo los historiadores contemporáneos
afirman que Aristeas no es de confiar, ya que es algo impreciso; por ejemplo,
comete un error cronológico al decir que Demetrio de Falera fue consejero de
Filadelfo, cuando, en realidad, al ascender Filadelfo al trono, él fue desterrado.
Aristeas inicia la tradicional idea de que Tolomeo II fue el fundador. A pesar de
todo, las razones son favorables; por ejemplo, durante su mandato Alejandría
alcanzó un gran apogeo cultural y político, además de convertirse en la capital
del mundo helénico. Filadelfo extendió los dominios de la monarquía de los
láguidas (descendientes de Lagos) al apoderarse del Mar Rojo. Se sabe que
este rey gustó del trato de los poetas y artistas, tales como Calímaco y
Teócrito; y que también fue educado por célebres e ilustrados personajes como
Filitas, Zenódoto y Estratón.
Otro estudioso, Juan Tzetzes, brinda datos sobre la biblioteca. Al igual que
Aristeas, afirma que Filadelfo ordenó la traducción de los libros judíos. Además
dice que Eratóstenes fue nombrado bibliotecario por el rey. También, según
consultó a Calímaco, asevera que la biblioteca de la Corte tenía 400.000
volúmenes de un tipo y 90.000 de otro (symmigeîs y amiguéis); mientras que la 16
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más pequeña, o sea la tan llamada “hija de la primera”, la que quedaba en el
Serapeo, contaba con 43000 libros. Referente a la primera biblioteca el Obispo
Epifanio (s. IV) señaló que la primera traducción de la “Septuaginta” fue
depositada en la biblioteca de Bruquión, o sea, la primera; ya luego se creó
otra más, y es la del Serapeo. Sobre esto, escribe Hipólito Escobar.
“A causa de esta cita se ha admitido de manera general que la segunda biblioteca
citada por Tzetzes estaba instalada en el Serapeo, el templo elevado en honor de
Sérapis en una colina dentro del barrio de Racotis, habitado principalmente por
egipcios, y como Tácito y Plutarco atribuyen el establecimiento del culto de esta nueva
divinidad a Tolomeo I, se ha llegado a la conclusión de que este último había
construido el que, al menos en su última y grandiosa forma, fue obra de
Tolomeo III”(2).
Existen hasta hoy dudas sobre quien fue el fundador de la biblioteca. La
suposición más sencilla es que el primero se la dinastía Tolemaica, Sóter (305-
283), hijo de Lagos, empezó todo, y que los que le sucedieron en el trono
continuaron acrecentando la colección de la biblioteca. Al parecer fue Tolomeo
I el que envió a recolectar libros desde distintos puntos de sus dominios; pero
según Aristeas fue Tolomeo II quién recopiló una gran colección de libros sobre
política clásica griega, y, además, obras de autores de hasta los lugares más
lugares más lejanos del mundo antiguo. Sea el rey que haya sido, lo cierto es
que el trabajo no fue fácil. Los comerciantes de pergaminos escritos tenían
poco cuidado con lo que llevaban; los documentos se maltrataban por los
trajines que sufrían las naves en el Mar rojo. Una vez traídos a Alejandría los
libros, entonces era necesaria la creación de un depósito. Es así como surge
la biblioteca. Poco a poco fue evolucionando para convertirse en una institución
que conserva y administra la información para luego difundir con ella el
conocimiento. En el aspecto organizativo de la biblioteca aparece Demetrio de
Falera, el cual tenía conocimiento bibliográfico, aprendido en el Liceo, pues fue
discípulo de Aristóteles. Así que él conocía sobre colecciones. Él exigió al rey
la adquisición de libros de libros griegos, incentivo la investigación en
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Universidad Mayor de San Marcos
Alejandría y logró que esta ciudad se convirtiese en un centro intelectual que
albergó a escritores, poetas, filósofos y a otros tantos investigadores.
Para terminar este apartado, hay que tener en cuenta que las citas que hacen
los estudiosos de la época sobre los reyes no tienen garantías de ser
verdaderas.
2. DE LA COLECCIÓNLa gran colección que caracterizó a la biblioteca de Alejandría, se vio
conformada una buena parte por la adquisición (compra) de una gran colección
de libros a Neleo (sobrino de Teofrasto) por parte de Ptolomeo II Filadelfo.
Plutarco nos cuenta que Licurgo, un político y célebre orador ateniense
encargado del culto a Dioniso, para evitar la corrupción que introducían los
actores en los textos de las obras dramáticas, ordenó la copia oficial de las
tragedias de los grandes exponentes de ese género como lo eran y hasta hoy:
Esquilo, Sófocles y Eurípides; cuyos ejemplares existían en Atenas. Para dicha
orden Ptolomeo III solicitó en calidad de préstamo a los atenienses estos
originales y, dejó como garantía por los libros quince talentos (un talento
equivalía probablemente a 27 kilos de plata); sin embargo, prefirió dejar la
garantía y quedarse con los originales enviando de vuelta unas copias
preciosas. Todo esto se hace mención en la obra de Plutarco llamada “Vida de
diez oradores”.
Galeno, un famoso médico del siglo II, quien trabajó en la biblioteca de
Alejandría hace mención sobre un ejemplar valioso escrito por Homero,
corregido por Aristóteles y perteneciente a Alejandro, que se encontraba en la
biblioteca guardado en un precioso cofre conseguido en Persépolis. Comenta
también sobre los embargos de libros que se realizaban en los barcos en el
puerto, estos eran llevados a la biblioteca y copiados, una vez terminadas las
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copias, éstas eran devueltas a su dueño y los originales se quedaban en la
biblioteca.
La demanda de libros que existía en Alejandría, provocó que los vendedores
envejecieran rollos nuevos y los vendieran como antiguos, se produjeron
falsificaciones de obras difíciles de conseguir, todo por el ansia de ganar más
dinero. Cabe resaltar que los libros una vez ingresados no eran puestos directo
al servicio público, seguía un proceso de selección y era depositado en un
almacén, ahí se le colocaba una etiqueta donde se indique la procedencia
(compra, donación), el nombre del poseedor o vendedor, responsable del texto
o lugar; fue algo así como una descripción bibliográfica mediante el cual se
podía conocer cuántos ejemplares habían y la importancia de uno sobre otro.
La biblioteca de Alejandría contaba con un taller o scriptorium para la copia de
libros, pudo establecerse normas para el formato de libros: extensión de rollos,
anchura de columnas, número de líneas por columna, letras por línea, blancos
marginales, etc. De esta manera se hubiese podido influir en lo que es la
producción del libro en la antigüedad, ¿Qué taller comercial se negaría a
cumplir las normas que estableciera un buen comprador, como lo era la
biblioteca?
Los rollos que almacenaba la biblioteca
en su mayoría eran de papiros hechos
con hoja de Collémata, se escribían con
tinta mediante el cálamo terminado en
punta dura hendida por un corte en el
centro, sólo se escribía por una de las
caras de la hoja (donde las fibras iban
en sentido horizontal); para darles cierta
rigidez les colocaban unas varillas
“ómfalos” y para identificar su
contenido sin necesidad de desenrollar
cada papiro se les colocaba un título 19
Papiro
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en la parte superior de afuera o en unas etiquetas “síllybos” colgando; por
último para su conservación se les envolvía en fundas de piel o de papiro, o se
las colocaba en una caja o cesta.
Casi toda la colección fue escrita en griego y las pocas traducidas en su
mayoría eran científicas que procedían de tabletas cuneiformes y papiros
egipcios. Las obras literarias en otros idiomas no atrajeron a los griegos,
estaban sumergidos en su literatura, enraizados en sus mitos y tradiciones; por
esta razón no quedan ejemplares de traducciones, comentarios sobre ellos y
mucho menos influencia sobre la literatura griega. Se habla sobre la posibilidad
de que también hayan figurado libros religiosos como la Biblia que no fue
traducida, así también se encontró libros históricos en otros idiomas como es el
del egipcio Maneto y el babilónio Beroso.
En cuanto a la cantidad de libros que se albergó, según la “Carta de Aristeas”
la biblioteca alcanzó los 200 000 volúmenes en los tiempos de Ptolomeo I y
Demetrio Falero (creadores de la biblioteca). Luego el erudito Juan TzeTzes
con el apoyo de la autoridad de Calímaco, afirma que la biblioteca tenía
400 000 SYMMIGEIS y 90 000 AMYGEIS, un total aproximado a medio millón.
Con respecto a estos dos términos surgieron distintas opiniones, entre ellas:
Posiblemente “symmigeis” que significa “mezclados” hacía referencia a los
rollos que contenían más de una obra de un mismo autor o de distintos
autores “amygeis” que significa “puros, sin mezcla” se relacionaba a rollos
que contenían una sola obra o libro.
Otra posible opinión es que los términos indicaran respectivamente sobre el
número de ejemplares de cada obra. Se considera que es la más acertada
pero no se puede sostener desde el punto de vista lingüístico, ya que
ambos términos no pueden tener ese sentido.
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Otra opinión que también podría acercarse a la verdad es que “symmigeis”
se les denominara a los libros “NO ORDENADOS”, adquiridos por la
biblioteca con sus formatos diferentes, grafías desiguales y su contenido sin
normalizar. En cambio los denominados “amygeis” hacían referencia a los
libros copiados en Alejandría para el uso de la Biblioteca y tendría formatos,
grafías y divisiones de contenido normalizado, a la vez que se encontraban
en menor cantidad. Como ya se mencionó es la más verosímil, podría
acercarse más a la verdad; resulta difícil de creer ya que supondría que la
Biblioteca hubiera adquirido cuatro ejemplares por cada obra.
Lo más lógico hubiese sido que 90 000 fuera el numero de obras y 400 000
el de volúmenes; llegando así a la conclusión de que habían cuatro
volúmenes y medio por obra, lo que resulta también muy elevado. Para
sostener esta opinión se tendría que forzar demasiado los significados de
los términos pero no se ha encontrado forma de justificarlo.
Existen autores que no han adoptado una postura crítica y siguen la lógica de
200 000 volúmenes en los últimos tiempos de sus creadores Ptolomeo I y
Demetrio Falero; se acercó a 500 000 a mediados de la centuria y pudo haber
reunido 200 000 más un siglo más tarde. Estas cifras como muchas otras
pecan de exageradas.
Para terminar se piensa también sobre la posible equivocación al momento de
colocar las cifras, quizá el error de colocar un cero de más, esto se podría
explicar del siguiente modo: en los tiempos de Calímaco no pudo llegar a haber
más de 10 000 obras o títulos distintos, dicha cifra pudo duplicarse a finales del
reinado de los Ptolomeos (mediados del siglo I), si a esto se le añade los
abundantes duplicados y tenemos en cuenta que algunas obras ocuparan
varios rollos, y así admitir que fueron 50 000 los volúmenes reales (cabe
aclarar que no hay que entender “volúmen” como título y obra, sino como rollo
que hoy equivaldría a un folleto = publicación no mayor a 46 páginas).
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De esta manera se concluye que la Biblioteca de Alejandría no se compara con
una biblioteca actual, ya que sus 50 000 volúmenes equivaldrían a
10 000 volúmenes actuales.
3. DECADENCIA DE LA BIBLIOTECAA lo largo del tiempo se han atribuido a diferentes culpables la destrucción de
esta histórica biblioteca. El primero de todos ha sido César, el cual incendió
accidentalmente unos almacenes de libros durante la primera guerra de
Alejandría. Se cuenta que Aquila, un general mercenario, rodeó el palacio de
César para acabarlo. Viendo esto el emperador romano, ordenó que se
quemasen las naves egipcias que se encontraban en el mar, de esa manera
cortaría la comunicación y huída de los egipcios.
Para mala suerte de la biblioteca, el viento hizo que las llamas alcanzaran
almacenes de libros que se encontraban en el puerto y consecuentemente
ardieran. Plutarco fue uno de los primeros en describir el incendio; sin embargo
comete un error filológico al decir que la biblioteca se había quemado, pues el
entendía biblioteca como almacén de libros y no como colección de libros, la
cual que daba en el museo. Se dijo que fueron 40.000 los libros quemados;
pero en realidad fueron 40 mil. Esto lo confirma el filósofo Séneca, el cual se
burló del incendio, pues consideraba que los Tolomeos tenían un montón de
libros solo para ostentarlos. Para algunos autores, como Arriano Marcelino,
estos 40 mil tomos eran los del Serapeo.
Cuando terminó la dinastía Tolemaica, ascendieron en el trono los
emperadores. Estos sintieron poca preocupación por la biblioteca. La ayuda
económica no llegaba. Poco a poco dejó de adquirirse nuevas adquirirse
nuevas obras y no había fondos para rescatar los rollos deteriorados.
La biblioteca padeció las consecuencias de la oficialización de la religión
cristiana, que negoció Constantino. El fanatismo de los creyentes aborreció el
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paganismo, y Alejandría, y sobre todo la biblioteca, fue foco de la cultura
clásica griega. Uno de los emperadores, Teodosio (375 – 395) “se empeñó en
acabar con la herejía y con el paganismo (Hipólito Escobar; 121), para eso le
sirvió su obispo Teófilo. El cual solicitó permiso al emperador para destruir el
templo del Serapeo conduciendo a una muchedumbre de ortodoxas creencias
católicas. Se dice que finalmente destruyeron los objetos de culto; pero no
tocó los libros; más bien los guardó, sin embargo el pueblo alejandrino hacía
revueltas a cada rato. Todo eso iba deteriorando lo que quedaba de la
biblioteca, que se iba empobreciendo cada vez más. Para colmo se estaba
volviendo inservible. Los religiosos aniquilaban los libros que contradecían la
religión católica. El fanatismo fue tan fuerte que una de las mentes brillantes
forjadas en la biblioteca, la hermosa Hipatia, matemática, fue asesinada a
causa d en conflicto entre sus amigo Orestes contra Cirilo, sobrino y suceso de
Teófilo. Este último, por la simple relación que guardaba Hipatia con Orestes,
fue a sacarla de la biblioteca, la amarró a un carro y la arrastró por las calles al
punto de destruir violenta y cruelmente su cuerpo. Esto significó el fin del
paganismo para todos los fieles católicos, y también una gran daño para la
biblioteca, pues en la persecución de Teófilo a Hipatia se destruyeron
habitaciones del edificio.
La biblioteca aún pervivió, pero los desastres y la decadencia siguieron
mellando su infraestructura y su importancia cultural.
En la edad media los libros que contenía la biblioteca habían caducado, por
decirlo de alguna manera. Sus aportes al conocimiento medieval (que por
cierto, no había producción de conocimiento; recuérdese esta época como la
edad oscura de la historia) eran nulos; pero aún, su acervo bibliográfico
engendraba la herejía. La biblioteca, por cierto, no sufrió únicamente las
afrentas de la iglesia católica. Al parecer, según una leyenda contada por un
egipcio llamado Alí ibn al-Kiftí (1172 – 1248), nos cuenta que un obispo de
Alejandría, que tenía por nombre Yahya, pidió al general Amrú que se
otorgaran los libros y documentos al pueblo para que puedan usarse como 23
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combustible en los baños de las casas, ya que en la biblioteca nadie los
consultaba, por lo tanto se habían vuelto inservibles. El general decidió
consular al califa Omar, y este último resolvió que se destruyera todo material
con contenido refutable a la doctrina musulmana.
Así Amrú permitió que el pueblo llevase los libros de la biblioteca. Pero para
Hipólito Escobar esta leyenda es absurda, puesto que supones él que antes de
la llegada de los árabes a occidente la biblioteca ya había sido destruida. Una
de las razones por las que alega que la leyenda es inválida es que los árabes
la crearon para “explicar la desaparición de la biblioteca, cuya existencia se
conoció más tarde en el mudo musulmán cuando se tradujeron las obras de los
grandes filósofos y científicos griegos al árabe” (pag. 124).
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Restos de la Biblioteca de Alejandría
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CAPÍTULO IIIPERSONALIDADES DE LA BIBLIOTECA
1. BIBLIOTECARIOSSiendo la biblioteca una dependencia del Museo no existió un cargo análogo al
de director de la biblioteca hasta iniciado el reinado de Tolomeo II. El trabajo
que realizaron estos hombres era el de mantener el orden, pero sobre todo, y
valiéndose de sus extensos conocimientos en literatura, analizaban y corregían
los manuscritos. En esos años estuvo muy estimada la filología5 como trabajo
exclusivo de eruditos, y la Biblioteca fue el lugar del mundo antiguo ideal para
la realización de estos estudios.
La Suda6 afirma que el director recibía la denominación de próstates, y según
Juan Tzetzes era conocido como bibliófilax. Otra posibilidad es que se la
llamara epistate al igual que el director del Museo. Según algunos documentos
encontrados y estudiados en el siglo XIX, el primer director nombrado por los
reyes fue Zenódoto de Éfeso. Este fue discípulo del famoso poeta, crítico y
filólogo de Filetas de Cos, el cual trabajó como maestro de los príncipes
alejandrinos Filadelfo y Arsione (los cuales terminarían casándose). Entre las
obras de este destacan sus Glosas Desordenadas, conjunto de palabras
extrañas que fascinaba a los griegos. Zenódoto lo sucedió en la educación de
los príncipes con lo que se ganaría la estima de estos (por ello sabemos que
algunos de los directores siguientes también fueron maestros de los futuros
reyes).
5 Ciencia que estudia una cultura tal como se manifiesta en su lengua y en su literatura, principalmente a través de los textos escritos. (RAE Diccionario [Esp. 2001])6 La Suda.- Enciclopedia escrita alrededor del siglo X por eruditos en Bizancio. Ha llegado incompleta hasta nuestros días, las referencias más antiguas que se tienen de ella datan del siglo XIII. Incluye una cronología del mundo; en la práctica resulta una combinación de diccionario y enciclopedia. Contiene varias citas a autores clásicos.
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Se calcula que fue nombrado Director por Tolomeo II Filadelfo en el 285 y
ejerció en cargo hasta 275, aunque se tienen muchas dudas. Sus estudios en
filología se centraron en la obra de Homero e intentó devolver la pureza a los
textos homéricos, desestimando las ediciones que otros autores habían
realizado sobre la obra (en aquella época existían muchos versos de la Iliada y
la Odisea que se sabían apócrifos).
El trabajo que realizaba era el de editor de de las obras que contenía la
biblioteca, lo que hacía era escribir notas al margen en los textos donde
aclaraba ciertos pasajes e indicaba aquello que consideraba no correspondía
con el textos original (lo que a diferencia de sus contemporáneos, que
modificaban el contenido sin más, significaba una gran consideración por el
criterio del lector), también introdujo algunos símbolos facilitar su trabajo, los
que luego darían pie a la aparición de la puntuación como se la conoce ahora.
En su labor dispuso de la ayuda de Alejandro de Etolia y Licofrón de Calcis, los
que pertenecían a la pleyade7 y a los que se les adjudican varias obras que no
nos han llegado. El primero estuvo encargado de editar, comedias y dramas
satíricos, mientras que el segundo se avocó al trabajo con la comedia. Quien le
sucedió en la dirección Apolonio de Rodas, el que fue tutor de Tolomeo III
Evergetes. Se calcula que duró en el cargo unos veinticinco años (270-245)
tras los que partiría a Rodas donde viviría trabajado como profesor hasta su
muerte.
La obra que le daría fama sería Las Argonauticas un extenso poema épico que
lo llevaría a una rivalidad con su maestro Calímaco (máximo representante de
la poesía alejandrina, amante los textos cortos y muy trabajados), de ahí surge
una exagerada leyenda de antagonismo, lo que se cree motivó a que decidiera
partir a Rodas.
7 Era la corte de los reyes egipcios, a la que invitaban a los más destacados miembros del Museo, la conformaban siete poetas trágicos.
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Existen rumores de que se vio obligado a abandonar la ciudad por ese poema,
y que después de mucho tiempo volvería, recuperaría su puesto como director
de la biblioteca y se reconciliaría con Calímaco e incluso serían enterrados en
la misma tumba. Aunque también se considera que la elaboración de los
Pinakes8 abría sido difícil estando el autor en abierta enemistad con el director
de la biblioteca.
Después del fin de la dirección de Apolonio, que se calcula duró desde el 240
a.c. hasta el 250 empezaría la dirección de Eratóstenes. Se piensa que nació
en Cirene cerca del año 276, realizó su educación en la Academia de Atenas y
fue traido por Tolomeo III para encargarse de la educación del príncipe y la
dirección de la biblioteca. Se dedicó a múltiples estudios entre ellos: poesía,
filología, filosofía, matemáticas, astronomía, cronología y geografía.
Si bien nos han llegado algunos poemas suyos como Heme y Erigone, o sus
estudios sobre el vocabulario (Gramática), es más conocido por sus trabajos
científicos Tomando como referencia las Olímpicas9 elaboró su Cronología
donde dividía la historia en diez periodos, desde la toma de Troya, hasta la
muerte de Alejandro el Grande. Calculo la distancia ente varias ciudades, y el
perímetro y extensión de la tierra, los que reunió en su Geografía. Se calcula
que su régimen duró del 230 al 195 a.c.
Ha inicios del tercero, Alejandría ya mostraba síntomas de decadencia. Sin
embargo, el trabajo intelectual en la biblioteca siguió por buen camino.
Aristófanes de Bizancio continuó con la dirección, tradicionalmente se cuenta
que llegó con su padre Apeles, un comandante de mercenarios, desde
Bizancio siendo muy niño. Abría aprendido en Alejandría escuchando a
Zenodoto y Calímaco. Se dice que pudo ser maestro de los príncipes, aunque
no se tienen documentos que lo prueben.
8 También llamados: «Tablas de todos los que fueron eminentes en cualquier género literario y sus obras».9 Lista de los que vencieron el las Olimpiadas.
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La Suda cuenta que le fue propuesto viajar a Pérgamo para dirigir la biblioteca
que los reyes locales estaban creando, y considerando las continuas revueltas
que asolaban la ciudad, este abría estado dispuesto a aceptar la propuesta.
Mas el rey Tolomeo V además de prohibirle salir de la ciudad, lo encarceló.
Estudio mucho la poesía, descubrió las unidades métricas menores y separó
las estrofas con signos llamados «coromís» (algunos le atribuyen los signos de
puntuación como se conocen, e incluso tres tipos de acento).
En dramática editó a Aristófanes y Eurípides, les colocó introducciones a sus
textos donde hablaba sobre los autores, los relacionaba y brindaba información
sobre antiguas representaciones. Mucha de esta información salía de los
Pinakes, los cuales, se dice, abría ayudado a terminar. También trabajó la
lexicografía en su obra Léxeis en la que cuenta el origen de ciertas formas de
saludo, términos en política y regionalismos de la zona del Peloponeso, entre
otras. Habría ocupado la dirección desde el 195 al 180 a.c.
Un papiro fue hallado en 1914 en el que aparecía una lista que se cree
correspondería a los directores de la biblioteca. Según esta luego de Apolonio
de Rodas, al que denominaba Rodio, se encargaron de la dirección
Eratóstenes y Aristófanes. Pero luego le habría seguido Apolonio de Alejandría, al que se le conoció como «Eidógrafo», y del que no se tiene
noticia de libros ediciones suyas. Sin embargo, a pesar de carecer de fama de
literato, recibió el calificativo de clasificador, lo que indicaría que realizó trabajo
bibliotecario. Su dirección de habría extendido del 180 al 160 a.c. Este
documento descalifica a Calamaco como director, y explicaría las creencias de
un segundo periodo en la dirección de Apolonio de Rodas.
Finalmente tenemos al último de los grandes directores de la biblioteca, el
filólogo Aristarco. Nacido en Samotracía, se dedicó a la educación de los
príncipes Tolomeo VIII Eupator, Tolomeo IX Soter II y Tolomeo VII Evérgetes II.
Llegó a ser uno de los más reconocido filólogos de su tiempo, y recibió los
calificativos de «grammaticó», por ser un gran estudioso del idioma, y
«homericós», por ser un conocedor de los textos de este. 28
Universidad Mayor de San Marcos
Analizó las múltiples ejemplares de la Iliada en la biblioteca (algunos los
clasificó por editor, y otros por su lugar de origen). También escribió sobre
otros poetas como Esquilo, Sófocles y Aristófanes, incluso escribió sobre
prosistas como Herodoto o Tucídides. Y aunque perdidas, se le reconocen
muchas monografías, en las que rebatía ideas de otros estudiosos, como sus
«Carta a Filetas» o «Carta a Xenón» (el que postulaba que la Iliada tenía un
autor diferente al de la Odisea).
Uno de sus principales aportes a la biblioteca lo constituye en «Canon
Alejandrino», del que se considera iniciador a Aristófanes de Bizancio. Este
consistía en listas de autores a los que se consideraba máximos exponentes
en sus géneros. Estas sobrevivieron hasta la Edad Media, por considerarse las
de mucha importancia, al ser elementos de referencia y estudio, fueron
copiadas.
Se explica la creación de estas listas en las cada vez mayores dimensiones de
la colección, ya que resultaba complicado encontrar buenos referentes entre el
mar de manuscritos de los que se disponía, así que decidieron hacer listas de
autores a los que debía estar abocado el estudio de los aprendices. Esto llevo
a que se elevara a ciertos escritores y sus obras fueran referentes de la alta
cultura, recomendándoselas a quien buscara superarse intelectualmente.
Muchas de las obras mencionas se han perdido. En griego se llamó a los
autores que figuraban en las listas elegidos y en latín se les llamó classici, a los
autores de primera clase los llamaba ordo.
Según Quintiniano10 los responsables de elaborar las listas no incluyeron a sus
contemporáneos —sui temporis. El canon fue ampliándose durante la
altiguedad y en último en incluirse fue el historiador Polibio. Existe una versión
del Canon Alejandrino según el filólogo ingles Sandy, es la que sigue:
10 Marcus Fabius Quintilianus, retórico y pedagogo hispanorromano. 29
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Poetas líricos (9): Alcman, Safo, Estesícoro, Píndaro, Baquílides, Íbico,
Anacreonte y Simónides.
Poetas cómicos (Comedía antigua, 7): Epircamo, Cratino, Éupolis,
Aristófanes, Fenécrates, Cratos y Platón. (Comedia media, 2) Antífanex y
Alexis. (Comedia nueva, 5) Menadro, Filípides, Dífilo, Filemón y Apolodoro.
Poetas elegíacos (4): Calimo, Mimmermo, Filitas y Calímaco.
Poetas épicos (5): Homero, Hesiodo, Pindaro, Paniasis y Antímaco.
Poetas trágicos (5): Esquílo, Sófocles, Eurípides, Ion y Aqueo.
Poetas yámbicos (3): Semónides, Arquíloco e Hiponacte.
Oradores (10): Demostenes, Licias, Hiperides, Isocrates, Equines, Ligurco,
Iseo, Antifonte, Andócides y Dinarco.
Historiadores (10): Tucídies, Herodoto, Jenofonte, Filisto, Teopompo, Éforo,
Anaxímenes, Calístenes, Helénico y Polibio.
Se dice que tras la ascensión al trono de Tolomeo VII, comenzó un gobierno
sanguinario, por lo que Aristarco emigró a Chipre hasta su muerte. Su periodo
de dirección se estima entre 160 y el 130 a.c. Entre sus discípulos ubicamos a
Apolodoro de Atenas y Dídimo que aunque no realizaron labor bibliotecaria
enseñaron en la escuela de Aristarco hasta la época de dominación romana.
Finalmente no se puede dejar de mencionar a Calímaco, el que si bien nunca
fue nombrado Director de la Biblioteca, realizó un trabajo valiosísimo al escribir
los Pinakes.
Este nació en Cirene, Egipto, aproximadamente en el año 310 a.c. y perteneció
a una noble familia de esa ciudad. En su juventud tuvo como maestros a
Hemócrates de Iaso. Tras cae su familia en desgracia empieza a trabajar como
maestro en Alejandría. Se destacó en gramática y poesía, consiguiendo un
lugar en la biblioteca. Se ha llegado a considerar que junto a Homero
conforman los dos puntos de vista, tradicional y moderno de la cultura griega.
Teniendo Homero su campo de acción en la poesía oral, pública y, a veces
30
Universidad Mayor de San Marcos
hasta improvisada, mientras Calímaco trabajó la poesía escrita, muy
minuciosamente trabajada y orientada al público erudito de la Biblioteca.
Su minuciosidad y perfeccionismo para la poesía los reflejó en su obra más
extensa, que constituiría una de los pasos más grandes en lo que hoy
conocemos como catalogación, los Pinakes11. Abría empezado su redacción
hacía el final de su vida por orden de rey (aunque algunos dicen que fue por
orden del director de esa época Aristófanes de Bizancio).
El catálogo —aunque esta no sería una denominación adecuada— incluía
reseñas de muchas de las obras contenidas en la biblioteca. También se
escribieron notas biográficas sobre los autores, donde se hacían aclaraciones
sobre aquello que no se conocía con seguridad. Esto dio lugar a una obra muy
extensa, contenida en 12 volúmenes.
En lo que respecta al orden, estaba dividida por géneros literarios, épica, lírica,
tragedia, comedia, filosofía, medicina, retórica, legislación y miscelánea, y
dentro de estos se encontrab un listado alfabético por autor. Según María
Garrido12: «Los Pinakes vienen a ser un bibliografía crítica, histórico, literaria de
carácter nacional».
Su trabajo se ha perdido, como gran parte del contenido propio de la biblioteca,
pero se sabe de su existencia por las muchas referencias que existen de ella.
2. USUARIOS ILUSTRESEntre los famosos eruditos que han estudiado en el
Museo de Alejandría, empezaremos su
nombramiento por Calímaco, a quien un papiro
encontrado en las excavaciones lo cita como maestro
de Apolunio, mas no es mencionado en la relación de
bibliotecarios. Sus ideas eran muy claras con respecto a lo que debió de ser la
11 Basado en parte en el Pinax, lista de todos los libros escritos antes del siglo X a.c.12 Autora de Teoría e historia de la catalogación de documentos.
31
Calímaco
Universidad Mayor de San Marcos
buena poesía en su tiempo y llamó Telquines (espíritus malignos) en el prólogo
de su libro Aitía, “Orígenes”, a quienes no compartían sus ideas. Gustaba de
los pequeños poemas trabajado con mimo y le molestaban las narraciones
largas, a la vez que consideraba a un libro grande como un gran mal. En su
poesía frecuentemente adula a los reyes, sus señores.
Es considerado por sus contemporáneos como la figura principal de la poesía
alejandrina y la gran cantidad de fragmentos de sus obras encontrados en
Egipto, muestra la admiración sentida por él; escritor prolífico cuyas obras
ocupaban 800 volúmenes, dio a pensar a la mayoría que en efecto había sido
bibliotecario por el papel importante que tuvo en los medios intelectuales, la
gran consideración de la que gozó en el mundo de las letras, y más aún porque
fue el autor de una gran obra bibliográfica llamada “Los Pínakes” o Tablas de
todos lo que fueron notables en cualquier género literario y de sus obras, en
120 volúmenes los cuáles se encontraban divididos en varios apartados, de
los que se conocen algunos: épica, tragedias, comedia, filosofía, medicina,
retórica, legislación y miscelánea; algunos de ellos presentaban subdivisiones
y dentro artículos consagrados a cada autor. En cuanto a la técnica que uso
para la ordenación, se cree que Calímaco tuvo noticias referidas a las técnicas
bibliográficas usadas por los filólogos y bibliotecarios en las bibliotecas de
Babilonia y Asiria; puesto que se encontraron elementos comunes en ambas
descripciones como son: las de colocar el título al final del texto además de
citar el incipit (las palabras iniciales de cada texto), la consigna de números de
líneas o la anotación en los márgenes del numero de líneas ya escritas, y por
último la anotación que hicieron algunos de los escribas en cuanto a
observaciones personales sobre el texto. Podría decirse que esta influencia
llegó a Alejandría por la incorporación política de los viejos pueblos
mesopotámicos al nuevo mundo helenístico, pero queda en supuesto ya que
no se encontró pruebas que aseguren fue así.
32
Universidad Mayor de San Marcos
Estos pínakes sirvieron para hacer el inventario de los libros griegos que se
habían escrito y se iban escribiendo, también para ponerlos en orden, facilitar
su manejo y estudio en la Babilonia, así como para evitar su desaparición.
Quien sobresalió junto con Calímaco, fue su amigo Teócrito, quien frecuento el
Museo y utilizó la biblioteca; fue muy bien considerado por los reyes, a los que
aduló en sus poema. Su poesía que trató la evocación de los campos sicilianos
con los amores de los cabreros y campesinos, agradó en la gran polis e influyó
en la creación de la literatura bucólica; destacó por sus obras cortas, que
posteriormente fueron llamados “idilios”, por sus himnos y también por la
descripción que daba de un ser u objeto que a la vez quedaba dibujado por la
distinta longitud de los versos. Entre otros cultivó el epýllion, que es un poema
narrativo breve sobre la vida de los personajes míticos en la que el amor tenía
un gran protagonismo.
Por muy grande que haya sido la aportación que dieron los alejandrinos con
respecto a la filología, hay quienes se interesaron en cuestiones religiosas y
filosóficas, cabe mencionar también que la ciudad estuvo abierta a doctrinas
variadas y esotéricas.
Una de las doctrinas, la Hermética, recogida en una serie de obras entre ellas
“Corpus Hermeticum” atribuida a Hermes Trimegisto; así, otra doctrina sería la
Alquimia que se inició como resultado de la combinación de técnicas químicas,
metalúrgicas y del vidrio, con doctrinas esotéricas, astrológicas y místicas;
aunque en un principio no buscaba la piedra filosofal, elixir, ni la conversión de
metales en oro, lo que fue su destino posterior.
Filón, notable por sus estudios sobre la doctrina judía, estuvo muy influído por
la filosofía griega, Platón, Aristóteles y los estoicos, e influyó a su vez en el
pensamiento cristiano y el neoplatonismo posteriores, destacó por sus
comentarios al Antiguo Testamento, en especial al génesis.
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Universidad Mayor de San Marcos
Plotino, cuyos escritos fueron recogidos por su discípulo Porfirio y ordenados
en seis Enéadas, nombre de series de nueve obras. Sus ideas se vieron
influídas por el pensamiento oriental y han sido apreciadas de forma distinta a
lo largo de la historia; es por esto que fue considerado también uno de los
pensadores más profundos.
Clemente de Alejandría, de quien muchos de sus escritos
se han perdido, entre los que han sobrevivido más o
menos completos se encuentran “Protrepticus”
(Exhortación a los griegos), “Paedagogus” (Maestro) y
“Stromata” (Misceláneas). Clemente tenían un buen
conocimiento de la literatura griega y una gran fe, pero no
fueron bien acogidas sus ideas religiosas porque no
renunciaba al conocimiento racional.
Orígenes de Alejandría, discípulo de Clemente en la escuela catedralicia, que
dirigió posteriormente a pesar de ser laico, aunque al final fue ordenado
sacerdote. Años después se estableció en Palestina donde fue víctima de las
persecuciones ordenadas por Decio. Aunque algunas de sus ideas fueron
reprobadas por las autoridades eclesiásticas y por esto fue condenado
repetidamente, tuvo muchos seguidores. Entre sus obras una de las que
destaca es la “Hexapla” de la cual solo se conservan fragmentos, las demás
(que son numerosas) se extraviaron.
Sirenio de Cirene, fue discípulo de Hipatia, hija del matemático Teón, que
murió arrastrada por las calles en una revuelta de cristianos. Silesio ocupó
cargos políticos y escribió notables himnos, tratados, homilías y discursos, muy
admirados en Bizancio por su contenido y estilo.
También podemos hablar sobre la historia que se cultivó en ese entonces,
entre los destacados se encuentra el fundador de la dinastía, Tolome Sóter,
34
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autor de una valiosa obra sobre las campañas de Alejandro, valiosa por haber
sido testigo presencial de los hechos narrados.
La formación de la Biblioteca y la difusión del libro atrajeron a un gran número
de estudiosos y con ello la aparición de distintas ciencias particulares. Así
podemos ver científicos dedicados a la astronomía, a las matemáticas y a la
medicina, entre otras materias. También hubo quienes se preocuparon del
progreso técnico, que se orientó al servicio de la guerra y al juego o
entretenimiento, todo esto sin imaginar a las máquinas como reemplazo a la
mano de obra humana. Quien sobresalió en este campo llevó el nombre de
Ctesilio, preocupado por las máquinas neumáticas, fue el inventor del órgano
de agua y del reloj también de agua, bomba de incendios y de una catapulta
que utilizaba cuerdas retorcidas.
El campo de la astronomía fue estudiado por razones filosóficas y religiosas,
como también por su utilidad para la navegación y fijación del calendario. Entre
astrónomos y matemáticos notables figura Hiparlo de Nicea, quien refutó a
Arato por sus errores en la descripción de los astros en su obra “Fenómenos”,
obteniendo gran fama en la antigüedad.
Otro destacado personaje fue Apolonio de Perga, quien resaltó por sus
estudios sobre las secciones cónicas, se interesó por la óptica y su autoridad
ha sido reconocida hasta el siglo XVIII. De sus ocho
libros, cuatro se han conservado en griego, tres en
árabe y el último se ha perdido, su aportación al
estudio de las secciones cónicas es comparable al
de Euclídes por la geometría, siendo este último
autor de su famosa obra “Elementos” en quince
libros, lo que sirvió de base para la ciencia
matemática durante siglos. Así también cabe
mencionar la aportación más importante a la
geometría hecha por un alejandrino, que sin duda 35
Euclides
Universidad Mayor de San Marcos
fue la de Claudio Tolomeo, quien tras numerosas observaciones y estudios
matemáticos dio a conocer su teoría geocéntrica. Su obra más importante fue
“Almagesto”, de igual manera realizó un catálogo de más de mil estrellas.
Arquímedes, un matemático e inventor que dio lugar a las famosas frases
“Dadme un punto de apoyo y moveré la tierra”, o la exclamación “Eureka”
cuando descubrió el impulso de las aguas sometidas a presión, y descubrió
también la fórmula del área del triángulo y el valor de “”. Teón de Alejandría,
otro matemático y astrónomo, editor de Elementos y comentador de Almagesto
de Claudio Tolomeo.
Y cambiando de campo, podemos hablar de Estrabón quien en uno de sus
muchos viajes, permaneció cuatro años en la Biblioteca de Alejandría
trabajando, a la vez escribió su obra titulada “Geografía” en 17 libros,
considerada una de las más importantes en la antigüedad.
Así también mencionar a Serófilo de Calcedonia, aportó con grandes progresos
en la anatomía y fisiología al descubrir los nervios, averiguó también que
partían del cerebro y de la médula espinal, y que las arterias llevaban sangre
impulsada por el corazón, todo mediante la vivisección practicada sobre
criminales cedidos por el rey. Sin embargo se le consideró a Galeno como el
gran médico de la antigüedad, seguidor de Platón y de los hipocráticos,
destacó en estos campos (anatomía y fisiología) al probar que a través de las
venas y arterias corría la sangre, por esto se le comparó con Aristóteles, y sus
teorías se mantuvieron un milenio.
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CAPÍTULO IVBIBLIOTECA DE PÉRGAMO
1. CIUDAD DE PÉRGAMO
La antigua ciudad de Pérgamo se hallaba situada en el noroeste de Asia
Menor, hoy en día actual país de Turquía, a 30 km de la costa del mar Egeo y
frente a la isla de Lesbos, en la región llamada Misia. Sus ruinas rodean a la
actual ciudad de Bergama, construida sobre los cimientos de lo que fue la parte
baja de Pérgamo.
La leyenda cuenta que la ciudad de Pérgamo fue fundada por Pérgamos, hijo
de Neoptólemo y Andrómaca (personajes de la guerra de Troya). En el año
560 a.c. la ciudad pertenecía al rey de Lidia, Creso y después pasó a
depender de Ciro II de Persia. Cuando Alejandro Magno venció a Darío III, rey
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Pérgamo: el altar de Zeus
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de los persas, y dominó toda Asia Menor, puso como gobernadora de Pérgamo
a Barsine que era la viuda de un comandante persa de Rodas. El origen de su
esplendor comenzó con la llegada del general Lisímaco de Tracia, ya que allí
guardó sus inmensos tesoros, ordenando gobernador a Filetero.
Filetero se independizó gracias al poder de las riquezas que la ciudad
guardaba, y a pesar de no ser nombrado nunca rey, dio pie al comienzo de una
nueva dinastía que duraría hasta el año 129 a.c. con el rey Eumenes III.
Durante el gobierno de esta dinastía, Pérgamo se fue convirtiendo en una rica
y poderosa potencia. Sus riquezas no dejaron de crecer gracias a que sus
reyes fueron grandes coleccionistas de arte y buenos bibliógrafos.
“Existe en Pérgamo un gran altar de mármol, de cuarenta pies de alto, con
esculturas muy vistosas; contiene además la lucha de los gigantes contra
Zeus”. Se trata de la primera noticia que se conoce sobre el altar de Zeus en
Pérgamo, transmitida por el autor romano Lucius Ampelius en su libro “Liber
Memorialis” (libro de las memorias) en el siglo III.
Unos siglos más tarde parecía que ya no quedaban rastros de este altar. En la
Edad Media hubo varios viajeros que quisieron acercarse al lugar, aunque allí
solo encontraron ruinas. Pasó mucho tiempo hasta que en el siglo XVIII el
Conde francés Marie Gabriel A.F. Choiseul-Gouffier expresa su idea de hacer
una excavación en Pérgamo, aunque esta nunca se realizó y hay que esperar
hasta un siglo después para hablar de la primera excavación arqueológica.
En 1877 el arqueólogo Alexander Conze llega al puesto de director de la
colección de esculturas de los Museos Reales de Berlín. Una vez allí su
atención se centra en tres fragmentos en relieve colocados en la llamada “sala
de los héroes” en el museo. Estos fragmentos habían sido encontrados en
Pérgamo. Conze contactó con un ingeniero alemán llamado Carl Humann que
trabajaba en Turquía y tras conseguir la autorización del estado turco para una
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excavación, comenzó la búsqueda del altar de la acrópolis de Pérgamo, que
actualmente se expone en el Pergamonmuseum de Berlín.
El Museo se inauguró en 1930. Un detalle curioso es el hecho de que el edificio
no fue construido para guardar en él obras de arte, sino que primero se trajeron
las obras de arte y luego, a su alrededor, se construyó el edificio. De esta
forma las propias obras de arte constituyen las paredes y las columnas de este
museo.
2. BIBLIOTECALós átalos, reyes de Pérgamo, tuvieron fuertes deseos competitivos contra los
gobernantes de Alejandría: los Tolomeos. Esto los llevó a reñirse
culturalmente, para lo cual Pérgamo fundó su propia biblioteca, atrayendo a
reconocidos eruditos, al punto de hacer temblar a Alejandría, pues como
muchos hombres de ciencias y letras se congregaban en Pérgamo, los
Tolomeos negaron a sus intelectuales (los que eran mantenidos en el museo)
permiso de ir a Pérgamo, como pasó con Aristófanes de Bizancio, puesto en
prisión.
La biblioteca de Pérgamo fue fundada por Eumenes II aproximadamente en la
mitad del siglo II, según el geógrafo Estrabón. La biblioteca alcanzó tanta
belleza como la de Alejandría. Hipólito Escobar da referencias de su ubicación:
“Junto al templo [de Atenea] había un gran patio cerrado por dos pórticos con
columnas y, adosada a uno de ellos, una gran sala en la que los restos
arqueológicos parecen indicar que allí estaba instalada la biblioteca” (pág. 34).
Aquella gran sala se dividía en una sala mayor y otras habitaciones más
pequeñas, y en las paredes había estantes de madera y estantes con libros. La
sala mayor funcionaba quizá como vestíbulo de entrada en donde se
encontraban libros visibles al público; pero que no podían leer si no formaban
parte del personal. Las otras habitaciones eran tres. Algunos creen que éstas
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eran destinadas a depósito de libros; otros piensan que ellas se dividían en
área de lectura y otra para el área donde se preparaban más ejemplares a
cargo de los copistas. Se encontraron bastas en donde se colocaban bustos
de personajes ilustres tales como Herodoto, Homero, Alceo y Timoteo de
Mileto. Esta manera de darle ese toque de ambiente intelectual a la sala
decorando con bustos, fue copiado después de otras bibliotecas. Por otro lado,
los pórticos eran precisos para ir a leer.
La colección de la biblioteca de Pérgamo contenía no menos de doscientos mil
rollos. En la sala mayor había cerca de dieciocho mil rollos y de uso exclusivo
del personal. Había mucho sobre literatura e historia griega, en especial sobre
estudios homéricos. Además se podía encontrar bibliografía relacionada a la
geometría y la crítica de arte. De producción literaria propia no hubo mucho, al
igual que con los estudios filológicos, que era materia predilecta en Alejandría.
En cambio en Pérgamo se priorizaba la filosofía estoica y la búsqueda de la
lógica. Esto debido a que en esta ciudad se tenía más estima a la erudición
que a la invención y la imaginación. Por otro lado, la colección de Alejandría
siempre superó a su competidora.
El material de los rollos era el pergamino (pergamené). Algunos historiadores
antiguos como Varrón y Plinio el Viejo creyeron que en Pérgamo se inventó el
pergamino, ya que, Alejandría en su afán de grandeza única dejó de
suministrar papiro desde el Nilo a Pérgamo, obligando a esta ciudad a tener
que usar otro material. Ya desde Mesopotamia se recurría al pergamino como
alternativa ante las tablas de arcilla, pero el pergamino se llamó así porque fue
en Pérgamo donde más se produjo, y no porque se inventó allí como se pensó
al inicio con la idea de que Eumenes puso a trabajar a sus sabios.
Al parecer fue Crates de Malos el director de la biblioteca. Nació
aproximadamente el año 200 a.C los datos son inciertos respecto a su
biografía. Fue geógrafo, crítico literario, viajero y filósofo estoico. Alcanzó
prestigio en Roma al influenciar en sus bibliotecas. Fue elegido director de la 40
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biblioteca de Pérgamo de entre los muchos sabios que convovó el rey. Él
compiló un catálogo a partir de los autores que encontró en la colección.
La biblioteca de Pérgamo llegó a su fin con el traspaso que hizo Marco Antonio
al obsequiar a Cleopatra 200 mil volúmenes de esta biblioteca para compensar
las pérdidas que tuvo la de Alejandría durante el incendio que ocasionó Julio
César. En realidad esto es una leyenda. Finalmente Marco Antonio invadió la
ciudad de Pérgamo el año 41 a.C.
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Marco Antonio
Julio CésarCleopatra
Universidad Mayor de San Marcos
CAPÍTULO IVLA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA EN LA ACTUALIDAD
Alejandría, la que fuera una de las capitales
del mundo antiguo, urbe de la ciencia, desvela
hoy, poco a poco, su pasado entre edificios
modernos y ruinas arqueológicas. En alguna
parte de la ciudad se esconden aún su célebre
faro, su gran biblioteca y los sublimes palacios
de los faraones helénicos. Singulares
monumentos, como el museo y su famosa
biblioteca, hoy desaparecidos, también la
hicieron famosa, aparte de su impresionante
faro. Afortunadamente, aún se puede admirar
la columna Pompea, de más de 26 metros de
alto, en granito rosa, que formaba parte del
Serapeum, un templo dedicado a la divinidad
Serapis.
A principios del siglo IV, un terremoto y un maremoto se tragaron los palacios del
borde del mar y el museo. Después el triunfo del cristianismo conllevó la
destrucción masiva de Alejandría. Sin embargo, tras muchos años de olvido y
apatía para desesperación de los arqueólogos, Alejandría está resurgiendo de sus
cenizas. Las obras civiles que se están realizando tropiezan con necrópolis y
santuarios, mientras se están intentando localizar las antiguas ubicaciones de sus
principales monumentos.
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Actual Faro de Alejandría
Universidad Mayor de San Marcos
La Alejandría actual es una ciudad
moderna, cuyas calles respetan un
trazado en cuadrícula plan
hipodámico al estilo griego o
europeo del siglo XIX - que resulta
muy distinta de las casi laberínticas
ciudades islámicas.
Con el paso de la historia,
Alejandría se convierte en una
verdadera metrópolis. Fueron allí
donde vivieron romanos, judíos, cristianos y musulmanes, todos dejando su huella
inscripta en esta ciudad tan rica desde el punto de vista cultural e histórico.
La principal materia prima dentro de Alejandría es el algodón, convirtiéndolo así en
una de las más importantes industrias textiles del mundo.
Si hablamos respecto a la vida social en Alejandría es bastante diferente a la de El
Cairo, aunque estos estén muy cercanos, en Alejandría se sigue practicando el
puritanismo en los espacios públicos - las mujeres no suelen ir a playa o los cafés
- además de que se respeta mucho la oración y casi no se toma alcohol, algo que
sí se hace en El Cairo.
Mientras en el siglo XX Alejandría era una ciudad más cosmopolita y
occidentalizada, este rasgo desapareció con la proclamación de la república y la
crisis de Suez. La mayoría de griegos, europeos y judíos que vivían en Alejandría
emigraron, lo que borró bastante la imagen cosmopolita de la ciudad. Además, a
esto debemos sumarlo los últimos años de conflictos interreligiosos entre
musulmanes radicales y cristianos coptos (10% de la población), que también
influyó en la vida social.
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Biblioteca actual en Alejandría
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BIBLIOGRAFÍA
Libros:
- La biblioteca de Alejandría / Hipólito Escobar.—Madrid : Gredos, 2001.
- La antigua biblioteca de Alejandría / Mustafá El-Abbadi.-- Madrid :
Asociación Amigos de la Biblioteca de Alejandría, 1994.
Páginas Web
- http://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Ptolemaica
- http://www.egipto.com/nefera/dinastia.html
- http://www.historiaclasica.com/2008/03/la-ciudad-de-alejandra-
desapareci-bajo.html
- http://www.luventicus.org/articulos/02Tr001/index.html
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TABLA DE CONTENIDO
Pág.
Introducción 3
Contexto histórico
1. Periodo Helénico 4
2. Fundación de ciudad de Alejandría 10
3. Periodo de Ptolomeos 11
La biblioteca de Alejandría
1. Fundación 15
2. La organización y la colección 18
3. Decadencia de Alejandría 22
Personalidades de la biblioteca
1. Bibliotecarios 25
2. Usuarios ilustres 31
Biblioteca de Pérgamo
1. Ciudad de Pérgamo 37
2. Biblioteca 39
La biblioteca de Alejandría en la actualidad 42
Bibliografía 45
45