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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, CIENCIAS
POLÍTICAS Y SOCIALES
CARRERA DE SOCIOLOGÍA
El Empoderamiento de las Organizaciones de Mujeres
Campesinas en el Marco del Cuestionamiento al Desarrollo.
Estudio de caso: Organización de Mujeres Indígenas y
Campesinas “Sembrando Esperanza” – Toacaso
Proyecto de Investigación previo a la obtención del título de
Socióloga
Autora: Quishpe Ocampo Viviana Magali
Tutora: Dra. Silvia Catalina Vega Ugalde
Quito, noviembre 2016
ii
© DERECHOS DE AUTOR
Yo, VIVIANA MAGALI QUISHPE OCAMPO, en calidad de autora del trabajo de
investigación: El Empoderamiento de las Organizaciones de Mujeres Campesinas en el
Marco del Cuestionamiento al Desarrollo. Estudio de caso: Organización de Mujeres
Indígenas y Campesinas “Sembrando Esperanza” – Toacaso, autorizo a la Universidad
Central del Ecuador a hacer uso del contenido total o parcial que me pertenecen, con
fines estrictamente académicos o de investigación.
Los derechos que como autora me corresponden, con excepción de la presente
autorización, seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los
artículos 5, 6, 8; 19 y demás pertinentes de la Ley de Propiedad Intelectual y su
Reglamento.
También, autorizo a la Universidad Central del Ecuador realizar la digitalización y
publicación de este trabajo de investigación en el repositorio virtual, de conformidad a
los dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
Viviana Magali Quishpe Ocampo
C.C. Nº 1715289037
iii
APROBACIÓN DE LA TUTORA
DEL TRABAJO DE TITULACIÓN
Yo Doctora Silvia Catalina Vega Ugalde, en mi calidad de tutora del trabajo de
titulación, modalidad Proyecto de Investigación, elaborado por VIVIANA MAGALI
QUISHPE OCAMPO; cuyo título es: El Empoderamiento de las Organizaciones de
Mujeres Campesinas en el Marco del Cuestionamiento al Desarrollo. Estudio de caso:
Organización de Mujeres Indígenas y Campesinas “Sembrando Esperanza” – Toacaso,
previo a la obtención de Grado de Socióloga; considero que el mismo reúne los
requisitos y méritos necesarios en el campo metodológico y epistemológico, para ser
sometido a la evaluación por parte del tribunal examinador que se designe, por lo que lo
APRUEBO, a fin de que el trabajo sea habilitado para continuar con el proceso de
titulación determinado por la Universidad Central de Ecuador.
En la ciudad de Quito, a los 13 días del mes de septiembre de 2016
C. C. 0101367079
iv
APROBACIÓN DE LA PRESENTACIÓN ORAL / TRIBUNAL
El Tribunal constituido por: MSc. Francisco Hidalgo y MSc. Napoleón Saltos. Luego de
receptar la presentación oral del trabajo de titulación previo a la obtención del título de
Socióloga presentado por la señorita Quishpe Ocampo Viviana Magali.
Con el título:
El Empoderamiento de las Organizaciones de Mujeres Campesinas en el Marco del
Cuestionamiento al Desarrollo. Estudio de caso: Organización de Mujeres Indígenas y
Campesinas “Sembrando Esperanza” – Toacaso.
Emite el siguiente veredicto: Aprobado
Fecha: martes 15 de noviembre de 2016
Para constancia de lo actuado firman:
Nombre Apellido Calificación Firma
Presidente MSc. Francisco Hidalgo
Vocal 1 MSc. Napoleón Saltos
v
DEDICATORIA
Con amor a Joaquín, Iralda, Adriana y Omar.
A todas aquellas mujeres
que se esfuerzan por salir de los laberintos
a los que nos enfrenta la vida.
A ellos, los que se permiten la sensibilidad
que la sociedad les arrebata.
A ti con todo mi aprecio.
vi
AGRADECIMIENTOS
Le guardo especial recuerdo y agradecimiento a la OMICSE en su dirigencia pasada y
presente, Diocelinda y Martha mujeres luchadoras quienes me abrieron las puertas de su
organización con calidez humana y confianza.
Con todo mi amor agradezco a mi familia: Joaquín mi padre, Iralda mi madre, Adriana
mi hermana y Omar mi hermano. Por ser y estar a mi lado.
Agradezco con sincero agrado la orientación y rigurosidad de mi tutora de proyecto de
investigación Dra. Silvia Vega, quien ha participado de mi formación como
investigadora. Cada una de sus correcciones me hicieron más fuerte y entregada a este
quehacer.
Aprovecho este espacio para agradecer a mis compañeras, amigas, las warmis fuertes e
irreverentes quienes han sido un importante soporte en mi vida, me acompañan con sus
palabras de aliento; Verónica, Alejita, Yomaira, Myriam, Margarita, Mary, Melissa,
Marcela…
Al culminar este trabajo quiero agradecer con alegría y cariño a Diego mi compañero.
También, a todas y cada una de las personas que son parte de mi vida, para ser justa y
consecuente debo agradecer al SIPAE en la persona de Francisco Hidalgo por haberme
acercado al quehacer investigativo en lo rural.
vii
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Contenido Páginas
© DERECHOS DE AUTOR ............................................................................................ ii
APROBACIÓN DE LA TUTORA ................................................................................. iii
APROBACIÓN DE LA PRESENTACIÓN ORAL / TRIBUNAL ................................ iv
DEDICATORIA ............................................................................................................... v
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................... vi
ÍNDICE DE CONTENIDOS .......................................................................................... vii
RESUMEN ...................................................................................................................... ix
ABSTRACT ..................................................................................................................... x
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 1
CAPÍTULO I .................................................................................................................... 3
EL DESARROLLO COMO UN CONCEPTO “CONSTRUIDO” Y SU
CUESTIONAMIENTO .................................................................................................... 3
1. El “desarrollo” .......................................................................................................... 3
1. 1 ¿El desarrollo para las mujeres? ........................................................................... 4
1. 1. 2 Mujeres en el desarrollo (MED)..................................................................... 5
1. 1. 3. Género en el Desarrollo (GED) ........................................................................ 6
1. 1. 3. 1 Necesidades de las mujeres de cara al desarrollo .......................................... 6
1. 1. 3. 2 El empoderamiento de las mujeres ................................................................ 7
1. 1. 3. 3 Tipos de empoderamiento ............................................................................. 8
1. 2 El desarrollo en la actualidad............................................................................... 11
1. 2. 1 Desarrollo Alternativo o las caras del desarrollo ............................................ 11
1. 2. 2 Alternativas al desarrollo ................................................................................. 13
CAPÍTULO II ................................................................................................................. 18
MUJERES CAMPESINAS ORGANIZADAS .............................................................. 18
2. 1 Caracterización del lugar de estudio ................................................................ 18
2. 1. 1 Ubicación geográfica.................................................................................... 18
2. 1. 2. 1 Historia de la zona ....................................................................................... 18
2. 1. 2. 2 Población y agricultura en Toacaso ............................................................. 20
viii
2. 2 La historia de la OMICSE ................................................................................... 24
2. 2. 1. Los orígenes hasta la constitución legal ......................................................... 24
2. 2. 2 La conformación legal de una organización independiente ............................ 25
CAPÍTULO III ............................................................................................................... 27
MUJERES EMPODERADAS Y DESARROLLO ........................................................ 27
3. 1. 1 Mecanismos de participación y ONGs presentes ............................................ 27
3. 2 Principales proyectos emprendidos.................................................................. 29
3. 2. 1 Las cuyeras que unifican ................................................................................. 29
3. 2. 2 El agua fortalece la organización..................................................................... 33
3. 3 Más allá de los proyectos de desarrollo ............................................................... 37
CONCLUSIONES .......................................................................................................... 39
BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................ 42
LINKOGRAFÍA ............................................................................................................. 47
ANEXOS ........................................................................................................................ 52
ix
TEMA: “El Empoderamiento de las Organizaciones de Mujeres Campesinas en el
Marco del Cuestionamiento al Desarrollo. Estudio de caso: Organización de Mujeres
Indígenas y Campesinas “Sembrando Esperanza” – Toacaso”
Autora: Viviana Magali Quishpe Ocampo
Tutora: Silvia Catalina Vega Ugalde
RESUMEN
Las organizaciones de mujeres campesinas han sido partícipes de los llamados “proyectos de
desarrollo” desde hace varias décadas, lo que les ha permitido acceder a algunos medios
productivos para mejorar sus condiciones de vida, pero también empoderarse personal y
colectivamente. Los estudios sobre esta temática lo han hecho tanto desde el enfoque “Mujeres en
el Desarrollo” (MED) como “Género en el Desarrollo” (GED).
En la última década se han difundido en los países del sur diversas corrientes de crítica al
desarrollo. En el Ecuador, el planteamiento del “Sumak Kawsay” (SK) se inscribe en esa
orientación, por lo que resulta relevante analizar qué componentes de esas nuevas propuestas han
permeado en la acción de las organizaciones de mujeres, particularmente en las de mujeres
campesinas e indígenas, puesto que el SK ha sido levantado desde las organizaciones del
movimiento indígena. La pregunta de esta investigación indaga ¿En qué medida y por qué
razones, la OMICSE (Organización de Mujeres Indígenas y Campesinas “Sembrando
Esperanza”) ha logrado un empoderamiento económico, más allá de los limitados propósitos de
los proyectos productivos desarrollados?
Los hallazgos de la investigación muestran que la OMICSE ha logrado un empoderamiento
importante por la incorporación de un componente de fortalecimiento organizativo en los
proyectos productivos, desarrollando estrategias de “poder con” (fuerza organizativa) y “poder
para” (realización de transformaciones). En ese contexto, a la par de que los proyectos han
cubierto demandas de las participantes han desarrollado también algunos elementos para pensar
alternativas al desarrollo,
Palabras clave: DESARROLLO / CRÍTICA AL DESARROLLO / SUMAK
KAWSAY / EMPODERAMIENTO / OMICSE / MUJERES CAMPESINAS
x
TITLE: “Empowering of Peasant Women Organizations in the Development Hindering
Framework. Case study: Organización de Mujeres Indígenas y Campesinas “Sembrando
Esperanza” – Toacaso”
Author: Viviana Magali Quishpe Ocampo
Tutor: Silvia Catalina Vega Ugalde
ABSTRACT
Peasant women organizations have participated in “development projects” since several
decades ago, which has allowed getting access to several productive means to improve
their life conditions, but also to get a personal and collective empowering. Studies of the
current problematic have been mostly done from “Women in Development” (WAD)
and “Gender in Development” (GID).
During the last decade, diverse critical currents to development have been diffused. In
Ecuador, proposal of the “Sumak Kawsay” (SK) is located in such direction; for which,
relevant is analyzing components of such new proposals have been used in actions
undertaken by women unions, particularly, peasant and indigenous women, taking into
account SK has been proposed from indigenous organizations. This investigation
question is, In which extent and why OMICSE (Organización de Mujeres Indígenas y
Campesinas “Sembrando Esperanza”) has got an economic empowering, beyond of
limited purposes of productive projects developed?
Findings of the current investigation show that OMICSE has got a relevant empowering
due to the incorporation of an organizational strengthening of productive projects, by
developing strategies “power with” (organizational power) and “power for” (conduction
of transformations). In such a context, and considering that projects have covered
participants’ demands, they have also developed several elements to propose
alternatives for development.
Keywords: DEVELOPMENT / CRITICS TO DEVELOPMENT / SUMAK KAWSAY
/ EMPOWERING / OMICSE / PEASANT WOMEN
1
INTRODUCCIÓN
La Organización de Mujeres Indígenas y Campesinas Sembrando Esperanza
(OMICSE) data de un largo proceso organizativo que inició en 1984 con el objetivo de
luchar contra la discriminación, la exclusión, la violencia intrafamiliar y el respeto a los
derechos de las mujeres. Desde entonces funcionaron como organización aunque recién
obtuvieron su personería jurídica en 2006 y se establecieron de manera formal, dando
continuidad a la gestión de numerosos proyectos, enmarcados en las políticas de
desarrollo, con financiamiento de origen principalmente internacional. Esa vinculación
permitió a la organización de mujeres rurales acceder a nuevos medios productivos y
capacitación.
La OMICSE pertenece a la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de
Cotopaxi (UNOCANC), parte del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi
(MICC), de manera regional a la Ecuador Runakunapak Rikcharimuy (ECUARUNARI),
y a nivel nacional al Consejo de Coordinación de las Nacionalidades Indígenas del
Ecuador (CONAIE). También es miembro del Movimiento de Mujeres de Sectores
Populares Luna Creciente.
La pregunta que guía del proyecto de trabajo es ¿En qué medida y por qué
razones, la OMICSE ha logrado un empoderamiento económico más allá de los
propósitos limitados de los proyectos productivos que ha desarrollado?.
En la actualidad es una Organización de Segundo Grado con 25 organizaciones de
base que cuentan con alrededor de 1300 miembros, cuyas participantes se dedican a la
agricultura como principal actividad.
Además, la crianza de animales menores les proporciona dinero en efectivo en
caso de emergencias, producen para la comercialización: papa, arveja y melloco. Se
observa una importante autonomía en lo que respecta a semillas y bio-insumos para la
producción de hortalizas destinadas al consumo doméstico.
Las mujeres de la organización comparten la cosmovisión indígena, lo que les
permite un nivel de independencia con respecto a las instituciones estatales, y
organizaciones no gubernamentales que buscan imponer proyectos clientelares, lo que les
permite ser tratadas no sólo como mujeres sino como sujetos políticos.
2
El empoderamiento puede definirse como el proceso colectivo e individual
mediante el cual asume el control del rumbo de sus acciones, implica decisión y acción
sobre sus recursos materiales y no materiales sin someterse a relaciones de dominación.
El desarrollo puede ser entendido como un discurso y práctica que estableció que
los países desarrollados son los que cuentan con el capital, la ciencia, la tecnología y los
valores culturales modernos que los hacían capaces de imponer su estilo de vida a los
demás. A ojos de los países desarrollados, los países subdesarrollados carecen de estos
elementos por lo cual fueron y son los “beneficiarios” de las políticas de desarrollo. De
esa manera el desarrollo cobró un sentido fundamentalmente económico y político para
asegurar la dependencia (Escobar, 1996).
En este estudio se pretende observar el devenir de la organización, a partir de 1984
hasta 2015, para constatar en la realidad, en la historia de la organización, un
cuestionamiento propio a la visión del desarrollo, sin importar que sea explícito o no, en
sus prácticas aportará elementos para pensar en las alternativas al desarrollo. Al
documentar las características y manifestaciones del empoderamiento económico de la
OMICSE, analizar sus estrategias de negociación con los organismos de desarrollo y otros
actores involucrados y la forma como han logrado atender sus genuinas necesidades, esta
investigación hará un aporte social a la organización para sistematizar sus prácticas y
mantener viva la memoria de su organización.
Desde un punto de vista académico, el aporte que pretende esta investigación es
mostrar que la OMICSE ha logrado un empoderamiento importante debido a las
siguientes razones: la incorporación del componente de fortalecimiento organizativo en
cada proyecto productivo desarrollando el poder para y el poder con, con esos proyectos
han logrado cubrir las necesidades de sus integrantes y al mismo tiempo han incorporado
elementos para pensar en las alternativas al desarrollo.
Esta perspectiva teórica de crítica al desarrollo no ha sido prioritaria en estudios
similares realizados con mujeres de base, tanto dentro del enfoque “Mujeres en el
Desarrollo” (MED) como “Género en el desarrollo” GED, pero se torna relevante para
Ecuador, porque, sobre todo en los últimos años, ha cobrado fuerza la crítica al desarrollo,
desde la incorporación de sumak kawsay en la Constitución y en el debate social.
3
CAPÍTULO I
EL DESARROLLO COMO UN CONCEPTO “CONSTRUIDO” Y SU
CUESTIONAMIENTO
1. El “desarrollo”
Un acercamiento a la definición del concepto de desarrollo no es una labor
sencilla. Después de la segunda guerra mundial, los países se dividieron en dos:
sociedades “desarrolladas” y “subdesarrolladas”. El desarrollo se configuró como el
horizonte de los países “subdesarrollados”, el crecimiento económico es un requisito
indispensable, como también la difusión de los valores culturales modernos, la
depredación de la naturaleza, la contaminación ambiental, la gran desigualdad
económica, política y social son los denominadores comunes más importantes, las
problemáticas del desarrollo. El estilo de vida de los países desarrollados conllevan esos
elementos. El desarrollo se puede entender como el discurso y práctica que estableció
que el crecimiento económico y la dominación política como necesarios para garantizar
la satisfacción de las necesidades de la población y con ello se asegura la dependencia
de los países “subdesarrollados” con respecto a los “desarrollados” (Escobar, 1996).
Desde entonces el sentido de lo que llamamos desarrollo ha sido analizado con
diferentes enfoques, tanto críticos como no, así podemos estudiarlo mediante:
la teoría de la modernización en las décadas de los cincuenta y
sesenta, con sus teorías aliadas de crecimiento y desarrollo; la teoría
de la dependencia y perspectivas relacionadas en los años sesenta y
setenta; y aproximaciones críticas al desarrollo como discurso cultural
en la segunda mitad de la década de los ochenta y los años noventa”
(Escobar, 2005, p. 18).
La teoría de la modernización, a breves rasgos, señala que el desarrollo pretende un
cambio progresivo de las sociedades tradicionales hacia sociedades de corte occidental,
y los valores tradicionales serían reemplazados con valores modernos, para cumplir uno
de los fundamentos de la modernización es generar sociedades modernas con
prosperidad económica y estabilidad política, convirtiéndose en un modelo
homogeneizador, androcéntrico y patriarcal (Reyes, 2001).
La modernización logro imponer un sentido común en casi todo el mundo sobre
lo que significaba ser desarrollado. Esta teoría es parte de los principios del desarrollo y
recibió sus primeras críticas desde la teoría de la dependencia. La teoría de la
dependencia fue creada en sus inicios por la escuela cepalina, con influencia de Marx y
4
Keynes, sostuvo que el problema del subdesarrollo de los países latinoamericanos radica
en las desiguales relaciones de los países subdesarrollados y los desarrollados, los
primeros son explotados por los segundos. Los países del centro cuentan con los
avances tecnológicos e industriales y los de la periferia se especializan en producir
productos primarios (Escribano, 2004).
El desarrollo sigue presente en la sociedad contemporánea con nuevos ropajes,
esta presente en el sentido común, el accionar desde el poder del Estado, la promesa de
la superación de la pobreza y otros problemas sociales mediante el crecimiento
económico.
1. 1 ¿El desarrollo para las mujeres?
Los sesenta y setenta del siglo pasado fueron décadas de álgido reclamo y movilización
social por las injusticias económicas, políticas y sociales, correlativas a las exclusiones
de clase, género y etnia. Las mujeres continuaron con la crítica a los privilegios
masculinos en todos los aspectos. Esta empezó a filtrarse en el aparato del desarrollo y a
brindar atención en las cuestiones de las mujeres. Uno de los primeros enfoques que se
implementaron fue el de bienestar, con este se reconocía el rol reproductivo de la mujer,
en este dos temas ocasionaron el interés de los organismos internacionales, el rol de
suministrar el alimento y la nutrición de la familia y el aumento de la población con el
control de la natalidad mediante métodos de planificación familiar, bajo el supuesto de
que si controlaban las tasas de natalidad aumentaría el ingreso per cápita, cosa que no
funcionó en la práctica (Kabeer, 1998).
Para el desarrollo, la prosperidad le llegaría a los hombres y con ellos a las
mujeres y sus familias en una especie de beneficio por goteo (Kabeer, 1998). Por
ejemplo:
Programas de reforma agraria, que contemplan la asistencia para la legalización de la
tenencia de la tierra; a menudo se basan en la suposición de que los hombres son los
“cabeza de familia”, mientras que la realidad actual muestra que al menos el 25% de
todos los cabeza de familia son mujeres, y en algunos países esa cifra alcanza el 70%.
(…) Proyectos de apoyo a la mejora de cultivos mediante introducción de nuevas
tecnologías y sistemas de producción, cruciales en la economía de subsistencia que
practican las familias y que habitualmente recae en las mujeres; se planifican sobre la
idea de los “granjeros” hombres. (Pérez, 2003, p. 4).
En los primeros momentos de expansión de las políticas de desarrollo para el sector
agrario el rol reproductivo de las mujeres fue reforzado, el control del cuerpo de estas se
5
hizo presente. La población del campo era susceptible a la incorporación de la
revolución verde y programas de planificación familiar sin mayores debates, lo primero
necesario para aumentar la producción de alimentos para las poblaciones urbanas sin
importar la forma y niveles de contaminación, lo segundo, sin un entendimiento mínimo
de las lógicas culturales de los pueblos originarios donde dadas las condiciones
estructurales tener muchos hijos ayudaba a la sobrevivencia de la familia.
Como se señaló los proyectos para el mejoramiento de la producción eran
destinados a los hombres porque ellos contaban con niveles de educación mínimos que
les permitía aplicar la capacitación que recibía. Para las mujeres campesinas acceder a la
educación básica fue producto de un proceso más lento y complejo, supuso romper
barreras culturales y económicas. Incluso hoy en día existe una minoría de mujeres que
solo pueden firmar con su nombre y apellido.
1. 1. 2 Mujeres en el desarrollo (MED)
En los años setenta del siglo pasado las mujeres son incorporadas al discurso del
desarrollo para hacer visible su papel productivo, bajo la denominación de Mujeres en el
Desarrollo (MED). Paulatinamente se crearon los procedimientos, estadísticas, agendas,
burocracias, etc., para incluir a las mujeres en los programas y proyectos. Poco a poco
las feministas fueron llamadas a crear los esbozos conceptuales y actividades de la
panificación del desarrollo.
Dentro de esta visión se crearon enfoques desde, el de equidad1, anti-pobreza y
eficiencia; la columna vertebral de estos enfoques es el aporte económico que las
mujeres podían hacer al desarrollo desde su rol productivo, los ingresos generados por
los proyectos productivos eran destinados a la sobrevivencia familiar, reproducían la
división sexual del trabajo y no cuestionaban la opresión de las mujeres (Moser, 1995;
Escobar & León, 1996; Kabeer, 1998).
1 “Las mujeres son vistas como participantes activas en el desarrollo. Reconoce el triple rol de la mujer y
busca cubrir las necesidades estratégicas de genera mediante la intervención directa del Estado, otorgando
autonomía política y económica a la mujer, y reduciendo la desigualdad con los hombres. Desafía la
posición subordinada de la mujer; ha sido criticada como un feminismo occidental; es considerada
amenazadora y es impopular en los gobiernos” (Moser, 1995, p. 101).
6
1. 1. 3. Género en el Desarrollo (GED)
En los años noventa del siglo pasado, producto de las críticas al MED y el desarrollo del
concepto de género, nace la visión del Género en el Desarrollo (GED), que busca
cuestionar las relaciones sociales entre hombres y mujeres, “una comprensión holística,
que obliga a tener en cuenta, de manera paralela, las relaciones de género que se
establecen dentro del hogar, dentro de la familia y en las esferas económica y política”
(León, 1996, p. 9). El concepto de género señala que “ambos géneros son
construcciones sociales, más allá del sexo biológico, y que las mujeres son marcadas no
solamente por el género, sino por otras categorías de dominación, como su origen
étnico-cultural, su orientación sexual, su edad, etc.” (Aguinaga, Lang, Mokrani, &
Santillana, 2001, p. 61).
De la mano del GED cobra relevancia el concepto de empoderamiento, al punto de
articularse como un enfoque. Este nace de los movimientos de base, “reconoce el triple
rol de la mujer2 y busca mediante las organizaciones de mujeres elevar de abajo hacia
arriba la conciencia de las mujeres para desafiar su subordinación” (Moser, 1995, p. 120).
La incorporación de la categoría de género en el discurso y práctica del
desarrollo abrió nuevas formas de entender la vida de las mujeres en relación con los
hombres en sociedades patriarcales, y al mismo tiempo, se generaron confusiones
reduciendo muchas veces el género a una cuestión únicamente de mujeres. Los roles
asignados a los géneros en la ciudad y el campo se hicieron visibles para el análisis y
planificación de programas y proyectos. A nivel social esto permitió cuestionar los
privilegios de los hombres, por ejemplo en la distribución del trabajo reproductivo y la
titulación de la propiedad de la tierra por recaer mayoritariamente en el hombre.
1. 1. 3. 1 Necesidades de las mujeres de cara al desarrollo
El discurso sobre las necesidades prácticas y estratégicas de las mujeres es parte de la
distinción que hiciera Molineux sobre los intereses estratégicos y prácticos de género.
Los intereses estratégicos se refieren a las asimetrías de género que viven las mujeres, a
las relaciones de poder desiguales entre mujeres y hombres, al lugar infravalorado que
ocupan en la sociedad y el grado de conciencia y acción que ejercen las mujeres sobre la
2 El triple rol de la mujer se refiere al trabajo productivo, reproductivo y comunitario que desempeña
(Moser 1995).
7
subordinación con respecto a los hombres, muchas veces son poco visibles para ellas,
poco analizados desde sus particulares lugares de enunciación, la etnia, la edad, el lugar
donde viven influye. Los intereses prácticos se relacionan con las condiciones
materiales concretas como: suministro de agua, alimentación, entre otros. Para la
planificación del desarrollo estos intereses se tradujeron en necesidades a ser satisfechas
por las prácticas del desarrollo. (Kabeer, 1998)
Aunque esta distinción ha sido criticada por la complejidad que implica separar
las necesidades prácticas de las estratégicas, precisamente las necesidades de las
mujeres son la piedra angular de la práctica de la planificación del desarrollo. En su
inicio esta forma de leer la realidad de las mujeres fue utilizada por el MED pero con
los cambios de visión en el GED el proceso se hizo más participativo e incluyente y son
las mujeres las que dicen y reclaman lo que les hace falta. Debe ir de la mano introducir
a las mujeres en lo productivo y capacitarlas en el desarrollo de la conciencia de género
para superar la subordinación de género (Anderson, 1992; Escobar, 1996).
1. 1. 3. 2 El empoderamiento de las mujeres
El empoderamiento no tiene una definición universal, lo que ha permitido un
innumerable flujo de interpretaciones según la disciplina en la que se use. Para esta
investigación se entiende como un proceso organizacional y económico, sin descartar
que es multidimensional (individual, organizacional, político, económico y espiritual)
(Fride, 2006). Al interior del discurso y práctica del desarrollo el concepto de
empoderamiento es un instrumento para la participación de las mujeres a nivel
individual, por lo que su contenido transformador se ha diluido progresivamente. “La
cuestión es, entonces, retener el dominio sobre la definición del concepto de
empoderamiento de las mujeres. (…), la palabra sólo tiene significado cuando se utiliza
en el contexto de la transformación social según la concepción feminista del mundo”
(Wieringa, 1997, p. 157). La autora deja en la ambigüedad los conceptos de
“transformación” y “feminista” para señalar que el empoderamiento es un “proceso
continuo de diálogo participativo” (Wieringa, 1997, p. 157).
Las formas como el desarrollo ha logrado alimentarse de las propuestas de
cambio para reencauzarlas, con el fin de generar mejores formas de relacionamiento con
el mercado muestra como pequeños grupos ejercen el poder desde arriba. Para ellos toda
8
propuesta de las mujeres debe generar ganancias económicas sin importar que muchas
iniciativas tienen otra finalidad como: la unidad y solidaridad. En las prácticas de la
OMICSE, se busca encontrar las connotaciones transformativas y feministas que
podrían haber logrado las mujeres de esta organización, aun sin verbalizarlas como
tales, dando nuevos contenidos a su empoderamiento.
1. 1. 3. 3 Tipos de empoderamiento
No existe un solo tipo de empoderamiento. Se deben considerar las dimensiones del
poder para analizar el empoderamiento. El poder sobre es ejercido por una persona o
grupo de personas sobre otros para que hagan algo contrario a su voluntad, lo que puede
generar un conflicto visible o no. La máxima expresión del poder radica en evitar que el
conflicto se presente (Wieringa & Rowlands, 1997). El poder para permite generar
cambios positivos mediante la estimulación de la creatividad de otros. El poder con es
el trabajo en equipo para la solución de problemas compartidos. El poder desde dentro
es la capacidad personal para enfrentar el poder de otros. “Incluye el reconocimiento y
análisis de los aspectos por medio de los cuales se mantiene y reproduce la
subordinación de las mujeres, lo cual se logra con base en la experiencia” (León, 1997,
p. 19). En esta investigación se dará énfasis al poder con y para, porque es necesario
dar parte sobre cómo negocian y se posicionan las mujeres de la OMICSE frente al
desarrollo, generando como resultado cambios creativos de empoderamiento, sin
embargo, es menester señalar los otros tipos de poder porque estos confluyen en
momentos determinados.
Las críticas de las feministas con respecto a la práctica del desarrollo, son parte
de los avances en la construcción de un horizonte alternativo como el buen vivir o
sumak kawsay. En esta propuesta han confluido “feminismos decoloniales,
comunitarios, populares, entre otros, que se han construido a partir de las realidades de
los países del sur y que están también presentes en nuestra actual realidad andino-
amazónica” (Vega, 2014).
Al hablar del empoderamiento se hace alusión al tema de la disputa del poder, el
sumak kawsay permite vislumbrar nuevas posibilidades de entender la vida dentro de un
9
horizonte alternativo y contrahegemónico3 que se disputa la comprensión y la práctica
de las relaciones sociales, económicas y naturales. En este documento no se tratará este
tema, sin embargo, es importante señalarlo.
A continuación se mostrará el tratamiento que se le ha dado al empoderamiento
de las mujeres en algunas investigaciones previas.
Autoras que trabajan la influencia de los proyectos productivos dirigidos a
mujeres en el empoderamiento desde un énfasis en la dimensión personal (Meza,
Tuñón, Ramos & Kauffer, 2002; Chablé, Gurri, Molina & Schmook, 2007; Pérez &
Vázquez, 2009), consideran que aspectos como un buen nivel de educación, autoestima,
el apoyo del esposo y la familia en las tareas domésticas y el trabajo en equipo fomentan
el aumento del empoderamiento de las mujeres que participan en programas de gobierno
para combatir la pobreza; también señalan que un ingreso económico regular
administrado bajo los criterios económicos de las mujeres es un factor que impulsa el
empoderamiento individual.
Asimismo, (Delgado, Zapata, Martínez, & Alberti, 2010; Vázquez, Mortera,
Rodríguez, Martínez & Velázquez, 2013) sostienen que cuando las mujeres desempeñan
el papel de capacitadoras o promotoras logran cuestionar su vida y propósitos
personales, dando paso a un cambio en la identidad y avances en el empoderamiento
personal. Sin embargo, (Trujillo, 2005), a partir del análisis de dos organizaciones con
iniciativas económicas productivas regidas por los principios de la economía social
(participación, solidaridad e igualdad), concluye que: "Los proyectos de economía
social por si solos no logran mejorar el empoderamiento de las mujeres dentro de la
familia, ni potenciar su participación en la comunidad" (Trujillo, 2005: 114), advierte
que se debe incluir un proceso de capacitación en género dirigido a todos los actores
involucrados en las iniciativas productivas de esa manera se logrará contemplar una
visión de futuro que supere los proyectos cortoplacistas. Además, (Barreda & Gándara,
2007; Riaño & Okali, 2008) señalan que la participación de las mujeres en proyectos
3 La “contrahegemonía, entendida como la capacidad de las clases y actores subordinados para constru ir una
visión alternativa, un poder popular paralelo, una nueva unidad orgánica entre la base económica y la
superestructura político-cultural; la capacidad para disputar una visión alternativa de la vida y el mundo que
reordene la sociedad, y en particular las relaciones de producción y las relaciones de poder” (Saltos, 2013).
10
productivos no rompe con las relaciones de género tradicionales y desarrollan poco
empoderamiento personal.
En la dimensión de las relaciones cercanas (Pérez & Vázquez, 2009) estudian
cómo la familia puede promover o inhibir el empoderamiento femenino. En el marco de
la promoción de actividades productivas del Fondo Regional de Mujeres Chontales,
ellas usaron variables como: manejo de ingresos propios o posibilidad de ahorro; la
responsabilidad del trabajo doméstico; y la libertad de movimiento fuera de casa para
realizar actividades extra domésticas. Sus resultados indican que hay importantes
avances en la movilidad de las mujeres, porque éstas salen de sus hogares a generar
ingresos, lo que les facilita la negociación al interior de sus familias. El manejo de los
recursos económicos mejora ya que algunas logran ahorrar para épocas difíciles. En el
trabajo doméstico es donde hay más obstáculos y no se consigue su redistribución.
En la dimensión colectiva, (Altamirano & Aguinaga, 2012; Schröder, 2013;
Soto, Fawaz, & Vallejos, s.f.) concuerdan en que los proyectos productivos impulsan el
aumento del empoderamiento pese a dar pocos réditos económicos y aumentar las horas
de trabajo de las mujeres. “(…) en la medida en que dichas organizaciones poseen los
componentes de empleo y capacitación sobre género” (Schröder, 2013, p. 104). Las
mujeres permanecieron juntas luego de los proyectos de desarrollo e incluso impulsan
proyectos auto gestionados (Pérez & Vázquez, 2009), fortalecieron sus organizaciones
locales, regionales y nacionales, la participación política ejercida devino en una fuerte
incidencia política a nivel cantonal. Según esto, los elementos que empoderan a las
mujeres son: la lucha organizativa solidaria, un fuerte sentido de comunidad, el
desarrollo de la autoconciencia y autogestión más allá de los proyectos productivos
(Altamirano & Aguinaga, 2012). Sin embargo, (Montejón, 2013) realizó una
investigación sobre una organización de mujeres que nació al interior de una
organización mixta para recibir fondos externos, lo que luego de muchas dificultades se
convirtió en una organización de mujeres independiente. Iniciar una organización de
mujeres como una rama de una organización mixta es un factor que inhibe el
empoderamiento colectivo a corto plazo. Entre otras cosas, la autora muestra la
complejidad de la disputa de los espacios públicos con los varones.
Algunas autoras (Trujillo, 2005; Pérez & Vázquez, 2009; Schröder, 2013)
señalan que las iniciativas productivas en las que las mujeres se insertan no las libera de
11
la carga de trabajo reproductivo, ni ésta disminuye. Con ello no tienen suficiente tiempo
para si mismas o para asistir a las reuniones de alguna organización.
De lo dicho se puede concluir, que hay una marcada tendencia a realizar los
análisis sobre el empoderamiento dentro del enfoque de desarrollo denominado Mujeres
en el Desarrollo (MED), que a inicios de los años 70s del siglo pasado buscaba
reconocer e impulsar la contribución económica de la mujer a los objetivos del
desarrollo mediante políticas que fueron desde la equidad, antipobreza y eficiencia
(Moser, 1995).
Se debe resaltar la relación inseparable que existe entre el empoderamiento
individual y el colectivo ya que “es difícil concebir una organización autónoma y
empoderada donde sus miembros no lo sean en términos personales, y al revés, cuando
las personas logran empoderarse personalmente, tienden a construir espacios colectivos
también empoderados” (observación Silvia Vega, 2015).
Las investigaciones revisadas dan cuenta de un exhaustivo análisis del
empoderamiento al interior de la visión de Género en el Desarrollo, pero no aportan en
el cuestionamiento al desarrollo como un concepto que en la actualidad está en tela de
juicio. Esta investigación pretende aportar elementos al cuestionamiento al desarrollo
desde una experiencia concreta, observar cómo a pesar de las limitaciones que se
presentan en los proyectos de desarrollo las mujeres logran empoderarse, conciben
estrategias de negociación, toman cierta distancia, afirman sus visiones y necesidades
con y más allá de la práctica de esos proyectos implementados en sus comunidades. El
empoderamiento de las mujeres llega a su máxima expresión cuando se transforma en
una manera de acción política alternativa y esto se consigue cuando logran construirse
como sujeto político y cuestionan el modelo de desarrollo y las injusticias provocadas
por las contradicciones estructurales.
1. 2 El desarrollo en la actualidad
1. 2. 1 Desarrollo Alternativo o las caras del desarrollo
Es necesario señalar que el desarrollo tiene variantes según la crítica que se posicione en
el debate que esté en curso. Eduardo Gudynas (2014) aporta con una clasificación de los
desarrollos alternativos, desarrollo centrado en las personas; dentro de este tipo de
desarrollo se encuentra, desarrollo endógeno, desarrollo local, desarrollo humano,
12
desarrollo sostenible (débil / fuerte), todos estos conservan el mismo objetivo, la
acumulación de capital en pocas manos.
El desarrollo Sostenible
El desarrollo sostenible nace como respuesta a los cuestionamientos a la excesiva
explotación de los recursos naturales. A inicios de la década de 1980 aflora la
preocupación por la disminución de los recursos naturales, indispensables para el
desarrollo, por lo que se acuña el concepto de desarrollo sostenible que en su retórica
busca la satisfacción de las necesidades humanas, se acepta que la extracción de los
recursos naturales tiene límites y pretende la protección de los mismos para las
generaciones venideras, es decir, se debe explotar lo necesario para el desarrollo de la
vida humana en la actualidad sin comprometer la vida de las generaciones futuras, de
esa manera se permite que la naturaleza se regenere (Gudynas, 2011).
Si la lógica del desarrollo busca el aumento del Producto Interno Bruto el
cuidado de la naturaleza no es un objetivo real, este se puede aplicar a la vida en las
zonas rurales donde la disminución del agua es un hecho palpable, las comunidades que
cuidan los páramos lo hacen por conciencia y arraigo a la Naturaleza.
Desarrollo Local
Este concepto se empieza a difundir en América Latina a partir de 1990, como
reacción a las desigualdades que genera el desarrollo a nivel nacional e internacional
con respecto a zonas más acotadas. Es un concepto en extremo difícil de definir, sin
embargo, un acercamiento a lo que lo caracteriza se presenta a continuación. El
desarrollo local parte de la idea de la construcción de un proyecto en común que genera
mucha participación de la ciudadanía, las empresas y los organismos de gobierno,
trabaja en los ámbitos económicos, cultural y ecológico. La participación es dirigida en
muchos casos por los municipios respetando la división política administrativa de los
países y para la misma se hace necesaria la alianza público – privado, se oficializa con
la elaboración de planificaciones locales para el desarrollo. El desarrollo local reconoce
las particularidades históricas de cada lugar y la disponibilidad de los recursos naturales
es considerada una ventaja competitiva. Este desarrollo pretende potenciar las
iniciativas locales para mejorar la calidad de vida de las familias e individuos, trata de
13
movilizar las energías y todo tipo de recursos disponibles para ser usados como palanca
para el desarrollo. El desarrollo local va en función de lo global, articulado a los
procesos de desarrollo nacional (German Agency for Technical Cooperation, 2001;
Arocena, 2002; Tortosa, 2006).
1. 2. 2 Alternativas al desarrollo
Post desarrollo
Algunos críticos culturales retomaron el cuestionamiento al concepto de desarrollo, esta
corriente se denomina postdesarrollo, de pensamiento posestructuralista, para ésta el
desarrollo “debe ser visto como un régimen de representación, como una “invención”
que resultó de la historia de la posguerra y que, desde sus inicios, moldeó
ineluctablemente toda posible concepción de la realidad y la acción social de los países
que desde entonces se conocen como subdesarrollados” (Escobar, 1996, p. 14).
El post desarrollo ofrece una diferenciación importante, las propuestas que
comprenden el desarrollo alternativo y las alternativas al desarrollo. La primera es una
reconstrucción del discurso para ajustarse a las críticas que surgen, no se alejan de las
ideas centrales del desarrollo, el progreso económico y el aprovechamiento de la
Naturaleza. La segunda plantea la necesidad de superar la lógica del desarrollo en un
ejercicio de resistencia (Gudynas, 2014).
El desarrollo al ser una “invención” responde a condiciones históricas y
culturales específicas. Por lo que puede ser transformado como también reconfigurado.
De ahí la importancia de los movimientos sociales, que están construyendo formas de
entender la realidad en diálogo con los saberes ancestrales que han sino relegados por la
modernidad. Lo espiritual y comunitario recobra valor al interior de estos, no se juegan
únicamente por la redistribución de la riqueza de las naciones, sino también por la re
significación de la vida, la sociedad y la economía. Cada movimiento o grupo propone
formas de ver la realidad desde su específica situación de vida, estas deben ser
recogidas y discutidas.
El decrecimiento
El decrecimiento puede ser considerado “como un movimiento político de carácter eco-
socialista radical surgido en el seno de las economías industrializadas del Norte global a
14
principios de la década de los 2000, que se declara contrario al crecimiento económico y
a las nociones de desarrollo y progreso occidentales” (Pérez & Domínguez, 2015). Uno
de sus principales ideólogos es el francés Serge Latouche que sostiene que los países
industrializados del Norte están enfrascados en la lógica del crecimiento económico por
sí mismo y que esto es un desastre ecológico y social. El crecimiento tiene límites
naturales y sociales que no podemos eludir, la crisis ecológica, climática o energética es
una expresión de esto. Disminuir el consumo, reciclar más, apostar por la energía
renovable, recuperar la vida en comunidad y el tiempo para la vida, restaurar un mínimo
de justicia social, son solo una pequeñísima parte de lo que supone el decrecimiento
(Viento Sur, 2009). El decrecimiento plantea una vida más simple, vivir con menos, dar
más y diferentes usos a lo que ya tenemos, el trabajo de cuidados de ancianos, niños y
enfermos debe ser una responsabilidad social y dentro del mundo de los afectos. Los
pensadores de esta postura sostienen que es necesario un paulatino descenso del
crecimiento Producto Interno Bruto.
La propuesta para América Latina versa de la siguiente manera.
Animarse al decrecimiento en el Sur significa iniciar un círculo
virtuoso que implica romper la dependencia económica y cultural con
el Norte, reconectar una línea histórica interrumpida por la
colonización, reintroducir productos específicos que fueron
abandonados y olvidados, así como valores "anti-económicos"
relacionados con el pasado de esos países, y recuperar técnicas y
conocimientos tradicionales (Viento Sur, 2009).
La propuesta provocadora del decrecimiento en contra del modelo hegemónico de
desarrollo es un aporte para pensar en formas de subvertirlo. Se señala que el norte debe
decrecer para que el sur pueda pensar sus propias alternativas (Viento Sur, 2009).
Esta propuesta aunque surgida en los países “desarrollados” aumenta elementos
para la crítica a la vida moderna. Las condiciones de vida en América Latina parten de
la exclusión, pobreza, desigualad y explotación, la vida de la población difiere mucho
de la europea, la historia de nuestros pueblos y sus particularidades ofrecen sus propias
alternativas, una de ellas es el sumak kawsay.
El Post-crecimiento
El post-crecimiento planteado por Koldo Unceta (2014) expone la necesidad de
cuestionar la idea del crecimiento desde la base misma, la sociedad regida por el
15
mercado. La expresión del crecimiento económico de un país es el PIB, mide los flujos
monetarios y el valor de los productos que se produce, ese valor no refleja la calidad de
vida de las sociedades. Es el mercado el que moldea la vida, casi todos los aspectos de
la vida son mercantilizados, las arduas jornadas laborales impiden disponer de tiempo
para el disfrute de una vida plena. La desmercantilización, la desmaterialización, y la
descentralización son los componentes de la propuesta del post-crecimiento para el buen
vivir. La desmercantilización está vinculada al consumo, apela a disminuir la
subordinación de la sociedad a los mercados. La desmaterialización, plantea que “la
clave no estaría tanto en una disminución del PIB (como variable monetaria), sino en la
de la cantidad de recursos utilizados para la producción” (Unceta, 2014, p. 66). La
descentralización busca recuperar la capacidad de decisión y participación de las
comunidades e individuos, repotenciar lo local con su historia y cultura.
Sumak Kawsay
“El sumak kawsay puede ser definido como forma de vida en armonía con la naturaleza
y con otros seres humanos” (Hidalgo y Cubillo, 2014, p. 26). Este se enmarca en lo que
el postdesarrollo plantea como “alternativa al desarrollo”, es decir, otras formas de
imaginar la economía, la política, la sociedad, el relacionamiento social, la construcción
del conocimiento y disputarle al desarrollo la posibilidad de un nuevo horizonte.
El sumak kawsay es un concepto que tiene varias acepciones. Hidalgo y Cubillo
(2014) realizaron un importante aporte sobre los debates con respecto al sumak kawsay,
clasificando los enfoques existentes según la línea de pensamiento en que se ubique el
análisis del mismo: la socialista / estatista, la ecologista / post-desarrollista y la
indigenista / pachamamista. La primera, sostiene la preeminencia del control estatal con
la idea de la construcción de una sociedad socialista de pensamiento neomarxista
moderno. La segunda, se desarrolla con una variedad atractiva de concepciones
(indigenistas, socialistas, feministas, teológicas) donde lo ecológico se distingue sobre
las demás, en esta noción cada sociedad debe construir el significado de lo que entiende
sobre el sumak kawsay. La tercera noción “caracterizada por la relevancia que le dan a
la autodeterminación de los pueblos indígenas en la construcción del sumak kawsay, así
como a los elementos espirituales de la cosmovisión andina” (Hidalgo y Cubillo, 2014).
16
El significado del sumak kawsay está en disputa y su construcción abierta, los
pueblos y nacionalidades indígenas han elaborado una propuesta que impugna el sentido
de la vida al desarrollo y crecimiento económico, y por qué no decir al capitalismo. Es
un concepto que esta en permanente construcción pero que cuyos aspectos visibles y
fundamentales hacen alusión a la necesidad de pensar sobre la interdependencia entre la
humanidad y la naturaleza.
El sumak kawsay se ubica en las alternativas al desarrollo por su matriz de
pensamiento distinta a la de occidente. Al ser una propuesta nacida de los pueblos
originarios amazónicos y andinos. Los pueblos amazónicos tuvieron contacto tardío con
la filosofía occidental (Hidalgo, 2011), esto permitió que los principios organizadores
de la vida permanecieran en la memoria y práctica de los pueblos indígenas y
campesinos.
Una de las diferencias entre lo andino y lo occidental radica en que en la visión
andina prima la reproducción de la vida y en lo occidental la reproducción del capital.
La primera visión busca una relación armónica con la naturaleza y todos los seres en
que ella habitan significa todo el trabajo de cuidado y sostenimiento que realizan las
mujeres fundamentalmente, con esto no se niega que pueden haber conflictos al interior
de esas relaciones, sin embargo, la apuesta es por la vida a plenitud, es la comunidad el
eje de la vida. La segunda, la reproducción del capital apunta a una carrera voraz por
conseguir materia prima para la productividad del capital, la difusión de una vida de
consumo desmedido, la vida se desenvuelve con un profundo carácter individual, son
los individuos los que construyen y destruyen su entorno. Sin el ánimo de caer en
esencialismos no se puede negar que la propuesta del sumak kawsay es contestataria a la
lógica imperante, nos permite imaginar un mundo distinto.
El debate sobre el sumak kawsay no estaría completo sin el cuestionamiento al
orden patriarcal que sostiene el desarrollo. Vega (2014) sostiene que de acuerdo a la
visión que se adopte sobre el sumak kawsay también se incorporaría una lectura de
género. La versión del sumak kawsay socialista–estatista se enmarcaría o coincidiría
con el feminismo liberal que propone la igualdad de oportunidades. La búsqueda de
iguales derechos para mujeres y hombres es el eje de esta visión. Acorde con la posición
ecologista post-desarrollista se pueden encontrar planteamientos de la economía
feminista y del feminismo comunitario. Este último expresa la necesidad de
17
descolonizar el feminismo, “asumiendo y reinterpretando en clave feminista ciertas
propuestas del mundo andino” (Vega, 2014, p. 360). El sumak kawsay desde una visión
indigenista-pachamamista impulsa la complementariedad entre hombres y mujeres
como concepto clave en cuanto al género, sostiene que en el orden precolonial y en la
visión indígena había armonía entre ambos. Al interior de la comunidad la autoridad es
ejercida por la pareja casada. Las mujeres y hombres no son seres humanos completos si
no están casados (es lo que se conoce en lengua aymara como chacha warmi), lo que
impide pensarse y vivir en soltería, ser autónomos al interior de la comunidad (Vega,
2014).
Este debate se hace pertinente para el estudio, ya que la OMICSE es una
organización de mujeres que son campesinas e indígenas con un bagaje cultural
proveniente de los pueblos originarios y al ser parte de una organización nacional como
la CONAIE no están por fuera de los planteamientos del sumak kawsay. Son
frontalmente críticas de la lógica del desarrollo y para ellas el sumak kawsay es una
expresión de la filosofía andina ancestral cuyos principales componentes son: el respeto
por la naturaleza y la vida comunitaria, con el propósito de cambiar la realidad adversa
en la que viven (OMICSE, 2012). Desde esta concepción se posicionan dentro de las
alternativas al desarrollo y dentro de la clasificación anteriormente mencionada se
ubican de menor a mayor grado en las tres vertientes; ecologista post-desarrollista,
socialista–estatista e indigenista – pachamamista.
Desde su visión de género critican al feminismo y feminismo comunitario como
elemento que divide a las comunidades, el entendimiento del que disponen sobre el
feminismo es tergiversado. No pretenden ahondar en su estudio porque las mujeres y los
varones de las comunidades no se abren a la posibilidad del diálogo. Por otro lado,
trabajan por la difusión y respeto de los derechos de las mujeres, las mujeres de la
organización han logrado sensibilizar a sus parejas sobre la violencia de género y los
derechos de las mujeres mediante un largo trabajo de capacitación, fruto de eso lograron
flexibilizar medianamente los roles de género al interior de sus hogares. En la actualidad
no necesitan pedir permiso para salir a las actividades de la organización, no cuestionan
el principio de complementariedad, pese a la existencia de un malestar por la presión
comunitaria para que las mujeres dirigentas de la organización estén casadas.
18
CAPÍTULO II
MUJERES CAMPESINAS ORGANIZADAS
2. 1 Caracterización del lugar de estudio
2. 1. 1 Ubicación geográfica
La zona de influencia de la OMICSE se distribuye en tres cantones de la provincia de
Cotopaxi; Saquisili, Sigchos, y Latacunga (Ver anexos). La sede de la organización se
ubica en la parroquia de Toacaso, en la comunidad de Planchaloma, al norte del cantón
Latacunga, en las faldas de los Ilinizas.
El territorio se extiende entre los 3280 y 3600 msnm. En esta zona se cultiva
principalmente: papas, habas, melloco, cebolla de rama, mashua, ocas, cebada, quinua,
zanahoria y alverja (OMICSE, 2012). Estos cultivos son para el autoconsumo y la
soberanía alimentaria de las familias, el excedente se comercializa en el mercado local.
Las 25 organizaciones de base se hallan ubicadas en estos cantones. Sin
embargo, el 90% de las organizaciones de base que activan la organización se ubican en
la parroquia Toacaso.
2. 1. 2 Aspectos sociales
2. 1. 2. 1 Historia de la zona
La provincia de Cotopaxi estuvo históricamente atravesada por el sistema de hacienda
caracterizado principalmente por la concentración de la tierra y las relaciones precarias
de producción (huasipungo, yanapa y producción al partir).
Dentro de la parroquia de Toacaso y lugares aledaños existieron varias
haciendas como la Hacienda Rasuyacu, Cotopilalo, Monjas y Pachosala, que tenían
grandes extensiones de tierra que abarcaban varios pisos climáticos (Pullotasig, 2010, p.
41). Con la Ley de Reforma Agraria de 1964, que pretendía sosegar las luchas
campesinas por la propiedad de la tierra y su redistribución, una parte de las tierras
propiedad de la iglesia fue distribuida a los huasipungueros, sin embargo, la propiedad
siguió concentrada, por ejemplo, en 1965, la hacienda propiedad de la Arquidiócesis de
Quito Rasuyacu-Cotopilaló se dividió en: Cotopilaló (1 546 ha) y Razuyacu (1 665 ha),
luego estas fueron entregadas a las iglesias de Ambato y Latacunga (Bretón, 2012). La
hacienda de Cotopilaló se entregó a la Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas
CESA y los ex husipungueros conformaron cooperativas para acceder a la propiedad de
la tierra mediante compra. En el Censo Agropecuario de 1974 la mayor parte de las
19
explotaciones agrícolas de la parroquia Toacaso eran inferiores a 5 hectáreas, es decir,
el 64.5% de las UPA´s, y ocupaban el 9,41% del territorio. Las propiedades de más de
100 hectáreas eran el 1,5% de las UPA´s y ocupaban el 54,78% de la tierra disponible
(Eguiguren, 1995). Pese a la importante entrega de huasipungos que se efectuó en las
tierras de Toacaso, una pequeña porción del territorio fue repartida entre muchos
propietarios y la mayor cantidad de tierra estaba en manos de pocos.
Con el inicio de la reforma agraria, se llevó a cabo el proceso de modernización
de las haciendas de los terratenientes. Este proceso fue inequitativo y excluyente con la
población indígena. Las familias indígenas fueron obligadas a subir a la cordillera
occidental, donde las condiciones de vida son particularmente difíciles y las relaciones
sociales en las haciendas estaban marcadas por la violencia y la explotación laboral.
En esas condiciones se originó la Unión de Organizaciones Campesinas del
Norte de Cotopaxi (UNOCANC) en 1976, que se creó en respuesta a los múltiples
maltratos que vivían las comunidades indígenas en manos de la iglesia y para la
recuperación de la tierra. Con la intervención de CESA 4 , ese es el caso de las
Cooperativas de Cotopilaló, Rasuyacu Corazón, Rasuyacu Chiguanto, Mushuc Patria,
las familias se unieron para comprar las tierras en propiedad comunitaria y
posteriormente se conformaron como comunidades que conservaron el nombre de las
haciendas (Vallejo, 2007). La propiedad de la tierra era comunal, y la presión del
mercado para la individualización de la propiedad debilitó la posibilidad de un proyecto
productivo propio.
Durante las décadas de los años ochenta y noventa del siglo XX, la lucha por
terminar con las haciendas se reforzó. La principal fuente de ingresos económicos
provenía de la agricultura y con los inicios de la modernización de algunas haciendas se
dio paso a la ganadería de leche. El principal cultivo en los años 80s era la papa, luego
cobró importancia la zanahoria amarilla. En los años noventa la ganadería se constituyó
en la principal actividad económica. El avance de la frontera agrícola se ha intensificado
desde la década de 1990, debido al aumento de la población, la zona de páramo ha
disminuido en un 50% y esas tierras son destinadas a la producción agropecuaria (GAD
Parroquial de Toacaso, 2014).
4 CESA es una Organización no Gubernamental que empezó su trabajo con el respaldo de la iglesia.
20
2. 1. 2. 2 Población y agricultura en Toacaso
La población en Toacaso según sexo se distribuye de la siguiente manera: el 51,36%
son mujeres y el 48,64% son hombres. La tasa de analfabetismo en las mujeres es del
25,49% y los hombres el 11,47%. El 46% del total de la población se auto-identifica
como indígena (la nacionalidad a la que pertenecen es la kichwa, específicamente al
pueblo Panzaleo), de este porcentaje el 50% es hombre y el 50% mujer. En cuanto a
indicadores de pobreza, en Toacaso la extrema pobreza por necesidades básicas
insatisfechas (NBI) es del 64,2% y la pobreza por necesidades básicas insatisfechas
(NBI) es del 93% (Censo de población y vivienda, 2010).
Existe un flujo de población que se traslada de las comunidades dispersas a la
zona poblada de Toacaso (48,28%). El 22% de la población ha migrado definitivamente
a ciudades como Quito y Ambato principalmente y lo hacen por motivos de trabajo y
estudios. Por otra parte, la población de comunidades como: Chisulchi Chico, Chisulchi
Grande y La Moya San Agustín ha migrado masivamente, porque en esas son zonas no
cuentan con riego y la tierra está muy erosionada (GAD Parroquial de Toacaso, 2014;
Jaya, 2015).
Se puede señalar que la población de Toacaso vive en condiciones de pobreza; la
mayoría son mujeres que no cuentan con mínimos niveles de educación, son mujeres
indígenas que viven en sectores rurales dispersos muy lejos de la zona poblada, muchas
viven en zonas de páramo. Ellas se dedican a la agricultura familiar campesina como
modo de vida, la tierra es su principal elemento de sobrevivencia, Por lo regular la
herencia es la forma como llegan a poseer tierra para la familia.
La propiedad de la tierra en Toacaso es de carácter individual en su mayoría. En
la actualidad hay tierra comunitaria en tres comunidades; Cotopilaló (800 ha.),
Razuyacu Corazón (600 ha), Apahua y Santa Fe (50 ha.) (Jaya, 2015). La propiedad
comunitaria suma 3.082 has. que son destinadas para el cuidado del páramo. En
Cotopilaló, Rasuyacu y Santa Fe tienen un ato de 100 alpacas (2003) producto de
proyectos para la conservación de páramos (GAD Parroquial de Toacaso, 2014).
Una de las principales actividades económicas en la provincia de Cotopaxi según
el Censo de Población y Vivienda – 2010 es la agricultura, con el 43%; en el cantón
Latacunga con el 27% y en la parroquia de Toacaso con el 73%, este porcentaje incluye
la producción pecuaria.
21
Los cultivos que generan más ingresos son: papas, pastos, habas, mellocos y
zanahoria amarilla. La papa es un cultivo extensivo, se siembran en importantes
extensiones de terreno y requieren mayor cantidad de mano de obra. Los pastos
requieren menos mano de obra y tiempo de trabajo, según la cantidad de cabezas de
ganado aumenta el requerimiento de tierra. La preferencia que tienen los productores
por la producción de leche responde a la necesidad de contar con ingresos económicos
permanentes, el pago de la venta de la leche se realiza cada quince días por lo general, a
diferencia de los cultivos de ciclo corto en los deben esperar entre cuatro a seis meses
para vender los productos, dependiendo de la fluctuación de los precios en el mercado.
La producción de leche y de los huertos familiares es realizada principalmente
por las mujeres de las comunidades, ellas son quienes cuidan y se encargan de las
labores agropecuarias como iniciativa propia o en ausencia de su cónyuge, pero sobre
todo son ellas quienes administran los recursos. Los productos que son destinados para
la comercialización y cultivados en monocultivo como la papa, la zanahoria, alverja y
quinua, entre otros, hacen uso de la mano de obra familiar. Los productos de la
agricultura extensiva son comercializados en los mercados de Saquisilí y Latacunga y
los productos provenientes de las fincas integrales también pero con la variante de que
se esfuerzan por hacer ferias agroecológicas donde el consumidor valore los productos y
mejore el precio.
Una de las preocupaciones de las familias campesinas es el cambio climático,
debido a la escasez del agua en sus parcelas, ya que éste es un elemento esencial en
producción agropecuaria. El acceso al agua para los pequeños productores no puede
hacerse efectivo por la falta de política pública que los favorezca y hay una marca
presión sobre el acceso a la tierra y el agua (Quishpe & Alvarado, 2012). Por este
motivo se ven obligados a realizar una siembra de secano, es decir, utilizan las
precipitaciones como fuente principal de riego para sus cultivos.
Las comunidades campesinas e indígenas que cuidan el páramo ven pasar por
sus tierras el agua para los hacendados de las zonas bajas ya que la inversión estatal está
destinada a la producción para la exportación como: flores, brócoli y la producción
lechera a gran escala, entre otros.
La mayoría de agricultoras estaban acostumbradas a los calendarios agrícolas
bien definidos para la siembra, las labores agrícolas y la cosecha. Pero, la variabilidad
22
de las lluvias pone en riesgo los cultivos porque aumentan en riesgo de pérdida de sus
cultivos debido a plagas y enfermedades producto de esa alteración.
La infraestructura de riego con la que cuentan las comunidades es producto del
trabajo comunitario. Durante varios años las comunidades han sumado proyectos de
corto alcance para acceder al agua para riego en sus parcelas, puesto que es muy
costoso. El riego es importante porque permite diversificar los cultivos, por ejemplo; la
mayoría de los campesinos de la sierra siembra maíz porque no necesita mucha agua y
es resistente a la sequía, pero si tiene riego puede sembrar mellocos y hortalizas cuyas
necesidades hídricas son mayores. El riego permite cubrir las necesidades hídricas de
las plantas y mejorar la productividad de las fincas.
La Junta de Agua del Canal Central con la ayuda de instituciones como Swissaid,
CESA e instituciones públicas ha logrado tener acceso al riego mediante canales
primarios que benefician a las familias de las organizaciones como la OMICSE-
UNOCANC las principales fuentes de agua son Jatumcama y Pumicunchi que forman
parte de la cuenca del Toachi y Cutuchi (Pullotasig, 2010).
La organización de mujeres ha gestionado proyectos de riego en Yanahurquito
Chico, Rasuyacu Corazón de Jesús y Patria Nueva con 280 familias beneficiadas, para
la implementación de fincas integrales con el objetivo de mejorar la alimentación de las
familias. La dotación de agua para riego es insuficiente, por lo cual no se logra abarcar a
todos los/as beneficiarios/as de la organización de mujeres.
En el territorio de influencia de la organización se observó la predominancia de
la agricultura familiar campesina, que se caracteriza por el empleo de la mano de obra
familiar, poca extensión de terreno, limitado acceso a riego, la diversificación de las
actividades productivas para generar mayores ingresos familiares. La migración
temporal es común, por lo que las mujeres asumen las labores diarias en el campo.
La contribución de las mujeres a la economía local se invisibiliza bajo la
denominación de la familia campesina, en ella ese aporte se duplica por la carga de
trabajo reproductivo. Al mismo tiempo que las mujeres se encargan de cultivar en los
huertos familiares realizan el cuidado de animales menores (porcinos, ovinos, crianza de
cuyes y de corral gallinas, pollos) y se ocupan de los cuidados de la familia, además de
las actividades comunitarias como mingas o reuniones de la comunidad.
23
El trabajo no remunerado que las mujeres realizan al interior del hogar posibilita
que hombres y mujeres, salgan al mercado laboral a vender su fuerza de trabajo. Ese
trabajo impago no solo incluye las actividades de sostenimiento de la vida física y
material de la familia nuclear o ampliada como: alimentación, vestido, aseo, entre otros,
sino también el sostenimiento del ámbito afectivo de esas esferas, es decir, el soporte
emocional necesario para vivir.
Como se señaló, parte de los ingresos de la economía familiar son producto de
las diversas actividades que realizan los hombres con la migración, pero también con las
actividades de las mujeres campesinas. La creatividad de las mujeres se despliega en
variedad de iniciativas productivas, los animales menores como la venta del cuy, la
realización de mermeladas, ferias de comida típica, venta de hortalizas, verduras y
plantas medicinales, todas estas actividades impulsadas y dirigidas por organizaciones
de mujeres.
En la Constitución del Ecuador se garantiza la igualdad de derechos de mujeres
y hombres en la propiedad de los matrimonios5 pero en el Código Civil señala que la
administración de las propiedades la realiza el marido de no haber una aclaración
expresa6. Y también se da la titulación conjunta de la tierra en caso de parejas casadas,
lo que quiere decir que el traspaso de una propiedad requiere de la firma de ambos
cónyuges. Para vender la tierra, que es el principal activo para las familias rurales tiene
que haber acuerdo de las partes. En ese caso hay una aparente seguridad. Por lo regular
la herencia es la forma como se llega a poseer tierra para la familia, cada vez más
reducida.
La tierra y el agua son los principales recursos productivos para la agricultura
campesina, en una pequeña extensión realizan varias actividades para la economía
familiar; crían animales menores, tienen su huerto agroecológico, la ganadería es un
elemento importante para los ingresos de algunas familias puesto que venden leche con
regularidad. Las mujeres de esta zona poseen animales de doble propósito, debido a que
usan los cuyes para alimentar a la familia o vender en caso emergencia y el desecho
para fertilizar la tierra.
5 Esto se encuentra en el Artículo. 324 de la Constitución. 6 Esto se encuentra en el Código Civil Artículo. 180.
24
2. 2 La historia de la OMICSE
2. 2. 1. Los orígenes hasta la constitución legal
La OMICSE es producto de la iniciativa de una mujer que lideró la conformación de la
UNOCANC. Durante ese proceso Diocelinda Iza observó con preocupación la
discriminación que vivían las mujeres por parte de los dirigentes de la organización:
“los dirigentes decían las mujeres sienten en el suelo, la silla es para los hombres, viene
a la sesión las mujeres, no tienen raya no están tomadas en cuenta, quieren pero solo
como oyentes” (Iza, 2016 b). Todo empezó con quince mujeres que se reunían a partir
de las siete de la noche, después de cubrir sus actividades en el hogar. En 1984 se formó
la Organización de Mujeres de la UNOCANC –OMU- con 57 integrantes.
La organización de mujeres surgió cuando a nivel nacional se atravesaba una
crisis económica producto de la caída del precio del petróleo. La bonanza petrolera
había terminado. Las demandas sociales por la distribución equitativa de la renta
petrolera crecían. Las reformas agrarias sirvieron para el inicio de la industrialización,
pero sobre todo liberó a la población indígena de las relaciones de subordinación y
explotación, se transformaron en individuos independientes, ciudadanos sujetos de
derecho. (Acosta, 2006).
En la década de los ochenta del siglo pasado en el Ecuador crecieron y se
consolidaron muchos movimientos de mujeres del campo y la cuidad de diversos
sectores sociales, había un escenario que motivaba la reflexión de la situación y
condición de las mujeres producto de la influencia de las ideas revolucionarias y los
partidos de izquierda. Se crearon una serie de organismos no gubernamentales para la
promoción de la mujer (Ayala, 2008). El Ecuador suscribió varios Convenios y
participó en Conferencias internacionales relacionadas con los derechos humanos de las
mujeres, por ejemplo: en 1979 la Convención sobre la eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer conocida por sus siglas en inglés como CEDAW. La
difusión de los derechos de las mujeres aumentó por lo que se puede considerar cierta
influencia de estos elementos en la constitución de la OMU.
En la segunda mitad de los años ochenta del siglo pasado la OMU se formó y
consolidó, las mujeres se agruparon para luchar por sus derechos como mujeres, por
encima de los reclamos de los compañeros varones. Un hecho en particular sacudió la
situación de las mujeres en las comunidades, “cogimos a un señor que demasiado
25
maltrataba a la esposa, cogimos a él y le hicimos bañar en el río en el puente que
pasamos (Planchaloma), ahí empezó la bronca con los hombres, fueron dos años de
fuerte enfrentamiento” (Iza, 2016 b). Aplicaron la justicia indígena a un hombre que era
bígamo y pretendía vivir con las dos mujeres en la misma casa, además de maltratarlas
físicamente.
En 1984, 57 mujeres de tres comunidades integraban la organización, ellas “…
gestionaron ante el Proyecto de Desarrollo Rural Integral (este era un proyecto
financiado por el Estado), consiguieron ayuda para realizar capacitación sobre aspectos
organizativos y de mejoramiento de la agricultura y ganadería” (OMICSE, s/f, p. 3). En
1987, Diocelinda Iza dejó la presidencia de la organización.
En la década de 1990 la participación de las organizaciones de base disminuyó
drásticamente de 11 a 9 y luego a 4 debido a la disconformidad y malos entendidos con
respecto al alcance de los proyectos (OMICSE, s/f). En 1994, la organización contaba
con 600 mujeres, luego con una nueva directiva se quedaron 80 mujeres. Después
asumió nuevamente la presidencia Diocelinda Iza y la organización se recuperó, 800
mujeres formaron parte de la organización (Jaya, 2015 a). Para la organización la
década de 1990 fue una época de fluctuaciones, unos momentos contaban con un
número importante de compañeras y otros poquísimas, el tipo de relación que se llevó a
cabo con la institución SWISSAID 7 desencadenó conflictos al interior de la
organización de mujeres y con la UNOCANC. Precisamente por el manejo poco claro
de los fondos de un proyecto con esa institución fue destituida una de sus presidentas
(Starkoff, 1995).
2. 2. 2 La conformación legal de una organización independiente
En 2002, Diocelinda Iza retomó la dirección de la OMU para reactivar la organización.
El apoyo económico internacional llegaba a las mujeres a través del patrocinio de la
organización mixta UNOCANC, sin embargo, sintieron la necesidad de independizarse
por dos motivos. Primero, porque no sabían con certeza la forma de administración de
los fondos. Segundo, debido a desacuerdos con un dirigente de la UNOCANC, se
7 SWISSAID es una Organización No Gubernamental que trabajó varios años con la UNOCAN y luego
con la organización de mujeres. Realizó proyectos para la entrega de animales de raza como borregos,
llamingos, chanchos, pollos, conejos y cuyes, además, proporcionaron asistencia veterinaria (Starkoff,
1995).
26
perdieron algunos proyectos entre 2002 y 2006 y para la concreción de un proyecto de
vivienda el presidente de la UNOCANC no facilitó la documentación para firmar los
convenios. Las mujeres se molestaron y en 2006 gestionaron la personería jurídica ante
el Consejo Nacional de las Mujeres (CONAMU) con el nombre de Organización de
Mujeres Indígenas y Campesinas “Sembrando Esperanza” (OMICSE). Superado el
impase con la dirigencia de la UNOCANC las relaciones con la organización se han
desarrollado de manera fluida, trabajan en conjunto en varios proyectos. De esta manera
empezó un nuevo ciclo de vida organizativa. A partir del 2010 hasta el 2014 y con la
reelección hasta 2018, Martha Jaya es la Presidenta. En la actualidad la organización
está registrada ante el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del
Ecuador (CONDENPE) con el acuerdo ministerial #2109.
El primer acercamiento a los proyectos de desarrollo que tuvo la OMICSE fue
con los proyectos de Desarrollo Rural Integral, el apoyo que obtuvieron fue la entrega
de cuatro cuyes para cada una de las quince mujeres que lo gestionaron, ello impulsó a
las demás mujeres a organizarse (Iza, 2016 b).
Los proyectos productivos del DRI en los años ochenta fueron dirigidos
principalmente a los campesinos con mínimos recursos productivos “campesinos
viables”, para desviar los reclamos por la problemática de la tierra de la época.
(Martínez, 2002).
La casa sede de la organización es producto de la gestión con varias instituciones
nacionales e internacionales, se construyó poco a poco. Son propietarias de su espacio y
consiguen mantenerlo con el trabajo de las socias, mediante la venta de almuerzos para
los proyectos que realizan.
La dirigencia y sus bases con el ejercicio de la justicia indígena cuestionan la
utilidad de las cárceles y postulan que los hombres y mujeres se deben corregir al
interior de la comunidad, se merecen una segunda oportunidad, postulan la necesidad
del control social humano y solidario. En el caso de violencia intrafamiliar se aplica a
quien es responsable y de ser el caso a ambos. Al menos veinte casos se han registrado
en los últimos dos años (Jaya, 2016 b) Si se debe ejercer la justicia indígena para la
mujeres son las mujeres las que lo hacen y de igual manera para los hombres.
27
CAPÍTULO III
MUJERES EMPODERADAS Y DESARROLLO
El acercamiento a la OMICSE empezó en 2015 en el marco del proyecto “Estrategias
actuales en generación de trabajo, reproducción de vida y fertilidad del suelo
implementadas por organizaciones de agriculturas campesinas y participación en las
políticas públicas: estudios de caso” financiado por la Universidad Central del Ecuador.
La Asamblea mensual y actual Presidenta Martha Jaya autorizaron la cooperación de la
organización con el proyecto. Una vez finalizada una de las fases del proyecto el
acercamiento se hizo de manera individual para llevar a término el presente trabajo.
Desde la dirigencia se sugirió las personas idóneas a ser entrevistadas, aquellas que
participaron de cerca en los proyectos que fueron considerados más importantes.
Las mujeres de la OMICSE se debaten en las propuestas del desarrollismo y las
alternativas al desarrollo. Realizan proyectos productivos que responden a la lógica del
GED y tambien se preocupan por el cuidado de la naturaleza, de sus cuerpos y los de
sus familias lo que las ubica en los debates del ecologismo y post-desarrollo pero
tambien en el indigenismo pachamamismo. El empoderamiento que se construye va
desde el poder desde dentro, poder para a el poder con.
3. 1. 1 Mecanismos de participación y ONGs presentes
En el caso de la OMICSE, una vez, cada dos años las mujeres se reúnen en el Congreso
General, con la participación de cinco delegadas de cada comunidad para discutir las
líneas generales de acción. El conjunto de las presentes prioriza aquellas líneas que
serán colocadas en el plan de trabajo, de esa manera se elabora la hoja de ruta para
formular proyectos y conseguir fondos para cubrir esas demandas. Además, cada año la
presidenta realiza un informe de actividades y gestión económica que la Asamblea
General discute y aprueba.
La Asamblea Central es la instancia que pone en marcha las políticas discutidas
en el Congreso, está integrada por las delegadas de las organizaciones de base y se
reúnen el primer jueves de cada mes (OMICSE, 2010; Iza, 2016 a).
Las principales fuentes de colaboración han sido Oxfam Intermón y Terre des
Hommes Italia. Oxfam Intermón (IO) es una organización no gubernamental española,
independiente y sin ánimo de lucro que trabaja en Ecuador desde 1989 en el ámbito del
28
desarrollo rural con programas de justicia económica y de derechos de las mujeres. Uno
de sus objetivos es “el desarrollo no dependiente de los hidrocarburos, equitativo y con
enfoque de derechos; que refleje el Sumak Kawsay (el Buen Vivir), el paradigma
andino que busca equilibrio y plenitud” (OXFAM Intermón, 2012), es una organización
que promueve las actividades de las organizaciones indígenas y campesinas. La
OMICSE trabajó con esa ONG desde 1998 de manera intermitente, es decir, con
proyectos de un año o año y medio, se retiraron del país en 2013 por un cambio en la
legislación ecuatoriana. “La misión de Terre des Hommes (TDH) es trabajar por los
derechos del niño y para un desarrollo equitativo, sin discriminación racial, religiosa,
política, cultural o de género” (Terre des Hommes, 2014). Trabaja en Ecuador desde
1988, Tierra de hombres se fundó en Lausanne (Suiza), busca mejorar las vidas de
millones de niños y niñas más vulnerables del mundo (Terre des Hommes, 2014). Con
esta ONG trabajaron hasta 2006 en la producción de hortalizas, realizaron inversión en
infraestructura para un centro de acopio y lavado para hortalizas.
En la actualidad trabajan el tema de educación con TDH, colaboran con becas
escolares y patrocinio educativo. Cada año ayudan a los niños (300) con dinero para la
compra de útiles escolares. Están buscando financiamiento para cumplir con sus líneas
de acción.
Las dirigentas adquirieron las destrezas necesarias para formular propuestas para
las ONGs., es decir, hubo un proceso de aprendizaje que se fue puliendo con el apoyo
de los técnicos. Los proyectos productivos que han elaborado parten de las necesidades
de las mujeres de base y cumplen con los requerimientos de las ONGs. IO tenía un
programa de justicia económica y derechos de las mujeres que incluye “Soberanía
alimentaria: trabajamos para que los distintos ámbitos de actuación en el sector rural
contengan los elementos políticos y técnicos del concepto de soberanía alimentaria”
(Intermón Oxfam, 2012). Como se observa esta ONG trabaja dentro de la línea de
alternativa al desarrollo, lo que permitió flexibilidad de trabajo para la organización de
mujeres.
En la actualidad, la organización tiene tres ejes de trabajo: fortalecimiento
organizativo, generación de iniciativas productivas y defensa del territorio en
convivencia armónica de las mujeres y los hombres con la naturaleza (Iza, 2016 a).
29
El fortalecimiento organizativo lo desarrollan mediante la formación y
capacitación sobre los derechos de las mujeres para una vida equitativa en la comunidad
y aumentar la autoestima, las iniciativas productivas buscan mejorar económicamente la
vida de las mujeres y sus familias (las fincas integrales son una expresión), la defensa
del territorio implica un trabajo para garantizar el acceso al agua, el cuidado del páramo,
evitar el avance de la frontera agrícola.
Las tres líneas se interrelacionan, unas con mayor intensidad que otras, el primer
elemento cumple con la visión política de la organización, la idea principal es sostener
la organización de segundo grado y las organizaciones de base para seguir trabajando en
el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres y la defensa de sus derechos,
mediante las iniciativas productivas. Ellas sostienen una línea de soberanía alimentaria y
autoconsumo de sus productos, los excedentes son comercializados.
El cuidado de la naturaleza se realiza con el trabajo de concienciación del cuidado del
páramo que es una reserva natural de agua y los riesgos de la ampliación de la frontera
agrícola es parte de la visión ecologista post-desarrollista e indigenista al mismo tiempo,
en la práctica realizaron la reforestación del páramo con plantas nativas, talleres de
sensibilización, incluso en otro proyecto brindaron alternativas como la introducción de
alpacas para disminuir la carga animal.
3. 2 Principales proyectos emprendidos
La mayoría de los proyectos que ha desarrollado la OMICSE a lo largo de los treinta y
dos años de vida organizativa (desde que era la OMU) tienen relación con el
fortalecimiento socio político, productivo y agropecuario (58%) el resto se relacionan
con educación (12%), salud (12%), derechos e identidad (12%), un proyecto de cajas
solidarias de ahorro y crédito (6%) (OMICSE, 2015).
A continuación, revisaremos los proyectos que las dirigentas de la organización
consideran más relevantes.
3. 2. 1 Las cuyeras que unifican
En los relatos de las dirigentas de la OMICSE está presente un proyecto que ayudó a
unificar la organización “Proyecto de cuyeras” financiado por IO. La realización del
proyecto generó unidad en la organización debido al beneficio que obtuvieron la
30
mayoría de las integrantes, los resultados prácticos del proyecto hicieron que la
satisfacción de las mujeres aumentara y permanecieran en la organización, la
capacitación sobre el manejo de los cuyes incluyó el fortalecimiento de la organización.
Los antecedentes que llevaron a la elaboración del proyecto de las cuyeras
fueron los siguientes: en la zona de influencia de la organización se propagó una
epidemia de fiebre tifoidea, las mujeres muy preocupadas pidieron a los médicos una
evaluación de la situación, pero sobre todo las causas de la enfermedad, ellos les
comunicaron que una de las causas, era cohabitar con cuyes, estos animales vivían bajo
la cama de las familias y sus desechos eran los elementos contaminantes (Iza, 2016 b).
Las deficitarias condiciones sanitarias era otra de las causas de la propagación de la
enfermedad, el no contar con agua potable y sistema de alcantarillado hacía a las
familias del lugar más vulnerables a este tipo de enfermedad.
Este evento propició la formulación del proyecto de las cuyeras. La necesidad de
frenar la epidemia se combinó con la de generar recursos económicos y mejorar la
alimentación de la familia.
Un largo trajinar y aprendizaje caracterizó la formulación del proyecto, para las
dirigentas era la primera vez que formulaban un documento de ese tipo, se repartían el
trabajo con los funcionarios de IO quienes sabiendo la complejidad que suponía para las
mujeres colaboraban con los componentes más difíciles. Para la segunda fase del
proyecto la dificultad consistió en el uso de la computadora, dictaban sus ideas y luego
revisaban, de esa manera aprendieron a presentar propuestas a IO y se ve el desarrollo
del poder desde dentro y poder con, es un proceso personal y colectivo. El proyecto
contaba con tres objetivos que respondían a la necesidades de las mujeres de base:
mejorar la alimentación de las familias, producir cuyes para mejorar las condiciones
económicas de las mujeres y sus familias lo que incluía sacar los cuyes de las casas para
frenar la enfermedad y usar los desechos de los cuyes como abono para fertilizar las
parcelas (Iza, 2016 b).
La fundación contribuyó con materiales de construcción y diez cuyes hembras y
un macho (con la finalidad de mejorar genéticamente los cuyes trajeron pies de cría de
Perú) las mujeres y sus familias aportaron con la mano de obra y algunos materiales.
En la primera fase construyeron noventa cuyeras, la segunda cuatrocientos cincuenta y
31
la tercera de igual manera. El proyecto incluía capacitación en el manejo de los cuyes y
el fortalecimiento organizativo (Iza, b; Chuquitarco, 2016).
Dos de los tres objetivos del proyecto se cumplieron a cabalidad, el
mejoramiento de la alimentación de las mujeres y sus familias puesto que controlaron la
ingesta de proteína animal de buena calidad, los desechos de los cuyes sirvieron para
fertilizar la tierra y la producción de sus huertos aumentó, la generación de recursos
económicos fue el objetivo que se alcanzó mínimamente, puesto que, la
comercialización de los cuyes fue más difícil para muchas mujeres, sólo diez mujeres
(de lo que se conoce) lograron especializarse en la producción y venta de este animal
menor (Iza, 2016 b).
En algunos casos el proyecto tuvo que dar un giro drástico. La vivienda de varias
familias era muy precaria y fue necesario transformar la cuyera en una casa habitable y
dejar los cuyes en la antigua vivienda. Ese cambio fue aceptado por IO ya que conocían
las condiciones de vida de las comunidades (Iza, a & Chuquitarco, 2016).
Los logros que alcanzaron con el proyecto fueron: el fortalecimiento de la
organización, el empoderamiento económico de las mujeres de base. La organización se
fortaleció debido a la responsabilidad y empeño que pusieron en la ejecución, la
confianza de las mujeres de base aumentó, el poder desde dentro y el poder con se
desarrollaron, ya que uno de los fines para los que fue creada se cumplió.
Elaborar, gestionar y ejecutar iniciativas, proyectos y programas que
incidan positivamente en la calidad y condiciones de vida de las
mujeres, sus familias y comunidades, tanto para las integrantes de la
Organización como para otras mujeres de las zonas de influencia y de
otros espacios provinciales y nacionales (OMICSE, 2010).
El empoderamiento económico se dio porque las mujeres contaron con los elementos
iniciales para producir cuyes de mejor calidad que los que tenían antes, ellas tuvieron un
importante impulso en una actividad productiva que si es llevada con prolijidad y
dedicación genera ingresos, como se señaló, muy pocas mujeres logran generar ingresos
de manera sostenida, sin embargo esto sirvió para alimentar el poder para, que es el
permite potenciar los elementos preexistentes de manera creativa, este poder se
desarrolló cuando las mujeres se dieron cuenta que podían influir en sus condiciones de
vida. Ellas ya sabían criar cuyes, es un conocimiento previo heredado de generaciones
pasadas que fue combinado con la capacitación técnica sobre la reproducción de los
32
cuyes, cuidados sobre enfermedades; ya conocían que los cuyes deben mantener el calor
corporal, pero ahora saben que si los cuyes sufren de frío se enferman y contagia a los
demás. Se desarrolló el poder para a nivel colectivo cuando lograron tomar acción
sobre sus prioridades y hubo un liderazgo que dinamizó las actividades.
La formulación y ejecución del proyecto permitió desarrollar a las mujeres de la
dirigencia habilidades administrativas y contar con una experiencia exitosa que alimentó
la confianza en ellas mismas, el poder para a nivel individual se dio porque ellas
procedieron a actuar sobre las circunstancias que vivían, no solo ellas sino todas,
entonces se evidenció el poder con, por lo que podemos ver una constante
retroalimentación de los tipos de poder.
El empoderamiento económico de la OMICSE se ha dado a lo largo de su
historia organizativa por su visión política de transformación social. En los inicios de la
organización el relacionamiento con la organización mixta hizo que compartieran esa
visión política, se puede decir que en ese tema hay unidad ideológica y política.
Los proyectos productivos que han elaborado y ejecutado sirvieron para mejorar
las condiciones de vida de las mujeres de base, cada uno de ellos aportó en el
cuestionamiento de la forma de vida de las familias, cada experiencia deja en las
mujeres un aprendizaje que no se retira cuando el proyecto finaliza, siempre aprenden
algo y eso no está limitado por los fondos o el corto tiempo de los proyectos.
El proyecto fue dirigido a las mujeres y por las mujeres y a través de éste
lograron cuotas de autonomía economía que las empoderó en sus hogares:
El marido ahí no puede decidir, yo decido, yo decido porque tengo
plata de eso, mi marido a veces está rogando, decía una compañera,
mata unos dositos, pero yo decido si o no, el poder que llegó a tener la
mujer sobre esa decisión, sobre ese proyecto, lo más que la
producción que todo eso era que la mujer se empoderó en la toma de
decisiones para ver qué hace, si vende, si regala, o sea no había que
consultar al marido, no era necesario (Iza, 2016 b).
El análisis sobre los derechos de las mujeres rindió frutos, se observa que hay un
nivel de conciencia sobre la subordinación de género. Se parte de una necesidad práctica
que posibilita el cuestionamiento de las relaciones de género desiguales con lo que se da
paso a una necesidad estratégica.
33
En la cultura andina el cuy desempeña un papel importante en la alimentación de
las familias, el excedente se vende, se regala en caso de eventos familiares y es usado en
la medicina tradicional, tiene un valor material y simbólico para las comunidades.
Un indicador de la apuesta por la producción agroecológica en camino a la
soberanía alimentaria del territorio de la OMICSE, es que el objetivo relacionado con la
producción de abonos orgánicos funcionó, el proyecto de cuyes incluía incorporar fincas
integrales para mejorar la nutrición familiar. El trabajo de la organización ha traído
frutos, hay cambios significativos, aseguran que el 70% de las participantes cuentan con
un huerto orgánico ya sea para consumo familiar o para la venta.
Las mujeres de la organización producían con los paquetes tecnológicos que les
ofrecía la revolución verde, hace más de once años empezaron un proceso de
concientización sobre los riesgos en la salud, producto de la reflexión conjunta con la
organización mixta y el aumento de las enfermedades graves.
Pedimos auxilio al centro de salud para que nos diga por qué hay
tantas enfermedades, por qué tenemos el problema de quistes en los
testículos, hay niños que tienen soplo al corazón, o sea hay diferentes
enfermedades y la conclusión a la que hemos llegado con las doctoras
es que es el tema alimentación. Nosotros hemos disminuido bastante
el tema de químicos, ya no se usa el sello rojo (se usa en casos
extremos), ya cuando es una gran extensión de papa se usa pero sello
verde. Si nos vamos por ejemplo a Razuyacu Corazón,
definitivamente allá ya no hay químicos, allá hay lo que son abonos
orgánicos, ellos mismos hacen el abono, ya saben que pueden utilizar
para contrarrestar la plagas” (Jaya, 2015 a).
Los aspectos que van en la línea de alternativas al desarrollo se relacionan con el
impulso que la organización le da a la soberanía alimentaria de las familias. Hay una
marcada tensión entre el acercamiento de las mujeres a la mercantilización de la
producción y el consumo bajo las formas tradicionales.
3. 2. 2 El agua fortalece la organización
El agua es un recurso escaso para algunas de las comunidades de base y una necesidad
vital, por lo que la organización de mujeres gestionó proyectos de riego ante IO para
tres de ellas (durante 2011-2013 en tres fases): Yanahurquito Chico, Rasuyacu Corazón
de Jesús y Patria Nueva. “El objetivo principal era a través del uso del agua promover
una agricultura limpia, tener más producción, el excedente para sacar al mercado” (Jaya,
34
2016 b). Este proyecto era completamente nuevo para la dirigencia de la OMICSE, el
tema del riego es bastante complejo y pese a las dificultades adquirieron nuevos
conocimiento y mejoraron su liderazgo.
La implementación de sistemas de riego suele ser un asunto masculino y técnico.
El riego es una construcción social que incluye elementos físicos y sociales; reservorios,
canales, instalación de tuberías, entre otros, en lo que se refiere a lo físico, en lo social,
derechos de agua, horarios, turnos, registro de usuarios/as, entre otros.
Las juntas de agua son un tipo de organización que acumula poder a nivel
territorial, sin embargo, para este caso no existe una Junta General de Riego, lo que se
observa es que la junta de agua comunal no tiene un protagonismo político importante
(en otros lugares la junta general de agua esta por encima de la organización de segundo
grado), sino únicamente en lo que se refiere al uso de agua y el cabildo es la máxima
autoridad (Carvajal, 2016).
En una de las asambleas mensuales las organizaciones presentaron sus
problemáticas, las comunidades mencionadas necesitaban más ayuda que otras por las
condiciones de pobreza en que viven. La asamblea priorizó dirigir los proyectos de
riego y sus demás componentes a esas comunidades. El criterio de selección de las
familias beneficiarias correspondió a la lista de usuarios que presentó la dirigencia de la
comunidad.
Algo que hay que rescatar es que la organización procura que las iniciativas
lleguen a todas las socias para no dividir la organización y también prioriza de ser
necesario, como ocurrió en el proyecto de riego, pues no era posible incluir a todas por
los altísimos costos para la implementación de sistemas de riego.
En Rasuyacu Corazón de Jesús, se implementaron las redes secundarias de riego
con agua traída de sus páramos lo que significó que el agua llegara a cada una de las
fincas, lograron riego por aspersión con mangueras movibles en 47 ha. (Carvajal, 2011).
Cincuenta familias fueron beneficiadas. En esa zona la responsabilidad de la gestión del
sistema de agua recayó en una mujer parte de la organización, con esto se posicionó el
liderazgo femenino porque ella pasó a formar parte de la dirigencia de la comunidad, “la
mujer fue la que dirigió absolutamente todo ese proyecto y la que enseñaba como hay
que manejar las válvulas, las llaves de paso o sea absolutamente todo era una mujer
quien enseñaba y decía como hay que manejar todo este tema” (Jaya, 2016 b). Vemos
35
como en ese caso el poder para y el poder con se desarrollaron, por un lado el poder
con por que las mujeres se unieron y consiguieron cubrir sus necesidades prácticas y
también el poder para por que al menos una mujer logró liderar un proceso que suele
considerarse masculino.
La Asociación Agrícola Patria Nueva fue una prioridad porque había una fuga de
agua en un tramo del sistema de riego donde no había tubería. No contaban con un
sistema de riego completo, tenían un tanque de reserva, una parte de la red principal y
otra parte del agua llegaba al reservorio por acequia. Lo que hizo la organización fue
poner la tubería para subsanar la fuga de agua y ayudar a que el agua llegue tanto al
reservorio como a la red principal hasta la asociación. Los usuarios del sistema de riego
fueron noventa familias (Carvajal, 2011; Jaya, 2016 b). Las mujeres junto a la
comunidad fueron las que gestionaron y trabajaron en la ejecución del proyecto,
cumplieron un rol protagónico.
En Yanahurquito Chico, se empezó de cero, por lo que se construyó el tanque de
captación y hasta donde los recursos económicos permitieron la red principal cerca de la
comunidad. En un sector lograron tener el acceso al riego por gravedad y quedó una
zona sin acceso porque es un territorio extenso. Con este proyecto se benefició a ciento
cuarenta familias. El tanque de reserva se construyó con el apoyo el Gobierno
Provincial (Jaya, 2016 b). La comunidad ejecutó el proyecto, pero la organización de
mujeres fue la que lideró el proceso.
La mayoría de los proyectos de riego con IO desarrollados por la organización
contaron con varios componentes, por ejemplo; “mejoramiento productivo mediante la
implementación de fincas integrales familiares, conservación de páramos, manejo
adecuado del riego” y el fortalecimiento organizativo (Carvajal, 2011, p. 2).
La propiedad de la tierra puede ser nominal en favor del hombre pero la mujer
hace ejercicio efectivo del poder de decisión en la finca integral compuestas por la
recuperación de: semillas, conocimiento ancestral y las cuyeras previamente
construidas. La recuperación de conocimiento ancestral estuvo compuesto por: la
asociación y rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos para la conservación del
suelo, prácticas del uso del calendario lunar, cultivo y el uso de plantas medicinales. La
conservación de páramos y manejo adecuado del riego: incluye el cuidado de vertientes,
36
talleres de sensibilización sobre el páramo para generar cambios en el uso del suelo y un
plan de manejo comunitario del agua (Jaya, 2016 b).
Los proyectos que se han implementado en las organizaciones de base buscan
fortalecer la soberanía alimentaria de las familias, por eso es muy importante la
aplicación de una agricultura limpia bajo la estrategia de agroecología. La eliminación
de pesticidas, plaguicidas, fertilizantes, entre otros, busca eliminar esos elementos de los
alimentos. Mediante la agroecología se busca sostener el equilibrio de los ciclos
naturales en un constante diálogo entre los saberes ancestrales y los occidentales, lo que
permite recuperar la memoria colectiva de comunidades indígenas y campesinas, es de
especial interés la fertilidad del suelo mediante la devolución de materia orgánica al
suelo. El mejoramiento del suelo aumenta el rendimiento de la producción y con ello la
posibilidad de comercializar los productos en los mercados locales.
Con el paradigma de la agroecología se busca dar una alternativa a la visión
hegemónica del capitalismo sobre la producción de alimentos, tanto en el país como a
nivel internacional hay una marcada tendencia a desplazar la producción para el
autoabastecimiento de los productos de consumo interno para posicionar los intereses de
la industria agroexportadora y con ello la dependencia de la importación de alimentos e
insumos (SIPAE, 2007).
Uno de los pilares para la consecución de los proyectos de riego es la minga, el
trabajo solidario para un bien común. Esta práctica ancestral se usa principalmente para
la construcción de obras de infraestructura pública, como también para la construcción
de casas o labores productivas, esta última ha disminuido su incidencia por la
incorporación paulatina de las comunidades indígenas y campesinas a la lógica urbana.
En este caso, en la minga la división sexual del trabajo a disminuido, antes las mujeres
se ocupaban de la alimentación, hoy en día se ve a más mujeres que trabajan lado a lado
con los varones y fueron ellas las que más participaron, sin embargo, esto significa un
aumento de la carga de trabajo.
La minga se practica recurrentemente en la OMICSE en actividades de limpieza
de espacios comunes, reforestación del páramo, ente otros, y en los inicios de la
organización para las actividades agrícolas. Un punto de ruptura entre la lógica
desarrollista y el camino al sumak kawsay es la conservación e impulso de lo
comunitario, significa ir en contra del individualismo capitalista.
37
Pese al enorme esfuerzo que hacen para elaborar, gestionar y ejecutar proyectos
productivos para diversificar los ingresos económicos de las familias, las mujeres siguen
invisibilizadas, por ejemplo: en las listas de usuarios del sistema de riego el titular es el
esposo. El que aparezca el hombre como titular responde a un tema cultural donde la
representación de la familia está en poder del hombre, aunque nominalmente el hombre
esté en las listas la mayoría de las ocasiones es la mujer la que participa y toma las
decisiones en las reuniones.
Una observación a destacar es que los niveles de conflictividad sobre la
distribución del agua son diferentes según el género. Los varones suelen hacer una
distribución cuantitativa que aparenta igualdad a diferencia de las mujeres que no
problematizan sobre la cantidad del agua que llega a sus casas o predios, para ellas lo
importante es que contar con el recurso. Ellas al estar en contacto directo con el agua
consideran más factores para la distribución; la extensión del predio, por ejemplo
(Carvajal, 2016).
3. 3 Más allá de los proyectos de desarrollo
Producto de la preocupación de las mujeres por la nutrición de las familias trabajaron
para conseguir un molino de granos, lo consiguieron con ayuda de diferentes entidades,
con esta iniciativa se disminuye la carga de trabajo de las mujeres y consumen los
granos agroecológicos que producen. Es una mujer la que administra el molino y con
ello se rompe el prejuicio de que solo los hombres pueden manejar un molino. La
lógica de trabajo que maneja la administración del molino difiere de la lógica del
desarrollo que busca la ganancias de cualquier manera. Ante la presión de las ONGs por
hacer rentable la iniciativa la dirigencia sostiene el molino como un servicio para las
mujeres y las comunidades.
Junto a la UNOCANC trabajaron para proporcionar servicios de salud a las
comunidades, el Centro Médico Jambina Wasi (Casa de Salud) se fundó en el año 2000
para evitar la discriminación en los centros de salud del Estado. Proporcionan servicios
de medicina occidental (medicina general, ginecóloga, enfermera, asistente, enfermera
auxiliar, y 2 terapistas) y una mujer que practica la medicina ancestral al alcance de las
comunidades. Benefician a más de 1800 personas con el aporte de 1 dólar mensual.
Cada año realizan la desparasitación de los niños de las comunidades.
38
Durante la vida de la organización, la educación política de la dirigencia y sus
bases ha sido un pilar fundamental, sus integrantes en distintos niveles cuentan con
claridad política sobre el acontecer nacional y las amenazas que pueden presentarse. Esa
educación política es producto del relacionamiento con la organización mixta y el
movimiento indígena nacional, pero sobre todo del interés de las dirigentas por
fortalecer su accionar. Un ejemplo de esto:
“Había un proyecto que vinieron a ofrecer, para instalar una quesería,
cuando la leche estaba bastante bajo (2009 aproximadamente), era de
la USAID de $450.000 y las mujeres diciendo que es de la USAID no
quisieron, porque el dinero norteamericano viene a destruir, ahí un
poco también era porque había un sueldo para los coordinadores más
que para las actividades” (Iza, 2016 b).
Durante una Asamblea la organización decidió rechazar la propuesta por los
peligros de división. La organización no ha permitido que las ONGs internacionales o
instituciones gubernamentales nacionales lleguen a imponer proyectos o condicionar
apoyos en la organización de mujeres.
El avance de los mega proyectos de interés nacional es cuestionado por los
impactos ambientales desfavorables para las comunidades; pese a sentir frustración por
el inevitable paso del cableado del proyecto Coca-Codo-Sinclair, la OMICSE -
UNOCANC le exigen a las autoridades los análisis de impacto ambiental y al mismo
tiempo proponen el aumento de la distancia entre los cables de alta tensión y la tierra.
La organización sale del proyectismo porque la formación política que les acerca
al movimiento indígena les da una visión global de lo que sucede a su alrededor, de la
policía nacional.
39
CONCLUSIONES
En este trabajo se constató que durante la vida organizativa de la OMICSE existe la
combinación de visiones desarrollistas combinado con atisbos de alternativas al
desarrollo y el empoderamiento de la organización se da en distintos niveles.
Considerando que la OMICSE es una organización de mujeres campesinas e
indígenas parte del movimiento indígena del Ecuador el debate sobre el sumak kawsay
en las vertientes ecologista-post-desarrollista e indigenista-pachamamista son las más
apropiadas para este análisis.
Hernández y Cubillo (2014) realizaron una caracterización sobre discusión del
sumak kawsay en ella se puede identificar tres vertientes, una inscrita en el desarrollo
“socialista-estatistas” y dos alternativas al desarrollo, “ecologista-post-desarrollista e
indigenista-pachamamista”. Siguiendo a Vega (2014) que parte de esos tres enfoques
del sumak kawsay se pueden asignar tres enfoques distintos de género: la socialista
estatista que se enlaza con el feminismo liberal, la ecologista-post-desarrollista tiene
relación con la economía feminista y el feminismo comunitario y la visión indigenista-
pachamamista se relaciona con el concepto de complementariedad de hombres y
mujeres.
La visión post-desarrollista ecologista e indigenista pachamamista comparten la
defensa de la naturaleza se puede ver expresada en la producción agroecológica que
incluye: la asociación y rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos para la
conservación del suelo, prácticas del uso del calendario lunar, el uso de plantas
medicinales; la crítica a la revolución verde, fomento de la nutrición sana el cuidado del
páramo. La visión de género que se puede encontrar es la del feminismo comunitario
por la defensa del cuerpo en su integralidad, uniendo lo corpóreo y lo espiritual, entre
otros componentes. En esas iniciativas vemos el poder con porque las mujeres se unen
para resolver sus problemas y necesidades.
El impulso de la producción agroecológica también se puede leer como
desarrollista porque una parte de la producción busca ser colocada en el mercado, la
visión de genero que se observa es la de igualdad de oportunidades el poder para es el
que está presente, las mujeres mejoran su relacionamiento social saliendo del reducido
40
espacio de sus hogares y fincas. De igual manera en el proyecto de riego se encuentran
las dos visiones en el desarrollo porque buscan aumentar la producción para destinarla
al mercado y cuando se conserva el trabajo comunitario (minga) con un valor
importante para la toda la comunidad se acerca al feminismo comunitario en la
concepción de memoria como el reconocimiento de los saberes ancestrales.
El proyecto de los cuyes y el impulso de la soberanía alimentaria están en la
visión indigenista y ecologista post-desarrollista, los cuyes tienen un valor cultural para
los pueblos indígenas de la sierra ecuatoriana y la soberanía alimentaria entra en el
ecologismo por la recuperación de las semillas y variedades de cultivos. El
relacionamiento con el genero va en la misma línea con el feminismo comunitario.
Las alternativas al desarrollo están presentes a nivel comunitario general, es
decir no solo la organización de mujeres sino en unidad con la organización mixta, la
crítica que hacen al proyecto Coca-Codo-Sinclair se enmarca en la crítica al desarrollo
ecologista post-desarrollista porque reclaman el cuidado de la vida no solo de esta
generación sino de las futuras, el empoderamiento que se une es el poder para,
reclaman juntas y afianzan liderazgos.
El post-desarrollismo esta presente cuando cuestionan el ejercicio de la justicia
occidental y en su accionar aplican la justicia indígena tanto para violencia intrafamiliar
como para robos. El empleo de los castigos comunitarios al hombre bígamo que
golpeaba a las que creía sus mujeres, las acerca a las propuestas del feminismo
comunitario porque cuestionan la visión de complementariedad. El empoderamiento que
está presente en el poder desde dentro, se trata de reclamar sus derechos como personas
y aumentar su autoestima y confianza.
En la vida de las comunidades indígenas, en los sectores rurales, es donde se
puede observar la pugna entre la lógica del avance del desarrollo y las alternativas al
desarrollo. Recogiendo los postulados del decrecimiento de Unceta (2014) sobre la
desmercantilización, la desmaterialización, y la descentralización vemos como la vida
de las poblaciones indígenas y campesinas está en tensión con el mercado como
expresión del capitalismo y los mercados locales con lógicas distintas. La visión del
decrecimiento podría entrar en lo ecologista post-desarrollista.
41
La desmercantilización y la lógica del mercado se observa en la iniciativa del
molino de granos, lo principal para la organización es ayudar a las mujeres en la
disminución de la carga de trabajo lo que se acerca a la desmercantilización.
El feminismo liberal está presente cuando la organización trabaja desde una
visión de género que ha trastocado los roles de género, por ejemplo; la mujeres que es la
encargada del sistema de riego y aquella que administra el molino de granos, los talleres
sobre los derechos de las mujeres abren la posibilidad de mejorar la condición de vida al
interior de los hogares. Al mismo tiempo rescata los rasgos culturales del pueblo
indígena.
La estructura organizativa hace que los procesos de toma de decisiones sean
lentos, sin embargo el sistema de participación cohesiona la organización. Los
pronunciamientos de la Asamblea son la última palabra que debe ser acatada por la
dirigencia. Esto cuestiona el sistema de participación desarrollista y las acerca al
feminismo comunitario con su propuesta de movimiento como una parte de la vida y
nos separada y útil electoralmente.
Podemos decir que las mujeres de la organización se encuentran en medio de la
pugna entre el desarrollo y las alternativas al desarrollo.
En la actualidad, las mujeres se ven inmersas en una crisis económica producto
del paulatino retiro de los fondos de ayuda internacional, con la declaratoria del Ecuador
como país de economía emergente y la crisis económica internacional. El reto está en
ampliar los interlocutores con los que se pueden trabajar para generar nuevos fondos.
42
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Ecuador.
Iza, Diocelinda. (29 de mayo de 2016 a). Entrevista inédita. Quishpe, Viviana.
Planchaloma, Ecuador.
Iza, Diocelinda. (29 de julio de 2016 b). Entrevista inédita. Quishpe, Viviana.
Latacunga, Ecuador.
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Ecuador.
Jaya, Martha. (28 de julio de 2016 b). Entrevista inédita. Quishpe, Viviana.
Planchaloma, Ecuador.
52
ANEXOS
Figura. 1
Fuente: Proyecto “Estrategias actuales en generación de trabajo, reproducción de vida y
fertilidad del suelo implementadas por organizaciones de agriculturas campesinas y
participación en las políticas públicas: estudios de caso”
Elaboración: Propia
53
Metodología del proyecto de investigación
Para el presente trabajo, el estudio de caso se concibe como un elemento básico en la
investigación social, se inscribe en el marco de la investigación cualitativa. Un caso es
algo determinado, tiene un fundamento específico: es un sistema integrado. “Dirige su
atención a un fenómeno provisto de especificidad y límites espacio temporales
definidos” (Gundermann, 2001, p. 254). Conociendo que hay diversas formas de hacer
estudios de caso, éste pretende examinar acciones explícitas o no que expresen una
crítica a la visión del desarrollo, en el quehacer de una organización de mujeres
campesinas, durante su vida organizativa (1984 – 2015) a partir del año 2000 fue
cuando tuvieron un importante acercamiento a los organismos de cooperación
internacional mediante la implementación de proyectos de desarrollo de variados fines,
por lo que procuraremos encontrar los principales proyectos que les permitió
empoderarse frente a esos organismos.
Se conocen dos tipos de estudio de caso, uno en que se toma el caso por su
tipicidad y unicidad, por su valor en tanto único, es un estudio de lo particular. Y otro,
“el estudio de una entidad particular se emprende para alcanzar una comprensión mas
desarrollada de algún problema más general o para desarrollar una teoría”
(Gundermann, 2001, p. 256). Este estudio se adscribe al segundo tipo de estudios de
caso porque busca los vínculos entre las prácticas explícitas o no de la organización con
el sumak kawsay, la investigación intenta ahondar en una cuestión que esta en
construcción y debate.
La unidad de análisis es la gestión de los proyectos productivos de la OMICSE,
el análisis de la gestión de estos proyectos, tiene el contexto de los aspectos
organizativos, de los perfiles individuales de las líderes, de las políticas aplicadas en el
lugar y los principales actores de desarrollo, esta unidad de análisis, permite focalizar lo
que se observó de manera primordial.
Las técnicas de investigación para la recolección de información usadas fueron:
documentales; revisión de documentos de la organización: actas, folletos publicados.
Entrevistas semiestructuradas. Realizadas a las dirigentas de la organización
(presidenta, secretaria y tesorera), su intención primordial se ubica en analizar a través
de las expresiones verbales de las mujeres dirigentas, estas entrevistas se recomiendan
54
en los casos en que el entrevistador conoce con antelación que el entrevistado intervino
en una situación en particular (Peón, 2013).