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Dossier de prensa de la red de oportunidades artísticas, The Art Boulevard
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La red de oportunidades artísticas
presentan
The Art Boulevard en 5 puntos
The Art Boulevard nace a partir de la detección de un mismo problema con dos vertientes: por un lado muchos artistas y creadores no encuentran espacios donde exponer y actuar y por otro, muchos espacios tienen dificultades para cerrar una programación, encontrar nuevos talentos o diversificar sus recursos creativos.
The Art Boulevard no es solo es una página web. Es una red de oportunidades artísticas. Se dirige a artistas y gestores culturales para que puedan publicar, buscar y encontrar nuevas y diversas oportunidades artísticas que les permitan impulsar su carrera, si son artistas, o diversificar su programación cultural, si son gestores culturales.
Para artistas: músicos, pintores, escritores, ilustradores, poetas, guionistas, diseñadores de moda, escultores, directores de cine… Cualquier persona que ejerce una disciplina artística y está buscando una manera de impulsar su carrera. Para organizaciones culturales: museos, centros culturales, auditorios, teatros, editoriales, salas de conciertos, galerías de arte, cafés literarios o cualquier otro tipo de espacio cultural que necesite artistas o almas creativas para su programación.
The Art Boulevard ofrece a sus usuarios la posibilidad de darse a conocer como infraestructura cultural o como artista creando y completando su perfil en el portal, así como el acceso a:
-‐ un listado de oportunidades artísticas (ofertas de trabajo, concursos, residencias artísticas, convocatorias, becas…);
-‐ un banco de información útil; -‐ un repertorio de artistas e infraestructuras culturales
(Amantes del Arte); -‐ un calendario de eventos y actividades, tanto online como
presenciales, con profesionales del sector.
El acceso a The Art Boulevard es totalmente gratuito. Disfrutar de todas las ventajas de The Art Boulevard es muy sencillo: simplemente hay que registrarse y completar el perfil:
-‐ creando galerías de imágenes, videos, sonidos y documentos donde se muestra el trabajo de cada uno;
-‐ creando eventos para anunciar exposiciones, conciertos, lanzamientos de libros…
-‐ publicando oportunidades para buscar colaboradores, ofrecer un espacio para exponer o un trabajo, publicando una convocatoria o pidiendo ayuda para algún proyecto en concreto.
The Art Boulevard en imágenes: Página de inicio
5 edificios: • El Bulevar: información sobre el proyecto The Art Boulevard y sus
promotores. • Amantes del Arte: listado de las infraestructuras culturales que ya
tienen su perfil creado en The Art Boulevard. • Artistas: listado de todos los Artistas ya registrados. • El Lab: información útil y actividades online y presenciales para los
Amantes del Arte y los Artistas. • El Café: listado de oportunidades y agenda de eventos.
Estamos trabajando para ofrecer otras funcionalidades como: visitas y exposiciones virtuales, programación online de artistas de The Art Boulevard, selección de artistas y creadores de la red por entidades reconocidas en los ámbitos de la literatura, artes visuales, música…
Amantes del Arte
Listado de Amantes del Arte: espacios físicos o digitales que difunden Arte o necesitan almas creativas para sus proyectos:
• Centros culturales • Galerías • Auditorios • Salas de conciertos • Editoriales • Cafés literarios • Revistas …
Artistas
Listado de Artistas de todas las disciplinas: • Artes visuales • Literatura • Música • Otras Artes
Perfil del Artista o del Amante del Arte
Acceso a: • Las oportunidades creadas por el usuario para lanzar una
convocatoria, buscar artistas para su programación, para colaborar en un proyecto artístico…
• Los eventos creados por el usuario para anunciar su próxima exposición, concierto, lanzamiento de libro, lectura…
• Las galerías de fotos, imágenes, videos, sonidos y documentos creadas por el usuario para enseñar su trabajo.
El Lab: información útil y actividades
• Entrevistas y chat online con profesionales del sector
• Información sobre derechos de autor y propiedad intelectual
• Talleres con artistas reconocidos
• …
El Café: listado de oportunidades artísticas
• Oportunidades creadas por los propios Artistas y Amantes del Arte
registrados en el portal así como por el equipo de The Art Boulevard
• Ofertas de trabajo, concursos, convocatorias, residencias artísticas, becas, colaboraciones …
El Café: agenda de eventos
• Eventos creados por los Artistas y Amantes del Artes registrados en
el portal para anunciar su programación, próxima exposición, concierto, lanzamiento de libro, lectura, performance …
• Eventos de referencia en el mundo del arte publicados por el equipo de The Art Boulevard.
El Proyecto Convivir en el Arte La zona fronteriza entre España y Portugal se caracteriza por ser un territorio principalmente rural, marcado por la despoblación y el éxodo de los jóvenes hacia los focos urbanos, con el consiguiente envejecimiento de sus pueblos, una realidad que desencadena una serie de implicaciones económicas y de desarrollo sostenible, siendo un freno para la generación de empleo y riqueza en la zona. Esta fragilidad tiene un profundo impacto sobre el capital humano de la frontera, particularmente entre los jóvenes, el colectivo clave para el desarrollo sostenible de la zona, puesto que se ven forzados a dejar atrás su lugar de procedencia en busca de una formación especializada, oportunidades laborales de calidad; recursos adecuados y espacios innovadores donde desarrollar y gestar su obra. En el contexto de la cultura, los jóvenes creadores se encuentran con un déficit del territorio en términos de canales de información y cooperación sobre cómo comercializar, distribuir y exponer su obra, además de la escasa formación profesional disponible para estos colectivos, algunas de las facetas más destacadas que restringen el potencial de desarrollo de la actividad. El proyecto Convivir en el Arte nace como respuesta a esta realidad con el objetivo de poner en valor, en términos económicos y sociales, el sector cultural de la zona limítrofe al generar una compleja oferta de servicios lúdicos, culturales o formativos, que ayuden a evitar la diáspora a la que se ha sometido el territorio fronterizo. Para alcanzar todos estos objetivos intermedios la estrategia del proyecto se basa en actuar con una triple misión: constituir núcleos de actuación que favorezcan la formación de los jóvenes que encaminen su carrera profesional hacia el mundo del arte y promuevan la creación contemporánea a través de realización de acciones puntuales y colectivas; fomentar la cooperación entre los jóvenes artistas e instituciones de diversos puntos del territorio transfronterizo al crear una plataforma que resguarde sus necesidades y acciones culturales y abogue por ofertarles servicios de calidad; y fomentar el sector de las industrias culturales como forma de generar empleo y riqueza en las zonas de actuación. Con este fin, este proyecto creará una Red de Cooperación Transfronteriza que abogue por las necesidades formativas, profesionales y artísticas de los jóvenes de la zona de frontera, la cual será sostenida por una serie de focos culturales, como los que se están estableciendo en Córdoba y en Serpa, que ofrezcan un modelo de estudio, creación y convivenciade excelencia en el territorio rural, aprovechando la experiencia contrastada de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores en Córdoba como referencia para el impulso de la experiencia en Serpa. Dicho modelo se fundamenta sobre el concepto de la ‘fecundación cruzada’, el flujo de influencias entre los artistas, las disciplinas artísticas y su entorno. Para el propósito de este proyecto, es esencial extender este concepto de forma integradora en términos de convivencia, cooperación e intercambio entre los territorios, artistas, infraestructuras, instituciones y espacios, culminando en una triple vertiente: la
fecundación cruzada entre los propios creadores; la fecundación entre ambos territorios; y la fecundación entre el creador, el público y los espacios. La Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, (Córdoba, España), la Universidad de Salamanca (España), la Câmara Municipal de Serpa (Serpa, Portugal), la Fundação Robinson (Portalegre, Portugal), el Centro de Estudos Ibéricos (Guarda, Portugal y Salamanca, España) y la Fundação Eugénio de Almeida (Évora, Portugal) se han reunido en el marco del Programa de Cooperación Transfronteriza España-‐Portugal 2007-‐2013, y en respuesta a la realidad cultural de sus territorios, para impulsar un programa específico de cooperación transfronteriza que fomente el desarrollo socio-‐económico de la zona basándose en experiencias de excelencia. Convivir en el Arte permitirá que la zona de la frontera realice un salto cualitativo en lo que respecta a la protección del patrimonio histórico y cultural y el fomento de capital humano, al proporcionar oportunidades de calidad a los jóvenes de hoy para que se conviertan en los líderes de tendencia cultural de mañana, y a su vez establecer las condiciones óptimas para que puedan vincularse al territorio a través del arte, generando riqueza en las zonas de actuación. Este proyecto, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, se enmarca en el Programa de Cooperación Transfronteriza España-‐Portugal 2007-‐2013.
Convivir en el Arte Cualquier división que se haga de los seres humanos en dos grupos es muy probablemente falsa. Pero, aceptado esto, la que considero capital no es la que los distingue en blancos y negros, torpes e inteligentes, malos y buenos, varones y hembras, sino la que los clasifica en creadores y no creadores. Vaya por delante que esta disyuntiva es una apreciación personal: los directores de cine o de empresa, los sastres o los historiadores encontrarán más prácticas otras divisiones. Yo opino así por instinto y por costumbre y por la llamada de mi corazón. Sin hacer con ello el más mínimo juicio de valor. Porque sé que, al fin y al cabo, crear no es más que la consecuencia de un proceso de búsqueda, y que el creador avanza a tientas por una vía especial de conocimiento: una ambigua vía, ni del todo racional ni emocional del todo. El acto de la creación con nada es comparable: ni con los más sabrosos gestos del amor. Recuperar esa fruición, esa anhelante fiebre, esa euforia, es lo único que puede compensar el haber padecido sus ausencias. Porque el acto de creación no tiene ayer (se diferencia tanto de sus preparativos), ni mañana (¿qué importa el resultado, bueno o/malo?). Es el puro presente. Acaso por eso se identifica con el parto, que es también un dolor/gozo desentendido y solitario. Crear es tan desnuda y descaradamente vivir, que ya pueden después cantar misa los críticos. Ninguno de ellos, ni el más agrio, podrá quitamos lo bailado. Pero el artista, como cualquier otro operario, padece deformaciones profesionales. Él sabe que su oficio va casi contra la naturaleza, si es que hay algo humano que vaya. Sabe que lo natural es hablar, no escribir. Lo natural no es pintar, ni modelar, ni componer música, ni grabar, ni bruñir. Crear acaso tiene escasa importancia comparado con otras ansiedades; eso que se llama, con tanta desmesura, crear, no es más que un acto de moderación. Porque la vida es un exceso que sólo en el exceso puede existir de veras. Sin embargo, el creador, infortunado, ha de cantar lo que apenas si alcanza a balbucir. El creador sabe que serlo es menos admirable que otra cosa cualquiera, y sabe que lo suyo no es una vocación sino un destino: a él se le trajo al mundo para escribir, pintar, esculpir, musicar, no para que además le guste cumplir tal destino. Y tiene la obligación de hacerlo, y de hacerlo bien; pero no la de estar orgulloso ni alegre por hacerlo. Sucede como si de continuo una voz le dijera: "Sigue tu camino, deprisa; si no, no llegarás". "Pero ¿adónde debo llegar y cuál es mi camino?" "Tú, sigue, sigue ... " Y sigue como un caballo que ha perdido a quien lo montaba y, no obstante, persiste participando en ya no le importa qué carrera. Se refugia en la vieja leyenda exculpadora: "¿Dónde vas?", le preguntaron a Itzig, el jinete. "No lo sé -‐respondió-‐.Preguntádselo a mi caballo." El escritor sabe -‐Flaubert lo supo-‐ que la palabra, su único instrumento, acaba por ser sólo un caldero rajado sobre el que tocamos musiquillas para que baile un oso, cuando lo que querríamos es enternecer a las constelaciones. Y, con él, lo saben todos los creadores, cada cual en su campo. ¿Puede extrañar, en consecuencia, que al creador lo atribulen sus deformaciones profesionales? ¿Puede extrañar que se apoye, quien no encuentra otro apoyo,
pesadamente en sus instrumentos de expresión? Ahí está, sentado. O de pie, paseando. Olvidado, olvidándose. ¿Qué va a expresar? Y, si está ya seguro, ¿cómo lo expresará? ¿De qué forma más directa, más lúcida, más breve, más intensa? De eso sí que no estará nunca seguro el comunicador. Ahí está ahora, ante un papel, ante un lienzo, ante un ordenador, ante una piedra, ante un pentagrama ... Y ¿para quién crea? No lo sabe bien, ni por qué, ni qué espera, ni si espera. Alguien lo atenderá; pero él no lo sabe, ni quiénes ni en qué estado de ánimo. Y además no le importa. Él lo que debe hacer es crear; un sino, como la belleza o la muerte, añoradas sin cesar y perseguidas, memoria y profecía de sí mismas. Solo, solo. Hay muchos oficios que se ejercen a solas; pero la soledad interior del oficio de crear es la mayor de todas. Porque el creador es un marginado. Los otros corren tras metas previsibles, encaran dificultades superables, se recompensan con resultados más o menos próximos. El creador no sabe dónde va ni qué busca: eso parece, al menos. Lo marginan, o se margina él: no le gusta la clase en que nació, ni su mundo, ni su época, ni su nombre a veces, ni la triste profesión que lo alimenta. Lo cambiaría todo si pudiera; porque, si pudiera, se cambiaría él. La creación, cualquiera que sea, para él, es como el aire: contaminado o no, precisa respirarlo. Tal es la prueba definitiva de lo que uno es: moriría -‐en cierta forma, pero moriría-‐ si crear no le fuese posible. El arte es una forma de amar, de conocer, de acariciar, de aprender. No es un refugio frente a nada. Ver la vida artísticamente no es cegarse a ella, sino verla más clara. El artista no vive para expresarse: se expresa para vivir más y, de rechazo, contagiar más vida a los demás. Crear no consuela de nada, no cura, sino reabre las heridas. Es una llaga nueva por la que, como por otro ojo, se ha de ver todo de nuevo; por la que, como por otra boca, se ha de cantar todo de nuevo. Y, sin embargo, paradójicamente, un arte que no sirva para la vida, ni siquiera será arte: no será nada, nada; la vida tiene siempre razón. No es sagrado lo que separa a los hombres ni lo que destruye el fervoroso goce de vivir. Pero para algunos seres arte y vida son dos nombres de la misma ansiedad y el mismo júbilo. Para algunos seres arte y vida son conceptos idénticos. Aunque el arte les duela sin remedio en el mismísimo centro de los huesos. Con tales consideraciones, y atendiendo siempre a los distintos procesos que utiliza la creación para sobrevenir, me tentó desde muy joven mirar a mi alrededor a los creadores no literarios, cuyos medios de manifestación son la plástica o el ritmo, el volumen o el tiempo. Siempre soñé con conocer los caminos de quienes no escribían ni necesitaban la palabra como medio de expresión. En mi pensamiento, habían de ser eficaces para mi propia multiplicación y mi propio enriquecimiento. Me atraía una especie de comunidad pitagórica en que, creadores de diversos orígenes, produjeran entre sí una especie de fecundación cruzada que los hiciese crecer recíprocamente, y recíprocamente erguirse y adentrarse en el entusiasmo donde la creación reside. La fundación que lleva mi nombre no es más que el resultado de estos viejos deseos.
En ella los jóvenes creadores trabajan aislados y reunidos a la vez, intercambiando experiencias los pintores y los músicos, los escritores y los escultores. Se animan unos a otros, se elevan, se trasladan sus respectivos raptos, y así la convivencia es feliz, tensa, fructífera y alegre. De ahí que los creadores de esta fundación hayan de ser jóvenes, entre los 18 y los 25 años. Siempre pensé que, a partir de los 26, el yo ya está forjado: el corazón y el alma comienzan a impermeabilizarse. Y para convivir no se ha de estar ensimismado, y menos aún fortificado, sino abierto y ofrecido; no al margen de lo que ocurra a su alrededor, sino como un fruto que va madurando en un roce con otros, animado por otros, golpeado si es preciso por otros, suscitados por los demás su curiosidad y sus incentivos. En cada interior humano hay un universo que se corresponde con el infinito de fuera. Es preciso buscar la armonía y el reflejo y la relación. La comunidad de las inspiraciones y de los esfuerzos que la obra nos exige facilitará tal tarea. La revolución de cada espíritu, si es compartida, será más productiva y menos árida. El principio de los vasos comunicantes también actúa en las mentes y en las almas. La soledad colaboradora, en compañía a ciertas horas, es aún más colaboradora. La desesperanza, que a veces nos asalta, se atenúa entre trabajadores a los que impulsa idéntica esperanza. En el convento del Corpus Christi, construido y crecido biológicamente en el centro de Córdoba, en el siglo XVII, donde durante centurias se levantaron la reflexión y el amor más espiritual, se instalan las ansias, los deseos, los proyectos, el temblor y la luz de jóvenes creadores que llevarán después, vayan adonde vayan, el fértil recuerdo de su estancia. De ahí que el lema de la casa sea un versículo del Cantar de los Cantares: Pone me ut signaculum super cor tuum. Y así, cuando el éxito, o la mejor plenitud, los embarguen, podrán reconocerse unos a otros. Porque en el mismo lugar se sedimentó y floreció su arte, se produjo y alumbró su solidaridad, se codeó con otros su inspiración, y los invadió la hermosura de la misma morada y las caricias exteriores e interiores de un clima semejante. Con todo el fervor de mi corazón así anhelo que sea. Entre otras razones, porque no conozco mejor inmortalidad que la de ser recordado, con afecto y respeto, por quienes nos sucedan.
Antonio Gala