TerroriS MagistrI

8/12/2019 TerroriS MagistrI

1/16

TR IBUTO AH .P. LOVECRAFTCLAUDIOgarca FANLO

TERRRIS MAGISTR

75

122

315

8


2/16

Garca Fanlo, ClaudioTerrris Magistr: tributo a H. P. Lovecraft. - 1a ed. -

Ciudad Autnoma de Buenos Aires - Argentina, 2012. v. II, xx p.; 21x19 cm.

2012 UnH Ediciones

Diseo interior y de portada: UnH DesignIlustraciones: Sebastin Cabrol

UnH Ediciones

Director Editorial: Fernando eFe PIEditor Asociado: Diego Arandojo

Catlogo, informacin y venta online: www.unhediciones.com.arContacto: [email protected]

Ninguna parte de esta publicacin, incluido el diseo de la portada, puede ser reproducida, almacenada, otransmitida en manera alguna ni por ningn medio, ya sea elctrico, qumico, mecnico, de grabacin o de fo-tocopia, sin permiso previo del editor y/o autor. Todos las historias y los personajes que aparecen mencionadas

en los relatos son ficticios, cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia.

Inscripcin en la Direccin Nacional de Derechos de Autor en trmite.Todos los derechos reservados.

Buenos Aires | Argentina | 2012

T R I BUT OAH .P. LOVECRAFTCLAUDIOgarca FANLO

TERRRIS MAGISTR

BUENOS AIRES :: 2012

75

122

315

8


3/16

5Claudio Garca Fanlo es argentino y hadedicado su vida a la literatura, la historiaantigua y la filosofa. Es especialista en laobra del escritor estadounidense HowardPhillips Lovecraft, expertise que lo ha lle-vado a participar en distintos congresos yforos internacionales relacionados con elgran maestro de Providence.Curs estudios de guionista de televisinen el ISER (Instituto Superior de Ensean-za Radiofnica) y realiz distintas adapta-ciones de clsicos del horror al formatoaudiovisual.

Su dominio del universo lovecraftiano lepermiti agregar su propia produccin,creando nuevas deidades y personajesanclados en la misteriosa Ciudad de Bue-nos Aires. Este aporte vio sus frutos a co-

Claudio Garca Fanlo

mienzos del 2009 con la publicacin deEl Devorador y otros cuentos de horror,su pera prima, un compendio de relatosque retrata lo absurdamente sobrenaturalen las calles de los barrios porteos, unescenario de argentinidad que refuerzacada lnea con un efecto de verosimilitudcontundente.Ms all de considerarse un continuadorde los mitos de Cthulhu, Garca Fanloabre nuevos caminos dentro del nove-doso terror csmico materialista con unapluma propia y potente.

En las postrimeras del 2012, Claudio Gar-ca Fanlo, autor exclusivo de UnH Ediciones,lanzar su segundo libro que marcar unanueva etapa en la literatura de terror delRo de la Plata.

4El uto


4/16

7

15 :: 3 :: 75 :: 122

TERRRIS MAGISTR

1890 .:.

1895 .:.

1896 .:.

1898 .:.

1901 .:.

1903 .:.

Nace en Providence, Estados Unidos, un 20 de agosto, ao en que muere Vincent Van Gogh y en queFriedrich Nietzsche pierde la razn. Sus padres son Winfield Scott Lovecraft y Sara Susan Phillips. El padre,atacado por una parlisis progresiva de origen sifiltico (Lyon Sprague de Camp lo califica de "loco violento")debe ser internado en 1893. Se le nombra un curador para disponer de sus actos jurdicos. La madre, asu vez, contrae una neurosis. Vivan entonces en el 194 (despus 454) de Angell Street.

Un nio, de ojos castaos y nariz aguilea, cabello rubio de cuidados bucles, aficionado a los gatos, essobreprotegido y criado en calidad de nia, por su madre, ya trastornada por la enfermedad del padre.

Slo cuando Howard tiene 6 aos, accediendo ella a los deseos del nio, le corta los bucles y atemperasu tratamiento de ndole femenina.

Enfermizo y alrgico al fro, no se mueve durante la infancia y la adolescencia de la nutrida biblioteca desu abuelo Whipple Van Buren Phillips, en la cual devora toda clase de libros y volmenes de astronomaadquiridos por su abuela. El abuelo, a su vez, lo entretiene con cuentos de brujas y fantasmas en losque no faltan los calderos y los gemidos; inventa un mundo terrorfico que influira en el futuro escritor.

Ingresa en la escuela dominical de la Iglesia Anabaptista de College Hill.

Lee la mitologa clsica en la obra de Thomas Bulfinch (la edad de la fbula) y adopta el seudnimo deLucius Valerius Messala. Se considera ya un "joven ateo".

Un 19 de julio muere Winfield Scott Lovecraft.

Compone Poemata Minora, hoy perdido, e imita los pareados pseudogeorgianos de Dryden, Alison y Poe.

Tiene 13 aos y vive fascinado por la figura de Sherlock Holmes. Funda la Providence Detective Agency

y escribe La bestia en la cueva, su primer cuento completo, en el que ya estn los elementos de su futuraliteratura de terror. Colabora tambin con temas de astronoma en la revista mimeografiada The RhodeIsland Journal of Astronomy.

Ss ajos us as

BIOGRAFACRONOLGICADE H.P. LOVECRAFT

6


5/16

9

Se afilia a la United Press Amateur Association, institucin que luego publicar El alquimista, escrito en1908, a los 18 aos.

Muere su abuelo Whipple Van Buren Phillips. Ingresa en la escuela secundaria y se destaca en latn.

A partir de este ao comienza a publicar mensualmente un artculo sobre meteorologa en Tribune ofProvidence. Edita para sus amigos, en copias mimeogrficas, la Scientific Gazzettey el Rhode IslandJournal, dando noticias sobre distintos temas cientficos y literarios.

Se deja fascinar por el paganismo, por el barroco y por el racionalismo del siglo XVIII. Reafirma sutendencia al materialismo. El mismo dir: "Creo que soy, probablemente, la nica persona para quien la

lengua antigua del siglo XVIII es realmente lengua madre en prosa y en poesa (...) A partir del siglo XVIIItodo es irreal o ilusorio, una especie de grotesca pesadilla o caricatura".

Escribe El cuadro, un relato fantstico en el que un pintor es desfigurado y muerto por la imagen bestialy horrorosa llevada al lienzo.

A pesar de tener una Remington escribe a mano sentado en la cama, y lo hace de noche o durante elda, pero con los postigos cerrados y alumbrndose con luz elctrica.

A la alergia al fro se le suma la depresin y sus malas digestiones. A esto se le aade el poikilotermismo,incapacidad fisiolgica para adaptarse a los cambios trmicos. Esto no le impedir el consumir chocolatey helados permanentemente.

Intenta la msica, la qumica, la astronoma y la pintura. Por falta de voluntad, abandona sus proyectosa poco de iniciarlos. Tiene facilidad para los idiomas. Adems del latn, lee griego, francs y espaol.

Es el ao en que deja de concurrir a la escuela secundaria. Se convierte en un gran autodidacta.

Se vuelve racista, seguidor de Joseph Arthur de Gobineau en cuyo Essai sur l'egalit de races humaines(1856) se exalta a la raza aria (cabeza alargada, cabello rubio, ojos azules y alto como los nrdicos).

1904 .:.

1906 .:.

1907 .:.

1913 .:.

Se pronuncia contra la raza negra en los versos de Sobre la creacin de los negros:Cuando en el pasado los dioses crearon la tierra,

formaron al Hombre a imagen de Jpiter.

Las bestias, inferiores, fueron creadas despus,

porque estaban muy lejos de lo humano.

Para llenar el vaco y unir el resto al Hombre,

el morador del Olimpo ide un sabio plan:

cre una bestia de forma semihumana,

la llen de vicio y la llam NEGRO.

Le adjudica a sus amigos unos nombres especiales que aparecen en sus relatos. August Derleth se

convierte en el Conde d'Erlette; Robert Bloch, en Bho-Block; Frank Belknap Long, en Belknapius; Robert E.Howard, en Bob-Dos Pistolas; Clark Ashton Smith, en Klarkash-Ton... Y as muchos otros. A pesar de susfobias y sus reacciones ideolgicas, tiene un espritu infantil que lo pone a cubierto de la maledicencia.

Funda The Conservative, un peridico en el que colaboran sus amigos.

Era ya un anglfilo rabioso. Se negaba por el principio a vestir alguna prenda de color verde en el dade San Patricio. El hecho de que en el siglo XII el Papa Adriano IV entregara Irlanda a Enrique II deInglaterra como si dispusiera de algo suyo, no confera ninguna simpata a los irlandeses.

En el primer nmero deThe Conservative, analizando la Primera Guerra, se muestra reaccionario y germanfilo.Proclama la superioridad de la "magnfica estirpe teutnica" y la "declinacin de las civilizaciones latinas", demodo tal, sigue diciendo, que: "Francia, Italia y Espaa, hoy, muestran la huella de la degeneracin nacional".

La United Press Association publica El alquimista, que data de 1908.

Escribe Dagon. Este ao, al enrolarse en Rhode Island, es rechazado por malestares nerviosos.

Escribe Ms all del muro de los sueos yLa maldicin que cay sobre Sarnath.

1915 .:.

1916 .:.

1917 .:.

1919 .:.

8


6/16

11

Admira a Lord Dunsany (Edward John Moreton Drax Plunkett). Muy influido por l, se traslada a Bostonpara escucharlo en una conferencia del Corey-Plaza Hotel. Lo admira como creador de mitos, porhaber participado en la guerra contra los boers y en la Gran Guerra, y por haber sido, en algunasempresas, compaero de William Butler Yeats. a l le dedica un poema de 64 versos:A Edward JohnMoreton Drax Plunkett, 18thBaron of Dunsany, publicado en Tryout.

EscribeArthur Jermyny El templo. Publica tambin Nyarlathotep , un poema en el que el personajeepnimo es uno de los dioses de Cthulhu. Aqu es presentado cuando sale de Egipto y llega a los "pasescivilizados". Lo describe como un ser siniestro, amigo de adquirir extraos instrumentos de cristal y metalcon los que construye otros instrumentos no menos extraos.

Con el seudnimo de Henry Paget-Lowe publica La poesa y los dioses, en colaboracin con Anna HelenCrofts, en la revista The National Amateur.

Escribe El extrao, El pantano de la diosa luna, Hypnos, La msica de Erich Zanny La ciudad sin nombre.

En este ao muere su madre, Sarah Susan Phillips.

Escribe El horror ocultoy El sabueso. Se autodetermina el sumo sacerdote Ech-Pi-El, transcripcinfontica de sus iniciales H. P. L., y as firmar numerosas cartas.

Se funda la revista Weird Tales, en cuyo nmero de octubre aparece Dagon, escrito en 1917. Desdeentonces esta importante revista publicar casi toda su obra.

Por aquella poca, muerta toda su familia, ya en la pobreza, Lovecraft se gana la vida mediantecorrecciones de estilo. Cobra malamente 15 dlares semanales. Entre sus clientes se halla SoniaGreene, presentada por su amigo Rheinhardt KIeiner, para la cual corrige El monstruo invisible que

luego publicara Weird Tales.

En este ao escribe Lo innominable y su popular Las ratas en la pared , en la que el protagonista,De la Poer, adquiere una ruinosa mansin que restaura y donde va a vivir con 7 criados y 9 gatos,

entre ellos Nigger-man, su mascota. Sobre la mansin pesa una maldicin que sus moradores nopodrn eludir. Es una maldicin referida a las inacabables carreras de un ejrcito de ratas invisiblesque slo l y los ga tos podrn or. Tras un altar en el stano, hallan un t nel que desemboca en unacaverna llena de jaulas con esqueletos humanos. Son los restos de un culto canbal practicado enpocas prehistricas. Dinamitada la mansin y encerrado De la Poer en una habitacin enrejada,enloquece y piensa que las espantosas ratas que se deslizan en esos instantes por las paredes,acabarn con l en algn momento.Tambin escribe El ceremonial, en el que se menciona el impo Necronomicondel loco Abdul Alhazred,en la excomulgada traduccin latina de Olaus Wormius, y otros libros y grimorios como el Saducismustriunphatus, de Joseph Glanvil, publicado en 1681, y la horrorosa Daemonolatreia, de Remiguis,impresa en Lyon, en 1595.

El 3 de marzo se casa en Nueva York con Sonia Greene a pesar de que es juda y l un antisemitainfluenciado por el racismo. La ceremonia est a cargo del reverendo George Benson Cox en lacapilla de St. Paul.Sonia le lleva 7 aos a Lovecraft y no sabe con quin se casa. El escritor, en los das previos, le habaregalado un ejemplar de Los papeles privados de Henry Ryecroft (1903), de George Gissing, paraque supiera cmo es el hombre del cual se enamor, ya que se identifica con el protagonista de esanovela. Se trata de una obra autobiogrfica, en la que el personaje principal se describe como un serde pocos amigos que ha vivido ms en el pasado que en el presente. Un ser con cerebro, pero incapazde afrontar los hechos cotidianos. Y para peor, haragn e inepto. Y as es Lovecraft, un cerebro que viveen el pasado, fascinado por las leyendas de la Nueva Inglaterra y los mitos de todo tipo que, incluso,inventa para exaltar ese pasado. Es un inepto para afrontar las circunstancias adversas. Criado comouna nia por una madre neurtica, no le interesa el amor ni el sexo. Se puede decir que es un asexuadoo un inhibido antisexual, pero no un homosexual como se ha venido afirmando. En su obra no existela mujer terrena, capaz de una batalla o un sacrificio. Slo existen los monstruos y el horror. Sonia hadebido advertirlo, o no la lee cuando Lovecraft le obsequia la novela de Gissing.

Sprague de Camp, analizando el tema, dice: "Cuando Cooks public un relato inofensivo sobrela modelo de un artista que posaba desnuda, Lovecraft escribi una extensa y acalorada carta en

que atacaba al autor por ese 'horrible ejemplo de decadencia de pensamiento y moral'. Escribi

tambin que 'el erotismo pertenece a un orden inferior de los instintos y es una cualidad ms animal

1920 .:.

1921 .:.

1922 .:.

1923 .:.

1924 .:.

10


7/16

13

que noblemente humana". Refirindose a Sonia, agrega: "Cuando Derleth la visit en 1953, ellacont: 'Howard era adecuado sexualmente, pero siempre se acercaba al sexo como si no le gustara

plenamente'. Cada vez tena que tomar ella la iniciativa. Supongo que en los meses siguientes al

matrimonio, Lovecraft cumpli normalmente con sus deberes conyugales, pero sin mucho entusiasmo".

Lovecraft escribe La casa aislada. Comienzan las dificultades econmicas. Sonia y Lovecraft buscan trabajo.

Ven la luz otras obras: En la criptay El horror en Red Hook. ComienzaLa llamada de Cthulhu.

Termina La llamada de Cthulhu y escribe El modelo Pickman. Se asocia a Frank Belknap Long paraescribir por encargo de los clientes. Se produce el desentendimiento en el matrimonio con Sonia.

De este ao data La llave de plata, que WeirdTalesva a publicar en el nmero de enero de 1929.Su personaje central es Randolph Carter, el cual aparece en otro relato de tema onrico como Ladeclaracin de Randolph CarteryEn busca de la ciudad del sol poniente. La saga se contina enA travsde las puertas de la llave de plata , obra escrita en colaboracin con H. Hoffmann Price.

Viaja a Nueva York para ver a sus amigos del Kalem Club, al que tambin se afili. Slo podan perteneceraquellos cuyo apellido comenzara con una "K", una "L" o una "M", como Rheinhardt KIeiner, Frank BelknapLong y Everett Mc Neil, sus fundadores. H. P. Lovecraft se halla en esas condiciones. En este ao publicaEl color que cay del cieloy escribe El caso de Charles Dexter Ward, que completar en 1928.

Escribe el ensayo sobre El horror sobrenatural en la literatura.

Se funda la revista Tales of Magic and Mystery, en la que Lovecraft publicarAire fro, en 1928.

Escribe El horror de Dunwich. Vive separado de Sonia, quien alquila su departamento y toma unahabitacin para ella sola.

El 25 de marzo, en el estudio de un abogado, H. P. Lovecraft y Sonia Greene, despus de vivir separados,firman de comn acuerdo el divorcio.

Escribe tres nuevos relatos: El que susurra en la oscuridad , La sombra sobre Innsmouth y Lasmontaas de la locura. Este ltimo cuento es una continuacin de Aventuras de Ar turo GordonPym, de Edgar Allan Poe.

Escribe Los sueos en la casa de la bruja .

Escribe La criatura tras la puerta.

Escribe En la noche de los tiemposy La sombra fuera del tiempo.

Escribe El morador de las tinieblasy El que frecuenta las tinieblas. Se relaciona Sonia Greene en ese ao

con un senador de California, y, finalmente, se casa con el viudo Nathaniel Abraham Davis, mdicojudo, de origen brasileo, muy religioso y venido a menos. Davis muere de cncer en 1945. Sonia vivehasta el 26 de diciembre de 1972. Muere en California, a los 89 aos.

Agudiza el estado de salud de Lovecraft. Su alergia, sus procesos digestivos y la mala circulacin dela sangre, se agravan a comienzos de este ao. Permanece en cama y en febrero contrae una fuertegripe. An tiene ganas de escribir, pero slo se dedica a dictar cartas.

Annie Gamwell, alarmada porque Lovecraft pierde peso y no puede retener los alimentos, recurre aldoctor William L. Leet, quien lo deriva a un especialista. Le diagnostican un carcinoma.El 10 de marzo lo trasladan al Jane Brown Memorial Hospital y no lo logran operar por lo avanzadodel cncer. Se le administra morfina y lo alimentan por va intravenosa. Los dolores se intensifican ymuere en la madrugada del 15 de marzo. La partida de defuncin consigna framente nefritis crnicay carcinoma intestinal.El 18 de marzo bien temprano a la maana se lleva a cabo el funeral en la capilla de la empresaHorace B. Knowlws e Hijos. Asisten slo cuatro personas: Annie Gamwell, Edna W. Lewis, gran amigade Lovecraft, Edward H. Cole, periodista de Boston, y su prima segunda Ethell Phillips Morris.

Es enterrado en el cementerio de Swan Point. No hay lpida que indique el lugar de la inhumacin(acaso los dioses gelatinosos y palmpedos que aterrorizan a los hombres han borrado su sepultura?),pero s hay un nombre fro en la columna central que dice Howard Phillips Lovecraft.

8Extracto del libro H. P. Lovecraft, el horror sobre natural , Juan-Jacobo Bajarla, Editorial Almagesto, 1996.

1925 .:.

1926 .:.

1926 .:.

1927 .:.

1928 .:.

1929 .:.

1930 .:.

1932 .:.

1933 .:.

1934 .:.

1935 .:.

1937 .:.

12


8/16

15

15 :: 3 :: 75 :: 122

TERRRIS MAGISTR

Nos conectamos con el mundo a travs de los sentidos. Construimos la realidad cuando vemos, tocamos, olemos,escuchamos o saboreamos; cada sentido nos aporta algo particular y nico en el abordaje cotidiano de la experienciasensorial. Pero cuando se trata de percibir una realidad atiborrada de sensaciones que nos provocan miedo y terror, nocaben dudas de que es el olfato el sentido que nos conecta de una manera ms directa y perturbadora.Lovecraft, maestro en el arte de describir las formas del horror, interpret magistralmente las claves que abren las puertasal evanescente reino de los olores.El olfato es un sentido que no podemos anular fcilmente, es imposible dejar de respirar slo para evitar oler. Lovecraftdetecta y utiliza esta caracterstica para crear atmsferas de agobiante insoportabilidad, consecuencia de tener que estarsometidos a aspirar aquello que nos repugna: Eran como impas catacumbas de apariencia amenazadora, y el acre olor adescomposicin que despedan fue aumentando hasta hacerse completamente insoportable (El ceremonial).Hay que destacar que en este prrafo, la palabra acre (del latn acer que significa spero y picante al gusto y al olfato,como el sabor y el olor del ajo, por ejemplo) remite al sentido del gusto. De lo cual se puede concluir que el olfato y el gustoestn ntimamente ligados, ya que ambos distinguen por excelencia lo agradable de lo desagradable.El asco, expresin de la repugnancia, es el resultante directo de la percepcin de lo desagradable llevado al limite detolerancia. As lo plasma Lovecraft en estas lneas malolientes: Un extrao olor ctico dominaba el cuarto, y le abofete contal dosis de humedad que casi no pudo reprimir una mueca de asco (La habitacin cerrada); El olor a pescado se hizo tanintenso, que dud si sera capaz de soportarlo sin desmayarme (La sombra sobre Innsmouth)."Algo huele mal, solemos decir cuando tenemos el presentimiento de que algo no anda bien. Quizs sea el olfato elsentido que ms incentiva nuestra intuicin. Las fragancias nos revelan o sugieren la presencia de algo que estuvo o queest por venir.Pero lo genial de Lovecraft es lograr describir lo indescriptible, aquello que jams antes ningn sentido pudo percibir, un

sonido nunca antes escuchado o un hedor jams antes olido: Hubo un estallido como el de una vejiga que explotase,una fangosa fetidez como cuando se raja un pez luna, el hedor de mil tumbas abiertas y un sonido que el cronista no pudotranscribir al papel (La llamada de Chthulu).Poder describir lo que est ms all de nuestra comprensin racional, es potenciar nuestros sentidos ms all de lomensurable, salirse de los lmites racionales desbordando la imaginacin; no es suficiente para Lovecraft la imagen

de un cadver en descomposicin, debe crear una cantidad indefinida e inconmensurable para que podamos intuirde que se trata verdaderamente ese perfume a muerte: Las piedras de los agrietados corredores estaban siempreodiosamente hmedas, y por doquier se perciba un olor maldito, como de pilas de cadveres de generaciones

muertas (El extrao).En sus descripciones, Lovecraft elige el mtodo indirecto, no describe el olor en s mismo, sino las reacciones que provocaen los dems A veces un olor suele taparse con otro ms fuerte A veces produce acostumbramiento: La losa levantadadej al descubierto una negra abertura, de la que brot un hedor tan nauseabundo que retrocedimos horrorizados. Poco

despus, sin embargo, nos acercamos nuevamente a aquella cavidad y comprobamos que las exhalaciones eran menos

insoportables (La declaracin de Randolph Carter).Hay infinidad de referencias a olores en la obra lovecraftiana, pero en el relato en el que ms se perciben es La sombrasobre Innsmouth. Este sitio es un tenebroso y decadente pueblo pesquero en Massachusetts, habitado por seres hbridos,mitad humanos mitad peces, descendientes de una raza anfibia e inmortal denominada Los Profundos. Las referenciasal mal olor aqu son innumerables y en su conjunto forman una opresiva atmsfera de evanescente fetidez; el aromase transforma en el elemento esencial para la ambientacin que necesita la historia: En todas partes reinaba un olornauseabundo e insoportable de pescado; El hedor se hizo ms opresivo; los ruidos fueron en aumento, hasta convertirseen una bestial algaraba de graznidos, aullidos y ladridos, sin el menor asomo de lenguaje humano; La mugre que llevabaencima lo haca ms repugnante an"; "Sin duda trabajaba o haraganeaba por los muelles pesqueros, a juzgar por el olor

que traa consigo; El ambiente era de abandono y de muerte; el olor a pescado resultaba insufrible, pero nada me haradesistir de mi propsito; El olor a pescado se hizo tan intenso, que dud si sera capaz de soportarlo sin desmayarme;Me intern en la maleza de la cortadura, y pugnaba por abrirme camino con dificultad, cuando otra vez se extendi elabominable olor a pescado. Haba cambiado el viento repentinamente y vena ahora de la mar? ... Estas son slo algunas

de las muchas referencias que se pueden encontrar. No quedan dudas de que el olor es uno de los elementos decisivos enla construccin ambiental de las historias de Lovecraft y las atmsferas de asfixiante horror.Los invito a seguir leyendo a Lovecraft y a prestar atencin a los aromas elegidos en cada narracin, pueden ser elprembulo o el indicio de que algo malo est por suceder... Por cierto, al momento de terminar de escribir esta nota unfuerte hedor inundaba toda mi casa.

El vanescen in e os ors

14

T S


9/16

17

15 :: 3 :: 75 :: 122

TERRRIS MAGISTR

- Prefacio -

Si luego de terminar de escribir el presente relato, nadie volviera a tomar contacto conmigo, ruego al cielo, porfavor, asomarse por la ventana de Murillo y observar con gran detenimiento, pero con sumo cuidado, es probable quedesde all puedan encontrar alguna respuesta.

Dado lo grave de la situacin actual, y como no creo tener demasiadas garantas acerca de mi propia seguri-dad, creo conveniente precisar con exactitud el lugar donde sucedieron, y desgraciadamente an suceden, los extraoshechos que intentar reflejar con total objetividad en este intrincado testimonio.

- I -

El sitio en cuestin se encuentra ubicado en la ya mtica calle Murillo, nmero 648, 1er. Piso, escalera, entre lascalles Malabia y Acevedo, pleno corazn de Villa Crespo. Se trata de la casa de mi infancia y adolescencia, el mismolugar donde vivieron mis abuelos maternos, y que con posterioridad fue adquirido por mis padres, quienes se instalaronall cuando yo contaba apenas con cinco aos de edad. Es decir que adems de haber estado en manos de l a familiadurante dos generaciones, y evocar numerosos e imborrables recuerdos, conozco el mismo a la perfeccin.

Siempre que regreso al barrio de mi niez, me resulta inevitable observar como su fisonoma del mismo haido cambiando tanto desde aquella poca lejana hasta los actuales das. En aquellos tiempos los ingresos prome-dio de la clase media permitan un razonable pero digno nivel de vida, y las casas, departamentos y negocios de la

zona as lo reflejaban. Actualmente, el desempleo, las magras jubilaciones y la prdida del poder adquisitivo queimpone nuestra empobrecida economa, necesariamente se ven reflejados en la falta de mantenimiento de los viejosedificios, la proliferacin de casas abandonadas y un estancamiento general de la actividad comercial de la zona.Como absurda contrapartida, un pequeo sector del mismo se ha superpoblado por comercios y pequeas fbricas de

La enn e Muill

16


10/16

19

ropa de cuero, abroquelados y encimados en ambas mrgenes de la calle Murillo, en un diminuto tramo que va desdeScalabrini Ortiz (tercamente yo la sigo llamando Canning) hasta Acevedo, quiz como una especie de grotesco home-naje a las antiguas y malolientes curtiembres, que antao se alzaban a pocas cuadras de all, sobre las calles Serranoy Gurruchaga.

Solamente la centenaria iglesia de San Bernardo, con su Cristo de la mano rota, parece seguir mantenindose inc-lume al lapidario paso del tiempo, aferrada desde las entraas de sus cimientos a las rocas de un desparejo empedrado denostalgia. Las gigantescas agujas de su reloj nos engaan marcando las horas de un tiempo ya olvidado, y sus sombras ocul-tan el derrotero de miles de almas errantes que sin descanso vagan por el difuso e inconsistente ter del atardecer, buscandoregresar a su Itaca espiritual. Fantasmas y mortales vagan confundidos entre s, por calles que ya no existen, tratando de en-contrar la mtica esquina perdida de Warnes y Monte Egmont (hoy Tres Arroyos), y en ella los versos del eterno poeta "villacres-

pense" Adn Buenosayres, patrono de las almas sensibles, alter ego del ilustre Leopoldo Marechal, orgullo de nuestro barrio.Villa Crespo haba cambiado mucho, es cierto, pero an algo de su esencia original permanece latiendo oculto y secretamen-te diseminado en sus rincones, esperando el momento propicio para despertar y devolver las cosas a su estado primordial.

Lamentablemente, no puedo extenderme ms con estas especulaciones nostlgicas, que seguramente llenarnde incertidumbre al insospechado lector, por lo que intentar de ahora en ms centrarme de lleno en el tema que urgen-temente necesito dar a conocer.

- II -

El caso es que regularmente regresaba por aquellos lares, generalmente los sbados o domingos, para visitar

a mi madre, quien desde haca algunas semanas, me comentaba reiteradamente sobre extraos ruidos que intermiten-temente escuchaba durante toda la noche.

Los mismos provenan de la casa abandonada que lindaba con el patio de sus vecinos de la planta baja, y quepoda observarse con claridad desde la ventana del cuarto que ocupaba mi madre. Se trataba de una residencia humilde

a la cual se acceda desde la calle Warnes, a travs de un largo pasillo que llegaba casi hasta el corazn de la manzana.Antiguamente destacaba por su pulcritud y cuidado, pero ahora realmente repugnaba por el lamentable estado de dejadez.

Antes de padecer semejante metamorfosis y caer en tan deprimente estado de abandono, aquella casa supoestar habitada por un prolijo y respetado sastre que viva junto a su mujer. Tena muy buena reputacin en el barrio, e

incluso recuerdo que en una oportunidad, le solicit el arreglo de un traje que haba recibido de regalo. Aquella fue lanica oportunidad que tuve de observar mi ventana, desde aquella desconocida perspectiva inversa.

Despus de muchos aos, cuando ya no viva con mis padres, me enter en una de mis habituales visitas, deltrgico final que haban corrido aquellos pobres ancianos. Un desgraciado episodio motiv, de alguna manera, que sedesencadenaran con macabra lgica inconexa, la fatal cadena de acontecimientos que terminaron finalmente materia-lizando este relato testimonial.

Segn me contaron, una fatdica y calurosa noche de verano, entraron a robar en la casa vecina y el atraco,como tantos otros en esta poca, termin de la manera ms sangrienta. Los inexpertos asaltantes estaban drogados ysumamente exaltados, y sin ningn motivo aparente mataron salvajemente a los dos pobres ancianos.

Desde aquella vez, la casa qued abandonada, salvo por un breve perodo de tiempo en que se hall ocupadapor varios intrusos, y el deterioro de l a misma fue aumentando ao tras ao. Las hiedras y plantas trepadoras avanzaronvorazmente tapizando todas las paredes con un espeso follaje, el tronco de un gran limonero se ennegreca luchandopor abrirse espacio, acorralado por la enorme parra que cubra todo el patio central, y cuyo crecimiento descontroladopareca desbordar los lmites de lo imaginable.

Volviendo al asunto de los ruidos molestos, al principio los atribuimos a las habituales peleas de los gatosen celo o al barullo que ocasionaban sus feroces caceras tratando de atrapar alguna de las numerosas ratas quepululaban constantemente por aquellas cornisas. Entonces no encontraba motivos para preocuparme por aquelloscomentarios, pero con el tiempo comenc a notar que, aunque intentaba disimularlo, se encontraba bastante ate-morizada.

En poco tiempo ms, me confes que ya no poda conciliar el sueo por las noches y, siempre segn sus que-josos dichos, los gemidos y maullidos eran cada vez ms agudos y desgarradores, a la vez que en ocasiones confesaba

haber observado como la parra entera se sacuda y estremeca violentamente sin ninguna causa aparente. Realmenteaquella anormal situacin la e staba desbordando y claramente se la notaba cada vez ms angustiada.

Si bien al principio trat de no darle demasiada importancia al asunto, con el tiempo el tema lleg a preocu-parme lo suficiente como para recomendarle que se mudase un tiempo a casa de su hermana, a efectos de que pudiera

18


11/16

21

olvidarse un poco del tema y poder descansar adecuadamente, mientras que yo le promet investigar y solucionar lasposibles causas de aquel misterioso asunto. A tal efecto, decid pasar algunas noches en mi antigua casa paterna, ydedicarme a observar y escuchar desde la ventana, todo cuanto aconteciera.

- III -

El primer da de mi estada, sirvi para acomodarme y organizar un poco las pocas pertenencias que haballevado, de acorde a mis expectativas de no pasar all una temporada demasiado larga. Por supuesto, no pensaba des-cubrir nada extraordinario ni fuera de lo comn. Lejos estaba en aquel entonces de imaginar los terribles sucesos quepoco a poco se iban a i r desencadenando.

A priori, mi tarea era realmente sencilla. Slo tena que tener puesta mi atencin en la casa abandonada ydimensionar la magnitud de los ruidos que pudieran producirse durante la noche. Una vez constatado esto, hacer ladenuncia correspondiente ante la municipalidad para que alguna divisin de higiene y salubridad realizara u na desrati-zacin, y los responsables del Institu to Pasteur se hicieran cargo de todos los gatos callejeros.

Para llevar a cabo esto, slo deba acostarme a dormir en el cuarto cuya cama estaba situada justo debajode la ventana con la orientacin hacia a la casa sealada. Desde aquella privilegi ada ubicacin poda apreciarse conventajosa perspectiva, aquel salvaje paraje constituido por aquella inmensa y desproporcionada parra, el aejo perorobusto limonero y las hiedras que como dije, se extendan y cubran todo aquello que se encontraran a su alcance.

El panorama resultaba bien distinto segn sea la hora que uno eligiera para fisgonear. De da podan versediferentes clases de pjaros pequeos atrados por los numerosos insectos, flores y desechos de las plantas frutales, yalguno que otro errtico gato solitario. Pero recin de noche poda apreciarse la verdadera fauna prevaleciente en aquelantro, constituida por una colonia inexacta de varios corpulentos gatos callejeros y de millares de roedores que surcabanfurtivamente por las cornisas y los recovecos del lugar.

La primera noche result ms tranquila de lo esperado. Algn que otro quejoso maullido perdido o el zumbidodel viento jugando con las ramas del limonero y agitando la enorme parra apenas alcanzaron para llamar mi atencin.Haba permanecido largos ratos mirando fijamente aquel oscuro lugar, sin escuchar ni observar nada que resultase de -masiado llamativo. En poco tiempo comenc a pensar que los nervios le habran jugado una mala pasada a mi madre,y que las causas de sus molestias carecan de fundamentos valederos.

- IV -

Recin durante la segunda noche aconteci el primer suceso inesperado. Dormitaba tranquilamente recostadoen la cama con la ventana abierta, aprovechando que haca bastante calor, cuando repentinamente un terrible y pene -trante sollozo me despert sobresaltado.

Me incorpor lo ms rpido que pude y nuevamente volv a sentir aquel lamento agudo y desgarrador que mehel por completo la sangre. Con la visin todava nublada por el efecto de la somnolencia, trat de detectar algnmovimiento extrao entre aquella espesa negrura, pero un nuevo y bestial alarido me oblig a retroceder y a alejarmecompulsivamente de mi puesto de observacin.

Cuando despus de algunos interminables segundos logr reponerme y pude volver a aproximarme a la ven-

tana, todo pareca haber vuelto a la calma y el ambiente estaba sumido en el ms profundo de los silencios. Luego deaquel incidente no pude volver a conciliar un sueo tranquilo y profundo, y por el contrario, durante el resto de la nocheextraas pesadillas invadieron mi mente sin darme tregua hasta el amanecer.

Los sueos eran siempre los mismos. Deambulaba desorientado por el patio de aquella maldita casa aban-donada, cuando repentinamente era rodeado de inmensas y pestilentes ratas que brotaban como borbotones desdetodos los rincones, acorralndome entre las musgosas paredes cubiertas de hiedras, sin ninguna posibilidad de escape,mientras desde las cornisas cientos de gatos petrificados como estatuas, miraban la escena fijamente como esperandoel momento en que la avalancha de roedores hambrientos se abalanzara fatalmente sobre mi existencia. Cuando el finpareca inminente y ya poda sentir e l aliento hediondo de aquellos mugrosos animales a punto de devorarme, un vio-lento temblor sacuda la tierra haciendo tambalear las races del li monero y toda la inmensa extensin area que cubrala parra, haciendo huir despavoridos tanto a ratas como a gatos.

Esta extraa representacin onrica se repiti de manera montona una y otra vez, con la gravedad de que en missueos, cada situacin siempre era vivida como si fuera por primera vez, no recordando nada de lo sucedido anteriormen-te, por lo que la sensacin de terror e incertidumbre volva a martillar mi mente siempre con la misma intensidad.

- V -

Con el transcurso de las noches fui adquiriendo cierta experiencia en mi tarea, lo cual me posibilit optimizarlos resultados de mis observaciones. Por un lado, haba establecido con bastante precisin la franja horaria donde se

20


12/16

23

producan con ms frecuencia los hechos "extraos" que merecan mayor atencin, lo cual me ahorraba algunas horasde intil e improductiva espera. Por el otro lado, logr conformar un completo equipamiento compuesto por los siguien-tes elementos: unos binoculares especialmente adaptados para visin nocturna, una poderosa linterna de gran alcance,una cmara fotogrfica cargada con pelcula ultrasensible de 400 asas, una videocmara de similares caractersticaspara uso nocturno y un grabador con un potente micrfono amplificador de larga distancia. Adems de esto, tenasiempre al alcance suficientes anotadores y bolgrafos, como para poder tomar todos los apuntes y notas que creyeraoportuno registrar en papel.

Al cabo del sexto da los resultados de mi trabajo eran bastante desalentadores. Si bien haba podido constatarfehacientemente la presencia de ruidos molestos durante buena parte de la noche, no lograba explicar con exactitud laprocedencia y origen de los mismos. Sin dudas, lo que ms sobresaltaba, eran los profundos y agudos maullidos, pero sunaturaleza era tan pattica y extraa, que desconoca por completo cul poda ser el causante de tales sufrimientos. Escu-

chaba una y otra vez las cintas con horas y horas de morbosas grabaciones que no aportaban ninguna claridad al asunto.

A pesar de haber revelado ms de 120 fotografas, varias horas de filmacin y haber tomado minuciosamentecientos de notas y apuntes, no lograba descifrar aquella misteriosa situacin.

Por otra parte, tampoco lograba entender los motivos que provocaban las convulsiones y violentas sacudidasa que era sometido aquel enorme manto vegetal que constitua la inmensa parra, hecho que se repeta invariablementenoche tras noche, como si la furia del viento se hubiese ensaado con ella.

- VI -

Luego de haber finalizado la tercer semana, era obvio que mi estada se haba prolongando ms de lo es-perado. Lo ms llamativo a esa altura, si mis notas y observaciones no estaban erradas, era el extrao hecho de quela colonia de gatos haba mermado en cantidad con el paso de los d as. Con la ayuda de mi sofisticado instrumental,haba podido establecer e identificar casi con exactitud la composicin de aquella romera gatuna. Se trataban de unos20 o 25 gatos de diferentes tamaos y colores, y en su gran mayora adultos. De toda aquella pandilla se destacabanotoriamente uno por sobre todo el resto. Era un ejemplar de color gris perla, con una mancha blanca en la frente, de

gran tamao le calculaba unos 8 o 9 kilos y se notaba que ejerca el liderazgo sobre el resto de sus congneres. Alpoco tiempo de comenzar a realizar mis habituales observaciones ya lo haba bautizado con el nombre de Ulises.

Transcurrido un mes desde mi llegada, las huestes de Ulises ya se encontraban gravemente diezmadas. Apenasquedaban seis o siete ejemplares de la gran camada inicial. Como contrapartida, la presencia de los roedores pareca

haberse exacerbado a lmites insospechados. Con frentico comportamiento, chocndose y agredindose unas a otras,deambulaban recorriendo una y otra vez las cornisas, techos y paredes. La presencia de los gatos pareca no infligirlesningn temor y daba la sensacin que lo nico que intentaban era escapar de algn otro peligro an mucho mayor.Este tema se haba transformado en un hecho muchsimo ms relevante que el problema de los constantes ruidos noc-turnos. Era evidente que algo estaba exterminando uno por uno a todos los gatos de la casa abandonada.

Dada la inaccesibilidad a aquel lugar, daba por descartada cualquier accin humana dirigida al exterminio deaquellos gatos. No haba manera de que fuesen envenenados, ni evidencias de que pudieran ser vctimas de los pro-yectiles de aire comprimido de algn furtivo cazador urbano. Mi constante vigilancia me lo aseguraba completamente.Otra hiptesis evaluada, era que podran llegar a ser vctimas de alguna enfermedad contagiosa que mortalmenteestaba acabando uno por uno con cada gato, pero la idea tampoco me cerraba demasiado, dado que por su aspectoexterior se los vea fuertes y saludables.

De acuerdo a las pocas evidencias que lograba detectar noche tras noche, los terribles maullidos, los ruidosextraos y las constantes sacudidas de toda la gran estructura vegetal que cubra la casa, ms bien parecan debatirse entremendas batallas y peleas contra algn desconocido y feroz enemigo, de las que siempre emerga alguna nueva vctima.

En un momento dado, y recordando las constantes pesadillas que me acometan todas las noches, llegu apensar la alocada idea, de que tal vez aquellos desdichados animales fueran vctimas de la plaga de los hambrientos yferoces roedores, que pululaban y chillaban cada vez con mayor insistencia.

Pero nada de esto se acercaba ni remotamente a lo que finalmente terminara descubriendo. Revisando porensima vez la abultada coleccin de fotografas tomadas, un detalle casi imperceptible llam poderosamente mi aten-cin. Acerqu una lupa para tratar de captar aquella imagen con mayor precisin y un escalofro recorri mi cuerpo.

Sin perder tiempo, busqu apresuradamente las filmaciones que se correspondan en fecha y hora con aquellafotografa, y pas algunas horas observando las imgenes digitalizadas con gran detenimiento. Al finalizar mi trabajo notena ya dudas de lo que haba descubierto. Entre el espeso follaje de aquella inmensa y descomunal parra, haba restos

seos de diferentes tipos y t amao, algunos de posible procedencia animal, pero otros, de indudable origen humano.

No haba nada que pudiera explicar la presencia de aquellos restos inertes, hundidos en las entraas mismasde aquella amorfa masa vegetal. Sin embargo, las observaciones efectuadas durante las siguientes noches, sirvieronpara esclarecer finalmente todo lo sucedido.

22


13/16

25

- Eplogo -

Seguramente, cuando escuche nuevamente el lamento agudo y cruel, casi desgarrador, del ltimo de los gatosque an mora oculto tras el espeso paisaje pantanoso de la ventana de Murillo, no tendr el valor para asomarme yseguir mirando. No despus de ver como aquella amorfa masa vegetal dominante, aquel maldito organismo con formade parra, transformado en inusual manifestacin del demonio, fagocitaba sus presas inmovilizadas entre sus intrincadasramas, noche tras noche.

Ahora s porque jams nadie encontr a los asesinos de la pareja de ancianos y porqu jams se supo comodesaparecieron los intrusos que haban ocupado la casa ilegalmente. Ahora s porque ningn familiar quiso hacersecargo de aquella herencia maldita y porqu lleva aos a la venta sin que aparezca ningn interesado comprador.

Ahora s porque ya no quedan casi gatos sobrevivientes y la colonia de ratas es cada vez ms escasa.No tengo las pruebas empricas, necesarias y contundentes que avalen este relato y todas las hiptesis volca-

das en el mismo. Pero mi teora es la siguiente: La ventana conecta directamente con una de las manifestaciones msperversas del mal, una fuerza demonaca que atrae y atrapa toda forma de vida para poder sobrevivir.

S que ahora todos me toman por loco, por estar atrincherado y encerrado solo en este cuarto. Pero yo deboseguir vigilando atentamente cada movimiento en la penumbra de esa perversa oscuridad.

Las pesadas cadenas que me atan a los barrotes de la cama, comienzan a producirme heridas y llagas en lapiel pero es la nica manera de estar a salvo y poder contener el perverso e irresistible impulso por arrojarme a esevaco inmundo y hundirme junto a las hediondas ratas y los cadveres putrefactos de los gatos, en aquella aberranteespesura vegetal.

- Fin -

8Este relato es parte del libro El devorador y otros cuentos de terror, pera prima de Claudio Garca Fanlo, Editorial Dunken, 2009.

24

TERRRIS MAGISTR


14/16

27

15 :: 3 :: 75 :: 122

TERRRIS MAGISTR

Providence, R.I., 15 de marzo de 1937

A mis estimados lectores:

Escribo desde mi habitacin en la antigua y modesta casa situada en College 66. Desde hace semanas meencuentro postrado y desfalleciente en esta vieja cama. Siento mucho frio. Mis tas Franklin y Annie hacen lo imposible poratenderme y cobijarme con mantas tratando de calmar mis malestares. Sin embargo no puedo dejar de sentirme abatidopor esta esta maldita enfermedad que me mantiene recluido. La habitacin se ha convertido en una celda y pronto servirde cripta para mis restos. Los dolores en el estmago son intensos y ms frecuentes. Las dosis de morfina son cada vez mselevadas y los efectos cada vez ms efmeros.

Anoche permanec despierto hasta altas horas escribiendo las que quizs sean mis ltimas lneas a mis amigosy colegas Clark Ashton Smith, Robert Bloch, Frank Belknap Long y August Derleth. No son cartas de despedida. Ansigo compartiendo con ellos nuevas ideas e imgenes producto de los recurrentes sueos y pesadillas que nunca meabandonan. Ronda en mi cabeza la historia de una antigua familia de Nueva Inglaterra degenerada y maldita, cuyasgeneraciones sufren una especie de horrenda variante de licantropa, pero ya no tengo fuerzas.

Esta maana me siento particularmente nostlgico, extrao aquellos que no estn y no puedo tener a mi lado eneste momento, las lecturas de Las mil y una noches junto a mi abuelo Whipple, mi gato Nigger-Man saltando y jugueteandoa m alrededor, las conversaciones sobre Nietzsche y eugenesia con mi amigo Howard. Slo me alivia pensar que elreencuentro con ellos ser pronto.

No poseo bienes materiales. Slo conservo mis libros, mi correspondencia y mi fiel Remington que meacompaa desde hace ya ms de treinta aos y con la que trabajosamente he podido dar vida a mis cuentos y relatos.Ya siento que la muerte se aproxima, pero no quiero morir postrado en la cama. Me niego a escribir este final para mihistoria. Reclamo el legado que me pertenece. Con gran esfuerzo me levanto, me acerco hasta le ventana y la abro de

par en par. El frio invade la habitacin. Llevo conmigo el ejemplar del libro que nadie debera leer. Hago las invocacionesy espero que suceda lo innombrable.

Un viento estelar y helado me golpea el rostro. Poco a poco, mis pies toman distancia del piso. Algo me sujeta yme eleva. Una fuerza invisible estruja mi cuerpo en un rpido y grotesco movimiento compulsivo. Siento las heridas en micuello y ese algo que me aferra fuertemente y succiona mis fluidos. Mi vida se escapa dentro de una amorfa y gelatinosamasa sanguinolenta.

Puedo ver sobre mi cama reposar sin vida el cuerpo del Lovecraft que encontrarn mis tas. Mientras tanto yo, elverdadero Lovecraft, habr muerto destrozado y desangrado por una horrenda criatura estelar.

_______________________________________________________________________________

Providence, R.I., 30 de abril de 1935

A quien pueda interesar:

Certifico que el seor Robert Bloch, de Milwaukee , Wisconsin, U.S.A. rencarnacin de Mijnehee r Ludving Prinn,autor del De Vermis Misteriis queda autorizado para retratar, matar, aniquilar, desintegrar, transfigurar, metamorfosear omaltratar al abajo firmante, en el cuento titulado El vampiro estelar.

H. P. Lovecraft

8Este relato formar parte del segundo libro de Claudio Garca Fanlo, UnH Ediciones, 2012.

El ltim e Lovecaf

26


15/16

SmaiEL AUTOR 4

BIOGRAFA CRONOLGICA DE H. P. LOVECRAFT 6de Juan-Jacobo Bajarla (a modo de prlogo) 6

EL EVANESCENTE REINO DE LOS OLORES 14

LA VENTANA DE MURILLO 16

EL LTIMO DA DE LOVECRAFT 26


16/16

TR IBUTOAH .P. LOVECRAFTCLAUDIOgarca FANLO

TERRRIS MAGISTR

Howard Phillips Lovecraft (Providence, Estados Unidos, 20 de agostode 1890 - ibdem, 15 de marzo de 1937) supo escuchar las voces delas estrellas. Narr con implacable destreza aquellas cosas que ningnotro se atrevi, profundizando en ellas hasta lmites casi aberrantes.

Su nombre es sinnimo de terrores indescifrables, de abominables se-res, de ciudades subterrneas y monolitos ms all del tiempo.Un libro que surgi de su extraa imaginacin se volvi realidad: elNecronomicon, el grimorio de nombres muertos, de saberes arcanosy magia cuya lectura provoca la locura, textos hermticos con frmulaspara despertar de su letargo a antiqusimas deidades olvidadas quean hoy moran en la oscuridad.Fue, es y ser mito encarnado, hroe y antihroe, personaje privado,pero tambin pblico. Falleci en circunstancias extraas, agotado

por una enfermedad que lo postr en una cama, pero sin dejar nuncade or los susurros que provenan del corazn del cosmos. As viviy as muri el que mor en este mundo para mostrarnos el otro.El escritor argentino Claudio Garca Fanlo, un especialista del universolovecraftiano, le rinde homenaje en estas pginas a travs de notas de in-vestigacin sobre su obra y relatos propios que ubican el novedoso terrorcsmico materialista del maestro de Providence en los barrios porteos.El ritual dio comienzo. Atrvete a conocer los horrorosos misterios nuncaantes contados.

75

122

315

8Industria Argentina :: 2012

Leer con moderacin. No dejar al alcance de la mano de menores de 18 aos y/o personas con el marco de larealidad en su debido lugar que, ni fsica ni psicolgicamente, estn iniciadas para consumir este tipo de literatura.

www.unhediciones.com.ar

Documents

TerroriS MagistrI