Tao de La Mente Occidental

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  • El Tao de la Mente Occidental

    Claudia Ruiz Arriola, Ph.D.

    www.elzoologicodeyahve.com

  • 1. Un Tao de la Mente Occidental?

    Si el ttulo de este librito te llam la atencin, es muy probable que

    hayas intentado sentarte en flor de loto, escuchar tu respiracin y dejar tu

    mente en blanco. A mi tambin me pas. En diferentes ocasiones me apunt

    a un taller o seminario de meditacin y tras muchas horas de (incmoda)

    prctica llegu a pensar: "Hey, lo estoy logrando, ya no estoy pensando!"

    Claro que inmediatamente me cay el veinte que

    echarme porras por no pensar es... pensar. (Adis,

    Iluminacin instantnea!)

    Va de nuevo. Una y otra vez: pensar que no

    pienso, repetir mantras como avemaras de rosario,

    cantar Oms hasta aturdirme. Y un da: la

    Iluminacin! No, por cierto la budista o el satori japons, sino la que viene

    en focos de 100 watts y se aprende en "Redes Elctricas para Dummies". Ja.

    No se crean.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • Mi "Iluminacin" nada tiene que ver con el Dalai Lama, los

    Avalokitsevaras o haber conseguido el estatus de gur. Muy al contrario:

    mi Iluminacin es de corte Occidental o, lo que es lo mismo, eso que

    llamamos "caer el veinte".

    Ah les va la historia: Un da, leyendo un libro sobre el Tao ca en la

    cuenta que el primer supuesto de todas las religiones y filosofas orientales

    es "aceptar la realidad tal cual es" (What is, is). Y sin embargo, la primera

    prctica de esas mismas religiones es dar la espalda al hecho innegable de

    que los humanos somos seres pensantes (unos ms que otros) y que

    nuestra grandeza y miseria radica, precisamente, en nuestra capacidad de

    pensar.

    Ergo, si aplicamos el primer principio oriental y aceptamos la realidad

    "tal cual es", en vez de pasar aos tratando de silenciar la mente,

    tendramos que invertir ese esfuerzo en aprender a pensar. Y recalco

    aprender porque -contra los gurs orientales, los msticos monotestas y

    dems crticos del pensamiento- a m me queda claro que pensar no es algo

    que se logre sin esfuerzo. Con la pena, pero pensar no es el monlogo fatuo

    y tarugo que "nos sale" cuando andamos a la carrera haciendo pendientes.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • Pensar es una forma de vida que se logra con muchos aos de prctica

    y que implica "recordar quienes somos y cual es el lugar que los seres

    humanos ocupamos en el Universo. Es tomar 'a pecho' lo que tenemos

    enfrente, es decir, llevarlo al corazn y a la mente para descubrir su verdad

    y, en el proceso, descubrir nuestra propia humanidad" (J. Glen Gray.

    Introduccin a Heidegger's What Is Called Thinking?).

    Ese aprender a pensar, a valorar, a crear y situarse en el mundo es el

    Tao de la Mente Occidental. O, lo que es lo mismo, el camino que los

    grandes pensadores occidentales desde Pitgoras hasta Heidegger han

    explorado y propuesto para realizar nuestro potencial humano.

    De lo que se trata es de vivir una vida plena a travs del desarrollo del

    pensamiento autntico, mismo que -si hemos de creer a nuestra tradicin

    pre y post-cristiana-, es tambin el paso previo para vivir creativa y

    espiritualmente.

    As que abrchense los cinturones, nuestro tour en alfombra mgica

    por lo mejor de la tradicin occidental est por iniciar.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • 2. No Pienses!

    Vamos empezando por el principio. Deca yo en el captulo anterior

    que resulta cuando menos curioso que los Occidentales nos hayamos

    afiliado acrticamente a la receta de que no pensar es sinnimo de

    iluminacin, paz mental y/o creatividad.

    Digo, despus de todo, somos parte de una

    tradicin que por ms de 25 siglos ha definido al

    hombre como el animal racional (zoon logon) o,

    lo que es lo mismo, el animal que piensa.

    As que antes de obedecer a todas esas

    voces que ordenan bajarle el switch a la mente

    para encontrar la paz, la iluminacin o la originalidad, pongamos la mente

    a trabajar dos minutos. Ya si despus decidimos apagar la creacin ms

    sofisticada de la Naturaleza, por lo menos nuestro cerebro no morir

    virgen.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • La pregunta que se impone preguntar antes de sentarnos a contemplar

    nuestro ombligo y escuchar nuestra respiracin es esta: si no pensar es

    esencial para remediar nuestra ansiedad existencial y hacernos felices, por

    qu el Universo (Dios, la Evolucin, la Naturaleza o como t lo llames) se

    molest en dotarnos con un cerebro diseado para pensar?

    No te resulta paradjico que mientras a todas las dems especies se

    les dio lo que necesitaban para prosperar, a los humanos nos hayan puesto

    piedritas en el camino en la forma de un cerebro que hay que aprender a

    apagar? No que ramos la especie favorita de Dios, la mxima atraccin

    del Zoolgico de Yahv?

    Mi compadre Aristteles alguna vez escribi: la Naturaleza no hace

    nada sin un propsito. Es decir, que las aves tengan alas tiene el propsito

    de hacerlas volar, que las hormigas tengan antenas tiene el propsito de

    ayudarlas a orientarse, que los lobos tengan un magnfico sentido del olfato

    tiene el propsito de ayudarles a sobrevivir. Cada de una de estas

    caractersticas hace viable a la especie y le permite alcanzar la plenitud de

    su naturaleza.

    Entonces, por qu afirmar que el cerebro humano es diferente? Por

    qu creer que, lejos de ayudarnos a vivir bien, el cerebro es la nica

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • creacin de la Naturaleza que obstaculiza la plenitud de sus poseedores?

    Por qu creer que el cerebro es la excecpcin que no ayuda a sus

    poseedores a alcanzar su plenitud?

    Y es que, si hemos de creer a los logofbos (enemigos del pensamiento)

    que circulan por ah, Dios, la Naturaleza, el Cosmos o la Evolucin nos han

    dado un cerebro para hacernos los seres ms infelices del Universo. Segn

    esta postura -que es la que subyace a todo el movimiento logofbico- el

    cerebro es una maldicin.

    De ah que segn ellos, no tengamos ms que dos opciones: o

    seguimos usando el cerebro a costa de nuestra felicidad, o invertimos la

    creacin ms increble de la Naturaleza -333 cm cbicos de materia gris con

    capacidad de triplicarse a los tres aos de nuestro nacimiento para albergar

    100 billones de neuronas, cada una con capacidad para desarrollar 20 mil

    dendritas o conexiones- en repetir mantras y balbucear Oms noche y da.

    Yo no s ustedes pero a mi esta disyuntiva no me da ni poquita paz

    mental ni me acerca lo ms mnimo a la felicidad. Antes bien, tan obsceno

    desperdicio de materia neuronal lo nico que me produce es insomnio.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • En mi humilde opinin la ecuacin "No pensar = Paz existencial" est

    trucada, mal planteada y peor resuelta. Y no importa qu gur la

    recomiende, no estoy dispuesta a apagar mi cerebro y entregarme a los

    deliquios de escuchar mi respiracin.

    Para m, el humano es un ser pensante y debe buscar su plenitud

    existencial (paz mental includa) dentro de su naturaleza racional. Despus

    de todo, eso es lo que predican las filosofas orientales: lo que es, es.

    As que para ser congruentes con esta aceptacin radical de la realidad,

    quiz debamos considerar emplear nuestro limitado tiempo e ingente

    potencial mental buscando caminos hacia la plenitud que requieran el uso

    de nuestros cerebros, en vez de intentar aturdir la neurona con cnticos y

    mantras.

    Digo, a fin de cuentas, si algo nos ense Freud sobre las funciones de

    la mente es que entre ms nos esforzamos en reprimir nuestros instintos

    naturales, ms obsesivos se vuelven.

    Tratar de obliterar la mente toma el mismo esfuerzo que aprender a

    pensar. As que por qu no trabajar con lo que somos en vez de ir a

    contracorriente de nuestra naturaleza pensante? Por qu no pensar que si

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  • Dios, la Evolucin o el Cosmos nos dieron cerebro no es por azar o por

    maldicin, sino con el propsito de que busquemos, con l y a travs de l,

    las ms altas cotas de felicidad y plenitud existencial.

    Si mantenemos una mente abierta a la posibilidad de que pueda haber

    un camino ms acorde a nuestra naturaleza pensante para llegar a la

    plenitud existencial, quiz hasta lleguemos a darnos cuenta que toda la

    campaa contra la mente deriva de un malentendido (cartesiano) de lo que

    es el pensamiento y los resultados que puede obtener.

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  • 3. Todo es Pensamiento

    Dicen por ah que una mente totalmente abierta es una mente

    totalmente vaca (estaba tan, pero tan abierta que se le sali todo!). De ah

    que no pida a estas alturas que me crean. Soy alrgica a la fe.

    Lo que si pido es que pensemos crticamente (despus de todo, ese es

    el Tao de la Mente Occidental que estamos explorando). As que seamos

    escpticos y miremos a nuestro alrededor. Cmo creer que pensar puede

    llevarnos a la paz si los resultados del Pensamiento Occidental estn a la

    vista y no son nada halagadores?

    Miseria. Desigualdad. Injusticia. Destruccin Ambiental. Consumismo.

    Ambicin desmedida. Competencia despiadada. Ideologas Asesinas. Falta

    de solidaridad. Explotacin irracional de recursos naturales. Prostitucin

    infantil y ese largo etctera de maldades que los gurs logofbicos

    denuncian desde sus plpitos.

    Lo que es, es y no hay forma de negar que estos males salieron del

    Pensamiento Occidental. As que no resulta extrao que muchos se hayan

    desilusionado de la mente y busquen en las filosofas orientales, las

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  • religiones monotestas, el romanticismo ecolgico o las drogas, una

    panacea para dejar de pensar.

    El problema con este punto de vista es que la mayora de quienes lo

    sostienen sacerdotes, conservadores, ecologistas, poetas, padres y

    maestros preocupados, chavos espontneos- padecen de una muy

    conveniente amnesia selectiva, pues si bien es cierto que todos estos males

    los ha destilado la mente occidental, no es menos cierto que esa misma

    mente occidental ha producido verdaderas maravillas.

    Escrituras sagradas. Organizaciones filantrpicas. Filosofas ticas.

    S i n f o n a s y sonatas. Sistemas de justicia. Museos,

    iglesias, iPads. Movimientos ecologistas.

    Descubrimientos cientficos. Naves

    espaciales. Curas a enfermedades

    mortales. Luz elctrica. Teoremas

    matemticos.

    Lo que los enfermos de amnesia selectiva olvidan es que

    estas cosas que ellos atribuyen a una realidad superior no racional (Dios,

    las Musas, los ngeles, el corazn)- son en realidad productos de la mente

    humana.

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  • A estos amnsicos les pasa de noche la moraleja de aquella fbula de

    Esopo donde cuenta que un da su amo lo mand al mercado a traer lo

    mejor del mundo. Esopo regres con una lengua pues, le explic a su amo,

    la lengua es lo mejor del mundo: nos ayuda a entendernos con los dems,

    nos permite comunicar la verdad y expresar nuestras razones. Es el

    instrumento del amor y de la poesa. Nos permite decir si y te amo y

    Dios.

    Encantado con la sabidura de su esclavo, el amo envo a Esopo de

    vuelta al mercado a traerle lo peor del mundo. Y Esopo regres con una

    lengua.

    Cmo pregunt el amo enojado- puede ser la lengua lo peor del

    mundo, si hace rato me dijiste que era lo mejor? Y Esopo contest: Qu

    puede ser peor que la lengua? Ella es el instrumento del engao, del

    insulto, de la mentira, de la seduccin y la corrupcin. La lengua genera

    malentendidos, destruye la armona, conduce a la guerra. Con ella decimos

    no, te odio y no me importas.

    La lengua como instrumento puede ser lo mejor y lo peor del mundo.

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  • Ahora bien, lo que mueve a la lengua hacia cualquiera de estos

    extremos es la mente. As que Esopo bien pudo haber regresado del

    mercado con un cerebro. Y esto es lo que deliberadamente ignoran quienes

    hacen de la mente la causa de todos nuestros males pero se niegan a darle

    crdito por las grandes nociones que han salido de ella.

    O, como quien dice, el cerebro -como instrumento que es- tambien

    puede ser lo mejor o lo peor del mundo.

    Y si somos honestos tendremos que aceptar que la lista de las cosas

    positivas que ha creado la mente occidental es tan larga o quiz ms- que

    la lista de las cosas negativas que ha generado. No puede ser de otra

    manera ya que Kant acert al decir que la nica realidad que los humanos

    conocemos es la realidad filtrada por la mente.

    En esto Oriente y Occidente concuerdan: todo lo que somos, todo lo

    que creemos y todo lo que experimentamos es resultado de nuestros

    pensamientos (qu otra cosa es el Karma?).

    Si el Buda dej su palacio para encontrar la Iluminacin es porque

    pens que ese era el camino correcto. Si Cristo decidi sufrir para redimir

    los pecados de la humanidad es porque pens que muriendo en la cruz

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  • lograra su cometido. Si hoy miles de personas trabajan para aliviar la

    miseria ajena es porque piensan que eso es lo que les toca hacer. Si hoy

    muchos se unen a causas ecolgicas y filantrpicas diversas es porque

    piensan que algo debemos hacer para detener la miseria y destruccin que

    hemos causado en el mundo.

    Todo lo que hacemos es la conclusin prctica de nuestros

    pensamientos. Como los maestros taostas y los filsofos griegos bien

    saban: todas nuestras actividades surgen del estado de nuestra mente. La

    praxis (accin), deca Aristteles, sigue a la phrnesis (conclusin prctica de

    un pensamiento). O, dicho en trminos taostas, el Chi (la energa) sigue al

    Shen (mente).

    Un pensamiento destructivo llevar a acciones destructivas, un

    pensamiento constructivo a acciones constructivas. La solucin no es

    apagar el cerebro sino aprenderlo a utilizar.

    As que por favor, no apagues tu cerebro! Si hoy da somos viables

    como especie es por nuestra capacidad de pensar y si hemos de enfrentar

    los grandes retos del planeta nuestra ms fundada esperanza radica en

    desarrollar nuestro potencial racional.

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  • 4. Pensar No Es Lo Que Piensas

    Supongo que para estas alturas del partido, mis dos atentos

    radioescuchas ya captaron que estoy en contra de cualquier ideologa,

    religin o espiritualidad basada en la nocin de tratar a nuestro cerebro

    como si fuera un pauelo desechable (usar y tirar).

    Sin embargo -antes de que los practicantes y/o creyentes de alguno de

    los que he denominado sistemas logofbicos (misticismo, cristianismo,

    budismo, ecologismo, romanticismo) se me vayan, cual Drcula, a la

    yugular- quiero ondear una pequea bandera de paz.

    Lo escrito hasta este momento no intenta ser una polmica, ni quiero

    negarles a los msticos y meditadores lo que ellos nos han negado a los

    logoflicos (amigos del pensamiento) tanto tiempo.

    A saber: yo no niego que los caminos por ellos elegidos -bsqueda al

    margen del cerebro- puedan ser una experiencia maravillosa,

    transformativa e iluminadora y/o que quien se sienta atrado hacia ellos

    tenga todo el derecho de explorarlos.

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  • Ms bien, lo que pretendo aqu es reclamar para el pensamiento

    idnticos derechos.

    Porque, contra lo que ellos predican, a mi (lo mismo que a cualquier

    fan de Platn) me consta que el uso del pensamiento puede ser una

    experiencia existencial tan maravillosa, transformativa e iluminadora como

    la que ellos privilegian.

    Ir de la Caverna de la ignorancia a la luz del sol intelectual, o lo que es

    lo mismo, captar algo es, dira Aristteles, el equivalente intelectual del

    orgasmo (ah, verdad que ya les interes eso de aprender a pensar?)

    Y es que la capacidad de transformar nuestra perspectiva y hacernos

    vibrar existencialmente no es monopolio de ningn movimiento, gur o

    institucin, ni hay un slo mtodo o camino garantizado.

    De hecho, el pensamiento genuino tiene el

    mismo potencial de transformar positivamente

    nuestra existencia que la contemplacin, la

    oracin, la meditacin o la poesa pues, como

    alguna vez escribi esa gran mstica y filsofa

    que fue Simone Weil, brindar a cualquier cosa nuestra atencin indivisa es

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • de suyo, una forma de oracin (y as, hasta ver un partido de ftbol

    cuenta. yes!).

    As que mi objetivo no es rebatir ni polemizar con msticos, budistas,

    romnticos y etc. Mi objetivo es desafiar la nocin, tan arraigada entre los

    buscadores espirituales, de que el pensamiento el Enemigo Pblico # 1 y

    demostrar que no slo no es as, sino como dijera Echeverra, es todo lo

    contrario.

    En realidad, el Enemigo Pblico # 1 no es el Pensamiento, sino el no

    pensar. Y aqu, de nuevo Oriente y Occidente concuerdan pues, si le

    preguntamos a un budista, un romntico, un cristiano cul es el objetivo de

    todas sus acciones y prcticas, su respuesta es paradjica: vivir de manera

    consciente (ya sea en el sentido budista de estar atento al presente, en el

    cristiano de estar atento al prjimo, o el romntico de estar atento a las

    emociones y sensaciones).

    La idea, entonces, es estar atento. Pero curiosamente estar atento es un

    estado mental. O, lo que es lo mismo, estar atento es desocuparseun poco

    de s mismo para atender a otro. Y eso mismo, si Heidegger y toda la

    tradicin Occidental no se equivocan, es pensar: poner atencin a lo que

    nos rodea, conocerlo, apreciarlo, degustarlo, saborearlo, entenderlo.

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  • Pensar -escribe J. Glenn Gray- es la respuesta de la naturaleza

    humana al misterio del Ser, es nuestra forma de agradecer a la existencia,

    de tal modo que entre ms pensamos se puede decir que ms humanos

    somos, pues estamos menos alienados y ms en contacto con nuestra

    propia naturaleza. Pensar es considerar y considerar viene del latn con-

    sidere, consultar con las estrellas. No en el sentido del horscopo, sino en el

    sentido de llevar los asuntos al silencio y reposo de la noche, para

    repensarlo donde no hay distracciones y cuando el msculo de la voluntad

    est cansado. (Introduccin What Is Called Thinking?)

    Pensar, como veremos muy pronto, no es lo que comnmente

    pensamos y lo que tanto budistas, cristianos, romnticos y dems logfobos

    desprecian como si fuera un pariente pobre, incapaz de aspirar a las

    riquezas espirituales que ellos poseen.

    Pensar es nuestra riqueza y, -as me quemen en lea verde o me

    cuelguen de una pata en el Tbet-, el pensamiento es lo que ha creado al

    budismo, al cristianismo y dems ismos y no al revs. Comencemos,

    pues, a deconstruir los mitos del pensamiento, empezando por el del

    "Mono Enjaulado".

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  • 5. Primer Mito: El Mono Enjaulado

    La primera objecin que se topa uno al defender la

    idea de una vida plena basada en el disfrute

    neuronal, es aquella que supone que el monlogo

    mental que traemos dentro las 24/7, es pensamiento.

    Con la pena de tener que informarles, pero ese tengo

    que ir por los nios, que no se me olvide comprar pan, hoy en la noche

    tengo que hacer las cuentas de la semana, ah viene fulanita que me cae

    gordsima porque le baj el marido a mi comadre y esa incesante marejada

    de sandeces que producimos los humanos a la velocidad de la luz NO ES

    PENSAMIENTO.

    Tristemente, de aqu deriva el mayor de todos los malentendidos sobre

    el uso del cerebro pues, -a falta de un trmino para designar esa actividad

    mental espontnea y agotadora- se le ha designado pensamiento.

    De hecho, los Budistas tienen una metfora para ese agobiante ir y

    venir de la mente: le llaman el mono enjaulado. Y as como los changos del

    zoolgico que todo el da brincan de barra en barra y al final del da,

    agotados, no han llegado a ningn lado, as -dicen- es el pensamiento.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • Lo que se les escapa a los budistas occidentales (porque se me hace que

    los budistas orientales si lo tienen claro) es aquello que Ralph Waldo

    Emerson saba muy bien: que el verdadero pensamiento no es algo que nos

    pase sin esfuerzo mientras hacemos otras dieciocho cosas. No, al

    verdadero pensamiento -deca Emerson- es preciso dedicarle tiempo en

    silencio y soledad, pues es una de las cosas ms difciles (y ms gloriosas)

    del Universo (Society and solitude).

    Entonces, si el run-run mental que traemos dentro no es pensamiento,

    qu es?

    Heidegger le llama el remolino de la mente y lo define como esa

    actividad mental intil que incluye el chisme, la especulacin ociosa y la

    interminable lista de pendientes (oh, oh, esto se aproxima peligrosamente

    a nuestro concepto de pensamiento, o no?).

    Y estas tres actividades dice el filsofo de Messkirch no slo no son

    pensamiento, sino que son el antdoto perfecto contra el pensamiento (al

    que se podra agregar el radio, la navegacin interntica y la TV).

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  • Definido brevemente, el chisme -segn Heidegger (y yo, como el buzo,

    me sumo)- es un intercambio superficial de conjeturas sobre la vida de los

    dems: Ya viste que Chuchita se cas con Paquito? Ay si, el vestido no solo

    estaba horrible sino que me dijo la amiga de una cuada que conoce a un

    amigo de la familia del novio (as o ms fidedigna la fuente?) que ella

    estaba embarazada de otro (Nota de la editora: dicen por ah que el

    chisme es tan popular debido a que cuando la gente no piensa no tiene

    nada ms de qu hablar que no sea la vida de los otros).

    La especulacin ociosa por su parte, nace de la obligacin de

    mantenernos al tanto de una serie de temas irrelevantes, de rpida

    caducidad elegidos por otros (los medios, las celebridades, la high) para

    estar in. O, como quien dice, se trata de hablar de lo que todo mundo

    habla con el pequeo detalle de que se trata de cosas sobre las que nadie

    reflexiona antes de hablar (la poltica, la moda, la boda real, etc, etc y

    etccccc).

    Y la joya de la corona del anti-pensamiento es el activismo de los

    pendientes que, segn Heidegger es un intento para calmar la ansiedad

    existencial que nos produce nuestro estilo de vida (basado en las dos

    actividades infraneuronales antes mencionadas) a travs de un montn de

    actividades y hobbies a los que nunca les dedicamos suficiente tiempo y/o

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • atencin (los queremos hacer al multitasking y al garete porque, como el

    conejo de Alicia, siempre vamos tarde).

    Estas tres actividades del cerebro se reflejan en una mente y estilo de

    vida turbios; una condicin muy posmoderna que Heidegger describe

    como estar atrapados en el remolino mental: vernos absorbidos por una

    serie de actividades que nos extenan y no nos llevan a ningn lado (Ser y

    Tiempo, Parte I, 167-180). Y este remolino mental es precisamente el mono

    enjaulado de los budistas.

    Pero, con la pena de contradecir al Dalai Lama y a sus seguidores, eso

    NO ES PENSAMIENTO.

    De hecho, los budistas tienen razn al querer narcotizar al mono

    enjaulado a base de Oms, pero se equivocan al creer que ese rotundo

    desperdicio del sofisticadsimo hardware que los humanos tenemos entre

    ceja y oreja es lo mximo a lo que puede aspirar la mente racional.

    De ah que la receta oriental de apagar el cerebro no sea, ni por mucho,

    la solucin a nuestros males (y no lo digo yo sino los historiadores de la

    ideas: el 99.99% de los adelantos que han trado una mejora sustancial a la

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • calidad de vida y longevidad humana -medicina, higiene, tecnologa- han

    salido de las pocas mentes Occidentales que se han dedicado a pensar).

    Con la pena, pero apagar el cerebro porque la mayora de nosotros no

    sabe cmo usarlo equivaldra a querer tirar el refrigerador a la basura

    porque se nos ech a perder un litro de leche.

    Ms bien lo que hay que hacer tan pronto como sea posible es conectar

    el refri y poner la temperatura al mximo para evitar que se nos enrancien

    las ideas.

    Y no estara de ms cambiar de proveedores mentales para evitar estar

    refrigerando puro chisme, especulacin barata y el agobiante bla, bla, bla

    de los pendientes. Porque una cosa es tan cierta del cerebro como del refri:

    si le metes basura, basura saldr (noms poquito ms fra).

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • 6. Segundo Mito: La Lgica es el Pensamiento

    Seguro mis amigos budistas (si es que no me niegan el saludo por

    andar contradiciendo al Dalai Lama) estarn pensando que ya los agarr de

    piata y que slo a ellos les va a tupir.

    Nada ms alejado de la realidad: si empec con el asunto del Mono

    Enjaulado es porque entre la gente que ya desempac la neurona es uno de

    los mitos ms extendidos. Ora voy por los que ni siquiera se han molestado

    en sacar la neurona de la caja.

    En Occidente la guerra contra el pensamiento

    comenz con Saulo de Tarso (aka San Pablo), un

    fariseo muy ledo y mejor escribeido que por ah

    declar: Sapientiam Sapientum Perdam (lo que Saulo

    quiso decir fue: Yo destruir la sabidura de los

    sabios) y, fiel a su amenaza, comenz a despotricar

    contra la lgica vaca de los filsofos.

    Siglos ms tarde de ah se agarr Agustn de Hipona (para algunos San

    Agustn pero no para m porque cualquiera que pretenda enmendarle la

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • plana a Dios y negarnos el uso de la obra mxima de la Creacin -el

    cerebro- no merece ser llamado santo), para advertir: hay otra forma de

    tentacin an ms peligrosa. Esta es la enfermedad de la curiosidad (!!!)

    que nos lleva a querer descubrir los secretos de la Naturaleza, secretos que

    estn ms all de nuestra comprensin, que no nos reportan ningn

    beneficio y que el hombre no debe ambicionar conocer (no nos reportan

    ningn beneficio?!!!) Si por Agustn fuera seguiramos alumbrando

    nuestras noches con la tenue luz de las aureolas de los santos, pensando

    que el Sol es el centro del Universo y que el cncer se cura con tres

    avesmaras.

    No sorprende, como dice Charles Freeman en su magnfica obra

    Closing of the Western Mind, que el obispo de Hipona fuera el principal

    culpable de la clausura de la mente occidental y que, a los aos que

    siguieron a Agustn se les llamara la Edad Oscura (ah seguiramos picando

    piedra de no ser por los rabes y los herejes).

    Afortunada (o desgraciada) mente, siglos despus y por va de los

    rabes, Gerardo de Cremona (dice Cremona, no Cremena) se top con

    algunas de las obras de Aristteles y de ah pasaron a las regordetas manos

    de Toms de Aquino, cuyos escolsticos seguidores se encargaron de

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    25

  • perpetuar el malentendido que sigue hasta nuestros das: a saber, que la

    lgica y el pensamiento son procesos equivalentes.

    Nada ms alejado de la realidad: ntese que los griegos jams

    confundieron la gimnasia con la magnesia, ni el pensar con el silogismo

    lgico. Para ellos, la lgica era una herramienta para hacer fuerte el

    argumento dbil y no un sinnimo del acto de pensar.

    Y es que como bien vio el ltimo de los pre-socrticos, Martin

    Heidegger, pensar y argumentar son cosas completamente opuestas: quien

    piensa busca descubrir la verdad, quien argumenta ya sabe (o cree que

    sabe) cul es la verdad y busca, por va de la lgica, rebatir las objeciones

    para imponer esa verdad a los dems. Dicho en pocas palabras: la lgica no

    piensa, rebate.

    Con el subterfugio lgica = pensamiento Agustn pudo poner la

    carreta delante de los bueyes y decir en sus Confusiones (digo,

    Confesiones) desideravi intellectu videre quod credidi: he deseado ver con

    los ojos de la razn lo que ya creo.

    O, lo que es lo mismo, para Agus la fe se encarga de establecer la

    verdad y el pensamiento (lgica) de rebatir todas las objeciones que

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    26

  • puedan presentarsele a la fe. Y, desde entonces, para muchos el

    pensamiento qued convertido en esclavo de la teologa: es decir, un

    obrero diligente que sabe obedecer a la fe pero carece de iniciativa propia.

    No por nada, la Iglesia se colg de la obra de Toms de Aquino (que es

    pura lgica diseada para convencer incrdulos) con ms gusto que un

    monaguillo del badajo de la campana de Catedral y hasta proclam Doctor

    Mirabilis al gordo de Roca Secca.

    Y es que al rebatir con xito las objeciones que se le presentan, la lgica

    da a quien la prctica una certeza envidiable. Pero lo que pocos advierten

    es que las conclusiones de la lgica dependen completamente de las

    premisas iniciales, pues como dijo Aristteles las premisas (arch o punto

    de partida) conducen necesariamente a conclusiones prefabricadas.

    Vaya, a modo de ilustracin de esta idea, un chistorete escolstico (leer

    con entonacin hispana, joder!):

    Pepe, el tendero del pueblo, se encuentra a Manolo el nativo de Galicia

    en la calle y le pregunta: Manolo, tu sabes como va eso de la lgica?

    No, responde Manolo, ni idea.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    27

  • Ah, dice Pepe, pues es muy fcil. Mira yo te voy a hacer unas

    preguntas y de tus respuestas llegaremos a una conclusin lgica.

    Vale.

    A ver, Manolo, a t te gusta el clima tropical?

    Si, si, dice entusiasta el simple.

    Bueno, pues por lgica entonces te gusta la playa.

    Manolo asiente. Si, si, por supuesto.

    Entonces por lgica te gusta ver a las chicas en bikini.

    Pues, claro, hombre, claro!

    Pues bien, entonces, por lgica eres hombre. As de fcil es esto de la

    lgica

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    28

  • Encantado con sus nuevos conocimientos, Manolo va buscando a

    quien demostrrselos y se topa con Iaki.

    Iaki, tu sabes como va eso de la lgica?

    No, responde Iaki.

    Ah, pues es muy fcil. Mira, yo te voy a hacer unas preguntas y de tus

    respuestas llegaremos a una conclusin lgica.

    Vale, Manolo, dale palante.

    A ver, Iaki, a t te gusta el clima tropical?

    Iaki menea la cabeza. No.

    Ah, bueno, dice Manolo dando un salto atrs, pues entonces por

    lgica eres gay!

    Fin del chistorete lgico. Regresemos a nuestra discusin:

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    29

  • Aristteles deca que en el silogismo lgico uno asume ciertas premisas

    y puede llegar a una conclusin lgica (es decir correcta) a partir de ellas.

    As, si uno parte de la existencia de Dios, encontrar que la lgica

    demuestra Su existencia y si uno parte de la premisa contraria,

    demostrar la inexistencia de Dios o, en trminos de nuestro chistorete: si

    uno asume que la virilidad se demuestra con cierto gusto por los trpicos,

    llegar a la misma conclusin sobre Iaki que Manolo.

    Pero bueno, esa es harina de otro costal.

    Aqu lo que nos urge es disasociar el pensamiento de la lgica porque

    el pensamiento incluye pero supera con mucho a la lgica, y si no hacemos

    esa distincin nos pasar como a Petrarca: llegar un momento en que

    tanta lgica vaca nos tenga uptothemother y nos preguntemos si eso es lo

    mximo a lo que que puede llegar el cerebro (o como dijo Mafalda despus

    de una maana de aprender mi mam me ama, mi mam me mima, yo

    amo a mi mam: Pues, qu gusto que as sea Miss, ahora, tendr algo

    ms relevante que ensearnos?)

    De hecho, si regresamos a Petrarca -el renegado de la lgica- estaremos

    en camino a comprender mejor el pensamiento, pues fue precisamente el

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    30

  • poeta Renacentista quien cay en la cuenta del error de Saulo de Tarso al

    identificar lgica y pensamiento.

    Y las pesquisas de Petrarca para darle a su cerebro un mejor uso que el

    recomendado por los eclesisticos de su poca (y la ma), lo llevaron a

    redescubrir lo que en la Antigedad implicaba pensar y, gracias a l y sus

    Studia Humanitatis o Escuelas de Humanidades, la neurona floreci tras

    trece siglos de forzada clausura y explot en ese festival de creatividad que

    llamamos Renacimiento (yes, were open for business again!)

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    31

  • 7. Tercer Mito: Pensar es una Profesin

    Ora si ya la hicimos, estar pensando la fauna pensante profesional

    de este Pas. Si pensar no es el run-run mental que traemos dentro las 24/7

    como dijimos en el mito del mono enjaulado, ni es la lgica de los filsofos

    en el captulo anterior, no queda ms opcin que decir que pensar es una

    actividad a la que slo tienen acceso ese puado de vacas sagradas que

    dominan las metodologas de su disciplina profesional: cientficos,

    intelectuales y acadmicos.

    Segn este mito (que como otros mitos, lo hemos

    aceptado por comodines) pensar es una actividad

    reservada a aquellos que tienen tiempo, educacin

    y vocacin. A estas personas -nuestros

    intelectuales- les pasamos la responsabilidad (y

    consiguiente autoridad) de decirnos cmo es y

    cmo funciona el mundo. Ellos piensan y nosotros

    nos asombramos, asentimos o disentimos.

    Sin embargo, aunque todos viven de mover la neurona, ninguno de

    estos profesionales piensa en sentido estricto del trmino, pues pensar no

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    32

  • es una profesin sino una transformacin de nuestras percepciones que

    nadie puede hacer por nosotros.

    En varios pasajes y ocasiones, Heidegger enfatiza que la ciencia no

    piensa (What is Metaphysics? y What Calls for Thinking, P.I, Captulo 3). Y

    con esto, el filsofo de Messkirch no sugiere que los cientficos anden por la

    vida contemplando su ombligo y esperando que les caiga del cielo la

    proverbial manzanita newtoniana.

    Como dira Rubn Aguilar (ex vocero de Fox), lo que Heidegger quiso

    decir fue que el mtodo cientfico -basado en la observacin agresiva y el

    tratar de encajar hechos con hiptesis-, no es pensar.

    Whaaattt?!!

    Si, oyeron bien (o ms bien, leyeron bien): la tan cacareada razn

    cientfica que desde Sir Francis Bacon se ha caracterizado por poner a la

    Naturaleza en el potro de las torturas para arrancarle sus secretos,

    tampoco califica como pensamiento.

    Primero, porque se trata de una actividad neuronal a la que slo tienen

    acceso unos pocos, mientras que el pensamiento -aunque usted no lo crea-

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    33

  • es propio de todo ser humano (con excepcin de los polticos mexicanos y

    alguno que otro Cardenal).

    Y en segundo lugar, porque el pensamiento cientfico es coercitivo por

    naturaleza (poner a la Naturaleza en el potro de torturas y arrancarle sus

    secretos), mientras que el pensar genuino es todo lo contrario: pensar, dice

    Heidegger, es Gelassenheit o dejar ser.

    (Ah, por cierto: si cito constantemente a Heidegger es porque como

    bien dice el extraordinario video A Zen Life (2008), este filsofo revitaliz el

    pensamiento occidental merced a la influencia que sobre l ejercieron los

    textos del Dao De Jing y las enseanzas del maestro Zen Daisetz Teitaro

    Suzuki; de ah el ttulo de esta serie: el Tao de Occidente o, cmo la filosofa

    occidental puede lograr los mismos resultados que la meditacin oriental).

    Entonces, si pensar no es lo que hacen los cientficos, qu hay de los

    intelectuales y acadmicos? Seguro ello si piensan

    Pues con la novedad que lo que hacen nuestras vacas sagradas

    tampoco es pensar. En su mayora, los intelectuales y acadmicos de este y

    otros pases, buscan hacerse notar y para ello es preciso recurrir a la

    confrontacin, el escndalo y la polmica. Pero como dice Heidegger en el

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    34

  • inicio de What is Called Thinking?: cualquier tipo de polmica es contraria a

    la actitud que requiere el pensamiento (P.I, Captulo 1).

    Y es que la polmica que tanto le gusta a nuestra inteligentsia est

    basada en dos principios que hacen imposible pensar: la creencia de que

    uno ya est en lo correcto y, la determinacin de defender ese punto de

    vista a cualquier precio (y entre ms pblico sea el debate, mayor la presin

    para ganar el argumento, ergo mayor la cerrazn para considerar y

    reconsiderar nuestras verdades).

    Como bien saba Platn, en la erstica (debate para ganar) nadie

    escucha a su interlocutor por estar pensando en la mejor manera de rebatir

    el argumento del otro (ganarle el pleito, pues'n).

    Y puesto que pensar tiene mucho que ver con escuchar, en la polmica

    nadie piensa. O, como quien dice, toda polmica es un dilogo de sordos

    (razn de ms para no ser periodista de opinin).

    Quedan, entonces, los hombres de negocios y de accin como posible

    fuente de pensamiento.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    35

  • Y p pronto habr que evitar se hagan ilusiones nuestros Coparmexos,

    pues la actividad neuronal propia de los hombres (y mujeres) prcticos

    nunca se ha considerado pensamiento.

    Los griegos le llamaban techn -tecnologa- y, aunque es muy til para

    la vida, encontrar los medios ms eficientes para lograr un fin prctico se

    parecen al pensamiento tanto como los libritos de pintar por nmeros a la

    obra maestra...

    As que al parecer nadie est pensando por nosotros (no por nada

    estamos como estamos). Pero nadie se alarme, pues pensar -como ir al

    bao- es de esas actividades que debemos hacer por nosotros mismos. Y es

    que como bien dijeron el poeta (Hlderlin), el mdico (Paracelso) y el

    filsofo (Heidegger): pensar tiene mucho que ver con el amor. Y nadie,

    absolutamente nadie, puede enamorarse por nosotros.

    De hecho, quien ms ama, coinciden los tres, ms piensa pues slo

    quien ama se da el tiempo de conocer al otro profundamente y, el

    pensamiento es precisamente eso: darnos el tiempo de conocer al mundo,

    amarlo en toda su profundidad y belleza.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    36

  • As que poco importa que nadie est pensando por nosotros, lo que

    importa es si nosotros estamos pensando para nosotros, si nos hemos dado

    el tiempo y la oportunidad de enamorarnos de la existencia, pues de ello

    depende nuestra relacin con nosotros mismos, con el mundo y con los

    dems.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    37

  • 8. Y Yo, Qu Gano Con Esto?

    Hace unos aos me toc la suerte de entrevistar a Jetsunma Tenzin

    Palmo aka La Mujer de las Cavernas o la Dalai Lama femenina.

    Britnica de nacimiento, Diane Perry -nombre original de Tenzin

    Palmo- dej la comodidad de una vida de adolescente inglesa de clase

    media para irse a meditar al Tbet (omm, ooommm).

    Nada ms que cuando lleg a los

    Himalayas, Diane Perry se top con la

    noved que la presencia femenina no era

    bien vista en los monasterios. Entonces,

    para cumplir su sueo a Perry le fue

    preciso vivir sola en la cumbre de una

    montaa y visitar a su instructor de vez en cuando.An as, se convirti en

    una de las primeras mujeres en recibir la ordenacin budista.

    Puesto que mi chamba siempre ha sido escribir para un pblico

    Occidental, en aquella entrevista quera comunicar a mis lectores lo que

    empuj a Perry a emprender tan ardua bsqueda. Pero saba que en la

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    38

  • cosmovisin Oriental la pregunta que yo quera hacer -qu pretenda

    lograr Perry al irse a meditar al Tbet?- era una contradiccin: los logros,

    las ventajas y lo que los Occidentales pensamos ganar al embarcarnos en

    un proyecto, son el oxgeno del ego.

    Y, obviamente, el fin de las religiones orientales es aniquilar el ego.

    Para los Orientales, la bsqueda se justifica a s misma: no se necesita

    ningn logro extra para sentir que el esfuerzo de meditar ya vali la pena.

    As que preguntarle a alguien como Perry -qu intentabas lograr?- es

    hacer gala de idiotez suprema.

    An a riesgo de que le pareciera un sonoro rebuznido Occidental, le

    hice la pregunta.

    Al margen de la respuesta de Perry (que se puede ver en mi blog

    elzoologicodeyahve.com), este dilema se ha quedado conmigo todos estos

    aos porque, hasta cierto punto, es la pregunta a la que nos enfrentamos

    todos cuando nos embarcamos en una actividad intelectual o

    espiritual: Y yo, qu gano con esto? Qu ventaja supone ponerme a leer

    un texto para aprender qu es y como se come el autntico pensamiento?

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    39

  • Obvio que cada uno de nosotros tiene mil cosas ms urgentes que

    hacer. Pero difcilmente ese sinfn de cosas sern mejores o ms

    importantes que desempacar la neurona. Y es que en palabras de ese

    maestro que fue Martin Heidegger: en ello nos va la transformacin del

    pensamiento" para ser ms humanos, aprender a habitar la Tierra y, en el

    proceso, hacrsela ms habitable a los dems (suegras y dems flora y

    fauna extica includa).

    Eso -que no es poca cosa- es lo que ganaramos de ponernos a pensar

    como el cerebro manda (y puede).

    As que si esta magra "ganancia" te atrae, sigue leyendo por que a

    continuacin analizaremos el punto de partida del pensamiento.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    40

  • 9. El PPP

    Ok, ya sabemos que pensar no es el mono enjaulado, ni la lgica, ni la

    profesin o responsabilidad de unas pocas vacas sagradas. Tambin

    tenemos -ma o meno- una idea de a dnde queremos llegar (a tener

    mayor profundidad existencial, a ser ms humanos). Ahora viene lo bueno:

    por donde empezamos?

    Como cualquier otra aventura, pensar requiere de tres cosas: un

    destino, un punto de partida y la voluntad de recorrer el camino entre uno

    y otro punto.

    As que, antes de prender el motor de nuestra nave

    neuronal, programemos nuestro GPS mental con el

    PPP (Punto de Partida del Pensamiento), lo cual no

    debe resultar difcil para los tres lectores que me

    han seguido hasta aqu. De hecho, por sus

    comentarios, ya se ve que algunos han cado en la

    cuenta de que no saben pensar. Y esa admisin de

    ignorancia es precisamente el PPP.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    41

  • En realidad, los que saben de estas lides neuronales, dicen que en

    todos los mbitos de la actividad humana el mayor obstculo al

    aprendizaje es el mismo: creer que ya lo sabemos.

    Pensar es una de esas habilidades que, segn la tradicin occidental,

    son innatas a los humanos. Desde los griegos nos hemos definido a

    nosotros mismos como el animal racional, el animal que piensa. As

    que la sugerencia de que no sabemos pensar nos suena tan ridcula como la

    idea de no sabemos respirar.

    Pensar, decimos errneamente los adultos, es natural, instintivo, algo

    que mamamos o aprendimos en la primaria. Se nos da en automtico. Es

    un don...

    Falso: el hombre no es un animal racional, es el animal que puede

    aprender a ser razonable si se aplica a ello.

    Pero esta verdad no nos la dicen ni en la educacin bsica ni en la

    superior. De ah que estudiemos para saber ms o especializarnos, sin

    nunca caer en la cuenta que no sabemos pensar. Es ms, en nuestra

    moderna hybris (soberbia) nunca se nos ocurre pensar que el punto de

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    42

  • partida de cualquier aprendizaje es tener la humildad suficiente para

    admitir nuestra ignorancia.

    QU, QU? Admitir nuestra ignorancia, cuando todos los manuales

    de xito y gurs motivacionales nos conminan a bluffear que sabemos, a

    deslumbrar al prjimo con nuestros dos wiki-conocimientos y probarle a

    nuestras decenas de amigos feisbukianos que no somos mensos?

    Tristemente, la nica manera de aprender algo es admitir que no

    sabemos (no por nada estamos como estamos con tanta gente que cree

    saber). Y es que cuando admitimos que no sabemos, empezamos a buscar

    ayuda, nos inscribimos en un curso, hacemos investigacin.

    Contrario a esa caricatura que se ha hecho de l en el establishment

    acadmico, el sabio no es el arrogante erudito que pontifica sobre todo lo

    visible y lo invisible. No, el sabio es el que -una y otra vez- admite que no

    sabe. Por eso investiga da y noche.

    No por nada, el hombre ms sabio que Occidente ha producido tena la

    costumbre de decir yo solo s que no s nada. Noms que, a diferencia de

    nosotros, Scrates no se contentaba con no saber: en el Fedn o de la

    Inmortalidad del alma, Scrates confiesa me he extenuado buscando la

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    43

  • verdad (99d). Y eso es precisamente pensar: extenuarse buscando la

    verdad (con modestas minsculas) en vez de creer que nos la vamos a

    encontrar en la calle como si fueran diez pesos, o que nos la van a dejar

    caer en la mano cual limosna esos gurs que pretenden tener La Verdad en

    sus manos (curas, periodistas, eruditos y etc).

    A esta parte comodona de nuestra mente que quiere que le den la

    verdad peladita y en la boca Nietzsche la llamaba el enano y cuando las

    quejas del enano sobre la dificultad de alcanzar la verdad se hacan

    demasiado sonoras, Nietzsche lo regaaba: Enano, la verdad es una

    montaa y si pretendes disfrutar la vista desde all arriba, tendrs que

    subir con tus propias piernas.

    De hecho, el enano que todos llevamos dentro es muy persuasivo. Nos

    dice que ya sabemos, que no necesitamos dedicarle tiempo y atencin a

    aprender a pensar, que nada gana uno con eso, que al cabo que ni quera

    Pero si hemos de creerle a Edward de Bono, el enano es la causa de que

    99.8% de los seres humanos jams aprendan a usar ni una milsima parte

    del potencial de su cerebro.

    Y tambin la causa de que nuestra simiesca neurona vea la vida a

    travs de los slidos barrotes de los chismes, los pendientes y el qu dirn.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    44

  • Sin pensamiento no puede haber vida interior y, dado que la naturaleza

    aborrece los vacos, nuestro espacio existencial se llena de tarugadas. Esto

    es precisamente lo que quiere el enano porque las tarugadas no lo obligan a

    crecer. Antes bien, le hacen un mundo a su imagen y semejanza: pequeo,

    mezquino, egosta y engredo.

    Irrelevante.

    De tanto pensar en cosas pequeas -deca el dramaturgo Eugene

    ONeill- nos hicimos pequeos a nosotros mismos.

    Es hora de obligar al enano que llevamos dentro a ponerse a la altura

    de lo que somos y podemos. Es hora de aprender a pensar. Y el PPP es

    negarle al enano la seguridad de que ya lo sabe hacer. Es cuestionar su

    autosuficiencia.

    En el Budismo Zen se cuenta la historia de un joven que a la hora del t

    llegaba a la casa de su maestro con su taza ya llena. Un da, el maestro le

    sirvi del t que tena preparado pero, como la taza del discpulo estaba

    llena, el nuevo t se derram por el piso y el discpulo no pudo probarlo.

    Entonces el joven comprendi que de no vaciar primero su mente de sus

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    45

  • prejuicios e ideas preconcebidas, en nada le aprovechara la sabidura de su

    maestro.

    Pensar es igual: como no vaciemos nuestra mente de lo que hasta hoy

    hemos credo es pensar, no podremos aprenderlo. Pensar -escribe

    Heidegger- no nos es dado; es una potencialidad de nuestra naturaleza

    humana Para pensar, primero tenemos que admitir que no sabemos

    hacerlo. (What Is Called Thinking?)

    As que este es nuestro PPP: vaciar la mente de nuestras ideas

    preconcebidas y desafiar a nuestro enano interior admitiendo que no

    sabemos pensar... pero que nos gustara saber hacerlo.

    As de sencillo es el primer paso. Y, tal como deca Aristteles, hasta el

    camino ms largo, difcil y ambicioso empieza con un modesto primer

    paso.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    46

  • 10. Los Tres Tipos de Pensamiento

    En el capitulo anterior escrib que el PPP (Punto de Partida del

    Pensamiento) es querer aprender a pensar. As que nuestro GPS mental ya

    sabe de dnde partir.

    Ahora, hay que programarle cul ser nuestro

    destino, pues el mtodo (del griego methodes, camino) de

    pensamiento depender de lo qu queramos hacer con

    nuestros 330 cm3 de materia gris.

    Bsicamente, tenemos tres posibles destinos: el

    pensamiento crtico, el pensamiento creativo y el

    pensamiento ontolgico (tambin llamado sabidura).

    El Pensamiento Crtico es el ms fcil. La "crtica" nos sale casi

    espontnea (noms abran uno de esos suplementos sociales -Club, Gente

    Bien, Hola!- y vern que ms tardan en posar sus ojazos sobre una foto que

    ya estar criticando el pelo, el vestido, los zapatos, lotera!)

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    47

  • Amn de que tijerear gente tiene su encanto, la inteligencia crtica es

    muy til: nos sirve para no ser manipulados (y miren que en esta poca hay

    pocas habilidades ms necesarias). Si un poltico dice que l va a solucionar

    el problema del narco si votamos por l, la inteligencia crtica quiere saber

    cmo.

    Y una vez revelado el plan, el pensamiento crtico busca discrepancias,

    sueos guajiros, mentiras, supuestos alegres y, hasta esas protuberancias

    mamarias que a veces les buscamos a los reptiles sabiendo que no tienen (lo

    que en mi rancho se traduce por buscarle chichis a las culebras, pues'n).

    Desgraciadamente, tal como el nombre lo indica, el pensamiento crtico

    es bastante limitado. "Crtica", despus de todo viene del griego Krineos y

    significa delimitar. O sea que el pensamiento crtico se limita a ver las

    limitaciones del plan ajeno. Y esta, en parte, es nuestra desgracia nacional

    pues los mexicanos noms estamos esperando que alguien proponga algo

    para lanzarnos a ver los prietitos del arroz del plan. (Utz, eso no va a

    funcionar! Ah, que ocurrencia si fuera as de fcil...)

    A su vez, ante la crtica feroz, el proponente se defiende con uas y

    dientes y el pensamiento acaba en polmica. Peor an, si el proponente no

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    48

  • tiene una concha como la del dueo de las Chivas, Jorge Vergara, mejor se

    va a su casa a lamerse las heridas.

    El coro de los crticos queda muy contento de haber "ganado" (o sea, de

    haber hecho fracasar la propuesta). Pero, al final no se hace nada porque el

    crtico no propone nada: ni solucin, ni plan B, ni nada (obviamente que

    no: tiene pavor de que lo traten como l trata a los que se atreven a

    proponer).

    Desgraciadamente, demasiado pensamiento crtico conduce al cinismo:

    nada se puede, nada vale la pena explorar, mejor no hacemos nada.

    Nuestros medios de comunicacin (y miren que hablo con ms de 10

    aos de experiencia de primera mano) estn llenos de pensamiento crtico

    porque es fcil, porque paga y porque el crtico goza de un enorme

    prestigio sin correr el ms mnimo riesgo (a los que les interese el tema les

    recomiendo ver la fantstica cinta animada "Ratatouille" desde la

    perspectiva de Anton Ego, el engredo periodista al que todos temen

    porque destaza ideas desde su escritorio sin jams arriesgarse a proponer

    nada. Y vanlo bien: Hasta se parece fsicamente a muchas de nuestras

    "vacas sagradas").

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    49

  • El Pensamiento Creativo: Este es bastante ms difcil. Es el encargado

    de proponer o, lo que es lo mismo, imaginar ideas nuevas y correr el riesgo

    de ponerlas a circular. Es menos sabroso, menos alabado y menos

    practicado porque -dira Maquiavelo- a los humanos nos gusta sumarnos a

    las causas triunfantes, no a las que tienen altas posibilidades de fracasar.

    Y el pensamiento creativo -dice el gur del marketing viral Seth

    Godin- fracasa mucho y frecuentemente. Ese es su secreto. No tiene miedo

    de generar ideas an cuando el 99.9% estn destinadas al fracaso. Lo suyo

    es ver posibilidades e intentar realizarlas digan lo que digan y psele a

    quien le pese.

    Pero, dira Anton Ego, el pensamiento creativo tambin tiene sus

    limitantes y, cuando no las respeta, acaba haciendo las cosas porque puede

    (pos noms) sin darse cuenta de que algunas de sus creaciones se parecen a

    esas medicinas que son ms los efectos secundarios indeseados que

    generan, que el alivio que proporcionan. Y es aqu donde entra el tercer

    tipo de pensamiento, la sabidura o pensamiento ontolgico.

    Su nombre "oficial" -pensamiento ontolgico- genera respeto. Su

    nombre coloquial -sabidura- se nos antoja algo lejano, propio de Mr.

    Miyagi (Karate Kid) o algn otro anciano oriental hollywoodense. Y sin

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    50

  • embargo, es el tipo de pensamiento ms alto y ms necesario porque nos

    ensea a relacionarnos con las cosas, con los seres vivos no humanos, con el

    medio ambiente, con nuestros congneres y con la etnosfera (los valores

    espirituales y culturales de los distintos pueblos).

    Sin pensamiento ontolgico -es la tesis que quiero explorar en estos

    escritos- no somos ms que individuos, en su sentido peyorativo de "seres

    aislados y narcisistas" y/o seres humanos que "saben el precio de todo y el

    valor de nada" (como quien dice, adolescentes existenciales).

    As que cada quien decida a dnde quiere llegar con sus 330 cm3 de

    materia gris y obre en consecuencia. Los que se decidan por el Pensamiento

    Creativo y/o el Ontolgico, no le cambien pues esos son los dos caminos

    que vamos a explorar en este canal.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    51

  • 11. Lathe Biosas!

    Los traileros de Mxico tienen una pavorosa ortografa, un excelente

    humor y gran prctica en resumir su filosofa de vida en las pocas palabras

    que caben en la defensa trasera de su camin. Alguna vez, por la carretera a

    Puerto Vallarta me toc adelante una troca con tres pisos de triques usados

    que proclamaba orgullosamente la tica de trabajo de su dueo: "No es

    erensia, me cost un gevo".

    En otra ocasin, uno de esos autobuses que suelen comparecer en

    primera plana en Semana Santa porque se quedan sin frenos en plena

    temporada de romeras, expresaba la difana filosofa materna de su

    chofer: "En caso de mentada, pido mam prestada".

    Una peticin similar voy a hacer yo hoy, porque estoy segura que el

    50% de mis dos lectores me va a recordar a mi mamacita en cuanto lea esto

    (ni modo, Ma, una raya ms al tigre). Y es que si vamos a aprender a pensar

    es necesario hablar ya de los dos requisitos indispensables para ello:

    tiempo y silencio.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    52

  • Utz, ya vali!, dir alguno de ustedes: esta vieja cree que no tenemos

    nada qu hacer! Ora nos sale con que los dos lujos ms escasos de la vida

    moderna son los requisitos sine que non para desarrollar nuestro potencial

    neuronal y humano.

    Pues si, pese a lo muy cacareado que alguna vez fue el "multitasking",

    la capacidad de hacer 18 cosas a la vez en medio de un concierto de rock ya

    viene de vuelta, denunciada por arrojar resultados incompletos,

    superficiales y personas cada vez menos capaces de atencin (ADDs) y ms

    neurticas.

    Es mejor, dicen los nuevos gurs de la productividad,

    darle a cada cosa su tiempo y nuestra atencin indivisa

    pues, no slo los resultados finales son de mayor calidad;

    sino que es mucho ms satisfactorio al final del da haber

    hecho poco pero bien, que mucho y mal.

    Pensar es una de esas cosas que es mejor hacer poco. Y,

    pensar bien y profundo necesita tiempo y silencio (o, en trminos clsicos,

    ocio y culto). Y es que a diferencia del pensamiento crtico que se nutre de

    la polmica y los reflectores, el pensamiento creativo y el ontolgico son

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    53

  • plantas de vivero. Necesitan un ambiente protegido y cuidados especiales

    para florecer.

    Ambos -por lo menos en su fase incipiente- necesitan ser protegidos de

    los estragos del pensamiento crtico (en especial el ajeno) porque las ideas

    nuevas y la ideas profundas son a los crticos lo que la miel a las abejas: los

    atraen por montones.

    Y la gran mayora de crticos son igual de implacables que las abejas:

    no cejarn hasta agotar la fuente, porque de eso viven, de destruir ideas

    nuevas o profundas. No por nada el Gran Fritzi (Friedrich Nietzsche) le

    recomendaba a su Zarathustra, el innovador existencial por excelencia:

    "Huye de la plaza pblica, ah se cuecen vivos los pensamientos y se hacen

    papilla los valores".

    En la "Plaza Pblica" se regurgitan chismes, ideas medio masticadas y

    crticas, crticas, crticas. En cambio, las ideas nuevas y profundas -las

    nociones y convicciones que nos hacen ser quienes somos- son las que

    forjamos en "nuestras horas ms silenciosas", cuando nadie nos ve: en la

    regadera, en compaa de la almohada, en lo oscurito cuando nos damos

    chance de hablarnos a nosotros mismos con la pura pelada verdad de lo

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    54

  • que somos, lo que creemos y lo que queremos. Lo dems es ruido y

    apariencias.

    Entonces, si queremos empezar a pensar, tenemos que comenzar a

    procurarnos tiempo y silencio. Lathe biosas!, deca Epicuro -maestro de los

    placeres sencillos- vive en el anonimato, pasa desapercibido, aljate del

    circo, procura tu propia compaa. Slo entonces aprenders a pensar (y si,

    ste es el momento en que el coro me la mienta como si fuera rbitro en una

    final de ftbol nacional...)

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    55

  • 12. Cinco Sugerencias para Tener Tiempo de Pensar

    En el capitulo pasado le pusimos precio a eso de aprender a pensar y,

    Jo!, ms de uno de mis dos lectores se dio de

    baja, se encogi de hombros o de plano pens

    que eso de pensar est ms all de su

    presupuesto existencial.

    En otras palabras: el Enano vio la cuesta y

    se le hizo muy empinada: "A diferencia de

    Claudia -di jo con absoluta conviccin-, yo tengo diez mil

    responsabilidades, hijos, cnyuge, compromisos que atender, una vida

    social, y un sinfn de cosas que hacer. Hay das que no me alcanzan ni para

    ir al bao en paz, de dnde voy a sacar tiempo para ponerme a pensar?"

    Esta queja no me es nueva ni ajena: la he odo decenas de veces y

    mientras la escucho, mi neurona produce signos de interrogacin y

    admiracin a ritmo industrial (????!!!).

    Por qu s que esa persona que me acaba de decir que "no tiene tiempo

    para pensar", en cuanto le suene el celular va a encontrar tiempo para

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    56

  • echarse una conversacin insulza de media hora. Y porque me consta que

    esa persona que "no tiene tiempo" pasa horas frente al monitor chateando,

    twitteando o leyendo muros ajenos en Facebook.

    S que si la invito al cine, a un concierto o a cenar uno de estos viernes,

    va a tener tiempo. S que si tiene una boda o bautizo, "encontrar" tiempo

    para ir de shopping medio da o hasta que encuentre el ajuar perfecto.

    S que de alguna manera va "hacer tiempo" para ver ese partido que le

    interesa, o para ir al gym o leer la revista de chismes. Noms para pensar

    no tiene tiempo...

    Entonces, empecemos de cero y en vez de sacar a colacin las mil

    razones por las que no tenemos tiempo para pensar (o emprender algo

    difcil) preguntmonos: Realmente lo que me falta es tiempo o ms bien lo

    que me falta es inters?

    Seamos honestos porque incluso si decidimos que la falta de inters es

    la razn de fondo y abandonamos la empresa que nos propusimos,

    habremos ganado con admitirlo: nada ms saludable para el nimo que

    una buena dosis de honestidad frente al espejo.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    57

  • Porque aqu y en China el ser humano "tiene tiempo" para lo que le

    interesa. Para lo dems siempre estarn las excusas del Enano, coartadas

    perfectas para permanecer en nuestra zona de confort sin sentirnos

    culpables. "Enano! -exclama Zarathustra-, uno de los dos debe morir: o t

    o yo".

    Y as es: o nos resignamos a la tirana del Enano o nos hacemos

    responsables del estado de nuestra vida, de nuestras relaciones, de nuestra

    mente y de nuestro tiempo (Ultimtum brutal? Pues si, ya basta que el

    Enano nos dore la pldorita).

    Si hay inters, habr tiempo y manera de sacrificar actividades que no

    nos dejan nada. Aqu va una lista, no exhaustiva, de acciones generadoras

    de tiempo:

    1.- Pnte a Dieta Meditica: Las noticias en general y la poltica en

    particular son la comida chatarra del pensamiento: llenan mucho y nutren

    poco.

    Realmente necesitas leer dos peridicos, ver el noticiero a diario,

    escuchar las noticias de las 2:00 PM?

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    58

  • Si "estar al da" te es indispensable personal o profesionalmente, elige

    uno slo de estos medios o, mejor an, suscrbete a una revista semanal

    donde tendrs una sntesis de lo relevante que ocurre en el mundo (y dije

    suscrbete porque si vas al kiosco, lo ms probable es que pierdas chorromil

    horas hojeando el Vanidades u "ojeando" el Playboy).

    2.- Aljate de los Programas de Polmica: La polmica, dice Heidegger,

    es lo ms contrario al pensamiento porque su objetivo es hacernos "tomar

    partido" sin analizar las cosas a fondo.

    Uno de los formatos favoritos para generar ruido (y adiccin

    meditica) son los programas de polmica: por cada 90 minutos de ftbol o

    de discusin seria en la Cmara de Diputados, los medios generan diez

    das de polmica con el nico objetivo de vender espacios publicitarios.

    3.- Apaga la TV, Internet y el celular: Segn Luther Research, un adulto

    "normal" pasa 12 horas semanales frente a la TV, 8 en Internet, 3 con el

    radio, 3 "checando" el mail o chateando, y otras 3 en el cel.

    Estamos hablando de 29 horas, de las cuales el 56% (16 horas) se

    emplean especficamente en "matar tiempo". (Y luego nos sorprende que

    no nos alcance la vida, ni el presupuesto, ni nada...)

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    59

  • 4.- Evala tus compromisos sociales: Es sorprendente el nmero de

    personas que viven para ser vistas, para salir en el suplemento social, para

    estar" in" e ir a todos lados, opinar de todo y tener chorromil conocidos.

    Gente que se tiene que salir temprano de la fiesta para llegar al

    concierto, a la reunin o al velorio. Gente que pica de todo pero, dicen por

    ah, no disfruta de nada.

    Ser ajonjol de todos los moles puede sonar padre y hasta ser una

    aspiracin existencial, pero el ajonjol -no se nos olvide- es un adorno

    superficial.

    Mejor tener uno o dos amigos de verdad que 180,000 en Facebook,

    mejor una cena ntima a un guateque multitudinario, mejor llegar con

    tiempo a un compromiso que estresarnos porque ya vamos tarde y el

    trfico est fatal... En la agenda social -como en todo lo dems- la

    satisfaccin existencial depende ms de la calidad que de la cantidad.

    5.- Aprende a decir "No": La vida moderna est llena de magnficas

    oportunidades para experimentar cosas distintas, realizar proyectos

    increbles y conocer gente nueva.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    60

  • Pero cada "si" que pronunciamosrequiere tres cosas que no abundan:

    presencia, atencin y tiempo.

    En Mxico, si no nos lleva el narco prematuramente, los varones viven

    en promedio 73 aos -26,900 das-, mientras las viejas vivimos 78 aos

    28,470 das (oferta especial para las damas: 5 aitos de regalo por

    aguantarlos!!!).

    Como sea, 70 y pico aitos son demasiado pocos para todo lo que

    quisiramos hacer, conocer, lograr, aprender, decir...

    Por lo tanto, hay que advertir que cada "si" que pronunciamos es

    tambin un "no" a lo que ya tenemos en nuestro plato. Si hemos tenido el

    cuidado de llenar nuestro plato con lo esencial, cada "si" es una distraccin

    que nos aleja de lo importante.

    Aunque sera muy padre aceptar cada invitacin, aprovechar cada

    oportunidad, explorar cada alternativa, hay que aprender a decir que no

    aunque eso vaya en contra de nuestra "popularidad" (o, en trminos ms

    positivos, decir NO es decir "SI" a lo que ya tenemos).

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    61

  • Con una o dos de estas sugerencias que llevemos a cabo, liberaremos

    una o dos horas diarias para pensar y/o hacer eso que "nos interesa tanto"

    pero que no "nos da la vida" para hacerlo. (Ni modo, Enano, ora si se te

    acabaron las excusas).

    Como dice un magnifico comercial tailands: Desconctate para

    Conectarte

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    62

  • 13. Qu Sonido Hacen las Rocas al Crecer?

    Ok, ya tenemos tiempo, asi que hoy les voy a platicar de una disciplina

    psicolgica que est creciendo en silencio. Todava no tiene nombre, pero

    los que saben la llaman "administracin de la atencin" (attention

    management).

    Esta ramita de la psicologa nace a la sombra

    del estudio del Sndrome de Atencin

    Deficitaria (ADD) y aunque el nombrecito

    huele a que le van a querer sacar lana en el

    mundo corporativo y educativo, lo cierto es

    que los principios de esta nueva disciplina

    son bastante sencillos y tienen mucho que

    ver con lo que estamos tratando de hacer

    aqu: aprender a pensar (por si Herr

    Alzheimer ya les quem el disco duro).

    Segn los adeptos de esta nueva ciencia, no hay en el mundo moderno

    habilidad ms importante que aprender a administrar nuestra atencin o,

    lo que es lo mismo, aprender a mandar sobre nuestro cerebro.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    63

  • En un mundo pletrico de distracciones es fundamental, dicen los

    estudiosos, decidir nosotros mismos -con deliberacin y por anticipado-

    qu pensamientos queremos tener, explorar o profundizar en vez de andar

    por la vida dejando que sean los estmulos accidentales (el otro da me top

    con fulanita y me dio por pensar que...)los que determinan el contenido de

    nuestra confusa, profusa y difusa neurona.

    De hecho, esta habilidad es tan importante que ms de un cientfico

    est llegando a la conclusin de que William James, elpsiclogo americano

    de principios del siglo 20, tena razn cuando escribi aquello de que "tu

    vida -lo que eres, lo que piensas, lo que sientes, lo que haces y lo que amas-

    es el resultado de aquello a lo que le has puesto atencin". O dicho de otra

    manera: tu vida hasta aqu ha sido moldeada por aquello que has atendido

    y... aquello que has ignorado (Karma, anyone?)

    No puede ser de otra manera: pese a sus enormes capacidades, el kilo

    y medio de materia gris (promedio) que los adultos tenemos entre ceja y

    oreja slo puede procesar una parte infinitesimal de los estmulos que

    recibe segundo a segundo.

    Como si fuera el comensal de un suculento, diverso e infinito

    banquete, el cerebro tiene que elegir qu se come de todo lo disponible. Y

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    64

  • es la atencin la que nos sirve una rebanada de esto, un pedazo de aquello,

    una cucharada de lo de ms all. Dicho en la lacnica frmula de Winifred

    Gallagher: "la atencin condensa EL Universo en TU universo".

    He ah su importancia y tambin la urgencia de aprender a enseorear

    nuestros procesos mentales para saborear los mejores manjares de la

    realidad y no slo la chatarra meditica y dems meditaciones babosas de

    nuestro Mono Enjaulado.

    Y es aqu donde Ruiz Arriola Airlines anuncia la llegada de su vuelo

    346... O, lo que es lo mismo, por que este capitulo se llama "Qu sonido

    hacen las rocas al crecer?"

    Porque ocurre que aprender a administrar nuestra atencin tiene

    mucho en comn con aprender a escuchar, y aprender a escuchar es

    sinnimo de aprender a pensar. "Pensar -dice nuestro gua y gur

    Heiddeger- es, por encima de todo, saber escuchar".

    Guau! Saber escuchar. Una habilidad que -segn mis fuentes- dej de

    estar de moda all cuando se hundi la Atlntida. Hoy "medio omos" pero

    no escuchamos. Y la diferencia entre una y otra cosa est en la atencin:

    quien oye tiene la atencin dispersa entre lo que trae en la cabeza, el timbre

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    65

  • del celular, el trfico, lo que va a contestar en la conversacin, etc. Quien

    escucha, atiende.

    Bonita palabra esta de "atender" que -segn la Real Academia- significa

    esperar, aguardar, acoger favorablemente, considerar y/o cuidar. Verbos

    todos que implican salirme del monlogo de mi ego para prestarle atencin

    a otro.

    No importa que ese otro sea inanimado, como una roca. Lo importante

    es la huella que el esfuerzo por atender a alguien ms que a nuestro llorn

    y presumido ego, deja en nosotros: nos hace receptivos.

    Por eso en la tradicin Zen el primer ejercicio de quien quiere

    enseorear su mente es sentarse a escuchar el sonido de las rocas creciendo.

    Se trata de cultivar nuestra capacidad receptiva y poner atencin absoluta e

    indivisa al silencio -apreciarlo, paladearlo, ver si, como dijo Sting hace

    poco, el silencio es "la mejor msica del Universo". Y de ah ir practicando

    con otras cosas: el canto de un pjaro, las notas de una sinfona y si,

    tambin, las palabras y gestos de esa persona que tenemos enfrente y que

    siempre "medio omos" pero que jams escuchamos por andar demasiado

    pre-ocupados.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    66

  • 14. El rgano ms Apasionado

    No, no es el de Bach ni ese otro que est en la frontera sur de nuestra

    anatoma...

    El rgano ms apasionado que tenemos los humanos es el cerebro. Si,

    leyeron bien: contra el mito que hace a la razn fra y calculadora, el

    cerebro es sumamente pasional. De hecho -como demuestra Richard Tarnas

    en su "Pasin de la Mente Occidental" -, es a la pasin de la mente a la que

    debemos toda la creatividad e inventiva humana.

    Para estas alturas del partido debe quedar bien claro que no tenemos

    uno, sino tres, cerebros. As es: como muestran los escners fMRI

    (resonancia magntica funcional) nuestra mente tiene varias regiones

    especializadas con funciones bien definidas.

    La ms primitiva es la "mente de reptil", esa parte visceral o instintiva

    que compartimos con los animales y se encarga de mantenernos vivos

    mediante el miedo, el enojo y la rutina .

    Luego est la mente rutinaria que es donde almacenamos todos

    aquellos hbitos adquiridos que nos hacen funcionar efectivamente en el

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    67

  • mundo (caminar, manejar el carro, vestirnos). La mente rutinaria es

    tambin donde se aloja el mono enjaulado con su monlogo de pendientes

    y cosas por hacer.

    Finalmente est la mente reflexiva que es la responsable de que nuestra

    vida sea ms una creacin libre que una

    serie de reacciones a lo que ocurre a

    nuestro alrededor. Aqu se desarrollan el

    pensamiento creativo y el ontolgico

    (sabidura). Pero, a diferencia de los dos

    cerebros anteriores, ste no opera en

    automtico; slo se activa si nosotros lo prendemos

    (Vroom, Vroom!).

    Y prenderlo supone andar por la vida como personas que han

    desempacado la neurona (vienen dos en cada bolsita) y se interesan, se

    preguntan, se apasionan por aquello que les rodea. Qu es?, Cmo

    funciona?, Cmo se logr? son preguntas que nacen del asombro. Y ste -

    deca Scrates- es el acto inaugural del pensamiento.

    Contra siglos de malentendidos, hoy resulta que el cerebro y el corazn

    no estn tan divorciados como se crea. Hay entre el pensamiento y el

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    68

  • sentimiento una relacin similar a la del huevo y la gallina: Pensamos sobre

    lo que nos importa; nos importa aquello que tenemos prximo al corazn.

    Como cualquier enamorado sabe, a mayor amor, ms difcil dejar de pensar

    sobre el amado.

    Otra tanto ocurre con las ideas. La ciencia, la tecnologa, el arte, la

    sabidura son tambin productos del amor. Slo as -dice Tarnas- se

    explican los desvelos del intelectual por comprender una idea, o la

    perseverancia del cientfico para experimentar cientos de veces hasta dar

    con la solucin, o esa inspiracin del artista que no llega sino hasta que ha

    pasado decenas de infructuosas horas frente al lienzo o papel vacos. "La

    creatividad -deca Einstein- es 10% inspiracin y 90% perspiracin".

    Entonces, a la pregunta sobre qu pensar, la respuesta es otra pregunta:

    qu te importa o interesa lo suficiente para concederle tu atencin

    indivisa?, Para pasar las horas sin sentirlo? Para sudarle, pensarle y

    trabajarle hasta que llegue la Musa? Piensa sobre eso.

    A fin de cuentas, como dice Aristteles: la felicidad no est en el

    resultado, sino el ejercicio de nuestra ms alta facultad. O dicho en

    trminos ms sencillos: no importa quien seas o cual sea tu nivel de

    educacin: tu satisfaccin existencial no depende del "xito" que logres en

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    69

  • la vida, sino de tu capacidad de embeberte da tras da en aquello que te

    apasiona. Ms Platn (o lo que ms te guste), menos Prozac. As de sencillo.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    70

  • 15. Siete Pasos Para Pensar como Steve Jobs

    Dicen que tres manzanas cambiaron el mundo: la de Eva,

    la de Newton y la de Steve Jobs. Ora que se nos fue

    "uno de los ms grandes genios creativos desde

    Thomas Edison", no est de ms hacer un alto en el

    camino para checar si lo dicho hasta aqu realmente

    nos ayuda a ser buenos pensadores, ms creativos y

    mejores personas o si de plano ya nos perdimos en

    "intiles" discusiones filosficas.

    Porque -con sus "asegunes" como todo humano- Jobs fue las tres cosas

    a la vez (no, no lo voy a canonizar -aunque cada que uso el iPad o el iPod

    ganas no me faltan).

    Vamos a ver: este librito parti del supuesto que la mente Occidental

    tiene su propio Tao o camino a la "iluminacin" o plenitud existencial,

    misma que no implica sentarse a regurgitar Oms en flor de loto sino usar el

    cerebro a plenitud.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    71

  • Despus hicimos la heideggariana aseveracin de que pensar nos haca

    ms felices y ms humanos. Y de ahi emprendimos el arduo camino hacia

    el pensamiento, al cual impusimos algunos requisitos: los externos -silencio

    y tiempo- y los internos -atencin y pasin. Ora vamos a ver si todo esto se

    sostiene en la "vida real" o si son tan solo ejercicios para aprendices de

    monjes Zen.

    1.- Pon atencin a lo que te rodea

    De todos es conocida la historia de Steve Jobs: aunque fue a la

    Universidad, no termin la carrera prefiriendo dedicarse a explorar su

    pasin (la caligrafa) y a trabajar en lo oscurito y sin paga en el garage de

    sus padres en California donde, en 1976, fund Apple. (Regla 1: Piensa

    sobre lo que amas).

    Tras 9 aos en Apple, en 1985 fue despedido para regresar en 1997 con

    la visin que revolucionara la compaa. En su libro "Inside Steve's Brain",

    Leander Kahney sostiene que la clave del interminable xito de Jobs tras su

    regreso a Apple fue su capacidad para poner atencin en los ms mnimos

    detalles: "De dnde viene su capacidad de innovacin? Como todo

    fenmeno complejo, de muchos lados, pero la gran mayora de la

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    72

  • innovacin proviene de la meticulosa capacidad de atencin de

    Jobs." (Regla 2: Pensar es poner atencin).

    2.- Aprende de todo, aprende siempre

    De las muchas ideas que hicieron a Jobs el genio que fue, una de mis

    favoritas es la desmitificacin de la idea de que la Musa o talento creativo

    es un don que se tiene o no.

    Para Jobs, la creatividad era una cuestin de mantener una dieta

    mental variada: "La creatividad -le dijo a Wired Magazine tras ganar el

    galardn a la empresa ms innovadora del mundo por quinta vez

    consecutiva- es slo un asunto de conectar ideas.(Regla 3: Mantn la mente

    abierta).

    "A mayor amplitud de experiencia y conocimiento, mayor creatividad."

    O, en las sorprendentes palabras de su discurso de presentacin del iPad2:

    "La tecnologa por s misma no es suficiente. Es la tecnologa casada con las

    artes liberales, casada con las humanidades, lo que produce los resultados

    que hacen cantar a nuestro corazn" (Y todava se preguntan por qu era

    mi Chanoc?)

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    73

  • No deja de ser llamativo que en una industria dominada por

    especialistas e ingenieros con sus clculos y datos duros, haya sido el

    generalista -con estudios truncos de humanidades, diseo y calfigrafa- el

    que tuvo la visin que revolucion a varias industrias (computadoras,

    msica, cinematogrfica, celulares, etc).

    3.- Di no a 10,000 cosas

    Como genio creativo que fue, Jobs tena una idea nueva por minuto.

    De joven, siempre quera hacer cosas nuevas, experimentar, intentar ver

    qu pasara si...

    Pero conforme fue madurando, Jobs se dio cuenta que slo poda

    lograr algo digno de su visin si se concentraba en una cosa a la vez. Por

    eso, una vez que regres a Apple en 1997 recort la lnea de productos y se

    concentr en desarrollar al mximo slo una fraccin de sus ideas. "La

    innovacin -dijo alguna vez en entrevista- procede de aprender a decir no a

    10,000 cosas que te gustara hacer y concntrarte en una sola hasta

    perfeccionarla". (Regla 4: Aprende a decir No).

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • 4.- Cuestiona los dogmas, celebra las diferencias

    Parte importante de las experiencias que nos llevan a ensanchar

    nuestro mundo es celebrar las diferentes filosofas de vida y cuestionar

    nuestras ideas fijas.

    En 1997, cuando Jobs regres a Apple, la compaa lanz una

    aclamada campaa publicitaria que resuma la filosofa de Jobs y de la

    compaa que en breve haba de producir el iPod (2001), el iPhone (2007) y

    el iPad (2010).

    "Un brindis a los locos, a los desapatados, a los rebeldes, a los que

    crean problemas, a esos tornillos redondos en tuercas cuadradas...a los que

    ven las cosas de forma distinta, a los que no aman las reglas. Puedes

    citarlos, discrepar de ellos, glorificarlos o vilificarlos...pero lo nico que no

    puedes hacer es ignorarlos, pues ellos son los que cambian las cosas...

    impulsan a la raza humana hacia adelante, y aunque algunos los tachan de

    locos, para nosotros son genios, pues los que estn lo suficientemente locos

    para creer que pueden cambiar al mundo, son los que acaban

    cambindolo".

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • Y si, como dijo Aristteles en el siglo 4 A.C.: "donde todos piensan

    igual, nadie ha pensado de veras", porque pensar supone el contraste y

    enriquecimiento con las ideas de los otros y, a ms "raras" las ideas que los

    dems tengan, mayor su capacidad de hacernos reflexionar sobre nuestros

    dogmas.

    5.-Ama lo que haces

    En los 80s cuando desarrollaban la primera Mac, los miembros del

    equipo de Jobs trabajaban en promedio 90 horas a la semana. Si bien el

    estilo de gobierno de Jobs siempre fue dictatorial, no era el motivo de

    fondo por las prolongadas jornadas laborales.

    Como todo visionario, Jobs era un apasionado de su trabajo y saba

    contagiar a sus empleados. Fueron ellos los que durante el proyecto Mac

    mandaron imprimir camisetas con el logo de Apple y la leyenda: "90 horas

    a la semana y disfrutando cada segundo".

    Y es que Jobs siempre insisti en que la mitad de su xito era la pasin

    por su trabajo: "A menos que seas muy apasionado, no vas a triunfar en la

    vida," dijo alguna vez. "Tienes que tener una idea o problema o causa que

    te apasione porque sin esa pasin no tendrs la perseverancia para

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • realizarla. Yo creo que si tienes pasin, tienes media batalla ganada". (Regla

    5: Permite a tu Mente apasionarse).

    6.- Nunca te conformes

    Todos los proyectos que Jobs emprendi en su vida tuvieron un

    denominador comn: todos eran "imposibles" en su da.

    As se lo hicieron saber los diseadores e ingenieros de manufactura a

    Jobs: "Cuando le llevas una idea a los ingenieros, su respuesta automtica

    es siempre 'No, eso se puede', y la cosa empeora cuando se la llevas a los de

    manufactura y exclaman 'No podemos producir eso!' Si haces concesiones

    tu idea original se ir degradando hasta que no quede ms que un

    producto mediocre como tantos que salen al mercado."

    Parte de la fama de dictador de Jobs deriva precisamente de su

    incapacidad de conformarse con lo posible: una vez que tena en mente el

    desarrollo de un producto, azuzaba a sus ingenieros a encontrar formas de

    realizarlo.

    Y su pasin era contagiosa: "Los empleados de Apple -dice Ive-

    siempre se sorprendan a s mismos con lo que podan lograr bajo la

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

    77

  • presin que Jobs ejerca". Como les dijo a los estudiantes de Stanford en el

    multicitado discurso de graduacin, desde muy joven el mantra de Steve

    Jobs fue "Stay Hungry. Stay Foolish". Mantnte Hambriento, Mantnte

    Loco.

    7.- Pon tu vida en perspectiva

    En el 2004 a Jobs le fue diagnosticado el cncer de pncreas que

    acabara matndolo. Al ao siguiente, tras la operacin que le dio 6 aos

    ms de vida, Jobs fue invitado a Stanford a dar el discurso de graduacin.

    Sus palabras recuerdan lo importante de pensar no slo para ser

    inteligentes, ricos o creativos, sino para poner en perspectiva este raro

    asunto que es la vida humana y aquilatar lo que realmente vale la pena

    (trabajo, amor, trascendencia). (Regla 6: Usa el cerebro para vivir una vida

    plena).

    Quiz de todo lo que Jobs hizo y dijo no hay mejor consejo que el que

    les diera a los graduados de Stanford y a nosotros de pasadita: "Tu tiempo

    es demasiado corto para derrocharlo viviendo la vida de alguien ms".

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • 16. Mentes Libidinosas

    "Todos nacimos creativos. A todos nos dieron una caja de Crayolas en

    la infancia y nos divertimos horas dibujando cosas locas con ellas sin

    preocuparnos si tenamos futuro, ramos buenos o si llegaramos a ver el

    retorno de nuestra inversin de dinero y tiempo. Dibujbamos por el puro

    placer de hacerlo." Hugh McLeod (Ignore Everybody and 39 other Rules for

    Creativity)

    Ja, ya s que ms de algn malpensado lleg aqu por puro morbo

    freudiano: a ms libido mejor pensador? Yo quiero!

    No se emocionen la cosa no va por donde estn

    pensando sino por la tangente: ocurre que hace un

    siglo -en 1913- Carl Gustav Jung, discpulo suizo y

    heredero aparente de Sigmund Freud public un

    libro (Libido and Symbols of Transformation) donde

    discrepaba de dos de las tesis favoritas de su

    maestro: el que la libido fuera de naturaleza

    eminentemente sexual y el que toda expresin artstica o espiritual fuese

    una represin o sublimacin del impulso sexual.

    El Tao de la Mente Occiedental: Claudia Ruiz Arriola

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  • Para