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la intelectualidad. con sus honrosas ex- cepciones. El gobierno acusó a los estudiantes de " extranjerizant es" . por enarbolar efig ies de Fidel Castro y del Che Guevara. Es- ")t cribe el autor a este respe cto que "l a distinción entre héroes ajenos Yprop ios resultaba una verdadera caricatura del nacionalismo. una actitud aldeana y ce- rrada que contrastaba con cierto interna- cionalismo del m ovi miento estudiantil. El nacionalismo del gobiemo era ya un na- cionalismo reacci onario conv ertido en instrum ento de manipulación política" (p . 164 ) " En la década d los setentas, los li- neamientos de la cultura mex icana son sólo una prolongación de los marcados en la década nterior" (p. 168). Sigue haciéndose expr I preocupación por I lo mexrcano. unque la polémica sobre ..oto la vigenCi a o no d la revo lución queda zanjado. Lo primero e expr esa en un " permanente tudio d la realidad na- cional n u dif r nte a pectos, pero va como une t r normal y cotidiana" (p. 169). lo qu e u vez consecuen- cia d I mi mo d rrollo social. mientras que n cu nto lo undo 01 autor es cat gÓIICO . .. n I t rreno del pensa- miento I>olltlco I cu t 6n de la muerte de I luvoluclón m X na quoda defini- , tivemurlt z nJ d " (p. 170). A nivel ofi- cial Igu h c ndo u O d su ret óric a. va qu I I al tm I nt ra se desle- gitim o051lO d un om ro nálisis de los sexonl05 d Ech v rrfe V L6pez Portillo concluyo que e d vez e más dificil para 01 gobl rno s gu r esgrimiendo la bandoro del "d rrollo económico ace- lerado. desi gual p ero sosten ido" . El mandato de Mi u I d la Madrid se inicia con una severa cosi económica y con un profundo fr ca o de la " administra- ción de la abund ncía" . La inflación. la corrupción. la in ptítud poIftica y admi- nistrativa son I constantes. El Dr. Villegas termina su libro con una exhortación a los hombres de pensa- miento: ..Al final d I siglo México se en- cuentra en una encrucijada ponríca. eco- nómica. cultural y moral. cuyo diagnós- tico y soluciones con stituyen un verda- dero reto para los hombres de ideas" (p. 17 1). " AbIIIrdo VolegaS . B mexi- CIrIO ." -' SIfJio )O(, M61ÓCO. IPGH. 1985. 181 p. Constanze agobiada por la enferme- . dad, el dolor y la pobreza ordenó que el mezquino entierro se hiciese del modo más barato . El 6 de diciembre por la tarde sacaron el cadáver en un sudario negro. El cortejo fúnebre se detuvo, para la bendi- ción del cadáver en la capilla del crucero, al lado norte de San Esteban. Lo que si- guió es impreciso a causa del mal tiempo . Ante las puertas de la ciudad, fue ente- rrado Mozart en el cementerio de Sto Marx en una fosa para indigentes . No ,se levantó ni una piedra ni una cruz. Una columna truncada. con un ángel llo- rando su muerte señala hoy el lugar en el que se supone está su sepultura . Mozart, como hombre y compositor te- nia todos los sentimientos: y ninguna pa- sión. excepto una; pero esta era terrible: el orgullo. el poderoso sentimiento de su genio. Pero haciendo abstracción de esta inmensa y única pasión encontraremos la más amable y sonriente de las almas . Fue d ichoso. y no obstante pocas existencias fueron más duras que la suya . Fue una lucha sin tregua contra la miseria y las enfermedades. Sólo la muerte puso tér- mino a esos males -cuando ten fa 35 años-o ¿De dónde provenía, pues, tanta felicidad? En pr imer lugar de su fe. inteligente y exenta de supe rsticiones, fuerte. firme . Esuna fe con calma. sin pasión, sin misti- cismo : Credo quiaverum. A su padre mori- bundo le escribe el 4 de abril de 1787 : " ...y agradezco a Dios por haberme acor- dado la felicidad... no puedo acostarme sin pensar que al dia siguiente puedo ha- ber dejado de existir; y a pesar de todo ningüno podrá decir que soy melancólico y triste en mi modo de ser. Doy gracias a mi creador por esta felicidad y la deseo de todo corazón para mi prójimo " . Esta es la felicidad en la etemidad. En segundo lugar su alegrfa es la de crear. Componer, decla Mozart, es mi única alegrfa y mi gran pasión. Para él componer y ejecutar son funciones tan indispensables como comer. beber o dor- mir. Especialmente en tres obras Mozart ha expresado lo Divino: en El Requiem. en Don Juan y en ' La Flauta Mágica. En El Requiem respira el puro sentimiento de la fe cristiana. Mozart ha hecho sacrificio en él de sus seducciones y sus gracias mun- danas. No ha conservado sino su cora- zón, que se vuelve humilde, arrepentido, tembloroso . para dirigirse a Dios. Un do- loroso terror y una tiema contrición reco- rre la obra , de sentimiento grandioso y honda convicción. La emotiva melancorra EL REQUIEM DE MOZART Discos Por Rafael Medtid El Requiem es la última obra de Wol- fgang Amadeus Mozart. Lamuerte lo sor- prend ió trabajando en la partitura de esta misa de difuntos. Mozart tuvo el presenti - miento de que sería su despedida de este mundo. Puede asegurarse que el genial salzburgués trabajó realmente hasta ex- halar el último aliento en la composición de esta misa. El hecho de que el Requiem se impusiera tan rápidamente y lograra celebridad mundial no se debe única- mente al reducido número de misas de difuntos verdaderamente musicales y ar- tísticas existentes. ni a su historia román- tica. La razón está en la música misma. que al igual que en La Flauta Mágica. es- crita casi al mismo tiempo. tanto en su forma como en su esencia. es un docu- mento musical de valor universal. La enfermedad de Mozart invest igada a fondo por la ciencia médica y siempre un tema de discusión. ha dado pie a muchas leyendas e historias. El lecho de enfermo de Mozart, a su regreso de su últ imo viaje a Praga. se conv irt ió en su lecho de muerte. Mozart, auxiliado por Franz XiI- . vier Süssmayr, su discípulo, tectotum. y blanco de sus bromas en sus últimos años, trabajaba e intentaba continuar la composición del Requiem. Bened ict Schak cuenta cómo, reunidos junto a su cama, con Hofer el cuñado de Mozart y el bajo Gerl cantaban el Requiem cuando Wolfgang rompió a llorar fuertemente. Con toda lucidez vela aproximarse su fin, con toda lucidez participaba del mundo que le rodeaba. Sophie Haibl, hermana de Constanze , esposa del compos i to r, cuenta que estaba Süssmayr sentado al lado de Mozart. Sobre la cama estaba el manuscrito del Requiem y Wolfgang le explicaba que. en su opinión, Süssmayr lo debía terminar después de su muerte. Durante la noche del4 al5 de dic iembre a la 1:55 murió Mozart. El Requiem quedó incompleto. Se interrump ió en el noveno compás del Lacrimosa. o I e í t r e --------------- 57 _

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la intelectualidad. con sus honrosas ex­

cepciones.El gobierno acusó a los estudiantes de

" extranjerizant es" . por enarbolar efig iesde Fidel Castro y del Che Guevara. Es­

")t cribe el autor a este respe cto que "la~ distinción entr e héroes ajenos Ypropios

resultaba una verdadera caricatura de lnacionalismo . una actitud aldeana y ce­rrada que contrastaba con cierto interna­cionalismo del movimiento estudiantil. Elnacionalismo del gobiemo era ya un na­cionalismo reaccionario converti do eninstrum ento de manipulación política "(p. 164 )

" En la década d los setentas, los li­neamiento s de la cultura mexicana so nsólo una pro longación de los marcadosen la década nterior" (p. 168). Siguehaciéndose expr I preocupación por

I lo mexrcano. unque la polémica sobre..oto la vigenCia o no d la revo lución queda

zanjado. Lo primero e expr esa en un" permanente tudio d la realidad na­cional n u dif r nte a pectos, perova como une t r norm al y cotidiana"(p. 169). lo qu e u vez consecuen-cia d I mi mo d rrollo social. mientrasque n cu nto lo undo 01 autor escat gÓIICO . .. n I t rreno del pensa-

~ miento I>olltlco I cu t 6n de la muertede I luvoluclón m X na quoda defin i-

, tivemurlt z nJ d " (p. 170). A nivel ofi­cial Igu h c ndo u O d su retórica.va qu I I al t m I nt ra se desle­gitim

o051lO d un om ro nálisis de lossexonl05 d Ech v rrfe V L6pez Port illo

,¡ concluyo que e d vez e más dif ic ilpara 01 gobl rno s gu r esgrimiendo labandoro del " d rrollo económico ace­lerado. desigual pero sostenido " . Elmandato de Mi u I d la Madrid se iniciacon una severa cosi económica y conun profundo fr ca o de la " administra­ción de la abund ncía" . La inflación. lacorrupción. la in ptítud poIftica y admi­nistrativa son I constantes.

El Dr. Villegas termina su libro con unaexhortación a los hombres de pensa ­miento: ..Al final d I siglo México se en­cuentra en una encrucijada ponríca. eco­nómica. cultural y moral. cuyo diagnós­tico y soluciones con stituyen un verda­dero reto para los hombres de ideas"(p. 17 1).

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•AbIIIrdo VolegaS .~ B~to mexi-CIrIO ." -' SIfJio )O(, M61ÓCO. IPGH. 1985 . 181 p .

Constanze agobiada por la enferme-. dad, el dolor y la pobreza ordenó que elmezquino entierro se hiciese del modomás barato. El 6 de diciembre por la tardesacaron el cadáver en un sudario negro. Elcortejo fúnebre se detuvo, para la bendi­ción del cadáver en la capilla del crucero,al lado norte de San Esteban. Lo que si­guió es impreciso a causa del mal tiempo.Ante las puertas de la ciudad, fue ente­rrado Mozart en el cementerio de StoMarxen una fosa para indigentes .

No ,se levantó ni una piedra ni una cruz.Una columna truncada . con un ángel llo ­rando su muerte señala hoy el lugar en elque se supone está su sepultura .

Mozart, como hombre y compositor te­nia todos los sentimientos: y ninguna pa­sión. excepto una; pero esta era terrible:el orgullo. el poderoso sentim iento de sugenio. Pero haciendo abstracción de estainmensa y única pasión encontraremos lamás amable y sonriente de las almas . Fued ichoso. y no obstante pocas existenciasfueron más duras que la suya . Fue unalucha sin tregua contra la miseria y lasenfermedades. Sólo la muerte puso tér­mino a esos males -cuando ten fa 35años-o ¿De dónde provenía, pues, tanta

felicidad?En primer lugar de su fe. inteligente y

exenta de supersticiones, fuerte. firme.Esuna fe con calma. sin pasión, sin misti­cismo : Credo quiaverum. A su padre mori­bundo le escribe el 4 de abril de 1787:" ...y agradezco a Dios por haberme acor­dado la fel icidad... no puedo acostarmesin pensar que al dia siguiente puedo ha­ber dejado de exist ir; y a pesar de todoningüno podrá decir que soy melancólicoy triste en mi modo de ser. Doy gracias ami creador por esta fel icidad y la deseo detodo corazón para mi prójimo" . Esta es lafelic idad en la etemidad.

En segundo lugar su alegrfa es la decrear . Componer, decla Mozart, es miúnica alegrfa y mi gran pasión. Para élcomponer y ejecutar son funciones tanindispensables como comer. beber o dor­mir.

Especialmente en tres obras Mozart haexpresado lo Divino: en ElRequiem. enDon Juan y en 'La Flauta Mágica. En ElRequiem respira el puro sentimiento de lafe crist iana. Mozart ha hecho sacrificio enél de sus seducciones y sus gracias mun­danas. No ha conservado sino su cora­zón, que se vuelve humilde, arrepentido,tembloroso. para dirigirse a Dios. Un do­loroso terror y una tiema contrición reco­rre la obra , de sentimiento grandioso yhonda convicción. Laemotiva melancorra

EL REQUIEMDE MOZART

Discos

Por Rafael Medtid

El Requiem es la última obra de Wol­fgang Amadeus Mozart. Lamuerte lo sor­prend ió trabajando en la partitura de estamisa de difuntos. Mozart tuvo el presenti ­miento de que sería su despedida de estemundo. Puede asegurarse que el genialsalzburgués trabajó realmente hasta ex­halar el último aliento en la composiciónde esta misa. Elhecho de que el Requiemse impusiera tan rápidamente y lograracelebridad mund ial no se debe única­mente al reducido número de misas dedifuntos verdaderamente musicales y ar­tíst icas existentes. ni a su historia román­tica. La razón está en la música misma.que al igual que en La Flauta Mágica. es­crita casi al mismo tiempo. tanto en suforma como en su esencia. es un docu­mento musical de valor universal.

La enfermedad de Mozart invest igada afondo por la ciencia médica y siempre untema de discusión. ha dado pie a muchasleyendas e historias. El lecho de enfermode Mozart, a su regreso de su últ imo viajea Praga. se convirt ió en su lecho demuerte. Mozart , auxiliado por Franz XiI- .vier Süssmayr, su discípulo , tectotum. yblanco de sus bromas en sus últimosaños , trabajaba e intentaba continuar laco mposición del Requiem. BenedictSchak cuenta cómo , reunidos junto a sucama, con Hofer el cuñado de Mozart y elbajo Gerl cantaban el Requiem cuandoWolfgang romp ió a llorar fuertemente.Con toda lucidez vela aproximarse su fin,con toda lucidez participaba del mundoque le rodeaba. Sophie Haibl, hermana deConstanze, esposa del compositor ,cuenta que estaba Süssmayr sentado allado de Mozart. Sobre la cama estaba elmanuscrito del Requiem y Wolfgang leexplicaba que. en su opinión, Süssmayr lodebía terminar después de su muerte.

Durante lanoche del4 al5 de dic iembrea la 1:55 murió Mozart. El Requiem quedóincompleto. Se interrump ió en el novenocompás del Lacrimosa.

oI eí tre

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y el acento personal de ciertas frases in­funden la certeza de que Mozart pensabaen srmismo cuando pedíapara los demásel descanso eterno.

Pocas obras en toda la literatura musi­cal están rodeadas de tanta leyenda ymisterio como El Requiem. Siempre hasido motivo de sospecha el texto musicalde esta obra en aquellas partes que elautor dejó inconclusas al morir; y recien­temente han sido sometidas a una " lim­pia" por varios musicólogos como FranzBeyer en 1971 y una mucho más radicalde Richard Maunder en 1983, que se uti ­lizóen la versión que nos entrega Christo­pher Hogwood L'Oiseau-Lyre con sus so­listas, Coro de niños de la Catedral deWestminster y la Orquesta y Coros de laAcademia de Música Antigua, emple­ando, como nos tiene acostumbrados,instrumentos antiguos. De acuerdo con elfolleto que acompaña a los discos, omitenel Sanctus, el Osanna y el Benedictus por­que consideran que, junto con los últimoscompases del LacrimoSa no son Mozart"genuino" sino cosecha exclusiva deSüssmayr . Además. la nueva edición de

El Requiem contiene un AgnusDei ligera­mente revisado y laorquestación tamb iéndifiere de la tradicionalmente aceptada .

díri-y a losVI808

Am.,¡jog y Mari­forma vo-

o,Ireo

.Irane esE

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