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CRISIS Y RECONSTRUCCIÓN DE LA FILOSOFÍA MARIO BUNGE Gedisa Editorial 1

Seudociencia

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chulls y su detalle de la diferencia de la seudociencia y la ciencia

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Diagnosis de la seudociencia

CRISIS Y RECONSTRUCCIN

DE LA FILOSOFAMARIO BUNGE

GedisaEditorialTtulo de la versin original inglesa:

Philosophy in Crisis: The Need for Reconstruction @ 2001 by Mario Bunge

@ Published 2001 by Prometheus Books

Traduccin: Rafael Gonzlez del Solar

Ilustracin de cubierta: Edgardo Carosia

Primera edicin: mayo del 2002, Barcelona

Reservados todos los derechos de esta versin castellana de la obra

@ Editorial Gedisa, S. A.

Paseo Bonanova, 9, 1-1

08022 Barcelona

Tel. 93 235 09 04

Fax 93 235 09 05

Correo electrnico: [email protected] http://www.gedisa.com

ISBN: 84-7432-924-8

Depsito legal: B. 15397/2002

Impreso por: Carvigraf

Cot, 31 - Ripollet

Impreso en Espaa

Printed in Spain

Queda prohibida la reproduccin total o parcial por cualquier medio de impresin, en forma idntica, extractada o modificada de esta versin castellana de la obraDiagnosis de la seudociencia

La seudociencia es tan caracterstica de la cultura moderna como la ciencia. Prospera en todos lados, aun dentro de la comunidad cientfica. De hecho, la seudociencia es mucho ms popular y rentable que la ciencia; confunde a los diseadores de polticas cientficas y a los administradores de la ciencia; y contina extraviando u obstaculizando la tarea de filsofos y socilogos de la ciencia. Por ende, es menester intentar la caracterizacin de la seudociencia de un modo claro, confrontndola con la ciencia autntica. sta es la finalidad del presente captulo: hallar las peculiaridades de la seudociencia y discutir algunos ejemplares de ella. No pondremos el acento en los casos ms obvios como la astrologa o la ciencia creacionista, sino en algunos bnkers seudocientficos que se encuentran, aqu y all, en el paisaje cientfico.

8.1 La falsificacin de la ciencia

El hombre, supremo creador, es tambin el mayor impostor. Puede falsificar casi cualquier cosa, desde billetes de un dlar hasta el amor y el arte. Puede, incluso, falsificar la ciencia y, por cierto, en ms formas que cualquier otra cosa: por medio del plagio, tergiversando datos y repartiendo mitos arropados en vestiduras aparentemente cientficas.

El plagio en ciencia no difiere del robo en cualquier otro mbito: consiste en apropiarse de los frutos del trabajo esforzado y honesto de otra persona, como por ejemplo al utilizar datos, frmulas, tablas o diagramas sin otorgar el crdito a quien le es debido. Este tipo de deshonestidad es bastante inocua y puede descubrirse de modo relativamente fcil. Ms an, si el original es una buena pieza de investigacin, al contribuir a difundirla, el mezquino crimen del plagiario puede producir un beneficio social. Su principal efecto negativo es que mina la confianza necesaria para compartir el conocimiento, hasta el punto de alentar el secreto.

Tergiversar la verdad es un asunto completamente distinto. Consiste en el engao con respecto a datos o inferencias, en arreglar o incluso inventar datos, o en mentir acerca de las conclusiones que se siguen de un conjunto de premisas. Como la falsificacin de dinero, ste es un crimen grave porque puede ser muy perjudicial. (Recurdese los seudodatos de Sir Cyril Burt sobre la herencia de la inteligencia, aceptados por la mayora de los psiclogos durante tres dcadas, lo que llev a prcticas discriminatorias en la educacin britnica.) Aun as, el dao est restringido a un crculo de especialistas y, eventualmente, el crimen es descubierto o, mejor an, olvidado.

La mixtificacin del tercer tipo, la produccin en masa de resultados cientficos de bajo nivel y ningn inters, por lo general con la nica finalidad de engrosar el currculum vitae, es mucho peor, aun si se comete de buena fe. En efecto, supone una traicin al ideal de conocer con la finalidad de comprender; provoca una irritante sobrecarga de informacin, desgasta los recursos humanos y materiales, y hace que la gente se aburra y desilusione de la ciencia. (Pinsese en la mirada de experimentos triviales y clculos de rutina que, lejos de abrir nuevas perspectivas o proponer nuevos problemas de investigacin, son callejones sin salida que merecen el humillante comentario Y entonces?) An as, es el precio que pagamos por ajustamos a la mxima Publica o perece. Adems, las prdidas debidas a las falsificaciones del tercer tipo son slo una mnima fraccin de lo que se pierde en armas o drogas.

Existe una cuarta forma de falsificar la ciencia y se trata de la ms peligrosa de todas: consiste en presentar la no ciencia e incluso, a veces, la anticiencia como si fuese ciencia; y en ocasiones, tambin, en presentar a la autntica ciencia como no cientfica. Ejemplos difundidos de seudociencias son la parapsicologa, el psicoanlisis, la biologa creacionista (por oposicin a la biologa evolutiva), la microeconoma clsica y el comunismo cientfico. Ejemplos menos populares, pero igualmente flagrantes son la cosmologa creacionista y los difundidos discursos sobre catstrofes y caos que no estn acompaados por frmulas matemticas.

La seudociencia es peligrosa porque (a) hace pasar la especulacin desenfrenada o los datos no controlados por resultados de investigaciones cientficas; (b) da una mala idea de la actitud cientfica (el espritu de la ciencia); (c) contamina algunas reas de la ciencia, en particular de las ciencias blandas; (d) es accesible a millones de personas (mientras que la autntica ciencia es difcil y, por ende, intelectualmente elitista); (e) se ha convertido en un negocio multimillonario a costa de la credulidad popular; y (f) posee el apoyo de poderosos grupos de presin -en ocasiones iglesias o partidos polticos enteros-, y goza de la simpata d los medios de comunicacin masiva. Por todas estas razones, el filsofo debe proveer un diagnstico adecuado de la seudociencia.

No trataremos aqu la quinta categora: las bromas y picardas del Joumal of /Irreproducible Results, las cuales son falsificaciones admitidas y, por consiguiente, perfectamente honestas.

8.2 Importancia del problema

Jonathan Swift (1965 [1726]) fue, quiz, el primero en comprender la esencia de la seudociencia, aunque la mayora de los crticos piensa que su intencin era satirizar a la ciencia. En Gulliver's Travels, * nos cuenta que el capitn Gulliver, mientras se hallaba en Balnibarbi, visit la gran Academia de Lagado. El majestuoso edificio de la Academia posea ms de 500 habitaciones, todas ellas ocupadas por uno o ms proyectistas y sus asistentes. Uno de ellos haba estado trabajando por ocho aos en un proyecto para extraer rayos de sol a partir de pepinos; estos rayos seran colocados en frascos, sellados hermticamente y puestos a templar el aire en los veranos de tiempo inclemente (p.164). Otro proyectista estaba empeado en una operacin para reducir el excremento humano al alimento que le haba dado origen; separando las diversas partes; quitando el tinte que recibe de la hiel; liberndola del olor; espumando la saliva (p. 165). Otros proyectos que se llevaban adelante en la Academia eran: un nuevo mtodo para construir casas, comenzando por el techo y construyendo hacia

:*Los viajes de Gulliver. Los nmeros de pginas corresponden a la edicin citada en la bibliografa. [N. del T.]

abajo hasta los cimientos; un dispositivo para arar la tierra con cerdos, con el fin de ahorrar en arados, ganado y labradores; utilizar araas en la fabricacin de seda; componer libros de filosofa, matemtica, etctera, empleando medios mecnicos, a saber mediante una enorme mquina, provista de marcos en los cuales estaban inscritas todas las palabras, hasta que apareciesen series de palabras semejantes a oraciones; un plan para abolir todas las palabras con excepcin de los sustantivos y otro para abolir todas las palabras.

Qu hace que todos estos proyectos de investigacin sean ridculos y tan parecidos a la seudociencia de nuestra poca? Primero, ninguno de ellos busca leyes: aun el ms especulativo de los proyectos de Lagado posee fines estrechamente utilitarios. Segundo, no hacen uso del conocimiento antecedente; de hecho, son incompatibles con ste. (Por ejemplo, los dos primeros proyectos pretendan invertir procesos esencialmente irreversibles y los antecesores de la gigacomputacin pretendan producir conocimiento a partir de la ignorancia empleando un dispositivo de aleatorizacin.)

Aunque Swift identific correctamente dos atributos de la seudociencia, necesitaremos una caracterizacin ms detallada, si hemos de abarcar la extensa clase de las seudociencias contemporneas. Sin embargo, antes de acometer esta empresa, hagamos hincapien su importancia terica y prctica, para evitar que alguien supon ga que nuestro proyecto es otro rompecabezas bizantino proveniente de las mentes de los proyectistas de la Academia de Lagado.

La importancia prctica del problema de la caracterizacin de la seudociencia puede medirse a travs del volumen del negocio de la seudociencia, el cual se halla en el orden de los miles de millones de dlares por ao, y en algunos pases supera el presupuesto destinado a investigacin y desarrollo. Hay que conceder que la crtica filosfica y metodolgica puede hacer poco -especialmente si es ignorada por los mass media-, pero al menos puede esperarse que sea de alguna utilidad para quienes toman decisiones y para los docentes involucrados en la promocin de la investigacin cientfica o en su utilizacin. Unos pocos ejemplos bastarn para dejar claro este punto.

a) El Parlamento necesita saber si la quiroprctica, la medicina holstica, la homeopata o la psicoterapia verbal son prcticas cientficas o mero charlatanismo, antes de permitir que Medicar*cubra el costo de esas prcticas.

b) La National Science Foundation** necesita saber si la parapsicologa es un campo cientfico, antes de financiar la investigacin en telepata, clarividencia, psicokinesia o precognicin.

* Projectors en el original. [N. del T.]

* Servicio estatal de salud de los Estados Unidos. [N. del T.]

** Institucin de promocin cientfica estadounidense. [N. del T.]

c) Las empresas mineras y los contratistas de obras pblicas, as como los urbanizadores, desean saber si la rabdomancia (la bsqueda de agua por medio de la adivinacin) est bien fundada, antes de firmar contratos relacionados con la prospeccin de minerales, petrleo o agua.

d) El Decano de Estudios e Investigacin de Grado quiere saber si la biologa lamarquiana, la psicologa del alma, la psicohistoria, los estudios culturales y otros asuntos semejantes son cientficamente respetables, o basura, antes de asignar recursos para la investigacin o aprobar cursos sobre tales materias.

e) Todo lder o administrador cientfico debera desear el poder distinguir entre la ciencia genuina inmadura, pero prometedora (es decir, la protociencia), por un lado, y la seudociencia, por otro; por ejemplo, entre la politologa y la ideologa poltica, entre la utilizacin de los computadoras como herramientas intelectuales y la utilizacin de las mismas como mantos para ocultar la pobreza intelectual.

Pasemos ahora al inters terico del problema. La cuestin de examinar las pretensiones de cientificidad de una doctrina o prctica dada es un problema tpico y central de la filosofa de la ciencia y la tecnologa. En efecto, slo podemos juzgar la cientificidad de una doctrina o de una prctica basndonos en una caracterizacin precisa de la ciencia y la tecnologa en general. Podemos decir que el rea de conocimiento X satisface o no todas las condiciones necesarias y suficientes que definen una ciencia, slo si hemos detallado explcitamente tales condiciones, y nos hemos asegurado de que la lista incluye todos los casos manifiestos de ciencia (o tecnologa) genuina, y excluye todos los casos evidentes de seudociencia (o seudotecnologa).

Desde ya, algunos filsofos han tratado el problema de demarcar la ciencia de la no ciencia, en particular de la seudociencia. Sin embargo, sus esfuerzos no han tenido xito. En algunos casos, se ha dejado fuera a reas completas del conocimiento cientfico, mientras que en otros casos se ha incluido ntegramente a ciertas seudociencias. El fracaso es tan desalentador, que un bien conocido filsofo ha declarado, aunque sin ofrecer argumentos, que no existe una diferencia radical entre la ciencia y la no ciencia, de modo tal que una sociedad democrtica debera asignar igual tiempo a cada corriente de pensamiento (Feyerabend, 1975). As pues, la teora de la creacin especial de las bioespecies debera ensearse junto a la biologa evolutiva; el psicoanlisis a la vez que la psicologa experimental, la curacin por la fe junto a la medicina, etctera.

La mayora de los investigadores, docentes y administradores no aceptarn esta recomendacin, aunque slo sea porque, si se aceptase, significara el total colapso de los estndares acadmicos y una pavorosa anarqua administrativa, as como el despilfarro de recursos, especialmente en los pases en desarrollo. Imagnese una universidad habilitando una Escuela de Curacin por la Fe enfrente de su Escuela de Medicina, un Departamento de Biologa Creacionista que compitiese con el Departamento de Biologa, un Instituto de Seudofilosofa de Seudociencia y Seudotecnologa que rivalice con el Instituto de Filosofa de la Ciencia y la Tecnologa, y al Decano de Seudoartes y Seudociencias luchando con el Decano de Artes y Ciencias por el alma de los estudiantes. En sntesis, una universidad maniquea que merecera como premio el Vellocino de Oro.

Sostengo que la razn del fracaso de los filsofos en proponer una definicin adecuada de ciencia, que pueda servir como criterio para distinguir entre seudociencia y ciencia, consiste en que esos filsofos han supuesto que un nico atributo bastara: esto es lo que sugiere cualquier concepcin simplista de la ciencia. (Evoca esto, acaso, la historia acerca de los cinco ciegos que intentan caracterizar un elefante?) Revisemos rpidamente las caracterizaciones de la ciencia ms difundidas que han propuesto los filsofos:

1. La doctrina del contenido emprico sostiene que la ciencia acepta slo datos empricos y sus correspondientes generalizaciones empricas; hiptesis jams. Esta concepcin, aunque todava es popular, particularmente en los textos de estudio sobre la ciencia, fue refutada hace largo tiempo por la emergencia misma de la fsica terica, la qumica terica, la biologa terica y otros campos que estn llenos de conceptos que representan entidades -tales como los tomos, los genes y las clases sociales- y propiedades tales como la masa, la intensidad de campo, la tasa metablica y la distribucin del ingreso, que no son directamente observables.

2. La concepcin consensual, alega que las humanidades estn repletas de controversias, en tanto que la ciencia es incontrovertible o, al menos, tiende a lograr el consenso. Esta caracterizacin es inadecuada, puesto que todo campo de investigacin cientfica activa abunda en controversias. La verdad es que la ciencia posee medios para dirimir las disputas de modo racional, en el largo plazo. El consenso, cuando se logra, es slo un subproducto de la verdad.

3. La doctrina del xito, sostiene que en ciencia slo cuenta el xito prctico. Esta concepcin pragmatista no se ajusta a la ciencia bsica, que busca la verdad antes que el xito. En realidad, ni siquiera se ajusta a la tecnologa, la cual hace uso intenso de la ciencia bsica e involucra una gran cuota de diseo y ensayos infructuosos motivados principalmente por la curiosidad y no por la utilidad.

4. La concepcin formalista, sostiene que un cuerpo de conocimientos es cientfico slo si ha sido matematizado. Esta caracterizacin es demasiado estrecha: descalifica a la ciencia experimental y a la ciencia joven, la cual es a menudo prematemtica. Ms an, les confiere el ttulo de cientficas a teoras que, como la del equilibrio general en economa, son slo ejercicios matemticos alejados de las duras realidades del desequilibrio econmico. La verdad es que la ciencia no puede avanzar ms all de cierto punto sin el auxilio de la matemtica, que introduce precisin (y, de all, claridad y mejor posibilidad de puesta a prueba) y sistemicidad (y, de all, desarrollo y poder deductivo).

5. El refutacionismo afirma que la caracterstica de la ciencia es la refutabilidad, o sea, tratar nicamente con hiptesis que son, en principio, refutables. Pero si la ciencia fuese realmente refutacionista deberamos aceptar como cientficas todas aquellas creencias refutadas, tales como la astrologa y la grafologa, y rechazar, en cambio, sin mayor discusin, las teoras cientficas ms generales por no ser refutables. Adems, necesitamos la confirmacin positiva si hemos de juzgar una hiptesis como verdadera, al menos parcialmente. '

6. La doctrina del mtodo sostiene que el nico requisito para hacer ciencia es adoptar el mtodo cientfico. Pero si toda aplicacin del mtodo cientfico fuese, en efecto, una pieza de investigacin cientfica, entonces la medicin de la correlacin entre el largo de la nariz y la tendencia poltica, la puesta a prueba de las capacidades mentales de los tomos y el intento de atrapar fantasmas pasaran por actividades cientficas, a condicin de que se observase ciertas precauciones.Puesto que ninguna de las caracterizaciones de la ciencia reseadas funciona, ninguna es adecuada para identificar a la seudociencia. Abandonemos estos enfoques simplistas y asumamos el hecho de que la ciencia, como cualquiera otra actividad humana, posee mltiples aspectos. Una manera de descubrirlos es estudiarla como una empresa de investigacin en proceso que llevan a cabo comunidades de investigadores, en lugar de mirar hacia atrs buscando alguna tradicin filosfica. De modo paradjico, lejos de alejamos de la filosofa, este procedimiento har lugar a los aspectos ontolgicos, gnoseolgicos y ticos de la investigacin cientfica.

8.3 Campos de conocimientos

Caracterizaremos una ciencia, as como una seudociencia, como un particular campo de conocimientos. Un campo de conocimientos puede caracterizarse como un sector de la actividad humana cuya finalidad es obtener, difundir o utilizar conocimiento de alguna clase, ya sea verdadero, ya sea falso. En la cultura contempornea hay cientos de campos de conocimientos: la lgica y la teologa, la matemtica y la numerologa, la astronoma y la astrologa, la qumica y la alquimia, la psicologa y el psicoanlisis, la ciencia social y la sociologa fenomenolgica, etctera.

Sin desmedro de que un campo de conocimientos dado tenga o no xito en la bsqueda de la verdad o del poder, de la comprensin o de la popularidad, comparte cierto nmero de rasgos con otros campos de conocimientos. Estos rasgos estn resumidos en la decatupla C = , donde en cualquier momento dado

C = la comunidad de sujetos cognoscitivos (que conocen) de C; S = la sociedad que hospeda a C;

G = la concepcin general, cosmovisin o presupuestos filosficos de C;

D = el dominio o universo del discurso de C: los objetos estudiados o manipulados por C;

F = el trasfondo formal: las herramientas lgicas o matemticas que pueden emplearse en C;

E = el trasfondo especfico o conjunto de presupuestos de C que provienen de otros campos;

P = la problemtica o conjunto de problemas que se abordan en C;

K = el fondo especfico de conocimiento acumulado por C;

O = los objetivos o metas de C;

M = los mtodos que pueden utilizarse en C.

Se considera a cada uno de estas diez componentes o coordenadas de e en un momento dado. Cada una de ellas es una coleccin cuyos constituyentes no necesitan ser siempre los mismos. (Todo campo de investigacin activo abunda en controversias, incluso cuando quienes disputan comparten el ncleo de presupuestos, problemas, objetivos y mtodos.) Advirtase que un campo de conocimientos no es un sistema concreto, como es el caso de una comunidad cientfica o una iglesia, cuyos miembros se mantienen unidos gracias a una red de flujos de informacin y actividades sociales. La nocin de campo de conocimientos es ms abstracta que eso.

La familia de campos de conocimientos no es homognea. De hecho, puede dividrsela en dos subconjuntos disjuntos: la familia de los campos de investigacin y la de los campos de creencias. En tanto que un campo de investigacin cambia permanentemente como resultado de la investigacin, un campo de creencias cambia, si es que lo hace, como resultado de la controversia, la fuerza bruta o la supuesta revelacin. (Por ejemplo, la escuela original de Freud se dividi en alrededor de doce escuelas, ninguna de las cuales realiza investigacin experimental.) Esta es, pues, la gran divisin.

Lo que caracteriza a un campo de investigacin es, por supuesto, la investigacin activa de alguna clase. Es decir, la formulacin y resolucin de problemas, la invencin de nuevas hiptesis o tcnicas, etctera. As pues, en un momento dado, un campo de investigacin est compuesto por diversos proyectos de investigacin en diferentes estados de desarrollo. La nocin de proyecto o lnea de investigacin puede elucidarse como sigue. Sea C = , que denota un campo de investigacin en un tiempo dado. Entonces, = (c, s, g, d, f, e, p, k, o, m) es un campo de investigacin en C si (a) todo componente de (es un subconjunto del respectivo componente de C, y (b) g, f, e, k, o y m son, cada uno, internamente consistentes u homogneos.

Cada investigador o grupo de investigacin trabaja en uno o ms proyectos a la vez. Dos proyectos de investigacin pueden compartir una problemtica y, a la vez, diferir en otros aspectos, tales como algunos elementos del trasfondo general o el trasfondo formal, o los objetivos o los mtodos. Decimos que dos proyectos de investigacin compiten entre s, si ambos tratan el mismo conjunto de problemas de maneras diferentes, por ejemplo, empleando diferentes supuestos o tcnicas. Por ejemplo, en una poca, los fsicos estaban divididos en corpusculistas y continuistas, y los socilogos todava estn divididos en holistas e individualistas.

La vaga nocin de paradigma de Thomas Kuhn o, mejor dicho, la posterior nocin de ejemplar, puede elucidarse del siguiente modo: un paradigma (o ejemplar) es un proyecto de investigacin que, habiendo dado pruebas de ser exitoso en el pasado, es imitado (tomado como modelo) para realizar otras investigaciones.

Estos conceptos contribuyen a aclarar otra nocin que Kuhn ha explotado y popularizado, a saber la de revolucin cientfica (en general cognitiva), similar a la precedente rupture pistmologique* de Gaston Bachelard. Diremos que una pieza de investigacin es original si consiste en (a) la investigacin de problemas viejos empleando nuevos modos (por ejemplo, la utilizacin de herramientas formales o de tcnicas de medicin alternativas) o (b) el planteamiento de nuevos problemas, o (c) la formulacin de nuevos proyectos de investigacin viables.

En particular, puede decirse que una pieza de investigacin original es revolucionaria slo en caso que (a) involucre un cambio de rumbo radical en alguno de los componentes (no en todos) del usual trasfondo general G o en el trasfondo especfico estndar E; o (b) arroje dudas sobre algunas creencias (no todas) establecidas por largo tiempo, acerca de ciertas cuestiones generales fundamentales; o (c) abra campos de investigacin totalmente nuevos (sin cortar los lazos, sin embargo, con todos los campos de investigacin existentes). El nacimiento de la ciencia en la antigedad y su renacimiento en el siglo XVII fueron revoluciones profundas. Todas las dems novedades cientficas, por ms sensacionales que fueren, se describen mejor como descubrimientos, porque no involucran un cambio radical ni en la perspectiva general, ni en el mtodo.

En cambio, un elemento de conocimiento puede ser llamado contrarrevolucionario si implica (a) la resignacin, sin buenas razones, de porciones considerables del trasfondo general, del trasfondo formal o del fondo especfico de conocimiento; o (b) un renunciamiento a investigar algunos problemas que aparecen como promisorios en enfoques alternativos, sin proponer otros problemas en su lugar; o (c) un retorno a las ideas o procedimientos que se han mostrado inadecuados en el pasado y, ms an, fueron superados por la ulterior investigacin. Por ejemplo, la microeconoma neoclsica fue contrarrevolucionaria con respecto a la economa clsica porque desvi la atencin de los recursos naturales y el trabajo, para dar vueltas alrededor de las confusas nociones de utilidad y probabilidad subjetivas. Del mismo modo, el psicoanlisis fue contrarrevolucionario en relacin con la psicologa clsica, porque revivi la nocin de un alma inmaterial, introdujo un gran nmero de fantasas descabelladas y rechaz el mtodo experimental.

Nuestras definiciones de revolucin cognitiva (en particular cientfica o tecnolgica) y descubrimiento, no implican una ruptura completa con el pasado de modo tal que las nuevas ideas o procedimientos sean completamente inconmensurables con sus predecesores, como queran Kuhn (1962) y Feyerabend (1975). Por el contrario, todo descubrimiento cognitivo genuino est basado en algunos logros del pasado y es evaluado en relacin con ellos, de tal modo que lo nuevo, no importa cun novedoso *Ruptura epistemolgica. [N. del T.]

sea, debe ser conmensurable con lo antiguo. Se concluye que una teora es ms verdadera, o una tcnica superior a otra, slo sobre la base de comparaciones respecto de su amplitud, exactitud o profundidad. Por ejemplo, la neurociencia cognitiva es ms amplia y ms profunda que la psicologa conductista, del mismo modo que la gentica molecular es ms profunda y exacta que la gentica mendeliana.

Estas definiciones contribuyen a evitar la confusin entre investigacin y proyectos de investigacin, confusin que caracteriza parte del trabajo de Kuhn. Como es bien sabido, Kuhn sostena que la investigacin normal no consiste en la invencin o descubrimiento, sino en la resolucin de rompecabezas: el resultado sera conocido de antemano, con excepcin de los detalles. As pues, todos los cientficos que han aceptado las ideas de Ben Franklin acerca de la electricidad saban que deba haber una ley de atraccin y repulsin entre cuerpos cargados elctricamente. El descubrimiento real de esa ley, segn Kuhn (1963), fue slo un ejemplo de ciencia normal: consisti en completar los detalles de lo que era sabido de antemano. Esto es confundir un proyecto de investigacin con la investigacin real. El gran polgrafo estadounidense pudo haber imaginado las grandes lneas de un proyecto de investigacin, pero solamente Coulomb enunci y confirm la ley. Este descubrimiento no fue menor que el de Frankliin. De igual modo, Crick y Watson, trabajando en un paradigma definido, construido por otras personas y en un problema planteado tambin por otros, realizaron un descubrimiento monumental cuando conjeturaron la estructura bsica de las molculas de ADN. An as, si aceptsemos las ideas de Kuhn, los cuatro hombres de los ejemplos slo se hallaban envueltos en modestas bsquedas de ciencia normal, o sea, llenando huecos.

8.4 Ciencia y seudociencia

Definamos, ahora, los conceptos de ciencia y seudociencia. Para comenzar, estipularemos que una ciencia particular, tal como la bioqumica o la sociologa, es un campo de conocimientos C = de modo tal que

1. La perspectiva general o trasfondo filosfico G consiste en (a) una ontologa de cosas mudables (en lugar de, digamos, entidades fantasmales o inmutables); (b) una gnoseologa realista y crtica, no ingenua- (en lugar de, digamos, una gnoseologa idealista o convencionalista); y (c) el ethos de la libre bsqueda de la verdad, la profundidad y el sistema (en lugar de, por ejemplo, el de la bsqueda de la utilidad, el poder o la salvacin eterna);

2. El dominio o universo del discurso D est compuesto exclusivamente por entidades (certificadas o reputadas como) reales, pasadas, presentes y futuras (en lugar de, digamos, ideas que flotan libremente);

3. El trasfondo formal F es una coleccin de teoras lgicas y matemticas actualizadas (en lugar de estar vaco o conformado por teoras formales anticuadas);

4. El trasfondo especfico E es una coleccin de datos, hiptesis y teoras actualizadas, y razonablemente bien confirmadas (aunque no incorregibles), obtenidas en otros campos de investigacin pertinentes con respecto a C;

5. La problemtica P se compone, exclusivamente, de problemas de conocimiento (antes que problemas prcticos) acerca de la naturaleza (en particular las leyes) del DS' as como de problemas relacionados con otros componentes de C;

6. El fondo de conocimiento K es una coleccin de teoras, hiptesis y datos, as como de mtodos analizables, actualizados y pasibles de prueba emprica (aunque no concluyentes) compatibles con los de E y obtenidos en C con anterioridad;

7. Los objetivos o metas O de los miembros de C incluyen el descubrimiento o empleo de las leyes de los DS' la sistematizacin (en teoras) de hiptesis acerca de los DS y el refinamiento de los mtodos de M;

8. La metdica M consiste, de manera exclusiva, en procedimientos escrutables (controlables, analizables, criticables) y justificables (explicables);

9. C es un componente de un campo de conocimientos ms amplio: es decir, haya al menos otro campo de investigacin (contiguo) e = tal que (a) las perspectivas generales, trasfondos formales, trasfondos especficos, fondos de conocimiento, objetivos y metdicas de ambos campos presentan superposiciones no vacas, y (b) o D est incluido en D o viceversa.

10. Los miembros de cada uno de los ltimos ocho componentes de C cambian, a veces lentamente, como resultado de la investigacin en el mismo campo y en campos relacionados (en particular aquellos que proveen el fondo formal F y el trasfondo especfico E).

Diremos que un campo de conocimientos que no satisface todas y cada una de las diez condiciones enumeradas anteriormente es un campo no cientfico. Ejemplos clsicos de campos de investigacin no cientficos son la teologa y la crtica literaria. (Advirtase la distincin implcita entre teologa, un campo de investigacin, y religin, un cuerpo de creencias.) Sin embargo, la cientificidad se presenta en grados. Un campo de conocimientos que satisface casi todas las condiciones descritas y, presumiblemente, se dirige a lograr el total cumplimiento de ellas, puede ser denominado protociencia o ciencia emergente. En cambio, todo campo de conocimientos que es no cientfico y, aun as, es pregonado como cientfico, ser considerado seudocientfico. La diferencia entre ciencia y protociencia es una cuestin de grado, en tanto que la diferencia entre ciencia y seudociencia es de clase. (Analoga: algunas divisas son ms fuertes que otras, pero todas tienen algn valor, en tanto que la moneda falsificada no es dinero de curso legal.) De all que sea incorrecto considerar a la parapsicologa o al psicoanlisis como protociencias, o incluso como ciencias fallidas: eran errneas desde el comienzo.

Por ltimo, podemos definir a la ciencia general, en contraste con una ciencia particular o especial, como el campo de conocimientos del cual cada coordenada o componente es la unin (suma lgica) de las coordenadas peculiares de cada una de las diferentes ciencias especiales.

Estas consideraciones nos sern de ayuda para construir un mapa de la cultura intelectual contempornea, o sea, de la totalidad de los campos de conocimientos. El cuadro ms simple del campo ntegro es el que hemos heredado del positivismo. De acuerdo con ste, la cultura intelectual est constituida por dos reas disjuntas: el rea clara, constituida, a su vez, por la matemtica y la ciencia, y el rea negra, constituida por la no ciencia, a menudo denominada metafsica: ver figura 8.1. Este cuadro simplista pasa por alto las tecnologas, as como las protociencias y las prototecnologas, o campos de conocimientos en proceso de convertirse en ciencias y tecnologas respectivamente. Una representacin ms precisa presenta tres sectores: los sectores negro y blanco ya considerados, el ltimo de los cuales incluye ahora a las tecnologas, y una tercera rea, de color gris, constituida por las ciencias y tecnologas emergentes: figura 8.2. An as, esta representacin es incompleta, puesto que no incluye a las humanidades. Esta omisin se subsana en la figura 8.3. Sin embargo, no hay sectores homogneos o puros: todas las ciencias poseen bolsones de no ciencia, y algunos campos no cientficos y protocientficos presentan bolsones de ciencia. Esto es particularmente vlido para los estudios y tecnologas sociales, as como para las humanidades. Pero tambin vale para ciencias tan paradigmticas como la fsica y la astronoma, en las cuales los procedimientos no cientficos (tales como el argumento de autoridad) e incluso los mitos (tales como el de la creacin del universo y la dependencia del experimentador de todos los sucesos fsicos) an levantan sus desaliadas y arcaicas cabezas. (Ms en la seccin 8.) Por lo tanto, la figura 8.4 es ms correcta, aunque tal vez an demasiado simple como para ser completamente fiel.

8.5 Una mirada ms detallada a la seudociencia y la seudotecnologa

En caso de que nuestra definicin negativa de seudociencia brindada en la seccin anterior sea hallada insatisfactoria, propongamos una caracterizacin alternativa en trminos positivos. Ya convinimos que una seudociencia es un campo de conocimientos pub licitado como ciencia, aunque en realidad no cumple con los requisitos para serIo. (Sin importar las intenciones de algunos practicantes de seudociencia: todos conocemos que el camino al infierno est empedrado con buenas intenciones.)

Estipularemos ahora que una seudociencia es un campo de conocimientos C = en el cual

1. C es una comunidad de creyentes que no realiza investigacin rigurosa;2. La sociedad anfitriona S margina a C o la tolera por razones prcticas, tales como que es un buen negocio o presta apoyo ideolgico;3. La perspectiva general o cosmovisin G incluye ya sea (a) una ontologa que contempla entidades o procesos inmateriales, tales como los espritus descarnados y la psicokinesia; ya sea (b) una gnoseologa que hace lugar a los argumentos de autoridad, o a modos paranormales de conocimiento asequibles slo a los iniciados o a aquellos entrenados para interpretar ciertos textos cannicos; ya sea (c) un ethos que, en lugar de ser el de la libre bsqueda de la verdad, es el de la cerrada defensa del dogma, incluyendo el engao y la violencia si fuesen necesarios;

4. El trasfondo formal F es, por lo general, modesto. No siempre se respeta la lgica, y el modelado matemtico es la excepcin en lugar de la regla; ms an, los escasos modelos matemticos que se han propuesto (por ejemplo, para los fenmenos psi) no son pasibles de puesta a prueba, y son, por ende, farsas;

5. El dominio o clase de referencia D contiene entidades irreales o, al menos, no certificables, tales como influencias astrales, pensamientos descarnados, sper yoes, conciencias colectivas, voluntad nacional, destino, ovnis y otras cosas parecidas;

6. El trasfondo especfico E es muy pequeo o, incluso, inexistente: una seudociencia aprende poco o nada de otros campos de conocimientos; de igual modo, contribuye poco o nada al desarrollo de otros campos de conocimientos;

7. La problemtica P incluye muchos ms problemas prcticos, relacionados con la vida humana (en particular con cmo sentirse mejor e influir sobre otras personas), que problemas cognitivos; de all que a la mayora de las seudociencias se las describa mejor como seudotecnologas;

8. El fondo de conocimiento K es prcticamente esttico y contiene numerosas hiptesis no contrastables o, incluso, hiptesis falsas que son contradictorias con hiptesis cientficas bien confirmadas. Y no contiene siquiera una sola hiptesis universal y bien confirmada que sea parte de un sistema hipotticodeductivo, es decir, no contiene enunciados legales;

9. Los objetivos O son principalmente prcticos en lugar de cognitivos, en correspondencia con su problemtica P; en particular, esos objetivos no incluyen las metas tpicas de la investigacin cientfica, a saber, hallar o aplicar leyes, y comprender y predecir hechos en trminos de esas leyes;

10. Los mtodos de M no son controlables por medio de procedimientos alternativos (en particular cientficos), ni justificables mediante teoras bien confirmadas; en especial, la crtica no es bienvenida en las comunidades seudocientficas;

11. N o hay otro campo de conocimientos, salvo quiz otra seudociencia, que se superponga con una seudociencia y est, de este modo, en situacin de enriquecerla y controlarla: en la prctica, toda seudociencia se halla aislada; y

12. Los miembros de todos y cada uno de los ltimos ocho componentes de esta decatupla apenas cambian con el tiempo; y cuando alguno cambia, lo hace en aspectos muy limitados y como resultado de la controversia, la competencia en el negocio o las presiones externas, antes que por medio de investigacin cientfica.

Puede resultar til completar este cuadro general con una lista de las actitudes y actividades tpicas de cientficos y seudocientficos: ver tabla 8.1. (Hay que reconocer que a veces los cientficos no se comportan cientficamente. Pero este asunto va ms all de nuestro inters aqu: lo que nos ocupa son las normas.)

Tabla (.1 Comparacin de las actitudes y actividades de cientficos y seudocientficos (SC).1=si;=0=no;?=optativo.

Actitudes y Actividades TpicasCSC

Se somete a un largo y duro aprendizaje10

Admite la propia ignorancia y, por ende, la necesidad10

de ms investigacin

Juzga su propio campo difcil y repleto de lagunas10

Avanza planteando y resolviendo nuevos problemas10

Acoge ideas y mtodos nuevos10

Propone o pone a prueba nuevas hiptesis1?

Intenta hallar o aplicar leyes10

Confa en la lgica, evita los argumentos ad hminem1?

y de autoridad

Emplea la matemtica1?

Recoge o emplea datos11

Soporta la carga de la prueba10

Busca contraejemplos10

Inventa o aplica procedimientos de control objetivos10

Intenta minimizar los errores de observacin sistemticos10

Favorece los lazos estrechos con otros campos10

Admite la falibilidad de algunas ideas y procedimientos

muy estimados10

Dirime las disputas por medio del experimento o el clculo10

Recae en la autoridad recurrentemente01

Suprime o tergiversa los datos no favorables01

Actualiza la informacin10

Busca comentarios crticos de expertos10

Escribe informes que pueden ser comprendidos por cualquiera01

Examinemos ahora tres especimenes de seudociencia: la parapsicologa, el psicoanlisis y la psicologa computarizada.

8.6 La parapsicologa: cazando fantasmas

La seudociencia es un cuerpo de creencias y prcticas, pero rara vez un campo de investigacin activa: est atada a la tradicin, y es dogmtica antes que previsora y exploradora. En particular, jams he odo hablar de laboratorios psicoanalticos o quiroprcticos; y el nico laboratorio homeoptico, el del Doctor Benveniste, en Pars, fue cerrado cuando se descubri el sistemtico fraude. Slo la parapsicologa (o investigacin psquica), que trata con los llamados fenmenos psquicos o espirituales o extrasensoriales, est orientada a la investigacin. Sin embargo, no cumple con todas las condiciones para considerar cientfico un campo de conocimientos enumeradas en la seccin 4. Pasemos revista a estas condiciones, dejando los detalles a los especialistas (vase, por ejemplo, Alcock, 1990 y Kurtz, 1985).

1. Perspectiva cientfica. Hace medio siglo, el distinguido filsofo C. D. Broad (1949) examin cuidadosamente el tema de la compatibilidad de la parapsicologa con la cosmovisin cientfica. De manera correcta, Broad consider a esta ltima un con junto de principios restrictivos bsicos y, como era de esperar, hall que la parapsicologa viola estos principios. Curiosamente, Broad concluy que puesto que la parapsicologa no cumple con esos principios, la cosmovisin cientfica -no la parapsicologadeba dejarse de lado. Por ejemplo, la precognicin viola el principio de precedencia, segn el cual el efecto no ocurre antes que la causa. La psicokinesia viola el principio de que la mente no puede actuar directamente sobre la materia. (Si fuese de otro modo, ningn experimentador podra confiar en las lecturas de sus instrumentos de medicin.) Tambin viola los principios de conservacin de la energa y del impulso. La afirmacin de que la mecnica cuntica abre la posibilidad de que el poder mental influya sobre un aleatorizador -un caso de supuesta micropsicokinesia- es ridcula, puesto que la teora respeta los mencionados principios de conservacin y trata exclusivamente con entidades fsicas (recurdese el captulo 3). Finalmente, la telepata y la precognicin son incompatibles con el principio gnoseolgico segn el cual obtener conocimiento fctico exige la percepcin sensible en algn momento. Abreviando, la parapsicologa es incompatible con algunos de los ms robustos y frtiles principios de la ciencia moderna.

2. Dominio. La parapsicologa trata de entidades inmateriales tales como cuerpos descarnados, cuya existencia jams ha sido establecida. En cambio, ignora al rgano mismo del pensamiento, a saber el cerebro. Y es incompatible con el principio que gua a la neurociencia cognitiva, es decir, que los procesos mentales son procesos cerebrales.

3. Trasfondo formal. El parapsiclogo tpico no es muy hbil en el manejo de herramientas formales, en particular la estadstica. As pues, siempre elige las pruebas (detencin optativa de una secuencia de pruebas); no distingue entre la coincidencia (correlacin accidental o espuria) y la genuina correlacin; y no siente apego por los modelos matemticos ni aun por sistemas hipottico-deductivos informales: todas sus corazonadas estn aisladas.

4. Trasfondo especfico. La parapsicologa no utiliza el conocimiento obtenido en otros campos, tales como la fsica o la psicologa. En particular, la idea misma de entidades mentales descarnadas es incompatible con la psicologa biolgica (recurdese el captulo 4); Y la afirmacin de que las ideas pueden ser transmitidas a travs del espacio sin desvanecerse con la distancia es incompatible con la fsica. Peor an, los parapsiclogos barren estas anomalas debajo de la alfombra, al declarar que tratan con fenmenos no fsicos y que, por consiguiente, los fsicos y otros cientficos no estn calificados para estudiados.

5. Problemtica. La parapsicologa es pobre en problemas: toda su problemtica se reduce a establecer que hay fenmenos paranormales, es decir, hechos que no pueden ser explicados por la ciencia. Este problema ni siquiera est formulado en trminos claros, y esto se debe a la pasmosa pobreza terica de la parapsicologa.

6. Fondo de conocimiento. A pesar de poseer varios miles de aos y de haber atrado a un gran nmero de investigadores en los ltimos cien aos, no debemos a la parapsicologa un solo descubrimiento: ningn dato firme sobre telepata, clarividencia, precognicin o psicokinesia, y ninguna hiptesis que explique esos supuestos fenmenos. Todo lo que nos dice es que tales y cuales datos son anmalos, o sea, que no son explicados por la ciencia actual. No sugiere mecanismo alguno, no propone teoras. Comprese esta conducta con la del cientfico, un astrnomo, digamos. Si un astrnomo tuviese que anunciar que cierto objeto celeste parece no obedecer las leyes de la mecnica celeste o la astrofsica, sentira que tiene el deber de ofrecer pruebas o de proponer algunas conjeturas positivas, por ejemplo, que no es un cuerpo ordinario sino un qusar, un agujero negro o alguna otra cosa fsica. Podra conjeturar que esta cosa de una nueva clase obedece leyes an por descubrir, pero no que viola principios bien establecidos como el de conservacin de la energa. (Principio que, incidentalmente, es violado por la hiptesis de la psicokinesia.) El parapsiclogo no hace nada parecido: acepta datos aparentemente anmalos como prueba de la existencia de facultades paranormales y no hace nada por explicarlos en trminos de leyes. Alguien ha odo hablar de la Primera Ley de la Clarividencia, la Segunda Ley de la Telepata o la Tercera Ley de la Psicokinesia? Y ha producido alguien una teora matemtica sobre las apariciones capaces de hacer predicciones controlables?

7. Objetivos. A juzgar por los logros de los parapsiclogos, su objetivo no es hallar leyes y sistematizarlas en teoras con el fin de comprender y predecir. Antes bien, su meta es sostener viejos mitos espiritualistas o servir como reemplazo de la religin. (Recurdese que la Society for Psychical Research* fue fundada en Londres, en 1882, con el explcito objetivo de preservar la creencia en el alma inmortal, que estaba siendo minada por la biologa evolutiva. Despus de todo, la creencia en la eficacia de la oracin presupone la telepata, de igual modo que la creencia en la capacidad de seres sobrenaturales para causar sucesos fsicos a distancia presupone la psicokinesia.)

8. Mtodos. Los mtodos utilizados por los parapsiclogos han sido examinados por cientficos y estadsticos por ms de un siglo, y hallados invariablemente errneos. El defecto ms comn es la falta de controles estrictos. Pero el engao, ya sea inconsciente como en el caso del sujeto experimental ordinario que desea que el experimento tenga xito, ya sea deliberado como en el caso del famoso Doblador de Cucharas, ha sido siempre una plaga de la parapsicologa. (Para una gran cantidad de ejemplos vase la revista The Skeptical lnquirer.)

9. Sistemicidad. Lejos de ser un componente de un sistema cognitivo, la parapsicologa es un campo aislado: no se superpone con otros campos de investigacin. Por ello, sus practicantes piden que se lo juzgue por sus propios mritos, tomando como base las pretendidas pruebas empricas que presentan. Pero esto es imposible, adems del hecho de que esas pruebas sean bastante sospechosas por haber sido recogidas con mtodos incorrectos, por no mencionar las viejas historias tradicionales y otras pruebas anecdticas que an tienen vigencia entre los parapsiclogos. En efecto, los hechos pueden leerse o interpretarse de diversas maneras (esto es, pueden ser explicados por hiptesis alternativas). Esta es una de las razones por las cuales slo las hiptesis que son compatibles con otras hiptesis merecen ser investigadas en ciencia. Pero no es ste el caso de las hiptesis parapsicolgicas: no forman un sistema hipottico-deductivo y no casan con la ciencia comn (recurdese el punto 1). Ms an, los mismos parapsiclogos se sienten orgullosos de producir y estudiar fenmenos que consideran paranormales y fuera del alcance de la ciencia comn (o sea, genuina).

10. Mutabilidad. No puede decirse que la parapsicologa se mueva deprisa, como lo hace la autntica ciencia de nuestros das. De hecho, la parapsicologa es una coleccin de creencias extremadamente viejas, que se remontan al primitivo animismo: los parapsiclogos continan poniendo a prueba las mismas corazonadas una y otra vez sin jams obtener resultados concluyentes.* Sociedad de Investigaciones Psquicas. [N. del T.]

Concluimos, pues, que la parapsicologa es una seudociencia. Si no siempre se la reconoce como tal, puede ser porque la mayora de los filsofos de la ciencia no lo son de la ciencia real, o porque se adjunta el calificativo de cientfico sin previo anlisis filosfico.

8.7 El psicoanlisis: fantasas descabelladas

Adems de la parapsicologa, muchas otras seudociencias merecen la atencin del filsofo, aunque slo sea porque son todava ms populares y, muchas veces, ms peligrosas que la creencia en los fenmenos paranormales. El psicoanlisis es una de ellas. El surgimiento del psicoanlisis en 1900 ha sido saludado a menudo como una conmocin cientfica comparable a las de Galileo, Newton, Smith, Darwin, Marx y Einstein. A primera vista, el psicoanlisis parece revolucionario por sus hiptesis y sus mtodos. (Vase, por ejemplo, Freud, 1960.) Un examen ms detallado muestra que ni sus hiptesis, ni sus mtodos son tan nuevos y que, lejos de constituir un desarrollo revolucionario, constituyen una contrarrevolucin. De hecho, las ideas originales del psicoanlisis son especulaciones descabelladas en lugar de productos de la investigacin cientfica. Es decir, no estn apoyadas por datos empricos y no casan con la psicologa experimental o la neurociencia. (Vase, por ejemplo, Crews, 1998; Loftus y Ketcham, 1994; Macmillan, 1997.) Sin embargo, esto no preocupa a los seguidores de Freud, ya que l mismo declar que el psicoanlisis nada tiene que aprender de la psicologa experimental o de la neurociencia.

Desde el punto de vista meto do lgico, las fantasas psicoanalticas caen en dos categoras: las que pueden y las que no pueden ser puestas a prueba. Las ltimas, tal como la tesis de que todos los sueos poseen contenido sexual, ya sea manifiesto, ya sea latente, son obviamente no cientficas. En lo que respecta a las hiptesis de Freud que s son pasibles de la puesta a prueba, la mayor parte de ellas (como los recuerdos de la vida en la matriz, la envidia del pene, el miedo a la castracin, la inferioridad moral e intelectual de las mujeres, y el efecto catrtico de mirar episodios violentos) han sido refutadas por la psicologa experimental y las observaciones clnicas serias.

La nica hiptesis psicoanaltica verdadera es que existen procesos mentales inconscientes. Pero Freud no descubri el inconsciente. Scrates saba del conocimiento tcito; Hume mencionaba el inconsciente ya en 1739; Eduard von Hartmann le dedic un influyente libro en 1870, cuando Freud tena catorce aos de edad; y tanto Helmholtz como Wundt escribieron sobre inferencias inconscientes antes que Freud. Adems, los psicoanalistas no investigan cientficamente ningn proceso mental, aunque afirmen que la libre asociacin invita a sus clientes a enrolarse en el camino real hacia el inconsciente. Slo escriben cuentos acerca de eso. En cambio, el conocimiento implcito (o tcito), como en el caso de la visin ciega, la memoria verbal y el conocimiento prctico, est siendo investigado experimentalmente por cientficos que no son psicoanalistas (vase, por ejemplo, Kler y Moscowitch, 1997).

Otra conjetura central e influyente de Freud es la que afirma que la infancia constituye el destino: que los primeros cinco aos de vida moldean de manera irreversible todos lo aos restantes, sin posibilidad alguna de recuperacin de las experiencias traumticas tempranas. Pero el slido estudio de largo plazo de Sir Michael Rutter y colaboradores (1993) ha refutado este dogma: se ha mostrado que las personas son resilientes y continan desarrollndose a lo largo de toda la vida.

Un mito freudiano an ms importante es el del complejo de Edipo. He aqu el cuento. (1) Todos nacemos con una fuerza sexual; (2) nuestros padres y hermanos son los ms cercanos y, por ende, los primeros objetos de nuestro deseo sexual; (3) el tab del incesto es una construccin social; (4) cuando los deseos incestuosos son reprimidos, se acumulan en el Inconsciente; (5) la represin se manifiesta de un modo tortuoso en el odio al padre (Edipo) en los nios y en el odio a la madre (Electra) en las nias. Examinemos esta difundida fbula.

La hiptesis (1) acerca de la sexualidad infantil es falsa: el centro del sexo es el hipotlamo y en los nios no est an completamente desarrollado. Como consecuencia, la hiptesis (2) tambin es falsa. Pero la hiptesis (3) es independiente de (1) y (2), y por ello debe ser investigada. Si la investigacin refutase la hiptesis de que rehuir el incesto es una construccin social en lugar de una tendencia natural, las hiptesis (4) y (5) seran tambin refutadas y todo el edificio psicoanaltico se desmoronara. Veamos cules son los hechos.

El antroplogo, socilogo y filsofo suizo-finlands Edward Westermarck (1862-1939), fue el primer antroplogo social evolutivo. y fue, tambin, el primero en reunir pruebas empricas relacionadas con la cuestin de si el tab del incesto -y, por extensin, la regla de exogamia- es natural o artificial. En su History of Human Marriage,* (1891) Westermarck concluy que hay una notable ausencia de sentimientos erticos entre las personas que viven juntas desde la infancia. En consecuencia, el tab del incesto slo consagra una tendencia natural. Freud y otros contemporneos famosos descartaron esta tesis sin ms ni ms: se comportaron como escpticos dogmticos. Sin embargo, las investigaciones ulteriores vindicaron completamente lo que ahora se denomina la hiptesis de Westermarck.

De hecho, se ha sabido por dcadas que los nios de los kibbutzim, criados juntos desde la infancia y libres posteriormente de elegir a sus parejas, nunca se casan con sus antiguos compaeros de juegos. Un hallazgo ms reciente es el del antroplogo de Stanford Arthur P. Wolf, quien dedic la mayor parte de su vida acadmica a poner a prueba la hiptesis de Westermarck en una especie de laboratorio natural, a saber la sociedad del norte de Taiwan. sta es -o, mejor dicho, fue- algo as como un laboratorio, porque se acostumbraba a concertar los matrimonios de dos modos diferentes. En tanto que algunas nias permanecan con sus padres hasta el da de la boda (clase de casamiento principal), otras eran trasladadas a sus futuros hogares de casadas siendo an lactante s, con el fin de criarlas junto a sus futuros maridos (clase de casamiento secundaria). La comparacin entre ambos grupos es calificada como experimento natural porque una muestra representativa de los casamientos de la clase principal acta como grupo control y una muestra equivalente de la clase secundaria acta como grupo experimental.

Wolf (1995) estudi la historia de 14.402 casamientos de ambas clases, empleando las estadsticas del gobierno para el perodo 19051945, adems de sus propios datos sobre numerosos individuos vivos. Hall que los matrimonios de clase secundaria -los que implicaban una asociacin ntima temprana- fueron significativamente menos exitosos que los de clase principal, medidos por baja fertilidad, adulterio y divorcio. As pues, lejos de desarrollar una atraccin sexual por los miembros de la misma familia, los* Historia del matrimonio humano. [N. del T.]

nios desarrollan una aversin sexual activa como resultado de una asociacin inevitable. Concluyo, por tanto, que la primera premisa de la teora edpica es errnea y que todas las conclusiones alcanzadas tomando como base la presunta existencia del complejo de Edipo son tambin errneas (Wolf, 1995: 491).

Entre estas conclusiones errneas estn las afirmaciones de Freud acerca de que el complejo de Edipo es la fuente principal de la actividad intelectual y artstica (a travs de la sublimacin), de la religin, la ley y la tica, as como del conflicto social y la guerra. Y puesto que la teora edpica es falsa, no hay necesidad alguna de terapia psicoanaltica, excepto como actividad rentable.

Por lo tanto, tal como dice la vieja cantilena, lo que es verdad del psicoanlisis es viejo, y lo que es nuevo es o imposible de poner a prueba o falso. Para facilitamos las cosas, los psicoanalistas rehuyen el experimento, aduciendo que su doctrina es puesta a prueba da a da en el divn. Tambin evitan las estadsticas, con la excusa de que no existen dos individuos iguales; una excusa pobre, por cierto, dado que la biologa, la medicina y la psicologa viajan en el mismo barco, y aun as hallan regularidades. En resumen, los psicoanalistas, como los homepatas y los quiroprcticos, no son investigadores sino practicantes de un cuerpo de creencias infundadas.

A pesar de esta carencia de credenciales cientficas -o quiz por eso mismo- el psicoanlisis ha tenido un impacto tremendo sobre la cultura contempornea. De hecho, ha generado todo un movimiento (vase Gellner, 1993), el cual ha retardado el avance de la psicologa cientfica y contaminado los estudios sociales por varias dcadas. Este movimiento, adems, transform a la psiquiatra en curanderismo, y provey a crticos literarios e intelectuales a medio hacer de una doctrina sencilla y til para mltiples propsitos (vase Torrey, 1992). Fue, en resumen, no slo una contrarrevolucin cientfica, sino tambin un gran desastre cultural.

El sensacional xito cultural y comercial del psicoanlisis se debe, en gran medida, a cinco hechos. No exige conocimiento cientfico alguno; aborda temas que han sido rechazados por la psicologa clsica, principalmente los sentimientos y el sexo;' provee de una explicacin sencilla para todo lo relacionado con lo personal y lo social; desacredita a la religin, aunque de una manera no cientfica; y, sobre todo, es entretenido.

La tecnologa asociada al psicoanlisis es, por supuesto, la terapia psicoanaltica, una variedad de psicoterapia verbal. Sin embargo, el tratamiento de enfermedades mentales por medios nicamente verbales ha existido en todas las sociedades humanas, por miles de aos. Hasta el advenimiento del psicoanlisis, esta prctica se relacionaba usualmente con creencias animistas o religiosas, y con rituales infundados ejecutados por chamanes o sacerdotes. Desde entonces, la logoterapia se transform en una industria explosiva, que actualmente, sin embargo, muestra signos de recesin.

Hay cerca de doscientas escuelas de logoterapia que disputan unas con otras, la mayora de ellas ajenas a la psicologa experimental y a la psiquiatra biolgica. Pocas de ellas han sido sometidas a pruebas rigurosas: por lo general se las adopta y practica tomando como base la fe o la autoridad. Los alimentos, las drogas farmacuticas e incluso los automviles son sometidos a un cuidadoso examen, pero no as las psicoterapias. Cuando el U.S National lnstitute for Mental Health*- propuso, en 1980, llevar adelante pruebas rigurosas para controlar la seguridad y eficiencia de slo dos variedades de psicoterapia, la comunidad psicoanaltica desencaden un infierno. Cmo se atrevan a desafiar la creencia profundamente establecida y la prctica rentable en nombre de la salud mental pblica?

8.8 La psicologa informatizada: confundiendo cerebros y mquinas

El psicoanlisis y las diversas psicoterapias verbales no son los nicos enfoques seudocientficos en el estudio de la mente. Otro enfoque de este tipo, el cual ha ido ganando popularidad junto con la computadora, es el modelo informtico de la mente. Aunque este enfoque parece cientfico, o mejor dicho tecnolgico, dado que usa el lenguaje de la informtica, es seudocientfico por las siguientes razones.

El modelo informtico de la mente

1. Est en desacuerdo con la fsica postaristotlica, ya que postula que toda transicin de estado es causada por un estmulo externo, axioma ste de la teora de las mquinas de Turing que subyace a toda la informtica;

2. Ignora al cerebro y, de este modo, a la neurociencia en su totalidad; en particular, es intil en relacin con propiedades caractersticas del sistema nervioso, tales como la inhibicin lateral, la plasticidad sinptica, la descarga neuronal espontnea y el autoensamblaje espontneo;

3. Hace odos sordos a la biologa del desarrollo y a la biologa evolutiva, ninguna de las cuales puede ser explicada en trminos de artefactos, tales como canales de comunicacin y algoritmo s;

4. Se aparta de la psicologa, debido a que considera al cerebro como un dispositivo de procesamiento de informacin incapaz de proponer problemas, dudar, tener emociones y crear conceptos e hiptesis originales;

5. Consagra la mtica dualidad cuerpo-mente mediante la distincin y separacin del hardware material (innato) del software (aprendido), al que considera inmaterial;

6. Admite la dicotoma entre disfuncin orgnica y disfuncin psicolgica -la cual ha obstaculizado el progreso de la psiquiatra- afirmando que la primera consiste en defectos de cableado y la segunda en errores de informacin;

7. No hace predicciones precisas, de all que no pueda ser puesto a prueba empricamente;

8. Est limitado a operaciones algortmicas: ignora procesos no algortmicos tales como la emocin, la percepcin y la invencin de nuevos conceptos, teoras, mtodos, planes y... algoritmos;

9. Sobrestima a las computadoras hasta el extremo de acordarles las capacidades de sus diseadores y programadores, como en el caso del sensacional juego, en 1998, entre Deep Blue, una mquina lBM, y el gran maestro de ajedrez Boris Kasparov;

10. Desalienta a los expertos en inteligencia artificial a estudiar la inteligencia natural, y de este modo estanca el crecimiento de la ingeniera del conocimiento.

En resumen, el modelo informtico de la mente es seudocientfico y seudotecnolgico. Produce tan slo la ilusin de conocimiento, remplazando el honesto An no sabemos cmo realizamos la tarea mental X con un altisonante pero vaco El cmputo de X. Est arraigado en la concepcin idealista y, en ltima instancia, mgica de que la mente es separable de la materia. De seguro, la informtica y la inteligencia artificial (en particular la robtica) son ramas admirables de la matemtica aplicada y la ingeniera respectivamente. Pero no pueden remplazar al estudio de las funciones mentales de los cerebros vivos.

* Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos. [N. del T.]

Podramos continuar cazando ms ejemplares de seudociencia, puesto que abundan no slo en la cultura popular sino tambin en la literatura cientfica, sin excluir publicaciones peridicas de alto nivel sobre fsica, biologa, psicologa y ciencias sociales. Baste realizar una enumeracin al azar de tales bestias: (a) la teora cuntica de la medicin, supuestamente aplicable a todo dispositivo de medicin posible, y a pesar de ello jams puesta a prueba; (b) la teora de la cuerda, que postula que el espaciotiempo posee en realidad diez dimensiones, no cuatro, y que no tenemos acceso a las otras seis; (c) las sensacionales pero infundadas profecas realizadas de tanto en tanto por ciertos think tanks* (d) los modelos de sistemas generales criticados por Berlinsky (1976); (e) las aplicaciones de la teora de las catstrofes a problemas biolgicos y sociales, criticadas por Zahler y Sussman (1977); (f) el proyecto de vida artificial (o seca) que identifica las simulaciones de procesos biolgicos en computadora con procesos vivientes (vase Mahner y Bunge 1997); (g) las fantasas de Dawkins acerca del gen egosta y el genoma autocrtico, slidamente vapuleadas por los genetistas Lewontin (2000) y Dover (2000); (h) la medicina seudodarwiniana, o sea, la doctrina que afirma que toda enfermedad es una adaptacin (sin dudas, un gran consuelo para los enfermos de SIDA); (i) la explicacin socio biolgica de las capacidades cognitivas humanas que se hace pasar por psicologa evolutiva, una de cuyas, tesis consiste en que el cerebro humano fue diseado para enfrentar la vida humana tal como era 100.000 aos atrs (pero, entonces, por qu hablar de evolucin mental?); (j) la psicohistoria o psicoanlisis de personajes histricos e incluso mticos; (k) muchas de las teoras sociolgicas ridiculizadas por Sorokin (1956), Andreski (1972) y Bunge (1996a,1998a, 1999b); (1) el uso de la jerga, pero no de los conceptos, de la teora de la probabilidad, la teora de la informacin, la teora de las catstrofes y la teora del caos; (m) la sociologa de la ciencia constructivista-relativista posmertoniana (vase el captulo 5); los modelos de la eleccin racional que ni son matemticamente precisos, ni poseen apoyo emprico (Bunge, 1998a); y (o) las charlataneras relacionadas con la salud denunciadas de tanto en tanto por el Consumer's Union**.

Las seudociencias abundan por varias razones: porque poseen races antiguas, porque tratan de cuestiones soslayadas por la ciencia, porque hacen aseveraciones descabelladas, porque prometen resultados efectivos a bajo costo, y porque son ms fciles de comprender y de practicar que la ciencia. Por tanto, es de esperar que aparezcan en todos lados y en cada momento.

8.9 Cmo distinguir la seudociencia de la protociencia y la heterodoxia

Hemos trazado la lnea entre ciencia y seudociencia, pero casi nada hemos dicho de la ciencia ficcin, la protociencia, la heterodoxia cientfica y la anticiencia. Es menester dedicarles unas pocas palabras porque, a veces, son confundidas con la seudociencia.

La diferencia entre ciencia ficcin y protociencia es, por supuesto, que la primera no tiene pretensiones de verdad: se trata slo de una rama de la literatura fantstica. * Literalmente tanques de pensamiento. Grupos institucionalizados de personas seleccionadas especialmente para pensar y preparar propuestas sobre temas determinados. [N. del T.]**Sindicato de Consumidores. [N. del T.]

Sin embargo, hay dos clases de ficcin: aquella que es plausible y la que es implausible. La primera es una extrapolacin imaginativa de la ciencia actual. Por ejemplo, puede imaginar seales sper luminosas, seres sper humanos, dispositivos para leer la mente implantada en el cerebro u organismos que son producto de la ingeniera gentica. En cambio, la ciencia ficcin implausible viola leyes cientficas bien establecidas. Puede inventar, por ejemplo, naves espaciales que viajan a velocidades mayores que la de la luz, humanos inmortales, comunicacin teleptica, sociedades galcticas o robots creativos que se programan a s mismos. En resumen, existe la ciencia ficcin honesta, la cual exige un gran esfuerzo de imaginacin cientfica porque trabaja en los lmites de la posibilidad de lo real; y existe la seudociencia ficcin, un doble engao.

En cuanto a la diferencia entre seudociencia y ciencia, siempre se teme que en la primera pueda yacer oculta alguna pepita de oro: que pueda no ser otra cosa que protociencia o ciencia emergente. Tal temor est bastante justificado en la infancia de un campo de investigacin, en particular porque una concepcin o una tcnica extremadamente original -una heterodoxia- puede tener cierto tufillo a seudociencia debido a su novedad. Pero la prudencia puede ser remplazada por el escepticismo, y el escepticismo por la denuncia si, luego de algunas dcadas, la novedad no llega a evolucionar en un cabal componente de la ciencia. En efecto, en tanto que las genuinas protociencias avanzan y maduran impulsadas por la investigacin rigurosa, y se transforman en ciencias, las seudociencias son pozos de agua estancada que permanece al margen de la veloz corriente de la ciencia. E incluso, puede descartarse del todo la precaucin si la nueva idea o procedimiento no es compatible con la perspectiva cientfica, el mtodo cientfico o los descubrimientos cientficos mejor establecidos (si bien, por supuesto, falibles). La objecin posible acerca de que tal intolerancia haya cortado a la ciencia moderna en flor no viene a cuento, puesto que en 1600 -momento en que, aproximadamente, se inici la ciencia- difcilmente existiera una perspectiva cientfica, un mtodo cientfico o teoras cientficas bien establecidas, fuera de la matemtica pura.

Que pueda haber algo en ciertas afirmaciones de la seudociencia es verdad, pero se trata de un asunto diferente. As pues, los alquimistas estaban en lo cierto cuando afirmaban que el plomo puede ser transmutado en oro. Pero estaban equivocados al creer que eventualmente lograran esa transmutacin, debido a que carecan de (a) la teora (de la estructura nuclear) necesaria; (b) las herramientas necesarias (aceleradores de partculas); y (c) la posibilidad de obtener tanto la teora como las herramientas, porque se hallaban atrapados en la tradicin (en particular en la teora de los cuatro elementos), y porque pusieron su fe en la estrategia de ensayo y error (en lugar de hacerlo en un experimento bien diseado) combinada con el encantamiento mgico. Por tanto, el descubrimiento moderno de la (genuina) transmutacin de los elementos fue slo una coincidencia; y mucho ms, debido a que los alquimistas rechazaron el atomismo.

Del mismo modo, los frenlogos se hallaban cerca de algo importante, en 1810, cuando descubrieron las circunvoluciones de la corteza cerebral y revivieron la hiptesis de Galeno acerca de la localizacin cerebral de las facultades mentales. Pero su afirmacin de que tales mdulos podan ser identificados pasando las manos por el cuero cabelludo en busca de protuberancias era ridcula y sus exhibiciones en las ferias campestres terminaron por desacreditar la valiosa hiptesis de la localizacin.

Una vez ms, la telepata puede ser real despus de todo, aunque no la clarividencia, la precognicin o la psicokinesia, todas las cuales contradicen leyes fsicas fundamentales. Sin embargo, si la transmisin del pensamiento ocurre, debe realizarse a travs de un campo fsico. Despus de todo, el cerebro humano emite radiacin electromagntica. Por cierto, esta radiacin es cientos de miles de veces ms dbil de lo que sera necesario para una transmisin efectiva, sin mencionar la ausencia de mecanismos conocidos de deteccin y decodificacin en el cerebro (Taylor y Balanovski, 1979). An as, no puede excluirse que la telepata sea un campo fsico todava no descubierto. Por lo tanto, su improbable descubrimiento no confirmara a la parapsicologa, la cual afirma que el efecto es no fsico, y de all imposible de detectar por los instrumentos de medicin. Si se mostrara que existe, la telepata se convertira en materia de investigacin cientfica normal, tal como la efectiva transmutacin de plomo en oro en un laboratorio de alta energa. Por consiguiente, ese descubrimiento acabara con la parapsicologa, del mismo modo en que la qumica y la fsica nuclear terminaron con la alquimia.

La heterodoxia cientfica presenta un problema del todo diferente: se trata, nicamente, de ciencia no convencional o impopular. La fsica de campos era radicalmente heterodoxa cuando se la propuso por primera vez, a mediados del siglo XIX, porque estaba en desacuerdo con las teoras dominantes de accin a distancia. Pero era un genuino campo de investigacin, repleto de hiptesis contrastables y sorprendentes nuevos experimentos, y preado de poderosas tecnologas jams soadas: la corriente elctrica, la televisin y el correo electrnico. Lo mismo puede decirse de todas las heterodoxias cientficas que le siguieron, tales como la teora de la evolucin de Darwin, el anlisis del capitalismo clsico de Marx, la mecnica estadstica, la gentica, las dos relatividades, la teora sinttica de la evolucin, la teora cuntica, la biologa molecular, la neurociencia cognitiva, la sociologa econmica, etctera.

Todas stas eran, para usar la adecuada expresin de Isaac Asimov, endoherejas -desviaciones dentro de la ciencia- las cuales deben ser distinguidas de las exoherejas o desviaciones de la ciencia. Ya sea que lo propongan los miembros de una disciplina dada o personas que vienen de fuera, un nuevo elemento de conocimiento que satisfaga la definicin propuesta en la seccin 4, pero a su vez est en conflicto con algunos elementos (no todos) del trasfondo especfico estndar o del fondo de conocimiento acordado, califica como una endohereja. La endohereja debera ser bienvenida en ciencia, no as la exohereja. Tolerancia, s, pero slo dentro de la ciencia. Parafraseando a San Pablo, no hay salvacin (intelectual) fuera de la ciencia.

De todo esto no se sigue que la ciencia no posea enemigos internos o quintas columnas. Los posee, pero son fcilmente identificables porque se trata de fragmentos no cientficos. Sostengo que los enemigos internos ms temibles son (a) la tolerancia excesiva hacia las ideas o las prcticas que van a contrapelo de la ciencia; (b) la falta de voluntad para refinar las ideas toscas; y (c) la negativa a discutir asuntos de principio. Mostremos algunos pocos ejemplos de cada uno.

Un ejemplo de tolerancia excesiva hacia las ideas no cientficas es la hiptesis antrpica. De acuerdo con ella, el universo fue diseado cuidadosamente de tal modo que los humanos apareciesen en el preciso momento en que lo hicieron. Esta hiptesis es ambigua: puede interpretarse ya sea como una tautologa, ya sea como un principio teolgico. En cualquier caso, es imposible de poner a prueba empricamente y, por lo tanto, no es cientfica (Bunge, 1985). Otro caso de excesiva apertura mental es el viejo mito de la mente inmaterial que flota sobre el cerebro. Dado que los elementos inmateriales no pueden ser registrados ni controlados en el laboratorio, sta es una hiptesis no cientfica (recurdese el captulo 3). Peor an, ambas hiptesis entorpecen la investigacin cientfica: la primera obstaculiza el camino de la biologa evolutiva y la segunda el de la neurociencia cognitiva.

Un ejemplo de ceguera con respecto a lo confuso de ciertas ideas clave, es el uso de frases soporte como las molculas de ADN especifican la protenas y el sistema nervioso de los animales computa sus emociones. Las palabras en bastardilla no hacen ms que ocultar nuestra ignorancia del mecanismo en juego. Mucho peor, dan la falsa impresin de que hay teoras adecuadas para explicar la sntesis de protenas y el control del movimiento corporal respectivamente, en tanto que de hecho, hasta el momento, slo hay disponibles descripciones de tales procesos.

Por ltimo, un ejemplo de dogmatismo concerniente a teoras exitosas es la (actualmente en retirada) rigidez con respecto a la interpretacin fsica de la formalizacin matemtica de la teora cuntica, una construccin maravillosamente precisa, algo arruinada por la obsoleta filosofa antirrealista (recurdese el captulo 3). La moraleja de estos tres grupos de ejemplos es: la mente cientfica no debe ser ni demasiado cerrada ni demasiado abierta (recurdese el captulo 7).

Actualmente, los estudiosos de la seudociencia estn divididos respecto de cul de las dos es ms perjudicial, la seudociencia o el dogma cientfico. Desde mi perspectiva, esta pregunta est mal formulada y el modo habitual de tratar con ella no es cientfico. En efecto, la pregunta adecuada no es cul es peor?, sino cul es la ms perjudicial, para quin y en qu aspecto? Y puesto que se refiere a asuntos fcticos, esta ltima pregunta debe ser investigada cientficamente, en lugar de ser discutida en un vaco emprico. En efecto, se trata de un problema para la psicologa, la sociologa e, incluso, la economa del conocimiento y de la ignorancia. Permtaseme explicar.

Presumiblemente, la seudociencia slo puede hacer un dao menor al cientfico especialista, quien, por otra parte, est en constante peligro de caer en el dogma, el cual a su vez obstaculiza la investigacin de nuevas lneas. (Advertencia: dado que todo cientfico es un lego en todos los campos con excepcin del propio, la hiptesis anterior lo nombra dos veces.) En cambio, el lego que sabe poco o nada de las ortodoxias cientficas del momento, se halla a merced de numerosas supersticiones; tanto de las aprendidas en su niez, como de las que ve pregonadas como cientficas. Al no ser capaz de distinguir entre la falsificacin y el artculo genuino, el lego est, presumiblemente, ms expuesto a creer en la primera, aunque slo sea porque ve falsificaciones ms frecuentemente y a un precio mucho ms bajo. Aparte de la mayor exposicin, est lo que William James denomin la voluntad de creer: muchos de los que abrazan supersticiones, viejas o nuevas, lo hacen porque sienten la necesidad de apoyo extra para enfrentar la adversidad.

En resumen, parecera que mientras el dogmatismo acerca de las ideas cientficas es ms perjudicial para los cientficos que para los legos, estos ltimos tienen ms que temer de la seudociencia. Pero sta es slo una conjetura que no ha sido puesta a prueba. Lo que difcilmente est en duda es la economa de la seudociencia. Sabemos que se ha transformado en una industria de varios miles de millones de dlares. y sabemos que, en tanto que la creencia en la percepcin extrasensorial resulta bastante barata, la creencia en el psicoanlisis puede llevamos a la ruina. Sin embargo, tambin ste es un asunto que merece investigacin emprica.

En cuanto a la anticiencia, una vez ms, se trata de un asunto del todo diferente. Por definicin, una anticiencia es un sistema de creencias que es abiertamente hostil a la ciencia y lucha por desplazarla. Ejemplos: todas las ciencias ocultas; la homeopata (en contraposicin con la alopata o medicina oficial); la psicologa humanista (en contraposicin con la psicologa experimental); la sociologa humanista (en contraposicin con la sociologa emprica). La anticiencia no slo es hostil hacia un cuerpo determinado de conocimiento cientfico: se opone activamente a la perspectiva cientfica y al mtodo cientfico.

Sin embargo, la diferencia entre anticiencia y seudociencia es slo de marketing: si bien ambas son igualmente no cientficas, los seudocientficos pretenden hacer ciencia, mientras que los anticientficos la desprecian abiertamente. Aparte de ello, ambos grupos son exoherejes y ejercen una perniciosa influencia sobre el pblico desprevenido. Aun as, no son igualmente perjudiciales. En efecto, en tanto que ciertas anticiencias pueden ser comparativamente inocuas, otras -en particular la psicologa y la sociologa humanistas son definitivamente nocivas, posiblemente ms que la parapsicologa. En efecto, estas anticiencias intentan destruir lo poco que se ha logrado en un siglo de dura navegacin cientfica contra los vientos filosficos prevalecientes. Sin embargo, no exageremos las diferencias entre la anticiencia y la seudociencia, puesto que ninguna de las dos es cientfica y ambas intentan destituir a la ciencia.

Conclusin

Los cientficos y los filsofos tienden a tratar a la seudociencia y a la anticiencia como basura inservible: se hallan demasiado atareados con sus propias investigaciones como para molestarse por tales disparates. Esta actitud es desafortunada por las siguientes razones. En primer lugar, la seudociencia y la anticiencia no son basura ordinaria -cosas fuera de su lugar- que puede ser reciclada para obtener algo til. Se trata de grmenes intelectuales que pueden atacar a cualquiera, lego o cientfico, hasta el extremo de enfermar toda una cultura y ponerla contra la ciencia. En segundo lugar, la emergencia y difusin de la seudociencia y la anticiencia son fenmenos psicosociales que merecen ser investigados cientficamente. Incluso, podran ser utilizados como indicadores del estado de salud de una cultura. En tercer lugar, la seudociencia y la anticiencia son buenos casos para poner a prueba a cualquier filosofa de la ciencia. En efecto, el valor de tal filosofa podra medirse mediante su sensibilidad a las diferencias entre ciencia y no ciencia, ciencia de alto y de bajo nivel, y ciencia viva y ciencia muerta. Qu pensara el lector de un historiador del arte que es engaado una y otra vez por falsificaciones artsticas, o de un crtico de arte que de manera sistemtica soslaya el gran arte y sobrestima las imposturas artsticas, o da la espalda a todo el arte de su tiempo?

Dado el inters intrnseco y la importancia cultural de la seudociencia y la anticiencia, es sorprendente que reciban tan poca atencin por parte de los filsofos, particularmente en nuestros tiempos de crisis de la confianza pblica en la ciencia. Debe admitirse que el filsofo ha desamparado al cientfico en esta hora de enjuiciamiento. Peor an, algunos filsofos se han pasado a las filas enemigas al afirmar que la ciencia no es mejor que la seudociencia, la religin, la magia, la curacin por la fe o la brujera, a todas las cuales debe darse igual tiempo en las escuelas, sin que ofrezcan, por supuesto, argumento alguno a favor de tales afirmaciones. Esto debera ser una clara indicacin de que hay algo fundamentalmente equivocado en la filosofa contempornea. Podra ser que algn mago o alquimista la est transformando en seudofilosofa?

Crean la primera selva artificial del mundo

BBC Mundo Tecnologa

El sistema imita artificialmente la fotosntesis de los vegetales.

Ante el lento avance de las fuentes de energa renovables, que apenas generan el 0,7% de la electricidad que consumimos en el mundo, la ciencia trabaja a marcha forzada para encontrar fuentes de energa limpia ms eficientes.

De todos los proyectos hay uno que acapara la mayora de miradas; una tecnologa para producir combustible del mismo modo que lo hacen las plantas, a travs de la fotosntesis.

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Hojas de rbol artificiales para crear combustible del solEsta semana, investigadores del Departamento de Energa en Estados Unidos, concretamente, cientficos del Lawrence National Berkeley Laboratory (Berkeley Lab), aseguran haber dado un paso crucial en esa direccin, tras crear lo que llaman un "bosque artificial.

Energa de luz

Los rboles artificiales estn hechos a base de silicona y xido de titanio.

Segn sus creadores se trata del primer "nanosistema" totalmente integrado para realizar fotosntesis artificial, es decir, para producir hidrgeno a partir de luz y agua.

Hasta el momento se haban podido disear "hojas artificiales", pero en esta ocasin hablaramos de un sistema integrado con una estructura que recuerda a la de un grupo de rboles.

De hecho, la estructura cuenta con unas unidades con tronco y ramas hechas de xido de titanio, lo que segn el investigador y qumico Peidong Yang, hace que "estas estructuras se parezcan mucho a una selva artificial.

El cientfico asegura que un sistema como ste es una solucin ideal para obtener energa renovable sin emisiones de dixido de carbono hacia la atmsfera.

"Hay suficiente energa en una hora de luz global como para cubrir las necesidades de todos los seres humanos durante un ao, subray.

rboles de titanio

Uno de los retos de este tipo de sistemas es producir hidrgeno de la forma ms barata posible y as poder competir con los combustibles fsiles.

"Confiamos en que seremos capaces de sustituir el xido de titanio en un futuro prximo y aumentar as la eficiencia"

Peidong Yang, investigador de Berkeley Lab

Las actuales fuentes de energa renovable todava juegan con desventaja, ya que requieren fuertes inversiones y la energa generada es difcil de almacenar y adecuar a las necesidades de los consumidores.

Es por ello que la fotosntesis artificial es vista con buenos ojos por aquellos que creen que de esta forma se podr aprovechar ms eficientemente y de forma ms econmica la energa solar.

Para imitar la fotosntesis realizada por las plantas, los investigadores usaron dos materiales semiconductores: la silicona y el titanio. La silicona se utiliz para el sistema generador de hidrgeno, mientras que el xido de titanio para la generacin de oxgeno.

Finalmente, se decidi dar al sistema una forma de rbol, porque comprobaron que as se lograba maximizar la eficiencia de todo el sistema.

Mucho trabajo por hacer

Los nanocables de silicona generan el hidrgeno y los de xido de titanio extraen oxgeno del agua.

De este modo, tal y como hacen los rboles reales, esta red de rboles metlicos suprime el reflejo de la luz y deja al descubierto ms rea de superficie para la generacin de combustible.

"Los electrones fotogenerados en los nanocables de silicona migran a la superficie para reducir los protones y generar hidrgeno, mientras los agujeros fotogenerados en los nanocables de xido de titanio oxidan el agua para transformarla en molculas de dioxgeno, explic Yang.

As logra replicarse un proceso conocido como "esquema Z", el mismo que realizan las plantas con la ayuda de la clorofila.

Estos rboles metlicos se colocaron en filas y en su conjunto actan como una red integrada capaz de realizar la fotosntesis con una eficiencia de 0,12% en conversin de la energa solar en combustible.

Aunque todava es un porcentaje bajo, sus creadores afirman que el diseo de este sistema permitir incorporar nuevos componentes recientemente descubiertos, lo que incrementar su eficacia.

"Confiamos en que seremos capaces de sustituir el xido de titanio en un futuro prximo y aumentar as la eficiencia de conversin en un porcentaje de un dgito.

La semntica estudia las propiedades de las expresiones, formulaciones y enunciados que no varan de uso en uso o de contexto en contexto lo cual lo distingue de la pragmtica, que toma en cuenta tales variaciones. As, la semntica refiere al significado (independiente del contexto) de las expresiones y enunciados y sus referentes, as como tambin a las conexiones lgicas entre las expresiones.** COOK, Roy T. A Dictionary of Philosophical Logic. Edinburgh: Edinburgh University Press, 2009. p. 257.As, la relacin entre el sujeto y el predicado de la expresin los solteros son personas no casadas es estudiada por la pragmtica (siguiendo la distincin de Roy T. Cook) mientras que las propiedades del enunciado (p&~p)->q son estudiadas por la semntica (en el sentido definido por Roy T. Cook).Por su puesto que el trmino semntica puede definirse de otras maneras, pero se referir a cosas distintas a la sealada por Roy T. Cook. Cuando, en la clase de hoy, hice referencia al trmino semntica, en un sentido, hice referencia a lo que seala Roy T. Cook, y en ese sentido puede decirse que la lgica tiene una semntica, mas no una pragmtica.Sobre este punto, Gladys Palau indica: Cuando los smbolos del lenguaje de un sistema carecen de significado, el sistema suele recibir la denominacin de clculo. De ah que la cuestin que surge naturalmente consista en preguntarse si un mero clculo es suficiente para constituir un sistema lgico. La opinin tradicional en filosofa de la lgica ha sido negativa, al extremo de que el mismo Carnap, prese a su primer [sic] inclinacin por el enfoque sintctico de la lgica expuesto en The Logical Syntax of Language (1937) y despus de notificarse de los trabajos de Tarski, incorpor la dimensin semntica en sus conocidas obras Introduction to Semantics (1942) y Meaning and Necessity (1947). De ah en ms, a fin de obtener de obtener un sistema lgico, todo clculo debe incorporar una semntica mediante la cual se asigne significado tanto a los trminos descriptivos como a los lgicos. La asignacin de significado a los signos no-lgicos o descriptivos se realiza mediante la construccin de una interpretacin. En lneas generales, dotar de una interpretacin a un clculo consiste en: 1) elegir un conjunto no vaco de entidades extralgicas que constituir el dominio (D) de la interpretacin; y 2) definir una funcin que asigne un elemento o subconjunto del dominio a cada signo descriptivo de L.** PALAU, Gladys. Introduccin filosfica a las lgicas no clsicas. Buenos Aires: Gedisa: 2002. p. 25-6.Les adjunto el texto del cual saqu la cita antes hecha de Roy T. Cook.El texto de Palau pueden obtenerlo de LIBUN.CAMPOS DE CONOCIMIENTOS

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Fig. 8.2. Aadiendo la tecnologa (T) y el rea gris de la ciencia emergente (protociencia) y la tecnologa emergente o prototecnologa (CE y TE)

Fig. 8.1. El mapa positivista de la cultura intelectual: ciencia (C) y no ciencia ((NC)

Fig. 8.3. Sumando las humanidades (H) al mapa de la cultura intelectual.

Fig. 8.4. Agregando bolsones de no ciencia a C y de ciencia a NC. La seudociencia y la anticiencia estn incluidas en NC.

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