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Seréis testigos Gary Miller Traducido por Son-Light Translations Serie caminando con Dios Publicadora Lámpara y Luz Farmington, New Mexico, EE.UU.

Serie caminando con Dios - amorcreciente.com · Un pequeño grupo de hombres se encontraba reunido en una ladera no lejos de las murallas de Jerusalén. En medio de ellos estaba su

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Seréis testigos

Gary MillerTraducido por Son-Light Translations

Serie caminando con Dios

Publicadora Lámpara y LuzFarmington, New Mexico, EE.UU.

42180/6-13

Edición original (en inglés): Witnessing For Him© 1997 Lamp and Light Publishers

Publicadora Lámpara y Luz26 Road 5577

Farmington, NM 87401Tel: 505-632-3521

© 2004 Publicadora Lámpara y LuzTodos los derechos reservados

Tercera impresión 2013Impreso en los Estados Unidos de América

“Asidos de la palabra de vida”Filipenses 2.16

ISBN–13: 978-1-61778-268-8 ISBN–10: 1-61778-268-8

Porque de tal manera amó

Dios al mundo, que ha dado

a su Hijo unigénito, para que

todo aquel que en él cree, no se

pierda, mas tenga vida eterna.

—Juan 3.16

Por tanto, id, y haced discí­

pulos a todas las naciones,

bautizándolos en el nombre

del Padre, y del Hijo, y del

Espíritu Santo.

—Mateo 28.19

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Contenido

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Lección 1: Dios prepara sus testigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 A. Dios te prepara por medio de una relación

con Jesucristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7

B. Dios te prepara por medio de una santidad personal . . 9

C. Dios te prepara al darte una visión de la eternidad. . . . .10

D. Dios te prepara mientras aprendes su palabra. . . . . . . . .11

E. Dios te prepara cuando oras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13

Lección 2: Dios les da ejemplos a sus testigos . . . . . . . 15 A. Jesús dedicó su vida a hacer la voluntad de su Padre . . . . 16

B. Jesús se sacrificó para poder tener oportunidades de

testificar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16

C. Jesús trató con los problemas del corazón . . . . . . . . . . .17

D. Jesús ministró a los humildes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18

E. Jesús tuvo compasión de los pecadores . . . . . . . . . . . . .19

F. Felipe fue sensible a la dirección de Dios . . . . . . . . . . .21

G. Pablo y Silas testificaron por medio de la alabanza . . . .22

Lección 3: Los testigos de Dios en la obra . . . . . . . . . . . 25 A. Dios desea que aproveches las oportunidades a las

que te enfrentas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .26

B. Dios desea que facilites las oportunidades para

testificar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28

C. Dios desea que ofrezcas soluciones bíblicas a los

problemas de las personas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34

D. Dios desea que les testifiques a los que creen la

falsa doctrina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38

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Lección 4: Los testigos de Dios enfrentarán obstáculos . . . . . . . . . . . . . . . . 43 A. Satanás puede intentar distraerte . . . . . . . . . . . . . . . . . .44

B. Satanás puede tentarte a sentirte desalentado . . . . . . . . .44

C. Los amigos pueden criticarte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46

D. Puedes ser perseguido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47

Lección 5: Dios recompensa sus testigos . . . . . . . . . . . . 49 A. La recompensa de Dios comienza ahora . . . . . . . . . . . .50

B. Las recompensas de Dios son eternas. . . . . . . . . . . . . . .51

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Introducción

Un pequeño grupo de hombres se encontraba reunido en una ladera no lejos de las murallas de Jerusalén. En medio de ellos estaba su líder. Todos estaban allí reunidos por última vez.

El líder era Jesús. Y los hombres que le rodeaban, los apóstoles.Jesús había venido a este mundo con una misión. Aunque su misión

tenía duración eterna y alcance mundial, Jesús no había construido ninguna edificación eclesiástica, no había escrito ningún libro ni había organizado ningún comité. Sin embargo, su misión había concluido y ahora se preparaba para partir.

Jesús había vivido una vida piadosa entre la gente. Él había recorrido muchas millas por los caminos polvorientos de Palestina. Él había alimentado a los hambrientos. Él había enseñado a los confusos y vagabundos. Él había sanado a los cojos y les había devuelto la vista a los mendigos ciegos. Pero a pesar de ello, él había sido burlado por muchos. Él había sido traicionado. Él había sido torturado. Él había sido asesinado. Y luego, él había resucitado a la vida eterna. Jesús había cumplido su misión en la tierra por medio de todas estas cosas; él había traído la salvación eterna para la humanidad pecaminosa.

Sin embargo, en comparación con toda la gente sobre la faz de la tierra, sólo un puñado sabía de la existencia de Jesús y su misión. El resto vivía aún sin el conocimiento de la salvación que Jesús había provisto para ellos.

Aunque Jesús había cumplido su misión, aún quedaba por cumplir otra misión importante. Las buenas nuevas de la salvación tenían que ser llevadas a los rincones más distantes del mundo. Él les encomendó a sus discípulos esta misión. “Pero recibiréis poder”, dijo, “y me seréis testigos (...) hasta lo último de la tierra” (Hechos 1.8).

Y habiendo dicho estas cosas, Jesús fue alzado y desapareció en las nubes. El grupo de hombres que él había dejado en las afueras de Jerusalén pronto recibió el poder del Espíritu Santo para testificar acerca de él. Sus vidas llevaron el testimonio de que Jesús era en realidad el Mesías. Ellos, además, viajaron por las naciones, predicando y estableciendo iglesias en el nombre de Jesús.

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La gente que creyó el mensaje de los apóstoles y fueron salvos también recibieron poder para testificar acerca de Jesús. Y aquellos que creyeron el mensaje de los convertidos y fueron salvos también recibieron poder para testificar acerca de Jesús. Y así se ha repetido una y otra vez, de generación en generación. Por casi dos mil años la gente ha estado creyendo en Jesús y en consecuencia sus vidas han testificado acerca de la validez de Jesucristo.

Si tú has creído y aún crees en Jesús, también eres llamado a testificar acerca de él. Nuestra oración es que este estudio constituya un reto en tu vida para que sigas adelante en las filas de aquellos que son sus testigos.

Introducción

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Lección 1

Dios prepara sus testigos

El joven Simón García de dieciocho años de edad vivía en pecado. Él estaba consciente del hecho, y había recibido un llamado de Dios de arrepentirse y vivir para Jesús. Después de resistirse al llamado por varios años, se rindió y Jesús entró en su corazón.

A partir de aquel día la vida de Simón fue transformada, aunque las tentaciones siguieron siendo las mismas, por no decir peores. Pero en lugar de ceder a ellas, el joven Simón resistió y vivió en victoria. Él trataba de agradar a Dios en todo lo que hacía.

Sin embargo, Simón era tímido. Él apenas podía mirar a los demás a la cara. Más bien bajaba su cabeza y miraba a sus pies. ¿Cómo podía entonces obedecer el mandato de Dios de testificarles a los demás acerca de su fe en Jesús?

Simón quería obedecer a Dios, pero sus pensamientos constantemente lo atormentaban: ¿Qué pensarán los demás cuando les cuente acerca del Señor? ¿Me creerán? ¿Acaso sabré cómo responder a sus comentarios? ¿Sabré cómo responder a sus preguntas? ¿Seré capaz de encontrar las escrituras que apoyen mis opiniones? ¿Puedo ser realmente un testigo?

Dios nunca te envía al mundo sin prepararte para la obra que él desea que hagas. Cuando Dios te llama a hacer algo, él siempre te capacita y te prepara para ello. Dios te provee todo lo que necesitas, cuando te humillas a ti mismo para recibirlo de él.

A. Dios te prepara por medio de una relación con Jesucristo

Para poder ayudar a los demás a ponerse a bien con Dios, tú tienes que tener una relación personal con él. Tú tienes que experimentar

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1.8).

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algo personalmente antes de poder testificar verdaderamente acerca de ello. El simple hecho de crecer en un hogar cristiano o de asistir a una escuela cristiana no te prepara para ser su testigo. Tampoco el hecho de memorizar las escrituras o asistir a una conferencia sobre misiones. Aunque todas estas cosas pueden ser útiles, antes de poder testificar verdaderamente tú tienes que tener una relación personal con Jesús.

Tienes que conocer a Jesús como Pablo deseaba conocerlo: “A fin de conocerle [Jesús], y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos” (Filipenses 3.10). Pablo no buscaba conocer a Jesús simplemente de forma superficial. Él deseaba experimentar el poder y la dirección de Jesús en su propia vida.

Para comenzar una relación personal con Jesús, tú tienes que creer en él y arrepentirte de tus pecados. Para continuar una relación personal con él, tú tienes que seguirle, alimentarte con su palabra con regularidad y comunicarte con él en oración. Para ello:

Lee diariamente una porción de la palabra de Dios. Cuánto lees no es tan importante como cuán receptivo seas a lo que lees. Espera que el Señor te alimente cada día con algo nuevo.

Ora en el nombre de Jesús, compartiendo tus bendiciones y cargas con tu Padre celestial. No limites tus oraciones a ti mismo y a tus problemas, sino ora por aquellos a quienes deseas ayudar y guiar hacia Dios.

Tu relación con Jesús tiene que ser más profunda que simplemente conocerle; tienes que seguirle. Según Lucas 9.23, para seguir a Jesús tienes que negarte a ti mismo. Tú tienes que renunciar a tu voluntad para aceptar la suya. Al hacer esto, tu relación con Jesús se intensificará y se hará más sólida. Llegarás a convertirte más como él. Al vivir en él, tu vida testificará por él.

Jesús mora por medio de su Espíritu Santo en todos los que le aman y le siguen. El Espíritu Santo nos dirige y nos enseña cómo vivir y qué decir. Cuando nos rendimos completamente a él, el Espíritu Santo controla nuestras vidas así como controló las vidas de los apóstoles. El libro de los Hechos hace constar que ellos estaban llenos del Espíritu Santo. Eso quiere decir que el Espíritu Santo estuvo al mando completamente de lo que esos hombres dijeron e hicieron. Sólo estaremos preparados para testificar cuando el Espíritu Santo tenga total control de nuestras vidas.

Lección 1

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B. Dios te prepara por medio de una santidad personal

Los amigos que se relacionan en un compañerismo íntimo llegan a pare-cerse más y más unos a otros. ¿Te has percatado alguna vez cómo los esposos y las esposas llegan a parecerse tanto después de varios años de casados? A veces parece que hasta comienzan a parecerse en lo físico. Y así sucede con los cristianos. Mientras más conozcamos a Dios, más nos pareceremos a él. Debido a que la santidad es la verdadera esencia de Dios, parecerse a Dios significa ser santos.

El apóstol Pablo define la santidad en 2 Corintios 7.1: “Así que, amados, (...) limpiémonos de toda

de carne y de espíritu, perfeccio-nando la en el temor de Dios”. En otras palabras, eres santo cuando eliminas la contaminación de pecado en tu vida mediante el poder de Dios.

Las personas que no viven en santidad no están preparadas para tes-tificar acerca de Dios. El mensaje que ellos dan carece de prueba. Carece de poder. El sermón más dinámico se hace ineficaz cuando la vida detrás del mismo está contaminada. Sin la presencia de una santidad personal, tus esfuerzos al testificar darán pocos frutos, por no decir ninguno.

Algunas personas creen que nuestro testimonio será más eficaz cuando vivimos como aquellos a quienes testificamos. Según 2 Corintios 6.14–18, ¿de qué manera debes vivir diferente de aquellos a quienes les testificas?

Cada contacto que tengas con las personas incrédulas a tu alrededor es una buena oportunidad para testificar, pero tales contactos también pueden contaminarte. Nunca debes despreocuparte completamente

Sé un testigoHaz un análisis de tu vida a la luz de Efesios 4.22–32. ¿Existen cosas en tu vida que estorban tu testi-monio? Pídele a Dios que te ayude a comprender cuáles son esas co-sas. Pídele, además, que moldee tu vida a la imagen de Cristo.

Dios prepara sus testigos

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cuando estás con los incrédulos como cuando estás con tus ami-gos cristianos, porque cuando lo hagas te harás vulnerable a la influencia de los que te rodean. Mientras estés en compañía de personas incrédulas, tú tienes que proteger tu mente y tu corazón de la perversidad que abunda en sus vidas.

Cuando le testificas a al-guien del sexo opuesto, tú tienes que ser cuidadoso de no quedarte a solas con esa persona ni un solo momento y tienes que ser reservado en tu conversación. El diablo usará cualquier descuido de tu parte para despertar una relación que podría tenderte una trampa.

Algunos lugares como las cantinas y los clubes nocturnos están colmados de tanta maldad que no sería aconsejable ni apropiado que los visites... ni siquiera para testificar. Si lo haces, tú pondrías en peligro tu vida espiritual y echarías a perder tu testimonio.

C. Dios te prepara al darte una visión de la eternidad

Satanás desea que creas que las cosas más importantes de la vida son las que puedes ver y tocar. Él desea que creas que tu dinero, tus propiedades y tu posición social son las cosas que realmente importan.

Por supuesto, no desearás admitir ser materialista. Pero considera lo siguiente: ¿A qué dedicas la mayor parte de tu tiempo? ¿En qué pien-sas generalmente? ¿Sobre qué fundamentos tomas tus decisiones?

El apóstol Pablo testificó: “Pues las cosas que se son , pero las que no se son ” (2 Corintios 4.18). ¿Vives tú por las cosas temporales, o piensas conforme a los valores eternos? ¿Qué es más importante para ti, el dinero que te ganas hoy y gastas mañana, o el alma de tu vecino incrédulo que vivirá para la eternidad?

Sin lugar a dudas, tú obstaculizarás el plan de Dios para tu vida si te involucras sobremanera en las cosas temporales de este mundo.

Sé un testigo¿Qué lugares en tu comunidad debes evitar para tu seguridad espiritual?

¿Irías a esos lugares a testificar?

Lección 1

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Sólo cuando dediques tu vida a los valores espirituales que no se ven, pero que son reales, te convertirás en un testigo eficaz.

D. Dios te prepara mientras aprendes su palabraLa relación íntima con Dios, la santidad personal, la visión de

las cosas eternas... todas estas cosas dependen de un conocimiento personal de la palabra de Dios. Este conocimiento puedes adquirirlo tanto aprendiendo la palabra, siendo enseñada por otros así como estu-diándola por tu propia cuenta. El apóstol Pablo le instruyó a Timoteo: “Entre tanto que voy, ocúpate en la , la y la

” (1 Timoteo 4.13).Por tanto, para sacar provecho de los servicios de adoración

público, debes:

Planificar con antelación descansar lo suficiente antes de los servicios de adoración. Podrás estar más atento a la palabra de Dios cuando tu mente esté descansada y alerta. Indudablemente, trabajar hasta altas horas el sábado por la noche te hará sentirte soñoliento en el servicio del domingo por la mañana.

Siéntate donde puedas escuchar fácilmente lo que se enseña. Al sentarte cerca del predicador puedes evitar muchas distracciones.

Escucha atentamente al predicador. También puede resultarte útil tomar notas. Incluso, aunque no conserves las notas el simple hecho de escribirlas te ayudará a recordar lo que has escuchado.

Mantén una postura correcta. Esto te ayudará a mantenerte des-pierto y atento durante todo el servicio.

Recibir la palabra de Dios cuando es enseñada es muy importan-te. Sin embargo, esto no te prepara ni te capacita lo suficiente para testificar. Tú tienes que estudiar las escrituras por tu propia cuenta. Los temas discutidos en la escuela dominical o en las predicaciones pueden servirte como base en tus estudios personales. En la mayoría de los casos, lo que has escuchado sólo ha sido una mínima parte de lo que Dios desea enseñarte.

Lee acerca de los creyentes en Berea en Hechos 17.11. ¿Por qué ellos se destacaron más?

Dios prepara sus testigos

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¿Por qué los de Berea hicieron esto?

Puede ser que desearás emplear los siguientes métodos que te ayudarán a aprender más acerca de la palabra de Dios a medida que la estudies en privado.

Método de estudio por temas: Selecciona un tema sobre el cual te gustaría aprender más (por ejemplo, La responsabilidad). Con la ayuda de la Concordancia Exhaustiva de la Biblia, STRONG, encuentra las escrituras que se relacionan con el tema que estás estudiando. Además, tú puedes localizar tu tema valiéndote de una Biblia de referencia Thompson con versículos en cadena temática, mediante el seguimiento de las referencias que se encuentran en el margen del texto. Tú puedes también estudiar las escrituras bajo el título del tema en cuestión en una concordancia temática de la Biblia.

Método de estudio por libro: Recuerda que cada libro de la Biblia ocupa un lugar único en la palabra de Dios. Al hacer un resumen del libro te ayudará a obtener una idea general del mismo. A medida que estudias, busca las respuestas de las siguientes preguntas: ¿Quién escribió el libro? ¿A quién lo escribió? ¿Por qué lo escribió? ¿Cuál es el tema u objetivo principal del libro? ¿Cómo debo llevar a la práctica las verdades contenidas en este libro?

Método de estudio por palabras: Para obtener una comprensión más profunda de una palabra específica (como por ejemplo, adorar), estudia su significado original y su uso con la ayuda de un diccionario hebreo/arameo-español o griego-español (como los encontrados en la Concordancia Exhaustiva de la Biblia, STRONG) o una obra de referencia similar. Luego, emplea el conocimiento ampliado de la palabra a fin de lograr una comprensión más profunda de los pasajes en los que se emplea dicha palabra.

Método de estudio por memorización: Aprenderse las escrituras de memoria es un aspecto importante para estar preparados para testi-ficar. Cristo te promete en la escritura traer sus palabras a tu memoria con la ayuda del Espíritu Santo. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14.26). Esta promesa no es para los tardíos y holgazanes en el estudio y aprendizaje de la palabra. Sólo puedes recordar lo que conociste previamente.

Lección 1

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E. Dios te prepara cuando orasCuando oras, Dios te da una carga por las necesidades de los demás.

El hecho de orar por ellos te conmueve a preocuparte más por ellos. Las cargas personales hacen tu testimonio más efectivo.

Cuando oras, aprendes acerca de la voluntad de Dios. Entonces comienzas a discernir de qué manera y en qué momento él desea que testifiques.

Cuando tú oras, Dios obra en el corazón de los pecadores. Orar por un pecador es como explotar las riquezas de una mina. Los mineros generalmente emplean dinamita para quitar de en medio extensas áreas de roca, pero antes de encen-der la mecha para prender la dinamita ellos tienen que perforar agujeros profundos y colocar las cargas. Asimismo, orar por el pecador es similar a perforar agujeros profundos para la dinamita.

Ora a menudo: “Padre amado, guíame hoy a un alma necesitada. Ayúdame a saber cómo debo ayudarle. Y dame la sabiduría para saber qué de-cir y la valentía para decirlo.”

Sé un testigoApunta los nombres de aquellas personas que te gustaría ganar para Cristo. Ora por ellas todos los días.

Dios prepara sus testigos

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Preguntas sobre la lección 1. ¿Por qué los cristianos no deben preocuparse de no ser

capaces de hacer lo que Dios desea que ellos hagan?

2. ¿Cómo te prepara la relación con Jesús para testificar en su nombre?

3. ¿Cómo la falta de santidad afecta el testimonio de una persona?

4. ¿Cómo el conocimiento de la palabra de Dios te prepara para testificar?

5. ¿De qué tres maneras la oración es esencial para testificar?

Lección 1

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Lección 2

Dios les da ejemplos a sus testigos

Alfredo detuvo la marcha de su camión y le indicó al joven autostopista que se encontraba en el camino que subiera. Natán, el hijo de Alfredo de seis años, se corrió dejando libre un espacio mientras el agradecido extraño se subía. Ambos rápidamente se enteraron de que el nombre de aquel joven era Oscar.

Desde su lugar al lado de su padre, el pequeño Natán observaba a Oscar con una mezcla de curiosidad y temor. Finalmente, él le preguntó inocentemente al extraño:

—¿Es usted cristiano?—Eh, bueno... me temo que no —contestó Oscar.—Pero mi papito dice que sólo los cristianos irán al cielo —añadió

Natán.Alfredo de inmediato se estremeció un poco por la franqueza de su

hijo. Sin embargo, aquello hizo que Oscar pronto comenzara a acosar de preguntas a Alfredo con relación a temas espirituales.

Más adelante, Alfredo reflexionó: “Un niño los pastoreará”.

Tú puedes aprender muchísimo sobre cómo testificar por medio de tus hermanos en la fe. A veces, tú incluso puedes aprender de los

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar” (Hebreos 12.1–3).

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niños. De igual forma, tú puedes encontrar ejemplos dignos en la Biblia. Pero el mejor ejemplo de todos es el que encontrarás en el Hijo de Dios, Jesucristo.

A. Jesús dedicó su vida a hacer la voluntad de su Padre

Con sólo doce años de edad, Jesús ya estaba encomendado a hacer la obra de su Padre celestial. Cuando los padres de Jesús regresaban a casa luego de haber adorado en Jerusalén, ellos no lo encontraron a su lado. Después de tres días de búsqueda ambos estaban consternados y temerosos de que algo malo le había sucedido. Sin embargo, lo encontraron en el templo, debatiendo preguntas de peso con los co-nocedores de la ley. Cuando María reprendió al pequeño Jesús por no haber permanecido a su lado, él contestó: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”Años después, Jesús dijo palabras muy similares a éstas. Escríbelas mirando en Juan 4.34.

Jesús no limitó su obra de testificar acerca de Dios a ciertos días o años de su vida. Como él dedicó toda su vida a su Padre celestial, su vida entera se convirtió en el testimonio de un verdadero testigo de Dios.

De Jesús podemos aprender que Dios no sólo nos está llamando a testificar acerca de él, sino, además, a ser sus testigos.

B. Jesús se sacrificó para poder tener oportunidades de testificar

Jesús dijo: “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza” (Mateo 8.20). ¿Has pensado alguna vez por qué Jesús no tuvo su propio hogar? ¿Acaso esto se debió a que él fue incapaz de ahorrar lo suficiente para comprarse una casa? Difícilmente, ya que él pudo haber continuado en el trabajo que le enseñó José y sin dudas hubiera conseguido una casa

Lección 2

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confortable. Sin embargo, no lo hizo.

Al leer a través de los evangelios, ¿qué es lo que encuentras a Jesús haciendo a menudo? Viajando por aquel lugar, de un sitio a otro. Él renunció al negocio de carpin-tería de su padre para ser un testigo. Jesús buscó oportuni-dades para servir a los demás. No sólo sanó a los enfermos, sino que, además, le ofreció a toda la gente la salvación por medio de la fe en su nombre. Jesús buscó oportunidades para testificar.

Aunque la mayoría de no-sotros tenemos mucho trabajo que hacer, siempre debemos seguir el ejemplo de Jesús y sacrificarnos a fin de encontrar oportunidades para testificar.

C. Jesús trató con los problemas del corazónEn Mateo 19.16–22 se nos cuenta que un día un joven rico se

acercó a Jesús y le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?”

Jesús, siendo Dios, de inmediato supo dos cosas acerca de este joven. Él sabía que el joven creía que la vida eterna podía ganarse haciendo alguna obra buena. Y, además, él sabía que aquel joven tenía su mira puesta en este mundo y sus riquezas. De manera que, Jesús se refirió directamente a la raíz del problema del joven rico, diciéndole: “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.” Jesús deseaba que el joven aprendiera que las buenas obras no eran suficientes para otorgarle la vida eterna. El joven entonces le respondió a Jesús confiadamente: “Todo esto [los mandamientos] lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?”

Sé un testigoLa mayoría de nosotros tendemos a no desatender otras responsa-bilidades con el objetivo de buscar oportunidades para testificar. Más bien, tendemos a dejar pasar las oportunidades para testificar como resultado de la dedicación a cosas más triviales. ¿Qué cosas triviales debes tú sacrificar para estar más atento a las oportuni-dades para testificar?

Dios les da ejemplos a sus testigos

18

Jesús le respondió: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígue-me”. Cuando el joven rico escuchó aquellas palabras, se fue triste. Jesús había apuntado certeramente a la raíz del problema en lo más profundo de su corazón. En lugar de amar a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerzas, él amaba más sus propiedades y riquezas. Como Jesús se había referido a su problema del corazón, el joven rico sabía claramente lo que tendría que cambiar y sacrificar.

En esto precisamente radica la ventaja de trabajar personalmente con las personas, en una relación estrecha de tú a tú. Así puedes conocer a las personas en su propio nivel de comprensión. Puedes observar sus vidas, debatir sus problemas y referirte a sus necesidades del corazón de manera personal.

Teniendo en cuenta que nadie tiene el conocimiento sobrenatural de Jesús, no debes presuponer que sepas el contenido y lo que abunda en los corazones de la gente. Sólo al observar sus vidas y escucharlos con compasión serás capaz de comprender las necesidades de sus corazones.

Según las palabras de Jesús en Mateo 15.16–19, ¿qué revela lo que está en el corazón de alguien?

De Jesús, el testigo perfecto de Dios, puedes aprender a tratar con

los problemas del corazón humano. Aun cuando no puedes escudriñar los corazones como el Señor, tú debes buscar discernir estos problemas por medio de un examen de los frutos visibles. Luego debes tratar con ellos.

D. Jesús ministró a los humildesJesús, “siendo en forma de Dios, no estimó el ser

como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de , hecho semejante a

; y estando en la condición de hombre, se a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte,

y muerte de cruz” (Filipenses 2.6–8).

Lección 2

19

Jesús, el Rey de reyes, escogió convertirse en un siervo. Él eligió ministrar a los demás, no sólo a los de la clase alta, los decentes, los ricos, sino también a los más bajos de la clase humilde.

Jesús ministró a los pe-cadores. Él les ministró a los minusválidos, a los recau-dadores de impuestos, a las prostitutas y a los leprosos. Él nunca despreció a nadie; ni si-quiera a sus enemigos. Debido a esto, algunos encontraron faltas en él.

¿ P o r q u é l o s f a r i -seos criticaron a Jesús en Marcos 2.16?

Dios desea que les testifi-ques a todos, sin importar cuán mugrientas, pobres, ignoran-tes o despreciables parezcan ser las personas. Tú puedes ver esto claramente en el ejemplo de Jesús.

E. Jesús tuvo compasión de los pecadoresEn Juan 4 se relata el encuentro que tuvo Jesús con la mujer sama-

ritana pecadora. Él comenzó la conversación, pidiéndole agua de beber.La mujer, sorprendida al ver que Jesús le habló, preguntó: “¿Cómo

tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?” Jesús inmediatamente cambió la conversación para referirse a temas espirituales: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”.

¡Ah! Aquello llamó su atención. No tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. (...) ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacobo?”

Sé un testigoMientras testificas, ¿tiendes a pa-sar por alto a la gente por causa de su raza, ingresos, hábitos repul-sivos o pecado? Si este es el caso, escribe por qué tu razón de actuar así no es correcta.

Busca las siguientes referencias bí-blicas y escribe dos razones de por qué piensas que los cristianos de-ben ser imparciales en su ministerio: Hechos 17.26; Apocalipsis 22.17.1.

2.

Dios les da ejemplos a sus testigos

20

Jesús le dijo: “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”.

La curiosidad de la mujer se transformó en deseo: “Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla”. Ella aún no comprendía que Jesús se refería a un agua espiritual.

Supongamos que tal encuentro hubiera sido manejado por una persona sin compasión. Probablemente habría contestado de la siguiente manera: “Oh, no, usted no comprende. ¡Yo me refiero a la vida espiritual!”

Sin embargo, ¿cómo Jesús manejó la situación? Él pareció cambiar el tema: “Ve, llama a tu marido, y ven acá”.

“No tengo marido”, respondió la mujer.Jesús le dijo: “Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco

maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad”. Observa que Jesús la elogió por decir la verdad.

“Señor, me parece que tú eres profeta”, le dijo la mujer. Ella comenzaba a comprender que Jesús tenía en mente las cosas espirituales. Después Jesús explica el significado de la adoración y la salvación. Jesús tuvo compasión no sólo de la mujer y sus problemas, sino, además, de aquella ciudad llena de samaritanos. Después de dos días de predicación y de una obra personal, muchas personas de la ciudad creyeron en él.

Jesús fue compasivo. Él sintió en su propia carne los sufrimientos y penas de los demás. Él anhelaba satisfacer sus necesidades. A los que habían vivido en las tinieblas les devolvió la vista. A los

Sé un testigoSi las necesidades de los de-más no conmueven tu corazón, puede significar que tus pro-pios caprichos y deseos son demasiado importantes para ti. ¿Qué cosas triviales pue-den estar ocupando el espacio en tu corazón que debe ocupar las necesidades de los demás?

La compasión nos hace sacrifi-car nuestros propios intereses y deseos para poder satisfacer las necesidades de los demás.

Lección 2

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discapacitados les dio la fuerza para caminar. A los que vivían en ignorancia les dio la verdad. A los que cargaban la culpa del pecado les dio el perdón y una conciencia limpia. Y cada vez que ayudaba a algún necesitado, él sacrificaba su propio tiempo y bienestar.

Que el Padre celestial te ayude siempre a tener la compasión de Jesús, incluso cuando los demás aprenden despacio, interrumpen tu tiempo tan ocupado o desean que les ayudes con las cosas que consideras de poca importancia.

F. Felipe fue sensible a la dirección de DiosEl ángel del Señor le dijo a Felipe que se levantara y que se

fuera al desierto entre Jerusalén y Gaza (Hechos 8.26). ¿Qué podría hacer un testigo de Dios en un terreno baldío inhabitado? Pero como siempre, cuando Dios envía a alguien a algún lugar es porque tiene un propósito para hacerlo.

Felipe no desafió la dirección de Dios, sino que partió para el desierto. Al llegar allí, él vio a un carro que llevaba a un importante funcionario etíope. Y el Espíritu de Dios le dijo: “Acércate y júntate a ese carro”. Felipe no se intimidó por la presencia de tan importante funcionario, sino que se le acercó deprisa. Quizá su propia ropa estaba sucia y húmeda debido al viaje y el sudor, pero él no se opuso a la orden de Dios. Entonces, él comenzó su conversación con el eunuco haciéndole una pregunta.

Más tarde, después que Felipe le predicó acerca del evangelio de Jesús, el eunuco le preguntó a Felipe: “¿Qué impide que yo sea bau-tizado?” Y fue así como sobre su confesión de fe, Felipe lo bautizó. Luego desapareció siendo arrebatado por el Espíritu del Señor.

Como Felipe había sido sensible a la dirección de Dios, el etíope, quien al principio había estado perplejo, ahora seguía gozoso su camino.

Al igual que Felipe, niégate a ti mismo para que seas sensible a la dirección de Dios en tu testimonio, incluso cuando te envíe a hablarles sobre el evangelio de Jesús a personas importantes o de la alta sociedad. Sus almas tienen las mismas necesidades que la tuya.

Dios les da ejemplos a sus testigos

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G. Pablo y Silas testificaron por medio de la alabanza

Pablo y Silas estaban en el calabozo de más adentro, sus espaldas estaban adoloridas debido a los azotes del día anterior y sus pies estaban atados al cepo (Hechos 16.24). En la oscuridad a su alrededor había otros prisioneros, que sin duda eran asesinos, ladrones y otros hombres malvados. Pero Pablo y Silas, estando llenos del gozo del Señor, comenzaron a cantar.

A menudo pensamos que los pecadores deben escuchar him-nos de advertencia y juicio. Sin embargo, Pablo y Silas, aunque estaban rodeados de pecadores, cantaron alabanzas a Dios. ¿Acaso los himnos de alabanza pueden traer a los hombres a la salvación? Por supuesto que sí.

M á s a d e l a n t e , l e e -mos que después de un gran terremoto, Pablo y Silas fueron capaces de evitar que el carcelero se suicidara. Él y su familia fueron salvos. ¿Qué crees que fue lo que convenció al carcelero para que Pablo y Silas pu-dieran ayudarle a encontrar la salvación?

La alabanza nace en los corazones de aquellos que están gozosos con lo que el Señor está haciendo en sus vidas. Estas personas expresan su alabanza por medio del canto, y su testimonio permite que los demás conozcan cuán contentos ellos están con las provisiones de Dios.

Si alabas al Señor, aun en los momentos difíciles, esto le dará poder a tu testimonio, convencerá a los demás acerca de las bondades de Dios y provocará también en sus corazones un deseo de servirle.

La Biblia contiene muchos ejemplos de personas que fueron testi-gos eficaces de Dios. ¿En quién puedes pensar? ¿Cómo testificaron?

Sé un testigo¿De qué formas puedes testificar por medio de la alabanza?

Lección 2

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¿Quién? ¿Cómo testificó?____________ __________________________________________________________ __________________________________________________________ __________________________________________________________ __________________________________________________________ __________________________________________________________ ______________________________________________

Además, tú puedes aprender a testificar mediante los relatos de los hijos fieles de Dios a lo largo de todos los siglos. Al leer o escuchar las historias de los mártires, ten en cuenta lo que los hizo testigos eficaces de Dios. Los testigos fieles de Jesús en nuestros días son también ejemplos dignos a tener en cuenta.

Dios les da ejemplos a sus testigos

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Preguntas sobre la lección 1. ¿Por qué piensas que Jesús no tuvo un lugar que pudiera llamar

su propio hogar?

2. ¿Por qué los cristianos ministran a los humildes y a los despre-ciados?

3. ¿Qué es lo que muestra la compasión de Jesús en su encuentro con la mujer samaritana?

4. ¿Qué objeciones a la dirección del Señor le hubieran parecido ra-zonables a Felipe?

5. Explica el papel de la alabanza en el testimonio del cristiano.

6. Explica la diferencia entre testificar y ser un testigo del Señor.

Lección 2

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Lección 3

Los testigos de Dios en la obra

Un joven cristiano sintió que había recibido un llamado del Señor para ser un misionero en China. Un día, mientras hablaba acerca de esto con su pastor, el ministro le preguntó:

—¿Alguna vez les has testificado a los chinos que viven en tu vecindario?

—No, me temo que no —admitió el joven.—Entonces dudo que Dios te esté llamando a China todavía —dijo

el ministro.

Dios está llamando a cada uno de sus hijos a ser testigos en este preciso momento... justo en el lugar donde se encuentran. Aunque más adelante tú puedes ser más maduro, más capaz y más efectivo, Dios no desea que esperes para comenzar a testificar. Ya que mientras testificas, Dios te capacita para que testifiques.

Jesús en una ocasión comparó al mundo con campos sembrados. Él dijo: “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue ____ __________? He aquí os digo: __________ ______________ ________ y __________ los ____________, porque ya están ____________ para ____ __________” (Juan 4.35).

¿Cuál es el principal objetivo de Jesús al hacer esta comparación?

Tu obra como testigo de Dios incluye dos aspectos. Primero, tú estás llamado a declarar la verdad del evangelio a la humanidad; segundo, debes alentar a la humanidad a responder con fe al evangelio. Tú has sido llamado para mostrarle a las personas a Dios, su palabra, su amor y su reclamación sobre sus vidas. Pero si sólo te limitas a hacer eso, tu obra quedará inconclusa. Tienes que, además, ayudarlos a responder con fe a la verdad. Tu obra consiste en ayudar a las personas a superar

“Los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hechos 8.4).

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cualquier obstáculo que impida tal respuesta, ya sea el ego, las dudas, los temores o el razonamiento humano para que puedan rendirse a Dios.

A. Dios desea que aproveches las oportunidades a las que te enfrentas

No esperes por una actividad planificada para comenzar a testificar. Todos los días tu vida da un testimonio a las personas, y debes procurar intensificarlo. Mientras conversas con los vecinos, los clientes o los

vendedores, tú debes ser lo suficientemente valiente como para decirles algo que les re-cuerde a Dios. Por ejemplo, en una conversación sobre el estado del tiempo, tú podrías decir: “Aunque hay sequía, el Señor cuidará de nosotros, ¿no crees?” Una pregunta como ésta ofrece una invitación para comenzar a debatir temas es-pirituales.

A veces un acercamiento más directo resulta igualmente eficaz. Por ejemplo, preguntas tales como: “¿Cómo van las cosas en tu vida?” “¿Crees en Dios?” “¿Asistes a la iglesia con regularidad?” Estas preguntas invitan a la persona a hablar sobre su vida espiritual y sus problemas. Felipe comenzó su conversación con el etíope preguntándole: “¿Entiendes lo que lees?”

Sé cortés cuando le hagas preguntas a alguien. Ten cuidado de no dejar la impresión de que estás entrometiéndote en la vida privada de la persona. Sé honesto y generoso. Muéstrate interesado en el alma de la persona. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué haría y diría Jesús en esta situación?

Referirse o citar una escritura también es una buena manera de dirigir a las personas a Dios. Cierta vez una mujer mundana le comentó a un padre cristiano:

—¿Cómo usted le enseñó a sus hijos a comportarse tan bien? Usted tiene que escribir un libro.

—Nosotros ya tenemos el libro —respondió el padre—. Es la Biblia.

Sé un testigoEscribe a continuación algunas preguntas que en tu opinión sean útiles para comenzar un debate so-bre temas espirituales.

Lección 3

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Dios a menudo obra en el corazón de las personas, trayendo a sus vidas circunstancias inesperadas (algunas veces dolorosas). Muéstrate sensible a lo que Dios está haciendo en las vidas de aquellos que te rodean. Busca siempre complementar su obra con tu testimonio. Cuando un vecino está enfermo, visítalo. Y si resulta apropiado, recuérdale de forma amable los propósitos que Dios pudiera tener con su enfermedad. Si un conocido recibió el divorcio de su esposa, hazte partícipe de su dolor y muéstrale el camino hacia Dios por medio de sus tribulaciones. Y si conoces de un padre cuyo hijo se suicidó, hazle saber dón-de tú has encontrado significado en la vida.

Dios obra por medio de los desastres naturales tales como inundaciones, tormentas violentas o terremotos para preparar a los pecadores para el testimonio de su Espíritu Santo. Hay algo acerca de las catástrofes de la naturaleza que nos hacen darnos cuenta de nuestra insignificancia e impotencia. Estos sucesos pueden abrir el alma a Dios; ellos pueden hacer a las personas más receptivas al mensaje del evangelio.

Aquellos que procuran ser testigos de Dios deben apro-vechar las oportunidades para ministrar a las necesidades espirituales de los demás. Este ministerio de amor incluye no sólo hablar con las personas sobre sus problemas, sino tam-bién ayudarlas. Visitar a los

Sé un testigoHaz una lista de personas cono-cidas que estén sufriendo física o emocionalmente y que necesiten al Señor.

Añade estos nombres a tu lista de las personas por quienes debes orar. Sé sensible a la manera en que Dios desea que les testifiques.

Sé un testigo¿Han ocurrido recientemente acci-dentes o desastres naturales que hayan afectado a las personas en tu comunidad? ¿Cuáles han sido éstos?

Los testigos de Dios en la obra

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damnificados y afligidos son oportunidades excelentes para el servicio. “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” (1 Juan 3.17–18).

B. Dios desea que facilites las oportunidades para testificar

Hasta aquí hemos estudiado acerca del testimonio informal y de improviso. No obstante, Dios también desea que trabajes en conjunto con tus hermanos en la iglesia para facilitar otras oportunidades para testificar.

Los servicios en el hogar. Estos son breves servicios de adoración que tienen lugar en la casa de alguien con su permiso o petición. Los servicios en el hogar son generalmente planificados y dirigidos por la iglesia local. Si tu iglesia local no ha estado dirigiendo este tipo de servicio, tal vez desees sugerirlo a tus pastores.

¿Conoces a alguna persona enferma o anciana en tu comunidad? ¿Conoces a alguien que esté interesado en tu iglesia pero que sea demasiado tímido para asistir a la misma? Estos son posibles lugares en los que pueden llevarse a cabo los servicios en el hogar.

A dicho servicio deben asistir suficientes personas para que las alabanzas sean eficaces, pero sólo tantas como entren cómodamente a la casa. Al llegar a la casa, dedica un breve tiempo a compartir amis-tosamente con sus miembros. Emplea este tiempo para averiguar más acerca de la familia a la cual estás visitando. ¿Cuáles son sus intereses? ¿Quiénes son sus hijos, familiares y amigos? ¿Cuál es su mayor gozo

en la vida?Después de compartir un

rato, comienza el servicio con cantos de alabanzas. Invita a los miembros de la familia a participar. Facilítales him-narios. Pregúntales si tienen algún himno que les gustaría cantar. Lee algunos pasajes de la Biblia, haz unos breves comentarios que resulten sig-

Sé un testigo¿Quién en tu comunidad pudiera darle una buena acogida a tener un culto en su hogar?

Lección 3

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nificativos para la familia y luego haz una oración. Conduce lo más que puedas lo que queda de la visita hacia las cosas espirituales. No permanezcas allí por tanto tiempo para que no afecte tu buena acogida. Mantente alerta a las necesidades físicas de las personas a quienes vi-sitas, especialmente cuando hay algún caso de enfermedad en el hogar.

Debes planificar visitas subsiguientes en aquellos lugares donde la primera visita haya sido bien recibida.

La distribución de tratados. Muchos que no leen la Biblia leerán un tratado. Los tratados son baratos y fáciles de reproducir. Ellos pueden comunicarse en un idioma que tú, el distribuidor, no puedes hablar. Y, además, los mismos pueden continuar hablando al cabo de mucho tiempo después que tú has sido olvidado.

Cuando repartas tratados, provee para aquellas personas que desean ayuda adicional una manera de contactarte a ti o a alguno de tu iglesia. Considera escribir al dorso de tus tratados la dirección y el número telefónico de tu pastor. Algunas casas editoriales que publican tratados imprimen esta clase de información en sus tratados.

Lee y comprende los tratados que repartes, a fin de que puedas responder las preguntas que te formulen sobre ellos. Asegúrate que concuerden con las escrituras.

Sigue estos consejos cuando repartas tratados en las calles:

1. Sé amistoso. Sonríe. Da un paso hacia delante para que a la persona le sea fácil alcanzar el tratado de tu mano. Mientras ofreces los tratados, puedes decir: “¿Le importaría leer un tratado sobre el evangelio?” Otra alternativa pudiera ser: “Tengo algo para usted”. Sé creativo con las palabras que dices, evita las frases trilladas.

2. Ofrécele un Nuevo Testamento a los que muestren un interés sincero y no tengan uno propio.

3. Si la persona rechaza la literatura, sé amable, acepta su negativa y agrádesele por la atención prestada.

4. Si una persona te hace preguntas sobre tu fe, haz todo lo posi-ble por darle respuestas simples. Lleva contigo una mezcla de diversos tratados que aborden temas específicos, con el objetivo de ayudar a responder preguntas específicas.

5. Jesús envió a sus discípulos de dos en dos a testificar (véa-se Lucas 10). Generalmente resulta útil tener a una segunda

Los testigos de Dios en la obra

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persona contigo para lograr apoyo moral y asistencia en las conversaciones extendidas.

6. Sé amable. No discutas con aquellos que contradigan tu men-saje. Al discutir con las personas las ponemos a la defensiva y realmente produce una resistencia a la verdad. Más vale dejar un testimonio sencillo e inconcluso y hasta quedarse callado que discutir. La gentileza nos ayuda a convencer a las personas sin tener que buscarnos enemistades.

7. Recuerda que estás haciendo algo más que distribuir tratados. ¡Estás representando a Cristo! Compórtate de la forma que Cristo se comportó. Nosotros somos embajadores en nombre de Cristo. Nuestra obra consiste en reconciliar a las personas con Dios (véase 2 Corintios 5.20).

Los tratados y las revistas religiosas pueden, además, ser distribui-dos a través del correo. Para minimizar tus costos, contacta los agentes de correo de tu localidad para obtener información sobre el envío de paquetes. Algunos hombres de negocio cristianos incluyen tratados cuando envían facturas a sus clientes o pagos a sus proveedores. Si alguien no agradece tu envío, marca su nombre en tus archivos o bórralo de tu lista de correo, con el fin de no irritarlo una vez más enviándole algo que no desea recibir.

También puedes hacer entregas personales a la gente en tu co-munidad, si tal solicitud no está prohibida por la ley. En caso de que lleves a cabo este proyecto, no ofendas a las personas insistiéndoles a que acepten tu material si realmente no lo desean.

Considera distribuir tratados situando portatratados en lugares públicos. Un portatratados que ofrezca una selección de tratados les

permite a las personas escoger aquellos temas que realmen-te les interesan. Los mejores lugares para la ubicación de portatratados son a menudo los negocios donde las personas pasan tiempo esperando, como las barberías y las consultas médicas, etc. Contacta per-

Sé un testigo¿Dónde podrías situar portatra-tados en tu comunidad?

Lección 3

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sonalmente a los dueños para solicitar permiso. Una vez que hayas ubicado el portatratados, visítalo con regularidad para mantenerlo surtido y organizado. Si las personas encuentran regularmente nuevos títulos en sus portatratados, ellas tendrán la tendencia a visitar dichos portatratados con frecuencia.

Las visitas a las familias. Visitar a tus vecinos con tu familia es otra oportunidad eficaz que puedes aprovechar para testificar. Tal vez tengas un vecino anciano o enfermo, o quizá una familia joven. A ellos pudiera gustarles escuchar a tu familia cantar alabanzas. Llama con anticipación cuando planees una visita para asegurarte que serás bien recibido y que se ajusta a su horario. Dedica un tiempo a compartir con ellos temas seculares, pero cuando tengas la oportunidad, asegúrate de incluir, además, temas relacionados con la palabra de Dios. Lleva la conversación a temas espirituales cuando los miembros de la familia que visitas se muestren receptivos y se presente la oportunidad. Lleva tu Biblia contigo y no tengas vergüenza de usarla.

Debes actuar con prudencia cuando visites a otra familia. Por ejemplo, pídele amablemente a tu vecino que apague el radio o la televisión. Cuando te acompañen niños a la casa de una familia vecina, controla cuidadosamente su intercambio con los niños del vecino. Es aconsejable que los niños permanezcan al lado de sus padres durante toda la visita. No puedes permitir que tus esfuerzos de testificar sean una mala influencia en la vida de tus propios hijos.

Reuniones en lugares públicos. Cuando un grupo de cristianos testifica por medio del canto de himnos, testimonios y predicaciones en un parque o en la esquina de una calle, los transeúntes a menudo se detendrán a escuchar. Considera los siguientes aspectos cuando planees cualquier encuentro al aire libre:

1. Evita obstruir las entradas de los establecimientos. Interrumpir la vía de acceso de los clientes es mala educación y puede pro-vocar el disgusto tanto de los dueños como de sus clientes.

2. Prepárate para tratar con las distracciones. Siempre que sea posible, simplemente ignora a los que se mofan o burlan de tu testimonio.

3. Ubica hermanos a ambos lados del grupo que canta para la distribución de literatura, aunque a la vista de los que forman el coro de alabanza.

Los testigos de Dios en la obra

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4. Recuerda que la eficacia de estos encuentros al aire libre tiene mucho que ver con lo que las personas ven. Un grupo entusiasta de cristianos vestidos modestamente que muestran rostros agra-dables, estimula una respuesta favorable. La presencia de jóvenes cristianos en un grupo lleva en sí un mensaje poderoso. La gente se interesa en las iglesias que atraen e incluyen a la juventud.

5. Consulta las leyes y regulaciones locales para asegurarte que no las violas.

Los letreros. Tú puedes testificarles a las personas que transitan por las carreteras al poner mensajes breves del evangelio en letreros situados cerca del camino. Un letrero con letras móviles te permitirá cambiar rápidamente el mensa-je en el letrero. Un letrero que muestre el cambio frecuente de estos mensajes mantiene vivo el interés de las personas.

A la hora de escoger los mensajes que pondrás en los letreros, recuerda que:

La Biblia es una fuente excelente de mensajes significativos y breves. A menudo las citas bíblicas directas tienen más peso que otros mensajes.

Aunque tu mensaje debe atraer la atención de las personas, resulta más importante que sea significativo a que sea llamativo.

Las personas pueden malinterpretar tu mensaje. Trata de imagi-narte cómo pudiera ser malinterpretado y acláralo si es necesario.

El testimonio en las cárceles. “Estuve (...) ____ ____ ___________, y vinisteis a mí” (Mateo 25.36). De estas palabras comprendemos la importancia que Jesús daba a la visita a los presos.

Los presos son frecuentemente receptivos al evangelio. Ponte de acuerdo con las autoridades de las prisiones para planificar contactos con los presos.

Sé un testigoHaz una lista de mensajes so-bre el evangelio que puedes poner en los letreros en tu comunidad.

Lección 3

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¿Cómo puedes emprender un ministerio en las prisiones?

1. Tú puedes lograr establecer un horario regular para los servicios en la prisión en tu localidad al contactar al capellán. Así se abri-rán las puertas para un mejor ministerio basado en el contacto personal. Los servicios más eficaces en las prisiones se llevan a cabo regular y frecuentemente. Esto te posibilita desarrollar relaciones personales con aquellos a quienes conoces.

2. Tú puedes convertirte en un “hermano” o una “hermana” de alguien en la prisión mediante el envío de correspondencias semanales de aliento, recordando cumpleaños u otras fechas especiales. Puedes, además, visitar a alguien que no reciba apoyo de otros familiares y amigos.

3. También puedes ayudar a suplir las necesidades de las esposas y los hijos de los presos que están preocupados por sus familias.

4. Puedes proveer Biblias, cursos bíblicos por correspondencia, así como cualquier otro tipo de literatura cristiana.

5. Puedes orar, dándole a conocer a Dios las necesidades de los presos y de aquellos que los alientan.

Los estudios bíblicos en el hogar. Cuando encuentres a alguien que está interesado en aprender más acerca de la Biblia y tu fe, considera la idea de ofrecerles un estudio bíblico en el hogar. Comienza el estudio dejando claro que no hay ningún compromiso de su parte de afiliarse a tu iglesia, asistir a los servicios o incluso continuar los estudios por cierto período de tiempo. Reúnete con la familia semanalmente en su casa o, si ellos prefieren, en la tuya. Pueden seguir una guía de estudio como, por ejemplo, el texto de un estudio bíblico por correspondencia o un folleto que se utiliza para instruir a nuevos cristianos. No obstante, aunque emplees una guía de estudio, no vaciles en discutir detalladamente temas que tus estudiantes traigan a colación y que no sean parte de la lección. Una ventaja de los estudios bíblicos en el hogar es que puedes libremente dedicarte a estudiar temas de interés para los estudiantes en un clima de distensión.

_________________________

Actualmente vivimos en un mundo necesitado de escuchar la palabra de Dios. En este estudio no hemos abordado todas las oportunidades que nuestra sociedad nos brinda para una obra personal evangelizadora. Los

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cristianos han testificado de muchas otras formas mediante la colocación en sus autos de calcomanías que contienen breves mensajes del evangelio, el envío de cartas a aquellos con necesidades espirituales, la venta de Biblias y de buenos materiales cristianos en el mercado, la exhibición de buenos libros en las bibliotecas públicas, la puesta de anuncios en los periódicos locales para ofrecer literatura cristiana y para invitar a la gente para asistir a los servicios en la capilla. En muchas partes del mundo podemos hacer estas cosas sin ser molestados por las autoridades. Aprovechemos, pues, nuestras oportunidades para compartir el evangelio con los demás.

C. Dios desea que ofrezcas soluciones bíblicas a los problemas de las personasEl joven Alex terminaba de clavar una grapa en un poste de cedro.—Gustavo —dijo con indecisión—, ¿cómo puedes vivir así como

tú vives?—¿Qué quieres decir? —preguntó Gustavo serenamente y continuó

estirando bien el alambre con unos alicates.—Tú sabes a lo que me refiero. No fumas, ni sales de noche por

ahí, ni mucho menos bebes como yo.Sí, Gustavo sabía que Alex hacía todas esas cosas. Él conocía al

joven Alex de veintiún años desde que Alex y su familia se habían mudado para la comunidad hacía cinco años. Aunque Alex era siempre amistoso, él no era cristiano. Y eso era evidente.

—Alex, yo evito esas cosas porque sirvo a mi Señor Jesús. Él me da la fortaleza para vivir una vida piadosa.

Alex clavó unas pocas grapas más sin hablar, pero se veía meditando en lo que su amigo le había dicho.

—Gustavo, desde que Lorenzo García murió arrastrado por su caballo el mes pasado, yo he estado preocupándome.

—¿Sobre qué?—Yo sé que si muero... bueno, las cosas no serían muy buenas para mí.—Jesús te ofrece lo que me ha dado a mí.Los ojos de Alex reflejaron una mirada triste, y dijo:—Eso es lo que necesito también.Al cabo de unos pocos días, Alex vino a ver a Gustavo.—He encontrado lo que tú tienes —dijo de buenas a primeras—.

Ya no bebo ni fumo más. He descubierto que Jesús y la Biblia son todo lo que necesito.

El objetivo de todo testimonio es ayudar a los demás a reconciliarse con Jesús. Prepárate adecuadamente, aprovecha las oportunidades que

Lección 3

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se te presentan y sigue fielmente la dirección del Espíritu Santo para testificar. Luego Dios, a su tiempo, hará que las personas recurran a ti en busca de ayuda para sus problemas.

Por tanto, tú tienes que ser sensible al Espíritu Santo y usar el discer-nimiento para poder suplir las necesidades de cada persona que aconsejes. Debido a que cada persona posee necesidades, antecedentes y personalidad única, no puedes esperar tratar de la misma manera con dos personas.

Muchas veces el problema por el cual las personas solicitan ayuda es realmente un problema, pero no es el problema verdadero. Cuando las personas que tienen un problema con el pecado te dicen: “Nunca sentí amor”, “Mi mamá me trató mal” o “Mi esposa simplemente no me comprende”, ellas sólo te están contando por qué ellas piensan que tienen un problema. Sin embargo, no te dicen cuál es su problema verdadero. Probablemente ellas ni siquiera sepan cuál es su problema verdadero. Observa más allá del camuflaje para discernir la causa del problema en cuestión. Luego diles la solución de Dios y ayúdalas a aplicarla a su experiencia.

La gente a menudo no se da cuenta de las necesidades de su propio corazón y culpan a los demás por sus problemas. Ellos hacen esto como resultado de la soberbia que abunda en sus corazones. Para ayudar a alguien verdaderamente, nosotros tenemos que ayudarlos a comprender cómo ellos aparecen ante Dios. Es posible que haya otros problemas en sus vidas dignos de atención, pero si ignoramos los problemas de comportamiento y del corazón para concentrarnos en los problemas circundantes, fracasaremos en la búsqueda de soluciones bíblicas a sus problemas... y, por consiguiente, sus problemas nunca terminarán.

A veces las personas responden con excusas cuando les animamos a aceptar las soluciones bíblicas a sus problemas. La respuesta de los invitados a la gran cena es muy típica: “Y todos a una comenzaron a excusarse” (Lucas 14.18). Generalmente, las personas no son lo suficientemente honestas como para decir: “Yo sé lo que Dios desea que haga, pero no lo haré.” En su lugar, ellos ofrecen excusas.

¿Acaso las excusas protegerán a alguien del juicio de Dios? No, en lo absoluto. La palabra de Dios refuta todas las excusas que alguien pueda inventar y demuestra cuán inútiles realmente son.

Escribe respuestas de la Biblia que demuestren que las siguientes excusas no tienen validez.

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1. “No necesito arrepentirme. Nunca he hecho nada tan malo.”

2. “Ya una vez fui cristiano y caí. No tiene sentido intentarlo nueva-mente.”

3. “Soy cristiano. Pero no puedo tolerar a mi esposa. Ella es de-masiado despreciable.”

4. “Sé que no debo fumar, pero mi pastor dice que no hay problema si no lo hago en exceso.”

Cualquiera que viva en pecado tiene que comprender y creer la verdad para poder ser salvo. Escribe los versículos en los espacios en blanco.

Tiene que comprender y creer que él es un pecador y tiene que arrepentirse.

Hechos 3.19:

1 Juan 1.9:

El arrepentimiento es un cambio total de opinión sobre el pecado e incluye convicción, tristeza, confesión, restitución y un cambio de vida.

La salvación es un don de Dios. Nadie la merece y nadie puede ganársela.

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El pecador tiene que comprender y creer que Dios le ofrece el don de la salvación.

Juan 3.16:

Romanos 6.23:

Efesios 2.8–9:

Tiene que comprender que para aceptar el don de la salvación, él tiene que creer y recibir.

Juan 1.12:

Hechos 16.30–31:

Sólo Jesús, por medio de su muerte y resurrección, puede salvarnos del pecado y su paga. Las buenas obras nunca podrán ganar la salvación de una persona. Sin embargo, tenemos que cumplir las condiciones que Dios ha establecido para la salvación. Para que un pecador sea salvo tiene que alcanzar la fe y recibir a Jesús como su Salvador. Entonces Jesús vendrá y lo rescatará del pecado. Cuando alguien recibe a Jesús en su vida, él tiene que entonces permitirle a Jesús convertirse en el Señor de su vida. Él deseará seguir diligentemente todo lo que su nuevo Amo desee de él. La dirección de Jesús vendrá por medio de las escrituras, el Espíritu Santo y otros seguidores fieles de Jesús.

La Biblia dice: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2.38). Una vez que alguien se arrepiente y es bautizado, no pienses que la obra ha culminado. Pensar que tal

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persona puede lograrlo todo por sí sola es tan insensato como creer que un bebé recién nacido puede sobrevivir por sí mismo. Requiere nutrición, cuidado y una entrega total por parte de uno si se desea que esa chispa de vida espiritual sobreviva.

Anima al creyente recién convertido a hablarles a los demás acerca de su nueva fe. Esto lo fortalecerá y hará que su compromiso le parezca más real a él. Además, esto puede ayudarlo a evitar tentaciones innecesarias.

Anímalo a vivir una vida llena de buenas obras (2 Corintios 5.10; Tito 3.14; Santiago 2.18). Recomiéndale orar a menudo y leer su Biblia diariamente. En caso de que no tenga una Biblia, asegúrate de que obtenga una. Habla con él con regularidad. Pregúntale cómo le va. Anímalo a hacer cualquier restitución necesaria en su vida. Ora con él sobre sus tribulaciones personales.

Según Mateo 10.22, ¿por qué es tan importante que alguien que ha comenzado en la vida cristiana persevere hasta el fin?

Alienta al nuevo converso a buscar hermandad con otros cristianos en una iglesia bíblica. Si a él no le es posible afiliarse a tu iglesia entonces ayúdalo a encontrar una iglesia bíblica que le sea accesible y donde pueda convertirse en un miembro responsable. En el redil de Cristo, junto a otros creyentes, él puede encontrar seguridad y aliento para continuar fielmente hasta el fin. La hermandad con otros cristianos es muy importante. Escribe aquí Hebreos 10.25:

D. Dios desea que les testifiques a los que creen la falsa doctrina

“Bueno, yo fui bautizado cuando niño y soy cristiano. No necesito nada de tu religión.”

“Jesús fue un buen hombre; sí, y un maestro destacado, pero no el Hijo de Dios ni el Salvador del mundo. No hay más dios que Alá, y Mahoma es su profeta.”

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“No es posible que un Dios de amor envíe a alguien al infierno. Cuando morimos, ese es el fin.”

“La Biblia no es suficiente para establecer la doctrina y práctica actual. Dios ha dado otras revelaciones válidas.”

Mientras testificas, tú conocerás a personas que creen cosas que no coinciden con la palabra de Dios. Algunos expondrán su posición muy firmemente. A menudo aquellos que abrazan una falsa doctrina anhelan tanto convertirte a su credo como tú anhelas verlos convertidos a Cristo.

Cuando te encuentres con estos maestros falsos, ¿cómo debes responder? ¿Cómo puedes conducirlos mejor hacia la verdad?

Básate en la verdad. ¿Conoces la verdad? ¿La practicas? ¿Realmente crees, confiesas y vives lo que aparece a continuación?

Jesús es el único camino a la salvación (Juan 14.6).

El camino de Dios es un camino de santidad (1 Pedro 1.16).

Cada uno de nosotros dará cuenta a Dios por las cosas hechas en nuestras vidas (2 Corintios 5.10).

El cielo y la tierra que existen ahora están “guardados para el fuego” (2 Pedro 3.7).

El hombre se dirige a uno de los dos destinos eternos —el paraíso, o el infierno (Apocalipsis 20–22).

Si permaneces firmemente en las verdades de la palabra de Dios, tú estarás mejor preparado para detectar los errores en los demás y guiarlos hacia la verdad.

Si te basas en la verdad y confías en ella completamente, tú no sentirás temor cuando tu posición sea atacada. La verdad se mantendrá intacta aun cuando seas ridiculizado o burlado por un promotor de la doctrina falsa.

Ora por la dirección del Espíritu Santo. Cuando Jesús envió a sus doce discípulos, él les dijo que serían llevados ante gobernadores y reyes por su causa. Los discípulos pudieron haberse preocupado por esto, preguntándose lo que dirían ante aquellas autoridades. Pero Jesús les dijo que no se preocuparan cómo o qué habrían de decir, porque el Espíritu Santo hablaría por ellos (Mateo 10.18–20). Al rendir tu vida a Dios, tú puedes confiar también en el Espíritu Santo para que

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éste gobierne tu espíritu y te dé poder para decir lo correcto cuando enfrentes las falsas doctrinas (véase Hechos 1.8).

No discutas. Un refrán africano dice: “Nunca discutas con el necio; la gente podría confundirte”. En otras palabras, discutir puede ponerte rápidamente al mismo nivel del necio que dice que no hay un Dios o que abraza otras doctrinas falsas. Es posible que ganes la discusión, pero que pierdas un converso. Cierta vez, un obrero cristiano admitió: “Discutí con un hombre acerca de la existencia del infierno. Pienso que gané la discusión, pero me temo que dejé al hombre más cerca del infierno que cuando lo encontré.”

Tu meta no es probar que tienes la razón y la otra persona no, ni mucho menos ganar una discusión, sino ganar un alma para Cristo. Las discusiones generalmente convencen a las dos partes más que nunca que ellos están en lo cierto.

En 2 Timoteo 2.24–25, Dios te instruye cómo obrar con las personas contenciosas que se oponen a la verdad. “Porque el siervo del Señor no debe ser _____________________________, sino ____________ para con __________, apto para enseñar, ____________; que con ______________________ corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad.” Al tratar generosamente a las personas, Dios puede trabajar constante y poderosamente en sus corazones para traerlos al arrepentimiento.

Si la persona con quien hablas cree en una falsa doctrina, expré-sale amablemente lo que en tu opinión es la verdad. No lo obligues a aceptar tus creencias. Tú no eres lo suficientemente poderoso para hacerlo. El Espíritu de Dios le hablará fielmente a su corazón en el momento oportuno.

Ama su alma. La persona a quien le testificas, no importa cuán engañada esté, posee un alma que pasará la eternidad en uno de los dos lugares mencionados anteriormente (el paraíso o el infierno). Muéstrale que tú te preocupas por él como persona y que amas su alma. Ora con él y por él. Si tu amor por él es auténtico, él lo sentirá y sin dudas eso suavizará su corazón. Quizá más adelante él reflexionará sobre la honestidad con que le hablaste y puede ser que esto lo haga darse cuenta que tú tienes algo que a él también le gustaría tener.

Lección 3

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Preguntas sobre la lección 1. ¿Cuánto debe esperar alguien que se haya convertido al Señor

para comenzar a testificar?

2. Menciona los dos aspectos a tener en cuenta para testificar que se encuentran en la página 25.

a.

b.

3. Menciona al menos una ventaja de cada uno de los siguientes métodos para testificar.

a. Los servicios en el hogar:

b. La distribución de tratados:

c. Los servicios al aire libre:

d. Los letreros del evangelio:

e. Los servicios en las cárceles:

f. Los estudios bíblicos en el hogar:

4. Cuando tratas de ayudar a las personas, ¿por qué a menudo no exponen su verdadero problema?

Los testigos de Dios en la obra

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5. ¿Qué ayuda a un nuevo cristiano a continuar fielmente en su andar con Dios?

6. A menudo aquellos que abrazan una falsa doctrina anhelan tanto a su como tú anhelas verlos a .

7. Cuando converses con alguien que crea una falsa doctrina, tu meta no es una , sino ganar un

para .

8. ¿Cómo Dios desea que manejes a una persona contenciosa que se opone a la verdad?

Lección 3

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Lección 4

Los testigos de Dios enfrentarán obstáculos

Felipe, un hombre muy cauteloso para los negocios, parecía tener la habilidad de hacer dinero. Un día Tomás, quien asistía a la misma iglesia que Felipe, estaba hablando con uno de los vecinos de Felipe acerca de la condición espiritual de este último. El vecino señaló a través de la montaña en dirección a la casa de Felipe y dijo categóricamente: “¡Si Felipe es cristiano entonces no quiero tener nada que ver con el cristianismo! Yo sé que cometió fraude en el último contrato que adquirió porque se ve que hizo muchísimo dinero”.

Tomás pronto regresó a su casa. Él estuvo todo el tiempo meditando. ¿De qué vale intentar testificar cuando esto sólo provoca que la gente recrimine a los hermanos?

¿Acaso se te ha ocurrido que, mientras testificas acerca de Dios, Satanás se opone completamente a tu obra? Para descubrir lo que Satanás está tratando de hacer, busca 1 Pedro 5.8 y llena los espacios en blanco. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro

el diablo, como rugiente, anda alrededor a quien .”

Satanás busca destruir la obra de Dios. ¿Qué puede hacerse para hacerle frente a sus malas intenciones? Debido a que sólo el poder de Dios es mayor que el de Satanás, nosotros necesitamos el poder de Dios para vencer las tácticas de Satanás. “ , voso-tros sois de Dios, y los habéis vencido; porque es el que está en vosotros, que el que está en el ” (1 Juan 4.4).

“Y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad” (Hechos 5.40).

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A. Satanás puede intentar distraerte¿Cómo Satanás intenta obstaculizar tu obra? Probablemente su

primera línea de ataque sea distraerte, desviando tu atención de la eter-nidad y de ayudar a otros a prepararse para la eternidad. Las demandas de la vida a menudo pueden llegar a agobiarte tan gravemente que

empañan tu visión de las cosas eternas. Tú puedes pensar que no tienes tiempo para suplir las necesidades espirituales de las personas a tu alrededor. Quizá llegas a estar tan absorto en las cosas de la vida que ni siquiera puedes ver tales necesidades.

¿Cuál es la solución para el problema de las distraccio-nes? Tu éxito está en mantener tu centro de atención en Jesús

y en vivir todos los días con la eternidad en mente. Asimismo, tú puedes encontrar una nueva visión y determinación apelando a Dios en oración.

B. Satanás puede tentarte a sentirte desalentadoContinúa haciendo lo que sabes es lo correcto aun cuando pu-

diera parecer inútil. Lee Gálatas 6.9 para que te ayude a perseverar, luego copia el versículo.

Analiza las siguientes situaciones y la tentación presente en cada una de ellas a sentirse desalentado. Luego escribe lo que en tu opinión sería una buena respuesta bíblica.

“Cuatro personas me dijeron hoy que no vale la pena leer estos tratados. Si nadie los lee, ¿por qué debo perder mi tiempo repartiéndolos?”

Sé un testigo¿Cómo Satanás ha estado tratan-do de distraerte en tu misión de testificar fielmente?

Lección 4

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“Mi portatratados fue robado de la entrada de la tienda. Como alguien está enojado con lo que estoy haciendo, ¿acaso debo poner otro?”

“Esta mañana cuando estábamos debatiendo acerca de la pre-destinación, el señor Tomás me acorraló haciéndome una pregunta que no pude responder. Ahora no deseo encontrarme otra vez con él porque puede presentarse el mismo tema.”

“El hermano Guillermo opina que hago demasiado énfasis en el juicio a los pecadores cuando hablo con los demás. Como parece que no sé cómo testificar, lo mejor sería que renuncie a esa idea.”

“Juan García malinterpretó completamente mis intenciones cuando le pregunté sobre su esposa. ¿Será que estoy hablando sin la dirección del Señor?”

“Desde que me caí, yo no he podido caminar más. Estoy confinado a esta silla de ruedas. No puedo salir a encontrarme con la gente. ¿Por qué esto tuvo que pasarme a mí?”

“Acabo de encontrarme una vez más con la señora Fernández en el mercado. Deseaba tanto darle alguna literatura cristiana. Sin embargo, me faltó valor otra vez. María es siempre más so-ciable que yo y sabe justamente qué decir. No sé por qué no me parezco más a ella.”

Los testigos de Dios enfrentarán obstáculos

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“Nunca nadie ha venido al Señor como resultado de mi obra. ¿Por qué no puedo testificar eficazmente como Jasón?”

Si eres activo en lo que se refiere a ayudar a los demás, tú enfrentarás pruebas y tribulaciones que no enfrentarías si no estuvieras haciendo la obra del Señor. Algunas circunstancias pueden ser el resultado de tu propio fracaso o descuido; otras pueden surgir de algo que se escapa completamente de tu control. Satanás usa estas circunstancias para tentarte a que te sientas desalentado. No obstante, Dios utiliza las mismas para llevar a cabo su voluntad en formas que tal vez no comprendas. Si perseveras en fe, te convertirás en un cristiano más fuerte y en un testigo más eficaz. Y si en cambio te desalientas y fracasas en corregir tus errores, entonces te habrás rendido a la obra de Satanás.

C. Los amigos pueden criticarteOtra manera en que Satanás te obstaculizará es por medio de

personas conocidas que no comparten tu misma visión. Esto no es extraño. ¿Sabías que por un tiempo los propios hermanos de Jesús no creían en él? (Véase Juan 7.5.) Jesús te advierte que es posible que aquellos en tu comunidad y en tu casa no aprecien o ni siquiera comprendan tu llamado a testificar por el Señor (Mateo 10.34–36).

A veces hasta un hermano en la iglesia puede encontrar defectos en tu esfuerzo por ayudar a los de-más. Quizá un hermano piense que estás poniendo a todos o a tu familia en un peligro innece-sario. O tal vez piense que les estás trayendo más perjuicios que beneficios a los que ayu-das. En tales casos es necesario que consideres honestamente lo que el hermano tiene que decir. Debes preguntarte: ¿Está Dios tratando de hablarme por medio de este hermano?

Sé un testigo¿Será que el temor de recibir una crítica te convence a permanecer callado? ¿Qué debes hacer con re-lación a este temor?

Lección 4

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Tú no debes condenar o criticar a los demás si sientes que ellos no tienen tu misma visión o entusiasmo. El Señor puede estarlos llamando a testificar de una manera diferente a como él desea que tú testifiques. Esos amigos tuyos que verdaderamente carecen del entusiasmo y la visión correcta encontrarán más ayuda en tu ejemplo y amonestación que en tu crítica y condena.

D. Puedes ser perseguidoA lo largo de la historia, Satanás ha tratado de obstaculizar la

obra de Dios por medio de la persecución. El apóstol Pablo, tal vez uno de los siervos de Dios de más éxito en la obra de testificar en la iglesia primitiva, escribió basado en su experiencia que “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3.12). Los testigos de Dios pueden esperar ligeras y severas reprimendas, torturas e incluso la muerte.

Lee 2 Corintios 6.1–10 para que aprendas más acer-ca de las experiencias de Pablo. Él sufrió por la causa de Cristo. Pablo consideró las pruebas y persecuciones que sufrió dignas porque él amaba a Cristo por encima de todas las cosas.

Satanás anhela estorbar la obra que tú haces. Él cuenta con una variedad de tácticas que van desde las distrac-ciones hasta la persecución severa. Pero no tienes que preocuparte mientras per-manezcas al lado de Dios. “Mayor es el que está en vosotros [Dios], que el que está en el mundo [Satanás]” (1 Juan 4.4).

Sé un testigoInvestiga en un diccionario griego el significado de la palabra testigos en Hechos 1.8. (Tú podrás encon-trar un diccionario como ése al fi-nal de la Concordancia Exhaustiva de la Biblia, STRONG.) Testigo significa

Un mártir testifica de la ver-dad mediante el sacrificio de su _____. Los testigos de Dios tam-bién viven sus vidas como testi-monios de la verdad. Vive como un testigo de Dios.

Los testigos de Dios enfrentarán obstáculos

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Preguntas sobre la lección 1. ¿Cómo puedes ser lo suficientemente fuerte como para tes-

tificar acerca de Dios a pesar de la oposición de Satanás?

2. ¿Qué método emplea a menudo Satanás para distraerte y evi-tar que ayudes a los demás a prepararse para la eternidad?

3. ¿Cómo puedes evitar ser distraído por Satanás?

4. ¿Cuáles son los resultados de perseverar hasta el fin, incluso en los momentos de desaliento?

5. ¿Cómo debes relacionarte con los amigos y los familiares que no parezcan compartir tu misma visión y entusiasmo?

6. ¿Qué hace digno el hecho de sufrir por Cristo?

Lección 4

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Lección 5

Dios recompensa sus testigos

Dos cristianos, Daniel y Gerardo, trabajaban uno al lado del otro en un trabajo de construcción con algunos hombres mundanos malhablados. A medida que el día avanzaba parecía que cada uno de aquellos hombres trataba de superar a los demás diciendo indecencias.

—Gerardo, cantemos “Sublime gracia” —sugirió Daniel rápidamente.Cuando los dos jóvenes comenzaron a cantar, los otros trabajadores

asumieron una actitud pasiva.

¿Has trabajado alguna vez en un huerto de vegetales? A menos que el huerto sea atendido cuidadosamente, generalmente las malas hierbas toman la ventaja, tapando las zanahorias, los chícharos o alverjas, los frijoles y el maíz. Entonces trabajas arduamente para remover las malas hierbas. El sudor corre por todo tu rostro y de vez en cuando tienes que parar para beber algo fresco y tomar un breve descanso. Después de varias horas de trabajo, enderezas tu columna adolorida e inspeccionas los resultados de tu labor. ¡Cuán gratificante es ver hilera tras hilera de vegetales libres de malas hierbas! La sensación de realización es suficiente recompensa por todo el trabajo arduo.

Sin embargo, la mayoría de tus esfuerzos en la vida no son recompensados tan rápidamente como en el ejemplo citado ante-riormente. Por ejemplo, cuando comencé a impartir clases en la escuela hace algunos años, al principio luché contra la idea de que no había recompensa alguna en la enseñanza. Como los estudiantes aprendían día tras día, el progreso era tan gradual que no sentía logro alguno por el trabajo que estaba haciendo. Fue entonces

“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad” (Daniel 12.3).

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cuando me pregunté: ¿Dónde está la recompensa por mi trabajo? Mi descontento continuó aumentando.

Luego llegó el último día del curso. Los resultados de las pruebas finales demostraron de manera objetiva que los estudiantes habían pasa-do el programa sin dificultad. Ellos me dieron las gracias por haber sido su profesor y se presentaron a mí con muestras de agradecimiento. Al pensar en los logros obtenidos en el curso, me di cuenta que realmente había grandes recompensas en la enseñanza. Desde la perspectiva del año terminado, yo pude apreciar que todos los estudiantes habían tenido progresos verdaderos y que mis esfuerzos no habían sido en vano. Dios había bendecido mi trabajo.

En lecciones anteriores aprendiste que testificar es difícil. Hay momentos en que trabajas ardua y diligentemente, secas el sudor de tu frente, enderezas tu espalda adolorida... sin éxitos visibles. Por ejemplo, oras por la salvación de un ser querido y éste parece mante-nerse tan insensible como antes. Repartes tratados en las calles y nadie te lo agradece. No oyes decir que alguien se haya convertido como resultado de tu testimonio o enseñanza. Le testificas a alguien y eres criticado fuertemente por tus esfuerzos. ¿Cuáles son las recompensas por tu trabajo?

A. La recompensa de Dios comienza ahoraAnte todo, está el gozo que se siente al hacer la voluntad de Dios.

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hom-bre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2.9). Quizá pienses en este versículo como una descripción de la dicha que se vive en el cielo. En realidad, esto se cumple también en la vida del cristiano ahora en la tierra. Si permaneces en su voluntad, Dios traerá gozo a tu vida día a día.

Si aceptas sinceramente la responsabilidad de dar un testimonio cristiano, probablemente experimentarás el gozo de ayudar a alguien necesitado, para luego ver los frutos de tu esfuerzo. El apóstol Juan se regocijó al ver la fidelidad y la verdad en la vida de aquellos a quienes amaba. Lee y estudia 3 Juan 2–4.

Debes darte cuenta que a veces las personas pueden llegar a conmoverse por el mensaje del evangelio que traes a sus vidas, sin apenas saberlo. Cuando repartes tratados o dices una palabra de aliento es posible que nunca llegues a saber los resultados de ello en la vida

Lección 5

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del individuo. Por ejemplo, un hombre acostumbraba a parar-se en la esquina de una calle en una gran ciudad a repartir tratados. Después de hacerlo por algún tiempo, él renunció porque nadie respondía como resultado de sus esfuerzos. Unos años después, aquel hombre pasó por el mismo lugar y vio a un joven repar-tiendo tratados donde él mismo acostumbraba a pararse antes. Entonces le dijo al joven:

—Yo aprendí que repartir tratados no vale la pena.El joven lo miró y le contestó:—¿Está seguro? Hace algunos años en esta misma esquina yo

recibí un tratado que me ayudó a encontrar al Señor.

B. Las recompensas de Dios son eternasLa mayor recompensa para el siervo de Dios vendrá al final de

la cosecha. El apóstol Pablo la resumió bien cuando testificó: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4.7–8). Pablo mantuvo su fe de dos formas: la vivió, y se la enseñó a los demás.

Lee las siguientes palabras de aliento: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad” (Apocalipsis 22.14). Lo más importante acerca de la verdad contenida en estas promesas es que serás recompensado sólo si continúas fielmente en la obra del Señor hasta el fin. Si te cansas y renuncias, de seguro perderás las recompensas del Señor.

Por tanto, tú eres responsable de hacer realidad tu propia salvación. Pero el propósito de tu conversión es más que para tu propio beneficio; Dios desea, además, que ayudes a otros. Tu salvación eterna depende de tu fideli-dad constante. Estudia Judas 20–23: “Amados, edificándoos sobre vuestra

Sé un testigo¿Qué recompensas ya has expe-rimentado como resultado de tu testimonio?

Permite que éstas te alienten a continuar fielmente.

Dios recompensa sus testigos

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santísima , en el , en el de Dios,

la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que , convencedlos. A otros , arrebatándolos del ; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la contaminada por su carne.”

Sé fiel en este llamado todos los días, en el hogar, en la escuela, en el trabajo. Sé fiel en tu patria y en tierras extranjeras, en el campo, en los pueblos y en las ciudades. Dios ha provisto todo lo necesario para que hagas su obra. Si tú eres creyente, tienes el poder del Espíritu Santo, tienes la verdad de la palabra de Dios y tienes vida en Cristo. De ti depende usar estas provisiones para alcanzar a tu prójimo.

La cosecha es del Señor. La gloria es toda suya. Somos sus testigos.

Preguntas sobre la lección 1. Menciona algunas de las recompensas que el testigo fiel de

Dios puede esperar en esta vida.

2. ¿Puedes esperar recibir una recompensa eterna si no testificas para Dios?

3. Las recompensas del Señor pueden inspirarte a testificar. ¿Qué más debe motivarte a testificar?

Lección 5

ExamEn

aLTO

Repasa las 5 lecciones de este estudio antes de hacer el examen que se encuentra al final de este libro.

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Dios recompensa sus testigos

54

La gente que

creyó el mensaje de

los apóstoles y fueron salvos

recibieron poder para testificar

acerca de Jesús. Y aquellos que creyeron

el mensaje de los convertidos y fueron

salvos también recibieron poder para

testificar acerca de Jesús. Y así se ha repetido

una y otra vez, de generación en generación.

Si tú has creído y aún crees en Jesús,

también eres llamado a testificar acerca

de él. Nuestra oración es que este

estudio constituya un reto en tu

vida para que sigas adelante en

las filas de aquellos que son

sus testigos.

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Seréis testigos

Curso por correspondencia Lámpara y Luz

Serie caminando con Dios