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integralidad Revista Digital del CEMAA
La columna del Director
2
Teología y ciencias sociales Hermenéutica y predicación
Rolando Gutierrez-Cortés & Rafael Pola
5
La familia en la cultura postmoderna
Félix Antonio Abreu Collado
13
Relación entre la teología y las ciencias sociales y su
pertinencia con el proyecto de investigación y tesis
doctoral
Patricia Adrianzén de Vergara
24
Teología, iglesia y misión Orígenes y fundación de la Iglesia Misionera
Evangélica en la ciudad de Cerro de Pasco (IME)
Daniel Cueva Carhuanca
31
Reseña bibliográfica
Los diez mejores libros sobre lo evangélico (o por
evangélicos) en el Perú en el 2015
E. Eduardo Romero P.
46
CEMAA Centro Evangélico de Misiología Andino-
Amazónica
Jr. Las Monjas 140 Urb. Santa Felicia
La Molina. Lima 12- Perú
www.cemaa.org
Tel. (511) 349-9088
Director: Rubén (Tito) Paredes
integralidad
Revista Digital del CEMAA
Director Asociado: Marcos Paredes Sadler
Consejo Editorial: Tito Paredes, Marcos Paredes
Sadler, Joy de Paredes, Liliana Cóndor y Elsa
Apaza.
AÑO 9 EDICIÓN 21
Mayo - 2016
integralidad 2
Es con mucha alegría y satisfacción que les
alcanzamos el No. 21 del noveno año de nuestra
revista INTEGRALIDAD! Damos gracia a Dios
por esta continuidad que algunas veces ha sido
un tanto escabrosa. Nuestra gratitud a Dios, a
nuestros directores asociados y comités
editoriales por el apoyo a través de muchas
maneras y muchos años! Por supuesto nuestra
gratitud a los autores(as) de todo el continente
que nos han enviado sus trabajos! Nuestra
gratitud a nuestros lectores y lectoras!
Queremos dar la bienvenida a un nuevo
colaborador de la revista Eduardo Romero
profesor universitario y candidato doctoral. El
nos provee una reseña bibliográfica comentada
de 10 libros sobre lo evangelico en el Perú!
Por otro lado, “Hermenéutica y predicación” es
el articulo de Rolando Gutierrez-Cortés &
Rafael Pola, ambos pastores con amplia
experiencia en la pastoral de iglesias bautistas
especialmente en Méjico. Rolando Gutierrez,
ya en la presencia de nuestro buen Dios, fue
presidente de la FTL y el pastor Rafael Pola uno
de sus fieles y queridos discípulos.
“La familia en la cultura post moderna” es el
interesante articulo del profesor y pastor
Dominicano, Félix Antonio Abreu Collado.
Nos presenta una esclarecedora descripción y
aporte a la comprensión y pastoral de la familia
a la luz de los cambios en la pos modernidad.
“Relación entre la Teología y las Ciencias
Sociales y su pertinencia con el Proyecto de
investigación y tesis doctoral” de la escritora
Patricia Adrianzén de Vergara. Este trabajo es
parte de su proyecto de Investigación y examen
de candidatura en PRODOLA! La autora
explora las diferencias y similitudes entre las
teologías de Jose Maria Arguedas y Gustavo
Gutierrez.
Finalmente les ofrecemos el artículo: “Orígenes
y fundación de la Iglesia Misionera Evangélica
en la ciudad de Cerro de Pasco (IME)” del
Ingeniero y misionero Daniel Cueva Carhuanca.
Esta es una historia fascinante de como una
familia con amor y pasión por la misión de Dios,
viven y dan testimonio de su fe en la
cotidianidad de la vida!
Confiamos que estos artículos serán de desafío
y bendición para los lectores!
En la gracia y paz de Jesucristo
Ruben (Tito) Paredes
Director
| LA COLUMNA DEL DIRECTOR |
integralidad 3
LOS ARTICULOS SON ESCRITOS DENTRO DEL MARCO DE PLENA
LIBERTAD DE LA COMUNIDAD DEL CEMAA Y NO
NECESARIAMENTE EXPRESAN LA OPINIÓN OFICIAL DE LA
INSTITUCION.
Centro Evangélico de Misiología Andino-Amazónica (CEMAA)
Es un Centro Evangélico que promueve la misión integral de la Iglesia dentro del contexto de los países e
iglesias de la zona andina. CEMAA busca incentivar la reflexión, capacitación y acción para la misión integral
acompañando a la Iglesia dentro y desde su contexto socio-religioso y político. CEMAA surgió dentro del
fermento de reflexión de la Fraternidad Teológica Latinoamericana en la Consulta de Itaicí, Brasil en 1977.
En aquella oportunidad se formó una comisión de trabajo sobre la comunicación transcultural del Evangelio.
Esta comisión organizó la Consulta Bolivariana de Huampaní en Noviembre de 1977, donde surgió el Centro
Misiológico Andino; éste llegó a formalizarse el 10 de Abril de 1981. Desde 1983 CEMAA está afiliado al
Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP). En 1990 iniciamos lo que podría denominarse la segunda
fase de CEMAA con la implementación de nuevos programas:
CEMAA–FEOC: FACULTAD EVANGELICA “ORLANDO E. COSTAS”
El propósito de este programa es ofrecer entrenamiento a nivel de post-grado a pastores y líderes cristianos
(varones y mujeres) de experiencia en el área de Misiología, ofreciendo el grado de Licenciatura y Maestría a
nivel de post-grado. Para la Maestría tenemos convenio con el South African Theological Seminary. También
tenemos vínculos con el Programa Doctoral Latinoamericano (PRODOLA) para el Doctorado en Misiología.
PROMOCION DE LA MUJER “FEBE”
Se ha formado para brindar apoyo y estímulo a los esfuerzos de las mujeres líderes evangélicas en el desafío
de vivir y comunicar el Evangelio en nuestra sociedad. Asimismo, promueve la participación de la mujer en
el hogar, Iglesia y comunidad, incentivando a los líderes a la oración y el estudio de la Palabra de Dios,
fortaleciendo la capacitación y edificación para un ministerio eficaz de la mujer.
COOPERACION EN LA MISION (COMI)
Este programa tiene como propósito apoyar a la Iglesia e instituciones afines en proyectos de misión; en el
pasado CEMAA ha colaborado con TAWA, el Seminario Evangélico de Lima, etc. Recientemente CEMAA
colabora con instituciones teológicas en la enseñanza de misiología, y con entidades como el CONEP y
PRODOLA.
DOCUMENTACIÓN, INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS SOCIO-RELIGIOSOS – PRODIES
Este programa está dividido en dos partes: El Área de Documentación, que tiene como objetivo brindar
información, tanto bibliográfica, hemorográfica y archivística a los alumnos del programa de la Facultad y a
investigadores en general; y el Área de Investigación, que tiene como propósito promover y realizar
investigaciones interdisciplinarias sobre la realidad misiológica de la Iglesia.
Se busca que los programas funcionen integradamente y complementariamente dentro de la visión de misión
integral de CEMAA que podría sintetizarse bajo el lema del CLADE III “Todo el evangelio para todos los
pueblos en y desde América Latina”.
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El 21 de enero se realizó la Conferencia: «Un método
experimental para probar que Dios (no) existe», la
exposición del tema estuvo a cargo de Miguel Paredes,
investigador y candidato doctoral del Massachusetts
Institute of Technology.
El 23 de enero se llevó a cabo la Conferencia: «Educar
en tiempos difíciles, proceso pedagógico en perspectiva
NT», con Samuel Escobar. Donde se reunieron una gran
cantidad de líderes, maestros, pastores, (varones y
mujeres) quienes participaron y dialogaron con el
expositor.
Del 01 al 12 de febrero, el Programa Doctoral en
Teología – PRODOLA, estuvo desarrollando sus clases
presenciales doctorales en nuestro centro. Fue un placer
para nosotros ser sus anfitriones durante su estancia en
Lima – Perú.
El 11 de marzo se tuvo una «Mañana de reflexión y acción misionera» con nuestras hermanas
Misioneras: Rossana Razuri, Irma Espinoza y Ruth Cueva.
El 02 de abril se presentó el Conversatorio: «Los
Evangélicos y las Elecciones 2016», con los panelistas:
(de derecha a izquierda) Eduardo Romero, Darío López,
Patricia Vilcapoma, Francisco Vergara, Raquel Gago y
Milton Guerrero, con Tito Paredes como moderador.
| NOTICIAS |
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Hermenéutica y predicación
Preámbulo
El año 1982 estaba terminando mi segundo año de
estudios teológicos cuando me vi obligado a
graduarme. Hablé con mi pastor y acordamos
preparar un documento académico, una tesis. No era
necesario presentarla ni defenderla para graduarme,
pero con otros compañeros preparamos nuestros
documentos, los presentamos y los defendimos en un
culto vespertino de la Iglesia Bautista Horeb de la
ciudad de México, los sinodales fueron los diáconos.
Ese era el ambiente que vivíamos hace 34 años. Los
trabajos se elaboraron en apenas algunas semanas, en
medio de la emoción de quien participa en un
movimiento, con la frustración de ver truncadas las
expectativas académicas, pero con el deseo de ser
parte del cambio. Así que impresas en mimeógrafo,
las tesis se discutieron en el ambiente espiritual de
una congregación local sui generis en el sur de la
Ciudad de México.
El pastor y nuestro profesor era el Rev. Rolando
Gutiérrez-Cortés. Estas páginas son una revisión del
primer capítulo de esa tesis. Me atrevo a firmarlas
con su nombre, porque fueron las notas de una clase
que él revisó y me autorizó a utilizar en aquel
momento. Lamentablemente algunas páginas de la
copia que conservo están en blanco, por lo que he
tenido que rehacerlas. De cualquier manera es mi
responsabilidad cualquier deficiencia en el texto.
Estas notas también se basan en las que levantó el
pastor Gabriel González-Camargo, parte de ese
grupo de discípulos, en la clase de Hermenéutica
impartida en el Instituto Bíblico de la iglesia durante
los meses de enero a marzo de 1980. El pastor
Rolando murió en 1997. Finalmente sólo quisiera
indicar que más allá de su contenido, este artículo de
alguna manera representa el modelo de cuidado
pastoral y tutoría teológica que tanta falta hace en
nuestra América Latina. (Rafael Pola).
Introducción
La Hermenéutica es la ciencia del entender y la
predicación es el anuncio evangélico de la iglesia,
son dos disciplinas teológicas que se interrelacionan
y fundamentan.
Una sana interpretación surgirá por la fe, se
encontrará en oración y se expondrá como
testimonio de la comunidad cristiana. La
hermenéutica propiamente dicha, se ocupa de las dos
primeras y la homilética de la última. De tal manera
que no es posible desarrollar una hermenéutica sana,
si ésta no desemboca necesariamente en la
proclamación del evangelio. Se da la necesidad de
pensar y reflexionar sobre estas dos disciplinas
fundamentales, para poder desarrollar una teología
de la predicación latinoamericana contextual.
1. Hacia una hermenéutica
vivencial
¿Por qué es necesario que el hermeneuta entienda lo
que Dios ha revelado? ¿No será éste un
conocimiento superfluo del cual podamos
prescindir? ¿Es que la serie de discursos revelatorios
dan información que necesitamos conocer sobre el
hombre, la historia, los mundos y el universo?
Preguntas todas que cuestionan la necesidad de una
ciencia del entender. Sin embargo, la respuesta no
ha de fundamentarse en razones que podríamos
esgrimar, a partir de datos que dan las necesidades
humanas, ni una teoría del conocimiento que partiera
de la finitud del conocimiento humano. Dios se nos
ha querido revelar, a mi me corresponde entenderle.
Mi hermenéutica se basa en que Dios quiere redimir
al hombre y al mundo, para lo cual ha desplegado
una actividad regeneradora por su amor como Padre,
por Su gracia como Hijo y por su comunión en el
Espíritu Santo. Es el Dios Trino ocupado en la tarea
de llevar a los “mundos” y al universo a la plena
| TEOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES | Por Rolando Gutiérrez-Cortés, Rafel Pola
integralidad 6
manifestación de su gloria.
Por Jesucristo conocemos al Padre, pues Él le ha
dado a conocer. Conocemos a Jesucristo porque se
nos revela en la Escritura a través del Espíritu Santo.
Revelación desde el principio y revelación actual en
el testimonio de su pueblo al mundo. A este pueblo
se le ha encomendado la tarea de proclamar por todas
partes, el mensaje que Dios quiere transmitir a su
creación. Así entendemos a la hermenéutica como
una labor de la iglesia a partir de la tensión que en
ella produce el Espíritu Santo y la Palabra. Estamos
pues dentro de una hermenéutica tensional. Lo que
quiere decir que el Espíritu y la Palabra –revelación
escrita de Dios– guían a la comunidad hermenéutica
a entender para explicar, obedecer para ser ejemplo
y cumplir para llevar adelante la misión de la Iglesia.
Ciertamente la hermenéutica es una labor, pero
también es un producto logo-neumático del cuerpo
de Cristo. Es el resultado del momento por
excelencia de la iglesia local: el culto y la misión. La
iglesia, al ejercitarse en la piedad, enriquece su labor
hermenéutica y a medida que entiende y se entiende
en la revelación de Dios, las bendiciones van de los
creyentes a la comunidad, a la cuidad, al país, al
mundo y al universo. Es un enriquecimiento
recíproco: la comunidad hermenéutica se enriquece
en la medida en que cumple su misión y medita sobre
ella y en la medida en que medita y entiende su vida
enriquece su misión. Este aumento se da solo en la
medida en que la comunidad anuncia toda la palabra.
Tras la hermenéutica tensional del Espíritu y la
Palabra, se aglutina la comunidad que evangeliza,
porque la iglesia no se aglutina detrás de una meta
“x” producto de un análisis estadístico. Se trata de
tensión espiritual.
¿Qué es lo que ha de entender la comunidad
hermenéutica? Esta pregunta se ha contestado de
múltiples maneras. Sin embargo, todos coinciden en
que la materia prima de la labor hermenéutica es el
texto. Se trata de la recta interpretación del texto.
No obstante a partir del texto hay que buscar qué es
lo que él nos dice a nosotros, cómo nos interpreta.
La revelación que encontramos en la Escritura sigue
siendo actual, cada vez que una comunidad de fe se
acerca a ella y es iluminada por el Espíritu Santo. El
texto nos dice algo; es principio regulador de la
conducta vital para el hombre, la iglesia, la historia y
el mundo. La revelación se hace actual en la iglesia
y de ésta se dirige al mundo. La Escritura guía,
dirige, enseña y redarguye. La acción del Espíritu
Santo en la hermenéutica está lejos de propugnar por
un iluminismo, pues en cada caso el punto de control
lo da la Escritura. No se trata de ser plañideras
llorando ante la realidad, ni de anunciar banalidades,
ni de repetir mensajes naturales. Se contextualiza,
pero se depende del Espíritu Santo, El discurso
hermenéutico tiene su propio estatus. La Palabra y
el Espíritu son el punto tensional a partir del cual la
comunidad hermenéutica puede apuntalar o corregir
el rumbo.
Se trata de que la comunidad hermenéutica,
evangelizadora y paradigmática, funcione como faro
que guía, como comunidad de fe. Es guía tanto a
nivel local como universal; porque se interpreta y
compromete como iglesia, cumpliendo de esta
manera su compromiso vital. Así es como llegamos
a nuestra propuesta por una hermenéutica vivencial.
Se trata de que el análisis textual no sólo sea
consistente metodológicamente, ni que la lectura
bíblica sea hecha con reverencia; se trata de una
interpretación vivencial, que es peso específico de la
labor hermenéutica. Es vivencial porque mi
interpretación queda marcada por mi compromiso
con el Señor y por el Señor mismo, además del
hermano y el mundo.
Para poder realizar esta interpretación contamos con
cuatro elementos, que solo señalaré: el hombre, la
familia, la iglesia, el mundo. Pero son elementos de
una realidad, lo que quiere decir que no podemos
trabajarlos por separado, pues tomar uno solo de los
elementos es caer en la falacia de tomar el todo por
una de sus partes. Reduccionismo inaceptable en
cualquier ubicación hermenéutica, pero
especialmente en América Latina. Porque
precisamente en Latinoamérica nuestro problema es
que nos ocupamos de las particularidades. Tal es el
caso de la predicación evangelistica ocasional o la
lucha por la erradicación de lacras y contradicciones
sociales. Tenemos que tener la capacidad del
enfoque global.
La hermenéutica ha de auxiliarse de otras disciplinas,
especialmente al nivel de los datos empíricos; pero
justamente auxiliares, no desaparecer en ellas.
Nuestro análisis e interpretación vivencial del texto
se convierte en paradigma en la predicación, porque
es pastoral: sirve de guía a los creyentes. Todo lo
que se muestra o enseña es para que se ponga en
integralidad 7
práctica. Queda fuera ese falso problema de la
división entre teoría y práctica. Mismo al que apenas
es necesario resolver en las ciencias sociales, pero en
la Escritura y la hermenéutica no tiene cabida.
El análisis vivencial no se da en el vacío. Hay cinco
contextos que nos ayudan a ubicar la interpretación.
Sólo los dejo apuntados: 1) el aquí y ahora, 2) el texto
y los elementos nuevos que da el devenir humano 3)
el texto y la crisis que permite que el trabajo tome
sentido 4) los cambios, pues el hombre necesita la
seguridad de saber dónde está, ubicarse, y 5) el texto
y los momentos históricos, en donde se ven los
problemas en forma global, buscando que se
trasformen en recursos de redención. Nuestro papel
es, como comunidad hermenéutica, de agentes
trasformadores. Estos son elementos del contexto
global externo.
En la hermenéutica vivencial no sólo es objeto el
texto, sino también el hombre, la historia y el mundo,
como fenómenos hermenéuticos a los que habrá que
interpretar, explicar y anunciar el mensaje
evangélico. Así es como nos encontramos tanto en
el texto como en el contexto.
Cuando la interpretación se convierte en anuncio, la
comunidad homilética se mueve en una rica
complejidad, tanto de la realidad como del
conocimiento hermenéutico que interpreta y anuncia.
Un anuncio que ha de darse con precisión ante la
estructura compleja de la realidad-conocimiento,
pues ambos son elementos ineludibles.
2. Hacia un conocimiento –
discernimiento hermenéutico
Hemos dado por sentado que la hermenéutica es el
resultado de la tensión que el Espíritu y la Palabra
producen en la comunidad. Ahora hemos de decir
que es precisamente por la Palabra y el Espíritu que
entiendo la voluntad de Dios revelada en Jesucristo,
que apunta al reino de Dios, mediado por la
soteriología y la misión redentora universal.
Establecimos que el entendimiento hermenéutico
nace de dos fuentes fundamentales: la Palabra y el
Espíritu, manifestación reveladora de Dios, cuya
plenitud se da en Jesucristo. Dijimos que la premisa
fundamental es que Dios se quiere revelar y a mí me
corresponde estar abierto para entenderlo. Se trata
de un conocimiento confiando que puede conocer
porque el Señor me ha dado fe; y el conocimiento
especifico de la hermenéutica es un conocimiento
por la fe. Esto quiere decir que no es una visión que
se ciñe a los fenómenos empíricos, ya sean estos
naturales, sociales, históricos, políticos; sino que su
posibilidad de entendimiento es mucho más amplia;
pues se ve al prójimo, al hermano, a la historia, al
mundo y a Dios de manera diferente. Aunque esto
es posible en la medida en que participamos con
otros creyentes en la comunidad de fe, de confianza
y de ánimo gozoso. Esto ha de quedar claro en la
lógica de la hermenéutica.
Sabemos que los sentidos sirven para percibir los
fenómenos naturales y hasta las inquietudes
metafísicas y religiosas del mundo, pero con ellos no
puedo ir más allá. Por eso el conocimiento-
discernimiento espiritual sólo puede darse en la
comunidad de los redimidos. Es don espiritual que
enriquece mis aptitudes naturales y las transforma.
Así es como entiendo lo que me dice la Biblia en el
contexto de lo que me acaece diariamente. Incluso
los fenómenos espirituales o naturales adquieren
para mí un nuevo sentido al interpretaros a partir de
la Palabra, de sus promesas y a la luz del Espíritu
Santo. Este es un conocimiento que no se adquiere,
sino que se recibe. En este sentido no podemos
entender como hermenéuticas a aquellas
comunidades que viven fuera de la comunidad de fe
o que no han tenido el don de la revelación, que no
cumplen las ordenanzas y no ponen a funcionar sus
dones dentro del cuerpo. Esto es estar fuera del
círculo hermenéutico.
De alguna manera podríamos decir, aunque no es del
todo exacto, que la percepción natural es sólo el pre-
momento del conocimiento hermenéutico bíblico,
que se hace tal con el descernimiento espiritual. Sólo
así es posible entender por dónde va pasando el reino
y no usar los fenómenos naturales, sociales o
políticos, incluso las mismas contradicciones, como
criterios de verificación. Esto es no entender y es
confundir los universos de conocimiento.
La Biblia solo se entiende plenamente en la
comunidad cultica y evangelizadora, en su sentido
escatológico y de anuncio del misterio en el
“entretanto”. Se trata de comunidad hermenéutica en
medio del mundo y de los “mundos”.
A la Escritura se va con reverencia. Todo se
interpreta a partir del discernimiento espiritual,
integralidad 8
incluso los fenómenos demoníacos. Todo bajo guía
del Espíritu Santo, incluye nuestras percepciones
psíquicas. No se busca aumentar el conocimiento de
verdades doctrinales, de apuntalar una determinada
concepción o de defender mi doctrina. Se trata de
reverencia y de la Escritura como norma. Hay que
allegarse con los pies descalzos, santificados para oír
la voz de Dios y con convicción de Espíritu en el
corazón para trazar bien la palabra de verdad.
La percepción hermenéutica es, por excelencia,
comunitaria. No se da aislada ni en la individualidad,
sino como cuerpo (no se confunda con la
democracia), es apego a su voluntad en el Espíritu y
la Palabra.
La complejidad que se da ante el hermeneuta que
intenta conocer o entender, no sólo radica en el
conocimiento mismo, sino en la realidad que ante él
aparece. Cuando hablamos de la realidad hemos de
cuidarnos de caer en un reduccionismo
fenomenológico: no sólo lo que aparece ante mí
constituye la realidad sino también está constituida
por la Biblia, el acontecimiento y los eventos. En
estos últimos tenemos la pauta, el poder y las
manifestaciones de la iglesia. Se trata de la
percepción de una compleja realidad y la necesidad
de discernir para ser claros. Algo más diremos en el
momento hermenéutico.
3. Hacía una lógica
hermenéutica
Toda hermenéutica se estructura a partir de una
epistemología y toda epistemología da como
resultado una determinada lógica. La hermenéutica
vivencial no es la excepción. Tiene escritura, su
construcción es lógica y está formada por los
siguientes elementos:
a. Justificación
La justificación de nuestra creencia –la fe en Cristo
como el Mesías– no son conceptos, ideas, utopías o
datos empíricos. Se trata de una fe personal y en una
persona.
b. Garantía
La garantía de nuestra relación con Dios en la
seguridad que nos da la Escritura. Esto quiere decir
que no es la experiencia personal como tal, ni las
evidencias externas, aunque no se prescinde de ellas.
Pero es la Escritura la que constituye la verdadera
garantía.
c. Fundamento
El fundamento de la hermenéutica vivencial es
Cristo, es en él que se origina, sustenta y culmina,
Cristo es la encarnación del amor del Padre e íntima
revelación del Espíritu.
d. Verificación
La verificación de la hermenéutica es la iglesia, esto
es, la especificidad de la vida en comunidad de los
fieles, como paradigmas del reino, cuerpo de Cristo.
Esto nos mantiene a salvo de cientificismos estériles
o de extremismos activistas de cabezas calientes.
El momento hermenéutico me permite tener visión
panorámica y precisión, para evitar las
ambigüedades, las confusiones, el oscurantismo y las
falacias. Es visión global en intensidad, altura,
anchura y espesor. Cuando esto lo encarna la
comunidad homilética, se transforma en la exactitud
del uso del instrumento de la Palabra.
4. Comunidad y círculo
hermenéutico
La hermenéutica se ha entendido como una
disciplina rigurosa, científica, a la que sólo pueden
ocuparse los eruditos, los especialistas. Si bien esto
no deja de ser cierto en el sentido de don espiritual,
nos ha conducido a graves errores teológicos. Los
que han seguido con algún detenimiento lo que hasta
aquí hemos dicho, podrán entrever con facilidad lo
que constituye el círculo hermenéutico, que nosotros
hemos nombrado como comunidad hermenéutica.
Digamos algo más.
El círculo hermenéutico tiene como fundamento la fe
integralidad 9
en el hijo de Dios, gracia del amor del Padre y
realidad para nosotros por su Espíritu Santo. Su
fundamento no es ni antropológico, ni eclesiológico,
es divino. Sus elementos nos son dados desde afuera,
son dones del Espíritu Santo; la fe y la confianza, el
ánimo del espíritu y la vida comunitaria.
El hermeneuta, como el predicador, es sólo un
instrumento de Dios que ha recibido el don, en la
comunidad de los creyentes, de interpretar en
corporeidad con sabiduría. Es el intérprete de la
Escritura, de la iglesia y de los “mundos”.
Generalmente es función recae en el pastor
(hermeneuta-teólogo-pastor), que constituye una
figura importante dentro de la comunidad de fe. Es
el intérprete por excelencia del mensaje, que vigila
cómo se funden y auxilian las vidas en las tareas del
reino. Él mismo está fundido con su comunidad, en
un ánimo y un espíritu, como comunidad cúltica,
evangelizadora y neumática. Fuera de este círculo
quedan tanto las reflexiones de gabinete, como los
pragmatismos que dividen, lastiman y no se
alimentan de la Palabra.
La vida armónica del hermeneuta con la comunidad
es importante porque ella es la que da testimonio de
la fe de la comunidad al mundo. El pueblo de Dios
es el despliegue de la Trinidad. Es la comunidad
hermenéutica, pues por el despliegue del Dios Trino
la comunidad se da cuenta de su realidad y su fe, todo
esto revelado en la Escritura y en su misma vida. Así
es como se ubican y preparan para entretejerse en la
comunidad de fe.
5. La labor hermenéutica
Para que un trabajo interpretativo pueda ser
considerado como labor hermenéutica, ha de tener
como constantes estos tres elementos: el amor del
Padre, la gracia del Hijo y la comunión del Espíritu
Santo. Estos tres elementos son tanto originadores,
sustentadores y fin de la misma. Esta se da, pues, en
el amor, la gracia y la comunión. Solo así es posible
entender la Escritura, la iglesia y la voluntad del
Señor y el compromiso-misión. Si todos nos
ubicamos en este universo cuántos errores de
eternidad se evitarían.
Sin trinidad no es posible la labor hermenéutica.
En la tarea hermenéutica hay dos contextos: la iglesia
y el mundo. La interpretación de la Palabra no se
agota en la iglesia local; porque si bien ésta la hace y
a sí misma se dirige, de ahí se dirige al mundo.
Ambos contextos quedan bajo la tarea hermenéutica.
En esta tarea hay cuatro elementos fundamentales:
a. La crítica del texto
Se trata de comprender el significado total de cada
texto, no atascarse en particularidades. Significado
total para entender y elaborar el juicio especifico del
texto. Tarea de leer y releer, comparar versiones e ir
al original. Se ocupa única y exclusivamente del
texto: sus relaciones, implicaciones, presupuestos y
alcances.
b. Filosofía del lenguaje
Entender con claridad las expresiones del texto. Con
qué tipo de lenguaje estoy trabajando: natural,
científico, metalenguaje, espiritual, matemático, etc.
Nombres propios, adjetivos o preposiciones. Cuál es
su sentido, hacia dónde se dirige: o en su caso, si hay
una serie de sentidos.
c. Lógica
Se ocuparse de descubrir la estructura del texto y de
su contexto. Se busca la ilación que va por todo el
texto, del capítulo, del libro y de la Biblia. Los
pasajes no son aislados. Para esto el hermeneuta
cuenta con dos auxilios; 1) los métodos de análisis
gramatical, lógico, lingüístico y semántico y 2) los
procedimientos formales: la categorización y la
clasificación de los diferentes sentidos del texto.
El texto se somete a la búsqueda de su estructura,
esto es, los elementos en sus relaciones, el análisis,
la categorización, clases y subclases.
6. El momento hermenéutico
En el momento hermenéutico hay una doble
implicación: comprehensión hermenéutica y
respuesta obediente de la iglesia. Se trata de una sana
antropología eclesiástica, ni de reflexiones aisladas
integralidad 10
ni de compromisos al vapor; sino de sentido de
cuerpo, total y totalizador.
En el momento hermenéutico hay tres puntos
fundamentales: 1) sus elementos, 2) lo que
comprende y 3) su lógica. Se da el momento
hermenéutico cuando se trata de distinguir, referir y
dar sentido; pues se distingue para entender la
Palabra, se refiere y significa cuando se interpreta
para las circunstancias contemporáneas y da sentido
existencial con el ejemplo. Esto es lo que comprende
el momento hermenéutico.
Estos tres elementos se conjugan para que la Palabra
de Dios sea revelada: exégesis para que se distinga,
hermenéutica para que se interprete y homilética
para que se anuncié. Que la Palabra de Dios sea
descubierta. Momento que se da en un tiempo y
lugar específico pero que tiene dimensión de
eternidad. En estos tres elementos se trata de que
funcione como canales de la revelación. Se trata de
hacer clara la Palabra.
En el momento hermenéutico ocupa un lugar central
la oración, no podemos prescindir de ella. Para poder
interpretar es necesario doblar las rodillas, solos, en
nuestra habitación y también como comunidad para
entender la Palabra y seguir la intención del Espíritu.
El lenguaje de la Escritura sólo se puede entender en
ferviente oración, constante, personal y comunitaria.
Pero es necesario también vivir en plenitud
espiritual, no dando cabida a los deseos de la carne.
Este momento hermenéutico no es simple, sino
complejo, conjuga una serie de elementos que ya
hemos visto. Sin embargo también engloba un
conocimiento complejo y una realidad compleja, a lo
que ya nos hemos referido en el apartado que se
ocupa del conocimiento.
Resumiendo podemos decir que la hermenéutica
parte de la Biblia, se corrige y consolida en la iglesia
–su lógica–, se somete a prueba en la epistemología
y nos conduce a la ética.
7. La hermenéutica como
responsabilidad y compromiso
Conocimiento implica responsabilidad. En la
hermenéutica vivencial el conocimiento entraña
responsabilidad y compromiso. Esto era claro para
Pablo, pues en la medida en que se responde en el
sufrimiento, se crece en el conocimiento (Romanos).
El creyente como hermeneuta y la comunidad
hermenéutica tiene una gran responsabilidad. Es en
la vida de la comunidad en donde se explica Dios al
mundo. Este puede ver Dios cuando es la comunidad
la que se lo revela. Por eso Jesús oraba en
Getsemaní: “Que sean uno para que el mundo crea
que tú me enviaste” (Juan 17). El mundo puede
entender y conocer a Dios por nuestra vida. Por ello,
la iglesia ha de estar en constante labor hermenéutica
para interpretar e interpretarse en el texto y corregir
el rumbo si es necesario. Dios ha de presentarse al
mundo con claridad, revelar el misterio de una forma
clara y distinta, apetecible. Esta es la
responsabilidad de la comunidad hermenéutica, que
los mundos de la cultura, sociedad, trabajo,
economía, política, ecología y todas las naciones
puedan ver con claridad al Dios vivo que se revela en
la comunidad de fe.
Si conozco soy responsable y en mi responsabilidad
me comprometo. Me comprometo con el Señor y me
comprometo con la comunidad. Al conocer su
voluntad mi compromiso es acatarla, al conocer su
orden mi compromiso es cumplirla. Me comprometo
con mi hermano y con todos los miembros del
cuerpo, un compromiso ad intra para que el cuerpo
viva y funcione adecuadamente. Me comprometo
con mi hermano para servirle y ayudarlo a crecer y
así crecer juntos. Me comprometo con el mundo en
el sentido de su redención y servicio.
Es un compromiso con todos los mundos; pero un
compromiso que se contrae como cuerpo. Se
responde ante Dios, el prójimo, el hermano y el
mundo. Compromiso de cumplir con el encargo.
Como es claro en este contexto no tienen cabida los
gustos o disgustos personales, las preferencias o los
prejuicios. Se trata de responsabilidad y de entender
las consecuencias de nuestro compromiso bajo la
guía del Espíritu Santo. En ocasiones el Señor me
llama a lo que no me gusta, ahí también he de
responder. Hay que trazar bien la palabra de verdad.
Cuando me comprometo en el reino me encuentro
con tres realidades para influir: el hombre, la historia
y el mundo. Tres ámbitos para dar testimonio
responsable y comprometido. No puedo fallar,
integralidad 11
flojear, ni desanimarme. La comunidad
hermenéutica ha de mantenerse alerta.
8. El sentido hermenéutico
Si bien podemos aceptar que cada texto puede tener
una o varias interpretaciones, uno o varios sentidos;
en la hermenéutica también hay un sentido. La
dirección que se da en la interpretación parte de la
Escritura y se da, como tal, en la iglesia, porque ésta
es la comunidad de los redimidos que se norma por
el Espíritu. Lo que le permite discernir la voluntad
de Dios y ocuparse en las tareas del reino. Este es el
sentido hermenéutico. La hermenéutica no se dirige
a acrecentar nuestro acervo de conocimiento, ni el
misticismo de los religiosos, es para cumplir las
tareas del reino.
La Escritura la entendemos como el testimonio de
Jesucristo. Lo revela en su encarnación y hacia él
apunta en su manifestación en gloria. El sentido es
que la iglesia se comprometa y cumpla más
plenamente su misión. Sentido como cuerpo, pues la
comunidad de fe son las infanterías del reino, que se
comprometen y van de misión. Un compromiso
vital.
Al interior de la comunidad el sentido es hacia la
estatura del Varón Perfecto. No en individualismos
sino en crecimiento comunitario.
En el conocimiento y en la interpretación se dirige
hacia el reencuentro con Dios al entender su voluntad
para el hermeneuta y el mundo.
La hermenéutica tiene un sentido trinitario: el Padre
que ama y nos lo muestra en los diferentes eventos,
el Hijo en que se da la gracia y que constituye el
Acontecimiento, el Espíritu Santo que da la
comunión y actualiza la revelación. De revelación a
soteriología, a eclesiología y nuevamente a
revelación. Así es como podemos, con visión
histórica, esperar el escaton de Dios: su tiempo de
plena manifestación. Hacia allá desemboca la
hermenéutica: un nuevo hombre y un nuevo mundo.
De Isaías 6 a Apocalipsis 21.
9. Enfoque teológico
De la teología hemos de ocuparnos con mucho
mayor detenimiento, sin embargo quisiera dejar
apuntadas algunas consideraciones básicas.
Cuando decimos que la Biblia es la Palabra de Dios,
decimos a la vez que es la Palabra de verdad, misma
que se revela en Jesucristo. Palabra, verdad y Cristo.
Así en la hermenéutica no se trata de un alejamiento
sino del acercamiento redentor de Dios en donde
Cristo es la medida: todo esto nos permite ver a la
teología como la revelación de Dios en Cristo,
encarnada y manifestada como palabra de verdad,
que muestra el acercamiento redentor de Dios y
como se estructura a partir de la realidad, el
conocimiento y la misión complejas, produciendo así
una teología compleja.
10. La hermenéutica en la
predicación
Terminamos, retomando nuestra preocupación
fundamental: la hermenéutica en la predicación. No
hubiéramos podido abocarnos a resolver este
problema sin considerar la hermenéutica vivencial.
Entre momento hermenéutico y momento homilético
no hay un divorcio, ni siquiera una distancia muy
clara, es más, hay un momento en que ambos se
confunden y mutuamente se afectan. Lo específico
del momento homilético es que este anuncia todo lo
que se ha descubierto en el hermenéutico y lo
actualiza a la vida de la congregación o el auditorio
en cuestión. Porque solo cuando he entendido se que
puedo proclamar, pues he interpretado tanto al texto
como al mundo y la congregación. Y a partir de este
punto es posible comprometernos con las tareas del
reino y laborar con sentido escatológico y funcionar
como comunidad evangelizadora. Todo esto dentro
del universo fundamental que ha quedado
constituido por la Trinidad. El momento
hermenéutico-homilético por excelencia es el
momento de la predicación, cuando todas las luchas
de la vida cotidiana, de la exégesis y de la
interpretación quedan atrás y me desenvuelvo en la
proclamación ceñida por el Espíritu y la palabra y
con la participación de la congregación en su vida de
oración. Esto hace la diferencia cuando entendemos
integralidad 12
a la predicación con un trasfondo hermenéutico.
Porque se ora para que el Espíritu nos ilumine,
juntos; y se lee la Palabra para entenderla y
entenderse con ella, dando una gran riqueza a la vida
y la misión de la iglesia. Porque a pesar de ser un
ministerio y de revelar el misterio, la predicación no
deja de ser anuncio de buenas nuevas para el hombre,
la historia el mundo, los mundos y todo el cosmos
que espera la manifestación de los hijos de Dios y la
glorificación final en el escatón de Dios.
Nota final
Para los lectores versados en la hermenéutica,
identificarán ecos en este documento de lo que se ha
denominado la nueva hermenéutica, principalmente
en la filosofía continental. También podrán
encontrar rasgos de los debates teológicos que se
daban en Latinoamérica en los años 80. En todo
caso, la posición claramente evangélica, trinitaria,
cristocéntrica y congregacionalista es notable. Las
ideas, me parece, no dejan de estar vigentes y son
parte del debate que hoy se sigue dando en el campo
de la hermenéutica y la teología de la predicación.
(Rafael Pola)
Sobre los Autores: Rafael Pola es mexicano, realizó sus estudios teológicos en el Seminario Teológico Bautista Mexicano y la
licenciatura y maestría en filosofía con especialidad en hermenéutica en la Universidad Nacional Autónoma de
México, actualmente estudia su doctorado en teología. Es pastor bautista, ha sido profesor de teología práctica en
diversas instituciones teológicas y es presidente de la Convención Regional Bautista Central en México.
.
integralidad
13
La familia en la cultura postmoderna
Introducción
En medio de críticos y defensores, la familia ha
estado recibiendo los ataques más despiadados que
jamás había recibido a través de los siglos. Ataque
tras ataque, las lanzas siguen intentando derribar la
institución más antigua y más importante que haya
existido. Los críticos no duermen buscando
argumentos para intentar destruirla o por lo menos
debilitarla. Muchas especulaciones y hasta
predicciones de todo tipo de profesionales sin
embargo la familia se mantiene viva y en pie de
batalla. Toffler (1973:169) declara que la familia ha
sido catalogada como “el gigante amortiguador” de
la sociedad; el sitio al que vuelven los individuos
magullados y maltratados después de enfrentarse con
el mundo. Esta es una realidad a prueba de todos los
ataques recibidos. Es la familia la responsable en
gran medida de los adelantos y logros alcanzados por
la humanidad. Sin embargo es necesario prestar
atención a la realidad de que la familia está viviendo
momentos críticos. Es una realidad que la familia
nuclear como la conocemos está bajo fuegos
cruzados. El índice de divorcio continúa creciendo
de manera galopante, las separaciones, las familias
monoparentales, la violencia intrafamiliar, las
uniones sin casarse, los matrimonios de parejas gays
y lesbianas, entre muchas otras situaciones reflejan
el escenario de crisis familiar en que vivimos.
Esta monografía procura explorar los vaivenes de la
familia a través de la historia. La meta es llegar a la
familia posmoderna y observarla desde las escrituras
bíblicas a la luz de la cultura y las ciencias sociales.
Si la familia ha sido objeto de tantos ataques ¿Cuál
es el estado actual de la misma? ¿Cuáles son los retos
o desafíos que la familia del Siglo XXI tiene por
delante? ¿Cuál es la realidad de la familia en nuestra
América Latina? ¿Está la paternidad o la maternidad
en juego? ¿Cuál es la estrategia de trabajo que la
iglesia del siglo XXI necesita utilizar para alcanzar
los diferentes tipos de familias de la era posmoderna?
En la primera parte abordaré las perspectivas socio-
culturales de la familia del Primer Siglo. Una
introducción de la familia en los tiempos del Antiguo
Testamento, el imperio Romano y los tiempos
bíblicos de la iglesia primitiva. La palabra familia
como la conocemos hoy día inicia con el imperio
romano pero eso no significa que no existieran
familias antes de este imperio. El ambiente socio-
cultural del primer siglo como también el de la
iglesia primitiva se articuló a la luz del evangelio del
Reino predicado por Jesús y los apóstoles y en ese
período de la historia reinaban los romanos. Es
fundamental conocer lo relacionado a la familia en
esos tiempos bíblicos.
La segunda parte abarcan las perspectivas socio-
culturales de la familia del Siglo XX y XXI. En esta
parte se trazan los cambios de la posmodernidad y el
impacto a la familia. Los cambios culturales y
sociales afectaron a la familia provocando crisis. El
proceso de cambio se acelera mucho más al llegar al
final del siglo XX dando paso a lo que se ha llamado
la posmodernidad. Parte importante a cubrir en este
capítulo son los desafíos que viven las familias en
nuestro continente y en todo el mundo a la luz de la
posmodernidad.
“La familia cambiará a medida que cambie la
sociedad. Probablemente en forma complementaria,
la sociedad desarrollará estructuras extra familiares
para adaptarse a las nuevas corrientes de
pensamiento y a las nuevas realidades sociales y
económicas”, (Minuchin, Salvador 1982:83).
Minuchin articula que los cambios siempre se
orientan desde la sociedad hacia la familia, nunca
desde la unidad más pequeña a la mayor (Minuchin,
1982:84). La terapia familiar sistémica considera a
la familia como un sistema abierto que está en
constante interacción con otros sistemas como la
sociedad generando cambios. En esa constante
interacción es que hoy encontramos los más grandes
| TEOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES | Por Félix Antonio Abreu Collado
integralidad
14
desafíos que la familia jamás ha tenido.
I. Perspectivas socio-culturales
de la familia del primer siglo
La familia como la conocemos hoy es fruto de
mutaciones que ha sufrido a través del tiempo. A
juicio de Roudinesco, Elisabeth (2010:19) se puede
distinguir tres grandes período de evolución de la
familia. Estos tres grandes períodos son el de la
familia tradicional, la familia moderna y la familia
contemporánea o posmoderna. Alvin Toffler
(1980:9) habla de grandes olas que ha vivido la
humanidad. La primera ola de cambios fue la era
agrícola que tardó siglos. La segunda ola fue la
civilización industrial y la tercera ola está asociada a
la modernidad con la tecnología. En otro libro
titulado la cuarta ola, Toffler argumenta que la cuarta
ola está relacionada con el conocimiento. Cada
nueva ola está ligada a profundos cambios que
afectan a toda la sociedad incluyendo a la familia.
Las últimas olas o períodos se suceden con mayor
rapidez llevando a una mayor inestabilidad social,
cultural y familiar.
Los últimos cambios paradigmáticos han producido
cambios significativos en el concepto de familia. Un
cambio significativo ha surgido con el nombre
mismo “familia”. En una conferencia en la casa
blanca en Estados Unidos se hizo la propuesta del
cambio del singular al plural en la palabra familia
(Burgos, Juan Manuel, 2004:21). Así que en lugar
de hablar de familia estaríamos hablando de
“familias”. Este aparente simple cambio abre un
amplio espacio a todas las posibles modalidades de
unión heterosexual y homosexual que hoy día nos
han invadido. Otros cambios muy notorios son el
creciente índice de divorcio en prácticamente todos
los países, el control de la natalidad y la cantidad de
hijos que cada vez es menor, la creciente tendencia
de casamientos a una edad más tardía, la gran
cantidad de uniones de parejas heterosexuales pero
también homosexuales. El índice de familias
monoparentales es alarmante, familias donde la
cabeza de la misma es una mujer o un hombre pero
también familias múltiples producto de varios
matrimonios y divorcios. Todos estos cambios se
asemejan a múltiples terremotos o tornados de
manera secuencial que transforman todo lo que
encuentran. La familia ha estado en el centro de
todos estos variados y terribles cambios.
1. La familia en el ambiente socio-
cultural del antiguo testamento.
En la historia primitiva de Israel el concepto de
familia era bastante amplio. El término hebreo “bet”
que significa casa es lo bastante elástico para incluir
todos los relacionados con la familia y todo el
pueblo. La familia Israelita era claramente
patriarcal, De Vaux, Roland (1976:50). En esta
sociedad antigua, el padre tenía el poder sobre los
hijos incluyendo sobre los hijos casados. El Páter
familia era la cabeza de toda la familia incluyendo
los esclavos y familiares o extranjeros que vivieran
bajo su responsabilidad. Este tipo de familia amplia
vivían juntas hasta cuatro generaciones de miembros
de la misma. Era normal este concepto familiar en el
estilo seminómada y de la vida agrícola. Cada
familia amplia contaba con un jefe, padre u hombre
de mayor edad quien la gobernaba y sus palabras
eran ley.
La familia amplia era parte de un grupo más grande
al que se le llamaba clan. Varias familias formaban
un clan. Dentro de ese clan podemos ubicar a los
patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Los clanes
formaban las tribus que en el Antiguo Testamento
fueron formadas por los doce hijos de Jacob o Israel.
Los miembros de estas familias extensas se
cuidaban, protegían y ayudaban entre sí. La historia
de Rut resalta la figura de un hombre quien ayudaba
a los demás miembros del clan. Ese hombre recibía
el nombre de goel o pariente redentor. Era un
familiar cercano que estaba comisionado para ayudar
en momentos de viudez y otro tipo de ayuda a sus
familiares cercanos. John H. Westerhoff en
Maldonado, Jorge (1995:139) declara con
vehemencia que la unidad social básica de la vida
humana no es la familia nuclear, ni la familia cultural
sino la “familia tribal”.
Este tipo de familia amplia duró por siglos y aunque
no hay consenso; algunos eruditos bíblicos piensan
que se desvaneció durante las monarquías de David
y Salomón, Packer, J.I., Tenney, Merril C. y White,
William (1985:16). Lo cierto es que cuando leemos
integralidad
15
el Nuevo Testamento no encontramos familias tan
grandes ni clanes familiares aunque existían
vestigios de familias extensas. Persisten familias que
incluyen a la pareja, los hijos y los esclavos como
podemos leer en Efesios 5:21-6:9. La misma familia
de Jesús era pequeña y en las cartas Paulinas no
encontramos referencia a clanes familiares o familias
extensas. Más bien encontramos bastantes
referencias desde el libro de los Hechos a familias de
pocos miembros pero que en sus casas se reunían con
otras familias para formar una comunidad de
creyentes o Iglesia.
2. La familia en el ambiente socio-
cultural del primer siglo.
El concepto o término "familia" se deriva del latín
famulus que significa "esclavo doméstico". El
término fue ideado en la Roma Antigua para
denominar a un nuevo grupo social, que surgen en
las familias latinas. En el nuevo testamento se utiliza
la palabra oikos y oikía para referirse a la familia o
casa familiar. Es que el término familia arrastra el
concepto de casa o los que viven bajo un techo. El
concepto familia que procede del latín no se refiere
únicamente a la familia nuclear como la conocemos
hoy sino que incluye a todas las personas y objetos
bajo el poder legal o patria potestad que estaba bajo
la cabeza masculina de la familia, (Osiek, Carolyn y
Balch, David L., 1997:9). La familia procuraba
alcanzar un doble propósito al mantener su status
social y legitimar la transferencia de la propiedad al
heredero adecuado.
Jelin, Elizabeth escribiendo para la CEPAL en
Arriagada, Irma. (Coord.). (2007:96) Declara:
La familia nunca es una institución aislada, sino
que es parte orgánica de procesos sociales más
amplios, que incluyen las dimensiones
productivas y reproductivas de las sociedades,
los patrones culturales y los sistemas políticos.
Los hogares y las organizaciones familiares se
relacionan con el mercado de trabajo y la
organización de redes sociales, por lo que
tendencias tales como las tasas de fecundidad y
de divorcio, o los procesos de envejecimiento,
son parte de procesos sociales y culturales más
1 Fragmento del comentario a la carta a los Efesios Pág. 238, serie “Comentario Iberoamericano” entregado por el Dr.
amplios y están también sujetos a políticas
públicas. Como institución social básica, la
familia no puede estar ajena a valores culturales
y a los procesos políticos de cada momento o
período histórico.
La familia (oikía) era sumamente importante en la
estructura social y política del imperio romano. Su
función social era estratégica en todos los órdenes y
por ello era considerada como fundamental para el
estado-imperio. El funcionamiento ordenado y la
administración adecuada de la oikía se consideraban
cruciales por su carácter socio-político1. Cualquier
cambio o alteración de su tradicional estructura
jerárquica eran considerados como una amenaza al
orden de la sociedad. Las familias compuestas por
relaciones consanguíneas, esclavos, amigos y
relacionados; era un bastión de la sociedad
grecorromana. El páter familia daba sentido a toda
esa estructura patriarcal y los cambios aunque se
dieron se tomó mucho tiempo ver el efecto. Las
referencias a la estructura familiar que encontramos
en el Nuevo Testamento en Efesios 5:21-6:10 y en
Colosenses 3:18-4:1 en enmarcan dentro de los
elementos culturales de ese período.
Para los griegos la casa (oikos) era el modelo y la
base de la vida social, económica y política. El
imperio romano hizo intentos de superar la
autonomía de la casa pero tuvieron escasos
resultados y la casa continuó como modelo básico de
la organización social, (González, Antonio,
2003:187). Los tratados de economía de la
antigüedad incluían muchos más elementos que los
que hoy consideramos como económicos. El pater
familia era responsable del cuidado de todos en la
casa incluyendo a las mujeres, niños, esclavos,
extranjeros. Ese cuidado incluía elementos
económicos que daban a la casa un poder político,
económico y social de primer orden. Vemos que la
evangelización en la iglesia primitiva asignó el
mismo énfasis sobre las casas. La célula básica del
cristianismo era pues la kat oikon ekklesia (la iglesia
que está en la casa de) (Meeks 1988:133).
Muchas de las comunidades y cultos privados greco-
romano comenzaron en lugares pequeños y en casas
privadas y lo mismo aconteció con los primeros
Mariano Ávila en clase.
integralidad
16
seguidores de Jesús según lo expresado por Carolyn
Osiek y David L. Balch, (1997:33). El libro de los
Hechos menciona que las iglesias se reunían
regularmente en casa (oikos). Cuando Pedro fue
arrestado en Hechos 12, la comunidad se reunía para
orar en la casa de la madre de Juan Marcos. En
Filipos, Pablo conoce a Lidia quien aceptó el
mensaje y se bautizó con toda su casa. Priscila y
Aquila abrieron su casa para reunirse como iglesia en
1 Cor. 16:19. La casa de Cloe de Febe, de Filemón y
otras muchas casas más sirvieron de lugar para las
primeras comunidades o iglesias. De manera que las
casas (oikos) tenían una gran influencia en todos los
niveles de la sociedad romana.
El concepto de familia en esta primera era del
cristianismo estaba asociado directamente a la oikía
o casa. Las perspectivas socioculturales estaban a
asociadas a la cultura Greco Romana. A pesar de que
las familias extensas como la encontramos en los
tiempos patriarcales habían cedido en su tamaño
todavía encontramos indicios de familias que
albergaban una gran cantidad de personas. Si solo
nos apegamos a lo escritural bíblicamente hablando
no podemos argumentar el hecho de una familia
extensa más bien encontramos indicios de una
familia reducida. Con esto no estamos hablando de
una familia nuclear como se ha llegado a conocer en
tiempos modernos y posmodernos.
II. Perspectivas socio-
culturales de la familia del siglo
XX – XXI
Desde la posguerra hasta hoy, la organización de la
familia presenta una notable evolución, basada en los
cambios socioeconómicos y culturales que han
caracterizado los últimos 50 años. Asistimos, de
hecho, al paso de una tipología de familia puramente
“patriarcal” a otra “nuclear”, (Nardone, Giorgio;
Giannotti, Emnauela y Rocchi, Rita 2003:25). Los
cambios son tan rápido que se hace difícil reconocer
un cambio de época. Según Antonio Cruz
(2001:516) una razón por la evolución de la familia
tradicional obedece al nuevo papel que la mujer ha
empezado a desempeñar en la sociedad. El debate
que se está llevando gira alrededor de la igualdad y
la sexualidad. En la familia tradicional la sexualidad
se entendía solo en función de la reproducción y eso
está cambiando drásticamente.
Giddens, Anthony (2000:65) corrobora diciendo que
de todos los cambios que ocurren en el mundo,
ninguno supera en importancia a los que tienen lugar
en la familia, en la sexualidad, las relaciones
matrimoniales y en la vida privada del ser humano.
Esta moderna democracia de los sentimientos está
revolucionando las relaciones del siglo XXI. Hoy
día se habla más de “tener una relación” que de estar
casado o querer tener un proyecto serio de pareja y
familia. Emparejarse y desparejarse son ahora una
mejor descripción de la situación de la vida de los
cónyuges, (Giddens, 2000:72). En esta nueva
realidad de la familia el matrimonio deja de ser el
principal elemento de unidad para ceder a lo afectivo,
sentimental y temporal de la relaciones. En un abrir
y cerrar de ojos vemos familias emparejarse pero de
la misma manera y sin mucha explicación la vemos
terminar su relación para dar paso a otras relaciones.
Muchos sociólogos opinan que durante la
globalización la familia está condenada a
desaparecer al menos como concepto clásico o
familia tradicional. Toffler considera que “la familia
está en crisis y ha de desaparecer”. Con esta
declaración se está refiriendo a la típica familia
nuclear que representa lo que él llama “La Tercera
Ola”, (1980:140). En cierto sentido lo que está
diciendo es que la familia está en transición y
necesitamos avocarnos a nuevas maneras de
manifestarse de la familia porque definitivamente la
familia clásica o nuclear como la conocemos está en
profunda crisis y parece que no se sostiene. Toda la
familia como la sociedad misma está en crisis pero la
crisis es va más allá delo que vemos. Es una crisis
de moralidad. La familia no ha de desaparecer sino
que deberá luchar contra la terrible crisis de
moralidad que nos arropa. También la familia tendrá
que reinventarse, tendrá que subsistir al lado de otros
modos de convivencia.
El siglo XX trajo cambios paradigmáticos que
afectaron a la familia en su totalidad. La familia
tradicional obedecía a un contrato económico por el
contrario la familia de la modernidad y
posmodernidad da más importancia a los
sentimientos y a la libertad sexual. Es un cambio
integralidad
17
paradigmático que afecta la convivencia en todos los
órdenes. La familia tradicional extensa giraba
alrededor del padre como cabeza y guía de la familia
pero eso está cambiando muy rápidamente. La
familia tradicional extensa conservaba los valores
como absolutos de generación en generación pero
para la familia moderna y posmoderna los valores
son relativos. Todos estos cambios de la sociedad y
la cultura están moldeando la familia de los inicios
del siglo XXI.
1. Crisis en la familia nuclear y
surgimiento de la familia moderna
Según Alvin Toffer (1980:142), ya para la década de
los 80 “estamos saliendo de la era de la familia
nuclear para entrar en una nueva sociedad,
caracterizada por la diversidad de vida familiar”.
Esta realidad ha crecido con el correr del tiempo
llegando a tener un gran arcoíris de tipos de familias.
La evidencia más contundente ha sido el
debilitamiento del sistema patriarcal. El
debilitamiento del patriarcado tuvo muchas razones
pero las más influyentes han sido la liberación
femenina, el creciente desarrollo del campo laboral
ocupado por mujeres y las migraciones. El proceso
ha sido lento pero con resultados muy visibles
llegando a declararse el 1975 como el año
internacional de la mujer por las naciones unidas.
Estos son cambios paradigmáticos sin ninguna
dudas. Los cambios son hasta necesarios para no
quedarse y empujados por los cambios sociales. A
juicio de Göran Therborn esos cambios no
exterminarán la familia como órgano social-cultural
y bíblico:
“A pesar de todas las voces que se levantan
actualmente, la familia y el matrimonio no están
desapareciendo ni convirtiéndose solo en otro
ejemplo de relación social. Siguen siendo la
institución dominante de las relaciones sexuales
y generacionales en el mundo, y es muy probable
que continúen siéndolo en el futuro próximo,
pues han quedado insertos en una complejidad
respecto de la constitución de parejas y de las
generaciones. (Arriagada, 2007, pp.55)
A pesar de los cambios estructurales, la familia es el
2 Sunkel, Guillermo (2004). La familia desde la Cultura. ¿Qué ha
aspecto al cual los latinoamericanos asignan mayor
importancia en su vida cotidiana. En un trabajo de
investigación el 91% de los latinoamericanos dijo
que la familia es “muy importante”2. Es notorio que
a pesar de todos los cambios los latinoamericanos
sigan reconociendo la singularidad de la familia
como la conocemos, “la familia tradicional”. Si bien
es cierto que la familia tradicional caracterizada por
un padre proveedor, una madre dueña de casa e hijos
ya no corresponde a la estructura que predomina en
los hogares y las familias en América Latina siguen
teniendo mucho peso. Por nostalgia, por tradición o
por conservadurismo, es posible; pero la realidad es
que sigue teniendo un gran peso en medio nuestro.
Los cambios relacionados con los procesos de
modernización y globalización han afectado a la
institución familiar en los países de América Latina,
y han permitido identificar áreas que requieren
mayor investigación, estudio y difusión. (Arriagada,
Irma. 2007:20). En Estados Unidos el 93% parece
no ajustarse a la típica familia nuclear, (Toffler
1890:140). Cada vez más personas viven solas y
surgen nuevos tipos de relaciones.
“Cuando tres psiquiatras (Kellam, Ensminger y
Turner) intentaron catalogar las variedades de
familias existentes en un barrio negro pobre de
Chicago, identificaron no menos de 86
combinaciones diferentes de adultos, incluyendo
numerosas formas de familias como son familia
“madre-abuela”, familia “madre-tía”, familia
“madre-padrastro” y familia “madre-otro”.
(Toffler 1980:142).
Tal parece que el aspecto más notorio de la familia y
el matrimonio del futuro será la diversidad de
opciones. Tendremos tanto tipos de familias que será
difícil una definición de la mima. Ya para la primera
década del Siglo XXI le termino familia está
causando muchos debates y aun confusión por la
gran diversidad de opiniones y opciones que se están
gestando.
En América Latina a pesar de contar desde sus
inicios con códigos napoleónicos que exaltaba la
familia patriarcal; los últimos tratados jurídicos
sobre familia han producido cambios significativos.
En muchos países incluyendo República
Dominicana se ha anulado el poder del Páter familia
cambiado en América Latina? CEPAL. pp. 5.
integralidad
18
y ahora la patria potestad es compartida con la
madre. El código civil dominicano establece deberes
compartidos para los padres aun después del divorcio
(Art. 55. Constitución de la República Dominicana,
26 de enero de 2010). Se han introducidos leyes y
códigos especializados para proteger a los menores,
para proteger a las mujeres ante la creciente violencia
intrafamiliar que afecta mayormente a las mujeres.
Actualmente se está debatiendo en el congreso
dominicano un anteproyecto de ley sobre salud
sexual y reproductiva que está causando revuelos en
la sociedad en toda la sociedad.
Todo el mundo incluyendo América Latina está en
proceso de transformación. Las dinámicas
familiares de los últimos 100 años en nuestro
continente han estado caracterizadas por
combinaciones de diferentes costumbres y
cosmovisiones. Entre las que figuran “las raíces
indígenas precolombinas, la influencia europeo-
occidental y criolla, la identidad mestiza que
acompañó la conformación de los Estados-nación del
siglo XIX, además del componente africano que
trajeron consigo los esclavos de la colonia y sus
descendientes”3. Un elemento que complica más
estas dinámicas es lo multifacético que son los
sistemas familiares alrededor de los países que
conforman nuestra América y el caribe. Somos un
continente de muy variadas creencias y
cosmovisiones que a pesar de estar muy arraigadas
están siendo removidas por todos los cambios.
2. La familia en el ambiente socio-
cultural del siglo XX-XXI
En Latinoamérica como en todo el mundo se están
dando cambios gigantes, paradigmáticos en la
organización y estructura de hogares y familias.
Entre los principales y más grandes cambios se
destacan el incremento de hogares y familias con
doble ingresos, hogares con jefatura femenina, la
migración del campo a la ciudad y a otros países y el
crecimiento de los hogares unipersonales. Según
Arriaga, Irma (2007:127) entre las principales
transformaciones que han surgido en América Latina
en los últimos años encontramos “Reducción de las
3Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Notas de Población, N° 99, (LC/G.2628-P), Santiago de Chile,
familias nucleares, aumento de los hogares
monoparentales con jefas”. En otra investigación de
la misma autora completamos el cuadro antes
descrito. Arriaga (2002:149) expresa “Entre los más
notables cambios figuran las transformaciones
demográficas, el aumento de los hogares con jefatura
femenina y la creciente participación de las mujeres
en el mercado laboral”.
El paradigma constituido por un hombre y una mujer
que forman una unión estable y procrean hijos se
considera hoy solo como uno de los tantos posibles
modelos de familias. La preocupación de las
relaciones familiares de hoy es básicamente por la
relación de afectividad. Aunque parece algo sencillo
es un cambio significativo pues el matrimonio da un
giro extraordinario. El norte o meta ahora es el amor
romántico, lo afectivo, el disfrute del aquí y ahora a
través de los deseos corporales. Este cambio es
plasmado vívidamente por Burgos, Juan Manuel
(2004:20) cuando expresa “El ejemplo más extremo
lo proporcionan los homosexuales, que buscan una
equiparación de su unión afectiva con un matrimonio
clásico que conlleve, incluso, la capacidad de
adoptar niños”.
El matrimonio posmoderno es menos una necesidad
económica y más una decisión personal, lo cual
también se traduce en la proliferación de nuevos
arreglos familiares y domésticos mucho menos
estables. Cada vez son menores las probabilidades
de que el niño promedio pase su infancia con ambos
padres. Todo esto es reflejo de una mayor libertad
individual para elegir, pero también de inseguridad y
riesgos. Los resultados catastróficos los estamos
viendo con tantos adolescentes y jóvenes en las calle.
La delincuencia juvenil, la baja escolaridad de la
presente generación y los conflictos intrafamiliares
en continuo crecimiento. Los deseos de superarse y
tener éxito, de sobresalir y avanzar en la vida; a costa
del sufrimiento familiar está afectando a todos en la
familia aunque los que más lo sufren son los hijos.
En términos actuales se habla de la
posmodernización de la familia, haciendo referencia
a que ya no existe un modelo único de vida en familia
que se considere ideal. Hablamos de múltiples
formas o tipos de familias pero con algo en común
2014. pp 15.
integralidad
19
“el modo de entrada, permanencia y salida de la vida
familiar son considerados un asunto privado”. Se ha
pasado el poder a manos de los deseos del individuo
que de manera egoísta y a veces caprichosa decide lo
que quiere hacer. Es una transformación que apunta
hacia el individualismo, la autonomía individual en
detrimento de normas y conductas consideradas
tradicionales. El individualismo prima por encima
de lo colectivo, lo comunitario y de bienestar común
como familia.
A continuación me propongo recoger los principales
componentes de lo que sería un perfil de la familia
posmoderna incluyendo las familias
latinoamericanas.
a. Fin del patriarcado:
Prácticamente todos los autores consultados están de
acuerdo de que con el fin del siglo XX la familia
patriarcal desaparece. Esa familia piedra angular del
patriarcado como sistema llega al mayor declive
posible hasta prácticamente desaparecer. Castells,
Manuel (2001) presenta una lista de las fuerzas que
impulsaron o aceleraron el fin del patriarcado. Entre
las más notables están “los cambios tecnológicos, la
economía informal y global, movimiento feminista
polifacético, la incorporación masiva de la mujer al
trabajo formal”. Estos y otros factores han
impulsado los cambios postmodernos produciendo
una igualdad entre hombres y mujeres no vista en los
siglos anteriores.
b. Pluralismo y fin de la ética4:
Vivimos una era pluralista donde ninguna
cosmovisión se puede considerar como poseedora de
la verdad. El relativismo cultural y religioso pone
por el suelo todos los valores y la moralidad cultural
y religiosa. El hombre de hoy vive el presente, el yo,
sin valores absolutos que le detengan en sus planes
de disfrutar la vida.
c. Muerte de los procesos, lo duradero y
4 Hong, In Sik (2001). ¿Una Iglesia Posmoderna?: en busca de un modelo de iglesia y misión en la era posmoderna. Buenos
exaltación a los instantáneo y efímero:
La cultura postmoderna se caracteriza por la
expresión “rápido e instantáneo”. Todo se deseaba
para ayer. El café y la comida instantáneos son los
mejores representantes de esta característica del
hombre y familia actual. Lo profundo, lo duradero,
lo auténtico es extraño al mundo postmoderno. Esta
característica es diametralmente opuesta al proceso
de formación de una familia funcional.
d. Que viva el placer – arriba el hedonismo:
Lo que más le interesa al hombre de hoy es “pasarla
bien” “vivir el presente disfrutando la vida”. Una
exagerada preocupación por el placer, por lucir bien
en todos los sentidos. Hoy vivimos una total
idolatría al cuerpo, a la imagen y en procura de la
felicidad. Una característica de esta vida de placer
es que se consume mucho y se ahorra poco. Las
familias posmodernas viven de préstamo en
préstamo y de tarjetas de crédito en tarjetas de
crédito. Es un mundo de vacío que se pretende llenar
comprando y consumiendo todo lo posible. La típica
familia donde prácticamente todos trabajaban y
ahorraban para el futuro está desapareciendo por la
familia donde todos quieren tener su propio
Televisor, Celular, carro, etc. Lo que prima es el
placer por encima del esfuerzo, el trabajo y una
visión del futuro.
e. Una identidad basada en el simulacro:
La realidad virtual y global en que vive el hombre y
la familia posmoderna lo conducen a vivir de la
apariencia. Hay que aparentar aun tengamos que
utilizar máscaras para lucir bien. Hay que utilizar el
último carro, el último celular, el último computador.
Es una vida llena de ilusiones y sin objetivos o
propósitos para el futuro. La familia vive el presente
y no planifica para el mañana. Lo importante es
simular o apantallar cueste lo que cueste.
Estos son algunos componentes del perfil del ser
humano que vive en el Siglo XXI. La realidad es que
Aires, Argentina: Ediciones Kairós. pp. 17-21.
integralidad
20
las familias son impactadas directamente por este
estilo de vida. La sociedad en su totalidad
incluyendo las iglesias cristianas está siendo
impactada por este ritmo y estilo de vivir. Muchas
familias viven en confusión ante de las demandas de
una posmodernidad en un continente que sigue
viviendo en la pre-modernidad porque en nuestros
países cuesta hablar todavía de que somos modernos.
3. Desafíos de la familia posmoderna
a. Las migraciones:
Es una realidad innegable que la migración afecta
prácticamente a todos los países de América Latina.
Estaríamos hablando de familias multilocalizadas
porque viven por lo menos en dos países. El desafío
ante este tipo de familia es que no hemos avanzado
en desarrollar estrategias para apoyarlas. La
migración genera dinámicas familiares que escapan
a la experiencia y destrezas de la familia misma, de
las iglesias y aun de los gobiernos.
b. Violencia Intrafamiliar:
La familia es un espacio paradójico, por un lado es el
lugar del afecto y la intimidad pero es también es el
lugar donde se gesta la más cruel violencia. La
violencia entre miembros de la misma familia es algo
de lo que no se habla pero que ha llevado a los países
a tener que crear leyes para proteger a las víctimas.
La violencia intrafamiliar es secreta y vergonzosa,
escapa al conocimiento público. Sólo se detectan los
casos más obvios: el descubrimiento de un cuerpo,
las marcas de golpes. Se estima que de un cuarto a
un tercio de los homicidios cometidos en el mundo
son asesinatos domésticos.
c. Familias homoparentales:
Estas familias están compuestas básicamente por un
progenitor y sus hijos, por familias divididas fruto de
la separación o el divorcio y aun por parejas
5 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Notas de Población, N° 99, (LC/G.2628-P), Santiago de Chile,
homosexuales. Este es un fenómeno nuevo que está
surgiendo con fuerza pues ya Argentina, Brasil,
Colombia y Uruguay cuentan con la aprobación del
matrimonio homosexual. Resulta un desafío este
tipo de familia pues aunque se habla de datos
científicos que aprueban la paternidad o maternidad
de estas familias como saludables la realidad es que
violan lo estipulado por la familia tradicional y sobre
todo por los principios bíblicos que presenta el
matrimonio entre un hombre y una mujer.
d. Hogares reconstituidos o familias
ensambladas:
Estas familias surgen por divorcios, separaciones o
viudez. La segunda, tercera o más nupcias se hacen
cada día más normal formando una familia donde
comparten la pareja, los hijos de él, los de ella y los
nuestros. Estas familias pueden llegar a ser extensas
y podrían confundirse con familias nucleares pero
que en realidad son ensambladas. La práctica
pastoral y terapéutica hablan por sí sola al tener cada
día más problemas de este tipo en el consultorio.
e. Uniones:
El fenómeno de formar familia sin antes casarse ha
estado presente en América latina como en todos
países prácticamente desde el descubrimiento. Sin
embargo el índice de relaciones informales ha
crecido muy rápidamente. Los datos indican, que
entre las décadas de 1970 y 2000 se produjo una
intensificación de la informalidad de las uniones
conyugales en los países donde ya se registraban
niveles elevados y un gran aumento en todos
aquellos países en que este tipo de unión
representaba una categoría marginal5.
f. Divorcios:
Este es otro fenómeno que ha venido acompañado de
la liberación femenina, de la migración y el creciente
número de mujeres que salen a trabajar fuera de su
casa. El crecimiento del índice de divorcio está
llegando a niveles alarmantes. En República
2014. p 22.
integralidad
21
Dominicana para el 1997 existía un 17% de
matrimonios que se divorciaban, para el 2000 el
porcentaje subió a un 30% y para el 2012
encontramos un meteórico 41%. Esta es la realidad
de prácticamente todos los países del mundo donde
el porcentaje oscila cerca del 50%.
Como consecuencias de las uniones y los divorcios
estamos teniendo familias menos estables. Desde la
perspectiva de la terapia familias sistémica podemos
encontrar que las familias de padres divorciados
afecta a los hijos como también se ha encontrado que
los hijos de padres divorciados tienen mayor
tendencia a formar familias menos estables y a
recurrir al divorcios, (Beck-Gernsheim, Elisabeth
2003:61).
g. Hijos criados sin los padres:
Como consecuencia de la migración, de las
separaciones y divorcios el índice de niños que se
crían sin padre está en aumento. Es un fenómeno
reciente pero que está creando problemas que aun
escapan de los gobiernos. Uno de cada seis niños se
está criando sin padres en Estados Unidos, (Toffler
1980:141). La delincuencia es un problema que se
ha salido de las posibilidades de los gobiernos y
muchos de los delincuentes son adolescentes y
jóvenes que han crecido sin los padres. La falta de
modelo y de autoridad paternal y aun maternal deja
prácticamente sin fundamento a tantos jóvenes que
optan por ir a las calles a delinquir o vivir la vida
loca.
h. Variada tipología de familias:
Las naciones tecnológicamente avanzadas están
actualmente llenas de una sorprendente variedad de
formas familiares entre las que encontramos:
matrimonios homosexuales, comunas, grupos de
personas de edad que se reúnen para compartir gastos
(y, a veces, experiencias sexuales), agrupaciones
tribales entre ciertas minorías étnicas y muchas otras
formas coexistentes.6 Entre las variadas formas de
familias también están las de parejas homosexuales,
matrimonios seriales, familias nucleares (padre o
6 Toffler (1980:142)
madre o ambos, con o sin hijos), familias extendidas
(padre o madre o ambos, con o sin hijos y otros
parientes) y familias compuestas (padre o madre o
ambos, con o sin hijos, con o sin otros parientes y
otros no parientes).
En circunstancias como estas es muy difícil para la
familia cumplir con la misión de Dios. Con el
deterioro de todas las instituciones el panorama es
más complicado por lo cual es necesario que la
iglesia asuma su papel como la familia de Dios. Es
necesario estimular y apoyar todos los planes de
enseñanza hogareña como también desarrollar una
pastoral familiar que responda a todos los desafíos
que enfrenta la familia. Tanto la iglesia casera como
la familia se apoyan en los componentes que
disponen como un sistema vivo y en constante
transformación. Los elementos biológicos,
psicológicos, sociales, culturales y del sistema
mismo sirven de palanca para seguir adelante ante
los constantes cambios.
Conclusión
A diario escuchamos muchas voces descalificando o
afirmando a la familia postmoderna. Las voces
pesimistas pronostican el fin de la familia nuclear y
prácticamente el fin de la familia como la hemos
conocido. Voces autorizadas aun declaran que la
familia moderna “nuclear” es las más desconcertante
de todas las instituciones sociales, Westerhoff, John
H. en Maldonado, Jorge E. (1995:135). Westerhoff
considera que la familia nuclear no es normativa, ni
histórica ni transculturalmente viable. Parece que
junto a los profundos cambios de la sociedad también
la familia se tambalea y baila al ritmo de esos
cambios. ¿Será que necesitamos reformular la
familia? ¿Ha cambiado la estructura y tipo de familia
con todos estos cambios? Es indiscutible que
necesitamos abocarnos a un modelo de familia que
se ajuste a la palabra de Dios y contextualizada a los
desafío posmodernos.
El modelo de familia que se necesita hoy es el que
propuso Jesús hace dos mil años. Un modelo de
familia donde prime el amor, la comunicación
sincera, el esfuerzo por entender a los demás. Un
integralidad
22
modelo que rechace el autoritarismo, la violencia, la
imposición y la desigualdad. Un modelo de familia
que está abierto a compartir con otros miembros de
la familia extensa. Un modelo de familia que forme
parte de una comunidad de fe donde todos en la
familia puedan compartir con otros sus valores y
creencias. Un modelo de familia culturalmente
relevante y bíblicamente saludable donde todos
puedan crecer interconectados con los demás. Un
modelo de familia donde se valore lo
intergeneracional de manera que en lugar de ser
exclusivista sea inclusiva celebrando el regalo que
son los demás.
Ante los grandes desafíos al que se enfrenta la
familia en el mundo posmoderno es más difícil
enfrentar de forma individual o desde una familia
nuclear o tipos de familias como la monoparental.
Existe una mayor probabilidad de éxito cuando
contamos con una estructura parecida a la antigua
familia tribal. Pero no contamos con ese tipo de
estructura en la actualidad. Es ahí donde entra en
juego la iglesia como una comunidad de fe relevante
y autóctona. Una verdadera comunidad humana
formada por múltiples familias que comparten su
peregrinaje. Familias de diferentes colores,
diferentes trasfondos, caminando en diferentes
estadios de la vida pero que deciden caminar juntos
en una misma fe, una misma esperanza y un mismo
Dios. Esto demanda que nos aboquemos a
estructurar una comunidad de fe o iglesia que
funcione como una familia formada por familias.
La propuesta para desarrolla familias saludables en
la era postmoderna compromete a las dos
instituciones antes señaladas: La iglesia como
comunidad de fe y la familia como la iglesia en
miniatura. Para lograr que ambas instituciones
funcionen debemos regresar al modelo bíblico
planteado por la iglesia primitiva que encontramos
de manera puntual en el libro de los Hechos. La
preocupación y meta de la iglesia no sería ser una
mega iglesia sino contar con redes de muchas
pequeñas y medianas iglesias en la ciudad. Las
pequeñas y medianas iglesias están conectadas unas
con otras y en su interior están conectadas por
familias. Esta manera de ser iglesia prioriza a la
familia como un sistema integral y sus servicios o
cultos se estructuran a la luz de la familia. Los
ministerios son estructurados para servir a la familia
y son guiados por familias. “Debemos dejar de
pensar en un ministerio de o para un grupo particular
de edad, de sexo o familiar y comenzar a vivir juntos
en comunidad como una familia de fe” (Westerhoff,
John H. 1995:153).
Hago causa común con los terapeutas familiares que
ven a la familia como un holon, palabra griega que
se refiere a la entidad que es simultáneamente parte
y todo. En ese sentido todos los miembros de la
familia son parte y el todo al mismo tiempo, pero a
la vez la familia como un todo es parte de otros
sistemas a los cuales influye y por los cuales es
influenciada. Con estos pensamientos concluyo
humildemente diciendo que las familias por más
crisis que estén viviendo tienen el potencial de
transformarse y transformar a toda una generación y
a la sociedad. La familia es como una semilla de
mostaza de la parábola de Mateo 13:32 “es las más
pequeña de todas las semillas; pero cuando ha
crecido, es la mayor de las hortalizas…” La mayor
de todas, el mayor potencial para transformar olas
que agitadas pretenden destruir todo lo que
encuentran a su paso. Pero esa semilla no alcanza el
éxito en sí misma sino a través de cumplir el
propósito de Dios o su Missio Dei que es ser una
iglesia doméstica que evangeliza, que se expande y
alcanza a su generación. De esta manera las familias
se constituyen en hogares, casas, iglesias hogareñas;
en fin parte de redes que se entretejen para vivir en
comunidad de amor y reconciliación. El reino
pequeño como esa semilla de mostaza se hace grande
y transforma todo.
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Sobre el autor: Félix Antonio Abreu Collado, Dominicano, pastor bautista, es Director de una agencia misionera del Caribe
llamada Blessing y Open Door Mission. Es terapista de familias con una Maestría del Eastern University y la
Universidad Autónoma de Santo Domingo. Está interesado en realizar investigación sobre los roles conflictivos
dentro de la familia pastoral y su impacto sobre la misión y vida de la iglesia.
.
integralidad 24
Relación entre la teología y las ciencias sociales y
su pertinencia con el proyecto de investigación y
tesis doctoral
La ciencia observa, plantea hipótesis y formula
teorías. Las Ciencias Sociales en su naturaleza
tienen esta misma teorización científica. Describen
los procesos sociales observables y nos ofrecen un
mejor entendimiento de la cultura. Ya que cumplen
una función descriptiva de los problemas sociales
pero no siempre pueden explicar sus causas y
consecuencias.
Como dice René Padilla:
“Ofrecen un modelo teórico de la realidad, pero
no pueden captar la realidad misma, la cual se
distingue siempre de los esquemas
interpretativos que la describen”, (Padilla, pág.
248) .
Por ejemplo pueden observar cómo afecta la
construcción de una identidad cultural frente a la
discriminación racial, pero ni identificarán este
problema social como pecado, ni se preguntarán por
su raíz espiritual. Pueden observar la degeneración
de la sociedad y la pérdida de los derechos humanos
por el problema de violencia, pero no llegará a la raíz
de este pecado en el corazón del hombre ni a un
concepto más elevado de justicia.
La Teología en cambio interpreta la realidad desde la
perspectiva de la fe y la revelación de Dios a través
de su Palabra. Esta cosmovisión bíblica abarca un
concepto del hombre, el mundo y la historia en
relación con un Dios Creador y Soberano y un
hombre caído en pecado y una sociedad afectada por
el mismo. También formula que Dios tiene un
propósito redentor para el hombre, el mundo y la
historia en su hijo Jesucristo.
A pesar de estas limitaciones, podemos reconocer
algunos aspectos coadyuvantes de las Ciencias
Sociales para la percepción teológica de la realidad,
los cuales detallaremos a continuación desde la
perspectiva de una visión de complementariedad
entre las Ciencias Sociales y la Teología:
1. Las ciencias sociales ayudan
a profundizar la comprensión
del estudio integral y socio
cultural del ser humano
En este sentido la teología dialoga con los demás
saberes. Por ejemplo, la reflexión teológica del
contexto de la pobreza y la marginación exige un
análisis en el que las disciplinas de las ciencias
sociales pueden contribuir a una mejor compresión
de la realidad, aunque nunca será exacto, ni preciso.
Entendiendo que el conocimiento humano también
fue afectado por el pecado y que el único que conoce
el corazón del hombre es Dios. Como dice el
antropólogo peruano Dr. Tito Paredes:
“Las ciencias sociales, sin dejar de reconocer sus
aportes al entendimiento humano, no deben
pretender tener un entendimiento acabado y
completo de la realidad humana ya que éste solo
lo posee Dios. Los cristianos podemos
complementar o corregir el panorama tomando
en cuenta el dato escritural sobre el ser humano;
éste ha sido creado a imagen de Dios, y afectado
por el pecado y la acción satánica a lo largo de la
historia. También podemos contribuir a
completar la visión del hombre y sus
posibilidades en Cristo. Las Ciencias Sociales
nos ayudan a describir, entender, interpretar y
explicar los fenómenos socioculturales. Nos
muestran el funcionamiento, la dinámica y
ciertas causas de comportamiento humano. Pero
la Palabra de Dios dará razón de las causas más
profundas y fundamentales del problema y
fenómeno humano.” (Paredes, 2000, pág. 17)
| TEOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES | Por Patricia Adrianzén
integralidad 25
2. Las ciencias sociales
cumplen un factor coadyuvante
en el estudio de todo el
quehacer humano, dentro de
ello también el quehacer
religioso
René Padilla escribe: “Las Ciencias Sociales prestan
un gran servicio a la iglesia cuando, en celoso
cumplimiento de su propio papel, describen la
realidad social en la cual vive y actúa la iglesia”.
(Padilla, pág. 251)
Las Ciencias Sociales nos pueden ayudar a integrar
una reflexión teológica con la realidad sociocultural
y nuestro accionar cristiano en medio de ella. Una
cosmovisión cristiana de la vida supone un
compromiso de fe y acción. Las Ciencias sociales
nos pueden orientar hacia donde llevar ese
compromiso cristiano. Entendiendo que estamos
frente a una realidad material y espiritual que ha sido
afectada por el pecado. No obstante las Ciencias
Sociales nos pueden orientar hacia donde llevar el
compromiso cristiano. Ya que describen la realidad
social en la cual vive y actúa la iglesia. En ese
sentido tendríamos el desafío de desarrollar un
enfoque cristiano de las Ciencias Sociales que nos
ayuden a entender los problemas humanos.
El antropólogo Tito Paredes también se refiere a este
tema:
“Los cristianos evangélicos, por el hecho de vivir
en el mundo, no escapan de ser tratados y
afectados por las ciencias sociales. En la vida
cotidiana especialmente los estudiantes y
profesionales entran en contacto de manera
directa o indirecta con el quehacer socio-
antropológico. Este contacto exige una respuesta
por parte de los evangélicos. Por otro lado, los
creyentes también pueden constituirse en objeto
de estudio de los científicos sociales, ya que el
fenómeno religioso y los movimientos
relacionados con él, constituyen hechos de un
constante interés para las ciencias socio-
antropológicas”. (Paredes, 2000, pág. 22).
Como cristianos debemos valorar el esfuerzo de las
Ciencias Sociales de comprender y explicar la
realidad humana en una búsqueda de la verdad de esa
realidad.
René Padilla concluye que “el compromiso cristiano
implica una visión de la realidad según la cual se
entiende que ésta es espiritual y material, creada por
Dios y afectada por el pecado humano, y que el
propósito de Dios para el hombre, el mundo y la
historia, ha sido revelado en Jesucristo”.(Padilla,
pág. 249). Tendríamos pues la responsabilidad de
conocer bien esa realidad asumiendo un compromiso
cristiano frente a la misma revelando la obra
redentora de Jesucristo.
3. “Las Ciencias Sociales
posibilitan un acercamiento
interdisciplinario a la realidad”
(Paredes, 2000, pág. 28)
Estamos de acuerdo con este postulado del Dr.
Paredes ya que las Ciencias Sociales nos dan la
oportunidad de acceder a otros tipos de conocimiento
que nos permita evaluar la realidad sin alejarnos de
nuestra postura bibliocéntrica.
La Biblia presenta una visión integradora del mundo
y del hombre, es nuestra base para interpretar la
realidad, y registra casos donde fue necesario hacer
una examen minucioso de la cultura para los cual
hubieran contribuido las Ciencias Sociales. Tal es el
caso de Pablo en el areópago y su rápido análisis de
la realidad del contexto social, que lo llevó a incluir
elementos de la cultura griega para comunicar y
contextualizar el evangelio. No estoy proponiendo
una fusión sino una colaboración. Tomando como
base también mi experiencia de literata y el uso que
hago de la literatura como una herramienta para
entender mejor la realidad latinoamericana.
Planteándome la pregunta ¿qué relación hay entre las
Ciencias Sociales y la Literatura? Comprobé que hoy
no existe una lectura solamente intratextual de los
textos. No se atiende solamente al lenguaje, la
estructura y la trama del relato. Si no se analiza la
complejidad del universo literario, sus modos
particulares de representar y significar la realidad.
Se analiza el texto literario desde otros campos de
estudio y perspectivas como la sociología, la
antropología, la historia, etc.
“Se va más allá del análisis formalista de las
obras, las preguntas en torno a la producción
integralidad 26
cultural en cierto contexto histórico, la
significación social del relato o la ideología de
los textos, resultan fundamentales para
enriquecer la exégesis literaria, así como para
renovar nuestras tradiciones de análisis y el modo
en que concebimos la literatura en la actualidad.”
(Presentación del Dossier. Espacio froterizo
Literatura y Ciencias Sociales, 2016)
La Literatura es también objeto de estudio de las
Ciencias Sociales e intenta interpretar la realidad a
través de un texto simbólico. La literatura nos da una
lectura de la realidad contemporánea. En ese sentido
el texto literario sería concebido además como un
objeto cultural.
Es interesante analizar este “espacio fronterizo”
entre las humanidades y las ciencias sociales.
“Beatriz Sarlo ha dicho que "una sociedad habla,
entre otros discursos, con el de la literatura"
(1983: 9). Desde esta perspectiva, el texto
literario puede ser concebido como un universo
abierto de significación y sentido, que congrega
en sí mismo el discurso implícito de actores
sociales, valores culturales y tradiciones
lingüísticas, y en donde se reproducen conflictos
de poder y valor. Entender la literatura como
"producción simbólica", institución y práctica
social, logra repensar lo extratextual no como un
simple contexto o un trasfondo ajeno a lo
literario, sino como una dimensión necesaria en
la que el texto y la sociedad adquieren su forma
y se instituyen. Por lo mismo, analizar la
construcción formal de los textos literarios debe
suponer que las maneras de ver y representar la
realidad tienen significados sociales.”
(Presentación del Dossier. Espacio froterizo
Literatura y Ciencias Sociales, 2016)
La literatura también da cuenta de cómo nos
observamos y nos conocemos. Los textos son
producto de un momento histórico. La literatura
tiene una dimensión cultural e histórica. La ficción
puede ser un espacio que da lugar a la conformación
de las memorias colectivas. Puede tener una función
de denuncia o contestataria como el caso del escritor
José María Arguedas, escritor y antropólogo cuya
obra hemos elegido para nuestra investigación.
4. Las ciencias sociales amplían
la visión de la teología y han
dado lugar a otros procesos de
pensamiento:
Como la Teología de la Liberación, corriente
teológica que confronta la misión integral de la
iglesia a partir de los años 60 en una nueva búsqueda
de un cambio que afecte las condiciones del vivir de
los más necesitados. El teólogo Juan Stam reconoce
una “nueva visión histórica y praxeológica de la fe,
según la Teología de la Liberación, las Ciencias
Sociales deben reemplazar a la filosofía como
instrumental de preferencia para el teologizar”.
(Stam, 2005, pág. 209). Surge así una nueva
hermenéutica que enfatiza el sentido histórico y
socio económico del texto bíblico.
Stam señala que:
“A partir de los años 60 la sociología
latinoamericana (y tercermundista en general) se
orientó a considerar más el binomio opresión-
liberación que los latinoamericanos adoptaron
como un cambio de paradigma, pues lo
encontraron más realista en su situación y
fecundo para su análisis. Conscientes de este
decisivo cambio de clave hermenéutica muchos
teólogos latinoamericanos encontraron el mismo
binomio opresión/liberación en las Escrituras.
De ahí nacerá la TL”: (Stam, 2005, pág. 213)
Un claro ejemplo de esto son las palabras del Padre
Gustavo Gutiérrez que cito a continuación:
“Se ha operado de este modo una transformación
importante en el campo del análisis social que
requiere la teología de la liberación para su
conocimiento de las condiciones de vida del
pueblo latinoamericano. Ello la ha llevado a
incorporar valiosas perspectivas y nuevas
vertientes de las ciencias humanas (psicología,
etnología, antropología) para el examen de una
situación intrincada y móvil”. (Gutierrez,
Teología de la liberación, 2012, pág. 22)
Este es un claro ejemplo de la influencia de las
Ciencias Sociales en la Teología. Como añadía
Gutiérrez “Se impone dentro del terreno científico
mismo, y desde razones que vienen de la concepción
del mundo en contexto cristiano, un discernimiento
riguroso. Discernimiento, no temor ante los aportes
de las disciplinas humanas”. (Gutierrez, Teología de
la liberación, 2012, pág. 23)
En el campo de la Teología evangélica, con respecto
integralidad 27
a la Teología de la Liberación, tanto René Padilla
como Juan Stam recomiendan examinarlo todo y
retener lo bueno: “Sería mucho más evangélico,
exegético y paulino examinar la TL honesta y
serenamente, retener lo bueno, y abstenernos de todo
lo que, entendido con claridad, no parece ser bueno”.
(Stam, 2005, pág. 206)
Samuel Escobar reconoce que a raíz de este hecho
“los pensadores evangélicos latinoamericanos han
trabajado en una tarea teológica dual” (Escobar,
1998, pg 11) en una labor crítica y constructiva.
Enfatizando que lo que distingue a la perspectiva
evangélica “es un énfasis sobre la primacía de la
autoridad bíblica en su método teológico y la
insistencia de mantener la actividad evangelizadora
en el centro de la misión de la iglesia”. (Escobar,
1998, pág. 11)
Todo esto afectó aún la comprensión misiológica:
“Una nueva lectura de la Biblia, dentro de la
crisis social de la década del sesenta en
Latinoamérica, hizo que teólogos de todas las
tradiciones redescubrieran algunos aspectos del
mensaje bíblico que habían permanecido
oscuros, desconocidos o intencionalmente
olvidados. Fue necesario reconocer que temas
tales como justicia, pobreza, opresión y
liberación no son desviaciones ocasionales aquí
o allí de las grandes líneas de la enseñanza
bíblica. Son enseñanzas que no pueden separarse
del meollo de la revelación que Dios nos da de sí
mismo en Jesucristo. Son aspectos intrínsecos de
todos los otros temas tales como la revelación, la
relación con Dios, el arrepentimiento y la
naturaleza de la vida cristiana”. (Escobar, 1998,
pág. 14-15)
Haciendo entonces la salvedad que “en vez de
ratificar los proyectos marxistas con lenguaje
bíblico, los evangélicos propusieron explorar y
desarrollar el potencial transformador de su
presencia misionera distintiva en las sociedades
latinoamericanas” (Escobar, 1998, pág. 19). La
teología evangélica latinoamericana también hizo
uso de las herramientas de las Ciencias Sociales.
Juan Stam señala que:
“la antropología y la misionología (aun cuando
esta haya sido conservada teológicamente) han
insistido en la necesidad de la contextualización
del evangelio a cada cultura. Esta tarea es
indispensable para la comunicación eficaz del
mensaje evangélico en toda su plenitud. Pero
también la tarea contextualizadora viene ya
implícita en el evangelio mismo”. (Stam, 2005,
pág. 207).
Las Ciencias sociales han contribuido entonces a
brindar herramientas que esa perspectiva de la
misión integral necesitaba. La misión integral tiene
también una comprensión de lo social, busca
entender la cultura. La Misión Integral se vale un
poco de la CCSS, para entender y sustentar la misión.
Es en esa perspectiva que la misión integral coincide
con algunos de los presupuestos de la teología de la
liberación, tales como: el modelo de misión
contextualizado, tomar en cuenta la realidad, el tema
del rol profético de la iglesia (anuncio y denuncia del
pecado). Aunque en su análisis de la realidad afirma
que “la necesidad más amplia y concreta del ser
humano es su encuentro personal con Jesucristo”.
(Padilla, 1986, pág. 191). Padilla añade que
“evangelización y responsabilidad social son
inseparables. El Evangelio es buenas nuevas acerca
del Reino de Dios. Las buenas obras, son las señales
del reino” (Padilla, 1986, pág. 191).
“Cada necesidad humana, por lo tanto, puede ser
usada por el Espíritu de Dios como el punto de
partida para la manifestación de su poder real.
Por eso, en la práctica es irrelevante la pregunta
si la evangelización o la acción social deben
venir primero. En cada situación concreta, las
propias necesidades proveen la definición de las
prioridades” (Padilla, 1986: 191-192).
En esta misma línea, otros teólogos y biblistas
evangélicos que sostienen su pensamiento teológico
en la corriente de la Misión integral coinciden en
relación con el modelo de misión de Jesús, como el
de la denuncia de los sistemas de opresión y la
opción por los pobres. Al respecto, Harold Segura
sostiene que:
“Los pobres, los presos, los ciegos y los
oprimidos, estos y todos los demás, cada cual con
su miseria, es invitado a la mesa del Reino, donde
hay abundancia de gracia para todos. En la
perspectiva universal de Lucas, la misión de
Jesús está dirigida hacia la plenitud de vida
integral y se cumple anunciando las buenas
nuevas a quienes han sufrido desde siempre la
mala noticia de su desgracia, proclamando
libertad a quienes han sufrido la esclavitud,
dando vista a los que han padecido la oscuridad,
poniendo en libertad a los que solo saben de
tiranías y subyugaciones, en fin, proclamando
que algo nuevo ha comenzado con la presencia
de Jesús, "el hijo de José" (Segura, 2006:28).
integralidad 28
En esa misma línea, Darío López, sostiene que:
“La perspectiva teológica lucana es bastante
clara: Desde el mundo de los pobres se teje una
perspectiva integral de la misión cuyo horizonte
apunta a una transformación de todas las cosas,
se articula un discipulado radical jalonado por
una fe inquebrantable en el Dios de la vida, se
afirma el valor innegociable de la vida humana
como un don de Dios, se construye la paz y se
afirma la dignidad de todos los seres humanos
como creación de Dios” y concluye que: “de esa
manera, se ensancha el horizonte misionero
abriéndose a nuevas situaciones y se dilata los
alcances de la misión liberadora del carpintero de
Nazaret” (López, 2004:50)
Rene Padilla, uno de los denominados padres de la
Misión Integral, pone énfasis en el planteamiento
teológico que asume que Dios tiene una
preocupación especial no solo por las necesidades
espirituales del ser humano, sino también por los
asuntos más mundanos o materiales.
“... la misión integral es la misión orientada a la
satisfacción de las necesidades básicas del ser
humano, incluyendo su necesidad de Dios, pero
también su necesidad de amor, alimento, techo,
abrigo, salud física y mental, y sentido de
dignidad humana” (Padilla, 2006:32).
Harold segura introduce un aspecto importante de la
contribución de la misión integral a la teología
latinoamericana: la encarnación.
“La opción nazarena de Jesús es la clave para
entender viejos, aunque nunca resueltos, temas
de la misionología latinoamericana, como la
«inculturación», la «inserción», la
«acomodación», la «contextualización» o la
«encarnación». Diferentes términos que apuntan
hacia una misma verdad y que dan fe del esfuerzo
por comunicar lo que Jesús nos enseñó con su
vida, que se insertó en su comunidad para
redimirla.”(Segura, 2006: 9).
René Padilla enfatiza en la dimensión social del
evangelio y la contextualización histórica de la
misión.
“El llamado al arrepentimiento apunta a la
dimensión social del evangelio. Llega al hombre
esclavizado por el pecado en una situación social
específica, no al "pecador" en abstracto. Es un
cambio de mentalidad que se "concretiza" en la
historia. Es un volverse del pecado a Dios, no
meramente en la subjetividad del individuo, sino
en el mundo. Esto puede verse claramente
ilustrado en la proclamación del Reino por parte
de Juan el Bautista”. (Padilla, 1986:19)
5. Relación de las ciencias
sociales con el proyecto de
investigación y tesis doctoral
titulado: “una lectura teológica
de la obra de José María
Arguedas en un diálogo con
Gustavo Gutiérrez: una
contribución a la misión de la
iglesia evangélica”
“…es hermenéuticamente posible comprender
los procesos sociales a través de los individuos.
La vida y la obra del insigne escritor y
antropólogo José María Arguedas, bien puede ser
ese camino para comprender nuestra acción
social”. (Cuenca, Ricardo. Pajuelo Ramón,
2014, pág. 9)
Inicio esta segunda parte del ensayo con las palabras
que Ricardo Cuenca y Ramón Pajuelo escriben en su
introducción al libro de ensayos que ambos editan
Arguedas. El Perú y las Ciencias Sociales nuevas
lecturas, porque coincido con ellas.
Elegí para mi tesis a un autor como José María
Arguedas justamente porque él construyó un puente
entre la literatura y las Ciencias Sociales, vinculando
Literatura, Sociología y Antropología. En sus
cuentos y novelas él explora las relaciones sociales
del hombre del Ande; y en la ciudad del migrante,
como temas claves de su antropología.
Arguedas percibe una realidad nacional compleja.
Su temática andina confronta al gamonalismo y su
temática citadina al capitalismo, haciendo un claro
diagnóstico de los sistemas de opresión de nuestra
sociedad. Su obra tiene implícita un proyecto de
justicia social.
Arguedas vivió y expresó los principales procesos y
problemas de la sociedad peruana algunos de los
cuales aún no alcanzan solución. Sus novelas son
una aproximación vivencial a la realidad y en ellas se
pregunta además por el Dios liberador. Vincula
Literatura y Teología cuando argumenta la necesidad
integralidad 29
de un Dios que se reintegra. “Que se reintegra a la
vida de Arguedas y a la de su pueblo”. Como explica
el padre Gustavo Gutiérrez en su ensayo “Entre las
Calandrias”. (Gutierrez, Entre las Calandrias, 1982,
pág. 245). Un Dios que se solidariza con la justicia
y es opuesto al Dios de los señores y los hacendados,
al Dios inquisidor que hace sufrir. Arguedas
presiente al Dios liberador, al Dios que consuela a
los marginados y explotados.
Comprobaremos que sus obras tienen una
perspectiva teológica. El escritor encuentra lo
religioso en la vida del mismo pueblo que describe.
Retrata la fe religiosa de un pueblo explotado que al
mismo tiempo es creyente.
En su análisis sociológico Arguedas sostiene que el
individualismo va a destruir a la humanidad y que
solo en la fraternidad está la grandeza de la
humanidad. Por eso propone la fraternidad de los
pobres.
En su novela “El Zorro de arriba y el zorro de abajo”
además de plantear la migración como un problema
social, vislumbra el devenir histórico de la
modernidad y la desesperanza.
Juan Carlos Ubilluz en su ensayo “La Teología
Política de José María Arguedas” redescubre en la
narrativa de Arguedas un proyecto político que
vincula de alguna manera con la Teología de la
Liberación: “Ubilluz propone distinguir dicha
“Teología Política” arguediana respecto de la
teología de la liberación formulada por el padre
Gustavo Gutiérrez, aportando así una fructífera vía
analítica que podría permitir superar la fuerte
disyuntiva planteada en la discusión sobre la vida y
obra de Arguedas entre su múltiple labor de defensa
de lo indígena de sus aspiraciones políticas más
amplias”. (Ubilluz, 2014, pág. 12)
Arguedas es un escritor singular que supo combinar
literatura y Ciencias Sociales. Convirtiéndose en un
narrador y científico social. Ubilluz se atreve a
asegurar que “Arguedas no es simplemente un
escritor de la particularidad andina. Arguedas es un
escritor que, al desplegar fielmente la singularidad
andina, incide en el devenir de la universalidad
socialista”. (Ubilluz, 2014, pág. 51)
Esperamos encontrar conceptos teológicos en la obra
de Arguedas vinculados de alguna manera a la
teología del Padre Gutiérrez. Por ejemplo Ubilluz
señala que para su personaje el padre Cardozo (en El
Zorro de arriba y el Zorro de abajo) “la salvación del
alma no solo debe ser espiritual sino material”
(Ubilluz, 2014, pág. 60) en palabras de Arguedas
escondido tras su personaje el padre Cardozo
encontramos escondido este concepto: “Joven, hay
que destruir la dependencia; no hay salvación
completa del alma en los países subdesarrollados”
(Arguedas, 2011, pág. 181). Me atrevería a asegurar,
aunque aún no he iniciado la investigación de mi
proyecto, que como éstas encontraré muchas otras
claves de la teología de Arguedas: como la mirada
soteriológica que acabo de describir “de la salvación
en términos de liberación” y el concepto de pecado
estructural en una sociedad estratificada
¿Cuánto bebió Arguedas de las nacientes Teologías
de la liberación antes de morir en el año 1969? Y
¿cuánto tomó Gutiérrez de las novelas de Arguedas
para interpretar la realidad peruana antes de escribir
Teología de la liberación en el año 1971? ¿Por qué
Gutiérrez inicia su obra Teología de la Liberación
citando un texto de la novela: Todas las sangres de
José María Arguedas? ¿Por qué hace referencia a “la
fraternidad de los miserables” de Arguedas en su
obra Beber de su propio pozo al proponer la
espiritualidad como una experiencia colectiva? ¿Por
qué Arguedas escribe de su puño y letra en una postal
dirigida a Gutiérrez pocos meses antes de morir las
siguientes palabras: “¡Qué bien nos entendemos y
vemos juntos, la luz que nadie regocijadamente
apagará!”?. Preguntas que espero responder también
a través de mi tesis doctoral.
Bibliografía
ARGUEDAS, J. M. (2011). El zorro de arriba y el
zorro de abajo. Lima: Editorial Horizonte.
CUENCA, Ricardo. PAJUELO Ramón. (2014).
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lecturas. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
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Argentina: Kairós.
GUSTAVO, G. (s.f.). Beber de su propio pozo.
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GUTIÉRREZ, G. (1982). Entre las Calandrias.
integralidad 30
Lima: Centro de Estudios y Publicaciones.
GUTIÉRREZ, G. (2012). Teología de la liberación.
Lima: Centro de Estudios y Publicaciones.
PADILLA, R. (s.f.). Ciencias sociales y compromiso
cristiano. Boletín teológico. N 31, 247-251.
PAREDES, T. (2000). El evangelio: un tesoro en
vasijas de barro. Perspectivas antropológicas y
misionológicas de la relación entre el evangelio y la
cultura. Buenos Aires: Kairos- ediciones.
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Literatura y Ciencias Sociales. (27 de enero de
2016). Obtenido de Andamios Volumen 8. N° 15:
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00632011000100001&lng=es&nrm=iso
STAM, J. (2005). Haciendo Teología en América
Latina. Volumen 2. Costa Rica: Liografía Ipeca.
UBILLUZ, J. C. (2014). La Teología Política de José
María Arguedas. En R. C.-R. (Editores), Arguedas:
El Perú y las Ciencias Sociales, nuevas lecturas
(págs. 31- 69). Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Sobre la autora: Patricia Adrianzén de Vergara (Peruana), casada con Roger Vergara. Trabaja en Alianza Cristiana y Misionera
Pueblo Libre, Lima – Perú, y Ediciones Verbo Vivo: Forjando una sociedad con valores para el siglo XXI, es
Directora y Editora del mismo desde 1996. Estudió Literatura en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Actualmente es estudiante del Programa Doctoral
Latinoamericano en Teología (PRODOLA).
integralidad 31
Orígenes y fundación de la Iglesia Misionera
Evangélica en la ciudad de Cerro de Pasco (IME)
Introducción
En el Perú de mediados del siglo XX comenzaba a
gestarse un nuevo modo de ser evangélico que se
distinguía de aquel que nos llegó del protestantismo
que participó en las gestas independentistas en
América del Sur, y cuyo énfasis heredado de la
Europa post Revolución Francesa, se interesaban en
los ideales como igualdad, libertad y progreso. De
ahí que parte de la historia protestante en el Perú está
ligada no sólo a los esfuerzos evangelizadores, sino
a movimientos de alfabetización, educación y la
presencia de cristianos en política. Con la irrupción
de los movimientos evangelicales al Perú,
especialmente llegados desde Estados Unidos, no
sólo surgió una nueva identidad que se distinguía del
protestantismo, esto es, el ser evangélicos, sino que
el énfasis se redujo a la evangelización basados en la
Gran Comisión, especialmente como grupo
minoritario y en respuesta a la mayoría católico-
romana que ostentaba el monopolio de la religión en
el país.
Mi testimonio como cristiano evangélico ha sido
marcado por un llamado misionero nutrido por la
experiencia vivida en el propio entorno familiar, la
vida eclesial alimentada por un espíritu
evangelizador orientado hacia lo que se llamó en su
momento los “campos blancos” y el modelo de
plantación de iglesias usando como estrategia las
reuniones en casas.
Lo que aquí presento es un documento histórico en
el que se narran cómo influenció todo ese
aprendizaje que se inició en mi hogar y otros hechos
que se dieron desde mi niñez y a lo largo de mi
peregrinaje como cristiano evangélico, desde los
esfuerzos evangelizadores, tanto en el contexto de las
iglesias locales, donde tuve el privilegio de
participar, como en mi propio entorno familiar, hasta
esas formas misionales de los grupos en casas con el
propósito de hacer discípulos y levantar una iglesia
con vocación misionera. Esta es la historia de cómo
se llegó a fundar la Iglesia Misionera Evangélica de
Cerro de Pasco.
I. Mis primeros años en
Huancayo y la iglesia
Nací en la ciudad de Huancayo, capital de la región
Junín, ubicada en la parte central de la sierra peruana,
llamada también “Ciudad Incontrastable”. Su
nombre Huancayok o Wankayuc proviene de dos
vocablos quechuas, “Wanka” que significa “piedra”
y “yok” o “yuc”, “el que posee o tiene”; es decir,
etimológicamente es “el lugar de la piedra”. El
título de “Ciudad Incontrastable” –la que no puede
ser dominada–, le fue otorgado por Torre Tagle en
reconocimiento a la valentía de sus pobladores en la
guerra de la independencia, y como premio a la
inmolación de los huancas en la batalla de Azapampa
en 1820.
1. Evangelización y Misiones en el
contexto familiar
Fueron tres las situaciones que de alguna manera
influenciaron el ambiente religioso en el que crecí.
a. La constitución de 1839
Acerca de la situación de la religión en el ámbito
constitucional en el Perú, es importante señalar el
hecho de que en las constituciones Vitalicia de
Bolívar (1826) y la de la Confederación Perú-
Boliviana (1837), no se consideró, ni proteger a la
Iglesia Católica Romana, ni prohibir la libertad de
culto. Sin embargo la constitución que se firmó en
| TEOLOGÍA, IGLESIA Y MISIÓN | Por Daniel Cueva Carhuanca
integralidad 32
Huancayo en 1839, el artículo 3º declara: «Su
religión (del Estado) es la Católica, Apostólica, y
Romana, que profesa sin permitir el ejercicio público
de cualquier otro culto».
Este fue el marco legal con el que tuvieron que lidiar
los protestantes en el Perú posteriormente los
movimientos evangélicos, especialmente a fines del
siglo XIX e inicios del XX.
Fig. Nº 1
b. Mi profesión de fe
Tuve la bendición de nacer en un hogar evangélico,
cuyos padres, miembros de la Iglesia Evangélica
Peruana (IEP) de Huancayo, estuvieron
comprometidos con la difusión del evangelio en un
contexto en el que se debía hacer frente a las
dificultades que se presentaban en el proceso de
evangelización pública.
c. La acción social de la iglesia evangélica
Durante la segunda mitad del siglo XX se agudizó un
debate en los ambientes evangélicos sobre la misión
de la iglesia y su rol en la sociedad. La discusión era
en torno a si la iglesia debía cumplir una función
socializadora en el área de la educación
especialmente, o es que ésta debía dirigir todos sus
esfuerzos hacia el cumplimiento de aquello que se
llamó la Gran Comisión, un enfoque hacia la
evangelización como la tarea suprema de la iglesia
basado en el texto de Mateo 28:19-20.
1 iepcusco.wix.com/web#!nosotros. 2 He resaltado en negrita algunos nombres, pues ellos forman
En el período comprendido entre 1930 - 1967 la
acción social de la Iglesia había pasado a un segundo
plano, yo diría perdiéndose casi por completo en los
últimos años, de tal manera que se impuso en el
debate sobre la prioridad de la iglesia, esa
comprensión de una iglesia en continua
evangelización.
En el año de mi nacimiento, 1946, ocurrieron dos
hechos que son importantes para entender de cerca
cómo es que mi familia y yo estuvimos
comprometidos con la evangelización y las ideas que
le fueron dando forma a nuestro pensamiento como
evangélicos.
2. Mis primeros años
a.1. La 1º Asamblea General de la IEP en
Huancayo
Sobre la primera Asamblea General de la IEP, la
página web “Historia de la IEP Cuzco”1 dice lo
siguiente:2
IX. El Jueves primero de Agosto de l946 en la
ciudad de Huancayo, siendo 8.45 de la mañana se
inauguró la primera ASAMBLEA GENERAL de
la IEP, convocada por el presidente de la junta de
convocatoria hermano Ignacio Zúñiga con la
asistencia de 12 presbiterios con sus respectivos
representantes: Cerro de Pasco, Félix Panduro;
Jauja - Huancayo, Juan Cueva y Acisclo Mesías;
Huallaga, Juan Espinoza y Víctor Posadas;
Lima, Saúl Barrera y Celso Rodríguez; Monzón,
Germán Beteta y Fortunato Blas; Nazca-
Parinacochas, Pedro C. Diaz y Pablo Ramos V;
Nor-Oeste, Fabián Vásquez; Pachitea, Santiago
Gómez y Víctor Durand; Tarma, Fortunato
Demarine y Espíritu Marcos; Unión Llata,
Abraham de Ita y Norberto Jaimes; Yauli, Serafín
Camargo y Jerónimo E. Osores; Yauyos, Esteban
Chaupín y Concepción Cristóbal y el delegado al
Perú Interior, Carlos Segundo del Castillo Flores
y el delegado fraternal por la Unión de Esfuerzos
Cristianos, Hermano Rubén Paredes. En la que
se elige la Primera Junta Directiva de la
Asamblea General de la Iglesia constituida por
los hermanos Juan Cueva, Juan Espinoza,
Acisclo Mesías y Abraham de Ita
X. El 11 de Agosto de l947, en Asamblea
General, se aprobó los Estatutos de la Iglesia
Evangélica Peruana, el mismo que fue elevado a
parte importante de mi vida como cristiano como veremos mas adelante.
integralidad 33
Escritura pública el 24 de Abril de 1948, por ante
el Notario Público doctor Miguel A. Córdova, el
que fue inscrito en la FICHA N° 13088,
ASIENTO 01 del 25 de Mayo de l948. Este
Estatuto sufre una Modificación Total en
Asamblea General del 21-01-1997, inscrito en el
asiento 11 del 6 de Junio de 1997.
a.2. Mis recuerdos del local de la IEP –
Huancayo
En sus inicios, las reuniones de la IEP Huancayo se
celebraban en un local cedido por la familia Maraví
en la Calle Cajamarca, cercano a la Calle Real, donde
asistíamos con toda la familia. Posteriormente se
trasladó al local que actualmente tiene ubicado en la
calle Arequipa (ver Fig. Nº 2).
Fig. Nº 2: Iglesia Evangélica Peruana de la Calle Arequipa
(Huancayo)
Desde mi punto de vista, la IEP - Huancayo muy
contrariamente a la visión de su formación de ser una
Iglesia que reúna a todas la denominaciones en una
sola “Iglesia Evangélica Peruana”, en la práctica era
fundamentalmente denominacionalista y cerrada
para trabajar con otras denominaciones, aún en el
bien de propagar el evangelio.
b.1. La formación de la primera Sociedad
Misionera Peruana, conformada por
peruanos
En su informe “FUNDACION DE LA PRIMERA
SOCIEDAD MISIONERA EN PERU - Asociación
Misionera Evangélica (AMEN) - 21 Agosto de
1946”, Samuel Cueva dice lo siguiente:
3 Juan Cueva, entrevista (Lima, 24-12-2002).
« El hermano Baltasar Rubio, un pastor de las
Iglesia de los Nazarenos en Chiclayo, fue
invitado para dar un informe sobre la obra
misionera, y habló sobre la necesidad de
misioneros para los campos blancos de la selva
peruana. (Kessler, 1967, pp. 272-273). Esto tuvo
lugar en la ciudad de Huancayo el 5 de Agosto de
1946, en un culto de la Primera Asamblea
General de la Iglesia Evangélica Peruana IEP.
(Barrera, 1993, p. 271). “El llamamiento del
Señor se produjo a raíz de ese informe del
misionero peruano, Rubio, que trabajaba con la
iglesia de los nazarenos. El habló sobre su trabajo
y las necesidades de la tribu de los Aguarunas, en
el norte del país. (Cueva, 1991, p. 103).
Según Saúl Barrera, en esa Primera Asamblea de
la IEP realizada del primero al 6 de Agosto de
1946 en Huancayo, también se organizó la
Sociedad Misionera de la IEP. (Barrera, 1993, p.
271). Aquí la historia de Juan Cueva y Barrera
coinciden en decir que el llamamiento misionero
surge a raíz del llamado que hizo el pastor
nazareno Baltasar Rubio, pero Barrera se
equivoca al mencionar que la Sociedad
Misionera era de la IEP. ¿Por qué? Porque según
Juan Cueva, la IEP nunca respondió al llamado
misionero como denominación; ‘fui yo que como
presidente pedí que se suspendan las sesiones
para ir a participar del culto en esa noche donde
recibimos el llamado para la obra misionera’.3
Cueva sigue explicando y dice, ‘el llamado de
Dios fue de hecho a la Asamblea de la IEP, la
respuesta fue un silencio profundo; la Asamblea
como tal no respondió al llamado de Dios’. En
consecuencia ningún delegado presente en la
Primera Asamblea de la IEP respondió a esta
invitación del Espíritu Santo. ¿La razón?
Probablemente la IEP estaba muy ocupada en su
organización, y por otro lado, les era difícil
ayudar a los Nazarenos en la obra entre los
Aguarunas, por ser una denominación diferente a
la IEP. »
En respuesta al llamado misionero se reunieron:
Margarita Alfaro, Nelly López, Delia Durand, Rubén
Paredes, Manuel Segura, Edmundo Alfaro, Paulino
Alfaro, Amadeo Reina, Víctor Posadas, Clemente
Paredes, Juan Cueva, y Celestina de Cueva. Estos
Jóvenes, luego de un periodo de oración, deciden
formar la primera Sociedad Misionera Evangélica
Peruana, conformada por peruanos y con la visión de
enviar misioneros a los campos blancos dentro del
país. Esta Sociedad Misionera copió el modelo de
las Sociedades Misioneras europeas, y entre sus
miembros incluyeron a todos aquellos hermanos que
tengan la misma visión, independientemente de su
integralidad 34
denominación. Este hecho estuvo lejos de la
comprensión de la IEP, por lo que años más tarde,
con acusaciones y calumnias de algunos
“hermanos”, fueron expulsados de la membresía de
la IEP Huancayo Juan Cueva, Celestina de Cueva,
Rubén Paredes, Margarita Alfaro, Clemente Paredes,
Santos Paredes.
Como Sociedad Misionera Evangélica, se
comprometió con los primeros misioneros
nacionales; entre ellos, Víctor Posadas (misionero
con trabajo en la selva entre los Shipibos) como diría
nuestro hermano Roger Márquez - ¡muy
emocionado! –“Víctor Posadas fue el primer
misionero Peruano en llegar a la selva– quien
también es fundador de varios centros poblados”,
Vicente Coral y Delfín Flores en la zona del Valle
del Sisa, Juan Bautista, hermano quechua hablante
en la zona alta del Cuzco, Manuel Segura en
Chalhuanca, Ayacucho, y otros cuyos nombres no
recuerdo, pero están escritos en el libro de la vida
como tantos otros que desde el anonimato trabajaron
y aún continúan haciéndolo en pro de la
evangelización del país. También se identificaron
con la visión misionera los misioneros: Edith Vda.
de Tuanama, Ana Sopper, Omer Emerson, Juan
Speed, Ray Miller y otros.
Más adelante, la Sociedad Misionera adoptó un
nuevo nombre, AMEN (Asociación misionera
Evangélica Nacional) y posteriormente Asociación
Misionera Evangélica a las Naciones. En 1977 se
integraron un grupo de jóvenes Metodistas, entre
ellos, Obed Álvarez, Alberto Garcés, Esdras Villar,
Eliseo Soto, Eusebio Manita.
b.2. Actividades de la Sociedad Misionera
Se realizaban conferencias anuales en la casa de mis
padres, a donde venían los misioneros para participar
en las reuniones. Recuerdo una ocasión en que el
Hermano Víctor Posadas llegó con un Curaca de la
tribu de los Shipibos con todo su atuendo
correspondiente a su jerarquía. También
participaban de estas conferencias algunos
misioneros asociados. A quien más recuerdo es a
Edith Vda. de Tuanama quien asistía todos los años,
también participaban muchas más personas. Durante
estas reuniones se cocinaba en la casa con
participación activa de Celestina de Cueva, mi
madre, Margarita de Paredes y eventualmente otras
hermanas.
Fig. Nº 3: En una de las conferencias de la Sociedad Misionera,
aparecen: Juan Cueva, Omer Emerson, Víctor Posadas, Manuel
Segura, Augusto Alfaro, Consuelo de Paredes, Irene Rojas,
Celestina de Cueva, José Cueva (y otros que no los puedo
identificar)
c. Fundación de la IEP del Tambo
Como mencioné líneas arriba, los hermanos Juan
Cueva, Rubén Paredes, Santos Paredes y Clemente
Paredes, fueron expulsados de la IEP - Huancayo sin
embargo lejos de desanimarse, el mismo fin de
semana fundaron una nueva Iglesia Evangélica, para
lo cual alquilaron un local céntrico estratégico entre
las calles Julio C. Tello y Real en el Distrito de El
Tambo, recuerdo también que como el local no tenia
mas que dos ambientes, normalmente los cultos de
escuela dominical los realizábamos en terrenos
cercanos a la iglesia, que para entonces aún no eran
áreas construidas.
El primer Pastor de la Iglesia del Tambo (así lo
denominábamos) fue el Hermano Félix Calle,
también se asoció con la Iglesia el misionero Ernesto
Eish, posteriormente asumieron el pastorado el
misionero Gerald Rosse, Herbert Poganatz.
Posteriormente la iglesia adquirió un terreno de
2000m2, donde se construyo el local de reuniones
como apreciamos en la fig. Nº 4 –en forma
provisional– participando personalmente en su
construcción entre 1971 y 1972 pues, “se pensaba
construir en el futuro un local definitivo para el
Templo” de la iglesia, sin embargo a la fecha el
ambiente sigue utilizándose como templo.
Posteriormente se procedió a construir un edificio
para un Colegio “El Buen Pastor”, con apoyo de una
integralidad 35
Misión Alemana, representada por el hermano
Herbert Poganatz. Ver fig. Nº 5
Fig. Nº 4: Local de la sala de reuniones
Fig. Nº 5: Área construida para el colegio “El Buen Pastor”
Años más tarde la Iglesia se reincorporó a la
denominación de la Iglesia Evangélica Peruana
(IEP).
3. Mi compromiso con el evangelio
Si bien es cierto, como vimos líneas arriba, hubieron
muchos hechos positivos en mi formación como
creyente, también algunos aspectos negativos, como:
la expulsión de mi familia de la fraternidad de la IEP
en mis primeros años y en una fecha muy cercana a
la Navidad (fecha en que como todo niño esperaba
regalos), la doble vida que veía en algunos de los
lideres de la Iglesia (lo que sin duda es mas fácil ver),
había entonces la prohibición para ir al cine porque
era considerado un pecado; sin embargo, no han sido
pocas las veces que me encontré con algunos lideres
de la iglesia en la entrada de los cines, sosteniendo la
Biblia bajo el saco, y a quienes los saludaba muy
efusivamente. Sin duda, situaciones como éstas,
sirvieron como “pretexto” para pensar que llevar una
doble vida, una en la Iglesia y en la casa, y otra en la
calle, me parecía normal, y realmente no tenía
necesidad de reconocer a Cristo como mi Salvador,
de modo que si tenia una vida desordenada, me
parecía normal.
A la edad de 17 años pasé por una crisis personal,
pues en estando en el colegio y al ver el orden de
mérito en la libreta de notas, estaba considerado en
el último lugar (44 de 44). Fue por esos días que
escuché a mi padre decir a una de las amigas de mi
hermana, “aquí en la casa yo pongo las reglas, pero
no sé lo que ella haga en la calle”. Realmente creí
que se refería a mí pues esa era mi forma de vida,
este hecho motivó que vuelva la mirada a Jesucristo
pidiendo perdón por todo lo pasado y tomando la
decisión de mirar el futuro de una manera diferente,
por supuesto con su ayuda. Los cambios se hicieron
evidentes, como por ejemplo, de ser el último
alumno de la clase en el colegio, pasé a ser el primero
en los dos últimos años de secundaria y durante los
cinco años en la universidad. Por otro lado, había
decidido nunca más hablar de mis sentimientos con
alguna señorita a no ser que realmente deseara que
ella sea la compañera de mi vida. En esas
circunstancias miré con ilusión a la que hoy es mi
amada esposa y compañera de milicia, Ruth
Margarita Paredes Alfaro.
4. La evangelización en Huancayo
La época que vivieron nuestros padres fue difícil
para la evangelización al aíre libre, ya que como
mencioné líneas arriba, la Constitución de 1839
establecía la prohibición del ejercicio público de
cualquier otro culto diferente a la Católica,
Apostólica, y Romana; en ese sentido, se podía sentir
la discriminación religiosa en todo nivel.
Recuerdo que en época de navidad, en la Iglesia de
Pichcus, Huancayo, cerca de nuestra casa, daban
regalos a todos los niños, y como era lógico, mis
hermanos y yo, siendo aún niños, fuimos con la
esperanza de recibir un regalito. Alguien por allí
mencionó, “a esos niños no, porque son de otra
religión”. Efectivamente nos fuimos con las manos
vacías.
Sin embargo, podía ver a mis padres salir a la calle
integralidad 36
para realizar Aires Libres, luego aparecían los
municipales o la policía y los dispersaban, lo cual no
los desanimaba, sino que nuevamente volvían
insistiendo en su propósito de evangelizar, y claro,
algunas veces terminaban en la comisaría, cómo
olvidar las veces que mi padre (Juan Cueva), muchas
veces pasaba evangelizando en la misma comisaría a
la plana de policías.
También mi padre con otros hermanos –entre ellos
mi suegro Rubén Paredes– salían a los pueblos
alrededor de Huancayo, como Pucará,
Huamanmarca, Huayucachi, Viquez, Cajas,
Hualhuas, Jauja y otros pueblos cercanos a
Huancayo, muchas veces caminando hasta altas
horas de la noche, porque no había movilidad.
II. Mi testimonio evangélico en
las zonas mineras
1. Periodo 1972 - 1982: La Oroya &
Cerro de Pasco
Empecé mi labor como profesional a fines de 1972
en la Compañía Minera Cerro de Pasco Copper
Corporation en un programa de capacitación para
Ingenieros Electricistas en la ciudad de La Oroya, y
a mediados de 1973 fui transferido a un Marh Tunnel
(un campamento minero muy chico) y a inicios de
1974 a Cerro de Pasco. Para entonces, mi novia Ruth
Paredes, trabajaba en La Oroya y vimos lo difícil que
es para los profesionales congregarse en una Iglesia,
ya que sus viviendas estaban completamente
separadas de la clase trabajadora, formando de esta
manera una élite social diferente. Por otro lado,
normalmente viajaban cada fin de semana
Para entonces, con la que ahora es mi esposa,
teníamos claro la necesidad de formar un grupo entre
profesionales y funcionarios con la visión de formar
una futura Iglesia, que tenga local propio y esté
ubicado estratégicamente, de tal manera que dicho
grupo social de las empresas en Cerro de Pasco y sus
alrededores, puedan sentirse cómodos participando
en ellas, y desde allí continuar con la propagación del
evangelio.
El 28 de Setiembre de 1974 contrajimos matrimonio
e hicimos un compromiso inspirados en las palabras
de Josué escritas en el libro que lleva su nombre,
Josué 24:15b, que a la letra dice: “… yo y mi casa
serviremos a Jehová”. Nuestro anhelo a lo largo de
nuestra vida, es y ha sido, cumplir nuestro
compromiso hecho al Señor Jesucristo. Ese mismo
año fuimos a radicar a Cerro de Pasco, una ciudad
ubicada a 4338 m.s.n.m, conocida por su geografía y
por su clima como la ciudad que sólo tiene dos
estaciones: El Invierno y la Estación del Ferrocarril.
Ver Imágenes Figura 6.
Fig. Nº 6: A principios de 1975 nos asignaron una vivienda en
el sector de Bellavista, una zona residencial al estilo americano
exclusiva para los profesionales de la empresa minera y sus
familias aislada del resto de la población.
Fig. Nº 7: Sector Bellavista, área dentro del circulo
La necesidad de llegar con la palabra (El Evangelio)
en ese contexto fue para nosotros nuestra mayor
prioridad, de manera que si bien asistíamos a la
integralidad 37
Iglesia Metodista de La Esperanza, le comunicamos
desde el inicio al líder de esta congregación, el
hermano Rosario Figueroa, nuestro deseo de abrir un
grupo de profesionales inicialmente en nuestra casa
en el sector de Bellavista, pero que en el futuro se
traslade a un local propio donde funcionaría una
Iglesia.
Simultáneamente nos pusimos en contacto con
hermanos de otras denominaciones: Isaac Quintana
y Félix Mautino (Iglesia Divino Redentor), Troyano
Melgarejo (Iglesia Pentecostal), Teófilo Terán
(Iglesia Alianza Cristiana y Misionera), y otros, a
quienes compartíamos nuestro deseo y además
solicitando su apoyo de oración y participación en el
proyecto. De esta iniciativa surgió la idea de
reunirnos los días sábados en la noche, reuniones a
las que asistían los hermanos arriba mencionados
mostrándonos así su compañerismo y su apoyo. Lo
que ocurrió después es que en el proceso más
personas se fueron asociando progresivamente.
Un hecho que quisiera destacar es que (mas o menos)
en 1975 un joven se alojó en nuestra casa, venía a
Cerro de Pasco para estudiar en la universidad.
Aunque Lizardo Amaya, su nombre, vino para
alojarse sólo por unos, se quedó con nosotros por
varios años. En ese entonces, él no profesaba la fe
evangélica y tampoco asistía a las reuniones que
teníamos en casa, sino que prefería escuchar desde la
cocina los diversos temas desarrollados en las
reuniones. En algún momento Lizardo recibió al
Señor, y se integró como parte del grupo juntamente
con otros jóvenes estudiantes de la Universidad,
entre ellos, Ana y Elsa Jiménez, Dan Suasnábar. Con
el tiempo, el grupo fue creciendo hasta llegar a 18
personas a fines de 1978, con la asistencia regular del
Ing. Martínez, Benjamin Miranda, la Srta. Secretaria
Nancy Barrera, Irma Barrera, Celia Domínguez,
Maruja Díaz y otros.
El 1 de Enero del 79 realizamos el primer bautismo
en el que participaron 12 personas, entre ellas, Irma
Barrera, el Ing. Rómulo Martínez, Lizardo Amaya, y
otros cuyos nombres no recuerdo. El bautismo se
realizó en Pallanchacra, Huariaca, y para ello
contamos con el apoyo de nuestro hermano Esdras
Villar, Misionero de AMEN, y el hermano Isaac
Quintana de la Iglesia “Divino Redentor” de Cerro
de Pasco.
4 Originalmente este grupo de música latinoamericana nació y
Lizardo estaba concluyendo sus estudios en la
Universidad Daniel Alcides Carrión y manifestó su
deseo de prepararse para servir al Señor a tiempo
completo. Uno de los requisitos que pedía el
Seminario Evangélico de Lima, al que él postulaba,
era una carta de recomendación del Pastor de la
Iglesia. Siendo que éramos miembros de la IEP El
Tambo, Huancayo, y como no teníamos Pastor
Ordenado en Cerro (por tratarse de reuniones en
casa), solicitamos la carta a nuestra iglesia matriz en
Huancayo, solicitud que fue denegada, pues no
reconocían al grupo de Cerro de Pasco como parte de
la Iglesia; sin embargo, el Señor abrió otras puertas
para Lizardo. Menciono especialmente a Lizardo,
porque Dios lo ha utilizado tremendamente en la
composición de muchos himnos del género de
música latinoamericana los que además se han
difundido a nivel mundial con el grupo KERIGMA.4
Entre los más conocidos están: Bajo las Sombras de
un Arbolito, La Alforja, Cuando Ruge la Tormenta,
El Cristiano, El Trigo y la Cizaña, Ay Quien Pudiera,
Juntitos, Génesis y muchos otros más. Actualmente
Lizardo es Pastor en una Iglesia en Los Ángeles,
Estados Unidos, y continuó sus estudios en un
Seminario en Nueva York, y de vez en cuando
realiza giras con el grupo Kerigma por diferentes
partes del mundo.
Lamentablemente, nuestra labor se vio interrumpida,
pues por razones laborales en setiembre de 1979
salimos de esta ciudad. Sin embargo, damos gracias
a Dios porque podríamos afirmar que la mayoría de
los hermanos (no digo todos porque hemos perdido
la comunicación con algunos de ellos) que
participaron es este grupo de Hogar, y que por
diferentes razones han salido de Cerro de Pasco,
hasta donde hemos podido contactarnos con ellos se
encuentran sirviendo al Señor en diferentes Iglesias
y denominaciones en forma comprometida.
2. Período fines de 1979 a agosto de
1988: Morococha & Cobriza
De Cerro de Pasco fui transferido al Campamento
Minero de Morococha donde permanecimos hasta
agosto de 1983, y luego fuimos a Cobriza.
fue parte de AMEN.
integralidad 38
a. Centro minero Morococha
En el campamento de Morococha, ubicado a 4750
m.s.n.m, nos fue difícil comenzar un grupo, debido a
que por la naturaleza del trabajo y por la salud de mi
madre Celestina, nuestros viajes eran constantes, de
manera que sólo pudimos apoyar eventualmente a la
IEP Morococha, pues nuestro lugar de residencia era
lejano a la zona minera, no había movilidad y debido
a nuestros continuos viajes asistíamos a la Iglesia
Alianza Cristiana y Misionera de La Oroya, a 30 km
de Morococha, ver fig. Nº 8
Fig. Nº 8
b. Centro minero Cobriza
En a mediados de 1983 fui trasferido al “Centro
Minero Cobriza”, ubicado en el Distrito de San
Pedro de Coris, Provincia de Churcapampa,
Departamento de Huancavelica, en la ladera Coris,
margen izquierda del Río Mantaro. La topografía
regional y local es agreste y de empinados valles
angostos en forma de V. Cobriza se encuentra a una
altura que varía entre los 2100 y 2700 m.s.n.m, con
un clima de Ceja de Selva.
Fig. Nº 9
En esta Unidad Minera nos asociamos a la IEP
Cobriza, la única congregación evangélica en este
lugar entonces, y que estaba bajo la dirección del
hno. Walter Bastidas, con quien trabajamos
arduamente para la extensión del reino de Dios en
ese lugar. Los pueblos aledaños a Cobriza eran de
extrema pobreza, debido a los continuos actos
terroristas en la Zona. Los pobladores venían hasta
aquí, dentro del perímetro de la minera, y hacían el
trueque por pan, frutas y comida. Ellos traían
huevos, gallinas, carne de cordero, res, etc. Había
signos de desnutrición infantil, hinchazones en las
manos, el cuello y los pies. Con mi esposa,
concluimos que este proceso sirvió para que Dios nos
muestre su misericordia preparándonos para las
situaciones posteriores en la época del terrorismo.
El trabajo que realizamos con la iglesia, era la
preparación de desayuno, almuerzo, y lonche, todos
los sábados y domingos. Para estos pobladores
conseguíamos latas vacías de Milo y Nescafe para
que puedan tomar el desayuno y llevar algo a sus
casas. Paralelamente, en la iglesia se planeó un
tiempo de cantos y de la enseñanza de la palabra de
Dios para todos los que tomaban los alimentos. En
la tarde también había un tiempo de enseñanza y
predicación de la palabra. Había gente muy pobre
que recibieron al Señor y aprendieron a alabar al
Señor. También teníamos un programa con los
niños, y a los que sabían leer, les proporcionábamos
un Nuevo Testamento. También el Señor nos
permitió iniciar un grupo en el área residencial de
Parco, una zona exclusiva para los profesionales y el
personal de seguridad de la empresa. Nos reuníamos
en la casa de un vigilante, un tal Sr. Chuquichaico,
quien muy amablemente abrió su hogar para las
reuniones.
integralidad 39
Dios nos permitió llevar a los pies del Señor a la
esposa del Ingeniero Alejandro Ruiz, la hermana
Natalia de Ruiz, quien actualmente sirve en la IBC
de El Corregidor en el distrito de La Molina en la
ciudad de Lima. También le fue sembrada la palabra
al Ingeniero Wilder Acosta y su familia, quienes
posteriormente recibieron al Señor y utilizaron sus
días libres en Huancayo para congregarse en la
Iglesia Misionera Evangélica (IME) de esta ciudad.
Los tiempos que nos tocó vivir en Cobriza no fueron
muy fáciles debido al accionar del terrorismo. Un
hecho que vale la pena destacar es algo que nunca
comprendimos humanamente, pero con seguridad
era la misma mano del Señor obrando. El hecho es
que en una ocasión vinieron a apoyarnos unos
jóvenes del Centro Victoria para una campaña
evangelística y fueron detenidos por los Militares.
Cuando les preguntaron a dónde se dirigían,
respondieron a Cobriza, a la Iglesia Evangélica
Peruana, y nos alojaremos en la casa del Ing. Cueva,
y los dejaron pasar sin más preguntas. Más adelante,
en la misma ruta, fueron detenidos por un grupo
terrorista quienes les hicieron la misma pregunta.
Respondieron ellos, a la Iglesia Evangélica Peruana,
y nos alojaremos en la casa del Ing. Cueva, y
diciendo, NO LES HAGAN NADA SON LOS QUE
DAN COMIDA Y MEDICINAS EN SU IGLESIA.
También los dejaron pasar sin más preguntas.
En las alturas había una base militar, allí estaba
destacado un Capitán del ejercito, conocido como el
“Capitán Veneno” –ya se imaginan por qué– a quien
conocimos en uno de nuestros viajes y le dejamos un
Nuevo Testamento. Unas semanas más tarde, nos
visitó llevándonos una vizcacha5 como actitud de
agradecimiento, contándonos que antes de nuestro
primer encuentro en las alturas no podía dormir,
porque estaba atento a la presencia de los terroristas,
pero desde que le obsequiamos el NUEVO
TESTAMENTO, lo leía todos los días antes de
acostarse y se quedaba profundamente dormido, Y
CUANDO DESPERTABA YA ERA DE DIA.
Con respecto a los terroristas, sólo puedo decir que
nuestro Dios nos guardó y nos cuidó, y que en
repetidas oportunidades nos pedían comida y
medicinas, y teníamos que dejarlas en la puerta de la
casa para que ellos las recojan durante la noche. Las
dejábamos allí porque nos informaban que pasarían
5 Un animal silvestre muy parecido al conejo
por esa zona de residencias. ¿Qué podemos decir al
respecto?. Sólo dar la Gloria a Dios por habernos
guardado en esos días de tensiones que nos tocó vivir
y en la que muchas veces nuestros hijos, Juan Carlos,
que tenía 10 años, Vicky 9, tuvieron que dormir con
la ropa puesta por si teníamos que salir de las casa,
Josué estaba en camino, pueden imaginar la tensión
de mi amada esposa en cinta y con niños
preparándose para escapar al monte y esconderse
entre los árboles.
3. Mayo de 1985 a Agosto 1986:
Schenectady, Estados Unidos
Por la gracia de Dios fui becado a los Estados Unidos para seguir unos cursos de especialización en mi especialidad. Durante los primeros meses me congregaba en una Iglesia Metodista, y saliendo del culto dominical me iba a una Iglesia Pentecostal. Mi amada esposa y mis hijos llegaron unos meses después.
Fig. Nº 10
Antes de la llegada de mi familia, Dios puso en mi
camino a una hermana, Emily Pierce, quien en una
oportunidad me preguntó, ¿Qué es lo que haces? Le
contesté que estaba estudiando un posgrado y que
también estaba tratando de buscar una casa, pues mi
familia llegaría pronto. Su respuesta fue que
disponía de una cama para prestarnos si lo
necesitábamos, así que cuando conseguí la casa
(desamoblada) le dije que si recordaba el asunto de
la cama, y fijamos una fecha para recogerla,
diciéndome ella que esperara en la casa en la fecha y
hora acordada. ¡Grande fue mi sorpresa! No sólo
trajo la cama, sino que amoblaron la casa
integralidad 40
proveyéndonos mucho más de lo necesario, incluso
vajillas, utensilios de cocina, mesas y sillas,
televisor, ventilador para el verano6. También
contactaron con una profesora de inglés para mi
esposa, un colegio y movilidad para Juan Carlos y
Vicky, todo sin costo alguno. Al volver la mirada
atrás, ¡Cómo el Señor nos bendijo! aún sin
merecerlo.
Con la hermana Emily Pierce comenzamos un grupo
de oración en la casa, reuniéndonos todos los fines
de semana. Luego se integraron Kathy Sheehan,
Víctor (quien tocaba el serrucho como si fuera
violín), Helen & Brenda King, Magda (quien
después nos enteramos que había dado su propia
cama y su cómoda en préstamo para nosotros),
Jeanine, Anne. Al final éramos un promedio de 12
personas que nos reuníamos semanalmente, todos
ellos de la Iglesia Metodista, con el propósito de
estudiar la palabra de Dios y orar.
Aquí debo destacar el hecho de que habíamos notado
que el Pastor de la iglesia era un “Pastor
Profesional”, y como me manifestó en una
oportunidad, él no creía en la Biblia. Esta confesión
suya nunca lo comentamos al grupo de oración en la
casa, sino que orientamos el pedido de oración para
que sea el Señor quien lo utilice en el mensaje de su
palabra, y así es como el Señor empezó a obrar a
través de él, al punto que no pudo resistir mucho
tiempo y renunció al pastorado saliendo de la Iglesia.
Otro asunto interesante es que Dios nos permitió
organizar una Presentación Musical con el Grupo
Kerigma en la Iglesia Metodista; y entre ellos,
Lizardo servía como Director del grupo. Al finalizar,
el hermano Jack Sheehan nos invitó a todos a una
cena en uno de los mejores restaurantes de la ciudad.
Es increíble, hasta ahora, cómo la misericordia del
Señor estuvo presente en todas nuestra necesidades y
aún mas allá de ellas.
Normalmente iba a mi centro de estudios a pie,
porque no era muy lejos de la casa; sin embargo, un
día apareció la hermana Emily, con un auto
diciéndome que quería dejarlo para que lo usara. Mi
respuesta fue, “muchas gracias, pero no lo necesito”.
Ella entonces replicó diciendo, “he venido a
dejártelo para que lo uses, en quince días vuelvo
6 Pues calefacción para el invierno fue lo único que tenia la casa alquilada, que era un refrigerador, al punto que tuvimos que
para llevarlo a su mantenimiento”. Así fue que
tuvimos un carro a nuestra disposición.
Por aquella época vinieron mi hermano Samuel y su
esposa Noemí a visitarnos, de manera que decidimos
conocer las Cataratas de Niágara que estaba a ocho
horas del lugar donde vivíamos. Enterada la
hermana Emily, apareció con un carro más moderno
para que podamos viajar con mayor comodidad.
¿Cómo no dar gracias a Dios por todo su amor?.
Fig. Nº11: El reencuentro con parte del grupo de oración en
casa Schenectady N.Y.
Veinte años después cuando viajamos a Nueva York
para visitar a nuestra hija Vicky quien residía en esa
ciudad, regresamos a Schenectady y nos alojaron en
la casa de la hermana Kathe Sheehan e hicieron una
fiesta de bienvenida, para celebrar el reencuentro del
grupo de oración, también invitaron a la Pastora de
la Iglesia Bautista donde asistían. En esa ocasión nos
enteramos que la mayoría de ellos asiste a una Iglesia
Bautista, pues la Iglesia Metodista ha sido cerrada, y
otros ya están con el Señor; pero los que viven siguen
fieles sirviendo al Señor, y el grupo de oración se
mantiene bajo el liderazgo de las hermanas Emily y
Kathe.
III. Retomando el llamado
misionero en Cerro de Pasco
1. Nuestro retorno a Cerro de Pasco a
cerrar uno de los cuartos al que no llegaba la calefacción.
integralidad 41
principios de 1988
A nuestro retorno de Estados Unidos y luego de un
corto período en Cobriza, fuimos transferidos
nuevamente a Cerro de Pasco. A nuestro paso por la
ciudad de Huancayo fuimos como es natural, a la que
aún considerábamos nuestra Iglesia (IEP El Tambo),
para nuestra sorpresa, un hermano nos recibió
preguntándonos ¿Qué hacen ustedes aquí, si ya no
son miembros?
De aquí en adelante, en nuestras visitas o paso por
Huancayo, nos congregábamos en la Iglesia
Misionera Evangélica, IME, una congregación que
había sido fundada en 1985 por un grupo de
hermanos y hermanas que decidieron dejar la IEP El
Tambo para impulsar un proyecto de plantación de
iglesias y envío de misioneros dentro y fuera del
Perú, y cuyas reuniones se realizaban en la casa de
mi Padre.7
2. Retomando la visión: plantar una
iglesia con propósitos misioneros
A nuestra llegada a Cerro de Pasco, nos propusimos,
con la ayuda de Dios, retomar la visión original que
habíamos adoptado en nuestro primer peregrinaje
por esta ciudad. Para ello, iniciamos con la
formación de un grupo en nuestra casa con el
propósito de fundar una Iglesia con local propio y
ubicado en un lugar estratégico a la que puedan
asistir estudiantes universitarios, profesionales y
funcionarios de las diferentes empresas mineras de la
zona. Entretanto, asistíamos a la Iglesia Alianza
Cristiana y Misionera (IACYM) de Cerro de Pasco,
comunicando a sus líderes, los hermanos: Isidoro
Oscátegui, Aquiles Basilio y el Pastor Zeballos, tal
como lo hicimos anteriormente, nuestro deseo de
comenzar a trabajar por un local para una Iglesia en
un lugar estratégico de la ciudad. Paralelamente
reiniciamos las reuniones en casa, pero en esta
oportunidad ya no contábamos con la colaboración
de otros hermanos.
Durante este período, por invitación de la familia
7 La casa de mi padre, donde también crecimos con mis hermanos y hermanas, está ubicada en la calle Huancas 533, Urb. San Carlos, Huancayo. 8 Celia Domínguez, una hna. que se incorporó al grupo anterior a nuestra salida de Cerro de Pasco.
Oscátegui, tuvimos la oportunidad de colaborar y
participar en la atención y evangelización de niños
del Asentamiento Humano “Uliachin”, en la casa de
nuestro hermano Isidoro Oscátegui. Esta labor fue
iniciada por sus hijos Esther, Jocabeth, Juan y
Daniel, quienes a pesar de ser miembros de la
ACYM, no recibieron el apoyo de ella para este
servicio entre la niñez. Por este tiempo (1988) arriba
a la ciudad el Ps. Peña de la ACYM, a quien tuvimos
la bendición de alojarlo en nuestra casa por casi un
año, proporcionándole un ambiente independiente.
El Ingeniero Wilder Acosta es transferido a Cerro de
Pasco y se incorpora con nosotros a la ACYM y al
grupo de reuniones en mi casa, aunque esta vez
alternamos las reuniones, algunas veces en mi casa,
y otras en la de Wilder y Celia Domínguez8. Al
mismo tiempo con Wilder nos pusimos de acuerdo
para comenzar a reunir fondos para adquirir lo que
sería el futuro local de la Iglesia en Cerro de Pasco,
sin saber cuándo, cuanto ni dónde podría ubicarse.
A fines del año 1988 cuando el Ps. Peña se retira del
pastorado en la ACYM Cerro de Pasco y en su
reemplazo es nombrado el Ps. Víctor Becerra, con
quien también compartimos nuestra visión y deseo
de comenzar una iglesia con propósitos misioneros.
Pasados unos meses, en una conversación nos reto
diciendo, “¿Por qué no comienzan de una vez con la
formación de su Iglesia? Este hecho se lo
comunicamos a la familia Oscátegui, quienes
mostraron su disposición de asociarse al proyecto.
Siendo que nos considerábamos miembros de la IME
Huancayo, comunicamos al liderazgo nuestro deseo
de contar con la colaboración de la IME.
Ellos, en respuesta, decidieron considerar la obra en
Cerro de Pasco como una Base de Extensión
Misionera (BEM)9 y nombraron a Eddie Chipana
para que sea la persona que responsable de apoyar el
proyecto. El hno. Chipana viajó desde Huancayo a
Cerro de Pasco durante uno o dos fines de semana, y
posteriormente otros hermanos y hermanas de la
IME Huancayo se sumaron al proyecto a lo largo de
varios años; entre ellos, Juan Cueva y su esposa
Isabel, Moisés Asto, Javier Rosales, Juanita Arroyo,
Katy León, Ruth López, Marcos Arroyo, turnándose
9 La BEM fue la estrategia que usó la IME en su proyecto de plantación de iglesias, una forma de grupos celulares en las que bajo la dirección de una persona, se desarrollaban reuniones de oración, estudio de la Biblia y evangelización.
integralidad 42
semanalmente.
Para 1989 el número de niños y adolescentes que
participaban cada domingo se incrementó a un
promedio de 150 niños.
3. Un lugar para comenzar una iglesia
Entre 1989 y 1990, por gestión y solicitud de Wilder
Acosta y mía ante la Empresa Minera del Centro del
Perú, CENTROMIN PERU, logramos la donación a
título personal de dos lotes de terreno en el
Asentamiento Humano “Mi Perú”, haciendo un total
de 240m2. Se trataba de dos lotes contiguos, pues tal
como lo hicimos saber al Superintendente General de
la empresa minera, Ing. Juan Guardia, nuestro
objetivo era construir un local para una Iglesia
Evangélica; y por esta razón, nos asignaron los lotes
uno al lado del otro. Informamos de este logro a la
IME Huancayo, y ese mismo año se procedió a
colocar la primera piedra, con la presencia de los
esposos Wilder y Eda Acosta, Juan e Isabel Cueva,
Daniel y Ruth Cueva, y algunos hermanos que
vinieron de Huancayo. A partir de este hecho las
visitas desde Huancayo se acentuaron para sumarse
a la obra en Cerro de Pasco. Muchos de ellos, por
diferentes razones, ya no están en la IME hoy:
Moisés Asto, Juanita Arroyo, Katy León, Javier
Rosales.
En 1991 mi padre Juan Cueva juntamente con su
esposa Isabel fueron designados por la IME
Huancayo para realizar viajes regulares con el
propósito de fortalecer el trabajo iniciado en Cerro
de Pasco como una Base de Extensión Misionera.
4. Dificultades en el camino y nuevas
posibilidades
En un accidente de trabajo en la mina en Cerro de
Pasco, Wilder Acosta falleció el 13 de diciembre de
1995. Wilder era quien tenía los documentos de los
terrenos en su poder, y a pesar que los buscamos por
diferentes medios, finalmente al no hallarlos los
dimos como extraviados. Al no contar con toda la
documentación, los directivos del Asentamiento
10 Además de ofrendar y diezmar, estos niños y niñas que asistían cada semana a las reuniones en el hogar de la familia Oscátegui, entregaban sus “Promesas Misioneras”, que eran
Humano, asignaron los lotes a terceros y no tuvimos
como sustentar la propiedad, pues Centromin Perú
había cedido todos los derechos al AAHH “Mi
Perú”.
A la partida de nuestro hermano Wilder Acosta, llegó
de Cobriza nuestro hermano el Ingeniero Alejandro
Ruiz con su esposa Natalia, de manera que las
reuniones en casa continuaron, pero esta vez en las
casas dentro del campamento minero, tanto en el
hogar de la familia Cueva Paredes como el de la
familia Ruiz Candiotti.
5. Consolidación de una iglesia en
Cerro de Pasco
Para 1997, el trabajo entre niños en Uliachin contaba
con aproximadamente 150 niños que se reunían
semanalmente para estudiar la palabra, dar sus
diezmos, y sus promesas misioneras10 de una manera
increíble, pues se trataba de niños de bajos recursos.
Esto se hizo durante dos años.
Ese mismo año la IME Huancayo, en respuesta al
llamado y a la necesidad de los hermanos en Cerro
de Pasco, decidieron enviar a Marcos Arroyo,
Misionero Nacional de la IME y Ruth López en
viajes mensuales, y luego cada dos semanas en 1998,
para apoyar la obra en esta ciudad. Para entonces, ya
habíamos conformado una iglesia, un grupo de
hermanos y hermanas en esta ciudad que nos
reuníamos semanalmente para orar, ofrendar,
diezmar, estudiar la Biblia, asistir pastoralmente a las
personas, y realizar jornadas de evangelización; pero
teníamos la necesidad de consolidar la obra iniciada,
establecer líderes, darle una dirección y continuidad,
esto de acuerdo al modelo de “Iglesia Local,” una
entidad eclesial que de cobertura espiritual al
esfuerzo evangelizador y al testimonio.
En 1999, la IME - Huancayo decide nombrar a
Marcos Arroyo como Pastor en Entrenamiento a
tiempo completo a fin de que ayude a la
consolidación de la obra en Cerro de Pasco, iniciando
también el proceso de búsqueda de un local en la
Ciudad Nueva de San Juan Pampa que sirva a los
propósitos que teníamos en mente, accidentalmente
ofrendas que entregaban cada mes para ser usados exclusivamente en el trabajo misionero.
integralidad 43
llegamos al Centro Comercial11 y nos enteramos que
uno de los edificios de tres plantas ubicado en el
Edificio 5 - Tienda 4, pertenecía a la hermana Elsa
Jiménez, quien fue parte del primer grupo que se
reunía en nuestra casa en nuestros primeros años.
Hablamos con ella sobre la posibilidad de
alquilarnos su local del primer piso, pues se
encontraba desocupado.
En otra conversación, estando presente además su
esposo Daniel Condezo, nos manifestaron estar de
acuerdo en prestarnos el local en forma gratuita, con
el único compromiso de efectuar los pagos de luz y
agua. Así, sin demora, reunimos a los hermanos y
hermanas para iniciar oficialmente la primera
reunión fuera del área de Bellavista el 14 de
setiembre de 1999.
Este mismo año la IME Huancayo decide la
presencia de un obrero a tiempo completo que ayude
en la consolidación de la iglesia en Cerro de Pasco.
Sobre el sostenimiento económico, en mutuo
acuerdo, cada IME cubriría la mitad del sueldo del
obrero hasta que la IME Cerro de Pasco pueda
asumirlo al 100%.
De esta manera se nombró al Misionero Nacional
IME, Marcos Arroyo, Pastor en Entrenamiento para
apoyar a tiempo completo la consolidación de la IME
en Cerro de Pasco, es de vital importancia mencionar
que Marcos es reconocido no solo a nivel local, sino
también nacional e internacionalmente como Pastor
de la IME - Cerro durante los mas 25 años que viene
desempeñándose como tal y actualmente vine
realizando estudios para lograr su doctorado.
6. Adquisición del local para la iglesia
Dos años más tarde, en el 2001, en una conversación
con la familia Condezo Jiménez, consultamos con
Daniel y Elsa si existía la posibilidad de que nos
vendan el local. Ambos nos expresaron su total
acuerdo, con la condición de que si alguna vez
pensáramos en venderlo, se les de la prioridad a ellos.
Aunque el precio del local de tres pisos, en el tiempo
de entonces y por su ubicación, sobrepasaba la
cantidad de 24 mil dólares americanos, ellos
11 El Centro Comercial es un lugar llamado así precisamente debido a que está conformado por negocios, bancos y oficinas privadas y del Estado. Tiene actualmente un parque en el
decidieron vendernos al mismo precio que les costó
adquirirlo. Así, el monto final fue de 24 mil dólares
americanos, que debíamos cancelarlo con prontitud,
de lo contrario el acuerdo debía darse por anulado.
A lo largo de todo este tiempo desde que acordamos
reunir el dinero para la adquisición de una local para
que sirva a los propósitos de iniciar una iglesia con
vocación misionera en Cerro de Pasco; como grupo
primero, luego como BEM y finalmente como
iglesia, habíamos reunido la cantidad de 16 mil
dólares americanos, por lo que comenzamos a ver la
forma de financiar con préstamos para cubrir la
diferencia.
Felizmente no fue necesario, pues con el apoyo de la
IME Huancayo y las gestiones que realizó el Pastor
Samuel Cueva en la Iglesia Anglicana Saint James
de Londres –donde él asistía– un hermano, que
prefirió permanecer en el anonimato, completó el
monto faltantes; esto es, los ocho mil dólares que nos
faltaba para completar el monto acordado y
adicionalmente se recibieron ofrendas de modo que
se pudo cubrir todos los gastos necesarios incurridos
en la compra del local. Esta es la forma en que se
hizo realidad la compra del edificio de tres pisos en
el Centro Comercial, actualmente en uso para los
fines exclusivos de la IME Cerro de Pasco.
Desde la fecha que obtuvimos el local, comenzamos
una nueva obra con niños en el AA.HH. “Vista
Alegre”, en la casa de nuestros hermanos Alberto y
Ada Atencio. Debido a que la casa era pequeña,
salíamos al parque que estaba al frente de su casa.
Posteriormente nos pusimos de acuerdo con los
directivos del AA.HH. “Vista Alegre” para usar los
ambientes del local comunal. Hoy hacemos un pago
mensual de S/. 20.00 nuevos soles, que es un pago
simbólico para usar el primer piso una vez por
semana.
centro mismo, y alrededor de él se encuentran una serie de edificios que albergan a toda esa clase de comercios. Cerca al Centro Comercial se halla la única universidad estatal.
integralidad 44
Fig. Nº 12: Club de los Niños/Grupo de Niños y sus
maestros en Vista Alegre
Fig. Nº 13: Maestros saliendo del Local Comunal de “Vista
Alegre”
Durante todo este periodo, hemos participado
directamente en la formación académica Misiológica
a nuestros hermanos Jocabed Oscategui, Marcos
Arroyo, y promovido la capacitación de nuestras
hermanas Noemí, Lucy de Melgarejo. Asimismo
con Marcos se ha participado en el entrenamiento de
líderes y pastores de otras denominaciones, como
también en conferencias y conciertos con el apoyo de
Josué Cueva dentro de la Universidad Daniel Alcides
Carrión.
Conclusiones
Debo decir aquí, a modo de reflexión, que la misión
llevada a cabo por la iglesia en el Perú, no sólo es
variada, sino que ella se explica por el contexto, por
la influencia de los movimientos de la época, y la
teología de misión que dominó desde la mitad del
siglo XX y persiste aun el día de hoy en varios
sectores de la iglesia evangélica en el país.
1. El movimiento misionero que surgió de la primera
sociedad misionera en el Perú ha sido no sólo
variado, sino que fue llevado a cabo por más de una
familia y personas con diferentes dones. Mientras
algunos hacían énfasis en la plantación de iglesias
desde la iglesia local, de forma directa a través de sus
pastores, otras familias, siendo personas laicas y sin
usar las frases que expresaban el ejercicio de la
misión de Dios, al orientar su trabajo al discipulado
en las reuniones en casa y con una visión misionera,
establecieron nuevos modelos de plantación de
iglesias.
2. La presencia de las familias ha sido y es
fundamental en el desarrollo y contribución a la
evangelización en el Perú. Aquí es necesario
distinguir el aporte de las familias a la
evangelización en el país de los excesos que
finalmente alimentaron las pugnas y las divisiones en
las iglesias locales y/o denominaciones.
3. Había una tensión en la comprensión y la práctica
de la misión en el Perú del siglo XX entre la acción
social y la evangelización al punto de ser dos formas
opuestas de testificar de Cristo que trabajaban como
esfuerzos independientes. Hoy, esto es visto en
forma distinta.
4. Las reuniones en casa fueron un elemento
estratégico y esencial que logró unir en un solo
esfuerzo tanto el discipulado como la
evangelización. No fueron hechos aislados, sino
complementarios.
5. La IME Cerro de Pasco es el resultado del mover
del Espíritu Santo en personas que sintieron la
necesidad de hacer discípulos de Jesucristo y en
obediencia a una vocación misionera que surgió y se
fortaleció además en la experiencia misma. Fue la
espontaneidad misionera nutrida del amor de Dios lo
que motivó el hacer la misión.
Bibliografía
BARRERA, Orígenes y Desarrollo de la Iglesia
Evangélica Peruana, 1993.
CUEVA, Samuel, La iglesia Local en Misión
Transcultural, CLIE, 1991.
KESLER, Juan, A Study of the Older Protestant
Missions and Churches in Peru and Chile, 1967.
integralidad 45
WEB
iepcusco.wix.com/web#!nosotros.
ENTREVISTAS
Entrevista a Juan Cueva hecha por Samuel Cueva en
Lima, 24-12-2002
Entrevista a Juan Cueva hecha por Samuel Cueva en
Lima, 24-12-2002
Marcos Arroyo hecha por Daniel Cueva en Lima, 25-
09-15
Ruth Paredes de Cueva, Julio – Setiembre 2015-09-
29
APORTES INFORMATIVOS
Lizardo Amaya
Marcos Arroyo
Ruth Cueva
Daniel Yauri
Felipe Huapaya
Sobre el autor: Daniel Cueva Carhuanca, Peruano, casado con Ruth Paredes Alfaro, Inginiero Electricista, misionero – hacedor
de tiendas – trabajó en centros mineros por muchos años y continúa en el trabajo misional urbano.
integralidad 46
Los diez mejores libros sobre lo evangélico (o
por evangélicos) en el Perú en el 2015
Hace varios años, cuando comencé a crear una lista
anual de libros sobre la realidad evangélica en el Perú
pensé que iba a quedar corta de material
bibliográfico cada de vez en cuando. Ocurrió todo lo
contrario e inmediatamente tuve que pensar los
criterios para calificar ‘los diez mejores’. (Pronto se
complementó esta lista con los ‘Diez Mejores
Capítulos y Artículos Académicos’ sobre este tema.)
Como cualquier lista, esta conlleva los sesgos de su
compilador. Es posible que existan discrepancias
sobre la categoría de ‘lo evangélico’ – por ejemplo,
el último libro en la lista de este año se incluye más
por el contexto que provee que por el abordaje que
se hace sobre el protestantismo. Igual reconocemos
que habría otros libros que se podríamos haber
incluido.1 Pero las listas se construyen justamente
para eso - para revisar, ajustar y crear de nuevo. De
‘Los Diez’ en el 2015 hay tres libros sobre teología
y hermenéutica, dos sobre historia, tres sobre
misiones, y dos sobre procesos sociales. Tres de los
tomos ofrecen alrededor de 500 páginas cada uno
mientras dos son monografías de menos de 50
páginas. Reconociendo la relevancia de la
institución que auspicia esta revista, comenzamos
haciendo referencia a los sobre misiología.
De los tres libros sobre misiones, dos de ellos
corresponden a relatos biográficos con énfasis en la
selva peruana y el tercero es un trabajo sistemático
sobre cómo repensar la misiología. Tras Los Hijos
Del Bosque: Cuando una Joven de la Ciudad
Decide Dejar su Tierra Para Ir a Servir en la Selva
(Lima: Producciones Cristianas Lince, 259pp.) es un
esfuerzo testimonial importante de Rebeca
Rivadeneira Rojas de Márquez sobre el proceso para
a convertirse en misionero o misionera. Ella relata
1 Entre otros libros había otro libro semi-biográfico por el pastor y empresario Vicente Díaz Arce, El Abuso del Poder: La SUNAT Usada Para Perseguir al Fundador de Gamarra (Lima: Iglesia Cristiana Restaurando Vidas) ; una obra magistral por el abogado Marco Huaco, Los Trabajos Preparatorios del
en forma personal sus pasos biográficos en el que se
pone de manifiesto su compromiso para cumplir los
deseos que Dios plantó en su corazón. Cómo buena
misionera y misióloga, propone que los seres
humanos somos agentes de cambio y en el transcurso
de este libro el lector va conociendo a Dolly Vargas,
Hilda Chávez, Jan Hibbs, Miguel Hilario, y Gerardo
Wipio; a los pastores Victorino y Claverie
Malpartida, Pepe Chávez, y Humberto Lay; a
personal del ILV como Pedro y Carlota Sherman,
Esther Matteson, Luisa Pinto y Ramón Manus; y a
varios miembros de su familia incluyendo su amado
esposo, Roger Márquez. La autora también nos hace
entender los diversos roles que juegan en la
misiología instituciones como AGEUP, AINA,
AIESCH, FAIENAP, IBA, ILV, MSP, SAM, y SEL.
(Si no se reconoce a varios de estos acrónimos es
posible que no se conozca lo evangélico en Ucayali
lo suficiente bien.) Rivadeneira apunta nuevos
detalles en su realidad como la patarashca, un buen
mosquitero, los peque-peques, y cómo quitarse los
zapatos en momentos apropiados. Juntando estos
nombres, instituciones y costumbres, Rivadeneira va
tejiendo una misiología contextualizada que parte y
depende de una gran fe en Dios, reconociendo el
papel del pueblo de Dios y el valor de su creación.
En buena parte responde la autora a su profunda
pregunta, “¿Por qué hay tantos gringos [misioneros]
en la selva? ¿Dónde están los peruanos?” (p. 52)
Regresa explícitamente a sus preguntas hacia el final
de su libro (p. 148), y nos parece que su obra ofrece
una respuesta firme. Nos hubiera gustado saber un
poco más de cómo financió sus proyectos misioneros
puesto que un joven misionero podría aprender
bastante de este lado de la moneda.
Finalmente, nos llama la atención dos protagonistas
Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales (La Paz: Fundación Konrad Adenauer); y un recuento de su niñez y adolescencia en Tarapoto del pastor presbiteriano Pedro Emilio Torrejón Sánchez ¡Y Nos Inscribimos! (Tarapoto: autopublicado), quien ahora radica en Francia.
| RESEÑA BIBLIOGRAFICA | Por E. Eduardo Romero P.
integralidad 47
del libro: la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera del
Callao y uno de sus pastores, Joaquín Alegre. Esta
iglesia es crítica para los avances de la autora en
varios sentidos como también es su pastor. El
predica por más de una hora y media en su boda; le
aconseja no volar en un avión de la FAP, consejo que
lleva grandes consecuencias; y cuando hay un asunto
grave, el pastor agarra el primer vuelo y viaja “de
inmediato de Lima a Pucallpa” para estar presente en
momentos difíciles. Cómo fuera si cada misionero
tuviera un pastor así.
El que escribe este ensayo se acuerda de haber
conocido al pastor Alegre a fines de los años 1970
justamente en Yarinacocha (en Ucayali) cuando el
pastor era participante en un programa de jóvenes
evangélicos llamado Programa de Orientación y
Servicio. Hubieran sido interesante obtener sus
relatos para saber sobre sus experiencias en el mundo
del oriente peruano y que impacto tuvo en su
pastorado en la ciudad capital. Este libro, entre otras
cosas, es inspirador para que otros sean misioneros
como también se animen a relatar sus testimonios
misiológicos.
El segundo libro de misiones es una mini-biografía
de misioneros norteamericanos quienes trabajaron en
la selva peruana con el Instituto Lingüístico de
Verano (ILV) en la segunda mitad del Siglo XX. El
libro es Not In Vain: A Biographical and Anecdotal
Account of the Life and Work of George and Helen
Hart among the Chayahuita of Peru (USA:
CreateSpace, 130pp), (traducción nuestra: No En
Vano: Un relato Biográfico y Anecdótica de la Vida
y el Trabajo de George y Helen Hart Entre los
Chayahuita del Perú). Como sugiere el título, es un
trabajo anecdótico, basado en cartas y notas de los
Hart como también en entrevistas con varios de sus
colegas. El idioma usado es básico y el enfoque casi
siempre se centra en la pareja misionera y muy poco
en la comunidad shawi - como ahora mejor se conoce
a los chayahuitas. Faltan más trabajos sobre lo
evangélico y los nexos con nuestra Amazonía - pero
no hay ninguna necesidad de priorizar la traducción
de este volumen. [Nota personal: conocí a estos
misioneros siendo yo hijo de misioneros peruanos
con ILV; es más, estuve yo en la misma promoción
de secundaria con su hija. Merecían un mejor
retrato.]
El tercer libro de misiología es de Samuel Cueva
titulado Mission Partnership in Creative Tension:
An Analysis of Relationships Within the
Evangelical Missions Movement with Special
Reference to Peru and Britain from 1987-2006 (California: Langham, 500pp) (traducido como
‘Socios de Misión en Tensión Creativa: Un Análisis
de las Relaciones dentro del Movimiento de
Misiones Evangélicas con referencia especial al
Perú y Gran Bretaña entre 1987-2006’) El autor es
natural de Huancayo y publicó hace 25 años el libro
‘La Iglesia Local en Misión Transcultural’ (Editorial
CLIE, 1991). Dio vida a su libro a fines de los 1990
cuando se fue del Perú a España y después a
Inglaterra como misionero donde ahora pastorea una
iglesia hispanohablante, en conjunto con la iglesia
St. James Muswell Hill.
En su nuevo libro, Cueva profundiza su formulación
de ‘Misión para el Tercer Milenio’, planteando que
los misioneros deben establecer en una “doble vía”
de colaboración, que el trabajo debe desarrollarse
recíprocamente para que los misioneros sean
recibidos como también enviados de todos los
continentes. El autor sugiere que “la misión siempre
se desarrolla con tensiones positivas y negativas”
ahora más que nunca y desde diferentes modelos,
incluyendo lo tradicional y las corrientes
emergentes. Repasa aspectos históricos, teológicos
y funcionales de la misiología, incorporando varios
casos peruanos, para concluir que estos modelos no
son estáticos si no se combinan, se interconectan y se
intercambian constantemente. En los últimos años,
Cueva ha organizado una conferencia de misiones en
Londres que se lleva a cabo este año en octubre.
(Ver: www.globalmissionconference2016.net) La
agenda parece muy interesante aunque nos cuesta ver
que de los 17 invitados para dar charlas, solo hay dos
del ‘tercer mundo’ incluyendo uno del Perú (el
mismo pastor Cueva). Parece que la reciprocidad no
se balancea tan fácilmente. En comunicación
personal con el autor, nos dimos con la ingrata
noticia que no hay planes para la traducción de este
importante trabajo.
Casi cada año hay por lo menos un par de libros sobre
teología u homilética y no hay una excepción aquí.
Bernardo Campos, el pastor y teólogo pentecostal –
y ahora Director General del Instituto Elías– ha
publicado En El Poder del Espíritu: Introducción a
la Hermenéutica del Espíritu en el Nuevo
Testamento (Lima: Instituto Elías, 40pp). Se trata de
explicar, en breve, el uso de la HDE o 'Hermenéutica
Del Espíritu" creada por el autor como herramienta
integralidad 48
por lo cual “los creyentes son capaces de explicar su
mundo y con ello su propia identidad religiosa y
social.” Campos usa la experiencia de los
movimientos pentecostales y el del denominado
movimiento de 'guerra' espiritual como casos
concretos para ilustrar en cómo desarrollar este
HDE. Concluye su texto con una sustentación
bíblica de sus planteamientos. Esta publicación es
un texto útil para un pastor o para uno que quiere
entender más sobre el pensamiento pentecostal.
(Para más informes sobre este libro escribir a:
Tomas Saenz Lozano, un pastor de la Iglesia Bautista
Internacional, nos ofrece un trabajo comparativo.
Saenz es profesor en la Universidad Seminario
Evangélico de Lima, y acabó sus estudios en el
Edinburg Theological Seminary en Escocia con una
tesis de maestría, Narrative Preaching in the
Context of the Peruvian Church (University of
Glasgow, 125pp.) (Traducción: La Prédica Narrativa
en el Contexto de la Iglesia Peruana). Aunque no
está publicado por una casa editorial, y aunque está
en inglés, lo incluimos en buena parte por su
encuesta a pastores de iglesias evangélicas en Lima
y Tarapoto. La primera mitad del trabajo se enfoca
en el entender el relato de Josué en Génesis 44:18-34
y 45:1-8 por medio de diez autores reconocidos del
campo teológico en una investigación bibliográfica.
Sobre esto, el autor hace un análisis literario de estos
versículos. Luego hace una encuesta con pastores
peruanos para examinar mejor el texto y lo que dice
sobre la familia disfuncional, un desafío que según el
autor es “un problema grave en las iglesias
peruanas.”
Son once pastores peruanos que forman parte de sus
grupos focales donde tratan de unas siete preguntas
cómo ¿Cómo se define una familia disfuncional? y
¿Qué efectos producen estos factores en las familias?
y ¿Cómo estos están ayudando a estas familias? Los
pastores de Tarapoto son Caleb Cuesta (Templo
Emanuel), Alfonso Cuesta (Casa de Oración), Jorge
Vásquez (AIENOP), Erick Vilca (Presbiteriano) y
Javier Vásquez (Jesús el Camino); el grupo de Lima
incluye a Sixto Navarro (Pentecostal), Timothy
McIntosh (Evangélica Libre), Francisco Vergara
(Presbiteriano), Luis Cornejo (Evangélica Libre),
Lucas Grandez (Alianza Cristiana y Misionera), y
Raúl Hinojosa (Iglesia Bíblica La Semilla). A
quienes les interese conocer el contexto peruano van
a querer saltar a la página 80 para ver qué dicen en
conjunto estos pastores sobre sus iglesias, incluso el
tema sobre los hijos favoritos, los famosos
Benjamines. El propósito del autor es animar a que
los pastores peruanos incorporen la predicación
narrativa al púlpito eclesiástico “para que tengan
variedad de su predicación, y también para que los
predicadores sigan la retórica bíblica”. Lo bueno de
las publicaciones en la modalidad de tesis es que se
puede descargarlas gratuitamente gratis:
http://bit.ly/SaenzPredicaPeru
El teólogo adventista Dr. Merling K. Alomía Bartra
ha tenido una larga y meritoria carrera académica.
Es ex-Rector de la Universidad Peruana Unión
(Adventista) – UPeU – y profesor emérito de la
UPeU; es experto en el Antiguo Testamento y autor
de varios libros incluyendo ‘El Año Agradable de
Jehová: Simbolismo y Realidad de las Fiestas del
Antiguo Israel’. Su bibliografía alcanza unas diez
páginas y aunque su enfoque ha sido el Antiguo
Testamento, también escribió ‘Apocalipsis: Mensaje
Misericordioso’ sobre el último libro del Nuevo
Testamento. Su reseña biográfica da cuenta de una
vida llena de variedades: fue director del Coro en el
Colegio Adventista del Titicaca; fundó y es editor
general de la revista Theologika; ha hecho
arqueología en Palestina y en Ica; es ornitólogo; fue
misionero en Tarapoto; dictó clase de Misiología,
como invitado, en el Seminario Bautista del Este,
Lima; y ha escrito sobre la denominación Iglesia
Evangélica Peruana. Algunos tal vez pudieron
conocerlo en algunas reuniones de la Sociedades
Bíblicas del Perú.
Ahora los alumnos y amigos de este hijo de
Yurimaguas le han publicado un festschrift: El Fin
Desde el Principio: Festschrift en Honor a Merling
Alomía, (Naña: Universidad Peruana Unión, 560pp),
editado por Benjamin Rojas, Teófilo Correa, Lael
Caesar y Joel Turpo. Este es el libro más grande –en
peso y en pensamiento– que se incluye en nuestra
lista. Son 17 capítulos sobre el Antiguo Testamento
incluyendo siete solo sobre el libro de Daniel; son
cuatro del Nuevo Testamento; cuatro sobre la
hermenéutica; tres de educación; y tres textos
netamente teológicos. El volumen no es
exactamente bilingüe pues no hay traducciones para
sus 25 capítulos publicados en inglés mientras seis
son escritos sólo en castellano. La mayoría son
autores peruanos o norteamericanos pero hay
algunas excepciones incluyendo una teóloga
argentina. Por la variedad y el tamaño del texto no
integralidad 49
se llegó a leerlo todo pero apuntamos dos capítulos
que nos encantó leer: ‘Asuntos Subyacentes en el
Drama del Gran Conflicto en Génesis 3:1-5: Un
Análisis Exegético’ por uno de los editores, Joel
Turpo. Y ‘Hacia Una Teología del Juicio
Escatológico: Exégesis del Salmo 82’ por Edgard
Horna. De hecho que Merling Alomía es un
personaje singular en nuestro Perú y este libro
muestra la ternura y el alto respeto que le tienen a
este catedrático peruano.
Ciudadanos del Otro Reino: Historia Social del
Cristianismo Evangélico en el Perú (Siglos XVI-
XXI), (Lima: Instituto de Estudios Wesleyanos,
478pp.) es un libro más por el teólogo y sociólogo
Tomás Gutiérrez Sánchez. Ante todo, vale anotar
sobre el ingreso a la comunidad editorial evangélica
de una nueva casa de publicaciones, el Instituto de
Estudios Wesleyanos, para estos temas en el Perú -
¡bienvenido! Escogieron una publicación importante
para su lanzamiento. Más que una historia social, el
autor bautista ofrece un esquema de periodización de
siete etapas en la historia peruana. Si la historia
social se enfoca en gente común y corriente de la
sociedad, este libro lo tipifica tal vez en dos o tres de
sus capítulos.
Gutiérrez indaga, en el primer capítulo, sobre la
presencia de los protestantes entre los “piratas,
artesanos y locos” quienes fueron perseguidos por la
Inquisición. El hombre de la hora es Mateo Salado,
pero es tan detallado el libro que no se presenta esta
figura hasta la p. 62.2 En el segundo capítulo, hay un
cuadro sumamente interesante que junta siete
Decretos Supremos al comienzo de la República,
sugiriendo los deseos de algunos por crear un estado
realmente laico. (ver p. 85) Diego Thomson es el
personaje relevante aquí pero Gutiérrez asegura que
Thomson “no llegó para implantar una iglesia
distinta a la católica romana [pero] dio los primeros
pasos para que otras misiones protestantes llegaran
al país.” (p. 105) Aun así, es posible que Gutiérrez se
extiende demasiado al sugerir que Thomson
“representa un modelo de misión integral...” (p. 106).
Próximamente Gutiérrez postula que el cura
Francisco de Paula González Vigil anima un
‘protestantismo criollo’ por su libro ‘Religión
Natural’ y su cristianismo heterodoxo, pero eso le
voy a dejar que debatan los historiadores y teólogos.
2 (Un trabajo complementario a este capítulo puede ser el artículo sobre Salado por el recién fallecido historiador
(Esta frase acogedora de un ‘protestantismo criollo’
tiene medio siglo de uso ya que Howard Vos lo usa
en su libro ‘Breve Historia de la Iglesia Cristiano’
(1965:137) y luego fue cooptado por José Míguez
Bonino y Wilton Nelson, entre otros.) Es el
metodista italo-uruguayo Francisco Penzotti quien
llega ser la contraparte de Vigil para acabar este
periodo histórico. En el cuarto capítulo por fin
llegamos a ver la peruanización del protestantismo y,
tal vez no coincidentemente, donde es más evidente
una historia social. Una sección agraciada es un
ensayo de diez páginas sobre la librería e imprenta El
Inca de Juan Ritchie. Es justamente en esta sección
donde más se pone evidencia la historia social, donde
la cultura se mezcla y se (re) produce. La sección
sobre CONEP también deja al lector queriendo saber
más y Gutiérrez pone en evidencia que hay mucho
material por descubrir en documentos por no decir
entrevistas con líderes que todavía están presentes.
El autor reconoce que su último capítulo, sobre la
política, recapitula algo de un libro previo suyo. Hay
algunas novedades pero deja algunas cosas no
atendidas. Ofrece cuadros de candidatos al
parlamento nacional para el 1995, 2000, y 2001 pero
deja entrever vacíos grandes en los datos sobre las
elecciones de 1990 como también del 2006 y 2011.
Cita al grupo UNICEP en su rol crítico en el contexto
de la libertad religiosa - pero pierde la oportunidad
de contextualizarlo en un par de párrafos, añadiendo
mención a los grupos emergentes como las
Fraternidades de Pastores. Pero estos deseos llegan
ser encomios para un libro que hace que el lector
desea saber más. [Nota personal: el que escribe es
uno de varios incluido en la lista de agradecimientos
del libro.]
Gutiérrez también reproduce ciertas tablas de textos
que son difíciles en encontrar y junta ciertas
cronologías no visto antes. Aun así, si uno ofrece
pequeñas quejas es porque uno lee minuciosamente
un texto que estima y espera que haya una segunda
edición para hacer ciertos ajustes. Las fuentes
abundan y son una de las riquezas del libro - pero hay
que chequear tanto la Bibliografía como las Notas al
final del libro para una lista completa pues ambos
tienen citas que el otro no incluye. Por ejemplo, no
están en la Bibliografía los títulos de Vigil; de
Mereciel Gaye de la Nota #135; del ‘Catálogo’ de la
Librería El Inca de la Nota #163; de Arturo Polo en
Teodoro Hampe en ‘Acta Herediana, Vol. 56, 2015.)
integralidad 50
Nota # 281; ni las cartas de Anna Graves; ni los
documentos del CONEP. Las citas de periódicos de
la época son verdaderas joyas. Infelizmente no se los
incluye en la bibliografía. Algunos, como el
documento de Herbert Felton en la p. 242 no son
incluidos ni a la Bibliografía ni a las Notas. Nos
hubiese gustado un índice onomástico (aún con más
páginas para el libro); números en las tablas serviría
para hacer mejor referencia a ellos. La referencia
sobre Radio del Pacífico es valioso pero no lo
actualiza y faltan importantes datos de los últimos
diez años incluyendo la venta de algunos de sus
bienes. Con todo esto, el libro aporta y refuerza la
narrativa de lo evangélico en el Perú, destapando
áreas no bien conocidas. Es un libro sumamente
necesario por cualquier biblioteca sobre estos temas.
También nos llega un texto por Nilton Maldonado
Navarrete, profesor en el Seminario Evangélico de
Lima, quien subió el Manual de Historia de la
Iglesia en América Latina y en el Perú (s.f., 46pp)
al internet. Reconocimos el nombre del autor por su
trabajo de ‘Inmigración Protestante e Inicios del
Protestantismo en Tacna (1866-1878)’, su tesis de
bachillerato en la Universidad Bíblica
Latinoamericana (Costa Rica). Este manual parece
ser escrito con un énfasis pedagógico, comenzando
sobre cómo entender la historia, a la iglesia y a
América Latina, incluyendo sus etnias, sus idiomas
y su propia historia. Luego el autor ofrece varios
esquemas de periodización del desarrollo de “la obra
evangélica” incluyendo a sistematizaciones de P.
Damboriena, E. Dussel, J-P. Bastian como también,
para el caso peruano, los de W. Bahamonde, J.
Kessler y T. Gutiérrez, entre otros. Ofrece su propia
síntesis de acontecimientos históricos desde 1492.
Incomoda un poco que casi no cita las referencias
específicas de sus cuadros y mapas como los retratos
de misioneros del Siglo XIX como Allan Gardiner,
David Trumbull, y Guillermo Payne. Su enfoque
sobre el Perú tal vez sea grato para un lector peruano
pero muchas veces salta de lo peruano a lo
latinoamericano y hasta lo norteamericano entre
párrafos. Hay un espacio para un Manual de este tipo
y este trabajo tal vez puede llegar a serlo.
Muchas veces (cómo estas listas lo demuestran) no
todos los libros se publican en castellano. Este año
había un caso al revés pues el buen libro de Fernando
Bullón El Pensamiento Social Protestante y el
Debate Sobre el Desarrollo (publicado por Libros
Desafío en castellano en 2013) fue traducido al
inglés cómo Protestant Social Thought in Latin
America: The Debate on Development (Eugene,
OR: Regnum y Wipf & Stock, 336pp). Esto lo
consideramos importante pues asegura que un autor
peruano sea citado y conocido por un mundo más
amplio y así esperamos que otros se den cuenta de la
rica literatura sobre estos temas que se podría
encontrar en castellano. Bullón es docente en la
Universidad Evangélica de las Américas (Costa
Rica). El libro, basado mayormente en fuentes
secundarias, trata de describir la contribución de la
iglesia protestante en el desarrollo de los países
sudamericanos y constituye un recorrido de ciertas
instituciones y autores. La primera mitad del texto
es bastante teórica y parece venir de su tesis doctoral
‘Enfoques Teológicos y Técnicos en Torno al
Desarrollo en América Latina: Problemática
Teorico-Practica y la Cuestión del Desarrollo
Autosustentado’ (University of Manchester, 1995).
La segunda mitad en buena parte compara el impacto
del Consejo Latinoamericano de Iglesias con la
Fraternidad Teológica Latinoamericana (Bullón es
miembro de la FTL). Cita al Perú de paso un par de
decena de veces, e incluye un par de enfoques cortos
sobre el Perú, refiriéndose a las escuelas adventistas
en Puno (citando a Merling Alomía). Entre sus seis
mini-biografías se encuentra uno de Samuel Escobar
(de casi 15 páginas más una pequeña bibliografía del
misiólogo peruano). Una cosa que pierde el lector de
habla inglesa es el prólogo de Pedro Arana de la
versión castellana, sustituido aquí por Charles Van
Engen de Fuller Theological Seminary.
Finalmente nos damos el lujo de autoría de incluir al
libro de Mario Rommel Arce Espinoza titulado
Matrimonio Peruano: Estado Confesional al
Estado Laico, 1821 - 2015 (Lima: autopublicado,
145pp). Rommel es el Director de la Biblioteca
Mario Vargas Llosa en Arequipa. Un abogado de
profesión, ha escrito un par de libros de historia
peruana. No es evangélico y el libro es limitado en
temas sobre el protestantismo. Pero aun así se presta
para contextualizar a los protestantes en lo socio-
legal durante nuestra historia republicana. Sin citar
a Juan Fonseca, usa un argumento similar sobre
cómo el protestantismo que formó parte de la
modernización del Perú a fines del siglo XIX y el
impacto a la institución del matrimonio por parte de
la inmigración y la tolerancia de cultos. Enfocándose
en el matrimonio, apunta la irregularidad del
desarrollo de la intolerancia a la libertad de cultos, en
particular hasta la vigencia del matrimonio religioso
integralidad 51
en 1930. Es muy probable que uno no va a encontrar
alguna novedad religiosa en este texto (usa
mayormente Armas Asin, García Jordán y Klaiber
como fuentes para lo religioso) y a veces hay ciertos
vacíos en relación a su reconocimiento sobre el
mundo no-católico (un pequeño ejemplo: mezcla a
“Adventistas, Bautistas, Testigos de Jehová y
Mormones” durante la época de Leguía; ver p. 70).
Con todo esto, es una fuente firme para poner el tema
del matrimonio en el contexto del Código Civil y
otras leyes. Al acabar el libro, alude a los desafíos
sobre el matrimonio en el Perú contemporáneo, y el
autor comienza a construir un argumento respecto a
cómo crear condiciones para desarrollar un
pluralismo jurídico para nuestro país.
Estos diez textos, todos publicados en 2015, ofrecen
una variedad de interpretaciones sobre el campo, la
identidad y la memoria evangélica en el Perú actual.
Nos hacen pensar y repensar, reaccionar y
desenvolver ciertas experiencias e ideas sobre las
prácticas y discursos e historias de lo evangélico. Y
crean espacios para nuevos manuscritos para
desarrollar sobre lo que constituye lo evangélico en
nuestro país.
Sobre el autor: E. Eduardo Romero P. es docente en la Universidad San Ignacio de Loyola y estudia Sociología en la Pontificia
Universidad Católica del Perú sobre temas de religión y política en el Perú. Si tienes informes de cualquier libro
para 2016 - o aun para 2015 - se puede mandar los datos a [email protected] durante el transcurso del año.
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