Reseña Histórica de La Pediatría Latinoamericana

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historia de la pediatria

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Resea histrica de la pediatra latinoamericana*Historical review of the Latin-American pediatricsDr.: Teodoro F. PugaOrgenes de la pediatra de occidenteros de Ebers (1550 a.C.), de Westear o de Berln, losescritos de la escuela de Alejandra y el cdigo deHacer una resea histrica de la pediatra Latinoa-Hammurabi, son ejemplos demostrativos.mericana, puede signifi car abocarse a relatar la vidaPoemas como el Vedao las leyes de Man, elMaha-y la obra de sus fi guras seeras o a escribir la cr-nica de las instituciones que de una u otra forma sebarata, el manuscrito Bower del ao 400 d.C. y elocuparon de la salud infantil.Cara Kasamhita , que describe la teraputica brah-mnica, son asimismo documentos que contienenPero debe ser reconocido que desde el comienzo dedescripciones sobre distintos aspectos vinculadoslos tiempos y durante muchos siglos, el cuidado decon la salud de los nios.la salud de los nios parece haber sido una preocu-Los primeros mdicos occidentales aprendan en lapacin exclusiva de las madres y el re ejo de laslneas de pensamiento y de las ideas y culturas queisla de Cos donde naci Hipcrates (460-377 a.C) laexistieron en las distintas pocas.importancia de la observacin y de la anamnesis, a lasombra del pltano de Cos. En el Corpus Hippocrati-Es posible que un solo ejemplo pueda encuadrarcum, entre los Aforismos, existen referencias de nioseste concepto. Una forma de fi licidio, el infantici-tratados de diversas enfermedades. (Figuras del 1-4).dio que viene desde la prehistoria, slo fue punibleLos antiguos griegos no contaban con mdicos o Ia-despus de la llegada de la civilizacin romana. Sintros para la asistencia de los nios, pero conocanembargo, hasta mediados de nuestro siglo fue unaprctica comn entre las tribus esquimales cuandolas enfermedades de la infancia. Se referan a Pai-el primer hijo era una nia, pues precisaban asegu-deia, que todava a principios del Siglo V a.C., sig-nifi caba crianza de los nios, una defi nicin similarrar la descendencia masculina para la supervivenciaa la de Puericultura. Hasta los 18 aos, al referirsey el control de sus poblaciones; eran slo los hom-al nio, hablaban de Pas y denominaban Efebo albres los que salan desde el igl a cazar y a traer elsustento para toda la tribu.adolescente hasta los 21 aos.No tena iguales caractersticas ser nio en Atenas,Han quedado documentados hechos y referencias delas antiguas civilizaciones que muestran la preocu-Esparta o en Troya. En Esparta, por ejemplo, la dis-pacin por la madre, el nio y la familia. Las tablasciplina militar era rgida desde el nacimiento y en losTribunales, si despus de una evaluacin fsica losde arcilla con escritura cuneiforme encontradas enrecin nacidos presentaban malformaciones, se losla Mesopotamia, que datan del 2100 a.C., los papi-arrojaba desde lo alto del monte Taigeto, siguiendolas leyes espartanas de Licurgo.* Artculo reproducido con permiso de la Asociacin Latinoamericana de Pediatra (ALAPE) y que est publicado en: www.alape.org/pediatria_latinoameri-cana.phpRev Soc Bol Ped 2007; 46 (3): 179 - 98179

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Figura # 1. La isla de Cos en el mar Egeo.Figura # 4. Uno de los libros del CorpusHippocraticum en idioma griego que seconservan en la Fundacin Hipocrtica de laisla.En Atenas tanto las nias como los nios eran aten-didos en el gineceo y compartan los juegos hastalos siete aos. Muecas, sonajeros de barro, pelotasde trapo, objetos blicos de madera, columpios, ba-Figura # 2. Hipcrates enseando a susalumnos.lancines, fueron hallados en excavaciones vecinasa la ciudad.La famosa despedida de Hctor y Andrmaca en laIlada de Homero revela algunos pasajes peditri-cos muy interesantes.La cultura romana tambin enriqueci a la medici-na infantil. Basta recordar los aportes del DerechoRomano y el inicio de los estudios sobre Derecho deFamilia, los libros de obstetricia con conceptos so-bre Puericultura de Aurelio Cornelio Celso, las re-exiones peditricas de Galeno de Prgamo (Siglo I)y Areteo de Capadocia (Siglo II), as como tambinlos conocimientos de Sorano de Efeso discpulo deFigura # 3. El pltano de Cos en el momentola escuela metodista de Asclepades, sobre higiene yactual, despus de ms de 2.500 aos.nutricin infantil y su relato sobre raquitismo.Declarado monumento histrico de lahumanidad.La historia peditrica rabe comienza con el Corny se concreta con autores que tradujeron los ms im-portantes textos de medicina de la poca e hicierondiversos aportes a los conocimientos de la medicinadel nio. Entre ellos debemos mencionar a Razes(860-932), que describi cientfi camente el saram-pin y la viruela, a Avicena (980-1037), cumbre deexcelencia en la medicina rabe, cuyo Canon seus como libro de texto hasta la Edad Media (1650),enumeracin que se completa con los nombres deAverroes (1126-1198), Avenzoar (1072-1162) yMaimnides (1135-1204).RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.180

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El oscurantismo de la Edad Media, con el predo-Hbitat, costumbres, herboristera, ritos, supersticio-minio del cristianismo, hizo que el saber mdicones, curas mgicas, profundamente internalizadas ase aislara en conventos y en las grutas y cavernastravs de los siglos, fueron transmitidas de padres ade magos y alquimistas. El concepto de infancia nohijos y se conservan todava entre las pautas cultura-exista y los nios eran tratados como adultos pe-les de la medicina popular, de la folkmedicina, que aqueos.veces vemos en las puertas de las grandes ciudadesde Amrica Latina y que el pediatra debe aprender,La medicina de los siglos XI y XII elev su nivel ainterpretar, orientar y si es preciso corregir.travs de la Escuela de Salerno, una Civitas Hippo-cratica que comenz a entregar ttulos de Medici-La medicina, y muy especialmente la farmacopea,nae Doctor (M.D.) a los alumnos que culminabanadquirieron otra dimensin. El hallazgo de nuevassus estudios.hierbas enriqueci la teraputica europea e incre-bles supersticiones revelaron en Amrica Latina unEn el ao 1400 un nio nacido en Europa, tena unaser humano que recurra a extraas maneras de ahu-esperanza de vida de alrededor de 30 aos.yentar el dolor y conjurar la enfermedad.Con la llegada del Renacimiento comienza un pe-Los nativos, como en todas las medicinas primiti-rodo de renovacin y de incesante actividad inte-vas, atribuan las calamidades del cuerpo y el esp-lectual.ritu a la determinacin divina y la magia y la hechi-A la invencin de la imprenta debemos asociar la pu-cera dominaron el empirismo, no obstante ser ste,blicacin el 21 de abril de 1472 del primer libro sobremuchas veces, de considerable valor.pediatra Libellus de Egritudinibus Infantium, cuyoLos aztecasadoraban a una diosa de la medicina queautor fue Paolo Bagellardo de la Universidad de Pa-llamaban Izapohatenan, a la que ofrecan sacrifi ciosdua, as como tambin, en 1540, la edicin de Sebas-humanos en ciertas oportunidades. El Dios Ope pro-tianus Austrius en Basilea, de la obra De infantumtega al recin nacido y Xoathicitl velaba las cunassive puerorum morvorum et syntomatum diagnotio-durante las noches. Piltzustenetli era un Dios dene tum curatione liver y la aparicin en 1545 dellite, destinado a los nios nacidos de matrimo-libro The Book of Children, el primero en lenguanios legales y especialmente nobles. (Figura # 5)inglesa, escrito por Toms Phayre (1510-1560).Figura # 5. Diosa azteca Tlazolteotl, tallada conaplicaciones moteadas granates (piedra roja)La Pediatra aborigen y la conquistaen el acto del nacimiento.espaolaLa llegada de los espaoles al continente americanoen 1492 determina una modifi cacin en el desarro-llo de las ciencias mdicas. Se enfrentan dos cultu-ras absolutamente desconocidas entre si, diferentesno solamente por el grado y estilo de formacin sinotambin por el ambiente natural que les toca vivir ysus circunstancias ecolgicas.Al cambiar de mbito, el conquistador tuvo queincorporar necesariamente nuevos hbitos de vidapara sobrevivir y, a su vez, imponer los suyos.Es all donde tiene su origen la Pediatra Latinoame-ricana, en la forma como los aborgenes de la pocaprecolombina actuaban frente a la madre, al nio yla familia y que los primeros conquistadores reco-gieron, integrndolas a su propio acervo.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.181

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A pesar de los cruentos sacrifi cios humanos queUna creencia tpica de los aztecas y muy difundida,ofrecan a los dioses, esta civilizacin distante e ig-se refera al hecho de pasar por encima de un nionota, tambin tena normas de vida y principios mo-acostado o sentado. Este acto, llamado Tequencholrales similares a los de culturas ms evolucionadas.huilistli, le quitaba la virtud de crecer. Para repa-rar el dao deba desandarse el camino. Los niosDespus de nacer, el nio era baado al tiempo quedeban dormir sobre esteras para fortalecerse; se ba-se pronunciaba una oracin especial.aban con agua fra y se alimentaban casi exclusi-Al cuarto quinto da se efectuaba el segundo baovamente de cereales.antes de la salida del sol con una ceremonia y ma-A la edad de 8 9 aos comenzaban a ser casti-niobras de orden prctico rodeadas de un halo degados por su pereza. Al principio eran pinchadosmisterio y de temor que inspiraban los conjuros ycon agujas de magey, despus de los 11 aos leslas splicas.hacan respirar vapores de chili. Los castigos infe-El nio era puesto al pecho al segundo da deridos a las nias eran controlados para no afectar suvida. Lo tomaba durante dos o tres aos; si la ma-belleza. A partir de los 12 aos, las mujeres, y de losdre no poda alimentarlo se recurra a una nodri-15, los varones, pasaban a depender del estado. Laza. El destete constitua asimismo una ceremonia.orientacin hacia la guerra y hacia la religin Fig. 6:Ixtlilton signifi ca el pequeo negro. Los nios en-Dios Ixtlilton comenzaba en la cuna, prosegua en lafermos eran llevados a su templo para ser curados.adolescencia arraigando en ellos slidos principiosmorales sobre la divinidad, la patria y la familia.Los pequeos que estaban en condiciones de hacer-lo deban bailar hasta caer rendidos, repetir las ora-La fi gura del mdico se identifi ca, en esta cultura,ciones que formulaban sus padres y beber el aguacon la del sacerdote y con la del brujo. Los herbola-bendita.rios, en cambio, eran una especie de farmacuticosque se dedicaban a recoger todo tipo de hierbas; an-El escudo que el dios lleva en su brazo izquierdo tie-dariegos incansables que llegaron a formar verdade-ne pintado el smbolo del sol y en la mano derecharas boticas en las que incluan piedras y objetos delleva un cetro en cuya extremidad se ve un corazn.origen animal.En la actualidad, el Hospital Infantil de Mxico anLpez de Gomara menciona en su crnica de laconserva como emblema este dios que posea el po-Nueva Espaa algunas cosillas: antidiarreicos,der de curar a los nios enfermos (Figura # 6).narcticos, yerbas para hacer orinar, para provocarabortos y blsamos para calmar las enfermedades deFigura # 6. Dios Ixtlilton.la piel. Pero especialmente purgantes, vomitivos, ysudorfi cos que ayudaban a expulsar del cuerpo losmalos espritus que los enfermaban.Los mayasaplicaban los remedios mediante unaceremonia mgica, no obstante conocer las propie-dades de vegetales que empleaban como purgantes,sedantes o calmantes; otros ayudaban a orinar, trans-pirar y bajar la fi ebre. Curaban las enfermedades delos ojos con la leche de los tallos del chicalote.La ingestin de cocimiento de las hojas de izbutaumentaba la secrecin lctea de la madre. (Figura# 7). Los siboneysde Cuba se conformaban con san-gras y purgantes y, en ocasiones recurran a laspropiedades narcticas del tabaco.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.182

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lasindias de Maranhasealan que cariosas yFigura # 7. ITZAMNA, dios de la medicina,vigilantes cargan a sus hijos al lado de sus cuer-Panten Maya - Guatemala.pos, casi siempre prendidos al pecho, con unafaja de algodn, la tipoia, y as, con ellos, tra-bajan. Los nios duermen y van contentos, porms que ellas se agachen o se muevan [...] nun-ca los abandonan ni les dan castigos. Destacanla asombrosa energa fsica de las mujeres queparen en los campos y rpidamente despus delparto se lavan con su nio en el ro ms prximoy no reposan ms de 2 3 das. Mientras que elhombre se acuesta en la hamaca de su choza pararecibir visitas, mimos de su mujer y comidas es-peciales, como si fuera l quien va a parir [...] losnios pueden llegar a mamar 7 u 8 aos.La couvade o chco dos indios, cuando van aparir las mujeres impresion sobre todo al padreSimo de Vasconcellos. Para el indio el hijo leEn algunas regiones, la medicina para el hom-sale de los lomos, mientras que la mujer apenasbre formaba un captulo aparte. As sucedaguarda el semen en su vientre, donde se cra elentre los indios piaches en Venezuela y las An-nio. El hijo es una multiplicacin del padre.tillas, los jbaros y carahybas del Amazonas,Sociolgicamente, escribe Gilberto Freyre, lalos boncios o buhitis en las zonas orientalescouvade representa el primer paso en el sen-cerca del Pacfi co, los huancavilcas, sin dien-tido de reconocer la importancia biolgica deltes, los mahanes, los vilcacamas y loszparospadre en la generacin de un hijo.del Ecuador, los camiles, camatas y collaya- Prrafos repetidos vienen a continuacin:guasde Bolivia y Per y losyatirisde Puno.Entre los indios quijosdel Ecuador, cuando unEl adulterio femenino causaba horror. Los tu-nio naca, la mujer continuaba con sus tareaspias coman a sus hijos cuando moran despusdomsticas en tanto que el marido tomaba su lu-de nacidos, los borors los mataban para apla-gar en la cama de la embarazada y haca dieta, acar malos sueos y no fumaban ni beban aguaveces hasta el extremo de morir por inanicin.para que el nio fuera resistente al humo y a lased. Los curupeb no coman carne humana. LosEn el ao 1964, tuvimos la oportunidad de pre-caxinaus hacan regmenes dietticos. El padresenciar en Ecuador el parto de una india de laseccionaba el cordn umbilical del recin nacidotribu ecuatoriana de los colorados, llamados ascon los dientes o lo cortaba con piedras frotadasporque tanto la mujer como el hombre se pinta-una contra la otra, algunos usaban lasca de ta-ban de rojo la cara, parte del cuerpo y la mujer,cuara.los senos.En el Brasil primitivo las enfermedades autcto-La parturienta era sostenida en posicin verticalnas eran pocas y benignas.desde las axilas y al nacer, el recin nacido caasobre un colchn de pasto preparado al efecto.Los pueblos Boror y Xavante del Mato Gros-so practicaban la planifi cacin familiar. Para noViajantes, cronistas y misioneros coinciden enquedar embarazadas las indias usaban variasdescribir el trato amoroso dado por las madresplantas (tallo, or, raz), cuyos nombre sman-aborgenes brasileas a sus hijos. Tanto el ca-tenan en secreto. Preparaban infusiones. Unavalheiro Pigafetta en 1519, como Staden enplanta habra sido el Capito.1557 y el padre capuchino Claude dAbbeville,al referirse aLA PRIMITIVAmadre tupinambo aRESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.183

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En numerosas tribus los defi cientes eran sacrifi -para que el nio fuera resistente al humo y a lacados al nacer, por eso rara vez se encontrabansed. Los curupeb no coman carne humana. Losnios discapacitados o prematuros.caxinaus hacan regmenes dietticos. El padreseccionaba el cordn umbilical del recin nacidoCuando indagamos en las costumbres incas en-con los dientes o lo cortaba con piedras frotadascontramos que tambin ellos disponan de ununa contra la otra, algunos usaban lasca de ta-pequeo rito para destetar al nio a los dos aoscuara.de edad. Se le cortaba por primera vez el cabe-llo, dando el padrino el primer tijeretazo. En eseEn el Brasil primitivo las enfermedades autcto-momento se le impona el nombre y reciba nu-nas eran pocas y benignas.merosos presentes.Los pueblos Boror y Xavante del Mato Gros-Los medios que disponan para curar a los niosso practicaban la planifi cacin familiar. Para noeran muy primitivos y mgicos. Al nacer el nio,quedar embarazadas las indias usaban variasse le cortaba el cordn umbilical y lo guardabanplantas (tallo, or, raz), cuyos nombre sman-para drselo a chupar cuando se enfermaba; sitenan en secreto. Preparaban infusiones. Unapadeca fi ebre lo lavaban con orina de la maanaplanta habra sido el Capito.y si la conseguan del mismo enfermito, le da-En numerosas tribus los defi cientes eran sacrifi -ban de beber una pequea cantidad. La madrecados al nacer, por eso rara vez se encontrabancalmaba los dolores del hijo con su saliva; lasnios discapacitados o prematuros.pulmonas con su leche y las picaduras con susCuando indagamos en las costumbres incas en-excrementos. Sin embargo, dentro de la prcticacontramos que tambin ellos disponan de unmdica, la ciruga incaica alcanz gran desarro-pequeo rito para destetar al nio a los dos aosllo, destacndose como exitosos trepanadores dede edad. Se le cortaba por primera vez el cabe-crneo.llo, dando el padrino el primer tijeretazo. En eseLa deformacin del crneo haba alcanzado granmomento se le impona el nombre y reciba nu-difusin en la Amrica precolombina. Aunquemerosos presentes.no se conoce a ciencia cierta su motivacin, Pe-Los medios que disponan para curar a los niosdro Weiss la atribuye a distintivos de grupos fa-eran muy primitivos y mgicos. Al nacer el nio,miliares o categoras y rangos sociales u ofi cios.se le cortaba el cordn umbilical y lo guardabanSe efectuaban durante la infancia. Podan ser depara drselo a chupar cuando se enfermaba; sitres clases cada una con aparatos y tcnicas de-padeca fi ebre lo lavaban con orina de la maanaterminadas.y si la conseguan del mismo enfermito, le da-Tanto en la zona del Per y de Bolivia, comoban de beber una pequea cantidad. La madreen el noroeste argentino, el susto era una enfer-calmaba los dolores del hijo con su saliva; lasmedad mstica (psicosomtica), originada porpulmonas con su leche y las picaduras con susun impacto violento que separaba el espritu delexcrementos. Sin embargo, dentro de la prcticacuerpo, provocando un desequilibrio. Segn elmdica, la ciruga incaica alcanz gran desarro-grado de la impresin, podan aparecer vmitos,llo, destacndose como exitosos trepanadores defi ebre e incluso la muerte.crneo.Los nios eran los ms vulnerables, pues su es-La deformacin del crneo haba alcanzado granpritu era ms dbil. La curacin se efectuabadifusin en la Amrica precolombina. Aunquemediante una ceremonia por la cual se restituano se conoce a ciencia cierta su motivacin, Pe-el alma al cuerpo.dro Weiss la atribuye a distintivos de grupos fa-El adulterio femenino causaba horror. Los tu-miliares o categoras y rangos sociales u ofi cios.pias coman a sus hijos cuando moran despusSe efectuaban durante la infancia. Podan ser dede nacidos, los borors los mataban para apla-tres clases cada una con aparatos y tcnicas de-car malos sueos y no fumaban ni beban aguaterminadas.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.184

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Tanto en la zona del Per y de Bolivia, comoLos guaranes, como ningn otro pueblo en elen el noroeste argentino, el susto era una enfer-mundo, segn Moiss Bertoni, supieron resolvermedad mstica (psicosomtica), originada porde manera tan brillante los problemas de la hi-un impacto violento que separaba el espritu delgiene. El pay era quien ejerca la medicina,cuerpo, provocando un desequilibrio. Segn elempleando magnetismo y sugestin con actos ygrado de la impresin, podan aparecer vmitos,ritos variados. Tambin la practicaba el avarfi ebre e incluso la muerte.arand, hombre de edad, que era el sabio de latribu. El parto de la mujer se realizaba en cu-Los nios eran los ms vulnerables, pues su es-clillas y el cordn umbilical era cortado con unpritu era ms dbil. La curacin se efectuabacuchillo de tacuaremb, costumbre que tambinmediante una ceremonia por la cual se restituasiguieron los charras de la Repblica Orientalel alma al cuerpo.del Uruguay.Otra creencia sobre el futuro del recin nacidoLos guaranes, uno de los grupos ms numerososafi rmaba que un nio haba nacido aicado, por-del Paraguay y del litoral argentino no fajaban aque la madre haba violado las normas prescrip-los nios como en el Norte y les daban el pechotas para la mujer embarazada. Aicado signifi cahasta los 3 o 4 aos, y hasta los 8 en ocasiones.que no caminara en el momento adecuado, quetendra poco peso, deshidratacin, etc.Al comenzar el destete se agregaba a su alimen-tacin frutas y miel de abeja. Tambin comanPara tratarlo lo colocaban desnudo dentro de lasmandioca previamente masticada por la madre yentraas de un animal recin sacrifi cado. En rea-rpidamente incluan como alimento el tamblidad, la falta de locomocin y dems sntomasasado, que es el gusano que se cra en el carozoeran producto de una grave desnutricin.de coco. Esta costumbre ha continuado hasta hoyCuando el parto se atrasaba procedan a ovillar yentre los campesinos.desovillar un hilo especial llamado lloque, paraSu sabidura natural les inspir una especie deque por simpata el nio se desenredara en elincubadora para colocar a los prematuros. Con-tero materno.sista en una olla de barro yapepo, recubiertaEn el noroeste argentino y sobre todo en la pro-de plumas por dentro y colocada no muy aleja-vincia argentina de Santiago del Estero, al morirda del fuego. Los alimentaban con agua, miel yun nio se efectuaba el velorio del angelito.grasa de tamb. Como antihelmntico agregabanuna cucharita de fi cus a la leche. En la zona delSola durar 2, 4 6 das, pues los vecinos y ami-Paraguay, lo primero que daban al recin naci-gos solicitaban de los padres o deudos el cuerpodo era un t de yerba mate al que algunas vecesde la criatura para celebrar en su casa la bienha-agregaban una cucharadita de aceite comestible.dada fi esta.Denominaban t a cualquier infusin caliente oEl cadver en descomposicin era llevado defra de hojas de naranja, de malva o de tilo. El tcasa en casa, dando motivo a que la juventud sede yerba favoreca la expulsin de la pez (meco-divirtiera.nio). Los indios la llamaban ca (yerba por ex-Una cinta roja o azul cea el cuerpito del n-celencia).gel. Cada uno de los presentes haca un nudoCombatan los parsitos con medicamentos deen ella, para que llevara al cielo un recuerdo deprobada efi cacia como el chenopodio, planta di-quienes lo queran.fundida en Amrica del Sur con el nombre deLos indios tobas y matacos de la regin chaque-paico, para combatir los gusanos de los niosa tenan escasos conocimientos acerca de lascolocaban polvo de semilla de paico en la maza-enfermedades, pero saban distinguir los malesmorra despus de retirarla del fuego para que nointestinales y especialmente la parasitosis de losse amargue. Posteriormente se llam t de losnios.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.185

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jesuitas debido al uso que le dieron los misio-y las largas recorridas despertaban en ellos unneros. A pesar de su probada toxicidad an hoyapetito voraz.se sigue usando en ncleos poblacionales subur-Los senos de la mujer ona estaban bien desarro-banos, llegando a producir incluso la muerte dellados, no obstante ser muy delgadas y producanalgunos nios.cuantiosa leche. En el ritual del amamantamien-Los tupi-guaranies practicaron las escarifi cacio-to participaban todas las mujeres de la tribu. Lones. Algunas de carcter mdico-religioso, quehacan de la misma forma que la mujer civiliza-se efectuaban en las nias en su primera mens-da, el pezn entre los dedos ndice y mayor; latruacin, y en los nios pequeos la llamada es-lactancia se prolongaba hasta los 3 4 aos.carifi cacin bautismal, que se practicaba juntoEl recin nacido recubierto de pieles era ubicadocon el padre para dar al recin nacido parte de susobre acolchados de lana de guanaco. Proteganespritu.los ojos de los nios con una vscera atada conSegn el padre Cobo, las paperas, que llamabantiento, que segn las abuelas los preservaban decoto, las trataban haciendo morder la zona pa-la reverberacin de la nieve. Tenan un sentido derotidea por una culebra pequea.la belleza muy especial que los haca depilar com-pletamente. Este culto se extenda hasta el nio,El pueblo araucano, que cubra amplias zonasquien a los pocos das de nacido era depositadode Chile y Argentina, confi aba la curacin desobre el suelo donde luego de retirarle las pieles,sus enfermos a los hechiceros o machis quele quitaban todo el vello. A las pocas semanas erase limitaban a realizar horribles contorsiones im-colocado en el tahalsh semejante a la cuna deplorando la mediacin de los dioses, pues creanlos araucanos, pero sta poda clavarse en el piso.que slo ellos estaban facultados para curarlos.Los onas, como los tehuelches, de la PatagoniaLas cunas de los pequeos eran cajones de bor-y de la llanura pampeana, establecieron una re-des bajos o tablas en las cuales eran atados; estolacin entre la unin sexual y la preez, creyen-les permita apoyarlos contra un rbol o unado que las repetidas cpulas contribuan al felizpiedra. Para darles de mamar los sostenan condesarrollo del feto. El parto se realizaba en cu-la tabla. Ligeros de ropa, los nios no comanclillas y el recin nacido poda llegar al mundocarne ni grasa, slo legumbres y harinas sin sal.en medio de muy bajas temperaturas. El nicoCuando eran indolentes les lastimaban las pier-auxilio que reciba era el de cortar el cordn um-nas obligndolos a correr hacia el agua de robilical con una valva afi lada. Al tercero cuartodonde se lavaban. El fro, la alimentacin livianada de vida la madre untaba las articulaciones dey el dolor fsico eran elementos que contribuanbrazos y piernas del nio con una pasta blandaa formarlos giles y fuertes.de greda y saliva. Se sabe que sufran de sebo-Los pampas y mapuches trataban las enfermeda-rrea y que algunas de sus caractersticas fsicasdes gastrointestinales con bilis de guanaco poreran: abdomen prominente, coloracin trigueava oral o con enemas. A los nios con trastornosrosada que luego se modifi cara y rpido desa-gstricos les daban polvos de buche de avestruz.rrollo pondoestatural.Muchos medicamentos resultaban ridculos, peroEl aporte de trigo, cebada y legumbres que hi-los hubo de probada efi cacia, como el empleo delcieron los espaoles a la exclusiva alimentacinhgado crudo en casos de debilidad.de maz, frijol y chile, que consuman otros in-En la Tierra del Fuego habitaban los indios onasdgenas, no lleg hasta habitantes tan australes.llamados, a s mismos, shelknam. Vivan enmedio de una increble escasez, prcticamenteRevisado hasta ac el 27 de abril de 2008sin jefes. El hombre, la mujer y los hijos cons-Pediatra colonialtituan una cerrada comunidad que nos remontaEn varias regiones de Amrica Central, Amri-a los orgenes del hombre, los hijos de esta razaca del Sud y en el Ro de la Plata, los partos setan apartada eran giles y bien dispuestos. El froRESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.186

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producan regularmente en el hogar y la pueri-ropea estaba en plena transicin y la medicinacultura del recin nacido quedaba en manos decomenzaba a ser experimental.las matronas. Una orden real de 1795 que do-De este lado del Atlntico el antiguo hechicerocumentaba la aplicacin del aceite de palo en else iba despojando poco a poco de sus disfraces ycordn umbilical, como prevencin del mal deel machis se transform en la machis, es decir enlos siete das, da motivo a una carta dirigida alla curandera conservadora del carcter mgicovirrey de Buenos Aires que dice: . . . dir so-de la medicina y refugio de los espritus supers-lamente sobre este punto, que las matronas deticiosos.Montevideo, y particularmente Madama Sanson,Cataplasmas yventosas, alternabancon tiradas deusaba al mismo fi n, aunque ignoro con qu an-cuerito, clsico mtodo de quebrar el empacho.tecedentes, el blsamo de Copayba llamado vul-Dentro de la terminologa empleada por la medi-garmente aceite de palo. Este aceite haba sidocina popular infantil no haba enfermedad msdescubierto en Cuba.diagnosticada que el empacho; prximo a 1Mal de los siete das era como se denominabay sobre todo en el primer ao de vida el mal deentonces al ttanos neonatal, que se produca porSimen y la pata e cabra son denominacio-el uso difundido de la telaraa para la hemosta-nes empleadas por las curanderas con bastantesia del cordn cuando sta contena esporos delfrecuencia para catalogar trastornos digestonu-Clostridium.tritivos. El empacho, del latn implagium (accinNo cabe duda que la medicina aborigen in uyde llenar) ya se menciona en los versos de Bre-en gran medida en el tratamiento de las enfer-tn de los Herreros:medades y al ir conocindola, el hombre blancoTurrn... lo que quieras t, no hay ninguno quelleg a descubrir coincidencias con la terapu-me empache mazapan, ni ve, guirlache...... entratica del Viejo Continente, como el empleo deluego a relatar las gracias de los muchachos suspiedras bezoares, clculo intestinal de vicua ulombrices, sus empachos su romper y su chillar.otro animal similar, que hacan los indios come-Desde el punto de vista conceptual el empachochingones de la regin cordobesa argentina yes interpretado como un asiento, una sustan-que usaban, como antdoto contra toda clase decia extraa que queda retenida en algn lugar delenvenenamientos, tcnica sta empleada en Eu-aparato digestivo y que es necesario eliminar oropa en la Edad Media.quebrar.La introducccin en el Nuevo Mundo de la re-Telmaco Susini en su tesis de doctorado del aoligin catlica aporta a las prcticas mgicas de1879 Contribucin al estudio del empacho, allos nativos algunos elementos nuevos (oracioneshacer una clasifi cacin clnica lo divide en em-y cruces). Dicho sincretismo fue posible, por lapacho agudo y crnico, destacando que el prime-coincidencia de elementos que fundamentan elro se presenta en los primeros meses de vida, ob-proceso de una misma concepcin terica en unaservndose el segundo despus del primer ao.y otra cultura. Por ejemplo el sahumerio, comnen la Amrica aborigen, es trado de Espaa en elAdems de usar la popular maniobra de despegarritual de ceremonias de la Iglesia.la piel, tirar el cuerito, a los lados de la colum-na vertebral y a la altura del abdomen, se tratabaEl conquistador lo introduce con sus prcticascon purgantes, baos calientes con mostazas ymdicas, fundamentalmente para conjurar daosemplastos. Tambin eran populares el incienso yo brujeras como el mal de ojo o mal aire.los polvos de buche de avestruz.Durante la conquista, no obstante estar en ple-Las viejas costumbres se fueron relajando enno renacimiento, Espaa conserva su fanatismouno y otro bando, se cometieron abusos y el nioreligioso y con 1 muchas prcticas y creenciasfue el principal receptor de tal descomposicin,medievales que daban fe de las brujeras al igualsu abandono se hizo frecuente. Aunque hubo enque los indgenas americanos. Pero la cultura eu-RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.187

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la legislacin romana clusulas que reconocan apodido remediar su trgica muerte. Y siendo lola patria potestad el derecho de abandonar el hijoms comn exponindolos sin agua de bautismoen ciertas circunstancias, el cristianismo modifi -concurre esta gravsima circunstancia para hacerc completamente ese espritu de posesin y loms doloroso su infeliz fallecimiento.consider criminal. Fue as que para reparar laEl 7 de agosto de 1779 se abren al servicio p-vileza de unos existi el altruismo de otros. Muyblico la Casa y el torno. En su portada se lea lapronto aparecieron en Mxico y en Per institu-siguiente inscripcin: Mi padre y mi madre meciones que recogieron los nios abandonados yarrojan de s, la caridad divina me recoge aqulos hurfanos, siendo las ms tpicas las Casas(Figuras # 8 y 9).de Expsitos, denominadas tambin Inclusas. Laprimera se cre en Lima en 1596, segn narra elpadre Bernab Cobo. La de Mxico surgo en elFigura # 8. El torno y la leyenda original de laao 1582 cuando Pedro Lopez fund el hospitalCasa de Expositos.de la Epifana, y arregl un departamento paralos nios expsitos, pero no se conoci su desti-no. En ese pas la verdadera Casa de Expsitosse inaugur en el ao 1776 a la llegada del arzo-bispo Francisco Antonio Lorenzana y Butrn.En Colombia los nios abandonados yacin enLa Glorieta en el antiguo Hospital San Juan deDios en la calle 12 de Caracas.En Chile tom estado pblico en 1758 con losbienes legados por el comerciante valencianoPedro Tisbe y las donaciones de su albacea JuanNicols Aguirre.En 1761, por Real Cdula de Carlos III se fun-d la Casa de Hurfanos, que cobijaba a nioslactantes que vivan junto a sus amas de leche;haba tambin una sala para parturientas vergon-zantes y un torno para expsitos.Figura # 9. Un antiguo torno refaccionado, queLa Casa de Expsitos de Buenos Aires fue funda-se conserva en un convento de Carmelitasda por el Virrey Juan Jos de Vrtiz el 14 de julioDescalzas en Buenos Aires.de 1779 a pedido del entonces procurador sndicogeneral don Marcos Jos de Riglos, que en notadirigida al Virrey deca: ...que entre las pblicasnecesidades que padecen esta ciudad y su juris-diccin, es de las ms urgentes que haya una casaen que puedan recogerse los muchos nios que seexponen. Son, a la verdad, muy lamentables lossucesos que se han experimentado. Cuntos, nosentidos al tiempo de exponerlos han perecido alas puertas y ventanas de los vecinos por la mismaintemperie de la noche. Cuntos, por que exponer-los en la misma vereda o paso, han sido pisados.Cuntos comidos de perros y cerdos. Cuntosque arrojados en las calles pblicas nadie haRESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.188

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En el Uruguay, el padre Larraaga logra el apoyoEs recin alrededor de 1880, que en las Facultadesdel gobernador y funda la Casa, que comienza ade Medicina latinoamericanas comienzan a crearsefuncionar en Montevideo, en el Hospital de Cari-las ctedras de Pediatra y de esta manera, al tomardad, en noviembre de 1818.individualidad y personalidad propia la enseanzade la medicina infantil, se inician avances notablesEn Brasil la primera providencia ofi cial de protec-en relacin al conocimiento de la crianza del nio,cin a los marginados y abandonados la lleva a cabode los cuidados de su salud y de sus enfermedades.la Metrpole en Ro de Janeiro en 1693 y dos siglosdespus, en 1738, Roma de Mattos Duarte inaugu-Se inauguran servicios de pediatra en hospitalesra la Roda dos Expostos, el primer asilo para nios.generales y comienzan a funcionar los primeroshospitales peditricos como por ejemplo el Hpi-tal des Enfants Malades fundado en Pars en 1802,La pediatra modernaque fue el primer hospital dedicado exclusivamentea la internacin de nios. A partir de entonces, laIn uencia de los pases europeos y de los Estadosmedicina del nio y los pediatras, comienzan a ga-Unidos en la pediatra latinoamericana En nuestranar espacio en forma continuada.Amrica, el siglo XIX fue testigo del advenimientoNo fue casual entonces que por ese sentido gregariode las Universidades y con ellas el amanecer de laque tienen los grupos humanos, en las primeras d-medicina acadmica. As surgieron las Facultadescadas del siglo XX se fueran creando las Sociedadesde Medicina, cuyas ctedras fundamentales fueronNacionales de Pediatra, que han cumplido hasta elClnica Mdica, Clnica Quirrgica y Obstetricia.momento actual una relevante labor cientfi ca en to-Por aquellos aos, con la concepcin de que el niodos los pases de Amrica Latina.era un adulto en miniatura, la enseanza de sus en-Iniciaron sus actividades en las capitales de cadafermedades estaba dentro de los contenidos educa-pas donde los pediatras realizaban reuniones pe-cionales de la Clnica Mdica o de la Ctedra deridicas, que consistan en la presentacin de ob-Partos como se la denominaba entonces.servaciones de inters clnico y muchas veces deLa difusin de los descubrimientos bacteriolgiospacientes con patologas excepcionales en ateneoslogrados en Europa por Lister, Erlich, Koch, Pasteurantomoclnicos.y Semmelweis, su metodologa cientfi ca y su pen-As las cosas, fue inevitable la aparicin de las pri-samiento crtico, in uenciaron a la medicina infan-meras revistas cientfi cas, hoy extendidas en todo eltil, que dio origen a las grandes escuelas peditricascontinente. Tal vez la primera publicacin especiali-europeas.zada editada en Amrica Latina desde junio de 1889,La mirada de los primeros pediatras de Amrica La-aunque de manera precaria, haya sido la Revista detina, estuvo dirigida a esas notables escuelas pedi-la Clnica de los nios pobres que diriga Jos Ma-tricas, sobre todo a la francesa y a la alemana, quenuel de los Ros, ilustre profesional y pionero de lafueron los cimientos de la pediatra latinoamericanaasistencia infantil venezolana, acompaado por Fran-moderna y que la nutrieron prcticamente desde suscisco A. Rsquez. En 1897 se funda la Revista delcomienzos. Entre otros, fueron los aportes de Bre-Hospital de Nios Dr. Ricardo Gutirrez en Buenostonneau, Ribadeau-Dumas, Trousseau, Marfan, Pa-Aires, a la que se sum, poco tiempo despus una pu-rrot, Hutinel, Roger,Grancher y Comby en Francia;blicacin seera, verdadero incunable, los Archivosde Heubner, Keller, Moro, Pfaundler, Schlossmann,Latinoamericanos de Pediatra. (Figura # 10).Czerny, Escherich, Henoch y Finkelstein en Alema-Creada por cuatro grandes de la pediatra de Amricania; de Cadogan, Armstrong y Marriot en Gran Bre-del Sur: Luis Morquio, de Montevideo, Gregoriotaa; de Von Rosen en Suecia; de Morgan, Kplik yAraoz Alfaro, de Buenos Aires, Olinto de Oliveira,Jacobi en EE.UU.; de Maragliano y Golghi en Italiade Porto Alegre y Fernndez Figueiras, de Ro dey de Ramn y Cajal, Maraon, Suer, Benavente yJaneiro, desde su aparicin en marzo de 1905, marcMartinez Vargas en Espaa, que bsicamente enri-un hito en el periodismo cientfi co latinoamericano.quecieron a los profesionales de nuestro continente.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.189

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A las revistas se agregaron normas de diagnstico yFigura # 10. Portada de ArchivosLatinoamericanos de Pediatra, cuya primeratratamiento, boletines informativos, folletos, librosedicin apareci en abril de 1905.y los encuentros cientfi cos aumentaron su frecuen-cia. Comenzaron las Jornadas y Congresos Regio-nales y Nacionales, con la participacin de pediatrasdestacados a nivel nacional, que luego fueron repre-sentantes de sus pases a nivel internacional.La culminacin fue la organizacin de CongresosInternacionales de Pediatra en varias naciones lati-noamericanas, como el XII Congreso del ao 1968en Mxico, el XIV Congreso en el ao 1974 enBuenos Aires, el XX Congreso de Ro de Janeiro en1992, y el prximo, nmero XXIV, que se realizaren Cancn (Mxico) en Agosto de 2004.El auge de las especialidades peditricas, signifi cla iniciacin de los Comits, Secciones o Captulosnacionales de estudios, del trabajo de Subcomisio-nes en temas especfi cos y con ellos la ampliacindel campo de actividad de las Asociaciones. Sim-posios, Conferencias, Seminarios, Talleres y Cursosde perfeccionamiento, enriquecieron la tarea acad-En el primer nmero qued re ejada la mentalidadmica y signifi caron un avance importante en la ac-y la concepcin de una pediatra total que defi na atualizacin de los pediatras latinoamericanos.sus editores. Una interesante crnica seala la im-portancia que los destacados pediatras de principiosVarias Sociedades crearon Programas Nacionalesde siglo le daban, ya por entonces, a los grandes te-de Actualizacin Peditrica a Distancia y Consejosmas que hoy agrupamos dentro de la Pediatra So-de Evaluacin Profesional reconocidos ofi cialmen-cial. Y de cmo, no solamente haba que interesar ate, que certifi can y recertifi can al pediatra generallos poderes pblicos, sino tambin darle difusin yy a las especialidades peditricas para la obtencinparticipacin a la comunidad en la solucin de mu-de ttulos.chos de los problemas de la patologa infantil.Se formaron bibliotecas especializadas y centros dePasaron 25 aos de intercambio cientfi co perma-informacin para todo el equipo de Salud peditriconente entre Amrica y Europa, a travs de los Archi-(CIP), se crearon becas de investigacin y perfec-vos Latinoamericanos y paralelamente a la publica-cionamiento, se otorgaron premios a los mejorescin que una e informaba, se fueron desarrollandotrabajos cientfi cos y en algunas sociedades surgie-muchas de las Sociedades Nacionales de Pediatra yron Fundaciones que realizan acciones de educacinjunto a ellas, nacieron del gran tronco comn, variaspara la salud en medios masivos de comunicacin,revistas societarias que fueron sus herederas: Archi-en escuelas y asociaciones comunitarias.vos Argentinos de Pediatra, Revista Chilena de Pe-En la mayor parte de los pases, este cmulo de ta-diatra, Jornal de Pediatra de Brasil y Archivos dereas se hizo complementando la educacin mdicaPediatra del Uruguay.de pre y postgrado, que se llevaba a cabo en lasA mediados del siglo, las Asociaciones se fueron fe-Ctedras de Pediatra de las Facultades de Medici-deralizando, se crearon Filiales en las ciudades prin-na y en los Servicios peditricos hospitalarios, concipales de cada pas, alcanzando el conjunto de ellasprofesionales destacados que interactuaban en todasuna dimensin nacional. En algunas, las Filiales lle-esas Instituciones.garon a ser tan numerosas que se hizo necesaria laA travs de los aos, fue cada vez mayor la vincula-Regionalizacin.cin, el acercamiento y la toma de resoluciones con-RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.190

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juntas de las Asociaciones con los Ministerios deciarse el siglo XX y aos ms tarde, en otros pasesSalud y con organizaciones internacionales como elde Amrica Latina.Centro Internacional de la Infancia, el Instituto In-De las naciones del continente tambin surgi lateramericano del Nio, la OPS/OMS y UNICEF. Laorganizacin de la Sociedad Sudamericana de Pe-vinculacin con el Centro Internacional de la Infan-diatra, que lleg a organizar siete Congresos Sud-cia en Pars facilit la continuidad de la relacin conamericanos, que se realizaron simultneamente conla pediatra francesa, representada en fi guras comoCongresos Panamericanos.Robert Debr, M. Lelong, A. Rossier, A. Minkows-Clifford G. Grulee, uno de los fundadores de laki, A. Thomas, Saint- Anne Dargassies y Pierre Ro-Academia Americana de Pediatra de los Estadosyer. Dentro de la Pediatra Social fue notable la in-Unidos, en junio de 1930 y su primer presidente,uencia de Nathalie Masse y de su continuador M.Isaac Abt, participaron en esos Congresos Pana-Manciaux. El libro de Nathalie sobre el tema ha sidomericanos, Grulee tuvo la idea de incorporar a losconsultado por generaciones de pediatras.pediatras de Centro y Sudamrica en una integra-El acercamiento a la Organizacin Sanitaria Pana-cin que benefi ci a ambos grupos. As se fueronmericana (OPS) permiti el contacto permanenteorganizando en Amrica Latina, los Captulos de lacon la pediatra de los Estados Unidos, participarAmerican Academy of Pediatrs, que cumplieron, ade sus progresos, sobre todo de las especialidadespartir de la segunda guerra mundial, una importantepeditricas y en terapia intensiva neonatal y pedi-labor de intercambio nacional y regional y de per-trica, y recibir nuevos conocimientos de numerososfeccionamiento, por intermedio de becas y pasantasprofesionales, entre los que podemos mencionar a C.para profesionales, en diferentes centros de alto ni-Smith, Hess, Lubchenko, Metcoff, Barness, Wilkins,vel cientfi co de los Estados Unidos.Gellis, Oski, Krugman, M.E. Avery, Kendig, Caffey,La adquiscin de nuevos conocimientos rpidamen-Behkman, Wehle, Usher, Silverman, Odell, Stern,te se vi re ejada en el mejoramiento de la atencinKlaus, Fanarof, Barnett, Taranta y Waldo Nelson.de los nios y de la organizacin de los Servicios deAsimismo, no queremos dejar de sealar la im-Pediatra y Neonatologa de los distintos pases. Aportante y comprometida tarea desarrollada porello debemos sumar la tarea realizada por los Comi-quien fuera Director General de UNICEF, James P.ts de especialidades de la Academia, que aportaronGrant.normas de diagnstico, tratamiento y prevencin yEn la actualidad todas la las Sociedades estn afi lia-recomendaciones peridicas para el manejo de lasdas a la Internacional Pediatric Association (IPA) y apatologas infantiles. Este modelo de los Comits dela Asociacin Latinoamericana de Pediatra (ALA-estudios fue asimilado por las distintas SociedadesPE) fundadas en 1910 y 1963 respectivamente.Peditricas Nacionales de Amrica Latina y ha reci-bido importantes frutos.La obra ms trascendente de la pediatra latinoame-ricana en este siglo, se ha cumplido a travs de laUno de los ejemplos ms demostrativos ha sido laatencin de la salud del nio en dispensarios, centroslabor del Comit de Enfermedades Infecciosas de lade salud, servicios de pediatra de hospitales gene-Academia, que a travs del Red Book o Libro Rojo,rales y hospitales peditricos; a travs de la docen-desde su 1 edicin en 1938 y despus de ms de 20cia en las ctedras universitarias cumplimentando elediciones, sigue prestando enormes benefi cios a losproceso de enseanza-aprendizaje y en la fecundapediatras latinoamericanos.labor de las Sociedades Nacionales de Pediatra.Asimismo, han sido trascendentes los aportes deAlgunos de los primeros Hospitales de Nios sur-reconocidas publicaciones cientfi cas. Entre ellasgieron de la transformacin de las antiguas Casasqueremos destacar a Pediatrics, revista ofi cial de lade Expsitos o Casas Cunas y otros se inauguraronAcademia Americana, que desde principios de siglodirectamente como Hospitales Peditricos.ha nutrido a nuestros pediatras de los avances que seproducan, al Year Book de Pediatra, que ao trasEn Mxico, Argentina y Brasil en la segunda mitadao nos present una seccin compendida de la me-del siglo XIX, en Colombia, Chile y Uruguay al ini-RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.191

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jor bibliografa peditrica del ao, con comentariosAsimismo se han organizado en su seno numero-de destacados colaboradores, en un volumen quesos Comits de estudios de especialidades, que hanlleg a ser verdadera obra de consulta y a las Clini-in uido en la ampliacin de las actividades de lacas Peditricas de Norteamrica que en volmenesSociedad. Debemos destacar sobretodo los de Lac-trimestrales, desde hace medio siglo, nos entregatancia Materna, Muerte Sbita del lactante, Disca-temas actualizados exhaustivamente.pacidades, Adolescencia y Alergia e inmunologa.Una mencin especial para la Asociacin Latinoa-Dadas las difi cultades de la comunicacin, se encuen-mericana de Pediatra (ALAPE).tra en estudio la regionalizacin de ALAPE, sobre labase a cuatro Regiones: Cono Sur, Andina o Boliva-En los Congresos Sudamericano, Panamericano yriana, Centroamericana y Mxico y el Caribe.Nacional de 1960, llevados a cabo en Caracas, Ve-nezuela, los representantes de Mxico y GuatemalaEn distintas pocas, dos Revistas cientfi cas hanmanifestaron su inquietud de incorporarse al gruposido sus rganos ofi ciales Acta Peditrica Latinoa-sudamericano. La idea fue aceptada en forma un-mericana que dirigi Lzaro Benavides y Criterionime, formndose una comisin permanente paraPeditrico que dirigi J. Camarena Bolaos, ambosestudiar una nueva organizacin y sus estatutos.de Mxico. Desde el ao 2001 un Boletn informati-vo interacta con las 25 Sociedades Miembros.Tendra carcter latinoamericano, reemplazara a laoriginal sudamericana y su sigla sera ALAP, siendoEn distintas pocas han ocupado la Presidencia de lafi nalmente ALAPE por razones legales.Asociacin, los Dres. E. Plata Rueda, y Cesar Villa-mizar de Colombia, Jos R. Vsquez y A. CedratoPresidi la comisin Luis Garibay Gutirrez dede Argentina, E. Kasse Acta de Repblica Domini-Mxico, en ese momento Rector de la Universidadcana, B. Schmidt y F. Olinto de Brasil, Enzo Dueasde Guadalajara, actuando como Secretario Ejecu-de Cuba, S. Guerra Jimnez y J. Camarena Bolaostivo Eduardo Urdaneta de Venezuela y como re-de Mxico, Julio Lorenzo y de Ibarreta de Uruguaypresentantes de otros pases Jos Ral Vsquez dey actualmente el Dr. Teodoro F. Puga de Argentina.Argentina, Aldo Muggia de Ecuador, No Huamnde Per, Anbal Ariztia de Chile y Alfonso VargasEn Europa estn adheridas a ALAPE, las Socieda-Rubiano y ms tarde Ernesto Plata Rueda, ambosdes Espaola, Portuguesa e Italiana de Pediatra.de Colombia.En el ao 2001 ALAPE por primera vez hizo oirEl 1 de agosto de 1963 en los Congresos de Pe-su voz en la reunin plenaria de Naciones Unidas,diatra de Quito, Ecuador, con la fi rma del Acta deinformando los graves problemas que padecen losQuito se concret su creacin, se aprobaron los es-nios y adolescentes de Amrica Latina.tatutos y se eligi la primera Comisin DirectivaDesde el ao 2002 se encuentra en Internet el sitioque fue presidida por Luis Garibay Gutirrez.web de ALAPE (www. alape.org) y desde cualquierDurante ms de 40 aos, la Asociacin Latinoame-lugar del mundo puede accederse por va electrnicaricana de Pediatra ha desarrollado una importantea todas las Sociedades Nacionales que la integran.tarea de acercamiento e intercambio cientfi co entreAll se encuentran la Declaracin de Montevideo,las distintas Sociedades de Pediatra del continente,compromiso de ALAPE con los Derechos del Nio;habiendo realizado doce Congresos en las principa-Compromiso de Buenos Aires en relacin con losles ciudades de Amrica Latina.nios Discapacitados y la posicin de ALAPE conEl XIII Congreso Latinoamericano se realizar enmotivo de la Paz de los nios y la Guerra.Panam en el mes noviembre de 2003, donde serDebemos mencionar tambin a la Sociedad Latinoa-entregado el Premio Jos Renn Esquivel al me-mericana de Investigacin Peditrica - SLAIP- crea-jor trabajo de Clnica Peditrica similar al premioda en la ciudad de Mendoza, Argentina, en 1962,Dr. Carlos Gianantonio que se entreg en 1998que ha promovido en el continente, el desarrollo deen Santiago de Chile y al premio Luis Morquiola investigacin, estimulando la formacin de inves-otorgado en el 2000 en Montevideo (Uruguay).tigadores jvenes.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.192

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Varios hitos deben ser sealados en esta proyeccincin con sueros subcutneos con la formacin delde ms de cien aos de la moderna pediatra.tercer espacio y la puncin del seno longitudinal atravs de la fontanela anterior, que se realiz hastaPediatra Social y Proteccin a lala dcada del 40. Ya no vemos las salas hospitala-rias donde se internaban adultos y nios en la mis-Infanciama sala, ni las que estaban dedicadas a patologasA principios de siglo, las Instituciones de Protec-especiales como las de difteria y ttanos, por ejem-cin a la Infancia y los Patronatos crearon lactarios,plo. Han desaparecido la seudoparlisis de Parrot ycentros para inspecciones de nodrizas, Institutos deotras manifestaciones clnicas de la sfi lis connatal,puericultura y Dispensarios de lactantes que fueronel craneotabes y el rosario costal del raquitismo, lasla reproduccin de las Gotas de lecheque entreencas sangrantes del escorbuto y los sntomas ocu-otros organizara Pierre Budin en Pars.lares de hipovitaminosis A. Ya no diagnosticamoslas graves ictericias del Recin Nacido por incom-En esa lnea y siguiendo los conceptos de Luis Mor-patibilidad Rh, que observbamos antes de la lle-quio, en 1927 se cre en Montevideo el Instituto In-gada de la exanguinotransfusin, las hidrocefaliasteramericano del Nio, organismo dependiente deincontrolables antes de las derivaciones del LCR,la OEA.las secuelas de poliomelitis ... y tantas otras que se-Los fundamentos tcnicos de los Dispensarios, mo-ra muy largo enumerar.delos de atencin primaria, siguen siendo vlidosA la vacuna antivarilica iniciada por Jenner en elhoy y contribuyeron signifi cativamente a la dismi-siglo XVIII, se sumaron otras y en el momento ac-nucin de las tasas de mortalidad infantil, que en-tual, con las nuevas vacunas, el captulo de la pre-tonces eran superiores al 300 por mil.vencin a travs de las inmunizaciones ha tomadoEn las dcadas del 20 y del 30, las diarreas y losuna dimensin impensada.llamados trastornos nutritivos del lactante, fueronA quin recorra el tema de las enfermedades inmu-una gran preocupacin de los pediatras. Comenznoprevenibles por vacunas y lo compare con lo queel desarrollo de la industria de la alimentacin ensuceda a principios de siglo, no le ser difi cil com-la infancia; primero las diluciones de la leche deprobar los importantes cambios que se produjeronvaca, despus las leches acidifi cadas, entre ellas elen la epidemiologa de patologas como la difteria,Babeurre, por slo nombrar una, descubierto por losel ttanos, la tos ferina y el sarampin.holandeses, luego la leche albuminosa de Finkels-tein y fi nalmente las leches modifi cadas actuales.La llegada de las sulfamidas en 1935 y de los an-tibiticos en 1942, modifi c la historia natural deFue tanto el progreso que la industria sesobredi-muchas enfermedades infecciosas en la infancia.mension y lleg a prescribirse la lactancia artifi -cial, an en las situaciones de normalidad, en lasLa introduccin de los corticoides, los avances,cuales la lactancia natural era posible.en la dcada del 50, de los mtodos auxiliares dediagnstico en el estudio del medio interno y delSe gener una Iatropatologa preocupante, que hizoestado cido base, produjeron un cambio en el ma-necesaria la organizacin de campaas de promo-nejo de los problemas metablicos, en la atencincin del amamantamiento materno y hace ms dedel Recin Nacido prematuro y de bajo peso y en elveinte aos la aprobacin por parte de la OMS, acontrol de las patologas neonatales y de todas lasla que se adhirieron las Sociedades Nacionales deespecialidades peditricas.Pediatra, del Cdigo de tica de comercializacinde frmulas infantiles.La enfermedad diarreica aguda, una preocupacinpermanente de la pediatra ha sido controlada y elTambin han quedado en la historia las distrofi as fa-aporte de las sales de rehidratacin oral para su tra-rinceas del lactante, las inyecciones de leche tyn-tamiento mostr un benefi cio indiscutible.dalizada y los abscesos de fi jacin para aumentarlas defensas, las inyecciones de sangre intramuscu-Hacia 1960, las investigaciones sobre fi siologa obs-lar para tratar enfermedades alrgicas, la rehidrata-ttrica y perinatal, iniciadas en Montevideo (Uru-RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.193

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guay), en el Centro Latinoamericano de Perinato-diatras ms destacados de nuestra Amrica, al cualloga y Desarrollo Humano (CLAP) de OPS/OMS,se ha sumado un nmero importante de relevantesque organiz y dirigi durante ms de un cuarto depediatras.siglo Roberto Caldeyro Barcia, alcanzaron enormeMerece una profunda re exin, la evolucin hist-trascendencia y gran difusin internacional.rica de la atencin de la salud del nio y la familia yRpidamente, estos estudios se vieron re ejados enel desequilibio producido en la asistencia peditrica,el mejoramiento de la atencin obsttrica y neonatalsegn los niveles de atencin.de muchas maternidades y servicios de neonatolo-En esta ltima mitad del siglo XX, la invasin per-ga de Amrica Latina.manente de la nueva tecnologa en los grandes cen-En esa misma poca, la insistencia de Florencio Es-tros urbanos, aunque no en forma uniforme, dio pasocard sobre los daos que produca el hospitalismoa un desarrollo espectacular de la alta complejidad.y la necesidad de la internacin conjunta de la ma-La perinatologa, los avances en terapia intensivadre con su hijo, comenz a ser implementado en lospeditrica y neonatal, en nefrologa, cardiologa, in-servicios hospitalarios. Adems la nursery clsicafectologa, endocrinologa, oncologa, transplantes,de los Servicios de Neonatologa comenz a cues-gentica, etc. muestran esos enormes progresos.tionarse. As nacieron los sectores de alojamientoHan sido tan avasallantes, que hoy se ve con muchaconjunto o rooming in, donde el recin nacido seclaridad el desequilibrio producido.encuentra junto a su madre desde el momento delnacimiento, favoreciendo la formacin del vnculoPor un lado, el nio enfermo y su tratamiento enmadre-hijo y la lactancia materna.base a la alta tecnologa, a veces usada sin la ticani la idoneidad debida y con la consiguiente iatroge-Dentro de la literatura mdica, desde fi nes del siglonia. Por otro, el nio sano, la familia y su dinmica,pasado y en el transcurso de este siglo, algunos tex-la prevencin y promocin de la salud, los aspec-tos tuvieron gran in uencia en la formacin de lostos psicosociales y legales, es decir, el equivalentepediatras de Amrica Latina.a puericultura de Caron y Pinard de principios deEntre ellos, el Trait des maladies de lenfance de J.siglo, que tambin demostr en las estadsticas suGrancher y J. Comby, editado en Pars y en el queefi cacia.participaron varios autores latinoamericanos; losEn 1978, con la participacin de las autoridades detratados de las Enfermedades del nio de Pfaundlersalud de todos los pases del mundo, en la reuniny Schlossmann y de Enfermedades del lactante dede ALMA-ATA, se intent corregir ese desequili-Heinrich Finkelstein, editados en Alemania; el Tra-brio bajo el lema Salud para todos en el ao 2000tado de Pediatra de Guido Fanconi y A. Wallgreny con la estrategia de Atencin primaria para la sa-editado en Suiza y el Tratado de Pediatra de Waldolud para concretarla.E. Nelson de los EE.UU.Debemos destacar que ya antes de la reunin deDe autores latinoamericanos, debemos mencionarALMA-ATA, en algunos pases de Amrica Latinados libros de excepcin.se haban desarrollado programas orientados a unaEl primero apareci en 1921 y en el curso de 40concepcin holstica de la atencin peditrica.aos tuvo 8 ediciones, con ms de 80 mil ejempla-El Servicio Nacional de Salud de Chile, creado enres. Su autor Juan P. Garrahan, brillante docente, lo1952, fue un hito histrico relevante; asumi la res-escribi con gran claridad de concepto y con lecturaponsabilidad total de la atencin maternoinfantil enfcil y agradable. Poco a poco desplaz a los trata-un contexto sistmico, basado en la planifi cacin ydos clsicos.en la programacin integrada de salud a lo largo deEl segundo, editado en 1972, llen el espacio quetodo el pas. Estas se llevaron a cabo en los niveleshaba dejado vacante el libro Medicina Infantil dehospitalarios y ambulatorios, proyectndose ade-Garrahan. Su ttulo Pediatra, lleva 5 ediciones,ms a la comunidad. De la misma manera la organi-est dirigido por Julio Meneghello, uno de los pe-zacin de la atencin peditrica en la provincia ar-RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.194

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gentina de Neuqun, los programas llevados a caboque los nios y adolescentes sufren en el hogar o enen Costa Rica y Panam con la participacin de lala va pblica.comunidad y la puesta en marcha de la atencinDiscapacidades motoras, secuelas de la prematuri-de la salud infantil en Cuba hace ms de 30 aos,dad, parlisis cerebral, dfi cit sensoriales (hipoacusia,con resultados espectaculares en la disminucin desordera, ceguera), violencia, abuso sexual, abandono,las tasas de mortalidad infantil, fueron realizacio-maltrato, suicidio de adolescentes, adicciones, SIDA,nes trascendentes que es imprescindible sealar entrabajo infantil, nios de la calle, trastornos genticos,honor a la verdad histrica. Nosotros mismos en laadopcin, los derechos del nio en las nuevas fami-dcada del 70, en el Instituto Materno infantil delias, trastornos de aprendizaje, sern temas que el pe-Lans, un departamento del Gran Buenos Aires,diatra deber abordar con frecuencia y los contenidosllevamos a cabo una enorme tarea basada en estaeducacionales de pregrado y posgrado que programenestrategia, tanto en el campo asistencial como en elnuestras universidades debern re ejar esos cambios.docente.Asimismo, la Educacin para la Salud de nuestrasEn un hospital sin muros, nos proyectamos a la co-comunidades ser tambin una prioridad que debermunidad y nuestros pediatras residentes y el equipoavanzar desde el marco terico a la prctica.de salud peditrico, se nutrieron de sus enseanzasDespus de haber recorrido su historia, con las vici-y de sus costumbres y creencias.situdes y cambios del siglo XX, podemos decir queA pesar de la propuesta de ALMA-ATA y del apo-la pediatra actual es la que cuida y controla la sa-yo permanente de OPS, OMS y UNICEF, los des-lud primero y atiende la enfermedad despus. Es lafasajes continuaron y todava no existe una ofertaque incorpora la tomografa computarizada por unmoderna y de excelencia de cuidado primario, pri-lado y rescata la fi gura de los abuelos por el otro, lamordial o prioritario, que ha quedado solamente enque considera a la madre y recupera al padre comocuidado precario.factores esenciales en el desarrollo del nio, la queTambin fueron notorios en este siglo, los avancesdetiene atentamente su mirada ante los trastornosen la educacin peditrica de pre y posgrado.psicoemocionales de la sociedad actual, de tantoscontrastes en muchas regiones de Amrica Latina.Los contenidos educacionales predominantementebiologistas y organicistas, se enriquecieron con losEs la pediatra que integra defi nitivamente comopsicolgicos, intelectuales y sociales y con la con-tarea fundamental la atencin del adolescente; quecepcin de equipo de salud peditrico, de la multi-nos devuelve la lactancia materna y la internacindisciplina y de la interdisciplina.conjunta madre-hijo al mismo tiempo que realizaun trasplante, atiende un beb de probeta, respetaSin embargo, es necesaria una permanente re exinla ecologa, protege a la infancia de los factores am-sobre la aplicacin de estos contenidos, en especialbientales y tiene en cuenta los aspectos ticos y hu-en la educacin que se imparte en las residenciasmanos de la prctica profesional.peditricas de postgrado y diferenciar la formacindel pediatra del primer nivel de atencin, del pedia-No debe existir ningn tipo de duda de que el mdi-tra internista y del pediatra de las especialidades.co de familia y de cabecera del nio, desde su con-cepcin hasta el fi nal de su crecimiento y desarrolloLos avances logrados se re ejaron, aunque en mu-ha sido y seguir siendo el pediatra.chos pases no en la medida deseada, en la disminu-cin de las tasas de mortalidad infantil y tambin enPor eso decimos que la pediatra latinoamericanala aparicin de la nueva morbilidad peditrica delactual no es cosa sola de pediatras y hablamos desiglo XXI.equipo de salud, no es cosa sola de medicina y ha-blamos de nutricin, de sana convivencia, de educa-Hoy, muchos nios no se mueren, pero quedan concin, de modernizacin y cumplimiento de la nuevasecuelas defi nitivas, y, por ejemplo, el fantasma deConvencin de los Derechos del Nio y dems le-la diarrea de otro tiempo ha sido sustituido por layes sociales referidas a la madre y al nio; hablamosgran cantidad de accidentes (enfermedad accidente)de economa, de programas de gobierno.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.195

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Si nuestras falencias actuales consistieran solo en lalos asistieron desde la segunda mitad del siglo XIXcarencia de algunos aparatos, no seran tan graves.y a lo largo del siglo XX, con vocacin, compromi-Nuestros problemas, ms que de subdesarrollo sonso, inteligencia y respeto de los valores ticos. En elde inmadurez y por ende de organizacin y de res-rescate de los nombres est el rescate de las ideas ypeto a la organizacin.del criterio con que se enfoc cada idiosincracia.Cuando digo pediatra posible para Amrica LatinaAspiramos a que quienes necesiten profundizar enno peso el dinero que nos falta, sino la disposicinlos caminos de la pediatra que cada pas tom en elque tenemos para producir un cambio antes que exi-cuidado de sus nios, puedan hacerlo desde la tra-girlo.yectoria de sus predecesores. Entre los nombres quedestacamos en cada pas los englobamos a todos,Los pediatras, como parte integrante de la sociedadque silenciosamente caminando con los pies de loslatinoamericana, podemos y debemos ser factor denios, siguen luchando por un nio sano en uncambio dentro de la comunidad. Ese cambio lo po-mundo mejor. Porque nada hay ms importantedemos efectuar de dos maneras.que un nio.Por un lado, a travs de nuestra capacitacin y per-Argentina.Dres. M. Blancas, M. Herrera Vegas,feccionamiento, cualquiera sea el lugar y el pas delA. Centeno, G. Araoz Alfaro, E. Coni, M. Acua,continente que habitemos. Por el otro, evaluando elP. y F. de Elizalde, F. Schweizer, J.C. Navarro, F. yacontecer peditrico ofi cial, privado o de la seguri-A. Largua, Florencio Escard, J.P. Garrahan, Josdad social y acercando a los gobernantes nuestrasRivarola, J. Maurin Navarro, C. Cometto, A. Ortiz,inquietudes.J. Orrico, J. M. Valds, A. Chatts, A. Segura, C.Hoy ms que nunca se necesita el dilogo, la par-Muniagurria, F. Menchaca, H. Notti, R. Kreutzer,ticipacin y comunicacin permanentes y adems,N. Sbarra, L. Coriat, J.J. Murtagh, J. R. Vasquez,la constancia y fuerzas necesarias para conocer yA. Minujin, J. Nocetti Fassolino y Carlos Gianan-hacer conocer, para aprender y ensear, informar,tonio.evaluar y corregir si fuera necesario.Bolivia.Dres. V. Abecia, J. Mendoza, M. AscencioEsa relacin debe existir entre nosotros los pedia-Villaroel, N. Morales Villazn, N. Salinas Aramayo,tras, pero tambin con las autoridades encargadasV. Samos, N. Medrano, J. Ramirez Ach, Villarreal,de administrar efi cazmente dichos conocimientos yE. Hertzog, J. A. Osorio, R. Pacheco Iturralde, J.tareas.Pereira, F. Torres Bracamonte, E. Trigo Pizarro, C.Abela Deheza. C. Ferrufi no, Mara J. Saavedra, L.En sntesis, la comunicacin y la participacin enHurtado Gomez, L. Pereira y G. Moscoso.la accin son indispensables para poner en marcha,en forma coherente y racional, toda esa rica teoraBrasil.Dres. F. Franco de Mello, J. B. de Andradaalmacenada por aos.e Silva, da Rocha Mozarm, F. J. Xavier, M.J.M.Durocher (1era partera diplomada), J. Pereira RegoComo lo hemos visto en esta resea de la pediatra(Baro do Livradio), C. Costa, C.A. Moncorvo delatinoamericana, segn los tiempos, los enfoques pe-Figueiredo, Baptista, Carneiro, C. de Barata Rivei-ditricos han variado. Pero el espritu de la pediatra,ro, A. Fernades Figueira, L. Gonzaga, J. Martinhoesa constante de atender al nio y la familia en cual-da Rocha, Gomes de Mattos, Pedro de Alcntara,quier tiempo y lugar, con preocupacin, responsabi-L.P. Barbosa, A. Aguiar, M. Olinto, N. Albano, L.lidad y profundo cario, hacen a su permanencia.Torres Barbosa, C. Pernetta, R. Moreira, Olinto deOliveira, F. Ygarta, D. Martins Costa, C. Hofmeis-ter, Mara C. Mariano da Rocha, Martago Gesteira,AddendumCintra, R. de Lamare, N. Barros, R. Menezes Mar-No sera completa una resea histrica de la pediatratins, A. Magalhes, Eliezer Audiface y F. Figueiras.latinoamericana, si no sealramos la trascendenciaColombia.Dres. A. Vargas Reyes, G.J. Castaeda,que tuvieron en su desarrollo, las Instituciones deJ. C. Mutis, M. Plata Azuero, J. I. Barberi, C. To-Salud que cobijaron a sus nios y los pediatras queRESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.196

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rres Umaa, Mrquez, Iriarte, Montoya, J. CamachoPanam.Dres. R Arce, E. Burgos, P. Nuez, L. Be-Gamba, E. Plata Rueda, J. K. Bonilla, L. Callejas, L.nedetti, J.R. Esquivel, P. Vasco Nuez, R. Crespo,Castillo, C. E. Castillo y A. Vargas Rubiano.C. Sousa Lennox, J. Vallarino, P. Moscoso, H. Cam-bra de Varela (1era pediatra panamea).Costa Rica.Dres. C. Saenz Herrera, R. Loria Cor-ts, Pea Chavarra, Lujn y R. Hernndez.Paraguay.Dres. Ludgero de Oliveira Campos, B.Coronel, R. Odriosola, J. Roy, G. Valenzuela deCuba.Dres. J. Guano, J.J. Hevia, J. Cristbal Du-Franco Torres, J.C. Chen-Bordn, A. Gubetich, P.rn y Borrs, A. Jover, Angel Arturo Aballi (padreN. Ciancio Sarubi, M.A. Maffi odo, C. Santiviago,de la pediatra cubana), Mestre, J. Dueas Prieto,C.V. Ros, F. Vallejos, S. Baudo, M. Britez CaballeroG. Arostegui, D. Madan, Incln, Vieta, F. Hurtado,de Frutos, J. J. Bestard.Grupo Nacional de Pediatra: E. Dueas Gmez, S.Valds Martin, J. Jordan Rodriguez, Blanco Rabas-Per.Dres. Valds, Almenara Butler, Neuhaus, C.sa, Luis Cordova, M. Amador, R.L. Riveron y L.Krumdiek E., E. Garca Caldern, G. Llosa Rickets,Borbollan Vacher.M. Salcedo F., H. Cachay, J. Montenegro, A. Mispi-reta, G. Filomeno, M. Coppo, G. Morey, M. Pizarro,Chile.Dres. F. J. Tocornal, Th. Amstrong, B. Sal-O. Botto, Huamn No, M. Salcedo, U. Lozano Se-des, Servoin, Roberto del Ro, Luis Calvo Macken-garra, M. Oliveros, A. Meza Cuadra, E. Len Gar-na, A. Custodio Sanhueza, L. Fuenzalida Bravo,ca, Ego Aguirre, Surez.Arturo Scroggie, A. Commentz, E. Cienfuegos, J.Schwarzenberg, Cora Mayers (la 1era mujer pedia-Uruguay.Dres. Luis Morquio, P.M. Castro, F.tra), Anibal Arizta, A. Baeza Goi, A. Steeger, J.Soca, C. Pelfort, J. Bonaba, R. Berro, J.A. Bauz,Meneghello y Heinrich Finkelstein.A. Carrau, W. Piaggio Garzn, J. Marcos, V. Escar-d y Anaya, Mara Armand Ugn, P. Pena, V. Zer-Repblica Dominicana.Dres. A. Peguero, R. Mi-bino, V. Scolpini, H. C. Bazzano, E. Peluffo, Mararanda, J. Jorge, M. Lebrn Savion, R. Santoni, A.L. Saldn de Rodriguez, J.A. Soto, J. Obes Polleri,Rodriguez, V. Febles, V. Chalas, P. Padovani, J. A.J. Lorenzo y Leal, R. Negro, A. Ramn Guerra, R.Raposo, R. Sarmiento, N. Caldern, H. Mendoza, E.Caldeiro Barcia, M. Gajer.Kasse Acta, N. de Soto, R. Acra, T. Gautier Abreu,O. Berges, J. Padilla, J. Rodriguez Rib, A. Kourie,Venezuela.Dres. J.M. de los Ros, Crdenas, Ville-R. Cruzado, L. Guerrero, A. Casanova, Haydegas Ruiz, G.H. Machado, R. Delgado Rovati, G. Ba-Rondon Snchez (1era Mujer Presidenta Sociedadrrera Moncada, F. Castellanos, G. Tobar, H. Mendezde Pediatra).Castellanos, A. Mota Salazar, E. Figueroa Perdomo,Prez Carreo, C. Ottolina, D. Lobo, Vizcarrondo,Ecuador.Dres. C. Andrade Marn, Fassio, EstradaPastor Oropeza, Lya Imber de Coronil, E.S. Mendo-Coello, Araujo, F. de Icaza Bustamante, Aldo Mu-za, E. Urdaneta, C. Castillo.ggia, A. Ceballos Carrin, P. Naranjo, M. A. BayasValle, C.R. Sanchez, E. Prado P., N. Espinoza Ro-Otros pases de Amrica Central.Dres. Llerena,mn, L. F. Sanchez Astudillo, G. Arias, L. Estupian,Gonzalez, Ramos, Peralta; enBelize:Dr. H. Ah-F. Villamar, F. Vsconez Romn, F. Bahamonde.madiyeh; enEl Salvador :Dres. Trigueros, M.A.Vilanoba, B. Montes; A.G. Funes, J. Caldern, N.Mxico.Dres. M. Torroella, M. Crdenas de laDaz Nuila, C. Lard Alths, R. Cceres Busta-Vega, M. Herrera, M. Dominguez, Mendizbal,mante; enGuatemala:Dres. P. Molina Flores, C.Alarcon, Escontra, R. Aguilar Pico, J. Muoz Tur-Canosa, Moiss Behar, G. Arroyave, G. Castaeda,nbull, R. Soto Allande, F. Lpez Clares, el MaestroR. Montiel Hedges; enHait:Dr. J. Jean Baptiste;Federico Gomez Santos, L. Garibay Gutierrez, S.enHonduras:Dres. R. Villeda Morales, G. Osorio,Frenk Freud, Lzaro Benavides, R. Ramos Galvn,Contreras, J. Martnez Ordoez, C.M. Glvez; enJ. Craviotto, E. Jurado Garca, J. Barn F., R. Valen-Nicaragua:Dres. G. Castillo, A. Cuadra, J. Gmez,zuela, J. Lozoya Solis, E. Daz del Castillo C., G.R. Bolaos y A. Nuez; enPuerto Rico :Dres. R.Gordillo, A. Gardida Chavarra, L. Velasco Cnda-Torres Pinedo, M. lvarez Pagn.no, H. Fernndez Varela.RESEA HISTRICA DE LA PEDIATRA LATINOAMERICANA / Puga T.197

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