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REDUCCIÓN DE RIESGO DE INUNDACIÓN URBANA MEDIANTE INCREMENTO DE ÁREAS PARA LA AGRICULTURA Y LA FORESTACIÓN URBANA Y PERIURBANA (UPAF). Autores: Erik Zimmermann y Laura Bracalenti Fecha: Noviembre, 2014 Esta investigación fue financiada por el Climate and Development Knowledge Network (www.cdkn.org) del Reino Unido.

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REDUCCIÓN DE RIESGO DE INUNDACIÓN URBANA MEDIANTE INCREMENTO DE ÁREAS PARA LA AGRICULTURA Y LA

FORESTACIÓN URBANA Y PERIURBANA (UPAF).

Autores: Erik Zimmermann y Laura Bracalenti

Fecha: Noviembre, 2014 Esta investigación fue financiada por el Climate and Development Knowledge Network (www.cdkn.org) del Reino Unido.

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CONTENIDOS ABREVIACIONES ...................................................................................................................................................3 CRÉDITOS .............................................................................................................................................................4 RESUMEN ............................................................................................................................................................5 INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................................7 HIPÓTESIS ......................................................................................................................................................... 13 OBJETIVOS DEL ESTUDIO .................................................................................................................................. 13 SITIO DE ESTUDIO ............................................................................................................................................. 14 METODOLOGÍA ................................................................................................................................................. 22 RESULTADOS .................................................................................................................................................... 30 DISCUSIÓN ........................................................................................................................................................ 32 RECOMENDACIONES ........................................................................................................................................ 34 COMENTARIOS FINALES ................................................................................................................................... 37 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................................................................ 39 BIBLIOGRAFIA CONSULTADA ............................................................................................................................ 40 APENDICE A. Caso de Aplicación. ROSARIO: SUBCUENCA EMISARIO 10 ....................................................... 422 APENDICE B. Caso de Aplicación. ROSARIO: SUBCUENCA EMISARIO 17 ....................................................... 622

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ABREVIACIONES AFUP – Agricultura y Forestación Urbana y Peri-urbana

Ai - Áreas individuales

ANPs - Áreas Naturales Protegidas

Cc - Coeficiente de escorrentía compuesto. Ci - Coeficientes de escorrentía de áreas homogéneas

CIOT - Comité Interministerial de Ordenamiento Territorial Cu - Conversión de unidades. DEP - Departamento de Protección del Medio Ambiente de la ciudad de Nueva York

ECOM - Ente de Coordinación Metropolitana

EPA - Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos

FIS - Factor de Impermeabilización de Suelo FIT - Factor de Impermeabilización Total GEI - Gases de efecto invernadero

ICLEI – Local Governments for Sustainability

IDR - Intensidad-Duración-Recurrencia

INDEC – Instituto Nacional de estadísticas y Censos, Argentina

INTA – Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias, Argentina

IPCC - Informe de Evaluación del Intergovernmental Panel of Climate Change

ONU – Organización de Naciones Unidas

OTA - Ordenamiento Territorial Ambiental OTBN - Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos

PE - Planificación Estratégica

PERM - Plan Estratégico Rosario Metropolitana

PH – Parque Huerta

PUR - Plan Urbano Rosario

SRTM - Shuttle Radar Topography Mission

TC - Tiempo de Concentración. Tt - Período de retorno

UPAF - Urban and Peri Urban Agriculture and Forestry

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CRÉDITOS Este es un producto del proyecto “Monitoring impacts of urban and peri-urban agriculture and forestry on climate change mitigation and adaptation and related developmental benefits” financiado por Climate Development Knowledge Network (CDKN).

Este informe fue elaborado por:

Zimmermann, Erik

Cátedra de Hidráulica Aplicada e Hidrología - Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, UNR – Consejo de Nacional Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Rosario, Argentina. e-mail [email protected] Riobamba 245 bis. 2000 Rosario. TeleFax 0341-4808541

Bracalenti, Laura Centro de Estudios del Ambiente Humano (CEAH) - Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño,UNR – Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (CIUNR). Rosario, Argentina. e-mail [email protected] Riobamba 250 bis. 2000 Rosario. TeleFax 0341-4808535

Con asesoría técnica y metodológica de: Francisco Escobedo. Coordinación y supervisón general: Marielle Dubbeling, Fundación RUAF. Colaboró en el análisis de suelo y la elaboración de planimetría: Adolfo Onocko Centro de Estudios del Ambiente Humano (CEAH) - Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño, UNR.

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RESUMEN Uno de los aspectos más conflictivos del cambio climático es la modificación de los regímenes pluviales, evidenciada en la concentración y el incremento de las lluvias que aumentan los riesgos de inundación en diversas áreas del planeta. La expansión urbana mediante criterios de uso de suelo dispersivos que reducen irracionalmente las áreas verdes absorbentes, aumenta los riesgos obligando a las ciudades a prever su solución. Proteger y mejorar la infraestructura verde es una alternativa posible que está siendo implementada en distintas ciudades del mundo. En este informe se describe la reducción de las escorrentías pluviales y del consecuente riesgo de inundación, producidos por el incremento y la optimización de áreas verdes urbanas y periurbanas destinadas a agricultura, silvicultura, parques, aceras y techos verdes. Se denominan estos espacios como espacios UPAF. Como efectos positivos que tienden a capturar el escurrimiento y mejorar el funcionamiento de la infraestructura de drenaje pluvial, se reconocen los incrementos de las capacidades de intercepción y almacenamiento e infiltración en el suelo. Se presenta un método simple para estimar un indicador, basado en el coeficiente de escorrentía del método racional, que permite cuantificar la magnitud del impacto de áreas verdes y agrícolas en el escurrimiento pluvial de una cuenca urbana. Asimismo, se propone un método para relacionar cambios en el indicador, conforme a diversos escenarios futuros de uso del suelo, con modificaciones del riesgo de inundaciones. Esta relación permite verificar que incrementos relativos y adecuadamente distribuidos de superficies verdes en los sistemas urbanos, reducen significativamente el riesgo de inundaciones. Se analizan los efectos potenciales sobre el drenaje de aguas pluviales urbanas en dos sectores (Subcuencas) de la ciudad de Rosario, en función de diferentes usos potenciales del suelo estipulados en escenarios futuros posibles. Se consideran hasta cuatro escenarios: 1) actual; 2) urbanizadas las áreas urbanizables de acuerdo a planes y normativa vigente; 3) urbanizadas las áreas actualmente no urbanizables y 4) incrementadas y optimizadas las áreas verdes en base a criterios UPAF, de acuerdo a planes y normativa vigente. Se compara el escenario actual con los escenarios hipotéticos que simulan porcentajes mayores de suelo con coberturas impermeables (construidas) y permeables (UPAF), respectivamente. En las dos subcuencas estudiadas, el escenario con actividades UPAF implicaría reducciones importantes del coeficiente de escurrimiento (C) aumentando considerablemente el nivel de protección frente a inundaciones. En la subcuenca más urbanizada (Subcuenca del Emisario 17 – SCE17), el C actual es 0,60. El C correspondiente al escenario con mayor superficie de suelo impermeabilizado asciende a 0,66 y se reduce a 0,54 optimizando las coberturas de suelo de las áreas verdes actuales (UPAF). En la subcuenca que presenta mayor diversidad de usos de suelo (urbanizados y rurales, Subcuenca Emisario 10 – SCE10), el C actual es 0,51. El C correspondiente al escenario con mayor superficie de suelo impermeabilizado asciende a 0,62 y se reduce a 0,49 optimizando las coberturas de suelo de las áreas verdes actuales (UPAF), aún cuando se consideran urbanizadas las áreas actualmente urbanizables que presentan todavía coberturas verdes. Estas variaciones en los valores de C, inciden significativamente en el riesgo de inundación, incidencia evidenciada en la precipitación (mm) a partir de la cual se genera el riesgo. Un suelo con menores coeficientes de escorrentía reduce los riesgos de inundación frente a lluvias de mayor intensidad. En la subcuenca más urbanizada, actualmente el riesgo se presenta ante

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una precipitación de 135,6 mm, en el escenario de mayor impermeabilización ante una de 108, 4 mm y, en el escenario UPAF, ante una de 162,3 mm. En la subcuenca con suelo urbanizado y rural, las variaciones son 135,6 mm, 48,5 mm y 162,3 mm respectivamente, poniéndose en evidencia la importancia de no urbanizar los suelos rurales y de planificar el crecimiento urbano a través de criterios de compacidad que integren UPAF e implementen tipologías edilicias que viabilicen densidades habitacionales acordes a las necesidades de la progresiva concentración poblacional urbana prevista, impermeabilizando la menor superficie de suelo posible. De continuar avanzando el proceso de urbanización, en el marco de la normativa vigente y aplicando los tipos edilicios existentes en las áreas estudiadas, aumentaría el coeficiente de escurrimiento en ambas subcuencas, incrementándose moderadamente el riesgo de inundación. Consecuentemente, esta acción implicaría una mediana inversión en infraestructura pluvial urbana para retornar a los niveles de seguridad originales. Si los tipos edilicios que se construyan a futuro configurasen tejidos más impermeables, el riesgo y la necesaria inversión para restituir niveles de seguridad se incrementarían, aún preservándose las áreas actualmente no urbanizables en el marco de la normativa. El escenario que maximiza la impermeabilización generaría un aumento muy importante en el coeficiente de escurrimiento, disminuyendo considerablemente el nivel de protección frente a inundaciones. Esta situación implicaría una necesaria y onerosa reinversión en infraestructura pluvial para retornar a los niveles de seguridad originales. El escenario que minimiza la impermeabilización, reduciría el coeficiente de escurrimiento actual y consecuentemente los riesgos de inundación ante lluvias intensas mediante la optimización de las coberturas vegetales en las áreas no urbanizables actuales y la aplicación de tipologías residenciales de alta densidad habitacional y baja pavimentación de suelo en las urbanizables. De este modo, se potenciarían las prestaciones de la infraestructura verde, aumentaría marcadamente el nivel de protección hídrica respecto del actual sin tener que realizar grandes inversiones y se podría incrementar en forma significativa la cantidad de población sin urbanizar el área rural.

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INTRODUCCIÓN El 5to. Informe de Evaluación del Intergovernmental Panel of Climate Change (IPCC-AR5) (Universidad de Cambridge y el ICLEI, 2014), informa que muchos de los riesgos emergentes del cambio climático se concentran en las zonas urbanas y que sus consecuentes impactos están aumentando. Los riesgos climáticos que enfrentan las ciudades incluyen tormentas, aumento del nivel del mar, sequías y escasez de agua, exceso de lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra, olas de calor y olas de frío que conducen a daños en la infraestructura, alteran los sistemas alimentarios, producen contaminación del agua y, en última instancia, impactos en la salud con pérdidas económicas asociadas (ONU-Hábitat, 2011). De hecho, en las ciudades, el aumento sostenido del exceso de precipitación -o precipitación efectiva- debido a la creciente impermeabilización del suelo, se ha convertido en una gran y fundamentada preocupación ambiental a la que se suma el incremento de las lluvias anuales en determinadas áreas, debido a las consecuencias del calentamiento global. La inundación repentina en estas áreas ante lluvias intensas por sobrecarga de los sistemas de drenaje, constituye un problema recurrente con impactos negativos de gran importancia social y económica. Pueden citarse las sucesivas inundaciones de barrios de la ciudad de Rosario provocados por los desbordes del arroyo Ludueña, tales como, entre otros, Empalme Graneros (1986), Nuevo Alberdi (2007), Fisherton (2012). Las áreas verdes urbanas mejoran el aire, el agua y los recursos del suelo al absorber contaminantes del aire, incrementar las áreas de captación y almacenamiento de agua y estabilizar los suelos. Los espacios verdes urbanos actúan como amortiguadores de la temperatura, (Coronel, Feldman, Piacentini, 2014). La forestación urbana, igual que otros espacios UPAF como techos verdes, aceras verdes, parques-huertas, además contribuyen a reducir la contaminación por ruido y los niveles de CO2 y proporcionar hábitat para la fauna silvestre. Los beneficios económicos incluyen madera y productos agrícolas, así como una variedad de productos forestales no maderables, tales como artículos artesanales y miel de abejas. La calidad del suelo y las coberturas vegetales de los espacios productivos urbanos y periurbanos, permiten capturar eficientemente el escurrimiento pluvial, reduciendo la escorrentía superficial, facilitando la carga de las napas subterráneas y mejorando, en consecuencia, el funcionamiento de la infraestructura de drenaje. Asimismo, al poder desarrollarse en los vasos de inundación de ríos y arroyos, los espacios verdes productivos protegen las áreas inundables de ocupaciones indebidas reduciendo significativamente, a partir de los procesos mencionados, los riesgos de inundación. Considerando el tremendo impacto socio-económico de este tipo de catástrofe, ante la progresiva concentración e intensificación de las lluvias en determinadas regiones, estos servicios prestados a la población se potencian con el paso del tiempo. Para poder impulsar y planificar UPAF como componente de la infraestructura verde en áreas urbanizadas, es importante analizar en qué grado genera beneficios, es decir, cuantificar los beneficios. En el caso específico de los servicios hidrológicos, resulta entonces necesario determinar la magnitud en que se reduciría el riesgo de inundación a partir del incremento de la intercepción y la permeabilidad del suelo urbano y periurbano al incorporar más superficies destinadas a actividades UPAF. O sea, conocer la reducción de las escorrentías superficiales frente a cambios posibles de coberturas de suelo tradicionales por UPAF, o viceversa.

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La escorrentía superficial constituye un componente del ciclo hidrológico que provoca alto impacto en las zonas urbanas. (Orsolini et al. 2008). Para su evaluación se deben considerar las entradas por precipitación, los procesos de intercepción de la lluvia por parte del follaje y su infiltración en las áreas permeables. En función de cómo se den estos procesos, resultarán los volúmenes de agua almacenados en el suelo que permitirán, luego, la evapotranspiración y la recarga de acuíferos.

Figura1: Ciclo hidrológico

Figura 1.1: Ciclo hidrológico en áreas naturales y en áreas urbanizadas

Fuente: http://espacientifico.weebly.com/tema-3---bloque-vi.html

Ante el aumento de la pavimentación y de las lluvias, el hidrograma de crecida en cuencas en proceso de urbanización se va modificando, presentando caudales pico más altos y tiempos de ascenso más cortos a medida que la impermeabilización del suelo aumenta. Las condiciones en base a las cuales se han diseñado los distintos elementos de la red de drenaje urbano (hidrograma de proyecto) se modifican significativamente debido a la impermeabilización del suelo, implicando un desajuste entre las demandas y la capacidad de respuesta del sistema. Frente a las tendencias crecientes de los procesos de urbanización, este problema se tornará más complejo y difícil de resolver si no se toman medidas inmediatas que puedan desarrollarse paralelamente a los mencionados procesos de pavimentación y edificación. Dado que además, en estas áreas urbanas la adecuación necesaria de la infraestructura pluvial -conforme aumentan las precipitaciones y la impermeabilización- demanda grandes inversiones e intervenciones muchas veces inviables en sectores con alta densidad edilicia, es prioritario definir

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estrategias de solución -para éste y otros problemas ambientales asociados- que permitan reducir los volúmenes de salida por escorrentía a través de incrementar el agua interceptada, la absorbida por el soporte edáfico y la almacenada en receptáculos de diverso tipo. UPAF puede colaborar en la reducción de los costos económicos que implica hacer frente a este impacto climático al reducir los riesgos de inundación a través del control y la reducción de la escorrentía superficial. La agricultura urbana puede reducir los impactos del incremento de las precipitaciones (promedio/extremos) al mantener las áreas vacantes llanas (sin pendientes) y las planicies de inundación libres de otros usos que impliquen pavimentación y edificación. De esta manera una mayor parte del agua se intercepta e infiltra en los espacios verdes, el escurrimiento de aguas pluviales se reduce y los desbordes de los cursos de agua se amortiguan y tienen menos impacto. Planificar y diseñar ciudades con mayores superficies permeables para reducir y retardar el volumen de agua a derivar a la red de drenaje, es una alternativa que puede implicar, además, otros muchos efectos positivos. De hecho, los espacios que conforman la infraestructura verde proporcionan sumideros de recursos naturales que reducen la contaminación del aire, favorecen el equilibrio biopsíquico de la población, constituyen ámbitos de participación social y, si integran las dimensiones productiva y formativo-educativa, como sucede en los espacios UPAF, se transforman en espacios de contención, aprendizaje, trabajo y empoderamiento de personas en condiciones de vulnerabilidad, posibilitando además, por sus múltiples funciones, la integración de diferentes sectores sociales. Las huertas, además de abastecer de frutas y hortalizas frescas, permiten los beneficios físicos de la jardinería y brindan múltiples oportunidades educativas basadas en la agroecología. UPAF es una estrategia valiosa para potenciar las prestaciones de la infraestructura verde urbana y periurbana. Es un hecho probado que, frente a los conflictos que plantea el crecimiento urbano y la incertidumbre que genera el cambio climático, preservar áreas verdes en cantidad, calidad y conectividad adecuadas que conformen una red de infraestructura verde intra y periurbana, constituye un modo de garantizar la prestación de servicios ecosistémicos indispensables para la vida en las ciudades. La infraestructura verde es el sistema natural de apoyo a la vida, formado por una red de tierras y cuerpos de agua que sostienen a las diversas especies de flora y fauna; aseguran el funcionamiento de los procesos ecológicos, mantienen los recursos de agua, aire y suelos, y contribuyen a la salud y a la calidad de vida de los individuos y las comunidades (The Conservation Fund & USDA Forest Service, 2001-2004). De hecho, existe la tendencia en países que han alcanzado un alto grado de urbanización y desarrollo, no sólo a preservar, sino también a recuperar los espacios de la infraestructura verde o sistema espacial formado por relictos de naturaleza (bosques, pastizales, cuerpos de agua con poca incidencia antrópica, etc.), o creados (agroecosistemas, parques, plazas, paseos y otros espacios con cobertura vegetal), que hacen posible y mejor la vida en las ciudades.

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La agricultura urbana como una estrategia de gestión de aguas pluviales en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). En los últimos años, muchas ciudades han sufrido fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes debido al cambio climático, con fuertes lluvias que no pueden ser absorbidas por el sistema de drenaje de aguas pluviales y provocan inundaciones. Una estrategia convencional para abordar este problema es invertir en "infraestructura gris": conductos de gran diámetro que contienen un mayor volumen de agua de lluvia. Esto es sin embargo muy costoso y políticamente impopular en las comunidades que se enfrentan a la perspectiva problemática de cerrar y romper calles para adecuar la infraestructura subterránea. Una opción potencialmente más rentable es aumentar la permeabilidad del paisaje urbano a través de diversas formas de "infraestructura verde": parques, corredores verdes, espacios agrícolas, pavimento permeable, espacios multifuncionales verdes. Desde 2011, la ciudad de Nueva York ha proporcionado fondos a diversos proyectos de agricultura urbana a través de su Programa de subsidios para la Infraestructura Verde. La experiencia de Nueva York sugiere que si los paisajes productivos se integran a la planificación de la gestión de la infraestructura pluvial, las ciudades pueden ser capaces de reducir las escorrentías pluviales y al mismo tiempo, apoyar la creación de parques y huertas, con sus respectivos beneficios sociales, económicos y ecológicos, a un menor costo que las medidas tradicionales de adaptación que la infraestructura pluvial requeriría. En el desarrollo de su estrategia, la ciudad evaluó los costos y beneficios de la infraestructura gris y verde y constató que la inversión en un escenario verde, que incluye alguna infraestructura gris, fue significativamente más rentable que la correspondiente a un escenario convencional. El Departamento de Protección del Medio Ambiente (DEP) de la ciudad de Nueva York, se comprometió a invertir US $ 192 millones en infraestructura verde para 2015, incluyendo "techos azules" que retienen el agua de lluvia y la liberan al sistema de alcantarillado lentamente, canteros para el arbolado público extra grandes, "calles verdes", estacionamientos pavimentados con hormigón poroso, y grandes superficies pavimentadas vacantes, así como techos impermeables, se convirtieron en jardines y huertas. En alrededor de 20 años, el escenario verde costaría USD 5,3 mil millones, incluyendo los USD 2,4 mil millones destinados a infraestructura verde. En cambio, se estima que USD 6,8 mil millones serían necesarios para un escenario basado únicamente en la infraestructura gris. El escenario de la infraestructura verde protege la ciudad y los propietarios pagan las tarifas de agua y los costos de alcantarillado de USD $ 1,5 mil millones en un período de 20 años. Más allá del ahorro inicial, los gastos de mantenimiento son más bajos que los correspondientes a la infraestructura gris a largo de los años. Sin embargo, existen obstáculos para ampliar el rol de la agricultura urbana como infraestructura verde. Los organismos administrativos encargados del control de la contaminación del agua, como el Departamento de Protección Ambiental de la ciudad de Nueva York (DEP), se centran principalmente en la capacidad de absorción de la infraestructura verde. Esto también se debe a que los mandatos de los organismos no incluyen el apoyo a la agricultura urbana. Las ventajas asociadas a la alimentación, la educación y otros beneficios se valoran, pero son subsidiarias de la capacidad de retención de agua. Un segundo desafío es que las granjas requieren una gestión activa para producir beneficios de retención de agua durante todo el año, incluyendo un cultivo de cobertura fuera de la temporada de crecimiento, ya que el suelo desnudo retiene menos agua de lluvia que el suelo cubierto de plantas y también está sujeto a la erosión. Aunque esta gestión es a menudo proporcionada por fines de lucro de las empresas agrícolas como Brooklyn Grange u organizaciones comunitarias sin fines de lucro, lo que disminuye los costos de administración pública, las agencias públicas necesitan garantías de que estas entidades son financieramente viables o, en el caso de organizaciones no lucrativas establecidas dentro de la comunidad, se comprometan a mantener la gestión del sitio en el largo plazo. Por el contrario, otras propuestas de infraestructuras verdes, como los camellones ajardinados o los pavimentos porosos, a menudo requieren un mantenimiento menos intenso para reducir de forma fiable las escorrentías pluviales. (Cohen y Wijsman, 2014).

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Las consecuencias más notables del calentamiento global en la zona bioclimática de Rosario, son el aumento de las temperaturas, la presencia de fuertes tormentas eléctricas y la modificación del régimen de lluvias, expresada esta última a través de la concentración de las precipitaciones y la variación de los volúmenes anuales (1000mm promedio), registrándose incrementos de hasta un 65% (2012) y reducciones del 30% (2013). Durante las últimas dos décadas se ha intensificado el fenómeno de impermeabilización del suelo en la región, debido no sólo al avance de la frontera urbana dispersiva sobre los vasos de inundación de arroyos y canales subsidiarios, sino también de la agraria intensiva en áreas rurales, ocasionando, a raíz de las lluvias intensas, inundaciones en distintas localidades del área metropolitana de Rosario. Ambos procesos continúan su progresión incrementando los riesgos. La demanda de nueva infraestructura es constante y su construcción sumamente complicada, por lo que nunca se llegan a anular los riesgos reales en tiempo y forma. De hecho, la nueva y costosa infraestructura pluvial que está construyéndose, ya resulta insuficiente para resolver los problemas actuales. Si los criterios de uso de suelo hubieran respetado las lógicas hidrológicas del sector, protegiendo el suelo inundable de la urbanización y preservando las áreas con cobertura vegetal, se hubiesen evitado las cuantiosas inversiones que ahora deben hacerse. La realidad pone en evidencia la necesidad imperiosa de proteger los sectores todavía no urbanizados de los vasos de inundación de los cursos de agua, los cuales constituyen componentes relevantes de la infraestructura verde territorial, tanto en áreas rurales, como urbanas y periurbanas. UPAF constituye una estrategia eficiente para viabilizar la protección de las mismas, garantizando además múltiples servicios a las ciudades y a sus poblaciones. Para estudiar los efectos de una mayor ocupación de suelo mediante UPAF y la incorporación -en determinados sectores- de los denominados “techos verdes”, se analizaron distintos escenarios en dos subcuencas hídricas de la ciudad de Rosario. Esta investigación se desarrolló durante el período comprendido entre Septiembre de 2013 y Septiembre de 2014. En términos generales, puede señalarse que en los escenarios más "verdes" simulados para las dos subcuencas estudiadas, se evidenciaron efectos significativos en la reducción del escurrimiento pluvial, traduciéndose en mejoras sustanciales del sistema de evacuación, cuya infraestructura, como se ha mencionado, es muy difícil y costosa de modificar (Orsolini et al, 2008). La reducción del escurrimiento obedece a diversos mecanismos de captura entre los que pueden citarse: el aumento de infiltración en el suelo con usos UPAF; el incremento de la intercepción provocado por una mayor cobertura vegetal; la retención y posterior evapotranspiración de una fracción significativa de la precipitación en el sustrato de las cubiertas verdes (Rosatto, H, 2010). Como un efecto complementariamente positivo, la rugosidad adicional de las superficies verdes provoca un retardo en el escurrimiento y la consecuente reducción de los caudales picos que son los causantes del colapso de los sistemas de drenaje pluvial. Aumento de la capacidad de intercepción por incremento de la cobertura vegetal La intercepción es el proceso mediante el cual el agua es colectada por el follaje y permanece en él, para luego –sin llegar al suelo– evaporarse retornando a la atmósfera. El volumen de agua interceptada depende del tipo de vegetación y del número y distribución de los eventos de lluvia: cuanto más pequeñas y distribuidas son las precipitaciones, más importante es la intercepción. A mayor superficie con cubierta vegetal, mayor volumen de agua interceptada. Para evaluar este

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índice, se han hecho diversos estudios que confirman que la intercepción se incrementa proporcionalmente con respecto a la magnitud de la precipitación hasta cierto límite, a partir del cual se satura la capacidad de interceptar el agua pluvial (G. Pypker et al. 2005). Aumento de la capacidad de almacenamiento e infiltración del suelo A través de la recuperación de suelos compactados y degradados para su puesta en producción agroecológica, se mejoran significativamente sus propiedades básicas, entre ellas su capacidad de infiltración (Toresani, S. et al.,2012), potenciando las prestaciones de la infraestructura verde urbana y periurbana. La infiltración es el proceso por el cual el agua penetra desde la superficie del terreno hacia el suelo. En una primera etapa satisface la deficiencia de humedad del suelo en una zona cercana a la superficie y, posteriormente superado cierto nivel de humedad, pasa a formar parte del agua subterránea, saturando los espacios vacíos. Se denomina capacidad de infiltración a la cantidad máxima de agua que puede absorber un suelo en determinadas condiciones, valor que es variable en el tiempo en función de la humedad del suelo, el material que conforma al suelo y la mayor o menor compactación que tiene el mismo, entre otros factores (Orsolini et al, 2008). Estrategias UPAF Componentes de la Infraestructura verde como las huertas y los bosques (UPAF), por ejemplo, constituyen alternativas adecuadas para la planificación de interfases periurbanas y para el aprovechamiento de espacios vacantes intraurbanos, porque posibilitan la producción de alimentos sanos cerca de los espacios de consumo, trabajo genuino y espacios verdes diversos que garanticen una mejor calidad ambiental al futuro intraurbano. Como se ha mencionado, desde un punto de vista hidrológico, estos espacios verdes posibilitan la infiltración y el almacenamiento de agua de lluvia. Esto implica mantener la porosidad del suelo natural y aumentar la cubierta vegetal, especialmente en las zonas inundables para protegerlas de posibles urbanizaciones. A través de la recuperación de suelos degradados y/o compactados mediante estrategias UPAF, pueden mejorarse sus propiedades básicas, entre ellas la capacidad de infiltración e intercepción. Estas mejoras serán significativas si se desarrollan modalidades productivas que mantengan la cobertura vegetal del suelo a lo largo del año (pastizales y forestales); se reduzca la mecanización del laboreo de la tierra; se incrementen el uso de compost y el cultivo de especies de raíz profunda. En áreas edificadas, para favorecer la infiltración, la superficie pavimentada de calles, veredas, espacios públicos y techos de viviendas pueden convertirse en superficies verdes (“terrazas vegetadas” o “techos verdes”). Un "techo verde o vegetado" consiste en un sustrato o soporte fértil sobre el que crecen especies vegetales que se adecúan al mismo, contenido por una estructura construida por el hombre. Este espacio verde puede estar sobre o por debajo del nivel del suelo (en caso de cubiertas de espacios subterráneos, por ejemplo estacionamientos bajo espacios abiertos), pero en todos los casos, la vegetación es implantada. La capacidad de retención de las cubiertas verdes puede dar lugar a cambios en los procesos hidrológicos. Por ejemplo reducción de escorrentía por retención de la lluvia. La diferencia entre la humedad volumétrica inicial del sustrato y la que corresponde a

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la capacidad de campo, se retiene en el medio poroso y luego regresa a la atmósfera mediante evapotranspiración. Experiencias realizadas por la Agencia Ambiental de Estados Unidos (EPA, 2009) demuestran que en modelos experimentales la precipitación anual capturada oscila entre el 50 % al 95 % en la temporada de verano. Resultados experimentales muestran también una reducción de caudales pico de la escorrentía de aproximadamente el 50 %. Preguntas de partida del Estudio ¿Cómo puede evaluarse la incidencia de la variación de superficies UPAF intra y periurbanas en los volúmenes de escorrentías pluviales? ¿Cuál es la relación entre la reducción de escorrentías y el riesgo de inundación y anegamiento en las ciudades? ¿Incide significativamente la variación de superficies UPAF intra y periurbanas en los volúmenes de escorrentías pluviales? ¿Cuáles son las alternativas de uso de suelo UPAF más eficientes para reducir las escorrentías pluviales en áreas intra y periurbanas?

HIPÓTESIS Superficies relativas de suelo UPAF, distribuidas estratégicamente en áreas urbanizadas, reducen significativamente los riesgos de inundación y anegamiento.

OBJETIVOS DEL ESTUDIO General

• Determinar los efectos del incremento de UPAF sobre la escorrentía pluvial y el control de la urbanización en áreas urbanas y periurbanas, analizando diferentes escenarios de uso de suelo.

Particulares

• Cuantificar indicadores que describan los actuales impactos en la escorrentía en subcuencas seleccionadas como áreas de estudio.

• Cuantificar indicadores que describan los posibles impactos en la escorrentía en subcuencas seleccionadas como áreas de estudio, considerando tres escenarios propuestos.

• Cuantificar las posibles modificaciones en el riesgo de inundación para las subcuencas de

estudio, considerando diferentes escenarios propuestos.

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SITIO DE ESTUDIO El estudio se centró en la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe, Argentina), ubicada en latitud 32°57’29” S y longitud 60°39’58” O.

Figura 4: Ubicación geográfica de la ciudad de Rosario

El clima de la región es templado húmedo, con precipitaciones anuales promedio del orden de los 1000 mm y temperaturas medias anuales de 17 °C. Como se ha mencionado, estos promedios distan mucho de los volúmenes de lluvia y de las temperaturas reales registrados durante los últimos años.

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14

AU

RO

S-B

S A

S

RUTA 34 S

PEREZ

PRESA DE RETENCIÓNDE CRECIDAS

CA

NA

L 4

LUD

UE

ÑA

ROSARIO

Figura 5. Red de drenaje de la cuenca del Arroyo Ludueña y Area Metropolitana de Rosario, Argentina. Fuente: Riccardi et al, 2009

15

La vegetación característica es la pradera de pastizales, aunque en la actualidad prácticamente no se encuentra vegetación nativa ya que ha sido fuertemente intervenida y reemplazada por la producción agropecuaria (Fig. 6).

Figura 6: a) Pastizales Fuente: INTA.gob.ar; b) Borde de arroyo con vegetación nativa

Fuente: http://www.fotothing.com/Jorge/

Figura 6: c) Campo de Soja. Fuente: prensanecochea.wordpress.com; d) Feed lot, producción ganadera

Fuente: noalaganaderiaindustrial.org

16

Figura 7: Foto aérea de la ciudad de Rosario

Fuente: http://commondatastorage.googleapis.com/static.panoramio.com/photos/original/17991306.jpg

Rosario es la ciudad cabecera de una importante área metropolitana localizada sobre la margen derecha del Río Paraná en la zona centro del país. En la misma de desarrollan numerosos puertos públicos y privados que funcionan en relación con un fuerte y diverso cordón industrial y con la región agrícola circundante, una de las más relevantes del mundo en producción cerealera (tercera en el mundo en producción de soja y primera en los derivados de ésta). Es la tercera ciudad en importancia del país con una población de 948.312 habitantes (Censo Nacional, INDEC, 2010.). Su organización, configuración construida y funcionamiento la caracterizan como ciudad “dual”, presentando áreas urbanizadas de calidad y periferias degradadas que concentran una creciente población pobre proveniente de provincias del interior y de países limítrofes. Casi las tres cuartas partes de la superficie de la ciudad de Rosario corresponden a la cuenca del arroyo Ludueña (105,43 km2). El resto del territorio municipal corresponde a las Cuencas del Rio Paraná (50,03km2) y del arroyo Saladillo (23,23 km2).

17

2525

2525

2525

2121

2525

2525

23,7523,75

23,7523,75

23,7523,75

23,7523,75

3030

32,5032,50

27,5027,50

32,5032,50

1010

2121

1515

36,2536,25

3535

Superfic ie CuencaArroyo Ludueña

10.543 ha.

Superfic ie CuencaArroyo Ludueña

10.543 ha.Superfic ie Cuenca

Río Paraná5.003 ha.

Superfic ie CuencaRío Paraná5.003 ha.

Superfic ie CuencaArroyo Sa lad illo

2.323 ha.

Superfic ie CuencaArroyo Sa lad illo

2.323 ha.

Figura 8: Cuencas Hídricas Municipio de Rosario

Los sectores ubicados al Noroeste de la ciudad se encuentran afectados por los desbordes del arroyo Ludueña y de sus afluentes, los canales Salvat e Ibarlucea. La cuenca de aporte abarca un área total de 700 km2 sobre la que se asientan distintas localidades del área metropolitana de Rosario.

Figura 9: a) Área periurbana inundada durante 2009 b) Área intraurbana inundada durante 2012

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/En-Fisherton-estamos-inundados-con-mucha-agua-dentro-de-nuestras-casas-20121220-0048.html

18

El vaso de inundación del arroyo Ludueña ha ido ocupándose, ya sea en forma irregular o legal a través de urbanizaciones de distinto tipo, sin considerar el riesgo existente en el área. En consecuencia, han tenido lugar inundaciones recurrentes de alto impacto para la población y la ciudad. Si bien existen desde 1988 ordenanzas de regulación de suelos inundables en Rosario, la urbanización siguió su curso, haciendo caso omiso al riesgo existente. Tras una gran inundación ocurrida en 1986, se construyó una presa de retenciones de crecidas del arroyo Ludueña, hecho que produjo un incremento significativo de la urbanización de las áreas periurbanas de la ciudad localizadas en la cuenca baja, afectadas por frecuentes desbordes del arroyo Ludueña y sus afluentes, los canales Salvat e Ibarlucea. No obstante la construcción de la presa, en 2007, 2009 y 2012 se inundaron diversos sectores residenciales de Rosario, algunos de los cuales que no habían sido antes alcanzados por el agua. La siguiente tabla indica la reducción progresiva de áreas no urbanizables reguladas por normativa de inundación, así como la ocupación de las mismas -informal o formal a través de excepciones- no obstante la existencia de un marco legal de protección de suelo.

Tabla1: Avance de la frontera urbana sobre el vaso de inundación del Arroyo Ludueña

Fuente: Zimmermann, E. y Bracalenti, L., 2012

Además del avance de la urbanización, existen otras evidencias físicas que indican que el nivel de protección ante inundaciones ha descendido respecto de lo que fuera previsto en los años 1986-88 como criterio de diseño para eventos de recurrencia de R = 100 años. La conjunción de factores tales como los procesos de urbanización mencionados, las canalizaciones para el drenaje de bajos naturales y las modificaciones en las prácticas de uso de las tierras rurales, están produciendo un paulatino aumento de los caudales máximos de escurrimiento superficial como así también del volumen de escurrimiento para lluvias de igual magnitud. En este sentido existen estudios que pusieron de manifiesto estos efectos (Zimmermann et al. 2001, Riccardi et al. 2008). Desde otra perspectiva, la consecuencia de dicho proceso puede verse como una disminución del nivel de protección ante inundaciones en diversos sectores de la cuenca hidrográfica, pero con mayor impacto en las zonas urbanas cuenca abajo, donde las permanencias de las inundaciones son de mayor tiempo que en sectores de la cuenca media y alta. Una de las mayores evidencias indicadoras de este sistemático incremento de caudales, es el progresivo aumento de la capacidad necesaria de descarga del arroyo Ludueña en el río Paraná que debió y deberá llevarse cabo para mitigar inundaciones: • en la década de los años cuarenta se necesitaron 23 m2 de sección transversal de conducciones cerradas para entubar, en aproximadamente 1400 m, el caudal de diseño del arroyo (caudal aproximado de diseño 100 m3/s).

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• en la década de los años sesenta se debió incrementar a 36 m2 la capacidad de las conducciones debido a inundaciones con fuerte impacto en el barrio de Empalme Graneros de Rosario (caudal aproximado de diseño 150 m3/s). • a partir de las inundaciones de 1986, con severos impactos en barrios del Oeste de la ciudad de Rosario, se proyectó elevar a 73 m2 la capacidad de las conducciones cerradas con el agregado de una presa de retención para laminar el caudal máximo proveniente de casi un 60 % del área de la cuenca (caudal aproximado de diseño 300 m3/s). • en el año 2007, de haber estado construidas todas las obras, la capacidad proyectada en1986/88 hubiera sido levemente superada con un caudal aproximado de 310 m3/s.

Figura 10: Demanda de infraestructura pluvial

Fuente: Cátedra de Hidráulica FCEIA-UNR, 2012

A partir de 2008 se comenzó a cuantificar el suelo ocupado por las nuevas urbanizaciones, barrios cerrados y abiertos, estos últimos de libre acceso, lo cual implica la apertura de calles en predios antes utilizados para las actividades agrícola-ganaderas sin la instalación de cercos perimetrales. Los barrios abiertos son desarrollados por emprendedores inmobiliarios pero son las Comunas y Municipios los encargados de las tareas de mantenimiento y adecuación de infraestructuras y servicios que éstos requieren. El incremento de la superficie a urbanizar solicitada año a año se indica en la Tabla 2 (Dirección Provincial de Protección Urbana Contra Inundaciones, 2012). Si se compara esta superficie futura a urbanizar (oficialmente declarada) con la actualmente urbanizada en la cuenca, que es de 4920 hectáreas, resulta que se está planteando un incremento para el Gran Rosario de un 76% en el mediano plazo (entre 5 y 10 años).

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El hecho es que los problemas generados por el impacto presente y futuro de este incremento de la impermeabilización, serán muy dificultosos de resolver -además de injustos- mediante obras de infraestructura urbana debido a la densidad edilicia de los sectores que afectarán.

AÑO SUPERFICIE (has) SUPERFICIE ACUMULADA (has)

2008 206 206

2009 1170 1376

2010 1079 2455

2011 840 3295

Tabla 2. Evolución de las Solicitudes de Urbanización y de la Superficie a Urbanizar.

Fuente: Riccardi et al, 2009

Figuras 11 y 12 Obras de infraestructura pluvial en áreas urbanizadas Subcuencas analizadas en la ciudad de rosario El estudio se ha realizado en dos de las dieciocho subcuencas de la ciudad de Rosario. Para la selección de las mismas se ha tenido en cuenta la conveniencia de analizar situaciones urbanas y periurbanas diversas, es decir, áreas no urbanizadas, áreas parcialmente urbanizadas y áreas altamente urbanizadas. La SCE10, es una subcuenca que integra áreas urbanizadas de diverso valor inmobiliario, periurbanas y rurales. Puede considerarse una subcuenca “con UPAF” y “con potencialidad UPAF”, ya que presenta áreas forestadas, hortícolas tradicionales y agrarias intensivas, además de grandes superficies vacantes. Reviste gran interés para la investigación ya que en ella se localizan sectores densamente urbanizados que se han inundado recientemente y que nunca antes habían sido alcanzados por el agua. El sector Noroeste está siendo rápidamente ocupado por tejido residencial de baja densidad tras diversas operaciones inmobiliarias que otorgaron alto valor al suelo del vaso de inundación. Otro aspecto significativo es que en ella se acaba de habilitar un parque industrial de gran superficie.

21

La SCE 17 ocupa un área reducida localizada sobre la cuenca del arroyo Saladillo. Está urbanizada prácticamente en su totalidad y, dado que presenta un parque-huerta de casi 5 ha de superficie, es considerada una SC “con UPAF”

Figura 13. Subcuencas Hidrológicas Ciudad de Rosario. Caso de estudio SC 10 y SC 17

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METODOLOGÍA Modelos e indicadores para medir impacto potencial sobre el escurrimiento Una metodología sencilla, que se puede utilizar para estimar el impacto de UPAF en la escorrentía urbana, consiste en la aplicación de la actualmente utilizada fórmula racional. El método racional fue desarrollado por Mulvaney (1850), el cual describe por primera vez el concepto de “tiempo de concentración”. La idea fundamental introducida por Mulvaney fue la siguiente: dada una cuenca de área A con un TC, si se produce una lluvia P con duración D=TC el caudal generado en el punto de salida será el máximo ya que estará aportando toda la cuenca. El método plantea una proporcionalidad entre el caudal máximo y la intensidad de lluvia y puede expresarse como:

Cu.C.i.AQ (1)

donde: Q es el caudal de diseño (L3 / T) , T es tiempo y Cu es el coeficiente de conversión de unidades, C es el coeficiente de escurrimiento (adimensional) , i es la intensidad de la precipitación de diseño (L / T), y A es el área de drenaje de cuencas (L2). El coeficiente de conversión de unidades, Cu, es necesario porque el producto iA , mientras que tiene unidades de L3 / T, no es una unidad estándar en el sistema de unidades tradicionales. El coeficiente de escurrimiento, C, es la variable que presenta mayor incertidumbre en su determinación, y representa una relación adimensional entre la lámina de escorrentía superficial generada por una determinada cuenca y la lámina de la precipitación. El coeficiente de escorrentía varía con la pendiente, las condiciones de la superficie y de la cubierta vegetal y el tipo de suelo hidrológico. Las superficies que son relativamente impermeables como las calles y plazas de aparcamiento tienen coeficientes de escorrentía que se aproximan uno. Las superficies con vegetación para interceptar la escorrentía superficial y las que maximizan la infiltración de las precipitaciones tienen coeficientes de escorrentía más bajas (cercanas a 0). Todos los demás factores son iguales, una zona con una mayor pendiente tendrá más escorrentía de aguas pluviales y así un coeficiente de escorrentía más alto que una zona con una pendiente inferior. Los suelos que tienen un alto contenido de arcilla no permiten mucha infiltración y, por lo tanto, tienen coeficientes relativamente altos de escurrimiento, mientras que los suelos con alto contenido de arena tienen mayores tasas de infiltración y bajos coeficientes de escorrentía. Este coeficiente se puede cuantificar en términos de tipo de suelo, pendiente topográfica y el tipo de cobertura. En el caso que haya heterogeneidades en dichos parámetros, debe ser estimado mediante áreas de ponderación, un valor representativo del coeficiente de escurrimiento. En este caso un C compuesto se puede definir como:

iA

iA

iC

cC (2)

donde Cc es el coeficiente de escorrentía compuesto, Ci son los coeficientes de escorrentía de áreas homogéneas y Ai son áreas individuales con C homogéneo. Esta información se puede estimar mediante imágenes satelitales, cartografía de suelos y modelos digitales del terreno. Es necesario estimar el área de drenaje. El área de drenaje de una cuenca se determina a partir de mapas topográficos y los estudios de campo. Para las grandes áreas de drenaje, puede ser

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necesario dividir el área en subcuencas, a los fines de considerar cambios de uso del suelo, obtener los resultados del análisis en diferentes puntos dentro del área de drenaje y combinar hidrogramas de diferentes sub-cuencas que aporten a los puntos de interés. Si no está disponible la información de mapas topográficos se pueden obtener datos del SRTM (Shuttle Radar Topography Mission). El SRTM constituye una base de datos topográficos de alta resolución a escala mundial (ver http://www2.jpl.nasa.gov/srtm/cbanddataproducts.html). Con la información topográfica el siguiente paso es definir la cuenca urbana o suburbana. Las características del suelo influyen fuertemente en el coeficiente C. Se consideran cuatro tipos de suelo para esta aplicación (A, B, C y D), y se deben identificar los principales tipos de suelos hidrológicos de la cuenca:

• Grupo A: arena profunda; loess profundo; con tasas de infiltración mínima, 0,30-0,45 pulgadas / hr. • Grupo B: loess poco profundo; franco arenoso; tasa de infiltración mínima 0,15-0,30 pulgadas / hr. • Grupo C: margas arcillosas; franco arenoso superficial; suelos con bajo contenido de materia orgánica; suelos generalmente ricos en arcilla; tasa de infiltración mínima: 0,05-0,15 pulgadas / hr. • Grupo D: Suelos que se hinchan significativamente cuando está mojados; arcillas plásticas pesadas; ciertos suelos salinos y rocosos. Tasa de infiltración mínima: 0-0,05 pulgadas / hr.

Otro factor de peso en la definición del coeficiente de escorrentía es la pendiente. Esta variable se establece en la información topográfica. Para la determinación del coeficiente de escorrentía se han utilizado tres clases de pendiente: 1 = <2%, 2 = 2-6%, 3 => 6%. En cuanto a las condiciones de uso del suelo, p.ej. tipos UPAF, constituyen una variable que tiene una alta influencia en la porción de la lluvia que determina la escorrentía. En las Tablas 2 y 3 se muestran valores característicos del coeficiente hallados en la bibliografía (Mc Cuen y Richards, 1998).

Tabla 3. Coeficientes de escurrimiento para diferentes usos de suelo urbano

Uso de suelo/ Tipode superficie Rango de valores de “C”

Tejido de usos diversos y alta densidad edilicia 0.70 a 0.95

Tejido Barrial con comercios y servicios aislados 0.50 a 0.70

Tejido residencial (viviendas unifamiliares) 0.30 a 0.50

Bloques edilicios separados 0.40 a 0.60

Bloques edilicios unidos 0.60 a 0.75

Tejido residencial suburbano 0.25 a 0.40

Edificios de departamentos 0.50 a 0.70

Industria con espacios verdes 0.50 a 0.80

Industria sin espacios verdes 0.60 a 0.90

Parques y cementerios-jardines 0.10 a 0.25

Parques infantiles 0.20 a 0.35

Playa de maniobras ferrocarril-vías 0.20 a 0.35

Terrenos urbanizados (no construidos) 0.10 a 0.30

Pavimentos de Asfalto y hormigón 0.70 a 0.95

Pavimentos de Ladrillo 0.70 a 0.85

Techos tradicionales 0.75 a 0.95

Césped sobre suelo arenoso, pendiente < 2 % 0.05 a 0.10

Césped sobre suelo arenoso, pendiente 2- 7 % 0.10 a 0.15

Césped sobre suelo arenoso, pendiente > 7 % 0.15 a 0.20

Césped sobre suelo arcilloso, pendiente < 2 % 0.13 a 0.17

Césped sobre suelo arcilloso, pendiente 2- 7 % 0.18 a 0.22

24

Césped sobre suelo arcilloso, pendiente > 7 % 0.25 a 0.35

Tabla 4. Coeficientes de escorrentía para diferentes usos verdes del suelo.

Uso de suelo/ Cobertura vegetal

Coerficientes de Escorrentía C

(rango)

C sugerido (para tipo de suelo

B y pendientes menores al 2%)

Para tipos de suelo C y D

Para pendientesmayores

al 2%

Agricultura

Tierras cultivadas 0.10 – 0.40 0.15 Adicionar 25% para cada clase mayor

Adicionar 30% para cada clase mayor

Pasturas/pradera/pastos 0.10 – 0.60 0.25 Adicionar 25% para cada clase mayor

Adicionar 30% para cada clase mayor

Vegetación

Principalmente arbustos / matorrales

0.10 – 0.40 0.15 Adicionar 25% para cada clase mayor

Adicionar 30% para cada clase mayor

Vegetación poco densa 0.20 - 0.60 0.35 Adicionar 25% para cada clase mayor

Adicionar 30% para cada clase mayor

Humedales 0.90 0.90 - -

Forestado 0.05 – 0.25 0.10 Adicionar 25% para cada clase mayor

Adicionar 30% para cada clase mayor

Tierra compactada no vegetada 0.30 – 0.75 0.50

Adicionar 25% para cada clase mayor

Adicionar 30% para cada clase mayor

Techos verdes 0.10 – 0.50 0.30 - -

La intensidad media máxima, i, se determina a partir de curvas Intensidad-Duración-Recurrencia (IDR) construidas con datos medidos en el sitio en estudio. Con dichas curvas se adopta una duración de diseño igual al tiempo de concentración de la cuenca y para una recurrencia especificada se obtiene la intensidad media máxima. El tiempo de concentración de una cuenca, TC, se define como el tiempo que demora el sector más alejado de la cuenca en aportar a la sección de salida. El tiempo de concentración se calcula como la suma de los tiempos de escurrimiento mantiforme (no encauzado) y el tiempo de flujo canalizado (encauzado). Pueden existir varios recorridos posibles de flujo para las diferentes áreas drenadas, el mayor tiempo de concentración de todos los tiempos, para los diferentes recorridos, es el tiempo de concentración crítico a adoptar para el área drenada.

Indicador para la evaluación de impactos Teniendo en cuenta la descripción anterior, un indicador que permita evaluar el impacto de las zonas verdes en una urbanización determinada, sería la variación del coeficiente de escorrentía. En consecuencia, la ecuación racional podría ser una herramienta útil para evaluar diferentes escenarios, por ejemplo, la comparación de antes y después de cambios de usos de suelo. Podemos comparar situaciones con y sin UPAF, por ejemplo, evaluando el impacto relativo entre ellos. Los datos recogidos podrían ser utilizados para calcular la reducción en la escorrentía debido a una mayor ocupación de áreas UPAF en las cuencas urbanas. Se propone medir la "reducción en

el coeficiente de escorrentía" (C) para el seguimiento de los impactos a nivel urbano

(Zimmermann y Bracalenti 2012). Valores C negativos para cualquier período de tiempo indican

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una disminución neta de la escorrentía (y consecuente reducción de riesgo de inundación), provocado por un aumento en la infiltración/almacenamiento de la precipitación en esa superficie

urbana. El indicador C,en términos porcentuales, se puede calcular la de la siguiente manera:

t1t

t1t

CC

CC200ΔC

(3)

donde Ct+1 = es el coeficiente de escurrimiento para escenarios futuros (hipotéticos) y Ct = el coeficiente para un escenario actual. Pasos operativos para el análisis de suelo y la construcción de escenarios para el cálculo de indicadores hidrológicos 1- Selección de las Subcuencas de análisis. Se propone clasificar las Cuencas o Subcuencas existentes en tres tipos: “Subcuencas altamente urbanizadas”; “Subcuencas con potencialidad UPAF” y “Subcuencas con UPAF”. Una misma cuenca o subcuenca puede representar a más de uno de los tipos mencionados. Es conveniente analizar al menos una cuenca o subcuenca de cada tipo. 2- Clasificación general del suelo según características edafológicas y pendientes. Los datos para esta clasificación se extraen de las cartas de suelo del Instituto Geográfico Militar, que son planos que contienen información completa sobre el suelo en las distintas zonas y regiones del país. 3- Determinación de clases de las coberturas del suelo a considerar en el estudio: Esta tarea se realiza a partir de la identificación de los diferentes tipos espaciales representativos existentes en las subcuencas a estudiar. Estos tipos espaciales estarán definidos por: actividades predominantes, densidades edilicias y coberturas de suelo construido y no construido. En base a una clasificación preliminar realizada tras el reconocimiento del terreno, los tipos se identifican a través de la lectura e interpretación de fotografía aérea o imagen satelital recientes, las cuales deben tener un nivel de resolución adecuado para poder observar los tipos de tejido y la porosidad relativa de los mismos, e identificar el tipo de cobertura vegetal. En el marco de este estudio, esta tarea se realizó a partir de la interpretación de la imagen provista por el Programa de acceso Público Google Earth y las clasificaciones obtenidas se verificaron durante recorridas de campo. Para la determinación de las clases de tejido y cobertura, es conveniente ajustarse, en la medida de lo posible, a las consideradas en las tablas elaboradas por la literatura internacional para calcular la escorrentía de aguas pluviales a través de coeficientes de escorrentía (C). No obstante esto, si en las áreas estudiadas existiese algún tipo de tejido edificado o de cobertura de suelo no incluidos en dichas listas, deberán estimarse los correspondientes valores de C a partir de las características inherentes a las nuevas clases, teniendo en cuenta semejanzas y diferencias con los valores de C reconocidos internacionalmente. (Ver en Anexos A y B: Tabla. Criterios establecidos para fijar coeficientes de escurrimiento) 4- Identificación, delimitación y cuantificación del suelo analizado por clases.

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Esta tarea se realiza superponiendo a la imagen aérea o satelital actualizada, el plano digital catastral oficial actualizado y los polígonos límites de cada sección catastral de los Distritos que define el Código Urbano (utilizando software de diseño asistido por computadora ej. Autocad). Esta superposición permite la caracterización de aceras y calzadas considerando las prescripciones normativas para cada sección catastral. Es necesario aclarar que para la clasificación y cuantificación se opera diferenciando el área correspondiente a calles (aceras y calzadas), del área contenida por las líneas de edificación dentro de cada manzana o de los límites de las parcelas no urbanizadas. La cuantificación se realiza mediante software de planilla electrónica tipo Excel. 5: Definición de Escenarios Para definir los escenarios en base a los cuales construir los indicadores, es necesario considerar los planes y ordenanzas de uso del suelo vigentes, las tendencias de crecimiento urbano y los tipos espaciales existentes en las áreas de estudio, ya que deben proponerse posibles e hipotéticas configuraciones futuras, conforme a los instrumentos mencionados y, a partir de las mismas, estimar o cuantificar el impacto en términos del escurrimiento. Escenario 0. Situación actual o línea de base Este escenario muestra las coberturas de suelo detectadas en la imagen o fotografía aérea actualizada y en los recorridos de campo realizados. El escenario se construye a partir de las siguientes tareas: 1. Análisis y cuantificación del área contenida por las líneas de edificación dentro de cada manzana y de los límites de las parcelas no urbanizadas. Se identifican sobre la imagen las clases previamente definidas de acuerdo a los tipos espaciales representativos (Pasos 1, 2 y 3 en la sección anterior). Mediante Programa Autocad se grafican los polígonos correspondientes a las distintas clases sobre el plano digital, de acuerdo a un código de colores para los diferentes tejidos y coberturas, el cual ha sido previamente establecido por el equipo de investigación. Una vez clasificado el suelo del área contenida por las líneas de edificación dentro de cada manzana o de los límites de las parcelas no urbanizadas de acuerdo a las clases predeterminadas, se cuantifican las superficies correspondientes a cada una. 2. Análisis y cuantificación de calles (aceras y calzadas). Se consideran las características de las calles de cada sector analizado, atendiendo a las prescripciones de la normativa vigente relativas a anchos de calzadas y aceras y a los porcentajes pavimentados y no pavimentados en estas últimas. En la ciudad de Rosario, por ejemplo, según los roles y las características de cada sector, en el Código Urbano y en el Reglamento de Edificación se determinan las dimensiones y la materialización de las aceras (totalmente pavimentadas o con un porcentaje pavimentado y otro parquizado). Mediante la lectura de la imagen y la constatación en campo, se estiman los porcentajes aproximados de acera con coberturas permeables, impermeables y forestadas en cada sector. Se calculan las superficies correspondientes a las diferentes clases de cobertura de aceras y calzadas (pavimento, suelo desnudo compactado, pasto, forestal (< y > del 50%), que luego se suman a las superficies correspondientes a las mismas clases detectadas en manzanas y parcelas no urbanizadas.

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Escenarios Hipotéticos La información construida para el análisis del Escenario Actual es aplicable al análisis de los escenarios hipotéticos, variando los coeficientes de escorrentía según el tipo de tejido y cobertura planteados. Se construye cartografía representativa de estos escenarios utilizando una modalidad gráfica que sistematice las diferentes clases de cobertura. Cabe aclarar que para la construcción de los escenarios hipotéticos no se han considerado incrementos en los volúmenes ni en la intensidad de lluvia, sino que se han aplicado al estudio los valores utilizados actualmente para el diseño de la infraestructura pluvial. Escenario 1.Urbanización simulada en base a planificación y normativa vigente. Este escenario muestra las coberturas de suelo posibles considerando los planes y la normativa de urbanización vigentes. Para la determinación de las densidades edilicias y la caracterización de coberturas en aceras, se aplican las identificadas como tendencias actuales en los entornos de las áreas simuladas. Es oportuno mencionar que en las áreas analizadas, estas tendencias configuran un tejido de baja y media densidad, caracterizado por tipologías edilicias con uso privado de suelo y baja altura. Escenario 2. Urbanización simulada sobre zonas urbanizables y no urbanizables (rurales u de otrotipo no urbanizable pero que tiende a ocuparse irregularmente). Este escenario muestra las coberturas de suelo hipotéticas considerando urbanizadas las áreas no urbanizables de acuerdo a las tendencias actuales identificadas en los entornos de las áreas simuladas. Para la determinación de las densidades edilicias y la caracterización de coberturas en aceras, se adoptan los criterios actualmente vigentes en dichos entornos que resultan en una mayor impermeabilización del suelo (tejidos residenciales de baja y media densidad habitacional pero relativamente altos porcentajes de suelo impermeabilizado (C) y aceras totalmente pavimentadas (C). Escenario 3. Incremento de superficies UPAF. Este escenario muestra las coberturas de suelo hipotéticas aplicando coberturas de suelo UPAF en áreas rurales y no urbanizables definidas por la normativa vigente al momento de realizar el estudio. Las áreas urbanizables se simulan como urbanizadas mediante tipologías residenciales de alta densidad habitacional que incorporen cubiertas vegetadas y mantengan una eficiente relación suelo permeable/suelo impermeable (Di Bernardo, E. 2013 ). Asimismo, se consideran forestadas la totalidad de las aceras existentes y optimizadas las coberturas vegetales en aceras semipavimentadas, parques y paseos, laterales viales y ferroviarios. Relación entre la reducción de c y la reducción del riesgo de inundación Utilizando la ecuación racional, el caudal de diseño para un espacio sin UPAF, en el tiempo t (escenario actual, por ejemplo) puede cuantificarse como: .A.iCu.CQ ttt (4)

28

donde Qt es el caudal de diseño , Ct es el coeficiente de escorrentía e it es la intensidad de la lluvia de diseño, todas las variables en el tiempo t. El resto de variables se definió antes. La intensidad it tiene una duración equivalente al Tc de la cuenca, en el tiempo t. Incluyendo áreas verdes por actividades UPAF(escenario hipotético, por ejemplo), en el tiempo t +1, el caudal de diseño será:

A..iCu.CQ 1t1t1t (5)

En este caso, la intensidad de lluvia tiene una duración equivalente al Tc de la cuenca en el tiempo t +1. Incluyendo las zonas verdes, el Tc será mayor que el mismo en situación sin UPAF. Despreciando esta situación, el caudal de diseño en la situación con UPAF será menor que el que corresponde al momento t, debido a que el coeficiente de escorrentía Ct+1 será menor que Ct. En la situación en el tiempo t, la intensidad de lluvia, se corresponde con un nivel de protección determinado (período de retorno Tt) . De acuerdo con Kieffer y Chu (1988; citado por Chow et al., 1988), en el marco de un modelo empírico que ajusta una curva IDR, la intensidad de lluvia se puede expresarse como:

fd

g.Ti

e

m

(6)

donde T es el período de retorno, d es la duración y g, m, e y f son constantes que dependen de las características geográficas locales. Podría pensarse la situación siguiente: Con la infraestructura de drenaje actual, supuestamente diseñada para el caudal Qt ¿En qué magnitud se reduce el riesgo de inundaciones urbanas (se reduce en probabilidad de excedencia P o aumenta el período de retorno T) ante el aumento de áreas verdes y la consecuente disminución del coeficiente de escorrentía Ct+1? En virtud de las consideraciones anteriores, puede decirse que: .A.i'Cu.CQ 1t1tt (7)

donde i't+1 es la intensidad de la lluvia, asociada a un período de retorno Tt+1 que en la nueva situación t+1 genera la descarga Qt. Igualando las ecuaciones (5) y (7) y teniendo en cuenta la ecuación (6), se tiene:

.Afd

gTCCu..A

fd

gTCCu.Q

e

mt

te

m1t

1tt

(8)

Simplificando términos de la igualdad, se obtiene (Zimmermann y Bracalenti, 2014):

t

1t

1t

t

1/m

t

1t

P

P

T

T

C

C

(9)

donde Pt y Pt+1 son las probabilidades de excedencia de la intensidad de lluvia en las situaciones t y t+1, respectivamente. Si se grafica la ecuación (9), resulta (Fig. 14):

29

-

0.10

0.20

0.30

0.40

0.50

0.60

0.70

0.80

0.90

1.00

- 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50 0.60 0.70 0.80 0.90 1.00

Re

laci

ón

en

tre

Pro

bab

ilid

ade

s d

e E

xce

de

nci

a (P

t+1/

Pt)

Relación entre Coeficientes de escorrentía (Ct+1/Ct)

m = 0.10

0.50

0.40

0.30

Relación entre modificación del riesgo de inundación a partir de la modificación del coeficiente de escorrentía

0.20

Figura 14. Relación entre cambios del riesgo de inundación y cambios del coeficiente de escorrentía.

Mediante pasos algebraicos se puede demostrar que:

ΔC200

ΔC200

C

C

t

1t

(10)

Por ejemplo, el ajuste de la ecuación (6) para los datos de lluvia de la ciudad de Rosario (Argentina , 32 ° 57 'S, 60 º 41' W ), es m = 0,122. El promedio regional del parámetro m es 0.18 (Zimmermann, 2013). Utilizando la Figura 14, una pequeña reducción del coeficiente de escorrentía del 5 % provocaría una reducción de probabilidad de inundación de 30 % ( Pt+1 / Pt = 0,70 ). Ampliando el ejemplo, puede interpretarse que: dados en el diseño urbano de drenaje, una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), con una reducción del coeficiente de escorrentía del 5%, el nivel de protección alcanzaría el valor 0,70 * 20 % = 14 % de probabilidad de excedencia (nuevo tiempo de retorno aproximado 7 años).

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RESULTADOS La aplicación de las metodologías propuestas en las cuencas de estudio se detallan en los apéndices A (SC10) y B (SC17). A continuación se transcriben los resultados y conclusiones más relevantes. Subcuenca Emisario 10 (Ver APENDICE A) Con el uso del suelo actual (escenario 0) el coeficiente de escorrentía promedio es 0,51 para el área de estudio. Considerando un uso futuro de la tierra con una impermeabilización acorde a la normativa vigente de uso del suelo (escenario 1), el coeficiente de escorrentía alcanza un valor de 0,53, lo que implica un aumento de aproximadamente 4 % de su valor actual y un valor indicador positivo del 3,8%. El escenario 1 indica un incremento poco significativo del coeficiente de escorrentía dado que la superficie urbanizable no representa un porcentaje relevante del área total y porque se mantienen como no urbanizables las áreas rurales. Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (9) se calcula que un aumento del coeficiente de escorrentía del 4 % (Ct+1/Ct = 1,039) provocaría un aumento de riesgo equivalente a Pt+1/Pt = 1,37 veces. Con el mismo ejemplo, en el diseño urbano de drenaje, dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), con un aumento del coeficiente de escorrentía del 4%, la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor del 1,37* 20 % = 27 % (nuevo tiempo de retorno aproximado 3,6 años). Para las estadísticas de las lluvias de Rosario, en las condiciones actuales, la precipitación de diseño correspondiente a una probabilidad de excedencia del 20% es de 135,6 mm. Para este escenario futuro, el sistema de drenaje urbano estaría en una situación equivalente a una precipitación de diseño de 125 mm (correspondiente a una probabilidad de excedencia del 27%). Estos valores indicarían que la situación sería indeseable ya que implicaría una ampliación de la infraestructura de drenaje pluvial urbano para retornar a las condiciones de seguridad actuales. Para el uso de suelo hipotético correspondiente al escenario 2 -significativo aumento de la impermeabilización- el coeficiente de escorrentía alcanzaría un valor de 0,62, lo que supone aproximadamente un 20 % de aumento en comparación con su valor actual y un valor de indicador positivo de 19,5 %. Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (9) se obtiene que Ct+1/Ct = 1,22 provocaría una relación equivalente a Pt+1/Pt = 4,96. Dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), para el cambio de uso de suelo la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor de 99% y el nuevo tiempo de retorno sería de 1 año aproximadamente. En el Escenario 2 se considera urbanizada el área actualmente no urbanizable, aumentando considerablemente el coeficiente de escorrentía y el riesgo de inundación. Para este escenario hipotético, el sistema de drenaje urbano estaría en condiciones de diseño con una precipitación (tormenta) de 48 mm. Estos valores indican que la situación se tornaría totalmente inadecuada, y que sería indispensable una gran reinversión en la infraestructura de drenaje urbano para restablecer la situación de protección existente en las condiciones actuales. El Escenario 3 plantea un uso de suelo que reduce el coeficiente de escorrentía actual a través del incremento de áreas UPAF y de la consideración de tipologías habitacionales de alta densidad

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habitacional y baja pavimentación de suelo. De este modo se logra un localizar una gran cantidad de población sin urbanizar el área rural. Para un uso hipotético de la tierra que optimice las coberturas vegetales de las áreas verdes existentes (escenario 3), el coeficiente de escorrentía se alcanzaría un valor de 0,49, lo que supone un 4 % de disminución aproximada en comparación con su valor actual y un valor de indicador negativo de -4 %. Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (9) se tiene que para Ct+1/Ct = 0,96 la relación Pt+1/Pt = 0,72. Dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), para el cambio de uso de suelo la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor de 14% y el nuevo tiempo de retorno sería de 6,9 años. Para este escenario futuro, el sistema de drenaje urbano estaría en condiciones de diseño con una precipitación de 146 mm. Estos valores permiten señalar que se reducirían significativamente los riesgos sin necesidad de grandes inversiones, por lo cual mejoraría la situación de la población. Subcuenca Emisario 17 (Ver APENDICE B) Con el uso del suelo actual (escenario 0) el coeficiente de escorrentía promedio es 0,60 para el área de estudio. El escenario 0 y el escenario 1 coinciden, ya que la subcuenca está urbanizada prácticamente en su totalidad y, por lo tanto, no hay áreas urbanizables a considerar. Para un uso hipotético del suelo con un grado de impermeabilización importante (escenario 2), el coeficiente de escorrentía alcanzaría un valor de 0,66, lo que implicaría un aumento de aproximadamente 10 % de su valor actual y un valor indicador positivo de:

9.5%0.600.66

0.600.66200

CC

CC200ΔC

t1t

t1t

Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (9) resulta que un aumento del coeficiente de escorrentía del 10 % (Ct+1/Ct = 1,10) provocaría un aumento del riesgo equivalente a Pt+1/Pt = 2,18 veces. Con el mismo ejemplo, en el diseño urbano de drenaje, dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), con un aumento del coeficiente de escorrentía del 9.5%, la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor del 2.18 * 20 % = 44 % (nuevo tiempo de retorno aproximado 2,3 años). Para las estadísticas de las lluvias de Rosario, en las condiciones actuales, la precipitación de diseño correspondiente a una probabilidad de excedencia del 20% es de 135,6 mm. Para este escenario hipotético, el sistema de drenaje urbano estaría en una situación equivalente a una precipitación de diseño de 108,4 mm (correspondiente a una probabilidad de excedencia del 44%). Estos valores indican que la situación se tornaría inadecuada, y que sería indispensable una reinversión en la infraestructura de drenaje urbano para restablecer la situación de protección existente en las condiciones actuales. Para un uso hipotético de la tierra que incremente la permeabilidad aumentando la superficie verde y optimizando las coberturas verdes existentes (escenario 3), el coeficiente de escorrentía alcanzaría un valor de 0,54, lo que supone un 10 % de disminución aproximada en comparación con su valor actual y un valor de indicador negativo de -10,5 %. Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (9) se detecta que una reducción del coeficiente de escorrentía del 10 % (Ct+1/Ct = 0,9) provocaría una reducción de riesgo al 8% (equivalente a Pt+1/Pt = 0,42). Ampliando el ejemplo, puede interpretarse que, dados en el diseño urbano de drenaje, una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), una reducción del coeficiente de escorrentía del 10%, la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría

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el valor 0,42 * 20 % = 8,4 % (nuevo tiempo de retorno aproximado 11,9 años). Para este escenario hipotético, el sistema de drenaje urbano estaría en condiciones de diseño con una precipitación de 162,3 mm (correspondiente a una probabilidad de excedencia del 8%). Estos valores permiten señalar que se mejora significativamente la situación, reduciendo los riesgos sin inversión y mejorando las condiciones de la población.

DISCUSIÓN La incidencia posible de UPAF en las escorrentías urbanas y periurbanas, puede efectivamente evaluarse a partir de calcular y comparar los C de las áreas estudiadas, en tanto indicadores de la capacidad de infiltración del suelo en función de sus usos y coberturas reales, con los C hipotéticos del mismo, considerando diferentes coberturas para simular escenarios con mayores superficies impermeables y permeables (UPAF) respectivamente. En áreas con menores coeficientes de escorrentía, el suelo y las coberturas del mismo permiten una mayor intercepción (retardo de la precipitación al llegar al suelo) y una mayor infiltración (permeabilidad y capacidad de recarga de los acuíferos subterráneos) aumentando las posibilidades de absorber precipitaciones de mayor intensidad y recurrencia y reduciendo los riesgos de inundación. Esta relación puede ser matemáticamente calculada, tal como se propone en el ítem anterior (Relación entre la reducción de C y la reducción del riesgo de inundación y Figura 14) El incremento de suelo ocupado por UPAF reduce las escorrentías pluviales dependiendo de las superficies y de la localización de dicho suelo. En áreas densamente edificadas, con poca superficie potencial de suelo a incorporar bajo la forma de nuevos espacios verdes, la incidencia se relativiza, no obstante lo cual, se considera conveniente la aplicación de estrategias UPAF en espacios públicos (forestación y permeabilización de suelo pavimentado en aceras, plazas y paseos) y en edificios (terrazas verdes). En áreas periurbanas la existencia de suelo no construido implica una mayor potencialidad para la implementación de estrategias UPAF, especialmente en aquellos suelos no urbanizables (laterales viales y ferroviarios; vasos de inundación; etc.) Cuantificar, para su visibilización, los efectos positivos de UPAF, facilitará el diseño y aplicación de políticas públicas tendientes a potenciar y garantizar la existencia de la infraestructura verde frente a la presión creciente del mercado inmobiliario, que pugna por incrementar el avance dispersivo de la frontera urbana. Esta situación puede ayudar a conformar una nueva correlación de fuerzas entre intereses públicos y privados y entre dimensiones socio-ecológicas y económicas. A partir de los resultados obtenidos, en general, puede afirmarse que el incremento de superficies de suelo destinado a UPAF reduce las escorrentías pluviales urbanas y consecuentemente los riesgos de inundación, lo que resulta en mejoras sustanciales en el sistema de drenaje, reduciendo la demanda a la infraestructura, cuya ampliación es compleja y onerosa. Desde el punto de vista hidrológico, los usos UPAF más eficientes son los que combinan coberturas vegetales y forestación (campos frutícolas y montes), y los agrícolas (huertas y campos de cultivo agroecológicos en donde se aplican modalidades de laboreo que garantizan coberturas vegetales durante la mayor cantidad de tiempo a lo largo del año).

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No obstante ello, toda decisión relativa a los usos del suelo urbano y periurbano está atravesada por aspectos políticos, económicos y sociales. Y si bien la dimensión ecológica es sustancial para el funcionamiento de los sistemas urbanos y para la calidad de vida de sus habitantes, no es usualmente tenida en cuenta a la hora de decidir. En la ciudad de Rosario existe una deuda concreta del gobierno en cuanto al tratamiento del ambiente en la ciudad, más allá de lo discursivo. Los resultados de la gestión urbanística son evidentes en las áreas centrales, no en la periferia, por lo cual Rosario hoy se lee claramente como dos ciudades: una formal y otra informal. No se ha concretado la necesaria infraestructura de servicios básicos en los barrios y los asentamientos irregulares se han extendido notablemente en áreas periurbanas, en algunos casos en sectores de riesgo. Con respecto al tema inundaciones específicamente, la normativa de 2011, lejos de proteger el vaso de inundación del arroyo Ludueña (que es donde se da una mayor tendencia a la expansión urbana), subdivide las áreas de impactos mayores en diferentes clases para, finalmente y en base a excepciones, permitir su urbanización. La expansión urbana no se ha controlado en varios años y, si bien está desarrollándose obra hidráulica, ésta no es suficiente para evitar los riesgos hídricos actuales. Este trabajo pone en evidencia los riesgos de seguir impermeabilizando y la necesidad de proteger suelo permeable todavía existente. Los decisores políticos conocen estos riesgos, porque su discurso incorpora la problemática. Pero lo cierto es que la voluntad política reflejada en las tendencias concretas de urbanización acciona sin tenerlos en cuenta, aunque en teoría se sostenga lo contrario. De seguir avanzando la urbanización respetando las normativas vigentes pero con la tipología de viviendas actual (escenario 1 - SCE10), aumentaría el coeficiente de escurrimiento, incrementando moderadamente el riesgo de inundación. Consecuentemente, esta acción implicaría una mediana inversión en infraestructura pluvial urbana para retornar a los niveles de seguridad originales. Los escenarios que maximizan la impermeabilización denotan un aumento importante en el coeficiente de escurrimiento, disminuyendo significativamente el nivel de protección frente a inundaciones en ambas subcuencas estudiadas. Esta situación demandaría una necesaria y considerable reinversión en infraestructura pluvial urbana para retornar a los niveles de seguridad originales. En ambos casos de aplicación, los escenarios con actividades UPAF muestran reducciones importantes del coeficiente de escurrimiento aumentando el nivel de protección frente a inundaciones.

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RECOMENDACIONES Es necesario proteger y recuperar los componentes de la infraestructura verde en áreas urbanas y periurbanas, garantizando, a través de usos reconocidos en la normativa urbana, su existencia futura. Para integrar UPAF como infraestructura verde, es importante su incorporación como categoría de suelo en los marcos regulatorios urbanos. De hecho, los parques, plazas y paseos parquizados, los jardines de espacios institucionales, los laterales de autopistas y vías ferroviarias, las huertas urbanas y periurbanas, pueden protegerse a través de instrumentos de planificación y regulación que garanticen la existencia y el mantenimiento de coberturas vegetales eficientes. Los laterales de ríos, arroyos y canales, así como los viales y ferroviarios ocupados ilegalmente, deberían ser recuperados ya que, por su capacidad conectora, cumplen un rol relevante en el funcionamiento de la infraestructura verde. En los espacios públicos que presentan altos índices de pavimentación, como algunas plazas y aceras, pueden ampliarse las áreas verdes reduciendo las superficies pavimentadas en función de las necesidades reales, incorporando coberturas vegetales adecuadas en cada caso. En sectores de alta densidad edilicia, mediante la adaptación de los reglamentos de edificación pueden sumarse nuevos componentes de la Infraestructura verde a través de cubiertas vegetadas en espacios abiertos pavimentados sobre subsuelos, en edificios a construir o en edificios existentes que cumplimenten determinados requisitos. Una mayor conciencia de las ventajas de UPAF en tanto estrategia sinérgica para la solución de problemáticas complejas, es un paso fundamental para activar políticas públicas orientadas a restituir y preservar la infraestructura verde en las ciudades. Como se ha mencionado, los bordes de ríos y arroyos constituyen componentes fundamentales de la Infraestructura Verde, no obstante esto, dadas sus condiciones de inundabilidad y vulnerabilidad, el valor del suelo en los vasos de inundación es muy bajo y por lo tanto apetecible para el mercado inmobiliario. La construcción de canales, entubamientos y terraplenes ha permitido “ganar” suelo para urbanizar estas áreas no aptas, dejando a la población expuesta y en situación de riesgo, con el agravante de que este riesgo queda oculto, dado que las obras generan una sensación de confianza y olvido del entorno en el cual se vive. La decisión de construir y permitir la ocupación de áreas inundables ha coincidido, además, con diferentes políticas urbanas a lo largo de la historia de las ciudades. Este desinterés por el bien común acarrea graves conflictos y, por tal razón, debe revertirse a través de la participación y el accionar de la mayoría de los actores sociales y políticos. No obstante lo cual, le corresponde fundamentalmente a estos últimos la responsabilidad mayor, si se entiende que la misión de la política es fundamentalmente producir un cambio social en sentido positivo. Objetivos de las Políticas Públicas dirigidas al logro de una gestión integrada para maximizar UPAF y proteger el suelo en los vasos de inundación de las cuencas hídricas. a) Objetivos de política pública para subcuencas urbanizadas: Generales • Reducir el riesgo de inundación mediante la optimización de la vegetación urbana. • Aumentar UPAF en áreas no construidas intraurbanas.

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Particulares • Integrar UPAF en los parques públicos, plazas, paseos, aceras, laterales de autopistas y ferrocarriles, espacios verdes institucionales y arbolado público. • Alentar la construcción de tipologías de alta densidad habitacional y baja ocupación de suelo. • Incrementar la superficie de azoteas verdes en edificios nuevos y existentes a través de las ordenanzas que determinen dónde deben construirse y especifiquen sus características técnicas. b) Objetivos de las Políticas Públicas en subcuencas "con UPAF" y con "potencial UPAF" Generales • Reducir el riesgo de inundación y anegamiento causado por la pavimentación y la construcción en zonas inundadas a través de estrategias UPAF. • Integrar y potenciar UPAF en zonas periurbanas no construibles y en zonas rurales. Particulares • Aumentar la superficie UPAF en los vasos de inundación por medio de ordenanzas de uso del suelo y estrategias intersectoriales. • Promover UPAF en las zonas rurales donde se desarrolla la agricultura de monocultivo intensivo. • Integrar UPAF en los parques públicos, plazas, paseos, aceras, laterales de autopistas, ferrocarriles, espacios verdes institucionales, y ampliar arbolado público en áreas urbanizadas y urbanizables. • Alentar la construcción de tipologías de alta densidad habitacional y baja ocupación de suelo. • Preservar UPAF existente en las zonas periurbanas. Estrategias posibles En áreas intraurbanas se recomienda: 1- Reducir al mínimo necesario la superficie de tránsito pavimentada de aceras y otros espacios públicos, e incorporar coberturas permeables adecuadas (verdes o semiverdes). Por ejemplo, en el caso de reemplazar un 30% de superficie impermeable (C=0,9) por permeable (C=0,30), implicaría una reducción de C del 20%, relativa a la superficie total del espacio considerado. El 50% de la superficie verde implicaría una reducción de C del 66% en dichos espacios. Esto permitiría también minimizar costos por reposición de veredas en las tareas de mantenimiento de infraestructura de servicios con conducciones subterráneas (energía eléctrica, telefonía, provisión de agua, recolección de desagües cloacales, etc.) 2- Incrementar el arbolado público de alineación y en espacios verdes públicos implicaría un retardo y reducción relativos de las escorrentías debido a la intercepción y posterior evaporación de la lluvia. Este efecto resulta acorde a la masa foliar y a la condición de la especie (caduca o perenne). Se han obtenido resultados experimentales que indican que la intercepción alcanza entre un 20 y un 40% de la precipitación (Iroume y Huber, 2003) 3- Aumentar la superficie con cobertura vegetal a través de la construcción de techos y cubiertas de locales subterráneos verdes permitiría retardar y reducir los volúmenes de agua captados por la infraestructura pluvial. Un techo verde puede absorber y retardar la llegada del agua a la red de drenaje de acuerdo a la intensidad de la precipitación y reducir el volumen derivado al sistema de drenaje en función de la capacidad de retención del sustrato y posterior evapotranspiración de una fracción significativa de la precipitación. Los techos verdes pueden funcionar en forma complementaria a tanques acumuladores, prolongando el tiempo de retardo y, simultáneamente,

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prestar otros servicios de utilidad para el edificio, sus habitantes y la ciudad (aislante térmico, soporte productivo, absorción de CO2, provisión de agua para usos alternativos, etc.). En áreas periurbanas se recomienda: 1- Evitar el avance dispersivo de la frontera urbana sobre áreas rurales (cultivos extensivos, hortícolas y frutícolas) y áreas con coberturas vegetales no productivas (montes y pastizales). Los bordes de los arroyos constituyen relictos de especies vegetales autóctonas e introducidas que crecen espontáneamente y cumplen un rol relevante como conectores de la infraestructura verde territorial. Como tales, entran en el marco del Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN), aprobado por ley provincial 13.372/2013. Existe en la provincia de Santa Fe, un antecedente reciente de designación de las áreas de borde del río Carcarañá como “Reserva Hídrica Natural” y “Paisaje Protegido”. Diversas actividades AFUP pueden localizarse en los vasos de inundación y convivir con estos relictos de naturaleza, lo que las convierte en alternativas de interés para la intervención estratégica en pos de un desarrollo ambientalmente compatible, que contemple la protección y la reducción de riesgos de inundación en estas áreas de gran vulnerabilidad por la demanda de suelo urbanizable y agrícola productivo. 2- Promover, mediante mecanismos que alienten y viabilicen iniciativas productivas agroecológicas, la creación de PH y huertas colectivas en áreas periurbanas no urbanizables (laterales viales y ferroviarios, áreas reguladas por riesgo de inundación, etc.), en el marco de la propuesta de reconfiguración del cinturón hortícola de Rosario (Plan Estratégico Rosario Metropolitana - PERM). 3- Promover, mediante mecanismos que alienten y viabilicen iniciativas productivas agroecológicas en áreas rurales no urbanizables (Ordenanza 6492/97 de división y urbanización de la tierra del Municipio de Rosario), el reemplazo de la tecnología agraria industrializada, altamente contaminante y socialmente excluyente, por técnicas amigables con el ambiente y la población. 4- Regular el uso de suelo en áreas urbanizables, con el objetivo de modificar las actuales modalidades de ocupación del periurbano a través de tipologías residenciales de uso exclusivo del suelo y baja densidad edilicia y habitacional, que permiten la pavimentación progresiva del mismo. A través de los instrumentos normativos y de planificación pertinentes, es recomendable promover tipologías que permitan incrementar la densidad habitacional resolviendo adecuadamente la articulación con el soporte territorial urbano y sus infraestructuras verde y gris. Esto es posible a partir de tipos edilicios compactos que incorporen áreas y terrazas verdes garantizando la permeabilidad y la productividad del suelo, proyectados en base a estrategias organizativas y de materialización que permitan el ahorro energético, el aprovechamiento de energías renovables y la reducción de emisiones GEI. Se considera necesario regular el uso del suelo en los nuevos parques industriales, con el objetivo de lograr que los bordes de los terrenos individuales sean destinados a la incorporación de buffers forestales que viabilicen la conectividad de la infraestructura verde, considerando la magnitud que éstos deben alcanzar en función de su posición relativa como componentes de dicha infraestructura. Asimismo, deben determinarse los criterios de materialización de suelos y los factores de pavimentación (FIS y FIT), para mantener las escorrentías pluviales dentro de márgenes adecuados en función de la capacidad del sistema de drenaje.

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COMENTARIOS FINALES Si bien, como se afirmara, en general y hasta el momento, a escala municipal no se ha plasmado en los hechos lo que el gobierno propone, debido, especial aunque no únicamente, a las presiones del mercado inmobiliario, el marco legal provincial resulta propicio para concretar gran parte de las recomendaciones precedentes. En este sentido, cabe destacar: - La creación de nuevas Áreas Naturales Protegidas (ANPs), en el marco de la Ley Provincial 12175/2003, cuyo espíritu subyace en la gestión de la Secretaría de Medio Ambiente del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de Santa Fe, las cuales constituyen valiosos antecedentes a futuro. Cabe citar como ejemplos, la determinación de la Reserva Hídrica Natural Carcarañá y del Paisaje Protegido Corredor biológico vial autopista Rosario-Santa Fe. - El Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN) en el marco de la Ley Nacional 26331/2007 de presupuestos mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, sancionado por la Ley Provincial 13.372/2013, que aprueba el Mapa de Ordenamiento de los Bosques Nativos de la Provincia de Santa Fe. - La protección de cuencas mediante aplicación de la ley de bosques Nº 26.331/2007, y el Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN), Ley 13.372/2013. Si bien la Ley constituye un valioso instrumento para la gestión, son necesarias estrategias concretas que permitan profundizar su aplicación. En este sentido, la disponibilidad de nueva información específica generada por este proyecto, enriquece el caudal de elementos de juicio que se incorpora al conjunto de criterios para la elaboración, evaluación y determinación de la factibilidad de creación de nuevas ANPs. A futuro resta el desafío de implementación en el territorio, frente al recurrente caso en que una cuenca pueda ser afectada por distintas actividades antrópicas que comprometan su conservación. Estas iniciativas se regulan mediante la evaluación de Planes de Manejo, que los proyectos que afecten el área deberán presentar. Las modalidades de manejo agroecológico inherentes a UPAF, resultan propicias para que las iniciativas a proponer puedan ser aprobadas por la Secretaría de Medio Ambiente en base al cumplimiento de los lineamientos y condiciones establecidos en el marco normativo. Si bien la problemática del cambio climático es global, por lo cual requiere soluciones que alcancen esta escala, para lograrlas es indispensable la articulación de estrategias de mitigación y adaptación a escala regional y local. En tal sentido, los municipios y comunas, en tanto unidades de gobierno primarias con poder de decisión política, constituyen eslabones básicos en dicha articulación. Asimismo resultan indispensables los organismos que tienen como función principal la integración de estas unidades de gobierno primarias en torno a problemáticas y criterios comunes. Cabe destacar, en la provincia de Santa Fe, la existencia del Comité Interministerial de Ordenamiento Territorial (CIOT) y en el Área Metropolitana de Rosario, del Ente de Coordinación Metropolitana (ECOM) Es oportuno mencionar que las acciones propias de la gestión ambiental incluyen como líneas de acción en Santa Fe, la Planificación Estratégica (PE) y el Ordenamiento Territorial Ambiental (OTA). El CIOT es un organismo creado por decreto del Poder Ejecutivo Provincial con el fin de coordinar todas las acciones referidas al Ordenamiento Territorial Ambiental. Su criterio de acción está basado en la institucionalización de acciones convergentes en materia de planificación estratégica y ordenamiento del territorio. De hecho, en este momento, el CIOT está concentrando

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las líneas de trabajo para el OT/OTA general de distritos (áreas rurales), con el Ordenamiento Urbano (con eje central en la Secretaria de Regiones, Municipios y Comunas del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado y la Secretaría de Estado de Hábitat), que en su conjunto constituyen los organismos que determinarán las líneas estratégicas para el uso del suelo actual y futuro. Los municipios y comunas de la provincia (y Rosario en particular) están en proceso de reconocimiento e integración con el CIOT para definir los valores territoriales y el uso del suelo. Es una instancia institucional en la que la lógica de la gestión del territorio responde a la incorporación progresiva de instancias comunes para fijar los criterios. (Ciancio, A.et al, 2014) El ECOM es un espacio de coordinación y promoción de políticas públicas de impacto regional y pretende ser un órgano impulsor del desarrollo de proyectos a escala metropolitana. Actualmente está integrado por diecisiete municipios y comunas. La protección e incremento de las áreas verdes requieren de la planificación y la gestión territorial del Área Metropolitana y, por lo tanto, demandan la participación de los gobiernos locales y de organismos articuladores como el ECOM. Las fronteras entre distritos constituyen interfases de gran interés para la gestión integrada. En el caso de Rosario, sus límites juridiccionales Noroeste y Sur se localizan sobre los vasos de inundación de los arroyos Ludueña y Saladillo respectivamente. En el marco de la gestión del ECOM, se propone la recuperación de los bordes de los arroyos con la finalidad de lograr: - la recualificación urbana de todos los sectores que se ubican a lo largo de los cursos de agua. - la configuración de enclaves singulares; - la consideración de las cuencas de los arroyos como Áreas de Protección Ecológica y Ambiental

(APEA); - el saneamiento de los cursos de agua; - la gestión de reservas de suelo para futuras transformaciones urbanas; - la conformación de un sistema de parques metropolitanos; - la definición de un sistema de movilidad paralelo a los cursos de agua; - la concertación con los propietarios del suelo para el desarrollo de las urbanizaciones planificadas y programadas. Si bien muchos de estos objetivos pueden articularse sinérgicamente con AFUP, otros pueden constituir nuevos detonantes para el avance de la frontera urbana dispersiva, tal como viene sucediendo en el vaso de inundación del arroyo Ludueña. En tal sentido, los resultados de este estudio revisten importancia, en tanto que alertan respecto del incremento de los riesgos implícitos bajo las modalidades vigentes de expansión urbana. UPAF constituye una estrategia operativa de valor, tanto para el CIOT, como para el ECOM. Este estudio reviste una doble ventaja, en primer lugar por proporcionar información de valor local confiable y, a la vez, por ofrecer alternativas de solución a serios problemas como son los efectos del cambio climático en un contexto de concentración de pobreza en ciudades altamente dependientes que crecen destruyendo sus recursos naturales. Si bien la disponibilidad de tierras para UPAF depende de la decisión política de municipios y comunas, para la definición de criterios prioritarios de uso de suelo sin duda tendrán cabida las problemáticas del área metropolitana a través del ECOM y los objetivos territoriales de las políticas públicas provinciales a través del CIOT. En este marco, los resultados de este proyecto constituyen insumos altamente significativos en la medida que tienden a fortalecer el impulso a la agricultura y forestación urbana y periurbana en Rosario y su región.

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42

APENDICE A. Caso de Aplicación. ROSARIO: SUBCUENCA EMISARIO 10 Se aplicó la metodología propuesta en la Subcuenca del Emisario 10, ubicada en el centro-Oeste de la ciudad de Rosario (Fig. A.1), a través del análisis de cuatro escenarios: el actual; uno posible a futuro conforme a los planes urbanísticos y la normativa vigente en 2014; un escenario hipotético de mayor impermeabilización con implicancias en el sistema de drenaje; y un cuarto escenario hipotético a partir del incremento de áreas verdes, incluyendo propuestas alternativas de uso de suelo (agricultura urbana y periurbana, forestación urbana y periurbana, calles y/o veredas verdes y tipologías habitacionales de alta densidad habitacional y bajo factor de impermeabilización de suelo que incorporan terrazas vegetadas (Di Bernardo, E., 2013).

Figura A.1. Subcuencas Hidrológicas Ciudad de Rosario. Caso de estudio SC 10

43

Localización y características generales El área correspondiente a la Subcuenca del Emisario 10 de la ciudad de Rosario (SE10) forma parte de la Cuenca del Arroyo Ludueña. Está ubicada en el centro-Oeste del territorio municipal y su borde Suroeste coincide con parte del límite jurisdiccional Oeste del municipio, sobre el frente rural. Esta subcuenca es extensa, abarcando una superficie de casi 20 km2. La mayor parte de la misma forma parte del Distrito Municipal Noroeste. Sólo el sector Sur corresponde al Distrito Oeste (Fig. A.1 y A.2). El Distrito Noroeste tiene una población de 144.461 habitantes (15,23% del total) y una superficie de 44,14 km² (24,7% del Municipio). Presenta una densidad de 3.273 hab/km² y un total de 41 740 viviendas. El Distrito Oeste tiene una población de 106.356 habitantes (11,22% del total) y una superficie de 40,21 km² (22,5% del Municipio). Presenta una densidad de 2.645 hab/km² y un total de 31.625 viviendas.

Figura A.2. Distritos de la Ciudad de Rosario.

44

Características de la Subcuenca 10 Áreas Rurales Los dos Distritos, Noroeste y Oeste, integran áreas que corresponden a la categoría de suelo no urbanizable (áreas rurales y grandes áreas no construidas). De hecho, dentro de los límites de la SC10, estas áreas no urbanizables corresponden en su totalidad al Distrito Oeste. En las mismas se desarrollan actividades hortícolas, de agricultura intensiva, de producción de ladrillos y parte de las mismas están vacantes (Fig. A.3 y fotografías de Áreas No Urbanizables SC10).

Figura A.3. Área Rural Sector Suroeste.

45

ÁREAS NO URBANIZABLES SUBCUENCA 10

46

Áreas urbanizadas El área correspondiente a la SC10 presenta una gran diversidad de usos y actividades así como de tejidos urbanos. Tratándose de un área tan extensa y heterogénea, la infraestructura de servicios y el equipamiento urbano están completos en los sectores de mayor calidad y consolidación, mientras que en otros, el equipamiento es insuficiente y falta completar algunos tendidos infraestructurales o, inclusive, resultan inexistentes (áreas periurbanas con asentamientos irregulares). En el Sector Noreste, al Este de la Avda. Circunvalación (Fig. A.4 y fotografías de Áreas Urbanizadas Noreste Avda. Circunvalación), y al Norte de la Avda. Córdoba, existen gran cantidad de contenedores industriales. Éstos se alternan con sectores residenciales diferentes: asentamientos irregulares consolidados, barrios tradicionales de clase media baja y de clase media; con áreas comerciales y de servicios localizadas sobre corredores viales de jerarquía (Avdas. Córdoba y Pcias. Unidas).

Figura A.4 Tejido urbanizado Sector Noroeste

47

SECTORES URBANIZADAS. Noreste Av. Circunvalación SC10

48

Al Noroeste de Avda. Circunvalación, se localiza el barrio Fisherton, creado como residencia de empleados del Ferrocarril, que constituye hoy un barrio residencial de clase alta y media alta (Fig. A.5 y fotografías sectores urbanizados - Área Noroeste Av. Circunvalación).

BARRIO FISHERTON

Figura A.5. Tejido Sector Noroeste

Este sector presenta baja densidad edilicia, porcentajes de suelo con cobertura vegetal y forestación dentro de la manzana y en aceras, no obstante lo cual, parte del mismo se ha inundado recientemente debido a la dificultad de descarga de la infraestructura pluvial en el arroyo Ludueña, debido a las intensas crecidas del mismo.

49

SECTORES URBANIZADOS. Área Noroeste Av. Circunvalación (inundación 2012)

El Sector Oeste del área, localizado al Sur de Avda. Córdoba, al Norte de la Autopista Rosario Córdoba y al Oeste de Avda. Circunvalación, presenta zonas residenciales diversas, como barrios cerrados y abiertos de calidad, conjuntos habitacionales y asentamientos marginales; establecimientos deportivos de distinta escala y sectores industriales. La zona Suroeste de este sector presenta grandes terrenos vacantes destinados a un parque industrial de gran escala y a residencia.

50

SECTORES URBANIZADOS Y EN PROCESO DE URBANIZACIÓN. Área Oeste

51

Escenarios Considerados En base a las clases de uso y cobertura de suelo determinadas, se analizó el área de estudio teniendo en cuenta tres escenarios: Escenario 0. Línea de base: Situación actual de usos de suelo (Fig. A.6). Escenario 1. Urbanización simulada en base a planificación y normativa vigente. Este escenario muestra las coberturas de suelo posibles considerando los planes y la normativa de urbanización vigentes. Para la determinación de las densidades edilicias y la caracterización de coberturas en aceras, se aplican las identificadas como tendencias actuales en los entornos de las áreas simuladas (Figura A.7). Escenario 2: Este escenario muestra las coberturas de suelo hipotéticas considerando urbanizadas las áreas no urbanizables, de acuerdo a las tendencias actuales identificadas en los entornos de las áreas simuladas. Para la determinación de las densidades edilicias y la caracterización de coberturas en aceras, se adoptan los criterios actualmente vigentes en dichos entornos que resultan en una mayor impermeabilización del suelo (Fig. A.8). Escenario 3: Urbanización hipotética considerando los índices máximos permitidos por normativa actual (Fig. A.9) y diferentes coberturas verdes en áreas urbanizables y no urbanizables (huertas, árboles, calles y veredas verdes, techos vegetados). Se optimizan las coberturas vegetales (Incorporando UPAF) en las áreas no urbanizables (espacios verdes públicos, áreas inundables, laterales de carreteras y ferrocarriles) y se aumenta el porcentaje de superficie con cobertura vegetal en veredas. Cálculo del Indicador para los escenarios propuestos Se calcularon los indicadores de modificación de escurrimiento debido a cambios de uso del suelo de la siguiente manera: (a) Estimación, con la ayuda de las Tablas (3 y 4, pp. 23 y 24 del informe general), de coeficientes de escorrentía para cada tipo de suelo, cobertura y pendiente. (b) Cálculo del coeficiente de escorrentía compuesto para todas las cubiertas del suelo en la zona de captación (ecuación 2), con información complementaria utilizando imágenes satelitales (Google Earth). Los criterios seleccionados para la estimación de los coeficientes de escorrentía se describen a continuación, en la Tabla A.1. para el escenario 0. En la Tabla A.2 se indican usos del suelo, áreas y coeficientes de escorrentía para el escenario 0. (c) Cálculo de la modificación en la escorrentía debido a cambios de uso de suelo en la SC10,

empleando el índice C. Valores C negativos para cualquier período de tiempo indican una disminución neta de la escorrentía (y consecuente reducción de riesgo de inundación), provocado por un aumento en la infiltración/ almacenamiento de la precipitación en esa superficie urbana. Los resultados de su aplicación se muestran en las Tablas A.3, A.4 y A.5 correspondientes a los escenarios 1, 2 y 3, respectivamente.

52

Figura A.6. Uso del suelo Escenario 0 (actual).

Figura A.7. Uso del suelo Escenario 1 (normativa vigente).

53

Figura A.8. Uso del suelo Escenario 2 (mayor impermeabilidad).

Figura A.9. Uso del suelo Escenario 3 (mayor permeabilidad).

54

Tabla A.1. Criterios establecidos para fijar coeficientes de escurrimiento

Coberturas C Observaciones

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 0.90 Rango establecido: 0.70-0.95

2 Pavimento en espacios públicos 0.90 Rango establecido: 0.70-0.95

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< ocupación de suelo) 0.60 Ponderado: 50%*0.90+50%*0.30, 50% césped y el resto techado

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> ocupación de suelo) 0.65 Ponderado: 70%*0.90+30%*0.30, 30% césped y el resto techado

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 0.57 Ponderado: 45%*0.90+55%*0.30, 55% césped y el resto techado

6 Viviendas multi-unidades, hasta 4 pisos 0.70 Considerado como vivienda unifamiliar compacta

7 Viviendas multi-unidades, más de 4 pisos 0.75 Considerado como vivienda unifamiliar más compacta

8 Viviendas multi-unidades con acera, centro de manzana y terrazas verdes

0.48 Ponderado: 12%pavimento*0.90+24%techos*0.95+24%techo verde*0.30+28%forestado*0.23+12%huerta organica*0.10.

9 Residencial o suburbano 0.59 Considerado como intermedio entre clases 3 vivienda unif. Hasta 2 pisos y5 vivienda unifamiliar con centro manzana forestado

10 Barrio cerrado 0.48 Ponderado: 30%*0.90+70%*0.30, 70% césped y el resto techado

11 Área comercial y de negocios 0.60 Rango establecido: 0.50-0.70

12 Asentamientos irregulares incipiente 0.56 Idem asentamiento consolidado menos compacto

13 Asentamientos irregulares consolidados 0.70 Considerado como vivienda unifamiliar compacta

14 Industrial poco densa 0.70 Rango establecido: 0.50-0.80

15 Industrial densa 0.80 Rango establecido: 0.60-0.90

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 0.30 Considerado como césped (C=0,25) + 25% Suelo tipo C

17 Suelo desnudo compactado 0.63 Considerado según Tabla (C=0,50) + 25% Suelo tipo C

18 Cultivo extensivo 0.21 Considerado según Tabla (C=0,15) +25% Suelo tipo C+10% compactado

19 Cultivo hortícola tradicional 0.20 Considerado según Tabla (C=0,15) + 25% Suelo tipo C+5%por menor contenido de materia orgánica

20 Cultivo hortícola agroecológico 0.10 Considerado según cultivo tradicional mas suelo con alto contenido de materia orgánica

21 Forestal : bosques denso 0.13 Considerado según Tabla (C=0,10) + 25% Suelo tipo C

22 Forestal : (más del 50% del terreno cubierto) 0.23 Considerado (C=0,18) + 25% Suelo tipo C

23 Forestal : (menos del 50% del terreno cubierto) 0.33 Considerado (C=0,25) + 25% Suelo tipo C

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana)

0.44 Considerado según Tabla (C=0,35) + 25% Suelo tipo C

25 Ladrilleras 0.63 Considerado según Tabla (C=0,50) + 25% Suelo tipo C

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.74 Considerado según Tabla (C=0,50) + 25% Suelo tipo C+ 40% techado (C=0,90)

27 Basurales 0.63 Considerado como suelo desnudo compactado

28 Cursos de agua, Cavas 0.00 Considerados como almacenadores y receptores de lluvia

Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 0.30 Rango establecido para parques 0.20-0.35

55

Tabla A.2. Usos de suelo, áreas y coeficientes de escurrimiento para Escenario 0 (actual).

ESCENARIO 0

CA

LLES

02.-Pavimento (m²) 2,185,115.19 NOTA: El valor del ítem 1 (Calles) corresponde a la superficie total de calles y está desagregado en los ítems 02/16/17/22/23 (a la izquierda de este cuadro), los que se suman a las superficies correspondientes a los mismos ítems que figuran en la tabla inferior, las cuales fueron cuantificadas mediante el análisis de las manzanas.

16.-Verde en aceras (m²) 132,475.80

17.-Tierra (m²) 702,115.08

22.-Forestal > 50 % (Arbolado en aceras) 608,037.49

23.-Forestal < 50 %(Arbolado en aceras) 370,155.86

Superficie en m2 C % Sup

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 3,997,899.43

2 Pavimentos en espacios públicos 2,187,217.67 0.90 11.5

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< ocupación de suelo) 2,296,804.16 0.60 12.1

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> ocupación de suelo) 1,579,613.31 0.65 8.3

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 810,390.67 0.57 4.3

6 Viviendas multi - unidades, hasta 4 pisos 5,355.96 0.70 0.0

7 Viviendas multi - unidades, mas de 4 pisos 566.04 0.65 0.0

8 Viviendas multi unidades con acera, centro de Mz. y terraza verde 244,904.84 0.48 1.3

9 Residencial o suburbano 339,961.14 0.59 1.8

10 Barrio cerrado 137,203.53 0.48 0.7

11 Area comercial y de negocios 0.00 0.60 0.0

12 Asentamientos irregulares incipiente 118,357.77 0.56 0.6

13 Asentamientos irregulares consolidados 269,923.67 0.70 1.4

14 Industrial poco densa 346,599.51 0.70 1.8

15 Industrial densa 841,016.63 0.80 4.4

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 2,035,547.84 0.30 10.7

17 Suelo desnudo compactado 754,772.50 0.63 4.0

18 Cultivo extensivo 2,938,434.23 0.21 15.4

19 Cultivo hortícola tradicional 297,929.14 0.20 1.6

20 Cultivo hortícola agroecológico 0.00 0.10 0.0

21 Forestal : bosques denso 0.00 0.13 0.0

22 Forestal : (más del 50% del terreno cubierto) 633,127.51 0.23 3.3

23 Forestal : (menos del 50% del terreno cubierto) 1,044,096.14 0.33 5.5

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana ) 1,830,273.75 0.44 9.6

25 Ladrilleras 234,080.62 0.63 1.2

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.00 0.74 0.0

27 Basurales 30,273.60 0.63 0.2

28 Cursos de agua, Cavas 0.00 0.00 0.0

29 Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 72,062.02 0.30 0.4

SUBTOTAL 19,048,512.26

C medio 0.51

56

Tabla A.3. Usos de suelo, áreas y coeficientes de escurrimiento para escenario 1. SUB CUENCA EMISARIO 10 - ESCENARIO UNO (URBANIZADAS ÁREAS URBANIZABLES DE ACUERDO A NORMATIVA VIGENTE)

ESCENARIO 1

CA

LLES

02.-Pavimento (m²) 2,284,077.83 NOTA: El valor del ítem 1 (Calles) corresponde a la superficie total de calles y está desagregado en los items 02/16/17/22/23 (a la izquierda de este cuadro), los que se suman a las superficies correspondientes a los mismos ítems que figuran en la tabla inferior, las cuales fueron cuantificadas mediante el análisis de las manzanas.

16.-Cobertura vegetal en aceras (m²) 143,956.50

17.-Tierra (m²) 763,497.31

22.-Forestal > 50 % (Arbolado en aceras) 649,148.51

23.-Forestal < 50 % (Arbolado en aceras) 388,800.59

Superficie en m2 C % Sup

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 4,229,480.73

2 Pavimentos en espacios públicos 2,303,472.17 0.90

12.1

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< ocupación de suelo) 3,215,338.44 0.60

16.9

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> ocupación de suelo) 1,579,613.31 0.65

8.3

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 920,185.75 0.57

4.8

6 Viviendas multi-unidades, hasta 4 pisos 5,355.96 0.70

0.0

7 Viviendas multi-unidades, mas de 4 pisos 566.04 0.65

0.0

8 Viviendas multi-unidades con acera, centro de Mz. y terraza verde 244,904.84 0.48

1.3

9 Residencial o suburbano 130,597.57 0.59

0.7

10 Barrio cerrado 137,203.53 0.48

0.7

11 Área comercial y de negocios 0.00 0.60

0.0

12 Asentamientos irregulares incipiente 0.00 0.56

0.0

13 Asentamientos irregulares consolidados 257,039.41 0.70

1.3

14 Industrial poco densa 575,154.11 0.70

3.0

15 Industrial densa 1,279,223.24 0.80

6.7

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 1,460,704.10 0.30

7.7

17 Suelo desnudo compactado 804,157.14 0.63

4.2

18 Cultivo extensivo 2,204,590.94 0.21

11.6

19 Cultivo hortícola tradicional 297,929.14 0.20

1.6

20 Cultivo hortícola agroecológico 456,857.07 0.10

2.4

21 Forestal : bosques denso 0.00 0.13

0.0

22 Forestal : (más del 50% del terreno cubierto) 853,546.10 0.23

4.5

23 Forestal : (menos del 50% del terreno cubierto) 1,049,988.74 0.33

5.5

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana ) 920,757.06 0.44

4.8

25 Ladrilleras 234,080.62 0.63

1.2

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.00 0.74

0.0

27 Basurales 13,759.62 0.63

0.1

28 Cursos de agua, Cavas 0.00 0.00

0.0

29 Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 103,487.37 0.30

0.5

SUBTOTAL 19,048,512.26

C medio 0.53

57

Tabla A.4. Usos de suelo, áreas y coeficientes de escurrimiento para escenario 2 (impermeable).

SUB CUENCA EMISARIO 10 - ESCENARIO DOS (AREA RURAL URBANIZADA)

ESCENARIO 2

CA

LLES

02.-Pavimento (m²) 2,738,728.19 NOTA: El valor del ítem 1 (Calles) corresponde a la superficie total de calles y está desagregado en los ítems 02/16/17/22/23 (a la izquierda de este cuadro), los que se suman a las superficies correspondientes a los mismos ítems que figuran en la tabla inferior, las cuales fueron cuantificadas mediante el análisis de las manzanas.

16.-Cobertura vegetal en aceras (m²) 185,183.31

17.-Tierra (m²) 1,235,866.15

22.-Forestal > 50 % (Arbolado en aceras) 792,328.88

23.-Forestal < 50 % (Arbolado en aceras) 331,404.83

Superficie en m2 C % Sup

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 5,283,511.36

2 Pavimentos en espacios públicos 2,829,513.05 0.90 14.9

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< OCUPACION DE SUELO) 4,182,563.31 0.60 22.0

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> OCUPACION DE SUELO) 3,136,644.15 0.65 16.5

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 920,185.75 0.57 4.8

6 Viviendas multi-unidades, hasta 4 pisos 224,077.41 0.70 1.2

7 Viviendas multi-unidades, mas de 4 pisos 566.04 0.65 0.0

8 Viviendas multi-unidades con acera, centro de Mz. y terraza verde 244,904.84 0.48 1.3

9 Residencial o suburbano 0.00 0.59 0.0

10 Barrio cerrado 137,203.53 0.48 0.7

11 Área comercial y de negocios 0.00 0.60 0.0

12 Asentamientos irregulares incipiente 0.00 0.56 0.0

13 Asentamientos irregulares consolidados 243,019.74 0.70 1.3

14 Industrial poco densa 796,349.17 0.70 4.2

15 Industrial densa 1,585,568.73 0.80 8.3

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 1,749,728.35 0.30 9.2

17 Suelo desnudo compactado 1,256,387.45 0.63 6.6

18 Cultivo extensivo 0.00 0.21 0.0

19 Cultivo hortícola tradicional 0.00 0.20 0.0

20 Cultivo hortícola agroecológico 60,612.86 0.10 0.3

21 Forestal : bosques denso 0.00 0.13 0.0

22 Forestal : ( más del 50% del terreno cubierto) 899,441.20 0.23 4.7

23 Forestal : ( menos del 50% del terreno cubierto) 678,259.31 0.33 3.6

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana ) 0.00 0.44 0.0

25 Ladrilleras 0.00 0.63 0.0

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.00 0.74 0.0

27 Basurales 0.00 0.63 0.0

28 Cursos de agua, Cavas 0.00 0.00 0.0

29 Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 103,487.37 0.30 0.5

SUBTOTAL 19,048,512.26

C medio 0.62

58

Tabla A.5. Usos de suelo, áreas y coeficientes de escurrimiento para escenario 3 (permeable).

SUB CUENCA EMISARIO 10 - ESCENARIO TRES (INCREMENTO DE SUPERFICIE AFUP)

ESCENARIO 3

CA

LLES

02.-Pavimento (m²) 2,331,780.35 NOTA: El valor del ítem 1 (Calles) corresponde a la superficie total de calles y está desagregado en los items 02/16/17/22/23 (a la izquierda de este cuadro), los que se suman a las superficies correspondientes a los mismos ítems que figuran en la tabla inferior, las cuales fueron cuantificadas mediante el análisis de las manzanas.

16.-Cobertura vegetal en aceras (m²) 0.00

17.-Tierra (m²) 607,125.72

22.-Forestal > 50 % (Arbolado en aceras) 1,228,819.59

23.-Forestal < 50 % (Arbolado en aceras) 223,358.83

Superficie en m2 C % Sup

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 4,391,084.50

2 Pavimentos en espacios públicos 2,361,514.54 0.90 12.

4

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< Ocupación de suelo) 2,259,205.14 0.60 11.

9

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> Ocupación de suelo) 1,579,613.31 0.65 8.3

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 763,088.26 0.57 4.0

6 Viviendas multi - unidades, hasta 4 pisos 5,355.96 0.70 0.0

7 Viviendas multi - unidades, mas de 4 pisos 566.04 0.65 0.0

8 Viviendas multi unidades con acera, centro de Mz. y terraza verde 1,124,775.78 0.48 5.9

9 Residencial o suburbano 161,502.07 0.59 0.8

10 Barrio cerrado 137,203.53 0.48 0.7

11 Área comercial y de negocios 0.00 0.60 0.0

12 Asentamientos irregulares incipiente 0.00 0.56 0.0

13 Asentamientos irregulares consolidados 245,408.35 0.70 1.3

14 Industrial poco densa 1,005,499.67 0.70 5.3

15 Industrial densa 735,511.67 0.80 3.9

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 1,290,340.33 0.30 6.8

17 Suelo desnudo compactado 619,232.30 0.63 3.3

18 Cultivo extensivo 1,584,778.45 0.21 8.3

19 Cultivo hortícola tradicional 127,383.32 0.20 0.7

20 Cultivo hortícola agroecológico 1,236,989.79 0.10 6.5

21 Forestal : bosques denso 698,042.61 0.13 3.7

22 Forestal : (más del 50% del terreno cubierto) 1,858,932.59 0.23 9.8

23 Forestal : (menos del 50% del terreno cubierto) 1,100,277.80 0.33 5.8

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana ) 0.00 0.44 0.0

25 Ladrilleras 0.00 0.63 0.0

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.00 0.74 0.0

27 Basurales 0.00 0.63 0.0

28 Cursos de agua, Cavas 49,803.37 0.00 0.3

29 Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 103,487.37 0.30 0.5

SUBTOTAL 19,048,512.26

C medio 0.49

59

ESTIMACIÓN DE LOS CAMBIOS EN EL RIESGO DE INUNDACIÓN

Mediante el uso conjunto de la ecuación racional para la obtención del caudal de diseño y la ecuación de Kieffer y Chu como modelo empírico que ajusta una curva IDR, puede demostrarse que la relación entre coeficientes de escorrentía ante escenarios diferentes de uso de suelo y las probabilidades de excedencia y/o períodos de retorno para el diseño puede expresarse como (Zimmermann y Bracalenti 2014):

t

1t

1t

t

1/m

t

1t

P

P

T

T

C

C

(A.1)

donde Ct y Ct+1; Tt y Tt+1; Pt y Pt+1 son los coeficientes de escorrentía, períodos de retorno y probabilidades de excedencia de la intensidad de lluvia en los escenarios al tiempo t y t+1, respectivamente; m es un parámetro empírico de carácter regional, exponente del período de retorno en la ecuación de Kieffer y Chu. Para el ajuste de dicha ecuación con los datos de lluvia de la ciudad de Rosario (Argentina , 32 ° 57 'S, 60 º 41' W ) , m = 0,122 . El promedio regional del parámetro m es 0.18 (Zimmermann 2013). RESULTADOS En las tablas anteriores, puede verse la diferencia entre las situaciones hipotéticas con y sin desarrollo de las zonas AFUP. Con el uso del suelo actual (escenario 0) el coeficiente de escorrentía promedio es 0,51 en el área de estudio. Para un uso posible a futuro de la tierra, con una impermeabilización acorde a la normativa vigente de uso del suelo previsto (escenario 1), el coeficiente de escorrentía alcanza un valor de 0,53, lo que implica un aumento de aproximadamente 4 % de su valor actual y un valor indicador positivo de:

3.8%0.510.53

0.510.53200

CC

CC200ΔC

t1t

t1t

Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (A.1) se calcula que un aumento del coeficiente de escorrentía del 4 % (Ct+1/Ct = 1,039) provocaría un aumento de riesgo equivalente a Pt+1/Pt = 1,37 veces. Con el mismo ejemplo, en el diseño urbano de drenaje, dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), con un aumento del coeficiente de escorrentía del 4%, la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor del 1,37* 20 % = 27 % (nuevo tiempo de retorno aproximado 3,6 años). Considerando las estadísticas de las lluvias de Rosario, en las condiciones actuales, la precipitación de diseño correspondiente a una probabilidad de excedencia del 20% es de 135,6 mm. Para este escenario futuro, el sistema de drenaje urbano estaría en una situación equivalente a una precipitación de diseño de 125 mm (correspondiente a una probabilidad de excedencia del 27%).

60

Estos valores indicarían que la situación sería indeseable ya que implicaría una ampliación de la infraestructura de drenaje pluvial urbano para retornar a las condiciones de seguridad actuales. Para el uso correspondiente al escenario 2, impermeabilización extrema, el coeficiente de escorrentía alcanza un valor de 0,62, lo que supone aproximadamente un 20 % de aumento en comparación con su valor actual y un valor de indicador positivo de 19,5 %. Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (A.1) se calcula que siendo Ct+1/Ct = 1,22 provocaría una relación equivalente a Pt+1/Pt = 4,96. Dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), para el cambio de uso de suelo la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor de 99% y el nuevo tiempo de retorno sería de 1 año aproximadamente. Para este escenario futuro, el sistema de drenaje urbano estaría en condiciones de diseño con una precipitación de 48 mm. Estos valores indican que la situación se tornaría totalmente inadecuada y que sería indispensable una gran reinversión en infraestructura de drenaje urbano para restablecer la situación de protección en las condiciones actuales. Para un uso hipotético de la tierra bajo un aumento de la zona verde (escenario 3) el coeficiente de escorrentía alcanza un valor de 0,49, lo que supone un 4 % de disminución aproximada en comparación con su valor actual y un valor de indicador negativo de -4 %. Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (B.1) se tiene que para Ct+1/Ct = 0,96 la relación Pt+1/Pt = 0,72. Dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), para el cambio de uso de suelo la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor de 14% y el nuevo tiempo de retorno sería de 6,9 años. Para este escenario futuro, el sistema de drenaje urbano estaría en condiciones de diseño con una precipitación de 146 mm. Estos valores permiten señalar que se mejora significativamente la situación de la población al reducirse los riesgos hídricos e incrementarse la superficie de espacios verdes prestadores de múltiples servicios. La Tabla A.6 sintetiza estos resultados.

Tabla A.6. Síntesis de los resultados hallados para la SE10

Sub-Cuenca Emisario 10

Esc. C C % Tt+1 Pt+1 P mm

# 0 0.51 5.0 20% 135.6

# 1 0.53 3.8 3.6 27% 125.2

# 2 0.62 19.5 1.0 99% 48.5

# 3 0.49 -4.0 6.9 14% 145.9

Referencias: C, coeficiente de escorrentía; indicador de la variación

porcentual del coeficiente de escorrentía; Tt+1 y Pt+1 tiempo de retorno y probabilidad de excedencia del diseño para el escenario futuro, respectivamente; P precipitación de diseño asociada al tiempo de retorno

para el diseño.

61

CONCLUSIONES Se analizan los efectos potenciales sobre el drenaje de aguas pluviales urbanas en una subcuenca de gran superficie ubicada al Noroeste de la ciudad de Rosario, frente a diferentes usos potenciales del suelo estipulados en escenarios hipotéticos: uno conforme a los planes y la normativa vigente, uno con desarrollo de áreas verdes y otro con un notable incremento de áreas pavimentadas. Se evalúan, como indicador, los cambios en el coeficiente de escurrimiento del método racional para las situaciones propuestas. El escenario verde posible implicaría una reducción del 4% en el coeficiente de escurrimiento aumentando considerablemente el nivel de protección frente a inundaciones, ya que con la infraestructura de drenaje existente, el período de retorno asociado a los caudales de diseño aumentaría 1,4 veces respecto al original considerado. El escenario impermeabilizado implicaría un aumento del 20% en el coeficiente de escurrimiento disminuyendo considerablemente el nivel de protección frente a inundaciones, ya que con la infraestructura de drenaje existente el período de retorno asociado a los caudales de diseño disminuye a un año (la quinta parte), lo cual implicaría que se vería superada su capacidad prácticamente todo el tiempo. Esta situación implicaría una necesaria reinversión en infraestructura pluvial urbana para retornar a los niveles de seguridad originales. De seguir avanzando la urbanización respetando las normativas vigentes pero con la tipología de viviendas actual, lo cual representa una alternativa intermedia respecto a la impermeabilización, también aumentaría el coeficiente de escurrimiento en un 4%, y con la infraestructura de drenaje existente el período de retorno asociado a los caudales de diseño disminuiría 1,4 veces respecto al original considerado, implicando también una inversión en infraestructura pluvial urbana para retornar a los niveles de seguridad originales.

62

APENDICE B. Caso de Aplicación. ROSARIO: SUBCUENCA EMISARIO 17 Se aplicó la metodología propuesta en la subcuenca del emisario 17, ubicada en el sector Sur de la ciudad de Rosario (Fig. B 1). Se propusieron un escenario real y uno posible a futuro conforme a los planes directores y la normativa vigentes. Asimismo, se simularon dos escenarios hipotéticos, uno de máxima impermeabilización y otro de máxima permeabilidad (implementando UPAF a partir del incremento de áreas verdes bajo diferentes propuestas -agricultura y forestación urbana y periurbana, terrazas vegetadas, calles y/o veredas verdes, etc.-) para poder analizar el impacto en la variación del escurrimiento urbano y sus implicancias en el sistema de drenaje actual.

Figura B. 1. Subcuencas Hidrológicas Ciudad de Rosario. Caso de estudio SC 17

63

Características urbanísticas de la subcuenca del emisario 17. El área correspondiente a la Subcuenca del Emisario 17 (SE17) está ubicada al Sureste de la ciudad, sobre el límite jurisdiccional de la misma, coincidente con el Arroyo Saladillo. Corresponde al Distrito Sur del municipio. Este Distrito tiene una población de aproximadamente 153.596 habitantes (16,89% del total) y una superficie de 18,78 km2 (10,51% del total). Reúne sólo el 5% de los espacios verdes totales. La superficie urbanizada asciende a los 18,11km2 y concentra 1251 manzanas. La densidad de población es de 8.178,70 habitantes/km2 (Fig. B.2).

Figura B.2. Distritos de la Ciudad de Rosario. Ubicación de la zona de estudio

64

La subcuenca analizada es pequeña, abarcando una superficie de 0,70 km2. Es un área baja que forma parte de la planicie de inundación del arroyo Saladillo. Dada la posición del sector en el paso obligado hacia el puerto de la ciudad, el carácter de borde y el tipo de actividad productiva desarrollada, pasaban por el sector numerosos tendidos ferroviarios, y se localizaron diversas instalaciones complementarias, como depósitos, talleres, y playas de maniobra. Desde 1960, sobre los laterales del ferrocarril y otros terrenos vacantes, comenzó la radicación de asentamientos irregulares, muchos de ellos hoy consolidados. La desafectación de instalaciones ferroviarias acentuó esta tendencia. Las carencias del área, las frecuentes inundaciones que afectaban sobre todo a la población marginal ubicada sobre los bordes del arroyo, y la existencia de suelo vacante, determinó, a partir de 1965, el inicio de un proceso de localización de conjuntos de viviendas de interés social, que ha dado como resultado un gran conglomerado de conjuntos habitacionales construidos a través de la implementación de distintos planes estatales. Características urbanísticas de la SE17. La trama es irregular, formada principalmente por manzanas rectangulares. El área cuenta con agua corriente, electricidad, gas natural, cloacas, mejorado en calles con cordón cuneta, veredas y equipamiento comunitario: arbolado, alumbrado público y paqueteros para residuos (Figs. B.3 y B.4).

Figura B.3. Imagen satelital del sector de estudio. Parque-Huerta Molino Blanco

65

Se diferencian dos sectores por su estructura, tipo de construcción y antigüedad: Sector Sur: Coincidente con el borde del arroyo y la Avenida de Circunvalación, presenta un área verde, dentro de la cual se localiza el parque Huerta Molino Blanco Sur (Fig. B 3). Los terrenos cercanos al arroyo están ocupados por asentamientos irregulares consolidados.

Figura B.4. Vista aérea del sector Sur. Asentamientos irregulares consolidados.

Sector Norte: Más antiguo, con mayor grado de organización y consolidación del tejido, densamente edificado con viviendas individuales de baja altura. Al Este presenta algunas industrias y depósitos. Los espacios verdes públicos son escasos.

Figura B.5. Vista aérea del sector Norte.

66

FOTOGRAFÍAS DE ÁREAS URBANIZADAS

FOTOGRAFÍAS PARQUE HUERTA MOLINO BLANCO

67

Escenarios analizados En base a las clases de uso y cobertura de suelo consideradas, se analizó el área de estudio teniendo en cuenta tres escenarios. En el caso de esta Subcuenca, dado que el área se encuentra urbanizada prácticamente en su totalidad, no se plantea un Escenario 1 (urbanizadas las áreas urbanizables). Escenario 0. Línea de base: Situación actual de uso de suelo (Fig.B. 6). Escenario 2: Urbanización hipotética considerando edificada la totalidad de la subcuenca según el mayor grado de ocupación detectado en cada sector, a excepción de las áreas verdes públicas previstas y las áreas de libre escurrimiento de flujo fijadas por normativa de inundación. (Fig.B. 7). Escenario 3: Urbanización de áreas urbanizables considerando el grado de ocupación actual, e incrementando el suelo permeable en sectores no urbanizables mediante la optimización de coberturas vegetales en espacios verdes públicos -plazas y veredas-, áreas inundables, laterales viales y ferroviarios, etc. (Fig.B. 8).

Figura B.6. Uso del suelo Escenario 0 (actual).

68

Figura B.7. Uso del suelo Escenario 2 (mayor impermeabilidad).

Figura B.8. Uso del suelo Escenario 3 (mayor permeabilidad).

69

Cálculo del Indicador para los escenarios propuestos Se calcularon los indicadores de modificación de escurrimiento debido a cambios de uso del suelo de la siguiente manera: (a) Estimación, con la ayuda de las Tablas 3 y 4 ( pp. 23 y 24 Informe General), de coeficientes de escorrentía para cada tipo de suelo, cobertura y pendiente. (b) Cálculo del coeficiente de escorrentía compuesto para todas las cubiertas del suelo en la zona de captación, con información complementaria utilizando imágenes satelitales (Google Earth). Los criterios seleccionados para la estimación de los coeficientes de escorrentía se describen en la Tabla B.1, para el escenario 0. En la Tabla B.2 se muestran usos del suelo, áreas y coeficientes de escorrentía para el escenario 0. (c) Cálculo de la modificación en la escorrentía debido a cambios de uso de suelo en la cuenca

urbana estudiada, empleando el índice C (ecuación 3). Valores C negativos para cualquier período de tiempo indican una disminución neta de la escorrentía (y consecuente reducción de riesgo de inundación), provocado por un aumento en la infiltración/almacenamiento de la precipitación en esa superficie urbana. Los resultados de su aplicación se muestran en las Tablas B.3 y B.4, correspondientes a los escenarios 2 y 3.

70

Tabla B.1. Criterios establecidos para fijar coeficientes de escurrimiento

Coberturas C Observaciones

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 0.90 Rango establecido: 0.70-0.95

2 Pavimento en espacios públicos 0.90 Rango establecido: 0.70-0.95

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< OCUPACION DE SUELO)

0.60 Ponderado: 50%*0.90+50%*0.30, 50% césped y el resto techado

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> OCUPACION DE SUELO)

0.65 Ponderado: 70%*0.90+30%*0.30, 30% césped y el resto techado

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 0.57 Ponderado: 45%*0.90+55%*0.30, 55% césped y el resto techado

6 Viviendas multi -unidades, hasta 4 pisos 0.70 Considerado como vivienda unifamiliar compacta

7 Viviendas multi -unidades, mas de 4 pisos 0.75 Considerado como vivienda unifamiliar más compacta

8 Viviendas multiunidades con acera, centro de manzana y terrazas verdes

0.48 Ponderado: 12%pavimento*0.90+24%techos*0.95+24%techo verde*0.30+28%forestado*0.23+12%huerta organica*0.10.

9 Residencial o suburbano 0.59 Considerado como intermedio entre clases 3 vivienda unif. Hasta 2 pisos y5 vivienda unifamiliar con centro manzana forestado

10 Barrio cerrado 0.48 Ponderado: 30%*0.90+70%*0.30, 70% césped y el resto techado

11 Area comercial y de negocios 0.60 Rango establecido: 0.50-0.70

12 Asentamientos irregulares incipiente 0.56 idem asentamiento consolidado menos compacto

13 Asentamientos irregulares consolidados 0.70 Considerado como vivienda unifamiliar compacta

14 Industrial poco densa 0.70 Rango establecido: 0.50-0.80

15 Industrial densa 0.80 Rango establecido: 0.60-0.90

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 0.30 Considerado como césped (C=0,25) + 25% Suelo tipo C

17 Suelo desnudo compactado 0.63 Considerado según Tabla (C=0,50) + 25% Suelo tipo C

18 Cultivo extensivo 0.21 Considerado según Tabla (C=0,15) +25% Suelo tipo C+10% compactado

19 Cultivo hortícola tradicional 0.20 Considerado según Tabla (C=0,15) + 25% Suelo tipo C+5%por menor contenido de materia orgánica

20 Cultivo hortícola agroecológico 0.10 Considerado según cultivo tradicional mas suelo con alto contenido de materia orgánica

21 Forestal : bosques denso 0.13 Considerado según Tabla (C=0,10) + 25% Suelo tipo C

22 Forestal : ( más del 50% del terreno cubierto) 0.23 Considerado (C=0,18) + 25% Suelo tipo C

23 Forestal : ( menos del 50% del terreno cubierto) 0.33 Considerado (C=0,25) + 25% Suelo tipo C

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana) 0.44 Considerado según Tabla (C=0,35) + 25% Suelo tipo C

25 Ladrilleras 0.63 Considerado según Tabla (C=0,50) + 25% Suelo tipo C

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.74 Considerado según Tabla (C=0,50) + 25% Suelo tipo C+ 40% techado (C=0,90)

27 Basurales 0.63 Considerado como suelo desnudo compactado

28 Cursos de agua, Cavas 0.00 Considerados como almacenadores y receptores de lluvia

Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 0.30 Rango establecido para parques 0.20-0.35

71

Tabla B.2. Usos de suelo, áreas y coeficientes de escurrimiento para escenario 0 (actual).

ESCENARIO 0

CA

LLES

02.-Pavimento (m²) 126,296.11 NOTA: El valor del ítem 1 (Calles) corresponde a la superficie total de calles y está desagregado en los ítems 02/16/17/22/23 (a la izquierda de este cuadro), los que se suman a las superficies correspondientes a los mismos ítems que figuran en la tabla inferior, las cuales fueron cuantificadas mediante el análisis de las manzanas.

16.-Verde en aceras (m²) 0.00

17.-Tierra (m²) 35,947.58

22.-Forestal > 50 % (m²)(Arbolado en aceras) 0.00

23.-Forestal < 50 % (m²)(Arbolado en aceras) 88,409.85

Superficie en m2 C % Sup

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 250653.54

2 Pavimentos en espacios públicos 127,071.12 0.90 18.1

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< OCUPACION DE SUELO) 38,109.41 0.60 5.4

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> OCUPACION DE SUELO) 150,050.60 0.65 21.3

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 0.00 0.57 0.0

6 Viviendas multi - unidades, hasta 4 pisos 0.00 0.70 0.0

7 Viviendas multi - unidades, mas de 4 pisos 0.00 0.65 0.0

8 Viviendas multi - unidades con acera, centro de Mz. y terraza verde 0.00 0.48 0.0

9 Residencial o suburbano 2,165.99 0.59 0.3

10 Barrio cerrado 0.00 0.48 0.0

11 Area comercial y de negocios 0.00 0.60 0.0

12 Asentamientos irregulares incipiente 4,884.22 0.56 0.7

13 Asentamientos irregulares consolidados 103,329.64 0.70 14.7

14 Industrial poco densa 5,870.32 0.70 0.8

15 Industrial densa 19,959.95 0.80 2.8

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 11,671.60 0.30 1.7

17 Suelo desnudo compactado 69,410.36 0.63 9.9

18 Cultivo extensivo 0.00 0.21 0.0

19 Cultivo hortícola tradicional 0.00 0.20 0.0

20 Cultivo hortícola agroecológico 26,321.47 0.10 3.7

21 Forestal: bosques denso 5,312.80 0.13 0.8

22 Forestal: (más del 50% del terreno cubierto) 184.76 0.23 0.0

23 Forestal: (menos del 50% del terreno cubierto) 107,856.97 0.33 15.3

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana ) 3,920.39 0.44 0.6

25 Ladrilleras 0.00 0.63 0.0

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.00 0.74 0.0

27 Basurales 0.00 0.63 0.0

28 Cursos de agua, Cavas 27,363.63 0.00 3.9

29 Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 0.00 0.30 0.0

SUBTOTAL 703,483.23

C medio 0.60

72

Tabla B.3. Usos de suelo, áreas y coeficientes de escurrimiento para escenario 2 (impermeable).

ESCENARIO 2

CA

LLES

02.-Pavimento (m²) 143,136.08 NOTA: El valor del ítem 1 (Calles) corresponde a la superficie total de calles y está desagregado en los ítems 02/16/17/22/23 (a la izquierda de este cuadro), los que se suman a las superficies correspondientes a los mismos ítems que figuran en la tabla inferior, las cuales fueron cuantificadas mediante el análisis de las manzanas.

16.-Verde en aceras (m²) 50,519.92

17.-Tierra (m²) 56,997.55

22.-Forestal > 50 % (m²)(Arbolado en aceras) 0.00

23.-Forestal < 50 % (m²)(Arbolado en aceras) 0.00

Superficie en m2 C % Sup

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 250,653.54

2 Pavimentos en espacios públicos 143,911.09 0.90 20.5

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< OCUPACION DE SUELO) 40,980.22 0.60 5.8

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> OCUPACION DE SUELO) 146,611.06 0.65 20.8

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 0.00 0.57 0.0

6 Viviendas multi - unidades, hasta 4 pisos 0.00 0.70 0.0

7 Viviendas multi - unidades, mas de 4 pisos 0.00 0.65 0.0

8 Viviendas multi unidades con acera, centro de Mz. y terraza verde 0.00 0.48 0.0

9 Residencial o suburbano 600.18 0.59 0.1

10 Barrio cerrado 0.00 0.48 0.0

11 Area comercial y de negocios 0.00 0.60 0.0

12 Asentamientos irregulares incipiente 0.00 0.56 0.0

13 Asentamientos irregulares consolidados 168,842.59 0.70 24.0

14 Industrial poco densa 5,870.32 0.70 0.8

15 Industrial densa 34,398.64 0.80 4.9

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 55,254.40 0.30 7.9

17 Suelo desnudo compactado 68,535.45 0.63 9.7

18 Cultivo extensivo 0.00 0.21 0.0

19 Cultivo hortícola tradicional 0.00 0.20 0.0

20 Cultivo hortícola agroecológico 0.00 0.10 0.0

21 Forestal : bosques denso 1,093.20 0.13 0.2

22 Forestal : ( más del 50% del terreno cubierto) 184.76 0.23 0.0

23 Forestal : ( menos del 50% del terreno cubierto) 820.10 0.33 0.1

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana ) 9,017.60 0.44 1.3

25 Ladrilleras 0.00 0.63 0.0

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.00 0.74 0.0

27 Basurales 0.00 0.63 0.0

28 Cursos de agua, Cavas 27,363.63 0.00 3.9

29 Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 0.00 0.30 0.0

SUBTOTAL 703,483.23

C medio 0.66

73

Tabla B.4. Usos de suelo, áreas y coeficientes de escurrimiento para escenario 3 (permeable).

ESCENARIO 3

CA

LLES

02.-Pavimento (m²) 126,296.11 NOTA: El valor del ítem 1 (Calles) corresponde a la superficie total de calles y está desagregado en los ítems 02/16/17/22/23 (a la izquierda de este cuadro), los que se suman a las superficies correspondientes a los mismos ítems que figuran en la tabla inferior, las cuales fueron cuantificadas mediante el análisis de las manzanas.

16.-Verde en aceras (m²) 0.00

17.-Tierra (m²) 6,477.63

22.-Forestal > 50 % (m²)(Arbolado en aceras) 117,879.81

23.-Forestal < 50 % (m²)(Arbolado en aceras) 0.00

Superficie en m2 C % Sup

1 Calles (aceras y calzadas) (*) 250,653.54

2 Pavimentos en espacios públicos 127,071.12 0.90 18.1

3 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (< Ocupación de suelo) 38,109.41 0.60 5.4

4 Vivienda unifamiliar, hasta 2 pisos (> Ocupación de suelo) 150,539.36 0.65 21.4

5 Vivienda unifamiliar con centro de manzana forestado 0.00 0.57 0.0

6 Viviendas multi - unidades, hasta 4 pisos 0.00 0.70 0.0

7 Viviendas multi - unidades, más de 4 pisos 0.00 0.65 0.0

8 Viviendas multi - unidades con acera, centro de Mz. y terraza verde 0.00 0.48 0.0

9 Residencial o suburbano 2,165.99 0.59 0.3

10 Barrio cerrado 0.00 0.48 0.0

11 Area comercial y de negocios 0.00 0.60 0.0

12 Asentamientos irregulares incipiente 1,891.59 0.56 0.3

13 Asentamientos irregulares consolidados 103,329.64 0.70 14.7

14 Industrial poco densa 5,870.32 0.70 0.8

15 Industrial densa 19,959.95 0.80 2.8

16 Pasto/prado/césped suelo arcillo-limoso 11,671.60 0.30 1.7

17 Suelo desnudo compactado 16,065.03 0.63 2.3

18 Cultivo extensivo 0.00 0.21 0.0

19 Cultivo hortícola tradicional 0.00 0.20 0.0

20 Cultivo hortícola agroecológico 55,605.57 0.10 7.9

21 Forestal: bosques denso 19,836.34 0.13 2.8

22 Forestal: (más del 50% del terreno cubierto) 118,064.57 0.23 16.8

23 Forestal: (menos del 50% del terreno cubierto) 5,939.12 0.33 0.8

24 Escasa vegetación (no compactado por la actividad humana ) 0.00 0.44 0.0

25 Ladrilleras 0.00 0.63 0.0

26 Ladrilleras con construcciones dispersas 0.00 0.74 0.0

27 Basurales 0.00 0.63 0.0

28 Cursos de agua, Cavas 27,363.63 0.00 3.9

29 Equipamiento deportivo sobre terreno forestado 0.00 0.30 0.0

SUBTOTAL 703,483.23

C medio 0.54

74

ESTIMACIÓN DE LOS CAMBIOS EN EL RIESGO DE INUNDACIÓN Mediante el uso conjunto de la ecuación racional para la obtención del caudal de diseño y la ecuación de Kieffer y Chu como modelo empírico que ajusta una curva IDR, puede demostrarse que la relación entre coeficientes de escorrentía ante escenarios diferentes de uso de suelo y las probabilidades de excedencia y/o períodos de retorno para el diseño puede expresarse como (Zimmermann y Bracalenti 2014):

t

1t

1t

t

1/m

t

1t

P

P

T

T

C

C

(B.1)

donde Ct y Ct+1; Tt y Tt+1; Pt y Pt+1 son los coeficientes de escorrentía, períodos de retorno y probabilidades de excedencia de la intensidad de lluvia en los escenarios al tiempo t y t+1, respectivamente; m es un parámetro empírico de carácter regional, exponente del período de retorno en la ecuación de Kieffer y Chu. Para el ajuste de dicha ecuación con los datos de lluvia de la ciudad de Rosario (Argentina , 32 ° 57 'S, 60 º 41' W ) , m = 0,122 . El promedio regional del parámetro m es 0.18 (Zimmermann, 2013). RESULTADOS En las tablas anteriores, puede verse la diferencia entre los escenarios hipotéticos planteados, con y sin zonas AFUP, y entre cada uno de éstos y la situación actual. Para el uso del suelo actual (escenario 0) el coeficiente de escorrentía promedio es 0,60 para el área de estudio. Para el uso hipotético del suelo que incrementa significativamente la impermeabilización (escenario 2), el coeficiente de escorrentía alcanza un valor de 0,66, lo que implica un aumento de aproximadamente 10 % de su valor actual y un valor indicador positivo de:

9.5%0.600.66

0.600.66200

CC

CC200ΔC

t1t

t1t

Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (B.1) se calcula que un aumento del coeficiente de escorrentía del 10 % (Ct+1/Ct = 1,10) provocaría un incremento del riesgo equivalente a Pt+1/Pt = 2,18 veces. Con el mismo ejemplo, en el diseño urbano de drenaje, dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), con un aumento del coeficiente de escorrentía del 9.5%, la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor del 2.18 * 20 % = 44 % (nuevo tiempo de retorno aproximado 2,3 años). Para las estadísticas de las lluvias de Rosario, en las condiciones actuales la precipitación de diseño correspondiente a una probabilidad de excedencia del 20% es de 135,6 mm. Para este escenario futuro, el sistema de drenaje urbano estaría en una situación equivalente a una precipitación de diseño de 108,4 mm (correspondiente a una probabilidad de excedencia del 44%).

75

Estos valores indican que la situación se tornaría totalmente inadecuada y que sería necesaria una reinversión en la infraestructura de drenaje urbano para restablecer la situación de protección en las condiciones actuales. Para un uso hipotético del suelo que incrementa la permeabilidad mediante la incorporación de superficie verde y la optimización de coberturas vegetales (escenario 3) el coeficiente de escorrentía alcanza un valor de 0,54, lo que supone un 10 % de disminución aproximada en comparación con su valor actual y un valor de indicador negativo de -10,5 %. Considerando el valor de m = 0,122 ajustado para Rosario, aplicando la ecuación (3) se calcula que una reducción del coeficiente de escorrentía del 10 % (Ct+1/Ct = 0,9) provocaría una reducción de riesgo al 8% (equivalente a Pt+1/Pt = 0,42). Ampliando el ejemplo, puede interpretarse que: en el diseño urbano de drenaje, dada una probabilidad de excedencia del 20 % (tiempo de retorno de 5 años), con una reducción del coeficiente de escorrentía del 10%, la nueva probabilidad de excedencia alcanzaría el valor 0,42 * 20 % = 8,4 % (nuevo tiempo de retorno aproximado 11,9 años). Para este escenario futuro, el sistema de drenaje urbano estaría en condiciones de diseño con una precipitación de 162,3 mm (correspondiente a una probabilidad de excedencia del 8%). Estos valores permiten señalar que se mejora significativamente la situación de la población al reducirse los riesgos hídricos e incrementarse la superficie de espacios verdes prestadores de múltiples servicios.. La Tabla B.5 sintetiza estos resultados.

Tabla B.5. Síntesis de los resultados hallados para la SE17

Sub-Cuenca Emisario 17

Escenario

C C Tt+1 Pt+1 P

- años % mm

# 0 0,60 5,0 20% 135,6

# 2 0,66 9,5 2,3 44% 108,4

# 3 0,54 -10,5 11,9 8% 162,3

Referencias: C, coeficiente de escorrentía; C indicador de la variación

porcentual del coeficiente de escorrentía; Tt+1 y Pt+1 tiempo de retorno y probabilidad de excedencia del diseño para el escenario futuro, respectivamente; P precipitación de diseño asociada al tiempo de retorno para el diseño.

CONCLUSIONES Se analizan los efectos potenciales sobre el drenaje de aguas pluviales urbanas en un sector localizado al Sur de la ciudad de Rosario, frente a diferentes usos potenciales del suelo estipulados en escenarios hipotéticos. Se consideran dos escenarios además del actual, uno con desarrollo de áreas verdes y otro con un notable incremento de áreas pavimentadas. Se evalúan, como indicador, los cambios en el coeficiente de escurrimiento del método racional para las situaciones propuestas.

76

El escenario más impermeabilizado implicaría un aumento del 10% en el coeficiente de escurrimiento disminuyendo considerablemente el nivel de protección frente a inundaciones, ya que con la infraestructura de drenaje existente, el período de retorno asociado a los caudales de diseño disminuye a la mitad respecto al original considerado. Esta situación implicaría una necesaria reinversión en infraestructura pluvial urbana para retornar a los niveles de seguridad originales. El escenario verde implicaría una reducción del 10% en el coeficiente de escurrimiento, aumentando considerablemente el nivel de protección frente a inundaciones, ya que con la infraestructura de drenaje existente, el período de retorno asociado a los caudales de diseño aumenta más de dos veces respecto al original considerado. .

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